Yago Capablanca es el nombre ficcionado de un ingeniero español que entre los años 2009 y 2011 trabajó para una multinacional en Riad, capital de Arabia Saudí. Al poco de instalarse, es invitado a ejercer de chico de compañía de esposas de otros profesionales expatriados: mujeres occidentales, solitarias y aburridas en mitad de la nada. Hacer de gigoló se convierte en su segunda actividad en uno de los países más opulentos y también más herméticos del mundo. Lo que, en un principio, parece el pasatiempos de un joven europeo amoral deriva en una suerte de quijotismo moderno, pues Yago vive una transformación a través del amor imposible que le profesa a una mujer musulmana. Felipe, trasunto de Sancho, otro ingeniero español que hace del escapismo su bandera, lo acompaña en este mundo ajeno a la cómoda Europa. Ambos acaban metidos en serios problemas con los servicios de inteligencia extranjeros que vigilan, en Arabia, el proceso revolucionario emergente.