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Meditación paraoxigenartus células

El oxígeno es el componente más importante para la salud celular. Cuando tus células están oxigenadas, tu cuerpo funciona mejor y está fortalecido para combatir cualquier peligro inmunológico (algo que necesitamos mucho en estos tiempos). ¿Qué sucede cuando no hay suficiente oxigenación? En estos casos las células optan por conseguirlo de otras fuentes, como de los azúcares que forman parte del metabolismo. A la larga, esto altera las condiciones saludables y entonces pueden ocurrir mutaciones o hasta la muerte celular.

En este sentido, esto es peligroso porque se pueden producir toxinas que afectan al cuerpo en el largo plazo. La meditación es un ejercicio que ayuda a regular la oxigenación de nuestras células. Apartar un tiempo para meditar le ayudará a tu cuerpo a optimizar el oxígeno que recibe, lo que a la larga beneficiará al resto de tus órganos. De esta manera mejorará tu circulación, las células absorberán mejor los nutrientes y tu cerebro descansará de las presiones diarias. Cuando medites, enfócate en cada órgano de tu cuerpo. Imagina cómo el aire que inhalas llena con vida cada área de tu cuerpo.

Respira con propósito y medita en el proceso que estás llevando a cabo.

Wim Hof, también conocido como "El Hombre de Hielo", es un atleta extremo holandés reconocido por correr medio maratón sin zapatos en el Ártico y permanecer de pie durante 112 minutos en un envase cubierto de hielo. A través de los años, diversas instituciones académicas han estudiado a Hof y su estilo de vida con el fin de encontrar la razón por la cual puede realizar sus hazañas, las cuales parecen ser imposibles para la ciencia. Diversas investigaciones continúan estudiando lo que se conoce como "El Método de Wim Hof" (una combinación de respiración, meditación y temperatura). De hecho, en el 2011 la Universidad de Radbound publicó una investigación que comprobó que Hof puede influenciar su sistema nervioso autónomo de forma voluntaria. A través de los años, Hof ha sido conocido por su método de respiración, el cual te compartimos a continuación:

• Con el estómago vacío, acuéstate boca arriba o siéntate en una postura cómoda que te permita estirar la espalda y expandir tus pulmones. Inhala profundamente (ya sea por la nariz o la boca), llenándote de aire. Cuando te sientas completo, no mantengas el aire, sino más bien déjalo ir por la boca suavemente, como si abriéramos una compuerta. Realiza esto por 30 respiraciones.

• Si es tu primera vez, notarás un incremento en la temperatura corporal y sensaciones de hormigueo o mareo. No te preocupes, es normal. Haz lo mejor que puedas. Después de tu última respiración, inhala una vez más llenándote lo más que puedas de aire. Luego deja escapar dicho aire, pero no te vacíes por completo.

• Cuando te quede un 30% del aire, deja de inhalar. Corta toda entrada y salida de aire y aguanta la respiración tanto como puedas.

• Usa este tiempo para ser consciente de todas tus sensaciones corporales. Siente qué parte del cuerpo tiene más energía, asi como cuál se siente más caliente o cuál tiene algún hormigueo. Aprovecha para observar y sentir tu cuerpo.

• Cuando ya no puedas aguantar, inhala al máximo de tu capacidad, expandiendo tus pulmones. Aguanta durante 10-15 segundos.

¡Enhorabuena!, ahora exhala y vuelve a una respiración normal por unos segundos, mientras disfrutas de un estado hormonal y energético distinto.

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