Breve periodico

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KTAR- SIS

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El enigma del mundo es en él al mismo tiempo La representación se nos el enigma del mal, porque ambos son una misma aparece como la cara cosa Mi obra es, pues, un nuevo sistema filosófico: pero nuevo en el pleno sentido de la palabra: De la razón práctica: entre las primeras, la distinción entre el carácter empírico e inteligible, y la doctrina de la.coexistencia entre necesidad natural y libertad transcendental; entre las segundas, el racionalismo ético kantiano y laidea de un deber incondicionado que funda una ética de deberes.

Para bien o par mal

En verdad, Schopenhauer toma de Kant mucho menos de lo que deja, pero a lo que toma le da un puesto sumamente relevante en su filosofía. De hecho, el primer elemento kantiano que asume preside toda su concepción de la realidad: se trata del idealismo transcendental con su distinción de fenómeno y cosa en sí, distinción que en élcosas. Eso se encuentra ya implícito en la misma distinción estoy

firmemente convencido de que el libro en el que he realizado el arduotrabajo de comunicarlos. creyeron que la inmortalidad es intrínseca y que la corrupción no puede entrar en un orbe cerrado. todas las cosas, bajo su impe-rio, tuvieran el nombre que les conviene. Soñó fundar una dinastía in-mortal; Pagina 25 del mundo como voluntad

Desde ella el mundo se presenta como un espejismo y un sueño inconsistente, como una cáscara sin núcleo. Pero si no queremos quedamos ahí sino intentar. Acceder al interior de las cosas, si buscamos el significado metafísico del mundo que está más allá del físico, hemosde instalarnos en un punto de vista distinto de la representación. Desde fuera desde la representación nunca avanzaremos en la comprensión de la esencia de las

cosas. Ese fue el error de Descartes: pensar que desde el egocogito podría construir todo un mundo más allá de su conciencia. La muralla tenaz que en este momento, y en todos, proyecta so-bre tierras que no veré, su sistema de sombras, es la sombra de un Ce-sar que ordenó que la más reverente Pagina 25 del mundo como voluntad

Liberación momentánea del dolor

De la razón práctica: entre las primeras, la distinción entre el carácter empírico e inteligible, y la doctrina de lacoexistencia entre necesidad natural y libertad transcendental; entre las segundas, el racionalismo ético kantiano y la idea de un deber incondicionado que funda una ética de deberes. En verdad, Schopenhauer toma de Kant mucho menos de lo que deja, pero a lo que toma le da un puesto sumamente relevante en su filosofía. concepción. En el Timeo, de Platón, se lee que la esfera es la figura más perfecta y más uniforme, porque todos los puntos de la superficie equidistan del centro; Olof Gigon c183)

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OTRAS NOTICIAS Esperando a los pocos cuya inusual forma de pensar lo encuentre provechoso ¿Quién está dispuesto a soportar todo eso? Por eso mi consejo es también que deje el libro. Para suscripciones llame a los telefonos 2136465-01 8000 15165

Solo entonces será posible penetrar en el método Solamente la misma aversión que siento a copiarme a mí mismo literalmente, o también a decir por segundavez lo mismo con otras y peores palabras tras haberlo escrito antes y mejor, ha ocasionado una segunda laguna en el primer libro de este escrito, ya que he suprimido todo lo que aparece en el primer capítulo de mi tratado En verdad, Schopenhauer toma de Kant mucho menos de lo que deja, pero a lo que toma le da un puesto sumamente

Sobre lavisión y los colores, y que en otro caso habría encontrado aquí su lugar reproducido textualmente. Así pues, tambiéne supone aquí el conocimiento de ese escrito anterior. Seis siglos antes de la era cristiana, el rapsoda Jenófanes de Colo-fón, harto de los versos homéricos que recitaba de ciudad en ciudad, fustigó a los poetas que atribuyeron rasgos antropomórficos a los dioses y propuso a los griegos un solo Dios.

Hostil; porque, si no sonara demasiado orgulloso yo podría afirmar que cada una de las sentencias aisladas e inconexas que componen las Upanishads podría inferirse como consecuencia del pensamiento que voy a comunicar,si bien en modo alguno puede, a la inversa, encontrarse este en ellas.En verdad, Schopenhauer toma de Kant

mucho menos de lo que deja, pero a lo que toma le da un puesto sumamente relevante en su filosofía. concepción. Pero ya la mayoría de los lectores se habrán impacientado y habrán lanzado el reproche.penosamente contenido durante largo tiempo, de cómo me puedo atre-

ver a presentar un libro al público planteando exigencias ycondiciones, de las cuales las dos primeras son presuntuosas e impertinentes; y eso en una época en la que hay tal (Su virtud puede estar en la oposición de construir y des-truir, en enorme escala.)


El guardián entre el centeno Prologo Libro

Si de verdad les interesa lo que voy a contarles Si de verdad les interesa lo que voy a contarles, lo primero que querrán saber es dónde nací, cómo fue todo ese rollo de mi infancia, qué hacían mis padres antes de tenerme a mí, y demás puñetas estilo David Copperfield, pero no tengo ganas de contarles nada de eso. Primero porque es una lata, y, segundo, porque a mis padres les daría un ataque si yo me pusiera aquí a hablarles de su vida privada. Para esas cosas son muy especiales, sobre todo mi padre. Son buena gente, no digo que no, pero a quisquillosos no hay quien les gane.

de aquí, quizá el mes próximo. Acaba de comprarse un «Jaguar», uno de esos cacharros ingleses que se ponen en las doscientas millas por hora como si nada. Cerca de cuatro mil dólares le ha costado. Ahora está forrado el tío. Antes no. Cuando vivía en casa era sólo un escritor corriente y normal. Por si no saben quién es, les diré que ha escrito

Además, no crean que voy a contarles mwi autobiografía con pelos y señales. Sólo voy a hablarles de una cosa de locos que me pasó durante las Navidades pasadas, antes de que me quedara tan débil que tuvieran que mandarme aquí a reponerme un poco. A D.B. tampoco le he contado más, y eso que es mi hermano. Vive en Hollywood. Como no está muy lejos de este antro, suele venir a verme casi todos los fines de semana. El será quien me lleve a casa cuando salga

El pececillo secreto, que es un libro de cuentos fenomenal. El mejor de todos es el que se llama igual que el libro. Trata de un niño que tiene un pez y no se lo deja ver a nadie porque se lo ha comprado con su dinero. Es una historia estupenda. Ahora D.B. está en Hollywood prostituyéndose. Si hay algo

2 guro que han visto la propaganda. Se anuncia en miles de revistas siempre con un tío de muy buena facha montado en un caballo y saltando una valla. Como si en Pencey no se hiciera otra cosa que jugar todo el santo día al polo. Por mi parte, en todo el tiempo que estuve allí no vi un caballo ni por casualidad.

que odio en el mundo es el cine. Empezaré por el día en que salí de Pencey, que es un colegio que hay en Agerstown, Pennsylvania. Habrán oído hablar de él. En todo caso, se-

Históricamente, no hay misterio en las dos medidas. Contemporáneo de las guerras de Aníbal, Shih Huang Ti, rey de Tsin, redujo bajo su poder a los Seis Reinos antes existentes y borró el sistema feudal; erigió la muralla, porque las murallas eran defensas; quemó los libros, porque la oposición los invocaba para alabar a los antiguos emperadores. Que-mar libros y erigir fortificaciones es tarea común de los príncipes; lo único singular en Shih Huang Ti fue la escala en la que obró. Así lo hacen entender algunos sinólogos, pero yo siento que los hechos que he referido son algo más que una exageración o una hipérbole de disposiciones triviales. Cercar un huerto o un jardín es común; no lo es cercar un im-perio. (Título original: The Catcher in the Rye Traductor: Carmen CriadoPrimera edición en «El Libro de Bolsillo»: 1978 Vigésima reimpresión en “El Libro de Bolsillo”: 1995)

Autorias y Literatura Carlos Erique Pinilla Mejia especial para ktasis carlosenrique@gmail.com

El fenómeno, la objetividad de la voluntad de vivir única.

E

s el mundo en toda la multiplicidad de sus partesy configuraciones. La existencia misma y la forma de la existencia, tanto en el conjunto como en cada parte,proceden exclusivamente de la voluntad. Ella es libre, es omnipotente. En cada cosa se manifiesta la voluntad exactamente tal y como ella se determina en sí misma y fuera del tiempo. El mundo no es más que el espejo de ese querer: y toda finitud, todo sufrimiento, todos los tormentos que contiene pertenecen a la expresión de lo que ella quiere, son así porque ella quiere así. Según ello, con la más estricta justicia soporta cada ser la existencia en general, luego la existencia de su especie y de su peculiar individualidad tal y como es, tal y como

son su entorno y sumundo, dominado por el azar y el error, temporal, perecedero, siempre doliente: y en todo lo que le ocurre o simplemente le puede ocurrir, siempre se le hace justicia. Pues suya es la voluntad: y tal como es la voluntad, así esel mundo. La responsabilidad por la existencia y la índole de este mundo solo puede tenerla él mismo, ningún otro:¿pues cómo podría otro echársela sobre sí? - Si quisiéramos saber lo que valen los hombres desde el punto de vista moral en conjunto y en general, consideremos su destino en conjunto y en general: carencia, miseria, calamidad, tormento y muerte. La justicia eterna se cumple: si tomados en conjunto no fuesen indignos, su destino tomado en conjunto no sería tan triste. En este sentido, podemos decir: el mundo mismo es el tribunal del mundo. Si se pudiera poner toda la miseria del mundo en una balanza y toda la culpa del mundo en la otra, es seguro que el fiel quedaría vertical. Sin embargo, al conocimiento tal y como ha surgido para el servicio de la voluntad y se da al individuo en cuanto tal, el mundo no se le presenta de la misma manera que se le revela al final al investigador: como la objetividad de la voluntad de vivir única que es él mismo, sino que la mirada del individuo rudo está enturbiada, como dicen los hindúes, por el velo de Maya: a este se le muestra, en lu-

gar de la cosa en sí, solamente en fenómeno en el tiempo y el espacio, el principium individuationis, y en las restantes formas del principio de razón: y en esa forma de su limitado conocimiento no ve la esencia de las cosas, que es única, sino los fenómenos de esta, que aparecen diferenciados, separados, innumerables, muy distintos y hasta opuestos. Ahí el placer se le aparece como una cosa y el tormento como otra totalmente distinta, este hombre como torturador y asesino, este como mártir y víctima, la maldad como una cosa y el mal como otra.

Ve a uno vivir en la alegría, la abundancia y los placeres, y al otro morir angustiosamente

ante su puerta de necesidad y frío. Y entonces se pregunta: ¿dónde queda lacompensación por todo eso? Y él mismo, en el violento afán de la voluntad que es su origen y su esencia, se aferra a la voluptuosidad y los placeres de la vida, los sujeta entre sus brazos y no sabe que precisamente con ese acto de su voluntad agarra y estrecha fuertemente entre sus brazos todos los dolores y tormentos de

la vida a cuya vista se estremece. Ve el mal y la maldad en el mundo: pero, lejos de saber que ambos no son más que aspectos diferentes del fenómeno de la voluntad de vivir única, los toma por muy distintos y hasta opuestos; y con frecuencia intenta con la maldad, es decir, causando el sufrimiento ajeno, sustraerse al mal, esto es, al sufrimiento de la propia individualidad,sumido en el principium indviduationis y engañado por el velo de Maya. Pues como en el mar furioso que, portodas partes ilimitado, levanta y baja aullando enormes olas, confiando en su débilvehículo, igualmente


¿A quién llaman para reemplazarle?

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Pensamientos

De aquellos extraordinarios espíritus no pueden soportar ser filtrados.

Al rato de estar sentado empecé a aburrirme. Me levanté, me alejé unos pasos.

S

oy el mentiroso más fantástico que puedan imaginarse. Es terrible. Si voy camino del quiosco a comprar una revista y alguien me pregunta que adonde voy, soy capaz de decirle que voy a la ópera. Es una cosa seria. Así que eso que le dije a Spencer de que tenía que ir a recoger mi equipo era pura mentira. Ni siquiera lo dejo en el gimnasio. En Pencey vivía en el ala Ossenburger de la residencia nueva. Era para los chicos de los dos últimos cursos. Yo era del penúltimo y mi compañero de cuarto del último. Se llamaba así por un tal Ossenburger que había sido alumno de Pencey. Cuando salió del colegio ganó un montón de dinero con el negocio de pompas fúnebres. Abrió por todo el país miles de funerarias donde le entierran a

uno a cualquier pariente por sólo cinco dólares. ¡Bueno es el tal Ossenburger! Probablemente los mete en un saco y los tira al río. Pero donó a Pencey un montón de pasta y le pusieron su nombre a esa ala de la residencia. Cuando se celebró el primer partido del año, vino al colegio en un enorme Cadillac y todos tuvimos que ponernos en pie en los graderíos y recibirle con una gran ovación. A la mañana siguiente nos echó un discurso en la capilla que duró unas diez horas. Empezó contando como cincuenta chistes, todos malísimos, sólo para demostrarnos lo campechanote que era. Menudo rollazo. Luego nos dijo que cuando tenía alguna dificultad, nunca se avergonzaba de ponerse de rodillas y rezar. Nos dijo que debíamos rezar siempre, vamos, hablar con Dios y todo eso, estuviéramos donde estuviésemos. Nos dijo que debíamos considerar a Dios como un amigo y que él le hablaba todo el tiempo, hasta cuando iba conduciendo. ¡Qué valor! Me lo imaginaba al muy hipócrita metiendo la primera y pidiendo a Dios que le mandara unos cuantos fiambres más. Pero hacia la mitad del discurso pasó algo muy divertido. Nos estaba contando lo fenomenal y lo importante que era, cuando de pronto un chico que estaba sentado delante de mí, Edgard Marsala, se tiró un pedo tremendo. Fue una grosería horrible, sobre todo porque estábamos en la capilla, pero la verdad es que tuvo muchísima gracia. ¡Qué tío el tal Marsala! No voló el techo de milagro. Casi nadie se atre-

vió a reírse en voz alta y Ossenburger hizo como si no se hubiera enterado de nada, pero el director, que estaba sentado a su lado, se quedó pálido al oírlo. ¡Jo! ¡No se puso furioso ni nada! Soy el mentiroso más fantástico que puedan imaginarse. Es terrible. Si voy camino del quiosco a comprar una revista y alguien me pregunta que adonde voy, soy capaz de decirle que voy a la ópera. Es una cosa seria. Así que eso que le dije a Spencer de que tenía que ir a recoger mi equipo era pura mentira. Ni siquiera lo dejo en el gimnasio. En Pencey vivía en el ala Ossenburger de la residencia nueva. Era para los chicos de los dos últimos cursos. Yo era del penúltimo y mi compañero de cuarto del último. Se llamaba así por un tal Ossenburger que había sido alumno de Pencey. Cuando salió del colegio ganó un montón de dinero con el negocio de pompas fúnebres. Abrió por todo el país miles de funerarias donde le entierran a uno a cualquier pariente por sólo cinco dólares. ¡Bueno es el tal Ossenburger! Probablemente los

mete en un saco y los tira al río. Pero donó a Pencey un montón de pasta y le pusieron su nombre a esa ala de la residencia. Cuando se celebró el primer partido del año, vino al colegio en un enorme Cadillac y todos tuvimos que ponernos en pie en los graderíos y recibirle con una gran ovación. A la mañana siguiente nos echó un discurso en la capilla que duró unas diez horas. Empezó contando como cincuenta chistes, todos malísimos, sólo para demostrarnos lo campechanote que era. Menudo rollazo. Luego nos dijo que cuando tenía alguna dificultad, nunca se avergonzaba de ponerZse de rodillas y rezar. Nos dijo que debíamos rezar siempre, vamos, hablar con Dios y todo eso, estuviéramos donde estuviésemos. Nos dijo que debíamos considerar a Dios como un amigo y que él le hablaba todo unos cuantos fiambres más. delante de mí.

De la forma más cómoda del mundo y entonces se encuentran allí reveladosde forma inmediata y dispuestos con la mayor belleza los dogmas fundamentales del cristianismo

moderno,judaizante y optimista. ¿Qué le importa mi filosofía, carente de esos requisitos esenciales, que no tiene miramientosni da de comer, centrada en sus pensamientos;

una filosofía que tiene como único norte la verdad, la verdad desnuda,no remunerada, carente de amigos y con frecuencia perseguida, y se dirige derecha hacia ella sin mirar a izquierda oderecha: qué le importa ella a aquella alma mater, la buena y nutritiva. filosofía universitaria que, cargada de unciento de intenciones y mil consideraciones, sigue cautelosamente su camino dando rodeos porque siempre tiene a lavista el temor del amo, la voluntad del Minis-


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Desenlaces

Despertar, con el cual el nexo causal entre los acontecimientos Esto muestra también la

razón de la explicación Margen de su contenido, sino también inmediatamente intuidos; que esa intuición no es acaso un fantasma tomado de la experiencia mediante repetición, sino que es tan independiente de la experiencia que, más bien a lainversa, esta ha de pensarse como dependiente de ella; pues las propiedades del espacio y el tiempo, tal y como las conoce la intuición a priori, rigen como leyes de toda experiencia posible a las que esta siempre se tiene que conformar. Por eso en mi tratado Sobre el principio de razón he considerado el tiempo y el espacio como una clase special y autónoma de representaciones, en la medida en que son intuidas en forma pura y vacía de contenido.

las formas generales de la intuición descubierto por Kant, que estas son cognoscibles de manera intuitiva y según su completa legalidad por sí mismas y al margen de la experiencia, hecho este en el que se principio de razón, que determina la experiencia como ley de causalidad y motivación, y el pensamiento como ley de fundamentación de los juicios, aparezca aquí en una forma totalmente peculiar a la que he dado el nombre de razón de ser y que constituye en el tiempo la sucesión de sus momentos y en el espacio la posición de sus partes que se determinan recíprocamente hasta el infinito. Quien a partir de mi tratado introductorio haya llegado a tener clara la completa identidad del contenido delprincipio de razón en la diversidad de sus formas, estará también convencido de lo importante que es para la comprensión de su esencia íntima el conocimiento de la más simple de sus formas, que hemos visto ser el tiempo.Así como en él cada instante solo existe en la medida en que ha exterminado el anterior, su padre, para ser a su vez

Tanimportante es ese carácter de

Exterminado con la misma rapidez; así como el pasado y el futuro

cir, solo en relación con otro ser, el representante, que es él mismo. -Si alguna verdad a priori puede enunciarse, es esta: puesella constituye la expresión de aquella forma de toda experiencia posible e imaginable, forma que es más general que

sea, todo este mundo, es solamente objeto en referencia a un sujeto,intuición de alguien que intuye; en una palabra, representación. Naturalmente, esto vale, igual que del presente,también de todo pasado y futuro, de lo más lejano como de lo próximo: pues vale del tiempo y el espacio mismos,

(al margen de las consecuencias de su contenido)son tan vanos como cualquier sueño, mientras que el presente no es más que el límite inextenso e inestable entre ambos, de igual modo reconoceremos la misma nihilidad en todas las demás formas del principio de razón; y veremos que, como el tiempo, también el espacio y todo lo que existe en él a la vez que en el tiempo, o sea, todo. Pero así como el objeto en general no existe más que para el sujeto como representación suya, tampoco cada clase especial de representaciones existe más que para una especial determinación del sujeto denominada facultad de

conocer. El correlato subjetivo del tiempo y el espacio por sí mismos, como formas puras, lo denominó esto el camino; si bien no es del

lunes, 02 de septiembre de 2013, 12:28:54 p.m.

Demiurgo

El correlato subjetivo de la materia o la causalidad Aquelloquetodoloconoceyde nada es conocido, es el sujeto

L

zu «El mundo es mi representación»: esta es la verdad que vale para todo ser viviente y cognoscente, aunque solo el hombre puede llevarla a la conciencia reflexiva abstracta: y cuando lo hace realmente, surge en él la reflexión Filosófica. Entonces le resulta claro y cierto que no conoce ningún sol ni ninguna tierra, sino solamente un ojo que ve el sol, una mano que siente la tierra; que el mundo que le rodea no existe más que como representación, es de-

cualquier otra, más que el tiempo, el espacio y la causalidad: porque todas estas suponen ya aquella; y si cada una deestas formas que nosotros hemos conocido como otras tantas configuraciones especiales del principio de razón vale solo para una clase especial de representaciones, la división en sujeto y objeto es, por el contrario, la forma común detodas aquellas clases; es aquella forma solo bajo la cual es en general posible y pensable alguna representación de cualquier clase, abstracta o intuitiva, pura o empírica. Ninguna verdad es, pues, más cierta, más independiente detodas las demás y menos necesitada de demostración que esta: que todo loque existe para el conocimiento, o

puede mantener. La primera falta de Kant fue el descuido de ese

únicamente en los cuales todo aquello se distingue. Todo lo que

pertenece y puede pertenecer al mundo adolece inevitablemente de ese estar codicionado por el sujeto y existe sólo para el sujeto. El mundo es representación.

E

sta verdad no es en modo alguno nueva. Se hallaba ya en las consideraciones escépticas de las que partió descartes. Pero fue Berkeley el primero que la formuló claramente: con ello ha contraído un mérito inmortal en la filosofía, si bien el resto de sus doctrinas no se

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principio, tal y como se ha explicado en el apéndice. En el último de sus tratados: On the philosophy of the Asiatics; Asiatic researches, vol. IV, p. 164, W. Jones ates tigua lo tempranamente que la sabiduría hindú conoció esa verdad fundamental, ya que aparece como el principio fundamental de la filosofía vedanta atribuida


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