Año L – Abril 2013 – nº 174
FEDERACIÓN DE LA INMACULADA MONJAS DOMINICAS TORRENT–VALENCIA (ESPAÑA)
Índice
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El Papa Francisco Descansa, peregrino Agenda Federal Año de la FE: Vivir en la FE Experiencia de la FE Las comunidades nos cuentan: Albarracín: El último capítulo Sant Cugat (Barcelona) Paterna - Valencia Telescopio en Atacama (Chile) Crónica de una Profesión Un santo triste, es un triste santo Nuestros difuntos Felicitación Pascual
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__________________________________ Edita: Federación de la Inmaculada Concepción Apartado 20 46900 – TORRENT (Valencia) ESPAÑA IMPRIME: Federación de la Inmaculada Concepción Depósito Legal, V.733/1989 Abril, 2013 E-mail: sfeinma@gmail.com Tel. 96-158 96 15
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as s rpresas de Di s… Papa Francisco El misterio de Dios es como su corazón: infinito, porque lo infinito está más cerca de lo posible, en lo infinito cabe todo, lo inimaginable y lo imaginable, sólo la última apreciación suele ser fruto de la precisión humana. No fue conjetura humana la renuncia del Papa Benedicto XVI, la sorpresa se hizo eco en la Iglesia, no, no era precisión, sino lo inimaginable de Dios. De ahí que la humildad de un hombre de fe, que buscó ser fiel a la verdad de Cristo a través del diálogo, tocó el corazón de toda la humanidad, era el gesto teológico de un servidor del evangelio que afianzó la fe de la Iglesia como respuesta al amor que se hizo Palabra en el corazón de cada hombre y mujer de nuestro mundo. Las llaves de Pedro que nos abrieron durante ocho años el camino providente de un Dios Padre, pasan a otro instrumento que seguirá acompañándonos en nuestro peregrinar hacia el Reino. La historia está tejida de espacios contemplativos que abren paso a lo inimaginable de Dios. Son las esferas personales, sociales, culturales quienes se apropian de los acontecimientos y les colocan nombre y expresión. Pero más allá del momento está el misterio, el amor escondido de quien verdaderamente dinamiza el tiempo y la historia. Se nos había anunciado el esperado Cónclave para el día 12 de marzo. La inquietud mundial apuntaba hacia la Ciudad del Vaticano. Los nombres de los “papables” circulaban en ríos de tinta a través de periódicos y revistas, las conjeturas y precisiones humanas haciendo vaticinios. Era lógico que ante un acontecimiento tal se especulase sobre nombres, figuras e incluso tendencias o corrientes. Especular es lo propio cuando se puede o se debe realizar algo que es deducible, el resultado sólo muestra que ha sido evidente y que es previsible y por lo tanto no puede ser o no debe ser de otra manera. 2
Los cálculos de Dios no van por ese camino. Las verdades del Evangelio sólo son deducibles desde la fe, por eso la cruz es triunfo y es amor, dar la vida hasta las últimas consecuencias, orar por los que nos calumnian y persiguen y poner la otra mejilla y dar la túnica y… Los cálculos humanos son tan efímeros como los pensamientos que se sustraen a la realidad porque sólo están concebidos en la mente. En la lectura del profeta Ezequiel que leímos el mismo día del comienzo del Conclave se habla de un torrente de agua que saneará y hará brotar nueva vida, una vida que será fecunda porque la riega agua que mana de un santuario (Ez, 47, 1.9-12). Un día después, el día 13, el cardenal francés Jean-Louis Tauran, Protodiácono del Colegio Cardenalicio, comunicó al mundo, en especial a los más de 1200 millones de católicos, el nombre del nuevo Papa de la Iglesia Católica. Minutos después, un hombre de andar pausado, y a la vez vigoroso y con rostro aún de sorpresa, sonreía a la humanidad, el cardenal Jorge Mario Bergoglio, hasta ahora Arzobispo de la Arquidiócesis de Buenos Aires, el nuevo Papa. El Papa Francisco. Si de algo están sobrados los medios de comunicación es de noticias baratas, acomodadas a los intereses del momento, pero ésta era algo más que una noticia, sobrepasaba los límites. Así son los momentos bellos de Dios, regados por ese manantial que es algo más que un torrente, es la fuente misma de ese Torrente, el Espíritu que lo invade y lo penetra todo, hasta lo íntimo de Dios, que sopla donde quiere y como quiere pero no sabes de dónde viene ni a dónde va. La sencillez y a la vez la firmeza del nuevo Papa, es una clave para entender que la libertad es signo del Espíritu, la libertad que implica fidelidad y búsqueda de Dios. Fue su primer mensaje, con ese gesto de Pastor cercano: «Y ahora me gustaría dar la bendición, pero primero, pido un favor: antes de que el obispo bendiga al pueblo, les pido que oren al Señor que me bendiga; la oración del pueblo, pidiendo una bendición por su obispo. Hacemos esta oración en el silencio». No voy a comentar todos los momentos o palabras que desde ese día nos ha ido dejando el Papa Francisco en su recién estrenado camino como Pastor de la Iglesia universal, este gesto inicial lo envuelve todo. Se dan dos momentos: al pedir la bendición está anunciando que la iglesia es el Cuerpo de Cristo que ora con Él y en Él; pedía que la humanidad sea hermana, que camine con los ojos de Cristo y con los sentimientos del Padre, un Padre que bendice 3
desde la misericordia; sin hermandad somos una humanidad, una iglesia empobrecida, por eso necesita ser bendecida. Con la bendición del sucesor de Pedro está confirmando la fe para arriesgar la vida hasta y desde la cruz. Más allá de los comentarios oportunistas de quienes se apropian de palabras (a veces acomodadas y no siempre pronunciadas), o gestos del Papa para contraponer ideologías propias, hay algo mucho más profundo: el Papa Francisco, es el Vicario de Cristo, su primer servidor, ha dejado bien claro que el poder es el servicio. Su lenguaje es y será su propia vida. Para nosotros los católicos se trata de un problema de fe ¡O creemos que el Espíritu mueve y acompaña a la Iglesia, que es el Cuerpo de Cristo, por encima de las conjeturas humanas, a través de los instrumentos que va colocando en el camino hacia el Reino, o nos convertiremos en el acontecimiento del momento político, económico o social! No seremos una Iglesia pobre y para los pobres si nuestras raíces están anémicas. «Si no confesamos a Jesucristo, nos convertiremos en una ONG piadosa, no en una esposa del Señor». La tentación está en querer ver en el Papa un reivindicador de cuestiones sociales del momento. Francisco se ha presentado hasta ahora como un hombre libre con una meta clara, la que Cristo quiso para los suyos: «Sin Mí no podéis hacer nada» (Jn 15,5). Termino con el final de la homilía que pronunció en la noche de la Vigilia Pascual: «En esta Noche de luz, invocando la intercesión de la Virgen María, que guardaba todas estas cosas en su corazón (Cf. Lc 2,19.51), pidamos al Señor que nos haga partícipes de su resurrección; nos abra a su novedad que trasforma, a las sorpresas de Dios; que nos haga hombres y mujeres capaces de hacer memoria de lo que Él hace en nuestra historia personal y en la del mundo; que nos haga capaces de sentirlo como el Viviente, vivo y actuando en medio de nosotros; que nos enseñe cada día a no buscar entre los muertos a Aquél que vive. Amén. Sor Mª Ángeles Martínez, op Monasterio Inmaculada-Torrent (Valencia)
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Descansa, peregrino! «Soy un simple peregrino que inicia la última etapa de su peregrinaje en esta tierra…» (Benedicto XVI al llegar a Castel Gandolfo)
Que, como peregrino, encuentres ahora en esa cima de tus sueños, el descanso y la paz que, estos ocho años de inmenso cayado, no te permitieron disfrutar con gozo. Que, como peregrino, más allá de los muros que rodean tu frágil persona, sientas el fulgor y el brillo de la estrellas y que, en cada una de ellas, veas el destello de la oración y el recuerdo de los que, desde esta otra orilla del mundo, estamos contigo: ¡No estás sólo! ¡Nosotros, con tu oración de peregrino, tampoco! Que, como peregrino, cambies ahora el calzado de la preocupación por el de la contemplación, el de la responsabilidad por el de la quietud, el del reloj hacia los demás por el de las horas para Dios. Que, como peregrino, puedas contemplar cara a cara tantos signos de la presencia de Aquél sobre el cual tanto has escrito, amado, defendido y hablado con diligencia: ¡El Señor! Que, como peregrino, dejes a un lado aquello que resultaba pesado, agobiante o incomprensible en tu caminar petrino. Que, como peregrino, nos ayudes en tus últimos compases por esta vida a ser esa orquesta bien armonizada en la que, todos, podemos dar una nota afinada y, en la que no siempre, contribuimos con lo mejor de nosotros mismos. Que, como peregrino, nos ayudes —con tu silencio y sacrificio— a no perder de órbita esa ruta de puentes y de estrellas, de mares y de ríos, de música y de belleza que nos habla y nos descubre los signos de la presencia de Dios. ¡Descansa, Benedicto XVI! ¡Descansa y deja a un lado tu cayado gigante y pesado! Que, si tú eres peregrino, no es menos cierto que nosotros también lo somos y que, también como tú, antes o después, estamos llamados a recorrer una última etapa por esta complicada tierra. Ojalá, buen peregrino, sepamos hacerlo de la misma forma y sensibilidad que tú: estando con Dios y mirando a Dios. ¡DESCANSA! Francisco Javier Leoz Ventura 5
Agenda federal ACTIVIDADES DE LA PRIORA FEDERAL - Los días 11 y 12 de abril, presidió el 8º Consejo Federal del presente sexenio, que se celebró en la Casa Federal-Torrent (Valencia).
PRIORATOS - Sor Juana Mª Alfonso Pérez de Ciriza fue Postulada para el cargo de Priora en su Cdad. de Manresa, (Barcelona), el día 25 de enero de 2013. Aceptada su Postulación por la Congregación para los IVCSVA, comenzó su priorato el día 7 de marzo de 2013.
TRANSFILIACIONES Han sido transfiliadas a nuestras comunidades de Argentina y Chile, las hermanas pertenecientes al Monasterio de Ntra. Sra. del Rosario de Venezuela: - Sor Mª José Zambrano y Sor Mariana V. Rodríguez, a Copiapó (Chile). - Sor Mª Concepción Sánchez Carreón a Trinidad (Caribe), actualmente trasladada a Copiapó. - Sor Mª Lourdes Zambrano y Sor Mª Esperanza Olivero, a Catamarca (Argentina). - Sor Mª Belén Zambrano, a Mendoza (Argentina). - Sor Mª del Mar Zambrano a Concepción (Argentina), actualmente trasladada a Mendoza.
MOVIMIENTO VOCACIONAL Toma de hábito: Ana Carolina De la Fuente, de la Comunidad de Concepción-Tucumán (Argentina), el día 19 de febrero de 2013.
S r Teresa de es s Gi Pri ra Federa agradece as raci es y uestras de cerca a y cari recibidas c tiv de a ce ebraci# de sus B das de P ata de Pr fesi# re igi sa e d a 13 de febrer de 2013*
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Vivir en la FE En 1988 tuve que ir a casa por la enfermedad de mi padre, allí sucedió lo que les voy a contar. Tenía que buscar a un sacerdote conocido, el que me había ayudado a personalizar mi fe en la adolescencia, entre los 16 y 18 años. Él vivía en el seminario que estaba justo enfrente del hospital donde estaba ingresado mi padre. Era de noche, no tenía sino que cruzar una amplia y transitada avenida y lo encontraba. Me insistieron que fuera con mi sobrina de 8 años. Yo me movía con soltura pues era terreno conocidísimo para mí. Cuando atravesamos la gigantesca puerta de madera, que solía estar abierta hasta determinada hora, encontramos sólo una tenue luz encendida en medio de una gran oscuridad. Ella no quería entrar, tenía miedo; la tomé de la mano y así se animó a hacerlo. Comencé a avanzar encendiendo luces hasta llegar a la Iglesia. La tensión de su mano que al principio sostenía fuertemente la mía, fue disminuyendo, de forma que al deshacer el camino andado, fuimos hablando y apagando las luces sin que esto la inquietara en lo más mínimo ¡Y era la misma oscuridad y el mismo lugar, sólo que ahora se fiaba de mí, ya que le había demostrado que conocía el lugar! Este acontecimiento tan sencillo me sirvió para entender un poco más lo que es la vivencia de la fe cristiana.
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La fe es don que nos abre a una relación… Dios se revela tendiendo su mano hacia nosotros y la persona opta libremente por fiarse de Él y asirse a su mano. Esto le permite ir seguro por la oscuridad de la vida, no sabe lo que pasará mañana o dentro de la hora siguiente, pero se fía del que le sostiene y le va, pedagógicamente, enseñando directa o indirectamente, quien es Él, por qué y para qué le ha creado. Creer no quita la tarea personal, debemos pararnos sobre nuestros propios pies, ver y discernir el camino para no tropezar mientras andamos; pero, a base de experiencias, vamos adquiriendo la certeza de que si resbalamos, la mano que nos sostiene es la que nos levanta. La fe es puerta… Entablada la relación de confianza —bautismo— se convierte en puerta de entrada y de salida; por medio de ella recibo todo el tesoro que Cristo ganó para nosotros con la redención: ser hija de Dios, templo de la Trinidad, miembro de la Iglesia, los sacramentos… Y puedo también ir aprendiendo a donarme hasta llegar a la medida de Cristo, hasta “el extremo”. Esta “puerta” me permite conocer que soy amada y amar, me impulsa a atravesar la historia, el tiempo y anclar mi esperanza en el mismo Cristo. Y en ese conocimiento amoroso me deja “ver” mi lugar dentro de la Iglesia, mi vocación. La fe es dinamismo interno… Esta relación mueve mi voluntad y se hace impulso interior que me lleva a relacionarme con Dios, conmigo misma, con los demás, con las cosas, desde quién soy y estoy llamada a ser en plenitud. Desencadena un dinamismo poderoso, el de ordenar según el Amor y la Verdad, es decir según Dios, todo mi ser. Entendimiento, afectos, conductas, todo va purificándose, armonizándose hasta lograr dar respuestas de amor inteligente y de inteligencia misericordiosa a cada circunstancia que nos toca vivir. Hasta sacarnos de la esclavitud de nuestros “egiptos” de egoísmos y hacernos entrar en la gloriosa libertad de los hijos de Dios. «Sólo desde el amor la libertad germina, sólo desde la fe van creciéndole alas…» (Himno de Hora intermedia - LH.) 8
La fe es camino de continuo crecimiento, en medio de la Comunidad… Pablo que oyó la voz de Cristo en el camino a Damasco, que quedó ciego ante el resplandor de Dios y que fue arrebatado hasta el tercer cielo, es el que nos dice «vivo en la fe del Hijo de Dios que me amó y se entregó por mí» (Gal 2, 20c). Fe que recibió a través de Ananías y que necesitó confirmar en su visita a Pedro en Jerusalén. Vivir en la fe nos supone una novedad continua; las jornadas y los ciclos vitales nos sorprenden con “Tabores”, “Calvarios” o períodos de “vida oculta” que nos exigen respuestas nuevas. Y solamente podremos darlas si estamos sujetos al que es el fundamento firme, el suelo sólido, la fidelidad sin fisura; el Padre que nos creó por el Hijo, en el Espíritu Santo, nos sostendrá hasta el fin a menos que no nos cerremos a su don. Más aún, vivir en la fe nos hace entrar y permanecer en el eterno abrazo de la Trinidad, es decir, en la eterna corriente de Amor que fluye del Padre al Hijo y del Hijo al Padre. Y es esta corriente del Amor la que purifica, satisface y plenifica nuestras vidas, la que nos va haciendo santos. La fe no nos quita los obstáculos, da sentido a lo que vivimos, nos permite ver desde la visión de Dios, sostenidos por una Madre, la Iglesia, y apoyados por los hermanos de una comunidad concreta. En el desierto se necesitan personas de fe… «…En el desierto se necesitan sobre todo personas de fe que, con su propia vida, indiquen el camino hacia la Tierra prometida y de esta forma mantengan viva la esperanza…» «…Hoy más que nunca evangelizar quiere decir dar testimonio de una vida nueva, trasformada por Dios, y así indicar el camino». (HOMILÍA DE BENEDICTO XVI, jueves 11 de octubre de 2012) ¡Qué dicha es la de ser contados entre los que cubrimos esta necesidad esencial de nuestro mundo, y esto nada más que viviendo en la fe, con el espíritu de María y en el carisma de Domingo, dejándonos transformar por el amor de Dios! Sor Mª Luisa Navarro Ramos Monasterio Stma. Trinidad- Orihuela (Alicante)
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Experiencia de la fe Nos encontramos inmersos en este año dedicado a la fe, y al reflexionar sobre su significado existencial, me surge una pregunta: ¿Qué supone la fe para un creyente? Si tomamos como base la idea del encuentro, podríamos definir la fe como un encuentro personal del hombre con Cristo, experiencia personal e intransferible que nos abre al conocimiento sapiencial de sus mismos contenidos. Si nos acercamos un poco a la Escritura, encontramos en ella el punto de partida, núcleo y centro de la relación del hombre con Dios, un diálogo entre amigos. Ya el AT nos muestra una actitud de confianza en un Dios que a su vez reclama la adhesión de fe por parte del hombre a su proyecto de amor, fundado en una PROMESA. «Abrahán creyó y por eso el Señor lo aceptó como justo» (Gn 15,6). Pero la fe es también don del Espíritu, ya que es Él quien suscita en nuestros corazones el deseo de seguirle y como nos dice Pablo en Romanos «Nadie que cree en Él quedará defraudado» (Rom 10,10) Pero, ¿de qué tipo de salvación se trata? De la que necesita nuestra naturaleza, la que ansía nuestro espíritu, la que no depende de nuestros pobres esfuerzos, la que nos llega en cada instante de forma gratuita, generosa, sorprendente, la que sólo Dios nos puede regalar en su Hijo Jesucristo. «En Él encuentra su cumplimiento todo afán y todo anhelo del corazón humano, en Jesús muerto y resucitado por nuestra salvación, se iluminan plenamente los ejemplos de fe que han marcado los últimos dos mil años de nuestra historia de salvación» (Porta Fidei, 13). En el Evangelio, me impresiona la fe de los enfermos que tras seguir al Señor, le pedían tocar al menos la orla de su manto para quedar sanos (Mc 6, 56). Ciertamente el contacto con Jesús genera salud, una salud integral. Su intervención, su presencia siempre tiene un carácter saludable, Él intenta dar al hombre que confía, que cree, esa reconstrucción interior y hacer emerger un hombre sano; sanar es liberar la vida encadenada por el mal, desbloquear lo que impide el recto despliegue de la persona. La verdadera curación nos conduce a una aproximación más plena de su cuerpo y a un señorío más profundo de la propia existencia. 10
Curar para Jesús es liberar de la fragmentación, de la división interior, es acoger la vida como una obediencia agradecida a Dios, que nos dignifica y nos abre el horizonte de una esperanza última. Por lo tanto, la fe en Dios y en su amor gratuito nos ofrece una experiencia básica de sanación; ya que en nuestro encuentro personal con Dios, experiencia central de la fe, descubrimos ese amor absoluto que nos confiere una fuerza interior extraordinaria para aceptar nuestra fragilidad, desarrollar nuestra potencialidad y reconocer nuestros límites. «La fe, se fortalece creyendo… abandonándose en las manos de un amor que se experimenta siempre como más grande porque tiene su origen en Dios» (Porta Fidei, 7). Para concluir y enlazando con la idea del encuentro, os ofrezco este pensamiento por boca de San Agustín. «La fe nos invita y nos abre totalmente al encuentro con Aquél que no buscaríamos si no hubiera ya venido». (San Agustín, Confesiones). Sor Teresa Mª Vilanova, op Monasterio Santa Catalina- Paterna (Valencia)
«Esto Esto es la Pascua: un amor más m s fuerte fuerte que la muerte, fogonazo que consume todas las ataduras, libertad definitiva, la paz como un torrente que inunda, la perfecta alegría alegr a»
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Las comunidades nos cuentan…
ALBARRACÍN El último capítulo… Mons. Victorio Oliver, Obispo Emérito de Orihuela-Alicante
Como icono de Jesús, al final de los Ejercicios, os dejo el de Emaús. Icono de esperanza. Jesús está siempre en nuestro camino, aunque no lo veamos. Os dejo este icono al acabar los Ejercicios. Y, al final de ellos, os manifiesto un pensamiento, que ha estado presente en estos días. Por todos los indicios, éstos son los últimos Ejercicios de la comunidad en Albarracín. Los próximos, si Dios quiere, serán con otras hermanas, y ya no estaréis las nueve en la misma comunidad. Vais a cerrar una historia de casi cuatrocientos años en Albarracín (1621-2013). Cuántas hermanas santas anónimas. Cuánto amor sincero a Jesús, a esta Iglesia de Teruel, a toda la Iglesia. Todos sentimos mucho vuestra marcha, nada voluntaria. A todos nos duele que cortéis e interrumpáis esta historia de gracia, que es vuestra presencia y vuestras vidas enraizadas en esta Diócesis durante 391 años. Nos cuesta imaginar el monasterio sin vosotras. Nos duele. No es por vuestra iniciativa. La vida y la historia marcan la dirección, la marcha, porque entendéis y entendemos que Dios está en ella. Es un despojo más. Hoy estáis serenas. Habéis asumido con realismo y con una paz que no quita el dolor. Y sabéis que os esperan días de lágrimas. Con cariño de hermano, al acabar estos días de mucha gracia, con vuestro corazón repleto de esperanza, me atrevo a pediros que os dispongáis a escribir el último capítulo de esta rica historia centenaria. 12
¿Cómo os gustaría que os recordáramos? ¿Qué recuerdo os gustaría que conserváramos de vosotras? ¿Qué recuerdo nos dejáis? O mejor, ¿qué recuerdo quiere Jesús que quede grabado para cerrar la historia del Monasterio de Albarracín? Por mi parte, bien deseo que sea un capítulo hermoso, el más hermoso de esta historia. Tenéis unos meses para escribirlo. Sois conscientes de ello. Y sois conscientes de vuestra pobreza. Hace cincuenta, sesenta años eráis muchas, eráis pobres. Carecíais de casi todo. No os faltaba, sin embargo, ni ilusión, ni esfuerzo, ni generosidad a tope, ni observancia fiel y delicada. Hoy tenéis casi de todo: lavadora, cocina nueva, cámaras frigoríficas, ascensor, internet. Pero seguís siendo pobres. No hay hermanas jóvenes. Sí hay bastones, mucha artrosis, mucha farmacia, cuerpos gastados y la memoria va huyendo. Y muchísimos años. Y con esta pobreza tenéis que escribir el último capítulo. Porque sabéis con certeza que Jesús a diario hace el milagro de extender su Reino con vuestras debilidades. Con las limitaciones asumidas conscientemente, ofrecidas a sabiendas con Él mismo. Sobre estos renglones para nosotros torcidos, Él quiere escribir una bella historia, el capítulo final. En él nos habláis de cómo trabajáis, cuando a muchas todo el cuerpo os duele y lo que más sano conserváis es el corazón para Dios. Porque tenéis nueve corazones, que viven y hay fuego en cada uno. Y son dieciocho manos unidas las que van a escribir cada renglón. ¿Qué os gustaría borrar ya en estos meses últimos? Meses para borrar. Pero más importante, para escribir de servicio, de olvido propio, de fidelidad delicada, de amistad, de detalles con Jesús y entre vosotras, de acogida y de perdón, de amor fraterno sentido, de paciencia, de serena alegría. Para decirnos que sois mujeres creyentes que amáis mucho a la Iglesia, que vivís amando a la gente, al mundo entero, que os duele. Porque, cada día aprendéis de Jesús, de Él que os ha seducido. Porque sois mujeres de dentro, profundas, serenas, pobres, alegres. 13
De los primeros cristianos, los que no lo eran, decían: «¡Mirad cómo se quieren!» ¿Qué hacían las dominicas en los meses últimos, antes de cerrar el monasterio? Se querían, querían a todos. Me parecía que debía invitaros a ello, después de seis días de compartir con vosotras la fe en Jesús, el amor a la Iglesia, y la vida ofrecida por el mundo. ¿Os parece bueno y necesario, mientras recogéis y abandonáis, os dais y os desprendéis, mientras os despedís de personas queridas y de claustros y lugares entrañables, os parece necesario escribir este hermoso capítulo para cerrar la historia de cuatrocientos años, uniendo los nueve corazones y las dieciocho manos? A ello os animo.
La resurrección es la página que lo explica todo, la luz que lo ilumina todo, el aroma que lo perfuma todo, la seguridad que lo invade todo.
La cruz nos lleva a la luz como el Tabor fue preludio, anuncio y anticipo del Calvario. El Calvario no es sólo el monte santo de la cruz sino también y, sobre todo, el jardín de la resurrección, la montaña sagrada de la luz y de la vida.
La muerte de Jesucristo no acabó en el sepulcro sino que floreció para siempre en la resurrección, signo de su triunfo definitivo y primicia del nuestro. Ahora, durante cincuenta días, celebraremos la resurrección de Jesucristo.
Al alba del tercer día, la cruz reventó en vida y en resurrección. El amor no podía quedar estéril. El amor nunca es infecundo. El amor es siempre vida. La cruz es la luz. Y la cruz floreció hasta la eternidad.
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Sant Cugat (Barcelona) Cuando leemos UNIDAS y nos alegramos al ir conociendo la vida cotidiana de nuestras comunidades, sentimos el remordimiento de colaborar menos de lo acostumbrado con este boletín federal que nos acerca en sentimientos y en fraternidad. Hemos decidido en este número compartir con vosotras lo que vamos viviendo, a grandes rasgos, desde los últimos años.
Nuestra experiencia actual es la que se deriva de la unión de los monasterios de Vic, Palma de Mallorca y Barcelona, con todas sus dificultades y ventajas, desapareciendo para dar lugar a una nueva fundación en el mismo lugar donde estaba ubicado el de Barcelona últimamente, es decir, Sant Cugat del Vallès. Ha sido muy buena idea, pues en 4 años han fallecido 9 hermanas, y ¿qué hubiéramos hecho por separado? Sobre todo, la vida litúrgica se iba potenciando mucho, resultando un coro más adecuado para lo que pide la vida contemplativa. Adaptamos el horario de nuestra Eucaristía a las 7,30 por solicitarlo así los abundantes fieles que quieren asistir (llenan la iglesia y, algunos días, incluso están de pie), porque nuestro enclave les facilita el desplazamiento hacia sus despachos o lugares de trabajo, y tienen amplio lugar para aparcar en el patio de entrada. Algunos llegan antes de las 7 de la mañana para hacer su oración o lectura. La Misa conventual, de fin de semana y festivos, se celebra a las 8 h., teniendo además los domingos otra a las 10,30, que TVE, por el canal 2, conecta con Catalunya y tiene cada vez más audiencia, según vamos comprobando, hasta por familias y personas que no asistían a ninguna Misa. El Capellán que dirige ese programa, que antes se realizaba en el plató de TV2, solicitó que fuera en nuestro monasterio, por su acústica y la facilitación de los coros que vienen a cantar para acoplarse al lugar que se les destina. Tenemos reservados 10 sitiales 15
para las monjas, que varían, y al concluir y en días sucesivos, se derivan contactos con los fieles, en los que se puede evangelizar con sencillez. La estructura del monasterio, en la parte de las celdas, es una ele (L) en cuyo vértice hay una separación funcional, entre las dependencias de las monjas y una Casa de Oración, que también tenemos con fines apostólicos, sin que nos impliquemos más que en el lavado de la ropa de cama y su colocación. La capacidad es de 40 camas, salones de reunión y un oratorio. Tenemos contrato con una empresa para las comidas y otra para la limpieza. Los grupos son variados, religiosos, sacerdotes, Neocatecumenales, Ejercicios para colegialas; en la JMJ de 2010 estuvieron grupos nutridos de Polonia y Alemania; otros nos los envían nuestros Capellanes, o bien el mismo Ayuntamiento de Sant Cugat. Hasta hace un año, también venían periódicamente un Grupo de Budistas, que nos recomendó el Obispado acoger, pues ha sido interesante ver cómo se cuestionaban algunos de ellos ante el contraste de su espiritualidad y la nuestra; y asimismo el Grupo de Guitarristas Europeos. Estos dos últimos, ante la crisis económica ya no vienen, unos porque los gastos desde el extranjero no les permiten tener sus clases y ensayos aquí; y los Budistas porque han comprado su casa propia. Todos los grupos suelen elegir este monasterio por el silencio ambiental y la belleza de nuestro bosque. Cuando el grupo solicitante es elevado en número, sus celebraciones se hacen en la iglesia, acordando los horarios con los propios de la comunidad y hospedándose, a la vez, en la Casa de Oración, Vicaría y la Hospedería para familiares. El trabajo que realizamos es el derivado de lavandería y plancha para la Casa de Oración, y encuadernación, este último a menor nivel del de años atrás, pues también se nota la crisis económica. En nuestra diócesis de Terrassa, Caritas diocesana ha creado un servicio asistencial para necesidades múltiples muy bien organizado por parte del Obispo y su clero, además del buen número de voluntarios laicos que colaboran. En estos dos últimos años han abierto comedores, guarderías, residentes geriátricos, roperos, con un seguimiento evangelizador que atiende tanto a sus cuerpos como a sus almas; incluso están concluyendo las obras de un colegio dependiente completamente del Obispado. Los mismos fieles que asisten a Misa nos traen ropas y alimentos para que los encaucemos hacia el mismo centro de Caritas diocesano u otras necesidades puntuales que nos llegan. 16
La formación, en cuanto a Lectio y estudio, la preferimos privada, a nuestra propia elección, en el espacio de tiempo asignado por las tardes. Algunos días nos dan clase dominicos de las comunidades de Barcelona o tenemos en video las de Fr. Nelson Medina, O.P., de Colombia. También solicitamos y conseguimos cursillos largos durante el curso, sobre Sagrada Escritura, Liturgia, y retiros; y Ejercicios anuales con dominicos de diversas provincias de España, adaptándonos mutuamente a las fechas que ellos prefieren. Incluso se da el caso que como en la Misa de días laborables no pueden predicar, porque ha de quedar terminada a las 8, debido a los trabajos y compromisos laborales de los fieles, nos dan otra plática después de Laudes, de 7 a 7,30, y cada día crece el número de los que van llegando antes de la Misa, para aprovecharla ellos también. Como ha aumentado tanto el número de feligreses, uno de nuestros Capellanes (tenemos 4 distintos a la semana), preguntó a un conocido si eran vecinos de las casas edificadas cerca y le dijo que algunos venían de otras poblaciones no demasiado cercanas porque “¡Aquí se reza…!”. Al transmitirnos ese diálogo, dimos gracias al Señor, que sabe arropar nuestra pobreza dentro del Cristo que preside nuestras celebraciones y es el que irradia la Gracia. Es curioso que ahora precisamente en que la comunidad tiene 12 monjas menos que cuando en 2008 se hizo la fundación, la proyección de esta comunidad tiene mucho mayor alcance, prueba de que al Señor le gusta actuar a través de elementos insignificantes, como ha demostrado siempre en la Sagrada Escritura. Últimamente tenemos gran alegría por haber elegido este monasterio dos grupos distintos de resonancia eclesial. Uno de ellos es el Grupo de Evangelización San Andrés. Ha sido noticia, hace poco, este Grupo y sus actividades, después del último Sínodo de los Obispos sobre la Nueva Evangelización, y precisamente por la intervención del fundador del Grupo, que fue invitado como observador al Sínodo. Se llama José H. Prado, laico mexicano y director internacional de las Escuelas de Evangelización San Andrés, un conjunto de más de 2000 escuelas en 67 países, cuyo principal objetivo es suscitar el encuentro personal con Jesús resucitado. Su clave es “Dar la primacía a la Palabra de Dios y al Espíritu Santo” para lo cual considera que la nueva evangelización solo será realmente nueva si en la Iglesia se vive hoy un nuevo Pentecostés. Lleva más de 30 años formando nuevos evangelizadores y lo hace desde su propia experiencia personal de conversión, que él llama “de ferviente fariseo a entusiasta evangelizador”. Su intervención pudo resultar incómoda en 17
ciertos momentos del Sínodo, pero fue fiel a su convicción religiosa y al hecho de que le hubieran invitado, eso le impulsaba a exponerla. He aquí algunas de sus palabras: “Hace siglos que perdimos la Palabra… ¿Cuántos Padres sinodales llevan la Biblia en la mano…? Hemos de caminar con Jesús a Emaús, para que Él haga arder nuestro corazón con el fuego de su Palabra. Pablo decía ´Ay de mí, si no evangelizara…´ yo proclamo: ´qué feliz soy cuando evangelizo presentando a Jesús como el único Salvador y Señor” (Semanario Catalunya Cristiana, 25-11-2012). Cuando vienen a nuestro monasterio es de admirar su prolongada oración, silencio y austeridad, dentro de la variedad de personas, en edad, origen y profesiones que integran esas reuniones. En ciertas ocasiones son dos los sacerdotes que vienen para confesar, siendo así que la administración del Sacramento de la Reconciliación se prolonga hasta altas horas de la madrugada. El matrimonio y seglares responsables para captar y coordinar el grupo, al marchar, nos relatan la alegría de tantas personas que se van dichosos y con una vida reconciliada y nueva por delante. El próximo domingo día 3 de marzo, se reunirá también en nuestro monasterio la Delegación de Apostolado Seglar de la Diócesis de Terrassa para una puesta en común de experiencias apostólicas de las realidades laicales en clave de Nueva Evangelización. Tiene la conferencia central el sacerdote Delegado, Mons. José Monfort bajo el título “Diagnóstico de la Sociedad actual y cambios necesarios”, y asistirán también en bloque a la Misa de las 10,30 que transmite TV2 desde nuestra iglesia, para resaltar tantas realidades diferentes a evangelizar, y para evangelizar, que estarán presentes en esa Eucaristía. ¿Y vocaciones? Ahí empezó la crisis antes de que se hablara de ella por la prensa… Desde que hicimos la fundación han sido tres las que intentaban el ingreso, pero después de los contactos normales, consideramos que no convenían de momento. Seguiremos esperando.
Más de una de las que vienen a orar o asisten a la Misa podría ser llamada, pero el Señor es el 18
dueño para encaminarla donde Él prefiere. En este año de la Fe queremos creer más y más que a Él le interesamos más que a nadie y que hemos de proseguir en el intento de ser fieles a Jesucristo, a pesar de nuestras grandes deficiencias, pero procurando esa fe que mueve montañas. En cuanto a enfermas tenemos 3 imposibilitadas en la actualidad. Son la ocasión de cuidar por compensación en el Cuerpo Místico, a tantos enfermos y ancianos en estado de abandono que malviven en nuestra sociedad. En Internet colaboramos en algunas sugerencias apostólicas que se nos solicitan, sobre todo relacionadas con la Liturgia dominical, aunque no estamos implicadas sino en lo meramente solicitado. No nos da tiempo para más, después de atender a lo que es primario y esencial. Muy queridas hermanas nos despedimos hasta pronto. El Señor resucitado sea vuestra luz y vuestro gozo, y os invada “de esa fuerza poderosa que posee para sometérselo todo” (Ef. 1, 19). Monasterio Sant Cugat del Vallès-Barcelona
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PATERNA (Valencia)
«El hombre lleva en sí mismo un misterioso anhelo de Dios. El deseo de Dios está inscrito en el corazón del hombre, porque el hombre ha sido creado por Dios y para Dios; y Dios no cesa de atraer al hombre hacia sí, y sólo en Dios encontrará el hombre la verdad y la dicha que no cesa de buscar.» (Benedicto XVI. Catequesis 7 noviembre 2012).
Aquí nos tenéis otra vez para compartir con vosotras algo de nuestro vivir, ilusiones y proyectos. Participamos con la Federación y con toda la Iglesia de la ilusión, esfuerzo y entusiasmo por vivir EL AÑO DE LA FE. Nos vinieron muy bien como preparación, las clases que recibimos el año pasado sobre el tema de la Fe. Nos las impartió el P. Martín Gelabert op, comentando su libro “CREER solo en Dios”. Algunas de sus clases continuaron una vez promulgado el Año de la fe. Actualmente recibimos clases de CRISTOLOGÍA por el P. Vicente Botella, op. También el P. Vicente piensa que, «la Fe sobre Dios, se ha de entender en términos de vida, encuentro, confianza y relación. Y que la Fe sin arraigo en la existencia, se reduce a un asentimiento racional poco atrayente e incompleto». Tenemos durante el año las homilías de nuestros hermanos dominicos de Valencia que nos ayudan mucho en la maduración de la Fe. Nuestra Diócesis ha organizado unas Misiones Parroquiales con motivo del Año de la Fe, y las catequesis (predicaciones) de 20
nuestra parroquia las imparten en la iglesia de nuestro monasterio. Después celebran la Eucaristía. Reparten a los asistentes unas hojas, preparadas por nuestro Sr. Arzobispo, Mons. Carlos Osoro, con el evangelio del día y otros comentarios sugestivos. Ha sido muy interesante la visita que hemos recibido del P. Maestro de estudiantes dominicos Fr. Manuel Santos op, el P. Submaestro Fr. Javier Garzón op, y los siete estudiantes que residen en Valencia. Siguiendo las indicaciones del Maestro General, Fr. Bruno Cadoré op, vinieron para que les habláramos de la oración contemplativa, de vivencias, claro… Esto nos cuestionó a nosotras, y después del diálogo fraterno que también derivó hacia otros temas, cantamos todos juntos el “O LUMEN”. Con esta oración tan emotiva y entrañable para la Orden, y tan bien cantada en esta ocasión, dimos por terminado el encuentro. Terminamos comentándoos algo de la urbanización de nuestra zona. Teníamos hasta ahora un entorno de naranjos, pero llegaron los allanamientos de tierras y han desaparecido con todo lo que huela a vegetación, con sus cantos de pájaros y su precioso paisaje. En su lugar están los trabajadores con sus taladradoras de roca, palas, apisonadoras y demás maquinaria (con los ruidos correspondientes), para las nuevas construcciones que se avecinan, entre ellas el nuevo monasterio que ya empieza a construirse. También es para dar gloria a Dios la construcción de la nueva morada del Señor, y la cantidad de empleos que las obras originan. Os adjuntamos una maqueta de lo que será nuestro nuevo monasterio. Con nuestro Padre Sto. Domingo y nuestra Madre Sta. Catalina os mandamos nuestro recuerdo y cariño y nos despedimos hasta pronto. Vuestras hermanas de Santa Catalina-Paterna (Valencia).
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Inauguran en Chile el telescopio má más potente del mundo
Nos interesó el tema, tanto más cuanto que es en el desierto de Atacama (Copiapó), donde tenemos ubicado uno de los Monasterios de nuestra Federación. Es espectacular el cielo nocturno de esta zona chilena.
ALMA es una instalación astronómica internacional fruto de una asociación entre el Observatorio Europeo Austral (ESO), el norteamericano Observatorio Radio Astronómico Nacional (NRAO) y el Observatorio Astronómico Nacional de Japón (NAOJ). La principal característica del proyecto (ALMA) es que la totalidad de las antenas, gracias a un "súper computador", operan como una sola, lo que equivale a contar con una gran antena de 14 kilómetros de diámetro, algo imposible de construir en la actualidad. Existen unas 900 investigaciones en marcha, entre ellas conocer la distribución del gas molecular en algunas galaxias e indagar la formación de las estrellas. Permitirá buscar rastros de vida fuera del sistema solar.
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Crónica de una Profesión Sor Verónica Rosales-Yerbas Buenas (Chile)
“¡Henchida está la casa de alabanza!... ¡se goza en Ti, Señor!..¡Oh Cristo, Sol del mundo, resplandece y báñanos Jesús, en tu Belleza!” Muchas veces con mis hermanas he rezado y alabado al Señor con este himno litúrgico. Hoy me ayuda para comenzar a compartirles algo de mi Profesión en nuestra Orden de Predicadores. «La casa está llena de alabanza»… ¿Cuál es esa casa?: pienso que yo misma. Al recibir el velo el celebrante me ha dicho: «Recibe este velo para que seas reconocida como casa de oración para tu Dios y templo de intercesión para todos los hombres…» Y yo he dicho: ¡Amén! ¿Cuál es la casa que se goza en Ti, Señor, y en la que resplandeces bañándola con tu Belleza? Pienso que junto conmigo, la casa repleta de alabanza es nuestro Monasterio de la Inmaculada del Maule: Madre María de Sales, Sor Felicidad, Sor Gloria, Sor María Dolores, Sor Adalila, Sor Sandra, Sor Yanet, Sor Bernardita, Sor Marcela… y en ellas la generosidad, muchos detalles fraternos, algunos bien visibles y otros secretos, sólo para la mirada del Señor, pero que se intuyen y se perciben en las sonrisas, la disponibilidad, los esfuerzos, el trabajo, la creatividad, el cariño, el consejo, la fidelidad, la oración… 23
Y junto con nosotras, se goza en Ti, Señor, toda nuestra Federación. Agradezco de corazón a tantas hermanas que me han acompañado y sostenido con la oración, sobre todo estos días, con el recuerdo, la palabra, el detalle, las llamadas y mensajes. Pienso que se goza en Ti, Señor, nuestra Orden de Predicadores, a la que voy aprendiendo a conocer y a amar fundamentalmente a través de mis hermanas monjas, de algunos hermanos frailes que van acompañando mi camino en el presente y de algunas/os que no conocí ni conozco personalmente pero que con sus escritos, con sus vidas santas, con su predicación me van mostrando el espíritu de nuestro Padre Santo Domingo. Pienso que se goza en Ti, Señor, nuestra Iglesia y nuestra humanidad, pues nuestro Dios es «Padre de todos, que lo trasciende todo y lo penetra todo, y lo invade todo. Y a cada uno le ha dado la gracia…» (Cf. Ef. 4). ¡La casa está repleta de alabanza! Y esta alabanza es por la gracia de la Profesión en la Orden de Predicadores. Esta alabanza es también por la presencia de Sor Johanna que ha venido
desde la comunidad de Copiapó a ayudar especialmente esta semana como organista y lo ha hecho de maravilla. Y también ha derrochado talento y eficacia en el taller de velas, con mucho entusiasmo y simpatía. ¡La casa está colmada de alabanza! Lo está por nuestras hermanas: Sor Mª Belén y Sor María del Mar que han venido desde la comunidad de Mendoza; Sor Esperanza y Sor Lourdes que han venido desde la comunidad de Catamarca; Sor María José que ha venido de nuestras “vecinas del Norte”, de Copiapó. Todas ellas con esa alegría y energía caribeña tan peculiar y que han llegado para un encuentro con nuestro hermano fray Brian Pierce op, Promotor de las Monjas. Y la Providencia ha querido que coincidiera con la fecha de mi Profesión. Ya era un hermosísimo regalo que para esta ocasión nos acompañara un fraile dominico, pues por estas latitudes no abundan, y luego que fuera fray Brian, es doblemente una bendición. Ya sea por su misión con las Monjas en nuestra Orden, por su amor a la Palabra, por su don de predicación, por su trato fraterno, por traernos la voz del Maestro de la Orden… Creo 24
firmemente que este regalo ha tenido la mediación de nuestra Madre la Virgen y de nuestro Padre Santo Domingo. Lo hemos disfrutado y valorado mucho. Aumentan esta alabanza, nuestro capellán, el Padre Lorenzo Solari, sacerdote diocesano, a quien Fr. Brian, en la última Misa que celebró en el monasterio, tuvo el hermoso gesto de agradecerle por ser un Padre y un hermano para nosotras en este lugar. Felizmente también, se unieron algunos miembros de mi familia, de entre los cuales mi sobrino Vicente que tiene 12 años acolitó en la ceremonia y fue un gozo particular para él y para mí, por supuesto. De la misma manera se han hecho presentes, física y espiritualmente, algunos amigos de cerca y de lejos, sacerdotes y religiosas que me han hecho llegar sus deseos de bien y bendiciones. ¡Un detalle que tuvo el Señor conmigo el día 2 por la mañana! Me llegó un ramo de rosas —40— precisamente de esos amigos… Esas rosas adornaron la iglesia en mi Profesión. Hermanas, estoy muy feliz por todo. Feliz porque el Señor, movido por su Misericordia, me ha unido a Él. Su Palabra ha sellado mi corazón: «…en mi gran Amor vuelvo a llamarte, con gran Compasión te recogeré. Mi Misericordia y mi Alianza de Paz son inquebrantables, dice tu Redentor que te ama». (Cf. Isaías 54) Y realmente, como dice un himno de la Liturgia de las Horas: «Tus Palabras fueron la Luz de mi espera» y pido que siempre sea así. Él me ha consagrado Monja Dominica. En una de sus predicaciones fray Brian subrayaba aquello de que «la semilla sembrada germina, crece, misteriosamente, sin que sepamos cómo…» Así ha
sucedido en mi camino hasta aquí: el Señor hizo que me pusiera en camino, con fe en su Palabra y aquí estoy: ¡monja dominica! Frecuentemente me pregunto: ¿Cuál es mi misión? Durante la homilía del 2 de febrero, en la Fiesta de la Presentación del Señor, fray Brian se dirigió a mí y me preguntó: “¿Qué harás ahora, hermana Verónica, después de estar tantos años en el mundo llevando a Jesús de acá para allá? ¿Qué harás ahora que has venido a la vida contemplativa dominicana? ¡Gracias a 25
Dios que respondió él mismo! Y me indicó algo de mi misión con una historia de un hombre
que en su pequeño pueblo, donde no había luz eléctrica, tenía cada noche la responsabilidad de ir encendiendo las antorchas en la plaza para iluminar el lugar y así pudieran ver en la oscuridad los que allí vivían. Desde lo alto alguien contemplaba este suceso pero sólo veía la luz, (al hombre no se le veía), veía la luz que iba caminando, encendiendo una tras otra las antorchas. Y dijo fray Brian: esto tienes que hacer tú, Verónica, dejar la luz encendida, aunque nadie sabrá que eres tú quien la enciende. Tú, como Simeón, tienes que levantar la Luz en alto y no dejar que la Luz caiga, tienes que mantenerla en alto, para que muchos viendo esta Luz encuentren el Amor de Dios por ellos. ¿Cuál es mi misión? Y nuestro hermano Brian en otro momento de su predicación nos dijo a las monjas: “… debemos acercarnos al otro, a la otra… la vida de una monja contemplativa es una vida de intercesión, es un viaje apostólico de Misericordia, que va desde dentro del monasterio y sale a visitar a esas almas, a esas personas que necesitan la Buena Noticia de que la Sangre del Cordero ya ha sido derramada por todos, para que ellos y ellas descubran que también son amados por un Dios Misericordioso”. Pensé inmediatamente en Santo Domingo. El sabía muy bien de este “viaje” pues lo hacía continuamente, pues su corazón y todo él, eran un consumado “santuario de Compasión”. Le pido a Él que me ayude con sus plegarias para que algún día reciba la gracia de comprenderlo de verdad. ¿Cuál es mi misión? Y fray Brian en esos días continuó haciéndome escuchar el camino de mi misión como monja dominica, lo hizo también acercándonos la palabra del Maestro fray Bruno y desentrañando su mensaje. Nos transmitía: “Hacemos Profesión para ser predicadoras. Hacemos voto de obediencia para predicar, pedimos su Misericordia para que su Palabra pueda entrar en nuestras vidas. Somos predicadores y predicadoras de la Misericordia de Dios manifestada en la Encarnación. Somos contemplativas porque somos predicadoras. Vivir con la Palabra de Dios es nuestra principal observancia. ¿Por qué? Porque la Palabra de Dios quiere vivir con nosotras”. ¡Henchida está la Casa de Alabanza! Realmente me será muy necesario cada día recordar y continuar rumiando estas palabras del Maestro y en especial esta expresión: “La casa de los dominicos y las dominicas es la Palabra de Dios”. Y pienso, «si un día en esta Casa (la Palabra) vale más que mil en cualquier otro lugar», (Cf. Salmo 83) ¿qué será haber sido llamada a vivir en esta Casa siempre y para siempre? Creo en el poder de la gracia, confío en la mediación de la Bienaventurada María Virgen y del Bienaventurado Domingo. Pido la Misericordia de Dios y la vuestra, la de todas hermanas y hermanos para ser fiel, para que continúe mi aprendizaje, mi formación y para que, como me dijo fray Brian al despedirse, me prepare para una “Santa Predicación”. ____________________________________ 26
UN SANTO TRISTE ES UN TRISTE SANTO
¡Y se nos fue! Total nada, un simple catarro y poco más. Claro, si poco se puede llamar a contar con 96 largos años de vida. La gerocultora de turno le estaba dando el desayuno que tomó aunque con poca gana. Para animarla le dijo: “¡Ale, Sor Mª Pilar, que has de comer mucho para ponerte buena pronto!”. Sor Mª Pilar le contestó, y fueron sus últimas palabras: “YA NO AGUANTO MÁS”- ¡Y se fue! Al momento subieron M. Priora y Subpriora, acompañadas de alguna hermana, pero ya sólo para decirle muy cerquita de su corazón que la Virgen de Guadalupe, que era la MADRE, la quería mucho, que se la llevaba a celebrar su fiesta en el cielo, que nosotras lo sentíamos mucho porque la queríamos mucho también, pero que ya tenía bien ganado el cielo. Eran las diez de la mañana del día 12 de diciembre de 2012. El médico estaba pasando visita al lado de casa, por lo que al avisarle vino rápidamente, pero ya no podía hacer sino certificar la defunción. Ya veis, otra hermana que se nos va ‘avisándonos’: “Ya no aguanto más”. Esa expresión fue la que hizo que la gerocultora nos avisara y subiéramos rápidamente. Nos avisa y se va dándonos el tiempo justo para que nos sintiera muy cerca de ella. Os hablo, ya lo comprendéis, de Sor Mª Pilar Galicia, el juguete de nuestra Comunidad, la alegría de nuestros ratos de expansión, la gratitud personificada. Había nacido en Novallas-Zaragoza, en una familia de hondas raíces cristianas. Un pueblo muy pequeño pero muy cultivado espiritualmente por entonces. Sin embargo, y a pesar de tener varias primas en el Monasterio de Ntra. Sra. de la Esperanza de Alfaro, ella entró “ya mayor”, para lo que entonces se acostumbraba. Tenía 29 años. ¡Y no le fue fácil ni la decisión ni la perseverancia! Pero la gracia del Señor hace maravillas en nuestras vidas, si le dejamos. 27
Cuando después de 42 años de convivencia se echa la vista atrás proyectándola sobre el caminar de alguna hermana en concreto ¡qué inmensa es la bondad de Dios! Eso me está pasando a mí al recordar a esta hermana tan querida. Porque en una comunidad tan numerosa como era la Esperanza a Sor Mª Pilar le tocó lo que a la mayoría: coser, confeccionar y sobre todo cortar. Ella era la cortadora oficial mientras las fuerzas se lo permitieron y no llegó savia nueva. Luego, hasta el final: coser. Era exquisita en la especialmente difícil tarea de colocar las mangas en las túnicas de Primera Comunión o en los trajes de baturra. Tuvo también una muy bonita voz acompañada de un fino oído. Quien la conoce ¿no la recuerda con su hermosa zambomba alegrando los villancicos de Navidad? Alegre, feliz, en lo que hacía y en lo que vivía. Ese cascabel que era ella escondía en su interior un alma atenta, deseosa de una fidelidad escondida y sin ruidos. Y tengo para mí que lo que más la modeló, la que hizo de ella “la alegría de la casa”, fue la vida comunitaria. Porque nuestra Sor Pilarín, en los últimos años, ya no fue sino la alegría para los demás. La alegría y la gratitud. Cuando después de comer en la enfermería la gerocultora la bajaba al recreo de la Comunidad le decía por el claustro: “Cuéntame algo chistoso para que yo se lo cuente a las monjas y se rían”. Al final sólo fue AMOR. Y si en el atardecer de la vida se nos juzgará sobre el amor, confío que haya pasado muy airosa este juicio nuestra Sor Mª del Pilar. Y anima mucho a las que hemos tenido la dicha de acompañarla hasta el final, porque al presenciar la acción de Dios en su vida, nos confirma en la esperanza de que no dejará de hacerlo en la nuestra. Lo decía el P. Llamera: “Las monjas serán lo que sean, pero todas mueren santas” 28
Esa es la misión de nuestra Comunidad, acompañarlas con gozo en este tramo final de sus vidas. Enriquecernos con sus ejemplos. Dar gracias a Dios por sus vidas, y transmitiros todo lo que de ellas aprendemos. Sor Mª del Rosario Hernández, op Monasterio Santo Domingo-Zaragoza
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Tras el vivir dame el dormir con los que aqu anudaste a mi querer.
Dame, Se or, hondo so ar. Hogar dentro de ti nos has de hacer!
Sor Mª Pilar Mulet Velilla, de la Comunidad de Santa Mª del Pilar-Zaragoza, falleció el día 1 de febrero del año 2013. Tenía 88 años de edad, y ha vivido 65 años consagrada al Señor por la Profesión religiosa.
Sor Mª Lourdes Díaz Cossío, de la Comunidad de Santa Catalina de Siena en Córdoba (Argentina), falleció el día 6 de marzo de 2013. Tenía 83 años de edad, y ha vivido 39 años consagrada al Señor por la Profesión religiosa.
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Sor Mª Rosa Royo Valero, de la Comunidad de Ntra. Sra. del Rosario en Daroca (Zaragoza), falleció el día 25 de marzo de 2013. Tenía 89 años de edad, y ha vivido 59 años consagrada al Señor por la Profesión religiosa.
Descansen en el gozo de Dios…!
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隆Feliz Pascua de Resurrecci贸n!
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