Benemérita escuela normal “Manuel Ávila Camacho” “Evidencia de lectura” “La importancia de aprender a enseñar o enseñar a aprender a ser docente.” Autores: Alicia León Gómez y Enrique Gudín de la Lama Septiembre del 2016
Cuando a cada generación le llega el momento de tomar las riendas de la sociedad se repite el mismo debate sobre la educación y se llega a la misma conclusión: que no enseñen a nuestros hijos como nos han enseñado a nosotros y de ello se concluye que es imprescindible llevar a cabo un cambio profundo en la forma de enseñar. los nuevos modelos educativos, las reformas educativas, con sus correspondientes reglamentos, currículos y prescripciones. Removiéndolo todo para que todo acabe siendo igual, dejando la enseñanza -el trabajo del aula, que es la enseñanza de verdad, a pie de obra- tal como estaba. Porque en eso -en lo sustancial, en el tú a tú con el alumno- poco han cambiado las cosas desde Sócrates La tarea del maestro sigue siendo la misma que en su día se impuso a sí mismo el filósofo: la “mayéutica”, ayudar a que aflore el conocimiento en nuestros alumnos. El maestro quiere enseñar bien y el alumno quiere aprender lo que le enseña el maestro. la necesidad de un aprendizaje no memorístico de las Ciencias Sociales y que abogan por un aprendizaje significativo, reflexivo, crítico. la necesidad de que los docentes aprendan a enseñar y que esa enseñanza conlleve de forma intrínseca al aprendizaje de sus alumnos. Para ello es necesario formarse, fundamentar los propios conocimientos en los estudios y aportaciones de los expertos en educación, y adquirir la pericia suficiente para materializarlos en las aulas. En eso consiste la formación de un verdadero docente. La sociedad del conocimiento exige cambios en los paradigmas educativos que superen las ofertas curriculares basadas en conocimientos enciclopédicos y eruditos centrados en la transmisión de conocimientos No podemos educar a otros mirándonos a nosotros mismos. Nuestro espejo debería ser el propio alumno y sus potencialidades.