La educación sensorial no solo contribuye al necesario desarrollo de los sentidos de los alumnos, también a su crecimiento cognitivo y personal.
La marca TTS y sus materiales sensoriales proporcionan las mejores herramientas en estos aspectos, logrando que los pequeños aprendan a estructurar la información que reciben a través de sus sentidos: luz, sonidos, olores...
Los niños son auténticas esponjas que absorben cuanto les rodea. Puede decirse que explorar es su forma de encontrar su lugar en un mundo que aún es nuevo para ellos.
La educación sensorial permite a los niños distinguir los matices de los que se compone la realidad y son esos matices lo que les proporcionará las herramientas mentales suficientes para pulir su inteligencia, sus razonamientos y su creatividad.
Por otro lado, y no menos importante, los matices también llegarán a su plano emocional, contribuyendo a su equilibrio psíquico.
En definitiva, la educación sensorial es el primer paso en ese largo camino que es la formación de una persona.
