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INTELIGENCIA ARTIFICIAL SOMOS TODOS
Sí, no es un secreto que los seres humanos creamos tecnologías sin saber que existen. Sin embargo, una vez que las notamos, estas suelen tener una concepción errónea de su aplicación, sobre todo en las últimas décadas. Esto se debe seguramente a la velocidad en la que se introducen nuevos productos al mercado. Por lo tanto, vale la pena comentar que la «tecnología» es la aplicación del conocimiento técnico en algún sector o área y, por consiguiente, incluso utensilios, objetos y materiales son tecnología. Sí, tecnología de uso diario que pasan desapercibidos e infravalorados.
Por otra parte, existen conceptos tecnológicos que pueden parecernos más atractivos y, por ello, se piensa que están fuera de la comprensión de muchas personas y que solo unos pocos pueden entender y desarrollarlos. Un ejemplo de esto es la inteligencia artificial (IA). Si nos preguntamos qué es más fácil de crear, por ejemplo, pasta dental o inteligencia artificial, probablemente elegiríamos la primera opción por desconocimiento, aunque la mayoría de nosotros no tengamos idea alguna del proceso de fabricación de la pasta dental.
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El concepto de inteligencia artificial ha estado con nosotros desde la década de los 50, pero es sólo el concepto, dado que la aplicación viene desde muchos años antes. Entonces, ¿qué entendemos por inteligencia artificial? En un sentido simple, es la ejecución o acción de una actividad con poca o nula intervención del ser humano. Ahora, dado la anterior definición, pensemos: ¿El encendido automático de la luz en casa, las alarmas contra incendios, el texto predictivo son ejemplos de inteligencia artificial? En efecto, podemos entenderlos como variantes de ellas, por lo que ahora podemos establecer la siguiente pregunta: ¿Qué niveles de inteligencia artificial existen? Y es aquí donde podemos entrar en los términos comunes o generalmente conocidos del área.
Para que exista la inteligencia artificial, dos conceptos generales deben estar establecidos: la estructura, incluso conocida como redes neuronales, las cuales básicamente emulan la actividad neuronal del cerebro y sus ramificaciones y el “Machine Learning” que es la manera o “modo” de aprendizaje que se utilizará para realizar la toma de decisiones, entendamos esto como el modo en el que un ser humano aprende a diferenciar objetos, el proceso que tenemos para concebir que un círculo es diferente de un triángulo, es el mismo que se aplicará pero ahora mediante activaciones “eléctricas” en un dispositivo. La idea que jamás se debe olvidar es que al considerarse algo como “inteligencia artificial”, el objetivo será emular nuestro proceso de aprendizaje y la toma de decisiones, por lo que se requiere el aporte de todos para que estos modelos de inteligencia se nutran y sean capaces de, por ejemplo, conducir por una carretera con excelente precisión.
Las aplicaciones de la inteligencia artificial están directamente ligadas a la capacidad de procesar las actividades, ya que la concepción de la aplicación ha estados desde muchos años, pero la velocidad de realizar las acciones no era conveniente, por comentarlo, la conducción de un auto por IA ocurrió desde la década de 1980, pero la velocidad máxima que alcanzaba el vehículo era de 2 km por hora. Los primeros en aprovechar la ventaja de la IA fueron los sectores manufactureros, quienes no necesitaban un modelo tan complejo debido a que las actividades que se necesitaban reproducir eran repetitivas y, en términos de programación y control, menos complejos.
Actualmente nuestros dispositivos son exponencialmente más rápidos cada año, comparar la tecnología de hace 10 años versus la de 5 años y la actual, hará más sencillo notar cómo los tiempos de espera de ejecución de acciones se reduce de manera considerable; por ejemplo la descarga de programas, reproducción de videos, encendido de equipos, cobertura de señal, todo ello va incrementando y a su vez permite el desarrollo de IA a un costo mucho menor, todo esto se encuentra relacionado de manera directa y cada vez será algo que empezaremos a ver como común y no como una amenaza, idea que se tuvo en algún punto.
Las industrias y negocios han trabajo con IA desde hace décadas, pero no de una manera tan tangible como un “robot”, que, al verlo, inmediatamente decimos que el control del mismo es por IA ya que está asociado quizá más por márquetin televisivo que por acercamiento para entender al área; no obstante, ahora incluso negocios como “bares” tienen “robots” que atienden al cliente, desde el pedido o bien en la preparación del mismo. Sabiendo esto, es cuestión de tiempo para que el costo de tener IA en forma de robots sea tan bajo como para ser considerados por los negocios locales, ya que tenemos usos como las Apps de servicio de entrega que es una variante de IA.
Tomando como referencia lo mencionado, podemos ver que todos logramos de alguna manera que la IA mejore, entrene y se desarrolle a través de nuestro conocimiento en la programación o bien de manera más sencillas como eligiendo imágenes en una “captcha” de páginas en Internet, es por ello que todos al final, terminamos siendo parte de la inteligencia artificial.
Referencias:
Rosenblatt, F. (1958). El perceptrón: Un modelo probabilístico de almacenamiento y organización de la información en el cerebro. Psychological Review, 65(6), 386-408. - https://ve42.co/Rosenblatt1958
Crevier, D. (1993). AI: La tumultuosa historia de la búsqueda de la inteligencia artificial. Basic Books. - https://ve42.co/Crevier1993
Wright, L. y otros (2022). Redes neuronales físicas profundas entrenadas