i
A
'
POR
JORGE EBERS TRADUCCION DIRECTA DEL ALEMAN
POR EL
EXCMO. SR.
D.
ANTONIO BERGNES DE LAS CASAS REVISADA Y CORREGIDA POR
DON CAYETANO VIDAL DE VALENCIANO CATEDRÁTICO QUE HA SIDO DE GEOGRAFÍA HISTÓRICA Y HOY DE HISTORIA DE ESPAÑA EN LA FACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRAS DE LA UNIVERSIDAD DE BARCELONA
EDICION
MONUMENTAL
ILUSTRADA CON 650 GRABADOS INTERCALADOS EN EL TEXTO Y ENRIQUECIDA CON 2 CARTAS GEOGRÁFICAS TIRADAS Á TRES TINTAS, I PORTADA EN COLORES Y 24 MAGNÍFICAS IMITACIONES DE LAS ARTÍSTICAS ACUARELAS DEL REPUTADO PINTOR
CARLOS WERNER
TOMO SEGUNDO
Y ;
UNI VER S ‘Tí
V BARCELONA
ESPASA Y COMPAÑÍA, EDITORES 223,
CALLE DE LAS CÓRTES, 223
r
SEVILLA
La traducción de esta obra es propiedad de Escasa y Compañía, editores. Queda hecbo el depósito que previene la lev, y se reservan todos los derechos que la
misma concede.
REJUVENECIMIENTO
DE EGIPTO el siglo xvii data cierta memoria redactada
por Leibnitz y elevada á Luis
XIV
sugirién-
dole la idea de apoderarse de Egipto.
parte obtuvo del Directorio la
Bonamás completa
aprobación respecto del plan que concibiera,
y cuyo objetivo consistía en cortar poder que, según cuidó de advertir, de ningún atacarse con al
más esperanza
suelo del África,
dos por India.
el
No hay
modo podía
que dueña Francia del valle
serle difícil cerrar los
comercio inglés,
caminos segui-
y extender su brazo hasta la
para qué encarecer todo
de tener para
vuelo
de éxito, que llevando las armas
toda vez
no habia de
del Nilo,
el
poder de Inglaterra, cada dia creciente,
al
el
atractivo
que habia
joven y entusiasta general tan desusada y atrevida empresa. Cuéntase que antes de que la prevenida flota
el
abandonara
la
rada de Tolon en
mayo
de 1798, habia
sostenido que las grandes reputaciones sólo en Oriente pueden
formarse.
¿Era
la
Europa lugar demasiado estrecho para su
ilimitada ambición?
figura de Alejandro, cuyos altos hechos viven
Occidente? Sin duda alguna; pues sólo organizar, para que acompañara
al
aún en
¿Pensaba acaso en aquella majestuosa la
memoria,
lo
mismo
de Oriente que de
héroe macedonio podía proponerse como modelo,
al ejército
que marchaba
al Egipto, aquel
al
cuerpo de sabios
,
.
REJUVENECIMIENTO DE EGIPTO
4
y de artistas que se
de
más
gidos entre los
Su
componía
de cien miembros, ele-
más eminentes.
actividad infatigable, desin-
teresada, coronada por el éxito
más completo, proporcionó patria
á su
derecho completo para
alabarse de una expedición que,
bajo
si
el
no dió
político
punto de vista los resultados
que podian esperarse, no por esto dejó de ser fecundísima en
trascendentales
La verdad
consecuencias
es que
merced á
sus esfuerzos, lograron aquellos sabios comunicar nueva vida á la
cuna del linage humano,
que hacia largos siglos vacia sepultada en olvido.
el
más profundo
Su magnífica obra cono-
cida bajo el título de Descripción
de Egipto
nos revela que es
in-
dispensable retrasar la historia MAMELUCO CON TODO SU ARMAMENTO
de nuestra raza, v abrir nuevos
horizontes á la investigación científica, y caminos nuevos al comercio de las naciones.
El designio del gobierno era un secreto para todo
buques de
la
el
mundo en
el instante
en que los
República zarpaban del puerto de Tolon. El 2 de junio fondeaban delante de
Alejandría, y pasados diez y nueve dias la célebre batalla de las Pirámides decidia de la
REJUVENECIMIENTO DE EGIPTO suerte de Egipto.
tenian reducido
el
Consignado dejamos en
el
5
volumen precedente
país la codicia del bajá turco y de los beyes
el tristísimo
estado á que
mamelucos: para comprenderlo
basta saber que la población, que se halla hoy duplicada, habia descendido á la insignificante
de un millón y medio de habitantes. No se crea, sin embargo, que era negocio sencillo y desprovisto de inconvenientes el que los franceses emprendieran los valerosos jefes del cifra
:
Ibrahim y Murad—bey, éste sobre todo, combatían á la cabeza de un ejército superior en número al francés, con el caballeresco heroísmo que áun en Europa les
valle del Nilo,
muy
conquistó las simpatías de no pocos de sus contemporáneos; pero las impetuosas cargas de la ágil
y aguerrida caballería mameluca, estrelláronse contra
CERCANÍAS DE GIZEH
Córcega, y los robustos cuadros de
I
el
genio militar del hijo de
ENTRE LAS PIRÁMIDES Y EL NILO
la infantería francesa.
A
la
manera que
el ejército
de los
fatimitas conducido por Djohar, las huestes de la República, guiadas por Bonaparte, deci-
dieron de la suerte de Egipto, entre
el
Nilo y las Pirámides, no léjos de Gizeh.
aquellos monumentos, que en otro lugar
hemos
expedición aquellas solemnes palabras,
que acaso no tengan igual en
«Soldados, dijo
elocuencia militar.
al
comenzar
descrito, suscitó
la batalla,
en
la
mente los
no olvidéis que de
La
vista de
del jefe de la fastos
lo alto
de la
de esas
»pirámides nos contemplan cuarenta siglos.»
La
victoria hizo
dueños á
los franceses del Cairo
durante tres años, no obstante EGIPTO,
TOMO
I!.
la destrucción
y
del valle del Nilo, logrando sostenerse
de su escuadra por la inglesa,
mandada por 2
REJUVENECIMIENTO DE EGIPTO
g
Nelson, en el
mando
las
de Bonaparte á Francia, tomo aguas de Abucquir (1798). Después del regreso duda alguna de los oficiales sin entendido más el Kleber, general
de las tropas
el
de órdenes, el dia 20 de marzo de 1800, dióse la batalla y bajo sus batalla memorable en la cual aquella Heliópolis; antigua la Matarijeh, junto á las ruinas de un ejército turco seis veces mayor. El mil franceses pusieron en precipitada fuga á del ejército egipcio,
diez
á puñal de un fanático, natural de Alepo, puso término
la vida de
Kleber en una
calle del
Menou, a firmar los ingleses obligaron á su inepto sucesor, y pocos meses después primero, y mas Cairo el en predominio, su perdían una capitulación, en virtud de la cual tarde el que ejercian en Alejandría (setiembre
Cairo,
La
de 1801).
nación francesa debió en conse-
cuencia de esto renunciar á la posesión del Egipto;
poco
mas
su influencia no se menoscabó
mucho.
ni
Si la cultura europea
trado en las orillas del Nilo, con
que en otro país alguno de Oriente en ras de la sociedad
más
distinguida, y
en las clases populares, hasta
rapidez
las esfe-
ha
influido
punto de que
el
abandonen paulatinamente muchas de guas costumbres, á
ha pene-
más
los franceses,
las anti-
y sólo á los
franceses se debe; pues para ello bastaron, por
un lado
las disposiciones reglamentarias dictadas
por Bonaparte, y por otro la amabilidad, que es la raza,
rasgo característico de
supieron insinuarse y ganar
merced á
el
la
cual
corazón de los
gobernantes. Gracias á tales dotes lograron captarse las simpatías
y hasta
benevolencia del
la
hombre eminente que ha conducido por nuevas vias los destinos del Egipto, y fundado la casa
que ejerce ESTATUA DEL GENERAL
J. B.
KLEBER EN ESTRASBURGO
Nilo.
Mohamed
(ó
Mehemet)
Alí, el
mido de cuantos príncipes han
De
familia humilde,
más ensalzado y
al
Ya
al
se
presente su dominio en
el valle del
comprenderá que nos referimos á
propio tiempo
el
más inicuamente
depri-
existido en Egipto.
pero en manera alguna abyecta, como han sostenido algunos sin
ciudad de verdadero fundamento, ese hombre extraordinario nació en Cavala, pequeña Macedonia, en el año 1769. Habiendo quedado huérfano en edad temprana y hallándose dotado de las sus
tíos,
más
felices disposiciones,
y muerto
éste,
el
tomáronlo bajo su protección, en primer lugar, uno de
sub-gobernador de su ciudad
eminentemente práctico, y su intuición respecto de
Puede
natal.
recibió instrucción alguna de la que en la escuela se difunde;
decirse que
mas aún
los negocios
así,
jamás
su espíritu,
supo aprovechar para su
REJUVENECIMIENTO DE EGIPTO
,
V\
•
,\v'
MERCENARIOS ALBANESES
7
—
REJUVENECIMIENTO DE EGIPTO
8
desenvolvimiento las repetidas lecciones que propósito de aumentar
el
siendo de advertir que trajo
el
tabaco constituía
en dote su primera esposa,
le ofreció
el
divan de su padre adoptivo. Con
emprendió diferentes negocios sobre tabacos,
rentas,
sus
el
producto
— debiéndose
más importante
á dicha circunstancia
biógrafos le hayan llamado «el antiguo comerciante de tabaco.»
cuerpo de tropas levantado por hijo,
amigo que
le sirviera
En 1799
que
le
que varios de sus
pasó á Egipto con
de padre, y que bajo
mando
el
el
del
que contaba entonces veintinueve años, iba á engrosar las fuerzas destinadas á luchar
contra
En
el ejército francés.
andando
los que, rios,
el
del patrimonio el
el
el
campo de
batalla fué
donde se encontró por vez primera con
tiempo, debían ser sus mejores amigos, y que con ser entonces adversa-
no pudieron ménos que hacer
justicia á su arrojo, decisión
y
altas dotes militares á
que
debió la rápida carrera que hizo hasta llegar á coronel ó biu-baslii. Recibido con gran aprecio
v distinción por Khósrew-bajá, nuevo gobernador enviado por ser, á la vuelta de breve tiempo, temible rival,
la
y protegido por
el
Puerta, del cual había de
almirante de la escuadra
turca, comprendió inmediatamente la debilidad de su señor, y convencióse de la imposibilidad
que
existia para sostener durante
mente á
la
dominación de
más tiempo
los beyes.
En
la situación política
de Egipto, sometido nueva-
vista de ello trazó desde luego su plan, y dispuesto
á llevarlo á ejecución, comenzó por formarse un partido con
lo
más
avaro Khosrew-bajá, partido con
el
cual contaba para llevar á
turcas,
que licenciara
el
ejecución sus ambiciosos proyectos, y con
el
nombramiento de
del país, que habia merecido á su jefe inmediato.
mañana
á los beyes
jefe superior
Dueño ya de
influencia al servicio de los diferentes partidos, secundando
sirviendo
mamelucos, que después de
escogido de las fuerzas
hoy á la
de toda la policía
tan elevado cargo, puso su los
empleados de
la
Puerta,
evacuación del Egipto por las
tropas francesas, se habían entregado de nuevo á las vejaciones que impusieran á los pueblos, atentos solamente á satisfacer su codicia y sus instintos de rapacidad. utilizar
en provecho propio
el
poder de los unos y de los otros, hasta
Nada el
omitió para
dia en
que logró
apoderarse del gobierno supremo del Egipto inferior, comenzando por desembarazarse de
Khosrew y de cuantos
rivales le estorbaban,
y haciéndose proclamar bajá por
los cairotas
se hallaban reducidos al último extremo, á consecuencia de las exacciones de los
que
mamelucos y
de las depredaciones llevadas á cabo por las tropas turcas que licenciadas y sin sueldo tenian
que entregarse alcanzó de
la
al
pillaje.
Puerta
el
En semejante
situación establecióse en la ciudadela, desde donde
nombramiento de gobernador, y más tarde
Después de haber castigado repetidas veces á
los beyes,
el
de príncipe hereditario.
cuya caprichosa y desatentada
al progreso y desarrollo de la pública riqueza, aniquiló y puso término á su oposición por medio de un acto de fuerza de los más cruentos que registra la historia. Invitóles á todos, en número de cuatrocientos ochenta, á una fiesta que tenia dis-
administración era obstáculo insuperable
puesta para el dia l.° de mayo del año 1811 en la ciudadela del Cairo; y atentos á su invitación, después de haberse reunido en un punto previamente convenido, se dirigieron en vistosa ,
cabalgata al lugar de la cita, vestidos con sus mejores galas, ostentando sus armas preciosas y
más
montando arrogantes corceles ricamente enjaezados. En cuanto hubieron penetrado
BE JU YE N ECBIIEXTO DE EGIPTO
9
SALTO DEL MAMELUCO EGIPTO,
TOMO
II
3
REJUVENECIMIENTO DE EGIPTO
10
Azab do la elevados muros que termina en la puerta el estrecho camino flanqueado de de un cañonazo: por medio de él avisaba Mehemetestampido el viento el hendió ciudadela, había llegado el instante de comenzar la matanza, y en Alí á los soldados albaneses que de todas las claraboyas, de todas las aberturas, ventanas, las todas de través al efecto, empezaron á vomitar la muerte y el exterminio. instante descargas no interrumpidas un sólo detrás de la robusta muralla. Un centenar situados fuego el rompían que albaneses los Eran revolcándose en su propia sangre, proyectiles, de hombres y caballos alcanzados por los la primera siguieron nuevas descargas que rodaron sobre el suelo en el camino cubierto. las balas echaron diezmaban á los amontonados beyes. Los que habían sido respetados por apercibiéronse ála defensa; pistolas las empuñando alfanjes los desenvainando tierra pié á y y buscaron al enemigo que disparaba contra ellos sobre seguro: al alcance de sus
A
mas en vano
miradas no habia más que muros elevadísimos, cortados á pico, la
muerte y
medio
al
través de los cuales pasaba
Caballos y jinetes, vivos, muertos y moribundos, formaban en espantoso un monton horrible, del cual se escapaban aves, gemidos y
la destrucción.
del desorden
maldiciones, en
el
más que
moribundos
los
cuyos
se estremecían en el estertor de la agonía, y
rumores y estremecimientos iban extinguiéndose al paso que crecia y se ensanchaba. Cual se extinguido en borra con la esponja la cantidad escrita sobre el encerado, Mehemet-Alí habia el
breve espacio de media hora aquellas vidas que
v exuberancia de sus fuerzas.
momentos
antes se agitaban en la plenitud
mamelucos escapó á
Sólo uno de los
la
matanza.
que, arrastrado en vertiginosa carrera por su caballo, precipitóse desde
saltando
el
parapeto de la ciudadela: por lo
menos
una
Amin— bey,
altura enorme,
así lo dicen los cairotas,
que no sólo
lo
creen, sino que muestran al viajero el sitio desde el cual se lanzó ciego el brioso corcel.
Terminada el-Azab
,
la
horrenda tragedia, cuando no quedaba alma viviente ante
presentóse á
Mehemet-Alí su médico
Mehemet no
parabienes.
muerte dada á
le dijo
los beyes,
tampoco perderse de
vista
que
el
Edad media: y
dominado por
el
furor sanguinario, sino
ciones del corazón; pero
un
puerta de entusiastas
terrible, espantosa;
La
mas no debe
dominación de los mamelucos. El crimen de que
la historia,
no á
embargo, quien
sin
la
más
Egipto habría sido presa de un despotismo feroz como no
acabamos de dar cuenta pertenece á la
dirigiéndole los
palabra; pero pidió de beber y bebió á grandes tragos.
no hay para qué ocultarlo, fué
se le hubiera librado de la desastrosa
tiempos de
italiano,
político
un
lo
leyenda: es de nuestro siglo, no de los
la
cometió no era en manera alguna un loco
político accesible á todos los sentimientos
que marchaba derecho á su
fin, sin
y emo-
atender á consideración
alguna que de su camino pudiera desviarle, é incapaz de retroceder ante recurso alguno, por
más espantoso que
La
tragedia tuvo
matanza de
fuese,
la ciudadela,
permanecido en
si
juzgaba de trascendencia
un epílogo más horrendo,
si
Mehemet-Alí ordenó
las provincias, los cuales se
el fin
que se propusiera alcanzar.
cabe, que la tragedia
elevaban
al
número de
nadores, en cumplimiento de las órdenes de aquél, enviaron á víctimas.
UNIVERSITARIA, j
'
^
SEVILLA
misma. Terminada
la
estrangulación de los beyes que habían
la
seiscientos.
la capital las
Los gober-
cabezas de las
REJUVENECIMIENTO DE EGIPTO Ante semejantes hechos comprendió
11
Puerta que aquél su súbdito que gobernaba
la
Egipto con poder ilimitado, convertíase para
ella
el
en enemigo peligroso, y en consecuencia
le
encargó que emprendiera una campaña contra los ouahhabitas. Eran éstos los miembros de
una
secta formidable, fundada por
propuesto
el
un
Abd— el-Ouahhab
tal
restablecimiento del primitivo monoteísmo
,
todavía existente, que se había
musulmán, y en consecuencia
combatia de una manera especial
la devoción á los santones, ejerciendo en toda la Arabia, en época á que nos referimos, tan extraordinaria influencia, que sus secuaces lograron sin ma\oi esfuerzo apoderarse de los lugares santos de la Meca de Medina amenazando con la
y
arrojar de ellos á los verdaderos creyentes.
SITIO
En
las batallas
hijo de
,
Mehemet-Alí y después de
él
DEL SALTO DEL -MAMELUCO
su hijo adoptivo Ibrahim-bajá, uno de los
término á esta guerra en
Tousom,
más
notables generales de nuestro siglo, pusieron
la cual resultaron vencedores.
que Ibrahim dio más tarde, pudo ya contar con tropas egipcias reclutadas
entre los felahes, y no con mercenarios albaneses; pues su padre logró desembarazarse por
completo de esos insolentes aventureros. virey, perecieron
En
en una expedición contra
su mayor parte, y con ellos uno de los hijos del
Nubia y contra los negros del Sudan los que un ejército aguerrido y disciplinado contra el
la
:
sobrevivieron encontráronse á su regreso con cual nada podían.
á
fin
En 1824 Ibrahim-bajá
se dirigió á Grecia al frente de sus tropas felahes,
de prestar auxilio al sultán contra los helenos, que habían levantado
de la independencia, y sometió la Morea, en
la
?
Á3.TÍ'.»¿ >
y i
;f A
i
.
•'
i
i
el
estandarte
que permaneció hasta 1828, en
3v
;
f/h
v
el
cual
REJUVENECIMIENTO DE EGIPTO europea. Al cabo de de las reclamaciones de la diplomacia tuvo que abandonarla en virtud juzgo su padre Rusia, la contra sostuviera que la Turquía cuatro años, y terminada la lucha la sobela independencia absoluta y rechazar conquistar de momento que habla llegado el á la mano, vino le se que coyuntura primera aprovechó la de la Puerta. Para ello ranía dueño guerra una reclamación insignificante. Ibrahim se hizo sirviendo de pretexto para la después de la gran victoria decisiva de mayor parte del Asia anterior, de suerte que
de
la
Nisibi. obtenida en 1839, en la cual
padre
el
trono del sultán,
si las
tomó parte
el
general de Moltke, habría entregado a su
potencias europeas, y especialmente Inglaterra, no hubiesen
intervenido segunda vez, obligando á
Mehemet-Alí á que
se diera por satisfecho
firman de 1841, en cuya virtud
Puerta
la
le
con
el
decla-
raba príncipe hereditario de Egipto, concediéndole
además
otros derechos no
menos importantes. Con
todo, semejante tratado contenia diferentes restric-
ciones
sumamente embarazosas
mayor
;
pero
parte fueron suprimidas en
al fin
el
en su
reinado del
jetife Ismail.
Mehemet-Alí, postrado por 1848
el
los años, entregó
gobierno á su hijo Ibrahim, y murió en
en el
año siguiente en su palacio de Shoubrah, después ele
haber nombrado heredero á su
hijo Halim-bajá.
Los jardines de esa magnífica mansión constituyen al presente
uno de
los paseos favoritos,
no sólo de
también de
los extran-
los habitantes del Cairo, sino
jeros que residen en la ciudad de las pirámides,
ofreciendo uno de los al
y
de estío, á
MUCHACHO JARDINERO
más agradables pasatiempos,
par una grata distracción, durante los meses la caída
de
la tarde, el
espectáculo que
brinda la elegante sociedad europea, confundiéndose
á la
la
árboles frondosísimos de raras especies, con las familias
sombra de
sociedad africana.
avenida de Shoubrah, harían olvidar que
el
extranjero se halla en
pié, pueblo oriental, sin los Sais que, montados en sus corceles ó á
vehículos, según
más
distinguidas de
Los carruajes de alquiler y las lujosas carretelas que colman la célebre
hemos tenido ocasión de
un
país ocupado por
marchan
un
delante de los
indicar hablando de las calles del Cairo.
Preciso se
calidad de las personas hace, sin embargo, decir algo de los coches cerrados, siquiera por la
que
los
ocupan
.
que por punto general son las
más famosas
bellezas de los
harems
aristo-
Delante de tales carruajes, y abriendo paso á los mismos, suelen marchar algunos eunucos, viéndose otro generalmente sentado junto al cochero, que fulmina tremendas
cráticos.
miradas á
los europeos
que á
pié, á caballo ó jinetes
se deslizan junto á las portezuelas, con
el
sobre pacíficos y graciosos jumentillos
propósito de alcanzar una fugitiva mirada siquiera,
REJUVENECIMIENTO DE EGIPTO
14
A
ambos lados del paseo Aense larguísimas pestañas. de las bellas prisioneras cuyos ojos velan jardineros que puesto un jóvenes bebidas; naranjas venden y hombres mujeres árabes que y
ramos y ñores, y aldeanos? ó peiegiino» dicho espectáculo para ellos comcontemplan abierta, boca forasteros que, con un palmo de
transeúntes ramillete en el turbante ofrecen á los
,
pletamente desconocido. El palacio de Shoubrah, con los jardines que
En
bajá.
le
rodean, acaba de ser restituido á Halim-
derredor del estanque principal se distinguen vistosos kioscos y galerías que sin interés alguno para el inteligente.
embargo no ofrecen mención en
el interior del palacio.
El retrato de
Tampoco hay
Mehemet-Alí que
de una de las salas, no pasa de una mediana pintura: de todos
muy
hizo del virey en
breves palabras
un muerto había tenido pudiera decir:
«Su
se
modos
cosa digna de especial
contempla en vale
la
menos que
pared el
que
príncipe Pückler-Museau. El autor de las Cenatas de
el
fortuna de hablar repetidas veces con Mehemet-Alí, y de aquí que
la
me
alteza
recibió en
una de
las salas bajas del palacio,
que estaba llena
numerosa muchedumbre de cortesanos y empleados. Después de haberme abierto paso »por entre la concurrencia, distinguí al virey que estaba echado en su otomana sin tener á su » de
»lado
más persona que
»que r juzgando por
el
intérprete ó
los bustos
»y gozaban fama de
muy
parecidos, habíamele figurado
» durísimo, vestido
con fastuoso
»los bustos, que
daban
le
»nada ménos que
cierta
esto: era
dragomán Artim-bey. Grande
un
un hombre
resuelto, de aspecto
y con rasgos de fisonomía, á juzgar por los de semejanza con la que ofrecen los retratos de Cronrwell. Pues
viejecillo
»sin fajas, pedrerías ni garambainas, ni
más
mi sorpresa puesto
traje oriental,
de afable aspecto, envuelto en un modesto balandrán
»gris, con sencillas guarniciones blancas,
»ni
fué
que se ven en Alejandría y por ciertos retratos que había visto
que se confundían con su barba luenga y venerable, turbante ni otra insignia que el sencillo fez rojo;
más
joyas ni sortijas que un luengo rosario con el cual jugueteaban los dedos de su
mano
Su cuerpo era robusto y mismo una pulcritud y una suavidad
»tan bella y delicada que podrían envidiársela no pocas mujeres.
»bien proporcionado, constituyendo todo
»que
» dulce benevolencia,
» como la del águila, así
róme
el
adorno del
que expresaba al par tranquila dignidad y no obstante estar adornado de unos ojos cuya mirada era penetrante
casi podría llamarse coquetería.
Su
rostro,
como por
por su benévola sonrisa,
profunda simpatía sin mezcla alguna de aversión
la
dulzura de su ademan, inspi-
No
debe ocultarse, sin embargo,
humana y bondadosa
de Mehemet-Alí, y con lo cual le comunica el aspecto de uno y ser comunmente su mirada dulce y apacible sus ojos toman de cuando en cuando, y »de nuestros monarcas cristianos más bondadosos
»
que no obstante
la
conducta generalmente
— —
» todo
» especialmente en aquellos
momentos en que
cree no ser observado, una expresión particular
»de desconfianza y amargura: es la manifestación completa é íntegra del elemento turco, un »si es no es salvaje, de que está dotado en gran parte el virey. En ella puede leerse no poco »de »
lo
que forma acaso
el
lado sombrío de su carácter, respecto de lo cual no debe hacérsele
cargo alguno, por la sencilla razón de que un grande hombre, no por serlo ha de estar
» desprovisto de sus fases oscuras
y brillantes como
el
más
insignificante de los mortales.»
REJUVENECIMIENTO DE EGIPTO Tales son las palabras de que se vale Pückler, que en persona de Mehemet-Alí, puede observarse una tendencia
15
el juicio
que emite acerca de la
muy marcada
á ocultar bajo
un
aspecto de&lumbiador hasta las sombras
más profundas que se perciben sobre la poderosa fi & uia de su héroe. Imposible desconocer y menos todavía negar al virey las más elevadas condiciones de hombre de Estado y de hombre de guerra; su actividad constante; su energía incomparable; su fuerza de voluntad jamás desmentida, siempre y cuando se trataba de la que debian resultar en provecho de su persona, ó en bien del
realización de fines elevados,
P
'
tampoco
<_&
desconocer que no escrupulizaba en
lícito
medios cuando trataba de realizar
Y
tales fines.
sin
la elección y empleo de embargo, se comprende perfectamente:.
PABELLON DEL JARDIN DEL PALACIO DE SHOUBRAH
podría hasta decirse que lo que sucedió debia por fuerza, fatalmente suceder, dadas las Por un lado el espíritu oriental; una imaginación volcánica, cuyos
condiciones de la persona.
arrebatos no podían ser moderados por
de ella; por otro lado libertad concebido:
tal
el
freno de la instrucción, por lo
omnímoda para
carecia
era la situación en que se encontraba; tales las condiciones que reunía la
personalidad de Mehemet-Alí.
A
ellas ajustó
bien es verdad que no siempre obtuvo
haberse quedado corto en
el
vuelo,
el
constantemente los actos todos de su vida, y
si
resultado que se propusiera, no tanto fué por
como por haberlo levantado
defecto, siempre, en todo caso, fué por exceso.
dominaba
mismo que
llevar á cabo los planes en cuanto se habían
Muchas
sin
mesura: jamás pecó por
veces la frenética impaciencia que
fué causa de que se malograran sus mejores intentos:
podría decirse de
él,
le
que
.
REJUVENECIMIENTO DE EGIPTO
16
apénas echada la simiente en
áun nacidas
las espigas,
perecíase por llevar á cabo la cosecha, y que no eran
el suelo,
cuando empuñaba ya
la
hoz con que pretendía segarlas. Resuelto á
materialmente, sino en virtud del enriquecerse y á enriquecer su casa; pero no á enriquecerse industria, de su agricultura, progreso material del país, del desarrollo de su comercio, de su alta escala; pero cegado no por su hízose propietario, hacendado, comerciante é industrial en monopolizar toda la producción
codicia, sino por sus deseos de engrandecimiento, á fuerza de
v todo
que antes realizaban sus súbditos, en lugar de favorecer su riqueza
tráfico
el
perjudicó; en vez de fomentar
que totalmente gobierno,
le
los aniquilara.
el
la
desarrollo del comercio y de la industria, faltó poco para
Los franceses, especialmente en
prestaron eficacísimo apoyo, y así por gratitud,
primeros tiempos de su
los
como por
el
respeto y conside-
merecían su ciencia y su saber, del mismo modo que por la simpatía que despertaron en su corazón las formas afables y las maneras corteses que los caracterizaban y ración que
le
distinguían, concedióles la preferencia sobre las
bastado, de
fijo
naba, adoptara
habría hecho cuanto de
formas de
las
la
él
v por consiguiente
el
Si su voluntad hubiese
pueblo sobre
cual gober-
los cimientos
que
la
Lo
construcción tuviera consistencia.
elementales, en las cuales se hubiese
el
más
con objeto de levantar sobre
terminado proceder á su cubierta y ornamentación, edificó en
sin
la pretensión de llevar á cabo tales intentos,
el aire
natural era,
dada
que hubiese comenzado por establecer escuelas
pueblo educado é instruido: pues nada menos que
comenzó por crear establecimientos de instrucción superior, cortados por
esto;
el
civilización de la cual decía ser los franceses los
genuinos representantes; pero en lugar de echar ellos el edificio, y ya
demás naciones.
dependiera para que
cultura francesa, y envió á París jóvenes felahes, con
el
objeto de
el
patrón de la
que se instruyeran, y
al ingeniero, al médico y no pocos de esos jóvenes hicieron progresos rapidísimos y supe-
educaran, y adquirieran los conocimientos científicos indispensables al diplomático.
Cierto que
riores á los que podían esperarse, dada su completa carencia de conveniente preparación;
su saber, rápidamente adquirido y sin descansar sobre
la
elementales, no pudo sobreponerse á las dificultades que se les ofrecieron en
mismo
debian hacer aplicación.
chados de valer,
y
la
Hay más aún,
la
mayor
mas
base sólida de los conocimientos
parte de los
el país
en que del
alumnos más aprove-
Misión egipcia de París, de regreso á su patria, no sólo desesperaron de su propio
sino que quedaron olvidados, por considerárseles incapaces de servir para cosa alguna,
se les
empleó en servicios que
-con los estudios á
ni
remotamente guardaban
que se habían consagrado.
Mas
la
á pesar de las
más
insignificante relación
numerosas decepciones que
bajo este concepto experimentara Mehemet-Alí, no cejó en su empeño, y al fin pudo alabarse
de haber alcanzado
Más
el fin
apetecido, por lo
afortunado fué aún en
la
ménos en
lo
que se
refiere á la escuela militar.
elección de sus ingenieros de puentes y caminos entre los
cuales merecen especial mención de Cerisy y Sinant de Bellefonds.
Lo que
hizo el primero
para mejorar las condiciones del puerto de Alejandría, y el segundo para la construcción de la vasta red de canales que cruza el país en general y especialmente la comarca de Favoum basta para que sus nombres sean imperecederos: y
si
sobre
el
proyecto de Maugel-bev
REJUVENECIMIENTO DE EGIPTO hubie&e pre\alecido
el
nombre de barraje
el
monumento,
el
más
17
de Sinant, al tratarse de la costosa é inmensa construcción que bajo
del Nilo sirve al par de puente, de dique
y de exclusa, acaso semejante
costoso sin duda alguna entre los diferentes que fundó Mehemet-Alí,
para la distribución y regularizaron de las aguas, no sólo habría subsistido hasta la terminación, sino que habría respondido mejor á los fines á que se le destinara. Dicho edificio le\antado hacia el Norte del Cairo, en el punto donde se bifurca el Nilo, debia llenar cuatro fines distintos, á saber: regular la distribución de las aguas, hasta el punto de hacer innecesaiios los mecanismos hidráulicos en la región superior del dique; mantener navegables los
brazos del Nilo existentes en
época de entre
la Delta,
aguas bajas; desempeñar
las
ambas
orillas,
de apoyo, de
difícil
el
que carecen de
la
profundidad necesaria en
servicio de puente para sostener la
y por último, por medio de diferentes
fortificaciones, servir de
expugnación, á las fuerzas que sostuvieran
la
la
comunicación punto
defensa del Cairo contra
un
EXCLUSA— PUENTE CONSTRUIDA SOBRE EL NILO
ejército
enemigo ó invasor. Desgraciadamente fué preciso abandonar
la
construcción antes de
hoy reducida á poner en fácil comunicación ambas orillas: en cambio es un obstáculo, y por cierto no de poca monta, para la libre navegación. En otro lugar nos hemos ocupado del canal de Mahmoudijéh 1 y demostrado la utilidad que darla por terminada: su utilidad queda
presta aún en Alejandría.
El
monumento más importante y conocido
entre los que
Mehemet-Alí hizo levantar en
Cairo es la mezquita que lleva su nombre, la cual se eleva en la
misma
el
ciudadela, teniendo
como complemento dos alminares elevados hasta la exageración, que se distinguen desde prodigiosa distancia. El fundador duerme en ella el sueño de la muerte, en un sepulcro que circunda una elegante
reja.
virev, siendo tal la profusión
Nada
se omitió para
con que se empleó
que su construcción resultara digna del el
alabastro amarillento, que los antiguos
egipcios habían labrado de mil distintas maneras, que generalmente se la distingue con el
nombre de
1
Tomo
I,
Mezquita de alabastro. El vestíbulo ó ante patio, rodeado de pórticos above-
la
página
EGIPTO,
54.
TOMO
II.
5
REJUVENECIMIENTO DE EGIPTO dados brillo
y
la fuente
que en
marmóreo que
el
centro del
mismo
se levanta, ostentan de
es característico en esa piedra.
Sofía: sus
modelo de Santa principal, construida según el levantándose en tapizados de planchas de alabastro,
un modo
especial el
Otro tanto puede decirse de la estancia
el
muros hállanse cubiertos ó como
centro de ella cuatro robustos pilares
esférica. «obre los cuales apea una cúpula atrevidamente
Por desgracia tampoco
lie rm
a
aun cuando en conjunto produce la impresión terminarse este edificio en todas sus partes, y á causar efecto en el ánimo del inteligente llega detalles sus de de la grandiosidad, ninguno
PATIO DE LA MEZQUITA DE MEHEMET-ALÍ EN LA CIUDADELA
que
los estudia
con
grande hombre, en
la
debida atención.
el sitio
más
En
presencia de esta tumba erigida con razón á aquel
elevado del Cairo, no podemos
ménos que acordarnos de
las
siguientes palabras que pronunció, en ocasión solemne, y que con ligeras restricciones resultan completamente exactas: «Sólo á mis nietos será dado cosechar lo que yo he sembrado,
»pues » suelo
no puede arraigar y desarrollarse como no sea muy lentamente en un donde durante dilatado período ha reinado el profundo desorden que aquí reinaba;
la civilización
» donde todas las sanas doctrinas del Estado yacían en completa descomposición;
donde vivía
V
REJUVENECIMIENTO DE EGIPTO x>im pueblo que tan ignorante » estado de salvajismo.
No
como incapaz de
21
toda ocupación importante, había vuelto al
ignoráis que el Egipto fue en otro tiempo
el
primer país del
mundo, y que con sus luces y esplendor disipó los tinieblas de todos los demás. Hoy es la » Europa quien marcha al frente de la civilización. Tal vez un dia sea el Egipto quien » empuñe su antorcha, que en último resultado el mundo en que vivimos no es más que una »
»gran balanza en
la
cual
Despidámonos ya de
hemos echado mano para
el
plato que ayer bajaba sube hoy.»
este ello
hombre que
así fue grande en el bien como en el mal, y pues de las palabras que dejamos transcritas, las cuales se gozaba en
consignemos que podría hacerse de
repetir,
él
un
elogio
más
entusiasta y
hubiese aplicado las poderosas energías de su voluntad y de su espíritu
más
completo,
si
al bienestar del
LA CIÜDADELA DEL CAIRO Y LA MEZQUITA DE MEHEMET-ALÍ, VISTAS DEL NILO
como hacia constantemente al de su esplendor y grandeza y á la grandeza y esplendor de su casa y familia. Entre sus descendientes sólo Abbas-Bajá olvidó completamente el cuidado de la fructífera semilla que sembrara su abuelo; pero por fortuna Egipto ante todo, y no,
á este fanático inepto y mal aconsejado, sucedió un soberano entusiasta de la cultura europea, Said-Bajá, cuyos hechos y carácter hemos descrito al tratar de Alejandría h Después de su muerte, ocurrida en 1863, subió al trono el jetife Ismail, nieto de Mehemet—Alí é hijo del
gran general Ibrahim. Había nacido en
donde estuvieron aposentados durante
el
el
Cairo en 1830 en
el sitio
llamado Monsaffir Khana,
invierno de 18/4 los artistas alemanes Makart,
Leubach, Huber, Gnauth y L. C. Müller. Reinó hasta 1874, y no hay para qué consignar,
Tomo
I,
pág. 59 y siguientes,
EGIPTO,
TOMO
II.
6
REJUVENECIMIENTO DE EGIPTO
22
pues son de todos conocidos,
los
primogénito Tewfik. Dejemos
al
acontecimientos en cuya virtud debió abdicar á favor de su
porvenir
cuidado de hacer
el
de lo» que
el juicio definitivo
á nosotros incumbe, hoy vivimos, y el de nuestros contemporáneos, y limitémonos, por lo que durante su reinado, en las reseñar breve v sumariamente los grandes trabajos llevados á cabo márgenes del Nilo. Con mencionarlos, hasta los que no le han conocido personalmente,
reconocerán que, merced á su educación, supo comprender
de la
la superioridad que, respecto
de Oriente, tiene la civilización occidental y aprovecharla en beneficio del pueblo que le estaba encomendado, para lo cual no omitió esfuerzo ni fatiga. Se le ha hecho un cargo repetidas veces, por el espíritu de prodigalidad que intro-
dujo en la administración;
mas no debe echarse
en olvido que gastó sumas enormes en empresas en cambio no nos es posible
reproductivas: absolverle
completamente del defecto de que
adolecia el fundador de la dinastía, es decir, -de
que en sus mayores concepciones (y su número dista
no poco de ser reducido), más se preocu-
paba,
al
parecer, del provecho propio y del de
sus deudos, que del de sus súbditos y administrados.
En
el
número de
los
grandiosos trabajos
emprendidos por Ismail en beneficio del
merecen lugar de preferencia
las
país,
numerosas
vias
férreas que construyó en la Delta, en el Egipto
superior y en
den citarse
el
Fayoum. Al lado de
las líneas telegráficas,
éstas
pue-
que no sólo se
levantan á la orilla de los caminos que recorre la
máquina de vapor, sino también junto á
costas desiertas del del Nilo hasta
DULCES DE LOS CHICOS DE EGIPTO
mar Rojo, y en
Khartoum. El que
las
las
márgenes
visita las
re-
giones del Egipto inferior y del Egipto medio,
puede distinguir
el
humo
del
carbón de piedra que brota de
las elevadas
chimeneas proce-
dentes de las numerosas fábricas establecidas en medio de las plantaciones de caña de azúcar,
debidas en su mayor parte á Ismail, según los mejores modelos de los establecimientos
europeos, siendo de advertir que
si
bien
al
explotar semejante industria agrícola, dejóse
llevar principalmente por los móviles del interés personal, al cabo favoreció los generales del país,
ya que
el
azúcar constituye
al
presente uno de los principales artículos de exportación.
La caña de procedencia india, es al presente una verdadera planta egipcia, cuya recolección, así como la refinería del azúcar, ocupan millares de brazos felahes. Tierna, constituve un verdadero regalo, especialmente para las mujeres y los muchachos, existiendo pocos espec-
REJUVENECIMIENTO DE EGIPTO
EL TELEGRAFO EN EL DESIERTO
23
REJUVENECIMIENTO DE EGIPTO táculos
de un
singulares que el que ofrecen dos
más
mismo
tallo.
en dulzor y en tamaño, pueda sostener es el jetife el plantador, el
blemente
la
muchachos chupando á
vez
la
el
dulcísimo jugo
alguna que existe en nuestras confiterías golosina
La verdad es que no
Induda-
competencia con ese gigantesco caramelo.
fabricante y
el
comerciante de azúcar
mas importante
regar sus plantaciones de la manera mundo, y de aquí que nada haya omitido para de esclusas y canalizos de riego en establecimiento el conveniente; mas tampoco ha olvidado del
otros puntos, abundantes ó por lo
menos apropiados para
obtención de otros
la
En
frutos».
ha sido posible llevar á cabo la prueba de ello diremos, que sólo mediante su perseverancia el Nilo y el mar Rojo. Además de lo que via comercial y la red de canalizos que existe entre extensión del desierto, el expuesto, ha convertido en tierra de labor una vasta
dejamos
-
Ouadv-Toumilat de nuestros
como en
dias,
que antiguamente formaba
Goshen
parte del
otro tiempo, antes de la apertura del itsmo, que separaba,
más
bíblico, } así
bien que unia
el
Asia
de M. de Lesseps, al presente sine al Africa, evitó no pocas penalidades á los obreros anteriormente sólo podian di&ponei todavía para apagar la sed de los habitantes de Suez, que á subido precio debían ii á pagarla de después cual la calidad, de agua, escasa y de pésima mares; que cruzan los buscar á gran distanaia. El canal que azotan las olas de dos distintos
vapores de todos al
los pueblos,
el Mediterráneo pasan al mar Rojo y y mediante el cual desde Asia Meridional á los de Europa, hállase tambicn
los puertos del
Océano índico, y de
completamente terminado. Dicho canal habíase ya abierto y ya grandes trabajos para su realización, en tiempo de Seti
el
abierto, habíanse practicado
mayor
la historia
sima sexta tan amiga de su
no
es decir, en la época de
de Egipto, y posteriormente en tiempo del faraón Neko, cuyos marinos Neko, que pertenecia á aquella célebre dinastía vigéBuena-Esperanza. cabo de
esplendor de
doblaron
si I,
los griegos,
mandó, según
se dice, á sus obreros que
trabajo, fundándose para ello en la predicción de los sacerdotes,
que
le
no siguieran en
vaticinaron que la
obra en todo caso únicamente aprovecharía á los extranjeros. Estos nuestros tiempos parálense extraordinariamente á aquel en que vivía dicho faraón: egipcios continúan siendo los habitantes de Egipto; pero así como en el siglo vii antes de Jesucristo, eran fenicios y griegos los extranjeros que de semejante
ingleses y los franceses.
obra podian aprovecharse, hoy han sustituido á aquéllos
Bajo los Persas, bajo los Ptolomeos, bajo los
Romanos
el
canal. fué practicable á intervalos: hasta en tiempo de los primeros califas, según parece, irse
en buque desde
á abrir
la
el
antigua via
Nilo al
fluvial,
mar Rojo; por
lo
ménos
se pretende que
para enviar trigo de Egipto á Arabia con
podía esperar, no faltando quien sostiene que
el
Khalig, es decir,
el
el
la
general
mayor
los
antiguo
Amr
pudo
volvió
rapidez que se
canal que atraviesa la
ciudad del Cairo, del cual dejamos hecha mención oportuna, formaba parte antiguamente de esa via de comercio universal;
mas sea
siglo la realización de tan colosal
Merced á con
el
mar
los
de esto lo que se quiera, estaba reservado á nuestro
empresa.
medios gigantescos de que dispone, hále sido dable enlazar, no sólo
Rojo, sino
el
Mediterráneo, y resolver además
empresa de manera que no debiese ofrecer
el
menor
el
el
Nilo
problema que presentaba esta
recelo la consideración relativa á si
REJUVENECIMIENTO DE EGIPTO merced á
resultarla inútil,
la incuria
de los hombres y á
la
25
fuerza de los elementos.
francés dotado de espíritu emprendedor, de incomparable fuerza de voluntad, y de
más apropiadas para haber
leído, para distraer el tedio de
concibió
el
M. de Lesseps, en
insinuarse y ganarse las simpatías,
maneras
fin,
No hay
serlo la apertura del itsmo de Suez.
el
comercio del mundo,
para qué decir, pues es sabido,
que semejante plan fué llevado á debida ejecución: tampoco debemos mencionar
que se emplearon para
realizarlo:
mas
lo
que pocos saben son
que M. de Lesseps se vio obligado á luchar; y decisión con que fin
el jetife
En
la liberalidad
las
los
medios
inmensas dificultades con
con que Said-Bajá y
Ismail secundaron los esfuerzos de ese
de que pudiera llevar su pensamiento á
plida ejecución.
las
después de
una forzosa cuarentena, una Memoria de M. Le Pere,
proyecto de consagrarse á una obra tan importante para
como habia de
— Un
la inteligencia
hombre extraordinario á ,
cum-
1868, cuando á pesar de la
oposición del primer ministro de Inglaterra, y de la
desconfianza de los hombres de negocios de
Europa, estuvieron
el
canal de agua dulce y
el
canal marítimo en estado de que pudieran surcar
sus aguas vapores de mediano calado,
el
virev
Ismail dispuso unas fiestas de inauguración que
en riqueza, esplendor y hospitalidad dejaron atrás cuanto en tales conceptos habia visto la historia en
el
transcurso de los siglos.
descrito esos dias en que
Mil veces se han
abundaron
las
ceremo-
nias y discursos oficiales, los bailes, las iluminaciones, los fuegos de artificio, las representaciones
banquetes en
teatrales, las revistas militares, los
los cuales, cual
M. DE LESSEPS
en los cuentos de hadas, servíanse
incesantemente variados y sustanciosos manjares, los paseos sobre las aguas del Nilo, sufragando todos los gastos el más espléndido y liberal de los huéspedes. Alguna parte se me alcanzó de las fiestas de esos dias inolvidables, debiendo confesar ingénuamente que de
mundo
cuanto he visto en las regiones del las fantásticas narraciones
de
oriental,
nada
Mil y una Noches.
las
me ha
representado mejor que ello
Juzgando superficialmente podría
decirse que esa série de festejos en que tantos y tantos millones se consumieron, revelan sólo
una prodigalidad
historia:
que de
mas
tal
si
se
manera
ilimitada, ó
fija la
una vanidad y petulancia de que no hay ejemplo en
atención en
el
fondo del asunto, podrá comprenderse que
invertía sus cuantiosas riquezas,
no
lo
hacia,
como
dolas al fondo del mar, va que, con los soberanos y los personajes
el
la
huésped
suele decirse, arroján-
más eminentes de
todos los
pueblos, invitó á los representantes de la prensa de todos los países, y por consiguiente,
durante del
el
tiempo en que tuvieron efecto las fiestas de la inauguración, los periódicos todos sus páginas á tan importante asunto, y la atención general hallóse
mundo consagraron EGIPTO.
TOMO
II.
REJUVENECIMIENTO DE EGIPTO
26
cautivada, lo
mismo en
continente antiguo que en
el
celebraba la terminación de la obra gigantesca que en
un
Actualmente atraviésanlo
canal.
los
América, por el
centro de
buques de todos
los sucesos
con que se
un istmo lmbia practicado
los países,
en número cada dia
creciente, y conseguida por Inglaterra, en la propiedad del canal, la parte del león, por la
cual incesantemente ha trabajado, queda para lo futuro asegurada la conservación de esta obra
que basta por
sí
sola á acreditar
empresa y
espíritu de
el
capacidad
la
mecánica de estos nuestros tiempos
l
.
Hasta llegar
al
puerto de Suez,
marítimo no
la travesía del canal
ofrece cosa digna de especial ción.
Puerto-Said
puerta por
men-
constituye la
deben forzo-
la cual
samente pasar todos
los
vapores
procedentes del Norte, cuando
mar Rojo.
diterráneo al
que sirve de guia á los muelles
por
la
los
al
Me-
través del canal dirígense del
El faro
buques:
y diques construidos
Compañía de M. de Lesseps
cuestan sumas enormes, pudiendo ser contados en el
más
trabajos
esta naturaleza se
La ciudad
número de
los
considerables que de
hayan
realizado.
de Puerto-Said, va cre-
ciendo lentamente, ofreciendo pocos recursos al viajero
como no sea
cazador;
dan aves en abundancia 2
Menzaleh
,
de límite por de
islas,
las
mas
siéndolo le brin-
pobladas lagunas de
CAÑAVERALES DE LA RIBERA
El canal, trazado en línea recta, sirve la parte
que cubre
la
de oriente á esa vasta extensión de agua sembrada
inmensa llanura sobre
siglos florecientes ciudades, y
la
cual existían hace
muchos
campos de cereales cuyas verdes espigas
ondulaban
al impulso del viento. Altonazos á lo largo de la orilla, el desierto á un lado, en opuesto pantanos cenagosos en los cuales crecen en abundancia juncos y cañahejas, tal es espectáculo que se ofrece á la mirada hasta llegar á Al-Kantarah (el puente). Esta plaza
el
el
*
Fije el lector su atención en cuanto en
el
presente capítulo va expuesto, y comprenderá las causas, y se explicará satisfactoriamente de Egipto. V.
los sucesos resultantes de la reciente expedición inglesa al suelo 2
Véase
el
tomo
I.
REJUVENECIMIENTO DE EGIPTO
como lugar de
fronteriza, de gran importancia
mente seguían
las
caravanas que hacían
el
comercio entre
Birk-Makhdal, un poco más
Tell es-Semont, al Oeste de
EL CANAL DE SETI
Tomado de un
muro
bajo-relieve grabado en el
27
tránsito, hallábase el
en
el
Egipto y
allá
hácia
el
camino que antigua-
la Siria: las
ruinas de
Sud, ocupan
el
mismo
.1
septentrional exterior del templo de
Karnak
lugar en que se encontraban las atalayas y torres de defensa (Migdol) establecidas por los faraones en
istmo de Suez para proteger
el
por la parte del Asia.
Seti
I
la
Delta contra los enemigos que la amenazaban
hizo construir en honor de su padre diferentes edificios cuyos
restos se conservan todavía en las cercanías de dicha localidad.
monumento tal
al
cual pertenecían,
el
Su
hijo
Ramses
II
terminó
el
cual
vez formaba parte del antiquísimo ca-
nal de Suez
que
lo hizo
mandado
abrir
representar en
el
por
Seti,
muro sep-
tentrional exterior del templo de
Karnak.
Dicha pintura, no obstante su aparente sencillez, es de
una importancia
é interés
verdaderamente excepcionales; pues ve-
mos en
ella
conquistador,
reproducida la imágen del
regresando de Siria con
los laureles de la victoria,
y á los nobles y
recibiéndolo con
sacerdotes de Egipto,
GRANJA CERCA DE ISMAILIA
grandes muestras de respeto, y agitando
ramos de
flores, junto á la orilla del canal,
distingue por
una inscripción que equivale á
El buque atraviesa
el
el
Cortadura.
Sud de Al-Kantarah, y llega después á las inmediapunto que mayores dificultades ofreció á los ingenieros y á los
lago Balakh, al
ciones de El-Gisr, que es
que protegen diferentes obras de defensa y se la
REJUVENECIMIENTO DE EGIPTO
28
llano y arenisco del istmo apenas trabajadores; pues así como en los demás lugares el terreno una trinchera muy resistente que ofrecia obstáculos á las obras, aquí fué indispensable atacar
media
diez
y
seis
metros de elevación.
En
El vapor llega después á las aguas azuladas del lago Timsah. extiéndese
la
ciudad de Ismailia, que durante
el
su
orilla septentrional
período de los trabajos fué, digámoslo
así,
el
numerosas brigadas de trabajadores, de negoganancia habíanse establecido en el desierto, yendo en
cuartel general del director de la empresa, de ciantes v cantineros que al olor de la
pos de ingenieros y operarios, con de la avidez con que se entregaban
el
al
rapidez verdaderamente maravillosa
:
propósito de prevenir sus necesidades, y sacar partido
descanso y á los placeres. La población creció con una al cabo de breve tiempo el canal de agua dulce llevó la á aquel suelo árido y abrasado y no
fertilidad
pasó
mucho tiempo
que sombreaba
el
llecian la ciudad.
palacio;
M.
granja en
que se dispusieran paseos
sin
arbolado y jardines que
El
jetife se
embe-
hizo construir
un
de Lesseps una magnífica casa, y una
el
las lindísimas habitaciones
campo:
de los ingenieros, las de los empleados superiores, las
de los destajistas,
de hierro ofrecian
;
un golpe de
la estación del
vista tan alegre
y encantador
con sus banderas y colgaduras durante las fiestas de la
abandonaba
la
época de
inauguración, cuyo centro puede
decirse que fué Ismailia, que el se
camino
v los almacenes comerciales
las fondas
á las
más
más
desconfiado
seductoras esperanzas.
Sin embargo, éstas no se han trocado en realidad;
y no parece sino que
la riente población, cual
planta del desierto, fresca y lozana á la
mañana
y marchita. templo de Serapis, de que habla
está á la tarde seca
Pasamos ante
uno
las ruinas,
de los autores clásicos.
que según se presume fueron
A
«j
del canal de agua dulce, junto á cuyas orillas se la
de
el
nuestra derecha vemos desarrollarse v brillar la estrecha cinta
época persa. Después penetramos en los cuales salimos después de
el
han descubierto numerosos monumentos de
lecho profundizado de los antiguos lagos amargos,
medio dia sin que dirijamos una sola mirada á
las tristes
que hay á uno y otro lado, porque delante de nosotros, al Oeste de la reducida bahía, en el fondo de la cual existia la pequeña aldea de pescadores llamada Suez,
y áridas que en
orillas
el
espacio de breves años se ha convertido en
tantes, comienza á desplegarse indescriptibles.
un cuadro de un
uno de
color y de
una
los
mercados más impor-
brillantez
verdaderamente
El sol está próximo á ocultarse tras los abruptos peñascos del Ataka, sobre
cuyas cimas, en pasados
siglos, los
marineros fenicios que se dirigian
al Ofir
encendian una
(
REJUVENECIMIENTO DE EGIPTO
30
hoguera en honor de Baal ántes de emprender su viaje les fuera propicio el
navegación
que no hay lugar en
Sud, con objeto de que en su
mundo en que
el
astro del dia ofrezca en su ocaso
mayores encantos y
El mar, que á la hora del medio dia vese teñido de reflejos verdosos, toma por la
esplendor. tarde,
el
al
Baal Zephon (Zaphouna), viento del Norte, pudiendo decirse
como
esté
— un
tinte
la
atmósfera clara y serena,
—y
el
cielo raras veces se
nubla en estos
de azul oscuro, y cuando las olas juguetean acariciadas por suave brisa, sus crestas aparecen bordadas de oro. La vista hállase como fascinada por el espectáculo de las países,
aguas, y sólo es capaz de apartarla de Oeste, en
»hace ya algunos años en mi cartera de »
de
sol,
—
maravilloso espectáculo que se despliega
ellas el
ángulo del horizonte que cierran las alturas del Ataka. «La montaña,
el
la
viaje,
al
— escribía
contemplando una de esas fantásticas puestas
montaña semeja un conjunto de rubíes, granates y amatistas en
»dispuesta y ostentando
tan.
hermosos
colores,
contémplase en
las olas
fusión, y así que juguetean bajo sus
»pies, y las olas, al impulso del reflujo, van retirándose de cada vez más, y al retirarse dejan al
paredes y los pilotes que rodean
» descubierto las » terraplén » porte
»baja
sobre
el
conduce á
del todo aislados.
encendido horizonte, cuanto
tante en que no parece
En
la
Encima
del
mismo
y
los
bancos y bajíos que en
la
vense diferentes hombres, jinetes
que guian largas recuas de camellos, cuya limpia silueta se dibuja perfecta-
» sobre borricos,
»de oro y de
puerto y la entrada del canal. El elevado
la ciudad, descuella sobre todos los edificios
mar aparecen
» mente sobre el
el
cual se halla la tramvía, que desde el fondeadero de los buques de gran
más avanza
sino que se trata de negras
violeta, hasta
que por último
la
el sol
hácia
el
ocaso, llegando
un ins-
sombras dibujadas sobre trasparente pared
noche tiende su manto sobre
la
extensa llanura.»
gran fonda de Suez se encuentra cómodo y confortable hospedaje, estando confiado
el servicio
á hijos de
la India,
completamente vestidos de blanco, de simpático aspecto, ojos
negros y vaga y soñadora mirada, que llenan sus funciones sin estrépito y sin agitarse. La mañana siguiente, en tanto que los pasajeros de un gran buque, después de una larga travesía
penetraban alborotando en
el
patio y los cuartos de la fonda, pidiendo á gritos que les dieran
de comer y de beber, se hacían dar lustre al calzado por limpia-botas del país, y se lanzaban
sobre los periódicos para ponerse al corriente de las noticias, aquéllos iban y venían tranqui-
lamente sin perder su sangre
fria habitual,
semejantes á los órganos de una máquina, que no
funcionan con mayor rapidez porque reine en
impulsos de
Un
la
el
mundo
la
calma ó se agiten
los
elementos á
tempestad.
paseo á
lo
largo de la población nos permite desde luégo visitar las calles
más
entre dos filas de despachos
de comercio europeos, tiendas, cafés y lugares de recreo, de ligerísima construcción, continuamente ocupados por la gente de mar y importantes de
los trabajadores,
ella
que gastan en
ellos
su paga alegremente. La población en sus tres cuartas
partes es europea; la última, que es la
más pobre,
la
forman
los árabes, los cuales tienen
pequeños bazares donde exponen su surtido de mercancías y un mercado en venden frutas, legumbres, hortalizas, pastelería, carbón y grandes cantidades de ella
procedentes de los valles de la península sinaítica, volatería de toda especie desde
el
en
cual
dátiles el
pavo
REJUVENECIMIENTO DE EGIPTO hasta las tórtolas, y en un
una
sitio especial
31
rica colección de peces de rarísimos colores,
langostas de riquísimo sabor, y mariscos y corales que recogen en abundancia en las aguas del mar Rojo. Las faenas más rudas y los oficios más serviles, así en las casas v en las calles
como en
musulmanes
puerto, desempéñanlos
el
se celebra junto á la puerta de la ciudad, se los cuales se distinguen
que pueblan
la
ambos
que
no pocos ejemplares de
ó protegidas por
mayoría inmensa de
la
mercado de camellos que
la
mayor
libres, entre
parte de las desparramadas tribus el
fondean los buques de gran porte, por medio de una tramvía.
al cual
montones inmensos de mercancías expuestas
lados de aquella vense
al aire libre,
el
meseta del Sinaí. La estación del camino de hierro hállase enlazada con
desembarcadero, junto
A
En
indígenas.
pueden contemplar muchos beduinos
un
insignificante cobertizo, siendo de advertir
los viajeros
que en
ella se
apean, son musulmanes
devotos que se dirigen en peregrinación á la
Meca,
Por
mos
Suez
los cuales, ordinariamente, desde
á Djedda hacen lo
el viaje
por mar.
que á nosotros toca nos abandona-
á una lancha que guiaban un batelero
árabe y su
hijo.
El viento infló la
mal-
trecha vela negra, y después de una corta travesía,
sentamos
la
planta en
suelo de la
el
península sinaítica. Bastaron breves minutos de marcha para que nos encontráramos junto á
un
oasis poblado de
palmeras,
lentiscos,
tamariscos y acacias que crecían
borde de
al
cenagosos manantiales, y en el cual algunas familias de beduinos cultivan reducidas porciones de terreno, plantando en ellas hortalizas
y legumbres. Esta mancha de verdura
copiosamente regada en medio del desierto, llámase Oyoun Mousa, las Fuentes de Moisés,
y de tiempo inmemorial pasa por ser el sitio donde se rehicieron los hebreos, después de
haber perecido tragados por
las
aguas
perseguían, y haber escapado ellos
del
mar Rojo,
mismos
los carros, caballos
á la cólera del faraón.
En
tal
y caballeros que lesel lugar
caso este es
en que los hijos de Israel entonaron aquel sublime é inspirado canto en acción de gracias,
que muchos siglos después de aquél en que tuvo lugar
la
redención, cantaban todavía los
hijos del pueblo escogido, y cuyas bellezas nos es dado saborear todavía leyendo el capítulo-
décimoquinto del segundo de los libros de Moisés.
No
hace
Biblia y
el
mucho tiempo aún que
mar Rojo eran una
se creía sin la
sola y
misma
menor duda que
cosa, y que
el golfo
el
mar
de los Juncos de la
de Suez constituía
el
lugar
REJUVENECIMIENTO DE EGIPTO por donde se había verificado hace poco tiempo
ficar
Egipto y
la Siria,
y
le
el
mar
el
de
ha tratado de identipaso de los Israelitas; pero H. Brugsch los
Juncos con
el
lago de Sirbon, que se halla situado entre
el
Mediterráneo, en cuyo caso separa sólo una estrecha lengua de tierra del perecido en los sorprendidos por una crecida de la marea, habrían
los guerreros del faraón,
antiguos, hállanse traidoramente escondidos báratros ó cuevas que, según testimonio de los otros ejércitos. Semejantes hipótesis sospara funestos sido han cuales estos lugares, los
en
tenidas con habilidad y con
han logrado des-
ardor, no truir la
autenticidad de
la
antigua tradición; pues aún
en
que atraviesan
el dia, los
de uno á otro lado por
el
fondo del golfo de Suez,
al
regresar de su excursión,
abrigan
el
más profundo con-
vencimiento, y no les persuadirán de lo contrario quienes
en
ello se
empeñen, de que
han seguido
el
camino á
lo
largo del cual condujo Moisés el
pueblo que se
le confiara.
Antes de que se abriera
el
M. de
canal proyectado por
Lesseps, podía pasarse á pié ó á la grupa de
un camello,
desde una orilla á
merced á
jíos existentes
opuesta,
en estos luga-
res; pero la rapidez
con que
suben
período
las
del flujo,
más
la
numerosos ba-
los
aguas en
el
ha puesto en peligro
de una existencia, entre otras la de Bonaparte, que habiendo escapado con bien del
peligro que corriera exclamó riendo:
«Mi
salvación ha sido causa de que se perdiera
un tema
»que de seguro habrían aprovechado para sus sermones no pocos predicadores.»
No hay
para qué indicar cuánto podríamos ahora decir relativamente
al
mar Rojo
y á la
no hemos consignado aún cuánto debemos decir del Cairo, y por lo tanto hora es de que retrocedamos en nuestro camino ántes de emprender el del Egipto historia de Sinaí; pero
superior.
Los dueños alemanes de
la
fonda del Nilo, establecimiento
muy cómodo
al
cual dan los
REJUVENECIMIENTO DE EGIPTO
33
TURISTAS
Y
BORRIQUEROS
EGIPTO.
TOMO
II.
9
REJUVENECIMIENTO DE EGIPTO
34
alemanes
como
la
preferencia sobre
verdaderos paisanos.
el
En
Shepherd's Hotel, que realmente vale menos, nos acogieron
cuanto pusimos
el pié
en
la calle
,
vímonos acometidos por
los
borriqueros, gente maleante la
si
hay, que veces mil ha sido
descrita por los viajeros, vícti-
mas
de sus exigencias; pero en
nuestro
en
el
nunca con
concepto,
tanta verdad
como
la
que resalta
chispeante dibujo de
Hu-
ber que acompaña estas líneas.
Esa raza de pihuelos, genuina de la capital egipcia, ofrece dos
rasgos característicos; unos pul-
mones de bronce, que
les
per-
miten seguir horas y horas, sin FONDA DE SHEPIIARD
fatigarse, al jinete
una aptitud, verdaderamente maravillosa, para distinguir unas de otras
No hay prueba
ejemplo de que confundan la
al inglés
tenemos en que según sea
la
con
el
aleman,
ni
con
más
ligero,
y
las diferentes razas.
el italiano al
francés,
y
la
nacionalidad del viajero, así emplean estas ó aquellas,
de las contadas palabras que conocen de cada uno de esos idiomas. Imposible mantener la
gravedad cuando para ponderar les
las cualidades de
su jumento, dirigiéndose á un aleman, se
oye decir: «¡es un asno magnífico, hermoso, ligero, un asno Bismarck!»
horcajadas en la
silla,
sin
emplear para nada
los estribos, y
Sentémonos á
en verdad que no tuvimos por qué
arrepentimos de nuestra elección,
porque
el
rucio era no
ménos
ligero
que constante, y desde luego com-
prendimos que la bestezuela nos llevaría con
gran ligereza y hasta
sensatez á lo largo de las sombrías callejas,
harto estrechas para que
-
por ellas puedan circular carruajes,
y en las que los encontráramos dejaría á la espalda
más
de uno y
más
de dos. El rapazuelo Hassan, Alí ó
Ahmed marchaba
detrás de nosotros
ó nos precedia, según que juzgaba
EL DELINCUENTE CASTIGADO
conveniente escitar la caballería con
sonoros gritos
,
varapalos ó aguijonazos, ó avisar á los concurrentes que llenaban las calles
populosas, para que abrieran paso.
Lo que
es en Egipto,
no hay razón para llamar asno
al
REJUVENECIMIENTO DE EGIPTO
menos que esto; y así como un caballo, y que en
perezoso, nada
buen precio
punto general
al caballo el
asno.
En
el
se explica que
35
un borrico de pura raza
se
pague á tan
provincias, especialmente, la clase media prefiera por
Egipto superior hemos tenido ocasión de ver no pocos
rucios con la oreja cortada. Héseles impuesto semejante pena por ladrones, haramijeh, es decir:
HASSAN EL BORRIQUERO
en castigo de haber penetrado en
un asno
tan ligero y tan seguro
el
cercado ajeno sin permiso del dueño.
como
el
que elegimos, constituye uno de
La verdad los
más
es
que
agradables
medios de locomoción que puedan imaginarse: dejárnosle, pues, el cuidado de que nos llevara á su antojo á lo largo de las calles del nuevo barrio de Ismailia, que puede considerarse
como
la
obra
más
personal del
jetife.
REJUVENECIMIENTO DE EGIPTO
36
Tiene dicha ciudad un
pues
el jetife,
con
el
tinte
con asombrosa rapidez, completamente europeo, y se levantó
ceno el edificación, cedió gratuitamente propósito de favorecer la medio una casa * construir en el período de afio y
comprometió necesario ó todo aquel que se pesetas. Para pedia bajar de treinta mil
cuyo valor no
MEHEMET
calles,
así
como para
M. Hausmann en
el
SELIM,
la
disposición y distribución de las
CAWAS DEL CONSULADO DE AUSTRIA
embellecimiento de
la
ciudad, tomóse
como modelo
lo
que hiciera
París, á cuyo fin fueron arrasados barrios enteros de los antiguos, con el
objeto de levantar en ellos barrios nuevos
más
bellos
según
el
sentir europeo;
dando con esto
motivo justísimo para que se deshicieran en justas quejas los entusiastas admiradores de antiguo.
Mas
lo
que en virtud de
lo
expuesto ha perdido
la
lo
ciudad de su aspecto venerable y
REJUVENECIMIENTO DE EGIPTO
38
salubridad y hermosura, merced á la construcción de un pintoresco encanto, halo ganado en el antiguo, que era inútil ó por lo ménos insusoberbio acueducto, con el cual se reemplazó
construcción de nuevos canales y para las necesidades de la nueva población, y la abundante sombra. La plaza de abundantes plantaciones de árboles que proporcionan grata y Edificios de estilo europeo importante. más transformación una Ezbekijeh ha experimentado
ficiente
los teatros, las fondas más majestuosos y hasta grandiosos, mereciendo especial mención con lujosas la mayor parte de los consulados, y hasta casas particulares
importantes; la Bolsa,
tiendas, abundantemente provistas, rodéanla por todos lados:
se
el
jardín público existente en el
no
bellos del
mundo, y de
fijo
haya formado con mayor rapidez. El viajero que durante
las tranquilas
horas de
más
centro de ella es indudablemente uno de los
ha}' otio
la
que
mañana
cuidadas, y discurre bajo las sombrías arboledas y contempla largas avenidas perfectamente países; ó que en los todos de procedentes flores magníficas esplendentes arbustos lozanos
y
las últimas de la tarde se
y confunde con la concurrencia para escuchar
más
las
inspiradas
composiciones de los maestros europeos, ejecutadas primorosamente por una orquesta egipcia,
contemplando
al
par
la lujuriosa
llosas grutas artificiales, y
comprender que dicho parque,
tal
por Barilet, antiguo jardinero en juventud.
No hay
vegetación que
rodea, perdiéndose á veces en las maravi-
le
paseando en derredor del estanque principal, difícilmente acierta á cual hoy puede contemplarlo, se
jefe del
comenzó en
año de 18/0,
el
ayuntamiento de París, muerto casi en
para qué decir que para
el
alumbrado
se
emplea en Ismailia
la flor
gas lo
el
de su
mismo
Cairo; y de seguro que quien haya contemplado los jardines de Ezbekijeh, iluminados por dos mil quinientos mecheros, que en su mayor parte arden en el interior de campanas
que en
el
de vidrio de colores, en forma de tulipanes, jamás podrá olvidar lloso el
que
ofrece.
Hasta
la
observación y estudio de
parque constituye agradable ocupación: en
la
el efecto fantástico
y maravi-
concurrencia que frecuenta por
la tarde
están representadas todas las clases, y
ella
bien los europeos están en mayoría, no faltan en gran
número
Allí se
los orientales.
si
ven los
de las regiones de Levante, acompañando á sus esposas, que visten trajes espléndidos; los
damas veladas de
coptos en cuyos vestidos dominan los colores sombríos; clase media;
los cuales
muchachos árabes y occidentales á
los
harems de
la
acompañan niñeras de atezado
rostro; soldados egipcios y cavas de luengos bigotes y marcial continente, de los cuales, los
más
distinguidos, están adscritos al servicio de los consulados.
El jardín que nos ocupa está abierto
al
público
:
otros
extensos que forman parte de los numerosos palacios del
más
notable é interesante
el del
hay no ménos
jetife
palacio de Gezireh, la isla
Nilo. El arquitecto aleman Franz-bey es
el
más
situado en
las fiestas de la
él
el
estos es el
las islas del
inauguración del canal él
suntuosos bailes
aposentos verdaderamente maravillosos,
cubiertos de ónice, que han costado setenta y cinco mil francos,
más encantador que
mucho más
De
una de
distinguidos del jetife, y se dieron en
á que asistieron todos los convidados. Existen en
concebir nada
.
autor de los planos de esta morada regia, que ha
decorado con un lujo verdaderamente oriental. Durante de Suez ocupáronlo los huéspedes
bellos y
y de su familia
una fortuna; siendo imposible
salón, tapizado de raso azul, que ocupó la emperatriz
REJUVENECIMIENTO DE EGIPTO Eugenia.
iSada
más
bello
que
las decoraciones
dibujos de C. de Diebitsc-h; nada
según
más
murales, de
estilo
39
árabe, ejecutadas según los
espléndido que las tapicerías de raso, fabricadas en Lyon,
modelos de Franz-bey; pero todas estas otras maravillas quedan eclipsadas y desy vanecidas en cuanto se penetra en el kiosco de Gezireh, que en belleza, riqueza, esplendor y los
originalidad, supera á cuanto ha producido en los tiempos
Hasta
el
modernos
arquitectura oriental.
la
camino que conduce á ese palacio de hadas constituye una verdadera maravilla en :
cuanto penetra en
que no tienen
él
una verdadera profusión de plantas y flores con su frescura una sala en forma de gruta, y en el interior
hállase el viajero rodeado de
igual: aquí le invita
de ella podría imaginarse trasladado al centro de fragosidades inmensas;
allí
cautiva sus senti—
EL PALACIO DE GEZIREH
dos
más
el
canto dulcísimo de canoras avecillas, aprisionadas entre los hierros de dorada pajarera:
allá convidante
con apacible murmurio
las
aguas de fuentes juguetonas que saltan en
el
centro de caprichoso estanque y siguiendo sus sinuosas orillas, hállase á deshora en medio de una sala ligera, aérea, vaporosa, si así nos es dado explicarnos, construida según el modelo' ,
últimas horas de la tarde al arrullo de de las de la Alhambra. Imposible descansar aquí en las fuentes, sin que asalten la fantasía sueños de tiempos que fueron y recuerdos
murmuradoras
salas y aposentos de este verdadero de novelas y cuentos romancescos. Como el interior, las muy cómodas para hacer en ellas consiguiente por aéreas elevadas son verano palacio de y y ,
habitación. El mueblaje, riquísimo, y en perfecta armonía con cuanto le rodea, compónese de valor histórico por ejemplo: objetos de gran precio, entre los cuales hay algunos de verdadero una mesa romana de mosaico, regalada por un Pontífice a IVIehemot-Ah Cuéstelo no poco al ,
.
REJUVENECIMIENTO DE EGIPTO
„ A 40
guia nos da prisa manifestánencantos del kiosco y del jardín; mas el viajero abandonar los mirada á la sala; un vistazo a postrer Una hora. una de ántes Sultán se espera al
donos que
enjaulados
ven, debidamente á los avestruces que en gran número se los leones, á las girafas, animación particular á ese una comunican cuales los parque, del los primeros, al Oeste en el umbral de la puerta de salida. Encajándonos de voluptuoso jardin, y nos encontramos del borrico,
nuevo encima
y marchando
llegamos
al trote
al
cabo de breves momentos
al
principal del Cairo, que encierra también magnipuente colgante. Apenas llegados al cuartel diferentes cavás que se' ocupan en apartar al distinguimos ficas habitaciones para el virey,
pueblo, y apartándonos nosotros
mismos por propio impulso
á
un lado de
la calle,
tenemos
KIOSCO DEL PALACIO DE GEZIREH
la
fortuna de asistir á
un espectáculo soberbio. El virey, seguido de su brillante acommadre, á la cual distingue honrosamente, hasta el
pañamiento,
se dirige al palacio de su
punto de tratarla como una reina, y pasa delante de nosotros en su carretela, que guia un cochero inglés. Los caballos árabes de pura raza y los brillantes arneses son los mismos de otros
tiempos;
mas en vano
se
desoja
el
viajero
buscando aquellos
aquellas riquísimas estofas, aquellos turbantes monumentales, aquellas
constituyeron
el
arreo de los antiguos emires.
Háse creido pagar
trajes
armas
pintorescos,
relucientes que
tributo á la civilización
trocando todo eso por uniformes bordados, de hechura y gusto europeos. El tarbuche
que de dia en dia va ganando terreno sobre sociedad
más
el
(fez),
turbante, usado ya exclusivamente por la
distinguida, y con ella toda la gente oficial,
empezando por
el jetife,
viene de
REJUVENECIMIENTO DE EGIPTO
42
Constan! Constan tinopla 1
5
Stambul es porque I
capital del
la
i
.
,
todo cuanto Oriente musulmán, y casi nwíricniido Toda^ las reformas, hasta distingu
juzgase que es es stambulino (constantinopolitano) , profundas [modificaciones en aquellas que deben producir exterior.
al
Un
.
el
comienzan aquí poi
interior,
los mas asunto hay, sin embargo, y de conformidad a los cual se ha procedido en
superficie, y trascienden en el importantes en los tiempos modernos, educación escolar más racionales: es éste la reforma de la la
emprendía por
el
principios
a a verdaderamente sobrehumanos para arrancar suizo Dor-bey, que ha hecho esfuerzos ha que de medios otiob entre efecto, población, á cuyo ignorancia hasta el sexo femenino de la que merece ser Darb-el-Gamamiz de biblioteca riquísima echado mano, ha erigido la Y esos esfuerzos, las más importantes de Europa. colocada, por todos conceptos, al lado de debido ser tanto más podehan elogios, de suerte toda á por los cuales se ha hecho acreedor creaban, indispensable luchar con los obstáculos que le rosos, cuanto que para realizarlos le era con ingénita mirando costumbres antiguas las á y por un lado el pueblo, apegado por rutina guardadores del por otro los ulemas, celosos y omnipotentes ,
prevención todo
lo
derecho musulmán. ducir una
europeo,
Y
estos obstáculos
innovación cualquiera;
ulemas se han convencido justicia,
han surgido siempre y cuando se ha tratado de introrazón, y los mismos á poco se ha hecho lugar la
mas poco
al fin
administración de de la necesidad de hacer reformas en la por lo que se refiere á las relaciones jurí-
interesante, en especial
asunto por demás
no sólo entre
á orillas del Nilo, dicas existentes entre los viajeros establecidos
sí,
sino también
la introducción de un cuerpo de doctrina con los egipcios: reformas que se han completado con del derecho francés, que ha sustituido al en que dominan los principios del derecho italiano y hallábase involucrada y confundida la código por qué se regían los musulmanes, en el cual al cual atendian los jueces para resolver Coran, mismo el áun jurisprudencia, la con teología y cuando se refirieran al derecho civil. en cuantas cuestiones se sometían á su decisión, áun la abolición En el número de los. grandes actos llevados á cabo por el jetife, debe contarse aún, estaba en gran auge en Egipto, la esclavitud, que, no hace mucho tiempo de prohibición y penetrar en el patio de un okel donde se tanto que hace no muchos años tuvimos ocasión de
estrechaban los que acudían á proporcionarse carne
Respecto
insignificante mercancía. el
del particular
humana,
cual
trabajo de dar idea del cuadro lastimoso que presenciamos.
puede practicarse hoy rodeándolo
del.
más impenetrable
consignar, sin
los
mucho
de ser desagradable. Sea
damente que había arraigado aún.
ni
mucho ménos,
emprendido formalmente El que
el jetife
es
la esclavitud
como
lápiz del
pues los jueces
hombre
más
pintoi
sólo
están
sea mujer. Preciso es
en
los pueblos
que practican
el
quiera, cuando se considera lo profun-
en la vida oriental, de la cual no se ha extirpado
justo tributar toda
la tarea
al
que prescinden de hacer uso de semejante
derecho, proviniendo esto de que la suerte del esclavo,
Islamismo, dista
se tratara de la
Tan infame comercio
secreto,
obligados á conceder la libertad á todo aquel que la solicite, sea
embargo, que son muchos
si
nada diremos, dejando
suerte
de alabanzas al
hombre que ha
de suprimir tan odiosa institución.
haya alcanzado
el
mejor éxito en las reformas
más importantes
entre las
REJUVENECIMIENTO
44
I)E EG-IPTO
pero ma* aun á su actividad y decisión, muchas que ha emprendido, débese indudablemente ip orna ico c c gi an a a, Nubar-baja. su sapientísimo ministro al celo y aventajadas dotes de Puerta acce maque en cuya virtud la Sublime supo conducir perfectamente las negociaciones ^
la se estableciera en la familia del virey
Y se
concedió
le
derecho de pnmogcmtura: sucesión en línea recta por
derecho de acuñar moneda,
el
tratados, y elevar á treinta mil
hombres
contratar empréstitos, estipulai y finnai
contingente del
el
ejército.
El firman en que tales
julio de 1873, y si bien la Puerta trato de derechos se concedian fue refrendado el dia 8 de la caída de Ismail, Tevfik sucedió determinaron que acontecimientos los de anularlo después
suerte que lo que hasta entonces había á su padre en virtud del derecho de primogenitura, de un tratado, convirtióse después en un en estipulada eventual, condición sido únicamente una escaso número de millones al señor hecho incontrovertible. La obtención del firman costó no la cantidad de ciento treinta } Sultán al anualmente satisfacer del Egipto, y la obligación de quinientas mil pesetas; mas aún así no tres mil bolsas, es decir, unos diez y siete millones en realidad tangible los oneroso, pues gracias á semejante medio convirtiéronse resultaba potencias europeas, y la familia planes de Mehemet-Alí, constantemente contrariados por las cuanto á Ismail fuéle desde se encontró dueña absoluta del trono de Egipto. En del jetife
entonces sumamente la
fácil
ensanchar
menor dependencia, merced á
mar
Rojo, mediante
la
la
los límites
de un estado que en adelante
le
peitenecia sin
adquisición de puertos de gran importancia, situados en
toma de posesión de
de
las costas
el
los Somalí, regadas por las olas del
Harar y de los territorios Bogar y de Galabat. La conquista de Darfour, en el centro del Africa, hasta entonces jamás completamente sometido y la de los Estados negros situados sobre el Nilo Blanco extendieron más aún las fronteras de este imperio sin que haya logrado reducirlas la Indico, país riquísimo en diversas producciones; del reino de
Océano
abisinios de
,
,
última guerra desgraciada contra del jetife
la
Abisinia.
En suma,
hasta los
más encarnizados detractores
no pueden menos que reconocer que se ha mostrado como pocos diestro en ensanchar
su reino, y no hay quien pueda desconocer la gloria que le resulta del apoyo que constantemente ha prestado á los sabios europeos que visitan su país, y de la inteligente protección que
ha concedido
á los
monumentos antiguos durante tanto y el más punible abandono.
completa indiferencia y hasta con
tanto tiempo mirados con la
más
*
G
Espasa y
Comp a
Ruinas del
i
P T O
1
—
Editores.
liarcelona
MI‘LO de
Karnak
RESURRECCION DEL EGIPTO ANTIGUO
l
ocupar
el
trono
el jetife
Ismail, hacia ya
mucho tiempo que
el
Egipto antiguo, por luengos siglos abandonado, había comen-
zado á llamar
la
atención de
la
Europa
culta.
No
quiere esto
decir que completamente se hubiese echado en olvido: la Biblia
consignaba
la existencia
corte fastuosa
mundo
:
y excitaba
los clásicos hacían
el
recuerdo del faraón y su las maravillas del
mención de
existente á orillas del Nilo;
numerosos obeliscos arre-
batados á los templos egipcios, habíanse levantado en las plazas
y
calles de
Roma
y de Constantinopla; en
los gabinetes de curio-
sidades de los príncipes, y en los escaparates de los bibliotecas conservábanse y se exhibían
pequeños
museos y
monumen-
tos, ataúdes y fragmentos de papiro que los peregrinos, los mercaderes, ó los aventureros se proporcionaran en Oriente, v,
además de
esto,
en los itinerarios que los peregrinos cristianos
redactaban de sus viajes y romerías, existian mencionadas las cosas notables y sorprendentes que vieran en Egipto. La Pro-
paganda, establecida en Roma, merced á
los trabajos científicos
Kircher y de otros eruditos, evitó que se idioma copto, y en la misma Roma impri-
del jesuíta Atanasio
llegara á perder EGIPTO,
TOMO
II.
el
I
2
RESURRECCION DEL EGIPTO ANTIGUO •
4:6
Evangelios. Cuando más adelante Pococke, versión copla de los mióse por vez primera la Oriente con el propos.to de pracücar científicas, recorrieron el Nieburh y otras eminencias en Europa, con no poca sorpresa, que súpose investigaciones, detenidos estudios v profundas monumentos del en ambas orillas del Nilo no pocos
además de
las pirámides, existían todavía
expedición a Egipto, y los tiempo llevó á cabo Bonaparte su tiempo pasado. Al cabo de poco ejército, impusiéronse la penosa tarea, que aquel acompañaban sabios y los artistas que describir, y medir con la mayor exactitud que les obstáculo alguno logró impedir, de dibujar, monumentos que á su paso se encontraran. El los de uno fuera dable alcanzar, todos y cada Gracias á sus afanes pudo conocerse la forma resurrección. su debe les Egipto antiguo mas antiguo caractéres de que para escribir se valió el exterior de los monumentos, y los gracias al descubrimiento de la piedra de tiempo, breve de cabo al de los pueblos; y Bouchard, alcanzóse la posibilidad, casi llevado á cabo por el capitán de ingenieros Roseta,
escritos, y por consiguiente de venir en inmediatamente realizada, de leer y comprender sus pensamiento, de las aspiraciones de aquel conocimiento de los destinos, de la vida, del jeroglíficos punto ménos que desconocido. La interpretación de los
pueblo, hasta entonces constituye seria tan
un
triunfo tan glorioso
completamente imposible
de nuestro deber hacer
al lector
para la
el
espíritu científico de nuestros tiempos, y sin ella
representación
una reseña,
fiel
del antiguo Egipto,
que juzgamos
siquiera breve, de las vicisitudes por que ha
pasado.
En
la piedra
escritura de Roseta se ven tres inscripciones, de las cuales dos en idioma y
de la última consiste en un egipcias y la tercera en lengua y caractéres griegos. El contenido Epiphanes I), cuyo (Ptolomeo Tolomeo quinto del honor en decreto expedido por los sacerdotes,
reinado duró del 204
al
181 ántes de Jesucristo, que termina con una orden por la cual se
manda
demótica y grabar la disposición sacerdotal sobre piedras duras, en las escrituras jeroglífica, La piedra las cuales debían colocarse en todos los templos de verdadera importancia. griega
h
encontrada en Roseta, es indudablemente resulta, pues, sin que quepa
el
una
de ellas, y de
menor género de duda, que
el
la
orden en
la
misma
contenida
decreto reproducido en lengua y
con caractéres griegos, se encuentra expresado en lengua egipcia con escritura jeroglífica y escritura demótica.
Los
jeroglíficos consistían
concretos de todas formas y naturalezas letras de bizarro aspecto al hallazgo
de
la
,
al
en imágenes ó representaciones de objetos
paso que
cuyo tipo primitivo no era
la escritura
fácil
demótica consistía en ciertas
determinar. Los que con anterioridad
piedra que nos ocupa, se habían dedicado al estudio de las inscripciones
jeroglíficas, habian tenido ocasión de
observar
la
existencia en las
mismas de
(
)[ ,
tos,
y atentos á
esto habian
aventurado
la idea de si los caractéres,
contendrían los nombres de divinidades ó de reyes.
Roseta, se halla repetido con frecuencia
el
En
nombre de Ptolomeo
La escritura jeroglifica era de patrimonio exclusivo de los sacerdotes y de V. nombre demos, la comprendían los que poseían alguna educación. 1
—
de
el texto
ciertos
grupos
un cohete ó cartucho
de caractéres, encerrados dentro de unas líneas que afectan la forma de
tal
manera dispues-
griego de la piedra de
in^aioc;
— y como
las personas iniciadas: la demótica,
como
lo
en
la
expresa su
RESURRECCION DEL EGIPTO ANTIGUO inscripción jeroglífica de la
como
el
misma,
nombre de Ptolomeo
se encuentra el cartucho
CUSID
está en la griega, había razonado
dicho jeroglífico correspondía á este nombre;
mas
existentes en los clásicos, que por hallarse basadas en
á
ello
un
47
tantas veces
fundamento para deducir que
se oponían ciertas indicaciones,
principio falso, habían inducido á los
sabios á creer que la escritura jeroglífica era puramente ideográfica, y que no existia por lo tanto en ella ninguno de los procedimientos de representación fonética.
Así
las cosas,
un estudio más profundo y detenido de
la inscripción
trazada en escritura
demótica, hizo comprender que discurriendo de esta suerte se había incurrido en una equivocación. Algo
más
nados por
piedra de Roseta, pudieron aña-
la
tarde, á los datos proporcio-
dirse los que resultaron de
bilingüe
descubierta
obelisco hallado la cual se al
mismo
en
encontró se creyó
tucho jeroglífico
el
en la
el
isla
una inscripción de
un
Philee,
en
zócalo
de
nombre de
Cleopatra, y
que correspondería
c
car-
el
3
¡jfl
ya que nombre y cartucho se encontraban el mismo número de veces. Sea como fuere, ello
que con
es
palancas que
lo
dicho se tenían á
la ciencia
mano
las
había menester para
forzar la puerta tras la cual durante larguísi-
mo el
período de siglos permaneciera encerrado
secreto de la esfinge egipcia.
Dos grandes
hombres, dos verdaderas eminencias, inglés
Tomas Young, que
el
FRANCISCO CHAMPOLLION
se había ya distin-
guido por medio de numerosos y diversos trabajos científicos, y el francés Francisco Chamemprendieron al par, bien que independientemente, la tarea de penetrar el arcano,
pollion,
v al cabo de poco tiempo vieron coronados sus esfuerzos por el éxito más completo; bien que á Champollion corresponde con mayor derecho el justo título de inventor en el arte de descifrar los jeroglíficos, ya que lo que alcanzó Young por instinto, consiguiólo aquél por
medio de procedimientos metódicos, en
los cuales perseveró
con tanta
fijeza
y buen acierto que
á su muerte, acaecida en 1832, pudo dejar escrita una gramática y un diccionario muy copioso, aquí juzgamos del caso hacer nuestras las palabras relativos á la antigua lengua egipcia.
Y
pronunciadas por Chateaubriand,
—y
el
testimonio es de
sabio eminente que en breve tiempo se elevó trabajos, dijo, vivirán tanto el
camino que siguió para
como
los
al
templo de
mayor excepción, la
monumentos que nos ha dado
llegar al término que se propuso.
— respecto
del
inmortalidad. «Sus admirables á conocer.»
Veamos ahora
,
RESUBKECCION DEL EGIPTO ANTIGUO
48
Los saban
jeroglíficos
letra á letra las
,
expresa
el
éste se ve
tal
caso en
el jeroglífico
,
si
es que realmente expre-
debian por fuerza contener
que expresara Ptolomeo,
debía representar una P; y siendo así, habia de encontrarse en
que hay
el
mismo
signo en el tercer
expresada. Siendo esto cierto,
el
el
el otro,
el
que
quinto lugar: y en efecto, fijando la atención en
lugar que en C-l-c-o-P-atra debe ocupar la letra
signo del
nombre Ptolomeo, que
debe ser una O, y
por un lazo hecho de un cordel
signos,
En
nombre de Cleopatra, ocupando
una L; ahora
~^J,
palabras ó nombres de Ptolomeo y Cleopatra
varios signos completamente iguales.
primer signo
^
Y
f]
el
se halla representado
cuarto, que representa
un
león,
bien, las letras O, L, se encuentran también en la palabra C-L-e-O-patra, y dichos
el lazo
y
el
león, en el jeroglífico que expresa su
nombre en
los lugares correspon-
dientes á dichas letras; no hay, pues, para qué decir que las hipótesis alcanzaron la categoría
de verdades indubitables.
Ya
en este camino, continuáronse las comparaciones echando
de jeroglíficos que expresaban otros nombres propios, entre ellos
mano
Alksantrs
más y más
el
de Alejandro,
y por medio de semejante procedimiento se avanzó cada dia
hasta llegar á la reconstitución completa del alfabeto egipcio.
Lo dicho no
podría
bastar sin embargo para la lectura de textos redactados en escritur ajeroglífica, ya que además
de
que podemos llamar alfabéticos, existian centenares de otra especie, que
los signos,
mismo Champollion
fué el
únicamente para precisar
No
el
el
primero en reconocer que carecían de valor fonético, y servían significado de los grupos en los cuales se les empleaba.
es este lugar apropósito para entrar en pormenores respecto de los penosos trabajos
que fué indispensable realizar para que tura jeroglífica.
A
los sabios llegaran á la cabal inteligencia de la escri-
los investigadores franceses é ingleses
con éxito no ménos completo,
otros, alemanes, italianos,
agregáronse
al
cabo de poco tiempo,
escandinavos y rusos, y merced á los
resultados por unos y otros obtenidos, sabemos hoy que la escritura egipcia, á las letras y á las sílabas de que se vale para trazar las palabras, añade otros signos que se llaman determinativos
— determinativos
genéricos y determinativos específicos
clase de idea á que pertenece cada
una de
— que
las partes de la frase.
sirven para indicar la
Este elemento ideográfico,
desconocido en nuestro sistema de escritura, es punto ménos que indispensable en
el egipcio;
y se comprende, teniendo en cuenta que, detenido, si así puede decirse, el idioma egipcio, en los comienzos de su formación, debió resultar una lengua sumamente pobre y por lo mismo abundante por demás en homónimos y sinónimos. Así, por ejemplo, vivir,
jurar, oteja, espejo y cabra;
como en aleman Thor expresa un
y una puerta. Esto sentado, fácilmente se comprende que
ankh
nefer, podría interpretar
hermosa cabra, no
» « ó
un buen
que quiso con espejo, » « ó
ellas
el lector,
difícil
Ank,
significa
en presencia de
un
loco
las palabras
expresarse «una buena vida» ó «una
una hermosa oveja
» si los signos determinativos
fijaran la \erdadera interpretación ó valor de tales palabras.
sobre piedra,
la raíz
dios escandinavo,
Sobre todo en la escritura de trazar, encuéntrame frecuentemente los signos determinativos de
RESURRECCION DEL EGIPTO ANTIGUO
PATIO DEL MUSEO DE BOULAQ
EGIPTO,
TOMO
11.
49
RESURRECCION DEL EGIPTO ANTIGUO 50
seta^de
el objeto qu e signos q ne con su forma reproducen especie, esto es, los de fonético, y así por ejemplo, en lugar complemento desprovistos de todo
únicamente; y
represéntase el caballo significa caballo,
que
ex„
ffl
bien es cer o que
el lector
ignoia significación que tiene el signo, instante siquiera, respecto de la pero este mconve objeto; del representativa la palabra
vacilar un manera cómo debe pronunciar
no puede la
s.
^
encuentra en otra parte el niente desaparece en cuanto
mismo signo acompañado de su
correspondiente escritura fonética.
Para atender, pues, á
por
la claridad, fué
lo
que se acudió
al
recurso de introducir gran
cuales pudo sistema fonético, por medio de los número empleo su en persistiéndose y uso hasta escrito, por expresarse perfectamente el pensamiento tiempo que se conocía mucho ya hacer obstante -no romanos, la época de los Césares templos y los sepulcros especialmente cuando se trataba de adornar los la escritura griega, jeroglífica habíase empleado en un escritura la efecto: En por medio de inscripciones. la palabra, de suerte que lo», elemento decorativo en el sentido más lato de
de caractéres ideográficos en
el
—
principio
como
la» in..ciip líneas de figuras de que se componen arquitectos se habian aprovechado de las con arquitrabes, columnas V puertas, formando entrepaños, paredes, aplicarlas á ciones, para la, para como artista del exigencias las ventajosa asi para ello
una ornamentación no ménos
curiosidad del espectador. repitiéndose continuamente,
de veinticuatro signo» El número, por todo extremo reducido, satisfecho con tanta habría no como fácilmente se deja entender,
perfección á semejante necesidad,
como
la multiplicidad y diversidad
proveniente de dos mil
mayores dificultades para los no iniciados en imágenes ó signos distintos, resultando además á la escritura jeroglífica asegurábase merced penetrar el sentido de lo escrito, con lo cual, y
más v más
carácter misterioso que la distingue.
el
Vencida El copio es
la dificultad el
de leer los textos jeroglíficos, logróse
idioma que usaban
nuestra era, empleando para
los
la posibilidad
de comprenderlos.
siglos de egipcios cristianos durante los primeros
á las la escritura las letras griegas
cuales añadieron algunos
que no existían en la lengua helénica. Hasta signos representativos de determinados sonidos parte de los libros de la Biblia, y otros nosotros han llegado una traducción de la mayor en los cristianos monophisitas de Eg.pto todavía muchos escritos en copto, de que se sirven sido dable conocer á fondo los misterios ha nos ellos á merced religiosas, ceremonias sus y menos hablaba en tiempo de los faraones, no de este idioma, que ofrece, con el que se analogías de las que existen entre
Entre
los
el italiano
numerosos monumentos que
y
la
lengua de Lacio.
el aire
hasta seco del valle del Vilo ha conservado
uno solo que no contenga una ó más un punto que causa admiración, apénas se encuentra rollos de papiro cubiertos de una cantidad inscripciones. Hanse encontrado también en gran de la vida inscripciones que se refieran á los asuntos escritura apretada, no faltando tampoco civil,
y gracias á
tales circunstancias
poseemos
abundantísimas manifestaciones pueda formarse idea, que con las
al presente
de la literatura egipcia, bastando decir, para que de
ello
planchas, y con lo» fragmento» copias de todas las inscripciones conocidas, reproducidas sobre
RESURRECCION DEL EGIPTO ANTIGUO de papiio, conservados entre cristales, podría llenarse un edificio
Y
teca de Berlín.
encuéntranse en
51
mayor que
el
de la biblio-
dicha literatura es rica, abundante; pues excepción hecha del drama,
ella todos los
géneros conocidos, debiendo aquí añadir que á los textos
escritos en escritura hierática,
es decir, con signos cursivos, generalmente trazados sobre
papiro, por medio de los cuales se reproducen en
hayamos Pero
si
el juicio
mado
los jeroglíficos, se
debe
que
el
se
ha logrado sentar sobre bases sólidas
que en estos nuestros tiempos se ha for-
respecto del arte egipcio
completamente
mente, á
:
se
si
ha modificado
concepto que se tenia concebido,
el
debérnoslo sin la
menor duda, primero y principaly entusiasmo del jetife
la inteligencia
Ismail, y después al
compendio
llegado á familiarizarnos con la vida intelectual de los antiguos egipcios.
celo
al
privilegiado ingenio del
infatigable, al saber,
hombre
á quien se
ha
confiado la conservación de cuanto procede de los faraones, y la dirección de las obras que
ha
sido
indispensable practicar para volver á la luz del dia tantos y tan importantes
monumentos como en
bre-
ves años se han sacado del lecho de arena en que
Ya
vacian enterrados.
se
comprenderá que
al
ex-
Ma-
presarnos en estos términos nos referimos á
riette-Bajá, del cual dijimos alguna cosa con motivo
de nuestra visita á Sakkarah, en cuya ocasión pene-
tramos en en
que para su habitación levantó
la casa
el desierto,
en medio de uno de los campos más
fecundos de su actividad. del
A
él se
debe
Museo de Antigüedades de Boulaq,
la creación
la
más
inte-
resante de las obras debidas á la munificencia del jetife, así
como
la
magistral clasificación que tanto
facilita la tarea del
estudioso.
La
colección de
BouJEQUE-EL-BELED
laq es sin disputa la
han formado con
los
puede competir con
más
interesante de cuantas se
monumentos de
ella el
la
época faraónica: ninguna de las existentes en Europa
inapreciable privilegio de poder indicar la procedencia exacta
dé-
cada monumento.
La
del Nilo Boulaq constituye su ciudad de los califas no está situada á las márgenes muy poco para que forme con el Cairo una sola ciudad. Ademas del Museo :
puerto, faltando
por Mehemet-Alí; la fundición de caractéres; existe en él la imprenta del virey, establecida
una
Desde el Ezbekijeh al Museo puede irse fácilescuela de artes y oficios y una casa de locos. Nilo bañan los jardines y la pared mente en asno en poco más de media hora. Las aguas del
RESURRECCION DEL EGIPTO ANTIGUO punto se hallan amenazadas por la inundación, y hasta tal levantar otro edificio en Gizeh á la que llegó á acariciarse la idea de Motivo había para ello, pues los disgustos orilla izquierda del Nilo. occidental,
obligaron al goproducidos por la extraordinaria crecida de 1878, el punto de que los bierno á tomar grandes precauciones, hasta embalados y deposiobjetos que en el mismo se conservan fueron peligro y al cabo de tados en diferentes almacenes. Pasado el algunos meses reinstaláronse en sus correspondientes sitios en el trasladar á otro palacio de Boulaq, sin que, hoy por hoy, se piense en
punto
el
Museo que ha
sido clasificado bajo
un nuevo plan, y
abierto
otra vez á la curiosidad del público indígena y extranjeio.
De nada
que condujéramos
serviría
al lector
de una á otra sala,
de uno á otro objeto, de esta á aquella vitrina, poniendo ante sus
muchedumbre inmensa
ojos la
Mariette ha facilitado las piezas
ESTATUA DE MADERA HALLADA
EN SAKKARAH
por
la
mano,
así
los
el
podemos
á esta parte
De algún tiempo
la
de la colección
manera como
decirlo, al visitante por
trabajo de redactar, con
el
de tesoros que aquí se conservan.
curioso la tarea de reconocer por
más importantes
atención del público, por
si
que se ha tomado fanos.
al
medio
,
las
sí
llamando sobre
mismo ellas la
ha expuesto, y guiando
del catálogo completo y
razonado
elevado propósito de guiar é instruir á los pro-
hanse juntado á
europeos que recorren las salas no pocos árabes,
v hasta veladas moradoras sus labios con
tal
harem oyéndose de
del
,
motivo peregrinas observaciones,
provenientes de que estas obras, debidas á los paga-
manera alguna, y más bien
nos, no les satisfacen en
que
la
admiración excitan su desprecio. El aficionado
occidental que antes de haber puesto su planta en
el
suelo de Egipto, propende á juzgarlo todo inferior á lo
que en
las artes plásticas ofrece la
considerar la escultura egipcia
Grecia, y á
como un
arte bár-
amanerado y desprovisto de libertad cambia completamente de opinión en cuanto contempla con baro
la
,
,
atención debida los
monumentos aquí reunidos;
pero no puede en rigor hacérsele
hava tardado tanto en rendir rios
contemporáneos de
los
un cargo de que
justicia á los estatua-
Faraones, porque
la LOS CONSORTES DE MEIDOUM
verdad es que no existe museo europeo alguno que proporcione las
la
ocasión, que aquí se
impone inmediatamente, de examinar, apreciar y comparar
mejores producciones del arte, en todas las épocas de
la historia.
En
presencia de esta
RESURRECCION DEL EGIPTO ANTIGUO
53
larga série de obras cuya fecha puede determinarse con verdadera precisión, resulta cosa
formarse una idea de
que han llevado á cabo
lo
escultura, y determinar los rasgos
los artistas egipcios
más importantes que
caracterizan cada
en
fácil
campo de
el
uno de
la
los períodos
del arte egipcio.
Desde luego siéntese obras
más
el
que realizamos nuestra excursión á
jamás en
márgenes
las
inclinado á creer que la plástica egipcia produjo sus
curioso
importantes en las épocas
más
antiguas, es decir, en aquellas que conocemos desde
las llanuras de
más
del Nilo estatuas
Memphis, pues no
desenterradas en Sakkarah ó en los mausoleos de Gizeh
ménos
cinco mil años de antigüedad.
amanuense, que en
se conserva en el
Ya hemos
Museo
del
,
han encontrado han
puesto ante los ojos del lector
Louvre,
1
y
la bellísima
dos obras magistrales, ceden indudablemente en realismo á
sido
algunas de las cuales cuentan
situado junto á la esfinge, y trasladada después al
el edificio
se
reales y llenas de vida que las que
Museo
la
lo
estatua del
la
de Chefren descubierta 2
de Boulaq
;
pero estas
admirable figura labrada en
madera de sicomoro, que representa á un elevado funcionario de edad avanzada, que empuña con
un bastón de mando: y
la diestra
tales
son su ademan y actitud, que no parece sino que
sobre sus piés restaurados, mira frente á frente y en altivo ademan á las gentes á quienes tenía por costumbre mandar. Nada se opone á que ese anciano venerable hubiese sido un bondadoso
padre de familia;
A
su voluntad.
mas no
cabe dudar que cuando las circunstancias lo exigian sabia imponer
dicha estatua se la ha designado con
el
nombre de Sheikh
el
Beled
(el
jeque de
aldea) debido á que los operarios de Mariette que la descubrieron en el sepulcro en que yacía
y fueron alcalde!»
los
primeros que
No
podía darse
la vieron al
que
exclamaron llenos de sorpresa: «¡Calle, pues
la esculpió
un testimonio más
si
es nuestro
fehaciente del primor con que
había ejecutado su obra. Idéntico ó parecido elogio puede hacerse de otra estatua de madera que representa un joven de Memphis, cuya parte superior, única que se conserva, fué también descubierta en Sakkarah; v las
mismas alabanzas merece,
sino mayores, el admirable grupo
joven príncipe Ba-Hotep y su esposa Nefert. Dicho monumento al cual se ha concedido puesto de honor en un escaparate fué encontrado en las cercanías de la pirámide de Meidoum, y pertenece á los tiempos de Snefrú, que
que forman
el
,
,
reinó ántes de que tuviera lugar la erección de la gran pirámide, siendo por consiguiente la
escultura
más antigua que
existe en el
verdadero placer artístico los rasgos de
mundo. Sin embargo, áun cuando
se contemplen sin
pareja que representa, no puede
ménos que reco-
la
nocerse que en su modelado hay un realismo de buena
ley,
en virtud del cual hay motivo para
pintadas, la del considerar que sus rostros son verdaderos retratos. Las dos figuras están figuras es varón de rojo oscuro y la de la mujer de amarillo claro. Contemplando dichas conservador de todos los pueblos, preciso convenir en que en esos remotos tiempos y en el más que cubre la cabeza de era ménos voluble que al presénte. La descomunal peluca
moda
la
Nefert. estuvo en uso, según acreditan los 1
4
Véase Véase
el el
tomo I, pág. 175. tomo I, pág. 196. EGIPTO, TOMO
II.
monumentos, durante
el
dilatado espacio de
14
más
RESURRECCION DEL EGIPTO ANTIGUO
54
bien por los hombres que por las en épocas posteriores, más de tres mil años, bien que rasurarse la cabeza en aquellos obligados por la religión á como estaban mujeres que no el cráneo de algunas momias, sobre pelucas encontrado Hanse determinadas circunstancias. Museo Británico, de la cual puede la que se conserva en el siendo una de las más notables parece, la costumbre obserSegún siguiente. página la de formarse idea el lector por el dibujo de rasurarse los hombres la cabeza, procede de Oriente, de pueblos los vada aún hoy dia por para que los afeite, tiempo conducen á los chicuelos al barbero Egipto. Las madres de nuestro
TRASQUILADURA DE MUCHACHOS EN EL CAIRO
ofrecido por el que y pocas cosas pueden darse más entretenidas y curiosas que el espectáculo podríamos llamar esquileo de muchachos. Juzgamos ocioso consignar que los egipcios, para
abrigar su cabeza, emplean hoy
La
visita
hecha á
el
turbante, así
la necrópolis
de
bajo-relieves pertenecientes al antiguo imperio.
propia suerte que estatuas pertenecientes á la los artistas
como
ántes echaban
Memphis nos ha
Los hay también en
misma
mano el
Museo de Boulaq, de
la
representación
fiel
y exacta de
la
la
época: su observación convence de que
que labraron dichas obras, para nada tuvieron en cuenta
exclusivamente á
de la peluca.
permitido conocer toda especie de
vida real.
el
idealismo, atentos
De aquí que en
la
manera de
RESURRECCION DEL EGIPTO ANTIGUO realizar el relieve,
no se apartaran de
principalmente á reproducir
el
ciertas
55
prácticas convencionales,
que se dirigían
objeto con todo el vigor imaginable, razón por la cual
vacilaba en sacrificar la belleza á la verdad.
no se
Esto nos explica que sobre un rostro presentado
de perfil se dibujaran los ojos de frente, ya que así podian darles
pecho se reprodujera en perspectiva rectilínea, con
mayor expresión; que
no se ocultaba ninguno de
lo cual
el
los
brazos, y que las piernas de las figuras que están de pié, se vean de perfil, pero no una sola,
smo no
las dos á la vez.
Lo propio
se observa en los bajo-relieves
existe figura alguna que se sustraiga á esa
más ocupados, en
los cuales
manera convencional. Aducimos como ejemplo
de lo que acabamos de manifestar, la figura
de un
oficial
superior cuidadosamente escul-
pida en madera, que se ha encontrado en
Sakkarah, sobre una tabla de época antiquísima, y un ganso visto de
perfil,
como todos
animales y esculpido en piedra en relieve poco pronunciado. Hasta tratándose de estalos
tuas, se hallaba
otros
han
el
artista
con
hasta nos-
llegado, nos revelan que se vio
obligado á dar á cada uno de los del cuerpo
manos
las
más antiguas que
atadas; pues las
humano, de
la
miembros
propia suerte que
á cada uno de los miembros del cuerpo de los animales, ciertas y determinadas proporciones que, si así podemos decirlo, estaban ca-
nonizadas por
la
costumbre, y que por consiEl canon
guiente teníanse por inalterables.
de las proporciones existia también entre los griegos.
Durante
la dilatada
historia de Egipto
sólo
duración de la ANTIGUA PELUCA EGIPCIA
dos veces llegó á
como consecuencia
más recias y pesadas; en los nuevos tiempos y especialmente después de la expulsión de los hiksos, formas más finas y elegantes. M. Cárlos Blanc presume haber descubierto que la unidad de proporción emmodificarse: en
el
antiguo imperio dió
pleada era para la figura
famoso proverbio:
Ex
humana
el
figuras
dedo; para las figuras de león la garra: acaso de aquí
ungue leonem (por
la
uña
se conoce el león).
Los que conocen
de Polvcleto y los trabajos de Alberto Durero relativo á las proporciones del cuerpo
el
el
cánon
humano,
de seguro no harán un cargo á los egipcios de que aplicaran á la estatuaria un cánon perfecta-
mente
definido, por
más que
este
método severo impusiera á
cuales no podian prescindir, impidiéndoles dar á sus obras
los artistas obligaciones de las
más
vida y movimiento,
mayor
variedad en las actitudes y ademanes, y fuese obstáculo insuperable para distinguir las formas suaves v elásticas del joven, de las ásperas y rígidas del anciano. Con contadas excepciones, en
RESURRECCION DEL EGIPTO ANTIGUO
58
fundición y la delicadeza del cincel, siquiera, de oro, que sorprenden por lo acabado de la acabados, pertenezcan al nuevo acontece con la mayor parte de los ídolos más bien
como
imperio.
Todos
los
monumentos
anteriores á la invasión de los
Hyksos
mismo
se distinguen, y lo
acompañan, por su elegante debe entenderse respecto de las inscripciones jeroglíficas que los sencillez.
Otro carácter ofrecen y es la reproducción fidelísima de la naturaleza; en estos jamás se sorprende el rasgo más insignificante de vida
retratos perfectamente individuales ideal;
en cambio
lo ideal, la
expresión del alma y del sentimiento, no son en manera alguna menos realistas y menos sencillas del imperio
extraños á las obras
Contemplándolas, no parece sino que en
moderno.
egipcio del tiempo de los
no sólo perceptible en
Hyksos hase
filtrado
pueblo
el
un elemento nuevo,
las obras escultóricas, sino
también en los
trabajos colosales y complicados que su imaginación inspiró á los arquitectos; en la expresión
más adornada
del lenguaje;
en
el
desarrollo
más
intenso del sentimiento religioso, y hasta en la
concepción
más
viva de la inmortalidad del alma y de la divinidad,
que revela una fantasía
mos
más
Posee-
impresionable y arrebatada.
de los tiempos del nuevo imperio
muchedumbre de
estatuas
de todas clases y dimensiones, sentadas y de pié, altas como montañas y diminutas como dijecillos, labradas en granito gris, no menos duro que el hierro, en simple esquisto ó en madera de
dureza.
insignificante
Las más
colosales,
que son
mucho en
tiempo las más conocidas, difieren
por punto general no han sido juzgadas de
al
propio
valor artístico, la
y manera debida;
mo-
si
por
sí
numentos independientes, siendo
así
que su destino era formar
pues se las ha considerado cual
solas constituyeran
parte de grandes conjuntos arquitectónicos cuyo efecto debian realzar.
No
se olvide que desde
los
tiempos
más remotos
la
escultura egipcia fué auxiliar poderosísimo de la arquitectura,, HACHA Y DAGA DE LA REINA AAH-HOTEP
ya que así los bajo-relieves como las inscripciones jeroglíficas tenian en el antiguo imperio
un
valor decorativo. Cuantas estatuas
colosales se conocen, fueron establecidas en emplazamientos previamente elegidos bajo el punto-
de vista arquitectónico y formaban parte de edificios magníficos, de suerte que cuando se dice de ellas, para rebajar su mérito, que afectan
una calma que
llega hasta la carencia de vida, no-
se tiene en cuenta que por punto general estaban erigidas junto á las puertas de los templos;
que tenian
el
rostro vuelto hácia el sitio que
carácter de tranquilidad y calma
cuadraba perfectamente con
la
ocupaban
los fieles,
y que, por consiguiente,
monumental que podia apreciarse en todo cuanto
el
las rodeaba,
expresión que las distinguía, existiendo por consiguiente
verdadera armonía de sentimiento entre
la
manifestación escultórica y
la
obra arquitectónica.
RESÃ&#x153;BRECCION DEL EGIPTO ANTIGUO
RETRATOS COPIADOS DE ESTATUAS DEL TIEMPO DE LOS FARAONES
59
ANTIGUO RESURRECCION DEL EGIPTO
60
resolución: para JU z g ar del
En
cuenta los
edificios
de los
Si después de lo dicho
modo debido
indispensable tener en los colosos egipcios, es
parte.
cuales formaban
,
sola nnrada los restos de la escultratamos de abarcar con una periodos siguientes: podremos distribuirlos en las épocas o
tura egipcia, sin gran dificultad
1/ obras
del antiguo imperio;
-2.° obras contemporáneas
Hyksos;-3.
de los
trabajos ejecu
de la décima novena de reconquista y hasta los tiempos tados con posterioridad á la guerra Seti I y sus inmediatos sucesores; -5d decabajo arte del completo -4.° desarrollo dinastía / Los 6.» renacimiento bajo los reyes Saitas; dencia hasta la dinastía vigésima séptima los Hvksos, excepción hecha de un de tiempo del quedan nos Tolomeos. Las esculturas que Roma, y acaso un monumento que forma parte de la busto existente en la villa Ludovisi, en en Boulaq. Con ocasión de nuestra visita á Tanis, •colección del Louvre, encuéntranse todos -
;
hemos puesto
lo
más importante bajo
-7
-
los ojos del lector,
i
La
colección del virey es
suma-
-
Así en siguieron á la expulsión de los Hvksos. mente rica en ejemplares de los siglos que soberbias piezas de orfebrería de cantidad gran contemplar dado la sala de las joyas nos es han sido halladas por Mariette sobre la momia de la •cuyo mayor número, doscientas trece, reina Aah-Hotep, esposa del
Faraón Alunes
I,
uno de
los reyes
que mas poderosamente con-
de Egipto. Entre ellas podemos citar aquí un tribuyeron á arrojar á los pastores del suelo con diversas piedras preciosas; una cadena magnífico brazalete de oro, ricamente guarnecido de la cual pende el más bello de los delicadeza, rara de longitud, de de noventa centímetros azul celeste, prendido dentro de una delicaescarabeos, hecho de pasta de vidrio ó esmalte de los dísima red de hilos de oro, que causa la admiración
causan
la
más
diestros artífices:
allá
acabadas reproducciones de admiración del entusiasta del arte industrial antiguo, de un puñal ó de una magistral trabajo el ó adorno, puestas sobre tal ó cual
moscas de oro chapeado de oro: más léjos y hacha de ceremonia, cuyo mango de madera de cedro hállase macizo, montada sobre ruedas y •excediendo ya á toda ponderación, una lancha de oro tripulada por doce remeros de plata.
lujo, hasta
¿El Egipto libertado era acaso deudor de ese
Asia occidental que por vez primera entonces nunca conocido, á los pueblos semíticos del superior: la divinidad bajo cuya Egipto del procedian libertadores Los acababa de someter?
—
protección dieran la batalla á los
Hvksos era
el
Ammon
antiguo señor del Egipto inferior,
al
inmenso Pbtah,
el
punto de no formar con
de Tébas, que acaba por sobreponerse
Ra, después de fundirse con
con preferencia á todos
los
en una de
conservadas en Boulaq, excede en mucho, en
las estelas
lo
que á inspiración
poética se refiere, á cuanto se intentó realizar durante los tiempos del antiguo este príncipe
conocimiento de y por ellos podremos venir en
la
-esplendor que constituye su rasgo característico.
Tomo
I,
póg
130.
imperio.— sucesores,
y de sus inmediatos simplicidad no desprovista de grandeza
Encontraremos en Tébas numerosos trabajos de
1
éste hasta
más que uno solo, tanto que la décima octava dinastía lo adora demás, y el himno que le dedicó Tutmosis III, que se encuentra
él
En
dicho punto y en
Abydos
v
se encuentian
RESURRECCION DEL EGIPTO ANTIGUO
más acabadas que haya producido
las obras
florecimiento, es decir, bajo Seti
y
erigir por este príncipe
egregio hijo
Ramses
I.
En
la
61
escultura egipcia en la época de su
mayor
cuanto á las innumerables estatuas mandadas labrar
y por su
II, Sesostris,
puede decirse que no existe museo europeo alguno, de importancia,
que no posea algunos ejemplares. Nuestros lectores conocen ya
la
ca-
beza idealizada de Ramses, joven,
que posee Turin cimos con toda busto de
l ,
y aquí reprodusegún el
fidelidad,
la colección del virey, el BARCA DE ORO CON REMEROS DE PLATA
de su hijo Menephtah
I
cuyo rostro
delicado y lleno de vida puede compararse con la cabeza completamente realista del príncipe
Ra-hotep. La decadencia del arte plástico comienza en tiempo de dinastía: sin
embargo,
el rico
y sensual Ramses
III
los faraones de la
vigésima
produjo mucho, ofreciendo no poco que
MENEPHTAH
RA-HOTEP
de alabastro de
la
reina Ameniritis (dinastía vigésima sexta) descubierta en Karnak, digna de todo elogio por
lo
admirar
1
Tomo
la
I,
cabeza del etíope Taharka, procedente de Tébas, y
la estatua
pág. 135.
EGIPTO,
TOMO
II.
IÓ
RESURRECCION DEL EGIPTO ANTIGUO de un acabado del trabajo de la cabeza y de más proporverdadera haya no siquiera detalle excelente,
Bajo los
ción en las diferentes partes del cuerpo.
los príncipes Saitas de la vigésima sexta dinastía, de
cuales nos son conocidos los
Psammético por
el viaje
blaron
el
I,
más
célebres, tales
de exploración, en
el
como
Neko
por las historias de Herodoto;
II
cual sus buques do-
cabo de Buena Esperanza, y por su derrota
en Carchemis, celebrada en los libros santos de los judíos;
Amasis por su prudente administración y su
amistad hacia Polvcrates, tirano de Samos, ra egipcia alcanzó
la escultu-
un período de nuevo florecimiento,
cuyas manifestaciones son verdaderamente dignas de aprecio.
Xo
vaya á creerse sin embargo que las obras
hijas de este renacimiento igualen por su verdad de TESTA DEL ETIOPE TAHARKA
expresión y grandeza de sencillez á las procedentes del imperio antiguo en aspiración á lo ideal y en nobleza
y belleza de formas, especialmente á las producciones más acabadas del tiempo de Seti I; mas en cambio se distinguen ventajosamente por una simplicidad, una ele-
gancia y una morbidez que jamás alcanzaron las obras de
primeras épocas. Xunca se han grabado sobre
las
piedra ó trazado sobre vos, ó dibujados con
el
más
que bajo
la
llevado
pulimento de
el
fección.
papiro jeroglíficos
más
la
expresi-
exquisito sentimiento del estilo
dominación de la
los Saitas, ni
piedra á
Las labores de que
nunca
se
ha
mayor grado de per-
se hallan cubiertos los sarcó-
fagos de basalto ó granito gris de los flabelliferos de la
vigésima sexta dinastía constituyen verdaderas maravillas,
y Mariette ha estado en
lo
justo concediendo lugar de
distinción al bellísimo grupo que descubrió en
en
la
tumba de Psammético. Vense en
él
Sakkarah
de pié á Isis y
Osiris á derecha é izquierda de la vaca Hathor, que en
señal de protección apoya tranquilamente su cabeza, que
adornan
el
disco y la doble pluma, sobre la estatua del
difunto Psammético. '^aca, los
i
La
figura de éste, la cabeza de la
ostros de la divina pareja, constituven
tantísimos fragmentos escultóricos. AMENIRITIS
descendientes de Amasis
el
— En
impor-
tiempo de los
Egipto fué incorporado
al
,
RESURRECCION DEL EOIPTO ANTIGUO
i
imperio persa por Cambises; pero propio del Egipto que, durante t*
el
gran imperio asiático jamás logró apropiarse
el
dilatado espacio de dos siglos, constituyó
una de
el estilo
las satrapías
de aquél. Todos los
monumentos de esta época que se han encontrado en el valle del Nilo. así son completamente egipcios, en toda la extensión de la palabra, pudiendo decirse del pueblo de los diferentes elementos de la faraones, que en tanto griega. Entre los monupermaneció fiel á la relimentos más importantes gión de sus padres, tuvo del tiempo de los Lágidas
como en
los oasis,
medios para
'
resistir á las
que se conservan en
el
poderosas influencias del
Museo
arte griego que, después
cen citarse dos estelas cu-
de la conquista del país
biertas
por
el
gran Macedonio,
de Boulaq,
mere-
de inscripciones,
de las cuales
conmemora
hizo de Alejandría una de
la
una
sus residencias favoritas.
el
primero de los Ptolo-
Visitando los templos de la
meos, Soter, dispensó
tendremos ocasión de ver
al
era simplemente sátrapa; HATHOR COMO VACA
la arquitectura
que
templo de Bouto, cuando
época de los Ptolomeos.
que
los beneficios
v
tomó decreto
la
otra
contiene
un
trilingüe
dictado en Canopa,
en honor de Ptolo-
meo Evergetes la
I,
cual se conoce
con
nombre de
el
Decreto de Canopa.
Es
un monu-
este
mento de inapreciable importancia,
ya que á
que
Roseta
la
manera
Lápida de
la ,
contiene
una disposición
sa-
cerdotal en lengua literaria
y vulgar
de Egipto, con su perfecto estado de traducción en idioma griego; con la circunstancia de que su contenido, y su
conservación
le
comunican muchísimo mayor interés que
el
que ofiece
la otia piedra.
Débese
á su descubrimiento á Lepsius, que la encontró en 1866 en las ruinas de Tams, y vino
RESURRECCION DEL EGIPTO ANTIGUO demostrar más y más
la exactitud del
jeroglíficos por Champollion
método seguido para
descifrar los
toda ^ez que ningún e s ip y sus sucesores, tólogo habría podido darle interpretación distinta de la
que
ha dado
le
griego.
el
intérprete
— El furor iconoclasta
de los cristianos dirigióse
es-
pecialmente contra los monuestilo griego
mentos de
per-
tenecientes á la época de los
Ptolomeos y de
romanos
,
los Césares
siendo de advertir
que los más bellos é interesantes se enviaron á
Roma
y
á Constantinopla, y esto explica
que
el
Museo de Boulaq
sea relativamente
pobre en
En
objetos de esta naturaleza.
cambio es mucho más
rico
en estelas conmemorativas, ATAUD DE MOMIA
OBJETO DE TOCADOR
redondeadas por su parte su-
perior,
y adornadas de inscripciones; en sarcófagos, en
ataúdes; en mesas de ofrendas, y pequeños las
féretros y
monumentos de
épocas que han sido descubiertos junto á
las
todas
momias en
los
sepulcros, en la arena y debajo del polvo de las ciudades destruidas, los cuales son debidos por punto general á
más bien que
meros artesanos
á verdaderos artistas. El sabio encuentra aquí, re-
unido en los armarios, conservado en truidas con gran esmero
el interior
de vitrinas cons-
y perfección, ó colocado sobre elegantes
zócalos, cuanto la piedad de los sobrevivientes depositaba ordina-
riamente sobre
el
sepulcro del muerto, perteneciente á objetos de
mueblaje, adorno ó medios de defensa. cabezales que tenian
ANFORA CON TAPADERA DE CABEZA HUMANA
un valor simbólico
CUCHARILLA PARA TOCADOR
Aquí pueden verse ,
los
de los cuales se sirven
RESURRECCION DEL EGIPTO ANTIGUO todavía en los pueblos de la Nubla;
las ánforas
cabeza de chacal, de cinocéfalo, de
(canopes) con cobertera en forma de
gavilán y de hombre, en los cuales se conservaban
las visceras
del cuerpo
momi-
ficado; escarabeos de todas las
dimensiones y materias imaginables de los cuales los mayores ,
colocábanse sobre cadá’v ei
JIMIO
,
ritas
pecho del
el
sitio
correspon—
gargantilla con escarabeo
pues eran considerados como símbolo de
encima de
la actividad
los
miembros,
creadora de la
concediéndoseles además la pro-
piedad de llenar riencia, de
el
diente al coiazon, y los pequeños se fijaban
BOTE DE UNGÜENTO, CON UN
naturaleza
en
al
hombre, muerto en apa-
una nueva fuerza
futura; figu-
llamadas Oushabti, que se apoyaban
contra los muros de las siringes ó se encerCAJA DE JUEGO DE DAMAS
raban dentro de estuches, comunmente en prodigiosa cantidad, con estatuillas,
imperio.
que afectan
el
objeto de depositarlas en el interior de las tumbas.
forma de momias, se hicieron
la
Por punto general son de
baño de barniz
vitrificado,
llevan pendiente de la espalda
cubierta de
tierra,
empuñan un
pico y
un saco de
Semejantes
en tiempo del nuevo
un
un azadón, y Tienen
semillas.
grabada una inscripción, que
muy
muy comunes
falta
en
pocas, por la cual se ha venido en
conocimiento de que estaban destinadas á labrar la tierra para el difunto
campos de
La mayor
más comunes ;
momias, siendo
O uta
llamados
que volveremos á encontrar en Té-
la otra vida,
gurar le
las
los ojos,
Casi todos guardan cierta relación
bas.
con
en los
parte de los amuletos se
han encontrado sobre los
,
los bienaventurados.
al
y tienen por objeto aselos peligros que
muerto contra
amagan en
cialmente en sala del juicio.
el el
mundo
inferior,
espe-
camino que guia
á la
Hasta tableros de damas
de delicada labor, y provistos de sus cajones para colocar las piezas, hanse encontrado en el interior de algunas tumbas.
figurita. Oushabti
EGIPTO,
TOMO
II.
MOMIA DE
IBIS
17
66
RESURRECCION DEL EGIPTO ANTIGUO Este juego
halla ya
se
mencionado en
relativos á la creación; atribútasele
los mitos
un sentido pro-
fundo, y se esperaba poderlo jugar después de la muerte en los campos espaciosos de la bienaventu-
ranza eterna.
Armarios v estatuillas
vitrinas vense colmados de estatuas v
que representan
los
innumerables tipos del
Panteón egipcio, y en ellas se ven también algunas momias, inmensa cantidad de figuras y figurillas, y animales sagrados, muchos de los cuales ofrecen las
más el
extrañas formas compuestas. Reproducimos en
texto la
ave era de
ibis.
el
imagen de un
ibis
pájaro consagrado
Thot,
el
Thot con cabeza
Mermes Trismegisto
los griegos, era igualmente
y así como las fases de
THOT Y SAFEKH (DIOSA DE LA HISTORIA, REGISTRANDO EL NOMBRE DE RAMSES EN LA FRUTA DEL ÁRBOL DE PERSEA Bajo-relieve del Rameseo de Tébas
embalsamado, cuya
al dios
la
un
de
dios lunar,
luna sirvieron de
II
PALETAS
.
jp
RESURRECCION DEL EGIPTO ANTIGUO base para los primeros cómputos del tiempo,
la
medida,
el
67
número y cuanto
se regula ó está
sometido á leyes, y más adelante hasta la ciencia, la escritura y todas las producciones del espíritu humano fue sometido á su dominio. Es el amanuense ó notario de los dioses y se le representa teniendo en la mano la tableta y el cálamo y redactando el protocolo en el juicio do los muertos.
Con Safekh,
la diosa
de la historia, toma acta de las acciones de los príncipes,,
preside las bibliotecas y protege á los escritores.
Consérvase también, y no poco, de los avíosde los jeroglámmatas, y entre ellos paletas provistas de la tinta negra y del color rojo que so empleaban para distinguir las rúbricas del cuerpo del escrito. La casualidad, según dejamos consignado, ha hecho que llegaran hasta nosotros gran número de obras literarias escritas sobre papiro. El
Museo de Boulaq
es
menos
rico
en venerables rollos de este género que
CUADRO DEL TRIBUNAL EGIPCIO DE LOS MUERTOS Viñeta del capítulo 125 del Registro de
muchas de
las colecciones europeas; pero
notoria importancia. Los que
Muertos. Era esta
la
aún
así,
más abundan son
los
muertos de Turin
posee no pocos papiros de gran precio y delos conocidos bajo el título de Libro de los
obra fundamental de la religión egipcia: encuéntranse ejemplares de ella
debajo de las fajas con que se vendaban las momias, ó capítulos de los
muros de
constituían el el
mismo, y cuyo texto
está
más
ó
definirse con toda exactitud: guia
plar
más
la
misma, trazados sobre
y de las catacumbas, y en los objetos, grandes y pequeños, que ajuar fúnebre. Basta decir que este libro, cuyo orden de capítulos no es siempre
los sarcófagos
ménos compendiado
para
el
alma en
ó desarrollado, según los casos, puede
sus peregrinaciones de ultratumba. El ejem-
perfecto que se conoce, que es aquel de que se
orden que se sigue en
la disposición
ha servido Lepsius para establecer
de los capítulos, se conserva en
el
Museo
el
de Turin. El
RESURRECCION DEL EGIPTO ANTIGUO
68
capítulo la
más
notable é interesante de
la
colección es
representación del juicio de los muertos en
cándose á
la
la
el
mundo
125, al cual
la verdad.
Anubis y Horo dirigen
la
en calidad de presidente de
al justo,
afirmaciones que invariablemente comienzan con esencia de
la
moral
egipcia,
que
difiere
la
fórmula:
muy
moral de Moisés.
el
otio se \e
balanza del lado
Thot-Hermes consigna
— La
Hay
cuarenta y dos
he...», las cuales encierran
conservación del Libro de
á la ciencia
en que descansa
el
muerto que asegura no
poco de los preceptos contenidos en
M.uertos ha permitido las bases
la
ha hallado verídico: Osiris,
al juicio.
«No
difunto acei —
paso que en
recibe la defensa del
haber cometido tantos pecados como jurados se hallan presentes
la quinta
al
operación é inclinan
es decir, á aquel á quien
la corte infernal,
ordinal iamente
ella se
al
indulgencia, en cuanto se equilibran el corazón y la verdad.
resultado y entrega su corazón
acompaña
En
inferior.
balanza, uno de cuyos platillos contiene su corazón,
una estatua de de
el
la los
restablecimiento de
el
la doctrina egipcia
sobre los
dioses y sobre la inmortalidad.
Además
de dicho libro existen en
el
papirus hieráticos que tratan asuntos ellos
Museo de Boulaq
muy
diversos.
De
hay uno que contiene gran abundancia de preceptos
de moral, comparables únicamente á
Salomón,
los cuales revelan
la
Sabiduría de
un profundo conocimiento
de la vida, una gran dignidad, y una pureza perfecta.
Otro manuscrito de época
un
bellísimo
más remota,
está
formado por
himno dedicado á Ammon-Ra, que
distingue por su elevada inspiración.
Otro,
moderno, en escritura demótica, contiene una de curiosa invención,
la
se
mucho más
cual se conoce bajo el
historia,
nombre
de Cuento de Satni. Otros rollos hay que sólo contienen cuentas, ó formas de conjuros mágicos.
uso
muy común,
— Eran éstos de
especialmente en las épocas de deca-
dencia, y escribíanse ordinariamente so color de religión, sobre los amuletos y tabletas de piedra.
Las estelas que representan á Horo encima de
los cocodrilos
atribuíaseles la virtud de preservar de cuanto es nocivo y enojoso. los
amuletos contra
el
mal de
ojo;
están llenas de ellos:
Innumerables son también
y las preocupaciones relativas á los dias fastos y nefastos uno de los dias del año se ve
se hallan consignadas en grandes calendarios, en los cuales cada
indicado
como
venturoso, desgraciado ó de mal augurio respecto de determinadas empresas,
y favorable ó perjudicial con relación á
los destinos humanos. De estos testimonios de la antigua superstición egipcia viven no pocos áun, después de haberse extinguido completa-
mente
la i eligion que les dio vida, mereciendo consignarse por lo curioso el hecho de que en tanto que los secuaces de las diferentes confesiones establecidas en las márgenes del Nilo,
i
echazan cuanto trasciende á
la
doctrina religiosa practicada por quienes profesan distinta
RESURRECCION DEL EGIPTO ANTIGUO
70
creencia, no sólo no tienen inconveniente, sino que se hallan
más que
dispuestos á aceptar
que los egipcios sus diferentes preocupaciones y aún sus prácticas supersticiosas. Ello es modernos, al modo que puede observarse en los antiguos, se \alen de fói muías mágicas, en las cuales puede descubrirse muy marcado sabor religioso contra las enfermedades del cuerpo y del espíritu; de conjuros para neutralizar el poder del enemigo; de encantos y sortilegios para ganarse el afecto y el amor y hacerse invulnerables contra las armas blancas que el gran general Ibrahim-bajá. y de fuego. Hoy es v se refiere como cosa averiguada padre del
debió
jetife Ismail,
circunstancia de poseer
de tinta.
Consiste éste
cifras de la
muchacho
su vida.
adiestrado por la
El rapaz echó una mirada sobre la
»izquierdo.»
él
Calló
un hombre que
»tiene doblado sobre » descripción
»
manga
mismo nos
él
la
la el
9
2
3
5
7
8
1
6
en
él
viste
mancha
un
«Distingo
y que no tiene el brazo palabras, miró con mayor insistencia es que le falte el brazo izquierdo, lo
añade Lañe, comunica á su
rectificación,
llevar
faltaba era el brazo derecho .»
y otras del propio jaez permiten formar idea de la destreza de el arte de la adivinación que saben halagar
hay habilísimas en
el
de tinta, y dijo sin pestañear:
mayor exactitud; puesto que Nelson acostumbraba le
la
traje europeo, negro,
— Semejante
vacía de su uniforme: el que
que
solicitó
los dias de
mancha y continuó: «No, no pecho.»
refiere,
un
no habia oido hablar en
después de haber pronunciado tales
negra superficie de
4
un mago, puede ver todo cuanto su maestro hace aparecer sobre
mancha. El inglés, según
viera al almirante Nelson, del cual de seguro
»un buque, y en la
haber escapado incólume de las batallas más sangrientas á
numeración dispuestas del modo que á continuación puede verse:
negra superficie de
muchacho
el
un precioso talismán; y el crédulo Lañe refiere maravillas del Espejo en un pedazo de papel que tiene una mancha de tinta en medio de las
los el
,
unida
al
pecho
la
Semejantes maravillas
que
Gentes
las ejecutan.
deseo innato en
el
hombre,
y más si éste es oriental, de penetrar en los arcanos de lo porvenir. Para ello se emplea la quiromancia que se practica escudriñando la huella impresa por la palma de la mano en una pella de la
masa con que
empléanse
los auxilios de la
se elabora el pan.
mágica en
Con preferencia
á los recursos de la medicina
las enfermedades, y hasta
en los casos más graves se
acude á pedazos de papel en los cuales se han escrito versículos del Coran, antes de los conocimientos del médico.
ardor
En cuanto
estudio de la medicina,
solicitar
á los antiguos egipcios, que se consagraron con
creían que los conjuros
aumentaban
la eficacia
de los
medicamentos. El papiro Ebers, consistente en un antiquísimo manual de medicina,
al lado
de
al
muchos y
variados remedios contiene las fórmulas de conjuro que al emplearlos debían
pronunciarse, y por consiguiente, por medio del estudio del mismo, y no obstante las prácticas supersticiosas que encierra, puede venirse en conocimiento de la doctrina científica
de su autor.
Tampoco
se llegaron á extinguir
en los sucesores de los antiguos egipcios las prácticas
referentes á la alquimia y á la astrología judiciaria:
lejos
de ello hacíase enseñanza y
profesión de ellas en la época en la cual el Cairo, gracias á la célebre universidad establecida
RESURRECCION DEL EGIPTO ANTIGUO
71
S
G\vA\\ >\U.
üÜilllÜiili
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j^jagMngw, cansag»JfeÍ!»Cg»E
Zr7T®3^3S-3EíCI®-2=Zt
_
ENTRADA DEL CHAN EL-CHALIL
72
RESURRECCION DEL EGIPTO ANTIGUO
la ciencia oriental. Y pues esta alcanzó en la mezquita de el-Azhar, vino á ser el centro de ha sido de tan importante estableciqué sepamos que es natural justa y merecida fama, mismo se han obtenido en los miento de instrucción pública, y qué frutos son los que del
tiempos presentes.
ESTATUA-RETRATO Y BAJO-RELIEVE DE AMENOPHIS IV
G
I
PTO
Miriam
LA UNIVERSIDAD Y LA MEZQUITA DE EL-AZHAR
xútil juzgamos encarecer la importancia de la mezquita de el-Azhar,
de
cual
la
hemos hablado ya
al
en diferentes ocasiones, con-
lector
signando que su fundación fué debida á Djohar, general de Moezz,
y que su recinto de
llegó á ser centro
vida intelectual y científica
la
%)
del Oriente.
que desde
el
Cumple ahora
mismo
añadir,
el
presente, ha
En
efecto, de sus
primer sultán fatimita hasta
continuado gozando
el
aulas ha salido
eminente Ignacio Goldziher, alumno
el
privilegio.
aventajado que llegó á superar á sus mismos maestros y le
somos deudores, podemos
una reseña
histórica de ese estableci-
gracias á las noticias de que
hoy ofrecer
al lector
miento, único en su género.
Para el
llegar á las célebres aulas, de las cuales procede .
saber que irradia hasta los
mundo musulmán, dejemos
el
más remotos
confines del
nuevo barrio cercano á
la
plaza del Ezbekijeh, impregnado de sabor occidental, y confundámonos, ó mejor, mezclémonos con la muchedumbre semi-oriental semi-europea del
Muski, que constituye
la calle
más importante
del Cairo.
En
las habitaciones situadas
en
el
plan terreno, sucédense sin interrupción tiendas montadas al estilo de Europa, con mostraEGIPTO,
TOMO
II.
*9
LA UNIVERSIDAD Y LA MEZQUITA DE EL-AZHAR
74
dores y escaparates riquísimamente dispuestos. Sólo de cuando en cuando podemos dirigir una mirada á las regiones superiores, en las cuales se dibujan los perfiles de los balcones salientes ó voladizos, ó á las calles que en la
muchedumbre; porque
mueven en
los
misma desembocan
cuajadas de numerosa
vehículos de toda especie, los jinetes y los pedestres que se
revuelto torbellino doquiera volvemos las miradas,
ocupan forzosamente toda
nuestra atención, sin dejarnos espacio, sin embargo, para describir, aun á grandes rasgos, esa actividad febril, ese movimiento inconcebible.
Atentos, pues,
en una libros
calle
al fin
que nos proponemos, doblamos á la derecha y nos encontramos
en cuyas tiendas (doukkan) se venden dos artículos completamente distintos:
y babuchas. ¿Qué motivo puede
influir
en que, no sólo aquí sino también en los
almacenes de
Siria,
se
encuentren reunidos dos artículos
tan
heterogé-
neos? «Los libros, dice »el sabio, generalmente
»se hallan encuaderna-
»dos de
»de
tafilete rojo,
propia
la
y
materia
»se fabrican las babu-
»chas, erg o libros y ba-
buchas, constituyen vpara »
mercader una
el
misma
cosa, v librero
»v zapatero no compo-
nen más »y
ms mejores ganas penetraríamos en
casa de nuestro amigo
que una sola
misma personan) Con
Hasan, ó en
la
de su vecino,
el
hombre
de la Meca, para mercadear entre sorbo de café y chupada de tabaco depositado en narghileh de purísima factura oriental, alguna bella edición de Boulaq, ó tal cual esos
de
antiguos manuscritos, nada escasos en
que ofiecen más bizarros adornos, dosamente en
se
la biblioteca del vi rey;
el Cairo,
remontan
al
mas hoy no
cuyos
más
bellos ejemplares, que son los
tiempo de los califas, conservándose cuidase trata
de adquirir libros, sino de visitar
los lugares
en los cuales, desde muchos siglos acá, se conserva la ciencia y se cultiva el pensamiento, á que deben su origen la mayor parte de los libros referidos. Muchos de los adornos reproducidos en este capítulo, consagrado al saber de los árabes, son copia de venerables manuscritos del Coran.
Xos hallamos ya delante de la mezquita: lanzamos al paso una mirada al escribiente un rincón de la calle, va escribiendo la carta que le dicta un artesano, y permanecemos un momento perplejos preguntándonos por cuál de las seis puertas entrapublico que, sentado en
LA UNIVERSIDAD Y LA MEZQUITA DE EL-AZHAR
LA PUERTA DE LAS SOPAS EX LA MEZQUITA BAB EL-AZHAR
75
LA UNIVERSIDAD Y LA MEZQUITA DE EL-AZHAR
76
remos. La del Este, llamada Bab-es-hshourbéh
(la
puerta de las sopas), es de suyo pintoresca
y ofrece no pocos atractivos; pero al fin nos decidimos por la puerta principal llamada «Puerta de los Barberos» y traspasamos el umbral, en la disposición de espíritu que resulta
«Se juzgan
de leer la inscripción que sobre su dintel campea y que dice:
las acciones
según
»las intenciones, intenciones, se concede la recompensa.» y á cada hombre, según sus
Descalzámonos y sustituimos nuestros borceguíes por unas babuchas de paja, y en semeel portero, llegamos á un sitio en el cual vimos diferentes
jante disposición, guiados por
barberos que estaban rasurando espacioso patio que precede á
mismo y
la
la
cabeza á sus parroquianos, y desde
mezquita, enlosado todo
él al
magnífico y
de riquísimo mármol.
él
En
el
junto á las cisternas destinadas á las abluciones ritualísticas, que se hacen antes
de las oraciones, sentados detrás de sus correspondientes mesillas,
vense gran número de muchachos,
que balanceándose incesantemente de delante atrás con la regularidad
de un péndulo, conságranse tudio de los primeros
de
la
musulmana.
ciencia
encontrarnos
con
al
es-
elementos
Para
un estudiante
propiamente dicho, es indispensable
de
que penetremos en la
el interior
mezquita.
Ya
en
ella,
parécenos hallarnos
rodeados de una atmósfera desconocida.
En una
sala
inmensa cuyo
techo sostienen trescientas ochenta
columnas, y del cual penden nada menos que mil doscientas lámpaias
,
sobie un pavimento tapizado de esteras, y acurrucados formando diferentes grupos,
numerosa muchedumbre de jóvenes imberbes y hombres provectos. Aquellos peimanecen sentados, formando semicírculo, delante de un jeque que se apoya contra una columna, es el profesor, de cuyos labios penden sus miradas, en tanto que les explica uno de
distínguese
lo* numeiosos textos y comentarios que constituyen el derecho canónico en la ciencia del Islam, explicación que da con la especie de melopea que es característica en la enseñanza oiiental, \ de la cual no es difícil formarse idea, pues con ella tiene no pocos puntos de semejanza, la que usan los talmudistas judíos de Europa. Investigando más y más en derredor de nosotios, además de las sillas y de los pupitres que hemos tenido ocasión de ver en otras mezquitas, podiemos notai en esta inmensa sala dos estrados mucho más bajos, en uno de los cuales, sumergido en la interpretación de un texto jurídico vese á un venerable anciano.
LA UNIVERSIDAD Y LA MEZQUITA DE EL-AZELAR
número de
El
que
le
enseñanzas de sus colegas. Es
el
los oyentes
rodean es
muy
superior al de los jóvenes que asisten á las
jeque Ashmouni, de gran fama, no sólo por su saber, sino
por su ’wda ejemplar ascética, el cual constituye uno de los más bellos timbres de la instiy Testigo es de su saber un profundísimo estudio gramatical, impreso en Boulaq, deponiendo de la pureza de sus costumbres el celibato que se ha impuesto. En tanto que tución.
sus colegas, para dar sus lecciones se sientan en las esteras,
distinguiéndose
únicamente de asisten
ellas
que á
los
por
el
que ocupan junto a
lumna, »la lo
sitio
co-
la
— «establecerse
en
columna» expresa aquí
que entre nosotros «abrir
»un curso»
—
él
disfruta
una
fama por nadie contradicha
y por todos confesada, que influye en
que se
le
conceda
sin disputa el privilegio de la
En
cátedra.
cuanto
al
otro estrado hállase al pre-
sente vacío, correspondien-
do de derecho
al
jeque
más
antiguo de la mezquita, al
venerable as-Sakká, á quien
edad y las enfermedades impiden ocupar su sitio junla
to á la
columna. En opinión
del pueblo
cuenta más de
cien años; pero los que tiene
realmente son noventa. Al presente explica á sus alum-
nos que acuden á su casa; samo d EL cairo
pero mientras pudo asistir
á
la
mezquita, tanto como sus lecciones dadas
por su elocuente y arrebatada palabra, Júzgasele
ocupan en jefe,
el
musulmán más
los
al pié
de la columna, dábanle merecida fama,
sermones que predicaba todos
los
viernes.
instruido de todo el Egipto, y al decir de las gentes que se
los asuntos de la mezquita, de fijo habría llegado ya á la jerarquía de muflí
que es como EGIPTO,
TOMO
si II.
dijéramos rector de
la
mezquita,
si
en
en su juventud no hubiese ganado la 20
LA UNIVERSIDAD Y LA MEZQUITA DE EL-AZHAR
78
humilde
subsistencia ejerciendo el
oficio
de lavandero de cadáveres.
Mas suponiendo que
que llegara a tan elevado haya influido semejante consideración, han sido también óbice para teológicos. Sea como quiera, grado de encumbramiento, motivos de más bulto, exclusivamente merced á
podemos observar que en lo* musulmanes, descenaún robusta y poderosa la prevención ó, si se quiere, cual miraban con cierto horror á las gentes que velaban y
las manifestaciones del vulgo,
dientes de los antiguos egipcios, vive la
preocupación en virtud de la
abrian los difuntos.
Entre los jeques que estaban dando sus lecciones y los miles de escolares que les más de un rostro expresivo, más de una barba gris,
rodeaban, tuvimos ocasión de contemplar
más
de una figura venerable.
Sanhouri
de ellos lee
el
maestro cuida de
texto que el
más
decidida, siendo tal
más
insignificante, ya está
deja de la
mano
No uno,
ni
sino
y tan
la
generación
enarbolando
el palo,
creto
es-
más joven de alumnos, y uno
interpretar, para lo cual
fina su percepción,
que en cuanto
el
escucha con
la atención
alumno comete
la falta
con aire amenazador, á cuyo efecto nunca
lo
aún cuando está sentado.
muchos
dias
hemos
errado en todas direcciones bajo el techo de esta sala,
yendo de -una á otra columna, con objeto de escuchar á ciones
Ahmed
Entre éstas haremos especial mención del jeque
En derredor suyo agrúpase
el ciego.
hemos podido deducir que no hay uno
los
y determinado, en una série de lecciones continuadas.
llevado entre nosotros al último punto
maestros, y de nuestras observa-
sólo que se ocupe en
un punto de
ciencia con-
Semejante método de enseñanza
desconócenlo completamente los orientales que por
,
más eminentes y conspicuos que sean en
saber, conténtanse,
cuando en su
espíritu se
ha
extinguido la chispa de la originalidad, con interpretar textos oscuros, y con comentar comen-
y áun comentarios de comentarios. Nútrense del saber de otros tiempos y en emplean su sagacidad. El profesor recita en el mismo tono texto y comentario, diciendo únicamente para diferenciar el uno del otro, hablando del primero: «El autor, bendígale Dios,
tarios anteriores él
»dice» y refiriéndose al segundo: exposición
tal
«Dice
cual pregunta tímida de
los pasajes difíciles el profesor es el
el
intérprete.»
un alumno, que
que
se dirige al
á lo cual generalmente responde el interrogado:
Una
De cuando en cuando interrumpe el
intérprete procura satisfacer,
la
yen
alumno preguntando: «¿Comprendiste?»
«A
Dios gracias comprendí.»
lección dura de
hora y media á dos horas, y suele terminar con las siguientes palabras: «Hasta aquí hemos llegado y quiera Alah concedernos inteligencia. » Después de lo cual los estudiantes se incorporan, acércanse uno á uno á su maestro, despídense de él besándole respetuosamente la mano, y guardan sus cuadernos en el cartapacio. Los alumnos tienen en gran estima lo que poseen «en negro sobre blanco,» como si dijéramos, sus apuntes; y na ^ a 1° prueba, como las tiernas palabras y dulces expresiones con que se solicita la devolución de un cartapacio extraviado, por medio de los anuncios fijados en tal
cual columna,
previa autorización del vigilante ó inspector.
No podemos
resistir al
deseo de publicar uno de
dichos anuncios, que copio á la letra el Dr. Goldziher. «¡Oh compañeros (mougaouirin) de »la noble mezquita el-Azhar, que marcháis en pos de la ciencia! Compadeceos de la pérdida
LA UNIVERSIDAD
80
A'
LA MEZQUITA DE EL-AZHAR
»que ha experimentado uno de vosotros. Héseme extraviado una cartera en » kourrasehs
»como previene
la religión,
con
lo cual
»de mí, en cuanto haya recobrado
En
el
experimentará un halago
animadas discusiones que sostienen paseando á
penetran en
Un
el edificio.
de este pobre sér, es decir
los estudiantes
lo largo
formando grupos, ó charlando con
quita, ó reuniéndose
(')
tesoro perdido (**).»
media de una á otra lección,
intervalo que
el
había dos
la cual
Suplico á quien los hallare, se sirva entregárselos al portero,
del comentario.
1
aguador, por ejemplo, con
ocupan
tiempo en
el
de las espaciosas salas de la los
mez-
vendedores ó los curiosos que de sus vasos, recuerda á
el retintín
cual estudiante que hay quien puede apagar su sed de agua ya que no de ciencia; algo lejos,
un vendedor de comestibles viene á demostrar con elocuencia muda, que
nutre de pan, y
le
da
lo visto
sabio se
razón un escolar que hace provisión de vituallas, en tanto que un
la
una mujer, cuidadosamente
tercero sostiene cariñoso coloquio con
por
el
tal
más
debe de ser su madre ó una próxima parienta.
un
cubierta con
De improviso
velo,
que
se deja oir la sonora
voz del muezin llamando á los muslimes á la oración del medio dia. es-souhher, v entonces todos se precipitan á las cisternas del patio exterior con objeto de practicar las abluciones prescritas, y humillarse después en la dirección de la kiblcüi en
Después de
hora de la
la
siesta,
empiezan de nuevo
ademan de
las lecciones,
orar.
que continúan hasta que
se les llama á la oración de la tarde, el—magrib. Los estudiantes rezan en sus habitaciones particulares, la
mayor
según veremos luego,
La
vida que,
Ll-Azhar, se
tal
parte de las cuales se hallan establecidas en el interior de la mezquita, la última de las cinco oraciones á
como acabamos de
íefiere
únicamente a los días de labor; en
las aulas, pero á eso del
en bote
la
En
la
otro lugar
palabra del
concepto tiene la
Imán
á cuyo cargo está también
tratado de la mezquita, como lugar de oración: al presente vamos á como establecimiento de enseñanza, ya que este es su principal destino.
no tienen de
él
musulmán forma
misma
hombres
vacan
hemos
ella
aquí cumple decir que los que echan en cara
científico, ó
los festivos ó sea el viernes,
gran sala de columnas, que llena de bote
la
de las plegarias.
ocuparnos en
Y
medio dia se dirigen á
muchedumbre deseosa de escuchar
la dirección
que está obligado todo musulmán.
describirla, llevan los estudiantes de la universidad de
de
más
idea alguna,
ó
le
parte integrante de la
cle\ndo.
Una
al
Islam
el ser
poco favorable
calumnian á sabiendas: ya que fe
y de
la
sentencia de la tradición
al desarrollo
la ciencia
en
el
humana en lo que mahometana expresa que «son naturaleza
que saben y los que quieren saber: quien no pertenece á ninguna de dichas » clases es un gusano que no sirve para cosa alguna.» »
1
los
El kourraseh está formado de dos pliegos reunidos
S:
u
6n
"
man °
formando un
1ZqU16rda * Para qUe
solo cuaderno (a). Los árabes escriben con
^ C ° mprenda
VéaSe
Presumimos que no puede traducirse con más exactitud la palabra árabe halaoua que se (**) No será difícil que el anuncio precedente sugiera al lector el reeno-r/lr. /i-i ... ” libros, el cual empezaba invariablemente con las palabras «Si este libro se perdiesel-V.
61
lee en el original °
^^
(a) Como puede observarse aún en nuestros y de aquí cuaderno. V.
—
libros antiguos.
el
cálamo sobre
el
la pág. 74 que representa
(*)
-V
eStUdlanteS en la carta blanca de
Dos pliegos metidos uno dentro de otro forman cuatro ° hojas (ocho páginas)
LA UNIVERSIDAD Y LA MEZQUITA DE EL-AZKAR Para
el
musulmán
los árabes, la
la ciencia
época anterior
la ignorancia.
y islamismo se distingue con
al
mas áun
un
así, constituye
religiosos,
da derecho á llenar
le
demás en manera alguna excluye
lo
Islam, es exclusivamente
la
árbol de numerosas ramas, y la profun-
didad que ha alcanzado desde los primeros momentos,
un hombre. Por
al
de
la historia
nombre de época de
el significativo
Cierto que la ciencia tan estrechamente unida
ciencia de la religión;
81
son dos cosas tan inseparables, que en
la fe
á los eruditos
la
vida toda de
que nada tienen de
y hasta recomienda este género de estudios existiendo un proverbio árabe que
dice: «estudia la
magia, pero no
Es necesario saber y no ignorar cosa alguna.»
la practiques.
La
estrechez del vínculo existente entre la ciencia y la fe resulta manifiesta con sólo considerar que el sitio donde se ora y donde se estudia es uno solo y que la fundación de escuelas hállase siempre enlazada con la fundación de mezquitas.
Todos
los legados (aoukaf)
referentes á la enseñanza y á su dirección, eran inviolables por la ley; sin embargo, príncipes sin conciencia ha habido que se lian apoderado de ellos en determinadas circunstancias, sin
que hayan faltado sabios, de sobra complacientes, para proporcionar argumentos especiosos que dieran
muchas ellas
al
abuso apariencia de legalidad. Esto explica
el
motivo de haber desaparecido
de las escuelas agregadas á diferentes mezquitas del Cairo.
puede
citarse,
por
vi a
buen estado de conservación
de ejemplo, el
la
alminar v **
Otras,
mezquita de Ouerdani, de
la bella sala interior,/
han
y en
número de
el
la cual sólo se hallan
ido
en
desmoronándose: v en 7
estos casos los bienes de las fundaciones piadosas que de ellas dependían, ó
tj
han pasado á
las
autoridades seculares, ó se han empleado en beneficiar otros establecimientos análogos, así
como
A
á los profesores y
alumnos de
las instituciones suprimidas.
acción simultánea de todas esas causas y de todas las circunstancias referidas, debe la
la
escuela superior de el-Azhar la inconcebible prosperidad de que goza; pues en realidad de
verdad, á
misma ha
la
Comparadas con
ella
qué otra ciudad del
ido á converger la vida, antes repartida entre
apénas merecen llamar
mundo
de profesores y de diez mil
Ya hemos
el
existe
la
muchas mezquitas.
atención las demás escuelas del Cairo.
una universidad en
la
cual pase de trescientos el
¿En
número
de discípulos?
hablado de su edificación en
el
año 909 después de Jesucristo:
restauración de importancia de que ha sido objeto, practicóse en
años después de haberse fundado, estableciéronse en
la última
año 1720. Diez y siete cursos de enseñanza teológica, y
ella
el
desde entonces afluyeron á ella mandas y legados que aseguraron á los hijos de la ciencia
poder consagrarse
al estudio sin
que debieran ocuparse en proporcionarse
los
pensables para atender á su sustento: tantos, y tan pingües fueron los donativos. El
hombre-clios
Hakim
1
concedió á
la
mezquita
el
usufructo de
el
medios indis-
mismo
un número considerable de
dominios situados en Egipto, en Siria y en otras provincias. Después de la caida de los que habían pertenecido á la secta chiita, alcanzó preponderancia la corriente
califas fatimitas,
sumsita,
1
Tomo
y á pesar de
I,
ciertas dificultades
que se presentaron llegó ,
á alcanzar hasta tal
pág. 295.
EGIPTO,
TOMO
II.
2
i
punto
LA UNIVERSIDAD Y LA MEZQUITA DE EL-AZHAR
82 la
supremacía, que
de
muy
la escuela superior
poco tiempo en una de
de el—Azhar en su principio chiita, convirtióse
las fuentes
continúa siéndolo, procediendo con
tal
más abundantes de
la ciencia sumsita.
como
amplitud de ideas,
como
tolerante para las variedades de creencia que
cabo
puede concebirse en
sólo
círculo del Islam, esta religión tan intransigente para cuanto sea distinto de lo sostiene,
al
Hoy mismo que
el
ella
surgen en su propio seno.
Es indispensable prescindir por completo de nuestra «ortodoxia dogmática» para comprender que en
la
mezquita de el-Azhar, oren juntas y en paz, una
sectas, ó mejor, cuatro ritos diferentes, reconocidos todos
como
lado de otra, cuatro
al
ortodoxos, y que sus cuatro
sistemas, representados por profesores sabios y escolares entusiastas,
aprendidos con completa libertad y sin que den lugar
más pequeña
discordia.
ritos diversos,
más de
que
lejos
En
efecto, el Islam
al
sean enseñados y
rozamiento más insignificante ni á
ortodoxo de
la
la
Sunnah, cuenta cuatro ramas ó
de ser contradictorios ó hallarse en desacuerdo, explican y ponen que mutuamente se prestan, las tradiciones de la fe musul-
relieve, gracias al auxilio
mana y
las leyes de la vida
mahometana, de maneras frecuentemente
doctrina hanbalita, es decir, del imán
Ahmed
ibn-Hanbal, que es
respecto de cuanto no sea la doctrina islamítiea en su partidarios
el
más genuina
más
muy
opuestas.
La
intolerante de todos,
pureza, cuenta
muy
pocos
se sujeta estrictamente al sentido literal del Coran, y por consiguiente sostiene que Dios tiene forma humana. Germina en ella cuanto sabe á odio fanático contra todo lo que
y
es extranjero
y no musulmán, ese odio que, según equivocadamente se presume, constituve
el
rasgo característico del Islamismo: de
la
mayor
la
misma proceden igualmente muchas,
parte, de las herejías, entre ellas, el
por no decir
ouahabismo, que como sabemos, domina en
la
Arabia superior, y en la India. La escuela malekita fundada por un doctor de Medina, Malik ibn-Anas, empuña el estandarte de la tradición musulmana. Sus partidarios hallábanse extendidos por toda
la
las regencias berberiscas y
en
Andalucía y hoy se encuentran en las comarcas de Argel, en
el Egipto superior. La secta más transigente, y por lo mismo que más se separa del exclusivismo tradicional se llama hanejila. del nombre de su jefe ó fundador en el Irak, el imán Abu Hanifah sus partidarios son muchos y muy importantes, pues domina en los círculos oficiales. Entre éstos y los tradicionalistas puros existe la
la
:
escuela
shcifeita,
del
imán
Shafei, cuyo sepulcro
conquista de Egipto por Selim era practicada por los turcos hanefitas,
de el-Azhar, pertenece siempre á
la
la
el
hemos
visitado en
el
Karafeh L Antes de
dominante; mas desde que á
gran jeque, ó como
confesión hanefita.
si
dijéramos,
ella
el rector
Lo propio puede
la
se antepuso la
de la escuela
decirse respecto del
mufti de los países situados en las márgenes del Nilo, cuyo nombramiento se ha confiado al gobierno egipcio.
hace poco tiempo
Pero no son únicamente
las consideraciones
dogmáticas ó las cuestiones jurídicas las que en sus diferencias influyen también las
separan considerablemente estas cuatro sectas: prácticas del culto;
1
Tomo
I,
pág.
3i
y sin embargo,
las cuatro están
representadas por imanes en las mezcjui-
MEZQUITA OUERDAEI
LA UNIVERSIDAD Y LA MEZQUITA DE EL-AZHAR tas,
en
punto central del Islam. Todos los dias puede verse en
el
á dos
profesores pertenecientes á ritos diferentes, que apoyados
explican
al par,
uno
el
un mismo
al lado del otro,
85
Universidad de el—Azhar
la
en
la
misma columna
capítulo del derecho canónico, según las
concepciones diametralmente opuestas de su escuela. Lo que para las ceremonias del culto musulmán son
la
Meca y Medina,
lo
es para
la
A
ciencia la mezquita de el—Azhar.
sus salas acuden muslimes de todos los puntos y de todos lo» idiomas, no existiendo región alguna del Islam que no tenga en ella su representante, desde las costas atlánticas de Marruecos, hasta las islas del archipiélago indio.
De
los siete mil seiscientos
noventa y cinco estudiantes que á
mil doscientos cuarenta hanefitas
1
:
tres mil ciento
ella
cientos cuarenta malekitas y veinta y tres hanbalitas. Ya &e comprende que la mezquita no podía dar cabida á tan
estudiantes, y esta circunstancia obligó á habilitar otros
secinos de la academia de el—Azhar. el
Además
concurrían en 1877, babia
noventa y dos shafeitas; tres mil dos-
numerosa concurrencia de
muchos
patios en otros templos
de las fundaciones que dejamos mencionadas,
sosten de estudiantes y profesores se halla asegurado por medio de cuantiosos é importan-
tes donativos
que proceden de
También
emplean en cumplir
se
las regiones de
donde concurren estudiantes á
propias atenciones los
las
la
Universidad.
pingües legados debidos
al
gran fundador de fuentes y mezquitas, Abd er-Rahman Kikhja, fallecido hace ciento diez y siete años, cuya tumba se encuentra en uno de los corredores laterales de la mezquita: y por último, hace diez y ocho años, Rahib— bajá estableció el rionak el—Hanefy'eh, en el cual se sostienen actualmente ciento treinta y cinco estudiantes. A este caritativo personaje se debe
también
el
que se aumentaran en quinientos los cuatro mil panes que diariamente se
distribuyen por
gobernador del escolares 2
el
ministerio de las fundaciones.
alto Egipto,
Finalmente, Abou Sultán bajá, antiguo hace cocer diariamente doscientos panes que se distribuyen á los
.
Hase dicho repetidas veces que Mehemet-Alí
se habia incautado, destinándolos
y consumiéndolos en provecho propio, de los capitales legados á
menos
cierto
que
esto.
Lo que el
imponiéndose
importante
esforzaba
en poner al servicio de
espiritual,
jamás
que se imponía, arrabal
del antiguo
situación continúa la 1
fisco
la
la obligación
de cubrir con fondos procedentes
que resultaba. El decidido reformador que se idea gubernamental todos los factores de la vida
déficit
se detuvo ante la idea de la
al
mezquita el-Azhar: nada
hizo fué poner bajo la salvaguardia é inspección del gobierno
los bienes, uakp, universitarios,
de su bolsillo particular
la
pagar demasiado caro, merced á la onerosa carga
influencia que tenia en los asuntos de la academia de el-Azhar, este espíritu;
este
mundo completamente
misma. El gobierno
distinto de
todo lo demás.
del jetife administra la mezquita, invirtiendo
La
sumas
número de hanefitas se explica por ser la más apartada del Cairo la provincia ó región que contiene más representantes el Asia central. El Egipto shafeita, y las regiones malekitas del África septentrional, pueden enviar fácilmente s U s Actualmente enseñan en la mezquita de el-Azhar doscientos treinta y un profesores, de los cuales pertenecen al rito hanefita cuarenta y nueve; ciento seis al rito shafeita; setenta y cinco al malekita, y uno solamente al hanbalita. * Nos confesamos deudores de las noticias que preceden al doctor Goldziher, que las obtuvo del reformador del sistema escolar en Egipto, Dor-bey, y al barón Fr. de Revay. El reducido
de esta secta, es decir,
hijos al Cairo.
EGIPTO, TOMO
II.
22
86
LA UNIVERSIDAD Y LA MEZQUITA DE EL-AZHAR
ORTADA DE LN MANUSCRITO DEL CORAN DEL TIEMPO DEL SULTAN EL PERTENECIENTE A LA BIBLIOTECA DEL VIREY EN EL CAIRO
LA UNIVERSIDAD Y LA MEZQUITA DE EL-AZKAR importantes en su sosten, con
lo cual se
asegura cuando menos
el
87
derecho de dirigir los
asuntos exteriores de semejante asociación: política como pocas hábil, por
Azhar dispone de un poder inmenso para levantar reforma L
la
lo
mismo que
el—
opinión pública contra los proyectos de
mermado en lo más mínimo las rentas de esta venerable institución, mano liberal, y además de esto le ha prestado el servicio inmenso de modo la marcha de la instrucción, sino en su forma extrínseca, por lo
Lejos, pues, de haber sostiénela el jetife con
sistematizar en cierto
ménos en
la inspección ejercida respecto de la
Al método anticuado, de origen árabe
una
sustituido
série de ejercicios,
oriental, puesto
que
el
premiar á
que acaso bastará por
El gobierno se reserva
el
la
se
participa
el
Según
ascenso.
La
profesores de primera clase. del Nilo
que tiene también
personaje
más conspicuo
el
la
la tercera clase á la el
más eminente,
última estadística de
título
conducido
al
mezquita sólo habia tres
musulmana en
buen camino. El
el Cairo.
epíteto es interesante, por lo
que
conversos, tanto
Al presente
llamado el-Mahdi, sobrenombre que
é instruido,
el
mismo que
lo
han
padre del que nos ocupa era un
demás profunda en
distinguido sabio judío, cuya conversión produjo impresión por israelita del Cairo.
recibe del jetife,
decreto en virtud del cual
de sheikh-el-Gami, rector de la mezquita, que es el
é influyente de toda la sociedad
llevado diferentes familias de
la
el
la
segunda, y de
inspección de los estudios incumbe al mufti de los países
jeque Abbasi, anciano venerable
significa el
la civilización
seis jueces pertene-
derecho de confirmación, y además
nombrados, haciéndoles pasar de
antigua costumbre oriental, un traje de ceremonia, con
según
lo es el
para cambiar
sí sola
un exámen de prueba ante
El que llega á este último grado, que es
ésta á la primera.
le
los
capacidad de los profesores y de los alumnos.
que se empleaba para adquirir una cátedra, se ha
aspirante debe sufrir
cientes á los diferentes ritos. facultad de
,
el
círculo
El predecesor de Abbasi, Mustafá el-Arusi, vive aún: es un anciano
instruidísimo y por demás simpático, que escribe obras científicas, versifica gallardamente, y perdió su elevada categoría á consecuencia de una disputa que tuvo con los ulemas, con motivo del Código Xapoleon. El destino que desempeña Abbasi, el cual ejerce desde el
año 1871, es uno de disfrutan
los
una renta de mil
mejor retribuidos de Egipto, ya que proporciona á
cinco mil pesetas, y les asegura
el
modo
Más modesta
de bendición:
«Concédate Dios
la
al
lo
y
siguiente frase dirigida por los padres á
la gracia de ser
es la retribución de los profesores,
quinientas pesetas
que
goce de un magnífico palacio árabe. Dados estos antece-
dentes compréndese que se haya hecho proverbial
sus hijos á
los
setecientas treinta libras egipcias, equivalentes á unas cuarenta
mes; pero deben agregarse
al
un
dia sheikh-el-Gami.»
cuyo sueldo mensual no pasa de
mismo
las
gratificaciones
que se
les
conceden como imanes, muftíes, predicadores y empleados en la administración pública, amen del pan que se les distribuye. Con todo esto la vida del profesor de tercera clase en la i
el arrendamiento de los bienes propios de la mezquita el conjunto de las rentas de la administración de el-Azhar ha últimos años 275,646*14 piastras turcas. Los gastos han ascendido á 390,834*28, por consiguiente la diferencia, importante ha debido suplirla el ministerio dp instrucción pública. A dicha suma deben agregarse 39,449*43 piastras, que cuesta al administración de la mezquita, las cuales no están continuadas en el capítulo de gastos.
Comprendido
importado en
los
115,188*12 piastras
ministerio la
,
88
LA.
UNIVERSIDAD Y LA MEZQUITA DE EL-AZHAR
PORTADA DE UN MANUSCRITO DEL CORAN DEL TIEMPO DEL SULTAN SCHAâ&#x20AC;&#x2122;ABAN. PERTENECIENTE A LA BIBLIOTECA DEL YIREY EN EL CAIRO
LA UNIVERSIDAD Y LA MEZQUITA DE EL-AZHAR
89
piimera escuela superior del Islam dista mucho de ser desahogada, y el Dr. Goldziher ha tenido ocasión de convencerse de ello, visitando en sus habitaciones á los profesores que las ocupan, pudiendo adquirir el convencimiento de que esos hombres llenos de celo y verdaderamente notables, sin hacer vana ostentación de un formal voto de pobreza, observan al pié de
NICHO DE LA Ka’a DEL MUFTI (JEQUE EL-MAHDl)
la letra la
máxima que
se atribuye al fundador del Islam:
«Mi pobreza
es
mi
orgullo.»
Fakri fakhri. Así como el profesorado de las mezquitas ha tomado bastante, en lo que concierne á las formas, de las escuelas superiores de la Europa moderna, la división que existe entre los estudiantes, recuerda la separación por naciones de los que frecuentaban las universidades EGIPTO,
TOMO
II.
LA UNIYEE SIDAD Y LA MEZQUITA DE EL-áZHAR
90
alemanas v francesas en los últimos tiempos de de los estudiantes en
con más
el
sentido
más
media, y áun
Edad
la
estricto de la
palabra, es
la
mas
La
adelante.
vida
de los colegios provinciales,
circunstancia que á nosotros los europeos no puede
el tener residencia interna,
ménos que sorprendemos. Los anejos y dependencias de
mezquita encierran
la
que se
lo
llama los rinaks, es decir, campos, en los cuales se establecen los estudiantes por grupos,
según
la
comarca de donde proceden: mas como de escolares que á ellos acuden
número inmenso
,
campos resultan incapaces para
los
Al presente existen cuarenta y un no separa muro
establécense en casas particulares cerca de la universidad.
rinaks y calles, alguno.
es decir, otras tantas divisiones en la mezquita, que
hcircit,
más
El rinak
poblado, puesto que en
correspondiente á
mil cuatrocientos dos estudiantes, es
seis.
No hay
para qué decir
las dos ciudades santas,
siete;
que
menor número de
apartadas del centro, cuentan con la India,
estudiantes de Java que continuaron en
de el-Feshnijeh,
el
ocho;
circunscripciones del Islam
las
común:
así
podemos
el
En
Darfur, seis.
establecimiento hasta 1875.
como en
decir que los hanbalitas tienen
Los ciegos tienen
encuentran veintitrés estudiantes.
más
representantes: así Bagdad sólo tiene
rinaks se hallan repartidos no tanto por comunidad de origen, ciones de interés
el
provincia de Beni-Suef, con setecientos tres habitantes; el de Tebriz,
la
con ciento diez y
uno;
moran
él
Egipto superior. Después de éste citaremos sólo por via de ejemplo
el del
el
que se hallan en posición desahogada
los
1871 habia seis
La mayor
parte de
virtud de considera-
un rinak en
cual se
el
que cuenta doscientos cinco
otro
miembros que, cosa verdaderamente digna de tenerse en cuenta, han adquirido desde hace ya muchísimo tiempo
peor1876 reputación por su fanatismo exagerado y su salvajismo incompa-
la
1877
un rinak
rable.
Existe por último
que
presente reúne nada
al
En resúmen,
la
especial para los estudiantes que carecen de
ménos que ochocientos noventa y
estadística universitaria
permiten formar idea del movimiento
una explicación
siasmo por parte de
hasta 1877, arroja
321
«
10216
325
«
11095
«
231
«
7695
«
el
y
las
siguientes cifras, que
«
último se observa respecto de profesores (94) y alumnos (3400), y de fijo se engañaría quien la buscara en falta de entu-
sencilla,
la población
musulmana respecto de
explicación debe buscarse en el antiguo proverbio. Inter
enmudecen
las
9668 alumnos.
314 profesores
1873
muy
propio,
científico del país:
1871
La disminución que en tiene
campo
siete pensionistas.
la
arma
musas. La guerra turco-rusa ha llamado á
las
ciencia religiosa. silent musce.
armas á toda
Ante la
No, las
esta
armas
juventud del
Islam, y por consiguiente, los habitantes de muchas de las más importantes provincias, se hallan imposibilitados para enviar á sus hijos á Egipto. En cuanto vuelvan á lucir los la paz, la floreciente el-Azhar, á la cual sólo pueden negar una y conceder una fútil semiciencia el fanatismo ciego ó un espíritu mezquino encontrará de nuevo la plenitud de su gloria y de su prosperidad.
benditos resplandores de
reforma
total
y limitado,
1
Cx
I
P T O
Las estatuas con cabeza de leรณn en Karnak
EL CAIRO LA VIDA DEL PUEBLO anos juzgaríamos cuantos esfuerzos hiciéramos para que
comprendiera en
lector lo
el
que nos
presente capítulo
el
proponemos, sin seguir á letra la
na en
norma que
la
se consig-
las siguientes palabras:
¿Queréis conocer á fondo
carácter de
el
un
pueblo? Asociaos á sus regocijos; observadle durante sus diversiones; estudiadlo en su vida pública y en su vida privada, en sus dias de júbilo y en sus horas de tristeza. sejo tan sensato,
deberían olvidarlo
un
solo
momento
estudian la vida popular, con describir la especial
el
manera de
con-
el
que
y
las rela-
de Oriente;
sobre todo teniendo en cuenta que
mismo que
los
propósito de
ser
ciones sociales de los pueblos
jero, por lo
Es
que en nuestro concepto no
el
extran-
profesa distinta reli-
gión, difícilmente tiene acceso en el interior de la casa,
y por lo
mismo ménos aún en
el
seno
de la familia. Durante los regocijos públicos la calle se convierte,
en verdadera sala de
si
así
podemos
decirlo,
y por lo tanto la vida íntima de la casa oriental se traslada en cierto modo al exterior. Para tomar parte en ella y sacar de la misma el apetecido provecho no se requiere título alguno; basta con tener ojos para ver, oidos para escuchar piés robustos y EGIPTO,
TOMO
II.
fiesta
EL CAIRO
94
para tenerse en
Algo más
pié.
se necesita para penetrar
en
la casa;
pues ante todo es indis-
establecer con ellos relaciones de intimidad, cosa pensable vivir entre los indígenas, y luego que comparten su existencia, sea como supeque sólo acontece, por punto general, á aquellos
en sus costumbres. como colaboradores, y se hallan iniciados en su lenguaje y un sabio aleman de Hildesheim, el doctor Spitta, reúne en su persona tola ciudad de los califas, es condiciones; pues además de vivir de muchos años acá en
riores, sea
Nuestro guia, que es das estas
bibliotecario del jetife,
y en
este concepto conserva y clasifica con auxilio de sus subordinados
de Daib el— Gamamiz, árabes, los tesoros manuscritos y las obras impresas de la biblioteca ménos que inapieciables. Dejándonos, pues,
prestando con ello á la ciencia servicios punto
conducir por persona tan competente, examinaremos la casa árabe,
tomar parte en
No
las fiestas de familia,
y
después procuraremos
regocijos públicos de los can otas. y asociarnos á los
nos haremos conducir á ninguno de esos palacios de los mamelucos de los tiempo s
pasados, que en otro lugar dejamos descritos, sino á la
casa de un acomodado comerciante árabe.
Llegamos á
y desde luego llama poderosamente nuestra atención la extraordinaria sencillez, por no decir pobreza, ella,
que ofrece
la
En
fachada.
aberturas: cuando
más
el piso
inferior
enrejados, y en el superior los perdurables bijehs.
nada de
escasos tragaluces sólidamente
mashre-
La puerta estrecha y de menguada elevación
hállase cerrada sólidamente,
y cuando se abre, no puede
misma nada más que un
verse á través de la
corredor
ó pasadizo sin importancia, y el chiribitil en que aloja el
portero,
una
hombre
de
fidelidad á toda
más que mediana
edad, pero de
prueba, que no se separa ni un
instante de su puesto, junto á la puerta de entrada, y
que de noche descansa en su zaquizamí echado sobre
un lecho de hoja de palmera. Toda precaución
se juzga
poca para evitar que penetren en
miradas
el interior las
de los transeúntes, diligencia que se explica, teniendo
en cuenta que
el
que custodia con
árabe hace de su morada un santuario la
más
exquisita solicitud y por
más
EL POZO EN UNA CASA
EL CAIRO rico y ostentoso
apariencia de
que sea en su
interior, exteriormente
95
ha de
ser,
ú ofrecer por
humildad y pobreza. Semejante medida de prudencia remonta
mamelucos, en
la
lo
ménos,
la
á la época de los
cual era indispensable precaverse
contra la rapacidad y codicia de los gobernantes, verdaderos señores de vidas y haciendas. Sobre las
puertas que dan ingreso á las casas, vense frecuen-
temente figuras de madera, pinturas, sentencias, animales disecados, por
lo
común
cocodrilos,
pu—
diendo citarse también, en una casa situada no
muy
léjos
de
la
fonda
del Nilo,
un
elefante
media-
según parece dichas figuras y alimañas preservan á los habitantes de malas influencias. nejo:
—
Generalmente hablando, de
no
tal
el pasillo
manera dispuesto, que, aún
es posible llegar con la
abierta la puerta,
mirada ,
patio.
JLn cuanto
penetramos en
de entrada está
la
al interior del ,
ELEFANTE COLGADO ENCIMA DE UNA PUERTA
casa, el portero
cuidó de avisar á las mujeres la presencia de hombres en
dando
chillidos
ella, y con tal aviso echaron á correr y procurando ponerse á buen recaudo, después de Jo cual nos condujo al
SALA ABIERTA EN UN VIEJO PALACIO MAMELUCO EN EL CAIRO
EL CAIRO
96
que rodeaban ligeras banquetas, que tenia
patio,
por techumbre, y que en algunas casas adornan elegantes plantas. En él ocupábase en cielo
el
sacar agua del pozo uno de los criados: por cierto
que distaba no poco de ser pura y cristalina mas según supimos, empleábase exclusivamente para ;
limpieza doméstica. Sin decirle palabra, segui-
la
mos
adelante, ya que nuestro objeto era hablar
con
amo
el
de la casa. Acontecia esto en verano
y de aquí que se nos condujera á una sala espaciosa, cuyo techo sostenian varias columnas; cuyas aberturas miraban
norte,
al
y á
la cual
llegamos después de haber subido por una esca-
Ya
de varios peldaños.
lera
asiento
en
ella
en un muelle divan; pero
habíamos acomodado en
él,
tomamos
apénas nos
cuando se nos pre-
sentó un eunuco joven, que con expresivo
nos invitó á seguirle á aposento en que vive
amigos y relaciones.
el
amo y
— Hállase
tuada dicha habitación en veces también en
el
ademan
mandara, que es
la
el
recibe
el
á sus
generalmente sipiso principal;
á
piso bajo, y nuestro guia,
después de habernos introducido, descalzónos,
pues es una de
la
falta
manchar
de aseo, peculiar de los francos,
el aljojifado
suelo de las habita-
ciones, con el polvo cogido en la calle. del
dueño de
la casa
Al saludo
correspondimos llevando
nuestra diestra á
con
lo cual,
que á
él
la frente, á la boca y al pecho, simbólicamente, quisimos asegurarle
pertenecían nuestro pensamiento, nues-
tras palabras y nuestros sentimientos.
sento
donde nos encontrábamos estaba
mente amueblado, y reunia todas
El apoluj osa-
las condiciones
indispensables para los fines que debía llenar.
Fresco y espacioso, veíase en
el
fondo un deli-
cioso estrado que parecía construido á propósito
para una conversación confidencial. suelo es algo PLANO DE UNA CASA ÁRABE EN EL CAIRO
cubierta de
más
La mitad
del
baja que la restante, hallándose
un lindísimo mosaico de mármoles,
y
EL CAIRO WW eaJ i
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KA’A EN EL
EGIPTO,
TOMO
II.
HAREM DEL JEQUE SADAD
25
EL CAIEO
98
lindísima laboi que al agua, convertida en rocío, que brota de una fuente de regada por INos hallábamos en la paite alta de par que encanta al oido, difunde frescura en el ambiente. de muelles divanes que com idaban á descansar, y en la sala fliuanj, cubierta de alfombras el
,
y
tanto sosteníamos con nuestro huésped
animada conversación, distraíamos
la vista
en
la
TALLER DE FRANCISCO DILLON, ARREGLADO AL ESTILO ÁRABE
contemplación de los bellos adornos del techo, en los elegantes alicatados de esmaltadas porcelanas que cubrían los arrimaderos, en los anaqueles lindísimamente tallados, llenos de
encantadoras naderías, y en los complicados dibujos de las taraceadas puertas. Dicha sala era elevada de techo: no lo eran tanto, en cambio, las habitaciones á ella cercanas, gracias á existir en las
mismas un
altillo
destinado á la servidumbre, cuyo techo se halla al
mismo
,
EL CAIRO que
nivel
más
los
el
de la mandara.
La entrada
íntimos de los amigos.
99
á las habitaciones del
Harem
ó
Haram
harem
tanto vale
como
se halla vedada hasta á lo
que está prohibido, lo
que no puede tocarse, y va hemos advertido que la casa es para el oriental un verdadero santuario en el sentido estricto de la palabra. Los europeos damos un valor, que dista mucho de ser
el
que realmente
le
corresponde, á las palabras: «el señor está en
el
harem:» esta frase
pura y simplemente que el amo de la casa; la persona á la cual se visita se encuentra retirado en el seno de la familia; en este asilo en el cual no debe preocuparle significa
cuidado alguno de los que son inherentes á los asuntos de la vida, y en
el
cual puede entre-
garse en alma y cuerpo á
descanso y á goces de la
las delicias del
los tranquilos
vida doméstica.
Cuando
se
ha vivido en Oriente durante largas temporadas, se
comprende en qué se funda, de donde nace
el
sentimien-
que ha inspirado ese
to
res-
peto hácia la santidad de la casa, y cuán necesario es
y disfrutarlo
sentirlo
que
lo
turben ni por
rumores
los
,
sin
asomo
del tráfago de
Pues bien, ese re-
la vida.
tranquilo y sosegado al cual acuden saltando los tiro
niños para saludar respe-
tuosamente el
cual ve
padre, y en marido á sus
al
el
EL HIJO PREDILECTO
esposas que jamás
han
oido
hablar de negocios, ni cosa que se
consagradas
al
le
parezca, es
cuidado de los pequeñuelos,
al
el
harem;
el
harem cuyas
habitantes,
tocado, al narghileh, y á los goces materiales,
pueden ser juzgadas como séres despreciables por sus hermanas europeas; pero que no sólo
no se juzgan en las
han
visitado,
él
prisioneras, sino que veces mil han asegurado á nuestras mujeres que
que no quisieran por
la
suya cambiar su condición. El harem se halla situado
y su sala principal, la kaa, hállase dispuesta de la manera misma que la sala de recibo, y en las casas acomodadas, con más ostentación y riqueza todavía. Encima de la parte cuyo suelo es más bajo, la cual lleva el nombre de durkaa los pisos superiores,
en uno de
una cúpula; y debajo de ella se ve la fuente ó surtidor: si la casa cae á una mashrebijehs ó miradores, provistos de celosías, permiten á las mujeres, sin ser
se levanta calle,
los
EL CAIRO
100 vistas, enterarse
de
lo
que pasa en
otomanas tapizados de riquísimas
estofas;
y porcelana. En el comunican con
fruslerías de metal
la cual
del artista Seel,
puede formarse idea
lo
largo de las paredes se een di\anes ú
anaquelerías llenas de y pendientes de aquéllas, patio y en las habitaciones del dueño, existen
escaleras de servicio que
amueblada, de
A
la calle.
el
ponemos también ante sus
Además
harem.
el lector
por
el
de
la
kcc a,
suntuosamente
dibujo de la pág. 97, debido
al lápiz
ojos la de la casa del jeque Sadat, en la cual ha
logrado introducirse Francisco Dillon. Es este uno de nuestros mejores amigos, que á tuerza el Cairo como en su propia casa y ha modo que puede considerarse verdaderamente árabe en En el mismo Cairo existe un ebanista, M. Parvis, de
de viajar por Egipto ha concluido por encontrarse en dispuesto su taller en Londres de un el sentido
más elevado de
Turin, que gracias
al
la palabra.
paciente estudio que tiene hecho de
la
ornamentación árabe, se halla
en disposición de construir muebles preciosísimos, completamente ajustados á los modelos del tiempo de los
califas,
muebles que han excitado
exposiciones universales; pero
la
admiración de ios inteligentes en todas
como dichos productos
los cairotas prefieren sustituir el
del arte
las
moderno resultan carísimos,
admirable mueblaje de sus casas, por armarios que resultan
económicos y otros muebles semejantes procedentes de Francia y de Alemania. En la parte posterior de la casa encuéntranse las cocinas y demás aposentos propios del servicio, y
muy
generalmente un molino y una panadería. Conocida ya la disposición del edificio, procuremos penetrar en él en uno de esos momentos de expansión, que ocurren en la vida de las familias,
y veamos de qué manera ó por qué procedimientos el dueño de aquélla se ha proporcionado la que llama su esposa; cómo se ha separado de los suyos para fundar una nueva familia; de qué manera, en
fin
patriotas, pasa el
,
como buen musulmán que
mes de Ramadan, y
le
muestra
es , celebra las grandes fiestas con sus el interés
que
le
com-
inspiran los que han ido en
peregrinación á la Aleca.
Es en
este país
costumbre generalmente establecida, que
cuenta, formando familia aparte, en cuanto
apunta
el
hombre
se establezca por su
bozo y sabe ganar su subsistencia, y como en último resultado, la vida es más sencilla y ménos complicada que en Europa, y pueden realizarse sus diferentes fines sin grandes dispendios, no es cosa difícil llevar á cabo le
el
muy pocos hombres que á los veinte años no sean ya maridos y padres. El que pudiendo trabajar no se casa, corre peligro de que se le tenga por un calavera ó libertino. Lo que de provechoso y conforme con la naturaleza
semejante propósito: así se explica que se encuentren
existe en esta
manera de considerar
la
cuestión salta á la vista, sin que sea necesario encare—
EL CAIEO cerlo:
y no
se crea que con esto nos erigimos en preconizadores de
mahometanos,
ni
en defensores de
que
ello
influye en
La tranquila encuentra
en
que busca
felicidad
hemos
seria cerrar los ojos á la luz
empeñarse en no ver
lo
de familia y en la vida doméstica.
el espíritu
él, la
de los
poligamia, que en último resultado constituye una de
la
costumbres más perniciosas; pero
las
101 la castidad
cuanto se juzga con condiciones para
cairota
el
descrito ya:
nada
ello,
en su harem,
felicidad
tiene, pues, de extraño
que de ordinario
que aspire á poseerla en
y que haga cuanto pueda para que su
familia se la
proporcione.
La elección de una esposa es, sin embargo, más difícil que entre nosotros, por lo mismo que no existen las relaciones que en Europa se establecen entre los jóvenes de los dos sexos. Desde luego el pretendiente no puede ver á su futura mientras no tiene más título que
el
de novia, y de aquí que para sus
menesteres
amorosos deba valerse de
una intermediaria,
la khatbeh, tipo
muy
conocido, al cual han dedicado su inspiración la
mayor
se introduce
en
parte de los poetas: ésta
que tienen
las familias
nunca
hijas casaderas, para lo cual faltan pretextos,
y cuando no
aprovéchale para su menester tria
le
otra cosa la
indus-
que ejerce, que no es otra que
la
de
vendedora de artículos de tocador. El objeto
de
la
visita
penétranlo desde
luego las madres, que, en consecuencia,
apresuran á exponer sus
se
miradas investigadoras de la
manera que á su
cir la
juicio
hijas á las
la tercera,
de
¡
pueda produ-
más favorable impresión; y en cuanto khatbeh ha encontrado
que á su
lo
LA KHATBEH (CASAMENTERA)
entender hace al caso para los fines que le
están encomendados, comunica sin reserva
que se desea establecer,
más próximas lo
lo
mismo que
manifestado, y en
el
el
la
muchacho
hermana, ó alguna de
mano
de la bella Aisha, ó
Los padres de
consentimiento ; pues ya comprendieron desde
las
fué
que II.
la
resultado obtenido, la tercera en
ésta,
como
y pide formal-
se llame, la que ha de ser
después de breves reflexiones, dan su
y hora en que se presentó á su casa la que se trataba, y la prueba de que no les pareció mal la escucharon atentamente. Por supuesto que para nada se han
zurcidora de voluntades de EGIPTO, TOMO
el
objeto de su visita, que ya se había adivinado,
el arrogante doncel la
,
La madre,
supuesto de que sea satisfactorio
señora de sus pensamientos.
proposición
resultado de sus investigaciones al
parientas del candidato, procura convencerse por vista de ojos de la certeza de
amores, revela sin ambajes
mente para
el
á su familia.
el dia
lo
2Q
EL CAIRO
102
la verdad es que no hay para qué; pues aun acordado los padres de consultar á la novia; de parte de una muchacha casadera es negativa cuando tiene el derecho de oponerse, una por no decir de lo imposible. incomprensible, lo de límites los en raya que cosa tan desusada con la labia que Dios le ha dado, ¿Cómo ha de juzgar inaceptable al marido que la khatbeh, pueden exaltar su imaginación? Es posible que Aisha haya le pinta con los colores que más lo que nada tendría de particular si fuesen visto á su futuro cuando ambos eran pequeñuelos, los árabes es común, por lo mismo que entre pues frecuencia; con acontece primos, cosa que
se juzga honroso, casarse con la «hija del tio.»
En
cuanto á los felahes y á los trabajadores,
vivir en cuyas hijas y mujeres no siempre pueden permanecer veladas, ó casas, eligen sus mujeres después de haberlas visto y contemplado.
Así se
el interior
ambas
las cosas, si
de sus
familias
han puesto de acuerdo respecto de
los asuntos generales,
negociaciones futuro y
el
dose por
aquélla
las
entre
el
padre de Aisha, empezán-
lo relativo
que podrá contar enviudar.
comienzan
particulares
á las rentas con
esposa caso de
la
El novio debe asegurar á
una cantidad, de
la
cual por
punto general entrega anticipadamente
los
conservando
dos tercios,
el
resto en su poder para entregarlo llega el caso de tener los cónyuges.
gado por de
la
el
Con
el
si
que separarse dinero entre-
futuro marido, la familia
novia forma y da á éste
el
todo
ó parte del dote que aporta aquélla
al
matrimonio, de manera que, como se JOVEN DEL CAIRO
ve,
nada hay en todo
esto
que ofrezca
carácter de venta de la hija por parte de sus padres: lejos de esto, la fortuna de la mujer es
completamente
libre é independiente de la del marido, encontrándose eficazmente protegida
por las leyes y por la costumbre. Con todo preciso es convenir en que difícilmente se llega á determinar lo que debe constituir la viudedad, sin que se haya estipulado largo y tendido por
ambas
partes;
mas
vencido este inconveniente, que puede considerarse
puede decirse que queda terminado cuanto se se consigna en
un documento, que
nifestación verbal
novio se dirige
de mayor monta,
nombre de
Generalmente
escritura: pero basta también
hecha en presencia de persona constituida en autoridad, con
asistan también testigos. el
lleva el
el
refiere al contrato matrimonial.
tal
una maque á
ella
Hecho esto, en uno de los dias próximos, á la hora del medio dia, acompañado de dos amigos á la casa de su elegida, en la cual le aguarda el
:
EL CAIRO
104 el
futuro suegro con dos testigos y
encuéntranse en
la
Después de recitada es la
suma que
se
casa algunos amigos de una y la fatikha,
que es
misma
el
primer capítulo del Coran,
como su
esposa para
la futura
ha convenido en señalar á
arrodíllanse inmediatamente, así la
Comunmente, además de estas personas, otra familia; pero hombres solamente.
notario, fiki.
los pulgares
que oprimen uno contra
novio manifiesta cuál caso en que enviude
suegro, en presencia de los asistentes
alfombra, uno delante de otro, y dándose recíprocamente la
esta suerte enlazadas, les dirige
el
el
otro.
El
fiki
un breve discurso
mano
al acto,
sobie
derecha, levantan
extiende un velo sobre las dos
manos de
consistente, por punto general, en algunos
versículos del Coran, y les hace pronunciar la fórmula consagrada para el matrimonio: obsequio de parte el acto con un refresco ó comida; los testigos reciben un pequeño
relábrase
de
la novia; el
novio entrega
al
fiki,
en testimonio de consideración, un pañuelo blanco en
una de cuyas puntas va atada una moneda de oro y con esto queda terminada la ceremonia. El matrimonio resulta con esto efectuado: sin
embargo acompañar
En
novio.
novia á
la
falta
casa del
la
esta fiesta, que se celebra con grandes
ceremonias, toman parte no sólo todos los parientes, sino este concepto
demos
también
los
formamos
referir
referentes á la
al
lector
amigos y vecinos, y en parte del cortejo, y po-
una porción de
misma. Entre
de los dichos ó esponsales y curre
con
el
desposorio, trans-
un período cuya duración
la
cuantía de
aprontar.
Es
la
detalles
á la toma
la relativa
está en
armonía
dote que es indispensable
esta coyuntura favorable, que los po-
tentados aprovechan, para hacer ostentación de
sus riquezas, tanto que los historiadores árabes no
han juzgado inoportuno apuntar con queños
detalles lo
hace algunos años, propios de
más pe-
los
que algunos príncipes han dado á sus hijas en ocasiones parecidas. Cuando, el jetife
un verdadero
Ismail casó á sus hijas, procedió con toda la
oriental.
pompa
y esplendor
Pero nuestros conocidos no pertecen á tan elevadas
ya hemos dicho que pertenecen á
la
clase
más modestas: en cambio, hanse conservado en costumbres del tiempo antiguo, que entre
esferas:
media acomodada, cuyas pretensiones son mucho ella
más puras y genuinas
las características
los ricos se hallan adulteradas y,
si
así
podemos
decirlo, oscurecidas por el reflejo de los usos extranjeros. Volviendo, pues, á nuestro tema,
diremos que
las fiestas se celebran
por separado para cada uno de los dos sexos; cosa que se
comprende perfectamente, tratándose de individuos que profesan
el
islamismo, así como se
concibe también que en ellas debe caber la mejor parte á las mujeres.
De
reunimos con nuestros huéspedes juzguemos
que pasa en
del caso decir algo de lo
aquí que ántes de el
harem.
EL CAIRO Todo en
él
105
es fiesta y regocijo desde la víspera.
Las amigas y las conocidas solemnemente novia para acompañarla al baño, ceremonia que se
imitadas, hállanse reunidas en casa de la conoce con el nombre de la procesión del baño. Esta se hace pié, según antigua costumbre, á debiendo advertir que para practicarla no se ha aceptado aún el coche europeo, que para los
demás menesteres emplean frecuentemente detenciones que hace indispensables
el
los árabes. Paso tras paso y después de las concurso en las calles populosas, recórrese el camino
que, por largo que sea, parece siempre corto.
Abre
la
marcha una verdadera murga, com-
COMITIVA NUPCIAL
puesta de tambores, flautas y un clarinete: en pos de
ella
van
mujeres casadas, que
las
envueltas en sus velos de raso semejan enormes murciélagos; siguen á ellas las muchachas,
engualdrapadas de blanco, marchando
la última la novia arrebujada en un chal encarnado, cuyas prolijas vueltas apénas permiten adivinar su figura y contorno ésta no ostenta otro adorno que una pequeña corona de oro en su cabeza, y dos respetables parientas, que mar:
chan con gran prosopopeya á su lado en señal de autoridad. La novia camina bajo
palio
carmesí, que sostienen cuatro portantes en sendas astas terminadas por bordados gallardetes,
y
cierra la comitiva otra EGIPTO, TOMO II.
murga hermana gemela de
la
primera. Esta extraña comitiva se 27
EL CAIRO
106
detiene de cuando en cuando con verdadera
con
fruición, vista
v
calles
baño.
el
propósito de regalar la
el
oido de los que discurren por las
que recorre y de esta suerte llega al El establecimiento se ha tomado de
antemano por cuenta de acompañamiento, á cuyo do en
la
la
novia y su
efecto liase colga-
puerta un lienzo blanco, para que
sepan á qué atenerse los que hubiesen
determinado penetrar en
él.
— En su inte-
y jolgorio; y ya lavadas, refrigeradas y de nuevo envueltas las murior todo es fiesta
jeres en blancos peinadores, descansan de las fatigas inherentes á
saboreando
el
un baño
oriental,
perfumado moka, fumando
olorosos cigarrillos, y escuchando las melodías de las cantadoras que en dulces ende-
chas pintan
el
amor y
alma enamorada, EL AGUADOR
del
matrimonio.
A
las
de
más famosas
el
mucho tiempo
las aspiraciones del
cumplimiento del deseo sentido,
y
las
dulzuras
de esas artistas se las paga á precio de oro: ocasión
tendremos de encontrarlas de nuevo cuando recorramos
las
comarcas
del Egipto superior, y
entonces nos ocuparemos de ellas con la detención que merecen.
Después de esto vuelven á vestirse y se entregan á entusiasmo y ardor, que desde perciben las risotadas.
calle se
juegos y diversiones con
De
esta
manera pasan muchas horas
en
baño hasta tanto que, acercán-
el
los
la
dose la hora de comer, regresan á la casa con
el
mismo orden
é idéntico
acompañamiento, y ya en ella celebran la fiesta con un banquete en que todos toman parte, puede
faltar el
al
cual
música y canto. Levantados manteles toma
no
acompañamiento de
la
los
novia un pedazo
de pasta de lienné sobre la cual cada
uno de
los convidados fija
una mo-
neda de oro de mayor ó menor valor,
VASIJAS ARABES DE METAL
tal
EL CAIRO
INTERIOR DE UN BAÃ&#x2018;O ORIENTAL
EL CAIRO
108
y
practicada esta ceremonia se hace teñir de rojo,
manos
las
las reglas del arte, las
según todas
después de lo cual se despide de sus amigas que, y de los piés,
la fiesta, se lleva
La mañana
unas de
como recuerdo de
cada una un pedazo del lienné. del
cuidados entre las
dia
damas
se consagra al tocador, que no exige
siguiente
A
orientales que entre las europeas.
las
ménos tiempo
piimeias lioias de
la tai
y
de
entiegada como llegan los carruajes y camellos, cargándose en éstos la parte de la cantidad sus tres parientas más pióximas ocupan uno viudedad que no se ha gastado aún la novia
y
:
rojo, y el resto del acompañamiento, compuesto de mujeres y niños, se acomoda, ó mejor empaqueta en los demás 'vehículos que uno en pos de otro se encaminan á la casa del novio. Sirve de escolta á la novia una murga,
un magnífico chal
de los carruajes que va cubierto con
— innovación verdaderamente espantosa, capaz de desgarrar que da
hay que
mezclan
se los
v
oir,
el
tímpano de más duro temple
melodías árabes ejecutadas en instrumentos de metal europeos, que es
al aire
los
como
si
fuera poco
zambombazos
del
lo
que
estridente ruido que producen, á sus ecos asordadores
el
bombo que suenan como
maravillados transeúntes exclamen:
disparos de cañón, dando pié á que
Pero
«¡ Allah /»
coches y los fiscornos que
los
constituven una innovación reciente, no han sido parte á que se olvidara invitar para que
formaran parte del cortejo, dos especies de personas que puede decirse pertenecen régimen, á saber; los luchadores y el
público hasta
el
punto de impedir
el
la
aguador.
cuanto
horas de
la
al
la
al
antiguo
procesión se detiene, afluye
circulación, y los luchadores se entregan entonces á
su fingida pelea, poniendo de manifiesto
En
Cada vez que
al
par su habilidad y su magnífica musculatura.
sakka, hace de otra manera ostentación de sus fuerzas: desde las primeras
mañana
liase
echado á cuestas un odre lleno de agua y arena, y no obstante su si tal cosa, marchando unas veces hacia delante, otras
enorme peso sigue su camino como
retrocediendo, y en ocasiones hasta á la cozcojita, ora sobre izquierdo, obra la carga.
A
los
mucho más
difícil
de
lo
el
pié derecho,
que á primera vista parece, dado
ora sobre el lo
pesado de
dichos debe agregarse otro personaje que generalmente forma parte del
séquito de todas las bodas: es este atrás y adelante cabeza abajo, sin dejar de dar vueltas
un
el
juglar, que entre sus habilidades cuenta la de andar
hacer horribles visajes unas veces cómicos, otras trágicos,
solo instante al palo que
empuña
,
con
el
cual hace mil giros y
evoluciones.
Mas hétenos
ya llegados á la casa del novio, en la cual penetran las damas y los camellos
conductores del menaje de la esposa. El trecho de
la
calle
á que aquélla corresponde, se
cubre generalmente con un toldo verde y rojo del cual penden numerosas linternas y faroles: debajo de ese improvisado techo se han dispuesto numerosas banquetas de madera destinadas á los individuos del sexo masculino que han de concurrir en gran número, y pues los invitados, ocupemos nuestro asiento, tomemos café y hagamos lo que los
somos de
demás, mezclándonos en gusta
mucho
bien sostenida.
la
conversación, que de cada vez es
de charlar, no habiendo diversión que así
le
más animada, pues el oriental como una conversación
plazca
EL CAIEO
Ya
en tiempo de los califas hacíase
que muchas veces libraba
al
el
109
debido aprecio de un
culpable de la
chiste ó dicho ingenioso, tanto
amenaza que sobre
él
pesaba: pues excitando la
sonrisa del príncipe irritado, faltaba la gravedad indispensable para imponer una pena.
mismo
,
no obstante
el estado
constituían la civilización propia del Asia anterior, puede observarse que aún
gran cuidado en comunicar
Hoy
de decadencia á que han venido á parar las costumbres que
al
el
vulgo pone
lenguaje empleado en las conversaciones todo cuanto puede
hacerlo agradable, variado, chistoso, intencionado, profundo, en una palabra, manifestación
genuina de elevada cultura
bajo este
social:
punto
de
vista
puede
que no existe
decirse
pueblo alguno que con él
pueda compararse, y lo que á nosotros
por
toca,
debemos confesar
que escuchábamos con la
boca abierta los chis-
agudezas y equi—
tes,
voquillos que en raudal
inagotable brotaban de los
de algunos
labios
ancianos jeques.
En
cuanto
al novio,
que en las primeras horas de
la
mañana
se
ha dispuesto por medio de uno de esos baños turcos en que son ele-
mento principal tibio y el
el aire
vapor de
agua, intermediados de abluciones refrigerantes,
á las cuales sigue el masage, incomparables para vigorizar
rentes operaciones ha seguido el indispensable reposo, los
honores de
la fiesta,
el
cuerpo, cuando á sus dife-
— vestido con gran sencillez, — hace
recorriendo todos los círculos, saludando á todos los convidados,
giendo un afectuoso saludo y una palabra cariñosa á cada uno de los presentes. se sirve la
comida, para tomar parte en
la cual los
convidados se reúnen formando grupos,
que se acurrucan sobre la alfombra, en derredor de una inmensa en
la
diri-
A la tardecita
salvilla
charolada de verde,
cual se colocan las fuentes y sin ceremonias ni repulgos de empanada, cada uno echa EGIPTO, TOMO II. 28
EL CAIRO
110 la
zarpa á
la tajada
plato se sirve otro,
que mejor
Cuando
parece, y adelante.
le
se
ha comido bastante de un
suponiendo que sea de salsa, hace oficios de y vuelta á empezar, y pan, de uno entero que se ha cuchillo, todo en una pieza, un pedazo de
cuchara, tenedor y dar comienzo á la comida. Entre puesto delante de cada uno de los comensales, antes de ensaladas aderezadas con mucho plato y plato, y por via de aperitivo ó entremés, se sirven supuesto que hace el gasto de las bebidas el agua puia, con lo cual no hay
Por
vinagre.
para qué decir lo bien que nos supieron
el
excelente café y los aromáticos cigarrillos, en
manos y
cuanto, siguiendo la práctica oriental, hubímonos lavado y jabonado bellas vasijas de metal
íostio en las
que nos presentaron para semejante menester.
El gaudeamos ha durado
al
pié de dos horas, sin
que en
ellas
hava contecido cosa ex-
del traordinaria que digna de contar sea. Al presente la voz del zikr se confunde con las notas
kanoun y con un canto producido por una voz de soprano que procede del departamento de mujeres: la pintarrajeada techumbre toma mil fantásticos matices á la luz vaga que escapa
las
de faroles y linternas, y la perfumada brisa de la noche refrigera los labios y los rostros. Pocos momentos ántes de que la voz del muezm llame los fieles á la oración, desaparece el novio; enciéndense flameros y antorchas, y los más íntimos se disponen á acompañarle á la mezquita, en la cual debe pronunciar la plegaria de rúbrica para casos tales. Pasados breves
momentos vuelve á presentarse en escoltado por los amigos
murga y sitio
con
el
volver, y
resto de los convidados.
áun cuando en
la
traje
de ceremonia, y precedido por
la
indispensable
predilectos aléjase, permaneciendo nosotros en el
Erna hora se ha invertido en
ir
mismo
á la mezquita, orar y
mitad del tiempo había podido despacharse,
el
buen parecer no
consiente que á la vuelta se muestre impaciencia, sino que, por el contrario, han de hacerse
algunos
altos,
áun cuando no sea para más que escuchar
los versos de tal cual cantor,
que
entona alabanzas en obsequio de la joven pareja.
En
cuanto á Aisha, desde
el
esposo, ha permanecido sentada y establecido, en virtud del cual
punto y hora en que ha puesto
muda
el pié
en
la
morada de su
sin levantar los ojos del suelo, cual prescribe el uso
no debe desplegar
los labios ni pestañear siquiera,
no obstante
que sus parientas y amigas la rodean incesantemente y á porfía le hablan de que va á abandonar á su padre y á su madre para entregarse en cuerpo y alma á su esposo. Paulatina-
mente v uno en pos de otro van retirándose
los convidados,
lado de la novia la bellaneh, que durante los dias de ayer y
permaneciendo únicamente
hoy ha desempeñado
el oficio
al
de
la madre y la hermana, que á su vez se retiran también, no quedando ya más que Aisha mantiénese á su lado pálida y temblando de temor y emoción: la bellaneh, á
camarera, y aquélla.
un momento dado, arroja sobre su cabeza un velo desposada penetra en
la
rojo,
cámara nupcial. La bellaneh
hace una seña, ábrese
la
puerta y la
se retira á su vez; marido y
mujer se
encuentran solos y frente á frente ha llegado el momento solemme en que el esposo ha de levantar el velo que cubre el rostro de la desposada. «En el nombre de Dios misericordioso y :
» omnipotente; » el
esposo de Aisha levanta
el
velo y saluda á su tierna esposa, diciendo:
«Bendita sea esta noche,» á lo cual contesta
ella
correspondiendo
al
saludo:
«Dios
te
EL CAIRO » bendiga.»
tendido
Es
111
esta la vez primera que contempla aquel rostro sin que sobre él se halle
velo, y por consiguiente es natural que se pregunte, si anduvieron exagerados los pintaron con tan vivos colores, y si en lugar de una Raquel, que era lo que él deseaba, se le ha proporcionado una Lia. En el caso presente el encantador semblante de
que se
el
lo
UNA CALLE DEL CAIRO
Aisha ha sido completamente satisfecho y
aguarda en
del gusto de su señor.
comunica su impresión á la
la
habitación inmediata, y que
coro en un grito de júbilo.
En
Por punto general
el
cohorte de mujeres que presa de la al oir las
esposo se muestra
más
viva ansiedad
manifestaciones del novio, prorumpe á
sentir de los semitas la exclamación del novio feliz y satis-
fecho, que constituye la manifestación de ver realizados sus
más
fervientes deseos, es
uno de
EL CAIRO
112 los
hoy
idea no es de rumores más bellos que pueden escapar del pecho del hombre. Semejante esposo es el que tiene la esposa; ni de ayer; pues ya en el mismo Evangelio se lee: «El
mas
el
amigo
Uno
del esposo se llena de
de nuestros amigos,
el
1
oir la voz del esposo
gozo con
.»
jeque Alí, se halla enfermo de gravedad.
Tendido en
el
lecho
y tranquilo como buen musulmán, sólo revela sus sufrimientos uno que otro quejumbroso Allah (Dios) que involuntariamente escapa de sus labios. Tal era su estado
del dolor, resignado
cuando
lo
dejamos ayer. Esta mañana á primera hora nos ha anunciado un conocido que
amanecer dolores.
la
al
muerte ha puesto término á sus acerbos
Al sentir que su
fin se
acercaba, apoyándose
con auxilio de sus hijos y de sus mujeres, que gimiendo y profundamente con-
en su
hijo hase levantado, y
movidas, á indicación suya,
que su
rostro mirara hácia
tumba
del Profeta,
En
lo
han colocado de manera
el sitio
donde se levanta
ha exhalado su postrer
la
aliento.
tanto ha latido su corazón han perseverado todos
los presentes en sus oraciones, diciendo
una y otra
«No hay más Dios que Allah, y Mahoma es el » profeta de Allah! No existe fuerza ni poder que no » proceda de Dios poderoso y omnipotente. De Dios vez:
»procedemos y á Dios debemos volver.» Mas en cuanto
ha dejado de REPRESENTACION ANTIGUA DE PLAÑIDERAS DE DIFUNTOS
rumpido en amargo decir, la
llanto,
miento de
mujeres, atentas
existir, las
al
los ritos prescritos por la religión,
cumpli-
han pro-
es y con gritos desgarradores han dejado sentir el oualouala, lo lejos en medio del silencio de la noche, ha
lamentación fúnebre, que llevada á
anunciado á los vecinos
la triste
nueva.
Las mujeres lanzando exclamaciones
como: «¡Oh mi señor, amparo mió, mi camello!» mesábanse en tanto que los individuos de
la
familia pertenecientes
el
distintas, tales
pelo y se golpeaban
al otro
el
pecho;
sexo, los hijos y los criados,
con notoria gravedad y la mayor sangre fria, ocupábanse en los preparativos indispensables para el entierro que debe celebrarse mañana. La costumbre exige que las mujeres orientales manifiesten su amargura y dolor de
*
San Juan,
III, 29.
la
manera que dejamos
expuesta;
mas aún
sin exigirlo la
EL CAIRO
116
Para
de la herencia.
se comienza
ello
por inutilizar
riamente
el
estado en que
el
el sello del difunto,
mismo en un
firma, previa la repetida estampación del
registro en
el
Es
muerto ha dejado sus negocios.
el
uso dispone que be dé
la preferencia á aquellos el
cadáver en
para qué decir los
si
se
que han reclamado
la
casa
:
no hay pues
han dormido en
las pajas
que tenian asuntos pendientes con
Alí, sea
suma-
esta la ocasión que deben
puesto que aprovechar los acreedores para consignar sus derechos,
hallándose
que equivale a su
cual se condigna
el
jeque
con motivo de negocios, sea con
carácter de proveedores de su casa.
dicho ya puede comprenderse
que
Con la
el
lo
casa
mortuoria se convierte en teatro de disputas y A
CANTORES CIEGOS según un cuadro de un sepulcro
discusiones que revisten un carácter por de-
egipcio
más repugnante:
los gritos, las quejas, las interjecciones se llevan en
que llegan hasta
la calle,
y como á
mujeres, excusado es decir que
la
unen
esta gritería se
los
más que de
casa mortuoria,
un diapasón tan elevado
lamentos de las inconsolables tal,
ofrece los caractéres de
buenos
oficios de
un mercado, hasta tanto que ponen término á semejante baraúnda
los
algunos jeques respetables por su experiencia y saber. Envuelto
cadáver en diferentes
lienzos y cubierto de
caja de
madera
un
chal de casimir rojo, se
sin tapadera, algo
manera que más parece cuna que que hacen
más
uno de
la
puerta de la casa
los cuales lleva
se
el
ataúd, que consiste en
una
opuesto, de
el
caja mortuoria, la cual tiene debajo dos palos ó travesaños :
tenga los piés por delante, condúcese de
aparece en
deposita en
por uno de sus extremos que por
alta
de camilla ó parihuelas
oficio
le
el
forma
un Coran en un
en lugar de llevarse ésta de manera que
modo que el
la
que va delante es
cortejo fúnebre: abren la
la
cabeza.
marcha
los
el
cadáver
En cuanto muchachos,
atril
de madera de palma cubierto con un paño, en tanto que los
demás cantan
incesantemente »
corazón
ama
al
«Mi
Profeta y á quien se inclina
»para bendecirle.» los
á voz en grito é
siguiente sentencia:
la
A
los
muchachos siguen
hombres que, cual acontecia con
los canto-
res del antiguo Egipcio, son reclutados entre los
ciegos,
y en una salmodia monótona y
perdurable, repiten incesantemente
da profesión de
fé
de
la religión
de las calles, avanzan después
la
PLAÑIDERAS Según un cuadro de un sepulcro de Nefer-Hotep, en Tébas
conoci-
musulmana. Sin orden
los
y rodeados de pihuelos amigos y conocidos del jeque Alí, mancebos ciñendo fajas de seda de diversos colores, que
varones de
ni concierto
la familia, los
y por último y junto al féretro, cuatro llevan vasos llenos de agua de rosas é incensarios con los cuales perfuman difunto.
Detrás del ataúd marcha
la
el cortejo del
turbamulta de las mujeres, vestidas de azul, cubierta la
EL CAIRO
117
frente
y la garganta de polvo, cual las mujeres del antiguo Egipto, y lanzando gritos y lamentos tan agudos é intensos que no parece sino que apuestan á cual chillará más. Todo ese convoy abigarrado y no nada silencioso marcha, no con el paso lento mesurado que se
y usa en Europa en circunstancias parecidas, sino aprisa y corriendo, dirigiéndose en primer lugar á la mezquita donde deben entonarse las plegarias para el difunto. El ataúd se coloca
CALLE Y MEZQUITA
delante del nicho de las oraciones, es decir, las abluciones prescritas
por la
la kibla,
y
el
séquito, después de haber practicado
ley, se coloca detrás del celebrante.
Cuatro veces, una en alta
voz y las tres restantes en voz baja, se entona el AUahu akbar, «Dios es grande,» después de lo cual se pronuncia una oración para el descanso eterno del alma del muerto y se repite la salutación á Mahoma: «La salutación y la bendición de Dios caigan sobre nuestro señor »
Maboma,
sobre su familia
EGIPTO,
TOMO
II.
v sobre sus compañeros!» Siguen
á esto ciertas ceremonias
30
que
,
EL CAIRO
118
un
ofrecen
bien que,
carácter
muy
como acontecía ya
monia. Para
ello
al
juicio de los muertos,
entre los antiguos egipcios, queda reducido á
una mera cere-
acompañamiento y le pregunta: «¿Qué cual costestan los presentes: «Sostenemos que perte-
celebrante se vuelve hácia el
el
» testimonio tributáis al difunto?»
»necia
un
singular: pues vienen á ser algo parecido á
número de
A
presunción de que áun cuando
Todopoderoso, vencido por
el
el
lo
La
los fieles.»
contestación es siempre la misma, pues se abriga la
difunto hubiese sido en vida
unánime de
testimonio
un hombre
sin creencias, el
los creyentes, en virtud de su miseri-
cordia infinita, no sólo lo ha de acoger benignamente, sino que ha de perdonarle todos sus
En
pecados.
todas estas ceremonias se emplean breves
cortejo vuelve á ponerse en
las afueras, al través del bullicio de las calles.
que ha dispuesto ya
la
momentos
marcha, dirigiéndose apresuradamente
Al
y después de
ellos el
cementerio, situado en
al
llegar á aquél, encuéntrase al sepulturero
tumba: una pequeña hoya abovedada, construida con
ladrillos y
cubierta de tierra, en dirección de norte á sud. Rézase una corta plegaria; sácase del ataúd
el
cadáver, amortajado cual hemos dicho, introdúcese en
el
extremo norte y con el
la
cabeza hácia
el
sud, es decir,
el
nicho por la abertura situada en
mirando á
lado derecho, y se cierra la abertura con piedras y arena.
la
Meca, v descansando sobre
Hecho
esto es indispensable
recordar al difunto la conducta que debe observar respecto de los dos ángeles que guardan su sepulcro,
— costumbre no bien
vista por la generalidad de las gentes,
un siervo de Dios y de una
palabras:
«¡Olí tú, siervo de Dios, hijo de
» presente
que ántes de mucho se presentarán en
» encargados de interrogarte. Si te
»es mi Señor. »profeta.» el difunto
— para
lo cual
uno
de los
hasta la abertura recien cerrada, y con voz solemne pronuncia las siguientes
fikis se inclina
— Si
te
preguntan:
Para quien conoce
como de un arma
el
— ¿Quién es tu
— ¿Quién
es tu
de
los
muertos
ó talismán en el otro
dos ángeles
— Contéstales: — Allah profeta? — Contéstales: — Mahoma es mi
preguntan:
el Libido
sierva de Dios! ten
lugar donde reposas
Señor?
en esas fórmulas de que debe servirse
mundo, no puede ver más que reminiscen-
cias de las prácticas usadas en el antiguo Egipto.
Los musulmanes creen que conducida
al
sabedora de
la
alma humana, inmediatamente después de
la
muerte, es
suerte que le aguarda, vuelve á la tumba, é introduciéndose debajo de la
mortaja, colócase sobre
escucha
el
paraíso ó al infierno por los ángeles destinados á semejante servicio, con lo cual,
los consejos
cuando lleguen
el
pecho del difunto, en cuya disposición oye todo cuanto se
que se
le
dictan y sabe por consiguiente qué partido debe
los ángeles de la
muerte. Son estos
Nekir, los cuales no se hacen esperar
mucho tiempo, y
le dice,
tomar para
Munkar y
Nekir, ó también Nakir y que, según los pinta la imaginación de
muy
los creyentes,
son dos espectros negros, con dientes
que hasta
el
tridentes.
En
suelo les arrastra, ojo penetrante, voz ronca y cavernosa y empuñan agudos cuanto el alma, que no es mayor que el cuerpo de una abeja, la de los
impíos es algo
agudos, luenga y cerdosa cabellera
—
más grande
á causa de
lo
grosero de su sustancia,
—
les
ha avistado,
se
cuela en la nariz del difunto, con lo cual éste se reanima, se incorpora y en esta situación guarda el interrogatorio que va á comenzar. Si el muerto apela á su honor, su tumba se
,
EL CAIRO
120
ensancha hasta
y hasta se
punto de que
el
la estancia
permite echar un vistazo
le
al
en
ella tiene
más
de agradable que de incómoda
paraíso y á los goces que en
se disfrutan, con lo
él
cual pierde completamente la nocion del tiempo, en términos que el que
último dia pasa por
él
como
si
no fuera más que un sólo instante.
satisfactoriamente á las cinco preguntas que los ángeles le dirigen, la el
muerto con sus tridentes, con
tierra;
pero ésta
le
emprenden
empujan hasta hundirle
los cuales le
separa de su
le
no puede contestar éstos contra
siete estados bajo
rechaza hasta volverlo á su tumba, debiendo experimentar semejante
tortura siete veces consecutivas.
La imaginación de
jantes escenas terroríficas, que les han inspirado
alma después de
los destinos del
Si
los orientales
numerosos
esta vida, de
maneras
hase complacido en seme-
escritos,
en los cuales se pintan
distintas
y con frecuencia harto
contradictorias.
Séale la tierra ligera al jeque Alí. Sobre su
norarios á los
fikis, á los
tumba acabada de
cerrar, satisfácense sus
conductores del ataúd, á las plañideras, y se distribuyen
dátiles,
hopan
y manteca á los pobres que han acompañado el cadáver al cementerio. En cuanto al cortejo de amigos, se disuelve en el mismo sitio y cada cual toma la dirección que mejor le cuadra.
Por nuestra
En
ella se
tres dias
;
parte nos
juzgamos en
pues
la
costumbre exige que
casa durante los tres dias que siguen chistar, oran por el
ves las
,
deber de acompañar hasta su casa
el
al hijo del difunto.
oían aún los lamentos y los gritos de las desconsoladas mujeres y esto durante
y los amigos más íntimos concurran á la y en ellos sentados en círculo y sin piar ni lectura del Coran. Y no es esto todo: cada jue-
los parientes
al entierro,
muerto ó se ocupan en
la
hasta tanto que el sol se haya ocultado cuarenta veces
vecinas y las amigas de
la familia
nes, y los viernes siguientes, por la
,
,
se reunirán en la casa mortuoria
para empezar de nuevo
mañana,
los
el concierto
de las lamentacio-
que sobrevivirán se dirigirán
al
cementerio,
donde depondrán palmas y cañahejas sobre la losa del sepulcro, y distribuirán á los pobres pan, dátiles y otros alimentos. Así debe procederse hasta pasados cuarenta dias: después el sepulcro donde duerme el sueño de la muerte la persona amada, conviértese en lugar de piadosa romería, que se visita frecuentemente, y por medio de obras de beneficencia, junto al mismo practicadas, se procura sostener, ennoblecer y honrar la buena memoria del difunto.
Contamos en
el
presente 26 dias del
mes de
Safar.
es realmente piimaveral, pues coincide con nuestro del Xilo, sin ser
plomo sobre
ménos
espléndido, no es
Por esta vez siquiera
marzo y en tan caluroso como
esta tierra, desde el cielo desprovisto de
él el sol el
el
mes de
que baña
que durante
Safar
las orillas
el estío
cae á
nubes y de brumas. Tiempo hermoso,
EL CATEO
121
al e & ie fiesta. } poi lo
que á nosotros toca, pensamos asociarnos á los cairotas en la série de iegocijadas funciones que 'an á inaugurarse. En la calle de la Mezquita de ¡as muchachas, nos encontramos con una pequeña cabalgata, precedida por un hombre que enarbola un eAandaite \eide \ rojo, al cual sigue, caballero en un mulo, un jeque venerable de blanca Y ^ uen » a barba, en pos del cual, a pié ó cabalgando en diminutos jumentos, marcha una muchedumbre numerosa á cuyo íededor, gritando, saltando y haciendo cabriolas, se agita la obligada turbamulta de pihuelos callejeros.
¿Qué
significa?
¿De qué
se trata?
nuestias pieguntas, cuando aparece
dumbre aumenta por
instantes y
en
No hemos
una nueva
tenido tiempo
aún para
comitiva semejante á
las cercanías de la mezquita, cuyo
la
dirigir al
más vecino
primera: la
nombre
muche-
lleva la. calle,
PATIO Y CASA DEL CADÍ
hácese tan densa y compacta, que no nos queda más recurso que permanecer en medio de los sin excepción, tienen puestas devotamente sus miradas en la puerta de la casa
muslimes que, del Señor.
Al
fin tras prolijos
esfuerzos hemos logrado juntarnos á una de
las comitivas
que
pasaban, y marchando con la misma nos hemos situado junto á la codiciada puerta; mas ya en ella en vez de la desconocida maravilla que esperábamos descubrir, no hemos visto más ,
que un joven modestamente vestido, que sentado en un poyo de piedra recibía
los testimonios
de aprecio y veneración de los presentes, los cuales, uno en pos de otro, apresurábanse á besarle la mano. Era el tal el jeque Mahomet, hijo del difunto y celebérrimo santón Abd-el-
Gani, que, jefe de la secta de los Baiyumi, merced á su piedad y á su vida ejemplar, habia
alcanzado gran nombradla y poderosa influencia. todavía, que inspirándose en el EGIPTO, TOMO II.
Sucedióle hace poco tiempo su hijo, joven ejemplo de su padre, mantiénese sentado junto á la Mezquita o J
,
EL CAIRO
122
de las muchachas á cuyo
sitio
acude presurosa, con
el
intento de besarle la
mano,
la
muche-
que se pinta en todos los semblantes dumbre que desea recibir sus bendiciones. La emoción ocurre tiene extraordinario; acontecimiento y en efecto, lo que revela que se trata de algún en la morada del cadi, con el objeto verdadera importancia. Celébrase reunión magna, Maglis, de determinar
el
comienzo y duración de los gran profeta Mahonaa. A
del nacimiento del
deliberaciones, todas las
que, según
hemos
hermandades
visto, se dirigen
festejos ella
con que debe celebrarse
ann emano
el
concurren, pues deben tomar parte en las
comitivas ó cofradías de todas las sectas, y esas son las
en procesión
al
lugar donde deben congiegar»e. Lo^ jeques
aun cuando su taiea no imploran la bendición del Señor junto á las puertas del templo; y ya que después de una breve carece de importancia, dan la solución fácilmente, según parece, emprende su camino paia consulta redactan un acta, que firman los presentes, y cada cual regresar á su morada.
La
que es e&te dia alegría reina en todas partes, no siendo de extrañar, puesto
de una série de ellos destinados á públicos regocijos; á la cual
no
seguro
faltará de
la
ninguna que como
ella
piimero
bendición del Señor, ya que se celebra en honor y gloria
«del mejor de los hombres, del Profeta elegido.» ésta:
el
alegre fiesta piima\eial
una verdadera y
Ninguna hay que
produzca tanta alegría y satisfacción.
excite el entusiasmo de
Allí, á lo lejos, fueia de la
derredor de ciudad, á la derecha del camino de Boulaq, se levantan á toda prisa, en
inmenso espacio
libre, esas
un
soberbias tiendas que han dado fama á los orientales; pues la
verdad es que no tienen arte de cons-
igual en
el
truirlas.
En
la
el
centro de
inmensa plaza
se eri-
gen elevados mástiles, enlazados entre
sí
por medio
de cuerdas, de las cuales
y de las que los unen con el
suelo,
se
colgarán á
miles los faroles de colores.
Delante de ellos se
distingue
el
anchuroso an-
damiaje que debe servir DOMADOR DE CULEBRAS
para gos
artificiales,
calles
uno de
los
elementos que
surgen como por ensalmo unas
al
más debe
contribuir
al
el
disparo de los fue-
esplendor de
la fiesta.
En
las
lado de otras barracas, tiendas y tenduchos, en los
cuales se instalan confiteros, cocineros, cafeteros, vendedores de sorbetes, bateleros, encanta-
dores de serpientes, atletas, dueños de columpios y juegos de caballitos, que estimulados por la esperanza del lucro, en cuanto haya llegado la noche del primer dia de fiesta, y con ella se
lancen á la calle las alegres comitivas cantando himnos de alabanza en honor del Profeta, á
S1LIDA EX COCHE DE UNA DAMA DESPUES DE LA PUESTA DEL SOL
EL CAIRO la
125
de resinosas
luz
antorchas, trabajan á
competencia á procurarse
de
fin
sitio prefe-
en lugar aco-
rente
modado. El primer dia de
por
fiesta fijado
el
Cadí y los ancianos de la ciudad, ha llegado el
primer Rabí, el—anal.
Hemos dicho mer dia, y no
pri-
primer noche
la
to:
el
es exac-
debimos
decir, puesto
que
musulmanes
los
comienzan nerse
el
el sol,
dia al po-
y por con-
siguiente á la calda de
cuando han
la tarde,
terminado todos
los
negocios y los trabajos todos,
abandónanse con
regocijo
al
alegría
verdaderamente infaniiii'fi
til. ¡
Cuán
bellas
cómo convidan
son y
al pla-
cer esas noches tran-
quilas
en
cuales
las
millares de refulgentes estrellas
tachonan
oscura bóveda del
la
fir-
mamento, en tanto que templa
atmós-
la
fera el soplo suave de SAIS
deleitosa brisa!
A
eso de las ocho de la noche nos
animadas otros
dias,
cuanto nos acercamos EGIPTO,
TOMO
II.
ponemos en camino. Las
están desiertas, sin que se vea en ellas al
calles de la ciudad, tan
hombre alguno; mas en
Muski, distinguimos numerosos grupos de
alegres cairotas que ~
;
EL CAIEO
126
lugar de
regocijados se encaminan al
que, por
lo
fiesta,
la
desusado, difícilmente puede olvidarse,
un espectáculo y luego, constituyendo coche de una princesa que con escolta
el
precedido de diferentes criados portadores de senda» teeia», pa»a junto a Las comitivas aumentan al paso que nos acerca-
de eunucos v
nosotros cual fantasmagórica aparición.
de Ezbekyjeh en este momento llega á nuestros oidos un rumor sordo: esquina del New—.Hotel, y nos encontramos en una calle sumamente laiga, llena de numerosa muchedumbre, flanqueada de tiendas é iluminada por medio de numerosas antorchas é innumerables faroles. A pocos pasos que damos en ella no» encontiamos
mos
al jardin
doblamos
:
la
empujando y otras siendo empujados, marchamos coche de alquiler, precedido por un saita que no llega á diez años, y cuyo oficio es abrir paso, á duras penas puede adelantar. Tras largos esfuer-
arrastrados por la corriente, y, unas veces
Un
adelante.
S
J!:,
zos lo consigue, la gente abre calle, las apreturas aumentan, aire falta, el calor sofoca; pero el coche pasa y la
nosotros con ella,
hueco que
el
seguimos adelante precipitándonos sobre
carruaje va dejando en pos de
sí.
el
muchedumbre y el
Aquí pueden verse del Cairo:
hombría de bien y el carácter dulce de lo» habitantes semejante confusión estaría ocasionada en Europa á brutalidades
la
quien hale alcany otros excesos; pues bien, el bueno del cairota á zado un pisotón que le ha hecho ver más estrellas que luces hay PADRE E HIJO
en »ciego, pedazo de animal?»
la calle,
A lo
cual
conténtase con decirle el
interpelado contesta
«Esto no vale nada;» verdad indiscutible respecto de alguna qué oponer. chufas: nada allá las pajas,
de ira y
más
Y
ménos que
al
que se
muy
la cual
el
A
lo
mejor dos zagalones vienen á
ha dado: «¿Estás
Ma alesh.
infortunado no tiene cosa
no se vaya á creer que esta gente tenga en esto.
lo
tranquilamente:
las
venas orchata de
manos por un quítame
las
por el Profeta, roncos y agarrados y forcejeando, juran por Allah y perjuran que gallos en pelea, que allí han de morir uno á manos de otro. Unos les
fieros
azuzan, otros los denuestan, aquellos procuran separarlos, y todo es gritos, chillidos y denuestos. De repente hiende los aires un cohete que al estallar deja caer una luz roja ó verde
:
todas las miradas se dirigen hácia
el
punto en que se distingue
la radiante aparición
de todos los pechos se escapa un ¡ah! de sorpresa y de júbilo; los contendientes olvidan su querella, y lamiéndose los arañazos ó frotándose los cardenales se
dumbre
sin
acordarse
verdaderamente
A
infantil,
ya
más
de
las
causas de
en los accidentes de
los dos lados de la calle se
la
pelea
meten entre
la
muche-
y puesta toda su atención,
la fiesta.
contemplan
las tiendas radiantes de luz.
Aquí,
allá
y en
todas partes aguadores de cesta y botijo ó de cántaro y vasera y vendedores de frutas que á gritos ofrecen y pregonan su mercancía. En esta tienda, listada de rojo y de negro, se distribuyen al público que paga, ricas tazas de aromático café: en aquella, cerrada por tupida cortina, se
oyen risas y cantos y carcajadas con que se celebran los maliciosos é intencionados un buñolero que ha sentado sus reales al lado, saca de su pequeño
gestos de Karagheuz:
127
EL CAIRO
horno lindísimos pastelillos redondos y dorados, que cubiertos como están son de exquisito sabor, según dicen: pues áun cuando teníamos intención de comerlos, cambiamos de intento para marchar en pos de una comitiva de derviches que luz de leerás se dirigían á practicar sus ejercicios. se habia levantado para
mantiénese de pié sobre
un gran
que en
un
tablado,
artista,
cuando vino á sorprendernos un nuevo primo hermano carnal de nuestros confiteros,
encima del cual gira un mostrador que
cuya luz se proyecta sobre los caprichosos
farol,
son de una extraña música y á la llegado áun á la tienda que
ella los ejecutaran,
ménos maravilloso. Un
espectáculo no
al
Xo habíamos
su alrededor, llevándose en pos de
todas las miradas.
sí
edificios de
tiene en su centro
crocán que se elevan á
Delante de todo este aparato, dos
contemplación del dulce objeto de sus deseos, y que según parece no están en camino de ver realizadas sus fervientes esperanzas, pues áun cuando para
muchachos embebecidos en
ello
han
establecido
la
una sociedad, no
sé
si
anónima, cooperativa ó en comandita, reuniendo
para ello sus respectivos capitales, dos piastras en monedas de cobre, no son cantidad bastante
para ablandar
el
endurecido corazón del hombre del farolón. Con todo,
los rapaces,
con una
locuacidad y una perseverancia verdaderamente árabes, no desmayan en la tarea de demostrarle que no hay en el mundo quien tenga derecho á pedir nada ménos que dos piastras por
uno de sus crocanes; sin embargo, sus fuerzas desmayan ya y están resueltos á renunciar á su intento, cuando una moneda salida á deshora para ellos, del fondo de uno de nuestros
un modo imprevisto el logro de sus deseos. el rumor producido por numerosas campanillas. Es caballitos, en el cual así se divierten los pequeños como los
bolsillos, viene á realizar de
En
el
lado opuesto de la calle óyese
un puesto de columpios y mayores. A su lado una voz fuerzas nunca vistas de
muchachos que
estentórea nos invita á contemplar las proezas, maravillas y
atletas
á través de
incomparables.
un agujero
De paso podemos contemplar un grupo
practicado en
el
lienzo,
de
contemplan grátis tan nunca
la llanura, algo baja, que propiamente y nos dejamos arrastrar hácia hablando, constituye el verdadero lugar de la fiesta. En cuanto penetramos en ella, nos sentimos fascinados por el brillo y singular animación que reinan en la misma. Imagínese un
visto espectáculo,
extenso círculo de hermosas tiendas profusamente iluminadas, y en el centro del mismo el sitio desde el cual se disparan los fuegos artificiales consistentes singularmente en millares de voladores, que
como otras
tantas escalas de Jacob enlazan el cielo tachonado de radiantes
la tierra tan dichoso y contento en esta noche primaveral. Al con \erdadera satisfacción el ambiente fiesco y y después de haber aspirado perfumado, hemos dado una vuelta para ver lo más notable que se encuentra en las calles improvisadas que rodean la plaza. En el lado izquierdo de la llanura se encuentran las tien-
estrellas,
con ese rincón de
salir del circuito,
das de la policía, del gobernador, de los ministros y del virey, y detrás de ellas las de los particulares y de las comunidades religiosas. Éstas llaman especialmente nuestra atención y con el fin de acercarnos á las mismas nos inclinamos hácia la derecha. En todas ellas se observa numerosa muchedumbre; y así como en ésta, por ejemplo, los circunstantes forman círculo en torno de
un
lector que da cuenta de la historia del nacimiento del Profeta, sin
EL CAIRO
123
costumbre que se remonta y prodigios que lo acompañaron, á la picictica eligióla consagran se aquélla en Islam, del tiempos primeros orígenes los á ó de Dios, de la profesión de fé del zikr, que consiste en la repetición continuada del nombre
olvidar
uno
solo de los milagros
i
musulmana
ó de
una fórmula cualquiera en alabanza de Mahoma, acompañada de
ciertos
acompasados movimientos consistentes en balanceos del cuerpo hácia adelante, hacia atiá&, hácia la derecha ó hácia la izquierda, subordinados á las palabras que se pronuncian. El director del ejercicio, ó sea el
mounshid
,
permanece en
el
centro, y por medio de la voz v
EL ZIKR CON CONTORSIONES
cierto
acompasado golpear de manos marca
la
emisión simultánea de
las
palabras y los
movimientos con que deben acompañarse, y en ocasiones procura aumentar el fervor y entusiasmo religioso echando mano del canto y aún de la música. Si hemos de hablar con toda franqueza, diremos que las gentes que tomaban parte en tales ejercicios producían en nuestro
ánimo un
efecto extraño:
teníamos en cuenta
el
antojábansenos locos ó poseídos y es que por un
momento no mismo
sentido profundo que se encierra en tales ceremonias, que es el
que existe en otras semejantes, que se encuentran en la mayor parte de las religiones. El Coran prescribe á los musulmanes el deber de mencionar perpetuamente al Señor, de la propia
:
129
EL CAJEO manera que san Pablo exhorta
á los fieles á orar sin descanso: pero así
como unos han consi-
derado esta mención como un deber sencillo, en virtud del cual deben tener siempre presente dando á la palabra una interpretación ménos? el nombre de Dios, otros, v son los más,
—
—
lata,
De
cumplen repitiendo incesantemente y en alta voz el nombre de Allah. establecimiento del zikr palabra tomada del Coran. Hoy mismo los musulmanes
imaginan que
aquí
el
sólo
,
ilustrados y formales sostienen que para llenar las prescripciones del Coran basta con repetii lentamente y de tarde en tarde la palabra Allah, y que es una corruptela que debería proscri-
acompasados y
los
principio, para ensalzar las buenas prendas de
un
birse y conviene evitar, todo eso de las contorsiones, los movimientos
bailoteos al
compás de
la
música.
En un
que mencionaba incesantemente á Dios, expresión que valia tanto como decir que sus pensamientos se consagraban de continuo al Todopoderoso mas semejante concepción no tardó en degenerar de su primitiva pureza en la mente de las
hombre piadoso,
solia decirse
muchedumbres. Sobrevino
al
cabo de poco tiempo
la
fundación y establecimiento de
nume-
rosas sociedades y corporaciones religiosas, cuyo fin común y principal fué la mención del como el oriental, según hemos tenido ocasión de observar en nuestra nombre de Dios,
y mezquita de el-Azhar, propende especialmente á comunicar animación y fuerza
visita á la
al
que en un principio era grave y tranquila, fué ademanes y actitudes más ó ménos Holen— esos alcanzar hasta animándose, paulatinamente
espíritu por el balanceo del busto, la expresión,
tos.
tales modificaciones el
Favoreció por otra parte
desenvolvimiento del misticismo musul-
nacido bajo diferentes influencias extranjeras: según las doctrinas por él preconizadas, Di\imdad, en creyente debe esforzarse en confundirse, en abismarse completamente en la
mán el
hombre y hace impresión en sus sentidos, para Pues bien, las contorciones \ el balanapropiado como pocos, para la ceo, indefinidamente prolongados, proporcionan un medio, el espíritu, producen vértigos y dan aturden que mismo lo por fin, semejante realización de hasta á calambres más ó ménos persistentes. De aquí que lugar á accidentes nerviosos revestirse de ella;
no sentir
en olvidar cuanto rodea
ni pensar
cuando uno de
los
más que una
y que toman parte en
violento ejercicio y, echando
al
sola cosa: «Allah.»
el
espuma por
zikr viene al suelo anonadado á consecuencia de tan la
boca, se revuelve en bruscas convulsiones, se diga
Dios. Semejantes ejercon admiración y envidia que es melbus, es decir, que está revestido de egipcios, inclinados de antiguo á cuanto los entre rápidamente propagáronse cicios religiosos actualmente se hallan por demás generalizados, hasta el punto de haber
sabe á misticismo, y tomado el carácter de regocijo popular.
acompasado, acompañando
un verdadero
al
Sabido es que
movimiento
la
el
mecerse ó balancearse de un modo
voz de los que á
placer, placer que en nuestra niñez
tal ejercicio se
entregan, produce
hemos todos experimentado
repetidas veces:
puede producir fatales ahora bien, semejante movimiento, durante mucho tiempo continuado, le va la cabeza, que se halla consecuencias: mas ¡qué importa! el creyente que nota que se por el vértigo que se le crispan los nervios, y por ende que se halla en situación
dominado
,
emoción y propincua de ser melbus, ve realizado el fin que se proponía, y dominado por la presa de verdadera embriaguez, persevera en su tarea hasta que se agotan por completo todas EGIPTO,
TOMO
II
33
EL CAIRO
130 físicas.
este caso el
miembro que
sitio,
con
lo cual
pocas, en que en
al cabo de un cuarto de hora, y en inmediatamente reemplazado poi otio que ocupa su
Semejante resultado suele alcanzarse
sus fuerzas
se retira vese
no se interrumpe un solo punto el ejercicio
toman parte
el círculo del zikr.
las mujeres,
y
el
Ocasiones hay, y no
doctor Spitta habla de
un
círculo
en cuyo centro se encontraban una vieja, y una muchacha en todo el esplendor de la juventud. Aquélla excitaba á los asistentes á que tomaran parte en el ejercicio palmoteando y dirigiéndoles miradas penetrantes y maliciosas.
En
cuanto á
la
joven estaba entregada en cuerpo y
inclinaba y levantaba incesantemente su busto y de cada la vuelta de media vez hacíanse sus movimientos más violentos, salvajes y desarreglados.
alma á
las evoluciones del zikr,
A
EL ZIKR CON VIBRACIONES
hora ó poco ménos,
— nuestro
hallábase transformada en
amigo permanecía delante de
una
ella
con
el reloj
en
la
mano,
—
loca furiosa: derribósele el pañuelo con que tocaba su cabeza,
y con ello se descompuso su luenga cabellera, que se derramó por todos lados, rodeándola completamente: la parte superior de su vestido se descompuso, dejando sus carnes al descubierto:
parecia
con sus ojos brillantes cual carbunclos y su rostro bañado en cadavérica palidez, una furia escapada del averno. En semejante situación la vieja y el derviche director
y emprendiendo despiadadamente á puñetazos la derribaron al Los derviches, después de un zikr desenfrenado, extravagancias no ménos repugnantes tales como atravesarse las
se precipitaron sobre ella
suelo sin fuerza y sin conocimiento.
entréganse á
otilas
—
,
—
-
131
EL CAIRO permanecer en
mejillas,
éxtasis, y
mascar escorpiones y otras sabandijas repugnantes y aún
venenosas.
Después de haber dejado semejante espectáculo, que
echamos un
vistazo á
á los
que se agitan en
fieles
tienda en la cual el
un
tiene
muy
poco de agradable,
cantor, con acompañamiento de flauta, recita
poema
zikr los versos del
místico de Omar-ibn-el-Farid,
volúmen precedente hemos mencionado, pues áun cuando no hay uno solo entre asistentes que no se los sepa de coro, por haberlos oido narrar veces mil en las calles de
que en los
una
el
en tono
bien que
la ciudad,
espiritual, se
Pero
lo
muy
juzgan
que es hoy
muy
como son
distinto,
acomodados para ni cantores ni
una interpretación
susceptibles de
los ejercicios del zikr.
narradores logran como otras veces tenernos pen-
dientes de sus labios, y preferimos penetrar, siquiera por breves instantes, en la tienda de los
Bereberes de atezado cútis que han organizado un zikr, exclusivamente para
tanto se agitan en sus movimientos y contorsiones, cantan con sus voces atipladas
En
ellos.
como de
flauta la siguiente salmodia:
j 1
lio
-hammadoun mó
- la
-
1
r na,
1
Mo - hammadoun e6
es nuestro señor,
Mahoma
-
la
-
na
—«
=
j
l
«Mahoma
d—m—— V m 0
n rT~-
*
tj
1
,
bi
-
ga
•
-
hi
man
ta
-
oual
^ A a— — N 1^^ -r
y
r-
la, ‘a
-
le
-
-
j
hil-lá-hou
0
sal
-
>i
la.
es nuestro señor, revestido de la soberanía: Dios se
» inclina ante él para bendecirle.»
Al cabo hemos llegado La primera, como pue-
junto á las tiendas de los dignatarios y de los ministros egipcios.
de comprenderse, es la del jetife,
ocupada ésta
noche por
el
príncipe
heredero, por hallarse
su padre ocupado en altos
asuntos del go-
Los empleados
bierno.
v de mavor categoría v
«J
los jeques
más
/
«i
distin-
guidos pasan á saludarle en ella y
ocupan
los sitios de preferencia
para
asistir al
disparo
de los fuegos de artificio
DERVICHE COAILEXDO ESCORPIONES
que iluminan ince-
santemente los alrededores, hasta
muy
cansar á los espectadores árabes.
Hace ya mucho tiempo que aquélla ha médiado, y
entrada la noche, sin que
el
espectáculo llegue á sin
EL CAIRO
132
rodea, cuando cansados ya embargo, no ha disminuido en su ímpetu el torrente que nos emprendemos nuevamente el camino que conduce á nuestra morada.
Durante doce noches consecutivas represéntase invariablemente describir, cada dia
acabamos de
con mayor esplendor
si
el
cabe; cada dia con
espectáculo que
más
satisfacción
cada dia con mayor regocijo y satisfacción. Los comerciantes cierran costumbre, y las damas del sus tiendas, establecidas en los bazares, más temprano que de
por parte de
la plebe;
TIENDA DE UN
harem
DIGNATARIO
asisten á la fiesta en sus coches cerrados con su correspondiente escolta de eunucos.
En una
de las últimas veladas, á eso de media noche, organizase una marcha ó procesión la calle de Boulaq. El último árbol de fuegos arti-
con antorchas que llena materialmente
más brillante de todos: á su disparo asiste entera la población del Cairo: la muchedumbre es impenetrable: las tiendas rebosan de gentío, y en algunas de ellas, bien
ficiales es el
que disimuladamente, entréganse sueños que suscita
el
humo
los
concurrentes con apasionado ardor, á los deliciosos
Xo hay quien quiera prescindir de testificar la Mahoma, y conseguir por este medio su protección
del hachich.
alegría que le proporciona la misión de
EL CAIRO
133
é intercesión
ningún dia por
el
para con Dios; puesto que si todo el mes trae consigo gran copia de bienes, en son tan copiosos y abundantes como en el duodécimo, especialmente bendecido
piadoso Allah.
Epílogo apropiado á esta dilatada serie de festejos y diversiones es la doseh ó cabalgata, que tiene lugar en la mañana del dia siguiente. Dada la nombradla que ha alcanzado, áun
en Europa, esta ceremonia religiosa, y las muchas descripciones que se han hecho de ella hasta por viajeros superficiales, se comprende que no sean escasos los errores en que se ha incurrido respecto
de
producto orgánico de
misma. Se cree ver en
la
la religión
de
un
algo que es propio del Islam;
ella
Mahoma; cuando
lo
que realmente revela es una
ma-
nifestación del culto de los santones: de la superstición que se ha desarrollado entre los
habitantes del Cairo contra la cual se subleva
excepción hecha de los habitantes de querido tener su cabalgata. antigua costumbre
el
ánimo de todos
aldea de Berza, cerca de Damasco, que también han
Fenómeno
tan singular debe tener por fuerza su origen en una
Confirma semejante opinión
local.
los partidarios del Islam,
la
la siguiente
leyenda:
«El segundo
jefe
»del orden de los derviches, Sadijah, inmediato sucesor del que fundó á Saad, cabalgó un dia, »
ignórase
la
causa, desde
la ciudadela del
muy
Cairo hasta su casa, que estaba
En
»por encima de pedazos de vidrio sin que quebrara uno solo.»
el
lejos,
pasando
fondo de esta tradición
singular ha de haber algún hecho para nosotros desconocido: de otra suerte no se explica la
razón del privilegio concedido á todos los jefes de secta, de pasar impunemente á caballo
no sólo sobre pedazos de
vidrio,
ceremonia no tiene más objeto que
sino encima
la glorificación
de cuerpos humanos.
Acaso semejante
de una orden de derviches: la superstición
popular se presta fácilmente á este sacrificio, por
lo
mismo que
todo aquel á quien ha
casco del caballo, se juzga perdonado y aún redimido, en virtud del milagro de que ha sido objeto. Lo mismo que los vidrios de la leyenda, según aseguran los Sadijahs, alcanzado
el
ningún detrimento experimentan en sus personas aquellos sobre cuyos cuerpos tiene lugar cabalgata.
Al
decir de los testigos presenciales,
distinción de justos y pecadores, no existe del doseh sin
el
áun cuando
memoria de que
el
se
la
milagro debe realizarse sin
haya verificado
correspondiente producto de fracturas y contusiones;
milagros sabido es que no se tienen en cuenta las bolas negras.
la
ceremonia
mas en materia de
Sea dicho en honor de los
cairotas instruidos y especialmente de los profesores de la mezquita de el-Azhar: éstos miran hasta con prevención la ceremonia que nos ocupa, como desprovista de con repugnancia
y
racional
fundamento y contraria á
de protesta respecto de esto
y en repetidas ocasiones han elevado su voz en son con que mira el vi rey la práctica del doseh. Mas todo
la ley,
la tolerancia
no ha sido inconveniente para que
las
muchedumbres, y entre
asistan con verdadera fruición á presenciar el espectáculo.
llegamos á
la plaza, veíase
ya una larga
fila
A
ellas
no pocos europeos,
eso de las diez, á cuya hora
de coches ocupados por las mujeres del harem ó
por damas europeas, parados en uno de los lados de aquella, en tanto que en
el
opuesto se
levantaban diferentes tiendas llenas de hombres, y entre ellas la destinada al gobernador. Penetremos en una de éstas, puesto que tendremos que aguardar dos horas hasta tanto que EGIPTO,
TOMO
II.
34
EL CAIRO
134 el
Sadijahs, que ha pasado
jeque de los
digno de realizar
el
la
noche en
el
ayuno y
la oración,
para hacerse
milagro, terminada su plegaria del medio dia, en la mezquita de Hu&&ein,
en su blanco corcel. Hasta dicho momento la muchedumbie permanece tranquila, y circula libremente por ambos lados de la calle, que mantienen despejados fuerzas del ejército; pero al paso que se aproxima el medio dia y son de cada ’s.ez se halle en estado de cabalgar
más
masas van siendo más compactas y se hace más percepanuncio de grandes acontecimientos. De repente retumba el ciudadela, anuncia el medio dia y empuñando estandartes que
ardientes los rayos del sol, las
tible ese
rumor
característico,
cañonazo que, disparado en flotan al viento
y
al
la
son de las trompetas pasan ante nuestros ojos
al trote diferentes
grupos:
son los derviches Sadijahs y Rafejahs, á los cuales se han unido no pocos voluntarios y entusiastas. Los espectadores se agrupan á lo largo del arroyo: nuevos grupos desordenados siguen á los primeros, y sus gritos y su entusiasmo se comunican á la muchedumbre que momento había conservado su tranquilidad y sangre fria, siendo consecuencia
hasta aquel
de ello
el
encontrarnos rodeados de innumerables devotos que oran y recitan
incesantemente.
humanos: con
la
las gentes
cabeza hácia
el
Coran
dolor osa hállase materialmente alfombrada de cuerpos
La extensa Via
que se encuentran delante de nosotros han comenzado á prosternarse: el lugar donde estamos, y las piernas en opuesto sentido, y con los
murmuran continuamente: «¡Allah, Allah, Allah!» lo más junto posible unos de otros, á fin de que
brazos colocados debajo del rostro
Entre tanto se trabaja en colocar los cuerpos las patas del caballo deslizándose entre
unos y otros no puedan producir lesiones graves. Así forman una línea estrecha y ondulada que no
dispuestos, los cuerpos elásticos de los árabes ofrece peligro de accidente grave.
En
tanto que los fieles
permanecen tendidos,
la
mitad de
que pasa, y dejan escapar el sordo rumor de Allah, los espectadores hacen aire con sus vestidos. Los derviches organizadores corren desalados
ellos sin conciencia de lo
más próximos
Jes
de un extremo á otro de este camino viviente, apostrofes fanáticos.
La
mismos sentimos una
insólita agitación nerviosa:
delante de nosotros,
un piadoso
suelo produciendo
inflamando á
la
muchedumbre con sus
exaltación crece y se inflama por momentos, y hasta nosotros
un rumor
furor;
apodérase de un hombre justo que se halla
la palabra
indescriptible
;
el
Allah por mil voces proferida surge del
pueblo ora y
murmura
sentencias del Coran
que ocupamos, y por más que hacemos, cual si nos dominara la fascinación, no podemos apartar las miradas de los rostros mortecinos y de los ojos extra-
en derredor del
sitio
viados de las desgraciadas víctimas.
Pasa corriendo delante de nosotros un derviche diciendo á gritos: «Vosotros los creyentes, el nombre de Dios.» A lo léjos se vislumbra la figura de un jinete, que
> pronunciad todos
se ve obligado á detenerse
un
instante
sobre aquella alfombra de cuerpos
;
pues
el caballo
humanos; mas
al
se encabrita resistiéndose á pasar
cabo, á fuerza de espolear al noble
bruto y de tirarle de las riendas vence su repugnancia, y pisoteando espaldas, cuellos y dorsos adelanta á grandes pasos, y deslizase ante nosotros llevando al transfigurado jinete.
Es
este
un anciano venerable de luenga barba
gris,
que parece sumamente fatigado y más
EL CAIRO
135
DOSEH (ACTO DE PASAR UN CABALLO CON SU JINETE ENCIMA DE CUERPOS HUMANOS)
bien cabalga que monta
el
nada percibe de cuanto el
soberbio corcel
le rodea.
:
dirĂase
que arrebatado por
cual se ve una faja blanca transversal, distintivo de su secta.
poderoso v de gran
talla;
el
sentimiento religioso
CiĂąe sus sienes un gran turbante, color verde oliva, en
pero no usa herraduras.
El caballo es robusto,
FTi
136
CAIRO
ceremonia y se ha realizado el milagro, apresúrase la gente á levantar á aquellos desventurados que yacen tendidos sin conocimiento para que se incorporen es menester emplear la violencia. Sus rostros están bañados en llanto: su cuerpo
En
cuanto ha concluido
la
:
y cubre su cara
entero es presa de estremecimientos nerviosos,
Uno hay que
la palidez
da compasión: su brazo derecho, colocado encima de
desgraciado, sobre
el
cual ha puesto
el
la
de
la
muerte.
espalda de otro
una de sus manos con toda su fuerza, no el milagro ha sido más doloroso
caballo
Otro pobre diablo para quien
permite presagiar cosa buena.
todavía, cojea visiblemente, y auxiliado por otros, es llevado entre la multitud que solícita-
mente abre paso. Se ha dicho y aún sostenido con insistencia, que
exaltación religiosa y la excitación
la
nerviosa que acabamos de presenciar, son producto obtenido merced al uso del hachich;
mas podemos asegurar que verdaderas excepciones. la
casos,
tales
suponiendo que realmente se presenten,
Las noches pasadas en vela;
la incesante recitación del
son
Coran;
emoción resultante del peligro que se acerca lentamente, bastan y sobran para producir si se tiene en cuenta la singular predis-
accidentes nerviosos y espasmos, especialmente posición,
tan incomprensible para nosotros, que tienen los orientales para
religiosa.
Por
de
artificio
lo
mismo que
alguno, basta todavía
gustosos á servir de alfombra
De
Oriente ha sido siempre
el
los cinco deberes que,
se distinguen con los
al
la
el
convulsión
la
país de los poseídos, sin necesidad
superstición para que centenares de
hombres
se presten
paso de un caballo.
como
es sabido,
impone
la ley á los creyentes,
nombres de columnas del Islam, existen
dos, el
ayuno y
deberes que la oración,
á los cuales no puede en manera alguna sustraerse quien se precie de verdadero musulmán. Al primero, es decir,
al
un mes entero, el más santo y venerado Ramadan. Con anterioridad á su llegada, y ceremonias importantes, tales como la de la noche tremenda
ayuno, hállase consagrado
de los meses del año de los musulmanes: el de
empieza una-série de
fiestas
en que se resuelven y regulan los destinos de los hombres, que tiene lugar en la mitad del mes de Shaaban, noche en la cual separa Dios las hojas mustias de las tiernas, existentes en
el
árbol de la humanidad, y los creyentes velan en medio del estupor y de la oración.
musulmanes que comienzan á ayunar en este mes, siendo más aún los que la llegada del mes bendito. Y bendito es realmente. «Es el mes de »mi pueblo, en el cual le son perdonados sus pecados,» ha dicho el profeta Mahoma. Durante el mismo han sido revelados los libros sagrados de todas las i*eligiones conocidas:
Muchos son
los
esperan con anhelo
EL CAIRO
137
ORACION EX UNA NOCHE EGIPTO TOMOII.
35
EL CAIRO
138
de
la vocación
En
Abraham;
la ley
de Moisés:
su último tercio se encuentra
mares todos su perdón
amansan, se abren
se
al
Evangelio de Jesucristo;
el
maravillosa
la
A oche
el
tiempo referido
y
culpas mediante la estricta observación del ayuno: y siquiera
temente con
época
la
coma y
que no sólo un bocado para acallar hasta
la sed, sino
el
Ramadan
coincida frecuen-
calurosa del año, es indispensable la observancia de la le\ que piesciipcion se beba desde la salida á la puesta del sol. y ésta
prohíbe que se
mitigar
la cual los
el
más
es tan absoluta
,
Coran de Mahoma.
Supremo Hacedor concede todo pecador procure bou ai su&
las puertas del Paraíso,
mundo. De aquí que en
el
de la dignidad, durante
fumar está prohibido, por
el
hambre
el
lo
ó
mismo que
un sorbo de agua para el
árabe traga
el
humo.
campana están dispensados del y los que se hallan en de cumplirlo en cuanto hayan condición la con aún así, cumplimiento de semejante deber, y Sólo los enfermos,
viajeros
los
desaparecido las causas que se opusieron á llevarlo á cabo.
El último dia del
mes de Simaban toca
á los fieles
el
á su término: pasadas algunas horas comenzará la
Una solemne
primera noche del Ramadan.
procesión salida de la morada del cadí, lle\ará
anuncio de que ha comenzado
no puede ser publicado en tanto
el
débil
hava sido observado siquiera por un hombre.
marchado á
las alturas del
ciar la aparición del astro
Mokatam
en
el
el
mes
segmento de
En
del ayuno, pero semejante anuncio la luna, -
diferentes individuos, con
instante
en su cuarto creciente, no
consecuencia, después del medio
mismo en que
el
dia,
han
encargo expreso de anun-
brillará sobre la dilatada extensión
En las cercanías de la ciudadela, delante del palacio de la justicia Bet—el—adü, y á impedir la calles más espaciosas vese reunida inmensa muchedumbre, que llega 7
del desierto.
en las
marcha
que se dirige á
del cortejo
que los ancianos, policía penetran
el
en
la
morada
del cadí, delante de la cual se detiene, en tanto
jeque de las fuerzas que escoltan la procesión y
el
superintendente de
de aquélla y se congregan solemnemente en
el interior
el
di\an del cadí,
para oir la Feticci decisiva. Los mensajeros enviados á la montaña han visto entre tanto la luna nueva en el principio de su cuarto creciente brillando sobre el horizonte: su mani testación ha sido consignada en
firmado
el
anuncio relativo á
especial, y hecha semejante diligencia, el cadí ha inauguración ó comienzo del ayuno. Dispárase en la ciudadela
un protocolo la
cañonazo anunciador; y la procesión se divide en diferentes grupos que, precedidos respectivamente por una música, recorren la ciudad en todas direcciones, repitiendo incesantemente: «Ayunad, ayunad los que seguís la doctrina del mejor de los hombres.» Llegado
el
este
momento prodúcese una
exaltación extraordinaria y de naturaleza especial, la cual se
apodera de los árabes v los domina en tanto dura el Ramadan, cosa que se explica fácilmente, de las horas de si se tiene en cuenta que no hay quien no procure encontrar la compensación abstinencia en los banquetes y comilonas que en buena paz y compaña se celebran después Las calles principales ilumínanse profusamente: en las galerías de que se ha puesto el sol.
—
alminares brillan á centenares los faroles, y desde las aberturas de la mezquita situada en la ciudadela, derraman su luz sobre el Cairo que se extiende á sus piés, múltiples y vistosas luminarias. Los cafés á duras penas pueden contener la numerosa concurrencia que en ellos
los
EL CAIRO
139
LOS QUE ESPERAN LA SALIDA DE LA LUNA
fumando y charlando, en tanto que la gente devota se agolpa de las mezquitas para escuchar la voz del lector. En las casas de los magnates de distinción, vense preparadas las mesas en que han de celebrarse los y ¿ e ¡ as personas festines que se dan á los convidados, que asisten en gran número, y en tanto llega la se pasa las horas de la velada
en
el interior
hora apetecida, en una estancia vecina se lee el Coran ó se recita un zikr. Todo el mundo está alegre v satisfecho y no hay quien se acuerde ni del tiempo que pasa, ni del reposo
EL CATEO
140
Mas
ni del sueño.
á deshora llega á los oidos de los alegres comensales el son desapacible
de un tambor y al par penetran al través de las semientornadas ventanas los fulgores de las antorchas con que se alumbran los que al que lo suena acompañan: es el mosahher, es decir,
Mas en rimada
el
mensajero de
el
barrios de
el
mañana, que ano
tras
ano ejecuta su ronda
al
través de los
,
las excelencias
ranza y para
resuena
la
ciudad y anuncia á sus moradores que se acerca la luz del nuevo dia. tiempo de que se trata su llegada tiene otro fin que consiste en cantar en prosa la
él
de los habitantes de
deseándoles toda suerte de bienaventu-
la casa,
un pingüe bakhshish en cuanto termine
abrar en
los alminares.
Es
el
A
mes.
el
abrar un llamamiento á
eso de media noche
la oración,
su nombre de
la
empieza. Dice así:
que
»digo
que ha tomado
palabra con que
«En verdad
gentes
las
os
piadosas
»beberán una copa de vino.» Poco después de media noche
nuevo á
es llamado de
el
pueblo oración
la
por medio de una fórmula que se
Saludo, por consistir en
titula el
palabras de bendición dirigidas á
Mahoma.
— Después
de ella apá-
las
lámparas y se cierran puertas en la mayor parte de
las
mezquitas.
ganse
las
En
la de
Hussein,
perma-
profusamente iluminada,
necen
noche
durante
abiertas ,
y en
la
de
toda
la
el-Azhar se
cierran cuatro de las seis que en existen.
ella
curso; EL MESAIIIIAR
una
de la luz
El tiempo sigue su
fresca brisa, precursora del
nuevo
dia,
indica
todo noche concluve, y en los alminares los muecines recuerdan á los fieles, durante bebidas, á fin de estar manjares con estómagos sus fortalecer olviden y no que Ramadan, el comenzar. Se sirve la dispuestos y preparados para la nueva jornada de ayuno que va á salir el comida que ha de evitar el hambre y la sed, el almuerzo, que tiene lugar antes de de nuevo el mosahher para sol. v constituye la más importante de las del dia, y aparece en que, anunciar la proximidad de la luz. En semejante disposición espérase el instante
que
la
según expresión crepúsculo de
la
negro, es decir, el del Coran, es imposible distinguir el hilo blanco del
mañana:
las estrellas se extinguen;
marchitos á consecuencia de una la
fórmula
sacramental:
vigilia
el
«álito
prolongada, y en
«Cesad ya, comienza
el
la
matutino» acaricia los rostros
cercana mezquita se pronuncia
ayuno.»
¿Qué hacer, como no sea
EL CABRO acostarse, á fin
de reparar por medio
141
del reposo las fuerzas perdidas en la vigilia?
Este
partido que se toma, y al dejar el lecho para la oración del medio dia, no hay quien tenga alientos para dedicarse á un trabajo que hace indispensable la energía agotada en las
es
el
disipaciones de la noche.
Fatigados y con la cabeza pesada, los comerciantes se dirigen á los bazares donde se sientan, seguros de que no ha de haber quien los saque de sus contemplaciones, lo
jamás
mismo que
empleados, que permanecen
los
El hambre, la sed,
oficinas.
la
deja sentir entre los fieles,
se
»Ramadan.»
Y
en
tanto
el
mano
sobre
mano en
privación del tabaco producen su efecto, y
apodérase
dia sigue su curso,
de
ellos
el
sus respectivas
mal humor, que
durante «el bendito
y antes aún de que
el sol
mes de
llegue á su ocaso,
se cierra la tienda, abandónase la oficina v J
empléase
el
cigarrillo y
En
tj
tiempo en
liar
en refrescar
el
apetecido
el
agua reparadora.
todas partes vense grupos de personas
apagado cigarro entre
los dedos
permanecen ante los aguaduchos,
los cafés,
que con
el
y las fuentes públicas. Grandes y pequeños aguardan impacientes el instante en que Dios les
ha de
librar de la pesada carga del ayuno.
Al cabo retumba en
la ciudadela el
que anuncia haber desaparecido
cañonazo el sol
horizonte; de todos los pechos escapa
de satisfacción; llévase á
la
boca
del
un ah
el frasco
ó
calabaza, y pasados breves instantes vense doquier espirales de humo procedentes de
pipas y cigarros. Jóvenes y ancianos toman por asalto los refrigerantes frutos que llenan los cestos de los
vendedores de naranjas;
cafetero podría doblar el
v
número de sus
de sus servidores, pues todo
el
lo
el
tazas
que ha
CASA CON TIENDA DE COMESTIBLES.
tenido el dia de monótono y enojoso, ha de tener la noche de alegre y regocijada. Para empezar, atiéndese al estómago, puesto á prueba durante el dia, por medio de una abundante
procederse con prudencia, tratándose de gentes que están y suculenta comida, v como debe pereciendo de hambre, comiénzase, para hacer boca, por algunas frutas, que hacen oficio de encurtidos, tales
de
la
como
nueces, avellanas, higos y dátiles, y después de rezada la oración
noche, se emprende con
sustanciosos.
En
ella
ha participado una vez
la
comida propiamente dicha, compuesta de platos fuertes y
abundan más que de ordinario
los dulces
y golosinas, y quien de
ella
siquiera, recuerda con placer ciertos platos, especialmente el kunafeh
v el kataif. es decir, los albaricoques azucarados ó reducidos á pasta y los demás dulces, compotas y confituras que no faltan jamás en la despensa de los hacendosos cairotas, ó en EGIPTO,
TOMO
II.
36
.
EL CAIRO
142
los
que no pueden preparar en sus almacenes de comestibles, donde se los proporcionan los
casas tan regaladas golosinas. á los dias consecutivos suelen acostarse las gentes
En cafés,
en
los cuales
tantemente,
lo
mismo
media noche;
sin embargo, los
historias, permanecen llenos consy narradores de que las tiendas de comestibles que no se cierran hasta el amanecer
pueden
oirse cantores
DESPENSA ÁRABE
esta suerte discurren treinta dias y treinta noches pasados en continua fiesta. Durante tiempo no se emprende trabajo alguno de importancia; pero al cabo viene el cansancio, v se desea el momento en que ha de tener término ese mes tan alabado, y la llegada del El cañón pequeño Beiram. que cierra el ayuno, vuelve el hombre á sus buenas costumbres.
De
este
—
de la puesta del sol anuncia
la
conclusión del
Ramadan;
las
mezquitas se iluminan y llenan
—
EL CAIRO
144
de devotos entregados á la oración, y en la mezquita de distinguirse grupos de fieles que practican el zikr,
postrer banquete celebran la conclusión del
Como
y en mes del ayuno.
Mehemet—Alí y en
otras,
las casas las familias
pueden
que con un
entre nosotros, el dia del año nuevo, el que sigue á la terminación del
Ramadan,
conságrase á visitas no sólo de amigos y parientes, sino también de los que yacen en los cementerios. El virev empieza la gran audiencia en el palacio de la ciudadela inmediatamente
después de puesto trasladarse á
regresaba de
El
el sol.
una de ella, el
las
jetife Ismail,
llegado
estampido del cañón anunciaba
miembros de su casa,
pequeño Beiram,
el
tenia la costumbre de
mezquitas vecinas, para rezar su oración matutinal. el
comienzo de
á los ministros, á los ulemas,
palabra, á todos los empleados de las
más
En
cuanto
la recepción oficial á los
á los altos dignatarios, y en una Verificada la recepción, servíase
altas categorías.
á los
concurrentes exquisito café en preciosísimas tazas y después se ofrecían riquísimos chibouks á los cónsules, á los extranjeros de distinción á los grandes comerciantes europeos. y A las once de la mañana había terminado la audiencia oficial; pero los carruajes conti-
nuaban circulando hasta
el
anochecer por las calles del Cairo, ya que después del
jetife
era menester visitar á los príncipes, á los ministros y especialmente á la madre del virey, á la cual guardaba su hijo las mayores consideraciones y tributaba los honores más elevados.
Representaba á
misma en semejantes ocasiones más influyentes del país, á la
la
de las personas
el jefe
cual,
—
de los eunucos, Khalil-agá, una
hasta los mismos bajáes prestaban
testimonio de respeto y reverencia. Tampoco faltan visitas en los círculos de la clase media y hasta las familias pobres tienen preparados dulces y pasteles, y todo el mundo se ha engalanado con sus trajes de dia festivo, pues en el Beiram es costumbre regalar
y zapatos nuevos á los niños y á los criados de las casas. Nada más agradable que y regocijo con que los pequeñuelos se enseñan mútuamente sus pantuflos rojos ó amarillos, y el aire de satisfacción con que el anciano portero luce la luenga tunicela azul trajes
ver
el júbilo
que acaba de estienai, del
\
nuevo Ramadan.
que, calvas contadas excepciones, ha de vestir hasta la terminación
Todo ostenta
aire de limpieza y de fiesta, todo rie, todo vierte y bienestar, tanto que la animación y regocijo de los fieles musulmanes, verdadei amente alegies? como unas pascuas, se transmite y comunica á los sectarios de las demás
satisfacción
religiones,
que son los seres
De una mujer vivió en los
tan bella
ella
como
extraños á
la vida del
Islam.
inteligente, Shagaret-ed-durr, el árbol de las perlas, que dominación dé los mamelucos, hacen mención los historiadores que muerto su marido, elevóse á la dignidad de sultana, reinando
comienzos de
árabes, diciendo de
más
la
EL CAIRO ochenta dias sin
la
par que ésta
trono
A
harem.
el
menor
mas
oposición;
al
145
cabo de
ellos,
habiendo concedido su
emir Eibek (Izz-ed-din), volvió de nuevo á
al
dicha mujer deben los cairotas una de las fiestas
actualmente se celebran, peregrinación á
la
la
llamada Makhmal, es decir, de
Meca, en una magnífica
en conmemoración de Egipto
enviaron anualmente una
Conquistado
Egipto por
el
tranquila del
más importantes
entre las que
la litera.
representación,
con motivo de
ó
la
alcatifa
mejor,
la partida
Dicha mujer fué en
conducida por camellos, y posteriormente, de su dignidad real, los señores del
con
litera el
gran caravana que parte á
la
sultán Selim, hízose especial
que
el
jetife
los
lugares
empeño en conservar tan
peregrina costumbre que sin interrupción alguna ha seguido hasta
Makhmal acompaña
al
la vida
como manifestación
este hecho,
santos.
litera
mano y
envía anualmente á
haciendo las veces de Sultán otomano.
el
actual virey.
Al
Caba en nombre y Las fiestas verificadas
la
de tales objetos, y las relativas á la marcha de la caravana, se
celebran en una série no interrumpida de dias, y como vale la pena el espectáculo que presumimos que nuestros lectores no han de tomar á mal que asistamos á ellas,
ofrecen
,
siquiera
debamos demorar un
La alfombra debidamente
,
tanto nuestro viaje al Egipto superior.
referida fabrícase en el interior de la ciudadela: para coserla y doblarla
se lleva á
un lugar sagrado, que
es la mezquita de Hussein, y el acto de la
más justificada, cuanto que los que contemplan tan rico presente no han de volverlo á ver, como no sea emprendiendo la peregrinación á la Meca. Los tapices de la Caba, la kisuéh, se componen de tres partes completamente distintas, traslación da lugar á
una
fiesta,
tanto
á saber: las colgaduras propiamente dichas, destinadas á las cuatro paredes del santuario cúbico; la ancha cenefa que las rodea, y el telo, es decir, la antepuerta. Desde luego desfilan ante nosotros, conducidos sin aparato alguno sobre el lomo de pacíficos jumentos, los
pesados rollos de alfombra cuyo conjunto ha de formar
una especie de brocado
la tapicería.
Para
la
kisuéh elígese
y tupido, de color oscuro, sobre el cual se trazan sentencias del Coran entreveradas de arabescos, cuidadosamente bordados con sedas de colores. En el instante en que pasa
recio
el
riquísimo presente, debido á
la
piedad y munificencia reales,
la
muchedumbre, y en especial las mujeres, lanzan exclamaciones de júbilo, que aumentan en cuanto uno después de otro aparecen los cuatro fragmentos de la tapicería que han de formar el marco ó guarnición, con sus versículos del Coran en letras de oro, y sus arabescos de seda primorosamente bordados y de riqueza extraordinaria. Éstos los conducen los hombres en andas de madera. En pos, y sin orden ni concierto, marchan los que han trabajado ó han
de trabajar en
la disposición
del kisuéh,
y por último, diferentes personajes á cual más
extraños, que excitan extraordinariamente nuestra curiosidad.
De otros se nos ha hablado, que no veremos hoy; pero que podremos contemplar cómodamente dentro de dos ó tres semanas, es decir, el dia en que tenga lugar la partida.
En los
tanto que en la mezquita de Hussein se trabaja en cortar, coser y doblar
peregrinos que han de formar
debajo de la ciudadela.
la
caravana van reuniéndose
Al tocar á su término
el
mes
en
la
la tapicería,
plaza
existente
de Sahual, todo se halla dispuesto
EL CATEO
146
para emprender
el
viaje:
la
tapicería está conclusa
y empaquetada;
inscrito sus
de
jefe
han
los peregrinos
nombres en
registro
el
caravana;
con-
han
se
fiado
al
hecho
los necesarios acopios de tiendas
la
y
comestibles, y por último todo se halla dispuesto, por lo
mismo que
que indica que ha llegado
En
partir.
el
cuanto amanece
almana-
el
momento de
el
dia señala-
do, lánzase entera á la calle la población
que partiendo de
del Cairo: en las vias, la
ciudadela desembocan en la plaza de
Bab-en-nasr,
duras penas coge
á
la
gente; las tiendas están cerradas, y en las
ventanas de las fuentes públicas, de
las
mezquitas y de
en los
las casas particulares,
por los cuales debe
sitios todos,
PLAZA
pasar
el
famoso
cortejo,
vense amonto-
nadas las gentes, asomando sus cabezas,
DONDE
en las cuales se halla pintada
SE
dad.
REUNEN
Forman
mujeres,
LOS
al
y
la curiosi-
parte del concurso no pocas
de las aberturas
través
de los mashrebijehs pueden distinguirse penetrantes miradas lanzadas por feme-
PEREGRINOS
niles ojos negros.
Doquiera reina
am-
biente de fiesta y de alegría y los que en la calle se
encuentran, siendo conocidos,
dirígense saludos tales
como «Viva usted
» muchos
años y con buena salud,» á lo cual responden: «Lo mismo digo.» El gusto por los espectáculos y la curiosidad ingénita en los habitantes del Cairo hállanse hoy avivados y santificados por
dos sentimientos piadosos,
y sobre
ello
llamamos
makhmal, que
sólo
es
puesto que, atención,
el
un signo de
la
la
realeza y carece por completo de origen religioso, reviste á los ojos de los
manes un rosamente influye para que
lo
contemplen con gran respeto.
musul-
carácter
especial que
Y es que
como ha
pode-
realizado
EL CAERO
147
tantas y tantas veces la peregrinación obligatoria, ha venido á constituir reliquia, de tanto precio,
que tocarla ó simplemente verla equivale á una bendición.
este dia cierra la procesión de
que es objeto principal. Marchan delante de
buen golpe de soldados precedidos de numerosos trompeteros
calle,
siguiendo en pos
una verdadera
innumerables acémilas que
llevan
el
bagaje
peregrinos, odres llenos de agua, las tiendas y] todo lo demás, así
UNA FAMILIA Y SUS CONVIDADOS QUE AGUARDAN LA MAKHMAL
(SILLA
ella,
jinetes
En
abriendo
en camellos,
que han menester los
como
la
preciosa tapicería
DE MANOS)
cuidadosamente rollada y embalada. Diríase, viéndolos, que los camellos ostentan hoy mejor porte y dignidad, y que se sienten orgullosos con los arreos llenos de campanillas, la gualdrapa teñida del amarillo naranjado del henné, y las cimbreantes palmas con que se les ha adornado con ocasión de la fiesta. Uno de ellos es portador de la caja de los peregrinos
,
que cubre una magnífica alfombra color de escarlata
:
con
el
dinero que Contiene
se pagan los gastos generales de la caravana que corren á cargo del Estado. desfila por secciones,
La
procesión
y con frecuencia es preciso aguardar algunos minutos para que pase
EL CAIRO
148
un nuevo grupo. Durante
aguadores y vendedores de refrescos \ sorbetes que usan un calzado especial de cuero,
las paradas los
hacen su negocio, en tanto que
atletas y fanfarrones,
empéllanse en combates singulares que sirven de distracción á la ansiosa muchedumbre. Estábamos contemplando sus juegos y evoluciones con la mayor atención, cuando de repente cesaron, y es que á todo andar veníanse aproximando, al ronco son de un pífano y
un tambor, numerosos derviches dispuestos en necían, recitando
El entusiasmo de
gestos y ademanes.
diferentes grupos según la secta á que perte-
agitados, convulsos, inflamando á los circunstantes con sus gritos,
el zikr,
la
muchedumbre
por momentos y es que
crece
balanceándose sobre dos camellos que marchan uno en pos de otro, se aproxima
que es un empleado á quien está confiada
del príncipe de la peregrinación,
general del viaje. experiencia, que en el
En pos
de
sigue
él
conductor de
el
de
litera
peregrinos, personaje de gran
los
desierto se pone á la cabeza de los expedicionarios para mostrarles
el
camino, marchando después de
él
una verdadera tropa de
oficiales,
Como
del pueblo y saltimbanquis encargados de divertir al pueblo. los caballos
la
la dirección
derviches, gentes
los camellos, los asnos
y van teñidos y paramentados y ostentan en sus aparejos verdes ramas en señal
y regocijo. Numerosas fuerzas de
fiesta
importante de
la
infantería
destinadas
caballería,
y
á
proteger
parte
la
más
procesión, desfilan á su vez, y sus elegantes uniformes, sus armas nuevas
y brillantes y sus magníficos arreos producen un golpe de vista encantador. Sígueles el jefe de policía rodeado de cavas á caballo, después el conductor de los peregrinos, jinete en un arrogante corcel riquísimamente paramentado, precediendo á sus tres escribanos y las escuelas ortodoxas.
Detrás de
pendones y estandartes, marchan
éstos,
en
las diferentes
al
imán de
interminables, con sus correspondientes
filas
órdenes de derviches, que se distinguen por
color de sus turbantes, y después las corporaciones con sus
emblemas y señeras. Al
el
cortejo
hánse unido personas de todas clases y condiciones de suerte que la procesión lleva camino el dia; mas los sones de las músicas que marchan al frente de cada ,
,
de no acabar en todo
nuevo grupo sostienen vivo
el
interés que de otro
modo
cedería al cansancio.
A
pesar de
esto apodérase de nuestro espíritu la impaciencia, y acaso nos determinaríamos á abandonar el
excelente sitio que ocupamos, sin cierto
repente, que con nada
rumor desusado que
más puede compararse que con
contra las rocas de la escarpada costa.
Prestamos á
él
el
á nuestros oidos llega de
agitado oleaje cuando se estrella
atento oido, sentírnoslo crecer al paso
tiempo transcurre, y al fin comprendemos que lo producen no interrumpidos gritos que en uno solo se confunden, y dicen: «el makhmal, el makhmal,» á los cuales se unen, pasados
que
el
breves instantes, otros idénticos escapados de los labios de cuantas personas nos rodean. Millares
de ojos dirigen sus miradas
balanceándose sobre
medio de
la
el
al
extremo
inferior
de la calle,
lomo de un camello, distínguese una amplia
asordadora gritería de las gentes,
la
en cuyo punto,
litera
que avanza en
cual pasa ante nosotros materialmente
asediada por aquellos que pretenden tocarla con sus propias manos, seguros de alcanzar por e ~te
medio bienandanza
t
e
dad,
\
de numerosos pañuelos que bajan desde las ventanas
,
EL CATEO
150
con
objeto de que siquiera
el
De
idéntica virtud.
todos los pechos se escapan ardientes oraciones, mezclándose
gado rumor que de
litera vacía,
semejante
ello resulta,
chillar de las mujeres,
simple
toque á aquella, ya que esto basta para que alcancen
orillo
el
que vibra constante en
el
más elevado
diapasón.
prolon-
al
rumor de un trueno continuado,
al
el
agudo-
— Y todo esto por una
de antigua forma; por una caja cuadrada, de techo puntiagudo, tapizada
de una estofa chillona en cuyas orlas vense bordadas sentencias del Coran. religiosa va creciendo en derredor nuestro
como
la
La emoción
marea que sube; mas suponiendo que
nos-
hubiésemos sentido dispuestos á participar de ella, h abríalo impedido la vista de dos figuras que de pronto se ofrecieron á nuestras miradas. Constituye una de ellas cierto hombre semidesnudo, de enmarañada cabellera, que jinete en un camello, marcha detrás de es el Jeque-camello , que cada es la del
Padre de
ñeros de
silla
la litera:
caravana en tan desarrapado arreo. La otra
la
gatos ó Jeque-gato , que pone término á la comitiva, con sus
compa-
de cuatro patas y largo rabo.
Terminado solitarias
los
año acompaña
el
paso de
huimos
la procesión,
las apreturas
de la
nos dirigimos á las afueras de
callejuelas transversales
la
muchedumbre, y por ciudad, á buscar la
Aquí descansan
puerta de Bab-el-Nasr por donde debe desembocar la comitiva.
los
expedi-
cionarios bajo las tiendas durante dos ó tres dias, y después la caravana se pone en
miento, haciendo
alto,
cabo de unas cuatro horas, en Birket-el-Hagg
al
peregrinos, constituyendo esta
romeros que se han retrasado
marcha hácia lo
el
marcha
:
Aquí
primera etapa.
la
llénanse los odres de agua, y
se
reúnen á
oriente á través de las arenas del desierto arábigo.
ménos, ha de durar
el viaje
la
conductor da
el
movi-
lago de los
el
caravana los la
orden de
Treinta y siete dias,
á lo largo de esas áridas y solitarias comarcas, ántes de que
avisten los desventurados los santos lugares, y tres meses, por lo bajo, ántes de que se hallen
de vuelta en
el
Cairo.
El pensamiento de los que se
han quedado
les
sigue durante su
larga peregrinación; mas, por lo que á nosotros toca, todavía tendremos ocasión de verlos
de nuevo, con motivo de las ceremonias que llevan á cabo en la Meca, especialmente en dia 10 del
más
mes de
importantes,
los Peregrinos,
En
él
fin
caridad
mundo musulmán
musulmana ha manera que
la familia
celebra
una de
el
las fiestas
cual tiene por objeto recordar á todos los sectarios
que en aquel mismo dia realizan
de comprar
ha de servir de alimento á toda
La
cual el
se ofrecen millares de víctimas, puesto
sus últimas monedas á
públicas, de
el
la fiesta del Sacrificio, la
del Islam el sacrificio del cordero
Arafat.
en
el
que hasta
en el monte más menesteroso reúne
los peregrinos el
cordero que, después de muerto por
el
mismo,
durante los cuatro dias festivos que siguen á éste.
provisto á las necesidades de los pobres por medio de fundaciones
raro es
el
musulmán
que, en los dias de que se trata, no cuenta con
su pedazo de carnero asado.
A
aquellos en que se celebra la fiesta del sacrificio,
suceden otros más tranquilos;
pero no desprovistos de interés, gracias á las noticias que, por medio de cartas, dan de
sus personas los que toman parte en la peregrinación.
En
ellas se
da cuenta á los parientes
que se han quedado en Egipto, de las penalidades del viaje; del movimiento que en virtud
EL CAIRO de la afluencia de gentes se nota en visita
la
151
Meca; de
lo
grandioso de las ceremonias: de la
la tumba del Profeta, y de otras muchas cosas á estas semejantes de ver regresar á los expedicionarios aumenta con los dias, y esto
hecha en Medina á
ó parecidas.
— El deseo
deseo es tanto la vida,
más
natural cuanto que la peregrinación cuesta á
influyendo en
ello,
no sólo
las fatigas é
penoso de los ejercicios piadosos que los
muchos
incomodidades del
fieles,
acostumbrados
al
viaje,
la
salud y
aún
sino también lo
turbante, deben llevar
á cabo con la cabeza desnuda, en presencia de la piedra negra, y las epidemias resultantes del aire de la ciudad inficionado de los miasmas desprendidos de tan numerosa concurrencia.
Pero no queda más recurso que revesde paciencia, ya que en virtud
tirse
de la terrible invasión del cólera en
1867, ningún peregrino puede desem-
barcar sin haber purgado una rigurosa cuarentena. Resulta de ello que á duras
penas
mal
la
caravana y con
makh-
ella el
se hallan de regreso á la ciudad
de los califas ántes de terminado
de Safar.
A
los
que toman
tima, van
muchos de sus
recibirlos
á
en
Suez,
permanecen á
el
la via
mes
marí-
parientes á
cuyas playas
la expectativa,
desde
el
punto y hora en que se difunde la voz de la próxima llegada del buque portador de los expedicionarios.
Al la
fin se difunde la
nueva de que
caravana ha acampado junto
de
los
al
Lago
peregrinos, bastando esto para
que apenas despunta cha,
la luz del nuevo numerosos grupos de hombres,
precedidos de
arrabal de bab—en—naasr.
música y provistos de víveres y trajes nuevos, se dirijan al encuentro de sus parientes, que por fuerza han de venir poco menos que desnudos á consecuencia de las penalidades del camino. Encuéntranse con la caravana á mitad del bulliciosa
camino, y no hay para qué decir la que con tal motivo se arma: todo es gritería v alborozo y satisfacción por parte de los que tienen la dicha de abrazar á sus parientes sanos y salvos: todo tristeza, dolor y pesadumbre por los que adquieren la evidencia de que han sucumbido á las penalidades del viaje.
de ansiedad
la
fila
Aquí una mujer busca
de camellos;
mas en vano:
al
al
conocido; pregunta, inquiere, una mirada, una palabra ella
acontece á otras ciento.
que fué su compañero: recorre llena
cabo ofrécese á sus miradas un rostro
le revelan toda la verdad. Lo que á El ruido de los tambores v de los demás instrumentos músicos
EL CATEO
152
apa£?a
el
son de los lamentos; v entre tanto
hasta llegar á las puertas de la ciudad, donde recibiendo nuevas visitas y repitiéndose los aves de dolor.
Desgraciadamente
humedece á impulsos de
La
el
el cortejo
sigue su camino para no detenerse ya
acampa por última vez hasta
puesta del
sol,
el ojo del afligido
tarda
más en
secarse que
el
que se
la alegría.
gente acomodada para dirigirse á la Meca, toma
lleva hasta
la
espectáculo de las manifestaciones de júbilo y de
el
ferro-carril, ó el vapor
Djeddah. Para arrostrar las incomodidades del viaje por
tierra,
que
la
es preciso ser
muy pobre ó muy devoto, y abrigar el temor de disminuir los méritos de la peregrinación, prescindiendo de las prácticas seguidas en otros tiempos, ó por fin tenerle miedo á los incon-
ó
viaje por mar. El labrador acomodado, y hasta el indigente felah, suelen compañía, montados en sus camellos y provistos de lo que juzgan menester camino, su familia toda, es decir, su harem completo, madre, hijos y esposas.
un
venientes de
llevar en su
para
el
Las mujeres durante preparan
la
el dia
entonan himnos de alabanza en honor del Profeta, y por la noche las sobras á los mendigos que forman parte de
comida de su señor, repartiendo
la caravana y á los derviches indigentes que anualmente suelen hacer la peregrinación. Entre ésta hay no pocos tipos sumamente originales, por no decir medio locos, á quienes,
sin embargo, no sólo se respeta, sino que se honra y venera todos, pordioseros ó propietarios
á
los lugares santos
y aún miran con cierta complacencia
título honorífico de haggi,
cabo
la
como
santones.
Los peregrinos
acomodados, tienen á mucha honra haber hecho
en dialecto
siriaco, hadji,
el
la visita
que á su nombre se añada
á que les da derecho
el
el
haber llevado á
peregrinación.
OENTES QUE AGUARDAN EN LA PLAYA DE SUEZ LA LLEGADA DEL BUQUE EN QUE REGRESAN LOS PEREGRINOS
G
I
PT O
Patio del templo de Medinet-I Iahl
PARTIDA PARA EL EGIPTO SUPERIOR
s
Cairo cuando tanto tiempo se
cosa hacedera abandonar
el
ha permanecido en
De ningún modo;
todo
atractivo con
el
bias ruinas que
lado en
dar
el
ambas
él?
que brindan
un pasado
al
es menester
europeo las sober-
lejano y glorioso
orillas del Nilo,
ha acumu-
para que se resuelva á
postrer adiós á la ciudad de los califas y
emprenda
apresurado é impaciente los preparativos indispensables para un largo viaje hácia
Tres
distintos
el
Sud.
medios de transporte se ofrecen
al
monumentos de
la
que desea contemplar
viajero
los
esplendorosa época de los Faraones: visitar las extensas llanuras existentes á lo largo del lecho del Nilo, con sus
campos fecundos, sus ciudades y aldeas de aspecto singularísimo, y atravesar, por último, cerca de la antigua Siena, las murallas graníticas al través de las cuales se abren paso las turbulentas aguas del
mente dicho. catarata, situada á
echar
mano
menos de dos grados
del tercero
rio,
para penetrar en
el
Egipto propia-
Si tiene la intención de llegar hasta la al
Sud
del trópico,
no
le
segunda
queda más recurso que
de los medios, que es al que dimos nosotros la preferencia.
El
y adquirir impresiones de conjunto, se decide por el vapor que, en tres semanas escasas, le conduce con toda comodidad desde el Cairo á Philse, marchando de una á otra sorpresa en numerosa compañía, según un programa previamente establecido, y pudiendo realizar su propósito con no escasa economía de tiempo y de dinero.
mero
aficionado que viaja sólo para ver
Actualmente hay viajeros que llevan á cabo Siut, en el Egipto superior, desde EGIPTO. TOMO II
la
excursión yendo en camino de hierro hasta
cuyo punto se trasladan á Tébas en borrico ó en barco, 39
PARTIDA PARA EL EGIPTO SUPERIOR
154
fonda recientemente establecida en dicha ciudad, y regresan en el buque de vapor. Pero cuando se quiere realizar el viaje con completa independencia, y con la libertad indispensable de hacer alto donde á uno mejor le cuadre, es preciso echar mano de se
hospedan en
la
esos buques del Xilo que se conocen con el
costosos ó económicos,
comodidades de
la vida, hállanse
que quiere contratarlos. que
le servirá
de guia en
nombre de
dcihabijehs.
Grandes ó pequeños,
sencillamente dispuestos ó provistos de todo lo necesario á las
anclados en
Quien ignore el
el
el
puerto de Boulaq, á disposición del primero
árabe diríjase á un intérprete, en
empeño en que
la
seguridad de
Entre los intérpretes encuéntranse
se encuentra.
no pocos que conocen diferentes idiomas,
el inglés, el francés, el italiano y hasta el aleman, que se consagran á prevenir y procurar todo cuanto el europeo, especialmente el inglés, acostumbrado á las comodidades de la vida, puede apetecer, bajo el punto de vista
de bienestar y hasta de confortable.
dragomanes ó intérpretes,
manera más ó ménos
Por
lo
que
á
los
monumentos
se
refiere,
los
de otros tiempos, describíanselos á los viajeros de una
los
fantástica, en la época de aquella dinastía saita,
que creó una clase especial de trujamanes, aconteciendo
lo
amiga de
los griegos,
propio bajo los persas, los
macedonios y los romanos; pero los guias é intérpretes del dia á duras penas conocen más que el nombre. Al presente los guias del extranjero constituyen una corporación, cuyos
miembros usan ordinariamente
los pintorescos trajes
que en pasados siglos estuvieron en
muy ventajosa Ahmed Abu-Nabbut, que en su
uso entre los turcos. Algunos hay que han alcanzado citar
entre éstos al bizarro nubiano
servicio del célebre
Lepsius; más tarde
al
del
posición, pudiendo
juventud estuvo
pintor Gustavo Richter,
al
á quien somos
deudores de su retrato, y últimamente acompañónos á nosotros mismos en un viaje que hicimos al través de la península del Sinaí. Dicho personaje, cuyo sobrenombre significa el tío
Garrote,
fuerte agarrada
el
cual,
según parece
armas que su tremenda cachiporra tirolés,
y
si
lo
debe á que habiendo tenido en su juventud una
con diferentes soldados, logró deshacerse de no pocos de ,
nabbut, es tan
leal,
bien se halla en situación desahogada, hasta
ejerciendo su oficio, pues según dice, «seria
el
ellos,
tan fuerte y tan robusto
el
punto de pasar por
colmo de
sin
más
como un
rico, continúa
la injusticia cortar la
mano que
y celoso Mahomed Salek, que nos prestó admirablemente sus buenos servicios hace ya algunos años; el negro Alí, nos alimenta.»
El arrogante y simpático Add-el— Medjid;
el diestro
digno también de elogio, y muchos otros son de la Nubia; en tanto que el elegante Abd-elMelik, por ejemplo, es cristiano, hijo de Siria; y Ornar, buscado especialmente por los ingleses de calidad, ha nacido en el Cairo. Éste ha servido durante años enteros, con una fidelidad digna de todo encarecimiento, al autor de las Cartas de Tébas, lady
debiendo
y á
el
Duff Gordon,
origen de su fortuna á los dones de esta noble mujer, muerta en temprana edad,
los de sus
reconocidos parientes. Los dragomanes ménos famosos pasan á las fondas á
los mas prácticos y renombrados aguardan en cambio á que el extranjero los llame, para lo cual cuentan con que ha de favorecerles su buen nombre, y las recomendaciones de quien los conozca por experiencia, de algún cónsul, ó del jefe de visitar
á los viajeros:
PARTIDA PARA EL EGIPTO SUPERIOR
EL DRAGOMAN (INTERPRETE) AHMED ABU-NABBUT
155
PARTIDA PARA EL EGIPTO SUPERIOR
156 la fonda.
No hay
orientales,
jamás olvidan
para qué decir que, en sus relaciones con los europeos, como buenos lo
que puede traerles mejor cuenta; pero son incapaces de cometer
acción alguna que pueda rebajarlos en concepto de quien á ellos se ha confiado, y esto y el temor por un lado de que pueda expedírseles un certificado en el cual no se muestre
enteramente satisfecho de su proceder les
de
el
que debe expedirlo
,
expulse del gremio, son motivo para que su codicia se
y se muestren verdaderamente celosos en
lo racional,
El que tiene
fortuna de dar con un
la
ventajoso, y sabe demostrarle de
dragomán
antemano que
hábil,
y el de que en consecuencia se contenga dentro de los límites
cumplimiento de sus deberes.
el
con
el
cual ha cerrado un contrato
amo, no podrá ménos de convenir, áun antes de abandonar la dahabijeh, que difícilmente habría encontrado en Europa un correvedile más circunspecto, más entendido y más prudente que el que ha sido su compañero en su leer ni escribir,
quiere ser el
él, el viajero,
aguas del Xilo. Por punto general no sabe
viaje sobre las
y generalmente también, ha crecido en
la indigencia;
pero con todo
ello
sabe
conducirse con circunspección y cordura en sus relaciones con las gentes distinguidas de su propia nación. Por supuesto que seria preciso ser ó muy rico ó muy abandonado
—
para confiar
en
el
al
dragomán
el
cuidado de contratar
Cairo, diríjase en persona al puerto de
se emplean en semejante menester,
cerrado
el trato
y firmado
el
la dahabijeh.
El que cuente con relaciones
Boulaq donde se hallan
documento hágalo
Por nuestra parte pudimos prescindir de dragomán, y por
mucho
ancla los buques que
y
registrar en el consulado.
alquilamos nada ménos que la del valiente arraez Hussein de guia, hace ya
al
contrate con el arraez ó capitán del buque, rais,
tiempo, á Wilkinson,
el
,
lo
que toca á dahabijeh,
es decir, del
egiptólogo
hombre que
sirvió
más profundamente conocedor
de los usos y costumbres de los antiguos egipcios; y á nosotros, durante el viaje que hace algunos años realizamos á las famosas regiones del Egipto superior. A su cargo dejamos el reunir la tripulación, reservándonos nosotros contratar
haciendo un nuevo viaje á la ciudad con
el
un ayuda de cámara y un
cocinero,
objeto de procurarnos provisiones de toda especie
para algunos meses.
Larga era la lista de los objetos que necesitábamos, y como ni queríamos privarnos de comodidad alguna, y no ignorábamos que en el Cairo se ofrece más ventaja para hacer las compras, que en las ciudades de las riberas del Xilo, tomamos un
coche de alquiler que nos condujo
Xuestra primera
visita
al
Ezbekijeh, y de dicho punto á las tiendas del Muski.
fué á la tienda de
modas de
Cecilio,
en
la
cual se fabrican los
pabellones de que en rigor no puede prescindir viajero alguno que sienta
latir
en su corazón
y como nosotros lo sentíamos, determinamos que en nuestra dahabijeh ondearan un gran estandarte blanco, negro y rojo y una flámula con los mismos colores. El almacén se halla situado en el primer piso, y desde él, asomados á las ventanas, el
sentimiento de patria;
vimos pa&ai debajo de nosotros dicha
calle,
indudablemente
la
la
heterogénea
más animada y
muchedumbre que puebla incesantemente más poblada de tipos diversos que existe
la
el mundo. Algo hemos dicho de ella, bien que de paso, al encaminarnos á visitar la mezquita de el— Azhar, ahora que nos quedan ya pocos momentos ántes de aquel en
en
157
PARTIDA PARA EL EGIPTO SUPERIOR
que hemos de emprender el viaje, debemos consignar que nos parece tan interesante y atractiva como la vez primera que nos fué dado fijar en ella las miradas; y tal vez, y aún sin tal
vez,
encontramos más encantador
línea de casas.
aquel instante
sonidos confusos;
mas paulatinamente aprendemos
una
oración:
la vida
que se agitan ante una y otra
á
conocer
el
valor de
las
palabras
sentido y la belleza de las diferentes partes de la cosa parecida acontece al europeo que por malos de sus pecados se encuentra
acabando por comprender
aisladas,
movimiento y
el
Cuando nos encontramos en un país en el cual se habla un idioma que hasta jamás habia llegado á nuestro oido, al principio sólo percibimos un conjunto de
el
LECHERO DEL CAIRO
envuelto en semejante torbellino
humano en
continuo movimiento, ya que ha menester no
poco tiempo para hacerse cargo de las partes aisladas que forman ese conjunto, capaz de aturdir al más acostumbrado al movimiento y al ruido de las muchedumbres. El Muski
ha sido descrito veces
mil.
La impresión que produce en
animadísimos Bogumil Goltz,
colores
al
paso
el
recien llegado hala, pintado con
que Adolfo Ebeling, después de haber
conseguido, permaneciendo en su ventana horas enteras, reconocer y distinguir los tipos que pululan en tan estrecho espacio, en el orden en que se suceden en el transcurso del dia, los
hace desfilar uno en pos de otro, constituyendo
retratos.
Para apreciarlos en su justo
EGIPTO,
TOMO
II.
el
conjunto
la
más
bizarra colección de
valor, es indispensable conocer las palabras de Goltz.
40
PARTIDA PARA EL EGIPTO SUPERIOR
158
«El azar, »
dice, favorecióme repetidas veces
primeras horas de
»de estudiar
la
durante mi estancia en
mañana, habíame paseado á
Durante
Cairo.
el
más
largo de las calles
lo
las
tranquilas á fin
la principal de ellas, aspecto exterior de las casas; pero en cuanto penetré en
el
—
Muski á la ciudadela, medio de numerosas vueltas y revueltas conduce desde el por seis vigorosos caballos » cuéntase que Napoleón la atravesó en un faetón arrastrado » que por
» blancos; pero >,
en nuestro concepto semejante narración pertenece á la clase de los que se encontróme en pleno carnaval, que no otra co&a paiece aquel
llaman hechos legendarios,
—
inmenso de hombres y de animales del cual se escapa un íumoi semejante al del »mar agitado, y arrastrado por una corriente impetuosa y compacta poi encima de la cual el del a\e&truz, balan— » sobresalen acá v acullá los camellos, cuyos cuellos, ondulantes como »ceándose de adelante para atrás, parecen nadar sobre aquel mar de cabezas remolcados poi » revoltijo
»
sus cabezotas largas v achatadas. "Y así
».sado
como hiende
la
apiñada muchedumbre,
balanceo de esos barcos del desierto, en medio del
»distintos ruidos, procedentes de aquel » producidos por la voz del camello,
gamma
» parece formar una
En
» pollino.
los
rumor producido
el
acompa—
poi
los
mil
mosaico humano, percíbense distintamente los sones
mezcla confusa de gemido, de grito v de lamento, que
cuya nota más aguda se confunde con
boulevares de París y sobre
el
el
asordadoi lebuzno del
puente de Londres, habia visto una sombra;
»en Alejandría un preludio de esta confusión babilónica: el carnaval de Roma ó el de \enecia »con esto comparados, son una broma, un juego de muchachos. Aquí arriesga nada ménos »que
la vida el
que se mete en este verdadero pandemónium, y
»aquí seria menester tener ojos en » partes,
la fuerza
y
En
Ȏ imprevistos.
la frente
y en
la espalda
más
si
es recien llegado:
y en los costados y en todas
de un camello de carga, para salir con bien de ciertos eventos inesperados la arteria
principal del Cairo,
no es posible contemplar, en
las regiones
»superiores, otra cosa que mashrebijehs y formas arquitectónicas: aquí es menester tener » puestos los cinco sentidos
y más que
se tuvieran
en
lo
que pasa y se mueve en
»so pena de que un faquín, que marcha á paso de carga, os haga rodar
si
la calle,
os derriba y
aún
un camello que cargado de leña, morrillos ó madera de construcción, avanza por otros » donde mejor le parece; ó que, y esto áun cuando os halléis caballero en un jumento, »jinetes montados en idénticas cabalgaduras, desembocando á deshora por la primer boca-
» pisotee
calle, ó galopando á vuestro lado, os disloquen la rótula, ó se entreguen tranquilamente, que » sobre vuestro esqueleto, á otros experimentos osteológicos de la propia naturaleza, »
traspasan con mucho, los límites de lo agradable.»
Cuando partes de todo, el
la
se
forma parte de esta oleada inmensa, es imposible darse cuenta de
misma. El
sitio
de Ebeling en la ventana es
mas apropiado para que
más cómodo y más
las
demás
seguro, y sobre
á fuerza de observar repetidísimas veces y con grandísima
atención á todas las horas del dia, sea posible descomponer pieza por pieza este mosaico viviente;
reconocer la significación de cada uno de los fragmentos que
v apreciar debidamente llega á su
más
alto
la
manera cómo
se
forma
el
lo
animado remolino; cómo
constituyen, crece;
cómo
grado de movimiento y animación; cómo se calma y disipa completa—
159
PAETIDA PARA EL EGIPTO SUPERIOR mente.
Antes de volver
marca
decirlo,
las
la
espalda á
palpitaciones de
hacer un pequeño bosquejo de
lo
la
su
ciudad de los Califas y
al
Muski, que,
si
así cabe
corazón, juzgamos que ha de sernos permitido
que vio pasar bajo sus pies
el
observador, desde la ventana
de su primer piso en que se habia situado.
En
cuanto amanece, aparecen chicuelos beduinos con sus hatos de cabras, gritando á por punto general procedente de
gañote tendido:
«¡Leche, leche!»
Persia
inmediatamente con sus cachivaches de latón, tersos y brillantes cual
ígueles
acabaran de del
que
en pos
salir
té,
si
de manos
los construyó. el
El vendedor de
Viene
panadero con los
productos de su industria
redondos, achatados y morenos. Proporcionante al-
guna ganancia
los obreros
y artesanos que se dirigen v de éstos á sus tareas ,
los
que se hallan en posición
más desahogada,
se acercan
á tal cual cocinero
ambu-
lante de cuya hornilla salen
nabos asados, habas cocidas,
pepinos en conserva,
albondiguillas de carne, huevos duros y otros manjares á estos parecidos,
sir-
viendo de aperitivo y salsa á los mismos uno que otro diente de ajo, sobre
el
cual
hincan aquellos los suyos con las mejores ganas del
mundo. abren
Entre tanto se BUHONERO
las tiendas: instálanse
delante de los cafés algunos bancos labrados en
madera de palma, y empiezan á asomar
acá v acullá personas de buen pelaje y mejor aderezadas, es decir, effendis, como si caballeros; empleados en los despachos y oficinas públicas; dependientes de
dijéramos
comercio y cajeros que se dirigen á sus respectivas cajas, oficinas y escritorios.
A
ofrecen sus servicios los limpiabotas, provistos de su caja, en la cual guardan
cerote y
los cepillos,
y del banquillo ó taburete en
el
cual apoya el pié
tanta atención á los que usan calzado de cordobán,
como con
el
paciente, que
indiferencia
y hasta
el
éstos
miran con desprecio,.
PARTIDA PARA EL EGIPTO SUPERIOR
160
mm
grande aguador que ya en aquellas horas recorre el Muski. No e& el sol baña la calle y con el calor que sus rayos despiden, crece la sed, comienza á escanciar agua fresca á diestro y siniestro, haciendo otro tanto los vendedores de limonadas, jarabes de diferentes frutas, agua de pasas, el pié
desnudo
su negocio en
del
las
primeras horas; pero en cuanto
de rosa, de regaliz,
de dátiles, de corteza de naranjas, ó simplemente azucarada,
que
pregonan á voz en grito sin darse punto de reposo. Más tarde encuéntranse también granizados v sorbetes que se preparan artificialmente. Mas estamos todavía en las primeras la mañana, v cuando no lo demostrara otra cosa lo revelarían las mujeres de la media que, vestidas y veladas de blanco y seguidas por sus criados negros, provistos de voluminosos canastos, se dirigen al mercado para hacer las provisiones necesarias. El mismo mercado dista mucho aún de ofrecer la animación que ha de reinar en él más tarde, y
horas de
oíase
la
en
prueba la
la
tenemos en
las
que, vistiendo su luenga túnica azul, llevando
muchas aldeanas
cabeza pesados bultos de sus haciendas, y ante
el
rostro el negro tafetán que las
oculta á las miradas del transeúnte, pululan por el Muski.
En
los cestos
que llevan á
suyas pollos y gallinas, pavos ó palomas y otras legumbres y hortalizas y no faltan tampoco algunas repletos de están otros corral; de aves que llevan encima de aquella verdaderas pirámides de boñiga seca, con la cual, en muchas
cuestas ó sobre la cabeza
asoman
las
regiones del Egipto, desprovistas de arbolado, y por tanto escasas de leña, se calientan los su lado vense numerosos pescadores pregonando su mercancía que pocas horas
A
hornos.
Los jinetes en asno y los coches de alquiler, precedidos de los corredores que vocean para abrirse paso, son de cada vez mayores en la muchedumbre aumenta y el ruido número: aquí asoman soldados, allí coches de lujo,
antes coleaba aún en las aguas del Nilo.
y
de los unos y de los otros se unen los de los vendedores de uvas, dátiles, sandías, racimos de bananas procedentes del Egipto superior, granadas, tomates, higos comunes é higos de Berbería. Muchachuelas no veladas, invitan con sus que les compren naranjas, los ancianos avanzan lentamente negros ojos á los transeúntes
crece,
pues á
los
gritos
á
sentencia, apiñada muchedumbre y los mendigos piden limosna murmurando una continuamente rodeados de parroó rezando una oración. Los puestos de los confiteros, los adultos se dan por muy satisquianos, atraen las miradas de la gente menuda, y hasta que lleva en ir en pos del saltimbanqui fechos con poder chupar un largo caramelo ó con ejecutar haciendo desocupados los á entretiene ó sabios, monos de entera familia
entre
la
,
,
hombros una
sus habilidades á una cabra que sobre una
botella.
,
entre otras no
Nada más singular que
el
ménos
peregrinas, sostiénese en equilibrio
aspecto que ofrece
el hijo
de la Nubia, desli-
país, tales como pieles zándose por todas partes completamente cargado de productos de su empajados y lagartos del Nilo, de tigre, huevos y plumas do avestruz, jabalinas, cocodrilos pintarrajeadas. Delante de él, saltando sartas de conchas y tazas de madera de diversos colores terso parche v brincando alegremente, marcha un cazador sonando un tamboril, sobre cuyo
se ve
un
ratoncillo vivo.
Hombres y mujeres, cuantos
allí
se encuentran usan diferentes y
los que en sus casas diversos trajes, y procuran llamar la atención de los transeúntes ó de
161
PARTIDA PARA EL EGIPTO SUPERIOR
VENDEDORA DE NARANJAS EGIPTO,
TOMO II
41
PARTIDA PARA EL EGIPTO SUPERIOR
162
permanecen valiéndose
esos gritos de la calle.
difícil
Así
el
Lañe tuvo
lo cual se
vendedor de alfónsigos se dirige á
acostumbradas
al dialecto
parroquiana diciendo:
la
Tales gritos son sólo
popular de los cairotas, pues
oido no puede aquí aplicarse sin distracción á una cosa
que determinar los diferentes tipos que pueblan
de sones que llenan
el
de recoger
la curiosidad
han hecho célebres muchos de
era pura espina, y con el sudor del Profeta ha florecido.»
inteligibles á las gentes el ojo, el
de un grito especial.
que pronuncian, merced á
las distintas palabras
«La rosa
al efecto
la calle,
lo
mismo que ménos
siendo no
solee,
desenredar
confusa madeja
la
ambiente del Muski.
Mas la hora en que la concurrencia llega á su punto más elevado es á eso de la una de la En ella puede decirse que circula debajo de nuestros pies un verdadero lago de turban-
tarde.
de diferentes blancos v o
tes
y de
colores,
misma ma-
la
nera que sobre
mar
del
se
la superficie
ven los buques
de diferentes especies, distín-
guense en medio de aquélla de
hileras
largas
camellos;
carrozas lanzadas á escape, á las cuales abren paso los
que
corredores
ligeros
las
preceden: arrogantes jinetes
que montan soberbios caballos
fúnebres
cortejos
;
y
comitivas de bodas que dejan oir sus regocijados cantos
y
sus fúnebres lamentaciones. borriquero
El
montado
que
europeo
del
en
su
rucio
procura atravesar la agitada
muchedumbre, debe
estar gritando continuamente: riglak,
decir, tu pié, tu derecha, tu izquierda.
shemalak
El cambista judío, sarraf
,
ó yeminak, que quiere
metido en
,
sirve de despacho, llama la atención del transeúnte haciendo sonar sus
el
nicho que
monedas,
al
le
paso
No hay para qué decir mundo conocido, pues así
que procura tener su mercancía á cubierto de ataques imprevistos. que en su menguada mesa son admitidas
Muski
como en
el
colores,
v todos
las
monedas todas
se hallan representados todos los pueblos,
los
del
y todas
idiomas de la tierra, con sus diferentes trajes
las razas,
más
ó
ménos
y todos los pintorescos,
de los cuales tenemos formada idea por las mascaradas y las prendas de vestir puestas en tiendas y almacenes, en el comercio del Cairo circulan las piezas que en su superficie llevan
grabados los bustos de todos los soberanos del mundo: piastras turcas y egipcias; francos y
163
PARTIDA PARA EL EGITPO SUPERIOR
napoleones de oro: rupias indias y chelines y libras inglesas; marcos y coronas de oro; thalers de María Teresa y guldens de Austria; rublos de plata que constituyen en Rusia una verdadera rareza, corren aquí de
Nuestra mirada se
un
fija
solo
mano en mano
instante en la
hasta en las tiendas
mesa
un nuevo espectáculo no menos
viene á solicitarla
ven forzadas á acogerse
al
amparo de
la casa
más
más
del cambista; pues
atractivo.
insignificantes.
impensadamente
Dos mujeres
del
harem
se
cercana, para salvarse del empuje de
un escuadrón de jinetes ante el
cual abre calle la apiñada
muchedumbre
y se deshacen en injurias y maldi,
contra
ciones
brusca
tan
acometida, y no obstante el transparente velo que cubre
su rostro, puede adivinarse la
que
ira
merced á
acosa,
las
los resueltos
vimientos
de
y
mo-
brazos
sus
entreábrese la holgada ves-
timenta que las cubre, dejando
descubierto los
al
tejidos de seda color claro
que debajo de
Y con
calle libre,
calzan
último
queda de nuevo
jinete,
chas
ella se oculta.
el tránsito del-
de '
y con
rojo
sus
las
tafilete
que
azotan
piés,
despiadadamente
la
babu-
el
flanco
del ligero corcel que, sor-
prendido ante tan brusca é inesperada acometida, va á dar contra un distraído jero inglés,
encontrones.
ZAPATERO REMENDON
via-
que, por lo visto, no conoce aún
Muchos son en número
los
el
arte de ponerse á cubierto de
europeos que discurren por
se pára á contemplar sus trajes sombríos y prosáicos,
la calle;
cuando se tienen
al
súbitos
mas ¿quién alcance de la
mirada bajáes turcos, beduinos, armenios, persas, hindúes, griegos y negros? El sol marcha á su ocaso; la marea humana comienza á bajar; el tumulto disminuye, y la noche tiende su manto de sombras con mayor rapidez que en nuestras latitudes. Las tiendas, las farmacias con sus coloreados globos, los figones, los cafés, todo se ilumina con
PARTIDA PARA EL EGIPTO SUPERIOR
164
los perros saliendo del mecheros de gas ó linternas en que arden el aceite y el petróleo, y desperdicios de toda naturaleza oscuro rincón en que viven, precipítanse sobre los restos y
de que está sembrado
el
polvoroso pavimento.
reina en las calles la calma
Excepción hecha de
la
época del Ramadan,
más completa áun antes de media noche hasta :
las tiendas se
han
palmas junto á las puertas cerrado, y los porteros, después de haber dispuesto su lecho de á su charla sempiterna, término puesto han guardianes, de sirven que en de las casas interrumpiendo sólo de tarde en tarde califas, la
el
voz de los muezines apostados en
solemne lo alto
silencio
que reina en
la
ciudad de los
de los alminares.
Llegada
la
mañana
del
nuevo dia
Muski, y si bien poco frecuentado aún, veíase ya instalado en su volvimos
chiribitil
de
al
.
situado en uno de los ángulos
la calle, cierto viejo
zapatero, junto al
cual tuvimos ocasión de presenciar dife-
También
tuvi-
ocasión de ver á otro que se
em-
rentes escenas populares.
mos
pleaba en alimentar los gatos.
teníamos que en tiempo de
Sabido
los faraones
tributábanse los honores de la divinidad
á los enemigos de las ratas; pero ignorá-
bamos que el
el
Egipto continuara siendo
paraíso de la raza gatuna, y tanto es
así,
que no hace mucho tiempo consig-
nóse una
suma un
jante fin, y
de consideración á seme-
noble aleman, que en la
Edad media hizo un viaje á Oriente, nos refiere que un soldado soportó los ardores del
á
muy
corta distancia, con tal
sol
de medio dia, sin aprove-
charse de la sombra que podía
cambista judío
de no interrumpir
el
disfi utai
sueño que dormía un gatito echado en
su regazo.
La porción
del
Muski, que se extiende más
allá del
Khalig, que, como tenemos dicho,
Nueva. Seguírnosla en toda su extensión hasta el izquierda la calle ó bazar de los latoneros, Sok-en-Nahhasin,
atraviesa la ciudad, se llama la calle
punto en que se abre sobre
la
moristan de Kalaun y la mezquita de Barkuk. Recorrimos dicha en ella debíamos adquiin, calle en todas direcciones, por lo mismo que no era poco lo que llaman v después nos proporcionamos otros objetos en los vecinos bazares, que los egipcios va que bazar no es palabra árabe sino persa. Aquí cumple consignar que no tuvimos
en
la cual se
encuentran
el
soh,
que
sufrir las apreturas de los
compradores: pues no nos hallábamos en lúnes, miércoles
PARTIDA PARA EL EGIPTO SUPERIOR
EGIPTO,
TOMO
II
165
42
PARTIDA PARA EL EGIPTO SUPERIOR
166
delante de las tiendas dias de mercado. En éstos vese ó jueves que son los principales de compracircula el dalla!, que recibe las órdenes cual la entre muchedumbre, numerosa zocos hállense generalLos ofrece. más que al mercancía dores y vendedores y adjudica la sombra y de frescura hasta en mitad del día, pero mente "cubiertos, y por lo tanto llenos de vía pública. Las hileras de tiendas de que los la en encuentre nada encierran que no se en derredor de una gran construcción, el bazares se componen, levántanse generalmente
explica que el mercader, instalado en un khan, que sirve de depósito ó almacén, y así se pueda en breves instantes ofrecer á las miradas zaquizamí en el cual apénas si coge de pié, escritorios mercancías que acumula sobre su mostrador. Los del
comprador
de los
las
dukhan no
numerosas
tienen puesto
el
nombre
del propietario sino
una sentencia piadosa. En
CAMINO A LA SELVA PETRIFICADA
rateros una el dia de las acometidas de los su guarda zocos, los cierran se noche la y por puerta: simple red, tendida delante de la
caso de ausencia del dueño, protégelo durante
queda confiada á vigilantes nombrados
al efecto.
en ninguna Egipto superior necesitaremos gran cantidad de moneda de cobre, y que en casa de un cambista judío parte podremos proporcionárnosla con mayor facilidad entre lo» que ejeiccn que nos ha sido recomendado, como hombre como pocos recto
En
el
semejante profesión, y que, no obstante vestir
el traje oriental
como
el
más
legítimo de lo»
con turbante musulmanes, es originario de la Palestina como la mayor parte de los israelitas de Sarraf, nombre el lleva judíos los de barrio del principal calle La que se ven en Egipto. de los cambistas establecidos en ella;
mas
sólo la habitan los
dictadas por el jetife
que desean
vivir
formando
presente y en virtud de las disposiciones Ismail, todos los judíos gozan los mismos derechos y prerogativas
cuerpo con sus correligionarios; puesto que
al
167
PARTIDA PARA EL EGIPTO SUPERIOR
más
ricos
\ que las demás confesiones religiosas, y cuentan entre ellos algunos de los apreciados comerciantes del Cairo. Según parece, su número llega al de siete mil y las hallan trece sinagogas por ellos levantadas, pertenecientes á las dos sectas en que se
un gran rabino. En las ciudades y poblaciones rurales apenas hemos encontrado judíos; pero es preciso hacer presente que es
divididos, están bajo la autoridad de del Egipto superior
árabes. difícil distinguir los rasgos de su fisonomía de la de sus primos hermanos los Nuestro viejo cambista nos trató como verdaderos amigos, comprometiéndose á erniar nuestros á nuestro buque un saco de moneda de cobre. Quedan, pues, terminados todos preparativos y por consiguiente en disposición de embarcarnos, ya que la dahabijeh esta tanto pronta para hacerse á la vela. Sin embargo, no levaremos anclas hasta mañana y por emplearemos la tarde en visitar una de las curiosidades de Egipto, es decir, el bosque
muy
grabarlo en lo profundo del alma, desde y luego volveremos á contemplar, para fantástica luz del Mokattam, la inmensa ciudad envuelta y sumergida en la para coyuntura favorable extranjeros muchos á ofrece excursión Semejante del crepúsculo. espectador imparcial, amen del llevar á cabo una pequeña correría montado en camello, y el petrificado, las alturas
ensayo que realiza, ve cosas por demás agradables. Un jumentillo ágil y despierto, nos conduce, pasando por Bab-en-Xasr, hasta más alia desacertadamente quien al de las tumbas de los califas: pero advertimos que no obrará viaje á través del desierto del condiciones las tales son que ya asno prefiera el dromedario,
en él un coche arrastrado por cuatro vigorosos caballos. Roja, Gebel-el-Ahmar, que constituye por si montaña Dejamos personas: los misma una de las maravillas del Egipto, por lo ménos para dos clases de piritoso, mioceno, s>onoio geólogos y mineralogistas, que comparan su gres rojo-oscuro, arenoso, que
hemos
visto atascarse
á nuestra izquierda la
xaiís, rocas calcáreas, con las piedras mejores de la cuenca de y duro, depositado sobre miles de años extraen de ella materiales propios para hace que canteros lapidarios los y y parlante de Memnon y el diferentes usos. Oscar Fraas asegura que la célebre estatua que en ello pueda caber la menor coloso gemelo de Tébas, proceden de la montaña Roja, sin
duda. Al presente
la
pone en comunicación con
de molino, sino"
el
animado puerto
del Nilo
un camino
no sólo robustos bloques, de que se sacan magníficas piedras calles del también todos los materiales necesarios para macadamizar las La sima abierta por cien generaciones, obligadas á emplear una piedra
de hierro, extrayéndose de
ella,
Cairo y de Alejandría.
al cráter del más dura que la débil calcárea del Mokattam es enorme, y sólo comparable iniciado en los misterios de la Vesubio. El aspecto que ofrece llama la atención del mortal no bosque petrificado. A éste llegamos al geología, obrando con más eficacia que el del célebre al través de colinas escuetas de amaricabo, después de un viaje de cinco cuartos de hora de capas de yeso y penetradas por entreveradas negruzcas rojas laderas llenta arena, y y punto de llegada, que apellidan los filones de sal. Si se presume encontrar en el mismo
cairotas Gebel
Khashab, un grandioso monton de árboles robustos, derribados por
el
suelo,
mineral, convertidos por un prodigio de la naturaleza de blanda madera en durísimo
el
PARTIDA PARA EL EGIPTO SUPERIOR
168
desencanto será inmenso, especialmente el
mas
bosque petrificado;
aquí, allá,
el
efecto
se renuncia á llevar adelante la aventura de visitar
si
En
será distinto continuando la exploración.
efecto,
por todas partes ven sé miles y miles de fragmentos de diferentes tamaños y dimensiones, convertidos en piedra, medio sepultados por la arena, ó hundidos en las capas
de gres mioceno; y
si
bien semejante espectáculo
—
nada tiene de maravilloso y extraordinario pues en rigor hasta el mismo geólogo sólo puede ,
comparar estos célebres lugares á una cuenca hullífera de MADERA PETRIFICADA
.
aspecto que ofrecen
pintoresco
el
negras, no
menos duras que
el
Alemania, y quien ha ,
visto
.
,
— cuando se oye sostener á
los botánicos
una
i
mucho
sabe por experiencia que no tiene
-i
de
que estas piedras
hierro, constituyeron hace miles y miles de anos
el
tronco lleno
de savia de bálsamos arborescentes
( ,
N ico lia
¿Egyptiaca) que mecian sus
verdes tallos
sobre
esas accidentadas colinas, la
imaginación se excita MADERA PETRIFICADA
y no puede menos que reconocer en la naturaleza energías superiores á las del hombre para conservar, cuando place,
los
organismos por
ella
creados, hasta en
el
mismo
u_
Egipto, en cuyo país, tantas
cosas, condenadas en otras comarcas á segura y rápida
destrucción, hanse conservado milagrosamente.
Á tam.
la vuelta
nos dirigimos á
Durante
el viaje, la
las alturas del
mayor
Mokat-
parte de los viajeros
conservaron gustosos las miradas
fijas
en
el
suelo,
cuyos abundantes ejemplares de conchas petrificadas habian va llamado
la
atención del venerable Herodoto y del observador Strabon.
alturas que limita el Cairo por el Este
que se extiende desde la India
capas
el
hasta la China y
más antiguas de
la
el
,
La
línea de
pertenece á la gran cadena de montañas numulíticas
Noroeste de Africa por
el
Egipto y
Japón, las cuales se remontan á las
época terciaria, á los terrenos eocenos,
á la creta. Dichas alturas son notables y siguen inmediatamente por su extraordinaria riqueza en petrificaciones, en perfecto estado de conservación, tales como conchas, caracoles, canCONCHA CALIZA
grejos y erizos de mar, que fácilmente puede reconocer el ojo ménos experimentado. Hállanse formadas principalmente por millares de numulites y grandes
rizópodos, pertenecientes al grupo polythalamiano, cuyas especies
más
notables alcanzan las
169
PARTIDA PAPA EL EGIPTO SUPERIOR menores
tamaño de una
lenteja.
dimensiones de una pieza de un escudo de plata y las una Si se rompen las conchas calcáreas que afectan la forma de un caracol, aparece cámara cuyas paredes tienen un dibujo elegante. Encuéntranse en gran número preparadas el
naturalmente y hendidas por la mitad, cerca de las pirámides, cuya masa, según dejamos consignado, consiste en su mayor parte en calcárea numulítica sacada del Mokattam.
Por nuestra parte opinamos también que la
mirada
Mas
al suelo, y
el sol se
allá del
vale la pena de dirigir, siquiera por
aún de inclinarnos para recoger una
petrificación por
acerca á todo andar á las lejanas alturas que limitan
Nilo y de
el
un
instante,
demás
bizarra.
horizonte por
el
lado
de dar de mano á y por consiguiente ha llegado el instante exclusivamente la atención en el magnífico panorama que se
las pirámides,
cuanto nos rodea, para fijar despliega delante de nosotros.
Doquiera
el ojo
alcanza, todo es aquí pintoresco y original
encantador, no más: delante de nosotros, como el derrumbado castillo de un legendario la aislada mezquita, y algo más lejos, semejantes á Gijushi monte del cima la sobre levántase lia-ta
pajitas cristalinas
domina
la
sembradas sobre
ciudad de los
EGIPTO, TOMO
II.
califas,
la roca, las
y que
al
construcciones de la ciudadela que orgullosa
par que anima y admirablemente corona
el paisaje,
43
PARTIDA PARA EL EGIPTO SUPERIOR
170
contribuye poderosamente á que
agradable que
el
espectáculo que se disfruta desde
que se alcanza desde
el
los lugares
en que
ella
misma
Mokattam, sea más
el
se levanta.
Mas
¿de qué
procede que sobre esta montaña de calcárea, completamente desnuda, las tintas del cielo y del éter que rodea el desierto, las tierras cultivadas, el Xilo, la ciudad de los vivos y la de los
muertos nos parezcan, no sólo á nosotros, sino á otros muchos también, más soberbias, más múltiples,
más
bellas,
que desde
la
plataforma situada en las cercanías de la mezquita de
Mehemet-Alí? Para regresar
al
Cairo cruzamos la amarilla arena del desierto á lo largo de mil sepulcros
¡Cuánto tenia de solemne
y de cien mausoleos que ostentan sus redondeadas cúpulas.
y profundo el silencio que en otro tiempo reinaba en esta necrópoli! En otro tiempo decimos, pues hoy cruzan su ámbito los trenes de la via férrea, y el estridente silbido de las locomotoras turba la calma del cementerio.
Antes de nuestra llegada á
ha lucido en
astro de la noche, y llega á nuestros
horizonte, en todo su esplendor,
el
el
la ciudad,
el aullar de los perros salvajes y de los chacales, y distinguimos en la penumbra aspas de los molinos de viento que, levantados sobre montones de escombros, semejan
oidos las
gigantescos fantasmas agitándose
en
vacío.
el
Para que
vea
se
que puede en este
lo
pueblo la rutina y el apego que tiene á las cosas antiguas: dichos molinos fueron introducidos en Egipto por los franceses en los primeros años del presente siglo: pues bien; estos habitantes del
han preferido á
la
muela movida por
el
¡Y cuántas cosas, hace mucho tiempo conocidas por medio de la
y rudimentaria
viento, la imperfecta
molino á mano.
antigüedad, no
hemos encontrado en
á las primeras horas de la
mañana! Los buques que proceden
del
su antigua disposición, de suerte que las dabijehs se diferencian
que existían en
época de los faraones. Amarradas están
la
que se hallan prontas á hacerse á barcos de vapor:
conducirá á
más
al
mayor de todos
el
Asman
vela.
la
sirve
En medio
el
de la curiosidad
un cargamento de azúcar, y Mariette
servirá
muy
poco de los barcos
puerto unas tan cerca de
algunos
más
elegante
el
viajeros á quienes
Jetife:
del
dirigido
de ellas distíngueme
embárcame en
se
hemos
Sud han conservado
para remolcar á los otros;
algún alto personaje, huésped del
sentimiento que
monumentos de
separarse de las demás las
que difícilmente puede comprenderse como han de
otras,
los
puerto de Boulaq al cual nos
el
el
tercero:
el
no mueve
cuarto conduce
quinto para hacer una visita al
Egipto superior. El Xilo, que no viene crecido, llena su cauce hasta guiente
y
al
el
el nivel
comercio se halla en plena actividad. Entran en
propio
tiempo una veintena de
En
ellos
aguardan para
el
de las orillas, y por consipuerto numerosos buques,
salir
á
que sople un viento
muelle pulula un verdadero enjambre de marineros, pilotos y mercaderes del Cairo; de felahes, de nubios, de negros, de camelleros, de borriqueros con sus
favorable.
el
respectivas bestias; de comerciantes y de mendigos. Numerosos capitanes vense reunidos en derredor de un rico comerciante del Cairo, que se ha dirigido al rio en su busca, y
PARTIDA PARA EL EGIPTO SUPERIOR ha alcanzado de
ellos el
de marfil y de maderas duras.
para los cuales
dátiles,
173
derecho de preferencia, para sus cargamentos de gomas, de sen,
Algo más
léjos
véndense
mejor postor cargamentos de
al
demanda, y además de dátiles, alfarería de Siut y de Keneh. El dragomán de una familia inglesa guia á una dahabijeh dos camellos cargados de cofres, en tanto que su excelencia el amo, sigue el propio camino en un la oferta
ha excedido á
la
A
bordo de un gran buque del Nilo, de
de las dahabijeh, embárcase un griego
con algunos faquines que conducen
carruaje de alquiler chillonamente pintarrajeado. la especie
pesados bultos, buque que ha alquilado con flotante,
en
cual llevará sus géneros de una á otra ciudad.
el
una especie de Ouakkal
objeto de establecer
el
Quien desee ver negros de
todos los matices y esfumaturas imaginables, puede darse una vuelta por el puerto, seguro de conseguirlo por lo que á nosotros toca podemos asegurar que en ninguna parte hemos :
visto reunidos tantos negros de diferentes especies.
parte distan el
mucho
de tener
la piel
De
nuestros ocho marineros
blanca: Selim, de Dongolah, no es
la
mayor
ménos negro que
el cargo de camarero y debe desempeñar además de criado, lavandero, y encargado de limpiar la vajilla, é Ismail, conocido nombre de criado nuhio, que ha de desempeñar el cargo de cocinero, son de un
ébano; Salekli, que tiene confiado
las funciones
con
el
ambos son de Vadi-Halfah,
color gris oscuro:
Husein su hermano,
el piloto
ó mustamel,
cerca de la segunda catarata. El Arráez y
son del Cairo;
el
grumete Gilani, encargado de
llenar nuestras pipas y de servirnos la candela, es decir, los carbones hechos ascua, con que
hemos de encenderlas, á quien
Con
ama
todo
el
es
un joven
felah
muy
ágil,
muy
despierto y
muy
tentado de la risa,
mundo.
auxilio de Salekh instalámonos en
el
salón, amueblado con dos divanes, una
mesa
para comer, v una lámpara de suspensión, visitamos los dormitorios, cerca de los cuales se halla un pequeño gabinete para el baño, y después nos sentamos á la mesa para desayunarnos, en la cual las primeras obras de Ismail parecen acreditar á su autor de atezado
semblante. La proa del buque queda para
la tripulación
que duerme en
se halla la cocina, al pié del robusto mástil que sostiene la
vela latina.
La
calina es tan alta que para subir á cubierta es menester
lugar constituirá nuestro
sitio
favorito, puesto
provistas de cojines de piel,
pequeño mástil de la verga.
que en
él
podremos permanecer
el
al aire libre,
pan que comerán, seco ó remojado, durante catorce dias conse-
mañana comerán
El capitán se ha instalado en
De
favorable la brisa.
la
Su comida de hoy
la
guisantes y así sucesivamente.
proa de
la
momento en que sople como un marinero y sirviéndonos ora del remo ora de la dahabijeh, espiando
el
repente da una orden y se sueltan las velas. Gilani, ligero
gato, trepa á lo largo de la verga; síguele otro II.
extremo
cofre ó cajón pintado de verde, ciertos
cutivos; pues hasta Girgeh no podrán reemplazarlo con otro tierno.
constituven lentejas:
la
escalera: este
auxilio, cerca de la caña del gobernalle, y la flámula ondea en el
objetos negruzcos: es
TOMO
una
aquí
pende
toldilla,
Algunos marineros depositan en un gran
EGIPTO,
la cual
y sentados sobre cómodas banquetas ó en mecedoras de mimbres. El pabellón aloman flota en el
guarecidos del sol, á beneficio de una elegante
de
ella al aire libre:
inmensa verga de
44
PARTIDA PARA EL EGIPTO SUPERIOR
174
mano, logramos separarnos buques.
A
del lugar en
que estábamos anclados entre muchedumbre de
nuestro ejemplo empiezan á moverse oíros barcos: en virtud de indicación de
Salekh disparamos
al
aire
una docena de
tiros
regocijan á nuestros marineros, y de esta suerte
de
la
«hacemos una fantasía,» que alegran y pasamos junto á una grandísima dahabijeh
Nubia, que, según nos dice Salekh, conduce
abisinios.
ESCLAVA ABISINIA
al Cairo
un cargamento de esclavos
Nomos rODITOPOLlTES-
KRO.KODILO POLIS
^^\
S eíteu
^ Vertir S^s
CcnVetiio
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G.Om £au.iii
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Coicís*- de,
Meinnon
-Villas
Escala del 4 90.000
EL EGIPTO SUPERIOR HASTA LOS SEPULCROS DE BENI-HASSAN Y LO QUE LOS MISMOS ROS ENSEÑAN scar Peschel,
el
gran geógrafo arrebatado á
la
|
ciencia
cuando más fruto podían dar sus
investigaciones, ha demostrado hasta la evi-
dencia que las corrientes fluviales que afectan
en su desembocadura
la
forma de
la Delta,
son
más reciente formación, en el mar en un estuario. En
por punto general de
que
que se precipitan
las
virtud de semejante teoría el Nilo no debe ser, pues,
incluido en
el
número
de los rios
embargo, no existe otro en
más
antiguos, y sin
antigüedad
la
más remota
que goce mayor fama de vetustez. Semejante contradicción se explica con todo satisfactoriamente: existe,
desde
no sólo en lo
más grande
manece como
el
la
á lo
en
más
el
universo
cuanto
mundo,
insignificante,
tesoro escondido, hasta tanto
hombre pone en desde
la tierra sino
ello
la
per-
que
mano, sacándolo á
el
la luz
oscuridad en que yace envuelto. El Amazonas,
mayor y acaso
en parangón con
el el
más
antiguo de los rios, puesto
Xilo, que hace seis mil
años
reproduce en las aguas de su corriente las grandiosas obras ante las cuales pasamos en este instante,
y cuyos nombres encontramos ya consignados en
las obras
más
notables de Oriente
EL EGIPTO SUPEEIOR.
176
y de Occidente, la Biblia y los niño acabado de nacer, por
poemas de Homero, aparece á nuestra consideración como un la sencilla
razón de haber pasado sólo brevísimo tiempo desde
que su nombre forma parte del patrimonio de los conocimientos humanos. Repetidas veces hemos hablado de la crecida del Ni lo, del descenso de la misma, y de los pingües beneficios que de una y otra resultan á estas comarcas; mas el encanto que nace de pensar que se navega sobre sus turbulentas ondas corriente, sólo
ahora v por vez primera
lo
,
remontando su ancha y dilatada
hemos experimentado, y
lo
estamos saboreando
en estos momentos en que dejamos á gran distancia, y á nuestra espalda,
el
concierto de
CAIRO VISTO DE LA RIBERA IZQUIERDA DEL KILO
confusos rumores que escapan de
solemne y
el
la
ciudad cosmopolita, á los cuales ha sucedido la calma
silencio profundo que nos rodean;
ojos deslízanse extensos
en tanto que ante nuestros encantados
campos tapizados de tierna verdura, monumentos que
la
tiempo ha ennegrecido, grupos de palmeras que se cimbrean acariciadas por
mano la
del
brisa,
abruptos peñascos escuetos y sin sombra de vegetación, aldeas humildes y ciudades populosas, antiquísimas syringes hoy vacías y abandonadas, vastas fábricas que ostentan sus ahumadas chimeneas, y templos pintados de chillones colores. Tan pronto vemos las
montañas acercarse á
la orilla hasta el
punto de bañar sus faldas en
las
aguas de
la corriente
177
EL EGIPTO SUPERIOR
como
alejarse de
ella
dejando
más
ó
ménos extensas
planicies,
cuidadoso el habitante de las numerosas aldeas que en medio de
campos, las cabañas,
los
grupos de peñascos,
las islas existentes
en
á cuyo cultivo atiende ellas se levantan. el rio, las siluetas
Los
de las
los barcos cuyas velas infla el viento, las norias y las grúas que mirada pueden distinguirse, sucédense incesantemente y se asemejan modo, que sin mayor dificultad podrían confundirse unos con otros, y sin embargo, la
palmeras y sicómoros, doquiera se convierta de
tal
la
atención no se cansa nunca, pues en ninguna parte del
mundo pueden
disfrutarse ni la
intensa luz, ni los brillantes colores que tiñen este valle y esas montañas, lo mismo entre las brumas del amanecer, que en el esplendor del medio dia; en las horas del crepúsculo, en
TURRA el sol en el ocaso convierte el firmamento en dosel de escarlata, que en las tranquilas horas de las frescas noches en que Véspero, cual luna en miniatura, y la misma luna con luz plácida y argentada, y los astros y los planetas, fulgurando con maravilloso brillo, iluminan la azulada inmensidad de la bóveda celeste. Ni nada puede concebirse más variado
que
que
en
el
aspecto y el movimiento de los hombres en las aldeas v en la» ciudade» que \isitaroo», de los griegos de los romanos que tanto atractivo
las cuales las obras de los faraones
,
,
,
ofrecen al amante de la historia, nos ofrecen emociones siempre gratas y siempre nuevas. Durante las primeras horas del viaje lo que principalmente solicita nuestras miradas, son las
pirámides j pero
orilla derecha,
en
las
la cual
conocemos de hace mucho tiempo, y preferimos convertirlas á la distinguimos las aldeas de Turra v Masarah, detrás de la» cuales v
sirviéndoles de fondo, levántanse las colinas que proporcionaron los materiales indispensables EGIPTO. TOMO II. 45
EL EGIPTO SUPERIOR
178
En
otro tiempo extraíanse los bloques y las losas del fondo de las montañas, hoy se sacan de la superficie' de las mismas, empleando la cuña y el
para
la
construcción de aquéllas.
Las salas y aposentos que practicaron los canteros de los Faraones son inmensos: numerosas han hecho inmortales los nombres de más de un arquitecto real, y
barreno.
inscripciones la historia
nos habla de prisioneros de estado y de guerra que aquí trabajaron como meros
Aquí han suspirado y gemido amargamente los leprosos condenados á las canteras, cuales narraciones egipcias impregnadas de parcialidad pretenden identificar con los
peones. á los
,
más
hebreos, conducidos
tarde á Palestina por Moisés; sabemos ya que los griegos creyeron
reconocer en Ta-roua, antiguo nombre egipcio de Turah, la palabra Troya, y fundados en ello
imaginaron una leyenda según
la
cual,
los prisioneros tróvanos,
desembarcados en
Egipto con Menelao á su regreso de Grecia, habríanse ocupado en estos lugares en
el
trabajo
PIRÁMIDE DE MEDUM
de las canteras.
presente
al
— Dispuestas
Nilo ó
al
y preparadas camino de hierro que
las piedras
lleva á las
para
la construcción,
condúcense
aguas sulfurosas de Heluan, á
al
orillas
del desierto, en carretas arrastradas por bueyes; y ha bastado la existencia de este manantial para establecer un lazo entre esas antiquísimas fuentes, de gran provecho para la curación de las
enfermedades de
la piel
de lugar de destierro.
y los leprosos á quienes esta comarca se presume haber servido son pocos los afectados de tisis que procedentes de diferentes
— No
,
sitios de Europa vienen á pasar el invierno en esta estación cómodamente instalada: el ambiente del desierto es en ella tan puro y tan sutil, que no son pocos los enfermos que, sentenciados á muerte por los médicos de su país, han encontrado aquí, no sólo
alivio á
su dolencia sino también completa curación.
bierto en las cercanías de los
El médico alemán Reil ha descu-
manantiales sulfurosos un gran número de diminutos sílex
.
EL EGIPTO SUPERIOR cuidadosamente
tallados,
179
que hemos examinado minuciosamente y aún recogido bajo su
dirección
La
aldea de Bedreshein y las ruinas de Mentís se encuentran delante de Heluan.
La
pirámide con peldaños de Sakkarah y la pirámide truncada de Dahshur atraen la mirada, del mismo modo que en la mañana siguiente la curiosa construcción por pisos de Medum, reputada con razón por
en
las cercanías
la
tumba
faraónica
más antigua que
existe.
Mariette ha encontrado
numerosas mcistabas pertenecientes á diversos miembros de
la familia
de
Shefren que reinaba antes de Ceops, y de aquí procedían las estatuas del principe Ra-hotep y de su esposa Nefert que hemos mencionado en el volúmen precedente.
RUINAS DEL LABERINTO Y DE SU PIRÁMIDE
camino de hierro establecido sobre
la
Egipto superior. Desembarcamos en
la
ramal que conduce á Fayum, pues siquiera fatigoso
el
Desde nuestro buque distinguimos á intervalos orilla,
izquierda del Nilo que enlaza
aldea de Vasta, donde se halla
el
el
Cairo con
el
el
viaje á través de esta provincia, ofrece tales atractivos
Es un oasis inmenso, que aún hoy
que vale bien
la
pena de emprenderlo.
dia proporciona la subsistencia á ciento cincuenta mil
almas, y que ha sido conquistado al desierto por la mano del hombre antes de la invasión de los Hvksos, es decir, hace unos cuatro ó cinco mil años. Un brazo derivado del Nilo en las cercanías de Siut y mantenido en un lecho artificial, el Bahr-Yusuf, ó canal de Josef, cuya el pueblo al discreto hijo de Jacob, ese modelo del administrador inteli-
fundación atribuye gente,
ha sido
dirigido al oeste por
medio de un sistema de esclusas establecidas cerca de
,
EL EGIPTO SUPERIOR
180 il— Lahun.
ramificándose algo
más
en un conjunto de canales
lejos
\ canalizos poi
medio de
el árido suelo del desierto. Con ello se los cuales deposítase el limo fecundante del rio sobre ilo, después de lo cual presente del verdadero un es que comarca, dicha riego de
A
atiende al
Birket-eldescendiendo paulatinamente, van á parar las aguas al lago salado de la Come, en la antigüedad que receptáculo gran ese Moeris, lago El célebre Sahara. al Kurun, y el bastaba y aún sobraba para el riego del Favum, hállase seco hace muchísimo tiempo, y más tarde lugar en que los piadosos egipcios alimentaban, cerca de Cocodrilópolis que fué ,
Antinoé, cocodrilos bizarramente paramentados, extiéndense feracísimos en los cuales se recogen
Egipto comarca
más
feráz;
mas
ello
se profesaba, teníase por tyfoniana,
nomos.
muy
pingües cosechas.
al
presente jardines y
La verdad
es
es que en virtud de la veneración
y no estaba continuada en al
que
al
cocodrilo
las listas sacerdotales
Strabon alababa ya sus olivares y las riquísimas aceitunas que los
y hoy mismo prosperan aún en dilatados plantíos,
campos
que no existe en
de los
mismos producían,
lado de limoneros, naranjos y
demás
COMERCIO DE HARINA CERCA DE BENI-SUEF
ostentan sus matizadas flores, de las y de innumerables rosales que una esencia más intensa y penetrante que la que se extrae en
frutales de la Delta,
cuales extraíase en otro tiempo el dia,
y cuya exportación en
millón de piastras.
La
los últimos
caña de azúcar,
años ha rendido un producto que no baja de medio algodón, todos los cereales de Egipto prodúcense
el
que las regiones del Favum, debiendo el país el nombre que lle\a, otras en ele\ábase cual del cercanías en las Moeris, lago al mar, del país significa en copto inmediaedades el famoso Laberinto con su célebre pirámide. Lepsius ha descubierto en las
admirablemente en
ciones de la aldea de
Hanara
los restos de esta maravilla del
mundo / Herodoto aseguia que
era superior á la descripción y que había exigido más trabajo y mayores dispendio» que juntos todos los monumentos de Grecia. Si se sube á la pirámide formada de adobes de un color gris polvoriento, cubiertos en otro tiempo de relucientes losas de granito, que al decii
de Strabon se levantaba en las ruinas
el
extremo
del Laberinto,
que se extienden á sus piés, se ve que
épocas se reunían con
el
rey los jefes de los
nomos
y desde aquella
el palacio
altura se
inmenso, en
del Egipto, afectaba la
el
contemplan
cual en ciertas
forma de herradura:
EL EGIPTO SUPERIOR
182
mas
á esto queda reducido lo que puede apreciarse, puesto que el centio \ el ala derecha del el sinnúmero de aposentos y cámara», casi del todo destruidos
edificio hállanse totalmente
y
arruinados, que se encuentran en la parte derecha, y que los habitantes de Haura juzgan abandonado bazar de una ciudad que en otro tiempo existió, construidos de miserables
adobes de barro, secados al sol, no permiten formar idea cabal de la construcción. Sólo restan algunas cámaras de piedra dura y contados fragmentos de grandes columnas con sus inscripciones, de las cuales se desprende que el Laberinto ,fué construido por Amenemha III, de la-
También habia
dinastía duodécima.
medir ción,
la
la aldea
el
gran receptáculo que conocemos con
el el
egipcia la inundación se expresa con la palabra meri,
virtud de la naturaleza especial de su obra, fué apellidado
mejor partido posible de
nombre de
más
tarde
la
inunda-
En lengua Amenemha, en
lago Moeris.
y por consiguiente el rey Meri, es decir,
inundación, llamándole los griegos Moeris por adoptación de meri á su idioma. Laberinto, que
obelisco
de Ebgig. Consagróse dicho soberano a
elevación del Nilo, rectificar su curso, y sacar
y abrió
un
erigido este rey, no léjos de Cocodrilópolis
cuyos restos vense derrumbados cerca de
ha tomado una significación por demás extraña
,
el
En
rey de la la palabra
Brugsch ha reco-
nocido un vocablo egipcio, Laperhunt, que quiere decir, templo de la embocadura del Lago.
Antes que tuviera lugar y á
la salida del
la
destrucción del lago Moeris, y de las esclusas colocadas á la entrada superficie mucho más considerable que la del
mismo, era posible regar una
Favum actual. Esto lo ve todo aquel que se aventura á cruzar las aguas saladas de Birket-elKurun para abordar las ruinas de Dimeh Ó cuando se ha visitado como nosotros en la punta ,
Sudoeste del lago, al
el
templo, perdido en pleno desierto, que data de la época romana, y lleva
nombre de Kasr-Karun. Este notable edificio se halla rodeado hasta gran humanas cisternas empalizadas para los vasos de arcilla de vidrio; pero la amarillenta arena que el viento arrastra ha
presente
el
distancia de innumerables restos de habitaciones
viñedos y
,
,
y
ahogado hace mucho tiempo
los
gérmenes de vida en estos lugares, pudiendo
decirse,
según
el
que Set ha alcanzado una gran victoria sobre Osíris. Medinet-el-Fayum, capital provincia, es una lindísima ciudad, en cuyas cercanías han sido descubiertas no pocas
estilo egipcio,
de la
romana ó de
curiosas antigüedades, especialmente de la época
los
primeros tiempos cristianos,
caballos y las chay recientemente un abundante depósito de papiro. Aquí dejamos nuestros lupas hábilmente dispuestas de los pescadores de Senhur, y tomamos de nuevo la vi a férrea.
Habíamos dejado navegación á
muy
la
dahabijeh en Vasta, de cuyo punto salimos para continuar nuestra
lo largo del Nilo.
Distinguimos á
lo léjos las
cerca de la cortadura por la cual se derrama por
amanecer
del dia siguiente
magnífica quinta ó
castillo,
población; pero no sentimos
á nuestro arraez
el
anclamos junto á propiedad del el
menor
la
Jetife,
el
pirámides de il-Lahun, situadas
oasis del
Favum
ribera de Beni-suef.
el
canal de José, y al
Existe en
que domina por completo
una
deseo de visitarlo, y por consiguiente sólo concedimos
tiempo indispensable para hacer provisión de harina. El mercado se
al puerto y las compras dan lugar á discusiones tan animadas partes contratantes defendieran mútuamente una cuestión de vida ó muerte.
celebra junto
ella
las casas de la
como
si
las
EL EGIPTO SUPERIOR Hase levantado un
vienteeillo del
desliza contra la corriente cual
montaña terio
oriental se
si
Norte que
infla la
marchara á impulsos
aproxima mucho á
la orilla,
183
amplia vela
latina, y la
del vapor.
En un
sitio
dahabijeh se
en
el
cual la
tuvimos ocasión de contemplar un monas-
que parecía suspendido de unas alturas abruptas y peñascosas: llevan éstas el nombre los pájaros, y por casualidad pudimos ver la inmensa
de Gebel-et-Teir, la montaña de
muchedumbre dé junto ala
orilla,
pelícanos y otras aves que permanecían sobre
ó revoloteaban sobre las aguas del Nilo.
su vuelo muchas de
ellas,
Mas hé
un banco de arena, situado
aquí que de pronto remontan
como asustadas por un acontecimiento
imprevisto, y no tardamos
ZAFRA
en distinguir sobre
las
aguas un hábil nadador que con robusto brazo hendía
halla salta al
la corriente.
El
cabo de breves instantes, y desnudo como se bote que llevamos á remolque, llamando nuestra atención sobre una cruz azul
vigoroso desconocido alcanza
picada en su brazo.
la
dahabijeh
al
Es un monje copto que nos reclama una limosna teniendo en cuenta que
pertenece á nuestra religión, y después de haberse metido en la boca la moneda de plata que Es éste un edificio le lanzamos, arrójase de nuevo al agua en demanda de su monasterio.
muy antiguo y sus habitantes se entregan con predilección al oficio de zapateros. Refiere la leyenda que los pájaros, bukir, se reúnen en las cercanías en cierto dia de fiesta, y uno en pos de otro introducen la cabeza en una hendidura de la peña, hasta tanto que uno de ellos
EL EGIPTO SUPERIOR
184
queda preso y colgado, en cuyo momento remontan su vuelo para no volver hasta el año siguiente. Los campos todos, especialmente los de la ribera izquierda, están cubiertos de
como los más fértiles de la Delta, y las numerosas chimeneas que desde la y aún más adentro, lanzan al aire sus espirales de humo, revelan que el hombre sabe explotar en provecho propio los pingües dones de la naturaleza; mas debe advertirse que espesa verdura orilla,
cuanto produce este suelo pertenece á uno solo: piedad del virey, y en
ellas se
al virev.
En
cultiva la caña de azúcar,
vapor, y cultivan y cosechan los felahes.
Los robustos
efecto, estas posesiones
tallos repletos
de azucarada sávia son
conducidos á las fábricas sobre vias férreas que atraviesan los campos, llegando ción,
según se
dice,
unos anos con otros, á
la recolección se llevan á dicho
la
suma
son pro-
que riegan poderosas bombas de
la
produc-
de cien mil quintales de azúcar. Durante
lugar los aldeanos todos de muchas leguas á
la
redonda, y
CASA DE BAÑOS
decimos se llevan, porque trabajo personal cual
si
si
bien es verdad que no se les obliga á prestar gratuitamente su
cumplieran una prestación
sino en virtud de reclutamiento cual
exentos, y
muchos echan mano de
que saben
leer y escribir.
No desembarcamos ojos; pero
Nido, pues
echamos
delante de
pié á tierra
si
no concurren por su propia voluntad,
esta razón, siquiera sea
ninguna de
las
De semejante muchas veces
servicio se hallan
simple excusa, los
grandes fábricas que pasaron ante nuestros
en Minieh, que es una de
deseábamos tomar un baño turco. En
residencia del mudir, veíase
,
fueran soldados.
las ciudades
más importantes
del
los alrededores del palacio del gobierno,
numerosa concurrencia, y supimos por Salekh que provenia Semejante noticia, con todo y prometer un espectáculo que
de estarse reclutando soldados.
nada habia de tener de agradable, fué motivo para que tratáramos de presenciarlo. Aquellos pobres muchachos de
piel
oscura, á quienes se estaba pasando revista, tenian un aspecto que
EL EGIPTO SUPERIOR
186
daba compasión, con sus miembros trémulos y sus labios abultados: mas el corazón se nos hizo pedazos cuando vimos las quejas y amargo llanto en que prorumpieron las mujeres ó individuos de la familia que habían
acompañado á
dores declararon apto para
el servicio.
»hermano,» «mi adorado
hijo,»
No
ciudad á un joven á quien los recluta-
la
parecía sino que ya
«mi esposo
«mi
del alma,»
le
«Mi pobre
lloraran muerto.
mi camello;» eran
sosten,
las
exclamaciones que escapaban á todos los labios, mezcladas con sollozos, suspiros, lamentos de dolor y actitudes verdaderamente teatrales con las cuales parecían querer desgarrar los negros velos que sus rostros ocultaban. La verdad es que de cada cinco reclutas, á duras penas
vuelve uno al país, y le
de una, madre se despide de su amado Benjamín convencida de que
más
El arraez Hussein, que permanecía á mi lado,
dirige el postrer adiós.
compasión aseguróme que rada con
que
la
les
la suerte
verme movido a
al
de esos muchachos era verdaderamente dichosa
compa-
cabía á los reclutas del tiempo de Mehemet-Alí, en cuya época eran
madera al cuello y cadenas en las manos, añadiéndonos que habia podido escapar al servicio; pero merced á haberse mutilado la mano. Observamos
llevados á las filas con cepos de él
después que muchos ancianos tenian uno ó
más dedos en
por habérselas cortado de un hachazo ó de un militar;
mas
este delito
los cuales faltaba
alguna falange,
á fin de no tener que acudir
tiro
al servicio
acabó por ser tan frecuente, que para evitarlo no sólo se impuso
á los que lo cometían el condigno castigo, sino que mutilados y todo incorporóseles á
un
regimiento.
Refrigerados y bien dispuestos dejamos el baño que nada deja que desear teniendo en cuenta que se trata de una ciudad de diez mil habitantes; recorrimos, guiados por el director, ,
que es un francés,
la
gran fábrica de azúcar que en
ojeada á los patios de las casas, exteriormente el
Sud.
ella tiene el virev;
sencillas,
numerosas cúpulas, situado detrás de la cual existen
paso una
viaje hácia
la
loma
roja,
Kom
siguiente á las playas de Beni-Hassan.
el—ahmar, junto á las
antiguas tumbas adornadas de cuadros; pero
desistimos de ello atentos á aprovechar la brisa favorable, con
Juzgamos
el
propósito de llegar á la
del caso consignar
Minieh, Mena-t, hallábase en otro tiempo situado en este punto; que decirlo,
al
Minieh entierran sus muertos en un cementerio magnífico,
los habitantes de
paredes de la cadena arábiga en
mañana
echamos
y seguimos nuestro
el-meitin, situada frente la ciudad,
Habríamos deseado desembarcar cerca de Zauiet
en cuyo punto lleno de
muy
trasplantado á la opuesta orilla; pero que,
fiel
fué,
que
si
el
antiguo
podemos
así
á su antiguo cementerio, traslada
todavía sus muertos al otro lado del Nilo.
Al rayar que con
el
el
alba Salekh nos despertó.
largo bastón, y con él varios llados,
atraídos
ancláramos, ante
gábamos á
La dahabijeh habia dejado
caer
el
ancla.
propósito de darse aires de guia, cosa aquí completamente inútil,
por la
el
Un
felah,
empuñaba un
muchachos negros con algunos asnos, de mala manera ensi-
aspecto de nuestro buque,
permanecian cerca
perspectiva de una ganancia probable.
través de los verdes campos, hácia la
del
sitio
en que
Pocos momentos después cabal-
montaña en cuya abrupta pendiente, como
otros tantos ojos desprovistos de pupilas, distinguíase
una
dilatada hilera de grutas vacías.
EL EGIPTO SUPERIOR Fresco es viendo los
impresiones. búfalo y
187
ambiente y de maravillosa pureza: el pecho se ensancha respirándolo y numerosos objetos que así á lo lejos como á corta distancia brindan con nuevas el
Un
labriego que utiliza para
un camello, nos
el
arado las desiguales fuerzas de tracción de un
pide al paso su bakhshish ya khaouaggeh: «una propina, caballero,
no obstante que nada absolutamente ha hecho en favor nuestro. La verdad es que
hemos
lo
»
menos
oido hoy veinte veces esta palabra de que tanto hablan todos los viajeros, y que tantas
veces ha llegado á nosotros desde
punto y hora en que pusimos
el
el pié
en Alejandría. Es
un vocablo de origen persa que significa presente, y así se aplica á las cien mil piastras que regala á un bajá un hombre de negocios, como á la roñosa moneda de cobre que se arroja ella
LABRADOR FELAH
al
pasar
al
humilde pordiosero. El botánico Pablo Ascherson, que acompañó á G. Rohlfs en
su viaje á través del desierto reflejo del
líbico,
pretende que
el
bakhshish no es más que un movimiento
aparato vocal egipcio, que se produce en
apercibe un extranjero, especialmente
punto justa; pero,
lo
es inglés.
he dicho ya en otro
meses que pasé entre relaciones, acabé por
si
los felahes,
sitio;
en todo
el
La
el
punto y hora en que
fama
indígena
durante una larga temporada de muchos
decurso de
la
convencerme de que no es meramente
dirigirnos esta palabra que tan mala
el
apreciación es ingeniosa y hasta cierto
tiene adquirida.
cual sólo con ellos sostuve
la codicia lo
Los
felahes
que
les
impulsa á
más miserables
están
EL EGIPTO SUPERIOR
188
profunda convicción de que valen mil orgullosos de la religión que profesan , y abrigan la distinguido de los .cristianos que van á su veces más á los ojos.de Dios, que el más rico y
una fortuna, llevando entre tanto una vida descansada y
país con el propósito de realizar
regalona.
Juzgándose
los elegidos
tratan como réprobo á todo aquel y favoritos del Señor, que no profesa
doctrina
la
del
Islam. El Coran
manda
á los cre-
yentes que se porten con dul-
zura y equidad los
unos respec-
to de los otros;
pero no reza una palabra en vircual
tud de la
deban respetar al
prójimo nada
más que por hombre que
:
ser
así es
ima-
el felah
ginaria cometer
un pecado imperdonable concediendo tranjero
al
ex-
no cre-
yente con quien se cruzara en su
camino, uno de esos bondadosos saludos que rebosan piedad religiosa.
De aquí que, generalmente, y sólo para no permanecer mudo, pero en manera alguna para solicitar una propina, pronuncie su bcikhshish al ver á un infiel, ya que por medio de semejante palabra revela espíritu en
general nada desea para
él,
pero
si
que se encuentra respecto
disposición
de
del extranjero.
En
la
su bendición puede proporcionarle algo que valga
la
pena,
hará ascos. Sus relaciones, y por consiguiente la expresión de sus sentimientos, modifícanse rápidamente en cuanto entabla relaciones de amistad con el europeo. Por lo que á nosotros toca podemos asegurar que, al presente, más que el bakhshish, llegan á
de seguro no
le
EL EGIPTO SUPERIOR nuestros oidos las bendiciones piadosas que
que no pertenece
Hemos
al
número de
dejado á
habitantes, que en otro tiempo alcanzaron
ruinas de una
si
bien
el
abandonada, cuyos
aldea
merecida fama de salteadores, se han hecho
inofensivos, después de haberse establecido hace largos años
á tierra, porque
rigor negar á todo aquel
los creyentes.
izquierda las casas en
la
189
musulmán debe en
el
camino que guia á
las grutas
más
cerca del rio.
nada tiene de
Echamos
pié
en cambio
corto, es
endiabladamente perverso. Cuando, hará como cincuenta años, recorría penosamente este mismo sendero el gran Champollion, tenia determinado no consagrar más allá de veinticuatro horas á Beni-Hassan, y sin embargo, dominado por
permaneció nada ménos que catorce descubrimiento; pues
si
Durante
pertenece,
le
atractivo de aquellas grutas, él
se debe su
bien es verdad que ántes habían sido visitadas y reconocidas por
otros europeos que de ellas habian hecho oportuna
importancia.
el
Sin exageración puede decirse que á
dias.
la infancia
mención
ninguno se habia
,
fijado
en su
de los estudios egiptológicos, cuya creación exclusivamente
error encontraba abiertas de par en par las puertas todas, y por consiguiente,
el
no hay para qué sorprenderse
si
al
describir estos célebres sepulcros, levó
mal nombres de
personas y de pueblos, y se equivocó de un modo lastimoso respecto de la época de los reyes citados en las inscripciones. A pesar de esto, dotado de ese golpe de vista superior que permite
genio penetrar hasta
al
para adivinar
el
monumentos: á
fondo de las cosas, y del tacto maravilloso, indispensable
el
lugar adonde se encamina, reconoció é indicó todo cuanto caracteriza tales
los sabios posteriores estaba reservado, sin
en su justo y positivo valer. Aun puesto de relieve el importante papel que en detalles
los pilares de
Beni-Hassan,
así
como
el
así, el
En
la
el
poner de relieve los
desarrollo del arte de construir
que tienen en
pinturas que se hallan en sus cámaras mortuorias.
examinemos
embargo,
nadie puede disputarle la gloria de haber
Y
la
desempeñan
historia de la civilización las
pues es esta coyuntura favorable,
cuestión con el detenimiento que requiere.
nuestra excursión
al través
de la necrópoli de
Memphis, hemos tenido ocasión de
examinar varias siringes grandes y pequeñas, con la circunstancia de ser todas ellas, casi sin excepción, más antiguas que las que al presente deben ocuparnos, remontándose la de la
mayor
parte de las
Jesucristo.
mismas
Pues bien,
á fines del cuarto y hasta á principios del tercer milenio ántes de
las inscripciones
nos revelan que los sepulcros de Beni-Hassan fueron
abiertos en la roca ó pintados sobre aparejo de estuco, por los príncipes hereditarios de la familia de la
Mah, enlazados con
el
tronco real, que ejercían sus funciones bajo los faraones de
duodécima dinastía (2354-2194): por consiguiente, existe una larga
terminación y dórico.
Ahora
el
comienzo de
los
más
antiguos
monumentos
bien: ¿es posible contemplar el templo de
sin recordar la semejanza
que existe entre
série de siglos entre
su
griegos conocidos, de estilo
Poestum y otros
edificios análogos,
y los sepulcros de Beni-Hassan? Cuando Champollion observó por vez primera el fuste poligonal, estriado ó acanalado, de
las
columnas cortadas en no
la
roca viva que sostienen los techos del vestíbulo y de las cámaras nombre de protodóricos ó antedóricos. Si ahora se tiene en
vaciló en darles el EGIPTO, TOMO II.
interiores,
ellos
A
g
EL EGIPTO SUPERIOR
190
cuenta que la época en que los helenos empezaron sus relaciones con el Egipto, coincide, con corta diferencia, con aquella en que fueron construidos los templos dóricos más antiguos, no
habrá gran
dificultad en
primitiva del
más
que, concediendo que el
suponer que aquellos encontraron en
sencillo,
y
Pero
ello es
griego no debió poner grave dificultad en fundir, con
un nuevo molde,
el arte griego,
las riberas del Nilo la idea
bello al par de sus órdenes arquitectónicos.
más
el libre espíritu
transcurso del tiempo y en
su ciego cariño hácia
el
las
formas tomadas del extranjero, los que, en
no querían convenir en que no fuese exclusivamente
hijo
consecuencias y ramificaciones y nada más que de dicho arte con todas sus cuanto estos pueblos produjeron, negábanse á reconocer el cercano parentesco existente entre las columnas dóricas v las columnas de Beni— Hassan. Para ellos era cosa inconcebible que del arte helénico,
t)
EL VALLE DEL NILO EN BENI-HASSAN
sus favoritos, ni en esto ni en cosa alguna se hubiesen inspirado en las obras de los bárbaros, ni siquiera en
el
detalle
más
insignificante,
sistemática opinión, que el griego, impresionable,
viniendo á resultar de semejante
inteligente
y dotado de singularísima
perspicacia y penetración vivísima, perdia tan preciosas cualidades al hallarse en país extranjero, y volvía á sus hogares no sólo romo de mollera sino también mudo y ciego. ¿Es esto
admisible?
No desconocemos
por un simple juego de
la
que podría explicarse por
la
identidad del espíritu
humano, ó
casualidad, la semejanza general existente entre las formas de las
columnas más modernas, cotejadas con
las de la
columna más antigua; pero Lepsius ha
demostrado con abundancia de razones, y con la sagacidad que le es propia, que si la formación y la significación de las partes, en las columnas egipcias, cuyo tipo más perfecto y
EL EGIPTO SUPEKIOE acabado se halla en tiempos
más
antiguos,
191
Beni— Hassan, pueden seguirse paso á paso desde
las pilastras de
los
columnas dóricas de forma análoga encierran determinados
las
elementos, cuyo sentido únicamente puede comprenderse, yendo á buscar su origen en las dilatadas
comarcas
del suelo egipcio.
Ateniéndonos, pues, que ha hecho de
al
precedente de Lepsius, y ajustándonos á la luminosa exposición haremos la debida distinción entre las construcciones
tales materias,
abiertas en la peña, que, por lo que al Egipto se refiere, tienen casi tanta importancia las
de los sepulcros, y las realizadas con piedras cortadas, cuyas formas son
ricas.
Para
empezaremos por retroceder á
ello
la
como mucho más
Memphis, en
necrópoli de
la cual
se
encuentran las grutas más antiguas, y observáremos desde luego que para el sosten de los techos sólo existen pilastras cuadradas muy sutiles, cuya forma y existencia son debidas al deseo de que penetrara hasta podía introducirse por
y cuarta cámara del sepulcro la luz que únicamente Para alcanzar semejante resultado, comenzóse por practicar
la tercera
la puerta.
huecos en los muros de separación, que servían de soporte, y con ello tomó la forma de pilastra la parte de la peña conservada, cuyo destino era evitar el hundimiento del techo,
muro
convirtiéndose en arquitrabe, merced á su continuidad, la porción de parte superior del hueco y
cantidad de luz posible en
arranque del techo.
el el
Más
huecos en
nuevas caras de lo
la
pared, no se continuaron hasta
la pilastra, convertida
De
elevada.
el
como en
el
esta suerte, conservando la tradición de la
La
abaco.
época en que
,
á fin de conservar en
un fragmento cuadrado en
la parte
forma antigua, obtúvose un
nuevo elemento de enlace, perfectamente apropiado, altamente armonioso,
la
arranque del arquitrabe las
en prisma de sección poligonal
posible el sello de originalidad, para lo cual se dejó
más
mayor
espacio situado en la parte posterior de las pilastras, indujo al
constructor á destruir los ángulos del soporte cuadrado, bien que, se practicaron los
existente entre la
tarde, la necesidad de tener la
significativo
naciente columna se desprende del ábaco de una
y no
manera
ménos
singular:
todas las caras sobre las cuales gravita, búllanse- ligeramente deprimidas, particularidad que
puede ya observarse, bien que de un modo aislado, en
las pilastras de
época primitiva.
Cortando ahora los ocho ángulos que resultaban de haber hecho desaparecer los cuatro primeros, obtúvose
La
la
columna de
diez y seis caras que
regularmente
encontramos también en Beni-
y seis caras que se cortaban en ángulo obtuso, y más aún, el deseo de ser sensible al ojo esta delicada división del fuste en diez y seis, unida al de establecer sobre esta parte, cuya forma adquiría incesantemente
Hassan.
dificultad práctica de igualar
las diez
mayor importancia, un juego más animado de idea de vaciar
como resultado
un tanto cada una de el
que
podemos ocuparnos en
los
las caras,
luz y de sombra, inspiraron finalmente la formando en ellas pequeñas canales que daban
ángulos obtusos se cambiaran en aristas
este lugar
en exponer con
la
extensión debida
muy el
pronunciadas.
No
por qué de no estar
escotados los faldones verticales que adornaban la cara anterior de las columnas, y de que continuaran unidos, á manera de un resto no modificado de la pilastra primitiva, recibiendo al
propio tiempo, sin inconveniente, una ornamentación de jeroglíficos: ni
la
razón de que
la
EL EGIPTO SUPERIOR
192
base circular reservada en la roca y que falta en la columna dórica, recordara el fuste surgiendo del suelo; pero aún así hemos dicho lo bastante para que se comprenda la manera cómo puede reconstituirse paso á paso, hasta en
más
sus detalles
insignificantes, el des-
envolvimiento de tales columnas.
En
construcciones de época posterior
ya, en Sais y en Tacolumnas imitadas de objetos del
hemos encontrado nis,
reino vegetal.
Salta á la vista que no
pueden haber tenido su origen en
los
sepulcros ó en los templos subterráneos.
COLUMNAS POLIGONALES DE BENI— HASSAN
los reyes de la
aislada las encon-
Sólo de una
manera
tramos en
interior de las grutas
el
siempre con posterioridad á
;
pero
época de
duodécima dinastía y en ningún caso mezcladas con las se presentan en las grutas, y nosotros hemos
podido examinarlas en uno de los sepulcros de Beni-Hasan,
han tenido vínculo alguno orgánico con templos abiertos en
la
roca.
al aire libre.
Como
los
las
COLUMNA
,
—
columnas poligonales. Cuando
orden ha crecido
la
de tronco de loto
— se observa desde luego que no
demás partes de arquitectura propia de
los
modelos vegetales á que debe su forma, semejante
Al principio
sirvió
para sostener los balcones y galerías de
esas casas de placer labradas con maderas y ladrillos de colores que servían de señores y potentados; más tarde, labradas en
morada
á los
,
piedra
han servido de soporte
,
al
arquitrabe
de los templos, á los cuales se deseaba
comu-
una duración eterna, en armonía con la naturaleza infinita de sus habitantes. Cuando
nicar
las
columnas poligonales intervienen en
el
afectan la forma
plan de
un templo, jamás
vegetal
pudiéndose deducir de su presencia
,
la existencia
anterior del edificio á que sirven
de adorno: han sobrevivido al período de los
Hvksos; pero ya no estaban en uso en tiempos de
la
décima octava
Las columnas imitación que sostienen
el
los
dinastía.
del tronco del loto,
techo de una de las grutas
de Beni-Hassan, caracterizan generalmente la
construcción realizada con materiales de
distinta naturaleza; pero COLUMNA CALICULADA DE RAMSES
en
ocupa han sido cortadas en
el
la
caso que nos
peña.
El fuste
COLUMNA DE TRONCOS DE PAPIRO
EL EGIPTO SUPERIOR
193
apea sobre una base circular, y se compone de cuatro troncos elegantemente redondeados, que se adelgazan en la parte superior y se ciñen, formando un hacecillo, sujetado en su
extremo por cinco dose, forman
fajas yuxtapuestas.
Los botones rehinchán-
y sostienen sobre sus extremos
capitel
el
pequeño ábaco que apénas traspasa
el límite
un
de aquellos. El otro
orden de columnas, imitación del tronco del papirus, presenta
una disposición análoga. Estas son también de origen antiguo: en
las cercanías del
plares,
Laberinto se han encontrado algunos ejem-
que remontan á
inundación
la
época de
Amenemha
Sus principales
Moeris.
,
III, el
rey de la
diferencias, respecto de las
precedentes, consisten en que los ocho tallos de que, por punto
compone
general, se
y cuyos cortes en arista viva se una sección trian-
el fuste,
hallan vueltos hácia el observador, tienen CAPITEL
gular semejante á la del papiro:
DECORADO CON MOTIVOS VEGETALES
está redondeada
hinchada
é
,
la parte
inmediata á
como sucede con
las
la
base
plantas
acuáticas, y envuelta en grandes hojas, semejantes á las que se desarrollan junto al cuello
de al
la raíz.
De en medio
de este
follaje
en haz por un número de cintas ó el
brota
paso que se eleva. Los extremos de los
pedúnculo, cortado en aristas
das,
ofrecen en su base
parecidas al cáliz de
No
siempre
fustes de
uno á
que se vá adelgazando más ó menos
de papiro que
lo
componen, hállanse atados
que varía de tres á cinco. Los botones que terminan
fajas
muy
el fuste,
tallos
pronuncia-
hojuelas puntiagudas,
una
se
flor, y forman el capitel. encuentran esculpidos los
otro extremo: frecuentemente
y
hasta por punto general, en las épocas bajas, su
origen se halla indicado tan sólo por lación
y
los follajes de la base, así
fajas de la parte superior.
Tampoco
la
estrangu-
como por
las
es cosa rara
encontrar sustituidos por otros de forma acampa-
nada, los capiteles de que ántes hemos hecho
mención
;
mas aún en
este caso
,
el artista
,
con
el
propósito de marcar el origen, ha rodeado la base
con una corona de sépalas, de entre
las cuales
y áun cuando no sean más que pintadas, tantos botones, tantas figuras distintas. El ábaco descansa en el brotan las
delicadas
matas
del
papiro;
centro de la superficie circular que termina la
VESTIBULO DEL SEPULCRO DE AMENI EX BEXI-HASSAX
campana en su parte superior. A las columnas de esta especie las distinguiremos con el nombre de caliculadas. En las épocas posteriores dichos capiteles y los á ellos análogos han EGIPTO, TOMO
II.
49
EL EGIPTO SUPERIOR
194
oinamentacion fastuosa, tomada de sido enriquecidos á porfía, por escultores y pintores, de plantas acuáticas que pululan en las aguas del Nilo: pero el arquitecto jamás se flores las
y ha apartado de
por
la idea primitiva,
lo
ménos hasta
del capitel el follaje
pero así
como
que
jamás
los helenos las aplicaron á la
dar de
Las
fajas
consiguiejite tienen
superior
en que nos ocupamos son indispensables en
la
una explicación natural: ¿qué explicación pueden
columna griega,
sostener que los helenos no han bebido poco ni
egipcio? Al paso que las encontremos en los templos, se diferencien de las
la parte
columna, ó á ceñir en derredor
columna
ó sea del anillo que las ha sustituido en la
ellas,
empeñan en
la
emplearon, y se comprende, en sus columnas estriadas, dórica, en la cual las encontramos en la parte superior
las
del fuste convertidas en anillos.
columna egipcia y por
punto de olvidar, en
Tales fajas no han escapado á la penetración de los griegos;
lo rodea.
los egipcios
el
que formaban
del fuste, las fajas destinadas á atar los tallos
que dejamos descritas, con
tal
mucho en
los sabios
que se
las fuentes del arte
daremos cuenta de
las
columnas que
que revelen su procedencia puramente
egipcia. Hemos seguido paso á paso el desenvolvimiento de las columnas propias de la arquitectura de los sepulcros, y demostrado al propio tiempo, que cuantas formas vegetales han empleado los arquitectos de este pueblo en las construcciones hechas con piedra labrada,
pertenecen sin excepción alguna á
la flora nilónica.
Al presente justo es que nos ocupemos en éstas en dos grupos, situados
muy
cerca
el
las siringes
uno
del otro.
Divídense
propiamente dichas.
El grupo del Norte encierra los
poderosa influencia
y entre ellos y especialmente, dos que ejercen Puede asegurarse que bastaria para ocupar por completo nuestra erpa ha atención, el pórtico que precede á las criptas que el monarca hereditario, Amenemha, llamado Ameni, se hizo labrar para dormir en ellas el sueño eterno. Dos bellas sepulcros
en
el
más
ánimo
interesantes,
del estudioso.
columnas octogonales sostienen lado opuesto descansa sobre la
cámara
funeraria.
Una
al
parecer la bóveda, cortada en la peña viva, que por
un muro
corrido, tajado en la
montaña, en cuyo
puerta coronada por la cornisa egipcia da acceso
al interior:
pueden observarse también cuatro columnas de diez y seis caras, elegantemente que sostienen las tres bóvedas ricamente esmaltadas de vivísimos colores. En plano, levántanse en
el
una hornacina,
interior de
labrar el sepulcro y de su consorte.
pozos destinados á las momias, que
Tampoco
hemos
se
las estatuas
el
interior se abre
estriadas, el
último
mutiladas del que hiciera
echan de ménos en estas sepulturas
tenido ocasión de ver en
los
Memphis. Hace mucho
tiempo que han sido devastadas y saqueadas; mas las figuras é inscripciones que cubren materialmente las paredes todas, y hasta las jambas de las puertas, lo mismo en el sepulcro de Ameni, que en el
nombre v
la vida
el
cercano de Chnum-hotep, hijo de Nehera, nos permiten conocer
de una familia importante, extinguida hace
más
de cuarenta siglos, con
tanta exactitud y tan copiosa riqueza de detalles, que de la mayor parte de los individuos que la constituyeron podríamos decir qué cargos desempeñaron; bajo qué reinado; cuya fue la
mujer que tomaron por esposa; qué grado de parentesco mediaba entre ambos; cuánto poseian y de lo que se componía su fortuna;
lo
que principalmente merecia su predilección;
EL EGIPTO SUPERIOR
196
á qué dias del calendario correspondian las fiestas que celebraban; á qué acontecimientos de
su existencia concedían
más
Pero en Beni-Hassan,
manera como dispusieron que se les enterrase. mismo que en Memphis, seria inútil buscar explicación alguna
importancia, y la
lo
respecto de las creencias que tenían los egipcios relativamente á los destinos ulteriores y alma en el otro mundo; pues sus inscripciones dicen únicamente relación á la
definitivos del
vida terrena y
al
Los nobles príncipes de Mah (conocidos por
enterramiento de los cuerpos.
Hermopolites por los griegos), hallábanse enlazados con los faraones por medio del matri-
monio
:
con los
los reyes á quienes servían,
Memphis, en
dinastía,
no residían
superior.
El primero de estos
en
Amenemha
el
bajo
y
Egipto,
los
sino
Usertesen de
la
en Tébas,
en
Amenemha, probablemente usurpó
el
duodécima el
Egipto
trono á la undécima
ESCENA DE ANIMALES, SACADA DE UN SEPULCRO EGIPCIO
dinastía, país,
que reinaba en
la
ciudad de
Amon, movido por
el
deseo de fomentar
cuya prosperidad interior se desenvolvió extraordinariamente, merced á
el
bien del
los cuidados
y á la sabiduría de sus sucesores. ¿Qué necesidad hay ahora de citar uno por uno los reyes que se sucedieron, los pueblos que sometieron á su dominio, las batallas que ganaron? Es
mismos, sea digno de mención: por lo ménos juzgamos que han de agradecérnoslo aquellos que estimen en algo conocer la manera cómo se fué desenvolviendo la civilización en esas edades remotísimas. Mucho existia, en este
preferible indicar todo aquello que, referente á los
concepto, que merece ser conocido, en la época que vio abrir los sepulcros de Beni-Hassan.
Los reyes de que une
el
la dinastía
Nilo
al
undécima habían establecido ya
mar Rojo, y por
el
Uadi
el
Hammamat
amplísimo camino internacional de nuestros dias, conduce desde
EL EGIPTO SUPERIOR Copies,
al
lugar que fué, andando
el
tiempo,
el
197
Puerto Blanco (Leukos Limen). Los
Majerofe se detenían principalmente en cinco lugares de parada, y los Faraones atendieron la necesidad de abrir grandes cisternas á orillas del camino. Las comunicaciones se
á
estableciei la
Etiopia
hemos
on con \
la costa
de Somalí y la Arabia meridional
;
explotáronse las minas de oro de
las de la península sinaítica; completóse la división del país en
indicado,
Amenemha
beneficio del riego.
Las
tuia, que logró dar con
III
nomos, y, según (Moeris) puso especial atención en proporcionar al país el
artes alcanzaron
un vuelo
extraordinario, especialmente la arquitec-
A este tiempo pertenecen fundación del gran santuario nacional de Tébas, el templo del Sol en Heliópolis, y el Labeiinto, destinado en un principio á sepulcro. También son de dicha época los primeros nuevos caminos para su desenvolvimiento.
la
INMIGRACION SEMÍTICA AL NOMO
colosales obeliscos.
que desplegaron en jeroglíficos
Las inscripciones labradas en
MAH
las canteras revelan la actividad prodigiosa
las construcciones los faraones de la dinastía
que se ven en
simplicidad extraordinaria,
los
monumentos que de
duodécima. El
esta época se
estilo
de los
conservan es de una
pudiéndose asegurar que no existe escultura alguna egipcia,
superior al fragmento de una estatua sentada de Usertesen
I cuya parte superior desgraciadamente se ha perdido. Fué descubierta en Tanis, y al presente excita la admiración de los inteligentes en el Museo de Berlin. El hombre que supo modelar aquella pierna derecha, era un artista en toda la extensión de la palabra. Cierto que los pintores carecían de la facultad
de reproducir los objetos tales cuales se ofrecen á
un punto determinado, de
la
mirada
,
,
cuando se
les
contempla desde
jamás supieron emplear en sus trabajos, como no sea dominación de los faraones, los principios más elementales de
suerte que
hasta los últimos tiempos de EGIPTO, TOMO II.
la
50
EL EGIPTO SUPERIOR
198 la perspectiva;
trazadas sobre el enlucido de los en cambio las innumerables figuras con que manejaban el con toda elocuencia la presteza y seguridad
mas
sepulcros, nos revelan
.
éxito con que, no obstante la escasez de recursos de y hasta el buen y rasgos característicos de los diferentes personajes. los que disponian, lograron reproducir acontece con otras muchas, se borran, las pinturas de Beni-Hassan, como
pincel,
la originalidad
Desgraciadamente
ennegrecen v destruyen á consecuencia del y viajeros con
los guias
estúpidos y culpables.
contorno;
nada
mas aún
así,
el
desprendido de las antorchas que encienden
humo
propósito de contemplarlas, y bajo la
De
la
inmensa mayoría de
las
mismas
mano
criminal de aficionados
sólo nos es dado contemplar el
no son en puede asegurarse que en expresión, en vida y en verdad, el cual estaba que hemos reproducido, que con el estuco sobre uno de un sepulcro, hallándose expuesto en el día en
inferiores al asunto
pintado, fué desprendido de las paredes
de los salones del
Museo
Británico.
Entre las miles de figuras que cubren las grutas de atención una de ellas que se ha conservado en el
Beni-Hassan, llama particularmente que se conoce de una familia de raza sepulcro de Chnum-hotep: es la primera representación la
FESTEJOS AGRÍCOLAS
Amon,
semítica,
que conducida por su príncipe Abscha
,
solicita
entrar en
el
nomo
o
recibe de éste, Chnum-hotep, acompañado de sus perros favoritos, al ver el precaución, de destituido completamente no recelo, y á los extranjeros con cierto los mismos le presenta de los extranjeros que, por lo que resulta de la lista que de
territorio de
Mah. El
jefe
número
su secretario, no baja de treinta y ojos (mestem, antimonio),
siete.
un macho
Los semitas traen como regalo un colirio para los una gacela. Los hombres van armados
cabrío montés y
sus manos el bonmerang, el arco, la de diferentes modos, pues se ven indistintamente en mujeres y niños á pié, y otros cargados el rompe cabezas. Forman parte de la tribu lanza
y los útiles y enseres para en sus asnos, que con otro que sigue al primero, conducen todos una lira para celebrar el éxito de tan venturosa tejer: un cantor pulsa las cuerdas de Los rasgos característicos de los semitas están de tal modo acentuados, que es inmigración.
imposible confundirlos con los de los egipcios. las paredes de los sepulcros,
diferencian de los
En
otros asuntos y escenas representados en los lidiadores algunos hombres que se
pueden distinguirse entre
demás por su
pelo rojo
y
la especial disposición
de su vestido, que
al
merece llamar parecer pertenecen también á la raza semítica. Pues bien, y esta coincidencia judíos que se distinguen por lo la atención, al presente existe en Egipto un gran número de
199
EL EGIPTO SUPERIOR rubio de su cabellera.
Semejante singularidad
,
que constituye excepción rarísima entre
los
árabes y los felahes, era motivo de horror para la muchedumbre en tiempo de los faraones, puesto que el rojo era el color de Seth (Tvphon), y los rubios y rojos, acaso por odio contra los intrusos de origen semítico, eran tenidos por typhonianos. Del propio modo que Abscha
y
los suyos, los extranjeros, sólo
Un
del valle sagrado.
mediante grandes precauciones, eran admitidos en
decreto del tiempo de Usertesen
III,
descubierto en
pasar la frontera hasta á los negros inofensivos del alto Xilo,
sus rebaños ó con obstante lo dicho,
fuera
acompañando
No
propósito de contratarse en clase de criados ó dependientes.
el
aislamiento absoluto de los tiempos
el
como no
el interior
Semneh, prohibia
veces durante los siglos en que nos estamos ocupando. refiere las aventuras de Sinah,
la
manera cómo atravesó
más
Un
antiguos, fue roto repetidas papiro del
Museo de
las líneas fortificadas
Berlin
que protegian
el
y Este de la Delta, después de lo cual marchó hácia Oriente, se estableció en Edom, alcanzó
la
mano
de la hija del príncipe que gobernaba en dicho país y acabó por regresar á Egipto
donde fué espléndidamente recibido por
el
faraón.
no sólo era cosa inaudita, sino también espantosa; sin embargo, los extranjeros que sólo aisladamente habian llegado á penetrar en el alto Egipto, los encontramos Pasar
al extranjero
ya en número extraordinario en Heracleópolitanos, con
la
las regiones
de
la
Delta, con posterioridad al reinado de los
circunstancia de que no sólo tenian monopolizado
el
comercio de
que crecieron en número, y de un modo casi prodigioso, al compás que fueron desapareciendo los rigores y precauciones que en lo antiguo pesaron sobre ellos. La dinastía duodécima acabó por una mujer, Sebek-Nefrura: el primer príncipe los puertos del Mediterráneo, sino
de
la
con
décimatercia adquirió al parecer su derecho y su legitimidad, mediante haberse unido en matrimonio. Durante su reinado, el bajo Egipto, en el cual abundaban extraor-
ella
dinariamente los semitas, cayó bajo
el
dominio de
los
Hyksos, que impelidos por
los
pueblos
procedentes del interior del Asia, destruyeron los reductos y las guarniciones que tenian á su cuidado vigilar las fronteras del imperio faraónico y acaso fueron recibidos como libertadores
por las gentes de
la
misma
raza que habitaban en las comarcas de la Delta,
á caballo: con anterioridad á obras monumentales
la
en cambio es por toda manera prodigioso
:
\ mieron á
el
número de
lo& corceles
pura raza que se contemplan en aquellos que fueron erigidos con posterioridad á de su expulsión. En Beni— Hassan existen muchas tumbas que se distinguen por extraordinaria, hasta
el
pié
y
época de su aparición, no se habia visto caballo alguno en las
punto de ser sorprendente, de los animales en
ella
de
la
época
la
masa
representados,
inútil buscar en las mismas un solo caballo. Éste es el amigo del soldado, época á que nos referimos, todo respira paz; cuanto conocemos relati\ amente á armas, está poco menos que completamente desprovisto de importancia. En el mero hecho de haberse considerado cosa verdaderamente extraordinaria el haber puesto en pié de guerra
v
sin
v en
embargo, seria la
cuatrocientos hombres, se comprenderá que no se conocía
más aún, nomos, y
la
el
el espíritu
belicoso en el país:
hay
y religiosa que tenia divididos y caracterizaba cada uno de los poderío de los príncipes de cada provincia, eran obstáculo poderosísimo para
autonomía
política
EL EGIPTO SUPERIOR
200
que
los faraones levantaran
un
ejército
formado de regiones
diferentes
de
las
su
imperio. Así se explica que la
mano
del
hombre
del
pueblo se encalleciera, no
empuñando
la
lanza,
sino
guiando
carreta ó
ma-
la
LAVANDERAS. TEJEDORAS É HILANDERAS CON SUS VIGILANTES
nejando los útiles y enseres de su oficio. No se vaya á creer, sin embargo, que no fuesen conocidas en dicha época las artes de la guerra: existia
un
de militares cobardes.
Con todo
en Beni-Hassan encontramos soldados,
ejército egipcio, y
un asedio de una pequeña ciudad,
instrumentos bélicos y hasta
la fabricación de
esto,
el castigo
escenas relativas á la faenas agrícolas son diez
las
veces
más numerosas. El sembrador sigue
al
labrador
que guia su yunta, y la semilla se entierra bajo suelo humedecido por el
agua de
como
el
inundación, no
la
Herodoto
dice
por
medio de cerdos, sino valiéndose de rebaños de cabras.
Llegado
la siega, la
el
tiempo de
espiga se separa
del tallo por
medio de
la
hoz
y el lino es arrancado. Los bueyes trillan el grano, la DECORACION DEL MURO DE UN SEPULCRO
cosecha bendecida del año se
guarda en
las
trojes,
por los
es registrada
pleados de la
y
em-
administra-
mismo modo que producto de los numero-
ción, del el
sos rebaños.
Cada uno de
los escribientes se halla re-
presentado con
el
¡1
punzón y
lllüllllíllltllllllílllilllll
la
hoja de papiro.
época alguna tigo
No
existe
—
y son tesde ello los escritos que á
1 ¡II
1 11
ImlillllllillMl
!¡
1 1
i
lililí
l
DECORACION DEL MURO DE UN SEPULCRO
la
misma
pertenecen,
y que se han conservado hasta nuestros dias, de una decoración del muro de un sepulcro
manera maravillosa, en
los papiros
más
antiguos que
EL EGIPTO SUPEEIOK se conocen,
mayor
— no
habilidad.
existe época alguna en
Junto á
que se manejara
la
magnates existían jardines en que
las casas de los
árboles frutales ya aislados ya en espaldera: las
madera y pintadas de
201
pluma con más destreza y se cultivaban los
mismas casas construidas de
ladrillos
y
colores brillantes, con galerías y almacenes, encerraban habitaciones
espléndidas, adornadas con muebles, vasos y otros objetos, de trabajo y hechura exquisitos. Los perros, desde el lebrel enjuto y rabilargo, hasta el pachón patizambo y rechoncho, lo
mismo que los gatos, se consideran verdaderos amigos de la familia: vense también monos que sirven de diversión, y enanos que hacen oficio de bufones. En la cocina se mata, se asa y se cuece. Los mayordomos deben ejercer su vigilancia sobro numerosos dependientes, porque
como en
otro tiempo los
vasallos al
los señores del
nomo
de
Mah,
nobles de Memphis, tienen muchísimos
destinados
desempeño de
dife-
rentes menesteres y
Carpinteros
oficios.
y constructores de buques derriban y labran
árboles
los
más robustos
:
aquí
podemos contemplar al
ebanista,
al
allí
constructor de carros,
más
allá al
es-
cultor, al picapedrero
,
pintor
al
ó
iluminador ocupados
en
sus
tareas, DECORACION PINTADA SOBRE EL MURO DE UN SEPULCRO EN SAHARA
de su
oficio
,
respectivas
en tanto que
-n el ladrillero
amasa
PILASTRA ESCULPIDA DEL TEMPLO DE KARNAK
el
barro con la planta de sus piés,
el alfarero
atiende á los productos
procurando que resulten elegantemente torneados y cocidos á conciencia, y
el
vidriero sopla, valiéndose de la caña, los frágiles frascos y redomillas á mil usos distintos
destinados.
El curtidor y el zapatero trabajan en sus respectivos oficios y las criadas no se tareas, que desempeñan en el interior de los aposentos destinados á las
duermen en sus
mujeres, vigiladas como están por hombres cuya obesidad denuncia que pertenecen á
la clase
de los eunucos.
En
los trajes de los inmigrantes semitas de
que ántes hemos hablado, pueden observarse
elegantes motivos de ornamentación; pero los egipcios no son inferiores á los asiáticos en lo
que se
refiere á las artes del tejido
EGIPTO,
TOMO
II.
y de
la tintorería.
Ya
en los cuadros primitivos de r.
T
202
EL EGIPTO SUPERIOR
-
Meidom
se encuentran tejidos variados, de colores
pié para
suponer que
el arte,
y motivos encantadores, y esto nos da
atribuido por Plinio á los egipcios, de sumergir en ciertos
líquidos estofas, lisas en apariencia, apareciendo cubiertas de adornos
sacaba de
remotísima.
maestros en
el
ménos para sostener que desde
y dibujos cuando se
las
del Nilo desde esa época
los
primeros tiempos de su civilización fueron
y confirma al par la opinión de Samper, relativa a que el trabajar las primeras materias de sus artes respectivas, sin más
arte de tejer,
el alfarero, al
y
márgenes
El exámen de los adornos coloridos de que dejamos hecha mención, nos
autoriza por lo
tejedor
era ya conocido y practicado en las
ellos,
elementos que los procedimientos técnicos, lograron obtener formas, dibujos y figuras cuya
más fecunda
aplicación
é importante
debe verse en
el arte
Las cámaras
de la ornamentación.
sepulcrales, desnudas y desprovistas de toda decoración arquitectónica,
no tienen más adorno
en su techo y en sus paredes que los motivos que ofrecemos á la consideración del lector, podian indudablemente ser aplicados en la fabricación de tejidos: no se necesita
los cuales
más para convencernos del lápiz ó del pincel,
hasta la evidencia de que al trasportarlas sobre
no se había tenido más mira que
la
de alcanzar
el
enlucido por medio de una sala
el efecto
cubierta de tapices, semejante á las que se encontraban
en todos
de
Como
los palacios del antiguo Oriente.
de tejer es indudablemente la arquitectura
,
puede
mucho más
muy
el
bien asegurarse que tales
ornamentaciones no han pasado desde estofas sino de éstas á aquellos.
el arte
antiguo que
las figuras corresponden regularmente,
muros á
los
Añádase á
lo dicho,
las
que
según todo parece
indicarlo, á la disposición de los hilos, y
comparándose
los dibujos primitivos de que estamos hablando, con los
motivos que ofrecen en sus artefactos nuestros industriales, se verá que los egipcios no tendrían
por qué sonrojarse de las
obras que
producian hace
más
de seis mil
años.
Considérense también los adornos campaniformes esculpidos en las pilastras del templo de
Karnak y
la pintura,
mucho más antigua
sin
duda alguna, que hemos reproducido en
y podremos convencernos, por vista de ojos, de que la ornamentación inventada tejedor y la empleada por el pintor, han sido motivo de inspiración para el escultor y el
otro sitio,
por
el
arquitecto que la
han trasladado á
las pilastras.
Antonio Springer ha llamado á
los
motivos
de ornamentación los verdaderos incunables del arte; y añade que éste no ha resultado de la lucha por la existencia, sino de la satisfacion que se experimenta en el mero hecho de vivir.
Por
lo
que á nosotros
toca,
podemos asegurar que nunca, como durante nuestra
cámaras funerarias de Beni-Hassan, hemos comprendido
la
encierra. Todo, todo revela en dichas construcciones á los
muertos consagradas,
turanza,
el
bienestar, la calma
visita á las
verdad que en tales palabras se la
bienaven-
dulcísima que se gozaban en los tiempos en que fueron
labradas esas tumbas cuidadosamente coloridas, y cuya antigüedad se remonta á aquella época en que la arquitectura creó uno de sus más importantes elementos: la columna
203
EL EGIPTO SUPERIOR debidamente proporcionada. ¿Se quiere una prueba de
lo
que venimos diciendo, respecto de
reproducidos estos envidiables paz y bienestar? Pues fíjese la mirada en los diferentes asuntos en dichas cámaras. La magnitud de las uvas que, lanzando al aire alegres cantos, separa el
viñador de las pomposas cepas que crecen en ringleras apretadas, revela
la riqueza
y
la
uva, y prensada ésta, y llenas las tinajas, se colocan en los graneros debidamente aereados, pues las bodegas son
abundancia. El mosto sale copioso debajo los pies del que pisa
demasiado calientes en Egipto. Acompaña
la
la
voz de los cantores
el
son del arpa y
de la
el
ñauta, en tanto que los presentes, cual pudiéramos hacerlo nosotros mismos, acompañan la
música batiendo
las
manos
á compás.
La juventud
la
danza
desarrolla sus fuerzas por
medio
se entrega al placer
de
VALLE DE SPEOS ARTEMIDOS
ejecutada según todas las reglas del arte.
La
gente
moza
de juegos atléticos y de destreza y habilidad, y nos es dado contemplar á las gentes de aquellas remotas edades, ocupándose en esos que hoy llamamos ejercicios malabares, con tanta perfección
como
el
más
diestro de los
la gallina ciega, todos los juegos
clowns de nuestros
circos.
Las damas,
vemos reproducidos en esas paredes, con
la
morra,
tanta profusión,
que Minutoli ha podido formar con los mismos una obra especial, y cual si esto no bastara dicha, propia de los tiempos de la edad de oro, las giras
aún para demostrar esa plácida
campestres, y las alegres partidas de caza y pesca, acaban de demostrar la regocijada alegría que se gozaba en las márgenes del Xilo. Acaso podría suponerse que esta ventura la disfrutaban únicamente los potentados y magnates que ocuparon
un
dia estos sepulcros;
mas
)
EL EGIPTO SUPERIOR
204
áun cuando
principalmente la sentían, alcanzábales también á las clases ménos acomose desprende de las al interés que por ellas se tomaban los señores. Así
ellos
dadas, merced
numerosas inscripciones en que éstos se alaban de haber practicado los deberes de la humanidad. El venerable Ameni, á quien pertenece la primera de las tumbas que hemos el afecto de toda la visitado, dice de sí mismo que fué un señor bondadoso y que mereció ciudad: que á nadie hizo daño ni siquiera al hijo de un hombre de la plebe: que no había despojado al desvalido, ni tomado sus dependientes á un pobre diablo,
la viuda, ni
oprimido á
un señor de
cinco manos, para emplearlos en trabajos públicos: que en su tiempo
hombre alguno desgraciado, pues no
se
acaso ésta se dejó sentir, cultivó todas las tierras del
y del Sur
no hubo
experimentaron los suplicios del hambre, y
nomo
Mah
de
por
si
hasta sus límites del Norte
Nilo y el desierto constituían los límites por el Este y el Oeste): que dió frutos á los habitantes y les proporcionó alimentos, de manera que no hubo uno solo que experimentara los rigores del
(el
fse-anch
hambre, hasta la
el
punto de que
viuda no pudo echar de ménos
la falta
de su difunto marido,
pues no hubo distinción para hacer los repartos entre rico y pobre, poderoso y desvalido.
Dar de comer
al
hambriento,
dar de beber al sediento, vestir al
desnudo, constituyen
xima cia.
la
má-
principal de la moral egip-
Ésta se encuentra reprodu-
cida incesantemente, y según parece, en la época á que nos referimos, no se contentaban con predicarla, sino que la practicaban sin cesar.
En
las
tumbas de Beni-Hassan no vemos nada, ó por
refiera á la muerte; pero
en cambio podemos
asistir
entierros y á la conducción del cadáver hácia la
de que nos ocuparemos
más
como
tumba de
lo
ménos
existe
testigos á las
Osiris,
muy
poco que se
ceremonias de los
en Abydos. Asunto es éste
adelante.
En ambas orillas del Nilo se encuentran numerosos sepulcros abiertos en la calcárea de la No pretendemos que el lector nos acompañe en semejante visita: pues sabemos por
montaña.
experiencia, que las repeticiones acaban por causar fastidio, y que sólo
el
estudioso puede
encontrar nuevos elementos para sus observaciones, en lo que á primera vista no son
que reproducciones de
lo
ya conocido.
Cuanto más se
fija
más
en los detalles, mejores resultados
alcanza respecto de los fines que se propuso obtener: su misión se reduce á hacer prove-
chosas las enseñanzas que ha adquirido, examinando, á veces sin resultado positivo, uno
y otro documento: el lector es el que se aprovecha de tales resultados. Por nuestra parte no tenemos intento de ofrecerle una historia completa de la civilización egipcia:
EL preferimos, cual
si
EG-IPTO SUPERIOR
205
fuera uno de nuestros compañeros de viaje, enseñarle los
monumentos
en los lugares mismos en que se encuentran, y mostrarle la manera como el reino de después de una juventud tranquila y feliz, transcurrida en un aislamiento,
los faraones,
durante
el
cual bastóse á
mismo, y ocupado en
sí
según nos revelan elocuentemente
las pinturas de
educación de sus facultades íntimas,
la
Memphis y
de Beni-Hassan, después de
algunos siglos de opresión, irguióse repentinamente cual resorte poderosísimo que se siente descargado del duro peso que
oprimía, y merced á una sacudida poderosa, alcanzó
le
fuerza indispensable para dejar sumidos en las
En Tanis hemos encontrado
sombras
demás imperios
á los
la
mundo.
del
á los descendientes de aquellos extranjeros que conquistaron
el
Egipto; en Tébas tendremos ocasión de admirar la época brillante de la historia faraónica:
al
presente continuaremos nuestro viaje hácia Siut-Lykopolis, donde se encuentran vivos
los recuerdos
contemporáneos de
los desgraciados príncipes,
Nilo se vió invadido por los Hyksos.
importantísimos los
monumentos
mismos cuando refiramos
para
ello al placer
Como tenemos un
sin detenernos ni
bajo los cuales
prisa para llegar,
el
valle
solo instante, reservándonos hablar de
de su fundador; siquiera tengamos que renunciar
la historia
que experimentaríamos, realizando con nuestros compañeros una excursión
á través del valle pintoresco que se abre á una hora de distancia de Beni-Hassan, en se encuentran las grutas consagradas á la diosa Pacht ó Sekhet.
con
nombre de «Pacht
el
la
ha trabado va relaciones con en que se
le
grande,
en
el
prestaba culto en
el
las
cuevas á
tiempo no pocas momias de gato.
ha
En
el
cual
este país es conocida
su templo de roca.» El lector visitado en Bubastis,
el
lugar
bajo Egipto, y contemplado las estatuas con cabeza de
Los griegos
nombre de Speos Artemidos
montaña y para
la
dama de Seth en
la
esta divinidad primitiva^
gata ó de leona, que la representan.
donde nació
del
pasamos delante de
le
dieron
el
nombre de Artemisa, de
ó gruta de Artemisa para
el
santuario abierto
próximas, en las cuales fueron halladas en otro
ella
En
,
época en que Champollion
la
visitó estos
lugares,
un verdadero cementerio de perros y gatos. Si adelantamos hácia el Sur, encontraremos esparcidos en uno de los más hermosos bosques de palmeras que puedan enconexistia
trarse en todo el Egipto, los insignificantes restos de la ciudad de Antinoe,
Adriano, sobre eligiera
el
el fiel bitinio,
desgracia el
erigir
en que se levantara
antigua Besa, y en
la
para sacrificarse en su obsequio su favorito
más
César
el
el
fundada por
punto mismo que
Un
hermoso Antinoo.
oráculo
César que estaba amenazado de experimentar una pérdida inmensa, y para que se realizara la predicción, y á fin de librar á su señor de una
había anunciado
que
sitio
al
intensa, se precipitó en
le llorara
el
amargamente: que
numerosas estatuas hasta bajo
la
Nilo. le
Teniendo esto en cuenta, no se extrañará
elevara á la categoría de héroe y que
forma de conocidas divinidades. Más
encontramos en El-Berslieh un sepulcro en
el
cual se halla
al
le
mandara
Sur todavía,
representada la traslación
de un coloso: nos proponemos hablar de ello cuando nos ocupemos en las estatuas gigantescas
de Tébas.
Junto á Tell
el
Amarna, nos embarcamos
de nuevo á bordo de la
dahabijeh, pero no sin haber visitado ántes los cimientos de edificios inmensos que el tiempo EGIPTO, TOMO II. ^2
EL EGIPTO SUPERIOR
206
ha barrido de
la
superficie
de la tierra.
Formaban
reformador Chu en-Aten (Amenophis IV), con
el
parte de la residencia del decidido
cual trabaremos
más
íntimas relaciones
en Karnak, y cuyos cortesanos se hicieron enterrar en sepulcros cubiertos de
más
curiosas y originales.
las pinturas
G
I
PT O
Cambista en EsnĂŠh
HASTA TÉBAS a dahabijeh hiende silenciosa riente
que se
la
rápida cor-
estrella contra sus costados.
en los tiempos de Herodoto, Norte hinchaba, durante del barquichuelo
como entonces
el
el
el
Ya
viento del
invierno, las velas
que remontaba
el rio, y hoy Aquilón, hasta mediados de
febrero,
empuja hácia
viajero.
Hasta Monfalut,
el
Sur
el
buque
del
territorio al cual el
Xilo ha arrebatado con frecuencia porcio-
nes considerables, hemos pasado
la
mavor
parte del tiempo sobre cubierta, ganosos de
contemplar
el
pintoresco
que sirviendo de límite en tanto que en patos silvestres.
huéspedes del
el
panorama que
al rio,
resulta de la proximidad de la cordillera arábiga,
ve bañado su pié por las aguas que por su lecho discurren,
seno de sus numerosas hendiduras da abrigo á las golondrinas y á los el invierno, retornan á su patria occidental los alados
Cuando terminado
valle del Xilo,
rompen
de los que regocijados entonan
el
el
majestuoso silencio del lugar, los gorjeos v graznidos
canto de despedida, que al precipitarse en raudo vuelo
HASTA TEBAS
208
contra los peñascos, y al desaparecer instantáneamente cual si se hubiesen anonadado, ó los hubiesen tragado las rocas, no parece sino que son vagos espíritus en forma de aves
y
paj arillos.
Hasta Siut pilotos y marineros deben estar incesantemente ojo alerta para no estrellarse
de los innumerables recodos
contra alguno del rio,
no existiendo en todo
mismo, desde
más
el
el
trayecto del
Cairo hasta la catarata, lugar
peligroso que éste, á consecuencia de lo
acantilado de las costas en
por Abu-Foda.
Un
el
punto conocido
arraez que sepa su obli-
gación jamás atravesará de noche un
como inconstantes y sé despiertan de improviso.
este, en
que
las brisas
Nuestro capitán Hussein nos
sitio
son por demás
referia la historia
de varias embarcaciones que se habian estrellado contra los peñascos de Abu-Foda, y entre ellas la
de
un arraez presuntuoso que habiendo apostado en Boulak que
doblaría sin incon-
veniente la peligrosa montaña, que pretendía conocer al dedillo, perdió todo cuanto tenia;
pues áun cuando su buque iba cargado de hierro, fué sorprendido por un verdadero remolino
HASTA TEBAS
210
al sitio temeroso y arrastrado por él fué á estrellarse contra la temible montaña. Completamente arruinado y sin más bienes que el bastón del pordiosero, volvió á su patria diciendo con lágrimas en los ojos: «Sólo ahora es cuando te conozco, montaña de Abu-
junto
Foda;» palabras que se conservan como expresión proverbial entre
La temerosa montaña
se inclina paulatinamente hácia
el
los
marineros del Nilo.
Sur: en dicho punto y poco ántes
de haber llegado á Monfalut, aldea insignificante, habitada por felahes, y situada cabe
abandonamos
la
practicada en la roca, en la cima de la colina desnuda: los felahes que nos ofrecieron el auxilio de sus
oscura caverna.
La
el rio,
Apénas desembarcados nos detuvimos delante de una abertura
dahabijeh.
manos, y con semejante ayuda descendimos
respiración se hacia
muy
difícil
acompañaban nos de una
al interior
en su interior, pues
el aire se
fuertemente impregnado de un intenso olor á pez y resina; los aposentos de
hallaba
misma eran
la
sofocantes, polvorientos y poco ventilados: las antorchas des-
pedían una luz amortiguada y vacilante y
el pié
tropezaba en
cuerpos extraños.
Nos hallábamos en
la célebre
catacumba de
los cocodrilos
Estábamos como sumergidos en un monton de
de Maabde.
inmundicias, de esqueletos de animales, de osamentas, fajas de
momias hechas pedazos, de fragmentos
de pez.
reconocíamos los desmesurados cuerpos de cocodrilos balsamados;
allí
momias humanas; más
allá
em-
pedazos de oro
que nuestro pié acababa de poner
brillante aún,
de
Aquí
al
descubierto
en medio del polvo en que yacía enterrado, y contra el cual, en distintas direcciones, reflejábase la luz de nuestras antorchas. COCODRILO COLGADO SOBRE LA PUERTA DE UNA CASA
biertos de
¿Nos encontrábamos acaso en
la
caverna de un mago,
cuyos tesoros estaban confiados á monstruos espantables?
Inclinémonos
,
y pudimos descubrir numerosos cráneos cuegipcios que se
una capa de oro nada tenue, y brazos y piernas de antiguos
hicieron enterrar en la caverna de los cocodrilos sabe Dios por qué. ¿Han sido acaso dichas momias sepultadas por sus descendientes en esta caverna de difícil acceso, y rodeada de un terror religioso, con ánimo de ponerlas á cubierto de toda profanación en tiempos borras-
cosos y difíciles? El animal consagrado á Seth-Typhon ¿habia merecido un culto particular,
había sido alimentado cuidadosamente en vida, y sepultado sin reparar en gastos, después de muerto, en esta mansión de los vientos peligrosos? Como cuanto existe en la naturaleza de repulsivo y destructor, pertenecen á
Typhon
la aridez
y
la
tempestad, y sabemos que en
varias comarcas de Egipto se tributaban los honores debidos á los animales sagrados, al
saurio voraz y gigantesco. Al presente apénas si se encuentra un cocodrilo en las cercanías de esta caverna; mas no hace mucho tiempo podían contemplarse algunos de dichos animales al pié
de Abu-Foda.
Los buques de vapor
no obstante, en 18/1, sin
ir
más
lejos, el
los
empujan paulatinamente hácia
el
Sur; pero esto
conde de Ducie cogió en estos mismos lugares uno
HASTA TEBAS de ellos, que
no medía ménos de
catorce piés.
Muchos de
211 los
innumerables cocodrilos que
sacian enteizados en estas cámaras, han sido transportados al Cairo para ser vendidos á los euiopeos, ó colgados sobre la puerta de las casas á manera de talismán. La sima de Maabde enciena acaso toda\ ía más de un tesoro de los tiempos antiguos: ello es que el primero que, venciendo los incom ementes que la visita ofrece, penetró en sus vastos aposentos, el cónsul de Inglaterra Harris, encontró en ella un fragmento de Homero escrito sobre papiro. Remontando siempre hácia el Sur, encontramos los primeros individuos de una nueva especie de
árboles,
primeramente aislados, después más numerosos,
íbamos aproximando
á
la catarata: la
palmera
Dum, Hyphaena
al
paso que nos
Thebaica, cuyo dominio
DATILERA Y PALMERA DUM
propio empieza cerca de Kene.
Así como
el
tronco de la datilera termina con un penacho
único, pero espléndido, formado de hojas elegantemente encorvadas, bajo las cuales se desen-
vuelven en grandes racimos las flores y los frutos, el tronco de la palmera dum, sin alcanzar en tiempo alguno más que mediana elevación, se divide en ramas adornadas de hojas en forma de abanico y cargadas de nueces que adquieren el tamaño de un huevo de pato. Dicho árbol es sumamente útil, pues de él puede decirse con toda exactitud que no tiene desperdicio: la madera se emplea para obras de ebanistería; la almendra que encierra el fruto se
puede comer, pues es
muy
sabrosa, teniendo
el gusto de una pasta azucarada; las cáscaras de para la fabricación de botones y otros objetos análogos; las hojas las emplean los felahes para cubrir el techo de sus chozas, y la corteza que se
la
nuez se emplean por
los torneros
HASTA TEBAS
9 12
desprende del tronco es hacerse.
hasta
el
muv
La zona de dicho
estimada por las muchos aplicaciones que de
árbol se extiende hacia
el
Sur más
allá
pueden
ello
de las íionteias del Egipto
centro del África ecuatorial, donde crece en abundancia, formando bosques inmensos.
Alas ya se distinguen sobre la orilla occidental del Nilo los alminares de la populosa Siut, en la cual
empieza
el Sa’id
propiamente dicho ó
alto
Egipto, y detrás de ellos los
últimos contrafuertes de la
cadena trar
líbica.
Antes de pene-
en el-Homra, que es
puerto de Siut,
el
Nilo se
el
retuerce en curvas tan gra-
que
ciosas y pronunciadas,
unas veces se cree tener á izquierda
la
la
misma montaña
que poco antes se ha distinguido á
la
derecha.
Hénos
llegados al término del viaje
que nos propusimos
realizar.
Desembarcamos entre dos buques de vapor, en medio de
numerosas lanchas, delante de
un
j
ardin plantado de pal-
meras:
rechazamos
de
los
costados de la dahabijeh los
vendedores de pipas, de jas
que
tina-
v de objetos de cerámica se
fabrican
aquí
con
suma,
según
los
habilidad
modelos más acabados: ca-
balgamos sobre
los
mejores
asnos dispuestos para conducir á los extranjeros, y de-
jando á
gobierno, nos dirigimos hácia la ciudad á lo largo de
sicómoros.
la
espalda los gran-
des edificios erigidos por
patio de u.na casa en siut
el
un camino sombreado por frondoso»
El bazar es largo y ricamente dispuesto: la gente pulula en él, pues estamos en Siut, y esta circunstancia ha atraido á los campesinos que
domingo, dia de mercado en
acuden en busca de provisiones á esta ciudad, que no cuenta menos de treinta mil almas. cabe desconocer que
pero quien conoce
lo
el
No
europeo tiene no poco que estudiar en esta abigarrada muchedumbre?
más, conoce
lo
menos, y
la
animación de
las calles del Cairo está tan
i
HASTA TEBAS
214
en nuestro, memoria, que no sobemos fijar lo otencion en lo& ciudadanos, los lobiie penetremos en el interior de sus gos, los beduinos y los vendedores que nos inviton poro que diminutos tiendas. en los euoles podemos encontror variedad inmenso de objetos lindísimos, v víx ciún
especiolmente bordodos sobre
tofilete
y terciopelo fobricodos en
lo poblocion.
Poi nuestro
porte sólo lo "rom os apartarnos de lo tentocion fijondonos en los nue\os construcciones que
nuestros miradas, y en ciertos patios de amplitud y riqueza sorprendentes, sobre comparan con la miserable fachada de ladrillos que tiene en la calle la
otroen
todo cuando se
casa de que forman parte. Penetramos en un baño de buena apariencia con el objeto de hacernos refrigerar á fuerza de malos tratamientos, como es de cajón en tales edificios; seguimos un entierro que llena toda la calle, y salimos con él de la ciudad para isitar el
cementerio árabe, perfectamente cuidado y lleno materialmente de graciosas cúpulas, y después de él las antiguas sepulturas de la cadena líbica. Procuramos moderar el ágil paso
de nuestra cabalgadura, y ya en el campo, y hallándonos en un espacioso camino, cuidamos de mantenernos junto al fúnebre acompañamiento; pues la verdad es que en cuanto hemos
en todos los países orientales, no recordamos haber oido más tiernas y dulces lamenta-
visto
ciones, ni voces de bajo
más
llenas
Al cabo nos hemos separado
y profundas.
del cortejo
necrópolis á los habitantes de la pagana Siut.
que
tal
es,
ó Saiut,
la
la
ciudad que acabamos de dejar, y en
é insignificantes restos
encuentran miserables
pueda caber
nombre de
el
y empezado á trepar á la colina que sirve de Hace más de cuatro mil años existia una Siut,
duda más
por las inscripciones de las grutas á que nos
insignificante,
dirigimos, que datan de los de la décimatercia dinastía.
Cuando fueron
calcárea, poco tiempo después de la caída de los faraones
nomos, para quienes fueron dispuestos ciudades
más importantes
disponemos á
visitar,
del imperio;
la cual sólo se
Sábese esto, sin que
de los tiempos antiguos.
los sepulcros de
mas según
lo
que servían
abiertas en la roca los
gobiernos de los
Beni-Hassan, Siut era una de
fueron labradas poco tiempo ántes de que se iniciara su rápida ruina.
El plan es majestuoso, espléndido; pero no hay una sola cuya construcción pase de de
lo
que debió
ser.
las
que se consigna en esas criptas que nos
la
mitad
Superficies admirablemente pulimentadas y cubiertas de inscripciones
cinceladas cuidadosamente, hállanse interrumpidas por numerosas lagunas constituidas por la
el techo y paredes. Los nichos ú hornacinas destinados á las hace ya y á los objetos que se presentaban en calidad de ofrenda, tiempo fueron saqueados, habiendo posteriormente padecido no poco durante la
roca virgen que forma
momias, á
mucho
las estatuas,
dominación de los mamelucos. Al realizarse
la invasión
de los Hyksos, los magnates huyeron
hácia el Sur, siguiendo á los príncipes de la décimacuarta dinastía, habiéndoles impedido los cuidados personales
que atendieran á
la
terminación de los sepulcros destinados á guardar
sus padres y los suyos propios. Los árabes han dado nombres particulares á estas sepulturas: á la mayor la distinguen bajo el nombre de Establo de Antar; la que
los restos de
sigue inmediatamente á la
de
la
leyenda árabe;
el
misma
se llama el
que venció á
los
Baño. Antar es
el
héroes y á los genios:
Sigefredo ó el Rolando si
los egipcios
contem-
HASTA TEBAS
215
poráneos pi’efieren á sus aventuras los cantos de Abu-Zeid, en cambio los escuchan con
mayor placer que las historias de las Mil y una noches. Nada más sorprendente que el panorama que se disfruta desde cementerio árabe;
el
la
entrada de dichas grutas:
ciudad con sus numerosos alminares; los campos perfectamente labra-
la
dos y fertilizados, merced á un sistema de riego
muy
bien entendido; y por último
ofreciendo en una de sus orillas la cordillera líbica y la arábiga en la opuesta.
encuentra junto
al
camino interesantes
petrificaciones: el arqueólogo
el
Xilo,
El geólogo
innumerables grutas,
grandes y pequeñas, excavadas en la piedra por la mano del hombre: aquí inscripciones; allí restos de animales embalsamados, especialmente de perros y chacales. Y no es extraño,
porque Siut era
ciudad del Anubis,
la
gibado el canis niloticus,
el
que abría
los
caminos
celestes,
á quien estaba consa—
cuya cabeza brillaba también sobre los hombros de
griegos confundieron con
el
la divinidad.
Los
lobo á ese vigilante de las tumbas, y de aquí que dieran á Siut el
nombre de Lykonpolis, ciudad de
la
los
lobos.
Sea como quiera, cúmplenos dejar consignado
que se han encontrado en estos sitios huesos de lobos momificados, existiendo
aún
en Egipto
cuatro especies de perros salvajes, entre los les
cua-
puede reconocerse
lobo, bien
ño más pequeño que nuestro. al
el
que de tamaLOBO EGIPCIO
El naturalista
le
da
el
nombre de
canis lupáster; el felah le llama dib, siendo éste,
parecer, el animal que fué realmente honrado en Lykonpolis, que se halla representado
en Beni-Hassan. El canis aureus es el
(DIB)
el
canis niloticus es
la especie del chacal
una variedad de nuestra zorra, que
que se encuentra en todo
el
Oriente;
se distingue de ella por el pelaje
más
y por las orejas más largas, pero no por su tamaño y demás circunstancias exteriores, si hemos de juzgar por las representaciones que de ella se encuentran en los monumentos anticlaro
guos, especialmente
el
que nos
canis zerda,, es la mitad
más
largas.
En
la ofrece
uncida á
más pequeño que
la
barca del Sol. El fenek de los árabes,
el anterior,
estas colinas, cubiertas de sepulcros, se
pero á proporción tiene las orejas
han encontrado también esqueletos
de perros domésticos. Si
penetramos más adelante en
las gargantas de la
cadena
líbica,
podremos notar varias
cavernas en las cuales se encuentran símbolos cristianos y diminutas inscripciones coptas. Estas cavernas sirvieron de habitación á los anacoretas que por medio del aislamiento se sustrajeron al ruido y á las tentaciones del
mundo, de
las cuales
Rufino y Paladio nos refieren
HASTA TEBAS
216
numerosas historias más romancescas que por uno de los
más espléndidamente
vaticinar lo futuro:
Volvamos á •
dice, predijo á
según se
la ciudad.
verídicas.
dotados de
Juan
Ermitaño de Lykonpolis, pasa
el
de suerte que tenia
la gracia,
Teodosio
Por más que nos empeñemos en descubrir
Lykonpolis, donde 205 años después de Jesucristo vió la luz neoplatónicos, Ploíino, sólo encontraremos trucción de griegos, sitio,
el
los restos de la antigua
más grande de los mármol empleado en
el
un fragmento de
una casa moderna, ó algunas columnas que, habiendo formado parte de
se
han
utilizado
un viernes por
cierto,
mezquita principal.
para
la
á
hora de
la
elevando los brazos con ardiente
la
don de
que alcanzó en Aquilea (394).
la victoria
filósofos la
cons-
edificios
Hace pocos años vimos en
este
oración del medio dia, varias figuras extrañas
y delante de uno de los cafés pudimos escuchar á un más europeo que. nuestra humilde persona.
fe,
narrador público, entre cuyo auditorio no había
mucho mayor
Al presente es
el
número
de occidentales, gracias á que, hace algún tiempo,
el
SIUT
camino de hierro
llega hasta Siut.
Difícil es
consignar
si
logrará reanimar
el
decadente
comercio y la industria, sobre todo, de una población cuyas famosas fábricas de damascos y tapicerías hace mucho tiempo están completamente arruinadas. De todos modos, en adelante,
como en
los
de las activo,
tiempos pasados, Siut servirá de depósito para
las
mercancías procedentes del
de Darfur y de Kordofan y en cuanto á Rumela que es el punto de parada caravanas que vienen del Sur, continuará siendo el centro de un comercio por demás
desierto líbico
,
,
,
en tanto no se prolongue
la vía
férrea.
Siut es, después de
agradable de cuantas se levantan en las márgenes del Vilo; suciedad que en otro tiempo
manchaba sus Un
dia solo
y una
calles, se sola
Kene,
mas cuando
comprende que Ibn-Said
nocbe
Permancí en la célebre Siut; Y sin embargo, señor, tan leve instante Pesa en mi alma más que luenga vida.
la
ciudad
más
se ha visto la dijera:
HASTA TEBAS
218
El cónsul á quien visitamos, nos acompañó hasta dejarnos en de la
suma
dahabijeh, y nos habló
la
considerable que reditúan los bosques de palmeras y las tierras y jardines que
ciudad; creímosle, siquiera nos dejara sorprendidos
rodean
la
la renta
que producen en este país
los
campos bien
Poco tiempo después de haber dejado fué indispensable cargar la vela,
el
la
noticia,
pues sabemos
cultivados.
puerto de el-Homrci cesó
el
viento, de
manera que
no quedando á los marineros más remedio que entregarse
á la penosa tarea de halar la embarcación en sentido opuesto
á,
la corriente.
Desembar-
camos, y con tal motivo fijémonos más detenidamente en la fresca y abundante vegetación que cubre el suelo en toda la extensión que alcanza la mirada; en la lozanía de las mieses; en
la
habilidad
de los felahes que se ocupan en las norias de arcaduces; en
la
manera
2\OREG
cómo están dispuestos
los
riegos y los trabajos hidráulicos en las fincas de los grandes
propietarios; en el risueño aspecto de las aldeas, que desde lejos podrían tomarse por grandes
palomares, ó por templos adornados de torres cuadradas como las que veremos en Tebas,
nombre de Ciudad de las cien puertas. Xos hallábamos en los primeros dias de diciembre y
á las cuales debió su
recolección del durrah,
el
más importante
palomas volaban en derredor de pasando como densas nubes
los
la
gente estaba ocupada en la
de los cereales del Egipto: numerosas bandadas de
palomares que dominan las habitaciones de los felahes,
al través
de la atmósfera iluminada por los rayos del sol, y dejándose caer sobre los campos para buscar en ellos su alimento en los granos que cubren el suelo. El felah las sostiene en número prodigioso para aprovechar la palomina como
HASTA TEBAS
ALDEA EX EL ALTO EGIPTO
219
)
HASTA TEBAS
220
abono para sus
tierras,
no obstante haberse calculado que gastan más de
producir en las circunstancias
lo
que podrian
favorables; pero es inútil demostrárselo al campesino, que
más
más que
aferrado á las antiguas prácticas, no sabe desprenderse de la rutina, por perjudicial para sus propios intereses.
Es
que
esto tan cierto
el felah
le
resulte
de nuestros dias, no
obstante los adelantos y el perfeccionamiento introducidos en las labores agrícolas y en los
instrumentos inventados para realizarlas
,
aún de
se vale
mismos aperos y de procedi-
los
mientos idénticos á los que empleaban sus predecesores de
extremo de no emplear las
las carretas
para
la
época faraónica, hasta
cargan á cuestas, ó cuando más los asnos ó los camellos. ¿Qué más? para
valen aún de la antiquísima máquina llamada noreg,
separa
el
grano de
demuestra que
los
un
existe en Egipto
como
machaca y tritura antiguos egipcios empleaban
la
el
transporte de las mieses, sino los hombres que se
el
espiga,
solo animal de esta especie
la paja.
los
la trilla se
cuyo herraje redondeado,
si
bien
Existe en Tébas un cuadro que
caballos en el arrastre; pero hoy
empleado en
el tiro:
no
todos sirven únicamente
bestias de carga.
La
expedición de Rohlfs á los oasis del desierto líbico encontróse en Siut en la época en
que nosotros estábamos visitando dicha ciudad, y merced á semejante circunstancia pudimos adquirir importantes noticias respecto de las plantas que se cultivan en esta región noticias ,
cuya exactitud es indubitable, pues son de que disfruta
ella
garantía los conocimientos y justa nombradía
botánico Ascherson.
el
Los campos de
cebada y trébol presentan el aspecto más agradable: nos hallamos época que los tallos comienzan á brotar del suelo, y su matiz, de un brillante color de esmeralda, produce un hermoso contraste con el tinte sombrío de los campos
precisamente en
trigo,
la
destinados al cultivo de la caña dulce, v del color oscuro de la tierra. '
se halla terminada; pero
La cosecha
del
durrah
«j
como además de
esto se cultivan en los
campos
la
adormidera, la
cebolla, las habichuelas
y la lenteja, y en los jardines y huertas el tomate, la berengena, el pimiento encarnado (colocasia antiquorum ), el anís, el cilantro, la albahaca, el cohombro (luffa cegiptiaca) y también el lino, el
tabaco, el suelo
cáñamo, el maíz, el altramuz, el azafra n, el índigo y el jamás se halla desnudo de vegetación. Añádase á esto que los alrededores de
Siut están llenos de árboles frutales que constituyen
el
adorno más preciado de
los espaciosos
caminos: en todas partes se ven datileras y palmeras dum, naranjos y limoneros cubiertos de aromáticas flores y de preciados frutos, y en los jardines principalmente, higueras, morales, ojiacantos ( nabak
y granados.
Al lado de
la
acacia,
naturalizada en
Egipto desde los
tiempos más remotos, á juzgar por los racimos de sus desmayadas flores que se hallan representados en los jeroglíficos, y por el nombre sunt, tomado del idioma antiguo, con que Q se encuentra la acacia Farnesiana, originaria de América, con sus flores
se la distingue
que despiden
el
su sombra con
1
perfume de la del
la violeta:
el
lebacli,
que hemos visto ya en
sicomoro, ménos espesa por
Acacia nilótica; en egipcio antiguo shuti.
lo
desmayado
del
la Delta,
ramaje.
confunde
G.
Rohlfs
HASTA TEBAS coloca este árbol en
ramas:
la
número de
el
verdad es que
dista
los
mucho
221
feos, á causa de la
de tener
la
exagerada separación de sus
distinguida elegancia de la elevada palmera.
En
esta época del año los
materialmente
cubiertos
de
campos están gentes
que,
entonando cantos de alegría, se entregan á las faenas agrícolas.
La
vista y el oido se
hallan igualmente solicitados por la
anima-
ción y la diversidad del espectáculo.
Dis-
tínguese entre los hombres
más de una cabeza característica: entre las mujeres y las jóvenes, que comunmente van sin velo, se descubre más de un rostro agraciado: pero aquí lo mismo que en el resto del valle, lo que más poderosamente llama la atención son los chicuelos las y muchachas, que, generalmente, en tanto no han llegado á mente en cueros, como que
las
La mayor
desear.
los cinco años,
andan completa-
y traviesos. No son tan graciosos los niños de teta madres suelen llevar en hombros, y que, en punto á limpieza, dejan no poco que
en casa, en
ria, sino,
no
por
parte de las mujeres que trabajan en los
campos dejan sus pequeñuelos
aldea en que viven: cuando se atraviesan las desiertas calles en la época de
1a.
la recolección,
gatitos ligeros
es cosa extraordina-
el contrario,
por demás
como guardianes
frecuente, encontrar
de las viviendas algunos perros gru-
ñones que no sólo atienden á cienda de sus
la
ha-
dueños, sino también
á los pequeñuelos abandonados en las
Tenemos
cunas.
en
el
de
un ejemplo
ello
asunto en que se ha inspirado
el
pintor Gentz para uno de sus dibujos, del cual
ofrecemos una reproducción
á nuestros lectores.
Nosotros mismos
nos hemos encontrado en con un
mamoncillo
un girón de
un campo, á
la
cierta ocasión
colocado
tapicería,
sobre
en mitad de
sombra de un haz de
más
durrah y sin perro.
,
guardián que un
Segura estaba
la
madre de
la
tierna criatura, de que pasara junto á la
misma una
sola
madre
Un
felah
,
sin
DONCELLA FELAH
totum retolutum de hombres, mujeres y niños, camellos y búfalos, asnos y perros, presta en semejante estación á los campos de Egipto un encanto pintoresco, que produce impresión por demás profunda en el ánimo del espectador. Diríase que en esta ofrecerle el seno.
EGIPTO,
TOMO
II.
HASTA TEBAS
222
región
hombre
el
hallan y la bestia se
muy
mucho más unidos que
entre nosotros:
el
trabajo que
segunda, y ante el espectáculo de los perros de aldea, con tiernos corderillos remendados, acude involunjugando pequeños, parecidos á lobos sin embargo, la verdad es recuerdo del paraíso perdido.
empieza aquél, termínalo
tariamente á la memoria
que no parece sino que
cabo
al
la
Y
el
el
hombre ha puesto todo su saber en hacer
insoportable para la
por la naturaleza. existencia este país extraordinariamente favorecido mismo nombre de Gau. La Pasamos delante de dos pequeñas poblaciones que llevan el antiguos, los de Antaeopolis la y su suntuoso templo, el-Kebir: es
uña
se
llama
Gau
la
Mayor,
que hace pocos años aún excitaba
la
admiración de los viajeros, se halla hoy reducido a un
PALMERAS Y SICOMOROS
pié del edificio, monton de escombros. En 1821 el rio arrastró lo poco que quedaba en eran preciado que palmera, de forma en capiteles con columnas, especialmente muchas de las Aníseos al egipcio ornamento de la sala hy postila. Los egipcios sustituyeron el nombre de
Hornub,
el
Horus de
oro,
el
Horus vencedor. El
se otro Gau, el del Oeste, el-Gharbije,
de Anteo, y ha _ido halla situado sobre la ribera líbica del Nilo, frente por frente de la ciudad
foimi una sangrienta tragedia. En 1865 estalló en dicho pueblo una insurrección suelen que desafuero» de séquito el todo dable, acompañada de latrocinios, depredaciones y un tal ser consecuencia natural de semejantes revueltas: al frente de la misma púsose teatro de
Achmed cuanto
lo
Tajjib.
en El gobierno envió tropas contra los rebeldes, redújoles á la obediencia y la más sangrienta represión, haciéndola extensiva
hubo conseguido, puso por obra
223
HASTA TEBAS
á los parientes y amigos de los culpables que fueron condenados por centenares á trabajos forzados cuando no pagaron con la vida su desmán. La descripción que de tan horribles escenas hace lady Duff Gordon hiere el alma, Se dice que Aehmed Tajjid fué decapitado; ,
pero los felahes están en
la
creencia de que vive
De aquí un verdadero á cual más romancescas y
ciclo
das,
peregrinas, en
un
Mesías
próximo
cuyo
y que
se puso
en salvo huyendo á
como
las cuales se habla del jefe desaparecido
de
,
de leyen-
Abisinia.
advenimiento
se espera.
Más
allá
Gau
del
preciso
fué
occidental,
halar de nuevo la embarcación contra
el
viento
y la corriente. Entre tanto recorríamos á pié el camino yendo de una á otra aldea con la
aprovechando cuantas
escopeta á la espalda,
ocasiones se nos ofrecían, que no eran pocas,
para derribar los patos silvestres que, confiados, se
bañaban en
las apacibles
aguas de un canal,
ó las tiernas tortolillas que se alejaban de nosotros volando de fué
otra palmera.
una á
carga
el
La
caza
apénas podía con
tan abundante que
la
marinero que nos acompañaba. Las
tórtolas que conservamos nosotros en el interior
de
abundan extraordinaria-
las pajareras,
mente en
estas comarcas, ostentando su negro
collarín sobre el delicado plumaje que las cubre.
Viajando cabe
el Nilo,
place
más
encontrarlas
acompañadas de sabrosas aceitunas, en uno de los apetitosos pasteles
fecciona nuestro
que tan hábilmente con-
morenillo cocinero.
Algo de
— sabe
caza,
— becada
muv
— bien cuando se está harto de mascar caí
,
alondras
,
patos
etc.
,
ñero, pollos y gallinas. En cuanto á buey es por lo difícil encontrarlo hasta en las grandes ciudades,
UN NIÑO FELAII CON SUS GUARDIaS DE CORPS
mismo que
los árabes,
en general
juzgan su carne malsana.
Después de una larga caminata á través de una comarca llana y por demás monótona, era casualmente llegamos á Sohag, una de las poblaciones importantes del alto Egipto: semanal, y nos dimos el placer de comprar nosotros el dia en que se celebraba el mercado
mismos nuestras venden
las
provisiones.
mujeres v
las
Lo que más llamó nuestra
muchachas
felahes: por los
atención fueron los pavos que
mayores no piden más que una cantidad
224
HASTA TEBAS
'<<
CABEZAS DE BEBELDES
HASTA TEBAS
225
equivalente á cinco ó seis pesetas: los pollos y pichones están baratísimos: en cuanto á la manteca nos fué ofrecida en porciones colocadas sobre hojas verdes, razón por la cual la
sometimos á un baño prolongado ántes de comerla. Si no nos hubiesen atraido poderosamente hácia
el
Sur
venerable Tébas, al salir de Sohag habríamos emprendido blanco y al Claustro rojo, situados en aquellas cercanías,
los grandiosos
el el
monumentos de
camino que conduce segundo algo más
al
la
Claustro
lejos, hácia el
el tipo
En un viaje anterior habíamos visitado las capillas, que constituyen indudablemente más antiguo de las basílicas cristianas del Egipto. Los coptos opinan, acaso con razón,
que
construcción de
Norte.
la
la del
Claustro blanco, que es la situada
más
hácia
el
Sur, remonta
SOHACí
Lo que más elocuentemente depone en favor de su remota antigüedad, es la ligera inclinación que ofrecen los muros exteriores, de piedra labrada, y el coronamiento, que, no obstante la ausencia del collarín entre el muro y el cimasio, recuerda perfectamente el al siglo v.
antiguo estilo egipcio.
En
el interior,
tres naves,
cuya techumbre plana se halla sostenida
por columnas, en su mayor parte de granito, una tribuna que avanza hácia coro cuvas partes se hallan admirablemente proporcionadas, constituyen edificio.
Esta basílica guarda
mucha semejanza con
la
;del
Claustro
el
el
rojo,
interior y un conjunto del
construida de
encuentran algunos capiteles de columnas de exquisita y prolija labor. El nombre de su fundador es Abu Bischai, maestro de Abu Schanuda, de
ladrillo sin
cocer,
en
la cual
quien se dice que construyó EGIPTO, TOMO II.
el
se
Claustro blanco.
Sin embargo, suspendida del ábside central 27
HASTA TEBAS
226
imágen de san Jorge aniquilando al dragón, y poi tanto hay motilo pata la» pei»e— suponer que los coptos, procediendo aquí como en otra* paite», en tiempo de puede verse
la
cuciones de los cristianos, bajo el
imperio de lo» sultane» mameluco», dieion á »u pation
el
nombre de algún famoso jeque árabe, para poner sus
iglesias á cubieito de lo» ataque»
islamitas.
Ed
el
día existe
un
y reducidos á ruinas
La tendencia
Maknzi.
antiguos, es por
demás
árbol de Matarijeh
cuando
ttran la
la
número de
el
donde descansó
Cairo, así
abandonado»
hallai»e
mas
de suerte que no solamente se dice del existente junto
5
la
Santísima A írgen lle\ando en sus biazos
huida á Egipto, sino que
Santa María en
y
fundación de los mismo» hasta lo» tiempos
á remontar la
general
claustros copto», con todo
parte de los ochenta y seis conventos de que nos habla
mayor
como
lo
propio se cuenta de la cripta de
del lugar
al
N1110 Jesú»,
el
la
en que se levanta Deir-el-Maragh,
iglesia al
de
Oeste de
CONVENTO ABANDONADO, CERCA DE ASSUAN
Monfalut.
En
este convento, rico al parecer, habitan
mismos remitió á Rohlfs un documento
aún quinientos monjes:
escrito en árabe
,
en
el
Familia permaneció en dicho lugar hasta la muerte de Herodes, y que construido en
el
Muchos son
el
prior de los
cual se consigna que la Sacra el
convento fue
siglo iv después de Jesucristo. los monasterios
que se alaban de tener por fundadores á
los
padres del
mo-
naquismo, Pablo de Tebaida y san Antonio, cuya Vida se atribuye á san Atanasio, pudiendo añadirse que los más rotundos en sus afirmaciones son los moradores de los dos conventos situados al Este de Beni-Suef, en el desierto arábigo, no léjos del mar Rojo. Especialmente el
de San Antonio, siquiera no cuente en
el
dia
más
allá de
cuarenta monjes, es
muy
notable,
todo, no y realmente parece que tiene títulos indubitables en apoyo de su antigüedad. Con como acontece en el Smaí obstante enseñar aquellos buenos padres en aquellas cercanías,
—
con
la
piedra donde, según se dice, se levantó
el
vellocino de oro,
—
la
gruta que sirvió de
HASTA TEBAS
VENDEDORA DE PAVOS
J,
HASTA TEBAS
228
morada
al
célebre anacoreta, es indudable que los primeros monasterios no fueron fundados
muchos
sino al cabo de
después de
siglos
la
muerte de Antonio. Por
Paulo, las investigaciones de la crítica han demostrado que
si
el
uno que
el
la lo
resistencia que,
como
pueden dichos conventos, que hace poco tiempo ha
otro,
minuciosamente
descrito
opuesto constantemente á
Schweinfurth
viajero
el
muchos
otros
que se refiere á
Sea como quiera,
leyenda, no puede decirse otro tanto respecto del terreno de la historia.
mismo
lo
puede ocupar un lugar en
completamente satisfechos de
estar
,
visitado y
de los situados en los confines del valle del Nilo,
la
han
poderosos ataques que contra los mismos se han dirigido, y No hay uno solo que no tenga su almenado muro, y
los
de los cuales han salido vencedores. formidable castillo
( kasr
rodeados de honda cava, en los cuales con frecuencia han debido
hacerse fuertes los ruhban, ó monjes coptos
señores intolerantes, movidos por
conventos situados en
el interior
el
*,
para rechazar los salteadores Blemmyes, ó
compuestas de gente levantisca, enviadas por
defenderse de las acometidas de bandas,
deseo de apoderarse de sus pacíficas viviendas.
del valle llevaron
tiempo, á principios del siglo v, en que
la
una existencia ménos
trabajosa.
Los
Hubo un
comarca que debemos recorrer, sobre
'todo
una población de monjes y anacoretas tan numerosa, que en Tabenua llegaron á reunirse hasta cincuenta mil. El número
entre Girge y KenefT, contaba con el dia
de Pentecostés, sólo
de monjes en todo
el
Egipto no bajaba de cien mil, de los cuales unos habitaban en ermitas
aisladas; otros en lauros
especie de calles formadas por celdas, ocupada cada
una por un
anacoreta; otros en monasterios, ó cenobios, es decir, en edificios de vastas dimensiones, en los
cuales
se
encerraban los que pre ferian vivir en comunidad. Habíalos también que
marchaban á
preferían la condición de remoboth, y éstos
ventura en grupos de dos ó
la
tres,
bien que llevando siempre la vida austera y llena de privaciones propia de los cenobitas. Del cenobitismo se 1ra dicho que es la última manifestación del espíritu egipcio de verdadero interés
para
mentos en
la historia del
mundo, y según parece,
las celdas de los penitentes del
que como no se hubiesen reanimado producido árboles estériles ó por
lo
al calor del
;
mas puede muy
sol del cristianismo,
ménos cargados de
de
bien asegurarse
fijo
sólo habrían
Convenimos en
frutos insípidos.
que se nos refiere de Paulo, de Antonio, de Hilario, de
que hay no poca exageración en
lo
los dos Macarios, de Arsenio,
Anrmon y
de
han encontrado sus primeros funda-
se
tiempo de Serapio
enemigo común, que cada uno sostenía en
de otros muchos, y que en la lucha contra fondo de su pecho, debe reconocerse algo de
el
alucinación del visionario, bastante de pretenciosa confianza en la propia fuerza y
de vanidad injustificada;
obedecían,
muy
mas no cabe desconocer
en armonía, por otra parte, con
tales sucesos se realizaban.
teniendo por único auxilio bates
1
En
,
puesta
el
la
singular raib.
Si
la
mente en
el
el
mucho
elevado de los sentimientos á que
mundo
de entonces, y la época en que
en esas naturalezas de hierro que,
necesidad y
la
lo
el
la
del mundo, y tremendos com-
léjos
dolor, se proponían sostener
felicidad eterna, sólo quieren verse fanáticos estúpidos; si se
,
HASTA TEBAS juzga asunto de burlas
el
229
acto llevado á cabo por Moisés el negro, que después de haberse
apoderado, según se cuenta, de
los salteadores
uno después de otro, porque repugnaba se gradúa de monoma-
que
le
atacaron, los condujo al claustro
á su corazón inferir daño á persona alguna;
si
niacos á esos cenobitas
acosados por horribles visiones, que se abrían
carnes á disciplina-
las
imponian gus-
zos, se
pesada carga
tosos la
de la castidad y de
la
humildad, y aceptaban, no sólo humildemente, sino
con júbilo cuantas
injurias se les dirigían,
recordando que más había sufrido por
Aquel cuya cruz taban;
ellos
osten-
se juzga, en
si
suma, que ese inmenso
movimiento monástico, es
pura y simplemente de una
manifestación
enfermedad que aquejaba al espíritu popular,
es imposible
com-
que
eran
prender
lo
esos intrépidos atletas,
que
nada
como no mio
esperaban
fuera
el
concedido
pre-
á
las
grandes fatigas y combates rudísimos sosteOIRGEH
nidos con fe ardiente inclina contra el enemigo de las almas. Nuestra época propende á rechazar, ó por lo menos se sentidos; á admitir como actualmente existente, aquello tan sólo que se halla al alcance de los
mas no
se olvide que da muestras patentes de desconocer completamente la historia,
que no sabe comprender que vivimos aún de ese
ha comunicado á
la ciencia
EGIPTO, TOMO
II.
durante
el
reflejo
de
dilatado período de la
lo
sobrenatural que
el
la Iglesia
Edad Media, y que no ó8
es por
HASTA TEBAS
230
que se nos alcanza,
cierto, á lo
ha venido
La
del Levante,
Palestina fué la
lo
ménos
bello
que se encierra en ese rayo de luz que nos
y del cual habla el proverbio cuando dice: A b Oriente lux. cuna y Alejandría la escuela del cristianismo, que en las grutas de
los
padres del yermo y en las celdas de los cenobios establecidos en el valle del Nilo vio transdice currir los dias de su juventud, tan fecunda en desvíos y exageraciones. «En Egipto.
—
»uno de
los
que más á fondo lian estudiado
» oscila incesantemente entre dos » sostenido » deber
luchas terribles,
extremos: escapado
consagrar su vida entera á la religión nueva
orden, pudo acometer
la
al
—
,
cuestión religiosa
la
fanatismo pagano, después de haber
egipcio no supo guardar medida alguna en
el
» hecho de sus antecesores los esclavos del
más de
época que nos ocupa,
la
la
reacción, y creyó
con un espíritu análogo
simbolismo.» Pacomio,
el
empresa de separar de sus moradas y de sus
que habia
al
primer fundador de familias, en
la
número de
mil, á los que se adhirieran á su doctrina, y someterlos sin inconveniente alguno á
y austeridades de su regla. Las primeras monjas se agruparon en derredor de su hermana. Hor, Anuph y Serapio fundaron órdenes análogas cabe las orillas del Nilo: la vida
los rigores
de los monjes consagrada á la salvación eterna, transcurrió ocupada en
más
el trabajo
rudo, y en la oración, completamente agena á la actividad del espíritu.
religioso convirtióse
en verdadera pasión, y ese pueblo,
el
más
manual
El sentimiento
paciente de cuantos existen,
respecto de las demasías de sus tiranos, mostróse pronto á la lucha y obstinado en la resistencia, en el instante
de su
fe.
No
egipcios que
mismo en que
se intentó tocar á
han logrado salvarse de
han conservado monofisitas. Hasta
la
las
ántes de comenzar
el oficio
divino.
existen en el imperio del jetife
la
solo siquiera de los artículos
tremenda conflagración suscitada por
mismas
,
En
el
Islam, se
letanías que durante el tiempo de las perse-
cuciones resonaban en alguno de estos retiros solitarios
los
uno
obstante la guerra incesante que de luengos siglos se les ha hecho, los
,
son cantadas aún por
la actualidad las
los sacerdotes
comunidades más numerosas que
se hallan concentradas entre Siut, que es donde
más abundan
templos grandiosos, y Tébas. Pronto se nos ofrecerá ocasión de penetrar, en Girge, en iglesia de San Jorge, á la cual debe la ciudad el nombre que lleva, y de asistir á la
comunión de nuestros correligionarios
egipcios.
Desembarcamos junto á una linda mezquita hará desaparecer algún
dia.
Como
edificada á orillas del Nilo , que la corriente
Girge está á mitad del camino entre
nuestros marineros quisieron hacer nueva provisión de pan.
Un
el
Cairo y Assuan,
cairota,
amigo nuestro,
nos envió un regalo y una carta de recomendación por medio de un copto empleado en mudirije.
Encontramos
al
copto instalado en
el
palacio
de
la
gobernación:
desde
la
las
ventanas de su habitación se disfruta del panorama del Nilo y de la cordillera arábiga, que en este punto ofrece formas y un perfil notables. El mudir ó gobernador de la provincia se
ha trasladado de Girge á Sohag, seguido de su dican, es
que durante su ausencia tienen por presidente
al
uekil.
decir, de todos sus consejeros,
Nuestro conocido
el
copto es
empleado, y dícenos que entre los asentistas y cobradores cuéntanse muchos compatriotas suyos. Amistosamente se ofrece á servirnos de guia, nos conduce al modesto bazar de la
HASTA TEBAS
232
población, y, atendiendo á nuestros deseos, nos lleva á
empezado
el oficio,
á los hombres.
atravesamos
el
la
kenise ó iglesia copta.
Las mujeres se hallan separadas
del resto de la
de una celosía, parecida á las de los mashrebijes, cerrando
MUJER
en
el
cual se ve
el
altar,
Como ha
vestíbulo y penetramos en la parte del edificio reservada
el
concurrencia por medio
hekel, ó scincta sancionan,
COPTA.
un muro cubierto de
tapices y cuadros,
entre los cuales se
distinguen las efigies de la Virgen y de San Jorge matando al dragón, de ejecución muy desgraciada, pero en cambio muy antiguas. La inmensa mayoría de los devotos que nos
rodean, ofrece un aspecto severo, un cuerpo bien proporcionado, un rostro loso que
el
de los árabes,
cutis
moreno y
traje de
colores oscuros.
En
ménos angusus turbantes
HASTA TEBAS
233
ralamente se distinguen otros colores que el negro y el azul. Si hubiese sido esta la vez puniera que hubiésemos penetrado en una kenise, habríanos indudablemente sorprendido prodigioso número de fieles que usaban muletas; pero sabíamos que los coptos, obligados á permanecer en pié durante las interminables funciones religiosas, emplean semejantes el
apoios para evitarse
que cada una de hizo
los inconvenientes de
las personas
una genuflexión
una
delante de las
Nuestro guia,
fatiga prolongada.
que penetraban en
el
templo, besó la
imágenes, v permaneció de
mano
pié, á
al igual
del sacerdote,
nuestro lado, en
medio de sus correligionarios que, por punto general, prestan poca atención á los himnos en lengua copta que entonan algunos sacerdotes y varios muchachos de coro, y que, como no sea en casos muy excepcionales, sólo son
gentes
de
comprendidos por en
iglesia:
asistentes
cambio
ocupan
se
las los
incesante-
mente en asuntos que nada tienen que ver con el lugar en que se hallan.
Hasta en
de las mujeres, observarse
departamento
el
en
el
más de un
cual
puede
rostro agra-
ciado, se charla ó se disputa en voz
tan
alta,
que pueden
distinguirse
perfectamente las palabras; y como en las conversaciones sobresalen los gritos de los chiquillos,
más
recurso
al
no
le
queda
sacerdote que meterse
en medio y restablecer el silencio. A todo esto comenzaban á cau-
sarnos envidia las muletas de nuestro la
vecino;
pues áun cuando
mezcla confusa de rumores, salINTERIOR DE UNA IGLESIA COPTA
modia y charla, unida al son de campanas movidas por medio de una rueda, con que
los coptos
habia empezado dos horas ántes de nuestra llegada
al
en pié cuando comenzaron
las
llaman á los oficios divinos,
templo, llevábamos ya una de estar
verdaderas ceremonias religiosas del
dia.
El sacerdote de
jerarquía superior, anciano de venerable aspecto, especie de hekel distinguido, comenzó
á circular entre los
fieles,
balanceando
cabeza de los que se hallaban .
más
al
el
incensario é imponiendo la diestra sobre la
alcance de su
mano
,
alcanzándonos á nosotros
semejante distinción. Debemos consignar que las únicas personas que ofrecian aspecto de verdadero recogimiento eran aquellas á las cuales alcanzó semejante favor, explica perfectamente, pues en realidad no existe cosa alguna EGIPTO, TOMO II.
más digna de
lo
que se
aprecio que 59
í
.
HASTA TEBAS
234 la
me
recuerdo
revuelve
que llevan impresa
consume
par
al
el
la
el
la
comunión, ceremonia que se
estómago.
En
cruz griega,
pan y
el
los fieles
de evitar la pérdida de la
efecto, en vez de hostia se
y
el
de un
“verificó
templo
el
modo cuyo
sólo
emplean unos panecillos
sacerdote, después de haberse lavado las manos,
vino, para lo cual moja aquél en éste, llevando después á la boca,
por medio de una cuchara,
una cucharada á
pesar de esto no hubo copio alguno que abandonara
A
bendición de un anciano.
mientras no se distribuyó
la
pasta resultante de la mezcla.
que se encuentran próximos
más
al
insignificante partícula de
De cuando en cuando
ofrece
hekel, después de lo cual y á fin
ambas
especies, vierte
agua en
el
limpia cuidadosamente, y apura á tragos esa bebida dudosa, que le ha servido al propio tiempo para lavarse las manos. Justo es consignar también que está sopa en vino cáliz, lo
puro, no es la única de las formas de la
Antes de que saliéramos de la cual se solicitó
la
misma
creencia que observa la cristiandad copta.
kenise se hizo una cuestación á favor de los pobres, para
que contribuyéramos, accediendo á
ello
gustosísimos, bien que sin tomar
parte en el banquete fraternal que puso término á la ceremonia, banquete que,
una significación muy importante en
tenia
donos en Luqsor asistimos á
él
los
como
se sabe,
primeros tiempos del cristianismo. Hallán-
vez, y pudimos observar á nuestros correligionarios, que después de haber comprado en las panaderías, con gran
una
1
•
rí
!
.
algazara y no pocas disputas, pequeños panecillos tiernos, calientes todavía y cual habían salido del
^ -^.iéÉsIÉ /
f
t
i
devorábanlos
‘h!vi*#JiJvrwrá
horno.
Semejante costumbre da lugar á escenas
edificantes, y que hace
realizan, que suele ser
empeñan verdaderas dores.
conservado del cristianismo gran cosa
más
odiosas aún
el atrio
el
muy
poco
lugar en que se
de la iglesia, en
el
batallas entre vendedores y
cual se
compra-
Desgraciadamente esta comunidad cristiana no ha
más que
el
nombre. Siquiera sus miembros se sometan
concienzudamente á largos y austeros ayunos, y pasen en
la iglesia
mucho más tiempo que
íntima y sincera, razón por la cual no debe sorprender que Alto Egipto, principalmente, se haya logrado que entrara á formar parte de otras
los de otras sectas, carecen de fé
en
el
confesiones, cuanto existia de
que con
más
más
autorizado y distinguido entre los coptos. Entre éstas la
ha
sido la Sociedad de las misiones americanas de la Iglesia
éxito ha trabajado,
presbiteriana de los Estados Unidos: apénas
si
existe
una
sola población en todo el Said,
en que no haya conseguido conquistar cristianos monofisitas para
la confesión evangélica,
fundando además escuelas v formando comunidades. En Kus,
Sur de Kene, todos
al
los
mismo que su sacerdote, anciano venerable con el cual hemos tenido ocasión de entablar relaciones. La propaganda romana no se ha descuidado por su parte; mas no ha alcanzado grandes resultados. En Girge existe un convento antiguo, ocupado por algunos monjes que pertenecen á la Iglesia latina. En coptos se
han
alistado en las filas del protestantismo, lo
entre Kene y Tébas, además de las comunidades copta y evangélica, existe también una comunidad católica romana, que puede considerarse la más importante de
Xegade,
235
HASTA TEBAS
Y
todo el Egipto.
en
verdad que á su exis-
en dicho lugar
tencia
debemos una de
más
presas
las sor-
agradables
de nuestra vida, presa que
podremos pues,
el
sor-
difícilmente olvidar.
Es,
caso, que dicha
comunidad posee campanas
de
remitidas
meses
muy
timbre
sonoro que
le
de
hacia
han
sido
Europa:
que
no
habíamos tenido ocaprodusión de oir las voces del bronce llamando á la oración: júzguese, pues, del efecto que ciría
en nuestros oidos y de
la
emoción que experimentaría nuestro
al
ser,
escuchar
el
regocijado son de aquéllas, llegando de repente hasta nosotros á la hora del crepúsculo, precisamente la víspera de
Navidad.
Terminados
divinos
los
oficios
,
amigo
nuestro
nos
condujo á su casa á través de estrechas callejuelas, en las cuales pudimos contemplar más de una escena risible de la vida popular, y ya en ella nos convidó á comer. Las mujeres de la casa no tomaron parte en el banquete, en el cual , en lugar de vino
,
nos fué ofrecido un excelente aguar-
diente de dátiles, con el cual se regalan, acaso
que conviniera, nuestros correligionarios de Nilo.
En
la
mesa de
los coptos ricos,
—y
más de
lo
las riberas del
los
hay no sólo
Cairo y en Alejandría, sino también en todo el Alto no faltan jamás los Egipto y especialmente en Girge,
en
el
—
mejores vinos añejos de Europa.
En
cuanto se refiere
al
en nada se diferencian de los árabes. Las mujeres y los niños viven en aposentos especiales, completamente separados de los hombres, siendo de interior de la casa, los coptos
tal
abrevadero para palomas
jamás
se
ha
visto
que
El dia siguiente,
coman al
naturaleza las muestras de respeto que los padres exigen
¿ e log
pjj os?
juntos en una
en tanto no han contraido matrimonio, que
misma mesa.
amanecer de una
fresca
y embalsamada mañanita
del in\ierno
HASTA TEBAS
236
me
egipcio,
Abydos, caballero en
trasladé á las célebres ruinas de la antigua
jumento
el
artísticamente esquilado de mi nuevo amigo.
Los
viajeros
que desean trasladarse á
monumentos
los notables
es
hácia los cuales nos
Hacen mal porque
dirigíamos, suelen aprovechar los vapores que parten de Beliane.
que
bien
si
:
cierto
camino es de
el
este
modo más
más
agradable, para un europeo,
nada hav
corto,
que un paseo á caballo, en un dia esplendente, los
en
latitudes, llueve,
— y son muchos
esplendentes en estas
dias
—á
que
nunca
casi
de
través
campos
perfectamente cultivados, aldeas populosas
y de
embellecidas
,
por magníficos palomares,
ocupan
cuales
las
en
bellísimas
casas los alcaldes de las mismas, schujuch-el-beled; sin contar con
que en ninguna parte, como en Nilo, puede adqui-
el valle del
rirse
una
más exacta
idea
del
granero del Egipto, y de las particularidades concernientes á su
agricultura y sistema de riego.
No
se crea,
sin
embargo, que
esté libre de inconvenientes ese
bendecido
rincón:
encuentran en bles
,
él
también
se
chozas misera-
escombros v suciedad, v /
tj
todavía recordamos con pena
descuido
de
un aldeano
«j
el
que
dejaba abandonado en medio de la calle,
PORTADORA DE ESCOMBROS
ganado que acababa de apacentar.
En
respecto de la actividad, la destreza, la paciencia de unos sin escuela ni aprendizaje, saben, sin
diendo calzada
la
importancia que tiene para
que en este
expuesto á
la
voracidad
de los perros y avestruces, el cambio debemos confesar nuestra justa admiración
embargo,
utilizar
hombres y mujeres que formados debidamente el agua, y compren-
la riqueza agrícola,
momento recorremos,
abrir
los
han logrado construir
la
sólida
numerosos canalizos que en todas
HASTA TEBAS
238
direcciones atraviesan estos campos, y disponer las ruedas hidráulicas y los shadufs
número extraordinario Esíamos junto á
la
se encuentran á lo largo del
que en
1
gran canal que tenemos á nuestro lado.
magnífica granja de un rico copto:
en este
momento uno
de los
dependientes recuenta los caballos, camellos, búfalos, asnos y carneros: podría creerse que nos hallamos ante la morada de Job, el hombre de Us, «cuyos ganados consistían en siete
»mil carneros y tres mil camellos, quinientos bueyes acostumbrados
yugo, quinientas
al
»asnas v muchísimos dependientes.» Sin embargo, los numerosos rebaños de búfalos que ántes pastaban en estos campos bajo la guarda de jóvenes felahes, y eran conducidos al Nilo por las mujeres, han disminuido extraordinariamente, á consecuencia del inmenso desarrollo que
ha alcanzado
el
cultivo del algodón, desde
Estados Unidos de América, y por causa de importados de otras regiones.
que tuvo lugar
introducida en
la epizootia
el
Después de una caminata de dos horas cortas, nos encontramos en desierto, junto á la aldea de
Arabat el-Nadfune, en
alegremente sombreada por las palmeras. observar las trazas de
actividad
la
del
Desde
las
la
vertiente
la
guerra de los
país con los toros
las cercanías del
de la cordillera líbica,
primeras casas tuvimos ya acasion de
gran excavador M. Mariette, representadas por
hombres, mujeres y niños que valiéndose de jumentos, ó cargándolas sobre sus espaldas ó cabezas, transportaban en esportillas la tierra saturada de salitre (sebak), que sacaban de las
ruinas de la antigua Abydos, para extenderla sobre los campos, utilizándola
Apeámonos
pequeños monumentos más recientemente sacados de entre
los
en que se levantaron en otro tiempo Thinis, la
sitios
como abono.
delante de la casa de ese infatigable francés, donde se guardan provisionalmente
más
las arenas,
y visitamos
antigua, y Abydos, una de las
los
más
santas, entre las diferentes ciudades del Egipto. Si
raza asiática,
la
á la cual debe
su antigua y maravillosa civilización la cuenca según presumimos, después de haber atravesado la Arabia y el estrecho de Bab-el-Mandeb, y habiéndose dirigido en un principio hácia el Oeste, marchó del Nilo, llegó al Africa,
más
tarde hácia
sitio
más á
que
el
siguiendo el
curso del Nilo;
el
las arenas
una garantía contra
el
el
cual era
terreno
sobremanera
sumamente
situadas en la parte
valle;
pues
que del desierto proceden,
peligro de las inundaciones.
especial del terreno ofrece otras ventajas, tales la
fácil
extenso, y
no pudo realmente encontrar
establecimiento de una residencia de carácter permanente,
vasto recodo que en este punto forma
el
pone á cubierto de rio es
Norte,
propósito para
el
como
el
al
la
cadena
líbica lo
Además el
de esto, la disposición
una
dilatada llanura, en
poderse disponer de un
se encuentra otro igual en las riberas del Nilo
superior de la Delta.
encontrar indígenas establecidos en
la
distancia existente hasta el
constituir
establecimiento del riego, y
como no
paso que
estos
Dicho se está que lugares;
los
inmigrantes debieron
que éstos debieron someterse
.
á
la
1 Shaduf como fácilmente puede observarse, es palabra que ofrece mucha analogía con la catalana catuful, arcaduz, de manera que no se aventura mucho diciendo que de aquella han tomado nombre las vasijas que empleamos para sacar el agua en >
nuestras norias.
—
V.
,
HASTA TEBAS
239
voluntad del invasor: y que, dueño éste del país, debió enlazarse con las hijas de los sojuzgados.
Aceptando
la
que acabamos de formular,
hipótesis
semejanza que, bajo
habitantes del Africa septentrional, que se distinguen con la
raza etiópica.
se
punto de vista anatómico, ofrecen
el
Si de ella se prescinde,
comprende perfectamente
los egipcios
nombre de
el
la
con los primitivos
las bellas
familias de
es de todo punto imposible obtener semejante
y por esto no debe sorprender que nadie absolutamente, sin hacer siquiera excepción de Roberto Hartmann, que ha trabajado extraordinariamente para demostrar que resultado,
—
los antiguos egipcios
forma del cráneo en
son autóctonos en África los individuos del
que puede hacerse por medio de
las
— haya podido
momias de
más
reciente: por qué
se
la.
ven representadas con una
qué razón, no sólo
las raíces
íntimo de
el espíritu
rama
la
la
de la
antiguos,
las
mujeres,
menos
influencia de los ardores del sol
tez de tinte
y
comparado
estudio
remotos, y á la de la etiópica en las de
monumentos
razón, en los
expuestas que los hombres á
más
el
asemeja más á
diferentes épocas, se
raza caucásica, en las que pertenecen á tiempos fecha
explicarse, por qué razón la
pueblo de los faraones, según
las
más
amarillento: por
formas aisladas, sino también
lingüística del Egipto,
semejanza con otro grupo alguno como no sea
el
no guardan
grupo semítico:
por qué motivo, finalmente, no ha existido familia africana alguna,
como no
sea la egipcia, que haya dado muestras de la perseverante
energía, de
la
actividad
poderoso instinto cias
y de
artístico,
de
espíritu,
del sentido
gran capacidad que son rasgo
la
científico,
del
en una palabra, de las elevadas tendenISIS,
característico de los
OSIRIS,
HORUS
pueblos originarios del Asia y que vanamente se pretendería encontrar entre las verdaderas razas indígenas del Norte del Africa.
En el
resolución, todo
Sur de
la
el
valle del Nilo,
con
que en
las gentes
mismo moraban,
el
incontestable, habiendo los príncipes fijado su residencia en Thinis-Abydos.
están unánimes en
el
nombre
del
primitiva, de la cual sólo se conservan ruinas,
antigüedad no ménos remota que los necrópolis de fué el lugar en
demás
como
Memphis. Thinis, cuyos donde brotó
es sabido,
se
la
Los documentos
primero de éstos, salido de Thinis, que es Menes ó Mena.
Las excavaciones practicadas por Mariette en
cual,
hasta
Delta, fué dominado por los inmigrantes, cuya superioridad intelectual era
el
lugar en que estuvo emplazada la ciudad
han puesto de manifiesto monumentos de una
más antiguos
de los que se
restos se hallan
un poco
al
vida política que se difundió luego por
engendraron y desenvolvieron
originales, del pueblo de los faraones.
Es
posible
las
han encontrado en
el valle del
si
Nilo, en el
concepciones religiosas, por
y hasta probable, que
grantes profesaran á su llegada las prácticas religiosas del sabeismo, y en concibe fácilmente que rindieran culto de adoración, cual
la
Norte de los de Abvdos,
tal
los
inmi-
caso, se
fueran verdaderos dioses, al sol,
á la luna y á las brillantes constelaciones que desde las márgenes del Nilo se distinguen;
HASTA TEBAS
240
convicciones religiosas experimentaron mas en cuanto se establecieron en aquel suelo, sus Ptah de Memphis figura en primer lugar cambios profundos, que variaron según los países. lado de Osiris, se adoraba á Schu \ á en el más antiguo ciclo de los dioses: en Thinis al en lo cierto cuando sienta que todos los Tefnut, hijos del sol. Por consiguiente Lepsius está
progresos de la religión y de
la filosofía egipcias
se subordinan á la evolución del culto
Osiris de Abvdos, y que esta ciudad fué el centro viviente del que paulatinamente se fué extendiendo á todo el país. Osiris es el señor de
Abvdos, y á su alrededor gira toda
al
movimiento nacional mitológico
la doctrina egipcia,
en cuanto se
UNA DE LAS SALAS DEL TEMPLO DE ABYDOS (De
e, III
á e
V del plano)
alcanzó en los tiempos de mayor refiere á la inmortalidad, que tan importante desarrollo los Césares romanos, y •esplendor del imperio tebano, en el cual subsistió hasta la época de
más
tarde aún, es
antiguas, y Osiris, tal
decir,
cuando desaparecían de los templos del Nilo
empezaban á aparecer
como
lo
al
el
sepulcros de Osiris.
la
divinidades
lo
confirman
los
Isis
monumentos, ha crecido
suelo donde se adoraba al dios de Abvdos, y sólo se extinguió
cabo de mucho tiempo.
breve resúmen, que
las
primeras comunidades cristianas. El bello mito de
conocemos por Plutarco y
y paulatinamente sobre •completamente
las
Ninguna ocasión más
favorable para referirlo en
presente, en la cual nos hallamos delante del
más sagrado
de todos los
HASTA TEBAS
241
EIBEEA DEL HILO EN LAS CEECANIAS DE ABYDOS
EGIPTO,
TOMO
II.
6
i
HASTA TEBAS
242
su hermana
Osiris, esposo de
Isis,
domina, en calidad de rey, en todo
el valle del Nilo,
á
cuya comarca dictó sabias leyes, y emprendió un viaje por el mundo entero á fin de enseñar á los hombres las artes de la paz. De vuelta del mismo, su hermano Typhon conspiró contra él; y mintiéndole un afecto que realmente no sentía, en medio del regocijo de un festin le indujo á echarse dentro de un arcon previamente preparado. No bien se introdujo en él,
cuando
los setenta
clavaron para
y dos cómplices de Typhon dejaron caer los clavos, y con
mayor seguridad, remacharon
arrojaron al brazo tanítico del Nilo.
El rio
lo
condujo
al
la tapa,
echaron
mar, y
las olas lo llevaron hácia
Norte, depositándolo en Biblos, sobre la costa fenicia, al pié del tronco de
el
Al cabo de poco tiempo las raíces del árbol envolvieron completamente hizo tan frondoso, lozano y robusto, que
sostener
el
rey de Biblos lo
mandó
Entretanto Isis, que recorría
que
al príncipe
la llevó
en un buque. al rostro del
lo
cortar y lo
pino.
y aquél se empleó en
el
mundo
en busca de su marido, encontró
el féretro;
dióse á
poseía; sacó del pino la caja que encerraba; abrazóla sollozando, y se
De regreso á Egipto
se retiró á
que fué su esposo, y
lo
un lugar
solitario, abrió el cofre,
unió
besó derramando amargo llanto, después de lo
cual abandonó los inanimados restos de aquel á quien estaba unida, para
estaba educando su hijo Horo, con del deber
un robusto
la caja,
techo de su palacio.
conocer
su rostro
el
la llave, lo
príncipe que encerraba, lo
el
ir
á Buto, donde se
objeto de exhortarle á que no olvidara el cumplimiento
el
en que se hallaba de vengar á su padre.
Durante su ausencia Typhon dio con
el
cadáver, lo dividió en catorce trozos y los dispersó, dejándolos en diferentes puntos de la
vasta región que constituye
el valle
del Nilo.
Al saberlo
Isis, trató
de reunir nuevamente los
dispersos miembros, y donde quiera que dió con uno de ellos, levantó
memoria de su amado
tumbas existentes en Egipto, consagradas á Osiris
fueron sepultados en un
cuantos
sitios
Tvphon, en
el
el
haber
transcurió
á la
el
que todos los miembros de
Isis al
levantado sepulcros en
propósito de desorientar á
sepulcro verdadero. El sepulcro
cabeza de Osiris, y áun entre los faraones gozaba fama de ser
la
esposo, éste residia en
No
Osiris: otros sostienen
lugar, y que
caso en que se hubiese propuesto encontrar
En
venerando de cuantos existían.
ganza.
mismo
había dado con uno de ellos, obedecía únicamente
Abydos guardaba
de
un sepulcro
esposo. Así se explica, dicen unos, la existencia de las innumerables
el
mundo
inferior
mucho tiempo
y su hijo Horo se disponía para
sin que estallara entre éste y
enemigo sojuzgado; mas
el
círculo de
más
viuda
la
obra de su ven-
Typhon una lucha encarni-
zada, que duró cuatro dias seguidos y terminó con la derrota del último. el
el
tanto que Isis lloraba y se ocupaba en sepultar á su
Horo entregó
á Isis
concedió la vida y fué á reunirse con su esposo. Esta bellísima leyenda identifica por hábil manera los destinos de una pareja humana, con
del
fenómenos naturales propios
hombre. La crecida
primera de
la tierna
la vida
del Nilo
humana y
el
y
le
y el destino del alma poder luminoso del sol, la causa
del Egipto, el curso del sol
la feracidad del suelo, el
triunfo definitivo del bien y de la verdad, es decir, Osiris,
parece vencido y anonadado por los dias de sequía, por la arena del desierto, por las tinieblas de la noche, por las densas nieblas, las brumas, la tempestad, la muerte, la mentira y los
243
HASTA TEBAS
perversos y turbulentos instintos que germinan en el corazón humano, personificado en nuestro mito por Typhon. Mas en cuanto crecen las aguas del Nilo, después de un período
durante
cual han sido relativamente escasas, v con ello comienzan á verdear los
el
en que fué depositada el
la
simiente, y
un nuevo
sol ilumina el
alma humana, terminada su breve peregrinación sobre
mundo y
campos
disipa las nieblas; y
la tierra, alcanza la vida eterna;
y
bien triunfan del mal y de la mentira, puede decirse que Horo ha vencido á Typhon y restituido además en el trono á su padre, después de haberlo vengado. Isis, la madre, desempeña en el mito la parte femenina de la naturaleza, que recibe los gérmenes de la
verdad y
el
cuanto existe,
—
recipiente universal del Platón,
el
amor por
poseida de
cosa, sino que
el
primero y más elevado de
además
— que
no sólo se halla completamente
los séres, aquel
está destinada á recibir el
que con
el
bien es una sola
mal y
servirle de vehículo, siquier lo evite y hasta lo desprecie.
La
historia mítica de esta familia divina nos
ha
:: ^M ¿
sido
r *
confirmada por
el
monumentos no había
testimonio de los
egipcio para el cual no constituyera
á su alma, y cada
manera que
el tipo
SOL
de los destinos que esperaban
moribundo estaba seguro de resucitar de la misma ¡Qué mucho, pues, que la tumba de Osíris
resucita el dios.
atrajera las gentes piadosas del país, y que los príncipes, lo los simples particulares, dispusieran
cidos á
!
:
Abydos
estaban persuadidos de que se santificaban, con ser
si
,
enterrados cerca del
mismo que
que sus cadáveres fueran condu-
sitio
en que vacia
terios explorados por Mariette,
tiempos
las épocas, desde los
la divinidad!
Los grandes cemen-
en los cuales ha abierto tumbas de todas
más remotos hasta
aquellos en que vivie-
ron los constructores de pirámides, son las posadas en que esperaban encontrar eterno descanso los muertos que emprendían
PLANO DEL TEMPLO DE OSÍRIS
el viaje del Nilo.
El célebre templo de Abydos, consagrado á semejante uso, fué construido por Seti
Levantábase cerca de
la
L
aldea de Arabat el-Madfuneh, y Mariette emprendió en 1859 la vasta
arenas tarea de limpiar de escombros toda la parte occidental, que vacia sepultada bajo las de una colina de la cadena líbica. se dio este
El Madfuneh significa en árabe
nombre á
podamos
resolver
edificio, ó
en memoria del sepulcro de Osíris.
si
La construcción
de la
mayor
la aldea,
el
Enterrado, sin que
á consecuencia del hundimiento del
parte de los templos egipcios obedece á
un mismo
plan,,
ofrezca ocasión oportuna; plan que expondremos á la consideración del lector cuando se
mas
el
de Abvdos se separa completamente.
conducen á cambio
las
la
Los patios exteriores y
los píleos (I)
que
puerta principal ó lugar de ingreso, están completamente destruidos: en
cámaras interiores se hallan en perfecto estado de conservación
,
hasta
el
punto
el ánimo del espectador. de producir un efecto sorprendente y por demás poderoso en al propio tiempo la parte más importante del edificio, siete capillas Forman el centro,
y
sanesituadas una al lado de otra, cada una de las cuales viene á ser un verdadero sancta
HASTA TEBAS
244
torum (V e-d). Sabido es que
que interiormente representaban consiguiente cobija
al
grandes sarcófagos se cerraban con piedras circulares
los el
que se extiende sobre
cielo estrellado
por medio de bóvedas de curvas suavísimas, practicadas en
cada uno de ellos, vese todavía la
jamba correspondiente
la
peña
En
viva.
nicho en que se levantaba una estatua de
el
las
macizas puertas de bronce que en
Amon
de Tébas; en los tres de su izquierda (e-g)
de Menphis, y
el rey,
ó sea los tres de la
divinidad,
la
y en empotrados
Harmachis
el
el del
En
centro
Heliopolitano, Ptah
considerado en esta tierra como encarnación de Ra; en los opuestos,
derecha (b d), á Osíris,
— que
fondo de
opuesta encajaban.
la
cada uno de dichos santuarios se adoraba una de las grandes divinidades: en (a) á
el
la divinidad,
se distingue perfectamente el hueco en que estuvieron
que giraban
los goznes en
la tierra, y por Abydos están cerrados
difunto: pues bien, los santuarios del templo de
lo
mismo que
el
y Horo. Dichas capillas y
Isis
el
sepulcro de
pozo, al cual pudo todavía descender Estrabon por
—
eran el término al cual medio de una escalera abovedada, y no ha podido ser encontrado, se encaminaban los muertos y los numerosos peregrinos procedentes del Alto y del Bajo Egipto.
Siete puertas, todas
muradas, excepción hecha de una
sola (III e-d) conducían
templo y á las dos vastas salas hvpostilas (III y IV) que era preciso atravesar para llegar á los santuarios. El techo de la primera (III) se halla sostenido por veinticuatro al
columnas;
el
de la segunda, que es
mayor y más
bella (IV), por treinta y seis.
En
se hallan repartidas en seis grupos de cuatro, en la otra en seis grupos de seis, intervalos que los separan, lo
mismo que
los existentes entre las líneas de
la
una
y los
columnas y
las
paredes exteriores, constituyen otros tantos pasos que llevan á las puertas de los santuarios.
Cuando
se quería llegar á la capilla de
Amon
por
el
pasillo central (a), á derecha é
izquierda, donde quiera que podía alcanzar la mirada, sólo se distinguían cuadros é inscrip-
ciones relativas á la divinidad.
de columnas situadas algo al
señor del
mundo
En
más
inferior.
cambio,
al dirigirse al altar
de Osíris, entre los dos grupos
léjos, hacia la izquierda, todo
Otro tanto puede decirse de
de los pasos que guiaban al fondo de
la sala
segunda
,
la
cuanto se veia decía relación
ornamentación de cada uno
hasta cada una de la siete cámaras
abovedadas.
Según expresan
las inscripciones,
ningún profano podia llegar á estas salas sagradas:
para conseguirlo era indispensable someterse á gran número de pruebas ó ceremonias preliminares.
Unicamente
los sacerdotes de jerarquía superior
y
el
rey tenían derecho á
penetrar en los santuarios, en tanto que las procesiones se detenían en la sala segunda y
contemplaban con piadoso terror
las
ceremonias que tenían lugar en
el
fondo de las cámaras
abovedadas. Jamás resonaron en este templo los cantos ni los sones del arpa
y de
la flauta:
era un cenotafio; la tumba honorífica de un muerto enterrado en otro tiempo, que Seti
habia construido
tal
vez sobre el emplazamiento de
nos dan cuenta las inscripciones que se remontan á rey descansaban en Tébas: para que recibiera de
la
I
un templo antiguo, de cuya restauración la
duodécima
posterioridad
el
Los restos
del
culto y las ofrendas
que
dinastía.
se tributaban al dios al cual se habia unido su alma, era indispensable que su
nombre
se
245
HASTA TEBAS hallara á la
misma
Abydos, y en
altura que la cabeza del Osíris de
Las momias transportadas á Abydos.
predecesor.
tal
la
misma
línea
que
el
de su
vez se hallaban depositadas delante del
se á presumirlo las inscripciones, ya que de su contexto
ménos dan derecho
santuario: por
lo
desprende que
los sacerdotes debían dar la vuelta á cada
una de
las capillas
practicar treinta ,
y seis genuflexiones, salmodiar piadosas letanías, levantar los velos que cubrian las estatuas de los dioses, adornarlas con cintas, coronas y estofas y darles testimonio de su veneración
En
por medio de ceremonias previamente prescritas.
culto,
que se verificaba en
conduce á las
cámaras, dispuestas detrás de los
la capilla
de Osíris: en
ella se
encontraba
la
única puerta que
de las columnas (VI) y á otras dependencias que con ésta comunican. En paredes de ese bellísimo cenotafio el faraón se inclina para hacer libaciones en
la sala
columnas y
honor de
las
hacían préviamente los preparativos indispensables á las prácticas del
siete santuarios, se
quema
los dioses,
perfumes, se arrodilla y recibe sus dones, los atributos de la dominación, ó los
símbolos de los bienes más
Seme-
preciosos de la vida.
jantes asuntos se hallan re-
presentados en otros tantos bajo-relieves, esculpidos con
nimia prolijidad de
detalles
en una calcárea sumamente
compacta. La cabeza de Seti
I
constituye
un verda-
dero retrato, siendo imposi. ble desconocer la semejanza SETI
existente entre SU perfil V el
de su hijo
Ramsés
I
OFRECIENDO EL INCIENSO Y HACIENDO UNA LIBACION (Bajo-relieve de Abydos)
cual en otro lugar nos
II, del
datan de su época llevan impreso
el sello
hemos ocupado. Todas
las esculturas
que
de la perfección; mas, según parece, en cuanto
pasó de esta vida dejaron de trabajar los grandes maestros que con tanta destreza manejaban Ramsés II y las líneas de jeroglíficos el cincel: las numerosas representaciones del tiempo de de la primera sala y del vestíbulo
muy
(II),
cuyo techo se halla sostenido por doce pilares, ^on
inferiores, bajo el punto de vista artístico, á las
Éste vivió lo bastante para ver terminada la obra
desprende de
aumentar
la
las clavijas de
más
en
cola de milano
que se remontan
al
reinado de Seti
importante de su cenotafio
empalmadas entre
la
el
cuidado de terminar la ornamentación exterior.
fachada posterior del
adelante, nos revela la EGIPTO, TOMO II.
muro
del vestíbulo, de la cual
manera cómo Ramsés
II
Lna
.
I.
según se
las piedras,
adherencia, en cada una de las cuales se ve esculpido su nombre;
dejar á su sucesor p rabada
madera en
más
mas
para debió
larga inscripción,
pensamos aprovecharnos
cumplió este deber
filial.
62
HASTA TEBAS
246
SALA DE LAS PILASTRAS EN EL TEMPLO DE ABYDOS
Si Mariette
tiene el mérito de
en que vacia sepultado, de los documentos
la ciencia es
(II
DEL PLANO)
haber desembarazado ese soberbio deudora
al
profesor
Dumichen
más importantes que nos ha proporcionado
el
edificio
de la arena
de la publicación de uno suelo egipcio.
Fué
éste
descubierto en una de las cámaras laterales (VII) de la parte Sur del templo de Seti consiste en
una larga
lista
I,
y
de los faraones, reconocidos como legítimos, que reinaron en
Egipto con anterioridad al fundador del cenotafio de Abydos.
Así como
el jefe
grandes casas reales de la Europa contemporánea se ha hecho representar en
TABLA REAL DE ABYDOS
de la
una de
las
Sala de
los
247
HASTA TEBAS
Antepasados de su castillo, á la cabeza de sus predecesores, Seti se halla representado de pié su hijo ofreciendo el humo del incienso, delante de esa larga série de nombres, en tanto que v sucesor se acerca á
los
mismos haciendo su
brimiento de la que nos ocupa, una
panegírico.
Conocíase
a
a ántes del descu-
compuesta de diez y seis cartones 1 completos \ ti es ruinas del cenotafio que Ramsés II se mandó erigir al
lista
mutilados, que fue encontrada en las
Norte del monumento de su padre, con materiales por demás preciosos, tales como granito, alabastro, calcárea de Mokattam; y otra mucho más extensa, puesto que consta de treinta y nueve cartones completos y tres bastante deteriorados, encontrada en Sahara. La segunda importante todavía, lista de Abydos, que es la que anteriormente hemos mencionado, es más
va que se halla formada por setenta y seis cartones, que empiezan en Mena el Thinita, primer rey de Egipto, y concluyen en Seti I; por consiguiente salta desde luego á la vista la importancia que tiene dicho monumento para reconstituir la dilatada línea de soberanos que reinaron en
aprovecharnos
que
el
valle del Nilo.
el
de las noticias
sacerdote
Sin embargo, justo es consignar,
que contiene, se debe principalmente á
que
si
hemos logiado
las listas de los faraones
Manethon de Sebennytos (hoy Semmenud), no ménos conocedor de conocer la egipcia, redactó para Tolomeo II, Filadelfo, deseoso de
lengua griega que de historia del país
que dominaba, no obstante ser
cristianos.
;
un padre macedonio. La
i
la
elación
excepción hecha de contados y reducidos
circunstanciada de los hechos se ha perdido,
fragmentos
hijo de
la
compiladores pero en cambio las listas reales nos han sido conservadas por gracias á la tabla de Abydos, pueden ser restablecidas y completada»
Al presente,
con exactitud. que regresaba de lo» Al volver á nuestra dahabijeh, nos encontramos con una caravana sólo en el gran oasis de el-Charge
— — natrón, y grandes platos labrados
oasis del desierto líbico y traia á Egipto dátiles frescos fruto se encuentran sesenta y cinco mil palmeras que dan
de una sola pieza, fabricados en Darfur, y
En
el dia el
muy
paso de una caravana por estos
apreciados por los felahes y los marineros. un hecho excepcional, puesto
sitios constituye
desde Girgeh la época en que el mudir trasladó su residencia camellos, la mayor parte, por no á Sohag, donde se celebraba ya una feria ó mercado de Sohag por punto de paitida. decir todas las que se dirigen hácia el-Charge, toman á
que con posterioridad á
que
respecto de los oasis Hasta hace poco tiempo sólo se tenían noticias escasas é incompletas como están del separados que Nilo, al paralelamente extienden se y de Norte á Sur
jornadas, que es preciso por una distancia que no puede recorrerse en ménos de cinco inconvenientes para ser pocos no ofrecen desierto, del soledades las de través realizar á
mismo
visitados,
no obstante ofrecerse en
bien, merced á
ellos
un verdadero
las expediciones practicadas
reflejo de la fertilidad del Egipto.
Pue»
en estos últimos años por G. Rohlfs y sus
así como de los mares compañeros, hemos podido tener exacto conocimiento de los mismos, las plantas que en ellos se arena que por todas partes los rodean; de los animales y
de
1
Cartón
es
un adorno que se emplea en
las obras de escultura
y de pintura.
249
HASTA TEBAS
encuentran, desde las hienas y gacelas, hasta los representantes de la fauna marítima, que sólo existen en estado de petrificación. Por lo que se refiere á los monumentos propios de los oasis, se
encuentran en
el dia
en manos de todos los egiptólogos, y por su medio podemos más antigua de esas islas perdidas en medio
tener noticias positivas respecto de la historia
de las arenas del desierto. Las antigüedades de el-Charge han sido exploradas en conjunto,
y esclarecidas completamente, en un viaje practicado con posterioridad á dichas expediciones, por H. Brugsch, cuyas investigaciones, unidas á las de Dumichen, han enriquecido la ciencia con
los
oasis.
nombres que en tiempo de
En un
los faraones se
daban particularmente á cada uno de
principio llevaron todos, indistintamente, el
nombre de
explica por el desierto que los rodea, y que equivale á el envuelto:
uach, es decir, plantaciones:
más recientemente aún, en
más
uit,
los
palabra que se
tarde se les dió el de
lenguaje copto, se les llamó uah y
FAMILIA DE GACELAS
griego también vahe, que equivale á habitación, colonia, y de éstos se formó el nombre luego, confiando su administración oasis. Los reyes de Egipto se apoderaron de ellos desde
sus y régimen á dinastía, que,
en
el
oficiales.
como
Thutmes
II,
uno de
los
primeros reyes de
la
décima octava
es sabido, libró el valle del Nilo de la dominación de los Hyksos, levantó
sin que nos ocupa un templo consagrado á los dioses egipcios: justo es consignar, remontan á los los monumentos que se conservan aún en los oasis, sólo se
embargo, que
tiempos de Darío
I,
rey de los persas.
limitaron á restaurar los santuarios
Los
otros dos grandes reges del propio
fundados por
el hijo
nombre,
se
de Histaspes, y hasta los tiempos de
Los faraones solian desterrar á los Trajano se atendió cuidadosamente á su conservación. conducta siguieron más tarde los igual políticas: ideas sus por peligrosos oasis los hombres romanos, procediendo de EGIPTO,
TOMO
II.
la
propia suerte los bizantinos que deportaron á Hibe (el-Charge) 63
HASTA TEBAS
250
á los herejes, y entre éstos al obispo Xestorio.
costumbres morigeradas y de
la
Olimpiodoro habla con alabanza de
las
adelantada civilización de los habitantes: los sepulcros
cristianos y los restos de iglesias que en ellos se encuentran,
prueban que con anterioridad
á la época en que tuvo efecto la invasión del islamismo, estaban habitados, y participaban sus
moradores de
las creencias
que constituyen
hallan sometidos á la ley de
ha logrado inflamar y el trigo, la
cebada,
el
Mahoma, y
la
la religión del
Salvador. Al presente, casi todos se
orden de los Senusi, por demás poderosa en
ellos,
y los odios de religión. En sus campos se cultivan trébol, y pueblan sus frondosos bosques el algodonero, el
atizar el fanatismo
arroz y el
MANANTIAL EN EL DESIERTO
añil, la sont.
palmera
En
datilífera, la
cuanto á
la viña,
cultiva para aprovechar la
palmera dum,
que en tiempo de
uva como
el
limonero,
el
naranjo, la higuera y la acacia
los faraones producia
fruta: en el
un vino exquisito,
sólo se
gran oasis de el-Charge, que pueblan
seis
mil habitantes, favorecen esa rica vegetación ciento cincuenta manantiales, cuyas aguas discurren á lo largo de numerosos canalizos.
Esta
isla del desierto, el Hibri de los griegos,
mantuvo, según parece, en tiempos antiguos, estrechas relaciones religiosas políticas con y Abydos, puesto que la administración y régimen de ambas estaba confiada al mismo funcionario, y en el templo erigido en Heb por Darío, y consagrado principalmente á los
HASTA TEBAS dioses tebanos, se adoraba también á
en
las
cámaras
del
segundo piso
misterios del Osiris de Abydos. la piedra,
,
composición nos remontan á Si tratáramos de
región del Sahara
la
bellos
época de
ménos abundante en :
Además,
la
Amon y las inscripciones esculpidas en pertenecen á una época anterior, y por su
himnos á
las paredes,
preponderancia tebana.
acompañar á nuestros
pudieran ofrecernos atractivos
los hijos del Sol.
sólo accesibles á los sacerdotes , se celebraban también los
Los
con que Darío adornó
251
Schu y á Tefnut de Thinis,
lectores á los diferentes oasis
que existen en la
fuentes, sólo podríamos encontrar unos pocos
que
tan cierto es esto, que no obstante los espectáculos extraor-
dinarios que ofrecen en abundancia semejantes soledades, las escenas de
campamento, y
los
EL ESPEJISMO
incidentes que artista,
rompen
la
monotonía
del viaje,
no se sabe de pintor alguno que hasta
desierto líbico.
En cambio en
y que tanto se prestan al lápiz y al pincel del el presente se haya determinado á cruzar el
otras regiones del Sahara se
han reproducido hasta con exceso
beduinos á pié y á y de sus despiertos chicuelos; el sorprendente fenómeno del espejismo, y además, merced á la decisión de animosos viajeros, especialmente del sabio geólogo Zittel, hemos podido conocer, por medio de la palabra, la caravanas que están abrevando los camellos en un cristalino manantial caballo
acompañados de sus
;
hijas de negros ojos
belleza de formas y la riqueza de colores del desierto que circuye los oasis. Hay más aún: los estudios realizados han permitido demostrar que el desierto líbico, ántes de ofrecer el
aspecto actual, se hallaba cubierto por las aguas marítimas, y que las olas de un vasto
HASTA TEBAS
252
océano han modelado
extensas depresiones, existentes en forma de vasija llana, y los lechos de los rios desecados (uadis) sobre los ribazos de suave pendiente que se distinguen
por todos lados el
;
las
bañado
las
masas de arena y morrillos que salpican
el
terreno y arrastrado
fondo de su lecho, á excepción de los «testigos» que subsisten como otras tantas
islas.
Tales testigos comunican un carácter particularísimo á la parte del Sahara que rodea los oasis. El camino de Siut á Farafva condujo á Rohlfs á una gruta llena de soberbias estalactitas:
en
ella
tuvieron los viajeros ocasión de contemplar una inmensa ciudad, cuyo
aspecto era verdaderamente maravilloso, puesto que en su vasto recinto no se veian
más
iWi
HOU
que elegantes columnatas, soberbias torres, esbeltos obeliscos, casas grandísimas y pirámides como la misma nieve, en suma, y para servirnos de las palabras empleadas
—
tan blancas
por
el jefe
de la expedición,
nación pueda concebir. espectáculo,
No
— todas
formas más caprichosas y fantásticas que la imagiera posible poner término á la contemplación de tan mágico las
y no podía comprenderse
naturaleza ó producto debido á la
mano
si
era todo aquello resultado de
del
un juego de
la
hombre. Líneas de alturas extendiéndose de
Norte á Sur; pintorescas gargantas; rocas aisladas; dunas en forma de colinas; vertientes sobre cuyos flancos se distinguen cristales de espato calcáreo, que brillan á los rayos del sol
como
otros tantos fragmentos de espejo ó de diamantinas preseas,
comunican variedad á
la
253
HASTA TEBAS
FELAHES ENCAMINANDOSE AL MERCADO
EGIPTO,
TOMO
II
64
HASTA TEBAS
254
agrisada y amarillenta superficie del desierto, sobre la cual vegetan innumerables plantas, por
demás
raquíticas, viven miserablemente escuálidos reptiles,
indican
el
mejor y más cómodo camino,
bieron á la fatiga del viaje.
Cierto
las blancas
y vienen á ser mojones que
osamentas de
que una excursión á través
los camellos
del desierto es
que sucum-
abundante en
ambiente es tan puro, tan ligero y sutil el aire que se respira, que el se experimenta compensa todos los inconvenientes. No es posible imaginar, no habiéndola experimentado, la incomparable dulzura del descanso, después de privaciones; pero
placer que
un
en
el
ello
dia de fatigosa
brillantes é
marcha, á
innumerables
rayos de su tenue claridad. nosotros
hemos
soledades
hora en que empieza á gozarse
la
estrellas
que tachonan
más
de la noche, y las
seductor espectáculo de la naturaleza, sin que
el
insignificante viniera á sacarnos de las delectaciones purísimas en que
Repetidas veces hemos oido
sentido
el fresco
celeste envuelven al viajero en los
Nosotros hemos gozado algunas veces esa plácida calma;
cíamos sumergidos durante horas enteras vida.
bóveda
recorrido también las dilatadas llanuras del desierto, y en medio de sus
hemos meditado, y gozado
rumor más
la
dichoso y
feliz
imposible encontrar en
concentración así se explica
el
la
,
que contamos entre
las
más venturosas de nuestra
gran viajero H. Barth, asegurando que jamás se ha
que en medio del desierto de Africa. Lo comprendemos, porque es
mundo lugar alguno en
más completa, y que
al
el
permane-
inmensa mayoría de
hombre una
cual pueda alcanzar el
el
adquirir una posesión
más
las religiones
íntima de las fuerzas del espíritu:
de Oriente, se hayan concebido por
sus respectivos
fundadores en medio de la calma y soledad del desierto. En los dilatados mares de arena de la Libia, es raro encontrar al beduino del Sahara occidental, que decidido
marcha
al
galope de un caballo de pura raza: las tribus que se hallan establecidas en las
cercanías del Nilo,
y que mediante un estipendio prestan sus servicios, como guias y acompañantes, y los de sus camellos al viajero que pretende recorrer aquellas regiones, son bastante miserables, y no tienen nada de temibles. Con todo, se distinguen completamente de los felahes por sus maneras
y por su arraigado sentimiento de indepen-
viriles
dencia: consideran á éstos inferiores, se llaman con orgullo árabes, en recuerdo de la cuna
de su raza, esa Arabia de donde salieron sus nobles antepasados, y se resignan á duras la vida sedentaria del egipcio, descendiente de los faraones, que cultiva su campo
penas á
y
lo riega
con
el
sudor de su frente.
Encontramos nuestra dahabijeh en Beliane
pasamos delante de Farchut; consentimos que nuestro arraez se trasladara á las cercanías de Hou, para ofrecer un presente á cierto renombrado santón que
reside en aquellos lugares; visitamos algunas cavernas antiguas
existentes en la cordillera líbica
palmeras dum, más bellas último penetramos en
el
;
al
;
en Kafr-es-Saiad gozamos contemplando
paso que
el
viento del Norte nos impele hácia
puerto de Kene, la Kaenopolis de los griegos.
las el
hermosas
Sur, y por
Verdaderas montañas
de objetos de alfarería, especialmente tinajas de todos tamaños y dimensiones, y el humo de una multitud de hornos de alfarero, revelan al que en el mismo toma tierra, cual es la industria principal en que se
ocupan
los habitantes de esta villa
y sus contornos.
En
las
:
HASTA TEBAS
255
aldeas felahes pueden verse paredes, techos y palomares construidos con tinajas y artesones, y no lejos de Girgeh, nos hemos encontrado ya con una expedición que transportaba al Cairo las vasijas de
Kene. Aquí hemos asistido á
formación de uno de esos trenes. Consiste
la
en un conjunto de grandes tinajas que unidas unas á otras y puestas boca abajo, se encierran en un marco de madera que provisto de un fuerte estai, destinado al gobernalle, se éste
carga con gran cantidad de vasijas.
La mayor parte de los kulles de tierra porosa y de los que se emplean en Egipto, constrúyense en Kene, de tiempo inmemorial. Los hay
filtros
completamente desprovistos de adornos los
:
otros están torneados y adornados á la
tiempos de los faraones son conocidos con
el dia
por
el
á la ciudad
,
árabe de baila.
Empleamos un
que después de Siut es
Egipto, contando, á lo que se dice,
la
más
el
nombre de
sir,
mano
:
desde
frecuentemente sustituido en
cuarto de hora en trasladarnos desde el puerto
mayor y más
bella de cuantas existen
de diez mil habitantes.
La
en
el
Alto
casa del comerciante
CAMPAMENTO DE GITANOS
par cónsul de Francia y de Alemania, está puesta con un lujo que excede á toda ponderación: nada falta en ella de cuanto ha inventado el perverso gusto árabe
Bischara, que es
al
contemporáneo.
En
la
fachada puede distinguirse una verdadera y completa colección de A encontrarnos en una ciudad europea, habríamos
animales, rojos, amarillos y naranjados.
podido imaginar que un escolar travieso, dueño por un capricho de
cubos llenos de colores, había alcanzado autorización para poner en artístico sobre esa
inmensa
superficie.
Lo que
la
fortuna de inmensos
ejercicio
su entusiasmo
es en la ciudad, tan deslumbrantes pinturas
excitan profunda admiración: los marineros del Xilo y los camelleros hablan de ellas con
verdadera fruición durante las horas de descanso.
En
el
Bischara ofrece á sus huéspedes frecuentes fantasías, esto
salón principal del palacio es, bailes
el
señor
acompañados de canto
debe consignarse que en Kene hay un gran número de gitanas bailadoras y cantadoras á las cuales se da el nombre de ghawazi. La vez primera que con gitanos hemos topado ha sido en la feria
de Tantah: pero los hay en todas las ciudades del Alto Egipto.
Viven en verdaderos
HASTA TEBAS
256
tabucos v más comunmente en campamentos
establecidos al aire libre.
Numerosas
familias
procedentes de ellos se hallan establecidas en las cercanías de los mercados de cuadrúpedos,
pues por punto general
los
padres hacen
oficio
de chalanes entre los compradores de caballos,
camellos y asnos. Este comercio es sumamente activo en esta región, pudiendo decirse que Kene ha reemplazado, respecto del particular, y desde hace mucho tiempo, á la antigua Coptos, hoy Kuft, de cuyo punto partían las caravanas que desde las cercanías del Xilo se dirigían al
mar Rojo y
hablaremos, con
la
al
puerto de Ivoser.
Cuando llevemos
al lector al país de los
detención que merece, de esa vía de comunicación del
mundo
Abadde,
primitivo.
VENDEDORA DE CACHARROS Y TINAJAS
En
otro tiempo sirvió para la exportación del trigo de Egipto á la Arabia: al presente los
granos destinados á Djeddah pasan con preferencia por Suez. Sin embargo,
Kene
en especial en
es considerable aún,
la
época de
las peregrinaciones á la
el tráfico
Meca:
la
parte de los peregrinos del Alto Egipto, de la Nubia, del Sudan, de las provincias
manas
del Africa central,
verifican el viaje pasando por
Kene y por Koser. De
de
mayor
musulésta á
con toda comodidad y rapidez en buque de vela ó de vapor. Los peregrinos que regresan de su piadosa expedición, acostumbran desde tiempo
Djeddah se puede hacer inmemorial entregarse
la travesía
sin freno á todos los placeres del Oriente en la encantadora ciudad de
los productos de alfarería,
con
lo
cual
menguan no poco
los méritos
que pueden haber
2 OI
HASTA TEBAS
EEGEESO DE LA PEEEQEDs ACION
EGIPTO,
TOMO
II
65
MOHAMED-ALI
EGIPTO.
TOMO
II
REJUVENECIMIENTO
DE
EGIPTO
ALAMEDA. DE SHOUBRAII
EGIPTO,
TOMO
II.
REJUVENECIMIENTO
DE
EGIPTO
1
EGIPTO,
TOMO
II.
REJUVENECIMIENTO
DE
EGIPTO
ACUEDUCTO ANTIGUO 00 â&#x20AC;¢<1
EGIPTO,
TOMO
II.
REJUVENECIMIENTO
DE
EGIPTO
EL JETIFE ISMAIL PASEANDO EN COCHE
1
REJUVENECIMIENTO
DE
EGIPTO
MERCADO DE ESCLAVOS
V
EGIPTO,
TOMO
II.
RESURRECCION
DEL
EGIPTO
ANTIGUO
00
QUIROMANCIA <s>
ü
LA
UNIVERSIDAD
A' LA
MEZQUITA
DE
EL-AZHAR
UNA CATEDRA EN LA MEZQUITA DE EL-AZHAR
u
HABITACION DEL MÜFTI (JEQUE EL-MAIIDI)
EL
CAIRO
PASATIEMPO DE UNA DAMA EN EL CAIRO
103
1
EGIPTO
TOMO
II.
EL
CATEO
1 13
PLAÃ&#x2018;IDERAS
I
EL
CAURO
119
DISTRIBUCION DE DÁTILES EN UN CEMENTERIO DEL CAIRO
EL
CAIRO
CAFE EN PROVINCIAS 1
EGIPTO,
TOMO
II.
REGRESO DE LA CARAVANA DE LOS PEREGRINOS
PUERTO DE BOTJLAQ
EGIPTO,
TOMO
II
EL
EGIPTO
SUPERIOR
181
GEBEL-ET-TEIR
1
EGIPTO,
TOMO
II.
EL
EGIPTO
SUPERIOR
185
RECLUTAMIENTO EN TIEMPO DE MEHEMET-ALI
1
EL
EGIPTO
SUPERIOR
195
COLUMNATA DE MEDAMOT, CERCA DE TEDAS
f
EGIPTO,
TOMO
II.
HASTA
TEBAS
ORILLA DERECHA DEL NILO, CERCA DE GEBEL ABU-FODA 209
EGIPTO,
TOMO
I! .
HASTA
TEBAS
A LAS PUERTAS DE LA CIUDAD
213
EGIPTO,
TOMO
II.
HASTA
TEBAS
HASTA
TEBAS
231
UNA OFICINA EN
GffiGEH
EGIPTO,
TOMO
II
HASTA
TEBAS
BÚFALOS CONDUCIDOS AL NILO
r
TEBAS
HASTA
MERCADO DE CAMELLOS
r
I
T 1
TEBAS
2/9
EXCURSIONISTAS
EGIPTO,
TOMO
11
EGIPTO.
TOMO
II.
TEBAS
ยกรกECHETd A LA LUZ
LE LA LUNA 305
t
1
TEBAS
311
EL COLOSO MEMNON Y SU COMPAÑERO, DURANTE LA ÉPOCA DE LA CRECIDA DE LAS AGUAS
I
1
TEBAS
ALDEA DE KARNAK 323
EGIPTO,
TOMO
II
TEBAS
325
ASPECTO INTERIOR DEL PABELLON EN MEDINET HABU
F
1
orcoi.
a
ESPECTÁCULO OFRECIDO POR UN ENCANTADOR DE SERPIENTES EN EL SEGUNDO PATIO DE MEDINET HAJ3U
EGIPTO,
TOMO
11.
TEBAS
OO 03 ^1
ENTRADA AL VALLE DE LAS TUMBAS
ÍIPTO,
TOMO
II
TEBAS
INTERIOR DEL TEMPLO DE APET EN KARNAK
EGIPTO,
TOMO
II,
DE LA
CIUDAD
DE
AMON
A LA
CATARATA
VO
O
DANZA DE ALMEAS EN LAS RUINAS DE KARNAK
357
EGIPTO,
TOMO
11.
DE LA
CIUDAD
DE
AMON
A LA
CATARATA
\0
0
->
369
TEMPLO DE EDFU
EGIPTO,
MMiHil TOMO
II.
É1|B|Í
DE LA
ÉSffci®
feSal
8aa«íl¡ WmW . .
CIUDAD
wkmmÉmmmm
DE
AMON
A LA
CATARATA
ocsin*'*
vO o\
JUNTO AL MAR ROJO
331
DE LA
CIUDAD
DE
AMON
A LA
CATAKATA
391
TEMPLO DE KOM-OMBÃ&#x153;
DE LA
CIUDAD
DE
AMOX
A LA
CATARATA
PUERTO DE ASUAN
DE LA
CIUDAD
DE
AilON
A LA
CATARATA
LA PRIMERA CATARATA
411
DE LA
CIUDAD
DE
AMOX
A LA
CATARATA
ALDEA ENTRE ASUAN Y
PIIIL/E 415
**-+=*-
â&#x20AC;&#x201D;
i
DE
LA
CIUDAD
DE
AMON
A LA
CATARATA
419
FACHADA DEL TEMPLO SUBTERRÁNEO DE ABU-SIMBEL
EGIPTO,
TOMO
II.
DE LA
CIUDAD
DE
AMON
A LA
CATARATA
421
PERISTILO DEL TEMPLO
DE
ISIS
EN LA ISLA DE PHILiB
(IV
DEL PLANO)
HASTA TEBAS
258
contraido con su visita á la Casba.
En
lugar de vino beben con verdadero exceso una especie
de hidro-miel, licor embriagador y primitivo en cuya confección entra la miel principal.
Únicamente
el
como elemento
peregrino del alto Egipto que viaja con su harem, es
Kene
el
que vive
tiempo estrictamente necesario, y de vuelta á su país es recibido alegre y cordialmente por sus dependientes y conciudadanos. Así como en la confusión salvaje de la feria de Tantah hemos creído reconocer un resto ó
sobriamente, permaneciendo en
el
reminiscencia de los excesos que se cometian en la fiesta de Bubastis, en los embriagadores regocijos á que.se entregan los peregrinos no culto,
por demás
libre,
podemos ménos que ver algo
del antiquísimo
que se prestaba á Hathor, á quien se adoraba en Denderah, en
opuesta ribera del Nilo.
Esta ciudad, á la cual daban los egipcios
el
la
nombre de Ta-en-tarer
PASAJE DE FELAHES ENTRE KENE Y DENDERAH
del globo; pero y los griegos el de Tentyris, ha desaparecido completamente de la superficie el templo en que se rendia culto á la diosa de la cara bonita, á la divinidad de oro, se
conserva en perfectísimo estado: circunstancia que sorprende tanto más, cuanto que las colonias
más numerosas
de monjes cristianos, naturalmente hostiles á todas las manifes-
taciones del paganismo, estableciéronse con predilección, ya en los primeros tiempos, en las
inmediaciones de Denderah.
Pasamos con nuestros jumentos á embarcaron travesía,
en
al la
la orilla
opuesta por medio de una balsa, en
la cual se
propio tiempo los rezagados de una caravana, y después de una rápida cual, sin embargo, no empleamos ménos de una hora, nos detuvimos delante
del bellísimo templo de Hathor,
que nos permitió conocer, hasta en sus detalles más insigni-
259
HASTA TEBAS ficantes, la distribución interior de
prestado á los dioses de Denderah
,
un santuario casi
como
egipcio,
y
asistir á las
testigos oculares.
ceiemonia»
Los sabios de
la
del culto
expedición
numerosas de este templo francesa describieron con verdadera admiración y sacaron vistas de la influencia completamente librarse supo no parece, encantador, cuyo arquitecto, según Mariette y Dumichen, el podeise utilizai del genio griego, y la ciencia debe á los señores sus salas, cámaras y del rico tesoro de inscripciones que cubren todas completamente
corredores y hasta
necido en
el
el
poder penetrar en las criptas subterráneas.
mismo meses
Uno
y otro han perma-
enteros, habiéndolo estudiado detenidamente, del
mismo modo que
un celo dignos del éxito de que templo gemelo de Edfu, dedicado á Horo, con un ardor y especialmente, es á quien se debe él Dumichen, á pero coronados; vieron se esfuerzos sus en sus muros, de la historia de restablecimiento, por medio de los documentos conservados plano se había ya trazado sobre pergacuyo primitivo, joven par al santuario, semejante y el constructor de la gran pirámide. mino, y no sobre papel, en tiempo de Chufu (Cheops), durante la segunda mitad del antiguo Merced á aquélla sabemos que se trabajó en él, no sólo dinastía, aquella cuyos reyes han recibido imperio, sino también en tiempo de la duodécima III tomo Después de la expulsión de los Hyksos, Thutmosis el nombre de Beni-Hassan. que sobre él pesaron en calamidades las tantas fueron pero á su cargo la restauración tiempo de los que no quedó más remedio que reconstruirlo en el transcurso de los siglos, se encuentra ya en alguna de nombre cuyo II), (Soter Tolomeo Tolomeos, acaso ántes de romanos, hasta últimos Tolomeos y los primeros Césares las cámaras subterráneas. Los
el
;
X
las
mas
inscripciones, de las cuales, decoraron cuidadosamente con cuadros é emperador. No debe extrañarse, pues, que el modernas pertenecen á la época de este último moderno, de contemplarlo, sea un edificio relativamente templo, tal cual hoy nos es dado lo que era un de ejemplar acabado un constituye construcción greco-romana; pero áun así, que ofrecían os se halla perfectamente ajustada á la antiguo templo egipcio. Su distribución detalles arquitectónicos escasos los que suerte de templos en la época de los faraones, mediante la de Hathor, pueden suplirse fácilmente que se echan de ménos en el santuario exteriores se hallan más completas partes cuyas Tébas, de comparación con los de Edfu y en tan cuanto á las cámaras interiores se encuentran que las del templo de Denderah. En que las supeie, y Lo. de Edfu alguno templo otro hay no que perfecto estado de conservación,
Trajano,
lo
pueden con ellas igualarse. practico en los templos, el rey 6 su representante Cual acontecía en la fundación de todos Dumichen reglamentos. los en determinados instrumentos éste ceremonias especiales, con hallándose la construcción del templo de Denderah, de Historia su en ellas de ha dado cuenta Sur. De fueron ejecutadas, en las paredes Norte y representadas, según el orden con que por medio de se empezó por demarcar el terreno que desprende se representaciones tales amaso el suelo, por semejante medio consagrado, se cuerdas; después con la tierra de este granos de mirra y de incienso. La ceremonia primer ladrillo, mezclándose con aquélla misma de la arena: que, según parece, es la siguiente consiste en la distribución ó extensión
sólo
HASTA TEBAS
260
que, al decir de
La
jandría.
conquistador macedonio ántes de la fundación de Ale-
la historia, practicó el
quinta de las fiestas cedía en beneficio del templo: según ella
el
Faraón debía
ofrecer á la divinidad planchas de metales ricos, cuajadas de piedras preciosas, en forma de ladrillos.
Según
ceremonia
la sexta
el
rey debió colocar
practicó colocando en el sitio correspondiente, por
grandes dimensiones.
sembrando
Sigue á ésta
Faraón con
primera piedra, operación que
la
medio de una palanca, un bloque de emplazamiento,
la purificación del
la cual se practicaba
mano
derecha, entre la estatua de Hathor y el modelo del templo, un gran puñado de granos de incienso mezclado con natrón, que para este objeto se prepael
la
raban de antemano de una manera especial. La dedicación del templo á á cabo por medio de dos ceremonias finales. realizaba el conjunto de las
mismas
era la octava,
templo que se hallaba colocado entre la
Durante
él
y
la
el
la
la divinidad se llevaba
primera, que en
rey extendía su
el
mano
imagen de Hathor: durante
la
orden con que se
sobre
el
modelo
del
segunda, es decir,
novena y última, proyectaba la sombra de su brazo derecho encorvado sobre el modelo referido. Éste ofrece la
forma de una
capilla
coronada por un
cimasio, con gorguera ó collarín, que es el jeroglífico
representar
empleado comunmente para
un templo
Durante
las
ó santuario.
ceremonias referidas los
reyes no empleaban los instrumentos del
más
operario ó del albañil, sino otros de
pequeñas proporciones,
de
forma más
y de más fácil manejo, que podrían compararse á la llana de plata elegante
que se pone en manos de nuestros príncipes en la PLANO DE DENDERAH
piedras.
Ha
colocación de las primeras llegado hasta
número regular de miniatura, que
el
curioso puede estudiar en
propiamente dicha empezaba por formar
el
núcleo de todo
el
el
santuario
edificio.
accesorios, seguían inmediatamente al
nosotros
un
PLANO DE EDFU
estos instrumentos en
Museo Egipcio de Leiden. La
el
(I del
plano);
Dos pequeñas
el
salas (1
mismo. Después una
construcción
sancta sanctorum, destinado á
y 2) provistas de gabinetes
sala
más
vasta (II), cuyo techo
descansaba sobre seis columnas y en la cual abrían tres cámaras á la derecha y otras tres á la izquierda, y por último se construía la gran sala hypostila (III) con sus veinticuatro columnas. Dos escaleras, una recta y otra de caracol, conducían á la parte superior del techo,
en
encontraban seis cámaras y un pabellón perfectamente ventilado. En otros y según veremos luego en el de Edfu á la gran sala hypostila se añadia un patio empedrado, provisto en uno, dos, tres ó en sus cuatro lados, de vastas columnatas que formaban lo que se conoce con el nombre de peristilo (IV en el plano de Edfu). Este dilatado la cual se
templos
,
,
261
HASTA TEBAS espacio hallábase limitado, en su cara exterior, por los pileos (V y
"V
del plano de Edfu),
que eran dos torres en forma de pirámide truncada entre las cuales en el sitio precisamente el en que deberían encontrarse sus fases internas, se hallaba dispuesta una puerta para ingreso. Delante de ésta era costumbre levantar obeliscos y colocar esfinges, llegándose á ,
,
ella
á lo largo de una calle empedrada, flanqueada
de hileras de esfinges, cuya monotonía interrumpían de cuando en cuando elevadas puertas de piedra, dispuestas a guisa de arcos de triunfo.
La mano la
de los Césares fué
ménos generosa que
de los Faraones y la de los Tolomeos para los
Denderah, que fué construido
sacerdotes egipcios.
en tiempo de los emperadores, jamás tuvo pileos ni peristilo.
Con
todo,
Domiciano y Trajano hicieron un propileo
construir delante de la entrada principal
que se conserva aún en
muy buen
PILEOS DE
UN TEMPLO
estado, delante
remataban en una aguda punta del cual se elevaban cuatro grandes mástiles de madera que la inscripción. ¿Debemos ver expresa según tempestad,» celeste la romper «para cobre de aquí,
como opinan Brugsch y Dumichen,
la
mención
cual se levantaban esos cuatro mástiles singulares
,
del
primer pararayos? El propileo ante
se abría al través del
el
de un recinto
muro
que antiguamente rodeaba el área toda del templo de medía trescientos metros cuadrados. Como sucedía en los demás templo»
elevado, construido de ladrillos,
Denderah,
la cual
de Egipto, dicho
muro
se hallaba destinado
no sólo á
una invasión
librar de
el
recinto
sagrado, sino también á poner á cubierto de las
miradas de
los profanos, los lugares
consagrados á
Parece imposible, y sin embargo se halla plenamente comprobado, lo que vamos á decir: todos esos templos, cuya construcción, decorado y
la
divinidad.
sostenimiento imponían tan formidables gabelas á fuerza y á la fortuna públicas, abiertos á
un reducido número de
iniciados: los
poner en
sólo
se
la
hallaban
elegidos, á los
demás tenían prohibición absoluta de
ellos la planta.
El
común de
las gentes,
v en este número comprendemos á todos aquellos PROPILEO DE DENDERAH
que no gozaban del derecho de prosternarse á
lo largo
que, por celebrarse una procesión, ciertas
y determinadas
fiestas,
de
la calle
EGIPTO,
TOMO
II.
al
al
templo, en aquellos días en
se sacaban de él los simulacros de la divinidad; y en
y prévias no pocas purificaciones,
exterior del templo, para orar y depositar en
El interior, que
privilegio indicado, sólo tenia el
que conducía
él
el
de llegar hasta
el
especial, puesto
que los
patio
sus piadosas ofrendas.
presente llama nuestra atención de un
modo
66
HASTA TEBAS
262
elementos exteriores que encontraremos en Tébas, Edfu y Philae no se encuentran en Denderah, sólo estaba abierto á tres clases de iniciados, que, sin embargo, no podian traspasar los límites
de
puerta que conduce de
la
con
Distinguíase ésta
nombre de
el
En
dijéramos, de la diosa.
ella se
Hathor, es decir, no solamente
grande
la sala
exponía á
la
contemplación de los elegidos
dejaba al descubierto, levantando los cendales que
junto á
la
lo
tenían acceso hasta
el
patio exterior, sólo podian echar
designada en las inscripciones con
una circunstancia
velaban.
En
las
(II).
como
el
la divinidad.»
una mirada á
nombre de gran
si
imágen de
la
el
especial, se
grandes festividades
puerta que conducía á la sala segunda
deseo de contemplar, siquiera de léjos, «la belleza de
el
ó
cabeza de oro y piedras preciosas que se guardaba en
la
santuario, sino la estatua entera, cuyo seno encantador, en
los iniciados se estrujaban
pequeña hypostila
(III) á la
sala de la Aparición de su Majestad,
(II),
movidos por
Los profanos que
la sala hypostila (III),
sala del Cielo; habiéndose llevado
tan adelante las precauciones, que ni el espectador situado junto al dintel de la puerta principal podía abarcar la línea inferior se
el
conjunto de
la sala santa,
hallaban enlazadas entre
para
columnas que formaban
lo cual las
por medio de un
sí
muro que
llegaba hasta la
mitad de su altura. Cada uno de los visitantes lograba distinguir algo; pero era incompara-
blemente mucho
más
que debía imaginar.
lo
En
cuanto
al
profano, descubría formas cuyas
proporciones sobrepujaban extraordinariamente las mayores que estaba acostumbrado á
contemplar, sin que en manera alguna
le
fuera dado abarcarlas en su conjunto, ni reconocer
término que tenían á través de la oscuridad en que iban á perderse. El iniciado podía
el
contemplar del
la sala
mayor
mismo modo que
del templo; pero
en cuanto á
las
demás
le
estaba vedado
el
ingreso,
de los profanos, y su corazón se llenaba de angustia y de
al resto
respetuoso temor, cuando su mirada buscaba la dirección del sanctci sanctorum, siempre
rodeado de místicas tinieblas.
ancho ámbito de congoja que
le
la sala
Si después de esto paseaba su
mirada á su alrededor, por
el
sobre cuyas losas se encontraba, calmábase instantáneamente la
oprimía, considerando hallarse
muy próximo
al
misterio de la divinidad, inac-
embargo, á su inteligencia y áun á sus miradas, porque la sala que lo contenia, elevada, larga, armoniosa, soberbia, hallábase en completo acuerdo con la esencia de Hathor
cesible, sin
tal
cual
la tenia concebida,
él
nombre de
la
buena doctrina. El
mundo
sensible en el cual
y servia para que se instruyera en
la diosa significaba la casa de
Horo, es
decir, el
descansa la divinidad y mediante el cual se reveló á los hombres. Tienen razón por consiguiente los que opinan que Hathor encierra una concepción primitiva del mundo y que su culto es antiquísimo en Egipto: y en efecto, desde la época de los reyes constructores de ,
pirámides v sus contemporáneos, fue adorada, no sólo en calidad de diosa
Neith de Sais, sino en todo osiríaco.
Es
la
Isis;
el
Horo por
cuerpo de vaca, que es
que toma
la
local,
como
el
la
en calidad de divinidad superior del ciclo
pero su esencia no coincide completamente con la esencia de
siquiera tenga también á
ó
el valle del Nilo,
Isis,
y se halle frecuentemente representada con la cabeza animal que le está consagrado. Es también la forma femenina hijo
causa fundamental de cuanto existe;
mas
si
Isis es
la
tierra
que recibe
las
HASTA TEBAS
LA GRAN SALA DEL CIELO EN DENDERAH
263
HASTA TEBAS
264
semillas de Osíris, y les comunica las condiciones indispensables para su desenvolvimiento, á Hathor se debe el haberlas dispuesto en su seno de la manera conveniente. Isis es la
naturaleza que crea, en conformidad á un plan previamente concebido; Hathor la naturaleza
que nos
Ambas
invita á contemplarlo.
reunidas vienen á constituir, la una respecto de
otra, el equivalente de lo que acontece
punto, puede
Isis
como
ser considerada
ejecución armoniosa de
y de la
lo
formas de cuidado.
En
ello
los
Isis les
no sólo se
encuentra en
la
el
á nueva vida
el
alma de
el
los
muertos.
la
la
verdad,
mismas
las
mañana
á
Los destinos
las
la
Horo niño
tumba
cual no podría surgir
debe sepultarse en es,
el
en
el sol
dia,
se
que ha terminado su
nuevamente, cada una de
las
almas de
los
que mueren
madre de Horo; pero como, según parece, en un
sí
mismo
el
en este concepto esposa del dios de
principio había
la luz, siquiera
sola divinidad ó
formando por
lo
una
sola pareja divina.
ménos un grupo
Los dioses
los dioses,
de los elementos,
,
se adora
se encuentran constantemente
de tres, con la circunstancia de que semejantes triadas ó
trinidades, se hallan compuestas por punto general de padre,
además de
su
círculo entero de lo porvenir, constituya su propio padre.
Esta antigua concepción egipcia explica por qué en ninguno de los templos del Nilo
nunca una
conduce
comparan
abierta del lado allá del horizonte, por la parte del Oeste,
del cielo, se la considera
hijo, personificando
como
nuevo
alma humana
seno de Hathor, para renacer á una vida más bella y agradable.
pues, llamada
una diosa
el sol del
,
ulteriores del
principalmente á los del astro del dia, puesto que, así carrera debe hundirse en la
sido
sí
alimenta y las arrulla, sino que las bondad y la belleza. Y adviértase que mundo superior: vésela también en el inferior, en el cual es la
camino de
vaca que después de haber parido por
Hathor
se las distingue con
y velan sobre éstas, como hacen con el infante las que lo tienen á su da el seno, las mece en sus brazos, y las hace pasar incesantemente de una
instruye y las conduce por
lo
monumentos
en cuenta que toman en
las cosas
á otra metamorfosis: en cuanto á Hathor, no sólo
sin
la
cierto
materia bruta en general, Hathor represéntala
que es ya obra realizada.
lo
nombres de madre y nodriza, teniendo para
los
que se realiza; pero así como, hasta
madre
En Denderah,
é hijo.
entre los cuales figuran en primer lugar los que son personificación
dichas divinidades se han reunido constituyendo un verdadero
ciclo,
compuesto de cuatro formas de Hathor y cinco formas de Horo, á las cuales deben agregarse Ahí, el poderoso hijo de Hathor, el cariñoso niño de la flor de loto, que aparece á las primeras horas de
la
mañana y
tiene
no pocos puntos de semejanza con
el
Eros griego;
Osíris, el Ser bondadoso, Un-nefer, al cual se apellida difunto; é Isis, la abuela de los dioses.
Tales son las divinidades á las cuales especialmente se tributan ofrendas, hallándose á
cabeza de todas existido desde
la el
la
de Hathor de Denderah, la reina de los dioses y de las diosas, que ha comienzo y llena con sus beneficios el cielo y la tierra: la bondadosa,
cuya aparición arranca gritos de júbilo á los dioses y á los hombres: la encantadora reina del amor, de seductor aspecto y rostro bellísimo: la amada y protectora de las mujeres, que permanece al lado de las madres en las horas difíciles: la señora de las
la
verdadera,
flores, de los
la bella
perfumes, del canto y de las danzas, que llena de júbilo los corazones, en los
265
HASTA TEBAS dias en que llena el espacio otro Horo, que lleva el
de Thutmosis
para
lo cual
III este
el
regocijo de las fiestas.
Hathor, en una
fiesta especial
cual seguian otros
es
ménos
es el
Sam
Desde
taui.
y determinada, iba á
los
hijo,
tiempos
visitar al primero,
pompa en un buque previamente
su simulacro era conducido con gran
al
Su esposo
nombre de enlazador de ambos mundos,
Horo de Edfu: su
dispuesto,
muchos formando aparatoso acompañamiento. El templo de Edfu no
rico en importantes inscripciones relativas á
examina en su conjunto, resulta de semejante que han podido introducirse en
la
Hathor que
el
de Denderah:
si
se las
estudio, que, no obstante ciertas ideas griegas
concepción de nuestra divinidad, cada una de aquellas
á las cuales debe su origen, tiene su raíz en
Egipto. Fácil es seguir
el
el
camino que,
EL MAMISI DE DENDERAH
la antigua diosa del cielo y del amor para en tiempos relativamente modernos, ha seguido al canto, á la danza, al regocijo, para preside que sol, del hija llegar á ser la Afrodita, pero la verdad es que aun mucho tiempo antes convertirse en musa de esas diferentes artes; Grecia poseía los atributos que se le asignan en de que existieran relaciones entre Egipto y además, de existir los siete Hathors, que, de la incripciones posteriores, con la circunstancia, la cuna del recien nacido y le pronosticaban cabe establecían se hadas, las que propia suerte ,
los destinos de
Junto á
la
su vida futura.
mayor
parte de los templos egipcios en que se adoraba
un edificio especial, que era considerado
como
la
Denderah posee cerca de su templo, un edículo de EGIPTO,
TOMO
II.
una
cuna, bekt ó mamisi , de
triada, le\antábaae la
jcven dhinidad.
esta naturaleza, desgraciadamente b7
muy
HASTA TEBAS
266
maltratado.
En
él se
celebraba
Horo había
instante en que
el feliz
abierto por primera vez
y sus sacerdotes, por medio de una ingeniosa lisonja, hacían tierno príncipe cuyos padres habían empuñado el cetro como sucesores
los ojos á la luz del dia,
aplicación de ello al
Es indispensable dejar consignado que dichos edificios accesorios recibieron el nombre de Typhoráum en los primeros tiempos de la ciencia, sin embargo de que nada tienen de común con Seth-Tvphon. Champollion reconoció el verdadero destino que tenían: al del dios Sol.
presente sabemos que los dioses de formas extravagantes y haciendo horrendas muecas,
que en otro tiempo se habían tomado por
enemigo de
el
representaciones en casi todos los mamisis, llevan
el
encuentran
Osíris, y de los cuales se
nombre de Bes, que
fué importado
á Egipto del país de los aromas, y que presidia al tocador de las mujeres. Si
volvemos ahora á penetrar en
podremos comprender
Do
el efecto,
salón principal del templo de Denderah, fácilmente espíritu de los fieles.
el
quiera se dirigía la mirada, podían contemplarse las imágenes de la diosa; pues hasta los
columnas tenian esculpido
capiteles de las
forma de
capilla.
El techo sobre
de la noche egipcia, surcando
el
canto de los sacerdotes y
interiores, Osíris, en
el
el
rostro de Hathor, y el abaco estaba cortado en
cual se veian representadas todas las constelaciones
el
ancho mar de
ó por mejor decir, elevaba la devota el
el
demás profundo, que producía en
por
mirada
apacible
sumergía su espíritu en Abydos, sólo interrumpía
el
medio de una lancha,
los cielos por
del concurso, en tanto
rumor de
flautas
que
humo
las
cámaras
tumba de
Cerca, de la
consagrado á
atraia,
del incienso,
y arpas, procedente de
más profundo arrobamiento.
el silencio del recinto
el
la divinidad
un rumor
tenue é imperceptible: en cambio en Denderah festejábase con gran estrépito á la diosa del regocijo, y cuando, con motivo de las grandes fiestas, salía del santuario para mostrarse, sin velo, á la
mirada de
los iniciados
y
pueblo, encerrada en su barca, todas las sienes
al
ostentaban las guirnaldas con que se ceñian,
espumosas oleadas. permiten
asistir
Varias son las
á tan ruidosas ceremonias.
¿llenos de júbilo: el regocijo reina en »la tierra tiene vida: los
al
paso que
inscripciones
ambas
«Los
que,
el
vino rodaba en las copas en
perfectamente
dioses del cielo, expresa
riberas del Nilo: dilátase
Hathors percuten su tamboril,
»Las gentes de Denderah están embriagadas merced
las Isis
el
conservadas,
una de
ellas,
nos están
corazón de cuanto en
tañen sus sistros menuat.
á las libaciones que
han hecho, llevando
» las sienes ceñidas de guirnaldas de flores.»
Esta ruidosa alegría no llegaba, sin embargo, á las cámaras interiores, que con razón podrían ser llamadas la gran sacristía múltiple que rodea
el
silencioso santuario, puesto
mueblaje y se preparaba el incienso, el agua de las libaciones y cuanto era menester para el servicio del vino y para las procesiones. Sólo en la parte posterior del templo de Elathor se encontraban veintisiete aposentos, y numerosos pasillos
que en
ellas se
conservaba
el
que podríamos distribuir en cinco grupos:
menor, en
l.“ la
sala principal ó del cielo (III); 2.° la sala
lugar la aparición de la diosa, y las dos salas del prosekos, situadas á (II, 2 y 1); 3.° el secos ó sancía sanctorum (I); 4.° las veintidós cámaras
la cual tenia
espaldas de la ó aposentos
misma
que circuyen
el secos
y sus vestíbulos;
5.° las
escaleras que conducen á la parte
HASTA TEBAS
267
Cada uno de dichos aposentos tenia un destino especial, relaciodioses que en el templo se adoraban, pudiéndonos formar idea exacta, no sólo
superior del techo (3 y 4).
nado con del
los
nombre con que
se distinguía cada
una de
ellas, sino
también de
lo
que en
ellas
respec-
tivamente se guardaba, ceremonias que en las mismas tenían lugar y capacidad exacta de las mismas en medidas egipcias, merced á las inscripciones que se hallan en sus paredes, y
que han quedado patentes gracias á
escombros que
intactos el transcurso del
celebraban en
los gastos
hechos por Dumichen para limpiarlas de los
Los calendarios de que podemos disponer, y que ha conservado tiempo, nos revelan una por una las diferentes fiestas que se
las llenaban.
templo de Hathor, así como
el
soberano reinante en
la
las inscripciones
época en que se terminó ó llevó á efecto
de las puertas del santuario.
Hasta
los corredores
nos ponen de manifiesto la
más oscuros y
construcción de cada las criptas
de
más
el
una
difícil
acceso se hallan llenas de inscripciones y figuras en alto relieve, que nos demuestran que los sacerdotes egipcios tributaron á los Tolomeos y á los Césares idénticos honores que los que un tiempo prestaron á los Faraones. Si las esculturas de este templo y las de los santuarios
en esta época erigidos, no pueden compararse por su simplicidad, pureza y nobleza de
estilo,
á las que han causado nuestra admiración en las tumbas
del antiguo imperio ó
en
las ruinas de
dioso por la inmensa multitud
desusados, en épocas glíficos,
más
signos desconocidos ó mejor dicho,
de
La superabundancia
antiguas.
hace, sin embargo,
más
Abydos, no cabe desconocer que
difícil la
de nuevos jero-
lectura de las inscripciones: esto
no obstante, obedecía á un pensamiento preconcebido, á un plan determinado, cuyo fin, por parte de los sacerdotes, era que los profanos no penetraran
el
verdadero sentido de tales documentos. Para conseguirlo se
valían de formas de escritura antiguas para expresar los conceptos que en
una manera clara y terminante en las paredes de los templos. cambio, en cuanto se ha conseguido vencer las gravísimas dificultades que ofrecía el mayor y más importante el descifrar las inscripciones de la época de los Tolomeos, ha sido otro tiempo se consignaban de
En
la mitología caudal de conocimientos que se ha adquirido respecto de la religión y de templos antiguos. Lo que egipcias, del que habían proporcionado las inscripciones de los
éstos
callaban,
reitérenlo
los otros
en términos explícitos, siquiera por medio de una
ortografía mtencionalmente confusa y enrevesada.
cámaras ¡Qué de encantos experimentaban recorriendo una en pos de otra las diferentes que hace numerosos siglos cuantos por medio de las inscripciones deseaban saber lo el prosecos (2), detrás de la sala realizábase en cada una de las mismas; los que buscaban en de la aparición,
el
lugar en que se hallaba instalada la
depositaban las que hacian los
cámara
fieles;
central (1), y al santuario la
la cual la estatua de
Hathor era
que sabían que á
mesa de
las ofrendas, sobre la cual se
la siguiente se le
cámara cerrada, misteriosa, de
sacada, en
hombros de
la
daba
el
nombre de
barca Tes-nefu
los sacerdotes; al saber,
(I),
en
finalmente,
HASTA TEBAS
268
que sólo
el
rey y
sacerdote celebrante tenian derecho para penetrar hasta el verdadero
el
corazón del templo, en
De
el
cual se conservaba
menores,
los aposentos
el
además
más próximo
de
el sistro
la divinidad!
á la sala central servia para guardar las
vestiduras y las fajas de los sacerdotes. El tesoro se guardaba en dos de dichas cámaras, es decir, en dos de las situadas á la derecha del santuario (I). En una de las tres existentes á la izquierda de la sala de las apariciones (II), que se distinguía con torio,
se preparaban, sin reparar en el gasto, las esencias y
el
nombre de labora-
aromas destinados
Podríamos reproducir fácilmente cuantas operaciones químicas practicaban puesto que, grabadas en
aún
En
al
culto.
los sacerdotes,
piedra y cubriendo todas las paredes del laboratorio, se conservan
la
fórmulas y recetas de que se servían. una cámara particular se conservaba el las
agua olorosa destinada
al servicio del
templo;
CLEOPATRA, SEGUN UNA MONEDA GRIEGA
en otra
los vasos sagrados
riqueza; en
una
,
que eran de gran
tercera el sagrado sistro de CLEOPATRA, REPRESENTADA SEGUN EL ESTILO EGIPCIO
Hathor; una cuarta era construía v reparaba
el
el taller
en que se
menaje de los sacerdotes; finalmente,
católicos, en los cuales se presta culto las
cámaras de esta
cámara ó aposento que naciera
la
clase se
á varios santos, en
adoraba á divinidades
del trono de
Ra, y
al
como acontece en
los templos
las capillas laterales inferiores,
en
Encuéntrase entre éstas
la
distintas.
lado de otras consagradas á otros dioses, aquella en
esposa de Osíris, en la cual se preparaba y festejaba
el
solemne aniversario del
dia en que Isis había visto la luz «para gloria y regocijo de los dioses y diosas.» tenia lugar en el cuarto de los cinco dias
considerándose como correspondia
,
la
más importante de
séanos permitida
la
epagomenos con que terminaba
el
todas: servia de introducción al
Esta
año nuevo, y
comparación, que usamos simplemente para mejor
gencia, á nuestra noche de san Silvestre.
En
ella,
como
fiesta
año egipcio,
inteli-
fácilmente puede comprenderse,
269
HASTA TEBAS
CLEOPATRA EGIPTO,
TOMO
II
68
HASTA TEBAS
270
tenian lugar espléndidas procesiones, siéndonos conocido las
que se celebraban en las demás
en
que
el
curso que seguian,
que tenian efecto en
fiestas
el
lo
mismo que
templo de Hathor, por
el
encuentran consignadas circunstanciadamente y que se halla perfectamente conservado. Celebrábase una fiesta propia del año nuevo, que tenia calendario ó ritual
se
mes
lugar en los dos primeros del primer
(Thot),
la
cual estaba consagrada á Horo, en su
representación de reunidor de ambos mundos, siguiendo á ella una fiesta consagrada á los
muertos: otra gran fiesta dedicada á Osíris comenzaba
al
anochecer, celebrándose en
el
estanque sagrado y recordaba las noches sagradas de Sais, de que habla Herodoto. Otras procesiones que se verificaban en otros dias, tenian como objeto el mamisi y se celebraban
en las ciudades de Denderah, y en las de Horo, Edfu, Apolinópolis Magna, á las cuales cada año iba Hathor á reunirse con su marido, conducida en un buque dispuesto para el caso.
Los sacerdotes subían frecuentemente á
superior del techo con las estatuas de sus
la parte
divinidades, las navecillas que las contenian y sus
emblemas simbólicos. En dicho lugar
encontraban dos grupos de tres aposentos consagrados á Osíris. instalaban los representantes de los del Egipto alto
que iban á
visitar la
nomos
y en los según parece
del bajo Egipto,
tumba de
Osíris:
En
del
los
Sur
los de los
cámara á
la
se
Norte se
del
nomos
cielo abierto
era la primera de las situadas á la parte de Mediodía.
Debemos recordar que entre los
distribuidos
enterraron en
la estatua
el territorio
de la divinidad fué hecha pedazos; que éstos fueron
nomos, incluso
el de Denderah, y que los nomos los que los constituía. Según parece, estas inestimables reliquias se
diferentes
guardaban encerradas en vasos preciosísimos y eran conducidas de una á otra de las tumbas de Osíris, lo mismo en Denderah que en todas partes. En el techo de una de las cámaras del
Sur fué encontrado
el célebre
consérva hoy en París.
Un
zodíaco que tanto se encareció en
un
principio y que se
pequeño pabellón aéreo, ligero, levantado sobre
el
techo del
templo que nos ocupa, y que parece un modelo griego adaptado á una construcción egipcia,
como la
el
gran
pabelloncito, fiesta
más
elegante aún, de Philse, era el teatro de los ritos
celebrada en honor de Horo, con motivo del año nuevo.
más solemnes, en
Nada hay aquí que
sea puramente helénico, y sin embargo, en todas partes se encuentran proporciones tan
armónicas,
una disposición tan
bella
en su conjunto,
que es imposible desconocer
la
influencia ejercida por la arquitectura griega sobre la arquitectura de las orillas del Nilo en
tiempo de los últimos Tolomeos.
Con
todo,
si
hacemos abstracción de
griegas aisladas que se hallan mezcladas con los jeroglíficos, nada
que no pertenezca á debia ser de una
la rica
ornamentación del
pompa verdaderamente
templo de Edfu, de
la
las inscripciones
más vemos en
las
cámaras
y la decoración del santuario De seguro que en nada cedía á la del
estilo egipcio,
oriental.
cual nos refieren maravillas los documentos relativos á la construcción.
Los muros estaban exornados con oro en
la parte exterior; las paredes interiores pintadas de colores vivísimos; los goznes y montantes de las puertas eran de cobre, las puertas forradas de planchas de oro, y los utensilios sagrados estaban elaborados de los metales más
ricos y cuajados de piedras preciosas.
La
luz de
numerosas lámparas, encendidas en
las
271
HASTA TEBAS
cámaras, quedaba amortiguada por las olorosas nubes que se desprendían de los incensarios tan numerosas las libaciones de mosto y de vino, que debajo de ellas y pebeteros, y desaparecían las losas que cubrían el pavimento. Por todas partes se veian guirnaldas de en todas partes resonaban los gritos de júbilo, los cantos de flores en prodigiosa cantidad :
en tanto duraban
alegría, los sones de regocijadas músicas,
las
ceremonias del culto tributado
á la amable divinidad.
Descendamos
del techo
con
las paredes exteriores del
puede comprender,
las
procesión y
la
la industria
luego llamará nuestra atención
mismo en
demos con
toda su superficie.
que se refieren á
ella la vuelta al
templo.
Desde
de los tallistas que han tapizado de inscripciones
la historia
Las más importantes son, como se
de su construcción: las que
más
interesan
á los profanos son las relativas á la célebre Cleopatra y á Cesarion,
el
hijo
que tuvo de César.
lectores el retrato de esta
modelado
el
Damos
ilustre
tal
á nuestros cual
lo
ha
escultor egipcio; según se halla representado
en una moneda griega de y conforme
mujer
á
en
plata,
la cual se ve
su busto;
un dibujo de Makart que representa
la
muerte de esta princesa.
En Denderah
,
del
mismo modo que en
la
mayor
parte
de los templos Tolomáicos, llaman especialmente la aten-
en la parte
ción
exterior ciertos
parece, hicieron oficio de gárgolas.
fueron empleados en
el
cuya porción
leones,
anterior sobresale de la vertical de la pared
,
y que según
Es de presumir que
Bajo Egipto, en cuya región son
frecuentes los aguaceros, desde cuyo punto pasaron después á los casi
nomos meridionales y
nunca
llueve.
á Denderah
,
en cuya región
Según ha observado Brugsch,
fijándose
en las inscripciones que los rodean, guardan alguna relación con el león del zodíaco que determina el período de las inundaciones. la ciencia egipcia,
El viajero poco instruido en es punto
podría presumir que sin un guia seguro,
dejarse de extraviar entre los centenares de miles de figuras,
ménos que imposible
que interior y exterior-mente cubren las paredes de este vasto y columnas de jeroglíficos es ménos difícil de lo que á primera vista podría imaginarse, tarea edificio; sin embargo, la modo regular y constante, y en puesto que en todos los templos egipcios se encuentran de un los
mismos puntos,
las representaciones
y
los textos análogos.
arquitecto, al disponer las diferentes partes de que se
plan previamente establecido,
el
reglas antiguas é inmutables.
santuarios, para recorrer con
De
la
misma manera que
el
componía un templo, obedecía á un
escultor encargado de la ornamentación debía sujetarse á las
De manera que la
mayor
basta conocer perfectamente uno de esos
facilidad todos los
demás. Por este motivo y para
HASTA TEBAS
272
evitar repeticiones, nos
hemos ocupado con
tanta extensión del templo de Denderah, que de par de modelo y de ejemplo. Desgraciadamente carece de pileos. Sobre sus vastas superficies, ligeramente inclinadas, del mismo modo que sobre los muros exteriores, se disponían los cuadros é inscripciones relativos á las hazañas del Faraón esta suerte nos
ha servido
al
contra los pueblos extranjeros, de que, según dejamos manifestado,
manera que pudiese contemplarlo no podía penetrar en
la
á su sabor el pueblo
Casa de Dios. Los templos de
Tébas nos ofrecerán coyuntura favorable para ocuparnos en esas escenas bélicas. En cambio existe una categoría especial de inscripciones y representaciones, que lo mismo se encuentran en los muros exteriores que en los de las cámaras del interior, á una altura
puede fácilmente apreciarlas; pero que en ningún das,
como en
derah.
los
edificio se hallan tan
que
tal,
el ojo
perfectamente detalla-
templos debidos á los Tolomeos en general, y particularmente en el de Den— á aquellas que tienen por objeto dar á conocer de una manera especial
Nos referimos
la división política
y religiosa del país, y consisten en una larga série de figuras femeninas ó hermafroditas, á la cabeza de la cual marcha
el
rey,
con
frecuencia acompañado de su esposa, y en las cuales puede observarse á éste ofreciendo dones á la divinidad principal de
en
las existentes
templo que se levanta delante de aquella.
el
Cada una de esas figuras representa un nomo ó Cuál de
ellos sea, lo dice el
compone de
grupo puesto á
la
provincia.
cabeza, que se
representación de un terreno cortado por
la
canales, de una enseña en forma de estandarte adornado con
una corbata y
animal ó de los objetos que constituyen
del
divisa del cantón ó provincia respectivos.
figuras, indicaciones
cer las subdivisiones del
nomo que
representan:
más
ó
menos
la capital,
la
Al lado de dichas
perfectas nos
dan á cono-
los canales, las tierras de labor,
y lo que se llama el país extremo (poliu), con sus lagunas y marismas. De la propia suerte nos revelan el nombre de las principales divinidades del templo, de la tumba de Osíris que
depende de
él,
de los miembros del esposo de Isis que en la
misma yacen
serpientes, de los árboles, de los barcos consagrados á los
dioses
sepultados, de las
nomo,
del
del
gran
sacerdote y de las sacerdotisas, de las grandes fiestas, y hasta de los séres, objetos y personas que no pueden tener entrada en el templo principal. El número de los nomos
variaba
según
las
épocas.
otros veintidós para
marchan
el
sin interrupción
Generalmente
Bajo.
uno en pos de otro á
meridiano natural que atraviesa los
nomos de
la
se
contaban veintidós para
Los primeros pueden el
lo
Alto Egipto y
el
identificarse fácilmente,
largo del Nilo,
como
Egipto de Sur á Norte: en cambio
el
si
puesto que
dijéramos de ese
entrecruzamiento de
Delta ofrece no pocas dificultades al estudioso que pretende determinar sus
verdaderos límites. Por
lo
demás,
la
primera medida exacta de
la tierra,
determinada por
Eratóstenes de Alejandría, nos da conocimiento de la exactitud con que se procedía para evaluar la verdadera extensión de los nomos.
HASTA TKBAS
273
más
El templo de Hathor en Denderah nos ha revelado cuánto existe de el viajero
estudioso en
el interior
de un santuario.
Lo abandonamos para
interesante para
dirigirnos á
donde debemos adquirir algunos vasos de elegantes formas para obsequiar á
cuando regresemos á
la
madre
patria,
demostrándoles que no
hemos
les
los
Kene,
amigos
olvidado en
¿cómo detenerse en
presencia de los soberbios espectáculos que nos ofrece este país. Mas,
dicho punto, cuando allá á lo lejos, desde los últimos confines del horizonte, nos está
llamando Tébas con esplendorosa de
la
el
sinnúmero de monumentos, que con pertenecer á
antigua civilización egipcia, subsisten aún en
el
la
época
levantados?
EGIPTO, TOMO
II.
más
lugar en que fueron
69
G
I
P T O
.
Tejedor de cintas en
Esni'Ăii.
TÉBAS Y EL ESPLENDOR DEL ANTIGUO EGIPTO ilatado es
el
período durante el
cual contemplamos
horizonte y dia
el
el sol
calor
sobre el
aumenta de
en dia pues se cuentan ya por ,
meses
los
que van pasados desde
nuestra llegada á Tébas.
Nuestra
dahabijeh se halla anclada cerca del templo de
Amon
en Luqsor, y nuestro pabellón
recibe el saludo de otra bandera que flota en la azotea
de la casa del copto Todros, agente consular de Ale-
mania. El arraez y los marineros se entregan al clolce inniente, en tanto que nuestro buque permanece móvil al lado de las lanchas del Nilo, que, una en pos
far
de otra, van deteniéndose á
lamiendo incesantemente gastándolas de año
las
lo
largo de la orilla.
El
rio,
paredes del cauce, vá des-
en año, de suerte que como
el
gobierno continúe mirando con indiferencia el trabajo acabarán por de destrucción realizado por las olas ,
de Luqsor. desaparecer completamente las imponentes ruinas del templo á buscar en la montaña dedicamos nos llegada, nuestra al de siguiente Desde el dia
en
la parte occidental
de Tébas, una
tumba que pudiera convenirnos, y como
la
líbica,
halláramos.
TEBAS
276
dispusimos desde luego que algunos de nuestros marineros
que
la llenaba,
después de
haciendo trasladar á
la
lo cual
misma
limpiaran del polvo secular
la
nos instalamos en esa singular morada abierta en
los cofres, los cajones de libros,
la batería
la peña,
de cocina v las
camas, mesas y sillas que sacamos de nuesTodros y su hijo Moharreb,
tra dahabijeh.
muy activo y práctico conocimiento de las lenguas; perso-
arrogante muchacho,
en
el
nalmente, ó por medio de emisarios, cuida-
ron de hacer llegar á nuestras manos
que
cartas
nos
se
haber asistido cariñosamente á nuestra talación:
el
sumamente y de
muy
hermano simpática,
buen
trato,
las
después
dirigían,
del cónsul,
de ins-
persona
muy bien acomodada que habita no léjos
en que nos establecimos y con el cual desde luego trabamos verdadera amis-
del sitio
que hubimos
tad, alquilónos los camellos BORRIQUERO DE TÉBAS
menester para paje,
y por consiguiente nada
faltó
para que
al
cabo de
muy
el
transporte de nuestro equi-
poco tiempo nos encontráramos
cómodamente instalados en nuestro nuevo campamento. La verdad nada tenia de exiguo
ni
se abria el pozo de la
momia,
cobijó
un
mezquino.
dia la estatua de
se puso
la
cámara
el ilustre
en una habitación cercana á la
comedor y de gabinete de
estudio.
la
los
,
nuestras gentes
Ab
el sitio
en que
chismes de tocador. El amigo que
mia, pudiendo cerrarse por medio de
En
el
gran vestíbulo ocúpanse en ello
hornillas, Salech é Ismail, hallándose instaladas en el
posible
en
nicho ú hornacina que
dahabijeh, la pieza que nos sirve al par de
composición de sus obras maestras, valiéndose para
manera
el
procer cuyo cadáver ocupó en otro tiempo
mesa lavabo con todos
un cortinon, que procede de
es que nuestro domicilio
del fondo, precisamente
mi cama de campaña; y en
mi predecesor,
esta eterna morada, colocóse la
me acompaña duerme
En
,
la
de improvisadas
mismo, de
la
mejor
y un hombre de solo, que responde al nombre
es decir, dos marineros
el-Kurna, alegre, decidor y listo como él el cual estuvo en otro tiempo al servicio de Dumichen y conoce perfectamente el procedimiento, que ejecuta con destreza, para sacar por
de Alí,
medio
del papel
chupón,
la
esponja humedecida y
el cepillo,
mayor
CERRADURA FELAH
las copias,
calcos ó reproducciones de las inscripciones ó figuras grabadas en la roca.
Es
el felah
de
estatura que he visto en mis dias; pues su brazo alcanza á alturas inaccesibles para
todo otro que
él,
como no sea valiéndose de una
escalera de mano.
Tenemos igualmente
á
nuestra disposición dos muchachos que tienen á su cuidado los jumentos que nos sirven de cabalgadura, y
un
tercero
que atiende á proveernos de agua.
A
este personal,
que con justo
277
TEBAS título
nos pertenece, se agrega un considerable número de voluntarios, compuesto de jóvenes
felahes que sostienen las antorchas, en tanto trabajamos en el interior de los sepulcros,
y
de la mirada que copia y de los dedos que escriben: muchachas que por algunos céntimos nos traen agua fresca enjarras de elegantes
saben seguir con singular destreza
formas:
el
dentes de
la dirección
Abd el-Rasul, que sabe seguir la pista de los chacales, y curiosos, proceel-Kurna, aldea en cuya demarcación se halla establecida nuestra caverna.
cazador
Abd
Esa abigarrada muchedumbre se reúne diariamente, durante
la velada, delante de la puerta
de nuestra habitación, y agrupada en derredor de la lumbre, charla ó se refiere maravillosas historias.
Siempre
se
mutuamente
ha mostrado atenta y respetuosa respecto de nosotros; ha
dejado guiarse por nuestros consejos, en
lo
concerniente á dolencias y enfermedades
físicas,
PERROS DE LOS FELAHES
mostrándose aceptando los recursos de nuestra farmacia de viaje ó botiquín de explorador: coyuntura fa\orable. reconocida á nuestros obsequios en cuanto para ello se ha ofrecido se cienan Apénas se conocen otras casas que las constituidas por antiguas tumbas, las cuales aplanado, que frágil puerta de madera, delante de la cual existe un espacio chiquillos desnudos, asnos, confundidos revueltos viven donde empalizada, y cierra una débil aves de corral. Cada uno de los habitantes posee en arriendo un pedazo cabras, corderos
por medio de una
y
lentejas, conserva en grandes de tierra, cuyos productos, consistentes en cereales, guisantes y rara el encontrar gian número vasos cilindricos elaborados con barro del Nilo, no siendo cosa
de suerte que de éstos colocados en sentido vertical, delante de los patios, ligereza procediera, podría tomarlos por todo cuanto se EGIPTO, TOMO II.
le
antojase,
el viajero
menos por
lo 7°
que con que son
TEBAS
278
realmente, es decir, por depósitos de provisiones. contenido, es por
lo
que se mantiene
el
crecido
Sin embargo, por ellos y
número de perros que
más aun por su
sirven para la guarda
de las casas de los felahes, y que durante los primeros tiempos de nuestra permanencia en
Abd el-Kurna, del sol
se mostraban por
demás
hostiles á los
nuevos vecinos, cuando á
la
puesta
regresábamos á casa después de nuestras diarias expediciones.
Las habitaciones de esas gentes, que
hemos
visitado,
áun cuando carecen v limpieza que países se estilan
cho de
ser
del aseo
en otros distan
,
mu-
sucias y estar
llenas de basura: en
muchas
hemos podido contemplar más de una escena,
de ellas
conmovedora de
felicidad do-
méstica y de buena vecindad:
muchos son
individuos
los
contentan
que se
con una Casi
esposa legítima.
sola
todos esos sencillos habitantes se
sorio,
consagran como accecomercio de anti-
al
güedades
,
y venden
mercaderes piezas
más
cubren.
de
á
los
Luqsor
las
notables que des-
Durante
el
invierno
son muchos los que alquilan sus asnos á los extranjeros,
y adiestran á sus pequeñuelos para que sigan á los excursionistas, llevando jarras
de agua, para que pidan MOHAMED, MUCHACHO DE ABD EL-KURNA
ofrecerles las antigüedades contrahechas
que
ellos
limosna, ó para que sepan
mismos elaboran con gran
por medio de agentes intermediarios adquieren en
el
Cairo ó en Europa.
habilidad, ó que
Esos
diablillos
encontrarán salida para su mercancía, en tanto existan viajeros superficiales que en solos dos ó tres dias se impongan completamente de la antigua Tébas y deseen llevar á su patria, como recuerdo de viaje, objetos preciosísimos cuya existencia remonta «al tiempo de los Faraones.»
Los muchachos de Abd el-Kurna rodean v acosan á
los turistas,
v con una insistencia y
TEBAS
280
perseverancia capaz de dar al traste con la paciencia del á gritar bachschisch;
mas en cambio, por
lo
más
flemático de los mortales, danse
que á nosotros toca, sólo podemos hablar en
que dotada de singular despejo y con
son de alabanza de esa turbulenta chiquillería, extraordinaria aptitud para aprender,
muy
aldeas, con el auxilio de los marineros
ha construido un cómodo asiento corrido, de piedra,
superior á la de los muchachos de nuestras
Por supuesto que
se entiende, junto á la entrada de nuestra habitación.
la
mayor
parte,
no
si
todos y cada uno de esos bribonzuelos, alentados por la esperanza de una buena propineja, sigue con sus negros y penetrantes ojos hasta nuestros movimientos más insignificantes,
espiando cuantas ocasiones se ofrecen para podernos prestar algún servicio; mas se guardan
muy
bien de importunarnos en tanto que desde nuestro asiento contemplamos la extensa
llanura sobre la cual se levantara en otro tiempo aquella Tébas, apellidada por la Biblia la ciudad de
Amon
y por Homero la de las siete puertas. Sí, hoy es, y los restos de soberbios innumerables tumbas suntuosamente decoradas rinden testimonio de su
templos v de
antiguo esplendor, siquiera no quede en pié una sola casa de sus habitantes, ni un solo palacio de sus reyes; y los indígenas que
que
que contestar
al
nombres que
los de
felahes, levantadas,
parte de estas
les
moran en
pregunta dónde estuvo
donde estuvo Tébas, no sepan
Abd el-Kurna, Medinet-Habu, Karnak, Luqsor y como éstas, cabe los informes montones de ruinas
mismas
imaginar, en esta montaña occidental de la
más
los de otras aldeas
de
importantísimas, con
ruinas.
Nuestra tumba se halla situada en uno de
panoramas. Desde
los sitios
ciudad, puesto que ellos no conocen
la
puerta
dominamos
la
los
mejores puntos de vista que se pueden
ciudad de
Amon,
tan abundante en hermosos
mismo modo que
toda la llanura de Tébas, del
orilla izquierda del rio, sobre la cual sólo
encontramos
la
comarca que
la
se extiende al lado
opuesto del Nilo. El valle se prolonga hasta perderse de vista, y donde quiera alcanza la inundación, se distinguen campos cubiertos de verdor, abundantemente regados y dispuestos en cuadros perfectos; palmeras aisladas ó en grupos formando caprichosos bosquecillos, y árboles de otras especies que ostentan su exuberante vegetación sobre las desnudas y áridas
cadenas de montañas que
le
sirven de límite por
el
Este y
amarillenta del desierto contrasta tan crudamente con
el
el
hacerlo una alfombra de diversos matices echada en medio de parte oriental del valle, prolongándose hasta
en otro tiempo
la
el
mismo
Por ambos lados
la tinta
como podría
un enlosado de mármol. En
la
pié de la cadena arábiga, levantábase
ciudad de los vivos, con sus calles, sus anchurosas vías, sus inmensas
plazas, sus palacios reales y sus templos suntuosos. los templos: al
Oeste.
verde de los campos,
Sur se descubre uno
al
De
cual se ha dado el
todo esto nada
nombre de
la
más
se conserva
que
aldea de Luqsor, que
se ha levantado en medio de él: al Norte el santuario nacional, que lleva en la actualidad el
nombre de
la
miserable aldehuela de Karnak, que cerca de
él
se encuentra,
orilla
derecha del Nilo, hácia
cementerio.
La
el
cordillera líbica,
y cuyos Sobre
la
occidente, se extendía la ciudad de los muertos, es decir,
el
gigantescos macizos hállanse en su mitad ocultos por los bosques de palmeras.
que se levanta en último término, ha sido comparada á un
281
TEBAS
tapón de corcho, á un pedazo de piedra pómez, á una esponja, á un panal de miel, y á todo esto hasta cierto punto se parece, pues lo mismo en su vertiente occidental que en las paredes peñascosas de los valles transversales, que
muy
rables aberturas ó agujeros abiertos á sirve de ingreso á
una
la
surcan de parte á parte, vense innume-
corta distancia
además de
siringe, existiendo
el
uno
Cada uno de
del otro.
éstas, millares de
ellos
tumbas situadas
al
montaña, y que ocultan á la mirada la arena y los escombros que las cubren. Los grupos más importantes de ese inmenso cementerio se distinguen actualmente con el nombre pié de la
de las aldeas que sobre los mismos se han formado, y que de Sur á Norte son Kurnet Murrai, Abd el-Kurna, el-Assasif. El célebre torrente que circuye las tumbas reales se halla situado detrás de el-Assasif, en
nuestras miradas hácia
un repliegue de
podemos
la llanura,
la
cadena. Si desde este punto dirigimos
distinguir también sobre la orilla del Nilo, en la
cual nos encontramos situados, los restos de grandiosos edificios cuya construcción remonta
á los tiempos más antiguos. Al Sur y junto
Habu, dia
el
los colosos de
nombre
Memnon,
de Kurna.
el
bellísimo
Al Oeste de
la
al horizonte, el
Ramesseum y
el
templo admirable de Medinet— templo de
que lleva en
Seti,
el
aldea así llamada, pueden contemplarse las vastas
azoteas del edificio de Hatasu, que se despliegan en forma de anfiteatro, apoyadas en la
pedregosa pendiente de sobre
la
márgen derecha
la
montaña
líbica.
Todas estas espléndidas construcciones, situadas
del Nilo, estaban consagradas al culto de los
muertos: á
ellas
iban
fueron establecidas en dicho lugar, y las bibliotecas, que probablemente teniendo en cuenta la calma que reinaba en la mansión de los sepulcros las caballerizas y
unidas
las escuelas
;
los graneros de los templos
;
los laboratorios para el
embalsamamiento de
los cadá'seres, las
habitaciones de los colquidas que trabajaban en dichos laboratorios; las tiendas en que se vendian manjares, dulces, licores, perfumes, flores y amuletos á aquellos que iban á hacei utensilios sagrados y las hosterías en que se hospedaban ofrendas las fábricas de ataúdes
y
;
que acudían á
los
v
el
visitar la ciudad
movimiento. Cada uno de
pequeñas construcciones
los
de los muertos, en la cual, como se ve, her\ian la vida
templos de
la orilla occidental de
culto de los muertos: semejante disposición influyó en
para que imaginaran que
Los
restos
más
Tébas servia de centro á
del propio género, todas las cuales ofrecian cieita
la
el
ánimo de muchos
i
elación con el
viajeros griegos
ciudad se componía de numerosas aldeas aisladas.
antiguos de la ciudad se encuentran sobre
la orilla líbica,
si
y
bien es
nombre de Tébas al lugar donde nació sepulcros de Beni-Hassan tanto es Osiris dichos restos apénas si son más antiguos que los algunos reyes de la undécima dinastía. En Karnak, así, que en este sitio fueron enterrados que existe una leyenda en
cierto
la
cual se da
el
.
,
situado en
el
diferentes fraglado opuesto del Nilo, hánse encontrado, cerca del santuario , la invasión de los Hyksos, ya se
mentos que demuestran que anteriormente, en tiempo de
Y
éste, sean cuales fueren las hallaba comenzada la construcción del gran templo nacional. por los hombres, es de imprescindible necesidad estudiarlo,
injurias causadas por el tiempo
y
leer
en
él
y
cómo en un gigantesco manuscrito de
para estudiar en los monumentos EGIPTO,
TOMO
II.
la historia de la
piedra,
si
es que existe fuerza y voluntad
grandeza que ofrece
la
antigüedad egipcia. 7
1
TEBAS
282
Cuantos sucesos referentes á la vida política tuvieron lugar con posterioridad á la expulsión de los Hvksos, han dejado en ellos marcada su huella, que puede distinguirse perfectamente
no obstante
el
tiempo transcurrido:
las inscripciones
rialmente cubren los muros, nos reflejan decisivas para los destinos del
la
las pinturas
y
y esculturas que mate-
espejo numerosos hechos y circunstancias
nuevo imperio. Trasladémonos, pues, haciendo un verdadero
esfuerzo de abstracción, al centro de esa
hemos expuesto á
como un
mirada del
inmensa obra de gigantes, y de la propia suerte que grandezas del Cairo, ensayémonos en la obra de la
lector las
reconstrucción de Tébas, siguiendo de paso la historia de los príncipes que salieron de
Los Hyksos habian arrojado
Este
-aflija
•
l™|
•••*••
•
ella.
del Bajo Egipto la
antigua raza de los Faraones. Los vencidos reina-
ron sin gloria y sin llevar á cabo grandes empresas, durante el período de cuatro siglos y medio, sobre
•••;•
los
nomos
ellos la
meridionales del país, conservando en
antigua religión,
de su raza.
la civilización
y
las artes
Los invasores, ménos adelantados que
sus súbditos, se apropiaron completamente la
civili-
zación v las artes de los vencidos, además de las ciencias:
tenemos de
ello
una prueba concluyente,
siquiera negativa, en la circunstancia de no haber
dejado huella alguna de su paso en las orillas del
más que
Nilo; pues la verdad es que, por
encuentra instrumento, referirse al
oficio,
ni
se busque, no se
aptitud alguna
que pueda
Éste se mostró hostil únicamente á
pueblo invasor.
los dioses de Egipto, fijándose, sin
embargo, en Seth, que era
el
que más puntos de semejanza tenia con su Baal, para tributarle culto de adoración por
medio de oraciones y
sacrificios.
Por
lo
demás, compréndese fácilmente que habian de suscitarse toda
2H
suerte de reclamaciones, por cuestión de límites y fronteras,
faraones legítimos,
entre los invasores y los
regiones meridionales. PLANO DEL GRUPO PRINCIPAL DE EDIFICIOS EXISTENTE EN KARNAK
Un
relegados á las
papirus conservado en Londres con-
el príncipe Hykso Apofis tuvo un conflicto con el rey Raskenen Taa, el cual terminó con un encuentro favoinscripción fúnebre de un capitán de un buque, Aahmes,
signa que egipcio
rable
á los
egipcios;
y
la
descubierta en El-Kab, al Sur de Tébas, completa las noticias que se encuentran en la obra
de Manethon
Memphis
y
,
Ra
príncipes del
relativas á la libertad de Egipto del
en Heliópolis,
Sur
Amon
yugo de
había sido siempre
el
los
Hyksos.
Como Ptah en
dios principal de la Tebaida.
Los
y emprendieron la campaña contra los extranAprestóse una flota formidable en las aguas del Nilo; Kames,
se pusieron bajo su égida
jeros dueños del Norte.
sucesor de Raskenen, continuó
la
lucha por
la
independencia: Aahmes, hijo de Kames,
283
TEBAS después de un
sitio
prolongado, por
la fortaleza establecida el interior
mar y por
por los Hvksos en
el
tierra, logró apoderarse de Aoaris,
que era
brazo pelusíaco; persiguió á los invasores hasta
de la Siria meridional; sometió á su dominación los régulos, que dominaban el
Bajo Egipto, y redujo á
la
obediencia á los pueblos situados al otro lado de la primera
El
catarata, que, aprovechando la situación del imperio, habían tratado de emanciparse.
capitán
del
buque Aahmes tomó parte
activa en
muchas de
estas
campañas, pudiendo
asegurar que ofrece un interés vivísimo la relación de estos sucesos hecha por Paher, nieto del anciano
conserva
,
campeón de
la
independencia,
da cuenta detallada de
llegado á capitán fundó
una
la corta
el
cual en la inscripción que de su
edad de su abuelo
al entrar
en
la
mano
se
armada; de que
familia, y de que condujo repetidas veces la escuadra real con
pericia y valor contra las fuerzas enemigas, mereciendo
como recompensa, de manos
del
orden del collar de oro, brazaletes y esclavos, cada vez que llevaba á cabo una de sus grandes hazañas en tierra ó en el Nilo.
Faraón,
la
Puede formarse idea de la riqueza del botín conquistado por Aahmes, que partió genero hemos sámente con sus bravos compañeros, por los paramentos de su madre Aah-hotep, que ser necesariamente podido admirar en el museo de Boulak. El primero de sus deberes debió mostrarse agradecido para con cionara: para ello dió
el
el
dios cuya visible protección tan completos triunfos le propor-
nombre de Amen-hotep (Amenofis), paz de
Amon
,
al hijo
que debía
en aquel sitio, hizo extraer de las sucederle, y según nos revelan las inscripciones halladas Cairo, los inmensos bloques destinacanteras de Turra, en la cadena del Mokattam, al Sur del sólo pudieron utilizar sus sucesores. dos al templo de Tébas que, sin embargo, según parece, de esos inmensos pedruscos uno El procedimiento empleado en el país para el transporte
á uno hasta
demás
el
sencillo;
de los trineos.
vista por Nilo, por medio de carretas arrastradas por bueyes, es á primera
con todo, según parece, en
los
tiempos antiguos sólo se echó
mano para
ello
TEBAS
284
La esposa de Aahmes, Nefert-ari, fué honrada con culto divino durante mucho tiempo después de su muerte, como compañera del hombre que habia librado el territorio del enemigo invasor, y como madre de la más ilustre dinastía de soberanos que en tiempo alguno empuñara
el cetro
Amenofis,
Amon
en
el valle del Nilo.
alcanzó
el
Durante
rango en que
Confundiósele ó por mejor decir se
le
el
reinado del hijo que tuvo de Aahmes,
vemos más
Ra
tarde entre los dioses de Egipto.
el nombre de más y más, bajo la influencia de ideas provenientes del Asia, aportadas por vez primera por los Hyksos hasta tal punto que en los siglos siguientes fué
Amon-Ra;
le
equiparó á
de Heliópolis, dándosele
espiritualizósele
,
completamente identificado con
la
Los poetas
inteligencia divina que todo lo ordena.
como
celebran en sus himnos
que es solo y sin par:
si
el
le
único,
se dice de él
el
que
es entre los dioses
un rey cuyos nombres
son innumerables
quiere con esto signi-
ficarse
que
,
esencia y la energía de los
la
demás poderes
celestes
deben someterse á
su esencia y á su energía.
grandes
dioses
del
Tum, Harmakhis y considerados
como
Egipto,
Los demás
como
tales
consortes,
sólo son
cualidades de su majes-
tad que lo abarca todo en
sí.
Él es
fuerza oculta, creatriz, vivificadora,
en
el
tiva,
principio residia en
el
agua primi-
de donde sacó cuanto existe.
labra dió al
mundo
las
la
que
Su pa-
formas múltiples
al paso y nombraba, cada una de
que ofrece á nuestras miradas:
compás que
las
sus partes iba separándose de las demás. SANTUARIO DE KARNAK
todo
lo
que
él
ha creado
sólo por
medio de
él
Osíris viviente, anima cuanto ha creado, y puede llegar á un grado elevado de armonía.
No sólo es bello y benéfico, sino que es además enemigo y destructor del mal y el hombre adora regocijado en él, el poder misterioso que con su robusto brazo sostiene á los buenos y confunde á los malvados. Aquí cumple consignar que los egipcios comprendían en el nombre de malvados á los pueblos enemigos procedentes de los países extranjeros.
madre, y
el
del propio
forman
Mut,
la
Isi&
joven Chunsu, honrado igualmente como divinidad lunar, acompáñanle también,
modo que
la triada
Isis
manera que Amon, Mut y Chunsu y Horo acompañan á Osíris, de se el lugar preferente entre todos los dioses á quienes
tebana, que ocupa
prestaba culto en Karnak.
Mucho tiempo hace que el antiguo santuario de Amon en Karnak no es más que un ruinas. En este punto como en otros fué construido con anterioridad á las demás
monton de
TEBAS partes del
mucho más
edificio:
compuesto de una doble cámara abierta en derada como
el
Amenofis
el
granito
hácia
el
Oeste otro nuevo santuario
que aún en
(I),
el dia
puede ser consi-
núcleo de un conjunto de construcciones terminadas en épocas hijo del
I,
alguna de conquista: las
285
tarde construyóse
muy
distintas.
primer Amasis (Aahmes) y de Nefer-ari, no emprendió guerra
fortificó
fronteras meridionales y
occidentales del reino, y co-
menzó el engrandecimiento templo.
Su
del
Thutmosis
hijo
continuó la obra y
la
I
adornó
con pequeñas salas con co-
lumnas, pileos y obeliscos (III),
en cuanto
asegurado
Amon
la victoria,
le
hubo
no sólo
sobre las naciones del Sudan, sino también sobre los semitas enlazados
con
que habitaban
el
los
Hvksos
Asia occiCARRO DE GUERRA
dental y en los cuales deseaba
¡atar su corazón, que es lo
mismo que
si
dijéramos en castellano, que en ellos queria apagar
su ardiente sed de venganza. Condujo su ejército hasta éste
la
Mesopotamia, debiendo advertir que
no era ya, como en los antiguos tiempos del imperio, un hacinamiento de peones, sino
que formaban parte del mismo numerosos soldados que marchaban arrastrados por dos caballos.
nombre semítico
El caballo fué importado
sus: en el país prosperó perfectamente,
al
y
al
combate en carros
Egipto por los Hvksos, con su
los sacerdotes artistas
no tardaron
en saber modelar sus formas con toda perfección, no sólo en estado de reposo, sino con todo el
fuego y expresión que tenia cuando se daba una carga ó ataque en el campo de batalla. construcción de carros es, como el caballo, de origen asiático; mas los carreteros y
La
EGIPTO,
TOMO
II.
72
,
TEBAS
286
manera de montar la caja del carro sobre manera de adornarlo con incrustaciones de metales y piedras
forjadores sirios y fenicios, que no sólo conocían la
también
sino
ruedas,
la
preciosas, no tardaron en encontrar en Egipto auxiliares que
no
sólo igualaron sino que
aventajaron también á sus maestros.
Thutmosis
dejó tres hijos:
I
y dos varones, el menor de los cuales El mayor ocupó el trono con el nombre
una hembra, Hatasu
estaba aún en la infancia á la muerte de su padre.
de Thutmosis
II :
pero
bien es verdad que
si
él
se alaba de
haber alcanzado grandes victorias sobre los enemigos, de haber llevado á cabo la construcción
de soberbios edificios y erigido notables estatuas en
Karnak,
existiendo un sello primorosa-
mente grabado, que en París
2 ,
en
el
se conserva
cual se halla
representado de pié sobre un carro de guerra, disparando
el
arco, y también dando muerte
á un león, habiendo merecido
por semejante hazaña bre de bravo (kent),
el
renom-
lo cierto es
que, según nos revelan los
mo-
numentos, no supo sustraerse á
la influencia
el
que ejerció en
él
carácter resuelto y emprende-
dor de su hermana, con
el
cual se
vio precisado á compartir el trono.
Motivos hay para
presumir que sólo fué á pesar suyo; OBELISCOS DE LA
PARTE MAS ANTIGUA DE KARNAK
pues, según pare-
II
después de su muerte Hatasu hizo borrar su nombre por medio del martillo, en muchos
ce,
de los
más
monumentos que erigiera. Durante el tiempo en que fué reconocida como reina, ó como rey del Alto y Bajo Egipto, tuvo alejado de Tébas y desterrado en Buto, en
bien
las regiones palúdicas de la Delta, á
nombre de Thutmosis ^' S * e
1
Ct
SELLO DE THUTMOSIS
.
/**»
nom ^):re puede 1
4-
ni
nvi
n
i- -mnZ
leerse
1- .. ..
A
J3 C
su hermano menor, que
Hízose representar ciñendo
III.
también Hcttschepu pues uno de A Xa n aaII
_
'
*1
.
.
.
_
la
los signos silábicos de _
_
más
tarde debia reinar con
el
corona de los Faraones, y usando que está compuesto _
se presta
á varias lecturas.
287
TEBAS barbas; y es sabido que los cortesanos debían hablar de
Y la verdad
que cual
es
si
realmente
sas. sino abordarlas v conducirlas á /
se tratara de
un hombre.
hubiese sido, no sólo supo concebir grandes empre-
lo
buen término. Los
triunfos alcanzados en el
campo de
«j
no llegaron á seducirla; prefiriendo á
batalla la
ella cual
si
la gloria
que
los
mismos podian proporcionarle,
que había de resultar de cosas ménos perecederas: por esto consagróse con pasión á las
construcciones, esforzándose en imaginar nuevas obras y en hacer las cosas con mayor ostentación de la que en tiempo alguno se había empleado, y como para ello tenia necesidad
de recursos inmensos, casi ilimitados, buscó
nuevos caminos
y, lo que es más, encontró
En
para conseguirlos.
la parte central del
templo de Karnak, que es
la
que mandó
construir su padre, y la que se halla hoy en
peor estado, hizo levantar dos grandes obe-
uno de
liscos (7), la
más
nen en
el
Nada puede
pié.
arte con
en
los cuales es
actualmente
elevada de las agujas que se mantiecitarse superior al
que están grabados los jeroglíficos
granito liso y pulimentado de
monumento, de
este
suerte que no miente la
inscripción que en
y consigna que
él se lee
fueron menester siete meses para arrancar el
monolito de
la
Montaña Roja
Vi-
viendo aún su hermano Thutmosis
em-
prendió otra obra en rio:
tal
la
empuñaba Era
!
II
,
ribera izquierda del
fue la necrópolis que terminó con
verdadero entusiasmo, en
•
de Asuan,
y darlo por completamente terminado.
el
el edificio
cetro
el
como
tiempo en que
reina
absoluta.
que nos ocupa un monumento
destinado á recibir sus restos mortales y los
de su familia,
el
¡Como templo en
que debía servir también el
cual se
TOBRE DE CONSTRUCCION CRISTIANA EN DER EL-BABCRI
conmemoraran
prestara culto á los sus hazañas y altos hechos, se tributaran ofrendas á sus manes y se presencia, según en otro lugar cuya favorita, diosa su Hathor, á especial en v dioses
hemos consignado, de
la
era indispensable donde quiera que se pidiera
el
renacimiento después
muerte.
El mausoleo de Hatasu llámase en
el
dia
nombre proviene de un antiguo convento hecha de
ladrillo:
Der
el-Bachri, es decir, claustro del Norte, cuyo
copto, del cual se conserva únicamente
una
torre
en tiempo de los griegos se contaba entre las memnonia levantadas sobre
TEBAS
288 la ribera izquierda de
Toda
la vertiente
egipcios
el
de
Tébas, que en
más
alto
nombre de Monte Ataúd, se
la
la
atención de los viajeros.
halla acribillada de aberturas ó bocas de sepulcros,
cuya mayor parte fueron practicados durante décimaoctava, á
grado excitaban
situada al Oeste de la necrópolis, á la cual daban los
la cordillera líbica
el
tiempo de los príncipes de esta dinastía
cual pertenecía Hatasu, con el propósito de que sirvieran de lugares de
enterramiento hereditarios para las familias nobles de Tébas.
Distintas en lo que se refiere
á sus dimensiones, y mejor ó peor decoradas, aseméjanse todas ellas por
sus piezas y por interior.
la disposición
La primera
la distribución
de
de las inscripciones y pinturas que se contemplan en su
de sus cámaras, que es la
mayor de
todas, servia de capilla funeraria
TERTULIA EGIPCIA
en
la cual se
reunian los individuos de
la familia
con objeto de honrar
la
memoria de
los
muertos por medio de ofrendas y oraciones. En ella, y en los gabinetillos inmediatos, sólo se ven objetos y asuntos que recuerdan la vida terrena del difunto, tal como lo hemos visto
en
las
tumbas
del antiguo imperio.
Vense aquí pinturas que
fortuna que disfrutaba, sus ocupaciones favoritas, los regalos
ú ofrendas que hacia á sus manes,
Memphis y Beni-Hassan. La única
tal
el
tienen por objeto representar la
tren con que estaba montada su casa,
cual lo
hemos
visto
en
nos ocupan, consiste en que en las de Tébas se concede mayor espacio á tienen por objeto representar las ceremonias del entierro. asistir á las
la
necrópolis de
diferencia que existe entre éstas y las que
al
presente
los asuntos
que
Las pinturas que nos permiten
reuniones de familia durante las fiestas, revelan cierto refinamiento v esmerada
TEBAS
290
educación en las costumbres de las personas de buena sociedad, toda vez que nos ofrecen á
hombres y mujeres tomando con ramos de olorosas flores
parte en al
unas mismas distracciones: obsequíase á
las
señoras
par que con manjares y bebidas que circulan profusamente
entre los convidados, en tanto que regocijan el oido los acentos de la música vocal é instru-
mental, y halagan la vista las muelles y elegantes actitudes de diestras bailarinas. Sobre los aparadores se ven vasos de formas nuevas, que en su mayor parte parecen originarios del Asia, y varias pinturas, en las cuales se hallan reproducidos muy al vivo, los perniciosos efectos del uso inmoderado del vino, demuestran hasta la evidencia que la templanza que caracterizaba los tiempos antiguos
grandeza
política
que
al
,
presente
brillaba por su ausencia en la época de esplendor
propiedad de simples particulares, y las nobleza tebana servia en hacían el
al
Asia.
el ejército
y acompañaba á los Faraones en las expediciones que se enriquecian mediante la parte que les cabia en
Los empleados superiores
botin y con la imposición de gabelas.
taciones, perfectamente caracterizadas, relaciones. la
y Encontramos caballos y carros inscripciones nos revelan que una gran parte de la
estamos describiendo.
En
las
tumbas
se encuentran
Las familias distinguidas sostenían en sus casas cantores asalariados, que tenían
obligación de tañer el arpa en las ceremonias fúnebres, y de celebrar por medio de
composiciones poéticas las glorias del difunto en esta vida y en
que los convoyes fúnebres que transportaban del Nilo, por
en
numerosas represen-
de los pueblos extranjeros con quienes mantenían
el
el féretro
medio de soberbias lanchas. Las lloronas se situaban en
acompañado
cual se hallaba colocado el ataúd, que era
de los muertos y hasta
la
misma
Nada más suntuoso
la otra.
á la necrópolis, situada al otro lado el
puente del buque
al sarcófago á través de la
ciudad
siringe, por los sacerdotes, los parientes, los dependientes
conducían toda suerte de y los criados, en tanto que los vasallos dispuestos en largas hileras, producciones del suelo, que debian deponer delante del señor, en la mesa de las ofrendas. El
embalsamadores había hecho grandes progresos, gracias á las esencias y resinas que en prodigiosa abundancia se llevaban á Egipto desde los pueblos nuevamente anexio-
arte de los
nados; introdujéronse en los entierros nuevas fórmulas y ceremonias nuevas cuya descripción nos ha conservado el texto del Ritual la doctrina de la inmortalidad se desarrolló hasta en ,
sus detalles del cual
más
insignificantes, con
increíble de imaginación.
El
mundo
inferior,
imperio antiguo, poblóse de dioses y de demonios: las inscripciones que cubren los sepulcros, del mismo modo que los papirus de los
no se ocupaba gran cosa
pinturas y las
y
una fuerza
muertos y las paredes de que no se relacione con
cámaras funerarias propiamente dichas
las la
el
vida futura.
,
no ofrecen cosa alguna
Dichas cámaras se abrían en
el
extremo de un
montaña, y que se procuraba cerrar tomando todas las precauciones imaginables para que no pudiera un intruso descubrir el lugar de ingreso: en cambio los aposentos en que se reunían los sobrevivientes jamás contenían corredor que penetraba hasta
el
corazón de
alusión alguna á la vida mortal del difunto.
la
La
casa eterna del simple particular egipcio
contenia, no obstante, ciertos hechos de su vida celeste y terrestre, bien que en lugares
determinados y separados unos de otros.
Las tumbas de
los reyes del
nuevo imperio estaban
TEBAS
muy
dispuestas de
291
distinta~manera que
las de sus súbditos.
Antes de
inva-
la
Hyksos habíanse levantado
sión de los
en Tébas, como en otras partes, pirá-
mides de medianas dimensiones, de nada queda en
las cuales
pié,
pues
el
tiempo nada ha respetado: más tarde practicáronse en la montaña profundos
pozos, con
momia
la
propósito de asegurar á
el
un lugar de reposo
real
abrigo de toda injuria.
Más
al
adelante
visitaremos esos mausoleos en forma de cavernas, y veremos que así los jero-
como
glíficos
que
las representaciones
encierran, salvo excepciones contadísi-
mas, que no merecen ser mencionadas, se refieren
á
la
vida de ultratumba.
Estas eran para los reyes,
lo
cámaras funerarias son para culares.
La
capilla del
que
las
los parti-
Faraón, que era
lugar en que los súbditos iban á
el
honrar su memoria, no podía en
ma-
nera alguna formar parte integrante de los
por el
aposentos consagrados á lo
mismo que
que por
la
él vestía luto.
elevaron también entre
Los príncipes Nilo y
el
Monte Ataúd, espléndidos consagrados especialmente sus manes, egipcios
á
los
tanto vale
el
el
edificios
al culto
de
daban
los
cuales
en su lengua
memnon, que
muerte,
un pueblo
era todo
nombre de
como monu-
mento levantado para conservar eternamente un recuerdo, y los griegos el de memnonia, por presumir que en memnon se encerraba el nombre del héroe homérico
Memnon,
buyen también
la estatua vocal
al
que atrien
BAILARINA EGIPCIA
la
cual luego tendremos que ocuparnos.
En
esas
memnonia
se perpetuó el recuerdo de la vida
.
TEBAS
292
terrestre del
Faraón difunto; pero
aquellas á las cuales concedian
las circunstancias principales de
mayor importancia
Cuanto debían éstos transmitir la familia, en
y á
suma, á
los.
memnonia de
su existencia diferian de los simples particulares.
á la posteridad, decia relación á la casa, a la
deberes de
la
campiña, á
vida privada, á los pasatiempos propios de la misma,
las relaciones existentes entre el individuo
tancias todas de
las
y
el jefe del
Estado.
En cambio
las circuns-
vida de los reyes pertenecen á la historia y por consiguiente seria en vano buscar en sus respectivas memnonia cuanto no sean relaciones de las campañas por ellos la
llevadas á cabo en países extranjeros, batallas ganadas al -enemigo,
sitios
de fortalezas
rendidas, botín conquistado, seguido todo de acciones de gracias á los dioses por
También podemos contemplar en
prestado y los favores recibidos.
auxilio
el
este sitio representaciones
VASALLOS LLEVANDO OFRENDAS FUNERARIAS, FRUTOS COGIDOS EN LAS PROPIEDADES DE SU DIFUNTO SEÑOR
de
la fiesta
de la coronación: de los mayores y descendientes del soberano que se ensalza; de
los dioses á los cuales presenta ofrendas, recibiendo
apoyo eterno á su buen nombre, escuelas y bibliotecas anexas á las original de semejantes
Der
líbica
en
la
en
memnonia
el
en cambio presentes y promesas de
ponen por otra parte á cubierto del olvido
La reina Hatasu nos ha
monumentos conmemorativos,
el—Bachri. Levántase éste
labrado por
al cual
es decir,
el
dejado
edificio
el
Noroeste de
las
vasto y
con azoteas de
fondo de una especie de anfiteatro de bellas proporciones,
naturaleza en las rocas de calcárea amarillenta de que está formada
la parte
más
la necrópoli.
La
siringe en que yacen su
la
momia,
montaña la
de su
padre y las de sus hermanos, no ha sido descubierta aún, á pesar de las investigaciones practicadas; pero en cambio los viajeros pueden visitar los aposentos abiertos en la peña, que constituían la parte
más antigua
del conjunto del edificio y
que debían ser considerados como
293
TEBAS el
sancta sancionan
Honrábase en
las procesiones que. procedentes de
acomodarse en ter.
los
ellos á los
antepasados de Hatasn y servían de término á al memnonium de la gran reina. Para
Karnak, se dirigían
buques que convenientemente aderezados servían para semejante menes-
era indispensable bajar hasta el extremo Sur del santuario nacional, puesto que
la
rapidez de la corriente hacia indispensable que el rio se atravesara diagonalmente. El príncipe vía y su séquito de sacerdotes, en cuanto aportaban á la orilla opuesta, seguían la ancha de las procesiones que, flanqueada de esfinges con cabeza de carnero, terminaba en línea
recta en los píleos,
hoy completamente arruinados,
del
memnonium.
TEMPLO DE DER EL—BACHRI (Según los planos y restitución de E. Bruñe
El
monumento ha
infatigable Mariette, y
ración en
el papel, tal
sido limpiado de la
un
inmensa capa de arena que
arquitecto, francés también,
lo
cubría, por el
M. Bruñe, ha ensayado su restau-
cual á su juicio debió existir poco tiempo después de terminada su
cabe desconocer que llevó á cabo su empresa con talento y felicidad; mas construcción. reproducción, dista no obstante los nuevos servicios que para el estudio presta semejante mucho de satisfacer á todo aquel que en el fondo de su espíritu conserva, con la vehemencia
No
de las impresiones recibidas,
más que
la
imágen de
las grandiosas ruinas de
Der el-Bachri, que por
originaestén extraordinariamente deterioradas, conservan todavía su carácter de que se quiera el aspecto bajo el cual se las considere. El aspecto más maravilloso
lidad. sea el
EGIPTO, TOMO
II.
74
TEBAS
294
es el que ofrecen á los que llegan á ellas procedentes del Nílo
desparramadas bajo sus plantas, de la montaña, la
mano
del
al valle
al
recorrer
el
de las tumbas reales.
después
;
camino que cortado á
Xo
hombre, pueden reconocerse aún
que las contempla
al
pico, conduce, á lo largo
obstante las injurias debidas al tiempo y á
las cuatro
azoteas y el camino en plano
inclinado, tal vez provisto de peldaños, que dividía el edificio en dos partes semejantes.
La
procesión que recorria la via mencionada, iba subiendo de una á otra plataforma, en cada
mismo
una de
las cuales, lo
En
cuarta azotea,
la
aposentos
más
el
á la derecha que á la izquierda, encontraba espaciosos pórticos.
sacerdote pasaba debajo de
silenciosos: después,
exactamente detrás de
la
un arco de
granito que conducía á los
por medio de una segunda bóveda de pórfido, colocada
primera, en
extremo de
el
la cual se abría la
antigua caverna de que
dejamos hecha mención, y que constituía el verdadero santuario del memnonium. Las paredes estaban cubiertas de adornos que pueden considerarse como una obra maestra de escultura: el
más
notable de ellos es la vaca de Hathor, junto á la cual se ve representada
BUQUE DE LA REINA HATASU CARGADO DE PRODUCTOS DE PONTO. (SEGUN UNA PINTURA DE DER EL-BACHRl)
Hatasu bebiendo
la
leche de vida.
interés particular á los
Las
salas situadas en las plataformas laterales, ofrecen
que se gozan en seguir
través de sus diferentes fases, puesto
el
un
desarrollo de la arquitectura egipcia al
que pueden ver en
ellas las
columnas poligonales que se
encuentran en las gruías de Beni-Hassan, las cuales, después de haber atravesado
el
tiempo
de los Hvksos, y pasado de la decoración de las siringes á la de los edificios aislados, fueron
empleadas en las partes más anteriores del templo de Karnak, y al tocar á su término la décimaoctava dinastía, desaparecieron completamente, para ceder su puesto á otras formas artísticas.
Los
rematan con los
la
pilares
que soportan
los
techos deben mencionarse también, puesto que
máscara de Hathor, cuyo adorno no se vuelve á encontrar hasta
Tolomeos. Invitamos á todos aquellos á quienes interese
egipcia, á que
examinen detenidamente
las paredes del fondo de los pórticos,
azotea, las cuales
las
la historia
de
la
la
época de
civilización
numerosas pinturas con que hizo decorar Hatasu
principalmente las que se encontraban en
han publicado Mariette y Dumichen; pues merced á
ellas
la tercera
sabemos que
295
TEBAS preocupada
la reina
por
el
deseo de extender las relaciones comerciales que. tenia establecidas
con otros países, así como por ñotas que envió
Guardafui.
al país
de aumentar sus cuantiosas riquezas, armó considerables
el
de Ponto, en la Arabia del Sur, y á la costa de Somalí, en
Hatasu tomó á empeño transmitir á
la
posteridad hasta los detalles
ficantes de semejante empresa, para lo cual hizo reproducir por
buques que habían construido en
las costas del
procedentes de Ponto condujeron á Egipto.
mar Rojo y
medio de
las diferentes
Por medio de inscripciones
el
más
cabo de insigni-
la escultura los
mercancías que se designan los
diferentes objetos reproducidos por los artistas, y nos revelan la parte importante de tales
riquezas que la reina cediera al dios de Tébas, y la que reservara para ella. Los marineros egipcios embarcan árboles de incienso vivos, con sus correspondientes panes de tierra en las raíces,
á fin de aclimatarlos en
PECES DEL
resinas, en los buques
el
MAR
ROJO.
(
SEGUN UNA PINTURA DE DER EI-BACHRl)
más que medianamente
repletos de fardos, ánforas, colmillos de
elefante, barras de metal, y otras preciosidades de Ponto. el
cargamento de
la
real,
flota
y pesados sacos de olorosas
suelo del valle del Nilo,
Entre
los objetos
que forman
encuéntranse designadas todas las especies de maderas
preciosas de la comarca, montones de secreciones aromáticas que se distinguían ya con el
nombre de kami (gummi) gomas; marfil, oro de Asia,
incienso
( senneoutri )
árboles de perfumes, enteros y verdes; madera de ébano,
madera de thuva
(?)
1 ,
de chesit (tal vez la acacia), de
polvo de antimonio para los ojos,
monos
ahem y
del
verdes y cinocéfalos, galgos,
de pantera, y habitantes de Ponto con sus hijos. Jamás, se dice, en tiempo embargo de soberano alguno anterior, habíase aportado á Egipto cosa semejante, y sin pieles
el
casco y
el
buques, dicen
aparejo de los
muy
á las cla-
ras que no eran nuevos en oficio los
el
que llevaron á cabo
su construcción. Cuando se fija la
mirada en
tales pintu-
ras, viene involuntariamente
á la
memoria
el
recuerdo de
EL-BACHRl) CABAÑAS LEVANTADAS SOBRE PILOTES EN LA REGION DE PONTO. (PINTURA DE DER
aquellas expediciones envía
demás objetos das por Salomón á Ofir, ocho siglos más tarde; así como al contemplar los sabían observar representados, es preciso convenir en que los viajeros del tiempo de Hatasu manera que los perfectamente, y hacían cuanto estaba á su alcance para reproducirlos de curiosos que habían egipcios pudieran formarse de ellos idea exacta, los objetos raros y solian hacer los egipcios los féretros en que 1 Sabido es que boy se da este nombre á un árbol de la familia del ciprés, de cuya madera V. enterraban las momias ó cadáveres embalsamados.
—
TEBAS
296
contemplado en sus expediciones. Así como
.
_
L
_
las
de Oriente,
dole de manifiesto las maravillas "
•
"•---
Cruzadas dejaron atónita
Europa, ponién-
la
guerras de conquista y las expediciones marítimas llevadas á cabo en los
las
.
primeros tiempos de
la dinastía
decimaoctava, abrieron las regiones del Este á los habitantes del valle del Nilo, despertándose
para ellas un ardor científico,
que sólo se extinguió algunos siglos adelante, no volviendo á
aparecer hasta
la
época de los
Tolomeos,
singularmente
Alejandría.
En Der el-Bachri
en
se
encuentra la representación
de
los
peces
del
hecha con tanta
Mar Rojo,
fidelidad y exac-
que nuestros naturalistas
titud,
pueden reconocer sin esfuerzo alguno
necen
las especies á
que perte-
también se
encuentra
:
una aldea
lacustre de los habi-
tantes de Ponto, cuvas casas se
hallan construidas sobre pilotes.
Las cabañas afectan circular, y se hallan
la
forma
emplazadas
sobre piés macizos, siendo indis-
pensable hacer uso de una escalera para
ganar
la puerta.
Vense;
en dichas representaciones aves exóticas, reproducidas con gran
minuciosidad
:
en otras pinturas.
se encuentran figuras
humanas
cuyos rasgos duros y pronunciados acusan las gentes de Ponto,
y como curiosidad rara, MUJER FELAH DE KARNAK.
la
esposa de uno de los príncipes de dicha región.
á
cierta descripción de
hermano de Hatasu,
El
Ponto que se redactó hacia
hizo esculpir
en Karnak
la
ex-,
traordinaria obesidad que ofrecia
la
libro
de
los
muertos
encierra, alusiones
época que nos ocupa. Thutmosis
las plantas exóticas
III,
que encontrara en sus
TEBAS expediciones realizadas hacia
el
297
Este: en el papirus Ebers, que fue compilado en tiempo de
dicho príncipe, se insertaron recetas médicas que habia proporcionado un asiático de Biblos,
y
la
presencia en
extranjera
la
escritura de
más
de un nombre y de una palabra el idioma de sus
demuestra que los egipcios comprendían
vecinos semitas. ¿Débese á
la
casualidad
Derel-Bachri fuera edificado casi en
el
preciso
el
que
el edificio
escalonado de
momento en que un
ejército
egipcio pisaba por vez primera el suelo de la Mesopotamia, y podia contemplar en las grandes ciudades los edificios que coronaban vastas azoteas?
¿Cómo
se explica
veces, hasta
el
que
los egipcios, tan
amantes de repetirse una y cien
extremo de mirar con desvío cuanto podia conducir á ima-
ginar nuevas formas, no hubiesen después imitado en parte alguna ese edificio,
mejor aún, ese imponente monumento,
al extranjero,
si
no
hubiese recordado
les
y por consiguiente parecido digno de reprobación?
Las diversas manifestaciones de historia egipcia
,
respecto de las que
la civilización
antiguo imperio, pueden compararse á joven, dueño de
sí
,
en esta época de
hemos encontrado en lo
mismo, relativamente
que daria de al trabajo
rioso que viviera bajo la vigilancia de sus padres.
sí la
de un
del
actividad de
un
muchacho labo-
Las fuerzas comprimidas
durante millares de años, rompieron entonces las ligaduras que nían sujetas: traspasáronse los límites puestos por imperio; surcáronse mares y rios, cuyo solo
y además de
esto, el espíritu
la
tumbas
las
la
política
las
mante-
al
antiguo
CAPITEL CAPICULADO INVERTIDO
nombre inspiraba antiguamente profundo horror,
humano buscó caminos que
hasta entonces nadie habia hollado.
LOS PILEOS SUR Y EL LAGO SAGRADO DE IÍARNAK
EGIPTO.
TOMO
II.
/O
TEBAS
298
El obelisco
misma
más
elevado que existe en Tébas, así
como
gloria que
proporcionó su obra de paz
le
llevados á cabo por su
hermano Thutmosis
cuantos conquistadores egipcios registra las faraones,
,
más
el edificio
ciudad se encuentra, han transmitido á la posteridad
el
nombre
original que en la
no tardó en verse eclipsada por
III,
el
los altos
más grande, no vacilamos en
la historia.
Hásele dado
y por cierto con fundada razón, puesto que en
el
mas
de Hatasu:
la
hechos
decirlo,
de
nombre de Alejandro de campañas bajo su
las trece
dirección realizadas, logró someter los pueblos del Asia Anterior, en los cuales liabian
vengado sus predecesores
los desastres
que experimentaran en tiempo de
tributarios de su patria, y convirtió el Egipto
Ciñó los
la
en
la
potencia
los
Hyksos; hízoles
más poderosa de su
tiempo.
corona de los Faraones durante cincuenta y cuatro años consecutivos, revelándonos
monumentos de Tébas,
las
hazañas que llevó á término durante
este dilatado período,
con sus carros de guerra, sus numerosas huestes y sus diestros arqueros. Convirtamos mentalmente nuestra atención al templo de Ivarnak; preguntemos á cripciones que cubren las cámaras de los alrededores,
las ins-
extraordinariamente maltratadas;
PRISIONEROS DE GUERRA TRABAJANDO EN LAS CONSTRUCCIONES DE THUTMOSIS
III
fijémonos en los pileos meridionales (5 y 6) y en las construcciones que se elevaban en la región oriental (detrás de 10), y siempre, y en todas partes nuestras miradas se encontrarán
con su nombre. Los predecesores de Thutmosis la parte del Kilo: él
ensanchó
el
III
habían agregado cámaras y cámaras por
santuario nacional en la dirección opuesta, añadiendo una
sala espléndida, (en 10), cuyo techo sostenían treinta pilastras y dos líneas de columnas, en
cada una de el
las cuales se
contaban diez.
El capitel de éstas acusa un esfuerzo practicado con
propósito de emplear formas nuevas: pero los arquitectos de Thutmosis
en esta ocasión
muy
felices,
III
no estuvieron
ya que de la inversión del capitel, formando campana, resultó
una cosa fea, y así debieron de comprenderlo, pues no volvieron á usarlo en parte alguna. Dependencias de esta grandiosa sala, la cual se distinguía con el nombre de monumento brillante
(khu mennu), eran gran número de salas pequeñas, cámaras y aposentos, en cuyas
paredes se han encontrado numerosos é importantísimos documentos. El lago sagrado del
templo fué rodeado también de otras construcciones que, desgraciadamente han sufrido
mucho: actualmente contiene agua; pero de
fijo
no tanta como en aquella época en que, en
299
TEBAS determinados dias
paseábase sobre su superficie en una lancha por todo extremo preciosí-
,
sima, la estatua de
Amon. Al
occidente de este estanque sagrado se prolongaba la ancha
procedente del Sur, que conducía las procesiones al templo:
una extensa
ella
calle
vía-
adelante abrióse delante de
más
flanqueada de
esfinges, interrumpidas en determina-
dos puntos por cuatro enormes pileos.
Dos de
estas
inmensas puertas, una
SORTIJA EGIPCIA
aretes
de las cuales fué empezada en tiempo de Thutmosis
I,
son obra del tercer Thutmosis. Los colosos de Thutmosis
padre y abuelo de Thutmosis
III,
y de Thutmosis
I,
de Amenofis
I,
su hijo primogénito, que este príncipe
II,
MANGO DE UNA CUCHARILLA PARA PERFUMES
hizo construir de diferentes materias, subsisten aún, adosados contra
derrumbando. Las inscripciones descubiertas por Mariette en
el
el
muro que
se está,
cuarto de los pileos de que
hemos hecho mención, y alrededor de una de las puertas situadas al Oeste del santuario, son del más alto interés para
la historia del
tiempo; pues con-
tienen largas listas de los pueblos so-
metidos por Thutmosis Egipto v en la Siria.
III
en
el
Sur
del
Fijándonos úni-
encontramos
camente en
los últimos,
ciento diez y
nueve nombres
distintos,
que pueden ser fácilmente restablecidos, gracias á la triple enumeración que poseemos
,
entre los cuales existen
muchos que conocemos ya por medio de la Biblia tales como Mageddo, Da-
ESPEJO
FRAGMENTO DE UN COSELETE DE ESCAMAS ARTICULADAS
,
masco, Joppe,
etc.
Todas
por príncipes que se
estas ciudades estaban fortificadas, y gobernada cada
aliaban en
poderoso. Thutmosis dejó en la
condición de que
le
el
confederaciones,
trono á la
satisfacieran
mayor
una de
generalmente presididas por
el
ellas
más
parte de esos reyezuelos vencidos, mediante
con toda regularidad los tributos impuestos: otros
TEBAS
300
perdieron
la
corona y
Una
á Egipto.
muchos
la vida:
se vieron obligados á enviar sus hijos
división del ejército egipcio vigilaba los
como rehenes
nuevos súbditos del Arad en
el
Líbano. La mejor garantía de seguridad consistía en llevar cautivos á muchos de los hombres
más
robustos,
campiña, á del
cuyos brazos reemplazaban en las construcciones y en el cultivo de la que perecían en los campos de batalla. Las listas de los pueblos
los hijos del país
Sur nos revelan que Thutmosis
sus ejércitos hasta
III llevó
el
Océano índico y
cabo de
el
Guardafui: otras inscripciones hay que manifiestan que atacó, venció é impuso tributos, en
El cuadro
Asia, á Fenicia con su capital Tiro, Babilonia y Asiria.
nos demuestra
manera y
la
pechos.
Los
próximas
al santuario,
escultores
en Egipto, donde
las cantidades que
Thutmosis
de
grabaron en
lo
III
mismo en
conservándose parte del
manera que hasta
restablecer las partes principales, de
importancia de los datos y noticias que sobre
y
del
así,
Karnak
semejantes
Louvre y otra parte ciencia ha logrado
la
pueden comprender
los profanos
la
de los pueblos respectivos nos
la civilización
proporciona la enumeración de los productos de cada país.
número de
de
paredes de las cámaras
las
museo
el
ha destruido; mas aún
subsiste aun: el resto se
estadístico
se satisfacieron para redimir
Merced á
ella
conocemos
el
esclavos varones y hembras, animales domésticos, productos agrícolas, metales
piedras preciosas ó comunes, trajes, adornos, objetos de mobiliario, que exigían de cada
pueblo
que
la
muy
diestra
carros ricamente adornados, las casas
De
recaudadores egipcios de impuestos.
los
Fenicia era
y las tiendas, así
sumamente
armas
como
la Siria
en fabricar
ofensivas y defensivas, y objetos destinados á amueblar
figuras, todo ello de
apreciable para los egipcios.
perfección los carros, las
todo ello podemos deducir, por ejemplo,
en elaborar artísticamente vasos de metal;
En
la
armas y armaduras,
una delicadeza extremada, que
Mesopotamia
lo
los vasos preciosos,
y
si
no hemos compren-
dido mal la palabra aschmara (en hebreo hascmal y en asirio ischmaru), estaba por
adelantado
el arte
en nada cedía á
Como
de esmaltar.
la del
mayores,
el
clima
Egipto; pero así
húmedo de
egipcias, y sólo á ellas
debemos
el
como en al
se
el
valle del Nilo las
más
felices
condiciones
pueblo conservar cuanto habia heredado de sus
región
la
demás
se ve, en este tiempo la civilización del Asia occidental
de posesión y naturaleza, permitían
destrucción que en otros puntos
hacia
se trabajaban también con gran
más
septentrional influia poderosamente en la
experimentaba.
saber que desde
De manera que
el siglo
á las inscripciones
xvn ántes de nuestra era
culti-
vábanse con esmero diferentes artes en Fenicia y en la Mesopotamia que el Egipto poseia ya todos los elementos que dan derecho á un país para que pueda llevar con justo título el ;
nombre de
civilizado,
de lo
cual son testimonio elocuentísimo los descubrimientos que
incesantemente se realizan en las poblaciones situadas en
que nos ponen de manifiesto metales, peines y espejos,
sortijas y pendientes,
armas y
la
región seca del valle del Xilo,
collares y brazaletes,
vasos de ricos
piezas de armadura, entre los cuales merece especial
mención un fragmento de coselete construido en escamas, y hasta un carro completo de la época faraónica, que se conserva actualmente en el museo de Florencia. Tébas constituye al presente un venero riquísimo de semejantes restos, que demuestran una vida sumamente
301
TEBAS
KARNAK
A >» LUQSOR
DE
CAMINO
EL
EN
ANTIGÜEDADES
DE
k MERCADEE
EGIPTO,
TOMO
II.
76
,
TEBAS
302
refinada.
Al
Karnak, encuéntrase con numerosos negociantes que
dirigirse el viajero á
ofrecen abundantes ejemplares de esta clase de objetos, y legítimos, la
mayor
comprender, no sólo á
le
Amon
el
Cuadro
aprovechó, como fácilmente se puede
estadístico
de Tébas, cuyo templo procuró Thutmosis adornar por todos
medios imaginables, sino también á sus sacerdotes. Las inscripciones prueban que concedió con
le
son
ellos
parte constituyen imitaciones perfectamente labradas.
El rico botín mencionado en
los
muchos de
bien
si
mano pródiga
rey
el
extensas tierras de labor, verjeles, cereales, ganados, oro,
plata y piedras preciosas, objetos de valor, entre los cuales se hace mención de un arpa incrustada de joyas de gran precio y especial significación, y las rentas procedentes de las ciudades sirias. Instituyó tres nuevas fiestas, aniversario de sus victorias, haciéndolas
coincidir con los antiguos dias festivos,, que en verdad no escaseaban en Tébas.
Del mismo
con los dioses, mostróse pródigo con sus generales, y con aquellos de sus capitanes que, en esta época caballeresca del Egipto, llevaron á cabo singulares hazañas.
modo que
Uno
lo fuera
de los
más
tumba tuvo
la
distinguidos entre sus jefes y paladines fué
el
suerte de descubrir el autor de estas líneas.
noble
Amen-em-heb, cuya
Este héroe acompañó á su
soberano en todas cuantas expediciones llevó á cabo, y lo mismo en las cacerías que al frente del enemigo distinguióse por su valor personal, habiendo recibido honores y presentes por
La
cada una de las acciones que llevó á cabo.
manera inesperada
la
de Thutmosis
duración de su reinado, durante
el
cual
terminar muchas obras consagradas á
historia de sus hechos completa de
una
proporcionándonos datos positivos respecto de
III,
el terrible
paz, entre otras la construcción de la parte
la
la
guerrero encontró espacio suficiente para
antigua de MedinetHabu, sobre la orilla derecha de Tébas.
Hemos
más
encontrado su nombre
en Denderah: sus arquitectos trabajaban en Memphis y en Heliópolis, en Erment, en el-Kab, en Edfu, en Esne, en Kom-Ombu, en la isla de Elefantina y en otros muchos lugares, y hasta en Nubia,
Amada
restauró
las cuales se
el
principalmente entre .
templo fundado bajo
el
la
primera y
la
segunda cataratas.
encuentra su retrato, así como con jeroglíficos, que conservan aún
esplendor de sus colores, y merecen especial mención por la grandeza del de ejecución.
También levantó numerosos
En
antiguo imperio, adornándolo con pinturas, entre
obeliscos, entre otros los que por
importantes han sido posteriormente trasladados á Europa, tales como
el
el brillo
y
el
y
la belleza
más
célebres é
estilo
llamado Aguja de
Cleopatra, el obelisco de Latran en Roma, y el famoso monolito de Constantinopla. No debe sorprender que monarca por tantos títulos digno de estima, alcanzara honores divinos, aún mucho tiempo después de su muerte, y que muchos egipcios adoptaran el sobrenombre con que se le distinguía, Ra-men— cheper, para grabarlo como mensajero de ventura en sus sellos ó
en los escarabeos que usaban como amuleto.
Según consigna
la inscripción funeraria
dia siguiente al de la
adquirido en
el
de
Amen-em-heb, Amenofis
muerte de su padre. Estaba en
reinado precedente
ciudades sometidas de
:
una
la Siria, obligóle á
el
II
ocupó
el
trono
tentativa de alzamiento llevada á cabo por
pasar
al
Asia:
el
deber de conservar cuanto se habia
un
texto de
Amada
las
nos da cuenta de
TEBAS la terrible
venganza que tomó de
La
los rebeldes.
303
estela de piedra erigida entre las patas del
gran esfinge, nos refiere que su sucesor Thutmosis IV despejó este monumento de las arenas
que paulatinamente
lo
cubrieran, habiendo llevado á cabo tan colosal empresa, para dar
plimiento á las órdenes del dios Ra-Harmachis, que se
entregaba
al
este príncipe,
sucesor Amenofis
III.
la
diversión de la caza.
queda completamente oscurecido por
como conquistador y
de sobrepujarlo
indicación de las lejanas fronteras que durante su reinado tenia
supo sostener
lo
Lo poco
que hizo su poderoso
Thutmosis no había dejado por descubrir ningún nuevo camino: pero
de igualarlo
trató
cum-
apareció en sueños, en tanto que se
descanso, cierto dia en que se había dedicado á
que sabemos de
Amenofis
le
el
como
constructor.
La
Egipto, demuestra que
importancia del imperio, siquiera no consiguiese ensanchar sus límites.
la
RUINAS DEL TEMPLO DE AMADA EN NURIA
Adornábanle cuatro grandes virtudes, que en esos tiempos, eminentemente caballerescos, le valieron
el
que se
de su brazo,
el
le
considerara
valor personal,
como
el
más
un corazón
heroico de los príncipes: tales eran la fuerza
fiel
á sus afecciones y
el
amor
á las grandes
empresas y á todo cuanto podía sobrevivirle. Leyendo lo que acabamos de escribir, podría presumirse que se trata de uno de los paladines de nuestra caballería cristiana, y sin embargo, cada una de las afirmaciones que de ello se desprenden, tiene su apoyo, no en uno, todas y
sino en distintos
monumentos. El
tercero de los antecesores de Amenofis,
Thutmosis
I,
se
había hecho representar, inspirándose acaso en un modelo que viera en Asia, levantando por lectores la cola á un león que yacia derribado por nuestra parte hemos ofrecido á nuestros :
un grabado en
el
cual se ve á Thutmosis
II
vencedor de un león: Thutmosis IV se alaba
;
TEBAS
304
ante
el
Eterno de haber sido un gran cazador
pues según consta en
las inscripciones
;
pero Amenofis ganó aún á su mismo padre
que hizo grabar en grandes escarabeos, muchos de los
cuales se conservan áun, no baja de ciento dos el
con
Tii, hija
lo cual
de leones que mató durante los la
misma
clase
sabemos que casó
Las pinturas representan á dicha princesa de
de Juaa y de Tuaa.
y ojos azules,
número
Merced á documentos de
diez primeros años de su reinado.
color blanco
hace comprender que era originaria del Asia, siendo indudablemente la
más
hemos
bella de las mujeres que
visto
reproducidas en los monumentos egipcios.
No
procedía de familia real; pero su esposo
quería extraordinariamente, como los
monumentos en
cuales
los
inscribió
nombre y grabó su imágen, con más
la
prueban
lo
su
frecuencia
de lo que hasta entonces se había hecho con las
demás
reinas.
A
fin
más
de conocer con
ción las obras debidas á ese héroe, tan
perfec-
enamo-
rado de su dama, penetraremos de nuevo en santuario de Karnak. dionales
La
demuestra que
línea de píleos el
palacio
el
meri-
real
y
la
ciudad de Tébas, propiamente dicha, se halla-
ban situados
al
Mediodía del gran templo de
Amon,
y que estaban escalonados en la ancha avenida que debia seguir el rey, cuando en las
grandes ceremonias, seguido de su fastuosa córte, se dirigía á la
morada de
Amenofis
la
se
impuso
la divinidad.
obligación de decorar
esta vía triunfal, y eligió en la triada tebana á la
diosa
Mut
singularísimo
para elevarle en ella un templo
semirodeado
por
un lago
forma de herradura. Según parece, la diosa, prestóse culto á Sechet,
al
representada
con su cabeza de gata ó de leona. El se halla
completamente destruido
,
edificio
excepción
hecha de algunas dependencias de época más reciente; pero Mariette ha desenterrado cimientos y reconocido que no contenia
ménos de quinientas
en
par de
los
setenta y dos estatuas con
la gran amada de Ptah , entre los dos vestíbulos, y á lo largo de los muros exteriores oriental y occidental. Todas ellas eran de granito negro: algunas hay que se encuentran aún en el lugar donde estuvieron emplazadas, bien que cubiertas por
cabeza de gata ó de leona, de
montones de escombros y capas de sagrado
,
tierra de aluvión,
no
léjos
del lecho del antiguo lago
y sus formas barrocas sobre todo en las noches de luna, toman un aspecto que en ,
TEBAS
306
manera alguna puede tadas,
Dqérase que son una bandada de biujas ó reinas encan-
olvidarse.
ocupando sus tronos. Sea como quiera, constituyen un marco de un fantástico, puesto á este
v por todo extremo
criptible.
manadas de gatos que
olvidarse fácilmente las verdaderas al
mundo
efecto indes-
Pueden
arruinado y silencioso.
tomando
se ven aquí y allá
el
sol,
recorrer las ciudades situadas á orillas del Nilo; pero es imposible de todo punto perder
el
recuerdo de esas mujeres de piedra con cabeza gatuna.
No el
este edificio y otro que mandó extremo Norte del santuario nacional; puesto que, además de ellos, emprendió
Amenofis por satisfecho con haber levantado
se dió
construir en
el
un nuevo templo de vastas proporciones en
establecimiento de
Comenzóse distancia al
morada de (Qrpj .). .
obra de éste por
la
Sur
del de
los dioses
,
el
es más que
conocen ya, bajo
lo
Amon
Karnak. El templo de del cual, con el artículo
El monumento debido á Amenofis
nuestros lectores
llamábase en
la
que servia para designar
la aldea
más
fué llamado los
III
Apni
orilla
del Nilo.
de una legua de
antigüedad los Apiu,
femenino (t-ape) formaron del
los griegos
Tébas
Sur. Muchos de
nombre de Luqsor; mas debe saberse que Luqsor no
el
forma corrompida de una palabra árabe, que significa
la
misma
la
sancía sanctorum, que se halla á
los castillos
que se levantó en primer lugar en medio de
(al-kusur),
las salas, los
patios v las cámaras del templo antiguo, y que paulatinamente fué extendiéndose hácia el
Norte y hácia interior del
una
restos de
Oeste.
el
mismo
Contemplado desde
está de tal
iglesia,
el
Nilo ofrece un aspecto encantador, pues
que es por demás
difícil
los
darse cuenta de su disposición primitiva.
El
las habitaciones
,
las
chozas
santuario antiguo fué destruido ya ántes de los tiempos modernos; pero
Alejandro
que
II, hijo del
lo rodean,
gran macedonio. Encima del techo de
hanse levantado diferentes habitaciones, una de
nombre de Casa de Francia (Kasr Fransaui), por haberse encargados de trasladar á Paris
el
el
y hasta
manera ocupado por
obelisco de Luqsor.
las salas
lo
,
hizo íe&tauiar
y gabinetes antiguos,
las cuales lleva
actualmente
el
alojado en ella los ingenieros
El antiguo prósekos, situado entre
el
sanctorum y la magnífica sala hipóstila, decorada con cuatro órdenes de ocho columnas, sirvió indudablemente en los primeros siglos del cristianismo, de seguro ántes del vn,
sanctci
á
una comunidad
cristiana.
columnas modernas, de un
El altar se dispuso en uno de los aposentos posteriores, entre dos estilo
análogo
al
orden corintio* las paredes fueron estucadas,
tanto para hacer que desaparecieran las representaciones paganas que las cubrían,
como para
Algunas cortadas cabezas de
éstos es lo
trazar sobre la nueva superficie imágenes de santos.
único que resta de semejante pintura tadas, lo
mismo que
ciertos
;
mas son
fragmentos de inscripciones griegas existentes cerca de aquellas,
que no cabe más recurso que atribuírselas á bizantinos.
Las
figuras
la izquierda veíase
que ha caído
el
tan expresivas y se hallan tan bien ejecu-
que se ven á
la
artistas
muy
hábiles de la época de los Césares
derecha del altar, usan calzado de terciopelo: hácia
un cuadro que representaba caballos y jinetes. En aquellos puntos en que se ofrece es de lo más peregrino que puede imaginarse,
estuco, el aspecto
puesto que las figuras por medio de las cuales se representaron los santos cristianos, se
mezclan y aún completan con
las de las divinidades egipcias.
Las pinturas
cristianas de
o
Esposa y Comp*4
Interior de una
—
Editores
—
Barcelona
cÁmara sepulcral en El-Kai
TEBAS
Wadi
Sebua, en
la
chado del enlucido, resulta
un
e\angeli»ta.
La
307
Xubia, han tenido un destino más singular aún: merced á un desconel
estupendo anacronismo de Ramsés
II,
presentando ofrendas á
sala de las treinta
y dos columnas, se hallaba precedida por un gran pórtico, construido también por Amenofis III, y limitado al Este y al Oeste por dos líneas de columna», y por una sola y un píleo por el Xorte. Los tallos de papirus que forman el fuste de las columnas, con capiteles con capullo de es imposible hallar en parte alguna
la flor
un conjunto
de loto, están esculpidos de arriba abajo:
tan grandioso
como
el
que ofrece semejante
LA CASA DE FRANCIA EN EL TEMPLO DE LUQSOR
peristilo.
El corredor, que seguía
la
dirección del Xorte,
que en
el
tiene
siete
grandes columnas
gran patio septentrional y el macizo píleo mismo desemboca, son de época posterior: todavía tendremos ocasión de ocuparnos
pareadas, con capiteles en forma de campana:
nuevamente de
éste.
La
parte
moderna
el
del templo se halla unida á la antigua
formando un
ángulo obtuso, acaso para hacer posible la comunicación en línea recta, por medio de una avenida de esfinges, desde tal
la
puerta principal de Luqsor hasta
la
puerta principal de Karnak;
vez para evitar las construcciones anteriormente levantadas en las cercanías.
El espectáculo que en los tiempos antiguos ofrecía
al visitante
que llegaba por
el rio
debía
TEBAS
308
ser
verdaderamente indescriptible.
En
la
actualidad,
si
quiere
disfrutarse
de algo que
un gran esfuerzo
siquiera de lejos se parezca á esto, es indispensable, en primer lugar, hacer
de imaginación, y después meterse en un buque en el Xilo, y dirigir la mirada háeia Oriente ponerse el sol. En esta hora, y merced á la manera como hieren el edificio los raeos de
al
columnas y
luz, las
brisa de la tarde y
mulan la
el
bañan de matices de una dulzura
las paredes se
los desconchados, las ruinas
lo
húmeda
y los remiendos con que le deshonra la vida precaria de sin embargo, existe cierto encanto en la
raza miserable que en sus entrañas se cobija.
observación de
indescriptible; la
tenue velo del crepúsculo flotan en derredor del gigante poderoso, v disi-
Y
que resulta de este huevo de abubilla depuesto en
IGLESIA EN EL
nido abandonado del
TEMPLO DE LUQSOR
una pequeña población
águila, porque cuanto caracteriza
el
del Egipto
moderno, encuéntrase
reunido entre las columnas y las pilastras, las altas torres y los muros ricamente esculpidos del Egipto antiguo. ¡Cuántas veces desde la casa de Mustafá Agá, construida en medio del templo, los
se
hemos contemplado, no
muros de Luqsor, sus
pilares
sin
una
especie de fruición, los dioses paganos pintados en
y sus columnas; á
congregan frecuentemente para
las gentes de la aldea
asistir á la lectura del
que en presencia de una imágen de
la
que á prima noche
Coran; sorprendido á los muchachos
verdad, elaboran con sus na vajillas, contrahechos
escarabeos; encontrado cabras y corderos, perros y aves en los lugares chicuelos v rapazas jugando en aquellos aposentos en los cuales ni aún los
más
santos,
mismos
y
iniciados
podían penetrar! El barro y el polvo manchan la pura morada de la divinidad, cuya imágen contempla su cuerpo convertido en guardián de un horno para empollar huevos, construido
TEBAS
309
por un copto á sus piés, ajustándose á un modelo descrito ya por Aristóteles.
Las
gallinas
abandonan frecuentemente
guiente no cabe
cuanto á
la chiquillería,
crece que es
empolladura en los
el
caluroso Egipto
huevos por medio del calor
por consi-
;
artificial.
no hay que emplear tantos cuidados, pues sin educación y
sin
En
camisa
un contento.
Pasemos ahora de al
la
más recurso que empollar
¿Que remedio?
lo
muy
pequeño á
gigantesco edificio que Amenofis
III se
HORNO PARA EMPOLLAR Y
lo
muy
mandó
SITIO
grande; del fracaso actual de Luqsor,
construir para que sirviera de
memnonium
PARA GUARDAR LAS CRIATURAS EN LUQSOR
Xilo. necrópoli, para ser en él festejados en la opuesta orilla del y á su madre, en la lo que se conserva grande tan es pero destruidas; completamente Sus vastas salas hállanse incomparablemente superior en extensión todavía, que hay motivo para presumir que era
á
él
á todos los demás.
Donde
se levantó en otro tiempo, encuéntranse
aún
al cultivar
los
santuario
el emplazamiento campos abundantes restos de fábrica y de estatuas: en jeroglíficos, admirablemente esculpidos, que grandes de cubierta enorme, roca yace una
del
son testimonio de
la
La riqueza y magnificencia que debieron presidir á la decoración. mucho tiempo; pero subsisten aún, ocupando el
puerta principal se ha hundido hace ya EGIPTO,
TOMO
II.
78
TEBAS
310
lugar en que fueron emplazados, los dos gigantescos colosos que la precedían, y que fueron un dia considerados como otra de las maravillas del mundo. De ellos el existente en la
parte
Norte, es ya conocido de muchos de nuestros lectores, bajo
del
estatua vocal de
Memnon. ¡Qué
magnífico aspecto debía ofrecer
el edificio
nombre dé
el
ante cuya puerta,
sentados en sus tronos cúbicos, manteníanse á guisa de guardas esos dos enormes gigantes,
cuyos asientos flanqueaban
las imágenes de la madre y de la esposa de Amenofis III Cada mide quince metros cincuenta y nueve centímetros de altura, y ésta era mayor áun cuando ceñían la pesada corona de los faraones que un dia se les cavó de la cabeza.
uno de
!
ellos
La anchura
de dichos colosos es de seis metros diez y siete centímetros en la región de las
espaldas: los piés baja de
miden
un millón
tres
del Norte, el coloso vocal de
romanos y griegos de excursión
al
metros veinte centímetros, y se ha calculado que su peso no
la
Memnon, goza mayor
A
estatua
los viajeros
no ménos indispensable que
la visita
consecuencia de un terremoto acaecido
ántes de Jesucristo, derrumbóse su parte superior. se cuenta que todas las
manera que
celebridad, de
época imperial consideraban
Esfinge y á las Pirámides.
Septimio Severo,
La
trescientos cinco mil novecientos noventa y dos kilogramos.
Desde entonces hasta
mañanas, un poco ántes de
los
el
la
año 27
tiempos de
la salida del
sol,
desprendíase de ella un sonido cuya naturaleza nos es completamente desconocida, puesto
que viajeros graves como Estrabon, que no vacila en admitir lo califican
el
hecho como una superchería,
de ruido imperceptible, en tanto que otros convienen en que es armonioso, no
faltando espíritus sensibles que sin vacilar le conceden los honores de canto.
extraviados por la palabra
memnon, pretendían que
lá piedra parlante
era
Los griegos,
una imágen de
Memnon, el héroe homérico, el hijo de Titán y de la Aurora, el aliado de los tróvanos, que después de haber dado muerte á Antíloco, hijo de Néstor, cayó bajo el brazo vengador de
En cuanto
Aquiles.
de sus ojos, que es
el
la
Aurora
se
rocío de la
muestra á Tébas con sus dedos sonrosados, con
mañana, baña
la estatua de
su hijo, y
su madre su gratitud, dejando escapar un canto suave. Esto
es,
ni
Memnon
más
ni
el llanto
muestra á
ménos,
lo
que
contaban los helenos. El trono, las piernas y el zócalo del coloso, que bañan las aguas del Nilo durante el período de la inundación, están cubiertos de inscripciones griegas en verso y
en prosa, que consignan pensara durante
la visita,
los
y
nombres de
si el
los visitantes, los de las personas
coloso había hablado y en qué términos.
dichas inscripciones es del año once del reinado de Nerón;
una poetisa palaciega, Sabina;
la
más
Balbilla,
la
más
en
antigua de
larga de ellas es debida a
que acompañó á Tébas á César Adriano y á su esposa
regocijada se debe á un procurador imperial, llamado Asclepiodoto. Héla ahí,
traducida al castellano: Sábete, ob Tétis, nacida de la mar, que
Y
las cuales se
La más
que vuelto á sus miembros
el calor
Memnon
respira todavía,
por la maternal antorcha,
Deja oir su voz sonora y apacible al pié de las líbicas montañas egipciacas, donde el Nilo en su carrera, divide en dos á Tébas la de las hermosas puertas.
Allí
En tanto que tu Aquiles, insaciable en otro tiempo de combates, Yace ahora enmudecido en los campos de Troya y de Tesalia.
TEBAS
312
En tiempo
completándola por medio de
efecto,
según parece,
el
fenómeno
sillares,
con
existió, sin
que vacia derribada por
la parte del coloso
de Septimio Severo fué restaurada
tierra,
En
puso término á sus cantares.
lo cual se
que deba atribuirse á cuento de sacerdotes, ni
de guias impostores, sino á una causa natural y de explicación por demás sencilla, y que se reduce á que la inmensa superficie resultante de la rotura, humedecida por el rocío, v
bañada después por aparecen sobre el
el
los rayos del sol,
que en estas latitudes son ya ardientes en cuanto
horizonte, permitía que estallaran con estrépito los casquijos que contiene
asperón cuarzoso de que están labradas dichas estatuas, y que se habia contraído con
rumor en
fresco de la noche, explicándose por lo tanto que cesara todo
restaurado
el
el
momento en
el
que,
busto, no existió la superficie de fractura
expuesta á las influencias atmosféricas. Sea como quiera, es cosa averiguada que la piedra de que están labrados los colosos
que nos ocupan, procedía del lugar llamado
Montaña bermeja,
cerca
Cairo,
del
revelándonos
al
propio tiempo las inscripciones, que las condujo á Tébas
en ocho grandes buques, y las colocó delante del memnoniutn de su señor, probablemente aprovechando el instante de la
mayor
altura de la inundación
dísimo funcionario de Amenofis
Amenofis, tecto
más
distinguido y
A
se debe
parte posterior de
general
el
también
un Neva-
fué el arqui-
hombre de Estado
el
más
,
llamado también
Hapu, que según parece
hijo de
hábil y al propio tiempo
más él
III,
ilustre de
su época.
pequeño templo levantado en
el
la
Medinet-Habu, reedificado más tarde
por los Tolomeos, que se conoce en de Der el-Medinet.
el
dia con el
Su señor Amenofis
III
nombre
debió poner
con frecuencia su habilidad á contribución, puesto que erigió templos á las divinidades de su país en
muchas
localidades, entre ellas Gebel-Barkal, situado en la exESTATUA DE AMENOFIS IV CHU-EN-ATEN
tremidad Sur del imperio.
¿Cómo
se explica
que
el hijo
decidido de las divinidades tebanas y sucesor de ese piadoso soberano se mostrara enemigo padre? Difícil es contestar semejante y especialmente de ese Amon tan venerado por su
pregunta:
mas
lo
cierto es
que llevó su hostilidad hasta
el
punto de repudiar su nombie
Paz de Amon; hizo picar los signos con los cuales de los monumentos; llamóse Chu-en-aten, Esplendor
Amon
en
la
de Amenofis,
se escribía
mayor
del disco solar: alejóse
parte
de Tébas y se construyó dias,
una nueva
capital
cual prestaba culto visto, procedía de
al
Sur de Beni-Hassan, cerca
del Tell
con un templo soberbio, dedicado
de adoración.
¿La
influencia de su
tronco extranjero, fué acaso
lo
el-Amarna de nuestros
al astro
madre
del dia aten,
Tii,
que determinó en
él
único al
que, según hemos
semejante herejía?
TEBAS
La repugnancia que experimentaba
hácia
el
esplritualismo de la idea de Dios, cada dia
desarrollado, especialmente en Tébas, ¿fué lo que al
Sol,
como se
313
le
practicaba en los tiempos antiguos?
conservan en las siringes de Tell el-Amarna, actitud de adoración ante
un
más
indujo á adoptar exclusivamente el culto
En
los
numerosos cuadros que se
vemos representado frecuentemente en
le
disco solar provisto de brazos, en tanto que su cuerpo deforme
y enfermizo nos permite reconocer
lós
caractéres del
súbditos debieron humillarse á su presencia no
fanático.
Sus funcionarios y sus lo que hicieran ante
ménos servilmente de
sus predecesores; pero en cambio les colmó de presentes y de distinciones honoríficas. Hizo una juiciosa elección entre los mejores artistas, entre los cuales se mencionan un tal Bek
y un
Pouta, y
tal
los
llamó á su capital.
También debe hacerse mención, pues
ESFINGE DE
pena, de al
la
aura de
manera encantadora como
la gloria militar, se
el
KARNAK
reformador, que por otra parte no era indiferente
ve representado con sus siete hijas, que sabían guiar perfec-
tamente su carruaje cuando salian de palacio. sacerdotes de
Amon
le
castigaron por
el
Murió
sin dejar
le
siguieron,
sólo
uno
heredero varón,
y
los
pecado que cometiera contra su Dios, borrando
su nombre de todos aquellos sitios en que lo encontraron.
décimaoctava que
vale la
De
es digno de mención:
los
reyes de la dinastía
Horus,
el
Hor-em-heb
constiuii la de los monumentos, que terminó los pilcos meridionales de Karnak, é hizo avenida oriental de esfinges que desde Luqsor conducía á los mismos, apoyándose en el edificio
de Amenofis que encierra las estatuas de Sechet.
inscripción y grabado en Gebel Silsilé,
una campaña
Un
cuadro acompañado de una
nos manifiesta que este Hor-em-heb llevó á cabo
victoriosa contra los pueblos del Sur; pero durante los años postreros de la
dinastía décimaoctava, cuyo término no EGIPTO, TOMO II.
conocemos aún con
la
debida exactitud, los pueblos 79
8TEBAS
314
tributarios
promovido por Chu-en-aten;
Asia occidental, aprovechándose del cisma
del
de las perturbaciones interiores á que dio lugar en Egipto
el
fallecimiento del reformador,
sin sucesión masculina,
y de las tretas puestas en juego por los pretendientes, formaron nuevas coaliciones con el objeto de fortalecer de nuevo su resistencia, punto ménos que del todo destruida,
merced á
los esfuerzos realizados
durante
Los dietas, poderosos ya en tiempo de Thutmosis
la
dominación de
los
confederación de Estados, y estaban gobernados por reyes que guiaban por
combate
Thutmosis.
se pusieron al frente de esta
III,
sí
mismos
al
compuestos de peones y de hombres que peleaban montados en carros de guerra. Según parece, el alzamiento de los chelas á que nos referimos, tuvo ejércitos considerables,
efecto en tiempo de su
rey Saplel.
primer Ramsés, que- en su persona
nueva dinastía,
la
Es posible que
el
una
ele\ ó al trono r
décimanona, adquiriera sus derechos
á la corona merced al éxito con que condujo contra los
mismos
las fuerzas
que constituian
ejército egipcio.
el
Existen no pocos antecedentes para sostener que por las
venas de Ramsés
I
circulaba sangre semita, y que era
No
originario de Tanis en la Delta. noticias que
su hijo Seti
informados por
ambos durante
que
le
I
las
el
mismo
espíritu y en realidad paralelos
largos años, se hallan designados por los
escritores griegos bajo el
Ramsés
son muchas
tenemos respecto de su persona y de las de I y su nieto Ramsés II, cuyos dos reinos,
nombre común
un usurpador, y no
era
de Sesostris.
tenia vínculo alguno
en
uniera á la antigua raza de los Faraones:
cuanto á su hijo Seti
I,
á
fin
de alcanzar derechos
legítimos á la corona, se vi ó precisado á enlazarse con
llamada Tuaa, que descendía en línea
cierta princesa
recta de los
Thutmosis y
hubo dado un una inscripción
muy
extensa grabada en
el
los
En
Amenofis.
hijo, asocióla al trono,
cuanto
le
según nos revela
vestíbulo del templo de Abydos.
Con semejante
proceder satisfacía las exigencias de los sacerdotes, cuyo espíritu y tendencias logró cautivar gracias á sus empresas bélicas, á la inaudita magnificencia y grandiosidad de los edificios y á los riquísimos dones con que quiso dar testimonio de la veneración con que
Amon
de Tébas.
No
embellecieron á porfía
palmente
la
es posible desconocer el
que
los príncipes de la dinastía
al
santuario nacional con obras de gran estima, sobresaliendo princi-
magnífica sala hipóstila, empezada por
completamente concluida por su hijo Ramsés anterior ó posteriormente se
y nada significan.
miraba
décimaoctava
han hecho en
Se creerá
tal
II,
este
Ramsés
I,
casi
terminada por Seti
I
y
y respecto de la cual cuantas construcciones templo, por más que sean grandes, nada son
vez que exageramos, y sin embargo,
no vacilamos en
TEBAS
LA GRAN SALA HIPOSTILA DE KARXAK
315
TEBAS
316
consignar, que no existe de
fijo
en
el
mundo
Es una
nos ocupa pueda compararse.
entero sala alguna que, ni de
para grandes
sala
lejos,
con
la
que
y solemnidades: no para
fiestas
hombres mortales y pigmeos, sino para dioses y para gigantes. Ciento treinta y cuatro ni una más ni una ménos, de una altura y de una resistencia colosales, sostienen los arquitrabes y las enormes losas de piedra que constituyen la techumbre. Seis pares de columnas,
columnas terminadas por admirables que conducía desde
triunfal
el
en forma de
capiteles
antepatio
interior
al
del
de loto, terminan la vía
flor
santuario
través de
á
antiguas
construcciones: las ciento veintidós columnas restantes están terminadas por capiteles que afectan la forma de capullos de flores tienen alguna menor elevación que las doce del
y
Las hileras de columnas situadas á derecha
centro.
é izquierda de éstas, estaban provistas
de ventanas cerradas con calados de piedra, que alcanzaban á
la altura del
abaco de
las
doce grandes columnas caliculadas, con las cuales sostenían las grandes losas que formaban el
techo de la nave central de la gran sala,
de
la
sitio
luz que había menester.
mundo en que
el
vivimos.
calado de las ventanas; pero en
el
y
proporcionaban
le
que dirigían á
fieles
debían imaginarse perdidos en medio de
más grande que por
Los
un bosque
La
que
los
contemplar
al
la
el interior
mundo
tamizada
capullos y las flores
noche, destacándose
dirección que imprimía á sus miradas, podía
rey presentando sus ofrendas á los dioses y recibiendo de ellos los bienes de la
Muchas son
vida.
Cualquiera que fuese
la
parte
desde este
de flores gigantescas, en un
levantaban encima de su cabeza, distinguía las estrellas de oro de sobre un fondo azul.
propio tiempo
luz del sol se filtraba en
cielo de piedra
el
al
los dioses sus preces
las
columnas que han caído y yacen convertidas en escombros; otras, mas aún así, puede muy bien asegurarse,
perdido su centro de gravedad, amenazan ruina;
que
ni
aun en
la
época en que servia para los actos del culto, esta maravilla de
tectura
ha producido jamás un
mirada
del viajero abarcarla
obeliscos que detrás de la este sitio
himnos á
hipóstila, lo
muros
Amon
efecto parecido
al
en conjunto, y con
misma
se levantan.
que ofrece ella
En
la
al
arqui-
los aposentos semidestruidos y los época en que todavía se cantaban en
y quemábanse en su honor resinas olorosas,
mismo que en Denderah,
la
presente, en que puede la
el
acceso á la sala
sólo estaba permitido á los iniciados, eligiéndose los
exteriores para la representación de los hechos históricos.
Sobre los que miran
Norte (I\ a-b) pueden examinarse aún seis cuadros con inscripciones, que se refieren á
al
las
victorias alcanzadas por Seti sobre los pueblos situados
manifiesto
al
en la región del Este y nos ponen de Earaon, que montado en su carro, que arrastran dos fogosos caballos, salva las
fronteras de Egipto
(Chetem-Etham); somete
contra la Siria á través de territorio
la Palestina; se
las tribus levantiscas de los
apodera de las plazas
Schasu; marcha
fuertes; construye sobre el
enemigo nuevos puestos militares, magníficamente situados para mantener á raya
á los vencidos; arroja delante de
sí
á los pastores y sus rebaños; se apodera de Kadesch,
capital y ciudadela de los chelas ; corta los cedros del
Líbano para hacer
frente á la escasez de
leña que se siente en su país, y finalmente regresa á Egipto cargado de riquísimo botín y de cabezas cortadas. Nuestros lectores conocen ya la recepción que se le hizo junto al canal de
TEBAS
ENTRADA DE LA CASA DE EGIPTO. TCMO
I]
SETI,
317
(TEMPLO DE KARNAE) So
TEBAS
318
Suez, cuva abertura fué
Egipto á Canaan, la Siria, concluido un tratado con
primero en proyectar. Había nuevamente reducido
el
el
pudo dar pábulo á su furor de construcciones. En
botin, que
al
\ugo
del
Fenicia y Tiro, la Mesopotamia y hasta la isla de Chipre; príncipe de los chetas, Mau tañar, y recogido tan rico \ abundante la
la necrópoli tebana, frente
á
Karnak, levantóse, como en Abvdos, un soberbio memnonium, en el cual se rindió culto á sus manes y á los de su padre Ramsés I. Las inscripciones dan á este edificio el nombre de Casa de
Seti; los planos de
muy buen
Tébas
estado; pero la
triunfal y los píleos
en Abvdos,
el
el
de
Kurna:
lo
que constituye
el
núcleo se halla aún en
parte de los esfinges que se veían á lo largo de la vía
mayor
en que terminaba, han sucumbido á
las injurias del tiempo.
templo propiamente dicho abre en un pórtico sostenido, no por
Aquí, como
pilastras, sino
por diez columnas terminadas con capitel de capullo de loto, de las cuales sólo se mantienen ocho en pié.
Sobre
el
muro
ven doce parejas de dioses, ocho de los cuales son
del fondo se
las personifica-
ciones de los brazos del Nilo en la Delta, y los restantes, los que se hallan más á la izquierda, responden á las formas del Nilo en el
Alto Egipto.
Decíase de dichas figuras, que se dirigian
al
rey con
cargados de primicias y provisiones, pues habían reunido cuanto bueno produce la tierra, para exaltar el júbilo que reina en los brazos
que se hacían en honor del padre
los dias
consagrados á
Amon.
Tales palabras encierran una alusión á
del
valle,
las fiestas
Heb-en-ant,
mes segundo de
la
durante
la
cual,
el
inundación, la estatua de
la fiesta
solemne
veintinueve del
dia
Amon
se sacaba con
solemne pompa de Karnak, y después de haber atravesado el Nilo, era conducida á la necrópoli para hacer sacrificios en honor de sus antepasados difuntos.
El cuerpo sacerdotal de la Casa
de Seti recibía la procesión llevando la magnífica nave
que era
el
más santo
de los objetos conservados en
de Kurnah; colocaba en cía,
en
tal
ella la
el
Sam,
templo
estatua del dios y la condu-
disposición, primero al
memnonium
i.
la.
PLANO DEL RAMESEU.M
de Seti, y
después, á través de la necrópoli, precedida de servidores que cubrían de arena los lugares
por donde debía pasar, hasta
el
gran lago sagrado situado en
conservan vestigios, en cuyo punto terminaba
la fiesta
la
extremidad Sur, del cual se
por medio de un espectáculo nocturno
realizado sobre las aguas.
La
religión egipcia prescribía á sus adeptos la obligación de visitar las
ofrendas á los muertos, guardar con gratitud y alegría
y
así
como
el sol
tumbas, hacer
recuerdo de los padres difuntos;
de cada dia había sido precedido de otros millones de soles que, semejantes
á los hombres, habian descendido á
la
región de las tumbas, detrás de la montaña
líbica,
dios la obligación de honrar á sus antepasados y ofrecerles sacrificios, porque el
imponíase
al
nuevo
no olvidaba
sol
el
los soles
que habian transpuesto
la
montaña, y con semejante
visita
TEBAS á la necrópoli, daba á los mortales
el
Tres grupos de cámaras y de salas llenan inscripciones
hemos
visto
éste ántes de
á
Ramsés
más
el
núcleo de este
antiguas pertenecen, al parecer, á los
memnonium:
mismos
II,
son por su
estilo
y su ejecución existir
muy
el
las figuras y las que trazaron las que
inferiores á los trabajos realizados por su
secundarios
edificios
construidos exclusivamente de ladrillo, destinados á escuela:
menor
artistas
en Abydos, y cuyas obras maestras encontraremos en la tumba de Seti I. Murió que se hallara completamente terminado su monumento: las adiciones debidas
Antiguamente debieron
padre.
319
ejemplo para que se acordaran de sus predecesores.
vestigio.
Si
merece algún crédito
padre de Sesostris,
Ramsés
II,
la tradición
hizo instruir
al lado
mas
de
la
Casa de
Seti,
de ellos no resta hov
el
consignada por Diodoro, relativa á que
y preparar por medio de trabajos sérios de
RUINAS DEL RAMESEUM
cuerpo y de espíritu, á todos los niños nacidos el mismo dia en todo el país, deberemos considerar la Casa de Seti como teatro de esta bien entendida educación propia de un príncipe: y la
si el
Éxodo de
los judíos dirigidos por
época en que realmente se realizó, y
hijos del
el
Faraón, de seguro no puede ser otra que
Seti, la escuela
Moisés debe
referirse,
como
lo
hacemos, á
gran legislador fué verdaderamente educado con los ésta, es decir, la establecida
en
la
Casa de
que frecuentó.
Sabemos que Ramsés
recibió los honores reales al nacer,
que á los diez años estaba ya investido con
el título
pruebas de grandes calidades militares desde su niñez. realizadas en los países del Norte
y
del Sur,
y
las inscripciones manifiestan
de general, habiendo dado manifiestas
Otras hablan de sus campañas
y refieren que habiendo llegado á desempeñar
TEBAS
320
PINTURA REPRESENTANDO UNA BATALLA EN EL RAMESEUM
el
cargo de rey.
explotación
inspirándose
en
el
ejemplo de su padre, puso atención especial en
de las minas de oro existentes entre
dioses templos y santuarios en
Memphis; en
Nilo y
el
Mar Rojo;
el
erigió
la
á los
Heliópolis: en Tanis, su residencia favorita; en
Tébas; en Abydos; en
la ardiente
Nubia; más
en una palabra, do quiera
allá de las cataratas,
existian poblaciones sometidas á su dominio;
dejó su
nombre y su imágen esculpidos en
paredes de roca viva existentes
en
el
las
Asia
y terminó, cual cumple á un hijo piadocomenzados por su padre.
lejana,
so, todos los edificios
El bles,
es
Rameseum, una
de sus obras
más nota-
merece aquí especial mención, puesto que
una de
las invenciones
egipcia;
arquitectura
uno de
los principales
más
peregrinas de la
sus ruinas
constituyen
ornamentos de
occidental z v la fundación del .
mismo
la
Tébas
está reía-
«J
donada con uno de existencia, de que taba.
los acontecimientos de
más
su
orgulloso se manifes-
Y tenia para ello razón de
sobras, puesto
que, completamente separado de los suyos en
una sangrienta busto encontrado en el rameseum
ramente contra las numerosas fuerzas que
desdi le
,
batalla
la capital
empeñada cerca de Iva-
de los chetas, defendióse bizar-
rodeaban, abriéndose camino con su espada,
hasta que, habiendo logrado ponerse de nuevo á
la
cabeza de los suyos, cargó sobre
el
Espasa y Comp‘!
—
Editores
—
Barcelona.
Ruinas de templos en Kum-Ombo
TEBAS cheta,
ejército
empujando hasta
cual fué
al
desapareció por completo.
Pentaur, que era
el
321
obligarle
poeta
más
á precipitarse en el agua, donde
notable de su tiempo, celebró esta
grandiosa hazaña en una especie de epopeya, la litada de los egipcios, que se ha conservado sobre los
muros de
es la exclamación al
templos y sobre los papiros. «Estaba solo, completamente solo,» tal el poeta en boca de su héroe: pero Amon había permanecido
los
que pone
monarca y peleado y Ramsés, victorioso,
lado del
por
él,
como testimonio de su un templo de
erigióle,
reconocimiento,
gran magnificencia en
el
centro
de la necrópoli, á fin de perpetuar la
memoria de sus propias
En
acciones.
el
arquitrabe de
este edificio votivo, se lee la si-
guiente lamentación, que forma
una especie de
estribillo
en
la
obra poética de Pentaur: « Estaba '
En
las vastas superficies
de los pí-
solo,
completamente solo .»
leos esculpieron los artistas llenos
de
movimiento y de vida, en
los
cuadros
de
batallas
cuales estaban representadas las
luchas que tuvieron efecto cerca de Kadesch;
el
campamento de
los egipcios;
la
derrota de los
chetas y sus aliados,
nando á todos
los
por su elevada
y domi-
combatientes
talla,
al
rey en
¡Con qué perfección
persona.
están expresados la confusión de la
pelea, las impetuosas cargas
de los carros de guerra, la hePILEOS
roica figura de
Y
OBELISCO DE RAMSÉS
lado veíase en otro tiempo su león arrojándose sobre el enemigo,
fuga de los vencidos, y
En
el
II
EN LUQSOR
Ramsés, á cuyo
el
el
espanto y la precipitada
ardor de los perseguidores!
primer patio (A)
el
rey hizo erigir
una
estatua, cuyos restos cubren
pero que en otro tiempo sobrepujaba en grandor al renombrado coloso de así
que no era de asperón como ésta, sino de durísimo granito. Su altura EGIPTO,
TOMO
II.
hoy
el suelo:
Memnon, 8
siendo
no debia
total I
TEBAS
322
bajar de diez y siete metros cincuenta centímetros,
hemos de juzgar por una de
si
las orejas,
único fragmento que se conserva intacto y que mide más de un metro de longitud. Diodoro Siculo da al Rameseum el nombre de Sepulcro de Osymandias, y en su conjunto lo describe
con bastante perfección y exactitud. El patio segundo (III) se distingue por las columnatas los techos á derecha é izquierda se hallan sostenidos por lo rodean
que por los cuatro lados
:
y á Norte y Sur por pilares contra los cuales se hallan adosadas representaciones de Osiris en forma de momia, teniendo el rostro vuelto hácia el
columnas con
patio.
capiteles de flor de loto,
Consignemos como de pasada, que en
arquitectura egipcia jamás
la
como
cariátides
las
emplean
se
soportes, sino que se apoyan
siempre á los miembros á semejante objeto desti-
Sobre
nados.
superior del pileo que por
el frente
lado del Oeste cierra este patio (II y
tingue otro cuadro en
muy
cual se halla representada
el
vivo la rota de
al
el
se dis-
II a),
los chetas,
y encima
la
reproducción de las fiestas celebradas con motivo de
la
coronación: estos asuntos los encontraremos
mejor conservados en Medinet-Habu. La gran sala hipóstila, la
Sala de
la aparición (IV),
verdade-
es
ramente única en su género. Diodoro vió en
una
sala de conciertos,
que basta para
En
daños.
con que subamos algunos pel-
conjunto puede decirse que está cons-
truida según
nak: aquí
ello
la sala hipóstila
plano de
el
como
columnas con
allí
se
capiteles
ven en
capullo de loto, siendo los
mismos
empleados para
la
espíritu y con su la
disposición de la luz.
Mas
así
como
inmensa grandiosidad sume en
que nos ocupa produce
la
impresión
más
la sala
de
Kar-
centro grandes
capiteles en los
lados
los
forma de
motivos que
disposición
de las
altura, é idénticos los
medios
se tuvieron presentes para
columnas de diferente
el
caliculados; en
columnas más bajas, con
BUSTO DE LA REINA NEFERT-ARI EN ABU— SIMBEL
ella
un odeon: penetremos, ya
la
gigantesca de Seti
la estupefacción el
alma
abruma
el
del espectador,
agradable que pueda imaginarse, por
lo
bien
hallado de sus dimensiones, y por la maravillosa armonía del conjunto y de todas sus partea. Tal vez en otro tiempo los treinta miembros del tribunal de Tébas reuníanse con su presidente en este sitio para administrar justicia cobijados por los cuadros astronómicos que
decoran
el
techo.
De
las estatuas de los jueces, que,
según se cuenta, habíanse labrado
desprovistas de manos, puesto que representaban personajes incorruptibles, no queda sola, ni siquiera la del presidente,
quiso representarse á
un hombre
que estaba en
la actitud
inaccesible á las súplicas.
de mirar
Los
al suelo,
una
por cuyo medio
egipcios fueron los primeros
.
TEBAS
324
que reconocieron que
debía ser ciega, puesto que representaban al juez supremo
la justicia
En
llevando pendiente del cuello una imágen de su Temis con los ojos cerrados.
nos ocupa se encuentran aún algunos zócalos que sirvieron de pedestal á
hemos atravesado
vestíbulo que gris,
de
muy
en
muros
los
y por
bella ejecución,
Así como en otros
describir.
cuyos ojos y boca tienen una expresión singular, difícil de que reproducen asuntos bélicos sólo se ven
exteriores del templo, en éste se encuentran también en el interior de la sala,
¡Qué fuego en
la actitud
asaltar por medio de escalas aplicadas contra el
foso los que guarnecían la vencida fortaleza!
de los caballos!
y sus dignidades,
tal
cual quiso representarlos
lugar, es el que ocupó el trono, en edad ya
existen las hijas del rey: la
más
¡Qué furor
fortaleza
la
el
de los
que se acaba de
muro, desde cuyo adarve son arrojados
Toman
parte en la pelea
del rey: en la pared del fondo se ven todos ellos en
También
el
ven cabezas de estatuas labradas en granito
al entrar, se
combatientes, peleando denodados por ambas partes, ante
con
que
y en
sitios las pinturas
cierto de notable belleza.
títulos
la sala
las estatuas,
fila,
muchos de
al
los hijos
llevando cada uno su nombre, sus
Ramsés. El que
madura, después de
se ve la
en
décimotercio
el
muerte de su padre.
distinguida de todas, Bent-Anat, está representada
que distingue á las reinas. Las cámaras y los aposentos existentes en la parte posterior contienen igualmente más de una figura digna de mención. De ellas hay una que la insignia
representa
al
gran Faraón, cuyo nombre inscriben sobre frutos de persea,
ciencias y la diosa de las bibliotecas. bajo-relieve, probablemente
sobre su puerta se
La pequeña
formaba parte de
leia esta inscripción:
Las grandes construcciones de
sala
la biblioteca del
Casa de salud para
ladrillo
el
dios de las
con columnas en que se encuentra este
el
templo: Diodoro refiere que
alma.
que formaban parte del
Rameseum propiamente
dicho, las salas de los patios y las casas que servían de habitación á los sacerdotes, á los profesores y á los discípulos, pueden reconocerse aún, merced á las vastas ruinas que las
denuncian.
También
se
han encontrado
las
tumbas de algunos
bibliotecarios;
y numerosos
papiros que tratan de diversas materias, demuestran que la academia de sabios adscrita á
como el centro de la vida intelectual de la época á más famosos que de ella formaban parte fueron Pentaur, Kagabu, Anana, Hora, Mer-Apu, Bek-en, Ptah y otros. El autor de estas líneas en su novela Uarda, ha tratado de reproducir, con la posible fidelidad, inspirándose en los monueste templo votivo, debe ser considerada
que pertenece.
mentos,
la
Los
escritores
imágen de uno de estos semilleros de
la ciencia egipcia,
eligiendo para ello la
que habia sido fundada y florecía ántes del Rameseum, que como se deja entender por lo que llevamos consignado, no fué construido hasta después de la batalla de
Casa de
Seti,
Kadesch
Ramsés no
sólo terminó los
occidental del Nilo, sino que la
inmensa
de
la parte
monumentos que
sala hipóstila de su padre
más antigua
Norte magníficos
la
gran puerta que conducía á
(Karnak V), levantó un muro formidable en derredor
del santuario nacional,
edificios.
dejara comenzados su padre en la ribera
además adornó con sus estatuas
y
lo
engrandeció, uniéndole por
Al templo fundado en Luqsor por Amenofis
III,
le
la
parte del
agregó un
TEBAS
326
delante de los cuales estableció sus colosos, y dos
patio inmenso, y dos pileos enormes, obeliscos, habiendo
uno de
adorna actualmente
la plaza
sitio las victorias
ellos
alcanzado gran celebridad, pues no es otro que
de la Concordia en París.
el
que
También conmemoró Ramsés en
este
que alcanzara sobre los chetas: los muros de los grandes pileos de Luqsor
se hallan materialmente cubiertos de escenas de batallas y de
Rameseum, y
del
poema de Pentaur
el
hoy desgraciadamente
inaccesible.
descubierto, empotrada en
el
Sur de
la parte
muro, una gran
cual concluyeron las guerras de
el
En
campamento, semejantes á
un
fué trazado igualmente en ellos, bien que en
Ramsés
estela
la
las
sitio
gran sala hipóstila de Karnak se ha
que contiene
tratado de paz, mediante
el
contra los chetas, siendo testimonio elocuen-
II
tísimo del grado de civilización á que llegara el Estado asiático, y de la envidiable organi-
zación política que
distinguía
los
su esposa, á su hija, con lo cual
el
más grande
Ramsés
II,
le
hiciera
una paz que
sólo ligera
y momentánea-
llegó á verse interrumpida.
Ya hemos
dicho lo que
como
Ramsés
constructor hizo
aun fuera de Tébas: vamos
II,
Nos referimos
ahora á fijarnos en una de sus obras que merece singular atención. abierto en el peñasco de del Nilo.
Abu
Simbel, cerca de
la
segunda
Esculpiendo y abriendo
la
se procuró alcanzar
la
Abu
fachada del templo de
Simbel.
Sí,
por
mucho que
un
éxito fué
el
tanto que es imposible olvide el efecto experimentado, todo aquel que
logrado contemplar visto,
templo
asperón rojo ferruginoso
el
roca,
resultado semejante al que por medio de la construcción se obtuvo en Karnak:
mayor aún;
al
catarata, sobre la ribera izquierda
Este santuario sin igual fué tallado completamente en
de una montaña de la Nubia.
haya
alianza
la
para que
de los Faraones pudo pasar la última mitad
de su reinado de sesenta y siete años, disfrutando
mente
Para estrechar
pueblos á que se refiere.
establecida con el Egipto, el rey de los chetas, Chetasar, dió á
haya
sea lo que
jamás encontrará espectáculo semejante ó parecido, y hasta el mismo viajero que que le haya ofrecido la contemplación
se juzgue encantado por los grandiosos espectáculos
de estas comarcas, puede estar seguro de que
Su
subterráneas de este santuario sin igual.
como
el
muro
la
esperan nuevas maravillas en las salas
mira
al rio,
se halla cortado á talus
y
de una fortaleza: en su centro se abre la puerta principal que preceden seis
colosos de mayores dimensiones que los de
en
le
frente
Memnon,
peña viva y representan á Ramsés
II
los cuales se hallan cortados
sentado,
Nefert-ari, y entre sus piés, á sus hijos, labrados de
teniendo á su lado á su
muy
también esposa
pequeñas dimensiones. El arte
mismo en el conjunto y el cuidado con que se hallan tratadas esas gigantescas figuras, lo que en los detalles, son verdaderamente maravillosos; pues nada hay que tachar en ello, siendo en cambio dignas de encomio la soberana dignidad, mezclada de paternal dulzura,
que resplandece en los rostros del rey y de su esposa. Pero admiración aumenta cuando después de haber logrado arrancarse la
contemplación de tales estatuas, se penetra en
á
la
mirada
tres vastas salas,
á
lo largo
el interior del
el al
entusiasmo crece y
la
encanto que encierra
templo.
Ofrécense entonces
de las paredes de la primera de las cuales \ense
sentadas en tronos grandes estatuas de Osíris, y además de ellas, otros diez aposentos
TEBAS de menores proporciones.
podemos
guia,
Merced á
distinguir abiertos en la roca, enlucidos con estuco y pintados con vivos
numerosos y extensos
colores, cuadros
muros
referidos y consignados en los
rey precipitándose con éste sobre las
más hondo
jeroglíficos,
que dan cuenta de
Rameseum.
del filas
Aquí como
En
de los chetas.
mismos sucesos
los
allá
vemos
al
león del
santuario existente en lo
el
de la excavación, vese al Faraón, adorado al par de la divinidad, teniendo á
su lado á Harmachis (Hor-em-Chuti),
Los sabios de
Amon
al
Ra
de Tébas, y á
de Menphis.
Casa de Ramsés, que pueden ser considerados como
la
Museo de Alejandría, desplegaron una
del
327
que sostiene nuestro
los resplandores de la antorcha
sorprendente
actividad
los predecesores
bajo
el
reinado
de
Menephtah, que como su padre Ramsés, compartía su residencia entre Tébas y Tamis en la Delta, concluyendo por fijarse en la última de dichas ciudades. Aquí, en medio de una población semi-semítica, los hebreos se hallaban sometidos á la esclavitud, y obligados á dedicarse á las penosas tareas de
Faraón á quien se
refiere el
que nos habla
puesto que Menephtah es
la Biblia,
eran tratados y oprimidos los semitas, en
más
la parte
dureza con que
oriental de los
nomos que con-
finaban con los países ocupados por las tribus independientes de
Una
la
misma
raza, considerando
los pueblos líbicos existentes al Oeste del valle del Nilo,
que en su tiempo,
con los habitantes de las
islas del
Mediterráneo con
el
el
la
Éxodo. Fácilmente puede comprenderse
se coaligaron
propósito de apoderarse del Egipto.
Karnak nos da cuenta de que Menephtah alcanzó una victoria importande Prosopis, del mismo modo que, merced á otros
inscripción de
tísima sobre sus enemigos cerca
documentos pertenecientes á que
el
los
años que siguieron
acontecimiento conocido bajo
decisiva
en
marcha
la
las sublevaciones
y
el
al
En
histórica del Egipto.
las revueltas de los jefes de los
la
calma en
cuyo
fin
nomos, la
el
la
poco tiempo estallaron
Delta prestó obediencia,
ambición de muchos pretendientes
que periódicamente lograron apoderarse del cetro de
movió hondamente
los judíos, ejerció influencia
efecto, al cabo de
durante algunos años, á un siriaco llamado Aarsu, y rivales,
reinado del mismo, sabemos también
nombre de Éxodo de
los faraones legítimos,
con-
Estado, hasta tanto que la política habilísima de Seti-necht restableció
el
Egipto.
Ramsés
III, hijo
de Seti-necht, dió principio á
debía ser tan triste y miserable,
una nueva
como grandes y afortunados habían
dinastía,
sido sus
comienzos.
Entre todas
las
memnomas
por la grandiosidad v por
que se encuentran en
la originalidad
la orilla occidental
de su plan, así
vacion de sus partes principales, la que lleva
el
como por
el
de Tébas, distínguese
buen estado de consei
nombre de templo de Medinet-Habu. La
III (I del plano), construcción de tan bello edificio, cerca de un pequeño templo de Thutmosis se debe á Ramsés III. Durante el gobierno de los Tolomeos y de al Sur de la necrópoli ,
los Césares, alcanzó notables
Salvador arrojó las
establecióse en sus aposentos
de los patios.
más tarde, cuando la fe en el y espléndidos mejoramientos, y lugares en que se les prestaba culto,
divinidades egipcias de los
una comunidad
religiosa,
que construyó una
Mariette lo hizo limpiar hace algún tiempo,
empleando en
iglesia ello
en uno
numerosas
TEBAS
328
brigadas, de
mucha
de
de Medinet Habu, acuden aún para proveerse de cascajo mezclado de salitre
la aldea
parte de los escombros que lo llenaban:
mas con
todo esto los habitantes
para abonar sus campos. Todas las representaciones y todas las inscripciones que cubren el sabio que conoce ya el contenido del gran papiro de Harris. acabe de formarse concepto cabal de los hechos realizados por Ramsés III al cual llamaba sus muros sirven para que
,
Herodoto
el rico
Rhampsinita, refiriéndonos del mismo no pocas leyendas. Penetrase en
templo de Medinet Habu, por
el
medio de una
construcción de un carácter especial (II) que ha solido tomarse por palacio del Faraón,
En
de Pabellón.
y á
la cual
realidad
el
dan los egiptólogos franceses rey no habitó en
él
el
el
nombre
más que en
otros
templos ó memnonias. El conjunto de píleos, patios y salas delante del cual nos hallamos, estaba consagrado á la memoria v á los altos •
•
•
#
••
•
hechos de su fundador
XX xxzxxz
y servia de teatro para solemnidades de toda y especialmente la conocida con el nombre de la gran fiesta Coronación ó de las Escaleras. El llamdo Pabellón, al cual ,
especie,
de la
r
|
[
preceden dos pequeñas garitas y un muro almenado se componía de dos elevadas alas en forma de pirámides trun— ,
f
^I
cadas, y de un cuerpo de edificio levantado entre las dos, en
»
32
el
cual se hallaba practicado
un pasadizo. El
edificio singular se halla dividido
escaleras,
y contiene gran
interior de este
en dos pisos enlazados por
número
de salas y aposentos,
sobre cuyos muros se distinguen notables bajo-relieves, que, entre otros asuntos, ofrecen escenas de la vida privada del rey,
al
ajedrez
cual, por ejemplo,
vemos representado jugando
semejantes representaciones,
alguno habitado en los aposentos donde- se encuentran todo caso deben ser comparadas á las
m
I
los simples particulares,
j
el
plano del templo de medinet hábu
espectador en
el
:
en
conocidas escenas
y es por
lo tanto
muy
probable que
Pabellón servia de lugar de reunión á aquellos de los
vasallos del el
muy
de la vida privada que se ven en las capillas funerarias de
í
U |
al
Mas no debe deducirse de que Ramsés III haya en tiempo
con algunas jóvenes.
pasadizo mirando hácia
el
Faraón que visitaban su memnonium. Oeste, descubre una de las
Situado
más encantadoras de uno en otro
perspectivas.
Al través de
patio, por en
medio de columnas truncadas y de montones de escombros y ruinas, hasta de la montaña líbica que cierra por el Norte este imponente espectáculo.
el
En
mismo
pié
las puertas de los elevados píleos, el ojo penetra
cuanto se ha recorrido
de los
más
el
pasadizo que atraviesa
el
Pabellón se topa con
notables píleos que por sus dimensiones existen en todo
el
Egipto
(III).
el
segundo
Dejándolo
á la espalda, se llega á un vasto espacio cerrado (IV) que limitan, á la izquierda, un coi-redor
329
TEBAS
RESTOS DE UNA IGLESIA EN UNO DE LOS PATIOS DE MEDINET HABU EGIPTO, TOMO
II.
83
TEBAS
330
formado por columnas caliculadas; á
la
derecha otro corredor análogo cuyo techo se halla El patio siguiente
sostenido por pilastras contra las cuales se apoyan estatuas de Osíris.
(V), se halla rodeado por sus cuatro lados de columnatas; encontrándose derribadas en el
suelo la
Más
mayor parte de
las
columnas de
que dejamos hecha mención.
la iglesia cristiana de
ven las columnas rotas de una sala hipóstila (VI), junto á
allá se
algunas cámaras
muy
la cual se
abren
bien conservadas, y detrás de ella se encuentran salas y cámaras en
Este templo
estado ruinoso. es
una verdadera obra maesde
tra
cuya
arquitectura,
importancia no puede desco-
nocer
el inteligente:
el
patio
segundo, en especial, rodeado de
pórticos
los
pilastras
un testimonio
elocuentísimo
que
de
y
es
osiriacas,
del
arte
con
grandes maestros de
esos tiempos remotos sabían cautivar al espectador, pro-
porcionándole
la
sensación
de lo nuevo alternando pere-
grinamente
las
formas y los
soportes. Este amplio recinto tiene por techo el cielo azul: el
á
cornisamento
que
su
constituye
alrededor
corre
un coronamiento espléndido y hace de él una mansión de un encanto indefinible. Los cuadros é inscripciones que
cubren todos
los aposentos
y
todas las partes del santuario, FELÁH PRESTANDO SUS SERVICIOS EN LOS TRABAJOS DEL TEMPLO DE MEDINET HABU
atractivo
que
significado y
las
bellezas
comprendieran
técnicas, el
reinado. el
la
contenido; pues
memnonium, ponen de mientos bélicos que Ramsés III de este
para
mayoría de el
j
'
•
visitantes,
pabellón, los píleos y
manifiesto y aún representan llevó á cabo
I
l
tendrían sin embargo los
el
si
muro
menudamente
mayor
conocieran su septentrional los aconteci-
en los años quinto, octavo y undécimo de su como en Karnak, en Luqsor y en
No- se trata ya simplemente de batallas campales
Rameseum
:
hay, además de éstas, empresas marítimas esculpidas en la roca y embelleLos pueblos de cuyas agresiones debían defenderse los egipcios
cidas con vivísimos colores.
G
I
P T O
\
.'¿Ví
H
Espasa y
Comp*
—
Editores.
—
ü
Barcelona
Muchacho nubio
TEBAS
331
pertenecían á diversas razas: para vencerlos no vacilaban en acometerlos hasta las
mismas
regiones en que se hallaban domiciliados, y los artistas egipcios sabían reproducirlos sin
más
detalle
olvidar el
insignificante de su
fisonomía,
de
sus trajes, de las armas que
Los nuevos adversarios que por vez primera habían llamado á
empleaban.
valle del Nilo
las puertas del
en tiempo de Menephtah, hijo del gran Ramsés, obligaron á las tropas egipcias
á emprender la campaña.
Los antiguos adversarios
del Faraón, chetas
y schasus, se encuen-
tran todavía en las filas enemigas; pero nada significan en medio de la formidable coalición
que se formara en derredor de los príncipes
mano
tiene su origen en el Asia Anterior, se dirigen hácia
atacar y
romper
brazo de
al
Los pueblos
líbicos.
del Occidente tienden la
á aquellos que procedentes de las regiones orientales, en fuerza de una emigración que
supremacía del Egipto. Pero
la
Ramsés
el
el Sur y el Occidente y se unen para bondadoso Amon comunicó gran vigor ,
pueblos de la Libia fueron vencidos, y sus miembros, separados Al cabo de tres años,
III: los
fueron conducidos y contados en presencia deí Faraón.
del cuerpo,
un conjunto de pueblos
diversos, procedentes del Asia
Menor, precipitóse por
tierra sobi’e
Egipto, al paso que otros procedentes de las islas y de las costas del Mediterráneo llegaban por mar hasta las bocas del Nilo; pero también fueron destruidos por tierra la Siria
y
el
Finalmente
y por mar.
Maschauscha (Maxyes);
como
Egipto se vió acometido de nuevo por la tribu líbica de los
el
mar (tirrenos), así Ramsés III demuestran
fuéle indispensable rechazar los tuirscha del
nombres de
otros pueblos isleños, y los
que condujo sus ejércitos hasta
la Cilicia,
los pueblos vencidos
por
Entre y sus escuadras hasta Chipre y otras islas. nombre y patria nos son conocidos
esos enemigos del Egipto encontramos algunos cuyo
merced
al
embargo, hay otros que no podemos decir con
testimonio de los griegos; sin
seguridad á cuáles de la antigüedad clásica corresponden b
En
la
parte superior del Pabellón pueden contemplarse
en
de dichos pueblos: batalla
el
muro
naval, en que encontraron
— á Ramsés
los retratos, de los príncipes
aún
exterior septentrional del templo se ve representada la el
cautiverio ó la muerte; y
— acaso
con un segundo
venciendo y sojuzgando varios leones. Tampoco faltan cuadros de asunto más pacífico: la verdad es que el templo de Medinet
sentido alegórico
Habu paga con usura en los que forman con motivo de
el
trabajo que se
la série
la Fiesta
III,
i
fieles
H. Brugseh,
no se distrajeran con sin
el
investigador.
de las Escaleras, la cual cubre todo
columnatas del patio en que existen
que los
toma
Los más interesantes consisten
destinada á representar las escenas de la coronación del
muro que
el
los restos de la iglesia cristiana ("V
la
i
ey
corre detrás de las
).
Con
el
intento de
contemplación de los ídolos paganos, fueron embadur—
razón alguna que en nuestro concepto
lo
abone, pretende reconocer en
la
mayor parte de
ellos tribus colquidias ó
siempre, cuestión, pero juzgamos del caso consignar una vez para es este lugar oportuno para penetrar en el fondo de la tirsenios , los schardana, lo_ de os ^ar os qu que para nosotros los tuirscha del mar, son los representantes de los pueblos tirrenos ó con el nombre de chartanoi; los schakalscha, alababan de ser originarios de la Libia, donde se encontraban aún mucho tiempo después, En los pulasatha ha pretendido reconocerse a los filisteos, los de los sicilianos; los akaiuasha v los daanau, los de los aqueos y dañaos. una rama del antiguo tronco de los pulasatha, que tal vez los pelasgos y hasta la tribu líbica de los prosiditas. Acaso deba verse en éstos por oposición á los egipcios, se clasificarían a si mismos con el se estableció en África con posterioridad á la destrucción de la flota, y que pelasgos, de los cuales tanto se nombre de IIAá-po:, ó gentes de mar. En realidad nada se opone á que se reconozca en ellos á esos célebres ha hablado, cuyo origen no se ha demostrado todavía de un modo indubitable. caucásicas.
No
y
)
TEBAS
332
se debe que podamos hoy y ostentan los cuadros que van y esplendor los colores que á ocuparnos. En el. novilunio del primer mes de la estación de las cosechas (Paschons celebrábase la fiesta en cuestión, en honor del dios Cheni, esto es, el Amon, que produce todo
con
nados
limo del
el
Nilo,
contemplar en todo su
semejante circunstancia
á
brillo
que ha de venir. El rey, conducido en una
lo
público.
Su guardia, sus porta-abanicos,
músicos llenan
con
los aires
el
le
y
La
imagen
serie de cuadros
al
sirven de escolta: los
el
ronco redoble de los
cabeza completamente rasurada,
la
incienso, en tanto que el sacerdote oficiante, con el libro de los
entona los cantos, sagrados. la
su casa,
estridente sonido de las trompetas
tambores: los sacerdotes, que se distinguen por llevar
queman
de su palacio y se presenta
litera, sale
los príncipes de
nos revela que
el
Himnos en
la
mano,
objeto de la procesión es
Chem. Puede contemplársela primeramente debajo de un baldaquino,
del dios
v luego de pié en unas andas cubiertas de preciosísimos tapices, y adornadas con ramos de conducidas por sacerdotes y porta-palios, y acompañada por otros miembros del un velo, símbolo del aire, del frescor y de la alegría. El rey
flores,
clero que llevan plantas
y
presenta á la divinidad la ofrenda del incienso y la libación: sobre su cabeza hállase posado el buitre de la victoria, como acontece siempre y cuando el Faraón se presenta en público, ó se
Chem
le
representa marchando al combate.
con
precedido
la
de
imágenes de
esposa favorita del rey y
se dirige á la la
toro blanco de
coronación, soltando cuatro gansos á los cuales se ha dado
Ramsés
III
ceremonia que, á juzgar por una de la
un
y
al
las
el
el
nombre
poniente, al mediodía y al
la corona.
que consiste en segar
gavilla de espigas que le presenta
Faraones anteriores, á
al levante
ha ceñido á sus sienes
derecha, se realiza otra ceremonia,
una
el
El animal sagrado se halla
sagrados y las estatuas de los antecesores del rey. Tan presencia del soberano, ante el cual se da término á una de
Horo, para que vayan á anunciar
septentrión que
hoz,
la atención
una larga hilera de pastophoros que conducen diversos emblemas y
ceremonias de
de hijos de
Llama también
sacerdote celebrante.
los dioses, los utensilios
solemne procesión las
el
Un
poco
más
léjos,
á
rey de un golpe, por medio de
la la
La reina toma parte en esta Rameseum, estuvo en práctica entre los
sacerdote.
las pinturas del
vigésima dinastía. Ponen término á esta parte del cuadro una
segunda representación del toro blanco y una nueva
série
de estatuas de los soberanos
todos sus hijos (diez y ocho varones y catorce hembras) unidos á su padre por medio de una cuerda. El asunto representado por
antepasados del rey.
Más
las pinturas explican lo
léjos se
ve á
Ramsés con
en cada cuadro largas inscripciones: mas áun cuando
comprenderíase perfectamente que, grandiosidad que no escapa á
lo
mismo que
la vista del
las
escolta, ó
un
así
no fuera,
carácter de
por medio de algunos soldados, una
por medio de contados individuos, un nutrido coro de músicos y cantores.
Compréndese perfectamente, pues contenerlo todo.
ofrecen
observador, áun cuando teniendo en cuenta las
condiciones del espacio, liáyase indicado, por ejemplo,
numerosa
pinturas,
las
superficies del
El griego Calixenos hizo
la
muro, siquiera extensas, no pueden
descripción de
monias parecidas, mandadas celebrar por Tolomeo
Filadelfo,
una
fiesta
semejante, con cere-
y gracias á semejante relación
TEBAS debida á un testigo ocular, creemos que en
el
335
un
cortejo del rey debe sustituirse la escolta por
centenar de hombres, en vez de uno solo empleado para indicar que la habia. Es un hecho
verdaderamente digno de llamar
costumbre de reunirse en
la atención,
el
de los habitantes de la necrópolis fieles á la
templo consagrado á
y acaso también
el lujo,
el
siempre y cuando se trata de
las fiestas,
un espectáculo. Indudablemente Ramsés
asistir á
amó
este
III
fué de todos los Faraones el
que poseyó mayores riquezas. ¿Quién ignora
que más
la historia
tan
ingeniosamente referida por Herodoto del tesoro de Rhampsinit y del astuto hijo del arquitecto? A la izquierda de las columnas truncadas, en la sala hipóstila del templo de Medinet
Habu
(VI), existen cuatro aposentos que se comunican entre
guardaban,
así por lo
ménos
lo dicen las inscripciones, los
príncipe liberal habia consagrado á
Amon
según expresa
los magníficos
templos de
Aumentó
el
papiro de Harris
Memphis y
las
,
Heliópolis, del
sí
(3
presentes
y
4),
en los cuales se
más que
reales,
que ese
en su memnonium; no siendo ménos importantes, dones que con
mismo modo que
mano
al santuario
pródiga otorgó á los nacional de Karnak.
construcciones de éste por medio de un pequeño templo situado
al
Oeste de la
gran sala hipóstila (I) y de otro de mayores dimensiones que consagró al dios Chunsu, que seria objeto de admiración y alabanza, á no hallarse empequeñecido por las grandes y gigantescas construcciones de Karnak. Merced á la guerra proporcionóse Ramsés III en parte las
sumas
necesarias para llevar á cabo esos gastos considerables
:
otra parte la obtuvo por
medio
de la explotación de las minas y de las empresas mercantiles, puesto que sus buques, como los de la reina Hatasu, aportaron hasta las lejanas playas del Océano índico, ricas en especias treinta y dos años ciñó la diadema de los Faraones, y en decurso de los últimos, en los cuales se vio libre de los cuidados de la guerra, consagróse fomento de la prosperidad interior del valle del Kilo, haciendo grandes plantaciones de
y en preciosos productos. Durante el
al
arbolado
,
— beneficio
al
con
el
El renombre de su riqueza sobie\-i\ió
al
cual se mostraron sus súbditos altamente reconocidos
objeto de que pudieran disfrutar de fresca sombra.
,
de sus altos hechos ; pero esta circunstancia, es decir, los pingües tesoros de que disponía, costumbres de fueron parte para que así él como sus sucesores dieran al ol\ido las se\eras sus predecesores.
Rodeado de un numeroso harem en cuyo seno
ciones, á las cuales
sucumbió
al
se uidian tenible» conjura
cabo, asoció á su hijo á lo» cuidados del gobierno, y
embi utecimiento, objeto convertido en instrumento de los sacerdotes, cayó en el más gro&eio pasado á los templos la mayor de las burlas de sus contemporáneos. Viviendo aún, habia ya no tardó en sobreponerse á la autoridad parte de sus riquezas, con lo cual el poder sacerdotal descendientes, que llevaron como él el nombre del soberano, no quedando más recurso á sus
gran sacerdote del templo de Amon. A este de Ramsés, que ceder la corona de Egipto al innoble de la cual apénas si resta otra monarca, verdaderamente grande, sucedió una raza levantadas en el templo de Chunsu, que forma pacotilla, de construcciones algunas cosa que sepulcros. parte del santuario nacional y de los
Para trasladarse sable
al célebre valle de las
una larga caminata.
Tumbas
El nombre con que
reales desde Medinet
Habu, es indispen-
se conoce en el día el expresado sitio es el de
TEBAS
336
Bibctn
cl-Muluk. Para llegar á
falda del
él.
Monte Sepulcro, pasando
Antes de llegar á
varias cabañas de feláhes. el-Assassif, nos
recorrimos, marchando hácia delante de
muchas
el
Norte,
la
siringes abiertas, y de
de la necrópolis llamada
la parte
topamos con un derviche anciano que provisto de su bandera,
Más
pedia limosnas á los feláhes para los individuos de su orden.
encontramos de nuevo con
el
nos
tarde,
propio sujeto, que montado en un caballejo de
buena estampa y acompañado de un subalterno, continuaba El-
su obra de postulante.
Assassif es rico en grutas funerarias,
hallándose en
mayor de
las
él
la
tumbas de sim-
ples particulares.
Un
millonario del tiempo
de la dinastía saita,
llamado
Pet-amen-hotep, mandóla abrir
con sus innumerables aposentos,
sus
corredores cortados
por pozos profundos y sus cá-
maras, en
la
hermosa calcárea
blanca que forma esta parte
de
la necrópoli
las inscripcio-
:
nes que cubren las paredes, y
cuyo sentido se
refiere
siempre
á la muerte, á lo que existe
más
allá,
y á
la
vida en
mundo
inferior,
hasta
punto de ser casi
DERVICHE MENDIGO
gibles,
y
los millares de
.
murciélagos que durante
para dirigirse en cuanto anochece hácia
nubes que
el
viento empuja,
el
están sucias
el
el
dia
el
permanecen suspendidos
lie-
del techo,
Nilo, á fin de apagar su sed, semejantes á densas
hacen sumamente
difícil la visita
MURCIÉLAGOS EGIPCIOS
á ésta y á las
tumbas vecinas.
,
TEBAS
338
despréndese de ellas un olor penetrante y repugnante sobre toda ponderación, y no es cosa hacedera el trabajar ó copiar en el interior de las mismas cuando esos animalejos,
En
efecto,
espantados por
de las antorchas, revolotean desatentados de aquí para
la luz
extremo de extinguir
las bujías, ó
ha sucedido más de una vez
como
se dice, puesto
al
Drah abu
excavaciones de Mariette.
encontrado en
en Leiden,
él los
Este
’1
sitio
contiene las tumbas
más
la
momia
la del sepulcro,
ricamente decorada de
la llanura,
el
que, en los tiempos anteriores
valle de los
á través de la
difícil,
siguiendo
la presa.
las
Aah-hotep. Según parece,
la reina
más importancia 'á
el
á la ornamentación del
décimaoctava dinastía,
la
y aquí mismo se nos ofrecen pruebas de pirámide levantada sobre una base cuadrada. Para penetrar en
le
antiguas de Tébas: hánse
afectaba frecuentemente,
bien
como
demás, no son tan malos
lo
Negga, cuyo suelo accidentado ha sido removido por
desde los tiempos de dicha reina empezó á darse
cuerpo que á
Por
sepulcros de los Antefs de la dinastía undécima, conservados en París y
como
así
autor de las presentes líneas.
que basta con sacudirles una manotada, para que suelten
El-Assassif se une á
llegando al
allá,
de agarrarse á las barbas del curioso investigador,
ello,
la
forma de una
Reyes puede tomarse indistintamente un camino
montaña que separa
el-ikssassif de
corto,
si
Biban el-Muluk, ó marchar por
camino faraónico que desemboca un poco
al
Norte de
la
Casa
ele
Seti
Si se elige el sendero escarpado, y conduce á este barranco de aspecto agreste y salvaje. puede disfrutarse el magnífico espectáculo que ofrece el anfiteatro de peñascos que llenan las
inmensas ruinas de Der el-Bachri, y á mayor distancia rodean la necrópolis el Nilo y los cuarteles orientales de Tébas. Por nuestra parte aprovecharemos el de la llanura, para contemplar tiempo
la
garganta de piedra y
al valle
el
conocido camino por medio del cual llegaban en otro
de la Muerte los soberbios convoyes que conducían las
El autor de este libro recordaba
el sitio
más
tralmente reproducido por el lápiz del pintor Werner, cuando describía
venido
al carro
momias
faraónicas.
estrecho de este famoso desfiladero, tan magis-
de Paaker, y hacia derribar á
Uarda por
el
accidente sobre-
los caballos de la hija del
gran
Rarnsés L El barranco que se abre detrás de esta puerta de peñascos es un verdadero valle de la
Las paredes de calcárea, desnudas y amarillas, rayadas de negro, y de un negro tan quemaduras producidas por el sol, ciérranlo estrechamente por todos lados, acercándose ó alejándose unas de otras; pero sin separarse jamás á gran
muerte.
intenso que no parecen sino
En cuanto descubre la mirada no se distingue señal alguna de vida; pues ni más humilde echa raíces en las grietas existentes en las vertientes de la montaña,
distancia.
la
planta
ni
en
que hay en
la tierra
el
fondo del barranco: dijérase que las fuerzas productoras de la
Naturaleza están heridas de impotencia en este valle de la Muerte.
en
él
habitantes que gozan de vida: de cuando en cuando puede
culebra que se arrastra sobre la ardiente arena; ora
i
Se alude á
las
Y sin embargo,
el viajero
un escorpión que
primeras escenas de la novela Uarda publicada en 1877 por Ebers.
no
faltan
contemplar ora una
corre á ocultarse entre
TEBAS las piedras
que se hallan junto
en
y por
la
fila,
y por la mañana antes de la salida del tarde después de anochecido, numerosos chacales que durante el dia se ocultan
descansan sobre sol,
339
borde del camino; bandadas de águilas que, posadas en
al
el interior
las rocas
que circuyen
el
barranco
,
de las tumbas ó en las hendiduras de los peñascos.
cosa alguna que ofrezca
un aspecto agradable: cantos rodados,
La mirada no encuentra
silíceos,
de color negruzco,
incrustados en los bloques de reluciente calcárea, parecen al viajero otros tantos ojos que
le
contemplan con siniestra mirada.
A la
hora del medio dia
el
calor es
sofocante, porque las rocas, heridas
por los rayos del sol, parecen otros tantos hornos que caldean
barranco.
el
estrecho
Este se prolonga en un
lugar en que se junta á un valle transversal que
Oeste,
el
tumbas
tiguas
se
dirige
cual guarda las
hácia
el
más an-
Dejárnoslo á
reales.
nuestra derecha, y no tardamos en descubrir á algunos piés debajo del
una
nivel del suelo la abertura de
y otra y
otra.
Todas esas puertas son más
altas
gruta, y luego otra,
que
las de las
ricos
tumbas de particulares
que hemos visto en Abd el-
Kurna. Los griegos dieron á dichas grutas
el
nombre de
siringes;
pared formada por
efecto, la
la
y en
mon-
taña de Biban el-Muluk semeja una flauta de
Pan en que
los agujeros
estuviesen colocados el uno al lado del otro.
Echamos
pié á tierra, puesto
que distinguíamos aun de
léjos. el
nú-
esta gruta y sabíamos que décimasétima, mandada practicar por Seti
mero
17,
I
para su momia, sobrepuja a las demas en
11 III, sólo en muy poco le cede: lleva el número belleza y magnitud. La tumba de Ramsés el-Muluk. Biban de siringes las numeró que inglés Wilkinson, y se lo debe al tumbas; mas aun empleando otros Largas semanas hemos consagrado al estudio de estas inscripciones que cubren su& innumerables las copiar imposible sido tantos años, habríanos tumbas que se encuentran en esta región del paredes. La más antigua, entre las diferentes posible descubrir el lugar en que reposa su Valle de los Muertos, es la de Seti I: no ha sido
TEBAS
340
hijo
Ranasés
desde
el
en cambio se conocen perfectamente los enterramientos de sus sucesores,
II;
Habu
fundador de Medinet
hasta
abiertos á la contemplación de los curiosos. al
en
mismo
plan, difiriendo
y en
la roca,
me
Si se
la
permite
suelo, y así del reinado
únicamente en
el
último de los Ramsés, hallándose en
el
número y dimensiones de
la
como por
los aposentos abiertos
expresión, dichas tumbas son verdaderas pirámides excavadas en la altura
que
del príncipe
de una pirámide puede venirse en conocimiento de
mandó
erigirla, el
sarcófago, y
por
tiempo y
Faraones que mandaron practicarlas. Las más el
dia
riqueza y perfección de los cuadros é inscripciones que cubren las paredes.
cavernas fúnebres puede adivinarse
para
el
Por punto general están construidos obedeciendo
la
profundidad y ornamentación de las
la riqueza
de que pudieron disponer los
sencillas consisten
una cámara que abre detrás de
el
duración
la
las
ésta:
en un corredor, una sala
más complicadas
se hallan
constituidas por series enteras de corredores, de salas y de cámaras, en las cuales se penetra
á favor de
la luz
de las antorchas de que están provistos los
muchachos
feláhes, por
las cubren, pocas veces se refieren á la peregrinación terrestre
y esculturas sobre estuco que
del difunto: por punto general representan el Tuat, es decir, el abismo, el
y
la
mundo
Comedia titula la
esta Divina
La barca en que surcan
dios.
dioses del
mundo
inferior; al
versos demonios. Anubis, le
inferior lo llenará el espíritu del Altísimo
el
abismos bajo
los
la
haya
las
terminado
y será completamente
guarda de una culebra, se ve halada por los
paso que sus súbditos
conductor de
es el rey, que se
carne de Ra. Sólo
cuando
mundo
y
El personaje
él.
principal de
del
inferior,
exuberante vida que
reina en
su viaje á través
medio de
Las pinturas
planos inclinados y de escaleras por las cuales es preciso ascender ó descender.
lo
celebran y protegen contra los per-
almas, Hathor la subterránea,
Isis
y Nephthys,
guian: después de haberse sometido á la justificación y contemplado los tormentos que
sufren los condenados, penetra en
el
empíreo, en
el
cielo
del fuego,
donde residen
los
bienaventurados, y aquí recibe la apoteosis convirtiéndose en espíritu de luz cuyo nombre es el nombre de Dios, que es uno solo con los dioses celestes, en términos de no distinguirse de ellos
en cosa alguna. Los
tierra,
fieles
egipcios, semitas, líbicos,
le
acogen con exclamaciones de júbilo;
lo
mismo
los
los
pueblos de
de tez clara que los negros,
homenaje; resuenan en su honor cantos de alabanza; hasta
le
la
prestan
los dioses se inclinan
á su
presencia; las constelaciones aparecen y desaparecen ante sus ojos; los dias y los años pasan
delante de el
él.
Libro de
los
ciertos textos
Las representaciones y las inscripciones de las tumbas de Biban el-Muluk son Muertos de los reyes. Así como en los templos se encuentran comunmente y
ciertos
símbolos en los mismos
acontece con los de las tumbas. se encuentran en las
Sin embargo,
tumbas privadas, como
sitios
préviamente determinados,
los textos difieren tan la
lo
mismo
notablemente de los que
naturaleza del dios Ra, hecho carne, en
el
TEBAS
341
trono de Egipto, difiere de la de un simple particular. El largo
himno esculpido
ordina-
riamente en las paredes de los corredores,
que siguen inmediatamente después del vestíbulo, el
merece particular atención.
Lleva
nombre de Aclamaciones á Ra en
Amenti,
es
en
decir,
mundo
el
el
inferior.
Publicado por Naville, después de haberlo estudiado concienzudamente valiéndose de
cuatro distintas versiones, encierra setenta
y cinco invocaciones referentes á otras
tantas personificaciones de Ra.
Forma un
todo independiente y sirve de introducción á los textos que siguen, proclamando para los iniciados,
— de
los cuales sólo los
adelantados tenían acceso á reyes,
— en lenguaje
la idea panteista menephtah
que encierra en es
una de
las
sí
la
él
Sin que sepamos
la
formas de su sér múltiple.
nombres debía conocer
mismo modo que
la
una de
las cuales hallábase
los
Ra
el
fondo de
es
Todo
el
y cuanto existe causa, contábanse setenta y existe,
consagrada una
estatuilla,
cuyos
el difunto, del
invocación que á
ella se refiere, sin lo cual le era
posible
que se halla en
nada
más
tumba de
por demás pintoresco,
doctrina de los misterios.
todas las cosas y todos los dioses: fuera de
cinco de estas formas, á cada
la
im-
completamente
confundirse
en la unidad de Ra. Llegado á este punto,
la
es
eternidad
su tiempo,
puede revestir
la
forma que mejor
le
plazca y, de la
misma manera que
la
divinidad que llena el Todo, manifestarse en sol ó en astro, en
en animal ó en planta.
hombre,
Su momia
se
conserva cuidadosamente y se erige su estatua, de modo que pueda, si lo desea,
confundirse,
forma que
-tenia
en
bajo
SILLONES
muchedumbre humana, que se da el
misma
la
la tierra,
con
lo
(
TUMBA DE RaMSÉS
III
J
la
considera siempre como un sér existente en
sí
mismo,
nombre de Ka. EGIPTO,
TOMO
II.
86
al
cual
TEBAS
342
A
la
hermosa tumba de
que fué quien
la
número
siringe
descubrió.
14; pero en
ejecución y un estilo
más
se la distingue generalmente llamándola
tumba de Belzoni,
Mide sesenta metros de longitud, siendo en
esto inferior á la
Seti
I
cambio no existe otra en
perfectos.
pendiente, pudiendo formarse
el
Desciéndese á
lector idea
la cual
ella
aproximada
sean de una
las esculturas
por medio de una escalera del
muy
formidable trabajo impuesto
por Seti á los canteros que debieron practicar los corredores, salas, puertas, escaleras, etc.,
muros de medio
y cubrir luego los
figuras é inscripciones, por
que unimos á esta
del plano
Dábase
descripción.
Sala de oro á
nombre de
el
cámara cúbica con
la
cuatro pilastras, en la cual Belzoni,
que fué
primero que penetró en
el
tumba, encontró
esta
alabastro vacío, y terra.
hoy
el
sarcófago de
gran rey
del
hallábase
:
se encuentra en Ingla-
Sobre los muros de una cá-
mara secundaria fectamente
se distinguen per-
la figura
de una vaca y
varios textos mitológicos de la
mayor
Otro corredor abierto
importancia.
también en
la roca,
pero completa-
mente desprovisto de ornamentación, indica que
el
rey proyectaba dar á su
tumba más considerable extensión.
Hay algunas rojo, la
SARCÓFAGO EN LA TÜMB
Habu, que
DE RAMSÉS VI
lleva el
nombre que toma de uno de
arpista,
los
Seti
I.
estilo
mano
las trazó.
11, es llamada
cuadros que contiene.
en asuntos; bien que en punto á pureza de
concluir,
con lápiz
sorprendiendo á los inteligentes
La tumba número
sin
seguridad y valentía de la
que
tructor de Medinct
figuras
bosquejadas
ligeramente
de
Ramsés
Su decoración
no puede sostener
III, el
cons-
comunmente Tumba
la
comparación con
Merecen, sin embargo, especial mención ocho cámaras situadas
al
del
es riquísima
lado de
la
una de
de las
de ellas fué consagrada por el más rico de los Faraones á los dioses de prosperidad y de la abundancia: otra hay, en la cual se hallan representadas las armas del rey, que verdaderamente parece un arsenal: una tercera es sumamente curiosa
grandes
salas.
Una
las mieses, de la
TEBAS para
de
la historia
la civilización,
por
343
mismo que Ramsés
lo
hizo representar en ella su
mueblaje, vasos, canastillos, orfebrería, muebles, entre otros dos sillones de preciosa y elegante labor, etc.,
Semejantes pinturas, que se refieren á
etc.
Muluk, y dan una idea Rhampsinit de sus tesoros mundanos. Biban
difunto, son únicas en
La gran tumba
el
Ramsés VI (número
de
Tumba
de
Memnon. Cubre
y en griego, nos dan á conocer
tumba en
los
los
de
la
los
que se separó
vigésima dinastía, es de las
más
llaman sin fundamento que
un techo astronómico.
nombres de
primeros siglos de
la la
muchedumbre inmensa de
sus paredes una
místicas; la Sala áurea está decorada con
esta
9),
romanos,
los ingleses, siguiendo en esto á los
la vida terrestre del príncipe
del pesar con
el rico
célebres:
lo justifique,
figuras é inscripciones
Ciertos garabatos en copto
que visitaron y contemplaron sorprendidos
era cristiana.
El estilo de las figuras es de los
más
puros, siendo entre los cuadros los que mayor interés inspiran, aquellos que se refieren al castigo de los culpables.
Uno hay en
cual se ve á
el
un mono empu-
jando á un cerdo, que ha dado pié á los franceses para
que bautizaran esta tumba con
y en
la Metempsícosis,
efecto,
nombre de Siringe de
el
en
él
se ve representada
un alma metamorfoseada en animal impuro, arrojada léjos del Círculo de los Bienaventurados por un cinocéfalo
consagrado á Thot, es decir,
al dios
que preside
el
acto de pesar los corazones.
Prescindimos de
visitar las
tumbas de
demás
los
reyes de la vigésima dinastía, así como, y lo sentimos, las de los reyes de la
décimaoctava que se hallan en
la
parte occidental de Biban el— Muluk; las pequeñas de
SCHESCHENK DESTRUYENDO A SUS ENEMIGOS karnak)
(SALA DE LOS BUBASTIDAS EN recientemente descubiertos y los sepulcros Ramesidas de Tébas, y de los grandes sacerdotes de Amon, que arrojaron del trono á los Sus nombres se fundaron en Egipto una nueva dinastía, que fué la vigésima primera.
las reinas,
empezado por Ramsés III, encuentran en Karnak y especialmente en el templo de Chunsu, la historia respecto de revela nos Nada nietos. sus por terminado continuado por su hijo y sus hechos, siendo del Nilo cayó en
lo
único que se sabe, de un
manos
modo
positivo,
que después de
ellos el valle
extranjero. La de ciertos dominadores que hacian gala de su origen semitas, que residía en Bubastis, en la Delta, descendía de ciertos
dinastía vigésimasegunda,
consecuencia de sucesos todavía imperfectamente establecidos en Egipto y elevados al trono á Schischak de la Biblia, que ayudó á Jeroboam conocidos. Su fundador Scheschenk es el contra
Roboam,
hijo de
después de haberla
Salomón, hizo
sitiado.
se hallan grabados sobre píleo que, por el
la
guerra
Los nombres de
un muro que mira
al
reino de Judá, y se apoderó de Jerusalen que sometió durante esta campaña,
las ciudades al
Sur de un pequeño pórtico correspondiente
lado de Oeste, conduce á la gran sala hipóstila.
Amon
le
al
entrega sus
TEBAS
344 los cuales se
enemigos, entre
ha creído reconocer
el
reino de Judá, teniéndolos ieunidos hajo
ai mas. La asidos por la cabellera y levantada sobre los mismos la pesada maza de pues lamentable, verdaderamente siendo horrada, está narración fecha que da comienzo á la
mano
su
se sabe por la Biblia que Jerusalen fué
un dato importantísimo para ponde
al
año cuarto
inscripciones de la
la
tomada en
el
del reinado del príncipe judío.
misma
año cuarto de Jeroboam, y habría sido el año de Scheschenk, que coi es—
cronología egipcia, conocer
i
El pórtico contiene otros cuadios
época: Scheschenk levantó las dos columnatas al Sur y
é
al ISoite
COLUMNAS EN EL ORAN PATIO DE KARNAK
del
primer gran patio de Karnak (VI), y su descendencia ocupó
ciento setenta
Según parece
la familia
trono de Egipto durante
bubastida desapareció á consecuencia de revoluciones intestinas.
Algunos años después de su caída, decadencia,
el
y cuatro años. el
imperio de los Faraones, debilitado y en completa Éstos hacia ya muchos años que habían
cayó en manos de los de Etiopía.
transportado la civilización del Egipto
al
Sur, es decir á su patria y residencia, Napata.
reves se esforzaron también en embellecer el santuario de Tébas.
Sus
Las elevadas columnas
tí
cali culadas del
primer patio (VI) que flanquean
la vía
por la cual pasaban las procesiones
TEBAS
346
para trasladarse desde
el píleo
occidental (VII) á la gran sala hipóstila, la
cuales están actualmente caidas, llevan la
el
nombre de Taharka, último de
mayor
parte de las
los reyes etíopes de
vigésimaquinta, áun cuando probablemente fueron erigidas anteriormente. El
dinastía
muy
poder cada dia creciente de los asirios, fué
Estados dependientes de dencia, hasta tanto que
la Etiopía:
Psammético
pronto una amenaza para los pequeños
cabo sometiólos y mantúvolos sujetos á su depenaliado á otros once príncipes de los nomos, y sostenido
al
I,
por tropas mercenarias procedentes de
la
Grecia y de la Caria, rechazó
el
yugo de
los
asiáticos,
se hizo Faraón, y elevó á su patria, Sais, á la dignidad de capital del Egipto
libertado.
Hemos
tenido ocasión de manifestar al lector
renacimiento artístico que se
el
durante su reinado y el de sus sucesores. Muestra del mismo son ciertos fragmentos que se encuentran en un pequeño templo situado al Norte de Karnak. Bajo Psammético III, realizó
hijo del
prudente Amasis,
Egipto cayó en manos de los persas y de su rey Cambises, del
el
cual se ha dicho, sin razón alguna que lo abone, que fué
Las
mayores que ha experimentado
injurias
el
el
destructor del santuario tebano.
templo de Karnak, después de las producidas
por los terremotos, por las grandes inundaciones del Nilo y por
el
odio que profesaban los
cnanto era de origen pagano, son debidas indudablemente á
cristianos á
los
Habu
Nordeste de Medinet
templo consagrado á Osíris,
cajas de
momias,
más
el
estelas
el
Chunsu. Mariette tiene convertida actualmente esta
y estatuas. La cámara de granito el
del antiguo santuario fué
imbécil sucesor de Alejandro
el
habitantes de Tébas rechazaron
más
el
tarde, en tiempo de
Amon,
yugo,
y,
habían hecho fuertes
durante diez y nueve años, bajo
Tolomeo Soter
del vencedor.
los señores
provincia, siendo
muy
poco
celda á los anacoretas;
muchas
que fueron
las
más
Durante
más poderosos lo
(Latyro), estalló
del
de un
más la
muro
del
muchos
los
muchas
las
de
una nueva revuelta en la ciudad
la
no sometida,
templo detrás del cual se
de una puerta y de una columna fueron
dominación de
mundo
la dirección
dominaban en Alejandría;
los Césares
antiguo descendió
al
tumbas
romanos,
la
rango de ciudad de
que se hizo para su conservación. Cuando
penetró en el valle del Nilo, fueron
divinidad
II
los rebeldes, vino al suelo;
por orden
residencia de
renovada
Llama también
Grande.
macedonios procedieron despiadadamente contra
los
que no podía olvidar su antiguo esplendor:
derribadas
en
Chunsu y el revoque que la gran Pero cuando, bajo Tolomeo Epifanes, los
príncipes de la raza egipcia, se sostuvieron contra los señores que
ciudad de
capilla
propileo levantado delante del templo de
puerta de la sala hipóstila (h) debe á los Lágidas.
cuando,
porción
pintoresco efecto que puede imaginarse la sala principal llena de
por disposición de Filipo Arrideo, la atención
la
pequeño templo de Der el-Medinet, y en Karnak el que lleva no obstante el nombre de Templo de Apet y que se
(VII), el
halla en el lado Oeste del de
almacén, ofreciendo
macedonios.
como
Éstos no dejaron, sin embargo, de construir varios edificios en Tébas, tales
el
cristianismo
abiertas en la roca que sirvieron de
monumentos importantes, muchas las estatuas de la como obra peligrosa debida á los paganos;
destruidas ó mutiladas
cámaras y aposentos convertidos en
capillas cristianas.
de ser ciudad: los pastores guardaron sus rebaños en los
mismos
Bajo
sitios
el
islam Tébas dejó
en que se elevaron en
TEBAS tiempo magníficos palacios:
otro
347
los
habitantes de las aldeas que permanecieron en medio de las ruinas, miraron
con
tal
indiferencia los recuerdos del pa-
sado, que cal los
quemaron en sus hornos de
más
preciosos
monumentos;
des-
truyeron para convertirlas en muelas las estatuas , las pilastras
y las colum-
nas, y emplearon en sus construcciones
Y sin
los sillares esculpidos.
embargo,
á pesar de tan inmensa obra de destrucción,
que se ha proseguido incesante-
mente durante una prolongada siglos,
no existen en
el
série de
mundo
ruinas
que puedan sostener comparación con las de Tébas:
cuando se sube
al ele-
vado pileo de Karnak, y desde él se dirige la mirada hacia el santuario y sus alrededores, acuden á las palabras
la
memoria
que Homero pone en boca
del irritado Aquiles.
El hijo de Peleo
protesta que nada quiere tener de co-
mún
con
en
consejo:
el
los atrídas ni
en
la
acción ni PASTOR EN KARNAK
«No, áun cuando »
—
me
dieran riquezas diez, veinte veces mayores
que posee ahora, y que tal vez espera; Aun cuando me diera las riquezas de Orchomene
»Que
las
»La ciudad de Egipto, en
ó lo
que posee Tébas
la cual son las casas ricas en tesoros!
»Cien puertas tiene, y de ellas por cada una, salen al par doscientos » Hombres armados para la batalla con sus caballos y sus arneses.»
Las puertas de
la
un gran número de mirada sobre
el
mas ha conservado
ciudad que un centenar contaba, yacen derribadas;
píleos, siendo el
mayor de todos
templo de Karnak. Desde
él
éste, desde el cual dirigimos
contemplamos
el
fabricado con ladrillos hechos de barro del Nilo: penétrase en puertas, delante de las cuales se elevan los píleos.
Las dos
muro de
una
cerca que
el interior
le
postiei
íodea,
por medio de cinco
del Sur, se hallaban enlazadas al
templo de Luqsor por hileras de esfinges, y desde la puerta occidental, que nos sirve de muelles observatorio, partía una via flanqueada también de esfinges (VIH) que conducía á los del Nilo
v á
la escalera
que se dirigían á
desde la cual se embarcaban en aparatosos buques, las procesiones
la necrópolis.
A
nuestros piés extiéndese
el
primero de los patios: inmensas
.
TEBAS
348
columnatas se levantan sobre sus lados oriental y occidental, subsistiendo todavía en algunos de
los gigantescos pileos levantados á lo largo
de
acaso, tendíanse anchurosas velas que impedían llegaran sol.
A
al
suelo los
través de la elevada puerta del segundo de los pileos, distinguimos la
salas hipóstilas y la parte
más
Hacia
sagrado de
Amon
el
Sur hieren nuestra mirada
el
que reverberan acariciadas por
Imposible es olvidar, á quien una vez
medio de su soledad el
de
lo
la
ha contemplado,
la
inmensas, y
muda
la
el
y las aguas del lago
el interior del
muro
de
solemne aspecto que en
haya paseado por
él la
mirada cuando
luz del medio dia, ora se haya visto á la luz
luna, cuando su vaga claridad engrandece las formas.
conmovida en arrobadora y
las
Si se vuelven los ojos
los rayos del sol.
ofrece este edificio gigante, ora se
granito de que está formado brilla herido por
obeliscos proyectan sombras
mayor de
aposento de granito del sancta
la silueta de los pileos
hacia occidente, distínguense todavía pequeñas capillas existentes en cerca.
centro
antigua del templo, con sus oheliscos erguidos ó derribados,
sus columnas poligonales, sus pilares osiriacos, y hasta
sanctorum
el
y sobre los cuales, abrasadores rayos del
la vía triunfal,
Las columnas,
plácida calma de
contemplación.
COMITIVA DIRIGIÉNDOSE Á LA NECRÓPOLI
la
los pilares
noche sume
el
y los alma
'
G
I
PTO
â&#x20AC;&#x201D;
Asuan
DE LA CIUDAD DE AMON A LA CATARATA
ébas, la Tébas del pueblo los nobles
y de
ha des-
aparecido de la sobre haz
de
tierra:
la
uno
no
existe
solo de los palacios
que sus reyes levantaron; no se mantiene en pié
una casa siquiera de
las
innumera-
bles que en su recinto existieron
puede juzgarse de
la
:
sólo
extensión que
la
ciudad tenia, y de la distancia á que
por la parte del Norte llegaban las espaciosas calles de la ciudad de las cien puertas,
por los restos del templo de
Medamot, que
se levantaba en
sus arrabales, v distan del lugar
más
donde se halla emplazada
templo de Karnak.
En
crópolis, especialmente UNA CABAÑA DE FELÁH CON SU TECHO DE TINAJAS
hacia
el
llamada
Sur. la
Diríase que alargaba su brazo hácia
tiempos, la
uno de
de una hora
extendíase
cuanto á
en
con
la
el
ne-
los últimos
preferencia
ciudad de Hermonthis, que pudiera ser
fortuna de heredarla. Versalles de Tébas, v que con haber precedido á ésta tuvo la QQ 00 TOMO II.
EGIPTO,
DE LA CIUDAD DE AMON A LA CATARATA
350
Hasta
tal
punto han logrado dominarnos las maravillas de la ciudad de
hemos concedido mos; pero
al
al
estudio de la ciudad
cabo se ha soltado
el
mayor
Amon, que
un principio imaginára-
espacio del que en
cable que mantenía amarrada nuestra dahabijeh, á la orilla
de Luqsor, y desde su cubierta saludamos por vez postrera á nuestros amigos coptos, Todros Moharreb, que al despedirse de nosotros nos han traído riquísimo pan de tierno maíz,
y
correspondemos y nos han entregado como recuerdo algunas antigüedades preciosísimas: á las descargas que en señal de despedida hacen nuestros amigos y conocidos de Luqsor y de la
aldea de
no tiene á
el
Abd el-Kurna, y emprendemos de nuevo nuestro
El Xilo
derrotero hacia el Sur.
ímpetu que anteriormente. Para trasladarse á caballo desde la necrópolis de Tébas
Erment (Hermonthis), bastan dos horas: yendo embarcado
menester mayor tiempo,
es
gracias á los repliegues del
A
rio.
pesar de esto llegamos
el dia y como el sol no se había puesto aún, apro-
al
caer
,
vechamos
el
tiempo recor-
riendo las calles de la ciudad
pequeño y especialmente su En el siguiente nos
bazar.
trasladamos á caballo
al sitio
en que se encuentran las in-
formes ruinas de vecina de Tébas
,
la
antigua
reducidas á
algunas antiguas columnas, varios sillares esparcidos, del
templo consagrado sol
del
y
el
mamisi que hemos
descrito, ó
pincel del artista Fiedler.
más
bien, reproducido
y de
como convenia, por medio
del lápiz
ignorante demolió
y ocho años, un empresario preciosamente esculpidos, construyó los cimientos y
Hace unos
diez
santuario, y con los sillares, paredes de la gran refinería del Virev. Afortunadamente se ha conservado el
al dios del
guerra, Menth, y
la
el
las
nombre griego
Hermonthis (en egipcio antiguo An-Menth), que se reconoce fácilmente en el árabe Erment. En cambio es una verdadera lástima que hayan sido destruidos sin compasión los cuadros del mamisi:
el
Sol de
en presencia de
los
dos horizontes, la esposa de Menth, con
la célebre
en otro tiempo en
el
Cleopatra, daba á luz
al
niño Horo.
la asistencia
de varios dioses y
Este acontecimiento, realizado
círculo de la triada de Hermonthis, fué aplicado, por adulación sacer-
dotal, al nacimiento divino de
Cesarion, hijo de Julio César y de Cleopatra: en otro cuadro en romano y de la más seductora de
alto-relieve, veíase al infante recien nacido, hijo del héroe las
mujeres de su tiempo, tomando
descubrir
el
el
seno de su nodriza
la diosa.
varonil retrato de Julio César, que el barón de Kóller
No me ha
sido dable
pudo contemplar todavía
DE LA CIUDAD DE AMOK A LA CAT AD ATA el
año 1871, en
351
fachada anterior del altar; en cambio encontramos monedas del nomo hermopolita que representan el toro sagrado de Menth, el dios belicoso, que se lanza al
combate con
la
la
cabeza
inclinada y la cola er«J
y sabemos que
guida,
Hermonthis, dependiente antiguamente de
Tébas, fué elevada, en tiempo de
los Lágidas, á
la categoría
de capital de
un nomo
diferente,
v
llegó á ser el centro de
una gran
circunscrip-
ción
financiera
más
florecientes.
de
de
las
Para trasladarse
des-
el
Erment
actual á
PERRO DE ERMENT
los insignificantes restos de la antigua ciudad, se necesita
caballo.
En
las aldeas
por donde pasamos, fuénos preciso
emplear más de media hora á
más de una
vez ponernos en
guardia contra las acometidas de los perros grises de largo é hirsuto pelaje que se dis-
tinguen perfectamente de los dogos feláhes, la arrogancia y el valor, y que hasta en Bajo Egipto son estimados especialmente
por el
como guardianes de
la casa y del ganado. Entre Erment y Esne, á cuyo punto nos
acercamos á más andar, encontramos primeros pasos estrechos del Nilo.
punto
rio
el
una
líbica y
pasa delante de
ribera escarpada que se adelanta sobre
su
orilla occidental
la
tumba
del
,
en la cual se encuentra
Los antiguos
jeque Musa.
egipcios daban á este lugar
Anti,
muchacho de esne
des que baña
el
los
este
baña con su impetuosa cor-
montaña
riente la
En
par de peñascos:
el
el
nombre de
los árabes
traducido dicho
nombre por Gebelein
significa las dos
montañas.
Esne
,
que es otra de
las
,
han que
grandes ciuda-
Nilo, hállase situada sobre su orilla izquierda: en la derecha, algunas millas
DE LA CIUDAD DE AMON A LA CATAEATA
352
más
lejos,
hácia el Sur, levántase la aldea de el-Kab, con los restos de la antigua ciudad de
Necheb. Al parecer, y fundándonos en su antiguo nombre egipcio, explicado por vez primera por Dumiehen, de un modo que nada deja que desear, Esne parece haberse formado de Necheb, después de
la total
En
expulsión de los Hyksos.
donde se forma
efecto, Será, de
Esne, puede significar traslación de uno á otro lugar, y se explicaría teniendo en cuenta el emplazamiento que tenia en la orilla oriental del Nilo durante el antiguo imperio. No subsiste de
él
dado
más templo que una los egipcios
á Esne
sala hipóstila;
el título
de
A ni,
mas la
basta verla para comprender la razón de haber
Ciudad de
las
que en su recinto se encerraba, hallábase consagrado á
Nebuu, formada de
la
columnas.
la triada de
El santuario principal
Chnum
Chnum-Ra,
ó
de
Neith de Sais y de su hijo Kalii. Los griegos daban á Esne el nombre de Latópolis, del pescado latus, que recibia en ella
un
culto especial, hallándose también representado
en
las
v
los
monedas
del
nomo.
honores que se
mencionados en
la
Si este
animal sagrado
tributaban, no se hallan
le
gran sala hipóstila, no por esto
debemos sorprendernos, puesto que dicha
sala
simplemente una parte insignificante
constituye
sanctorum y
del templo: el sancta
las
cámaras que
y los pileos se hallan sepultados bajo las arenas, bajo el limo arrastrado por lo
las
rodean
los patios
,
inundaciones, bajo las mismas ruinas, pues
mismo
sobre la plataforma del
gran parte
las porciones
misma
Para descubrir seria, indis-
que yacen enterradas,
pensable destruir la
se extienden en
las calles de la ciudad.
sala
la
mitad de
hipóstila
Hasta
la población.
accesible
aún,
hállase
de barro y de las hierbas arras-
como incrustada
tradas por las inundaciones, hasta la altura de los en el bazar de esne
capiteles de las columnas.
después de habernos trasladado desde
A
ella
llegamos
al
cabo,
ciudad y de haber atravesado ésta en por medio de una callejuela cerrada: pertenece á la
el
puerto á
la
toda su extensión. Penétrase en ella administración de hacienda de la provincia, y se desciende al interior por medio de una escalera.
La
de columnas.
luz penetra en
Al
fin
la
misma por
los espacios
nos encontramos en medio de
que quedan libres entre la
sala.
Está intacta:
la el
primera
fila
efecto
que
armonía de
produce su esplendidez es indescriptible: sorprendiónos su grandeza y
la perfecta
cada una de las partes que la componen; la riqueza de
la infatigable actividad
la invención,
y
de los escultores que la han cubierto de inscripciones y de cuadros sin dejar en toda la pared una sola pulgada sin adornar. Veinticuatro columnas soportan los robustos sillares del arquitrabe y
las
macizas losas del techo.
Cada una de
ellas
mide once metros
treinta
DE LA CIUDAD DE AMOX A LA CATARATA
EGIPTO,
TOMO
II.
353
89
DE LA CIUDAD DE AHON A LA CATARATA
354
centímetros de altura, por cinco metros cuarenta centímetros de grueso, descansando sobre fuste cilindrico, completamente cubierto de inscripciones, se adelgaza
una robusta base. El
un poco en la parte superior, contribuyendo semejante elemento á su mayor esbeltez. ]\o hay un solo capitel igual, siquiera obedezcan todos á un mismo pensamiento y á la propia inspiración: una inmensa flor campanulada, á la cual sirven de adorno fragmentos de plantas,
ramas de palmera, racimos de uvas y de dátiles, troncos desprendidos de plantas acuáticas, hongos y hojas desecadas, de las cuales sólo se conservan los nervios, enlazados en forma de red, constituyen un conjunto encantador, maravilloso, del cual difícilmente puede formarse idea
no teniéndolo á
La mayor
la vista.
parte de esos capiteles son de diferente altura, y no
esta diversidad en nada se opone
obstante,
estético,
efecto
al
pues todas
las
que
fajas
terminan la parte superior del fuste y que sirven al parecer para sujetar el follaje, están construidas teniendo idénticas proporciones. El arquitecto á quien se debe esta sala, en la cual
cuando
mente
el sol
camina
arte de su país
el
dominaban aún en
al ;
ocaso penetran amplias fajas de luz, ha comprendido perfecta-
bien que sin olvidar las obras de los griegos que en su tiempo Xilo.
el valle del
Thutmosis
tolomáica
y terminada
que lleva
el
nombre
empezada á mediados de
emperador Decio, es
talladas
por los escultores sobre
cubren
la
pero
la
sala de columnas de
compensan con usura
singular
mención
el
La
por los emperadores romanos. del
el
más
habia fundado en Esne un templo
III
antiguo: la soberbia sala en que nos encontramos fué
época
la
línea de la sala hipóstila de E&ne,
última de las inscripciones jeroglíficas,
la
pared de un templo egipcio. Los innumerables signos que
Chnum-Ra, son
ricas en caprichos de
un género
especial,
trabajo que en descifrarlas debe tomarse el estudioso.
gran calendario inscrito sobre
el
revés de
la
parte anterior, por lo
Merece
mismo
que nos da á conocer todas las fiestas y todas las procesiones que se celebraban en honor de cha décimo del la triada de Esne, lo mismo en la ciudad que en los lugares comarcanos. El
primer
mes
nombre
significa el todo.
(Thot) se velaba
la
Nebuu,
estatua de la diosa
Esta costumbre nos recuerda
la
Neith de este nomo, cuyo
la inscripción
de la estatua de Athene
(Neith) de Sais, que según Herodoto, se hallaba concebida en los siguientes términos: »el
Todo: ningún mortal ha logrado aún levantar
el
Faraón cazando con redes, no sólo se encuentra en otros templos.
velo que
me
este sitio sino
El calendario de las fiestas de Edfu nos revela
lo
cubre.»
La
«Soy
figura del
también en Karnak y en
que significan estos cuadros
por la santidad del lugar en que se hallan: los peces, impuros símbolo de los pueblos aborrecidos que vivían en los países extranjeros,
sorprendentes á causa de naturaleza así
como
,
eran
el
los pájaros cazados con trampa, reproducen alegóricamente los malos espíritus.
Atravesamos el mercado y el bazar de Esne, para trasladarnos al barrio habitado por las ghawazi, sabedores de que no existe población alguna en Egipto en que más abunden las bailadoras, especialmente desde que Said-Bajá relegó al mismo todos los cantadoras
y
individuos de esta corporación, después de haberlos expulsado del Cairo.
Luqsor,
en Karnak,
acaso
hasta
en
fias
En Kene,
en
mismas ruinas de Karnak, en compañía de
extranjeros de distinción, amantes de contrastes y de inesperadas impresiones, casi en todas
DE la»
LA.
aldeas del Alto Egipto,
CIUDAD DE AMON A LA CATARATA
puede contemplarse
el
espectáculo
355
que ofrecen esas jóvenes
entregándose á la práctica del arte que profesan, y los músicos, que con sus orientales instrumentos, en la danza las acompañan.
Si
hemos de hablar francamente,
los
movimientos
rítmicos del cuerpo, los mesurados saltos, las vueltas rapidísimas, las inclinaciones, los gestos de tales bailarinas y las palabras de cuando en cuando pronunciadas por las cantadoras, sólo á medias habrían logrado satisfacer nuestro gusto occidental, acostumbrado á otras manifestaciones,
famosas en
este
áun cuando nos hubiese sido dable contemplar
género, es decir, las que no se encuentran ni en Esne,
alguna de provincia, sino en
el
las ni
artistas
más
en otra ciudad
Cairo.
MERCADO EN ESNE
Esne no es sólo morada de las ghawazi que por medio de la danza y el canto amenizan las reuniones de hombres v de mujeres ademas de esto es residencia de una antigua corpoi ación i
á la cual pertenecen los narradores populares.
y gg conservan religiosamente incomprensibles para
jóvenes á lo
las
cuales
el
En
el
seno de
ella
las dificilísimas reglas del arte del canto
europeo,
hállanse \mculadas y
punto méno& que
— a que se ajustan todos los cantores oiientales,
hemos escuchado en Kene, en Luqsor y en Esne. Será
esta
y
hasta la»
música todo
que en la desagradable que se quiera para nuestros oídos, pero es imposible desconocei que lanza del pecho una \oz entie nasal y gangosa,
série de intervalos musicales irregulares
inexplicable que terminan invariablemente en una larga y melancólica cadencia, hay algo de del espíritu. Hasta los fiagmentos paia flauta y claimete, y arrobador que llega á apoderarse
DE LA CIUDAD DE AMON A LA CATARATA
356 para, laúd
y kanun que
ejecutan las aficionadas, instruidas generalmente en la escuela de los
músicos cairotas, nos parecen soberanamente extraños; mas seguridad con que muchos de ellos ejecutan
á personas tan inteligentes como
vestidos de colores
chillones
y
el
al
doctor Spitta.
trajes
la habilidad de esas
gentes y
la
unísono, bastan hasta para causar admiración
ligeros,
Los gitanos cantadores y danzadores, que
se encuentran en los diferentes pueblos, y
compleque siempre afectan en sus cantos una gran pureza de pronunciación árabe están que tamente excluidos del trato de las gentes de buena sociedad: en cambio los cantores de la forman la clase más elevada entre los músicos de la capital, áun cuando procedan ,
media, son personas
muy
estimadas y llegan rápidamente á hacer pingüe fortuna.
Como en
DE LA CIUDAD DE ALTON A LA CATARATA
358
mujeres llevan gran ventaja á los hombres en número y en reputación, en el Europa, concepto de la buena sociedad. Las más distinguidas se llaman aicalim, en singular almea, la mujer instruida, que ha recibido educación. Por punto general su vida comienza en casa las
de una persona de calidad que las abandona, en cuanto se ha marchitado
el
primer frescor de
sus encantos: entonces adoptan su nombre, que conservan para sus conocidos, y se presentan
en público alcanzando
mayor
ó
menor
éxito.
y especialmente en las bodas: cantan en los
Son elemento indispensable en todas
hombres, pero ocultas detrás de un tapiz ó de los pliegues de una antepuerta.
han logrado hacerse una reputación, se
mente extraordinarias; cásanse, con
el
las fiestas,
delante de las mujeres y hasta delante de
harem
el
En cuanto
dispensan honras y consideraciones, verdaderaobjeto de tener un hombre que las proteja, y cuando les
frescura de su voz y la flexibilidad de su garganta, se retiran á la vidaprivada, donde acaban sus dias en medio del reposo y del aprecio universal. Si no logran
desaparecen
la
alcanzar un éxito brillante
deben contentarse con cantar en los cafés y vivir de las limosnas últimos años la más célebre de todas, era una mujer
,
En
de los concurrentes.
estos
verdaderamente notable, que se dio á
misma
sí
el
nombre de Almás
toca,
no podemos alabarnos de haber oido á
satisfacción, y
además
la
Diamante; pero
el
lo
que á nosotros
pintor Gentz
de dibujar ó retratar á la cantatriz. Según nos
la
diamante, cuyo
el
aleman Lorie. Por
retrato reproducimos del pintado para el vire y por el
ha tenido
dijo, la vio
esta
en una
Semioculta tras una cortina, sólo cantaba
reunión que se daba en la casa de un rico cairota.
fuego y pasión de su canto al compás del entusiasmo y de los frenéticos aplausos del auditorio. Xo nos sentimos con fuerzas para privar á nuestros lectores
algunas estrofas, creciendo
el
de la descripción del ingenioso Gentz:
» tercero,
embriáganos de amor con tu cariñoso
» brotando
de unos
mismos
» armoniosos trinos del
»la propia manera que
»que en medio
» llevada
el
demuestre su aprobación, exclamaba
éste;
aprendido este
perfecta
artificio del
deslumbradoras.
mi
que
al
un
par y
enamorada, los
Y
de
noche se pierde en lontananza, para comenzar de nuevo con
del
Almás suspendía
efecto
mismo Bulbul,
arrullo, llamóte
suspiros,» fué tan profunda
»
fueron
»
más
los
efecto, dijérase
gorjeo cadencioso de los cantores de la enramada.
sin
á intervalos su canto, al parecer
obedecer á regla alguna;
que en
el
la
como
ó del diamante, que
tórtola
mas en
realidad
auditorio debía producir; pues habia
no arroja continuamente sus
oir estas palabras:
Cuando comenzó de nuevo dejando
»
muchos
— Y en
arrullo.
ruiseñor trueca sus trinos entusiasmados en plañidera lamentación,
del silencio de la
conciencia
»lado, dejé oir
«Pasé á tu
enamorada, mas permaneciste sordo á mis
emoción, que al tocar á su término
oyentes que prorumpieron en sollozos...
la
apasionada romanza,
El entusiasmo llegó á su punto
Joven y bella, fijóse en un una pasión devoradora, y creyó que uniéndose á él por
elevado, cuando la cantatriz refirió la historia de su vida.
» persa, »
el
de la inspiración del momento,
» teniendo
» luces
te
labios, oíanse los arrullos seductores de la tórtola
ruiseñor,
brío y entusiasmo, la apasionada
»mavor
»
— «Dios
canta, ruiseñor de los verjeles, decía otro; tortolilla enamorada, interrumpía
» canta,
un médico, por
el cual sintió
medio de sagrado vínculo, experimentarla toda
la
felicidad del
amor. Mas «su dulce
DE LA CIUDAD DE AMON A LA CATARATA
359
» ilusión se hizo pedazos.»
»almea. Al presente
amor no
»y
el
Separóse de aquel á quien amara tan profundamente, y se hizo recuerdo de su primer amor llena su alma de tristeza. La melancolía
satisfecho son la fuente de
Los regalos preciosísimos que
se
donde brotan sus inspirados cantos.»
hacen á una cantatriz como
la
que nos ocupa, corren
parejas con los frenéticos aplausos que se la prodigan en este Oriente que es la tierra de la
Una
liberalidad.
á
distinguida señora de las márgenes del
Rhin
,
que tuvo
la
fortuna de oir
Almás en un harem, nos
decia que las
mujeres que
su auditorio,
constituían
le
habían arrojado sobre las rodillas,
á
y materialmente como
competencia
verdaderos
,
puñados de monedas de
oro,
sortijas, pendientes, ajorcas,
cuanto les venia á mano: una sola de sus sesiones le pro-
duce tanto ó más que á Patti
la
una función en nues-
No
tros teatros.
ménos
es
envidiable la fortuna de los cantores, pero es
más pasa-
jera que la de sus cofrades del otro sexo del
en
:
la
voz robusta
hombre, principalmente las notas
agudas y atipla-
das, no juega tan bien en la
música árabe como
aguda de
la
mujer.
la
voz
En cam-
bio la de los niños v de los «j
adolescentes ofrece
un en-
canto particular, de manera
que su canto es á veces preferido al de las mujeres.
ALMAS, LA CANTADORA ÁRABE DE MÁS FAMA
EN LA ACTUALIDAD
Las
gitanas (ghawazi) de Esne, son simultáneamente cantoras y bailadoras, haciendo muestra de sus habilidades ante los extranjeros, vistiendo colores vivísimos y luciendo joyas de oro.
Conten tanse con una pequeña recompensa, no se ocultan detrás de ninguna cortina, y no diré entusiasmo, sino ni arrancar muestras de aprobación á los
difícilmente logran causar,
espectadores europeos.
Y
sin
embargo, no es esto decir que sus cantares carezcan de
sentimiento y profundidad, y en algunas de sus danzas dan pruebas de
una
flexibilidad
DE LA CIUDAD DE AMON A LA CATARATA
360
extremada, desplegando una pasión
tal,
que sin oponerse á
la gracia, llega
á arrebatarlas en
De
ocasiones hasta los límites del furor, con notorio perjuicio de los encantos de la belleza.
cuantos músicos acompañantes hemos tenido ocasión de escuchar, uño solo ha logrado
impresionarnos hondamente: era éste un anciano tañedor de rebab, de Luqsor, pulsaba su pequeño instrumento con
tal
el
cual
habilidad y destreza, que cuantos europeos
le
escuchaban, unian entusiasmados sus aplausos á los repetidos ja-salam de sus admiradores árabes.
Un
rasgo hay que caracteriza hasta á los cantores y cantatrices más humildes, más acompañamiento para su voz que el son
es decir, á aquellos que no cuentan con
monótono y desapacible de
,
darabukka, y el palmoteo acompasado, y cuyas danzas, lejos de despertar sentimiento alguno agradable producen más bien una impresión de disgusto el la
,
,
un
y la facultad de apoderarse completamente del espíritu que se encierra en las escenas que deben representar. Los cual consiste en la posesión de
egipcios modernos,
en
lo
eminentemente músico: cantando;
la
música es
el
medida
instinto perfecto de la
,
cual se parecen á sus antiguos predecesores,
las clases obreras,
especialmente los marineros
son un pueblo
siempre trabajan
,
acompañamiento obligado de todas sus diversiones, y hasta de
las
narraciones del cuenta historias, en derredor del cual gustan sentarse, cuando han cesado los
rumores
del dia.
músicos, y se
Esos
los
artistas de
prima noche, pertenecen también á
la
corporación de los
encuentra delante de las puertas de los cafés, situados en tabladillos
cubiertos de tapices.
Ordinariamente son dos, uno de
valiéndose del rebab, especie de viola que se toca con
el
los
cuales
como
arco
acompaña
al
el violoncello.
de sus narraciones varía; pues también en esto hay modas en Egipto
narrador,
El asunto
como en Europa:
al
presente están en boga las leyendas caballerescas de Antar, Seif-el-Jezen y Abu-Zeid, leyendas
que ocupan
mos
el
puesto de los maravillosos cuentos de Scheherzad.
al lector á
¡Con qué placer invitaría-
escuchar con nosotros esos bellísimos poemas á los cuales presta color un
ambiente caliginoso y un cielo tachonado de rutilantes estrellas, ó á acompañarnos á las afueras de la población para contemplar con nosotros el espectáculo que todos los años en tal ,
dia
como hoy,
los del Cairo, al lugar
en que se celebra
muchachos que henchidos de gozo caballitos de
como á
aniversario del nacimiento del profeta, atrae á los habitantes de Esne,
se
madera de un ingenioso
tenemos para acompañar
al lector
la fiesta,
de
la cual
los columpios, ó
artificio!
Pero
el
á través del bellísimo jardín que rodea plaza del mercado.
la
debemos aprovecharlo para
amanecer del nuevo
el
Kab,
dan vueltas, montados en los
tiempo apremia, ni siquiera espacio
á los bazares; á las iglesias coptas; á
Necheb, hov dia
constituyen parte integrante los
mecen en
visitar, al
dia, los
es decir, la ciudad de la cual al parecer
Conseguimos nuestro intento ántes de
el castillo del virev;
Hase levantado
la salida del sol,
el
viento Norte y
monumentos de
ha
la
antigua
salido la actual Esne.
desembarcamos en
la ribera
derecha v corrimos á examinar los restos de la fortaleza de Necheb. Es un recinto cuadrado «J
del cual
puede decirse sin exageración que no tiene par, pues cada uno de sus lados mide
seiscientos cuarenta metros de largo, por once metros cincuenta de espesor, de suerte que
pueden pasar de
frente sobre estos
muros varias
carretas, del
mismo modo que
sobre la
DE LA CIUDAD DE AHON A LA CATARATA
361
CANTADORES CALLEJEROS EGIPTO,
TOMO
II.
91
DE LA CIUDAD DE AMGN A LA CATAS ATA
362
calzada de un camino reales palacios
Detrás de él y á cubierto de todo ataque levantábanse templos y hoy totalmente destruidos, y en él abroquelados, podian encontrar asilo seguro millares de egipcios en la hora del peligro. real.
Los
ladrillos sin inscripciones de
mado
muro
el
exterior,
época de su construcción
la
el-Ivab es rico en
que
que está for-
no pueden revelarnos ;
pero
el valle
monumentos que nos
de
dicen
antigua Xeeheb existia ya en tiempo de
la
los constructores de pirámides, siendo célebre
por
el
santuario de la diosa del Sur, con cuyo
nombre
se distingue.
Una
excursión al Este, hácia
la
montaña
arábiga, proporciona abundante cosecha para
amigo de
el
que para
el
antigüedad, del :
mismo modo
en parte alguna del valle
hemos podido contemplar
del Nilo
sobre
fósiles
la
geólogo
tantos restos
la superficie del suelo,
y pocas
ruinas nos han proporcionado un tesoro
más
rico de inscripciones importantísimas. Estas se COLUMPIO
encuentran sobre los denudados flancos de dos eminencias peñascosas; sobre pequeñas construcciones en forma de templo, que no carecen de valor para la historia del arte; y un poco interés.
La
capilla cúbica
que
el
dios-luna Thot es pequeñísima:
más
lejos,
gran Ramsés dedicó
al
templo levantado en
el
el
en diferentes tumbas del mayor
IV y su hijo Amenofis III emla columna poligonal de diez y
desierto en que Thutmosis
plearon por vez postrera seis lados,
adornada como en Der el-Bachri con
la
máscara
de Hathor, es relativamente pequeño. Este motivo de decoración tan frecuente en Denderah, sólo volvió á tomarse en
tiempo de los Tolomeos, después de muchos siglos de haberse abandonado: todavía volvió á modelarse, con ligeras modificaciones, para hacer lo que se ha llamado columnas
con capiteles de Hathor. Entre
el
pequeño templo de
nastía décimaoctava y la capilla de
Ramsés
II,
la
di-
levántanse
en los mismos límites del desierto dos colinas de rocas
desnudas, sobre ó
las cuales
ménos rudamente
contemporáneos de calcos,
no obstante
han trazado
ejecutadas, los el
inscripciones,
más
centenares de egipcios,
constructores de pirámides.
De muchas
caballitos del tío vivo
de
ellas
logramos sacar
tempestuoso viento que se oponía á nuestra tarea.
Resulta de
DE LA CIUDAD DE AMON A LA CATARATA ellas,
que desde esos remotos tiempos
el culto
de
blanca Xecheb, ó
la
diosa de la Luna, atraia á estos lugares numerosos peregrinos, astro de la noche, hacían en
el
echamos una ojeada sobre
templo abierto en
el
363
desierto ofrendas en la
más
que á
bien la luminosa la
suave luz del
honor de los muertos.
peña por
el
tercero de los
De regreso Ramsés y
decorado nuevamente por Tolomeo IX Physcon, y después exploramos la línea de las tumbas al Nilo, abiertas para los miembros, hombres y mujeres, de una gran familia, que
que miran durante
servían á Necheb en calidad de sacerdotes y sacerdotisas, y
la paz,
al
Faraón como
preceptores y nodrizas de sus hijos, y en tiempo de guerra se distinguieron en los batallones de tropas escogidas
que libertaron
De
esto
Egipto de
el
dominación de
la
Hyksos.
los
no puede dudarse en
manera alguna, especialmente por al capitán
lo cjue se
de navio
refiere
Ah admes,
de Abna. que bajo
hijo
dominio del primero de reyes de aquel tió
al
nombre
el
los
asis-
asedio de Aoaris, la
fortaleza
de
enemigos,
los
distinguiéndose tan especial-
mente durante todo el curso de la guerra de la independencia, que mereció las
más
honrosas distinciones, según en otro lugar dejamos referido.
La
inscripción fúnebre
de su padre Abna nos revela
que en su tiempo
el
Egipto se
vio desolado durante
probar v no
á consecuencia de
sin visos
Las
la
plaga del hambre.
H. Brusgch ha pretendido
de razón, que este tiempo de miseria coi responde a los siete anos de
escasez, de los cuales Josef, del Faraón.
FELAH, NATURAL DE EL-KAB
muchos
años, achu rompitu,
demás
el hijo
de Jacob, supo tan hábilmente apiovecharso en beneficio
siringes de el-Kab pertenecen en su
mayor
parte á funcionarios de
grandes haberes, enlajados por estrecho vinculo de parentesco con el capitán de navio A^bna. Vense en ellas gran número de interesantes escenas referentes á la vida privada de los antiguos egipcios, entre ellas un cuadro que representa del cual se lee
aun el
trillaban el trigo.
estribillo
Esa muestra
que
los
la recolección
de
la
cosecha, al lado
campesinos solian cantar en tanto que
los
bueyes
de poesía popular egipcia encierra ya las asonancias casi
DE LA CIUDAD DE AMON A LA CATARATA
364
rimadas, de que se valieron oyentes.
Es curioso
más tarde
enterarse por
los poetas sacerdotales para cautivar la atención de sus
medio de
las inscripciones contenidas
en esas tumbas, de
Necheb criaban numerosas piaras de puercos, por lo mismo que desde que aversión unos animales los tiempos más remotos los súbditos de los Faraones miraban con particuque eran considerados como el prototipo de la impureza. Herodoto nos explica esta los sacerdotes de
lunar de laridad, diciendo que se sacrificaban los cerdos á Selene, es decir, á la diosa
en
el
momento
según
el
Nada cuenta
del plenilunio.
testimonio de los
monumentos,
los egipcios creían
de puerco, procura sorprender la luna llena con
semejante animal en
las
Necheb,
respecto del origen de semejante costumbre: pero
el
que Seth— Typhon, bajo
propósito de devorarla.
forma
la
El sacrificio de
noches del plenilunio expresaría por simbólica manera
el
deseo que
FELÁHES COMIENDO
noche en tenían los fieles de causar daño al adversario de la luna, y de ayudar al astro de la su lucha contra
el
enemigo.
transformación completa dios solar jefes los
Después de
el culto
la
expulsión de los Hyksos experimentó una
de Necheb-Selene:
Antón de Tébas, conducido realmente á
la
diosa lunar habia, lo
Faraones educados en Necheb. En consecuencia
dioses, así
como Necheb
forma de buitre sobre
la
el
mismo que
la victoria al ejercito libertador,
Amon
ganó
el título
el
con sus
de rey de los
de diosa de la victoria: por esto la ventos revoloteando bajóla
cabeza de los reyes que marchan al combate, ó que realizan
solemnes ceremonias. Protégelos con sus alas extendidas, y no sólo á ellos, sino también á los demás mortales, especialmente á las mujeres, á las cuales presta poderoso auxilio, en aquellas circunstancias de la vida
en que
las
mujeres mayor apoyo han menester.
En
este
EGIPTO.
TOMO
II.
92
DE LA CIUDAD DE AMON A LA CATARATA concepto
la
distinguen los griegos con
el
nombre de
Eileithya,
367
así
como en
el
Norte tienen
y y así como ésta se confunde cón Isis, aquélla está indentificada con Hathor. Un feláh muy cargado de años, y los muchachos que guiaban los asnos que les alquilamos, auxiliáronnos lealmente en los trabajos que practicamos en el-Kab, siendo en verdad espectáculo divertido el que ofrecían esos rapaces por protectora á Buto, en
el
Sur
la tienen á ella,
corriendo como galgos tras los pliegos de papel que el viento arrebataba de nuestras manos. Antes de partir á Edfu, no obstante mis repetidas excusas, me vi en la precisión de
acompañar á su casa
anciano, que se
al
Encontré á
hijos enfermo.
la familia
empeñó en que
ocupada en vaciar
viera y curara, el plato
si
podía, á
que tenia delante:
uno de sus el
paciente
estaba medio ciego, y para curarle habíase suspendido de su turbante, por medio de hilillo,
una moneda que iba como péndulo de un lado á
otro, tocando
con
más
un
frecuencia á su
nariz que á sus ojos.
Edfu
una
unos veinte kilómetros de el-Kab llegamos á dicho punto después de
se halla sólo á
:
travesía de algunas horas.
cidental del Nilo, en
aldeas y lugares,
medio de
en un país
rico y bien cultivado.
En
estos
sitios, la orilla oriental del rio,
á
causa de su elevación, no
puede
ser alcanzada
inundaciones,
por las
como no
sea en
algunos puntos, y por consiguiente el terreno está muy TUMBA DE UN JEQUE
poco desmontado. allá se distingue
de un jeque.
Sólo aquí y
un campo verde, una
Desde gran
aldea, ó
muy
cerca del ribazo, la cúpula de la
distancia empiezan á distinguirse los elevados píleos de
soberbio: para llegar á ellos, fuénos preciso andar
como un cuarto de hora, desde
que desembarcamos. Hace pocos años aún, este santuario era de se habian alojado en las salas
y en
los patios,
y hasta en
inmundicias obstruían las cámaras y los corredores. practicara en él
donara
el
una limpia general. Lanzóse
la pollada
difícil
tumba
un templo el
lugar en
acceso: los feláhes
las azoteas,
y
la
arena y las
Mariette alcanzó del Lrev que se
de estorninos del nido que aban-
halcón, proporcionándosele nuevo domicilio en la campiña de Edfu, y limpióse
templo de Horo con tan buen éxito, que hoy por hoy constituye
el edificio
el
más completo,
mejor conservado y mejor guardado de todo el Egipto. Puede afirmarse sin la menor exageración, que si los sacerdotes de Edfu salian de sus tumbas, con sus ornamentos sagrados, para servir de nuevo á los antiguos dioses lanzados del '\alle del Nilo, encontrarían sus respectivos aposentos, las criptas y las escaleras que dejaron hace más de diez y seis siglos.
Los servidores de
la divinidad,
sin necesidad de
remover una sola piedra, podrían
DE LA CIUDAD DE AMON A LA CATAEATA
368
recorrer en solemne procesión,
siguiendo
el
acostumbrado,
itinerario
los aposentos
durante tanto tiempo han permanecido sin las imágenes que les comunicaban
la
que
conside-
ración de lugar sagrado; y dado que durante su largo sueño hubiesen llegado á olvidar el las inscripciones, admirablemente conservadas, revelarían á
destino de cada una de las salas
,
nueva
aquellos de los que, vueltos á
comprendieran
vida,
los jeroglíficos, el objeto á
que se
hallaban destinadas las diferentes habitaciones. Edfu es preferible á Denderah, tan perfecto es
el
estado de conservación en
que
pues en tanto que en ésta han desaparecido
se encuentra;
uno de
todas las partes exteriores del templo, excepción hecha de
han padecido daños
El santuario de Edfu estaba dedicado
su padre, egipcios,
bien
malvado Seth-Tvphon. El
al
los pileos,
en aquél sólo
insignificantes.
gran dios Horo, que destruyó, por encargo de
al
sitio
en que se levanta, llamóse, pues, por los
Hut, del nombre del disco solar alado, símbolo de Horo, ó
sitio
de Horo y también
ciudad de
trono de su padre Osíris, y por último
luchando bajo vesado (tebu)
la
Horo
al
lugar en que Typhon,
forma de un hipopótamo, fué decididamente atra-
por
1
de
la elevación
el
la lanza.
En
efecto:
en Edfu tuvo comienzo la
guerra de los dioses, habiéndose
dado en
el
mismo
talla decisiva.
primera ba-
la
Los griegos com-
pararon á Horo con su Apolo, el
dios de la luz ó del sol, y
en
consecuencia distinguieron con MONEDA DE BERENICE
nombre de Apollinópolis,
el
ciudad consagrada á dicho dios.
El santuario principal, en
el
la
cual
en este momento nos hallamos situados, parece ser de fundación anterior Ptah el más antiguo de los dioses, lo construyó acaso :
,
para Ra: y
mosis los
III,
más
PLANO DEL TEMPLO DE EDFU
duodécima dinastía y Thut— conservación de los cultos que en el mismo
tarde los reyes de la
velaron para la
persas subsistió igualmente
el
venerable edificio;
mas en
la
se practicaban.
Bajo
época de los primeros
Tolomeos, fué indispensable levantar en su lugar un nuevo santuario. El tercero de los Lágidas, Evergetes I, al cual se nombra generalmente acompañado de su esposa Berenice
,
dió
comienzo á
la
nueva construcción
,
que terminó
ochenta años, en tiempo de Tolomeo, Dionisio ó Auletes, padre de
la
al
cabo de ciento
última Cleopatra, en
el
año 57 ántes de Jesucristo. Dos gigantescos pileos precedidos de obeliscos, ante los cuales se veian elevados mástiles, que hace mucho tiempo no existen, en cuyos topes en los días festivos izábanse estandartes
sus enemigos, era
i
De
lo
que adornaban
la
imágen
primero que se ofrecía á
tebu, atravesamiento, resulta el copto cubo,
y de
esto el árabe
la
Edfu.
del
Faraón, representado vencedor de
mirada del que se
dirigia á visitar el
DE LA CIUDAD DE AMON A LA CATARATA
370
En
santuario.
cuanto habia atravesado la puerta, cuyas hojas estaban hechas de planchas
de cobre, penetraba en un vasto peristilo rodeado por tres de sus lados de corredores con
columnas, y en el fondo del cual levantábase la gran sala hipóstila. En ella no podía penetrar mirada alguna profana, pues como otras tantas barreras lo impedían las paredes levantadas en los intercolumnios en que terminaba por
según claro
da á entender
nombre que
el
En
lado del peristilo.
este patio,
y se exponían á la veneración de los fieles la imágen del dios y las urnas sagradas. El templo propiamente dicho por su disposición y decoración interior se parece bastante al de Denderah sólo que lo
el
lleva, tenia lugar el sacrificio,
;
así
como en
éste el dios principal es
Hathor, en
el
nombre
de Edfu es Horo, cuyo
repetido en todas partes por medio del milano, que es
el
animal que
se halla
estaba consagrado.
le
Las innumerables representaciones de dicha ave, ora por medio de esculturas de granito, ora por medio de cuadros de relieve, y siempre por medio de signos gráficos, no pueden de llamar la atención: nadie puede contemplar, sin
sentir
ménos
una especie de simpatía,
los
hermosos gavilanes de soberbio plumaje y fiera mirada, tan abundantes en Egipto, que todos los dias contemplamos posados en las cornisas que coronan las columnatas de los patios, ó revoloteando en amplísimos giros sobre las elevadas torres que flanquean
La
la
por diez y ocho columnas: sigue
nombre de Sala esplendorosa de
la
ofrenda, y después la Sala del centro, llamada por otro
que era indispensable atravesar para llegar
inmenso de pórfido
gris,
al
nombre Sala de descanso de
santuario (Plaza Mayor).
y fué transportado á Egipto por
el
monolita que
al decir
de Herodoto,
el
Recuerda
el
sillar I,
que
la capilla
Faraón Amasis hizo conducir de Elefantina á Sais por
esfuerzo reunido de dos mil hombres, y que sin
segundo santuario, menor que
los dioses,
Fórmalo un
rey nacional Nectanebo
reinaba en dicha comarca en tiempo de la dominación de los persas.
el
entrada.
nombre de Sala Mayor, y su techo estaba sostenido á la misma un prosecos de doce columnas que lleva el fiesta. Seguía en pos de ella la Sala de la mesa de la
sala hipóstila llevaba en Edfu el
embargo quedó fuera
primero, hállase situado detrás de éste
:
El
del templo.
llamábase
el
Mesen
concepto de vencedor de Typhon. La mayor y estaba dedicado especialmente á Horo en el parte de las cámaras que se encuentran en derredor de las que dejamos mencionadas
últimamente, están consagradas á sendas divinidades: otras habia destinadas á
la práctica
de
determinadas ceremonias, y en otras finalmente se guardaban las estofas, el mobiliario y el tesoro del templo. Las inscripciones del laboratorio y de la pequeña biblioteca son de un elevado interés científico: apoyábase ésta en la fachada del edificio, abría á la derecha del visitador
que entraba y estaba llena de
correspondiente de la izquierda,
el
rollos de
pergamino y de papiro. En la cámara el agua bendita y el
rey debia hacerse purificar con
perfume del incienso por dos sacerdotes, ántes de pasar más adelante en las bóvedas sagradas. En Edfu como en Denderah, encuéntranse dos escaleras, una recta, otra de caracol, que conducen á la azotea:
en Edfu como en Denderah, todo, hasta
insignificante, se hallaba cubierto de cuadros é inscripciones, las
el
lugar
más importantes
más
de las
cuales contienen la historia de la guerra de los dioses, trazada sobre los hermosos sillares que
DE LA CIUDAD DE AMON A LA CATARATA forman para
la fachada interior de la pared de cerca, las listas de los
371
nomos que
tanto
han servido
exacto conocimiento de la geografía del antiguo Egipto, y los calendarios de las
el
fiestas.
En
el
extenso texto de la guerra de los dioses refiérese
dios de Edfu, llamado Hor-hut, emprendió la
el
su padre Ra-Harmachis
1
batió en diferentes encuentros
le
y
muy
al
pormenor
la
manera como
campaña contra Seth-Typhon, por cuenta de que tuvieron lugar en distintas
y hasta en las lejanas costas del Mediterráneo. Thot, respecto de Ra, debe considerarse ocupando el segundo lugar; Thot, la inteligencia, el Logos de las épocas
localidades de Egipto,
impone á cada campo de
posteriores, sirve de consejero al dios é
que encierra un sentido místico. La primera batalla tuvo lugar en principio de la acción,
Buto,
la diosa del
piente urea cuyo veneno
la
un nuevo nombre, de Edfu: desde
el
forma de
Sur, y la ser-
mata instantáneamente. Seth
quedó completamente destruido por sario, y
la diosa del
Norte, ambas bajo
nomo
disco solar alado, á derecha é izquierda del cual
Horo mudóse en
levantábanse como auxiliares Necheb,
batalla el
este extraño adver-
en memoria del triunfo alcanzado por Horo bajo
esta figura
,
dispuso
Ra
que
disco solar alado se colo-
el
cara en adelante en todos los sitios en que se honrara á divinidad, á fin de tener alejado
la
medio,
puertas de los templos: en grados, en los sarcófagos las estelas funerarias,
disco protector,
Horo,
ellos,
por
tal
entrada de todos
,
el
,
disco alado
es únicamente en las
muchos
otros lugares consa-
en
el interior
de la cintra de
por ejemplo, contémplase también
empleado contra
dios luminoso, que vuelve á
cuanto está muerto.
el
Y no
puesto á guisa de talismán.
el
de
maligno. Thot puso en ejecución dicha
y esto explica que encima de la lugares sagrados de Egipto se vea
orden los
el espíritu
los
enemigos de
nueva vida todo
Seth-Typhon había adoptado para
MILANO DE EGIPTO
la lucha la figura de
un hipopótamo,
contemplado con horror en Edfu, en cuyo se explica que semejante paquidermo fuera
y así templo se adoraba religiosamente, Hut. Hathor, un Horo que reunía
al lado
de las formas secundarias del ciclo divino de Hor-
dos países, y Ahi, dios del amor. Los calendarios de muy interesantes relativamente al culto que se las fiestas de Edfu proporcionan noticias designan las calles que debían recorrei prestaba á este inmortal: enumeran los dias festivos; los
pompas solemnes; y nos revelan en qué consistian los sacrificios que se Además del pan, el vino, la cerveza, los bueyes, los sobre la mesa de los dioses, de la propia manera que deponían se ordinariamente gansos, que
las procesiones
y
las
ofrecían con motivo de cada festividad.
1
realidad no es El dios solar es aquí sustituido á Osíris, pues en
nombre de alma de Ra.
más que
la
encarnación terrestre de Osins, a la cual se da a veces
el
DE LA CIUDAD DE AMON A LA CATARATA
372
en Necheb, debían deponerse puercos, hechos pedazos en
una concepción
virtud de
á esta semejante, en
una
fiesta
el momento del plenilunio, y en determinada, era preciso sacrificar
un jumento, animal consagrado Tvphon. visita
A
menudo
que
se hace
la
época de
dia del novilunio'; la
la
dios de Edfu,
el
pudiendo hasta indicar
Uno
Apolinópolis.
de
los
el
templo
dioses
Edfu, Horus, que reunió los dos países,
Sam-toom,
le
ciclo,
en
el
mes
también, en
Lo que
lo
ocurría entonces con motivo de esa
encontramos consignado en
el
maligno
el
compa-
Hermosa
de Paschons, precisamente, dia en que tenia lugar el fiesta de viaje
calendario de las fiestas con los detalles
El dios permanecía cinco dias junto á Hathor, con del
devolvía la visita en
de
Hor
de las divinidades secundarias de su
ñía
novilunio.
la
crecida del Nilo, el
puerta por la cual penetraba en
de
Seth-
Hathor de Denderah hace
la
anualmente á su consorte durante
á
mención de
el
objeto,
más
á Denderah minuciosos.
en su calidad de destructor
espíritu, de
aniquilar cuanto había
de malo en de la diosa.
el
dominio
Como en
todas las circunstancias felices,
música y
la
el
canto embellecían esta
mu-
fiesta
como
chas.
Sabemos que
maestro de
otras
el
capilla del
templo estaba obligado á tocar de
cuando
el
cuando en
arpa en pre-
sencia de Hathor.
En
determinados dias desembrollábanse los libros MUSICOS DEL ANTIGUO EGIPTO
sagrados; en otros los fieles
cogian y comian ciertas hierbas; en otros, finalmente, llenábanse ciertas prácticas
solemnes que se referian á Fácil
es
imaginar
manera que
el
prescribía
la crecida del
efecto
Nilo y á
la
que debía producir
recolección de los frutos de la tierra. el
magnífico
templo iluminado de
la
una antigua disposición, que recuerda involuntariamente aquella
DE LA CIUDAD DE AMON A LA CATAEATA
373
Fiesta de las lámparas durante la cual los de Sais, en honor de Neith, hacían dia de la
noche.
No un
sin pesar
tesoro punto
tuvimos que separarnos de este suntuoso templo, cuyas inscripciones forman
ménos que
y hasta años. Tributemos,
inagotable, sin
el
estudio de las cuales exige no
momentos, sino
embargo, un postrer homenaje de gratitud á
de Mariette y á la liberalidad del
jetife
Ismail, merced á los cuales se
dias
los trabajos
ha logrado limpiar
LECTURA DEL CORAN EN UN ANTIGUO TEMPLO EGIPCIO
que en sus perfectamente este edificio soberbio, y han sido lanzados de él los feláhes los antiguos dioses el á devuelto ha se Actualmente establecido. habian se departamentos local
La
en que los musulmanes se reunian para escuchar
necrópoli de Edfu no se ha descubierto aún
mantiene oculta á cubre.
las
Una mirada EGIPTO,
TOMO
II.
al
miradas del investigador
mamisi y á
las fuentes
:
la
la
voz del jeque que les
leia el
hallábase al Oeste de la ciudad
;
Coran.
mas
arena del desierto que completamente
sagradas que se distinguen junto
al
94
la la
templo
DE LA CIUDAD DE AMON A LA CATARATA
374
de Horas, y después en lancha al Xilo, donde nos espera la dahabijeh, al lado de un barco
que están cargando de trigo
los feláhes,
distingue la madre, que es realmente
Xo
y de una familia de gitanos ambulantes, en
bien emprendida nuestra peregrinación hácia
para desembarcar en
la
R°j°> y visitar
el
el
el
Sur, habríamos querido interrumpirla
camino antiguo que á través
pequeño templo que
Seti
templo en cuestión nos pone
La más importante
al corriente del
buen
el
camello
conduce hasta
del desierto
hizo construir al lado de
I
perforar en provecho de los sedientos viajeros.
adornan
el
ribera oriental, junto á Radesije , ponernos á horcajadas en
de cualquier ababde, seguir
la cual se
una mujer soberbia.
el
mar
un pozo, que mandó
de las inscripciones que
éxito que tuvo esta importante
BUQUE CARGADO DE TRIGO
empresa; consignando que
donde brota
el
el
agua corrió con tanta abundancia como en
Nilo en la primera cascada cerca de Elefantina.
expresa la idea de cavernas se pronuncia kerti ó kerker, de al llegar los
su
silsüe,
la
montaña de
la cual
La
las
procede
la
copta
árabes á los pasos del Xilo que llevan este nombre creyeron ver en
cadena, cuyo
sitio
avistamos
la cadena, se halla situada
orillas del Xhlo hállanse
en este lugar
antiguamente una cadena
(silsile)
al
cabo de una corta travesía.
algunas millas
muy
al
cavernas de
palabra egipcia que
Sur de Radesije:
sfelsjel,
él la
Gebel las
y
base de
Silsile, la
escarpadas
cerca la una de la otra, y según se cuenta, existió
que, enlazándolas, impedia
indudable que la tradición debe su existencia
al
el
paso por
nombre antiguo; mas
el
el
mismo. Es
aspecto del sitio
le
DE LA CIUDAD DE AMON A LA CATABALA
GITANA (GHAWAZI)
375
DE LA CIUDAD DE AMON A LA CATARATA
376
comunica un carácter de verosimilitud por demás marcado. El
rio se precipita, rápido
y
oponen á su paso, que en una y otra orilla, lo mismo arábiga, son de un hermoso asperón amarillo y fino, completamente
furioso, entre los peñascos que se
en
la líbica
que en
la
distinto de las formaciones calcáreas
y cretáceas, que hasta
de contemplar en las elevadas laderas que ciñen de fijarnos en
el
hecho de que en
la
el valle.
Y
el
hemos
presente
sin
tenido ocasión
embargo, no hemos dejado
construcción de las partes
más importantes de
los
templos, especialmente las que debian hallarse expuestas directamente á las influencias del aire, empleábase,
mente
idéntico al
Paseémonos por
no
la calcárea,
que vimos á derecha
sino
el
asperón, y un asperón por cierto completa-
é izquierda del rio,
en los bordes de Gebel
Silsile.
ribera líbica y después de haber salvado el estrecho seno del Nilo,
la
dentro del cual corre con desusado ímpetu, desembarcamos en la orilla izquierda, y trepando de peñasco en peñasco al través de senderos espantosos, alcanzamos la falda de la montaña
que limita
la
orilla arábiga.
Aquí pudimos convencernos desde luego de que cada uno de
bloques de asperón de que se ha echado
los
templos, para erigir los
más
mano en
el
país
mundo más
del
en
rico
gigantescos de cuantos santuarios se conocen, ha sido cortado,
por los canteros de los Faraones, de estas amarillentas colinas, que al presente semejan la
vacía
corteza de
viéndose todavía
las
al lado
granadas de las cuales se han arrancado los apretados granos, de éstas, otras granadas en
habido aún quien haya llevado
la
número
prodigioso, á las cuales no
inmenso, distinguiéndose perfectamente todavía, no obstante
los siglos transcurridos,
marcas que usaban
las lisas
Las
ha
El número de aposentos abiertos en las canteras es
mano.
grabadas sobre
los habilísimos trabajadores,
superficies de las cuales fueron desprendidos los sillares, son tan lisas y unidas,
parece sino que en aquel tiempo se poseía
el
las
paredes de aquellos.
secreto de ablandar la roca.
Añádase á
que no esto
que
instrumentos que se han conservado hasta nuestros dias y por medio de los cuales podemos formarnos idea del procedimiento empleado por aquellas gentes en tan remotas los
edades, son todos de bronce y en manera alguna de hierro ó acero, y no se comprenderá
cómo en
se las
ello,
componían para semejantes labores. De nosotros podemos decir que no damos
presumiendo, sin embargo, que tenían herramientas é instrumentos de dichos
metales, que
el
paso de los siglos ha destruido
más
fácilmente que
el
cobre puro ó mezclado
con zinc.
La
ciudad á
Ghennu,
el
la cual
pertenecían dichas canteras, llevaba en lo antiguo
vado: hallábase situada sobre la ribera derecha, así
buques de carga debian acodararse. En
la orilla occidental,
como su
el
nombre de
puerto, en el cual los
al lado de
pequeñas canteras,
encontrábase la necrópolis, con algunas siringes y muchos edificios consagrados al servicio de los dioses, pues el estrecho paso era considerado como una puerta, por la cual el rio, que llevaba en
Nubia fiestas
al
Chennu
(Silsile) el
nombre de Agua
Egipto propiamente dicho, motivo por
santa, ó el
Agua
pura, penetraba desde
la
cual habíanse establecido aquí grandes
en honor del Nilo, depositándose sobre sus altares multitud de variadas ofrendas.
Adosadas á
la
orilla
occidental
levántanse todavía tres estelas,
en
las
cuales diversos
G
I
PT O
Vista pe FilĂŠ
DE LA CIUDAD DE AMON A LA CATAEATA t araone» hicieron grabar diferentes al
himnos
fondo y á la forma dice relación.
al Nilo,
no
muy
377
distintos entre sí, por lo
Las mejor conservadas son
las debidas á
que
Ramsés
II
LAS ESTELAS DEL NILO, CERCA DE GEBEL SILSILE
y á su loto del
hijo
Menephtah
mejor
estilo
EGIPTO.
TOMO
I;
se hallaban encuadradas entre
columnas con capiteles de
encorvada, en medio de y coronadas por techo de cornisa
la
EL NILO EN GEBEL SILSILE II.
flor de
cual extiende
95
,
DE LA CIUDAD DE AMON A LA CATARATA
378
sus alas protectoras un bello disco solar. inspiración
abundancia,
poética. la
bendición,
digno por Anana,
el
más
El himno que en ambas se lee, encierra profunda
rio sagrado como padre de los dioses, como la proveedor del Egipto. Este bellísimo canto fué considerado distinguido de los poetas de la casa de Ramsés, después de Pentaui
Invócase en
él
al
el
en un rollo de papiro. de dar materiales para un nuevo himno, que nos ha sido conservado nos proporciona la lectura de la poesía, encontramos preciosas
En
él,
además
del placer
que
indicaciones respecto de la época en que el Nilo
tiempos antiguos.
una
capilla
Un
más
poco
al
Norte, y junto
cuya belleza es incentivo para
las visitas de inteligentes
preciado ornamento de la misma, para éstos
Horo entrando en su del
comenzaba á crecer y menguai en los extremo de la ribera escarpada, existe
al
el
son y profanos; pues el cual se ve el íey
bajo— relieve colorido, en
patria vencedor, conducido en
una magnífica
reino, después de las victorias alcanzadas sobre los
son para aquellos las numerosas inscripciones,
liteia poi
lo*
enemigos del Sur,
todas importantísimas,
así
magnates
como
lo
correspondientes
escrituia demótica. á diferentes épocas, trazadas con jeroglíficos, ó con caractéres de ribeia, cuajada Gebel Silsile, encontramos completamente desierta la
Al desembarcar en peregrinos. Al cabo de mucho en otros tiempos de obreros activos, marineros, sacerdotes y tiempo, atraídos por
el
costa arábiga, primero se diferenciaban
la» cantera^ de la pabellón de nuestra dahabijeh, aparecieron junto á más tarde dos hombres harapientos, cuyos rasgos mujer feláh
una
mucho de
y
los de
los egipcios.
Eran individuos de raza be & a, ababdes,
pertenecientes á esas familias que renunciando á la vida
nómada en
el
desierto arábigo,
pueblo, el to-bedijawije, hablan un establécense en el Egipto, y en lugar del idioma de su algunos de esos hijos de la natuá ya encontrado habíamos Radesije En perverso. árabe conocerlos en su estado salvaje Para raleza, domesticados y privados de su originalidad. patria: sólo así, en nuestra época su desierto, el en buscar á irlos indispensable es primitivo, que era la vida humana en aquella» culta, puede formarse una idea aproximada de lo
remotas edades en que
el
hombre, por hallarse más cerca de
la naturaleza
que
al presente,
idilios, y que sólo puede exLtir gozaba esa felicidad tan encomiada por los cantores de en la cual apénas si desea otra miserable, estrecha condición en una hombre y viviendo el precisas atenciones. La raza más sus llenar cosa más que lo absolutamente indispensable para tiene, como no »ea en medida muy esto ni que decirse puede ocupamos, nos cual bega, en la las costas en que se halla establecida, estrecha: por lo mismo que las montañas, los valles y ardientes y estériles del desierto regiones las á pertenecen mar Rojo, el Nilo el entre y un estudio atento y detenido, ha de embargo sin arábigo. Esta comarca miserable, y digna
tiempos, por G. Schvveinfurth, y descrita sido recorrida en todas direcciones, en estos últimos
con mucha minuciosidad por
y
naturalista,
este
el
Koser como médico doctor Klunzinger, que pasó seis años en En las breves indicaciones que de
en su obra titulada Cuadros del Alto Egipto.
admirable rincón del
mundo pongo
á continuación, he aprovechado
mucha»
de
la.,
á este eminente AÍajeio, que inéditas noticias contenidas en el rico tesoro de apuntes debidos su mayor parte, generosamente ha puesto á mi disposición.
todavía en
DE LA CIUDAD DE AMON A LA CATARATA
MUJER FELAH
379
DE LA CIUDAD DE AMON A LA CATARATA
380
La montaña
oriental del Nilo,
que ya en tiempo de Herodoto llevaba
el
nombre de
Arábiga, ha sido formada principalmente por un alzamiento de rocas primitivas, granito, sienita, pórfido, diorita y pizarra
micácea de color más ó ménos sombrío. Hácia
macizo se enlaza con
Alpes de
los
la
el
Sur, ese
Abisinia: por
el
Oeste ha sido separada violentamente de los levanta-
mientos idénticos del Sinaí y de la península arábiga, merced á la formación de la inmensa cuenca que llena
hoy la
mar
el
En
Rojo.
este núcleo ó
nudo, ha cortado
naturaleza innumerables cordilleras de montañas
enrevesadas y tortuosas, y valles que se confunden entre
sí
como inmenso
laberinto,
unas veces suma-
mente prolongados, con frecuencia
muy
De cuando en cuando interrumpen las
líneas picos
aislados
profundos.
de improviso
y enhiestos, que á veces
alcanzan una altura que ño baja de diez mil metros. El país, en toda su extensión, es sumamente rico en bellezas
en montañas de formas pinto-
naturales,
enormes muros de peñascos de deslum-
rescas, en
brantes colores, bizarramente jaspeados. ACACIA SEYAL
desnuda de
estos lugares de toda capa de tierra
,
la
roca,
La
belleza
completamente desprovista en
de toda veladura de humus, aparece aquí en formas
en perfiles enmarañados y retorcidos,- en todas partes en la plenitud de su originalidad primitiva. Ni falta completamente el adorno que comunica la vida suaves y redondeadas,
allí
— muy raramente, es — densas nubes que llevan
orgánica, puesto que de tarde en tarde,
durante los meses de invierno,
en su seno abundante
cierto,
y sólo una vez
al
año,
rodean las elevadas cumbres,
lluvia,
y condensándose y estrechándose en derredor de ellas, dejan caer verdaderos diluvios, cual si de un solo golpe quisieran enviar
al suelo toda la
humedad
del año.
Los arroyos v
los
torrentes que se precipitan por las gargantas y las hendi-
duras de
las
tuosas en
el
montañas, se reúnen formando corrientes impefondo de los valles
:
desarróllanse entonces ver-
daderos sistemas fluviales, y
la
desembocando en un
terminal,
valle
corriente principal concluye
unas veces lenta v
majestuosamente, otras veces arrastrando cuanto encuentra á su paso, para precipitarse en
según sea chubascos.
el
Nilo ó en
el
mar
la orientación de la vertiente sobre la cual
Pero
el
dominio de las aguas en
después de haber abierto
el cielo
Rojo,
han caído
el desierto
los caudalosos
y repetidos
es de corta duración: pocos dias
sus cataratas, durante los cuales ha corrido un riachuelo
DE LA CIUDAD DE AMON A LA CATAEATA
382
por
el
fondo de cada
los valles,
embargo,
el
la
una de
las
hendiduras de los peñascos y un apacible rio por cada uno de
vuelve á ofrecerse con su sequedad y aridez características.
desierto
humedad ha bañado y despertado
vacian adormecidos: las hierbas vastagos
y
las
los
gérmenes de
matas abren sus
las
crecen,
tallos,
Sin
plantas que doquiera
echan botones v
y renuevos, cual en las anfractuosidades de las rocas, cual en las vertientes de las
montañas, cual en
el fondo de los valles. Los arbustos y los árboles, la acacia, los tamarindos que forman verdaderos bosques, toda especie de plantas bisanuales, ó de mayor vida aún,
dan pruebas de su vigor, por
Al soplo suave de rojas
la tibia
el verde intenso y lozano que cubre sus ramas y sus troncos. primavera, que dura de enero á marzo, empiezan á abrirse flores
y amarillas, que atraen con sus colores mil pintadas mariposas,
é inquietas avispas,
en tanto que se arrastran
zumbadoras abejas
de los troncos numerosas hormigas,
al pié
matizados lagartos y gran variedad de escarabeos. El pelo de los antílopes y de las gacelas pénese reluciente, aconteciendo otro tanto al de sus enemigos los felinos carniceros del
Los pozos y las cisternas naturales se han llenado de agua fresca; aquí corre manso allí una cascada juguetona, cuyo caudal, cada vez más reducido, es lo único
desierto.
un
arroyuelo,
que queda de
Es
este
el
la estrepitosa catarata
momento
que, con estruendo horrísono, caía unas semanas ántes.
de festejar á la primavera del desierto: de penetrar hasta lo
más profundo
de los tranquilos valles: de embriagarse, respirando el purísimo ambiente que sólo en estos lugares puede encontrarse.
verdadero entusiasmo
de
ir
el
Los habitantes de
un
á respirar el aire) en
breves dias
el
las ciudades
y de las aldeas celebran con
lúnes de Páscua su fiesta de primavera, su Sihimm-en-nesim (acto
simoun con su
valle desierto;
aliento abrasador,
pues saben por experiencia que
comenzará á soplar agostando
las
al
cabo de
malezas, y
las hierbas
quedarán convertidas en heno áspero y seco, manteniéndose en pié únicamente
los árboles
y los arbustos, para dar testimonio de la existencia de la vida orgánica.
Sobre la montaña primitiva de rocas cristalizadas, hácia el Este, el Oeste y el Norte, extiéndense masas inmensas de piedras lustrosas, dispuestas por capas, provenientes de depósitos marítimos, y en su
que á llalla
lo
mayor
parte de naturaleza calcárea.
largo de la linde occidental del desierto arábigo
cortada á pico en el valle del Xilo,
dominando
el
y hasta á Asuan, la ciudad fronteriza del Egipto por primitiva forma el borde del rio, calcárea, idéntica,
en
la
— que
,
Puede observarse también
casi
en toda su extensión se
asperón desde el
el
Cairo á Gebel Silsile,
lado del Sur, en cuyo punto la roca
— aparece aquélla constantemente como una inmensa meseta
mayor
parte de sus puntos, á la extrema vertiente oriental del
Sahara. Atentos á esto no habría inconveniente en sostener que dicha vertiente no es la
continuación del desierto arábigo, cortado en dos por
que
la existencia
por demás en
de las lluvias en
el
el valle del
Xilo, sin
más
más que
diferencia
arábigo, que según dejamos expuesto, son rarísimas
En la vertiente oriental de la montaña arábiga, que es la que se del mar Rojo, la roca negra y primitiva se halla mezclada y cubierta
el líbico.
inclina hacia la orilla
de rocas duras, dispuestas á
la
manera
del esquisto.
prolongadas cadenas, y pertenecen en parte
al
Estas montañas se elevan formando
sistema de
la creta
superior, al paso que el
DE LA CIUDAD DE AMON A LA CATARATA íe^to
no aon más que depósitos formados por
el
383
mar Rojo que en
otro tiempo las cubría,
habiéndole letiiado paulatinamente á consecuencia del levantamiento progresivo del país: peí fecíamente demostrado por medio de la identidad de los restos de animales fó&iles que en gian número se descubren, respecto de las que viven aún en las aguas de dicho mar tal ^ez la descomposición gradual de dichos fósiles es la que ha transformado
fenómeno
.
en espejuelo. las capas recientes de esta montaña. La falta de agua, la soledad, la carencia de vías de comunicación, hacen del desierto aiábigo una comarca poco apropiada en todas sus regiones para el gran comercio, de manera que sólo en un lejano porvenir podrán nuestros cartógrafos dar con exactitud la estructura de cieitas partes de esta región, que tan cercase encuentra, sin embargo, de los pueblos civilizados- En aquellos sitios en que la cadena se halla interrumpida por valles transversales, que extendiéndose de Oeste á Este, forman por su reunión ora
de valle único, que desde
el
Nilo conduce
por medio de pasos de
entre
sí
Y
Arabia y hasta
fácil
acceso,
el
India, del cual tan
la
desenvolvióse y floreció desde los tiempos
muchos de
mar Rojo,
al
comercio entre
más
caminos de tránsito existentes á
estos
Existe también un
camino que
casi
primitiva, y conduce desde el Cairo hasta
un
Alí establecióse
menudo
á
el
Nilo v
éste
ello
L
constantemente sigue
mucho
mar, v entre
en estas páginas,
Prueba elocuente son de
de Said
Koser y aún más
servicio postal, suprimido hace
el
se ha hablado
antiguos. la altura
una especie
ora una série de valles, enlazados
la
allá.
cresta
de
En tiempo
montaña
la
de
Mehemet-
tiempo: los dromedarios que lo
hacían empleaban sólo ocho dias en salvar la distancia existente entre la ciudad de los califas
y Koser. El más célebre y más antiguo de actual y por el
mar Rojo,
el
vr alle
tales
caminos es
apellidado por los antiguos egipcios
el
que por
el
Wadi Hammamat
Rohanu, conducía desde Coptos
al
cual no sólo era frecuentado por las caravanas de negociantes, sino también,
de cuando en cuando, por los canteros y los soldados que venían á buscar materiales preciosos para
el
Faraón en esa comarca tan
montañas un alabastro soberbio, y otra blanca como
del cual
rica en piedras duras.
Encuéntrase en estas
hav dos variedades: una amarilla como
la nieve, el cual se extraia
situadas al oriente de Siut, y se empleaba para toda clase de objetos artísticos. se encuentra el pórfido rojo del
monte
la
miel
de las montañas Alabrastrinas de los antiguos,
Porfiritis,
probablemente en
el
dia el Gebel
También Duchan,
estimado, y con razón, por los griegos y los romanos. En tiempo de las persecuciones imperiales, más de un cristiano fiel á su fe fué condenado á cortar piedra en ella, en castigo
muy
de su firmeza, en medio de los
sucumbía
al
sufrimiento.
más
horribles martirios, hasta que agotadas sus fuerzas
Los egipcios hacían gran aprecio de
cierta diorita de
un verde
labraban sarcófagos, estatuas, esfinges y otras obras de arte. En el valle de Rohanu, donde, según parece, fueron los trabajos más numerosos y activos que en otros oscuro, de
la cual
1 Los más importantes han sido, y en parte son aún en el dia, los que partiendo de Esne ó de Edfu, conducen á la antigua Berenice y hasta á Aidab, que fué célebre en los primeros tiempos del islamismo, así como los que se originan cerca de Kutf (Coptos), Kus, ó Kene, Junto á las riberas del Kilo, y terminan en Koser, el Lemos limen de los antiguos. Desde Kene hay un camino que en dirección al Norte conduce á Safage y á Gímsche, en las cercanías de las cuales existieron acaso los puertos tolemaicos de Filoteras y de Myos Horraos.
,
DE LA CIUDAD DE AMON A LA CATARATA
384
ó menor destreza sobre puntos, encuéntranse muchas inscripciones, grabadas con mayor generaciones futuras la peñascos que limitan el camino, destinadas á transmitir á las
los
funcionario que la dirigió, naturaleza de la obra llevada á cabo, el Faraón que la dispuso, el que intervinieron en su realización. el tiempo empleado en ella, los principales obreros
Las inscripciones conmemorativas más antiguas se remontan á quinta dinastía y á los primeros de la sexta: las las
canteras de
Wadi Hammamat jamás han
más
los últimos tiempos de la
romana.
recientes son de la época
En
cuando para
existido operarios constantes:
una determinados objetos se necesitaban bloques de especial magnitud ó belleza, enviábase operación La Nilo. el por expedirlos cortarlos buscarlos, de expedición con el encargo y idea, si se considera de transporte es de aquellas, de las cuales difícilmente puede formarse sin poder contar valles, montes de través al enormes pesos conducir y se trataba de
que con
el
auxilio de los camellos. Para poner en
con los brazos del
movimiento
tales bultos, sólo podia contarse lo inverosímil.
hombre: pero en cantidad considerable y prodigados hasta
TRANSPORTE DE UN COROSO
Los alimentos y provisiones que
los
mismos necesitaban, eran remitidos
carretas arrastradas por bueyes, ó transportados por otros hombres. ello
desierto en
al
No puede
respecto de
caber duda, en vista del cuadro de que dejamos hecha mención, que representa
transporte de
un
coloso, el cual se encuentra
tomado para reproducirlo en
este libro;
en un sepulcro de El-Bersche,
del cual se
el
ha
constando igualmente, entre otras inscripciones,
por un extenso documento en escritura jeroglífica, que grabaron sobre las rocas los operarios de
Ramsés
IV.
No emprendió
su viaje con buena estrella la caravana que
sucesor del
el
poderoso fundador de Medinet-Habu envió en busca de piedras indestructibles para los
monumentos que
estableció en Tébas, y que ó
no terminó, ó han
sido destruidos sin quedar
Componíase de ocho mil trescientos sesenta y cinco hombres; cinco mil soldados dos mil hombres de servicio destinados á tirar y arrastrar sobre trineos los bloques rastro de ellos. ,
cortados, y ochocientos aperiu
de
acaso hebreos, que debemos considerar
guerra condenados á trabajos forzados,
todos los cuales constituían
como el
prisioneros
núcleo de
la
DE LA CIUDAD DE AMON A LA CATAEATA
385
DE LA CIUDAD DE AMON A LA CATABALA
386
expedición, que iba dirigida por empleados civiles y militares de alto rango. parte también cincuenta conductores de carretas, arrastrada cada
De
una por
ella
formaban
seis
pares de
bueyes, y muchas acémilas ágiles, destinadas á aprovisionar á los trabajadores. Acompañaban al convoy artistas de la buena escuela, entre los cuales se contaban ciento treinta escultores: los jefes del
saludaban alegremente
que
mismo, como más al
la travesía del desierto les costó la
décimo de
la
expedición.
tarde los gladiadores imperiales que al morir
al Faraón, con todo y confesar muerte de nuevecientos hombres, es decir, más del
César, celebraban entusiasmados
debe sorprendernos semejante mortalidad, pues aún en nuestros
No
dias difícilmente podría esperar mejor resultado
valerse de bueyes y
no de camellos para
estas vastas soledades. oriental, opina
que
el
el
una expedición de obreros que tuviera que
transporte de las provisiones que necesitara en
Leopoldo Cárlos Müller, uno de
los
camello es tan indispensable á los que de
que mejor conocen la vida él
han menester, que no
tiene
inconveniente en manifestar la analogía que existe entre uno y otro, y en su calidad de pintor ha hecho buena semejante hipótesis por medio del croquis más cómico é ingenioso que se
pueda imaginar.
Resulta de esta larga digresión, que los habitantes
no empleaban en tiempo de
del valle del Nilo
que constituye en disponer. el
Y sin
presente nos
egipcias.
En
el
dia el elemento
el
camello,
los
que hasta
atraían al desierto arábigo las caravanas
efecto, ¿existe en el
sobre
oro y las piedras preciosas? la
Faraones
embargo, objetos más fascinadores que
han ocupado,
más intensamente obre en
los
más importante de que pueden
el
mundo imán más
ánimo
el
m
'i
V
del déspota fastuoso, que el
Pues bien, uno y otras
antigüedad con abundancia entre
f!¡
poderoso, y que
Nilo y
el
se
encontraban
mar Rojo:
EL CAMELLO Y SU CONDUCTOR
las pedrerías,
en
las célebres
minas de esmeraldas situadas entre Coptos y Berenice, que Cailliaud pretende haber descubierto nuevamente al pié del Gebel Sabara, á cuatro jornadas de marcha al Sur de Koser, con todo y encontrarse únicamente en dicho punto y no con gran abundancia fragmentos de serpentina fina y de heliotropo; el oro en las minas, respecto de las cuales la antigüedad nos ha transmitido detalladas noticias desde los tiempos primitivos hasta
moderna. Menciónanse en
la
época
un papiro conservado en Turin, contiene el plano más antiguo de las mismas, y por medio de una proyección particular nos pone de manifiesto la parte del país en que estaban las minas de oro, cerca del mar: el griego las inscripciones:
Agatarquides, que floreció en la primera mitad del siglo décimo ántes de Jesucristo, nos ha dejado una descripción detallada y lamentable de explotaban las expresadas minas.
Acaso
Lechuma:
se
la
suerte desgraciada
han vuelto á descubrir cerca de Berenice, en
el
que tenian
los
Gebel Olaki. cerca del
que
Wadi
que en dicha región se encuentran minas de oro abandonadas y completamente agotadas, que se explotaban aún por los sultanes mamelucos de Egipto, en los siglos xiv y xv de nuestra era. En cuanto llegó á oidos de Mehemet-Alí la noticia de ello es
la
existencia de
minas de oro en
tales regiones,
envió á ellas, uno tras otro, diferentes sabios
.
DE LA CIUDAD DE AMON A LA CATARATA
388
europeos, Cailliaud, Belzoni, Figari, Linant, con huellas de metales preciosos, ó por lo
tiempo del
Ismail, exploróse cuidadosamente el
jetife
encontrar carbón de piedra. las
el
objeto de descubrir en su territorio
ménos de carbón: más
Una empresa
tarde, hace pocos años, en
Wadi Hammamat,
con la esperanza de
particular, durante algún tiempo, extrajo azufre, de
dunas calcáreas de Gimsche, y como accesorio, petróleo de
la
Montaña de
oxeite,
Gebel
ez-Zet. Tales explota-
semejantes
ciones y empresas
realizadas
en nuestros dias
,
fra-
en parte, á
casaron,
consecuencia de
falta
de fondos, en parte por las dificultades
que
existen así para pro-
veer á los operarios,
como para te
Toda de
el
transpor-
de los productos.
la
la parte
Sur
montaña arábi-
ga está mejor regada,
y por consiguiente ha sido más numerosa su población
contrado
hanse en-
:
en
señales de
las
ella
un movi-
miento comercial
anti-
guo, especialmente en las
cercanías
de
las
grandes vías de comunicación, por ejemplo, fuentes, cisternas, mi-
nas antiguas,
etc.:
al ABABDE
presente todos los pa-
radores construidos en los egipcios el
el desierto por los Faraones, según dejamos expuesto, reciben de nombre genérico de Wekalat en-nusara, como si dijéramos: parador de las
caravanas cristianas. Klunzinger ha observado en
en aquellos puntos en que
los
caminos
el
flanco de las montañas, especialmente
se separan ó se cortan entre sí,
ó torrecillas de piedra, conjeturando que eran una torreones para vigilantes ó para hacer señales.
especie
de
pequeñas paredes
mojones indicadores,
ó
DE LA CIUDAD DE ALTON A LA CATABATA Al pie&ente e*
muy
escasa y se halla
de que acabamos de hablar.
muy
la
389
población de los desiertos
Sus campamentos se componen á veces de un solo techo bajo
cual se cobijan, a veces de dos ó tres: á lo
el
desparramada
más
de seis tiendas ó chozas miserables.
En
camino que media entre Kene Koser, sólo se encuentra una aldea digna de este nombre y que lle'sa el de Laketa. En el Norte de la montaña arábiga, llenan vida el
incesantemente su
errante los mccase, que
componen una población que á duras penas
llega á tres mil almas: son de procedencia semítica y parientes cercanos de los beduinos de la península del Sinaí. 'Vi\en aisladamente, por familias, y sus dominios terminan hácia el Sur á la altura de Gimsche. Los ababd.es son más de diez veces más numerosos que los ma’ase: son nómadas
también, habitan se diferencia
más
hácia
el
Sur en
completamente de
los ma’ase, contándoseles
la
el
desierto de Oriente, y llegan hasta el trópico.
Su raza
de
con razón
entre los pueblos de la Nubia, con los begas,
en
que se hallan distribuidos
montañosas de dicha
las regiones
comarca, entre
el
Nilo y
hasta las fronteras
Entre
de
la
el
mar,
Abisinia.
los
begas, los bischari y los
hadendoa
se distinguen por las bellas
proporciones de su cuerpo algo enjuto
sin
;
por
la
embargo
,
por punto general
finura y regularidad de sus
ciones,
— que es
tal,
fac-
no obstante su
atezado semblante y su negra cabellera,
artísticamente trenzada ó caída
en rizados mechones clasificados los
hombres más
dido á los
— pueden
ser
inconveniente entre
sin
bellos.
blemmyes, que
Han suce-
*
las fuentes
griegas sitúan al Sur, en las cercanías del Egipto, y que se citan con
frecuencia con motivo de sus rápidas
y sangrientas razzias. En la Edad Media, v aún en el comienzo del presente siglo, era por demás peligroso atravesar las regiones del desierto por ellos habitadas las gentes
más
pacíficas del
mundo, y hasta
el
,
mas en
el
dia son
extranjero puede pasar
solo por sus dominios, sin que deba temer cosa alguna ni por su vida ni por
en
su hacienda. Mehemet-Alí
el valle del EGIPTO,
los domesticó, obligando á sus jefes
y jeques á establecerse
Nilo, haciéndoles responsables, con sus bienes y con sus vidas, de cuanto TOMO II 98
DE LA CIUDAD DE AMON A LA CATARATA
390
las gentes de su tribu. Al presente son temerosos é inofensivos y viven en buscando pastos para sus pequeños rebaños de carneros y para sus camellos mal alimentados: durante las horas de descanso, constituye su más grata diversión, ejecutar al son de una tosca flautilla danzas guerreras é inocentes simulacros de combate,
daño hicieran
el
desierto,
EN LA FUENTE
armados de espada y escudo. Su ignorada existencia idilio
perenne, en
el
cual pudiera inspirarse
un
se desliza tranquilamente,
poeta,
si
le
como un
fuese posible prescindir de
hacer mención de los terribles efectos del hambre, que con harta frecuencia les alcanzan,
mismo que á
sus miserables rebaños, circunstancia que explica su
siendo así que ésta es propia de todas las razas nómadas.
falta
lo
de hospitalidad,
Sus moradas construidas sobre
DE LA CIUDAD DE AMON A LA CATARATA
392
estacas y cubiertas de girones de tapices, sus chozas y sus muebles, revelan
una miseria
extrema, y corresponden al insignificante salario que reciben por apacentar los rebaños, ó
en virtud de
los servicios
que prestan á
menguado provecho que
las
caravanas como camelleros ó de otra suerte
,
ó
al
les proporcionan los productos de su suelo, reducidos á forraje,
agua, goma y leña que convierten en carbón. Los que viven en las mar Rojo, aliméntanse como sus antepasados, los ictiófagos, de los peces y
estiércol de camello,
cercanías del
crustáceos que las olas arrojan á la playa, sin que para procurárselos se atrevan á penetrar en el
agua.
Los ababdes que encontramos en
las canteras del Silsile
examinaron nuestro trabajo
amistosamente y con gran sorpresa, y luego nos acompañaron á adelantando hácia el Sur.
Las márgenes
del Xilo
van siendo de cada vez más
la dahabijeh,
que continuó
desiertas y amarillentas: los
hom-
muchachos que ponen en movimiento los aparatos para regar son más negros, y andan ménos cubiertos: las aldeas y los bosques de palmeras, son más escasas y más bres y los
reducidos.
Cuanto alcanza la mirada pierde
el
aspecto egipcio para tomar
el
aspecto nubio.
El sol del medio dia abrasa: allá sobre un banco de arena se distinguen dos cocodrilos, y cuando el astro del dia se oculta detrás del horizonte, las enrojecidas brumas de la tarde no
iluminan
los elevados
palomares
del Alto Egipto: en
vano buscamos
en numerosos grupos venían á llenar sus alcarrazas de agua
del
las
mujeres feláhes que
rio;
constituidas por elevados peñascos cortados á pico, en cuyas hendiduras,
pues sus
orillas,
como carámbanos
de hielo, se distinguen algunos regueros de arena blanquecina, llegan por uno y otro lado cortadas á pico, ó de ella se encuentran
hasta la corriente, sobre la cual se levantan,
únicamente separadas por estrechas bien cultivados. Durante
mucho
fajas
de tierra inculta ó por pequeños campos no
tiempo tuvimos
fija
nuestra mirada en
el
muy
horizonte, intensa-
mente enrojecido por los rayos del sol poniente, y cuando convertimos al Este nuestras miradas, distinguimos delante de nosotros, sobre una altura completamente desnuda, un hermoso templo de época antigua, bañado en los purpúreos reflejos de la tarde. Llegada la noche
la
dahabijeh dejó caer
por entre
las
cuales corre
el
el
áncora junto á un monton de sillares y columnas destruidas, agua produciendo asordador estrépito. El templo de la
eminencia, que perdido en el silencio absoluto de luna, semeja
un
castillo
célebre santuario de la
la noche y acariciado por la pálida luz de encantado surgido para fascinarnos, no es más ni ménos que
Ciudad de oro
la el
Nubi, cuyo nombre, convertido en Unbi, trocóse en boca de los griegos en Omboi y Ombos. Los árabes dan al templo abandonado el nombre de Kom-Ombu, es decir, cerro formado por las ruinas de Ombos. En cuanto á la ciudad de que en otro tiempo formaba parte, nada se sabe, pues ha sucumbido bajo la egipcia,
influencia de dos enemigos á cual más poderosos: el rio y el desierto. No existe de ella resto alguno, ni una piedra, ni traza de cimientos: sólo el templo con las inscripciones que en él se leen, queda en pié para dar testimonio de su pasada existencia. Los que destruyeron la morada de los hombres, acabarán para anonadar, tarde ó temprano, la casa de los dioses:
DE LA CIUDAD DE AMON A LA CATABALA dentro de algunos siglos nada quedará del templo de
Kom-Ombu
393
,
porque en tanto que la
arena del desierto va llenando poco á poco sus cámaras v aposentos la corriente va arrastrando una en pos de otra las partes avanzadas del santuario, del cual ha arrebatado ya .
una pequeña construcción que sirve de base
accesoria, trabajando al presente en socavar la muralla de peñascos
al edificio
principal.
también á nosotros, de permanecer en »soberbio templo que en
Juan Dumichen tuvo
Kom-Ombu
la
fortuna, que nos alcanzó
en una tranquila noche de luna.
«El
vecina eminencia se levanta, escribe en su diario de viaje,
la
»aparecióseme de improviso, cual sarcófago dispuesto para un entierro, que próximamente » debiera tener lugar:
luna y las estrellas representaban las antorchas colocadas junto
la
al
»ataud; las imágenes de los dioses y de los reyes, que sobresalían de las paredes iluminadas con fantástica luz, semejaban la solemne muchedumbre venida para tomar parte
»en »
el
duelo;
rio
el
que corría á sus piés ofrecíase á mis miradas
devorarlo todo, en tanto que
» parecía
En
la
tumba
abierta para
fragor temeroso producido por las aguas de la corriente,
funeral entonado en honor del que iba á ser sepultado.»
cuanto amaneció echamos pié á tierra.
rado por tiene
himno
el
el
El templo fundado por Thutmosis
III,
restau-
Ramsés, y de nuevo reconstruido en tiempo de los Tolomeos En toda especial, que le comunica cierto aire de originalidad.
tercero de los
el
una disposición
extensión de su eje hállase dividido en dos porciones totalmente distintas. la sala hipóstila,
que mira hácia
de las cuales existe un
el
Nilo, vimos
friso especial
clos
adornado con
el
En
la
1 ,
la
fachada de
puertas en lugar de una, sobre cada una disco alado.
Las cámaras puestas detrás
de este doble templo, están bipartidas y terminan en dos santuarios disposición diferentes, cada uno de los cuales corresponde á una de las puertas. Bastaría esta adoración á dos del templo de Kom-Ombu para juzgar que en él se prestaba tributo de
de
la sala hipóstila
las divinidades totalmente distintas; y en efecto era así, según terminantemente expresan Hor-Ur, en griego inscripciones, pues la primera mitad pertenecia á Horo el mayor,
Aroeris,
al
paso que en
la
segunda
se veía á Seth— Typhon, adoiado aquí bajo la
cocodrilo, ó de Sebek con cabeza de cocodrilo.
Seth era señor en las tinieblas,
foima de
como
lo era
Éste y aquél son llamados los dos hermanos enemigos, cuyo Horo en el cabo por Thot, celebróse conjuntamente, y culto, después de su reconciliación, llevada á de representar el poder al par bienhechor objeto el con Kom-Ombu, en sólo por cierto no como destructor de los dioses y de los reyes. El distrito de Nubi, creador maléfico, y y en el uno una forma de Seth, y en el venerarse por tvphónico, por tenido es el de Fajum, en las porciones religiosas de las listas de los otro un cocodrilo sagrado, de suerte que
dominio de la luz.
este
nomos, suprimíase
nombre, como
se suprimía el de
Fajum. Los
capiteles
campanulados
dibujo y están adornados con plantas de las columnas de Kom-Ombu, la atención las pinturas astronómicas del techo de la distintas: también merecen llamar
son de
muy buen
.
pero ofreciendo señales evidentes del procedimiento sala hipóstila, por desgracia sin concluir, hasta Tolomeo XIII, Neos Dyonisos (81 á 51 antes de Jesucristo), y hasta su i De Tolomeo V Kpifanes (204-181, antes de Jesucristo) Kom-Ombu el nombre de Tryphaena. esposa Cleopatra, que recibió también en
EGIPTO,
TOMO
II.
99
DE LA CIUDAD DE AMON A LA CATAEATA
394
que se seguía para transportar, por medio de pequeños dibujos trazados sobre
á grandes superficies los
cuadrícula,
la
Las figuras ofrecen proporciones muy diferentes tiempo que duró el nuevo imperio; pues en lugar
el cartón.
de aquellas que se les dieron durante
el
cuerpo humano en diez y ocho partes, según era costumbre, lo encontramos aquí dividido desde los piés á la cabeza en veintiuna y cuarto, lo cual está de acuerdo con lo que sienta Diodoro en su historia, cabiendo á Lepsius de dividirse
el
la
del
gloria
más, en
el
la
una
existe
caracteres
onciales,
sentir
la
influencia
decoración del templo: hay
primer prosecos, sobre
posterior, MONEDA DE CLEOPATRA TRYPHÍNA
Déjase
descubrimiento.
griega en no pocas partes de
el
arquitrabe de la pared
inscripción griega,
trazada en bellos
que expresa que «los soldados de in-
fantería, los de caballería, y otras gentes (empleados civiles) de guarnición en el nomo »de Ombite, la hicieron grabar en honor del dios Aroeris, el gran Apolo, y de los » dioses
adorados con
él,
en obsequio
al
enlace de los reyes Tolomeos,» probablemente
Auletes y Cleopatra y Tryphsena, que reinaban en aquella sazón. El píleo que mandara construir César Tiberio se ha venido al suelo hace mucho tiempo. En 1873 se desenter,
raron
las bases
de varias columnas del patio, que en rigor es
exteriores de este bello templo doble
,
lo
único que resta de las partes
además de un fragmento de pared de
ORILLAS DEL KILO CERCA DE KOM-OMBU
cerca, construida
DE LA CIUDAD DE AMON A LA CATAEATA
396
de
una ventana, en contraposición al uso, comunegipcios. los muros de cerca de los templos vencido ha Kom-Ombu de Seth el que parece más Sur, Cuanto más adelantamos hacia el misterioso impide al Nilo alcanzado sobre Horo una victoria duradera y que un poder
y
en
ladrillos cocidos,
mente
establecido, de
el cual se distingue
no practicarse aberturas en
mano
bienhechor abrir su
arenosa» riberas
fatigoso para la vista el
tristes
ligera brisa nos permite remontar lentamente
alcanzar viaje.
la
ciudad fronteriza,
Al despertar
dahabijeh con
el
el
y llega la
el rio,
más
cuán
caloi
.
noche ántes que podamos
nuestio ciudad de las cataratas, Asuan, término extremo de pudimos observar que un cable mantenia unida nuestra
la
desembarcadero de lo
quedando tan agradablemente
la
ciudad, por
lo cual
abandonamos inmediatamente
la
elevado de su cubierta, paseamos la mirada en denedoi, sorprendidos cual si un mago nos hubiese transportado de
más
mundo enteramente
nuevo.
No sabíamos
volver de nuestro asombro, de nuestra
El Nilo parece tocar
sorpresa, del placer que nos proporcionaba cuanto veíamos.
de su corriente, y la
¡
liabei
dia siguiente,
cámara y colocándonos en repente á un
.
!
hoias de arrebatado un demonio del infierno para que no prestaran solaz en las
Una
¡cuán
y estériles son sus que de tarde en tarde se distinguen sombras parece color amarillento de esos peñascos, cuyas
¡Cuán
pródiga.
insignificantes y miserables las contadas aldeas
dahabijeh dijérase anclada á
la orilla
al
téimino
de un lago tranquilo y de bellísima
que, como forma. Delante de nosotros, amontonados y erguidos, levántanse grandes peñascos en el realmente hallamos Nos oscuro. rojo reflejo un tienen región, todas las piedras de esta
puerto de
montaña
antigua Siena,
la
la patria del
arábiga prolonga hácia
la corriente del
Nilo¡ peno
el
el rio
el
muy
esto logren ocultar á nuestras
mento de muralla
,
barra de granito que
la
más
el
la
recientes, para interrumpii
pronto nuestros oidos.
fondo rojizo de estos peñascos produce
llenas va de sus colosales ramilletes de flores,
que por
en medio de
con su pujanza ha logrado romper esta barreia á
de la primera catarata, cuyo fragor herirá
que sobre
sienita,
Occidente por entre rocas
Indecible es
la altuia el
efecto
verde oscuro de las graciosas palmeras,
que por nuestra izquierda rodean á Asuan, sin
miradas
de la ciudad.
la parte alta
último resto quizás de un baño destruido
,
Un
soberbio frag-
contemporáneo de
los Césares
bizantinos ó de los primeros califas, arranca de la orilla y se prolonga delante de nosotros
hácia la
isla
de Elefantina, cuya superficie, semejante á la de una hoja de olivo silvestre, se
halla cubierta de las
un campo de verdura formada por
palmeras de un verde
una de
las cordilleras
las ruinas de
de
muy
intenso.
colinas que
Detrás de
forman
la
montaña
una fortaleza árabe que sirven de término
de labor, los arbustos y
las tierras
la isla,
por
líbica,
al paisaje.
la parte de Oeste, levántase
viéndose sobre la
misma
Las ennegrecidas murallas
se destacan, formando pintoresco contraste, sobre la arena amarilla del desierto, cuyo aspecto
nos obliga á preguntarnos, qué seria de este valle cubierto de verdura sin sitio
el rio
que por este
penetra en el Egipto, después de haber salvado la primera catarata, es decir, una de las
obras defensivas más sólidas que en tiempo alguno haya levantado
la mano de la naturaleza. Asuan se halla realmente construida en el suelo de Egipto, y su antiguo nombre egipcio, Sun, es el que mejor le cuadra, ya que tanto vale como aquel que abre paso. De Sun se
DE LA CIUDAD DE AMOX A LA CATARATA deri\a
griego
el
397
Syene,
y por el intermediario del copto Suan se ha formado el árabe lo» tiempos antiguos la capital del nomo del cual dependía, encontrábase
A-suon L En
delante de la isla, y llevaba
como
ésta el
marfil, pi obablemente porque el marfil,
nombre de Ab,
el
lugar de los elefantes ó del
más importante de
el
los artículos del
Sudan, llegaba á su puerto en grandes cantidades. Los griegos
del
En
Elefantina.
tiempo de éstos
había desposeído
la
la
le
dieron
el
comercio
nombre de
ciudad militar, situada en la orilla oriental del Nilo,
ciudad situada en
la isla, y no obstante los ataques que experimentó de parte de los blemmyes y de sus sucesores, subsistió en estado de florecimiento, en tanto .
A
que Elefantina fué destruida por completo. es la
mucho
lo
que resta de
antigüedad.
lo
pesar de esto no
que hiciera á Suan-Siena célebre en
Las canteras de granito de que tantas veces hemos
hablado, y que tenemos resuelto visitar, hace
no
se explotan, pues,
muchos siglos que como sabemos perfectamente, los pueblos del
Islam son poco aficionados á erigir monumentos para la eternidad.
Los viñedos en que
se cosechaba el vino de
Sun, tan justamente
estimado en tiempo de los Faraones, han desaparecido sin que de ellos
quede
la huella
más
insignificante, habiendo cabido la
suerte al célebre pozo sin sombra. ciso
momento
del
medio dia
en todas sus partes,
Era
un pozo que en
éste
se hallaba
misma el
pre-
completamente iluminado que por fuerza debía de
lo cual quiere decir
hallarse situado precisamente en el trópico.
Gracias á
Eratós-
él,
tenes de Cirene (276-196 ántes de Jesucristo), llamado por Tolomeo
Evergetes
para
I
á la biblioteca de Alejandría, pudo establecer las bases ..
tila
,
sistema que nje aun para medir
el
y cuyos resultados fueron tan exactos, que, para cuidado con que se procedió en
en
de
el cálculo,
y en
los libros de la administración
RACIMO DE DÁTILES EN FLOR
superficie del globo A
lo
explicarlos es indispensable recordar el
cual tenemos idea por los datos consignados
los registros del
impuesto, respecto de la distancia
entre los límites que señalaban la frontera septentrional y meridional de los nomos. pozo, iluminado completamente en
que
el
astro rev
lo
egipcios lo habían perforado en
el
en
el
del curso del sol
de Siena.
momento
empezaba á inclinarse hácia
antiguo que Eratóstenes: por
extremo
el
ménos
Dicho
de pasar el sol por su meridiano, el dia en el
ecuador
,
era indudablemente
mucho más
existen razones poderosas para presumir que los
año 700 ántes de Jesucristo, en solsticio
,
la
época en que
el
punto
encontrábase toda\ ía mu\' directamente encima
Entre los hombres que habitaron esta ciudad en los tiempos antiguos, debemos opósito de el más procaz de los satíricos latinos, que con el pi
hacer mención de Juvenal,
modificados para acomodarlos á la pronunciación árabe, Muchos de los nombres extranjeros que empiezan por consonante, han sido añadiéndoles una a protética: así de Syut se ha formado Asiut. sombra alguna en Siena, á la hora del medio día, y que proyectaba no sol el año, del largo % Sabia Eratóstenes que, durante el dia más por la sombra del cuadrante solar, era igual á la cmcuentésima parte en Alejandría en el mismo instante, la abertura del ángulo indicado la distancia de Siena á Alejandría era igual á la cmcuentésima parte de un que dedujo antecedentes semejantes De círculo. de de un arco o dicha distancia es igual a 6 6’30. meridiano, es decir, T 12’. Según los cálculos y las medidas más recientes,
EGIPTO,
TOMO
II.
IOO
DE LA CIUDAD DE AMON A LA CATA BATA
398
prefecto á esta apartada región. No hay alejarlo de Roma, donde se le temia, enviósele como terribles se cebó en las para que decir que no se corrigió entre los egipcios, y con versos á los animales. Sin tributado culto al tocante lo en supersticiones del país, especialmente
embargo, en medio de sus arranques satíricos,
se encuentra
más de un
pasaje que revela
BAZAR EN ASUAN
que
Hé
el
poeta se condolia de encontrarse desterrado en los
aquí uno de
mismos
límites de la
ellos:
ha negado un corazón tierno al hombre elevado, ha concedido el “beneficio del llanto, duda alguna, la más noble prerogativa de la humana naturaleza.
Si la naturaleza
En cambio Que
le
es, sin
zona
tórrida.
DE LA CIUDAD DE AMON A LA CATARATA Al presente Asuan,
la
399
sucesora de la antigua Siena, no se distingue de
las
demás
ciudades situadas en las orillas del Nilo,
que componen su población. la
como no sea por la mezcla y la variedad de las razas Ésta se precipitó á nuestro encuentro, en cuanto abandonamos
dahabijeh y tratamos de saltar á tierra, y digo tratamos, porque en realidad nos enconsitiados por la numerosa muchedumbre que rodeaba el buque, esforzándose por
tramos
HASCHIM DE ASUAN
detenernos y llamar nuestra atención sobre los diferentes géneros que nos ofrecían, por si deseábamos adquirirlos. Unos nos ponian de manifiesto plumas y huevos de avestruz; otros aros de marfil y brazaletes de plata y oro de gran sencillez, pero de fabrican en la Nubia, ó
armas de
las
que emplean
las tribus del
aquél vasos de madera lindamente tallados y pintados; colores combinados con gran destreza y habilidad.
el
Bajo
de el
muy buen
gusto, que se
Sudan; éste pieles de pantera;
más
allá tejidos
de esparto de
extraño nombre de
Madama
:
DE LA CIUDAD DE AMON A LA CATARATA
400
Nubia,
presentósenos también la especie de delantal formado de tirillas de cuero que mujeres al otro lado del diestramente entrelazadas y de diversos colores teñidas, usan las trópico. Un marinero egipcio hacia bailar al son de la pandereta, al
un monote que
Sur, en
pronunciado
se trajera consigo en
un
tanto que
bischari, de
un
viaje
hecho
un negro bastante
procuraba llamar nuestra atención
,
conto-
,
neándose de un lado para
otro y blandiendo su lanza y su
escudo, para ejecutar en nuestra presencia su danza guerLlevaba en el brazo un cuchillo y varios amuletos rera .
gentes de Dongola pretendían que
las
compráramos
les
ese
género de talismanes. Las conversaciones que pretendían sostener con nosotros esos morenitos de
mayor
parte sólo hablan
Nubia,
el
kenus,
el
la
zona tórrida,
incomprensibles,
eran completamente
nos
uno de
mahas, ó
el
pues en
su
los tres dialectos de la
dongolani.
El árabe no
comprendido y hablado en Nubia más que por las gentes de las ciudades, por aquellos que han viajado ó
es mono sabio
por los schegije y casi desde
demás
las
Kom-Ombu
á
la
tribus
de
origen árabe: los barabras, cuya patria se extiende
cuarta catarata, sólo
egipcias y especialmente á Alejandría y
saboyanos de Egipto,
pues, como
los
al
lo
Cairo.
aprenden cuando emigran á
las
ciudades
Dichos barabras pueden ser llamados
los
de Europa, abandonan con frecuencia, y hasta podría
decirse habitualmente, su patria en los primeros años de su
juventud, para trasladarse á las grandes ciudades, con
un
pósito de hacerse
cómodamente
cerse
capitalillo
el dia
el pro-
con el cual puedan estable-
En
en que regresen á su país.
el
Cairo y Alejandría se hallan en gran número, desempeñando los oficios domésticos de porteros, cocineros y cocheros. El
joven saisiano, cuyo retrato hemos dado en
la
página 125 de
tomo y la mayor parte de sus colegas pertenecen á esta raza pues áun sin haber adquirido todas las fuerzas de la este
,
;
juventud, sus piernas y sus
que las
pulmones son más
resistentes
Además reúnen todas que hay derectio á exigir de un buen
las de los adolescentes egipcios.
buenas condiciones
criado, mereciendo las mayores alabanzas su proverbial honradez.
Léjos de
términos
que,
la patria
gracias
unión,
no
sólo
logrado echar del rebaño á los galeses intrusos,
mútuamente han conseguido hacerse un lugar ,
los
en
están estrechamente unidos,
á semejante
han
á parte
,
(Nuestro criado n uWo,ho y intérprete)
apoyándose y auxiliándose por manera que el mayor número de
sino
que,
empleados más distinguidos, de los dragomanes más ilustrados, de
los alquiladores de
FUNCIONARIO PÚBLICO DE LA NUBLA
EGIPTO,
TOMO
II.
IOI
DE LA CIUDAD DE AMON A LA CATARATA
404 titud colocando las
medidas modernas
de las que se usaban en tiempo de los Fai aone»,
al lado
poniendo el conjunto en estado de prestar servicio, inclusos los cincuenta \ tres peldaños \ precisamente las once escalas. Dicho nilómetro se halla en la parte occidental de la isla, delante de la ciudad de
Asuan. En tiempo de
inundación que habia alcanzado restos de la antigüedad
paseo sobre
la
no proporcionan,
vertiente
los
Faraones juzgábase buena y provechosa la Todos estos
de veinticuatro codos y tres pulgadas.
la altura
embargo,
sin
meridional de
la
al
un
viajero el placer que resulta de
completamente sembrada de escombros
isla,
ofrece un encanto especial y fragmentos de piedra: el cuadro que se ofrece á sus miradas v un tinte salvaje verdadera-
mente
laberinto de rocas
graníticas, entre
las
numerosos brazos ren
allí
las barreras de
nados detrás de
por
heridos
reflejando
piedra,
T
En
ligero
llegó á nuestros
oidos,
rayos
rumor
cuales los
del Nilo cor-
y se persiguen con duermen encade-
aquí
rapidez,
los
Es aquello
indescriptible.
un verdadero
del
sol.
sugiriendo á nuestra mente
el
recuerdo de aquellos siglos en
que se abrigaba
que
Nilo
el
lejana
la creencia de
Egipto,
del
cuya
cuna debia permanecer
para los mortales envuelta en las tinieblas del misterio, hasta tanto
que
MUCHACHO DE LA NUBIA, DE BUENA FAMILIA
Isis se la
revelara en el otro
mundo, junto á décima
del infierno, nacia
en este
sitio,
la
puerta duo-
brotando de dos distintas cavernas. Durante siete
dias consecutivos celebrábanse en Elefantina espléndidas fiestas
y los compiladores griegos refieren que en
tal
en honor del
ocasión lanzábanse
al
rio bendecido,
agua mugid ora dos
copas distintas, una de oro y otra de plata, que acaso guardaban alguna relación con t
sol
y con
en
ella
la luna.
Los Faraones acostumbraron
estuvieron,
peñasco existente
al
— pues
así se
halla
Sur de Elefantina,
Chamus y Bent-Anat. En rigor no hemos
visto
aún
la
asistir
á esta
fiesta,
consignado en una inscripción
— Ramsés
el
Grande, con su
catarata propiamente dicha.
el
pudiendo asegurar que
grabada en
hijo é hija
un
más amados,
Para trasladarnos á
ella
empezamos por volver á Asuan, donde alquilamos robustos jumentos, cuya llegada aguardamos junto ala., puerta del café más comme il faut que supimos encontrar, después de lo
DE LA CIUDAD DE AMON A LA CATARATA
405
cual atravesamos las calles de la ciudad y penetramos en el campo. En el camino nos salieron al paso algunos alfareros que nos ofrecieron sus artefactos, debiendo confesar por
nuestra parte que la forma de los vasos y la de las pipas de tierra cocida que nos pusieron de no son ménos elegantes que las de los que se elaboran en Siut y en Kene. La
manifiesto,
ciudad se halla rodeada de jardines de palmeras, y en cuanto los dejamos á la espalda nos
apeamos para poder examinar un pequeño templo que algo apartado nuestra izquierda. Débese su fundación dedicó á la diosa Isis Sothis, la
para
el
cómputo
Sati, diosa
amada de
al
del
camino veíase á
tercero de los Tolomeos, Evergetes I,
que
lo
Sirius, la estrella de la Canícula, tan importante
del tiempo entre los antiguos egipcios, la cual frecuentemente sustituye á
de las cataratas, es decir,
la
que lanza
el rio
con gran rapidez, como
el
cazador que
MAUSOLEO en el desierto, cerca de ASUAN
dispara un dardo.
Al cabo de breve rato las casas de
la
ciudad, entre las cuales se distingue
por su importancia una especie de quinta perteneciente á un rico israelita, y las palmeias que tan agradable aspecto comunican al paisaje, quedaron á nuestra espalda, gracias vigor v ligereza de los asnos abisimos de Asuan, ofreciéndose en cambio a nue^tias miradas un espectáculo completamente distinto: el desierto, sembrado aquí y allá de rocas al
sábana de granito v de sepulcros aislados, sobre los cuales se extiende la mena, como no son en amarillenta. Los millares de cadáveres que duermen aquí el sueño de la muerte,
manera alguna después de
egipcios,
la invasión
sino
musulmanes, muchos de
los
cuales vivían
muchos
siglos
con piedras y cuyos parientes adornaron el sepulcro posteridad el nombre de los que yacen debajo. Las más
del Islam,
funerarias, para transmitir á la remontándose á antiguas de estas tablas conmemorativas, llevan impresos caractéres cúficos, 102 EGIPTO, TOMO II.
DE LA CIUDAD DE AMON A LA CATAEATA
406 los siglos ix
y x de nuestra
mereciendo esto llamar
la
era.
En
mayor
la
atención, pues
el
Coran; parte de ellas se leen sentencias del
no fueran
profeta deseaba que sus palabras
muerte se extienden á grandes distancias: reproducidas sobre las tumbas. Estos campos de separan el Nilo del desierto, se levanta junto á los mismos y en la cumbre de las colinas que ménos bellas, que en su mayor parte ó más fúnebres mezquitas una serie de mausoleos y no obstante su estado ruinoso, constidatan del tiempo de los sultanes mamelucos, y que, prosperidad que alcanzara Asuan en tuyen el mejor ornamento del paisaje, y atestiguan la sepulcros de los mamelucos de los tiempo de los califas. Muchos de ellos recuerdan los en la ciudad de las cataratas, no es de cementerio el que añadir arrabales del Cairo, pudiendo capital la en ciudadela la de pié al extensión, inferior en mucho al Karafe, que se extiende
OBELISCO UNIDO A LA ROCA
del jetife. el
Antes de continuar nuestro
viaje hácia el Sur,
nos desviamos un poco
al
asiduidad, lo intento de visitar las canteras, que fueron explotadas con idéntica
los
Faraones constructores de pirámides, que por
los vencedores de los
Este, con
mismo por
Hvksos, por
los
Tolomeos y los Césares romanos. El granito que aquí se antiguo de Asuan, Siena, el de sienita que le diera ya nombre del tomado, encuentra ha sienita á una Plinio. ¡Circunstancia singular! los mineralogistas modernos dan el nombre de
Ramesidas, los
Saitas,
los
sustancia distinta de aquella que forma la base del suelo en
precisamente,
indicárnoslo
consecuencia
por
los terrenos
granito de
como ha tenido la bondad de de un error muy original cometido
de Plauen
,
cerca de Dresde
Asuan, por cuyo motAo
,
el
el
la
región de las cataratas,
sabio profesor Tyrkel,
á
geólogo Werner, que en las rocas de
creyó reconocer todos los rasgos característicos del
les dió el
nombre de
sienita.
En
consecuencia, las rocas
DE LA CIUDAD DE AMON A LA CATAEATA
407
existentes en las cercanías de la capital de Sajonia fueron consideradas desde entonces el
tipo de la sienita, hasta tanto
completamente en
el
Sinaí
sincata,
muy
que
Wad
demostró que
la
roca de
distintas de las de las rocas del terreno de Plauen.
una
piedra idéntica a éstas, propuso cambiar
análogo por
lo
demás
al
el
Asuan
como
tiene cualidades
Cuando Roziére descubrió
nombre de
sienita por el de
precedente, pero no fué aceptada semejante proposición.
ABISINIO
Encuéntranse aún en los obreros
medio
las antiguas canteras, las señales de la actividad
que trabajaban para
labrar,
los
Faraones, siendo testimonio de
ello
y de
un
la industria
sillar
de
enorme á
caras: ambos y hasta un obelisco, del cual sólo estaban concluidas tres de sus aún á la peña viva por su cara inferior, revelando que los antiguos
se hallan adheridos
egipcios tenían la costumbre de preparar en la ¡
Qué
misma
cantera sus
monumentos de
granito.
destreza y seguridad debia ser la de tales operarios para llegar á desprender de la pared
DE LA CIUDAD DE AMOX A LA CATARATA
408
de granito en la cual
había exigido
le
habían trabajado,
el
gigantesco
cuya labor tanto tiempo
sillar,
ménos grandiosas que
Estas canteras son en apariencia
!
las de
Turra
y
les
Gebel-
foimaban la procediendo esto de que se explotaban á capas, arrancando las rocas que lioias muchas pasado he que asegurar superficie de la montaña: sin embargo, puedo
Silsile,
trepando de un lado para otro, sin encontrar en parte alguna
el
más
insignificante fragmento
Al unido á la peña, que revelara una torpeza cometida en la operación del desprendimiento. se hallaban contrario, la economía con que se procedía á la división de los sillares, mientras expuestas al unidos al peñasco, llamó profundamente nuestra atención. Sobre las superficies exactamente el intento aire, de un fragmento cortado por tres de sus caras, puede distinguirse del
maestro que,
al
parecer, pretendió destinarlo á
una
un techo y
losa para
á dos pilares ó
tumba cerca de asuan
soportes.
En
los
puntos en que los fragmentos debían estar separados, abriéronse en la medio del berbiquí, diferentes agujeros que se hallan continuados
piedra, probablemente por
siguiendo una línea recta. floja
¿Servirían éstos acaso para la introducción de cuñas de madera
que después se humedecían? ¿Empleábase. semejante procedimiento para desprender
obeliscos de la roca, ó se hacia
Más
adelante,
uso
ya en camino hacia Philoe,
hombres y mujeres, y con algunos conducian. colocan
abisinios
El camino es arenoso, pero
el pié
los
del fuego?
con tanta seguridad en
nos encontramos con camelleros nubios,
que iban á vender á Asuan
muy
la huella
frecuentado.
impresa por
los
Los pollinos y
los
que
jumentos que los camellos
les precedieron,
que
el
ó carriles, semejantes á la
camino en toda su extensión parece marcado por largos surcos
profunda rodada que hubiese impreso un cilindro pequeño y por demás pesado. La comarca de los alrededores es de cada vez más desierta y polvorienta á nuestro lado se elevan :
DE LA CIUDAD DE AMOA A LA CATARATA
409
peñascosos ribazos, de los cuales los unos, que ofrecen un reflejo oscuro, parecen vitrificados por el sol, en tanto que los restantes se hallan completamente cubiertos de negro. Hasta aquí se encuentran las huellas de la actividad humana; seria punto ménos que
y
imposible enumerar las inscripciones que los viajeros, los peregrinos, los príncipes, á la ida ó á la vuelta, los soldados, los empleados en todas las épocas de la antigüedad egipcia,
dejaron grabadas á derecha é izquierda, en la dura peña, á fin de invocar á una divinidad ó para revelar á la posteridad hasta qué remotas regiones encaminaron su errante paso.
Las mezquitas fúnebres desaparecen de pero llama
Es
al
una muralla ó pared hecha de
esta
la
cumbre de
que nos separan del
las colinas
propio tiempo nuestra atención una nueva obra debida á la ladrillos confeccionados
mano
del
rio:
hombre.
con barro del Nilo, robusta,
elevada, en no pocos puntos medio derruida, que en su comienzo se encuentra á nuestra
izquierda y
junto á siglos
más
la orilla.
y
adelante corta
el
camino en dos lugares
continuando hasta Philee,
distintos,
Cuenta
siglos de anti-
güedad, y no obstante,
Estrabon
que en su
,
carro recorrió este ca-
mino en una época en que indudablemente se hallaba en mejor esta-
do de conservación, no dice de ella
una pala-
¿A qué
se debe se-
bra.
mejante
construcción?
Lo ignoramos. Presu-
men unos que
fué consEN EL DESIERTO ENTRE ASUAN Y PHILJS
truida para proteger las fronteras egipcias de las incursiones de los otros que es el
blemmyes y de
los
una frontera mercantil ó aduanera: á Burckhardt
borde de un canal
artificial
por cuyo medio era conducida
merodeadores no batos: creen
se le dijo
el
agua
que había constituido
del Nilo al territorio de
Siena; en tanto que los indígenas han referido á otros viajeros una extraña fábula según la cual Cleopatra, que habría vivido en Siena, y enviado á su hijo á
mandado fieras.
levantar aquel
Aquí
muro
es indispensable advertir que dichos indígenas
diferentes soberanos que
la
escuela de Philee, habría
formidable, para poner á aquél á cubierto de los ataques de las
han reinado en
el valle del Nilo,
no conocen otros nombres de
los
con anterioridad á los tiempos del
Islam, que los de Faraón, Alejandro el Grande y Cleopatra. Por lo demás, las fieras debian abundar en otro tiempo en estos lugares; pues es lo cierto que han dado pié á una leyenda no ménos infundada que las precedentes. Según -ella, los Faraones solian deportar muchos
criminales
al desierto,
EGIPTO,
TOMO
II.
donde sucumbían á
los ataques de los leones
y otros animales, y con 103
el
DE LA CIUDAD DE AMON A LA CATAEATA
410
destierro, levantóse este muro formidable. objeto de que no pudieran escapar del lugar de su es de cada Aez más desieito indicábamos, antes según el país comarcano, Sea como quiera, del camino; el
Mentó
de mediodía hiere con sus ardientes rayos los dos lados el agua, sedientos de polvo abrasador, y hombres y animales desean con afan levanta nubes el pabO, y pudimos distinguir fatigados dimos la vuelta á un peñasco enorme que cerraba
y solitario:
el sol
y
coronados de abundanteb a perfumadas á lo lejos, delante de nosotros, sombrosos sicómoros al lado de una únela caba, en la hojas, y graciosas palmeras que balanceaban sus ramas, del Nilo paiecia salii á nuebtio agua El austríacas. Misiones establecidas las hallan cual se un lago encantadoi en el cual á encuentro, rodeada de un círculo de peñascos y semejante templob coiibagiadob á EL. en rica Philee, islas, las de seductora la más se contempla no estoi baba gran co^a cuales los Aguardábanos un buque espacioso. Muchachos listos, á fundido, ligeiOb como bronce de figuras á semejantes carnes, cubría sus que la poca ropa de bieACb iiibtanteb cabo al remos: peces, impulsaban la embarcación por medio de los cuyo grato recuerdo difícilsemanas, algunas pasamos cual en la en la isla, desembarcamos
mente
memoria.
se borrará de nuestra
Ahora tenemos
la
catarata á corta distancia.
Las colinas que flanquean
el
camino
miradas, y por consiguiente deterPhilee la habian ocultado hasta el presente á nuestras El camino generalmente be & uido Isis. de santuario el en penetrar minamos visitarla ántes de por los viajeros, se une á corta distancia con
el
que, por
el desierto,
nos ha conducido haAa
que la los lugares que, acaso sin más razón la isla de Isis, y desemboca en las cercanías de nombre de cataratas. Con todo, rapidez de la corriente, se han designado con el pomposo grandiosa, original a pi ofunda aun así producen en el ánimo del espectador una impresión abismo desde lo alto de peñasco en supremo grado. No es que el Nilo se despeñe á un mas veso precisado á abrirse paso formidable, como acontece con el Rhin en Schaffhuse; lo cual influye para que corra á través de un formidable muro de escollos de granito, través de los canaleb que se ha desasosegado de aquí para allá, rugiente y espumoso á A menudo su rápida corriente se estrella con horrísono fiagoi, confia
abierto en la peña. las
prodigiosa cantidad de gotas grandes rocas que se oponen á su paso, produciéndose la legenda lab lluvia. Si pertenecen al dominio de
que caen incesantemente en forma de
cataiatab que se hablaba de los egipcios que por habitar junto á lab continuo el estiépito del oido, gracias al fragor que en ellas produce de
historias añejas en
habian perdido
el
en las Bibanesch-schellal, agua, no debe dudarse de que éste es realmente extraordinario cantob y lob en las puertas de las caídas. Mas aun así, llegan a dominarlo los es decir,
gritos de los nubios
que en
la
Nilo, empujan, y aprietan y
época de
las
aguas bajas, metidos en
halan y trabajan para
para que llegaran hasta nosotros
las A'oces
los
grandes barcos del
A'encer los pasos difíciles.
Ni era obstáculo
de algunos pihuelos y de algunos hombres
mimbres, desnudos que nos pedian su bachschisch y montados en sus rocines ó en fajos de precipitábanse rio abajo á lo largo de los saltos y caídas, á Aceces sin más medios que su si fuerza y su destreza, en la que en manera alguna deben tratar de competir los europeos,
DE LA CIUDAD DE AMON A LA CATARATA
412
no quieren seguir con
la
inglés de gran porvenir,
un joven
la suerte de
Mr. D. Cave, que pagó
vida su intento, habiéndose estrellado contra los torbellinos furiosos que durante
ocho dias guardaron su cuerpo destrozado: hoy descansa cerca de Asuan en un cementerio copto.
El autor de estas líneas tuvo
catarata en
el
un pequeño buque. He aquí
capricho, por cierto nada recomendable, de bajarla
que escribía á su familia pocos minutos después
lo
«Tenia conmigo á bordo, dos de nuestros
de haber salido con bien de tan atrevida empresa:
ambos,
» marineros, nubios
»el timón
un
el
uno robusto mancebo,
viejo arraez de la catarata.
otro apénas adolescente.
el
Llevaba
El fragor de ésta se oye ya distintamente desde
la
rocas que y va en aumento á medida que se avanza. Los peñascos y las lecho del rio son de un color rojo oscuro 1 pero en aquellos sitios en que el agua,
» aldea de Schellal, » cubren el »
;
después de haberlos alcanzado, evapórase
» negruzco
semejante
al sol
ardiente de estas latitudes,
toman un
tinte
de una laca ahumada, ó, como dice Roberto Hartmann, ofrecen
al
la
habitante de la nubia nadando con el auxilio de un fajo de cañas
» apariencia de
un
mucho. Delante y detrás de mí, á
estribo de hierro que hubiese servido
»la derecha, á la izquierda, encima y debajo, no distinguía otra cosa » chorros de agua,
»por
ȇ
el
rumor
la cuida
carse
azul del firmamento, en tanto que
el
del oleaje: éste
aumentó de
tal
modo, en
propiamente dicha, que no parecía sino
» estrellándose » instantes
y
el
contra el acantilado de una costa
que siguieron, fuéronlo de prueba para
valor por
medio de apostrofes
» especialmente á Seiycl
%>A cada golpe de
Ahmed—el-Bedaui
remo resonaba un Ja
é ,
el
momento en que la chalupa llegó mar embravecida,
á
impulsos del huracán.
los tripulantes,
el
peñascos,
ruido espantoso de la
invocaciones
que es
más que
mi oido permanecía como sojuzgado
dirigidas
abogado contra
Seiycl! (¡oh Seivd!) ó
Los breves
que procuraban comuniá
diferentes
santos,
y
los peligros inmediatos.
un Ja Mohammed siendo
presencia, según 1 A. de Humboldt ha encontrado esta especie de esmalte que cubre el granito, en las cataratas del Orinoco su ísilo, con el Russeesrer, se debe á un óxido de hierro; según Delesse á un sulfuro de hierro, depositado sobre las rocas por las aguas del transcurso del tiempo :
J
G
Templo de
I
P TO
Isis
en FilĂŠ
»
DE LA CIUDAD DE AAIOX A LA CA TARAT A » indispensable
qne
el
413
brazo procediera con todo su vigor; pues de no ocupar constantemente
»el centio de la corriente,
»anaez que empuñaba
el
no es posible evitar
el estrellarse
contra las rocas de los lados.
El
hombre robusto y experimentado, que contaba sesenta
gobernalle,
e&tmo Lgilando anhelante y cuidadoso en tanto duró el peligro: con sus ojos fijos »\ penetrantes y su rostro anguloso y enérgico, semejaba un águila espiando la presa. Al »piincipio todo marchó á pedir de boca; mas los remos de la derecha estaban manejados por » años,
»dos hombres, » Cuando
paso que los de
al
desde
que
» indispensable
izquierda los impulsaban
la
segunda caída se
la
trató de
un hombre y un muchacho. pasar á un nuevo canal, para lo cual era
marineros de babor pusieran en juego sus fuerzas todas, éstas no
los
» bastaron: la corriente hizo girar la chalupa, y el
»más
crítico de la travesía
» descompuso ni perdió » instante;
» pié
» brazo al
rezó
la
más joven
timón quedó delante. Fué
este el
momento
arraez no se
su serenidad un solo
al contrario,
gobernando con
obediente timón,
el
el
:
el
con su
auxilió
de los remeros, ende-
lancha, púsola en buen camino, y
»sin otra peripecia nos puso en Asuán. » travesía había
La
durado cuarenta y dos mi-
» ñutos justos.
Las dos aldeas ocupadas por neros en la
nombres
los
un
ofrecen
los
mari-
oriental del rio, llevan
orilla
Mahada, y nu-
de Schellal y
aspecto encantador con las
merosas palmeras, sicómoros y otros arbusen el
tos que, adheridos á las rocas, crecen
mismo lecho del rio ó junto á la orilla. En ellas vense dispuestas y preparadas gran número de lanchas y dahabijehs para primero que quiere seguir
más
utilizarlas,
adelante hácia el
el
y que por haber dado por tierra la vuelta á la catarata, desea Sur, solo ó con sus mercancías. Las lindas casas de dichas
aldeas y los grandes montones de dátiles secos que se ven apilados junto al desembarcadero, revelan muy á las claras que las gentes de la catarata saben aprovecharse como deben de la favorable situación de
su patria.
Es verdad que no han llegado á establecer un bazar; mas
compré en Mahada, á un mercader ambulante, que vendia los objetos más diversos, hasta aquellos que no tienen nombre en lengua alguna, un eslabón que tenia grabado el nombre de una pequeña ciudad de Turingia, que conocía perfectamente, viendo además
aún
así,
entre sus baratijas
Las
el retrato del
príncipe de Bismarck.
islas de la catarata, entre
porcionan abundante cosecha EGIPTO, TOMO
II.
al
Asuan y
estudioso,
Philse, ofrecen
merced á
las
un aspecto muy pintoresco, y pronumerosas inscripciones que cubren IO4
DE LA CIUDAD DE AMON A LA CATARATA
414
piimeia
por la la de sus peñascos. Las mayores son Sehel y Konoso, notable el número inmenso de por piedras, las ofrecen matices que de formas variedad y infinita y muchos principes del Kusch, sus inscripciones. En cuanto á Konoso ha hecho inmortales á
la superficie
que así es como se llamaba á los gobernadores de
alusión al rio, que semeja en este lugar
la
provincia de Etiopía, y á otro» funcio-
la Isla de las libaciones,
Llamábase antiguamente
narios de alto rango.
Kebh, acaso poi
una
la divinidad
un creyente ofreciendo á
libación de
próximas, estaban consagradas á los dioses de prestaba, fue moti\o paia que las cataratas, Chnum, Anke y Sati: el culto que en ellas se las se determinaran á escavertientes, las en peregrinos, cuyo nombre se encuentra grabado
Dichas
vino.
islas, así
como
las
demás á
ellas
los
larlas, trabajo,
podemos asegurárselo á nuestros
lectores,
que tiene
muy
poco de delicioso,
sobre todo realizado bajo la influencia del sol del mediodía.
Y
ahora abandonemos
aguas bullidoras y
las
los
ardientes peñascos
de las islas, Philse, tan
de que
sembradas, y regresemos á la más encantadora de la cual no se dirá jamás todo cuanto en su alabanza merece. en Instalámonos, con el proyecto de permanecer en la isla algunas semanas, cerrado del templo de
Isis.
tienda á la parte del patio
cocina y
la
Salech, ayudado por alguno de
la isla
de Bige, situada
sombra; impro\i»ó»e una
permanencia, comunicando
dado pasar en
este sitio
cenó
trato»
Oeste de Phike, para que nos proveyeran
al
nuestra luna en su plenitud empezó á decrecer durante fué nos que noches tranquilas las á encanto indescriptible
La
de leche, huevos y volatería.
Y
la
correspondiente despensa en una de las cámaras del plan terreno, y
con los habitantes de
el peiistilo
marineros, levantó nuestra
los
que permanece constantemente en
están
justamente alabada, y
un
maravilloso.
ahora preguntamos: ¿qué es
lo
que presta á esta
encanto á que nadie puede sustraerse? ¿Son
alfombra de verdura que tapiza sus riberas, jardinería de la época presente, al príncipe
isla
apartada
los espléndidos edificios é
inspiró
al
el
más grande de
Puckler Muskau,
el
indescriptible
que encienat ¿Es los artistas
la
en
deseo de convertirla en
transparente, que la frescura del agua, la prodigiosa abundancia ventura por ¿Es desierto? del la separa derredor, en bañándola ciicu\e casi de tajados peñascos que cual corona de agudas espinas la de rocas de granito clara,
inmenso parque? ¿Seria acaso
por
el
y Norte? ¿Seria acaso el azulado
cielo
que sobre
ella se
limpia,
extiende, siempie diáfano,
se ve una nube, en que siempre transparente, límpido siempre, en esa región en que jamás No bruma empaña la pureza del firmamento, ni en invierno ni en \erano? ni la
más
ligera
bello» si se quiere, desconocemos que pueden existir otros lugares tan bellos como éste, más no se encuentra en el mundo un que de estamos Egipto; seguros mas del regiones otras en sitio
en
el cual,
como en
éste,
para hacerlo por todo extremo agradable, á todos
los encantos
para comunicarle nue\o» de la Naturaleza, reunidos al par, y estrechamente enlazados de sus piedra», y lo una cada ofrece que atractivos, se unan los recuerdos históricos
comunican un perfume embriagador de antigüedad y
Es imposible desconocer
el
belleza.
lo» exquisito tacto con que procedieron los sacerdotes de
DE LA CIUDAD DE AMON A LA CATARATA
416
tiempos faraónicos
consagrará una divinidad femenina,
al
Isis, esta perla del valle.
hallaba á la cabeza de una triada de la cual formaban parte Osiris y
unian otras muchas divinidades.
En
los
Horo y á
Isis se
la
,
tiempos más remotos, distinguíase
la isla
cual se
con
el
PHIL.'E
nombre de Alek, con v
las
latinos Philce.
probablemente á
los
Pialek y Phi-cdek, de donde formaron los griegos Philai Dicho nombre significa la isla del fin, con el cual quiso aludirse peregrinos que se dirigian á ella procedentes del Egipto propiamente el artículo
dicho, y cuyo viaje terminaba por punto general en
el
santuario de Isis y cerca del sepulcro
de Osiris que existia en
en
ella
desde
muy
la isla.
No
cabe dudar que
desde los primeros tiempos, y de seguro
los de la
duodécima dinastía, existían templos
devotos, á los cuales concurrían peregrinos en
gran número
,
siquiera los
monumentos más
anti-
reemplazar y que vinieron á á otros anteriores que el transcurso de los tiempos
guos que hoy existen
,
habia arruinado, se remontan únicamente á de Nectanebo
que,
LA VACA DE
reconocido
el
la
época
último de los reyes indígenas
por sus compatriotas, reinó en
Egipto, á pesar de los persas. La parte central del templo de Isis fué construida por príncipes de la
ISIS
época de los Tolomeos,
II,
más
adelante ensanchada y decorada por los Césares
romanos hasta
en Diocleciano, que visitó personalmente la isla de Philce, en la cual se conserva todavía, memoria de este hecho, un arco de triunfo de estilo romano que lleva su nombre. Acaso fué erigido dicho
monumento con
el
propósito de conmemorar también la victoria que
el
empe-
DE LA CIUDAD DE AMOX A LA CATARATA
417
iadoi alcanzó sobie los blemrmes, á los cuales á fin de someterlos á sus intentos otorgóles , condiciones de paz muy aceptables y llevaderas, y alguna de ellas, por cierto, bastante desfavorable á los sacerdotes de Isis: puesto que por las mismas se concedía á esos vecinos salvajes y perjudiciales
derecho de tomar parte en los sacrificios que se hacían en honor
el
de la diosa, y el de transportar á su propio territorio, excepción hecha de los dias
en los cuales tenían lugar
solemnes y determinadas fiestas, la bienhechora imágen de la divinidad, probablemente un busto
que
le
lado acá de la catarata
ha hecho
se
tianismo, y
mo
del
estaba consagrado,
contra
fuerte
más
la
paganismo
el
contra
tarde
animal
vaca. Del
el
cris-
el cristianis-
islamismo, con mayor
el
insistencia que en parte alguna de las
demás
del valle del Nilo.
Fue preciso
llegar á los tiempos de Justiniano,
y aun echar mano de
la
violencia
para que se lograse destruir comple-
tamente á
el culto
de
Isis, sustitu vendo
él la religión del Crucificado.
La
bellísima sala hipóstila fué convertida
en
basílica, para lo cual
más que
cubrir con
no se hizo
del Nilo los ídolos
y
que se veian en
las paredes,
las inscripciones
para
que con su
vista
no se escandalizaran
los fieles.
Más
tarde
una verdadera
-
una capa de limo
iglesia
se construyó «j
en
la
cual los
coptos, hombres y mujeres, se reunieron durante muchos siglos para dirigir á
Dios sus oraciones:
al
pre-
FEL1GRESA de una acesia copta
sente se halla totalmente arruinada,
mismo que la vecina aldea. Philse está deshabitada: hubo un tiempo, sin embargo, en que Los Faraones que emeran numerosos los viajeros y peregrinos que en ella se albergaban. del Sur, jamás se dispensaron de pueblos los contra excursiones bélicas sus prendían veneranda. Entre las cataratas primera y presentar sus ofrendas y elevar sus preces á la diosa muchos templos aislados, sin contar los que fueron labiados en las entrañas
lo
segunda existen EGIPTO,
TOMO
II.
IO
=
DE LA CIUDAD DE AMON A LA CATAEATA
418
líbica. Sólo nos queda espacio para nombrárselos al lector como de paso, y mosadmirable fachada del speos de Abu-Simbel y el santuario de Girsche. Xo cabe dudar, sin embargo, que los artistas que tuvieron á su cargo la construcción de esas obras gigantescas, y aun los soberanos que ordenaron su construcción, se detuvieron más de una vez en el templo de Isis, cuando iban á visitar las obras que construían ó mandaban
de
la
cadena
trarle la
construir.
En
los tiempos tolemáicos los sacerdotes se vieron precisados á invocar el auxilio
de los reyes, contra la invasión de los viajeros que agotaban sus provisiones, y,
según
decían, les ponían en la dura necesidad de suprimir las ofrendas que de derecho inconcuso
pertenecían á los dioses.
ENTRADA DEL TEMPLO SUBTERRÁNEO DE GIRSCHE
Cuando más
más remotas
tarde prevaleció en
Roma
el culto
de Isis y de Serapis, y se propagó á las el número de los que
regiones del imperio, léjos de disminuir, fue en aumento
deseaban contemplar de Philse, por
el
la
comunicar solemnidad
el
sepulcro de Osiris
del Egipto, especialmente
cuando pretendían
residencia terrestre de la diosa favorecedora
cual juraban á
muchos griegos
sus juramentos.
viajeros hubiesen tratado de dejar en la isla
explica el que en diferentes puntos del
y
Compréndese fácilmente que muchos de
un recuerdo
templo de
Isis, al
ó
memoria de su
lado y
visita,
aun encima de
tales
y esto nos
las figuras
y de
encuentren inscripciones en prosa y en verso, redactadas en su mayor parte en lengua griega, de las cuales hay algunas verdaderamente notables por la forma y por el contenido. La mayor parte se encuentran en los sitios del Sur de la isla, que contienen las más antiguas construcciones del santuario. los jeroglíficos de estilo egipcio, se
DE LA CIUDAD DE AMON A LA CATARATA
420
La
isla ofrece la
forma de una sandalia: sus
orillas se hallan defendidas de los
embates
de las fuertes avenidas por medio de una muralla sólida, y casi en toda su extensión, perfectamente conservada. Las procesiones de peregrinos que venian á tributar á Isis el testimonio de su veneración, y las ofrendas procedentes de los nomos de Egipto ó de las ciudades de Etiopia, para acercarse á la isla, debían seguir la corriente rio abajo y aportar
Sur. De aquí que modo que una sala
al
los
desembarcaderos se hallen situados en
el
mismo
lado meridional, del
de recepción (I), adornada con columnas y obeliscos de asperón, y cerrada por muros no muy elevados que contienen las líneas
de columnas.
Débese su construcción á
Nectanebo, y en ella aguardaban los sacerdotes la llegada de las barcas de las gentes de distinción con ,
el fin
de conducir á los visitadores á través de un
y estrecho (II), al primero de los píleos cuya altura era proporcionada á la de las cons-
patio largo (III),
trucciones vecinas.
Frente
la
puerta
entrada
de
veíanse en otro tiempo dos obeliscos, delante de los cuales, cual
si
fueran los guardianes del lugar, exis-
tían dos soberbios leones echados: de los obeliscos
nada más queda que
la parte
superior del uno
:
En
cuanto á los leones han sido hechos pedazos.
en la
época romana se levantaron pórticos á ambos lados de esta vía triunfal completamente enlosada.
Oeste (a-b) está levantado á pico sobre
El del
el rio,
fundado por Tiberio,' y continuado por
y fué
Calígula,
Claudio y Nerón. Las piedras del techo fueron distribuidas en casetones, según el gusto romano: las pinturas
y
las inscripciones de la
es decir la que mira al rio,
pared interior,
han conservado admira-
blemente sus colores. El lado opuesto, que es
que mira á
la vía triunfal,
el
cuenta aún hoy dia treinta
que se conozca y una columnas, cuyos capiteles ofrecen una inmensa variedad de formas. Sin paralelamente trazada fué no anterior, la á colateral ó cubierta (c-d) opuesta la causa, el ala se á ésta, y quedó además sin concluir. De las diez y seis columnas de que en un principio golpes, y devastados fueron á demás los capitel: el tienen terminado tres sólo componía, se colocados sobre los fustes tal cual con semejante operación resultaron. El eje del patio
desvia sensiblemente del eje general del templo, cuyos elementos principales sin excepción
alguna se hallan orientados siguiendo en conjunto una misma dirección. Semejante circunstancia sólo puede explicarse, suponiendo que lo mismo aquí que en Luqsor, tuvo que partirse del pié forzado de respetar algunos edificios antiguos.
La gran fachada
exterior del píleo, la
,
.
DE LA CIUDAD DE AMON A LA CATARATA
422
que veían á su frente en otros
las
procesiones que se dirigían
al
templo tiene, como en los demás, que bélico, en las cuales se ve á
lugares hemos examinado, representaciones de asunto
Tolomeo Filometor destruyendo á sus enemigos. Llegadas á este
haremos
el
lo
al peristilo (y nosotros cual se encuentra establecida nuesti a tienda
procesiones daban vuelta
las
sitio
propio) cerrado por sus cuatro costados, en
podremos contemplar él por el Sur, y sobre la puerta central del pileo el general primera división del ejército francés, conducida á Egipto por «el año VII de la República campaña venturosa su de grabada en memoria dejó Bonaparte, nombre de BonaFrancesa,» el 3 de Marzo de 1799. Las palabras República Francesa y el
(IV).
Penetremos en
la inscripción
que
la
parte, fueron borrados: frase
en letras negras:
Dicho
más tarde se han restablecido, y debajo se ha «No deben mancharse las páginas de la historia.» Sur por
peristilo, limitado al
este
inmenso
pileo, lo está
escrito la siguiente
por sus otros tres lados por
cámaras v Oeste por una sala (V) dividida en cuati o columnata con una por Este el por Sur; del lado el por hecha excepción rodeada de pórticos, encuentran una série de aposentos capiteles con máscaras de Hathor, detrás de la cual se
construcciones independientes
(VI), y por
el
Norte por
el
en
:
el
templo propiamente dicho (VIII), cuya
separada del patio en que vivimos por medio de los píleos.
empotrado un gran
como sobre
sillar
el
rey
el
documento,
la
sala hipóstila se halla del ala izquieida \e s e
muro
de granito, cintrado en su parte superior, en
indestructible
docio de Isis por
En
el
cual se
conmemoró,
donación de las tierras cultivadas hecha
Tolomeo Filometor, y su hermano y esposa
que limita príncipe se debe también la construcción ya mencionada,
Cleopatra. el patio
al
poi
ó frontispicio con siete columnas, cuyos capiteles
&acei-
Al propio su lado
van ador-
y ofrece una fachada nuevos adornos por Cesar nados con máscaras de Hathor, que más tarde fue realzado con partos de Philm, por lo de casa mamisi, ó de nombre el Tiberio. Hásele dado con razón
occidental,
mismo que
la
mayor
alumbramiento de
parte
Isis,
de
los cuadros é
inscripciones que
contiene,
se refieien al
nacimiento de Horo, y á su educación por Hathor y Nephthvs.
al
Sin olvidar un solo instante al tierno príncipe y á
la
dama
de sangre real que
le dio la vida,
la lactación por la propia madre; se honra en él el más bello de los deberes de la maternidad, toma lección de Hathor, el cual le del hijo, igualmente puede contemplarse á Horo que pié detrás de él, pieside la enseña á pulsar el laúd de nueve cuerdas, en tanto que Isis, de
escena y vigila
al
maestro.
Las pequeñas cámaras situadas en
la
fachada oriental del patio (VI), frente por frente del
un duplicado que acabo de describir, ofrecen un interés particular. Prescindiendo de de ellas, una en descubierto, ha él se en que Roseta inscripción de la de del texto demótico Ismail, el rev v á precisamente la que sirve de despensa á Salech y de cocina al negro
edificio
imitación suya la multitud de convidados que
le
acompañaba,
se sometían á las purificaciones
que pretendía penetrar en la sala hipóstila y en los aposentos aquí que se le haya dado el nombre de cámara de las purificaciones
indispensables á todo aquel interiores del templo: de
Junto á
ella veíase
otra
sala,
dedicada á Safeh, la diosa de
la
Historia, la cual estuvo
DE LA CIUDAD DE AMON A LA CATAEATA
423
destinada á biblioteca, según expresan las inscripciones grabadas sobre la puerta y sobre las paredes: un nicho abierto en la pared septentrional, encima del cinocéfalo sagrado, y debajo del Thot-ibis, servia para custodiar los libros
rodean
la puerta de esta librería,
más
prácticas que debían observarse á la entrada
y á
Las líneas de
santos.
nos revelan que en
ella,
jeroglíficos
que
con los escritos relativos á las templo, y diez libros proce-
la salida del
dentes de la Nubia, se conservaban todos los títulos de donación otorgados por los reyes á Isis, escritos
una
En
en pergamino ó en papiro.
columnata, detrás de
la cual se
el
extremo Sur de
la
abrían dichas cámaras, encuéntrase
puerta, junto á la cual se hallan consignadas las inscripciones aplicables á los porteros del templo
y á
los visitantes
permitir
el
Volvamos central
á quienes podían
ingreso en
del
al patio,
el
santuario.
y por la puerta
segundo par de
píleos
(VII), penetremos en la sala hipóstila.
Iluminada y pintada de diversos
colores, hállase perfectamente situa-
más
tem-
da en
el
plos.
Encierra cuatro grupos de tres
bello de todos los
columnas, cuyos pintados capiteles capitel adornado de plantas
se hallaba cubierta en
una
se iia q an a dornados de plantas:
una mitad de su
luz vivísima que se graduaba por
superficie,
medio de un
él los
CAPITEL CON MÁSCARAS DE HATHOR
el
interior
velario: todavía se distinguen los agujeros
destinados á dar paso á los numerosos cables que sostenían cual se impedia que penetraran en
sólo
y por consiguiente penetraba en
abrasadores rayos del
el
inmenso
sol.
En
el
toldo,
mediante
el
techo se distinguen
algunos cuadros astronómicos: las cruces esculpidas sobre las piedras de la muralla y
ú hornacina adornado con
nismo por un
el
un nicho
símbolo del
cristia-
arquitecto bizantino, revelan que
esta sala sirvió de basílica á los habitantes de Philee, en cuanto se convirtieron á la fe del
Salvador. Las salas que desembocan en la parte posterior de la hipóstila y terminan en el santuario que flanquean dos cámaras, hállanse textos que tapizan las pequeñas materialmente llenas de inscripciones. Los cuadros y los de Tolomeos prodigaban sus dones á Isis. El segundo y el tercero esta parte del edificio que sirve de núcleo al construir hicieron I, Evergetes ellos, Filadelfo y miembros de la familia de los Lágidas, entre los conjunto del templo; en cambio los demás el nombre de Tolomeo Filopator, trabajaron inceconsignar con contentaremos cuales nos tesorerías revelan que los
DE LA CIUDAD DE AMON A LA CATAEATA
424
santemente en su embellecimiento. Encima del techo se encontraba
aposento de Osiris,
el
cuya momia germinaba y producía verde ramaje: á su lado veíanse otras divinidades que espiaban el momento en que el dios despertara á nueva vida.
más
El ficios
célebre de los pequeños edi-
de Philse, es
mente con
el
comun-
conocido
nombre
el
de' Kiosco
ó
y consiste en un pabellón lindísimo (X) construido por
Lecho de Faraón
,
Tiberio en
la ribera oriental
cual
distingue tan
el
ligero,
se
de
la isla,
esbelto, tan
tan elegante sobre el azulado
fondo del firmamento, que aun de léjos atrae todas las miradas. El arte egipcio
forma en
él feliz
maridaje con
más
merced á
la
puede,
se quiere, hacerse
al
si
el griego,
sentida inspiración:
un cargo
arquitecto que lo ideó, por haber
sobrecargado de cubos demasiado ele-
vados
las
columnas más esbeltas que
se encuentran
á el NUBio ismail
nuestra parte
le
perdonamos con
arquitrabe la
jamás cubren
En Kardaseh,
al
en
la
Nubia,
este kiosco; pero sin conseguir
Sur de
las
el
que por
falta
ha tratado de imitar la
copia
el
el original.
estrecho brazo del Kilo separa á Bige de la orilla occidental de
Es
Philse.
ésta
una
isla
peñascosa á
la cual
nombre de Senem, revelándonos muchas de
se encuentran, que
ella
en
la
se
A
la
misma
los
antiguos egipcios
las inscripciones
que en
ella
época pertenece una estatua de Osiris
ha encontrado, labrada en
misma,
daban
en los tiempos de la décimaoctava dinastía era ya
lugar de peregrinación.
que en existe
pero es una
;
nubes, no puede ser mejor
Philse, se
en manera alguna comunicar á
embelesador encanto que encierra
el
los edificios egipcios,
mejor voluntad, puesto que, cometiéndola, ha aumentado
de palmeras, bajo un cielo que
Un
en
de colocar encima de ellos
de tranquilidad que produce este pabellón aéreo, cuyo asiento en un lugar rodeado
el efecto
elegido.
fin
la cual lleva el
nombre
hermoso granito
el
del
rojo
que
segundo Amenofis. ConstiTHOT
tuve
en
una
el
principal ornamento de
la vertiente oriental, entre
familia nubia.
Nada más
Bige
,
un pequeño templo tolemáico situado
cuyas ruinas, desgraciadamente, ha establecido sus reales original y á su
manera más grandioso puede concebirse,
DE LA CIUDAD DE AMOX A LA CATARATA
UN ANGULO DEL TEMPLO DE EGIPTO, TOMO
II
ISIS.
425
EN PHIL.E 107
DE LA CIUDAD DE AMON A LA CATAEATA
426
que
el
aspecto que ofrece
El punto desde de
Isfs
,
el
la isla
cuando
se la contempla desde la ribera occidental de Philce.
cual mejor se distingue, es desde
que se halla situado entre
el
rio
y
uno de
avanzados del templo
los sitios
(en IX) y que merece especial mención por los dos cuadros trazados sobre
la sala hipóstila
el
El uno representa los desnudos
muro.
acantilados de al pié
las islas de la catarata:
una de
se vé el Nilo, que bajo la vigilancia de vierte sus
un culebrón enorme interior de
gue
la
una
momia
cocodrilo
al
gruta.
En
el
aguas en
el
otro se distin-
de Osiris, conducida por un
través
rio
del
sagrado.
Este
cuadro se refiere, ó mejor se deriva proMONEDA DE TOLOMEO FILOPATOR.
•
1
1
bablemente de una antigua leyenda, cuyo ,
rastro presumo haber encontrado en uno de los cuentos de las Mil y una noches.
Xo
existe
un hombre del vulgo que no sepa lo que significa la isla de bien, Anas el— Philce, que se conoce comunmente con el nombre de Anas el-Wugud: ahora Wugud era el amante de la hermosa Zallar el-Ward, Rosa en flor. La historia de esta en
la
Nubia
enamorada
ni
en todo
el
Egipto,
pareja, su separación
nacido indudablemente á
su narración:
«Me
voy á
orillas fin
y su reunión
final,
tal
cual se refiere por Scheherzad, ha
del Nilo: los narradores de cuentos, dicen hoy al comenzar
de construirte
un
castillo
TEMPLO DE KARDASEH, EN LA
en medio del
NUBIA.
rio
(Bachr) de Kenus,»
EL KIOSCO, EX PHILiE
DE LA CIUDAD DE AMON A LA CATAEATA
429
ISLA DE BIGE
de la Nubia septentrional. El castillo en cuestión es
el
templo de
Isis: refiérese
en
la historia
joven enamorado montóse en un cocodrilo para llegar antes castillo situado en lugar donde se hallaba su amada, encerrada prisionera ó cautiva en un
de
Anas el-Wugud, que
el
RUINAS DE UN MONASTERIO COPTO CERCA DE PHIL-E
EGIPTO,
TOMO
108 II
al el
DE LA CIUDAD DE AMON A LA CATARATA
430
centro de una
¿No habría nacido semejante narración
isla.
de la leyenda de Isis y de Osiris,
que se amaron tiernamente y se vieron separados el uno del otro, y de la tradición del dios que valiéndose de un cocodrilo, alcanzó el lugar en que Isis estaba encerrada? Los árabes creen aún que
cámara de Osiris
la
sirvió de aposento nupcial á la
Aquí, como en todo
de su reunión.
Al emprender
este libro,
de manifiesto, cuando resultado de lo otro, y
el
el
enamorada pareja después
Egipto, lo nuevo se halla confundido con
nos impusimos
caso se ofreciera,
el el
deber de dar á cada uno
lo
procedimiento mediante
el
lo
antiguo.
suyo, y de poner cual lo
uno ha
podemos asegurar que hemos puesto cuanto ha estado de nuestra parte
para llenarlo cumplidamente, desde Alejandría hasta los límites del Egipto, y capítulo tras capítulo, hasta
el
!
—=0 —t-h
-
.
-
t-
H
—O—
A
1
INDICE DE GRABADOS Pág.
Mehemet-Alí
2
Cabecera del capítulo primero Letra inicial del capítulo primero Mameluco con todo su armamento Cercanías de G-izeb: entre las pirámides y el Nilo. Estatua del general J. B. Kleber en Estrasburgo. Mercenarios albaneses Salto del
mameluco mameluco
3 3
4
Bajo-relieve representando gansos, en Gizeh. León de bronce
6
Antigua representación egipcia de trabajos en dos
Pabellón del jardín del palacio de Shoubrah. Exclusa-puente construida sobre el Nilo. Patio de la mezquita de Mehemet-Alí en la ciudadela
.
Cuarto donde nació
.
.
.
.
.
.
13 15 17 1
en Masufir- Chana. mezquita de Mehemet-
19
Alí, vistas desde el Nilo. Dulces de los chicos de Egipto El telégrafo en el desierto M. de Lesseps Cañaverales de la ribera El canal de Seti I; tomado de un bajo-relieve grabado en el muro septentrional exterior del templo de Karnak Granja cerca de Ismailia Limpia-botas árabe El GebeLAtaka Una calle en Suez Fuentes de Moisés Borriqueros y turistas. Fonda de Shepherd
21 22 23 25 26
La
el jetife
ciudadela del Cairo
la
y
.
......
•
El delincuente castigado Hassan el borriquero Mehemet Selim, cawas del consulado de Austria.. Acueducto antiguo El palacio de Gezireh Kiosco del palacio de Gezireh
El jetife Ismail paseando en coche Mercado de esclavos El canal de Suez
44
Collar para la cabecera del capítulo segundo.
.
.
Vaso de bronce. (Inicial A) Francisco Champollion Patio del Museo de Boulaq Jeque-el-Beled. Estatua de madera hallada en Sakkarah. Los consortes de Meidoum
...
Amon.
45 45 47 49 51 52 52
.
— Osiris
Osiris (lecho de época faraónica)
Hacha y daga de la reina Aah-hotep Betratos copiados de estatuas del tiempo de los Faraones Barca de oro con remeros de plata Menephtah Ba-Hotep. Testa del etíope Taharka Ameniritis
Hathor como vaca Isis
Osiris
Ataúd de momia Objeto de tocador
27 27 28 29 31 32 33 34 34 35 36 37 39 40 41 43
.
estatuas y una esfinge
7
11 12
Muchacho jardinero Alameda de Shoubrah
.
5
9
Sitio del salto del
Pág.
...
Trasquiladura de muchachos en el Cairo. Antigua peluca egipcia Bajo-relieve en madera encontrado en Sakkarah.
Anfora con tapadera de cabeza humana. Cucharilla para tocador
...
Bote de ungüento con un jimio Gargantilla con escarabeo
Caja de juego de damas Figurita. OusTiabti
Momia de Ibis
Ibis
.."....
54 55 56 56 56 57 57 57 58 59 61 61 61 62 62 63 63 63 64 64 64 64 65 65 65 65 65 66
Thot y Safekh (diosa de el nombre de Bamsés
la historia) registrando II en la fruta del árbol de Persea, bajo-relieve del Bameseo de Tébas.
Paletas
66 66
Cuadro del tribunal egipcio de los muertos. Viñeta del capítulo 125 del Registro de los muertos de Turin
Horo sobre
los cocodrilos
Quiromancia Entrada de Chan el-Challil Estatua- retrato y bajo-relieve de Amenophis IV.. Cabecera del capítulo tercero: copiado de un antiguo manuscrito del Coran conservado en la biblioteca del virey en el Cairo
Letra
inicial I: del
mismo manuscrito
Escribiente público
La puerta de las sopas en
la
mezquita Bab el-Azhar.
67 68 69 71 72
73 73 74 75
INDICE
432
DE GRABADOS Pág-
Pág.
la portada de un manuscrito existente en la biblioteca del virey en el Cairo.
Adorno custodiado en
76 77 79 83
Sabio del Cairo Una cátedra en la mezquita el-Azhar
Mezquita Ouerdani Portada de un manuscrito del Coran del tiempo del sultán el Muaijad perteneciente á la biblioteca del virey en el Cairo Portada de un manuscrito del Coran del tiempo
86
del sultán Scha’aban, perteneciente á la bi-
88 89 91 93 93 94
.... .
...
95 95
96 97 98 99
Taller de Francisco Dillon, arreglado al estilo árabe. El hijo predilecto
La Khatbeh (casamentera)
101 102 103 104 105 106 106 107 109 111 112 113 114 115
Joven del Cairo Pasatiempo de una dama en el Cairo Entrada de un baño para mujeres Comitiva nupcial
El aguador Vasijas árabes de metal
un baño oriental Hermana msnor de Aisha
Interior de
Una
.
calle del Cairo
Comitiva fúnebre. Cantores ciegos, según un cuadro de un sepulcro .
116
egipcio
según un cuadro de un sepulcro de Nefert-Hotep, en Tébas Calle y mezquita Distribución de dátiles en un cementerio del Cairo. Patio y casa del Cadí
Plañideras,
Domador de
culebras
Salida en coche de una
dama después de
la
116 117 119 121 122
puesta
del sol
Sais
Padre é hijo. El Zikr El Zikr Derviche comiendo escorpiones Tienda de un dignatario Doseh (acto de pasar un caballo con su jinete encima de cuerpos humanos) Oración en una noche de Ramadan Los que esperan la salida de la luna El Mesahhar Tienda de comestibles Despensa árabe .
.
Café en provincias
.
.
.
123 125 126 128 130 131 132
El dragomán (intérprete) Ahmed abu-Nabbut Lechero del Cairo Buhonero Vendedora de naranjas
.
.
Israelita del Cairo.
Zapatero remendón Cambista judío Primer viaje en camellos Excursión á la selva petrificada
Madera Madera
petrificada petrificada
Fósil de animal marino
Concha
caliza
Molino de viento cerca del Cairo Puerto de Boulaq Esclava abisinia Las tumbas de Beni-Hassan (cabecera del capítulo sexto)
Letra
0
inicial
Cairo visto de la ribera izquierda del Nilo..
Turra Pirámide de Medum Ruinas del laberinto y de su pirámide. Mercado de harina cerca de Beni-suef. Gebel-et-Ter. Zafra Casa de baños Reclutamiento en tiempo de Mehemet-Alí Labrador felah Entrada á los sepulcros de Beni-Hassan. El valle del Nilo en Beni-Hassan Columnas poligonales de Beni-Hassan Columna de tronco de loto
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
....
Columna cali culada de Ramsés Columna de troncos de papiro Capitel decorado con motivos vegetales.
.
.
.
Vestíbulo del sepulcro de Amen, en Beni-Hassan Columnata de Medamot, cerca de Tébas. .
Escena de animales, sacada de un sepulcro Inmigración semítica al nomo Mah..
.
.
.
egipcio.
....
Trabajos agrícolas
Lavanderas
,
147 149 151
152
175 175 176 177 178 179 180 181 182 184 185 187 188 190 192 192 192 192 193 193 195 196 197 198
tejedoras é hilanderas con sus vigi-
lantes
135 137 139 140 141 142 143
146
153 153 155 157 159 161 162 163 164 165 166 168 168 168 168 169 171 174
(cabecera del capítulo quinto) Letra inicial E.
blioteca del virey en el Cairo Nicho de la Ka'a del Multó (jeque el-Mahdi). Habitación del Mufti (jeque el-Mahdi) Cabecera del capítulo cuarto Aisha El pozo en una casa Elefante colgado encima de una puerta. Sala abierta en un viejo palacio mameluco en el Cairo Plano de una casa árabe en el Cairo Ka’a en el harem del jeque Sadad
Una calle del Cairo Representación antigua de plañideras de difuntos Plañideras
Plaza donde se reúnen los peregrinos Una familia y sus convidados que aguardan la machmal, (silla de manos) Regreso de la caravana de los peregrinos. Arrabal de Bab-en-Naasr Gentes que aguardan en la playa de Suez la llegada del buque en que regresan los peregrinos. Ornamento sacado de un manuscrito del Coran
Decoración del muro do un sepulcro Decoración del muro de un sepulcro Decoración del muro de un sepulcro. Decoración pintada sobre el muro de un sepulcro en Sakara Pilastra esculpida del templo de Earnak. Juego de bolas .
.
.
.
200 200 200 200 201 201 202
INDICE DE GRABADOS
433
Pág.
Talle de Speos Artemidos
Grutas de Artemis (Speos Artemidos) Antino o Siesta de cocodrilos (cabecera del séptimo capítulo) .
Chacales.
Monfalud
(Inicial L).
....
.
.
.
Orilla derecha del Hilo, cerca de Gebel Abu-Foda Cocodrilo colgado sobre la puerta de una casa. Datilera y palmera Dum.
.
Patio de una casa en Siut las puertas de la ciudad
A
Lobo egipcio (Dib) Siut
Arado arrastrado por caballos Doncella felah
Palmeras y sicómoros
Ln niño felah con sus guardias de corps. Cabezas de rebeldes Sohag.
.
Convento abandonado cerca de Assuan. T endedora de pavos Girgeh
Una
oficina
en Girgeh
Mujer copta Interior de una
iglesia copta
Muchacho del Cairo Asno de silla Abrevadero para palomas Portadora de escombros. Búfalos conducidos al Nilo Isis, Osiris,
Una de á e
Horus
las salas del templo de
Y
Ribera del Nilo en las cercanías de Abydos. Plano del templo de Osiris ción (bajo-relieve de
de
Sala
las
y
templo
el
Hou Felahes encaminándose al mercado Campamento de gitanos Vendedora de cacharros y tinajas Regreso de la peregrinación Pasaje de felahes entre Kene y Denderah. Plano de Denderah Plano de Edfu Píleos de un templo Propileo de Denderah. La gran sala del cielo en Denderah El Mamisi de Denderah..
... .
Sistro
Cleopatra, según una
moneda
griega
Cleopatra, representada según Cleopatra EGIPTO,
TOMO
II.
el estilo egipcio.
271 272 973
Kurna
274
La
ribera del Nilo en Tébas, (cabecera del capítulo octavo)
Letra
inicial
D .
Perros de los felahes
Mohamed, muchacho de Abd el-Kurna Excursionistas Plano del grupo principal de edificios, existente en
Karnak
282 283 284 285
Transporte de piedra Santuario de Karnak
Carro de guerra Atalaje del coche de un ciudadano, tabla de Abd el-Kurna)
Obeliscos de la parte Sello de
(según una
más antigua de Karnak.
.
.
Thutmosis II
Torre de construcción cristiana en Der el-Bachri.
.
Tertulia egipcia
Las honras postreras.
.
Bailarina egipcia
Vasallos llevando ofrendas funerarias, frutos cogidos de las propiedades de su difunto señor. .
Templo de Der
27 0< 27 276 276 277 278 279 Ql
Borriquero de Tébas Cerradura felah
el-Bachri, (según los planos
285 286 286 287 288 289 291 292
y res-
240 241 243
Bachri) Cabañas levantadas sobre pilotes en la región del Ponto. (Pintura de Der el-Bachri). Mujer felah de Karnak
295
245
Capitel caliculado invertido
de Abydos
(II del plano)
Tabla real de Abydos Mercado de camellos Familia de gacelas Manantial en el desierto El espejismo
Figuras de los nomos de Egipto Noria
293
haciendo una liba-
Abydos)
en
pilastras
.
Pág.
León de Denderah
Bruñe) Buque de la reina Hatasu cargado de productos del Ponto, (según una pintura de Der el-Bachri). Peces del mar Rojo, (según una pintura de Der el-
Abydos (de e, III
del plano)
Seti I ofreciendo el incienso
203 204 206 207 207 208 209 210 211 212 213 215 216 221 221 222 223 224 225 226 227 229 231 232 233 234 235 235 236 237 239
titución de E.
.
Los píleos Sur y 246 246 248 249 250 251 252 253 255 256 257 258 260 260 261 261 263 265 267 268 268 269
el
lago sagrado de Karnak.
.
.
.
.
Prisioneros de guerra trabajando en las construcciones de Thutmosis III Sortija egipcia.
Mango de una
—Aretes
cucharilla para perfumes.
.
.
.
Espejo Peine
Fragmento de un coselete de escamas articuladas. Mercader de antigüedades en el camino de Luqsor á Karnak Ruinas del templo de Amada en Nubia Congreso gatuno tomando el sol .
....
Sechets á
la luz
de la luna.
La casa de Francia en
el
templo de Luqsor.
.
.
Iglesia en el templo de Luqsor Horno para empollar y sitio para guardar las criaturas en Luqsor El coloso Memnon y su compañero, durante la
época de la crecida de las aguas Estatua de Amenophis IV Chu-en-Aten. Esfinge de Karnak
La reina Tuaa La gran sala hipóstila de Karnak.
.
.
.
..... 1
09
294
295 296 297 297
298 299 299 299 299 299 301 303 304 305 307 308
309 311 312 313 314 315
INDICE
434
DE GE ABAD OS Pág.
Págj
Entrada en la casa de Seti, (templo.de Earnak). Plano del Eameseum. Euinas del Bameseum. Pintura representando una batalla en el Eameseum Busto encontrado en el Eameseum .
.
.
.
Píleos y obelisco de Eamsés II en Luqsor. Busto de la reina Xefer-Ari en Abu-Simbel. Aldea de Earnak Aspecto interior del pabellón en Medinet-Habu. Plano del templo de Medinet-Habu Eestos de una iglesia en uno de los patios de .
.
.
.
.
.
.
.
.
.
Medinet-Habu
Murciélagos egipcios
Entrada al valle de las tumbas Puerta de una tumba real en Biban el-Muluk. Plano de la tumba de Seti I. , Menephtah Sillones, (tumba de Eamsés III) Sarcófago en la tumba de Eamsés VI Schesckenk destruyendo á sus enemigos (sala de los Bubastidas en Earnak) Columnas en el gran patio de Earnak Interior del templo de Apet en Earnak .
.
.
....
Pastor en Earnak Comitiva dirigiéndose á la necrópoli Paisaje sobre el Nilo (cabecera para noveno) Una cabaña de felah. (Inicial T). .
.
.
.
.
.
.
.
.
actualidad callejeros.
Caballitos del tio Vivo Felah, natural de El-Eab. Felahes comiendo. Felah de El-Eab Tumba de un jeque Moneda de Berenice Plano del templo de Edfu Templo de Edfu . Milano de Egipto Disco solar alado Músicos del antiguo Egipto Lectura del Coran en un antiguo templo egipcio. Buque cargado de trigo.. Gitana (Ghawazi) Las estelas del Kilo, cerca de Gebel Silsile. .
.
330
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
Acacia seyal. Gacela Junto al mar Bojo. Transporte de un coloso Ginete en camello El camello y su conductor Aldea cerca de Asuan-en la linde del desierto. .
.
.
.
...
.
.
.
.
.
.
.
.
.
Ababde
En
la ribera del Nilo
la fuente
Moneda de Cleopatra Tryphsena. Orillas del Nilo cerca
333 336 336 337 339 340 341 341 342
Puerto de Asuan Eacimo de dátiles en Bazar en Asuan.. Haschim de Asuan
Mono
350 351 351 352 353 355 356 357
.
.
.
Eom-Ombo
flor
sabio
prete)
.
.
.
.
El
Chnum.
dios
café.
.
.
.
400 401 403 403 404 405 406 407 408 409 411
.
.
.
.
Muchacho de la Nubia, de buena familia. Mausoleo en el desierto, cerca de Asuan.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
Obelisco unido á la roca Abisinio
Tumba cerca de Asuan En el desierto entre Asuan y La primera catarata
Philse.
.
Habitante de la Nubia nadando con un fajo de cañas Vendedor ambulante. Aldea entre Asuan y Philse.. .
el auxilio
de
.
Philse.
La vaca de Isis. Feligresa de una iglesia coptai Entrada del templo subterráneo de Girsche. Fachada del templo subterráneo de Abu-Simbel. .
de Philse Peristilo del templo de
.
.
isla
Isis
en
421 423 423 423
Capitel con máscaras de Hathor
.
.
.
Isla de
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
Bige
Euinas de un monasterio copto cerca de Philse Fin del tomo II Cabecera del índice de grabados Cabecera del índice de materias
Adorno
final del
Cabecera
y
final
mismo
412 413 415 416 416 417 418 419 420
de Philse
la isla
(IV del plano) Capitel adornado de plantas
Moneda de Tol orneo Filometor El nubio Ismail Thot Un ángulo del templo de Isis en Philse Moneda de Tolomeo Filopator. Templo de Eardaseh en la Nubia. El Kiosco, en Philse
377 379 380 380 381 384 385 386 387 388 389 390 391 394 394 395 397 398 399 400
hoy intér-
criado nubio,
•
Funcionario público de la Nubia
Plano de la
359 361 362 362 363 364 365 367 368 368 369 371 372 372 373 374 375 377
de
Mohamed-Salekh (nuestro
Un 343 344 345 347 348 349 349
Templo de Hermonthis Perro de Erment Muchacho de Esne En el bazar de Esne Sala hipóstila de Esne Mercado en Esne Bailadoras callejeras. Danza de alineas en las ruinas de Earnak. Almas, la cantadora árabe de más fama en la
Silsile
Templo de Eom-Ombo
capítulo
el
El Nilo en Gebel Mujer felah
Niños en 329
Felah prestando sus servicios en los trabajos del templo de Medinet-Habu. Espectáculo ofrecido por un encantador de serpientes en el segundo patio de Medinet-Habu. Derviche mendigo
Cantadores Columpio
317 318 319 320 320 321 322 323 325 328
•
de la pauta de láminas.
.
.
424 424 425 426 426 427 429 429 4:30
.
.
.
.
431 435 438 439
INDICE DE MATERIAS
REJUVENECIMIENTO DE EGIPTO La
expedición de los franceses á Egipto bajo las
órdenes de Bonaparte, p. sobre
el
general Kleber, p.
el
3.
—Atrae de nuevo
franceses
á
6.
abandonar
la atención
—Batalla de Pirámides: — Los ingleses obligan á
Egipto Antiguo, p. 4.
las
los
Egipto;
el
Mehemet-Alí, p. 6
— Se proclama
gobernador de Egipto y degüella cuatrocientos ochenta mamelucos, p. 10. — Guerra
y
siguientes.
contra los 11.
p.
Ouahhabitas: Ibrabim-bajá somete la Morea,
— Mehemet-Alí
es reconocido jefe hereditario de
Egipto en 1841, p. 12.
— El palacio de verano de Shu-
— Carácter y trabajos de Mehemet-Alí, 15. — Su mezquita en ciudadela, 17. — Sus sucesores: 21. — Abbas y Said (1849-1863); Ismail-bajá Ibrahim,
brah, p. 14.
p.
la
p.
p.
Caminos de hierro, fábricas de
(1863-1879).
de canalización:
trabajos
M. Lesseps y
la fiesta
vesía del canal, p. 26. el
22.
de inauguración, 25. — La tra—El primer canal de Suez durante p.
segundo milenario antes de J. C.
Puesta de sol desde
azúcar,
de Suez, p.
canal
el
alturas
las
del
Ismailia, p. 28.
Ataka,
29.— La
p.
ciudad de Suez: excursión alas fuentes de Moisés, p. 30.
—
Sitio
—Los
lia
por donde tuvo lugar
Cairo
el
siguientes.
nes,
el
paso del Mar Pojo, p. 32.
borriqueros del Cairo, p. 32.
en
—El
mejoras,
y
la
castillo
plaza
del
—El barrio de IsmaiEzbekijeh, p.
de Gezireh, p. 38.
reformas llevadas á cabo
34
y
—Innovaciopor el jetife
Ismail, p. 40.
RESURRECCION DEL EGIPTO ANTIGUO Insignificantes noticias que al terminar el siglo pre-
cedente se tenían sobre pedición de Bonaparte.
el
Egipto antiguo, p. 45.
La
—La ex-
piedra de Eoseta proporcionó
la clave para la interpretación de los antiguos jeroglíficos, p. 46.
de
— Caractéres —El copto: extensión de 50. — El arte egipcio antiegipcia, 51. — Las Boulaq cerca del Cairo,
— Champollion y sus
sucesores, p. 47.
la escritura egipcia, p. 48.
antigua literatura
guo
:
el
Museo de
artes
plásticas,
raban
la
cabeza
la
p.
p.
p.
52.
— Los
y usaban
egipcios antiguos se rasu-
peluca, p. 53.
regla en el antiguo arte egipcio, p.
—El
cánon ó
Las
figuras representando divinidades.
obras del antiguo imperio
nuevo, p. 58.
antigüedades
— Ojeada egipcias,
adorno, p. 60. creto de
—El
Carácter de las
en oposición á las del imperio
histórica sobre el conjunto de las
59 y siguientes.
Ammon-Ba,
doble
Canopa, p. 63.
—Estelas,
objetos referentes al culto
p.
— Objetos de 61. — El de-
sarcófagos
de los muertos
,
p.
y
p.
p.
.
otros
64 y de
—Eolios de papiro, 65 —El liiro 68. — Fórmulas mágicas y amuletos. Muertos, guientes.
si-
los
Medi-
cina, alquimia, astrología, p. 70.
54 y siguientes.
!
í
INDICE DE MATERIAS
436
LA UNIVERSIDAD Y LA MEZQUITA DE EL-AZHAR Camino de flos,
Parleros,
los
que forman
—
la mezquita,
— Ingreso
74.
p.
p. 76.
á
Libros y pantup. 73. mezquita por la Puerta de
la
—Interior:
los profesores
alumnos, p. 77.
los
y
ojeada sobre los grupos
—Método —
empleado en la enseñanza y exposición, p. 78. Diverdurante el período que media de uno á otro
siones
— Carácter
curso, p. 80.
de la ciencia musulmana, p. 81
|
siguientes.
y
— Historia
de la Universidad:
las
cuatro
de los musulmanes, p. 82 y siguientes.
sectas ó ritos
Importancia y población de la Universidad legados que se le han hecho, p. 85. Inspección del Estado: exá:
—
menes y
ejercicios
el profesorado:
que deben practicarse para ejercer
sueldo
de los profesores, p. 87.
de los estudiantes, p. 89.
—Su número,
—Vida
p. 90.
EL CAIRO.— LA V IDA DEL PUEBLO Consideraciones
generales,
p.
93.
—
La
I.
—
casa,
Aspecto sencillo que ofrece el exte94 y siguientes. rior; amuletos encima de las puertas, p. 95. El patio; p.
—
Mandarab, p. 96.— El harem, y su Ka'a Menaje, cocina, p. 100. II. El Matrimonio,
visita á la p. 99.
—
,
—
—
100 y siguientes. Por qué se celebran los matrimonios en edad temprana. Elección de la novia; la Khatbeh 6 p.
intermediaria, p. 101.
fiestas
á
p. 105.
—El
p.
al
conduce
cortejo que
— Las
102.-
baño con gran la
desposada á
—Recepción y comida ofrecida 109. — El novio casa novio,
casa del novio, p. 108. los
hombres en p. 110.
va á orar,
y
de la dote, firma del
desposorios,
ó
de la boda; la novia conducida
pompa, la
—Discusión
matrimonio
de
contrato
—
siguientes.
la
del
,
del cadáver,
p. 117.
p.
p.
— Ideas
La
siguientes.
—
ministros, p. 131
los
siguientes.
y
gata, epílogo de la fiesta, p. 133. el
Peiram,
las fiestas
lugar de
p.
—La doseh ó cabal—V. El Ramado/n y
136 y siguientes.—Ramadan, el mes de de la primera noche del comedio
descripción
:
mes de Shaaban que precede,
del
el
—
de la misma, p.
y
en
en que se celebra
casa del cadí al principio
p. 138.
—Reunión en
del mes, p. 138.
entre el absoluto ayuno del dia
y
la
— Contraste
los festines
y banque-
la
cámara nupcial,
La 112 y siguientes. La lamentación fúne-
á fines del mes: regalos y felicitaciones mútuas, p. 144. VI. La fiesta de la Peregrinación, p. 145 y si-
la bendición
guientes.
p. 112.
de simpatía
— Aparecen — Ceremonias
114.
115.
lll
—
— ,
p.
los
,
el
arreo
empleados de
relativas
al
la
entierro,
de los musulmanes respecto á la condi-
El duelo, p. 118.
tes
de
la
—
noche, p.
— Fabricación
cería que se remite p. 145.
140.— La
fiesta del
pequeño Beiram
del KisnéTi , esto es, de la tapi-
á la Meca, para adornar
la
Caaba
—La caravana y Mahhmal, 146. —La — El culto Makhmal, 148. el
fiesta
p.
de la partida, p. 147.
al
p.
Fiesta conmemorativa del sacrificio del cordero que se
Jiesta del nacimiento del Profeta, p. 120 y El cortejo que se dirige con gran pompa á la
siguientes.
las calles
p.
ción del alma en el otro mundo.
IV.
realizados
—Paseo por
y aspecto que ofrecen durante la primera noche 125 y siguientes. Los Zihr, p. 128 Las tiendas de los altos funcionarios y de
la fiesta
Entierros,
los testimonios
cancillería,
— Preparativos
la fiesta, p. 122.
—Penetra en
III.
muerte de un musulmán, bre
p.
residencia del cadí, para fijar la duración de los dias de fiesta, p. 121.
—
celebra en la Meca; regreso
nos, 150
y
y
recepción de los peregri-
siguientes.
PARTIDA AL EGIPTO SUPERIOR Diferentes medios para realizar el viaje, p. 153.
gatos.
Viaje en dahabijeh: los guias del extranjero: retrato del
Abu-Nabbut, de cuanto ha menester valiente
p. 154.
el viajero, p.
sobre la vida en las calles
Muski,
p.
—Adquisición
y
156 y siguientes.
la
156.
en
el
Cairo
— Ultima ojeada
animación que ofrece
— Alimento
el
distribuido á los
res,
p.
Continuación de las compras en los zocos ó baza164.
alturas del siguientes.
—El
cambista, p.
Mokkatam y
—
166.
—Excursión
á las
bosque petrificado, p. 167 y Digresión geológica, p. 168.- El puerto de al
Boulaq: á bordo de la dahabijeh, p. 170.
—
—
—
—
—
INDICE DE MATERIAS
437
EL EGIPTO SUPERIOR HASTA LAS TUMBAS DE BENI-HASSAN siguientes.
— Las can-
tumbas de Beni-Hassan,
teras de Turah, p. 178.
—Baños de Heluan y
las pirámi-
lumnas, p. 190.
des de Meidum, p. 179.
—
Fayum,
representadas, p.
Remontando
p. p.
el Nilo, p. 175
y
Excursión al oasis del
180 y siguientes.—El Laberinto y el Lago Mocris, 180 y siguientes. Continuación de la travesía: Beni-
Suef y Gebel-el-Teir. Las plantaciones de caña de azúcar del Jetife. Parada en Minieh, p. 182 y siguientes.
—
Zauiet el-meitin; el cementerio de Minieh. Llegada
á Beni-Hassan:
el
bakhshish, P- 186
siguientes.
y
189 y siguientes.
p.
—Los sepulcros y 194. — Cuadro de
—Las
co-
escenas en ellos
las
la civilización egipcia
durante las dinastías XI, XII y XIH, p. 196 y siguienFormación y desenvolvimiento del arte decorativo,
tes.
—
p. 201.
de —Speos Artemidos y 205. — Cruzamos —Antinoé, los altares
205.
p.
Amarna,
Pakht,
la diosa
el-
ante Tell
p.
p. 206.
—Las
HASTA TÉBAS Continuación de la travesía, p. 207.
—La
montaña
arábiga y las peligrosas corrientes que se forman al pié de G-ebel Abu-Fodah, p. 208.—Visita á la gruta de los
p. 211.
Maabdeh,
de
Cocodrilos
— Llegada de
p.
210.
la dahabijeh
— La
p. 215.
—Siut
en
el
—Visita — Los lobos 216. — La agri-
y p.
,
dia, p.
la
,
en
antigüedad y en los tiempos modernos, p. 218 y siLos pueblos de Gau en una y otra orilla:
guientes.
—
alzamiento en la izquierda en 1865
,
p. 222.
— Caza
del
— Sohag y sus monasterios coptos, ruinas de — En marcha hacia 238. —Llegada búfalos, 236. —Rebaños
pato silvestre, p. 223. p.
las
225 y siguientes.
Abydos,
p.
de
á Arabat y Madfuméh:
la
p.
Abydos,
el
mito de
—
—
p. 214.
cultura en las orillas del Nilo en el Egipto superior
— Thinis.
240 y siguientes. El gran templo de Abydos, El culto en el santuario de Osiris, p. 244 y p. 243. siguientes. La tabla de Abydos, p. 246. El Chargeh Osiris, p.
á Siut, p. 212.
á la necrópolis de la ciudad antigua
en Egipto,
palmera Dum,
Asiáticos á Egipto, p. 238.
los
—
demás
oasis,
251.—El
247.— Su
p.
el interior
de Keneh, p. 255.
que conduce desde Keneh el
comercio
y
la
253.— Continuación
p. 254. — Paseo —Importancia de la vía
Hu, Keneh,
del viaje á lo largo del Nilo:
por
importancia geológica,
desierto de Lybia, p.
al
mar Rojo y á Koser, para
peregrinación á la Meca,
p.
256.
Denderah, delante de Keneh: historia del célebre templo Su descripción, sus fiestas, su de Hathor, p. 258. culto, las representaciones figuradas que encierra, p. 259
—
y
siguientes.
más antigua inmigración de
TÉBAS EN LA ÉPOCA DE MAYOR ESPLENDOR DE EGIPTO Llegada á Luqsor: abandonamos establecernos en una de p.
276
y
dahabijeh para
la
tumbas de Abd-el-Kurna,
—Los habitantes de —Extensión de antigua Tébas,
vecinas
las
siguientes.
aldeas, p. 277.
—La
las
p. 280.
la
necrópoli de Tébas, sus sepulcros,
sus
templos,
—Historia
de Tébas, de sus soberanos, de sus edificios, p. 282 y siguientes.— Ammon-Ra, p. 284.— El mausoleo de la reina Hatasu, sus inscripciones, sus cuadros, p. 287 y siguientes. Las memnonia de los Faraones egipcios, p. 291. Las expediciones marítimas p.
281.
—
—
de los Egipcios
al país
de Ponto, p. 295.
— Tutmosis
III,
sus construcciones, sus campañas, p. 298 y siguientes.
Cuadro de
la
civilización del Asia Anterior, en
del mismo, p. 300.
tiempo
—Faraón Amenophis ni, 303. —El — Las estatuas p.
templo de Luqsor, p. 304 y siguientes.
p.
313.
—
—
Amenophis IV ó 306 y siguientes. Hor-em-eb ú Horo, 312 y siguientes. Los Ramesidas y el santuario nacional de
de Memnon, Khu-u-Aten
,
p.
—
p.
EGIPTO,
TOMO
II.
p. 316.
Karnak,
siguientes.
Otros p.
— La casa de Seti,
Grande y sus
el
—
edificios
tes.
y
el
de Ramsés
pasión por los
II.
de los pueblos
III, p. 331.
á
—Ramsés p.
II
319 y
El speos de Ibsambul,
—Menephtah —Las
el
del
Mediterráneo contra
ceremonias de
la
lujo de
Ramsés HI,
p.
—
336 y siguientes. El Los ó tumba de Belzoni, p. 342.
sepulcros de los reyes, p.
sepulcro de Seti I,
coronación
—Riqueza 335. — Excursión
las escaleras, p. 332.
durante la Fiesta de
y
p. 318.
Rameseum,
y sus sucesores: Ramtemplo de Medinet-Habu, p. 327 y siguien-
— Coalición
Ramsés
el
Actividad literaria de esta época, p. 324.
326 y siguientes.
sés III
hechos;
altos
—
E
sepulcros de Ramsés y de Ramsés IV, p. 343. (Bubastida) y de Historia de las dinastías XXI y
XXH
que les sucedieron, p. 343 y siguientes. Historia de Tébas y de los tiempos que siguieron hasta las etiópicas
su ruina definitiva, p. 346 y siguientes.
i
io
438
INDICE DE MATERIAS
DE LA CIUDAD DE AMON A LA CATARATA Partida de la dahabijeh hacia Heimonthis
—Esneh
,
El-Kab,
y enfrente 351.
p.
—
en la
,
— Las
orilla
ruinas
opuesta
de
,
p. 350.
de
el villorrio
,
sala
la
hypostila,
Las cantadoras y las bailadoras en Esneh, p. 355 p. 352. y siguientes. La célebre cantadora Almas, p. 358. Visita á El-Kab, la antigua Nekheb, y á las ruinas de su fortaleza, p. 359 y siguientes.- Paseo á la montaña
—
—
los antiguos Egipcios, p. 386.
sierto, entre el Nilo
—Las
orillas
Kom-Ombo,
p. 392.
de oro, Nubi, de guientes.
—
y
el
Nilo
del
—Los
mar Rojo, en
habitantes
culto, p. 363
—El templo de Kom-Ombo,
lloro p.
p.
— Continuación
Radesije,
p.
barque: pintoresco aspecto de
la ciudad, la
isla
371.
— La
—Fiestas
lucha entre
á los
dioses,
raza
físicos
límite
Ababdeh,
Gebel-Silsileh,
el
— Caractéres
378.-
p.
p.
376.
geológicos y
de las montañas del valle del Nilo que forman occidental
guientes.
del
— Antiguas
Arabia y á
las
sus canteras, p.
desierto vías
arábigo,
del Nilo
al
p.
380
mar Rojo,
y
mausoleos musulmanes en
el
—Los
el desierto,
sepulcros
y
los
en las cercanías de
— La syenita y antiguas canteras de granito, p. 405. — El largo paredón antiguo, fabricado 408. — Llegada á con adobes de barro del Nilo, 410. — Las aldeas de Shellal y de primera catarata, p. 404.
las
Philae:
p.
la
p.
Mahadeh;
si-
p. 413.
á la
p. 414.
Vadi Hammamat (Rohanu) y 383.— Las minas de oro y esmeraldas de Indias.
los
p.
p.
de su vertiente meridional, p. 403.
Asuan,
Estelas en que se hallan grabados himnos al Nilo, p. 377.
La
Syena de
sin
del viaje hacia el Sud, p. 374.
desembarque en
Ciudad,
—La diosa lunar antiguos, p. 396. —El célebre pozo sombra, 397 400. y siguientes. — Continuación y siguientes. —La ciudad actual y sus habitantes, 366. — El célebre templo de de Elefantina, sus ruinas, 402. —Aspecto —La
367 y siguientes.
y Sed-Typhon,
372.
la
antiguos egipcios, p.
393 y siContinuación del viaje hacia Asuan, y desemlos
p.
de la travesía hasta Edfu, p.
Horo en Edfu,
de-
p.
arábiga; las grutas de El-Kab, p. 362.
Nekheb y su
del
389 y siguientes. Nubia: desembarque en
la
de las cataratas entre Asuan y Philae, de Philae: su encantadora situación,
las islas
— La — El culto
isla
de Isis
,
p.
templos, p, 416 y siguientes.
Conclusión, p. 430.
415.
—La
— Los
isla
edificios
y
los
de Bigeh, p. 424.
.
.
PARA LA COLOCACION DE LAS LAMINAS DEL TOMO SEGUNDO
Páginas.
....... ........
2
Portada.
Euinas del templo de Karnak -Miriam
45
.
Las estatuas con cabeza de león en Karnak.
73 93
.
153
Patio del templo de Medinet-Habu
Mapa
del Alto Egipto.
Cambista en Esnéh.
175
.
.
.
Tejedor de cintas en Esnéh.
.
.
.
.
Interior de una cámara sepulcral en
.
El-Kab.
.
207
.
275
.
307
...... ........ ......
Euinas de
los templos en
321
Kom-Ombo.
331
Muchacho nubio. Asuan.
349 377
Vista de Filé.
Templo de
Nota
:
Isis
en
413
Filé.
Como habrán
podido observar nuestros suscritores, las bellísimas acuarelas de Cáelos
á constituir un complemento
de ilustración, 6,
si se
Webxee
vienen
quiere, un nuevo elemento para realzar la belleza é impor-
y considerando que completan la descripción los grabados en negro que en láminas sueltas, ó intercalados en el texto acompañan la obra, hemos creído que la mejor distribución que de dichas acuarelas podía hacerse, es la que en la pauta de los tomos correspondientes dejamos indicada. tancia del libro de Ebeks.
Atentos á esto
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CQ
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POR
=
JORGE EBERS TRADUCCION DIRECTA DEL ALEMAN
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—
05
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POR EL
=
EXCMO.
SR. D.
ANTONIO BERGNES DE LAS CASAS REVISADA Y CORREGIDA
DON CAYETANO VIDAL DE VALENCIANO CATEDRÁTICO QUE HA SIDO DE GEOGRAFÍA HISTÓRICA Y HOY DE HISTORIA DE ESPAÑA EN LA FACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRAS DE LA UNIVERSIDAD DE BARCELONA
co
co
=
ro
o ro
=
EDICION
MONUMENTAL
ILUSTRADA CON 6 50 GRABADOS INTERCALADOS EN EL TEXTO Y ENRIQUECIDA CON 2 CARTAS GEOGRÁFICAS TIRADAS Á TRES TINTAS, I PORTADA EN COLORES Y 24 MAGNÍFICAS IMITACIONES DE LAS ARTÍSTICAS ACUARELAS DEL REPUTADO PINTOR
CARLOS WERNER
ro ro 10 c
o
ro
TOMO SEGUNDO ;
UNI VER Sí TAL
V
SEVILLA
BARCELONA
ESPASA Y COMPAÑÍA, EDITORES 223,
Digitalizado por
:
CALLE DE LAS CÓRTES, 223
Fondo Antiguo de
la
Biblioteca de
la
Universidad de Sevilla
-
BUSFAAH