FEDERACIÓN DE LA INMACULADA MONJAS DOMINICAS TORRENT-VALENCIA (ESPAÑA)
Índice Página Poemas Agenda Federal Las Comunidades cuentan… * La Cruz de la JMJ - Burriana * Desde Sant Cugat del Vallès * 25 Aniversario del Monasterio de Atacama-Copiapó * Bodas de Plata: Mendoza (Argentina) Algunos testimonios: * Ana Carolina – Concepción (Argentina) * Sor Teresa M. – Xàtiva (Valencia) Recordando a Sor Francisca Nuestros difuntos
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Edita: Federación de la Inmaculada Concepción Apartado 20 46900 – TORRENT (Valencia) ESPAÑA IMPRIME: Federación de la Inmaculada Concepción Depósito Legal, V.733/1989 Abril, 2011 E-mail: secrefeinma@infonegocio.com Tel. 96-158 96 15
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Ofrezcan los cristianos ofrendas de alabanza a gloria de la Victima propicia de la Pascua. Cordero sin pecado que a las ovejas salva, a Dios y a los culpables unió con nueva alianza. Lucharon vida y muerte en singular batalla, y, muerto el que es la Vida, triunfante se levanta. «¿Qué has visto de camino, María, en la mañana?» «A mi Señor glorioso, la tumba abandonada, los ángeles testigos, sudarios y mortaja.
¡Resucitó de veras mi amor y mi esperanza! Venid a Galilea, allí el Señor aguarda; allí veréis los suyos la gloria de la Pascua. » Primicia de los muertos, Sabemos por tu gracia que estás resucitado; la muerte en ti no manda. Rey vencedor, apiádate de la miseria humana y da a tus fieles parte en tu victoria santa.
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Agenda Federal ACTIVIDADES DE LA PRIORA FEDERAL - Del 14 al 19 de febrero realiza la Visita oficial a la Comunidad de Santo Domingo-Zaragoza. - Los días 23 y 24 de febrero, preside el 29º Consejo Federal en la Casa Federal. - Del 7 al 12 de marzo, realiza la Visita oficial a la Comunidad de Santa Mª del Pilar-Zaragoza. - El día 30 de marzo visita la Comunidad de Santa Mª del Pilar y se reúne con las Prioras y ecónomas de las dos comunidades de Zaragoza.
MOVIMIENTO VOCACIONAL Comienza el Postulantado Ana Carolina De la Fuente, en Concepción – Tucumán, (Argentina), el 25 de marzo. Toma de hábito Teresa Martínez Beneito, en Xàtiva (Valencia), el día 20 de febrero. Profesión Solemne
Sor Angelina Cerda Campos, en Copiapó (Chile), el 1 de mayo.
VICARIA En el 29º Consejo Federal celebrado en la Casa Federal los días 23 y 24 de febrero, fue nombrada Vicaria de Argentina y Chile, Sor Mª Ángeles Martínez Moreno, actual Priora de la Comunidad de Copiapó (Chile). Agradecemos su disponibilidad y le deseamos una eficaz gestión.
PRIORATOS Sor Mª Carmen Fuertes Sintas fue postulada para otro trienio de Priora, el día 12 de marzo, en su Comunidad de Santa Catalina de Siena de Paterna (Valencia). La Santa Sede dio su confirmación el día 21 de marzo.
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TRANSFILIACIONES Sor Angélica Barahona Vera, perteneciente al Monasterio de Durán (Ecuador); y Sor Angelina Cerda Campos, de la Comunidad de Yerbas Buenas (Chile), ambas a la Comunidad de Copiapó (Chile), en el mes de marzo.
CELEBRACIONES Bodas de Plata Sor María Martha Fernández op, de la Comunidad de San Justo-Buenos Aires (Argentina), el día 24 de marzo.
OTRAS NOTICIAS
Los días 30 de abril y 1 de mayo, el P. Maestro de la Orden, Fr. Bruno Cadoré, se reunirá con las Prioras y Asistentes Religiosos de las tres Federaciones de España, en la Casa de Espiritualidad de los PP. Dominicos de El VedatTorrent (Valencia).
El día 18 de febrero, el Sr. Obispo de Segorbe-Castellón, Mons. Casimiro López Llorente, ejecutó el Decreto de Fusión de nuestras hermanas de la Comunidad de Corpus Christi de Vila-real (Castellón) con las de la Comunidad de Santa Catalina de Paterna-Valencia. Aunque ya se poseía el Decreto de Fusión, faltaba ejecutarlo el Sr. Obispo. Sor Mª Carmen Viveros Quipildor fue nombrada Responsable de la Página Web de la Federación, en el Consejo Federal del 23 - 24 de febrero.
Ya se puede acceder a la página Web:
http://www.inmaculadaop.com
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La Congregación para las causas de los santos concedió la autorización para realizar el
traslado de los restos de la Madre Teresita, de Daroca (Zaragoza), del monasterio a la iglesia conventual.
El documento que está escrito en latín, dice así: «El Excmo. y Rvdmo. Sr. D. Manuel Ureña Pastor, Arzobispo de Zaragoza, pidió a esta Congregación de las Causas de los Santos que los restos de la venerable Sierva de Dios Teresita del Niño Jesús (en el siglo: Felisa Pérez de Iriarte Casado) Monja profesa de la Orden de Santo Domingo, conservados en la Iglesia del Monasterio dedicado a Nuestra Señora del Rosario de la ciudad de Daroca, ubicada dentro de los términos de la Archidiócesis de Zaragoza, sean reconocidos y puedan ser trasladados a otro lugar de la misma Iglesia para satisfacer la devoción de los fieles. Esta Congregación, atendidas las peculiares razones expuestas en el documento adjunto, como una gracia de acuerdo a lo pedido, acepta benignamente la petición, siempre que se eviten todos los signos de culto público a la Venerable Sierva de Dios, observando además la Instrucción de esta Congregación, sin que haya nada en contrario que lo impida. Dado en Roma, en la sede de esta Congregación, el día 12 de febrero del Año del Señor 2010» Ángel Card. Amato, S.D.B. Prefecto Marcelino Bartolucci Arzobispo titular Mevaniensis Secretario
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LAS COMUNIDADES CUENTAN…
La Cruz que el Papa Juan Pablo II entregó en 1984 a los jóvenes para que presidiese las Jornadas Mundiales de la Juventud y la copia del Icono de María Salus Populi Romani que regaló en 2003 al final de la Misa del Domingo de Ramos, están recorriendo las diócesis españolas como preparación espiritual de la JMJ que se celebrará en agosto de este año en Madrid con la visita del Santo Padre Benedicto XVI, momento de gracia y de especial vigor para la Iglesia en España.
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Estos dos símbolos emblemáticos iniciaron su recorrido por la diócesis de SegorbeCastellón, en la parroquia de Barracas el día cinco de febrero, con la presencia del Obispo, Mons. Casimiro López Llorente, dirigiéndose posteriormente a Segorbe, Soneja y Vall de Uxò. El domingo seis fue a Nules y desde allí pasó a Burriana, ciudad en fiestas en honor de su Patrón San Blas, donde destacó este acto de los más jóvenes, que tendrán que ser testigos de Cristo Jesús en este siglo XXI. Dice el Papa en su Exhortación Apostólica Verbum Domini: «Los jóvenes son ya desde ahora miembros activos de la Iglesia, en ellos encontramos un deseo sincero de conocer a Jesús. Necesitan testigos y maestros, que caminen con ellos y los lleven a amar y a comunicar a su vez el Evangelio, convirtiéndose en auténticos y creíbles anunciadores » (n. 104). La recepción de la Cruz y el Icono tuvo lugar en la iglesia de Nuestra Señora de los Desamparados. Su párroco, D. Miguel Díaz Pla, pronunció la monición de bienvenida y tras una breve oración el Arcipreste, D. Eduardo García Salvador, párroco de Nuestra Señora del Niño Perdido de Alquerías, el Delegado de Pastoral Juvenil, D. Domingo José Galindo Matías y los demás sacerdotes de Burriana: D. Pedro Miguel Cid Requena, párroco de El Salvador; D. Francisco Tormo Llopis, párroco de Nuestra Señora de la Merced y D. Pascual Tomás Lluch Roca, párroco de María Auxiliadora, emprendieron la procesión hacia la Iglesia de la Sagrada Familia de las Monjas Dominicas junto con los fieles laicos. Al entrar en el templo se cantó “Victoria, Tú reinarás” hasta llegar al presbiterio donde una hermosa cruz de ramas verdes esperaba su llegada y un ramo de rosas color salmón al Icono de la Virgen María. La “Vigilia de la luz ante la cruz” la presidió D. Eduardo García y se desarrolló en tres partes. El párroco de la Merced comenzó con una breve monición en la que nos exhortaba a contemplar a Jesús, muerto en la cruz por nosotros, para llegar a conocer una verdad fundamental: “Dios te quiere”. Invitó a los presentes a encontrar en la Cruz el sentido de vivir y a no apartar el corazón de este misterio, “porque al contemplar a Cristo, somos contemplados por Él”. La primera parte se centró en el misterio de Cristo Crucificado, organizado por el Camino Neocatecumenal de la parroquia de La Merced; se proclamaron varios textos del Evangelio: Jn 19,26-27: «Ahí tienes a tu Madre»; Lc 23,33-34a: «Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen»; Mc 6,6-9: Misión de los Doce; Jn 18,11-12: «Arrestaron a Jesús y ataron sus manos », seguidos de reflexiones y breves pausas con cantos. En la segunda parte, organizada por la parroquia de El Salvador, se reflexionó en los crucificados de nuestro tiempo: niños inocentes, personas explotadas o maltratadas, enfermos solitarios, ancianos abandonados, desde el pasaje del Evangelio de San Mateo: 25,31-46: «A mí me lo hicisteis», y en el sufrimiento de María por su Hijo. En la tercera parte, dirigida por la parroquia de los Salesianos, nos centramos en la Cruz vacía, leyendo un texto del Evangelio
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de San Lucas: 23,50-54 sobre la Sepultura de Jesús, para meditar sobre la Resurrección y la Vida. Guardamos unos momentos de silencio y de oración personal, pensando en la Pasión del Señor, en nuestros hermanos “crucificados” que viven a nuestro lado y en María, la mujer del sí, disponible siempre para los demás. Se repartieron unas estampas con una foto de la fachada de la Iglesia del convento y el logotipo de la Jornada Mundial de la Juventud, donde estaba impreso el Himno de la Hora Intermedia del tiempo de Cuaresma “No me mueve mi Dios para quererte” (L.H. Vol. II, Pág. 344), con el cual se finalizó el encuentro, rezándolo todos juntos a una sola voz. Al finalizar el acto solicitaron voluntarios para transportar la Cruz peregrina y el Icono de la Virgen María hacia la salida del templo. Varios participantes, entre ellos algunas monjas, subieron espontáneamente para llevarlos hasta la puerta, mientras la asamblea cantaba “Santa María del Camino”. Fue una experiencia inolvidable de fe compartida y de fiesta cristiana para reforzar la comunión entre las diversas realidades diocesanas. La Cruz tiene una base para poder alzarla y ser trasladada en forma horizontal entre varias personas, sus medidas son 380x176 cm. y su peso 40 Kg. El Icono se encuentra apoyado en una estructura de sujeción para ser portada por cuatro personas. Sus medidas son 118x79 cm. y su peso 15 Kg. Junto a nuestra comunidad asistieron una nutrida representación de los Institutos de Vida Religiosa de la ciudad: Misioneras Dominicas del Rosario, Hermanas de Nuestra Señora de la Consolación, Monjas Carmelitas Descalzas, Carmelitas Descalzos y Salesianos. También estaban presentes del Camino Neocatecumenal y representantes de las Hermandades y Cofradías de Burriana, así como un gran número de cristianos, entre ellos muchos jóvenes de
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las diferentes parroquias de Burriana y Las Alquerías que conforman el Arciprestazgo de Nuestra Señora Virgen de la Misericordia. En el Evangelio de este quinto Domingo del Tiempo Ordinario el Señor Jesús invita a los apóstoles a ser «la sal de la tierra y la luz del mundo» (Mt 5,13-14). Sus discípulos, en esta época de la Historia, debemos dar un nuevo sabor al mundo y preservarlo de la corrupción con la sabiduría de Dios, que resplandece plenamente en el rostro del Hijo, porque Él es «la Luz verdadera que ilumina a todo hombre». Somos llamados a ser “testimonio profético”, que nuestra vivencia cristiana sea luminosa y coherente, el esfuerzo educativo en la fe sea cada vez más atento y generoso, que nuestras obras sean reflejo del amor de Dios y ser así luz del mundo y sal de la tierra. Pedimos al Señor que nos infunda confianza y sabiduría para llevar su Palabra y nos conceda ser testimonio de su amor a los hombres y mujeres de nuestro tiempo, con nuestros corazones orantes llenos de alegre esperanza. Vuestras hermanas de Burriana _____________________________________________
Desparramando vida Tú vas, Señor, desparramando vida en la pobre aridez del barro humano. Todo surco regado por tu mano es viviente canción de rubio grano. Tú conviertes la sed de pozos muertos en fuentes refrescantes de aguas vivas; y los desiertos, Cristo, que cultivas, florecen en tus manos compasivas. Llevas en Ti, Señor, todo el milagro de los huertos en flor, llenos de trinos; y cuando pasas Tú por los caminos, se estremecen de cánticos divinos. (Francisco Estrello)
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DESDE SANT CUGAT DEL VALLÈS Queremos compartir con vosotras tres temas, brevemente. Tan sólo porque sobresalen algo de la vida diaria y para nosotras ha supuesto un interés o una satisfacción especial.
MOSSÉN DOMINGO COLS Pocas de nosotras desconocemos sus cursillos, su maestría o sus cantos. Estos últimos, ya son de uso diario en nuestros coros. Por eso mismo su fallecimiento nos ha pillado desprevenidas y hemos valorado y sentido especialmente su labor y su ausencia, que cuando ésta se da es cuando más se valora al que se nos va. Pues bien, en esta comunidad tuvimos un contacto directo con él hace muy poco, concretamente en junio del año pasado, a raíz de una carta que le escribimos después de los Ejercicios que el Maestro Fr. Carlos Azpiroz nos dio en Caleruega a las monjas españolas. De esta comunidad fuimos cinco y quedamos gratamente impresionadas por las repetidas afirmaciones de Fr. Carlos respecto a la calidad y unión de nuestros cantos litúrgicos durante los Ejercicios. Transcribimos unas líneas de nuestra carta a Mn. Cols: «… comparativamente con otras reuniones en Caleruega, fue una grata sorpresa ver la unidad conseguida entre las 99 monjas españolas que asistimos. Es la primera vez que todo se ha realizado con sus melodías… y además de las dos organistas y la directora, que dominaban muy bien esa su Liturgia cantada, y las abundantes voces bien timbradas que muy unidas las interpretaban, en más de una ocasión el Maestro de la Orden exclamaba: ‘¿Cómo lo hacéis tan bien y tan unidas sin haber ensayado?’… ¡Gracias a Mn. Cols! pensábamos nosotras. Es como si el Señor hubiera dicho: Mucho ha trabajado por Mí, debe saberlo, y por eso le escribimos esta carta…» La carta fue contestada con una llamada telefónica muy agradecida y que rebosaba satisfacción. Estaba lleno de vida, de recuerdos y de interés, fue preguntando por diversos
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conventos de las tres Federaciones, quiénes eran las prioras y las organistas. Lógico, los conoce a casi todos. Nadie imaginaba que tan poco tiempo después se presentaría ante el Señor, que le diría como a nuestro Sto. Tomás: “Bien has escrito de Mí….” Pues precisamente al respecto queremos añadir que en un número del semanario “Catalunya Cristiana” del mes de enero, un articulista de temas litúrgicos, el obispo dimisionario Pedro Tena, que fue gran amigo de Mn. Cols, se refería a las preferencias espirituales del gran músico por Sor Isabel de la Trinidad y su Laudem gloriae. Decía Monseñor Tena que era difícil llegar a la intimidad de un carácter tan reservado y especial como el de Mn. Cols, pero que él se sentía movido a expresar que tenía una concordancia perfecta su obra musical con la necesidad íntima de glorificación trinitaria. Sin duda hemos orado por él todas y sabemos que será premiado en glorias accidentales sobre ese mismo tema con la magnificencia y amor del Señor.
ERMITA DE SANT DOMÈNEC
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Por estos territorios había una serie de ermitas que se encontraban en condiciones lamentables y por lo mismo, no aptas para ningún culto. La Penya Regalessia es una agrupación de buenos cristianos que decidieron restaurarlas y ser un contrapeso a la secularización creciente y falta de elementos religiosos en el contexto cultural del Vallès. En la Barriada de Santo Domingo, en plena ciudad de Sant Cugat, decidieron restaurar la ermita de Sant Domènec y un buen día vinieron a nuestro monasterio a preguntar si podríamos cederles una imagen de Santo Domingo que fuera adecuada a las medidas que presentaron. Se reunió la comunidad y pensamos que dos imágenes de talla que trajeron para la fundación las monjas de Palma, una de Santo Domingo y otra de Santa Catalina, y que ellas habían encargado y adquirido cuando estaban en Mallorca, resultarían dignas, en cuanto a Sto. Domingo se refiere, para hacer esa cesión. En el entretanto la ermita se concluyó y quedó muy digna y atrayente, situada en un montículo, con arboleda en derredor y bancos para sentarse junto a esa arboleda. El día de Ntra. Sra. del Rosario de 2010 se llevaron la imagen con gran alegría y de inmediato se procedió a las invitaciones para la inauguración, realizada con el patrocinio del Ayuntamiento, que envió al Teniente de Alcalde Sr. Xavier Escura y la bendición de la ermita por el párroco de Sant Cugat, Mn. Blai Blanquer. De todo nos enviaron las crónicas correspondientes y además la constatación de que el número de devotos que va a orar ante Santo Domingo va creciendo. Con estas informaciones, hemos reflexionado que parece una señal de que nuestro Padre Santo Domingo se complace en que las Monjas Dominicas estén en Sant Cugat, en una calle que el Ayuntamiento ha fijado como de la Mare de Déu del Roser, en una iglesia desde donde se transmite cada domingo la Misa de 10,30 por TVE para enfermos, impedidos y cuantos no pueden asistir a la celebración y, en fin, que en algo ha retrocedido el secularismo ambiental con el aumento de audiencia en esa Misa y de fieles a la ermita de Sto. Domingo.
BODAS DE DIAMANTE DE PROFESIÓN El 27 de diciembre último, fue un nuevo día de gozo dentro de la alegría navideña. Sor Adela López Folch, toda una institución en Sant Cugat, celebró sus Bodas de Diamante de Profesión. Muy querida por monjas y frailes (a los cuales les probaba los hábitos subida a una silla, dada su menuda estatura), todos esperábamos este día con auténtica ilusión. Precedió la noche anterior un pregón de la fiesta, en unas rimas domésticas que nos informaban de su próximo 90 cumpleaños, su monjío a toda prueba —desde Laudes a Completas en el coro—, su laboriosidad constante, su preparación esmerada para la Lectio compartida de cada viernes, etc, etc. El día de la fiesta quisieron compartir las solemnes Vísperas los PP. Dominicos, Gabriel Bauzá, Juan José Gallego, Justo Formentín y Fernando Solá, predicando todos tras la lectura breve y glosando lo que para nuestro monasterio supone Sor Adela.
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Ella, como cada día, aun no pudiendo sacar la voz, preparó sus cantos y registros, sin faltar detalle, pues “¡La Liturgia es una cosa muy grande…!” Sintoniza plenamente con la respuesta que nuestro Papa dio a Peter Seewald al preguntarle cuál es la mejor solución para el difícil momento actual, según el libro “Luz del Mundo” cap. 15: «La Iglesia se hace visible a los hombres en muchas cosas, en la acción caritativa, en los proyectos de misión, pero el lugar donde más se la experimenta realmente como Iglesia es en la Liturgia… que tiene el sentido de volvernos a Dios y de dar entrada a Dios en el mundo… a fin de que ocurra aquel cambio en el hombre que es el requisito más importante de todo cambio realmente positivo en el mundo…» Por si fuera poco, se cumplían 804 años de la fundación de las monjas en Prulla. O sea, el marchamo de Sto. Domingo daba aún mayor valor y sentido a este feliz aniversario de profesión. De nuevo ¡FELICIDADES, SOR ADELA!
Comunidad de Sant Domènec- Sant Cugat (Barcelona)
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25 Aniversario
del Monasterio de la Inmaculada de Atacama
Queridas hermanas: lo que a continuación vamos a referir quiere ser una crónica de la celebración de un acontecimiento que nos excede en el tiempo y en el espacio, pues tiene proyección meta-histórica. Se nos ha pedido que contemos cómo hemos vivido —aquí en el monasterio de la Inmaculada de Atacama, en Copiapó—, la celebración de «las Bodas de Plata» de nuestra presencia orante en esta región del Norte de Chile. Esta historia, como la mayoría saben, comienza hace más de 25 años, en 1983, cuando Monseñor Fernando Ariztía, obispo de Copiapó, visita la Casa Federal de Torrente, y se entrevista con la entonces Madre Federal Sor Ana María Primo, para proponerle la fundación de un monasterio de monjas contemplativas dominicas en su Diócesis. Sólo Dios sabe todos los hilos que Él —en su infinita misericordia— movió antes y después de la fundación para que la presencia orante tan necesaria en esta Iglesia chilena sea hoy una realidad, sostenida por la Providencia con pertinaz determinación... Pues bien, eso es lo que hemos celebrado: Que un día 11 de febrero del año 1986, llegaron a estas tierras seis monjas de nuestra Federación para incardinarse aquí, y morar y sentir desde el corazón de estas gentes; para latir, al unísono con ellas, oraciones que subieran a
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Dios, conectando así a la humanidad con el Eterno: Las monjas eran Sor Carmen Mª Martínez Gilabert, Sor Presentación Laparra, Sor Catalina Tello, Sor Mª Teresa Rius, Sor Felicidad Granell, y Sor Inmaculada Alcubierre. Para actualizar estos acontecimientos registrados indeleblemente en la memoria de las protagonistas, pero que la mayoría de las residentes actuales no tuvimos la suerte de vivir, unos meses antes del aniversario comenzamos a leer las Actas iniciales que relatan detalladamente todo lo que aconteció: las peripecias, los sufrimientos, las alegrías. Están tan bien redactadas que conseguían “trasladarnos” a aquellos primeros días... Escuchándolas, la Madre Priora Sor Mª Ángeles Martínez rememoraba diciendo que ella lo vivió todo desde el Noviciado de Torrente, y que ya desde esa etapa de su formación, soñaba con formar parte de esta Comunidad (el Señor inspira sueños para que se cumplan ¿no es cierto?). Queríamos también participar de nuestra alegría a quienes por aquel entonces se relacionaron con las fundadoras, siendo siembra de una pujante cosecha. Para ello, desde unos meses antes, se programaron y realizaron unas charlas formativas e informativas a cargo de todos aquellos seminaristas y pre-seminaristas —hoy sacerdotes— que desarrollaron su vocación al amparo del monasterio. Estas charlas se debían dar, si ello era posible, cada 11 de mes, durante los meses precedentes al evento. También cada 11 de mes realizaríamos unas vigilias de oración con el Santísimo expuesto durante toda la noche, para expresar nuestra gratitud a Quien es «el principio, corazón y meta» de nuestra vida contemplativa, y que ha hecho posible la bella realidad que es nuestro Monasterio de la Inmaculada de Atacama... Él, y sólo Él es quien sostiene y fecunda nuestras vidas orantes. Dicho y hecho: Nuestra Madre Priora, habla con el Vicario episcopal P. Alejandro Castillo, que era uno de los jóvenes que por aquel entonces frecuentaban el monasterio, y le propone el ciclo de charlas... a lo que acepta muy ilusionado. El primer día de celebración fue el 11 de julio del 2010, domingo. Ya en la Eucaristía, monición e intenciones revelaban que comenzábamos un dilatado recorrido de celebraciones (cada 11 de mes) en que aprovecharíamos al máximo las ocasiones para hacer acopio de las gracias que el Señor, con este motivo, quisiera regalarnos a nosotras y por medio nuestro, a aquellos por quienes oramos. Por la tarde de ese 11 de julio, tuvimos la visita del Padre Mauricio Arancibia, el primero de la lista de sacerdotes jóvenes que iniciaron su proceso para ser presbíteros, bajo el alero espiritual de este Monasterio. Nos contó de las actividades de su parroquia “La Santa Cruz”, en Vallenar: De su historia y de la realidad de la misma; y de los proyectos y objetivos de su Misión Parroquial. Finalizamos con las Vísperas unidas a la Eucaristía y oración ante el Santísimo. Al siguiente mes le tocó al Padre Alejandro: Nos habló sobre la Misión Continental, que fue el «llamado de la 5ª Conferencia Episcopal para América Latina, realizado en Aparecida (Brasil)». Al respecto nos comentó que la misión no es sólo de una parte de la Iglesia: “de algunos”, y que se manifiesta sólo en ciertos períodos del año, sino que es un Nuevo Pentecostés, saliendo de los templos para ir al encuentro de las personas, como en la primera evangelización, y que no podíamos dejar pasar este momento de gracia del Espíritu. Ya en septiembre, y desde Vallenar, vino el Padre Franklin para compartir con nosotras. Nos contó sobre su proceso vocacional, y sobre su encuentro con las monjas dominicas 15
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fundadoras. De su trayectoria como párroco, de cómo era en ese momento su vida parroquial en Vallenar y de su preocupación por hacer tomar conciencia y responsabilidad a los laicos dentro de la realidad eclesial. Al mes siguiente le tocó al Padre Juan Barraza. Nos hizo una pequeña biografía de él y de su familia: Familia campesina de Peumo, que se trasladó a Taltal, donde él nació: Nos habló confidencialmente del legado moral y espiritual de sus padres. Nos confesó su fe en un Jesús que «ha asumido todo: nuestra humanidad y lo que ello comporta», y así la ha santificado. Nos presentó una visión positiva de la trayectoria humana: una historia llena de errores y equivocaciones, más que de pecados. El Evangelio es así -dijo- la Buena Noticia que llega a través de la apuesta por los pobres. Con respecto a nosotras nos dijo, que nos felicitaba por estar tan enteradas de las vicisitudes y necesidades de lo que acontece, ya que «en la medida en que ustedes son mujeres de oración, deben ser más encarnadas: con los pies en la tierra». Llega noviembre, y tenemos la visita del P. Jaime Pizarro, que con el P. Alejandro Castillo, fue estudiante becado durante unos años en España, donde estudió derecho canónico, y ayudó en una parroquia de Valencia. Muy cercano a la Comunidad, habló con mucho cariño de las fundadoras y preguntó con especial afecto por Sor Presen, que, como sabéis, actualmente se encuentra bastante limitada en una silla de ruedas. Fue muy interesante su conferencia, pues el tema versó sobre la “Verbum Domini”, fruto del Sínodo de los Obispos del 2008... También nos dio “noticias frescas” sobre el reciente consistorio en Roma para la creación de 24 nuevos cardenales, y para tratar sobre otros temas de candente actualidad. Quedamos encantadas... ¡Se notó su buena preparación en derecho canónico! Queríamos que Fray Adrián también colaborara en la preparación de los 25 años, viniendo algún otro día, pero ante la imposibilidad de su desplazamiento nos ofreció darnos, por video conferencia, un triduo con el tema «Jesús y el Reino de Dios»: Así, entre charla y diálogo fraterno, fue pormenorizando el tema, orientándolo hacia el tiempo litúrgico, que próximamente iniciaríamos (la cuaresma). Desarrolló conceptos como: La conciencia mesiánica de Jesús; la llamada a la conversión imprescindible para el advenimiento del Reino; la necesidad de vivir el perdón integral, no sólo formal, un perdón sanador; el sacramento de la reconciliación vivido desde la alegría de la fiesta... El tema iba aderezado con preguntas que debíamos reflexionar y contestar espontáneamente al día siguiente. Como se puede apreciar “daba para mucho”, y fue preciso proponer su continuación para después de las “Bodas de plata”... Amaneció el día 11 de febrero de 2011. Para esta celebración nos acompañaron cuatro hermanas de la comunidad de la Inmaculada del Maule-Linares, donde en estos momentos se encuentra una de nuestras fundadoras, Sor Felicidad Granell. Sor Adalila, la primera vocación chilena, que al igual que Sor Feli, pasó a formar parte del grupo fundador de Linares; Sor Sandra, Sor Yanet y Sor Marcela, todas ellas se han formado en el Noviciado de Copiapó. Por la mañana nos levantamos unos minutos antes para despertar con una serenata a la Novia, Sor Johanna Angélica Barahona —que iba a hacer su Profesión Solemne dentro del marco de la gran fiesta—. Aunque por el horario las voces estaban destempladas para cantar “Ven, Amada mía”, el cariño era grande. Y por supuesto la Novia se nos emocionó.
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El almuerzo, fraterno, donde fue dispensado el silencio para compartir también con nuestras hermanas llegadas de los otros monasterios. Después Nona y a descansar. Y terminar los últimos preparativos. Ha llegado la tarde y la hora de la Eucaristía. El coro, y presbiterio están engalanados como corresponde para tan extraordinaria ocasión en que se dan cita dos acontecimientos de máxima relevancia: “Las Bodas de Plata de la fundación de la Inmaculada de Atacama” y “la Boda de nuestra pequeña hermana Sor Johanna Angélica, con su Señor”... Así que la alegría nos desborda por todos lados. El templo está a rebosar. Cantando “Por amor de mi Señor Jesucristo” entran en procesión los concelebrantes: El primero el Padre Mauricio Bridio, Ofm, director espiritual de Sor Johanna Angélica, que presidió la Eucaristía. A continuación los otros concelebrantes: El P. Alejandro Castillo (Vicario General, en representación de Monseñor Gaspar Quintana, Obispo de Copiapó, ausente por encontrarse en Tierra Santa); los PP. Jaime Pizarro, Eduardo Ávalos, Juan Barraza; Mauricio Arancibia, Fabricio Restante Ofm conv., y Mario Giuliano Ofm conv. Nos acompañaron también dos diáconos, uno de ellos Amadiel Carvajal (perteneciente a los Seglares Dominicos), dos seminaristas y un acólito. Estuvieron también con nosotros, amigos feligreses y consagrados que misionan en la región. En lugar preferente la familia de Sor Johanna Angélica. Ella disfrutaba indeciblemente viéndolos tan felices, viajaron de Ecuador para acompañarla. Sor Presentación, desde su silla de ruedas, asistió a casi toda la Celebración y estuvo muy atenta a todo. Se inició la ceremonia aproximadamente a las 17:00 hs. Antes de comenzar, el P. Alejandro, nos leyó una carta escrita por Monseñor Gaspar Quintana, quien se quería hacer presente cordialmente, agradeciendo, según sus propias palabras, «todo el bien que hacen a nuestra Iglesia diocesana, con su oración, su seguimiento de Jesús, su sencillez y apertura a la Comunidad eclesial». A continuación Sor Ximena nos hizo una sucinta monición. En ella se dio gracias a Dios por estos 25 años. Asimismo se recordó a quienes hicieron posible esta fundación, en especial a Monseñor Fernando Ariztía y a la Madre Ana Mª Primo, quien sabemos nos acompaña cordialmente desde la distancia en el Monasterio Federal. También hubo un explícito reconocimiento hacia nuestras fundadoras, agradeciendo a la Providencia su generosidad y los frutos que este monasterio ha entregado espiritualmente a esta diócesis, así como también la cosecha de vocaciones aquí germinadas. Por fin, dentro de la monición, se invitó a participar de la alegría de ser testigos privilegiados de la consagración solemne de una de nuestras hermanas -Sor Johanna Angélica- que, desde ese día pertenecerá para siempre a Jesús. En este momento se nos invitó a escuchar la Palabra de Dios. La Primera lectura fue leída por el hermano menor de Sor Johanna Angélica, Daniel. El Salmo fue cantado por Sor Cristina Buendía. La Segunda Lectura la proclamó Sor Adalila Valencia, del Monasterio de Linares y el Evangelio fue proclamado por Amadiel Carvajal. En la homilía el Padre Mauricio, nos sitúa ante la Palabra de Dios como un referente, un llamado de atención para todos los que de una manera u otra -religiosos y seglares-
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queremos seguir a Jesús. Y, hablando sobre la explícita vocación de Sor Johanna Angélica, nos refirió su proceso religioso: vivido -dijo- como una lucha... ¡¡apasionada!! intentando buscar la voluntad de Dios. Asimismo abundó en que nuestro testimonio como consagrados es vital para ser un claro signo de esperanza para el mundo. Por eso nos insistió en la necesidad de ser capaces de «agacharnos para lavar los pies de los hermanos», ser capaces de morir a nosotros mismos para tener vida abundante; tema por cierto muy apropiado a lo que celebrábamos: La siembra en el surco de vidas orantes para dar la vida al mundo (recordemos al respecto que ya son dos las fundadoras cuyos cuerpos yacen bajo esta bendita tierra). Por fin, apoyado por la Palabra proclamada, nos exhortó a no tener miedo, a no pensar en uno/a misma, a valorar siempre como superiores a los demás, a permanecer en su Amor. Seguidamente, se procedió al rito de la Profesión: Poniendo sus manos entre las manos de la Madre Sor Mª Ángeles Martínez, y una vez formuladas las preguntas, Sor Johanna respondió con un Sí seguro, audible y confiado, no exento de emoción, que en algún momento hizo enmudecer a nuestra hermana. Durante la “postración”, cantó Sor Mª del Valle la larga letanía de los santos, que han de ser sus valedores durante toda su vida religiosa. El Padre Mauricio Bridio le impuso el velo, signo de su consagración y formuló sobre ella reiteradamente la bendición. Y con el anillo selló su compromiso hasta la muerte. En el momento del Ofertorio, El Padre de Sor Johanna Angélica ofreció una vela como signo de la luz, la mamá un arreglo de flores, Dieguito, hermano de Sor Johanna Angélica, los recordatorios, Sor Adalila una piedra de mineral de la zona con el decreto de la fundación. Al finalizar la Misa se dirigieron a la asamblea, Madre María Ángeles y Madre Carmen María, con sendos cálidos testimonios que llenaron de emoción a los asistentes. Animados por estos testimonios, intervinieron algunos sacerdotes, expresando su cariño, cercanía y agradecimiento por la dedicación orante de esta nuestra Comunidad durante estos 25 años... Este día tuvo su continuidad en una comida fraterna que se desarrolló una semana después con todo el presbiterio, ya que algunos no pudieron acudir el día 11 (aquí ya estuvo nuestro Padre Obispo Gaspar Quintana), y nos querían participar su afecto y felicitaciones. Y con esto, sabemos que no hemos podido describir lo que “circulaba por dentro” de cada una de las asistentes... Eso sólo lo conoce Dios, que es quien ha tejido este maravilloso tapiz, entrelazando entrañablemente las vidas de dos países, de dos continentes.
Sor Cristina Buendía, op
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BODAS DE PLATA DE SOR MARIA NORMA CAMPUSANO, O.P.
A comienzos del año 2010, cuando se habló por primera vez en Comunidad de las Bodas de Plata de nuestra hermana y ella nos expresó su intención de que la Eucaristía fuera presidida por el Sr. Nuncio de Su Santidad, Monseñor Adriano Bernardini, su deseo nos sorprendió, ya que ninguna monja de la Comunidad había pedido nunca para la celebración de sus Bodas de Plata algo semejante. Pero cuando nos explicó los motivos, vimos la autenticidad y la legitimidad de su propósito: expresar su amor, su gratitud y su comunión con el Papa. De todas maneras, jamás imaginamos que el Sr. Nuncio aceptaría la propuesta. Se le escribió en agosto para solicitar su presencia y la primera sorpresa fue que no dijera que no y pidió que se le volviera a escribir en enero para ver si sus compromisos le permitirían asistir. Así se hizo y finalmente confirmó su presencia para el 19 de marzo. Algo que sorprendió a todos, pues muchos sacerdotes y religiosos testimoniaron que habían solicitado reiteradamente su presencia para diversas celebraciones y que no lo habían conseguido. Al parecer, el motivo de su aceptación fue haber detectado un sincero amor y unión con el Papa por parte de la Comunidad, por el que se mostró muy impresionado, lo mismo que por la devoción de los fieles al Sumo Pontífice. Y así es realmente, pues la elección y coronación de Benedicto XVI fueron festejadas con gran gozo por nosotras; además hemos leído en Comunidad todas sus obras publicadas en castellano y le hemos escrito cartas de apoyo en los momentos más difíciles, a las que ha respondido bellísimamente. Una de esas cartas era de Sor María Norma y en ella, además de expresarle al Papa su cariño, su unión con él y su apoyo, le participaba también de la celebración de sus Bodas de Plata pero con mucha anticipación. Sin embargo, se ve que el secretario tomó nota y le llegó puntualmente y por correo una Bendición Papal firmada en Roma y no a través de la Nunciatura. El Sr. Nuncio le obsequió a Sor Norma una reliquia autenticada del Beato Ceferino Namuncurá y un
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cuadrito repujado en plata con la efigie de Juan Pablo II. Le trajo además de parte del Santo Padre un rosario que venía en un estuche de cuero rojo con el escudo papal. Estaban invitados a acompañar al Nuncio nuestros dos obispos diocesanos, Mons. José María Arancibia y su auxiliar Mons. Sergio Buenanueva, pero ambos no pudieron asistir pues asumía en San Luis el nuevo obispo, Mons. Pedro Martínez Perea. Vinieron más de veinte sacerdotes y otros tantos se disculparon por no haber podido dejar sus obligaciones parroquiales. Muchos de ellos han sido acompañados por Sor María Norma desde que eran seminaristas. Algo realmente hermoso fue que, luego de la “confirmación de la profesión” por parte de Sor Norma, según el ritual de nuestra Orden, todos los sacerdotes presentes renovaron sus promesas, las mismas que hicieron delante de la Iglesia el día de su ordenación. El Seminario Arquidiocesano, donde se alojó el Nuncio, se encargó de acolitar en la celebración con diez seminaristas y proporcionó el maestro de ceremonias. Sabíamos que vendría mucha gente y se alquilaron cien sillas. La iglesia se llenó. Como no cabían en el locutorio tenían que entrar a saludar por turnos. Muchas de las personas que nos acompañaron son personas que han pasado por grandes pruebas y sufrimientos en la vida y que han sido ayudadas por las oraciones de la Comunidad y el acompañamiento de Sor María Norma. Algunos de ellos le contaron sus penas al Nuncio, quien les obsequió una crucecita bendecida por Benedicto XVI. Ellos mismos —y como expresión de gratitud— se habían organizado y habían hecho un fondo común en el que cada uno había aportado según sus posibilidades para contratar un coro litúrgico muy bueno y junto con la familia de Sor Norma pagaron toda la comida y la bebida que luego se sirvió a los asistentes y a la Comunidad. Fue muy notable el silencio, la devoción y el orden en la Misa a pesar de la cantidad de gente. El coro cantó piezas muy bellas de polifonía sacra en latín. En la cena de la víspera de la fiesta, como se acostumbra en nuestros monasterios, se hizo un sentido y profundo anuncio de la fiesta. Se le arregló la celda con una imagen grande del Niño Jesús, “el Esposito”, que ponemos en las profesiones, y junto a Él un
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significativo ramo de rosas rojas como símbolo del amor de la Comunidad a nuestra hermana. En el suelo, y rodeando el florero, colocamos pequeñas tarjetitas con los nombres de todas las monjas de la Comunidad y de nuestras hermanas ausentes: Sor Natividad, Sor Margarita, Sor Alicia Llaver, quien también celebró sus bodas de Plata en enero pasado, Sor Georgina Llopart y Mónica Romano. Estaban escritos también los nombres de Madre Teresa Gil, Madre Mercedes Vicente, su Maestra de Novicias; y los nombres de aquellas hermanas que ya partieron a la casa del Padre y que Sor Norma conoció en nuestra comunidad: Madre Asunción Félez, recientemente fallecida; Madre Teresa Pont, Sor Gracia, Sor Vallivana, Sor Rosario, Sor Imelda, Sor Magdalena y Sor Ascensión. La presencia de esta última fue muy significativa, principalmente para Sor Norma, pues la asistió como enfermera hasta su muerte, en enero pasado.
Otro detalle muy significativo es que hicimos fotocopiar varias fotos de Sor Norma en las distintas etapas de su vida religiosa en una hoja de papel foto y luego las recortamos, usándolas como tarjetas detrás de las cuales cada monja le escribió un mensaje personal. La familia de Sor María Norma, varios amigos, y los organizadores de la fiesta almorzaron en una parte del parque del monasterio, separados por una valla del resto del mismo, que tenemos autorización para poner en ciertas circunstancias como, por ejemplo, los retiros vocacionales. La homilía del Nuncio fue muy incisiva y en un fuerte tono de voz hizo que nos preguntáramos todos si nuestra vida de cristianos, especialmente la de los sacerdotes y consagrados, interpela al mundo. Destacó además la importancia de la fidelidad y del amor ardiente a Jesucristo. Ya en la intimidad, y durante el almuerzo, nos invitó a hacer una fundación en el sur, en la ciudad de Río Gallegos. Nos contó las grandes necesidades de la Iglesia en esos lugares donde no hay aún vida contemplativa, y como le dijimos que para que se diera la 23
plenitud de la vida contemplativa dominicana de nuestros monasterios era muy conveniente la cercanía de nuestros hermanos, el Nuncio se dirigió entonces al Padre Mario Gómez Mena O.P., padre espiritual de nuestra hermana y que compartía el almuerzo con nosotras , y le pidió insistentemente que fueran también los frailes La voz de un Nuncio del Papa tiene su peso. Sería hermosa una fundación conjunta ¿No les parece? Aunque no pueda ser ahora, se puede ir gestando como se gesta una ola mar adentro: al comienzo es diminuta, unos a otros se la van pasando y la van empujando con el deseo y con la oración, ella va creciendo hasta que un día llega a romper en la playa, lo que puede llevar más de una generación. Esta fiesta fue un verdadero día de gracia para todos los que asistimos, lo mismo para quienes nos acompañaron con sus oraciones. Fue sobre todo un momento de
festejar, renovar, manifestar el amor y la comunión con la Iglesia y con el Papa. Al dar gracias al Señor, Eternamente Fiel, que con su gracia ha sostenido la fidelidad de nuestra hermana a lo largo de estos veinticinco años de profesión religiosa, hemos expresado comunitariamente, y ella en particular, la inmensa alegría que tenemos de ser monjas, sobre todo en estos momentos tan difíciles de la Iglesia. La imagen de Santa Catalina y sus palabras tan elocuentes: «Toma, Señor, mi corazón, y exprímelo sobre el rostro de tu Esposa, la Iglesia», contenidas en el recordatorio que Sor Norma nos regaló, junto con una medalla con la advocación de la Milagrosa, nos evocarán siempre este día de gozo y de gracia. A todos les damos las gracias por sus oraciones, su cariño, su compañía y sus detalles de afecto en este acontecimiento que Dios nos ha permitido vivir. Mendoza, marzo de 2011
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Algunos testimonios…… Ana Carolina Postulante de Concepción-Tucumán (Argentina) “Por eso voy a seducirla; la llevaré al desierto y le hablaré al corazón”. (Os. 2, 16) Jesús, hoy debo dar testimonio, y de lo único que puedo dar testimonio es de la obra de Dios en mí. Desde que tengo memoria, en mi niñez, ya te recuerdo; siempre estuviste junto a mí y te iba conociendo. Por divina Providencia pude crecer en una familia, permitiste que conociera el amor de padres y hermanos; también pude estudiar y trabajar en la profesión que elegí. Cuántas personas has puesto en mi camino, creyentes y ateos, fieles e infieles a tu amor, unos felices viviendo una vida sencilla y otros tan tristes, preocupados por el prestigio y el reconocimiento. En medio de este camino tú seguías conmigo. Por trabajo y estudio tuve que irme de mi provincia y alejarme de mi familia, todo era nuevo; incluso el silencio y la soledad; es que me querías llevar al desierto. En este período formé parte de una comunidad misionera, jóvenes laicos que acompañados por frailes dominicos visitábamos pueblos, sólo llevando tu Palabra. ¡Cuánta riqueza! ¡Cuánto me enseñabas, Señor! cada vez me atraías más y el misionar sólo era pleno en la adoración; ahí me tocaste y viví tu amor de una forma diferente, no como el amor que se aprende en la catequesis, sino con un amor fecundo y me llamaste y me conquistaste hasta el punto de desear una vida sólo para Ti, toda para Ti. Así consideré la vida religiosa. Al principio fue locura pensar abandonar todo, la familia, el trabajo, el doctorado; después conocí a las monjas y me gustó su forma de vida, pero siguió siendo una locura, traté de olvidarme y en cada cosa estabas de nuevo atrayéndome, hasta que te dije que sí. Un sí que implicó renunciar a todo, pero más importante poner todo en manos del Padre, sólo entregar. Hoy estoy aquí sólo para vivir tu verdad; si Tú lo quieres, yo lo quiero. Sólo la voluntad de Dios se cumple.
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Hoy debo dar todo aquello que he recibido, lo primero que recibí fue la vida, pues quiero darte mi vida, si es lo que Tú quieres. Es locura de amor, ¡cuánto misterio! Obra sólo Tú, Señor.
Sor Teresa Martínez Beneito O.P. Novicia de Xàtiva (Valencia)
20 de febrero de 2011, DIA de gran gozo y alegría en el SEÑOR para mi comunidad y para mí en la compañía de mis familiares y amigos que se unieron a nosotros en esta celebración. Seguimos el ceremonial de la vestición del hábito en el marco de la Eucaristía, presidida por el Padre Vicente Botella O.P. y con el Padre Vicente Grau O.P. como maestro de ceremonias. Concelebraron los Padres Franciscanos Miguel y José
Vicente, Mosén Emilio párroco de mi comunidad de Canals, D. Antonio nuestro capellán, junto con seis sacerdotes amigos de la comunidad. Fue un acto cargado de emociones y de gracia que el SEÑOR derramó en todos los asistentes (también se derramaron algunas lágrimas, fruto de la emoción).
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Para mí el momento mas fuerte fue el del interrogatorio que el Padre Vicente Botella me hizo: -«¿Qué pides?»- «La misericordia de DIOS y la vuestra»-. La verdad es que durante días estaba haciendo oración con esta frase y cada vez tengo mas presente que ya de entrada es por la misericordia de DIOS por lo que hoy estoy aquí. A las tres preguntas siguientes a las que sólo tenía que responder SÍ, QUIERO, estuve a punto de añadir: «¿Y cómo no querer si es lo que el SEÑOR soñó para mí desde el vientre materno?». Por un momento imaginé a nuestro Padre Santo Domingo presidiendo esta mi vestición del hábito y el ingreso en la Orden con un abrazo fraterno. Este es sólo un paso más en mi vida de amor y entrega al SEÑOR y a su Iglesia en la Orden de Predicadores. Que con tu gracia no se aparte, SEÑOR, mi corazón nunca de ti y de mis hermanos los hombres, que MAMÁ MARIA me acompañe en este nuevo camino. Amén. Todo mi cariño y mi pobre oración ante el SEÑOR.
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Monasterio de La Inmaculada–Torrent (Valencia)
que nos ayuda en el cuidado de las enfermas, trató y atendió con gran cariño en los últimos años a Sor Francisca Sánchez, y nos deja en una pequeña crónica sus recuerdos, sus impresiones, las cualidades que más le llamaron la atención y, sobre todo, el gran amor al Señor que demostraba…
Era toda de Dios, es difícil de explicar, era de esas personas que te acercan a Dios en todos sus gestos, sus expresiones, incluso en sus pequeñas costumbres. En estos últimos años, que son en los que afortunadamente he podido conocerla un poquito, he visto infinitos detalles en su vida cotidiana que todos se resumen en uno: su amor a Dios. Con sus manitas glorificó a Dios durante el transcurso de su vida de muchas maneras, trabajando, bordando con exquisita delicadeza y pulcritud y, por supuesto, tocando el órgano como los ángeles para acompañar el canto de las monjas en el coro, esas manos no perdieron un ápice de energía en sus últimos años y sus dedos no dejaron de expresarse por ella ni en sus últimos momentos. Por la mañana, no consentía tomar el desayuno hasta que no sabía que las monjas estaban ya en el refectorio desayunando también, sufría por no poder rezar con toda la Comunidad, aunque fuera a las seis de la mañana, lamentaba no poder ir a Misa o tener que ir antes a la cama cuando estaba con gripe y no poder asistir a Vísperas y mostraba su dolor incansablemente porque era su forma de expresar que aún en sus circunstancias lo importante para ella era seguir permaneciendo fiel a su vida consagrada.
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Aunque le costara superó, incluso a veces con gran sentido del humor, los pequeños cambios que iba teniendo que asumir a causa de su salud, cómo olvidarla cuando riendo decía: “una monja con pantalones”, o cuando hablaba de su cochecito y de cómo un Padre después de confesarla le hacía de “chofer”, o cuando a cada segundo preguntaba “¿dónde está la madre?”, o su velito para dormir aunque hiciera cuarenta grados, y así podría continuar hasta infinidad de detalles… Cuando ya estaba arreglada pedía quedarse en el coro alto un ratito con el Señor, y era realmente bello poder observar cómo con más de noventa años y a medida que se acercaba al Sagrario, sus bracitos se abrían de un modo tan especial como si con ellos abarcara toda la necesidad que tenía de Él y de su garganta surgía un suspiro como queriendo decir “ya no
necesito nada más”.
Después ya podía irse alegremente a trabajar a la sala de labor con sus queridísimas monjas, y allí en su mesa de trabajo no daba opción a un milímetro de vacío en la mesa, estampas, figuritas de santos, florecitas para la Virgen, revistas y folletos, todo para no dejar ni un segundo de pensar en Dios. Era de una sencillez tan cálida cuando contaba su infancia, sus anécdotas de juventud o algún secretillo sin importancia, que siempre hacia aflorar una sonrisa al que estaba a su alrededor. El dolor por perder a su madre siendo tan niña siempre la acompañó y sus últimas palabras resonaban en su mente y así lo compartía diciendo: Al acercarme a mi mamá antes de morir, me dijo: “Hija mía, y ahora ¿que va a ser de ti?…”. Pero Alguien también suspiraba por Sor Francisca y la acompañaría de la mano cada segundo de toda su larga vida. Era una gran predicadora, se expresaba clara, sin dobleces, lo que quería decir lo decía y de forma que todo el mundo lo entendiera, hablaba de la vida de los santos, de las monjas que había conocido, de los frailes, de las parábolas del Evangelio y lo hacía con expresiones tan tiernas como cuando decía que: “María Magdalena estaba muy enamoradica de Jesús ¿sabes…?” De una inteligencia despierta, como una vez le dijo un Padre, no se le escapaba nada, ella me enseñó que cuando te das cuenta de algo que no te gusta, es más prudente no decir nada y si es posible olvidarlo, aún así cuando se
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dejaba llevar por su genio, que lo tenía, no le duraba mucho su enfado, pronto se arrepentía y enmendaba con creces sus pequeños errores y entonces se convertía en la persona más cautivadora y preciosa del mundo. Divertida y llena de vida, disfrutaba y hacia disfrutar ¡cuánto me ha enseñado!, cuánto nos hemos reído juntas y qué feliz me ha hecho, doy gracias por ello. Llenaba la estancia donde estuviera y a pesar de su timidez se desenvolvía con gran soltura y dejaba huella en todo aquel que la conociera. Aunque quisiera no podía pasar inadvertida, ¡eso era imposible! En algunos momentos difíciles y otras veces sin razón aparente, emitía un suspirito muy característico en ella, ¡aayy!, y en uno de esos suspiros recordé algo que me contó sólo una vez, me dijo que en algunos momentos del día “viajaba” al Sagrario para hacerle compañía al Señor, incluso a los Sagrarios abandonados, dijo, y desde ese momento comprendí que cuando suspiraba lo hacia por Jesús.
Querida Sor Francisca: Ha dejado un vacío muy grande en toda la Comunidad, en todas las monjas que tanto la amaron, la mimaron y cuidaron y a las que Vd. tanto amó y necesitó, y ha dejado un vacío muy grande en mí que tan profundamente la echo de menos, le pido que desde el cielo nos ayude porque la extrañamos mucho y todo nos recuerda a Vd. pero también me invade una gran serenidad al pensar que ahora en el firmamento las estrellas serán las notas con las que sus deditos entonarán las más bellas melodías junto a Aquél por el que tanto suspiró.
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Hermanas Sor Jesusa Hernández Rojo, de la Comunidad de La Inmaculada, en Torrent-Valencia, el día 16 de marzo. Tenía 89 años de edad, y ha vivido 58 años consagrada al Señor por la Profesión religiosa. Sor Mª Asunción Félez Valero, de la Comunidad de Santo Domingo de Guzmán, en Zaragoza, el día 26 de marzo. Tenía 89 años de edad, y ha vivido 68 años consagrada al Señor por la Profesión religiosa. Sor Francisca Sánchez Fuertes, de la Comunidad de La Inmaculada, en Torrent-Valencia, el día 4 de abril. Tenía 95 años de edad, y ha vivido 67 años consagrada al Señor por la Profesión religiosa.
Familiares D. David Martínez, padre de Sor Rosario Mª de la Comunidad de Orihuela (Alicante), falleció el día 27 de marzo. Dª Nora Luisa Sosa Bayer, madre de Sor Nora Díaz, de la Comunidad de Córdoba (Argentina), el día 20 de abril.
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