MOVIMIENTO HERMANDADES DEL TRABAJO Centro - Medellín
Para Evangelizar el mundo del Trabajo
Cantos bienvenida
VEN, VEN, VEN. ESPÍRITU DIVINO Ven, ven, ven. Espíritu Divino, ven, ven, ven, acércate a mí. (2) Apodérate, apodérate, apodérate de todo mi ser. (2) Aquí se siente la presencia de Dios. (2) Siento el fuego del Espíritu Santo. (2) Siento gozo, siento paz, siento el amor que Dios me da. (2)
Cantos bienvenida
VA BAJANDO YA Va bajando (tocando, ungiendo, abrazando, llenando…) ya (3) el espíritu de Dios. Si su pueblo empieza a orar y deja al Señor obrar va bajando el espíritu de Dios.
Cantos bienvenida
DONDE HAY MÁS DE DOS Donde hay más de dos reunidos en su nombre
Él nos da su Espíritu para que se desborde. (bis) Por eso mi hermano con mucho poder al Señor Jesús en este día alabaré. Y dándole a las palmas, y dándole a los pies, deja que su Espíritu se apodere de tu ser.
Con una sonrisa (Ja, ja, ja) Saluda a tu hermano, (¿cómo estás?) y con mucho amor extiende también tu mano.
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PREGUNTAS DE GRUPO ¿Cuál día que cumple años nuestra Iglesia? ¿Dónde estaba María antes de la Ascensión de Jesucristo? ¿Quiénes reciben el Espíritu Santo en Pentecostés? ¿Dónde está ubicado el Cenáculo?
ES CENÁCULO QUÉ El Cenáculo es el lugar de Jerusalén donde Jesús cenó con los apóstoles la última cena de su vida, antes de morir en la cruz. Es también el lugar donde se reunían los apóstoles después de la resurrección de Jesús y donde se encontraban durante el Pentecostés. Era una casa con amplias salas en la ciudad de Jerusalén y pertenecía a un amigo de Jesús. Tenía dos salas:
Una planta baja, utilizada para las oraciones y/o para momentos instructivos. Una planta alta, utilizada para comer.
CENÁCULO
Así, el cenáculo era propiamente una sala situada en el piso alto de la casa donde Cristo celebró la última Cena; del latín coenaculum; en griego anogeon, anágaion mega o hiperoon, que indican sala superior con distintos matices; en árabe `uliyya, que significa lo mismo; la traducción hebrea es tardía y tiene el mismo sentido: `aliyyáh.
LA ÚLTIMA CENA La última cena (en italiano: Il cenacolo o L’ultima cena) es una pintura mural original de Leonardo da Vinci ejecutada entre 1495 y 1497.
Mide 460 cm de alto por 880 cm de ancho. Muchos expertos e historiadores del arte, consideran la La última cena como una de las mejores obras pictóricas del mundo.
Hoy Actualmente existe un edificio de dos plantas. Una planta baja, que lleva el título de tumba de David, venerada como tal tanto por los cristianos como por los judíos y los musulmanes. Una planta alta, una gran sala que lleva el título de Cenáculo.
Actualmente, el edificio identificado como Coenaculum o Cenáculo –el lugar donde tuvo lugar la última cena- se encuentra bajo jurisdicción del Estado Israelí. Es una estructura de dos pisos dentro de un gran complejo de edificios en la cima del Monte Sión. El piso superior recuerda el lugar donde el Espíritu Santo descendió sobre los Apóstoles en Pentecostés, mientras que el inferior contiene un cenotafio que, desde el siglo XII, es considerado como la tumba de David. Bajo este complejo se encuentran cimientos cruzados, bizantinos y, más abajo, romanos. Se cree que el ábside ubicado detrás del cenotafio, que está en alinea con el Monte del Templo, pudo haber sido la sinagoga mencionada por el Peregrino de Burdeos en el año 333, uno de los más antiguos relatos sobre los santos lugares.
PEREGRINACIÓN A TIERRA SANTA CON OCASIÓN DEL 50 ANIVERSARIO DEL ENCUENTRO EN JERUSALÉN ENTRE EL PAPA PABLO VI Y EL PATRIARCA ATENÁGORAS (24-26 DE MAYO DE 2014) SANTA MISA CON LOS ORDINARIOS DE TIERRA SANTA Y CON EL SÉQUITO PAPAL Sala del Cenáculo, Jerusalén Lunes 26 de mayo de 2014
HOMILÍA DEL SANTO PADRE FRANCISCO Sala del Cenáculo, Jerusalén Lunes 26 de mayo de 2014
El Cenáculo, finalmente, nos recuerda el nacimiento de la nueva familia, la Iglesia, nuestra santa madre Iglesia jerárquica, constituida por Cristo resucitado. Una familia que tiene una Madre, la Virgen María. Las familias cristianas pertenecen a esta gran familia, y en ella encuentran luz y fuerza para caminar y renovarse, mediante las fatigas y las pruebas de la vida.
No hay por tanto Iglesia sin Pentecostés. Y querría añadir: no hay Pentecostés sin la Virgen María. Así fue al inicio, en el Cenáculo, donde los discípulos “perseveraban en la oración, con un mismo espíritu en compañía de algunas mujeres, de María, la madre de Jesús, y de sus hermanos” -como nos refiere el libro de los Hechos de los Apóstoles (1,14). CIUDAD DEL VATICANO, domingo, 23 de mayo de 2010 (ZENIT.org).- Publicamos las palabras que dirigió Benedicto XVI este domingo al rezar la oración mariana del Regina Caeli junto a miles de peregrinos congregados en la Plaza de San Pedro del Vaticano.
• La madre silenciosa. Cuarenta días en el anonimato. Nadie sabe lo que hizo ni cómo vivió María después de la deposición de su Hijo en el sepulcro. ¿Cristo se le apareció o no? • Ni siquiera se menciona su presencia en el momento solemne, majestuoso y a la vez triste del último adiós de Jesús a la tierra, a sus discípulos y a sus seres queridos. • Sin embargo, san Lucas destaca, en medio del anonimato del grupo presente en Pentecostés, la figura de María, la madre de Jesús.
Varios pueden ser los motivos por los que el evangelista resalta la presencia de María en Pentecostés.
Uno de ellos es, sin duda, el vínculo existente entre María y la Iglesia, porque María es, a la vez, un miembro «excelentísimo y enteramente singular» (Lumen gentium, 53) y «verdadera madre de los miembros de Cristo» (ib.) Dos en el momento de Pentecostés la presencia de María es fundamental porque «en la economía de la gracia, actuada bajo la acción del Espíritu Santo, se da la particular correspondencia entre el momento de la encarnación del Verbo y el del nacimiento de la Iglesia. La persona que une estos dos momentos es María: María en Nazaret y María en el cenáculo de Jerusalén. Tres Es la presencia de la maternidad espiritual. Ya no podía dar de nuevo a la luz a su Hijo; pero presenciaba activamente el nacimiento nuevo de Cristo en el parto de la Iglesia. La presencia de María en Pentecostés garantiza la nueva efusión del Espíritu Santo que «crea» la Iglesia del futuro. Cuatro la presencia de María en Pentecostés es su valor magisterial y paradigmático. María, que conservaba en su corazón todos los acontecimientos desde que entró a formar parte en el plan de Dios, proclamaría ante los Apóstoles su fe y les ayudaría a comprender los misterios de su Hijo.
La potente intercesión de María, ya comprobada en las bodas de Caná, era una garantía de su poderosa súplica en Pentecostés. «La súplica de la misma Virgen tuvo ciertamente gran peso ya en el misterio de la Encarnación, ya en la venida del mismo Paráclito sobre los Apóstoles reunidos» «Ella fue la que, por medio de sus eficacísimas súplicas, consiguió que el Espíritu del divino Redentor, otorgado ya en la cruz, se comunicara en prodigiosos dones a la Iglesia, recién nacida el día de Pentecostés» (Pío XII, Mystici corporis, 29 de junio de 1943). En definitiva, la presencia de la madre de Jesús en el cenáculo recordaba a los discípulos la presencia viva de su Maestro.
En el tercer misterio glorioso se contempla la venida del
Espíritu Santo sobre la Virgen María y los apóstoles. "Llegado el día de Pentecostés, estaban todos reunidos en un mismo lugar...Se les aparecieron unas lenguas como de fuego que dividiéndose se posaron sobre cada uno de ellos; y quedaron todos llenos del Espíritu Santo". (Hch 2, 1.3-4) El que dirige el rezo: ¡Oh Padre!, que en unión de tu divino Hijo enviaste al Espíritu Santo a Santa María, la madre de Jesús, y a los apóstoles, reunidos con ella en el cenáculo; une a toda la humanidad en Cristo, nuestro Redentor, que vive y reina por los siglos de los siglos. Por Jesucristo nuestro Señor. Todos:Amén. El que dirige el rezo: Ofrecemos este misterio por las familias cristianas: Para que sean testigos del Evangelio y fomenten la vocación cristiana de sus hijos. Se reza seguidamente un Padrenuestro, diez Avemarías y un Gloria al Padre. Canto.
JUNTO A TI MARÍA Junto a ti María como un niño quiero estar, tómame en tus brazos guíame en mi caminar. Quiero que me eduques, que me enseñes a rezar, hazme transparente, lléname de paz. Madre, Madre Madre, Madre, (Bis) Gracias Madre mía por llevarnos a Jesús, haznos más humildes tan sencillos como Tú. Gracias Madre mía por abrir tu corazón, porque nos congregas y nos das tu amor.
ENCUENTRO EN EL CENテ,ULO
EL ESPÍRITU DE DIOS
El Espíritu de Dios está en este lugar, el Espíritu de Dios se mueve en este lugar. Está aquí para consolar, está aquí para liberar, está aquí para guiar el Espíritu de Dios está aquí
Muévete en mí, muévete en mi, Toca mi mente, mi corazón, llena mi vida de tu amor. Muévete en mí, Santo Espíritu, muévete en mí.
ORACIÓN A LA VÍRGEN DEL CENÁCULO Madre – de rodillas tienes a tus hijos para obligarte más. –son tus Hermandades que piden otra vez el milagro de Pentecostés. Llena nuestras almas del fuego de la gracia, - enciende nuestros corazones con el entusiasmo de tu amor – y pon en nuestras mentes aquellas divinas razones – que hicieron posible la renovación de la tierra. Nos duele, Madre, - ver a tantos hombres lejos de Ti, - sus hogares sin pan y sus centro de trabajo sin Dios. Haz tú, Reina de los Cielos, - que el Divino Espíritu vuelque sobre todos los trabajadores- en maravillosa abundancia, la fortaleza de la Fe, - la alegría del a Esperanza - y el calor de la Caridad. Movimiento Hermandades del Trabajo - Centro Medellín
30/05/2014
Que sea pronto un hecho en el mundo entero – el reinado de la justicia social – sobre la cual levantará Jesús su trono de paz y bienestar. – Y que al mirar al Cielo – recemos al Padre – con la ternura de quienes todo lo esperamos de Él.
Y a nosotros Madre – santifícanos en el apostolado. – Que la caridad más heroica y la unidad más apretada- nos hagan acreedores al triunfo. Contigo por Señora dominaremos al mundo, contigo por Reina conquistaremos las almas, contigo por Madre rendiremos los corazones. – Todos te cantarán y las Hermandades realizaremos el milagro de este nuevo Pentecostés, - convirtiendo a Cristo, el mundo Movimiento Hermandades del Trabajo - Centro Medellín
30/05/2014
MARÍA INTERCESORA María tú, intercesora, María tú nuestra Señora. Eres la gracia viva Dios contigo eres la elegida; y tu hijo Jesucristo, entre tu vientre te consagró Madre Universal. María tú, intercesora, María tú nuestra Señora. Santa, santa María, Madre de Dios, Madre del hombre, envía tu fortaleza, ejemplo vivo, perseverancia en Jesús. /María tú, intercesora, María tú nuestra Señora/.
COMPROMISOS
En la oración, acompañados de la Virgen María, pongamos nuestras necesidades, anhelos y proyectos. Virgen María: acompáñanos en la oración. Espíritu Santo: ilumina nuestra mente, enciende nuestro corazón, fortalece nuestra voluntad para creer, celebrar y vivir según Cristo Jesús. Amén.
HAY UNA UNCIÓN Hay una unción aquí cayendo sobre mí, renovando y sanando mi ser. (bis) Mi espíritu y mi alma, se están llenando con el poder del Espíritu Santo. Mi vida nunca más será igual. (Bis)
COLOQUIOS Y CENÁCULOS Para Evangelizar el mundo del Trabajo
PRÓXIMO ENCUENTRO
La alegría del Evangelio Junio 26 HORA: 6:30 PM Movimiento Hermandades del Trabajo - Centro Medellín
30/05/2014
Ă GAPE
Movimiento Hermandades del Trabajo - Centro MedellĂn
30/05/2014