• Cuando esté en el transporte público, use tapabocas, mantenga el cabello recogido, no se toque la cara, respete el distanciamiento físico, permita que las ventanas permanezcan abiertas y, luego de usarlo, lávese las manos con agua y jabón. Así protege a su familia, compañeros de trabajo y de todos a su alrededor. • Recuerde la importancia al llegar a su destino, de hacer el lavado de manos durante al menos 20 segundos, con agua y jabón. • Aunque los operadores del transporte público deben implementar protocolos de limpieza y desinfección de los vehículos, los ciudadanos pueden apoyar esta labor, no arrojando basura dentro de los buses, no arrogando secreciones dentro del mismo, usando en todo momento el tapabocas y manteniendo los hábitos de higiene.
• Si mantenemos limpios los vehículos de transporte público, reducimos la probabilidad de contagio de COVID-19 y de otros virus que circulan en el ambiente. El cambio empieza por cada uno de nosotros. • Recuerde que si es factible movilizarse en bicicleta es mucho mejor y más seguro, verificando antes de usarla, que este limpia y desinfectada, incluyendo los elementos de protección como el casco, guantes, rodilleras y reflectores. • Durante el trayecto en la bicicleta no debemos arrojar secreciones nasales, ni saliva en la ciclovía o carretera. Dejemos la bicicleta en lugares en los que tenga poco o cero contactos con otras personas. Si llevamos un termo, no lo dejemos expuesto mientras nos movilizamos y debemos lavarlo muy bien al llegar a nuestro destino.