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YAC
La casa se configura a partir de una escisión sobre el terreno, destaca una plataforma elevada donde el horizonte abraza el paisaje hacia adentro. Los límites de lo natural y lo artificial se desdibujan con la plasticidad del espacio producto de la erosión y el oleaje, esto da la percepción de una temporalidad que trasciende. A la luz de esto, un cubo de vidrio se apropia el espacio libre y alberga la vida doméstica.
En la plataforma, hay un elemento de sólidos y vacíos, simulando un qanat; que baña la espacialidad interior de luz y lo articula, uniendo el horizonte y el cielo. De esta manera, alberga la fuente de la familia. Relaciones bajo un manto diáfano que acoge a través de la sinuosidad de la curva.
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La materialidad de la casa busca incorporar elementos solemnes, más el lujo: la belleza del paisaje Así se entiende el movimiento del mar y las sombras del cielo como materialidad que incorpora la fachada. En este contexto, la casa del mar se interpreta como una pieza atemporal, sensible a la metamorfosis del territorio, que se reconfigura desde lo cotidiano . Ser un testimonio vivo en el paisaje, como el qanat, como Dubai, de cómo la voluntad humana trasciende en el desierto sin fin.
Taller 8 dirigido por:
Arq. Manuel Flores
Arq. Arturo Morales
Arq. Fredy Miranda