Egipto. Tomo 2 (1882)

Page 1







i

A

'

POR

JORGE EBERS TRADUCCION DIRECTA DEL ALEMAN

POR EL

EXCMO. SR.

D.

ANTONIO BERGNES DE LAS CASAS REVISADA Y CORREGIDA POR

DON CAYETANO VIDAL DE VALENCIANO CATEDRÁTICO QUE HA SIDO DE GEOGRAFÍA HISTÓRICA Y HOY DE HISTORIA DE ESPAÑA EN LA FACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRAS DE LA UNIVERSIDAD DE BARCELONA

EDICION

MONUMENTAL

ILUSTRADA CON 650 GRABADOS INTERCALADOS EN EL TEXTO Y ENRIQUECIDA CON 2 CARTAS GEOGRÁFICAS TIRADAS Á TRES TINTAS, I PORTADA EN COLORES Y 24 MAGNÍFICAS IMITACIONES DE LAS ARTÍSTICAS ACUARELAS DEL REPUTADO PINTOR

CARLOS WERNER

TOMO SEGUNDO

Y ;

UNI VER S ‘Tí

V BARCELONA

ESPASA Y COMPAÑÍA, EDITORES 223,

CALLE DE LAS CÓRTES, 223

r

SEVILLA


La traducción de esta obra es propiedad de Escasa y Compañía, editores. Queda hecbo el depósito que previene la lev, y se reservan todos los derechos que la

misma concede.



REJUVENECIMIENTO

DE EGIPTO el siglo xvii data cierta memoria redactada

por Leibnitz y elevada á Luis

XIV

sugirién-

dole la idea de apoderarse de Egipto.

parte obtuvo del Directorio la

Bonamás completa

aprobación respecto del plan que concibiera,

y cuyo objetivo consistía en cortar poder que, según cuidó de advertir, de ningún atacarse con al

más esperanza

suelo del África,

dos por India.

el

No hay

modo podía

que dueña Francia del valle

serle difícil cerrar los

comercio inglés,

caminos segui-

y extender su brazo hasta la

para qué encarecer todo

de tener para

vuelo

de éxito, que llevando las armas

toda vez

no habia de

del Nilo,

el

poder de Inglaterra, cada dia creciente,

al

el

atractivo

que habia

joven y entusiasta general tan desusada y atrevida empresa. Cuéntase que antes de que la prevenida flota

el

abandonara

la

rada de Tolon en

mayo

de 1798, habia

sostenido que las grandes reputaciones sólo en Oriente pueden

formarse.

¿Era

la

Europa lugar demasiado estrecho para su

ilimitada ambición?

figura de Alejandro, cuyos altos hechos viven

Occidente? Sin duda alguna; pues sólo organizar, para que acompañara

al

aún en

¿Pensaba acaso en aquella majestuosa la

memoria,

lo

mismo

de Oriente que de

héroe macedonio podía proponerse como modelo,

al ejército

que marchaba

al Egipto, aquel

al

cuerpo de sabios


,

.

REJUVENECIMIENTO DE EGIPTO

4

y de artistas que se

de

más

gidos entre los

Su

componía

de cien miembros, ele-

más eminentes.

actividad infatigable, desin-

teresada, coronada por el éxito

más completo, proporcionó patria

á su

derecho completo para

alabarse de una expedición que,

bajo

si

el

no dió

político

punto de vista los resultados

que podian esperarse, no por esto dejó de ser fecundísima en

trascendentales

La verdad

consecuencias

es que

merced á

sus esfuerzos, lograron aquellos sabios comunicar nueva vida á la

cuna del linage humano,

que hacia largos siglos vacia sepultada en olvido.

el

más profundo

Su magnífica obra cono-

cida bajo el título de Descripción

de Egipto

nos revela que es

in-

dispensable retrasar la historia MAMELUCO CON TODO SU ARMAMENTO

de nuestra raza, v abrir nuevos

horizontes á la investigación científica, y caminos nuevos al comercio de las naciones.

El designio del gobierno era un secreto para todo

buques de

la

el

mundo en

el instante

en que los

República zarpaban del puerto de Tolon. El 2 de junio fondeaban delante de

Alejandría, y pasados diez y nueve dias la célebre batalla de las Pirámides decidia de la


REJUVENECIMIENTO DE EGIPTO suerte de Egipto.

tenian reducido

el

Consignado dejamos en

el

5

volumen precedente

país la codicia del bajá turco y de los beyes

el tristísimo

estado á que

mamelucos: para comprenderlo

basta saber que la población, que se halla hoy duplicada, habia descendido á la insignificante

de un millón y medio de habitantes. No se crea, sin embargo, que era negocio sencillo y desprovisto de inconvenientes el que los franceses emprendieran los valerosos jefes del cifra

:

Ibrahim y Murad—bey, éste sobre todo, combatían á la cabeza de un ejército superior en número al francés, con el caballeresco heroísmo que áun en Europa les

valle del Nilo,

muy

conquistó las simpatías de no pocos de sus contemporáneos; pero las impetuosas cargas de la ágil

y aguerrida caballería mameluca, estrelláronse contra

CERCANÍAS DE GIZEH

Córcega, y los robustos cuadros de

I

el

genio militar del hijo de

ENTRE LAS PIRÁMIDES Y EL NILO

la infantería francesa.

A

la

manera que

el ejército

de los

fatimitas conducido por Djohar, las huestes de la República, guiadas por Bonaparte, deci-

dieron de la suerte de Egipto, entre

el

Nilo y las Pirámides, no léjos de Gizeh.

aquellos monumentos, que en otro lugar

hemos

expedición aquellas solemnes palabras,

que acaso no tengan igual en

«Soldados, dijo

elocuencia militar.

al

comenzar

descrito, suscitó

la batalla,

en

la

mente los

no olvidéis que de

La

vista de

del jefe de la fastos

lo alto

de la

de esas

»pirámides nos contemplan cuarenta siglos.»

La

victoria hizo

dueños á

los franceses del Cairo

durante tres años, no obstante EGIPTO,

TOMO

I!.

la destrucción

y

del valle del Nilo, logrando sostenerse

de su escuadra por la inglesa,

mandada por 2


REJUVENECIMIENTO DE EGIPTO

g

Nelson, en el

mando

las

de Bonaparte á Francia, tomo aguas de Abucquir (1798). Después del regreso duda alguna de los oficiales sin entendido más el Kleber, general

de las tropas

el

de órdenes, el dia 20 de marzo de 1800, dióse la batalla y bajo sus batalla memorable en la cual aquella Heliópolis; antigua la Matarijeh, junto á las ruinas de un ejército turco seis veces mayor. El mil franceses pusieron en precipitada fuga á del ejército egipcio,

diez

á puñal de un fanático, natural de Alepo, puso término

la vida de

Kleber en una

calle del

Menou, a firmar los ingleses obligaron á su inepto sucesor, y pocos meses después primero, y mas Cairo el en predominio, su perdían una capitulación, en virtud de la cual tarde el que ejercian en Alejandría (setiembre

Cairo,

La

de 1801).

nación francesa debió en conse-

cuencia de esto renunciar á la posesión del Egipto;

poco

mas

su influencia no se menoscabó

mucho.

ni

Si la cultura europea

trado en las orillas del Nilo, con

que en otro país alguno de Oriente en ras de la sociedad

más

distinguida, y

en las clases populares, hasta

rapidez

las esfe-

ha

influido

punto de que

el

abandonen paulatinamente muchas de guas costumbres, á

ha pene-

más

los franceses,

las anti-

y sólo á los

franceses se debe; pues para ello bastaron, por

un lado

las disposiciones reglamentarias dictadas

por Bonaparte, y por otro la amabilidad, que es la raza,

rasgo característico de

supieron insinuarse y ganar

merced á

el

la

cual

corazón de los

gobernantes. Gracias á tales dotes lograron captarse las simpatías

y hasta

benevolencia del

la

hombre eminente que ha conducido por nuevas vias los destinos del Egipto, y fundado la casa

que ejerce ESTATUA DEL GENERAL

J. B.

KLEBER EN ESTRASBURGO

Nilo.

Mohamed

Mehemet)

Alí, el

mido de cuantos príncipes han

De

familia humilde,

más ensalzado y

al

Ya

al

se

presente su dominio en

el valle del

comprenderá que nos referimos á

propio tiempo

el

más inicuamente

depri-

existido en Egipto.

pero en manera alguna abyecta, como han sostenido algunos sin

ciudad de verdadero fundamento, ese hombre extraordinario nació en Cavala, pequeña Macedonia, en el año 1769. Habiendo quedado huérfano en edad temprana y hallándose dotado de las sus

tíos,

más

felices disposiciones,

y muerto

éste,

el

tomáronlo bajo su protección, en primer lugar, uno de

sub-gobernador de su ciudad

eminentemente práctico, y su intuición respecto de

Puede

natal.

recibió instrucción alguna de la que en la escuela se difunde;

decirse que

mas aún

los negocios

así,

jamás

su espíritu,

supo aprovechar para su


REJUVENECIMIENTO DE EGIPTO

,

V\

•

,\v'

MERCENARIOS ALBANESES

7


REJUVENECIMIENTO DE EGIPTO

8

desenvolvimiento las repetidas lecciones que propósito de aumentar

el

siendo de advertir que trajo

el

tabaco constituía

en dote su primera esposa,

le ofreció

el

divan de su padre adoptivo. Con

emprendió diferentes negocios sobre tabacos,

rentas,

sus

el

producto

— debiéndose

más importante

á dicha circunstancia

biógrafos le hayan llamado «el antiguo comerciante de tabaco.»

cuerpo de tropas levantado por hijo,

amigo que

le sirviera

En 1799

que

le

que varios de sus

pasó á Egipto con

de padre, y que bajo

mando

el

el

del

que contaba entonces veintinueve años, iba á engrosar las fuerzas destinadas á luchar

contra

En

el ejército francés.

andando

los que, rios,

el

del patrimonio el

el

el

campo de

batalla fué

donde se encontró por vez primera con

tiempo, debían ser sus mejores amigos, y que con ser entonces adversa-

no pudieron ménos que hacer

justicia á su arrojo, decisión

y

altas dotes militares á

que

debió la rápida carrera que hizo hasta llegar á coronel ó biu-baslii. Recibido con gran aprecio

v distinción por Khósrew-bajá, nuevo gobernador enviado por ser, á la vuelta de breve tiempo, temible rival,

la

y protegido por

el

Puerta, del cual había de

almirante de la escuadra

turca, comprendió inmediatamente la debilidad de su señor, y convencióse de la imposibilidad

que

existia para sostener durante

mente á

la

dominación de

más tiempo

los beyes.

En

la situación política

de Egipto, sometido nueva-

vista de ello trazó desde luego su plan, y dispuesto

á llevarlo á ejecución, comenzó por formarse un partido con

lo

más

avaro Khosrew-bajá, partido con

el

cual contaba para llevar á

turcas,

que licenciara

el

ejecución sus ambiciosos proyectos, y con

el

nombramiento de

del país, que habia merecido á su jefe inmediato.

mañana

á los beyes

jefe superior

Dueño ya de

influencia al servicio de los diferentes partidos, secundando

sirviendo

mamelucos, que después de

escogido de las fuerzas

hoy á la

de toda la policía

tan elevado cargo, puso su los

empleados de

la

Puerta,

evacuación del Egipto por las

tropas francesas, se habían entregado de nuevo á las vejaciones que impusieran á los pueblos, atentos solamente á satisfacer su codicia y sus instintos de rapacidad. utilizar

en provecho propio

el

poder de los unos y de los otros, hasta

Nada el

omitió para

dia en

que logró

apoderarse del gobierno supremo del Egipto inferior, comenzando por desembarazarse de

Khosrew y de cuantos

rivales le estorbaban,

y haciéndose proclamar bajá por

los cairotas

se hallaban reducidos al último extremo, á consecuencia de las exacciones de los

que

mamelucos y

de las depredaciones llevadas á cabo por las tropas turcas que licenciadas y sin sueldo tenian

que entregarse alcanzó de

la

al

pillaje.

Puerta

el

En semejante

situación establecióse en la ciudadela, desde donde

nombramiento de gobernador, y más tarde

Después de haber castigado repetidas veces á

los beyes,

el

de príncipe hereditario.

cuya caprichosa y desatentada

al progreso y desarrollo de la pública riqueza, aniquiló y puso término á su oposición por medio de un acto de fuerza de los más cruentos que registra la historia. Invitóles á todos, en número de cuatrocientos ochenta, á una fiesta que tenia dis-

administración era obstáculo insuperable

puesta para el dia l.° de mayo del año 1811 en la ciudadela del Cairo; y atentos á su invitación, después de haberse reunido en un punto previamente convenido, se dirigieron en vistosa ,

cabalgata al lugar de la cita, vestidos con sus mejores galas, ostentando sus armas preciosas y

más

montando arrogantes corceles ricamente enjaezados. En cuanto hubieron penetrado


BE JU YE N ECBIIEXTO DE EGIPTO

9

SALTO DEL MAMELUCO EGIPTO,

TOMO

II

3


REJUVENECIMIENTO DE EGIPTO

10

Azab do la elevados muros que termina en la puerta el estrecho camino flanqueado de de un cañonazo: por medio de él avisaba Mehemetestampido el viento el hendió ciudadela, había llegado el instante de comenzar la matanza, y en Alí á los soldados albaneses que de todas las claraboyas, de todas las aberturas, ventanas, las todas de través al efecto, empezaron á vomitar la muerte y el exterminio. instante descargas no interrumpidas un sólo detrás de la robusta muralla. Un centenar situados fuego el rompían que albaneses los Eran revolcándose en su propia sangre, proyectiles, de hombres y caballos alcanzados por los la primera siguieron nuevas descargas que rodaron sobre el suelo en el camino cubierto. las balas echaron diezmaban á los amontonados beyes. Los que habían sido respetados por apercibiéronse ála defensa; pistolas las empuñando alfanjes los desenvainando tierra pié á y y buscaron al enemigo que disparaba contra ellos sobre seguro: al alcance de sus

A

mas en vano

miradas no habia más que muros elevadísimos, cortados á pico, la

muerte y

medio

al

través de los cuales pasaba

Caballos y jinetes, vivos, muertos y moribundos, formaban en espantoso un monton horrible, del cual se escapaban aves, gemidos y

la destrucción.

del desorden

maldiciones, en

el

más que

moribundos

los

cuyos

se estremecían en el estertor de la agonía, y

rumores y estremecimientos iban extinguiéndose al paso que crecia y se ensanchaba. Cual se extinguido en borra con la esponja la cantidad escrita sobre el encerado, Mehemet-Alí habia el

breve espacio de media hora aquellas vidas que

v exuberancia de sus fuerzas.

momentos

antes se agitaban en la plenitud

mamelucos escapó á

Sólo uno de los

la

matanza.

que, arrastrado en vertiginosa carrera por su caballo, precipitóse desde

saltando

el

parapeto de la ciudadela: por lo

menos

una

Amin— bey,

altura enorme,

así lo dicen los cairotas,

que no sólo

lo

creen, sino que muestran al viajero el sitio desde el cual se lanzó ciego el brioso corcel.

Terminada el-Azab

,

la

horrenda tragedia, cuando no quedaba alma viviente ante

presentóse á

Mehemet-Alí su médico

Mehemet no

parabienes.

muerte dada á

le dijo

los beyes,

tampoco perderse de

vista

que

el

Edad media: y

dominado por

el

furor sanguinario, sino

ciones del corazón; pero

un

puerta de entusiastas

terrible, espantosa;

La

mas no debe

dominación de los mamelucos. El crimen de que

la historia,

no á

embargo, quien

sin

la

más

Egipto habría sido presa de un despotismo feroz como no

acabamos de dar cuenta pertenece á la

dirigiéndole los

palabra; pero pidió de beber y bebió á grandes tragos.

no hay para qué ocultarlo, fué

se le hubiera librado de la desastrosa

tiempos de

italiano,

político

un

lo

leyenda: es de nuestro siglo, no de los

la

cometió no era en manera alguna un loco

político accesible á todos los sentimientos

que marchaba derecho á su

fin, sin

y emo-

atender á consideración

alguna que de su camino pudiera desviarle, é incapaz de retroceder ante recurso alguno, por

más espantoso que

La

tragedia tuvo

matanza de

fuese,

la ciudadela,

permanecido en

si

juzgaba de trascendencia

un epílogo más horrendo,

si

Mehemet-Alí ordenó

las provincias, los cuales se

el fin

que se propusiera alcanzar.

cabe, que la tragedia

elevaban

al

número de

nadores, en cumplimiento de las órdenes de aquél, enviaron á víctimas.

UNIVERSITARIA, j

'

^

SEVILLA

misma. Terminada

la

estrangulación de los beyes que habían

la

seiscientos.

la capital las

Los gober-

cabezas de las


REJUVENECIMIENTO DE EGIPTO Ante semejantes hechos comprendió

11

Puerta que aquél su súbdito que gobernaba

la

Egipto con poder ilimitado, convertíase para

ella

el

en enemigo peligroso, y en consecuencia

le

encargó que emprendiera una campaña contra los ouahhabitas. Eran éstos los miembros de

una

secta formidable, fundada por

propuesto

el

un

Abd— el-Ouahhab

tal

restablecimiento del primitivo monoteísmo

,

todavía existente, que se había

musulmán, y en consecuencia

combatia de una manera especial

la devoción á los santones, ejerciendo en toda la Arabia, en época á que nos referimos, tan extraordinaria influencia, que sus secuaces lograron sin ma\oi esfuerzo apoderarse de los lugares santos de la Meca de Medina amenazando con la

y

arrojar de ellos á los verdaderos creyentes.

SITIO

En

las batallas

hijo de

,

Mehemet-Alí y después de

él

DEL SALTO DEL -MAMELUCO

su hijo adoptivo Ibrahim-bajá, uno de los

término á esta guerra en

Tousom,

más

notables generales de nuestro siglo, pusieron

la cual resultaron vencedores.

que Ibrahim dio más tarde, pudo ya contar con tropas egipcias reclutadas

entre los felahes, y no con mercenarios albaneses; pues su padre logró desembarazarse por

completo de esos insolentes aventureros. virey, perecieron

En

en una expedición contra

su mayor parte, y con ellos uno de los hijos del

Nubia y contra los negros del Sudan los que un ejército aguerrido y disciplinado contra el

la

:

sobrevivieron encontráronse á su regreso con cual nada podían.

á

fin

En 1824 Ibrahim-bajá

se dirigió á Grecia al frente de sus tropas felahes,

de prestar auxilio al sultán contra los helenos, que habían levantado

de la independencia, y sometió la Morea, en

la

?

Á3.TÍ'.»¿ >

y i

;f A

i

.

•'

i

i

el

estandarte

que permaneció hasta 1828, en

3v

;

f/h

v

el

cual


REJUVENECIMIENTO DE EGIPTO europea. Al cabo de de las reclamaciones de la diplomacia tuvo que abandonarla en virtud juzgo su padre Rusia, la contra sostuviera que la Turquía cuatro años, y terminada la lucha la sobela independencia absoluta y rechazar conquistar de momento que habla llegado el á la mano, vino le se que coyuntura primera aprovechó la de la Puerta. Para ello ranía dueño guerra una reclamación insignificante. Ibrahim se hizo sirviendo de pretexto para la después de la gran victoria decisiva de mayor parte del Asia anterior, de suerte que

de

la

Nisibi. obtenida en 1839, en la cual

padre

el

trono del sultán,

si las

tomó parte

el

general de Moltke, habría entregado a su

potencias europeas, y especialmente Inglaterra, no hubiesen

intervenido segunda vez, obligando á

Mehemet-Alí á que

se diera por satisfecho

firman de 1841, en cuya virtud

Puerta

la

le

con

el

decla-

raba príncipe hereditario de Egipto, concediéndole

además

otros derechos no

menos importantes. Con

todo, semejante tratado contenia diferentes restric-

ciones

sumamente embarazosas

mayor

;

pero

parte fueron suprimidas en

al fin

el

en su

reinado del

jetife Ismail.

Mehemet-Alí, postrado por 1848

el

los años, entregó

gobierno á su hijo Ibrahim, y murió en

en el

año siguiente en su palacio de Shoubrah, después ele

haber nombrado heredero á su

hijo Halim-bajá.

Los jardines de esa magnífica mansión constituyen al presente

uno de

los paseos favoritos,

no sólo de

también de

los extran-

los habitantes del Cairo, sino

jeros que residen en la ciudad de las pirámides,

ofreciendo uno de los al

y

de estío, á

MUCHACHO JARDINERO

más agradables pasatiempos,

par una grata distracción, durante los meses la caída

de

la tarde, el

espectáculo que

brinda la elegante sociedad europea, confundiéndose

á la

la

árboles frondosísimos de raras especies, con las familias

sombra de

sociedad africana.

avenida de Shoubrah, harían olvidar que

el

extranjero se halla en

pié, pueblo oriental, sin los Sais que, montados en sus corceles ó á

vehículos, según

más

distinguidas de

Los carruajes de alquiler y las lujosas carretelas que colman la célebre

hemos tenido ocasión de

un

país ocupado por

marchan

un

delante de los

indicar hablando de las calles del Cairo.

Preciso se

calidad de las personas hace, sin embargo, decir algo de los coches cerrados, siquiera por la

que

los

ocupan

.

que por punto general son las

más famosas

bellezas de los

harems

aristo-

Delante de tales carruajes, y abriendo paso á los mismos, suelen marchar algunos eunucos, viéndose otro generalmente sentado junto al cochero, que fulmina tremendas

cráticos.

miradas á

los europeos

que á

pié, á caballo ó jinetes

se deslizan junto á las portezuelas, con

el

sobre pacíficos y graciosos jumentillos

propósito de alcanzar una fugitiva mirada siquiera,


REJUVENECIMIENTO DE EGIPTO

14

A

ambos lados del paseo Aense larguísimas pestañas. de las bellas prisioneras cuyos ojos velan jardineros que puesto un jóvenes bebidas; naranjas venden y hombres mujeres árabes que y

ramos y ñores, y aldeanos? ó peiegiino» dicho espectáculo para ellos comcontemplan abierta, boca forasteros que, con un palmo de

transeúntes ramillete en el turbante ofrecen á los

,

pletamente desconocido. El palacio de Shoubrah, con los jardines que

En

bajá.

le

rodean, acaba de ser restituido á Halim-

derredor del estanque principal se distinguen vistosos kioscos y galerías que sin interés alguno para el inteligente.

embargo no ofrecen mención en

el interior del palacio.

El retrato de

Tampoco hay

Mehemet-Alí que

de una de las salas, no pasa de una mediana pintura: de todos

muy

hizo del virey en

breves palabras

un muerto había tenido pudiera decir:

«Su

se

modos

cosa digna de especial

contempla en vale

la

menos que

pared el

que

príncipe Pückler-Museau. El autor de las Cenatas de

el

fortuna de hablar repetidas veces con Mehemet-Alí, y de aquí que

la

me

alteza

recibió en

una de

las salas bajas del palacio,

que estaba llena

numerosa muchedumbre de cortesanos y empleados. Después de haberme abierto paso »por entre la concurrencia, distinguí al virey que estaba echado en su otomana sin tener á su » de

»lado

más persona que

»que r juzgando por

el

intérprete ó

los bustos

»y gozaban fama de

muy

parecidos, habíamele figurado

» durísimo, vestido

con fastuoso

»los bustos, que

daban

le

»nada ménos que

cierta

esto: era

dragomán Artim-bey. Grande

un

un hombre

resuelto, de aspecto

y con rasgos de fisonomía, á juzgar por los de semejanza con la que ofrecen los retratos de Cronrwell. Pues

viejecillo

»sin fajas, pedrerías ni garambainas, ni

más

mi sorpresa puesto

traje oriental,

de afable aspecto, envuelto en un modesto balandrán

»gris, con sencillas guarniciones blancas,

»ni

fué

que se ven en Alejandría y por ciertos retratos que había visto

que se confundían con su barba luenga y venerable, turbante ni otra insignia que el sencillo fez rojo;

más

joyas ni sortijas que un luengo rosario con el cual jugueteaban los dedos de su

mano

Su cuerpo era robusto y mismo una pulcritud y una suavidad

»tan bella y delicada que podrían envidiársela no pocas mujeres.

»bien proporcionado, constituyendo todo

»que

» dulce benevolencia,

» como la del águila, así

róme

el

adorno del

que expresaba al par tranquila dignidad y no obstante estar adornado de unos ojos cuya mirada era penetrante

casi podría llamarse coquetería.

Su

rostro,

como por

por su benévola sonrisa,

profunda simpatía sin mezcla alguna de aversión

la

dulzura de su ademan, inspi-

No

debe ocultarse, sin embargo,

humana y bondadosa

de Mehemet-Alí, y con lo cual le comunica el aspecto de uno y ser comunmente su mirada dulce y apacible sus ojos toman de cuando en cuando, y »de nuestros monarcas cristianos más bondadosos

»

que no obstante

la

conducta generalmente

— —

» todo

» especialmente en aquellos

momentos en que

cree no ser observado, una expresión particular

»de desconfianza y amargura: es la manifestación completa é íntegra del elemento turco, un »si es no es salvaje, de que está dotado en gran parte el virey. En ella puede leerse no poco »de »

lo

que forma acaso

el

lado sombrío de su carácter, respecto de lo cual no debe hacérsele

cargo alguno, por la sencilla razón de que un grande hombre, no por serlo ha de estar

» desprovisto de sus fases oscuras

y brillantes como

el

más

insignificante de los mortales.»


REJUVENECIMIENTO DE EGIPTO Tales son las palabras de que se vale Pückler, que en persona de Mehemet-Alí, puede observarse una tendencia

15

el juicio

que emite acerca de la

muy marcada

á ocultar bajo

un

aspecto de&lumbiador hasta las sombras

más profundas que se perciben sobre la poderosa fi & uia de su héroe. Imposible desconocer y menos todavía negar al virey las más elevadas condiciones de hombre de Estado y de hombre de guerra; su actividad constante; su energía incomparable; su fuerza de voluntad jamás desmentida, siempre y cuando se trataba de la que debian resultar en provecho de su persona, ó en bien del

realización de fines elevados,

P

'

tampoco

<_&

desconocer que no escrupulizaba en

lícito

medios cuando trataba de realizar

Y

tales fines.

sin

la elección y empleo de embargo, se comprende perfectamente:.

PABELLON DEL JARDIN DEL PALACIO DE SHOUBRAH

podría hasta decirse que lo que sucedió debia por fuerza, fatalmente suceder, dadas las Por un lado el espíritu oriental; una imaginación volcánica, cuyos

condiciones de la persona.

arrebatos no podían ser moderados por

de ella; por otro lado libertad concebido:

tal

el

freno de la instrucción, por lo

omnímoda para

carecia

era la situación en que se encontraba; tales las condiciones que reunía la

personalidad de Mehemet-Alí.

A

ellas ajustó

bien es verdad que no siempre obtuvo

haberse quedado corto en

el

vuelo,

el

constantemente los actos todos de su vida, y

si

resultado que se propusiera, no tanto fué por

como por haberlo levantado

defecto, siempre, en todo caso, fué por exceso.

dominaba

mismo que

llevar á cabo los planes en cuanto se habían

Muchas

sin

mesura: jamás pecó por

veces la frenética impaciencia que

fué causa de que se malograran sus mejores intentos:

podría decirse de

él,

le

que


.

REJUVENECIMIENTO DE EGIPTO

16

apénas echada la simiente en

áun nacidas

las espigas,

perecíase por llevar á cabo la cosecha, y que no eran

el suelo,

cuando empuñaba ya

la

hoz con que pretendía segarlas. Resuelto á

materialmente, sino en virtud del enriquecerse y á enriquecer su casa; pero no á enriquecerse industria, de su agricultura, progreso material del país, del desarrollo de su comercio, de su alta escala; pero cegado no por su hízose propietario, hacendado, comerciante é industrial en monopolizar toda la producción

codicia, sino por sus deseos de engrandecimiento, á fuerza de

v todo

que antes realizaban sus súbditos, en lugar de favorecer su riqueza

tráfico

el

perjudicó; en vez de fomentar

que totalmente gobierno,

le

los aniquilara.

el

la

desarrollo del comercio y de la industria, faltó poco para

Los franceses, especialmente en

prestaron eficacísimo apoyo, y así por gratitud,

primeros tiempos de su

los

como por

el

respeto y conside-

merecían su ciencia y su saber, del mismo modo que por la simpatía que despertaron en su corazón las formas afables y las maneras corteses que los caracterizaban y ración que

le

distinguían, concedióles la preferencia sobre las

bastado, de

fijo

naba, adoptara

habría hecho cuanto de

formas de

las

la

él

v por consiguiente

el

Si su voluntad hubiese

pueblo sobre

cual gober-

los cimientos

que

la

Lo

construcción tuviera consistencia.

elementales, en las cuales se hubiese

el

más

con objeto de levantar sobre

terminado proceder á su cubierta y ornamentación, edificó en

sin

la pretensión de llevar á cabo tales intentos,

el aire

natural era,

dada

que hubiese comenzado por establecer escuelas

pueblo educado é instruido: pues nada menos que

comenzó por crear establecimientos de instrucción superior, cortados por

esto;

el

civilización de la cual decía ser los franceses los

genuinos representantes; pero en lugar de echar ellos el edificio, y ya

demás naciones.

dependiera para que

cultura francesa, y envió á París jóvenes felahes, con

el

objeto de

el

patrón de la

que se instruyeran, y

al ingeniero, al médico y no pocos de esos jóvenes hicieron progresos rapidísimos y supe-

educaran, y adquirieran los conocimientos científicos indispensables al diplomático.

Cierto que

riores á los que podían esperarse, dada su completa carencia de conveniente preparación;

su saber, rápidamente adquirido y sin descansar sobre

la

elementales, no pudo sobreponerse á las dificultades que se les ofrecieron en

mismo

debian hacer aplicación.

chados de valer,

y

la

Hay más aún,

la

mayor

mas

base sólida de los conocimientos

parte de los

el país

en que del

alumnos más aprove-

Misión egipcia de París, de regreso á su patria, no sólo desesperaron de su propio

sino que quedaron olvidados, por considerárseles incapaces de servir para cosa alguna,

se les

empleó en servicios que

-con los estudios á

ni

remotamente guardaban

que se habían consagrado.

Mas

la

á pesar de las

más

insignificante relación

numerosas decepciones que

bajo este concepto experimentara Mehemet-Alí, no cejó en su empeño, y al fin pudo alabarse

de haber alcanzado

Más

el fin

apetecido, por lo

afortunado fué aún en

la

ménos en

lo

que se

refiere á la escuela militar.

elección de sus ingenieros de puentes y caminos entre los

cuales merecen especial mención de Cerisy y Sinant de Bellefonds.

Lo que

hizo el primero

para mejorar las condiciones del puerto de Alejandría, y el segundo para la construcción de la vasta red de canales que cruza el país en general y especialmente la comarca de Favoum basta para que sus nombres sean imperecederos: y

si

sobre

el

proyecto de Maugel-bev


REJUVENECIMIENTO DE EGIPTO hubie&e pre\alecido

el

nombre de barraje

el

monumento,

el

más

17

de Sinant, al tratarse de la costosa é inmensa construcción que bajo

del Nilo sirve al par de puente, de dique

y de exclusa, acaso semejante

costoso sin duda alguna entre los diferentes que fundó Mehemet-Alí,

para la distribución y regularizaron de las aguas, no sólo habría subsistido hasta la terminación, sino que habría respondido mejor á los fines á que se le destinara. Dicho edificio le\antado hacia el Norte del Cairo, en el punto donde se bifurca el Nilo, debia llenar cuatro fines distintos, á saber: regular la distribución de las aguas, hasta el punto de hacer innecesaiios los mecanismos hidráulicos en la región superior del dique; mantener navegables los

brazos del Nilo existentes en

época de entre

la Delta,

aguas bajas; desempeñar

las

ambas

orillas,

de apoyo, de

difícil

el

que carecen de

la

profundidad necesaria en

servicio de puente para sostener la

y por último, por medio de diferentes

fortificaciones, servir de

expugnación, á las fuerzas que sostuvieran

la

la

comunicación punto

defensa del Cairo contra

un

EXCLUSA— PUENTE CONSTRUIDA SOBRE EL NILO

ejército

enemigo ó invasor. Desgraciadamente fué preciso abandonar

la

construcción antes de

hoy reducida á poner en fácil comunicación ambas orillas: en cambio es un obstáculo, y por cierto no de poca monta, para la libre navegación. En otro lugar nos hemos ocupado del canal de Mahmoudijéh 1 y demostrado la utilidad que darla por terminada: su utilidad queda

presta aún en Alejandría.

El

monumento más importante y conocido

entre los que

Mehemet-Alí hizo levantar en

Cairo es la mezquita que lleva su nombre, la cual se eleva en la

misma

el

ciudadela, teniendo

como complemento dos alminares elevados hasta la exageración, que se distinguen desde prodigiosa distancia. El fundador duerme en ella el sueño de la muerte, en un sepulcro que circunda una elegante

reja.

virev, siendo tal la profusión

Nada

se omitió para

con que se empleó

que su construcción resultara digna del el

alabastro amarillento, que los antiguos

egipcios habían labrado de mil distintas maneras, que generalmente se la distingue con el

nombre de

1

Tomo

I,

Mezquita de alabastro. El vestíbulo ó ante patio, rodeado de pórticos above-

la

página

EGIPTO,

54.

TOMO

II.

5


REJUVENECIMIENTO DE EGIPTO dados brillo

y

la fuente

que en

marmóreo que

el

centro del

mismo

se levanta, ostentan de

es característico en esa piedra.

Sofía: sus

modelo de Santa principal, construida según el levantándose en tapizados de planchas de alabastro,

un modo

especial el

Otro tanto puede decirse de la estancia

el

muros hállanse cubiertos ó como

centro de ella cuatro robustos pilares

esférica. «obre los cuales apea una cúpula atrevidamente

Por desgracia tampoco

lie rm

a

aun cuando en conjunto produce la impresión terminarse este edificio en todas sus partes, y á causar efecto en el ánimo del inteligente llega detalles sus de de la grandiosidad, ninguno

PATIO DE LA MEZQUITA DE MEHEMET-ALÍ EN LA CIUDADELA

que

los estudia

con

grande hombre, en

la

debida atención.

el sitio

más

En

presencia de esta tumba erigida con razón á aquel

elevado del Cairo, no podemos

ménos que acordarnos de

las

siguientes palabras que pronunció, en ocasión solemne, y que con ligeras restricciones resultan completamente exactas: «Sólo á mis nietos será dado cosechar lo que yo he sembrado,

»pues » suelo

no puede arraigar y desarrollarse como no sea muy lentamente en un donde durante dilatado período ha reinado el profundo desorden que aquí reinaba;

la civilización

» donde todas las sanas doctrinas del Estado yacían en completa descomposición;

donde vivía



V


REJUVENECIMIENTO DE EGIPTO x>im pueblo que tan ignorante » estado de salvajismo.

No

como incapaz de

21

toda ocupación importante, había vuelto al

ignoráis que el Egipto fue en otro tiempo

el

primer país del

mundo, y que con sus luces y esplendor disipó los tinieblas de todos los demás. Hoy es la » Europa quien marcha al frente de la civilización. Tal vez un dia sea el Egipto quien » empuñe su antorcha, que en último resultado el mundo en que vivimos no es más que una »

»gran balanza en

la

cual

Despidámonos ya de

hemos echado mano para

el

plato que ayer bajaba sube hoy.»

este ello

hombre que

así fue grande en el bien como en el mal, y pues de las palabras que dejamos transcritas, las cuales se gozaba en

consignemos que podría hacerse de

repetir,

él

un

elogio

más

entusiasta y

hubiese aplicado las poderosas energías de su voluntad y de su espíritu

más

completo,

si

al bienestar del

LA CIÜDADELA DEL CAIRO Y LA MEZQUITA DE MEHEMET-ALÍ, VISTAS DEL NILO

como hacia constantemente al de su esplendor y grandeza y á la grandeza y esplendor de su casa y familia. Entre sus descendientes sólo Abbas-Bajá olvidó completamente el cuidado de la fructífera semilla que sembrara su abuelo; pero por fortuna Egipto ante todo, y no,

á este fanático inepto y mal aconsejado, sucedió un soberano entusiasta de la cultura europea, Said-Bajá, cuyos hechos y carácter hemos descrito al tratar de Alejandría h Después de su muerte, ocurrida en 1863, subió al trono el jetife Ismail, nieto de Mehemet—Alí é hijo del

gran general Ibrahim. Había nacido en

donde estuvieron aposentados durante

el

el

Cairo en 1830 en

el sitio

llamado Monsaffir Khana,

invierno de 18/4 los artistas alemanes Makart,

Leubach, Huber, Gnauth y L. C. Müller. Reinó hasta 1874, y no hay para qué consignar,

Tomo

I,

pág. 59 y siguientes,

EGIPTO,

TOMO

II.

6


REJUVENECIMIENTO DE EGIPTO

22

pues son de todos conocidos,

los

primogénito Tewfik. Dejemos

al

acontecimientos en cuya virtud debió abdicar á favor de su

porvenir

cuidado de hacer

el

de lo» que

el juicio definitivo

á nosotros incumbe, hoy vivimos, y el de nuestros contemporáneos, y limitémonos, por lo que durante su reinado, en las reseñar breve v sumariamente los grandes trabajos llevados á cabo márgenes del Nilo. Con mencionarlos, hasta los que no le han conocido personalmente,

reconocerán que, merced á su educación, supo comprender

de la

la superioridad que, respecto

de Oriente, tiene la civilización occidental y aprovecharla en beneficio del pueblo que le estaba encomendado, para lo cual no omitió esfuerzo ni fatiga. Se le ha hecho un cargo repetidas veces, por el espíritu de prodigalidad que intro-

dujo en la administración;

mas no debe echarse

en olvido que gastó sumas enormes en empresas en cambio no nos es posible

reproductivas: absolverle

completamente del defecto de que

adolecia el fundador de la dinastía, es decir, -de

que en sus mayores concepciones (y su número dista

no poco de ser reducido), más se preocu-

paba,

al

parecer, del provecho propio y del de

sus deudos, que del de sus súbditos y administrados.

En

el

número de

los

grandiosos trabajos

emprendidos por Ismail en beneficio del

merecen lugar de preferencia

las

país,

numerosas

vias

férreas que construyó en la Delta, en el Egipto

superior y en

den citarse

el

Fayoum. Al lado de

las líneas telegráficas,

éstas

pue-

que no sólo se

levantan á la orilla de los caminos que recorre la

máquina de vapor, sino también junto á

costas desiertas del del Nilo hasta

DULCES DE LOS CHICOS DE EGIPTO

mar Rojo, y en

Khartoum. El que

las

las

márgenes

visita las

re-

giones del Egipto inferior y del Egipto medio,

puede distinguir

el

humo

del

carbón de piedra que brota de

las elevadas

chimeneas proce-

dentes de las numerosas fábricas establecidas en medio de las plantaciones de caña de azúcar,

debidas en su mayor parte á Ismail, según los mejores modelos de los establecimientos

europeos, siendo de advertir que

si

bien

al

explotar semejante industria agrícola, dejóse

llevar principalmente por los móviles del interés personal, al cabo favoreció los generales del país,

ya que

el

azúcar constituye

al

presente uno de los principales artículos de exportación.

La caña de procedencia india, es al presente una verdadera planta egipcia, cuya recolección, así como la refinería del azúcar, ocupan millares de brazos felahes. Tierna, constituve un verdadero regalo, especialmente para las mujeres y los muchachos, existiendo pocos espec-


REJUVENECIMIENTO DE EGIPTO

EL TELEGRAFO EN EL DESIERTO

23


REJUVENECIMIENTO DE EGIPTO táculos

de un

singulares que el que ofrecen dos

más

mismo

tallo.

en dulzor y en tamaño, pueda sostener es el jetife el plantador, el

blemente

la

muchachos chupando á

vez

la

el

dulcísimo jugo

alguna que existe en nuestras confiterías golosina

La verdad es que no

Induda-

competencia con ese gigantesco caramelo.

fabricante y

el

comerciante de azúcar

mas importante

regar sus plantaciones de la manera mundo, y de aquí que nada haya omitido para de esclusas y canalizos de riego en establecimiento el conveniente; mas tampoco ha olvidado del

otros puntos, abundantes ó por lo

menos apropiados para

obtención de otros

la

En

frutos».

ha sido posible llevar á cabo la prueba de ello diremos, que sólo mediante su perseverancia el Nilo y el mar Rojo. Además de lo que via comercial y la red de canalizos que existe entre extensión del desierto, el expuesto, ha convertido en tierra de labor una vasta

dejamos

-

Ouadv-Toumilat de nuestros

como en

dias,

que antiguamente formaba

Goshen

parte del

otro tiempo, antes de la apertura del itsmo, que separaba,

más

bíblico, } así

bien que unia

el

Asia

de M. de Lesseps, al presente sine al Africa, evitó no pocas penalidades á los obreros anteriormente sólo podian di&ponei todavía para apagar la sed de los habitantes de Suez, que á subido precio debían ii á pagarla de después cual la calidad, de agua, escasa y de pésima mares; que cruzan los buscar á gran distanaia. El canal que azotan las olas de dos distintos

vapores de todos al

los pueblos,

el Mediterráneo pasan al mar Rojo y y mediante el cual desde Asia Meridional á los de Europa, hállase tambicn

los puertos del

Océano índico, y de

completamente terminado. Dicho canal habíase ya abierto y ya grandes trabajos para su realización, en tiempo de Seti

el

abierto, habíanse practicado

mayor

la historia

sima sexta tan amiga de su

no

es decir, en la época de

de Egipto, y posteriormente en tiempo del faraón Neko, cuyos marinos Neko, que pertenecia á aquella célebre dinastía vigéBuena-Esperanza. cabo de

esplendor de

doblaron

si I,

los griegos,

mandó, según

se dice, á sus obreros que

trabajo, fundándose para ello en la predicción de los sacerdotes,

que

le

no siguieran en

vaticinaron que la

obra en todo caso únicamente aprovecharía á los extranjeros. Estos nuestros tiempos parálense extraordinariamente á aquel en que vivía dicho faraón: egipcios continúan siendo los habitantes de Egipto; pero así como en el siglo vii antes de Jesucristo, eran fenicios y griegos los extranjeros que de semejante

ingleses y los franceses.

obra podian aprovecharse, hoy han sustituido á aquéllos

Bajo los Persas, bajo los Ptolomeos, bajo los

Romanos

el

canal. fué practicable á intervalos: hasta en tiempo de los primeros califas, según parece, irse

en buque desde

á abrir

la

el

antigua via

Nilo al

fluvial,

mar Rojo; por

lo

ménos

se pretende que

para enviar trigo de Egipto á Arabia con

podía esperar, no faltando quien sostiene que

el

Khalig, es decir,

el

el

la

general

mayor

los

antiguo

Amr

pudo

volvió

rapidez que se

canal que atraviesa la

ciudad del Cairo, del cual dejamos hecha mención oportuna, formaba parte antiguamente de esa via de comercio universal;

mas sea

siglo la realización de tan colosal

Merced á con

el

mar

los

de esto lo que se quiera, estaba reservado á nuestro

empresa.

medios gigantescos de que dispone, hále sido dable enlazar, no sólo

Rojo, sino

el

Mediterráneo, y resolver además

empresa de manera que no debiese ofrecer

el

menor

el

el

Nilo

problema que presentaba esta

recelo la consideración relativa á si


REJUVENECIMIENTO DE EGIPTO merced á

resultarla inútil,

la incuria

de los hombres y á

la

25

fuerza de los elementos.

francés dotado de espíritu emprendedor, de incomparable fuerza de voluntad, y de

más apropiadas para haber

leído, para distraer el tedio de

concibió

el

M. de Lesseps, en

insinuarse y ganarse las simpatías,

maneras

fin,

No hay

serlo la apertura del itsmo de Suez.

el

comercio del mundo,

para qué decir, pues es sabido,

que semejante plan fué llevado á debida ejecución: tampoco debemos mencionar

que se emplearon para

realizarlo:

mas

lo

que pocos saben son

que M. de Lesseps se vio obligado á luchar; y decisión con que fin

el jetife

En

la liberalidad

las

los

medios

inmensas dificultades con

con que Said-Bajá y

Ismail secundaron los esfuerzos de ese

de que pudiera llevar su pensamiento á

plida ejecución.

las

después de

una forzosa cuarentena, una Memoria de M. Le Pere,

proyecto de consagrarse á una obra tan importante para

como habia de

— Un

la inteligencia

hombre extraordinario á ,

cum-

1868, cuando á pesar de la

oposición del primer ministro de Inglaterra, y de la

desconfianza de los hombres de negocios de

Europa, estuvieron

el

canal de agua dulce y

el

canal marítimo en estado de que pudieran surcar

sus aguas vapores de mediano calado,

el

virev

Ismail dispuso unas fiestas de inauguración que

en riqueza, esplendor y hospitalidad dejaron atrás cuanto en tales conceptos habia visto la historia en

el

transcurso de los siglos.

descrito esos dias en que

Mil veces se han

abundaron

las

ceremo-

nias y discursos oficiales, los bailes, las iluminaciones, los fuegos de artificio, las representaciones

banquetes en

teatrales, las revistas militares, los

los cuales, cual

M. DE LESSEPS

en los cuentos de hadas, servíanse

incesantemente variados y sustanciosos manjares, los paseos sobre las aguas del Nilo, sufragando todos los gastos el más espléndido y liberal de los huéspedes. Alguna parte se me alcanzó de las fiestas de esos dias inolvidables, debiendo confesar ingénuamente que de

mundo

cuanto he visto en las regiones del las fantásticas narraciones

de

oriental,

nada

Mil y una Noches.

las

me ha

representado mejor que ello

Juzgando superficialmente podría

decirse que esa série de festejos en que tantos y tantos millones se consumieron, revelan sólo

una prodigalidad

historia:

que de

mas

tal

si

se

manera

ilimitada, ó

fija la

una vanidad y petulancia de que no hay ejemplo en

atención en

el

fondo del asunto, podrá comprenderse que

invertía sus cuantiosas riquezas,

no

lo

hacia,

como

dolas al fondo del mar, va que, con los soberanos y los personajes

el

la

huésped

suele decirse, arroján-

más eminentes de

todos los

pueblos, invitó á los representantes de la prensa de todos los países, y por consiguiente,

durante del

el

tiempo en que tuvieron efecto las fiestas de la inauguración, los periódicos todos sus páginas á tan importante asunto, y la atención general hallóse

mundo consagraron EGIPTO.

TOMO

II.


REJUVENECIMIENTO DE EGIPTO

26

cautivada, lo

mismo en

continente antiguo que en

el

celebraba la terminación de la obra gigantesca que en

un

Actualmente atraviésanlo

canal.

los

América, por el

centro de

buques de todos

los sucesos

con que se

un istmo lmbia practicado

los países,

en número cada dia

creciente, y conseguida por Inglaterra, en la propiedad del canal, la parte del león, por la

cual incesantemente ha trabajado, queda para lo futuro asegurada la conservación de esta obra

que basta por

sola á acreditar

empresa y

espíritu de

el

capacidad

la

mecánica de estos nuestros tiempos

l

.

Hasta llegar

al

puerto de Suez,

marítimo no

la travesía del canal

ofrece cosa digna de especial ción.

Puerto-Said

puerta por

men-

constituye la

deben forzo-

la cual

samente pasar todos

los

vapores

procedentes del Norte, cuando

mar Rojo.

diterráneo al

que sirve de guia á los muelles

por

la

los

al

Me-

través del canal dirígense del

El faro

buques:

y diques construidos

Compañía de M. de Lesseps

cuestan sumas enormes, pudiendo ser contados en el

más

trabajos

esta naturaleza se

La ciudad

número de

los

considerables que de

hayan

realizado.

de Puerto-Said, va cre-

ciendo lentamente, ofreciendo pocos recursos al viajero

como no sea

cazador;

dan aves en abundancia 2

Menzaleh

,

de límite por de

islas,

las

mas

siéndolo le brin-

pobladas lagunas de

CAÑAVERALES DE LA RIBERA

El canal, trazado en línea recta, sirve la parte

que cubre

la

de oriente á esa vasta extensión de agua sembrada

inmensa llanura sobre

siglos florecientes ciudades, y

la

cual existían hace

muchos

campos de cereales cuyas verdes espigas

ondulaban

al impulso del viento. Altonazos á lo largo de la orilla, el desierto á un lado, en opuesto pantanos cenagosos en los cuales crecen en abundancia juncos y cañahejas, tal es espectáculo que se ofrece á la mirada hasta llegar á Al-Kantarah (el puente). Esta plaza

el

el

*

Fije el lector su atención en cuanto en

el

presente capítulo va expuesto, y comprenderá las causas, y se explicará satisfactoriamente de Egipto. V.

los sucesos resultantes de la reciente expedición inglesa al suelo 2

Véase

el

tomo

I.


REJUVENECIMIENTO DE EGIPTO

como lugar de

fronteriza, de gran importancia

mente seguían

las

caravanas que hacían

el

comercio entre

Birk-Makhdal, un poco más

Tell es-Semont, al Oeste de

EL CANAL DE SETI

Tomado de un

muro

bajo-relieve grabado en el

27

tránsito, hallábase el

en

el

Egipto y

allá

hácia

el

camino que antigua-

la Siria: las

ruinas de

Sud, ocupan

el

mismo

.1

septentrional exterior del templo de

Karnak

lugar en que se encontraban las atalayas y torres de defensa (Migdol) establecidas por los faraones en

istmo de Suez para proteger

el

por la parte del Asia.

Seti

I

la

Delta contra los enemigos que la amenazaban

hizo construir en honor de su padre diferentes edificios cuyos

restos se conservan todavía en las cercanías de dicha localidad.

monumento tal

al

cual pertenecían,

el

Su

hijo

Ramses

II

terminó

el

cual

vez formaba parte del antiquísimo ca-

nal de Suez

que

lo hizo

mandado

abrir

representar en

el

por

Seti,

muro sep-

tentrional exterior del templo de

Karnak.

Dicha pintura, no obstante su aparente sencillez, es de

una importancia

é interés

verdaderamente excepcionales; pues ve-

mos en

ella

conquistador,

reproducida la imágen del

regresando de Siria con

los laureles de la victoria,

y á los nobles y

recibiéndolo con

sacerdotes de Egipto,

GRANJA CERCA DE ISMAILIA

grandes muestras de respeto, y agitando

ramos de

flores, junto á la orilla del canal,

distingue por

una inscripción que equivale á

El buque atraviesa

el

el

Cortadura.

Sud de Al-Kantarah, y llega después á las inmediapunto que mayores dificultades ofreció á los ingenieros y á los

lago Balakh, al

ciones de El-Gisr, que es

que protegen diferentes obras de defensa y se la


REJUVENECIMIENTO DE EGIPTO

28

llano y arenisco del istmo apenas trabajadores; pues así como en los demás lugares el terreno una trinchera muy resistente que ofrecia obstáculos á las obras, aquí fué indispensable atacar

media

diez

y

seis

metros de elevación.

En

El vapor llega después á las aguas azuladas del lago Timsah. extiéndese

la

ciudad de Ismailia, que durante

el

su

orilla septentrional

período de los trabajos fué, digámoslo

así,

el

numerosas brigadas de trabajadores, de negoganancia habíanse establecido en el desierto, yendo en

cuartel general del director de la empresa, de ciantes v cantineros que al olor de la

pos de ingenieros y operarios, con de la avidez con que se entregaban

el

al

rapidez verdaderamente maravillosa

:

propósito de prevenir sus necesidades, y sacar partido

descanso y á los placeres. La población creció con una al cabo de breve tiempo el canal de agua dulce llevó la á aquel suelo árido y abrasado y no

fertilidad

pasó

mucho tiempo

que sombreaba

el

llecian la ciudad.

palacio;

M.

granja en

que se dispusieran paseos

sin

arbolado y jardines que

El

jetife se

embe-

hizo construir

un

de Lesseps una magnífica casa, y una

el

las lindísimas habitaciones

campo:

de los ingenieros, las de los empleados superiores, las

de los destajistas,

de hierro ofrecian

;

un golpe de

la estación del

vista tan alegre

y encantador

con sus banderas y colgaduras durante las fiestas de la

abandonaba

la

época de

inauguración, cuyo centro puede

decirse que fué Ismailia, que el se

camino

v los almacenes comerciales

las fondas

á las

más

más

desconfiado

seductoras esperanzas.

Sin embargo, éstas no se han trocado en realidad;

y no parece sino que

la riente población, cual

planta del desierto, fresca y lozana á la

mañana

y marchita. templo de Serapis, de que habla

está á la tarde seca

Pasamos ante

uno

las ruinas,

de los autores clásicos.

que según se presume fueron

A

«j

del canal de agua dulce, junto á cuyas orillas se la

de

el

nuestra derecha vemos desarrollarse v brillar la estrecha cinta

época persa. Después penetramos en los cuales salimos después de

el

han descubierto numerosos monumentos de

lecho profundizado de los antiguos lagos amargos,

medio dia sin que dirijamos una sola mirada á

las tristes

que hay á uno y otro lado, porque delante de nosotros, al Oeste de la reducida bahía, en el fondo de la cual existia la pequeña aldea de pescadores llamada Suez,

y áridas que en

orillas

el

espacio de breves años se ha convertido en

tantes, comienza á desplegarse indescriptibles.

un cuadro de un

uno de

color y de

una

los

mercados más impor-

brillantez

verdaderamente

El sol está próximo á ocultarse tras los abruptos peñascos del Ataka, sobre

cuyas cimas, en pasados

siglos, los

marineros fenicios que se dirigian

al Ofir

encendian una

(


REJUVENECIMIENTO DE EGIPTO

30

hoguera en honor de Baal ántes de emprender su viaje les fuera propicio el

navegación

que no hay lugar en

Sud, con objeto de que en su

mundo en que

el

astro del dia ofrezca en su ocaso

mayores encantos y

El mar, que á la hora del medio dia vese teñido de reflejos verdosos, toma por la

esplendor. tarde,

el

al

Baal Zephon (Zaphouna), viento del Norte, pudiendo decirse

como

esté

— un

tinte

la

atmósfera clara y serena,

—y

el

cielo raras veces se

nubla en estos

de azul oscuro, y cuando las olas juguetean acariciadas por suave brisa, sus crestas aparecen bordadas de oro. La vista hállase como fascinada por el espectáculo de las países,

aguas, y sólo es capaz de apartarla de Oeste, en

»hace ya algunos años en mi cartera de »

de

sol,

maravilloso espectáculo que se despliega

ellas el

ángulo del horizonte que cierran las alturas del Ataka. «La montaña,

el

la

viaje,

al

— escribía

contemplando una de esas fantásticas puestas

montaña semeja un conjunto de rubíes, granates y amatistas en

»dispuesta y ostentando

tan.

hermosos

colores,

contémplase en

las olas

fusión, y así que juguetean bajo sus

»pies, y las olas, al impulso del reflujo, van retirándose de cada vez más, y al retirarse dejan al

paredes y los pilotes que rodean

» descubierto las » terraplén » porte

»baja

sobre

el

conduce á

del todo aislados.

encendido horizonte, cuanto

tante en que no parece

En

la

Encima

del

mismo

y

los

bancos y bajíos que en

la

vense diferentes hombres, jinetes

que guian largas recuas de camellos, cuya limpia silueta se dibuja perfecta-

» sobre borricos,

»de oro y de

puerto y la entrada del canal. El elevado

la ciudad, descuella sobre todos los edificios

mar aparecen

» mente sobre el

el

cual se halla la tramvía, que desde el fondeadero de los buques de gran

más avanza

sino que se trata de negras

violeta, hasta

que por último

la

el sol

hácia

el

ocaso, llegando

un ins-

sombras dibujadas sobre trasparente pared

noche tiende su manto sobre

la

extensa llanura.»

gran fonda de Suez se encuentra cómodo y confortable hospedaje, estando confiado

el servicio

á hijos de

la India,

completamente vestidos de blanco, de simpático aspecto, ojos

negros y vaga y soñadora mirada, que llenan sus funciones sin estrépito y sin agitarse. La mañana siguiente, en tanto que los pasajeros de un gran buque, después de una larga travesía

penetraban alborotando en

el

patio y los cuartos de la fonda, pidiendo á gritos que les dieran

de comer y de beber, se hacían dar lustre al calzado por limpia-botas del país, y se lanzaban

sobre los periódicos para ponerse al corriente de las noticias, aquéllos iban y venían tranqui-

lamente sin perder su sangre

fria habitual,

semejantes á los órganos de una máquina, que no

funcionan con mayor rapidez porque reine en

impulsos de

Un

la

el

mundo

la

calma ó se agiten

los

elementos á

tempestad.

paseo á

lo

largo de la población nos permite desde luégo visitar las calles

más

entre dos filas de despachos

de comercio europeos, tiendas, cafés y lugares de recreo, de ligerísima construcción, continuamente ocupados por la gente de mar y importantes de

los trabajadores,

ella

que gastan en

ellos

su paga alegremente. La población en sus tres cuartas

partes es europea; la última, que es la

más pobre,

la

forman

los árabes, los cuales tienen

pequeños bazares donde exponen su surtido de mercancías y un mercado en venden frutas, legumbres, hortalizas, pastelería, carbón y grandes cantidades de ella

procedentes de los valles de la península sinaítica, volatería de toda especie desde

el

en

cual

dátiles el

pavo


REJUVENECIMIENTO DE EGIPTO hasta las tórtolas, y en un

una

sitio especial

31

rica colección de peces de rarísimos colores,

langostas de riquísimo sabor, y mariscos y corales que recogen en abundancia en las aguas del mar Rojo. Las faenas más rudas y los oficios más serviles, así en las casas v en las calles

como en

musulmanes

puerto, desempéñanlos

el

se celebra junto á la puerta de la ciudad, se los cuales se distinguen

que pueblan

la

ambos

que

no pocos ejemplares de

ó protegidas por

mayoría inmensa de

la

mercado de camellos que

la

mayor

libres, entre

parte de las desparramadas tribus el

fondean los buques de gran porte, por medio de una tramvía.

al cual

montones inmensos de mercancías expuestas

lados de aquella vense

al aire libre,

el

meseta del Sinaí. La estación del camino de hierro hállase enlazada con

desembarcadero, junto

A

En

indígenas.

pueden contemplar muchos beduinos

un

insignificante cobertizo, siendo de advertir

los viajeros

que en

ella se

apean, son musulmanes

devotos que se dirigen en peregrinación á la

Meca,

Por

mos

Suez

los cuales, ordinariamente, desde

á Djedda hacen lo

el viaje

por mar.

que á nosotros toca nos abandona-

á una lancha que guiaban un batelero

árabe y su

hijo.

El viento infló la

mal-

trecha vela negra, y después de una corta travesía,

sentamos

la

planta en

suelo de la

el

península sinaítica. Bastaron breves minutos de marcha para que nos encontráramos junto á

un

oasis poblado de

palmeras,

lentiscos,

tamariscos y acacias que crecían

borde de

al

cenagosos manantiales, y en el cual algunas familias de beduinos cultivan reducidas porciones de terreno, plantando en ellas hortalizas

y legumbres. Esta mancha de verdura

copiosamente regada en medio del desierto, llámase Oyoun Mousa, las Fuentes de Moisés,

y de tiempo inmemorial pasa por ser el sitio donde se rehicieron los hebreos, después de

haber perecido tragados por

las

aguas

perseguían, y haber escapado ellos

del

mar Rojo,

mismos

los carros, caballos

á la cólera del faraón.

En

tal

y caballeros que lesel lugar

caso este es

en que los hijos de Israel entonaron aquel sublime é inspirado canto en acción de gracias,

que muchos siglos después de aquél en que tuvo lugar

la

redención, cantaban todavía los

hijos del pueblo escogido, y cuyas bellezas nos es dado saborear todavía leyendo el capítulo-

décimoquinto del segundo de los libros de Moisés.

No

hace

Biblia y

el

mucho tiempo aún que

mar Rojo eran una

se creía sin la

sola y

misma

menor duda que

cosa, y que

el golfo

el

mar

de los Juncos de la

de Suez constituía

el

lugar


REJUVENECIMIENTO DE EGIPTO por donde se había verificado hace poco tiempo

ficar

Egipto y

la Siria,

y

le

el

mar

el

de

ha tratado de identipaso de los Israelitas; pero H. Brugsch los

Juncos con

el

lago de Sirbon, que se halla situado entre

el

Mediterráneo, en cuyo caso separa sólo una estrecha lengua de tierra del perecido en los sorprendidos por una crecida de la marea, habrían

los guerreros del faraón,

antiguos, hállanse traidoramente escondidos báratros ó cuevas que, según testimonio de los otros ejércitos. Semejantes hipótesis sospara funestos sido han cuales estos lugares, los

en

tenidas con habilidad y con

han logrado des-

ardor, no truir la

autenticidad de

la

antigua tradición; pues aún

en

que atraviesan

el dia, los

de uno á otro lado por

el

fondo del golfo de Suez,

al

regresar de su excursión,

abrigan

el

más profundo con-

vencimiento, y no les persuadirán de lo contrario quienes

en

ello se

empeñen, de que

han seguido

el

camino á

lo

largo del cual condujo Moisés el

pueblo que se

le confiara.

Antes de que se abriera

el

M. de

canal proyectado por

Lesseps, podía pasarse á pié ó á la grupa de

un camello,

desde una orilla á

merced á

jíos existentes

opuesta,

en estos luga-

res; pero la rapidez

con que

suben

período

las

del flujo,

más

la

numerosos ba-

los

aguas en

el

ha puesto en peligro

de una existencia, entre otras la de Bonaparte, que habiendo escapado con bien del

peligro que corriera exclamó riendo:

«Mi

salvación ha sido causa de que se perdiera

un tema

»que de seguro habrían aprovechado para sus sermones no pocos predicadores.»

No hay

para qué indicar cuánto podríamos ahora decir relativamente

al

mar Rojo

y á la

no hemos consignado aún cuánto debemos decir del Cairo, y por lo tanto hora es de que retrocedamos en nuestro camino ántes de emprender el del Egipto historia de Sinaí; pero

superior.

Los dueños alemanes de

la

fonda del Nilo, establecimiento

muy cómodo

al

cual dan los


REJUVENECIMIENTO DE EGIPTO

33

TURISTAS

Y

BORRIQUEROS

EGIPTO.

TOMO

II.

9


REJUVENECIMIENTO DE EGIPTO

34

alemanes

como

la

preferencia sobre

verdaderos paisanos.

el

En

Shepherd's Hotel, que realmente vale menos, nos acogieron

cuanto pusimos

el pié

en

la calle

,

vímonos acometidos por

los

borriqueros, gente maleante la

si

hay, que veces mil ha sido

descrita por los viajeros, vícti-

mas

de sus exigencias; pero en

nuestro

en

el

nunca con

concepto,

tanta verdad

como

la

que resalta

chispeante dibujo de

Hu-

ber que acompaña estas líneas.

Esa raza de pihuelos, genuina de la capital egipcia, ofrece dos

rasgos característicos; unos pul-

mones de bronce, que

les

per-

miten seguir horas y horas, sin FONDA DE SHEPIIARD

fatigarse, al jinete

una aptitud, verdaderamente maravillosa, para distinguir unas de otras

No hay prueba

ejemplo de que confundan la

al inglés

tenemos en que según sea

la

con

el

aleman,

ni

con

más

ligero,

y

las diferentes razas.

el italiano al

francés,

y

la

nacionalidad del viajero, así emplean estas ó aquellas,

de las contadas palabras que conocen de cada uno de esos idiomas. Imposible mantener la

gravedad cuando para ponderar les

las cualidades de

su jumento, dirigiéndose á un aleman, se

oye decir: «¡es un asno magnífico, hermoso, ligero, un asno Bismarck!»

horcajadas en la

silla,

sin

emplear para nada

los estribos, y

Sentémonos á

en verdad que no tuvimos por qué

arrepentimos de nuestra elección,

porque

el

rucio era no

ménos

ligero

que constante, y desde luego com-

prendimos que la bestezuela nos llevaría con

gran ligereza y hasta

sensatez á lo largo de las sombrías callejas,

harto estrechas para que

-

por ellas puedan circular carruajes,

y en las que los encontráramos dejaría á la espalda

más

de uno y

más

de dos. El rapazuelo Hassan, Alí ó

Ahmed marchaba

detrás de nosotros

ó nos precedia, según que juzgaba

EL DELINCUENTE CASTIGADO

conveniente escitar la caballería con

sonoros gritos

,

varapalos ó aguijonazos, ó avisar á los concurrentes que llenaban las calles

populosas, para que abrieran paso.

Lo que

es en Egipto,

no hay razón para llamar asno

al


REJUVENECIMIENTO DE EGIPTO

menos que esto; y así como un caballo, y que en

perezoso, nada

buen precio

punto general

al caballo el

asno.

En

el

se explica que

35

un borrico de pura raza

se

pague á tan

provincias, especialmente, la clase media prefiera por

Egipto superior hemos tenido ocasión de ver no pocos

rucios con la oreja cortada. Héseles impuesto semejante pena por ladrones, haramijeh, es decir:

HASSAN EL BORRIQUERO

en castigo de haber penetrado en

un asno

tan ligero y tan seguro

el

cercado ajeno sin permiso del dueño.

como

el

que elegimos, constituye uno de

La verdad los

más

es

que

agradables

medios de locomoción que puedan imaginarse: dejárnosle, pues, el cuidado de que nos llevara á su antojo á lo largo de las calles del nuevo barrio de Ismailia, que puede considerarse

como

la

obra

más

personal del

jetife.


REJUVENECIMIENTO DE EGIPTO

36

Tiene dicha ciudad un

pues

el jetife,

con

el

tinte

con asombrosa rapidez, completamente europeo, y se levantó

ceno el edificación, cedió gratuitamente propósito de favorecer la medio una casa * construir en el período de afio y

comprometió necesario ó todo aquel que se pesetas. Para pedia bajar de treinta mil

cuyo valor no

MEHEMET

calles,

así

como para

M. Hausmann en

el

SELIM,

la

disposición y distribución de las

CAWAS DEL CONSULADO DE AUSTRIA

embellecimiento de

la

ciudad, tomóse

como modelo

lo

que hiciera

París, á cuyo fin fueron arrasados barrios enteros de los antiguos, con el

objeto de levantar en ellos barrios nuevos

más

bellos

según

el

sentir europeo;

dando con esto

motivo justísimo para que se deshicieran en justas quejas los entusiastas admiradores de antiguo.

Mas

lo

que en virtud de

lo

expuesto ha perdido

la

lo

ciudad de su aspecto venerable y


REJUVENECIMIENTO DE EGIPTO

38

salubridad y hermosura, merced á la construcción de un pintoresco encanto, halo ganado en el antiguo, que era inútil ó por lo ménos insusoberbio acueducto, con el cual se reemplazó

construcción de nuevos canales y para las necesidades de la nueva población, y la abundante sombra. La plaza de abundantes plantaciones de árboles que proporcionan grata y Edificios de estilo europeo importante. más transformación una Ezbekijeh ha experimentado

ficiente

los teatros, las fondas más majestuosos y hasta grandiosos, mereciendo especial mención con lujosas la mayor parte de los consulados, y hasta casas particulares

importantes; la Bolsa,

tiendas, abundantemente provistas, rodéanla por todos lados:

se

el

jardín público existente en el

no

bellos del

mundo, y de

fijo

haya formado con mayor rapidez. El viajero que durante

las tranquilas

horas de

más

centro de ella es indudablemente uno de los

ha}' otio

la

que

mañana

cuidadas, y discurre bajo las sombrías arboledas y contempla largas avenidas perfectamente países; ó que en los todos de procedentes flores magníficas esplendentes arbustos lozanos

y

las últimas de la tarde se

y confunde con la concurrencia para escuchar

más

las

inspiradas

composiciones de los maestros europeos, ejecutadas primorosamente por una orquesta egipcia,

contemplando

al

par

la lujuriosa

llosas grutas artificiales, y

comprender que dicho parque,

tal

por Barilet, antiguo jardinero en juventud.

No hay

vegetación que

rodea, perdiéndose á veces en las maravi-

le

paseando en derredor del estanque principal, difícilmente acierta á cual hoy puede contemplarlo, se

jefe del

comenzó en

año de 18/0,

el

ayuntamiento de París, muerto casi en

para qué decir que para

el

alumbrado

se

emplea en Ismailia

la flor

gas lo

el

de su

mismo

Cairo; y de seguro que quien haya contemplado los jardines de Ezbekijeh, iluminados por dos mil quinientos mecheros, que en su mayor parte arden en el interior de campanas

que en

el

de vidrio de colores, en forma de tulipanes, jamás podrá olvidar lloso el

que

ofrece.

Hasta

la

observación y estudio de

parque constituye agradable ocupación: en

la

el efecto fantástico

y maravi-

concurrencia que frecuenta por

la tarde

están representadas todas las clases, y

ella

bien los europeos están en mayoría, no faltan en gran

número

Allí se

los orientales.

si

ven los

de las regiones de Levante, acompañando á sus esposas, que visten trajes espléndidos; los

damas veladas de

coptos en cuyos vestidos dominan los colores sombríos; clase media;

los cuales

muchachos árabes y occidentales á

los

harems de

la

acompañan niñeras de atezado

rostro; soldados egipcios y cavas de luengos bigotes y marcial continente, de los cuales, los

más

distinguidos, están adscritos al servicio de los consulados.

El jardín que nos ocupa está abierto

al

público

:

otros

extensos que forman parte de los numerosos palacios del

más

notable é interesante

el del

hay no ménos

jetife

palacio de Gezireh, la isla

Nilo. El arquitecto aleman Franz-bey es

el

más

situado en

las fiestas de la

él

el

estos es el

las islas del

inauguración del canal él

suntuosos bailes

aposentos verdaderamente maravillosos,

cubiertos de ónice, que han costado setenta y cinco mil francos,

más encantador que

mucho más

De

una de

distinguidos del jetife, y se dieron en

á que asistieron todos los convidados. Existen en

concebir nada

.

autor de los planos de esta morada regia, que ha

decorado con un lujo verdaderamente oriental. Durante de Suez ocupáronlo los huéspedes

bellos y

y de su familia

una fortuna; siendo imposible

salón, tapizado de raso azul, que ocupó la emperatriz


REJUVENECIMIENTO DE EGIPTO Eugenia.

iSada

más

bello

que

las decoraciones

dibujos de C. de Diebitsc-h; nada

según

más

murales, de

estilo

39

árabe, ejecutadas según los

espléndido que las tapicerías de raso, fabricadas en Lyon,

modelos de Franz-bey; pero todas estas otras maravillas quedan eclipsadas y desy vanecidas en cuanto se penetra en el kiosco de Gezireh, que en belleza, riqueza, esplendor y los

originalidad, supera á cuanto ha producido en los tiempos

Hasta

el

modernos

arquitectura oriental.

la

camino que conduce á ese palacio de hadas constituye una verdadera maravilla en :

cuanto penetra en

que no tienen

él

una verdadera profusión de plantas y flores con su frescura una sala en forma de gruta, y en el interior

hállase el viajero rodeado de

igual: aquí le invita

de ella podría imaginarse trasladado al centro de fragosidades inmensas;

allí

cautiva sus senti—

EL PALACIO DE GEZIREH

dos

más

el

canto dulcísimo de canoras avecillas, aprisionadas entre los hierros de dorada pajarera:

allá convidante

con apacible murmurio

las

aguas de fuentes juguetonas que saltan en

el

centro de caprichoso estanque y siguiendo sus sinuosas orillas, hállase á deshora en medio de una sala ligera, aérea, vaporosa, si así nos es dado explicarnos, construida según el modelo' ,

últimas horas de la tarde al arrullo de de las de la Alhambra. Imposible descansar aquí en las fuentes, sin que asalten la fantasía sueños de tiempos que fueron y recuerdos

murmuradoras

salas y aposentos de este verdadero de novelas y cuentos romancescos. Como el interior, las muy cómodas para hacer en ellas consiguiente por aéreas elevadas son verano palacio de y y ,

habitación. El mueblaje, riquísimo, y en perfecta armonía con cuanto le rodea, compónese de valor histórico por ejemplo: objetos de gran precio, entre los cuales hay algunos de verdadero una mesa romana de mosaico, regalada por un Pontífice a IVIehemot-Ah Cuéstelo no poco al ,

.


REJUVENECIMIENTO DE EGIPTO

„ A 40

guia nos da prisa manifestánencantos del kiosco y del jardín; mas el viajero abandonar los mirada á la sala; un vistazo a postrer Una hora. una de ántes Sultán se espera al

donos que

enjaulados

ven, debidamente á los avestruces que en gran número se los leones, á las girafas, animación particular á ese una comunican cuales los parque, del los primeros, al Oeste en el umbral de la puerta de salida. Encajándonos de voluptuoso jardin, y nos encontramos del borrico,

nuevo encima

y marchando

llegamos

al trote

al

cabo de breves momentos

al

principal del Cairo, que encierra también magnipuente colgante. Apenas llegados al cuartel diferentes cavás que se' ocupan en apartar al distinguimos ficas habitaciones para el virey,

pueblo, y apartándonos nosotros

mismos por propio impulso

á

un lado de

la calle,

tenemos

KIOSCO DEL PALACIO DE GEZIREH

la

fortuna de asistir á

un espectáculo soberbio. El virey, seguido de su brillante acommadre, á la cual distingue honrosamente, hasta el

pañamiento,

se dirige al palacio de su

punto de tratarla como una reina, y pasa delante de nosotros en su carretela, que guia un cochero inglés. Los caballos árabes de pura raza y los brillantes arneses son los mismos de otros

tiempos;

mas en vano

se

desoja

el

viajero

buscando aquellos

aquellas riquísimas estofas, aquellos turbantes monumentales, aquellas

constituyeron

el

arreo de los antiguos emires.

Háse creido pagar

trajes

armas

pintorescos,

relucientes que

tributo á la civilización

trocando todo eso por uniformes bordados, de hechura y gusto europeos. El tarbuche

que de dia en dia va ganando terreno sobre sociedad

más

el

(fez),

turbante, usado ya exclusivamente por la

distinguida, y con ella toda la gente oficial,

empezando por

el jetife,

viene de


REJUVENECIMIENTO DE EGIPTO

42

Constan! Constan tinopla 1

5

Stambul es porque I

capital del

la

i

.

,

todo cuanto Oriente musulmán, y casi nwíricniido Toda^ las reformas, hasta distingu

juzgase que es es stambulino (constantinopolitano) , profundas [modificaciones en aquellas que deben producir exterior.

al

Un

.

el

comienzan aquí poi

interior,

los mas asunto hay, sin embargo, y de conformidad a los cual se ha procedido en

superficie, y trascienden en el importantes en los tiempos modernos, educación escolar más racionales: es éste la reforma de la la

emprendía por

el

principios

a a verdaderamente sobrehumanos para arrancar suizo Dor-bey, que ha hecho esfuerzos ha que de medios otiob entre efecto, población, á cuyo ignorancia hasta el sexo femenino de la que merece ser Darb-el-Gamamiz de biblioteca riquísima echado mano, ha erigido la Y esos esfuerzos, las más importantes de Europa. colocada, por todos conceptos, al lado de debido ser tanto más podehan elogios, de suerte toda á por los cuales se ha hecho acreedor creaban, indispensable luchar con los obstáculos que le rosos, cuanto que para realizarlos le era con ingénita mirando costumbres antiguas las á y por un lado el pueblo, apegado por rutina guardadores del por otro los ulemas, celosos y omnipotentes ,

prevención todo

lo

derecho musulmán. ducir una

europeo,

Y

estos obstáculos

innovación cualquiera;

ulemas se han convencido justicia,

han surgido siempre y cuando se ha tratado de introrazón, y los mismos á poco se ha hecho lugar la

mas poco

al fin

administración de de la necesidad de hacer reformas en la por lo que se refiere á las relaciones jurí-

interesante, en especial

asunto por demás

no sólo entre

á orillas del Nilo, dicas existentes entre los viajeros establecidos

sí,

sino también

la introducción de un cuerpo de doctrina con los egipcios: reformas que se han completado con del derecho francés, que ha sustituido al en que dominan los principios del derecho italiano y hallábase involucrada y confundida la código por qué se regían los musulmanes, en el cual al cual atendian los jueces para resolver Coran, mismo el áun jurisprudencia, la con teología y cuando se refirieran al derecho civil. en cuantas cuestiones se sometían á su decisión, áun la abolición En el número de los. grandes actos llevados á cabo por el jetife, debe contarse aún, estaba en gran auge en Egipto, la esclavitud, que, no hace mucho tiempo de prohibición y penetrar en el patio de un okel donde se tanto que hace no muchos años tuvimos ocasión de

estrechaban los que acudían á proporcionarse carne

Respecto

insignificante mercancía. el

del particular

humana,

cual

trabajo de dar idea del cuadro lastimoso que presenciamos.

puede practicarse hoy rodeándolo

del.

más impenetrable

consignar, sin

los

mucho

de ser desagradable. Sea

damente que había arraigado aún.

ni

mucho ménos,

emprendido formalmente El que

el jetife

es

la esclavitud

como

lápiz del

pues los jueces

hombre

más

pintoi

sólo

están

sea mujer. Preciso es

en

los pueblos

que practican

el

quiera, cuando se considera lo profun-

en la vida oriental, de la cual no se ha extirpado

justo tributar toda

la tarea

al

que prescinden de hacer uso de semejante

derecho, proviniendo esto de que la suerte del esclavo,

Islamismo, dista

se tratara de la

Tan infame comercio

secreto,

obligados á conceder la libertad á todo aquel que la solicite, sea

embargo, que son muchos

si

nada diremos, dejando

suerte

de alabanzas al

hombre que ha

de suprimir tan odiosa institución.

haya alcanzado

el

mejor éxito en las reformas

más importantes

entre las


REJUVENECIMIENTO

44

I)E EG-IPTO

pero ma* aun á su actividad y decisión, muchas que ha emprendido, débese indudablemente ip orna ico c c gi an a a, Nubar-baja. su sapientísimo ministro al celo y aventajadas dotes de Puerta acce maque en cuya virtud la Sublime supo conducir perfectamente las negociaciones ^

la se estableciera en la familia del virey

Y se

concedió

le

derecho de pnmogcmtura: sucesión en línea recta por

derecho de acuñar moneda,

el

tratados, y elevar á treinta mil

hombres

contratar empréstitos, estipulai y finnai

contingente del

el

ejército.

El firman en que tales

julio de 1873, y si bien la Puerta trato de derechos se concedian fue refrendado el dia 8 de la caída de Ismail, Tevfik sucedió determinaron que acontecimientos los de anularlo después

suerte que lo que hasta entonces había á su padre en virtud del derecho de primogenitura, de un tratado, convirtióse después en un en estipulada eventual, condición sido únicamente una escaso número de millones al señor hecho incontrovertible. La obtención del firman costó no la cantidad de ciento treinta } Sultán al anualmente satisfacer del Egipto, y la obligación de quinientas mil pesetas; mas aún así no tres mil bolsas, es decir, unos diez y siete millones en realidad tangible los oneroso, pues gracias á semejante medio convirtiéronse resultaba potencias europeas, y la familia planes de Mehemet-Alí, constantemente contrariados por las cuanto á Ismail fuéle desde se encontró dueña absoluta del trono de Egipto. En del jetife

entonces sumamente la

fácil

ensanchar

menor dependencia, merced á

mar

Rojo, mediante

la

la

los límites

de un estado que en adelante

le

peitenecia sin

adquisición de puertos de gran importancia, situados en

toma de posesión de

de

las costas

el

los Somalí, regadas por las olas del

Harar y de los territorios Bogar y de Galabat. La conquista de Darfour, en el centro del Africa, hasta entonces jamás completamente sometido y la de los Estados negros situados sobre el Nilo Blanco extendieron más aún las fronteras de este imperio sin que haya logrado reducirlas la Indico, país riquísimo en diversas producciones; del reino de

Océano

abisinios de

,

,

última guerra desgraciada contra del jetife

la

Abisinia.

En suma,

hasta los

más encarnizados detractores

no pueden menos que reconocer que se ha mostrado como pocos diestro en ensanchar

su reino, y no hay quien pueda desconocer la gloria que le resulta del apoyo que constantemente ha prestado á los sabios europeos que visitan su país, y de la inteligente protección que

ha concedido

á los

monumentos antiguos durante tanto y el más punible abandono.

completa indiferencia y hasta con

tanto tiempo mirados con la

más


*


G

Espasa y

Comp a

Ruinas del

i

P T O

1

Editores.

liarcelona

MI‘LO de

Karnak


RESURRECCION DEL EGIPTO ANTIGUO

l

ocupar

el

trono

el jetife

Ismail, hacia ya

mucho tiempo que

el

Egipto antiguo, por luengos siglos abandonado, había comen-

zado á llamar

la

atención de

la

Europa

culta.

No

quiere esto

decir que completamente se hubiese echado en olvido: la Biblia

consignaba

la existencia

corte fastuosa

mundo

:

y excitaba

los clásicos hacían

el

recuerdo del faraón y su las maravillas del

mención de

existente á orillas del Nilo;

numerosos obeliscos arre-

batados á los templos egipcios, habíanse levantado en las plazas

y

calles de

Roma

y de Constantinopla; en

los gabinetes de curio-

sidades de los príncipes, y en los escaparates de los bibliotecas conservábanse y se exhibían

pequeños

museos y

monumen-

tos, ataúdes y fragmentos de papiro que los peregrinos, los mercaderes, ó los aventureros se proporcionaran en Oriente, v,

además de

esto,

en los itinerarios que los peregrinos cristianos

redactaban de sus viajes y romerías, existian mencionadas las cosas notables y sorprendentes que vieran en Egipto. La Pro-

paganda, establecida en Roma, merced á

los trabajos científicos

Kircher y de otros eruditos, evitó que se idioma copto, y en la misma Roma impri-

del jesuíta Atanasio

llegara á perder EGIPTO,

TOMO

II.

el

I

2


RESURRECCION DEL EGIPTO ANTIGUO •

4:6

Evangelios. Cuando más adelante Pococke, versión copla de los mióse por vez primera la Oriente con el propos.to de pracücar científicas, recorrieron el Nieburh y otras eminencias en Europa, con no poca sorpresa, que súpose investigaciones, detenidos estudios v profundas monumentos del en ambas orillas del Nilo no pocos

además de

las pirámides, existían todavía

expedición a Egipto, y los tiempo llevó á cabo Bonaparte su tiempo pasado. Al cabo de poco ejército, impusiéronse la penosa tarea, que aquel acompañaban sabios y los artistas que describir, y medir con la mayor exactitud que les obstáculo alguno logró impedir, de dibujar, monumentos que á su paso se encontraran. El los de uno fuera dable alcanzar, todos y cada Gracias á sus afanes pudo conocerse la forma resurrección. su debe les Egipto antiguo mas antiguo caractéres de que para escribir se valió el exterior de los monumentos, y los gracias al descubrimiento de la piedra de tiempo, breve de cabo al de los pueblos; y Bouchard, alcanzóse la posibilidad, casi llevado á cabo por el capitán de ingenieros Roseta,

escritos, y por consiguiente de venir en inmediatamente realizada, de leer y comprender sus pensamiento, de las aspiraciones de aquel conocimiento de los destinos, de la vida, del jeroglíficos punto ménos que desconocido. La interpretación de los

pueblo, hasta entonces constituye seria tan

un

triunfo tan glorioso

completamente imposible

de nuestro deber hacer

al lector

para la

el

espíritu científico de nuestros tiempos, y sin ella

representación

una reseña,

fiel

del antiguo Egipto,

que juzgamos

siquiera breve, de las vicisitudes por que ha

pasado.

En

la piedra

escritura de Roseta se ven tres inscripciones, de las cuales dos en idioma y

de la última consiste en un egipcias y la tercera en lengua y caractéres griegos. El contenido Epiphanes I), cuyo (Ptolomeo Tolomeo quinto del honor en decreto expedido por los sacerdotes,

reinado duró del 204

al

181 ántes de Jesucristo, que termina con una orden por la cual se

manda

demótica y grabar la disposición sacerdotal sobre piedras duras, en las escrituras jeroglífica, La piedra las cuales debían colocarse en todos los templos de verdadera importancia. griega

h

encontrada en Roseta, es indudablemente resulta, pues, sin que quepa

el

una

de ellas, y de

menor género de duda, que

el

la

orden en

la

misma

contenida

decreto reproducido en lengua y

con caractéres griegos, se encuentra expresado en lengua egipcia con escritura jeroglífica y escritura demótica.

Los

jeroglíficos consistían

concretos de todas formas y naturalezas letras de bizarro aspecto al hallazgo

de

la

,

al

en imágenes ó representaciones de objetos

paso que

cuyo tipo primitivo no era

la escritura

fácil

demótica consistía en ciertas

determinar. Los que con anterioridad

piedra que nos ocupa, se habían dedicado al estudio de las inscripciones

jeroglíficas, habian tenido ocasión de

observar

la

existencia en las

mismas de

(

)[ ,

tos,

y atentos á

esto habian

aventurado

la idea de si los caractéres,

contendrían los nombres de divinidades ó de reyes.

Roseta, se halla repetido con frecuencia

el

En

nombre de Ptolomeo

La escritura jeroglifica era de patrimonio exclusivo de los sacerdotes y de V. nombre demos, la comprendían los que poseían alguna educación. 1

de

el texto

ciertos

grupos

un cohete ó cartucho

de caractéres, encerrados dentro de unas líneas que afectan la forma de

tal

manera dispues-

griego de la piedra de

in^aioc;

— y como

las personas iniciadas: la demótica,

como

lo

en

la

expresa su


RESURRECCION DEL EGIPTO ANTIGUO inscripción jeroglífica de la

como

el

misma,

nombre de Ptolomeo

se encuentra el cartucho

CUSID

está en la griega, había razonado

dicho jeroglífico correspondía á este nombre;

mas

existentes en los clásicos, que por hallarse basadas en

á

ello

un

47

tantas veces

fundamento para deducir que

se oponían ciertas indicaciones,

principio falso, habían inducido á los

sabios á creer que la escritura jeroglífica era puramente ideográfica, y que no existia por lo tanto en ella ninguno de los procedimientos de representación fonética.

Así

las cosas,

un estudio más profundo y detenido de

la inscripción

trazada en escritura

demótica, hizo comprender que discurriendo de esta suerte se había incurrido en una equivocación. Algo

más

nados por

piedra de Roseta, pudieron aña-

la

tarde, á los datos proporcio-

dirse los que resultaron de

bilingüe

descubierta

obelisco hallado la cual se al

mismo

en

encontró se creyó

tucho jeroglífico

el

en la

el

isla

una inscripción de

un

Philee,

en

zócalo

de

nombre de

Cleopatra, y

que correspondería

c

car-

el

3

¡jfl

ya que nombre y cartucho se encontraban el mismo número de veces. Sea como fuere, ello

que con

es

palancas que

lo

dicho se tenían á

la ciencia

mano

las

había menester para

forzar la puerta tras la cual durante larguísi-

mo el

período de siglos permaneciera encerrado

secreto de la esfinge egipcia.

Dos grandes

hombres, dos verdaderas eminencias, inglés

Tomas Young, que

el

FRANCISCO CHAMPOLLION

se había ya distin-

guido por medio de numerosos y diversos trabajos científicos, y el francés Francisco Chamemprendieron al par, bien que independientemente, la tarea de penetrar el arcano,

pollion,

v al cabo de poco tiempo vieron coronados sus esfuerzos por el éxito más completo; bien que á Champollion corresponde con mayor derecho el justo título de inventor en el arte de descifrar los jeroglíficos, ya que lo que alcanzó Young por instinto, consiguiólo aquél por

medio de procedimientos metódicos, en

los cuales perseveró

con tanta

fijeza

y buen acierto que

á su muerte, acaecida en 1832, pudo dejar escrita una gramática y un diccionario muy copioso, aquí juzgamos del caso hacer nuestras las palabras relativos á la antigua lengua egipcia.

Y

pronunciadas por Chateaubriand,

—y

el

testimonio es de

sabio eminente que en breve tiempo se elevó trabajos, dijo, vivirán tanto el

camino que siguió para

como

los

al

templo de

mayor excepción, la

monumentos que nos ha dado

llegar al término que se propuso.

— respecto

del

inmortalidad. «Sus admirables á conocer.»

Veamos ahora


,

RESUBKECCION DEL EGIPTO ANTIGUO

48

Los saban

jeroglíficos

letra á letra las

,

expresa

el

éste se ve

tal

caso en

el jeroglífico

,

si

es que realmente expre-

debian por fuerza contener

que expresara Ptolomeo,

debía representar una P; y siendo así, habia de encontrarse en

que hay

el

mismo

signo en el tercer

expresada. Siendo esto cierto,

el

el

el otro,

el

que

quinto lugar: y en efecto, fijando la atención en

lugar que en C-l-c-o-P-atra debe ocupar la letra

signo del

nombre Ptolomeo, que

debe ser una O, y

por un lazo hecho de un cordel

signos,

En

nombre de Cleopatra, ocupando

una L; ahora

~^J,

palabras ó nombres de Ptolomeo y Cleopatra

varios signos completamente iguales.

primer signo

^

Y

f]

el

se halla representado

cuarto, que representa

un

león,

bien, las letras O, L, se encuentran también en la palabra C-L-e-O-patra, y dichos

el lazo

y

el

león, en el jeroglífico que expresa su

nombre en

los lugares correspon-

dientes á dichas letras; no hay, pues, para qué decir que las hipótesis alcanzaron la categoría

de verdades indubitables.

Ya

en este camino, continuáronse las comparaciones echando

de jeroglíficos que expresaban otros nombres propios, entre ellos

mano

Alksantrs

más y más

el

de Alejandro,

y por medio de semejante procedimiento se avanzó cada dia

hasta llegar á la reconstitución completa del alfabeto egipcio.

Lo dicho no

podría

bastar sin embargo para la lectura de textos redactados en escritur ajeroglífica, ya que además

de

que podemos llamar alfabéticos, existian centenares de otra especie, que

los signos,

mismo Champollion

fué el

únicamente para precisar

No

el

el

primero en reconocer que carecían de valor fonético, y servían significado de los grupos en los cuales se les empleaba.

es este lugar apropósito para entrar en pormenores respecto de los penosos trabajos

que fué indispensable realizar para que tura jeroglífica.

A

los sabios llegaran á la cabal inteligencia de la escri-

los investigadores franceses é ingleses

con éxito no ménos completo,

otros, alemanes, italianos,

agregáronse

al

cabo de poco tiempo,

escandinavos y rusos, y merced á los

resultados por unos y otros obtenidos, sabemos hoy que la escritura egipcia, á las letras y á las sílabas de que se vale para trazar las palabras, añade otros signos que se llaman determinativos

— determinativos

genéricos y determinativos específicos

clase de idea á que pertenece cada

una de

— que

las partes de la frase.

sirven para indicar la

Este elemento ideográfico,

desconocido en nuestro sistema de escritura, es punto ménos que indispensable en

el egipcio;

y se comprende, teniendo en cuenta que, detenido, si así puede decirse, el idioma egipcio, en los comienzos de su formación, debió resultar una lengua sumamente pobre y por lo mismo abundante por demás en homónimos y sinónimos. Así, por ejemplo, vivir,

jurar, oteja, espejo y cabra;

como en aleman Thor expresa un

y una puerta. Esto sentado, fácilmente se comprende que

ankh

nefer, podría interpretar

hermosa cabra, no

» « ó

un buen

que quiso con espejo, » « ó

ellas

el lector,

difícil

Ank,

significa

en presencia de

un

loco

las palabras

expresarse «una buena vida» ó «una

una hermosa oveja

» si los signos determinativos

fijaran la \erdadera interpretación ó valor de tales palabras.

sobre piedra,

la raíz

dios escandinavo,

Sobre todo en la escritura de trazar, encuéntrame frecuentemente los signos determinativos de


RESURRECCION DEL EGIPTO ANTIGUO

PATIO DEL MUSEO DE BOULAQ

EGIPTO,

TOMO

11.

49


RESURRECCION DEL EGIPTO ANTIGUO 50

seta^de

el objeto qu e signos q ne con su forma reproducen especie, esto es, los de fonético, y así por ejemplo, en lugar complemento desprovistos de todo

únicamente; y

represéntase el caballo significa caballo,

que

ex„

ffl

bien es cer o que

el lector

ignoia significación que tiene el signo, instante siquiera, respecto de la pero este mconve objeto; del representativa la palabra

vacilar un manera cómo debe pronunciar

no puede la

s.

^

encuentra en otra parte el niente desaparece en cuanto

mismo signo acompañado de su

correspondiente escritura fonética.

Para atender, pues, á

por

la claridad, fué

lo

que se acudió

al

recurso de introducir gran

cuales pudo sistema fonético, por medio de los número empleo su en persistiéndose y uso hasta escrito, por expresarse perfectamente el pensamiento tiempo que se conocía mucho ya hacer obstante -no romanos, la época de los Césares templos y los sepulcros especialmente cuando se trataba de adornar los la escritura griega, jeroglífica habíase empleado en un escritura la efecto: En por medio de inscripciones. la palabra, de suerte que lo», elemento decorativo en el sentido más lato de

de caractéres ideográficos en

el

principio

como

la» in..ciip líneas de figuras de que se componen arquitectos se habian aprovechado de las con arquitrabes, columnas V puertas, formando entrepaños, paredes, aplicarlas á ciones, para la, para como artista del exigencias las ventajosa asi para ello

una ornamentación no ménos

curiosidad del espectador. repitiéndose continuamente,

de veinticuatro signo» El número, por todo extremo reducido, satisfecho con tanta habría no como fácilmente se deja entender,

perfección á semejante necesidad,

como

la multiplicidad y diversidad

proveniente de dos mil

mayores dificultades para los no iniciados en imágenes ó signos distintos, resultando además á la escritura jeroglífica asegurábase merced penetrar el sentido de lo escrito, con lo cual, y

más v más

carácter misterioso que la distingue.

el

Vencida El copio es

la dificultad el

de leer los textos jeroglíficos, logróse

idioma que usaban

nuestra era, empleando para

los

la posibilidad

de comprenderlos.

siglos de egipcios cristianos durante los primeros

á las la escritura las letras griegas

cuales añadieron algunos

que no existían en la lengua helénica. Hasta signos representativos de determinados sonidos parte de los libros de la Biblia, y otros nosotros han llegado una traducción de la mayor en los cristianos monophisitas de Eg.pto todavía muchos escritos en copto, de que se sirven sido dable conocer á fondo los misterios ha nos ellos á merced religiosas, ceremonias sus y menos hablaba en tiempo de los faraones, no de este idioma, que ofrece, con el que se analogías de las que existen entre

Entre

los

el italiano

numerosos monumentos que

y

la

lengua de Lacio.

el aire

hasta seco del valle del Vilo ha conservado

uno solo que no contenga una ó más un punto que causa admiración, apénas se encuentra rollos de papiro cubiertos de una cantidad inscripciones. Hanse encontrado también en gran de la vida inscripciones que se refieran á los asuntos escritura apretada, no faltando tampoco civil,

y gracias á

tales circunstancias

poseemos

abundantísimas manifestaciones pueda formarse idea, que con las

al presente

de la literatura egipcia, bastando decir, para que de

ello

planchas, y con lo» fragmento» copias de todas las inscripciones conocidas, reproducidas sobre


RESURRECCION DEL EGIPTO ANTIGUO de papiio, conservados entre cristales, podría llenarse un edificio

Y

teca de Berlín.

encuéntranse en

51

mayor que

el

de la biblio-

dicha literatura es rica, abundante; pues excepción hecha del drama,

ella todos los

géneros conocidos, debiendo aquí añadir que á los textos

escritos en escritura hierática,

es decir, con signos cursivos, generalmente trazados sobre

papiro, por medio de los cuales se reproducen en

hayamos Pero

si

el juicio

mado

los jeroglíficos, se

debe

que

el

se

ha logrado sentar sobre bases sólidas

que en estos nuestros tiempos se ha for-

respecto del arte egipcio

completamente

mente, á

:

se

si

ha modificado

concepto que se tenia concebido,

el

debérnoslo sin la

menor duda, primero y principaly entusiasmo del jetife

la inteligencia

Ismail, y después al

compendio

llegado á familiarizarnos con la vida intelectual de los antiguos egipcios.

celo

al

privilegiado ingenio del

infatigable, al saber,

hombre

á quien se

ha

confiado la conservación de cuanto procede de los faraones, y la dirección de las obras que

ha

sido

indispensable practicar para volver á la luz del dia tantos y tan importantes

monumentos como en

bre-

ves años se han sacado del lecho de arena en que

Ya

vacian enterrados.

se

comprenderá que

al

ex-

Ma-

presarnos en estos términos nos referimos á

riette-Bajá, del cual dijimos alguna cosa con motivo

de nuestra visita á Sakkarah, en cuya ocasión pene-

tramos en en

que para su habitación levantó

la casa

el desierto,

en medio de uno de los campos más

fecundos de su actividad. del

A

él se

debe

Museo de Antigüedades de Boulaq,

la creación

la

más

inte-

resante de las obras debidas á la munificencia del jetife, así

como

la

magistral clasificación que tanto

facilita la tarea del

estudioso.

La

colección de

BouJEQUE-EL-BELED

laq es sin disputa la

han formado con

los

puede competir con

más

interesante de cuantas se

monumentos de

ella el

la

época faraónica: ninguna de las existentes en Europa

inapreciable privilegio de poder indicar la procedencia exacta

dé-

cada monumento.

La

del Nilo Boulaq constituye su ciudad de los califas no está situada á las márgenes muy poco para que forme con el Cairo una sola ciudad. Ademas del Museo :

puerto, faltando

por Mehemet-Alí; la fundición de caractéres; existe en él la imprenta del virey, establecida

una

Desde el Ezbekijeh al Museo puede irse fácilescuela de artes y oficios y una casa de locos. Nilo bañan los jardines y la pared mente en asno en poco más de media hora. Las aguas del


RESURRECCION DEL EGIPTO ANTIGUO punto se hallan amenazadas por la inundación, y hasta tal levantar otro edificio en Gizeh á la que llegó á acariciarse la idea de Motivo había para ello, pues los disgustos orilla izquierda del Nilo. occidental,

obligaron al goproducidos por la extraordinaria crecida de 1878, el punto de que los bierno á tomar grandes precauciones, hasta embalados y deposiobjetos que en el mismo se conservan fueron peligro y al cabo de tados en diferentes almacenes. Pasado el algunos meses reinstaláronse en sus correspondientes sitios en el trasladar á otro palacio de Boulaq, sin que, hoy por hoy, se piense en

punto

el

Museo que ha

sido clasificado bajo

un nuevo plan, y

abierto

otra vez á la curiosidad del público indígena y extranjeio.

De nada

que condujéramos

serviría

al lector

de una á otra sala,

de uno á otro objeto, de esta á aquella vitrina, poniendo ante sus

muchedumbre inmensa

ojos la

Mariette ha facilitado las piezas

ESTATUA DE MADERA HALLADA

EN SAKKARAH

por

la

mano,

así

los

el

podemos

á esta parte

De algún tiempo

la

de la colección

manera como

decirlo, al visitante por

trabajo de redactar, con

el

de tesoros que aquí se conservan.

curioso la tarea de reconocer por

más importantes

atención del público, por

si

que se ha tomado fanos.

al

medio

,

las

llamando sobre

mismo ellas la

ha expuesto, y guiando

del catálogo completo y

razonado

elevado propósito de guiar é instruir á los pro-

hanse juntado á

europeos que recorren las salas no pocos árabes,

v hasta veladas moradoras sus labios con

tal

harem oyéndose de

del

,

motivo peregrinas observaciones,

provenientes de que estas obras, debidas á los paga-

manera alguna, y más bien

nos, no les satisfacen en

que

la

admiración excitan su desprecio. El aficionado

occidental que antes de haber puesto su planta en

el

suelo de Egipto, propende á juzgarlo todo inferior á lo

que en

las artes plásticas ofrece la

considerar la escultura egipcia

Grecia, y á

como un

arte bár-

amanerado y desprovisto de libertad cambia completamente de opinión en cuanto contempla con baro

la

,

,

atención debida los

monumentos aquí reunidos;

pero no puede en rigor hacérsele

hava tardado tanto en rendir rios

contemporáneos de

los

un cargo de que

justicia á los estatua-

Faraones, porque

la LOS CONSORTES DE MEIDOUM

verdad es que no existe museo europeo alguno que proporcione las

la

ocasión, que aquí se

impone inmediatamente, de examinar, apreciar y comparar

mejores producciones del arte, en todas las épocas de

la historia.

En

presencia de esta


RESURRECCION DEL EGIPTO ANTIGUO

53

larga série de obras cuya fecha puede determinarse con verdadera precisión, resulta cosa

formarse una idea de

que han llevado á cabo

lo

escultura, y determinar los rasgos

los artistas egipcios

más importantes que

caracterizan cada

en

fácil

campo de

el

uno de

la

los períodos

del arte egipcio.

Desde luego siéntese obras

más

el

que realizamos nuestra excursión á

jamás en

márgenes

las

inclinado á creer que la plástica egipcia produjo sus

curioso

importantes en las épocas

más

antiguas, es decir, en aquellas que conocemos desde

las llanuras de

más

del Nilo estatuas

Memphis, pues no

desenterradas en Sakkarah ó en los mausoleos de Gizeh

ménos

cinco mil años de antigüedad.

amanuense, que en

se conserva en el

Ya hemos

Museo

del

,

han encontrado han

puesto ante los ojos del lector

Louvre,

1

y

la bellísima

dos obras magistrales, ceden indudablemente en realismo á

sido

algunas de las cuales cuentan

situado junto á la esfinge, y trasladada después al

el edificio

se

reales y llenas de vida que las que

Museo

la

lo

estatua del

la

de Chefren descubierta 2

de Boulaq

;

pero estas

admirable figura labrada en

madera de sicomoro, que representa á un elevado funcionario de edad avanzada, que empuña con

un bastón de mando: y

la diestra

tales

son su ademan y actitud, que no parece sino que

sobre sus piés restaurados, mira frente á frente y en altivo ademan á las gentes á quienes tenía por costumbre mandar. Nada se opone á que ese anciano venerable hubiese sido un bondadoso

padre de familia;

A

su voluntad.

mas no

cabe dudar que cuando las circunstancias lo exigian sabia imponer

dicha estatua se la ha designado con

el

nombre de Sheikh

el

Beled

(el

jeque de

aldea) debido á que los operarios de Mariette que la descubrieron en el sepulcro en que yacía

y fueron alcalde!»

los

primeros que

No

podía darse

la vieron al

que

exclamaron llenos de sorpresa: «¡Calle, pues

la esculpió

un testimonio más

si

es nuestro

fehaciente del primor con que

había ejecutado su obra. Idéntico ó parecido elogio puede hacerse de otra estatua de madera que representa un joven de Memphis, cuya parte superior, única que se conserva, fué también descubierta en Sakkarah; v las

mismas alabanzas merece,

sino mayores, el admirable grupo

joven príncipe Ba-Hotep y su esposa Nefert. Dicho monumento al cual se ha concedido puesto de honor en un escaparate fué encontrado en las cercanías de la pirámide de Meidoum, y pertenece á los tiempos de Snefrú, que

que forman

el

,

,

reinó ántes de que tuviera lugar la erección de la gran pirámide, siendo por consiguiente la

escultura

más antigua que

existe en el

verdadero placer artístico los rasgos de

mundo. Sin embargo, áun cuando

se contemplen sin

pareja que representa, no puede

ménos que reco-

la

nocerse que en su modelado hay un realismo de buena

ley,

en virtud del cual hay motivo para

pintadas, la del considerar que sus rostros son verdaderos retratos. Las dos figuras están figuras es varón de rojo oscuro y la de la mujer de amarillo claro. Contemplando dichas conservador de todos los pueblos, preciso convenir en que en esos remotos tiempos y en el más que cubre la cabeza de era ménos voluble que al presénte. La descomunal peluca

moda

la

Nefert. estuvo en uso, según acreditan los 1

4

Véase Véase

el el

tomo I, pág. 175. tomo I, pág. 196. EGIPTO, TOMO

II.

monumentos, durante

el

dilatado espacio de

14

más


RESURRECCION DEL EGIPTO ANTIGUO

54

bien por los hombres que por las en épocas posteriores, más de tres mil años, bien que rasurarse la cabeza en aquellos obligados por la religión á como estaban mujeres que no el cráneo de algunas momias, sobre pelucas encontrado Hanse determinadas circunstancias. Museo Británico, de la cual puede la que se conserva en el siendo una de las más notables parece, la costumbre obserSegún siguiente. página la de formarse idea el lector por el dibujo de rasurarse los hombres la cabeza, procede de Oriente, de pueblos los vada aún hoy dia por para que los afeite, tiempo conducen á los chicuelos al barbero Egipto. Las madres de nuestro

TRASQUILADURA DE MUCHACHOS EN EL CAIRO

ofrecido por el que y pocas cosas pueden darse más entretenidas y curiosas que el espectáculo podríamos llamar esquileo de muchachos. Juzgamos ocioso consignar que los egipcios, para

abrigar su cabeza, emplean hoy

La

visita

hecha á

el

turbante, así

la necrópolis

de

bajo-relieves pertenecientes al antiguo imperio.

propia suerte que estatuas pertenecientes á la los artistas

como

ántes echaban

Memphis nos ha

Los hay también en

misma

mano el

Museo de Boulaq, de

la

representación

fiel

y exacta de

la

la

época: su observación convence de que

que labraron dichas obras, para nada tuvieron en cuenta

exclusivamente á

de la peluca.

permitido conocer toda especie de

vida real.

el

idealismo, atentos

De aquí que en

la

manera de


RESURRECCION DEL EGIPTO ANTIGUO realizar el relieve,

no se apartaran de

principalmente á reproducir

el

ciertas

55

prácticas convencionales,

que se dirigían

objeto con todo el vigor imaginable, razón por la cual

vacilaba en sacrificar la belleza á la verdad.

no se

Esto nos explica que sobre un rostro presentado

de perfil se dibujaran los ojos de frente, ya que así podian darles

pecho se reprodujera en perspectiva rectilínea, con

mayor expresión; que

no se ocultaba ninguno de

lo cual

el

los

brazos, y que las piernas de las figuras que están de pié, se vean de perfil, pero no una sola,

smo no

las dos á la vez.

Lo propio

se observa en los bajo-relieves

existe figura alguna que se sustraiga á esa

más ocupados, en

los cuales

manera convencional. Aducimos como ejemplo

de lo que acabamos de manifestar, la figura

de un

oficial

superior cuidadosamente escul-

pida en madera, que se ha encontrado en

Sakkarah, sobre una tabla de época antiquísima, y un ganso visto de

perfil,

como todos

animales y esculpido en piedra en relieve poco pronunciado. Hasta tratándose de estalos

tuas, se hallaba

otros

han

el

artista

con

hasta nos-

llegado, nos revelan que se vio

obligado á dar á cada uno de los del cuerpo

manos

las

más antiguas que

atadas; pues las

humano, de

la

miembros

propia suerte que

á cada uno de los miembros del cuerpo de los animales, ciertas y determinadas proporciones que, si así podemos decirlo, estaban ca-

nonizadas por

la

costumbre, y que por consiEl canon

guiente teníanse por inalterables.

de las proporciones existia también entre los griegos.

Durante

la dilatada

historia de Egipto

sólo

duración de la ANTIGUA PELUCA EGIPCIA

dos veces llegó á

como consecuencia

más recias y pesadas; en los nuevos tiempos y especialmente después de la expulsión de los hiksos, formas más finas y elegantes. M. Cárlos Blanc presume haber descubierto que la unidad de proporción emmodificarse: en

el

antiguo imperio dió

pleada era para la figura

famoso proverbio:

Ex

humana

el

figuras

dedo; para las figuras de león la garra: acaso de aquí

ungue leonem (por

la

uña

se conoce el león).

Los que conocen

de Polvcleto y los trabajos de Alberto Durero relativo á las proporciones del cuerpo

el

el

cánon

humano,

de seguro no harán un cargo á los egipcios de que aplicaran á la estatuaria un cánon perfecta-

mente

definido, por

más que

este

método severo impusiera á

cuales no podian prescindir, impidiéndoles dar á sus obras

los artistas obligaciones de las

más

vida y movimiento,

mayor

variedad en las actitudes y ademanes, y fuese obstáculo insuperable para distinguir las formas suaves v elásticas del joven, de las ásperas y rígidas del anciano. Con contadas excepciones, en


RESURRECCION DEL EGIPTO ANTIGUO

58

fundición y la delicadeza del cincel, siquiera, de oro, que sorprenden por lo acabado de la acabados, pertenezcan al nuevo acontece con la mayor parte de los ídolos más bien

como

imperio.

Todos

los

monumentos

anteriores á la invasión de los

Hyksos

mismo

se distinguen, y lo

acompañan, por su elegante debe entenderse respecto de las inscripciones jeroglíficas que los sencillez.

Otro carácter ofrecen y es la reproducción fidelísima de la naturaleza; en estos jamás se sorprende el rasgo más insignificante de vida

retratos perfectamente individuales ideal;

en cambio

lo ideal, la

expresión del alma y del sentimiento, no son en manera alguna menos realistas y menos sencillas del imperio

extraños á las obras

Contemplándolas, no parece sino que en

moderno.

egipcio del tiempo de los

no sólo perceptible en

Hyksos hase

filtrado

pueblo

el

un elemento nuevo,

las obras escultóricas, sino

también en los

trabajos colosales y complicados que su imaginación inspiró á los arquitectos; en la expresión

más adornada

del lenguaje;

en

el

desarrollo

más

intenso del sentimiento religioso, y hasta en la

concepción

más

viva de la inmortalidad del alma y de la divinidad,

que revela una fantasía

mos

más

Posee-

impresionable y arrebatada.

de los tiempos del nuevo imperio

muchedumbre de

estatuas

de todas clases y dimensiones, sentadas y de pié, altas como montañas y diminutas como dijecillos, labradas en granito gris, no menos duro que el hierro, en simple esquisto ó en madera de

dureza.

insignificante

Las más

colosales,

que son

mucho en

tiempo las más conocidas, difieren

por punto general no han sido juzgadas de

al

propio

valor artístico, la

y manera debida;

mo-

si

por

numentos independientes, siendo

así

que su destino era formar

pues se las ha considerado cual

solas constituyeran

parte de grandes conjuntos arquitectónicos cuyo efecto debian realzar.

No

se olvide que desde

los

tiempos

más remotos

la

escultura egipcia fué auxiliar poderosísimo de la arquitectura,, HACHA Y DAGA DE LA REINA AAH-HOTEP

ya que así los bajo-relieves como las inscripciones jeroglíficas tenian en el antiguo imperio

un

valor decorativo. Cuantas estatuas

colosales se conocen, fueron establecidas en emplazamientos previamente elegidos bajo el punto-

de vista arquitectónico y formaban parte de edificios magníficos, de suerte que cuando se dice de ellas, para rebajar su mérito, que afectan

una calma que

llega hasta la carencia de vida, no-

se tiene en cuenta que por punto general estaban erigidas junto á las puertas de los templos;

que tenian

el

rostro vuelto hácia el sitio que

carácter de tranquilidad y calma

cuadraba perfectamente con

la

ocupaban

los fieles,

y que, por consiguiente,

monumental que podia apreciarse en todo cuanto

el

las rodeaba,

expresión que las distinguía, existiendo por consiguiente

verdadera armonía de sentimiento entre

la

manifestación escultórica y

la

obra arquitectónica.


RESÃœBRECCION DEL EGIPTO ANTIGUO

RETRATOS COPIADOS DE ESTATUAS DEL TIEMPO DE LOS FARAONES

59


ANTIGUO RESURRECCION DEL EGIPTO

60

resolución: para JU z g ar del

En

cuenta los

edificios

de los

Si después de lo dicho

modo debido

indispensable tener en los colosos egipcios, es

parte.

cuales formaban

,

sola nnrada los restos de la escultratamos de abarcar con una periodos siguientes: podremos distribuirlos en las épocas o

tura egipcia, sin gran dificultad

1/ obras

del antiguo imperio;

-2.° obras contemporáneas

Hyksos;-3.

de los

trabajos ejecu

de la décima novena de reconquista y hasta los tiempos tados con posterioridad á la guerra Seti I y sus inmediatos sucesores; -5d decabajo arte del completo -4.° desarrollo dinastía / Los 6.» renacimiento bajo los reyes Saitas; dencia hasta la dinastía vigésima séptima los Hvksos, excepción hecha de un de tiempo del quedan nos Tolomeos. Las esculturas que Roma, y acaso un monumento que forma parte de la busto existente en la villa Ludovisi, en en Boulaq. Con ocasión de nuestra visita á Tanis, •colección del Louvre, encuéntranse todos -

;

hemos puesto

lo

más importante bajo

-7

-

los ojos del lector,

i

La

colección del virey es

suma-

-

Así en siguieron á la expulsión de los Hvksos. mente rica en ejemplares de los siglos que soberbias piezas de orfebrería de cantidad gran contemplar dado la sala de las joyas nos es han sido halladas por Mariette sobre la momia de la •cuyo mayor número, doscientas trece, reina Aah-Hotep, esposa del

Faraón Alunes

I,

uno de

los reyes

que mas poderosamente con-

de Egipto. Entre ellas podemos citar aquí un tribuyeron á arrojar á los pastores del suelo con diversas piedras preciosas; una cadena magnífico brazalete de oro, ricamente guarnecido de la cual pende el más bello de los delicadeza, rara de longitud, de de noventa centímetros azul celeste, prendido dentro de una delicaescarabeos, hecho de pasta de vidrio ó esmalte de los dísima red de hilos de oro, que causa la admiración

causan

la

más

diestros artífices:

allá

acabadas reproducciones de admiración del entusiasta del arte industrial antiguo, de un puñal ó de una magistral trabajo el ó adorno, puestas sobre tal ó cual

moscas de oro chapeado de oro: más léjos y hacha de ceremonia, cuyo mango de madera de cedro hállase macizo, montada sobre ruedas y •excediendo ya á toda ponderación, una lancha de oro tripulada por doce remeros de plata.

lujo, hasta

¿El Egipto libertado era acaso deudor de ese

Asia occidental que por vez primera entonces nunca conocido, á los pueblos semíticos del superior: la divinidad bajo cuya Egipto del procedian libertadores Los acababa de someter?

protección dieran la batalla á los

Hvksos era

el

Ammon

antiguo señor del Egipto inferior,

al

inmenso Pbtah,

el

punto de no formar con

de Tébas, que acaba por sobreponerse

Ra, después de fundirse con

con preferencia á todos

los

en una de

conservadas en Boulaq, excede en mucho, en

las estelas

lo

que á inspiración

poética se refiere, á cuanto se intentó realizar durante los tiempos del antiguo este príncipe

conocimiento de y por ellos podremos venir en

la

-esplendor que constituye su rasgo característico.

Tomo

I,

póg

130.

imperio.— sucesores,

y de sus inmediatos simplicidad no desprovista de grandeza

Encontraremos en Tébas numerosos trabajos de

1

éste hasta

más que uno solo, tanto que la décima octava dinastía lo adora demás, y el himno que le dedicó Tutmosis III, que se encuentra

él

En

dicho punto y en

Abydos

v

se encuentian


RESURRECCION DEL EGIPTO ANTIGUO

más acabadas que haya producido

las obras

florecimiento, es decir, bajo Seti

y

erigir por este príncipe

egregio hijo

Ramses

I.

En

la

61

escultura egipcia en la época de su

mayor

cuanto á las innumerables estatuas mandadas labrar

y por su

II, Sesostris,

puede decirse que no existe museo europeo alguno, de importancia,

que no posea algunos ejemplares. Nuestros lectores conocen ya

la

ca-

beza idealizada de Ramses, joven,

que posee Turin cimos con toda busto de

l ,

y aquí reprodusegún el

fidelidad,

la colección del virey, el BARCA DE ORO CON REMEROS DE PLATA

de su hijo Menephtah

I

cuyo rostro

delicado y lleno de vida puede compararse con la cabeza completamente realista del príncipe

Ra-hotep. La decadencia del arte plástico comienza en tiempo de dinastía: sin

embargo,

el rico

y sensual Ramses

III

los faraones de la

vigésima

produjo mucho, ofreciendo no poco que

MENEPHTAH

RA-HOTEP

de alabastro de

la

reina Ameniritis (dinastía vigésima sexta) descubierta en Karnak, digna de todo elogio por

lo

admirar

1

Tomo

la

I,

cabeza del etíope Taharka, procedente de Tébas, y

la estatua

pág. 135.

EGIPTO,

TOMO

II.


RESURRECCION DEL EGIPTO ANTIGUO de un acabado del trabajo de la cabeza y de más proporverdadera haya no siquiera detalle excelente,

Bajo los

ción en las diferentes partes del cuerpo.

los príncipes Saitas de la vigésima sexta dinastía, de

cuales nos son conocidos los

Psammético por

el viaje

blaron

el

I,

más

célebres, tales

de exploración, en

el

como

Neko

por las historias de Herodoto;

II

cual sus buques do-

cabo de Buena Esperanza, y por su derrota

en Carchemis, celebrada en los libros santos de los judíos;

Amasis por su prudente administración y su

amistad hacia Polvcrates, tirano de Samos, ra egipcia alcanzó

la escultu-

un período de nuevo florecimiento,

cuyas manifestaciones son verdaderamente dignas de aprecio.

Xo

vaya á creerse sin embargo que las obras

hijas de este renacimiento igualen por su verdad de TESTA DEL ETIOPE TAHARKA

expresión y grandeza de sencillez á las procedentes del imperio antiguo en aspiración á lo ideal y en nobleza

y belleza de formas, especialmente á las producciones más acabadas del tiempo de Seti I; mas en cambio se distinguen ventajosamente por una simplicidad, una ele-

gancia y una morbidez que jamás alcanzaron las obras de

primeras épocas. Xunca se han grabado sobre

las

piedra ó trazado sobre vos, ó dibujados con

el

más

que bajo

la

llevado

pulimento de

el

fección.

papiro jeroglíficos

más

la

expresi-

exquisito sentimiento del estilo

dominación de la

los Saitas, ni

piedra á

Las labores de que

nunca

se

ha

mayor grado de per-

se hallan cubiertos los sarcó-

fagos de basalto ó granito gris de los flabelliferos de la

vigésima sexta dinastía constituyen verdaderas maravillas,

y Mariette ha estado en

lo

justo concediendo lugar de

distinción al bellísimo grupo que descubrió en

en

la

tumba de Psammético. Vense en

él

Sakkarah

de pié á Isis y

Osiris á derecha é izquierda de la vaca Hathor, que en

señal de protección apoya tranquilamente su cabeza, que

adornan

el

disco y la doble pluma, sobre la estatua del

difunto Psammético. '^aca, los

i

La

figura de éste, la cabeza de la

ostros de la divina pareja, constituven

tantísimos fragmentos escultóricos. AMENIRITIS

descendientes de Amasis

el

— En

impor-

tiempo de los

Egipto fué incorporado

al


,

RESURRECCION DEL EOIPTO ANTIGUO

i

imperio persa por Cambises; pero propio del Egipto que, durante t*

el

gran imperio asiático jamás logró apropiarse

el

dilatado espacio de dos siglos, constituyó

una de

el estilo

las satrapías

de aquél. Todos los

monumentos de esta época que se han encontrado en el valle del Nilo. así son completamente egipcios, en toda la extensión de la palabra, pudiendo decirse del pueblo de los diferentes elementos de la faraones, que en tanto griega. Entre los monupermaneció fiel á la relimentos más importantes gión de sus padres, tuvo del tiempo de los Lágidas

como en

los oasis,

medios para

'

resistir á las

que se conservan en

el

poderosas influencias del

Museo

arte griego que, después

cen citarse dos estelas cu-

de la conquista del país

biertas

por

el

gran Macedonio,

de Boulaq,

mere-

de inscripciones,

de las cuales

conmemora

hizo de Alejandría una de

la

una

sus residencias favoritas.

el

primero de los Ptolo-

Visitando los templos de la

meos, Soter, dispensó

tendremos ocasión de ver

al

era simplemente sátrapa; HATHOR COMO VACA

la arquitectura

que

templo de Bouto, cuando

época de los Ptolomeos.

que

los beneficios

v

tomó decreto

la

otra

contiene

un

trilingüe

dictado en Canopa,

en honor de Ptolo-

meo Evergetes la

I,

cual se conoce

con

nombre de

el

Decreto de Canopa.

Es

un monu-

este

mento de inapreciable importancia,

ya que á

que

Roseta

la

manera

Lápida de

la ,

contiene

una disposición

sa-

cerdotal en lengua literaria

y vulgar

de Egipto, con su perfecto estado de traducción en idioma griego; con la circunstancia de que su contenido, y su

conservación

le

comunican muchísimo mayor interés que

el

que ofiece

la otia piedra.

Débese

á su descubrimiento á Lepsius, que la encontró en 1866 en las ruinas de Tams, y vino


RESURRECCION DEL EGIPTO ANTIGUO demostrar más y más

la exactitud del

jeroglíficos por Champollion

método seguido para

descifrar los

toda ^ez que ningún e s ip y sus sucesores, tólogo habría podido darle interpretación distinta de la

que

ha dado

le

griego.

el

intérprete

— El furor iconoclasta

de los cristianos dirigióse

es-

pecialmente contra los monuestilo griego

mentos de

per-

tenecientes á la época de los

Ptolomeos y de

romanos

,

los Césares

siendo de advertir

que los más bellos é interesantes se enviaron á

Roma

y

á Constantinopla, y esto explica

que

el

Museo de Boulaq

sea relativamente

pobre en

En

objetos de esta naturaleza.

cambio es mucho más

rico

en estelas conmemorativas, ATAUD DE MOMIA

OBJETO DE TOCADOR

redondeadas por su parte su-

perior,

y adornadas de inscripciones; en sarcófagos, en

ataúdes; en mesas de ofrendas, y pequeños las

féretros y

monumentos de

épocas que han sido descubiertos junto á

las

todas

momias en

los

sepulcros, en la arena y debajo del polvo de las ciudades destruidas, los cuales son debidos por punto general á

más bien que

meros artesanos

á verdaderos artistas. El sabio encuentra aquí, re-

unido en los armarios, conservado en truidas con gran esmero

el interior

de vitrinas cons-

y perfección, ó colocado sobre elegantes

zócalos, cuanto la piedad de los sobrevivientes depositaba ordina-

riamente sobre

el

sepulcro del muerto, perteneciente á objetos de

mueblaje, adorno ó medios de defensa. cabezales que tenian

ANFORA CON TAPADERA DE CABEZA HUMANA

un valor simbólico

CUCHARILLA PARA TOCADOR

Aquí pueden verse ,

los

de los cuales se sirven


RESURRECCION DEL EGIPTO ANTIGUO todavía en los pueblos de la Nubla;

las ánforas

cabeza de chacal, de cinocéfalo, de

(canopes) con cobertera en forma de

gavilán y de hombre, en los cuales se conservaban

las visceras

del cuerpo

momi-

ficado; escarabeos de todas las

dimensiones y materias imaginables de los cuales los mayores ,

colocábanse sobre cadá’v ei

JIMIO

,

ritas

pecho del

el

sitio

correspon—

gargantilla con escarabeo

pues eran considerados como símbolo de

encima de

la actividad

los

miembros,

creadora de la

concediéndoseles además la pro-

piedad de llenar riencia, de

el

diente al coiazon, y los pequeños se fijaban

BOTE DE UNGÜENTO, CON UN

naturaleza

en

al

hombre, muerto en apa-

una nueva fuerza

futura; figu-

llamadas Oushabti, que se apoyaban

contra los muros de las siringes ó se encerCAJA DE JUEGO DE DAMAS

raban dentro de estuches, comunmente en prodigiosa cantidad, con estatuillas,

imperio.

que afectan

el

objeto de depositarlas en el interior de las tumbas.

forma de momias, se hicieron

la

Por punto general son de

baño de barniz

vitrificado,

llevan pendiente de la espalda

cubierta de

tierra,

empuñan un

pico y

un saco de

Semejantes

en tiempo del nuevo

un

un azadón, y Tienen

semillas.

grabada una inscripción, que

muy

muy comunes

falta

en

pocas, por la cual se ha venido en

conocimiento de que estaban destinadas á labrar la tierra para el difunto

campos de

La mayor

más comunes ;

momias, siendo

O uta

llamados

que volveremos á encontrar en Té-

la otra vida,

gurar le

las

los ojos,

Casi todos guardan cierta relación

bas.

con

en los

parte de los amuletos se

han encontrado sobre los

,

los bienaventurados.

al

y tienen por objeto aselos peligros que

muerto contra

amagan en

cialmente en sala del juicio.

el el

mundo

inferior,

espe-

camino que guia

á la

Hasta tableros de damas

de delicada labor, y provistos de sus cajones para colocar las piezas, hanse encontrado en el interior de algunas tumbas.

figurita. Oushabti

EGIPTO,

TOMO

II.

MOMIA DE

IBIS

17


66

RESURRECCION DEL EGIPTO ANTIGUO Este juego

halla ya

se

mencionado en

relativos á la creación; atribútasele

los mitos

un sentido pro-

fundo, y se esperaba poderlo jugar después de la muerte en los campos espaciosos de la bienaventu-

ranza eterna.

Armarios v estatuillas

vitrinas vense colmados de estatuas v

que representan

los

innumerables tipos del

Panteón egipcio, y en ellas se ven también algunas momias, inmensa cantidad de figuras y figurillas, y animales sagrados, muchos de los cuales ofrecen las

más el

extrañas formas compuestas. Reproducimos en

texto la

ave era de

ibis.

el

imagen de un

ibis

pájaro consagrado

Thot,

el

Thot con cabeza

Mermes Trismegisto

los griegos, era igualmente

y así como las fases de

THOT Y SAFEKH (DIOSA DE LA HISTORIA, REGISTRANDO EL NOMBRE DE RAMSES EN LA FRUTA DEL ÁRBOL DE PERSEA Bajo-relieve del Rameseo de Tébas

embalsamado, cuya

al dios

la

un

de

dios lunar,

luna sirvieron de

II

PALETAS

.

jp


RESURRECCION DEL EGIPTO ANTIGUO base para los primeros cómputos del tiempo,

la

medida,

el

67

número y cuanto

se regula ó está

sometido á leyes, y más adelante hasta la ciencia, la escritura y todas las producciones del espíritu humano fue sometido á su dominio. Es el amanuense ó notario de los dioses y se le representa teniendo en la mano la tableta y el cálamo y redactando el protocolo en el juicio do los muertos.

Con Safekh,

la diosa

de la historia, toma acta de las acciones de los príncipes,,

preside las bibliotecas y protege á los escritores.

Consérvase también, y no poco, de los avíosde los jeroglámmatas, y entre ellos paletas provistas de la tinta negra y del color rojo que so empleaban para distinguir las rúbricas del cuerpo del escrito. La casualidad, según dejamos consignado, ha hecho que llegaran hasta nosotros gran número de obras literarias escritas sobre papiro. El

Museo de Boulaq

es

menos

rico

en venerables rollos de este género que

CUADRO DEL TRIBUNAL EGIPCIO DE LOS MUERTOS Viñeta del capítulo 125 del Registro de

muchas de

las colecciones europeas; pero

notoria importancia. Los que

Muertos. Era esta

la

aún

así,

más abundan son

los

muertos de Turin

posee no pocos papiros de gran precio y delos conocidos bajo el título de Libro de los

obra fundamental de la religión egipcia: encuéntranse ejemplares de ella

debajo de las fajas con que se vendaban las momias, ó capítulos de los

muros de

constituían el el

mismo, y cuyo texto

está

más

ó

definirse con toda exactitud: guia

plar

más

la

misma, trazados sobre

y de las catacumbas, y en los objetos, grandes y pequeños, que ajuar fúnebre. Basta decir que este libro, cuyo orden de capítulos no es siempre

los sarcófagos

ménos compendiado

para

el

alma en

ó desarrollado, según los casos, puede

sus peregrinaciones de ultratumba. El ejem-

perfecto que se conoce, que es aquel de que se

orden que se sigue en

la disposición

ha servido Lepsius para establecer

de los capítulos, se conserva en

el

Museo

el

de Turin. El


RESURRECCION DEL EGIPTO ANTIGUO

68

capítulo la

más

notable é interesante de

la

colección es

representación del juicio de los muertos en

cándose á

la

la

el

mundo

125, al cual

la verdad.

Anubis y Horo dirigen

la

en calidad de presidente de

al justo,

afirmaciones que invariablemente comienzan con esencia de

la

moral

egipcia,

que

difiere

la

fórmula:

muy

moral de Moisés.

el

otio se \e

balanza del lado

Thot-Hermes consigna

— La

Hay

cuarenta y dos

he...», las cuales encierran

conservación del Libro de

á la ciencia

en que descansa

el

muerto que asegura no

poco de los preceptos contenidos en

M.uertos ha permitido las bases

la

ha hallado verídico: Osiris,

al juicio.

«No

difunto acei —

paso que en

recibe la defensa del

haber cometido tantos pecados como jurados se hallan presentes

la quinta

al

operación é inclinan

es decir, á aquel á quien

la corte infernal,

ordinal iamente

ella se

al

indulgencia, en cuanto se equilibran el corazón y la verdad.

resultado y entrega su corazón

acompaña

En

inferior.

balanza, uno de cuyos platillos contiene su corazón,

una estatua de de

el

la los

restablecimiento de

el

la doctrina egipcia

sobre los

dioses y sobre la inmortalidad.

Además

de dicho libro existen en

el

papirus hieráticos que tratan asuntos ellos

Museo de Boulaq

muy

diversos.

De

hay uno que contiene gran abundancia de preceptos

de moral, comparables únicamente á

Salomón,

los cuales revelan

la

Sabiduría de

un profundo conocimiento

de la vida, una gran dignidad, y una pureza perfecta.

Otro manuscrito de época

un

bellísimo

más remota,

está

formado por

himno dedicado á Ammon-Ra, que

distingue por su elevada inspiración.

Otro,

moderno, en escritura demótica, contiene una de curiosa invención,

la

se

mucho más

cual se conoce bajo el

historia,

nombre

de Cuento de Satni. Otros rollos hay que sólo contienen cuentas, ó formas de conjuros mágicos.

uso

muy común,

— Eran éstos de

especialmente en las épocas de deca-

dencia, y escribíanse ordinariamente so color de religión, sobre los amuletos y tabletas de piedra.

Las estelas que representan á Horo encima de

los cocodrilos

atribuíaseles la virtud de preservar de cuanto es nocivo y enojoso. los

amuletos contra

el

mal de

ojo;

están llenas de ellos:

Innumerables son también

y las preocupaciones relativas á los dias fastos y nefastos uno de los dias del año se ve

se hallan consignadas en grandes calendarios, en los cuales cada

indicado

como

venturoso, desgraciado ó de mal augurio respecto de determinadas empresas,

y favorable ó perjudicial con relación á

los destinos humanos. De estos testimonios de la antigua superstición egipcia viven no pocos áun, después de haberse extinguido completa-

mente

la i eligion que les dio vida, mereciendo consignarse por lo curioso el hecho de que en tanto que los secuaces de las diferentes confesiones establecidas en las márgenes del Nilo,

i

echazan cuanto trasciende á

la

doctrina religiosa practicada por quienes profesan distinta


RESURRECCION DEL EGIPTO ANTIGUO

70

creencia, no sólo no tienen inconveniente, sino que se hallan

más que

dispuestos á aceptar

que los egipcios sus diferentes preocupaciones y aún sus prácticas supersticiosas. Ello es modernos, al modo que puede observarse en los antiguos, se \alen de fói muías mágicas, en las cuales puede descubrirse muy marcado sabor religioso contra las enfermedades del cuerpo y del espíritu; de conjuros para neutralizar el poder del enemigo; de encantos y sortilegios para ganarse el afecto y el amor y hacerse invulnerables contra las armas blancas que el gran general Ibrahim-bajá. y de fuego. Hoy es v se refiere como cosa averiguada padre del

debió

jetife Ismail,

circunstancia de poseer

de tinta.

Consiste éste

cifras de la

muchacho

su vida.

adiestrado por la

El rapaz echó una mirada sobre la

»izquierdo.»

él

Calló

un hombre que

»tiene doblado sobre » descripción

»

manga

mismo nos

él

la

la el

9

2

3

5

7

8

1

6

en

él

viste

mancha

un

«Distingo

y que no tiene el brazo palabras, miró con mayor insistencia es que le falte el brazo izquierdo, lo

añade Lañe, comunica á su

rectificación,

llevar

faltaba era el brazo derecho .»

y otras del propio jaez permiten formar idea de la destreza de el arte de la adivinación que saben halagar

hay habilísimas en

el

de tinta, y dijo sin pestañear:

mayor exactitud; puesto que Nelson acostumbraba le

la

traje europeo, negro,

— Semejante

vacía de su uniforme: el que

que

solicitó

los dias de

mancha y continuó: «No, no pecho.»

refiere,

un

no habia oido hablar en

después de haber pronunciado tales

negra superficie de

4

un mago, puede ver todo cuanto su maestro hace aparecer sobre

mancha. El inglés, según

viera al almirante Nelson, del cual de seguro

»un buque, y en la

haber escapado incólume de las batallas más sangrientas á

numeración dispuestas del modo que á continuación puede verse:

negra superficie de

muchacho

el

un precioso talismán; y el crédulo Lañe refiere maravillas del Espejo en un pedazo de papel que tiene una mancha de tinta en medio de las

los el

,

unida

al

pecho

la

Semejantes maravillas

que

Gentes

las ejecutan.

deseo innato en

el

hombre,

y más si éste es oriental, de penetrar en los arcanos de lo porvenir. Para ello se emplea la quiromancia que se practica escudriñando la huella impresa por la palma de la mano en una pella de la

masa con que

empléanse

los auxilios de la

se elabora el pan.

mágica en

Con preferencia

á los recursos de la medicina

las enfermedades, y hasta

en los casos más graves se

acude á pedazos de papel en los cuales se han escrito versículos del Coran, antes de los conocimientos del médico.

ardor

En cuanto

estudio de la medicina,

solicitar

á los antiguos egipcios, que se consagraron con

creían que los conjuros

aumentaban

la eficacia

de los

medicamentos. El papiro Ebers, consistente en un antiquísimo manual de medicina,

al lado

de

al

muchos y

variados remedios contiene las fórmulas de conjuro que al emplearlos debían

pronunciarse, y por consiguiente, por medio del estudio del mismo, y no obstante las prácticas supersticiosas que encierra, puede venirse en conocimiento de la doctrina científica

de su autor.

Tampoco

se llegaron á extinguir

en los sucesores de los antiguos egipcios las prácticas

referentes á la alquimia y á la astrología judiciaria:

lejos

de ello hacíase enseñanza y

profesión de ellas en la época en la cual el Cairo, gracias á la célebre universidad establecida


RESURRECCION DEL EGIPTO ANTIGUO

71

S

G\vA\\ >\U.

üÜilllÜiili

"lfs 1

j^jagMngw, cansag»JfeÍ!»Cg»E

Zr7T®3^3S-3EíCI®-2=Zt

_

ENTRADA DEL CHAN EL-CHALIL


72

RESURRECCION DEL EGIPTO ANTIGUO

la ciencia oriental. Y pues esta alcanzó en la mezquita de el-Azhar, vino á ser el centro de ha sido de tan importante estableciqué sepamos que es natural justa y merecida fama, mismo se han obtenido en los miento de instrucción pública, y qué frutos son los que del

tiempos presentes.

ESTATUA-RETRATO Y BAJO-RELIEVE DE AMENOPHIS IV



G

I

PTO

Miriam


LA UNIVERSIDAD Y LA MEZQUITA DE EL-AZHAR

xútil juzgamos encarecer la importancia de la mezquita de el-Azhar,

de

cual

la

hemos hablado ya

al

en diferentes ocasiones, con-

lector

signando que su fundación fué debida á Djohar, general de Moezz,

y que su recinto de

llegó á ser centro

vida intelectual y científica

la

%)

del Oriente.

que desde

el

Cumple ahora

mismo

añadir,

el

presente, ha

En

efecto, de sus

primer sultán fatimita hasta

continuado gozando

el

aulas ha salido

eminente Ignacio Goldziher, alumno

el

privilegio.

aventajado que llegó á superar á sus mismos maestros y le

somos deudores, podemos

una reseña

histórica de ese estableci-

gracias á las noticias de que

hoy ofrecer

al lector

miento, único en su género.

Para el

llegar á las célebres aulas, de las cuales procede .

saber que irradia hasta los

mundo musulmán, dejemos

el

más remotos

confines del

nuevo barrio cercano á

la

plaza del Ezbekijeh, impregnado de sabor occidental, y confundámonos, ó mejor, mezclémonos con la muchedumbre semi-oriental semi-europea del

Muski, que constituye

la calle

más importante

del Cairo.

En

las habitaciones situadas

en

el

plan terreno, sucédense sin interrupción tiendas montadas al estilo de Europa, con mostraEGIPTO,

TOMO

II.

*9


LA UNIVERSIDAD Y LA MEZQUITA DE EL-AZHAR

74

dores y escaparates riquísimamente dispuestos. Sólo de cuando en cuando podemos dirigir una mirada á las regiones superiores, en las cuales se dibujan los perfiles de los balcones salientes ó voladizos, ó á las calles que en la

muchedumbre; porque

mueven en

los

misma desembocan

cuajadas de numerosa

vehículos de toda especie, los jinetes y los pedestres que se

revuelto torbellino doquiera volvemos las miradas,

ocupan forzosamente toda

nuestra atención, sin dejarnos espacio, sin embargo, para describir, aun á grandes rasgos, esa actividad febril, ese movimiento inconcebible.

Atentos, pues,

en una libros

calle

al fin

que nos proponemos, doblamos á la derecha y nos encontramos

en cuyas tiendas (doukkan) se venden dos artículos completamente distintos:

y babuchas. ¿Qué motivo puede

influir

en que, no sólo aquí sino también en los

almacenes de

Siria,

se

encuentren reunidos dos artículos

tan

heterogé-

neos? «Los libros, dice »el sabio, generalmente

»se hallan encuaderna-

»dos de

»de

tafilete rojo,

propia

la

y

materia

»se fabrican las babu-

»chas, erg o libros y ba-

buchas, constituyen vpara »

mercader una

el

misma

cosa, v librero

»v zapatero no compo-

nen más »y

ms mejores ganas penetraríamos en

casa de nuestro amigo

que una sola

misma personan) Con

Hasan, ó en

la

de su vecino,

el

hombre

de la Meca, para mercadear entre sorbo de café y chupada de tabaco depositado en narghileh de purísima factura oriental, alguna bella edición de Boulaq, ó tal cual esos

de

antiguos manuscritos, nada escasos en

que ofiecen más bizarros adornos, dosamente en

se

la biblioteca del vi rey;

el Cairo,

remontan

al

mas hoy no

cuyos

más

bellos ejemplares, que son los

tiempo de los califas, conservándose cuidase trata

de adquirir libros, sino de visitar

los lugares

en los cuales, desde muchos siglos acá, se conserva la ciencia y se cultiva el pensamiento, á que deben su origen la mayor parte de los libros referidos. Muchos de los adornos reproducidos en este capítulo, consagrado al saber de los árabes, son copia de venerables manuscritos del Coran.

Xos hallamos ya delante de la mezquita: lanzamos al paso una mirada al escribiente un rincón de la calle, va escribiendo la carta que le dicta un artesano, y permanecemos un momento perplejos preguntándonos por cuál de las seis puertas entrapublico que, sentado en


LA UNIVERSIDAD Y LA MEZQUITA DE EL-AZHAR

LA PUERTA DE LAS SOPAS EX LA MEZQUITA BAB EL-AZHAR

75


LA UNIVERSIDAD Y LA MEZQUITA DE EL-AZHAR

76

remos. La del Este, llamada Bab-es-hshourbéh

(la

puerta de las sopas), es de suyo pintoresca

y ofrece no pocos atractivos; pero al fin nos decidimos por la puerta principal llamada «Puerta de los Barberos» y traspasamos el umbral, en la disposición de espíritu que resulta

«Se juzgan

de leer la inscripción que sobre su dintel campea y que dice:

las acciones

según

»las intenciones, intenciones, se concede la recompensa.» y á cada hombre, según sus

Descalzámonos y sustituimos nuestros borceguíes por unas babuchas de paja, y en semeel portero, llegamos á un sitio en el cual vimos diferentes

jante disposición, guiados por

barberos que estaban rasurando espacioso patio que precede á

mismo y

la

la

cabeza á sus parroquianos, y desde

mezquita, enlosado todo

él al

magnífico y

de riquísimo mármol.

él

En

el

junto á las cisternas destinadas á las abluciones ritualísticas, que se hacen antes

de las oraciones, sentados detrás de sus correspondientes mesillas,

vense gran número de muchachos,

que balanceándose incesantemente de delante atrás con la regularidad

de un péndulo, conságranse tudio de los primeros

de

la

musulmana.

ciencia

encontrarnos

con

al

es-

elementos

Para

un estudiante

propiamente dicho, es indispensable

de

que penetremos en la

el interior

mezquita.

Ya

en

ella,

parécenos hallarnos

rodeados de una atmósfera desconocida.

En una

sala

inmensa cuyo

techo sostienen trescientas ochenta

columnas, y del cual penden nada menos que mil doscientas lámpaias

,

sobie un pavimento tapizado de esteras, y acurrucados formando diferentes grupos,

numerosa muchedumbre de jóvenes imberbes y hombres provectos. Aquellos peimanecen sentados, formando semicírculo, delante de un jeque que se apoya contra una columna, es el profesor, de cuyos labios penden sus miradas, en tanto que les explica uno de

distínguese

lo* numeiosos textos y comentarios que constituyen el derecho canónico en la ciencia del Islam, explicación que da con la especie de melopea que es característica en la enseñanza oiiental, \ de la cual no es difícil formarse idea, pues con ella tiene no pocos puntos de semejanza, la que usan los talmudistas judíos de Europa. Investigando más y más en derredor de nosotios, además de las sillas y de los pupitres que hemos tenido ocasión de ver en otras mezquitas, podiemos notai en esta inmensa sala dos estrados mucho más bajos, en uno de los cuales, sumergido en la interpretación de un texto jurídico vese á un venerable anciano.


LA UNIVERSIDAD Y LA MEZQUITA DE EL-AZELAR

número de

El

que

le

enseñanzas de sus colegas. Es

el

los oyentes

rodean es

muy

superior al de los jóvenes que asisten á las

jeque Ashmouni, de gran fama, no sólo por su saber, sino

por su ’wda ejemplar ascética, el cual constituye uno de los más bellos timbres de la instiy Testigo es de su saber un profundísimo estudio gramatical, impreso en Boulaq, deponiendo de la pureza de sus costumbres el celibato que se ha impuesto. En tanto que tución.

sus colegas, para dar sus lecciones se sientan en las esteras,

distinguiéndose

únicamente de asisten

ellas

que á

los

por

el

que ocupan junto a

lumna, »la lo

sitio

co-

la

— «establecerse

en

columna» expresa aquí

que entre nosotros «abrir

»un curso»

él

disfruta

una

fama por nadie contradicha

y por todos confesada, que influye en

que se

le

conceda

sin disputa el privilegio de la

En

cátedra.

cuanto

al

otro estrado hállase al pre-

sente vacío, correspondien-

do de derecho

al

jeque

más

antiguo de la mezquita, al

venerable as-Sakká, á quien

edad y las enfermedades impiden ocupar su sitio junla

to á la

columna. En opinión

del pueblo

cuenta más de

cien años; pero los que tiene

realmente son noventa. Al presente explica á sus alum-

nos que acuden á su casa; samo d EL cairo

pero mientras pudo asistir

á

la

mezquita, tanto como sus lecciones dadas

por su elocuente y arrebatada palabra, Júzgasele

ocupan en jefe,

el

musulmán más

los

al pié

de la columna, dábanle merecida fama,

sermones que predicaba todos

los

viernes.

instruido de todo el Egipto, y al decir de las gentes que se

los asuntos de la mezquita, de fijo habría llegado ya á la jerarquía de muflí

que es como EGIPTO,

TOMO

si II.

dijéramos rector de

la

mezquita,

si

en

en su juventud no hubiese ganado la 20


LA UNIVERSIDAD Y LA MEZQUITA DE EL-AZHAR

78

humilde

subsistencia ejerciendo el

oficio

de lavandero de cadáveres.

Mas suponiendo que

que llegara a tan elevado haya influido semejante consideración, han sido también óbice para teológicos. Sea como quiera, grado de encumbramiento, motivos de más bulto, exclusivamente merced á

podemos observar que en lo* musulmanes, descenaún robusta y poderosa la prevención ó, si se quiere, cual miraban con cierto horror á las gentes que velaban y

las manifestaciones del vulgo,

dientes de los antiguos egipcios, vive la

preocupación en virtud de la

abrian los difuntos.

Entre los jeques que estaban dando sus lecciones y los miles de escolares que les más de un rostro expresivo, más de una barba gris,

rodeaban, tuvimos ocasión de contemplar

más

de una figura venerable.

Sanhouri

de ellos lee

el

maestro cuida de

texto que el

más

decidida, siendo tal

más

insignificante, ya está

deja de la

mano

No uno,

ni

sino

y tan

la

generación

enarbolando

el palo,

creto

es-

más joven de alumnos, y uno

interpretar, para lo cual

fina su percepción,

que en cuanto

el

escucha con

la atención

alumno comete

la falta

con aire amenazador, á cuyo efecto nunca

lo

aún cuando está sentado.

muchos

dias

hemos

errado en todas direcciones bajo el techo de esta sala,

yendo de -una á otra columna, con objeto de escuchar á ciones

Ahmed

Entre éstas haremos especial mención del jeque

En derredor suyo agrúpase

el ciego.

hemos podido deducir que no hay uno

los

y determinado, en una série de lecciones continuadas.

llevado entre nosotros al último punto

maestros, y de nuestras observa-

sólo que se ocupe en

un punto de

ciencia con-

Semejante método de enseñanza

desconócenlo completamente los orientales que por

,

más eminentes y conspicuos que sean en

saber, conténtanse,

cuando en su

espíritu se

ha

extinguido la chispa de la originalidad, con interpretar textos oscuros, y con comentar comen-

y áun comentarios de comentarios. Nútrense del saber de otros tiempos y en emplean su sagacidad. El profesor recita en el mismo tono texto y comentario, diciendo únicamente para diferenciar el uno del otro, hablando del primero: «El autor, bendígale Dios,

tarios anteriores él

»dice» y refiriéndose al segundo: exposición

tal

«Dice

cual pregunta tímida de

los pasajes difíciles el profesor es el

el

intérprete.»

un alumno, que

que

se dirige al

á lo cual generalmente responde el interrogado:

Una

De cuando en cuando interrumpe el

intérprete procura satisfacer,

la

yen

alumno preguntando: «¿Comprendiste?»

«A

Dios gracias comprendí.»

lección dura de

hora y media á dos horas, y suele terminar con las siguientes palabras: «Hasta aquí hemos llegado y quiera Alah concedernos inteligencia. » Después de lo cual los estudiantes se incorporan, acércanse uno á uno á su maestro, despídense de él besándole respetuosamente la mano, y guardan sus cuadernos en el cartapacio. Los alumnos tienen en gran estima lo que poseen «en negro sobre blanco,» como si dijéramos, sus apuntes; y na ^ a 1° prueba, como las tiernas palabras y dulces expresiones con que se solicita la devolución de un cartapacio extraviado, por medio de los anuncios fijados en tal

cual columna,

previa autorización del vigilante ó inspector.

No podemos

resistir al

deseo de publicar uno de

dichos anuncios, que copio á la letra el Dr. Goldziher. «¡Oh compañeros (mougaouirin) de »la noble mezquita el-Azhar, que marcháis en pos de la ciencia! Compadeceos de la pérdida


LA UNIVERSIDAD

80

A'

LA MEZQUITA DE EL-AZHAR

»que ha experimentado uno de vosotros. Héseme extraviado una cartera en » kourrasehs

»como previene

la religión,

con

lo cual

»de mí, en cuanto haya recobrado

En

el

experimentará un halago

animadas discusiones que sostienen paseando á

penetran en

Un

el edificio.

de este pobre sér, es decir

los estudiantes

lo largo

formando grupos, ó charlando con

quita, ó reuniéndose

(')

tesoro perdido (**).»

media de una á otra lección,

intervalo que

el

había dos

la cual

Suplico á quien los hallare, se sirva entregárselos al portero,

del comentario.

1

aguador, por ejemplo, con

ocupan

tiempo en

el

de las espaciosas salas de la los

mez-

vendedores ó los curiosos que de sus vasos, recuerda á

el retintín

cual estudiante que hay quien puede apagar su sed de agua ya que no de ciencia; algo lejos,

un vendedor de comestibles viene á demostrar con elocuencia muda, que

nutre de pan, y

le

da

lo visto

sabio se

razón un escolar que hace provisión de vituallas, en tanto que un

la

una mujer, cuidadosamente

tercero sostiene cariñoso coloquio con

por

el

tal

más

debe de ser su madre ó una próxima parienta.

un

cubierta con

De improviso

velo,

que

se deja oir la sonora

voz del muezin llamando á los muslimes á la oración del medio dia. es-souhher, v entonces todos se precipitan á las cisternas del patio exterior con objeto de practicar las abluciones prescritas, y humillarse después en la dirección de la kiblcüi en

Después de

hora de la

la

siesta,

empiezan de nuevo

ademan de

las lecciones,

orar.

que continúan hasta que

se les llama á la oración de la tarde, el—magrib. Los estudiantes rezan en sus habitaciones particulares, la

mayor

según veremos luego,

La

vida que,

Ll-Azhar, se

tal

parte de las cuales se hallan establecidas en el interior de la mezquita, la última de las cinco oraciones á

como acabamos de

íefiere

únicamente a los días de labor; en

las aulas, pero á eso del

en bote

la

En

la

otro lugar

palabra del

concepto tiene la

Imán

á cuyo cargo está también

tratado de la mezquita, como lugar de oración: al presente vamos á como establecimiento de enseñanza, ya que este es su principal destino.

no tienen de

él

musulmán forma

misma

hombres

vacan

hemos

ella

aquí cumple decir que los que echan en cara

científico, ó

los festivos ó sea el viernes,

gran sala de columnas, que llena de bote

la

de las plegarias.

ocuparnos en

Y

medio dia se dirigen á

muchedumbre deseosa de escuchar

la dirección

que está obligado todo musulmán.

describirla, llevan los estudiantes de la universidad de

de

más

idea alguna,

ó

le

parte integrante de la

cle\ndo.

Una

al

Islam

el ser

poco favorable

calumnian á sabiendas: ya que fe

y de

la

sentencia de la tradición

al desarrollo

la ciencia

en

el

humana en lo que mahometana expresa que «son naturaleza

que saben y los que quieren saber: quien no pertenece á ninguna de dichas » clases es un gusano que no sirve para cosa alguna.» »

1

los

El kourraseh está formado de dos pliegos reunidos

S:

u

6n

"

man °

formando un

1ZqU16rda * Para qUe

solo cuaderno (a). Los árabes escriben con

^ C ° mprenda

VéaSe

Presumimos que no puede traducirse con más exactitud la palabra árabe halaoua que se (**) No será difícil que el anuncio precedente sugiera al lector el reeno-r/lr. /i-i ... ” libros, el cual empezaba invariablemente con las palabras «Si este libro se perdiesel-V.

61

lee en el original °

^^

(a) Como puede observarse aún en nuestros y de aquí cuaderno. V.

libros antiguos.

el

cálamo sobre

el

la pág. 74 que representa

(*)

-V

eStUdlanteS en la carta blanca de

Dos pliegos metidos uno dentro de otro forman cuatro ° hojas (ocho páginas)


LA UNIVERSIDAD Y LA MEZQUITA DE EL-AZKAR Para

el

musulmán

los árabes, la

la ciencia

época anterior

la ignorancia.

y islamismo se distingue con

al

mas áun

un

así, constituye

religiosos,

da derecho á llenar

le

demás en manera alguna excluye

lo

Islam, es exclusivamente

la

árbol de numerosas ramas, y la profun-

didad que ha alcanzado desde los primeros momentos,

un hombre. Por

al

de

la historia

nombre de época de

el significativo

Cierto que la ciencia tan estrechamente unida

ciencia de la religión;

81

son dos cosas tan inseparables, que en

la fe

á los eruditos

la

vida toda de

que nada tienen de

y hasta recomienda este género de estudios existiendo un proverbio árabe que

dice: «estudia la

magia, pero no

Es necesario saber y no ignorar cosa alguna.»

la practiques.

La

estrechez del vínculo existente entre la ciencia y la fe resulta manifiesta con sólo considerar que el sitio donde se ora y donde se estudia es uno solo y que la fundación de escuelas hállase siempre enlazada con la fundación de mezquitas.

Todos

los legados (aoukaf)

referentes á la enseñanza y á su dirección, eran inviolables por la ley; sin embargo, príncipes sin conciencia ha habido que se lian apoderado de ellos en determinadas circunstancias, sin

que hayan faltado sabios, de sobra complacientes, para proporcionar argumentos especiosos que dieran

muchas ellas

al

abuso apariencia de legalidad. Esto explica

el

motivo de haber desaparecido

de las escuelas agregadas á diferentes mezquitas del Cairo.

puede

citarse,

por

vi a

buen estado de conservación

de ejemplo, el

la

alminar v **

Otras,

mezquita de Ouerdani, de

la bella sala interior,/

han

y en

número de

el

la cual sólo se hallan

ido

en

desmoronándose: v en 7

estos casos los bienes de las fundaciones piadosas que de ellas dependían, ó

tj

han pasado á

las

autoridades seculares, ó se han empleado en beneficiar otros establecimientos análogos, así

como

A

á los profesores y

alumnos de

las instituciones suprimidas.

acción simultánea de todas esas causas y de todas las circunstancias referidas, debe la

la

escuela superior de el-Azhar la inconcebible prosperidad de que goza; pues en realidad de

verdad, á

misma ha

la

Comparadas con

ella

qué otra ciudad del

ido á converger la vida, antes repartida entre

apénas merecen llamar

mundo

de profesores y de diez mil

Ya hemos

el

existe

la

muchas mezquitas.

atención las demás escuelas del Cairo.

una universidad en

la

cual pase de trescientos el

¿En

número

de discípulos?

hablado de su edificación en

el

año 909 después de Jesucristo:

restauración de importancia de que ha sido objeto, practicóse en

años después de haberse fundado, estableciéronse en

la última

año 1720. Diez y siete cursos de enseñanza teológica, y

ella

el

desde entonces afluyeron á ella mandas y legados que aseguraron á los hijos de la ciencia

poder consagrarse

al estudio sin

que debieran ocuparse en proporcionarse

los

pensables para atender á su sustento: tantos, y tan pingües fueron los donativos. El

hombre-clios

Hakim

1

concedió á

la

mezquita

el

usufructo de

el

medios indis-

mismo

un número considerable de

dominios situados en Egipto, en Siria y en otras provincias. Después de la caida de los que habían pertenecido á la secta chiita, alcanzó preponderancia la corriente

califas fatimitas,

sumsita,

1

Tomo

y á pesar de

I,

ciertas dificultades

que se presentaron llegó ,

á alcanzar hasta tal

pág. 295.

EGIPTO,

TOMO

II.

2

i

punto


LA UNIVERSIDAD Y LA MEZQUITA DE EL-AZHAR

82 la

supremacía, que

de

muy

la escuela superior

poco tiempo en una de

de el—Azhar en su principio chiita, convirtióse

las fuentes

continúa siéndolo, procediendo con

tal

más abundantes de

la ciencia sumsita.

como

amplitud de ideas,

como

tolerante para las variedades de creencia que

cabo

puede concebirse en

sólo

círculo del Islam, esta religión tan intransigente para cuanto sea distinto de lo sostiene,

al

Hoy mismo que

el

ella

surgen en su propio seno.

Es indispensable prescindir por completo de nuestra «ortodoxia dogmática» para comprender que en

la

mezquita de el-Azhar, oren juntas y en paz, una

sectas, ó mejor, cuatro ritos diferentes, reconocidos todos

como

lado de otra, cuatro

al

ortodoxos, y que sus cuatro

sistemas, representados por profesores sabios y escolares entusiastas,

aprendidos con completa libertad y sin que den lugar

más pequeña

discordia.

ritos diversos,

más de

que

lejos

En

efecto, el Islam

al

sean enseñados y

rozamiento más insignificante ni á

ortodoxo de

la

la

Sunnah, cuenta cuatro ramas ó

de ser contradictorios ó hallarse en desacuerdo, explican y ponen que mutuamente se prestan, las tradiciones de la fe musul-

relieve, gracias al auxilio

mana y

las leyes de la vida

mahometana, de maneras frecuentemente

doctrina hanbalita, es decir, del imán

Ahmed

ibn-Hanbal, que es

respecto de cuanto no sea la doctrina islamítiea en su partidarios

el

más genuina

más

muy

opuestas.

La

intolerante de todos,

pureza, cuenta

muy

pocos

se sujeta estrictamente al sentido literal del Coran, y por consiguiente sostiene que Dios tiene forma humana. Germina en ella cuanto sabe á odio fanático contra todo lo que

y

es extranjero

y no musulmán, ese odio que, según equivocadamente se presume, constituve

el

rasgo característico del Islamismo: de

la

mayor

la

misma proceden igualmente muchas,

parte, de las herejías, entre ellas, el

por no decir

ouahabismo, que como sabemos, domina en

la

Arabia superior, y en la India. La escuela malekita fundada por un doctor de Medina, Malik ibn-Anas, empuña el estandarte de la tradición musulmana. Sus partidarios hallábanse extendidos por toda

la

las regencias berberiscas y

en

Andalucía y hoy se encuentran en las comarcas de Argel, en

el Egipto superior. La secta más transigente, y por lo mismo que más se separa del exclusivismo tradicional se llama hanejila. del nombre de su jefe ó fundador en el Irak, el imán Abu Hanifah sus partidarios son muchos y muy importantes, pues domina en los círculos oficiales. Entre éstos y los tradicionalistas puros existe la

la

:

escuela

shcifeita,

del

imán

Shafei, cuyo sepulcro

conquista de Egipto por Selim era practicada por los turcos hanefitas,

de el-Azhar, pertenece siempre á

la

la

el

hemos

visitado en

el

Karafeh L Antes de

dominante; mas desde que á

gran jeque, ó como

confesión hanefita.

si

dijéramos,

ella

el rector

Lo propio puede

la

se antepuso la

de la escuela

decirse respecto del

mufti de los países situados en las márgenes del Nilo, cuyo nombramiento se ha confiado al gobierno egipcio.

hace poco tiempo

Pero no son únicamente

las consideraciones

dogmáticas ó las cuestiones jurídicas las que en sus diferencias influyen también las

separan considerablemente estas cuatro sectas: prácticas del culto;

1

Tomo

I,

pág.

3i

y sin embargo,

las cuatro están

representadas por imanes en las mezcjui-


MEZQUITA OUERDAEI



LA UNIVERSIDAD Y LA MEZQUITA DE EL-AZHAR tas,

en

punto central del Islam. Todos los dias puede verse en

el

á dos

profesores pertenecientes á ritos diferentes, que apoyados

explican

al par,

uno

el

un mismo

al lado del otro,

85

Universidad de el—Azhar

la

en

la

misma columna

capítulo del derecho canónico, según las

concepciones diametralmente opuestas de su escuela. Lo que para las ceremonias del culto musulmán son

la

Meca y Medina,

lo

es para

la

A

ciencia la mezquita de el—Azhar.

sus salas acuden muslimes de todos los puntos y de todos lo» idiomas, no existiendo región alguna del Islam que no tenga en ella su representante, desde las costas atlánticas de Marruecos, hasta las islas del archipiélago indio.

De

los siete mil seiscientos

noventa y cinco estudiantes que á

mil doscientos cuarenta hanefitas

1

:

tres mil ciento

ella

cientos cuarenta malekitas y veinta y tres hanbalitas. Ya &e comprende que la mezquita no podía dar cabida á tan

estudiantes, y esta circunstancia obligó á habilitar otros

secinos de la academia de el—Azhar. el

Además

concurrían en 1877, babia

noventa y dos shafeitas; tres mil dos-

numerosa concurrencia de

muchos

patios en otros templos

de las fundaciones que dejamos mencionadas,

sosten de estudiantes y profesores se halla asegurado por medio de cuantiosos é importan-

tes donativos

que proceden de

También

emplean en cumplir

se

las regiones de

donde concurren estudiantes á

propias atenciones los

las

la

Universidad.

pingües legados debidos

al

gran fundador de fuentes y mezquitas, Abd er-Rahman Kikhja, fallecido hace ciento diez y siete años, cuya tumba se encuentra en uno de los corredores laterales de la mezquita: y por último, hace diez y ocho años, Rahib— bajá estableció el rionak el—Hanefy'eh, en el cual se sostienen actualmente ciento treinta y cinco estudiantes. A este caritativo personaje se debe

también

el

que se aumentaran en quinientos los cuatro mil panes que diariamente se

distribuyen por

gobernador del escolares 2

el

ministerio de las fundaciones.

alto Egipto,

Finalmente, Abou Sultán bajá, antiguo hace cocer diariamente doscientos panes que se distribuyen á los

.

Hase dicho repetidas veces que Mehemet-Alí

se habia incautado, destinándolos

y consumiéndolos en provecho propio, de los capitales legados á

menos

cierto

que

esto.

Lo que el

imponiéndose

importante

esforzaba

en poner al servicio de

espiritual,

jamás

que se imponía, arrabal

del antiguo

situación continúa la 1

fisco

la

la obligación

de cubrir con fondos procedentes

que resultaba. El decidido reformador que se idea gubernamental todos los factores de la vida

déficit

se detuvo ante la idea de la

al

mezquita el-Azhar: nada

hizo fué poner bajo la salvaguardia é inspección del gobierno

los bienes, uakp, universitarios,

de su bolsillo particular

la

pagar demasiado caro, merced á la onerosa carga

influencia que tenia en los asuntos de la academia de el-Azhar, este espíritu;

este

mundo completamente

misma. El gobierno

distinto de

todo lo demás.

del jetife administra la mezquita, invirtiendo

La

sumas

número de hanefitas se explica por ser la más apartada del Cairo la provincia ó región que contiene más representantes el Asia central. El Egipto shafeita, y las regiones malekitas del África septentrional, pueden enviar fácilmente s U s Actualmente enseñan en la mezquita de el-Azhar doscientos treinta y un profesores, de los cuales pertenecen al rito hanefita cuarenta y nueve; ciento seis al rito shafeita; setenta y cinco al malekita, y uno solamente al hanbalita. * Nos confesamos deudores de las noticias que preceden al doctor Goldziher, que las obtuvo del reformador del sistema escolar en Egipto, Dor-bey, y al barón Fr. de Revay. El reducido

de esta secta, es decir,

hijos al Cairo.

EGIPTO, TOMO

II.

22


86

LA UNIVERSIDAD Y LA MEZQUITA DE EL-AZHAR

ORTADA DE LN MANUSCRITO DEL CORAN DEL TIEMPO DEL SULTAN EL PERTENECIENTE A LA BIBLIOTECA DEL VIREY EN EL CAIRO


LA UNIVERSIDAD Y LA MEZQUITA DE EL-AZKAR importantes en su sosten, con

lo cual se

asegura cuando menos

el

87

derecho de dirigir los

asuntos exteriores de semejante asociación: política como pocas hábil, por

Azhar dispone de un poder inmenso para levantar reforma L

la

lo

mismo que

el—

opinión pública contra los proyectos de

mermado en lo más mínimo las rentas de esta venerable institución, mano liberal, y además de esto le ha prestado el servicio inmenso de modo la marcha de la instrucción, sino en su forma extrínseca, por lo

Lejos, pues, de haber sostiénela el jetife con

sistematizar en cierto

ménos en

la inspección ejercida respecto de la

Al método anticuado, de origen árabe

una

sustituido

série de ejercicios,

oriental, puesto

que

el

premiar á

que acaso bastará por

El gobierno se reserva

el

la

se

participa

el

Según

ascenso.

La

profesores de primera clase. del Nilo

que tiene también

personaje

más conspicuo

el

la

la tercera clase á la el

más eminente,

última estadística de

título

conducido

al

mezquita sólo habia tres

musulmana en

buen camino. El

el Cairo.

epíteto es interesante, por lo

que

conversos, tanto

Al presente

llamado el-Mahdi, sobrenombre que

é instruido,

el

mismo que

lo

han

padre del que nos ocupa era un

demás profunda en

distinguido sabio judío, cuya conversión produjo impresión por israelita del Cairo.

recibe del jetife,

decreto en virtud del cual

de sheikh-el-Gami, rector de la mezquita, que es el

é influyente de toda la sociedad

llevado diferentes familias de

la

el

la

segunda, y de

inspección de los estudios incumbe al mufti de los países

jeque Abbasi, anciano venerable

significa el

la civilización

seis jueces pertene-

derecho de confirmación, y además

nombrados, haciéndoles pasar de

antigua costumbre oriental, un traje de ceremonia, con

según

lo es el

para cambiar

sí sola

un exámen de prueba ante

El que llega á este último grado, que es

ésta á la primera.

le

los

capacidad de los profesores y de los alumnos.

que se empleaba para adquirir una cátedra, se ha

aspirante debe sufrir

cientes á los diferentes ritos. facultad de

,

el

círculo

El predecesor de Abbasi, Mustafá el-Arusi, vive aún: es un anciano

instruidísimo y por demás simpático, que escribe obras científicas, versifica gallardamente, y perdió su elevada categoría á consecuencia de una disputa que tuvo con los ulemas, con motivo del Código Xapoleon. El destino que desempeña Abbasi, el cual ejerce desde el

año 1871, es uno de disfrutan

los

una renta de mil

mejor retribuidos de Egipto, ya que proporciona á

cinco mil pesetas, y les asegura

el

modo

Más modesta

de bendición:

«Concédate Dios

la

al

lo

y

siguiente frase dirigida por los padres á

la gracia de ser

es la retribución de los profesores,

quinientas pesetas

que

goce de un magnífico palacio árabe. Dados estos antece-

dentes compréndese que se haya hecho proverbial

sus hijos á

los

setecientas treinta libras egipcias, equivalentes á unas cuarenta

mes; pero deben agregarse

al

un

dia sheikh-el-Gami.»

cuyo sueldo mensual no pasa de

mismo

las

gratificaciones

que se

les

conceden como imanes, muftíes, predicadores y empleados en la administración pública, amen del pan que se les distribuye. Con todo esto la vida del profesor de tercera clase en la i

el arrendamiento de los bienes propios de la mezquita el conjunto de las rentas de la administración de el-Azhar ha últimos años 275,646*14 piastras turcas. Los gastos han ascendido á 390,834*28, por consiguiente la diferencia, importante ha debido suplirla el ministerio dp instrucción pública. A dicha suma deben agregarse 39,449*43 piastras, que cuesta al administración de la mezquita, las cuales no están continuadas en el capítulo de gastos.

Comprendido

importado en

los

115,188*12 piastras

ministerio la

,


88

LA.

UNIVERSIDAD Y LA MEZQUITA DE EL-AZHAR

PORTADA DE UN MANUSCRITO DEL CORAN DEL TIEMPO DEL SULTAN SCHA’ABAN. PERTENECIENTE A LA BIBLIOTECA DEL YIREY EN EL CAIRO


LA UNIVERSIDAD Y LA MEZQUITA DE EL-AZHAR

89

piimera escuela superior del Islam dista mucho de ser desahogada, y el Dr. Goldziher ha tenido ocasión de convencerse de ello, visitando en sus habitaciones á los profesores que las ocupan, pudiendo adquirir el convencimiento de que esos hombres llenos de celo y verdaderamente notables, sin hacer vana ostentación de un formal voto de pobreza, observan al pié de

NICHO DE LA Ka’a DEL MUFTI (JEQUE EL-MAHDl)

la letra la

máxima que

se atribuye al fundador del Islam:

«Mi pobreza

es

mi

orgullo.»

Fakri fakhri. Así como el profesorado de las mezquitas ha tomado bastante, en lo que concierne á las formas, de las escuelas superiores de la Europa moderna, la división que existe entre los estudiantes, recuerda la separación por naciones de los que frecuentaban las universidades EGIPTO,

TOMO

II.


LA UNIYEE SIDAD Y LA MEZQUITA DE EL-áZHAR

90

alemanas v francesas en los últimos tiempos de de los estudiantes en

con más

el

sentido

más

media, y áun

Edad

la

estricto de la

palabra, es

la

mas

La

adelante.

vida

de los colegios provinciales,

circunstancia que á nosotros los europeos no puede

el tener residencia interna,

ménos que sorprendemos. Los anejos y dependencias de

mezquita encierran

la

que se

lo

llama los rinaks, es decir, campos, en los cuales se establecen los estudiantes por grupos,

según

la

comarca de donde proceden: mas como de escolares que á ellos acuden

número inmenso

,

campos resultan incapaces para

los

Al presente existen cuarenta y un no separa muro

establécense en casas particulares cerca de la universidad.

rinaks y calles, alguno.

es decir, otras tantas divisiones en la mezquita, que

hcircit,

más

El rinak

poblado, puesto que en

correspondiente á

mil cuatrocientos dos estudiantes, es

seis.

No hay

para qué decir

las dos ciudades santas,

siete;

que

menor número de

apartadas del centro, cuentan con la India,

estudiantes de Java que continuaron en

de el-Feshnijeh,

el

ocho;

circunscripciones del Islam

las

común:

así

podemos

el

En

Darfur, seis.

establecimiento hasta 1875.

como en

decir que los hanbalitas tienen

Los ciegos tienen

encuentran veintitrés estudiantes.

más

representantes: así Bagdad sólo tiene

rinaks se hallan repartidos no tanto por comunidad de origen, ciones de interés

el

provincia de Beni-Suef, con setecientos tres habitantes; el de Tebriz,

la

con ciento diez y

uno;

moran

él

Egipto superior. Después de éste citaremos sólo por via de ejemplo

el del

el

que se hallan en posición desahogada

los

1871 habia seis

La mayor

parte de

virtud de considera-

un rinak en

cual se

el

que cuenta doscientos cinco

otro

miembros que, cosa verdaderamente digna de tenerse en cuenta, han adquirido desde hace ya muchísimo tiempo

peor1876 reputación por su fanatismo exagerado y su salvajismo incompa-

la

1877

un rinak

rable.

Existe por último

que

presente reúne nada

al

En resúmen,

la

especial para los estudiantes que carecen de

ménos que ochocientos noventa y

estadística universitaria

permiten formar idea del movimiento

una explicación

siasmo por parte de

hasta 1877, arroja

321

«

10216

325

«

11095

«

231

«

7695

«

el

y

las

siguientes cifras, que

«

último se observa respecto de profesores (94) y alumnos (3400), y de fijo se engañaría quien la buscara en falta de entu-

sencilla,

la población

musulmana respecto de

explicación debe buscarse en el antiguo proverbio. Inter

enmudecen

las

9668 alumnos.

314 profesores

1873

muy

propio,

científico del país:

1871

La disminución que en tiene

campo

siete pensionistas.

la

arma

musas. La guerra turco-rusa ha llamado á

las

ciencia religiosa. silent musce.

armas á toda

Ante la

No, las

esta

armas

juventud del

Islam, y por consiguiente, los habitantes de muchas de las más importantes provincias, se hallan imposibilitados para enviar á sus hijos á Egipto. En cuanto vuelvan á lucir los la paz, la floreciente el-Azhar, á la cual sólo pueden negar una y conceder una fútil semiciencia el fanatismo ciego ó un espíritu mezquino encontrará de nuevo la plenitud de su gloria y de su prosperidad.

benditos resplandores de

reforma

total

y limitado,



1


Cx

I

P T O

Las estatuas con cabeza de leรณn en Karnak


EL CAIRO LA VIDA DEL PUEBLO anos juzgaríamos cuantos esfuerzos hiciéramos para que

comprendiera en

lector lo

el

que nos

presente capítulo

el

proponemos, sin seguir á letra la

na en

norma que

la

se consig-

las siguientes palabras:

¿Queréis conocer á fondo

carácter de

el

un

pueblo? Asociaos á sus regocijos; observadle durante sus diversiones; estudiadlo en su vida pública y en su vida privada, en sus dias de júbilo y en sus horas de tristeza. sejo tan sensato,

deberían olvidarlo

un

solo

momento

estudian la vida popular, con describir la especial

el

manera de

con-

el

que

y

las rela-

de Oriente;

sobre todo teniendo en cuenta que

mismo que

los

propósito de

ser

ciones sociales de los pueblos

jero, por lo

Es

que en nuestro concepto no

el

extran-

profesa distinta reli-

gión, difícilmente tiene acceso en el interior de la casa,

y por lo

mismo ménos aún en

el

seno

de la familia. Durante los regocijos públicos la calle se convierte,

en verdadera sala de

si

así

podemos

decirlo,

y por lo tanto la vida íntima de la casa oriental se traslada en cierto modo al exterior. Para tomar parte en ella y sacar de la misma el apetecido provecho no se requiere título alguno; basta con tener ojos para ver, oidos para escuchar piés robustos y EGIPTO,

TOMO

II.

fiesta


EL CAIRO

94

para tenerse en

Algo más

pié.

se necesita para penetrar

en

la casa;

pues ante todo es indis-

establecer con ellos relaciones de intimidad, cosa pensable vivir entre los indígenas, y luego que comparten su existencia, sea como supeque sólo acontece, por punto general, á aquellos

en sus costumbres. como colaboradores, y se hallan iniciados en su lenguaje y un sabio aleman de Hildesheim, el doctor Spitta, reúne en su persona tola ciudad de los califas, es condiciones; pues además de vivir de muchos años acá en

riores, sea

Nuestro guia, que es das estas

bibliotecario del jetife,

y en

este concepto conserva y clasifica con auxilio de sus subordinados

de Daib el— Gamamiz, árabes, los tesoros manuscritos y las obras impresas de la biblioteca ménos que inapieciables. Dejándonos, pues,

prestando con ello á la ciencia servicios punto

conducir por persona tan competente, examinaremos la casa árabe,

tomar parte en

No

las fiestas de familia,

y

después procuraremos

regocijos públicos de los can otas. y asociarnos á los

nos haremos conducir á ninguno de esos palacios de los mamelucos de los tiempo s

pasados, que en otro lugar dejamos descritos, sino á la

casa de un acomodado comerciante árabe.

Llegamos á

y desde luego llama poderosamente nuestra atención la extraordinaria sencillez, por no decir pobreza, ella,

que ofrece

la

En

fachada.

aberturas: cuando

más

el piso

inferior

enrejados, y en el superior los perdurables bijehs.

nada de

escasos tragaluces sólidamente

mashre-

La puerta estrecha y de menguada elevación

hállase cerrada sólidamente,

y cuando se abre, no puede

misma nada más que un

verse á través de la

corredor

ó pasadizo sin importancia, y el chiribitil en que aloja el

portero,

una

hombre

de

fidelidad á toda

más que mediana

edad, pero de

prueba, que no se separa ni un

instante de su puesto, junto á la puerta de entrada, y

que de noche descansa en su zaquizamí echado sobre

un lecho de hoja de palmera. Toda precaución

se juzga

poca para evitar que penetren en

miradas

el interior las

de los transeúntes, diligencia que se explica, teniendo

en cuenta que

el

que custodia con

árabe hace de su morada un santuario la

más

exquisita solicitud y por

más

EL POZO EN UNA CASA


EL CAIRO rico y ostentoso

apariencia de

que sea en su

interior, exteriormente

95

ha de

ser,

ú ofrecer por

humildad y pobreza. Semejante medida de prudencia remonta

mamelucos, en

la

lo

ménos,

la

á la época de los

cual era indispensable precaverse

contra la rapacidad y codicia de los gobernantes, verdaderos señores de vidas y haciendas. Sobre las

puertas que dan ingreso á las casas, vense frecuen-

temente figuras de madera, pinturas, sentencias, animales disecados, por

lo

común

cocodrilos,

pu—

diendo citarse también, en una casa situada no

muy

léjos

de

la

fonda

del Nilo,

un

elefante

media-

según parece dichas figuras y alimañas preservan á los habitantes de malas influencias. nejo:

Generalmente hablando, de

no

tal

el pasillo

manera dispuesto, que, aún

es posible llegar con la

abierta la puerta,

mirada ,

patio.

JLn cuanto

penetramos en

de entrada está

la

al interior del ,

ELEFANTE COLGADO ENCIMA DE UNA PUERTA

casa, el portero

cuidó de avisar á las mujeres la presencia de hombres en

dando

chillidos

ella, y con tal aviso echaron á correr y procurando ponerse á buen recaudo, después de Jo cual nos condujo al

SALA ABIERTA EN UN VIEJO PALACIO MAMELUCO EN EL CAIRO


EL CAIRO

96

que rodeaban ligeras banquetas, que tenia

patio,

por techumbre, y que en algunas casas adornan elegantes plantas. En él ocupábase en cielo

el

sacar agua del pozo uno de los criados: por cierto

que distaba no poco de ser pura y cristalina mas según supimos, empleábase exclusivamente para ;

limpieza doméstica. Sin decirle palabra, segui-

la

mos

adelante, ya que nuestro objeto era hablar

con

amo

el

de la casa. Acontecia esto en verano

y de aquí que se nos condujera á una sala espaciosa, cuyo techo sostenian varias columnas; cuyas aberturas miraban

norte,

al

y á

la cual

llegamos después de haber subido por una esca-

Ya

de varios peldaños.

lera

asiento

en

ella

en un muelle divan; pero

habíamos acomodado en

él,

tomamos

apénas nos

cuando se nos pre-

sentó un eunuco joven, que con expresivo

nos invitó á seguirle á aposento en que vive

amigos y relaciones.

el

amo y

— Hállase

tuada dicha habitación en veces también en

el

ademan

mandara, que es

la

el

recibe

el

á sus

generalmente sipiso principal;

á

piso bajo, y nuestro guia,

después de habernos introducido, descalzónos,

pues es una de

la

falta

manchar

de aseo, peculiar de los francos,

el aljojifado

suelo de las habita-

ciones, con el polvo cogido en la calle. del

dueño de

la casa

Al saludo

correspondimos llevando

nuestra diestra á

con

lo cual,

que á

él

la frente, á la boca y al pecho, simbólicamente, quisimos asegurarle

pertenecían nuestro pensamiento, nues-

tras palabras y nuestros sentimientos.

sento

donde nos encontrábamos estaba

mente amueblado, y reunia todas

El apoluj osa-

las condiciones

indispensables para los fines que debía llenar.

Fresco y espacioso, veíase en

el

fondo un deli-

cioso estrado que parecía construido á propósito

para una conversación confidencial. suelo es algo PLANO DE UNA CASA ÁRABE EN EL CAIRO

cubierta de

más

La mitad

del

baja que la restante, hallándose

un lindísimo mosaico de mármoles,

y


EL CAIRO WW eaJ i

Al ym

i \{r/

mf

mk

a *-

'.g

j||

lili ,

J

ni»

.f:,

?

97

jM

Jfl

ü -V

1

h¿&

?

1

r.

|fe¿:~¡s3ff

*

'

"rSQffi b

;

A?jM

KA’A EN EL

EGIPTO,

TOMO

II.

HAREM DEL JEQUE SADAD

25


EL CAIEO

98

lindísima laboi que al agua, convertida en rocío, que brota de una fuente de regada por INos hallábamos en la paite alta de par que encanta al oido, difunde frescura en el ambiente. de muelles divanes que com idaban á descansar, y en la sala fliuanj, cubierta de alfombras el

,

y

tanto sosteníamos con nuestro huésped

animada conversación, distraíamos

la vista

en

la

TALLER DE FRANCISCO DILLON, ARREGLADO AL ESTILO ÁRABE

contemplación de los bellos adornos del techo, en los elegantes alicatados de esmaltadas porcelanas que cubrían los arrimaderos, en los anaqueles lindísimamente tallados, llenos de

encantadoras naderías, y en los complicados dibujos de las taraceadas puertas. Dicha sala era elevada de techo: no lo eran tanto, en cambio, las habitaciones á ella cercanas, gracias á existir en las

mismas un

altillo

destinado á la servidumbre, cuyo techo se halla al

mismo


,

EL CAIRO que

nivel

más

los

el

de la mandara.

La entrada

íntimos de los amigos.

99

á las habitaciones del

Harem

ó

Haram

harem

tanto vale

como

se halla vedada hasta á lo

que está prohibido, lo

que no puede tocarse, y va hemos advertido que la casa es para el oriental un verdadero santuario en el sentido estricto de la palabra. Los europeos damos un valor, que dista mucho de ser

el

que realmente

le

corresponde, á las palabras: «el señor está en

el

harem:» esta frase

pura y simplemente que el amo de la casa; la persona á la cual se visita se encuentra retirado en el seno de la familia; en este asilo en el cual no debe preocuparle significa

cuidado alguno de los que son inherentes á los asuntos de la vida, y en

el

cual puede entre-

garse en alma y cuerpo á

descanso y á goces de la

las delicias del

los tranquilos

vida doméstica.

Cuando

se

ha vivido en Oriente durante largas temporadas, se

comprende en qué se funda, de donde nace

el

sentimien-

que ha inspirado ese

to

res-

peto hácia la santidad de la casa, y cuán necesario es

y disfrutarlo

sentirlo

que

lo

turben ni por

rumores

los

,

sin

asomo

del tráfago de

Pues bien, ese re-

la vida.

tranquilo y sosegado al cual acuden saltando los tiro

niños para saludar respe-

tuosamente el

cual ve

padre, y en marido á sus

al

el

EL HIJO PREDILECTO

esposas que jamás

han

oido

hablar de negocios, ni cosa que se

consagradas

al

le

parezca, es

cuidado de los pequeñuelos,

al

el

harem;

el

harem cuyas

habitantes,

tocado, al narghileh, y á los goces materiales,

pueden ser juzgadas como séres despreciables por sus hermanas europeas; pero que no sólo

no se juzgan en las

han

visitado,

él

prisioneras, sino que veces mil han asegurado á nuestras mujeres que

que no quisieran por

la

suya cambiar su condición. El harem se halla situado

y su sala principal, la kaa, hállase dispuesta de la manera misma que la sala de recibo, y en las casas acomodadas, con más ostentación y riqueza todavía. Encima de la parte cuyo suelo es más bajo, la cual lleva el nombre de durkaa los pisos superiores,

en uno de

una cúpula; y debajo de ella se ve la fuente ó surtidor: si la casa cae á una mashrebijehs ó miradores, provistos de celosías, permiten á las mujeres, sin ser

se levanta calle,

los


EL CAIRO

100 vistas, enterarse

de

lo

que pasa en

otomanas tapizados de riquísimas

estofas;

y porcelana. En el comunican con

fruslerías de metal

la cual

del artista Seel,

puede formarse idea

lo

largo de las paredes se een di\anes ú

anaquelerías llenas de y pendientes de aquéllas, patio y en las habitaciones del dueño, existen

escaleras de servicio que

amueblada, de

A

la calle.

el

ponemos también ante sus

Además

harem.

el lector

por

el

de

la

kcc a,

suntuosamente

dibujo de la pág. 97, debido

al lápiz

ojos la de la casa del jeque Sadat, en la cual ha

logrado introducirse Francisco Dillon. Es este uno de nuestros mejores amigos, que á tuerza el Cairo como en su propia casa y ha modo que puede considerarse verdaderamente árabe en En el mismo Cairo existe un ebanista, M. Parvis, de

de viajar por Egipto ha concluido por encontrarse en dispuesto su taller en Londres de un el sentido

más elevado de

Turin, que gracias

al

la palabra.

paciente estudio que tiene hecho de

la

ornamentación árabe, se halla

en disposición de construir muebles preciosísimos, completamente ajustados á los modelos del tiempo de los

califas,

muebles que han excitado

exposiciones universales; pero

la

admiración de ios inteligentes en todas

como dichos productos

los cairotas prefieren sustituir el

del arte

las

moderno resultan carísimos,

admirable mueblaje de sus casas, por armarios que resultan

económicos y otros muebles semejantes procedentes de Francia y de Alemania. En la parte posterior de la casa encuéntranse las cocinas y demás aposentos propios del servicio, y

muy

generalmente un molino y una panadería. Conocida ya la disposición del edificio, procuremos penetrar en él en uno de esos momentos de expansión, que ocurren en la vida de las familias,

y veamos de qué manera ó por qué procedimientos el dueño de aquélla se ha proporcionado la que llama su esposa; cómo se ha separado de los suyos para fundar una nueva familia; de qué manera, en

fin

patriotas, pasa el

,

como buen musulmán que

mes de Ramadan, y

le

muestra

es , celebra las grandes fiestas con sus el interés

que

le

com-

inspiran los que han ido en

peregrinación á la Aleca.

Es en

este país

costumbre generalmente establecida, que

cuenta, formando familia aparte, en cuanto

apunta

el

hombre

se establezca por su

bozo y sabe ganar su subsistencia, y como en último resultado, la vida es más sencilla y ménos complicada que en Europa, y pueden realizarse sus diferentes fines sin grandes dispendios, no es cosa difícil llevar á cabo le

el

muy pocos hombres que á los veinte años no sean ya maridos y padres. El que pudiendo trabajar no se casa, corre peligro de que se le tenga por un calavera ó libertino. Lo que de provechoso y conforme con la naturaleza

semejante propósito: así se explica que se encuentren

existe en esta

manera de considerar

la

cuestión salta á la vista, sin que sea necesario encare—


EL CAIEO cerlo:

y no

se crea que con esto nos erigimos en preconizadores de

mahometanos,

ni

en defensores de

que

ello

influye en

La tranquila encuentra

en

que busca

felicidad

hemos

seria cerrar los ojos á la luz

empeñarse en no ver

lo

de familia y en la vida doméstica.

el espíritu

él, la

de los

poligamia, que en último resultado constituye una de

la

costumbres más perniciosas; pero

las

101 la castidad

cuanto se juzga con condiciones para

cairota

el

descrito ya:

nada

ello,

en su harem,

felicidad

tiene, pues, de extraño

que de ordinario

que aspire á poseerla en

y que haga cuanto pueda para que su

familia se la

proporcione.

La elección de una esposa es, sin embargo, más difícil que entre nosotros, por lo mismo que no existen las relaciones que en Europa se establecen entre los jóvenes de los dos sexos. Desde luego el pretendiente no puede ver á su futura mientras no tiene más título que

el

de novia, y de aquí que para sus

menesteres

amorosos deba valerse de

una intermediaria,

la khatbeh, tipo

muy

conocido, al cual han dedicado su inspiración la

mayor

se introduce

en

parte de los poetas: ésta

que tienen

las familias

nunca

hijas casaderas, para lo cual faltan pretextos,

y cuando no

aprovéchale para su menester tria

le

otra cosa la

indus-

que ejerce, que no es otra que

la

de

vendedora de artículos de tocador. El objeto

de

la

visita

penétranlo desde

luego las madres, que, en consecuencia,

apresuran á exponer sus

se

miradas investigadoras de la

manera que á su

cir la

juicio

hijas á las

la tercera,

de

¡

pueda produ-

más favorable impresión; y en cuanto khatbeh ha encontrado

que á su

lo

LA KHATBEH (CASAMENTERA)

entender hace al caso para los fines que le

están encomendados, comunica sin reserva

que se desea establecer,

más próximas lo

lo

mismo que

manifestado, y en

el

el

la

muchacho

hermana, ó alguna de

mano

de la bella Aisha, ó

Los padres de

consentimiento ; pues ya comprendieron desde

las

fué

que II.

la

resultado obtenido, la tercera en

ésta,

como

y pide formal-

se llame, la que ha de ser

después de breves reflexiones, dan su

y hora en que se presentó á su casa la que se trataba, y la prueba de que no les pareció mal la escucharon atentamente. Por supuesto que para nada se han

zurcidora de voluntades de EGIPTO, TOMO

el

objeto de su visita, que ya se había adivinado,

el arrogante doncel la

,

La madre,

supuesto de que sea satisfactorio

señora de sus pensamientos.

proposición

resultado de sus investigaciones al

parientas del candidato, procura convencerse por vista de ojos de la certeza de

amores, revela sin ambajes

mente para

el

á su familia.

el dia

lo

2Q


EL CAIRO

102

la verdad es que no hay para qué; pues aun acordado los padres de consultar á la novia; de parte de una muchacha casadera es negativa cuando tiene el derecho de oponerse, una por no decir de lo imposible. incomprensible, lo de límites los en raya que cosa tan desusada con la labia que Dios le ha dado, ¿Cómo ha de juzgar inaceptable al marido que la khatbeh, pueden exaltar su imaginación? Es posible que Aisha haya le pinta con los colores que más lo que nada tendría de particular si fuesen visto á su futuro cuando ambos eran pequeñuelos, los árabes es común, por lo mismo que entre pues frecuencia; con acontece primos, cosa que

se juzga honroso, casarse con la «hija del tio.»

En

cuanto á los felahes y á los trabajadores,

vivir en cuyas hijas y mujeres no siempre pueden permanecer veladas, ó casas, eligen sus mujeres después de haberlas visto y contemplado.

Así se

el interior

ambas

las cosas, si

de sus

familias

han puesto de acuerdo respecto de

los asuntos generales,

negociaciones futuro y

el

dose por

aquélla

las

entre

el

padre de Aisha, empezán-

lo relativo

que podrá contar enviudar.

comienzan

particulares

á las rentas con

esposa caso de

la

El novio debe asegurar á

una cantidad, de

la

cual por

punto general entrega anticipadamente

los

conservando

dos tercios,

el

resto en su poder para entregarlo llega el caso de tener los cónyuges.

gado por de

la

el

Con

el

si

que separarse dinero entre-

futuro marido, la familia

novia forma y da á éste

el

todo

ó parte del dote que aporta aquélla

al

matrimonio, de manera que, como se JOVEN DEL CAIRO

ve,

nada hay en todo

esto

que ofrezca

carácter de venta de la hija por parte de sus padres: lejos de esto, la fortuna de la mujer es

completamente

libre é independiente de la del marido, encontrándose eficazmente protegida

por las leyes y por la costumbre. Con todo preciso es convenir en que difícilmente se llega á determinar lo que debe constituir la viudedad, sin que se haya estipulado largo y tendido por

ambas

partes;

mas

vencido este inconveniente, que puede considerarse

puede decirse que queda terminado cuanto se se consigna en

un documento, que

nifestación verbal

novio se dirige

de mayor monta,

nombre de

Generalmente

escritura: pero basta también

hecha en presencia de persona constituida en autoridad, con

asistan también testigos. el

lleva el

el

refiere al contrato matrimonial.

tal

una maque á

ella

Hecho esto, en uno de los dias próximos, á la hora del medio dia, acompañado de dos amigos á la casa de su elegida, en la cual le aguarda el


:

EL CAIRO

104 el

futuro suegro con dos testigos y

encuéntranse en

la

Después de recitada es la

suma que

se

casa algunos amigos de una y la fatikha,

que es

misma

el

primer capítulo del Coran,

como su

esposa para

la futura

ha convenido en señalar á

arrodíllanse inmediatamente, así la

Comunmente, además de estas personas, otra familia; pero hombres solamente.

notario, fiki.

los pulgares

que oprimen uno contra

novio manifiesta cuál caso en que enviude

suegro, en presencia de los asistentes

alfombra, uno delante de otro, y dándose recíprocamente la

esta suerte enlazadas, les dirige

el

el

otro.

El

fiki

un breve discurso

mano

al acto,

sobie

derecha, levantan

extiende un velo sobre las dos

manos de

consistente, por punto general, en algunos

versículos del Coran, y les hace pronunciar la fórmula consagrada para el matrimonio: obsequio de parte el acto con un refresco ó comida; los testigos reciben un pequeño

relábrase

de

la novia; el

novio entrega

al

fiki,

en testimonio de consideración, un pañuelo blanco en

una de cuyas puntas va atada una moneda de oro y con esto queda terminada la ceremonia. El matrimonio resulta con esto efectuado: sin

embargo acompañar

En

novio.

novia á

la

falta

casa del

la

esta fiesta, que se celebra con grandes

ceremonias, toman parte no sólo todos los parientes, sino este concepto

demos

también

los

formamos

referir

referentes á la

al

lector

amigos y vecinos, y en parte del cortejo, y po-

una porción de

misma. Entre

de los dichos ó esponsales y curre

con

el

desposorio, trans-

un período cuya duración

la

cuantía de

aprontar.

Es

la

detalles

á la toma

la relativa

está en

armonía

dote que es indispensable

esta coyuntura favorable, que los po-

tentados aprovechan, para hacer ostentación de

sus riquezas, tanto que los historiadores árabes no

han juzgado inoportuno apuntar con queños

detalles lo

hace algunos años, propios de

más pe-

los

que algunos príncipes han dado á sus hijas en ocasiones parecidas. Cuando, el jetife

un verdadero

Ismail casó á sus hijas, procedió con toda la

oriental.

pompa

y esplendor

Pero nuestros conocidos no pertecen á tan elevadas

ya hemos dicho que pertenecen á

la

clase

más modestas: en cambio, hanse conservado en costumbres del tiempo antiguo, que entre

esferas:

media acomodada, cuyas pretensiones son mucho ella

más puras y genuinas

las características

los ricos se hallan adulteradas y,

si

así

podemos

decirlo, oscurecidas por el reflejo de los usos extranjeros. Volviendo, pues, á nuestro tema,

diremos que

las fiestas se celebran

por separado para cada uno de los dos sexos; cosa que se

comprende perfectamente, tratándose de individuos que profesan

el

islamismo, así como se

concibe también que en ellas debe caber la mejor parte á las mujeres.

De

reunimos con nuestros huéspedes juzguemos

que pasa en

del caso decir algo de lo

aquí que ántes de el

harem.


EL CAIRO Todo en

él

105

es fiesta y regocijo desde la víspera.

Las amigas y las conocidas solemnemente novia para acompañarla al baño, ceremonia que se

imitadas, hállanse reunidas en casa de la conoce con el nombre de la procesión del baño. Esta se hace pié, según antigua costumbre, á debiendo advertir que para practicarla no se ha aceptado aún el coche europeo, que para los

demás menesteres emplean frecuentemente detenciones que hace indispensables

el

los árabes. Paso tras paso y después de las concurso en las calles populosas, recórrese el camino

que, por largo que sea, parece siempre corto.

Abre

la

marcha una verdadera murga, com-

COMITIVA NUPCIAL

puesta de tambores, flautas y un clarinete: en pos de

ella

van

mujeres casadas, que

las

envueltas en sus velos de raso semejan enormes murciélagos; siguen á ellas las muchachas,

engualdrapadas de blanco, marchando

la última la novia arrebujada en un chal encarnado, cuyas prolijas vueltas apénas permiten adivinar su figura y contorno ésta no ostenta otro adorno que una pequeña corona de oro en su cabeza, y dos respetables parientas, que mar:

chan con gran prosopopeya á su lado en señal de autoridad. La novia camina bajo

palio

carmesí, que sostienen cuatro portantes en sendas astas terminadas por bordados gallardetes,

y

cierra la comitiva otra EGIPTO, TOMO II.

murga hermana gemela de

la

primera. Esta extraña comitiva se 27


EL CAIRO

106

detiene de cuando en cuando con verdadera

con

fruición, vista

v

calles

baño.

el

propósito de regalar la

el

oido de los que discurren por las

que recorre y de esta suerte llega al El establecimiento se ha tomado de

antemano por cuenta de acompañamiento, á cuyo do en

la

la

novia y su

efecto liase colga-

puerta un lienzo blanco, para que

sepan á qué atenerse los que hubiesen

determinado penetrar en

él.

— En su inte-

y jolgorio; y ya lavadas, refrigeradas y de nuevo envueltas las murior todo es fiesta

jeres en blancos peinadores, descansan de las fatigas inherentes á

saboreando

el

un baño

oriental,

perfumado moka, fumando

olorosos cigarrillos, y escuchando las melodías de las cantadoras que en dulces ende-

chas pintan

el

amor y

alma enamorada, EL AGUADOR

del

matrimonio.

A

las

de

más famosas

el

mucho tiempo

las aspiraciones del

cumplimiento del deseo sentido,

y

las

dulzuras

de esas artistas se las paga á precio de oro: ocasión

tendremos de encontrarlas de nuevo cuando recorramos

las

comarcas

del Egipto superior, y

entonces nos ocuparemos de ellas con la detención que merecen.

Después de esto vuelven á vestirse y se entregan á entusiasmo y ardor, que desde perciben las risotadas.

calle se

juegos y diversiones con

De

esta

manera pasan muchas horas

en

baño hasta tanto que, acercán-

el

los

la

dose la hora de comer, regresan á la casa con

el

mismo orden

é idéntico

acompañamiento, y ya en ella celebran la fiesta con un banquete en que todos toman parte, puede

faltar el

al

cual

música y canto. Levantados manteles toma

no

acompañamiento de

la

los

novia un pedazo

de pasta de lienné sobre la cual cada

uno de

los convidados fija

una mo-

neda de oro de mayor ó menor valor,

VASIJAS ARABES DE METAL

tal


EL CAIRO

INTERIOR DE UN BAÑO ORIENTAL


EL CAIRO

108

y

practicada esta ceremonia se hace teñir de rojo,

manos

las

las reglas del arte, las

según todas

después de lo cual se despide de sus amigas que, y de los piés,

la fiesta, se lleva

La mañana

unas de

como recuerdo de

cada una un pedazo del lienné. del

cuidados entre las

dia

damas

se consagra al tocador, que no exige

siguiente

A

orientales que entre las europeas.

las

ménos tiempo

piimeias lioias de

la tai

y

de

entiegada como llegan los carruajes y camellos, cargándose en éstos la parte de la cantidad sus tres parientas más pióximas ocupan uno viudedad que no se ha gastado aún la novia

y

:

rojo, y el resto del acompañamiento, compuesto de mujeres y niños, se acomoda, ó mejor empaqueta en los demás 'vehículos que uno en pos de otro se encaminan á la casa del novio. Sirve de escolta á la novia una murga,

un magnífico chal

de los carruajes que va cubierto con

— innovación verdaderamente espantosa, capaz de desgarrar que da

hay que

mezclan

se los

v

oir,

el

tímpano de más duro temple

melodías árabes ejecutadas en instrumentos de metal europeos, que es

al aire

los

como

si

fuera poco

zambombazos

del

lo

que

estridente ruido que producen, á sus ecos asordadores

el

bombo que suenan como

maravillados transeúntes exclamen:

disparos de cañón, dando pié á que

Pero

«¡ Allah /»

coches y los fiscornos que

los

constituven una innovación reciente, no han sido parte á que se olvidara invitar para que

formaran parte del cortejo, dos especies de personas que puede decirse pertenecen régimen, á saber; los luchadores y el

público hasta

el

punto de impedir

el

la

aguador.

cuanto

horas de

la

al

la

al

antiguo

procesión se detiene, afluye

circulación, y los luchadores se entregan entonces á

su fingida pelea, poniendo de manifiesto

En

Cada vez que

al

par su habilidad y su magnífica musculatura.

sakka, hace de otra manera ostentación de sus fuerzas: desde las primeras

mañana

liase

echado á cuestas un odre lleno de agua y arena, y no obstante su si tal cosa, marchando unas veces hacia delante, otras

enorme peso sigue su camino como

retrocediendo, y en ocasiones hasta á la cozcojita, ora sobre izquierdo, obra la carga.

A

los

mucho más

difícil

de

lo

el

pié derecho,

que á primera vista parece, dado

ora sobre el lo

pesado de

dichos debe agregarse otro personaje que generalmente forma parte del

séquito de todas las bodas: es este atrás y adelante cabeza abajo, sin dejar de dar vueltas

un

el

juglar, que entre sus habilidades cuenta la de andar

hacer horribles visajes unas veces cómicos, otras trágicos,

solo instante al palo que

empuña

,

con

el

cual hace mil giros y

evoluciones.

Mas hétenos

ya llegados á la casa del novio, en la cual penetran las damas y los camellos

conductores del menaje de la esposa. El trecho de

la

calle

á que aquélla corresponde, se

cubre generalmente con un toldo verde y rojo del cual penden numerosas linternas y faroles: debajo de ese improvisado techo se han dispuesto numerosas banquetas de madera destinadas á los individuos del sexo masculino que han de concurrir en gran número, y pues los invitados, ocupemos nuestro asiento, tomemos café y hagamos lo que los

somos de

demás, mezclándonos en gusta

mucho

bien sostenida.

la

conversación, que de cada vez es

de charlar, no habiendo diversión que así

le

más animada, pues el oriental como una conversación

plazca


EL CAIEO

Ya

en tiempo de los califas hacíase

que muchas veces libraba

al

el

109

debido aprecio de un

culpable de la

chiste ó dicho ingenioso, tanto

amenaza que sobre

él

pesaba: pues excitando la

sonrisa del príncipe irritado, faltaba la gravedad indispensable para imponer una pena.

mismo

,

no obstante

el estado

constituían la civilización propia del Asia anterior, puede observarse que aún

gran cuidado en comunicar

Hoy

de decadencia á que han venido á parar las costumbres que

al

el

vulgo pone

lenguaje empleado en las conversaciones todo cuanto puede

hacerlo agradable, variado, chistoso, intencionado, profundo, en una palabra, manifestación

genuina de elevada cultura

bajo este

social:

punto

de

vista

puede

que no existe

decirse

pueblo alguno que con él

pueda compararse, y lo que á nosotros

por

toca,

debemos confesar

que escuchábamos con la

boca abierta los chis-

agudezas y equi—

tes,

voquillos que en raudal

inagotable brotaban de los

de algunos

labios

ancianos jeques.

En

cuanto

al novio,

que en las primeras horas de

la

mañana

se

ha dispuesto por medio de uno de esos baños turcos en que son ele-

mento principal tibio y el

el aire

vapor de

agua, intermediados de abluciones refrigerantes,

á las cuales sigue el masage, incomparables para vigorizar

rentes operaciones ha seguido el indispensable reposo, los

honores de

la fiesta,

el

cuerpo, cuando á sus dife-

— vestido con gran sencillez, — hace

recorriendo todos los círculos, saludando á todos los convidados,

giendo un afectuoso saludo y una palabra cariñosa á cada uno de los presentes. se sirve la

comida, para tomar parte en

la cual los

convidados se reúnen formando grupos,

que se acurrucan sobre la alfombra, en derredor de una inmensa en

la

diri-

A la tardecita

salvilla

charolada de verde,

cual se colocan las fuentes y sin ceremonias ni repulgos de empanada, cada uno echa EGIPTO, TOMO II. 28


EL CAIRO

110 la

zarpa á

la tajada

plato se sirve otro,

que mejor

Cuando

parece, y adelante.

le

se

ha comido bastante de un

suponiendo que sea de salsa, hace oficios de y vuelta á empezar, y pan, de uno entero que se ha cuchillo, todo en una pieza, un pedazo de

cuchara, tenedor y dar comienzo á la comida. Entre puesto delante de cada uno de los comensales, antes de ensaladas aderezadas con mucho plato y plato, y por via de aperitivo ó entremés, se sirven supuesto que hace el gasto de las bebidas el agua puia, con lo cual no hay

Por

vinagre.

para qué decir lo bien que nos supieron

el

excelente café y los aromáticos cigarrillos, en

manos y

cuanto, siguiendo la práctica oriental, hubímonos lavado y jabonado bellas vasijas de metal

íostio en las

que nos presentaron para semejante menester.

El gaudeamos ha durado

al

pié de dos horas, sin

que en

ellas

hava contecido cosa ex-

del traordinaria que digna de contar sea. Al presente la voz del zikr se confunde con las notas

kanoun y con un canto producido por una voz de soprano que procede del departamento de mujeres: la pintarrajeada techumbre toma mil fantásticos matices á la luz vaga que escapa

las

de faroles y linternas, y la perfumada brisa de la noche refrigera los labios y los rostros. Pocos momentos ántes de que la voz del muezm llame los fieles á la oración, desaparece el novio; enciéndense flameros y antorchas, y los más íntimos se disponen á acompañarle á la mezquita, en la cual debe pronunciar la plegaria de rúbrica para casos tales. Pasados breves

momentos vuelve á presentarse en escoltado por los amigos

murga y sitio

con

el

volver, y

resto de los convidados.

áun cuando en

la

traje

de ceremonia, y precedido por

la

indispensable

predilectos aléjase, permaneciendo nosotros en el

Erna hora se ha invertido en

ir

mismo

á la mezquita, orar y

mitad del tiempo había podido despacharse,

el

buen parecer no

consiente que á la vuelta se muestre impaciencia, sino que, por el contrario, han de hacerse

algunos

altos,

áun cuando no sea para más que escuchar

los versos de tal cual cantor,

que

entona alabanzas en obsequio de la joven pareja.

En

cuanto á Aisha, desde

el

esposo, ha permanecido sentada y establecido, en virtud del cual

punto y hora en que ha puesto

muda

el pié

en

la

morada de su

sin levantar los ojos del suelo, cual prescribe el uso

no debe desplegar

los labios ni pestañear siquiera,

no obstante

que sus parientas y amigas la rodean incesantemente y á porfía le hablan de que va á abandonar á su padre y á su madre para entregarse en cuerpo y alma á su esposo. Paulatina-

mente v uno en pos de otro van retirándose

los convidados,

lado de la novia la bellaneh, que durante los dias de ayer y

permaneciendo únicamente

hoy ha desempeñado

el oficio

al

de

la madre y la hermana, que á su vez se retiran también, no quedando ya más que Aisha mantiénese á su lado pálida y temblando de temor y emoción: la bellaneh, á

camarera, y aquélla.

un momento dado, arroja sobre su cabeza un velo desposada penetra en

la

rojo,

cámara nupcial. La bellaneh

hace una seña, ábrese

la

puerta y la

se retira á su vez; marido y

mujer se

encuentran solos y frente á frente ha llegado el momento solemme en que el esposo ha de levantar el velo que cubre el rostro de la desposada. «En el nombre de Dios misericordioso y :

» omnipotente; » el

esposo de Aisha levanta

el

velo y saluda á su tierna esposa, diciendo:

«Bendita sea esta noche,» á lo cual contesta

ella

correspondiendo

al

saludo:

«Dios

te


EL CAIRO » bendiga.»

tendido

Es

111

esta la vez primera que contempla aquel rostro sin que sobre él se halle

velo, y por consiguiente es natural que se pregunte, si anduvieron exagerados los pintaron con tan vivos colores, y si en lugar de una Raquel, que era lo que él deseaba, se le ha proporcionado una Lia. En el caso presente el encantador semblante de

que se

el

lo

UNA CALLE DEL CAIRO

Aisha ha sido completamente satisfecho y

aguarda en

del gusto de su señor.

comunica su impresión á la

la

habitación inmediata, y que

coro en un grito de júbilo.

En

Por punto general

el

cohorte de mujeres que presa de la al oir las

esposo se muestra

más

viva ansiedad

manifestaciones del novio, prorumpe á

sentir de los semitas la exclamación del novio feliz y satis-

fecho, que constituye la manifestación de ver realizados sus

más

fervientes deseos, es

uno de


EL CAIRO

112 los

hoy

idea no es de rumores más bellos que pueden escapar del pecho del hombre. Semejante esposo es el que tiene la esposa; ni de ayer; pues ya en el mismo Evangelio se lee: «El

mas

el

amigo

Uno

del esposo se llena de

de nuestros amigos,

el

1

oir la voz del esposo

gozo con

jeque Alí, se halla enfermo de gravedad.

Tendido en

el

lecho

y tranquilo como buen musulmán, sólo revela sus sufrimientos uno que otro quejumbroso Allah (Dios) que involuntariamente escapa de sus labios. Tal era su estado

del dolor, resignado

cuando

lo

dejamos ayer. Esta mañana á primera hora nos ha anunciado un conocido que

amanecer dolores.

la

al

muerte ha puesto término á sus acerbos

Al sentir que su

fin se

acercaba, apoyándose

con auxilio de sus hijos y de sus mujeres, que gimiendo y profundamente con-

en su

hijo hase levantado, y

movidas, á indicación suya,

que su

rostro mirara hácia

tumba

del Profeta,

En

lo

han colocado de manera

el sitio

donde se levanta

ha exhalado su postrer

la

aliento.

tanto ha latido su corazón han perseverado todos

los presentes en sus oraciones, diciendo

una y otra

«No hay más Dios que Allah, y Mahoma es el » profeta de Allah! No existe fuerza ni poder que no » proceda de Dios poderoso y omnipotente. De Dios vez:

»procedemos y á Dios debemos volver.» Mas en cuanto

ha dejado de REPRESENTACION ANTIGUA DE PLAÑIDERAS DE DIFUNTOS

rumpido en amargo decir, la

llanto,

miento de

mujeres, atentas

existir, las

al

los ritos prescritos por la religión,

cumpli-

han pro-

es y con gritos desgarradores han dejado sentir el oualouala, lo lejos en medio del silencio de la noche, ha

lamentación fúnebre, que llevada á

anunciado á los vecinos

la triste

nueva.

Las mujeres lanzando exclamaciones

como: «¡Oh mi señor, amparo mió, mi camello!» mesábanse en tanto que los individuos de

la

familia pertenecientes

el

distintas, tales

pelo y se golpeaban

al otro

el

pecho;

sexo, los hijos y los criados,

con notoria gravedad y la mayor sangre fria, ocupábanse en los preparativos indispensables para el entierro que debe celebrarse mañana. La costumbre exige que las mujeres orientales manifiesten su amargura y dolor de

*

San Juan,

III, 29.

la

manera que dejamos

expuesta;

mas aún

sin exigirlo la


EL CAIRO

116

Para

de la herencia.

se comienza

ello

por inutilizar

riamente

el

estado en que

el

el sello del difunto,

mismo en un

firma, previa la repetida estampación del

registro en

el

Es

muerto ha dejado sus negocios.

el

uso dispone que be dé

la preferencia á aquellos el

cadáver en

para qué decir los

si

se

que han reclamado

la

casa

:

no hay pues

han dormido en

las pajas

que tenian asuntos pendientes con

Alí, sea

suma-

esta la ocasión que deben

puesto que aprovechar los acreedores para consignar sus derechos,

hallándose

que equivale a su

cual se condigna

el

jeque

con motivo de negocios, sea con

carácter de proveedores de su casa.

dicho ya puede comprenderse

que

Con la

el

lo

casa

mortuoria se convierte en teatro de disputas y A

CANTORES CIEGOS según un cuadro de un sepulcro

discusiones que revisten un carácter por de-

egipcio

más repugnante:

los gritos, las quejas, las interjecciones se llevan en

que llegan hasta

la calle,

y como á

mujeres, excusado es decir que

la

unen

esta gritería se

los

más que de

casa mortuoria,

un diapasón tan elevado

lamentos de las inconsolables tal,

ofrece los caractéres de

buenos

oficios de

un mercado, hasta tanto que ponen término á semejante baraúnda

los

algunos jeques respetables por su experiencia y saber. Envuelto

cadáver en diferentes

lienzos y cubierto de

caja de

madera

un

chal de casimir rojo, se

sin tapadera, algo

manera que más parece cuna que que hacen

más

uno de

la

puerta de la casa

los cuales lleva

se

el

ataúd, que consiste en

una

opuesto, de

el

caja mortuoria, la cual tiene debajo dos palos ó travesaños :

tenga los piés por delante, condúcese de

aparece en

deposita en

por uno de sus extremos que por

alta

de camilla ó parihuelas

oficio

le

el

forma

un Coran en un

en lugar de llevarse ésta de manera que

modo que el

la

que va delante es

cortejo fúnebre: abren la

la

cabeza.

marcha

los

el

cadáver

En cuanto muchachos,

atril

de madera de palma cubierto con un paño, en tanto que los

demás cantan

incesantemente »

corazón

ama

al

«Mi

Profeta y á quien se inclina

»para bendecirle.» los

á voz en grito é

siguiente sentencia:

la

A

los

muchachos siguen

hombres que, cual acontecia con

los canto-

res del antiguo Egipcio, son reclutados entre los

ciegos,

y en una salmodia monótona y

perdurable, repiten incesantemente

da profesión de

de

la religión

de las calles, avanzan después

la

PLAÑIDERAS Según un cuadro de un sepulcro de Nefer-Hotep, en Tébas

conoci-

musulmana. Sin orden

los

y rodeados de pihuelos amigos y conocidos del jeque Alí, mancebos ciñendo fajas de seda de diversos colores, que

varones de

ni concierto

la familia, los

y por último y junto al féretro, cuatro llevan vasos llenos de agua de rosas é incensarios con los cuales perfuman difunto.

Detrás del ataúd marcha

la

el cortejo del

turbamulta de las mujeres, vestidas de azul, cubierta la


EL CAIRO

117

frente

y la garganta de polvo, cual las mujeres del antiguo Egipto, y lanzando gritos y lamentos tan agudos é intensos que no parece sino que apuestan á cual chillará más. Todo ese convoy abigarrado y no nada silencioso marcha, no con el paso lento mesurado que se

y usa en Europa en circunstancias parecidas, sino aprisa y corriendo, dirigiéndose en primer lugar á la mezquita donde deben entonarse las plegarias para el difunto. El ataúd se coloca

CALLE Y MEZQUITA

delante del nicho de las oraciones, es decir, las abluciones prescritas

por la

la kibla,

y

el

séquito, después de haber practicado

ley, se coloca detrás del celebrante.

Cuatro veces, una en alta

voz y las tres restantes en voz baja, se entona el AUahu akbar, «Dios es grande,» después de lo cual se pronuncia una oración para el descanso eterno del alma del muerto y se repite la salutación á Mahoma: «La salutación y la bendición de Dios caigan sobre nuestro señor »

Maboma,

sobre su familia

EGIPTO,

TOMO

II.

v sobre sus compañeros!» Siguen

á esto ciertas ceremonias

30

que


,

EL CAIRO

118

un

ofrecen

bien que,

carácter

muy

como acontecía ya

monia. Para

ello

al

juicio de los muertos,

entre los antiguos egipcios, queda reducido á

una mera cere-

acompañamiento y le pregunta: «¿Qué cual costestan los presentes: «Sostenemos que perte-

celebrante se vuelve hácia el

el

» testimonio tributáis al difunto?»

»necia

un

singular: pues vienen á ser algo parecido á

número de

A

presunción de que áun cuando

Todopoderoso, vencido por

el

el

lo

La

los fieles.»

contestación es siempre la misma, pues se abriga la

difunto hubiese sido en vida

unánime de

testimonio

un hombre

sin creencias, el

los creyentes, en virtud de su miseri-

cordia infinita, no sólo lo ha de acoger benignamente, sino que ha de perdonarle todos sus

En

pecados.

todas estas ceremonias se emplean breves

cortejo vuelve á ponerse en

las afueras, al través del bullicio de las calles.

que ha dispuesto ya

la

momentos

marcha, dirigiéndose apresuradamente

Al

y después de

ellos el

cementerio, situado en

al

llegar á aquél, encuéntrase al sepulturero

tumba: una pequeña hoya abovedada, construida con

ladrillos y

cubierta de tierra, en dirección de norte á sud. Rézase una corta plegaria; sácase del ataúd

el

cadáver, amortajado cual hemos dicho, introdúcese en

el

extremo norte y con el

la

cabeza hácia

el

sud, es decir,

el

nicho por la abertura situada en

mirando á

lado derecho, y se cierra la abertura con piedras y arena.

la

Meca, v descansando sobre

Hecho

esto es indispensable

recordar al difunto la conducta que debe observar respecto de los dos ángeles que guardan su sepulcro,

— costumbre no bien

vista por la generalidad de las gentes,

un siervo de Dios y de una

palabras:

«¡Olí tú, siervo de Dios, hijo de

» presente

que ántes de mucho se presentarán en

» encargados de interrogarte. Si te

»es mi Señor. »profeta.» el difunto

— para

lo cual

uno

de los

hasta la abertura recien cerrada, y con voz solemne pronuncia las siguientes

fikis se inclina

— Si

te

preguntan:

Para quien conoce

como de un arma

el

— ¿Quién es tu

— ¿Quién

es tu

de

los

muertos

ó talismán en el otro

dos ángeles

— Contéstales: — Allah profeta? — Contéstales: — Mahoma es mi

preguntan:

el Libido

sierva de Dios! ten

lugar donde reposas

Señor?

en esas fórmulas de que debe servirse

mundo, no puede ver más que reminiscen-

cias de las prácticas usadas en el antiguo Egipto.

Los musulmanes creen que conducida

al

sabedora de

la

alma humana, inmediatamente después de

la

muerte, es

suerte que le aguarda, vuelve á la tumba, é introduciéndose debajo de la

mortaja, colócase sobre

escucha

el

paraíso ó al infierno por los ángeles destinados á semejante servicio, con lo cual,

los consejos

cuando lleguen

el

pecho del difunto, en cuya disposición oye todo cuanto se

que se

le

dictan y sabe por consiguiente qué partido debe

los ángeles de la

muerte. Son estos

Nekir, los cuales no se hacen esperar

mucho tiempo, y

le dice,

tomar para

Munkar y

Nekir, ó también Nakir y que, según los pinta la imaginación de

muy

los creyentes,

son dos espectros negros, con dientes

que hasta

el

tridentes.

En

suelo les arrastra, ojo penetrante, voz ronca y cavernosa y empuñan agudos cuanto el alma, que no es mayor que el cuerpo de una abeja, la de los

impíos es algo

agudos, luenga y cerdosa cabellera

más grande

á causa de

lo

grosero de su sustancia,

les

ha avistado,

se

cuela en la nariz del difunto, con lo cual éste se reanima, se incorpora y en esta situación guarda el interrogatorio que va á comenzar. Si el muerto apela á su honor, su tumba se


,

EL CAIRO

120

ensancha hasta

y hasta se

punto de que

el

la estancia

permite echar un vistazo

le

al

en

ella tiene

más

de agradable que de incómoda

paraíso y á los goces que en

se disfrutan, con lo

él

cual pierde completamente la nocion del tiempo, en términos que el que

último dia pasa por

él

como

si

no fuera más que un sólo instante.

satisfactoriamente á las cinco preguntas que los ángeles le dirigen, la el

muerto con sus tridentes, con

tierra;

pero ésta

le

emprenden

empujan hasta hundirle

los cuales le

separa de su

le

no puede contestar éstos contra

siete estados bajo

rechaza hasta volverlo á su tumba, debiendo experimentar semejante

tortura siete veces consecutivas.

La imaginación de

jantes escenas terroríficas, que les han inspirado

alma después de

los destinos del

Si

los orientales

numerosos

esta vida, de

maneras

hase complacido en seme-

escritos,

en los cuales se pintan

distintas

y con frecuencia harto

contradictorias.

Séale la tierra ligera al jeque Alí. Sobre su

norarios á los

fikis, á los

tumba acabada de

cerrar, satisfácense sus

conductores del ataúd, á las plañideras, y se distribuyen

dátiles,

hopan

y manteca á los pobres que han acompañado el cadáver al cementerio. En cuanto al cortejo de amigos, se disuelve en el mismo sitio y cada cual toma la dirección que mejor le cuadra.

Por nuestra

En

ella se

tres dias

;

parte nos

juzgamos en

pues

la

costumbre exige que

casa durante los tres dias que siguen chistar, oran por el

ves las

,

deber de acompañar hasta su casa

el

al hijo del difunto.

oían aún los lamentos y los gritos de las desconsoladas mujeres y esto durante

y los amigos más íntimos concurran á la y en ellos sentados en círculo y sin piar ni lectura del Coran. Y no es esto todo: cada jue-

los parientes

al entierro,

muerto ó se ocupan en

la

hasta tanto que el sol se haya ocultado cuarenta veces

vecinas y las amigas de

la familia

nes, y los viernes siguientes, por la

,

,

se reunirán en la casa mortuoria

para empezar de nuevo

mañana,

los

el concierto

de las lamentacio-

que sobrevivirán se dirigirán

al

cementerio,

donde depondrán palmas y cañahejas sobre la losa del sepulcro, y distribuirán á los pobres pan, dátiles y otros alimentos. Así debe procederse hasta pasados cuarenta dias: después el sepulcro donde duerme el sueño de la muerte la persona amada, conviértese en lugar de piadosa romería, que se visita frecuentemente, y por medio de obras de beneficencia, junto al mismo practicadas, se procura sostener, ennoblecer y honrar la buena memoria del difunto.

Contamos en

el

presente 26 dias del

mes de

Safar.

es realmente piimaveral, pues coincide con nuestro del Xilo, sin ser

plomo sobre

ménos

espléndido, no es

Por esta vez siquiera

marzo y en tan caluroso como

esta tierra, desde el cielo desprovisto de

él el sol el

el

mes de

que baña

que durante

Safar

las orillas

el estío

cae á

nubes y de brumas. Tiempo hermoso,


EL CATEO

121

al e & ie fiesta. } poi lo

que á nosotros toca, pensamos asociarnos á los cairotas en la série de iegocijadas funciones que 'an á inaugurarse. En la calle de la Mezquita de ¡as muchachas, nos encontramos con una pequeña cabalgata, precedida por un hombre que enarbola un eAandaite \eide \ rojo, al cual sigue, caballero en un mulo, un jeque venerable de blanca Y ^ uen » a barba, en pos del cual, a pié ó cabalgando en diminutos jumentos, marcha una muchedumbre numerosa á cuyo íededor, gritando, saltando y haciendo cabriolas, se agita la obligada turbamulta de pihuelos callejeros.

¿Qué

significa?

¿De qué

se trata?

nuestias pieguntas, cuando aparece

dumbre aumenta por

instantes y

en

No hemos

una nueva

tenido tiempo

aún para

comitiva semejante á

las cercanías de la mezquita, cuyo

la

dirigir al

más vecino

primera: la

nombre

muche-

lleva la. calle,

PATIO Y CASA DEL CADÍ

hácese tan densa y compacta, que no nos queda más recurso que permanecer en medio de los sin excepción, tienen puestas devotamente sus miradas en la puerta de la casa

muslimes que, del Señor.

Al

fin tras prolijos

esfuerzos hemos logrado juntarnos á una de

las comitivas

que

pasaban, y marchando con la misma nos hemos situado junto á la codiciada puerta; mas ya en ella en vez de la desconocida maravilla que esperábamos descubrir, no hemos visto más ,

que un joven modestamente vestido, que sentado en un poyo de piedra recibía

los testimonios

de aprecio y veneración de los presentes, los cuales, uno en pos de otro, apresurábanse á besarle la mano. Era el tal el jeque Mahomet, hijo del difunto y celebérrimo santón Abd-el-

Gani, que, jefe de la secta de los Baiyumi, merced á su piedad y á su vida ejemplar, habia

alcanzado gran nombradla y poderosa influencia. todavía, que inspirándose en el EGIPTO, TOMO II.

Sucedióle hace poco tiempo su hijo, joven ejemplo de su padre, mantiénese sentado junto á la Mezquita o J


,

EL CAIRO

122

de las muchachas á cuyo

sitio

acude presurosa, con

el

intento de besarle la

mano,

la

muche-

que se pinta en todos los semblantes dumbre que desea recibir sus bendiciones. La emoción ocurre tiene extraordinario; acontecimiento y en efecto, lo que revela que se trata de algún en la morada del cadi, con el objeto verdadera importancia. Celébrase reunión magna, Maglis, de determinar

el

comienzo y duración de los gran profeta Mahonaa. A

del nacimiento del

deliberaciones, todas las

que, según

hemos

hermandades

visto, se dirigen

festejos ella

con que debe celebrarse

ann emano

el

concurren, pues deben tomar parte en las

comitivas ó cofradías de todas las sectas, y esas son las

en procesión

al

lugar donde deben congiegar»e. Lo^ jeques

aun cuando su taiea no imploran la bendición del Señor junto á las puertas del templo; y ya que después de una breve carece de importancia, dan la solución fácilmente, según parece, emprende su camino paia consulta redactan un acta, que firman los presentes, y cada cual regresar á su morada.

La

que es e&te dia alegría reina en todas partes, no siendo de extrañar, puesto

de una série de ellos destinados á públicos regocijos; á la cual

no

seguro

faltará de

la

ninguna que como

ella

piimero

bendición del Señor, ya que se celebra en honor y gloria

«del mejor de los hombres, del Profeta elegido.» ésta:

el

alegre fiesta piima\eial

una verdadera y

Ninguna hay que

produzca tanta alegría y satisfacción.

excite el entusiasmo de

Allí, á lo lejos, fueia de la

derredor de ciudad, á la derecha del camino de Boulaq, se levantan á toda prisa, en

inmenso espacio

libre, esas

un

soberbias tiendas que han dado fama á los orientales; pues la

verdad es que no tienen arte de cons-

igual en

el

truirlas.

En

la

el

centro de

inmensa plaza

se eri-

gen elevados mástiles, enlazados entre

por medio

de cuerdas, de las cuales

y de las que los unen con el

suelo,

se

colgarán á

miles los faroles de colores.

Delante de ellos se

distingue

el

anchuroso an-

damiaje que debe servir DOMADOR DE CULEBRAS

para gos

artificiales,

calles

uno de

los

elementos que

surgen como por ensalmo unas

al

más debe

contribuir

al

el

disparo de los fue-

esplendor de

la fiesta.

En

las

lado de otras barracas, tiendas y tenduchos, en los

cuales se instalan confiteros, cocineros, cafeteros, vendedores de sorbetes, bateleros, encanta-

dores de serpientes, atletas, dueños de columpios y juegos de caballitos, que estimulados por la esperanza del lucro, en cuanto haya llegado la noche del primer dia de fiesta, y con ella se

lancen á la calle las alegres comitivas cantando himnos de alabanza en honor del Profeta, á


S1LIDA EX COCHE DE UNA DAMA DESPUES DE LA PUESTA DEL SOL



EL CAIRO la

125

de resinosas

luz

antorchas, trabajan á

competencia á procurarse

de

fin

sitio prefe-

en lugar aco-

rente

modado. El primer dia de

por

fiesta fijado

el

Cadí y los ancianos de la ciudad, ha llegado el

primer Rabí, el—anal.

Hemos dicho mer dia, y no

pri-

primer noche

la

to:

el

es exac-

debimos

decir, puesto

que

musulmanes

los

comienzan nerse

el

el sol,

dia al po-

y por con-

siguiente á la calda de

cuando han

la tarde,

terminado todos

los

negocios y los trabajos todos,

abandónanse con

regocijo

al

alegría

verdaderamente infaniiii'fi

til. ¡

Cuán

bellas

cómo convidan

son y

al pla-

cer esas noches tran-

quilas

en

cuales

las

millares de refulgentes estrellas

tachonan

oscura bóveda del

la

fir-

mamento, en tanto que templa

atmós-

la

fera el soplo suave de SAIS

deleitosa brisa!

A

eso de las ocho de la noche nos

animadas otros

dias,

cuanto nos acercamos EGIPTO,

TOMO

II.

ponemos en camino. Las

están desiertas, sin que se vea en ellas al

calles de la ciudad, tan

hombre alguno; mas en

Muski, distinguimos numerosos grupos de

alegres cairotas que ~


;

EL CAIEO

126

lugar de

regocijados se encaminan al

que, por

lo

fiesta,

la

desusado, difícilmente puede olvidarse,

un espectáculo y luego, constituyendo coche de una princesa que con escolta

el

precedido de diferentes criados portadores de senda» teeia», pa»a junto a Las comitivas aumentan al paso que nos acerca-

de eunucos v

nosotros cual fantasmagórica aparición.

de Ezbekyjeh en este momento llega á nuestros oidos un rumor sordo: esquina del New—.Hotel, y nos encontramos en una calle sumamente laiga, llena de numerosa muchedumbre, flanqueada de tiendas é iluminada por medio de numerosas antorchas é innumerables faroles. A pocos pasos que damos en ella no» encontiamos

mos

al jardin

doblamos

:

la

empujando y otras siendo empujados, marchamos coche de alquiler, precedido por un saita que no llega á diez años, y cuyo oficio es abrir paso, á duras penas puede adelantar. Tras largos esfuer-

arrastrados por la corriente, y, unas veces

Un

adelante.

S

J!:,

zos lo consigue, la gente abre calle, las apreturas aumentan, aire falta, el calor sofoca; pero el coche pasa y la

nosotros con ella,

hueco que

el

seguimos adelante precipitándonos sobre

carruaje va dejando en pos de

sí.

el

muchedumbre y el

Aquí pueden verse del Cairo:

hombría de bien y el carácter dulce de lo» habitantes semejante confusión estaría ocasionada en Europa á brutalidades

la

quien hale alcany otros excesos; pues bien, el bueno del cairota á zado un pisotón que le ha hecho ver más estrellas que luces hay PADRE E HIJO

en »ciego, pedazo de animal?»

la calle,

A lo

cual

conténtase con decirle el

interpelado contesta

«Esto no vale nada;» verdad indiscutible respecto de alguna qué oponer. chufas: nada allá las pajas,

de ira y

más

Y

ménos que

al

que se

muy

la cual

el

A

lo

mejor dos zagalones vienen á

ha dado: «¿Estás

Ma alesh.

infortunado no tiene cosa

no se vaya á creer que esta gente tenga en esto.

lo

tranquilamente:

las

venas orchata de

manos por un quítame

las

por el Profeta, roncos y agarrados y forcejeando, juran por Allah y perjuran que gallos en pelea, que allí han de morir uno á manos de otro. Unos les

fieros

azuzan, otros los denuestan, aquellos procuran separarlos, y todo es gritos, chillidos y denuestos. De repente hiende los aires un cohete que al estallar deja caer una luz roja ó verde

:

todas las miradas se dirigen hácia

el

punto en que se distingue

la radiante aparición

de todos los pechos se escapa un ¡ah! de sorpresa y de júbilo; los contendientes olvidan su querella, y lamiéndose los arañazos ó frotándose los cardenales se

dumbre

sin

acordarse

verdaderamente

A

infantil,

ya

más

de

las

causas de

en los accidentes de

los dos lados de la calle se

la

pelea

meten entre

la

muche-

y puesta toda su atención,

la fiesta.

contemplan

las tiendas radiantes de luz.

Aquí,

allá

y en

todas partes aguadores de cesta y botijo ó de cántaro y vasera y vendedores de frutas que á gritos ofrecen y pregonan su mercancía. En esta tienda, listada de rojo y de negro, se distribuyen al público que paga, ricas tazas de aromático café: en aquella, cerrada por tupida cortina, se

oyen risas y cantos y carcajadas con que se celebran los maliciosos é intencionados un buñolero que ha sentado sus reales al lado, saca de su pequeño

gestos de Karagheuz:


127

EL CAIRO

horno lindísimos pastelillos redondos y dorados, que cubiertos como están son de exquisito sabor, según dicen: pues áun cuando teníamos intención de comerlos, cambiamos de intento para marchar en pos de una comitiva de derviches que luz de leerás se dirigían á practicar sus ejercicios. se habia levantado para

mantiénese de pié sobre

un gran

que en

un

tablado,

artista,

cuando vino á sorprendernos un nuevo primo hermano carnal de nuestros confiteros,

encima del cual gira un mostrador que

cuya luz se proyecta sobre los caprichosos

farol,

son de una extraña música y á la llegado áun á la tienda que

ella los ejecutaran,

ménos maravilloso. Un

espectáculo no

al

Xo habíamos

su alrededor, llevándose en pos de

todas las miradas.

edificios de

tiene en su centro

crocán que se elevan á

Delante de todo este aparato, dos

contemplación del dulce objeto de sus deseos, y que según parece no están en camino de ver realizadas sus fervientes esperanzas, pues áun cuando para

muchachos embebecidos en

ello

han

establecido

la

una sociedad, no

si

anónima, cooperativa ó en comandita, reuniendo

para ello sus respectivos capitales, dos piastras en monedas de cobre, no son cantidad bastante

para ablandar

el

endurecido corazón del hombre del farolón. Con todo,

los rapaces,

con una

locuacidad y una perseverancia verdaderamente árabes, no desmayan en la tarea de demostrarle que no hay en el mundo quien tenga derecho á pedir nada ménos que dos piastras por

uno de sus crocanes; sin embargo, sus fuerzas desmayan ya y están resueltos á renunciar á su intento, cuando una moneda salida á deshora para ellos, del fondo de uno de nuestros

un modo imprevisto el logro de sus deseos. el rumor producido por numerosas campanillas. Es caballitos, en el cual así se divierten los pequeños como los

bolsillos, viene á realizar de

En

el

lado opuesto de la calle óyese

un puesto de columpios y mayores. A su lado una voz fuerzas nunca vistas de

muchachos que

estentórea nos invita á contemplar las proezas, maravillas y

atletas

á través de

incomparables.

un agujero

De paso podemos contemplar un grupo

practicado en

el

lienzo,

de

contemplan grátis tan nunca

la llanura, algo baja, que propiamente y nos dejamos arrastrar hácia hablando, constituye el verdadero lugar de la fiesta. En cuanto penetramos en ella, nos sentimos fascinados por el brillo y singular animación que reinan en la misma. Imagínese un

visto espectáculo,

extenso círculo de hermosas tiendas profusamente iluminadas, y en el centro del mismo el sitio desde el cual se disparan los fuegos artificiales consistentes singularmente en millares de voladores, que

como otras

tantas escalas de Jacob enlazan el cielo tachonado de radiantes

la tierra tan dichoso y contento en esta noche primaveral. Al con \erdadera satisfacción el ambiente fiesco y y después de haber aspirado perfumado, hemos dado una vuelta para ver lo más notable que se encuentra en las calles improvisadas que rodean la plaza. En el lado izquierdo de la llanura se encuentran las tien-

estrellas,

con ese rincón de

salir del circuito,

das de la policía, del gobernador, de los ministros y del virey, y detrás de ellas las de los particulares y de las comunidades religiosas. Éstas llaman especialmente nuestra atención y con el fin de acercarnos á las mismas nos inclinamos hácia la derecha. En todas ellas se observa numerosa muchedumbre; y así como en ésta, por ejemplo, los circunstantes forman círculo en torno de

un

lector que da cuenta de la historia del nacimiento del Profeta, sin


EL CAIRO

123

costumbre que se remonta y prodigios que lo acompañaron, á la picictica eligióla consagran se aquélla en Islam, del tiempos primeros orígenes los á ó de Dios, de la profesión de fé del zikr, que consiste en la repetición continuada del nombre

olvidar

uno

solo de los milagros

i

musulmana

ó de

una fórmula cualquiera en alabanza de Mahoma, acompañada de

ciertos

acompasados movimientos consistentes en balanceos del cuerpo hácia adelante, hacia atiá&, hácia la derecha ó hácia la izquierda, subordinados á las palabras que se pronuncian. El director del ejercicio, ó sea el

mounshid

,

permanece en

el

centro, y por medio de la voz v

EL ZIKR CON CONTORSIONES

cierto

acompasado golpear de manos marca

la

emisión simultánea de

las

palabras y los

movimientos con que deben acompañarse, y en ocasiones procura aumentar el fervor y entusiasmo religioso echando mano del canto y aún de la música. Si hemos de hablar con toda franqueza, diremos que las gentes que tomaban parte en tales ejercicios producían en nuestro

ánimo un

efecto extraño:

teníamos en cuenta

el

antojábansenos locos ó poseídos y es que por un

momento no mismo

sentido profundo que se encierra en tales ceremonias, que es el

que existe en otras semejantes, que se encuentran en la mayor parte de las religiones. El Coran prescribe á los musulmanes el deber de mencionar perpetuamente al Señor, de la propia


:

129

EL CAJEO manera que san Pablo exhorta

á los fieles á orar sin descanso: pero así

como unos han consi-

derado esta mención como un deber sencillo, en virtud del cual deben tener siempre presente dando á la palabra una interpretación ménos? el nombre de Dios, otros, v son los más,

lata,

De

cumplen repitiendo incesantemente y en alta voz el nombre de Allah. establecimiento del zikr palabra tomada del Coran. Hoy mismo los musulmanes

imaginan que

aquí

el

sólo

,

ilustrados y formales sostienen que para llenar las prescripciones del Coran basta con repetii lentamente y de tarde en tarde la palabra Allah, y que es una corruptela que debería proscri-

acompasados y

los

principio, para ensalzar las buenas prendas de

un

birse y conviene evitar, todo eso de las contorsiones, los movimientos

bailoteos al

compás de

la

música.

En un

que mencionaba incesantemente á Dios, expresión que valia tanto como decir que sus pensamientos se consagraban de continuo al Todopoderoso mas semejante concepción no tardó en degenerar de su primitiva pureza en la mente de las

hombre piadoso,

solia decirse

muchedumbres. Sobrevino

al

cabo de poco tiempo

la

fundación y establecimiento de

nume-

rosas sociedades y corporaciones religiosas, cuyo fin común y principal fué la mención del como el oriental, según hemos tenido ocasión de observar en nuestra nombre de Dios,

y mezquita de el-Azhar, propende especialmente á comunicar animación y fuerza

visita á la

al

que en un principio era grave y tranquila, fué ademanes y actitudes más ó ménos Holen— esos alcanzar hasta animándose, paulatinamente

espíritu por el balanceo del busto, la expresión,

tos.

tales modificaciones el

Favoreció por otra parte

desenvolvimiento del misticismo musul-

nacido bajo diferentes influencias extranjeras: según las doctrinas por él preconizadas, Di\imdad, en creyente debe esforzarse en confundirse, en abismarse completamente en la

mán el

hombre y hace impresión en sus sentidos, para Pues bien, las contorciones \ el balanapropiado como pocos, para la ceo, indefinidamente prolongados, proporcionan un medio, el espíritu, producen vértigos y dan aturden que mismo lo por fin, semejante realización de hasta á calambres más ó ménos persistentes. De aquí que lugar á accidentes nerviosos revestirse de ella;

no sentir

en olvidar cuanto rodea

ni pensar

cuando uno de

los

más que una

y que toman parte en

violento ejercicio y, echando

al

sola cosa: «Allah.»

el

espuma por

zikr viene al suelo anonadado á consecuencia de tan la

boca, se revuelve en bruscas convulsiones, se diga

Dios. Semejantes ejercon admiración y envidia que es melbus, es decir, que está revestido de egipcios, inclinados de antiguo á cuanto los entre rápidamente propagáronse cicios religiosos actualmente se hallan por demás generalizados, hasta el punto de haber

sabe á misticismo, y tomado el carácter de regocijo popular.

acompasado, acompañando

un verdadero

al

Sabido es que

movimiento

la

el

mecerse ó balancearse de un modo

voz de los que á

placer, placer que en nuestra niñez

tal ejercicio se

entregan, produce

hemos todos experimentado

repetidas veces:

puede producir fatales ahora bien, semejante movimiento, durante mucho tiempo continuado, le va la cabeza, que se halla consecuencias: mas ¡qué importa! el creyente que nota que se por el vértigo que se le crispan los nervios, y por ende que se halla en situación

dominado

,

emoción y propincua de ser melbus, ve realizado el fin que se proponía, y dominado por la presa de verdadera embriaguez, persevera en su tarea hasta que se agotan por completo todas EGIPTO,

TOMO

II

33


EL CAIRO

130 físicas.

este caso el

miembro que

sitio,

con

lo cual

pocas, en que en

al cabo de un cuarto de hora, y en inmediatamente reemplazado poi otio que ocupa su

Semejante resultado suele alcanzarse

sus fuerzas

se retira vese

no se interrumpe un solo punto el ejercicio

toman parte

el círculo del zikr.

las mujeres,

y

el

Ocasiones hay, y no

doctor Spitta habla de

un

círculo

en cuyo centro se encontraban una vieja, y una muchacha en todo el esplendor de la juventud. Aquélla excitaba á los asistentes á que tomaran parte en el ejercicio palmoteando y dirigiéndoles miradas penetrantes y maliciosas.

En

cuanto á

la

joven estaba entregada en cuerpo y

inclinaba y levantaba incesantemente su busto y de cada la vuelta de media vez hacíanse sus movimientos más violentos, salvajes y desarreglados.

alma á

las evoluciones del zikr,

A

EL ZIKR CON VIBRACIONES

hora ó poco ménos,

— nuestro

hallábase transformada en

amigo permanecía delante de

una

ella

con

el reloj

en

la

mano,

loca furiosa: derribósele el pañuelo con que tocaba su cabeza,

y con ello se descompuso su luenga cabellera, que se derramó por todos lados, rodeándola completamente: la parte superior de su vestido se descompuso, dejando sus carnes al descubierto:

parecia

con sus ojos brillantes cual carbunclos y su rostro bañado en cadavérica palidez, una furia escapada del averno. En semejante situación la vieja y el derviche director

y emprendiendo despiadadamente á puñetazos la derribaron al Los derviches, después de un zikr desenfrenado, extravagancias no ménos repugnantes tales como atravesarse las

se precipitaron sobre ella

suelo sin fuerza y sin conocimiento.

entréganse á

otilas

,


-

131

EL CAIRO permanecer en

mejillas,

éxtasis, y

mascar escorpiones y otras sabandijas repugnantes y aún

venenosas.

Después de haber dejado semejante espectáculo, que

echamos un

vistazo á

á los

que se agitan en

fieles

tienda en la cual el

un

tiene

muy

poco de agradable,

cantor, con acompañamiento de flauta, recita

poema

zikr los versos del

místico de Omar-ibn-el-Farid,

volúmen precedente hemos mencionado, pues áun cuando no hay uno solo entre asistentes que no se los sepa de coro, por haberlos oido narrar veces mil en las calles de

que en los

una

el

en tono

bien que

la ciudad,

espiritual, se

Pero

lo

muy

juzgan

que es hoy

muy

como son

distinto,

acomodados para ni cantores ni

una interpretación

susceptibles de

los ejercicios del zikr.

narradores logran como otras veces tenernos pen-

dientes de sus labios, y preferimos penetrar, siquiera por breves instantes, en la tienda de los

Bereberes de atezado cútis que han organizado un zikr, exclusivamente para

tanto se agitan en sus movimientos y contorsiones, cantan con sus voces atipladas

En

ellos.

como de

flauta la siguiente salmodia:

j 1

lio

-hammadoun mó

- la

-

1

r na,

1

Mo - hammadoun e6

es nuestro señor,

Mahoma

-

la

-

na

—«

=

j

l

«Mahoma

d—m—— V m 0

n rT~-

*

tj

1

,

bi

-

ga

-

hi

man

ta

-

oual

^ A a— — N 1^^ -r

y

r-

la, ‘a

-

le

-

-

j

hil-lá-hou

0

sal

-

>i

la.

es nuestro señor, revestido de la soberanía: Dios se

» inclina ante él para bendecirle.»

Al cabo hemos llegado La primera, como pue-

junto á las tiendas de los dignatarios y de los ministros egipcios.

de comprenderse, es la del jetife,

ocupada ésta

noche por

el

príncipe

heredero, por hallarse

su padre ocupado en altos

asuntos del go-

Los empleados

bierno.

v de mavor categoría v

«J

los jeques

más

/

«i

distin-

guidos pasan á saludarle en ella y

ocupan

los sitios de preferencia

para

asistir al

disparo

de los fuegos de artificio

DERVICHE COAILEXDO ESCORPIONES

que iluminan ince-

santemente los alrededores, hasta

muy

cansar á los espectadores árabes.

Hace ya mucho tiempo que aquélla ha médiado, y

entrada la noche, sin que

el

espectáculo llegue á sin


EL CAIRO

132

rodea, cuando cansados ya embargo, no ha disminuido en su ímpetu el torrente que nos emprendemos nuevamente el camino que conduce á nuestra morada.

Durante doce noches consecutivas represéntase invariablemente describir, cada dia

acabamos de

con mayor esplendor

si

el

cabe; cada dia con

espectáculo que

más

satisfacción

cada dia con mayor regocijo y satisfacción. Los comerciantes cierran costumbre, y las damas del sus tiendas, establecidas en los bazares, más temprano que de

por parte de

la plebe;

TIENDA DE UN

harem

DIGNATARIO

asisten á la fiesta en sus coches cerrados con su correspondiente escolta de eunucos.

En una

de las últimas veladas, á eso de media noche, organizase una marcha ó procesión la calle de Boulaq. El último árbol de fuegos arti-

con antorchas que llena materialmente

más brillante de todos: á su disparo asiste entera la población del Cairo: la muchedumbre es impenetrable: las tiendas rebosan de gentío, y en algunas de ellas, bien

ficiales es el

que disimuladamente, entréganse sueños que suscita

el

humo

los

concurrentes con apasionado ardor, á los deliciosos

Xo hay quien quiera prescindir de testificar la Mahoma, y conseguir por este medio su protección

del hachich.

alegría que le proporciona la misión de


EL CAIRO

133

é intercesión

ningún dia por

el

para con Dios; puesto que si todo el mes trae consigo gran copia de bienes, en son tan copiosos y abundantes como en el duodécimo, especialmente bendecido

piadoso Allah.

Epílogo apropiado á esta dilatada serie de festejos y diversiones es la doseh ó cabalgata, que tiene lugar en la mañana del dia siguiente. Dada la nombradla que ha alcanzado, áun

en Europa, esta ceremonia religiosa, y las muchas descripciones que se han hecho de ella hasta por viajeros superficiales, se comprende que no sean escasos los errores en que se ha incurrido respecto

de

producto orgánico de

misma. Se cree ver en

la

la religión

de

un

algo que es propio del Islam;

ella

Mahoma; cuando

lo

que realmente revela es una

ma-

nifestación del culto de los santones: de la superstición que se ha desarrollado entre los

habitantes del Cairo contra la cual se subleva

excepción hecha de los habitantes de querido tener su cabalgata. antigua costumbre

el

ánimo de todos

aldea de Berza, cerca de Damasco, que también han

Fenómeno

tan singular debe tener por fuerza su origen en una

Confirma semejante opinión

local.

los partidarios del Islam,

la

la siguiente

leyenda:

«El segundo

jefe

»del orden de los derviches, Sadijah, inmediato sucesor del que fundó á Saad, cabalgó un dia, »

ignórase

la

causa, desde

la ciudadela del

muy

Cairo hasta su casa, que estaba

En

»por encima de pedazos de vidrio sin que quebrara uno solo.»

el

lejos,

pasando

fondo de esta tradición

singular ha de haber algún hecho para nosotros desconocido: de otra suerte no se explica la

razón del privilegio concedido á todos los jefes de secta, de pasar impunemente á caballo

no sólo sobre pedazos de

vidrio,

ceremonia no tiene más objeto que

sino encima

la glorificación

de cuerpos humanos.

Acaso semejante

de una orden de derviches: la superstición

popular se presta fácilmente á este sacrificio, por

lo

mismo que

todo aquel á quien ha

casco del caballo, se juzga perdonado y aún redimido, en virtud del milagro de que ha sido objeto. Lo mismo que los vidrios de la leyenda, según aseguran los Sadijahs, alcanzado

el

ningún detrimento experimentan en sus personas aquellos sobre cuyos cuerpos tiene lugar cabalgata.

Al

decir de los testigos presenciales,

distinción de justos y pecadores, no existe del doseh sin

el

áun cuando

memoria de que

el

se

la

milagro debe realizarse sin

haya verificado

correspondiente producto de fracturas y contusiones;

milagros sabido es que no se tienen en cuenta las bolas negras.

la

ceremonia

mas en materia de

Sea dicho en honor de los

cairotas instruidos y especialmente de los profesores de la mezquita de el-Azhar: éstos miran hasta con prevención la ceremonia que nos ocupa, como desprovista de con repugnancia

y

racional

fundamento y contraria á

de protesta respecto de esto

y en repetidas ocasiones han elevado su voz en son con que mira el vi rey la práctica del doseh. Mas todo

la ley,

la tolerancia

no ha sido inconveniente para que

las

muchedumbres, y entre

asistan con verdadera fruición á presenciar el espectáculo.

llegamos á

la plaza, veíase

ya una larga

fila

A

ellas

no pocos europeos,

eso de las diez, á cuya hora

de coches ocupados por las mujeres del harem ó

por damas europeas, parados en uno de los lados de aquella, en tanto que en

el

opuesto se

levantaban diferentes tiendas llenas de hombres, y entre ellas la destinada al gobernador. Penetremos en una de éstas, puesto que tendremos que aguardar dos horas hasta tanto que EGIPTO,

TOMO

II.

34


EL CAIRO

134 el

Sadijahs, que ha pasado

jeque de los

digno de realizar

el

la

noche en

el

ayuno y

la oración,

para hacerse

milagro, terminada su plegaria del medio dia, en la mezquita de Hu&&ein,

en su blanco corcel. Hasta dicho momento la muchedumbie permanece tranquila, y circula libremente por ambos lados de la calle, que mantienen despejados fuerzas del ejército; pero al paso que se aproxima el medio dia y son de cada ’s.ez se halle en estado de cabalgar

más

masas van siendo más compactas y se hace más percepanuncio de grandes acontecimientos. De repente retumba el ciudadela, anuncia el medio dia y empuñando estandartes que

ardientes los rayos del sol, las

tible ese

rumor

característico,

cañonazo que, disparado en flotan al viento

y

al

la

son de las trompetas pasan ante nuestros ojos

al trote diferentes

grupos:

son los derviches Sadijahs y Rafejahs, á los cuales se han unido no pocos voluntarios y entusiastas. Los espectadores se agrupan á lo largo del arroyo: nuevos grupos desordenados siguen á los primeros, y sus gritos y su entusiasmo se comunican á la muchedumbre que momento había conservado su tranquilidad y sangre fria, siendo consecuencia

hasta aquel

de ello

el

encontrarnos rodeados de innumerables devotos que oran y recitan

incesantemente.

humanos: con

la

las gentes

cabeza hácia

el

Coran

dolor osa hállase materialmente alfombrada de cuerpos

La extensa Via

que se encuentran delante de nosotros han comenzado á prosternarse: el lugar donde estamos, y las piernas en opuesto sentido, y con los

murmuran continuamente: «¡Allah, Allah, Allah!» lo más junto posible unos de otros, á fin de que

brazos colocados debajo del rostro

Entre tanto se trabaja en colocar los cuerpos las patas del caballo deslizándose entre

unos y otros no puedan producir lesiones graves. Así forman una línea estrecha y ondulada que no

dispuestos, los cuerpos elásticos de los árabes ofrece peligro de accidente grave.

En

tanto que los fieles

permanecen tendidos,

la

mitad de

que pasa, y dejan escapar el sordo rumor de Allah, los espectadores hacen aire con sus vestidos. Los derviches organizadores corren desalados

ellos sin conciencia de lo

más próximos

Jes

de un extremo á otro de este camino viviente, apostrofes fanáticos.

La

mismos sentimos una

insólita agitación nerviosa:

delante de nosotros,

un piadoso

suelo produciendo

inflamando á

la

muchedumbre con sus

exaltación crece y se inflama por momentos, y hasta nosotros

un rumor

furor;

apodérase de un hombre justo que se halla

la palabra

indescriptible

;

el

Allah por mil voces proferida surge del

pueblo ora y

murmura

sentencias del Coran

que ocupamos, y por más que hacemos, cual si nos dominara la fascinación, no podemos apartar las miradas de los rostros mortecinos y de los ojos extra-

en derredor del

sitio

viados de las desgraciadas víctimas.

Pasa corriendo delante de nosotros un derviche diciendo á gritos: «Vosotros los creyentes, el nombre de Dios.» A lo léjos se vislumbra la figura de un jinete, que

> pronunciad todos

se ve obligado á detenerse

un

instante

sobre aquella alfombra de cuerpos

;

pues

el caballo

humanos; mas

al

se encabrita resistiéndose á pasar

cabo, á fuerza de espolear al noble

bruto y de tirarle de las riendas vence su repugnancia, y pisoteando espaldas, cuellos y dorsos adelanta á grandes pasos, y deslizase ante nosotros llevando al transfigurado jinete.

Es

este

un anciano venerable de luenga barba

gris,

que parece sumamente fatigado y más


EL CAIRO

135

DOSEH (ACTO DE PASAR UN CABALLO CON SU JINETE ENCIMA DE CUERPOS HUMANOS)

bien cabalga que monta

el

nada percibe de cuanto el

soberbio corcel

le rodea.

:

dirĂ­ase

que arrebatado por

cual se ve una faja blanca transversal, distintivo de su secta.

poderoso v de gran

talla;

el

sentimiento religioso

CiĂąe sus sienes un gran turbante, color verde oliva, en

pero no usa herraduras.

El caballo es robusto,


FTi

136

CAIRO

ceremonia y se ha realizado el milagro, apresúrase la gente á levantar á aquellos desventurados que yacen tendidos sin conocimiento para que se incorporen es menester emplear la violencia. Sus rostros están bañados en llanto: su cuerpo

En

cuanto ha concluido

la

:

y cubre su cara

entero es presa de estremecimientos nerviosos,

Uno hay que

la palidez

da compasión: su brazo derecho, colocado encima de

desgraciado, sobre

el

cual ha puesto

el

la

de

la

muerte.

espalda de otro

una de sus manos con toda su fuerza, no el milagro ha sido más doloroso

caballo

Otro pobre diablo para quien

permite presagiar cosa buena.

todavía, cojea visiblemente, y auxiliado por otros, es llevado entre la multitud que solícita-

mente abre paso. Se ha dicho y aún sostenido con insistencia, que

exaltación religiosa y la excitación

la

nerviosa que acabamos de presenciar, son producto obtenido merced al uso del hachich;

mas podemos asegurar que verdaderas excepciones. la

casos,

tales

suponiendo que realmente se presenten,

Las noches pasadas en vela;

la incesante recitación del

son

Coran;

emoción resultante del peligro que se acerca lentamente, bastan y sobran para producir si se tiene en cuenta la singular predis-

accidentes nerviosos y espasmos, especialmente posición,

tan incomprensible para nosotros, que tienen los orientales para

religiosa.

Por

de

artificio

lo

mismo que

alguno, basta todavía

gustosos á servir de alfombra

De

Oriente ha sido siempre

el

los cinco deberes que,

se distinguen con los

al

la

el

convulsión

la

país de los poseídos, sin necesidad

superstición para que centenares de

hombres

se presten

paso de un caballo.

como

es sabido,

impone

la ley á los creyentes,

nombres de columnas del Islam, existen

dos, el

ayuno y

deberes que la oración,

á los cuales no puede en manera alguna sustraerse quien se precie de verdadero musulmán. Al primero, es decir,

al

un mes entero, el más santo y venerado Ramadan. Con anterioridad á su llegada, y ceremonias importantes, tales como la de la noche tremenda

ayuno, hállase consagrado

de los meses del año de los musulmanes: el de

empieza una-série de

fiestas

en que se resuelven y regulan los destinos de los hombres, que tiene lugar en la mitad del mes de Shaaban, noche en la cual separa Dios las hojas mustias de las tiernas, existentes en

el

árbol de la humanidad, y los creyentes velan en medio del estupor y de la oración.

musulmanes que comienzan á ayunar en este mes, siendo más aún los que la llegada del mes bendito. Y bendito es realmente. «Es el mes de »mi pueblo, en el cual le son perdonados sus pecados,» ha dicho el profeta Mahoma. Durante el mismo han sido revelados los libros sagrados de todas las i*eligiones conocidas:

Muchos son

los

esperan con anhelo


EL CAIRO

137

ORACION EX UNA NOCHE EGIPTO TOMOII.

35


EL CAIRO

138

de

la vocación

En

Abraham;

la ley

de Moisés:

su último tercio se encuentra

mares todos su perdón

amansan, se abren

se

al

Evangelio de Jesucristo;

el

maravillosa

la

A oche

el

tiempo referido

y

culpas mediante la estricta observación del ayuno: y siquiera

temente con

época

la

coma y

que no sólo un bocado para acallar hasta

la sed, sino

el

Ramadan

coincida frecuen-

calurosa del año, es indispensable la observancia de la le\ que piesciipcion se beba desde la salida á la puesta del sol. y ésta

prohíbe que se

mitigar

la cual los

el

más

es tan absoluta

,

Coran de Mahoma.

Supremo Hacedor concede todo pecador procure bou ai su&

las puertas del Paraíso,

mundo. De aquí que en

el

de la dignidad, durante

fumar está prohibido, por

el

hambre

el

lo

ó

mismo que

un sorbo de agua para el

árabe traga

el

humo.

campana están dispensados del y los que se hallan en de cumplirlo en cuanto hayan condición la con aún así, cumplimiento de semejante deber, y Sólo los enfermos,

viajeros

los

desaparecido las causas que se opusieron á llevarlo á cabo.

El último dia del

mes de Simaban toca

á los fieles

el

á su término: pasadas algunas horas comenzará la

Una solemne

primera noche del Ramadan.

procesión salida de la morada del cadí, lle\ará

anuncio de que ha comenzado

no puede ser publicado en tanto

el

débil

hava sido observado siquiera por un hombre.

marchado á

las alturas del

ciar la aparición del astro

Mokatam

en

el

el

mes

segmento de

En

del ayuno, pero semejante anuncio la luna, -

diferentes individuos, con

instante

en su cuarto creciente, no

consecuencia, después del medio

mismo en que

el

dia,

han

encargo expreso de anun-

brillará sobre la dilatada extensión

En las cercanías de la ciudadela, delante del palacio de la justicia Bet—el—adü, y á impedir la calles más espaciosas vese reunida inmensa muchedumbre, que llega 7

del desierto.

en las

marcha

que se dirige á

del cortejo

que los ancianos, policía penetran

el

en

la

morada

del cadí, delante de la cual se detiene, en tanto

jeque de las fuerzas que escoltan la procesión y

el

superintendente de

de aquélla y se congregan solemnemente en

el interior

el

di\an del cadí,

para oir la Feticci decisiva. Los mensajeros enviados á la montaña han visto entre tanto la luna nueva en el principio de su cuarto creciente brillando sobre el horizonte: su mani testación ha sido consignada en

firmado

el

anuncio relativo á

especial, y hecha semejante diligencia, el cadí ha inauguración ó comienzo del ayuno. Dispárase en la ciudadela

un protocolo la

cañonazo anunciador; y la procesión se divide en diferentes grupos que, precedidos respectivamente por una música, recorren la ciudad en todas direcciones, repitiendo incesantemente: «Ayunad, ayunad los que seguís la doctrina del mejor de los hombres.» Llegado

el

este

momento prodúcese una

exaltación extraordinaria y de naturaleza especial, la cual se

apodera de los árabes v los domina en tanto dura el Ramadan, cosa que se explica fácilmente, de las horas de si se tiene en cuenta que no hay quien no procure encontrar la compensación abstinencia en los banquetes y comilonas que en buena paz y compaña se celebran después Las calles principales ilumínanse profusamente: en las galerías de que se ha puesto el sol.

alminares brillan á centenares los faroles, y desde las aberturas de la mezquita situada en la ciudadela, derraman su luz sobre el Cairo que se extiende á sus piés, múltiples y vistosas luminarias. Los cafés á duras penas pueden contener la numerosa concurrencia que en ellos

los


EL CAIRO

139

LOS QUE ESPERAN LA SALIDA DE LA LUNA

fumando y charlando, en tanto que la gente devota se agolpa de las mezquitas para escuchar la voz del lector. En las casas de los magnates de distinción, vense preparadas las mesas en que han de celebrarse los y ¿ e ¡ as personas festines que se dan á los convidados, que asisten en gran número, y en tanto llega la se pasa las horas de la velada

en

el interior

hora apetecida, en una estancia vecina se lee el Coran ó se recita un zikr. Todo el mundo está alegre v satisfecho y no hay quien se acuerde ni del tiempo que pasa, ni del reposo


EL CATEO

140

Mas

ni del sueño.

á deshora llega á los oidos de los alegres comensales el son desapacible

de un tambor y al par penetran al través de las semientornadas ventanas los fulgores de las antorchas con que se alumbran los que al que lo suena acompañan: es el mosahher, es decir,

Mas en rimada

el

mensajero de

el

barrios de

el

mañana, que ano

tras

ano ejecuta su ronda

al

través de los

,

las excelencias

ranza y para

resuena

la

ciudad y anuncia á sus moradores que se acerca la luz del nuevo dia. tiempo de que se trata su llegada tiene otro fin que consiste en cantar en prosa la

él

de los habitantes de

deseándoles toda suerte de bienaventu-

la casa,

un pingüe bakhshish en cuanto termine

abrar en

los alminares.

Es

el

A

mes.

el

abrar un llamamiento á

eso de media noche

la oración,

su nombre de

la

empieza. Dice así:

que

»digo

que ha tomado

palabra con que

«En verdad

gentes

las

os

piadosas

»beberán una copa de vino.» Poco después de media noche

nuevo á

es llamado de

el

pueblo oración

la

por medio de una fórmula que se

Saludo, por consistir en

titula el

palabras de bendición dirigidas á

Mahoma.

— Después

de ella apá-

las

lámparas y se cierran puertas en la mayor parte de

las

mezquitas.

ganse

las

En

la de

Hussein,

perma-

profusamente iluminada,

necen

noche

durante

abiertas ,

y en

la

de

toda

la

el-Azhar se

cierran cuatro de las seis que en existen.

ella

curso; EL MESAIIIIAR

una

de la luz

El tiempo sigue su

fresca brisa, precursora del

nuevo

dia,

indica

todo noche concluve, y en los alminares los muecines recuerdan á los fieles, durante bebidas, á fin de estar manjares con estómagos sus fortalecer olviden y no que Ramadan, el comenzar. Se sirve la dispuestos y preparados para la nueva jornada de ayuno que va á salir el comida que ha de evitar el hambre y la sed, el almuerzo, que tiene lugar antes de de nuevo el mosahher para sol. v constituye la más importante de las del dia, y aparece en que, anunciar la proximidad de la luz. En semejante disposición espérase el instante

que

la

según expresión crepúsculo de

la

negro, es decir, el del Coran, es imposible distinguir el hilo blanco del

mañana:

las estrellas se extinguen;

marchitos á consecuencia de una la

fórmula

sacramental:

vigilia

el

«álito

prolongada, y en

«Cesad ya, comienza

el

la

matutino» acaricia los rostros

cercana mezquita se pronuncia

ayuno.»

¿Qué hacer, como no sea


EL CABRO acostarse, á fin

de reparar por medio

141

del reposo las fuerzas perdidas en la vigilia?

Este

partido que se toma, y al dejar el lecho para la oración del medio dia, no hay quien tenga alientos para dedicarse á un trabajo que hace indispensable la energía agotada en las

es

el

disipaciones de la noche.

Fatigados y con la cabeza pesada, los comerciantes se dirigen á los bazares donde se sientan, seguros de que no ha de haber quien los saque de sus contemplaciones, lo

jamás

mismo que

empleados, que permanecen

los

El hambre, la sed,

oficinas.

la

deja sentir entre los fieles,

se

»Ramadan.»

Y

en

tanto

el

mano

sobre

mano en

privación del tabaco producen su efecto, y

apodérase

dia sigue su curso,

de

ellos

el

sus respectivas

mal humor, que

durante «el bendito

y antes aún de que

el sol

mes de

llegue á su ocaso,

se cierra la tienda, abandónase la oficina v J

empléase

el

cigarrillo y

En

tj

tiempo en

liar

en refrescar

el

apetecido

el

agua reparadora.

todas partes vense grupos de personas

apagado cigarro entre

los dedos

permanecen ante los aguaduchos,

los cafés,

que con

el

y las fuentes públicas. Grandes y pequeños aguardan impacientes el instante en que Dios les

ha de

librar de la pesada carga del ayuno.

Al cabo retumba en

la ciudadela el

que anuncia haber desaparecido

cañonazo el sol

horizonte; de todos los pechos escapa

de satisfacción; llévase á

la

boca

del

un ah

el frasco

ó

calabaza, y pasados breves instantes vense doquier espirales de humo procedentes de

pipas y cigarros. Jóvenes y ancianos toman por asalto los refrigerantes frutos que llenan los cestos de los

vendedores de naranjas;

cafetero podría doblar el

v

número de sus

de sus servidores, pues todo

el

lo

el

tazas

que ha

CASA CON TIENDA DE COMESTIBLES.

tenido el dia de monótono y enojoso, ha de tener la noche de alegre y regocijada. Para empezar, atiéndese al estómago, puesto á prueba durante el dia, por medio de una abundante

procederse con prudencia, tratándose de gentes que están y suculenta comida, v como debe pereciendo de hambre, comiénzase, para hacer boca, por algunas frutas, que hacen oficio de encurtidos, tales

de

la

como

nueces, avellanas, higos y dátiles, y después de rezada la oración

noche, se emprende con

sustanciosos.

En

ella

ha participado una vez

la

comida propiamente dicha, compuesta de platos fuertes y

abundan más que de ordinario

los dulces

y golosinas, y quien de

ella

siquiera, recuerda con placer ciertos platos, especialmente el kunafeh

v el kataif. es decir, los albaricoques azucarados ó reducidos á pasta y los demás dulces, compotas y confituras que no faltan jamás en la despensa de los hacendosos cairotas, ó en EGIPTO,

TOMO

II.

36


.

EL CAIRO

142

los

que no pueden preparar en sus almacenes de comestibles, donde se los proporcionan los

casas tan regaladas golosinas. á los dias consecutivos suelen acostarse las gentes

En cafés,

en

los cuales

tantemente,

lo

mismo

media noche;

sin embargo, los

historias, permanecen llenos consy narradores de que las tiendas de comestibles que no se cierran hasta el amanecer

pueden

oirse cantores

DESPENSA ÁRABE

esta suerte discurren treinta dias y treinta noches pasados en continua fiesta. Durante tiempo no se emprende trabajo alguno de importancia; pero al cabo viene el cansancio, v se desea el momento en que ha de tener término ese mes tan alabado, y la llegada del El cañón pequeño Beiram. que cierra el ayuno, vuelve el hombre á sus buenas costumbres.

De

este

de la puesta del sol anuncia

la

conclusión del

Ramadan;

las

mezquitas se iluminan y llenan


EL CAIRO

144

de devotos entregados á la oración, y en la mezquita de distinguirse grupos de fieles que practican el zikr,

postrer banquete celebran la conclusión del

Como

y en mes del ayuno.

Mehemet—Alí y en

otras,

las casas las familias

pueden

que con un

entre nosotros, el dia del año nuevo, el que sigue á la terminación del

Ramadan,

conságrase á visitas no sólo de amigos y parientes, sino también de los que yacen en los cementerios. El virev empieza la gran audiencia en el palacio de la ciudadela inmediatamente

después de puesto trasladarse á

regresaba de

El

el sol.

una de ella, el

las

jetife Ismail,

llegado

estampido del cañón anunciaba

miembros de su casa,

pequeño Beiram,

el

tenia la costumbre de

mezquitas vecinas, para rezar su oración matutinal. el

comienzo de

á los ministros, á los ulemas,

palabra, á todos los empleados de las

más

En

cuanto

la recepción oficial á los

á los altos dignatarios, y en una Verificada la recepción, servíase

altas categorías.

á los

concurrentes exquisito café en preciosísimas tazas y después se ofrecían riquísimos chibouks á los cónsules, á los extranjeros de distinción á los grandes comerciantes europeos. y A las once de la mañana había terminado la audiencia oficial; pero los carruajes conti-

nuaban circulando hasta

el

anochecer por las calles del Cairo, ya que después del

jetife

era menester visitar á los príncipes, á los ministros y especialmente á la madre del virey, á la cual guardaba su hijo las mayores consideraciones y tributaba los honores más elevados.

Representaba á

misma en semejantes ocasiones más influyentes del país, á la

la

de las personas

el jefe

cual,

de los eunucos, Khalil-agá, una

hasta los mismos bajáes prestaban

testimonio de respeto y reverencia. Tampoco faltan visitas en los círculos de la clase media y hasta las familias pobres tienen preparados dulces y pasteles, y todo el mundo se ha engalanado con sus trajes de dia festivo, pues en el Beiram es costumbre regalar

y zapatos nuevos á los niños y á los criados de las casas. Nada más agradable que y regocijo con que los pequeñuelos se enseñan mútuamente sus pantuflos rojos ó amarillos, y el aire de satisfacción con que el anciano portero luce la luenga tunicela azul trajes

ver

el júbilo

que acaba de estienai, del

\

nuevo Ramadan.

que, calvas contadas excepciones, ha de vestir hasta la terminación

Todo ostenta

aire de limpieza y de fiesta, todo rie, todo vierte y bienestar, tanto que la animación y regocijo de los fieles musulmanes, verdadei amente alegies? como unas pascuas, se transmite y comunica á los sectarios de las demás

satisfacción

religiones,

que son los seres

De una mujer vivió en los

tan bella

ella

como

extraños á

la vida del

Islam.

inteligente, Shagaret-ed-durr, el árbol de las perlas, que dominación dé los mamelucos, hacen mención los historiadores que muerto su marido, elevóse á la dignidad de sultana, reinando

comienzos de

árabes, diciendo de

más

la


EL CAIRO ochenta dias sin

la

par que ésta

trono

A

harem.

el

menor

mas

oposición;

al

145

cabo de

ellos,

habiendo concedido su

emir Eibek (Izz-ed-din), volvió de nuevo á

al

dicha mujer deben los cairotas una de las fiestas

actualmente se celebran, peregrinación á

la

la

llamada Makhmal, es decir, de

Meca, en una magnífica

en conmemoración de Egipto

enviaron anualmente una

Conquistado

Egipto por

el

tranquila del

más importantes

entre las que

la litera.

representación,

con motivo de

ó

la

alcatifa

mejor,

la partida

Dicha mujer fué en

conducida por camellos, y posteriormente, de su dignidad real, los señores del

con

litera el

gran caravana que parte á

la

sultán Selim, hízose especial

que

el

jetife

los

lugares

empeño en conservar tan

peregrina costumbre que sin interrupción alguna ha seguido hasta

Makhmal acompaña

al

la vida

como manifestación

este hecho,

santos.

litera

mano y

envía anualmente á

haciendo las veces de Sultán otomano.

el

actual virey.

Al

Caba en nombre y Las fiestas verificadas

la

de tales objetos, y las relativas á la marcha de la caravana, se

celebran en una série no interrumpida de dias, y como vale la pena el espectáculo que presumimos que nuestros lectores no han de tomar á mal que asistamos á ellas,

ofrecen

,

siquiera

debamos demorar un

La alfombra debidamente

,

tanto nuestro viaje al Egipto superior.

referida fabrícase en el interior de la ciudadela: para coserla y doblarla

se lleva á

un lugar sagrado, que

es la mezquita de Hussein, y el acto de la

más justificada, cuanto que los que contemplan tan rico presente no han de volverlo á ver, como no sea emprendiendo la peregrinación á la Meca. Los tapices de la Caba, la kisuéh, se componen de tres partes completamente distintas, traslación da lugar á

una

fiesta,

tanto

á saber: las colgaduras propiamente dichas, destinadas á las cuatro paredes del santuario cúbico; la ancha cenefa que las rodea, y el telo, es decir, la antepuerta. Desde luego desfilan ante nosotros, conducidos sin aparato alguno sobre el lomo de pacíficos jumentos, los

pesados rollos de alfombra cuyo conjunto ha de formar

una especie de brocado

la tapicería.

Para

la

kisuéh elígese

y tupido, de color oscuro, sobre el cual se trazan sentencias del Coran entreveradas de arabescos, cuidadosamente bordados con sedas de colores. En el instante en que pasa

recio

el

riquísimo presente, debido á

la

piedad y munificencia reales,

la

muchedumbre, y en especial las mujeres, lanzan exclamaciones de júbilo, que aumentan en cuanto uno después de otro aparecen los cuatro fragmentos de la tapicería que han de formar el marco ó guarnición, con sus versículos del Coran en letras de oro, y sus arabescos de seda primorosamente bordados y de riqueza extraordinaria. Éstos los conducen los hombres en andas de madera. En pos, y sin orden ni concierto, marchan los que han trabajado ó han

de trabajar en

la disposición

del kisuéh,

y por último, diferentes personajes á cual más

extraños, que excitan extraordinariamente nuestra curiosidad.

De otros se nos ha hablado, que no veremos hoy; pero que podremos contemplar cómodamente dentro de dos ó tres semanas, es decir, el dia en que tenga lugar la partida.

En los

tanto que en la mezquita de Hussein se trabaja en cortar, coser y doblar

peregrinos que han de formar

debajo de la ciudadela.

la

caravana van reuniéndose

Al tocar á su término

el

mes

en

la

la tapicería,

plaza

existente

de Sahual, todo se halla dispuesto


EL CATEO

146

para emprender

el

viaje:

la

tapicería está conclusa

y empaquetada;

inscrito sus

de

jefe

han

los peregrinos

nombres en

registro

el

caravana;

con-

han

se

fiado

al

hecho

los necesarios acopios de tiendas

la

y

comestibles, y por último todo se halla dispuesto, por lo

mismo que

que indica que ha llegado

En

partir.

el

cuanto amanece

almana-

el

momento de

el

dia señala-

do, lánzase entera á la calle la población

que partiendo de

del Cairo: en las vias, la

ciudadela desembocan en la plaza de

Bab-en-nasr,

duras penas coge

á

la

gente; las tiendas están cerradas, y en las

ventanas de las fuentes públicas, de

las

mezquitas y de

en los

las casas particulares,

por los cuales debe

sitios todos,

PLAZA

pasar

el

famoso

cortejo,

vense amonto-

nadas las gentes, asomando sus cabezas,

DONDE

en las cuales se halla pintada

SE

dad.

REUNEN

Forman

mujeres,

LOS

al

y

la curiosi-

parte del concurso no pocas

de las aberturas

través

de los mashrebijehs pueden distinguirse penetrantes miradas lanzadas por feme-

PEREGRINOS

niles ojos negros.

Doquiera reina

am-

biente de fiesta y de alegría y los que en la calle se

encuentran, siendo conocidos,

dirígense saludos tales

como «Viva usted

» muchos

años y con buena salud,» á lo cual responden: «Lo mismo digo.» El gusto por los espectáculos y la curiosidad ingénita en los habitantes del Cairo hállanse hoy avivados y santificados por

dos sentimientos piadosos,

y sobre

ello

llamamos

makhmal, que

sólo

es

puesto que, atención,

el

un signo de

la

la

realeza y carece por completo de origen religioso, reviste á los ojos de los

manes un rosamente influye para que

lo

contemplen con gran respeto.

musul-

carácter

especial que

Y es que

como ha

pode-

realizado


EL CAERO

147

tantas y tantas veces la peregrinación obligatoria, ha venido á constituir reliquia, de tanto precio,

que tocarla ó simplemente verla equivale á una bendición.

este dia cierra la procesión de

que es objeto principal. Marchan delante de

buen golpe de soldados precedidos de numerosos trompeteros

calle,

siguiendo en pos

una verdadera

innumerables acémilas que

llevan

el

bagaje

peregrinos, odres llenos de agua, las tiendas y] todo lo demás, así

UNA FAMILIA Y SUS CONVIDADOS QUE AGUARDAN LA MAKHMAL

(SILLA

ella,

jinetes

En

abriendo

en camellos,

que han menester los

como

la

preciosa tapicería

DE MANOS)

cuidadosamente rollada y embalada. Diríase, viéndolos, que los camellos ostentan hoy mejor porte y dignidad, y que se sienten orgullosos con los arreos llenos de campanillas, la gualdrapa teñida del amarillo naranjado del henné, y las cimbreantes palmas con que se les ha adornado con ocasión de la fiesta. Uno de ellos es portador de la caja de los peregrinos

,

que cubre una magnífica alfombra color de escarlata

:

con

el

dinero que Contiene

se pagan los gastos generales de la caravana que corren á cargo del Estado. desfila por secciones,

La

procesión

y con frecuencia es preciso aguardar algunos minutos para que pase


EL CAIRO

148

un nuevo grupo. Durante

aguadores y vendedores de refrescos \ sorbetes que usan un calzado especial de cuero,

las paradas los

hacen su negocio, en tanto que

atletas y fanfarrones,

empéllanse en combates singulares que sirven de distracción á la ansiosa muchedumbre. Estábamos contemplando sus juegos y evoluciones con la mayor atención, cuando de repente cesaron, y es que á todo andar veníanse aproximando, al ronco son de un pífano y

un tambor, numerosos derviches dispuestos en necían, recitando

El entusiasmo de

gestos y ademanes.

diferentes grupos según la secta á que perte-

agitados, convulsos, inflamando á los circunstantes con sus gritos,

el zikr,

la

muchedumbre

por momentos y es que

crece

balanceándose sobre dos camellos que marchan uno en pos de otro, se aproxima

que es un empleado á quien está confiada

del príncipe de la peregrinación,

general del viaje. experiencia, que en el

En pos

de

sigue

él

conductor de

el

de

litera

peregrinos, personaje de gran

los

desierto se pone á la cabeza de los expedicionarios para mostrarles

el

camino, marchando después de

él

una verdadera tropa de

oficiales,

Como

del pueblo y saltimbanquis encargados de divertir al pueblo. los caballos

la

la dirección

derviches, gentes

los camellos, los asnos

y van teñidos y paramentados y ostentan en sus aparejos verdes ramas en señal

y regocijo. Numerosas fuerzas de

fiesta

importante de

la

infantería

destinadas

caballería,

y

á

proteger

parte

la

más

procesión, desfilan á su vez, y sus elegantes uniformes, sus armas nuevas

y brillantes y sus magníficos arreos producen un golpe de vista encantador. Sígueles el jefe de policía rodeado de cavas á caballo, después el conductor de los peregrinos, jinete en un arrogante corcel riquísimamente paramentado, precediendo á sus tres escribanos y las escuelas ortodoxas.

Detrás de

pendones y estandartes, marchan

éstos,

en

las diferentes

al

imán de

interminables, con sus correspondientes

filas

órdenes de derviches, que se distinguen por

color de sus turbantes, y después las corporaciones con sus

emblemas y señeras. Al

el

cortejo

hánse unido personas de todas clases y condiciones de suerte que la procesión lleva camino el dia; mas los sones de las músicas que marchan al frente de cada ,

,

de no acabar en todo

nuevo grupo sostienen vivo

el

interés que de otro

modo

cedería al cansancio.

A

pesar de

esto apodérase de nuestro espíritu la impaciencia, y acaso nos determinaríamos á abandonar el

excelente sitio que ocupamos, sin cierto

repente, que con nada

rumor desusado que

más puede compararse que con

contra las rocas de la escarpada costa.

Prestamos á

él

el

á nuestros oidos llega de

agitado oleaje cuando se estrella

atento oido, sentírnoslo crecer al paso

tiempo transcurre, y al fin comprendemos que lo producen no interrumpidos gritos que en uno solo se confunden, y dicen: «el makhmal, el makhmal,» á los cuales se unen, pasados

que

el

breves instantes, otros idénticos escapados de los labios de cuantas personas nos rodean. Millares

de ojos dirigen sus miradas

balanceándose sobre

medio de

la

el

al

extremo

inferior

de la calle,

lomo de un camello, distínguese una amplia

asordadora gritería de las gentes,

la

en cuyo punto,

litera

que avanza en

cual pasa ante nosotros materialmente

asediada por aquellos que pretenden tocarla con sus propias manos, seguros de alcanzar por e ~te

medio bienandanza

t

e

dad,

\

de numerosos pañuelos que bajan desde las ventanas


,

EL CATEO

150

con

objeto de que siquiera

el

De

idéntica virtud.

todos los pechos se escapan ardientes oraciones, mezclándose

gado rumor que de

litera vacía,

semejante

ello resulta,

chillar de las mujeres,

simple

toque á aquella, ya que esto basta para que alcancen

orillo

el

que vibra constante en

el

más elevado

diapasón.

prolon-

al

rumor de un trueno continuado,

al

el

agudo-

— Y todo esto por una

de antigua forma; por una caja cuadrada, de techo puntiagudo, tapizada

de una estofa chillona en cuyas orlas vense bordadas sentencias del Coran. religiosa va creciendo en derredor nuestro

como

la

La emoción

marea que sube; mas suponiendo que

nos-

hubiésemos sentido dispuestos á participar de ella, h abríalo impedido la vista de dos figuras que de pronto se ofrecieron á nuestras miradas. Constituye una de ellas cierto hombre semidesnudo, de enmarañada cabellera, que jinete en un camello, marcha detrás de es el Jeque-camello , que cada es la del

Padre de

ñeros de

silla

la litera:

caravana en tan desarrapado arreo. La otra

la

gatos ó Jeque-gato , que pone término á la comitiva, con sus

compa-

de cuatro patas y largo rabo.

Terminado solitarias

los

año acompaña

el

paso de

huimos

la procesión,

las apreturas

de la

nos dirigimos á las afueras de

callejuelas transversales

la

muchedumbre, y por ciudad, á buscar la

Aquí descansan

puerta de Bab-el-Nasr por donde debe desembocar la comitiva.

los

expedi-

cionarios bajo las tiendas durante dos ó tres dias, y después la caravana se pone en

miento, haciendo

alto,

cabo de unas cuatro horas, en Birket-el-Hagg

al

peregrinos, constituyendo esta

romeros que se han retrasado

marcha hácia lo

el

marcha

:

Aquí

primera etapa.

la

llénanse los odres de agua, y

se

reúnen á

oriente á través de las arenas del desierto arábigo.

ménos, ha de durar

el viaje

la

conductor da

el

movi-

lago de los

el

caravana los la

orden de

Treinta y siete dias,

á lo largo de esas áridas y solitarias comarcas, ántes de que

avisten los desventurados los santos lugares, y tres meses, por lo bajo, ántes de que se hallen

de vuelta en

el

Cairo.

El pensamiento de los que se

han quedado

les

sigue durante su

larga peregrinación; mas, por lo que á nosotros toca, todavía tendremos ocasión de verlos

de nuevo, con motivo de las ceremonias que llevan á cabo en la Meca, especialmente en dia 10 del

más

mes de

importantes,

los Peregrinos,

En

él

fin

caridad

mundo musulmán

musulmana ha manera que

la familia

celebra

una de

el

las fiestas

cual tiene por objeto recordar á todos los sectarios

que en aquel mismo dia realizan

de comprar

ha de servir de alimento á toda

La

cual el

se ofrecen millares de víctimas, puesto

sus últimas monedas á

públicas, de

el

la fiesta del Sacrificio, la

del Islam el sacrificio del cordero

Arafat.

en

el

que hasta

en el monte más menesteroso reúne

los peregrinos el

cordero que, después de muerto por

el

mismo,

durante los cuatro dias festivos que siguen á éste.

provisto á las necesidades de los pobres por medio de fundaciones

raro es

el

musulmán

que, en los dias de que se trata, no cuenta con

su pedazo de carnero asado.

A

aquellos en que se celebra la fiesta del sacrificio,

suceden otros más tranquilos;

pero no desprovistos de interés, gracias á las noticias que, por medio de cartas, dan de

sus personas los que toman parte en la peregrinación.

En

ellas se

da cuenta á los parientes

que se han quedado en Egipto, de las penalidades del viaje; del movimiento que en virtud


EL CAIRO de la afluencia de gentes se nota en visita

la

151

Meca; de

lo

grandioso de las ceremonias: de la

la tumba del Profeta, y de otras muchas cosas á estas semejantes de ver regresar á los expedicionarios aumenta con los dias, y esto

hecha en Medina á

ó parecidas.

— El deseo

deseo es tanto la vida,

más

natural cuanto que la peregrinación cuesta á

influyendo en

ello,

no sólo

las fatigas é

penoso de los ejercicios piadosos que los

muchos

incomodidades del

fieles,

acostumbrados

al

viaje,

la

salud y

aún

sino también lo

turbante, deben llevar

á cabo con la cabeza desnuda, en presencia de la piedra negra, y las epidemias resultantes del aire de la ciudad inficionado de los miasmas desprendidos de tan numerosa concurrencia.

Pero no queda más recurso que revesde paciencia, ya que en virtud

tirse

de la terrible invasión del cólera en

1867, ningún peregrino puede desem-

barcar sin haber purgado una rigurosa cuarentena. Resulta de ello que á duras

penas

mal

la

caravana y con

makh-

ella el

se hallan de regreso á la ciudad

de los califas ántes de terminado

de Safar.

A

los

que toman

tima, van

muchos de sus

recibirlos

á

en

Suez,

permanecen á

el

la via

mes

marí-

parientes á

cuyas playas

la expectativa,

desde

el

punto y hora en que se difunde la voz de la próxima llegada del buque portador de los expedicionarios.

Al la

fin se difunde la

nueva de que

caravana ha acampado junto

de

los

al

Lago

peregrinos, bastando esto para

que apenas despunta cha,

la luz del nuevo numerosos grupos de hombres,

precedidos de

arrabal de bab—en—naasr.

música y provistos de víveres y trajes nuevos, se dirijan al encuentro de sus parientes, que por fuerza han de venir poco menos que desnudos á consecuencia de las penalidades del camino. Encuéntranse con la caravana á mitad del bulliciosa

camino, y no hay para qué decir la que con tal motivo se arma: todo es gritería v alborozo y satisfacción por parte de los que tienen la dicha de abrazar á sus parientes sanos y salvos: todo tristeza, dolor y pesadumbre por los que adquieren la evidencia de que han sucumbido á las penalidades del viaje.

de ansiedad

la

fila

Aquí una mujer busca

de camellos;

mas en vano:

al

al

conocido; pregunta, inquiere, una mirada, una palabra ella

acontece á otras ciento.

que fué su compañero: recorre llena

cabo ofrécese á sus miradas un rostro

le revelan toda la verdad. Lo que á El ruido de los tambores v de los demás instrumentos músicos


EL CATEO

152

apa£?a

el

son de los lamentos; v entre tanto

hasta llegar á las puertas de la ciudad, donde recibiendo nuevas visitas y repitiéndose los aves de dolor.

Desgraciadamente

humedece á impulsos de

La

el

el cortejo

sigue su camino para no detenerse ya

acampa por última vez hasta

puesta del

sol,

el ojo del afligido

tarda

más en

secarse que

el

que se

la alegría.

gente acomodada para dirigirse á la Meca, toma

lleva hasta

la

espectáculo de las manifestaciones de júbilo y de

el

ferro-carril, ó el vapor

Djeddah. Para arrostrar las incomodidades del viaje por

tierra,

que

la

es preciso ser

muy pobre ó muy devoto, y abrigar el temor de disminuir los méritos de la peregrinación, prescindiendo de las prácticas seguidas en otros tiempos, ó por fin tenerle miedo á los incon-

ó

viaje por mar. El labrador acomodado, y hasta el indigente felah, suelen compañía, montados en sus camellos y provistos de lo que juzgan menester camino, su familia toda, es decir, su harem completo, madre, hijos y esposas.

un

venientes de

llevar en su

para

el

Las mujeres durante preparan

la

el dia

entonan himnos de alabanza en honor del Profeta, y por la noche las sobras á los mendigos que forman parte de

comida de su señor, repartiendo

la caravana y á los derviches indigentes que anualmente suelen hacer la peregrinación. Entre ésta hay no pocos tipos sumamente originales, por no decir medio locos, á quienes,

sin embargo, no sólo se respeta, sino que se honra y venera todos, pordioseros ó propietarios

á

los lugares santos

y aún miran con cierta complacencia

título honorífico de haggi,

cabo

la

como

santones.

Los peregrinos

acomodados, tienen á mucha honra haber hecho

en dialecto

siriaco, hadji,

el

la visita

que á su nombre se añada

á que les da derecho

el

el

haber llevado á

peregrinación.

OENTES QUE AGUARDAN EN LA PLAYA DE SUEZ LA LLEGADA DEL BUQUE EN QUE REGRESAN LOS PEREGRINOS


G

I

PT O

Patio del templo de Medinet-I Iahl



PARTIDA PARA EL EGIPTO SUPERIOR

s

Cairo cuando tanto tiempo se

cosa hacedera abandonar

el

ha permanecido en

De ningún modo;

todo

atractivo con

el

bias ruinas que

lado en

dar

el

ambas

él?

que brindan

un pasado

al

es menester

europeo las sober-

lejano y glorioso

orillas del Nilo,

ha acumu-

para que se resuelva á

postrer adiós á la ciudad de los califas y

emprenda

apresurado é impaciente los preparativos indispensables para un largo viaje hácia

Tres

distintos

el

Sud.

medios de transporte se ofrecen

al

monumentos de

la

que desea contemplar

viajero

los

esplendorosa época de los Faraones: visitar las extensas llanuras existentes á lo largo del lecho del Nilo, con sus

campos fecundos, sus ciudades y aldeas de aspecto singularísimo, y atravesar, por último, cerca de la antigua Siena, las murallas graníticas al través de las cuales se abren paso las turbulentas aguas del

mente dicho. catarata, situada á

echar

mano

menos de dos grados

del tercero

rio,

para penetrar en

el

Egipto propia-

Si tiene la intención de llegar hasta la al

Sud

del trópico,

no

le

segunda

queda más recurso que

de los medios, que es al que dimos nosotros la preferencia.

El

y adquirir impresiones de conjunto, se decide por el vapor que, en tres semanas escasas, le conduce con toda comodidad desde el Cairo á Philse, marchando de una á otra sorpresa en numerosa compañía, según un programa previamente establecido, y pudiendo realizar su propósito con no escasa economía de tiempo y de dinero.

mero

aficionado que viaja sólo para ver

Actualmente hay viajeros que llevan á cabo Siut, en el Egipto superior, desde EGIPTO. TOMO II

la

excursión yendo en camino de hierro hasta

cuyo punto se trasladan á Tébas en borrico ó en barco, 39


PARTIDA PARA EL EGIPTO SUPERIOR

154

fonda recientemente establecida en dicha ciudad, y regresan en el buque de vapor. Pero cuando se quiere realizar el viaje con completa independencia, y con la libertad indispensable de hacer alto donde á uno mejor le cuadre, es preciso echar mano de se

hospedan en

la

esos buques del Xilo que se conocen con el

costosos ó económicos,

comodidades de

la vida, hállanse

que quiere contratarlos. que

le servirá

de guia en

nombre de

dcihabijehs.

Grandes ó pequeños,

sencillamente dispuestos ó provistos de todo lo necesario á las

anclados en

Quien ignore el

el

el

puerto de Boulaq, á disposición del primero

árabe diríjase á un intérprete, en

empeño en que

la

seguridad de

Entre los intérpretes encuéntranse

se encuentra.

no pocos que conocen diferentes idiomas,

el inglés, el francés, el italiano y hasta el aleman, que se consagran á prevenir y procurar todo cuanto el europeo, especialmente el inglés, acostumbrado á las comodidades de la vida, puede apetecer, bajo el punto de vista

de bienestar y hasta de confortable.

dragomanes ó intérpretes,

manera más ó ménos

Por

lo

que

á

los

monumentos

se

refiere,

los

de otros tiempos, describíanselos á los viajeros de una

los

fantástica, en la época de aquella dinastía saita,

que creó una clase especial de trujamanes, aconteciendo

lo

amiga de

los griegos,

propio bajo los persas, los

macedonios y los romanos; pero los guias é intérpretes del dia á duras penas conocen más que el nombre. Al presente los guias del extranjero constituyen una corporación, cuyos

miembros usan ordinariamente

los pintorescos trajes

que en pasados siglos estuvieron en

muy ventajosa Ahmed Abu-Nabbut, que en su

uso entre los turcos. Algunos hay que han alcanzado citar

entre éstos al bizarro nubiano

servicio del célebre

Lepsius; más tarde

al

del

posición, pudiendo

juventud estuvo

pintor Gustavo Richter,

al

á quien somos

deudores de su retrato, y últimamente acompañónos á nosotros mismos en un viaje que hicimos al través de la península del Sinaí. Dicho personaje, cuyo sobrenombre significa el tío

Garrote,

fuerte agarrada

el

cual,

según parece

armas que su tremenda cachiporra tirolés,

y

si

lo

debe á que habiendo tenido en su juventud una

con diferentes soldados, logró deshacerse de no pocos de ,

nabbut, es tan

leal,

bien se halla en situación desahogada, hasta

ejerciendo su oficio, pues según dice, «seria

el

ellos,

tan fuerte y tan robusto

el

punto de pasar por

colmo de

sin

más

como un

rico, continúa

la injusticia cortar la

mano que

y celoso Mahomed Salek, que nos prestó admirablemente sus buenos servicios hace ya algunos años; el negro Alí, nos alimenta.»

El arrogante y simpático Add-el— Medjid;

el diestro

digno también de elogio, y muchos otros son de la Nubia; en tanto que el elegante Abd-elMelik, por ejemplo, es cristiano, hijo de Siria; y Ornar, buscado especialmente por los ingleses de calidad, ha nacido en el Cairo. Éste ha servido durante años enteros, con una fidelidad digna de todo encarecimiento, al autor de las Cartas de Tébas, lady

debiendo

y á

el

Duff Gordon,

origen de su fortuna á los dones de esta noble mujer, muerta en temprana edad,

los de sus

reconocidos parientes. Los dragomanes ménos famosos pasan á las fondas á

los mas prácticos y renombrados aguardan en cambio á que el extranjero los llame, para lo cual cuentan con que ha de favorecerles su buen nombre, y las recomendaciones de quien los conozca por experiencia, de algún cónsul, ó del jefe de visitar

á los viajeros:


PARTIDA PARA EL EGIPTO SUPERIOR

EL DRAGOMAN (INTERPRETE) AHMED ABU-NABBUT

155


PARTIDA PARA EL EGIPTO SUPERIOR

156 la fonda.

No hay

orientales,

jamás olvidan

para qué decir que, en sus relaciones con los europeos, como buenos lo

que puede traerles mejor cuenta; pero son incapaces de cometer

acción alguna que pueda rebajarlos en concepto de quien á ellos se ha confiado, y esto y el temor por un lado de que pueda expedírseles un certificado en el cual no se muestre

enteramente satisfecho de su proceder les

de

el

que debe expedirlo

,

expulse del gremio, son motivo para que su codicia se

y se muestren verdaderamente celosos en

lo racional,

El que tiene

fortuna de dar con un

la

ventajoso, y sabe demostrarle de

dragomán

antemano que

hábil,

y el de que en consecuencia se contenga dentro de los límites

cumplimiento de sus deberes.

el

con

el

cual ha cerrado un contrato

amo, no podrá ménos de convenir, áun antes de abandonar la dahabijeh, que difícilmente habría encontrado en Europa un correvedile más circunspecto, más entendido y más prudente que el que ha sido su compañero en su leer ni escribir,

quiere ser el

él, el viajero,

aguas del Xilo. Por punto general no sabe

viaje sobre las

y generalmente también, ha crecido en

la indigencia;

pero con todo

ello

sabe

conducirse con circunspección y cordura en sus relaciones con las gentes distinguidas de su propia nación. Por supuesto que seria preciso ser ó muy rico ó muy abandonado

para confiar

en

el

al

dragomán

el

cuidado de contratar

Cairo, diríjase en persona al puerto de

se emplean en semejante menester,

cerrado

el trato

y firmado

el

la dahabijeh.

El que cuente con relaciones

Boulaq donde se hallan

documento hágalo

Por nuestra parte pudimos prescindir de dragomán, y por

mucho

ancla los buques que

y

registrar en el consulado.

alquilamos nada ménos que la del valiente arraez Hussein de guia, hace ya

al

contrate con el arraez ó capitán del buque, rais,

tiempo, á Wilkinson,

el

,

lo

que toca á dahabijeh,

es decir, del

egiptólogo

hombre que

sirvió

más profundamente conocedor

de los usos y costumbres de los antiguos egipcios; y á nosotros, durante el viaje que hace algunos años realizamos á las famosas regiones del Egipto superior. A su cargo dejamos el reunir la tripulación, reservándonos nosotros contratar

haciendo un nuevo viaje á la ciudad con

el

un ayuda de cámara y un

cocinero,

objeto de procurarnos provisiones de toda especie

para algunos meses.

Larga era la lista de los objetos que necesitábamos, y como ni queríamos privarnos de comodidad alguna, y no ignorábamos que en el Cairo se ofrece más ventaja para hacer las compras, que en las ciudades de las riberas del Xilo, tomamos un

coche de alquiler que nos condujo

Xuestra primera

visita

al

Ezbekijeh, y de dicho punto á las tiendas del Muski.

fué á la tienda de

modas de

Cecilio,

en

la

cual se fabrican los

pabellones de que en rigor no puede prescindir viajero alguno que sienta

latir

en su corazón

y como nosotros lo sentíamos, determinamos que en nuestra dahabijeh ondearan un gran estandarte blanco, negro y rojo y una flámula con los mismos colores. El almacén se halla situado en el primer piso, y desde él, asomados á las ventanas, el

sentimiento de patria;

vimos pa&ai debajo de nosotros dicha

calle,

indudablemente

la

la

heterogénea

más animada y

muchedumbre que puebla incesantemente más poblada de tipos diversos que existe

la

el mundo. Algo hemos dicho de ella, bien que de paso, al encaminarnos á visitar la mezquita de el— Azhar, ahora que nos quedan ya pocos momentos ántes de aquel en

en


157

PARTIDA PARA EL EGIPTO SUPERIOR

que hemos de emprender el viaje, debemos consignar que nos parece tan interesante y atractiva como la vez primera que nos fué dado fijar en ella las miradas; y tal vez, y aún sin tal

vez,

encontramos más encantador

línea de casas.

aquel instante

sonidos confusos;

mas paulatinamente aprendemos

una

oración:

la vida

que se agitan ante una y otra

á

conocer

el

valor de

las

palabras

sentido y la belleza de las diferentes partes de la cosa parecida acontece al europeo que por malos de sus pecados se encuentra

acabando por comprender

aisladas,

movimiento y

el

Cuando nos encontramos en un país en el cual se habla un idioma que hasta jamás habia llegado á nuestro oido, al principio sólo percibimos un conjunto de

el

LECHERO DEL CAIRO

envuelto en semejante torbellino

humano en

continuo movimiento, ya que ha menester no

poco tiempo para hacerse cargo de las partes aisladas que forman ese conjunto, capaz de aturdir al más acostumbrado al movimiento y al ruido de las muchedumbres. El Muski

ha sido descrito veces

mil.

La impresión que produce en

animadísimos Bogumil Goltz,

colores

al

paso

el

recien llegado hala, pintado con

que Adolfo Ebeling, después de haber

conseguido, permaneciendo en su ventana horas enteras, reconocer y distinguir los tipos que pululan en tan estrecho espacio, en el orden en que se suceden en el transcurso del dia, los

hace desfilar uno en pos de otro, constituyendo

retratos.

Para apreciarlos en su justo

EGIPTO,

TOMO

II.

el

conjunto

la

más

bizarra colección de

valor, es indispensable conocer las palabras de Goltz.

40


PARTIDA PARA EL EGIPTO SUPERIOR

158

«El azar, »

dice, favorecióme repetidas veces

primeras horas de

»de estudiar

la

durante mi estancia en

mañana, habíame paseado á

Durante

Cairo.

el

más

largo de las calles

lo

las

tranquilas á fin

la principal de ellas, aspecto exterior de las casas; pero en cuanto penetré en

el

Muski á la ciudadela, medio de numerosas vueltas y revueltas conduce desde el por seis vigorosos caballos » cuéntase que Napoleón la atravesó en un faetón arrastrado » que por

» blancos; pero >,

en nuestro concepto semejante narración pertenece á la clase de los que se encontróme en pleno carnaval, que no otra co&a paiece aquel

llaman hechos legendarios,

inmenso de hombres y de animales del cual se escapa un íumoi semejante al del »mar agitado, y arrastrado por una corriente impetuosa y compacta poi encima de la cual el del a\e&truz, balan— » sobresalen acá v acullá los camellos, cuyos cuellos, ondulantes como »ceándose de adelante para atrás, parecen nadar sobre aquel mar de cabezas remolcados poi » revoltijo

»

sus cabezotas largas v achatadas. "Y así

».sado

como hiende

la

apiñada muchedumbre,

balanceo de esos barcos del desierto, en medio del

»distintos ruidos, procedentes de aquel » producidos por la voz del camello,

gamma

» parece formar una

En

» pollino.

los

rumor producido

el

acompa—

poi

los

mil

mosaico humano, percíbense distintamente los sones

mezcla confusa de gemido, de grito v de lamento, que

cuya nota más aguda se confunde con

boulevares de París y sobre

el

el

asordadoi lebuzno del

puente de Londres, habia visto una sombra;

»en Alejandría un preludio de esta confusión babilónica: el carnaval de Roma ó el de \enecia »con esto comparados, son una broma, un juego de muchachos. Aquí arriesga nada ménos »que

la vida el

que se mete en este verdadero pandemónium, y

»aquí seria menester tener ojos en » partes,

la fuerza

y

En

Ȏ imprevistos.

la frente

y en

la espalda

más

si

es recien llegado:

y en los costados y en todas

de un camello de carga, para salir con bien de ciertos eventos inesperados la arteria

principal del Cairo,

no es posible contemplar, en

las regiones

»superiores, otra cosa que mashrebijehs y formas arquitectónicas: aquí es menester tener » puestos los cinco sentidos

y más que

se tuvieran

en

lo

que pasa y se mueve en

»so pena de que un faquín, que marcha á paso de carga, os haga rodar

si

la calle,

os derriba y

aún

un camello que cargado de leña, morrillos ó madera de construcción, avanza por otros » donde mejor le parece; ó que, y esto áun cuando os halléis caballero en un jumento, »jinetes montados en idénticas cabalgaduras, desembocando á deshora por la primer boca-

» pisotee

calle, ó galopando á vuestro lado, os disloquen la rótula, ó se entreguen tranquilamente, que » sobre vuestro esqueleto, á otros experimentos osteológicos de la propia naturaleza, »

traspasan con mucho, los límites de lo agradable.»

Cuando partes de todo, el

la

se

forma parte de esta oleada inmensa, es imposible darse cuenta de

misma. El

sitio

de Ebeling en la ventana es

mas apropiado para que

más cómodo y más

las

demás

seguro, y sobre

á fuerza de observar repetidísimas veces y con grandísima

atención á todas las horas del dia, sea posible descomponer pieza por pieza este mosaico viviente;

reconocer la significación de cada uno de los fragmentos que

v apreciar debidamente llega á su

más

alto

la

manera cómo

se

forma

el

lo

animado remolino; cómo

constituyen, crece;

cómo

grado de movimiento y animación; cómo se calma y disipa completa—


159

PAETIDA PARA EL EGIPTO SUPERIOR mente.

Antes de volver

marca

decirlo,

las

la

espalda á

palpitaciones de

hacer un pequeño bosquejo de

lo

la

su

ciudad de los Califas y

al

Muski, que,

si

así cabe

corazón, juzgamos que ha de sernos permitido

que vio pasar bajo sus pies

el

observador, desde la ventana

de su primer piso en que se habia situado.

En

cuanto amanece, aparecen chicuelos beduinos con sus hatos de cabras, gritando á por punto general procedente de

gañote tendido:

«¡Leche, leche!»

Persia

inmediatamente con sus cachivaches de latón, tersos y brillantes cual

ígueles

acabaran de del

que

en pos

salir

té,

si

de manos

los construyó. el

El vendedor de

Viene

panadero con los

productos de su industria

redondos, achatados y morenos. Proporcionante al-

guna ganancia

los obreros

y artesanos que se dirigen v de éstos á sus tareas ,

los

que se hallan en posición

más desahogada,

se acercan

á tal cual cocinero

ambu-

lante de cuya hornilla salen

nabos asados, habas cocidas,

pepinos en conserva,

albondiguillas de carne, huevos duros y otros manjares á estos parecidos,

sir-

viendo de aperitivo y salsa á los mismos uno que otro diente de ajo, sobre

el

cual

hincan aquellos los suyos con las mejores ganas del

mundo. abren

Entre tanto se BUHONERO

las tiendas: instálanse

delante de los cafés algunos bancos labrados en

madera de palma, y empiezan á asomar

acá v acullá personas de buen pelaje y mejor aderezadas, es decir, effendis, como si caballeros; empleados en los despachos y oficinas públicas; dependientes de

dijéramos

comercio y cajeros que se dirigen á sus respectivas cajas, oficinas y escritorios.

A

ofrecen sus servicios los limpiabotas, provistos de su caja, en la cual guardan

cerote y

los cepillos,

y del banquillo ó taburete en

el

cual apoya el pié

tanta atención á los que usan calzado de cordobán,

como con

el

paciente, que

indiferencia

y hasta

el

éstos

miran con desprecio,.


PARTIDA PARA EL EGIPTO SUPERIOR

160

mm

grande aguador que ya en aquellas horas recorre el Muski. No e& el sol baña la calle y con el calor que sus rayos despiden, crece la sed, comienza á escanciar agua fresca á diestro y siniestro, haciendo otro tanto los vendedores de limonadas, jarabes de diferentes frutas, agua de pasas, el pié

desnudo

su negocio en

del

las

primeras horas; pero en cuanto

de rosa, de regaliz,

de dátiles, de corteza de naranjas, ó simplemente azucarada,

que

pregonan á voz en grito sin darse punto de reposo. Más tarde encuéntranse también granizados v sorbetes que se preparan artificialmente. Mas estamos todavía en las primeras la mañana, v cuando no lo demostrara otra cosa lo revelarían las mujeres de la media que, vestidas y veladas de blanco y seguidas por sus criados negros, provistos de voluminosos canastos, se dirigen al mercado para hacer las provisiones necesarias. El mismo mercado dista mucho aún de ofrecer la animación que ha de reinar en él más tarde, y

horas de

oíase

la

en

prueba la

la

tenemos en

las

que, vistiendo su luenga túnica azul, llevando

muchas aldeanas

cabeza pesados bultos de sus haciendas, y ante

el

rostro el negro tafetán que las

oculta á las miradas del transeúnte, pululan por el Muski.

En

los cestos

que llevan á

suyas pollos y gallinas, pavos ó palomas y otras legumbres y hortalizas y no faltan tampoco algunas repletos de están otros corral; de aves que llevan encima de aquella verdaderas pirámides de boñiga seca, con la cual, en muchas

cuestas ó sobre la cabeza

asoman

las

regiones del Egipto, desprovistas de arbolado, y por tanto escasas de leña, se calientan los su lado vense numerosos pescadores pregonando su mercancía que pocas horas

A

hornos.

Los jinetes en asno y los coches de alquiler, precedidos de los corredores que vocean para abrirse paso, son de cada vez mayores en la muchedumbre aumenta y el ruido número: aquí asoman soldados, allí coches de lujo,

antes coleaba aún en las aguas del Nilo.

y

de los unos y de los otros se unen los de los vendedores de uvas, dátiles, sandías, racimos de bananas procedentes del Egipto superior, granadas, tomates, higos comunes é higos de Berbería. Muchachuelas no veladas, invitan con sus que les compren naranjas, los ancianos avanzan lentamente negros ojos á los transeúntes

crece,

pues á

los

gritos

á

sentencia, apiñada muchedumbre y los mendigos piden limosna murmurando una continuamente rodeados de parroó rezando una oración. Los puestos de los confiteros, los adultos se dan por muy satisquianos, atraen las miradas de la gente menuda, y hasta que lleva en ir en pos del saltimbanqui fechos con poder chupar un largo caramelo ó con ejecutar haciendo desocupados los á entretiene ó sabios, monos de entera familia

entre

la

,

,

hombros una

sus habilidades á una cabra que sobre una

botella.

,

entre otras no

Nada más singular que

el

ménos

peregrinas, sostiénese en equilibrio

aspecto que ofrece

el hijo

de la Nubia, desli-

país, tales como pieles zándose por todas partes completamente cargado de productos de su empajados y lagartos del Nilo, de tigre, huevos y plumas do avestruz, jabalinas, cocodrilos pintarrajeadas. Delante de él, saltando sartas de conchas y tazas de madera de diversos colores terso parche v brincando alegremente, marcha un cazador sonando un tamboril, sobre cuyo

se ve

un

ratoncillo vivo.

Hombres y mujeres, cuantos

allí

se encuentran usan diferentes y

los que en sus casas diversos trajes, y procuran llamar la atención de los transeúntes ó de


161

PARTIDA PARA EL EGIPTO SUPERIOR

VENDEDORA DE NARANJAS EGIPTO,

TOMO II

41


PARTIDA PARA EL EGIPTO SUPERIOR

162

permanecen valiéndose

esos gritos de la calle.

difícil

Así

el

Lañe tuvo

lo cual se

vendedor de alfónsigos se dirige á

acostumbradas

al dialecto

parroquiana diciendo:

la

Tales gritos son sólo

popular de los cairotas, pues

oido no puede aquí aplicarse sin distracción á una cosa

que determinar los diferentes tipos que pueblan

de sones que llenan

el

de recoger

la curiosidad

han hecho célebres muchos de

era pura espina, y con el sudor del Profeta ha florecido.»

inteligibles á las gentes el ojo, el

de un grito especial.

que pronuncian, merced á

las distintas palabras

«La rosa

al efecto

la calle,

lo

mismo que ménos

siendo no

solee,

desenredar

confusa madeja

la

ambiente del Muski.

Mas la hora en que la concurrencia llega á su punto más elevado es á eso de la una de la En ella puede decirse que circula debajo de nuestros pies un verdadero lago de turban-

tarde.

de diferentes blancos v o

tes

y de

colores,

misma ma-

la

nera que sobre

mar

del

se

la superficie

ven los buques

de diferentes especies, distín-

guense en medio de aquélla de

hileras

largas

camellos;

carrozas lanzadas á escape, á las cuales abren paso los

que

corredores

ligeros

las

preceden: arrogantes jinetes

que montan soberbios caballos

fúnebres

cortejos

;

y

comitivas de bodas que dejan oir sus regocijados cantos

y

sus fúnebres lamentaciones. borriquero

El

montado

que

europeo

del

en

su

rucio

procura atravesar la agitada

muchedumbre, debe

estar gritando continuamente: riglak,

decir, tu pié, tu derecha, tu izquierda.

shemalak

El cambista judío, sarraf

,

ó yeminak, que quiere

metido en

,

sirve de despacho, llama la atención del transeúnte haciendo sonar sus

el

nicho que

monedas,

al

le

paso

No hay para qué decir mundo conocido, pues así

que procura tener su mercancía á cubierto de ataques imprevistos. que en su menguada mesa son admitidas

Muski

como en

el

colores,

v todos

las

monedas todas

se hallan representados todos los pueblos,

los

del

y todas

idiomas de la tierra, con sus diferentes trajes

las razas,

más

ó

ménos

y todos los pintorescos,

de los cuales tenemos formada idea por las mascaradas y las prendas de vestir puestas en tiendas y almacenes, en el comercio del Cairo circulan las piezas que en su superficie llevan

grabados los bustos de todos los soberanos del mundo: piastras turcas y egipcias; francos y


163

PARTIDA PARA EL EGITPO SUPERIOR

napoleones de oro: rupias indias y chelines y libras inglesas; marcos y coronas de oro; thalers de María Teresa y guldens de Austria; rublos de plata que constituyen en Rusia una verdadera rareza, corren aquí de

Nuestra mirada se

un

fija

solo

mano en mano

instante en la

hasta en las tiendas

mesa

un nuevo espectáculo no menos

viene á solicitarla

ven forzadas á acogerse

al

amparo de

la casa

más

más

del cambista; pues

atractivo.

insignificantes.

impensadamente

Dos mujeres

del

harem

se

cercana, para salvarse del empuje de

un escuadrón de jinetes ante el

cual abre calle la apiñada

muchedumbre

y se deshacen en injurias y maldi,

contra

ciones

brusca

tan

acometida, y no obstante el transparente velo que cubre

su rostro, puede adivinarse la

que

ira

merced á

acosa,

las

los resueltos

vimientos

de

y

mo-

brazos

sus

entreábrese la holgada ves-

timenta que las cubre, dejando

descubierto los

al

tejidos de seda color claro

que debajo de

Y con

calle libre,

calzan

último

queda de nuevo

jinete,

chas

ella se oculta.

el tránsito del-

de '

y con

rojo

sus

las

tafilete

que

azotan

piés,

despiadadamente

la

babu-

el

flanco

del ligero corcel que, sor-

prendido ante tan brusca é inesperada acometida, va á dar contra un distraído jero inglés,

encontrones.

ZAPATERO REMENDON

via-

que, por lo visto, no conoce aún

Muchos son en número

los

el

arte de ponerse á cubierto de

europeos que discurren por

se pára á contemplar sus trajes sombríos y prosáicos,

la calle;

cuando se tienen

al

súbitos

mas ¿quién alcance de la

mirada bajáes turcos, beduinos, armenios, persas, hindúes, griegos y negros? El sol marcha á su ocaso; la marea humana comienza á bajar; el tumulto disminuye, y la noche tiende su manto de sombras con mayor rapidez que en nuestras latitudes. Las tiendas, las farmacias con sus coloreados globos, los figones, los cafés, todo se ilumina con


PARTIDA PARA EL EGIPTO SUPERIOR

164

los perros saliendo del mecheros de gas ó linternas en que arden el aceite y el petróleo, y desperdicios de toda naturaleza oscuro rincón en que viven, precipítanse sobre los restos y

de que está sembrado

el

polvoroso pavimento.

reina en las calles la calma

Excepción hecha de

la

época del Ramadan,

más completa áun antes de media noche hasta :

las tiendas se

han

palmas junto á las puertas cerrado, y los porteros, después de haber dispuesto su lecho de á su charla sempiterna, término puesto han guardianes, de sirven que en de las casas interrumpiendo sólo de tarde en tarde califas, la

el

voz de los muezines apostados en

solemne lo alto

silencio

que reina en

la

ciudad de los

de los alminares.

Llegada

la

mañana

del

nuevo dia

Muski, y si bien poco frecuentado aún, veíase ya instalado en su volvimos

chiribitil

de

al

.

situado en uno de los ángulos

la calle, cierto viejo

zapatero, junto al

cual tuvimos ocasión de presenciar dife-

También

tuvi-

ocasión de ver á otro que se

em-

rentes escenas populares.

mos

pleaba en alimentar los gatos.

teníamos que en tiempo de

Sabido

los faraones

tributábanse los honores de la divinidad

á los enemigos de las ratas; pero ignorá-

bamos que el

el

Egipto continuara siendo

paraíso de la raza gatuna, y tanto es

así,

que no hace mucho tiempo consig-

nóse una

suma un

jante fin, y

de consideración á seme-

noble aleman, que en la

Edad media hizo un viaje á Oriente, nos refiere que un soldado soportó los ardores del

á

muy

corta distancia, con tal

sol

de medio dia, sin aprove-

charse de la sombra que podía

cambista judío

de no interrumpir

el

disfi utai

sueño que dormía un gatito echado en

su regazo.

La porción

del

Muski, que se extiende más

allá del

Khalig, que, como tenemos dicho,

Nueva. Seguírnosla en toda su extensión hasta el izquierda la calle ó bazar de los latoneros, Sok-en-Nahhasin,

atraviesa la ciudad, se llama la calle

punto en que se abre sobre

la

moristan de Kalaun y la mezquita de Barkuk. Recorrimos dicha en ella debíamos adquiin, calle en todas direcciones, por lo mismo que no era poco lo que llaman v después nos proporcionamos otros objetos en los vecinos bazares, que los egipcios va que bazar no es palabra árabe sino persa. Aquí cumple consignar que no tuvimos

en

la cual se

encuentran

el

soh,

que

sufrir las apreturas de los

compradores: pues no nos hallábamos en lúnes, miércoles


PARTIDA PARA EL EGIPTO SUPERIOR

EGIPTO,

TOMO

II

165

42


PARTIDA PARA EL EGIPTO SUPERIOR

166

delante de las tiendas dias de mercado. En éstos vese ó jueves que son los principales de compracircula el dalla!, que recibe las órdenes cual la entre muchedumbre, numerosa zocos hállense generalLos ofrece. más que al mercancía dores y vendedores y adjudica la sombra y de frescura hasta en mitad del día, pero mente "cubiertos, y por lo tanto llenos de vía pública. Las hileras de tiendas de que los la en encuentre nada encierran que no se en derredor de una gran construcción, el bazares se componen, levántanse generalmente

explica que el mercader, instalado en un khan, que sirve de depósito ó almacén, y así se pueda en breves instantes ofrecer á las miradas zaquizamí en el cual apénas si coge de pié, escritorios mercancías que acumula sobre su mostrador. Los del

comprador

de los

las

dukhan no

numerosas

tienen puesto

el

nombre

del propietario sino

una sentencia piadosa. En

CAMINO A LA SELVA PETRIFICADA

rateros una el dia de las acometidas de los su guarda zocos, los cierran se noche la y por puerta: simple red, tendida delante de la

caso de ausencia del dueño, protégelo durante

queda confiada á vigilantes nombrados

al efecto.

en ninguna Egipto superior necesitaremos gran cantidad de moneda de cobre, y que en casa de un cambista judío parte podremos proporcionárnosla con mayor facilidad entre lo» que ejeiccn que nos ha sido recomendado, como hombre como pocos recto

En

el

semejante profesión, y que, no obstante vestir

el traje oriental

como

el

más

legítimo de lo»

con turbante musulmanes, es originario de la Palestina como la mayor parte de los israelitas de Sarraf, nombre el lleva judíos los de barrio del principal calle La que se ven en Egipto. de los cambistas establecidos en ella;

mas

sólo la habitan los

dictadas por el jetife

que desean

vivir

formando

presente y en virtud de las disposiciones Ismail, todos los judíos gozan los mismos derechos y prerogativas

cuerpo con sus correligionarios; puesto que

al


167

PARTIDA PARA EL EGIPTO SUPERIOR

más

ricos

\ que las demás confesiones religiosas, y cuentan entre ellos algunos de los apreciados comerciantes del Cairo. Según parece, su número llega al de siete mil y las hallan trece sinagogas por ellos levantadas, pertenecientes á las dos sectas en que se

un gran rabino. En las ciudades y poblaciones rurales apenas hemos encontrado judíos; pero es preciso hacer presente que es

divididos, están bajo la autoridad de del Egipto superior

árabes. difícil distinguir los rasgos de su fisonomía de la de sus primos hermanos los Nuestro viejo cambista nos trató como verdaderos amigos, comprometiéndose á erniar nuestros á nuestro buque un saco de moneda de cobre. Quedan, pues, terminados todos preparativos y por consiguiente en disposición de embarcarnos, ya que la dahabijeh esta tanto pronta para hacerse á la vela. Sin embargo, no levaremos anclas hasta mañana y por emplearemos la tarde en visitar una de las curiosidades de Egipto, es decir, el bosque

muy

grabarlo en lo profundo del alma, desde y luego volveremos á contemplar, para fantástica luz del Mokattam, la inmensa ciudad envuelta y sumergida en la para coyuntura favorable extranjeros muchos á ofrece excursión Semejante del crepúsculo. espectador imparcial, amen del llevar á cabo una pequeña correría montado en camello, y el petrificado, las alturas

ensayo que realiza, ve cosas por demás agradables. Un jumentillo ágil y despierto, nos conduce, pasando por Bab-en-Xasr, hasta más alia desacertadamente quien al de las tumbas de los califas: pero advertimos que no obrará viaje á través del desierto del condiciones las tales son que ya asno prefiera el dromedario,

en él un coche arrastrado por cuatro vigorosos caballos. Roja, Gebel-el-Ahmar, que constituye por si montaña Dejamos personas: los misma una de las maravillas del Egipto, por lo ménos para dos clases de piritoso, mioceno, s>onoio geólogos y mineralogistas, que comparan su gres rojo-oscuro, arenoso, que

hemos

visto atascarse

á nuestra izquierda la

xaiís, rocas calcáreas, con las piedras mejores de la cuenca de y duro, depositado sobre miles de años extraen de ella materiales propios para hace que canteros lapidarios los y y parlante de Memnon y el diferentes usos. Oscar Fraas asegura que la célebre estatua que en ello pueda caber la menor coloso gemelo de Tébas, proceden de la montaña Roja, sin

duda. Al presente

la

pone en comunicación con

de molino, sino"

el

animado puerto

del Nilo

un camino

no sólo robustos bloques, de que se sacan magníficas piedras calles del también todos los materiales necesarios para macadamizar las La sima abierta por cien generaciones, obligadas á emplear una piedra

de hierro, extrayéndose de

ella,

Cairo y de Alejandría.

al cráter del más dura que la débil calcárea del Mokattam es enorme, y sólo comparable iniciado en los misterios de la Vesubio. El aspecto que ofrece llama la atención del mortal no bosque petrificado. A éste llegamos al geología, obrando con más eficacia que el del célebre al través de colinas escuetas de amaricabo, después de un viaje de cinco cuartos de hora de capas de yeso y penetradas por entreveradas negruzcas rojas laderas llenta arena, y y punto de llegada, que apellidan los filones de sal. Si se presume encontrar en el mismo

cairotas Gebel

Khashab, un grandioso monton de árboles robustos, derribados por

el

suelo,

mineral, convertidos por un prodigio de la naturaleza de blanda madera en durísimo

el


PARTIDA PARA EL EGIPTO SUPERIOR

168

desencanto será inmenso, especialmente el

mas

bosque petrificado;

aquí, allá,

el

efecto

se renuncia á llevar adelante la aventura de visitar

si

En

será distinto continuando la exploración.

efecto,

por todas partes ven sé miles y miles de fragmentos de diferentes tamaños y dimensiones, convertidos en piedra, medio sepultados por la arena, ó hundidos en las capas

de gres mioceno; y

si

bien semejante espectáculo

nada tiene de maravilloso y extraordinario pues en rigor hasta el mismo geólogo sólo puede ,

comparar estos célebres lugares á una cuenca hullífera de MADERA PETRIFICADA

.

aspecto que ofrecen

pintoresco

el

negras, no

menos duras que

el

Alemania, y quien ha ,

visto

.

,

— cuando se oye sostener á

los botánicos

una

i

mucho

sabe por experiencia que no tiene

-i

de

que estas piedras

hierro, constituyeron hace miles y miles de anos

el

tronco lleno

de savia de bálsamos arborescentes

( ,

N ico lia

¿Egyptiaca) que mecian sus

verdes tallos

sobre

esas accidentadas colinas, la

imaginación se excita MADERA PETRIFICADA

y no puede menos que reconocer en la naturaleza energías superiores á las del hombre para conservar, cuando place,

los

organismos por

ella

creados, hasta en

el

mismo

u_

Egipto, en cuyo país, tantas

cosas, condenadas en otras comarcas á segura y rápida

destrucción, hanse conservado milagrosamente.

Á tam.

la vuelta

nos dirigimos á

Durante

el viaje, la

las alturas del

mayor

Mokat-

parte de los viajeros

conservaron gustosos las miradas

fijas

en

el

suelo,

cuyos abundantes ejemplares de conchas petrificadas habian va llamado

la

atención del venerable Herodoto y del observador Strabon.

alturas que limita el Cairo por el Este

que se extiende desde la India

capas

el

hasta la China y

más antiguas de

la

el

,

La

línea de

pertenece á la gran cadena de montañas numulíticas

Noroeste de Africa por

el

Egipto y

Japón, las cuales se remontan á las

época terciaria, á los terrenos eocenos,

á la creta. Dichas alturas son notables y siguen inmediatamente por su extraordinaria riqueza en petrificaciones, en perfecto estado de conservación, tales como conchas, caracoles, canCONCHA CALIZA

grejos y erizos de mar, que fácilmente puede reconocer el ojo ménos experimentado. Hállanse formadas principalmente por millares de numulites y grandes

rizópodos, pertenecientes al grupo polythalamiano, cuyas especies

más

notables alcanzan las


169

PARTIDA PAPA EL EGIPTO SUPERIOR menores

tamaño de una

lenteja.

dimensiones de una pieza de un escudo de plata y las una Si se rompen las conchas calcáreas que afectan la forma de un caracol, aparece cámara cuyas paredes tienen un dibujo elegante. Encuéntranse en gran número preparadas el

naturalmente y hendidas por la mitad, cerca de las pirámides, cuya masa, según dejamos consignado, consiste en su mayor parte en calcárea numulítica sacada del Mokattam.

Por nuestra parte opinamos también que la

mirada

Mas

al suelo, y

el sol se

allá del

vale la pena de dirigir, siquiera por

aún de inclinarnos para recoger una

petrificación por

acerca á todo andar á las lejanas alturas que limitan

Nilo y de

el

un

instante,

demás

bizarra.

horizonte por

el

lado

de dar de mano á y por consiguiente ha llegado el instante exclusivamente la atención en el magnífico panorama que se

las pirámides,

cuanto nos rodea, para fijar despliega delante de nosotros.

Doquiera

el ojo

alcanza, todo es aquí pintoresco y original

encantador, no más: delante de nosotros, como el derrumbado castillo de un legendario la aislada mezquita, y algo más lejos, semejantes á Gijushi monte del cima la sobre levántase lia-ta

pajitas cristalinas

domina

la

sembradas sobre

ciudad de los

EGIPTO, TOMO

II.

califas,

la roca, las

y que

al

construcciones de la ciudadela que orgullosa

par que anima y admirablemente corona

el paisaje,

43


PARTIDA PARA EL EGIPTO SUPERIOR

170

contribuye poderosamente á que

agradable que

el

espectáculo que se disfruta desde

que se alcanza desde

el

los lugares

en que

ella

misma

Mokattam, sea más

el

se levanta.

Mas

¿de qué

procede que sobre esta montaña de calcárea, completamente desnuda, las tintas del cielo y del éter que rodea el desierto, las tierras cultivadas, el Xilo, la ciudad de los vivos y la de los

muertos nos parezcan, no sólo á nosotros, sino á otros muchos también, más soberbias, más múltiples,

más

bellas,

que desde

la

plataforma situada en las cercanías de la mezquita de

Mehemet-Alí? Para regresar

al

Cairo cruzamos la amarilla arena del desierto á lo largo de mil sepulcros

¡Cuánto tenia de solemne

y de cien mausoleos que ostentan sus redondeadas cúpulas.

y profundo el silencio que en otro tiempo reinaba en esta necrópoli! En otro tiempo decimos, pues hoy cruzan su ámbito los trenes de la via férrea, y el estridente silbido de las locomotoras turba la calma del cementerio.

Antes de nuestra llegada á

ha lucido en

astro de la noche, y llega á nuestros

horizonte, en todo su esplendor,

el

el

la ciudad,

el aullar de los perros salvajes y de los chacales, y distinguimos en la penumbra aspas de los molinos de viento que, levantados sobre montones de escombros, semejan

oidos las

gigantescos fantasmas agitándose

en

vacío.

el

Para que

vea

se

que puede en este

lo

pueblo la rutina y el apego que tiene á las cosas antiguas: dichos molinos fueron introducidos en Egipto por los franceses en los primeros años del presente siglo: pues bien; estos habitantes del

han preferido á

la

muela movida por

el

¡Y cuántas cosas, hace mucho tiempo conocidas por medio de la

y rudimentaria

viento, la imperfecta

molino á mano.

antigüedad, no

hemos encontrado en

á las primeras horas de la

mañana! Los buques que proceden

del

su antigua disposición, de suerte que las dabijehs se diferencian

que existían en

época de los faraones. Amarradas están

la

que se hallan prontas á hacerse á barcos de vapor:

conducirá á

más

al

mayor de todos

el

Asman

vela.

la

sirve

En medio

el

de la curiosidad

un cargamento de azúcar, y Mariette

servirá

muy

poco de los barcos

puerto unas tan cerca de

algunos

más

elegante

el

viajeros á quienes

Jetife:

del

dirigido

de ellas distíngueme

embárcame en

se

hemos

Sud han conservado

para remolcar á los otros;

algún alto personaje, huésped del

sentimiento que

monumentos de

separarse de las demás las

que difícilmente puede comprenderse como han de

otras,

los

puerto de Boulaq al cual nos

el

el

tercero:

el

no mueve

cuarto conduce

quinto para hacer una visita al

Egipto superior. El Xilo, que no viene crecido, llena su cauce hasta guiente

y

al

el

el nivel

comercio se halla en plena actividad. Entran en

propio

tiempo una veintena de

En

ellos

aguardan para

el

de las orillas, y por consipuerto numerosos buques,

salir

á

que sople un viento

muelle pulula un verdadero enjambre de marineros, pilotos y mercaderes del Cairo; de felahes, de nubios, de negros, de camelleros, de borriqueros con sus

favorable.

el

respectivas bestias; de comerciantes y de mendigos. Numerosos capitanes vense reunidos en derredor de un rico comerciante del Cairo, que se ha dirigido al rio en su busca, y



PARTIDA PARA EL EGIPTO SUPERIOR ha alcanzado de

ellos el

de marfil y de maderas duras.

para los cuales

dátiles,

173

derecho de preferencia, para sus cargamentos de gomas, de sen,

Algo más

léjos

véndense

mejor postor cargamentos de

al

demanda, y además de dátiles, alfarería de Siut y de Keneh. El dragomán de una familia inglesa guia á una dahabijeh dos camellos cargados de cofres, en tanto que su excelencia el amo, sigue el propio camino en un la oferta

ha excedido á

la

A

bordo de un gran buque del Nilo, de

de las dahabijeh, embárcase un griego

con algunos faquines que conducen

carruaje de alquiler chillonamente pintarrajeado. la especie

pesados bultos, buque que ha alquilado con flotante,

en

cual llevará sus géneros de una á otra ciudad.

el

una especie de Ouakkal

objeto de establecer

el

Quien desee ver negros de

todos los matices y esfumaturas imaginables, puede darse una vuelta por el puerto, seguro de conseguirlo por lo que á nosotros toca podemos asegurar que en ninguna parte hemos :

visto reunidos tantos negros de diferentes especies.

parte distan el

mucho

de tener

la piel

De

nuestros ocho marineros

blanca: Selim, de Dongolah, no es

la

mayor

ménos negro que

el cargo de camarero y debe desempeñar además de criado, lavandero, y encargado de limpiar la vajilla, é Ismail, conocido nombre de criado nuhio, que ha de desempeñar el cargo de cocinero, son de un

ébano; Salekli, que tiene confiado

las funciones

con

el

ambos son de Vadi-Halfah,

color gris oscuro:

Husein su hermano,

el piloto

ó mustamel,

cerca de la segunda catarata. El Arráez y

son del Cairo;

el

grumete Gilani, encargado de

llenar nuestras pipas y de servirnos la candela, es decir, los carbones hechos ascua, con que

hemos de encenderlas, á quien

Con

ama

todo

el

es

un joven

felah

muy

ágil,

muy

despierto y

muy

tentado de la risa,

mundo.

auxilio de Salekh instalámonos en

el

salón, amueblado con dos divanes, una

mesa

para comer, v una lámpara de suspensión, visitamos los dormitorios, cerca de los cuales se halla un pequeño gabinete para el baño, y después nos sentamos á la mesa para desayunarnos, en la cual las primeras obras de Ismail parecen acreditar á su autor de atezado

semblante. La proa del buque queda para

la tripulación

que duerme en

se halla la cocina, al pié del robusto mástil que sostiene la

vela latina.

La

calina es tan alta que para subir á cubierta es menester

lugar constituirá nuestro

sitio

favorito, puesto

provistas de cojines de piel,

pequeño mástil de la verga.

que en

él

podremos permanecer

el

al aire libre,

pan que comerán, seco ó remojado, durante catorce dias conse-

mañana comerán

El capitán se ha instalado en

De

favorable la brisa.

la

Su comida de hoy

la

guisantes y así sucesivamente.

proa de

la

momento en que sople como un marinero y sirviéndonos ora del remo ora de la dahabijeh, espiando

el

repente da una orden y se sueltan las velas. Gilani, ligero

gato, trepa á lo largo de la verga; síguele otro II.

extremo

cofre ó cajón pintado de verde, ciertos

cutivos; pues hasta Girgeh no podrán reemplazarlo con otro tierno.

constituven lentejas:

la

escalera: este

auxilio, cerca de la caña del gobernalle, y la flámula ondea en el

objetos negruzcos: es

TOMO

una

aquí

pende

toldilla,

Algunos marineros depositan en un gran

EGIPTO,

la cual

y sentados sobre cómodas banquetas ó en mecedoras de mimbres. El pabellón aloman flota en el

guarecidos del sol, á beneficio de una elegante

de

ella al aire libre:

inmensa verga de

44


PARTIDA PARA EL EGIPTO SUPERIOR

174

mano, logramos separarnos buques.

A

del lugar en

que estábamos anclados entre muchedumbre de

nuestro ejemplo empiezan á moverse oíros barcos: en virtud de indicación de

Salekh disparamos

al

aire

una docena de

tiros

regocijan á nuestros marineros, y de esta suerte

de

la

«hacemos una fantasía,» que alegran y pasamos junto á una grandísima dahabijeh

Nubia, que, según nos dice Salekh, conduce

abisinios.

ESCLAVA ABISINIA

al Cairo

un cargamento de esclavos



Nomos rODITOPOLlTES-

KRO.KODILO POLIS

^^\

S eíteu

^ Vertir S^s

CcnVetiio

I San Bollo) '\ ^'-LsKar

G.Om £au.iii

Sama tí Nomos

Bachrxje I

M EH IT

|S

KYNOPOLITÍ

PARVA)

Zaw ¿el d )

Meitin

G.

v y

Schech.

POL t TES IschmwMA

Gusrib r G.Dars ¿.G Man.°nl

t

^

>

Mohammeá

Zerscho avvi el"-4riS' El AMARWA

Del°e

G.Meíaka,

^%r¡

y.Kufra-lí

,

.

G-iHari)^;

--

'

Abu- Sdutr V

¿MYOS HO^I

.

(^Gm-Si<ir

v

*

NomosSií

LYKONPOLÍS

MAP

V

&.Hadic

Convenio Osr Abu-Bischót^^Afes Convenio Blanco JDer Schervúdl .

Nomos THINÍTES Arabcti

^^

«¡na

:

Kerate .KAiNEPC LjlS

el

ABYDO!

Nomos

OS POLI TES

Gebe ,Om-£sj

Nomds

V"

tentyk§! PARj|*í

KOPTiTÉS iebacK

¿.Nomos DIOSPÓjLITES oo.PHATYR!TE _ TE

*>

M

&.Tjmeí[

larn-ak

.

|

\.DYDYMOS

TcuidoJi

’Bulak

.el-Kcib 1

£J._L£!THY

I

APOL! S

Nomos >LLI

NOPQLIS MAGMA!

pMí

.M® *roEsmera

flíEíi-jT-''

fáím-

ümW

APOLLONOS

Geiei'f Olait

ELEFANTl

i

KENON HYDReVÍ

Primera, ca

Demhíd

el «haría

KartasscÉ,

eqninc

TEBAS. i.

Valie

de- Les

BiZ-a-n

Templo <\¿u,ryuL

3.

_

4.

_

5 6 1.

sepulcros rea Les- de

d- Xuhsk.

2 Sepulcros- de-

Drah A bu-'I -Xespga-.

de- el-

Assasslf.

del jsy-ue. .Ai a d -Kurna. de Tii'rnei -ifurrai-. de Las reinas. 1

Temple

de-

el -Me <bnd> Mcdínd Hafat.

Der

8.

_

d<-

9-

.

de Der el-Buch n .

vilo-

.

Coicís*- de,

Meinnon

-Villas

Escala del 4 90.000


EL EGIPTO SUPERIOR HASTA LOS SEPULCROS DE BENI-HASSAN Y LO QUE LOS MISMOS ROS ENSEÑAN scar Peschel,

el

gran geógrafo arrebatado á

la

|

ciencia

cuando más fruto podían dar sus

investigaciones, ha demostrado hasta la evi-

dencia que las corrientes fluviales que afectan

en su desembocadura

la

forma de

la Delta,

son

más reciente formación, en el mar en un estuario. En

por punto general de

que

que se precipitan

las

virtud de semejante teoría el Nilo no debe ser, pues,

incluido en

el

número

de los rios

embargo, no existe otro en

más

antiguos, y sin

antigüedad

la

más remota

que goce mayor fama de vetustez. Semejante contradicción se explica con todo satisfactoriamente: existe,

desde

no sólo en lo

más grande

manece como

el

la

á lo

en

más

el

universo

cuanto

mundo,

insignificante,

tesoro escondido, hasta tanto

hombre pone en desde

la tierra sino

ello

la

per-

que

mano, sacándolo á

el

la luz

oscuridad en que yace envuelto. El Amazonas,

mayor y acaso

en parangón con

el el

más

antiguo de los rios, puesto

Xilo, que hace seis mil

años

reproduce en las aguas de su corriente las grandiosas obras ante las cuales pasamos en este instante,

y cuyos nombres encontramos ya consignados en

las obras

más

notables de Oriente


EL EGIPTO SUPEEIOR.

176

y de Occidente, la Biblia y los niño acabado de nacer, por

poemas de Homero, aparece á nuestra consideración como un la sencilla

razón de haber pasado sólo brevísimo tiempo desde

que su nombre forma parte del patrimonio de los conocimientos humanos. Repetidas veces hemos hablado de la crecida del Ni lo, del descenso de la misma, y de los pingües beneficios que de una y otra resultan á estas comarcas; mas el encanto que nace de pensar que se navega sobre sus turbulentas ondas corriente, sólo

ahora v por vez primera

lo

,

remontando su ancha y dilatada

hemos experimentado, y

lo

estamos saboreando

en estos momentos en que dejamos á gran distancia, y á nuestra espalda,

el

concierto de

CAIRO VISTO DE LA RIBERA IZQUIERDA DEL KILO

confusos rumores que escapan de

solemne y

el

la

ciudad cosmopolita, á los cuales ha sucedido la calma

silencio profundo que nos rodean;

ojos deslízanse extensos

en tanto que ante nuestros encantados

campos tapizados de tierna verdura, monumentos que

la

tiempo ha ennegrecido, grupos de palmeras que se cimbrean acariciadas por

mano la

del

brisa,

abruptos peñascos escuetos y sin sombra de vegetación, aldeas humildes y ciudades populosas, antiquísimas syringes hoy vacías y abandonadas, vastas fábricas que ostentan sus ahumadas chimeneas, y templos pintados de chillones colores. Tan pronto vemos las

montañas acercarse á

la orilla hasta el

punto de bañar sus faldas en

las

aguas de

la corriente


177

EL EGIPTO SUPERIOR

como

alejarse de

ella

dejando

más

ó

ménos extensas

planicies,

cuidadoso el habitante de las numerosas aldeas que en medio de

campos, las cabañas,

los

grupos de peñascos,

las islas existentes

en

á cuyo cultivo atiende ellas se levantan. el rio, las siluetas

Los

de las

los barcos cuyas velas infla el viento, las norias y las grúas que mirada pueden distinguirse, sucédense incesantemente y se asemejan modo, que sin mayor dificultad podrían confundirse unos con otros, y sin embargo, la

palmeras y sicómoros, doquiera se convierta de

tal

la

atención no se cansa nunca, pues en ninguna parte del

mundo pueden

disfrutarse ni la

intensa luz, ni los brillantes colores que tiñen este valle y esas montañas, lo mismo entre las brumas del amanecer, que en el esplendor del medio dia; en las horas del crepúsculo, en

TURRA el sol en el ocaso convierte el firmamento en dosel de escarlata, que en las tranquilas horas de las frescas noches en que Véspero, cual luna en miniatura, y la misma luna con luz plácida y argentada, y los astros y los planetas, fulgurando con maravilloso brillo, iluminan la azulada inmensidad de la bóveda celeste. Ni nada puede concebirse más variado

que

que

en

el

aspecto y el movimiento de los hombres en las aldeas v en la» ciudade» que \isitaroo», de los griegos de los romanos que tanto atractivo

las cuales las obras de los faraones

,

,

,

ofrecen al amante de la historia, nos ofrecen emociones siempre gratas y siempre nuevas. Durante las primeras horas del viaje lo que principalmente solicita nuestras miradas, son las

pirámides j pero

orilla derecha,

en

las

la cual

conocemos de hace mucho tiempo, y preferimos convertirlas á la distinguimos las aldeas de Turra v Masarah, detrás de la» cuales v

sirviéndoles de fondo, levántanse las colinas que proporcionaron los materiales indispensables EGIPTO. TOMO II. 45


EL EGIPTO SUPERIOR

178

En

otro tiempo extraíanse los bloques y las losas del fondo de las montañas, hoy se sacan de la superficie' de las mismas, empleando la cuña y el

para

la

construcción de aquéllas.

Las salas y aposentos que practicaron los canteros de los Faraones son inmensos: numerosas han hecho inmortales los nombres de más de un arquitecto real, y

barreno.

inscripciones la historia

nos habla de prisioneros de estado y de guerra que aquí trabajaron como meros

Aquí han suspirado y gemido amargamente los leprosos condenados á las canteras, cuales narraciones egipcias impregnadas de parcialidad pretenden identificar con los

peones. á los

,

más

hebreos, conducidos

tarde á Palestina por Moisés; sabemos ya que los griegos creyeron

reconocer en Ta-roua, antiguo nombre egipcio de Turah, la palabra Troya, y fundados en ello

imaginaron una leyenda según

la

cual,

los prisioneros tróvanos,

desembarcados en

Egipto con Menelao á su regreso de Grecia, habríanse ocupado en estos lugares en

el

trabajo

PIRÁMIDE DE MEDUM

de las canteras.

presente

al

— Dispuestas

Nilo ó

al

y preparadas camino de hierro que

las piedras

lleva á las

para

la construcción,

condúcense

aguas sulfurosas de Heluan, á

al

orillas

del desierto, en carretas arrastradas por bueyes; y ha bastado la existencia de este manantial para establecer un lazo entre esas antiquísimas fuentes, de gran provecho para la curación de las

enfermedades de

la piel

de lugar de destierro.

y los leprosos á quienes esta comarca se presume haber servido son pocos los afectados de tisis que procedentes de diferentes

— No

,

sitios de Europa vienen á pasar el invierno en esta estación cómodamente instalada: el ambiente del desierto es en ella tan puro y tan sutil, que no son pocos los enfermos que, sentenciados á muerte por los médicos de su país, han encontrado aquí, no sólo

alivio á

su dolencia sino también completa curación.

bierto en las cercanías de los

El médico alemán Reil ha descu-

manantiales sulfurosos un gran número de diminutos sílex


.

EL EGIPTO SUPERIOR cuidadosamente

tallados,

179

que hemos examinado minuciosamente y aún recogido bajo su

dirección

La

aldea de Bedreshein y las ruinas de Mentís se encuentran delante de Heluan.

La

pirámide con peldaños de Sakkarah y la pirámide truncada de Dahshur atraen la mirada, del mismo modo que en la mañana siguiente la curiosa construcción por pisos de Medum, reputada con razón por

en

las cercanías

la

tumba

faraónica

más antigua que

existe.

Mariette ha encontrado

numerosas mcistabas pertenecientes á diversos miembros de

la familia

de

Shefren que reinaba antes de Ceops, y de aquí procedían las estatuas del principe Ra-hotep y de su esposa Nefert que hemos mencionado en el volúmen precedente.

RUINAS DEL LABERINTO Y DE SU PIRÁMIDE

camino de hierro establecido sobre

la

Egipto superior. Desembarcamos en

la

ramal que conduce á Fayum, pues siquiera fatigoso

el

Desde nuestro buque distinguimos á intervalos orilla,

izquierda del Nilo que enlaza

aldea de Vasta, donde se halla

el

el

Cairo con

el

el

viaje á través de esta provincia, ofrece tales atractivos

Es un oasis inmenso, que aún hoy

que vale bien

la

pena de emprenderlo.

dia proporciona la subsistencia á ciento cincuenta mil

almas, y que ha sido conquistado al desierto por la mano del hombre antes de la invasión de los Hvksos, es decir, hace unos cuatro ó cinco mil años. Un brazo derivado del Nilo en las cercanías de Siut y mantenido en un lecho artificial, el Bahr-Yusuf, ó canal de Josef, cuya el pueblo al discreto hijo de Jacob, ese modelo del administrador inteli-

fundación atribuye gente,

ha sido

dirigido al oeste por

medio de un sistema de esclusas establecidas cerca de


,

EL EGIPTO SUPERIOR

180 il— Lahun.

ramificándose algo

más

en un conjunto de canales

lejos

\ canalizos poi

medio de

el árido suelo del desierto. Con ello se los cuales deposítase el limo fecundante del rio sobre ilo, después de lo cual presente del verdadero un es que comarca, dicha riego de

A

atiende al

Birket-eldescendiendo paulatinamente, van á parar las aguas al lago salado de la Come, en la antigüedad que receptáculo gran ese Moeris, lago El célebre Sahara. al Kurun, y el bastaba y aún sobraba para el riego del Favum, hállase seco hace muchísimo tiempo, y más tarde lugar en que los piadosos egipcios alimentaban, cerca de Cocodrilópolis que fué ,

Antinoé, cocodrilos bizarramente paramentados, extiéndense feracísimos en los cuales se recogen

Egipto comarca

más

feráz;

mas

ello

se profesaba, teníase por tyfoniana,

nomos.

muy

pingües cosechas.

al

presente jardines y

La verdad

es

es que en virtud de la veneración

y no estaba continuada en al

que

al

cocodrilo

las listas sacerdotales

Strabon alababa ya sus olivares y las riquísimas aceitunas que los

y hoy mismo prosperan aún en dilatados plantíos,

campos

que no existe en

de los

mismos producían,

lado de limoneros, naranjos y

demás

COMERCIO DE HARINA CERCA DE BENI-SUEF

ostentan sus matizadas flores, de las y de innumerables rosales que una esencia más intensa y penetrante que la que se extrae en

frutales de la Delta,

cuales extraíase en otro tiempo el dia,

y cuya exportación en

millón de piastras.

La

los últimos

caña de azúcar,

años ha rendido un producto que no baja de medio algodón, todos los cereales de Egipto prodúcense

el

que las regiones del Favum, debiendo el país el nombre que lle\a, otras en ele\ábase cual del cercanías en las Moeris, lago al mar, del país significa en copto inmediaedades el famoso Laberinto con su célebre pirámide. Lepsius ha descubierto en las

admirablemente en

ciones de la aldea de

Hanara

los restos de esta maravilla del

mundo / Herodoto aseguia que

era superior á la descripción y que había exigido más trabajo y mayores dispendio» que juntos todos los monumentos de Grecia. Si se sube á la pirámide formada de adobes de un color gris polvoriento, cubiertos en otro tiempo de relucientes losas de granito, que al decii

de Strabon se levantaba en las ruinas

el

extremo

del Laberinto,

que se extienden á sus piés, se ve que

épocas se reunían con

el

rey los jefes de los

nomos

y desde aquella

el palacio

altura se

inmenso, en

del Egipto, afectaba la

el

contemplan

cual en ciertas

forma de herradura:


EL EGIPTO SUPERIOR

182

mas

á esto queda reducido lo que puede apreciarse, puesto que el centio \ el ala derecha del el sinnúmero de aposentos y cámara», casi del todo destruidos

edificio hállanse totalmente

y

arruinados, que se encuentran en la parte derecha, y que los habitantes de Haura juzgan abandonado bazar de una ciudad que en otro tiempo existió, construidos de miserables

adobes de barro, secados al sol, no permiten formar idea cabal de la construcción. Sólo restan algunas cámaras de piedra dura y contados fragmentos de grandes columnas con sus inscripciones, de las cuales se desprende que el Laberinto ,fué construido por Amenemha III, de la-

También habia

dinastía duodécima.

medir ción,

la

la aldea

el

gran receptáculo que conocemos con

el el

egipcia la inundación se expresa con la palabra meri,

virtud de la naturaleza especial de su obra, fué apellidado

mejor partido posible de

nombre de

más

tarde

la

inunda-

En lengua Amenemha, en

lago Moeris.

y por consiguiente el rey Meri, es decir,

inundación, llamándole los griegos Moeris por adoptación de meri á su idioma. Laberinto, que

obelisco

de Ebgig. Consagróse dicho soberano a

elevación del Nilo, rectificar su curso, y sacar

y abrió

un

erigido este rey, no léjos de Cocodrilópolis

cuyos restos vense derrumbados cerca de

ha tomado una significación por demás extraña

,

el

En

rey de la la palabra

Brugsch ha reco-

nocido un vocablo egipcio, Laperhunt, que quiere decir, templo de la embocadura del Lago.

Antes que tuviera lugar y á

la salida del

la

destrucción del lago Moeris, y de las esclusas colocadas á la entrada superficie mucho más considerable que la del

mismo, era posible regar una

Favum actual. Esto lo ve todo aquel que se aventura á cruzar las aguas saladas de Birket-elKurun para abordar las ruinas de Dimeh Ó cuando se ha visitado como nosotros en la punta ,

Sudoeste del lago, al

el

templo, perdido en pleno desierto, que data de la época romana, y lleva

nombre de Kasr-Karun. Este notable edificio se halla rodeado hasta gran humanas cisternas empalizadas para los vasos de arcilla de vidrio; pero la amarillenta arena que el viento arrastra ha

presente

el

distancia de innumerables restos de habitaciones

viñedos y

,

,

y

ahogado hace mucho tiempo

los

gérmenes de vida en estos lugares, pudiendo

decirse,

según

el

que Set ha alcanzado una gran victoria sobre Osíris. Medinet-el-Fayum, capital provincia, es una lindísima ciudad, en cuyas cercanías han sido descubiertas no pocas

estilo egipcio,

de la

romana ó de

curiosas antigüedades, especialmente de la época

los

primeros tiempos cristianos,

caballos y las chay recientemente un abundante depósito de papiro. Aquí dejamos nuestros lupas hábilmente dispuestas de los pescadores de Senhur, y tomamos de nuevo la vi a férrea.

Habíamos dejado navegación á

muy

la

dahabijeh en Vasta, de cuyo punto salimos para continuar nuestra

lo largo del Nilo.

Distinguimos á

lo léjos las

cerca de la cortadura por la cual se derrama por

amanecer

del dia siguiente

magnífica quinta ó

castillo,

población; pero no sentimos

á nuestro arraez

el

anclamos junto á propiedad del el

menor

la

Jetife,

el

pirámides de il-Lahun, situadas

oasis del

Favum

ribera de Beni-suef.

el

canal de José, y al

Existe en

que domina por completo

una

deseo de visitarlo, y por consiguiente sólo concedimos

tiempo indispensable para hacer provisión de harina. El mercado se

al puerto y las compras dan lugar á discusiones tan animadas partes contratantes defendieran mútuamente una cuestión de vida ó muerte.

celebra junto

ella

las casas de la

como

si

las


EL EGIPTO SUPERIOR Hase levantado un

vienteeillo del

desliza contra la corriente cual

montaña terio

oriental se

si

Norte que

infla la

marchara á impulsos

aproxima mucho á

la orilla,

183

amplia vela

latina, y la

del vapor.

En un

sitio

dahabijeh se

en

el

cual la

tuvimos ocasión de contemplar un monas-

que parecía suspendido de unas alturas abruptas y peñascosas: llevan éstas el nombre los pájaros, y por casualidad pudimos ver la inmensa

de Gebel-et-Teir, la montaña de

muchedumbre dé junto ala

orilla,

pelícanos y otras aves que permanecían sobre

ó revoloteaban sobre las aguas del Nilo.

su vuelo muchas de

ellas,

Mas hé

un banco de arena, situado

aquí que de pronto remontan

como asustadas por un acontecimiento

imprevisto, y no tardamos

ZAFRA

en distinguir sobre

las

aguas un hábil nadador que con robusto brazo hendía

halla salta al

la corriente.

El

cabo de breves instantes, y desnudo como se bote que llevamos á remolque, llamando nuestra atención sobre una cruz azul

vigoroso desconocido alcanza

picada en su brazo.

la

dahabijeh

al

Es un monje copto que nos reclama una limosna teniendo en cuenta que

pertenece á nuestra religión, y después de haberse metido en la boca la moneda de plata que Es éste un edificio le lanzamos, arrójase de nuevo al agua en demanda de su monasterio.

muy antiguo y sus habitantes se entregan con predilección al oficio de zapateros. Refiere la leyenda que los pájaros, bukir, se reúnen en las cercanías en cierto dia de fiesta, y uno en pos de otro introducen la cabeza en una hendidura de la peña, hasta tanto que uno de ellos


EL EGIPTO SUPERIOR

184

queda preso y colgado, en cuyo momento remontan su vuelo para no volver hasta el año siguiente. Los campos todos, especialmente los de la ribera izquierda, están cubiertos de

como los más fértiles de la Delta, y las numerosas chimeneas que desde la y aún más adentro, lanzan al aire sus espirales de humo, revelan que el hombre sabe explotar en provecho propio los pingües dones de la naturaleza; mas debe advertirse que espesa verdura orilla,

cuanto produce este suelo pertenece á uno solo: piedad del virey, y en

ellas se

al virev.

En

cultiva la caña de azúcar,

vapor, y cultivan y cosechan los felahes.

Los robustos

efecto, estas posesiones

tallos repletos

de azucarada sávia son

conducidos á las fábricas sobre vias férreas que atraviesan los campos, llegando ción,

según se

dice,

unos anos con otros, á

la recolección se llevan á dicho

la

suma

son pro-

que riegan poderosas bombas de

la

produc-

de cien mil quintales de azúcar. Durante

lugar los aldeanos todos de muchas leguas á

la

redonda, y

CASA DE BAÑOS

decimos se llevan, porque trabajo personal cual

si

si

bien es verdad que no se les obliga á prestar gratuitamente su

cumplieran una prestación

sino en virtud de reclutamiento cual

exentos, y

muchos echan mano de

que saben

leer y escribir.

No desembarcamos ojos; pero

Nido, pues

echamos

delante de

pié á tierra

si

no concurren por su propia voluntad,

esta razón, siquiera sea

ninguna de

las

De semejante muchas veces

servicio se hallan

simple excusa, los

grandes fábricas que pasaron ante nuestros

en Minieh, que es una de

deseábamos tomar un baño turco. En

residencia del mudir, veíase

,

fueran soldados.

las ciudades

más importantes

del

los alrededores del palacio del gobierno,

numerosa concurrencia, y supimos por Salekh que provenia Semejante noticia, con todo y prometer un espectáculo que

de estarse reclutando soldados.

nada habia de tener de agradable, fué motivo para que tratáramos de presenciarlo. Aquellos pobres muchachos de

piel

oscura, á quienes se estaba pasando revista, tenian un aspecto que


EL EGIPTO SUPERIOR

186

daba compasión, con sus miembros trémulos y sus labios abultados: mas el corazón se nos hizo pedazos cuando vimos las quejas y amargo llanto en que prorumpieron las mujeres ó individuos de la familia que habían

acompañado á

dores declararon apto para

el servicio.

»hermano,» «mi adorado

hijo,»

No

ciudad á un joven á quien los recluta-

la

parecía sino que ya

«mi esposo

«mi

del alma,»

le

«Mi pobre

lloraran muerto.

mi camello;» eran

sosten,

las

exclamaciones que escapaban á todos los labios, mezcladas con sollozos, suspiros, lamentos de dolor y actitudes verdaderamente teatrales con las cuales parecían querer desgarrar los negros velos que sus rostros ocultaban. La verdad es que de cada cinco reclutas, á duras penas

vuelve uno al país, y le

de una, madre se despide de su amado Benjamín convencida de que

más

El arraez Hussein, que permanecía á mi lado,

dirige el postrer adiós.

compasión aseguróme que rada con

que

la

les

la suerte

verme movido a

al

de esos muchachos era verdaderamente dichosa

compa-

cabía á los reclutas del tiempo de Mehemet-Alí, en cuya época eran

madera al cuello y cadenas en las manos, añadiéndonos que habia podido escapar al servicio; pero merced á haberse mutilado la mano. Observamos

llevados á las filas con cepos de él

después que muchos ancianos tenian uno ó

más dedos en

por habérselas cortado de un hachazo ó de un militar;

mas

este delito

los cuales faltaba

alguna falange,

á fin de no tener que acudir

tiro

al servicio

acabó por ser tan frecuente, que para evitarlo no sólo se impuso

á los que lo cometían el condigno castigo, sino que mutilados y todo incorporóseles á

un

regimiento.

Refrigerados y bien dispuestos dejamos el baño que nada deja que desear teniendo en cuenta que se trata de una ciudad de diez mil habitantes; recorrimos, guiados por el director, ,

que es un francés,

la

gran fábrica de azúcar que en

ojeada á los patios de las casas, exteriormente el

Sud.

ella tiene el virev;

sencillas,

numerosas cúpulas, situado detrás de la cual existen

paso una

viaje hácia

la

loma

roja,

Kom

siguiente á las playas de Beni-Hassan.

el—ahmar, junto á las

antiguas tumbas adornadas de cuadros; pero

desistimos de ello atentos á aprovechar la brisa favorable, con

Juzgamos

el

propósito de llegar á la

del caso consignar

Minieh, Mena-t, hallábase en otro tiempo situado en este punto; que decirlo,

al

Minieh entierran sus muertos en un cementerio magnífico,

los habitantes de

paredes de la cadena arábiga en

mañana

echamos

y seguimos nuestro

el-meitin, situada frente la ciudad,

Habríamos deseado desembarcar cerca de Zauiet

en cuyo punto lleno de

muy

trasplantado á la opuesta orilla; pero que,

fiel

fué,

que

si

el

antiguo

podemos

así

á su antiguo cementerio, traslada

todavía sus muertos al otro lado del Nilo.

Al rayar que con

el

el

alba Salekh nos despertó.

largo bastón, y con él varios llados,

atraídos

ancláramos, ante

gábamos á

La dahabijeh habia dejado

caer

el

ancla.

propósito de darse aires de guia, cosa aquí completamente inútil,

por la

el

Un

felah,

empuñaba un

muchachos negros con algunos asnos, de mala manera ensi-

aspecto de nuestro buque,

permanecian cerca

perspectiva de una ganancia probable.

través de los verdes campos, hácia la

del

sitio

en que

Pocos momentos después cabal-

montaña en cuya abrupta pendiente, como

otros tantos ojos desprovistos de pupilas, distinguíase

una

dilatada hilera de grutas vacías.


EL EGIPTO SUPERIOR Fresco es viendo los

impresiones. búfalo y

187

ambiente y de maravillosa pureza: el pecho se ensancha respirándolo y numerosos objetos que así á lo lejos como á corta distancia brindan con nuevas el

Un

labriego que utiliza para

un camello, nos

el

arado las desiguales fuerzas de tracción de un

pide al paso su bakhshish ya khaouaggeh: «una propina, caballero,

no obstante que nada absolutamente ha hecho en favor nuestro. La verdad es que

hemos

lo

»

menos

oido hoy veinte veces esta palabra de que tanto hablan todos los viajeros, y que tantas

veces ha llegado á nosotros desde

punto y hora en que pusimos

el

el pié

en Alejandría. Es

un vocablo de origen persa que significa presente, y así se aplica á las cien mil piastras que regala á un bajá un hombre de negocios, como á la roñosa moneda de cobre que se arroja ella

LABRADOR FELAH

al

pasar

al

humilde pordiosero. El botánico Pablo Ascherson, que acompañó á G. Rohlfs en

su viaje á través del desierto reflejo del

líbico,

pretende que

el

bakhshish no es más que un movimiento

aparato vocal egipcio, que se produce en

apercibe un extranjero, especialmente

punto justa; pero,

lo

es inglés.

he dicho ya en otro

meses que pasé entre relaciones, acabé por

si

los felahes,

sitio;

en todo

el

La

el

punto y hora en que

fama

indígena

durante una larga temporada de muchos

decurso de

la

convencerme de que no es meramente

dirigirnos esta palabra que tan mala

el

apreciación es ingeniosa y hasta cierto

tiene adquirida.

cual sólo con ellos sostuve

la codicia lo

Los

felahes

que

les

impulsa á

más miserables

están


EL EGIPTO SUPERIOR

188

profunda convicción de que valen mil orgullosos de la religión que profesan , y abrigan la distinguido de los .cristianos que van á su veces más á los ojos.de Dios, que el más rico y

una fortuna, llevando entre tanto una vida descansada y

país con el propósito de realizar

regalona.

Juzgándose

los elegidos

tratan como réprobo á todo aquel y favoritos del Señor, que no profesa

doctrina

la

del

Islam. El Coran

manda

á los cre-

yentes que se porten con dul-

zura y equidad los

unos respec-

to de los otros;

pero no reza una palabra en vircual

tud de la

deban respetar al

prójimo nada

más que por hombre que

:

ser

así es

ima-

el felah

ginaria cometer

un pecado imperdonable concediendo tranjero

al

ex-

no cre-

yente con quien se cruzara en su

camino, uno de esos bondadosos saludos que rebosan piedad religiosa.

De aquí que, generalmente, y sólo para no permanecer mudo, pero en manera alguna para solicitar una propina, pronuncie su bcikhshish al ver á un infiel, ya que por medio de semejante palabra revela espíritu en

general nada desea para

él,

pero

si

que se encuentra respecto

disposición

de

del extranjero.

En

la

su bendición puede proporcionarle algo que valga

la

pena,

hará ascos. Sus relaciones, y por consiguiente la expresión de sus sentimientos, modifícanse rápidamente en cuanto entabla relaciones de amistad con el europeo. Por lo que á nosotros toca podemos asegurar que, al presente, más que el bakhshish, llegan á

de seguro no

le


EL EGIPTO SUPERIOR nuestros oidos las bendiciones piadosas que

que no pertenece

Hemos

al

número de

dejado á

habitantes, que en otro tiempo alcanzaron

ruinas de una

si

bien

el

abandonada, cuyos

aldea

merecida fama de salteadores, se han hecho

inofensivos, después de haberse establecido hace largos años

á tierra, porque

rigor negar á todo aquel

los creyentes.

izquierda las casas en

la

189

musulmán debe en

el

camino que guia á

las grutas

más

cerca del rio.

nada tiene de

Echamos

pié

en cambio

corto, es

endiabladamente perverso. Cuando, hará como cincuenta años, recorría penosamente este mismo sendero el gran Champollion, tenia determinado no consagrar más allá de veinticuatro horas á Beni-Hassan, y sin embargo, dominado por

permaneció nada ménos que catorce descubrimiento; pues

si

Durante

pertenece,

le

atractivo de aquellas grutas, él

se debe su

bien es verdad que ántes habían sido visitadas y reconocidas por

otros europeos que de ellas habian hecho oportuna

importancia.

el

Sin exageración puede decirse que á

dias.

la infancia

mención

ninguno se habia

,

fijado

en su

de los estudios egiptológicos, cuya creación exclusivamente

error encontraba abiertas de par en par las puertas todas, y por consiguiente,

el

no hay para qué sorprenderse

si

al

describir estos célebres sepulcros, levó

mal nombres de

personas y de pueblos, y se equivocó de un modo lastimoso respecto de la época de los reyes citados en las inscripciones. A pesar de esto, dotado de ese golpe de vista superior que permite

genio penetrar hasta

al

para adivinar

el

monumentos: á

fondo de las cosas, y del tacto maravilloso, indispensable

el

lugar adonde se encamina, reconoció é indicó todo cuanto caracteriza tales

los sabios posteriores estaba reservado, sin

en su justo y positivo valer. Aun puesto de relieve el importante papel que en detalles

los pilares de

Beni-Hassan,

así

como

el

así, el

En

la

el

poner de relieve los

desarrollo del arte de construir

que tienen en

pinturas que se hallan en sus cámaras mortuorias.

examinemos

embargo,

nadie puede disputarle la gloria de haber

Y

la

desempeñan

historia de la civilización las

pues es esta coyuntura favorable,

cuestión con el detenimiento que requiere.

nuestra excursión

al través

de la necrópoli de

Memphis, hemos tenido ocasión de

examinar varias siringes grandes y pequeñas, con la circunstancia de ser todas ellas, casi sin excepción, más antiguas que las que al presente deben ocuparnos, remontándose la de la

mayor

parte de las

Jesucristo.

mismas

Pues bien,

á fines del cuarto y hasta á principios del tercer milenio ántes de

las inscripciones

nos revelan que los sepulcros de Beni-Hassan fueron

abiertos en la roca ó pintados sobre aparejo de estuco, por los príncipes hereditarios de la familia de la

Mah, enlazados con

el

tronco real, que ejercían sus funciones bajo los faraones de

duodécima dinastía (2354-2194): por consiguiente, existe una larga

terminación y dórico.

Ahora

el

comienzo de

los

más

antiguos

monumentos

bien: ¿es posible contemplar el templo de

sin recordar la semejanza

que existe entre

série de siglos entre

su

griegos conocidos, de estilo

Poestum y otros

edificios análogos,

y los sepulcros de Beni-Hassan? Cuando Champollion observó por vez primera el fuste poligonal, estriado ó acanalado, de

las

columnas cortadas en no

la

roca viva que sostienen los techos del vestíbulo y de las cámaras nombre de protodóricos ó antedóricos. Si ahora se tiene en

vaciló en darles el EGIPTO, TOMO II.

interiores,

ellos

A

g


EL EGIPTO SUPERIOR

190

cuenta que la época en que los helenos empezaron sus relaciones con el Egipto, coincide, con corta diferencia, con aquella en que fueron construidos los templos dóricos más antiguos, no

habrá gran

dificultad en

primitiva del

más

que, concediendo que el

suponer que aquellos encontraron en

sencillo,

y

Pero

ello es

griego no debió poner grave dificultad en fundir, con

un nuevo molde,

el arte griego,

las riberas del Nilo la idea

bello al par de sus órdenes arquitectónicos.

más

el libre espíritu

transcurso del tiempo y en

su ciego cariño hácia

el

las

formas tomadas del extranjero, los que, en

no querían convenir en que no fuese exclusivamente

hijo

consecuencias y ramificaciones y nada más que de dicho arte con todas sus cuanto estos pueblos produjeron, negábanse á reconocer el cercano parentesco existente entre las columnas dóricas v las columnas de Beni— Hassan. Para ellos era cosa inconcebible que del arte helénico,

t)

EL VALLE DEL NILO EN BENI-HASSAN

sus favoritos, ni en esto ni en cosa alguna se hubiesen inspirado en las obras de los bárbaros, ni siquiera en

el

detalle

más

insignificante,

sistemática opinión, que el griego, impresionable,

viniendo á resultar de semejante

inteligente

y dotado de singularísima

perspicacia y penetración vivísima, perdia tan preciosas cualidades al hallarse en país extranjero, y volvía á sus hogares no sólo romo de mollera sino también mudo y ciego. ¿Es esto

admisible?

No desconocemos

por un simple juego de

la

que podría explicarse por

la

identidad del espíritu

humano, ó

casualidad, la semejanza general existente entre las formas de las

columnas más modernas, cotejadas con

las de la

columna más antigua; pero Lepsius ha

demostrado con abundancia de razones, y con la sagacidad que le es propia, que si la formación y la significación de las partes, en las columnas egipcias, cuyo tipo más perfecto y


EL EGIPTO SUPEKIOE acabado se halla en tiempos

más

antiguos,

191

Beni— Hassan, pueden seguirse paso á paso desde

las pilastras de

los

columnas dóricas de forma análoga encierran determinados

las

elementos, cuyo sentido únicamente puede comprenderse, yendo á buscar su origen en las dilatadas

comarcas

del suelo egipcio.

Ateniéndonos, pues, que ha hecho de

al

precedente de Lepsius, y ajustándonos á la luminosa exposición haremos la debida distinción entre las construcciones

tales materias,

abiertas en la peña, que, por lo que al Egipto se refiere, tienen casi tanta importancia las

de los sepulcros, y las realizadas con piedras cortadas, cuyas formas son

ricas.

Para

empezaremos por retroceder á

ello

la

como mucho más

Memphis, en

necrópoli de

la cual

se

encuentran las grutas más antiguas, y observáremos desde luego que para el sosten de los techos sólo existen pilastras cuadradas muy sutiles, cuya forma y existencia son debidas al deseo de que penetrara hasta podía introducirse por

y cuarta cámara del sepulcro la luz que únicamente Para alcanzar semejante resultado, comenzóse por practicar

la tercera

la puerta.

huecos en los muros de separación, que servían de soporte, y con ello tomó la forma de pilastra la parte de la peña conservada, cuyo destino era evitar el hundimiento del techo,

muro

convirtiéndose en arquitrabe, merced á su continuidad, la porción de parte superior del hueco y

cantidad de luz posible en

arranque del techo.

el el

Más

huecos en

nuevas caras de lo

la

pared, no se continuaron hasta

la pilastra, convertida

De

elevada.

el

como en

el

esta suerte, conservando la tradición de la

La

abaco.

época en que

,

á fin de conservar en

un fragmento cuadrado en

la parte

forma antigua, obtúvose un

nuevo elemento de enlace, perfectamente apropiado, altamente armonioso,

la

arranque del arquitrabe las

en prisma de sección poligonal

posible el sello de originalidad, para lo cual se dejó

más

mayor

espacio situado en la parte posterior de las pilastras, indujo al

constructor á destruir los ángulos del soporte cuadrado, bien que, se practicaron los

existente entre la

tarde, la necesidad de tener la

significativo

naciente columna se desprende del ábaco de una

y no

manera

ménos

singular:

todas las caras sobre las cuales gravita, búllanse- ligeramente deprimidas, particularidad que

puede ya observarse, bien que de un modo aislado, en

las pilastras de

época primitiva.

Cortando ahora los ocho ángulos que resultaban de haber hecho desaparecer los cuatro primeros, obtúvose

La

la

columna de

diez y seis caras que

regularmente

encontramos también en Beni-

y seis caras que se cortaban en ángulo obtuso, y más aún, el deseo de ser sensible al ojo esta delicada división del fuste en diez y seis, unida al de establecer sobre esta parte, cuya forma adquiría incesantemente

Hassan.

dificultad práctica de igualar

las diez

mayor importancia, un juego más animado de idea de vaciar

como resultado

un tanto cada una de el

que

podemos ocuparnos en

los

las caras,

luz y de sombra, inspiraron finalmente la formando en ellas pequeñas canales que daban

ángulos obtusos se cambiaran en aristas

este lugar

en exponer con

la

extensión debida

muy el

pronunciadas.

No

por qué de no estar

escotados los faldones verticales que adornaban la cara anterior de las columnas, y de que continuaran unidos, á manera de un resto no modificado de la pilastra primitiva, recibiendo al

propio tiempo, sin inconveniente, una ornamentación de jeroglíficos: ni

la

razón de que

la


EL EGIPTO SUPERIOR

192

base circular reservada en la roca y que falta en la columna dórica, recordara el fuste surgiendo del suelo; pero aún así hemos dicho lo bastante para que se comprenda la manera cómo puede reconstituirse paso á paso, hasta en

más

sus detalles

insignificantes, el des-

envolvimiento de tales columnas.

En

construcciones de época posterior

ya, en Sais y en Tacolumnas imitadas de objetos del

hemos encontrado nis,

reino vegetal.

Salta á la vista que no

pueden haber tenido su origen en

los

sepulcros ó en los templos subterráneos.

COLUMNAS POLIGONALES DE BENI— HASSAN

los reyes de la

aislada las encon-

Sólo de una

manera

tramos en

interior de las grutas

el

siempre con posterioridad á

;

pero

época de

duodécima dinastía y en ningún caso mezcladas con las se presentan en las grutas, y nosotros hemos

podido examinarlas en uno de los sepulcros de Beni-Hasan,

han tenido vínculo alguno orgánico con templos abiertos en

la

roca.

al aire libre.

Como

los

las

COLUMNA

,

columnas poligonales. Cuando

orden ha crecido

la

de tronco de loto

— se observa desde luego que no

demás partes de arquitectura propia de

los

modelos vegetales á que debe su forma, semejante

Al principio

sirvió

para sostener los balcones y galerías de

esas casas de placer labradas con maderas y ladrillos de colores que servían de señores y potentados; más tarde, labradas en

morada

á los

,

piedra

han servido de soporte

,

al

arquitrabe

de los templos, á los cuales se deseaba

comu-

una duración eterna, en armonía con la naturaleza infinita de sus habitantes. Cuando

nicar

las

columnas poligonales intervienen en

el

afectan la forma

plan de

un templo, jamás

vegetal

pudiéndose deducir de su presencia

,

la existencia

anterior del edificio á que sirven

de adorno: han sobrevivido al período de los

Hvksos; pero ya no estaban en uso en tiempos de

la

décima octava

Las columnas imitación que sostienen

el

los

dinastía.

del tronco del loto,

techo de una de las grutas

de Beni-Hassan, caracterizan generalmente la

construcción realizada con materiales de

distinta naturaleza; pero COLUMNA CALICULADA DE RAMSES

en

ocupa han sido cortadas en

el

la

caso que nos

peña.

El fuste

COLUMNA DE TRONCOS DE PAPIRO


EL EGIPTO SUPERIOR

193

apea sobre una base circular, y se compone de cuatro troncos elegantemente redondeados, que se adelgazan en la parte superior y se ciñen, formando un hacecillo, sujetado en su

extremo por cinco dose, forman

fajas yuxtapuestas.

Los botones rehinchán-

y sostienen sobre sus extremos

capitel

el

pequeño ábaco que apénas traspasa

el límite

un

de aquellos. El otro

orden de columnas, imitación del tronco del papirus, presenta

una disposición análoga. Estas son también de origen antiguo: en

las cercanías del

plares,

Laberinto se han encontrado algunos ejem-

que remontan á

inundación

la

época de

Amenemha

Sus principales

Moeris.

,

III, el

rey de la

diferencias, respecto de las

precedentes, consisten en que los ocho tallos de que, por punto

compone

general, se

y cuyos cortes en arista viva se una sección trian-

el fuste,

hallan vueltos hácia el observador, tienen CAPITEL

gular semejante á la del papiro:

DECORADO CON MOTIVOS VEGETALES

está redondeada

hinchada

é

,

la parte

inmediata á

como sucede con

las

la

base

plantas

acuáticas, y envuelta en grandes hojas, semejantes á las que se desarrollan junto al cuello

de al

la raíz.

De en medio

de este

follaje

en haz por un número de cintas ó el

brota

paso que se eleva. Los extremos de los

pedúnculo, cortado en aristas

das,

ofrecen en su base

parecidas al cáliz de

No

siempre

fustes de

uno á

que se vá adelgazando más ó menos

de papiro que

lo

componen, hállanse atados

que varía de tres á cinco. Los botones que terminan

fajas

muy

el fuste,

tallos

pronuncia-

hojuelas puntiagudas,

una

se

flor, y forman el capitel. encuentran esculpidos los

otro extremo: frecuentemente

y

hasta por punto general, en las épocas bajas, su

origen se halla indicado tan sólo por lación

y

los follajes de la base, así

fajas de la parte superior.

Tampoco

la

estrangu-

como por

las

es cosa rara

encontrar sustituidos por otros de forma acampa-

nada, los capiteles de que ántes hemos hecho

mención

;

mas aún en

este caso

,

el artista

,

con

el

propósito de marcar el origen, ha rodeado la base

con una corona de sépalas, de entre

las cuales

y áun cuando no sean más que pintadas, tantos botones, tantas figuras distintas. El ábaco descansa en el brotan las

delicadas

matas

del

papiro;

centro de la superficie circular que termina la

VESTIBULO DEL SEPULCRO DE AMENI EX BEXI-HASSAX

campana en su parte superior. A las columnas de esta especie las distinguiremos con el nombre de caliculadas. En las épocas posteriores dichos capiteles y los á ellos análogos han EGIPTO, TOMO

II.

49


EL EGIPTO SUPERIOR

194

oinamentacion fastuosa, tomada de sido enriquecidos á porfía, por escultores y pintores, de plantas acuáticas que pululan en las aguas del Nilo: pero el arquitecto jamás se flores las

y ha apartado de

por

la idea primitiva,

lo

ménos hasta

del capitel el follaje

pero así

como

que

jamás

los helenos las aplicaron á la

dar de

Las

fajas

consiguiejite tienen

superior

en que nos ocupamos son indispensables en

la

una explicación natural: ¿qué explicación pueden

columna griega,

sostener que los helenos no han bebido poco ni

egipcio? Al paso que las encontremos en los templos, se diferencien de las

la parte

columna, ó á ceñir en derredor

columna

ó sea del anillo que las ha sustituido en la

ellas,

empeñan en

la

emplearon, y se comprende, en sus columnas estriadas, dórica, en la cual las encontramos en la parte superior

las

del fuste convertidas en anillos.

columna egipcia y por

punto de olvidar, en

Tales fajas no han escapado á la penetración de los griegos;

lo rodea.

los egipcios

el

que formaban

del fuste, las fajas destinadas á atar los tallos

que dejamos descritas, con

tal

mucho en

los sabios

que se

las fuentes del arte

daremos cuenta de

las

columnas que

que revelen su procedencia puramente

egipcia. Hemos seguido paso á paso el desenvolvimiento de las columnas propias de la arquitectura de los sepulcros, y demostrado al propio tiempo, que cuantas formas vegetales han empleado los arquitectos de este pueblo en las construcciones hechas con piedra labrada,

pertenecen sin excepción alguna á

la flora nilónica.

Al presente justo es que nos ocupemos en éstas en dos grupos, situados

muy

cerca

el

las siringes

uno

del otro.

Divídense

propiamente dichas.

El grupo del Norte encierra los

poderosa influencia

y entre ellos y especialmente, dos que ejercen Puede asegurarse que bastaria para ocupar por completo nuestra erpa ha atención, el pórtico que precede á las criptas que el monarca hereditario, Amenemha, llamado Ameni, se hizo labrar para dormir en ellas el sueño eterno. Dos bellas sepulcros

en

el

más

ánimo

interesantes,

del estudioso.

columnas octogonales sostienen lado opuesto descansa sobre la

cámara

funeraria.

Una

al

parecer la bóveda, cortada en la peña viva, que por

un muro

corrido, tajado en la

montaña, en cuyo

puerta coronada por la cornisa egipcia da acceso

al interior:

pueden observarse también cuatro columnas de diez y seis caras, elegantemente que sostienen las tres bóvedas ricamente esmaltadas de vivísimos colores. En plano, levántanse en

el

una hornacina,

interior de

labrar el sepulcro y de su consorte.

pozos destinados á las momias, que

Tampoco

hemos

se

las estatuas

el

interior se abre

estriadas, el

último

mutiladas del que hiciera

echan de ménos en estas sepulturas

tenido ocasión de ver en

los

Memphis. Hace mucho

tiempo que han sido devastadas y saqueadas; mas las figuras é inscripciones que cubren materialmente las paredes todas, y hasta las jambas de las puertas, lo mismo en el sepulcro de Ameni, que en el

nombre v

la vida

el

cercano de Chnum-hotep, hijo de Nehera, nos permiten conocer

de una familia importante, extinguida hace

más

de cuarenta siglos, con

tanta exactitud y tan copiosa riqueza de detalles, que de la mayor parte de los individuos que la constituyeron podríamos decir qué cargos desempeñaron; bajo qué reinado; cuya fue la

mujer que tomaron por esposa; qué grado de parentesco mediaba entre ambos; cuánto poseian y de lo que se componía su fortuna;

lo

que principalmente merecia su predilección;


EL EGIPTO SUPERIOR

196

á qué dias del calendario correspondian las fiestas que celebraban; á qué acontecimientos de

su existencia concedían

más

Pero en Beni-Hassan,

manera como dispusieron que se les enterrase. mismo que en Memphis, seria inútil buscar explicación alguna

importancia, y la

lo

respecto de las creencias que tenían los egipcios relativamente á los destinos ulteriores y alma en el otro mundo; pues sus inscripciones dicen únicamente relación á la

definitivos del

vida terrena y

al

Los nobles príncipes de Mah (conocidos por

enterramiento de los cuerpos.

Hermopolites por los griegos), hallábanse enlazados con los faraones por medio del matri-

monio

:

con los

los reyes á quienes servían,

Memphis, en

dinastía,

no residían

superior.

El primero de estos

en

Amenemha

el

bajo

y

Egipto,

los

sino

Usertesen de

la

en Tébas,

en

Amenemha, probablemente usurpó

el

duodécima el

Egipto

trono á la undécima

ESCENA DE ANIMALES, SACADA DE UN SEPULCRO EGIPCIO

dinastía, país,

que reinaba en

la

ciudad de

Amon, movido por

el

deseo de fomentar

cuya prosperidad interior se desenvolvió extraordinariamente, merced á

el

bien del

los cuidados

y á la sabiduría de sus sucesores. ¿Qué necesidad hay ahora de citar uno por uno los reyes que se sucedieron, los pueblos que sometieron á su dominio, las batallas que ganaron? Es

mismos, sea digno de mención: por lo ménos juzgamos que han de agradecérnoslo aquellos que estimen en algo conocer la manera cómo se fué desenvolviendo la civilización en esas edades remotísimas. Mucho existia, en este

preferible indicar todo aquello que, referente á los

concepto, que merece ser conocido, en la época que vio abrir los sepulcros de Beni-Hassan.

Los reyes de que une

el

la dinastía

Nilo

al

undécima habían establecido ya

mar Rojo, y por

el

Uadi

el

Hammamat

amplísimo camino internacional de nuestros dias, conduce desde


EL EGIPTO SUPERIOR Copies,

al

lugar que fué, andando

el

tiempo,

el

197

Puerto Blanco (Leukos Limen). Los

Majerofe se detenían principalmente en cinco lugares de parada, y los Faraones atendieron la necesidad de abrir grandes cisternas á orillas del camino. Las comunicaciones se

á

estableciei la

Etiopia

hemos

on con \

la costa

de Somalí y la Arabia meridional

;

explotáronse las minas de oro de

las de la península sinaítica; completóse la división del país en

indicado,

Amenemha

beneficio del riego.

Las

tuia, que logró dar con

III

nomos, y, según (Moeris) puso especial atención en proporcionar al país el

artes alcanzaron

un vuelo

extraordinario, especialmente la arquitec-

A este tiempo pertenecen fundación del gran santuario nacional de Tébas, el templo del Sol en Heliópolis, y el Labeiinto, destinado en un principio á sepulcro. También son de dicha época los primeros nuevos caminos para su desenvolvimiento.

la

INMIGRACION SEMÍTICA AL NOMO

colosales obeliscos.

que desplegaron en jeroglíficos

Las inscripciones labradas en

MAH

las canteras revelan la actividad prodigiosa

las construcciones los faraones de la dinastía

que se ven en

simplicidad extraordinaria,

los

monumentos que de

duodécima. El

esta época se

estilo

de los

conservan es de una

pudiéndose asegurar que no existe escultura alguna egipcia,

superior al fragmento de una estatua sentada de Usertesen

I cuya parte superior desgraciadamente se ha perdido. Fué descubierta en Tanis, y al presente excita la admiración de los inteligentes en el Museo de Berlin. El hombre que supo modelar aquella pierna derecha, era un artista en toda la extensión de la palabra. Cierto que los pintores carecían de la facultad

de reproducir los objetos tales cuales se ofrecen á

un punto determinado, de

la

mirada

,

,

cuando se

les

contempla desde

jamás supieron emplear en sus trabajos, como no sea dominación de los faraones, los principios más elementales de

suerte que

hasta los últimos tiempos de EGIPTO, TOMO II.

la

50


EL EGIPTO SUPERIOR

198 la perspectiva;

trazadas sobre el enlucido de los en cambio las innumerables figuras con que manejaban el con toda elocuencia la presteza y seguridad

mas

sepulcros, nos revelan

.

éxito con que, no obstante la escasez de recursos de y hasta el buen y rasgos característicos de los diferentes personajes. los que disponian, lograron reproducir acontece con otras muchas, se borran, las pinturas de Beni-Hassan, como

pincel,

la originalidad

Desgraciadamente

ennegrecen v destruyen á consecuencia del y viajeros con

los guias

estúpidos y culpables.

contorno;

nada

mas aún

así,

el

desprendido de las antorchas que encienden

humo

propósito de contemplarlas, y bajo la

De

la

inmensa mayoría de

las

mismas

mano

criminal de aficionados

sólo nos es dado contemplar el

no son en puede asegurarse que en expresión, en vida y en verdad, el cual estaba que hemos reproducido, que con el estuco sobre uno de un sepulcro, hallándose expuesto en el día en

inferiores al asunto

pintado, fué desprendido de las paredes

de los salones del

Museo

Británico.

Entre las miles de figuras que cubren las grutas de atención una de ellas que se ha conservado en el

Beni-Hassan, llama particularmente que se conoce de una familia de raza sepulcro de Chnum-hotep: es la primera representación la

FESTEJOS AGRÍCOLAS

Amon,

semítica,

que conducida por su príncipe Abscha

,

solicita

entrar en

el

nomo

o

recibe de éste, Chnum-hotep, acompañado de sus perros favoritos, al ver el precaución, de destituido completamente no recelo, y á los extranjeros con cierto los mismos le presenta de los extranjeros que, por lo que resulta de la lista que de

territorio de

Mah. El

jefe

número

su secretario, no baja de treinta y ojos (mestem, antimonio),

siete.

un macho

Los semitas traen como regalo un colirio para los una gacela. Los hombres van armados

cabrío montés y

sus manos el bonmerang, el arco, la de diferentes modos, pues se ven indistintamente en mujeres y niños á pié, y otros cargados el rompe cabezas. Forman parte de la tribu lanza

y los útiles y enseres para en sus asnos, que con otro que sigue al primero, conducen todos una lira para celebrar el éxito de tan venturosa tejer: un cantor pulsa las cuerdas de Los rasgos característicos de los semitas están de tal modo acentuados, que es inmigración.

imposible confundirlos con los de los egipcios. las paredes de los sepulcros,

diferencian de los

En

otros asuntos y escenas representados en los lidiadores algunos hombres que se

pueden distinguirse entre

demás por su

pelo rojo

y

la especial disposición

de su vestido, que

al

merece llamar parecer pertenecen también á la raza semítica. Pues bien, y esta coincidencia judíos que se distinguen por lo la atención, al presente existe en Egipto un gran número de


199

EL EGIPTO SUPERIOR rubio de su cabellera.

Semejante singularidad

,

que constituye excepción rarísima entre

los

árabes y los felahes, era motivo de horror para la muchedumbre en tiempo de los faraones, puesto que el rojo era el color de Seth (Tvphon), y los rubios y rojos, acaso por odio contra los intrusos de origen semítico, eran tenidos por typhonianos. Del propio modo que Abscha

y

los suyos, los extranjeros, sólo

Un

del valle sagrado.

mediante grandes precauciones, eran admitidos en

decreto del tiempo de Usertesen

III,

descubierto en

pasar la frontera hasta á los negros inofensivos del alto Xilo,

sus rebaños ó con obstante lo dicho,

fuera

acompañando

No

propósito de contratarse en clase de criados ó dependientes.

el

aislamiento absoluto de los tiempos

el

como no

el interior

Semneh, prohibia

veces durante los siglos en que nos estamos ocupando. refiere las aventuras de Sinah,

la

manera cómo atravesó

más

Un

antiguos, fue roto repetidas papiro del

Museo de

las líneas fortificadas

Berlin

que protegian

el

y Este de la Delta, después de lo cual marchó hácia Oriente, se estableció en Edom, alcanzó

la

mano

de la hija del príncipe que gobernaba en dicho país y acabó por regresar á Egipto

donde fué espléndidamente recibido por

el

faraón.

no sólo era cosa inaudita, sino también espantosa; sin embargo, los extranjeros que sólo aisladamente habian llegado á penetrar en el alto Egipto, los encontramos Pasar

al extranjero

ya en número extraordinario en Heracleópolitanos, con

la

las regiones

de

la

Delta, con posterioridad al reinado de los

circunstancia de que no sólo tenian monopolizado

el

comercio de

que crecieron en número, y de un modo casi prodigioso, al compás que fueron desapareciendo los rigores y precauciones que en lo antiguo pesaron sobre ellos. La dinastía duodécima acabó por una mujer, Sebek-Nefrura: el primer príncipe los puertos del Mediterráneo, sino

de

la

con

décimatercia adquirió al parecer su derecho y su legitimidad, mediante haberse unido en matrimonio. Durante su reinado, el bajo Egipto, en el cual abundaban extraor-

ella

dinariamente los semitas, cayó bajo

el

dominio de

los

Hyksos, que impelidos por

los

pueblos

procedentes del interior del Asia, destruyeron los reductos y las guarniciones que tenian á su cuidado vigilar las fronteras del imperio faraónico y acaso fueron recibidos como libertadores

por las gentes de

la

misma

raza que habitaban en las comarcas de la Delta,

á caballo: con anterioridad á obras monumentales

la

en cambio es por toda manera prodigioso

:

\ mieron á

el

número de

lo& corceles

pura raza que se contemplan en aquellos que fueron erigidos con posterioridad á de su expulsión. En Beni— Hassan existen muchas tumbas que se distinguen por extraordinaria, hasta

el

pié

y

época de su aparición, no se habia visto caballo alguno en las

punto de ser sorprendente, de los animales en

ella

de

la

época

la

masa

representados,

inútil buscar en las mismas un solo caballo. Éste es el amigo del soldado, época á que nos referimos, todo respira paz; cuanto conocemos relati\ amente á armas, está poco menos que completamente desprovisto de importancia. En el mero hecho de haberse considerado cosa verdaderamente extraordinaria el haber puesto en pié de guerra

v

sin

v en

embargo, seria la

cuatrocientos hombres, se comprenderá que no se conocía

más aún, nomos, y

la

el

el espíritu

belicoso en el país:

hay

y religiosa que tenia divididos y caracterizaba cada uno de los poderío de los príncipes de cada provincia, eran obstáculo poderosísimo para

autonomía

política


EL EGIPTO SUPERIOR

200

que

los faraones levantaran

un

ejército

formado de regiones

diferentes

de

las

su

imperio. Así se explica que la

mano

del

hombre

del

pueblo se encalleciera, no

empuñando

la

lanza,

sino

guiando

carreta ó

ma-

la

LAVANDERAS. TEJEDORAS É HILANDERAS CON SUS VIGILANTES

nejando los útiles y enseres de su oficio. No se vaya á creer, sin embargo, que no fuesen conocidas en dicha época las artes de la guerra: existia

un

de militares cobardes.

Con todo

en Beni-Hassan encontramos soldados,

ejército egipcio, y

un asedio de una pequeña ciudad,

instrumentos bélicos y hasta

la fabricación de

esto,

el castigo

escenas relativas á la faenas agrícolas son diez

las

veces

más numerosas. El sembrador sigue

al

labrador

que guia su yunta, y la semilla se entierra bajo suelo humedecido por el

agua de

como

el

inundación, no

la

Herodoto

dice

por

medio de cerdos, sino valiéndose de rebaños de cabras.

Llegado

la siega, la

el

tiempo de

espiga se separa

del tallo por

medio de

la

hoz

y el lino es arrancado. Los bueyes trillan el grano, la DECORACION DEL MURO DE UN SEPULCRO

cosecha bendecida del año se

guarda en

las

trojes,

por los

es registrada

pleados de la

y

em-

administra-

mismo modo que producto de los numero-

ción, del el

sos rebaños.

Cada uno de

los escribientes se halla re-

presentado con

el

¡1

punzón y

lllüllllíllltllllllílllilllll

la

hoja de papiro.

época alguna tigo

No

existe

y son tesde ello los escritos que á

1 ¡II

1 11

ImlillllllillMl

1 1

i

lililí

l

DECORACION DEL MURO DE UN SEPULCRO

la

misma

pertenecen,

y que se han conservado hasta nuestros dias, de una decoración del muro de un sepulcro

manera maravillosa, en

los papiros

más

antiguos que


EL EGIPTO SUPEEIOK se conocen,

mayor

— no

habilidad.

existe época alguna en

Junto á

que se manejara

la

magnates existían jardines en que

las casas de los

árboles frutales ya aislados ya en espaldera: las

madera y pintadas de

201

pluma con más destreza y se cultivaban los

mismas casas construidas de

ladrillos

y

colores brillantes, con galerías y almacenes, encerraban habitaciones

espléndidas, adornadas con muebles, vasos y otros objetos, de trabajo y hechura exquisitos. Los perros, desde el lebrel enjuto y rabilargo, hasta el pachón patizambo y rechoncho, lo

mismo que los gatos, se consideran verdaderos amigos de la familia: vense también monos que sirven de diversión, y enanos que hacen oficio de bufones. En la cocina se mata, se asa y se cuece. Los mayordomos deben ejercer su vigilancia sobro numerosos dependientes, porque

como en

otro tiempo los

vasallos al

los señores del

nomo

de

Mah,

nobles de Memphis, tienen muchísimos

destinados

desempeño de

dife-

rentes menesteres y

Carpinteros

oficios.

y constructores de buques derriban y labran

árboles

los

más robustos

:

aquí

podemos contemplar al

ebanista,

al

allí

constructor de carros,

más

allá al

es-

cultor, al picapedrero

,

pintor

al

ó

iluminador ocupados

en

sus

tareas, DECORACION PINTADA SOBRE EL MURO DE UN SEPULCRO EN SAHARA

de su

oficio

,

respectivas

en tanto que

-n el ladrillero

amasa

PILASTRA ESCULPIDA DEL TEMPLO DE KARNAK

el

barro con la planta de sus piés,

el alfarero

atiende á los productos

procurando que resulten elegantemente torneados y cocidos á conciencia, y

el

vidriero sopla, valiéndose de la caña, los frágiles frascos y redomillas á mil usos distintos

destinados.

El curtidor y el zapatero trabajan en sus respectivos oficios y las criadas no se tareas, que desempeñan en el interior de los aposentos destinados á las

duermen en sus

mujeres, vigiladas como están por hombres cuya obesidad denuncia que pertenecen á

la clase

de los eunucos.

En

los trajes de los inmigrantes semitas de

que ántes hemos hablado, pueden observarse

elegantes motivos de ornamentación; pero los egipcios no son inferiores á los asiáticos en lo

que se

refiere á las artes del tejido

EGIPTO,

TOMO

II.

y de

la tintorería.

Ya

en los cuadros primitivos de r.

T


202

EL EGIPTO SUPERIOR

-

Meidom

se encuentran tejidos variados, de colores

pié para

suponer que

el arte,

y motivos encantadores, y esto nos da

atribuido por Plinio á los egipcios, de sumergir en ciertos

líquidos estofas, lisas en apariencia, apareciendo cubiertas de adornos

sacaba de

remotísima.

maestros en

el

ménos para sostener que desde

y dibujos cuando se

las

del Nilo desde esa época

los

primeros tiempos de su civilización fueron

y confirma al par la opinión de Samper, relativa a que el trabajar las primeras materias de sus artes respectivas, sin más

arte de tejer,

el alfarero, al

y

márgenes

El exámen de los adornos coloridos de que dejamos hecha mención, nos

autoriza por lo

tejedor

era ya conocido y practicado en las

ellos,

elementos que los procedimientos técnicos, lograron obtener formas, dibujos y figuras cuya

más fecunda

aplicación

é importante

debe verse en

el arte

Las cámaras

de la ornamentación.

sepulcrales, desnudas y desprovistas de toda decoración arquitectónica,

no tienen más adorno

en su techo y en sus paredes que los motivos que ofrecemos á la consideración del lector, podian indudablemente ser aplicados en la fabricación de tejidos: no se necesita

los cuales

más para convencernos del lápiz ó del pincel,

hasta la evidencia de que al trasportarlas sobre

no se había tenido más mira que

la

de alcanzar

el

enlucido por medio de una sala

el efecto

cubierta de tapices, semejante á las que se encontraban

en todos

de

Como

los palacios del antiguo Oriente.

de tejer es indudablemente la arquitectura

,

puede

mucho más

muy

el

bien asegurarse que tales

ornamentaciones no han pasado desde estofas sino de éstas á aquellos.

el arte

antiguo que

las figuras corresponden regularmente,

muros á

los

Añádase á

lo dicho,

las

que

según todo parece

indicarlo, á la disposición de los hilos, y

comparándose

los dibujos primitivos de que estamos hablando, con los

motivos que ofrecen en sus artefactos nuestros industriales, se verá que los egipcios no tendrían

por qué sonrojarse de las

obras que

producian hace

más

de seis mil

años.

Considérense también los adornos campaniformes esculpidos en las pilastras del templo de

Karnak y

la pintura,

mucho más antigua

sin

duda alguna, que hemos reproducido en

y podremos convencernos, por vista de ojos, de que la ornamentación inventada tejedor y la empleada por el pintor, han sido motivo de inspiración para el escultor y el

otro sitio,

por

el

arquitecto que la

han trasladado á

las pilastras.

Antonio Springer ha llamado á

los

motivos

de ornamentación los verdaderos incunables del arte; y añade que éste no ha resultado de la lucha por la existencia, sino de la satisfacion que se experimenta en el mero hecho de vivir.

Por

lo

que á nosotros

toca,

podemos asegurar que nunca, como durante nuestra

cámaras funerarias de Beni-Hassan, hemos comprendido

la

encierra. Todo, todo revela en dichas construcciones á los

muertos consagradas,

turanza,

el

bienestar, la calma

visita á las

verdad que en tales palabras se la

bienaven-

dulcísima que se gozaban en los tiempos en que fueron

labradas esas tumbas cuidadosamente coloridas, y cuya antigüedad se remonta á aquella época en que la arquitectura creó uno de sus más importantes elementos: la columna


203

EL EGIPTO SUPERIOR debidamente proporcionada. ¿Se quiere una prueba de

lo

que venimos diciendo, respecto de

reproducidos estos envidiables paz y bienestar? Pues fíjese la mirada en los diferentes asuntos en dichas cámaras. La magnitud de las uvas que, lanzando al aire alegres cantos, separa el

viñador de las pomposas cepas que crecen en ringleras apretadas, revela

la riqueza

y

la

uva, y prensada ésta, y llenas las tinajas, se colocan en los graneros debidamente aereados, pues las bodegas son

abundancia. El mosto sale copioso debajo los pies del que pisa

demasiado calientes en Egipto. Acompaña

la

la

voz de los cantores

el

son del arpa y

de la

el

ñauta, en tanto que los presentes, cual pudiéramos hacerlo nosotros mismos, acompañan la

música batiendo

las

manos

á compás.

La juventud

la

danza

desarrolla sus fuerzas por

medio

se entrega al placer

de

VALLE DE SPEOS ARTEMIDOS

ejecutada según todas las reglas del arte.

La

gente

moza

de juegos atléticos y de destreza y habilidad, y nos es dado contemplar á las gentes de aquellas remotas edades, ocupándose en esos que hoy llamamos ejercicios malabares, con tanta perfección

como

el

más

diestro de los

la gallina ciega, todos los juegos

clowns de nuestros

circos.

Las damas,

vemos reproducidos en esas paredes, con

la

morra,

tanta profusión,

que Minutoli ha podido formar con los mismos una obra especial, y cual si esto no bastara dicha, propia de los tiempos de la edad de oro, las giras

aún para demostrar esa plácida

campestres, y las alegres partidas de caza y pesca, acaban de demostrar la regocijada alegría que se gozaba en las márgenes del Xilo. Acaso podría suponerse que esta ventura la disfrutaban únicamente los potentados y magnates que ocuparon

un

dia estos sepulcros;

mas


)

EL EGIPTO SUPERIOR

204

áun cuando

principalmente la sentían, alcanzábales también á las clases ménos acomose desprende de las al interés que por ellas se tomaban los señores. Así

ellos

dadas, merced

numerosas inscripciones en que éstos se alaban de haber practicado los deberes de la humanidad. El venerable Ameni, á quien pertenece la primera de las tumbas que hemos el afecto de toda la visitado, dice de sí mismo que fué un señor bondadoso y que mereció ciudad: que á nadie hizo daño ni siquiera al hijo de un hombre de la plebe: que no había despojado al desvalido, ni tomado sus dependientes á un pobre diablo,

la viuda, ni

oprimido á

un señor de

cinco manos, para emplearlos en trabajos públicos: que en su tiempo

hombre alguno desgraciado, pues no

se

acaso ésta se dejó sentir, cultivó todas las tierras del

y del Sur

no hubo

experimentaron los suplicios del hambre, y

nomo

Mah

de

por

si

hasta sus límites del Norte

Nilo y el desierto constituían los límites por el Este y el Oeste): que dió frutos á los habitantes y les proporcionó alimentos, de manera que no hubo uno solo que experimentara los rigores del

(el

fse-anch

hambre, hasta la

el

punto de que

viuda no pudo echar de ménos

la falta

de su difunto marido,

pues no hubo distinción para hacer los repartos entre rico y pobre, poderoso y desvalido.

Dar de comer

al

hambriento,

dar de beber al sediento, vestir al

desnudo, constituyen

xima cia.

la

má-

principal de la moral egip-

Ésta se encuentra reprodu-

cida incesantemente, y según parece, en la época á que nos referimos, no se contentaban con predicarla, sino que la practicaban sin cesar.

En

las

tumbas de Beni-Hassan no vemos nada, ó por

refiera á la muerte; pero

en cambio podemos

asistir

entierros y á la conducción del cadáver hácia la

de que nos ocuparemos

más

como

tumba de

lo

ménos

existe

testigos á las

Osiris,

muy

poco que se

ceremonias de los

en Abydos. Asunto es éste

adelante.

En ambas orillas del Nilo se encuentran numerosos sepulcros abiertos en la calcárea de la No pretendemos que el lector nos acompañe en semejante visita: pues sabemos por

montaña.

experiencia, que las repeticiones acaban por causar fastidio, y que sólo

el

estudioso puede

encontrar nuevos elementos para sus observaciones, en lo que á primera vista no son

que reproducciones de

lo

ya conocido.

Cuanto más se

fija

más

en los detalles, mejores resultados

alcanza respecto de los fines que se propuso obtener: su misión se reduce á hacer prove-

chosas las enseñanzas que ha adquirido, examinando, á veces sin resultado positivo, uno

y otro documento: el lector es el que se aprovecha de tales resultados. Por nuestra parte no tenemos intento de ofrecerle una historia completa de la civilización egipcia:


EL preferimos, cual

si

EG-IPTO SUPERIOR

205

fuera uno de nuestros compañeros de viaje, enseñarle los

monumentos

en los lugares mismos en que se encuentran, y mostrarle la manera como el reino de después de una juventud tranquila y feliz, transcurrida en un aislamiento,

los faraones,

durante

el

cual bastóse á

mismo, y ocupado en

según nos revelan elocuentemente

las pinturas de

educación de sus facultades íntimas,

la

Memphis y

de Beni-Hassan, después de

algunos siglos de opresión, irguióse repentinamente cual resorte poderosísimo que se siente descargado del duro peso que

oprimía, y merced á una sacudida poderosa, alcanzó

le

fuerza indispensable para dejar sumidos en las

En Tanis hemos encontrado

sombras

demás imperios

á los

la

mundo.

del

á los descendientes de aquellos extranjeros que conquistaron

el

Egipto; en Tébas tendremos ocasión de admirar la época brillante de la historia faraónica:

al

presente continuaremos nuestro viaje hácia Siut-Lykopolis, donde se encuentran vivos

los recuerdos

contemporáneos de

los desgraciados príncipes,

Nilo se vió invadido por los Hyksos.

importantísimos los

monumentos

mismos cuando refiramos

para

ello al placer

Como tenemos un

sin detenernos ni

bajo los cuales

prisa para llegar,

el

valle

solo instante, reservándonos hablar de

de su fundador; siquiera tengamos que renunciar

la historia

que experimentaríamos, realizando con nuestros compañeros una excursión

á través del valle pintoresco que se abre á una hora de distancia de Beni-Hassan, en se encuentran las grutas consagradas á la diosa Pacht ó Sekhet.

con

nombre de «Pacht

el

la

ha trabado va relaciones con en que se

le

grande,

en

el

prestaba culto en

el

las

cuevas á

tiempo no pocas momias de gato.

ha

En

el

cual

este país es conocida

su templo de roca.» El lector visitado en Bubastis,

el

lugar

bajo Egipto, y contemplado las estatuas con cabeza de

Los griegos

nombre de Speos Artemidos

montaña y para

la

dama de Seth en

la

esta divinidad primitiva^

gata ó de leona, que la representan.

donde nació

del

pasamos delante de

le

dieron

el

nombre de Artemisa, de

ó gruta de Artemisa para

el

santuario abierto

próximas, en las cuales fueron halladas en otro

ella

En

,

época en que Champollion

la

visitó estos

lugares,

un verdadero cementerio de perros y gatos. Si adelantamos hácia el Sur, encontraremos esparcidos en uno de los más hermosos bosques de palmeras que puedan enconexistia

trarse en todo el Egipto, los insignificantes restos de la ciudad de Antinoe,

Adriano, sobre eligiera

el

el fiel bitinio,

desgracia el

erigir

en que se levantara

antigua Besa, y en

la

para sacrificarse en su obsequio su favorito

más

César

el

el

fundada por

punto mismo que

Un

hermoso Antinoo.

oráculo

César que estaba amenazado de experimentar una pérdida inmensa, y para que se realizara la predicción, y á fin de librar á su señor de una

había anunciado

que

sitio

al

intensa, se precipitó en

le llorara

el

amargamente: que

numerosas estatuas hasta bajo

la

Nilo. le

Teniendo esto en cuenta, no se extrañará

elevara á la categoría de héroe y que

forma de conocidas divinidades. Más

encontramos en El-Berslieh un sepulcro en

el

cual se halla

al

le

mandara

Sur todavía,

representada la traslación

de un coloso: nos proponemos hablar de ello cuando nos ocupemos en las estatuas gigantescas

de Tébas.

Junto á Tell

el

Amarna, nos embarcamos

de nuevo á bordo de la

dahabijeh, pero no sin haber visitado ántes los cimientos de edificios inmensos que el tiempo EGIPTO, TOMO II. ^2


EL EGIPTO SUPERIOR

206

ha barrido de

la

superficie

de la tierra.

Formaban

reformador Chu en-Aten (Amenophis IV), con

el

parte de la residencia del decidido

cual trabaremos

más

íntimas relaciones

en Karnak, y cuyos cortesanos se hicieron enterrar en sepulcros cubiertos de

más

curiosas y originales.

las pinturas



G

I

PT O

Cambista en EsnĂŠh


HASTA TÉBAS a dahabijeh hiende silenciosa riente

que se

la

rápida cor-

estrella contra sus costados.

en los tiempos de Herodoto, Norte hinchaba, durante del barquichuelo

como entonces

el

el

el

Ya

viento del

invierno, las velas

que remontaba

el rio, y hoy Aquilón, hasta mediados de

febrero,

empuja hácia

viajero.

Hasta Monfalut,

el

Sur

el

buque

del

territorio al cual el

Xilo ha arrebatado con frecuencia porcio-

nes considerables, hemos pasado

la

mavor

parte del tiempo sobre cubierta, ganosos de

contemplar

el

pintoresco

que sirviendo de límite en tanto que en patos silvestres.

huéspedes del

el

panorama que

al rio,

resulta de la proximidad de la cordillera arábiga,

ve bañado su pié por las aguas que por su lecho discurren,

seno de sus numerosas hendiduras da abrigo á las golondrinas y á los el invierno, retornan á su patria occidental los alados

Cuando terminado

valle del Xilo,

rompen

de los que regocijados entonan

el

el

majestuoso silencio del lugar, los gorjeos v graznidos

canto de despedida, que al precipitarse en raudo vuelo


HASTA TEBAS

208

contra los peñascos, y al desaparecer instantáneamente cual si se hubiesen anonadado, ó los hubiesen tragado las rocas, no parece sino que son vagos espíritus en forma de aves

y

paj arillos.

Hasta Siut pilotos y marineros deben estar incesantemente ojo alerta para no estrellarse

de los innumerables recodos

contra alguno del rio,

no existiendo en todo

mismo, desde

más

el

el

trayecto del

Cairo hasta la catarata, lugar

peligroso que éste, á consecuencia de lo

acantilado de las costas en

por Abu-Foda.

Un

el

punto conocido

arraez que sepa su obli-

gación jamás atravesará de noche un

como inconstantes y sé despiertan de improviso.

este, en

que

las brisas

Nuestro capitán Hussein nos

sitio

son por demás

referia la historia

de varias embarcaciones que se habian estrellado contra los peñascos de Abu-Foda, y entre ellas la

de

un arraez presuntuoso que habiendo apostado en Boulak que

doblaría sin incon-

veniente la peligrosa montaña, que pretendía conocer al dedillo, perdió todo cuanto tenia;

pues áun cuando su buque iba cargado de hierro, fué sorprendido por un verdadero remolino


HASTA TEBAS

210

al sitio temeroso y arrastrado por él fué á estrellarse contra la temible montaña. Completamente arruinado y sin más bienes que el bastón del pordiosero, volvió á su patria diciendo con lágrimas en los ojos: «Sólo ahora es cuando te conozco, montaña de Abu-

junto

Foda;» palabras que se conservan como expresión proverbial entre

La temerosa montaña

se inclina paulatinamente hácia

el

los

marineros del Nilo.

Sur: en dicho punto y poco ántes

de haber llegado á Monfalut, aldea insignificante, habitada por felahes, y situada cabe

abandonamos

la

practicada en la roca, en la cima de la colina desnuda: los felahes que nos ofrecieron el auxilio de sus

oscura caverna.

La

el rio,

Apénas desembarcados nos detuvimos delante de una abertura

dahabijeh.

manos, y con semejante ayuda descendimos

respiración se hacia

muy

difícil

acompañaban nos de una

al interior

en su interior, pues

el aire se

fuertemente impregnado de un intenso olor á pez y resina; los aposentos de

hallaba

misma eran

la

sofocantes, polvorientos y poco ventilados: las antorchas des-

pedían una luz amortiguada y vacilante y

el pié

tropezaba en

cuerpos extraños.

Nos hallábamos en

la célebre

catacumba de

los cocodrilos

Estábamos como sumergidos en un monton de

de Maabde.

inmundicias, de esqueletos de animales, de osamentas, fajas de

momias hechas pedazos, de fragmentos

de pez.

reconocíamos los desmesurados cuerpos de cocodrilos balsamados;

allí

momias humanas; más

allá

em-

pedazos de oro

que nuestro pié acababa de poner

brillante aún,

de

Aquí

al

descubierto

en medio del polvo en que yacía enterrado, y contra el cual, en distintas direcciones, reflejábase la luz de nuestras antorchas. COCODRILO COLGADO SOBRE LA PUERTA DE UNA CASA

biertos de

¿Nos encontrábamos acaso en

la

caverna de un mago,

cuyos tesoros estaban confiados á monstruos espantables?

Inclinémonos

,

y pudimos descubrir numerosos cráneos cuegipcios que se

una capa de oro nada tenue, y brazos y piernas de antiguos

hicieron enterrar en la caverna de los cocodrilos sabe Dios por qué. ¿Han sido acaso dichas momias sepultadas por sus descendientes en esta caverna de difícil acceso, y rodeada de un terror religioso, con ánimo de ponerlas á cubierto de toda profanación en tiempos borras-

cosos y difíciles? El animal consagrado á Seth-Typhon ¿habia merecido un culto particular,

había sido alimentado cuidadosamente en vida, y sepultado sin reparar en gastos, después de muerto, en esta mansión de los vientos peligrosos? Como cuanto existe en la naturaleza de repulsivo y destructor, pertenecen á

Typhon

la aridez

y

la

tempestad, y sabemos que en

varias comarcas de Egipto se tributaban los honores debidos á los animales sagrados, al

saurio voraz y gigantesco. Al presente apénas si se encuentra un cocodrilo en las cercanías de esta caverna; mas no hace mucho tiempo podían contemplarse algunos de dichos animales al pié

de Abu-Foda.

Los buques de vapor

no obstante, en 18/1, sin

ir

más

lejos, el

los

empujan paulatinamente hácia

el

Sur; pero esto

conde de Ducie cogió en estos mismos lugares uno


HASTA TEBAS de ellos, que

no medía ménos de

catorce piés.

Muchos de

211 los

innumerables cocodrilos que

sacian enteizados en estas cámaras, han sido transportados al Cairo para ser vendidos á los euiopeos, ó colgados sobre la puerta de las casas á manera de talismán. La sima de Maabde enciena acaso toda\ ía más de un tesoro de los tiempos antiguos: ello es que el primero que, venciendo los incom ementes que la visita ofrece, penetró en sus vastos aposentos, el cónsul de Inglaterra Harris, encontró en ella un fragmento de Homero escrito sobre papiro. Remontando siempre hácia el Sur, encontramos los primeros individuos de una nueva especie de

árboles,

primeramente aislados, después más numerosos,

íbamos aproximando

á

la catarata: la

palmera

Dum, Hyphaena

al

paso que nos

Thebaica, cuyo dominio

DATILERA Y PALMERA DUM

propio empieza cerca de Kene.

Así como

el

tronco de la datilera termina con un penacho

único, pero espléndido, formado de hojas elegantemente encorvadas, bajo las cuales se desen-

vuelven en grandes racimos las flores y los frutos, el tronco de la palmera dum, sin alcanzar en tiempo alguno más que mediana elevación, se divide en ramas adornadas de hojas en forma de abanico y cargadas de nueces que adquieren el tamaño de un huevo de pato. Dicho árbol es sumamente útil, pues de él puede decirse con toda exactitud que no tiene desperdicio: la madera se emplea para obras de ebanistería; la almendra que encierra el fruto se

puede comer, pues es

muy

sabrosa, teniendo

el gusto de una pasta azucarada; las cáscaras de para la fabricación de botones y otros objetos análogos; las hojas las emplean los felahes para cubrir el techo de sus chozas, y la corteza que se

la

nuez se emplean por

los torneros


HASTA TEBAS

9 12

desprende del tronco es hacerse.

hasta

el

muv

La zona de dicho

estimada por las muchos aplicaciones que de

árbol se extiende hacia

el

Sur más

allá

pueden

ello

de las íionteias del Egipto

centro del África ecuatorial, donde crece en abundancia, formando bosques inmensos.

Alas ya se distinguen sobre la orilla occidental del Nilo los alminares de la populosa Siut, en la cual

empieza

el Sa’id

propiamente dicho ó

alto

Egipto, y detrás de ellos los

últimos contrafuertes de la

cadena trar

líbica.

Antes de pene-

en el-Homra, que es

puerto de Siut,

el

Nilo se

el

retuerce en curvas tan gra-

que

ciosas y pronunciadas,

unas veces se cree tener á izquierda

la

la

misma montaña

que poco antes se ha distinguido á

la

derecha.

Hénos

llegados al término del viaje

que nos propusimos

realizar.

Desembarcamos entre dos buques de vapor, en medio de

numerosas lanchas, delante de

un

j

ardin plantado de pal-

meras:

rechazamos

de

los

costados de la dahabijeh los

vendedores de pipas, de jas

que

tina-

v de objetos de cerámica se

fabrican

aquí

con

suma,

según

los

habilidad

modelos más acabados: ca-

balgamos sobre

los

mejores

asnos dispuestos para conducir á los extranjeros, y de-

jando á

gobierno, nos dirigimos hácia la ciudad á lo largo de

sicómoros.

la

espalda los gran-

des edificios erigidos por

patio de u.na casa en siut

el

un camino sombreado por frondoso»

El bazar es largo y ricamente dispuesto: la gente pulula en él, pues estamos en Siut, y esta circunstancia ha atraido á los campesinos que

domingo, dia de mercado en

acuden en busca de provisiones á esta ciudad, que no cuenta menos de treinta mil almas. cabe desconocer que

pero quien conoce

lo

el

No

europeo tiene no poco que estudiar en esta abigarrada muchedumbre?

más, conoce

lo

menos, y

la

animación de

las calles del Cairo está tan


i

HASTA TEBAS

214

en nuestro, memoria, que no sobemos fijar lo otencion en lo& ciudadanos, los lobiie penetremos en el interior de sus gos, los beduinos y los vendedores que nos inviton poro que diminutos tiendas. en los euoles podemos encontror variedad inmenso de objetos lindísimos, v víx ciún

especiolmente bordodos sobre

tofilete

y terciopelo fobricodos en

lo poblocion.

Poi nuestro

porte sólo lo "rom os apartarnos de lo tentocion fijondonos en los nue\os construcciones que

nuestros miradas, y en ciertos patios de amplitud y riqueza sorprendentes, sobre comparan con la miserable fachada de ladrillos que tiene en la calle la

otroen

todo cuando se

casa de que forman parte. Penetramos en un baño de buena apariencia con el objeto de hacernos refrigerar á fuerza de malos tratamientos, como es de cajón en tales edificios; seguimos un entierro que llena toda la calle, y salimos con él de la ciudad para isitar el

cementerio árabe, perfectamente cuidado y lleno materialmente de graciosas cúpulas, y después de él las antiguas sepulturas de la cadena líbica. Procuramos moderar el ágil paso

de nuestra cabalgadura, y ya en el campo, y hallándonos en un espacioso camino, cuidamos de mantenernos junto al fúnebre acompañamiento; pues la verdad es que en cuanto hemos

en todos los países orientales, no recordamos haber oido más tiernas y dulces lamenta-

visto

ciones, ni voces de bajo

más

llenas

Al cabo nos hemos separado

y profundas.

del cortejo

necrópolis á los habitantes de la pagana Siut.

que

tal

es,

ó Saiut,

la

la

ciudad que acabamos de dejar, y en

é insignificantes restos

encuentran miserables

pueda caber

nombre de

el

y empezado á trepar á la colina que sirve de Hace más de cuatro mil años existia una Siut,

duda más

por las inscripciones de las grutas á que nos

insignificante,

dirigimos, que datan de los de la décimatercia dinastía.

Cuando fueron

calcárea, poco tiempo después de la caída de los faraones

nomos, para quienes fueron dispuestos ciudades

más importantes

disponemos á

visitar,

del imperio;

la cual sólo se

Sábese esto, sin que

de los tiempos antiguos.

los sepulcros de

mas según

lo

que servían

abiertas en la roca los

gobiernos de los

Beni-Hassan, Siut era una de

fueron labradas poco tiempo ántes de que se iniciara su rápida ruina.

El plan es majestuoso, espléndido; pero no hay una sola cuya construcción pase de de

lo

que debió

ser.

las

que se consigna en esas criptas que nos

la

mitad

Superficies admirablemente pulimentadas y cubiertas de inscripciones

cinceladas cuidadosamente, hállanse interrumpidas por numerosas lagunas constituidas por la

el techo y paredes. Los nichos ú hornacinas destinados á las hace ya y á los objetos que se presentaban en calidad de ofrenda, tiempo fueron saqueados, habiendo posteriormente padecido no poco durante la

roca virgen que forma

momias, á

mucho

las estatuas,

dominación de los mamelucos. Al realizarse

la invasión

de los Hyksos, los magnates huyeron

hácia el Sur, siguiendo á los príncipes de la décimacuarta dinastía, habiéndoles impedido los cuidados personales

que atendieran á

la

terminación de los sepulcros destinados á guardar

sus padres y los suyos propios. Los árabes han dado nombres particulares á estas sepulturas: á la mayor la distinguen bajo el nombre de Establo de Antar; la que

los restos de

sigue inmediatamente á la

de

la

leyenda árabe;

el

misma

se llama el

que venció á

los

Baño. Antar es

el

héroes y á los genios:

Sigefredo ó el Rolando si

los egipcios

contem-


HASTA TEBAS

215

poráneos pi’efieren á sus aventuras los cantos de Abu-Zeid, en cambio los escuchan con

mayor placer que las historias de las Mil y una noches. Nada más sorprendente que el panorama que se disfruta desde cementerio árabe;

el

la

entrada de dichas grutas:

ciudad con sus numerosos alminares; los campos perfectamente labra-

la

dos y fertilizados, merced á un sistema de riego

muy

bien entendido; y por último

ofreciendo en una de sus orillas la cordillera líbica y la arábiga en la opuesta.

encuentra junto

al

camino interesantes

petrificaciones: el arqueólogo

el

Xilo,

El geólogo

innumerables grutas,

grandes y pequeñas, excavadas en la piedra por la mano del hombre: aquí inscripciones; allí restos de animales embalsamados, especialmente de perros y chacales. Y no es extraño,

porque Siut era

ciudad del Anubis,

la

gibado el canis niloticus,

el

que abría

los

caminos

celestes,

á quien estaba consa—

cuya cabeza brillaba también sobre los hombros de

griegos confundieron con

el

la divinidad.

Los

lobo á ese vigilante de las tumbas, y de aquí que dieran á Siut el

nombre de Lykonpolis, ciudad de

la

los

lobos.

Sea como quiera, cúmplenos dejar consignado

que se han encontrado en estos sitios huesos de lobos momificados, existiendo

aún

en Egipto

cuatro especies de perros salvajes, entre los les

cua-

puede reconocerse

lobo, bien

ño más pequeño que nuestro. al

el

que de tamaLOBO EGIPCIO

El naturalista

le

da

el

nombre de

canis lupáster; el felah le llama dib, siendo éste,

parecer, el animal que fué realmente honrado en Lykonpolis, que se halla representado

en Beni-Hassan. El canis aureus es el

(DIB)

el

canis niloticus es

la especie del chacal

una variedad de nuestra zorra, que

que se encuentra en todo

el

Oriente;

se distingue de ella por el pelaje

más

y por las orejas más largas, pero no por su tamaño y demás circunstancias exteriores, si hemos de juzgar por las representaciones que de ella se encuentran en los monumentos anticlaro

guos, especialmente

el

que nos

canis zerda,, es la mitad

más

largas.

En

la ofrece

uncida á

más pequeño que

la

barca del Sol. El fenek de los árabes,

el anterior,

estas colinas, cubiertas de sepulcros, se

pero á proporción tiene las orejas

han encontrado también esqueletos

de perros domésticos. Si

penetramos más adelante en

las gargantas de la

cadena

líbica,

podremos notar varias

cavernas en las cuales se encuentran símbolos cristianos y diminutas inscripciones coptas. Estas cavernas sirvieron de habitación á los anacoretas que por medio del aislamiento se sustrajeron al ruido y á las tentaciones del

mundo, de

las cuales

Rufino y Paladio nos refieren


HASTA TEBAS

216

numerosas historias más romancescas que por uno de los

más espléndidamente

vaticinar lo futuro:

Volvamos á •

dice, predijo á

según se

la ciudad.

verídicas.

dotados de

Juan

Ermitaño de Lykonpolis, pasa

el

de suerte que tenia

la gracia,

Teodosio

Por más que nos empeñemos en descubrir

Lykonpolis, donde 205 años después de Jesucristo vió la luz neoplatónicos, Ploíino, sólo encontraremos trucción de griegos, sitio,

el

los restos de la antigua

más grande de los mármol empleado en

el

un fragmento de

una casa moderna, ó algunas columnas que, habiendo formado parte de

se

han

utilizado

un viernes por

cierto,

mezquita principal.

para

la

á

hora de

la

elevando los brazos con ardiente

la

don de

que alcanzó en Aquilea (394).

la victoria

filósofos la

cons-

edificios

Hace pocos años vimos en

este

oración del medio dia, varias figuras extrañas

y delante de uno de los cafés pudimos escuchar á un más europeo que. nuestra humilde persona.

fe,

narrador público, entre cuyo auditorio no había

mucho mayor

Al presente es

el

número

de occidentales, gracias á que, hace algún tiempo,

el

SIUT

camino de hierro

llega hasta Siut.

Difícil es

consignar

si

logrará reanimar

el

decadente

comercio y la industria, sobre todo, de una población cuyas famosas fábricas de damascos y tapicerías hace mucho tiempo están completamente arruinadas. De todos modos, en adelante,

como en

los

de las activo,

tiempos pasados, Siut servirá de depósito para

las

mercancías procedentes del

de Darfur y de Kordofan y en cuanto á Rumela que es el punto de parada caravanas que vienen del Sur, continuará siendo el centro de un comercio por demás

desierto líbico

,

,

,

en tanto no se prolongue

la vía

férrea.

Siut es, después de

agradable de cuantas se levantan en las márgenes del Vilo; suciedad que en otro tiempo

manchaba sus Un

dia solo

y una

calles, se sola

Kene,

mas cuando

comprende que Ibn-Said

nocbe

Permancí en la célebre Siut; Y sin embargo, señor, tan leve instante Pesa en mi alma más que luenga vida.

la

ciudad

más

se ha visto la dijera:


HASTA TEBAS

218

El cónsul á quien visitamos, nos acompañó hasta dejarnos en de la

suma

dahabijeh, y nos habló

la

considerable que reditúan los bosques de palmeras y las tierras y jardines que

ciudad; creímosle, siquiera nos dejara sorprendidos

rodean

la

la renta

que producen en este país

los

campos bien

Poco tiempo después de haber dejado fué indispensable cargar la vela,

el

la

noticia,

pues sabemos

cultivados.

puerto de el-Homrci cesó

el

viento, de

manera que

no quedando á los marineros más remedio que entregarse

á la penosa tarea de halar la embarcación en sentido opuesto

á,

la corriente.

Desembar-

camos, y con tal motivo fijémonos más detenidamente en la fresca y abundante vegetación que cubre el suelo en toda la extensión que alcanza la mirada; en la lozanía de las mieses; en

la

habilidad

de los felahes que se ocupan en las norias de arcaduces; en

la

manera

2\OREG

cómo están dispuestos

los

riegos y los trabajos hidráulicos en las fincas de los grandes

propietarios; en el risueño aspecto de las aldeas, que desde lejos podrían tomarse por grandes

palomares, ó por templos adornados de torres cuadradas como las que veremos en Tebas,

nombre de Ciudad de las cien puertas. Xos hallábamos en los primeros dias de diciembre y

á las cuales debió su

recolección del durrah,

el

más importante

palomas volaban en derredor de pasando como densas nubes

los

la

gente estaba ocupada en la

de los cereales del Egipto: numerosas bandadas de

palomares que dominan las habitaciones de los felahes,

al través

de la atmósfera iluminada por los rayos del sol, y dejándose caer sobre los campos para buscar en ellos su alimento en los granos que cubren el suelo. El felah las sostiene en número prodigioso para aprovechar la palomina como


HASTA TEBAS

ALDEA EX EL ALTO EGIPTO

219


)

HASTA TEBAS

220

abono para sus

tierras,

no obstante haberse calculado que gastan más de

producir en las circunstancias

lo

que podrian

favorables; pero es inútil demostrárselo al campesino, que

más

más que

aferrado á las antiguas prácticas, no sabe desprenderse de la rutina, por perjudicial para sus propios intereses.

Es

que

esto tan cierto

el felah

le

resulte

de nuestros dias, no

obstante los adelantos y el perfeccionamiento introducidos en las labores agrícolas y en los

instrumentos inventados para realizarlas

,

aún de

se vale

mismos aperos y de procedi-

los

mientos idénticos á los que empleaban sus predecesores de

extremo de no emplear las

las carretas

para

la

época faraónica, hasta

cargan á cuestas, ó cuando más los asnos ó los camellos. ¿Qué más? para

valen aún de la antiquísima máquina llamada noreg,

separa

el

grano de

demuestra que

los

un

existe en Egipto

como

machaca y tritura antiguos egipcios empleaban

la

el

transporte de las mieses, sino los hombres que se

el

espiga,

solo animal de esta especie

la paja.

los

la trilla se

cuyo herraje redondeado,

si

bien

Existe en Tébas un cuadro que

caballos en el arrastre; pero hoy

empleado en

el tiro:

no

todos sirven únicamente

bestias de carga.

La

expedición de Rohlfs á los oasis del desierto líbico encontróse en Siut en la época en

que nosotros estábamos visitando dicha ciudad, y merced á semejante circunstancia pudimos adquirir importantes noticias respecto de las plantas que se cultivan en esta región noticias ,

cuya exactitud es indubitable, pues son de que disfruta

ella

garantía los conocimientos y justa nombradía

botánico Ascherson.

el

Los campos de

cebada y trébol presentan el aspecto más agradable: nos hallamos época que los tallos comienzan á brotar del suelo, y su matiz, de un brillante color de esmeralda, produce un hermoso contraste con el tinte sombrío de los campos

precisamente en

trigo,

la

destinados al cultivo de la caña dulce, v del color oscuro de la tierra. '

se halla terminada; pero

La cosecha

del

durrah

«j

como además de

esto se cultivan en los

campos

la

adormidera, la

cebolla, las habichuelas

y la lenteja, y en los jardines y huertas el tomate, la berengena, el pimiento encarnado (colocasia antiquorum ), el anís, el cilantro, la albahaca, el cohombro (luffa cegiptiaca) y también el lino, el

tabaco, el suelo

cáñamo, el maíz, el altramuz, el azafra n, el índigo y el jamás se halla desnudo de vegetación. Añádase á esto que los alrededores de

Siut están llenos de árboles frutales que constituyen

el

adorno más preciado de

los espaciosos

caminos: en todas partes se ven datileras y palmeras dum, naranjos y limoneros cubiertos de aromáticas flores y de preciados frutos, y en los jardines principalmente, higueras, morales, ojiacantos ( nabak

y granados.

Al lado de

la

acacia,

naturalizada en

Egipto desde los

tiempos más remotos, á juzgar por los racimos de sus desmayadas flores que se hallan representados en los jeroglíficos, y por el nombre sunt, tomado del idioma antiguo, con que Q se encuentra la acacia Farnesiana, originaria de América, con sus flores

se la distingue

que despiden

el

su sombra con

1

perfume de la del

la violeta:

el

lebacli,

que hemos visto ya en

sicomoro, ménos espesa por

Acacia nilótica; en egipcio antiguo shuti.

lo

desmayado

del

la Delta,

ramaje.

confunde

G.

Rohlfs


HASTA TEBAS coloca este árbol en

ramas:

la

número de

el

verdad es que

dista

los

mucho

221

feos, á causa de la

de tener

la

exagerada separación de sus

distinguida elegancia de la elevada palmera.

En

esta época del año los

materialmente

cubiertos

de

campos están gentes

que,

entonando cantos de alegría, se entregan á las faenas agrícolas.

La

vista y el oido se

hallan igualmente solicitados por la

anima-

ción y la diversidad del espectáculo.

Dis-

tínguese entre los hombres

más de una cabeza característica: entre las mujeres y las jóvenes, que comunmente van sin velo, se descubre más de un rostro agraciado: pero aquí lo mismo que en el resto del valle, lo que más poderosamente llama la atención son los chicuelos las y muchachas, que, generalmente, en tanto no han llegado á mente en cueros, como que

las

La mayor

desear.

los cinco años,

andan completa-

y traviesos. No son tan graciosos los niños de teta madres suelen llevar en hombros, y que, en punto á limpieza, dejan no poco que

en casa, en

ria, sino,

no

por

parte de las mujeres que trabajan en los

campos dejan sus pequeñuelos

aldea en que viven: cuando se atraviesan las desiertas calles en la época de

1a.

la recolección,

gatitos ligeros

es cosa extraordina-

el contrario,

por demás

como guardianes

frecuente, encontrar

de las viviendas algunos perros gru-

ñones que no sólo atienden á cienda de sus

la

ha-

dueños, sino también

á los pequeñuelos abandonados en las

Tenemos

cunas.

en

el

de

un ejemplo

ello

asunto en que se ha inspirado

el

pintor Gentz para uno de sus dibujos, del cual

ofrecemos una reproducción

á nuestros lectores.

Nosotros mismos

nos hemos encontrado en con un

mamoncillo

un girón de

un campo, á

la

cierta ocasión

colocado

tapicería,

sobre

en mitad de

sombra de un haz de

más

durrah y sin perro.

,

guardián que un

Segura estaba

la

madre de

la

tierna criatura, de que pasara junto á la

misma una

sola

madre

Un

felah

,

sin

DONCELLA FELAH

totum retolutum de hombres, mujeres y niños, camellos y búfalos, asnos y perros, presta en semejante estación á los campos de Egipto un encanto pintoresco, que produce impresión por demás profunda en el ánimo del espectador. Diríase que en esta ofrecerle el seno.

EGIPTO,

TOMO

II.


HASTA TEBAS

222

región

hombre

el

hallan y la bestia se

muy

mucho más unidos que

entre nosotros:

el

trabajo que

segunda, y ante el espectáculo de los perros de aldea, con tiernos corderillos remendados, acude involunjugando pequeños, parecidos á lobos sin embargo, la verdad es recuerdo del paraíso perdido.

empieza aquél, termínalo

tariamente á la memoria

que no parece sino que

cabo

al

la

Y

el

el

hombre ha puesto todo su saber en hacer

insoportable para la

por la naturaleza. existencia este país extraordinariamente favorecido mismo nombre de Gau. La Pasamos delante de dos pequeñas poblaciones que llevan el antiguos, los de Antaeopolis la y su suntuoso templo, el-Kebir: es

uña

se

llama

Gau

la

Mayor,

que hace pocos años aún excitaba

la

admiración de los viajeros, se halla hoy reducido a un

PALMERAS Y SICOMOROS

pié del edificio, monton de escombros. En 1821 el rio arrastró lo poco que quedaba en eran preciado que palmera, de forma en capiteles con columnas, especialmente muchas de las Aníseos al egipcio ornamento de la sala hy postila. Los egipcios sustituyeron el nombre de

Hornub,

el

Horus de

oro,

el

Horus vencedor. El

se otro Gau, el del Oeste, el-Gharbije,

de Anteo, y ha _ido halla situado sobre la ribera líbica del Nilo, frente por frente de la ciudad

foimi una sangrienta tragedia. En 1865 estalló en dicho pueblo una insurrección suelen que desafuero» de séquito el todo dable, acompañada de latrocinios, depredaciones y un tal ser consecuencia natural de semejantes revueltas: al frente de la misma púsose teatro de

Achmed cuanto

lo

Tajjib.

en El gobierno envió tropas contra los rebeldes, redújoles á la obediencia y la más sangrienta represión, haciéndola extensiva

hubo conseguido, puso por obra


223

HASTA TEBAS

á los parientes y amigos de los culpables que fueron condenados por centenares á trabajos forzados cuando no pagaron con la vida su desmán. La descripción que de tan horribles escenas hace lady Duff Gordon hiere el alma, Se dice que Aehmed Tajjid fué decapitado; ,

pero los felahes están en

la

creencia de que vive

De aquí un verdadero á cual más romancescas y

ciclo

das,

peregrinas, en

un

Mesías

próximo

cuyo

y que

se puso

en salvo huyendo á

como

las cuales se habla del jefe desaparecido

de

,

de leyen-

Abisinia.

advenimiento

se espera.

Más

allá

Gau

del

preciso

fué

occidental,

halar de nuevo la embarcación contra

el

viento

y la corriente. Entre tanto recorríamos á pié el camino yendo de una á otra aldea con la

aprovechando cuantas

escopeta á la espalda,

ocasiones se nos ofrecían, que no eran pocas,

para derribar los patos silvestres que, confiados, se

bañaban en

las apacibles

aguas de un canal,

ó las tiernas tortolillas que se alejaban de nosotros volando de fué

otra palmera.

una á

carga

el

La

caza

apénas podía con

tan abundante que

la

marinero que nos acompañaba. Las

tórtolas que conservamos nosotros en el interior

de

abundan extraordinaria-

las pajareras,

mente en

estas comarcas, ostentando su negro

collarín sobre el delicado plumaje que las cubre.

Viajando cabe

el Nilo,

place

más

encontrarlas

acompañadas de sabrosas aceitunas, en uno de los apetitosos pasteles

fecciona nuestro

que tan hábilmente con-

morenillo cocinero.

Algo de

— sabe

caza,

— becada

muv

— bien cuando se está harto de mascar caí

,

alondras

,

patos

etc.

,

ñero, pollos y gallinas. En cuanto á buey es por lo difícil encontrarlo hasta en las grandes ciudades,

UN NIÑO FELAII CON SUS GUARDIaS DE CORPS

mismo que

los árabes,

en general

juzgan su carne malsana.

Después de una larga caminata á través de una comarca llana y por demás monótona, era casualmente llegamos á Sohag, una de las poblaciones importantes del alto Egipto: semanal, y nos dimos el placer de comprar nosotros el dia en que se celebraba el mercado

mismos nuestras venden

las

provisiones.

mujeres v

las

Lo que más llamó nuestra

muchachas

felahes: por los

atención fueron los pavos que

mayores no piden más que una cantidad


224

HASTA TEBAS

'<<

CABEZAS DE BEBELDES


HASTA TEBAS

225

equivalente á cinco ó seis pesetas: los pollos y pichones están baratísimos: en cuanto á la manteca nos fué ofrecida en porciones colocadas sobre hojas verdes, razón por la cual la

sometimos á un baño prolongado ántes de comerla. Si no nos hubiesen atraido poderosamente hácia

el

Sur

venerable Tébas, al salir de Sohag habríamos emprendido blanco y al Claustro rojo, situados en aquellas cercanías,

los grandiosos

el el

monumentos de

camino que conduce segundo algo más

al

la

Claustro

lejos, hácia el

el tipo

En un viaje anterior habíamos visitado las capillas, que constituyen indudablemente más antiguo de las basílicas cristianas del Egipto. Los coptos opinan, acaso con razón,

que

construcción de

Norte.

la

la del

Claustro blanco, que es la situada

más

hácia

el

Sur, remonta

SOHACí

Lo que más elocuentemente depone en favor de su remota antigüedad, es la ligera inclinación que ofrecen los muros exteriores, de piedra labrada, y el coronamiento, que, no obstante la ausencia del collarín entre el muro y el cimasio, recuerda perfectamente el al siglo v.

antiguo estilo egipcio.

En

el interior,

tres naves,

cuya techumbre plana se halla sostenida

por columnas, en su mayor parte de granito, una tribuna que avanza hácia coro cuvas partes se hallan admirablemente proporcionadas, constituyen edificio.

Esta basílica guarda

mucha semejanza con

la

;del

Claustro

el

el

rojo,

interior y un conjunto del

construida de

encuentran algunos capiteles de columnas de exquisita y prolija labor. El nombre de su fundador es Abu Bischai, maestro de Abu Schanuda, de

ladrillo sin

cocer,

en

la cual

quien se dice que construyó EGIPTO, TOMO II.

el

se

Claustro blanco.

Sin embargo, suspendida del ábside central 27


HASTA TEBAS

226

imágen de san Jorge aniquilando al dragón, y poi tanto hay motilo pata la» pei»e— suponer que los coptos, procediendo aquí como en otra* paite», en tiempo de puede verse

la

cuciones de los cristianos, bajo el

imperio de lo» sultane» mameluco», dieion á »u pation

el

nombre de algún famoso jeque árabe, para poner sus

iglesias á cubieito de lo» ataque»

islamitas.

Ed

el

día existe

un

y reducidos á ruinas

La tendencia

Maknzi.

antiguos, es por

demás

árbol de Matarijeh

cuando

ttran la

la

número de

el

donde descansó

Cairo, así

abandonado»

hallai»e

mas

de suerte que no solamente se dice del existente junto

5

la

Santísima A írgen lle\ando en sus biazos

huida á Egipto, sino que

Santa María en

y

fundación de los mismo» hasta lo» tiempos

á remontar la

general

claustros copto», con todo

parte de los ochenta y seis conventos de que nos habla

mayor

como

lo

propio se cuenta de la cripta de

del lugar

al

N1110 Jesú»,

el

la

en que se levanta Deir-el-Maragh,

iglesia al

de

Oeste de

CONVENTO ABANDONADO, CERCA DE ASSUAN

Monfalut.

En

este convento, rico al parecer, habitan

mismos remitió á Rohlfs un documento

aún quinientos monjes:

escrito en árabe

,

en

el

Familia permaneció en dicho lugar hasta la muerte de Herodes, y que construido en

el

Muchos son

el

prior de los

cual se consigna que la Sacra el

convento fue

siglo iv después de Jesucristo. los monasterios

que se alaban de tener por fundadores á

los

padres del

mo-

naquismo, Pablo de Tebaida y san Antonio, cuya Vida se atribuye á san Atanasio, pudiendo añadirse que los más rotundos en sus afirmaciones son los moradores de los dos conventos situados al Este de Beni-Suef, en el desierto arábigo, no léjos del mar Rojo. Especialmente el

de San Antonio, siquiera no cuente en

el

dia

más

allá de

cuarenta monjes, es

muy

notable,

todo, no y realmente parece que tiene títulos indubitables en apoyo de su antigüedad. Con como acontece en el Smaí obstante enseñar aquellos buenos padres en aquellas cercanías,

con

la

piedra donde, según se dice, se levantó

el

vellocino de oro,

la

gruta que sirvió de


HASTA TEBAS

VENDEDORA DE PAVOS


J,

HASTA TEBAS

228

morada

al

célebre anacoreta, es indudable que los primeros monasterios no fueron fundados

muchos

sino al cabo de

después de

siglos

la

muerte de Antonio. Por

Paulo, las investigaciones de la crítica han demostrado que

si

el

uno que

el

la lo

resistencia que,

como

pueden dichos conventos, que hace poco tiempo ha

otro,

minuciosamente

descrito

opuesto constantemente á

Schweinfurth

viajero

el

muchos

otros

que se refiere á

Sea como quiera,

leyenda, no puede decirse otro tanto respecto del terreno de la historia.

mismo

lo

puede ocupar un lugar en

completamente satisfechos de

estar

,

visitado y

de los situados en los confines del valle del Nilo,

la

han

poderosos ataques que contra los mismos se han dirigido, y No hay uno solo que no tenga su almenado muro, y

los

de los cuales han salido vencedores. formidable castillo

( kasr

rodeados de honda cava, en los cuales con frecuencia han debido

hacerse fuertes los ruhban, ó monjes coptos

señores intolerantes, movidos por

conventos situados en

el interior

el

*,

para rechazar los salteadores Blemmyes, ó

compuestas de gente levantisca, enviadas por

defenderse de las acometidas de bandas,

deseo de apoderarse de sus pacíficas viviendas.

del valle llevaron

tiempo, á principios del siglo v, en que

la

una existencia ménos

trabajosa.

Los

Hubo un

comarca que debemos recorrer, sobre

'todo

una población de monjes y anacoretas tan numerosa, que en Tabenua llegaron á reunirse hasta cincuenta mil. El número

entre Girge y KenefT, contaba con el dia

de Pentecostés, sólo

de monjes en todo

el

Egipto no bajaba de cien mil, de los cuales unos habitaban en ermitas

aisladas; otros en lauros

especie de calles formadas por celdas, ocupada cada

una por un

anacoreta; otros en monasterios, ó cenobios, es decir, en edificios de vastas dimensiones, en los

cuales

se

encerraban los que pre ferian vivir en comunidad. Habíalos también que

marchaban á

preferían la condición de remoboth, y éstos

ventura en grupos de dos ó

la

tres,

bien que llevando siempre la vida austera y llena de privaciones propia de los cenobitas. Del cenobitismo se 1ra dicho que es la última manifestación del espíritu egipcio de verdadero interés

para

mentos en

la historia del

mundo, y según parece,

las celdas de los penitentes del

que como no se hubiesen reanimado producido árboles estériles ó por

lo

al calor del

;

mas puede muy

sol del cristianismo,

ménos cargados de

de

bien asegurarse

fijo

sólo habrían

Convenimos en

frutos insípidos.

que se nos refiere de Paulo, de Antonio, de Hilario, de

que hay no poca exageración en

lo

los dos Macarios, de Arsenio,

Anrmon y

de

han encontrado sus primeros funda-

se

tiempo de Serapio

enemigo común, que cada uno sostenía en

de otros muchos, y que en la lucha contra fondo de su pecho, debe reconocerse algo de

el

alucinación del visionario, bastante de pretenciosa confianza en la propia fuerza y

de vanidad injustificada;

obedecían,

muy

mas no cabe desconocer

en armonía, por otra parte, con

tales sucesos se realizaban.

teniendo por único auxilio bates

1

En

,

puesta

el

la

singular raib.

Si

la

mente en

el

el

mucho

elevado de los sentimientos á que

mundo

de entonces, y la época en que

en esas naturalezas de hierro que,

necesidad y

la

lo

el

la

del mundo, y tremendos com-

léjos

dolor, se proponían sostener

felicidad eterna, sólo quieren verse fanáticos estúpidos; si se


,

HASTA TEBAS juzga asunto de burlas

el

229

acto llevado á cabo por Moisés el negro, que después de haberse

apoderado, según se cuenta, de

los salteadores

uno después de otro, porque repugnaba se gradúa de monoma-

que

le

atacaron, los condujo al claustro

á su corazón inferir daño á persona alguna;

si

niacos á esos cenobitas

acosados por horribles visiones, que se abrían

carnes á disciplina-

las

imponian gus-

zos, se

pesada carga

tosos la

de la castidad y de

la

humildad, y aceptaban, no sólo humildemente, sino

con júbilo cuantas

injurias se les dirigían,

recordando que más había sufrido por

Aquel cuya cruz taban;

ellos

osten-

se juzga, en

si

suma, que ese inmenso

movimiento monástico, es

pura y simplemente de una

manifestación

enfermedad que aquejaba al espíritu popular,

es imposible

com-

que

eran

prender

lo

esos intrépidos atletas,

que

nada

como no mio

esperaban

fuera

el

concedido

pre-

á

las

grandes fatigas y combates rudísimos sosteOIRGEH

nidos con fe ardiente inclina contra el enemigo de las almas. Nuestra época propende á rechazar, ó por lo menos se sentidos; á admitir como actualmente existente, aquello tan sólo que se halla al alcance de los

mas no

se olvide que da muestras patentes de desconocer completamente la historia,

que no sabe comprender que vivimos aún de ese

ha comunicado á

la ciencia

EGIPTO, TOMO

II.

durante

el

reflejo

de

dilatado período de la

lo

sobrenatural que

el

la Iglesia

Edad Media, y que no ó8

es por


HASTA TEBAS

230

que se nos alcanza,

cierto, á lo

ha venido

La

del Levante,

Palestina fué la

lo

ménos

bello

que se encierra en ese rayo de luz que nos

y del cual habla el proverbio cuando dice: A b Oriente lux. cuna y Alejandría la escuela del cristianismo, que en las grutas de

los

padres del yermo y en las celdas de los cenobios establecidos en el valle del Nilo vio transdice currir los dias de su juventud, tan fecunda en desvíos y exageraciones. «En Egipto.

»uno de

los

que más á fondo lian estudiado

» oscila incesantemente entre dos » sostenido » deber

luchas terribles,

extremos: escapado

consagrar su vida entera á la religión nueva

orden, pudo acometer

la

al

,

cuestión religiosa

la

fanatismo pagano, después de haber

egipcio no supo guardar medida alguna en

el

» hecho de sus antecesores los esclavos del

más de

época que nos ocupa,

la

la

reacción, y creyó

con un espíritu análogo

simbolismo.» Pacomio,

el

empresa de separar de sus moradas y de sus

que habia

al

primer fundador de familias, en

la

número de

mil, á los que se adhirieran á su doctrina, y someterlos sin inconveniente alguno á

y austeridades de su regla. Las primeras monjas se agruparon en derredor de su hermana. Hor, Anuph y Serapio fundaron órdenes análogas cabe las orillas del Nilo: la vida

los rigores

de los monjes consagrada á la salvación eterna, transcurrió ocupada en

más

el trabajo

rudo, y en la oración, completamente agena á la actividad del espíritu.

religioso convirtióse

en verdadera pasión, y ese pueblo,

el

más

manual

El sentimiento

paciente de cuantos existen,

respecto de las demasías de sus tiranos, mostróse pronto á la lucha y obstinado en la resistencia, en el instante

de su

fe.

No

egipcios que

mismo en que

se intentó tocar á

han logrado salvarse de

han conservado monofisitas. Hasta

la

las

ántes de comenzar

el oficio

divino.

existen en el imperio del jetife

la

solo siquiera de los artículos

tremenda conflagración suscitada por

mismas

,

En

el

Islam, se

letanías que durante el tiempo de las perse-

cuciones resonaban en alguno de estos retiros solitarios

los

uno

obstante la guerra incesante que de luengos siglos se les ha hecho, los

,

son cantadas aún por

la actualidad las

los sacerdotes

comunidades más numerosas que

se hallan concentradas entre Siut, que es donde

más abundan

templos grandiosos, y Tébas. Pronto se nos ofrecerá ocasión de penetrar, en Girge, en iglesia de San Jorge, á la cual debe la ciudad el nombre que lleva, y de asistir á la

comunión de nuestros correligionarios

egipcios.

Desembarcamos junto á una linda mezquita hará desaparecer algún

dia.

Como

edificada á orillas del Nilo , que la corriente

Girge está á mitad del camino entre

nuestros marineros quisieron hacer nueva provisión de pan.

Un

el

Cairo y Assuan,

cairota,

amigo nuestro,

nos envió un regalo y una carta de recomendación por medio de un copto empleado en mudirije.

Encontramos

al

copto instalado en

el

palacio

de

la

gobernación:

desde

la

las

ventanas de su habitación se disfruta del panorama del Nilo y de la cordillera arábiga, que en este punto ofrece formas y un perfil notables. El mudir ó gobernador de la provincia se

ha trasladado de Girge á Sohag, seguido de su dican, es

que durante su ausencia tienen por presidente

al

uekil.

decir, de todos sus consejeros,

Nuestro conocido

el

copto es

empleado, y dícenos que entre los asentistas y cobradores cuéntanse muchos compatriotas suyos. Amistosamente se ofrece á servirnos de guia, nos conduce al modesto bazar de la


HASTA TEBAS

232

población, y, atendiendo á nuestros deseos, nos lleva á

empezado

el oficio,

á los hombres.

atravesamos

el

la

kenise ó iglesia copta.

Las mujeres se hallan separadas

del resto de la

de una celosía, parecida á las de los mashrebijes, cerrando

MUJER

en

el

cual se ve

el

altar,

Como ha

vestíbulo y penetramos en la parte del edificio reservada

el

concurrencia por medio

hekel, ó scincta sancionan,

COPTA.

un muro cubierto de

tapices y cuadros,

entre los cuales se

distinguen las efigies de la Virgen y de San Jorge matando al dragón, de ejecución muy desgraciada, pero en cambio muy antiguas. La inmensa mayoría de los devotos que nos

rodean, ofrece un aspecto severo, un cuerpo bien proporcionado, un rostro loso que

el

de los árabes,

cutis

moreno y

traje de

colores oscuros.

En

ménos angusus turbantes


HASTA TEBAS

233

ralamente se distinguen otros colores que el negro y el azul. Si hubiese sido esta la vez puniera que hubiésemos penetrado en una kenise, habríanos indudablemente sorprendido prodigioso número de fieles que usaban muletas; pero sabíamos que los coptos, obligados á permanecer en pié durante las interminables funciones religiosas, emplean semejantes el

apoios para evitarse

que cada una de hizo

los inconvenientes de

las personas

una genuflexión

una

delante de las

Nuestro guia,

fatiga prolongada.

que penetraban en

el

templo, besó la

imágenes, v permaneció de

mano

pié, á

al igual

del sacerdote,

nuestro lado, en

medio de sus correligionarios que, por punto general, prestan poca atención á los himnos en lengua copta que entonan algunos sacerdotes y varios muchachos de coro, y que, como no sea en casos muy excepcionales, sólo son

gentes

de

comprendidos por en

iglesia:

asistentes

cambio

ocupan

se

las los

incesante-

mente en asuntos que nada tienen que ver con el lugar en que se hallan.

Hasta en

de las mujeres, observarse

departamento

el

en

el

más de un

cual

puede

rostro agra-

ciado, se charla ó se disputa en voz

tan

alta,

que pueden

distinguirse

perfectamente las palabras; y como en las conversaciones sobresalen los gritos de los chiquillos,

más

recurso

al

no

le

queda

sacerdote que meterse

en medio y restablecer el silencio. A todo esto comenzaban á cau-

sarnos envidia las muletas de nuestro la

vecino;

pues áun cuando

mezcla confusa de rumores, salINTERIOR DE UNA IGLESIA COPTA

modia y charla, unida al son de campanas movidas por medio de una rueda, con que

los coptos

habia empezado dos horas ántes de nuestra llegada

al

en pié cuando comenzaron

las

llaman á los oficios divinos,

templo, llevábamos ya una de estar

verdaderas ceremonias religiosas del

dia.

El sacerdote de

jerarquía superior, anciano de venerable aspecto, especie de hekel distinguido, comenzó

á circular entre los

fieles,

balanceando

cabeza de los que se hallaban .

más

al

el

incensario é imponiendo la diestra sobre la

alcance de su

mano

,

alcanzándonos á nosotros

semejante distinción. Debemos consignar que las únicas personas que ofrecian aspecto de verdadero recogimiento eran aquellas á las cuales alcanzó semejante favor, explica perfectamente, pues en realidad no existe cosa alguna EGIPTO, TOMO II.

más digna de

lo

que se

aprecio que 59


í

.

HASTA TEBAS

234 la

me

recuerdo

revuelve

que llevan impresa

consume

par

al

el

la

el

la

comunión, ceremonia que se

estómago.

En

cruz griega,

pan y

el

los fieles

de evitar la pérdida de la

efecto, en vez de hostia se

y

el

de un

“verificó

templo

el

modo cuyo

sólo

emplean unos panecillos

sacerdote, después de haberse lavado las manos,

vino, para lo cual moja aquél en éste, llevando después á la boca,

por medio de una cuchara,

una cucharada á

pesar de esto no hubo copio alguno que abandonara

A

bendición de un anciano.

mientras no se distribuyó

la

pasta resultante de la mezcla.

que se encuentran próximos

más

al

insignificante partícula de

De cuando en cuando

ofrece

hekel, después de lo cual y á fin

ambas

especies, vierte

agua en

el

limpia cuidadosamente, y apura á tragos esa bebida dudosa, que le ha servido al propio tiempo para lavarse las manos. Justo es consignar también que está sopa en vino cáliz, lo

puro, no es la única de las formas de la

Antes de que saliéramos de la cual se solicitó

la

misma

creencia que observa la cristiandad copta.

kenise se hizo una cuestación á favor de los pobres, para

que contribuyéramos, accediendo á

ello

gustosísimos, bien que sin tomar

parte en el banquete fraternal que puso término á la ceremonia, banquete que,

una significación muy importante en

tenia

donos en Luqsor asistimos á

él

los

como

se sabe,

primeros tiempos del cristianismo. Hallán-

vez, y pudimos observar á nuestros correligionarios, que después de haber comprado en las panaderías, con gran

una

1

!

.

algazara y no pocas disputas, pequeños panecillos tiernos, calientes todavía y cual habían salido del

^ -^.iéÉsIÉ /

f

t

i

devorábanlos

‘h!vi*#JiJvrwrá

horno.

Semejante costumbre da lugar á escenas

edificantes, y que hace

realizan, que suele ser

empeñan verdaderas dores.

conservado del cristianismo gran cosa

más

odiosas aún

el atrio

el

muy

poco

lugar en que se

de la iglesia, en

el

batallas entre vendedores y

cual se

compra-

Desgraciadamente esta comunidad cristiana no ha

más que

el

nombre. Siquiera sus miembros se sometan

concienzudamente á largos y austeros ayunos, y pasen en

la iglesia

mucho más tiempo que

íntima y sincera, razón por la cual no debe sorprender que Alto Egipto, principalmente, se haya logrado que entrara á formar parte de otras

los de otras sectas, carecen de fé

en

el

confesiones, cuanto existia de

que con

más

más

autorizado y distinguido entre los coptos. Entre éstas la

ha

sido la Sociedad de las misiones americanas de la Iglesia

éxito ha trabajado,

presbiteriana de los Estados Unidos: apénas

si

existe

una

sola población en todo el Said,

en que no haya conseguido conquistar cristianos monofisitas para

la confesión evangélica,

fundando además escuelas v formando comunidades. En Kus,

Sur de Kene, todos

al

los

mismo que su sacerdote, anciano venerable con el cual hemos tenido ocasión de entablar relaciones. La propaganda romana no se ha descuidado por su parte; mas no ha alcanzado grandes resultados. En Girge existe un convento antiguo, ocupado por algunos monjes que pertenecen á la Iglesia latina. En coptos se

han

alistado en las filas del protestantismo, lo

entre Kene y Tébas, además de las comunidades copta y evangélica, existe también una comunidad católica romana, que puede considerarse la más importante de

Xegade,


235

HASTA TEBAS

Y

todo el Egipto.

en

verdad que á su exis-

en dicho lugar

tencia

debemos una de

más

presas

las sor-

agradables

de nuestra vida, presa que

podremos pues,

el

sor-

difícilmente olvidar.

Es,

caso, que dicha

comunidad posee campanas

de

remitidas

meses

muy

timbre

sonoro que

le

de

hacia

han

sido

Europa:

que

no

habíamos tenido ocaprodusión de oir las voces del bronce llamando á la oración: júzguese, pues, del efecto que ciría

en nuestros oidos y de

la

emoción que experimentaría nuestro

al

ser,

escuchar

el

regocijado son de aquéllas, llegando de repente hasta nosotros á la hora del crepúsculo, precisamente la víspera de

Navidad.

Terminados

divinos

los

oficios

,

amigo

nuestro

nos

condujo á su casa á través de estrechas callejuelas, en las cuales pudimos contemplar más de una escena risible de la vida popular, y ya en ella nos convidó á comer. Las mujeres de la casa no tomaron parte en el banquete, en el cual , en lugar de vino

,

nos fué ofrecido un excelente aguar-

diente de dátiles, con el cual se regalan, acaso

que conviniera, nuestros correligionarios de Nilo.

En

la

mesa de

los coptos ricos,

—y

más de

lo

las riberas del

los

hay no sólo

Cairo y en Alejandría, sino también en todo el Alto no faltan jamás los Egipto y especialmente en Girge,

en

el

mejores vinos añejos de Europa.

En

cuanto se refiere

al

en nada se diferencian de los árabes. Las mujeres y los niños viven en aposentos especiales, completamente separados de los hombres, siendo de interior de la casa, los coptos

tal

abrevadero para palomas

jamás

se

ha

visto

que

El dia siguiente,

coman al

naturaleza las muestras de respeto que los padres exigen

¿ e log

pjj os?

juntos en una

en tanto no han contraido matrimonio, que

misma mesa.

amanecer de una

fresca

y embalsamada mañanita

del in\ierno


HASTA TEBAS

236

me

egipcio,

Abydos, caballero en

trasladé á las célebres ruinas de la antigua

jumento

el

artísticamente esquilado de mi nuevo amigo.

Los

viajeros

que desean trasladarse á

monumentos

los notables

es

hácia los cuales nos

Hacen mal porque

dirigíamos, suelen aprovechar los vapores que parten de Beliane.

que

bien

si

:

cierto

camino es de

el

este

modo más

más

agradable, para un europeo,

nada hav

corto,

que un paseo á caballo, en un dia esplendente, los

en

latitudes, llueve,

— y son muchos

esplendentes en estas

dias

—á

que

nunca

casi

de

través

campos

perfectamente cultivados, aldeas populosas

y de

embellecidas

,

por magníficos palomares,

ocupan

cuales

las

en

bellísimas

casas los alcaldes de las mismas, schujuch-el-beled; sin contar con

que en ninguna parte, como en Nilo, puede adqui-

el valle del

rirse

una

más exacta

idea

del

granero del Egipto, y de las particularidades concernientes á su

agricultura y sistema de riego.

No

se crea,

sin

embargo, que

esté libre de inconvenientes ese

bendecido

rincón:

encuentran en bles

,

él

también

se

chozas misera-

escombros v suciedad, v /

tj

todavía recordamos con pena

descuido

de

un aldeano

«j

el

que

dejaba abandonado en medio de la calle,

PORTADORA DE ESCOMBROS

ganado que acababa de apacentar.

En

respecto de la actividad, la destreza, la paciencia de unos sin escuela ni aprendizaje, saben, sin

diendo calzada

la

importancia que tiene para

que en este

expuesto á

la

voracidad

de los perros y avestruces, el cambio debemos confesar nuestra justa admiración

embargo,

utilizar

hombres y mujeres que formados debidamente el agua, y compren-

la riqueza agrícola,

momento recorremos,

abrir

los

han logrado construir

la

sólida

numerosos canalizos que en todas


HASTA TEBAS

238

direcciones atraviesan estos campos, y disponer las ruedas hidráulicas y los shadufs

número extraordinario Esíamos junto á

la

se encuentran á lo largo del

que en

1

gran canal que tenemos á nuestro lado.

magnífica granja de un rico copto:

en este

momento uno

de los

dependientes recuenta los caballos, camellos, búfalos, asnos y carneros: podría creerse que nos hallamos ante la morada de Job, el hombre de Us, «cuyos ganados consistían en siete

»mil carneros y tres mil camellos, quinientos bueyes acostumbrados

yugo, quinientas

al

»asnas v muchísimos dependientes.» Sin embargo, los numerosos rebaños de búfalos que ántes pastaban en estos campos bajo la guarda de jóvenes felahes, y eran conducidos al Nilo por las mujeres, han disminuido extraordinariamente, á consecuencia del inmenso desarrollo que

ha alcanzado

el

cultivo del algodón, desde

Estados Unidos de América, y por causa de importados de otras regiones.

que tuvo lugar

introducida en

la epizootia

el

Después de una caminata de dos horas cortas, nos encontramos en desierto, junto á la aldea de

Arabat el-Nadfune, en

alegremente sombreada por las palmeras. observar las trazas de

actividad

la

del

Desde

las

la

vertiente

la

guerra de los

país con los toros

las cercanías del

de la cordillera líbica,

primeras casas tuvimos ya acasion de

gran excavador M. Mariette, representadas por

hombres, mujeres y niños que valiéndose de jumentos, ó cargándolas sobre sus espaldas ó cabezas, transportaban en esportillas la tierra saturada de salitre (sebak), que sacaban de las

ruinas de la antigua Abydos, para extenderla sobre los campos, utilizándola

Apeámonos

pequeños monumentos más recientemente sacados de entre

los

en que se levantaron en otro tiempo Thinis, la

sitios

como abono.

delante de la casa de ese infatigable francés, donde se guardan provisionalmente

más

las arenas,

y visitamos

antigua, y Abydos, una de las

los

más

santas, entre las diferentes ciudades del Egipto. Si

raza asiática,

la

á la cual debe

su antigua y maravillosa civilización la cuenca según presumimos, después de haber atravesado la Arabia y el estrecho de Bab-el-Mandeb, y habiéndose dirigido en un principio hácia el Oeste, marchó del Nilo, llegó al Africa,

más

tarde hácia

sitio

más á

que

el

siguiendo el

curso del Nilo;

el

las arenas

una garantía contra

el

el

cual era

terreno

sobremanera

sumamente

situadas en la parte

valle;

pues

que del desierto proceden,

peligro de las inundaciones.

especial del terreno ofrece otras ventajas, tales la

fácil

extenso, y

no pudo realmente encontrar

establecimiento de una residencia de carácter permanente,

vasto recodo que en este punto forma

el

pone á cubierto de rio es

Norte,

propósito para

el

como

el

al

la

cadena

líbica lo

Además el

de esto, la disposición

una

dilatada llanura, en

poderse disponer de un

se encuentra otro igual en las riberas del Nilo

superior de la Delta.

encontrar indígenas establecidos en

la

distancia existente hasta el

constituir

establecimiento del riego, y

como no

paso que

estos

Dicho se está que lugares;

los

inmigrantes debieron

que éstos debieron someterse

.

á

la

1 Shaduf como fácilmente puede observarse, es palabra que ofrece mucha analogía con la catalana catuful, arcaduz, de manera que no se aventura mucho diciendo que de aquella han tomado nombre las vasijas que empleamos para sacar el agua en >

nuestras norias.

V.


,

HASTA TEBAS

239

voluntad del invasor: y que, dueño éste del país, debió enlazarse con las hijas de los sojuzgados.

Aceptando

la

que acabamos de formular,

hipótesis

semejanza que, bajo

habitantes del Africa septentrional, que se distinguen con la

raza etiópica.

se

punto de vista anatómico, ofrecen

el

Si de ella se prescinde,

comprende perfectamente

los egipcios

nombre de

el

la

con los primitivos

las bellas

familias de

es de todo punto imposible obtener semejante

y por esto no debe sorprender que nadie absolutamente, sin hacer siquiera excepción de Roberto Hartmann, que ha trabajado extraordinariamente para demostrar que resultado,

los antiguos egipcios

forma del cráneo en

son autóctonos en África los individuos del

que puede hacerse por medio de

las

— haya podido

momias de

más

reciente: por qué

se

la.

ven representadas con una

qué razón, no sólo

las raíces

íntimo de

el espíritu

rama

la

la

de la

antiguos,

las

mujeres,

menos

influencia de los ardores del sol

tez de tinte

y

comparado

estudio

remotos, y á la de la etiópica en las de

monumentos

razón, en los

expuestas que los hombres á

más

el

asemeja más á

diferentes épocas, se

raza caucásica, en las que pertenecen á tiempos fecha

explicarse, por qué razón la

pueblo de los faraones, según

las

más

amarillento: por

formas aisladas, sino también

lingüística del Egipto,

semejanza con otro grupo alguno como no sea

el

no guardan

grupo semítico:

por qué motivo, finalmente, no ha existido familia africana alguna,

como no

sea la egipcia, que haya dado muestras de la perseverante

energía, de

la

actividad

poderoso instinto cias

y de

artístico,

de

espíritu,

del sentido

gran capacidad que son rasgo

la

científico,

del

en una palabra, de las elevadas tendenISIS,

característico de los

OSIRIS,

HORUS

pueblos originarios del Asia y que vanamente se pretendería encontrar entre las verdaderas razas indígenas del Norte del Africa.

En el

resolución, todo

Sur de

la

el

valle del Nilo,

con

que en

las gentes

mismo moraban,

el

incontestable, habiendo los príncipes fijado su residencia en Thinis-Abydos.

están unánimes en

el

nombre

del

primitiva, de la cual sólo se conservan ruinas,

antigüedad no ménos remota que los necrópolis de fué el lugar en

demás

como

Memphis. Thinis, cuyos donde brotó

es sabido,

se

la

Los documentos

primero de éstos, salido de Thinis, que es Menes ó Mena.

Las excavaciones practicadas por Mariette en

cual,

hasta

Delta, fué dominado por los inmigrantes, cuya superioridad intelectual era

el

lugar en que estuvo emplazada la ciudad

han puesto de manifiesto monumentos de una

más antiguos

de los que se

restos se hallan

un poco

al

vida política que se difundió luego por

engendraron y desenvolvieron

originales, del pueblo de los faraones.

Es

posible

las

han encontrado en

el valle del

si

Nilo, en el

concepciones religiosas, por

y hasta probable, que

grantes profesaran á su llegada las prácticas religiosas del sabeismo, y en concibe fácilmente que rindieran culto de adoración, cual

la

Norte de los de Abvdos,

tal

los

inmi-

caso, se

fueran verdaderos dioses, al sol,

á la luna y á las brillantes constelaciones que desde las márgenes del Nilo se distinguen;


HASTA TEBAS

240

convicciones religiosas experimentaron mas en cuanto se establecieron en aquel suelo, sus Ptah de Memphis figura en primer lugar cambios profundos, que variaron según los países. lado de Osiris, se adoraba á Schu \ á en el más antiguo ciclo de los dioses: en Thinis al en lo cierto cuando sienta que todos los Tefnut, hijos del sol. Por consiguiente Lepsius está

progresos de la religión y de

la filosofía egipcias

se subordinan á la evolución del culto

Osiris de Abvdos, y que esta ciudad fué el centro viviente del que paulatinamente se fué extendiendo á todo el país. Osiris es el señor de

Abvdos, y á su alrededor gira toda

al

movimiento nacional mitológico

la doctrina egipcia,

en cuanto se

UNA DE LAS SALAS DEL TEMPLO DE ABYDOS (De

e, III

á e

V del plano)

alcanzó en los tiempos de mayor refiere á la inmortalidad, que tan importante desarrollo los Césares romanos, y •esplendor del imperio tebano, en el cual subsistió hasta la época de

más

tarde aún, es

antiguas, y Osiris, tal

decir,

cuando desaparecían de los templos del Nilo

empezaban á aparecer

como

lo

al

el

sepulcros de Osiris.

la

divinidades

lo

confirman

los

Isis

monumentos, ha crecido

suelo donde se adoraba al dios de Abvdos, y sólo se extinguió

cabo de mucho tiempo.

breve resúmen, que

las

primeras comunidades cristianas. El bello mito de

conocemos por Plutarco y

y paulatinamente sobre •completamente

las

Ninguna ocasión más

favorable para referirlo en

presente, en la cual nos hallamos delante del

más sagrado

de todos los


HASTA TEBAS

241

EIBEEA DEL HILO EN LAS CEECANIAS DE ABYDOS

EGIPTO,

TOMO

II.

6

i


HASTA TEBAS

242

su hermana

Osiris, esposo de

Isis,

domina, en calidad de rey, en todo

el valle del Nilo,

á

cuya comarca dictó sabias leyes, y emprendió un viaje por el mundo entero á fin de enseñar á los hombres las artes de la paz. De vuelta del mismo, su hermano Typhon conspiró contra él; y mintiéndole un afecto que realmente no sentía, en medio del regocijo de un festin le indujo á echarse dentro de un arcon previamente preparado. No bien se introdujo en él,

cuando

los setenta

clavaron para

y dos cómplices de Typhon dejaron caer los clavos, y con

mayor seguridad, remacharon

arrojaron al brazo tanítico del Nilo.

El rio

lo

condujo

al

la tapa,

echaron

mar, y

las olas lo llevaron hácia

Norte, depositándolo en Biblos, sobre la costa fenicia, al pié del tronco de

el

Al cabo de poco tiempo las raíces del árbol envolvieron completamente hizo tan frondoso, lozano y robusto, que

sostener

el

rey de Biblos lo

mandó

Entretanto Isis, que recorría

que

al príncipe

la llevó

en un buque. al rostro del

lo

cortar y lo

pino.

y aquél se empleó en

el

mundo

en busca de su marido, encontró

el féretro;

dióse á

poseía; sacó del pino la caja que encerraba; abrazóla sollozando, y se

De regreso á Egipto

se retiró á

que fué su esposo, y

lo

un lugar

solitario, abrió el cofre,

unió

besó derramando amargo llanto, después de lo

cual abandonó los inanimados restos de aquel á quien estaba unida, para

estaba educando su hijo Horo, con del deber

un robusto

la caja,

techo de su palacio.

conocer

su rostro

el

la llave, lo

príncipe que encerraba, lo

el

ir

á Buto, donde se

objeto de exhortarle á que no olvidara el cumplimiento

el

en que se hallaba de vengar á su padre.

Durante su ausencia Typhon dio con

el

cadáver, lo dividió en catorce trozos y los dispersó, dejándolos en diferentes puntos de la

vasta región que constituye

el valle

del Nilo.

Al saberlo

Isis, trató

de reunir nuevamente los

dispersos miembros, y donde quiera que dió con uno de ellos, levantó

memoria de su amado

tumbas existentes en Egipto, consagradas á Osiris

fueron sepultados en un

cuantos

sitios

Tvphon, en

el

el

haber

transcurió

á la

el

que todos los miembros de

Isis al

levantado sepulcros en

propósito de desorientar á

sepulcro verdadero. El sepulcro

cabeza de Osiris, y áun entre los faraones gozaba fama de ser

la

esposo, éste residia en

No

Osiris: otros sostienen

lugar, y que

caso en que se hubiese propuesto encontrar

En

venerando de cuantos existían.

ganza.

mismo

había dado con uno de ellos, obedecía únicamente

Abydos guardaba

de

un sepulcro

esposo. Así se explica, dicen unos, la existencia de las innumerables

el

mundo

inferior

mucho tiempo

y su hijo Horo se disponía para

sin que estallara entre éste y

enemigo sojuzgado; mas

el

círculo de

más

viuda

la

obra de su ven-

Typhon una lucha encarni-

zada, que duró cuatro dias seguidos y terminó con la derrota del último. el

el

tanto que Isis lloraba y se ocupaba en sepultar á su

Horo entregó

á Isis

concedió la vida y fué á reunirse con su esposo. Esta bellísima leyenda identifica por hábil manera los destinos de una pareja humana, con

del

fenómenos naturales propios

hombre. La crecida

primera de

la tierna

la vida

del Nilo

humana y

el

y

le

y el destino del alma poder luminoso del sol, la causa

del Egipto, el curso del sol

la feracidad del suelo, el

triunfo definitivo del bien y de la verdad, es decir, Osiris,

parece vencido y anonadado por los dias de sequía, por la arena del desierto, por las tinieblas de la noche, por las densas nieblas, las brumas, la tempestad, la muerte, la mentira y los


243

HASTA TEBAS

perversos y turbulentos instintos que germinan en el corazón humano, personificado en nuestro mito por Typhon. Mas en cuanto crecen las aguas del Nilo, después de un período

durante

cual han sido relativamente escasas, v con ello comienzan á verdear los

el

en que fué depositada el

la

simiente, y

un nuevo

sol ilumina el

alma humana, terminada su breve peregrinación sobre

mundo y

campos

disipa las nieblas; y

la tierra, alcanza la vida eterna;

y

bien triunfan del mal y de la mentira, puede decirse que Horo ha vencido á Typhon y restituido además en el trono á su padre, después de haberlo vengado. Isis, la madre, desempeña en el mito la parte femenina de la naturaleza, que recibe los gérmenes de la

verdad y

el

cuanto existe,

recipiente universal del Platón,

el

amor por

poseida de

cosa, sino que

el

primero y más elevado de

además

— que

no sólo se halla completamente

los séres, aquel

está destinada á recibir el

que con

el

bien es una sola

mal y

servirle de vehículo, siquier lo evite y hasta lo desprecie.

La

historia mítica de esta familia divina nos

ha

:: ^M ¿

sido

r *

confirmada por

el

monumentos no había

testimonio de los

egipcio para el cual no constituyera

á su alma, y cada

manera que

el tipo

SOL

de los destinos que esperaban

moribundo estaba seguro de resucitar de la misma ¡Qué mucho, pues, que la tumba de Osíris

resucita el dios.

atrajera las gentes piadosas del país, y que los príncipes, lo los simples particulares, dispusieran

cidos á

!

:

Abydos

estaban persuadidos de que se santificaban, con ser

si

,

enterrados cerca del

mismo que

que sus cadáveres fueran condu-

sitio

en que vacia

terios explorados por Mariette,

tiempos

las épocas, desde los

la divinidad!

Los grandes cemen-

en los cuales ha abierto tumbas de todas

más remotos hasta

aquellos en que vivie-

ron los constructores de pirámides, son las posadas en que esperaban encontrar eterno descanso los muertos que emprendían

PLANO DEL TEMPLO DE OSÍRIS

el viaje del Nilo.

El célebre templo de Abydos, consagrado á semejante uso, fué construido por Seti

Levantábase cerca de

la

L

aldea de Arabat el-Madfuneh, y Mariette emprendió en 1859 la vasta

arenas tarea de limpiar de escombros toda la parte occidental, que vacia sepultada bajo las de una colina de la cadena líbica. se dio este

El Madfuneh significa en árabe

nombre á

podamos

resolver

edificio, ó

en memoria del sepulcro de Osíris.

si

La construcción

de la

mayor

la aldea,

el

Enterrado, sin que

á consecuencia del hundimiento del

parte de los templos egipcios obedece á

un mismo

plan,,

ofrezca ocasión oportuna; plan que expondremos á la consideración del lector cuando se

mas

el

de Abvdos se separa completamente.

conducen á cambio

las

la

Los patios exteriores y

los píleos (I)

que

puerta principal ó lugar de ingreso, están completamente destruidos: en

cámaras interiores se hallan en perfecto estado de conservación

,

hasta

el

punto

el ánimo del espectador. de producir un efecto sorprendente y por demás poderoso en al propio tiempo la parte más importante del edificio, siete capillas Forman el centro,

y

sanesituadas una al lado de otra, cada una de las cuales viene á ser un verdadero sancta


HASTA TEBAS

244

torum (V e-d). Sabido es que

que interiormente representaban consiguiente cobija

al

grandes sarcófagos se cerraban con piedras circulares

los el

que se extiende sobre

cielo estrellado

por medio de bóvedas de curvas suavísimas, practicadas en

cada uno de ellos, vese todavía la

jamba correspondiente

la

peña

En

viva.

nicho en que se levantaba una estatua de

el

las

macizas puertas de bronce que en

Amon

de Tébas; en los tres de su izquierda (e-g)

de Menphis, y

el rey,

ó sea los tres de la

divinidad,

la

y en empotrados

Harmachis

el

el del

En

centro

Heliopolitano, Ptah

considerado en esta tierra como encarnación de Ra; en los opuestos,

derecha (b d), á Osíris,

— que

fondo de

opuesta encajaban.

la

cada uno de dichos santuarios se adoraba una de las grandes divinidades: en (a) á

el

la divinidad,

se distingue perfectamente el hueco en que estuvieron

que giraban

los goznes en

la tierra, y por Abydos están cerrados

difunto: pues bien, los santuarios del templo de

lo

mismo que

el

y Horo. Dichas capillas y

Isis

el

sepulcro de

pozo, al cual pudo todavía descender Estrabon por

eran el término al cual medio de una escalera abovedada, y no ha podido ser encontrado, se encaminaban los muertos y los numerosos peregrinos procedentes del Alto y del Bajo Egipto.

Siete puertas, todas

muradas, excepción hecha de una

sola (III e-d) conducían

templo y á las dos vastas salas hvpostilas (III y IV) que era preciso atravesar para llegar á los santuarios. El techo de la primera (III) se halla sostenido por veinticuatro al

columnas;

el

de la segunda, que es

mayor y más

bella (IV), por treinta y seis.

En

se hallan repartidas en seis grupos de cuatro, en la otra en seis grupos de seis, intervalos que los separan, lo

mismo que

los existentes entre las líneas de

la

una

y los

columnas y

las

paredes exteriores, constituyen otros tantos pasos que llevan á las puertas de los santuarios.

Cuando

se quería llegar á la capilla de

Amon

por

el

pasillo central (a), á derecha é

izquierda, donde quiera que podía alcanzar la mirada, sólo se distinguían cuadros é inscrip-

ciones relativas á la divinidad.

de columnas situadas algo al

señor del

mundo

En

más

inferior.

cambio,

al dirigirse al altar

de Osíris, entre los dos grupos

léjos, hacia la izquierda, todo

Otro tanto puede decirse de

de los pasos que guiaban al fondo de

la sala

segunda

,

la

cuanto se veia decía relación

ornamentación de cada uno

hasta cada una de la siete cámaras

abovedadas.

Según expresan

las inscripciones,

ningún profano podia llegar á estas salas sagradas:

para conseguirlo era indispensable someterse á gran número de pruebas ó ceremonias preliminares.

Unicamente

los sacerdotes de jerarquía superior

y

el

rey tenían derecho á

penetrar en los santuarios, en tanto que las procesiones se detenían en la sala segunda y

contemplaban con piadoso terror

las

ceremonias que tenían lugar en

el

fondo de las cámaras

abovedadas. Jamás resonaron en este templo los cantos ni los sones del arpa

y de

la flauta:

era un cenotafio; la tumba honorífica de un muerto enterrado en otro tiempo, que Seti

habia construido

tal

vez sobre el emplazamiento de

nos dan cuenta las inscripciones que se remontan á rey descansaban en Tébas: para que recibiera de

la

I

un templo antiguo, de cuya restauración la

duodécima

posterioridad

el

Los restos

del

culto y las ofrendas

que

dinastía.

se tributaban al dios al cual se habia unido su alma, era indispensable que su

nombre

se


245

HASTA TEBAS hallara á la

misma

Abydos, y en

altura que la cabeza del Osíris de

Las momias transportadas á Abydos.

predecesor.

tal

la

misma

línea

que

el

de su

vez se hallaban depositadas delante del

se á presumirlo las inscripciones, ya que de su contexto

ménos dan derecho

santuario: por

lo

desprende que

los sacerdotes debían dar la vuelta á cada

una de

las capillas

practicar treinta ,

y seis genuflexiones, salmodiar piadosas letanías, levantar los velos que cubrian las estatuas de los dioses, adornarlas con cintas, coronas y estofas y darles testimonio de su veneración

En

por medio de ceremonias previamente prescritas.

culto,

que se verificaba en

conduce á las

cámaras, dispuestas detrás de los

la capilla

de Osíris: en

ella se

encontraba

la

única puerta que

de las columnas (VI) y á otras dependencias que con ésta comunican. En paredes de ese bellísimo cenotafio el faraón se inclina para hacer libaciones en

la sala

columnas y

honor de

las

hacían préviamente los preparativos indispensables á las prácticas del

siete santuarios, se

quema

los dioses,

perfumes, se arrodilla y recibe sus dones, los atributos de la dominación, ó los

símbolos de los bienes más

Seme-

preciosos de la vida.

jantes asuntos se hallan re-

presentados en otros tantos bajo-relieves, esculpidos con

nimia prolijidad de

detalles

en una calcárea sumamente

compacta. La cabeza de Seti

I

constituye

un verda-

dero retrato, siendo imposi. ble desconocer la semejanza SETI

existente entre SU perfil V el

de su hijo

Ramsés

I

OFRECIENDO EL INCIENSO Y HACIENDO UNA LIBACION (Bajo-relieve de Abydos)

cual en otro lugar nos

II, del

datan de su época llevan impreso

el sello

hemos ocupado. Todas

las esculturas

que

de la perfección; mas, según parece, en cuanto

pasó de esta vida dejaron de trabajar los grandes maestros que con tanta destreza manejaban Ramsés II y las líneas de jeroglíficos el cincel: las numerosas representaciones del tiempo de de la primera sala y del vestíbulo

muy

(II),

cuyo techo se halla sostenido por doce pilares, ^on

inferiores, bajo el punto de vista artístico, á las

Éste vivió lo bastante para ver terminada la obra

desprende de

aumentar

la

las clavijas de

más

en

cola de milano

que se remontan

al

reinado de Seti

importante de su cenotafio

empalmadas entre

la

el

cuidado de terminar la ornamentación exterior.

fachada posterior del

adelante, nos revela la EGIPTO, TOMO II.

muro

del vestíbulo, de la cual

manera cómo Ramsés

II

Lna

.

I.

según se

las piedras,

adherencia, en cada una de las cuales se ve esculpido su nombre;

dejar á su sucesor p rabada

madera en

más

mas

para debió

larga inscripción,

pensamos aprovecharnos

cumplió este deber

filial.

62


HASTA TEBAS

246

SALA DE LAS PILASTRAS EN EL TEMPLO DE ABYDOS

Si Mariette

tiene el mérito de

en que vacia sepultado, de los documentos

la ciencia es

(II

DEL PLANO)

haber desembarazado ese soberbio deudora

al

profesor

Dumichen

más importantes que nos ha proporcionado

el

edificio

de la arena

de la publicación de uno suelo egipcio.

Fué

éste

descubierto en una de las cámaras laterales (VII) de la parte Sur del templo de Seti consiste en

una larga

lista

I,

y

de los faraones, reconocidos como legítimos, que reinaron en

Egipto con anterioridad al fundador del cenotafio de Abydos.

Así como

el jefe

grandes casas reales de la Europa contemporánea se ha hecho representar en

TABLA REAL DE ABYDOS

de la

una de

las

Sala de

los


247

HASTA TEBAS

Antepasados de su castillo, á la cabeza de sus predecesores, Seti se halla representado de pié su hijo ofreciendo el humo del incienso, delante de esa larga série de nombres, en tanto que v sucesor se acerca á

los

mismos haciendo su

brimiento de la que nos ocupa, una

panegírico.

Conocíase

a

a ántes del descu-

compuesta de diez y seis cartones 1 completos \ ti es ruinas del cenotafio que Ramsés II se mandó erigir al

lista

mutilados, que fue encontrada en las

Norte del monumento de su padre, con materiales por demás preciosos, tales como granito, alabastro, calcárea de Mokattam; y otra mucho más extensa, puesto que consta de treinta y nueve cartones completos y tres bastante deteriorados, encontrada en Sahara. La segunda importante todavía, lista de Abydos, que es la que anteriormente hemos mencionado, es más

va que se halla formada por setenta y seis cartones, que empiezan en Mena el Thinita, primer rey de Egipto, y concluyen en Seti I; por consiguiente salta desde luego á la vista la importancia que tiene dicho monumento para reconstituir la dilatada línea de soberanos que reinaron en

aprovecharnos

que

el

valle del Nilo.

el

de las noticias

sacerdote

Sin embargo, justo es consignar,

que contiene, se debe principalmente á

que

si

hemos logiado

las listas de los faraones

Manethon de Sebennytos (hoy Semmenud), no ménos conocedor de conocer la egipcia, redactó para Tolomeo II, Filadelfo, deseoso de

lengua griega que de historia del país

que dominaba, no obstante ser

cristianos.

;

un padre macedonio. La

i

la

elación

excepción hecha de contados y reducidos

circunstanciada de los hechos se ha perdido,

fragmentos

hijo de

la

compiladores pero en cambio las listas reales nos han sido conservadas por gracias á la tabla de Abydos, pueden ser restablecidas y completada»

Al presente,

con exactitud. que regresaba de lo» Al volver á nuestra dahabijeh, nos encontramos con una caravana sólo en el gran oasis de el-Charge

— — natrón, y grandes platos labrados

oasis del desierto líbico y traia á Egipto dátiles frescos fruto se encuentran sesenta y cinco mil palmeras que dan

de una sola pieza, fabricados en Darfur, y

En

el dia el

muy

paso de una caravana por estos

apreciados por los felahes y los marineros. un hecho excepcional, puesto

sitios constituye

desde Girgeh la época en que el mudir trasladó su residencia camellos, la mayor parte, por no á Sohag, donde se celebraba ya una feria ó mercado de Sohag por punto de paitida. decir todas las que se dirigen hácia el-Charge, toman á

que con posterioridad á

que

respecto de los oasis Hasta hace poco tiempo sólo se tenían noticias escasas é incompletas como están del separados que Nilo, al paralelamente extienden se y de Norte á Sur

jornadas, que es preciso por una distancia que no puede recorrerse en ménos de cinco inconvenientes para ser pocos no ofrecen desierto, del soledades las de través realizar á

mismo

visitados,

no obstante ofrecerse en

bien, merced á

ellos

un verdadero

las expediciones practicadas

reflejo de la fertilidad del Egipto.

Pue»

en estos últimos años por G. Rohlfs y sus

así como de los mares compañeros, hemos podido tener exacto conocimiento de los mismos, las plantas que en ellos se arena que por todas partes los rodean; de los animales y

de

1

Cartón

es

un adorno que se emplea en

las obras de escultura

y de pintura.


249

HASTA TEBAS

encuentran, desde las hienas y gacelas, hasta los representantes de la fauna marítima, que sólo existen en estado de petrificación. Por lo que se refiere á los monumentos propios de los oasis, se

encuentran en

el dia

en manos de todos los egiptólogos, y por su medio podemos más antigua de esas islas perdidas en medio

tener noticias positivas respecto de la historia

de las arenas del desierto. Las antigüedades de el-Charge han sido exploradas en conjunto,

y esclarecidas completamente, en un viaje practicado con posterioridad á dichas expediciones, por H. Brugsch, cuyas investigaciones, unidas á las de Dumichen, han enriquecido la ciencia con

los

oasis.

nombres que en tiempo de

En un

los faraones se

daban particularmente á cada uno de

principio llevaron todos, indistintamente, el

nombre de

explica por el desierto que los rodea, y que equivale á el envuelto:

uach, es decir, plantaciones:

más recientemente aún, en

más

uit,

los

palabra que se

tarde se les dió el de

lenguaje copto, se les llamó uah y

FAMILIA DE GACELAS

griego también vahe, que equivale á habitación, colonia, y de éstos se formó el nombre luego, confiando su administración oasis. Los reyes de Egipto se apoderaron de ellos desde

sus y régimen á dinastía, que,

en

el

oficiales.

como

Thutmes

II,

uno de

los

primeros reyes de

la

décima octava

es sabido, libró el valle del Nilo de la dominación de los Hyksos, levantó

sin que nos ocupa un templo consagrado á los dioses egipcios: justo es consignar, remontan á los los monumentos que se conservan aún en los oasis, sólo se

embargo, que

tiempos de Darío

I,

rey de los persas.

limitaron á restaurar los santuarios

Los

otros dos grandes reges del propio

fundados por

el hijo

nombre,

se

de Histaspes, y hasta los tiempos de

Los faraones solian desterrar á los Trajano se atendió cuidadosamente á su conservación. conducta siguieron más tarde los igual políticas: ideas sus por peligrosos oasis los hombres romanos, procediendo de EGIPTO,

TOMO

II.

la

propia suerte los bizantinos que deportaron á Hibe (el-Charge) 63


HASTA TEBAS

250

á los herejes, y entre éstos al obispo Xestorio.

costumbres morigeradas y de

la

Olimpiodoro habla con alabanza de

las

adelantada civilización de los habitantes: los sepulcros

cristianos y los restos de iglesias que en ellos se encuentran,

prueban que con anterioridad

á la época en que tuvo efecto la invasión del islamismo, estaban habitados, y participaban sus

moradores de

las creencias

que constituyen

hallan sometidos á la ley de

ha logrado inflamar y el trigo, la

cebada,

el

Mahoma, y

la

la religión del

Salvador. Al presente, casi todos se

orden de los Senusi, por demás poderosa en

ellos,

y los odios de religión. En sus campos se cultivan trébol, y pueblan sus frondosos bosques el algodonero, el

atizar el fanatismo

arroz y el

MANANTIAL EN EL DESIERTO

añil, la sont.

palmera

En

datilífera, la

cuanto á

la viña,

cultiva para aprovechar la

palmera dum,

que en tiempo de

uva como

el

limonero,

el

naranjo, la higuera y la acacia

los faraones producia

fruta: en el

un vino exquisito,

sólo se

gran oasis de el-Charge, que pueblan

seis

mil habitantes, favorecen esa rica vegetación ciento cincuenta manantiales, cuyas aguas discurren á lo largo de numerosos canalizos.

Esta

isla del desierto, el Hibri de los griegos,

mantuvo, según parece, en tiempos antiguos, estrechas relaciones religiosas políticas con y Abydos, puesto que la administración y régimen de ambas estaba confiada al mismo funcionario, y en el templo erigido en Heb por Darío, y consagrado principalmente á los


HASTA TEBAS dioses tebanos, se adoraba también á

en

las

cámaras

del

segundo piso

misterios del Osiris de Abydos. la piedra,

,

composición nos remontan á Si tratáramos de

región del Sahara

la

bellos

época de

ménos abundante en :

Además,

la

Amon y las inscripciones esculpidas en pertenecen á una época anterior, y por su

himnos á

las paredes,

preponderancia tebana.

acompañar á nuestros

pudieran ofrecernos atractivos

los hijos del Sol.

sólo accesibles á los sacerdotes , se celebraban también los

Los

con que Darío adornó

251

Schu y á Tefnut de Thinis,

lectores á los diferentes oasis

que existen en la

fuentes, sólo podríamos encontrar unos pocos

que

tan cierto es esto, que no obstante los espectáculos extraor-

dinarios que ofrecen en abundancia semejantes soledades, las escenas de

campamento, y

los

EL ESPEJISMO

incidentes que artista,

rompen

la

monotonía

del viaje,

no se sabe de pintor alguno que hasta

desierto líbico.

En cambio en

y que tanto se prestan al lápiz y al pincel del el presente se haya determinado á cruzar el

otras regiones del Sahara se

han reproducido hasta con exceso

beduinos á pié y á y de sus despiertos chicuelos; el sorprendente fenómeno del espejismo, y además, merced á la decisión de animosos viajeros, especialmente del sabio geólogo Zittel, hemos podido conocer, por medio de la palabra, la caravanas que están abrevando los camellos en un cristalino manantial caballo

acompañados de sus

;

hijas de negros ojos

belleza de formas y la riqueza de colores del desierto que circuye los oasis. Hay más aún: los estudios realizados han permitido demostrar que el desierto líbico, ántes de ofrecer el

aspecto actual, se hallaba cubierto por las aguas marítimas, y que las olas de un vasto


HASTA TEBAS

252

océano han modelado

extensas depresiones, existentes en forma de vasija llana, y los lechos de los rios desecados (uadis) sobre los ribazos de suave pendiente que se distinguen

por todos lados el

;

las

bañado

las

masas de arena y morrillos que salpican

el

terreno y arrastrado

fondo de su lecho, á excepción de los «testigos» que subsisten como otras tantas

islas.

Tales testigos comunican un carácter particularísimo á la parte del Sahara que rodea los oasis. El camino de Siut á Farafva condujo á Rohlfs á una gruta llena de soberbias estalactitas:

en

ella

tuvieron los viajeros ocasión de contemplar una inmensa ciudad, cuyo

aspecto era verdaderamente maravilloso, puesto que en su vasto recinto no se veian

más

iWi

HOU

que elegantes columnatas, soberbias torres, esbeltos obeliscos, casas grandísimas y pirámides como la misma nieve, en suma, y para servirnos de las palabras empleadas

tan blancas

por

el jefe

de la expedición,

nación pueda concebir. espectáculo,

No

— todas

formas más caprichosas y fantásticas que la imagiera posible poner término á la contemplación de tan mágico las

y no podía comprenderse

naturaleza ó producto debido á la

mano

si

era todo aquello resultado de

del

un juego de

la

hombre. Líneas de alturas extendiéndose de

Norte á Sur; pintorescas gargantas; rocas aisladas; dunas en forma de colinas; vertientes sobre cuyos flancos se distinguen cristales de espato calcáreo, que brillan á los rayos del sol

como

otros tantos fragmentos de espejo ó de diamantinas preseas,

comunican variedad á

la


253

HASTA TEBAS

FELAHES ENCAMINANDOSE AL MERCADO

EGIPTO,

TOMO

II

64


HASTA TEBAS

254

agrisada y amarillenta superficie del desierto, sobre la cual vegetan innumerables plantas, por

demás

raquíticas, viven miserablemente escuálidos reptiles,

indican

el

mejor y más cómodo camino,

bieron á la fatiga del viaje.

Cierto

las blancas

y vienen á ser mojones que

osamentas de

que una excursión á través

los camellos

del desierto es

que sucum-

abundante en

ambiente es tan puro, tan ligero y sutil el aire que se respira, que el se experimenta compensa todos los inconvenientes. No es posible imaginar, no habiéndola experimentado, la incomparable dulzura del descanso, después de privaciones; pero

placer que

un

en

el

ello

dia de fatigosa

brillantes é

marcha, á

innumerables

rayos de su tenue claridad. nosotros

hemos

soledades

hora en que empieza á gozarse

la

estrellas

que tachonan

más

de la noche, y las

seductor espectáculo de la naturaleza, sin que

el

insignificante viniera á sacarnos de las delectaciones purísimas en que

Repetidas veces hemos oido

sentido

el fresco

celeste envuelven al viajero en los

Nosotros hemos gozado algunas veces esa plácida calma;

cíamos sumergidos durante horas enteras vida.

bóveda

recorrido también las dilatadas llanuras del desierto, y en medio de sus

hemos meditado, y gozado

rumor más

la

dichoso y

feliz

imposible encontrar en

concentración así se explica

el

la

,

que contamos entre

las

más venturosas de nuestra

gran viajero H. Barth, asegurando que jamás se ha

que en medio del desierto de Africa. Lo comprendemos, porque es

mundo lugar alguno en

más completa, y que

al

el

permane-

inmensa mayoría de

hombre una

cual pueda alcanzar el

el

adquirir una posesión

más

las religiones

íntima de las fuerzas del espíritu:

de Oriente, se hayan concebido por

sus respectivos

fundadores en medio de la calma y soledad del desierto. En los dilatados mares de arena de la Libia, es raro encontrar al beduino del Sahara occidental, que decidido

marcha

al

galope de un caballo de pura raza: las tribus que se hallan establecidas en las

cercanías del Nilo,

y que mediante un estipendio prestan sus servicios, como guias y acompañantes, y los de sus camellos al viajero que pretende recorrer aquellas regiones, son bastante miserables, y no tienen nada de temibles. Con todo, se distinguen completamente de los felahes por sus maneras

y por su arraigado sentimiento de indepen-

viriles

dencia: consideran á éstos inferiores, se llaman con orgullo árabes, en recuerdo de la cuna

de su raza, esa Arabia de donde salieron sus nobles antepasados, y se resignan á duras la vida sedentaria del egipcio, descendiente de los faraones, que cultiva su campo

penas á

y

lo riega

con

el

sudor de su frente.

Encontramos nuestra dahabijeh en Beliane

pasamos delante de Farchut; consentimos que nuestro arraez se trasladara á las cercanías de Hou, para ofrecer un presente á cierto renombrado santón que

reside en aquellos lugares; visitamos algunas cavernas antiguas

existentes en la cordillera líbica

palmeras dum, más bellas último penetramos en

el

;

al

;

en Kafr-es-Saiad gozamos contemplando

paso que

el

viento del Norte nos impele hácia

puerto de Kene, la Kaenopolis de los griegos.

las el

hermosas

Sur, y por

Verdaderas montañas

de objetos de alfarería, especialmente tinajas de todos tamaños y dimensiones, y el humo de una multitud de hornos de alfarero, revelan al que en el mismo toma tierra, cual es la industria principal en que se

ocupan

los habitantes de esta villa

y sus contornos.

En

las


:

HASTA TEBAS

255

aldeas felahes pueden verse paredes, techos y palomares construidos con tinajas y artesones, y no lejos de Girgeh, nos hemos encontrado ya con una expedición que transportaba al Cairo las vasijas de

Kene. Aquí hemos asistido á

formación de uno de esos trenes. Consiste

la

en un conjunto de grandes tinajas que unidas unas á otras y puestas boca abajo, se encierran en un marco de madera que provisto de un fuerte estai, destinado al gobernalle, se éste

carga con gran cantidad de vasijas.

La mayor parte de los kulles de tierra porosa y de los que se emplean en Egipto, constrúyense en Kene, de tiempo inmemorial. Los hay

filtros

completamente desprovistos de adornos los

:

otros están torneados y adornados á la

tiempos de los faraones son conocidos con

el dia

por

el

á la ciudad

,

árabe de baila.

Empleamos un

que después de Siut es

Egipto, contando, á lo que se dice,

la

más

el

nombre de

sir,

mano

:

desde

frecuentemente sustituido en

cuarto de hora en trasladarnos desde el puerto

mayor y más

bella de cuantas existen

de diez mil habitantes.

La

en

el

Alto

casa del comerciante

CAMPAMENTO DE GITANOS

par cónsul de Francia y de Alemania, está puesta con un lujo que excede á toda ponderación: nada falta en ella de cuanto ha inventado el perverso gusto árabe

Bischara, que es

al

contemporáneo.

En

la

fachada puede distinguirse una verdadera y completa colección de A encontrarnos en una ciudad europea, habríamos

animales, rojos, amarillos y naranjados.

podido imaginar que un escolar travieso, dueño por un capricho de

cubos llenos de colores, había alcanzado autorización para poner en artístico sobre esa

inmensa

superficie.

Lo que

la

fortuna de inmensos

ejercicio

su entusiasmo

es en la ciudad, tan deslumbrantes pinturas

excitan profunda admiración: los marineros del Xilo y los camelleros hablan de ellas con

verdadera fruición durante las horas de descanso.

En

el

Bischara ofrece á sus huéspedes frecuentes fantasías, esto

salón principal del palacio es, bailes

el

señor

acompañados de canto

debe consignarse que en Kene hay un gran número de gitanas bailadoras y cantadoras á las cuales se da el nombre de ghawazi. La vez primera que con gitanos hemos topado ha sido en la feria

de Tantah: pero los hay en todas las ciudades del Alto Egipto.

Viven en verdaderos


HASTA TEBAS

256

tabucos v más comunmente en campamentos

establecidos al aire libre.

Numerosas

familias

procedentes de ellos se hallan establecidas en las cercanías de los mercados de cuadrúpedos,

pues por punto general

los

padres hacen

oficio

de chalanes entre los compradores de caballos,

camellos y asnos. Este comercio es sumamente activo en esta región, pudiendo decirse que Kene ha reemplazado, respecto del particular, y desde hace mucho tiempo, á la antigua Coptos, hoy Kuft, de cuyo punto partían las caravanas que desde las cercanías del Xilo se dirigían al

mar Rojo y

hablaremos, con

la

al

puerto de Ivoser.

Cuando llevemos

al lector al país de los

detención que merece, de esa vía de comunicación del

mundo

Abadde,

primitivo.

VENDEDORA DE CACHARROS Y TINAJAS

En

otro tiempo sirvió para la exportación del trigo de Egipto á la Arabia: al presente los

granos destinados á Djeddah pasan con preferencia por Suez. Sin embargo,

Kene

en especial en

es considerable aún,

la

época de

las peregrinaciones á la

el tráfico

Meca:

la

parte de los peregrinos del Alto Egipto, de la Nubia, del Sudan, de las provincias

manas

del Africa central,

verifican el viaje pasando por

Kene y por Koser. De

de

mayor

musulésta á

con toda comodidad y rapidez en buque de vela ó de vapor. Los peregrinos que regresan de su piadosa expedición, acostumbran desde tiempo

Djeddah se puede hacer inmemorial entregarse

la travesía

sin freno á todos los placeres del Oriente en la encantadora ciudad de

los productos de alfarería,

con

lo

cual

menguan no poco

los méritos

que pueden haber


2 OI

HASTA TEBAS

EEGEESO DE LA PEEEQEDs ACION

EGIPTO,

TOMO

II

65


MOHAMED-ALI


EGIPTO.

TOMO

II

REJUVENECIMIENTO

DE

EGIPTO

ALAMEDA. DE SHOUBRAII


EGIPTO,

TOMO

II.

REJUVENECIMIENTO

DE

EGIPTO


1

EGIPTO,

TOMO

II.

REJUVENECIMIENTO

DE

EGIPTO

ACUEDUCTO ANTIGUO 00 •<1


EGIPTO,

TOMO

II.

REJUVENECIMIENTO

DE

EGIPTO

EL JETIFE ISMAIL PASEANDO EN COCHE


1

REJUVENECIMIENTO

DE

EGIPTO

MERCADO DE ESCLAVOS


V

EGIPTO,

TOMO

II.

RESURRECCION

DEL

EGIPTO

ANTIGUO

00

QUIROMANCIA <s>


ü

LA

UNIVERSIDAD

A' LA

MEZQUITA

DE

EL-AZHAR

UNA CATEDRA EN LA MEZQUITA DE EL-AZHAR


u

HABITACION DEL MÜFTI (JEQUE EL-MAIIDI)


EL

CAIRO

PASATIEMPO DE UNA DAMA EN EL CAIRO

103


1

EGIPTO

TOMO

II.

EL

CATEO

1 13

PLAÑIDERAS


I

EL

CAURO

119

DISTRIBUCION DE DÁTILES EN UN CEMENTERIO DEL CAIRO


EL

CAIRO

CAFE EN PROVINCIAS 1


EGIPTO,

TOMO

II.

REGRESO DE LA CARAVANA DE LOS PEREGRINOS


PUERTO DE BOTJLAQ


EGIPTO,

TOMO

II

EL

EGIPTO

SUPERIOR

181

GEBEL-ET-TEIR


1

EGIPTO,

TOMO

II.

EL

EGIPTO

SUPERIOR

185

RECLUTAMIENTO EN TIEMPO DE MEHEMET-ALI


1

EL

EGIPTO

SUPERIOR

195

COLUMNATA DE MEDAMOT, CERCA DE TEDAS


f

EGIPTO,

TOMO

II.

HASTA

TEBAS

ORILLA DERECHA DEL NILO, CERCA DE GEBEL ABU-FODA 209


EGIPTO,

TOMO

I! .

HASTA

TEBAS

A LAS PUERTAS DE LA CIUDAD

213


EGIPTO,

TOMO

II.

HASTA

TEBAS


HASTA

TEBAS

231

UNA OFICINA EN

GffiGEH


EGIPTO,

TOMO

II

HASTA

TEBAS

BÚFALOS CONDUCIDOS AL NILO


r

TEBAS

HASTA

MERCADO DE CAMELLOS


r


I

T 1

TEBAS

2/9

EXCURSIONISTAS


EGIPTO,

TOMO

11


EGIPTO.

TOMO

II.

TEBAS

ยกรกECHETd A LA LUZ

LE LA LUNA 305


t

1

TEBAS

311

EL COLOSO MEMNON Y SU COMPAÑERO, DURANTE LA ÉPOCA DE LA CRECIDA DE LAS AGUAS


I

1

TEBAS

ALDEA DE KARNAK 323


EGIPTO,

TOMO

II

TEBAS

325

ASPECTO INTERIOR DEL PABELLON EN MEDINET HABU


F

1

orcoi.

a

ESPECTÁCULO OFRECIDO POR UN ENCANTADOR DE SERPIENTES EN EL SEGUNDO PATIO DE MEDINET HAJ3U


EGIPTO,

TOMO

11.

TEBAS

OO 03 ^1

ENTRADA AL VALLE DE LAS TUMBAS


ÍIPTO,

TOMO

II

TEBAS

INTERIOR DEL TEMPLO DE APET EN KARNAK


EGIPTO,

TOMO

II,

DE LA

CIUDAD

DE

AMON

A LA

CATARATA

VO

O

DANZA DE ALMEAS EN LAS RUINAS DE KARNAK

357


EGIPTO,

TOMO

11.

DE LA

CIUDAD

DE

AMON

A LA

CATARATA

\0

0

->

369

TEMPLO DE EDFU


EGIPTO,

MMiHil TOMO

II.

É1|B|Í

DE LA

ÉSffci®

feSal

8aa«íl¡ WmW . .

CIUDAD

wkmmÉmmmm

DE

AMON

A LA

CATARATA

ocsin*'*

vO o\

JUNTO AL MAR ROJO

331



DE LA

CIUDAD

DE

AMON

A LA

CATAKATA

391

TEMPLO DE KOM-OMBÜ


DE LA

CIUDAD

DE

AMOX

A LA

CATARATA

PUERTO DE ASUAN


DE LA

CIUDAD

DE

AilON

A LA

CATARATA

LA PRIMERA CATARATA

411


DE LA

CIUDAD

DE

AMOX

A LA

CATARATA

ALDEA ENTRE ASUAN Y

PIIIL/E 415

**-+=*-

—

i


DE

LA

CIUDAD

DE

AMON

A LA

CATARATA

419

FACHADA DEL TEMPLO SUBTERRÁNEO DE ABU-SIMBEL


EGIPTO,

TOMO

II.

DE LA

CIUDAD

DE

AMON

A LA

CATARATA

421

PERISTILO DEL TEMPLO

DE

ISIS

EN LA ISLA DE PHILiB

(IV

DEL PLANO)


HASTA TEBAS

258

contraido con su visita á la Casba.

En

lugar de vino beben con verdadero exceso una especie

de hidro-miel, licor embriagador y primitivo en cuya confección entra la miel principal.

Únicamente

el

como elemento

peregrino del alto Egipto que viaja con su harem, es

Kene

el

que vive

tiempo estrictamente necesario, y de vuelta á su país es recibido alegre y cordialmente por sus dependientes y conciudadanos. Así como en la confusión salvaje de la feria de Tantah hemos creído reconocer un resto ó

sobriamente, permaneciendo en

el

reminiscencia de los excesos que se cometian en la fiesta de Bubastis, en los embriagadores regocijos á que.se entregan los peregrinos no culto,

por demás

libre,

podemos ménos que ver algo

del antiquísimo

que se prestaba á Hathor, á quien se adoraba en Denderah, en

opuesta ribera del Nilo.

Esta ciudad, á la cual daban los egipcios

el

la

nombre de Ta-en-tarer

PASAJE DE FELAHES ENTRE KENE Y DENDERAH

del globo; pero y los griegos el de Tentyris, ha desaparecido completamente de la superficie el templo en que se rendia culto á la diosa de la cara bonita, á la divinidad de oro, se

conserva en perfectísimo estado: circunstancia que sorprende tanto más, cuanto que las colonias

más numerosas

de monjes cristianos, naturalmente hostiles á todas las manifes-

taciones del paganismo, estableciéronse con predilección, ya en los primeros tiempos, en las

inmediaciones de Denderah.

Pasamos con nuestros jumentos á embarcaron travesía,

en

al la

la orilla

opuesta por medio de una balsa, en

la cual se

propio tiempo los rezagados de una caravana, y después de una rápida cual, sin embargo, no empleamos ménos de una hora, nos detuvimos delante

del bellísimo templo de Hathor,

que nos permitió conocer, hasta en sus detalles más insigni-


259

HASTA TEBAS ficantes, la distribución interior de

prestado á los dioses de Denderah

,

un santuario casi

como

egipcio,

y

asistir á las

testigos oculares.

ceiemonia»

Los sabios de

la

del culto

expedición

numerosas de este templo francesa describieron con verdadera admiración y sacaron vistas de la influencia completamente librarse supo no parece, encantador, cuyo arquitecto, según Mariette y Dumichen, el podeise utilizai del genio griego, y la ciencia debe á los señores sus salas, cámaras y del rico tesoro de inscripciones que cubren todas completamente

corredores y hasta

necido en

el

el

poder penetrar en las criptas subterráneas.

mismo meses

Uno

y otro han perma-

enteros, habiéndolo estudiado detenidamente, del

mismo modo que

un celo dignos del éxito de que templo gemelo de Edfu, dedicado á Horo, con un ardor y especialmente, es á quien se debe él Dumichen, á pero coronados; vieron se esfuerzos sus en sus muros, de la historia de restablecimiento, por medio de los documentos conservados plano se había ya trazado sobre pergacuyo primitivo, joven par al santuario, semejante y el constructor de la gran pirámide. mino, y no sobre papel, en tiempo de Chufu (Cheops), durante la segunda mitad del antiguo Merced á aquélla sabemos que se trabajó en él, no sólo dinastía, aquella cuyos reyes han recibido imperio, sino también en tiempo de la duodécima III tomo Después de la expulsión de los Hyksos, Thutmosis el nombre de Beni-Hassan. que sobre él pesaron en calamidades las tantas fueron pero á su cargo la restauración tiempo de los que no quedó más remedio que reconstruirlo en el transcurso de los siglos, se encuentra ya en alguna de nombre cuyo II), (Soter Tolomeo Tolomeos, acaso ántes de romanos, hasta últimos Tolomeos y los primeros Césares las cámaras subterráneas. Los

el

;

X

las

mas

inscripciones, de las cuales, decoraron cuidadosamente con cuadros é emperador. No debe extrañarse, pues, que el modernas pertenecen á la época de este último moderno, de contemplarlo, sea un edificio relativamente templo, tal cual hoy nos es dado lo que era un de ejemplar acabado un constituye construcción greco-romana; pero áun así, que ofrecían os se halla perfectamente ajustada á la antiguo templo egipcio. Su distribución detalles arquitectónicos escasos los que suerte de templos en la época de los faraones, mediante la de Hathor, pueden suplirse fácilmente que se echan de ménos en el santuario exteriores se hallan más completas partes cuyas Tébas, de comparación con los de Edfu y en tan cuanto á las cámaras interiores se encuentran que las del templo de Denderah. En que las supeie, y Lo. de Edfu alguno templo otro hay no que perfecto estado de conservación,

Trajano,

lo

pueden con ellas igualarse. practico en los templos, el rey 6 su representante Cual acontecía en la fundación de todos Dumichen reglamentos. los en determinados instrumentos éste ceremonias especiales, con hallándose la construcción del templo de Denderah, de Historia su en ellas de ha dado cuenta Sur. De fueron ejecutadas, en las paredes Norte y representadas, según el orden con que por medio de se empezó por demarcar el terreno que desprende se representaciones tales amaso el suelo, por semejante medio consagrado, se cuerdas; después con la tierra de este granos de mirra y de incienso. La ceremonia primer ladrillo, mezclándose con aquélla misma de la arena: que, según parece, es la siguiente consiste en la distribución ó extensión

sólo


HASTA TEBAS

260

que, al decir de

La

jandría.

conquistador macedonio ántes de la fundación de Ale-

la historia, practicó el

quinta de las fiestas cedía en beneficio del templo: según ella

el

Faraón debía

ofrecer á la divinidad planchas de metales ricos, cuajadas de piedras preciosas, en forma de ladrillos.

Según

ceremonia

la sexta

el

rey debió colocar

practicó colocando en el sitio correspondiente, por

grandes dimensiones.

sembrando

Sigue á ésta

Faraón con

primera piedra, operación que

la

medio de una palanca, un bloque de emplazamiento,

la purificación del

la cual se practicaba

mano

derecha, entre la estatua de Hathor y el modelo del templo, un gran puñado de granos de incienso mezclado con natrón, que para este objeto se prepael

la

raban de antemano de una manera especial. La dedicación del templo á á cabo por medio de dos ceremonias finales. realizaba el conjunto de las

mismas

era la octava,

templo que se hallaba colocado entre la

Durante

él

y

la

el

la

la divinidad se llevaba

primera, que en

rey extendía su

el

mano

imagen de Hathor: durante

la

orden con que se

sobre

el

modelo

del

segunda, es decir,

novena y última, proyectaba la sombra de su brazo derecho encorvado sobre el modelo referido. Éste ofrece la

forma de una

capilla

coronada por un

cimasio, con gorguera ó collarín, que es el jeroglífico

representar

empleado comunmente para

un templo

Durante

las

ó santuario.

ceremonias referidas los

reyes no empleaban los instrumentos del

más

operario ó del albañil, sino otros de

pequeñas proporciones,

de

forma más

y de más fácil manejo, que podrían compararse á la llana de plata elegante

que se pone en manos de nuestros príncipes en la PLANO DE DENDERAH

piedras.

Ha

colocación de las primeras llegado hasta

número regular de miniatura, que

el

curioso puede estudiar en

propiamente dicha empezaba por formar

el

núcleo de todo

el

el

santuario

edificio.

accesorios, seguían inmediatamente al

nosotros

un

PLANO DE EDFU

estos instrumentos en

Museo Egipcio de Leiden. La

el

(I del

plano);

Dos pequeñas

el

salas (1

mismo. Después una

construcción

sancta sanctorum, destinado á

y 2) provistas de gabinetes

sala

más

vasta (II), cuyo techo

descansaba sobre seis columnas y en la cual abrían tres cámaras á la derecha y otras tres á la izquierda, y por último se construía la gran sala hypostila (III) con sus veinticuatro columnas. Dos escaleras, una recta y otra de caracol, conducían á la parte superior del techo,

en

encontraban seis cámaras y un pabellón perfectamente ventilado. En otros y según veremos luego en el de Edfu á la gran sala hypostila se añadia un patio empedrado, provisto en uno, dos, tres ó en sus cuatro lados, de vastas columnatas que formaban lo que se conoce con el nombre de peristilo (IV en el plano de Edfu). Este dilatado la cual se

templos

,

,


261

HASTA TEBAS espacio hallábase limitado, en su cara exterior, por los pileos (V y

"V

del plano de Edfu),

que eran dos torres en forma de pirámide truncada entre las cuales en el sitio precisamente el en que deberían encontrarse sus fases internas, se hallaba dispuesta una puerta para ingreso. Delante de ésta era costumbre levantar obeliscos y colocar esfinges, llegándose á ,

,

ella

á lo largo de una calle empedrada, flanqueada

de hileras de esfinges, cuya monotonía interrumpían de cuando en cuando elevadas puertas de piedra, dispuestas a guisa de arcos de triunfo.

La mano la

de los Césares fué

ménos generosa que

de los Faraones y la de los Tolomeos para los

Denderah, que fué construido

sacerdotes egipcios.

en tiempo de los emperadores, jamás tuvo pileos ni peristilo.

Con

todo,

Domiciano y Trajano hicieron un propileo

construir delante de la entrada principal

que se conserva aún en

muy buen

PILEOS DE

UN TEMPLO

estado, delante

remataban en una aguda punta del cual se elevaban cuatro grandes mástiles de madera que la inscripción. ¿Debemos ver expresa según tempestad,» celeste la romper «para cobre de aquí,

como opinan Brugsch y Dumichen,

la

mención

cual se levantaban esos cuatro mástiles singulares

,

del

primer pararayos? El propileo ante

se abría al través del

el

de un recinto

muro

que antiguamente rodeaba el área toda del templo de medía trescientos metros cuadrados. Como sucedía en los demás templo»

elevado, construido de ladrillos,

Denderah,

la cual

de Egipto, dicho

muro

se hallaba destinado

no sólo á

una invasión

librar de

el

recinto

sagrado, sino también á poner á cubierto de las

miradas de

los profanos, los lugares

consagrados á

Parece imposible, y sin embargo se halla plenamente comprobado, lo que vamos á decir: todos esos templos, cuya construcción, decorado y

la

divinidad.

sostenimiento imponían tan formidables gabelas á fuerza y á la fortuna públicas, abiertos á

un reducido número de

iniciados: los

poner en

sólo

se

la

hallaban

elegidos, á los

demás tenían prohibición absoluta de

ellos la planta.

El

común de

las gentes,

v en este número comprendemos á todos aquellos PROPILEO DE DENDERAH

que no gozaban del derecho de prosternarse á

lo largo

que, por celebrarse una procesión, ciertas

y determinadas

fiestas,

de

la calle

EGIPTO,

TOMO

II.

al

al

templo, en aquellos días en

se sacaban de él los simulacros de la divinidad; y en

y prévias no pocas purificaciones,

exterior del templo, para orar y depositar en

El interior, que

privilegio indicado, sólo tenia el

que conducía

él

el

de llegar hasta

el

especial, puesto

que los

patio

sus piadosas ofrendas.

presente llama nuestra atención de un

modo

66


HASTA TEBAS

262

elementos exteriores que encontraremos en Tébas, Edfu y Philae no se encuentran en Denderah, sólo estaba abierto á tres clases de iniciados, que, sin embargo, no podian traspasar los límites

de

puerta que conduce de

la

con

Distinguíase ésta

nombre de

el

En

dijéramos, de la diosa.

ella se

Hathor, es decir, no solamente

grande

la sala

exponía á

la

contemplación de los elegidos

dejaba al descubierto, levantando los cendales que

junto á

la

lo

tenían acceso hasta

el

patio exterior, sólo podian echar

designada en las inscripciones con

una circunstancia

velaban.

En

las

(II).

como

el

la divinidad.»

una mirada á

nombre de gran

si

imágen de

la

el

especial, se

grandes festividades

puerta que conducía á la sala segunda

deseo de contemplar, siquiera de léjos, «la belleza de

el

ó

cabeza de oro y piedras preciosas que se guardaba en

la

santuario, sino la estatua entera, cuyo seno encantador, en

los iniciados se estrujaban

pequeña hypostila

(III) á la

sala de la Aparición de su Majestad,

(II),

movidos por

Los profanos que

la sala hypostila (III),

sala del Cielo; habiéndose llevado

tan adelante las precauciones, que ni el espectador situado junto al dintel de la puerta principal podía abarcar la línea inferior se

el

conjunto de

la sala santa,

hallaban enlazadas entre

para

columnas que formaban

lo cual las

por medio de un

muro que

llegaba hasta la

mitad de su altura. Cada uno de los visitantes lograba distinguir algo; pero era incompara-

blemente mucho

más

que debía imaginar.

lo

En

cuanto

al

profano, descubría formas cuyas

proporciones sobrepujaban extraordinariamente las mayores que estaba acostumbrado á

contemplar, sin que en manera alguna

le

fuera dado abarcarlas en su conjunto, ni reconocer

término que tenían á través de la oscuridad en que iban á perderse. El iniciado podía

el

contemplar del

la sala

mayor

mismo modo que

del templo; pero

en cuanto á

las

demás

le

estaba vedado

el

ingreso,

de los profanos, y su corazón se llenaba de angustia y de

al resto

respetuoso temor, cuando su mirada buscaba la dirección del sanctci sanctorum, siempre

rodeado de místicas tinieblas.

ancho ámbito de congoja que

le

la sala

Si después de esto paseaba su

mirada á su alrededor, por

el

sobre cuyas losas se encontraba, calmábase instantáneamente la

oprimía, considerando hallarse

muy próximo

al

misterio de la divinidad, inac-

embargo, á su inteligencia y áun á sus miradas, porque la sala que lo contenia, elevada, larga, armoniosa, soberbia, hallábase en completo acuerdo con la esencia de Hathor

cesible, sin

tal

cual

la tenia concebida,

él

nombre de

la

buena doctrina. El

mundo

sensible en el cual

y servia para que se instruyera en

la diosa significaba la casa de

Horo, es

decir, el

descansa la divinidad y mediante el cual se reveló á los hombres. Tienen razón por consiguiente los que opinan que Hathor encierra una concepción primitiva del mundo y que su culto es antiquísimo en Egipto: y en efecto, desde la época de los reyes constructores de ,

pirámides v sus contemporáneos, fue adorada, no sólo en calidad de diosa

Neith de Sais, sino en todo osiríaco.

Es

la

Isis;

el

Horo por

cuerpo de vaca, que es

que toma

la

local,

como

el

la

en calidad de divinidad superior del ciclo

pero su esencia no coincide completamente con la esencia de

siquiera tenga también á

ó

el valle del Nilo,

Isis,

y se halle frecuentemente representada con la cabeza animal que le está consagrado. Es también la forma femenina hijo

causa fundamental de cuanto existe;

mas

si

Isis es

la

tierra

que recibe

las


HASTA TEBAS

LA GRAN SALA DEL CIELO EN DENDERAH

263


HASTA TEBAS

264

semillas de Osíris, y les comunica las condiciones indispensables para su desenvolvimiento, á Hathor se debe el haberlas dispuesto en su seno de la manera conveniente. Isis es la

naturaleza que crea, en conformidad á un plan previamente concebido; Hathor la naturaleza

que nos

Ambas

invita á contemplarlo.

reunidas vienen á constituir, la una respecto de

otra, el equivalente de lo que acontece

punto, puede

Isis

como

ser considerada

ejecución armoniosa de

y de la

lo

formas de cuidado.

En

ello

los

Isis les

no sólo se

encuentra en

la

el

á nueva vida

el

alma de

el

los

muertos.

la

la

verdad,

mismas

las

mañana

á

Los destinos

las

la

Horo niño

tumba

cual no podría surgir

debe sepultarse en es,

el

en

el sol

dia,

se

que ha terminado su

nuevamente, cada una de

las

almas de

los

que mueren

madre de Horo; pero como, según parece, en un

mismo

el

en este concepto esposa del dios de

principio había

la luz, siquiera

sola divinidad ó

formando por

lo

una

sola pareja divina.

ménos un grupo

Los dioses

los dioses,

de los elementos,

,

se adora

se encuentran constantemente

de tres, con la circunstancia de que semejantes triadas ó

trinidades, se hallan compuestas por punto general de padre,

además de

su

círculo entero de lo porvenir, constituya su propio padre.

Esta antigua concepción egipcia explica por qué en ninguno de los templos del Nilo

nunca una

conduce

comparan

abierta del lado allá del horizonte, por la parte del Oeste,

del cielo, se la considera

hijo, personificando

como

nuevo

alma humana

seno de Hathor, para renacer á una vida más bella y agradable.

pues, llamada

una diosa

el sol del

,

ulteriores del

principalmente á los del astro del dia, puesto que, así carrera debe hundirse en la

sido

alimenta y las arrulla, sino que las bondad y la belleza. Y adviértase que mundo superior: vésela también en el inferior, en el cual es la

camino de

vaca que después de haber parido por

Hathor

se las distingue con

y velan sobre éstas, como hacen con el infante las que lo tienen á su da el seno, las mece en sus brazos, y las hace pasar incesantemente de una

instruye y las conduce por

lo

monumentos

en cuenta que toman en

las cosas

á otra metamorfosis: en cuanto á Hathor, no sólo

sin

la

cierto

materia bruta en general, Hathor represéntala

que es ya obra realizada.

lo

nombres de madre y nodriza, teniendo para

los

que se realiza; pero así como, hasta

madre

En Denderah,

é hijo.

entre los cuales figuran en primer lugar los que son personificación

dichas divinidades se han reunido constituyendo un verdadero

ciclo,

compuesto de cuatro formas de Hathor y cinco formas de Horo, á las cuales deben agregarse Ahí, el poderoso hijo de Hathor, el cariñoso niño de la flor de loto, que aparece á las primeras horas de

la

mañana y

tiene

no pocos puntos de semejanza con

el

Eros griego;

Osíris, el Ser bondadoso, Un-nefer, al cual se apellida difunto; é Isis, la abuela de los dioses.

Tales son las divinidades á las cuales especialmente se tributan ofrendas, hallándose á

cabeza de todas existido desde

la el

la

de Hathor de Denderah, la reina de los dioses y de las diosas, que ha comienzo y llena con sus beneficios el cielo y la tierra: la bondadosa,

cuya aparición arranca gritos de júbilo á los dioses y á los hombres: la encantadora reina del amor, de seductor aspecto y rostro bellísimo: la amada y protectora de las mujeres, que permanece al lado de las madres en las horas difíciles: la señora de las

la

verdadera,

flores, de los

la bella

perfumes, del canto y de las danzas, que llena de júbilo los corazones, en los


265

HASTA TEBAS dias en que llena el espacio otro Horo, que lleva el

de Thutmosis

para

lo cual

III este

el

regocijo de las fiestas.

Hathor, en una

fiesta especial

cual seguian otros

es

ménos

es el

Sam

Desde

taui.

y determinada, iba á

los

hijo,

tiempos

visitar al primero,

pompa en un buque previamente

su simulacro era conducido con gran

al

Su esposo

nombre de enlazador de ambos mundos,

Horo de Edfu: su

dispuesto,

muchos formando aparatoso acompañamiento. El templo de Edfu no

rico en importantes inscripciones relativas á

examina en su conjunto, resulta de semejante que han podido introducirse en

la

Hathor que

el

de Denderah:

si

se las

estudio, que, no obstante ciertas ideas griegas

concepción de nuestra divinidad, cada una de aquellas

á las cuales debe su origen, tiene su raíz en

Egipto. Fácil es seguir

el

el

camino que,

EL MAMISI DE DENDERAH

la antigua diosa del cielo y del amor para en tiempos relativamente modernos, ha seguido al canto, á la danza, al regocijo, para preside que sol, del hija llegar á ser la Afrodita, pero la verdad es que aun mucho tiempo antes convertirse en musa de esas diferentes artes; Grecia poseía los atributos que se le asignan en de que existieran relaciones entre Egipto y además, de existir los siete Hathors, que, de la incripciones posteriores, con la circunstancia, la cuna del recien nacido y le pronosticaban cabe establecían se hadas, las que propia suerte ,

los destinos de

Junto á

la

su vida futura.

mayor

parte de los templos egipcios en que se adoraba

un edificio especial, que era considerado

como

la

Denderah posee cerca de su templo, un edículo de EGIPTO,

TOMO

II.

una

cuna, bekt ó mamisi , de

triada, le\antábaae la

jcven dhinidad.

esta naturaleza, desgraciadamente b7

muy


HASTA TEBAS

266

maltratado.

En

él se

celebraba

Horo había

instante en que

el feliz

abierto por primera vez

y sus sacerdotes, por medio de una ingeniosa lisonja, hacían tierno príncipe cuyos padres habían empuñado el cetro como sucesores

los ojos á la luz del dia,

aplicación de ello al

Es indispensable dejar consignado que dichos edificios accesorios recibieron el nombre de Typhoráum en los primeros tiempos de la ciencia, sin embargo de que nada tienen de común con Seth-Tvphon. Champollion reconoció el verdadero destino que tenían: al del dios Sol.

presente sabemos que los dioses de formas extravagantes y haciendo horrendas muecas,

que en otro tiempo se habían tomado por

enemigo de

el

representaciones en casi todos los mamisis, llevan

el

encuentran

Osíris, y de los cuales se

nombre de Bes, que

fué importado

á Egipto del país de los aromas, y que presidia al tocador de las mujeres. Si

volvemos ahora á penetrar en

podremos comprender

Do

el efecto,

salón principal del templo de Denderah, fácilmente espíritu de los fieles.

el

quiera se dirigía la mirada, podían contemplarse las imágenes de la diosa; pues hasta los

columnas tenian esculpido

capiteles de las

forma de

capilla.

El techo sobre

de la noche egipcia, surcando

el

canto de los sacerdotes y

interiores, Osíris, en

el

el

rostro de Hathor, y el abaco estaba cortado en

cual se veian representadas todas las constelaciones

el

ancho mar de

ó por mejor decir, elevaba la devota el

el

demás profundo, que producía en

por

mirada

apacible

sumergía su espíritu en Abydos, sólo interrumpía

el

medio de una lancha,

los cielos por

del concurso, en tanto

rumor de

flautas

que

humo

las

cámaras

tumba de

Cerca, de la

consagrado á

atraia,

del incienso,

y arpas, procedente de

más profundo arrobamiento.

el silencio del recinto

el

la divinidad

un rumor

tenue é imperceptible: en cambio en Denderah festejábase con gran estrépito á la diosa del regocijo, y cuando, con motivo de las grandes fiestas, salía del santuario para mostrarse, sin velo, á la

mirada de

los iniciados

y

pueblo, encerrada en su barca, todas las sienes

al

ostentaban las guirnaldas con que se ceñian,

espumosas oleadas. permiten

asistir

Varias son las

á tan ruidosas ceremonias.

¿llenos de júbilo: el regocijo reina en »la tierra tiene vida: los

al

paso que

inscripciones

ambas

«Los

que,

el

vino rodaba en las copas en

perfectamente

dioses del cielo, expresa

riberas del Nilo: dilátase

Hathors percuten su tamboril,

»Las gentes de Denderah están embriagadas merced

las Isis

el

conservadas,

una de

ellas,

nos están

corazón de cuanto en

tañen sus sistros menuat.

á las libaciones que

han hecho, llevando

» las sienes ceñidas de guirnaldas de flores.»

Esta ruidosa alegría no llegaba, sin embargo, á las cámaras interiores, que con razón podrían ser llamadas la gran sacristía múltiple que rodea

el

silencioso santuario, puesto

mueblaje y se preparaba el incienso, el agua de las libaciones y cuanto era menester para el servicio del vino y para las procesiones. Sólo en la parte posterior del templo de Elathor se encontraban veintisiete aposentos, y numerosos pasillos

que en

ellas se

conservaba

el

que podríamos distribuir en cinco grupos:

menor, en

l.“ la

sala principal ó del cielo (III); 2.° la sala

lugar la aparición de la diosa, y las dos salas del prosekos, situadas á (II, 2 y 1); 3.° el secos ó sancía sanctorum (I); 4.° las veintidós cámaras

la cual tenia

espaldas de la ó aposentos

misma

que circuyen

el secos

y sus vestíbulos;

5.° las

escaleras que conducen á la parte


HASTA TEBAS

267

Cada uno de dichos aposentos tenia un destino especial, relaciodioses que en el templo se adoraban, pudiéndonos formar idea exacta, no sólo

superior del techo (3 y 4).

nado con del

los

nombre con que

se distinguía cada

una de

ellas, sino

también de

lo

que en

ellas

respec-

tivamente se guardaba, ceremonias que en las mismas tenían lugar y capacidad exacta de las mismas en medidas egipcias, merced á las inscripciones que se hallan en sus paredes, y

que han quedado patentes gracias á

escombros que

intactos el transcurso del

celebraban en

los gastos

hechos por Dumichen para limpiarlas de los

Los calendarios de que podemos disponer, y que ha conservado tiempo, nos revelan una por una las diferentes fiestas que se

las llenaban.

templo de Hathor, así como

el

soberano reinante en

la

las inscripciones

época en que se terminó ó llevó á efecto

de las puertas del santuario.

Hasta

los corredores

nos ponen de manifiesto la

más oscuros y

construcción de cada las criptas

de

más

el

una

difícil

acceso se hallan llenas de inscripciones y figuras en alto relieve, que nos demuestran que los sacerdotes egipcios tributaron á los Tolomeos y á los Césares idénticos honores que los que un tiempo prestaron á los Faraones. Si las esculturas de este templo y las de los santuarios

en esta época erigidos, no pueden compararse por su simplicidad, pureza y nobleza de

estilo,

á las que han causado nuestra admiración en las tumbas

del antiguo imperio ó

en

las ruinas de

dioso por la inmensa multitud

desusados, en épocas glíficos,

más

signos desconocidos ó mejor dicho,

de

La superabundancia

antiguas.

hace, sin embargo,

más

Abydos, no cabe desconocer que

difícil la

de nuevos jero-

lectura de las inscripciones: esto

no obstante, obedecía á un pensamiento preconcebido, á un plan determinado, cuyo fin, por parte de los sacerdotes, era que los profanos no penetraran

el

verdadero sentido de tales documentos. Para conseguirlo se

valían de formas de escritura antiguas para expresar los conceptos que en

una manera clara y terminante en las paredes de los templos. cambio, en cuanto se ha conseguido vencer las gravísimas dificultades que ofrecía el mayor y más importante el descifrar las inscripciones de la época de los Tolomeos, ha sido otro tiempo se consignaban de

En

la mitología caudal de conocimientos que se ha adquirido respecto de la religión y de templos antiguos. Lo que egipcias, del que habían proporcionado las inscripciones de los

éstos

callaban,

reitérenlo

los otros

en términos explícitos, siquiera por medio de una

ortografía mtencionalmente confusa y enrevesada.

cámaras ¡Qué de encantos experimentaban recorriendo una en pos de otra las diferentes que hace numerosos siglos cuantos por medio de las inscripciones deseaban saber lo el prosecos (2), detrás de la sala realizábase en cada una de las mismas; los que buscaban en de la aparición,

el

lugar en que se hallaba instalada la

depositaban las que hacian los

cámara

fieles;

central (1), y al santuario la

la cual la estatua de

Hathor era

que sabían que á

mesa de

las ofrendas, sobre la cual se

la siguiente se le

cámara cerrada, misteriosa, de

sacada, en

hombros de

la

daba

el

nombre de

barca Tes-nefu

los sacerdotes; al saber,

(I),

en

finalmente,


HASTA TEBAS

268

que sólo

el

rey y

sacerdote celebrante tenian derecho para penetrar hasta el verdadero

el

corazón del templo, en

De

el

cual se conservaba

menores,

los aposentos

el

además

más próximo

de

el sistro

la divinidad!

á la sala central servia para guardar las

vestiduras y las fajas de los sacerdotes. El tesoro se guardaba en dos de dichas cámaras, es decir, en dos de las situadas á la derecha del santuario (I). En una de las tres existentes á la izquierda de la sala de las apariciones (II), que se distinguía con torio,

se preparaban, sin reparar en el gasto, las esencias y

el

nombre de labora-

aromas destinados

Podríamos reproducir fácilmente cuantas operaciones químicas practicaban puesto que, grabadas en

aún

En

al

culto.

los sacerdotes,

piedra y cubriendo todas las paredes del laboratorio, se conservan

la

fórmulas y recetas de que se servían. una cámara particular se conservaba el las

agua olorosa destinada

al servicio del

templo;

CLEOPATRA, SEGUN UNA MONEDA GRIEGA

en otra

los vasos sagrados

riqueza; en

una

,

que eran de gran

tercera el sagrado sistro de CLEOPATRA, REPRESENTADA SEGUN EL ESTILO EGIPCIO

Hathor; una cuarta era construía v reparaba

el

el taller

en que se

menaje de los sacerdotes; finalmente,

católicos, en los cuales se presta culto las

cámaras de esta

cámara ó aposento que naciera

la

clase se

á varios santos, en

adoraba á divinidades

del trono de

Ra, y

al

como acontece en

los templos

las capillas laterales inferiores,

en

Encuéntrase entre éstas

la

distintas.

lado de otras consagradas á otros dioses, aquella en

esposa de Osíris, en la cual se preparaba y festejaba

el

solemne aniversario del

dia en que Isis había visto la luz «para gloria y regocijo de los dioses y diosas.» tenia lugar en el cuarto de los cinco dias

considerándose como correspondia

,

la

más importante de

séanos permitida

la

epagomenos con que terminaba

el

todas: servia de introducción al

Esta

año nuevo, y

comparación, que usamos simplemente para mejor

gencia, á nuestra noche de san Silvestre.

En

ella,

como

fiesta

año egipcio,

inteli-

fácilmente puede comprenderse,


269

HASTA TEBAS

CLEOPATRA EGIPTO,

TOMO

II

68


HASTA TEBAS

270

tenian lugar espléndidas procesiones, siéndonos conocido las

que se celebraban en las demás

en

que

el

curso que seguian,

que tenian efecto en

fiestas

el

lo

mismo que

templo de Hathor, por

el

encuentran consignadas circunstanciadamente y que se halla perfectamente conservado. Celebrábase una fiesta propia del año nuevo, que tenia calendario ó ritual

se

mes

lugar en los dos primeros del primer

(Thot),

la

cual estaba consagrada á Horo, en su

representación de reunidor de ambos mundos, siguiendo á ella una fiesta consagrada á los

muertos: otra gran fiesta dedicada á Osíris comenzaba

al

anochecer, celebrándose en

el

estanque sagrado y recordaba las noches sagradas de Sais, de que habla Herodoto. Otras procesiones que se verificaban en otros dias, tenian como objeto el mamisi y se celebraban

en las ciudades de Denderah, y en las de Horo, Edfu, Apolinópolis Magna, á las cuales cada año iba Hathor á reunirse con su marido, conducida en un buque dispuesto para el caso.

Los sacerdotes subían frecuentemente á

superior del techo con las estatuas de sus

la parte

divinidades, las navecillas que las contenian y sus

emblemas simbólicos. En dicho lugar

encontraban dos grupos de tres aposentos consagrados á Osíris. instalaban los representantes de los del Egipto alto

que iban á

visitar la

nomos

y en los según parece

del bajo Egipto,

tumba de

Osíris:

En

del

los

Sur

los de los

cámara á

la

se

Norte se

del

nomos

cielo abierto

era la primera de las situadas á la parte de Mediodía.

Debemos recordar que entre los

distribuidos

enterraron en

la estatua

el territorio

de la divinidad fué hecha pedazos; que éstos fueron

nomos, incluso

el de Denderah, y que los nomos los que los constituía. Según parece, estas inestimables reliquias se

diferentes

guardaban encerradas en vasos preciosísimos y eran conducidas de una á otra de las tumbas de Osíris, lo mismo en Denderah que en todas partes. En el techo de una de las cámaras del

Sur fué encontrado

el célebre

consérva hoy en París.

Un

zodíaco que tanto se encareció en

un

principio y que se

pequeño pabellón aéreo, ligero, levantado sobre

el

techo del

templo que nos ocupa, y que parece un modelo griego adaptado á una construcción egipcia,

como la

el

gran

pabelloncito, fiesta

más

elegante aún, de Philse, era el teatro de los ritos

celebrada en honor de Horo, con motivo del año nuevo.

más solemnes, en

Nada hay aquí que

sea puramente helénico, y sin embargo, en todas partes se encuentran proporciones tan

armónicas,

una disposición tan

bella

en su conjunto,

que es imposible desconocer

la

influencia ejercida por la arquitectura griega sobre la arquitectura de las orillas del Nilo en

tiempo de los últimos Tolomeos.

Con

todo,

si

hacemos abstracción de

griegas aisladas que se hallan mezcladas con los jeroglíficos, nada

que no pertenezca á debia ser de una

la rica

ornamentación del

pompa verdaderamente

templo de Edfu, de

la

las inscripciones

más vemos en

las

cámaras

y la decoración del santuario De seguro que en nada cedía á la del

estilo egipcio,

oriental.

cual nos refieren maravillas los documentos relativos á la construcción.

Los muros estaban exornados con oro en

la parte exterior; las paredes interiores pintadas de colores vivísimos; los goznes y montantes de las puertas eran de cobre, las puertas forradas de planchas de oro, y los utensilios sagrados estaban elaborados de los metales más

ricos y cuajados de piedras preciosas.

La

luz de

numerosas lámparas, encendidas en

las


271

HASTA TEBAS

cámaras, quedaba amortiguada por las olorosas nubes que se desprendían de los incensarios tan numerosas las libaciones de mosto y de vino, que debajo de ellas y pebeteros, y desaparecían las losas que cubrían el pavimento. Por todas partes se veian guirnaldas de en todas partes resonaban los gritos de júbilo, los cantos de flores en prodigiosa cantidad :

en tanto duraban

alegría, los sones de regocijadas músicas,

las

ceremonias del culto tributado

á la amable divinidad.

Descendamos

del techo

con

las paredes exteriores del

puede comprender,

las

procesión y

la

la industria

luego llamará nuestra atención

mismo en

demos con

toda su superficie.

que se refieren á

ella la vuelta al

templo.

Desde

de los tallistas que han tapizado de inscripciones

la historia

Las más importantes son, como se

de su construcción: las que

más

interesan

á los profanos son las relativas á la célebre Cleopatra y á Cesarion,

el

hijo

que tuvo de César.

lectores el retrato de esta

modelado

el

Damos

ilustre

tal

á nuestros cual

lo

ha

escultor egipcio; según se halla representado

en una moneda griega de y conforme

mujer

á

en

plata,

la cual se ve

su busto;

un dibujo de Makart que representa

la

muerte de esta princesa.

En Denderah

,

del

mismo modo que en

la

mayor

parte

de los templos Tolomáicos, llaman especialmente la aten-

en la parte

ción

exterior ciertos

parece, hicieron oficio de gárgolas.

fueron empleados en

el

cuya porción

leones,

anterior sobresale de la vertical de la pared

,

y que según

Es de presumir que

Bajo Egipto, en cuya región son

frecuentes los aguaceros, desde cuyo punto pasaron después á los casi

nomos meridionales y

nunca

llueve.

á Denderah

,

en cuya región

Según ha observado Brugsch,

fijándose

en las inscripciones que los rodean, guardan alguna relación con el león del zodíaco que determina el período de las inundaciones. la ciencia egipcia,

El viajero poco instruido en es punto

podría presumir que sin un guia seguro,

dejarse de extraviar entre los centenares de miles de figuras,

ménos que imposible

que interior y exterior-mente cubren las paredes de este vasto y columnas de jeroglíficos es ménos difícil de lo que á primera vista podría imaginarse, tarea edificio; sin embargo, la modo regular y constante, y en puesto que en todos los templos egipcios se encuentran de un los

mismos puntos,

las representaciones

y

los textos análogos.

arquitecto, al disponer las diferentes partes de que se

plan previamente establecido,

el

reglas antiguas é inmutables.

santuarios, para recorrer con

De

la

misma manera que

el

componía un templo, obedecía á un

escultor encargado de la ornamentación debía sujetarse á las

De manera que la

mayor

basta conocer perfectamente uno de esos

facilidad todos los

demás. Por este motivo y para


HASTA TEBAS

272

evitar repeticiones, nos

hemos ocupado con

tanta extensión del templo de Denderah, que de par de modelo y de ejemplo. Desgraciadamente carece de pileos. Sobre sus vastas superficies, ligeramente inclinadas, del mismo modo que sobre los muros exteriores, se disponían los cuadros é inscripciones relativos á las hazañas del Faraón esta suerte nos

ha servido

al

contra los pueblos extranjeros, de que, según dejamos manifestado,

manera que pudiese contemplarlo no podía penetrar en

la

á su sabor el pueblo

Casa de Dios. Los templos de

Tébas nos ofrecerán coyuntura favorable para ocuparnos en esas escenas bélicas. En cambio existe una categoría especial de inscripciones y representaciones, que lo mismo se encuentran en los muros exteriores que en los de las cámaras del interior, á una altura

puede fácilmente apreciarlas; pero que en ningún das,

como en

derah.

los

edificio se hallan tan

que

tal,

el ojo

perfectamente detalla-

templos debidos á los Tolomeos en general, y particularmente en el de Den— á aquellas que tienen por objeto dar á conocer de una manera especial

Nos referimos

la división política

y religiosa del país, y consisten en una larga série de figuras femeninas ó hermafroditas, á la cabeza de la cual marcha

el

rey,

con

frecuencia acompañado de su esposa, y en las cuales puede observarse á éste ofreciendo dones á la divinidad principal de

en

las existentes

templo que se levanta delante de aquella.

el

Cada una de esas figuras representa un nomo ó Cuál de

ellos sea, lo dice el

compone de

grupo puesto á

la

provincia.

cabeza, que se

representación de un terreno cortado por

la

canales, de una enseña en forma de estandarte adornado con

una corbata y

animal ó de los objetos que constituyen

del

divisa del cantón ó provincia respectivos.

figuras, indicaciones

cer las subdivisiones del

nomo que

representan:

más

ó

menos

la capital,

la

Al lado de dichas

perfectas nos

dan á cono-

los canales, las tierras de labor,

y lo que se llama el país extremo (poliu), con sus lagunas y marismas. De la propia suerte nos revelan el nombre de las principales divinidades del templo, de la tumba de Osíris que

depende de

él,

de los miembros del esposo de Isis que en la

misma yacen

serpientes, de los árboles, de los barcos consagrados á los

dioses

sepultados, de las

nomo,

del

del

gran

sacerdote y de las sacerdotisas, de las grandes fiestas, y hasta de los séres, objetos y personas que no pueden tener entrada en el templo principal. El número de los nomos

variaba

según

las

épocas.

otros veintidós para

marchan

el

sin interrupción

Generalmente

Bajo.

uno en pos de otro á

meridiano natural que atraviesa los

nomos de

la

se

contaban veintidós para

Los primeros pueden el

lo

Alto Egipto y

el

identificarse fácilmente,

largo del Nilo,

como

Egipto de Sur á Norte: en cambio

el

si

puesto que

dijéramos de ese

entrecruzamiento de

Delta ofrece no pocas dificultades al estudioso que pretende determinar sus

verdaderos límites. Por

lo

demás,

la

primera medida exacta de

la tierra,

determinada por

Eratóstenes de Alejandría, nos da conocimiento de la exactitud con que se procedía para evaluar la verdadera extensión de los nomos.


HASTA TKBAS

273

más

El templo de Hathor en Denderah nos ha revelado cuánto existe de el viajero

estudioso en

el interior

de un santuario.

Lo abandonamos para

interesante para

dirigirnos á

donde debemos adquirir algunos vasos de elegantes formas para obsequiar á

cuando regresemos á

la

madre

patria,

demostrándoles que no

hemos

les

los

Kene,

amigos

olvidado en

¿cómo detenerse en

presencia de los soberbios espectáculos que nos ofrece este país. Mas,

dicho punto, cuando allá á lo lejos, desde los últimos confines del horizonte, nos está

llamando Tébas con esplendorosa de

la

el

sinnúmero de monumentos, que con pertenecer á

antigua civilización egipcia, subsisten aún en

el

la

época

levantados?

EGIPTO, TOMO

II.

más

lugar en que fueron

69



G

I

P T O

.

Tejedor de cintas en

Esni'Ă­ii.


TÉBAS Y EL ESPLENDOR DEL ANTIGUO EGIPTO ilatado es

el

período durante el

cual contemplamos

horizonte y dia

el

el sol

calor

sobre el

aumenta de

en dia pues se cuentan ya por ,

meses

los

que van pasados desde

nuestra llegada á Tébas.

Nuestra

dahabijeh se halla anclada cerca del templo de

Amon

en Luqsor, y nuestro pabellón

recibe el saludo de otra bandera que flota en la azotea

de la casa del copto Todros, agente consular de Ale-

mania. El arraez y los marineros se entregan al clolce inniente, en tanto que nuestro buque permanece móvil al lado de las lanchas del Nilo, que, una en pos

far

de otra, van deteniéndose á

lamiendo incesantemente gastándolas de año

las

lo

largo de la orilla.

El

rio,

paredes del cauce, vá des-

en año, de suerte que como

el

gobierno continúe mirando con indiferencia el trabajo acabarán por de destrucción realizado por las olas ,

de Luqsor. desaparecer completamente las imponentes ruinas del templo á buscar en la montaña dedicamos nos llegada, nuestra al de siguiente Desde el dia

en

la parte occidental

de Tébas, una

tumba que pudiera convenirnos, y como

la

líbica,

halláramos.


TEBAS

276

dispusimos desde luego que algunos de nuestros marineros

que

la llenaba,

después de

haciendo trasladar á

la

lo cual

misma

limpiaran del polvo secular

la

nos instalamos en esa singular morada abierta en

los cofres, los cajones de libros,

la batería

la peña,

de cocina v las

camas, mesas y sillas que sacamos de nuesTodros y su hijo Moharreb,

tra dahabijeh.

muy activo y práctico conocimiento de las lenguas; perso-

arrogante muchacho,

en

el

nalmente, ó por medio de emisarios, cuida-

ron de hacer llegar á nuestras manos

que

cartas

nos

se

haber asistido cariñosamente á nuestra talación:

el

sumamente y de

muy

hermano simpática,

buen

trato,

las

después

dirigían,

del cónsul,

de ins-

persona

muy bien acomodada que habita no léjos

en que nos establecimos y con el cual desde luego trabamos verdadera amis-

del sitio

que hubimos

tad, alquilónos los camellos BORRIQUERO DE TÉBAS

menester para paje,

y por consiguiente nada

faltó

para que

al

cabo de

muy

el

transporte de nuestro equi-

poco tiempo nos encontráramos

cómodamente instalados en nuestro nuevo campamento. La verdad nada tenia de exiguo

ni

se abria el pozo de la

momia,

cobijó

un

mezquino.

dia la estatua de

se puso

la

cámara

el ilustre

en una habitación cercana á la

comedor y de gabinete de

estudio.

la

los

,

nuestras gentes

Ab

el sitio

en que

chismes de tocador. El amigo que

mia, pudiendo cerrarse por medio de

En

el

gran vestíbulo ocúpanse en ello

hornillas, Salech é Ismail, hallándose instaladas en el

posible

en

nicho ú hornacina que

dahabijeh, la pieza que nos sirve al par de

composición de sus obras maestras, valiéndose para

manera

el

procer cuyo cadáver ocupó en otro tiempo

mesa lavabo con todos

un cortinon, que procede de

es que nuestro domicilio

del fondo, precisamente

mi cama de campaña; y en

mi predecesor,

esta eterna morada, colocóse la

me acompaña duerme

En

,

la

de improvisadas

mismo, de

la

mejor

y un hombre de solo, que responde al nombre

es decir, dos marineros

el-Kurna, alegre, decidor y listo como él el cual estuvo en otro tiempo al servicio de Dumichen y conoce perfectamente el procedimiento, que ejecuta con destreza, para sacar por

de Alí,

medio

del papel

chupón,

la

esponja humedecida y

el cepillo,

mayor

CERRADURA FELAH

las copias,

calcos ó reproducciones de las inscripciones ó figuras grabadas en la roca.

Es

el felah

de

estatura que he visto en mis dias; pues su brazo alcanza á alturas inaccesibles para

todo otro que

él,

como no sea valiéndose de una

escalera de mano.

Tenemos igualmente

á

nuestra disposición dos muchachos que tienen á su cuidado los jumentos que nos sirven de cabalgadura, y

un

tercero

que atiende á proveernos de agua.

A

este personal,

que con justo


277

TEBAS título

nos pertenece, se agrega un considerable número de voluntarios, compuesto de jóvenes

felahes que sostienen las antorchas, en tanto trabajamos en el interior de los sepulcros,

y

de la mirada que copia y de los dedos que escriben: muchachas que por algunos céntimos nos traen agua fresca enjarras de elegantes

saben seguir con singular destreza

formas:

el

dentes de

la dirección

Abd el-Rasul, que sabe seguir la pista de los chacales, y curiosos, proceel-Kurna, aldea en cuya demarcación se halla establecida nuestra caverna.

cazador

Abd

Esa abigarrada muchedumbre se reúne diariamente, durante

la velada, delante de la puerta

de nuestra habitación, y agrupada en derredor de la lumbre, charla ó se refiere maravillosas historias.

Siempre

se

mutuamente

ha mostrado atenta y respetuosa respecto de nosotros; ha

dejado guiarse por nuestros consejos, en

lo

concerniente á dolencias y enfermedades

físicas,

PERROS DE LOS FELAHES

mostrándose aceptando los recursos de nuestra farmacia de viaje ó botiquín de explorador: coyuntura fa\orable. reconocida á nuestros obsequios en cuanto para ello se ha ofrecido se cienan Apénas se conocen otras casas que las constituidas por antiguas tumbas, las cuales aplanado, que frágil puerta de madera, delante de la cual existe un espacio chiquillos desnudos, asnos, confundidos revueltos viven donde empalizada, y cierra una débil aves de corral. Cada uno de los habitantes posee en arriendo un pedazo cabras, corderos

por medio de una

y

lentejas, conserva en grandes de tierra, cuyos productos, consistentes en cereales, guisantes y rara el encontrar gian número vasos cilindricos elaborados con barro del Nilo, no siendo cosa

de suerte que de éstos colocados en sentido vertical, delante de los patios, ligereza procediera, podría tomarlos por todo cuanto se EGIPTO, TOMO II.

le

antojase,

el viajero

menos por

lo 7°

que con que son


TEBAS

278

realmente, es decir, por depósitos de provisiones. contenido, es por

lo

que se mantiene

el

crecido

Sin embargo, por ellos y

número de perros que

más aun por su

sirven para la guarda

de las casas de los felahes, y que durante los primeros tiempos de nuestra permanencia en

Abd el-Kurna, del sol

se mostraban por

demás

hostiles á los

nuevos vecinos, cuando á

la

puesta

regresábamos á casa después de nuestras diarias expediciones.

Las habitaciones de esas gentes, que

hemos

visitado,

áun cuando carecen v limpieza que países se estilan

cho de

ser

del aseo

en otros distan

,

mu-

sucias y estar

llenas de basura: en

muchas

hemos podido contemplar más de una escena,

de ellas

conmovedora de

felicidad do-

méstica y de buena vecindad:

muchos son

individuos

los

contentan

que se

con una Casi

esposa legítima.

sola

todos esos sencillos habitantes se

sorio,

consagran como accecomercio de anti-

al

güedades

,

y venden

mercaderes piezas

más

cubren.

de

á

los

Luqsor

las

notables que des-

Durante

el

invierno

son muchos los que alquilan sus asnos á los extranjeros,

y adiestran á sus pequeñuelos para que sigan á los excursionistas, llevando jarras

de agua, para que pidan MOHAMED, MUCHACHO DE ABD EL-KURNA

ofrecerles las antigüedades contrahechas

que

ellos

limosna, ó para que sepan

mismos elaboran con gran

por medio de agentes intermediarios adquieren en

el

Cairo ó en Europa.

habilidad, ó que

Esos

diablillos

encontrarán salida para su mercancía, en tanto existan viajeros superficiales que en solos dos ó tres dias se impongan completamente de la antigua Tébas y deseen llevar á su patria, como recuerdo de viaje, objetos preciosísimos cuya existencia remonta «al tiempo de los Faraones.»

Los muchachos de Abd el-Kurna rodean v acosan á

los turistas,

v con una insistencia y


TEBAS

280

perseverancia capaz de dar al traste con la paciencia del á gritar bachschisch;

mas en cambio, por

lo

más

flemático de los mortales, danse

que á nosotros toca, sólo podemos hablar en

que dotada de singular despejo y con

son de alabanza de esa turbulenta chiquillería, extraordinaria aptitud para aprender,

muy

aldeas, con el auxilio de los marineros

ha construido un cómodo asiento corrido, de piedra,

superior á la de los muchachos de nuestras

Por supuesto que

se entiende, junto á la entrada de nuestra habitación.

la

mayor

parte,

no

si

todos y cada uno de esos bribonzuelos, alentados por la esperanza de una buena propineja, sigue con sus negros y penetrantes ojos hasta nuestros movimientos más insignificantes,

espiando cuantas ocasiones se ofrecen para podernos prestar algún servicio; mas se guardan

muy

bien de importunarnos en tanto que desde nuestro asiento contemplamos la extensa

llanura sobre la cual se levantara en otro tiempo aquella Tébas, apellidada por la Biblia la ciudad de

Amon

y por Homero la de las siete puertas. Sí, hoy es, y los restos de soberbios innumerables tumbas suntuosamente decoradas rinden testimonio de su

templos v de

antiguo esplendor, siquiera no quede en pié una sola casa de sus habitantes, ni un solo palacio de sus reyes; y los indígenas que

que

que contestar

al

nombres que

los de

felahes, levantadas,

parte de estas

les

moran en

pregunta dónde estuvo

donde estuvo Tébas, no sepan

Abd el-Kurna, Medinet-Habu, Karnak, Luqsor y como éstas, cabe los informes montones de ruinas

mismas

imaginar, en esta montaña occidental de la

más

los de otras aldeas

de

importantísimas, con

ruinas.

Nuestra tumba se halla situada en uno de

panoramas. Desde

los sitios

ciudad, puesto que ellos no conocen

la

puerta

dominamos

la

los

mejores puntos de vista que se pueden

ciudad de

Amon,

tan abundante en hermosos

mismo modo que

toda la llanura de Tébas, del

orilla izquierda del rio, sobre la cual sólo

encontramos

la

comarca que

la

se extiende al lado

opuesto del Nilo. El valle se prolonga hasta perderse de vista, y donde quiera alcanza la inundación, se distinguen campos cubiertos de verdor, abundantemente regados y dispuestos en cuadros perfectos; palmeras aisladas ó en grupos formando caprichosos bosquecillos, y árboles de otras especies que ostentan su exuberante vegetación sobre las desnudas y áridas

cadenas de montañas que

le

sirven de límite por

el

Este y

amarillenta del desierto contrasta tan crudamente con

el

el

hacerlo una alfombra de diversos matices echada en medio de parte oriental del valle, prolongándose hasta

en otro tiempo

la

el

mismo

Por ambos lados

la tinta

como podría

un enlosado de mármol. En

la

pié de la cadena arábiga, levantábase

ciudad de los vivos, con sus calles, sus anchurosas vías, sus inmensas

plazas, sus palacios reales y sus templos suntuosos. los templos: al

Oeste.

verde de los campos,

Sur se descubre uno

al

De

cual se ha dado el

todo esto nada

nombre de

la

más

se conserva

que

aldea de Luqsor, que

se ha levantado en medio de él: al Norte el santuario nacional, que lleva en la actualidad el

nombre de

la

miserable aldehuela de Karnak, que cerca de

él

se encuentra,

orilla

derecha del Nilo, hácia

cementerio.

La

el

cordillera líbica,

y cuyos Sobre

la

occidente, se extendía la ciudad de los muertos, es decir,

el

gigantescos macizos hállanse en su mitad ocultos por los bosques de palmeras.

que se levanta en último término, ha sido comparada á un


281

TEBAS

tapón de corcho, á un pedazo de piedra pómez, á una esponja, á un panal de miel, y á todo esto hasta cierto punto se parece, pues lo mismo en su vertiente occidental que en las paredes peñascosas de los valles transversales, que

muy

rables aberturas ó agujeros abiertos á sirve de ingreso á

una

la

surcan de parte á parte, vense innume-

corta distancia

además de

siringe, existiendo

el

uno

Cada uno de

del otro.

éstas, millares de

ellos

tumbas situadas

al

montaña, y que ocultan á la mirada la arena y los escombros que las cubren. Los grupos más importantes de ese inmenso cementerio se distinguen actualmente con el nombre pié de la

de las aldeas que sobre los mismos se han formado, y que de Sur á Norte son Kurnet Murrai, Abd el-Kurna, el-Assasif. El célebre torrente que circuye las tumbas reales se halla situado detrás de el-Assasif, en

nuestras miradas hácia

un repliegue de

podemos

la llanura,

la

cadena. Si desde este punto dirigimos

distinguir también sobre la orilla del Nilo, en la

cual nos encontramos situados, los restos de grandiosos edificios cuya construcción remonta

á los tiempos más antiguos. Al Sur y junto

Habu, dia

el

los colosos de

nombre

Memnon,

de Kurna.

el

bellísimo

Al Oeste de

la

al horizonte, el

Ramesseum y

el

templo admirable de Medinet— templo de

que lleva en

Seti,

el

aldea así llamada, pueden contemplarse las vastas

azoteas del edificio de Hatasu, que se despliegan en forma de anfiteatro, apoyadas en la

pedregosa pendiente de sobre

la

márgen derecha

la

montaña

líbica.

Todas estas espléndidas construcciones, situadas

del Nilo, estaban consagradas al culto de los

muertos: á

ellas

iban

fueron establecidas en dicho lugar, y las bibliotecas, que probablemente teniendo en cuenta la calma que reinaba en la mansión de los sepulcros las caballerizas y

unidas

las escuelas

;

los graneros de los templos

;

los laboratorios para el

embalsamamiento de

los cadá'seres, las

habitaciones de los colquidas que trabajaban en dichos laboratorios; las tiendas en que se vendian manjares, dulces, licores, perfumes, flores y amuletos á aquellos que iban á hacei utensilios sagrados y las hosterías en que se hospedaban ofrendas las fábricas de ataúdes

y

;

que acudían á

los

v

el

visitar la ciudad

movimiento. Cada uno de

pequeñas construcciones

los

de los muertos, en la cual, como se ve, her\ian la vida

templos de

la orilla occidental de

culto de los muertos: semejante disposición influyó en

para que imaginaran que

Los

restos

más

Tébas servia de centro á

del propio género, todas las cuales ofrecian cieita

la

el

ánimo de muchos

i

elación con el

viajeros griegos

ciudad se componía de numerosas aldeas aisladas.

antiguos de la ciudad se encuentran sobre

la orilla líbica,

si

y

bien es

nombre de Tébas al lugar donde nació sepulcros de Beni-Hassan tanto es Osiris dichos restos apénas si son más antiguos que los algunos reyes de la undécima dinastía. En Karnak, así, que en este sitio fueron enterrados que existe una leyenda en

cierto

la

cual se da

el

.

,

situado en

el

diferentes fraglado opuesto del Nilo, hánse encontrado, cerca del santuario , la invasión de los Hyksos, ya se

mentos que demuestran que anteriormente, en tiempo de

Y

éste, sean cuales fueren las hallaba comenzada la construcción del gran templo nacional. por los hombres, es de imprescindible necesidad estudiarlo,

injurias causadas por el tiempo

y

leer

en

él

y

cómo en un gigantesco manuscrito de

para estudiar en los monumentos EGIPTO,

TOMO

II.

la historia de la

piedra,

si

es que existe fuerza y voluntad

grandeza que ofrece

la

antigüedad egipcia. 7

1


TEBAS

282

Cuantos sucesos referentes á la vida política tuvieron lugar con posterioridad á la expulsión de los Hvksos, han dejado en ellos marcada su huella, que puede distinguirse perfectamente

no obstante

el

tiempo transcurrido:

las inscripciones

rialmente cubren los muros, nos reflejan decisivas para los destinos del

la

las pinturas

y

y esculturas que mate-

espejo numerosos hechos y circunstancias

nuevo imperio. Trasladémonos, pues, haciendo un verdadero

esfuerzo de abstracción, al centro de esa

hemos expuesto á

como un

mirada del

inmensa obra de gigantes, y de la propia suerte que grandezas del Cairo, ensayémonos en la obra de la

lector las

reconstrucción de Tébas, siguiendo de paso la historia de los príncipes que salieron de

Los Hyksos habian arrojado

Este

-aflija

l™|

•••*••

ella.

del Bajo Egipto la

antigua raza de los Faraones. Los vencidos reina-

ron sin gloria y sin llevar á cabo grandes empresas, durante el período de cuatro siglos y medio, sobre

•••;•

los

nomos

ellos la

meridionales del país, conservando en

antigua religión,

de su raza.

la civilización

y

las artes

Los invasores, ménos adelantados que

sus súbditos, se apropiaron completamente la

civili-

zación v las artes de los vencidos, además de las ciencias:

tenemos de

ello

una prueba concluyente,

siquiera negativa, en la circunstancia de no haber

dejado huella alguna de su paso en las orillas del

más que

Nilo; pues la verdad es que, por

encuentra instrumento, referirse al

oficio,

ni

se busque, no se

aptitud alguna

que pueda

Éste se mostró hostil únicamente á

pueblo invasor.

los dioses de Egipto, fijándose, sin

embargo, en Seth, que era

el

que más puntos de semejanza tenia con su Baal, para tributarle culto de adoración por

medio de oraciones y

sacrificios.

Por

lo

demás, compréndese fácilmente que habian de suscitarse toda

2H

suerte de reclamaciones, por cuestión de límites y fronteras,

faraones legítimos,

entre los invasores y los

regiones meridionales. PLANO DEL GRUPO PRINCIPAL DE EDIFICIOS EXISTENTE EN KARNAK

Un

relegados á las

papirus conservado en Londres con-

el príncipe Hykso Apofis tuvo un conflicto con el rey Raskenen Taa, el cual terminó con un encuentro favoinscripción fúnebre de un capitán de un buque, Aahmes,

signa que egipcio

rable

á los

egipcios;

y

la

descubierta en El-Kab, al Sur de Tébas, completa las noticias que se encuentran en la obra

de Manethon

Memphis

y

,

Ra

príncipes del

relativas á la libertad de Egipto del

en Heliópolis,

Sur

Amon

yugo de

había sido siempre

el

los

Hyksos.

Como Ptah en

dios principal de la Tebaida.

Los

y emprendieron la campaña contra los extranAprestóse una flota formidable en las aguas del Nilo; Kames,

se pusieron bajo su égida

jeros dueños del Norte.

sucesor de Raskenen, continuó

la

lucha por

la

independencia: Aahmes, hijo de Kames,


283

TEBAS después de un

sitio

prolongado, por

la fortaleza establecida el interior

mar y por

por los Hvksos en

el

tierra, logró apoderarse de Aoaris,

que era

brazo pelusíaco; persiguió á los invasores hasta

de la Siria meridional; sometió á su dominación los régulos, que dominaban el

Bajo Egipto, y redujo á

la

obediencia á los pueblos situados al otro lado de la primera

El

catarata, que, aprovechando la situación del imperio, habían tratado de emanciparse.

capitán

del

buque Aahmes tomó parte

activa en

muchas de

estas

campañas, pudiendo

asegurar que ofrece un interés vivísimo la relación de estos sucesos hecha por Paher, nieto del anciano

conserva

,

campeón de

la

independencia,

da cuenta detallada de

llegado á capitán fundó

una

la corta

el

cual en la inscripción que de su

edad de su abuelo

al entrar

en

la

mano

se

armada; de que

familia, y de que condujo repetidas veces la escuadra real con

pericia y valor contra las fuerzas enemigas, mereciendo

como recompensa, de manos

del

orden del collar de oro, brazaletes y esclavos, cada vez que llevaba á cabo una de sus grandes hazañas en tierra ó en el Nilo.

Faraón,

la

Puede formarse idea de la riqueza del botín conquistado por Aahmes, que partió genero hemos sámente con sus bravos compañeros, por los paramentos de su madre Aah-hotep, que ser necesariamente podido admirar en el museo de Boulak. El primero de sus deberes debió mostrarse agradecido para con cionara: para ello dió

el

el

dios cuya visible protección tan completos triunfos le propor-

nombre de Amen-hotep (Amenofis), paz de

Amon

,

al hijo

que debía

en aquel sitio, hizo extraer de las sucederle, y según nos revelan las inscripciones halladas Cairo, los inmensos bloques destinacanteras de Turra, en la cadena del Mokattam, al Sur del sólo pudieron utilizar sus sucesores. dos al templo de Tébas que, sin embargo, según parece, de esos inmensos pedruscos uno El procedimiento empleado en el país para el transporte

á uno hasta

demás

el

sencillo;

de los trineos.

vista por Nilo, por medio de carretas arrastradas por bueyes, es á primera

con todo, según parece, en

los

tiempos antiguos sólo se echó

mano para

ello


TEBAS

284

La esposa de Aahmes, Nefert-ari, fué honrada con culto divino durante mucho tiempo después de su muerte, como compañera del hombre que habia librado el territorio del enemigo invasor, y como madre de la más ilustre dinastía de soberanos que en tiempo alguno empuñara

el cetro

Amenofis,

Amon

en

el valle del Nilo.

alcanzó

el

Durante

rango en que

Confundiósele ó por mejor decir se

le

el

reinado del hijo que tuvo de Aahmes,

vemos más

Ra

tarde entre los dioses de Egipto.

el nombre de más y más, bajo la influencia de ideas provenientes del Asia, aportadas por vez primera por los Hyksos hasta tal punto que en los siglos siguientes fué

Amon-Ra;

le

equiparó á

de Heliópolis, dándosele

espiritualizósele

,

completamente identificado con

la

Los poetas

inteligencia divina que todo lo ordena.

como

celebran en sus himnos

que es solo y sin par:

si

el

le

único,

se dice de él

el

que

es entre los dioses

un rey cuyos nombres

son innumerables

quiere con esto signi-

ficarse

que

,

esencia y la energía de los

la

demás poderes

celestes

deben someterse á

su esencia y á su energía.

grandes

dioses

del

Tum, Harmakhis y considerados

como

Egipto,

Los demás

como

tales

consortes,

sólo son

cualidades de su majes-

tad que lo abarca todo en

sí.

Él es

fuerza oculta, creatriz, vivificadora,

en

el

tiva,

principio residia en

el

agua primi-

de donde sacó cuanto existe.

labra dió al

mundo

las

la

que

Su pa-

formas múltiples

al paso y nombraba, cada una de

que ofrece á nuestras miradas:

compás que

las

sus partes iba separándose de las demás. SANTUARIO DE KARNAK

todo

lo

que

él

ha creado

sólo por

medio de

él

Osíris viviente, anima cuanto ha creado, y puede llegar á un grado elevado de armonía.

No sólo es bello y benéfico, sino que es además enemigo y destructor del mal y el hombre adora regocijado en él, el poder misterioso que con su robusto brazo sostiene á los buenos y confunde á los malvados. Aquí cumple consignar que los egipcios comprendían en el nombre de malvados á los pueblos enemigos procedentes de los países extranjeros.

madre, y

el

del propio

forman

Mut,

la

Isi&

joven Chunsu, honrado igualmente como divinidad lunar, acompáñanle también,

modo que

la triada

Isis

manera que Amon, Mut y Chunsu y Horo acompañan á Osíris, de se el lugar preferente entre todos los dioses á quienes

tebana, que ocupa

prestaba culto en Karnak.

Mucho tiempo hace que el antiguo santuario de Amon en Karnak no es más que un ruinas. En este punto como en otros fué construido con anterioridad á las demás

monton de


TEBAS partes del

mucho más

edificio:

compuesto de una doble cámara abierta en derada como

el

Amenofis

el

granito

hácia

el

Oeste otro nuevo santuario

que aún en

(I),

el dia

puede ser consi-

núcleo de un conjunto de construcciones terminadas en épocas hijo del

I,

alguna de conquista: las

285

tarde construyóse

muy

distintas.

primer Amasis (Aahmes) y de Nefer-ari, no emprendió guerra

fortificó

fronteras meridionales y

occidentales del reino, y co-

menzó el engrandecimiento templo.

Su

del

Thutmosis

hijo

continuó la obra y

la

I

adornó

con pequeñas salas con co-

lumnas, pileos y obeliscos (III),

en cuanto

asegurado

Amon

la victoria,

le

hubo

no sólo

sobre las naciones del Sudan, sino también sobre los semitas enlazados

con

que habitaban

el

los

Hvksos

Asia occiCARRO DE GUERRA

dental y en los cuales deseaba

¡atar su corazón, que es lo

mismo que

si

dijéramos en castellano, que en ellos queria apagar

su ardiente sed de venganza. Condujo su ejército hasta éste

la

Mesopotamia, debiendo advertir que

no era ya, como en los antiguos tiempos del imperio, un hacinamiento de peones, sino

que formaban parte del mismo numerosos soldados que marchaban arrastrados por dos caballos.

nombre semítico

El caballo fué importado

sus: en el país prosperó perfectamente,

al

y

al

combate en carros

Egipto por los Hvksos, con su

los sacerdotes artistas

no tardaron

en saber modelar sus formas con toda perfección, no sólo en estado de reposo, sino con todo el

fuego y expresión que tenia cuando se daba una carga ó ataque en el campo de batalla. construcción de carros es, como el caballo, de origen asiático; mas los carreteros y

La

EGIPTO,

TOMO

II.

72


,

TEBAS

286

manera de montar la caja del carro sobre manera de adornarlo con incrustaciones de metales y piedras

forjadores sirios y fenicios, que no sólo conocían la

también

sino

ruedas,

la

preciosas, no tardaron en encontrar en Egipto auxiliares que

no

sólo igualaron sino que

aventajaron también á sus maestros.

Thutmosis

dejó tres hijos:

I

y dos varones, el menor de los cuales El mayor ocupó el trono con el nombre

una hembra, Hatasu

estaba aún en la infancia á la muerte de su padre.

de Thutmosis

II :

pero

bien es verdad que

si

él

se alaba de

haber alcanzado grandes victorias sobre los enemigos, de haber llevado á cabo la construcción

de soberbios edificios y erigido notables estatuas en

Karnak,

existiendo un sello primorosa-

mente grabado, que en París

2 ,

en

el

se conserva

cual se halla

representado de pié sobre un carro de guerra, disparando

el

arco, y también dando muerte

á un león, habiendo merecido

por semejante hazaña bre de bravo (kent),

el

renom-

lo cierto es

que, según nos revelan los

mo-

numentos, no supo sustraerse á

la influencia

el

que ejerció en

él

carácter resuelto y emprende-

dor de su hermana, con

el

cual se

vio precisado á compartir el trono.

Motivos hay para

presumir que sólo fué á pesar suyo; OBELISCOS DE LA

PARTE MAS ANTIGUA DE KARNAK

pues, según pare-

II

después de su muerte Hatasu hizo borrar su nombre por medio del martillo, en muchos

ce,

de los

más

monumentos que erigiera. Durante el tiempo en que fué reconocida como reina, ó como rey del Alto y Bajo Egipto, tuvo alejado de Tébas y desterrado en Buto, en

bien

las regiones palúdicas de la Delta, á

nombre de Thutmosis ^' S * e

1

Ct

SELLO DE THUTMOSIS

.

/**»

nom ^):re puede 1

4-

ni

nvi

n

i- -mnZ

leerse

1- .. ..

A

J3 C

su hermano menor, que

Hízose representar ciñendo

III.

también Hcttschepu pues uno de A Xa n aaII

_

'

*1

.

.

.

_

la

los signos silábicos de _

_

más

tarde debia reinar con

el

corona de los Faraones, y usando que está compuesto _

se presta

á varias lecturas.


287

TEBAS barbas; y es sabido que los cortesanos debían hablar de

Y la verdad

que cual

es

si

realmente

sas. sino abordarlas v conducirlas á /

se tratara de

un hombre.

hubiese sido, no sólo supo concebir grandes empre-

lo

buen término. Los

triunfos alcanzados en el

campo de

«j

no llegaron á seducirla; prefiriendo á

batalla la

ella cual

si

la gloria

que

los

mismos podian proporcionarle,

que había de resultar de cosas ménos perecederas: por esto consagróse con pasión á las

construcciones, esforzándose en imaginar nuevas obras y en hacer las cosas con mayor ostentación de la que en tiempo alguno se había empleado, y como para ello tenia necesidad

de recursos inmensos, casi ilimitados, buscó

nuevos caminos

y, lo que es más, encontró

En

para conseguirlos.

la parte central del

templo de Karnak, que es

la

que mandó

construir su padre, y la que se halla hoy en

peor estado, hizo levantar dos grandes obe-

uno de

liscos (7), la

más

nen en

el

Nada puede

pié.

arte con

en

los cuales es

actualmente

elevada de las agujas que se mantiecitarse superior al

que están grabados los jeroglíficos

granito liso y pulimentado de

monumento, de

este

suerte que no miente la

inscripción que en

y consigna que

él se lee

fueron menester siete meses para arrancar el

monolito de

la

Montaña Roja

Vi-

viendo aún su hermano Thutmosis

em-

prendió otra obra en rio:

tal

la

empuñaba Era

!

II

,

ribera izquierda del

fue la necrópolis que terminó con

verdadero entusiasmo, en

de Asuan,

y darlo por completamente terminado.

el

el edificio

cetro

el

como

tiempo en que

reina

absoluta.

que nos ocupa un monumento

destinado á recibir sus restos mortales y los

de su familia,

el

¡Como templo en

que debía servir también el

cual se

TOBRE DE CONSTRUCCION CRISTIANA EN DER EL-BABCRI

conmemoraran

prestara culto á los sus hazañas y altos hechos, se tributaran ofrendas á sus manes y se presencia, según en otro lugar cuya favorita, diosa su Hathor, á especial en v dioses

hemos consignado, de

la

era indispensable donde quiera que se pidiera

el

renacimiento después

muerte.

El mausoleo de Hatasu llámase en

el

dia

nombre proviene de un antiguo convento hecha de

ladrillo:

Der

el-Bachri, es decir, claustro del Norte, cuyo

copto, del cual se conserva únicamente

una

torre

en tiempo de los griegos se contaba entre las memnonia levantadas sobre


TEBAS

288 la ribera izquierda de

Toda

la vertiente

egipcios

el

de

Tébas, que en

más

alto

nombre de Monte Ataúd, se

la

la

atención de los viajeros.

halla acribillada de aberturas ó bocas de sepulcros,

cuya mayor parte fueron practicados durante décimaoctava, á

grado excitaban

situada al Oeste de la necrópolis, á la cual daban los

la cordillera líbica

el

tiempo de los príncipes de esta dinastía

cual pertenecía Hatasu, con el propósito de que sirvieran de lugares de

enterramiento hereditarios para las familias nobles de Tébas.

Distintas en lo que se refiere

á sus dimensiones, y mejor ó peor decoradas, aseméjanse todas ellas por

sus piezas y por interior.

la disposición

La primera

la distribución

de

de las inscripciones y pinturas que se contemplan en su

de sus cámaras, que es la

mayor de

todas, servia de capilla funeraria

TERTULIA EGIPCIA

en

la cual se

reunian los individuos de

la familia

con objeto de honrar

la

memoria de

los

muertos por medio de ofrendas y oraciones. En ella, y en los gabinetillos inmediatos, sólo se ven objetos y asuntos que recuerdan la vida terrena del difunto, tal como lo hemos visto

en

las

tumbas

del antiguo imperio.

Vense aquí pinturas que

fortuna que disfrutaba, sus ocupaciones favoritas, los regalos

ú ofrendas que hacia á sus manes,

Memphis y Beni-Hassan. La única

tal

el

tienen por objeto representar la

tren con que estaba montada su casa,

cual lo

hemos

visto

en

nos ocupan, consiste en que en las de Tébas se concede mayor espacio á tienen por objeto representar las ceremonias del entierro. asistir á las

la

necrópolis de

diferencia que existe entre éstas y las que

al

presente

los asuntos

que

Las pinturas que nos permiten

reuniones de familia durante las fiestas, revelan cierto refinamiento v esmerada


TEBAS

290

educación en las costumbres de las personas de buena sociedad, toda vez que nos ofrecen á

hombres y mujeres tomando con ramos de olorosas flores

parte en al

unas mismas distracciones: obsequíase á

las

señoras

par que con manjares y bebidas que circulan profusamente

entre los convidados, en tanto que regocijan el oido los acentos de la música vocal é instru-

mental, y halagan la vista las muelles y elegantes actitudes de diestras bailarinas. Sobre los aparadores se ven vasos de formas nuevas, que en su mayor parte parecen originarios del Asia, y varias pinturas, en las cuales se hallan reproducidos muy al vivo, los perniciosos efectos del uso inmoderado del vino, demuestran hasta la evidencia que la templanza que caracterizaba los tiempos antiguos

grandeza

política

que

al

,

presente

brillaba por su ausencia en la época de esplendor

propiedad de simples particulares, y las nobleza tebana servia en hacían el

al

Asia.

el ejército

y acompañaba á los Faraones en las expediciones que se enriquecian mediante la parte que les cabia en

Los empleados superiores

botin y con la imposición de gabelas.

taciones, perfectamente caracterizadas, relaciones. la

y Encontramos caballos y carros inscripciones nos revelan que una gran parte de la

estamos describiendo.

En

las

tumbas

se encuentran

Las familias distinguidas sostenían en sus casas cantores asalariados, que tenían

obligación de tañer el arpa en las ceremonias fúnebres, y de celebrar por medio de

composiciones poéticas las glorias del difunto en esta vida y en

que los convoyes fúnebres que transportaban del Nilo, por

en

numerosas represen-

de los pueblos extranjeros con quienes mantenían

el

el féretro

medio de soberbias lanchas. Las lloronas se situaban en

acompañado

cual se hallaba colocado el ataúd, que era

de los muertos y hasta

la

misma

Nada más suntuoso

la otra.

á la necrópolis, situada al otro lado el

puente del buque

al sarcófago á través de la

ciudad

siringe, por los sacerdotes, los parientes, los dependientes

conducían toda suerte de y los criados, en tanto que los vasallos dispuestos en largas hileras, producciones del suelo, que debian deponer delante del señor, en la mesa de las ofrendas. El

embalsamadores había hecho grandes progresos, gracias á las esencias y resinas que en prodigiosa abundancia se llevaban á Egipto desde los pueblos nuevamente anexio-

arte de los

nados; introdujéronse en los entierros nuevas fórmulas y ceremonias nuevas cuya descripción nos ha conservado el texto del Ritual la doctrina de la inmortalidad se desarrolló hasta en ,

sus detalles del cual

más

insignificantes, con

increíble de imaginación.

El

mundo

inferior,

imperio antiguo, poblóse de dioses y de demonios: las inscripciones que cubren los sepulcros, del mismo modo que los papirus de los

no se ocupaba gran cosa

pinturas y las

y

una fuerza

muertos y las paredes de que no se relacione con

cámaras funerarias propiamente dichas

las la

el

vida futura.

,

no ofrecen cosa alguna

Dichas cámaras se abrían en

el

extremo de un

montaña, y que se procuraba cerrar tomando todas las precauciones imaginables para que no pudiera un intruso descubrir el lugar de ingreso: en cambio los aposentos en que se reunían los sobrevivientes jamás contenían corredor que penetraba hasta

el

corazón de

alusión alguna á la vida mortal del difunto.

la

La

casa eterna del simple particular egipcio

contenia, no obstante, ciertos hechos de su vida celeste y terrestre, bien que en lugares

determinados y separados unos de otros.

Las tumbas de

los reyes del

nuevo imperio estaban


TEBAS

muy

dispuestas de

291

distinta~manera que

las de sus súbditos.

Antes de

inva-

la

Hyksos habíanse levantado

sión de los

en Tébas, como en otras partes, pirá-

mides de medianas dimensiones, de nada queda en

las cuales

pié,

pues

el

tiempo nada ha respetado: más tarde practicáronse en la montaña profundos

pozos, con

momia

la

propósito de asegurar á

el

un lugar de reposo

real

abrigo de toda injuria.

Más

al

adelante

visitaremos esos mausoleos en forma de cavernas, y veremos que así los jero-

como

glíficos

que

las representaciones

encierran, salvo excepciones contadísi-

mas, que no merecen ser mencionadas, se refieren

á

la

vida de ultratumba.

Estas eran para los reyes,

lo

cámaras funerarias son para culares.

La

capilla del

que

las

los parti-

Faraón, que era

lugar en que los súbditos iban á

el

honrar su memoria, no podía en

ma-

nera alguna formar parte integrante de los

por el

aposentos consagrados á lo

mismo que

que por

la

él vestía luto.

elevaron también entre

Los príncipes Nilo y

el

Monte Ataúd, espléndidos consagrados especialmente sus manes, egipcios

á

los

tanto vale

el

el

edificios

al culto

de

daban

los

cuales

en su lengua

memnon, que

muerte,

un pueblo

era todo

nombre de

como monu-

mento levantado para conservar eternamente un recuerdo, y los griegos el de memnonia, por presumir que en memnon se encerraba el nombre del héroe homérico

Memnon,

buyen también

la estatua vocal

al

que atrien

BAILARINA EGIPCIA

la

cual luego tendremos que ocuparnos.

En

esas

memnonia

se perpetuó el recuerdo de la vida


.

TEBAS

292

terrestre del

Faraón difunto; pero

aquellas á las cuales concedian

las circunstancias principales de

mayor importancia

Cuanto debían éstos transmitir la familia, en

y á

suma, á

los.

memnonia de

su existencia diferian de los simples particulares.

á la posteridad, decia relación á la casa, a la

deberes de

la

campiña, á

vida privada, á los pasatiempos propios de la misma,

las relaciones existentes entre el individuo

tancias todas de

las

y

el jefe del

Estado.

En cambio

las circuns-

vida de los reyes pertenecen á la historia y por consiguiente seria en vano buscar en sus respectivas memnonia cuanto no sean relaciones de las campañas por ellos la

llevadas á cabo en países extranjeros, batallas ganadas al -enemigo,

sitios

de fortalezas

rendidas, botín conquistado, seguido todo de acciones de gracias á los dioses por

También podemos contemplar en

prestado y los favores recibidos.

auxilio

el

este sitio representaciones

VASALLOS LLEVANDO OFRENDAS FUNERARIAS, FRUTOS COGIDOS EN LAS PROPIEDADES DE SU DIFUNTO SEÑOR

de

la fiesta

de la coronación: de los mayores y descendientes del soberano que se ensalza; de

los dioses á los cuales presenta ofrendas, recibiendo

apoyo eterno á su buen nombre, escuelas y bibliotecas anexas á las original de semejantes

Der

líbica

en

la

en

memnonia

el

en cambio presentes y promesas de

ponen por otra parte á cubierto del olvido

La reina Hatasu nos ha

monumentos conmemorativos,

el—Bachri. Levántase éste

labrado por

al cual

es decir,

el

dejado

edificio

el

Noroeste de

las

vasto y

con azoteas de

fondo de una especie de anfiteatro de bellas proporciones,

naturaleza en las rocas de calcárea amarillenta de que está formada

la parte

más

la necrópoli.

La

siringe en que yacen su

la

momia,

montaña la

de su

padre y las de sus hermanos, no ha sido descubierta aún, á pesar de las investigaciones practicadas; pero en cambio los viajeros pueden visitar los aposentos abiertos en la peña, que constituían la parte

más antigua

del conjunto del edificio y

que debían ser considerados como


293

TEBAS el

sancta sancionan

Honrábase en

las procesiones que. procedentes de

acomodarse en ter.

los

ellos á los

antepasados de Hatasn y servían de término á al memnonium de la gran reina. Para

Karnak, se dirigían

buques que convenientemente aderezados servían para semejante menes-

era indispensable bajar hasta el extremo Sur del santuario nacional, puesto que

la

rapidez de la corriente hacia indispensable que el rio se atravesara diagonalmente. El príncipe vía y su séquito de sacerdotes, en cuanto aportaban á la orilla opuesta, seguían la ancha de las procesiones que, flanqueada de esfinges con cabeza de carnero, terminaba en línea

recta en los píleos,

hoy completamente arruinados,

del

memnonium.

TEMPLO DE DER EL—BACHRI (Según los planos y restitución de E. Bruñe

El

monumento ha

infatigable Mariette, y

ración en

el papel, tal

sido limpiado de la

un

inmensa capa de arena que

arquitecto, francés también,

lo

cubría, por el

M. Bruñe, ha ensayado su restau-

cual á su juicio debió existir poco tiempo después de terminada su

cabe desconocer que llevó á cabo su empresa con talento y felicidad; mas construcción. reproducción, dista no obstante los nuevos servicios que para el estudio presta semejante mucho de satisfacer á todo aquel que en el fondo de su espíritu conserva, con la vehemencia

No

de las impresiones recibidas,

más que

la

imágen de

las grandiosas ruinas de

Der el-Bachri, que por

originaestén extraordinariamente deterioradas, conservan todavía su carácter de que se quiera el aspecto bajo el cual se las considere. El aspecto más maravilloso

lidad. sea el

EGIPTO, TOMO

II.

74


TEBAS

294

es el que ofrecen á los que llegan á ellas procedentes del Nílo

desparramadas bajo sus plantas, de la montaña, la

mano

del

al valle

al

recorrer

el

de las tumbas reales.

después

;

camino que cortado á

Xo

hombre, pueden reconocerse aún

que las contempla

al

pico, conduce, á lo largo

obstante las injurias debidas al tiempo y á

las cuatro

azoteas y el camino en plano

inclinado, tal vez provisto de peldaños, que dividía el edificio en dos partes semejantes.

La

procesión que recorria la via mencionada, iba subiendo de una á otra plataforma, en cada

mismo

una de

las cuales, lo

En

cuarta azotea,

la

aposentos

más

el

á la derecha que á la izquierda, encontraba espaciosos pórticos.

sacerdote pasaba debajo de

silenciosos: después,

exactamente detrás de

la

un arco de

granito que conducía á los

por medio de una segunda bóveda de pórfido, colocada

primera, en

extremo de

el

la cual se abría la

antigua caverna de que

dejamos hecha mención, y que constituía el verdadero santuario del memnonium. Las paredes estaban cubiertas de adornos que pueden considerarse como una obra maestra de escultura: el

más

notable de ellos es la vaca de Hathor, junto á la cual se ve representada

BUQUE DE LA REINA HATASU CARGADO DE PRODUCTOS DE PONTO. (SEGUN UNA PINTURA DE DER EL-BACHRl)

Hatasu bebiendo

la

leche de vida.

interés particular á los

Las

salas situadas en las plataformas laterales, ofrecen

que se gozan en seguir

través de sus diferentes fases, puesto

el

un

desarrollo de la arquitectura egipcia al

que pueden ver en

ellas las

columnas poligonales que se

encuentran en las gruías de Beni-Hassan, las cuales, después de haber atravesado

el

tiempo

de los Hvksos, y pasado de la decoración de las siringes á la de los edificios aislados, fueron

empleadas en las partes más anteriores del templo de Karnak, y al tocar á su término la décimaoctava dinastía, desaparecieron completamente, para ceder su puesto á otras formas artísticas.

Los

rematan con los

la

pilares

que soportan

los

techos deben mencionarse también, puesto que

máscara de Hathor, cuyo adorno no se vuelve á encontrar hasta

Tolomeos. Invitamos á todos aquellos á quienes interese

egipcia, á que

examinen detenidamente

las paredes del fondo de los pórticos,

azotea, las cuales

las

la historia

de

la

la

época de

civilización

numerosas pinturas con que hizo decorar Hatasu

principalmente las que se encontraban en

han publicado Mariette y Dumichen; pues merced á

ellas

la tercera

sabemos que


295

TEBAS preocupada

la reina

por

el

deseo de extender las relaciones comerciales que. tenia establecidas

con otros países, así como por ñotas que envió

Guardafui.

al país

de aumentar sus cuantiosas riquezas, armó considerables

el

de Ponto, en la Arabia del Sur, y á la costa de Somalí, en

Hatasu tomó á empeño transmitir á

la

posteridad hasta los detalles

ficantes de semejante empresa, para lo cual hizo reproducir por

buques que habían construido en

las costas del

procedentes de Ponto condujeron á Egipto.

mar Rojo y

medio de

las diferentes

Por medio de inscripciones

el

más

cabo de insigni-

la escultura los

mercancías que se designan los

diferentes objetos reproducidos por los artistas, y nos revelan la parte importante de tales

riquezas que la reina cediera al dios de Tébas, y la que reservara para ella. Los marineros egipcios embarcan árboles de incienso vivos, con sus correspondientes panes de tierra en las raíces,

á fin de aclimatarlos en

PECES DEL

resinas, en los buques

el

MAR

ROJO.

(

SEGUN UNA PINTURA DE DER EI-BACHRl)

más que medianamente

repletos de fardos, ánforas, colmillos de

elefante, barras de metal, y otras preciosidades de Ponto. el

cargamento de

la

real,

flota

y pesados sacos de olorosas

suelo del valle del Nilo,

Entre

los objetos

que forman

encuéntranse designadas todas las especies de maderas

preciosas de la comarca, montones de secreciones aromáticas que se distinguían ya con el

nombre de kami (gummi) gomas; marfil, oro de Asia,

incienso

( senneoutri )

árboles de perfumes, enteros y verdes; madera de ébano,

madera de thuva

(?)

1 ,

de chesit (tal vez la acacia), de

polvo de antimonio para los ojos,

monos

ahem y

del

verdes y cinocéfalos, galgos,

de pantera, y habitantes de Ponto con sus hijos. Jamás, se dice, en tiempo embargo de soberano alguno anterior, habíase aportado á Egipto cosa semejante, y sin pieles

el

casco y

el

buques, dicen

aparejo de los

muy

á las cla-

ras que no eran nuevos en oficio los

el

que llevaron á cabo

su construcción. Cuando se fija la

mirada en

tales pintu-

ras, viene involuntariamente

á la

memoria

el

recuerdo de

EL-BACHRl) CABAÑAS LEVANTADAS SOBRE PILOTES EN LA REGION DE PONTO. (PINTURA DE DER

aquellas expediciones envía

demás objetos das por Salomón á Ofir, ocho siglos más tarde; así como al contemplar los sabían observar representados, es preciso convenir en que los viajeros del tiempo de Hatasu manera que los perfectamente, y hacían cuanto estaba á su alcance para reproducirlos de curiosos que habían egipcios pudieran formarse de ellos idea exacta, los objetos raros y solian hacer los egipcios los féretros en que 1 Sabido es que boy se da este nombre á un árbol de la familia del ciprés, de cuya madera V. enterraban las momias ó cadáveres embalsamados.


TEBAS

296

contemplado en sus expediciones. Así como

.

_

L

_

las

de Oriente,

dole de manifiesto las maravillas "

"•---

Cruzadas dejaron atónita

Europa, ponién-

la

guerras de conquista y las expediciones marítimas llevadas á cabo en los

las

.

primeros tiempos de

la dinastía

decimaoctava, abrieron las regiones del Este á los habitantes del valle del Nilo, despertándose

para ellas un ardor científico,

que sólo se extinguió algunos siglos adelante, no volviendo á

aparecer hasta

la

época de los

Tolomeos,

singularmente

Alejandría.

En Der el-Bachri

en

se

encuentra la representación

de

los

peces

del

hecha con tanta

Mar Rojo,

fidelidad y exac-

que nuestros naturalistas

titud,

pueden reconocer sin esfuerzo alguno

necen

las especies á

que perte-

también se

encuentra

:

una aldea

lacustre de los habi-

tantes de Ponto, cuvas casas se

hallan construidas sobre pilotes.

Las cabañas afectan circular, y se hallan

la

forma

emplazadas

sobre piés macizos, siendo indis-

pensable hacer uso de una escalera para

ganar

la puerta.

Vense;

en dichas representaciones aves exóticas, reproducidas con gran

minuciosidad

:

en otras pinturas.

se encuentran figuras

humanas

cuyos rasgos duros y pronunciados acusan las gentes de Ponto,

y como curiosidad rara, MUJER FELAH DE KARNAK.

la

esposa de uno de los príncipes de dicha región.

á

cierta descripción de

hermano de Hatasu,

El

Ponto que se redactó hacia

hizo esculpir

en Karnak

la

ex-,

traordinaria obesidad que ofrecia

la

libro

de

los

muertos

encierra, alusiones

época que nos ocupa. Thutmosis

las plantas exóticas

III,

que encontrara en sus


TEBAS expediciones realizadas hacia

el

297

Este: en el papirus Ebers, que fue compilado en tiempo de

dicho príncipe, se insertaron recetas médicas que habia proporcionado un asiático de Biblos,

y

la

presencia en

extranjera

la

escritura de

más

de un nombre y de una palabra el idioma de sus

demuestra que los egipcios comprendían

vecinos semitas. ¿Débese á

la

casualidad

Derel-Bachri fuera edificado casi en

el

preciso

el

que

el edificio

escalonado de

momento en que un

ejército

egipcio pisaba por vez primera el suelo de la Mesopotamia, y podia contemplar en las grandes ciudades los edificios que coronaban vastas azoteas?

¿Cómo

se explica

veces, hasta

el

que

los egipcios, tan

amantes de repetirse una y cien

extremo de mirar con desvío cuanto podia conducir á ima-

ginar nuevas formas, no hubiesen después imitado en parte alguna ese edificio,

mejor aún, ese imponente monumento,

al extranjero,

si

no

hubiese recordado

les

y por consiguiente parecido digno de reprobación?

Las diversas manifestaciones de historia egipcia

,

respecto de las que

la civilización

antiguo imperio, pueden compararse á joven, dueño de

,

en esta época de

hemos encontrado en lo

mismo, relativamente

que daria de al trabajo

rioso que viviera bajo la vigilancia de sus padres.

sí la

de un

del

actividad de

un

muchacho labo-

Las fuerzas comprimidas

durante millares de años, rompieron entonces las ligaduras que nían sujetas: traspasáronse los límites puestos por imperio; surcáronse mares y rios, cuyo solo

y además de

esto, el espíritu

la

tumbas

las

la

política

las

mante-

al

antiguo

CAPITEL CAPICULADO INVERTIDO

nombre inspiraba antiguamente profundo horror,

humano buscó caminos que

hasta entonces nadie habia hollado.

LOS PILEOS SUR Y EL LAGO SAGRADO DE IÍARNAK

EGIPTO.

TOMO

II.

/O


TEBAS

298

El obelisco

misma

más

elevado que existe en Tébas, así

como

gloria que

proporcionó su obra de paz

le

llevados á cabo por su

hermano Thutmosis

cuantos conquistadores egipcios registra las faraones,

,

más

el edificio

ciudad se encuentra, han transmitido á la posteridad

el

nombre

original que en la

no tardó en verse eclipsada por

III,

el

los altos

más grande, no vacilamos en

la historia.

Hásele dado

y por cierto con fundada razón, puesto que en

el

mas

de Hatasu:

la

hechos

decirlo,

de

nombre de Alejandro de campañas bajo su

las trece

dirección realizadas, logró someter los pueblos del Asia Anterior, en los cuales liabian

vengado sus predecesores

los desastres

que experimentaran en tiempo de

tributarios de su patria, y convirtió el Egipto

Ciñó los

la

en

la

potencia

los

Hyksos; hízoles

más poderosa de su

tiempo.

corona de los Faraones durante cincuenta y cuatro años consecutivos, revelándonos

monumentos de Tébas,

las

hazañas que llevó á término durante

este dilatado período,

con sus carros de guerra, sus numerosas huestes y sus diestros arqueros. Convirtamos mentalmente nuestra atención al templo de Ivarnak; preguntemos á cripciones que cubren las cámaras de los alrededores,

las ins-

extraordinariamente maltratadas;

PRISIONEROS DE GUERRA TRABAJANDO EN LAS CONSTRUCCIONES DE THUTMOSIS

III

fijémonos en los pileos meridionales (5 y 6) y en las construcciones que se elevaban en la región oriental (detrás de 10), y siempre, y en todas partes nuestras miradas se encontrarán

con su nombre. Los predecesores de Thutmosis la parte del Kilo: él

ensanchó

el

III

habían agregado cámaras y cámaras por

santuario nacional en la dirección opuesta, añadiendo una

sala espléndida, (en 10), cuyo techo sostenían treinta pilastras y dos líneas de columnas, en

cada una de el

las cuales se

contaban diez.

El capitel de éstas acusa un esfuerzo practicado con

propósito de emplear formas nuevas: pero los arquitectos de Thutmosis

en esta ocasión

muy

felices,

III

no estuvieron

ya que de la inversión del capitel, formando campana, resultó

una cosa fea, y así debieron de comprenderlo, pues no volvieron á usarlo en parte alguna. Dependencias de esta grandiosa sala, la cual se distinguía con el nombre de monumento brillante

(khu mennu), eran gran número de salas pequeñas, cámaras y aposentos, en cuyas

paredes se han encontrado numerosos é importantísimos documentos. El lago sagrado del

templo fué rodeado también de otras construcciones que, desgraciadamente han sufrido

mucho: actualmente contiene agua; pero de

fijo

no tanta como en aquella época en que, en


299

TEBAS determinados dias

paseábase sobre su superficie en una lancha por todo extremo preciosí-

,

sima, la estatua de

Amon. Al

occidente de este estanque sagrado se prolongaba la ancha

procedente del Sur, que conducía las procesiones al templo:

una extensa

ella

calle

vía-

adelante abrióse delante de

más

flanqueada de

esfinges, interrumpidas en determina-

dos puntos por cuatro enormes pileos.

Dos de

estas

inmensas puertas, una

SORTIJA EGIPCIA

aretes

de las cuales fué empezada en tiempo de Thutmosis

I,

son obra del tercer Thutmosis. Los colosos de Thutmosis

padre y abuelo de Thutmosis

III,

y de Thutmosis

I,

de Amenofis

I,

su hijo primogénito, que este príncipe

II,

MANGO DE UNA CUCHARILLA PARA PERFUMES

hizo construir de diferentes materias, subsisten aún, adosados contra

derrumbando. Las inscripciones descubiertas por Mariette en

el

el

muro que

se está,

cuarto de los pileos de que

hemos hecho mención, y alrededor de una de las puertas situadas al Oeste del santuario, son del más alto interés para

la historia del

tiempo; pues con-

tienen largas listas de los pueblos so-

metidos por Thutmosis Egipto v en la Siria.

III

en

el

Sur

del

Fijándonos úni-

encontramos

camente en

los últimos,

ciento diez y

nueve nombres

distintos,

que pueden ser fácilmente restablecidos, gracias á la triple enumeración que poseemos

,

entre los cuales existen

muchos que conocemos ya por medio de la Biblia tales como Mageddo, Da-

ESPEJO

FRAGMENTO DE UN COSELETE DE ESCAMAS ARTICULADAS

,

masco, Joppe,

etc.

Todas

por príncipes que se

estas ciudades estaban fortificadas, y gobernada cada

aliaban en

poderoso. Thutmosis dejó en la

condición de que

le

el

confederaciones,

trono á la

satisfacieran

mayor

una de

generalmente presididas por

el

ellas

más

parte de esos reyezuelos vencidos, mediante

con toda regularidad los tributos impuestos: otros


TEBAS

300

perdieron

la

corona y

Una

á Egipto.

muchos

la vida:

se vieron obligados á enviar sus hijos

división del ejército egipcio vigilaba los

como rehenes

nuevos súbditos del Arad en

el

Líbano. La mejor garantía de seguridad consistía en llevar cautivos á muchos de los hombres

más

robustos,

campiña, á del

cuyos brazos reemplazaban en las construcciones y en el cultivo de la que perecían en los campos de batalla. Las listas de los pueblos

los hijos del país

Sur nos revelan que Thutmosis

sus ejércitos hasta

III llevó

el

Océano índico y

cabo de

el

Guardafui: otras inscripciones hay que manifiestan que atacó, venció é impuso tributos, en

El cuadro

Asia, á Fenicia con su capital Tiro, Babilonia y Asiria.

nos demuestra

manera y

la

pechos.

Los

próximas

al santuario,

escultores

en Egipto, donde

las cantidades que

Thutmosis

de

grabaron en

lo

III

mismo en

conservándose parte del

manera que hasta

restablecer las partes principales, de

importancia de los datos y noticias que sobre

y

del

así,

Karnak

semejantes

Louvre y otra parte ciencia ha logrado

la

pueden comprender

los profanos

la

de los pueblos respectivos nos

la civilización

proporciona la enumeración de los productos de cada país.

número de

de

paredes de las cámaras

las

museo

el

ha destruido; mas aún

subsiste aun: el resto se

estadístico

se satisfacieron para redimir

Merced á

ella

conocemos

el

esclavos varones y hembras, animales domésticos, productos agrícolas, metales

piedras preciosas ó comunes, trajes, adornos, objetos de mobiliario, que exigían de cada

pueblo

que

la

muy

diestra

carros ricamente adornados, las casas

De

recaudadores egipcios de impuestos.

los

Fenicia era

y las tiendas, así

sumamente

armas

como

la Siria

en fabricar

ofensivas y defensivas, y objetos destinados á amueblar

figuras, todo ello de

apreciable para los egipcios.

perfección los carros, las

todo ello podemos deducir, por ejemplo,

en elaborar artísticamente vasos de metal;

En

la

armas y armaduras,

una delicadeza extremada, que

Mesopotamia

lo

los vasos preciosos,

y

si

no hemos compren-

dido mal la palabra aschmara (en hebreo hascmal y en asirio ischmaru), estaba por

adelantado

el arte

en nada cedía á

Como

de esmaltar.

la del

mayores,

el

clima

Egipto; pero así

húmedo de

egipcias, y sólo á ellas

debemos

el

como en al

se

el

valle del Nilo las

más

felices

condiciones

pueblo conservar cuanto habia heredado de sus

región

la

demás

se ve, en este tiempo la civilización del Asia occidental

de posesión y naturaleza, permitían

destrucción que en otros puntos

hacia

se trabajaban también con gran

más

septentrional influia poderosamente en la

experimentaba.

saber que desde

De manera que

el siglo

á las inscripciones

xvn ántes de nuestra era

culti-

vábanse con esmero diferentes artes en Fenicia y en la Mesopotamia que el Egipto poseia ya todos los elementos que dan derecho á un país para que pueda llevar con justo título el ;

nombre de

civilizado,

de lo

cual son testimonio elocuentísimo los descubrimientos que

incesantemente se realizan en las poblaciones situadas en

que nos ponen de manifiesto metales, peines y espejos,

sortijas y pendientes,

armas y

la

región seca del valle del Xilo,

collares y brazaletes,

vasos de ricos

piezas de armadura, entre los cuales merece especial

mención un fragmento de coselete construido en escamas, y hasta un carro completo de la época faraónica, que se conserva actualmente en el museo de Florencia. Tébas constituye al presente un venero riquísimo de semejantes restos, que demuestran una vida sumamente


301

TEBAS

KARNAK

A >» LUQSOR

DE

CAMINO

EL

EN

ANTIGÜEDADES

DE

k MERCADEE

EGIPTO,

TOMO

II.

76


,

TEBAS

302

refinada.

Al

Karnak, encuéntrase con numerosos negociantes que

dirigirse el viajero á

ofrecen abundantes ejemplares de esta clase de objetos, y legítimos, la

mayor

comprender, no sólo á

le

Amon

el

Cuadro

aprovechó, como fácilmente se puede

estadístico

de Tébas, cuyo templo procuró Thutmosis adornar por todos

medios imaginables, sino también á sus sacerdotes. Las inscripciones prueban que concedió con

le

son

ellos

parte constituyen imitaciones perfectamente labradas.

El rico botín mencionado en

los

muchos de

bien

si

mano pródiga

rey

el

extensas tierras de labor, verjeles, cereales, ganados, oro,

plata y piedras preciosas, objetos de valor, entre los cuales se hace mención de un arpa incrustada de joyas de gran precio y especial significación, y las rentas procedentes de las ciudades sirias. Instituyó tres nuevas fiestas, aniversario de sus victorias, haciéndolas

coincidir con los antiguos dias festivos,, que en verdad no escaseaban en Tébas.

Del mismo

con los dioses, mostróse pródigo con sus generales, y con aquellos de sus capitanes que, en esta época caballeresca del Egipto, llevaron á cabo singulares hazañas.

modo que

Uno

lo fuera

de los

más

tumba tuvo

la

distinguidos entre sus jefes y paladines fué

el

suerte de descubrir el autor de estas líneas.

noble

Amen-em-heb, cuya

Este héroe acompañó á su

soberano en todas cuantas expediciones llevó á cabo, y lo mismo en las cacerías que al frente del enemigo distinguióse por su valor personal, habiendo recibido honores y presentes por

La

cada una de las acciones que llevó á cabo.

manera inesperada

la

de Thutmosis

duración de su reinado, durante

el

cual

terminar muchas obras consagradas á

historia de sus hechos completa de

una

proporcionándonos datos positivos respecto de

III,

el terrible

paz, entre otras la construcción de la parte

la

la

guerrero encontró espacio suficiente para

antigua de MedinetHabu, sobre la orilla derecha de Tébas.

Hemos

más

encontrado su nombre

en Denderah: sus arquitectos trabajaban en Memphis y en Heliópolis, en Erment, en el-Kab, en Edfu, en Esne, en Kom-Ombu, en la isla de Elefantina y en otros muchos lugares, y hasta en Nubia,

Amada

restauró

las cuales se

el

principalmente entre .

templo fundado bajo

el

la

primera y

la

segunda cataratas.

encuentra su retrato, así como con jeroglíficos, que conservan aún

esplendor de sus colores, y merecen especial mención por la grandeza del de ejecución.

También levantó numerosos

En

antiguo imperio, adornándolo con pinturas, entre

obeliscos, entre otros los que por

importantes han sido posteriormente trasladados á Europa, tales como

el

el brillo

y

el

y

la belleza

más

célebres é

estilo

llamado Aguja de

Cleopatra, el obelisco de Latran en Roma, y el famoso monolito de Constantinopla. No debe sorprender que monarca por tantos títulos digno de estima, alcanzara honores divinos, aún mucho tiempo después de su muerte, y que muchos egipcios adoptaran el sobrenombre con que se le distinguía, Ra-men— cheper, para grabarlo como mensajero de ventura en sus sellos ó

en los escarabeos que usaban como amuleto.

Según consigna

la inscripción funeraria

dia siguiente al de la

adquirido en

el

de

Amen-em-heb, Amenofis

muerte de su padre. Estaba en

reinado precedente

ciudades sometidas de

:

una

la Siria, obligóle á

el

II

ocupó

el

trono

tentativa de alzamiento llevada á cabo por

pasar

al

Asia:

el

deber de conservar cuanto se habia

un

texto de

Amada

las

nos da cuenta de


TEBAS la terrible

venganza que tomó de

La

los rebeldes.

303

estela de piedra erigida entre las patas del

gran esfinge, nos refiere que su sucesor Thutmosis IV despejó este monumento de las arenas

que paulatinamente

lo

cubrieran, habiendo llevado á cabo tan colosal empresa, para dar

plimiento á las órdenes del dios Ra-Harmachis, que se

entregaba

al

este príncipe,

sucesor Amenofis

III.

la

diversión de la caza.

queda completamente oscurecido por

como conquistador y

de sobrepujarlo

indicación de las lejanas fronteras que durante su reinado tenia

supo sostener

lo

Lo poco

que hizo su poderoso

Thutmosis no había dejado por descubrir ningún nuevo camino: pero

de igualarlo

trató

cum-

apareció en sueños, en tanto que se

descanso, cierto dia en que se había dedicado á

que sabemos de

Amenofis

le

el

como

constructor.

La

Egipto, demuestra que

importancia del imperio, siquiera no consiguiese ensanchar sus límites.

la

RUINAS DEL TEMPLO DE AMADA EN NURIA

Adornábanle cuatro grandes virtudes, que en esos tiempos, eminentemente caballerescos, le valieron

el

que se

de su brazo,

el

le

considerara

valor personal,

como

el

más

un corazón

heroico de los príncipes: tales eran la fuerza

fiel

á sus afecciones y

el

amor

á las grandes

empresas y á todo cuanto podía sobrevivirle. Leyendo lo que acabamos de escribir, podría presumirse que se trata de uno de los paladines de nuestra caballería cristiana, y sin embargo, cada una de las afirmaciones que de ello se desprenden, tiene su apoyo, no en uno, todas y

sino en distintos

monumentos. El

tercero de los antecesores de Amenofis,

Thutmosis

I,

se

había hecho representar, inspirándose acaso en un modelo que viera en Asia, levantando por lectores la cola á un león que yacia derribado por nuestra parte hemos ofrecido á nuestros :

un grabado en

el

cual se ve á Thutmosis

II

vencedor de un león: Thutmosis IV se alaba


;

TEBAS

304

ante

el

Eterno de haber sido un gran cazador

pues según consta en

las inscripciones

;

pero Amenofis ganó aún á su mismo padre

que hizo grabar en grandes escarabeos, muchos de los

cuales se conservan áun, no baja de ciento dos el

con

Tii, hija

lo cual

de leones que mató durante los la

misma

clase

sabemos que casó

Las pinturas representan á dicha princesa de

de Juaa y de Tuaa.

y ojos azules,

número

Merced á documentos de

diez primeros años de su reinado.

color blanco

hace comprender que era originaria del Asia, siendo indudablemente la

más

hemos

bella de las mujeres que

visto

reproducidas en los monumentos egipcios.

No

procedía de familia real; pero su esposo

quería extraordinariamente, como los

monumentos en

cuales

los

inscribió

nombre y grabó su imágen, con más

la

prueban

lo

su

frecuencia

de lo que hasta entonces se había hecho con las

demás

reinas.

A

fin

más

de conocer con

ción las obras debidas á ese héroe, tan

perfec-

enamo-

rado de su dama, penetraremos de nuevo en santuario de Karnak. dionales

La

demuestra que

línea de píleos el

palacio

el

meri-

real

y

la

ciudad de Tébas, propiamente dicha, se halla-

ban situados

al

Mediodía del gran templo de

Amon,

y que estaban escalonados en la ancha avenida que debia seguir el rey, cuando en las

grandes ceremonias, seguido de su fastuosa córte, se dirigía á la

morada de

Amenofis

la

se

impuso

la divinidad.

obligación de decorar

esta vía triunfal, y eligió en la triada tebana á la

diosa

Mut

singularísimo

para elevarle en ella un templo

semirodeado

por

un lago

forma de herradura. Según parece, la diosa, prestóse culto á Sechet,

al

representada

con su cabeza de gata ó de leona. El se halla

completamente destruido

,

edificio

excepción

hecha de algunas dependencias de época más reciente; pero Mariette ha desenterrado cimientos y reconocido que no contenia

ménos de quinientas

en

par de

los

setenta y dos estatuas con

la gran amada de Ptah , entre los dos vestíbulos, y á lo largo de los muros exteriores oriental y occidental. Todas ellas eran de granito negro: algunas hay que se encuentran aún en el lugar donde estuvieron emplazadas, bien que cubiertas por

cabeza de gata ó de leona, de

montones de escombros y capas de sagrado

,

tierra de aluvión,

no

léjos

del lecho del antiguo lago

y sus formas barrocas sobre todo en las noches de luna, toman un aspecto que en ,


TEBAS

306

manera alguna puede tadas,

Dqérase que son una bandada de biujas ó reinas encan-

olvidarse.

ocupando sus tronos. Sea como quiera, constituyen un marco de un fantástico, puesto á este

v por todo extremo

criptible.

manadas de gatos que

olvidarse fácilmente las verdaderas al

mundo

efecto indes-

Pueden

arruinado y silencioso.

tomando

se ven aquí y allá

el

sol,

recorrer las ciudades situadas á orillas del Nilo; pero es imposible de todo punto perder

el

recuerdo de esas mujeres de piedra con cabeza gatuna.

No el

este edificio y otro que mandó extremo Norte del santuario nacional; puesto que, además de ellos, emprendió

Amenofis por satisfecho con haber levantado

se dió

construir en

el

un nuevo templo de vastas proporciones en

establecimiento de

Comenzóse distancia al

morada de (Qrpj .). .

obra de éste por

la

Sur

del de

los dioses

,

el

es más que

conocen ya, bajo

lo

Amon

Karnak. El templo de del cual, con el artículo

El monumento debido á Amenofis

nuestros lectores

llamábase en

la

que servia para designar

la aldea

más

fué llamado los

III

Apni

orilla

del Nilo.

de una legua de

antigüedad los Apiu,

femenino (t-ape) formaron del

los griegos

Tébas

Sur. Muchos de

nombre de Luqsor; mas debe saberse que Luqsor no

el

forma corrompida de una palabra árabe, que significa

la

misma

la

sancía sanctorum, que se halla á

los castillos

que se levantó en primer lugar en medio de

(al-kusur),

las salas, los

patios v las cámaras del templo antiguo, y que paulatinamente fué extendiéndose hácia el

Norte y hácia interior del

una

restos de

Oeste.

el

mismo

Contemplado desde

está de tal

iglesia,

el

Nilo ofrece un aspecto encantador, pues

que es por demás

difícil

los

darse cuenta de su disposición primitiva.

El

las habitaciones

,

las

chozas

santuario antiguo fué destruido ya ántes de los tiempos modernos; pero

Alejandro

que

II, hijo del

lo rodean,

gran macedonio. Encima del techo de

hanse levantado diferentes habitaciones, una de

nombre de Casa de Francia (Kasr Fransaui), por haberse encargados de trasladar á Paris

el

el

y hasta

manera ocupado por

obelisco de Luqsor.

las salas

lo

,

hizo íe&tauiar

y gabinetes antiguos,

las cuales lleva

actualmente

el

alojado en ella los ingenieros

El antiguo prósekos, situado entre

el

sanctorum y la magnífica sala hipóstila, decorada con cuatro órdenes de ocho columnas, sirvió indudablemente en los primeros siglos del cristianismo, de seguro ántes del vn,

sanctci

á

una comunidad

cristiana.

columnas modernas, de un

El altar se dispuso en uno de los aposentos posteriores, entre dos estilo

análogo

al

orden corintio* las paredes fueron estucadas,

tanto para hacer que desaparecieran las representaciones paganas que las cubrían,

como para

Algunas cortadas cabezas de

éstos es lo

trazar sobre la nueva superficie imágenes de santos.

único que resta de semejante pintura tadas, lo

mismo que

ciertos

;

mas son

fragmentos de inscripciones griegas existentes cerca de aquellas,

que no cabe más recurso que atribuírselas á bizantinos.

Las

figuras

la izquierda veíase

que ha caído

el

tan expresivas y se hallan tan bien ejecu-

que se ven á

la

artistas

muy

hábiles de la época de los Césares

derecha del altar, usan calzado de terciopelo: hácia

un cuadro que representaba caballos y jinetes. En aquellos puntos en que se ofrece es de lo más peregrino que puede imaginarse,

estuco, el aspecto

puesto que las figuras por medio de las cuales se representaron los santos cristianos, se

mezclan y aún completan con

las de las divinidades egipcias.

Las pinturas

cristianas de



o

Esposa y Comp*4

Interior de una

Editores

Barcelona

cÁmara sepulcral en El-Kai


TEBAS

Wadi

Sebua, en

la

chado del enlucido, resulta

un

e\angeli»ta.

La

307

Xubia, han tenido un destino más singular aún: merced á un desconel

estupendo anacronismo de Ramsés

II,

presentando ofrendas á

sala de las treinta

y dos columnas, se hallaba precedida por un gran pórtico, construido también por Amenofis III, y limitado al Este y al Oeste por dos líneas de columna», y por una sola y un píleo por el Xorte. Los tallos de papirus que forman el fuste de las columnas, con capiteles con capullo de es imposible hallar en parte alguna

la flor

un conjunto

de loto, están esculpidos de arriba abajo:

tan grandioso

como

el

que ofrece semejante

LA CASA DE FRANCIA EN EL TEMPLO DE LUQSOR

peristilo.

El corredor, que seguía

la

dirección del Xorte,

que en

el

tiene

siete

grandes columnas

gran patio septentrional y el macizo píleo mismo desemboca, son de época posterior: todavía tendremos ocasión de ocuparnos

pareadas, con capiteles en forma de campana:

nuevamente de

éste.

La

parte

moderna

el

del templo se halla unida á la antigua

formando un

ángulo obtuso, acaso para hacer posible la comunicación en línea recta, por medio de una avenida de esfinges, desde tal

la

puerta principal de Luqsor hasta

la

puerta principal de Karnak;

vez para evitar las construcciones anteriormente levantadas en las cercanías.

El espectáculo que en los tiempos antiguos ofrecía

al visitante

que llegaba por

el rio

debía


TEBAS

308

ser

verdaderamente indescriptible.

En

la

actualidad,

si

quiere

disfrutarse

de algo que

un gran esfuerzo

siquiera de lejos se parezca á esto, es indispensable, en primer lugar, hacer

de imaginación, y después meterse en un buque en el Xilo, y dirigir la mirada háeia Oriente ponerse el sol. En esta hora, y merced á la manera como hieren el edificio los raeos de

al

columnas y

luz, las

brisa de la tarde y

mulan la

el

bañan de matices de una dulzura

las paredes se

los desconchados, las ruinas

lo

húmeda

y los remiendos con que le deshonra la vida precaria de sin embargo, existe cierto encanto en la

raza miserable que en sus entrañas se cobija.

observación de

indescriptible; la

tenue velo del crepúsculo flotan en derredor del gigante poderoso, v disi-

Y

que resulta de este huevo de abubilla depuesto en

IGLESIA EN EL

nido abandonado del

TEMPLO DE LUQSOR

una pequeña población

águila, porque cuanto caracteriza

el

del Egipto

moderno, encuéntrase

reunido entre las columnas y las pilastras, las altas torres y los muros ricamente esculpidos del Egipto antiguo. ¡Cuántas veces desde la casa de Mustafá Agá, construida en medio del templo, los

se

hemos contemplado, no

muros de Luqsor, sus

pilares

sin

una

especie de fruición, los dioses paganos pintados en

y sus columnas; á

congregan frecuentemente para

las gentes de la aldea

asistir á la lectura del

que en presencia de una imágen de

la

que á prima noche

Coran; sorprendido á los muchachos

verdad, elaboran con sus na vajillas, contrahechos

escarabeos; encontrado cabras y corderos, perros y aves en los lugares chicuelos v rapazas jugando en aquellos aposentos en los cuales ni aún los

más

santos,

mismos

y

iniciados

podían penetrar! El barro y el polvo manchan la pura morada de la divinidad, cuya imágen contempla su cuerpo convertido en guardián de un horno para empollar huevos, construido


TEBAS

309

por un copto á sus piés, ajustándose á un modelo descrito ya por Aristóteles.

Las

gallinas

abandonan frecuentemente

guiente no cabe

cuanto á

la chiquillería,

crece que es

empolladura en los

el

caluroso Egipto

huevos por medio del calor

por consi-

;

artificial.

no hay que emplear tantos cuidados, pues sin educación y

sin

En

camisa

un contento.

Pasemos ahora de al

la

más recurso que empollar

¿Que remedio?

lo

muy

pequeño á

gigantesco edificio que Amenofis

III se

HORNO PARA EMPOLLAR Y

lo

muy

mandó

SITIO

grande; del fracaso actual de Luqsor,

construir para que sirviera de

memnonium

PARA GUARDAR LAS CRIATURAS EN LUQSOR

Xilo. necrópoli, para ser en él festejados en la opuesta orilla del y á su madre, en la lo que se conserva grande tan es pero destruidas; completamente Sus vastas salas hállanse incomparablemente superior en extensión todavía, que hay motivo para presumir que era

á

él

á todos los demás.

Donde

se levantó en otro tiempo, encuéntranse

aún

al cultivar

los

santuario

el emplazamiento campos abundantes restos de fábrica y de estatuas: en jeroglíficos, admirablemente esculpidos, que grandes de cubierta enorme, roca yace una

del

son testimonio de

la

La riqueza y magnificencia que debieron presidir á la decoración. mucho tiempo; pero subsisten aún, ocupando el

puerta principal se ha hundido hace ya EGIPTO,

TOMO

II.

78


TEBAS

310

lugar en que fueron emplazados, los dos gigantescos colosos que la precedían, y que fueron un dia considerados como otra de las maravillas del mundo. De ellos el existente en la

parte

Norte, es ya conocido de muchos de nuestros lectores, bajo

del

estatua vocal de

Memnon. ¡Qué

magnífico aspecto debía ofrecer

el edificio

nombre dé

el

ante cuya puerta,

sentados en sus tronos cúbicos, manteníanse á guisa de guardas esos dos enormes gigantes,

cuyos asientos flanqueaban

las imágenes de la madre y de la esposa de Amenofis III Cada mide quince metros cincuenta y nueve centímetros de altura, y ésta era mayor áun cuando ceñían la pesada corona de los faraones que un dia se les cavó de la cabeza.

uno de

!

ellos

La anchura

de dichos colosos es de seis metros diez y siete centímetros en la región de las

espaldas: los piés baja de

miden

un millón

tres

del Norte, el coloso vocal de

romanos y griegos de excursión

al

metros veinte centímetros, y se ha calculado que su peso no

la

Memnon, goza mayor

A

estatua

los viajeros

no ménos indispensable que

la visita

consecuencia de un terremoto acaecido

ántes de Jesucristo, derrumbóse su parte superior. se cuenta que todas las

manera que

celebridad, de

época imperial consideraban

Esfinge y á las Pirámides.

Septimio Severo,

La

trescientos cinco mil novecientos noventa y dos kilogramos.

Desde entonces hasta

mañanas, un poco ántes de

los

el

la

año 27

tiempos de

la salida del

sol,

desprendíase de ella un sonido cuya naturaleza nos es completamente desconocida, puesto

que viajeros graves como Estrabon, que no vacila en admitir lo califican

el

hecho como una superchería,

de ruido imperceptible, en tanto que otros convienen en que es armonioso, no

faltando espíritus sensibles que sin vacilar le conceden los honores de canto.

extraviados por la palabra

memnon, pretendían que

lá piedra parlante

era

Los griegos,

una imágen de

Memnon, el héroe homérico, el hijo de Titán y de la Aurora, el aliado de los tróvanos, que después de haber dado muerte á Antíloco, hijo de Néstor, cayó bajo el brazo vengador de

En cuanto

Aquiles.

de sus ojos, que es

el

la

Aurora

se

rocío de la

muestra á Tébas con sus dedos sonrosados, con

mañana, baña

la estatua de

su hijo, y

su madre su gratitud, dejando escapar un canto suave. Esto

es,

ni

Memnon

más

ni

el llanto

muestra á

ménos,

lo

que

contaban los helenos. El trono, las piernas y el zócalo del coloso, que bañan las aguas del Nilo durante el período de la inundación, están cubiertos de inscripciones griegas en verso y

en prosa, que consignan pensara durante

la visita,

los

y

nombres de

si el

los visitantes, los de las personas

coloso había hablado y en qué términos.

dichas inscripciones es del año once del reinado de Nerón;

una poetisa palaciega, Sabina;

la

más

Balbilla,

la

más

en

antigua de

larga de ellas es debida a

que acompañó á Tébas á César Adriano y á su esposa

regocijada se debe á un procurador imperial, llamado Asclepiodoto. Héla ahí,

traducida al castellano: Sábete, ob Tétis, nacida de la mar, que

Y

las cuales se

La más

que vuelto á sus miembros

el calor

Memnon

respira todavía,

por la maternal antorcha,

Deja oir su voz sonora y apacible al pié de las líbicas montañas egipciacas, donde el Nilo en su carrera, divide en dos á Tébas la de las hermosas puertas.

Allí

En tanto que tu Aquiles, insaciable en otro tiempo de combates, Yace ahora enmudecido en los campos de Troya y de Tesalia.


TEBAS

312

En tiempo

completándola por medio de

efecto,

según parece,

el

fenómeno

sillares,

con

existió, sin

que vacia derribada por

la parte del coloso

de Septimio Severo fué restaurada

tierra,

En

puso término á sus cantares.

lo cual se

que deba atribuirse á cuento de sacerdotes, ni

de guias impostores, sino á una causa natural y de explicación por demás sencilla, y que se reduce á que la inmensa superficie resultante de la rotura, humedecida por el rocío, v

bañada después por aparecen sobre el

el

los rayos del sol,

que en estas latitudes son ya ardientes en cuanto

horizonte, permitía que estallaran con estrépito los casquijos que contiene

asperón cuarzoso de que están labradas dichas estatuas, y que se habia contraído con

rumor en

fresco de la noche, explicándose por lo tanto que cesara todo

restaurado

el

el

momento en

el

que,

busto, no existió la superficie de fractura

expuesta á las influencias atmosféricas. Sea como quiera, es cosa averiguada que la piedra de que están labrados los colosos

que nos ocupan, procedía del lugar llamado

Montaña bermeja,

cerca

Cairo,

del

revelándonos

al

propio tiempo las inscripciones, que las condujo á Tébas

en ocho grandes buques, y las colocó delante del memnoniutn de su señor, probablemente aprovechando el instante de la

mayor

altura de la inundación

dísimo funcionario de Amenofis

Amenofis, tecto

más

distinguido y

A

se debe

parte posterior de

general

el

también

un Neva-

fué el arqui-

hombre de Estado

el

más

,

llamado también

Hapu, que según parece

hijo de

hábil y al propio tiempo

más él

III,

ilustre de

su época.

pequeño templo levantado en

el

la

Medinet-Habu, reedificado más tarde

por los Tolomeos, que se conoce en de Der el-Medinet.

el

dia con el

Su señor Amenofis

III

nombre

debió poner

con frecuencia su habilidad á contribución, puesto que erigió templos á las divinidades de su país en

muchas

localidades, entre ellas Gebel-Barkal, situado en la exESTATUA DE AMENOFIS IV CHU-EN-ATEN

tremidad Sur del imperio.

¿Cómo

se explica

que

el hijo

decidido de las divinidades tebanas y sucesor de ese piadoso soberano se mostrara enemigo padre? Difícil es contestar semejante y especialmente de ese Amon tan venerado por su

pregunta:

mas

lo

cierto es

que llevó su hostilidad hasta

el

punto de repudiar su nombie

Paz de Amon; hizo picar los signos con los cuales de los monumentos; llamóse Chu-en-aten, Esplendor

Amon

en

la

de Amenofis,

se escribía

mayor

del disco solar: alejóse

parte

de Tébas y se construyó dias,

una nueva

capital

cual prestaba culto visto, procedía de

al

Sur de Beni-Hassan, cerca

del Tell

con un templo soberbio, dedicado

de adoración.

¿La

influencia de su

tronco extranjero, fué acaso

lo

el-Amarna de nuestros

al astro

madre

del dia aten,

Tii,

que determinó en

él

único al

que, según hemos

semejante herejía?


TEBAS

La repugnancia que experimentaba

hácia

el

esplritualismo de la idea de Dios, cada dia

desarrollado, especialmente en Tébas, ¿fué lo que al

Sol,

como se

313

le

practicaba en los tiempos antiguos?

conservan en las siringes de Tell el-Amarna, actitud de adoración ante

un

más

indujo á adoptar exclusivamente el culto

En

los

numerosos cuadros que se

vemos representado frecuentemente en

le

disco solar provisto de brazos, en tanto que su cuerpo deforme

y enfermizo nos permite reconocer

lós

caractéres del

súbditos debieron humillarse á su presencia no

fanático.

Sus funcionarios y sus lo que hicieran ante

ménos servilmente de

sus predecesores; pero en cambio les colmó de presentes y de distinciones honoríficas. Hizo una juiciosa elección entre los mejores artistas, entre los cuales se mencionan un tal Bek

y un

Pouta, y

tal

los

llamó á su capital.

También debe hacerse mención, pues

ESFINGE DE

pena, de al

la

aura de

manera encantadora como

la gloria militar, se

el

KARNAK

reformador, que por otra parte no era indiferente

ve representado con sus siete hijas, que sabían guiar perfec-

tamente su carruaje cuando salian de palacio. sacerdotes de

Amon

le

castigaron por

el

Murió

sin dejar

le

siguieron,

sólo

uno

heredero varón,

y

los

pecado que cometiera contra su Dios, borrando

su nombre de todos aquellos sitios en que lo encontraron.

décimaoctava que

vale la

De

es digno de mención:

los

reyes de la dinastía

Horus,

el

Hor-em-heb

constiuii la de los monumentos, que terminó los pilcos meridionales de Karnak, é hizo avenida oriental de esfinges que desde Luqsor conducía á los mismos, apoyándose en el edificio

de Amenofis que encierra las estatuas de Sechet.

inscripción y grabado en Gebel Silsilé,

una campaña

Un

cuadro acompañado de una

nos manifiesta que este Hor-em-heb llevó á cabo

victoriosa contra los pueblos del Sur; pero durante los años postreros de la

dinastía décimaoctava, cuyo término no EGIPTO, TOMO II.

conocemos aún con

la

debida exactitud, los pueblos 79


8TEBAS

314

tributarios

promovido por Chu-en-aten;

Asia occidental, aprovechándose del cisma

del

de las perturbaciones interiores á que dio lugar en Egipto

el

fallecimiento del reformador,

sin sucesión masculina,

y de las tretas puestas en juego por los pretendientes, formaron nuevas coaliciones con el objeto de fortalecer de nuevo su resistencia, punto ménos que del todo destruida,

merced á

los esfuerzos realizados

durante

Los dietas, poderosos ya en tiempo de Thutmosis

la

dominación de

los

confederación de Estados, y estaban gobernados por reyes que guiaban por

combate

Thutmosis.

se pusieron al frente de esta

III,

mismos

al

compuestos de peones y de hombres que peleaban montados en carros de guerra. Según parece, el alzamiento de los chelas á que nos referimos, tuvo ejércitos considerables,

efecto en tiempo de su

rey Saplel.

primer Ramsés, que- en su persona

nueva dinastía,

la

Es posible que

el

una

ele\ ó al trono r

décimanona, adquiriera sus derechos

á la corona merced al éxito con que condujo contra los

mismos

las fuerzas

que constituian

ejército egipcio.

el

Existen no pocos antecedentes para sostener que por las

venas de Ramsés

I

circulaba sangre semita, y que era

No

originario de Tanis en la Delta. noticias que

su hijo Seti

informados por

ambos durante

que

le

I

las

el

mismo

espíritu y en realidad paralelos

largos años, se hallan designados por los

escritores griegos bajo el

Ramsés

son muchas

tenemos respecto de su persona y de las de I y su nieto Ramsés II, cuyos dos reinos,

nombre común

un usurpador, y no

era

de Sesostris.

tenia vínculo alguno

en

uniera á la antigua raza de los Faraones:

cuanto á su hijo Seti

I,

á

fin

de alcanzar derechos

legítimos á la corona, se vi ó precisado á enlazarse con

llamada Tuaa, que descendía en línea

cierta princesa

recta de los

Thutmosis y

hubo dado un una inscripción

muy

extensa grabada en

el

los

En

Amenofis.

hijo, asocióla al trono,

cuanto

le

según nos revela

vestíbulo del templo de Abydos.

Con semejante

proceder satisfacía las exigencias de los sacerdotes, cuyo espíritu y tendencias logró cautivar gracias á sus empresas bélicas, á la inaudita magnificencia y grandiosidad de los edificios y á los riquísimos dones con que quiso dar testimonio de la veneración con que

Amon

de Tébas.

No

embellecieron á porfía

palmente

la

es posible desconocer el

que

los príncipes de la dinastía

al

santuario nacional con obras de gran estima, sobresaliendo princi-

magnífica sala hipóstila, empezada por

completamente concluida por su hijo Ramsés anterior ó posteriormente se

y nada significan.

miraba

décimaoctava

han hecho en

Se creerá

tal

II,

este

Ramsés

I,

casi

terminada por Seti

I

y

y respecto de la cual cuantas construcciones templo, por más que sean grandes, nada son

vez que exageramos, y sin embargo,

no vacilamos en


TEBAS

LA GRAN SALA HIPOSTILA DE KARXAK

315


TEBAS

316

consignar, que no existe de

fijo

en

el

mundo

Es una

nos ocupa pueda compararse.

entero sala alguna que, ni de

para grandes

sala

lejos,

con

la

que

y solemnidades: no para

fiestas

hombres mortales y pigmeos, sino para dioses y para gigantes. Ciento treinta y cuatro ni una más ni una ménos, de una altura y de una resistencia colosales, sostienen los arquitrabes y las enormes losas de piedra que constituyen la techumbre. Seis pares de columnas,

columnas terminadas por admirables que conducía desde

triunfal

el

en forma de

capiteles

antepatio

interior

al

del

de loto, terminan la vía

flor

santuario

través de

á

antiguas

construcciones: las ciento veintidós columnas restantes están terminadas por capiteles que afectan la forma de capullos de flores tienen alguna menor elevación que las doce del

y

Las hileras de columnas situadas á derecha

centro.

é izquierda de éstas, estaban provistas

de ventanas cerradas con calados de piedra, que alcanzaban á

la altura del

abaco de

las

doce grandes columnas caliculadas, con las cuales sostenían las grandes losas que formaban el

techo de la nave central de la gran sala,

de

la

sitio

luz que había menester.

mundo en que

el

vivimos.

calado de las ventanas; pero en

el

y

proporcionaban

le

que dirigían á

fieles

debían imaginarse perdidos en medio de

más grande que por

Los

un bosque

La

que

los

contemplar

al

la

el interior

mundo

tamizada

capullos y las flores

noche, destacándose

dirección que imprimía á sus miradas, podía

rey presentando sus ofrendas á los dioses y recibiendo de ellos los bienes de la

Muchas son

vida.

Cualquiera que fuese

la

parte

desde este

de flores gigantescas, en un

levantaban encima de su cabeza, distinguía las estrellas de oro de sobre un fondo azul.

propio tiempo

luz del sol se filtraba en

cielo de piedra

el

al

los dioses sus preces

las

columnas que han caído y yacen convertidas en escombros; otras, mas aún así, puede muy bien asegurarse,

perdido su centro de gravedad, amenazan ruina;

que

ni

aun en

la

época en que servia para los actos del culto, esta maravilla de

tectura

ha producido jamás un

mirada

del viajero abarcarla

obeliscos que detrás de la este sitio

himnos á

hipóstila, lo

muros

Amon

efecto parecido

al

en conjunto, y con

misma

se levantan.

que ofrece ella

En

la

al

arqui-

los aposentos semidestruidos y los época en que todavía se cantaban en

y quemábanse en su honor resinas olorosas,

mismo que en Denderah,

la

presente, en que puede la

el

acceso á la sala

sólo estaba permitido á los iniciados, eligiéndose los

exteriores para la representación de los hechos históricos.

Sobre los que miran

Norte (I\ a-b) pueden examinarse aún seis cuadros con inscripciones, que se refieren á

al

las

victorias alcanzadas por Seti sobre los pueblos situados

manifiesto

al

en la región del Este y nos ponen de Earaon, que montado en su carro, que arrastran dos fogosos caballos, salva las

fronteras de Egipto

(Chetem-Etham); somete

contra la Siria á través de territorio

la Palestina; se

las tribus levantiscas de los

apodera de las plazas

Schasu; marcha

fuertes; construye sobre el

enemigo nuevos puestos militares, magníficamente situados para mantener á raya

á los vencidos; arroja delante de

á los pastores y sus rebaños; se apodera de Kadesch,

capital y ciudadela de los chelas ; corta los cedros del

Líbano para hacer

frente á la escasez de

leña que se siente en su país, y finalmente regresa á Egipto cargado de riquísimo botín y de cabezas cortadas. Nuestros lectores conocen ya la recepción que se le hizo junto al canal de


TEBAS

ENTRADA DE LA CASA DE EGIPTO. TCMO

I]

SETI,

317

(TEMPLO DE KARNAE) So


TEBAS

318

Suez, cuva abertura fué

Egipto á Canaan, la Siria, concluido un tratado con

primero en proyectar. Había nuevamente reducido

el

el

pudo dar pábulo á su furor de construcciones. En

botin, que

al

\ugo

del

Fenicia y Tiro, la Mesopotamia y hasta la isla de Chipre; príncipe de los chetas, Mau tañar, y recogido tan rico \ abundante la

la necrópoli tebana, frente

á

Karnak, levantóse, como en Abvdos, un soberbio memnonium, en el cual se rindió culto á sus manes y á los de su padre Ramsés I. Las inscripciones dan á este edificio el nombre de Casa de

Seti; los planos de

muy buen

Tébas

estado; pero la

triunfal y los píleos

en Abvdos,

el

el

de

Kurna:

lo

que constituye

el

núcleo se halla aún en

parte de los esfinges que se veían á lo largo de la vía

mayor

en que terminaba, han sucumbido á

las injurias del tiempo.

templo propiamente dicho abre en un pórtico sostenido, no por

Aquí, como

pilastras, sino

por diez columnas terminadas con capitel de capullo de loto, de las cuales sólo se mantienen ocho en pié.

Sobre

el

muro

ven doce parejas de dioses, ocho de los cuales son

del fondo se

las personifica-

ciones de los brazos del Nilo en la Delta, y los restantes, los que se hallan más á la izquierda, responden á las formas del Nilo en el

Alto Egipto.

Decíase de dichas figuras, que se dirigian

al

rey con

cargados de primicias y provisiones, pues habían reunido cuanto bueno produce la tierra, para exaltar el júbilo que reina en los brazos

que se hacían en honor del padre

los dias

consagrados á

Amon.

Tales palabras encierran una alusión á

del

valle,

las fiestas

Heb-en-ant,

mes segundo de

la

durante

la

cual,

el

inundación, la estatua de

la fiesta

solemne

veintinueve del

dia

Amon

se sacaba con

solemne pompa de Karnak, y después de haber atravesado el Nilo, era conducida á la necrópoli para hacer sacrificios en honor de sus antepasados difuntos.

El cuerpo sacerdotal de la Casa

de Seti recibía la procesión llevando la magnífica nave

que era

el

más santo

de los objetos conservados en

de Kurnah; colocaba en cía,

en

tal

ella la

el

Sam,

templo

estatua del dios y la condu-

disposición, primero al

memnonium

i.

la.

PLANO DEL RAMESEU.M

de Seti, y

después, á través de la necrópoli, precedida de servidores que cubrían de arena los lugares

por donde debía pasar, hasta

el

gran lago sagrado situado en

conservan vestigios, en cuyo punto terminaba

la fiesta

la

extremidad Sur, del cual se

por medio de un espectáculo nocturno

realizado sobre las aguas.

La

religión egipcia prescribía á sus adeptos la obligación de visitar las

ofrendas á los muertos, guardar con gratitud y alegría

y

así

como

el sol

tumbas, hacer

recuerdo de los padres difuntos;

de cada dia había sido precedido de otros millones de soles que, semejantes

á los hombres, habian descendido á

la

región de las tumbas, detrás de la montaña

líbica,

dios la obligación de honrar á sus antepasados y ofrecerles sacrificios, porque el

imponíase

al

nuevo

no olvidaba

sol

el

los soles

que habian transpuesto

la

montaña, y con semejante

visita


TEBAS á la necrópoli, daba á los mortales

el

Tres grupos de cámaras y de salas llenan inscripciones

hemos

visto

éste ántes de

á

Ramsés

más

el

núcleo de este

antiguas pertenecen, al parecer, á los

memnonium:

mismos

II,

son por su

estilo

y su ejecución existir

muy

el

las figuras y las que trazaron las que

inferiores á los trabajos realizados por su

secundarios

edificios

construidos exclusivamente de ladrillo, destinados á escuela:

menor

artistas

en Abydos, y cuyas obras maestras encontraremos en la tumba de Seti I. Murió que se hallara completamente terminado su monumento: las adiciones debidas

Antiguamente debieron

padre.

319

ejemplo para que se acordaran de sus predecesores.

vestigio.

Si

merece algún crédito

padre de Sesostris,

Ramsés

II,

la tradición

hizo instruir

al lado

mas

de

la

Casa de

Seti,

de ellos no resta hov

el

consignada por Diodoro, relativa á que

y preparar por medio de trabajos sérios de

RUINAS DEL RAMESEUM

cuerpo y de espíritu, á todos los niños nacidos el mismo dia en todo el país, deberemos considerar la Casa de Seti como teatro de esta bien entendida educación propia de un príncipe: y la

si el

Éxodo de

los judíos dirigidos por

época en que realmente se realizó, y

hijos del

el

Faraón, de seguro no puede ser otra que

Seti, la escuela

Moisés debe

referirse,

como

lo

hacemos, á

gran legislador fué verdaderamente educado con los ésta, es decir, la establecida

en

la

Casa de

que frecuentó.

Sabemos que Ramsés

recibió los honores reales al nacer,

que á los diez años estaba ya investido con

el título

pruebas de grandes calidades militares desde su niñez. realizadas en los países del Norte

y

del Sur,

y

las inscripciones manifiestan

de general, habiendo dado manifiestas

Otras hablan de sus campañas

y refieren que habiendo llegado á desempeñar


TEBAS

320

PINTURA REPRESENTANDO UNA BATALLA EN EL RAMESEUM

el

cargo de rey.

explotación

inspirándose

en

el

ejemplo de su padre, puso atención especial en

de las minas de oro existentes entre

dioses templos y santuarios en

Memphis; en

Nilo y

el

Mar Rojo;

el

erigió

la

á los

Heliópolis: en Tanis, su residencia favorita; en

Tébas; en Abydos; en

la ardiente

Nubia; más

en una palabra, do quiera

allá de las cataratas,

existian poblaciones sometidas á su dominio;

dejó su

nombre y su imágen esculpidos en

paredes de roca viva existentes

en

el

las

Asia

y terminó, cual cumple á un hijo piadocomenzados por su padre.

lejana,

so, todos los edificios

El bles,

es

Rameseum, una

de sus obras

más nota-

merece aquí especial mención, puesto que

una de

las invenciones

egipcia;

arquitectura

uno de

los principales

más

peregrinas de la

sus ruinas

constituyen

ornamentos de

occidental z v la fundación del .

mismo

la

Tébas

está reía-

«J

donada con uno de existencia, de que taba.

los acontecimientos de

más

su

orgulloso se manifes-

Y tenia para ello razón de

sobras, puesto

que, completamente separado de los suyos en

una sangrienta busto encontrado en el rameseum

ramente contra las numerosas fuerzas que

desdi le

,

batalla

la capital

empeñada cerca de Iva-

de los chetas, defendióse bizar-

rodeaban, abriéndose camino con su espada,

hasta que, habiendo logrado ponerse de nuevo á

la

cabeza de los suyos, cargó sobre

el



Espasa y Comp‘!

Editores

Barcelona.

Ruinas de templos en Kum-Ombo


TEBAS cheta,

ejército

empujando hasta

cual fué

al

desapareció por completo.

Pentaur, que era

el

321

obligarle

poeta

más

á precipitarse en el agua, donde

notable de su tiempo, celebró esta

grandiosa hazaña en una especie de epopeya, la litada de los egipcios, que se ha conservado sobre los

muros de

es la exclamación al

templos y sobre los papiros. «Estaba solo, completamente solo,» tal el poeta en boca de su héroe: pero Amon había permanecido

los

que pone

monarca y peleado y Ramsés, victorioso,

lado del

por

él,

como testimonio de su un templo de

erigióle,

reconocimiento,

gran magnificencia en

el

centro

de la necrópoli, á fin de perpetuar la

memoria de sus propias

En

acciones.

el

arquitrabe de

este edificio votivo, se lee la si-

guiente lamentación, que forma

una especie de

estribillo

en

la

obra poética de Pentaur: « Estaba '

En

las vastas superficies

de los pí-

solo,

completamente solo .»

leos esculpieron los artistas llenos

de

movimiento y de vida, en

los

cuadros

de

batallas

cuales estaban representadas las

luchas que tuvieron efecto cerca de Kadesch;

el

campamento de

los egipcios;

la

derrota de los

chetas y sus aliados,

nando á todos

los

por su elevada

y domi-

combatientes

talla,

al

rey en

¡Con qué perfección

persona.

están expresados la confusión de la

pelea, las impetuosas cargas

de los carros de guerra, la hePILEOS

roica figura de

Y

OBELISCO DE RAMSÉS

lado veíase en otro tiempo su león arrojándose sobre el enemigo,

fuga de los vencidos, y

En

el

II

EN LUQSOR

Ramsés, á cuyo

el

el

espanto y la precipitada

ardor de los perseguidores!

primer patio (A)

el

rey hizo erigir

una

estatua, cuyos restos cubren

pero que en otro tiempo sobrepujaba en grandor al renombrado coloso de así

que no era de asperón como ésta, sino de durísimo granito. Su altura EGIPTO,

TOMO

II.

hoy

el suelo:

Memnon, 8

siendo

no debia

total I


TEBAS

322

bajar de diez y siete metros cincuenta centímetros,

hemos de juzgar por una de

si

las orejas,

único fragmento que se conserva intacto y que mide más de un metro de longitud. Diodoro Siculo da al Rameseum el nombre de Sepulcro de Osymandias, y en su conjunto lo describe

con bastante perfección y exactitud. El patio segundo (III) se distingue por las columnatas los techos á derecha é izquierda se hallan sostenidos por lo rodean

que por los cuatro lados

:

y á Norte y Sur por pilares contra los cuales se hallan adosadas representaciones de Osiris en forma de momia, teniendo el rostro vuelto hácia el

columnas con

patio.

capiteles de flor de loto,

Consignemos como de pasada, que en

arquitectura egipcia jamás

la

como

cariátides

las

emplean

se

soportes, sino que se apoyan

siempre á los miembros á semejante objeto desti-

Sobre

nados.

superior del pileo que por

el frente

lado del Oeste cierra este patio (II y

tingue otro cuadro en

muy

cual se halla representada

el

vivo la rota de

al

el

se dis-

II a),

los chetas,

y encima

la

reproducción de las fiestas celebradas con motivo de

la

coronación: estos asuntos los encontraremos

mejor conservados en Medinet-Habu. La gran sala hipóstila, la

Sala de

la aparición (IV),

verdade-

es

ramente única en su género. Diodoro vió en

una

sala de conciertos,

que basta para

En

daños.

con que subamos algunos pel-

conjunto puede decirse que está cons-

truida según

nak: aquí

ello

la sala hipóstila

plano de

el

como

columnas con

allí

se

capiteles

ven en

capullo de loto, siendo los

mismos

empleados para

la

espíritu y con su la

disposición de la luz.

Mas

así

como

inmensa grandiosidad sume en

que nos ocupa produce

la

impresión

más

la sala

de

Kar-

centro grandes

capiteles en los

lados

los

forma de

motivos que

disposición

de las

altura, é idénticos los

medios

se tuvieron presentes para

columnas de diferente

el

caliculados; en

columnas más bajas, con

BUSTO DE LA REINA NEFERT-ARI EN ABU— SIMBEL

ella

un odeon: penetremos, ya

la

gigantesca de Seti

la estupefacción el

alma

abruma

el

del espectador,

agradable que pueda imaginarse, por

lo

bien

hallado de sus dimensiones, y por la maravillosa armonía del conjunto y de todas sus partea. Tal vez en otro tiempo los treinta miembros del tribunal de Tébas reuníanse con su presidente en este sitio para administrar justicia cobijados por los cuadros astronómicos que

decoran

el

techo.

De

las estatuas de los jueces, que,

según se cuenta, habíanse labrado

desprovistas de manos, puesto que representaban personajes incorruptibles, no queda sola, ni siquiera la del presidente,

quiso representarse á

un hombre

que estaba en

la actitud

inaccesible á las súplicas.

de mirar

Los

al suelo,

una

por cuyo medio

egipcios fueron los primeros


.

TEBAS

324

que reconocieron que

debía ser ciega, puesto que representaban al juez supremo

la justicia

En

llevando pendiente del cuello una imágen de su Temis con los ojos cerrados.

nos ocupa se encuentran aún algunos zócalos que sirvieron de pedestal á

hemos atravesado

vestíbulo que gris,

de

muy

en

muros

los

y por

bella ejecución,

Así como en otros

describir.

cuyos ojos y boca tienen una expresión singular, difícil de que reproducen asuntos bélicos sólo se ven

exteriores del templo, en éste se encuentran también en el interior de la sala,

¡Qué fuego en

la actitud

asaltar por medio de escalas aplicadas contra el

foso los que guarnecían la vencida fortaleza!

de los caballos!

y sus dignidades,

tal

cual quiso representarlos

lugar, es el que ocupó el trono, en edad ya

existen las hijas del rey: la

más

¡Qué furor

fortaleza

la

el

de los

que se acaba de

muro, desde cuyo adarve son arrojados

Toman

parte en la pelea

del rey: en la pared del fondo se ven todos ellos en

También

el

ven cabezas de estatuas labradas en granito

al entrar, se

combatientes, peleando denodados por ambas partes, ante

con

que

y en

sitios las pinturas

cierto de notable belleza.

títulos

la sala

las estatuas,

fila,

muchos de

al

los hijos

llevando cada uno su nombre, sus

Ramsés. El que

madura, después de

se ve la

en

décimotercio

el

muerte de su padre.

distinguida de todas, Bent-Anat, está representada

que distingue á las reinas. Las cámaras y los aposentos existentes en la parte posterior contienen igualmente más de una figura digna de mención. De ellas hay una que la insignia

representa

al

gran Faraón, cuyo nombre inscriben sobre frutos de persea,

ciencias y la diosa de las bibliotecas. bajo-relieve, probablemente

sobre su puerta se

La pequeña

formaba parte de

leia esta inscripción:

Las grandes construcciones de

sala

la biblioteca del

Casa de salud para

ladrillo

el

dios de las

con columnas en que se encuentra este

el

templo: Diodoro refiere que

alma.

que formaban parte del

Rameseum propiamente

dicho, las salas de los patios y las casas que servían de habitación á los sacerdotes, á los profesores y á los discípulos, pueden reconocerse aún, merced á las vastas ruinas que las

denuncian.

También

se

han encontrado

las

tumbas de algunos

bibliotecarios;

y numerosos

papiros que tratan de diversas materias, demuestran que la academia de sabios adscrita á

como el centro de la vida intelectual de la época á más famosos que de ella formaban parte fueron Pentaur, Kagabu, Anana, Hora, Mer-Apu, Bek-en, Ptah y otros. El autor de estas líneas en su novela Uarda, ha tratado de reproducir, con la posible fidelidad, inspirándose en los monueste templo votivo, debe ser considerada

que pertenece.

mentos,

la

Los

escritores

imágen de uno de estos semilleros de

la ciencia egipcia,

eligiendo para ello la

que habia sido fundada y florecía ántes del Rameseum, que como se deja entender por lo que llevamos consignado, no fué construido hasta después de la batalla de

Casa de

Seti,

Kadesch

Ramsés no

sólo terminó los

occidental del Nilo, sino que la

inmensa

de

la parte

monumentos que

sala hipóstila de su padre

más antigua

Norte magníficos

la

gran puerta que conducía á

(Karnak V), levantó un muro formidable en derredor

del santuario nacional,

edificios.

dejara comenzados su padre en la ribera

además adornó con sus estatuas

y

lo

engrandeció, uniéndole por

Al templo fundado en Luqsor por Amenofis

III,

le

la

parte del

agregó un


TEBAS

326

delante de los cuales estableció sus colosos, y dos

patio inmenso, y dos pileos enormes, obeliscos, habiendo

uno de

adorna actualmente

la plaza

sitio las victorias

ellos

alcanzado gran celebridad, pues no es otro que

de la Concordia en París.

el

que

También conmemoró Ramsés en

este

que alcanzara sobre los chetas: los muros de los grandes pileos de Luqsor

se hallan materialmente cubiertos de escenas de batallas y de

Rameseum, y

del

poema de Pentaur

el

hoy desgraciadamente

inaccesible.

descubierto, empotrada en

el

Sur de

la parte

muro, una gran

cual concluyeron las guerras de

el

En

campamento, semejantes á

un

fué trazado igualmente en ellos, bien que en

Ramsés

estela

la

las

sitio

gran sala hipóstila de Karnak se ha

que contiene

tratado de paz, mediante

el

contra los chetas, siendo testimonio elocuen-

II

tísimo del grado de civilización á que llegara el Estado asiático, y de la envidiable organi-

zación política que

distinguía

los

su esposa, á su hija, con lo cual

el

más grande

Ramsés

II,

le

hiciera

una paz que

sólo ligera

y momentánea-

llegó á verse interrumpida.

Ya hemos

dicho lo que

como

Ramsés

constructor hizo

aun fuera de Tébas: vamos

II,

Nos referimos

ahora á fijarnos en una de sus obras que merece singular atención. abierto en el peñasco de del Nilo.

Abu

Simbel, cerca de

la

segunda

Esculpiendo y abriendo

la

se procuró alcanzar

la

Abu

fachada del templo de

Simbel.

Sí,

por

mucho que

un

éxito fué

el

tanto que es imposible olvide el efecto experimentado, todo aquel que

logrado contemplar visto,

templo

asperón rojo ferruginoso

el

roca,

resultado semejante al que por medio de la construcción se obtuvo en Karnak:

mayor aún;

al

catarata, sobre la ribera izquierda

Este santuario sin igual fué tallado completamente en

de una montaña de la Nubia.

haya

alianza

la

para que

de los Faraones pudo pasar la última mitad

de su reinado de sesenta y siete años, disfrutando

mente

Para estrechar

pueblos á que se refiere.

establecida con el Egipto, el rey de los chetas, Chetasar, dió á

haya

sea lo que

jamás encontrará espectáculo semejante ó parecido, y hasta el mismo viajero que que le haya ofrecido la contemplación

se juzgue encantado por los grandiosos espectáculos

de estas comarcas, puede estar seguro de que

Su

subterráneas de este santuario sin igual.

como

el

muro

la

esperan nuevas maravillas en las salas

mira

al rio,

se halla cortado á talus

y

de una fortaleza: en su centro se abre la puerta principal que preceden seis

colosos de mayores dimensiones que los de

en

le

frente

Memnon,

peña viva y representan á Ramsés

II

los cuales se hallan cortados

sentado,

Nefert-ari, y entre sus piés, á sus hijos, labrados de

teniendo á su lado á su

muy

también esposa

pequeñas dimensiones. El arte

mismo en el conjunto y el cuidado con que se hallan tratadas esas gigantescas figuras, lo que en los detalles, son verdaderamente maravillosos; pues nada hay que tachar en ello, siendo en cambio dignas de encomio la soberana dignidad, mezclada de paternal dulzura,

que resplandece en los rostros del rey y de su esposa. Pero admiración aumenta cuando después de haber logrado arrancarse la

contemplación de tales estatuas, se penetra en

á

la

mirada

tres vastas salas,

á

lo largo

el interior del

el al

entusiasmo crece y

la

encanto que encierra

templo.

Ofrécense entonces

de las paredes de la primera de las cuales \ense

sentadas en tronos grandes estatuas de Osíris, y además de ellas, otros diez aposentos


TEBAS de menores proporciones.

podemos

guia,

Merced á

distinguir abiertos en la roca, enlucidos con estuco y pintados con vivos

numerosos y extensos

colores, cuadros

muros

referidos y consignados en los

rey precipitándose con éste sobre las

más hondo

jeroglíficos,

que dan cuenta de

Rameseum.

del filas

Aquí como

En

de los chetas.

mismos sucesos

los

allá

vemos

al

león del

santuario existente en lo

el

de la excavación, vese al Faraón, adorado al par de la divinidad, teniendo á

su lado á Harmachis (Hor-em-Chuti),

Los sabios de

Amon

al

Ra

de Tébas, y á

de Menphis.

Casa de Ramsés, que pueden ser considerados como

la

Museo de Alejandría, desplegaron una

del

327

que sostiene nuestro

los resplandores de la antorcha

sorprendente

actividad

los predecesores

bajo

el

reinado

de

Menephtah, que como su padre Ramsés, compartía su residencia entre Tébas y Tamis en la Delta, concluyendo por fijarse en la última de dichas ciudades. Aquí, en medio de una población semi-semítica, los hebreos se hallaban sometidos á la esclavitud, y obligados á dedicarse á las penosas tareas de

Faraón á quien se

refiere el

que nos habla

puesto que Menephtah es

la Biblia,

eran tratados y oprimidos los semitas, en

más

la parte

dureza con que

oriental de los

nomos que con-

finaban con los países ocupados por las tribus independientes de

Una

la

misma

raza, considerando

los pueblos líbicos existentes al Oeste del valle del Nilo,

que en su tiempo,

con los habitantes de las

islas del

Mediterráneo con

el

el

la

Éxodo. Fácilmente puede comprenderse

se coaligaron

propósito de apoderarse del Egipto.

Karnak nos da cuenta de que Menephtah alcanzó una victoria importande Prosopis, del mismo modo que, merced á otros

inscripción de

tísima sobre sus enemigos cerca

documentos pertenecientes á que

el

los

años que siguieron

acontecimiento conocido bajo

decisiva

en

marcha

la

las sublevaciones

y

el

al

En

histórica del Egipto.

las revueltas de los jefes de los

la

calma en

cuyo

fin

nomos, la

el

la

poco tiempo estallaron

Delta prestó obediencia,

ambición de muchos pretendientes

que periódicamente lograron apoderarse del cetro de

movió hondamente

los judíos, ejerció influencia

efecto, al cabo de

durante algunos años, á un siriaco llamado Aarsu, y rivales,

reinado del mismo, sabemos también

nombre de Éxodo de

los faraones legítimos,

con-

Estado, hasta tanto que la política habilísima de Seti-necht restableció

el

Egipto.

Ramsés

III, hijo

de Seti-necht, dió principio á

debía ser tan triste y miserable,

una nueva

como grandes y afortunados habían

dinastía,

sido sus

comienzos.

Entre todas

las

memnomas

por la grandiosidad v por

que se encuentran en

la originalidad

la orilla occidental

de su plan, así

vacion de sus partes principales, la que lleva

el

como por

el

de Tébas, distínguese

buen estado de consei

nombre de templo de Medinet-Habu. La

III (I del plano), construcción de tan bello edificio, cerca de un pequeño templo de Thutmosis se debe á Ramsés III. Durante el gobierno de los Tolomeos y de al Sur de la necrópoli ,

los Césares, alcanzó notables

Salvador arrojó las

establecióse en sus aposentos

de los patios.

más tarde, cuando la fe en el y espléndidos mejoramientos, y lugares en que se les prestaba culto,

divinidades egipcias de los

una comunidad

religiosa,

que construyó una

Mariette lo hizo limpiar hace algún tiempo,

empleando en

iglesia ello

en uno

numerosas


TEBAS

328

brigadas, de

mucha

de

de Medinet Habu, acuden aún para proveerse de cascajo mezclado de salitre

la aldea

parte de los escombros que lo llenaban:

mas con

todo esto los habitantes

para abonar sus campos. Todas las representaciones y todas las inscripciones que cubren el sabio que conoce ya el contenido del gran papiro de Harris. acabe de formarse concepto cabal de los hechos realizados por Ramsés III al cual llamaba sus muros sirven para que

,

Herodoto

el rico

Rhampsinita, refiriéndonos del mismo no pocas leyendas. Penetrase en

templo de Medinet Habu, por

el

medio de una

construcción de un carácter especial (II) que ha solido tomarse por palacio del Faraón,

En

de Pabellón.

y á

la cual

realidad

el

dan los egiptólogos franceses rey no habitó en

él

el

el

nombre

más que en

otros

templos ó memnonias. El conjunto de píleos, patios y salas delante del cual nos hallamos, estaba consagrado á la memoria v á los altos •

#

••

hechos de su fundador

XX xxzxxz

y servia de teatro para solemnidades de toda y especialmente la conocida con el nombre de la gran fiesta Coronación ó de las Escaleras. El llamdo Pabellón, al cual ,

especie,

de la

r

|

[

preceden dos pequeñas garitas y un muro almenado se componía de dos elevadas alas en forma de pirámides trun— ,

f

^I

cadas, y de un cuerpo de edificio levantado entre las dos, en

»

32

el

cual se hallaba practicado

un pasadizo. El

edificio singular se halla dividido

escaleras,

y contiene gran

interior de este

en dos pisos enlazados por

número

de salas y aposentos,

sobre cuyos muros se distinguen notables bajo-relieves, que, entre otros asuntos, ofrecen escenas de la vida privada del rey,

al

ajedrez

cual, por ejemplo,

vemos representado jugando

semejantes representaciones,

alguno habitado en los aposentos donde- se encuentran todo caso deben ser comparadas á las

m

I

los simples particulares,

j

el

plano del templo de medinet hábu

espectador en

el

:

en

conocidas escenas

y es por

lo tanto

muy

probable que

Pabellón servia de lugar de reunión á aquellos de los

vasallos del el

muy

de la vida privada que se ven en las capillas funerarias de

í

U |

al

Mas no debe deducirse de que Ramsés III haya en tiempo

con algunas jóvenes.

pasadizo mirando hácia

el

Faraón que visitaban su memnonium. Oeste, descubre una de las

Situado

más encantadoras de uno en otro

perspectivas.

Al través de

patio, por en

medio de columnas truncadas y de montones de escombros y ruinas, hasta de la montaña líbica que cierra por el Norte este imponente espectáculo.

el

En

mismo

pié

las puertas de los elevados píleos, el ojo penetra

cuanto se ha recorrido

de los

más

el

pasadizo que atraviesa

el

Pabellón se topa con

notables píleos que por sus dimensiones existen en todo

el

Egipto

(III).

el

segundo

Dejándolo

á la espalda, se llega á un vasto espacio cerrado (IV) que limitan, á la izquierda, un coi-redor


329

TEBAS

RESTOS DE UNA IGLESIA EN UNO DE LOS PATIOS DE MEDINET HABU EGIPTO, TOMO

II.

83


TEBAS

330

formado por columnas caliculadas; á

la

derecha otro corredor análogo cuyo techo se halla El patio siguiente

sostenido por pilastras contra las cuales se apoyan estatuas de Osíris.

(V), se halla rodeado por sus cuatro lados de columnatas; encontrándose derribadas en el

suelo la

Más

mayor parte de

las

columnas de

que dejamos hecha mención.

la iglesia cristiana de

ven las columnas rotas de una sala hipóstila (VI), junto á

allá se

algunas cámaras

muy

la cual se

abren

bien conservadas, y detrás de ella se encuentran salas y cámaras en

Este templo

estado ruinoso. es

una verdadera obra maesde

tra

cuya

arquitectura,

importancia no puede desco-

nocer

el inteligente:

el

patio

segundo, en especial, rodeado de

pórticos

los

pilastras

un testimonio

elocuentísimo

que

de

y

es

osiriacas,

del

arte

con

grandes maestros de

esos tiempos remotos sabían cautivar al espectador, pro-

porcionándole

la

sensación

de lo nuevo alternando pere-

grinamente

las

formas y los

soportes. Este amplio recinto tiene por techo el cielo azul: el

á

cornisamento

que

su

constituye

alrededor

corre

un coronamiento espléndido y hace de él una mansión de un encanto indefinible. Los cuadros é inscripciones que

cubren todos

los aposentos

y

todas las partes del santuario, FELÁH PRESTANDO SUS SERVICIOS EN LOS TRABAJOS DEL TEMPLO DE MEDINET HABU

atractivo

que

significado y

las

bellezas

comprendieran

técnicas, el

reinado. el

la

contenido; pues

memnonium, ponen de mientos bélicos que Ramsés III de este

para

mayoría de el

j

'

visitantes,

pabellón, los píleos y

manifiesto y aún representan llevó á cabo

I

l

tendrían sin embargo los

el

si

muro

menudamente

mayor

conocieran su septentrional los aconteci-

en los años quinto, octavo y undécimo de su como en Karnak, en Luqsor y en

No- se trata ya simplemente de batallas campales

Rameseum

:

hay, además de éstas, empresas marítimas esculpidas en la roca y embelleLos pueblos de cuyas agresiones debían defenderse los egipcios

cidas con vivísimos colores.



G

I

P T O

\

.'¿Ví

H

Espasa y

Comp*

Editores.

ü

Barcelona

Muchacho nubio


TEBAS

331

pertenecían á diversas razas: para vencerlos no vacilaban en acometerlos hasta las

mismas

regiones en que se hallaban domiciliados, y los artistas egipcios sabían reproducirlos sin

más

detalle

olvidar el

insignificante de su

fisonomía,

de

sus trajes, de las armas que

Los nuevos adversarios que por vez primera habían llamado á

empleaban.

valle del Nilo

las puertas del

en tiempo de Menephtah, hijo del gran Ramsés, obligaron á las tropas egipcias

á emprender la campaña.

Los antiguos adversarios

del Faraón, chetas

y schasus, se encuen-

tran todavía en las filas enemigas; pero nada significan en medio de la formidable coalición

que se formara en derredor de los príncipes

mano

tiene su origen en el Asia Anterior, se dirigen hácia

atacar y

romper

brazo de

al

Los pueblos

líbicos.

del Occidente tienden la

á aquellos que procedentes de las regiones orientales, en fuerza de una emigración que

supremacía del Egipto. Pero

la

Ramsés

el

el Sur y el Occidente y se unen para bondadoso Amon comunicó gran vigor ,

pueblos de la Libia fueron vencidos, y sus miembros, separados Al cabo de tres años,

III: los

fueron conducidos y contados en presencia deí Faraón.

del cuerpo,

un conjunto de pueblos

diversos, procedentes del Asia

Menor, precipitóse por

tierra sobi’e

Egipto, al paso que otros procedentes de las islas y de las costas del Mediterráneo llegaban por mar hasta las bocas del Nilo; pero también fueron destruidos por tierra la Siria

y

el

Finalmente

y por mar.

Maschauscha (Maxyes);

como

Egipto se vió acometido de nuevo por la tribu líbica de los

el

mar (tirrenos), así Ramsés III demuestran

fuéle indispensable rechazar los tuirscha del

nombres de

otros pueblos isleños, y los

que condujo sus ejércitos hasta

la Cilicia,

los pueblos vencidos

por

Entre y sus escuadras hasta Chipre y otras islas. nombre y patria nos son conocidos

esos enemigos del Egipto encontramos algunos cuyo

merced

al

embargo, hay otros que no podemos decir con

testimonio de los griegos; sin

seguridad á cuáles de la antigüedad clásica corresponden b

En

la

parte superior del Pabellón pueden contemplarse

en

de dichos pueblos: batalla

el

muro

naval, en que encontraron

— á Ramsés

los retratos, de los príncipes

aún

exterior septentrional del templo se ve representada la el

cautiverio ó la muerte; y

— acaso

con un segundo

venciendo y sojuzgando varios leones. Tampoco faltan cuadros de asunto más pacífico: la verdad es que el templo de Medinet

sentido alegórico

Habu paga con usura en los que forman con motivo de

el

trabajo que se

la série

la Fiesta

III,

i

fieles

H. Brugseh,

no se distrajeran con sin

el

investigador.

de las Escaleras, la cual cubre todo

columnatas del patio en que existen

que los

toma

Los más interesantes consisten

destinada á representar las escenas de la coronación del

muro que

el

los restos de la iglesia cristiana ("V

la

i

ey

corre detrás de las

).

Con

el

intento de

contemplación de los ídolos paganos, fueron embadur—

razón alguna que en nuestro concepto

lo

abone, pretende reconocer en

la

mayor parte de

ellos tribus colquidias ó

siempre, cuestión, pero juzgamos del caso consignar una vez para es este lugar oportuno para penetrar en el fondo de la tirsenios , los schardana, lo_ de os ^ar os qu que para nosotros los tuirscha del mar, son los representantes de los pueblos tirrenos ó con el nombre de chartanoi; los schakalscha, alababan de ser originarios de la Libia, donde se encontraban aún mucho tiempo después, En los pulasatha ha pretendido reconocerse a los filisteos, los de los sicilianos; los akaiuasha v los daanau, los de los aqueos y dañaos. una rama del antiguo tronco de los pulasatha, que tal vez los pelasgos y hasta la tribu líbica de los prosiditas. Acaso deba verse en éstos por oposición á los egipcios, se clasificarían a si mismos con el se estableció en África con posterioridad á la destrucción de la flota, y que pelasgos, de los cuales tanto se nombre de IIAá-po:, ó gentes de mar. En realidad nada se opone á que se reconozca en ellos á esos célebres ha hablado, cuyo origen no se ha demostrado todavía de un modo indubitable. caucásicas.

No

y


)

TEBAS

332

se debe que podamos hoy y ostentan los cuadros que van y esplendor los colores que á ocuparnos. En el. novilunio del primer mes de la estación de las cosechas (Paschons celebrábase la fiesta en cuestión, en honor del dios Cheni, esto es, el Amon, que produce todo

con

nados

limo del

el

Nilo,

contemplar en todo su

semejante circunstancia

á

brillo

que ha de venir. El rey, conducido en una

lo

público.

Su guardia, sus porta-abanicos,

músicos llenan

con

los aires

el

le

y

La

imagen

serie de cuadros

al

sirven de escolta: los

el

ronco redoble de los

cabeza completamente rasurada,

la

incienso, en tanto que el sacerdote oficiante, con el libro de los

entona los cantos, sagrados. la

su casa,

estridente sonido de las trompetas

tambores: los sacerdotes, que se distinguen por llevar

queman

de su palacio y se presenta

litera, sale

los príncipes de

nos revela que

el

Himnos en

la

mano,

objeto de la procesión es

Chem. Puede contemplársela primeramente debajo de un baldaquino,

del dios

v luego de pié en unas andas cubiertas de preciosísimos tapices, y adornadas con ramos de conducidas por sacerdotes y porta-palios, y acompañada por otros miembros del un velo, símbolo del aire, del frescor y de la alegría. El rey

flores,

clero que llevan plantas

y

presenta á la divinidad la ofrenda del incienso y la libación: sobre su cabeza hállase posado el buitre de la victoria, como acontece siempre y cuando el Faraón se presenta en público, ó se

Chem

le

representa marchando al combate.

con

precedido

la

de

imágenes de

esposa favorita del rey y

se dirige á la la

toro blanco de

coronación, soltando cuatro gansos á los cuales se ha dado

Ramsés

III

ceremonia que, á juzgar por una de la

un

y

al

las

el

el

nombre

poniente, al mediodía y al

la corona.

que consiste en segar

gavilla de espigas que le presenta

Faraones anteriores, á

al levante

ha ceñido á sus sienes

derecha, se realiza otra ceremonia,

una

el

El animal sagrado se halla

sagrados y las estatuas de los antecesores del rey. Tan presencia del soberano, ante el cual se da término á una de

Horo, para que vayan á anunciar

septentrión que

hoz,

la atención

una larga hilera de pastophoros que conducen diversos emblemas y

ceremonias de

de hijos de

Llama también

sacerdote celebrante.

los dioses, los utensilios

solemne procesión las

el

Un

poco

más

léjos,

á

rey de un golpe, por medio de

la la

La reina toma parte en esta Rameseum, estuvo en práctica entre los

sacerdote.

las pinturas del

vigésima dinastía. Ponen término á esta parte del cuadro una

segunda representación del toro blanco y una nueva

série

de estatuas de los soberanos

todos sus hijos (diez y ocho varones y catorce hembras) unidos á su padre por medio de una cuerda. El asunto representado por

antepasados del rey.

Más

las pinturas explican lo

léjos se

ve á

Ramsés con

en cada cuadro largas inscripciones: mas áun cuando

comprenderíase perfectamente que, grandiosidad que no escapa á

lo

mismo que

la vista del

las

escolta, ó

un

así

no fuera,

carácter de

por medio de algunos soldados, una

por medio de contados individuos, un nutrido coro de músicos y cantores.

Compréndese perfectamente, pues contenerlo todo.

ofrecen

observador, áun cuando teniendo en cuenta las

condiciones del espacio, liáyase indicado, por ejemplo,

numerosa

pinturas,

las

superficies del

El griego Calixenos hizo

la

muro, siquiera extensas, no pueden

descripción de

monias parecidas, mandadas celebrar por Tolomeo

Filadelfo,

una

fiesta

semejante, con cere-

y gracias á semejante relación



TEBAS debida á un testigo ocular, creemos que en

el

335

un

cortejo del rey debe sustituirse la escolta por

centenar de hombres, en vez de uno solo empleado para indicar que la habia. Es un hecho

verdaderamente digno de llamar

costumbre de reunirse en

la atención,

el

de los habitantes de la necrópolis fieles á la

templo consagrado á

y acaso también

el lujo,

el

siempre y cuando se trata de

las fiestas,

un espectáculo. Indudablemente Ramsés

asistir á

amó

este

III

fué de todos los Faraones el

que poseyó mayores riquezas. ¿Quién ignora

que más

la historia

tan

ingeniosamente referida por Herodoto del tesoro de Rhampsinit y del astuto hijo del arquitecto? A la izquierda de las columnas truncadas, en la sala hipóstila del templo de Medinet

Habu

(VI), existen cuatro aposentos que se comunican entre

guardaban,

así por lo

ménos

lo dicen las inscripciones, los

príncipe liberal habia consagrado á

Amon

según expresa

los magníficos

templos de

Aumentó

el

papiro de Harris

Memphis y

las

,

Heliópolis, del

(3

presentes

y

4),

en los cuales se

más que

reales,

que ese

en su memnonium; no siendo ménos importantes, dones que con

mismo modo que

mano

al santuario

pródiga otorgó á los nacional de Karnak.

construcciones de éste por medio de un pequeño templo situado

al

Oeste de la

gran sala hipóstila (I) y de otro de mayores dimensiones que consagró al dios Chunsu, que seria objeto de admiración y alabanza, á no hallarse empequeñecido por las grandes y gigantescas construcciones de Karnak. Merced á la guerra proporcionóse Ramsés III en parte las

sumas

necesarias para llevar á cabo esos gastos considerables

:

otra parte la obtuvo por

medio

de la explotación de las minas y de las empresas mercantiles, puesto que sus buques, como los de la reina Hatasu, aportaron hasta las lejanas playas del Océano índico, ricas en especias treinta y dos años ciñó la diadema de los Faraones, y en decurso de los últimos, en los cuales se vio libre de los cuidados de la guerra, consagróse fomento de la prosperidad interior del valle del Kilo, haciendo grandes plantaciones de

y en preciosos productos. Durante el

al

arbolado

,

— beneficio

al

con

el

El renombre de su riqueza sobie\-i\ió

al

cual se mostraron sus súbditos altamente reconocidos

objeto de que pudieran disfrutar de fresca sombra.

,

de sus altos hechos ; pero esta circunstancia, es decir, los pingües tesoros de que disponía, costumbres de fueron parte para que así él como sus sucesores dieran al ol\ido las se\eras sus predecesores.

Rodeado de un numeroso harem en cuyo seno

ciones, á las cuales

sucumbió

al

se uidian tenible» conjura

cabo, asoció á su hijo á lo» cuidados del gobierno, y

embi utecimiento, objeto convertido en instrumento de los sacerdotes, cayó en el más gro&eio pasado á los templos la mayor de las burlas de sus contemporáneos. Viviendo aún, habia ya no tardó en sobreponerse á la autoridad parte de sus riquezas, con lo cual el poder sacerdotal descendientes, que llevaron como él el nombre del soberano, no quedando más recurso á sus

gran sacerdote del templo de Amon. A este de Ramsés, que ceder la corona de Egipto al innoble de la cual apénas si resta otra monarca, verdaderamente grande, sucedió una raza levantadas en el templo de Chunsu, que forma pacotilla, de construcciones algunas cosa que sepulcros. parte del santuario nacional y de los

Para trasladarse sable

al célebre valle de las

una larga caminata.

Tumbas

El nombre con que

reales desde Medinet

Habu, es indispen-

se conoce en el día el expresado sitio es el de


TEBAS

336

Bibctn

cl-Muluk. Para llegar á

falda del

él.

Monte Sepulcro, pasando

Antes de llegar á

varias cabañas de feláhes. el-Assassif, nos

recorrimos, marchando hácia delante de

muchas

el

Norte,

la

siringes abiertas, y de

de la necrópolis llamada

la parte

topamos con un derviche anciano que provisto de su bandera,

Más

pedia limosnas á los feláhes para los individuos de su orden.

encontramos de nuevo con

el

nos

tarde,

propio sujeto, que montado en un caballejo de

buena estampa y acompañado de un subalterno, continuaba El-

su obra de postulante.

Assassif es rico en grutas funerarias,

hallándose en

mayor de

las

él

la

tumbas de sim-

ples particulares.

Un

millonario del tiempo

de la dinastía saita,

llamado

Pet-amen-hotep, mandóla abrir

con sus innumerables aposentos,

sus

corredores cortados

por pozos profundos y sus cá-

maras, en

la

hermosa calcárea

blanca que forma esta parte

de

la necrópoli

las inscripcio-

:

nes que cubren las paredes, y

cuyo sentido se

refiere

siempre

á la muerte, á lo que existe

más

allá,

y á

la

vida en

mundo

inferior,

hasta

punto de ser casi

DERVICHE MENDIGO

gibles,

y

los millares de

.

murciélagos que durante

para dirigirse en cuanto anochece hácia

nubes que

el

viento empuja,

el

están sucias

el

el

dia

el

permanecen suspendidos

lie-

del techo,

Nilo, á fin de apagar su sed, semejantes á densas

hacen sumamente

difícil la visita

MURCIÉLAGOS EGIPCIOS

á ésta y á las

tumbas vecinas.


,

TEBAS

338

despréndese de ellas un olor penetrante y repugnante sobre toda ponderación, y no es cosa hacedera el trabajar ó copiar en el interior de las mismas cuando esos animalejos,

En

efecto,

espantados por

de las antorchas, revolotean desatentados de aquí para

la luz

extremo de extinguir

las bujías, ó

ha sucedido más de una vez

como

se dice, puesto

al

Drah abu

excavaciones de Mariette.

encontrado en

en Leiden,

él los

Este

’1

sitio

contiene las tumbas

más

la

momia

la del sepulcro,

ricamente decorada de

la llanura,

el

que, en los tiempos anteriores

valle de los

á través de la

difícil,

siguiendo

la presa.

las

Aah-hotep. Según parece,

la reina

más importancia 'á

el

á la ornamentación del

décimaoctava dinastía,

la

y aquí mismo se nos ofrecen pruebas de pirámide levantada sobre una base cuadrada. Para penetrar en

le

antiguas de Tébas: hánse

afectaba frecuentemente,

bien

como

demás, no son tan malos

lo

Negga, cuyo suelo accidentado ha sido removido por

desde los tiempos de dicha reina empezó á darse

cuerpo que á

Por

sepulcros de los Antefs de la dinastía undécima, conservados en París y

como

así

autor de las presentes líneas.

que basta con sacudirles una manotada, para que suelten

El-Assassif se une á

llegando al

allá,

de agarrarse á las barbas del curioso investigador,

ello,

la

forma de una

Reyes puede tomarse indistintamente un camino

montaña que separa

el-ikssassif de

corto,

si

Biban el-Muluk, ó marchar por

camino faraónico que desemboca un poco

al

Norte de

la

Casa

ele

Seti

Si se elige el sendero escarpado, y conduce á este barranco de aspecto agreste y salvaje. puede disfrutarse el magnífico espectáculo que ofrece el anfiteatro de peñascos que llenan las

inmensas ruinas de Der el-Bachri, y á mayor distancia rodean la necrópolis el Nilo y los cuarteles orientales de Tébas. Por nuestra parte aprovecharemos el de la llanura, para contemplar tiempo

la

garganta de piedra y

al valle

el

conocido camino por medio del cual llegaban en otro

de la Muerte los soberbios convoyes que conducían las

El autor de este libro recordaba

el sitio

más

tralmente reproducido por el lápiz del pintor Werner, cuando describía

venido

al carro

momias

faraónicas.

estrecho de este famoso desfiladero, tan magis-

de Paaker, y hacia derribar á

Uarda por

el

accidente sobre-

los caballos de la hija del

gran

Rarnsés L El barranco que se abre detrás de esta puerta de peñascos es un verdadero valle de la

Las paredes de calcárea, desnudas y amarillas, rayadas de negro, y de un negro tan quemaduras producidas por el sol, ciérranlo estrechamente por todos lados, acercándose ó alejándose unas de otras; pero sin separarse jamás á gran

muerte.

intenso que no parecen sino

En cuanto descubre la mirada no se distingue señal alguna de vida; pues ni más humilde echa raíces en las grietas existentes en las vertientes de la montaña,

distancia.

la

planta

ni

en

que hay en

la tierra

el

fondo del barranco: dijérase que las fuerzas productoras de la

Naturaleza están heridas de impotencia en este valle de la Muerte.

en

él

habitantes que gozan de vida: de cuando en cuando puede

culebra que se arrastra sobre la ardiente arena; ora

i

Se alude á

las

Y sin embargo,

el viajero

un escorpión que

primeras escenas de la novela Uarda publicada en 1877 por Ebers.

no

faltan

contemplar ora una

corre á ocultarse entre


TEBAS las piedras

que se hallan junto

en

y por

la

fila,

y por la mañana antes de la salida del tarde después de anochecido, numerosos chacales que durante el dia se ocultan

descansan sobre sol,

339

borde del camino; bandadas de águilas que, posadas en

al

el interior

las rocas

que circuyen

el

barranco

,

de las tumbas ó en las hendiduras de los peñascos.

cosa alguna que ofrezca

un aspecto agradable: cantos rodados,

La mirada no encuentra

silíceos,

de color negruzco,

incrustados en los bloques de reluciente calcárea, parecen al viajero otros tantos ojos que

le

contemplan con siniestra mirada.

A la

hora del medio dia

el

calor es

sofocante, porque las rocas, heridas

por los rayos del sol, parecen otros tantos hornos que caldean

barranco.

el

estrecho

Este se prolonga en un

lugar en que se junta á un valle transversal que

Oeste,

el

tumbas

tiguas

se

dirige

cual guarda las

hácia

el

más an-

Dejárnoslo á

reales.

nuestra derecha, y no tardamos en descubrir á algunos piés debajo del

una

nivel del suelo la abertura de

y otra y

otra.

Todas esas puertas son más

altas

gruta, y luego otra,

que

las de las

ricos

tumbas de particulares

que hemos visto en Abd el-

Kurna. Los griegos dieron á dichas grutas

el

nombre de

siringes;

pared formada por

efecto, la

la

y en

mon-

taña de Biban el-Muluk semeja una flauta de

Pan en que

los agujeros

estuviesen colocados el uno al lado del otro.

Echamos

pié á tierra, puesto

que distinguíamos aun de

léjos. el

nú-

esta gruta y sabíamos que décimasétima, mandada practicar por Seti

mero

17,

I

para su momia, sobrepuja a las demas en

11 III, sólo en muy poco le cede: lleva el número belleza y magnitud. La tumba de Ramsés el-Muluk. Biban de siringes las numeró que inglés Wilkinson, y se lo debe al tumbas; mas aun empleando otros Largas semanas hemos consagrado al estudio de estas inscripciones que cubren su& innumerables las copiar imposible sido tantos años, habríanos tumbas que se encuentran en esta región del paredes. La más antigua, entre las diferentes posible descubrir el lugar en que reposa su Valle de los Muertos, es la de Seti I: no ha sido


TEBAS

340

hijo

Ranasés

desde

el

en cambio se conocen perfectamente los enterramientos de sus sucesores,

II;

Habu

fundador de Medinet

hasta

abiertos á la contemplación de los curiosos. al

en

mismo

plan, difiriendo

y en

la roca,

me

Si se

la

permite

suelo, y así del reinado

únicamente en

el

último de los Ramsés, hallándose en

el

número y dimensiones de

la

como por

los aposentos abiertos

expresión, dichas tumbas son verdaderas pirámides excavadas en la altura

que

del príncipe

de una pirámide puede venirse en conocimiento de

mandó

erigirla, el

sarcófago, y

por

tiempo y

Faraones que mandaron practicarlas. Las más el

dia

riqueza y perfección de los cuadros é inscripciones que cubren las paredes.

cavernas fúnebres puede adivinarse

para

el

Por punto general están construidos obedeciendo

la

profundidad y ornamentación de las

la riqueza

de que pudieron disponer los

sencillas consisten

una cámara que abre detrás de

el

duración

la

las

ésta:

en un corredor, una sala

más complicadas

se hallan

constituidas por series enteras de corredores, de salas y de cámaras, en las cuales se penetra

á favor de

la luz

de las antorchas de que están provistos los

muchachos

feláhes, por

las cubren, pocas veces se refieren á la peregrinación terrestre

y esculturas sobre estuco que

del difunto: por punto general representan el Tuat, es decir, el abismo, el

y

la

mundo

Comedia titula la

esta Divina

La barca en que surcan

dios.

dioses del

mundo

inferior; al

versos demonios. Anubis, le

inferior lo llenará el espíritu del Altísimo

el

abismos bajo

los

la

haya

las

terminado

y será completamente

guarda de una culebra, se ve halada por los

paso que sus súbditos

conductor de

es el rey, que se

carne de Ra. Sólo

cuando

mundo

y

El personaje

él.

principal de

del

inferior,

exuberante vida que

reina en

su viaje á través

medio de

Las pinturas

planos inclinados y de escaleras por las cuales es preciso ascender ó descender.

lo

celebran y protegen contra los per-

almas, Hathor la subterránea,

Isis

y Nephthys,

guian: después de haberse sometido á la justificación y contemplado los tormentos que

sufren los condenados, penetra en

el

empíreo, en

el

cielo

del fuego,

donde residen

los

bienaventurados, y aquí recibe la apoteosis convirtiéndose en espíritu de luz cuyo nombre es el nombre de Dios, que es uno solo con los dioses celestes, en términos de no distinguirse de ellos

en cosa alguna. Los

tierra,

fieles

egipcios, semitas, líbicos,

le

acogen con exclamaciones de júbilo;

lo

mismo

los

los

pueblos de

de tez clara que los negros,

homenaje; resuenan en su honor cantos de alabanza; hasta

le

la

prestan

los dioses se inclinan

á su

presencia; las constelaciones aparecen y desaparecen ante sus ojos; los dias y los años pasan

delante de el

él.

Libro de

los

ciertos textos

Las representaciones y las inscripciones de las tumbas de Biban el-Muluk son Muertos de los reyes. Así como en los templos se encuentran comunmente y

ciertos

símbolos en los mismos

acontece con los de las tumbas. se encuentran en las

Sin embargo,

tumbas privadas, como

sitios

préviamente determinados,

los textos difieren tan la

lo

mismo

notablemente de los que

naturaleza del dios Ra, hecho carne, en

el


TEBAS

341

trono de Egipto, difiere de la de un simple particular. El largo

himno esculpido

ordina-

riamente en las paredes de los corredores,

que siguen inmediatamente después del vestíbulo, el

merece particular atención.

Lleva

nombre de Aclamaciones á Ra en

Amenti,

es

en

decir,

mundo

el

el

inferior.

Publicado por Naville, después de haberlo estudiado concienzudamente valiéndose de

cuatro distintas versiones, encierra setenta

y cinco invocaciones referentes á otras

tantas personificaciones de Ra.

Forma un

todo independiente y sirve de introducción á los textos que siguen, proclamando para los iniciados,

— de

los cuales sólo los

adelantados tenían acceso á reyes,

— en lenguaje

la idea panteista menephtah

que encierra en es

una de

las

la

él

Sin que sepamos

la

formas de su sér múltiple.

nombres debía conocer

mismo modo que

la

una de

las cuales hallábase

los

Ra

el

fondo de

es

Todo

el

y cuanto existe causa, contábanse setenta y existe,

consagrada una

estatuilla,

cuyos

el difunto, del

invocación que á

ella se refiere, sin lo cual le era

posible

que se halla en

nada

más

tumba de

por demás pintoresco,

doctrina de los misterios.

todas las cosas y todos los dioses: fuera de

cinco de estas formas, á cada

la

im-

completamente

confundirse

en la unidad de Ra. Llegado á este punto,

la

es

eternidad

su tiempo,

puede revestir

la

forma que mejor

le

plazca y, de la

misma manera que

la

divinidad que llena el Todo, manifestarse en sol ó en astro, en

en animal ó en planta.

hombre,

Su momia

se

conserva cuidadosamente y se erige su estatua, de modo que pueda, si lo desea,

confundirse,

forma que

-tenia

en

bajo

SILLONES

muchedumbre humana, que se da el

misma

la

la tierra,

con

lo

(

TUMBA DE RaMSÉS

III

J

la

considera siempre como un sér existente en

mismo,

nombre de Ka. EGIPTO,

TOMO

II.

86

al

cual


TEBAS

342

A

la

hermosa tumba de

que fué quien

la

número

siringe

descubrió.

14; pero en

ejecución y un estilo

más

se la distingue generalmente llamándola

tumba de Belzoni,

Mide sesenta metros de longitud, siendo en

esto inferior á la

Seti

I

cambio no existe otra en

perfectos.

pendiente, pudiendo formarse

el

Desciéndese á

lector idea

la cual

ella

aproximada

sean de una

las esculturas

por medio de una escalera del

muy

formidable trabajo impuesto

por Seti á los canteros que debieron practicar los corredores, salas, puertas, escaleras, etc.,

muros de medio

y cubrir luego los

figuras é inscripciones, por

que unimos á esta

del plano

Dábase

descripción.

Sala de oro á

nombre de

el

cámara cúbica con

la

cuatro pilastras, en la cual Belzoni,

que fué

primero que penetró en

el

tumba, encontró

esta

alabastro vacío, y terra.

hoy

el

sarcófago de

gran rey

del

hallábase

:

se encuentra en Ingla-

Sobre los muros de una cá-

mara secundaria fectamente

se distinguen per-

la figura

de una vaca y

varios textos mitológicos de la

mayor

Otro corredor abierto

importancia.

también en

la roca,

pero completa-

mente desprovisto de ornamentación, indica que

el

rey proyectaba dar á su

tumba más considerable extensión.

Hay algunas rojo, la

SARCÓFAGO EN LA TÜMB

Habu, que

DE RAMSÉS VI

lleva el

nombre que toma de uno de

arpista,

los

Seti

I.

estilo

mano

las trazó.

11, es llamada

cuadros que contiene.

en asuntos; bien que en punto á pureza de

concluir,

con lápiz

sorprendiendo á los inteligentes

La tumba número

sin

seguridad y valentía de la

que

tructor de Medinct

figuras

bosquejadas

ligeramente

de

Ramsés

Su decoración

no puede sostener

III, el

cons-

comunmente Tumba

la

comparación con

Merecen, sin embargo, especial mención ocho cámaras situadas

al

del

es riquísima

lado de

la

una de

de las

de ellas fué consagrada por el más rico de los Faraones á los dioses de prosperidad y de la abundancia: otra hay, en la cual se hallan representadas las armas del rey, que verdaderamente parece un arsenal: una tercera es sumamente curiosa

grandes

salas.

Una

las mieses, de la


TEBAS para

de

la historia

la civilización,

por

343

mismo que Ramsés

lo

hizo representar en ella su

mueblaje, vasos, canastillos, orfebrería, muebles, entre otros dos sillones de preciosa y elegante labor, etc.,

Semejantes pinturas, que se refieren á

etc.

Muluk, y dan una idea Rhampsinit de sus tesoros mundanos. Biban

difunto, son únicas en

La gran tumba

el

Ramsés VI (número

de

Tumba

de

Memnon. Cubre

y en griego, nos dan á conocer

tumba en

los

los

de

la

los

que se separó

vigésima dinastía, es de las

más

llaman sin fundamento que

un techo astronómico.

nombres de

primeros siglos de

la la

muchedumbre inmensa de

sus paredes una

místicas; la Sala áurea está decorada con

esta

9),

romanos,

los ingleses, siguiendo en esto á los

la vida terrestre del príncipe

del pesar con

el rico

célebres:

lo justifique,

figuras é inscripciones

Ciertos garabatos en copto

que visitaron y contemplaron sorprendidos

era cristiana.

El estilo de las figuras es de los

más

puros, siendo entre los cuadros los que mayor interés inspiran, aquellos que se refieren al castigo de los culpables.

Uno hay en

cual se ve á

el

un mono empu-

jando á un cerdo, que ha dado pié á los franceses para

que bautizaran esta tumba con

y en

la Metempsícosis,

efecto,

nombre de Siringe de

el

en

él

se ve representada

un alma metamorfoseada en animal impuro, arrojada léjos del Círculo de los Bienaventurados por un cinocéfalo

consagrado á Thot, es decir,

al dios

que preside

el

acto de pesar los corazones.

Prescindimos de

visitar las

tumbas de

demás

los

reyes de la vigésima dinastía, así como, y lo sentimos, las de los reyes de la

décimaoctava que se hallan en

la

parte occidental de Biban el— Muluk; las pequeñas de

SCHESCHENK DESTRUYENDO A SUS ENEMIGOS karnak)

(SALA DE LOS BUBASTIDAS EN recientemente descubiertos y los sepulcros Ramesidas de Tébas, y de los grandes sacerdotes de Amon, que arrojaron del trono á los Sus nombres se fundaron en Egipto una nueva dinastía, que fué la vigésima primera.

las reinas,

empezado por Ramsés III, encuentran en Karnak y especialmente en el templo de Chunsu, la historia respecto de revela nos Nada nietos. sus por terminado continuado por su hijo y sus hechos, siendo del Nilo cayó en

lo

único que se sabe, de un

manos

modo

positivo,

que después de

ellos el valle

extranjero. La de ciertos dominadores que hacian gala de su origen semitas, que residía en Bubastis, en la Delta, descendía de ciertos

dinastía vigésimasegunda,

consecuencia de sucesos todavía imperfectamente establecidos en Egipto y elevados al trono á Schischak de la Biblia, que ayudó á Jeroboam conocidos. Su fundador Scheschenk es el contra

Roboam,

hijo de

después de haberla

Salomón, hizo

sitiado.

se hallan grabados sobre píleo que, por el

la

guerra

Los nombres de

un muro que mira

al

reino de Judá, y se apoderó de Jerusalen que sometió durante esta campaña,

las ciudades al

Sur de un pequeño pórtico correspondiente

lado de Oeste, conduce á la gran sala hipóstila.

Amon

le

al

entrega sus


TEBAS

344 los cuales se

enemigos, entre

ha creído reconocer

el

reino de Judá, teniéndolos ieunidos hajo

ai mas. La asidos por la cabellera y levantada sobre los mismos la pesada maza de pues lamentable, verdaderamente siendo horrada, está narración fecha que da comienzo á la

mano

su

se sabe por la Biblia que Jerusalen fué

un dato importantísimo para ponde

al

año cuarto

inscripciones de la

la

tomada en

el

del reinado del príncipe judío.

misma

año cuarto de Jeroboam, y habría sido el año de Scheschenk, que coi es—

cronología egipcia, conocer

i

El pórtico contiene otros cuadios

época: Scheschenk levantó las dos columnatas al Sur y

é

al ISoite

COLUMNAS EN EL ORAN PATIO DE KARNAK

del

primer gran patio de Karnak (VI), y su descendencia ocupó

ciento setenta

Según parece

la familia

trono de Egipto durante

bubastida desapareció á consecuencia de revoluciones intestinas.

Algunos años después de su caída, decadencia,

el

y cuatro años. el

imperio de los Faraones, debilitado y en completa Éstos hacia ya muchos años que habían

cayó en manos de los de Etiopía.

transportado la civilización del Egipto

al

Sur, es decir á su patria y residencia, Napata.

reves se esforzaron también en embellecer el santuario de Tébas.

Sus

Las elevadas columnas

cali culadas del

primer patio (VI) que flanquean

la vía

por la cual pasaban las procesiones


TEBAS

346

para trasladarse desde

el píleo

occidental (VII) á la gran sala hipóstila, la

cuales están actualmente caidas, llevan la

el

nombre de Taharka, último de

mayor

parte de las

los reyes etíopes de

vigésimaquinta, áun cuando probablemente fueron erigidas anteriormente. El

dinastía

muy

poder cada dia creciente de los asirios, fué

Estados dependientes de dencia, hasta tanto que

la Etiopía:

Psammético

pronto una amenaza para los pequeños

cabo sometiólos y mantúvolos sujetos á su depenaliado á otros once príncipes de los nomos, y sostenido

al

I,

por tropas mercenarias procedentes de

la

Grecia y de la Caria, rechazó

el

yugo de

los

asiáticos,

se hizo Faraón, y elevó á su patria, Sais, á la dignidad de capital del Egipto

libertado.

Hemos

tenido ocasión de manifestar al lector

renacimiento artístico que se

el

durante su reinado y el de sus sucesores. Muestra del mismo son ciertos fragmentos que se encuentran en un pequeño templo situado al Norte de Karnak. Bajo Psammético III, realizó

hijo del

prudente Amasis,

Egipto cayó en manos de los persas y de su rey Cambises, del

el

cual se ha dicho, sin razón alguna que lo abone, que fué

Las

mayores que ha experimentado

injurias

el

el

destructor del santuario tebano.

templo de Karnak, después de las producidas

por los terremotos, por las grandes inundaciones del Nilo y por

el

odio que profesaban los

cnanto era de origen pagano, son debidas indudablemente á

cristianos á

los

Habu

Nordeste de Medinet

templo consagrado á Osíris,

cajas de

momias,

más

el

estelas

el

Chunsu. Mariette tiene convertida actualmente esta

y estatuas. La cámara de granito el

del antiguo santuario fué

imbécil sucesor de Alejandro

el

habitantes de Tébas rechazaron

más

el

tarde, en tiempo de

Amon,

yugo,

y,

habían hecho fuertes

durante diez y nueve años, bajo

Tolomeo Soter

del vencedor.

los señores

provincia, siendo

muy

poco

celda á los anacoretas;

muchas

que fueron

las

más

Durante

más poderosos lo

(Latyro), estalló

del

de un

más la

muro

del

muchos

los

muchas

las

de

una nueva revuelta en la ciudad

la

no sometida,

templo detrás del cual se

de una puerta y de una columna fueron

dominación de

mundo

la dirección

dominaban en Alejandría;

los Césares

antiguo descendió

al

tumbas

romanos,

la

rango de ciudad de

que se hizo para su conservación. Cuando

penetró en el valle del Nilo, fueron

divinidad

II

los rebeldes, vino al suelo;

por orden

residencia de

renovada

Llama también

Grande.

macedonios procedieron despiadadamente contra

los

que no podía olvidar su antiguo esplendor:

derribadas

en

Chunsu y el revoque que la gran Pero cuando, bajo Tolomeo Epifanes, los

príncipes de la raza egipcia, se sostuvieron contra los señores que

ciudad de

capilla

propileo levantado delante del templo de

puerta de la sala hipóstila (h) debe á los Lágidas.

cuando,

porción

pintoresco efecto que puede imaginarse la sala principal llena de

por disposición de Filipo Arrideo, la atención

la

pequeño templo de Der el-Medinet, y en Karnak el que lleva no obstante el nombre de Templo de Apet y que se

(VII), el

halla en el lado Oeste del de

almacén, ofreciendo

macedonios.

como

Éstos no dejaron, sin embargo, de construir varios edificios en Tébas, tales

el

cristianismo

abiertas en la roca que sirvieron de

monumentos importantes, muchas las estatuas de la como obra peligrosa debida á los paganos;

destruidas ó mutiladas

cámaras y aposentos convertidos en

capillas cristianas.

de ser ciudad: los pastores guardaron sus rebaños en los

mismos

Bajo

sitios

el

islam Tébas dejó

en que se elevaron en


TEBAS tiempo magníficos palacios:

otro

347

los

habitantes de las aldeas que permanecieron en medio de las ruinas, miraron

con

tal

indiferencia los recuerdos del pa-

sado, que cal los

quemaron en sus hornos de

más

preciosos

monumentos;

des-

truyeron para convertirlas en muelas las estatuas , las pilastras

y las colum-

nas, y emplearon en sus construcciones

Y sin

los sillares esculpidos.

embargo,

á pesar de tan inmensa obra de destrucción,

que se ha proseguido incesante-

mente durante una prolongada siglos,

no existen en

el

série de

mundo

ruinas

que puedan sostener comparación con las de Tébas:

cuando se sube

al ele-

vado pileo de Karnak, y desde él se dirige la mirada hacia el santuario y sus alrededores, acuden á las palabras

la

memoria

que Homero pone en boca

del irritado Aquiles.

El hijo de Peleo

protesta que nada quiere tener de co-

mún

con

en

consejo:

el

los atrídas ni

en

la

acción ni PASTOR EN KARNAK

«No, áun cuando »

me

dieran riquezas diez, veinte veces mayores

que posee ahora, y que tal vez espera; Aun cuando me diera las riquezas de Orchomene

»Que

las

»La ciudad de Egipto, en

ó lo

que posee Tébas

la cual son las casas ricas en tesoros!

»Cien puertas tiene, y de ellas por cada una, salen al par doscientos » Hombres armados para la batalla con sus caballos y sus arneses.»

Las puertas de

la

un gran número de mirada sobre

el

mas ha conservado

ciudad que un centenar contaba, yacen derribadas;

píleos, siendo el

mayor de todos

templo de Karnak. Desde

él

éste, desde el cual dirigimos

contemplamos

el

fabricado con ladrillos hechos de barro del Nilo: penétrase en puertas, delante de las cuales se elevan los píleos.

Las dos

muro de

una

cerca que

el interior

le

postiei

íodea,

por medio de cinco

del Sur, se hallaban enlazadas al

templo de Luqsor por hileras de esfinges, y desde la puerta occidental, que nos sirve de muelles observatorio, partía una via flanqueada también de esfinges (VIH) que conducía á los del Nilo

v á

la escalera

que se dirigían á

desde la cual se embarcaban en aparatosos buques, las procesiones

la necrópolis.

A

nuestros piés extiéndese

el

primero de los patios: inmensas


.

TEBAS

348

columnatas se levantan sobre sus lados oriental y occidental, subsistiendo todavía en algunos de

los gigantescos pileos levantados á lo largo

de

acaso, tendíanse anchurosas velas que impedían llegaran sol.

A

al

suelo los

través de la elevada puerta del segundo de los pileos, distinguimos la

salas hipóstilas y la parte

más

Hacia

sagrado de

Amon

el

Sur hieren nuestra mirada

el

que reverberan acariciadas por

Imposible es olvidar, á quien una vez

medio de su soledad el

de

lo

la

ha contemplado,

la

inmensas, y

muda

la

el

y las aguas del lago

el interior del

muro

de

solemne aspecto que en

haya paseado por

él la

mirada cuando

luz del medio dia, ora se haya visto á la luz

luna, cuando su vaga claridad engrandece las formas.

conmovida en arrobadora y

las

Si se vuelven los ojos

los rayos del sol.

ofrece este edificio gigante, ora se

granito de que está formado brilla herido por

obeliscos proyectan sombras

mayor de

aposento de granito del sancta

la silueta de los pileos

hacia occidente, distínguense todavía pequeñas capillas existentes en cerca.

centro

antigua del templo, con sus oheliscos erguidos ó derribados,

sus columnas poligonales, sus pilares osiriacos, y hasta

sanctorum

el

y sobre los cuales, abrasadores rayos del

la vía triunfal,

Las columnas,

plácida calma de

contemplación.

COMITIVA DIRIGIÉNDOSE Á LA NECRÓPOLI

la

los pilares

noche sume

el

y los alma


'


G

I

PTO

—

Asuan


DE LA CIUDAD DE AMON A LA CATARATA

ébas, la Tébas del pueblo los nobles

y de

ha des-

aparecido de la sobre haz

de

tierra:

la

uno

no

existe

solo de los palacios

que sus reyes levantaron; no se mantiene en pié

una casa siquiera de

las

innumera-

bles que en su recinto existieron

puede juzgarse de

la

:

sólo

extensión que

la

ciudad tenia, y de la distancia á que

por la parte del Norte llegaban las espaciosas calles de la ciudad de las cien puertas,

por los restos del templo de

Medamot, que

se levantaba en

sus arrabales, v distan del lugar

más

donde se halla emplazada

templo de Karnak.

En

crópolis, especialmente UNA CABAÑA DE FELÁH CON SU TECHO DE TINAJAS

hacia

el

llamada

Sur. la

Diríase que alargaba su brazo hácia

tiempos, la

uno de

de una hora

extendíase

cuanto á

en

con

la

el

ne-

los últimos

preferencia

ciudad de Hermonthis, que pudiera ser

fortuna de heredarla. Versalles de Tébas, v que con haber precedido á ésta tuvo la QQ 00 TOMO II.

EGIPTO,


DE LA CIUDAD DE AMON A LA CATARATA

350

Hasta

tal

punto han logrado dominarnos las maravillas de la ciudad de

hemos concedido mos; pero

al

al

estudio de la ciudad

cabo se ha soltado

el

mayor

Amon, que

un principio imaginára-

espacio del que en

cable que mantenía amarrada nuestra dahabijeh, á la orilla

de Luqsor, y desde su cubierta saludamos por vez postrera á nuestros amigos coptos, Todros Moharreb, que al despedirse de nosotros nos han traído riquísimo pan de tierno maíz,

y

correspondemos y nos han entregado como recuerdo algunas antigüedades preciosísimas: á las descargas que en señal de despedida hacen nuestros amigos y conocidos de Luqsor y de la

aldea de

no tiene á

el

Abd el-Kurna, y emprendemos de nuevo nuestro

El Xilo

derrotero hacia el Sur.

ímpetu que anteriormente. Para trasladarse á caballo desde la necrópolis de Tébas

Erment (Hermonthis), bastan dos horas: yendo embarcado

menester mayor tiempo,

es

gracias á los repliegues del

A

rio.

pesar de esto llegamos

el dia y como el sol no se había puesto aún, apro-

al

caer

,

vechamos

el

tiempo recor-

riendo las calles de la ciudad

pequeño y especialmente su En el siguiente nos

bazar.

trasladamos á caballo

al sitio

en que se encuentran las in-

formes ruinas de vecina de Tébas

,

la

antigua

reducidas á

algunas antiguas columnas, varios sillares esparcidos, del

templo consagrado sol

del

y

el

mamisi que hemos

descrito, ó

pincel del artista Fiedler.

más

bien, reproducido

y de

como convenia, por medio

del lápiz

ignorante demolió

y ocho años, un empresario preciosamente esculpidos, construyó los cimientos y

Hace unos

diez

santuario, y con los sillares, paredes de la gran refinería del Virev. Afortunadamente se ha conservado el

al dios del

guerra, Menth, y

la

el

las

nombre griego

Hermonthis (en egipcio antiguo An-Menth), que se reconoce fácilmente en el árabe Erment. En cambio es una verdadera lástima que hayan sido destruidos sin compasión los cuadros del mamisi:

el

Sol de

en presencia de

los

dos horizontes, la esposa de Menth, con

la célebre

en otro tiempo en

el

Cleopatra, daba á luz

al

niño Horo.

la asistencia

de varios dioses y

Este acontecimiento, realizado

círculo de la triada de Hermonthis, fué aplicado, por adulación sacer-

dotal, al nacimiento divino de

Cesarion, hijo de Julio César y de Cleopatra: en otro cuadro en romano y de la más seductora de

alto-relieve, veíase al infante recien nacido, hijo del héroe las

mujeres de su tiempo, tomando

descubrir

el

el

seno de su nodriza

la diosa.

varonil retrato de Julio César, que el barón de Kóller

No me ha

sido dable

pudo contemplar todavía


DE LA CIUDAD DE AMOK A LA CAT AD ATA el

año 1871, en

351

fachada anterior del altar; en cambio encontramos monedas del nomo hermopolita que representan el toro sagrado de Menth, el dios belicoso, que se lanza al

combate con

la

la

cabeza

inclinada y la cola er«J

y sabemos que

guida,

Hermonthis, dependiente antiguamente de

Tébas, fué elevada, en tiempo de

los Lágidas, á

la categoría

de capital de

un nomo

diferente,

v

llegó á ser el centro de

una gran

circunscrip-

ción

financiera

más

florecientes.

de

de

las

Para trasladarse

des-

el

Erment

actual á

PERRO DE ERMENT

los insignificantes restos de la antigua ciudad, se necesita

caballo.

En

las aldeas

por donde pasamos, fuénos preciso

emplear más de media hora á

más de una

vez ponernos en

guardia contra las acometidas de los perros grises de largo é hirsuto pelaje que se dis-

tinguen perfectamente de los dogos feláhes, la arrogancia y el valor, y que hasta en Bajo Egipto son estimados especialmente

por el

como guardianes de

la casa y del ganado. Entre Erment y Esne, á cuyo punto nos

acercamos á más andar, encontramos primeros pasos estrechos del Nilo.

punto

rio

el

una

líbica y

pasa delante de

ribera escarpada que se adelanta sobre

su

orilla occidental

la

tumba

del

,

en la cual se encuentra

Los antiguos

jeque Musa.

egipcios daban á este lugar

Anti,

muchacho de esne

des que baña

el

los

este

baña con su impetuosa cor-

montaña

riente la

En

par de peñascos:

el

el

nombre de

los árabes

traducido dicho

nombre por Gebelein

significa las dos

montañas.

Esne

,

que es otra de

las

,

han que

grandes ciuda-

Nilo, hállase situada sobre su orilla izquierda: en la derecha, algunas millas


DE LA CIUDAD DE AMON A LA CATAEATA

352

más

lejos,

hácia el Sur, levántase la aldea de el-Kab, con los restos de la antigua ciudad de

Necheb. Al parecer, y fundándonos en su antiguo nombre egipcio, explicado por vez primera por Dumiehen, de un modo que nada deja que desear, Esne parece haberse formado de Necheb, después de

la total

En

expulsión de los Hyksos.

donde se forma

efecto, Será, de

Esne, puede significar traslación de uno á otro lugar, y se explicaría teniendo en cuenta el emplazamiento que tenia en la orilla oriental del Nilo durante el antiguo imperio. No subsiste de

él

dado

más templo que una los egipcios

á Esne

sala hipóstila;

el título

de

A ni,

mas la

basta verla para comprender la razón de haber

Ciudad de

las

que en su recinto se encerraba, hallábase consagrado á

Nebuu, formada de

la

columnas.

la triada de

El santuario principal

Chnum

Chnum-Ra,

ó

de

Neith de Sais y de su hijo Kalii. Los griegos daban á Esne el nombre de Latópolis, del pescado latus, que recibia en ella

un

culto especial, hallándose también representado

en

las

v

los

monedas

del

nomo.

honores que se

mencionados en

la

Si este

animal sagrado

tributaban, no se hallan

le

gran sala hipóstila, no por esto

debemos sorprendernos, puesto que dicha

sala

simplemente una parte insignificante

constituye

sanctorum y

del templo: el sancta

las

cámaras que

y los pileos se hallan sepultados bajo las arenas, bajo el limo arrastrado por lo

las

rodean

los patios

,

inundaciones, bajo las mismas ruinas, pues

mismo

sobre la plataforma del

gran parte

las porciones

misma

Para descubrir seria, indis-

que yacen enterradas,

pensable destruir la

se extienden en

las calles de la ciudad.

sala

la

mitad de

hipóstila

Hasta

la población.

accesible

aún,

hállase

de barro y de las hierbas arras-

como incrustada

tradas por las inundaciones, hasta la altura de los en el bazar de esne

capiteles de las columnas.

después de habernos trasladado desde

A

ella

llegamos

al

cabo,

ciudad y de haber atravesado ésta en por medio de una callejuela cerrada: pertenece á la

el

puerto á

la

toda su extensión. Penétrase en ella administración de hacienda de la provincia, y se desciende al interior por medio de una escalera.

La

de columnas.

luz penetra en

Al

fin

la

misma por

los espacios

nos encontramos en medio de

que quedan libres entre la

sala.

Está intacta:

la el

primera

fila

efecto

que

armonía de

produce su esplendidez es indescriptible: sorprendiónos su grandeza y

la perfecta

cada una de las partes que la componen; la riqueza de

la infatigable actividad

la invención,

y

de los escultores que la han cubierto de inscripciones y de cuadros sin dejar en toda la pared una sola pulgada sin adornar. Veinticuatro columnas soportan los robustos sillares del arquitrabe y

las

macizas losas del techo.

Cada una de

ellas

mide once metros

treinta


DE LA CIUDAD DE AMOX A LA CATARATA

EGIPTO,

TOMO

II.

353

89


DE LA CIUDAD DE AHON A LA CATARATA

354

centímetros de altura, por cinco metros cuarenta centímetros de grueso, descansando sobre fuste cilindrico, completamente cubierto de inscripciones, se adelgaza

una robusta base. El

un poco en la parte superior, contribuyendo semejante elemento á su mayor esbeltez. ]\o hay un solo capitel igual, siquiera obedezcan todos á un mismo pensamiento y á la propia inspiración: una inmensa flor campanulada, á la cual sirven de adorno fragmentos de plantas,

ramas de palmera, racimos de uvas y de dátiles, troncos desprendidos de plantas acuáticas, hongos y hojas desecadas, de las cuales sólo se conservan los nervios, enlazados en forma de red, constituyen un conjunto encantador, maravilloso, del cual difícilmente puede formarse idea

no teniéndolo á

La mayor

la vista.

parte de esos capiteles son de diferente altura, y no

esta diversidad en nada se opone

obstante,

estético,

efecto

al

pues todas

las

que

fajas

terminan la parte superior del fuste y que sirven al parecer para sujetar el follaje, están construidas teniendo idénticas proporciones. El arquitecto á quien se debe esta sala, en la cual

cuando

mente

el sol

camina

arte de su país

el

dominaban aún en

al ;

ocaso penetran amplias fajas de luz, ha comprendido perfecta-

bien que sin olvidar las obras de los griegos que en su tiempo Xilo.

el valle del

Thutmosis

tolomáica

y terminada

que lleva

el

nombre

empezada á mediados de

emperador Decio, es

talladas

por los escultores sobre

cubren

la

pero

la

sala de columnas de

compensan con usura

singular

mención

el

La

por los emperadores romanos. del

el

más

habia fundado en Esne un templo

III

antiguo: la soberbia sala en que nos encontramos fué

época

la

línea de la sala hipóstila de E&ne,

última de las inscripciones jeroglíficas,

la

pared de un templo egipcio. Los innumerables signos que

Chnum-Ra, son

ricas en caprichos de

un género

especial,

trabajo que en descifrarlas debe tomarse el estudioso.

gran calendario inscrito sobre

el

revés de

la

parte anterior, por lo

Merece

mismo

que nos da á conocer todas las fiestas y todas las procesiones que se celebraban en honor de cha décimo del la triada de Esne, lo mismo en la ciudad que en los lugares comarcanos. El

primer

mes

nombre

significa el todo.

(Thot) se velaba

la

Nebuu,

estatua de la diosa

Esta costumbre nos recuerda

la

Neith de este nomo, cuyo

la inscripción

de la estatua de Athene

(Neith) de Sais, que según Herodoto, se hallaba concebida en los siguientes términos: »el

Todo: ningún mortal ha logrado aún levantar

el

Faraón cazando con redes, no sólo se encuentra en otros templos.

velo que

me

este sitio sino

El calendario de las fiestas de Edfu nos revela

lo

cubre.»

La

«Soy

figura del

también en Karnak y en

que significan estos cuadros

por la santidad del lugar en que se hallan: los peces, impuros símbolo de los pueblos aborrecidos que vivían en los países extranjeros,

sorprendentes á causa de naturaleza así

como

,

eran

el

los pájaros cazados con trampa, reproducen alegóricamente los malos espíritus.

Atravesamos el mercado y el bazar de Esne, para trasladarnos al barrio habitado por las ghawazi, sabedores de que no existe población alguna en Egipto en que más abunden las bailadoras, especialmente desde que Said-Bajá relegó al mismo todos los cantadoras

y

individuos de esta corporación, después de haberlos expulsado del Cairo.

Luqsor,

en Karnak,

acaso

hasta

en

fias

En Kene,

en

mismas ruinas de Karnak, en compañía de

extranjeros de distinción, amantes de contrastes y de inesperadas impresiones, casi en todas


DE la»

LA.

aldeas del Alto Egipto,

CIUDAD DE AMON A LA CATARATA

puede contemplarse

el

espectáculo

355

que ofrecen esas jóvenes

entregándose á la práctica del arte que profesan, y los músicos, que con sus orientales instrumentos, en la danza las acompañan.

Si

hemos de hablar francamente,

los

movimientos

rítmicos del cuerpo, los mesurados saltos, las vueltas rapidísimas, las inclinaciones, los gestos de tales bailarinas y las palabras de cuando en cuando pronunciadas por las cantadoras, sólo á medias habrían logrado satisfacer nuestro gusto occidental, acostumbrado á otras manifestaciones,

famosas en

este

áun cuando nos hubiese sido dable contemplar

género, es decir, las que no se encuentran ni en Esne,

alguna de provincia, sino en

el

las ni

artistas

más

en otra ciudad

Cairo.

MERCADO EN ESNE

Esne no es sólo morada de las ghawazi que por medio de la danza y el canto amenizan las reuniones de hombres v de mujeres ademas de esto es residencia de una antigua corpoi ación i

á la cual pertenecen los narradores populares.

y gg conservan religiosamente incomprensibles para

jóvenes á lo

las

cuales

el

En

el

seno de

ella

las dificilísimas reglas del arte del canto

europeo,

hállanse \mculadas y

punto méno& que

— a que se ajustan todos los cantores oiientales,

hemos escuchado en Kene, en Luqsor y en Esne. Será

esta

y

hasta la»

música todo

que en la desagradable que se quiera para nuestros oídos, pero es imposible desconocei que lanza del pecho una \oz entie nasal y gangosa,

série de intervalos musicales irregulares

inexplicable que terminan invariablemente en una larga y melancólica cadencia, hay algo de del espíritu. Hasta los fiagmentos paia flauta y claimete, y arrobador que llega á apoderarse


DE LA CIUDAD DE AMON A LA CATARATA

356 para, laúd

y kanun que

ejecutan las aficionadas, instruidas generalmente en la escuela de los

músicos cairotas, nos parecen soberanamente extraños; mas seguridad con que muchos de ellos ejecutan

á personas tan inteligentes como

vestidos de colores

chillones

y

el

al

doctor Spitta.

trajes

la habilidad de esas

gentes y

la

unísono, bastan hasta para causar admiración

ligeros,

Los gitanos cantadores y danzadores, que

se encuentran en los diferentes pueblos, y

compleque siempre afectan en sus cantos una gran pureza de pronunciación árabe están que tamente excluidos del trato de las gentes de buena sociedad: en cambio los cantores de la forman la clase más elevada entre los músicos de la capital, áun cuando procedan ,

media, son personas

muy

estimadas y llegan rápidamente á hacer pingüe fortuna.

Como en


DE LA CIUDAD DE ALTON A LA CATARATA

358

mujeres llevan gran ventaja á los hombres en número y en reputación, en el Europa, concepto de la buena sociedad. Las más distinguidas se llaman aicalim, en singular almea, la mujer instruida, que ha recibido educación. Por punto general su vida comienza en casa las

de una persona de calidad que las abandona, en cuanto se ha marchitado

el

primer frescor de

sus encantos: entonces adoptan su nombre, que conservan para sus conocidos, y se presentan

en público alcanzando

mayor

ó

menor

éxito.

y especialmente en las bodas: cantan en los

Son elemento indispensable en todas

hombres, pero ocultas detrás de un tapiz ó de los pliegues de una antepuerta.

han logrado hacerse una reputación, se

mente extraordinarias; cásanse, con

el

las fiestas,

delante de las mujeres y hasta delante de

harem

el

En cuanto

dispensan honras y consideraciones, verdaderaobjeto de tener un hombre que las proteja, y cuando les

frescura de su voz y la flexibilidad de su garganta, se retiran á la vidaprivada, donde acaban sus dias en medio del reposo y del aprecio universal. Si no logran

desaparecen

la

alcanzar un éxito brillante

deben contentarse con cantar en los cafés y vivir de las limosnas últimos años la más célebre de todas, era una mujer

,

En

de los concurrentes.

estos

verdaderamente notable, que se dio á

misma

el

nombre de Almás

toca,

no podemos alabarnos de haber oido á

satisfacción, y

además

la

Diamante; pero

el

lo

que á nosotros

pintor Gentz

de dibujar ó retratar á la cantatriz. Según nos

la

diamante, cuyo

el

aleman Lorie. Por

retrato reproducimos del pintado para el vire y por el

ha tenido

dijo, la vio

esta

en una

Semioculta tras una cortina, sólo cantaba

reunión que se daba en la casa de un rico cairota.

fuego y pasión de su canto al compás del entusiasmo y de los frenéticos aplausos del auditorio. Xo nos sentimos con fuerzas para privar á nuestros lectores

algunas estrofas, creciendo

el

de la descripción del ingenioso Gentz:

» tercero,

embriáganos de amor con tu cariñoso

» brotando

de unos

mismos

» armoniosos trinos del

»la propia manera que

»que en medio

» llevada

el

demuestre su aprobación, exclamaba

éste;

aprendido este

perfecta

artificio del

deslumbradoras.

mi

que

al

un

par y

enamorada, los

Y

de

noche se pierde en lontananza, para comenzar de nuevo con

del

Almás suspendía

efecto

mismo Bulbul,

arrullo, llamóte

suspiros,» fué tan profunda

»

fueron

»

más

los

efecto, dijérase

gorjeo cadencioso de los cantores de la enramada.

sin

á intervalos su canto, al parecer

obedecer á regla alguna;

que en

el

la

como

ó del diamante, que

tórtola

mas en

realidad

auditorio debía producir; pues habia

no arroja continuamente sus

oir estas palabras:

Cuando comenzó de nuevo dejando

»

muchos

— Y en

arrullo.

ruiseñor trueca sus trinos entusiasmados en plañidera lamentación,

del silencio de la

conciencia

»lado, dejé oir

«Pasé á tu

enamorada, mas permaneciste sordo á mis

emoción, que al tocar á su término

oyentes que prorumpieron en sollozos...

la

apasionada romanza,

El entusiasmo llegó á su punto

Joven y bella, fijóse en un una pasión devoradora, y creyó que uniéndose á él por

elevado, cuando la cantatriz refirió la historia de su vida.

» persa, »

el

de la inspiración del momento,

» teniendo

» luces

te

labios, oíanse los arrullos seductores de la tórtola

ruiseñor,

brío y entusiasmo, la apasionada

»mavor

»

— «Dios

canta, ruiseñor de los verjeles, decía otro; tortolilla enamorada, interrumpía

» canta,

un médico, por

el cual sintió

medio de sagrado vínculo, experimentarla toda

la

felicidad del

amor. Mas «su dulce


DE LA CIUDAD DE AMON A LA CATARATA

359

» ilusión se hizo pedazos.»

»almea. Al presente

amor no

»y

el

Separóse de aquel á quien amara tan profundamente, y se hizo recuerdo de su primer amor llena su alma de tristeza. La melancolía

satisfecho son la fuente de

Los regalos preciosísimos que

se

donde brotan sus inspirados cantos.»

hacen á una cantatriz como

la

que nos ocupa, corren

parejas con los frenéticos aplausos que se la prodigan en este Oriente que es la tierra de la

Una

liberalidad.

á

distinguida señora de las márgenes del

Rhin

,

que tuvo

la

fortuna de oir

Almás en un harem, nos

decia que las

mujeres que

su auditorio,

constituían

le

habían arrojado sobre las rodillas,

á

y materialmente como

competencia

verdaderos

,

puñados de monedas de

oro,

sortijas, pendientes, ajorcas,

cuanto les venia á mano: una sola de sus sesiones le pro-

duce tanto ó más que á Patti

la

una función en nues-

No

tros teatros.

ménos

es

envidiable la fortuna de los cantores, pero es

más pasa-

jera que la de sus cofrades del otro sexo del

en

:

la

voz robusta

hombre, principalmente las notas

agudas y atipla-

das, no juega tan bien en la

música árabe como

aguda de

la

mujer.

la

voz

En cam-

bio la de los niños v de los «j

adolescentes ofrece

un en-

canto particular, de manera

que su canto es á veces preferido al de las mujeres.

ALMAS, LA CANTADORA ÁRABE DE MÁS FAMA

EN LA ACTUALIDAD

Las

gitanas (ghawazi) de Esne, son simultáneamente cantoras y bailadoras, haciendo muestra de sus habilidades ante los extranjeros, vistiendo colores vivísimos y luciendo joyas de oro.

Conten tanse con una pequeña recompensa, no se ocultan detrás de ninguna cortina, y no diré entusiasmo, sino ni arrancar muestras de aprobación á los

difícilmente logran causar,

espectadores europeos.

Y

sin

embargo, no es esto decir que sus cantares carezcan de

sentimiento y profundidad, y en algunas de sus danzas dan pruebas de

una

flexibilidad


DE LA CIUDAD DE AMON A LA CATARATA

360

extremada, desplegando una pasión

tal,

que sin oponerse á

la gracia, llega

á arrebatarlas en

De

ocasiones hasta los límites del furor, con notorio perjuicio de los encantos de la belleza.

cuantos músicos acompañantes hemos tenido ocasión de escuchar, uño solo ha logrado

impresionarnos hondamente: era éste un anciano tañedor de rebab, de Luqsor, pulsaba su pequeño instrumento con

tal

el

cual

habilidad y destreza, que cuantos europeos

le

escuchaban, unian entusiasmados sus aplausos á los repetidos ja-salam de sus admiradores árabes.

Un

rasgo hay que caracteriza hasta á los cantores y cantatrices más humildes, más acompañamiento para su voz que el son

es decir, á aquellos que no cuentan con

monótono y desapacible de

,

darabukka, y el palmoteo acompasado, y cuyas danzas, lejos de despertar sentimiento alguno agradable producen más bien una impresión de disgusto el la

,

,

un

y la facultad de apoderarse completamente del espíritu que se encierra en las escenas que deben representar. Los cual consiste en la posesión de

egipcios modernos,

en

lo

eminentemente músico: cantando;

la

música es

el

medida

instinto perfecto de la

,

cual se parecen á sus antiguos predecesores,

las clases obreras,

especialmente los marineros

son un pueblo

siempre trabajan

,

acompañamiento obligado de todas sus diversiones, y hasta de

las

narraciones del cuenta historias, en derredor del cual gustan sentarse, cuando han cesado los

rumores

del dia.

músicos, y se

Esos

los

artistas de

prima noche, pertenecen también á

la

corporación de los

encuentra delante de las puertas de los cafés, situados en tabladillos

cubiertos de tapices.

Ordinariamente son dos, uno de

valiéndose del rebab, especie de viola que se toca con

el

los

cuales

como

arco

acompaña

al

el violoncello.

de sus narraciones varía; pues también en esto hay modas en Egipto

narrador,

El asunto

como en Europa:

al

presente están en boga las leyendas caballerescas de Antar, Seif-el-Jezen y Abu-Zeid, leyendas

que ocupan

mos

el

puesto de los maravillosos cuentos de Scheherzad.

al lector á

¡Con qué placer invitaría-

escuchar con nosotros esos bellísimos poemas á los cuales presta color un

ambiente caliginoso y un cielo tachonado de rutilantes estrellas, ó á acompañarnos á las afueras de la población para contemplar con nosotros el espectáculo que todos los años en tal ,

dia

como hoy,

los del Cairo, al lugar

en que se celebra

muchachos que henchidos de gozo caballitos de

como á

aniversario del nacimiento del profeta, atrae á los habitantes de Esne,

se

madera de un ingenioso

tenemos para acompañar

al lector

la fiesta,

de

la cual

los columpios, ó

artificio!

Pero

el

á través del bellísimo jardín que rodea plaza del mercado.

la

debemos aprovecharlo para

amanecer del nuevo

el

Kab,

dan vueltas, montados en los

tiempo apremia, ni siquiera espacio

á los bazares; á las iglesias coptas; á

Necheb, hov dia

constituyen parte integrante los

mecen en

visitar, al

dia, los

es decir, la ciudad de la cual al parecer

Conseguimos nuestro intento ántes de

el castillo del virev;

Hase levantado

la salida del sol,

el

viento Norte y

monumentos de

ha

la

antigua

salido la actual Esne.

desembarcamos en

la ribera

derecha v corrimos á examinar los restos de la fortaleza de Necheb. Es un recinto cuadrado «J

del cual

puede decirse sin exageración que no tiene par, pues cada uno de sus lados mide

seiscientos cuarenta metros de largo, por once metros cincuenta de espesor, de suerte que

pueden pasar de

frente sobre estos

muros varias

carretas, del

mismo modo que

sobre la


DE LA CIUDAD DE AHON A LA CATARATA

361

CANTADORES CALLEJEROS EGIPTO,

TOMO

II.

91


DE LA CIUDAD DE AMGN A LA CATAS ATA

362

calzada de un camino reales palacios

Detrás de él y á cubierto de todo ataque levantábanse templos y hoy totalmente destruidos, y en él abroquelados, podian encontrar asilo seguro millares de egipcios en la hora del peligro. real.

Los

ladrillos sin inscripciones de

mado

muro

el

exterior,

época de su construcción

la

el-Ivab es rico en

que

que está for-

no pueden revelarnos ;

pero

el valle

monumentos que nos

de

dicen

antigua Xeeheb existia ya en tiempo de

la

los constructores de pirámides, siendo célebre

por

el

santuario de la diosa del Sur, con cuyo

nombre

se distingue.

Una

excursión al Este, hácia

la

montaña

arábiga, proporciona abundante cosecha para

amigo de

el

que para

el

antigüedad, del :

mismo modo

en parte alguna del valle

hemos podido contemplar

del Nilo

sobre

fósiles

la

geólogo

tantos restos

la superficie del suelo,

y pocas

ruinas nos han proporcionado un tesoro

más

rico de inscripciones importantísimas. Estas se COLUMPIO

encuentran sobre los denudados flancos de dos eminencias peñascosas; sobre pequeñas construcciones en forma de templo, que no carecen de valor para la historia del arte; y un poco interés.

La

capilla cúbica

que

el

dios-luna Thot es pequeñísima:

más

lejos,

gran Ramsés dedicó

al

templo levantado en

el

el

en diferentes tumbas del mayor

IV y su hijo Amenofis III emla columna poligonal de diez y

desierto en que Thutmosis

plearon por vez postrera seis lados,

adornada como en Der el-Bachri con

la

máscara

de Hathor, es relativamente pequeño. Este motivo de decoración tan frecuente en Denderah, sólo volvió á tomarse en

tiempo de los Tolomeos, después de muchos siglos de haberse abandonado: todavía volvió á modelarse, con ligeras modificaciones, para hacer lo que se ha llamado columnas

con capiteles de Hathor. Entre

el

pequeño templo de

nastía décimaoctava y la capilla de

Ramsés

II,

la

di-

levántanse

en los mismos límites del desierto dos colinas de rocas

desnudas, sobre ó

las cuales

ménos rudamente

contemporáneos de calcos,

no obstante

han trazado

ejecutadas, los el

inscripciones,

más

centenares de egipcios,

constructores de pirámides.

De muchas

caballitos del tío vivo

de

ellas

logramos sacar

tempestuoso viento que se oponía á nuestra tarea.

Resulta de


DE LA CIUDAD DE AMON A LA CATARATA ellas,

que desde esos remotos tiempos

el culto

de

blanca Xecheb, ó

la

diosa de la Luna, atraia á estos lugares numerosos peregrinos, astro de la noche, hacían en

el

echamos una ojeada sobre

templo abierto en

el

363

desierto ofrendas en la

más

que á

bien la luminosa la

suave luz del

honor de los muertos.

peña por

el

tercero de los

De regreso Ramsés y

decorado nuevamente por Tolomeo IX Physcon, y después exploramos la línea de las tumbas al Nilo, abiertas para los miembros, hombres y mujeres, de una gran familia, que

que miran durante

servían á Necheb en calidad de sacerdotes y sacerdotisas, y

la paz,

al

Faraón como

preceptores y nodrizas de sus hijos, y en tiempo de guerra se distinguieron en los batallones de tropas escogidas

que libertaron

De

esto

Egipto de

el

dominación de

la

Hyksos.

los

no puede dudarse en

manera alguna, especialmente por al capitán

lo cjue se

de navio

refiere

Ah admes,

de Abna. que bajo

hijo

dominio del primero de reyes de aquel tió

al

nombre

el

los

asis-

asedio de Aoaris, la

fortaleza

de

enemigos,

los

distinguiéndose tan especial-

mente durante todo el curso de la guerra de la independencia, que mereció las

más

honrosas distinciones, según en otro lugar dejamos referido.

La

inscripción fúnebre

de su padre Abna nos revela

que en su tiempo

el

Egipto se

vio desolado durante

probar v no

á consecuencia de

sin visos

Las

la

plaga del hambre.

H. Brusgch ha pretendido

de razón, que este tiempo de miseria coi responde a los siete anos de

escasez, de los cuales Josef, del Faraón.

FELAH, NATURAL DE EL-KAB

muchos

años, achu rompitu,

demás

el hijo

de Jacob, supo tan hábilmente apiovecharso en beneficio

siringes de el-Kab pertenecen en su

mayor

parte á funcionarios de

grandes haberes, enlajados por estrecho vinculo de parentesco con el capitán de navio A^bna. Vense en ellas gran número de interesantes escenas referentes á la vida privada de los antiguos egipcios, entre ellas un cuadro que representa del cual se lee

aun el

trillaban el trigo.

estribillo

Esa muestra

que

los

la recolección

de

la

cosecha, al lado

campesinos solian cantar en tanto que

los

bueyes

de poesía popular egipcia encierra ya las asonancias casi


DE LA CIUDAD DE AMON A LA CATARATA

364

rimadas, de que se valieron oyentes.

Es curioso

más tarde

enterarse por

los poetas sacerdotales para cautivar la atención de sus

medio de

las inscripciones contenidas

en esas tumbas, de

Necheb criaban numerosas piaras de puercos, por lo mismo que desde que aversión unos animales los tiempos más remotos los súbditos de los Faraones miraban con particuque eran considerados como el prototipo de la impureza. Herodoto nos explica esta los sacerdotes de

lunar de laridad, diciendo que se sacrificaban los cerdos á Selene, es decir, á la diosa

en

el

momento

según

el

Nada cuenta

del plenilunio.

testimonio de los

monumentos,

los egipcios creían

de puerco, procura sorprender la luna llena con

semejante animal en

las

Necheb,

respecto del origen de semejante costumbre: pero

el

que Seth— Typhon, bajo

propósito de devorarla.

forma

la

El sacrificio de

noches del plenilunio expresaría por simbólica manera

el

deseo que

FELÁHES COMIENDO

noche en tenían los fieles de causar daño al adversario de la luna, y de ayudar al astro de la su lucha contra

el

enemigo.

transformación completa dios solar jefes los

Después de

el culto

la

expulsión de los Hyksos experimentó una

de Necheb-Selene:

Antón de Tébas, conducido realmente á

la

diosa lunar habia, lo

Faraones educados en Necheb. En consecuencia

dioses, así

como Necheb

forma de buitre sobre

la

el

mismo que

la victoria al ejercito libertador,

Amon

ganó

el título

el

con sus

de rey de los

de diosa de la victoria: por esto la ventos revoloteando bajóla

cabeza de los reyes que marchan al combate, ó que realizan

solemnes ceremonias. Protégelos con sus alas extendidas, y no sólo á ellos, sino también á los demás mortales, especialmente á las mujeres, á las cuales presta poderoso auxilio, en aquellas circunstancias de la vida

en que

las

mujeres mayor apoyo han menester.

En

este


EGIPTO.

TOMO

II.

92



DE LA CIUDAD DE AMON A LA CATARATA concepto

la

distinguen los griegos con

el

nombre de

Eileithya,

367

así

como en

el

Norte tienen

y y así como ésta se confunde cón Isis, aquélla está indentificada con Hathor. Un feláh muy cargado de años, y los muchachos que guiaban los asnos que les alquilamos, auxiliáronnos lealmente en los trabajos que practicamos en el-Kab, siendo en verdad espectáculo divertido el que ofrecían esos rapaces por protectora á Buto, en

el

Sur

la tienen á ella,

corriendo como galgos tras los pliegos de papel que el viento arrebataba de nuestras manos. Antes de partir á Edfu, no obstante mis repetidas excusas, me vi en la precisión de

acompañar á su casa

anciano, que se

al

Encontré á

hijos enfermo.

la familia

empeñó en que

ocupada en vaciar

viera y curara, el plato

si

podía, á

que tenia delante:

uno de sus el

paciente

estaba medio ciego, y para curarle habíase suspendido de su turbante, por medio de hilillo,

una moneda que iba como péndulo de un lado á

otro, tocando

con

más

un

frecuencia á su

nariz que á sus ojos.

Edfu

una

unos veinte kilómetros de el-Kab llegamos á dicho punto después de

se halla sólo á

:

travesía de algunas horas.

cidental del Nilo, en

aldeas y lugares,

medio de

en un país

rico y bien cultivado.

En

estos

sitios, la orilla oriental del rio,

á

causa de su elevación, no

puede

ser alcanzada

inundaciones,

por las

como no

sea en

algunos puntos, y por consiguiente el terreno está muy TUMBA DE UN JEQUE

poco desmontado. allá se distingue

de un jeque.

Sólo aquí y

un campo verde, una

Desde gran

aldea, ó

muy

cerca del ribazo, la cúpula de la

distancia empiezan á distinguirse los elevados píleos de

soberbio: para llegar á ellos, fuénos preciso andar

como un cuarto de hora, desde

que desembarcamos. Hace pocos años aún, este santuario era de se habian alojado en las salas

y en

los patios,

y hasta en

inmundicias obstruían las cámaras y los corredores. practicara en él

donara

el

una limpia general. Lanzóse

la pollada

difícil

tumba

un templo el

lugar en

acceso: los feláhes

las azoteas,

y

la

arena y las

Mariette alcanzó del Lrev que se

de estorninos del nido que aban-

halcón, proporcionándosele nuevo domicilio en la campiña de Edfu, y limpióse

templo de Horo con tan buen éxito, que hoy por hoy constituye

el edificio

el

más completo,

mejor conservado y mejor guardado de todo el Egipto. Puede afirmarse sin la menor exageración, que si los sacerdotes de Edfu salian de sus tumbas, con sus ornamentos sagrados, para servir de nuevo á los antiguos dioses lanzados del '\alle del Nilo, encontrarían sus respectivos aposentos, las criptas y las escaleras que dejaron hace más de diez y seis siglos.

Los servidores de

la divinidad,

sin necesidad de

remover una sola piedra, podrían


DE LA CIUDAD DE AMON A LA CATAEATA

368

recorrer en solemne procesión,

siguiendo

el

acostumbrado,

itinerario

los aposentos

durante tanto tiempo han permanecido sin las imágenes que les comunicaban

la

que

conside-

ración de lugar sagrado; y dado que durante su largo sueño hubiesen llegado á olvidar el las inscripciones, admirablemente conservadas, revelarían á

destino de cada una de las salas

,

nueva

aquellos de los que, vueltos á

comprendieran

vida,

los jeroglíficos, el objeto á

que se

hallaban destinadas las diferentes habitaciones. Edfu es preferible á Denderah, tan perfecto es

el

estado de conservación en

que

pues en tanto que en ésta han desaparecido

se encuentra;

uno de

todas las partes exteriores del templo, excepción hecha de

han padecido daños

El santuario de Edfu estaba dedicado

su padre, egipcios,

bien

malvado Seth-Tvphon. El

al

los pileos,

en aquél sólo

insignificantes.

gran dios Horo, que destruyó, por encargo de

al

sitio

en que se levanta, llamóse, pues, por los

Hut, del nombre del disco solar alado, símbolo de Horo, ó

sitio

de Horo y también

ciudad de

trono de su padre Osíris, y por último

luchando bajo vesado (tebu)

la

Horo

al

lugar en que Typhon,

forma de un hipopótamo, fué decididamente atra-

por

1

de

la elevación

el

la lanza.

En

efecto:

en Edfu tuvo comienzo la

guerra de los dioses, habiéndose

dado en

el

mismo

talla decisiva.

primera ba-

la

Los griegos com-

pararon á Horo con su Apolo, el

dios de la luz ó del sol, y

en

consecuencia distinguieron con MONEDA DE BERENICE

nombre de Apollinópolis,

el

ciudad consagrada á dicho dios.

El santuario principal, en

el

la

cual

en este momento nos hallamos situados, parece ser de fundación anterior Ptah el más antiguo de los dioses, lo construyó acaso :

,

para Ra: y

mosis los

III,

más

PLANO DEL TEMPLO DE EDFU

duodécima dinastía y Thut— conservación de los cultos que en el mismo

tarde los reyes de la

velaron para la

persas subsistió igualmente

el

venerable edificio;

mas en

la

se practicaban.

Bajo

época de los primeros

Tolomeos, fué indispensable levantar en su lugar un nuevo santuario. El tercero de los Lágidas, Evergetes I, al cual se nombra generalmente acompañado de su esposa Berenice

,

dió

comienzo á

la

nueva construcción

,

que terminó

ochenta años, en tiempo de Tolomeo, Dionisio ó Auletes, padre de

la

al

cabo de ciento

última Cleopatra, en

el

año 57 ántes de Jesucristo. Dos gigantescos pileos precedidos de obeliscos, ante los cuales se veian elevados mástiles, que hace mucho tiempo no existen, en cuyos topes en los días festivos izábanse estandartes

sus enemigos, era

i

De

lo

que adornaban

la

imágen

primero que se ofrecía á

tebu, atravesamiento, resulta el copto cubo,

y de

esto el árabe

la

Edfu.

del

Faraón, representado vencedor de

mirada del que se

dirigia á visitar el


DE LA CIUDAD DE AMON A LA CATARATA

370

En

santuario.

cuanto habia atravesado la puerta, cuyas hojas estaban hechas de planchas

de cobre, penetraba en un vasto peristilo rodeado por tres de sus lados de corredores con

columnas, y en el fondo del cual levantábase la gran sala hipóstila. En ella no podía penetrar mirada alguna profana, pues como otras tantas barreras lo impedían las paredes levantadas en los intercolumnios en que terminaba por

según claro

da á entender

nombre que

el

En

lado del peristilo.

este patio,

y se exponían á la veneración de los fieles la imágen del dios y las urnas sagradas. El templo propiamente dicho por su disposición y decoración interior se parece bastante al de Denderah sólo que lo

el

lleva, tenia lugar el sacrificio,

;

así

como en

éste el dios principal es

Hathor, en

el

nombre

de Edfu es Horo, cuyo

repetido en todas partes por medio del milano, que es

el

animal que

se halla

estaba consagrado.

le

Las innumerables representaciones de dicha ave, ora por medio de esculturas de granito, ora por medio de cuadros de relieve, y siempre por medio de signos gráficos, no pueden de llamar la atención: nadie puede contemplar, sin

sentir

ménos

una especie de simpatía,

los

hermosos gavilanes de soberbio plumaje y fiera mirada, tan abundantes en Egipto, que todos los dias contemplamos posados en las cornisas que coronan las columnatas de los patios, ó revoloteando en amplísimos giros sobre las elevadas torres que flanquean

La

la

por diez y ocho columnas: sigue

nombre de Sala esplendorosa de

la

ofrenda, y después la Sala del centro, llamada por otro

que era indispensable atravesar para llegar

inmenso de pórfido

gris,

al

nombre Sala de descanso de

santuario (Plaza Mayor).

y fué transportado á Egipto por

el

monolita que

al decir

de Herodoto,

el

Recuerda

el

sillar I,

que

la capilla

Faraón Amasis hizo conducir de Elefantina á Sais por

esfuerzo reunido de dos mil hombres, y que sin

segundo santuario, menor que

los dioses,

Fórmalo un

rey nacional Nectanebo

reinaba en dicha comarca en tiempo de la dominación de los persas.

el

entrada.

nombre de Sala Mayor, y su techo estaba sostenido á la misma un prosecos de doce columnas que lleva el fiesta. Seguía en pos de ella la Sala de la mesa de la

sala hipóstila llevaba en Edfu el

embargo quedó fuera

primero, hállase situado detrás de éste

:

El

del templo.

llamábase

el

Mesen

concepto de vencedor de Typhon. La mayor y estaba dedicado especialmente á Horo en el parte de las cámaras que se encuentran en derredor de las que dejamos mencionadas

últimamente, están consagradas á sendas divinidades: otras habia destinadas á

la práctica

de

determinadas ceremonias, y en otras finalmente se guardaban las estofas, el mobiliario y el tesoro del templo. Las inscripciones del laboratorio y de la pequeña biblioteca son de un elevado interés científico: apoyábase ésta en la fachada del edificio, abría á la derecha del visitador

que entraba y estaba llena de

correspondiente de la izquierda,

el

rollos de

pergamino y de papiro. En la cámara el agua bendita y el

rey debia hacerse purificar con

perfume del incienso por dos sacerdotes, ántes de pasar más adelante en las bóvedas sagradas. En Edfu como en Denderah, encuéntranse dos escaleras, una recta, otra de caracol, que conducen á la azotea:

en Edfu como en Denderah, todo, hasta

insignificante, se hallaba cubierto de cuadros é inscripciones, las

el

lugar

más importantes

más

de las

cuales contienen la historia de la guerra de los dioses, trazada sobre los hermosos sillares que


DE LA CIUDAD DE AMON A LA CATARATA forman para

la fachada interior de la pared de cerca, las listas de los

371

nomos que

tanto

han servido

exacto conocimiento de la geografía del antiguo Egipto, y los calendarios de las

el

fiestas.

En

el

extenso texto de la guerra de los dioses refiérese

dios de Edfu, llamado Hor-hut, emprendió la

el

su padre Ra-Harmachis

1

batió en diferentes encuentros

le

y

muy

al

pormenor

la

manera como

campaña contra Seth-Typhon, por cuenta de que tuvieron lugar en distintas

y hasta en las lejanas costas del Mediterráneo. Thot, respecto de Ra, debe considerarse ocupando el segundo lugar; Thot, la inteligencia, el Logos de las épocas

localidades de Egipto,

impone á cada campo de

posteriores, sirve de consejero al dios é

que encierra un sentido místico. La primera batalla tuvo lugar en principio de la acción,

Buto,

la diosa del

piente urea cuyo veneno

la

un nuevo nombre, de Edfu: desde

el

forma de

Sur, y la ser-

mata instantáneamente. Seth

quedó completamente destruido por sario, y

la diosa del

Norte, ambas bajo

nomo

disco solar alado, á derecha é izquierda del cual

Horo mudóse en

levantábanse como auxiliares Necheb,

batalla el

este extraño adver-

en memoria del triunfo alcanzado por Horo bajo

esta figura

,

dispuso

Ra

que

disco solar alado se colo-

el

cara en adelante en todos los sitios en que se honrara á divinidad, á fin de tener alejado

la

medio,

puertas de los templos: en grados, en los sarcófagos las estelas funerarias,

disco protector,

Horo,

ellos,

por

tal

entrada de todos

,

el

,

disco alado

es únicamente en las

muchos

otros lugares consa-

en

el interior

de la cintra de

por ejemplo, contémplase también

empleado contra

dios luminoso, que vuelve á

cuanto está muerto.

el

Y no

puesto á guisa de talismán.

el

de

maligno. Thot puso en ejecución dicha

y esto explica que encima de la lugares sagrados de Egipto se vea

orden los

el espíritu

los

enemigos de

nueva vida todo

Seth-Typhon había adoptado para

MILANO DE EGIPTO

la lucha la figura de

un hipopótamo,

contemplado con horror en Edfu, en cuyo se explica que semejante paquidermo fuera

y así templo se adoraba religiosamente, Hut. Hathor, un Horo que reunía

al lado

de las formas secundarias del ciclo divino de Hor-

dos países, y Ahi, dios del amor. Los calendarios de muy interesantes relativamente al culto que se las fiestas de Edfu proporcionan noticias designan las calles que debían recorrei prestaba á este inmortal: enumeran los dias festivos; los

pompas solemnes; y nos revelan en qué consistian los sacrificios que se Además del pan, el vino, la cerveza, los bueyes, los sobre la mesa de los dioses, de la propia manera que deponían se ordinariamente gansos, que

las procesiones

y

las

ofrecían con motivo de cada festividad.

1

realidad no es El dios solar es aquí sustituido á Osíris, pues en

nombre de alma de Ra.

más que

la

encarnación terrestre de Osins, a la cual se da a veces

el


DE LA CIUDAD DE AMON A LA CATARATA

372

en Necheb, debían deponerse puercos, hechos pedazos en

una concepción

virtud de

á esta semejante, en

una

fiesta

el momento del plenilunio, y en determinada, era preciso sacrificar

un jumento, animal consagrado Tvphon. visita

A

menudo

que

se hace

la

época de

dia del novilunio'; la

la

dios de Edfu,

el

pudiendo hasta indicar

Uno

Apolinópolis.

de

los

el

templo

dioses

Edfu, Horus, que reunió los dos países,

Sam-toom,

le

ciclo,

en

el

mes

también, en

Lo que

lo

ocurría entonces con motivo de esa

encontramos consignado en

el

maligno

el

compa-

Hermosa

de Paschons, precisamente, dia en que tenia lugar el fiesta de viaje

calendario de las fiestas con los detalles

El dios permanecía cinco dias junto á Hathor, con del

devolvía la visita en

de

Hor

de las divinidades secundarias de su

ñía

novilunio.

la

crecida del Nilo, el

puerta por la cual penetraba en

de

Seth-

Hathor de Denderah hace

la

anualmente á su consorte durante

á

mención de

el

objeto,

más

á Denderah minuciosos.

en su calidad de destructor

espíritu, de

aniquilar cuanto había

de malo en de la diosa.

el

dominio

Como en

todas las circunstancias felices,

música y

la

el

canto embellecían esta

mu-

fiesta

como

chas.

Sabemos que

maestro de

otras

el

capilla del

templo estaba obligado á tocar de

cuando

el

cuando en

arpa en pre-

sencia de Hathor.

En

determinados dias desembrollábanse los libros MUSICOS DEL ANTIGUO EGIPTO

sagrados; en otros los fieles

cogian y comian ciertas hierbas; en otros, finalmente, llenábanse ciertas prácticas

solemnes que se referian á Fácil

es

imaginar

manera que

el

prescribía

la crecida del

efecto

Nilo y á

la

que debía producir

recolección de los frutos de la tierra. el

magnífico

templo iluminado de

la

una antigua disposición, que recuerda involuntariamente aquella


DE LA CIUDAD DE AMON A LA CATAEATA

373

Fiesta de las lámparas durante la cual los de Sais, en honor de Neith, hacían dia de la

noche.

No un

sin pesar

tesoro punto

tuvimos que separarnos de este suntuoso templo, cuyas inscripciones forman

ménos que

y hasta años. Tributemos,

inagotable, sin

el

estudio de las cuales exige no

momentos, sino

embargo, un postrer homenaje de gratitud á

de Mariette y á la liberalidad del

jetife

Ismail, merced á los cuales se

dias

los trabajos

ha logrado limpiar

LECTURA DEL CORAN EN UN ANTIGUO TEMPLO EGIPCIO

que en sus perfectamente este edificio soberbio, y han sido lanzados de él los feláhes los antiguos dioses el á devuelto ha se Actualmente establecido. habian se departamentos local

La

en que los musulmanes se reunian para escuchar

necrópoli de Edfu no se ha descubierto aún

mantiene oculta á cubre.

las

Una mirada EGIPTO,

TOMO

II.

al

miradas del investigador

mamisi y á

las fuentes

:

la

la

voz del jeque que les

leia el

hallábase al Oeste de la ciudad

;

Coran.

mas

arena del desierto que completamente

sagradas que se distinguen junto

al

94

la la

templo


DE LA CIUDAD DE AMON A LA CATARATA

374

de Horas, y después en lancha al Xilo, donde nos espera la dahabijeh, al lado de un barco

que están cargando de trigo

los feláhes,

distingue la madre, que es realmente

Xo

y de una familia de gitanos ambulantes, en

bien emprendida nuestra peregrinación hácia

para desembarcar en

la

R°j°> y visitar

el

el

el

Sur, habríamos querido interrumpirla

camino antiguo que á través

pequeño templo que

Seti

templo en cuestión nos pone

La más importante

al corriente del

buen

el

camello

conduce hasta

del desierto

hizo construir al lado de

I

perforar en provecho de los sedientos viajeros.

adornan

el

ribera oriental, junto á Radesije , ponernos á horcajadas en

de cualquier ababde, seguir

la cual se

una mujer soberbia.

el

mar

un pozo, que mandó

de las inscripciones que

éxito que tuvo esta importante

BUQUE CARGADO DE TRIGO

empresa; consignando que

donde brota

el

el

agua corrió con tanta abundancia como en

Nilo en la primera cascada cerca de Elefantina.

expresa la idea de cavernas se pronuncia kerti ó kerker, de al llegar los

su

silsüe,

la

montaña de

la cual

La

las

procede

la

copta

árabes á los pasos del Xilo que llevan este nombre creyeron ver en

cadena, cuyo

sitio

avistamos

la cadena, se halla situada

orillas del Xhlo hállanse

en este lugar

antiguamente una cadena

(silsile)

al

cabo de una corta travesía.

algunas millas

muy

al

cavernas de

palabra egipcia que

Sur de Radesije:

sfelsjel,

él la

Gebel las

y

base de

Silsile, la

escarpadas

cerca la una de la otra, y según se cuenta, existió

que, enlazándolas, impedia

indudable que la tradición debe su existencia

al

el

paso por

nombre antiguo; mas

el

el

mismo. Es

aspecto del sitio

le


DE LA CIUDAD DE AMON A LA CATABALA

GITANA (GHAWAZI)

375


DE LA CIUDAD DE AMON A LA CATARATA

376

comunica un carácter de verosimilitud por demás marcado. El

rio se precipita, rápido

y

oponen á su paso, que en una y otra orilla, lo mismo arábiga, son de un hermoso asperón amarillo y fino, completamente

furioso, entre los peñascos que se

en

la líbica

que en

la

distinto de las formaciones calcáreas

y cretáceas, que hasta

de contemplar en las elevadas laderas que ciñen de fijarnos en

el

hecho de que en

la

el valle.

Y

el

hemos

presente

sin

tenido ocasión

embargo, no hemos dejado

construcción de las partes

más importantes de

los

templos, especialmente las que debian hallarse expuestas directamente á las influencias del aire, empleábase,

mente

idéntico al

Paseémonos por

no

la calcárea,

que vimos á derecha

sino

el

asperón, y un asperón por cierto completa-

é izquierda del rio,

en los bordes de Gebel

Silsile.

ribera líbica y después de haber salvado el estrecho seno del Nilo,

la

dentro del cual corre con desusado ímpetu, desembarcamos en la orilla izquierda, y trepando de peñasco en peñasco al través de senderos espantosos, alcanzamos la falda de la montaña

que limita

la

orilla arábiga.

Aquí pudimos convencernos desde luego de que cada uno de

bloques de asperón de que se ha echado

los

templos, para erigir los

más

mano en

el

país

mundo más

del

en

rico

gigantescos de cuantos santuarios se conocen, ha sido cortado,

por los canteros de los Faraones, de estas amarillentas colinas, que al presente semejan la

vacía

corteza de

viéndose todavía

las

al lado

granadas de las cuales se han arrancado los apretados granos, de éstas, otras granadas en

habido aún quien haya llevado

la

número

prodigioso, á las cuales no

inmenso, distinguiéndose perfectamente todavía, no obstante

los siglos transcurridos,

marcas que usaban

las lisas

Las

ha

El número de aposentos abiertos en las canteras es

mano.

grabadas sobre

los habilísimos trabajadores,

superficies de las cuales fueron desprendidos los sillares, son tan lisas y unidas,

parece sino que en aquel tiempo se poseía

el

las

paredes de aquellos.

secreto de ablandar la roca.

Añádase á

que no esto

que

instrumentos que se han conservado hasta nuestros dias y por medio de los cuales podemos formarnos idea del procedimiento empleado por aquellas gentes en tan remotas los

edades, son todos de bronce y en manera alguna de hierro ó acero, y no se comprenderá

cómo en

se las

ello,

componían para semejantes labores. De nosotros podemos decir que no damos

presumiendo, sin embargo, que tenían herramientas é instrumentos de dichos

metales, que

el

paso de los siglos ha destruido

más

fácilmente que

el

cobre puro ó mezclado

con zinc.

La

ciudad á

Ghennu,

el

la cual

pertenecían dichas canteras, llevaba en lo antiguo

vado: hallábase situada sobre la ribera derecha, así

buques de carga debian acodararse. En

la orilla occidental,

como su

el

nombre de

puerto, en el cual los

al lado de

pequeñas canteras,

encontrábase la necrópolis, con algunas siringes y muchos edificios consagrados al servicio de los dioses, pues el estrecho paso era considerado como una puerta, por la cual el rio, que llevaba en

Nubia fiestas

al

Chennu

(Silsile) el

nombre de Agua

Egipto propiamente dicho, motivo por

santa, ó el

Agua

pura, penetraba desde

la

cual habíanse establecido aquí grandes

en honor del Nilo, depositándose sobre sus altares multitud de variadas ofrendas.

Adosadas á

la

orilla

occidental

levántanse todavía tres estelas,

en

las

cuales diversos



G

I

PT O

Vista pe FilĂŠ


DE LA CIUDAD DE AMON A LA CATAEATA t araone» hicieron grabar diferentes al

himnos

fondo y á la forma dice relación.

al Nilo,

no

muy

377

distintos entre sí, por lo

Las mejor conservadas son

las debidas á

que

Ramsés

II

LAS ESTELAS DEL NILO, CERCA DE GEBEL SILSILE

y á su loto del

hijo

Menephtah

mejor

estilo

EGIPTO.

TOMO

I;

se hallaban encuadradas entre

columnas con capiteles de

encorvada, en medio de y coronadas por techo de cornisa

la

EL NILO EN GEBEL SILSILE II.

flor de

cual extiende

95


,

DE LA CIUDAD DE AMON A LA CATARATA

378

sus alas protectoras un bello disco solar. inspiración

abundancia,

poética. la

bendición,

digno por Anana,

el

más

El himno que en ambas se lee, encierra profunda

rio sagrado como padre de los dioses, como la proveedor del Egipto. Este bellísimo canto fué considerado distinguido de los poetas de la casa de Ramsés, después de Pentaui

Invócase en

él

al

el

en un rollo de papiro. de dar materiales para un nuevo himno, que nos ha sido conservado nos proporciona la lectura de la poesía, encontramos preciosas

En

él,

además

del placer

que

indicaciones respecto de la época en que el Nilo

tiempos antiguos.

una

capilla

Un

más

poco

al

Norte, y junto

cuya belleza es incentivo para

las visitas de inteligentes

preciado ornamento de la misma, para éstos

Horo entrando en su del

comenzaba á crecer y menguai en los extremo de la ribera escarpada, existe

al

el

son y profanos; pues el cual se ve el íey

bajo— relieve colorido, en

patria vencedor, conducido en

una magnífica

reino, después de las victorias alcanzadas sobre los

son para aquellos las numerosas inscripciones,

liteia poi

lo*

enemigos del Sur,

todas importantísimas,

así

magnates

como

lo

correspondientes

escrituia demótica. á diferentes épocas, trazadas con jeroglíficos, ó con caractéres de ribeia, cuajada Gebel Silsile, encontramos completamente desierta la

Al desembarcar en peregrinos. Al cabo de mucho en otros tiempos de obreros activos, marineros, sacerdotes y tiempo, atraídos por

el

costa arábiga, primero se diferenciaban

la» cantera^ de la pabellón de nuestra dahabijeh, aparecieron junto á más tarde dos hombres harapientos, cuyos rasgos mujer feláh

una

mucho de

y

los de

los egipcios.

Eran individuos de raza be & a, ababdes,

pertenecientes á esas familias que renunciando á la vida

nómada en

el

desierto arábigo,

pueblo, el to-bedijawije, hablan un establécense en el Egipto, y en lugar del idioma de su algunos de esos hijos de la natuá ya encontrado habíamos Radesije En perverso. árabe conocerlos en su estado salvaje Para raleza, domesticados y privados de su originalidad. patria: sólo así, en nuestra época su desierto, el en buscar á irlos indispensable es primitivo, que era la vida humana en aquella» culta, puede formarse una idea aproximada de lo

remotas edades en que

el

hombre, por hallarse más cerca de

la naturaleza

que

al presente,

idilios, y que sólo puede exLtir gozaba esa felicidad tan encomiada por los cantores de en la cual apénas si desea otra miserable, estrecha condición en una hombre y viviendo el precisas atenciones. La raza más sus llenar cosa más que lo absolutamente indispensable para tiene, como no »ea en medida muy esto ni que decirse puede ocupamos, nos cual bega, en la las costas en que se halla establecida, estrecha: por lo mismo que las montañas, los valles y ardientes y estériles del desierto regiones las á pertenecen mar Rojo, el Nilo el entre y un estudio atento y detenido, ha de embargo sin arábigo. Esta comarca miserable, y digna

tiempos, por G. Schvveinfurth, y descrita sido recorrida en todas direcciones, en estos últimos

con mucha minuciosidad por

y

naturalista,

este

el

Koser como médico doctor Klunzinger, que pasó seis años en En las breves indicaciones que de

en su obra titulada Cuadros del Alto Egipto.

admirable rincón del

mundo pongo

á continuación, he aprovechado

mucha»

de

la.,

á este eminente AÍajeio, que inéditas noticias contenidas en el rico tesoro de apuntes debidos su mayor parte, generosamente ha puesto á mi disposición.

todavía en


DE LA CIUDAD DE AMON A LA CATARATA

MUJER FELAH

379


DE LA CIUDAD DE AMON A LA CATARATA

380

La montaña

oriental del Nilo,

que ya en tiempo de Herodoto llevaba

el

nombre de

Arábiga, ha sido formada principalmente por un alzamiento de rocas primitivas, granito, sienita, pórfido, diorita y pizarra

micácea de color más ó ménos sombrío. Hácia

macizo se enlaza con

Alpes de

los

la

el

Sur, ese

Abisinia: por

el

Oeste ha sido separada violentamente de los levanta-

mientos idénticos del Sinaí y de la península arábiga, merced á la formación de la inmensa cuenca que llena

hoy la

mar

el

En

Rojo.

este núcleo ó

nudo, ha cortado

naturaleza innumerables cordilleras de montañas

enrevesadas y tortuosas, y valles que se confunden entre

como inmenso

laberinto,

unas veces suma-

mente prolongados, con frecuencia

muy

De cuando en cuando interrumpen las

líneas picos

aislados

profundos.

de improviso

y enhiestos, que á veces

alcanzan una altura que ño baja de diez mil metros. El país, en toda su extensión, es sumamente rico en bellezas

en montañas de formas pinto-

naturales,

enormes muros de peñascos de deslum-

rescas, en

brantes colores, bizarramente jaspeados. ACACIA SEYAL

desnuda de

estos lugares de toda capa de tierra

,

la

roca,

La

belleza

completamente desprovista en

de toda veladura de humus, aparece aquí en formas

en perfiles enmarañados y retorcidos,- en todas partes en la plenitud de su originalidad primitiva. Ni falta completamente el adorno que comunica la vida suaves y redondeadas,

allí

— muy raramente, es — densas nubes que llevan

orgánica, puesto que de tarde en tarde,

durante los meses de invierno,

en su seno abundante

cierto,

y sólo una vez

al

año,

rodean las elevadas cumbres,

lluvia,

y condensándose y estrechándose en derredor de ellas, dejan caer verdaderos diluvios, cual si de un solo golpe quisieran enviar

al suelo toda la

humedad

del año.

Los arroyos v

los

torrentes que se precipitan por las gargantas y las hendi-

duras de

las

tuosas en

el

montañas, se reúnen formando corrientes impefondo de los valles

:

desarróllanse entonces ver-

daderos sistemas fluviales, y

la

desembocando en un

terminal,

valle

corriente principal concluye

unas veces lenta v

majestuosamente, otras veces arrastrando cuanto encuentra á su paso, para precipitarse en

según sea chubascos.

el

Nilo ó en

el

mar

la orientación de la vertiente sobre la cual

Pero

el

dominio de las aguas en

después de haber abierto

el cielo

Rojo,

han caído

el desierto

los caudalosos

y repetidos

es de corta duración: pocos dias

sus cataratas, durante los cuales ha corrido un riachuelo


DE LA CIUDAD DE AMON A LA CATAEATA

382

por

el

fondo de cada

los valles,

embargo,

el

la

una de

las

hendiduras de los peñascos y un apacible rio por cada uno de

vuelve á ofrecerse con su sequedad y aridez características.

desierto

humedad ha bañado y despertado

vacian adormecidos: las hierbas vastagos

y

las

los

gérmenes de

matas abren sus

las

crecen,

tallos,

Sin

plantas que doquiera

echan botones v

y renuevos, cual en las anfractuosidades de las rocas, cual en las vertientes de las

montañas, cual en

el fondo de los valles. Los arbustos y los árboles, la acacia, los tamarindos que forman verdaderos bosques, toda especie de plantas bisanuales, ó de mayor vida aún,

dan pruebas de su vigor, por

Al soplo suave de rojas

la tibia

el verde intenso y lozano que cubre sus ramas y sus troncos. primavera, que dura de enero á marzo, empiezan á abrirse flores

y amarillas, que atraen con sus colores mil pintadas mariposas,

é inquietas avispas,

en tanto que se arrastran

zumbadoras abejas

de los troncos numerosas hormigas,

al pié

matizados lagartos y gran variedad de escarabeos. El pelo de los antílopes y de las gacelas pénese reluciente, aconteciendo otro tanto al de sus enemigos los felinos carniceros del

Los pozos y las cisternas naturales se han llenado de agua fresca; aquí corre manso allí una cascada juguetona, cuyo caudal, cada vez más reducido, es lo único

desierto.

un

arroyuelo,

que queda de

Es

este

el

la estrepitosa catarata

momento

que, con estruendo horrísono, caía unas semanas ántes.

de festejar á la primavera del desierto: de penetrar hasta lo

más profundo

de los tranquilos valles: de embriagarse, respirando el purísimo ambiente que sólo en estos lugares puede encontrarse.

verdadero entusiasmo

de

ir

el

Los habitantes de

un

á respirar el aire) en

breves dias

el

las ciudades

y de las aldeas celebran con

lúnes de Páscua su fiesta de primavera, su Sihimm-en-nesim (acto

simoun con su

valle desierto;

aliento abrasador,

pues saben por experiencia que

comenzará á soplar agostando

las

al

cabo de

malezas, y

las hierbas

quedarán convertidas en heno áspero y seco, manteniéndose en pié únicamente

los árboles

y los arbustos, para dar testimonio de la existencia de la vida orgánica.

Sobre la montaña primitiva de rocas cristalizadas, hácia el Este, el Oeste y el Norte, extiéndense masas inmensas de piedras lustrosas, dispuestas por capas, provenientes de depósitos marítimos, y en su

que á llalla

lo

mayor

parte de naturaleza calcárea.

largo de la linde occidental del desierto arábigo

cortada á pico en el valle del Xilo,

dominando

el

y hasta á Asuan, la ciudad fronteriza del Egipto por primitiva forma el borde del rio, calcárea, idéntica,

en

la

— que

,

Puede observarse también

casi

en toda su extensión se

asperón desde el

el

Cairo á Gebel Silsile,

lado del Sur, en cuyo punto la roca

— aparece aquélla constantemente como una inmensa meseta

mayor

parte de sus puntos, á la extrema vertiente oriental del

Sahara. Atentos á esto no habría inconveniente en sostener que dicha vertiente no es la

continuación del desierto arábigo, cortado en dos por

que

la existencia

por demás en

de las lluvias en

el

el valle del

Xilo, sin

más

más que

diferencia

arábigo, que según dejamos expuesto, son rarísimas

En la vertiente oriental de la montaña arábiga, que es la que se del mar Rojo, la roca negra y primitiva se halla mezclada y cubierta

el líbico.

inclina hacia la orilla

de rocas duras, dispuestas á

la

manera

del esquisto.

prolongadas cadenas, y pertenecen en parte

al

Estas montañas se elevan formando

sistema de

la creta

superior, al paso que el


DE LA CIUDAD DE AMON A LA CATARATA íe^to

no aon más que depósitos formados por

el

383

mar Rojo que en

otro tiempo las cubría,

habiéndole letiiado paulatinamente á consecuencia del levantamiento progresivo del país: peí fecíamente demostrado por medio de la identidad de los restos de animales fó&iles que en gian número se descubren, respecto de las que viven aún en las aguas de dicho mar tal ^ez la descomposición gradual de dichos fósiles es la que ha transformado

fenómeno

.

en espejuelo. las capas recientes de esta montaña. La falta de agua, la soledad, la carencia de vías de comunicación, hacen del desierto aiábigo una comarca poco apropiada en todas sus regiones para el gran comercio, de manera que sólo en un lejano porvenir podrán nuestros cartógrafos dar con exactitud la estructura de cieitas partes de esta región, que tan cercase encuentra, sin embargo, de los pueblos civilizados- En aquellos sitios en que la cadena se halla interrumpida por valles transversales, que extendiéndose de Oeste á Este, forman por su reunión ora

de valle único, que desde

el

Nilo conduce

por medio de pasos de

entre

Y

Arabia y hasta

fácil

acceso,

el

India, del cual tan

la

desenvolvióse y floreció desde los tiempos

muchos de

mar Rojo,

al

comercio entre

más

caminos de tránsito existentes á

estos

Existe también un

camino que

casi

primitiva, y conduce desde el Cairo hasta

un

Alí establecióse

menudo

á

el

Nilo v

éste

ello

L

constantemente sigue

mucho

mar, v entre

en estas páginas,

Prueba elocuente son de

de Said

Koser y aún más

servicio postal, suprimido hace

el

se ha hablado

antiguos. la altura

una especie

ora una série de valles, enlazados

la

allá.

cresta

de

En tiempo

montaña

la

de

Mehemet-

tiempo: los dromedarios que lo

hacían empleaban sólo ocho dias en salvar la distancia existente entre la ciudad de los califas

y Koser. El más célebre y más antiguo de actual y por el

mar Rojo,

el

vr alle

tales

caminos es

apellidado por los antiguos egipcios

el

que por

el

Wadi Hammamat

Rohanu, conducía desde Coptos

al

cual no sólo era frecuentado por las caravanas de negociantes, sino también,

de cuando en cuando, por los canteros y los soldados que venían á buscar materiales preciosos para

el

Faraón en esa comarca tan

montañas un alabastro soberbio, y otra blanca como

del cual

rica en piedras duras.

Encuéntrase en estas

hav dos variedades: una amarilla como

la nieve, el cual se extraia

situadas al oriente de Siut, y se empleaba para toda clase de objetos artísticos. se encuentra el pórfido rojo del

monte

la

miel

de las montañas Alabrastrinas de los antiguos,

Porfiritis,

probablemente en

el

dia el Gebel

También Duchan,

estimado, y con razón, por los griegos y los romanos. En tiempo de las persecuciones imperiales, más de un cristiano fiel á su fe fué condenado á cortar piedra en ella, en castigo

muy

de su firmeza, en medio de los

sucumbía

al

sufrimiento.

más

horribles martirios, hasta que agotadas sus fuerzas

Los egipcios hacían gran aprecio de

cierta diorita de

un verde

labraban sarcófagos, estatuas, esfinges y otras obras de arte. En el valle de Rohanu, donde, según parece, fueron los trabajos más numerosos y activos que en otros oscuro, de

la cual

1 Los más importantes han sido, y en parte son aún en el dia, los que partiendo de Esne ó de Edfu, conducen á la antigua Berenice y hasta á Aidab, que fué célebre en los primeros tiempos del islamismo, así como los que se originan cerca de Kutf (Coptos), Kus, ó Kene, Junto á las riberas del Kilo, y terminan en Koser, el Lemos limen de los antiguos. Desde Kene hay un camino que en dirección al Norte conduce á Safage y á Gímsche, en las cercanías de las cuales existieron acaso los puertos tolemaicos de Filoteras y de Myos Horraos.


,

DE LA CIUDAD DE AMON A LA CATARATA

384

ó menor destreza sobre puntos, encuéntranse muchas inscripciones, grabadas con mayor generaciones futuras la peñascos que limitan el camino, destinadas á transmitir á las

los

funcionario que la dirigió, naturaleza de la obra llevada á cabo, el Faraón que la dispuso, el que intervinieron en su realización. el tiempo empleado en ella, los principales obreros

Las inscripciones conmemorativas más antiguas se remontan á quinta dinastía y á los primeros de la sexta: las las

canteras de

Wadi Hammamat jamás han

más

los últimos tiempos de la

romana.

recientes son de la época

En

cuando para

existido operarios constantes:

una determinados objetos se necesitaban bloques de especial magnitud ó belleza, enviábase operación La Nilo. el por expedirlos cortarlos buscarlos, de expedición con el encargo y idea, si se considera de transporte es de aquellas, de las cuales difícilmente puede formarse sin poder contar valles, montes de través al enormes pesos conducir y se trataba de

que con

el

auxilio de los camellos. Para poner en

con los brazos del

movimiento

tales bultos, sólo podia contarse lo inverosímil.

hombre: pero en cantidad considerable y prodigados hasta

TRANSPORTE DE UN COROSO

Los alimentos y provisiones que

los

mismos necesitaban, eran remitidos

carretas arrastradas por bueyes, ó transportados por otros hombres. ello

desierto en

al

No puede

respecto de

caber duda, en vista del cuadro de que dejamos hecha mención, que representa

transporte de

un

coloso, el cual se encuentra

tomado para reproducirlo en

este libro;

en un sepulcro de El-Bersche,

del cual se

el

ha

constando igualmente, entre otras inscripciones,

por un extenso documento en escritura jeroglífica, que grabaron sobre las rocas los operarios de

Ramsés

IV.

No emprendió

su viaje con buena estrella la caravana que

sucesor del

el

poderoso fundador de Medinet-Habu envió en busca de piedras indestructibles para los

monumentos que

estableció en Tébas, y que ó

no terminó, ó han

sido destruidos sin quedar

Componíase de ocho mil trescientos sesenta y cinco hombres; cinco mil soldados dos mil hombres de servicio destinados á tirar y arrastrar sobre trineos los bloques rastro de ellos. ,

cortados, y ochocientos aperiu

de

acaso hebreos, que debemos considerar

guerra condenados á trabajos forzados,

todos los cuales constituían

como el

prisioneros

núcleo de

la


DE LA CIUDAD DE AMON A LA CATAEATA

385


DE LA CIUDAD DE AMON A LA CATABALA

386

expedición, que iba dirigida por empleados civiles y militares de alto rango. parte también cincuenta conductores de carretas, arrastrada cada

De

una por

ella

formaban

seis

pares de

bueyes, y muchas acémilas ágiles, destinadas á aprovisionar á los trabajadores. Acompañaban al convoy artistas de la buena escuela, entre los cuales se contaban ciento treinta escultores: los jefes del

saludaban alegremente

que

mismo, como más al

la travesía del desierto les costó la

décimo de

la

expedición.

tarde los gladiadores imperiales que al morir

al Faraón, con todo y confesar muerte de nuevecientos hombres, es decir, más del

César, celebraban entusiasmados

debe sorprendernos semejante mortalidad, pues aún en nuestros

No

dias difícilmente podría esperar mejor resultado

valerse de bueyes y

no de camellos para

estas vastas soledades. oriental, opina

que

el

el

una expedición de obreros que tuviera que

transporte de las provisiones que necesitara en

Leopoldo Cárlos Müller, uno de

los

camello es tan indispensable á los que de

que mejor conocen la vida él

han menester, que no

tiene

inconveniente en manifestar la analogía que existe entre uno y otro, y en su calidad de pintor ha hecho buena semejante hipótesis por medio del croquis más cómico é ingenioso que se

pueda imaginar.

Resulta de esta larga digresión, que los habitantes

no empleaban en tiempo de

del valle del Nilo

que constituye en disponer. el

Y sin

presente nos

egipcias.

En

el

dia el elemento

el

camello,

los

que hasta

atraían al desierto arábigo las caravanas

efecto, ¿existe en el

sobre

oro y las piedras preciosas? la

Faraones

embargo, objetos más fascinadores que

han ocupado,

más intensamente obre en

los

más importante de que pueden

el

mundo imán más

ánimo

el

m

'i

V

del déspota fastuoso, que el

Pues bien, uno y otras

antigüedad con abundancia entre

f!¡

poderoso, y que

Nilo y

el

se

encontraban

mar Rojo:

EL CAMELLO Y SU CONDUCTOR

las pedrerías,

en

las célebres

minas de esmeraldas situadas entre Coptos y Berenice, que Cailliaud pretende haber descubierto nuevamente al pié del Gebel Sabara, á cuatro jornadas de marcha al Sur de Koser, con todo y encontrarse únicamente en dicho punto y no con gran abundancia fragmentos de serpentina fina y de heliotropo; el oro en las minas, respecto de las cuales la antigüedad nos ha transmitido detalladas noticias desde los tiempos primitivos hasta

moderna. Menciónanse en

la

época

un papiro conservado en Turin, contiene el plano más antiguo de las mismas, y por medio de una proyección particular nos pone de manifiesto la parte del país en que estaban las minas de oro, cerca del mar: el griego las inscripciones:

Agatarquides, que floreció en la primera mitad del siglo décimo ántes de Jesucristo, nos ha dejado una descripción detallada y lamentable de explotaban las expresadas minas.

Acaso

Lechuma:

se

la

suerte desgraciada

han vuelto á descubrir cerca de Berenice, en

el

que tenian

los

Gebel Olaki. cerca del

que

Wadi

que en dicha región se encuentran minas de oro abandonadas y completamente agotadas, que se explotaban aún por los sultanes mamelucos de Egipto, en los siglos xiv y xv de nuestra era. En cuanto llegó á oidos de Mehemet-Alí la noticia de ello es

la

existencia de

minas de oro en

tales regiones,

envió á ellas, uno tras otro, diferentes sabios


.

DE LA CIUDAD DE AMON A LA CATARATA

388

europeos, Cailliaud, Belzoni, Figari, Linant, con huellas de metales preciosos, ó por lo

tiempo del

Ismail, exploróse cuidadosamente el

jetife

encontrar carbón de piedra. las

el

objeto de descubrir en su territorio

ménos de carbón: más

Una empresa

tarde, hace pocos años, en

Wadi Hammamat,

con la esperanza de

particular, durante algún tiempo, extrajo azufre, de

dunas calcáreas de Gimsche, y como accesorio, petróleo de

la

Montaña de

oxeite,

Gebel

ez-Zet. Tales explota-

semejantes

ciones y empresas

realizadas

en nuestros dias

,

fra-

en parte, á

casaron,

consecuencia de

falta

de fondos, en parte por las dificultades

que

existen así para pro-

veer á los operarios,

como para te

Toda de

el

transpor-

de los productos.

la

la parte

Sur

montaña arábi-

ga está mejor regada,

y por consiguiente ha sido más numerosa su población

contrado

hanse en-

:

en

señales de

las

ella

un movi-

miento comercial

anti-

guo, especialmente en las

cercanías

de

las

grandes vías de comunicación, por ejemplo, fuentes, cisternas, mi-

nas antiguas,

etc.:

al ABABDE

presente todos los pa-

radores construidos en los egipcios el

el desierto por los Faraones, según dejamos expuesto, reciben de nombre genérico de Wekalat en-nusara, como si dijéramos: parador de las

caravanas cristianas. Klunzinger ha observado en

en aquellos puntos en que

los

caminos

el

flanco de las montañas, especialmente

se separan ó se cortan entre sí,

ó torrecillas de piedra, conjeturando que eran una torreones para vigilantes ó para hacer señales.

especie

de

pequeñas paredes

mojones indicadores,

ó


DE LA CIUDAD DE ALTON A LA CATABATA Al pie&ente e*

muy

escasa y se halla

de que acabamos de hablar.

muy

la

389

población de los desiertos

Sus campamentos se componen á veces de un solo techo bajo

cual se cobijan, a veces de dos ó tres: á lo

el

desparramada

más

de seis tiendas ó chozas miserables.

En

camino que media entre Kene Koser, sólo se encuentra una aldea digna de este nombre y que lle'sa el de Laketa. En el Norte de la montaña arábiga, llenan vida el

incesantemente su

errante los mccase, que

componen una población que á duras penas

llega á tres mil almas: son de procedencia semítica y parientes cercanos de los beduinos de la península del Sinaí. 'Vi\en aisladamente, por familias, y sus dominios terminan hácia el Sur á la altura de Gimsche. Los ababd.es son más de diez veces más numerosos que los ma’ase: son nómadas

también, habitan se diferencia

más

hácia

el

Sur en

completamente de

los ma’ase, contándoseles

la

el

desierto de Oriente, y llegan hasta el trópico.

Su raza

de

con razón

entre los pueblos de la Nubia, con los begas,

en

que se hallan distribuidos

montañosas de dicha

las regiones

comarca, entre

el

Nilo y

hasta las fronteras

Entre

de

la

el

mar,

Abisinia.

los

begas, los bischari y los

hadendoa

se distinguen por las bellas

proporciones de su cuerpo algo enjuto

sin

;

por

la

embargo

,

por punto general

finura y regularidad de sus

ciones,

— que es

tal,

fac-

no obstante su

atezado semblante y su negra cabellera,

artísticamente trenzada ó caída

en rizados mechones clasificados los

hombres más

dido á los

— pueden

ser

inconveniente entre

sin

bellos.

blemmyes, que

Han suce-

*

las fuentes

griegas sitúan al Sur, en las cercanías del Egipto, y que se citan con

frecuencia con motivo de sus rápidas

y sangrientas razzias. En la Edad Media, v aún en el comienzo del presente siglo, era por demás peligroso atravesar las regiones del desierto por ellos habitadas las gentes

más

pacíficas del

mundo, y hasta

el

,

mas en

el

dia son

extranjero puede pasar

solo por sus dominios, sin que deba temer cosa alguna ni por su vida ni por

en

su hacienda. Mehemet-Alí

el valle del EGIPTO,

los domesticó, obligando á sus jefes

y jeques á establecerse

Nilo, haciéndoles responsables, con sus bienes y con sus vidas, de cuanto TOMO II 98


DE LA CIUDAD DE AMON A LA CATARATA

390

las gentes de su tribu. Al presente son temerosos é inofensivos y viven en buscando pastos para sus pequeños rebaños de carneros y para sus camellos mal alimentados: durante las horas de descanso, constituye su más grata diversión, ejecutar al son de una tosca flautilla danzas guerreras é inocentes simulacros de combate,

daño hicieran

el

desierto,

EN LA FUENTE

armados de espada y escudo. Su ignorada existencia idilio

perenne, en

el

cual pudiera inspirarse

un

se desliza tranquilamente,

poeta,

si

le

como un

fuese posible prescindir de

hacer mención de los terribles efectos del hambre, que con harta frecuencia les alcanzan,

mismo que á

sus miserables rebaños, circunstancia que explica su

siendo así que ésta es propia de todas las razas nómadas.

falta

lo

de hospitalidad,

Sus moradas construidas sobre


DE LA CIUDAD DE AMON A LA CATARATA

392

estacas y cubiertas de girones de tapices, sus chozas y sus muebles, revelan

una miseria

extrema, y corresponden al insignificante salario que reciben por apacentar los rebaños, ó

en virtud de

los servicios

que prestan á

menguado provecho que

las

caravanas como camelleros ó de otra suerte

,

ó

al

les proporcionan los productos de su suelo, reducidos á forraje,

agua, goma y leña que convierten en carbón. Los que viven en las mar Rojo, aliméntanse como sus antepasados, los ictiófagos, de los peces y

estiércol de camello,

cercanías del

crustáceos que las olas arrojan á la playa, sin que para procurárselos se atrevan á penetrar en el

agua.

Los ababdes que encontramos en

las canteras del Silsile

examinaron nuestro trabajo

amistosamente y con gran sorpresa, y luego nos acompañaron á adelantando hácia el Sur.

Las márgenes

del Xilo

van siendo de cada vez más

la dahabijeh,

que continuó

desiertas y amarillentas: los

hom-

muchachos que ponen en movimiento los aparatos para regar son más negros, y andan ménos cubiertos: las aldeas y los bosques de palmeras, son más escasas y más bres y los

reducidos.

Cuanto alcanza la mirada pierde

el

aspecto egipcio para tomar

el

aspecto nubio.

El sol del medio dia abrasa: allá sobre un banco de arena se distinguen dos cocodrilos, y cuando el astro del dia se oculta detrás del horizonte, las enrojecidas brumas de la tarde no

iluminan

los elevados

palomares

del Alto Egipto: en

vano buscamos

en numerosos grupos venían á llenar sus alcarrazas de agua

del

las

mujeres feláhes que

rio;

constituidas por elevados peñascos cortados á pico, en cuyas hendiduras,

pues sus

orillas,

como carámbanos

de hielo, se distinguen algunos regueros de arena blanquecina, llegan por uno y otro lado cortadas á pico, ó de ella se encuentran

hasta la corriente, sobre la cual se levantan,

únicamente separadas por estrechas bien cultivados. Durante

mucho

fajas

de tierra inculta ó por pequeños campos no

tiempo tuvimos

fija

nuestra mirada en

el

muy

horizonte, intensa-

mente enrojecido por los rayos del sol poniente, y cuando convertimos al Este nuestras miradas, distinguimos delante de nosotros, sobre una altura completamente desnuda, un hermoso templo de época antigua, bañado en los purpúreos reflejos de la tarde. Llegada la noche

la

dahabijeh dejó caer

por entre

las

cuales corre

el

el

áncora junto á un monton de sillares y columnas destruidas, agua produciendo asordador estrépito. El templo de la

eminencia, que perdido en el silencio absoluto de luna, semeja

un

castillo

célebre santuario de la

la noche y acariciado por la pálida luz de encantado surgido para fascinarnos, no es más ni ménos que

Ciudad de oro

la el

Nubi, cuyo nombre, convertido en Unbi, trocóse en boca de los griegos en Omboi y Ombos. Los árabes dan al templo abandonado el nombre de Kom-Ombu, es decir, cerro formado por las ruinas de Ombos. En cuanto á la ciudad de que en otro tiempo formaba parte, nada se sabe, pues ha sucumbido bajo la egipcia,

influencia de dos enemigos á cual más poderosos: el rio y el desierto. No existe de ella resto alguno, ni una piedra, ni traza de cimientos: sólo el templo con las inscripciones que en él se leen, queda en pié para dar testimonio de su pasada existencia. Los que destruyeron la morada de los hombres, acabarán para anonadar, tarde ó temprano, la casa de los dioses:


DE LA CIUDAD DE AMON A LA CATABALA dentro de algunos siglos nada quedará del templo de

Kom-Ombu

393

,

porque en tanto que la

arena del desierto va llenando poco á poco sus cámaras v aposentos la corriente va arrastrando una en pos de otra las partes avanzadas del santuario, del cual ha arrebatado ya .

una pequeña construcción que sirve de base

accesoria, trabajando al presente en socavar la muralla de peñascos

al edificio

principal.

también á nosotros, de permanecer en »soberbio templo que en

Juan Dumichen tuvo

Kom-Ombu

la

fortuna, que nos alcanzó

en una tranquila noche de luna.

«El

vecina eminencia se levanta, escribe en su diario de viaje,

la

»aparecióseme de improviso, cual sarcófago dispuesto para un entierro, que próximamente » debiera tener lugar:

luna y las estrellas representaban las antorchas colocadas junto

la

al

»ataud; las imágenes de los dioses y de los reyes, que sobresalían de las paredes iluminadas con fantástica luz, semejaban la solemne muchedumbre venida para tomar parte

»en »

el

duelo;

rio

el

que corría á sus piés ofrecíase á mis miradas

devorarlo todo, en tanto que

» parecía

En

la

tumba

abierta para

fragor temeroso producido por las aguas de la corriente,

funeral entonado en honor del que iba á ser sepultado.»

cuanto amaneció echamos pié á tierra.

rado por tiene

himno

el

el

El templo fundado por Thutmosis

III,

restau-

Ramsés, y de nuevo reconstruido en tiempo de los Tolomeos En toda especial, que le comunica cierto aire de originalidad.

tercero de los

el

una disposición

extensión de su eje hállase dividido en dos porciones totalmente distintas. la sala hipóstila,

que mira hácia

de las cuales existe un

el

Nilo, vimos

friso especial

clos

adornado con

el

En

la

1 ,

la

fachada de

puertas en lugar de una, sobre cada una disco alado.

Las cámaras puestas detrás

de este doble templo, están bipartidas y terminan en dos santuarios disposición diferentes, cada uno de los cuales corresponde á una de las puertas. Bastaría esta adoración á dos del templo de Kom-Ombu para juzgar que en él se prestaba tributo de

de

la sala hipóstila

las divinidades totalmente distintas; y en efecto era así, según terminantemente expresan Hor-Ur, en griego inscripciones, pues la primera mitad pertenecia á Horo el mayor,

Aroeris,

al

paso que en

la

segunda

se veía á Seth— Typhon, adoiado aquí bajo la

cocodrilo, ó de Sebek con cabeza de cocodrilo.

Seth era señor en las tinieblas,

foima de

como

lo era

Éste y aquél son llamados los dos hermanos enemigos, cuyo Horo en el cabo por Thot, celebróse conjuntamente, y culto, después de su reconciliación, llevada á de representar el poder al par bienhechor objeto el con Kom-Ombu, en sólo por cierto no como destructor de los dioses y de los reyes. El distrito de Nubi, creador maléfico, y y en el uno una forma de Seth, y en el venerarse por tvphónico, por tenido es el de Fajum, en las porciones religiosas de las listas de los otro un cocodrilo sagrado, de suerte que

dominio de la luz.

este

nomos, suprimíase

nombre, como

se suprimía el de

Fajum. Los

capiteles

campanulados

dibujo y están adornados con plantas de las columnas de Kom-Ombu, la atención las pinturas astronómicas del techo de la distintas: también merecen llamar

son de

muy buen

.

pero ofreciendo señales evidentes del procedimiento sala hipóstila, por desgracia sin concluir, hasta Tolomeo XIII, Neos Dyonisos (81 á 51 antes de Jesucristo), y hasta su i De Tolomeo V Kpifanes (204-181, antes de Jesucristo) Kom-Ombu el nombre de Tryphaena. esposa Cleopatra, que recibió también en

EGIPTO,

TOMO

II.

99


DE LA CIUDAD DE AMON A LA CATAEATA

394

que se seguía para transportar, por medio de pequeños dibujos trazados sobre

á grandes superficies los

cuadrícula,

la

Las figuras ofrecen proporciones muy diferentes tiempo que duró el nuevo imperio; pues en lugar

el cartón.

de aquellas que se les dieron durante

el

cuerpo humano en diez y ocho partes, según era costumbre, lo encontramos aquí dividido desde los piés á la cabeza en veintiuna y cuarto, lo cual está de acuerdo con lo que sienta Diodoro en su historia, cabiendo á Lepsius de dividirse

el

la

del

gloria

más, en

el

la

una

existe

caracteres

onciales,

sentir

la

influencia

decoración del templo: hay

primer prosecos, sobre

posterior, MONEDA DE CLEOPATRA TRYPHÍNA

Déjase

descubrimiento.

griega en no pocas partes de

el

arquitrabe de la pared

inscripción griega,

trazada en bellos

que expresa que «los soldados de in-

fantería, los de caballería, y otras gentes (empleados civiles) de guarnición en el nomo »de Ombite, la hicieron grabar en honor del dios Aroeris, el gran Apolo, y de los » dioses

adorados con

él,

en obsequio

al

enlace de los reyes Tolomeos,» probablemente

Auletes y Cleopatra y Tryphsena, que reinaban en aquella sazón. El píleo que mandara construir César Tiberio se ha venido al suelo hace mucho tiempo. En 1873 se desenter,

raron

las bases

de varias columnas del patio, que en rigor es

exteriores de este bello templo doble

,

lo

único que resta de las partes

además de un fragmento de pared de

ORILLAS DEL KILO CERCA DE KOM-OMBU

cerca, construida


DE LA CIUDAD DE AMON A LA CATAEATA

396

de

una ventana, en contraposición al uso, comunegipcios. los muros de cerca de los templos vencido ha Kom-Ombu de Seth el que parece más Sur, Cuanto más adelantamos hacia el misterioso impide al Nilo alcanzado sobre Horo una victoria duradera y que un poder

y

en

ladrillos cocidos,

mente

establecido, de

el cual se distingue

no practicarse aberturas en

mano

bienhechor abrir su

arenosa» riberas

fatigoso para la vista el

tristes

ligera brisa nos permite remontar lentamente

alcanzar viaje.

la

ciudad fronteriza,

Al despertar

dahabijeh con

el

el

y llega la

el rio,

más

cuán

caloi

.

noche ántes que podamos

nuestio ciudad de las cataratas, Asuan, término extremo de pudimos observar que un cable mantenia unida nuestra

la

desembarcadero de lo

quedando tan agradablemente

la

ciudad, por

lo cual

abandonamos inmediatamente

la

elevado de su cubierta, paseamos la mirada en denedoi, sorprendidos cual si un mago nos hubiese transportado de

más

mundo enteramente

nuevo.

No sabíamos

volver de nuestro asombro, de nuestra

El Nilo parece tocar

sorpresa, del placer que nos proporcionaba cuanto veíamos.

de su corriente, y la

¡

liabei

dia siguiente,

cámara y colocándonos en repente á un

.

!

hoias de arrebatado un demonio del infierno para que no prestaran solaz en las

Una

¡cuán

y estériles son sus que de tarde en tarde se distinguen sombras parece color amarillento de esos peñascos, cuyas

¡Cuán

pródiga.

insignificantes y miserables las contadas aldeas

dahabijeh dijérase anclada á

la orilla

al

téimino

de un lago tranquilo y de bellísima

que, como forma. Delante de nosotros, amontonados y erguidos, levántanse grandes peñascos en el realmente hallamos Nos oscuro. rojo reflejo un tienen región, todas las piedras de esta

puerto de

montaña

antigua Siena,

la

la patria del

arábiga prolonga hácia

la corriente del

Nilo¡ peno

el

el rio

el

muy

esto logren ocultar á nuestras

mento de muralla

,

barra de granito que

la

más

el

la

recientes, para interrumpii

pronto nuestros oidos.

fondo rojizo de estos peñascos produce

llenas va de sus colosales ramilletes de flores,

que por

en medio de

con su pujanza ha logrado romper esta barreia á

de la primera catarata, cuyo fragor herirá

que sobre

sienita,

Occidente por entre rocas

Indecible es

la altuia el

efecto

verde oscuro de las graciosas palmeras,

que por nuestra izquierda rodean á Asuan, sin

miradas

de la ciudad.

la parte alta

último resto quizás de un baño destruido

,

Un

soberbio frag-

contemporáneo de

los Césares

bizantinos ó de los primeros califas, arranca de la orilla y se prolonga delante de nosotros

hácia la

isla

de Elefantina, cuya superficie, semejante á la de una hoja de olivo silvestre, se

halla cubierta de las

un campo de verdura formada por

palmeras de un verde

una de

las cordilleras

las ruinas de

de

muy

intenso.

colinas que

Detrás de

forman

la

montaña

una fortaleza árabe que sirven de término

de labor, los arbustos y

las tierras

la isla,

por

líbica,

al paisaje.

la parte de Oeste, levántase

viéndose sobre la

misma

Las ennegrecidas murallas

se destacan, formando pintoresco contraste, sobre la arena amarilla del desierto, cuyo aspecto

nos obliga á preguntarnos, qué seria de este valle cubierto de verdura sin sitio

el rio

que por este

penetra en el Egipto, después de haber salvado la primera catarata, es decir, una de las

obras defensivas más sólidas que en tiempo alguno haya levantado

la mano de la naturaleza. Asuan se halla realmente construida en el suelo de Egipto, y su antiguo nombre egipcio, Sun, es el que mejor le cuadra, ya que tanto vale como aquel que abre paso. De Sun se


DE LA CIUDAD DE AMOX A LA CATARATA deri\a

griego

el

397

Syene,

y por el intermediario del copto Suan se ha formado el árabe lo» tiempos antiguos la capital del nomo del cual dependía, encontrábase

A-suon L En

delante de la isla, y llevaba

como

ésta el

marfil, pi obablemente porque el marfil,

nombre de Ab,

el

lugar de los elefantes ó del

más importante de

el

los artículos del

Sudan, llegaba á su puerto en grandes cantidades. Los griegos

del

En

Elefantina.

tiempo de éstos

había desposeído

la

la

le

dieron

el

comercio

nombre de

ciudad militar, situada en la orilla oriental del Nilo,

ciudad situada en

la isla, y no obstante los ataques que experimentó de parte de los blemmyes y de sus sucesores, subsistió en estado de florecimiento, en tanto .

A

que Elefantina fué destruida por completo. es la

mucho

lo

que resta de

antigüedad.

lo

pesar de esto no

que hiciera á Suan-Siena célebre en

Las canteras de granito de que tantas veces hemos

hablado, y que tenemos resuelto visitar, hace

no

se explotan, pues,

muchos siglos que como sabemos perfectamente, los pueblos del

Islam son poco aficionados á erigir monumentos para la eternidad.

Los viñedos en que

se cosechaba el vino de

Sun, tan justamente

estimado en tiempo de los Faraones, han desaparecido sin que de ellos

quede

la huella

más

insignificante, habiendo cabido la

suerte al célebre pozo sin sombra. ciso

momento

del

medio dia

en todas sus partes,

Era

un pozo que en

éste

se hallaba

misma el

pre-

completamente iluminado que por fuerza debía de

lo cual quiere decir

hallarse situado precisamente en el trópico.

Gracias á

Eratós-

él,

tenes de Cirene (276-196 ántes de Jesucristo), llamado por Tolomeo

Evergetes

para

I

á la biblioteca de Alejandría, pudo establecer las bases ..

tila

,

sistema que nje aun para medir

el

y cuyos resultados fueron tan exactos, que, para cuidado con que se procedió en

en

de

el cálculo,

y en

los libros de la administración

RACIMO DE DÁTILES EN FLOR

superficie del globo A

lo

explicarlos es indispensable recordar el

cual tenemos idea por los datos consignados

los registros del

impuesto, respecto de la distancia

entre los límites que señalaban la frontera septentrional y meridional de los nomos. pozo, iluminado completamente en

que

el

astro rev

lo

egipcios lo habían perforado en

el

en

el

del curso del sol

de Siena.

momento

empezaba á inclinarse hácia

antiguo que Eratóstenes: por

extremo

el

ménos

Dicho

de pasar el sol por su meridiano, el dia en el

ecuador

,

era indudablemente

mucho más

existen razones poderosas para presumir que los

año 700 ántes de Jesucristo, en solsticio

,

la

época en que

el

punto

encontrábase toda\ ía mu\' directamente encima

Entre los hombres que habitaron esta ciudad en los tiempos antiguos, debemos opósito de el más procaz de los satíricos latinos, que con el pi

hacer mención de Juvenal,

modificados para acomodarlos á la pronunciación árabe, Muchos de los nombres extranjeros que empiezan por consonante, han sido añadiéndoles una a protética: así de Syut se ha formado Asiut. sombra alguna en Siena, á la hora del medio día, y que proyectaba no sol el año, del largo % Sabia Eratóstenes que, durante el dia más por la sombra del cuadrante solar, era igual á la cmcuentésima parte en Alejandría en el mismo instante, la abertura del ángulo indicado la distancia de Siena á Alejandría era igual á la cmcuentésima parte de un que dedujo antecedentes semejantes De círculo. de de un arco o dicha distancia es igual a 6 6’30. meridiano, es decir, T 12’. Según los cálculos y las medidas más recientes,

EGIPTO,

TOMO

II.

IOO


DE LA CIUDAD DE AMON A LA CATA BATA

398

prefecto á esta apartada región. No hay alejarlo de Roma, donde se le temia, enviósele como terribles se cebó en las para que decir que no se corrigió entre los egipcios, y con versos á los animales. Sin tributado culto al tocante lo en supersticiones del país, especialmente

embargo, en medio de sus arranques satíricos,

se encuentra

más de un

pasaje que revela

BAZAR EN ASUAN

que

el

poeta se condolia de encontrarse desterrado en los

aquí uno de

mismos

límites de la

ellos:

ha negado un corazón tierno al hombre elevado, ha concedido el “beneficio del llanto, duda alguna, la más noble prerogativa de la humana naturaleza.

Si la naturaleza

En cambio Que

le

es, sin

zona

tórrida.


DE LA CIUDAD DE AMON A LA CATARATA Al presente Asuan,

la

399

sucesora de la antigua Siena, no se distingue de

las

demás

ciudades situadas en las orillas del Nilo,

que componen su población. la

como no sea por la mezcla y la variedad de las razas Ésta se precipitó á nuestro encuentro, en cuanto abandonamos

dahabijeh y tratamos de saltar á tierra, y digo tratamos, porque en realidad nos enconsitiados por la numerosa muchedumbre que rodeaba el buque, esforzándose por

tramos

HASCHIM DE ASUAN

detenernos y llamar nuestra atención sobre los diferentes géneros que nos ofrecían, por si deseábamos adquirirlos. Unos nos ponian de manifiesto plumas y huevos de avestruz; otros aros de marfil y brazaletes de plata y oro de gran sencillez, pero de fabrican en la Nubia, ó

armas de

las

que emplean

las tribus del

aquél vasos de madera lindamente tallados y pintados; colores combinados con gran destreza y habilidad.

el

Bajo

de el

muy buen

gusto, que se

Sudan; éste pieles de pantera;

más

allá tejidos

de esparto de

extraño nombre de

Madama


:

DE LA CIUDAD DE AMON A LA CATARATA

400

Nubia,

presentósenos también la especie de delantal formado de tirillas de cuero que mujeres al otro lado del diestramente entrelazadas y de diversos colores teñidas, usan las trópico. Un marinero egipcio hacia bailar al son de la pandereta, al

un monote que

Sur, en

pronunciado

se trajera consigo en

un

tanto que

bischari, de

un

viaje

hecho

un negro bastante

procuraba llamar nuestra atención

,

conto-

,

neándose de un lado para

otro y blandiendo su lanza y su

escudo, para ejecutar en nuestra presencia su danza guerLlevaba en el brazo un cuchillo y varios amuletos rera .

gentes de Dongola pretendían que

las

compráramos

les

ese

género de talismanes. Las conversaciones que pretendían sostener con nosotros esos morenitos de

mayor

parte sólo hablan

Nubia,

el

kenus,

el

la

zona tórrida,

incomprensibles,

eran completamente

nos

uno de

mahas, ó

el

pues en

su

los tres dialectos de la

dongolani.

El árabe no

comprendido y hablado en Nubia más que por las gentes de las ciudades, por aquellos que han viajado ó

es mono sabio

por los schegije y casi desde

demás

las

Kom-Ombu

á

la

tribus

de

origen árabe: los barabras, cuya patria se extiende

cuarta catarata, sólo

egipcias y especialmente á Alejandría y

saboyanos de Egipto,

pues, como

los

al

lo

Cairo.

aprenden cuando emigran á

las

ciudades

Dichos barabras pueden ser llamados

los

de Europa, abandonan con frecuencia, y hasta podría

decirse habitualmente, su patria en los primeros años de su

juventud, para trasladarse á las grandes ciudades, con

un

pósito de hacerse

cómodamente

cerse

capitalillo

el dia

el pro-

con el cual puedan estable-

En

en que regresen á su país.

el

Cairo y Alejandría se hallan en gran número, desempeñando los oficios domésticos de porteros, cocineros y cocheros. El

joven saisiano, cuyo retrato hemos dado en

la

página 125 de

tomo y la mayor parte de sus colegas pertenecen á esta raza pues áun sin haber adquirido todas las fuerzas de la este

,

;

juventud, sus piernas y sus

que las

pulmones son más

resistentes

Además reúnen todas que hay derectio á exigir de un buen

las de los adolescentes egipcios.

buenas condiciones

criado, mereciendo las mayores alabanzas su proverbial honradez.

Léjos de

términos

que,

la patria

gracias

unión,

no

sólo

logrado echar del rebaño á los galeses intrusos,

mútuamente han conseguido hacerse un lugar ,

los

en

están estrechamente unidos,

á semejante

han

á parte

,

(Nuestro criado n uWo,ho y intérprete)

apoyándose y auxiliándose por manera que el mayor número de

sino

que,

empleados más distinguidos, de los dragomanes más ilustrados, de

los alquiladores de


FUNCIONARIO PÚBLICO DE LA NUBLA

EGIPTO,

TOMO

II.

IOI


DE LA CIUDAD DE AMON A LA CATARATA

404 titud colocando las

medidas modernas

de las que se usaban en tiempo de los Fai aone»,

al lado

poniendo el conjunto en estado de prestar servicio, inclusos los cincuenta \ tres peldaños \ precisamente las once escalas. Dicho nilómetro se halla en la parte occidental de la isla, delante de la ciudad de

Asuan. En tiempo de

inundación que habia alcanzado restos de la antigüedad

paseo sobre

la

no proporcionan,

vertiente

los

Faraones juzgábase buena y provechosa la Todos estos

de veinticuatro codos y tres pulgadas.

la altura

embargo,

sin

meridional de

la

al

un

viajero el placer que resulta de

completamente sembrada de escombros

isla,

ofrece un encanto especial y fragmentos de piedra: el cuadro que se ofrece á sus miradas v un tinte salvaje verdadera-

mente

laberinto de rocas

graníticas, entre

las

numerosos brazos ren

allí

las barreras de

nados detrás de

por

heridos

reflejando

piedra,

T

En

ligero

llegó á nuestros

oidos,

rayos

rumor

cuales los

del Nilo cor-

y se persiguen con duermen encade-

aquí

rapidez,

los

Es aquello

indescriptible.

un verdadero

del

sol.

sugiriendo á nuestra mente

el

recuerdo de aquellos siglos en

que se abrigaba

que

Nilo

el

lejana

la creencia de

Egipto,

del

cuya

cuna debia permanecer

para los mortales envuelta en las tinieblas del misterio, hasta tanto

que

MUCHACHO DE LA NUBIA, DE BUENA FAMILIA

Isis se la

revelara en el otro

mundo, junto á décima

del infierno, nacia

en este

sitio,

la

puerta duo-

brotando de dos distintas cavernas. Durante siete

dias consecutivos celebrábanse en Elefantina espléndidas fiestas

y los compiladores griegos refieren que en

tal

en honor del

ocasión lanzábanse

al

rio bendecido,

agua mugid ora dos

copas distintas, una de oro y otra de plata, que acaso guardaban alguna relación con t

sol

y con

en

ella

la luna.

Los Faraones acostumbraron

estuvieron,

peñasco existente

al

— pues

así se

halla

Sur de Elefantina,

Chamus y Bent-Anat. En rigor no hemos

visto

aún

la

asistir

á esta

fiesta,

consignado en una inscripción

— Ramsés

el

Grande, con su

catarata propiamente dicha.

el

pudiendo asegurar que

grabada en

hijo é hija

un

más amados,

Para trasladarnos á

ella

empezamos por volver á Asuan, donde alquilamos robustos jumentos, cuya llegada aguardamos junto ala., puerta del café más comme il faut que supimos encontrar, después de lo


DE LA CIUDAD DE AMON A LA CATARATA

405

cual atravesamos las calles de la ciudad y penetramos en el campo. En el camino nos salieron al paso algunos alfareros que nos ofrecieron sus artefactos, debiendo confesar por

nuestra parte que la forma de los vasos y la de las pipas de tierra cocida que nos pusieron de no son ménos elegantes que las de los que se elaboran en Siut y en Kene. La

manifiesto,

ciudad se halla rodeada de jardines de palmeras, y en cuanto los dejamos á la espalda nos

apeamos para poder examinar un pequeño templo que algo apartado nuestra izquierda. Débese su fundación dedicó á la diosa Isis Sothis, la

para

el

cómputo

Sati, diosa

amada de

al

del

camino veíase á

tercero de los Tolomeos, Evergetes I,

que

lo

Sirius, la estrella de la Canícula, tan importante

del tiempo entre los antiguos egipcios, la cual frecuentemente sustituye á

de las cataratas, es decir,

la

que lanza

el rio

con gran rapidez, como

el

cazador que

MAUSOLEO en el desierto, cerca de ASUAN

dispara un dardo.

Al cabo de breve rato las casas de

la

ciudad, entre las cuales se distingue

por su importancia una especie de quinta perteneciente á un rico israelita, y las palmeias que tan agradable aspecto comunican al paisaje, quedaron á nuestra espalda, gracias vigor v ligereza de los asnos abisimos de Asuan, ofreciéndose en cambio a nue^tias miradas un espectáculo completamente distinto: el desierto, sembrado aquí y allá de rocas al

sábana de granito v de sepulcros aislados, sobre los cuales se extiende la mena, como no son en amarillenta. Los millares de cadáveres que duermen aquí el sueño de la muerte,

manera alguna después de

egipcios,

la invasión

sino

musulmanes, muchos de

los

cuales vivían

muchos

siglos

con piedras y cuyos parientes adornaron el sepulcro posteridad el nombre de los que yacen debajo. Las más

del Islam,

funerarias, para transmitir á la remontándose á antiguas de estas tablas conmemorativas, llevan impresos caractéres cúficos, 102 EGIPTO, TOMO II.


DE LA CIUDAD DE AMON A LA CATAEATA

406 los siglos ix

y x de nuestra

mereciendo esto llamar

la

era.

En

mayor

la

atención, pues

el

Coran; parte de ellas se leen sentencias del

no fueran

profeta deseaba que sus palabras

muerte se extienden á grandes distancias: reproducidas sobre las tumbas. Estos campos de separan el Nilo del desierto, se levanta junto á los mismos y en la cumbre de las colinas que ménos bellas, que en su mayor parte ó más fúnebres mezquitas una serie de mausoleos y no obstante su estado ruinoso, constidatan del tiempo de los sultanes mamelucos, y que, prosperidad que alcanzara Asuan en tuyen el mejor ornamento del paisaje, y atestiguan la sepulcros de los mamelucos de los tiempo de los califas. Muchos de ellos recuerdan los en la ciudad de las cataratas, no es de cementerio el que añadir arrabales del Cairo, pudiendo capital la en ciudadela la de pié al extensión, inferior en mucho al Karafe, que se extiende

OBELISCO UNIDO A LA ROCA

del jetife. el

Antes de continuar nuestro

viaje hácia el Sur,

nos desviamos un poco

al

asiduidad, lo intento de visitar las canteras, que fueron explotadas con idéntica

los

Faraones constructores de pirámides, que por

los vencedores de los

Este, con

mismo por

Hvksos, por

los

Tolomeos y los Césares romanos. El granito que aquí se antiguo de Asuan, Siena, el de sienita que le diera ya nombre del tomado, encuentra ha sienita á una Plinio. ¡Circunstancia singular! los mineralogistas modernos dan el nombre de

Ramesidas, los

Saitas,

los

sustancia distinta de aquella que forma la base del suelo en

precisamente,

indicárnoslo

consecuencia

por

los terrenos

granito de

como ha tenido la bondad de de un error muy original cometido

de Plauen

,

cerca de Dresde

Asuan, por cuyo motAo

,

el

el

la

región de las cataratas,

sabio profesor Tyrkel,

á

geólogo Werner, que en las rocas de

creyó reconocer todos los rasgos característicos del

les dió el

nombre de

sienita.

En

consecuencia, las rocas


DE LA CIUDAD DE AMON A LA CATAEATA

407

existentes en las cercanías de la capital de Sajonia fueron consideradas desde entonces el

tipo de la sienita, hasta tanto

completamente en

el

Sinaí

sincata,

muy

que

Wad

demostró que

la

roca de

distintas de las de las rocas del terreno de Plauen.

una

piedra idéntica a éstas, propuso cambiar

análogo por

lo

demás

al

el

Asuan

como

tiene cualidades

Cuando Roziére descubrió

nombre de

sienita por el de

precedente, pero no fué aceptada semejante proposición.

ABISINIO

Encuéntranse aún en los obreros

medio

las antiguas canteras, las señales de la actividad

que trabajaban para

labrar,

los

Faraones, siendo testimonio de

ello

y de

un

la industria

sillar

de

enorme á

caras: ambos y hasta un obelisco, del cual sólo estaban concluidas tres de sus aún á la peña viva por su cara inferior, revelando que los antiguos

se hallan adheridos

egipcios tenían la costumbre de preparar en la ¡

Qué

misma

cantera sus

monumentos de

granito.

destreza y seguridad debia ser la de tales operarios para llegar á desprender de la pared


DE LA CIUDAD DE AMOX A LA CATARATA

408

de granito en la cual

había exigido

le

habían trabajado,

el

gigantesco

cuya labor tanto tiempo

sillar,

ménos grandiosas que

Estas canteras son en apariencia

!

las de

Turra

y

les

Gebel-

foimaban la procediendo esto de que se explotaban á capas, arrancando las rocas que lioias muchas pasado he que asegurar superficie de la montaña: sin embargo, puedo

Silsile,

trepando de un lado para otro, sin encontrar en parte alguna

el

más

insignificante fragmento

Al unido á la peña, que revelara una torpeza cometida en la operación del desprendimiento. se hallaban contrario, la economía con que se procedía á la división de los sillares, mientras expuestas al unidos al peñasco, llamó profundamente nuestra atención. Sobre las superficies exactamente el intento aire, de un fragmento cortado por tres de sus caras, puede distinguirse del

maestro que,

al

parecer, pretendió destinarlo á

una

un techo y

losa para

á dos pilares ó

tumba cerca de asuan

soportes.

En

los

puntos en que los fragmentos debían estar separados, abriéronse en la medio del berbiquí, diferentes agujeros que se hallan continuados

piedra, probablemente por

siguiendo una línea recta. floja

¿Servirían éstos acaso para la introducción de cuñas de madera

que después se humedecían? ¿Empleábase. semejante procedimiento para desprender

obeliscos de la roca, ó se hacia

Más

adelante,

uso

ya en camino hacia Philoe,

hombres y mujeres, y con algunos conducian. colocan

abisinios

El camino es arenoso, pero

el pié

los

del fuego?

con tanta seguridad en

nos encontramos con camelleros nubios,

que iban á vender á Asuan

muy

la huella

frecuentado.

impresa por

los

Los pollinos y

los

que

jumentos que los camellos

les precedieron,

que

el

ó carriles, semejantes á la

camino en toda su extensión parece marcado por largos surcos

profunda rodada que hubiese impreso un cilindro pequeño y por demás pesado. La comarca de los alrededores es de cada vez más desierta y polvorienta á nuestro lado se elevan :


DE LA CIUDAD DE AMOA A LA CATARATA

409

peñascosos ribazos, de los cuales los unos, que ofrecen un reflejo oscuro, parecen vitrificados por el sol, en tanto que los restantes se hallan completamente cubiertos de negro. Hasta aquí se encuentran las huellas de la actividad humana; seria punto ménos que

y

imposible enumerar las inscripciones que los viajeros, los peregrinos, los príncipes, á la ida ó á la vuelta, los soldados, los empleados en todas las épocas de la antigüedad egipcia,

dejaron grabadas á derecha é izquierda, en la dura peña, á fin de invocar á una divinidad ó para revelar á la posteridad hasta qué remotas regiones encaminaron su errante paso.

Las mezquitas fúnebres desaparecen de pero llama

Es

al

una muralla ó pared hecha de

esta

la

cumbre de

que nos separan del

las colinas

propio tiempo nuestra atención una nueva obra debida á la ladrillos confeccionados

mano

del

rio:

hombre.

con barro del Nilo, robusta,

elevada, en no pocos puntos medio derruida, que en su comienzo se encuentra á nuestra

izquierda y

junto á siglos

más

la orilla.

y

adelante corta

el

camino en dos lugares

continuando hasta Philee,

distintos,

Cuenta

siglos de anti-

güedad, y no obstante,

Estrabon

que en su

,

carro recorrió este ca-

mino en una época en que indudablemente se hallaba en mejor esta-

do de conservación, no dice de ella

una pala-

¿A qué

se debe se-

bra.

mejante

construcción?

Lo ignoramos. Presu-

men unos que

fué consEN EL DESIERTO ENTRE ASUAN Y PHILJS

truida para proteger las fronteras egipcias de las incursiones de los otros que es el

blemmyes y de

los

una frontera mercantil ó aduanera: á Burckhardt

borde de un canal

artificial

por cuyo medio era conducida

merodeadores no batos: creen

se le dijo

el

agua

que había constituido

del Nilo al territorio de

Siena; en tanto que los indígenas han referido á otros viajeros una extraña fábula según la cual Cleopatra, que habría vivido en Siena, y enviado á su hijo á

mandado fieras.

levantar aquel

Aquí

muro

es indispensable advertir que dichos indígenas

diferentes soberanos que

la

escuela de Philee, habría

formidable, para poner á aquél á cubierto de los ataques de las

han reinado en

el valle del Nilo,

no conocen otros nombres de

los

con anterioridad á los tiempos del

Islam, que los de Faraón, Alejandro el Grande y Cleopatra. Por lo demás, las fieras debian abundar en otro tiempo en estos lugares; pues es lo cierto que han dado pié á una leyenda no ménos infundada que las precedentes. Según -ella, los Faraones solian deportar muchos

criminales

al desierto,

EGIPTO,

TOMO

II.

donde sucumbían á

los ataques de los leones

y otros animales, y con 103

el


DE LA CIUDAD DE AMON A LA CATAEATA

410

destierro, levantóse este muro formidable. objeto de que no pudieran escapar del lugar de su es de cada Aez más desieito indicábamos, antes según el país comarcano, Sea como quiera, del camino; el

Mentó

de mediodía hiere con sus ardientes rayos los dos lados el agua, sedientos de polvo abrasador, y hombres y animales desean con afan levanta nubes el pabO, y pudimos distinguir fatigados dimos la vuelta á un peñasco enorme que cerraba

y solitario:

el sol

y

coronados de abundanteb a perfumadas á lo lejos, delante de nosotros, sombrosos sicómoros al lado de una únela caba, en la hojas, y graciosas palmeras que balanceaban sus ramas, del Nilo paiecia salii á nuebtio agua El austríacas. Misiones establecidas las hallan cual se un lago encantadoi en el cual á encuentro, rodeada de un círculo de peñascos y semejante templob coiibagiadob á EL. en rica Philee, islas, las de seductora la más se contempla no estoi baba gran co^a cuales los Aguardábanos un buque espacioso. Muchachos listos, á fundido, ligeiOb como bronce de figuras á semejantes carnes, cubría sus que la poca ropa de bieACb iiibtanteb cabo al remos: peces, impulsaban la embarcación por medio de los cuyo grato recuerdo difícilsemanas, algunas pasamos cual en la en la isla, desembarcamos

mente

memoria.

se borrará de nuestra

Ahora tenemos

la

catarata á corta distancia.

Las colinas que flanquean

el

camino

miradas, y por consiguiente deterPhilee la habian ocultado hasta el presente á nuestras El camino generalmente be & uido Isis. de santuario el en penetrar minamos visitarla ántes de por los viajeros, se une á corta distancia con

el

que, por

el desierto,

nos ha conducido haAa

que la los lugares que, acaso sin más razón la isla de Isis, y desemboca en las cercanías de nombre de cataratas. Con todo, rapidez de la corriente, se han designado con el pomposo grandiosa, original a pi ofunda aun así producen en el ánimo del espectador una impresión abismo desde lo alto de peñasco en supremo grado. No es que el Nilo se despeñe á un mas veso precisado á abrirse paso formidable, como acontece con el Rhin en Schaffhuse; lo cual influye para que corra á través de un formidable muro de escollos de granito, través de los canaleb que se ha desasosegado de aquí para allá, rugiente y espumoso á A menudo su rápida corriente se estrella con horrísono fiagoi, confia

abierto en la peña. las

prodigiosa cantidad de gotas grandes rocas que se oponen á su paso, produciéndose la legenda lab lluvia. Si pertenecen al dominio de

que caen incesantemente en forma de

cataiatab que se hablaba de los egipcios que por habitar junto á lab continuo el estiépito del oido, gracias al fragor que en ellas produce de

historias añejas en

habian perdido

el

en las Bibanesch-schellal, agua, no debe dudarse de que éste es realmente extraordinario cantob y lob en las puertas de las caídas. Mas aun así, llegan a dominarlo los es decir,

gritos de los nubios

que en

la

Nilo, empujan, y aprietan y

época de

las

aguas bajas, metidos en

halan y trabajan para

para que llegaran hasta nosotros

las A'oces

los

grandes barcos del

A'encer los pasos difíciles.

Ni era obstáculo

de algunos pihuelos y de algunos hombres

mimbres, desnudos que nos pedian su bachschisch y montados en sus rocines ó en fajos de precipitábanse rio abajo á lo largo de los saltos y caídas, á Aceces sin más medios que su si fuerza y su destreza, en la que en manera alguna deben tratar de competir los europeos,


DE LA CIUDAD DE AMON A LA CATARATA

412

no quieren seguir con

la

inglés de gran porvenir,

un joven

la suerte de

Mr. D. Cave, que pagó

vida su intento, habiéndose estrellado contra los torbellinos furiosos que durante

ocho dias guardaron su cuerpo destrozado: hoy descansa cerca de Asuan en un cementerio copto.

El autor de estas líneas tuvo

catarata en

el

un pequeño buque. He aquí

capricho, por cierto nada recomendable, de bajarla

que escribía á su familia pocos minutos después

lo

«Tenia conmigo á bordo, dos de nuestros

de haber salido con bien de tan atrevida empresa:

ambos,

» marineros, nubios

»el timón

un

el

uno robusto mancebo,

viejo arraez de la catarata.

otro apénas adolescente.

el

Llevaba

El fragor de ésta se oye ya distintamente desde

la

rocas que y va en aumento á medida que se avanza. Los peñascos y las lecho del rio son de un color rojo oscuro 1 pero en aquellos sitios en que el agua,

» aldea de Schellal, » cubren el »

;

después de haberlos alcanzado, evapórase

» negruzco

semejante

al sol

ardiente de estas latitudes,

toman un

tinte

de una laca ahumada, ó, como dice Roberto Hartmann, ofrecen

al

la

habitante de la nubia nadando con el auxilio de un fajo de cañas

» apariencia de

un

mucho. Delante y detrás de mí, á

estribo de hierro que hubiese servido

»la derecha, á la izquierda, encima y debajo, no distinguía otra cosa » chorros de agua,

»por

ȇ

el

rumor

la cuida

carse

azul del firmamento, en tanto que

el

del oleaje: éste

aumentó de

tal

modo, en

propiamente dicha, que no parecía sino

» estrellándose » instantes

y

el

contra el acantilado de una costa

que siguieron, fuéronlo de prueba para

valor por

medio de apostrofes

» especialmente á Seiycl

%>A cada golpe de

Ahmed—el-Bedaui

remo resonaba un Ja

é ,

el

momento en que la chalupa llegó mar embravecida,

á

impulsos del huracán.

los tripulantes,

el

peñascos,

ruido espantoso de la

invocaciones

que es

más que

mi oido permanecía como sojuzgado

dirigidas

abogado contra

Seiycl! (¡oh Seivd!) ó

Los breves

que procuraban comuniá

diferentes

santos,

y

los peligros inmediatos.

un Ja Mohammed siendo

presencia, según 1 A. de Humboldt ha encontrado esta especie de esmalte que cubre el granito, en las cataratas del Orinoco su ísilo, con el Russeesrer, se debe á un óxido de hierro; según Delesse á un sulfuro de hierro, depositado sobre las rocas por las aguas del transcurso del tiempo :


J


G

Templo de

I

P TO

Isis

en FilĂŠ


»

DE LA CIUDAD DE AAIOX A LA CA TARAT A » indispensable

qne

el

413

brazo procediera con todo su vigor; pues de no ocupar constantemente

»el centio de la corriente,

»anaez que empuñaba

el

no es posible evitar

el estrellarse

contra las rocas de los lados.

El

hombre robusto y experimentado, que contaba sesenta

gobernalle,

e&tmo Lgilando anhelante y cuidadoso en tanto duró el peligro: con sus ojos fijos »\ penetrantes y su rostro anguloso y enérgico, semejaba un águila espiando la presa. Al »piincipio todo marchó á pedir de boca; mas los remos de la derecha estaban manejados por » años,

»dos hombres, » Cuando

paso que los de

al

desde

que

» indispensable

izquierda los impulsaban

la

segunda caída se

la

trató de

un hombre y un muchacho. pasar á un nuevo canal, para lo cual era

marineros de babor pusieran en juego sus fuerzas todas, éstas no

los

» bastaron: la corriente hizo girar la chalupa, y el

»más

crítico de la travesía

» descompuso ni perdió » instante;

» pié

» brazo al

rezó

la

más joven

timón quedó delante. Fué

este el

momento

arraez no se

su serenidad un solo

al contrario,

gobernando con

obediente timón,

el

el

:

el

con su

auxilió

de los remeros, ende-

lancha, púsola en buen camino, y

»sin otra peripecia nos puso en Asuán. » travesía había

La

durado cuarenta y dos mi-

» ñutos justos.

Las dos aldeas ocupadas por neros en la

nombres

los

un

ofrecen

los

mari-

oriental del rio, llevan

orilla

Mahada, y nu-

de Schellal y

aspecto encantador con las

merosas palmeras, sicómoros y otros arbusen el

tos que, adheridos á las rocas, crecen

mismo lecho del rio ó junto á la orilla. En ellas vense dispuestas y preparadas gran número de lanchas y dahabijehs para primero que quiere seguir

más

utilizarlas,

adelante hácia el

el

y que por haber dado por tierra la vuelta á la catarata, desea Sur, solo ó con sus mercancías. Las lindas casas de dichas

aldeas y los grandes montones de dátiles secos que se ven apilados junto al desembarcadero, revelan muy á las claras que las gentes de la catarata saben aprovecharse como deben de la favorable situación de

su patria.

Es verdad que no han llegado á establecer un bazar; mas

compré en Mahada, á un mercader ambulante, que vendia los objetos más diversos, hasta aquellos que no tienen nombre en lengua alguna, un eslabón que tenia grabado el nombre de una pequeña ciudad de Turingia, que conocía perfectamente, viendo además

aún

así,

entre sus baratijas

Las

el retrato del

príncipe de Bismarck.

islas de la catarata, entre

porcionan abundante cosecha EGIPTO, TOMO

II.

al

Asuan y

estudioso,

Philse, ofrecen

merced á

las

un aspecto muy pintoresco, y pronumerosas inscripciones que cubren IO4


DE LA CIUDAD DE AMON A LA CATARATA

414

piimeia

por la la de sus peñascos. Las mayores son Sehel y Konoso, notable el número inmenso de por piedras, las ofrecen matices que de formas variedad y infinita y muchos principes del Kusch, sus inscripciones. En cuanto á Konoso ha hecho inmortales á

la superficie

que así es como se llamaba á los gobernadores de

alusión al rio, que semeja en este lugar

la

provincia de Etiopía, y á otro» funcio-

la Isla de las libaciones,

Llamábase antiguamente

narios de alto rango.

Kebh, acaso poi

una

la divinidad

un creyente ofreciendo á

libación de

próximas, estaban consagradas á los dioses de prestaba, fue moti\o paia que las cataratas, Chnum, Anke y Sati: el culto que en ellas se las se determinaran á escavertientes, las en peregrinos, cuyo nombre se encuentra grabado

Dichas

vino.

islas, así

como

las

demás á

ellas

los

larlas, trabajo,

podemos asegurárselo á nuestros

lectores,

que tiene

muy

poco de delicioso,

sobre todo realizado bajo la influencia del sol del mediodía.

Y

ahora abandonemos

aguas bullidoras y

las

los

ardientes peñascos

de las islas, Philse, tan

de que

sembradas, y regresemos á la más encantadora de la cual no se dirá jamás todo cuanto en su alabanza merece. en Instalámonos, con el proyecto de permanecer en la isla algunas semanas, cerrado del templo de

Isis.

tienda á la parte del patio

cocina y

la

Salech, ayudado por alguno de

la isla

de Bige, situada

sombra; impro\i»ó»e una

permanencia, comunicando

dado pasar en

este sitio

cenó

trato»

Oeste de Phike, para que nos proveyeran

al

nuestra luna en su plenitud empezó á decrecer durante fué nos que noches tranquilas las á encanto indescriptible

La

de leche, huevos y volatería.

Y

la

correspondiente despensa en una de las cámaras del plan terreno, y

con los habitantes de

el peiistilo

marineros, levantó nuestra

los

que permanece constantemente en

están

justamente alabada, y

un

maravilloso.

ahora preguntamos: ¿qué es

lo

que presta á esta

encanto á que nadie puede sustraerse? ¿Son

alfombra de verdura que tapiza sus riberas, jardinería de la época presente, al príncipe

isla

apartada

los espléndidos edificios é

inspiró

al

el

más grande de

Puckler Muskau,

el

indescriptible

que encienat ¿Es los artistas

la

en

deseo de convertirla en

transparente, que la frescura del agua, la prodigiosa abundancia ventura por ¿Es desierto? del la separa derredor, en bañándola ciicu\e casi de tajados peñascos que cual corona de agudas espinas la de rocas de granito clara,

inmenso parque? ¿Seria acaso

por

el

y Norte? ¿Seria acaso el azulado

cielo

que sobre

ella se

limpia,

extiende, siempie diáfano,

se ve una nube, en que siempre transparente, límpido siempre, en esa región en que jamás No bruma empaña la pureza del firmamento, ni en invierno ni en \erano? ni la

más

ligera

bello» si se quiere, desconocemos que pueden existir otros lugares tan bellos como éste, más no se encuentra en el mundo un que de estamos Egipto; seguros mas del regiones otras en sitio

en

el cual,

como en

éste,

para hacerlo por todo extremo agradable, á todos

los encantos

para comunicarle nue\o» de la Naturaleza, reunidos al par, y estrechamente enlazados de sus piedra», y lo una cada ofrece que atractivos, se unan los recuerdos históricos

comunican un perfume embriagador de antigüedad y

Es imposible desconocer

el

belleza.

lo» exquisito tacto con que procedieron los sacerdotes de


DE LA CIUDAD DE AMON A LA CATARATA

416

tiempos faraónicos

consagrará una divinidad femenina,

al

Isis, esta perla del valle.

hallaba á la cabeza de una triada de la cual formaban parte Osiris y

unian otras muchas divinidades.

En

los

Horo y á

Isis se

la

,

tiempos más remotos, distinguíase

la isla

cual se

con

el

PHIL.'E

nombre de Alek, con v

las

latinos Philce.

probablemente á

los

Pialek y Phi-cdek, de donde formaron los griegos Philai Dicho nombre significa la isla del fin, con el cual quiso aludirse peregrinos que se dirigian á ella procedentes del Egipto propiamente el artículo

dicho, y cuyo viaje terminaba por punto general en

el

santuario de Isis y cerca del sepulcro

de Osiris que existia en

en

ella

desde

muy

la isla.

No

cabe dudar que

desde los primeros tiempos, y de seguro

los de la

duodécima dinastía, existían templos

devotos, á los cuales concurrían peregrinos en

gran número

,

siquiera los

monumentos más

anti-

reemplazar y que vinieron á á otros anteriores que el transcurso de los tiempos

guos que hoy existen

,

habia arruinado, se remontan únicamente á de Nectanebo

que,

LA VACA DE

reconocido

el

la

época

último de los reyes indígenas

por sus compatriotas, reinó en

Egipto, á pesar de los persas. La parte central del templo de Isis fué construida por príncipes de la

ISIS

época de los Tolomeos,

II,

más

adelante ensanchada y decorada por los Césares

romanos hasta

en Diocleciano, que visitó personalmente la isla de Philce, en la cual se conserva todavía, memoria de este hecho, un arco de triunfo de estilo romano que lleva su nombre. Acaso fué erigido dicho

monumento con

el

propósito de conmemorar también la victoria que

el

empe-


DE LA CIUDAD DE AMOX A LA CATARATA

417

iadoi alcanzó sobie los blemrmes, á los cuales á fin de someterlos á sus intentos otorgóles , condiciones de paz muy aceptables y llevaderas, y alguna de ellas, por cierto, bastante desfavorable á los sacerdotes de Isis: puesto que por las mismas se concedía á esos vecinos salvajes y perjudiciales

derecho de tomar parte en los sacrificios que se hacían en honor

el

de la diosa, y el de transportar á su propio territorio, excepción hecha de los dias

en los cuales tenían lugar

solemnes y determinadas fiestas, la bienhechora imágen de la divinidad, probablemente un busto

que

le

lado acá de la catarata

ha hecho

se

tianismo, y

mo

del

estaba consagrado,

contra

fuerte

más

la

paganismo

el

contra

tarde

animal

vaca. Del

el

cris-

el cristianis-

islamismo, con mayor

el

insistencia que en parte alguna de las

demás

del valle del Nilo.

Fue preciso

llegar á los tiempos de Justiniano,

y aun echar mano de

la

violencia

para que se lograse destruir comple-

tamente á

el culto

de

Isis, sustitu vendo

él la religión del Crucificado.

La

bellísima sala hipóstila fué convertida

en

basílica, para lo cual

más que

cubrir con

no se hizo

del Nilo los ídolos

y

que se veian en

las paredes,

las inscripciones

para

que con su

vista

no se escandalizaran

los fieles.

Más

tarde

una verdadera

-

una capa de limo

iglesia

se construyó «j

en

la

cual los

coptos, hombres y mujeres, se reunieron durante muchos siglos para dirigir á

Dios sus oraciones:

al

pre-

FEL1GRESA de una acesia copta

sente se halla totalmente arruinada,

mismo que la vecina aldea. Philse está deshabitada: hubo un tiempo, sin embargo, en que Los Faraones que emeran numerosos los viajeros y peregrinos que en ella se albergaban. del Sur, jamás se dispensaron de pueblos los contra excursiones bélicas sus prendían veneranda. Entre las cataratas primera y presentar sus ofrendas y elevar sus preces á la diosa muchos templos aislados, sin contar los que fueron labiados en las entrañas

lo

segunda existen EGIPTO,

TOMO

II.

IO

=


DE LA CIUDAD DE AMON A LA CATAEATA

418

líbica. Sólo nos queda espacio para nombrárselos al lector como de paso, y mosadmirable fachada del speos de Abu-Simbel y el santuario de Girsche. Xo cabe dudar, sin embargo, que los artistas que tuvieron á su cargo la construcción de esas obras gigantescas, y aun los soberanos que ordenaron su construcción, se detuvieron más de una vez en el templo de Isis, cuando iban á visitar las obras que construían ó mandaban

de

la

cadena

trarle la

construir.

En

los tiempos tolemáicos los sacerdotes se vieron precisados á invocar el auxilio

de los reyes, contra la invasión de los viajeros que agotaban sus provisiones, y,

según

decían, les ponían en la dura necesidad de suprimir las ofrendas que de derecho inconcuso

pertenecían á los dioses.

ENTRADA DEL TEMPLO SUBTERRÁNEO DE GIRSCHE

Cuando más

más remotas

tarde prevaleció en

Roma

el culto

de Isis y de Serapis, y se propagó á las el número de los que

regiones del imperio, léjos de disminuir, fue en aumento

deseaban contemplar de Philse, por

el

la

comunicar solemnidad

el

sepulcro de Osiris

del Egipto, especialmente

cuando pretendían

residencia terrestre de la diosa favorecedora

cual juraban á

muchos griegos

sus juramentos.

viajeros hubiesen tratado de dejar en la isla

explica el que en diferentes puntos del

y

Compréndese fácilmente que muchos de

un recuerdo

templo de

Isis, al

ó

memoria de su

lado y

visita,

aun encima de

tales

y esto nos

las figuras

y de

encuentren inscripciones en prosa y en verso, redactadas en su mayor parte en lengua griega, de las cuales hay algunas verdaderamente notables por la forma y por el contenido. La mayor parte se encuentran en los sitios del Sur de la isla, que contienen las más antiguas construcciones del santuario. los jeroglíficos de estilo egipcio, se


DE LA CIUDAD DE AMON A LA CATARATA

420

La

isla ofrece la

forma de una sandalia: sus

orillas se hallan defendidas de los

embates

de las fuertes avenidas por medio de una muralla sólida, y casi en toda su extensión, perfectamente conservada. Las procesiones de peregrinos que venian á tributar á Isis el testimonio de su veneración, y las ofrendas procedentes de los nomos de Egipto ó de las ciudades de Etiopia, para acercarse á la isla, debían seguir la corriente rio abajo y aportar

Sur. De aquí que modo que una sala

al

los

desembarcaderos se hallen situados en

el

mismo

lado meridional, del

de recepción (I), adornada con columnas y obeliscos de asperón, y cerrada por muros no muy elevados que contienen las líneas

de columnas.

Débese su construcción á

Nectanebo, y en ella aguardaban los sacerdotes la llegada de las barcas de las gentes de distinción con ,

el fin

de conducir á los visitadores á través de un

y estrecho (II), al primero de los píleos cuya altura era proporcionada á la de las cons-

patio largo (III),

trucciones vecinas.

Frente

la

puerta

entrada

de

veíanse en otro tiempo dos obeliscos, delante de los cuales, cual

si

fueran los guardianes del lugar, exis-

tían dos soberbios leones echados: de los obeliscos

nada más queda que

la parte

superior del uno

:

En

cuanto á los leones han sido hechos pedazos.

en la

época romana se levantaron pórticos á ambos lados de esta vía triunfal completamente enlosada.

Oeste (a-b) está levantado á pico sobre

El del

el rio,

fundado por Tiberio,' y continuado por

y fué

Calígula,

Claudio y Nerón. Las piedras del techo fueron distribuidas en casetones, según el gusto romano: las pinturas

y

las inscripciones de la

es decir la que mira al rio,

pared interior,

han conservado admira-

blemente sus colores. El lado opuesto, que es

que mira á

la vía triunfal,

el

cuenta aún hoy dia treinta

que se conozca y una columnas, cuyos capiteles ofrecen una inmensa variedad de formas. Sin paralelamente trazada fué no anterior, la á colateral ó cubierta (c-d) opuesta la causa, el ala se á ésta, y quedó además sin concluir. De las diez y seis columnas de que en un principio golpes, y devastados fueron á demás los capitel: el tienen terminado tres sólo componía, se colocados sobre los fustes tal cual con semejante operación resultaron. El eje del patio

desvia sensiblemente del eje general del templo, cuyos elementos principales sin excepción

alguna se hallan orientados siguiendo en conjunto una misma dirección. Semejante circunstancia sólo puede explicarse, suponiendo que lo mismo aquí que en Luqsor, tuvo que partirse del pié forzado de respetar algunos edificios antiguos.

La gran fachada

exterior del píleo, la


,

.

DE LA CIUDAD DE AMON A LA CATARATA

422

que veían á su frente en otros

las

procesiones que se dirigían

al

templo tiene, como en los demás, que bélico, en las cuales se ve á

lugares hemos examinado, representaciones de asunto

Tolomeo Filometor destruyendo á sus enemigos. Llegadas á este

haremos

el

lo

al peristilo (y nosotros cual se encuentra establecida nuesti a tienda

procesiones daban vuelta

las

sitio

propio) cerrado por sus cuatro costados, en

podremos contemplar él por el Sur, y sobre la puerta central del pileo el general primera división del ejército francés, conducida á Egipto por «el año VII de la República campaña venturosa su de grabada en memoria dejó Bonaparte, nombre de BonaFrancesa,» el 3 de Marzo de 1799. Las palabras República Francesa y el

(IV).

Penetremos en

la inscripción

que

la

parte, fueron borrados: frase

en letras negras:

Dicho

más tarde se han restablecido, y debajo se ha «No deben mancharse las páginas de la historia.» Sur por

peristilo, limitado al

este

inmenso

pileo, lo está

escrito la siguiente

por sus otros tres lados por

cámaras v Oeste por una sala (V) dividida en cuati o columnata con una por Este el por Sur; del lado el por hecha excepción rodeada de pórticos, encuentran una série de aposentos capiteles con máscaras de Hathor, detrás de la cual se

construcciones independientes

(VI), y por

el

Norte por

el

en

:

el

templo propiamente dicho (VIII), cuya

separada del patio en que vivimos por medio de los píleos.

empotrado un gran

como sobre

sillar

el

rey

el

documento,

la

sala hipóstila se halla del ala izquieida \e s e

muro

de granito, cintrado en su parte superior, en

indestructible

docio de Isis por

En

el

cual se

conmemoró,

donación de las tierras cultivadas hecha

Tolomeo Filometor, y su hermano y esposa

que limita príncipe se debe también la construcción ya mencionada,

Cleopatra. el patio

al

poi

ó frontispicio con siete columnas, cuyos capiteles

&acei-

Al propio su lado

van ador-

y ofrece una fachada nuevos adornos por Cesar nados con máscaras de Hathor, que más tarde fue realzado con partos de Philm, por lo de casa mamisi, ó de nombre el Tiberio. Hásele dado con razón

occidental,

mismo que

la

mayor

alumbramiento de

parte

Isis,

de

los cuadros é

inscripciones que

contiene,

se refieien al

nacimiento de Horo, y á su educación por Hathor y Nephthvs.

al

Sin olvidar un solo instante al tierno príncipe y á

la

dama

de sangre real que

le dio la vida,

la lactación por la propia madre; se honra en él el más bello de los deberes de la maternidad, toma lección de Hathor, el cual le del hijo, igualmente puede contemplarse á Horo que pié detrás de él, pieside la enseña á pulsar el laúd de nueve cuerdas, en tanto que Isis, de

escena y vigila

al

maestro.

Las pequeñas cámaras situadas en

la

fachada oriental del patio (VI), frente por frente del

un duplicado que acabo de describir, ofrecen un interés particular. Prescindiendo de de ellas, una en descubierto, ha él se en que Roseta inscripción de la de del texto demótico Ismail, el rev v á precisamente la que sirve de despensa á Salech y de cocina al negro

edificio

imitación suya la multitud de convidados que

le

acompañaba,

se sometían á las purificaciones

que pretendía penetrar en la sala hipóstila y en los aposentos aquí que se le haya dado el nombre de cámara de las purificaciones

indispensables á todo aquel interiores del templo: de

Junto á

ella veíase

otra

sala,

dedicada á Safeh, la diosa de

la

Historia, la cual estuvo


DE LA CIUDAD DE AMON A LA CATAEATA

423

destinada á biblioteca, según expresan las inscripciones grabadas sobre la puerta y sobre las paredes: un nicho abierto en la pared septentrional, encima del cinocéfalo sagrado, y debajo del Thot-ibis, servia para custodiar los libros

rodean

la puerta de esta librería,

más

prácticas que debían observarse á la entrada

y á

Las líneas de

santos.

nos revelan que en

ella,

jeroglíficos

que

con los escritos relativos á las templo, y diez libros proce-

la salida del

dentes de la Nubia, se conservaban todos los títulos de donación otorgados por los reyes á Isis, escritos

una

En

en pergamino ó en papiro.

columnata, detrás de

la cual se

el

extremo Sur de

la

abrían dichas cámaras, encuéntrase

puerta, junto á la cual se hallan consignadas las inscripciones aplicables á los porteros del templo

y á

los visitantes

permitir

el

Volvamos central

á quienes podían

ingreso en

del

al patio,

el

santuario.

y por la puerta

segundo par de

píleos

(VII), penetremos en la sala hipóstila.

Iluminada y pintada de diversos

colores, hállase perfectamente situa-

más

tem-

da en

el

plos.

Encierra cuatro grupos de tres

bello de todos los

columnas, cuyos pintados capiteles capitel adornado de plantas

se hallaba cubierta en

una

se iia q an a dornados de plantas:

una mitad de su

luz vivísima que se graduaba por

superficie,

medio de un

él los

CAPITEL CON MÁSCARAS DE HATHOR

el

interior

velario: todavía se distinguen los agujeros

destinados á dar paso á los numerosos cables que sostenían cual se impedia que penetraran en

sólo

y por consiguiente penetraba en

abrasadores rayos del

el

inmenso

sol.

En

el

toldo,

mediante

el

techo se distinguen

algunos cuadros astronómicos: las cruces esculpidas sobre las piedras de la muralla y

ú hornacina adornado con

nismo por un

el

un nicho

símbolo del

cristia-

arquitecto bizantino, revelan que

esta sala sirvió de basílica á los habitantes de Philee, en cuanto se convirtieron á la fe del

Salvador. Las salas que desembocan en la parte posterior de la hipóstila y terminan en el santuario que flanquean dos cámaras, hállanse textos que tapizan las pequeñas materialmente llenas de inscripciones. Los cuadros y los de Tolomeos prodigaban sus dones á Isis. El segundo y el tercero esta parte del edificio que sirve de núcleo al construir hicieron I, Evergetes ellos, Filadelfo y miembros de la familia de los Lágidas, entre los conjunto del templo; en cambio los demás el nombre de Tolomeo Filopator, trabajaron inceconsignar con contentaremos cuales nos tesorerías revelan que los


DE LA CIUDAD DE AMON A LA CATAEATA

424

santemente en su embellecimiento. Encima del techo se encontraba

aposento de Osiris,

el

cuya momia germinaba y producía verde ramaje: á su lado veíanse otras divinidades que espiaban el momento en que el dios despertara á nueva vida.

más

El ficios

célebre de los pequeños edi-

de Philse, es

mente con

el

comun-

conocido

nombre

el

de' Kiosco

ó

y consiste en un pabellón lindísimo (X) construido por

Lecho de Faraón

,

Tiberio en

la ribera oriental

cual

distingue tan

el

ligero,

se

de

la isla,

esbelto, tan

tan elegante sobre el azulado

fondo del firmamento, que aun de léjos atrae todas las miradas. El arte egipcio

forma en

él feliz

maridaje con

más

merced á

la

puede,

se quiere, hacerse

al

si

el griego,

sentida inspiración:

un cargo

arquitecto que lo ideó, por haber

sobrecargado de cubos demasiado ele-

vados

las

columnas más esbeltas que

se encuentran

á el NUBio ismail

nuestra parte

le

perdonamos con

arquitrabe la

jamás cubren

En Kardaseh,

al

en

la

Nubia,

este kiosco; pero sin conseguir

Sur de

las

el

que por

falta

ha tratado de imitar la

copia

el

el original.

estrecho brazo del Kilo separa á Bige de la orilla occidental de

Es

Philse.

ésta

una

isla

peñascosa á

la cual

nombre de Senem, revelándonos muchas de

se encuentran, que

ella

en

la

se

A

la

misma

los

antiguos egipcios

las inscripciones

que en

ella

época pertenece una estatua de Osiris

ha encontrado, labrada en

misma,

daban

en los tiempos de la décimaoctava dinastía era ya

lugar de peregrinación.

que en existe

pero es una

;

nubes, no puede ser mejor

Philse, se

en manera alguna comunicar á

embelesador encanto que encierra

el

los edificios egipcios,

mejor voluntad, puesto que, cometiéndola, ha aumentado

de palmeras, bajo un cielo que

Un

en

de colocar encima de ellos

de tranquilidad que produce este pabellón aéreo, cuyo asiento en un lugar rodeado

el efecto

elegido.

fin

la cual lleva el

nombre

hermoso granito

el

del

rojo

que

segundo Amenofis. ConstiTHOT

tuve

en

una

el

principal ornamento de

la vertiente oriental, entre

familia nubia.

Nada más

Bige

,

un pequeño templo tolemáico situado

cuyas ruinas, desgraciadamente, ha establecido sus reales original y á su

manera más grandioso puede concebirse,


DE LA CIUDAD DE AMOX A LA CATARATA

UN ANGULO DEL TEMPLO DE EGIPTO, TOMO

II

ISIS.

425

EN PHIL.E 107


DE LA CIUDAD DE AMON A LA CATAEATA

426

que

el

aspecto que ofrece

El punto desde de

Isfs

,

el

la isla

cuando

se la contempla desde la ribera occidental de Philce.

cual mejor se distingue, es desde

que se halla situado entre

el

rio

y

uno de

avanzados del templo

los sitios

(en IX) y que merece especial mención por los dos cuadros trazados sobre

la sala hipóstila

el

El uno representa los desnudos

muro.

acantilados de al pié

las islas de la catarata:

una de

se vé el Nilo, que bajo la vigilancia de vierte sus

un culebrón enorme interior de

gue

la

una

momia

cocodrilo

al

gruta.

En

el

aguas en

el

otro se distin-

de Osiris, conducida por un

través

rio

del

sagrado.

Este

cuadro se refiere, ó mejor se deriva proMONEDA DE TOLOMEO FILOPATOR.

1

1

bablemente de una antigua leyenda, cuyo ,

rastro presumo haber encontrado en uno de los cuentos de las Mil y una noches.

Xo

existe

un hombre del vulgo que no sepa lo que significa la isla de bien, Anas el— Philce, que se conoce comunmente con el nombre de Anas el-Wugud: ahora Wugud era el amante de la hermosa Zallar el-Ward, Rosa en flor. La historia de esta en

la

Nubia

enamorada

ni

en todo

el

Egipto,

pareja, su separación

nacido indudablemente á

su narración:

«Me

voy á

orillas fin

y su reunión

final,

tal

cual se refiere por Scheherzad, ha

del Nilo: los narradores de cuentos, dicen hoy al comenzar

de construirte

un

castillo

TEMPLO DE KARDASEH, EN LA

en medio del

NUBIA.

rio

(Bachr) de Kenus,»


EL KIOSCO, EX PHILiE



DE LA CIUDAD DE AMON A LA CATAEATA

429

ISLA DE BIGE

de la Nubia septentrional. El castillo en cuestión es

el

templo de

Isis: refiérese

en

la historia

joven enamorado montóse en un cocodrilo para llegar antes castillo situado en lugar donde se hallaba su amada, encerrada prisionera ó cautiva en un

de

Anas el-Wugud, que

el

RUINAS DE UN MONASTERIO COPTO CERCA DE PHIL-E

EGIPTO,

TOMO

108 II

al el


DE LA CIUDAD DE AMON A LA CATARATA

430

centro de una

¿No habría nacido semejante narración

isla.

de la leyenda de Isis y de Osiris,

que se amaron tiernamente y se vieron separados el uno del otro, y de la tradición del dios que valiéndose de un cocodrilo, alcanzó el lugar en que Isis estaba encerrada? Los árabes creen aún que

cámara de Osiris

la

sirvió de aposento nupcial á la

Aquí, como en todo

de su reunión.

Al emprender

este libro,

de manifiesto, cuando resultado de lo otro, y

el

el

enamorada pareja después

Egipto, lo nuevo se halla confundido con

nos impusimos

caso se ofreciera,

el el

deber de dar á cada uno

lo

procedimiento mediante

el

lo

antiguo.

suyo, y de poner cual lo

uno ha

podemos asegurar que hemos puesto cuanto ha estado de nuestra parte

para llenarlo cumplidamente, desde Alejandría hasta los límites del Egipto, y capítulo tras capítulo, hasta

el

!

—=0 —t-h

-

.

-

t-

H

—O—

A

1


INDICE DE GRABADOS Pág.

Mehemet-Alí

2

Cabecera del capítulo primero Letra inicial del capítulo primero Mameluco con todo su armamento Cercanías de G-izeb: entre las pirámides y el Nilo. Estatua del general J. B. Kleber en Estrasburgo. Mercenarios albaneses Salto del

mameluco mameluco

3 3

4

Bajo-relieve representando gansos, en Gizeh. León de bronce

6

Antigua representación egipcia de trabajos en dos

Pabellón del jardín del palacio de Shoubrah. Exclusa-puente construida sobre el Nilo. Patio de la mezquita de Mehemet-Alí en la ciudadela

.

Cuarto donde nació

.

.

.

.

.

.

13 15 17 1

en Masufir- Chana. mezquita de Mehemet-

19

Alí, vistas desde el Nilo. Dulces de los chicos de Egipto El telégrafo en el desierto M. de Lesseps Cañaverales de la ribera El canal de Seti I; tomado de un bajo-relieve grabado en el muro septentrional exterior del templo de Karnak Granja cerca de Ismailia Limpia-botas árabe El GebeLAtaka Una calle en Suez Fuentes de Moisés Borriqueros y turistas. Fonda de Shepherd

21 22 23 25 26

La

el jetife

ciudadela del Cairo

la

y

.

......

El delincuente castigado Hassan el borriquero Mehemet Selim, cawas del consulado de Austria.. Acueducto antiguo El palacio de Gezireh Kiosco del palacio de Gezireh

El jetife Ismail paseando en coche Mercado de esclavos El canal de Suez

44

Collar para la cabecera del capítulo segundo.

.

.

Vaso de bronce. (Inicial A) Francisco Champollion Patio del Museo de Boulaq Jeque-el-Beled. Estatua de madera hallada en Sakkarah. Los consortes de Meidoum

...

Amon.

45 45 47 49 51 52 52

.

— Osiris

Osiris (lecho de época faraónica)

Hacha y daga de la reina Aah-hotep Betratos copiados de estatuas del tiempo de los Faraones Barca de oro con remeros de plata Menephtah Ba-Hotep. Testa del etíope Taharka Ameniritis

Hathor como vaca Isis

Osiris

Ataúd de momia Objeto de tocador

27 27 28 29 31 32 33 34 34 35 36 37 39 40 41 43

.

estatuas y una esfinge

7

11 12

Muchacho jardinero Alameda de Shoubrah

.

5

9

Sitio del salto del

Pág.

...

Trasquiladura de muchachos en el Cairo. Antigua peluca egipcia Bajo-relieve en madera encontrado en Sakkarah.

Anfora con tapadera de cabeza humana. Cucharilla para tocador

...

Bote de ungüento con un jimio Gargantilla con escarabeo

Caja de juego de damas Figurita. OusTiabti

Momia de Ibis

Ibis

.."....

54 55 56 56 56 57 57 57 58 59 61 61 61 62 62 63 63 63 64 64 64 64 65 65 65 65 65 66

Thot y Safekh (diosa de el nombre de Bamsés

la historia) registrando II en la fruta del árbol de Persea, bajo-relieve del Bameseo de Tébas.

Paletas

66 66

Cuadro del tribunal egipcio de los muertos. Viñeta del capítulo 125 del Registro de los muertos de Turin

Horo sobre

los cocodrilos

Quiromancia Entrada de Chan el-Challil Estatua- retrato y bajo-relieve de Amenophis IV.. Cabecera del capítulo tercero: copiado de un antiguo manuscrito del Coran conservado en la biblioteca del virey en el Cairo

Letra

inicial I: del

mismo manuscrito

Escribiente público

La puerta de las sopas en

la

mezquita Bab el-Azhar.

67 68 69 71 72

73 73 74 75


INDICE

432

DE GRABADOS Pág-

Pág.

la portada de un manuscrito existente en la biblioteca del virey en el Cairo.

Adorno custodiado en

76 77 79 83

Sabio del Cairo Una cátedra en la mezquita el-Azhar

Mezquita Ouerdani Portada de un manuscrito del Coran del tiempo del sultán el Muaijad perteneciente á la biblioteca del virey en el Cairo Portada de un manuscrito del Coran del tiempo

86

del sultán Scha’aban, perteneciente á la bi-

88 89 91 93 93 94

.... .

...

95 95

96 97 98 99

Taller de Francisco Dillon, arreglado al estilo árabe. El hijo predilecto

La Khatbeh (casamentera)

101 102 103 104 105 106 106 107 109 111 112 113 114 115

Joven del Cairo Pasatiempo de una dama en el Cairo Entrada de un baño para mujeres Comitiva nupcial

El aguador Vasijas árabes de metal

un baño oriental Hermana msnor de Aisha

Interior de

Una

.

calle del Cairo

Comitiva fúnebre. Cantores ciegos, según un cuadro de un sepulcro .

116

egipcio

según un cuadro de un sepulcro de Nefert-Hotep, en Tébas Calle y mezquita Distribución de dátiles en un cementerio del Cairo. Patio y casa del Cadí

Plañideras,

Domador de

culebras

Salida en coche de una

dama después de

la

116 117 119 121 122

puesta

del sol

Sais

Padre é hijo. El Zikr El Zikr Derviche comiendo escorpiones Tienda de un dignatario Doseh (acto de pasar un caballo con su jinete encima de cuerpos humanos) Oración en una noche de Ramadan Los que esperan la salida de la luna El Mesahhar Tienda de comestibles Despensa árabe .

.

Café en provincias

.

.

.

123 125 126 128 130 131 132

El dragomán (intérprete) Ahmed abu-Nabbut Lechero del Cairo Buhonero Vendedora de naranjas

.

.

Israelita del Cairo.

Zapatero remendón Cambista judío Primer viaje en camellos Excursión á la selva petrificada

Madera Madera

petrificada petrificada

Fósil de animal marino

Concha

caliza

Molino de viento cerca del Cairo Puerto de Boulaq Esclava abisinia Las tumbas de Beni-Hassan (cabecera del capítulo sexto)

Letra

0

inicial

Cairo visto de la ribera izquierda del Nilo..

Turra Pirámide de Medum Ruinas del laberinto y de su pirámide. Mercado de harina cerca de Beni-suef. Gebel-et-Ter. Zafra Casa de baños Reclutamiento en tiempo de Mehemet-Alí Labrador felah Entrada á los sepulcros de Beni-Hassan. El valle del Nilo en Beni-Hassan Columnas poligonales de Beni-Hassan Columna de tronco de loto

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

....

Columna cali culada de Ramsés Columna de troncos de papiro Capitel decorado con motivos vegetales.

.

.

.

Vestíbulo del sepulcro de Amen, en Beni-Hassan Columnata de Medamot, cerca de Tébas. .

Escena de animales, sacada de un sepulcro Inmigración semítica al nomo Mah..

.

.

.

egipcio.

....

Trabajos agrícolas

Lavanderas

,

147 149 151

152

175 175 176 177 178 179 180 181 182 184 185 187 188 190 192 192 192 192 193 193 195 196 197 198

tejedoras é hilanderas con sus vigi-

lantes

135 137 139 140 141 142 143

146

153 153 155 157 159 161 162 163 164 165 166 168 168 168 168 169 171 174

(cabecera del capítulo quinto) Letra inicial E.

blioteca del virey en el Cairo Nicho de la Ka'a del Multó (jeque el-Mahdi). Habitación del Mufti (jeque el-Mahdi) Cabecera del capítulo cuarto Aisha El pozo en una casa Elefante colgado encima de una puerta. Sala abierta en un viejo palacio mameluco en el Cairo Plano de una casa árabe en el Cairo Ka’a en el harem del jeque Sadad

Una calle del Cairo Representación antigua de plañideras de difuntos Plañideras

Plaza donde se reúnen los peregrinos Una familia y sus convidados que aguardan la machmal, (silla de manos) Regreso de la caravana de los peregrinos. Arrabal de Bab-en-Naasr Gentes que aguardan en la playa de Suez la llegada del buque en que regresan los peregrinos. Ornamento sacado de un manuscrito del Coran

Decoración del muro do un sepulcro Decoración del muro de un sepulcro Decoración del muro de un sepulcro. Decoración pintada sobre el muro de un sepulcro en Sakara Pilastra esculpida del templo de Earnak. Juego de bolas .

.

.

.

200 200 200 200 201 201 202


INDICE DE GRABADOS

433

Pág.

Talle de Speos Artemidos

Grutas de Artemis (Speos Artemidos) Antino o Siesta de cocodrilos (cabecera del séptimo capítulo) .

Chacales.

Monfalud

(Inicial L).

....

.

.

.

Orilla derecha del Hilo, cerca de Gebel Abu-Foda Cocodrilo colgado sobre la puerta de una casa. Datilera y palmera Dum.

.

Patio de una casa en Siut las puertas de la ciudad

A

Lobo egipcio (Dib) Siut

Arado arrastrado por caballos Doncella felah

Palmeras y sicómoros

Ln niño felah con sus guardias de corps. Cabezas de rebeldes Sohag.

.

Convento abandonado cerca de Assuan. T endedora de pavos Girgeh

Una

oficina

en Girgeh

Mujer copta Interior de una

iglesia copta

Muchacho del Cairo Asno de silla Abrevadero para palomas Portadora de escombros. Búfalos conducidos al Nilo Isis, Osiris,

Una de á e

Horus

las salas del templo de

Y

Ribera del Nilo en las cercanías de Abydos. Plano del templo de Osiris ción (bajo-relieve de

de

Sala

las

y

templo

el

Hou Felahes encaminándose al mercado Campamento de gitanos Vendedora de cacharros y tinajas Regreso de la peregrinación Pasaje de felahes entre Kene y Denderah. Plano de Denderah Plano de Edfu Píleos de un templo Propileo de Denderah. La gran sala del cielo en Denderah El Mamisi de Denderah..

... .

Sistro

Cleopatra, según una

moneda

griega

Cleopatra, representada según Cleopatra EGIPTO,

TOMO

II.

el estilo egipcio.

271 272 973

Kurna

274

La

ribera del Nilo en Tébas, (cabecera del capítulo octavo)

Letra

inicial

D .

Perros de los felahes

Mohamed, muchacho de Abd el-Kurna Excursionistas Plano del grupo principal de edificios, existente en

Karnak

282 283 284 285

Transporte de piedra Santuario de Karnak

Carro de guerra Atalaje del coche de un ciudadano, tabla de Abd el-Kurna)

Obeliscos de la parte Sello de

(según una

más antigua de Karnak.

.

.

Thutmosis II

Torre de construcción cristiana en Der el-Bachri.

.

Tertulia egipcia

Las honras postreras.

.

Bailarina egipcia

Vasallos llevando ofrendas funerarias, frutos cogidos de las propiedades de su difunto señor. .

Templo de Der

27 0< 27 276 276 277 278 279 Ql

Borriquero de Tébas Cerradura felah

el-Bachri, (según los planos

285 286 286 287 288 289 291 292

y res-

240 241 243

Bachri) Cabañas levantadas sobre pilotes en la región del Ponto. (Pintura de Der el-Bachri). Mujer felah de Karnak

295

245

Capitel caliculado invertido

de Abydos

(II del plano)

Tabla real de Abydos Mercado de camellos Familia de gacelas Manantial en el desierto El espejismo

Figuras de los nomos de Egipto Noria

293

haciendo una liba-

Abydos)

en

pilastras

.

Pág.

León de Denderah

Bruñe) Buque de la reina Hatasu cargado de productos del Ponto, (según una pintura de Der el-Bachri). Peces del mar Rojo, (según una pintura de Der el-

Abydos (de e, III

del plano)

Seti I ofreciendo el incienso

203 204 206 207 207 208 209 210 211 212 213 215 216 221 221 222 223 224 225 226 227 229 231 232 233 234 235 235 236 237 239

titución de E.

.

Los píleos Sur y 246 246 248 249 250 251 252 253 255 256 257 258 260 260 261 261 263 265 267 268 268 269

el

lago sagrado de Karnak.

.

.

.

.

Prisioneros de guerra trabajando en las construcciones de Thutmosis III Sortija egipcia.

Mango de una

—Aretes

cucharilla para perfumes.

.

.

.

Espejo Peine

Fragmento de un coselete de escamas articuladas. Mercader de antigüedades en el camino de Luqsor á Karnak Ruinas del templo de Amada en Nubia Congreso gatuno tomando el sol .

....

Sechets á

la luz

de la luna.

La casa de Francia en

el

templo de Luqsor.

.

.

Iglesia en el templo de Luqsor Horno para empollar y sitio para guardar las criaturas en Luqsor El coloso Memnon y su compañero, durante la

época de la crecida de las aguas Estatua de Amenophis IV Chu-en-Aten. Esfinge de Karnak

La reina Tuaa La gran sala hipóstila de Karnak.

.

.

.

..... 1

09

294

295 296 297 297

298 299 299 299 299 299 301 303 304 305 307 308

309 311 312 313 314 315


INDICE

434

DE GE ABAD OS Pág.

Págj

Entrada en la casa de Seti, (templo.de Earnak). Plano del Eameseum. Euinas del Bameseum. Pintura representando una batalla en el Eameseum Busto encontrado en el Eameseum .

.

.

.

Píleos y obelisco de Eamsés II en Luqsor. Busto de la reina Xefer-Ari en Abu-Simbel. Aldea de Earnak Aspecto interior del pabellón en Medinet-Habu. Plano del templo de Medinet-Habu Eestos de una iglesia en uno de los patios de .

.

.

.

.

.

.

.

.

.

Medinet-Habu

Murciélagos egipcios

Entrada al valle de las tumbas Puerta de una tumba real en Biban el-Muluk. Plano de la tumba de Seti I. , Menephtah Sillones, (tumba de Eamsés III) Sarcófago en la tumba de Eamsés VI Schesckenk destruyendo á sus enemigos (sala de los Bubastidas en Earnak) Columnas en el gran patio de Earnak Interior del templo de Apet en Earnak .

.

.

....

Pastor en Earnak Comitiva dirigiéndose á la necrópoli Paisaje sobre el Nilo (cabecera para noveno) Una cabaña de felah. (Inicial T). .

.

.

.

.

.

.

.

.

actualidad callejeros.

Caballitos del tio Vivo Felah, natural de El-Eab. Felahes comiendo. Felah de El-Eab Tumba de un jeque Moneda de Berenice Plano del templo de Edfu Templo de Edfu . Milano de Egipto Disco solar alado Músicos del antiguo Egipto Lectura del Coran en un antiguo templo egipcio. Buque cargado de trigo.. Gitana (Ghawazi) Las estelas del Kilo, cerca de Gebel Silsile. .

.

330

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

Acacia seyal. Gacela Junto al mar Bojo. Transporte de un coloso Ginete en camello El camello y su conductor Aldea cerca de Asuan-en la linde del desierto. .

.

.

.

...

.

.

.

.

.

.

.

.

.

Ababde

En

la ribera del Nilo

la fuente

Moneda de Cleopatra Tryphsena. Orillas del Nilo cerca

333 336 336 337 339 340 341 341 342

Puerto de Asuan Eacimo de dátiles en Bazar en Asuan.. Haschim de Asuan

Mono

350 351 351 352 353 355 356 357

.

.

.

Eom-Ombo

flor

sabio

prete)

.

.

.

.

El

Chnum.

dios

café.

.

.

.

400 401 403 403 404 405 406 407 408 409 411

.

.

.

.

Muchacho de la Nubia, de buena familia. Mausoleo en el desierto, cerca de Asuan.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

Obelisco unido á la roca Abisinio

Tumba cerca de Asuan En el desierto entre Asuan y La primera catarata

Philse.

.

Habitante de la Nubia nadando con un fajo de cañas Vendedor ambulante. Aldea entre Asuan y Philse.. .

el auxilio

de

.

Philse.

La vaca de Isis. Feligresa de una iglesia coptai Entrada del templo subterráneo de Girsche. Fachada del templo subterráneo de Abu-Simbel. .

de Philse Peristilo del templo de

.

.

isla

Isis

en

421 423 423 423

Capitel con máscaras de Hathor

.

.

.

Isla de

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

Bige

Euinas de un monasterio copto cerca de Philse Fin del tomo II Cabecera del índice de grabados Cabecera del índice de materias

Adorno

final del

Cabecera

y

final

mismo

412 413 415 416 416 417 418 419 420

de Philse

la isla

(IV del plano) Capitel adornado de plantas

Moneda de Tol orneo Filometor El nubio Ismail Thot Un ángulo del templo de Isis en Philse Moneda de Tolomeo Filopator. Templo de Eardaseh en la Nubia. El Kiosco, en Philse

377 379 380 380 381 384 385 386 387 388 389 390 391 394 394 395 397 398 399 400

hoy intér-

criado nubio,

Funcionario público de la Nubia

Plano de la

359 361 362 362 363 364 365 367 368 368 369 371 372 372 373 374 375 377

de

Mohamed-Salekh (nuestro

Un 343 344 345 347 348 349 349

Templo de Hermonthis Perro de Erment Muchacho de Esne En el bazar de Esne Sala hipóstila de Esne Mercado en Esne Bailadoras callejeras. Danza de alineas en las ruinas de Earnak. Almas, la cantadora árabe de más fama en la

Silsile

Templo de Eom-Ombo

capítulo

el

El Nilo en Gebel Mujer felah

Niños en 329

Felah prestando sus servicios en los trabajos del templo de Medinet-Habu. Espectáculo ofrecido por un encantador de serpientes en el segundo patio de Medinet-Habu. Derviche mendigo

Cantadores Columpio

317 318 319 320 320 321 322 323 325 328

de la pauta de láminas.

.

.

424 424 425 426 426 427 429 429 4:30

.

.

.

.

431 435 438 439


INDICE DE MATERIAS

REJUVENECIMIENTO DE EGIPTO La

expedición de los franceses á Egipto bajo las

órdenes de Bonaparte, p. sobre

el

general Kleber, p.

el

3.

—Atrae de nuevo

franceses

á

6.

abandonar

la atención

—Batalla de Pirámides: — Los ingleses obligan á

Egipto Antiguo, p. 4.

las

los

Egipto;

el

Mehemet-Alí, p. 6

— Se proclama

gobernador de Egipto y degüella cuatrocientos ochenta mamelucos, p. 10. — Guerra

y

siguientes.

contra los 11.

p.

Ouahhabitas: Ibrabim-bajá somete la Morea,

— Mehemet-Alí

es reconocido jefe hereditario de

Egipto en 1841, p. 12.

— El palacio de verano de Shu-

— Carácter y trabajos de Mehemet-Alí, 15. — Su mezquita en ciudadela, 17. — Sus sucesores: 21. — Abbas y Said (1849-1863); Ismail-bajá Ibrahim,

brah, p. 14.

p.

la

p.

p.

Caminos de hierro, fábricas de

(1863-1879).

de canalización:

trabajos

M. Lesseps y

la fiesta

vesía del canal, p. 26. el

22.

de inauguración, 25. — La tra—El primer canal de Suez durante p.

segundo milenario antes de J. C.

Puesta de sol desde

azúcar,

de Suez, p.

canal

el

alturas

las

del

Ismailia, p. 28.

Ataka,

29.— La

p.

ciudad de Suez: excursión alas fuentes de Moisés, p. 30.

Sitio

—Los

lia

por donde tuvo lugar

Cairo

el

siguientes.

nes,

el

paso del Mar Pojo, p. 32.

borriqueros del Cairo, p. 32.

en

—El

mejoras,

y

la

castillo

plaza

del

—El barrio de IsmaiEzbekijeh, p.

de Gezireh, p. 38.

reformas llevadas á cabo

34

y

—Innovaciopor el jetife

Ismail, p. 40.

RESURRECCION DEL EGIPTO ANTIGUO Insignificantes noticias que al terminar el siglo pre-

cedente se tenían sobre pedición de Bonaparte.

el

Egipto antiguo, p. 45.

La

—La ex-

piedra de Eoseta proporcionó

la clave para la interpretación de los antiguos jeroglíficos, p. 46.

de

— Caractéres —El copto: extensión de 50. — El arte egipcio antiegipcia, 51. — Las Boulaq cerca del Cairo,

— Champollion y sus

sucesores, p. 47.

la escritura egipcia, p. 48.

antigua literatura

guo

:

el

Museo de

artes

plásticas,

raban

la

cabeza

la

p.

p.

p.

52.

— Los

y usaban

egipcios antiguos se rasu-

peluca, p. 53.

regla en el antiguo arte egipcio, p.

—El

cánon ó

Las

figuras representando divinidades.

obras del antiguo imperio

nuevo, p. 58.

antigüedades

— Ojeada egipcias,

adorno, p. 60. creto de

—El

Carácter de las

en oposición á las del imperio

histórica sobre el conjunto de las

59 y siguientes.

Ammon-Ba,

doble

Canopa, p. 63.

—Estelas,

objetos referentes al culto

p.

— Objetos de 61. — El de-

sarcófagos

de los muertos

,

p.

y

p.

p.

.

otros

64 y de

—Eolios de papiro, 65 —El liiro 68. — Fórmulas mágicas y amuletos. Muertos, guientes.

si-

los

Medi-

cina, alquimia, astrología, p. 70.

54 y siguientes.

!

í


INDICE DE MATERIAS

436

LA UNIVERSIDAD Y LA MEZQUITA DE EL-AZHAR Camino de flos,

Parleros,

los

que forman

la mezquita,

— Ingreso

74.

p.

p. 76.

á

Libros y pantup. 73. mezquita por la Puerta de

la

—Interior:

los profesores

alumnos, p. 77.

los

y

ojeada sobre los grupos

—Método —

empleado en la enseñanza y exposición, p. 78. Diverdurante el período que media de uno á otro

siones

— Carácter

curso, p. 80.

de la ciencia musulmana, p. 81

|

siguientes.

y

— Historia

de la Universidad:

las

cuatro

de los musulmanes, p. 82 y siguientes.

sectas ó ritos

Importancia y población de la Universidad legados que se le han hecho, p. 85. Inspección del Estado: exá:

menes y

ejercicios

el profesorado:

que deben practicarse para ejercer

sueldo

de los profesores, p. 87.

de los estudiantes, p. 89.

—Su número,

—Vida

p. 90.

EL CAIRO.— LA V IDA DEL PUEBLO Consideraciones

generales,

p.

93.

La

I.

casa,

Aspecto sencillo que ofrece el exte94 y siguientes. rior; amuletos encima de las puertas, p. 95. El patio; p.

Mandarab, p. 96.— El harem, y su Ka'a Menaje, cocina, p. 100. II. El Matrimonio,

visita á la p. 99.

,

100 y siguientes. Por qué se celebran los matrimonios en edad temprana. Elección de la novia; la Khatbeh 6 p.

intermediaria, p. 101.

fiestas

á

p. 105.

—El

p.

al

conduce

cortejo que

— Las

102.-

baño con gran la

desposada á

—Recepción y comida ofrecida 109. — El novio casa novio,

casa del novio, p. 108. los

hombres en p. 110.

va á orar,

y

de la dote, firma del

desposorios,

ó

de la boda; la novia conducida

pompa, la

—Discusión

matrimonio

de

contrato

siguientes.

la

del

,

del cadáver,

p. 117.

p.

p.

— Ideas

La

siguientes.

ministros, p. 131

los

siguientes.

y

gata, epílogo de la fiesta, p. 133. el

Peiram,

las fiestas

lugar de

p.

—La doseh ó cabal—V. El Ramado/n y

136 y siguientes.—Ramadan, el mes de de la primera noche del comedio

descripción

:

mes de Shaaban que precede,

del

el

de la misma, p.

y

en

en que se celebra

casa del cadí al principio

p. 138.

—Reunión en

del mes, p. 138.

entre el absoluto ayuno del dia

y

la

— Contraste

los festines

y banque-

la

cámara nupcial,

La 112 y siguientes. La lamentación fúne-

á fines del mes: regalos y felicitaciones mútuas, p. 144. VI. La fiesta de la Peregrinación, p. 145 y si-

la bendición

guientes.

p. 112.

de simpatía

— Aparecen — Ceremonias

114.

115.

lll

— ,

p.

los

,

el

arreo

empleados de

relativas

al

la

entierro,

de los musulmanes respecto á la condi-

El duelo, p. 118.

tes

de

la

noche, p.

— Fabricación

cería que se remite p. 145.

140.— La

fiesta del

pequeño Beiram

del KisnéTi , esto es, de la tapi-

á la Meca, para adornar

la

Caaba

—La caravana y Mahhmal, 146. —La — El culto Makhmal, 148. el

fiesta

p.

de la partida, p. 147.

al

p.

Fiesta conmemorativa del sacrificio del cordero que se

Jiesta del nacimiento del Profeta, p. 120 y El cortejo que se dirige con gran pompa á la

siguientes.

las calles

p.

ción del alma en el otro mundo.

IV.

realizados

—Paseo por

y aspecto que ofrecen durante la primera noche 125 y siguientes. Los Zihr, p. 128 Las tiendas de los altos funcionarios y de

la fiesta

Entierros,

los testimonios

cancillería,

— Preparativos

la fiesta, p. 122.

—Penetra en

III.

muerte de un musulmán, bre

p.

residencia del cadí, para fijar la duración de los dias de fiesta, p. 121.

celebra en la Meca; regreso

nos, 150

y

y

recepción de los peregri-

siguientes.

PARTIDA AL EGIPTO SUPERIOR Diferentes medios para realizar el viaje, p. 153.

gatos.

Viaje en dahabijeh: los guias del extranjero: retrato del

Abu-Nabbut, de cuanto ha menester valiente

p. 154.

el viajero, p.

sobre la vida en las calles

Muski,

p.

—Adquisición

y

156 y siguientes.

la

156.

en

el

Cairo

— Ultima ojeada

animación que ofrece

— Alimento

el

distribuido á los

res,

p.

Continuación de las compras en los zocos ó baza164.

alturas del siguientes.

—El

cambista, p.

Mokkatam y

166.

—Excursión

á las

bosque petrificado, p. 167 y Digresión geológica, p. 168.- El puerto de al

Boulaq: á bordo de la dahabijeh, p. 170.


INDICE DE MATERIAS

437

EL EGIPTO SUPERIOR HASTA LAS TUMBAS DE BENI-HASSAN siguientes.

— Las can-

tumbas de Beni-Hassan,

teras de Turah, p. 178.

—Baños de Heluan y

las pirámi-

lumnas, p. 190.

des de Meidum, p. 179.

Fayum,

representadas, p.

Remontando

p. p.

el Nilo, p. 175

y

Excursión al oasis del

180 y siguientes.—El Laberinto y el Lago Mocris, 180 y siguientes. Continuación de la travesía: Beni-

Suef y Gebel-el-Teir. Las plantaciones de caña de azúcar del Jetife. Parada en Minieh, p. 182 y siguientes.

Zauiet el-meitin; el cementerio de Minieh. Llegada

á Beni-Hassan:

el

bakhshish, P- 186

siguientes.

y

189 y siguientes.

p.

—Los sepulcros y 194. — Cuadro de

—Las

co-

escenas en ellos

las

la civilización egipcia

durante las dinastías XI, XII y XIH, p. 196 y siguienFormación y desenvolvimiento del arte decorativo,

tes.

p. 201.

de —Speos Artemidos y 205. — Cruzamos —Antinoé, los altares

205.

p.

Amarna,

Pakht,

la diosa

el-

ante Tell

p.

p. 206.

—Las

HASTA TÉBAS Continuación de la travesía, p. 207.

—La

montaña

arábiga y las peligrosas corrientes que se forman al pié de G-ebel Abu-Fodah, p. 208.—Visita á la gruta de los

p. 211.

Maabdeh,

de

Cocodrilos

— Llegada de

p.

210.

la dahabijeh

— La

p. 215.

—Siut

en

el

—Visita — Los lobos 216. — La agri-

y p.

,

dia, p.

la

,

en

antigüedad y en los tiempos modernos, p. 218 y siLos pueblos de Gau en una y otra orilla:

guientes.

alzamiento en la izquierda en 1865

,

p. 222.

— Caza

del

— Sohag y sus monasterios coptos, ruinas de — En marcha hacia 238. —Llegada búfalos, 236. —Rebaños

pato silvestre, p. 223. p.

las

225 y siguientes.

Abydos,

p.

de

á Arabat y Madfuméh:

la

p.

Abydos,

el

mito de

p. 214.

cultura en las orillas del Nilo en el Egipto superior

— Thinis.

240 y siguientes. El gran templo de Abydos, El culto en el santuario de Osiris, p. 244 y p. 243. siguientes. La tabla de Abydos, p. 246. El Chargeh Osiris, p.

á Siut, p. 212.

á la necrópolis de la ciudad antigua

en Egipto,

palmera Dum,

Asiáticos á Egipto, p. 238.

los

demás

oasis,

251.—El

247.— Su

p.

el interior

de Keneh, p. 255.

que conduce desde Keneh el

comercio

y

la

253.— Continuación

p. 254. — Paseo —Importancia de la vía

Hu, Keneh,

del viaje á lo largo del Nilo:

por

importancia geológica,

desierto de Lybia, p.

al

mar Rojo y á Koser, para

peregrinación á la Meca,

p.

256.

Denderah, delante de Keneh: historia del célebre templo Su descripción, sus fiestas, su de Hathor, p. 258. culto, las representaciones figuradas que encierra, p. 259

y

siguientes.

más antigua inmigración de

TÉBAS EN LA ÉPOCA DE MAYOR ESPLENDOR DE EGIPTO Llegada á Luqsor: abandonamos establecernos en una de p.

276

y

dahabijeh para

la

tumbas de Abd-el-Kurna,

—Los habitantes de —Extensión de antigua Tébas,

vecinas

las

siguientes.

aldeas, p. 277.

—La

las

p. 280.

la

necrópoli de Tébas, sus sepulcros,

sus

templos,

—Historia

de Tébas, de sus soberanos, de sus edificios, p. 282 y siguientes.— Ammon-Ra, p. 284.— El mausoleo de la reina Hatasu, sus inscripciones, sus cuadros, p. 287 y siguientes. Las memnonia de los Faraones egipcios, p. 291. Las expediciones marítimas p.

281.

de los Egipcios

al país

de Ponto, p. 295.

— Tutmosis

III,

sus construcciones, sus campañas, p. 298 y siguientes.

Cuadro de

la

civilización del Asia Anterior, en

del mismo, p. 300.

tiempo

—Faraón Amenophis ni, 303. —El — Las estatuas p.

templo de Luqsor, p. 304 y siguientes.

p.

313.

Amenophis IV ó 306 y siguientes. Hor-em-eb ú Horo, 312 y siguientes. Los Ramesidas y el santuario nacional de

de Memnon, Khu-u-Aten

,

p.

p.

EGIPTO,

TOMO

II.

p. 316.

Karnak,

siguientes.

Otros p.

— La casa de Seti,

Grande y sus

el

edificios

tes.

y

el

de Ramsés

pasión por los

II.

de los pueblos

III, p. 331.

á

—Ramsés p.

II

319 y

El speos de Ibsambul,

—Menephtah —Las

el

del

Mediterráneo contra

ceremonias de

la

lujo de

Ramsés HI,

p.

336 y siguientes. El Los ó tumba de Belzoni, p. 342.

sepulcros de los reyes, p.

sepulcro de Seti I,

coronación

—Riqueza 335. — Excursión

las escaleras, p. 332.

durante la Fiesta de

y

p. 318.

Rameseum,

y sus sucesores: Ramtemplo de Medinet-Habu, p. 327 y siguien-

— Coalición

Ramsés

el

Actividad literaria de esta época, p. 324.

326 y siguientes.

sés III

hechos;

altos

E

sepulcros de Ramsés y de Ramsés IV, p. 343. (Bubastida) y de Historia de las dinastías XXI y

XXH

que les sucedieron, p. 343 y siguientes. Historia de Tébas y de los tiempos que siguieron hasta las etiópicas

su ruina definitiva, p. 346 y siguientes.

i

io


438

INDICE DE MATERIAS

DE LA CIUDAD DE AMON A LA CATARATA Partida de la dahabijeh hacia Heimonthis

—Esneh

,

El-Kab,

y enfrente 351.

p.

en la

,

— Las

orilla

ruinas

opuesta

de

,

p. 350.

de

el villorrio

,

sala

la

hypostila,

Las cantadoras y las bailadoras en Esneh, p. 355 p. 352. y siguientes. La célebre cantadora Almas, p. 358. Visita á El-Kab, la antigua Nekheb, y á las ruinas de su fortaleza, p. 359 y siguientes.- Paseo á la montaña

los antiguos Egipcios, p. 386.

sierto, entre el Nilo

—Las

orillas

Kom-Ombo,

p. 392.

de oro, Nubi, de guientes.

y

el

Nilo

del

—Los

mar Rojo, en

habitantes

culto, p. 363

—El templo de Kom-Ombo,

lloro p.

p.

— Continuación

Radesije,

p.

barque: pintoresco aspecto de

la ciudad, la

isla

371.

— La

—Fiestas

lucha entre

á los

dioses,

raza

físicos

límite

Ababdeh,

Gebel-Silsileh,

el

— Caractéres

378.-

p.

p.

376.

geológicos y

de las montañas del valle del Nilo que forman occidental

guientes.

del

— Antiguas

Arabia y á

las

sus canteras, p.

desierto vías

arábigo,

del Nilo

al

p.

380

mar Rojo,

y

mausoleos musulmanes en

el

—Los

el desierto,

sepulcros

y

los

en las cercanías de

— La syenita y antiguas canteras de granito, p. 405. — El largo paredón antiguo, fabricado 408. — Llegada á con adobes de barro del Nilo, 410. — Las aldeas de Shellal y de primera catarata, p. 404.

las

Philae:

p.

la

p.

Mahadeh;

si-

p. 413.

á la

p. 414.

Vadi Hammamat (Rohanu) y 383.— Las minas de oro y esmeraldas de Indias.

los

p.

p.

de su vertiente meridional, p. 403.

Asuan,

Estelas en que se hallan grabados himnos al Nilo, p. 377.

La

Syena de

sin

del viaje hacia el Sud, p. 374.

desembarque en

Ciudad,

—La diosa lunar antiguos, p. 396. —El célebre pozo sombra, 397 400. y siguientes. — Continuación y siguientes. —La ciudad actual y sus habitantes, 366. — El célebre templo de de Elefantina, sus ruinas, 402. —Aspecto —La

367 y siguientes.

y Sed-Typhon,

372.

la

antiguos egipcios, p.

393 y siContinuación del viaje hacia Asuan, y desemlos

p.

de la travesía hasta Edfu, p.

Horo en Edfu,

de-

p.

arábiga; las grutas de El-Kab, p. 362.

Nekheb y su

del

389 y siguientes. Nubia: desembarque en

la

de las cataratas entre Asuan y Philae, de Philae: su encantadora situación,

las islas

— La — El culto

isla

de Isis

,

p.

templos, p, 416 y siguientes.

Conclusión, p. 430.

415.

—La

— Los

isla

edificios

y

los

de Bigeh, p. 424.


.

.

PARA LA COLOCACION DE LAS LAMINAS DEL TOMO SEGUNDO

Páginas.

....... ........

2

Portada.

Euinas del templo de Karnak -Miriam

45

.

Las estatuas con cabeza de león en Karnak.

73 93

.

153

Patio del templo de Medinet-Habu

Mapa

del Alto Egipto.

Cambista en Esnéh.

175

.

.

.

Tejedor de cintas en Esnéh.

.

.

.

.

Interior de una cámara sepulcral en

.

El-Kab.

.

207

.

275

.

307

...... ........ ......

Euinas de

los templos en

321

Kom-Ombo.

331

Muchacho nubio. Asuan.

349 377

Vista de Filé.

Templo de

Nota

:

Isis

en

413

Filé.

Como habrán

podido observar nuestros suscritores, las bellísimas acuarelas de Cáelos

á constituir un complemento

de ilustración, 6,

si se

Webxee

vienen

quiere, un nuevo elemento para realzar la belleza é impor-

y considerando que completan la descripción los grabados en negro que en láminas sueltas, ó intercalados en el texto acompañan la obra, hemos creído que la mejor distribución que de dichas acuarelas podía hacerse, es la que en la pauta de los tomos correspondientes dejamos indicada. tancia del libro de Ebeks.

Atentos á esto



'

/

x

•

.

A

?

i


: z BISI* mfijs |¡®ilmzm^tw e| .

ffiHBáJL*

Ot

¿íiiri

flt' ^ *v c» k «f V*.-í -

,

.%£ Spd»l j¿ i

íf,

arar

*

ít.

1

*

*.,





y

i



-

l«»«»

msMMÍdsM^£RgS *Z*-^y*Z*-

?

.

% >

-!

»####» ^2^ÉÉp#i

wmW^WmWm

IwotMiM

VA^k

V^*

V^\V*

lmmm« ^

»^k ’í^V'«^4 V-A^k

PlwM kíMíw ífMrn® |»w» »4tmw WMtmfWfWm

MmWiW,

Iíc4c4c4<4%í

wmMWkmm



00

CQ

-

POR

=

JORGE EBERS TRADUCCION DIRECTA DEL ALEMAN

ro

00

=

-p*

=

en

05

=

-vi

POR EL

=

EXCMO.

SR. D.

ANTONIO BERGNES DE LAS CASAS REVISADA Y CORREGIDA

DON CAYETANO VIDAL DE VALENCIANO CATEDRÁTICO QUE HA SIDO DE GEOGRAFÍA HISTÓRICA Y HOY DE HISTORIA DE ESPAÑA EN LA FACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRAS DE LA UNIVERSIDAD DE BARCELONA

co

co

=

ro

o ro

=

EDICION

MONUMENTAL

ILUSTRADA CON 6 50 GRABADOS INTERCALADOS EN EL TEXTO Y ENRIQUECIDA CON 2 CARTAS GEOGRÁFICAS TIRADAS Á TRES TINTAS, I PORTADA EN COLORES Y 24 MAGNÍFICAS IMITACIONES DE LAS ARTÍSTICAS ACUARELAS DEL REPUTADO PINTOR

CARLOS WERNER

ro ro 10 c

o

ro

TOMO SEGUNDO ;

UNI VER Sí TAL

V

SEVILLA

BARCELONA

ESPASA Y COMPAÑÍA, EDITORES 223,

Digitalizado por

:

CALLE DE LAS CÓRTES, 223

Fondo Antiguo de

la

Biblioteca de

la

Universidad de Sevilla

-

BUSFAAH


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.