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AÑO XLVIII – OCTUBRE 2011 – N. 168

FEDERACIÓN DE LA INMACULADA MONJAS DOMINICAS TORRENTTORRENT-VALENCIA (ESPAÑA)


Índice Página Poema: Encuentro escondido Agenda Federal La Cruz de la JMJ visita nuestras comunidades - Albarracín - Calatayud Crónicas sobre la JMJ - Torrent - Santo Domingo-Zaragoza - Sant Cugat - Orihuela Seguimos compartiendo experiencias Dos celebraciones esperadas: - Sor Leonor de Santa Maria Ocampo – Córdoba-Argentina - Sor Teresita Pérez de Iriarte - Daroca Nuestros difuntos

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Edita: Federación de la Inmaculada Concepción Apartado 20 46900 – TORRENT (Valencia) ESPAÑA IMPRIME: Federación de la Inmaculada Concepción Depósito Legal, V.733/1989 Octubre, 2011 E-mail: secrefeinma@infonegocio.com Tel. 96-158 96 15

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ENCUENTRO ESCONDIDO Nunca me cansaré de hablar contigo, mientras te pueda hablar de nuestro encuentro: ¡dulce encuentro de amigo con amigo, que me alumbró por dentro! Desde entonces, yo sé que no estoy solo: mi vida es un diálogo contigo… Mas dime —si lo sabes— cuándo fue nuestro encuentro… ¿Fue durante la aurora, cuando esparcía el sol colores suaves, que habían de crecer hora tras hora? ¿Tal vez al mediodía cuando yo iba buscándome las fuentes del amor, del saber, de la alegría…? ¿Fue por la tarde acaso, cuando admiraba yo la poesía que vibra en las cadencias del ocaso…?

Mas, no. No fue una hora deslumbrante de ilusiones, y amigos, y victorias la que hizo nuestro encuentro… Fue sólo aquel silencio, aquel instante en que miré hacia dentro… ¡Allí tú me esperabas como amigo y allí fue nuestro encuentro, que ha trocado mi vida en un diálogo contigo…! Desde entonces, me esperas siempre dentro, Y yo te puedo hablar de nuestro encuentro… Girasol

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Agenda

federal

ACTIVIDADES DE LA PRIORA FEDERAL - Del 13 al 17 de junio realiza la Visita oficial a la Cdad. de Albarracín (Teruel). - El día 1 de julio preside la reunión Interfederal en Madrid. - Los días 18 al 22 de septiembre realiza la Visita oficial a la Cdad. de Daroca (Zaragoza). - Los días 27 y 28 de septiembre, preside el 32º Consejo Federal en la Casa Federal.

PRIORATOS - Sor Áurea Sanjuán Miró, fue postulada para otro trienio el día 3 de junio en su Cdad. de Xàtiva (Valencia). La Santa Sede confirmó la postulación el día 17 de junio. - Sor Pilar Mª Lorente Latorre, fue reelegida en su Cdad. de Daroca (Zaragoza), el 28 de julio.

TRASLADOS Inició su traslado temporal: Sor Alicia Mª Llaver Díaz, de Mendoza (Argentina) a Copiapó (Chile), en junio. Se incorporó a su comunidad de origen: Sor Concepción Girona Andreu, de Sto. Domingo-Zaragoza a Paterna (Valencia), en julio. Exclaustraciones: Sor Ana Carolina Carrizo Díaz, de la Cdad. de Catamarca (Argentina), el día 25 de mayo.

BODAS DE ORO Sor Ana Carmen Cancio, de la Comunidad de Burriana (Castellón), celebró su 50º aniversario de Profesión, el día 16 de agosto.

OTRAS NOTICIAS El día 12 de junio, solemnidad de Pentecostés, la Federación de Ntra. Sra. del Rosario celebró Asamblea Federal electiva, en la que resultó elegida Priora Federal, Sor Rafaela Mª Catena Martínez. Nuestra más sincera enhorabuena. Que Dios bendiga y haga eficaz su gestión.

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LA CRUZ DE LA J.M.J. VISITA NUESTRAS COMUNIDADES

ALBARRACÍN Queridas hermanas: Queremos compartir con vosotras una jornada inolvidable. Todos estamos hace muchos meses rezando por la Jornada Mundial de la Juventud. Tanto desde la Conferencia Episcopal, como desde la Diócesis, nos han estado informando y pidiendo oraciones constantemente. Por fin se anunció en la Hoja Diocesana el día que nos iban a traer la Cruz a nuestro monasterio para pasar aquí la noche. Ya estábamos informadas de ello por el Delegado Episcopal para la Vida Consagrada, D. Agustín Fernández Buj.

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Llegó el 2 de julio y tuvimos la alegría de recibir a nuestras hermanas Sor Mª Isabel Rivasés y Sor Matilde Ballesteros, del Convento de Sto. Domingo y Sor Mercedes Company, Sor María Dolores Jurado y Sor Isabel Urrea, de Santa María del Pilar. Nos iban a acompañar en esta jornada tan entrañable que nos preparábamos a vivir. Tuvimos que ir ajustando el horario a la llegada de la Cruz. Estaba prevista su venida al monasterio sobre las 8 de la tarde pero llegó a las 9. Cantamos, pues, las Vísperas y la esperábamos en el coro. Por fin llegó acompañada de nuestros dos capellanes y dos sacerdotes más, con un grupo de gente. Nos la colocaron en medio de la iglesia y junto a ella el icono de la Virgen. La Cruz mide cuatro metros de alta y es bastante gruesa. La verdad es que sabiendo la razón y el sentido, impresionaba. Permanecimos allí un buen rato. Seguimos nuestra oración y casi a las 10,30 fuimos a cenar, cena de fiesta, como era normal. Seguidamente de nuevo al coro y rezamos Oficio de Lectura y Completas. La que pudo se quedó más rato. A las 6 de la mañana, de nuevo la comunidad ante la Cruz, la gente entraba y salía, adorándola. La verdad es que fueron horas de emoción. Nos hizo pensar mucho en la primera Cruz, en el que la inauguró y murió en ella y que de ese amor y de esa entrega ha llegado hasta nosotros la Cruz. Para nosotras ha sido una jornada de intensa emoción, de agradecimiento, de seguir al Señor con gozo en la realidad de cada día, con el Señor y desde el Señor que preside siempre el rumbo de la historia humana, Como que este día lo hemos sentido más cercano... Nos ha embargado la emoción. Nos ha dado pena verla marchar. Poco antes de las 10 de la mañana, llegó nuestro Obispo, D. Carlos Manuel Escribano Subías, el Vicario General, D. Manuel Sebastián, con el Delegado para la Vida Consagrada y nuestros Capellanes. Entró al coro a saludarnos y al ver a las monjas de Zaragoza dijo: ¡Qué grande es la Iglesia! Empezó a llegar la gente, todos, mayores y pequeños, todos iban vestidos con la camiseta de la Jornada Mundial de la Juventud, a algunos niños le servía de vestidito... Hicieron una oración, unas lecturas alusivas, preces y una letanía muy bonita de la Virgen, y partió la procesión. Los chicos de Confirmación llevaban la Cruz, hasta Santa María, que fue la iglesia de los dominicos, allí celebraron la Eucaristía. Impresionaba verla marchar y oír el sonido seco de los tambores, como quien lleva algo muy importante. Para nosotras sí que fue una jornada importante. Que el gran Juan Pablo II que nos la regaló y que trabajó tanto por la juventud, haga llegar hasta el Señor su intercesión y ayude a entrar en el corazón de todos el amor, el gozo y la fraternidad que nace de la Cruz de Cristo, que quiso que todos fuésemos Uno. Que lo seamos de verdad, enraizados en esa Cruz. Seguimos nuestro día de familia y nos daba pena ver marchar a nuestras hermanas, pero lo vivido, vivido está.

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Después de marchar ellas vino un grupo grande de chicos y chicas, voluntarios que iban a recoger la Cruz para llevarla a Calamocha. Tenían cara de cansados, pero llevaban un gozo y una alegría poco común, de las jornadas que estaban viviendo con el paso de la Cruz por Teruel y cómo había respondido la gente. Ya nos lo dijo el Sr. Obispo por la mañana, que todos los jóvenes querían llevar la Cruz. Se les veía con gran entusiasmo.

Hemos agradecido a la Diócesis que hayan hecho llegar hasta aquí la Cruz y que haya pasado una noche en nuestra casa.

“Que nada ni nadie os quite la paz; no os avergoncéis del Señor” Benedicto XVI (Aeropuerto de Barajas-Madrid, jueves 18 agosto de 2011)

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CALATAYUD El día 9 de julio, sábado, a las diez de la mañana nos ha llegado a nuestra Iglesia la Cruz de la J.M.J. Ha sido un acontecimiento inolvidable que no podíamos imaginar. Lo consideramos un regalo del Cielo. La llegada no ha sido fácil ya que, para subir al Monasterio hay que superar una cuesta pronunciada, aunque lo han hecho con una furgoneta especial para este caso de la J.M.J. Al entrar por la puerta reglar hemos cantado monjas y público asistente “Victoria, Tú reinarás”, acompañando la Cruz llevada por hombres voluntarios, inclinada por supuesto, entrando de la puerta reglar hacia la puerta del coro hasta llegar al lugar asignado, delante del altar pero dentro del coro. Han puesto una base de hierro considerable de modo que la Cruz ha quedado sujeta. La Cruz lleva una placa dorada en donde se leen grabados los distintos idiomas en que Juan Pablo II habló al mundo entero, allí está nuestro idioma. Emocionante Hermanas. A continuación leímos la oración compuesta por el Beato Juan Pablo para la juventud. El sacerdote comenzó la Eucaristía con ornamentos rojos. La Eucaristía, cuyas lecturas fueron proclamadas por los fieles amigos de la Cdad, fue cantada con Kyries, Gloria, Santo y al final Salve Regina. El Icono que acompaña la Cruz es de medidas notables, una pintura de la Virgen de los pueblos del Este. Cuando terminó la Eucaristía todos los presentes besaron la Cruz y el Icono de la Virgen. Se quedó la Cruz con nosotras hasta las dos y media de la tarde en que vinieron a buscarla, también el Icono de la Virgen, la despedimos cantado de nuevo “Victoria, Tú reinarás.

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CRÓNICAS SOBRE LA J.M.J. La Inmaculada – Torrent

¡España es una Gran Fiesta! Hay multitud de jóvenes en Madrid. Ha venido el Santo Padre. Lo estamos viendo por televisión… En medio de tanto gozo y algarabía, en una merienda-cena recordábamos a los jóvenes que estuvieron aquí para una Celebración Penitencial y ahora queremos compartir con nuestros lectores de UNIDAS. Nuestro pequeño rebaño de 150 jóvenes está allí, en medio de dos millones de la

J.M.J. Partían el lunes 15, por la mañana, desde Torrent, como tantos peregrinos de todas

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las diócesis de España. Resulta que el grupo del movimiento neocatecumenal que hacen su reunión mensual en nuestro monasterio quisieron realizar una Celebración Penitencial como preparación para la JMJ el viernes, 12 de agosto, a las 17 hs. Sabiendo que eran muchos los que venían, les cedimos la iglesia, incluyendo la sillería de nuestro coro. ¡Lo organizaron muy bien! Todos se ubicaron en el coro de las monjas, agregando sillas por todas partes y los sacerdotes administraban el sacramento de la Reconciliación esparcidos por los bancos del templo. ¡Qué maravilloso testimonio! En una tarde cálida de verano ellos optaron por Cristo viniendo a recibir el Don de Dios. Era emocionante ver tantos sacerdotes con su estola morada actualizando el Misterio Redentor en cada una de sus vidas. Entre los confesores estuvieron todos nuestros frailes de El Vedat, los cuatro que permanecían por el tiempo de vacaciones. Los organizadores habían pedido que al finalizar la celebración dos monjas compartieran con ellos sobre nuestra vida contemplativa. Pasamos Sor Ana María Albarracín y servidora; era la hora de vísperas. Por su parte, la comunidad adecuó la sala de recreo como oratorio y, mientras la comunidad elevaba a Dios la alabanza vespertina, nosotras hablábamos de ellas, de nuestra vocación dominicana, de la vocación orante, del designio de Dios que tiene sus proyectos sobre cada ser humano. La verdad es que tenían ganas de conocernos y escucharnos, se los veía muy atentos y sus rostros rebosaban entusiasmo y alegría y, no era para menos, estaban radiantes de la gracia sacramental que habían recibido, nosotras lo podíamos leer en sus miradas. Se dio una gran sintonía entre nosotros en el anhelo de seguir a Cristo, nosotras desde nuestra vocación de orantes contemplativas y cada uno donde el Señor los llame. Estaban muy atentos, y eso que ya llevaban dos horas y media desde que iniciaron la celebración. Al escucharnos, respondían con elocuentes aplausos. Al final les dijimos que también nosotras íbamos a Madrid. Con ellos. Y con todos. Pero con otra presencia: desde nuestra oración, con el pensamiento, con el corazón, con nuestro ofrecimiento personal y comunitario. ¡Estamos en vanguardia! Nos interesa lo que vive la Iglesia, el mundo, la humanidad.

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Y ahí estábamos sosteniendo al Santo Padre y a todos los peregrinos en aquella tormenta de la vigilia; unidas a ellos adoramos al Santísimo Sacramento en aquella noche inolvidable. Además, en nuestra comunidad habíamos organizado turnos de vela de oración por los frutos de la JMJ. La Fiesta era para todos. Llamaron a nuestra puerta, venían de nuestra Parroquia de la Asunción, nos traían bocadillos que sobraron de los peregrinos italianos que habían estado allí el fin de semana. Los bocadillos eran abundantes. Nos alcanzó para varios días y además compartimos con familias necesitadas. Cuando se comparte, todo se multiplica, ¿verdad? Nos quedan pocos días para finalizar las vacaciones de verano. Este año hemos estrenado el “Paseo a las paulownias”, así lo hemos llamado a ese lugar tan agradable que nos permite disfrutar del aire fresco en la hora de la cena compartiendo cada día el don de nuestra fraternidad y este año, entre tantas cosas y de manera especial, el gozo inmenso de la JMJ en Madrid. Para todos los lectores de UNIDAS deseamos que permanezcamos: «Arraigados y edificados en Cristo. ¡Firmes en la FE!» Sor Mª Carmen Viveros, op

«… Os animo a no olvidar que la enseñanza no es una escueta comunicación de contenidos, sino una formación de jóvenes a quienes habéis de comprender y querer, en quienes debéis suscitar esa sed de verdad que poseen en lo profundo y ese afán de superación. Sed para ellos estímulo y fortaleza». Benedicto XVI

(Encuentro con profesores universitarios jóvenes- Madrid, 19 agosto 2011)

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Santo Domingo - Zaragoza

Tenían la llegada el día 10 de agosto. Era un grupo de 31 jóvenes de Verona, “nuestros chicos de Verona”, que así han quedado identificados en el archivo y sobre todo en el corazón de la comunidad. Por supuesto que no sabían ni una palabra de español así como nosotras tampoco de italiano a pesar de los esfuerzos hechos en sucesivos recreos para ambientarnos un poco. Y es que, nuestros contactos con ellos eran dos religiosas hispanoamericanas que iban con las chicas, y éstas ¡ay! las habían destinado a la

cercana residencia de MM. Angélicas. Pero no hubo problemas: el cansancio y la ilusión con la que llegaban pudo hacer que nos entendiéramos perfectamente. Eso sin contar con la valiosa ayuda del traductor de Google que sirvió a las mil maravillas para intercambiar nuestros mensajes. Su llegada al monasterio tuvo lugar después de la recepción de la diócesis y allí supieron que en realidad en casa no estaban sino para dormir y desayunar. Claro que, como buenas monjas, se les pudo prestar una ayuda que valoraron y agradecieron en lo que se merece: cada día se les recogía la ropa y todo se lo encontraban a punto a su llegada por la noche. Ya cenados, una buena ducha y ropa limpia propició que las pocas horas que dedicaban al sueño las aprovecharan de verdad. El lugar de su alojamiento hizo posible que sus “trabajos nocturnos” no implicaran para nada la marcha de la comunidad. La enfermera que hacía el turno de noche, cuando recibía su llamada por teléfono, era la encargada de abrir las puertas y darles las buenas noches (o las mañanas). El domingo, día 14, tuvimos un pequeño, pero buen encuentro, con ellos. Se reunieron en la Iglesia chicos y chicas para rezar Laudes. En italiano, claro, por lo que no entendimos nada. Pero sí nos impactó y mucho, su modo de orar, su

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profundidad, su espontaneidad en exponer lo que la Palabra de esa mañana les sugería. Luego querían saber algo de la comunidad. Ahí, como ya estaban las religiosas, una de ellas hizo de intérprete, y en diálogo abierto con una monja se les habló con ilusión del carisma de la monja dominica, del carisma especial de nuestra comunidad de Santo Domingo, de la urgencia que hoy lleva consigo nuestra vocación de orantes. Surgieron preguntas interesantes, entre ellas ¿qué recursos teníamos para vivir…?. ¡La Providencia! se les contestó, respuesta que se les debió de quedar grabada porque en su despedida nos dejaron su óbolo de gratitud y ante nuestra negativa: ¡la Providencia! nos respondieron. Se agotó muy pronto el tiempo de que disponían. El día 15 era la marcha. A todos les dejamos un detalle que les hizo ilusión y ellos por su parte nos dejaron la bandera italiana firmada por todos ellos, por “vuestros chicos de Verona”. ¡Ingenuas de nosotras! en toda bandera italiana que veíamos por Madrid intentábamos localizarlos. Pero en esta despedida era cierto que mutuamente nos costaba despegarnos: se habían creado lazos de una fraternidad profunda. Y al margen del anecdotario, lo que más nos hizo pensar todos esos días fue lo acertada que estuvo la decisión de la vivencia en las diócesis. Toda la iglesia diocesana se iba caldeando, ya no se veía lejana la JMJ, ya era algo nuestro, en lo que participábamos, y que también nos hacía vibrar. Eso, junto con las catequesis en Madrid y el encuentro con el Papa nos ha hecho ver a una juventud nueva, con muchas inquietudes, con muchos ideales y con mucha necesidad de guías para orientarlos por el camino de ser de hoy y de ser cristianos. Ambas realidades no se contraponen. Por todo ello nuestra vocación, nuestra oración, tiene hoy mucho sentido y por supuesto no tiene fronteras. Sor Mª Rosario Hernández, op

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Sant Domènec – Sant Cugat (Barcelona)

El acontecimiento que se iba a vivir en Madrid superó con creces todas las previsiones, en organización, alegría, número de peregrinos y evidentes frutos. No en vano la preparación eclesial fue larga, abnegada, y casi llegando a la perfección en lo humano. En nuestro monasterio, ya desde noviembre de 2010, se solicitó hospedaje para los días 15 y 16 de agosto, de un grupo de 40 alemanes que pertenecían a la Juventud de la

Orden de la Santa Cruz, con dos sacerdotes (P. Ambrosius Bantle y P. Leopold Selhofer) y dos Hermanas (Sor Mª Laura Lettner y Sor Talitha Romero). Se accedió gustosamente. Luego, el 9 de agosto, Mossén Silvio Torregrossa, uno de nuestros capellanes, nos dijo si podíamos hospedar a 35 jóvenes polacos los días 13 y 14 de agosto, que también volverían después de la JMJ. Era el “Grupa Rowerowa” de las “Juventudes Salesianas Bosco Team” dirigido por dos sacerdotes y un diácono, salesianos. Eso suponía que estarían 75 en la Casa de Oración, y lógicamente los últimos dormirían en sacos de dormir en la sala grande de reuniones. Todos contentos, nosotras también por poder colaborar a ese evento religioso en que tantos frutos se podrían dar. A continuación os contamos todo por orden cronológico: Día 11 - En este mismo día, Mn. Silvio que es ingeniero de informática, trajo abundantes carteles para informar a los próximos peregrinos de la ubicación de los locales que debían ocupar o usar. Estaban escritos en ocho idiomas y había fotografías orientadoras así como listados de horarios de metros y ferrocarriles de la Generalitat, además de un póster de Ntro. Padre Sto. Domingo, rodeado de la palabra ¡BIENVENIDOS! en idiomas varios.

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La tarde anterior, también Mn. Silvio y Mn. Javier Peppe trajeron gran cantidad de alimentos no perecibles, de su Caritas parroquial, para contribuir a la alimentación de los peregrinos. Es de notar que el grupo de Polonia venía en bicicleta, con un furgón para avituallamiento y un coche de apoyo. Para nosotras fue toda una meditación el calibrar la preparación orante y sacrificada de esos jóvenes que recorrieron 5.000 km. para unirse a la concentración presidida por el sucesor de Pedro y aproximarse más a Cristo. Muy tarde llegaron a nuestro monasterio y aún más tarde cenaron, porque Mn. Silvio hubo de acompañar a dos de las chicas, que llegaban con fiebre la una y la muñeca rota la otra, al Ambulatorio médico, para los remedios oportunos. Pasadas las 12 de la noche, dieron buena cuenta de la cena preparada. Día 12 - El grupo recién llegado celebró a solas la Eucaristía, mientras la comunidad cantaba Sexta en la hemeroteca. Luego los llevó a Barcelona Mn. Silvio y volvieron para la cena. Curiosamente deseaban lentejas. A las naciones del Este les gusta el plato fuerte, no en vano se aventuraron a recorrer tantos kilómetros en bicicleta… Al día siguiente fueron a participar en la solemne Eucaristía de acogida que se celebró en el Forum de las Culturas de Barcelona, presidida por el Cardenal Martínez Sistach. Entretanto en comunidad se les lavó la ropa y se atendió a cuanto pudieran necesitar para la partida del día siguiente. Día 14 - Era domingo. A las 8 de la mañana celebramos la Misa también con los peregrinos. Presidía Mn. Silvio y concelebraban los otros dos sacerdotes. La Misa de Angelis en latín fue cantada hermosamente por todos. Las lecturas fueron en castellano y el Evangelio fue proclamado en polaco. Hubo mucho incienso y la Comunión fue distribuida bajo las dos especies. Como acción de gracias cantaron un motete polifónico muy hermoso. Al terminar, uno de ellos se acercó a una de nuestras ancianas y le pidió la bendición, a lo que ella se resistió un poco pero luego lo hizo con un tímido dedo índice sobre la frente. Fue un grupo de peregrinos que nos dejó la impresión de unos infatigables buscadores de Dios y un halo palpable de espiritualidad. Por la tarde llegaron los alemanes, y también nos rogaron tener a solas su oración en la iglesia. Nosotras fuimos a la hemeroteca a rezar el Oficio de Lectura.

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Día 15 – Solemnidad de la Asunción de la Virgen María Resultó una Liturgia muy hermosa dando el parabién a nuestra Madre por entrar por fin en la eterna felicidad, inimaginable para cualquier criatura en este destierro en el que aún nos encontramos. En la procesión de entrada había 4 sacerdotes y dos acólitos. Lenguas diversas alabaron y bendijeron a María, ya que la Misa fue en latín, español y alemán. Presidió

Mn. José María Manresa, otro de nuestros capellanes, experto en alemán por haber estudiado en Munich, y también colaboró en la primera lectura nuestro incondicional Sr. Calatayud, lector habitual los días festivos. El canto de entrada estuvo a cargo de los peregrinos, y el Gloria de Taizé fue cantado por todos. Los acólitos eran dos seminaristas de Munich, cuyos superiores deseaban que se hospedaran en nuestra diócesis y se alojaron varios días en nuestra vicaría, muy bien atendidos también por Mn. Manresa. Entre los sacerdotes peregrinos tuvimos la alegría de comprobar que uno era dominico, Fr. Inael Sánchez, OP, de la provincia de Colombia, que está estudiando en Canadá y acompañaba a otro grupo hospedado en el colegio de las religiosas de El Pinar. Al enterarse que había un monasterio de dominicas, no dejó escapar la ocasión de venir a nuestra celebración. La homilía del sacerdote, en buen español, fue un himno de alegría y exultación a María, en la que vemos un modelo para colaborar con la gracia; dijo también que Jesús quiso una Madre inmaculada para sí, pero también desea de nosotros un FIAT semejante al de Ella; que es la estrella de nuestra esperanza; y que tenemos segura su ayuda para llegar al gozo inmenso de la gloria. Al terminar cantamos a todo pulmón la Salve Regina y el sacerdote que hablaba español nos dio las gracias desde el ambón e hizo entrega a la Madre Priora de un cuadro de plata repujada con la efigie de la Madonnina, de Ferrucci, llamada popularmente la Virgen Gitana. La entrega se cerró con aplausos gozosos. Y Juan, uno de los jóvenes alemanes, entregó a una monja 5 euros para “comprar flores bonitas a la Virgen”.

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Al día siguiente se despidieron de la comunidad y salieron rumbo a su destino. Aunque no les volvamos a ver, quedan en nuestra oración como todos cuantos pasan por el monasterio. Día 17 - La Conferencia Episcopal Española insinuó a los Monasterios la participación en una Cadena de Oración por las vocaciones durante las Jornadas Mundiales de la Juventud. Muy gustosas acogimos la idea y a partir de la Eucaristía de este día, se exponía el Santísimo por el capellán y se hacían turnos de vela de una hora hasta las 13,30, y por la tarde desde las 4,30 hasta las 8 u 8,30, quedando abierta a los fieles la participación en la misma, tal como se indicó en letreros anunciadores colocados en el cancel de la Iglesia. Los turnos se mantuvieron hasta el día 21, inclusive, en que se concluyeron las Jornadas y el Papa regresó a Roma. Su satisfacción era evidente, así como la del Cardenal Rouco, obispos, clérigos y los dos millones de jóvenes que aproximadamente vivieron este evento eclesial. Hasta los periódicos menos afines a la religión, no pudieron dejar de publicar artículos sobre el poder de convocatoria de este anciano Papa y el civismo, junto a la religiosidad, de que hicieron gala todos los peregrinos. Afortunadamente, la comunidad pudo presenciar cuanto en estos días se celebró en Madrid, gracias a la televisión. Día 22 - Volvieron los peregrinos polacos para permanecer dos días más en nuestra Casa de Oración. Ellos mismos se organizaban para visitar los lugares más interesantes de Barcelona. Desayunaban en el monasterio y también cenaban. Se les veía felices, y seguían con sus Misas y oraciones privadas. Día 24 - A la Misa conventual asistieron también los peregrinos polacos, que la ofrecieron con gratitud por la comunidad. La comenzaron a las 7,15, con el fin de terminar antes de las 8 horas, en que llegaría el capellán habitual y los fieles de costumbre. Todo se realizó en polaco y al terminar desearon reunir unos momentos a la comunidad para expresarles su gratitud. En un gran corro, uno de los sacerdotes nos decía —traduciendo uno de los peregrinos— que nos recordarían siempre con el mayor afecto, por nuestra acogida, nuestro cariño, nuestros detalles. Que en todos los lugares donde habían estado habían tenido buena acogida, pero que la nuestra “para ellos sería imborrable”. Nos entregaron un cuadro pirograbado con la efigie de Don Bosco, muchos

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folletos de su grupo salesiano ciclista, llamado BOSCO TEAM – GRUPA ROWEROWASALEZJANSKA, y una caja de galletas dulces con cereales. Partieron felices y nosotras entramos en la iglesia para la Misa de 8, que ofrecimos en acción de gracias por comprobar el fervor de unos jóvenes que no se desdeñaban en demostrar su valoración de Jesucristo y su deseo de agradarle. Día 26 - La acogida de nuestro monasterio a participantes en la JMJ termina hoy con la llegada de dos sacerdotes italianos, Marco Scandelli y Ángelo Lameri, profesores en la Pontificia Universidad Lateranense de Roma y pertenecientes a la Conferencia Episcopal Italiana. Estuvieron en las memorables jornadas de Madrid colaborando con la Conferencia Episcopal Española en el marco de la organización general de esos días. El primero de ellos ya estuvo en nuestra iglesia el día en que cantó Misa Mn. Silvio Torregrosa, y de acuerdo con él solicitó pernoctar en nuestra Vicaría con su acompañante durante dos días, para que éste conociera lo más importante de la zona barcelonesa. Muy gustosas les hemos hospedado, aunque al mediodía comían fuera. Regresaron a Roma el día 28 muy agradecidos, después de haberles despedido en el locutorio. Terminamos esta información con la persuasión de que un ramalazo de energía sobrenatural ha pasado por España y que se ha sembrado una semilla que dará fruto en la forma inaparente en que toda semilla germina. Es indiferente la oposición groseramente manifestada contra estos días; los silencios de los que hablan demasiado de lo que no les compete; los montajes mediáticos que siguen difamando al Papa, mientras se alaban personajillos siniestros que nunca construyen. Demos gracias a Dios por este agosto de 2011 que queda escrito con mayúsculas en el LIBRO DE LA VIDA. Sor Mª Araceli Abós, op

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Orihuela (Alicante)

Queridas Hermanas, una experiencia que todos tenemos es la de sentirnos desbordados de alegría cuando se nos da como posesión un bien que hemos anhelado y pedido con vehemencia; siendo mayor el gozo cuando el don supera lo que nos habíamos atrevido a soñar. Pues esto es lo que me pasó el día 19 de agosto, a las 12 horas. Cuando el Santo Padre me bendijo, o más bien, él se dejó arrancar una bendición. Fue hermoso el camino que me hizo recorrer para derramar su don: la senda del deseo

que ensancha el corazón para que pueda caber lo que quiere otorgar. Lo comparto con el fin de alabar su providencia, agradecer el regalo y grabar en el corazón su magisterio en la vida. Cuando aún se veía lejano en el horizonte del tiempo la JMJ, oímos hablar del encuentro del Papa con las religiosas jóvenes. Justamente por esto era imposible entrar en las condiciones requeridas para acudir, ya que, como todas sabemos, el límite de edad era el de 35 años y yo los supero con creces. Por esta razón no me animé ni a pedirlo, sin embargo deseaba vivamente conocer al Santo Padre, estar cerca de él, oír su voz… En comunidad preparábamos con ilusión el viaje de Sor Begoña con dos Hnas. Agustinas del Monasterio de S. Sebastián de nuestra Diócesis de Orihuela – Alicante: Hna. Bet, profesa temporal y Miriam, postulante. Yo sabía que no iba a ir, pero no podía evitar el desearlo, hasta que opté por convertir el deseo en renuncia madurada y ofrecida. Y así el gozo que vino con la entrega fue superior a mi anhelo. Lo más curioso es que cuando el fuego del deseo parecía que había sido apagado por la humilde realidad de la vida, M. Priora el día 17 después del almuerzo, nos dijo que en la comunidad sólo había dos monjas que no habían asistido a encuentros con el Papa y que para una de ellas tenía el billete a Madrid. ¡Esa monja

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era yo! Me invadió el asombro lleno de alegría y agradecimiento y recordé lo del sacrificio de Abraham, pues ofreciendo mi esperanza se me concedió mucho más de lo que daba. Allí comienza una “parábola viviente”, como me gusta llamar a esas lecciones magistrales que Dios nos da en medio de la sencillez del día a día. Estando sin acreditación para acceder al Patio de los Reyes ni al “corralito” reservado a las contemplativas en la Lonja de El Escorial, tenía que conformarme con estar en la parte de los laicos. Fue providencial que en los momentos en que exponía mi situación a dos Voluntarias, se acercara un Teniente de la Guardia Civil a preguntarnos si podía ayudar en algo. Él mismo nos condujo al lugar enfrente de donde se detendría el Santo Padre para saludar a las autoridades civiles antes de entrar al Monasterio. Allí permanecí más de dos horas y media; pasaron rapidísimo, gracias a la buena compañía de dos sacerdotes jóvenes y de un par de monjas franciscanas que no habían podido lograr la acreditación requerida. Seguí el mensaje del Papa en la pantalla gigante y cuando terminó, contentísima por lo vivido, resolví regresar a esperar a mis hermanas dentro de El Escorial a donde habíamos sido hospedadas la noche anterior. Desde una televisión que estaba en la portería del Monasterio vi y escuché las palabras dirigidas a los profesores. Cuando estaba terminando el momento dedicado a la entrega de los presentes y los saludos finales, llegó allí un jefe de Marina diciendo que él no quería perderse la despedida del Sumo Pontífice y salió del recinto. ¡Yo tampoco! pensé. Y le seguí. Llegando a la mitad del camino le preguntamos a un guardia si podíamos seguir y nos respondió que no había inconveniente, continuamos y otro de ellos nos dijo con gestos de su mano que podíamos acercarnos, es más, este señor me cedió su lugar. Estaba junto a dos niños discapacitados, a menos de un metro de donde esperaba el coche en que subiría el Papa para dejar El Escorial. Al llegar en frente de ellos, su Santidad se detuvo y con gran ternura les acarició y bendijo. Yo entre sorprendida y emocionada, le tendí la mano, él me miro a los ojos. Yo no podía hablar, me sentí traspasada por la transparencia luminosa de su pacífica mirada, besé su mano y se la llevé hasta mi frente y me bendijo. En realidad era yo la que dirigía sus dedos en forma de cruz sobre mi cabeza. Él me dejaba hacer. No hubo palabras, sino un lenguaje silencioso de miradas y gestos y un fugaz pensamiento: “está lleno de Dios”. El se marchó y yo quedé asombrada por el regalo y llena del pacífico y radiante gozo que me transmitió. No podía salir del encanto, al volverme encontré al guardia que me cedió el lugar, y dijo: “¡Qué bendición!”. Sólo pude decir: “¡Gracias!”, dos lágrimas gordotas intentaban escaparse de mis ojos. En esas poco más de 24 hs. fueron muchos y sabrosos los encuentros, hermosa la fraterna hospitalidad de la Comunidad de El Escorial, maravilloso ver a los jóvenes del mundo entusiasmados con Cristo y su Iglesia; pero lo que sin duda guardo como un tesoro regalado, es el encuentro personal con el santo Padre y una frase, las palabras que nos dirigió y que desde antes habían calado hondo en mi corazón: la del llamado a ser «exégesis viva de la Palabra de Dios» (Exh. Apostólica “Verbum Domini”, 83).

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La enseñanza que dejó en mí este acontecimiento es la de nunca cansarme de desear porque el deseo alivia el peso de la cruz de cada día al anclarnos, por la esperanza, en el mismo corazón de Dios. Hay ocasiones en que nosotros le recordamos al Señor su promesa: «Pedid y se os dará, buscad y hallaréis, llamad y se os abrirá », como una manera de “obligarlo” a cumplir su palabra; esta vez es Él el que me recuerda: “¡Pide, busca, llama! porque Yo Soy el mismo ayer, hoy y siempre y sigo dando más de lo que puedan imaginar, dejándome encontrar y poseer, y abriendo nuevas sendas donde aparentemente el camino se ha acabado”. Por todo lo recibido no cabe sino un grande: ¡Gracias a Dios, a mis Hermanas y a todos los que, sabiéndolo o sin saberlo, me permitieron recibir este precioso regalo! Sor Mª Luisa Navarro, op

«… La Iglesia necesita de vuestra fidelidad joven arraigada y edificada en Cristo. Gracias por vuestro “sí” generoso, total y perpetuo a la llamada del Amado. Que la Virgen María sostenga y acompañe vuestra juventud consagrada, con el vivo deseo de que interpele, aliente e ilumine a todos los jóvenes ». Benedicto XVI

(Encuentro con religiosas jóvenes – El Escorial, 19 agosto 2011)

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SEGUIMOS COMPARTIENDO EXPERIENCIAS…

Sor Mª Mercedes Company Peris Santa María del Pilar - Zaragoza

1 - ¿Crees que influyen positivamente en los jóvenes estos encuentros mundiales? Indica algún fruto bueno que se consigue, a tu parecer. Aunque no he tenido la ocasión de hablar con nadie después de estos encuentros y saberlo directamente, sólo el escuchar cómo ha sido la preparación antes del encuentro, todo lo que se ha trabajado y se ha catequizado primero en sus países de origen, en las diócesis, las parroquias y después en las ciudades donde han sido acogidos los jóvenes antes de ir a Madrid, para que la jornada no se quedara sólo en unos días de fiesta, es una semilla que se ha ido sembrando y que creo que con el tiempo irá fructificando. Es el Espíritu Santo quien suscita y mueve todo esto y Él sabe lo que quiere de cada persona y lo que durante esos días ha trabajado en el interior de cada uno. Esto mismo es el mejor fruto que yo veo, además de la inyección de esperanza que han recibido, primero del Papa, con sus palabras y su presencia y después unos de otros, sabiendo que en el camino de la fe no están solos sino que los jóvenes que siguen a Jesús, de una manera u otra son muchos, y han tenido la oportunidad de conocerse más de cerca y quizá los más indecisos ver que hay otros que se toman la fe en serio. 2 - Desde el Monasterio ¿cómo has preparado y celebrado la JMJ-Madrid 2011? La preparamos comunitariamente. Pusimos en común algunas propuestas para tomar conciencia de la importancia del acontecimiento y rezar con más intensidad por todos los jóvenes. Salieron cosas sencillas pero que nos ayudaron a tener presentes continuamente estos jóvenes que iban a participar en la JMJ y también a los que no lo iban a hacer por no tener posibilidad o por sentirse alejados de la Iglesia. Cada vez que oía en voz alta una oración por los jóvenes de la JMJ no podía dejar de recordar a los que no conocen a Jesucristo y no

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pueden participar de esa alegría. Creo que nunca había rezado tanto por ellos como en esta ocasión. La manera de celebrarlo fue uniéndonos a todos los actos que pudimos, que fueron casi todos, era como estar ahí mismo con ellos, participando de su ilusión, de su entusiasmo y apropiándonos las palabras del Papa que, aunque iban dirigidas a los jóvenes, como el deseo de mejorar y de seguir a Jesucristo está en todos, pudimos tomar buena nota de ellas para ponerlas en práctica. 3 – Resume brevemente la impresión que más ha predominado en ti en este último evento. La impresión que yo tuve al ver las celebraciones fue que la Iglesia está viva, que los cristianos no estamos solos en nuestro empeño de seguir y servir al Señor y que vale la pena hacerlo. Tanta gente unida con un solo corazón y una sola alma era como un soplo de esperanza que me recordaba lo que el Señor le dijo a Pedro, que la Iglesia estaba edificada sobre una piedra firme y el poder del infierno no la derrotaría. Pueden salir muchas voces discordantes, muchas críticas, mucha oposición contra los cristianos, pero el Señor está en medio de ellos cuando dos o tres se reúnen para orar y aquí eran algunos más. Por eso, la sensación que se tenía era como estar en medio de ellos, participando y gozando de la alegría que da el Espíritu del Señor y que se percibía en el ambiente. Ha sido un evento del que nos hemos enriquecido todos, jóvenes y mayores.

Sor María Viejobueno Noviciado Mendoza (Argentina)

1 - ¿Crees que influyen positivamente en los jóvenes estos encuentros mundiales? Indica algún fruto bueno que se consigue, a tu parecer. Estos encuentros son, para mí, una hermosa esperanza para la Iglesia, y una fuente de gracias que brota continuamente dando fecundidad a los corazones que, llenos de inquietudes y deseos de santidad, se abran al llamado de Dios, a testimoniar su fe, desde cualquier estado de vida. Es, pues, redescubrirla nueva, joven, llena de vida y fortaleza, comprometida, ya que, como decía la Catequesis, «en los jóvenes del presente se encuentra la esperanza del futuro de la Iglesia y de la humanidad». El lema: «Arraigados y edificados en Cristo; firmes en la fe», es muy actual. No es sólo Europa quien tiene que «volver a encontrar sus raíces cristianas» (Mensaje JMJ), sino que es para cada corazón, cada bautizado que quiera vivir con radicalidad 23


su fe en medio de las vicisitudes de la vida, especialmente del laicismo contemporáneo. Esto exige, fundamentalmente en la oración, un encuentro personal con Cristo, donde cada uno se encuentra con sus propias pobrezas y riquezas, con sus debilidades y fortalezas, pero sobre todo con Aquél que nos ama con amor eterno y que nos ofrece su misericordia, y no nos pide más que CONFIAR, CREER en ese AMOR. El Papa, en su Mensaje, citaba a Jeremías: «¡Bendito el hombre que confía en el Señor y en Él tiene puesta su confianza! Es como un árbol plantado al borde de las aguas, que extiende sus raíces hacia la corriente; no teme cuando llega el calor y su follaje se mantiene frondoso; no se inquieta en año de sequía y nunca deja de dar fruto» (Jer.17, 7-8). La confianza, la fe, es entonces echar profundas raíces en Cristo y nutrirnos de la corriente de agua Viva que mana de su Corazón traspasado en la Cruz. Es plantar el árbol de nuestra vida en la tierra de la humildad del verdadero y sincero conocimiento de uno mismo y de Dios. Cuando no nos falta esta confianza, que se fortalece en los momentos de dificultad, de adversidad, este árbol «permanece arraigado en el Amor», en el cual crece y se hace muy fecundo, dando sus frutos más deliciosos: el amor a Dios, el deseo de su gloria y el amor a los hermanos con una sed ardiente de la salvación de las almas. Creo que éste es el llamado que el Señor me hace hoy como a alguien que aspira a ser monja dominica contemplativa. Nada más parecido a la vivencia de Nuestro Padre, que en nosotras se realiza en lo oculto y escondido de cada día, ya que estamos llamadas a ser raíces en el gran “Árbol” que es la Iglesia, y desde allí confirmar a nuestros hermanos en la fe con el testimonio de una vocación vivida con alegría, amor y fidelidad. 2 - Desde el Monasterio ¿cómo has preparado y celebrado la JMJ-Madrid 2011? Antes de su inicio pude prepararme leyendo e interiorizando, sobre todo, el Mensaje del Papa que escribió en agosto de 2010, la Catequesis preparatoria para la consagración de los jóvenes de todo el mundo al Corazón de Jesús y, cómo no, mirando de manera especial la figura de Nuestro Padre para darle el tinte dominicano. Todo esto poniéndolo en la oración, como se siembra una pequeñísima semilla que, si cae en tierra buena, a su tiempo germinará y dará su fruto en la propia vida, en lo cotidiano de cada día, y en toda la Iglesia. Quiera el Señor que realmente así sea. Lo he celebrado, junto a toda la comunidad del Noviciado y de monjas, acompañando muy de cerca, sobre todo con la oración y también viendo por Internet, a esta multitud entusiasta de jóvenes que «han permanecido en el Amor» —como bien se leía en el Evangelio la noche de la vigilia— a pesar del viento, la lluvia, o las manifestaciones en contra de los días precedentes, dando así un hermoso testimonio de fe, según el lema de la Jornada.

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Sor Mª Begoña Cartagena Hernández Orihuela (Alicante)

1 - ¿Crees que influyen positivamente en los jóvenes estos encuentros mundiales? Indica algún fruto bueno que se consigue, a tu parecer. En estos actos junto al Vicario de Cristo se vive un encuentro que traspasa fronteras: jóvenes de todos los pueblos, razas, lenguas, banderas, y son para ellos una experiencia eclesial inolvidable. Muchos jóvenes se encontrarán con Jesucristo, siendo un encuentro personal inseparable del encuentro con su Iglesia, que da un nuevo horizonte a sus vidas y con ello una orientación decisiva. 2 - Desde el Monasterio ¿cómo has preparado y celebrado la JMJ-Madrid 2011? Mi preparación espiritual estuvo en torno a la meditación y reflexión del mensaje del Santo Padre: «Arraigados y edificados en Cristo; firmes en la fe», acompañada con mi oración por los jóvenes peregrinos y voluntarios que iban a participar en ella. He seguido esta Jornada muy de cerca. Las palabras del Papa Benedicto XVI a las Religiosas sobre el seguimiento de Jesucristo son un estímulo para mi vida; disfruté mucho con lo que dijo sobre nuestra consagración religiosa y la radicalidad evangélica de nuestra vida, alentándonos a ser fieles a nuestra vocación. 3 – Resume brevemente la impresión que más ha predominado en ti en este último evento El Señor dirige nuestras vidas y así fue, cuando tuve la oportunidad de estar en la capital española los días 18 y 19 de agosto para participar del encuentro del Santo Padre con las religiosas de mi Diócesis: Agustinas, Clarisas y Justinianas, en el Patio de los Reyes del Monasterio de San Lorenzo de El Escorial. Siendo la JMJ un evento capaz de transformar a aquellos que pasan por ella, la viví como una experiencia eclesial inolvidable; vi jóvenes llenos de vitalidad, de entusiasmo, de alegría cristiana, compartiendo la fe y la amistad, quedando en mi interior una alegría que nace del corazón. Todos los bautizados somos consagrados a Dios pero hay personas que están consagradas al Señor de manera radical. De esta radicalidad habló el Papa Benedicto en aquel 25


lugar memorable y sus palabras son para mí una invitación actual a vivir mi pertenencia a Jesucristo por la consagración religiosa y testimoniar esta radicalidad evangélica como monja de la Orden de Predicadores. Aunque terminó el encuentro en Madrid de la XXVI Jornada Mundial de la Juventud, nuestra tarea a partir de ahora es difundir todo lo que allí se vivió: por una parte los mensajes del actual sucesor de San Pedro son un continuo aprendizaje de cómo desentraña las Sagradas Escrituras para ofrecer una enseñanza clara y profunda; y por otra, la manifestación de fe de una juventud sana, llena de vida y de alegría, que afronta el futuro con esfuerzo, con responsabilidad y con unos valores éticos arraigados en el Evangelio, porque son unos jóvenes que aman a la Iglesia y saben que la fe se vive en comunión con otros. En definitiva, son muchas las emociones, las vivencias y los recuerdos que quedan en el corazón, junto con mi deseo de que esta reciente Jornada Mundial de la Juventud aliente a todos los jóvenes del mundo a arraigar su vida en Cristo.

Sor Silvana Medina Concepción – Tucumán (Argentina)

1 - ¿Crees que influyen positivamente en los jóvenes estos encuentros mundiales? Indica algún fruto bueno que se consigue, a tu parecer. La Iglesia, que en medio de las tempestades y dificultades de nuestro tiempo sigue llevando luz y esperanza a todos los hombres —nuestros hermanos—, hoy quiere arder e iluminar nuevamente desde el Encuentro Mundial de los Jóvenes con el Santo Padre Benedicto XVI en Madrid; encuentro de gracia, encuentro con Cristo, oportunidad de reevangelización que el Señor nos concede. Los jóvenes quieren anunciar, desde la fuerza y la esperanza que los caracteriza, que no tienen miedo de abrirles las puertas de su corazón a Cristo, que son capaces de ir tras ideales altos cuando los mayores llegan hasta ellos, los toman de la mano, les muestran la senda que lleva verdaderamente a la felicidad —senda que, sabemos, no está exenta de pruebas y contrariedades—, y se animan a caminar con ellos manteniendo encendida la llama de la fe, la esperanza y el amor e iluminándolos y levantándolos cuando la fragilidad los ha hecho caer. Esto es lo que el Santo Padre Benedicto XVI hace con nuestros jóvenes; como otro Cristo en la

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tierra les sale al encuentro, los abraza, les muestra el camino y camina con ellos. ¡Qué gran testimonio y cuánto nos enseña el Santo Padre! Nos muestra el rostro materno de la Iglesia que vela y se preocupa por todos sus hijos. Quienes participan de la JMJ a su vez son transmisores del mensaje que han recibido, canal de la gracia y del amor del Señor para otros jóvenes como ellos. Son capaces de anunciar que la vida tiene sentido, que la “Vida” los ha encontrado y es “Verdad” y “Camino” para los hombres. En cada uno de ellos la Palabra ha sido sembrada y nosotras confiamos que desde nuestra vida contemplativa colaboramos, con la oración y la penitencia, para que «la palabra que sale de la boca de Dios no vuelve a Él vacía, sino que prospere (dé fruto) en aquellos a quienes ha sido enviada» (Const. F. I; cf. Is. 55,10). Un desafío será ayudarlos a que la Palabra permanezca en sus corazones para que en medio de las realidades que les toca vivir comprometan su vida con el Evangelio siendo luz y sal en el mundo. 2 - Desde el Monasterio ¿cómo has preparado y celebrado la JMJ-Madrid 2011? Como comunidad contemplativa vibramos con lo que la Iglesia, la Orden y el mundo viven, y hemos acompañado la preparación de la JMJ-Madrid 2011 informándonos de cada paso que se ha ido dando para que esto sea una realidad que renueve y llene de esperanza a cuantos tienen sed de Dios; además, jóvenes de nuestra Diócesis han viajado para participar de ese gran encuentro, nos alegramos de que por gracia de Dios sea así y esperamos recibir los ecos de viva voz. Pero, sobre todo, sabemos que nuestro mejor aporte lo realizamos desde la oración y la entrega alegre, fiel y generosa de nuestras vidas cada día, por ello con un corazón siempre joven nos animamos a ser miembros de la JMJ-Madrid 2011 desde el silencio del claustro, peregrinando en la fe con esperanza y amor hacia el encuentro con el Señor. ¡Que por intercesión de María y de todos los santos que España ha dado a la Iglesia, la abundancia de gracia que Dios derrama, encuentre en todos tierra fértil y que su Amor nos impulse a ser discípulos y misioneros suyos!

«… Queridos amigos, que ninguna adversidad os paralice. No tengáis miedo al mundo, ni al futuro, ni a vuestra debilidad. El Señor os ha otorgado vivir en este momento de la historia, para que gracias a vuestra fe siga resonando su Nombre en toda la tierra…» … Vale la pena acoger en nuestro interior la llamada de Cristo y seguir con valentía y generosidad el camino que Él nos proponga…» Benedicto XVI (Vigilia de oración con los jóvenes, Cuatro Vientos-Madrid, 20 agosto 2011)

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DOS CELEBRACIONES ESPERADAS Sor Leonor de Santa María Ocampo, op

«Haz, Dios mío y Esposo mío, que yo cumpla el fin para el cual me has traído a tu Casa» (Sor Leonor de Santa María Ocampo, op)

Queridos Hermanos: Qué bello es proclamar con el salmista: «La santidad es el adorno de tu casa», y transmitirles a través de esta crónica el acontecimiento que vivimos el pasado 28 de julio: la

colocación de los restos de la sierva de Dios, Sor Leonor de Santa María Ocampo, en la Iglesia conventual del Monasterio. Este momento de gracia fue precedido de varios hechos providenciales que fueron abriéndonos a la voluntad de Dios, que supera todas las expectativas humanas. Pues, después de haber trabajado en la búsqueda de los restos de nuestra hermana, sin obtener resultados certeros, a fines del año 2007, mientras los obreros trabajaban picando las paredes externas del coro, se desmoronó la pared que cubría los nichos y para sorpresa de todos comenzamos a descubrir y a dar con varias hermanas fallecidas, y tras una serie de estudios de los huesos se llegó a constatar científicamente los restos de la sierva de Dios. Se inició el proceso del reconocimiento formal de los mismos hasta que, por fin, en el 2009 se autorizó colocar los restos en la Iglesia. Debido a que el Postulador de la Causa, fray Vito Tomás Gómez op, reside en Roma, se solicitó el nombramiento de un Vicepostulador, para el acto. El cargo recayó sobre fray Miguel Guevara op. Luego de la petición solicitada por M. Sandra al Arzobispo, se dispuso como fecha el día 28 de julio. Este momento, según la normativa, debía de disponerse de manera sobria y sencilla. Después de responder a algunos requerimientos del Tribunal Interdiocesano llegó el día. Pasadas las 17 horas comenzaron a llegar las personas autorizadas para participar. El acto fue presidido por el Vicario Judicial, Rvdo. P. Dante E. Simón sdb, Delegado del Sr. Arzobispo, asistido por el Promotor de Justicia, Pbro. Fernando Rodríguez, y el Notario Mayor, Pbro. Marcelo Renardi. Participó la comunidad de monjas, el Padre Prior Provincial,

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fray Pablo Sicouly op, fray Carlos Azpiroz Costa op, Prior del convento de Córdoba, y muchos de nuestros hermanos frailes que se hicieron presentes, ya que esa misma tarde había culminado el Encuentro de Provincia en Alta Gracia. Fue invitado el Pbro. Juan Carlos Marto, miembro de la Delegación de las causas de los santos de la CEA. Fueron invitadas la Superiora General de las Hermanas Dominicas de San José fundadas por fray Reginaldo Toro, director espiritual de la sierva de Dios: Madre Liliana Alfonso, acompañada por otra hermana; y la Superiora de las Hermanas Mercedarias fundadas por el venerable Padre José León Torres, director de la sierva de Dios en su última etapa, y gracias al cual conservamos sus manuscritos autobiográficos. Asistió el Dr. Bautista Grasso que intervino con su colaboración cualificada para todo lo requerido en orden a este acto y en lo que respecta propiamente al proceso, y el arquitecto Omar De Marchi que diseñó ad honores el lugar para colocar los restos, acorde al estilo de nuestra iglesia. El acto comenzó en la sacristía con una monición y el P. Dante Simón nos introdujo con sencillas palabras al hecho que se iba a realizar, aludiendo a la santidad de vida de Sor Leonor y al llamado a la santidad de todo bautizado. Luego el Notario Mayor procedió a la lectura del acta, en la que en primer lugar firmó el Tribunal, siguió M. Priora, el Dr. Grasso, el P. Prior Provincial, fray Pablo Sicouly, el P. Prior de los frailes de Córdoba, fray Carlos Azpiroz Costa y las monjas consejeras. Una de las copias de dicha acta sería posteriormente colocada en la urna junto a los restos. En este momento el P. Dante intervino con unas palabras explicativas que dieron sentido a la importancia de las firmas, es decir de los testigos.

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El Padre Promotor de Justicia, se valió de una anécdota de la vida de la sierva de Dios, refiriéndose a cómo ella había desgastado sus dientes cortando hilo de oro para bordar, y la comparó con el arduo bordado de las virtudes que fue haciendo a lo largo de su vida. Los huesos se fueron ubicando en una urna de vidrio por la comunidad de monjas y luego fueron pasando algunos de los presentes. EL Promotor de Justicia, ayudado por el Notario procedió a cerrar, precintar, lacrar, y sellar la urna, que se colocó en otra de madera. Luego nos trasladamos en procesión al recinto dispuesto en la Iglesia, mientras cantábamos la Salve Regina y el O Lumen. Llegados al lugar, fray Miguel Guevara op, y M. Priora introdujeron la urna en el nicho, y lo cerraron. Se distribuyó a los presentes la estampa de la sierva de Dios, y todos rezamos la oración.

Acabado el acto, M. Priora agradeció a los presentes acompañarnos, en especial a nuestros hermanos dominicos, e invitó a pasar al refectorio, donde compartimos un momento fraterno. Para concluir, cabe destacar que este momento de gracia ha sido una oportunidad propicia para contemplar en nuestra hermana, Sor Leonor de Santa María, el llamado gratuito de Dios y su respuesta libre y gozosa. Ella supo descubrir la mano paternal y providente de Dios que fue guiando toda su vida. En sus manuscritos autobiográficos ha manifestado con la sencilla elocuencia de una mirada llena de fe, la admiración por lo que Dios obraba en ella: «Misericordias con que favorece la Divina Providencia a la última de sus criaturas». Hoy el testimonio de su vida se proyecta sobre nosotros y nos muestra cómo esa audaz confianza con la que vivió, hizo de ella una persona serena, que irradiaba paz y alegría, “era una Pascua”, testimoniaba una monja que vivió con ella. A lo largo de toda su vida supo fiarse bajo el amparo maternal de María, en particular cuando en su tierna edad quedó huérfana de madre. Ya como monja, contemplamos cómo ese deseo de ser “toda de Dios” tuvo como fruto maduro el abandono. Su fervor en la oración y su especial amor a Nuestro Padre, a la Orden, a los frailes, la hizo fiel intercesora y consciente de la misión que había recibido. En la vida comunitaria se entregó con verdadero espíritu de servicio y superó las adversidades y pruebas interiores con humildad y fortaleza de ánimo. Tenía ante sus ojos a Cristo, y la meditación de su vida alimentaba constantemente su entrega.

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Deseamos que esta fiel hija de Domingo, interceda por nosotros y la santidad de su vida nos estimule a alabar, bendecir y predicar el nombre de Cristo, y así prolongar la herencia espiritual que hemos recibido gratuitamente. Que María Santísima, a quien aclamamos como vida, dulzura y esperanza nuestra, nos siga cobijando con maternal solicitud y forme en nosotros el corazón de su Amado Hijo. Comunidad de Córdoba (Argentina)

Sor Teresita Pérez de Iriarte, op

Traslado de sus restos a la iglesia del monasterio Día 17 de septiembre. A las nueve de la mañana se procedió a la bendición del sepulcro por el P. Capellán. A las seis de la tarde, en la iglesia de nuestro monasterio, participamos de una solemne Eucaristía concelebrada por el Sr. Arzobispo, Mons. Manuel Ureña Pastor y trece sacerdotes, entre ellos el P. José Luis Cepero, Delegado diocesano para las causas de los santos y D. Joaquín Aguilar, Notario para este acto. La iglesia estaba abarrotada de fieles, entre los que destacaba un nutrido grupo de familiares de M. Teresita. Los cantos de la Eucaristía eran todos populares, con el fin de que pudieran participar en ellos los fieles, como así lo hicieron; moniciones, lecturas y oración de los fieles, corrieron a cargo de las monjas. El Sr. Arzobispo, visiblemente emocionado, nos hizo una homilía magistral, de ella entresacamos los siguientes párrafos: «… El espléndido fragmento de S. Pablo que hemos proclamado, nos dice: lo importante es estar con el Señor, estar con Cristo, que es lo que Sor Teresita anheló toda su vida. Estar con el Señor, teniendo fe en Él, adhiriéndose a su Persona, participando de su vida, cumpliendo casi de un modo espontáneo su voluntad… Sabéis que Santo Tomás de Aquino dice que el santo cumple los más difíciles mandamientos

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de la ley de Dios casi de un modo natural y éste es el signo de que la santidad perfecta ha amanecido en la vida de una persona…» «… La oración es el paseo del alma por el jardín de Dios, en el cual también el alma ya puede levantar la mirada al Señor y recibir la sonrisa del Señor porque en la oración Cristo sonríe al alma… Esa es la sonrisa que, cuando murió Sor Teresita, Cristo le dirigió: ‘Ven, hermosa mía, amada mía’…» «… Saludamos a las MM. Dominicas de esta comunidad de vida contemplativa, aquí, en la santa Daroca, en la Daroca de los Sagrados Corporales. Que el Señor haga llover con su gracia nuevas vocaciones para vuestra comunidad, para que seáis un foco de oración permanente en esta ciudad eucarística y que Teresita, la Venerable Teresita, que pronto esperamos sea Beata, nos ayude con su poderosa intercesión desde el Cielo, porque tenemos conciencia de que está junto a Dios alabándole en esa Liturgia celestial, día y noche, con el canto de Isaías: SANTO, SANTO, SANTO ES EL SEÑOR, DIOS DE LOS EJÉRCITOS.» La procesión de las ofrendas se hizo con toda solemnidad, en la cual las novicias cantaron y danzaron una oración de ofertorio. Siguió la Eucaristía y finalizada ésta, se procedió al traslado de los restos de Sor Teresita, del coro alto donde estaban, a la capilla de “Cristo, Sumo y Eterno Sacerdote”, en la iglesia de nuestro monasterio. Tuvieron el honor de bajarla sus sobrinos, 32


totalmente emocionados; al llegar a la iglesia la trasladaron hasta dicha capilla la Priora Federal, M. Mª Teresa de Jesús Gil op, la Priora de la comunidad, M. Pilar Mª Lorente op, y las dos novicias; para depositarla en el sarcófago lo hicieron también sus sobrinos. Una vez los restos depositados en el sarcófago y reunidos allí todos los fieles, se rezó la oración de Sor Teresita, se pidió su protección para todos y el Sr. Arzobispo, D. Manuel Ureña entonó la Salve Regina que todos, con muchísimo fervor, cantamos. Finalizó el acto con la bendición del Sr. Arzobispo y seguidamente se les invitó a todos a compartir la alegría de esta fiesta con unos dulces preparados por la comunidad. Comunidad de Daroca (Zaragoza)

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Sor Mª José Noguera Bermúdez, de la Comunidad de Sant Domènec, en Sant Cugat del Vallès (Barcelona), falleció el día 13 de junio. Tenía 77 años de edad, y ha vivido 50 años consagrada al Señor por la Profesión religiosa.

Sor Natalia Mª Castelló Gumb, de la Comunidad de Santa Catalina de Siena en Paterna (Valencia), falleció el día 6 de agosto. Tenía 86 años de edad, y ha vivido 57 años consagrada al Señor por la Profesión religiosa

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Sor Purificación Lozano Millán, del Monasterio de San José, en Calatayud (Zaragoza), falleció el día 8 de agosto. Tenía 88 años de edad, y ha vivido 64 años consagrada al Señor por la Profesión religiosa.

FAMILIARES Dª Amparo Saborit, hermana de Sor Rosa Mª, de la Cdad. de Xàtiva (Valencia), el día 1 de mayo. D. Juan Villacampa, hermano de Sor Concepción, de la Comunidad de Santa María del PilarZaragoza, el día 9 de julio. Dª Consuelo Azorí, hermana de Sor Mª Pilar, de la Comunidad de Paterna-Valencia, el día 25 de julio. D. José Ángel Garay, hermano de Sor Esperanza, de la Cdad. de Córdoba (Argentina), el día 10 de agosto. Hna. Mª Rosa Martínez Vidal, religiosa de la Consolación, hermana de Sor Carmen Mª, de la Comunidad de La Inmaculada, Torrent (Valencia), el 24 de septiembre.

¡DESCANSEN EN PAZ! PAZ!

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