La
Leyendeda
ENTERIZO
Cuenta la leyenda que Enterizo era el animal mĂĄs bello, majestuoso y noble que existĂa en toda la tierra...
La
Leyendeda
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ace algunos siglos, Rodrigo DĂaz de Vivar (el Cid), vivĂa junto a su esposa Jimena y sus 2 hijas Elvira y Sol, en un Palacete de la comarca de Requena, dicho Palacete estaba rodeado de viĂąas y se dice que al Cid le gustaba degustar del buen vino de la zona.
Cuando su primogénita Elvira cumplió 12 años de edad, el Cid le regaló un hermoso caballo llamado Enterizo. Enterizo era un caballo blanco de elegante porte, dócil y noble, al cual le encantaba dejarse mimar bajo los cuidados de su ama Dª Elvira.
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Doña Sol era todavía muy niña, pero le gustaba jugar ayudando a su hermana en los cuidados del hermoso caballo Enterizo. Todos los días Doña Elvira cepillaba con dulzura la flamante cabellera blanca de Enterizo y lo sacaba a pasear.
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Doùa Elvira galopaba entre las viùas de los alrededores a lomos de Enterizo, los agricultores al verlos pasar quedaban anonadados por tan bella estampa: una hermosa dama galopando a lomos del animal mås bello, cuya cabellera brillaba como la plata bajo el Sol‌
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Así todos los días, daba igual que fuese verano o invierno, a Doña Elvira le encantaba galopar entre las viñas a lomos de su flamante caballo Enterizo.
Los agricultores decían que las vides que habían sido tocadas bajo el paso de Enterizo eran bendecidas. 10
Por lo tanto, el divisar a Enterizo entre las viĂąas, se convirtiĂł en un amuleto de buena ventura para obtener una excelente cosecha. El buen vino era como Enterizo: noble, majestuoso, con fuerza y puro.
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Al cabo de los años, el Cid mandó casar a sus dos hijas con los Infantes de Carrión. De esta manera separaron a Doña Elvira de su caballo Enterizo.
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Dicen las malas lenguas que dichos infantes no les daban una buena vida a sus mujeres, y que incluso las tuvieron apresadas en una cueva llamada Cueva-Robles en un lugar muy cercano a Requena.
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Enterizo era un caballo lleno de nobleza, y era tal la conexión que tenia con su ama Doña Elvira, que tuvo la intuición de que algo malo le estaba pasando… 14
Entonces galopĂł con Ămpetu mientras sus poderosas extremidades vibraban con fuerza levantando la tierra de Requena a Fuenterrobles, dĂłnde se encontraba la cueva.
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Al llegar a dicha cueva de Cavorrobles, Enterizo levantĂł sus poderosas pezuĂąas con herraduras de plata e hizo un horado en la gran piedra que cubrĂa la puerta.
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Así rescató de su prisión a Doña Elvira y Doña Sol, que subieron a lomos de Enterizo y salieron galopando entre las viñas.
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Tal era el vigor y la bravura de Enterizo que en su celeridad y su gallardo trote, que uno de sus cascos quedĂł grabado entre las piedras del Camino de la Vega, y allĂ permanece la huella de su herradura hasta nuestros dĂas. 19
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Cuentan, los más viejos del lugar, que si te fijas bien en el horizonte, cuando se pone el Sol en Requena, se puede ver a lo lejos la figura de un hermoso caballo entre las viñas…
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FIN
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CAMPORROBLES TERUEL CUEVA del CID
Cavorrobles
FUENTERROBLES VALENCIA
HUELLAS
Camino de la Vega
Río
MADRID 250 Km. Tiempo: 2h 1/4
50 Km. Tiempo: 30’
UTIEL
Ma
gro
COVIÑAS
PALACIO del CID
REQUENA