Benemérita escuela normal “Manuel Ávila Camacho”
Materia: Lenguaje y comunicación
Alumna: Heydi Cristina Romero Martinez
heydicrisromar@Gmail.com
“CUENTO” Mariana y sus aventuras
18/octubre/2018
Mariana y sus aventuras Había una vez una pequeña niña llamada Mariana, vivía en la casa de su abuelita en un pueblo alejado de la cuidad, la casa de su abuelita era muy grande y espaciosa, en la parte de atrás tenía un patio donde de vez en cuando salía a jugar, su abuelita era una persona muy linda, tierna y cariñosa, le gustaba pasar tiempo con ella, hacían unas deliciosas galletas con chispas de chocolate que a Mariana le encantaban, le gustaba mucho ayudarle, ella le pasaba los ingredientes mientras su abuelita las preparaba ,en lo que las galletas se horneaban su abuelita le contaba historias o le leía cuentos sobre piratas, princesas, hadas, y muchas cosas más, cuando las galletas estaban listas, se sentaban a comérselas junto a la chimenea y las disfrutaban con un rico vaso de leche. Ella era una niña muy feliz, mariana no tenía hermanas ni hermanos con quien jugar pero todas las tardes Mariana jugaba con su vecina Sara en un parque cerca de sus casas, no era muy grande, no era muy bonito, ni había muchos juegos pero tenía muchos árboles verdes y altos, siempre que iban se imaginaban que viajaban a otros lugares grandes y más bonitos, para ellas era algo mágico y era muy agradable pasar el tiempo ahí, subían a los árboles, caminaban entre las flores, se escondían entre las plantas, y soñaban con que vivían muchas aventuras con hadas y piratas como en los cuentos o las historias que su abuelita le contaba. Un día jugando entre los arboles Mariana y Sara descubrieron algo que nunca habían visto más que en fotos que venían en los libros y cuentos, en la parte de arriba de uno de los arboles había un nido con tres pequeños huevos, el nido estaba construido con ramas muy pequeñas de los árboles, había plumas color café adentro de todo el nido, estuvieron observándolos todo lo que resto de la tarde y esperaron a que la mamá de los pajaritos llegara para ver cómo eran, pero nunca llego. Fue muy triste cuando el sol se empezó a meter ya que tenían que regresar a sus casas, pero también se fueron muy contentas a contarles a su familia lo que habían encontrado, ellos les explicaron que no debían de tocarlos porque era como en los cuentos, que de esos huevos saldrían unos pajaritos. Cada día esperaban con ansias que llegara el momento de salir a jugar para poder ver a esos pequeños huevitos ,por casi toda una semana cuando regresaban al parque lo primero que hacían era subir al árbol y buscar el nido, después bajaban a jugar como todos los días y antes de regresar a casa volvían a subir para despedirse de ellos, un día llegaron corriendo a buscarlos y se llevaron la sorpresa de que los pollitos ya habían nacido, eran muy pequeños, no tenían muchas plumas pero aun así eran tiernos y eran justo como en sus libros. Siguieron visitándolos todos los días, los vieron crecer, veían que cada día les salían unas cuantas plumas más y ya no eran tan pequeños, de vez en cuando Mariana y Sara les
llevaban pan para que comieran, se entretenían mucho observando como picaban el pan y se peleaban por comerlo. pero una tarde cuando llegaron al parque y subieron al árbol donde se encontraba el nido se dieron cuenta de que los pajaritos ya no estaban, se habían ido. Se pusieron muy tristes porque ya no los verían más, pero como pasaba en los cuentos, sabían que algún día ellos crecerían, volarían y tendrían que dejar el nido.