BAJO LA PIEL DE LA
BRUJA
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Para quienes saben que no hay placer sin dolor, y que no es amor si no lastima.
1976 “Me voy a morir aquí.”
Es el único pensamiento que cruzaba mi mente en ese momento. Jamás hubiera imaginado que la bruja se escondía ahí...
... y que ya iba por mí.
El agua estaba helada y ya casi no sentía mis piernas.
Llevaba mucho más de una hora en los túneles huyendo de ella...
Me dolía mucho.
... y mi herida no ayudaba en nada.
Sentí que a ese paso...
... moriría ahí.
Me estaba desangrando...
La herida era profunda. 4
¡Hasta alcanzaba a sentir mis tripas salirse!
Sentía que estaba cerca...
Y correr lo había empeorado absolutamente todo.
Debía encontrar otra salida...
Pero fue cuando escuché a las brujas.
Al principio vi una sombra perdiéndose en el agua...
¿Quién anda ahí?
... pero ahí estaban ellas... 5
El terror me paralizó y en ese momento de mayor miedo.
¿En qué nos equivocamos Venus? ¿Cómo fue que llegamos a esto?
Siempre me había creído un cazador pero en ese momento no era mas que una presa herida. No pude evitar recordar el día que todo comenzó. 6
1961
Nos llamábamos a nosotros mismos “los cazadores”.
Solo teníamos 8 años, mis amigos Toño, Gaspar y yo nos habíamos escapado de la escuela. Nos encantaba explorar el cerro.
Santa Lucía Ameyalco siempre fue un pueblo aburrido, y para nosotros, recorrer sus fronteras era toda una aventura ante una realidad brutal: mientras la gente desaparecía todo el tiempo, cadáveres de animales parecían crecer de la tierra...
¡miren por aquí!
¿qué es rafita?
¡otro perro muerto!
Había una leyenda local, en 1932 diez vacas murieron desangrándose mientras corrían como locas por la calle principal. 7
Al principio, todos pensaban que eran atacados por coyotes o lobos. Los abuelos decían que había vampiros. Las abuelas preferían culpar a las brujas del pozo. Tales cuentos jamás nos espantaron.
Gaspar era un as con la resortera. ¡Él mismo la construyó!
Tiempo despúes, en el 68, cuando era estudiante en el Poli desapareció en las protestas estudiantiles.
Nunca debió haberse ido del pueblo.
¡Pero los mejores eran los conejos! ... y a veces víboras.
Matábamos lagartijas... 8
Los asábamos en una improvisada fogata.
Quemábamos casi todo, pero nos sabía delicioso. Era un manjar para nosotros, los cazadores.
Ahí en el cerrito de Santa Lucía, nos sentíamos en la cima del mundo.
Nuestra escapada consistía en recorrer varios lugares. Cerca de ahí había una formación rocosa de la cual brotaba agua potable todo el año...
... le decíamos “la piedra miona”. Ahí nos refrescábamos, ya que no muy lejos de ahí estaba el final de nuestro recorrido: el panteón municipal... 9
... sin embargo, para llegar ahí...
... teníamos que tomar un camino a través de uno de los lugares mas terroríficos de la zona.
La guarida de las brujas del pozo a un costado de un singular árbol.
Le decíamos “la garra del Diablo”.
Todo mundo evitaba pasar por aquí, pero para nosotros era parte de nuestra aventura.
Era una pequeña choza de adobe rodeada por una barda de órganos, (unas plantas cactaceas que crecen en la zona). 10
No medíamos el peligro, sino el tamaño del desafío.
Nos acercamos en silencio sin saber la sorpresa que ahí nos esperaba.
Todo es cuestión de suerte, estar en el lugar y momento adecuado.
Ese día mi vida cambió. 11
C
ada mes de octubre se realiza la gran celebración llamada #inktober, la cual, consiste en completar un reto que consiste en realizar un dibujo con tinta cada día de octubre y compartirlo en redes sociales con dicho hashtag. Originalmente el fin de este reto consistía en mejorar las habilidades de entintado y desarrollar unos mejores hábitos de dibujo de los participantes, no hay un premio o un ganador, tan solo se participa para completar el reto a modo personal y por mi parte, cada año le he ido subiendo el nivel de dificultad.
Héctor Germán Santarriaga es Diseñador de la Comunicación Gráfica egresado de la Universidad Autónoma Metropolitana y se ha desenvuelto como escritor e ilustrador de cómics y novelas gráficas. Es fundador de Nostromo Ediciones, en dónde ha participado escribiendo, dibujando, diseñando y editando varios títulos como la antología de ciencia ficción Nostromo, la antología Ecos Secuenciales, la novela gráfica A Puerta Cerrada y el cómic infantil Mirando Al Monstruo a Los Ojos. También ha publicado las novelas gráficas H3rmanos (2014), Coda: La Bailarina, El Hipopótamo y El Muro (2015), Luz Eterna (2016), Cuervo Eléctrico (2017), Sueños Rotos: Sofía (2018), Gila: El Sol Negro (2018), y Sueños Rotos: Julia ((2019) todas ellas escritas e ilustradas por él. Desde 2016 H.G. Santarriaga forma parte del Sistema Nacional de Creadores de Arte en la disciplina de Narrativa Gráfica.
En 2017 mi trabajo autoral estaba avanzando en dos poderosas direcciones: por un lado, mis novelas gráficas de ciencia ficción ambientadas en la Ciudad de México, y por el otro, me encontraba de lleno trabajando en “Sueños Rotos”; mi trilogía de novelas gráficas de denuncia social que se enfocan en tocar los temas alrededor de la trata de personas con un toque de realismo mágico, así que aproveché el reto #inktober 2017 y tuve la oportunidad de realizar cada día una página de cómic que terminó convirtiéndose en mi novela gráfica de terror “Gila: El Sol Negro” y que afortunadamente tuvo una recepción espectacular, en lo personal me encantó separarme un poco de lo demás y en 2018 tenía que hacerlo de nuevo. En #inktober 2018 decidí trabajar en una historia más enfocada en el horror ambientada en la década de los setenta en un pueblo ficticio situado en el Estado de México al que llamé Santa Lucía Ameyalco. Por mucho tiempo tuve la inquietud de generar una hitoria en torno al mito de las supuestas brujas que viven en los límites del pueblo, pero también quería establecer esta historia como un avance de un mundo fantástico en el cual las estas mujeres adoran con ritos paganos a seres mucho mas viejos que el mundo mismo. Además, algo que siempre he encontrado fascinante es que durante la época prehispánica todo el valle de México se encontraba compuesto por una serie de lagos interconectados y me gustó imaginar ahí a una civilización de creaturas marinas que cuando las ciudades se consyruyeron sobre los lagos fueron incapaces de escapar de regreso al mar y tuvieron que refugiarse en los ríos subterraneos. Santa Lucía Ameyalco no existe, pero tomé muchas referencias de una zona del sureste del municipio de Tecamac (que se encuentra muy cerca de la Ciudad de México) y que es además una zona que conozco muy bien.
OTRAS NOVELAS GRÁFICAS DE H.G. SANTARRIAGA
H3RMANOS
CODA: LA BAILARINA, EL HIPOPÓTAMO Y EL MURO
LUZ ETERNA
CUERVO ELÉCTRICO
Durante ese mes de octubre alcancé a dibujar 42 páginas de esta novela gráfica durante el reto #inktober (cosa que hice en paralelo a los otros proyectos en los que estaba trabajando en ese momento) y me dí la oportunidad unos meses después de dibujar el resto de las páginas. En tus manos tienes el resultado de la versión extendida y mejorada del resultado de mi participación en #inktober 2018. Espero que la disfrutes. ¡Rocanrol! H.G. Santarriaga Marzo 2019
SUEÑOS ROTOS: SOFÍA
SUEÑOS ROTOS: JULIA
GILA: EL SOL NEGRO
BAJO LA PIEL DE LA BRUJA
BAJO LA PIEL DE LA BRUJA D.R. © 2019 Héctor Germán Santarriaga hgsantarriaga.com
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Rafa nunca ha salido de su pueblo, en donde la única forma en como encontró subsistir fue trabajando como sicario al servicio de una poderosa familia que controla esa zona y ahora se ve atrapado en una historia de amor y horror para revelar el mito mas grande de su pueblo: descubrir la
verdadera identidad de las brujas del pozo, en una historia
ambientada en los años setenta en Santa Lucía Ameyalco, un ficticio municipio del Estado de México.
Bajo la Piel de la Bruja es
la versión extendida y mejorada del resultado de la participacón de H.G. Santarriaga en el reto #inktober del año 2018.
H.G. Santarriaga es Diseñador de la Comunicación Gráfica egresado de la UAM y se ha desenvuelto como escritor, ilustrador y dibujante de cómics y novelas gráficas.