AÑO XLVIII – JULIO 2010 – Nº 163
FEDERACIÓN DE LA INMACULADA MONJAS DOMINICAS TORRENT-VALENCIA (ESPAÑA)
ÍNDICE
Página Carta de la Madre Federal Agenda Federal Las Comunidades nos informan… Retiro en Sant Domènec - Sant Cugat del Vallès Desde Concepción (Argentina) Inmaculada-Torrent: Encuentro de Prioras y Abadesas Mes de mayo en el Monasterio de Orihuela (Alicante) Ejercicios Espirituales en Caleruega Carta del Cardenal Franc Rodé Carta de Fr. Carlos Azpiroz, Maestro de la Orden Nuestros difuntos
2 3 5 5 8 11 14 16 44 47 49
______________________________________________________________
Edita: Federación de la Inmaculada Concepción Apartado 20 46900 – TORRENT (Valencia) ESPAÑA IMPRIME: Federación de la Inmaculada Concepción Depósito Legal, V.733/1989 Julio, 2010 E-mail: secrefeinma@infonegocio.com Tel. 96-158 96 15
1
Torrent, 24 de junio de 2010 Queridas Hermanas: Como sabéis, en junio de 2010, en Caleruega, Fray Carlos Azpiroz, Maestro de la Orden, ha predicado los Ejercicios Espirituales para las monjas de España. Ha sido una experiencia preciosa. Desde estas líneas agradezco la generosa entrega de Fray Carlos a la Orden y a las monjas, hasta el final. Aun ahora, cuando quedan pocos meses para finalizar su mandato nos ha dado su tiempo. También un enorme gracias a Fray Brian Pierce OP, y a Fr. Mariano Liébana OP, que han apoyado estos días de fraternidad. Los encuentros de las monjas de las tres Federaciones, en ejercicios, en los consejos interfederales, en cursillos, no han sido en vano. Se comprueba que hay deseo de escucharnos y siempre se sale con un criterio más enriquecido con la presencia, el punto de vista distinto y el diálogo. Al participar de un don común, que nadie puede abarcar ni entender totalmente, necesitamos el complemento de los demás para mejorar la propia mirada y cuánto crecemos al compartir sin prejuicios. La crónica de estos días explica muy bien cada jornada, también las charlas y las homilías “seguirán hablando” desde un CD, de la riqueza de aquella predicación, que tenía como tema principal el salmo 118, 32: “Correré por el camino de tus mandatos cuando me ensanches el corazón”. Por el interés que han suscitado las charlas y homilías, nos hemos comprometido a enviar una copia a cada monasterio para hacer partícipes a todas las hermanas que no han podido estar en Caleruega. Este material de formación será posible compartirlo por la disponibilidad de las hermanas que han escrito la crónica, las que han grabado las conferencias, la que las ha recopilado y la Interfederación que las hará llegar a cada monasterio. En la carta enviada a las tres Prioras Federales, después de finalizar los Ejercicios, Fr. Carlos agradece la presencia de todas las participantes, y nos exhorta a seguir dando pasos en las relaciones entre las tres Federaciones, por los grandes desafíos que nos esperan: la conformación de las comunidades, la formación inicial y permanente, la renovación de la vida contemplativa. Una vez más nos vuelve a pedir: ¡Enseñadnos la Orden! Un gran desafío, hermanas, que nos hace volver a la raíz de nuestra vocación, la llamada de Dios, para estar con Él. Ahí es donde encontraremos la luz, la fuerza, el encanto, y toda la creatividad que vamos a necesitar. Es su promesa, si permanecemos en Él, nos dará a conocer la Verdad. Gracias por habernos acompañado con vuestra oración. Recibid un abrazo lleno de cariño en el Señor y que María nuestra Madre Inmaculada nos enseñe a vivir en la escucha del Señor. Sor Mª Teresa de Jesús Priora federal
2
AGENDA FEDERAL ACTIVIDADES DE LA PRIORA FEDERAL -Los días 22 y 23 de marzo preside en la Casa Federal el 24º Consejo Federal. -Día 31 de marzo, visita la Comunidad de Carcagente (Valencia). -Los días 8 al 10 de abril, invitada por la Priora Federal de la Federación de Bética, M. Josefina Morales, participó en Córdoba en unas Convivencias de Prioras de aquella Federación, para explicar la experiencia de las fusiones y fundaciones realizadas en el presente sexenio en nuestra Federación de la Inmaculada. Le acompañaron las Prioras, Sor Mª José Almárcegui, de Santa Maria del PilarZaragoza; Sor Dolores Mª Gallego, de Sant Cugat del Vallès- Barcelona y la Secretaria Federal, Sor Carmen Mª Martínez. - El día 15 de abril se entrevistó con el P. José Mª Ciller, CMF. - El día 6 de mayo, junto con las Prioras de Carcagente, Orihuela y La Inmaculada-Torrent, se entrevista en Valencia con el P. José Mª Ciller CMF, Vicario Episcopal para la Vida Religiosa de la Diócesis. - Día 13 de mayo, con las Prioras de Carcagente y Torrent, es recibida por el Sr. Arzobispo de Valencia, D. Carlos Osoro. - Día 21 de mayo, asiste al Encuentro de Prioras y Abadesas de la Diócesis de Valencia, en la Casa de Retiro de la Purísima de Alacuás. - Del 1 al 10 de junio, marcha con 23 hermanas más de la Federación, a Caleruega, para participar en los Ejercicios Espirituales que dirigió el P. Maestro de la Orden. - Día 28 de junio, visita a las hermanas de la Comunidad de Burriana (Castellón). - Día 2 de julio, visita a las hermanas de de la Comunidad de Carcagente (Valencia).
MOVIMIENTO VOCACIONAL Comienzan el Postulantado Teresa Martínez en Xàtiva (Valencia), el día 30 de mayo. Mirta Gabriela Bacaflor, en Córdoba (Argentina), el 8 de junio. Toma de hábito Patricia S. López Ávalos, en San Justo, Buenos Aires, el 29 de abril. Adriana Sanduheza, en Santiago de Chile, el 11 de julio. Dejan la Vida Religiosa Esther Kanini Daudi, postulante de Daroca (Zaragoza), el día 24 de febrero. Ana Faja Sánchez, postulante de Daroca (Zaragoza), el día 29 de abril.
3
¡Llénalo!
PRIORATOS Sor Sandra Mónica López Zapia, Postulada por su Comunidad de Córdoba el 20 de marzo. Sor Mª Isabel Rivasés Cerdán, elegida Priora de la Cdad. de Sto. Domingo, el 23 de marzo. Sor Mª Teresa Pérez Costantino, reelegida por su Cdad. de Catamarca, el día 14 de abril. Sor Mª Carmen Serrano García, presentó la renuncia al priorato de la Comunidad de Calatayud, siendo aceptada el día 18 de junio. El día 18 de marzo, el P. Maestro, Fr. Carlos Azpiroz, nombró a Sor Marta Fonseca, de la Comunidad de Concepción-Tucumán (Argentina), Vicaria de la Comunidad de San Alberto en Lavalle-Corrientes (Argentina), por un espacio de tres años.
OTRAS NOTICIAS - Sor Mª Inés Cofré Garrido, de la Cdad. de Santiago, celebró las Bodas de Oro de Profesión, el día 10 de abril. - Sor Concepción Sánchez, de la Cdad. de Calatayud (Zaragoza), las Bodas de Oro, el día 27 de mayo. - Sor Mª Nieves Trullás, de la Cdad. de Manresa, celebró los 70 años de Profesión, el día 30 de junio - Sor Natividad Cuadrado y Sor Margarita Cuadrado, después de atender durante varios años a sus padres ancianos y enfermos, se incorporan los días 14 y 19 de junio a las Comunidades de La Inmaculada-Torrent, y Calatayud, respectivamente.
EL P. ANTONIO GARCÍA LOZANO, Asistente de la Federación, ha sido nombrado Prior de la Comunidad de Santa Catalina Virgen y Mártir de Bailén (Barcelona), y tomó posesión de su cargo el día 23 de junio. Deseamos que el Espíritu Santo le ilumine y le dé acierto en sus trabajos. Le acompañamos con nuestro cariño y oración. ¡¡FELICIDADES…!!
4
RETIRO
EN SANT DOMÈNEC
La Delegación Episcopal para la Vida Consagrada del Obispado de Terrassa, organizó el segundo retiro de Cuaresma para los religiosos en nuestro Monasterio de Sant Domènec, que tuvo lugar el día 27 de febrero en los salones de nuestra Casa de oración y en la iglesia del monasterio para la Eucaristía. Eran las diez de la mañana cuando acogimos risueñas y agradecidas a todas las asistentes, por la elección de nuestra comunidad para este retiro cuaresmal. Iniciamos el acto presentándonos mutuamente. Asistieron cuatro Hermanas de las Carmelitas Descalzas de Terrassa; otras cuatro de las Misioneras de los Sagrados Corazones, de Valldoreix; tres de las Hermanas de la Sagrada Familia de Urgell; cinco Hermanas de la Compañía de María (Lestonac), una de las cuales era la conferenciante Hna. Carmen Jáuregui, superiora del Colegio de la calle Aragón de Barcelona; diez Hermanas de la Pureza de María, de Sant Cugat, varias de ellas novicias con la Madre Maestra, Begoña Fornés, que hizo la presentación de la jornada; y trece de nuestra comunidad de Sant Domènec. La anterior Delegada para la Vida Consagrada, Hna. Nuria Casas, de la Compañía de María, hizo la presentación de la M. Carmen Jáuregui, antes de su conferencia, y nos detalló también su brillante currículo. A continuación dio comienzo la exposición, simultaneando las explicaciones con las imágenes ilustrativas que con un proyector aparecían en la pantalla situada en la sala de conferencias, hermosas y sugerentes. Sintéticamente, trató los puntos siguientes: *La Cuaresma es un camino de Dios con la humanidad, que de nuevo nos convoca e invita a ponernos en pie y caminar tras las huellas de Jesús. *Es tiempo de entrenamiento, conversión y compromiso, de tentaciones, de Tabores, de perdones y restauraciones. *Es el tiempo de las personas nuevas, que quieren soltar el lastre de ídolos y falsas vanidades y ya sólo anhelan la misericordia.
5
*Jesús, nos dice de nuevo: «Echad las redes, EN MI NOMBRE, y pescaréis». *Nos sigue llamando a recrear el sueño de nuestros Fundadores, buscando creativamente cómo transmitir la vitalidad de nuestros carismas y la validez de nuestro Proyecto de Vida Religiosa a las nuevas generaciones. *Él sigue amando a nuestro mundo y nos invita a mirarlo como Él, con amor apasionado y compasivo. *Hacer de la formación una dinámica cotidiana a lo largo de toda la vida que nos ayude a situarnos como consagradas en este mundo complejo y en continuo dinamismo. *Explorando nuevas forma de hacer entre comunidades, congregaciones y grupos, e incidir evangélicamente en la realidad. *Nos invita a ser testigos de su Buena Noticia con la coherencia de nuestra vida y a dialogar con la humanidad, con la vida, la cultura, etc. con el aval de nuestro buen hacer religioso a solas y en grupo. *Este anuncio de la Buena Noticia puede hoy expulsar demonios también. *Jesús nos invita a apostar y creer en la comunidad, como lugar de convocación y como espacio para compartir la fe, la vida y la misión, apoyadas en Él y dejándonos hacer por Él. *Contemplar con mirada cálida y misericordiosa a nuestra comunidad, pidiendo luz y fuerza para proseguir la marcha con las hermanas, poniendo así, invisiblemente, las bases para una relación fraterna entre todas las personas y pueblos. *La verdad se construye siempre con el otro, se ha escrito. El camino hacia la unidad del Cuerpo de Cristo se escribe con C: conocimiento, conversión, colaboración, celebración, constancia, coraje, carisma compartido, caridad... *¿Te sientes Cuerpo de Cristo? *Él nos invita a acoger a María en nuestra casa, para ser, como Ella: -Mujeres que enseñan con palabras y hechos. -Mujeres que regalan la Buena Noticia a todo el pueblo. -Mujeres que confían a Dios el futuro.
6
La Hna. Carmen Jáuregui terminó su exposición invitándonos a bajar con Jesús de la montaña, diciendo esta oración: Ámanos más, Señor, para quererte. Búscanos más, para mejor hallarte. Desasosiéganos, por no buscarte. Desasosiéganos, por retenerte. Pódanos más, para más florecerte. Desnúdanos, para no disfrazarte. Enséñanos a acoger, para esperarte. Míranos en todos, para en todos verte. Ámanos más, Señor, para más amarte. AMÉN.
A continuación siguió media hora de oración privada y en silencio, donde las Hermanas fueron o a la Capilla, al bosque de pinos, o en los bancos de la explanada que está frente al Monasterio. Tras este espacio de tiempo se hizo la señal para pasar al comedor de la Casa de oración, donde había preparado café, leche, zumos y pastas. Allí se compartieron fraternalmente las reflexiones, preguntas y conversaciones amistosas.
Cuando avisaron que había llegado el P. José Mª Boada S.J. para la Eucaristía, pasamos a la iglesia, donde en el amplio coro estaba ya nuestra Comunidad de Sant Domènec al completo y se fueron acomodando todas las demás Hermanas. La encargada de los cantos nos repartió un folio con todos ellos, y celebramos con gozo y entusiasmo aquella Eucaristía que nos proyectó la fuerza y la luz de Jesucristo. Afortunadamente la iglesia tiene tantas vidrieras que la visibilidad era buena, porque un incidente nos dejó sin electricidad poco antes de comenzar la Eucaristía: Las tres torretas del transformador explotaron sin saber la causa. Menos mal que la LUZ seguía brillando en nuestros corazones. Por la noche, ya a la hora de Vísperas pudimos cantarlas con el transformador reparado. La Compañía eléctrica trabajó duro y con interés. Todas las Hermanas salieron en dirección a sus conventos después de la Eucaristía, muy contentas ellas y nosotras de esta participación común en la Palabra, glosada con maestría por la Hna. Carmen Jáuregui, y sobre todo por la Mesa de la Vida, que es el impulso omnipotente para nuestro vivir cotidiano. Monestir Sant Domènec Sant Cugat del Vallès
7
DESDE CONCEPCIÓN… (Carta escrita a la Priora Federal)
Mi querida Madre, hija y hermana: Pues todo esto hemos sido una para la otra en los diversos tiempos y circunstancias que el Señor nos ha ido deparando en nuestra vida religiosa. Hace unos días que regresábamos M. Priora y yo del monasterio de San Alberto de Lavalle después de un viaje “pensat y fet” por una inspiración del Señor que nos movió a acompañar a Sor Marta y a aquellas hermanas que tanto nos habían insistido en una circunstancia trascendental para ellas, aunque no definitiva. Nunca se nos había ocurrido semejante aventura, pues la enorme distancia que nos separa, y mi avanzadísima edad, no deja de serlo, pero Dios siempre nos invita a hacer lo mejor —aunque cueste—, y al día siguiente de decidirlo y comentarlo con la comunidad, a las que gustó mucho la idea, hacia allá nos encaminamos: 24 h. de ómnibus y auto, porque Sor Marta y Sor Juana Mª nos esperaban en Corrientes donde nos dejaba el colectivo, y nos llevaron en su auto hasta Lavalle —2 horas y media más—. ¡Qué grande es Argentina! Y en esta ocasión recorrimos extensiones enormes que unen el NOA (Noroeste Argentino) que es el nuestro, con el NEA (Noreste Argentino), que es la provincia de Corrientes donde se encuentra Goya, que es la Diócesis de nuestro Monasterio de Lavalle. No quisiera marearte ni hacerte perder tiempo, del que siempre escaseas, pero me dijo M. Priora que te gustaría leer una crónica de nuestro viaje y visita a Lavalle, y después de pensármelo un poco, por no cansarte ¡ahí va! No olvides que es una nonagenaria la que se animó a semejante aventura y la que ahora quiere hacerte partícipe de lo que vi, oí y gocé en esos cinco días que duró todo. No tienes idea de la buena impresión que me traje de todo aquello. El paraje es hermoso, con el inmenso río Paraná, diría yo, a sus pies, que es algo de ensueño, sobre todo los atardeceres. Tiene la finca de las monjas 16 ha. de bosque y plantío para criar el ganado y animales domésticos. El parque, lejos de la casa convento, tiene dos hospederías muy visitadas para retiros del clero, colegios, etc. La capilla (nueva) es muy linda y todo tan iluminado que le da vida y calor.
8
El convento lo han acondicionado poco a poco con la ayuda de algunos bienhechores y Adveniat, que lo han tomado con ilusión y es gente muy pudiente, pero todavía queda mucho por hacer. No te imaginas nuestra alegría y la de Sor Marta y las monjas (total cinco) cuando nos vieron allí. Verdaderamente valía la pena el sacrificio de un viaje tan largo, porque para aquella comunidad lo que vivieron el día de San José es algo trascendental, aunque te repito que no hay nada definitivo, pero se han dado pasos muy importantes en la Sagrada Congregación de Religiosos para aclarar lo que tenían tan confuso y de lo cual dependía la posibilidad de vida contemplativa dominicana para el futuro. El Padre Maestro, que ya sabes cómo quiere y acompaña a las monjas, aprecia mucho a las de Lavalle, pues las conoce desde que era estudiante; él lo movió todo, pero luego encargó este asunto a Fr. Javier Pose op, que es asistente para América Latina y El Caribe y muy hermano nuestro. Sor Marta, nombrada por Fr. Carlos, ya llevaba año y medio allí prestando este servicio con el apoyo de Sor Mª Teresa Pérez, la Priora de Catamarca, desde su convento. Todos se han movido con interés y cariño porque han visto que el asunto merecía la pena. El Padre Maestro nombró a Sor Marta Fonseca Vicaria de la comunidad por tres años, con el asentimiento de la Sagrada Congregación. Como ves, nada es definitivo, sino pasos que se están dando para consolidar este monasterio, si así Dios lo quiere. El día de San José fue el elegido por Sor Marta y la comunidad para darle el nombramiento. Presidió la Eucaristía el Sr. Obispo acompañado por varios sacerdotes, y asistieron muchos feligreses que acudieron al monasterio para participar en la ceremonia. Fue todo muy emocionante y sentido, y M. Sylvia y yo dimos gracias a Dios por habernos inspirado este gesto de acompañarlas (sobre todo a nuestra Sor Marta), en un acto tan emocionante para ellas, como comprenderás. Se está haciendo todo sin prisa ni pausa, serenamente y sin comprometer un “más allá” que no sabemos cómo querrá Dios que sea.
9
Ahora han quedado allí cinco monjas esperando la llegada de dos hermanas mexicanas, las dos del mismo Convento; Dios quiera que tengan suerte y se adapten bien. También está allí una temporadita, reponiéndose, Sor Adriana Colombres, que colabora en todo y las acompaña con solicitud y cariño. Bueno, no sigo, en parte porque te supongo ya enterada por unos y otros de lo que te cuento, y también porque por mucho que me alargara, nunca me quedaría satisfecha de haberte contado mis impresiones. Hay que vivirlo, y sobre todo amar mucho a nuestras hermanas que están allí para poder acompañarlas con la oración, que es lo nuestro; pero nos venimos con la buena impresión de lo que te cuento y la sensación de que Sor Marta y la comunidad se quieren y están contentas. El punto negativo de aquella región es la falta de vocaciones, así nos lo comentaban el Obispo y los sacerdotes y religiosos que le acompañaron en el acto de toma de posesión de Sor Marta. Todo queda, pues, en manos de Dios, como ha estado siempre. Ella agradeció con unas palabras acertadas (después de la ceremonia), y decía que todo este cambio hacia adelante, se debe a las oraciones de aquellas monjas que han pasado tantos años pidiendo la solución de su problema (en verdad son muy piadosas), y también hizo alusión a la generosidad de su comunidad de Concepción que se había desprendido de ella para esta obra que había solicitado el P. Maestro. Bueno, Madre querida ¡prou!. ¿Ha sido una lata? ¡Perdón! Pero era mucho lo que tenía en mi corazón para compartir contigo. Madre Priora lo ha contado a la comunidad para animarlas a seguir rezando por este asunto. Dejo a tu criterio la publicación de esta carta. Mi idea era nada más compartirlo contigo a título personal, sencillo e íntimo. Un fuerte abrazo y ¡FELICES PASCUAS DE RESURRECCIÓN! Os quiere mucho,
Sor María Cinta, OP.
10
Encuentro de Prioras y Abadesas
Sor Mª Pilar Marco, op
Como se viene haciendo en nuestra Diócesis desde hace ya muchos años, tuvo lugar el día 21 de mayo la reunión de Abadesas y Prioras de los 32 monasterios de la Diócesis de Valencia. A partir de las 9´30 empezaron a verse hábitos de las distintas Órdenes que se acercaban hacia la Casa de Espiritualidad de la Purísima, en Alacuás (Valencia), dirigida por las Hermanas Esclavas del Sagrado Corazón, fundadas por Santa Rafaela Mª. Después, los saludos correspondientes y la alegría de ver de nuevo los rostros conocidos de tantas hermanas que, aunque con Fundadores diversos, todas nos sabemos embarcadas en la Misión Común de pertenecer y trabajar dentro de la misma Iglesia de Cristo. Previamente, en la reunión preparatoria convocada por el Vicario para la Vida Religiosa, P. José María Ciller CMF, se determinó el tema de este año y quién lo iba a dirigir, normalmente se pide a un sacerdote o religioso que pronuncie una conferencia, pero este año se prefirió que fueran tres monjas las que prepararan el tema, una carmelita, una capuchina y una dominica. Se trataba de hablar de la FORMACIÓN, «EL DON DE LA VIDA CONTEMPLATIVA REQUIERE UNA FORMACIÓN PERMANENTE», repartiendo la temática de la siguiente manera: «Formación Inicial» la Hna. Mª Socorro Padín, carmelita, en la que nos expuso los pilares fundamentales para una buena formación apoyándose en los distintos documentos de la iglesia y en la experiencia personal que ella tiene como formadora. La «Formación Permanente», en la que Sor Mª Pilar Marco op, trató de no irse por las ramas y transmitir la cotidianidad de lo que supone la FP. en un monasterio y los retos a que se ve sometida esa formación ante el hoy de nuestras comunidades, y la esperanza con que se ha de caminar sabiendo que a Dios no se le agotan las iniciativas, ni la creatividad, ni el poder
11
para revitalizar la vocación contemplativa en su Iglesia y en medio de este mundo, pero para eso necesita también nuestra colaboración y sincera apertura a la acción del Espíritu. La tercera parte del tema lo titulaba la Hna. Araceli Bescós, capuchina, «Vida fraterna, espiritualidad de comunión». Se sirvió mucho del documento “Caminar desde Cristo”, recordándonos que la espiritualidad de comunión significa ante todo una mirada del corazón hacia el Misterio de la Trinidad que habita en nosotros y cuya luz ha de ser reconocida también en el rostro de las hermanas que están a nuestro lado, viendo lo positivo que hay en el otro para acogerlo y valorarlo como regalo de Dios. Y nos compartió experiencias vividas en su comunidad a partir del intento de querer vivir la fidelidad evangélica como fuente de audacia y creatividad. Seguido de un descanso para tomar un “piscolabis” nos reunimos por grupos para comentar el tema y trabajarlo a partir de unas sugerentes preguntas que se nos habían dado, para más tarde exponer lo hablado. Después de esto fuimos a recibir a nuestro Arzobispo, Mons. Carlos Osoro y después de saludarlo nos dirigimos a la capilla para la celebración de la Eucaristía que él iba a presidir acompañado del P. José Mª Ciller. La Liturgia estaba muy bien preparada y todo invitaba a vivir ese momento con mucha profundidad. También las Lecturas de la Eucaristía de aquel día parecían escogidas, la 1ª era de Hechos 25,13-21: Pablo, prisionero, dando testimonio ante el rey Agripa y sus convidados, de que Cristo está vivo. Y la 2ª del capítulo 21, 15-19 del Evangelio de San Juan, en que Jesús pregunta a Pedro si le ama. Anoto alguna idea muy resumida de la hermosa homilía de Mons. Osoro, basándose en las Lecturas del día:
“Pablo ha sido encarcelado, sufre porque anuncia que Cristo está vivo, pero para él los sufrimientos presentes son nada, todo lo considera relativo, nada tiene importancia fuera de Cristo. Vosotras, también como el Apóstol estáis manifestando en vosotras y en vuestros monasterios que Cristo vive, siendo así vuestras Casas como lumbreras que griten la Resurrección de Jesucristo. Por eso las preguntas de Jesús a Pedro ¿me amas más que estos? son preguntas para todos, para ver por quien está conquistado nuestro corazón. Para ver si vamos por los caminos de Jesús o por los nuestros. Jesús va por el camino de la entrega y por esos caminos hemos de ir nosotros. A la tercera pregunta, Pedro responde: “Señor, tú lo sabes todo… —dándose cuenta de que él había ido por su propio camino…— sabes de mis flaquezas… pero Tú me amas a pesar de todo”. Hoy a vosotras os hace esta misma pregunta: ¿Me quieres? El sentido que tiene la vida contemplativa es ser visión y presencia de Dios a través de personas concretas que han querido entregar su corazón a Ntro. Señor y no les importa nada más en la vida. Al estilo de Pablo que por encima de todas las cosas le interesa anunciar a todos que Cristo ha resucitado. Y responderle con toda humildad que somos pobres..., pero el Señor se ha fiado de nosotros. Y quiere que seamos reflejo de su gloria y nuestros monasterios alumbren no con luz propia sino con la gloria del Señor, y la gente pueda encontrar algo distinto de lo que el mundo ofrece, siendo testigos de esperanza y trascendencia”.
12
Terminada la Eucaristía pasamos al comedor donde nos esperaba una deliciosa paella. Algunas tuvieron la suerte de ser “asignadas” a acompañar en la mesa a nuestro Pastor… y pudieron conversar con él tratando temas de interés que él escuchaba y respondía con sencillez y atención. Hubo también “recreación “, pudiendo pasear y conversar por los jardines de esa bonita Casa, en que hubo momentos simpáticos de los cuales fueron protagonistas algunas hermanas que más tarde los contaban como anécdotas para recordar y reírse. Una vez terminado el paseo volvimos de nuevo a la sala de reunión. Allí las secretarias de cada grupo exponían ante el Sr. Arzobispo y el P. Ciller lo que se había reflexionado. Interviniendo también la que tenía algo que decir, así como formulando cuestiones a las que respondía Don Carlos o hacía los comentarios pertinentes, a la vez que nos ofreció su apoyo en este tema tan candente de la Formación. Él, por su parte, nos habló del Plan Pastoral que se va a iniciar en vistas a una reestructuración espiritual y territorial de toda la Diócesis. “Recen por ello —nos dijo—, no se trata de cambiar por cambiar, sino de ver las necesidades de la Diócesis”. Quiere que sea un itinerario de renovación y misión, con la dinámica de la lectio divina: contemplar, vivir y anunciar. Con particular interés nos pidió rezar por el Seminario. Y “recen por el Arzobispo, —nos dijo por último—, que no puede ser un ‘teórico’ del partido: decir y no hacer”. Confidenciándonos que a él lo que le sostiene es la oración, la intimidad con Jesucristo. Muy de mañana emplea sus dos horas de oración, aparte de la Eucaristía. Agradeciendo su presencia tan cercana y distendida, nos despedimos para marchar cada cual a su monasterio, llevando en nuestro corazón la alegría del encuentro fraterno preparado con tanto interés y esmero por el equipo organizador.
13
Mes de mayo en el Monasterio de Orihuela ___________________ Queremos contarles algunas experiencias vividas este mes de mayo por nuestra comunidad de la Santísima Trinidad de Orihuela para compartir nuestra alegría y pedirles nos ayuden a dar gracias. El 15 de mayo se realizó el segundo Encuentro de contemplativas de nuestra Diócesis en el Monasterio de las Monjas Clarisas de Elche. Fue un día hermoso organizado por el Delegado de vida consagrada, Padre Ángel Larrañaga sdb, por encargo de nuestro Sr. Obispo, Don Rafael Palmero. Como objetivos: rezar juntas, conocernos, formarnos. Don Francisco Conesa, Vicario episcopal estuvo a cargo de la conferencia sobre «La Eucaristía centro y fuente de la comunidad contemplativa». Nuestro querido Obispo estuvo todo el día con nosotras. Asistieron representantes de casi todas las comunidades, unas 50 monjas (en la Diócesis somos 13 comunidades de contemplativas). Fue un día pleno, de verdadero enriquecimiento. Estamos celebrando el V centenario de la Catedral de Orihuela. También se conmemoran los 500 años de la llegada de los dominicos a Orihuela… ¡qué feliz coincidencia!: Cuando nuestra Orden Dominicana festeja los mismos años de que otros santos hermanos nuestros llegaron a América, a la isla La Española. La presencia de los dominicos en Orihuela fue muy importante. En la Universidad de Santo Domingo de Orihuela (hoy Colegio diocesano de Santo Domingo), se formaban misioneros que partirían para el Oriente. Muchos de ellos (Beato Jacinto Orfanell, Beato Luis Exarch Bertrán, Beato Domingo Castellet Vinale, San Ignacio Delgado, San Jacinto Castañeda etc.), son venerados hoy por la Iglesia en los altares como mártires de Cristo. Los dominicos dejaron Orihuela definitivamente en 1835 obligados por la desamortización eclesiástica y la abolición y exclaustración de las Ordenes religiosas que vivió España en época de la reina Isabel II. Sólo quedó hasta hoy la presencia de las monjas dominicas. A esto se une la devoción al Rosario, fruto de la presencia dominicana de varios siglos.
Uno de los claustros de Santo Domingo en Orihuela
El domingo 23 de mayo, Pentecostés, se reunieron unos 36 grupos de Auroros de los distintos pueblos de la Vega Baja del río Segura para festejar el V centenario de la llegada de los dominicos a Orihuela y ganar la indulgencia del
14
Año Jubilar de la Catedral. Partían del Colegio Santo Domingo (reconociendo que nacieron de la tarea pastoral de los dominicos), cantando el Rosario por las calles y se concentraban a celebrar la Eucaristía en la Santa Iglesia Catedral, junto al Sr. Obispo. Muchos de los grupos quisieron pasar antes por nuestro monasterio. Fue bellísimo: antes de Laudes entraban uno a uno en nuestra iglesia con sus estandartes, campanas e instrumentos musicales, cantando a la Virgen. Nos quedamos pensando qué grandes hombres y mujeres fueron aquellos dominicos de 1510 que dejaron tanta huella en distintas partes del mundo… Que nuestro Padre Domingo nos haga fieles y fecundos para ser sus testigos hoy en nuestra sociedad. La Patrona de Orihuela es Nuestra Señora de Montserrate, una imagen morenita encontrada después de la Reconquista de la ciudad, por el año 1306. Fue el tañido de una campana que se dejó oír varias noches consecutivas, el que hizo posible que el pueblo la buscase por la peña, guiándose por su sonido, hasta que socavando en una cueva encontraron la imagen bajo una campana, con el Niño en su mano derecha.
La Virgen de Montserrate en el Monasterio de la Santísima Trinidad, mayo 2010
Las circunstancias de su aparición propiciaron que se le diera el nombre de Montserrate (monte aserrado). La Virgen tiene su santuario en la parte más elevada de la ciudad. Los cofrades deseaban que este año, durante el mes de mayo, la Virgen bajara a estar una semana en cada uno de los cuatro monasterios de contemplativas que tiene la ciudad. Esto nunca se había hecho. Así fue cómo la Virgen estuvo con nosotras del día 15 al 23 de mayo. La trajeron en andas, muy adornada con flores y luces. Cantaban, le demostraban su cariño con aplausos y saludos. Durante su estadía la iglesia permanecía abierta todo el día. Por la tarde se rezaba el Rosario, el mes de María, y culminaba con la Eucaristía.
Los oriolanos se volcaron a tope para acompañar a su Madre, hacían visitas durante el día y por las tardes llenaban el templo. La Adoración nocturna de Orihuela que celebraba el 50 aniversario de su fundación, vino en pleno una noche a acompañar a la Virgen. Cada día celebraba un sacerdote distinto. El último día, la camarera mayor de la Virgen entregó a la comunidad, en manos de Madre Priora, un cuadro con una foto de la Virgen y una inscripción en la que recordaba el aniversario dominicano que celebra la ciudad. Fueron unos días marianos que no olvidaremos.
___________________________________ ________________________________
15
EJERCICIOS ESPIRITUALES EN CALERUEGA ====================================================
Desde el día 1º de junio al 10, las tres Federaciones de monjas dominicas españolas, se reunieron en Caleruega para practicar Ejercicios con el Maestro de la Orden, tal como se tenía programado desde el año 2009. Han sido días muy llenos y la abundancia de contenido es un riesgo para que se quede en el tintero mucho de lo que nos gustaría contaros y de lo que desean saber las que no han tenido la dicha de participar. No obstante, vaya por delante que la Madre Federal, Sor Mª Teresa Gil op, ha prometido enviar a todas las comunidades las conferencias de estos días, ya que preside este año la Interfederación. Ha compartido con la Federación de Sto. Domingo la organización del evento, puesto que en esa Federación la proximidad a Caleruega hacía más fácil los desplazamientos previos para organizar “in situ”. En primer lugar, es indispensable hacer constar la evolución positiva a lo largo de los años de esa Casa de espiritualidad que tan acertadamente se construyó junto al monasterio de las monjas, y en el lugar donde nuestro Padre Sto. Domingo nació y en cuya parroquia le infundió el Dios que le amaba, su primer injerto de Vida en el Bautismo. Han mejorado muchas instalaciones y la estancia se hace francamente agradable. En nuestras habitaciones, la primera sorpresa fue ver sobre la mesa, junto con el horario, la primorosa libreta con la Liturgia de todos y cada uno de los días del retiro, con un recordatorio del mismo, de igual formato, y una carpeta con folios y rótulo de los Ejercicios, todo ello obsequio de la Federación de la Inmaculada. La libreta de cantos la compuso Sor Mª Ángeles Calleja op, de la Comunidad de Paterna-Valencia, que fue directora de Coro en estos días. También teníamos sobre la mesa un lindo icono como recuerdo de los Ejercicios, preparado ex profeso por el 16
Monasterio de Mendoza-Argentina para las participantes; asimismo, diversos folletos y estampas de nuestra protomártir Bta. Josefina Sauleda, enviados por su monasterio de origen, el de Ntra. Sra. de Esplugues del Llobregat (Barcelona); el libro “El Rosario, la oración de la familia” y el de “Santo Domingo de Caleruega, Fundador de la Familia Dominicana”, ambos de Ricardo Cuadrado Tapia op, obsequio de la Interfederación. Finalmente estaba la tarjeta identificativa para cada una de las monjas, con su prendedor, primorosamente impresa y plastificada por la Federación de Santo Domingo.
Otros datos interesantes sobre el lugar de nuestros Ejercicios, son los siguientes: A la derecha de la puerta de entrada de la Casa de espiritualidad, en un mosaico superior a un metro, finamente pintado a mano por las dominicas de Lerma, leímos este párrafo de la “Divina Comedia”, en el que Dante admira a Caleruega: «En aquella parte donde se levanta el dulce céfiro para hacer brotar las nuevas ramas de las que se ve revestirse a Europa, y tiene su asiento la afortunada Caleruega... Allí nació el ardoroso amante de la fe cristiana, el santo atleta benigno, se le llamó Domingo... el labrador que Cristo eligió para que le ayudase» (c. XII. El Paraíso - Dante Alighieri) Frente a ese letrero, al otro lado, y en la base de la escalinata que sube a la Parroquia de San Sebastián (siglo XI-XII), en letras de forja negra, presidiendo la plaza, es también interesante y ambientador leer lo siguiente: «PRIVILEGIO ALFONSO X - CALERUEGA 1-IX-1277 Merced a Donna Brayda y a la Priora y convento Caleruega, mercado en Caleruega les otorga para siempre jamás, el día jueves, y los que fueren, solos y seguros con todas sus cosas»
Las 101 participantes, de cuyas procedencias os informamos a continuación, salían cada mañana por aquellas puertas y se dirigían a la iglesia de las monjas, en la cual teníamos la Eucaristía, y las meditaciones en el contiguo coro o sala capitular. CONVENTO
PARTICIPANTES
Lerma (Burgos) San Sebastián Caleruega Ajofrín (Toledo)
P. Federal, M. Mª Carmen Rodríguez S. Federal, Sor Yolanda Germán Toda la comunidad Sor Mª Catalina Martínez Sor Mª Luisa Langa Sor Pilar García Sor Ana Mª Betoré Sor Regina María
Olmedo (Valladolid)
17
TOTAL 1 1 15 3 3
Palencia Santiago de Compostela Toro (Zamora) Trujillo Cáceres Valladolid – Santa Catalina Valladolid – Corpus Christi Salamanca Segovia Vivero (Lugo) Alcalá de Henares (Madrid) Vitoria Torrente (Valencia)
Carcagente (Valencia) Manresa (Barcelona) Orihuela (Alicante) Paterna (Valencia) Sant Cugat del Vallès (Barcelona)
Zaragoza – Santo Domingo Zaragoza – Santa María del Pilar
Córdoba
Sor Mª Eugenia Chae Sor Mª Luisa Berzosa Sor Sara Bermejo Sor Cecilia Mareque Sor Mª Jesús Gutiérrez Sor Mª Cruz Bosch Sor Mª Dolores Pérez Sor Gloria Tijero Sor Salomé Mbuji Sor Margarita Mueni Sor Cristina Tobaruela Sor Mª Ester Cabeza Sor Mª Milagros Díez Sor Mercedes de la Hera Sor Mª Teresita Payyappilly Sor Mª Inés Devassy Sor Mª Eugenia Maeso Sor Trinidad Lucas Sor Margarita Lucas Sor Mª Consuelo García Sor Mª Imelda Parapar Sor Mª Begoña Meana Sor Elsa Bermejo Sor Mª Nieves González Sor Carmela Fernández P. Federal, M. Mª Teresa de Jesús Gil Sor Angelina Casas Sor Mª Lourdes Decoud Sor Mª Teresa Rius Sor Mª Blanca Repetto Sor Mª Carmen Repetto Sor Mª Socorro Giménez Sor Mª Pilar Eguíluz Sor Mª Luisa Navarro Sor Mª Begoña Cartagena Sor Mª Ángela Aparicio Sor Mª Ángeles Calleja Sor María Montoliu Sor Mª Araceli Abós Sor Montserrat Mª Arasanz Sor Mª Carmen López Sor Mª Fátima Alomar Sor Lucila Herrera Sor Mª Antonia Pascau Sor Ángela Navarro Sor Mª Inmaculada Alcubierre Sor Mª Nieves Báscones Sor Mª Carmen Guerrero Sor Isabel Mª Falcón P. Federal, M. Josefina Morales S. Federal, Sor Inmaculada Beltrán Sor Purificación Belmonte
18
2 2 2 3 3 3 1 2 3 1 2 4
3 1 2 3 5
2 4
3
Granada (Zafra) Torredonjimeno (Jaén)
Bormujos (Sevilla) Murcia
La Laguna (Tenerife) Jaén Baena (Córdoba) Arahal (Sevilla) Écija (Sevilla) Alcalá la Real (Jaén)
Sor Aurora Roldán Sor Purificación Blanes Sor Mª del Rosario Ocaña Sor Mª Dolores Mansilla Sor Rosario Taboada Sor Ana Mª Martos Sor Juana Rama Sor Encarnación López Sor Mª del Rocío Cuberos Sor Rosa Mª Peritya Sor Inmaculada López Sor Teresa de Paco Sor María Fernández Sor Mª Belén Marín Sor Carmen Gómez Sor Isabel Mª Gutiérrez Sor Mª Teresa Guzmán Sor Emilia Ortega Sor Mª Edith Carrasco Sor Asunta Camacho Sor Blanca Espigares Sor Florence Ngina Sor Consuelo Rodríguez Sor Inmaculada Karisinkel Sor Mª Thérese Rosanarivo Sor Charline Mª Laurence Sor Juliée Animée Ranta
2 5
3 5
1 2 1 3 2 3
Total 101
No cupimos todas en la Casa de espiritualidad, por lo cual se ocupó también la hospedería y la comunidad de las monjas, en cuya puerta reglar, a la derecha también, otro mosaico decía lo siguiente:
REAL MONASTERIO DE SANTO DOMINGO DE CALERUEGA Origen: San Martín, de San Esteban de Gormaz, en Soria, de donde fueron trasladadas las religiosas, por orden de su fundador, Alfonso X el Sabio, en 1270. Desde entonces, se fue transformando la casa solariega Guzmán-Aza para albergar a las Monjas contemplativas. Muy importante, hasta el punto que Alfonso X el Sabio lo eligió para sepultar entre sus muros a su hija Leonor, en una de las salas del claustro...
A nuestro Maestro de la Orden, predicador de los Ejercicios, le acompañaron a lo largo de estos días en la Liturgia y la atención y confesión de las hermanas que lo desearan, Fr. Brian Pierce op, Promotor de las Monjas y Fr. Mariano Liébana, de la comunidad de Dominicos de Mar del Plata (Argentina).
19
Día 1 de junio A las ocho de la tarde, cuando ya todas las monjas habían llegado felizmente, el Maestro de la Orden presidió la Eucaristía con Vísperas, dando por iniciado el retiro y recomendando especialmente puntualidad y silencio, para que el Espíritu Santo pudiera libremente actuar en cada participante, y el personal de servicio pudiera también terminar puntualmente sus tareas. Inició la homilía con estas palabras: “¡BIENVENIDAS! por venir a este lugar apartado, donde vais a participar, por extensión, hasta el día 10 por la mañana, del título que Alfonso X el Sabio otorgó a las monjas de Caleruega, es decir: Señoras de Caleruega. Todo se centrará en la esperanza de un cielo nuevo y una tierra nueva y con el tema único que nos da el versículo 32 del salmo 118: ‘Correré por el camino de tus mandatos cuando me ensanches el corazón’. No es pequeño, pero el Señor lo quiere más grande. Lo quiere confiado y cercano, que de vez en cuando le digamos algo y no ocurra lo que decía Rilke: Entre Tú y yo, Señor... he creado un muro... a base de imágenes... ¡Cuántas imágenes buscamos y pueblan nuestro interior!” Al terminar la Liturgia subimos al comedor, donde se explayaron los saludos, reencuentros y muestras de alegría. Finalmente la cena, tras la cual, a las 10 se tenían las Completas en el coro de los frailes.
Día 2 de junio - Mañana A las 7,45 comenzaron las Laudes unidas a la Eucaristía. Ese horario se siguió todos los días. Concelebraban el Maestro Fr. Carlos, Fr. Brian y Fr. Mariano, alternando la presidencia cada día, e igualmente los oficios las tres Federaciones. La directora de Coro fue Sor Mª Ángeles Calleja, de la Comunidad de Paterna-Valencia, y las organistas, alternándose también: Sor Inmaculada López, Priora de la Comunidad de Murcia y Sor Fátima Alomar, de la Comunidad de Sant Cugat-Barcelona. En esta jornada, presidió Fr. Brian Pierce, op. Su homilía era un inicio alentador para el primer día de Ejercicios, al hilo de las recomendaciones de Pablo a Timoteo que nos presentaba la epístola. Recordó el celebrante su época de evangelización misionera en Guatemala, alojado en un rincón preferente del pequeño habitáculo de una sola pieza para toda la familia, en el que, de
20
madrugada, observaba a la mamá soplando perseverante sobre el rescoldo que quedaba mortecino de la noche anterior, para que apareciera una llamita que al ir creciendo permitiera calentar los humildes alimentos para comenzar un nuevo día. Abnegada y agotadora tarea de la madre... No tengas miedo, Timoteo, decía Fr. Brian, Dios nos envía su Espíritu para que sople nuestras mortecinas brasas dominicanas. Aquí estamos para reavivar el amor primero. ¡Ánimo! Hacia las 9 cantábamos Tercia, como en los días siguientes, y luego, tras un corto espacio libre, enfilábamos la cuesta hacia el comedor donde nos servían el desayuno a las 9,30. Dicho servicio, tuvo algunas variantes, hasta que se consiguió la rapidez y eficacia necesarias para evitar aglomeraciones de voluntarias, ansiosas de servir, pero que podían colapsar los accesos a las mesas. Quedaron, pues, como atentas, rápidas, abnegadas servidoras y desayunando al final, cuando todas terminaran: Sor Inmaculada López (Murcia), Sor Regina María (Olmedo) y Sor Begoña Cartagena (Orihuela).
Según el horario establecido, a las 10,30, en el coro de las monjas, teníamos cada día la meditación con Fr. Carlos. En este primer día comenzó con las palabras de Eclo. 44: “Elogiemos a los hombres ilustres, nuestros antepasados...”, resaltando la conveniencia de meditar sobre personajes relevantes y cruciales en la historia de la salvación, primero del Antiguo Testamento y luego del Nuevo Testamento, para redescubrir la ruta que nos dejaron abierta para dilatar nuestro corazón. Quería que, plásticamente, un objeto que traía consigo y nos mostraba al iniciarla, diera la pauta para la conferencia, y con jugosas alusiones distrajera la posible somnolencia de alguna de las ejercitantes. Este día fue un puñal. Abraham iba a ser el personaje, y su fe, que le hizo padre de los creyentes, quedaba simbolizada con el objeto que no vaciló en utilizar si llegaba el caso, y Dios se mantenía en la petición que le hizo. Sólo se cree, si se quiere. No se puede obligar a creer. Este hombre que salió de Ur de los caldeos (actualmente Irak) rumbo a lo desconocido, libremente creyó contra toda desesperanza en aquella voz que le marcaba un camino... Nos invitaba a todos los que llevamos muchos años siguiéndole, si hay desvíos en la ruta que pueden comprometer la meta, a rectificar a tiempo. A las 13,15 nos reuníamos de nuevo en el coro para la hora Sexta y a las 14 teníamos la comida, durante la cual Fr. Carlos nos hacía lecturas apropiadas. A lo largo de los días siguientes pudimos escuchar lo que últimamente Benedicto XVI en sus catequesis de los miércoles, había hablado sobre Sto. Domingo, Santo Tomás de Aquino, San Alberto Magno; lo que habían escrito a las monjas los Maestros Vicent de Couesnongle, Damián Byrne, Timothy Radcliffe; el testamento espiritual de Pablo VI, etc. etc. En momentos determinados de esas lecturas en el comedor, amenizaba el yantar con una descripción sui géneris sobre los alimentos que estábamos tomando, tiñendo de “sabor
21
castellano” el menú, o bien haciendo recomendaciones sobre el silencio, cosa que parecía tan lógica en una orante, pero casi imposible en una mujer. De todas formas se llegó a conciliar ambas cosas de forma muy unitiva para las 3 Federaciones. Deo gratias.
Tarde El programa de las tardes comenzaba a las 4,15 con el Oficio de Lectura unido a Nona. A las 5 seguía la meditación, que hoy Fr. Carlos inició con la lectura de una carta de la Congregación para la Vida Religiosa y Sociedades de Vida Apostólica, haciéndose eco de nuestros Ejercicios y augurando los mejores resultados. (La insertamos al final de esta crónica). A continuación nos mostró a José, hijo de Jacob, glosando el Gn. 37. Víctima de una injusticia muy dura, su programa fue hacer justicia a partir de los bienes de la tierra, e intentando un reparto equitativo entre los que padecían necesidad. José no cayó en el victimismo y por otra parte aprendió a dejar contar a los demás sus sueños. En comunidad Dios nos ha llamado a vivir, no a sobrevivir, y en situaciones difíciles a asumir las circunstancias con naturalidad, puesto que “lo que no se asume no se redime”. Un colectivo religioso debería ser modelo para dejar a los demás contar sus sueños, y evitar que vivan huyendo, como fugitivos ignorados; pero escanciando el vino de la alegría, no el vinagre de la conmiseración. El Señor “no abandonó a José”, le hizo aprender que también los otros tenían sueños y cuando sabemos escucharles, el mismo Dios nos revela los suyos sobre nuestras vidas.
A las 6, en el bello claustro de las monjas, nos esperaba cada tarde la merienda. Rimaba perfectamente con el privilegio que les concedió Alfonso X, de Señoras de Caleruega, abundante, variada, exquisita ¿sería porque la servían a otras eventuales Señoras? No, tuvimos experiencia de su generoso y afectuoso corazón en muchos otros momentos. Hasta las 7,30 que comenzaban las Vísperas, estaba expuesto el Santísimo Sacramento en la iglesia del monasterio, para las que voluntariamente quisieran adorar y proseguir su oración. También a las 7 rezábamos diariamente el Rosario. Mientras tanto, los tres frailes atendían a las que para ello se habían apuntado y que Sor Elsa Bermejo (Alcalá de Henares), incluía en las listas diarias que colocaba en el tablón de anuncios. Más de una corrida costó a Sor Elsa localizar a las interesadas...
Día 3 de junio – La Eucaristía San Pedro de Verona, protomártir dominico. Presidió la Liturgia Fr. Mariano y en su homilía glosó bellamente el primero de los mandamientos. En los mártires, el amor con que mueren transfigura su misma tortura. Estamos invitados, no forzados, a amar al Señor con toda la persona, a que Él sea el primero en el misterio esponsal de la vida de todo consagrado. He ahí la médula de nuestra fórmula de consagración. Y enseguida el complemento, el camino para una vida plena: ”y al prójimo como a ti mismo...” Todas las ofrendas y sacrificios son algo menor, que no penetran por completo el misterio de la caridad. Fascinan las palabras del proceso de canonización de Santo Domingo: “Todos cabían en su corazón, amaba a todos y de todos era amado...” Y su capacidad para ser amado también, enriquecía aún más la profunda caridad de Domingo de Guzmán.
22
Mañana En la plática de Fr. Carlos, de las 10,30, como en una “carrera de relevos”, le tocó a Moisés hacer su trecho y orientarnos en el camino de “dilatar nuestro corazón”. Cuando Dios quiere implicarnos en la historia de la salvación, nos complica. Él quiere actuar a través de nosotros, y eso comunica a Moisés desde la zarza ardiendo (Ex., 3). Y lo que ocurre es lo consabido, resistencia, razones para evadir la tarea, hasta que el respeto de haberse descalzado en el lugar sagrado del debate, le convierte y le hace pasar de lo que yo quiero a lo que Él quiere. A esta altura de la meditación, Fr. Carlos leyó estas palabras del testamento de Pablo VI, que venían muy al caso: «Mirarle sencillamente, humildemente, hacer pronto, hacer todo, hacer bien lo que quiere de mi en esta última hora, inclinando la cabeza y levantando el espíritu». La opción plena por el Señor supone romper y lanzar todos los ídolos e idolillos que le suplantan tantas veces en nuestra vida, sobre todo los que edifican el muro a que se refería Rilke. Y aun hablando cara a cara, como amigos, Moisés, es purificado hasta el último momento. Quería liberar a su pueblo y no llega a probar la liberación en la tierra prometida. A punto de concluir el año sacerdotal, Fr. Carlos, terminó su meditación invitándonos a purificar de mitología al sacerdote y a preguntarnos: ¿Ha pasado a nosotros el espíritu sacerdotal de Santo Domingo? “Sacerdote santísimo de Dios”, le llamó Jordán de Sajonia. Con él, seamos mediadores, intercesores, servidores del pueblo de Dios y de nuestros hermanos. Digámosle con el “Juramento del Cristo del Milagro” de Salta: “Tú, Señor, eres nuestro, y nosotros somos tuyos”.
Tarde En la meditación de la tarde, Fr. Carlos trajo consigo un cetro real, e iba a hablarnos de Saúl y David (I Sm.16). En la lucha contra Goliat quiso que David se pusiera su armadura. David ni podía ni necesitaba llevarla, estaba convencido de que Dios luchaba por él. Pronto comenzó la pugna entre ambos personajes, había una diferencia importante entre los dos: en el corazón de David, el Señor estaba en el primer lugar, en el de Saúl era suplantado por los bienes y el deseo de poder. Deseamos vocaciones y... con nuestra “armadura”. Hemos de aceptar que pueden vencer con procedimientos nuevos, siempre y cuando puedan vencer porque han dejado a Dios el protagonismo. En la Biblia no se encuentra siempre la respuesta concreta que buscamos, pero siempre su lectura nos interroga de forma que veamos en ello la respuesta. David, permitió libremente que Dios fuera el Señor en su reinado, y que entrara en el fondo de su pecado para aprender a disculpar a los otros desde su culpa...
23
Día 4 de junio – Mañana En la Eucaristía, que presidió el Padre Maestro, nos habló de las pugnas entre profesionales. Los hay de categorías diferentes y los que presumen de categoría superior no adoptan posturas sencillas e inteligentes hacia los demás. En el convento puede pasar algo por el estilo en cuanto a los oficios asignados. ¿Cuál es la profesión más importante en el monasterio? Ante todo la profesión de fe y la de haber hecho profesión religiosa. En nuestra Orden, esa profesión se centra en la obediencia (ob-audire). Y si en la comunidad algo no marcha bien, es porque no nos escuchamos. Ciertas heridas profundas tienen mucho que ver con la falta de escucha. Quien no escucha, no obedece. A quien no se escucha, no obedece. En nuestra profesión, también hay un ejercicio imprescindible: el perdón, la misericordia, y en su defecto no hay profesión dominicana. Veíamos ayer cómo Pedro de Verona, en el momento final de su martirio, escribió con su sangre: CREO.... ¡Hay que ver su cabeza en la iglesia de Milán para comprobar la hondura de su martirio y de su fe! El tajo, posiblemente con una hoz, abarca desde la región occipital a la frontal. Es un signo que avala su profesionalidad completa y cabal.
A las 10,30, en la meditación nos habló de Elías y comenzó con la cita de Sant. 15: “La oración perseverante del justo es poderosa...” y obtuvo del Señor primero, consumido por el celo de su gloria, que la sequía castigara e hiciera reaccionar a los idólatras. La apostasía es renegar de la fe y abrir la puerta a la idolatría. Hoy... la idolatría es la antesala de la apostasía. La evolución científica nos permite disponer de tantos medios que se van convirtiendo para nosotros en dioses, porque determinados medios, alejados del fin, nos hacen más idólatras que ateos. ¿Cuántos idolillos necesitamos para vivir contentos? ¿Cuántos deberes de santidad religiosa posponemos para estar frente a esos ídolos que se han convertido en imprescindibles para nosotros? La terrible escena del Monte Carmelo, con el degüello de los profetas de Baal, tiene este mensaje: “Está en juego la fe del pueblo de Dios” y se atreve a pedir signos para demostrar, no su reputación de profeta, sino que los elementos idolátricos rechazan a Dios. Santo Tomás afirma: “La corrupción de lo óptimo es lo más grave”, de ahí que en el tema de la pedofilia no vale decir: “Esos también... y no los nombran”. Y Elías, asimismo, es como nosotros, teme, duda, huye.... y en el Horeb comprueba que no es en el tremendismo del vendaval y de los truenos donde está el Señor, sino en la brisa suave que le dice “Yo estoy contigo”. Hoy, no es la violencia la que pone a Dios en su lugar. Es la rectitud perseverante en vivir la consagración, rechazando con equilibrio los peligros de apostasía, por rutinas de idolatría.
Tarde El mensaje de la tarde, nos lo dio Fr. Carlos a través de Jeremías. Para el profeta la alianza supone una experiencia de relación con Dios. En el 625 a. J. lucha denodadamente contra el culto idolátrico (“...cayó este pueblo en una apostasía sin fin...”). Los profetas dirigen casi siempre su denuncia a los reyes y los sacerdotes, hasta Juan Bautista que hace una denuncia más general. Jeremías es constante e insistente en la denuncia, misión muy dura para él y terrible cuando se le acusa de “colaboracionista”. 24
En política siempre se dan falsas seguridades, se asegura el cambio... para que nada cambie. Jeremías había escuchado del Señor: “Te doy autoridad para destruir y restaurar” e insiste con valentía en que no se crean las falsas seguridades que dan los ídolos. ¿Nuestra crisis se parece a la de aquellos tiempos? Hoy es la gran tentación la de criticar a otro, con otros. No, hay que ir en directo al responsable. ¿Ofrecemos a los jóvenes lo que buscan? Techo, comida, seguridad, rezos a tales horas, y sustituciones de lo esencial —con hábito de monja— que en el fondo sigue toda moda... ¿Eso, puede atraer? Pío XII ya se percató de que la “restauración” llamaba a la “renovación” y después del Concilio, paradójicamente se dio en muchos sectores un desencantamiento general por no penetrar bien el mensaje conciliar, desembocando en un abandono masivo del todo por las nadas. No hemos de preocuparnos porque la vida religiosa parezca contracultural, por su denuncia constante al relativismo y la moda cambiante. No podemos consentir que frente a tantos fracasos matrimoniales, nuestros esponsales no resistan tampoco la soledad del Amor que nos llamó. Nuestro Profeta se mantuvo bien: “Me has seducido Señor y me dejé seducir”.
En la tarde de este viernes, después de Vísperas, estaba programada una visita al cementerio, situado en un ángulo de la huerta del monasterio. Había un camino muy bien asfaltado en medio de los terrenos esmeradamente roturados, limpios y poblados de arbustos florecidos, árboles y belleza .Todo respiraba paz, envuelto en los cantos apropiados que se elevaban de la enorme fila de hábitos blancos dirigiéndose al lugar donde dormían tantas hermanas que en aquellos recintos amaron al Señor y se entregaron por todos los seres humanos. El Padre Maestro deseaba que esa tarde en la cuna donde nació Santo Domingo, eleváramos juntos una oración por las que en esa misma cuna nacieron a la Vida sin fin; y por todos nuestros allegados que ya partieron, los que nos formaron y ayudaron en nuestro camino dominicano, y si algo quedaba en todos ellos para desatar el lazo que les impedía aún el gozo pleno, en aquella tarde fraterna y dominicana se cortara por fin. Fueron invitadas primero las tres Madres Federales a nombrar a las hermanas fallecidas que ellas en aquel momento desearan, así lo hicieron y, obviamente, sonó el nombre de Sor Mª Inmaculada Franco. Siguió una aspersión de agua bendita sobre cada tumba y también al gran círculo de monjas que rodeaba el cementerio; y tras unas breves oraciones, se iniciaron los misterios gloriosos para desandar el camino recorrido, desembocando en una explanada muy hermosamente decorada con macizos de flores y bancos para sentarse, en cuyo centro, junto al muro, había una gruta parecida a un horno de pan, en la que estaban las
25
imágenes de la Virgen María entregando su Rosario a Sto. Domingo. Allí concluimos el rosario que había unido a la iglesia militante con la iglesia triunfante en un abrazo de paz.
Día 5 de junio – Mañana Presidió la Eucaristía Fr. Brian Pierce, op. Glosó nuevamente la carta de Pablo a Timoteo y se detuvo en el evangelio que resalta las dos monedas de la viuda pobre como ofrenda en el templo. Insistió en una entrega total. La viuda lo da todo, el predicador ha de hacerlo a tiempo y a destiempo, nunca a medio tiempo. En esta Orden nuestra, tan bendecida por Dios, nos ha dado el ministerio de la Palabra, y no hemos de compartirla a medias. Nuestra vida ha de ser evangelizadora o no es nada. A Santa María de Prulla se la llamó “la Santa Predicación” y nos estimuló a servir a la Palabra hasta derramarlo todo, eso supone vivir la Palabra en cada momento. Concluyó con una experiencia entrañable de su vida misionera en gira de varios días a través de misiones vivas. El grupo visitó 10 aldeas, separadas unas de otras por horas de camino difícil. Cuando terminaron el recorrido apostólico y volvieron a desandar el camino, divisaron al final una pareja de ancianos esperando algo. Era media tarde. Al llegar junto a ellos y preguntarles qué deseaban, contestaron al P. Brian : “Somos la pareja a la que habló Vd. en su primera visita, sabíamos que pasaría hoy por aquí y hemos esperado desde las 7 de la mañana para entregarle estos dos plátanos, pues creemos que los necesitará...” Fr. Brian terminó diciendo que llevó esos plátanos a Cahabón como si fueran el Sacramento y preguntándose a sí mismo: “Mi entrega como predicador ¿es como la de ellos? ¿Doy lo que me sobra únicamente? Hoy es la invitación que nos hace el Señor en esta Eucaristía”.
La meditación de la mañana, la centró Fr. Carlos en Rut la moabita, como un retrato de la fidelidad y olvido de sí, y un canto a la esperanza, de la que hoy estamos tan necesitados. Es también imagen de la universalidad de la salvación de Dios. Esta joven moabita, extranjera (“palangana” para lavarme, dice el salmo 107 de Moab, pueblo enemigo de Israel), integra la genealogía del Mesías y en el libro sagrado leemos una especie de “profesión solemne” pronunciada por ella ante Noemí: “...iré donde tu vayas, viviré donde tu vivas, tu Dios será mi Dios...”. Noemí vivió un pasado de prosperidad, un presente de desolación, pero con Rut vislumbra un futuro lleno de esperanza. El libro de Rut nos ayuda a “no poner la bandera a media asta”, tentación muy frecuente en la actualidad, con monasterios inmensos que cuidar y 26
falta de vocaciones, con más fundaciones que un siglo atrás y menos moradores para todas ellas, y cuando llaman las jóvenes, la cotidianidad de lo cotidiano es lo que les desilusiona. Rut nos ayuda a revisar nuestra esperanza. Ella se lanzó al vacío de lo desconocido con amor y fidelidad, sin volverse atrás, y el Dios por el que optó... habló y escribió su historia.
Tarde En la plática de la tarde el Padre Maestro nos habló de Jonás. Hay dudas sobre él. ¿Existió Jonás? Sí, porque Jonás somos nosotros. La Lumen Gentium, 35, asume la vocación profética de todo cristiano. Un profeta no es un adivino ni un quiromante, es el que lee la historia a la luz de la Palabra de Dios, y su experiencia profética trae consigo la de la propia debilidad. Se resiste al mandato de Dios, huye... “En conciencia, no puedo ir, no habrá frutos...” decimos hoy. La conciencia psicológica no es la conciencia moral que me incita al bien y a evitar el mal, cueste lo que cueste. La primera es en realidad la relacionada con mis apetencias o rechazos. Y desobedecer es no escuchar, causa inmediata de la “tempestad ocasionada”. Es muy importante reunirse para discernir lo más conveniente, y que “La Priora escuche con agrado a la comunidad para discernir la voluntad de Dios”. Si es así, ya no puedo decir: “En conciencia no puedo ir.... mi conciencia está tranquila”. Joseph Pieper escribió: “Quien no es capaz de darse cuenta de otra cosa que de sí mismo, no sólo ha perdido la capacidad de ser justo, sino la salud del alma”. Es como el “síndrome de la burbuja”, o el caso del bombero que es requerido con urgencia para apagar un incendio y se entretiene probándose diversos cascos, para elegir el que le sienta mejor.... Dios nos desordena la vida para ordenar su proyecto. En nuestra vida hemos hecho grandes desórdenes... Por fin Jonás predicó y se convirtieron todos. Reacción paradójica: “Quítame la vida.... ¡sabía que eres compasivo...!” ¿Qué razón tenemos para enojarnos cuando Dios perdona a quien hemos anunciado su salvación? Es el misterio del ser humano en un libro que, como el de Rut, de corriente universalista, ironiza contra las corrientes nacionalistas, y resalta la paternidad amorosa del Padre sobre todo ser humano.
A continuación, prosigue después de la cena la narración de una pequeña excursión programada por Fr. Brian Pierce op, que os cuenta Sor Mª Carmen López Delgado op, de Sant Cugat del Vallès-Barcelona: Gracias, Sor Mª Araceli. Pues fue después de la cena de este sábado cuando nos sorprendió que no fuera Sor Yolanda, sino fray Brian quien tomara el micro para dar un aviso: - Con permiso del P. Maestro, se invita a todas las monjas a una caminata —reténgase esta palabra: caminata—, para disfrutar de la puesta de sol; y ésta otra: puesta de sol. Jolgorio, hubo jolgorio general, pero contenido ante la perspectiva de un paseo (obsérvese que inconscientemente cambiamos el sentido de la salida: caminata por paseo porque es importante). El P. Carlos le quitó el micro a fray Brian y serio, habló:
27
- El que da los permisos soy yo, que soy el P. Maestro, —y añadió con humilde voz—: Muy bien, P. Brian, vayan Vds. a ver esa puesta de sol. - Y a los pocos minutos un montón —casi todas las monjas— estábamos en la puerta para disfrutar de algo que presuponíamos hermoso y placentero. Pero hete aquí que la que esto escribe observó ya algo inquietante: Las zapatillas de deporte de nuestro querido hermano. - Padre, esto es trampa —le dije con un deje de voz—. Porque, claro, las monjas calzábamos sandalias o zapatitos para la ocasión. Pero en nuestro fraile había una gran decisión: - ¡Vamos! Y allá que fuimos en blanco pelotón rodeando la muralla del complejo dominicano por la parte de los frailes, es decir, saliendo a la izquierda. Dejando a la derecha el Ayuntamiento con sus banderas al viento, la farmacia, alguna casa con el saludo de alguna buena vecina… nos encontramos ante el camino y el horizonte abierto y desplegado ante nuestros ojos: Comenzaba, no el paseo imaginado, sino una vera veritable caminata a buen paso y a ritmo marcado casi militarmente por el frater que, en cabeza de grupo, echó a andar como si de un jefe de scouts se tratara y no de monjas con hábito —aunque él también lo llevaba—, y que llevaban varios días de asiento en asiento, y por lo tanto algo más encalladas que de ordinario. Bueno, pero allá fuimos cara al poniente como se puede apreciar en la fotografía adjunta como documento justificativo. Casi al comienzo del sendero había una familia sentada apaciblemente en una mesita tomando la fresca, y su perrillo blanquinegro nos salió al paso retador. Como el de Domingo Ntro. Padre, pero sin tea en la boca. Nos ladraba dando saltitos, porque era muy chico, y luego se volvía al amo como para comprobar qué efecto le había hecho el que él solito se encarara contra ese gentío monjil; aunque alguna lo invitaba a seguirnos, a él sólo parecía interesarle la buena impresión que su gesto audaz hacía en el ánimo del dueño. Extraño presagio el del perrillo blanquinegro que no quiso pasear con nosotras. Una vez que todas las monjas estábamos ya en el camino formando una larga hilera y oteamos el panorama… ¡oh desilusión!, al sol, tras un día muy cansado, pues había hecho mucho calor, se le había hecho tarde y estaba ya dando el primer sueñecillo escondido en su cielo de color rosado; solo nos permitió ver un manchón sonrosado y un resto de luz dorada que nos avisaba que hasta la mañana siguiente no podríamos ver el luminoso rostro. - Teníamos que haber salido a las nueve! —nos dijo fray Brian—. Es tarde, teníamos que haber salido a las nueve. - Ya, pero es que a las nueve se cena y se nos invitó después…
28
Bueno, el azul de chapa metálica que suele cubrir el cielo tras ocultarse el sol, nos daba suficiente luz como para intentar el 2º objetivo de la salida: ¡LA CAMINATA!; pero ¿quiénes estaban dispuestas?, porque las quejas ya se levantaban como algo más que un rumor polverizo contra nuestro Josué de ocasión que echando un vistazo hacia atrás, podía contemplar una columna de monjas de lo menos 300 metros, sin exagerar. (Vuélvase a ver la foto adjunta). A su lado estaban las valientes y algunas jadeantes de las mayores; a media distancia, las esforzadas y conformadas con la situación, y en tercer lugar, allá en lontananza, las espabiladas que, en vista de que no había vista de puesta de sol, algunas se lo tomaron como paseo, sin más, y cuando les supo suficiente, regresaron al convento por el mismo camino. La cabeza del pelotón, ya fatigado en general, había llegado a una encrucijada: Tal cual. Había que tomar una decisión. - Aquí se divide en dos el camino, dictaminó nuestro intrépido hermano; las que no puedan seguir, que regresen por ahí —dijo señalando a su izquierda—, y en un cuarto de hora llegarán a casa; los demás iremos por ese otro que alarga la caminata, y en media hora estaremos de regreso. Las del cuarto de hora miramos en la dirección que se nos había indicado y… ¡oh cielos!, aquello parecía estar muy, pero que muy lejos; de 15 minutos nada de nada. - ¿El monasterio es “aquello”? —preguntó una voz acongojada…—. - Sí, se le respondió lacónicamente. Hubo sus más y sus menos, e indecisiones; dulces quejas, leves recriminaciones, un sentirse defraudadas, abandonadas a nuestra suerte por cobardes, porque la que esto escribe eligió el camino corto y no siguió con las valientes. De todos modos las MM Federales —las tres—, en un gesto amoroso de compasión y solidaridad con las débiles, se vinieron con nosotras. - Adiós, adiós. Y allá que retomaron su andar esforzado las del camino de media hora, y nosotras, viendo como empezaba a lucir esplendoroso el lucero de la mañana, es decir, que anochecía rápidamente, regresamos fijos los ojos en la cruz de S. Jorge que en lontananza brillaba sobre el cerro, roja de luz encendida como para animarnos. La M. Mª Teresa ofreció su brazo a una hermana necesitada y de rodillas achacosas; a la M. Josefina, al revés, fue una hermana la que se lo ofreció a ella, esta vez en señal de
29
respeto; y la M. Mª Carmen iba delante alentando al grupo que empezaba a sufrir las inconveniencias del tiempo transcurrido fuera de casa y de las irregularidades del terreno, dándose situaciones que no son para llevar al papel: miserable naturaleza humana, ¡cuánto tardas en resucitar!. Nos estimulábamos diciéndonos que qué hermoso era contemplar el mismo paisaje que Ntro. Padre Sto. Domingo; que había que ver qué rebonicas eran las amapolas de los campos y qué gracia tan grande era estar allí en la tierra bendita de los Guzmanes. - ¿Por qué no rezamos Completas? —propuso una monja—. - Sí, sí, como se puede hacer de memoria… M. Mª Carmen, haga Vd. de hebdomadaria. Y así lo hicimos, sin omitir el acto penitencial en el que cada cual interiormente lamentó los reproches anteriormente proferidos, etc. El himno: “Gracias porque al fin del día…”, cantado a pleno pulmón y resuello; y así rezamos los dos salmos, que estábamos en las Primeras de domingo, que mañana sería el Corpus: - ¡Ay, Señor! Sentada sobre un montículo de piedras, con una florecilla de manzanilla silvestre inhiesta en la mano y los ojos elevados al cielo, una hermana con un grito salido del alma dijo: - ¡Sálvanos, Señor, despiertos! —y el coro la siguió—. Era de noche. Como en la venida, en este regreso el grupo se alargó en una fila determinada por el estado de los pies, fuerzas y vista para ver las piedras del camino. M. Mª Teresa venía detrás, muy atrás, con la hermana del brazo; eso creíamos porque no las veíamos. Dos coches nos saludaron al cruzarse con nosotras. Poco a poco la muralla del convento de los frailes fue apareciendo mientras terminábamos devotamente la Salve y el O spem miram. - Cielos, ¡y qué largo se ha hecho este paseo! - ¿Dónde está la Madre federal? - Viene detrás. - ¡Huy, pobres! Nos parecía que las valientes del otro camino ya estarían en casa durmiendo y todo. - ¿Lo mato o no lo mato? —decía la hermana de la margarita recorriendo los pocos pétalos de la flor con sombríos pensamientos contra el buen P. Brian: Lo mato o no lo mato… Y llegamos a la puerta de la Casa de espiritualidad. Eran casi las once de la noche. O nos lo parecía. Algunas personas que estaban sentadas en los veladores y veían salir de las sombras esa hilera de monjas blancas se sonreían con extrañeza. - ¿Han llegado las demás? - No. —Nos dijeron las que nos estaban esperando—. - Madre, ¿qué haces aquí? - Hemos hecho auto-stop. - Ay, caramba. En vano sufrimos por su suerte; así es la vida. - Es que Sor Fulana no podía más y paré un coche. - No sabía yo que las monjas hacían auto-stop —le había dicho el conductor—. - No señor, pero…Y nos ha traído. - ¡Ya!...
30
- ¿Lo mato o no lo mato? —seguía murmurando la Sor de la manzanilla. Y llegó el grupo con su Josué en cabeza, sudado, sonriente, orgulloso. Aplausos por las dos partes, risas, comentarios cariñosos. - Me siento aniquilada —decía la de la flor, y con más sentimiento sabiendo que su hermana había regresado en coche—. Y a dormir en la paz del buen Dios que nos fuimos; ¿con algo de resquemor aún? En el desayuno del día siguiente, fiesta hermosísima del Amor como os contará Sor Mª Araceli, y después de haber sido bendecidas por el Señor desde su humilde trono en la Custodia, la hermana tentada la noche anterior de homicidio frailuno y fraticida, tomó el micro y comunicó con seriedad: - Hermanas, tras un juicio sumarísimo y en el que se han tenido en cuenta todos los atenuantes, y en consideración a que el Señor nos pide que perdonemos como somos perdonados, con el P. Maestro hemos resuelto absolver al P. Brian del delito de ayer. Aplausos de alivio y alegría y enhorabuenas. Conclusión: Cuando se te invite a algo, entérate bien. Con Jesús-Camino, de paseo, a caminata y a lo que sea; con fray Brian, entérate de los pormenores… o mejor, no, fíate de tan buen hermano y disfruta como nosotras disfrutamos.
Día 6 de junio – Corpus Christi En este día, litúrgicamente rico, transformante, entrañable, no cabía en el programa la Procesión para adorar a Cristo Jesús, pero esperábamos podernos unir a la de la parroquia, como así fue. En la Eucaristía presidió el P. Maestro que, como el día segundo de Ejercicios, alabó la armonía y unidad en el canto. Estaba asombrado de que de lugares tan distintos y sin ensayos previos, pudiéramos interpretar los textos preparados por la cantora para la Liturgia de estos días. En la Eucaristía nos habló de que la Sgda. Escritura es prolija en relatos de reparto de manjares, o que alrededor de una mesa se nos han legado por Jesús sermones profundos. La Mesa Eucarística resalta tres verbos: tomar, bendecir, dar. Dios tomó polvo para formar a Adán; ha tomado el cuerpo de María, para hacer a Jesús; tomó nuestra persona para consagrarla; tomó todo ello para bendecir y para partir antes de dar. Antes de dar “partió el Pan”. Nos parte, no para hacer sufrir sino para podar, y adecuar el reparto a la capacidad del que ha de recibir cada porción. Y parece que hoy todo gire alrededor del cuerpo. Sabemos lo que es “poner el cuerpo” para la vida, sobre todo en la madre. Sabemos qué es “quitar el cuerpo”, al eludir la entrega o la colaboración, sobre todo después de haber sido bendecidos con la consagración; y “esconder el cuerpo” en comunidad, en el coro, en el trabajo, en la compasión y misericordia, en la ayuda. 31
En esta Eucaristía, en este día, sin cuerpo y sin sangre, no habría sacrificio. Qué valor el de la Misa de hoy, pues no estamos en una memoria, sino en una reactualización. Qué valor “poner el cuerpo” en el monasterio, de forma oculta y sencilla, para la fortaleza y vitalidad de todo el Cuerpo Místico.
A las 10,30, la meditación de Fr. Carlos, en este día, dio comienzo con personajes del Nuevo Testamento en el capítulo 1 de Lucas: “Todos los que se enteraron decían ¿qué llegará a ser este niño?” Ahí se refleja el acontecimiento del nacimiento de Juan el Bautista. Cuando una vocación llega al monasterio se da un interrogante parecido: ¿Llegará? ¿Y qué llegará a ser esta chica? Juan Evangelista nos dice del otro Juan: “La mano de Dios estaba con él” y nos dice San Agustín: “No es la Palabra, es la voz”. El corazón de esta meditación es el desconcierto de Juan ante Aquel que primero señaló como “el Cordero de Dios” y luego los comentarios de sus discípulos le llenan de perplejidad. ¿Es Él? ¿Quién es? Podría afirmarse que los lemas de Juan el Bautista son dos: “Nadie puede atribuirse nada que no le haya sido dado de lo alto” y “Es necesario que El crezca y yo disminuya”. Realmente su vida refleja ambos lemas. Fue el Precursor, lo fue con verdad y valentía. Terminó sin grandeza alguna, pusieron fin a su vida por una serie de bajos instintos, cobardías e insensatez de una adolescente sin arraigo familiar sólido. Hay que leer con profundidad estos pasajes. Tenemos una misión bien identificada. ¿Con qué derecho queremos distinguirnos de los demás, consciente o inconscientemente? Mi estilo ¿hace crecer a Cristo?
Al terminar la meditación nos repartió Fr. Carlos una estampa de tema dominicano y nos dijo que anotáramos al dorso nuestro “Lema” de profesión o bien de toma de hábito, sin firmar, tan solo la fecha y el lema. Y que la guardáramos hasta el momento en que se nos diría lo que íbamos a hacer con ella. Entonces nos avisaron de que la Procesión con el Santísimo Sacramento estaba a punto de cruzar la plaza y corrimos al convento de los frailes, ante su puerta principal, y esperamos. Al poco rato vimos que avanzaba hacia la plaza. El P. Basilio Cosme op, llevaba la Custodia, bajo el hermoso palio bordado y regalado por las Monjas Dominicas de Jaén, iban también el P. Alfonso Salas op, el alcalde y otros caballeros con cirios encendidos, una corta hilera de fieles y algunas niñas vestidas de Primera Comunión. Se dirigían a un sencillo altarcito preparado junto a la escalinata que daba acceso a la parroquia de San Sebastián. Las monjas apiñadas en el altillo que hay frente a la Casa de Espiritualidad, entonamos con todas las fuerzas y muy emocionadas “Cantemos al Amor de los Amores”, entonces Fr. Basilio, se volvió frente a nosotras y con la Custodia nos bendijo por tres veces, al reanudar la marcha hacia el altarcito rompimos en aplausos, a los que se sumaron cuantas personas estaban en la plaza. Cuando terminó todo, pasamos al comedor recordando frases de las últimas pláticas y meditaciones... “Tomad y comed, esto es mi Cuerpo...”, “Es necesario que Él crezca y yo disminuya...” ¿¡Llegaré a disminuir tanto como se ha abajado Él...!?
Tarde En la meditación de la tarde, el Padre Maestro se presentó con un cántaro. De inmediato comenzó a hablarnos de la Samaritana en el pozo de Jacob. La hora no era precisamente la 32
habitual en que las mujeres iban a sacar agua. Ello demostraba que le interesaba ir sola, no deseaba encuentros ni comentarios... Siete frases centran el diálogo más significativo del Evangelio: — Dame de beber... -¿Cómo tú, siendo judío, me pides de beber...? — Si conocieras quién te dice “Dame de beber...” -Señor, no tienes nada para sacar el agua... — El que beba de esa agua, volverá a tener sed... yo tengo... -Señor dame de esa agua, para que no tenga que venir... — Ve, llama a tu marido... -No tengo marido... — Tienes razón, has tenido cinco... -Señor, ¡veo que eres un Profeta!... — Créeme, mujer, ni en esta montaña... adoradores en espíritu y en verdad... -Yo sé que el Mesías ha de venir... — Yo soy, el que habla contigo... Aquel encuentro nos ayuda a espigar en otras bienaventuranzas distintas a las clásicas, intercaladas, que vagan a lo largo de los Evangelios, bienaventuranzas extra-vagantes, recordemos aquella “dichosa tú que has creído...”. Y nos recuerda que el encuentro con Jesús se dio en nuestras vidas hace muchos años y tendríamos que llevar a nuestro pueblo a conocer qué es adorar a Dios en espíritu y en verdad (“...y muchos samaritanos creyeron en Él...”). A no ser que, los cargos, las libertades “conquistadas”, los ídolos e idolillos, hayan sustituido los esponsales de la consagración. Si estás hecha para Alguien, esas aguas no calmarán tu sed. Si sólo estás buscando algo, el Salvador del mundo que hallaron los samaritanos, no podrá saciar tu sed. Pero él nos espera junto al brocal del pozo.
Día 7 de junio – Mañana Presidió la Eucaristía Fr. Mariano Liébana op, y en su homilía trató de las bienaventuranzas. ¿Acaso no deseamos intensamente ser felices? Pero alcanzar la dicha no consiste sólo en estar bien, sino en heredar el Reino, el cual se teje con el programa de las bienaventuranzas y que se expone a los discípulos que han de propagarlo. Ese programa es gracia y paz en el Espíritu Santo. Dichosos por estar llamados a ello, por desarrollar el germen de Dios recibido en el Bautismo. Ser santos es ser felices, como ser felices es estar gozosos. Hay una bienaventuranza muy vinculada a nuestra consagración: “Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios”. No se refiere sólo a la castidad, constituye la capacidad de visualizar en el fondo del corazón la llamada de Dios: la vocación. Y no está sólo ésta en el principio de nuestro camino, sino que debemos abrevarnos también en esa llamada recibida para responder progresivamente a la invitación.
33
La belleza de la esponsalidad no se descubre en un solo día, sino llegando a descubrir la esponsalidad con el Señor en mi corazón. Dichosos, porque en la realidad de su vocación, verán a Dios. Es el conocimiento amoroso de la vida contemplativa en el entramado mismo de nuestra vida de gracia. Descubrir y redescubrir de manera amante el proyecto y paso del Señor en la historia y en nuestra historia. El mundo contemporáneo incesantemente inventa motivos de “alegría”, precisamente en diversiones que sofocan la verdadera alegría. Dichosos los facultados para la alegría y la expanden para tantos que la necesitan y no la poseen.
A las 10, 30, como cada mañana, Fr. Carlos centró su meditación en el apóstol Pedro. Su evolución en el seguimiento del Maestro ayuda a reflexionar sobre las diferentes llamadas a los jóvenes, y a nosotros mismos para seguirle. ¿Quién soy, cuál es la identidad dominicana? Crisis de elección ¿una elección para siempre? Y nosotros que lo hemos dejado todo... ¿qué....? Crisis cuando mi admiración por alguien o por otros se me derrumban... A Pedro le delató su acento galileo, pero negó tres veces por decepción, fracaso y miedo, él que antes supo contestar a Jesús: “¿A quién vamos a ir...? sólo Tú tienes palabras de vida eterna”. ¿Qué me retiene en el monasterio? No es ese el interrogante, sino ¿a quién me entregué al ingresar en el monasterio? ¿QUIÉN me retiene en el monasterio? Si la respuesta es Jesucristo, ahí se resume mi identidad y mi realidad, de antes, de ahora y de siempre. La primitiva fogosidad, imprudencia y cobardía de Pedro se fue convirtiendo en el estilo del Maestro, no sólo por su acento galileo, sino por el contagio con el Amor encarnado: - “Al que crucificasteis ya sé hermanos que lo hicisteis por ignorancia, lo mismo que vuestros jefes...” (Hch. 3,17) - “Tened unos mismos sentimientos, amaos como hermanos, sed compasivos, sed misericordiosos y humildes. No devolváis mal por mal...” (I Pe. 3,8) - “El Dios de toda gracia que os ha llamado en Cristo, después de breves sufrimientos os restablecerá, os afianzará....” (I Pe. 5,9)
Tarde Por la tarde, a las 5, la meditación con Fr. Carlos fue sobre Tomás, el dídimo. Es el apóstol que dijo: “Vayamos también nosotros a morir con Él...” Con ese corazón festivo y pascual pronuncia la profesa solemne su “Hasta la muerte” en el gran día de su profesión. Nuestro Santo Tomás de Aquino, nos dice también: “Lo primero en la intención es lo último en la ejecución”. ¿Cómo era Tomás, apóstol? En la Catedral de Roma, San Juan de Letrán, están los 12 apóstoles con su signo iconográfico propio. En Santo Tomás: una escuadra. Él quiere medir, comprobar, verificar a Dios... para creer. No estuvo cuando se apareció Jesús a los apóstoles, y no valora la opinión de la comunidad, en cierto modo es un autista. Pero Tomás nos ha ayudado a revisar nuestra vida común, nuestra participación en las reuniones comunitarias (no solamente la asistencia). ¡Oh feliz culpa...! ¡Oh feliz duda la de Tomás! A Santa Catalina de Siena la llevaría a afirmar: “Es distinto medir a Jesús a ser medida de Jesús... estad seguros, queridísimos”.
34
En esta tarde, durante las Vísperas se celebró un aditamento con sentido muy profundo. Después de la salmodia se hizo un rito penitencial de purificación de la memoria de cuantos pecados se han dado en la historia de la Iglesia por sus mismos integrantes, desde los jerarcas a todos los cristianos. La estructura de la celebración se pareció a la oración universal del Viernes Santo. Sobre el altar había una cruz y a la derecha del presbiterio un tenebrario con 15 velas. En los sitiales laterales y centrales de dicho presbiterio, los tres frailes dominicos y monjas de las tres Federaciones. Éstas, sucesivamente, iban al ambón a la petición de perdón por otros tantos pecados cometidos en la Iglesia en el pasado y en el presente; a cada una seguía el canto coral del Kyrie eleison y una oración de Fr. Carlos, tras la que se encendían velas del tenebrario. Al quedar todas encendidas, por haber concluido las peticiones, Fr. Carlos tomó la cruz del altar y se inició una procesión para adorarla. Mientras tanto, una monja proclamaba desde el ambón una Lamentación de Jeremías, intercalando el coro en cada hemistiquio el canto “Victoria, Tú reinarás” y otros himnos a la Cruz, hasta que pasaron todas las ejercitantes. Una vez concluida la adoración, el Padre Maestro terminó el acto con la oración de súplica de perdón compuesta recientemente por el Papa Benedicto XVI.
Día 8 de junio – Mañana En la Eucaristía se hizo conmemoración de las Beatas Cecilia y Diana, de nuestra Orden. Presidió Fr. Brian y su homilía se refirió al verdadero sentido de la parábola de las vírgenes y las lámparas de aceite. La Madre Teresa de Calcuta experimentó que su lámpara no tenía aceite y cuando se publicó la terrible noche oscura en que vivió durante tantos años, la noticia se interpretó en los periódicos de forma muy peregrina: “Esta mujer era una falsa, no creía en Dios como decía...”. En cambio, en más de un rincón del mundo, alguien diría: “Menos mal, le pasó lo que me pasa a mí”. Yo viví de 15 a 20 años sin entender bien el significado de la Gracia. Como tantos otros, tenía la idea de que era acumular hechos virtuosos, prácticas indulgenciadas, etc. para ir aumentando la perfección y llegar a la santidad. Una lectura del libro de Gustavo Gutiérrez sobre Job, “Gratuidad de Dios”, me abrió la puerta para ir entendiendo que al llegar a la presencia del Dios de la Vida diciéndole: “No tengo aceite en mi lámpara.... pero mi alma está sedienta de Ti, como tierra reseca, agostada, sin agua...”, al Dios del amor, que no cuantifica, le agradaría. En la parábola evangélica las jóvenes que no entraron a la boda fue porque no supieron esperar en la misericordia, y se fueron a buscar aceite. Si al llegar el Esposo hubieran estado ahí, con toda seguridad hubieran oído: “Si estás, adelante, has permanecido fiel esperándome, yo soy tu Vida y tu Gracia”. Se trata de estar. 35
Cuando pasé por el monasterio de Santo Domingo, de Zaragoza, una vez realizada la unión de comunidades, encontré camillas, sillas de ruedas, la alegría de un coro pleno, fraternidad. El mundo tal vez dijera: “Aquí poco se puede esperar”. Si yo les hubiera pedido mostrar sus lámparas, tal vez no hubiera demasiado aceite. Pero ahí estaban, presentes. Después de aceptar un éxodo, un paso del mar Rojo, y siguiendo adelante... el Esposo llegará y entonces la “ciudad no tendrá necesidad de sol que la alumbre, Él es la Luz que ilumina todo”.
Fr. Carlos, en la meditación de las 10,30 puso sobre la mesa un frasco de perfume. Era lógico que iba a hablarnos de María Magdalena. Aunque a la María del perfume los exegetas no acaban de identificar, el caso es que la Orden de Predicadores desde el capítulo de Venecia de 1297, siempre ha tenido a María Magdalena como una protectora especial. Ordenó rezar en su fiesta con categoría Totum Duplex (como S. Juan Bautista o San Pedro y San Pablo, entonces) y el Maestro Humberto de Romans dijo de ella palabras de encomio singulares. Rilke descubrió un volumen del siglo XVII que dice: “El amor acerca y une, el pecado aleja y separa, el amor penitente participa de ambos dos.” Impresiona ver en el Evangelio cómo Jesús mira, considera y trata a la mujer. Incluso de la adúltera, Juan Pablo II dijo: “A esa mujer se la suele dejar sola con su pecado, mientras el hombre desaparece y... quién sabe si tenía también una piedra para lanzarle”. Una piedra en la mano indica un corazón de piedra. ¿Quién es más culpable, el que peca por la paga o el que paga por pecar? Atravesar resuelta la sala de los convidados al banquete de Simón el fariseo, lavar con lágrimas los pies de Jesús y ungirlos con el perfume, supone una idea-fuerza que no repara en nada con tal de hacer evidente la gratitud y el amor de esa mujer. Dijo Pascal: “El corazón tiene razones que la razón no entiende”. Jesús salió en su defensa y le prometió que ese hecho sería alabado a lo largo de los siglos. Por eso también desconcertó en la última Cena que Jesús lavara los pies a sus discípulos, máxime por lo que significaba en aquella cultura el servicio de lavar los pies. “Donde está tu tesoro allí está tu corazón”. Porque amó mucho, mucho se le perdonó y nuestra Orden la considera su segunda patrona, “la apóstol de los apóstoles”, por ser la primera que anunció que Jesús había resucitado. Demos gracias a Dios por esta mujer que nos impulsa al amor total por el Maestro y a opciones radicales. Hay dos clases de hermanos que no progresan en el amor: - los que sólo hacen lo que les mandan. - los que no hacen lo que les mandan. Exposición de arte Al final de esta mañana pudimos tener una experiencia artística digna de ser contada. El P. Alfonso Salas op, nos fue mostrando las diversas figuras que a lo largo de los años ha ido creando, a base de modelar materiales diversos y plasmar en ellos toda una meditación sobre temas que supo reflejar con hondura.¡Cuántas maneras hay de crear belleza, meditación y posibilidades de contemplación! En cada peana estaba escrito el título de la figura que sostenían. Impresionante las tituladas “Abismo” y “¿Por qué?”. Había también hermosas acuarelas de Berceruelo op, y dos cuadros de Secundino Martín (1956).
Tarde Por la tarde, la meditación de Fr. Carlos fue sobre Juan Evangelista. 36
El P. Lagrange op, dijo de él: “Sólo quien puso la cabeza en el pecho del Señor y recibió a su Madre en casa, es capaz de llegar a repetir machaconamente: Amaos, amaos los unos a los otros”. Aquel Juan que propuso hacer llover fuego del cielo contra los samaritanos por su falta de acogida, y de aspirar a “vicepresidente” en el Reino, en un principio “fue llamado por Jesús para que estuviera con El... y luego enviarlo a predicar”. Y siguiéndole a Él, estando con Él, caminando con Él, reflexionando en sus signos, llegó a penetrar que Él nos ama con amor de amistad, de benevolencia, que exige comunicación. Más tarde, Juan solicitaría del cielo para Samaría el fuego del Espíritu Santo, y enseñaría que el primado al que estamos llamados es el de la caridad, que los signos llevan en su entraña el mensaje de Jesús, y que borra éste para siempre la idea de si “son de los nuestros o no son de los nuestros” los que los hacen.
Día 9 de junio – Mañana La Eucaristía fue presidida por Fr. Mariano, y concelebró también este día el P. Prior, Fr. Emilio García, op. En la homilía nos habló el P. Mariano de que el sermón de la montaña es la presentación de la Ley Nueva, sin ruptura alguna con la Ley Antigua, promulgada por Jesús para darle cumplimiento y plenitud. No se trata de amar como a nosotros mismos, sino como Jesús nos ama. Lo novedoso es que se ha cumplido plenamente en Él. La Ley Nueva es Gracia, es Cristo en nosotros y suscita en nosotros capacidad para realizar lo que la ley propone. La caridad radica en nuestro corazón y el Señor teje en él la capacidad en forma gratuita. Con fuerte rigidez nos aferramos a cumplir las pequeñas normas y sólo cuando se deriva en ello la prolongación del amor a Dios y a los hermanos son entonces todo amor y una expansión del amor.
En el ofertorio hicieron la ofrenda las tres Madres Federales, mientras en el ambón leía pausadamente Sor Mª Luisa Navarro, op (Orihuela), el siguiente poema compuesto por ella misma, con música de fondo en el órgano, de “La Misión” (Ennio Morricone):
A TU CORAZÓN LLEVAMOS HERIDAS VIEJAS Y NUEVAS, TODAS POR TI CONOCIDAS, LA DEL AMOR, LA DE LA MUERTE, LA DE LA VIDA... A LA HERIDA DE TU AMOR, QUE SE HIZO LLAMADA UN DÍA, Y ATRAYÉNDONOS A SÍ
37
VA CURANDO POCO A POCO TODAS LAS DEMÁS HERIDAS, A ESA HERIDA HOY TRAEMOS LOS GOZOS, LAS ESPERANZAS, LAS PENAS, LAS ALEGRÍAS. ¡TODO AMOR, TODA MUERTE, TODA VIDA! CON ARDIENTE AMOR DE ESPOSA, FIEL ESPERANZA DE MADRE, Y LA CONFIANZA DEL HIJO, EN TU CORAZÓN AMANTE SEMBRAMOS HOY: ¡TODA HERIDA, TODO AMOR, TODA MUERTE, TODA VIDA! ¡TRANSFÓRMALOS POR TU GRACIA EN RESPLANDOR DE TU GLORIA, TRANSPARENCIA DE TU HIJO QUE ES: LA COMPASIÓN DE TU AMOR, LA VICTORIA DE LA MUERTE Y LA VIDA DE LA VIDA!
En la meditación de la mañana, Fr. Carlos nos dio el mensaje del apóstol Pablo: “¡Ay de mí si no evangelizara!... ¡Que todos sepan que Dios es un solo Señor!” ¿A qué se debe el cambio de Saulo en Pablo?: “Porque fui alcanzado por Cristo Jesús”. He ahí una gratuidad que le cambia la estimativa y la vida entera. Se percata que la ley es un modelo externo de salvación que no puede cumplir, que los diez mandamientos están como ley natural en el fondo del corazón, puesta por Dios. Pero 613 mandamientos, a base de 365 negativos y 248 positivos ¿quién puede conocerlos todos y cumplirlos bien? Un cumplimiento de normas, meticuloso y estricto puede simultanearse con una vida egoísta y cerrada. A Pablo le interesa Cristo, su fidelidad, la de su pueblo y la del mundo entero. Con ese objetivo no le importan las persecuciones y sufrimientos, es el amor de Cristo el que le guía y el que le sostiene. “Nada podrá separarnos del amor de Cristo”. Hay que leer muy despacio y compartirlo, I Cor. 13, y en la segunda parte sustituir la palabra amor por nuestro nombre. Hoy el apóstol nos deja ese mensaje. Si nuestro nombre queda bien encajado en los puntos suspensivos, estaremos en el amor de Cristo: “... es paciente, es servicial; ... no es envidiosa, no hace alarde, no se envanece, no procede con bajeza, no busca su propio interés, no se irrita, no tiene en cuenta el mal recibido, no se alegra de la injusticia, sino que se regocija con la verdad; ... todo lo disculpa, tiene una confianza ilimitada, nunca pierde la esperanza, todo lo soporta... no pasará jamás”.
Tarde La Virgen María fue el tema de la última meditación de estos Ejercicios. Tema inefable, a la vez cercano y arcano, afortunadamente imprescindible para nuestra vida, que la 38
sabe Madre, la invoca como Madre y con toda normalidad piensa en ella como Madre de Dios y Madre nuestra. Pero no debemos olvidar que son casi cuatro siglos los que se tardó en definir el dogma. Dios es eterno y hace todo conforme a su ser. El obrar sigue al ser y Dios lo hace desde la eternidad y para la eternidad. Nosotros estamos en el tiempo y captar eso es difícil. Dios también ve, prevé y provee. Dios, pensando en María, la preparó y nos la dio para que le tuviéramos a Él entre nosotros: Emmanuel. Se derriba en ella el muro de la Ley, el muro del Templo, y reflexionando en profundidad la vamos adivinando ya en Abraham, Isaac, José, David, siendo intercesores o en el desgarro por la muerte del hijo; en Elías con su celo por la fe del pueblo de Dios; en Rut con el sí del olvido propio; en María Magdalena, con la ansiosa búsqueda de Jesús; en el apóstol Tomás y su prima Isabel, con la fe en el Dios y Señor... “Bendita tú, que has creído”. María, en su Magnificat recoge estas voces del Antiguo y Nuevo Testamento: y “Mi alma engrandece al Señor...” lo pronuncia en nuestras propias vidas por todo lo que vamos recordando que se ha hecho en ellas al caminar por las sendas del Señor. Finalmente, y dando gracias, concluyó con la oración que compuso el Maestro de la Orden, Fr. Manuel Suárez op, consagrando la Orden a María. Asimismo repartió a cada monja una medalla que trajo del Convento de Santa Sabina de Roma, donde tanto oró Santo Domingo por las monjas. Era de la Virgen del Rosario por un lado y de nuestro Padre Santo Domingo por el otro. Estaban, además, bendecidas por el Santo Padre. Muy gozosas y agradecidas fuimos pasando todas a recogerla.
Aquella tarde se adelantaron las Vísperas a las 6,30, ya que se iban a prolongar porque Fr. Carlos quiso darles una estructura distinta. Comenzaron con el himno y la salmodia, como de costumbre, ante el Santísimo Sacramento expuesto. La lectura breve, sobre “Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por los amigos...” “De modo que todo lo que pidáis al Padre os lo conceda”. Después del Magnificat, las preces se hicieron en forma muy distinta. Fr. Carlos las inició con la siguiente monición: “El Señor está presente entre nosotros, entregando el Cuerpo entero. Le hablaremos en voz alta en relación con el lema de nuestra vida, descubriéndonos ante El, y expresándoselo de nuevo”. Debíamos llevar en la mano cada una la estampa que previamente se nos había repartido para escribir en ella nuestro lema de toma de hábito o profesión y, en procesión, llegar hasta la Custodia y hacerle la plegaria que cada una desde el fondo de su corazón le sugería aquel lema del pasado en función del momento presente. Debía hacerse en voz alta, que quedaba inaudible para todos los demás, al estar cantando la antífona del Magnificat
39
intercalada entre versículos del evangelio de San Juan, especialmente del Sermón de la Cena. Así fuimos pasando todas yendo los tres frailes al final. Estos signos iban grabando más hondamente en nosotras el mensaje de los Ejercicios y la convicción de que la fuerza de Cristo se haría más viva en la medida que “ensanchara nuestro corazón”.
Día 10 de junio Última Eucaristía de los Ejercicios. Presidió el Padre Maestro, era la conmemoración del Bto. Juan Dominici op, fundador del convento de Venecia y promotor en la Orden de reformas muy importantes. Gran figura que nos resulta muy orientadora y sugerente en el momento actual. En los primeros tiempos de nuestra fundación, a medida que la Orden prosperaba en todos los campos, iba apareciendo cierto aburguesamiento y un orgullo institucional y personal, que dejaba paso al ansia de poder y de cargos. Catalina de Siena, Raymundo de Capua y Juan Dominici, fueron providenciales para contener aquellas aguas turbias que se hicieron cenagosas después de la peste negra que flageló Europa. Nuestros tiempos ¿qué clase de tiempos son? Se hace muy necesario creer en la Resurrección. Tiempo de elecciones, guerras constantes, explosiones, genocidios, corrupción. Vivimos en un contexto apocalíptico y suena ante nosotros lo mismo que oyó el pueblo escogido ante la tierra prometida: “Hoy pongo ante ti la vida o la muerte...”. Hay que elegir. La elección está entre el ser o la nada. Cristo resucitado nos ha dado capacidad positiva de opción y hemos de vivir en la esperanza de que “nada podrá arrebatarnos del amor de Cristo”. El mismo Pablo VI tiene una frase en su testamento que dice: “La Iglesia me ha arrancado de mi selvático egoísmo...”. Y Benedicto XVI afirma: “Jesucristo cambiará nuestro corazón. Jesucristo es nuestra paz”. Fr. Carlos concluyó: “Entonces atravesaremos como saeta de paz esta época apocalíptica”.
En el ofertorio tuvimos una novedad muy grata, desde el fondo de la Iglesia fueron avanzando en procesión, y en parejas, las ejercitantes de color, al ritmo de una danza africana 40
cuya letra iban cantando, y al llegar al altar entregaban sus dones. También en el lavatorio de las manos, Fr. Carlos llamó a las Prioras Federales e hizo este servicio a las tres. Al concluir la Eucaristía, desde el ambón, Sor María Carmen López Delgado op, (Sant Cugat), leyó en nombre de toda la asamblea, y firmada por dichas Prioras Federales, la siguiente carta: Querido Fray Carlos: Acabamos de celebrar la Eucaristía, la Acción de Gracias a Dios y deseamos continuar unos momentos verbalizando en voz alta lo que hemos dicho al Señor: Nuestra gratitud por Vd. Estamos en la presencia de Aquel ante cuyos ojos todo está patente; también los sentimientos de nuestros corazones: Sentimientos de amor y agradecimiento. Hoy es 10 de junio, no el recordado 15 de agosto de 1217, pero ha llegado el momento de la dispersión para anunciar a las hermanas lo que aquí hemos visto y oído y vivido y, Dios lo sabe, tal vez para seguir fundando conventos, para fusionarnos…; para crear comunidad, seguro. Eso siempre. Vd. Padre, a lo largo de estos años, como Sto. Domingo, muchas veces nos ha hablado de los trabajos de la Orden, de las urgencias de la Iglesia, de los hermanos que necesitan ser evangelizados, del fuego que hay que reavivar con la más gozosa fidelidad mientras bebemos la copa de vino de la fraternidad y comemos, aunque sea con cucharas de palo, de la mesa de una única MISIÓN: Buscarle en el silencio. Pensar en Él. E invocarle de tal manera que… Durante estos nueve años Vd. nos ha demostrado una constante dedicación, un gran interés, una precisa comprensión de la importancia de nuestra vocación dentro de la Orden junto a un afecto efectivo que ha enjugado muchas lágrimas y resuelto o iluminado muchas dificultades; el Señor, Ntro. Padre y Vd. saben cuántas misiones y proyectos ha alentado y bendecido, cuántas faltas absuelto y cuánta entrega y amor esparcido por nuestros monasterios en documentos, cartas, entrevistas… Esta mañana recordamos en su presencia lo que nos ha dicho repetidamente: MOSTRADNOS LA ORDEN, y ha sido Vd. quien nos ha ido alentando, revelando momentos históricos y sugiriendo posibilidades de futuro según el estilo y el corazón de Domingo, itinerante de Dios. Nos ha dicho repetidamente: REAVIVAD EL FUEGO DEL AMOR PRIMERO y para ello nos ha enardecido con su palabra y su cercanía. Nunca nos ha pedido o indicado nada sin que nos proveyera de elementos para llevarlo a cabo.
41
Por eso hoy nos tiene a todas juntas y unánimes —lo ha podido percibir— compartiendo la mesa del Pan de la Palabra y de la Eucaristía, del amor fraterno y de la búsqueda conjunta de la voluntad de Dios desde la ANCHURA DE CORAZÓN, como tantas veces nos ha dicho estos días. Mírenos, Padre Maestro: Somos monjas de todo el mundo; monjas de las tres Federaciones. Estamos aquí. Hemos mirado en el pozo de Domingo y visto en el fondo la misma estrella de esperanza y bebido de la misma agua, reconociendo en cada una la vocación común; hemos visto el agua de manantial del pozo de la beata Juana y hemos reconocido unas en otras esa otra agua que salta hasta la vida eterna y que es la gracia que todas por igual estamos llamadas a predicar. Este año la Orden celebra el año de la MISIÓN, el 5º centenario de la llegada de los primeros frailes a La Española, hoy dolorida en Haití. Le aseguramos nuestra plegaria por sus intenciones, por el Capítulo general, por todos aquellos deseos que, como Maestro de la Orden, lleva en el santuario de su corazón. Padre Brian, P. Mariano, en Vds. hemos reconocido en estos días a esos frailes a cuyo cuidado espiritual Ntro. Padre nos encomendó, a la vez que nos pedía que entregáramos la vida por la fecundidad de su predicación: “… de tal manera que la Palabra que sale de la boca de Dios no vuelva a Él vacía sino que haga su voluntad y cumpla su encargo”. P. Carlos, Vd. nos ha amado mucho y, por eso, como se decía de Ntro. Padre, es por todas nosotras amado. Sepa que Vd. nos trae la presencia de Domingo de Guzmán a nuestro lado. Con el tiempo, fray Carlos Azpíroz podrá dejar de ser Maestro de la Orden de Predicadores, pero no dejará de ser para las monjas, un maestro de espiritualidad evangélica y dominicana; un hermano querido que nos siga acompañando y exhortando con su palabra y su ejemplo de vida. Por eso en esta mañana de regresos, renovadas, damos gracias a Dios y a Sto. Domingo por Vd. y por su quehacer con nosotras y por nosotras. Que la dulce Virgen María, Madre de la Orden, Madre de la Misericordia y Reina del Stmo. Rosario interceda ante el Señor Jesús por Vds. como se lo hemos pedido durante estos días y lo continuaremos pidiendo.
Quedaba un último signo como broche de los Ejercicios. Por indicación de Fr. Carlos salimos todas en procesión cantando la Salve Dominicana, en dirección a la iglesia de San Sebastián, que está enfrente, cruzando la plaza y subiendo las gradas que acceden a su recinto. Allí, con toda su iluminación y adornos florales nos esperaba el Párroco, Fr. Basilio Cosme op, que lleno de gozo y cordialidad nos recordó que estábamos pisando el mismo lugar en que a Domingo de Guzmán se le hizo hijo de Dios y esa gracia en germen, la cultivó con tal fidelidad que llegó a ser Padre de predicadores y predicadoras hasta ochocientos años después. La iglesia estaba muy bien restaurada y conservaba algunos elementos y partes del tiempo de Santo Domingo. Un gran aplauso acogió sus explicaciones y fuimos saliendo después del canto del O lumen llenas de gratitud y alegría. 42
En el desayuno íbamos despidiéndonos de todos y sucediéndose detalles fraternos entrañables. El P. Prior obsequió a cada comunidad con un póster que recogía los nueve modos de oración de Santo Domingo, y el alcalde de Caleruega con un video de sus paisajes, elementos religiosos y artísticos de la ciudad, también para cada comunidad. Los autobuses contratados por las diferentes Federaciones estaban ya esperando que subiéramos las viajeras y en ellos fuimos acomodándonos. Entonces se acabó de demostrar la unión que habíamos vivido todas las monjas españolas en aquellos días. Las que no se habían percatado de que ya estábamos en los autobuses, subían para abrazarnos allí. Lo mismo hicieron Fr. Carlos, Fr. Brian y Fr. Mariano, que en breve iban a viajar también... La carretera se abría ante nosotras con una gran belleza en el paisaje; al ser el mes de junio, el verde
suavizaba llanuras inmensas y pequeñas colinas, pues el trigo aún no había alcanzado su dorada sazón. ¿Cuántas espigas de aquellas serían un día Eucaristía? También había una elección amorosa sobre ellas y unos destinatarios para ese Pan de Vida, que el paso de los días iría concretando y... saltando hasta la vida eterna. Nos llevábamos en el corazón una siembra tan buena que el sedante, sereno y firme paisaje nos invitaba a que no fructificara en menos del ciento por uno... ¡Creamos en Jesús Resucitado!. Nos queda resaltar, en lo que respecta a la Federación de la Inmaculada, los transbordos fraternales de nuestro viaje. Al ir a Caleruega: Por Torrente de Valencia, Sant Cugat del Vallès de Barcelona, Santo Domingo de Zaragoza. Al regresar: Por Santa María del Pilar de Zaragoza, y Torrente de Valencia. A las de Barcelona, nos puso la compañía de autobuses desde Zaragoza un coche de ocho plazas hasta Sant Cugat del Vallès. En esos monasterios, pues, la acogida y las atenciones fueron del capítulo 13 de I Cor., aparte de los ágapes y viandas para el viaje. ¡Gracias, queridas hermanas! Y ya sólo queda expresar la enorme gratitud de todas las ejercitantes hacia Fr. Carlos, Fr. Brian y Fr. Mariano, los hermanos y hermanas de Caleruega y el personal de servicio (a quienes aplaudimos en la última cena); a nuestras Federaciones por su organización y facilidades, y a nuestras comunidades de origen por el regalo que nos hicieron de desprenderse tantos días de nosotras, repartiendo gustosas entre las que quedaban nuestras tareas individuales. “Ecce quam bonum et quam jucundum habitare fratres in unum...” Sor Mª Araceli Abós Ara, op Sant Cugat del Vallès (Barcelona) 43
CONGREGAZIONE PER GLI ISTITUTI DI VITA CONSACRATA E LE SOCIETÁ DI VITA APOSTOLICA
Vaticano, 22 de mayo de 2010 Vigília de Pentecostes Prot. n. 14312/2007
Reverendo Padre Fray Carlos A. Azpiroz Costa, O.P. Maestro General de la Orden, Reverendas Madres y Hermanas, con la fuerza del Espíritu Santo, que hemos acogido con fe viva y orante en la Solemnidad de Pentecostés, me es grato dirigir mi saludo a todas las Monjas O.P. llegadas a Caleruega de las tres Federaciones de España y a las Madres y Hermanas llegadas a Roma de las Comunidades de las Monjas presentes en Italia.
El tiempo que os disponéis a vivir, guiado por el Reverendo Padre Fray Carlos Azpiroz Costa, Magister Ordinis Predicatorum, estará dedicado a la reflexión sobre la identidad contemplativa de la vida religiosa en el estilo de Domingo de Guzmán. Me complace recordar, queridas Hermanas, que vosotras estáis en el corazón de la Orden dominicana: Santo Domingo, en efecto, antes de morir "confió a las monjas como parte de la misma Orden al cuidado fraterno de sus hijos" (LCM 1 § I). La primera comunidad dominicana que fundó fue para las monjas de Prouille y una de sus últimas preocupaciones fue la construcción del monasterio en Bolonia: "Es absolutamente necesario, hermanos, construir un convento de monjas, aunque eso pudiera significar dejar temporalmente el trabajo en nuestro propio convento" (S. Tugwell (ed.), Early Dominicans: Selectd Writings, 396).
Esto nos dice que la reciprocidad fraterna está en el corazón de la Orden y desde ese lugar sagrado vosotras estáis llamadas a la contemplación entendida como vida de relación plena.
En orden a Dios. De modo especial la vida de las monjas está plasmada completamente por la búsqueda de Dios, una búsqueda que lleva al encuentro con
44
Él. Buscáis a Dios en el silencio y en la oración, en el estudio y en el diálogo, en la soledad y en el amor. Con los dones del corazón y de la mente os ponéis siguiendo las huellas de Dios para contemplarlo, deseándolo según la intensa expresión de Santa Catalina de Siena "El deseo mismo es oración". El Liber Constitutionum Monialium, 101 § II, llama de modo especial a las monjas a buscar a Dios a través de la scrutatio de las Escrituras. Quiero releer con vosotras un vivo comentario que P. Timothy Radcliffe - siendo Maestro general de la Orden - dedicó a la experiencia del estudio de la Palabra, como fundamento de la vida de contemplación: "Si la Palabra está llamada a tocar y a transformar todo lo que somos, hemos de llevar a ella todos los aspectos de nuestra humanidad: nuestra inteligencia, nuestras emociones, nuestro sentido de la belleza, nuestra experiencia, nuestras dificultades y esperanzas [...]. Mediante la Palabra meditada juntas viene transformada nuestra vida común. Cada monja puede tener intuiciones personales que ofrecer" (T. Radcliffe, Carta a las Monjas, 2001, 29 de abril). El Señor le dice a Catalina: "Cierto, habría podido dotar al hombre de todo lo necesario tanto para el alma como para el cuerpo, pero quise que cada uno tuviera necesidad de los otros" (Catalina de Siena, Diálogo de la Divina Providencia, 7, 46). Esta verdad nos abre a la necesidad de contemplar juntos la Palabra para mejor comprenderla: nos abre a la humildad de la escucha común y recíproca. La Palabra de Dios nos conduce gradualmente a la Veritas al estilo dominicano. La verdad es una ulterior, continua búsqueda de Dios, una llamada a ser mujeres que escuchan con atención y viven según la verdad escuchada con la claridad en la mirada y en las obras: "El que obra conforme a la verdad se acerca a la luz, para que se ponga de manifiesto que sus obras han sido hechas en Dios", (Jn 3,21). Pero para vivir en la verdad hace falta formarse en la Ventas también por medio del estudio asiduo de la Escritura y de la Teología según el amor porque "el conocimiento depende del amor. Y amando, el alma busca seguir la verdad y revestirse de ella" (Catalina de Siena, L. cit, 1, 29).
El habitas contemplativo, por último, ordenado a Dios abre la inteligencia amorosa sobre el mundo. La contemplación, sin alienaciones y separación, practicada según el estilo de Santo Domingo abre a la compasión. Esta virtud del corazón es parte integrante de vuestra identidad con ella participáis en el carisma de
45
Santo Domingo "de sostener a los pecadores, a los desamparados y afligidos en el santuario más íntimo de la compasión" (LCM 35 § 1). La compasión se hace así auténticamente contemplativa, según la intuición dominicana, porque ofrece una visión clara y una percepción profunda de la presencia de Dios en las heridas de la humanidad. El P. M. D. Chenu amaba decir: «Podéis entrar en la Orden de los Predicadores mediante dos puertas: la apostólica y la contemplativa" porque el carisma dominicano vive en profunda unidad la contemplación y la misión. El tiempo que os disponéis a vivir sea pues tiempo propicio para avanzar en el conocimiento del Misterio de Dios: "Al justo que huía de la ira de su hermano, ella lo guió por senderos rectos; le mostró la realeza de Dios, y le dio el conocimiento de las cosas santas" (Sab 10,10).
Me es grata la ocasión para saludar con viva cordialidad al Maestro General de la Orden, el Reverendo P. Fray Carlos A. Azpiroz Costa, mientras imploro sobre cada Hermana y sobre cada Convento O.P. la gracia de la conversión en la Verdad. Os bendigo en Cristo.
Franc Card. Rodé, C.M. Prefecto
46
FRATRES ORDINIS PRAEDICATORUM CURIA GENERALITIA
Prot. 70/10/533 Inter Federación (España)
Roma 12 de junio, 2009 Memoria del Corazón Inmaculado de María Sor María del Carmen
RODRÍGUEZ
OP Priora Federal Federación Santo Domingo
Sor María Teresa GIL MARTÍNEZ OP Priora Federal "Federación de la Inmaculada"
Sor María Josefina
MORALES PULIDO OP
Priora Federal "Federación de Ntra. Sra. del Rosario"
Muy queridas hermanas: Un saludo fraterno desde Roma adonde he llegado anoche procedente de Madrid. ¡Dios sea bendito por los días compartidos en Caleruega, cuna de Nuestro Padre Santo Domingo! Como lo he adelantado hace un año ante las monjas de la Federación de Santo Domingo reunidas en Asamblea, ahora os escribo para agradecer vuestra presencia y la de tantas hermanas en los Ejercicios Espirituales que han culminado en la iglesia parroquial donde Santo Domingo recibiera el don de la gracia bautismal que conservó hasta su muerte. A partir de aquellos inolvidables días en septiembre de 2003, e inspirado por dicha experiencia, en estos últimos siete he deseado predicar ejercicios a nuestras contemplativas en diversos países y para diversas regiones: Italia (2004); M é x i c o (2005); Estados Unidos (con participación de monjas de Canadá); Argentina (con participación de monjas de Brasil y Chile en 2006) y Perú (con la participación de monjas de Colombia y Ecuador) [2006] y finalmente Francia (2008). Estos encuentros me han enriquecido sobremanera y me han permitido conocer más de cerca el paisaje interior de nuestros monasterios y de nuestras monjas. Volver a Caleruega, constatar vuestra presencia, generosidad y la de tantas hermanas ha sido para mí una bella oportunidad al terminar el mandato que los hermanos me han confiado en julio de 2001. Os escribo estas líneas a la luz de todo lo vivido y meditado en estos días y habiendo releído con vosotras -en el momento de las comidas (para quienes comíamos en la Casa de Ejercicios de los frailes)- la Exhortación Apostólica Gaudete in Domino y la Meditación ante la muerte de Pablo VI; las catequesis de Benedicto XVI dedicadas a Nuestro Padre Santo Domingo, San Alberto Magno y Santo Tomás de Aquino; el texto de las Cartas a las monjas con las cuales fray Damián Byrne (1992) y fray Timothy Radcliffe (2001) se
47
despidieron también al culminar sus respectivos mandatos. Esos textos nos han inspirado ayudándonos también a dilatar nuestros corazones según el tema principal de los ejercicios: «Correré por el camino de tus mandatos cuando me ensanches el corazón» (Salmo 118, 32). Una vez más el paisaje de Caleruega nos ha enseñado de alguna manera el temple de Santo Domingo: luminosidad, transparencia, amplitud de horizontes, solidez de roca. Queridas hermanas, gracias también por vuestro generoso donativo en favor de diversas presencias y necesidades de la Orden. Más allá de los tiempos que todo oficio trae consigo, cuenten conmigo como todos los frailes predicadores cuentan con vosotras, contemplativas ¡en el corazón de la Orden y de la Iglesia! Os exhorto a seguir dando pasos en las relaciones entre las tres Federaciones. Conocéis los enormes desafíos que os esperan, entre otros: la conformación de las comunidades, la formación inicial y permanente, la renovación de la vida contemplativa. Confío en vosotras y os vuelvo a pedir: ¡Enseñadnos la Orden! Os bendice y pide vuestro recuerdo en la oración. Fraternalmente en la Inmaculada Virgen y Señora del Rosario, Nuestro Padre Santo Domingo y la Beata Josefina Sauleda Paulis.
y y Carlos A. Azpiroz Costa OP Maestro de la Orden
48
Los limpios de corazón Verán
a
dios…
Sor Mª Leonor Aliaga García Saint-Paul, de la Comunidad de Santa Catalina de Siena, en Córdoba (Argentina), el día 12 de marzo. Tenía 82 años de edad, y ha vivido 36 años consagrada al Señor por la Profesión religiosa. Sor Matilde Torres Romano, de la Comunidad de Santo Domingo de Guzmán, en Zaragoza, el día 21 de marzo. Tenía 97 años de edad y ha vivido 73 años consagrada al Señor por la Profesión religiosa. Sor Rosa Aramayo Alcérreca, de la Comunidad de la Inmaculada del Maule, en Yerbas BuenasLinares (Chile), el día 3 de abril. Tenía 96 años de edad, y ha vivido 71 años consagrada al Señor por la Profesión religiosa. Sor Mª Isabel García Romano, de la Comunidad de Santo Domingo de Guzmán-Zaragoza, el día 9 de mayo. Tenía 89 años de edad, y ha vivido 69 años consagrada al Señor por la Profesión religiosa. Sor Mª Isabel Parera Galmés, de la Comunidad de La Inmaculada-Torrent, el día 11 de mayo. Tenía 87 años de edad, y ha vivido 61 años consagrada al Señor por la Profesión religiosa. Sor Mª Ascensión Martorell Medina, de la Comunidad de Sant Domènec, en Sant Cugat del Vallès (Barcelona), el día 24 de mayo. Tenía 90 años de edad, y ha vivido 65 años consagrada al Señor por la Profesión religiosa. Sor María Pina Valero, de la Comunidad de Carcagente (Valencia), que actualmente residía en la Comunidad de la Inmaculada-Torrent (Valencia), el día 24 de mayo. Tenía 76 años de edad, y ha vivido 56 años consagrada al Señor por la Profesión religiosa.
Familiares - D. Víctor Sánchez Servet, hermano de Sor Ana Carmen, de la Comunidad de Santa Catalina de Siena, en Paterna-Valencia, el día 14 de marzo. - D. Silvestre Cuadrado, padre de Sor Natividad Cuadrado, de la Comunidad de Mendoza (Argentina), el día 20 de marzo. - Dª Encina Voces, madre de Sor Margarita Cuadrado, de la Comunidad de Calatayud (Zaragoza), el día 16 de mayo. - D. Francisco Valls Pont, hermano de Sor Inés, de la Comunidad de Sant Domènec, en Sant Cugat del Vallès (Barcelona), el día 28 de mayo.
49