Tribuna Roja # 10

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Tribuna Roja Nº 10, octubre de 1973

EDITORIAL: DESPEJADO EL CAMINO DE LA UNIDAD La Tercera Convención de la Unión Nacional de Oposición, celebrada el 22 y 23 de septiembre, y el Encuentro Nacional de Unidad Sindical, realizado el 12, 13 y 14 de octubre, han sido dos acontecimientos de especial importancia, llamados a influir honda y positivamente en la vida política del país. La repercusión del primero radica en que la izquierda colombiana logró encontrar la forma de participar de manera unificada en la presente campaña electoral, alrededor de un programa nacional y democrático y de un candidato único, Hernando Echeverri Mejía. La trascendencia del segundo consiste en que el proletariado se ha propuesto sacar adelante un sindicalismo de clase que le permita inicialmente unir a sus sectores independientes y avanzados, mediante la creación de una Central Unitaria Independiente que desemboque a la postre en la central única de los trabajadores colombianos. El Movimiento Obrero Independiente y Revolucionario ha venido propiciando desde finales del año pasado la política de _unidad y combate_, cuyas tareas fundamentales son la constitución de un frente electoral de izquierda y la creación de la central unitaria. Se puede afirmar que con la Convención de la UNO y el Encuentro Sindical estas dos tareas han superado ya los primeros y más serios obstáculos y avanzan viento en popa. TÁCTICA ELECTORAL REVOLUCIONARIA Después de un análisis de la situación nacional en su conjunto y de las diversas partes que la configuran, el camarada Francisco Mosquera, en nombre del MOIR, expuso en la Convención de la UNO la táctica revolucionaria para la campaña electoral. Tres aspectos comprenden esta táctica: 1) concentrar los ataques en los enemigos principales, los partidos tradicionales y sus candidatos Alvaro Gómez y Alfonso López; 2) Criticar las vacilaciones y el manzanillismo de la ANAPO y de su candidata María Eugenia Rojas, procurando a la vez que los sectores de la izquierda anapista adopten una posición consecuentemente antiimperialista y antioligárquica, y 3) fortalecer la unidad alcanzada en la Unión Nacional de Oposición, respaldando a su candidato Hernando Echeverri Mejía y a su programa revolucionario, y facilitando sobre estas bases el crecimiento de la UNO con nuevas agrupaciones políticas y más amplios contingentes populares. Las contradicciones con la Alianza Nacional Popular han quedado plenamente definidas. Mientras la ANAPO no adoptara una posición favorable para la soberanía del país y para los intereses y derechos del pueblo colombiano era imposible, como en realidad lo fue, llegar a un acuerdo con esta organización para luchar unificadamente en la campaña electoral. A tales divergencias no de matiz sino de fondo, se les agrega la tendencia anticomunista cada vez más marcada de la dirección anapista. Aunque en la actualidad nuestra revolución es nacional y democrática, y únicamente en una segunda etapa se podrá pasar al socialismo, la actitud que se tenga frente al movimiento comunista define el carácter progresista o regresivo de un partido o de una persona. No puede aspirar al título de revolucionario, ni siquiera al de avanzado o democrático, quien sea hostil al movimiento comunista, ya que éste, sin ser la fuerza principal de nuestra revolución actual,


Tribuna Roja Nº 10, octubre de 1973 constituye, como expresión política de la clase obrera y de su ideología, el factor consciente y direccional del proceso revolucionario. Por otra parte el movimiento comunista internacional es el mejor aliado de nuestro país en la lucha por la liberación nacional y por la revolución. La persona que no acepte esto, o es un ignorante en política, en cuyo caso se le debe educar, o es un estúpido reaccionario al que debemos combatir y desenmascarar a los ojos del pueblo. Con la Tercera Convención de la UNO se han completado los factores mínimos necesarios para que las fuerzas revolucionarias puedan ir a las próximas elecciones en condiciones ventajosas no para lograr la victoria, pero sí para librar una pelea exitosa contra el imperialismo y sus lacayos colombianos y a favor del pueblo y de su unidad. HACIA UNA CENTRAL UNITARIA El Encuentro Nacional de Unidad Sindical es otro triunfo de las fuerzas revolucionarias. El MOIR ha venido luchando desde su fundación por la unidad del movimiento sindical. El MOIR siempre creyó que esta unidad no se alcanzaría sino a condición de que los sectores independientes del sindicalismo colombiano partieran del criterio de que un paso primordial unitario es el de combatir y expulsar la clase obrera a los principales causantes de la división, las camarillas patronales y gobiernistas de la UTC Y CTC. En el transcurso de los diferentes encuentros regionales y con el gran Encuentro Nacional de Unidad Sindical ha quedado claramente establecido este criterio. El MOIR se ha comprometido con el proyecto de la fundación de la nueva central unitaria, conjuntamente con el Partido Comunista, la Confederación Sindical de Trabajadores de Colombia (CSTC) y otras fuerzas independientes. Lo que ahora corresponde hacer en este terreno es bregar porque una inmensa cantidad de sindicatos y federaciones sindicales que están identificados con la unidad, se afilien a la CSTC, realicen los congresos regionales y preparen el congreso nacional constitutivo de la central unitaria. Todo esto teniendo como guía tres principios orientadores: que la nueva agremiación nacional estará al servicio de los intereses de la clase obrera y del pueblo, que combatirá y aislará a las camarillas dirigentes de UTC y CTC y que se regirá por la democracia sindical. Una central unitaria de este tipo se convertirá en una de las mejores armas de lucha del proletariado y del pueblo contra los explotadores y vendepatrias. La Convención de la UNO y el Encuentro Sindical son resultados concretos de la política impulsada por el MOIR en la hora actual, son dos eventos que despejan el camino unitario de la clase obrera y de la izquierda colombiana. Proseguiremos en esta lucha en procura de nuevas y más brillantes conquistas para las fuerzas revolucionarias.


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PROGRAMA DE LA UNO La UNION NACIONAL DE OPOSICION (UNO) se compromete ante el pueblo y la nación colombiana a: PRIMERO Combatir el neocolonialismo y la dominación exterior de tipo económico, político y cultural, que los Estados Unidos de Norteamérica ejerce sobre nuestra patria a través de las clases sociales reaccionarias en las cuales se apoya internamente. Apoyar las luces del pueblo por la nacionalización del petróleo, las minas, bosques, fauna y recursos marinos y por la confiscación de los grandes monopolios. SEGUNDO Luchar por la realización de una reforma agraria democrática que en base a la confiscación de la propiedad terrateniente, entregue la tierra a los campesinos que la trabajan y a las comunidades indígenas y los provea de crédito fácil, maquinaria agrícola, servicios de salud, asistencia técnica. Así mismo, exigir la titulación gratuita de las tierras tomadas por los campesinos, y el respeto a sus organizaciones de masas. Apoyar la lucha de los asalariados agrícolas por la plena vigencia de los derechos laborales y la jornada de ocho horas en el campo. TERCERO Conquistar la plena vigencia de las libertades democráticas y las garantías ciudadanas, el respeto al derecho de organización popular, de reunión, manifestación y libre expresión para el pueblo. Luchar por el levantamiento del Estado de Sitio y la supresión de las medidas represivas que apoyadas en él, se aplican contra obreros, campesinos, estudiantes, intelectuales de avanzada y especialmente por la abolición de los consejos verbales de guerra y por la libertad de todos los presos políticos y sindicales.

Apoyar todas las luchas democráticas de las masas y de las minorías indígenas en defensa de sus tierras, intereses y derechos. Propugnar por la igualdad de derechos para la mujer colombiana. CUARTO Respaldar las luchas de los trabajadores en general por mejores condiciones de vida y de trabajo, por la congelación de los precios de los artículos de primera necesidad y de las tarifas del transporte y de servicios públicos y por el aumento de sueldos y salarios que compensen el costo creciente de la vida cuyo origen es el abuso de los monopolios nacionales y extranjeros, de los grandes acaparadores y la sumisión del gobierno a la política económica y monetaria de los organismos internacionales financieros controlados por los Estados Unidos. Luchar por los derechos de organización, contratación colectiva y huelga de la clase obrera, incluyendo los trabajadores del sector público y respaldar incondicionalmente el proceso de unidad de l movimiento sindical independiente, por agruparse en una gran central obrera unitaria y por aislar las direcciones patronales y gobiernistas de la UTC y CTC.


Tribuna Roja Nº 10, octubre de 1973 QUINTO Apoyar las luchas de las masas populares por la vivienda, contra los abusos de arrendadores y por una reforma urbana que suprima los pulpos urbanizadores y la especulación con la tierra en las ciudades y facilite la adquisición de vivienda adecuada al pueblo colombiano. SEXTO Respaldar a los estudiantes, maestros, profesores y a todo el pueblo colombiano en su lucha por una enseñanza gratuita y obligatoria estatal y por la ampliación del presupuesto para la educación pública y la elevación del nivel de vida de los educadores; por la eliminación de la privatización de la universidad colombiana y de la intromisión académica y financiera de las instituciones imperialistas y reaccionarias dentro de ellas. Apoyar una reforma de la educación de contenido popular y democrático que estimule la investigación científica y que impulse el florecimiento de una cultura que sirva a los intereses supremos de la liberación nacional. Impulsar y desarrollar el deporte masivo. SEPTIMO Apoyar las aspiraciones populares por un sistema de asistencia médica y hospitalaria gratuita en todas las regiones del país. OCTAVO Batallar sin descanso por la constitución de un Estado democrático de los obreros, campesinos, clases medias, industriales y productores nacionales. Un Estado que ejerza el control de los sectores fundamentales de la actividad económica, estimule la pequeña y mediana industria, planifique la economía del país y liquide toda clase de monopolios, promoviendo el desarrollo nacional independiente del imperialismo. Este Estado al desarrollar una economía próspera e independiente sentará las bases materiales, sociales y políticas para la futura construcción de una patria socialista en Colombia. NOVENO Abogar por las relaciones diplomáticas, comerciales y culturales con todos los países del mundo en base a la igualdad, respeto mutuo y beneficio recíproco. Solidarizarnos con todos los pueblos que luchan por la defensa de su soberanía y contra la opresión extranjera, por la revolución y el socialismo, y consolidar una auténtica cooperación económica latinoamericana, sin intervención del capital extranjero imperialista. Bogotá, D.E. Septiembre 22 de 1973 UNION NACIONAL DE OPOSICION (UNO).


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VIVA LA LUCHA DE LOS EDUCADORES Más de un mes de continuas batallas llevan los educadores colombianos en desarrollo del paro que se vieron obligados a decretar para exigir sus legítimos derechos. El incumplimiento por parte del gobierno de los pactos firmados con el magisterio del 18 de abril de 1972, la negativa a reajustar los salarios a partir de enero del presente año, a negociar los pliegos nacionales y seccionales presentados por las organizaciones sindicales a expedir un Estatuto Docente y un escalafón elaborado conjuntamente con los educadores, y a levantar las sanciones impuestas en el paro anterior, son demostraciones del rompimiento de los compromisos por parte del gobierno de Misael Pastrana. Ante esta actitud intransigente y después de un año de pacientes esfuerzos de los educadores para resolver los problemas por la “vía del diálogo”, estos resolvieron decretar un paro nacional unificado, como única “alternativa forzosa” para conquistar sus derechos y obligar al gobierno a cumplir el pacto firmado. Los educadores colombianos llevan muchos años luchando contra su clasificación como empleados públicos, por la conquista de sus derechos democráticos, de organización, movilización, huelga y contratación colectiva; exigen su participación democrática en la elaboración de textos, planes y programas educativos, y la expedición de un Estatuto Docente al servicio de los educadores y de la educación colombiana. Las organizaciones de los educadores, unificados a nivel nacional en el Comité de Unidad de los Trabajadores de la Educación (CUTE), han denunciado valerosamente cómo la educación colombiana está bajo la influencia del imperialismo yanqui y cómo el Estado agudiza la represión sobre el sector educativo y se perfecciona jurídicamente para facilitar la dominación cultural. Ejemplo de lo anterior lo constituye el proyecto de impartir la educación vía satélite desde un centro internacional ubicado en los Estados Unidos para todos los países latinoamericanos, violando así su soberanía nacional y el derecho que tienen los pueblos a darse su propia educación. La bandera de lucha contra la penetración cultural del imperialismo norteamericano levantada con mayor vigor desde 1971 en los gloriosos combates del movimiento estudiantil colombiano, ha sido tomada conscientemente por los educadores colombianos quienes están dispuestos a no sucumbir ante ningún sacrificio por defender una cultura nacional y científica que le sirva a las amplias masas populares. Son profundas pues, las razones de lucha de los educadores. Sin embargo, Misael Pastrana y su Ministro Juan Jacobo Muñoz en declaraciones que no tienen precedentes, han calificado a los educadores como privilegiados e intransigentes, y a la gloriosa lucha como un paro “endémico” y “maniático”; semejantes declaraciones fueron el preludio de una feroz campaña de persecución, chantaje y represión, concretados en la expedición del decreto 1805, la cancelación de las personerías jurídicas y la congelación de los fondos sindicales a las organizaciones en lucha, el


Tribuna Roja Nº 10, octubre de 1973 impulso al paralelismo sindical, la destitución masiva de profesores, las amenazas contra los estudiantes, el cierre de colegios y el encarcelamiento de activistas y dirigentes sindicales y políticos. Pero ni las difamaciones ni la persecución han logrado atemorizar a los educadores. Por el contrario, cerca de 100.00 maestros en todos los departamentos del país y de todos los niveles de la enseñanza se han puesto en pie de lucha. En las aulas, colegios, asambleas sindicales, universidades, en las calles y en las plazas públicas por medio de sus boletines y periódicos, en los mítines y manifestaciones, los maestros colombianos han denunciado y combatido la política antipopular del gobierno. Las jornadas combativas de los trabajadores hacen parte de la lucha del pueblo colombiano; en particular, se suman a las batallas que distintos sectores proletarios han emprendido contra sus sojuzgadores y contribuyen a fortalecer la política de UNIDAD y de COMBATE que están impulsando la clase obrera y las masas populares. El Movimiento Obrero Independiente y Revolucionario hace un llamado caluroso a los obreros, campesinos, estudiantes y demás sectores populares a solidarizarse y a apoyar activamente la justísima lucha de los educadores colombianos.

ECHEVERRI MEJÍA: "SOMOS LA OPOSICIÓN REVOLUCIONARIA" Reflejando el ánimo unitario y el espíritu combativo que actualmente alienta en los sectores de masas populares y revolucionarias de nuestro país, se celebró durante los días 22 y 23 de septiembre pasado en Bogotá la Convención Nacional de la Unión Nacional de Oposición. Los delegados que en representación de los diversos partidos y movimientos políticos integrantes de la UNO vinieron de todas las regiones de Colombia, discutieron y aprobaron democráticamente el programa revolucionario que se agitará en la próxima campaña electoral y proclamaron unánimemente al Compañero Hernando Echeverri Mejía candidato a la Presidencia de la República. En un ambiente vibrante de entusiasmo revolucionario se inauguró el 22 de septiembre en el Capitolio Nacional la Convención. Presidiendo el acto estaban los compañeros Echeverri Mejía, candidato de la UNO; Manuel Bayona Carrascal, presidente del Movimiento Amplio Colombiano (MAC) y de la UNO; Gilberto Vieira, secretario del Partido Comunista de Colombia y Francisco Mosquera, secretario general del Movimiento Obrero Independiente y Revolucionario (MOIR). Tras sonoros vítores al candidato, a las organizaciones presentes y sus líderes, se cantaron el Himno Nacional de Colombia y el Himno Internacional de los Trabajadores y luego se le concedió la palabra al senador Ciro Ríos Nieto, quien a nombre del MAC pronunció el discurso de apertura. Posteriormente hicieron uso de la palabra los compañeros Alfonso Upegui del MAC por Antioquia,


Tribuna Roja Nº 10, octubre de 1973 Juan B. Arteta del Partido Comunista por el Atlántico, José Daniel Rodríguez del MOIR por Boyacá, Marino Vivas del MAC por Cundinamarca, José Cardona Hoyos del Partido Comunista por el Valle, Francisco Valderrama del MOIR por Córdoba, Guillermo Blanco del Liberalismo Independiente por Magdalena, Santiago García por los intelectuales de la UNO, Enrique Pinzón Saavedra del MAC por Bogotá, Danilo Hernández del MAC por el Cesar, Gustavo Osorio por la CSTC, Uriel Ramírez por la Juventud Patriótica, Fabio Lemus por la Juventud del MAC, Eusebio Prada del Partido Comunista por el Meta, Volney Largo del Partido Comunista por el Quindío, Roberto Mutis Puyana de la Izquierda Independiente por Nariño, Germán Patiño del MOIR por el Atlántico, Rafael Aguja del Partido Comunista por el Tolima, Gildardo Jiménez del MOIR por Santander, Leonardo Posada por la Juventud Comunista, y Plinio Bernal por el Partido Socialista de Santander del Norte (importantes apartes de las intervenciones hechas por varios de estos compañeros pueden leerse en las páginas 5,6 y 7). Posteriormente Manlio Lafont del Partido Comunista y Otto Ñañez del MOIR dieron lectura al programa de lucha aprobado por la Convención. El senador Luis Torres Almeyda fue el encargado de presentar la proposición de la comisión de candidatura que nominaba al compañero Echeverri Mejía, la cual fue aclamada unánime y entusiastamente por la Convención. Luego el compañero Carlos Bula Camacho dio a conocer en nombre del MOIR el documento de proclamación del candidato Echeverri Mejía (véase su texto en la Pág. 4) y el dirigente del Partido Comunista Jesús Villegas leyó la declaración que sobre dicha candidatura emitió su organización. En medio de numerosos vivas a la UNO, a su programa y a su candidato, el compañero Echeverri aceptó su nominación y llamó a emprender audazmente las tareas unitarias acordadas. El domingo 23 de septiembre se realizó en el coliseo Arena-Bogotá un brillante acto de masas para clausurar la Convención. En medio de banderas rojas la multitud hizo resonar las consignas de la unidad y de la lucha: “contra el imperialismo yanqui, somos UNO!”, “El pueblo unido jamás será vencido!”, “La oligarquía tiene sus candidatos, el pueblo tiene UNO: Echeverri Mejía!”, “Por la liberación nacional, somos UNO!. Inició el acto el representante Gilberto Zapata Isaza del MAC quien subrayó las cualidades revolucionarias del candidato Echeverri Mejía y el significado del proceso unitario que se desarrolla alrededor de su nombre para la campaña electoral de 1974. Luego el compañero Paco Murillo, presentó el saludo de la Nueva Fuerza de Venezuela a la Convención. Ocupó entonces la tribuna de los oradores el compañero Francisco Mosquera par fijar la posición de principios y la táctica que guiará al MOIR en la realización de las tareas a que se ha comprometido en la UNO. (Véase texto completo en las págs. 8,9 y 10) A continuación Gilberto Vieira pronunció un discurso expresando los criterios del Partido Comunista respecto a la UNO y a diversos aspectos de la política internacional. (Véase texto completo en las págs. 11 y 12). Al final intervino el compañero Hernando Echeverri Mejía. Empezó refiriéndose a los diversos esfuerzos realizados por los integrantes de la UNO hasta lograr convertirla en una real fuerza de la izquierda revolucionaria y la verdadera oposición al sistema. Dijo que aunque la Anapo no es nuestro enemigo, los enfoques que tiene respecto al imperialismo, y otros hechos reales de la situación


Tribuna Roja Nº 10, octubre de 1973 nacional nos separan de ella. Caracterizó a la coalición liberal conservadora representada en los candidatos López Michelsen y Gómez Hurtado como el blanco principal de nuestros ataques. Subrayó el candidato Echeverri Mejía los diversos llamados que la Unión Nacional de Oposición ha hecho a todas las gentes consecuentes y revolucionarias para que se sumen a la batalla que ahora se emprende. Expresó que la UNO librará la contienda desde el terreno revolucionario, guiándose por las leyes científicas que para el desarrollo de los pueblos han sintetizado los grandes pensadores revolucionarios. Dijo que esto último constituía una garantía contra el sectarismo y el dogmatismo, y servirá para cohesionar y aglutinar aún más a las fuerzas revolucionarias. Denunció el candidato de la UNO la falta de democracia en Colombia y la represión que se ejerce por parte del gobierno y la reacción contra quienes se oponen a sus medidas antipopulares y antinacionales. Luego se refirió a la necesidad de una reforma fundamental de la universidad a fin de que desde ella se imparta una educación científica y nacional dedicada al servicio permanente del pueblo. Manifestó que la universidad colombiana es actualmente una universidad colonizada por los planes del imperialismo norteamericano, y ofreció el apoyo combativo de la UNO para las luchas que adelantan los educadores. Dijo el compañero Echeverri Mejía que la próxima campaña electoral será una lucha difícil, pero que para ella se cuenta con un equipo de obreros, campesinos, universitarios y gentes patriotas y progresistas, todos los cuales pondrán en juego su conciencia revolucionaria para avanzar en las tareas del cambio social y se convertirán en maestros que harán prender en la mente de los colombianos la causa de la revolución. Finalizó su discurso el candidato de la Unión Nacional de Oposición refiriéndose a Uribe Uribe, Gaitán y Camilo Torres como líderes populares que ofrendaron sus vidas defendiendo los intereses de las masas colombianas y enfatizó que la UNO recoge su legado revolucionario para proseguir en la lucha por la nueva Colombia.

ECHEVERRI MEJÍA: BANDERA DE LUCHA REVOLUCIONARIA INTERVENCIÓN DEL COMPAÑERO CARLOS BULA CAMACHO EN LA CONVENCIÓN DE LA “UNO” EN LA CUAL SE FIJA LA POSICIÓN DEL MOVIMIENTO OBRERO INDEPENDIENTE Y REVOLUCIONARIO -MOIRSOBRE LA CANDIDATURA DEL SENADOR HERNANDO ECHEVERRI MEJÍA. La proclamación del Senador Hernando Echeverri Mejía como candidato de la Unión Nacional de Oposición llena de profunda satisfacción al Movimiento Obrero Independiente y Revolucionario MOIR por cuanto es de público conocimiento el respaldo de nuestra organización partidaria a su nombre, desde que fue presentado por el Movimiento Amplio Colombiano MAC a la consideración de la UNO.


Tribuna Roja Nº 10, octubre de 1973 Consideramos que esta política, la de unificar a los sectores democráticos, revolucionarios y antiimperialistas de Colombia, en torno a un programa de iguales características, recoge el anhelo y las aspiraciones de los más sinceros revolucionarios colombianos. Era una meta perseguida por nuestro pueblo que hoy se ha plasmado en esta alianza que tiene como bandera de lucha el nombre limpio, honesto y patriótico del compañero Hernando Echeverri Mejía. Proclamamos nuestro candidato y nuestro programa en momentos en los cuales la reacción interna aliada, sostén y cómplice del Imperialismo Norteamericano, desata sobre nuestra patria una feroz escalada represiva. Son estos momentos en los cuales la oligarquía colombiana representada en la “Alianza Liberal Conservadora”, burgués-terrateniente, insatisfecha con sus actuales privilegios pretende ampliarlos a costa de los intereses de nuestras masas. Pero además son momentos intensos de lucha, de unidad y combate. Nuestra clase obrera se apresta a unificarse orgánicamente en una nueva central unitaria e independiente que impulse las reivindicaciones y los derechos democráticos de clase y denuncie las camarillas vendeobreros de UTC y CTC. Los campesinos invaden la tierra y las alambradas de los terratenientes saltan despedazadas ante el avance victorioso de quienes quieren la tierra y se disponen a obtenerla. Los maestros, los estudiantes, todos los trabajadores de la educación denuncian en la calle y señalan públicamente el carácter proimperialista de la educación oficial. Es toda Colombia la que se alza contra la camarilla reaccionaria y fascista gobernante. El gobierno responde asesinando, encarcelando, amedrentando, cancelando personerías jurídicas, congelando fondos, instaurando consejos verbales de guerra, disolviendo las juntas consecuentes y en fin con una serie de medidas que nos muestran fehacientemente el grado de debilidad en el cual se halla y el pánico que corroe a las clases dominantes frente al avance huracanado y arrollador de la revolución colombiana. Los partidos reaccionarios al servicio del imperialismo resolvieron sus contradicciones internas proclamando candidatos separados, sin perder de vista la alianza constitucional, permanente, bipartidista y paritaria que garantiza el ejercicio hegemónico, omnímodo y excluyente del poder. Y proclamaron es cierto a sus mejores cuadros, a sus más representativas figuras, como que ambos desde el vientre materno se encontraban predestinados, como corresponde a las características de un país semifeudal. Vástagos son de dinastías y casas reinantes, entronizadas en la política colombiana casi desde comienzos de siglo. Gómez Hurtado y López Michelsen, saben cómo hay que hablarle al país que ellos controlan y representan y cómo repartirse el entusiasmo que producen entre los privilegiados las promesas de seguridad y garantía hacia sus intereses y cómo, de otra parte, es preciso intentar capturar algunas zonas de opinión que reprueban así sea tímidamente todo el cuadro de atropellos que ha significado el ejercicio del poder en Colombia. Se trata en el fondo del mismo drama: conquistar la presidencia de la República amenazando en el caso de Gómez o engañando en el caso de López. Total, frente a cualquier y eventual derrota o victoria existe el premio de consolación de la partija burocrática por mitades iguales en el ejercicio del gobierno en la rama ejecutiva, lo que tiene como real importancia el mantenimiento de la alianza política que representa los intereses de las clases explotadoras liberales y conservadoras. Y como cipayos que son del imperialismo norteamericano, enemigo


Tribuna Roja Nº 10, octubre de 1973 número uno del pueblo y de la nación colombianos, adelantan su política de saqueo y arrasamiento en nuestra patria bajo la mirada de aprobación y agradecimiento de los títeres y de los virreyes del neocolonialismo. Así saquean nuestros recursos naturales, penetran la educación, ponen toda nuestra economía a su servicio, hipotecando nuestra soberanía a través de onerosos empréstitos con sus casas de usura y controlando nuestro desarrollo, impidiendo el florecimiento de una economía nacional e independiente. El pueblo colombiano como todos los pueblos del mundo -como lo hizo Vietnam, como lo está haciendo Camboya, como lo hizo Cuba, como lo hará Chile- se apresta a la lucha contra estos sus enemigos fundamentales, organizándose bajo banderas auténticamente revolucionarias, que no traicionen sus aspiraciones y que garanticen efectivamente la conquista de sus derechos y la defensa de sus intereses. Este es pues el significado que tiene para nosotros la aparición de la Unión Nacional de Oposición y la proclamación de un candidato y de un programa que, con las pretensiones de unificar a todo el pueblo colombiano, proclame su adhesión indefectible a la Unidad en torno a principios que no pueden ser otros que la lucha con toda claridad contra los enemigos del pueblo y de la patria y que en desarrollo progresivo despedace la legalidad burguesa y construya una Colombia democrática, independiente y soberana en marcha al socialismo. Por eso -y desde luego no por ningún afán sectario o excluyente- debemos afirmar que la dirección oficial anapista no ofrece las condiciones que el desarrollo y las exigencias revolucionarias requieren, y no puede darse una alianza en torno a sus directivas, postulados y candidatos. Por eso hemos pactado esta alianza con el Partido Comunista de Colombia, labrada en el diario quehacer, en la lucha conjunta contra los enemigos principales, fortalecida por la conducta de sus militantes que también como nosotros entienden la exigencia de este momento y la necesidad de impulsar este proceso unitario. Sólo progresos para el desarrollo de nuestra revolución se obtendrán de esta alianza, aparentemente imposible para algunos que hacen de su propio subjetivismo la realidad colombiana y se alejan de ella para colocarse en una franja lunática donde toda aventura es lícita, donde cualquier irresponsabilidad merece los aplausos de los integrantes del grupúsculo. Estamos aquí con ustedes compañeros del Partido Comunista. Nuestros actos responderán por nuestras palabras. En cabeza del compañero Hernando Echeverri Mejía queremos rendir un homenaje de gratitud y reconocimiento a los compañeros del Movimiento Amplio Colombiano, cuyos servicios y concurso prestados a la Unidad no han sido todavía suficientemente registrados. Con paciencia que solamente se tiene cuando se está al servicio de la revolución, con la esperanza y la fe en los mejores momentos que de la Unidad se derivan para Colombia, han colaborado día a día, aportando, influyendo, para que este espectáculo que traduce una realidad hoy incontrovertible en Colombia se hubiera hecho posible. En nombre de nuestra militancia y de nuestra dirección muchas gracias compañeros. Saludamos igualmente la presencia de los delegados de todas las fuerzas regionales y de las personalidades democráticas que en los distintos puntos cardinales de Colombia aportan sus efectivos, su trabajo o su influencia a este proceso unitario. Así ha nacido la UNO, así continuará su desarrollo y su ensanche progresivo. Para demostrar que hay fuerzas nuevas en Colombia, que la


Tribuna Roja Nº 10, octubre de 1973 fatalidad del bipartidismo reaccionario o de la conciliación vacilante no son ciertas y que amplios sectores de nuestras masas se agrupan y unifican en torno a principios. Que no es cierto que nuestro pueblo está condenado indefinidamente al sucesivo desmoronamiento de sus esperanzas de cambios revolucionarios. Nos presentaremos unificados a este proceso electoral con un programa revolucionario y un candidato que fielmente lo interpreta. Impulsaremos la Unidad de la clase obrera en su nueva central. Respaldaremos las organizaciones independientes y de masas de los campesinos y su lucha. Desbordaremos nuestro entusiasmo en la solidaridad por el combate de los estudiantes, de los educadores y de los intelectuales y artistas revolucionarios. Y de continuar consecuentes y unitarios en este proceso -cuando se presenten esas condiciones- por que nos encontramos dentro de ese espíritu, cuando llegue la hora definitiva, cuando todo el pueblo colombiano, con la clase obrera a la cabeza, así lo indique, construiremos nuestro frente único antiimperialista y revolucionario y nuestro Ejército Popular que expulse para siempre de nuestra patria a sus enemigos y construya la república de las clases populares. En consecuencia de lo anterior nuestro irrestricto respaldo a la candidatura del compañero postulado. Además y dentro de las formalidades reglamentarias de la asamblea, los convencionistas del MOIR votarán entusiastamente y respaldarán el nombre del compañero Hernando Echeverri Mejía. Candidato Revolucionario, Candidato de izquierda. Candidato de la Unión Nacional de Oposición.

COMBATIVO RESPALDO A LA UNIÓN NACIONAL DE OPOSICIÓN APARTES DE DISCURSOS PRONUNCIADOS EL SÁBADO 22 DE OCTUBRE EN LA CONVENCIÓN DE LA UNO CIRO RÍOS DEL MAC Estamos atravesando actualmente una coyuntura que nos permite ensayar el sistema eleccionario, pero sin abandonar otras formas de batalla. Dadas las características que experimenta la nación colombiana, el pueblo no puede permanecer pasivo ni en actitud negativa. Tenemos que aconductar nuestros pasos a lo que ocurra en Colombia, pero a sabiendas de que esto sólo nos sirve para hacer una especie de educación revolucionaria, para acelerar a través de la movilización electoral una más firme e íntima concientización socialista, para que la solidaridad humana en Colombia adquiera cada día mayores vínculos y mayor fuerza entre las masas. Mas no estamos totalmente o irremediablemente casados o enamorados con la vía electoral. Estamos vivamente alerta a todo lo que la historia futura nos indique, y especialmente alertas a lo que nos diga el pueblo en su marcha hacia la revolución. Nosotros queremos con esta batalla crear conciencia en las masas: que se dé


Tribuna Roja Nº 10, octubre de 1973 cuenta el pueblo de que en sus manos tiene una gran energía, que puede determinar el nuevo paso en la historia colombiana, y nosotros vamos a ser los ejecutores en el futuro de la orden que nos imparta el pueblo raso de Colombia. Por eso mismo, por tener profunda fe en el pueblo hemos venido tocando a todas las puertas. Aquí hemos llamado a todos los hombres de buena voluntad que sienten la necesidad de cambiar el sistema de gobierno imperante. Hemos abierto de par en par las puertas de nuestras organizaciones para que ingresen a ellas con plena dignidad todos aquellos que deseen hacer el cambio, aquellos que piensen que hay necesidad de llevar el pueblo hacia arriba, de dignificarlo, de sacarlo de la pobreza y la miseria en que se encuentra. La Unión Nacional de Oposición, inicialmente integrada por tres partidos, será en corto tiempo una inmensa legión política de obreros, campesinos, estudiantes e intelectuales, de gentes revolucionarias que quieren transitar de brazo con nosotros el gran camino de nuestra revolución. El pueblo debe darse cuenta de que todos tenemos al frente nuestro el enemigo de la derecha encarnado en la oligarquía y el imperialismo norteamericano. El enemigo está simbolizado por dos delfines, López y Gómez, que tratan de torcer el curso de la historia colombiana. López se da la mano con Alvaro Gómez para continuar con el régimen de arbitrariedades, de abusos, de corrupciones, de iniquidades, de todo ese desfile de persecución, de crímenes atroces, de violencia, desamparo y miseria que es el Frente Nacional que hoy oprime a los colombianos. De allí que nuestra batalla frontal sea contra quienes intentan continuar en el país el oprobio y la explotación. Debemos esforzarnos día y noche en rodear al candidato, compañero Hernando Echeverri Mejía, no por su nombre, no por sus apellidos, no por su historia personal, sino porque él representa las aspiraciones revolucionarias de los colombianos. No halagaremos materialmente a nadie, sólo tenemos unas grandes ideas nacidas del corazón mismo de los pueblos, forjadas por Marx y Lenin, Ho Chi Minh y Mao Tsetung, por el Ché, por Fidel castro y por salvador Allende. Y así como la revolución mundial tiene sus grandes héroes y sus inmensos ideólogos, también el pueblo colombiano tiene su historia hundida en el suelo de nuestra patria con José Antonio Galán, hijo del pueblo. Y sigue con Uribe Uribe que desde la montaña antioqueña nos decía que para que Colombia pudiera salir de la desgracia y los partidos pudieran progresar había que beber en las canteras del socialismo. Luego aparece en la historia de la revolución el mártir Jorge Eliécer Gaitán que quería la unidad de todos los colombianos para acabar con la oligarquía, para vencer al enemigo y destruir toda esta armazón de oprobio, iniquidad y explotación montada por los viejos partido liberal y conservador. Y esa historia nuestra, la historia de la UNO sigue hundiendo sus raíces que, aunque regadas con sangre y penetradas de luto y dolor, se internan en la selva colombiana. Y esa historia gime y llora con Camilo y con todos los guerrilleros que han rendido sus vidas en nombre de la revolución colombiana. No queremos, como algunos equivocadamente se lo imaginan, prebendas, curules o posiciones, porque nos hemos salido de los estamentos de la burguesía precisamente para batallar al lado del pueblo.


Tribuna Roja Nº 10, octubre de 1973 JOSÉ CARDONA HOYOS, DEL PARTIDO COMUNISTA En nombre del Liberalismo de Oposición Revolucionaria, en nombre del MOIR y en nombre del Partido Comunista de Colombia, que integran la UNO en el Valle del Cauca, saludo a esta gran Convención. Saludo de combate, fraternal, sincero, generoso, para todas las fuerzas, todos los partidos y todas las tendencias que integran este vigoroso movimiento de nuestro pueblo. Saludo de alegría combatiente sin reconcomios en el corazón y con las manos tendidas. Todos estamos dispuestos a salvar los obstáculos y todas las dificultades para lograr la realización de una auténtica y profunda unidad popular. No podemos avanzar hacia la derrota de los enemigos del pueblo, hacia la derrota del imperialismo norteamericano y de la oligarquía que en Colombia le sirve de escudo para todos sus saqueos, ignominias y depredaciones, sin tener antes una poderosa, auténtica y sincera unidad de todos los sectores, de todas las fuerzas populares. Los procesos unitarios que se han venido desarrollando en Colombia: el proceso de unificación de la clase obrera y el proceso de unificación política de las masas populares comienza a tener ya frutos evidentes. Tenemos ya una candidatura única, una candidatura que es una bandera popular, una bandera de las fuerzas avanzadas de nuestra patria, una candidatura limpia; la de un hombre que ha demostrado con su vida, particularmente en los últimos tiempos, que se puede consagrar al servicio del pueblo y que es en realidad uno de los grandes campeones de las luchas por la justicia social y de las luchas por una reforma agraria auténtica en nuestra patria: Hernando Echeverri Mejía. Es cierto que nosotros no pretendemos que el proceso electoral sea el que lleve a la victoria revolucionaria a nuestro pueblo. Sabemos de antemano, por innumerables experiencias, que por la vía electoral lo único que podemos lograr es agitar al pueblo para conquistar algunas posiciones útiles. Pero sabemos al mismo tiempo que mientras subsista un régimen como el nuestro hay que apelar a todos los sistemas de lucha y que debemos hacer un gigantesco esfuerzo para que esas formas de lucha, tan diversas y tan diferentes, se confundan en un sólo torrente revolucionario del pueblo colombiano. Esta convención de la UNO es demostrativa de que podemos luchar victoriosamente contra el enemigo y esperar grandes triunfos que nos acerquen a posiciones de las auténticas conquistas revolucionarais. GILDARDO JIMÉNEZ DEL MOIR El pueblo de Santander observa alborozado este desarrollo unitario que anima a las fuerzas populares y que anima, particularmente, a la clase obrera para jalonar todo el proceso de la liberación de Colombia. Si hemos podido alcanzar ese grado de unidad es porque las fuerzas


Tribuna Roja Nº 10, octubre de 1973 revolucionarias aquí presentes hallamos puntos de convergencia en la interpretación de los intereses de la clase obrera y el resto del pueblo para la conquista del poder. Esto no es algo gratuito; obedece al esfuerzo y decisión de los revolucionarios para aglutinarnos en la lucha por expulsar al imperialismo y lograr que los trabajadores y todos los integrantes de los sectores progresistas patrióticos y nacionalistas construyan una Colombia democrática que siente las bases para el socialismo. En este proceso sí que vale la pena ser modestos! Sí que vale la pena practicar esta cualidad revolucionaria para poder asimilar las experiencias del pasado y abrirnos campo hacia el futuro. Porque la gloria de los hombres y de los partidos se mide exactamente por su capacidad para culminar totalmente los procesos revolucionarios. Por ahora, basta estar convencidos de que somos sinceros y combativos militantes de ésta gran causa revolucionaria. Empecemos por allí a construir las glorias de los partidos y los dirigentes. Quiero invitar a los compañeros y compañeras aquí presentes a que, como un gesto con el glorioso pueblo chileno, nos comprometamos a darle la mejor solidaridad: hacer la revolución en Colombia. El MOIR y la Juventud Patriótica de Santander quieren dejar en esta Convención su adhesión entusiasta al compañero Hernando Echeverri Mejía como candidato popular de las fuerzas de izquierda. Estamos completamente convencidos de que en esta campaña superaremos todas las dificultades, y de que lograremos avances junto con todas las gentes que quieran que este país sea independiente y esté dirigido por los trabajadores. MARINO VIVAS, DEL MAC Empeñados en la tarea de organizar la militancia de la UNO a todo lo largo y todo lo ancho del Distrito Especial de Bogotá, nos estamos presentando en los barrios de la capital con la consigna de la unión frente al enemigo común: las oligarquías aliadas con el imperialismo norteamericano. El Comando Distrital de la UNO, con sus puertas abiertas, sin egoísmos ni aspiraciones personalistas, se ha convertido en el cauce de la inconformidad del pueblo bogotano. Quiero manifestar con inmensa complacencia como el Partido Comunista ha puesto al servicio de los intereses del pueblo su decisión de lucha. El partido Comunista, firmemente aliado con el MAC y el MOIR en el comando Distrital de la UNO, ha venido dispuesto a luchar a brazo partido contra la oligarquía. No menos importante es el brío que le imprime el Movimiento Obrero Independiente y Revolucionario a esta lucha. Quiero manifestar cómo nos entusiasma ver su juventud brillante que no le tiene miedo a los sacrificios, que no le tiene miedo a la fatiga, que no le tiene miedo a las dificultades para ir con nosotros a los barrios en las condiciones que las circunstancias impongan. El MOIR está así presentándose ante el país como un ejemplo de lo que es capaz. JOSÉ DANIEL RODRÍGUEZ DEL MOIR


Tribuna Roja Nº 10, octubre de 1973 Luego de denunciar la oleada represiva existente en Boyacá, especialmente en la región del Casanare, contra el campesinado y las arbitrariedades destinadas a impedir la campaña de la Unión Nacional de Oposición, el dirigente campesino José Daniel Rodríguez expresó: “Los campesinos del Casanare, al igual que muchos otros compañeros en todo el país, hemos resuelto salirnos de las toldas del Ministerio de Agricultura para empezar a luchar por una organización campesina democrática que sea independiente del tutelaje oficial. Por ellos hemos sido macartizados y perseguidos, pero la justeza del combate por nuestras reivindicaciones coge paso en todo el territorio nacional”. Agregó que “Estamos dispuestos, junto con todas las fuerzas y todos los compañeros que conforman la UNO en Boyacá, a avanzar en la conquista de nuestros derechos democráticos”. JUAN B. ARTETA DEL PARTIDO COMUNISTA Es posible desarrollar aún con más firmeza la Unión Nacional de Oposición. Actualmente se acercan a la UNO gentes conservadoras, liberales y anapistas decepcionadas de sus respectivos partidos o gentes que buscan un camino y que han considerado encontrarlo en la Unión Nacional de Oposición. La UNO contiene en su programa objetivos estratégicos como la liberación nacional, la ruptura del latifundio y la plena democracia para el pueblo, que son tareas que no se van a satisfacer para nuestro pueblo en las próximas elecciones. Consideramos que estas elecciones van a ser un compromiso que afrontaremos y atravesaremos seguramente exitosos, pero que seguiremos adelante, hacia la revolución colombiana que es la meta del pueblo. Saldremos de la Convención con nuestro optimismo, con nuestra confianza en la revolución con nuestra firmeza de combatientes por la unidad y la liberación de nuestro pueblo; aún más estimulados por este fervor, por este entusiasmo unitario y combatiente que aquí se presencia. Y saldremos con una bandera roja, aglutinante; saldremos con un candidato limpio, claro y democrático, y con un programa antiimperialista que recoge las necesidades inmediatas en esta etapa de la revolución de nuestra patria. GERMÁN PATIÑO, DEL MOIR Al igual que en el resto del país, en el Atlántico las fuerzas que constituimos la Unión Nacional de Oposición hemos venido dando pasos destinados a la unificación de las izquierdas y a la concentración del ataque contra los enemigos fundamentales del pueblo colombiano. En este proceso de unidad revolucionaria hemos venido superando dificultades, descartando todo lo que pueda perjudicar la valiosa tarea que estamos realizando y que sin duda alguna constituye un buen ejemplo para nuestros pueblos. Estamos trabajando conjuntamente con los compañeros del Partido Comunista y los compañeros del MAC, en Barranquilla, dentro del ánimo de ver las dificultades objetivas que se nos presenten como un reto a afrontar y de las cuales debemos salir más fortalecidos. Hemos comprendido que en este


Tribuna Roja Nº 10, octubre de 1973 proceso de unidad, los revolucionarios que integramos la UNO debemos soportar dos o tres orugas si queremos conocer las mariposas. En el Atlántico queremos una UNO poderosa. Queremos un Partido Comunista, un MOIR y un MAC que se fortalezcan en esta alianza, que no se debiliten en la lucha antiimperialista. Así podemos atrevernos a constituir con el resto del pueblo un poderoso movimiento revolucionario que en el campo de batalla siente las bases para la construcción de una nueva Colombia. ROBERTO MUTIS DE LA IZQUIERDA INDEPENDIENTE DE NARIÑO Mutis Puyana hizo un significativo relato del proceso que ha llevado a la unificación de las fuerzas de izquierda en Nariño y de cómo, a través de discusiones francas y fraternales, se fue gestando el programa de lucha acordado en dicho departamento dentro del espíritu y lineamientos de la Unión Nacional de Oposición. Hizo énfasis en que este programa iba dirigido principalmente a despertar en las zonas campesinas y obreras la lucha revolucionaria. FRANCISCO VALDERRAMA, DEL MOIR Tengo la satisfacción de traer a esta Convención el apoyo esperanzado, incondicional, combativo y revolucionario de Córdoba campesina. Aprendiendo del ejemplo unitario que la clase obrera está dando a nivel nacional, los campesinos de Córdoba a través de sus organizaciones independientes, están promoviendo el gran proceso de unidad dentro de las masas populares del departamento a fin de aglutinar todas las fuerzas para enfrentar la avalancha represiva del poder terrateniente. Hemos comprendido que tenemos que centrar el fuego de nuestro ataque contra los enemigos principales del pueblo y que al hacerlo, junto con nuestra lucha fundamental por la tierra, debemos adelantar la batalla política electoral que nos permita, en base al programa y las listas de la UNO, llamar al campesinado de Córdoba a votar por sus auténticos dirigentes. Nuestra posición es la de llevar hasta las veredas más apartadas las ideas nuevas de la revolución para que los compañeros campesinos, asiéndose a ellas, las conviertan en fuerza material que abra la trocha que conduce a la toma del poder y a la expulsión del imperialismo de nuestra patria. Con el nombre de Hernando Echeverri Mejía y con la plataforma antiimperialista y antiterrateniente de la UNO iremos por la vía que conducirá a la construcción de una patria democrática e independiente en marcha al socialismo. URIEL RAMÍREZ, DEL MOIR La Juventud Patriótica saluda fraternalmente este gran acto revolucionario de la Convención de la UNO. Con organización del Movimiento Obrero Independiente y Revolucionario, y bajo su dirección, la Juventud Patriótica se desarrolló a nivel nacional en el fragor de la lucha de masas de los estudiantes colombianos contra la agresión cultural y política del imperialismo norteamericano. Y esta militancia


Tribuna Roja Nº 10, octubre de 1973 juvenil se hace presente en esta Convención para manifestar su compromiso con todos y cada uno de los acuerdos a que ha llegado nuestra dirección con las otras fuerzas que integran la Unión Nacional de Oposición. Nos ceñiremos estrictamente a la plataforma de lucha que esta Convención apruebe y nos haremos presentes en las plazas públicas agitando el nombre del compañero Hernando Echeverri Mejía, en quien vemos un patriota y un revolucionario. En el movimiento estudiantil, reconocemos a la Juventud Comunista como nuestro más firme aliado en la lucha por la democracia y contra el imperialismo norteamericano. De allí que hayamos llegado a acuerdos sumamente claros con ella, a fin de adelantar la tarea de la organización nacional estudiantil, la cual es indudablemente la tarea más importante a que se ve abocado el movimiento estudiantil revolucionario para dar una respuesta apropiada y combativa a la destrucción de la universidad por parte del gobierno y la reacción. Junto a nuestras fundamentales batallas políticas, impulsamos la lucha en los terrenos de la educación y la cultura, a sabiendas de que en nuestro país el proceso de la liberación nacional no podrá cumplirse sino en la medida en que también en el terreno de la cultura se manifieste el movimiento revolucionario que se oponga y derrote definitivamente la vieja cultura terrateniente y la vieja y agresiva cultura imperialista.

PROGRAMA DE LA UNO El pueblo colombiano aspira legítimamente a su progreso material y social. La nación colombiana, para superar el estado de miseria en que se encuentra y sacudir el yugo del imperialismo norteamericano, debe lograr la racional explotación de su recursos naturales, proteger su industria nacional y forjar una economía próspera, para construir una patria libre, democrática y soberanamente independiente. El camino que conduce a nuestro pueblo directamente hacia una nueva Colombia es el abierto por la UNIÓN NACIONAL DE OPOSICIÓN (UNO), integrada por el Movimiento Amplio Colombiano (MAC), el Partido Comunista de Colombia (PCC), el Movimiento Obrero Independiente y Revolucionario (MOIR) y por fuerzas socialistas y revolucionarias independientes. EL IMPERIALISMO Y LA POLÍTICA OFICIAL Únicamente un cambio total de las estructuras económicas, políticas y sociales, podrá solucionar la profunda crisis que afecta al país. Esta crisis es el resultado de la dependencia de nuestra patria respecto de los monopolios y del gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica, por culpa exclusiva de la permanente entrega incondicional de los gobiernos oligárquicos colombianos, sumada a la supervivencia de la gran propiedad latifundista a los sistemas semifeudales de producción agraria y a la deformación capitalista manipulada por nuestra clase dirigente con abiertas tendencias especulativas acordes con su patrón yanqui.


Tribuna Roja Nº 10, octubre de 1973 Como consecuencia de este estado de postración nacional, el desarrollo económico del país resulta insuficiente en relación con el aumento de la población y con las crecientes demandas del consumo, desequilibrio que es aprovechado por los monopolios extranjeros y sus agentes de la oligarquía criolla para consolidar su explotación y su predominio. La inmensa mayoría de la población, especialmente los obreros, los campesinos, los empleados y los artesanos, sufren un insoportable aumento en el costo de la vida, además de soportar mayores impuestos y son víctimas de la política, antipopular del Estado en materias tan vitales como la vivienda, la educación, la salud, los servicios comunales y la recreación, negadas casi sistemáticamente a las clases populares. Sus ingresos son cada día más insuficientes para atender a las necesidades de la familia y se ven menguados por la constante devaluación de la moneda a causa del mal manejo de nuestra economía. En los últimos años se ha acentuado la dependencia del país de los monopolios y de los organismos internacionales controlados por el imperialismo yanqui. Es así como a la tradicional explotación del petróleo, del oro y del platino, se agrega hoy la entrega del carbón, el hierro, el níquel, el cobre y las esmeraldas en favor de las compañías extranjeras en condiciones que lesionan gravemente la soberanía nacional. En materia de petróleo la situación es inquietante a la vez que contradictoria, por cuanto que el Estado continúa comprando en dólares buena parte del petróleo que refina Ecopetrol y que es extraído del territorio nacional por compañías norteamericanas. La Empresa Colombiana de Petróleos se ha ido desnacionalizando por el sistema de contratos de asociación que la ponen en peligro de convertirse en una simple entidad de capital mixto. Y la pregonada insuficiencia de petróleo resulta de una maniobra de las compañías yanquis y de nuestros funcionarios de la oligarquía, gobernante, encaminada a ocultar las mayores ventajas que ahora se están otorgando a los monopolios petroleros internacionales y tendiente a preparar artificialmente a la opinión pública para nuevas alzas en los combustibles y el gas, y desviar consecuencialmente la atención del pueblo del problema concreto que consiste en la nacionalización de toda la industria petrolífera, como lo quiere y lo exige el pueblo colombiano. Toda la política económica del gobierno está sometida al dictado de organismos extranjeros como el Fondo Monetario Internacional, el Banco Interamericano de Reconstrucción y Fomento y la Agencia Internacional para el Desarrollo. Los empréstitos que estas entidades hacen al Estado son condicionados a los aumentos en las cargas tributarias a la elevación de las tarifas en los servicios públicos y a la devaluación permanente del peso, afectando gravemente los exiguos ingresos del pueblo. La deuda externa recae pesadamente sobre el país, sangrando sus escasas entradas de divisas y mermando consiguientemente sus posibilidades de desarrollo. Las reservas monetarias se han visto afectadas por la devaluación del dólar a escala mundial, lo cual hace más gravoso para el país los términos del intercambio comercial por hallarse sujeto a la esfera del dólar y estar sometido al directo control de los dirigentes económicos de los Estados Unidos de Norteamérica. No hay actividad industrial o comercial del país que no esté interferido en una u otra manera por los monopolios yanquis. Las inversiones de capital extranjero han aumentado en nuestro país y lógicamente sirven para controlar una apreciable cantidad de empresas, corporaciones y bancos, con


Tribuna Roja Nº 10, octubre de 1973 la complacencia de nuestra clase dirigente que se enriquece fabulosamente a costa de la miseria popular. La gran burguesía se ha ubicado de esta manera en el papel de aliada del imperialismo norteamericano, ahondando con su rapacidad el inmenso abismo que separa al pueblo de la oligarquía explotadora. A la dominación material, corresponde el incremento de la colonización cultural norteamericana en todos los grados de la enseñanza y de la educación de nuestro pueblo. Como resultado, la educación primaria y secundaria no llega a las grandes masas y la que se otorga así discriminadamente está intervenida por las misiones culturales, educativas y docentes norteamericanas. La Universidad pública es sometida a un proceso de destrucción en beneficio de la Universidad privada, confesional, según modelos específicamente enseñados en patronos norteamericanos. Los medios de comunicación difunden la apología del anticomunismo y la sumisión más descarada a los intereses de los círculos dominantes de los Estados Unidos. Las fuerzas armadas en su estructura y orientación están sometidas también al control de la Misión Militar Norteamericana. LAS MANIOBRAS DE LA OLIGARQUÍA De esta manera, han surgido en el país poderosos grupos monopolistas que controlan las principales empresas, reglamentan el comercio y usufructúan el crédito. Las corporaciones financieras, fundadas por las clases ricas, se han convertido en instrumento para acelerar la concentración del capital y para provocar la ruina de las pequeñas y medianas empresas. El presupuesto de los institutos descentralizados, así como sus actividades económicas, son utilizados para subsidiar a los monopolios nacionales y extranjeros. Igual cosa ocurre con parte apreciable de los presupuestos de la nación, de los departamentos y de los principales municipios del país. Responden a este proceso de concentración del capital medidas tales como la creación del Fondo Nacional del Ahorro, de los Fondos Regionales de Capitalización Social, de las Unidades de Poder Adquisitivo Constante (UPAC) y la creación de una red de entidades similares que forman una verdadera cadena de enriquecimiento en favor del grupo reducido de familias que explotan la nación colombiana. El desarrollo de estos monopolios nacionales y extranjeros y su predominio sobre el aparato del estado conducen a la negación de elementales derechos democráticos. En efecto, para sostener una política de bajos salarios, para hacer efectivos los aumentos en las tarifas de los servicios públicos, para consolidar sus privilegios y sus roscas, para silenciar la protesta popular y para afirmar en sus manos la conducción del poder, la oligarquía ha violado las leyes del país, ha corrompido la moral, ha destruido y enlodado la justicia, ha instituido el soborno como medio normal de acción en las oficinas públicas y ha desarrollado desde el gobierno la violencia oficial y el terrorismo en contra del pueblo y de los partidos políticos de la oposición. EL PROBLEMA AGRARIO Según estadísticas oficiales, imposibles de ocultar, un millón de familias de campesinos pobres posee solamente un millón trescientas mil hectáreas, mientras que seiscientos treinta y seis grandes


Tribuna Roja Nº 10, octubre de 1973 latifundistas son propietarios de siete millones de hectáreas. En promedio cada uno de estos latifundistas tiene once mil hectáreas cuando cada familia campesina tiene menos de hectárea y media para trabajar y subsistir, sin contar los miles de asalariados agrícolas y campesinos pobres, arrendatarios, poramberos y agregados, que no tienen tierra en absoluto. Esta abismal diferencia en la propiedad de la tierra perpetúa en el campo un sistema de producción basado en las más variadas formas de servidumbre como el pago en trabajo y en especie. Son relaciones de producción semifeudales que repercuten sobre toda la economía nacional y que son causa del freno al desarrollo económico. Desde hace once años los gobiernos del Frente Nacional oligárquico pretenden impulsar una reforma agraria reaccionaria que en el fondo se ha convertido en un negocio de compra y venta de tierras. Los títulos de propiedad que el Incora proclama haber otorgado, se han conferido en su inmensa mayoría a campesinos que por su cuenta y riesgo ya venían poseyendo y explotando terrenos baldíos, y, por tanto, eran realmente dueños de las parcelas. La verdad es que la estructura latifundista de la propiedad agraria no ha sido afectada por la reforma agraria oficial, que inclusive depende para la efectividad de sus planes en alto porcentaje de los préstamos otorgados por el imperialismo yanqui. A través de distintos institutos de mercadeo, crédito y educación e investigación, el imperialismo colonialista ejerce su control sobre la producción agropecuaria del país, estimulando solamente el progreso de los renglones que requiere como materias primas para sus propias industrias. Varios de los programas adelantados por el Instituto Colombiano Agropecuario están destinados a promover la venta de semillas “mejoradas”, fertilizantes, insecticidas y otra serie de productos manufacturados por los monopolios agroquímicos. El Instituto de Mercadeo Agropecuario (IDEMA) se orienta hacia la distribución de excedentes agrícolas y pecuarios de los Estados Unidos en nuestro mercado nacional. En los últimos años el país ha tenido que importar grandes cantidades de productos alimenticios. Se trata de un negocio con partida doble en las ganancias para la oligarquía, pues mientras el gobierno subsidia la exportación de muchos artículos, cuando se presenta su escasez autoriza el alza de precios y permite su importación para el consumo nacional. Por todas estas causas la reforma agraria de las clases dominantes ha fracasado y los campesinos colombianos se han visto obligados a continuar su lucha por diversos medios para lograr su anhelo secular de tierra. EL RÉGIMEN ANTIDEMOCRÁTICO DEL FRENTE NACIONAL Con el dominio imperialista se benefician la gran burguesía como aliada en sus inversiones y los grandes latifundistas por medio de un sistema de propiedad apuntalado por la dependencia neocolonial. Es la gran oligarquía que traiciona a Colombia y que siendo enemiga de su progreso se ha apoderado del Estado, perfeccionándolo como instrumento para el ejercicio de su dictadura sobre las amplias masas populares.


Tribuna Roja Nº 10, octubre de 1973 En 1957, con un engañoso plebiscito elevaron a norma constitucional los pactos políticos acordados entre los partidos liberal y conservador, para repartirse paritariamente la administración pública y el fruto del saqueo del presupuesto nacional. Posteriormente introdujeron la enmienda constitucional de la alternación entre los dos partidos en la presidencia de la República. Semejante régimen excluyente de las demás fuerzas políticas, fue pactado para un período de diez y seis años, pero la reforma constitucional de 1968 prorrogó esa paridad en todos los niveles de la administración pública diferentes al órgano legislativo por cuatro años más. Y ordenó, así mismo, que a partir de 1978 el partido mayoritario distinto al del presidente de la República tendrá participación adecuada y equitativa en el gobierno. Es decir el espíritu del “Frente Nacional” fue prolongado sin límite alguno. La reforma constitucional de 1968 creó un régimen absolutista que consagra en cabeza del presidente de la República todos los poderes del Estado. El Congreso, las Asambleas y los Concejos, fueron rigurosamente limitados en sus funciones legislativas privándolos de iniciativa propia en todo lo relacionado con el gasto público, los planes de desarrollo, el endeudamiento externo, el reglamento del presupuesto oficial y en general en todo lo relacionado con los aspectos vitales de la economía nacional. Todas estas materias fundamentales fueron reservadas sin discreción al Ejecutivo. Bajo los gobiernos del Frente Nacional ha continuado la violencia en contra del pueblo. Zonas campesinas han sido agredidas y como resultado de ello se han generado las luchas guerrilleras. La Universidad ha sido frecuentemente cerrada y allanada. Campesinos, estudiantes, obreros, intelectuales de avanzada, han sido encarcelados y condenados en consejos verbales de guerra. Las huelgas de obreros, maestros, empleados y estudiantes, son ilegalizadas y reprimidas. Existe un estado de represión organizada contra toda forma de manifestación y de inconformidad popular. Es una gran falacia afirmar que bajo los gobiernos liberales y conservadores se ha logrado la paz para Colombia, como no se ha logrado tampoco la concordia ni el desarrollo del país. Tampoco los derechos de la oposición se garantizan, como no se respetan las libertades ni los derechos individuales. El Estado de Sitio ha sido la norma vigente desde hace cerca de veinticinco años, con la quiebra de todas las libertades, con las cárceles repletas de presos políticos con el abuso sistemático del poder para acallar las voces de la inconformidad y reprimir las exigencias populares. EL PUEBLO Y SUS LUCHAS Cada día se acrecientan las luchas del pueblo colombiano, así como se agudizan las huelgas obreras y se vigorizan las acciones de los campesinos por la toma de las tierras acaparadas por los latifundistas. Maestros, estudiantes, padres de familia, luchan desesperadamente por arrancar al estado un mayor presupuesto para la educación. la oposición se organiza y comienza a transitar firmemente por el camino de la unidad popular. Dentro de este contexto de lucha popular reviste gran importancia el proceso de unidad del movimiento sindical independiente, que procura agruparse en una gran central obrera y de clase para aislar y derrotar a las camarillas patronales y gobiernistas que formas las directivas nacionales


Tribuna Roja Nº 10, octubre de 1973 de UTC y CTC, y con miras a agrupar a la mayoría del proletariado para que pueda jugar plenamente el papel de vanguardia que le corresponde. La creación de la UNIÓN NACIONAL DE OPOSICIÓN (UNO) representa un paso para unificar las fuerzas populares y las gentes de la izquierda que se comprometen en la lucha contra la opresión extranjera y en la defensa de los derechos del pueblo. Aspiramos a ser el núcleo consciente y dinámico de una unión más amplia que sea expresión auténtica de las luchas obreras y que recoja y canalice la inconformidad popular. Somos solidarios con los pueblos del mundo que luchan por su emancipación nacional, por su progreso y por el socialismo. Declaramos nuestro apoyo al pueblo chileno, al pueblo vietnamita, al pueblo camboyano, al pueblo árabe y a la revolución cubana. Al participar en el debate electoral de 1974, como una de las varias formas de lucha que corresponde desarrollar a los revolucionarios, lo hacemos con plena conciencia de que contribuimos por ese medio al avance organizativo y revolucionario de nuestro pueblo. Por eso rechazamos la maniobra oligárquica de presentar ante la opinión pública a los partidos liberal y conservador como únicas alternativas a escoger. Los candidatos presidenciales de esos viejos partidos han expresado su solidaridad con los anteriores gobiernos del Frente Nacional que tantos males han ocasionado al pueblo colombiano. La verdadera alternativa entre explotadores y explotados, entre opresores y oprimidos, entre oligarquías y oposición revolucionaria. La UNIÓN NACIONAL DE OPOSICIÓN (UNO) se presentará en las próximas elecciones como la fuerza política que en su desenvolvimiento puede significar una verdadera alternativa de cambio hacia un Estado democrático y popular, que sea expresión de la alianza de los obreros, campesinos, artesanos, intelectuales, pequeños y medianos propietarios e industriales, hoy oprimidos y explotados por la oligarquía y el imperialismo norteamericano. Invitamos a la opinión pública a respaldar el siguiente PROGRAMA y a apoyar a los candidatos a las corporaciones públicas que se comprometan con su texto y sus ideas, especialmente a brindar su vigoroso respaldo al compañero HERNANDO ECHEVERRI MEJÍA, aspirante de la oposición popular y democrática a la presidencia de la República.

DISCURSO DE FRANCISCO MOSQUERA: EL FRENTE ELECTORAL DE IZQUIERDA: NECESIDAD DE LAS FUERZAS REVOLUCIONARIAS Compañero Hernando Echeverri Mejía, candidato presidencial de la Unión Nacional de Oposición; compañero Manuel Bayona Carrascal, presidente de la Unión Nacional de Oposición; compañero Gilberto Vieira, secretario general del Partido Comunista de Colombia; compañero Francisco Murillo, delegado de la Nueva Fuerza de Venezuela y demás compañeros fraternales de Chile y Venezuela; queridos compañeras y compañeros:


Tribuna Roja Nº 10, octubre de 1973 Cuando el Partido Comunista y el Movimiento Amplio Colombiano decidieron, a finales del año pasado, fundar la Unión Nacional de Oposición e invitar a todas las fuerzas avanzadas y democráticas de Colombia a integrar un frente para las elecciones de 1974, el Movimiento Obrero Independiente y Revolucionario consideró acertada esta iniciativa, le hizo eco y desde entonces ha venido trabajando y pugnando por su realización. Constituir un frente electoral de izquierda para la presente campaña electoral es una necesidad imperiosa de las fuerzas revolucionarias. Los partidos tradicionales Liberal y Conservador se empeñan en prorrogar el régimen nefasto del Frente Nacional y el país tiende inexorablemente a dividirse cada día más en dos grandes bandos antagónicos e irreconciliables: por una parte, las minorías oligárquicas coligadas que detentan el Poder y persisten en entregar a Colombia a la explotación y dominación del imperialismo norteamericano, conculcando para ello los más elementales derechos democráticos y sometiendo a las masas a la represión fascista y, por el otro, las inmensas mayorías que conforman el pueblo colombiano, deseosas de conquistar la liberación nacional y de hacer la revolución. Siendo estas las características y la tendencia de la situación actual, lo más indicado era que la izquierda colombiana, en lugar de luchar entre sí en, la campaña electoral, lo cual redundaría en provecho de la reacción, buscara la forma de unir sus fuerzas, ganar amplios sectores de masas y preparar al pueblo para la lucha unificada y revolucionaria. Hoy estamos celebrando esa unión. Con la proclamación de la candidatura de Hernando Echeverri Mejía y la convocación de esta grandiosa convención de la UNO ha quedado culminado todo un proceso de análisis, de discusión y de lucha para encontrar las fórmulas de acuerdo. Ha quedado sellada la unidad. La alianza de las fuerzas que integran la Unión Nacional de Oposición ha sido lograda sobre una base de principios. Ha habido entendimiento unánime sobre cuatro puntos fundamentales, a saber: el programa, las normas de funcionamiento de la UNO, el candidato y los objetivos de la Unión Nacional de Oposición. PUNTOS PROGRAMATICOS DE LA UNO Esta Tercera Convención de la UNO ha ratificado los lineamientos generales de un programa nacional y democrático, al cual se ceñirán para la agitación y la propaganda de la campaña electoral todas las fuerzas comprometidas en esta batalla. La importancia de un frente electoral de la naturaleza del que hemos constituido con la UNO es la agitación que pueda adelantar y la educación que pueda impartir a las masas populares. Agitaremos al pueblo y lo educaremos en la idea de la revolución nacional y democrática. Colombia es en la actualidad una neocolonia de los Estados Unidos, cuyo desarrollo económico y político se halla entrabado por la injerencia del imperialismo yanqui y sus lacayos colombianos, la gran burguesía y los grandes terratenientes. Las dos tareas fundamentales de la revolución colombiana, en la etapa actual, por lo tanto, son lograr la independencia, nacional del yugo extranjero y coronar las transformaciones democráticas que requiere Colombia para salir de la situación de atraso y estancamiento en que se encuentra. Los monopolios norteamericanos controlan las arterias vitales de nuestra economía, explotan en su exclusivo beneficio nuestros recursos naturales, manejan la banca y las finanzas, gravan e hipotecan


Tribuna Roja Nº 10, octubre de 1973 el país con préstamos condicionados y usurarios y mediante la inversión directa dominan las principales industrias. El predominio económico del imperialismo norteamericano, sustenta su poder político y cultural sobre Colombia y le permite manipular a su antojo el Estado colombiano, imprimiéndole su carácter antinacional y antipopular. Por eso, la necesidad más urgente de Colombia, la reivindicación más sentida por el pueblo y la nación colombiana, por la cual han combatido las fuerzas revolucionarias y los sectores avanzados de las masas desde principios del siglo, de la que depende la salvación de nuestra patria, es la liberación nacional y la construcción de una república soberana, democrática, de obreros, de campesinos y del resto de fuerzas populares. Esta tarea determina y requiere de la unidad nacional, de la unificación de más del 90 por ciento de la población colombiana bajo una dirección política organizada y correcta compartida por todas las clases revolucionarias. Y esto es posible, porque no solo los obreros y los campesinos, fuerzas principales de la revolución, sino también la pequeña burguesía urbana, los intelectuales e incluso la capa burguesa de pequeños y medianos productores sufren en carne propia las calamidades de la dominación imperialista, se hallan privados de los derechos democráticos y excluidos de las prerrogativas estatales. En Colombia se hartan de riquezas y gozan de todos los privilegios los monopolios extranjeros y el puñado de oligarcas que les sirven de intermediarios. Unicamente los partidos de las clases dominantes gozan de las libertades políticas. El resto de la nación, bajo el sistema que nos oprime y explota, se halla condenado a la ruina y el hambre progresivas. Las organizaciones populares, los partidos y movimientos políticos opuestos al régimen padecen las medidas represivas del gobierno y la persecución sistemática de la fuerza pública. La crisis que hoy convulsiona todo el armazón de la sociedad colombiana es una crisis profunda, que las fuerzas revolucionarias deben aprovechar con decisión y audacia, para hacerla consciente en la mente de las masas, para aislar y acorralar a la pandilla dominante, para alcanzar la unidad popular y producir el desenlace previsible de la rebeldía, de la insurgencia, del levantamiento incontenible y aplastante de las masas revolucionarias. Exigiremos la nacionalización del petróleo y demás recursos naturales, así como la confiscación de todo monopolio, extranjero o nacional, que domine la vida material del pueblo. Levantaremos muy en alto la consigna de una reforma agraria revolucionaria que redima al país del semifeudalismo y elimine el régimen de explotación terrateniente en el campo. Promoveremos la alianza obrero-campesina y apoyaremos incondicionalmente las invasiones a las grandes fincas y demás luchas de los campesinos por la tierra. Respaldaremos igualmente las batallas de la clase obrera por los derechos de organización, contratación y huelga y por conseguir mejores condiciones de vida y de trabajo. La Unión Nacional de Oposición comparte el propósito del sindicalismo independiente de construir una central unitaria que albergue a todas las organizaciones sindicales dispuestas a librar el combate contra las camarillas patronales y gobiernistas de la UTC y CTC. Lucharemos en defensa de los derechos democráticos y de las libertades políticas: denunciaremos permanentemente las detenciones arbitrarias de los dirigentes populares, los consejos verbales de guerra y el resto de crímenes y atropellos contra las masas.


Tribuna Roja Nº 10, octubre de 1973 Estimularemos todas las manifestaciones del arte popular y nos solidarizaremos con las luchas de los estudiantes, de los intelectuales, de los artistas, de las gentes progresistas y de las masas populares a favor de una cultura nacional y científica al servicio del pueblo. Propugnaremos la igualdad de derechos para la mujer colombiana. Colaboraremos con todas las luchas revolucionarias de las masas en bien no sólo de sus anhelos fundamentales sino de sus necesidades diarias. En fin, compañeras y compañeros, aplicando la plataforma electoral de lucha de la Unión Nacional de Oposición, agitaremos todas y cada una de las banderas reivindicativas, patrióticas y democráticas en procura de la unidad de las fuerzas y de las clases revolucionarias en Colombia. NORMAS DE FUNCIONAMIENTO Hubo acuerdo también sobre las condiciones de participación y de funcionamiento de la UNO. Ha quedado claramente establecido que la Unión Nacional de Oposición se dará una dirección colectiva compuesta por todos los partidos y movimientos que la integran. Estamos obligados a que las decisiones fundamentales, de interés general, referentes a la campaña electoral unitaria, habrán de adoptarse por consenso. Esta norma básica de organización y funcionamiento salvaguarda la unidad alcanzada, la consolida, hace más efectiva nuestra campaña electoral y será la mejor garantía del crecimiento de la UNO porque permitirá la incorporación de nuevas fuerzas a su seno. Las puertas de la Unión Nacional de Oposición estarán abiertas para todos los movimientos, grupos políticos y personas que deseen adherirse a su plataforma mínima de nueve puntos y estén dispuestos a aceptar disciplinadamente las decisiones adoptadas por sus organismos de dirección. La ampliación de la Unión Nacional de Oposición con nuevas fuerzas y más vastos sectores populares ha de ser una línea constante de nuestra acción política. Consecuentes con esto no vamos a despreciar el aporte y la colaboración que, nos puedan prestar en esta campaña electoral en las diversas partes del país las organizaciones y compañeros sin partido, por débiles y pequeñas que sean o parezcan sus fuerzas. Existe, sobre todo en la provincia colombiana, un sinnúmero de agrupaciones de importancia local, que estarían dispuestas a engrosar nuestras filas, si tenemos con ellas un tratamiento fraternal y revolucionario. Los integrantes de la Unión Nacional de Oposición, sin excepción alguna, debemos ajustar nuestra conducta a los requisitos de la democracia interna, debemos adelantar nuestro trabajo lealmente, sin componendas ni maniobras, y respetando el carácter independiente de los distintos movimientos y partidos aliados. La campaña electoral unitaria no borrará las divergencias ideológicas ni las encontradas concepciones sobre el mundo y la lucha de clases que han tenido las diferentes organizaciones de la UNO, y que inevitablemente seguirán manteniendo en el futuro. Pero las tareas unitarias impuestas por el desarrollo de los acontecimientos políticos del país, y con las que nos hemos identificado cabalmente, exigen de todos nosotros una lucha resuelta contra los brotes de sectarismo que resquebrajan la unidad y ponen en peligro la feliz culminación de nuestros objetivos.


Tribuna Roja Nº 10, octubre de 1973 Por lo que respecta al MOIR, éste se compromete solemnemente a cumplir los compromisos contraídos, a combatir el sectarismo, a no inmiscuirse en los asuntos organizativos e internos de sus aliados y a hacer las concesiones positivas necesarias para sacar avante la Unión Nacional de Oposición. No es nuestro interés que las fuerzas aliadas del MOIR en la UNO se debiliten; por el contrario, compañeras y compañeros, es indispensable que se fortalezcan el Partido Comunista y el Movimiento Amplio Colombiano, para poder librar en las elecciones de 1974 una batalla grande contra la reacción, a fondo, esclarecedora y contundente. CANDIDATURA NACIONAL Y DEMOCRATICA Otro punto sobre el cual se llegó a un consentimiento completo fue el de la designación del senador Hernando Echeverri Mejía como candidato presidencial de la Unión Nacional de Oposición. Desde la fundación del MAC, hace un año, como un nuevo grupo político que desgajándose de la Alianza Nacional Popular, vislumbrándose con una definida tendencia progresista y democrática, se fueron configurando en Colombia las condiciones para la creación de un frente electoral de izquierda. La aparición del MAC es el paso decisivo y determinante para la concreción de la política unitaria que estamos propiciando, porque a pesar de su escaso desarrollo, de que no ha podido por lo poco del tiempo extenderse a todo el país, se ha constituido en la fuerza convergente y unificadora que ha facilitado, propiciado y garantizado los acuerdos del Partido Comunista, el Movimiento Obrero Independiente y Revolucionario y el mismo MAC dentro de la, Unión Nacional de Oposición. El MAC ha contribuido a resolver uno de los problemas centrales de la campaña electoral de la izquierda, como es el del candidato nacional, al presentar a la consideración de esta Tercera Convención el muy ilustre nombre del compañero Hernando Echeverri Mejía. Hombre pulquérrimo, cuya hoja de vida limpia y honesta está abierta y a la vista de todos los colombianos. Dirigente político que en su larga trayectoria de combatiente ha encarnado siempre posiciones de avanzada hasta el compromiso revolucionario de defender integralmente y luchar por los intereses del pueblo y de la nación colombiana. En la constitución de la UNO, Hernando Echeverri Mejía ha sido el factor por excelencia del entendimiento y de la unidad de las diferentes fuerzas que la integran. Su candidatura permitirá aglutinar ampliamente a la izquierda colombiana y movilizar considerables sectores populares en esta campaña electoral. Con su nombre, compañero Echeverri, podremos adelantar una profusa actividad revolucionaria entre las masas, seguir trabajando por la unidad popular y planteando las tareas que la hora exige a la revolución colombiana. Por eso lo hemos proclamado como nuestro principal vocero, y por eso el pueblo colombiano le dará a usted un copioso respaldo en los próximos comicios. La amplitud del frente electoral que hemos conformado está condicionada por el real desarrollo de las fuerzas revolucionarias de Colombia. Se estudiaron todas las perspectivas. Se discutieron varias soluciones. La posición oportunista y vacilante de la dirección de la Alianza Nacional Popular, su altanería, su desprecio hacia las fuerzas de la izquierda impidieron llegar desde un comienzo a


Tribuna Roja Nº 10, octubre de 1973 acuerdo con ella para la campaña electoral. En definitiva, nos hemos guiado por el criterio de que es preferible constituir un frente que, aunque pequeño, le pueda presentar al pueblo una verdadera alternativa revolucionaria. Con la candidatura de Echeverri se completan todas las opciones políticas para las elecciones de 1974: desde la reaccionaria y antipatriótica, representada por los candidatos de los partidos Liberal y Conservador, Alfonso López y Alvaro Gómez, pasando por la intermedia e inconsecuente de la ANAPO, con María Eugenia Rojas de Moreno Díaz, hasta la nacional y democrática de la Unión Nacional de Oposición. Nuestra táctica electoral es sencilla y clara. Concentraremos el ataque contra los enemigos principales del pueblo colombiano: la coalición oligárquica proimperialista gobernante, cuyos candidatos oficiales significan el continuismo, la opresión extranjera, el atraso, la miseria, el hambre y la represión fascista. Criticaremos las vacilaciones y el manzanillismo de la ANAPO, estimulando a la vez a sus sectores de izquierda para que asuman una posición consecuentemente antiimperialista y antioligárquica. Y estrecharemos los vínculos entre los partidos y movimientos políticos de envergadura nacional y regional que estén resueltos a abanderar la alternativa revolucionaria, despejando el camino de la unidad del pueblo y preparando las condiciones para más profundas y extensas batallas por la liberación nacional y por la revolución. UTILIZACION REVOLUCIONARIA DE LAS ELECCIONES Estamos finalmente de acuerdo en la utilización revolucionaria de las elecciones. No compartimos las consideraciones que se hace el abstencionismo de “izquierda" para renunciar a este tipo de lucha. Los abstencionistas han partido siempre en todas partes del prejuicio infantil de que ir a las elecciones organizadas por las clases explotadoras y votar es faltar y traicionar a la revolución. Sin embargo, la experiencia demuestra que el abstencionismo nunca ha podido movilizar a las masas, ni elevar su conciencia de lucha, ni organizarlas. Nuestra concepción es diametralmente diferente. Creemos que mientras no haya condiciones para barrer las instituciones seudo-democráticas imperantes y exista una porción minoritaria pero considerable del pueblo que espere aún de ellas y participe en elecciones, es deber de las fuerzas revolucionarias dar también la pelea en este campo. No con la ilusión derechista de que podamos poner al servicio de los intereses fundamentales del pueblo y la nación las corporaciones públicas reaccionarias, ni mucho menos que por esta vía podamos resolver el problema central de toda revolución, el problema del Estado. Al revés, los revolucionarios vamos a la lucha electoral para acabar con esta ilusión, para acabarla conscientemente, y armar ideológica y políticamente a las masas en sus luchas centenarias contra sus explotadores y verdugos. Y, en la presente ocasión, vamos a estas elecciones para los cuerpos representativos y para la presidencia de la República a sabiendas de que el régimen las ha convocado bajo la disposición constitucional y la advertencia de que, sea cualquiera el resultado de las urnas, el próximo gobierno será bipartidista, de coalición liberal-conservadora, es decir, que está decidida de antemano la prolongación antidemocrática del Frente Nacional. Pero además estamos alertados sobre la manera como las oligarquías colombianas entienden y desenlazan estos certámenes que ellas llaman cívicos y democráticos. Ahí está el caso del asesinato de Jorge Eliécer Gaitán, cuando no les tembló el pulso para sumir el país en la barbarie y en el genocidio masivo de las gentes del pueblo, siendo que Gaitán hablaba de una lucha electoral y pacífica. Y el más reciente, de abril de 1970, cuando le quitaron la presidencia de la República al general Rojas, ganada en una


Tribuna Roja Nº 10, octubre de 1973 franca lid electoral, haciendo el más escandaloso fraude de los últimos tiempos, con ser que el programa de la Alianza Nacional Popular en últimas no significa ni representa una seria amenaza ni para las instituciones ni para los intereses del imperialismo y sus lacayos. Los revolucionarios comprendemos que las elecciones son una farsa de la democracia de las clases dominantes reaccionarias, pero las aprovechamos conscientemente, aprovechamos cualquier grieta que el sistema nos deje para ir a las masas, para difundir nuestro programa revolucionario, nuestras ideas, para prender la llama de la revolución en el corazón del pueblo. Pero si las experiencias nacionales no bastaran para comprender la naturaleza de nuestros enemigos y lo duro de nuestro combate, contamos también con las ricas experiencias de la lucha de los pueblos del mundo contra el imperialismo norteamericano, y en especial la lucha de Latinoamérica. Estados Unidos no ha dudado un sólo instante en invadir nuestras naciones, en pisotearlas, en asesinar, en reprimir, con tal de defender sus mezquinos intereses de piratas internacionales. Invasiones como las de Santo Domingo y Guatemala, golpes de Estado en una gran cantidad de países, como cuestión permanente, y el caso reciente de Chile, en donde el imperialismo norteamericano, echando mano del ejército títere perpetró uno de los más horrorosos crímenes de la historia moderna, asesinando al presidente Salvador Allende, crimen que trae a la memoria la muerte de Francisco Madero, ese otro patriota, presidente de México, efectuado en los albores de la dominación imperialista en nuestro continente, nos están diciendo que no podemos creer en la falsa democracia. del imperialismo y de las oligarquías; que no es cierta la neutralidad, la imparcialidad y apoliticidad de las fuerzas armadas reaccionarias, que, por el contrario, éstas son los instrumentos principales de sojuzgación y opresión contra el pueblo. Estos hechos, sobre todo ese sacrificio heroico de Salvador Allende, nos están enseñando de nuevo a los pueblos del mundo y a los revolucionarios, en un día más que en muchos años, más que lo que han podido aprender las masas en muchos libros, que el camino a seguir es el de la Comuna de París, el de la Revolución Socialista de Octubre, el de la Revolución China, el de Vietnam y Cuba y el que hoy está transitando el pueblo camboyano. Sabemos que el pueblo chileno ha empezado a desbrozar ese camino con la resistencia valerosa a la junta militar fascista. Apoyamos esa lucha, apoyamos a los compañeros de la Unidad Popular chilena, apoyamos ese camino y continuamos luchando para que nuestro pueblo prosiga avanzando por la vía auténticamente revolucionaria y segura en procura de su emancipación y de su felicidad. Con estos criterios participamos en la campaña electoral, sabiendo que nuestros enemigos son sanguinarios y crueles y que la lucha es ardua, pero sin dejarnos intimidar, sin perder de vista que el imperialismo, como decía Lenin, es un coloso de pies de barro, y resueltos a combatirlo y derrotarlo, a superar todos los obstáculos, a enfrentar todos los peligros, a soportar todos los sacrificios, con una fe infinita y segura en que nuestra victoria será la definitiva.


Tribuna Roja Nº 10, octubre de 1973

DISCURSO DE GILBERTO VIEIRA: "LA UNO ESTÁ ABIERTA A TODOS LOS QUE ACEPTEN SU PROGRAMA" A continuación publicamos el texto del discurso pronunciado por Gilberto Vieira, Secretario del Partido Comunista de Colombia, en el acto de clausura de la III Convención de la UNO, celebrado el 23 de septiembre en el Coliseo Arena-Bogotá. La Unión Nacional de Oposición se presenta ante el pueblo colombiano con un programa definido y revolucionario y con un candidato que encarna ese programa, el compañero Hernando Echeverri Mejía. Este es un nuevo paso en el difícil camino de la unidad de las fuerzas antiimperialistas, antimonopolistas y antilatifundistas que habrán de realizar la revolución colombiana. Este es un proceso político paralelo al que está avanzando en la clase obrera de unificación de las fuerzas autónomas del proletariado, de las fuerzas que han venido congregando la Confederación Sindical de Trabajadores de Colombia y otros sectores independientes. El trabajo unitario de los comunistas entre la clase obrera contra el divisionismo pagado por los imperialistas norteamericanos y las clases dominantes en nuestra patria, comienza a dar sus frutos. Por eso los comunistas levantamos la consigna de la unidad de la clase obrera y de todos los que luchan por los intereses del proletariado y por su independencia de clase. UNIDAD, CAMINO A LA REVOLUCIÓN Los comunistas no vemos a la UNO como un mero aparato electoral sino como la semilla del Frente Patriótico de Liberación Nacional. La UNO está abierta a todos los que acepten su programa, así como los integrantes de la UNO estamos abiertos al diálogo con otros destacamentos de la oposición, a los que llamamos a la unidad militante contra el imperialismo yanqui y las serviles oligarquías tradicionales. Los comunistas no le ponemos fecha a la unidad como no le ponemos fecha a la revolución! Sabemos que la unidad es lo único que va a abrir el paso a la revolución victoriosa del pueblo colombiano! La unidad y la revolución liberadora son una necesidad histórica. Ya nuestro genial maestro Carlos Marx, nos enseñó que la historia trabaja para nosotros, a condición de que nosotros no actuemos contra el desarrollo histórico. Y el desarrollo histórico de nuestra época exige unidad de todas las fuerzas antiimperialistas contemporáneas: las del Sistema Socialista, las del movimiento de liberación nacional y las de la clase obrera de los países capitalistas desarrollados. En el desarrollo de este proceso unitario los comunistas nos proponemos destacar todo lo que pueda unirnos en la lucha con los otros sectores revolucionarios para enfrentarnos a nuestros enemigos fundamentales: el imperialismo y las oligarquías. Y estamos dispuestos a discutir con nuestros aliados de la UNO y con los nuevos aliados que conquiste la UNO en forma leal nuestras diferencias y dejar que los hechos históricos fallen otras diferencias de criterio más profundas que en nada ganaríamos con debatir actualmente en el seno de la UNO.


Tribuna Roja Nº 10, octubre de 1973 Los comunistas nos pronunciamos contra todo intento de enfrentar la Unión Nacional de Oposición a la Alianza Nacional Popular, movimiento que con todas sus contradicciones contiene fuerzas revolucionarias antioligárquicas y antiimperialistas que debemos atraer al frente único. De la misma manera nos hemos opuesto y nos oponemos a que sectores de la ANAPO traten de separarnos de nuestros aliados de la Unión Nacional de oposición. PROGRAMA DE LA UNO Los comunistas celebramos el hecho de que se haya puesto en marcha la unidad en torno a un programa y en torno a principios revolucionarios fundamentales. Estamos satisfechos de que esta unión se desarrolle a tiempo y antes de que el imperialismo y las oligarquías nos unan en las cárceles, en los campos de concentración y en los cementerios, como en otros países de América Latina! El programa de la UNO responde nítidamente a los problemas fundamentales del pueblo colombiano, al problema del costo de la vida, al problema del saqueo de los salarios de los trabajadores, mientras que aumentan fabulosamente las ganancias de los consorcios capitalistas. Estamos en pleno desarrollo de un aguda lucha de clases y vemos cómo el gobierno acaba de elevar los sueldos oficiales en una proporción del 10 al 15 por ciento, pero en forma discriminatoria, porque al mismo tiempo vemos a los maestros lanzándose a la huelga en exigencia de mejores salarios y por el cumplimiento de los pactos firmados con el gobierno el año pasado. DESENCADENAR LUCHA POPULAR El hecho de que el gobierno haya aumentado los sueldos oficiales hay que tomarlo como un estímulo para desencadenar las luchas de la clase obrera por el alza de los salarios en consonancia con el alto costo de la vida. Y que no nos digan que esta es una lucha economista puesto que se trata de una lucha contra el régimen que genera la inflación y la carestía de la vida! De una lucha contra el Estado de Sitio, que es la forma de la dictadura oligárquica contra el pueblo. El señor Pastrana habla de la inflación importada cuando él mismo es quien contrata empréstitos por el estilo del famoso dedicado a la Avenida de los Cerros que será un combustible para la inflación y el encarecimiento de la vida. La lucha por los intereses de la clase obrera y sus reivindicaciones inmediatas se liga directamente con la lucha por la liberación nacional porque al ligar las luchas de la clase obrera por sus intereses contra este régimen que vive de inyecciones financieras de los prestamistas yanquis y de su ayuda militar, estamos defendiendo la soberanía contra un gobierno que entrega todas las riquezas y el presente y el porvenir de la nación colombiana. El programa de la UNO responde nítidamente a la cuestión agraria colombiana, al planteamiento de lucha antilatifundista que ha inscrito en sus banderas el Partido Comunista desde que surgió a la lucha política en Colombia en 1930. Yo saludo la presencia en la UNO de los nuevos contingentes de lucha contra el latifundismo que han venido desde Boyacá y Córdoba a reforzar los destacamentos de la revolución agraria colombiana que han hecho historia en Sumapaz, en el Tequendama, en el Huila, en el Tolima, en el Meta! En este proceso electoral nos proponemos, los integrantes de la UNO, a actuar contra el bipartidismo y su caricaturesca democracia burguesa, porque el año entrante se termina la paridad liberalconservadora en el Congreso, pero se mantiene esa paridad que es el monopolio en los derechos políticos por cuatro años en el aparato estatal colombiano.


Tribuna Roja Nº 10, octubre de 1973 Los dirigentes tradicionales colombianos quieren concentrar la atención del pueblo en torno a la pugna de los partidos conservador y liberal por la Presidencia de la República cuando ellos tienen ya repartida la marrana presupuestal por partes iguales para el próximo cuatrienio. Los candidatos de los partidos tradicionales representan el sistema de la paridad oligárquica, pero tienen sus matices diferentes. Gómez Hurtado se presenta como el candidato del antisocialismo. El llama socialismo a las más mínima reforma que se intente en la desueta estructura económica y social de Colombia! Gómez se ha pronunciado en favor de la entrega de nuevos recursos a lo que el llama el “capital extranjero” y que el pueblo llama imperialismo. Gómez Hurtado no ha ocultado su amor por el llamado modelo brasileño. Y si antes tenía como protector al teórico del fascismo brasileño, Filinto Muller, ahora seguramente Gómez Hurtado buscará el consejo del general Pinochet para el régimen que trata de implantar en Colombia! López Michelsen se presenta como el empresario del falso “izquierdismo”. Todo lo que él dice ahora es la negación de lo que agitó en el programa del MRL. Ahora niega la dependencia colombiana de los monopolios yanquis y no plantea en absoluto la liquidación del latifundismo en la agricultura. López es el representante perfecto de la farsa reformista, de ese reformismo que aparenta cambios superficiales para que todo siga lo mismo en Colombia para beneficio del imperialismo yanqui y las oligarquías tradicionales en nuestra patria. RELACIONES CON LA ANAPO En cuanto a la ANAPO, repito, hay grandes fuerzas revolucionarias y antioligárquicas con las que debemos contar y no dejarlas al arbitrio de reaccionarios y confucionistas que están tratando de llevar a ese movimiento en forma opuesta a los planteamientos unitarios de la UNO. Para nadie es un secreto que la dirección del partido comunista ha tenido entrevistas con María Eugenia Rojas. Ella pidió a nuestra dirección que le diéramos una opinión crítica sobre los 12 puntos de su programa. Entonces el Partido Comunista le envió una carta haciéndole sus observaciones críticas y hasta hoy no hemos recibido respuesta. Quiero leer un planteamiento de la carta del Partido Comunista que señala: “En primer lugar hay que decir que la más seria falla de la plataforma es la ausencia absoluta de toda referencia a la liberación nacional del yugo del imperialismo yanqui, cuya opresión y saqueo es la cuestión principal de la vida económica y política colombiana. Esta reivindicación es el centro de todas nuestras luchas actuales. Y se expresa en todos los aspectos nacionales. La recuperación de nuestra riqueza, especialmente el petróleo, que exige una inmediata nacionalización. La independencia económica. La liberación de la carga del endeudamiento externo y de los lazos de la dependencia financiera. La modificación de la política exterior, subordinada al Departamento de Estado norteamericano. La expulsión del país de las incontables misiones militares y seudotécnicas que pululan en todas las dependencias oficiales y en todas las escalas. El rescate de nuestra política de educación de la tutela y la penetración imperialista”. Estos son los planteamientos que el Partido Comunista no encuentra en la Plataforma de María Eugenia y sin los cuales es imposible una alianza de las fuerzas patrióticas y antiimperialistas de Colombia!.


Tribuna Roja Nº 10, octubre de 1973 NUESTRO CANDIDATO: ECHEVERRI MEJÍA Desde el pleno de junio del Comité Central nuestro Partido declaró que miraba con simpatía la candidatura de Echeverri Mejía. Los comunistas colombianos no practicamos el culto a la personalidad, pero consideramos a Hernando Echeverri como el abanderado adecuado del programa revolucionario de la UNO. Y en Hernando Echeverri depositamos nuestra confianza en esta próxima batalla electoral! En las elecciones próximas y en la campaña en marcha los comunistas nos proponemos aplicar las enseñanzas del más grande estratega de la historia de la humanidad, Vladimir Ilich Lenin, que señaló cómo los revolucionarios deben, obligatoriamente, utilizar las elecciones de manera revolucionaria. Esto no significa ilusión alguna de carácter parlamentario. Para nosotros la participación en las elecciones es ante todo, llevar consignas y orientaciones revolucionarias a las masas, aprovechando las oportunidades que tiene que dar la clase gobernante cuando convoca a unas elecciones con la máscara de la democracia representativa de la democracia burguesa. Participamos en las elecciones para elevar la conciencia de clase del proletariado y la conciencia antiimperialista del pueblo colombiano, para actuar contra el Estado de Sitio y para presionar por la libertad de los presos políticos y sindicales. Para ganar para la acción revolucionaria a sectores muy grandes de la masa que están sumidos en la pasividad abstencionista. LA LUCHA ELECTORAL Participamos en las elecciones en desarrollo de nuestra conocida política de combinar todas las formas de lucha de masas, tanto de las llamadas pacíficas, como de las armadas, porque se trata de avanzar por este camino hacia la revolución popular, antiimperialista y democrática que abra el camino al socialismo en nuestra patria!. En la política de combinación de todas las formas de lucha los comunistas procuramos destacar las más urgentes y realistas para nuestro pueblo. En el momento actual las luchas más urgentes son las que hay que desencadenar contra la explotación imperialista, monopolista y latifundista de las grandes masas trabajadoras colombianas y contra la expresión política del sistema explotador que es el bipartidismo paritario y el Estado de Sitio permanente que pesa sobre el pueblo colombiano. CHILE EN EL CORAZÓN Los comunistas nos sentimos sinceramente patriotas a la vez que consecuentemente internacionalistas. Queremos la fraternidad de los pueblos. Nos declaramos solidarios con el sistema socialista mundial, con los pueblos que luchan contra la agresión imperialista y con los pueblos hermanos de nuestra América Latina en particular. Quiero saludar como un símbolo del internacionalismo militante y no de palabra la presencia en este acto de un representante del hermano pueblo chileno, el compañero Efraín Barquero. Nosotros tenemos a Chile en el corazón y todos sabemos que la Unidad Popular de Chile ha sufrido una derrota transitoria, pero que no ha sido vencida sino que resurgirá más poderosa, levantando la bandera del frente antiimperialista y derrotando definitivamente a los enemigos del pueblo chileno. Quiero saludar también de manera emocionada la presencia de la Nueva Fuerza Venezolana, en la compañera Carmen de Varela y en el compañero Francisco Murillo Font. La Nueva Fuerza Venezolana debe saber que su lucha es nuestra lucha y que los pueblos de Colombia y Venezuela son


Tribuna Roja Nº 10, octubre de 1973 verdaderamente hermanos por encima de los intereses imperialistas, que intentan enfrentarlos por un supuesto diferendo en la plataforma submarina que en realidad representa las aspiraciones de los grandes monopolios petroleros yanquis. Queremos que los problemas de límites se resuelvan en la mesa de negociaciones y no en los frentes de batalla. Y consideramos que los países que llevan los problemas de límites a los enfrentamientos bélicos han caído en la trampa del nacionalismo burgués y son instrumentos de intereses imperialistas! Por lo tanto estamos seguros de que la Nueva Fuerza Venezolana, representante del hermano pueblo junto con nosotros, integrantes de la UNO, vamos a detener la mano del imperialismo en el problema de límites entre Colombia y Venezuela y a buscar la solución favorable a los intereses de ambos pueblos, siguiendo las enseñanzas internacionalistas del marxismo-leninismo y defendiendo el legado histórico de Simón Bolívar! CONTRAOFENSIVA IMPERIALISTA En nuestra América Latina se está desarrollando toda una contraofensiva del imperialismo yanqui. En Vietnam el imperialismo norteamericano fue derrotado por el heroísmo del pueblo vietnamita. En Vietnam se enfrentaron los dos sistemas mundiales: el sistema socialista y el sistema imperialista y salió derrotado el imperialismo! El imperialismo yanqui fue obligado, además a aceptar la política leninista de coexistencia pacífica en Europa, demostrada en hechos tan importantes como es el reconocimiento mundial de la República Democrática Alemana. Pero ese imperialismo yanqui, derrotado en Vietnam, está aplicando en nuestra América la llamada “doctrina Nixon” porque el señor Nixon dijo que para donde se incline el gobierno de los gorilas del Brasil tiene que inclinarse toda América Latina. Y es en desarrollo de la “doctrina Nixon“ que se perpetró el golpe gorila en Bolivia, el autogolpe en Uruguay y ahora el más sangriento, falaz y traidor de los golpes en la historia latinoamericana contra el pueblo chileno, contra la Unidad Popular y contra ese héroe de la América contemporánea, el compañero Salvador Allende. SALVADOR ALLENDE Tenemos muchas tareas de solidaridad internacional pero hay una prioritaria: la solidaridad con el hermano pueblo de Chile para que la presión mundial obligue al general Pinochet y a los demás traidores a que respeten los derechos humanos y a que pongan en libertad a los miles de presos políticos. Estamos seguros de que los militares facciosos de Chile van a fracasar muy pronto en el gobierno y sobre ellos pasará la sombra vindicadora de Salvador Allende porque ese nombre como decía el poeta épico español de otro héroe, “es de los muertos que crecen y se agrandan”. Elevemos pues la solidaridad con el pueblo de Chile que se está extendiendo por todo el mundo y que ha tenido la expresión de la mayor importancia política en el rompimiento de relaciones diplomáticas con la junta facciosa del señor Pinochet por parte de la Unión Soviética y la República Democrática Alemana y Bulgaria.


Tribuna Roja Nº 10, octubre de 1973 CUBA, TERRITORIO SOCIALISTA Con la tragedia que está viviendo actualmente el heroico pueblo de Chile parece que se estuvieran espesando las tinieblas de nuestra América. Pero en estas tinieblas está brillando más que nunca el faro luminoso de la revolución socialista triunfante en la isla de Cuba. La revolución cubana es el punto de referencia obligado de la unidad para todos los revolucionarios de América Latina. Y cuando se habla de socialismo, hay que hablar con orgullo de la victoria del socialismo en la Isla de la Libertad, en el primer territorio libre de América! ¡Que viva la Unión Nacional de Oposición, germen del Frente Patriótico de Liberación Nacional!

INTELECTUALES Y ARTISTAS CON LA UNO DECLARACIÓN DEL COMITÉ DE LOS INTELECTUALES, ARTISTAS, PROFESIONALES Y DEMÁS TRABAJADORES DE LA CULTURA DE LA UNO 1°- El imperialismo norteamericano intensifica sobre Colombia su dominio y control de nuestros recursos naturales; endeuda al país con empréstitos cada vez más escandalosos; superexplota el trabajo del pueblo; impone relaciones desiguales de intercambio en el comercio, frena el desarrollo de la producción industrial y agrícola, todo lo cual trae como consecuencia la desorbitada elevación del costo de la vida y demás secuelas de miseria. Para cumplir sus objetivos, los imperialistas yanquis han contado tradicionalmente con la complicidad de la oligarquía burgués-terrateniente criolla. 2°- A la dominación material, corresponde el incremento de la colonización cultural norteamericana en todos los campos de la vida espiritual de nuestro pueblo. Como resultado la educación primaria y secundaria no llega a las grandes masas; la universidad pública es sometida a un proceso de destrucción en beneficio de la Universidad Privada y Confesional; los medios de comunicación difunden la apología de la violencia de las clases dominantes, del anticomunismo y la sumisión más descarada a los círculos dominantes de los Estados Unidos. Se trata de implantar un arte antinacional y alienante que nada tiene que ver con la historia y las luchas del pueblo colombiano, impidiendo el florecimiento de la cultura popular. 3° Para perpetuar la entrega de nuestro país, las clases dominantes han pisoteado sistemáticamente las libertades democráticas, utilizando como uno de sus principales instrumentos el Estado de Sitio desde hace 25 años. Quien se atreva a levantar su voz de inconformidad con el régimen es perseguido, encarcelado, torturado, llevado a Consejos Verbales de Guerra y también, en muchos casos, asesinado. Los trabajadores de la cultura consecuentes no estamos exentos de esa represión: Las nuevas expresiones culturales y artísticas son brutalmente golpeadas. 4°- Ante esta situación y dentro del panorama de las elecciones de 1974, los partidos liberal y conservador, representantes de la oligarquía que nos domina, aunque con candidatos y fachadas


Tribuna Roja Nº 10, octubre de 1973 diferentes, ofrecen al pueblo la continuación y el incremento de la política proimperialista y antipopular. Por su parte la dirección nacional de la Anapo no ha sido consecuente con una posición antiimperialista y antifeudal y con el proceso de la unidad que necesita el desarrollo de la revolución colombiana. 5°- La Unión Nacional de Oposición, por el contrario, integrada por el Partido Comunista de Colombia, el Movimiento Amplio Colombiano, el Movimiento Obrero Independiente y Revolucionario y muchas otras organizaciones regionales, plantea la utilización de la lucha electoral y la tribuna parlamentaria para agitar un programa antiimperialista y democrático que enfrenta decididamente a los opresores y que contempla los derechos más sentidos de la mayorías nacionales. A través de un año de organización y de campaña electoral, la UNO ha encontrado gran acogida por parte de los sectores más empobrecidos de la población y de patriotas sinceros y honestos. 6°- Por las consideraciones anteriores, los intelectuales, artistas y profesionales y demás trabajadores de la cultura abajo firmantes hemos adherido solidariamente a la Unión Nacional de Oposición, porque comprendemos que la auténtica cultura nacional y popular se desarrolla como producto de las luchas del pueblo por su liberación. Y por ello, estamos convencidos de que sólo aunando esfuerzos con los sectores políticos más avanzados de la sociedad colombiana, estaremos en mejores condiciones de combatir por la conquista de nuestros derechos y de contribuir al proceso de la conquista de la verdadera independencia de Colombia. Por lo tanto, nuestras armas de lucha están al servicio de la campaña electoral revolucionaria de la Unión Nacional de Oposición para 1974 y llamamos fraternalmente a los demás artistas e intelectuales democráticos del país a incorporarse a esta batalla. Santiago García, Matilde Espinosa de Pérez, Felisa Bursztyn, José Pubén, Ricardo Camacho, Clemencia Lucena, Felipe Escobar, Carlos José Reyes, Jorge Alí Triana, Jorge Elías Triana, Pedro Alcantara Herrán, Enrique Buenaventura, Eutiquio Leal, Arturo Alape, Luis Ernesto Lasso, Jairo Aníbal Niño, Luis Alfredo Sánchez, Amalia Iriarte, Jaime Barbín, Beatriz de Viecco, Conrado Zuluaga, y muchos otros. Bogotá, septiembre de 1974.

DÉCIMO CONGRESO DEL PARTIDO COMUNISTA DE CHINA: GRAN VICTORIA DE LOS PUEBLOS Y TODOS LOS AUTÉNTICOS REVOLUCIONARIOS DEL MUNDO Del 24 al 28 de agosto se efectuó en Pekín el X Congreso Nacional del Partido Comunista de China, presidido por el camarada Mao Tsetung, el más grande combatiente proletario de nuestro tiempo, líder del pueblo chino y maestro de todos los revolucionarios del mundo, en cuyas manos se mantiene incólume y cada día más triunfante la gloriosa bandera roja del marxismo-leninismo en la


Tribuna Roja Nº 10, octubre de 1973 lucha implacable contra el imperialismo yanqui y la camarilla social imperialista de falsos revolucionarios que detenta el poder en la Unión Soviética. En nombre del Comité Central, el camarada Chou En-Lai hizo el informe político y el camarada Wang Jung-wen un informe sobre los Estatutos del Partido. El Congreso eligió el nuevo Comité Central del Partido mediante votación secreta luego de reiteradas consultas y debates entre los 1.249 delegados que, con el apoyo democrático de las masas de dentro y fuera del Partido, habían sido elegidos para asistir al Congreso, 67% eran obreros, campesinos y soldados y más del 20% mujeres. Entre los 195 miembros principales y 124 suplentes del Comité Central figuran revolucionarios proletarios de la vieja generación que participaron en la Primera y Segunda Guerras Civiles Revolucionarias durante los primeros años de existencia del Partido, cuadros dirigentes de diversos frentes que pasaron por las pruebas de fuego de la Guerra de Resistencia contra el Japón. La Guerra de Liberación y la Guerra de Resistencia a la Agresión Norteamericana y de ayuda a Corea, luchadores destacados en los tres grandes movimientos revolucionarios -la lucha de las clases, la lucha por la producción y la experimentación científica, y la lucha contra el imperialismo, el revisionismo y la reacción durante el período de la revolución socialista, y camaradas jóvenes ingresados al Partido desde el comienzo de la Gran Revolución Cultural Proletaria. CAÍDA Y FUGA DE LIN PIAO El trascendental informe de Chou En-lai versa principalmente sobre la línea del IX Congreso efectuado en abril de 1969, sobre la derrota y liquidación de la camarilla antipartido de Lin Piao y sobre la situación actual y las tareas que se plantean al Partido Comunista hermano de China. A continuación transcribimos algunos de los principales extractos del informe: El aplastamiento de la camarilla antipartido de Lin Piao es la mayor victoria lograda por nuestro Partido después del IX Congreso y es un duro golpe para el enemigo dentro y fuera del país, destaca Chou En-lai, y señala que después del incidente del 13 de septiembre de 1971, cuando al haber fracasado en sus intentos de agosto de 1970 para dar un golpe de Estado contrarrevolucionario y de marzo de 1971 para dar un nuevo golpe de Estado armado con el fin de asesinar al Presidente Mao y crear otro Comité Central, Lin Piao tomó secretamente un avión para entregarse a los revisionistas soviéticos, traicionando al Partido y a la Patria, y pereció estrellándose en Undur Khan, Mongolia. Desde entonces, agrega el informe, todo el Partido, todo el ejército y los centenares de millones de seres del pueblo han discutido seriamente el asunto y desatado a escala nacional una campaña de crítica a Lin Piao y de rectificación del estilo de trabajo, han estudiado concienzudamente el marxismo-leninismo-pensamiento Mao Tsetung, han desplegado la crítica revolucionaria de masas a Lin Piao y otros estafadores de la misma ralea, han ajustado las cuentas ideológica, política y organizativamente a sus crímenes contrarrevolucionarios y han elevado la capacidad para distinguir el marxismo verdadero del falso. UNA CAMPAÑA A FONDO Gracias a esta campaña, Chou En-lai subraya que la línea del IX congreso ha calado con mayor profundidad en el corazón y la mente del pueblo. Esta línea y las diversas políticas proletarias del Partido han sido aplicadas aún mejor. Se han logrado nuevos éxitos en la


Tribuna Roja Nº 10, octubre de 1973 lucha, crítica, transformación en todas las esferas de la superestructura. se han puesto en juego el estilo de trabajo que consiste en buscar la verdad en los hechos y practicar la línea de masas, y la gloriosa tradición de modestia, prudencia, y trabajo duro, estilo y tradición menoscabados por Lin Piao. El Ejército Popular de Liberación de China, que prestó nuevos servicios meritorios en la Gran Revolución Cultural Proletaria, ha hecho nuevas contribuciones al reforzar los preparativos para enfrentar la guerra y al participar en la revolución y la construcción junto con el pueblo. Se ha hecho aún más firme la gran unidad revolucionaria del pueblo de las diversas nacionalidades chinas bajo la dirección del proletariado y sobre la base de la alianza obrero-campesina. Desechando lo viejo y asimilando lo nuevo, nuestro Partido ha llegado a ser hoy un destacamento de vanguardia del proletariado aún más vigoroso y compuesto por 28 millones de militantes, prosiguió diciendo Chou En-lai. Más adelante enfatizó: El pueblo chino ha vencido los sabotajes de la camarilla antipartido de Lin Piao, ha superado graves calamidades naturales y ha conquistado nuevas victorias en la construcción socialista. Es buena la situación de la industria, la agricultura, el transporte, las finanzas y el comercio de nuestro país. No tenemos deudas externas ni internas, los precios se mantienen estables y el mercado permanece próspero. Se han registrado también muchos nuevos éxitos en la cultura, en la enseñanza, en la salud pública, la ciencia y la técnica. En el plano internacional, prosiguió, nuestro Partido y nuestro gobierno han aplicado resueltamente la política exterior trazada por el IX Congreso, se ha reforzado en mayor grado nuestra amistad revolucionaria con los hermanos países socialistas y con los auténticos partidos y organizaciones marxistas-leninistas de diversos países, así como nuestras relaciones de cooperación con los países amigos. Sobre la base de los Cinco Principios de Coexistencia Pacífica, China ha establecido relaciones diplomáticas con un número creciente de países. Ha sido restituido a nuestro país su legítimo puesto en las Naciones Unidas. La política de aislar a China ha caído en bancarrota. Las relaciones sinonorteamericanas han experimentado cierta mejora. Se han normalizado las relaciones entre China y Japón. Nuestro pueblo y los demás pueblos del mundo han ampliado sus contactos amistosos y se han ayudado y apoyado mutuamente, impulsando así el continuo desarrollo de la situación mundial en un sentido favorable para los pueblos de los diversos países. LOS COMUNISTAS VERDADEROS Y LOS FALSOS Más adelante muestra el informe que la esencia de la línea revisionista contrarrevolucionaria que seguían Lin Piao y su puñado de cómplices y el criminal objetivo que se proponían al montar el golpe de Estado armado contrarrevolucionario consistían en usurpar el poder supremo del Partido y del Estado, traicionar totalmente la línea del IX Congreso, alterar en forma radical la línea y la política fundamentales del Partido para toda la etapa histórica del socialismo, convertir al Partido Comunista de China marxista-leninista en un partido fascista revisionista, subvertir la dictadura del proletariado y restaurar el capitalismo. En el país, trataban de poner nuevamente en pie a la clase terrateniente y a la burguesía, que nuestro Partido, ejército y pueblo habían derrotado con sus propias manos bajo la dirección del Presidente Mao, y pretendían implantar una dictadura fascista feudal-compradora. En el plano internacional, querían capitular ante


Tribuna Roja Nº 10, octubre de 1973 el social imperialismo revisionista soviético y aliarse con el imperialismo, el revisionismo y la reacción para oponerse a China, al comunismo y a la revolución. En el Manifiesto del Partido Comunista, prosigue Chou En-lai, señalaban Marx y Engels: “Todos los movimientos han sido hasta ahora realizados por minorías o en provecho de minorías. El movimiento proletario es el movimiento independiente de la inmensa mayoría en provecho de la inmensa mayoría”. El Presidente Mao ha planteado como uno de los requisitos principales para los continuadores de la causa de la revolución el “trabajar por los intereses de la gran mayoría de la población china y del mundo”, y este requisito está escrito en los Estatutos del Partido. ¿Construir un partido en interés de la inmensa mayoría o en el de la minoría? He aquí la línea divisoria entre un partido proletario y un partido burgués y la piedra de toque para distinguir a los auténticos comunistas de los falsos. LA LUCHA INTERNA Lin Piao y sus semejantes, dirigentes seguidores del camino capitalista, quienes trabajan tan sólo por los intereses de una minoría, alimentaban ambiciones tanto mayores cuanto más elevada era su posición, sobrestimaban sus propias fuerzas y subestimaban las del pueblo, ya no pudieron seguir más agazapados y tuvieron que saltar a la palestra a medir sus fuerzas con el proletariado. Cuando Lin Piao intentó “decir su palabra decisiva” respondiendo a las necesidades de los enemigos de clase internos y externos y obedeciendo a la batuta de los revisionistas soviéticos, fue cuando se desenmascaró totalmente y se declaró en completa bancarrota. Engels tenía razón cuando decía: “El desarrollo del proletariado transcurre por doquier en medio de luchas internas”, “y si alguien ha luchado, tal como Marx y yo lo hemos hecho toda nuestra vida, contra los falsos socialistas más que contra nadie (ya que a la burguesía sólo la tomamos como clase y casi nunca nos hemos lanzado a combates individuales con burgueses), entonces no va a sentir mucha pena porque haya estallado la ineludible lucha”. (Carta de F. Engels a A. Bebel, 28 de octubre de 1882). Chou En-lai tras recordar la enseñanza del camarada Mao, según la cual “el que sea correcta o no la línea ideológica y política lo decide todo”, prosigue afirmando que se derrumbará una línea incorrecta, aún cuando controle la dirección de las autoridades centrales, de las autoridades locales y del ejército. Quien siga una línea correcta llegará a tener soldados aunque ahora no tenga ninguno y conquistará el Poder político aunque no lo tenga ahora. De esto habla la experiencia histórica tanto de nuestro Partido como del movimiento comunista internacional desde los tiempos de Marx. Lin Piao quería “tenerlo todo bajo su mando y disposición”. Pero terminó por no tener nada bajo su mando ni a su disposición. El quid del problema reside en la línea. Esta es una verdad infalible. EL GRAN DESORDEN El informe comprueba que, desde la muerte de Lenin, la situación mundial ha experimentado grandes cambios, pero no ha cambiado la época. Los principios fundamentales del leninismo no se han hecho anticuados, siguen siendo la base teórica que guía hoy nuestro pensamiento.


Tribuna Roja Nº 10, octubre de 1973 La situación actual, prosiguió, se caracteriza por un gran desorden bajo los cielos. “En la torre brama el viento; se acerca la tormenta de la montaña”. Esto describe acertadamente la manifestación actual de las diversas contradicciones fundamentales del mundo, analizadas por Lenin en su tiempo. La distensión es un fenómeno temporal y superficial, y el gran desorden continuará. Este gran desorden es una buena cosa y no una mala cosa para los pueblos. Trastorna a los enemigos y provoca su división, despierta y da temple a los pueblos e impulsa el subsiguiente desarrollo de la situación internacional en un sentido favorable a los pueblos y desfavorable al imperialismo, al revisionismo contemporáneo y a la reacción mundial. Más adelante enfatiza Chou En-lai que el despertar y el robustecimiento del tercer Mundo constituyen un gran acontecimiento en las relaciones internacionales en nuestra época e indica que las grandes victorias que han logrado los pueblos de Vietnam, Laos y Camboya en sus guerras contra la agresión norteamericana y por la salvación nacional alientan vigorosamente a los pueblos del mundo entero en su lucha revolucionaria contra el imperialismo y el colonialismo. Los países quieren la revolución: esto ha llegado a ser una corriente histórica irresistible. LAS DOS SUPERPOTENCIAS El informe recuerda la orientación dada por Lenin según la cual “para el imperialismo es sustancial la rivalidad de varias grandes potencias en la aspiración a la hegemonía”. Hoy, agrega, son principalmente las dos superpotencias nucleares, los Estados Unidos, y la Unión soviética, las que se disputan la hegemonía. Mientras todos los días vociferan sobre el desarme, todos los días practican de hecho la expansión armamentista. El fin que persiguen es contender por la hegemonía mundial, disputan entre sí y al mismo tiempo se confabulan. La colusión tiene como objetivo una mayor disputa. La disputa es absoluta y prolongada en tanto que la colusión es relativa y temporal. La declaración del año en curso como año de Europa y la celebración de la Conferencia de Seguridad Europea demuestran que, estratégicamente, el punto clave de su disputa es Europa. Occidente trata siempre de empujar hacia Oriente a los revisionistas soviéticos, derivando este peligro hacia China, y quedará tranquilo con tal de que todo permanezca sin novedad en Occidente. China es un exquisito pedazo de carne, codiciado por muchos. Pero es muy duro de roer y desde hace muchos años nadie ha sido capaz de hincarle el diente. Desarrollando el principio de que “el pueblo, y sólo el pueblo, es la fuerza motriz que hace la historia”, Chou En-lai advierte: la ambición de las dos potencias hegemónicas -los Estados Unidos y la URSS- es una cosa, y el que la puedan hacer realidad o no, es otra. Intentan devorar a China pero la encuentran dura de roer, y lo son también Europa y el Japón, para no hablar del inmenso tercer mundo. Con su derrota en la guerra de agresión contra Corea el imperialismo norteamericano comenzó a deslizarse cuesta abajo. Ha reconocido abiertamente su creciente decadencia, y se ha visto precisado a retirarse de Vietnam. En estos últimos veinte años, desde Jrushov a Brezhnev, la camarilla gobernante revisionista de la Unión Soviética ha hecho degenerar a su país de socialista en socialimperialista. En el país, ha restaurado el capitalismo, practica una dictadura fascista y mantiene esclavizados a los pueblos de las diversas nacionalidades profundizando cada día más las contradicciones políticas y económicas, así como las existentes entre las nacionalidades; en el exterior, ha invadido y ocupado a Checoslovaquia, ha emplazado numeroso efectivos militares a lo largo de la frontera china, ha enviado tropas a


Tribuna Roja Nº 10, octubre de 1973 Mongolia, ha apoyado a la camarilla traidora de Lon Nol (Camboya), ha reprimido la rebelión de los obreros polacos, ha intervenido en Egipto provocando la expulsión de sus especialistas, a desmembrado a Pakistán y ha realizado actividades subversivas en muchos países de Asia y Africa: toda esta serie de hechos han dejado obviamente descubierta su catadura repulsiva de nuevos zares y su reaccionaria naturaleza de “socialismo de palabra e imperialismo de hecho”. Mientras más maldades e infamias perpetre el revisionismo soviético, más pronto llegará el día en que sea relegado al museo de la historia por los pueblos de la Unión Soviética y del resto del mundo. DISPARATES BUROCRÁTICOS El informe comenta enseguida que últimamente la camarilla renegada de Breshnev ha proferido muchos disparates acerca de las relaciones sino-soviéticas. Ellos pretendían que China estaba en contra de la distensión mundial, que no querían mejorar las relaciones sinosoviéticas, y cosas por el estilo. Lo decían para el pueblo soviético y otros pueblos, en un vano intento de sembrar cizaña en sus sentimientos de amistad hacia el pueblo chino y ocultar la nueva catadura de los nuevos zares. Lo decían sobre todo para los monopolistas con el deseo de ganarse más gratificaciones por su contribución a la lucha contra China y el comunismo. Ese es un viejo truco de Hitler, sólo que Brezhnev lo hace con mayor torpeza. Puesto que usted desea tanto aliviar la situación mundial, ¿por qué no hace una o dos cosas -por ejemplo, retirar sus tropas de Checoslovaquia o Mongolia y devolver al Japón las cuatro islas septentrionales-, para mostrar su sinceridad? China no ocupa territorios extranjeros. ¿Acaso necesita conceder al revisionismo soviético todo el territorio situado al norte de la Gran Muralla para demostrar que nosotros estamos a favor del relajamiento de la tensión mundial y que estamos dispuestos a mejorar las relaciones sino-soviéticas? El pueblo chino no se deja engañar ni intimidar. La controversia entre China y la Unión Soviética sobre las cuestiones de principio no debe ser un obstáculo para la normalización de las relaciones entre ambos países sobre la base de los Cinco Principios de Coexistencia Pacífica, y el problema fronterizo sino-soviético debe ser resuelto pacíficamente a través de negociaciones libres de toda amenaza. “No atacaremos a menos que seamos atacados; si somos atacados, contraatacaremos”. Este es un consecuente principio nuestro. Nosotros cumplimos lo que decimos. COMO TRATAR AL IMPERIALISMO Aquí -continuó Chou En-lai-, debemos señalar que es preciso distinguir la confabulación y los compromisos entre el revisionismo soviético y el imperialismo norteamericano de los compromisos necesarios entre los países revolucionarios y los países imperialistas. Lenin decía muy bien: “Hay compromisos y compromisos. Es preciso saber analizar la situación y las circunstancias concretadas de cada compromiso o de cada variedad de compromiso. Debe aprenderse a distinguir al hombre que ha entregado a los bandidos su bolsa y sus armas, con el fin de disminuir el mal causado por ellos y facilitar su captura y ejecución, del que da a los bandidos su bolsa y sus armas para participar en el reparto del botín”. (La enfermedad infantil del izquierdismo en el comunismo). Corresponde al primer caso lo que hizo Lenin al firmar el tratado de Brest-Litosvk con el imperialismo alemán, corresponden al segundo los compromisos practicados por Jrushov y Brezhnev, renegados de Lenin.


Tribuna Roja Nº 10, octubre de 1973 Lenin señaló en repetidas ocasiones, destaca el informe, que el imperialismo significa agresión y guerra. El presidente Mao apunta en su declaración del 20 de mayo de 1970. “Subsiste el peligro de una nueva guerra mundial; los pueblos del mundo deben estar preparados. No obstante, la principal tendencia del mundo actual es la revolución”. Los pueblos, que despiertan de día en día podrán impedir la guerra siempre que tengan una clara visión del rumbo a seguir, agucen su vigilancia, fortalezcan su unidad y persistan en su lucha. Si el imperialismo se obstina en desencadenar la guerra, esta ocasionará inevitablemente revoluciones aún más grandes en el ámbito mundial y acelerará su propia ruina. IR CONTRA LA CORRIENTE En el informe de Wang Jung-wen sobre los estatutos se destaca la siguiente orientación fundamental para todo verdadero combatiente revolucionario: Es necesario tener la valentía revolucionaria de ir contra la corriente. El Presidente Mao ha señalado: “Ir contra la corriente es un principio del marxismo-leninismo”. Al discutir la revisión de los Estatutos del Partido, muchos camaradas, recordando la historia del Partido y sus propias experiencias, consideraron que se trataba de una cuestión de suma importancia en la lucha entre las dos líneas dentro del Partido. Durante los primeros tiempos de la revolución democrática, en varias ocasiones dominaron líneas erróneas en nuestro Partido, y durante los últimos tiempos de la revolución democrática y el período de la revolución socialista, cuando ha prevalecido la línea correcta representada por el Presidente Mao, también se han dado casos aleccionadores en que alguna línea o punto de vista erróneo ha sido tomado como correcto y apoyado por mucha gente durante un tiempo. La correcta línea representada por el Presidente Mao ha sostenido resueltas luchas contra estos errores y ha obtenido la victoria. Frente a las cuestiones que atañen a la línea y la situación en su conjunto, un auténtico comunista debe atreverse a ir contra la corriente, sin consideraciones egoístas y sin temer a la destitución, la expulsión del Partido, el encarcelamiento, el divorcio, la muerte.

NUEVA CENTRAL OBRERA UNITARIA Del 12 al 14 de octubre sesionó en Bogotá el Primer Encuentro Nacional de Unidad Sindical. Cerca de 500 sindicatos, con 800 delegados oficiales, aclamaron con enorme entusiasmo la convocatoria para el 6 de diciembre de 1974 del Congreso Nacional Sindical en el que se conformará la GRAN CENTRAL OBRERA UNITARIA. Se aprobó también la Ponencia antiimperialista que recoge el espíritu combativo y revolucionario de todos los anteriores encuentros. Los delegados juraron luchar contra todos los obstáculos hasta constituir la CENTRAL OBRERA UNITARIA y aislar y aplastar definitivamente a las camarillas vendeobreros de la UTC y la CTC. Para contribuir a la culminación de esta etapa del proceso unitario de la clase obrera, el MOIR anunció -en intervención del Abel Rodríguez que se publica en otro lugar- la afiliación de sus sindicatos a las Federaciones que hoy dirige la CSTC.


Tribuna Roja Nº 10, octubre de 1973 Miguel Antonio Caro, por FECODE, instaló el encuentro destacando la importancia de la unidad sindical y denunciando la política del gobierno contra el magisterio. Las conclusiones más importantes del Encuentro fueron: a) Efectuar Congresos de las Federaciones Departamentales y de Industria y convocar el Congreso Nacional para la constitución de la Central Unitaria al 6 de diciembre de 1974. b) Recomendación a los sindicatos independientes para que se afilien en las federaciones de CSTC. c) Constitución de federaciones regionales donde no existan y propiciar un sindicalismo de industria. Se acordó también un acto nacional de solidaridad con el magisterio, se rechazó el golpe militar fascista en Chile, se respaldó la lucha de los campesinos por la tierra y a los estudiantes colombianos que combaten por expulsar al imperialismo yanqui de la educación colombiana. El día de la clausura se efectuó un acto público al cual asistieron obreros, estudiantes e intelectuales. Se clausuró cantando la Internacional. Intervinieron un dirigente de la USO; Gustavo Osorio, por la CSTC, y Agustín González por Sittelecom. El compañero González destacó la importancia del Encuentro y en uno de sus apartes dijo: “La unidad revolucionaria de la clase obrera ha dejado de ser en Colombia la Quimera de unos cuantos soñadores: hoy es una bandera roja victoriosa empuñada por multitudes de combatientes de carne y hueso”. Más adelante expresó: “tres grandes principios comprende la política unitaria de la nueva Central, tal como quedó consignado en la ponencia que jubilosamente hemos aprobado en este mismo recinto: Primero, estará al servicio de los intereses de la clase obrera y del pueblo; Segundo, combatirá y aislará a las camarillas de UTC y CTC y, Tercero, funcionará conforme a la democracia sindical”. Continuando con su exposición, el compañero Agustín González afirmó: “Estos tres puntos son los que han permitido al final de cuentas que hoy podamos clausurar exitosa y victoriosamente este Encuentro y que todos podamos regresar a nuestras bases encendidos por el propósito de batallar en aras de la constitución de la GRAN CENTRAL UNITARIA, lo que llevaremos a cabo, quiéralo o no el enemigo de clase, el 6 de diciembre de 1974! Un largo camino debemos recorrer mientras tanto. Se requerirá, tal como lo dicen las conclusiones de este Encuentro, de la celebración de congresos regionales para dar participación en la dirección de las federaciones a todos los sectores comprometidos en la política de unidad. Y superando esto, y superados los obstáculos que a todo momento levantarán las camarillas traidoras de UTC y CTC y sus amos del gobierno y del imperialismo. podremos llegar victoriosamente a ese 6 de diciembre para rendir, con las banderas mayoristas del sindicalismo colombiano, honor a esos inolvidables héroes que cayeron combatiendo contra el imperialismo yanqui en las incomparables jornadas de las Bananeras”. Refiriéndose a la declaración del MOIR el compañero González dijo: “Vale destacar la actitud generosa, desinteresada y unitaria del MOVIMIENTO OBRERO INDEPENDIENTE Y REVOLUCIONARIO, MOIR, que en el día de ayer, a través de uno de nuestros


Tribuna Roja Nº 10, octubre de 1973 voceros, se comprometió públicamente y por escrito a iniciar desde mañana mismo la afiliación de los sindicatos que dirige y orienta, a las federaciones regionales de la CSTC”. Finalizando, subrayó: “Debo terminar destacando, que este proceso unitario de gran importancia histórica no sólo se vive en el seno del proletariado colombiano sino que también las fuerzas políticas de izquierda y democráticas del país han conformado la UNIÓN NACIONAL DE OPOSICIÓN (UNO), para librar en 1974 una batalla revolucionaria contra los programas y los candidatos antinacionales y proimperialistas de los partidos tradicionales liberal y conservador, Alvaro Gómez Hurtado y Alfonso López Michelsen y han escogido un candidato revolucionario, el compañero Hernando Echeverri Mejía”.

DECLARACIÓN DEL MOIR DECLARACIÓN LEÍDA EN EL PRIMER ENCUENTRO NACIONAL SINDICAL POR EL COMPAÑERO ABEL RODRÍGUEZ A NOMBRE DEL MOVIMIENTO OBRERO INDEPENDIENTE Y REVOLUCIONARIO (MOIR). Compañeros delegados: En nombre de la corriente sindical independiente, que a nivel nacional dirige el Movimiento Obrero Independiente y Revolucionario (MOIR), representada en este grandioso encuentro por las organizaciones filiales de los Frentes Sindicales Autónomos de Antioquia y Valle, del Bloque sindical Independiente de Santander y demás sindicatos que bajo la misma orientación partidista han concurrido desde distintas regiones del país, la Costa, El Antiguo Caldas, Tolima, Cundinamarca, Nariño, Meta y otros lugares, para expresar su incondicional respaldo a la política de unidad de la clase obrera, presento a ustedes un caluroso, emocionado y revolucionario saludo. Como vocero de esta fuerza quiero ratificar una vez más el profundo interés que nos anima por sacar adelante el logro de una central unitaria, en respuesta a la imperiosa necesidad del movimiento obrero por agruparse en un núcleo batallador, orientado revolucionariamente, que le resuelva el gravísimo problema de dispersión, descoordinación y carencia de metas claras y comunes en sus filas, sin lo cual no será posible para la clase obrera enfrentar adecuadamente la política del imperialismo yanqui y sus lacayos dentro de nuestro país y derrotar definitivamente las camarillas dirigentes traidoras de la UTC y la CTC. En anteriores ocasiones hemos expresado nuestra decisión de integrarnos activamente a las filas de las federaciones regionales de la CSTC, para facilitar con el aporte de nuestros efectivos, un mayor robustecimiento de estas organizaciones y dar al mismo tiempo los pasos necesarios para la efectiva realización del Congreso Nacional que ha de constituir la nueva central que reclama el proletariado. Quiero en esta ocasión ratificar una vez más este propósito y precisar de manera enfática las bases mínimas que exigimos para ponerlo en práctica de inmediato. Estas bases mínimas están


Tribuna Roja Nº 10, octubre de 1973 consignadas en tres principios fundamentales enumerados cuidadosamente en la última edición del periódico TRIBUNA ROJA, órgano oficial del MOIR, a saber: 1) El compromiso sagrado de defender los intereses del proletariado y el pueblo por parte de las organizaciones federales a las que nos integremos, lo cual se concreta expresamente en la lucha sin cuartel contra el imperialismo yanqui y las clases antinacionales que en nuestro país detentan el poder. 2) Combatir firmemente las camarillas dirigentes de la UTC y la CTC, agentes permanentes de la traición y la entrega contra nuestra clase y,3) El respeto y la garantía de la democracia sindical, lo que significa la libertad interna de opinión, el respeto a la minoría, la obediencia de ésta a la mayoría y la supresión de las maniobras y los métodos burocráticos para imponer las decisiones al margen del libre juego democrático. Sobre las bases, que los aquí militantes del MOIR consideramos están contempladas en la ponencia propuesta por la Comisión Preparatoria del Encuentro Nacional, vamos a dar inmediatamente el paso de afiliar nuestras organizaciones sindicales a las federaciones regionales de la CSTC. Esto significa que desde el mismo momento en que concluya esta solemne reunión todos los militantes y simpatizantes del MOIR a nivel nacional estaremos empeñados en la tarea de llevar las organizaciones sindicales donde tenemos mayoría al seno de las de la CSTC, y batallando porque éste sea el camino que tomen aquellas donde aún somos una fuerza minoritaria. Igualmente sumaremos nuestro modesto caudal y nuestro esfuerzo al de las organizaciones sindicales independientes comprometidas con la política de unidad, en aquellas regiones del país que aún carecen de federaciones, para integrar éstas y adherirlas a la nueva Central Unitaria. Mientras el respeto a los principios de unidad revolucionaria de la clase obrera, contemplados en la ponencia que hemos de aprobar aquí, sea mantenido, tienen todos ustedes, compañeros delegados al Primer Encuentro Nacional Sindical, la palabra de honor del MOIR de que ésta será nuestra inmodificable línea de conducta. Muchas gracias.


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