Gloria HernĂĄndez Frieda Morales Compiladoras
Alejandro RodrĂguez Yesser Caraballo Ilustradores
Danis RodrĂguez
El pueblo de antes lo he conocido en una foto que me han traĂdo. Con calles blancas, sin cementar; puertas abiertas de par en par. El pueblo de antes tiene patojos que van descalzos por los rastrojos; vestidos largos, sombreros anchos y en las distancias delgados ranchos. El pueblo de antes tiene su historia que nadie tiene ya en la memoria.
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Popular
La milpa está seca, madura el elote, hermoso el maíz. Hay que tapiscarla. Doblándole el fruto, rompiendo la caña me siento feliz.
Y en ese ranchito, con una guitarra, mi perro y mi amor, pasaré la noche cuidando la parva cantando muy quedo esta suave canción:
Con todo y la tusa lanzar las mazorcas formando montón. Parva que deshacen los acarreadores que llevan el grano en un carretón.
“Te quiero mucho. soy muy dichoso con sólo poder estar a tu lado bajo la luna, entre el ranchito alegre y enamorado.”
La noche se acerca, los bueyes atrasan, maíz va a quedar. Mi negra, amorosa, enciende la lumbre, prepara la cena… ¡Debemos velar!
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Francisco de Quevedo
Érase un hombre a una nariz pegado, érase una nariz superlativa, érase una nariz sayón y escriba, érase un pez espada muy barbado. Era un reloj de sol mal encarado, érase una alquitara pensativa, érase un elefante boca arriba, era Ovidio Nasón más narizado. Érase un espolón de una galera, érase una pirámide de Egipto; las doce tribus de narices era. Érase un naricísimo infinito, muchísima nariz, nariz tan fiera, que en la cara de Anás fuera delito.
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Pablo Neruda
¿Si todos los ríos son dulces de dónde saca sal el mar? ¿Cómo saben las estaciones que deben cambiar de camisa? ¿Por qué tan lentas en invierno y tan palpitantes después? ¿Y cómo saben las raíces que deben subir a la luz? ¿Y luego saludar al aire con tantas flores y colores? ¿Siempre es la misma primavera la que repite su papel?
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Gutierre de Cetina
Ojos claros, serenos, si de un dulce mirar sois alabados, ¿Por qué si me miráis, miráis airados? Si cuanto más piadoso más bellos parecéis a aquel que os mira, no me miréis con ira porque no parezcais menos hermosos. ¡Ay, tormentos rabiosos! Ojos claros, serenos, ya que me miráis, miradme al menos.
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Anónimo
Caminad, señora, si queréis caminar, que los gallos cantan, cerca está el lugar. Caminad alegre, no dejéis de andar, que en la prisa la ventura está; caminad aprisa para negociar, que los gallos cantan, cerca está el lugar. Advertid que el tiempo volando se va, la ocasión que os busca nunca la perdáis: trabajad ahora para descansar, que los gallos cantan, cerca está el lugar.
8
Popular
Yo he visto volar a un buey y a una torre andar a gatas, y en lo profundo del mar a un burro pelar patatas.
Era una noche de invierno cuando brillaba más el sol, y una manada de cerdos volaba de flor en flor.
Estoy manco de un pie, y cojo de una mano, y tengo un ojo tuerto y el otro, apagado.
Salí de mi campamento con hambre de seis semanas. Me encontré con un ciruelo cargadito de manzanas. Empecé a tirarle piedras y caían avellanas.
A la luz de un farol apagado un mudo leía, un sordo escuchaba, un ciego miraba, y a un calvo que había los pelos de punta se le ponían.
Al ruido de las nueces salió el amo del peral: –¿Por qué coge usted esas brevas siendo mío el melonar? 9
Rubén Darío
con un verso y una perla y una pluma y una flor.
Margarita está linda la mar, y el viento, lleva esencia sutil de azahar; yo siento en el alma una alondra cantar; tu acento: Margarita, te voy a contar un cuento:
Las princesas primorosas se parecen mucho a ti: cortan lirios, cortan rosas, cortan astros. Son así. Pues se fue la niña bella, bajo el cielo y sobre el mar, a cortar la blanca estrella que la hacía suspirar.
“Este era un rey que tenía un palacio de diamantes, una tienda hecha de día y un rebaño de elefantes, un kiosko de malaquita, un gran manto de tisú, y una gentil princesita, tan bonita, Margarita, tan bonita, como tú.
Y siguió camino arriba, por la luna y más allá; más lo malo es que ella iba sin permiso de papá. Cuando estuvo ya de vuelta de los parques del Señor, se miraba toda envuelta en un dulce resplandor.
Una tarde, la princesa vio una estrella aparecer; la princesa era traviesa y la quiso ir a coger.
Y el rey dijo: «¿Qué te has hecho? te he buscado y no te hallé; y ¿qué tienes en el pecho que encendido se te ve?».
La quería para hacerla decorar un prendedor, 10
La princesa no mentía. Y así, dijo la verdad: «Fui a cortar la estrella mía a la azul inmensidad».
Y así dice: «En mis campiñas esa rosa le ofrecí; son mis flores de las niñas que al soñar piensan en mí».
Y el rey clama: «¿No te he dicho que el azul no hay que cortar?. ¡Qué locura!, ¡Qué capricho!... El Señor se va a enojar».
Viste el rey pompas brillantes, y luego hace desfilar cuatrocientos elefantes a la orilla de la mar.
Y ella dice: «No hubo intento; yo me fui no sé por qué. Por las olas por el viento fui a la estrella y la corté».
La princesita está bella, pues ya tiene el prendedor en que lucen, con la estrella, verso, perla, pluma y flor.” ***
Y el papá dice enojado: «Un castigo has de tener: vuelve al cielo y lo robado vas ahora a devolver».
Margarita, está linda la mar, y el viento lleva esencia sutil de azahar: tu aliento.
La princesa se entristece por su dulce flor de luz, cuando entonces aparece sonriendo el Buen Jesús.
Ya que lejos de mí vas a estar, guarda, niña, un gentil pensamiento al que un día te quiso contar un cuento. 11
anónimo
Hay una corneta que flota en el cielo, muy lejos del suelo, ligera y coqueta. Hay una corneta que imita a una nube: ya baja, ya sube, jamás se está quieta. Hay una corneta de vivos reflejos: parecen espejos buscando una meta. Hay una corneta, serpiente de espuma, que deja a la bruma de sueños repleta.
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Luis de Lión
Antes que Superman, el Hombre de Acero volara en el cielo como un águila, y que Batman y Robin, la pareja, se disfrazaran de murciélagos; antes que el primer Fantasma ocupara la Cueva de la Calavera y que Tarzán lanzara su primer grito y venciera al primer león de la selva; antes que el tonto de Tribilín y el listo de Mickey capturaran al delincuente Pedro El Malo y que el Tío Rico ahorra su primer centavo dejando sin comer a un pequeño niño; antes que el Conejo de la Suerte le robara la primer zanahoria a Elmer y que la Zorra de la historieta fuera vilmente engañada por el Cuervo; antes que el Llanero Solitario dejara de vivir como los hombres y que Kalimán, el Hombre Increíble, intentara parecernos muy creíble; antes que todos ellos y otros más, hubo dos niños Hunajpú e Ixbalanqué, que en Xibalbá vencieron a la Muerte, dos niños cuyas aventuras no aparecen ni en la TV, ni en la radio, ni en la prensa, menos en las revistas de historietas, pero que son más grandes y más ciertos que Superman y todos sus hermanos; hubo dos niños cuyas grandes aventuras debemos conocer todos los niños…
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Leer, leer, leer, vivir la vida que otros soñaron. Leer, leer, el alma olvidada las cosas que pasaron. Leer, leer, leer, ¿seré lectura mañana también yo? ¿Seré mi creador, mi criatura, seré lo que pasó?
Miguel de Unamuno
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Madre: cuando sea grande ¡ay que mozo el que tendrás! te levantaré en mis brazos como el viento alza el trigal. Yo no sé si haré tu casa cual me hiciste tú el pañal, o si fundiré bronces, los que son eternidad.
Gabriela Mistral
¡Qué hermosa casa ha de hacerte tu niñito, tu titán, y que sombra tan amante el alero te va a dar! Yo te regaré una huerta, y tu falda he de colmar con los frutos perfumados: pura miel y suavidad.
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Miguel Ángel Asturias
Dar es amar, dar prodigiosamente, por cada gota de agua devolver un torrente. Fuimos hechos así, hechos para botar semillas en el surco y estrellas en el mar y ¡ay! del que no agote, Señor, su provisión y al regresar te diga ¡Como alforja vacía está mi corazón!
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José Batres Montúfar
Si crees, Silvia, que te quiero, crees muy bien; y crees muy mal si crees que no soy formal, si crees que no soy embustero. Crees, Silvia, lo verdadero si crees que te amo de veras, estás creyendo tonteras si estás creyendo al revés. Es mentira; y muy bien crees si cierto mi amor creyeres.
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Lope de Vega
En las mañanicas del mes de mayo, cantan los ruiseñores, se alegra el campo. En las mañanicas como son frescas, cubren los ruiseñores las alamedas. Ríense las fuentes tirando perlas a las florecillas que están más cerca. Vístense las plantas de varias sedas, que sacar colores poco les cuesta. Los campos alegran tapetes varios; cantan los ruiseñores retumba el campo. 18
Jaime Torres Bodet Naranjitas de China, naranjitas doradas que caían maduras, al corral de mi casa, de una casa vecina, rodando por las tapias. Naranjitas de oro que trae, en su canasta, una niña que viene cantando desde el alba: Naranjitas de China,
¡Cuántas cosas me dice de mi vida lejana esa niña que viene vendiendo naranjas!
¿no me compra naranjas?
Naranjitas de China, ¿no me compra naranjas?
¡Ay, cómo me recuerdan el solar de mi casa, con el color alegre de sus hojitas agrias!
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Sol… provincia… canciones… ¡Esa niña que pasa no comprende que, a gritos, va vendiendo mi infancia!
Rafael Arévalo Martínez
Le besé la mano y olía a jabón: yo llevé la mía contra el corazón. Le besé la mano breve y delicada y la boca mía quedó perfumada. Muchachita limpia, quien a ti se atreva que como tus manos huela a ropa nueva. Mesé sus cabellos de crencha ondulada: ¡Si también olían a ropa lavada! ¿A qué linfa llevas tu cuerpo y tu ropa? ¿En que fuente pura te lavas la cara? Muchachita limpia, si eres una copa llena de agua clara.
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Miguel Ángel León
El agua huye, el agua fluye por la campiña, y va cantando bajo la fronda como una niña. El agua huye sobre la gualda alfombra de hojas de los eneros, y va cogiendo dentro su falda rosas marchitas, lunas, luceros. El agua corre por la campiña. El agua llega, y a tientas busca el estanque verde como una niña que fuera ciega.
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Sara Montalván
Si tuviese tiempo, cabalgaría en la luna. Nadaría en la orilla jugando con la espuma.
Si tuviese tiempo, contaría una, dos, tres. Dibujaría luna, sol, pez. Me rendiría a tus pies.
Si tuviese tiempo, rebotaría en las nubes. La pasaría soñando pintando campos azules.
Si tuviese tiempo, solfearía do, re, mi. Cantaría sol, la, si. Diciéndote: Si mi sol, si.
Si tuviese tiempo, asustaría al miedo. Mataría a la muerte. Invitaría a la suerte. Si tuviese tiempo, seguiría al caracol mirando como camina con sus antenas al sol. Si tuviese tiempo, conversaría contigo. Preguntaría contento, si quieres ser mi amigo.
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Pablo Neruda
Chisporrotea en el aceite hirviendo la alegría del mundo: las papas fritas entran en la sartén como nevadas plumas de cisne matutino y salen semidoradas por el crepitante ámbar de las olivas. El ajo les añade su terrenal fragancia, la pimienta, polen que atravesó los arrecifes, y vestidas de nuevo con traje de marfil, llenan el plato con la repetición de su abundancia y su sabrosa sencillez de tierra. 23
Federico García Lorca
Puerta de jardín.
Día gris. Gris.
Arcos azules. Brisa.
Mar con orillas. Metas.
Semilla estremecida.
(Nuestro amor se pone Amarillo).
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Fermín Estrella Gutiérrez
Ha llegado el momento de dejarte; nuestra labor del año está cumplida; somos el escuadrón blanco que parte con la amargura de la despedida. Patio con sol que nunca olvidaremos; aula donde aprendimos tantas cosas; pedacito de cielo que aun te vemos por la ventana abierta entre las plantas... Ya no vendremos más a tu llamado, vieja campana de color ceniza, ni escribiremos en el encerado con la barrita blanca de la tiza. Queda entre tus paredes nuestra infancia, el primer goce y el primer quebranto, la amistad, esa flor de tolerancia, y los maestros que quisimos tanto. Adiós, escuela, con el alma henchida de gratitud la caravana parte. Nuestro blanco escuadrón hará en la vida más de un alto, tal vez, para recordarte. 25
ÍNDICE El pueblo de antes (Danis Rodríguez, Guatemala)........................................07 En la tapisca (Popular)................................................................... 08 A una nariz (Francisco de Quevedo, España)............................................... 09 Pregunta LXXII (Pablo Neruda, Chile).................................................... 10 Ojos claros, serenos (Gutierre de Cetina, España).......................................11 Canción de amor (Anónimo)........................................................... 12 Mentirillas (Anónimo)......................................................................13 A Margarita Debayle (Rubén Darío, Nicaragua)....................................... 14 A Susy (Anónimo)........................................................................... 16 El poema de los héroes (Luis de Lión, Guatemala).....................................17 Cantan los niños (Federico García Lorca, España)....................................... 18 Leer (Miguel de Unamuno, España)........................................................... 20 El obrero (Gabriela Mistral, Chile)........................................................... 21 Caudal (Miguel Ángel Asturias, Guatemala).................................................. 22 Otra de doble sentido leyéndose de abajo arriba (José Batres, Guatemala).....23 En las mañanicas (Lope de Vega, España).............................................. 24 Naranjas (jaime Torres Bodet, México)..................................................... 25 Ropa limpia (Rafael Arévalo Martínez, Guatemala)........................................ 26 El agua (Miguel Ángel León, Ecuador)........................................................27 Mi sol, si (Sara Montalván, Perú)............................................................ 28 Oda a las papas fritas (Pablo Neruda, Chile).......................................... 29 La canción del colegial (Federico García Lorca, España).............................. 30 Adiós a la escuela (Fermín Estrella Gutiérrez, España)...................................31
©Hernández, Gloria, Morales Barco, Frieda Liliana (Compiladoras). Un pueblo de antes, poesía infantil. Sexto primaria. Guatemala: Ministerio de Educación, 2011. Ilustradores: Yesser Caraballo Guzmán Alejandro Rodríguez Fornés 1. Literatura Infantil de Guatemala 2. Poesía Infantil 1ª Edición, 2011. ISBN: 978-9929-40-091-7 Coordinación Editorial: Diagramación: Ilustración: Corrección de estilo:
Gloria Hernández y Frieda Morales Henry Sipaque Yesser Caraballo Guzmán y Alejandro Rodríguez Fornés Brenda Almengor
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