ÂżQuĂŠ es el abuso sexual infantil y adolescente?
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Edición y Redacción: Saraí Pérez Aquerreta Diseño y montaje: Rubén Calderón
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l abuso sexual infantil ha sido muy bien definido por la Organización Mundial de la Salud como “Contactos e interacciones entre un niño/a y un adulto cuando el adulto (agresor) usa al niño/a para estimularse sexualmente él mismo, al niño/a o a otra persona. El abuso sexual puede ser también cometido por una persona menor de 18 años cuándo esta es significativamente mayor que el niño/a (víctima) o cuando el agresor está en una posición de poder o control sobre otro.” (OMS 2001). Sin embargo se refiere a algunos términos que es importante que nosotros los padres, madres, abuelos, abuelas, maestros, maestras y demás personas interesadas comprendamos de forma clara, para así poder proteger a nuestros niños, niñas y adolescentes. La definición comienza diciendo que se trata de una “interacción entre un adulto y un niño, niña o adolescente o entre otro niño, niña o adolescente significativamente mayor o en una condición de poder sobre su víctima”. Veamos entonces en qué consiste ésta “interacción” y la “condición de poder”. Una interacción es el intercambio que ocurre entre dos o más personas en el que se puede generar un vínculo y que se inicia de forma intensionada. Esto quiere decir que el abuso sexual ocurre cuando existe una relación entre el abusador/abusadora y el niño, niña o adolescente 5
en la que, por lo general, el abusador/abusadora logra que su víctima se sienta inicialmente agradada o tomada en cuenta, lo que entonces le permite pasar al segundo punto de la deficinión, es decir, a la condición de poder sobre el niño, niña y adolescente. El abuso sexual se inicia con una relación que es vista como positiva por el niño, niña o adoelscente y por sus padres, madres, representantes u otras personas adultas, pues se trata de una relación en la que, por lo general, la persona adulta es responsable de cuidar y/o enseñar algo al niño, niña o adolescente.
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Posteriormente la definición habla de otro término que es importante que aclaremos, se habla de que en esa “interacción” el abusador “utiliza” al niño, niña o adolescente de forma inadecuada con relación a la sexualidad. Pero ¿qué es eso de “utiliza inadecuadamente al niño, niña o adolescente”? Utiliza porque hace de ese niño, niña o adolescente un instrumento para lograr una satisfacción sexual, es decir, el abusador consigue placer haciendo que el niño, niña o adolescente haga o se deje hacer cosas que le generan satisfacción al abusador/abusadora, pero para el niño, niña o adolescente es un hecho que violenta su normal desarrollo y siempre le hará sentirse mal por lo que hace o se deja hacer por el abusador o abusadora. Ahora bien ¿de qué forma ocurre esta “interacción” que utiliza al niño, niña o adolescente de forma inadecuada sexualmente? Ocurre por lo general de forma progresiva, es decir, el abusador se va ganando la confianza y el afecto de su víctima y, posteriormente, lo implica en una serie de hechos que le permitirán contar con su silencio. El abusador no solo hará que su víctima se sienta a gusto con él, sino que sienta que le debe guardar cierta lealtad, por lo que sus momentos juntos en soledad serán siempre un secreto para guardar. Con esto el abusador consigue garantizar que cuando 7
comience a abusar del niño este no lo delate, pues insistira que forma parte de sus secretos, e incluso le dirá que si cuenta lo que ocurre entre ellos, el será culpable del sufrimiento de los seres más importantes para ese niño, niña o adolescente. Esto nos lleva a otro término importante de la definición que nos da la OMS, en ella se nos dice que el abuso ocurre en condiciones de desigualdad de edad, madurez y poder. ¿Y qué es eso?, eso no es otra cosa, que lo que se constituye en el hecho más violento del abuso sexual y es que el abusador al ser mayor en edad, madurez y, por consiguiente poder, sobre su victima, utilizará la inocencia del niño, niña o adolescente para hacer posible que acceda a los actos que se configuran en el abuso sexual. Cuando mencionamos la inocencia nos referimos a la pureza que tienen nuestros niños, niñas y adolescentes que no les permite anticipar la maldad o la violencia de los otros seres que le rodean, es la capacidad de perdonar el dolor que le puedan infligir si quien le agrede le enseña o le hace pensar que se trata de un acto de amor o peor aún, de un hecho que el niño, niña o adolescente merece por ser quién es. De esta manera, podemos señalar que el abuso infantil es un hecho extremadamente violento porque no solo irrumpe en la sexualidad de la 8
víctima, si no que rompe la capacidad de creer en los otros, de sentirse realmente amado y aceptado y sobre todo protegido por esas figuras mayores y más poderosas que ellos. Resumiendo, el abuso sexual ocurre por lo general por parte de esas personas que de una u otra manera tienen un papel importante en la vida de los niños, niñas y adolescentes, porque es de esta manera que el abusador logra que se mantenga el secreto del abuso, pero además, logra que si el niño, niña o adolescente rompe ese pacto de silencio y le señala como abusador/ abusadora, se haga muy difícil para su entorno imaginar que sea cierto, pues su rol ha sido mostrado como el del protector, ídolo, amigo, es decir, alguien que “no le haría” ningun daño a los niños, niñas y adolescentes. 9
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Tipos de abuso sexual infantil y adolescente. Después de comprender en qué consiste el abuso sexual, es importante que señalemos los tipos de abuso sexual que pueden ocurrir a los niños, niñas y adolescentes. Volviendo a lo señalado por la Organización Mundial de la Salud, vemos que en ella se clasifica en 4 tipos de abuso, veamos cuales son cada uno de ellos y en que consisten. 1.- Abuso Sexual: es el que ocurre poco a poco, sin violencia, en el que el abusador se toma todo el tiempo necesario para lograr que el niño, niña o adolescente acceda a sus peticiones de hacer o dejarse hacer y es el que por lo general ocurre con más frecuencia y ocurre por mucho más tiempo, porque justamente esta cercanía, este vinculo que genera el abusador con su víctima logra convencerla de que no lo delate, por más mál que se sienta. 2.- Agresión: la agresión es aquella que ocurre de forma violenta, cuando el abusador no establece ningún vínculo con el niño, niña o adolescente y sin tomarse mucho tiempo, escoge a su víctima y le hace actuar o dejarse hacer de una forma violenta. Por lo general, en estos casos el agresor es un desconocido del niño y suele ocurrir el hecho una sola vez. Sin embargo la violencia que utiliza el agresor es tan grande no solo desde el punto de vista físico, sino psicológico que puede 12
lograr persuadir al niño, niña o adolescente de no delatarlo bajo la amenaza de volver a agredirlo o de agredir a otras personas muy importantes para el niño, niña o adolescente. 3.- Exhibicionismo: en este caso el abusador logra convencer al niño, niña o adolescente de observar imágenes o personas que realizan conductas explícitamente sexuales o de mostrarse desarrollando este tipo de conductas. Aunque no exista contacto físico, el abusador/abusadora utilizará nuevamente su poder sobre el niño para que éste guarde el secreto o, incluso, le haga creer que se trata de conductas perfectamente normales o naturales, por lo que el niño, niña o adolescente guardara el secreto o no lo comentará. 4.- Explotación Sexual: en este caso, los niños, niñas y adolescentes además de ser violentados en su desarrollo psicológico y sexual, son utilizados como mercancía, logrando así el abusador no solo su satisfacción sexual personal, sino lucrarse con la utilización de los niños, niñas y adolescentes. En estos casos, por lo general los niños, niñas y adolescentes suelen ser aislados de la vida y rutina cotidiana pues requieren de estar en espacios preparados para poder vender el producto del abuso, el cual puede ser tráfico sexual, turismo sexual, prostitución infantil o pornografía. Finalmente, es importante que no olvidemos que el abuso sexual es un hecho tan desigual que hace 13
muy difícil que los niños, niñas o adolescentes que son víctimas logren romper el silencio que les impone su agresor y, que los abusadores/ abusadoras se cubren tras una fachada de persona tan buena, cariñosa y cuidadosa que cuando sus víctimas los señalan resulta muy difícil pensar que ellos sean capaces de hacer cosas tan feas.