Novela

Page 1

¿Acaso no fue suficiente? Personajes: Sofía 21 años, Diego 24 años CAPITULO I Primer encuentro 31 de enero del 2020 Recuerdo los abrazos, las falsas caricias, aun puedo sentir el peso de tu cuerpo y tus puños sobre mí… Siempre solías decirme que me querías, que sin mí no podrías vivir, que como yo no hay ni habría ninguna otra con quien quisieras estar. Pero, parece que no fui lo suficientemente buena como para evitar recibir tal grado de sufrimiento, desprecio, humillación, maltrato… Y me pregunto, ¿Qué fue lo que hice mal para merecer todo eso? Me hubiera gustado darme cuenta a tiempo la clase de persona que eras… Supongo que aun recuerdas el primer día en que nos conocimos, aquel otoño del 2017 un día por la tarde, mientras el viento movía y arrastraba las hojas de los árboles, mismo que soplaba ligeramente mi cabello, aunque no puedo describirlo con exactitud pues no era ni cálido ni frio, más bien estaba en un punto intermedio… Sabías tu muy bien desde ese entonces que estar al aire libre era mi pasatiempo favorito, sobre todo el caminar por el parque, esa época siempre fue mi favorita ya que nuestros caminos se cruzaron y de pronto hicimos ¨Click¨, puede sonar cursi o incluso algo tonto pero, así fue, es lo que sentimos en el momento en que nos conocimos, o al menos, yo lo sentí. -¿Cuál es tu nombre? Preguntaste. -Sofía, ¿y el tuyo? -Diego, mucho gusto. De inmediato me hablaste, no dudaste ni un segundo en pedirme que saliéramos juntos, incluso a pesar de no conocernos. Me pareció algo tierno así que acepte,


acepte salir contigo. Fue ahí cuando me di cuenta que no eras un tipo común. Y no lo digo de mala forma, de verdad, es solo que tenías algo que me hacía necesitar ser tu novia, hasta el día de hoy, sigo sin saber qué fue. Nuestra primera cita fue en ese parque, me pediste recorrerlo a tu lado, pasamos aquella fuente la cual tenía un Ángel en el centro y parecía ser el ¨lugar de los enamorados¨ pues se veían por doquier parejas demostrando su afecto sin importar que los vieran todos los demás. Después nos acercamos al área de juegos, donde no había muchos niños pues empezaba a oscurecer. Fue entonces cuando me convenciste de subir a los juegos, para después acercarme al tobogán que estaba ahí, en el momento mientras yo estaba arriba y tu abajo, dijiste que bajara para seguir con el recorrido, pero no sin antes decir: ¨Yo te atraparé¨. No pude evitar sonreí al bajar por el tobogán, mientras tanto tu levantabas los brazos para atraparme. Yo levantando los míos para que pudieras hacerlo. Cuando por fin me atrapaste, nos miramos a los ojos por unos segundos, abrazados, tan cerca y, de repente… ¡Me besaste! Y termino siendo uno de los besos más hermosos de mi vida. Espero que aun recuerdes ese día, porque fue ahí donde nuestra historia inicio…


CAPITULO II Cuento de hadas o historia de amor Después de aquella primera cita, le siguieron muchas más y con el paso del tiempo más nos íbamos conociendo. Cuando te conocí yo tenía 18 años y tú tenías 21, algo que siempre me decías y nunca dejaste de hacer era que yo era muy madura para mi edad, nunca entendí bien por qué lo decías pero siempre me genero dudas. Creo yo, que, hablo por ambos al decir que los primeros meses juntos e incluso el primer año no fue más que felicidad pura, repleta de amor. Siempre te mostrabas atento, cariñoso, amable, tierno… En cada oportunidad que tenías me enviabas cartas de amor, rosas, regalos, llegabas de sorpresa por mí a la escuela, salíamos a pasear, todo era muy romántico. El parque siempre fue un punto neutro para nosotros, lleno de amor, paz y armonía, solíamos ir a pasear, leer juntos e, inclusive para nuestro primer aniversario decidimos ir ahí… Recuerdo bien que esa mañana llegaste a mi casa, listo para preparar las cosas para nuestro picnic por la tarde, cocinamos juntos un par de sándwiches, rebanamos unas cuantas frutas e hicimos unas brochetas de jamón con aceitunas y de bebida un delicioso jugo de naranja. Por la tarde al llegar al parque, caminamos por unos minutos mientras buscábamos el lugar perfecto, después colocamos una manta sobre el pasto, justo entre un par de árboles frondosos que lograban cubrirnos del sol, aunque dejando entrar ligeros rayos de luz. Hubo muchos días con grandes momentos llenos de felicidad, como cuando celebramos mi cumpleaños número 19 juntos, este día tan especial desperté a la 7 a.m. llena de emoción por saber que era mi cumpleaños, entusiasmada baje las escaleras y mi madre tenía listo un desayuno especial, para entonces tú ya le habías pedido que me distrajera por un par de horas, mientras tu adornabas y decorabas todo antes de que yo llegara, con algunas fotos nuestras, globos y detalles que sabías que me gustarían. Cuando regresamos, subí a mi habitación y al entrar me lleve una gran sorpresa. Todo lucia tan hermoso y perfecto para mí,


algunos globos flotaban sobre mi cama dejando caer un listón rojo, en la pared se encontraban fotografías de momentos especiales que formaban un corazón y sobre la cama estaba un hermoso vestido con una nota que decía: ¨Pasare por ti a las 8 bonita, te amo¨. Después me llevaste a cenar a mi restaurante favorito, todo fue perfecto. Todo parecía salir como de un cuento de hadas…


CAPITULO III El día en que comenzó todo Un día como cualquier otro, recibí un mensaje tuyo en el cual me invitabas a ir al cine, me gustaba pasar tanto el tiempo contigo que no dude en decirte que si, a lo cual respondiste que pasabas por mí en una hora que estabas muy emocionado de verme, estaba feliz de salir contigo, quería verme bonita para ti , pero nada de lo que estaba en mi armario me convencía, pase un buen rato decidiendo que ponerme, de último momento vi la camisa a cuadros que llevaba puesta en nuestra primera cita y supe que ese sería el atuendo perfecto, lo tome y rápidamente me lo puse ya que mi mamá me había avisado que ya estabas ahí desde hace un momento. Baje las escaleras, me despedí de ella, tome mi chaqueta y me dirigí a la puerta, al salir note en tu expresión que estabas un poco molesto, durante el camino te mostraste un poco indiferente pero al llegar al cine me tomaste de la cintura, me diste un beso en la mejilla y me dijiste lo hermosa que me veía y que te recordó nuestra primera cita. Durante la función nos la pasamos muy bien, ya que la película era de nuestro género favorito, terminando la película al salir de la sala, me tomaste de la mano y empezamos a caminar hacia la salida, en el pasillo íbamos jugueteando, me diste una vuelta y choque con alguien, esa persona se disculpó conmigo pero al voltearla a ver, me di cuenta que era un ex compañero de la secundaria, emocionada lo salude pues hacía mucho tiempo que no lo veía, mas no pensé que eso fuera a molestarte, el tomarme de la mano de forma bonita se convirtió en un jalón, lo cual me desconcertó un poco ya que solo fue un saludo sin mucha importancia, pero para ti fue algo más que eso, no logro entender que fue lo que hice mal más sin embargo, me disculpe contigo, puesto que tu tono de voz se tornó un poco agresivo.


De camino a mi casa no nos dirijamos palabra alguna, pues no quería decir algo que te enojara más, baje del auto esperando que te despidieras pero no lo hiciste… La pesadilla comenzó poco a poco con esas pequeñas acciones, primero empezaste a molestarte porque solía tener bastante tarea entre semana y no tenía el tiempo suficiente que tu necesitabas, después me dejabas plantada con cualquier pretexto, no podías porque tu madre necesitaba que la llevaras a un mandado, no podías porque tenías trabajo que hacer, para todo encontrabas una excusa perfecta para no salir conmigo. Esas pequeñas acciones se fueron convirtiendo en una gran tormenta…


CAPITULO IV La tormenta continúa Después de aquel día las cosas fueron empeorando pues tu actitud era cada vez más agresiva e indiferente hacia mí, a pesar de todo eso yo seguía estando ahí para ti sin importar tus insultos y humillaciones. Uno de los días que más me duele recordar fue ese en el que me invitaste a tu graduación, me sentí importante y quise verme deslumbrante, ya que era un día especial para ti, la mañana de ese día me levante muy temprano y emocionada, le pedí a mi madre que me acompañara a la estética, pues quería estar segura de verme bien para la ocasión. Después de la estética llegue a mi casa a terminar de alistarme, descolgué el vestido del armario el cual era color rojo con un toque de destellos, en la parte frontal tenía un escote sensual pero discreto, así transcurrieron las horas, cuando vi el mensaje en donde me decías que estabas afuera esperando por mí, los nervios me invadieron y al mismo tiempo una gran emoción recorría todo mi cuerpo, baje rápidamente las escaleras y salí a tu encuentro, tu cara al verme fue de sorpresa pero pronto tu expresión cambio, pues al parecer el escote de mi vestido no fue de tu agrado, y lo único que pudo salir de tu boca fue: -¡Quítate eso, no pienso llevarte así! Desconcertada te pregunte la razón por la cual querías que me cambiara pues yo no le encontraba nada malo, a lo que respondiste que estaba loca que no permitirías que los hombres me vieran así, yo me moleste bastante pues me pase todo el día arreglándome para ti y en vez de alagarme recibí maltratos e insultos de tu parte. Las cosas se pusieron bastante tensas comenzamos a levantarnos la voz hasta el punto de gritarnos.


-¡No voy a cambiarme si no quieres llevarme así, pues me quedó! Con un tono aún más agresivo y tomándome fuertemente del brazo respondiste: -¡No!, ahora vas porque vas y ve cámbiate. -¡Ya dije que no me voy a cambiar ¿estas tonto o que no entiendes? y si no te gusta pues vete! Aun puedo recordarlo perfectamente, estaba muy enojada y alterada, al mismo tiempo trate de zafarme de ti, pero no esperaba tal respuesta… Me golpeaste. Tú quien creía que jamás me lastimaría, te atreviste a golpearme. Mis ojos se llenaron de lágrimas, todo el amor que sentía por ti en ese momento ya no era nada, con más fuerza me solté de ti me di la vuelta y entre a mi casa con el corazón hecho pedazos. Después de ese día nada volvió a ser como antes, pues las cosas nunca volvieron a estar del todo bien, los problemas cada vez se hacían más grandes, los insultos y humillaciones de tu parte estaban cada vez más presentes y, solo por el simple hecho de no quedarme callada llegaste a golpearme repetidas ocasiones, sin embargo, seguía contigo, cegada por el gran amor que te tenía, no quería darme cuenta de todo el mal que me hacías, evitaba la verdad e incluso, me llegue a sentir culpable y merecedora de dicho maltrato, no hubo un día en que no me sintiera fatal por culpa tuya. Y así es como día con día la tormenta continuaba…


CAPITULO V Se acerca el adiós… Te parecerá extraño el saber por qué decidí escribir esta carta, ¿no?, pues créeme, ni yo lo sé, pero creo que por fin me he dado cuenta de todo el dolor por el cual me has hecho pasar y, poco a poco voy teniendo el valor o como dirías tú: ¨las agallas¨, para enfrentarte de una vez por todas. Aunque, debo admitirlo, tú produces un miedo en mí tan grande que, a veces pienso que jamás podre lograrlo… No quiere decir que no te quiera, claro que no, pues estaría mintiendo. Aún te quiero, aún creo que puedes cambiar, necesitas ayuda, necesitamos ayuda y, si tú me lo permites te ayudare, podemos ser mejores, podemos cambiar. Me asusta la idea de entregarte esto, pues lo he estado escribiendo para ti, para hacerte ver lo mal que me has hecho sentir, y no es con el afán de culparte por todo, pues yo también cometí el error de no detenerte a tiempo o en el momento exacto. No sé qué es lo que haya pasado por tu cabeza en todos esos actos de crueldad, yo creía que los dos estábamos destinados a estar juntos, pero tal vez, no lo sé…

Hola Diego, permíteme acabar esta carta por mi pequeña Sofí… Así es, como podrás darte cuenta Sofía nunca logro terminar de escribirte, ¿conoces la razón? Pues, yo no, realmente tenía muchas preguntas sobre lo que le paso a mi amada hija, pero ahora al encontrar esta carta y leerla se han aclarado muchas dudas y creo que finalmente puede ver con claridad la clase de persona que eras. Siento un profundo odio y coraje en este momento, no puedo


creer que hayas sido capaz de lastimar a la mujer que decías ¨amar¨, mi Sofí, pero aún más me duele el haber permito que entraras en nuestras vidas, sobre todo en la de ella. Probablemente te preguntes: ¿Qué tengo que ver con lo que le paso a Sofía? Pues veras, justo en cuanto encontré y leí las cartas fui directo a la policía cuando para mi sorpresa, me dijeron que habían encontrado nuevas pistas con respecto a su drástico asesinato… En la escena del crimen se encontró una pulsera de plata, no a más de 10 metros. Cuando el oficial me la mostró no hubo dudas sobre mi e inmediatamente dije: ¨¡Sé quien lo hizo, sé quien mato a mi pequeña!¨ Por supuesto que se tuvieron que realizar algunas pruebas más, para confirmarlo y, como era de esperarse… Todo apuntaba a ti. Como en las películas, claro, primero se investiga a la pareja de la víctima pues, podría ser el presunto culpable, obviamente al principio la policía fue directamente contigo, pero al parecer, tenías todo planeado, la cuartada perfecta. -Ese día yo estaba haciéndole un favor a mi madre, me pidió que llevara unos papeles a su oficina. Respondiste. Con una expresión de sorpresa y un tanto nerviosa. Sin más que decir, tu madre corroboró tú cuartada, al parecer era cierto. Ese día estuviste en el trabajo de tu madre, pero no fue lo único que hiciste… en este momento, estas terminando de leer la carta y probablemente la pregunta: ¿ahora qué hago?, pase por tu cabeza, déjame decirte que, les pedí a los oficiales que te dieran el tiempo suficiente para poder terminar esta carta. Aun cuando intentes escapar, no te servirá de mucho pues, están afuera de tu casa, esperándote…

Fue ahí donde las noticias se desataron. ¨Sofía de 21 años de edad fue asesinada por su pareja, un hombre de 24 años, quien le dio repetidos golpes hasta, dejarla inconsciente¨.


¨Una discusión que inicio con una escena de celos, le costó la vida a una mujer de la manera más cruel¨.

¨Mujer de 21 años es hallada en el bosque, envuelta en una bolsa de plástico, con golpes y, sin vida¨. ¨Diego, quien era la pareja de Sofía, fue el culpable de la muerte de su pareja, no cabe duda que, las personas que menos esperamos, son aquellas que son capaces de llegar a lastimarnos¨.

¨En la escena del crimen, a no más de 10 metros, fue encontrada, una pulsera de plata, que al parecer pertenecía a la pareja de la víctima. La madre de Sofía fue quien declaro que, esa pulsera se la había regalado su hija a su novio y hasta tenía sus iniciales justo en la parte de atrás, fue ahí donde se confirmó al culpable¨.


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.