EL ABUELO Y LA MALETA DE LAS MARIPOSAS

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El abuelo y la Maleta de las Mariposas Una historia lleva a otra. En las fotos enviadas por Didrik Ehrenborg, después de la ardua búsqueda por Internet de la familia del conde sueco Georg Ehrenborg en el 2012, amigo y compañero de trabajo del abuelo en Barranquilla por allá entre 1928 y 1933, una de las fotos en particular me llamó la atención pues me parecía haberla visto en alguna otra parte, se trata de la foto de la esquina superior derecha: la foto está borrosa, pero en ella se alcanza a distinguir al abuelo acompañado de algunos personajes de apariencia extranjera, otros de sombrero, unos niños atrás, en lo que parece la cubierta de un barco. Como había estado ordenando fotos viejas de esa época, me fue fácil dar con aquella que recordaba y que se me hacia familiar. Cual sería mi sorpresa al encontrar que yo tenía la misma foto que aparecía en el álbum de Ehrenborg!, dos fotos se “reencontraban” después de 80 años!. Realmente la copia es diferente, se corta en la parte de arriba y en el costado izquierdo, pero definitivamente pertenece al mismo negativo. ¿Cuándo obtuvo el abuelo la segunda copia?. Si asumimos que la cámara era la de Ehrenborg, lo cierto es que debió ser posterior al regreso de este a Barranquilla, pues ese día lo despedían con flores y brindis sus amigos en la cubierta del vapor “Pichincha”, cuando se embarcaba en su viaje por


Colombia por casi 6 meses, y que lo llevo por Bucaramanga, Medellín, Manizales, Cali, y Bogotá. ¿Qué festejaban en ese momento, cerveza en mano?, ¿Qué hacían arriba de lo que parecía un barco?, eran preguntas que surgían al ver las dos fotos, ¿Se iban de viaje?. Las demás fotos nos muestran, una, el mismo encuadre, nada más que quien toma la foto se supone es el abuelo, y la otra es tomada desde arriba del barco y los acompañantes están parados en el muelle. El detalle de Ehrenborg con un ramo de flores y el que en la foto del muelle él no está presente, lleva a suponer que lo estaban despidiendo, y entonces me fije en la leyenda de la parte superior de las seis fotos, de la que se podía deducir que entre octubre de 1932 y marzo de 1933, hizo un viaje por varias ciudades de Colombia. Hasta allí, todo parecía indicar que el asunto de la fotos duplicadas y reencontradas después de tantos años no tendrían nada más que contarnos; que ese hecho en si mismo ya era suficientemente llamativo e interesante y que ahí acababa la historia, pero no termino allí. Ya estaban identificados en las fotos Ehrenborg y el Abuelo, pero ¿Quiénes eran esos otros personajes?, ¿Quiénes eran esos, vestidos elegantemente, que parecían extranjeros?. Por fortuna, Ehrenborg guardo las fotos en álbumes que parece se han conservado muy bien, y en ellos escribió pies de foto que las describían. Y allí estaban esas fotos, pidiendo ser descifradas, pero con muy poca información sobre ellas, los apellidos de los personajes y el nombre posible de un barco, sería ello suficiente para encontrar algo más?. Al intentar descifrar la escritura de Ehrenborg haciendo ampliación de la foto y, intentando una traducción de lo escrito allí, era muy poco lo que se lograba entender, pero algo se podía rescatar, algunos nombres y lo que definitivamente parecía ser el nombre del barco, el “Pichincha”. Ya eran nuevos datos a los cuales se les podía seguir la pista. Del barco “Pichincha”, se sabe que era un vapor que hacía la travesía por el rio Magdalena, y pertenecía a la compañía “Naviera Colombiana”; iniciaba su viaje en Barranquilla; salía los lunes y sábados a las 5 p.m. y era de los mejores vapores expresos de la época; de él se tiene ya noticia en un texto de 1923:


He aquí algunas imágenes del barco: con la información del barco no se podía hacer mucho; no tenía forma de conseguir un registro de pasajeros para la época, así que había que preguntarle a Didrik sobre el significado de las leyendas, escritas en el encabezado y en los pies de foto. De los acompañantes en ese día de Ehrenborg, se sabe que eran, según la transcripción que hace Didrik: el Abuelo, el señor Hillstad y Mr. and Mrs. Schultze. Me confirmaba Didrik que estaban en el vapor “Pichincha”, y que la pareja Schultze, había compartido una Villa en “Prado”, Barranquilla. Eran pues nuevos datos, pero igualmente insuficientes para descifrar la foto, pues no se contaba con los nombres de la pareja solo su apellido.

Pasaron algunos días, la inquietud seguía, las pistas no llegaban. Se acercaban la lluvias.


En México, las lluvias de temporal se inician en mayo, a veces se retrasan; en esta zona de Morelos hay una mariposa que anuncia la llegada y retirada de las lluvias, es una mariposa blanca, que revolotea por los campos, y que invariablemente veo en mi jardín por esas épocas. Siempre me llaman la atención y coincidió con su aparición, el que me hiciera la pregunta, ¿Y si busco en Internet “Schultze Barranquilla”, y esto fue lo que apareció: varios artículos de un profesor de la Universidad del Norte de Barranquilla, en los que se menciona a un Arnold Schultze y su esposa Hertha, quienes habían vivido y viajado por esa zona la década del 20, y que se dedicaban a cazar mariposas!, lo que apuntaba a ser una historia fascinante!.

Un bosque de macondos Tití para ti, en tu día

cabeciblanco:

Muchos años después, frente al barco que se hundía, el doctor Arnold Schultze la evocaba apesadumbrado con el mismo asombro infinito del primer día. Dos años antes había publicado en la prestigiosa revista de la Sociedad Geográfica de Hamburgo, un minucioso informe con título poco ortodoxo: Llamaradas en la Sierra Nevada de Santa Marta. Ahora, septiembre 5 de 1939 y trescientas millas náuticas al suroeste de las Islas Canarias, está viviendo una tragedia. Pocos días antes, Francia y Gran Bretaña le han declarado la guerra al III Reich de Hitler. El pequeño barco carguero Inn de bandera alemana, proveniente del puerto brasilero de Pará y con destino Hamburgo, trata de evadir el bloqueo marítimo. Doce cañonazos de la corbeta británica Neptune ponen fin al intento, tras la evacuación forzosa de la tripulación y de dos ancianos pasajeros: los esposos Schultze. En el naufragio se pierde gran parte de sus colecciones biológicas, resultado de 20 años de exploración en Colombia y Ecuador. Tan solo el enigmático cofre 41 logra llegar al Museo de Ciencias Naturales en Berlín, donde es olvidado durante más de medio siglo. Arnold Schultze llegó a Santa Marta con las brisas de 1925. A fines de noviembre había sido enviado desde Bogotá, para realizar evaluaciones geográficas en la


“Zona reservada”, la extensa área dedicada al cultivo bananero. Observador y coleccionista minucioso e inteligente, topógrafo talentoso y biólogo apasionado, Schultze aprovecha su larga estadía para explorar toda la región: desde Fundación hasta Riohacha, desde San Sebastián hasta Valledupar, casi todos los fascinantes rincones, ciénagas y ríos, picos y valles de la mítica Sierra y sus alrededores son investigados y descritos con admiración y esmero. Schultze se aproxima a la pasmosa biodiversidad con la exquisita sensibilidad de un artista. Sus descripciones paisajísticas son una obra en filigrana, inteligente y crítica, de un proceso de destrucción de nuestra mayor riqueza, del paulatino deterioro ambiental y económico, de la tragedia social que se incuba, que asombran tanto como preocupan. De ahí el misterioso título de su informe científico. En muchos de sus detallados apuntes, se repite la alusión a unos gigantes de los bosques, cuyas dimensiones impresionantes y cuyo impacto visual lo marcan, mucho más que a la leyenda que nació en esas épocas y en esas tierras, al sur del Río Frío: “desde la finca de Don Julián vi por vez primera el muy peculiar bosque de macondos, intermedio entre el bosque húmedo y el seco, que le da a esta pequeña región en la vertiente suroeste y la planicie circundante, su identidad… es casi imposible, hasta para el experto, poder describir la colorida flora ahí… lo que me gustaba más era la extraordinaria vida animal…” y así describe emocionado y admirado a una biodiversidad única en el planeta, amenazada desde entonces, como advierte una y otra vez con la misma pesadumbre profunda con la que vio naufragar sus colecciones ese fatídico 5 de septiembre. Temas, pues, que hoy en día tienen mucha más validez, urgencia e importancia que en las épocas de este naturalista apasionado. Temas que se debatirán en el próximo ‘Simposio sobre la biodiversidad vegetal en el Caribe’ (Universidad del Norte, junio 2 y 3 -2011). Temas de los cuales depende tanto nuestra identidad macondiana, como nuestra segunda oportunidad sobre la tierra de las mariposas amarillas. Como las del cofre 41. Por Joachim Hahn jhahn@uninorte.edu.co No podía estar seguro de que fueran los mismos Schultzes pues yo no contaba con los nombres de pila pero si se abría una buena línea de investigación, tenía que seguir preguntando, ¿A quien?, a Joachim Hahn, tenía su correo!. Aquí esta lo que le escribí y su respuesta: Apreciado señor Hahn: Cordial saludo. Soy Hugo Rocha colombiano residente en México. Estoy trabajando en la biografía de mi antepasado Joaquín Rocha, y entre sus memorias me he encontrado unas fotografías remitidas por su amigo sueco Georg Erenborg, en las que aparecen quienes sospecho son el señor Arnold Schultze y su esposa Hertha.


Quiero verificar esta sospecha y para ello me sería de gran ayuda si usted me pudiera guiar en la búsqueda de alguna fotografía de estos personajes, pues no he encontrado por el momento nada en Internet. Encontré que ustedes realizaron un simposio sobre la diversidad vegetal en el caribe en el que se menciono a Schultze. Gracias. joachim hahn jhahn@uninorte.edu.co

Apreciado Hugo, muchas gracias por su indagación. Me alegra sinceramente saber de su interés ! No tengo mucho material sobre Schultze (yo mismo estoy buscando para una eventual traducción de algunos de sus trabajos). Le adjunto dos ilustraciones tomadas del libro "Der Schmetterlingskoffer" de Hanna Zeckau y Hanns Zischler, Verlag Galiani, Berlin, 2010 (págs. 19 y 242). Ojalá le sirvan. Me cuenta. Sería muy interesante intentar reconstruir esas amistades y conocer mas de ellos y de su época. Saludos cordiales, J. Hahn

El profesor Hahn me enviaba lo que al principio parecían fotos, pero luego se revelaban como dibujos, y ellos eran difíciles de contrastar con las difusas fotos que tenía del abuelo y de Ehrenborg. Así que le escribí de nuevo al profesor agradeciendo su cortesía y manteniendo aun mis sospechas: Joachim, muchas gracias por tu pronta respuesta. La duda persiste, pero eso es bueno!, verdad!. Te adjunto las fotografías que me llevaron a la suposición. Hay cierto parecido, pero según mis cálculos, para la fecha de toma de la fotografía (1932), el Mr. Schultze, el entomólogo tendría 56 años, y en realidad el Mr. Schultze de la foto parece más joven, pero bien puede estar algo conservado!.


A quien me envió la foto, ya le pedí que me detalle bien los pies de foto, pues allí puede haber alguna pista. Buscaré entrar en contacto con Hanna Zeckau y Hanns Zischler, para ver que tienen ellos!, Muchas gracias y te mantendré al tanto!.

La sospecha era valida, pero la duda persistía y ya tenía a un profesor interesado también en el apellido Schultze, él en el campo científico y el mío en el de una historia familiar. Joachim Hahn me animaba a seguir: joachim hahn jhahn@uninorte.edu.co

De verdad fascinante, Hugo ! El apellido Schultze es frecuente en Alemania (y países vecinos), pero la coincidencia de nombre + apellido y esposa para esa época, en que no había tantos viajeros extranjeros es llamativa. Aunque sin mayores detalles, el libro de Zeckau menciona que viajó por Colombia del 20 al 28, estuvo en África del 30 al 31 y en Ecuador del 34 al 39.... entonces ¿Dónde estuvo en el 32? ¿Pasó por Barranquilla en su viaje a Ecuador? Estamos en comunicación, ok? Saludos, J. Hahn

Para el 8 de julio me encontraba nuevamente sin avances, sin pistas; me había dedicado a buscar referencias sobre el libro que recomendaba Joachim, "Der Schmetterlingskoffer", que en una traducción rápida era “la Caja de las Mariposas”, y del que Joachim había entregado una nota a El Heraldo de Barranquilla:

El cofre 41 y sus tesoros Setenta años de olvido es demasiado tiempo, hasta para un antiguo baúl. En las postrimerías del agitado verano de 1939, ingresó un grande aunque liviano cajón de madera al Museo de Historia Natural de Berlín, junto con otros provenientes de la lejana y enigmática Colombia. Se catalogó como ‘Cofre 41 / material seco’ remitido por Arnold Schultze. Simultáneamente con su registro en las inmensas colecciones, el mundo convulsionaba: el primero de septiembre Alemania invadía Polonia, y Gran Bretaña y Francia le declaraban la inevitable guerra. Se daba inicio a la peor conflagración de la humanidad, la segunda guerra mundial. En medio de estas tormentas, el remitente del baúl intentaba regresar desde el Brasil a bordo del pequeño barco carguero ‘Inn’, junto con el resto de sus colecciones. El destino le tenía previstos


otros planes, mucho más trágicos: el 5 de septiembre de 1939 el barco y su carga fueron hundidos a cañonazos y unos años más tarde, el ala oriental del Museo donde reposaban sus colecciones zoológicas y botánicas, fue destruida durante un bombardeo. Veinte años de trabajo científico en Suramérica se perdieron así para siempre. Schultze logró sobrevivir, pero no volvió a Berlín; se refugió en la isla de Madeira, donde falleció en 1948. El cofre 41 inició su largo olvido. Como una crisálida de mariposa, sin embargo, su olvido tenía algo de espera y maduración. Súbitamente ha emergido en sorprendente belleza su contenido: en el proceso de recuperación de la memoria museística, una ilustradora y un artista dieron con él y sus exóticos tesoros. El baúl contiene a su vez 46 cajas de cigarros de la época, cuidadosamente sellados, y en ellos 18.000 pequeños sobres triangulares de papel, minuciosamente doblados y rotulados. Cada uno de ellos cubre y protege a una mariposa. El olvidado cofre 41 posee entonces un tesoro de incalculables y hermosas proporciones: diez y ocho mil mariposas, coleccionadas entre 1920 y 1939 en Colombia y Ecuador. Y cada uno de los sobres es, a su vez, un pequeño fragmento de historia: pedazos de telegramas, facturas de compras, trozos de cartas y periódicos, anuncios y registros de embarques, cualquier papel que tenía a mano fue utilizado por Schultze para proteger a sus especímenes. Todo ello ha dado lugar a un fascinante libro ilustrado por los descubridores, El cofre de mariposas que, además, recupera algunos de los escritos, diarios de viaje e informes del extraordinario y también olvidado naturalista alemán. Ojalá pueda ser traducido, y la fascinante vida y obra de este explorador sean recuperadas para nuestra memoria colectiva. Las mariposas colombianas son, pues, motivo de admiración e investigación desde hace mucho tiempo. Se supone que el país posee cerca de 3.500 especies diurnas, muchas de ellas endémicas, exclusivas, con lo cual se sitúa entre los ‘top 3’ del mundo. Un potencial descomunal para quien sepa aprovecharlo, pues la irresistible belleza de estos insectos, su fundamental importancia para el funcionamiento de nuestros ecosistemas, su valor económico y agrícola, y los formidables enigmas que encierra su biología, hacen tanto atractivo como lucrativo su estudio y cultivo. Así pues y a pesar de todas las vicisitudes, el misterioso cofre 41 del Museo en Berlín ha liberado sus secretos, setenta años después: las 18.000 mariposas y sus sobres, la vida y las investigaciones del olvidado Arnold Schultze, el libro y las fascinaciones por sus revelaciones. Tesoros heredados de la biodiversidad de nuestra nación. Por Joachim Hahn


Una historia fascinante!, Mariposas, viajes, maleta olvidada por años en un museo, un artista, segunda Guerra Mundial, hundimientos de barcos, la isla de Madeira, y muy poco sobre la vida del personaje, ¿El abuelo en amistad con tan peculiares personajes?, un conde sueco y una pareja de entomólogos, ¿Sería posible?, no me la creía, y faltaba aun corroborar que se tratara de los mismos Schultze, estaba difícil pues las fotos que se tenían no ayudaban mucho para un reconocimiento facial. De la vida de Arnold Schultze-­‐Rhonhof y su esposa se sabe poco; él nació en 4 de marzo 1875 en Colonia , y murió el 22 de agosto 1948 en la Isla de Madeira, era un oficial alemán , geógrafo y entomólogo, de su esposa no hay datos. El hizo una carrera militar, estuvo en expediciones científicas en África y Suramérica, realizó algunas publicaciones científicas, y la mayoría de sus colecciones de mariposas y plantas se perdió. Hay un diario de viaje por Colombia del cual se tomaron algunos extractos para la publicación del libro en alemán. Del hundimiento del barco alemán “Inn” por el buque de guerra inglés “Neptuno ”, hay una historia en alemán que requiere se traducida aún, http://www.nexusboard.net/sitemap/6365/von-­‐englandern-­‐aufgebracht-­‐t296704/, en las que hay varios detalles sobre como fue bombardeado el nombre de los capitanes y oficiales, y como solo ellos únicos pasajeros, solo pudieron salvar sus queridos loros. Hay una foto del “Neptuno”. Del libro recomendado por Joachim, "Der Schmetterlingskoffer", se podían ver algunas de sus páginas en el sitio de la editorial que lo publica, y además de apreciarse la calidad de su diseño, se podían leer en alemán referencias a Barranquilla, Santa Marta y otros lugares y nombres de Colombia, he aquí algunas de sus páginas: Que ganas de tener el libro, que ganas de saber alemán, y entonces vino en mi ayuda mi hermana Susana, ella se ofreció a conseguirlo, para que pudiéramos ver en detalle su contenido. Ya el libro está en sus manos y las referencia a Barranquilla, Santa Marta y nombres de personas, permitirán avanzar en nuevas pistas sobre su estancia en esos lugares. Mientras llegaba el libro había que seguir buscándole. Sería bueno entrar en contacto con sus autores el señor Hanns Zischler y la diseñadora grafica Hanna Zeckau.


Hanns Zischler es un actor alemán del cual se dice en Wikipedia: Hanns Zischler (born 18 June 1947) is a German actor most famous in America for his portrayal of Hans in Steven Spielberg's film Munich. According to the Internet Movie Database, Zischler has appeared in 171 movies since 1968. Known in Sweden for his role as Josef Hillman in the second season of the Martin Beck movies, though his voice is dubbed. De Hanna Zeckau encontré lo siguiente: Hanna Zeckau Nacida en 1978, es una diseñadora gráfica e ilustradora. En 2007 se reunió con Carsten Aermes y editaron Brehm, perdida de la vida animal: Enciclopedia Ilustrada de aves y mamíferos extintos y obtuvo la medalla de bronce en el 2008 al "Mejor Diseño de libro de todo el mundo” y fue honrada por la Fundación de las Artes como "uno de los libros más bellos del 2007", vive y trabaja en Berlín. Tenía los nombres de los autores y asumí que al ser figuras públicas y actuales sería muy fácil dar con ellos, envié mensajes a la editorial, a los correos electrónicos que aparecían, los busque en Facebook, pero no obtuve respuesta. Ellos habían tenido acceso al diario de Schultze y por allí se podría preguntar. Pero pasaban los días y no había señales de ellos. Sabía que para hacer el libro habían estado trabajando en el Museo de Historia Natural de Berlín y me dispuse a llamar allí. ¿A quien preguntarle?; me encontré los teléfonos del departamento de Zoología, las colecciones de Lepidoptera, he aquí el equipo: Llame… quien me contesto me dio a entender (pues no hablaba inglés), que todos estaban de vacaciones y que llamará en una semana más. Espere… pacientemente…, y a la semana llame nuevamente, me contesto Wolfram Mey, el encargado de la colección y curador, quien me mencionó en interés que tienen por conseguir fondos para poder trabajar con las 18.000 mariposas, y que le había enviado mis datos a Zischler y Zeckau. Posteriormente recibí otro correo de Viola Richter, confirmándome lo mismo:


Richter, Viola Viola.Richter@mfn-berlin.de Dear Hugo Rocha, Your mail is a sensation. Last 6 weeks I was in a hospital. Today is my first day at work. But I send this message immediately to Hanna and Hanns. Both will be delighted and surprised. Best wishes and many thanks.

Hasta ese momento, yo estaba armando toda una expectativa de tener información sobre los Schultze, basándome en una foto de mi abuelo y de la copia hallada en Suecia, y todos me recomendaban que pidiera un escáner más nítida de la foto de Suecia, pues era la que tenia mejor resolución, y contra la que se podría contrastar al encontrar eventualmente fotos con los autores del libro. Ya Didrik me había anunciado que hasta agosto, me podría mandar mejore fotos escaneadas pues su hijo era el que sabía hacerlo mejor y andaba de viaje. De todas formas le conté como iba la historia, le recordaba escanear la foto y si tendría información adicional de los Schultze. Para mi sorpresa el correo traía buenas noticias, Didrik se había encontrado más fotos del año 1932 y en ellas el rostro de los Schultze ya eran nítidos, he aquí su correo y las fotos: Hi Hugo, Nice to hear from you again. Sorry for waiting so long to answer you. But I hope I have something for you regarding the Schultzes. But first the translation you asked for. "Ego (means my father), Hillstad , Mr and Mrs Schultze. Farwell party onboard the proud ship Pichincha." I enclose two scannings where I have found photos of the Schultzes. The first photos up to left says "At the tennis court of the German Club after playing. The Family Schultze to the left". Down to left. "Holiday visit with the family Schultze and Haberman". Up to right. "I share a villa up in Prado with the German family Schultze". Down to right. "The German Club in Barranquillia". The second photo. Up to right uninteresting. Down to right." Mrs Schultze tries my Mexican hat". What was interesting to me was the Mr. Schultze has studied butterflies in Columbia. I have after my father two pictures with at least 20-25 beautiful prepared butterflies, which I now can suspect that he has got from Mr Schultze. My father never mentioned how he has got these. This will be all for this time. Regards, Didrik




Imágenes de los Schultze jugando tenis, la fachada del Club Alemán, y la fachada de la Villa que compartían con Ehrenborg en el barrio Prado de Barranquilla, nuevo material, nuevas pistas. Para el cronista de Barranquilla Alfredo de la Espriella, director del Museo Romántico, la ciudad le debe mucho a los alemanes, así me lo reiteró en varias ocasiones en conversación telefónica, insistiendo en tres hitos imponderables, su participación en el desarrollo de la navegación fluvial, aérea y marítima. Hombre de negocios muy importantes se establecieron allí, tenían su propio colegio y su club social, años más tarde la colonia alemana mostraría públicamente sus simpatías por el partido Nazi, y como aún el Nacional-­‐socialismo no caía en desgracia al perder la Segunda Guerra Mundial, se reunían y hacían ostentación de sus símbolos: Reunión del partido nazi en Barranquilla (principal centro de actividades de los simpatizantes de Hitler en Colombia), en ceremonia presidida por su jefe Emil Pruefert. Fotografía: Archivo Planeta Editorial, Bogotá.

Reunión del partido nazi en su sede de Barranquilla. Archivo Planeta, Bogotá.

Ceremonia nazi en Barranquilla. Detrás del jefe marchan los milicianos Koch y Jost.


Silvia Galvis hace un recuento de la participación de los alemanes de barranquilla en los intentos de golpes de estado a los liberales por parte de Laureano Gómez y los nazis. http://www.banrepcultural.org/blaavirtual/revistas/credencial/julio95/julio3.htm Seguir la pista de los Schultze en Colombia y particularmente en Barranquilla, requerirá tener acceso a al diario de viaje completo, ubicar la casa de Prado, encontrar material entre quienes pudieron haber interactuado con ellos en esos años, y si contamos con suerte, encontrar fotografías de familiares de los Schultze que puedan compararse con las ya existentes. Por el momento nuevas informaciones, vienen a fortalecer la sospecha de que se trata de los mismos Schultze, una tiene que ver nuevamente con Didrik de Suecia. Ya llevaba tiempo sin comunicarme con él, y se me ocurrió preguntarle por los marcos con mariposas que había mencionado e sus correo, y entonces me dijo que allí los tenía, en su casa de campo, y me los enseño vía Skype, aclarándome que no tenían ninguna firma o señal que dijera que habían sido elaborados por Schultze, pero que su padre si le había dicho cuando el era chico que los había traído de Colombia, he aquí los marcos:

He consultado con dos de los más importantes mariposologos de Colombia, quienes sorprendentemente dicen no tener noticia de la historia de Schultze en Colombia, ni de la maleta hallada en el Museo de Berlín y que se encuentran interesadísimos porque se avance en la investigación en la cual están dispuestos a contribuir desde su mirada científica, he consultado digo y me confirman que las mariposas a simple vista se ven como colombianas. Y la otra información proviene de más al sur, en el Ecuador, donde los Schultze pasaron sus años del 34 al 39, y que en un blog de un joven alemán encontré una entrada haciendo referencia a una pareja de loros llamados Schultze y Schultze, y unos marcos con colecciones de mariposas en el pueblo de Baños, Ecuador. ¿Coincidencia?, hay que recordar que los Schultze apreciaban mucho a los loros y fueron lo único que salvaron cuando el barco se hundía, ¿Será esta otra pista del recorrido de los Schultze?.


Los escritos de Schultze, pueden ser otra fuente de información, habrá que conseguir el artículo “Flammen in der Sierra Nevada de Santa marta” (Llamaradas en la Sierra Nevada de Santa Marta), en el que se dice hace una viva descripción de los peligros de la deforestación para los cultivos de la zona, y de publicaciones que tuvo en revistas alemanas y la revista Cromos de Colombia, en la sección COLOMBIA DESCONOCIDA, de la que tuve la suerte en conseguir un articulo suyo:




La historia del abuelo y estos personajes sigue queriendo ser contada.


Recientemente, Wolfram Mey, me envió una foto de Arnold, con una muy clara resolución:

Hoy 13 de noviembre del 2012, he logrado contacto con Kurt Schultze-­‐Rhonholf de Lima, Perú, quien amablemente respondió mi llamado y abre un nuevo camino en la investigación. Como decía atrás esta historia continurá…


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