Unidas 170

AÑO XLIX – MARZO 2012 – Nº 170

¡Soy Soy tu pequeña esclava…! esclava…!

FEDERACIÓN DE LA INMACULADA MONJAS DOMINICAS TORRENT (VALENCIA)-ESPAÑA

ÍNDICE

Página La hora de la Hoguera Agenda Federal Comisión Internacional de Monjas Crónica de una Profesión solemne El gozo de la Consagración Rebosando gratitud…

Impresiones ante mi próxima Profesión Entrevista a Mons. Joseph Tobin Compartiendo…

Homenaje en Burriana…

Nuestros difuntos Felicitación Pascual

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Edita: Federación de la Inmaculada Concepción Apartado 20 46900 – TORRENT (Valencia) ESPAÑA IMPRIME: Federación de la Inmaculada Concepción Depósito Legal, V.733/1989 Marzo, 2012 E-mail: secrefeinma@infonegocio.com Tel. 96-158 96 15

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LA HORA DE LA HOGUERA… HOGUERA J. L. Martín Descalzo

«… El ángel esperaba en un segundo interminable. No era fácil aceptar, ciertamente. El problema de cómo se realizaría el nacimiento había quedado desbordado por aquellas terribles palabras que anunciaban qué seria aquel niño. Tampoco María ahora comprendía. Aceptaba, si, aceptaba ya antes de responder, pero lo que el ángel decía no podía terminar de entrar en su pequeña cabeza de criatura.

Algo sí, estaba ya claro: Dios estaba multiplicando su alma y pidiéndole que se la dejara multiplicar.

No era acercarse a la zarza ardiendo de Dios, era llevar la llamarada dentro. Esto lo entendió muy bien: sus sueños de muchacha habían terminado.

Aquel río tranquilo en que veía reflejada su vida se convertía, de repente, en un torrente de espumas... y de sangre. Sí, de sangre también. Ella lo sabía. No se puede entrar en la hoguera sin ser carbonizado. Su pequeña vida había dejado de pertenecerle. Ahora sería arrastrada por la catarata de Dios. El ángel apenas decía la mitad de la verdad: hablaba del reinado de aquel niño. Pero ella sabía que ese reinado no se realizaría sin sangre. Volvía a recordar las palabras del profeta: “Yo soy un gusano, ya no soy un hombre; han taladrado mis manos y mis pies; traspasado por nuestras iniquidades, molido por nuestros pecados será conducido como oveja al matadero...” (Is 53). Todo esto lo sabía. Sí, era ese espanto lo que pedía el ángel. Que fuera, sí, madre del «hijo del Altísimo», pero también del «varón de dolores».

Temblaba. ¿Cómo no iba a temblar? Tenía catorce años cuando empezó a hablar el ángel. Y era ya una mujer cuando Gabriel concluyó su mensaje. Bebía años. Crecía. Cuando una adolescente da a luz decimos: «Se ha hecho mujer». Así ella, en aquella décima de segundo.

Y el ángel esperaba, temblando también. No porque dudase, sino porque entendía. Un poeta P.M. Casaldáliga- lo ha contado así: Como si Dios tuviera que esperar un permiso...

Tu palabra sería la segunda palabra y ella recrearía el mundo estropeado como un juguete muerto que volviera a latir súbitamente.

De eso, sí, se trataba: del destino del mundo, pendiente, como de un hilo, de unos labios de mujer.

Y en el mundo no sonaron campanas cuando ella abrió los labios. Pero, sin que nadie se enterara, el «juguete muerto» comenzó a latir. Porque la muchacha-mujer dijo: He aquí la esclava del Señor.

Hágase en mí según tu palabra. Dijo «esclava» porque sabía que desde aquel momento dejaba de pertenecerse. Dijo «hágase» porque «aquello» que ocurrió en su seno sólo podía entenderse como una nueva creación.

Dios había empezado la prodigiosa aventura de ser hombre en el seno de una mujer…»

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AGENDA FEDERAL Actividades de la Priora Federal - Del 3 al 6 de enero realiza la Visita oficial a la Comunidad de Calatayud (Zaragoza).

- El día 9 de enero, acompañada de Sor Mª Teresa Rius Claus, visita la Cdad. de Burriana (Castellón).

- Del día 13 al 20 de enero realiza la Visita oficial a la Comunidad de Xàtiva (Valencia).

- El día 1 de febrero, se entrevista en Roma con el Subsecretario de la CVCSVA, P. Sebastiano Pacciola, OSB. - El día 13 de febrero, en la Casa de las Hermanas Anunciatas de Madrid, participa en la Reunión Interfederal a la que asistieron las tres Prioras Federales con sus secretarias, para preparar el encuentro con el MO. que tendrá lugar el día 1 de junio.

- Del 20 al 23 de febrero visita la Comunidad de Santo Domingo-Zaragoza.

- Los días 8 y 9 de febrero preside el 34º Consejo Federal, celebrado en la Casa Federal.

- Del 24 al 26 de febrero visita la Comunidad de Xàtiva (Valencia).

- Del 12 al 14 de marzo realiza la Visita oficial a la Comunidad de Esplugas de Llobregat (Barcelona).

- Del 15 al 18 de marzo realizó la Visita oficial a la Comunidad de Manresa (Barcelona).

- Del 19 al 21de marzo visita la Comunidad de Sant Cugat del Vallès (Barcelona).

Prioratos Sor Ángeles Mª Güemez Sáiz, perteneciente a la Comunidad de Albarracín (Teruel), es elegida Priora de la Cdad. de la Stma. Trinidad de Orihuela (Alicante), el día 23 de enero.

Movimiento Vocacional Sor Florencia Bancalari, de la Comunidad de Concepción-Tucumán (Argentina), hizo su Profesión Temporal el día 11 de febrero.

Sor Patricia López, de la Comunidad de San Justo-Buenos Aires (Argentina), hizo su Profesión Temporal el día 18 de febrero.

Sor Mariana Llopart, de la Comunidad de Mendoza (Argentina), hizo su Profesión solemne, el día 24 de marzo.

Dejó la Vida religiosa – Sor Viviana Karamatich, Profesa Temporal de la Cdad. de ConcepciónTucumán (Argentina), el día 1 de enero.

Traslados Sor Mª Carmen Serrano, a la Comunidad de Sta. Mª del Pilar, en enero.

Sor Teresa Cadena, a la Comunidad de Santa Mª del Pilar, en enero.

Aniversarios de Profesión Sor Amalia Peñate, Priora de la Cdad. de Mendoza (Argentina), celebró sus Bodas de Plata, el día 6 de enero.

Sor Esperanza Garay, de la Cdad. de Córdoba (Argentina), celebró sus 60 años de vida religiosa, el día 2 de febrero.

Sor Mª Teresa Pérez, Priora de la Cdad. de Catamarca (Argentina), celebró sus Bodas de Plata, el 6 de febrero.

Sor Mª Ángeles Birlanga, de la Cdad. de Torrent (Valencia), celebró sus Bodas de Oro, el 25 de marzo

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Comisión Internacional Internacional de Monjas ¿QUÉ ES LA C.I.M.?

Es la pregunta que con alguna frecuencia se nos hace ¿Para qué la Comisión Internacional de Monjas?

La respuesta obvia, es que la CIM, sin suplantar a las Federaciones, es un canal de comunicación entre el Maestro de la Orden y las monjas.

Pero la Comisión es algo más, es una inyección de optimismo y esperanza que deberíamos saber transmitir. Es un baño de universalidad dominicana. La Orden puede estar envejeciendo de modo alarmante en nuestro entorno, pero es joven en otras latitudes.

Participar en las reuniones de la Comisión es una riqueza y un privilegio que sería deseable

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alcanzara a todas y a cada una de las hermanas, algo imposible, pero puestas a soñar, yo soñaría que la CIM se transformara en una AIM, es decir, en una Asamblea Internacional de Monjas. Eso nos ayudaría a salir de nuestros pequeños mundos, a ensanchar espacios y horizontes; la nueva perspectiva alcanzaría más allá de nuestro estrecho y angustioso campo de visión en el que aparece la única alternativa “cerrar” ó “resistir”. La Orden es mucho más. La vida contemplativa dominicana es rica en fondo y forma, más allá del número de comunidades, más allá del número y edad de las monjas.

¿QUÉ HACEMOS EN LA C.I.M.?

Durante el encuentro compartimos la vida y la riqueza de nuestros respectivos lugares a través del relato que de ella hacemos cada una de nosotras, además compartimos temas de formación previamente estudiados y preparados en nuestra casa durante el año. Adquirimos información privilegiada de primera mano por los invitados que recibimos y las visitas que realizamos.

En la reunión de septiembre pasado, el Maestro de la Orden nos dedicó toda una mañana escuchando, respondiendo y dando pautas. Con su estilo rotundo, contundente (quizá por las limitaciones del lenguaje), encareció que nuestra condición de monjas contemplativas se enriquece con el apelativo de “predicadoras”. Nuestra misión, es la misión de la Orden; no tenemos otra. Hay que rezar y sostener la predicación de los frailes pero también ellos han de hacer lo mismo por la nuestra. Encareció la necesidad de formación. El estudio es una observancia tan importante que difícilmente se puede o se debe dispensar.

El P. Philippe Toxé, nos informó sobre los procedimientos relativos a nuestra relación burocrática con el Procurador General, nos explicó el “manual” que ya todas habéis recibido.

El P. Vito, con la exuberancia, la precisión y el rigor que todas le conocemos nos descubrió y describió todos los rincones de la basílica de Sta. Sabina.

Un día fuimos a rezar las Vísperas y compartir la cena con las monjas de Monte Mario.

Otra tarde nos reunimos con las Hermanas Dominicas Internacionales que también estaban congregadas. Intercambio de información, fraternidad, mucha fraternidad y… merienda.

En la reunión de la CIM no hay por qué ocultarlo, además de trabajar, “lo pasamos bien”.

Visitamos a las hermanas de San Sixto, haciendo a pie el mismo recorrido que hizo Santo Domingo con las monjas, hasta entonces dispersas por Roma y que iban a enclaustrarse en este Monasterio. El punto de partida fue lo que hoy es una especie de capilla laica. Como dato curioso, en ese momento se estaba celebrando una boda civil, se nos acercó una señora y cuando pensamos que nos iba a llamar la atención por haber invadido turísticamente el recinto, nos dijo emocionada, que había rezado mucho por su hija que se negaba a recibir el sacramento del matrimonio, pero que nuestra presencia allí la interpretaba como una respuesta y una bendición del Señor: “Dios está aquí”.

Y termino por donde comenzó la reunión. Asistimos a la Audiencia General del Papa aprovechando que el primer día no habían llegado todas las hermanas debido a la huelga general italiana que afectó a nuestros vuelos. Asistir a esta audiencia fue una singular experiencia. Todo queda en un baño de multitud multicolor, parejas con su atuendo de boda, trajes regionales, familias completas, niños, muchos niños, “curas”, monjas. Mucha gente perteneciente a diversos movimientos eclesiales o simplemente turistas. Aplausos, gritos, algarabía festiva… mientras tanto el Sto. Padre, impertérrito, dictando su catequesis de los 5

miércoles a la que muy pocos intentábamos en vano atender. Claro que sabíamos que a la vuelta a casa nos encontraríamos el texto. Algo que también sabe Benedicto XVI, sus palabras profundas y claras no se pierden en el alboroto de la plaza del Vaticano, si no que llegan a los más recónditos lugares.

Lo dicho… ¿caminamos hacia una Asamblea Internacional de Monjas? Algo que sería tan beneficioso como lo es de imposible, pero puestos a soñar…

Sor Áurea Sanjuán Miró, op

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Porque nos parecen de gran interés, reproducimos aquí las palabras que Fr. Bruno Cadoré, el Maestro de la Orden, dirigió a las hermanas de la Comisión Internacional en el mes de septiembre.

“Cuando se habla acerca de las monjas en la Orden, hay que hablar de situaciones concretas y personales. La misión de las monjas es distinta, es universal. Creo que siempre tenemos que pensar que fuimos fundados juntos – monjas y frailes. Al principio, Ntro. Padre, seguro que no pensaba fundar nada, veía necesidades, la Iglesia no estaba bien, él quería hacer algo, pero no sabía qué. Ntro. Padre, poco a poco, descubrió que había otros que querían unirse a la predicación; predicaban de una manera muy importante: diciendo a la humanidad quién es Dios. Él y sus compañeros predicaban desde la propia vida; estaban llamados a ser perfectos.

Las primeras que se convirtieron fueron las mujeres. Santo Domingo se dio cuenta que cuando predicas alguien te está escuchando y recibes el fruto de la propia predicación.

Nuestro primer signo como predicadoras nace de la conversión, nos tenemos que convertir.

Las monjas en la Orden no son simplemente “contemplativas”, sino un signo dominicano de predicación contemplativa.

Mi sueño, mi deseo es hacer algo juntos, porque tenemos una misión común. Nuestro compromiso es uno solo: la misma misión en la Orden. Necesitamos vivir una vida humana, con respecto a todas las comunidades, porque son pocas, y en situaciones difíciles. Pero hay que saber discernir, porque lo que no querríamos para nuestra madre enferma o anciana, no debemos quererlo para nuestras hermanas que están en un estado precario.

Uno de los signos que nos indica que alcanzamos nuestra misión es la fraternidad; ser hermanos y hermanas, escuchar la Palabra Predicada. En la Iglesia, el modelo benedictino es el más fuerte. La abadesa es el modelo para siempre. Pero, ¿cuántas madres tenemos en nuestros Monasterios? La Priora en nuestro caso es distinta, porque es la primera entre hermanas, democráticamente llamada al servicio de la comunidad. Es mejor procurar la alternancia, no postular. En el nombre de Dios, nadie tiene ningún poder, nadie. Me gustaría ver en los próximos años que los Monasterios abrieran sus puertas y nos convirtiéramos, que 6

el Espíritu nos diera más alegría que miedo, paz en vez de discordia. Preferimos a veces hablar de nosotros, poniéndonos en el centro, en lugar de poner a Dios en el centro.

Nos reunimos para hablar de la clausura o del hábito, y es verdad que es necesario, pero no lo más necesario, no es lo primero. Lo que tiene que ver con todos, tiene que ser discutido por todos. Pienso que nuestra Comisión Internacional de Monjas, como las Federaciones, debe ayudar a las Prioras a que sean Prioras. Un problema que hay en algunas regiones es que a la hora de hacer una reunión capitular, las hermanas no pueden hacer aportaciones de los temas a tratar, sólo lo que proponga la Priora.

La vida que queremos vivir no es tan difícil. El número de vocaciones no es importante.

Necesitamos vocaciones, pero a veces nos paraliza esta cuestión. Si vivimos nuestra misión, las vocaciones vendrán, pero no podemos ir al mercado a comprar vocaciones. Tener vocaciones es un don y una gracia, allí mismo donde surjan. Cuando tenemos miedo de cerrar un Monasterio, es porque tenemos miedo a dejar que la vida venga a nosotros – como don.

Como Maestro no voy a hacer nada que las monjas no quieran hacer. Podemos vivir juntos, o vivir solos. Voy a organizar visitas a los hermanos; primero irán los socios en visita más larga, y después visitas más cortas donde irá el Maestro, para hablar con los hermanos, y luego tratar de reunirse con las monjas. La esperanza es que podamos trabajar juntos frailes y monjas, preparar juntos el futuro de la misión. A veces los frailes se meten en asuntos de las monjas y eso no está bien. Trabajar juntos no es eso. Estamos preparando el Jubileo, por tanto es bueno revisarnos de cara al futuro. No hay una manera concreta de coordinar a las monjas, por tanto necesitamos sentarnos juntos y trabajar para preparar el futuro. No hablo de cerrar éste o aquel monasterio, sino de apoyarnos mutuamente.

Si los/las jóvenes ven que tanto los frailes como las monjas trabajamos para ser un signo creíble, vendrán y se interesarán por nuestra vida. Las monjas oran por los hermanos, pero los frailes oran también por las monjas; somos una familia.

Que no se sorprendan que haya una reunión del Maestro con las Prioras para ver la situación y realidad en cada localidad. Entre las monjas hay que apoyar el estudio, y no olvidar el tipo de estudio que podemos establecer. El estudio es tan importante como cocinar o hacer algo para vender, porque tenemos esto en común en nuestra familia. Necesitamos ayudar nuestra mente, hacer llegar al corazón el Espíritu que abre caminos en nuestra vida.

Nuestra contemplación es también estudio. Hay que ser creativos, aunque sea difícil por la cultura, necesitamos hacerlo. Hacer y proponer un programa de estudio permanente y de estudio inicial. Toda monja tiene que ser contemplativa, y para ser contemplativas, hay que estudiar. Para respetar la vida humana hay que cuidar la mente y el corazón. Debemos estudiar; es la manera que Sto. Domingo nos dejó para ser libres. Es bueno el poder compartir la propia experiencia. Tenemos que tener la valentía de poder valorar la situación de cada monasterio – ver si merece la pena que ciertos Monasterios sigan “sobreviviendo”, en vez de vivir. La única autoridad es la autoridad del amor, y ésta la que puede ayudarnos a dar soluciones.

Nuestra Orden debe proponer una manera alegre de vivir, de acuerdo a nuestra vocación. No sois contemplativas así sin más, sois dominicas contemplativas. Somos parte de una misión que Domingo comenzó; no somos huecos para llenar. Todos los que se le unieron a Domingo lo hicieron para unirse a su misión. Las monjas son una presencia dentro de la Santa Predicación. Los frailes predican de una forma y las monjas de otra. Debemos preguntarnos: “Y nosotras, ¿cómo predicamos?” Hay tres predicaciones: la liturgia, la oración y el escribir una carta. Lo nuestro no es preocuparnos por permanecer en la clausura. El enfoque nuestro es vivir la misión de la predicación desde la clausura”.

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Crónica de una Profesión Solemne Después de hacer mis ocho días de retiro, el día 8 de diciembre, Solemnidad de Nuestra Madre Inmaculada, después de haber portado por varios años el emblemático título de novicia emérita, me despertaba el día en que iba a emitir mi Profesión Solemne. Ese despertar fue muy hermoso, con música que para mí era muy significativa y reunidas allí todas mis monjas (debo decir que dormí muy bien toda la noche). Me felicitaron con algunos dulces y… rapidito a prepararse para Laudes.

Todo fue hermoso para mí ese día ya que el Oficio de la Inmaculada me dice muchas cosas, sobre todo cuando habla de que «donde abundó el pecado sobreabundó la gracia» y la segunda lectura del O.L. eso de que «Aquél que pudo hacer todas las cosas de la nada, una vez profanadas no quiso rehacerlas sin María», y yo veo en todo esto la historia de mi vocación.

Después del coro fuimos a desayunar. Allí saludé de nuevo a mi comunidad y vi los regalitos, saludos, cartas, e-mails, mensajes, etc. que estaban en una mesa que habían arreglado con unas fotos mías de “mis años mozos”, pero digo que vi porque no quería leer nada por miedo a emocionarme, aunque estaba muy tranquila. En realidad hace mucho que veía como un milagro llegar a estar tranquila en este día porque eran muchas las cosas que se agolpaban en mi corazón en esos momentos.

La ceremonia era a las 10 de la mañana. La hora llegó pronto y también la gente y tampoco a ellos quería mirarlos. Estaban juntos y podía verlos así por primera vez desde que entré, a todos los miembros de mi familia, ya que mi hermano no había venido a ninguna de las

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ceremonias anteriores y era la segunda vez que veía a mis padres juntos después de su separación luego de mi toma de hábito en el año 2004, así que todo era muy fuerte para mí.

Mientras la gente permaneció en la capilla la Madre Priora y yo con el Arzobispo que presidió, los frailes que concelebraron y los diáconos que asistieron a Monseñor, fuimos a la portería y desde allí entramos por el claustro en procesión; ¡acá sí que estaba nerviosa y temblaba! Y pensé que no iba a poder decir nada de lo que debía. Para colmo yo tenía que hacer la segunda voz así que tenía prohibido emocionarme. Después del primer interrogatorio y postración ya me empecé a calmar.

Unos días después de avisarle al Obispo de la profesión, le escribí para pedirle si era posible que en lugar de él predicara un fraile, a lo cual accedió muy amablemente, por lo cual en la Eucaristía predicó el Padre Fernando Aquino a quien conozco hace ya mucho tiempo y que era el prior del convento de los frailes cuando empezó mi historia vocacional. Nos habló de cómo suena difícil, porque el corazón no está acostumbrado, esto de “hasta la muerte” pero que en realidad, me decía, “ya venís muriendo cada vez que abrís la ventana y otra te la cierra” (porque el día anterior habíamos estado hablando de esas cosillas). Fue una homilía preciosa.

Después vino todo el rito de la Profesión en el presbiterio. Yo le había dicho al prior, Fray Pablo, que si me emocionaba y no podía hablar me mirara feo, así me “recomponía”, pero no hizo falta porque lo dije todo de corrido, más bien rapidito como es mi costumbre.

El velo y el anillo se los acercó a Monseñor mi papá y la procesión de ofrendas las hicieron mi mamá y mi sobrino Lautaro que tiene siete años y que al llegar frente al Obispo le hizo una genuflexión.

Las monjas cantaron muy lindo y más lindo fue al final cantar juntos, frailes y monjas, la Salve a la Madre del cielo.

Después, al ir saludando a las monjas, sí que lloré. Ya lo dije una vez, son ellas las que han perseverado conmigo en mis pruebas, son ellas el rostro del Buen Samaritano para mí,

ese que pasó a mi lado y viendo mis heridas se compadeció de mí y quiso quedarse además aquella mala noche junto a mí sin abandonarme, ellas, mis hermanas, que conocen mis límites y mi gran pobreza y así y todo me abrieron su casa y su corazón para que yo encuentre en 9

ambos mi propia casa ¡Cómo no llorar! Pienso en lo que dijo Pedro al Señor: « ¿y qué será de nosotros que lo hemos dejado todo?», y verdaderamente mi Señor me ha dado el ciento por uno en hermanos y hermanas y madres… y en todas y todos he pensado en ese día.

Quiero que estén seguras queridas hermanas, que las he tenido en mi corazón al momento de hacerle al Señor la entrega definitiva de mi vida; a ustedes, a los suyos y sus intenciones, todo lo he dejado en manos de Nuestra Madre que conoce cada uno de nuestros corazones.

Les cuento antes de terminar, porque sé que son detalles monjiles que nos gustan, que en la estampa de mi recordatorio puse la Anunciación del Beato Angélico y la frase: «Permanezcan en mí como yo permanezco en ustedes» y además agregué el principio y el final de la Elevación a la Trinidad de Sor Isabel (para mí todo está relacionado con la Inhabitación), y en el anillo hice grabar “JHS SUSCIPE 8-12-11”. Suscipe, es decir “recibe” y estaba en el Ritual de la Orden en el momento del ofertorio. Se decía “Suscipe Sancta Trinitas” al presentar juntos el pan y el vino, y para mí es una forma de actualizar mi alianza cada día en la Eucaristía. Una forma de querer ser hostia con la Hostia pero sabiendo que no dispongo más que de cinco panes y dos peces (cuando mucho), pero todo es para Él. Todo por Él, con Él y en Él.

Muy bien, esto se me hizo muy largo. Les pido que me recuerden ante el Señor para que me conceda ser fiel a tan gran don de su Amor, a tanta gratuidad. Que el Señor Jesús las colme de bendiciones y continúe afianzando los lazos que nos hacen ser una sola alma y un solo corazón en Él. Hasta siempre.

Sor Laura, OP Comunidad de Mendoza (Argentina)

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El gozo de la

Consagración

“Anunciaré tu Nombre a mis hermanos, en medio de la asamblea te alabaré.”

(Sal 21,23)

Queridas hermanas: Feliz por pertenecer ya al Señor por la profesión religiosa, deseo compartir con ustedes la alegría que ha desbordado en mi corazón tanto en los días de la preparación como en el momento mismo de mi consagración.

Los días previos al 18 de febrero fueron de intensa preparación por medio del retiro que comencé acompañada de toda la comunidad, la cual hacía su retiro mensual. Estas jornadas estuvieron llenas de la gracia del Señor manifestada de diversas maneras en cada Eucaristía, en la cercanía orante de mi comunidad que además cada día me acompañó con un pequeño detalle de caridad.

La Misa fue presidida por nuestro Obispo de San Justo, Monseñor Baldomero Carlos Martini, concelebraron frailes de nuestra Orden: fray Guillermo Juárez, fray Gabriel Nápole, fray Tomás Olazábal y el Padre Guillermo Torre sacerdote del clero, junto con algunos estudiantes de la Orden. Participaron de la misma mis padres, hermanos, amigos, familiares y bienhechores de la comunidad.

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Nuestro Obispo empezó la procesión que nos llevaría a la Iglesia para dar inicio a la ceremonia, glorificando a la Santísima Trinidad e invocando la intercesión de la Virgen Madre y de nuestros santos. Este hecho me ayudó a caminar hacia el Señor confiada para hacerle la entrega de mi vida.

En la homilía sencilla y profunda, Monseñor Baldomero, tras hacer una alusión breve a todas las lecturas que elegí, concluyó con el evangelio de la Anunciación, invitándome, al igual que el ángel Gabriel a María a: • “alegrarme” porque el Señor está conmigo, me ha elegido para ser de su total y absoluta pertenencia, • a “ no temer” porque ya no soy sierva sino hija y por lo tanto a abandonarme con total confianza en las manos del Padre, • y a responder al igual que Ella el “hágase” en toda su plenitud, aun cuando el camino sea de cruz.

Toda la ceremonia transcurrió en un clima de mucha serenidad y alegría, incluso cuando pronuncié la fórmula de la Profesión.

«Anunciaré tu Nombre a mis hermanos, en medio de la asamblea te alabaré» (Sal 21,23), es la Palabra de Dios que me acompañó antes, durante y después de la Profesión. Ella me recuerda la misión de la familia de los Predicadores, de la cual el Señor me ha querido hacer parte y a la que deseo corresponder con generosa entrega, ayudada con la Gracia y la Misericordia de Dios y la de mis hermanas, como lo he pedido.

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Anunciar el nombre de Dios a mis hermanos, “Nombre por el cual he sido bendecida con toda clase de bienes espirituales en el cielo, elegida para ser santa e irreprochable en su presencia por el amor, predestinada a ser hija adoptiva conforme al beneplácito de su voluntad para ser alabanza de la gloria de su gracia” como dice San Pablo a los Efesios, ese es el anuncio que me siento invitada a vivir y a hacer a todos los hombres.

Aprovecho esta oportunidad para agradecer a todas las comunidades, a los frailes y amigos de nuestra comunidad por haberme acompañado con la oración y hacerse presentes por medio de sus saludos. Que el Señor, dador de todo bien, les haga percibir cada vez más profundamente su infinita misericordia.

En Jesús, María y Domingo las saludo con afecto y les aseguro mi recuerdo ante el Señor.

Sor Patricia María de la Trinidad, O.P. Comunidad de San Justo-Buenos Aires (Argentina)

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Rebosando gratitud…

Queridas hermanas:

A unas semanas de mi primera profesión, quiero compartir con ustedes este tiempo de gracia.

El viernes 3 de febrero inicié mis días de retiro. Era primer viernes de mes, así que junto al Corazón de Jesús, recibiendo su misericordia y en el deseo de permanecer en Él durante estos días, como el discípulo amado, resonaban las palabras del profeta Oseas: «La llevaré al desierto… le hablaré al corazón…». Qué hermosa promesa del Señor para quien se dispone a la escucha. Qué hermosa invitación a seguir al Señor en cada una de las etapas de estos días: en los momentos de cruz y de gloria, en los que el corazón se prepara para una entrega única y plena. Así, poco a poco, el don y misterio de la consagración colmaron mis días de paz y alegría.

La Virgen fue también una presencia memorable. A través de Ella he recibido las gracias más importantes en mi vida y por eso me llenaba de gozo saber que también pondría mi vida en sus manos. Así fue que la tomé como compañera de camino durante mi retiro, confiada en

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que me llevaría a Cristo. De la mano del Magníficat y de la lectura de Efesios 1, 3-14 sobre el plan de salvación meditaba cada día una alabanza a Dios y una bendición de Dios.

Cada una de mis hermanas tuvo también gestos de caridad y cariño fraterno sea con alguna tarjeta o detalle, pero sobre todo, con sus oraciones, que me hacían vivir una comunión muy especial, como Iglesia y como familia religiosa.

La noche anterior a la profesión (viernes 10) algunas hermanas decoraron mi celda, pusieron una imagen de nuestro padre Santo Domingo y junto a él nuestra plegaria: «Cumple, oh

Padre, tu promesa, ayúdanos con tus plegarias». Fue una sorpresa recibirlo aquella noche en mi celda, pues era el mejor compañero para esas horas.

Para ese entonces, la ansiedad ya había llegado, pero gracias a Dios, pude descansar unas cuantas horas.

A las 6 de la mañana del 11 de febrero, día de mi profesión, sonaba el aleluya en la puerta de mi celda y tras un rato de música, al abrir la puerta, mis hermanas estaban allí, esperando para saludarme.

Rezamos Laudes, oración, rosario, Tercia y fuimos a desayunar. Y después de compartirles mis ansiedades, impresiones y alegrías de estos días de retiro, fuimos a prepararnos para la Ceremonia.

A las 10.30 hs comenzó la celebración, con la procesión y la gracia inmensa de la presencia del Obispo de Concepción, Mons. José María Rossi, OP y de 12 sacerdotes (algunos frailes y otros del clero diocesano).

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Mis padres y mis dos hermanos también pudieron estar presentes y junto a ellos algunos amigos que también quisieron acompañarme ese día.

La celebración de la Eucaristía fue sencilla y hermosa. La liturgia de la Profesión es tan rica y profunda que penetra lo más hondo del corazón.

Sin duda que fue un día inolvidable. Mis hermanas de comunidad organizaron todo (la ornamentación del coro, el refectorio, el locutorio, el ensayo de los cantos, la ceremonia, la liturgia) con tanta delicadeza y dedicación que sólo tengo palabras de agradecimiento. El trabajo de todas dio como fruto este día “todo del Señor” y “para el Señor”.

Fue también significativo profesar el día de la Virgen de Lourdes, regalo que me hizo María, y que va marcando camino en los inicios de mi vida religiosa, manifestando el amor providente de Dios.

Terminada la Eucaristía pude saludarlos a todos en el locutorio y compartir con ellos este día tan especial, agradeciéndoles su compañía y recibiendo de ellos sus impresiones sobre la consagración, pues muchos de ellos era la primera vez que participaban en una Profesión religiosa.

La fiesta siguió durante todo el día, con la comunidad, en un hermoso clima fraterno.

Doy gracias a todos los que me acompañaron con su oración. Que Dios bendiga sus vidas.

Me encomiendo a cada una de mis hermanas, para que el Señor nos conceda la gracia de la perseverancia. En Cristo, María y Domingo, Sor María Florencia, OP Comunidad de Concepción-Tucumán (Argentina)

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Impresiones ante mi próxima

Profesión

Queridas hermanas: Sólo faltan 20 días para mi Profesión Solemne, les cuento algunas de mis impresiones ante este acontecimiento tan grande en mi vida que no ha sido tan esperado porque lo veía como algo muy lejano, como un sueño. Sí he deseado con todo mi corazón vivir cada día de mi vida lo que voy a decir ese día: obedecer hasta la muerte en lo pequeño de cada día, uniéndome a la entrega de Cristo en cada Eucaristía como la mejor acción de gracias que puedo dar al Señor por tanto amor e intercediendo por todos los hombres para que se abran a su infinita misericordia.

El nº 22 de «Vida Fraterna en comunidad» dice que Cristo da a la persona dos certezas: la de ser amada infinitamente y la de poder amar sin límites. Mi corazón desborda de gozo al pensar en el amor que Dios tiene por su criatura, un amor esponsal, que se revela en cada detalle. Pero más se goza y estremece al pensar que además el quiere mi amor. Él, el Omnipotente mendiga mi amor y como sabe que sin Él no puedo nada, me da su amor para que lo ame. Me capacita para amarlo como Él me ama, entregándoseme hasta el extremo, hasta la muerte. Y como dijo a Santa Catalina de Siena me da las hermanas para que amándolas gratuitamente pueda corresponder a su amor gratuito.

Les agradezco sus oraciones porque sé que me han acompañado con ellas en este camino hermoso que el Señor me regala y me sigo encomendando a ellas para poder ser fiel al Señor.

Sor Mariana Catalina de la Eucaristía, OP Comunidad de Mendoza (Argentina)

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entrevista

Del periódico La Razón, del día 26 de noviembre de 2011, transcribimos esta a Mons. Joseph Tobin, Secretario de la Congregación para la Vida Consagrada .

Pablo J. Ginés

Joseph Tobin: «La vida religiosa es una selva amazónica» El redentorista asegura que los diferentes carismas permiten «en su totalidad dar oxígeno a la Iglesia».

MADRID- Aires nuevos en la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada, que supervisa desde el Vaticano la multiforme variedad de las Órdenes religiosas católicas. El Prefecto es el arzobispo brasileño João Bráz de Aviz, de 63 años, que lleva en el cargo apenas 10 meses. Y el número dos es el redentorista norteamericano Joseph Tobin, de 59 años, con un año y medio como secretario de la Congregación. Ayer fue además el encargado de cerrar el XI Congreso de Escuelas Católicas.

– ¿Cómo podría implantarse la nueva evangelización en las escuelas católicas?

–No reduzcamos la misión educativa de la Iglesia a dar contenidos o educar profesionales. Su misión, sobre todo, es dar testimonio. El colegio católico ha de ser una comunidad, con diversidad de dones, respeto mutuo y deseo de transmitir la fe, dando testimonio a la nueva generación, a los jóvenes en búsqueda, sin violentar su conciencia. Un joven me dijo sobre alguien que le convenció: «Él cree lo que está predicando». Ese testimonio es la clave de la nueva evangelización.

– En los últimos cuarenta años han nacido muchas nuevas formas de vida religiosa...

–La vida consagrada se parece a la selva amazónica. En ella hay muchas especies distintas de plantas y árboles, algunas antiguas y recias, otras tiernas y jóvenes, pero esa selva hace respirar a todo el mundo. Es su totalidad, no tal o cual grupo, lo que hace que la vida consagrada dé oxígeno a la Iglesia. Yo soy consagrado, redentorista, y creo que la vida consagrada da testimonio del destino final del mundo, que es perderse en el amor de Dios. Hay formas muy antiguas, como el monaquismo de los desiertos de Egipto, que allí sigue. Pero ante nuevas necesidades el Espíritu Santo ha suscitado nuevas formas, y eso no me asusta. Los papas quieren que vivan todas en comunión, y yo procuro que no se sientan aisladas, que no se vean como caminos exclusivos.

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– Hay comunidades que asombran con muchas vocaciones jóvenes. ¿Cómo lo hacen?

–Los Institutos que presentan a los jóvenes una identidad clara y que respetan las necesidades religiosas de los jóvenes son los que tienen un mayor éxito vocacional. Y no sólo en las nuevas formas de vida religiosa. En Irlanda la Iglesia está viviendo una época muy difícil, y sin embargo, los dominicos, con su origen medieval en España, tienen allí una pequeña explosión de vocaciones y de alta calidad, creo que con once jóvenes, más novicios que todas las otras Órdenes masculinas juntas.

– ¿Cómo será la vida religiosa dentro de 40 años, en el 2050?

–Será un mundo muy globalizado, pero las instituciones religiosas siempre han sido redes internacionales, al menos desde las Órdenes mendicantes medievales. Ayudarán a mejorar las condiciones de todo el mundo y seguirán siendo una voz en el desierto que grite a los poderosos sobre la pobreza. Nos regalarán testimonios de fraternidad de toda raza y cultura. ¿Habrá muchos consagrados? Creo que los números no son tan importantes. Quien estudie Historia de la Iglesia verá que la segunda mitad del siglo XIX fue un punto anómalo, con un extraordinario crecimiento de consagrados. Pero siempre habrá algunos locos, como yo, que quieran seguir al Señor consagrándose. Es tener un corazón libre, entregado, una cierta locura, sí, pero me alegra estar contagiado por ella.

– Cuestión de hábito «Lo más importante es encarnar el testimonio. En algunas sociedades un hábito religioso no pinta nada, en otras es signo de entrega», dice Tobin cuando se le pregunta sobre el hecho de que las Congregaciones abandonen el hábito. «La vida consagrada en el Occidente secularizado ha de repensar sobre ello, y tener en cuenta que ser invisibles violenta nuestros valores. Pero retomar el hábito, por sí solo, puede ser un reduccionismo. El cardenal Ratzinger decía que la consagración que más cuenta de verdad es el bautismo», concluye.

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La M. Mª del Carmen Rodríguez op, Priora Federal de la Federación de Santo Domingo, asume la Presidencia Interfederal por espacio de 2 años, el día 13 de febrero, fiesta del Beato Jordán de Sajonia.

Le acompañamos con nuestra oración en este servicio fraterno.

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COMPARTIENDO… La zona deshabitada de la Casa Federal ha sido cedida mediante Contrato de Precario, que se firmó el día 8 de marzo en la Casa Federal, a la OBRA de San Juan de Ávila, Pía Unión de fieles de Derecho Pontificio, fundada por D. José Soto Chuliá, nacido en Valencia y fallecido en Torrent, y ahora en proceso de Canonización.

Vivir y ayudar a vivir en plenitud el bautismo. Este fue el núcleo y la base de la predicación del fundador. A esto consagró toda su vida y ministerio sacerdotal. A partir de este fundamento proclamó tanto a los sacerdotes como a los laicos la llamada a la santidad como una exigencia vital intrínseca del bautismo.

La Obra de San Juan de Ávila está integrada por mujeres célibes que ayudan al sacerdote en la formación de grupos apostólicos de niños, jóvenes, señoras y matrimonios.

El día 11 de marzo tuvieron la primera Convivencia. Más de 60 jóvenes profesionales, después de una Eucaristía muy solemne preparada por ellos, presidida por D. Javier Llopis— responsable de la Vicaría 3ª de la Diócesis de Valencia—, y concelebrada por D. Faustino Sánchez, pasaron el día con sus acostumbradas reuniones y charlas, en estas dependencias.

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Homenaje en

Burriana…

De “LA PLANA AL DÍA”, transcribimos: “A tres burrianenses se les tributó un reconocimiento público con motivo del Día Internacional de la Mujer Trabajadora, si bien la fecha escogida fue el día 13 de marzo.

Tres son los nombres propuestos, ‘consensuados por todos los grupos políticos’, tres mujeres representantes, respectivamente, del sector agrícola, del mundo educativo y del compromiso social con los más necesitados. Entre ellos está el de Sor Enriqueta Porcar Garcés, monja dominica en el convento de clausura de la Sagrada Familia, donde ejerce como madre superiora. Detrás del torno, ha hecho una gran labor por los más necesitados, sin ayuda de subvenciones públicas y siempre al lado de los más pobres, dando en muchas ocasiones su propio sustento para que otros pudieran comer.

Las tres recibieron un reconocimiento público en nombre de todas las mujeres trabajadoras de Burriana, en un acto que se celebró en el salón de sesiones del Ayuntamiento y al que asistieron alrededor de 160 personas. A cada se le entregó un ramo de flores y una placa conmemorativa”.

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«Mi alma está sedienta de Ti, Señor, Dios mío »

Sor Mª Pilar Azorí Villena, de la Comunidad de Santa Catalina de Siena, en Paterna-Valencia, falleció el día 9 de enero. Tenía 82 años de edad, y ha vivido 61 años consagrada al Señor por la Profesión religiosa.

Sor Mª Araceli Pacheco Torres, de la Comunidad de Santa Catalina de Siena, en Paterna-Valencia, falleció el día 21 de enero. Tenía 89 años de edad, y ha vivido 65 años consagrada al Señor por la Profesión religiosa.

Riutort, de la Comunidad de Sant Vallès (Barcelona), falleció el día edad, y ha vivido 59 años Profesión religiosa.

Sor Mª Rosario Abrahán Domènec, en Sant Cugat del 20 de febrero. Tenía 85 años de consagrada al Señor por la

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Sor Mª Asunción Manterola Landa, de la Comunidad de Santa María del Pilar-Zaragoza, falleció el día 22 de febrero. Tenía 86 años de edad, y ha vivido 62 años consagrada al Señor por la Profesión religiosa.

Sor Mª del Sagrado Corazón Ferrándiz de Guzmán, de la Comunidad de Santa Catalina de Paterna-Valencia, falleció el día 8 de marzo. Tenía 90 años de edad, y ha vivido 53 años consagrada al Señor por la Profesión religiosa.

Nuestros Familiares

- Dª María Caldés, hermana de Sor Manuela, de la Comunidad de Santa Catalina, Paterna-Valencia, falleció el día 3 de enero.

- Dª Petronila Mora, hermana de Sor María, de la Comunidad de Yerbas Buenas-Linares (Chile), el día 4 de enero.

- Hna. Aurora Granados, religiosa claretiana, hermana de Sor Dominica, de la Comunidad de la Inmaculada-Torrent (Valencia), el día 9 de enero.

- Dª Carmen Saborit, hermana de Sor Rosa Mª, de la Comunidad de Játiva, el día 11 de enero.

- Dª Laura Fonseca, hermana de Sor Marta, de la Comunidad de Concepción-Tucumán (Argentina), el día 12 de enero.

- M. Mª Gracia Conejero Bañón, religiosa de las Hnas. Franciscanas Misioneras de la Natividad, hermana de Sor Mª Virtudes, de la Comunidad de Burriana (Castellón), el día 18 de enero.

- D. Francisco Gutiérrez Díez, hermano de Sor Lucinia, de la Comunidad de Santa Catalina, PaternaValencia, el día 23 de enero.

- Dª Carmen Calvo de Fuentes, hermana de Sor Concepción, de la Comunidad de Mendoza (Argentina), el día 26 de enero.

- D. Jaime Valls Pont, hermano de Sor Inés, de la Comunidad de Sant Domènec, en Sant Cugat del Vallès (Barcelona), el día 22 de febrero.

El día 28 de febrero falleció en Arkansas-USA, D. Roger Pierce, padre de Fr. Brian op, Promotor General de las Monjas.

¡Descansen en paz…!

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¡Feliz Pascua de Resurrección!

Me has invitado a amarte.

Amarte a ti mismo muy íntimamente, amar tu propia vida, perderme a mí mismo dentro de ti, sabiendo que tú me recoges dentro de tu corazón, que yo puedo hablarte a ti, el incomprensible misterio de mi vida, con tuteo cariñoso, porque tú eres el amor mismo.

Solamente en el amor te encuentro a ti, Dios mío.

Allí se abren los portones de mi alma. Allí me puedo desasir y volar.

Allí fluye todo mi ser por encima de los rígidos muros de mi pequeñez y de mi temerosa autoafirmación, que me ha encerrado en mi propia pobreza y vaciedad.

Todas las fuerzas de mi alma fluyen a tu encuentro y no quieren volverse atrás, sino perderse en ti, que eres, por el amor, el más íntimo centro de mi corazón, y estás más cerca de mí que yo mismo.

¡Dios de mi vida! ¡Incomprensible! Sé mi vida. ¡Dios de mi fe, fe que me conduce a tu oscuridad en dulce luz de mi vida! ¡Sé tú el Dios de mi esperanza, que consiste en que tú serás el Dios de mi vida, que es el eterno amor!

K. Rhaner

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