Revista Heme Aquí Septiembre - Octubre 2013

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EDITORIAL

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bre - Octubre 20

Edición Septiem

Página 08 - MISIONES

Página 10 - VIDA CRISTIANA

Página 13 - FINANZAS Los negocios y la Biblia

Obreros para su mies Muertes prematuras

Página 14 - LA ENTREVISTA

Página 16 - EL MENSAJE Este mensaje puede salvarte la vida

Desde las alturas

Página 20 - EVENTOS La Roca

Página 18 - VIDA CRISTIANA

Carta al asesino de mi padre

Página 22 - JUVENIL

Página 24 - LIBROS Y CINE Éxito y Grandeza

Página 26 - EL COMIC Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra. 2 Crónicas 7:14

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EDITORIAL

Editorial

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ivimos en un tiempo de mucho descontento del pueblo hacía sus gobernantes. Cada vez es más difícil poder confiar en un político o en alguien que ostente algún cargo público. Muchas personas se manifiestan de diferentes maneras y en diferentes plataformas. Es común observar que en tiempos electorales, las campañas políticas se convierten en un foro donde cada uno de los candidatos tratarán por todos los medios de demostrar su mejor perfil y de convencer a un pueblo cada vez más confundido y decepcionado. A menudo resulta muy sencillo engancharnos en la inercia de una avalancha de actitudes críticas y negativas generalizadas hacía estos personajes y aún hacía las autoridades ya establecidas, sin embargo la Biblia nos dice con claridad que debemos respetar y reconocer a nuestras autoridades porque no hay autoridad sobre la tierra que no haya sido puesta por Dios. El país en el que vivimos es uno de los inalterables de nuestra vida, es decir, al igual que nuestros padres, la época en la que nos tocó vivir, o nuestros rasgos físicos, entre otros, son partes de nuestra vida en la cual no pudimos elegir, sino que alguien eligió soberanamente por nosotros. No sé usted, pero al día de hoy, yo en lo personal con todo y lo que sucede a mi alrededor, me siento sumamente bendecido de haber nacido en este hermoso país, y que Dios haya decidido por mí, ponerme en esta época, en este país, con esta familia, son cosas por las que hasta el día de hoy bendigo su nombre y le alabo. Dicho lo anterior, es importante mencionar que Dios tiene un plan para cada nación, para cada pueblo, él quiere que su nombre sea glorificado en toda la tierra, y aunque escatológicamente hay un plan para los países y sus representantes, es cierto que mientras todos estos acontecimientos suceden, Dios nos sigue anhelando celosamente. También es cierto que mientras pongamos nuestras esperanzas en cualquier gobierno humano dirigido por hombres con una naturaleza caída, el resultado siempre será el mismo, periodos de aciertos y desaciertos, simplemente para muchos, una Teocracia sería la mejor alternativa para cualquier tipo de gobierno, y es verdad, pero eso también está claramente establecido en tiempos y formas. Dios quiere ser nuestro padre, nuestro rey, nuestro redentor, nuestro Señor, no sólo de palabra y escrito en un papel, sino en todas las áreas de nuestra vida. Dios en II de Crónicas 7:14 en el antiguo testamento le dio una palabra a su pueblo: Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra. Reina Valera Veamos este mismo versículo en la Nueva versión internacional: Si mi pueblo, que lleva mi *nombre, se humilla y ora, y me busca y abandona su mala conducta, yo lo escucharé desde el cielo, perdonaré su pecado y restauraré su tierra. En la Nueva Versión Internacional dice: “Si mi pueblo, que lleva mi nombre”. Estas palabras no están dirigidas para todo el mundo, tampoco están dirigidas a los líderes de la iglesia solamente, mucho menos a los que no pertenecen al

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México para Cristo

Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra. 2 Crónicas 7:14 pueblo de Dios. Dice “Si mi pueblo”. Estas palabras estaban dirigidas al pueblo de Israel en su momento y ahora son perfectamente aplicables a nosotros, el pueblo adquirido, la iglesia, hoy estas palabras están dirigidas a ti y a mí.

Hoy y en cualquier momento puedes ir a Él, puedes ir a tu Padre a decirle cuanto le amas, a decirle que tienes temor, que estás agobiado y cansado, que no puedes más, que necesitas de su ayuda.

Meditemos un poco sobre la conjunción SI. ¿Qué significa SI?

Estamos viviendo tiempos peligrosos. La cultura actual nos invita a buscar la felicidad, el éxito, la realización de nuestras vidas. Vivimos en una época donde el egoísmo prevalece. Buscamos la manera de crecer profesionalmente, tener una mejor posición laboral, la prosperidad material, y muchas otras cosas más. Ahora, quiero aclarar que ninguna de estas cosas es mala, sin embargo, si está mal que se le dé el primer lugar a buscar dichos logros, cuando el primer lugar en nuestras vidas debe ser para Dios.

Al buscar el significado de esta palabra en el diccionario de la real academia de la lengua española (www.rae.es) encontré que uno de sus significados es: Conjunción: Denota condición o suposición en virtud de la cual un concepto depende de otro u otros. Parafraseando el versículo objeto de esta meditación podríamos decir: Si cumples las siguientes 4 condiciones recibirás bendición: • Si te humillas • Si oras • Si me buscas • Si abandonas tu mala conducta. Es interesante ver que no dice, si se humillare todo el mundo; No dice, si se humillaren los líderes de la iglesia; No dice, si se humillaren los pecadores. Dice, Si se humillare mi pueblo, y tú y yo somos el pueblo de Dios. Nuevamente, al buscar el significado de la palabra humillar en el diccionario de la rae, encontré que uno de los significados es “inclinar o doblar una parte del cuerpo, como la cabeza o la rodilla”, especialmente en señal de sumisión y acatamiento, otro significado es “Abatir el orgullo y altivez de alguien”. Herir el amor propio o la dignidad de alguien. La cultura actual, promueve una actitud soberbia y arrogante. El simple hecho de querer hacer las cosas a nuestra manera es un acto de falta de humildad. Al creer que tenemos todo bajo control, que no necesitamos de nadie para resolver nuestros problemas demostramos falta de humildad. Muchas veces tenemos tantos problemas que en lugar de buscar al Señor que todo lo puede, decidimos tratar de resolverlos a nuestra manera. Cuantas veces decidimos simplemente “ignorar” a Dios y sumirnos en una actitud de autocompasión. ¿Cuántas veces dejamos que las circunstancias nos derriben y nos hagan sentir derrotados? Nuestra actitud debe ser la de postrarnos delante de Dios y depositar en él toda ansiedad, porque Él tiene cuidado de nosotros. El Señor dice que no nos inquietemos por nada, que más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presentemos nuestras peticiones a Él dándole gracias. Esto me lleva a preguntarme si nosotros estamos orando. ¿Estamos dedicando tiempo a presentar nuestras peticiones delante de Dios? ¿Estamos dedicando tiempo a derramar nuestros corazones en adoración a Dios en acción de gracias? ¿Estamos teniendo una buena comunicación con nuestro Padre Celestial? La oración implica comunión, la comunión me lleva a tener una relación, la relación me lleva a tener intimidad. El Señor dice: Los ojos del Señor están sobre los justos y sus oídos atentos a nuestras oraciones. Debemos ORAR. Hoy más que nunca es necesario que presentemos nuestros hijos delante de Dios, pidiendo que guarde sus mentes y sus corazones en Cristo Jesús. Hoy más que nunca es necesario que clamemos a Dios por la unidad familiar. Hoy más que nunca debemos rogar al Señor que nos enseñe a contar bien nuestros días para que nuestro corazón adquiera sabiduría. Hoy debemos pedirle a nuestro Rey que guarde la Sana Doctrina dentro de la Iglesia Cristiana.

Por un momento recordemos con cuanta diligencia buscamos algo de valor que hemos extraviado. Movemos muebles, buscamos debajo de la cama, revolcamos todo cuanto sea necesario y nos esforzamos y hacemos todo lo que sea posible por encontrar lo perdido. Proverbios 2:4-5 nos dice que si “como al oro y la plata buscáramos su palabra, entonces entenderíamos el temor de Jehová” Si tomamos esa actitud ante un objeto de “valor” o las simples llaves de la casa, con cuanto mayor anhelo debemos buscar a Dios. Cuando buscamos algo, generalmente tenemos que esforzarnos para encontrarlo. Con cuanta mayor razón debemos esforzarnos para buscar a Dios. No buscar sus manos para ver que nos puede dar, sino buscar su rostro como dice la versión reina Valera. “Buscamos su rostro para conocerle”, al buscar conocerle aprenderemos que Él es Jehová Jireh, que significa que es el Dios que provee; aprenderemos que Él es Jehová Rapha, El Señor que sana; aprenderemos que Él es Jehová Shalom , que significa El Señor nuestra paz. Aprenderemos más y más de su misericordia, de su fidelidad, de su amor, de su bondad. Buscar su rostro nos permitirá descansar en la seguridad de que el proveerá para nuestra necesidad física, emocional y espiritual. Tendremos la seguridad de que el Señor nos sanará de toda enfermedad física, emocional y espiritual en su perfecta voluntad. Dios nos dará su paz que sobrepasa todo entendimiento. Buscar su rostro nos permitirá experimentar todos y cada uno de los atributos de Dios. Buscarlo nos permitirá experimentar su gracia, la cual tanto necesitamos, y sobre todo, buscar su rostro puede marcar la diferencia entre un México apático e indiferente, o un México para Cristo, que así sea!!


Obreros para su mies ¿Quiénes son llamados en la Biblia a ser misioneros?... ¡Sorpresa!... ¡Nadie!... ¿Capté tu atención? Ahora entremos en tema.

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a palabra “Misión” ha sido una palabra muy utilizada dentro del cristianismo a lo largo de su historia, y todavía tiene mucha utilidad. Pero ha llegado a ser malentendida por algunos y esto, en parte, ha llevado al enfriamiento de muchos hacia la obra de Dios. La palabra “Misión” según el diccionario Océano es: Acción de enviar; cometido, cosa encomendada a alguien. Según la Wikipedia: Trabajo específico que debe cumplir una persona, grupo u organización; asentamiento religioso fundado por misioneros para evangelizar una región. Pero si buscamos en una concordancia exhaustiva la palabra “Misión”,descubriremos que no existe en la Biblia. Pero aunque no existe la palabra, no obstante el concepto sí existe. En cuanto a las misiones, un dato muy interesante es que en la Biblia nadie es llamado a ser “misionero”, sino a ser “obrero” (Hch. 13:2; 14:26; Ef. 4:11-12). Todos los cristianos somos llamados a ser obreros de tiempo completo... “rogad al Señor de la mies que envíe obreros a su mies” (Lucas 10:2). ¿Verdad que no dice “misioneros”, sino “obreros”? Tal vez escuchamos alguna vez a alguien decir: “Fulanito quiere servir al Señor de tiempo completo. Quiere ser misionero”. El problema con esto es que muchos creen que los que hacen la obra de Dios sólo son los misioneros, pastores, etc. ¡Todos los creyentes somos llamados a ser cristianos de tiempo completo! es decir, a tener un comportamiento y testimonio como corresponde a un hijo de Dios; un discípulo de Jesucristo, en nuestro hogar, vecindario, trabajo o escuela; cuando manejamos y vamos por la calle o en el camión. “Vosotros sois la luz del mundo… Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos” (Mateo 5:14,16) Hay los que deciden que su oficio, su trabajo, sea el ministerio; alguien que tiene la convicción del llamado de Dios a trabajar en la iglesia como pastor, obispo, maestro; o también a laborar en alguna organización misionera. Solamente es entender que todos somos llamados a la obra de Dios. Cada quien en el lugar donde Dios le haya puesto. ¿Eres albañil? Sirve al Señor ahí en la construcción. ¿Eres profesor? Sirve a Dios ahí también. ¿Eres Comerciante? ¿Estudiante? ¿Ama de casa? … No dejemos de involucrarnos en la obra de Diosa causa de esa idea falsa de que solamente los misioneros

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MISIONES

Por Rubén Fonseca Pastor de la Iglesia bíblica Aztlán

y los pastores son los siervos de Dios; porque a causa de eso hay muchos creyentes en las iglesias, ovejas gordas, cristianos domingueros, que han asumido la idea de que ellos no son los que harán la obra de Dios y se perderán la gran bendición de servir y los galardones que vendrán con ello. ¿Quién predicará a tus compañeros de trabajo o estudio? ¿En la vida de quién verán ellos la luz de Jesucristo? Tiene que ser en la tuya. En cuanto a la gran Comisión El Señor Jesús dijo que él edificaría su iglesia (Mateo 16:18) y que toda potestad le ha sido dada (Mateo 28:18) y por consiguiente él da una orden a sus discípulos (Mateo 28:19,20) , una misión, o mejor dicho: una comisión, como lo llama el apóstol Pablo en 1 Corintios 9:16,17; y en esta comisión están involucradas las dos principales actividades de la iglesia de Jesucristo: Evangelismo y discipulado. Si en tu iglesia tienen un ministerio de fundación de iglesias, ¡Muchas felicidades! ¡Eso es cumplir con la gran comisión! ¡Eso es estar en la misión!... ese es precisamente el ejemplo que encontramos en la Biblia con el apóstol Pablo en el libro de los Hechos de los Apóstoles. Ahora que, si no hay un ministerio de fundación de iglesias, pero se está haciendo la labor de predicar el evangelio y trabajando en el discipulado, por supuesto que también se cumple la comisión. En Efesios 4:11-12 dice: “Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo”… ¿Lo notaste? El fin de los evangelistas, pastores y maestros en la iglesia es “perfeccionar” a los santos; “equiparlos” “capacitarlos” a fin de que los creyentes (los santos) hagan la obra del ministerio.

¡Sí! ¡Eres tú cristiano, creyente, miembro de la iglesia él que también debe hacer la obra de Dios!... las personas que dedican su tiempo y esfuerzo a prepararte a ti ya están haciendo su parte en lo que Dios les ha encomendado, ¡Gracias a Dios por los siervos que cuidan y trabajan fielmente en su mies! Tú puedes y tienes que alcanzar con tu testimonio en Cristo a personas a las cuales tu pastor o los misioneros no podrán llegar con el evangelio; pero principalmente se debe a que te corresponde a ti hacerlo. El pastor o misionero no podrá alcanzar a todos los vecinos, compañeros de trabajo o estudios, de todos los miembros de la iglesia. Cada creyente debe aprender a predicar el evangelio. Pero también cada uno debe dejarse enseñar. ¿De dónde salieron los obreros Pablo y Bernabé para predicar y discipular en Asia menor? (Hechos cap. 13) Los siervos salieron encomendados por la iglesia local en Antioquía, y aunque literalmente no lo dice la Biblia, seguramente no los enviaron con las manos vacías. ¿De dónde saldrán los siervos de Dios, obreros, para servirle en tu ciudad, México y el mundo? De tu iglesia local. ¿De dónde saldrán los recursos para sustentarles? De tu iglesia local. ¿Quién se anota? ¿Quién dijo yo?



Muertes

VIDA CRISTIANA

Prematuras Por Rosalío Contreras

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ecientemente en la ciudad de Guadalajara como en el resto del país, hemos atestiguado una serie de eventos muy desafortunados. Muertes prematuras de jóvenes adolescentes. Muertes que NO debieron haber ocurrido. Muertes, producto del azote de la delincuencia y del flagelo del suicidio. Lo anterior arroja dos ángulos de dolor intenso, el primero, naturalmente toca al mismo centro de una familia con la pérdida de un hijo. Cuando en un hogar se emponzoña el dolor tan agudo que han experimentado aquellos padres que, desafortunadamente han tenido que vivir alguno de esos episodios tan amargos y no naturales en un ciclo de vida, para quienes estamos alrededor, solo nos resta contemplar en silencio y con profundo respeto el dolor tan intenso que sienten todos aquellos padres que han experimentado… la muerte de un hijo. Al contemplar semejante escena, suplicamos a Dios que sean nuestros hijos quienes nos sepulten a nosotros, y no que nosotros los padres un día tengamos que estar de frente a la tumba de alguno de nuestros hijos. El lenguaje no siempre logra expresar de manera exacta el dolor que se puede experimentar ante una pérdida de esta naturaleza. Pero además, las palabras no siempre logran describir con exactitud el estado y la intensidad de los significados e implicaciones que pueden traer las diferentes circunstancias de la vida. Considera, si pierdes a tus padres… eres huérfano. Si pierdes al marido… eres viuda, o si pierdes un matrimonio… eres divorciado. Incluso, si pierdes el empleo, eres desempleado. Pero perder a un hijo… no tiene nombre. La sola idea de la muerte prematura de un hijo, es uno de esos temores que paraliza a todos aquellos que hoy por hoy tenemos la fortuna de ser padres. Es un fantasma que se materializa ante nosotros y nos atormenta cuando vemos que alguno de nuestros hijos sufre de alguna enfermedad o un accidente. El segundo ángulo de dolor ante una muerte prematura, toca a la sociedad en general que es afectada por observar la suerte malograda que ha corrido sobre aquellas vidas que apenas comenzaban. Presenciar el momento, o estar cerca de alguno de estos jóvenes que caen abatidos por una muerte tan prematura, es encontrarse de frente con la cruda realidad de que la muerte toca a la puerta de cualquiera, y que tarde o temprano, una vida llegará a su fin. Cuando uno de estos eventos -que jamás debieron haber ocurrido- extingue la esperanza y el futuro

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de una vida, la desesperanza también inunda el corazón de todos aquellos que les rodean, porque no podemos ni debemos permanecer inmunes ante el dolor ajeno. Muy a pesar de que la muerte prematura de un hijo sea una cuestión que genera aversión y toda clase sentimientos encontrados tanto en la familia como en la sociedad, vale la pena abordar el tema. Porque la sola idea de la muerte trae consigo una serie de aprendizajes que podrían llevarnos a lograr una mejor calidad de vida familiar. Después de todo, la Biblia dice: Más vale ir a un entierro que a una fiesta, pues nos hace bien recordar que algún día moriremos. (Eclesiastés 7:2 NVI) Paradójico, pero en la muerte se puede encontrar el sentido de la vida. Por lo tanto, el lugar más apropiado para reflexionar sobre la vida y sus significados, está en la misma muerte. Así es que le invito a reflexionar por unos momentos con mucha apertura, sobre la dolorosa realidad de las muertes prematuras. Dios nos libre de tener que experimentar algún día la muerte anticipada de alguno de nuestros hijos, pero comencemos por comprender que la moneda tiene dos caras. El dolor de la muerte de un hijo, también nos ayuda a comprender lo que experimenta el hijo ante la muerte de sus padres. Pero no solo me refiero a la muerte física, sino también a las pérdidas por ausencia. Pensemos:¿Qué hay de aquellos niños que a diario experimentan el mismo dolor de la muerte de sus padres? Hijos de familia que se encuentran sumergidos en un duelo permanente, inundados por la tristeza de la separación forzada entre ellos y los seres que más aman y necesitan: sus padres. Hijos de familia que por el desacuerdo de sus progenitores, se han visto obligados a vivir lejos de uno de ellos -o de ambos- desde el día en que éstos decidieron divorciarse. O que simplemente se saben invisibles dentro de su mismo núcleo familiar, y que a diario viven la inexistencia por la indiferencia de sus padres que no se toman un tiempo para mirar a sus hijos, y es que: Si tan solo tomáramos unos minutos a mirar a quienes más amamos en la vida, nos daríamos cuenta de que en algunos minutos más, no estarán. Pero la mente nos hace muy malas jugadas, y llegamos a pensar -de manera ilusa- que tenemos todavía mucho tiempo. Verdaderamente creemos que a nosotros jamás nos va a ocurrir, que nosotros y nuestros hijos permaneceremos eternamente unidos. Que lograremos vivir en familia permanentemente, y que tendremos a los nuestros el tiempo suficiente como para disfrutarlos y manifestarles nuestro

cariño. Definitivamente no hemos asimilado que la muerte puede aparecer dentro de nuestro sistema familiar en cualquier momento. Por otro lado se encuentran aquellos padres que viven el presente, atormentados por su pasado. Lastimados de manera permanente por lo que hicieron o dejaron de hacer. Estos padres con esta actitud solo consiguen perder la oportunidad que la vida les ofrece de vivir el aquí y el ahora. Si tan sólo admitiéramos que: El ayer... ya pasó. El mañana... no existe. Así es que el mejor momento para manifestar el cariño que sentimos por los nuestros... es este. Si pensáramos así, seguramente hoy nos tomaríamos el tiempo necesario para mirar y abrazar a nuestros hijos. Para manifestar en acciones lo que sentimos por ellos. Esta actitud en las familias nos lleva a asimilar que la separación de nosotros y nuestros hijos es inminente, pero además, le añadiría un elemento muy importante al asimilar que: La separación inminente de nosotros y nuestros seres amados, también obedece al ciclo de la vida y no necesariamente por alguna tragedia. Debemos aprender que la vida sigue su curso. Que no sólo la muerte nos separa de nuestros hijos, sino que también el ciclo natural de la vida, tarde o temprano, nos pondrá ante la encrucijada de la separación. Ahora mismo, tómese unos instantes para mirar a su alrededor. Vea su sala llena de trastes que sus niños dejaron de la cena de anoche, mire la escalera llena de juguetes que sus niños no levantaron, contemple por unos momentos el montón de libros y cuadernos, borradores, lápices y mochilas que hoy obstruyen la vista de su comedor. Deténgase a observe hoy, lo que seguramente mañana va extrañar.


¿Puede en este momento imaginar a sus hijos casados? Muchos de los que me hacen el favor de leerme, en este momento pensarán que todavía tienen tiempo. Que sus hijos son aún pequeños y que mañana comenzarán a marcar la diferencia en sus familias, que por desgracia hoy están lejos de sus hijos y su esposa, pero confían en que mañana tendrán el tiempo suficiente para comenzar el cambio. Creo que son padres que no han considerado que: La indiferencia es el enemigo a vencer, no la distancia. En la vida, la distancia física resulta inevitable... jamás la distancia emocional. Si en este día, por motivos de trabajo o por cualquier otra circunstancia está usted lejos de los suyos, sabrá que la distancia en la vida es inevitable, pero también verá, que a pesar de esto, usted puede acercarse a ellos de manera emocional. Tómese unos momento para hacer una llamada por el puro pretexto de escucharles, tome unos segundos para enviar un mensaje que les diga lo que les extraña, salga de su habitación de hotel y camine por las calles del centro de la ciudad en la que se encuentra y compruebe que traer una sorpresita oculta en su equipaje para su esposa y sus hijos, es un detalle que les comunicará que usted estuvo pensando en ellos durante su ausencia. Estas pequeñas acciones pueden marcar una enorme diferencia. Pero honestamente acepte que: Hoy mismo comienza el cambio. No existen los momentos de “poca importancia” en la vida de nuestros hijos. Mañana podría ser demasiado tarde. Retomando el concepto de las muertes prematuras, debemos trabajar en aceptar que en la vida, los inevitables son una realidad. Tal es el caso del dolor que causa la distancia y la

muerte. Tanto la distancia como la muerte, de un solo golpe nos ponen de frente con la tarea en la que tarde o temprano nos encontraremos, si es que deseamos disfrutar del presente. Piense en lo siguiente: Entre lo inevitable de la vida se encuentran la distancia y la muerte. Ambas deberán ser aceptadas por quien quiere disfrutar su presente. Si no aceptamos lo inevitable de la vida, el camino a seguir será cruzarnos de brazos, renegar, y amargar nuestra existencia y la de los nuestros que permanecen aún con nosotros. Por el contrario: Aceptar lo inevitable como parte de la vida, le da otro sentido al dolor, pero además nos ofrece otra visión de nosotros y los nuestros. Esta nueva visión lleva de la mano a quién sufre, justo cuando la vida y sus circunstancias le sumergen en las oscuras y confusas grutas del dolor. Y la desesperación que la persona experimenta, encuentra una puerta de escape. Porque saber y aceptar que la muerte es parte de la vida, ofrece una visión diferente de nosotros y los nuestros, pero además, puede darnos una nueva interpretación al paso del tiempo y sus sinsabores, porque el sufrimiento es una elección. Cuando esta nueva visión es aceptada y entendida, termina por convertirse en un refugio en medio de la tormenta. Hace 14 años mi padre falleció víctima del cáncer. Y mi esposa, mis hijos y yo, tuvimos la fortuna de que él viviera sus últimos tres meses en casa con nosotros ¡Con cuánto cariño recuerdo esos meses de vida y convivencia familiar! Porque con todo lo traumático que puede resultar la llegada de la muerte en una familia, nosotros decidimos permanecer alertas a todas las señales y

Continúa...


VIDA CRISTIANA

enseñanzas que la vida entonces nos ofrecía. Sólo dos semanas después de la muerte de mi padre, yo caminaba de la mano con mi hijo mayor que entonces tendría algunos 5 años de edad. En aquel tiempo vivíamos en un campo de 22 hectáreas que nos ofrecía muchas oportunidades de largas caminatas para reflexionar. Ese día, detuvimos nuestra caminata por un momento para hablar con Don David el jardinero encargado del lugar-y pude observar que mientras yo hablaba con él, mi hijo miraba fijamente al rostro de Don David, contemplando su piel arrugada y curtida por el sol y el paso del tiempo. Finalmente, cuando se alejó de nosotros, mi hijo me preguntó muy intrigado: -¿Don David se va a morir? Creo que después de la muerte de mi padre, mi hijo había asociado en su mente la edad con la muerte, después de todo, mi papá tenía 66 años cuando murió, pero ademáscomo usted sabe- el cáncer consume la vitalidad de una persona y le hace lucir mucho mayor de lo que realmente es. -¡Claro hijo! –Le contestéTodos vamos a morir. Fue en ese momento que lanzó en una frase, todo aquel temor que la muerte inocula cuando hace su acto de presencia cerca de nosotros. Mirándome, con angustia en sus ojos preguntó: -¿Tú también te vas a morir? Suspiré…Me incliné para poder mirarlo directo a los ojos y respondí: -Así es hijo. Yo también voy a morir… Pero por eso debemos disfrutarnos, ahora que nos tenemos. Creo que la vida –como en ese momento-nos ofrece escenarios que los padres debemos aprovechar para instruir a nuestros hijos en las verdades profundas de la existencia. Son momentos que quedarán marcados permanentemente en sus recuerdos. Después de mi respuesta, nos abrazamos, sonreímos y caminamos en silencio, mirándonos y disfrutando cada paso de aquella hermosa caminata. Lo emocionante de la vida, es precisamente no saber si la caminata que hacemos hoy, será la última de nuestra existencia. Sé que tarde o temprano llegará el momento de caminar la última milla de mi vida en compañía de mis seres queridos. Por esto, quiero disfrutar cada instante que Dios me permita tenerlos para estar cerca y disfrutarlos como si fuera el último tramo que deba recorrer en su compañía, porque he admitido que: Es una ilusión ingenua o un acto de soberbia, creer que tenemos un mañana para hacer lo que debemos hacer hoy… ¡No más asuntos pendientes! En el presente, somos los responsables de lo que pase entre nosotros y los nuestros, no dejemos para mañana aquellos “asuntos pendientes” que tarde o temprano producirán sus efectos devastadores tanto en nosotros como en los nuestros… aquella profunda nostalgia que experimentan los que se quedan…Un anhelo intenso por volver a caminar una vez más al lado de las personas que una vez amaron. Cuantos deseos posteriores a la muerte, quedarán solo en recuerdos... Porque: La raíz principal de los duelos no resueltos causados por la muerte... son los asuntos pendientes que dejamos para un mañana que no existe. Cuántos maridos -al presente- posterior a la muerte de su esposa, se culpan por no haberse tomado el tiempo necesario para decirle “te quiero”. Cuantos padres -al presente- contemplan de lejos aquellos

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caminos que nunca recorrieron de la mano de sus hijos, y que ahora al verlos, les recuerdan que es demasiado tarde para caminarlos. Sufriendo así el dolor de su ausencia. ¿Cuántos balones más quedarán en la espera de ser pateados en un campo de futbol, acompañados de la alegría y sonrisas de un hijo que sufrirá una muerte prematura…?¿Cuántos juguetes más no se usarán, que seguramente después de la dolorosa pérdida prematura de un hijo, permanecerán empaquetados, encerrados y empolvados en un armario? ¿Cuántas esposas añorarán en el futuro ver llegar a sus maridos del trabajo una vez más, para recibirle sin aquellas quejas que todos los días recitaban para darle “la bienvenida” a casa? Cuántos hombres y mujeres mirarán atrás, anhelantes de recibir una vez más aquellas invitaciones, que por motivos de trabajo y otras ocupaciones fueron rechazadas…Que a diario sus cansados y viejos padres les hacían, de recorrer aquellos caminos para disfrutar una vez más de los mismos relatos de la infancia que los viejos no se cansaban de contar... Hoy, en medio de un suspiro, el alma anhela un día más… un momento más… lo que daría por estar tan solo unos minutos más a tu lado. Ante las cosas inevitables de la vida como son la distancia y la muerte, admitamos que: Una mirada, un abrazo, un beso y un “te quiero”, podrían marcar la diferencia entre un duelo no resuelto y la resignación ante la despedida. Una vez cumplida la misión que debamos cumplir en esta tierra, y todo trabajo que ocupa nuestra existencia termine, la pregunta es: ¿A dónde nos dirigirá la última milla que debamos recorrer en esta vida? ¿Estamos realmente preparados para enfrentar la vida después de la muerte? Porque si existe una cuenta pendiente que por ningún motivo debe ser ignorada en esta vida, es arreglar cuentas con Dios. Nuevamente cito al rey Salomón que respecto a la vida y la muerte, en Eclesiastés 12:1 escribe: Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud, antes que vengan, los días malos y lleguen los años de los cuales digas: No tengo en ellos contentamiento. Cuando el rey diserta sobre la existencia, nos recuerda que todo en esta vida tiene su tiempo: Tiempo de nacer… Tiempo de morir. Y el hombre va a su morada eterna a encontrarse con quién le dio la vida. Porque un día el polvo volverá a la tierra como era, y el espíritu volverá a Dios quién lo dio. Su recomendación final, después de haber expuesto los elementos trascendentes de la existencia, cierra su libro en el capítulo (Eclesiastés 12:13) con esta declaración: El fin de todo discurso oído es este: Teme a Dios y guarda sus mandamientos; porque este es el todo del hombre. Vivir sin asuntos pendientes hará que las muertes prematuras encuentren sentido. No deje cuentas pendientes con los seres que más ama, pero sobre todo, no ignore -en vida- las cuentas pendientes con el ser que más le ama: Dios.

www.mirebeldeconsentido.com enfasis@telmexmail.com @rosalioconluna


Los Negocios y la Biblia

FINANZAS

Por Andrés Panasiuk

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harles Dickens comenzó su libro “Una historia de dos ciudades” con estas palabras: “Era el mejor de los tiempos, era el peor de los tiempos”. Yo creo que esta es una descripción muy apropiada sobre lo que está sucediendo en la economía latinoamericana en los últimos años. El mundo ha llegado a un período de crecimiento económico sin precedentes. Un crecimiento que ha creado un nivel de prosperidad sin precedentes en la historia de la humanidad. Sacando de la pobreza a gran cantidad de gente como nunca antes en la historia. Millones de personas han salido de la pobreza y se han ubicado en la clase media o en la clase media baja. Con sólo pensar en los movimientos que han ocurrido en la India, o en el crecimiento económico que ha experimentado China, verdaderamente ha sido uno de los mejores tiempos para la humanidad. Y a la vez, uno de los peores tiempos. En Estados Unidos, por ejemplo, poco después del ataque del 11 de septiembre a las ciudades de Nueva York y Washington, mucha gente ha caído en dificultades financieras. Un indicador, es que las deudas individuales han crecido un 60% en los pasados cinco años. El número de bancarrotas personales en Estados Unidos podría exceder este año la cifra de 1.200.000, esto equivale a una bancarrota por cada 90 hogares en ese país. La tasa de ahorro también ha caído drásticamente. Hace unos años atrás, la gente estaba ahorrando hasta el 6% de sus ingresos. La tasa de ahorro, al día de hoy, ha bajado a menos del 1% y en

algunos casos es inexistente. En Latinoamérica, lamentablemente, el panorama también es poco alentador. El asunto es mucho más complejo que simplemente pesos y centavos. Sabemos que las deudas incrementan las tensiones personales, lo cual contribuye a la fatiga mental, física y emocional, perjudicando la creatividad y dañando nuestras relaciones humanas. De hecho, muchos y la mayoría de los divorcios, de alguna manera están relacionados con tensiones financieras en el hogar. Tal vez, los votos matrimoniales, de ahora en adelante deberían decir: “¡Hasta que las deudas nos separen!”Cuando viajo por el continente me doy cuenta que la pobreza no es la que divide a las familias. Cuanto más pobre somos, más nos juntamos y más deseamos progresar. Por el contrario, las malas decisiones

económicas y las deudas nos llevan a la ruptura matrimonial y a la división de los hogares. Las Escrituras dan muchas advertencias acerca del peligro de las deudas. La Biblia no dice que la deuda sea un pecado, pero la Palabra de Dios nos desanima a tener deudas, Proverbios 22:7 dice: “El rico se enseñorea de los pobres, y el que pide prestado es siervo del que presta” ¿Se da cuenta? Cuando caemos en deuda nos colocamos como esclavos de nuestros acreedores y mientras más nos hundimos en las deudas, más se incrementa nuestro estado de servidumbre. Queremos ayudarle a salir de las deudas, para que pueda disfrutar de paz en su vida y para que pueda ser liberado para servir, única y completamente, a nuestro Señor Jesucristo.


LA ENTREVISTA

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ace 15 años soñaba con ser luchador, después sus anhelos cambiaron y se imaginaba como un gran acróbata en el Circu Soleil, hoy hablar de Saúl Germán Sánchez, es hablar de uno de los deportistas olímpicos más importantes de nuestro país y además, orgullosamente tapatío.

Saúl Germán Sánchez a sus escasos 21 años ostenta entre otros grandes logros, una medalla de oro en clavados sincronizados en los juegos panamericanos de 2011 en Guadalajara Jalisco, medalla de plata en la misma modalidad en los juegos olímpicos de Londres 2012 siendo estos sus segundos juegos olímpicos pues muy joven participó en Beijing 2008. Además participó en campeonatos mundiales en China, el Grand Prix de Rusia en 2011, La universiada en España y en juegos Centroamericanos y del Caribe siempre con grandes resultados al lado de su compañero Iván García. Hijo del Pastor Germán Sánchez maestro de profesión, y de Leticia Sánchez ama de casa, Saúl como lo llaman en su familia, es un chico sencillo y sonriente, que evidencia la alegría que tiene por vivir y el entusiasmo que aún le sobra para seguir cosechando éxitos, HEME AQUÍ se trasladó al CODE y aquí les presentamos unas preguntas que amablemente accedió a respondernos en su lugar de entrenamiento:

¿Cuándo te diste cuenta que podías competir al nivel que ahora lo estás haciendo?

Mi papá me enseñó a nadar en la alberca de la Unidad Deportiva López Mateos y ahí fue cuando empecé a tirarme clavados por diversión. Me aventaba clavados de los hombros de mi papá y uno de los salvavidas le dijo a mi papá que me llevara al CODE por que veía que tenia cualidades para los clavados, así fue como empezó todo. No pensé que llegaría a ser medallista, al principio lo vi como un deporte mas, pero con el paso del tiempo vi todas las posibilidades de llegar mas lejos. Entre 2006 y 2007 gracias a Dios se fueron dando las cosas.

¿Es verdad que cuando eras chico querías ser luchador?

Si, la verdad yo quería ser luchador, veía como los luchadores se aventaban mortales y yo los imitaba.

¿Admirabas a algún luchador en particular?

Al principo admiraba a Mistico, despues a Averno, por que es cristiano, tuve la oportunidad de conocerlo y convivir con su familia.

Fotos: Jorge Luis Delgado

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Saúl, ¿Qué lugar ocupa Dios en tu vida? Para mi Dios ocupa el primer lugar en todo lo que hago.

¿Hay algún versículo en la Biblia que tenga un significado especial o que sea tu preferido? Me gusta el versículo Filipenses 4:13 Todo lo puedo en Cristo que me fortalece

¿Qué significado tiene para ti el hecho de que tu Papá sea Pastor? Al principio no valoraba el hecho de que mi papá fuera pastor, pero cuando me tocó vivir en un ambiente donde las amistades tienen costumbres diferentes y sus familias viven de otra manera, me di cuenta que mi papá es el mejor del mundo. Incluso cuando viene a visitarme veo como todos los respetan. Me siento orgulloso de que mi papá siga el camino de Dios.


EL MENSAJE

¿Está usted buscando respuestas a las preguntas más difíciles de la vida? En los próximos momentos, usted encontrará en la palabra de Dios muchas respuestas a preguntas que nadie mas puede contestar, solo Dios.

¿Cuáles son los pasos para que usted descubra estas respuestas vitales? La Biblia declara en Juan 10:10 “El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.” Darte vida abundante requiere un sacrificio supremo. Juan 3:16 dice lo siguiente: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.” Dios desea tener una relación personal con usted, por eso ha dado a su único Hijo para darte vida eterna. Debes saber que hay una separación entre Dios y el ser humano por la razón del pecado existente en el hombre. Dios a provisto todos los recursos para que el ser humano tenga vida eterna y desarrolle una vida abundante. Pero el ser humano escogió desobedecer a Dios lo cual ocasionó separación entre el hombre y Dios desde el huerto del Edén. La Palabra de Dios nos muestra que el resultado del pecado es muerte. Su Palabra dice en Proverbios 14:12 “Hay camino que al hombre le parece derecho; Pero su fin es camino de muerte.” Además Dios dice en Isaías 59:2 “pero vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios, y vuestros pecados han hecho ocultar de vosotros su rostro para no oír.” Pablo, el Apóstol, dice en Romanos 3:23 “por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios” Y leemos en Romanos 6:23 “Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.” Cada ser humano fue creado con la profunda necesidad de conocer a Dios y tener una comunión con él. A diario oímos como personas ricas, famosas y aun atletas estrellas, personas quienes lucen tener una gran vida, tratan de llenar él vacío que hay en su corazón con diferentes cosas. Buscan en buenos trabajos, en la moral, en la religión; pero siguen vacíos porque solamente Dios el Padre a través de su hijo Jesús puede llenar ese vacío a través de una relación personal.

¿Cuál es el próximo paso?

El próximo paso es que debes de entender que Dios solamente ha provisto una solución para el pecado: Jesucristo, su Hijo; es el único que puede perdonar tus pecados. El hombre puede buscar otras soluciones y alabar otros dioses, pero Jesucristo fue el único que murió en la cruz por nuestros pecados y resucitó triunfante de la tumba y de la muerte eterna. El pagó por nuestros pecados y reconcilió al ser humano con Dios. La Biblia explica en Romanos 5:8 “Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.” Además nos enseña en 1 Pedro 3:18 “Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en espíritu”.

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Hay una sola manera 1 Timoteo 2:5 nos dice, “Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre”.

la Revista

La Biblia dice en Juan 14:6”Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí”. Dios todo poderoso a provisto el único camino el cual es Jesucristo. Jesucristo pagó por nuestro pecado y nuestras rebeliones en contra de Dios muriendo en la cruz y derramando su sangre y resucitando de la muerte para justificarnos y reconciliarnos con Dios el Padre.

RECIBE A JESUCRISTO COMO TU ÚNICO SEÑOR Y SALVADOR PERSONAL Tu relación con Dios puede ser restaurada, confiando solamente en él, y él salvará tu vida de la destrucción. Esto sucede pidiéndole a Jesucristo que perdone tus pecados y aceptándolo en tu corazón como tu único Señor y salvador personal.

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La Biblia nos dice en Juan 17:3 “Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado.”

¿Hay alguna razón por la cual tú no puedas recibir a Jesucristo en tu corazón ahora mismo? ¿Estás dispuesto a dejar que Jesús perdone tus pecados en estos momentos?

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¿Estás dispuesto a dejar y arrepentirte de tus pecados?

en nuestras paginas.

¿Estás dispuesto a recibir a Jesucristo como tu único Señor y Salvador personal? En este momento usted puede decir la oración más importante de su vida.

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VAMOS A ORAR: - Señor Jesús, yo creo que tú eres el hijo de Dios. Creo que tú moriste por mí en la cruz y derramaste tu sangre por mi salvación. Creo que resucitaste de los muertos y subiste al cielo. Yo creo que tú volverás de nuevo a la tierra. Señor Jesús yo soy un pecador, me arrepiento con todo mi corazón de todos mis pecados, límpiame ahora con tu sangre preciosa. Entra en mi corazón, salva mi alma ahora mismo. Yo te doy mi vida. Yo te recibo en este momento como mi único Señor y salvador personal y mi Dios. Yo soy tuyo para siempre y te serviré y te seguiré todos los días de mi vida. De ahora en adelante yo pertenezco a ti solamente. No pertenezco más a este mundo. No pertenezco al enemigo de mi alma. Solo pertenezco a ti Señor Jesús y soy nacido de nuevo. Amén. Habiendo hecho esta oración, confesando sus pecados y recibiendo a Jesucristo en su corazón, Dios té a dado el derecho de convertirte en un hijo de Dios. La Biblia te da esta seguridad en Juan 1:12 “Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios”

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VIDA CRISTIANA

Carta al asesino de mi padre

Por F. Carlos Antonio Herrera Rebollo

Estimado Amigo, Desde hace 34 años he querido escribirte. Al fin se dio la oportunidad para contarte como ha sido este tiempo desde que tomaste la decisión de cortar la vida de mi padre.

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stimado Amigo, Desde hace 34 años he querido escribirte. Al fin se dio la oportunidad para contarte como ha sido este tiempo desde que tomaste la decisión de cortar la vida de mi padre. No, no te conozco. Nunca te he visto. Ni siquiera se tu nombre. Solo supe que la organización a la que pertenecíais, proclamó una victoria política por el hecho que cometiste. Si, pertenecías a las “Fuerzas Populares de Liberación”, las FPL. Fueron ellos quienes se atribuyeron ese acto. Sabes, me costó mucho tiempo entender el porqué lo hiciste. ¿Quién te dio la orden de hacerlo? ¿Te dieron motivos para hacerlo? Posiblemente no. Yo se que hubiera sido difícil cuestionar la orden de un cabecilla. No pretendo hacerte sentir mal. Ni juzgarte. Quiero asegurare algo; y te lo digo desde lo más profundo de mi corazón: NUNCA he sentido el más mínimo rencor por lo que hiciste. Jamás mi corazón albergó odio por vos, o por las personas que te dieron la orden. Pero quiero contarte algo, lo que paso ese día; 23 de mayo de 1979. Estoy seguro que lo recuerdas. Desperté como a las 5:45am. Me apresuré a prepararme para ir al Colegio. Cuando salí de mi cuarto y pase por la sala, vi a mi padre; vestido, arreglado. Esto me extraño porque generalmente yo me iba al colegio antes que él saliera al Ministerio de Educación. Me imagino que recuerdas que en ese momento fungía como Ministro de esa cartera. No creo que lo ignoraras. Pero bueno, cuando pase frente a mi padre, lo vi con su rostro siempre sonriente. Mi cara, te podes imaginar, casi dormido dirigiéndome a bañarme. Tenia 12 años. Cuando me vio, con un gesto cariñoso, toco mi cabeza

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y me dijo: “Hola colocho” (Así me decía). Yo le pregunte, “¿Por qué se va tan temprano?”. A lo cual él me respondió: “Ah, para no encontrarme a los peludos”. Obviamente se refería a personas que querían hacerle daño. Una semana antes, yo había contestado una llamada en la que me dijeron: “Decile a tu tata que lo vamos a matar”. ¿Habrás sido vos el de la llamada?. Al salir del baño, volví a pasar por la sala. En ese instante, entro a la casa Don Fabio, su motorista. Un gran personaje. Había sido luchador en la arena Santa Anita. Su nombre de pila era “Saeta Azul”. Gran amigo de la familia. Tomo el attaché de mi padre y le dijo: “Nos vamos Doctor”... “Demole” contesto mi padre. Pero justo antes de irse y darme un abrazo, le dije: “Papa, regáleme para el recreo”. El saco 25 centavos de colon y me los dio. Era una fortuna. “Dios papi”, le dije, viendo las monedas. Minutos después, cuando ya me había arreglado con mi uniforme blanco del Liceo Salvadoreño, escuche el pito del vehículo de mi Tío Meme, hermano de mi madre. El me llevaba al colegio porque mi primito Chamba también estudiaba ahí. Todo parecía un día normal en el Colegio. Hasta que dieron las 9:00am. A mi salón de 7o Grado “C”, entro el Director del Colegio. El Hermano marista Eustasio Martínez. El me llamó y me dijo: “Carlos, trae tus cosas y ven conmigo”. Yo estaba seguro que no había hecho nada grave como para expulsarme. Pronto mi temor cambio de ánimo. El me dijo: “Tu

papa acaba de tener un accidente y van a venir a recogerte”. A estas horas, me imagino que vos ya habías huido del lugar. Posiblemente estabas celebrando e informando a tus jefes, de que todo había sido un éxito. Quizás no, a lo mejor, estabas consternado y preguntándote: “¿Por qué lo hice?”. Cuando llegaron por mí. No puedo olvidar el rostro de don René. Un amigo de familia que trabajaba con nosotros. Me abrazo y me decía llorando: “Ay Carlitos, Carlitos... Ay Carlitos”. Yo no entendía, puesto que pensaba que solo había sido un accidente. ¿Sabes? yo me imaginaba a mi papa en un hospital con sus piernas enyesadas; pero con una enrome sonrisa. Me lo imaginaba diciéndome: “Que paso colocho. Hoy si metí la pata”. El nunca perdía el sentido del humor. Cuando llegue a mi casa, estaba completamente llena de personas. Señoras de los mercados, profesionales, familiares, vecinos, etcétera. Todos tenían una cara de consternación. Entonces me iba dando cuenta que tu misión había sido efectiva. Me costó atravesar desde la puerta de la casa hasta la habitación de mis padres. Cuando llegue al cuarto de mi madre. No puedo describirte lo que sentí. Ver a mi madre destrozada; sosteniendo un pañuelo ensangrentado de mi padre. Me abrazo, y no pudo decirme NADA. Solo escuche sus gemidos y lamentos. ¿Con quién estabas en ese momento? ¿Qué te dijeron tus camaradas y jefes? ¿”Bien hecho”? ¿”Buen trabajo”? No amigo, no fue un buen trabajo. Fue un grave error hacerle daño a alguien que amaba su país y luchaba con toda su alma por darle una oportunidad a la gente más necesitada. Un hombre honesto, coherente. Un buen padre. Un excelente amigo. Un gran mentor. Fue un error querido amigo.


¿Sabes? me hubiera gustado que lo conocieras. El trataba a todos por igual. Siempre decía: “La persona que está frente a uno, es la más importante. Sea un rey, sea un obrero”. Que tan cierto es eso. Porque a los ojos de Dios, todos somos iguales. Esa etapa fue dura. Aun más, los años por venir. La ausencia de nuestro padre. Sus sonrisas, sus chistes, sus consejos. El preguntarme: “¿Que diría de mis hijos?” “¿Como seria tener a alguien a quien pedirle ayuda o consejo?” ¡Ah! como me hace falta amigo. Ya pasaron 34 años ahora. ¿Donde estarás? ¿Que ha sido de tu vida? ¿Tienes hijos? ¿Estas trabajando? No hago estas preguntas para que me las contestes; sino porque por muchos años, he orado para que Dios bendiga tu vida. He pedido a Dios que tus hijos no cosechen lo que tu sembraste. He orado a Dios para que seas prosperado y que por su misericordia, puedas tener una relación personal con EL. No sé donde estas. No sé qué haces. Pero puedo intuir donde están los que te dieron esa horrible orden. ¿Sabes? no entiendo cómo pueden hablar de lo mucho que sus adversarios dañaron al pueblo; pero se han olvidado de casos como el de mi padre, y el de muchas otras personas, en los que destruyeron vidas completas. No sé si escuchaste, o te diste cuenta. Algunos de los antiguos dirigentes de tu grupo, las FPL, pidieron perdón a la sociedad por todos los actos de dolor que habían causado. Quiero contarte algo, ese día, cuando escuche esa preciosa frase: “Pedimos perdón...” Llore con todas mis fuerzas. Sentí un dolor hasta lo más profundo de mi ser. Y después de reponerme, dije en voz alta: “Los perdono. Siempre los he perdonado”. Que alivio querido amigo. El saber que puedo andar tranquilo. No tengo el más mínimo odio, ni rencor por Ustedes. Eso ha hecho mas fácil la vida de mi familia; y la de mis hijos. Ellos no conocen el odio. Ellos no saben que es el sentido de venganza. Ellos no saben lo que es tener raíces de amargura por haber recibido un daño. Porque por la gracia de mi Señor, yo nunca lo he sentido. La paz de Dios y la tranquilidad que viene de los buenos recuerdos del amor que compartimos con mi padre, nos han confortado en el pasado, hoy, y lo harán en los días que vienen. No hay palabras que puedan llenar el vacío que deja un padre. Pareciera que al perder a un ser amado, el tiempo se detiene; deseando una mirada más, una caricia más, un beso más. He aprendido que es mucho más importante recordar, no que el ser querido murió; sino que “vivió” y sigue viviendo en la presencia de Dios, en la memoria de sus seres queridos y de todas las personas que fueron tocadas por su generosidad y humildad. La vida de mi padre ha dejado recuerdos tan gratos que no pueden olvidarse. Cuando la separación no tiene solución; cuando la injusticia hace presa de una persona, es cuando el Padre abraza amorosamente a nuestro ser querido y le susurra “ven conmigo, descansa ya”. Un corazón de oro dejo de latir. Manos que trabajaron duro, están descansando ya. Sabemos que hay vida eterna, y que el amor es inmortal. La muerte es solo un horizonte, el límite hasta donde podemos ver en esta vida. Pero después de el, existen cosas mejores para los hijos de Dios. Amigo, no tengo ningún resentimiento contigo. Ni con nadie que te mando a cometer semejante acto de barbarie. Los he perdonado. Deseo que Dios los bendiga, los guarde. Que sus familias sean prosperadas. Y, si no es mucho pedirle a Dios, un día si llego a saber quién eres, quisiera darte un gran abrazo y decirte: “Hay cosas buenas por delante. Todos cometemos errores”. Este país no necesita más odio. Somos salvadoreños. Hijos de esta gran tierra que lleva el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Honremos ese nombre. Porque el mandamiento más importante fue: “Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con todo tu ser y con toda tu mente —le respondió Jesús—. Éste es el primero y el más importante de los mandamientos. El segundo se parece a éste: “Ama a tu prójimo como a ti mismo.” (Mateo 22:37-39) Dios te bendiga AMIGO. F. Carlos Antonio Herrera Rebollo (hijo)


EVENTOS

La Roca

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l pasado 01 de Septiembre 2013 en las instalaciones de La Roca en San Sebastián el grande en el municipio de Tlajomulco se llevó a cabo la inauguración del ciclo escolar 20132014 Esta celebración contó con la presencia de padres, amigos y familiares de los alumnos así como varios Pastores y líderes de los mismos quienes los acompañaron en este importante acontecimiento. El presídium estuvo formado por el Director General del IBLR el Pastor Mark Landis, el Coordinador del área académica Dr. Carlos Toledo Espino, el Pastor Salvador González y por el Pastor Javier Espadas Cobá quien dirigió el evento.

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Cada uno de los docentes, pasaron a firmar su carta compromiso con la institución y fue presentado el personal que estará trabajando durante este ciclo en las distintas áreas que son: VIDA, MINISTERIO y ACADEMIA. Para este ciclo escolar se inscribieron alrededor de 60 alumnos entre primer ingreso, segundo y tercer año, así como alumnos en la modalidad de externos. Cabe destacar que este no fue un inicio de ciclo igual al de otros años, ya que en este se vio cristalizado un sueño que llevaba varios años gestándose, el Instituto Bíblico La Roca anunció que de manera oficial recibieron de parte de la UMAD (Universidad Madero) en Puebla, la licencia para iniciar la modalidad de estudios en Teología con validez oficial de la SEP ofertando el grado de Licenciatura. De esta manera, el IBLR se posiciona como una opción cada vez más sólida, en la formación de siervos y trabajadores para la obra pastoral y misionera que mes a mes son instruidos por Pastores maestros calificados y con un respaldo sustentable en el ministerio. La ceremonia terminó, entregándole un reconocimiento a los Pastores, que por años han impartido clases de manera ininterrumpida y con una oración de dedicación. Muchas felicidades Instituto Bíblico La Roca, que el Señor siga usando ese lugar para su gloria!!


JUVENIL

Éxito y Grandeza Esteban González Luna Pérez INSTITUTO TECNOLÓGICO DE MÉXICO

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maginen la ciudad de Nueva York en la madrugada del 11 de Septiembre del 2001, cuando dos aeronaves fueron más que suficientes para llevar el mundo entero al pánico. La gente es consumida por el humo y la desesperación mientras la ciudad entera se hunde en gritos inconsolables. Los dos gigantes de hierro arden junto con los corazones de toda la humanidad. En medio de este caos, imaginen un hombre cubierto de sudor, corriendo escaleras abajo desde el 30vo piso de una de las torres. Su corbata tambalea de un lado a otro y su mano sostiene un maletín negro, asegurándose de no perderlo en medio del alboroto. Él, sin duda, es un hombre de éxito. De la misma manera, otro hombre corre apresuradamente. Su abrigo y sus zapatos comienzan a pesarle, sus brazos tiemblan y el terror también corre por sus venas. Pero, sorprendentemente, él corre escaleras arriba, porque es un bombero. Él es un hombre de grandeza. Recuerdo cuando escuché esta analogía hace varios años durante un campamento de verano cristiano en los Estados Unidos. Fue una experiencia que drásticamente cambió mi perspectiva sobre la vida y el propósito por el cual fuimos llamados. El hecho es que el ser humano constantemente solo busca el éxito en la vida diaria. Queremos poder, fama, dinero y belleza. Nuestra naturaleza orgullosa nos engaña y disfraza estos atributos con satisfacción terrenal. No obstante, no logramos entender la insignificancia de estos placeres, los cuales jamás logran saciarnos y desaparecen en el momento en el que Dios decide cerrar nuestros ojos. En cambio, una vida de grandeza se deriva de una simple decisión, y está basada en humildad,

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gratitud, y espíritu de servicio. Un hombre de éxito pelea por su vida, pero un hombre de grandeza arriesga la suya para rescatar la de otros, ya sea física o espiritualmente. Es por eso que solo la grandeza logra permanecer incluso después de la muerte. En medio de un mundo repleto de reyes, conquistadores, inventores, científicos y millonarios, es increíble que fuera un carpintero aquel que logró dividir la historia humana en dos. ¿Cómo es esto posible? La respuesta es fácil al darse cuenta de que se está hablando del hombre con mayor grandeza de todos los tiempos. Jesús no presumió riqueza, belleza, fama o poder alguno aquí en la tierra. La mayoría de aquellos que decían seguirlo incluso lo mandaron crucificar el día de su juicio. “Porque ni aun el Hijo del Hombre vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos” (Mr. 10:45). La realidad es que Jesucristo no fue un hombre exitoso; Él no se limitó a semejante espejismo durante su estancia en el mundo. Sin embargo, fue cuando dejó de respirar que la tierra tembló. Hoy, 2000 años después de su muerte, seguimos siendo testigos de la grandeza que Jesús de Nazaret demostró, pues sus seguidores se siguen incrementando. Vivimos en un mundo que persigue el éxito, pero nosotros no somos de este mundo. Por lo tanto, como cristianos, no fuimos llamados a tener éxito. No fuimos llamados a tener dinero, fama, poder, o belleza. Nuestra meta es Cristo; nuestra meta es la grandeza. Al decidir ser humildes, agradecidos y serviciales, imitamos a nuestro líder y por ende, decidimos ser grandes.



VIDA CRISTIANA LIBROS Y CINE

Escuela para padres En este libro el autor Jorge H. López comunica las experiencias que él y su esposa Elsa aprendieron y desarrollaron en el proceso de criar y formar a sus tres hijos. En la conducta diaria de los padres se recomienda que se enseñe a los hijos desde sus primeros años con modelos vivos, es decir, con el ejemplo. Hay ciertas “lecciones” muy específicas para los hombres que son padres y otras para las mujeres que son madres. El autor nos recuerda que hay situaciones en las cuales una madre debe desempeñar ambos papeles: ser madre y padre. Algunos de los temas que presenta el autor son: Amar para dar seguridad, Bendecir para dar prosperidad, Corregir para dar sabiduría, Determinar permanecer, Echar raíces para dar fruto, Edificar para vivir bien, Proyectar bien a los hijos, El padre: Un triángulo perfecto.

Una familia prevenida vale por dos Respuestas a los problemas de la familia de hoy. La autora trata entre otros, los siguientes asuntos: Cómo afecta nuestra cultura a la familia; las relaciones familiares de la puerta hacia adentro; las relaciones entre padres e hijos; la rebeldía juvenil; qué podemos hacer para que nuestra familia cambie; diferentes modelos familiares; un matrimonio de tres; ¿dónde se aprende a ser padres?

“Un libro excepcional, profundamente bíblico y pastoral. El Pastor Jorge López no habla teorías. Lo recomiendo”. Dr. Alberto H. Mottesi, evangelista. “Aplaudo este libro. Especialmente porque viene del corazón de un respetado estudioso de la Biblia como lo es el doctor Jorge H. López. Más aun, porque nace de la experiencia de alguien que ha forjado un sólido ministerio pastoral al lado de una familia ejemplar”. Danilo Montero, cantante. “Con todo mi corazón te recomiendo leer, y aún regalar a amigos cercanos, “Escuela para padres”. ¡Viene un nuevo día para nuestras familias! Emmanuel Espinosa, cantante grupo Rojo.

MEDITACIONES EN FAMILIA Doce autores de prestigio internacional plasman sus conocimientos y experiencia en este libro que sin duda será de gran inspiración. La meta es fundamentar una familia solida en los valores de la palabra.

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El que cambia los tiempos Es el año 1890 y el profesor Russell ha redactado un manuscrito nuevo titulado “tiempos de cambio”. Su libro está por recibir una aprobación de los directores del seminario Bíblico Gracia, hasta que uno de sus colegas el Dr. Norris Anderson levanta una objeción. El Dr. Norris Anderson cree que lo que el Dr Russell ha escrito puede afectar mucho el futuro de las siguientes generaciones. Usando una máquina secreta del tiempo, Anderson envía a Russell a más de 100 años hacia el futuro. Ofreciendo un vistazo a donde sus creencias lo llevarán.


EL COMIC

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El Matrimonio Solo me conviene entrarle, si tengo posibilidad de salirme Por Gabriel Soto

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iempre enfrentarse a una hoja en blanco es un reto que se antoja insuperable. Pensar en aquel posible lector y en sus posibles reacciones siempre me pone nervioso. En cierto sentido escribir se parece mucho a cuando hay que ponerse detrás del púlpito y dar un sermón, y dicho sea de paso desde mi perspectiva los libros y artículos cristianos como este son de alguna manera sermones escritos. Algunos sermones escritos son hechos por gente erudita que nos lleva con su agudeza a las profundidades de las Escrituras, otros son escritos por gente más emotiva que nos lleva a la adoración, y algunos otros, los más prácticos, nos llevan a la acción (y algunos otros están escritos por gente que nunca debió de escribir nada). Muchas veces, en mi eterno-promover-de-la-lectura, me llego a topar con quien me responde que “solo lee la Biblia”, y tras su respuesta, no solo percibo su arrogancia espiritual al creer que está haciendo bien las cosas, sino también su menosprecio por aquellos que “pierden su tiempo leyendo otras cosas”. Lo único que puedo pensar es que el cerrarse a la lectura es cerrarse a lo que Dios habló a otros hermanos en otros tiempos, en otras culturas y en otros contextos; es cerrarse a ver como otros abrieron la Escritura y la interpretaron para hacer frente a su realidad. Realmente es fascinante leer a valientes como Martin Lutero, despedazando posturas anti-bíblicas como la compra de indulgencias y otros atropellos; o enfrentándose a los poderosos más grandes de su tiempo y llamarlos víboras. Juan Wesley se disfruta tanto, describiendo como no lo volvieron a invitar a predicar en ciertos lugares. Recuerdo también al tío John Sttot, a quién solo escuche predicar una vez. John Sttot es uno de los maestros más importantes que he tenido en mi vida cristiana, y esto ha sido posible a través de sus libros. Qué decir de C.S Lewis, ahora tan famoso por sus Crónicas de Narnia. La lista es grande, y aún me vienen a la cabeza muchos otros: Karl Barth , Ada Lum , Bonhoffer, Samuel Escobar , Rene Padilla, Philip Yancey, entre otros. Tantos maestros de tan alto nivel que he tenido a mi alcance con tan solo abrir un libro. Cuando fui solicitado para escribir un artículo y hablar sobre temas que tratamos en nuestro libro “Amorcito Corazón, yo tengo tentación”, sin mucho pensarlo acepté. Creo que estos 30 años de caminar con Cristo me han dado algunas experiencias para compartir a través este medio, y como siempre digo cuando me invitan a predicar a algún lugar, “si algo de lo que aquí escribo te parece que es cuento mío, o que me lo saqué de la manga, tienes el sagrado derecho de mandarme por un tubo; o bien puedes corregirme y sacarme de mi ignorancia, por lo que estaría bastante agradecido. Sin embargo, si yo hago un análisis de la Escritura, y este análisis es hermenéuticamente correcto, entonces ya no soy yo el que habla, sino Dios”. Es Él, a través de su Palabra, quien nos está diciendo algo y habrá que ponerle atención. El pasaje que quiero que analicemos se encuentra en Mateo 19, donde Jesús es cuestionado por los fariseos acerca de su postura en cuanto al divorcio. Nuestro Señor establece muy claramente su punto de vista y apela a los fundamentos creacionales de Dios, allá en el génesis y remata agregando la frase- “Por tanto, lo que Dios unió no lo separe el hombre”. Los fariseos vuelven a embestir y preguntan: ¿Por qué pues Moisés permitió dar carta de divorcio? Jesús vuelve a apuntar hacia la indisolubilidad del matrimonio dando solo aparentemente una pequeña puerta de salida: “…a no ser por causa de fornicación”. Esto sí que es interesante. Aquí hay punto clave y será la primera reflexión en la que quiero que nos enfoquemos: La reacción de los discípulos ante tal declaración. Ellos concluyen drásticamente que…“Si así es la condición del hombre con su mujer no conviene casarse“. (Mateo 19:10) Digámoslo de otra manera: “Si me caso sin la posibilidad de divorciarme pues no me conviene casarme“.

Continúa...


O digámoslo de otra manera: “Solo me conviene entrarle, si tengo posibilidad de salirme” Otra: “Solo me conviene casarme si puedo divorciarme “ O: “Solterito me veo más bonito”. La que gustes. El hecho es que los discípulos, ante la casi imposibilidad del divorcio ven más conveniente la vida de soltero, por lo cual el maestro responde que eso no es para todos, sino para aquel al que le es dado, y habla de los eunucos de nacimiento (los obligados y los voluntarios). En otras palabras; la soltería no es para todos sino para aquellos a quienes les es dado, y para todos los demás el camino a seguir es el del matrimonio; el cual, a criterio de los discípulos, es una condición no muy conveniente si se tiene que estar con la misma mujer para toda la vida. ¿Por qué es esta la reacción de los discípulos? ¿Sería acaso que les salió su “yo” más interno, más animal? ¿Acaso la idea de vivir con una sola mujer toda la vida les espantaba? ¿O acaso estaban tan acostumbrados a que la gente se divorciara que más bien se les hacía esto lo normal? ¿Estaban acaso casados y ya no aguantaban a sus mujeres? Realmente no tengo una respuesta que pueda proponer como verdadera en cuanto a las intenciones de los discípulos, pero esta reacción sí me lleva a pensar que no soy el único que opina que el matrimonio es una empresa difícil, que esto sí está como para pensársela; no obstante el matrimonio para toda la vida es el camino al que la mayoría somos invitados a recorrer y quiere el Señor que lo recorramos bien. La apuesta clara del Señor no es por el divorcio sino por la permanencia del matrimonio. Ahora que estoy casado me es más fácil entender por qué la gente se quiere divorciar. Antes leía: “Maridos amad a vuestras mujeres como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella”. Ahora lo tengo que practicar. Debo confesar que mi propia carne se opone a esta ordenanza, y la carne de ella no se deja amar tan fácil. Vez tras vez tengo que pedir perdón por mis fallas y perdonar las de ella. Tengo 17 años de casado y no siento que ya lo he logrado; sino más bien esto es algo por lo cual tengo que seguir luchando de continuo, cada día, cada hora.

Recuerdo cuando fuimos al registro civil a llevar nuestros papeles. Detrás de la mujer que nos atendió había una gran cantidad de libros de registro que decían “matrimonio, divorcio, nacimiento” etc. Cada libro tenia escrito su año, y empecé a ver los de divorcio. En los 60’s los libros eran delgados y conforme pasaba el tiempo se iban engrosando cada vez más, hasta que en los 90’s aquellos parecían biblias. Sin ser muy inteligente y sin tener datos del INEGI la tendencia era muy obvia y creo que esta tendencia continúa. ¿Qué debemos hacer como seguidores de Jesús? ¿Se puede hacer algo? Creo que como dice el refrán “el buen juez por su casa empieza”, yo debo personalmente concentrarme en amar a mi esposa como Cristo amo a su iglesia ¿fácil? No. Para nada. ¿Posible? Pues hay que morir en el intento. Según el Señor, el mandamiento más importante es amar a Dios, y el segundo semejante: amar al prójimo. Pues el prójimo que está en primer lugar para amar es la esposa, luego los hijos y luego los prójimos cercanos y luego los que están hasta el infinito y más allá. Uno de los problemas que me parece ver es el hecho de que la gente se casa PARA SER FELIZ, y por más que le busco, no encuentro en la Biblia tal afirmación ni tal invitación. Es más; el apóstol Pablo dice que si nos casamos vamos a tener aflicción de la carne, no como único destino, pero sí como parte del paquete. Más bien pienso que, como todo en la vida, estamos llamados al contentamiento y a las acciones de gracias, tenemos que estar conscientes de que el matrimonio nos trae de todo y así es como debemos de asumirlo. Si, también vienen cosas maravillosas como la buena compañía, los hijos, el sexo bendecido por Dios etc. Somos generaciones que hemos crecido con la Cenicienta, y aunque digamos que no, siempre estamos esperando el “se casaron y vivieron felices por siempre “. El mandato de amar a las esposas como Cristo amo a la iglesia se dio en un contexto donde las parejas muy regularmente eran elegidas por los padres, así que el joven desposado tal vez nunca había visto a la doncella, de tal suerte que el proceso de enamoramiento no tenía ninguna relevancia culturalmente. Hoy en nuestra cultura occidental podemos “conocer” (entrecomillo) digo, si eso es posible, a la probable pareja. Tenemos la opción, restringida un poco, de escoger antes de casarnos. Podemos pedir referencias, podemos libremente enamorarnos, verlas en vivo y a todo color y en ciertos círculos, hasta tenemos la opción de besuquearnos. ¿No debiera de ser más fácil amar con todas estas “ventajas” con las que antes no contaban? Pues quién sabe. De verdad no lo sé.

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Pero lo que sí es cierto es que el mismo mandato sigue vigente y el Señor espera lo mismo de nosotros los habitantes del siglo XXI, lo mismo que esperó de los del siglo I, el siglo II, o el XV o esperará del siglo XXII si es que este mundo no se acaba para entonces. Después de ver la reacción de los discípulos solo queda el preguntarnos: ¿Por qué la apuesta del Señor hacia el matrimonio es tan fuerte? ¿Y porque hace el Señor tan difícil la salida del mismo? En primer lugar lo que podemos pensar es que si el Señor lo piensa así, mi primera opción, pues es creerle. Sin datos, sin argumentos… sin nada. Solo le creo por el amor y la confianza que le profeso a través de tantos años de conocerle. Confió en que lo que él dice es lo mejor para sus planes eternos. Con esto quiero decir que efectivamente hay cosas que no entiendo; los porqués o para qués, y algún día en la eternidad sabré los porqués; o tal vez ya ni me interese saberlos, pero supongo… las respuestas por ahí andarán. En segundo lugar pues le empiezo a buscar datos empíricos. Lo más cercano, mis propios padres, quienes vivieron casados hasta que mi papá murió. Yo puedo decir que mi vida de niño la pasé súper. El primer evento difícil lo tuve hasta que mi abuelo murió cuando yo tenía 17. Por otro lado veo a gente a mi alrededor que fue bastante afectada por el divorcio de sus propios padres. Algunos les paso de niños, a algunos otros más adelante pero el patrón era el mismo: un gran dolor. Recuerdo a una de mis alumnas, de aproximadamente 10 años. Ella nos decía a toda la clase que ella creía que lo mejor era que sus papás se dieran otra oportunidad. Su dolor y su incertidumbre eran muy palpables. En otra ocasión, teniendo yo unos 20 años, hablaba con dos tipos de treinta y algo, ambos divorciados, y ambos diciéndome que lo peor que les había pasado en la vida era haberse divorciado. Las siguientes preguntas, creo que son fáciles de responder: ¿Qué porcentaje arrojarán las estadísticas en cuanto a hogares rotos, entre los jóvenes que actualmente están en la cárcel? ¿Y qué porcentaje arrojarán las estadísticas en cuanto a hogares rotos, entre los jóvenes que actualmente están en la universidad? ¿Qué porcentaje de matrimonios crees que logre permanecer unido? ¿El que proviene de papás divorciados o el que proviene de papás unidos? De las adolescentes solteras embarazadas ¿Cuál crees que sea el mayor el porcentaje? ¿De familias unidas o disfuncionales? ¿Y de los jóvenes que abandonan la escuela cuántos son hijos de divorciados? Así podríamos seguirle y la tendencia creo es clara. Con esto no quiero juzgar a nadie sino solo apuntar hacia lo que creo es lo mejor y creo que es hacia lo que el Señor también apunta. El tema es abundante y difícil de agotar. Creo que debemos seguir meditando y aportando ideas que nos ayuden a tener un mayor entendimiento. Solo me resta citar a mi maestro cuando le preguntaron sobre divorcio: “Por la dureza de vuestro corazón Moisés os permitió repudiar a vuestras mujeres; pero en el principio no fue así”. (Mateo 19:8)






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