El origen ampuritano de la escultura menorquina de imhotep

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El origen ampuritano de la escultura menorquina de Imhotep

Lola Carbonell Beviรก

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El origen ampuritano de la escultura menorquina de Imhotep

Lola Carbonell Beviรก

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El origen ampuritano de la escultura menorquina de Imhotep

Índice

1. La historia egipcia de Imhotep (2690-2610 a.C.). 1.1. Imhotep: “El que viene en paz”. 1.2. Imhotep, hijo de dioses. 1.3. Imhotep, hijo de humanos. 1.4. Imhotep, primer ministro del faraón Zoser. 1.5. Imhotep, médico y onirócrita. 1.6. Imhotep, arquitecto e ingeniero. 1.7. Imhotep, sumo sacerdote. 1.8. El reinado de Imhetep como faraón. 1.9. Divinización de Imhotep. 1.10. Sincretismo entre Imhotep y Asklepios. 2. La historia griega de Asklepios. 2.1. Asklepios descendiente de dioses. 2.2. Asklepios médico y sanador. 2.3. La divinización de Asklepios. 2.4. Familia humana de Asklepios. 2.5. Sincretismo religioso: El paso de Imhotep a Asklepios. 2.6. Sincretismo religioso: El paso de Asklepios a Esculapio. 2.7. El culto a Asklepios en Ampurias. 3. La historia romana de Esculapio. 3.1. Esculapio, hijo de un dios y una mortal. 3


3.2. La descendencia de Esculapio. 3.3. El sanador Esculapio. 3.2. El culto a Esculapio en Ampurias. 4. La historia fenicia de Eshmun. 5. Relaciones comerciales del santuario de Ampurias con las islas Baleares. 6. El culto a Imhotep en Menorca. 6.1. El hallazgo en el santuario de taula de Torre dén Galmés. 6.2. Cronología de la escultura menorquina de Imhotep. 6.3. La vestimenta de la figura sedente de Imhotep. 6.4. La teoría del intercambio fenicio. 6.5. La hipótesis del médico egipcio. 7. Conclusiones: La procedencia ampuritana de la escultura menorquina de Imhotep. 8. Citas bibliográficas.

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El origen ampuritano de la escultura menorquina de Imhotep

Lola Carbonell Beviá

1. La historia egipcia de Imhotep (2690-2610 a.C.) (1). La biografía de Imhotep resulta difícil de interpretar tras el paso de cuatro mil seiscientos años. Con seguridad sobre la figura de Imhotep, se sabe que fue hijo de humanos, pero con el tiempo fue mitificado como deidad de la medicina. Estuvo a las órdenes del faraón Zoser, desempeñando los cargos de primer visir, arquitecto, médico y sumo sacerdote. 1.1. Imhotep: “El que viene en paz”. La Arqueología descubrió en el año 1926 una escultura del faraón Zoser, en la que aparecieron los títulos y nombre de Imhotep, cuyo significado era “el que viene en paz” (2). 1.2. Imhotep, hijo de dioses. En el Egipto faraónico, Ptah era considerado el más anciano de los dioses (3), el dios del “Universo” (4). Fruto de su unión con la diosa Nut, nació un hijo primogénito al que llamaron Imhotep (5). 1.3. Imhotep, hijo de humanos. Ciertos autores aseguran que el padre de Imhotep, se llamaba Kanefer, era arquitecto y, el faraón le nombró responsable de todas las construcciones del reino. Estaba unido sentimentalmente a Kherduankh (6). Pero parece ser que la realidad fue un tanto diferente. Imhotep fue el hijo de unos padres campesinos que vivió en su hogar familiar durante los primeros veinte años de su vida,

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concretamente hasta la muerte de su padre (7). Tras el fallecimiento de su padre, se ocupó de su madre viuda, llamada Jeredú-anj (8). Desde su adolescencia entró a trabajar como aprendiz en el taller real de Menfis, como hacedor de vasijas (9) y, de ahí su relación con el dios Ptah, que era protector de los artesanos (10). A raíz de su ascenso profesional tuvo que separarse de su madre, periodo en el que ella falleció, siendo sepultada en una estructura rectangular habilitada en el desierto (11). Cuando llegó el final de los días de Imhotep, su cuerpo momificado fue sepultado en una tumba que fue olvidada con el paso del tiempo (12). 1.4. Imhotep, primer ministro del faraón Zoser. Zoser o Djeser fue el segundo faraón de la III Dinastía, que comenzó en el 2700 a. C. (13), del Imperio Antiguo (14) y, a la era de Tauro (15). Algunos señalan que el faraón Jasejemuy fue su abuelo (16), pero parece ser que fue su padre, cuyo reinado comenzó en el año primero de la vida de Zoser (17). Su madre fue la esposa de Jasejemuy, llamada Ne-Maat-Hapi (18), la cual asumió la regencia (19) tras la muerte de su esposo, que fue enterrado en Abydos (20). Zoser contrajo matrimonio con una mujer llamada Hotep-herNebty de su misma edad, con la que tuvo dos hijas (21). En el inicio de su reinado Zoser, creó la III Dinastía (22) y, dispuso su sepultura, que fue iniciada en el año primero de su gobierno, llegando a alcanzar los 29 años como faraón y, concluyendo su pirámide en el año 28 de su reinado (23). A la muerte de Zoser, le sucedió en el trono como faraón su hermano pequeño, para unos llamado Necherjet Dyeser (24) y, para otros Sejemjet (25). Del reinado de Zoser se ha perpetuado su escultura realizada en caliza procedente de Saqqara (26). 6


Ahora bien, del único dato que se tiene conocimiento es que Imhotep fue primer ministro del faraón Zoser, el cual durante sus años en el cargo escribió un tratado conocido como los “Libros de la Sabiduría” (27). Pero la bibliografía sobre Imhotep como primer ministro resulta confusa, ya que también se le asocia con el cargo de Chaty del faraón Necherjet Dyeser (28), es decir si esto ocurrió así, también ejerció el cargo de primer ministro del faraón que sucedió a Zoser y, que fue el hermano pequeño de este. 1.5. Imhotep, médico y onirócrita. Se tiene conocimiento de que Imhotep ejerció como médico durante los años en los que estuvo al servicio del faraón (29), puesto que se había formado en la Casa de la Vida (30). Curaba a través del conocimiento de la ciencia secreta de las hierbas sagradas (31), del exorcismo (32), de la oniromancia (33), o de la imposición de manos (34), enfermedades como la tuberculosis, los dolores de muelas o la artritis (35). Se tiene constancia de que un paciente le dedicó su agradecimiento mediante una inscripción pétrea hallada en el templo de Karnak (36). 1.6. Imhotep, arquitecto e ingeniero. Imhotep ascendió profesionalmente de hacedor de vasijas, a maestro de taller (37), jefe del taller real de fabricantes de vasijas (38), escriba (39), administrador en la ciudad de Nejen y maestro carpintero (40), supervisor de todo el país (41), recaudador de impuestos de la artesanía en el cuarto año del reinado de Zoser (42) y, arquitecto en el cuarto año del reinado de Zoser (43). Antes de la construcción de la obra más importante para la eternidad de Zoser, Imhotep construyó como arquitecto un canal de irrigación y varias presas (44) y, fue nombrado maestro de obras del reino (45). Para la sepultura de Zoser se eligió piedra de las canteras de piedra del valle de Rohanu en el uadi Hammamat (46).

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El sitio geográfico para levantar la edificación funeraria fue Saqqara, el lugar donde descansaban las almas de los faraones (47). La ciudad de los muertos se hallaba al sur de Menfis (48), en la ribera occidental del Nilo, al sur de Giza (49). Su nombre, “Saqqarah” significaba “el lugar cerrado, oculto” (50). El proyecto de Imhotep para el faraón Zoser fue un monumento escalonado (51), que se elevaba a seis alturas (52), perfeccionando las construcciones de la Dinastía II (53), proyectada desde el inicio como una gran pirámide, no como una sucesión de mastabas (54). El emplazamiento mortuorio de Saqqara tenía unas dimensiones de quince hectáreas (55). En primer lugar fue levantada la muralla del perímetro (56), así como la ciudad de los artesanos en Saqqara, donde habitarían los constructores del complejo funerario (57). Técnicamente la piedra procedía de la cantera de Tura (58), cortada mediante la medida del codo de 53´3 cm., (59), hasta conseguir alcanzar los seis escalones de altura (60). Para instalar la sepultura del faraón Imhotep había construido un pozo (61). Sobre su subsuelo se habían preparado otras tumbas alrededor de una serie de patios (62), en los que había numerosas esculturas decorativas (63), así como capillas (64). Teóricamente, Imhotep aplicó en dicha construcción el conocimiento de los números sagrados como “Pi” y “Fi”, de la cuadratura del círculo (65); el saber astrológico (66) y, la coordinación en la organización y conocimiento laboral, social y funerario (67). 1.7. Imhotep, sumo sacerdote. Muy poco se sabe del cargo ejercido por Imhotep como sumo sacerdote del templo de Heliópolis (68), cargo que le fue otorgado por el faraón Zoser, el cual creó igualmente en Menfis, un nuevo santuario denominado “El sol de oro” (69).

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1.8. El reinado de Imhetep como faraón. La historia real del faraón Zoser dejó inscrito en el zócalo de una estatua de Imhotep, su nombramiento como “su hermano” (70). Si se toma como verdadero este hecho, se puede pensar que Imhotep pasó a gobernar Egipto como faraón tras la muerte del faraón sustitutorio de Zoser, que fue el hermano pequeño de este, bajo el nombre de Im-he-tep o Imhotep perteneciente a la cuarta Dinastía (71), que se inició entre los años 2500 a. C., y 2420 a. C. (72). Pero el faraón Imhetep que reinó durante nueve años (73), aunque también fue hijo del dios Ptah, tuvo por madre a Sekhet (74), no a Nut como Imhotep. Por lo tanto, el error histórico se fue gestando posteriormente al nombrar a Imhetep como príncipe de la IV Dinastía y, confundirlo con el arquitecto-médico y, dios de la medicina Imhotep (75). 1.9. Divinización de Imhotep. Imhotep fue divinizado entre los años 550 a. C. (76) y, 525 a. C. (77), durante el periodo tolemaico (78), correspondiente a la XXVI Dinastía (79). Principalmente recibió culto en Menfis creándose la tradición religiosa entre los menfitas, que ya provenía del Imperio Antiguo, de que Imhotep era hijo del dios Ptah, el patrón de los artesanos (80). Le fue construido un templo en el serapeum de la villa de Abusir (81). Y le fueron consagrados otros templos ubicados en Tebas, Karnak, Deir el-Bahari, Deir el-Medina, isla de Filae (82), o Sais (83). 1.10. Sincretismo entre Imhotep y Asklepios. A raíz de la divinización de Imhotep en el siglo VI a. C., fueron realizadas pequeñas figurillas de la imagen divina como

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usebtis (84) y, esculturas, que con posterioridad fueron trasladadas a relevantes museos, como el de Egipto y, otros europeos (85). Los santuarios de Imhotep recibieron numerosos peregrinos que acudían a sus recintos para obtener la curación (86). El edificio de Menfis con el tiempo recibió la denominación de “Asklepión”, bajo la dominación griega (87), de modo que Imhotep fue sincretizado en Asklepios (88), dios griego de la medicina y las curaciones (89). 2. La historia griega de Asklepios (1148-1143 a. C.). La leyenda de Asklepios procedente de la mitología griega también tuvo una cronología concreta como el caso de Imhotep, ya que de su descendencia, se decía que fueron pretendientes de Helena, en la guerra de Troya, por lo tanto Asklepios vivió antes de 1148 y 1143 a.C., (90) cronología de dicha guerra; es decir una generación anterior a dicha fecha. 2.1. Asklepios descendiente de dioses. Los padres de Asklepios se llamaban Apolo y Coronis o Coronide, hija de Flegias de Tesalia (91); o bien Apolo y Arsinoe, hija de Leucipo (92). Su padre fue un dios y, su madre una mortal que fue asesinada por Apolo estando embarazada y (93), en el momento de la incineración, Apolo rescató al bebé Asklepios del vientre de su madre y, lo llevó junto al centauro Quirón para que lo educara en la medicina y la caza (94). Otra versión de la mitología señala que fue Arsinoe la madre de Asklepios la que lo abandonó en el campo tras su nacimiento y, fue recogido por un pastor y alimentado por su rebaño de cabras (95). 2.2. Asklepios médico y sanador. Apolo fue quién enseñó el arte de la medicina a los médicos (96). Asklepios fue iniciado en la medicina por su padre adoptivo el centauro Quirón (97), -que fue el descubridor del arte de la medicina(98), devolviendo la salud a los enfermos y la vida a los muertos (99).

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Asklepios fue denominado cirujano (100), utilizaba hierbas en la medicina quirúrgica como le enseñó el centauro Quirón (101) y, continuó con el arte de la medicina ocular, que le enseñó su padre Apolo (102). El propio Asklepios fue el creador de la medicina clínica (103). Como medicamentos empleaba los “polvos calmantes” que enseñó a sus hijos en la práctica de la medicina (104), salmodias, puesto que la música en Grecia iba unida al arte de curar (105), lenitivos y remedios curativos (106). Asklepios tenía el poder de resucitar a los muertos y así lo hizo con Hipólito (107). Zeus, temeroso de que los hombres pudieran aprender el arte de la resurrección fulminó a Asklepios con un rayo (108); aunque existe la versión de que Asklepios murió de fiebre (109). 2.3. La divinización de Asklepios. La divinización de Asklepios se produjo en el siglo VI a. C. (110). Representaba al dios bienhechor y consolador de la humanidad (111). Mitológicamente Asklepios ascendió al cielo guiado por Zeus (112) ubicándose en la constelación de Ofiuco (113), puesto que el significado de ofiuco es “el que tiene una serpiente” (114). Simbólicamente el culto al dios Asklepios se relacionó con las serpientes, a cuya imagen se le sacrificaban serpientes (115) y, donde la propia figura del dios se creía que aparecía en forma de serpiente para fecundar a las mujeres que acudían a su santuario (116). Se alzaron santuarios en su honor como dios de la medicina en múltiples lugares. En la isla griega de Cos se hallaba el “Asklepeion” donde se encontraba la escuela de medicina dedicada a Asklepios (117). Otros de los santuarios estuvieron ubicados en: Epidauro (118), en el que la curación se realizaba por medio de la oniromancia (119), donde se dormía en el porche cercano a la piscina de propiedades curativas, lugar en que el dios indicaba al enfermo el tratamiento (120); en Atenas el santuario de Asklepios se encontraba al pie de la Acrópolis (121); en la montaña de Libia (122); en 11


Gorgtina (Arcadia) (123); en Pérgamo (124); en Deméneto, cercano a la sierra de Sauro (125); en Cilene (126); en Agrimento (Sicilia) (127); en Trica y Leben (Creta) (128); Delfos, Pérgamo, Esmirna, Cirene y Mesene (129). El auge del culto a Asklepios se extendió a partir del siglo V a. C., tras haberse producido la guerra del Peloponeso en el año 431 a. C., así como las dos pestes que asolaron Atenas en los años 440 a. C., y 426 a. C. (130). En Atenas el culto a Asklepios se introdujo en el año 420 a. C. (131) y, en Cos en el siglo IV a. C. (132). Para la ubicación de los santuarios se buscaron cimas de montañas que fueran boscosas (133) y, fuentes de agua clara (134). Algunos de los santuarios de Asklepios fueron alzados en anteriores santuarios de Apolo (135). 2.4. Familia humana de Asklepios. Una teoría señala que Asklepios contrajo matrimonio con una mujer llamada Higea, que era hija del dios Eros con Pito, divinizada como la diosa de la salud y, de la euforia (136). Una segunda teoría designa a una mujer llamada Epione como la esposa de Asklepios, con la que tuvo cinco hijos conocidos que fueron Macaón, Poladire, Higina, Iaso y, Panacea, (137). La descendencia de Asklepios también se dedicó a ejercer la medicina. Concretamente se tiene conocimiento de Macaón que ejercía la medicina y, participó en la guerra de Troya (138). Y de que su hermano Polidario, también médico, -según se narra en la Iliada-, ayudó a la curación de los heridos en combate (139). Panacea, hija de Asklepios, también se dedicó a la medicina puesto que el significado de su nombre es “la que cura todo” (140). 2.5. Sincretismo religioso: El paso de Imhotep a Asklepios. El sincretismo religioso comenzó por el dios de la medicina Zeus que fue convertido en Apolo y, posteriormente en Asklepios (141).

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En el siglo VI a. C., Asklepios se convirtió exclusivamente en el dios de la medicina, quedando relegados al olvido Zeus y Apolo (142). En el mismo siglo VI a. C., también fue divinizado Imhotep (143). Ahora bien, bajo la dominación griega de Egipto (144), Asklepios se sincretizó con Imhotep y, la literatura de Hermes Trismegisto definió a Asklepios como “hijo de Imouthet” (145), es decir hijo de Imhotep. 2.6. Sincretismo religioso: El paso de Asklepios a Esculapio. En el año 295 a. C., el culto a Asklepios se sincretizó en Esculapio, en Roma (146), oficializándose el culto a Esculapio en la isla tiberina en el año 293 a. C. (147) y, apareciendo en la literatura clásica los padres de Asklepios –Apolo y Corónide- como los padres de Esculapio (148). 2.7. El culto a Asklepios en Ampurias. La ciudad de Marsella fue fundada por griegos focenses (149) poco después del año 604 a. C. (150). Los propios griegos establecidos en Marsella fundaron a su vez la ciudad de Ampurias en el año 575 a. C. (151). De época helenística y romana republicana, son los templos de Asclepios y Serapis, concretamente fue hallado un edículo donde estaba ubicada la estatua del dios Asklepios-Esculapio (152). El templo de Asklepios-Esculapio contó con cuatro puertas de entrada, tetrástilo, albergaba un pódium y en él estaba expuesta una escultura de 2´5 metros de altura del dios de la medicina, AsclepiosEsculapio (153), cuya cronología consta del siglo III a. C., de autor anónimo, realizada en mármol y, que en la actualidad se conserva en el Museo Arqueológico de Barcelona (154). Dicha escultura llevaba consigo la simbología de la serpiente unida a la del dios AsklepiosEsculapio, como correspondía a los atributos de este dios (155). Según las investigaciones llevadas a cabo por Ruiz de Arbulo, junto a la escultura tardo-helenística de Asklepios-Esculapio, 13


aparecieron imágenes de Isis, Apolo / Harpócrates y el Agathos Daimon. Para dicho autor todo ello “prueba la existencia de un santuario egipcio en Emporion dedicado por el alejandrino Numas” (156). Pudo tratarse de un santuario mixto en torno a las deidades de Esculapio y Serapis (157). Parece ser que la cronología más antigua del primitivo santuario de Ampurias corresponde al siglo V a. C., santuario que fue reformado en el siglo II a. C. (158). Pues bien, el culto de Isis y Serapis fue introducido por Ptolomeo I Soter en la Alejandría helenística de finales del siglo IV a. C. (159), cuyo carácter oracular y salutífero era similar a la incubatio celebrada en los santuarios de Asclepio (160). Culto que en Ampurias se mantuvo hasta el siglo I a. C., a Isis y Serapis (161) y, que parece ser llegó por vía marítima a los centros portuarios orientales, entre los que se encontraba Ampurias (162). Por lo tanto, la dinastía Lágida fue la que procuró que se extendiera el sincretismo religioso del primitivo dios de la medicina egipcio, “Imhotep”, en su versión griega “Asklepios”; y al mismo tiempo que se extendía el culto de Imhotep-Asklepios, se propulsaba el culto Isis-Serapis entre las ciudades griegas del Mediterráneo. 3. La historia romana de Esculapio. La historia del dios de la medicina romano, Esculapio, fue idéntica a la griega de Asklepios. Hasta en sus templos se llevaba a efecto la incubatio griega (163). La mitología destaca que Asklepios-Esculapio fueron demonios e hijos de demonios (164), es decir demonios como daimones: dioses (164). 3.1. Esculapio, hijo de un dios y una mortal. La historia de Esculapio parte de la referencia mitológica de ser hijo de Apolo y de Coronis, hija de Flegias. Esculapio tuvo un hermanastro llamado Isquis, hijo de su madre Coronis con Élato (165).

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3.2. La descendencia de Esculapio. Al igual como Asklepios, Esculapio tuvo dos hijos llamados Podalirio y Macaón, que ejercieron como médicos participando en la guerra de Troya (166). 3.3. El sanador Esculapio. Esculapio fue considerado como dios romano de la medicina un sanador, dador de la salud espiritual y física, así como de la iluminación (167). Su nombre significaba “salvador de todo” (168). Al igual como Asklepios, fue introducido en el arte de la medicina por el centauro Quirón (169). Devolvió la vida a Glauco e Hipólito y, por ello Júpiter lo mató con un rayo (170). El primer templo dedicado en Roma a Esculapio fue construido en el año 295 a. C. (171), o en el 293 a. C., en la isla Tiberina (172). En el culto a Esculapio se utilizaban elementos clásicos de la simbología de Asklepios como la fuente sanadora (173) y el culto a la serpiente (174). 3.2. El culto a Esculapio en Ampurias. En el año 1909 fue hallada la escultura de Esculapio en Ampurias a raíz de los trabajos del arqueólogo, arquitecto e historiador Josep Puig i Cadafalch. La estatua estaba fragmentada en 85 partes. Se la calificó de estilo helenístico y su cronología indicaba que pertenecía al siglo II a. C. (175). 4. La historia fenicia de Eshmun. La deidad fenicia de Eshmun fue la versión sincrética de Imhotep (176), adaptada por los fenicios para su culto en Sidón en el siglo V a. C. (177), Cartago (178), Cartago Nova (179), e Ibiza (180).

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5. Relaciones comerciales del santuario de Ampurias con las islas Baleares. Durante los siglos V y IV a. C., existió un control comercial de Ampurias sobre las islas Baleares (181). Fueron fundamentales los contactos comerciales con la isla de Ibiza a finales del siglo V a. C. (182). En dicho siglo V a. C., tenía una importancia primordial el comercio del vino y aceite de oliva en ánforas, así como la acuñación de monedas ampuritanas con simbología propia. Mientras que en el siglo IV Ampurias organizaba la redistribución de cerámica ática a las Baleares (183). Fue en dicho momento crucial económico, del siglo IV a. C., cuando el templo fue renovado y dedicado nuevamente a la advocación de Asklepios (184). 6. El culto a Imhotep en Menorca. Lo único que se puede asegurar es que en la isla de Menorca existió el culto a la advocación del dios de la medicina Imhotep, por un individuo que depositó una pequeña escultura del dios en el santuario de taula de Torre d´en Galmés, hecho que no significa que el culto a dicha deidad estuviera generalizada en ese momento, sino que alguien ejerció tan solo el culto a dicha divinidad. 6.1. El hallazgo en el santuario de taula de Torre dén Galmés. En el año 1974 el arqueólogo Guillem Rosselló Bordoy dirigió unas excavaciones en el santuario de taula de Torre d´en Galmés, en las que también participó Lluís Plantalamor, momento en que apareció la pequeña escultura de Imhotep, realizada en bronce y de unos 15 cm., de altura (185). El trabajo consistió en la limpieza del recinto de la taula. El hallazgo de la figurilla de Imhotep apareció en uno de los bancos de las capillas exteriores, junto a una urna de arenisca y algunas cerámicas talayóticas tardías (186). Al lado de la figura de Imhotep aparecieron herramientas médicas, dos lancetas y, una pila de piedra arenisca (187). La interpretación de las dos lancetas reside en que se trata de dos bisturís (188).

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Pero en el mismo recinto de taula también salieron otros objetos como un casco de bronce de estilo corintio, que correspondía a una estatuilla (189). 6.2. Cronología de la escultura menorquina de Imhotep. La cronología de la pieza de Imhotep no está clara, ya que a lo largo del siglo XX y XXI, ha habido diversas hipótesis para su periodización. Una primera teoría la sitúa en el siglo VII a. C. (190). Parece ser que ciertos investigadores aseguran que pudo ser construida en dicha fecha, pero que no fue la datación de su llegada a Menorca (191). Una segunda teoría atribuyó al siglo IV a. C., la cronología de la escultura por la grafía que está inscrita en la inscripción del papiro que porta en las manos el dios Imhotep, que parece ser de época helenística (192). Y porque además, la cerámica indígena –con improntas vegetales y geométricas-, que apareció junto al bronce del dios de la medicina pertenecía al siglo IV a. C. (193). 6.3. La vestimenta de la figura sedente de Imhotep. La representación del dios de la medicina Imhotep es siempre la de un joven imberbe, ataviado con un casquete ajustado en la cabeza (194), torso desnudo, collar en el pectoral, faldellín (195) y, sandalias, quedando éstas relegadas exclusivamente al uso de los hombres (196). Dichas características corresponden a la de una representación humana de Imhotep y, no divina, como dios de la medicina. 6.4. La teoría del intercambio fenicio. En Ciutadella de Menorca, se produjo el hallazgo de una lápida decorada con una inscultura de una figura egipticiante (197), la cual llevaba en la cabeza el mismo casquete que la figurilla de Imhotep (198). Se cree que la losa fue utilizada en Menorca para una construcción funeraria ya desaparecida (199) y, que llegó a la isla de Menorca a través del comercio púnico-ebusitano que desde el siglo VIII a. C., al VI a. C., quedaba establecido con la isla de Ibiza y, que 17


llegaría a ser habitual igualmente con la isla de Menorca (200), pero a menor escala. 6.5. La hipótesis del médico egipcio. Irene Riudavets González es la arqueóloga que ha propuesto la hipótesis del médico egipcio. Especifica que la persona que colocó la pieza de Imhotep en la parte más arrinconada del recinto de taula de Torre d´en Galmés sabía lo que hacía con respecto al culto al dios y, estima que pudo ser un médico extranjero quién depositó la estatuilla de Imhotep, posiblemente de origen egipcio embarcado en una nave de comerciantes griegos o fenicios que recalaron en Menorca (202). 7. Conclusiones: La procedencia ampuritana de la escultura menorquina de Imhotep. En suelo menorquín aparecieron en el siglo XVIII, monedas de origen ampuritano, que Juan Ramis y Ramis recogió para formar parte de su colección (203). Es decir, dicho hallazgo significó que existió un comercio entre Menorca y Ampurias en el siglo VI a. C. Ahora bien, la historiadora Lola Carbonell Beviá relacionó el hecho de la relación comercial existente entre Menorca y Ampurias (204) con la proximidad del santuario de Asklepios-Esculapio de Ampurias, ya que fue el lugar sagrado dedicado al dios de la medicina, más cercano a Menorca. El santuario de Asklepios-Esculapio de Ampurias se levantó en el siglo V a. C., casi un siglo después de la divinización de Imhotep como dios de la medicina para los egipcios y, de Asklepios, también como dios de la medicina para los griegos; así como de la fundación de la ciudad de Ampurias en el mismo siglo VI a. C. Se podría presuponer que los exvotos del santuario de Ampurias que se distribuyeron en un primer periodo correspondiente al siglo V a. C., pudieron corresponder igualmente a las figuras de los dioses Imhotep y, Asklepios por igual, ya que ambos fueron deificados en el mismo momento histórico. A partir del siglo IV a. C., el santuario de Ampurias pudo ampliar las figuras de dioses con nuevos exvotos dedicados a Isis y 18


Serapis, introducidos por Ptolomeo I Soter en la Alejandría helenística cuyo culto se hizo manifiesto igualmente en Ampurias, pudiendo existir el comercio de figurillas de Imhotep, Asklepios, Isis y Serapis. Ahora bien, las dos principales teorías cronológicas que afectan a la datación de la escultura menorquina de Imhotep señalaron que pudo haber sido fabricada en el siglo VII a. C., hecho imposible puesto que se ha demostrado que el culto a Imhotep como dios no surgió hasta el siglo VI a. C. La única fecha que pudo ser cierta corresponde a la teoría de una datación fechada en el siglo IV a. C., momento en que el santuario de Ampurias ya estaba construido y, por lo tanto, el culto a Asklepios-Imhotep instituido, junto al de Isis y Serapis. Además, desde el siglo V a. C., existía un comercio entre el santuario de Ampurias y las islas Baleares, de vino y aceite de oliva en contenedores de ánforas, que fue ampliado con la redistribución de cerámica ática en el siglo IV a. C. Pues bien, todos estos elementos hacen pensar que la estatuilla de Imhotep pudo llegar procedente del santuario de Ampurias por la vía comercial griega, más que por la vía fenicia, hipótesis expuesta en otras líneas de investigación actuales.

En Villajoyosa (Alicante). A 7 marzo, 2017.

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8. Citas bibliográficas. (1). www.wikipedia.org Página 1. Cronología de Imhotep. “(…) conocido en la historia (aprox. 2690 - 2610 a. C.) (1) (…)”. Cita (1). Asimov, Isaac: “Enciclopedia biográfica de ciencia y tecnología”. (1987), Madrid, pág. 1. (2). JESÚS VALLEJO, Juan. “Breve historia del Antiguo Egipto”. Madrid. Nowtilus. 2010. (4ª edición: enero). Página 64. Capítulo III. En el país de los magos. Imhotep. “(…) el de Imhotep, que significa “el que viene en paz” (…). 1926 cuando se halló, en las cercanías de Sakkara, una estatua del faraón Zoser, en cuya base estaban inscritos los títulos y el nombre de Imhotep (…)”. (3). BRODRICK, M. & MORTON, A. A. “Diccionario de arqueología egipcia”. Coleción Enigmas de la Historia. Madrid. Edimat Libros. 2003. Página 140. Ptah. Imhotep hijo de Ptah. “(…) En Menfis, Ptah era considerado el más anciano de los dioses. Recibía el nombre de “padre de los padres poderosos, padre de los inicios, el que creó el huevo del Sol y el huevo de la Luna”, “el creador de su propia imagen”. (…) Su nombre significa “arquitecto, fabricante, constructor”. Una leyenda le asocia con Khenemu en el trabajo de creación a las órdenes de Thot. Se dice que estableció justicia eterna sobre la tierra (…)”. (4). MAX MÜLLER, F. “Mitología egipcia”. Colección Mitología e Historia. Barcelona. Edicomunicación S. A. 1996. (2ª edición). Página 305. Cita (79). Imhotep hijo de Ptah. “(…) Véase págs.. 222-224 para una posterior y panteísta concepción de Ptah como el dios del universo; para su último hijo, I-m-hotep, véase pag. 172 y, sobre su última asociación con Astarté, véase cap. VIII, nota 9 (…)”. (5). BRODRICK, M. & MORTON, A. A. “Diccionario de arqueología egipcia”. Coleción Enigmas de la Historia. Madrid. Edimat Libros. 2003 Página 81. Imhetep = Inmotep = Imuthes. “(…) Dios llamado por los griegos Imuthes y comparado con Asklepios. Es el primogénito de Ptah y su madre es &ut. Se le atribuyen poderes de exorcismo y curación. Un templo fue construido en su honor en el Serapeum y la villa de Abusir. Su culto floreció en la época saíta y griega. Las estatuas y relieves le 20


representan como un joven llevando un casquete ajustado y a menudo con un rollo de papiro abierto sobre sus rodillas (…)”. (6). La Cerca. “Imhotep y la medicina del Antiguo Egipto”. Sábado 29 mayo, 2010. Sin paginar. “(…) Su padre era Kanefer, designado personalmente por el mismo faraón responsable de todas las construcciones del reino. Aprendería el oficio en el taller de su padre, tal vez en Menfis: primero tallista de vasijas de piedra dura, se convirtió luego en escultor y arquitecto, hasta alcanzar los más altos cargos del Estado, tanto religiosos como administrativos: sumo sacerdote de Heliópolis y visir de Zoser, en la base de una estatua egipcia erigida en honor de su faraón se lee que era “el primero después del rey” (…)”. “(…) (h. 2700 a.C.) Arquitecto y médico egipcio del rey Djeser o Zoser, de la III dinastía egipcia. De origen plebeyo, hijo del también arquitecto Kanefer y de Kherduankh, según una inscripción hallada en el Uadi Hammamat, llegó a alcanzar, gracias a su valía personal, un significativo puesto en la Corte real, y llegó a actuar como consejero personal del rey a plena satisfacción de aquél (…)”. (7). JACQ, Christian. “Imhotep. El inventor de la eternidad”. Traducción de Juan Camargo. Barcelona. Paneta Internacional. 2013. (1ª edición: octubre). Página 11. 1. “(…) Imhotep (…) joven de veinte años (…) pero al día siguiente de la muerte de su padre. (…) Sus padres, unos simples campesinos (…) cuando cinco años antes, Imhotep había sido aceptado como aprendiz con los hacedores de vasijas del taller real de Menfis (…)”. (8). JACQ, Christian. “Imhotep. El inventor de la eternidad”. Traducción de Juan Camargo. Barcelona. Paneta Internacional. 2013. (1ª edición: octubre). Página 12. 1. “(…) Imhotep pensó en su madre (…). Acababa de perder a su marido (…)”. Ibidem. Página 15. 2. “(…) Cita 1. Según la tradición, la madre de Imhotep se llamaba Jeredú-anj, “Albor viviente” (…)”. (9). JACQ, Christian. “Imhotep. El inventor de la eternidad”. Traducción de Juan Camargo. Barcelona. Paneta Internacional. 2013. (1ª edición: octubre). “(…) cuando cinco años antes, Imhotep había sido aceptado como aprendiz con los hacedores de vasijas del taller real de Menfis (…)”. Ibidem. Página 16. 2. “(…) ese hombre de veinte años que parecía mucho más maduro de la edad que tenía! Alto, musculoso, la frente despejada, las manos firmes pero finas, poseía una mirada de una vivacidad inusual. (…) 21


Sus padres habían comprendido rápidamente que no sería campesino como ellos y, que había que permitirle ir a la escuela. Contratado por un alfarero al que satisfizo por completo, Imhotep había llamado la atención de un contramaestre de los talleres reales de Menfis que buscaba un hacedor de vasijas en piedra dura (…)”. (10). JACQ, Christian. “Imhotep. El inventor de la eternidad”. Traducción de Juan Camargo. Barcelona. Paneta Internacional. 2013. (1ª edición: octubre). Página 12. 1. “(…) al dios Ptah, protector de los artesanos (…)”. (11). JACQ, Christian. “Imhotep. El inventor de la eternidad”. Traducción de Juan Camargo. Barcelona. Paneta Internacional. 2013. (1ª edición: octubre). Página 123. 25. Sepultura madre de Imhotep. “(…) A pesar de la desaparición de tu madre, lejos de ti, no escatimaste el esfuerzo y te afanaste en cumplir con tu función. Es un comportamiento excepcional, a la altura de un servidor del Estado. En tu ausencia, nombraré a un ritualista que se encargó de los funerales. Desde entonces, tus padres descansan en una tumba coronada con una capilla donde podrás hacerles tus ofrendas (…)”. Ibidem. Página 127. 26. Sepultura de la madre de Imhotep. “(…) Una pequeña habitación rectangular accesible a los vivos, una estela que comunicaba lo visible y lo invisible, breves inscripciones que mencionaban el nombre de sus padres… La morada de eternidad, construida en el desierto al lado de otras capillas calmó el dolor de Imhotep (…)”. (12). MAX MÜLLER, F. “Mitología egipcia”. Colección Mitología e Historia. Barcelona. Edicomunicación S. A. 1996. (2ª edición). Página 186. Capítulo XI. Ética y culto. Sepultura de Imhotep. “(…) incluso las tumbas de los más grandes y sabios, como el deificado I-m-hotep (pág. 173) están ahora desiertas y olvidadas (…)”. (13). LUGAN, Bernard. “Los egipcios. De los orígenes hasta nuestros días”. Barcelona. Editorial Ariel. 2003. (1ª edición: mayo). Página 43. Capítulo II. El Egipto dinástico. Cronología. “(…) +-3200-2700 a. C. = Periodo arcaico o tinita (capital Tinis) o Gagada III. I Dinastía +-3200- +-2890 a. C. II Dinastía +-2890 - +-2700 a. C. +- 2700- +-2200 a. C. = Imperio Antiguo (capital, Menfis). 22


III Dinastía +-2700 - +-2620 a. C (…)”. (14). MAX MÜLLER, F. “Mitología egipcia”. Colección Mitología e Historia. Barcelona. Edicomunicación S. A. 1996. (2ª edición). Página 8. Prefacio del autor. “(…) el Antiguo Imperio (Dinastías I a VI), alrededor del 3400 al 2500 a. C.; el Imperio Medio (Dinastías I a XIII), alrededor del 2200 al 1700 a. C; y el Guevo Imperio (Dinastías VIII a XVI), alrededor del 1600 al 525 a.C. (…)”. (15). SITCHIN, Zecharia. “El duodécimo planeta. El primer libro de Crónicas de la Tierra”. Colección: Crónicas de la Tierra. Barcelona. Ediciones Obelisco. 2013 (9ª edición: febrero). Página 408. 14. Cuando los dioses huyeron de la tierra. Cronología de las eras astrológicas. “(…) 60 a. C. a 2100 d.C.- Era de Piscis. 2200 a. C. a 60 a.C. – Era de Aries. 4380 a. C. a 2220 a.C. – Era de Tauro. 6540 a. C. a 4380 a. C.- Era de Géminis. 8700 a. C. a 6540 a.C. – Era de Cáncer. 10.860 a. C. a 8700 a. C. – Era de Leo (…)”. (16). LUGAN, Bernard. “Los egipcios. De los orígenes hasta nuestros días”. Barcelona. Editorial Ariel. 2003. (1ª edición: mayo). Página 50. Capítulo II. El Egipto dinástico. El Imperio Antiguo (+-2700-2200 a. C.). “(…) Aunque la pausa entre el Periodo tinita o arcaico y el imperio Antiguo pueda parecer arbitraria o hasta artificial, está mayoritariamente admitido ubicar el inicio de este último en la III Dinastía. El Imperio Antiguo está formado por cuatro dinastías: la III (+-2700 -+-2620 a. C.); la IV (+-2620 -+-2500 a. C.); la V (+-2500 -+-.2350 a. C.) y la VI (+-2350 - +-2200 a. C.). A simple vista parecería que no hay un corte dinástico claro, ya que el primer faraón de la III Dinastía, Gecherofes (Gebka), estaba emparentado con el último soberano de la II Dinastía, Jasejemuy, del que podría haber sido hijo o nieto. En cuanto a Dyeser, el segundo faraón de la III Dinastía. Se sabe que era uno de los nietos de Jasejemuy (…)”. 23


(17). JACQ, Christian. “Imhotep. El inventor de la eternidad”. Traducción de Juan Camargo. Barcelona. Paneta Internacional. 2013. (1ª edición: octubre). Página 18. 3. Cuando Imhotep tenía un año de vida comenzó a reinar Jasejemui, padre de Zoser. “(…) del rey Jasejemuy (3), fallecido al término de un reinado de diecinueve años (…)”. (18). JACQ, Christian. “Imhotep. El inventor de la eternidad”. Traducción de Juan Camargo. Barcelona. Paneta Internacional. 2013. (1ª edición: octubre). Página 19. 3. Femaat, la madre de Zoser, esposa de Jasejemuy. “(…) Su viuda, Gemaat, (…) cerca de los sesenta. (…) Mientras el gran consejo no reconociera el advenimiento de un faraón por aclamación, Gemaat ejercía el pode supremo y preservaba la unidad de las Dos Tierras (…)”. Ibidem. Página 19. 3. Cita (7). Femaat, madre de Zoser. “(…) Su nombre completo Ge-Maat-Hapi, significa “la rectitud pertenece a Apis”, toro sagrado que encarna la realeza (…)”. (19). JACQ, Christian. “Imhotep. El inventor de la eternidad”. Traducción de Juan Camargo. Barcelona. Paneta Internacional. 2013. (1ª edición: octubre). Página 31. 5. Regencia de Femaat, madre de Zoser. “(…) Gemaat (…). Durante el periodo de debate, asumiré la regencia (…)”. Ibidem. “(…) El gran consejo todavía no lo ha designado. La reina Gemaat ejerce la regencia. (…) Gingún nuevo faraón, la confusión en la cúpula del Estado, una anciana incapaz de atajar las ambiciones de los dignatarios (…)”. Ibidem. Página 57.11. Prueba del príncipe Zoser para ser nombrado faraón. “(…) Desde la muerte de su marido, la reina Gemaat ejerce la regencia y busca en vano un nuevo rey. Se habla del príncipe Zoser, pero tendrá que realizar la gran carrera alrededor de la muralla blanca (…)”. Ibidem. Página 64. 12. “(…) El rito de la carrera alrededor de la muralla blanca se ha realizado correctamente (…) y el príncipe Zoser se ha mostrado digno de la prueba (…). Ya no queda más que anunciar la fecha de la coronación (…)”. (20). JACQ, Christian. “Imhotep. El inventor de la eternidad”. Traducción de Juan Camargo. Barcelona. Paneta Internacional. 2013. (1ª edición: octubre). Página 38. 7. Jasejemuy, padre de Zoser, enterrado en Abydos. “(…) El faraón ha muerto, ha sido inhumado en Abydos. (…)”.

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(21). JACQ, Christian. “Imhotep. El inventor de la eternidad”. Traducción de Juan Camargo. Barcelona. Paneta Internacional. 2013. (1ª edición: octubre). Página 46. 9. Hotep-her-Febty = La esposa de Zoser tenía la misma edad de Zoser. “(…) Apacible (13), la esposa de Zoser. (…) De treinta y cinco años de edad, como su marido, Apacible le había dado dos hijas. Las adolescentes de dieciséis y diecisiete años (…)”.Página 46. 9. Cita (13). Hotep-her-Febty “(…) Su nombre egipcio era Hotep-her-Gebty. Figura en una estela fronteriza del inmenso complejo arquitectónico de Saqqara y en el fragmento de un naos procedente de Heliópolis (…)”. (22). JACQ, Christian. “Imhotep. El inventor de la eternidad”. Traducción de Juan Camargo. Barcelona. Paneta Internacional. 2013. (1ª edición: octubre). Página 156. 31. Tercera Dinastía de Zoser. “(…) La palabra tajante de Faraón crea la tercera dinastía, que se inspira en el fundador de la unión de las Dos Tierras, Menes. Reforzaré ese vínculo entre el Gorte y el Sur, confirmaré Menfis como capital desarrollaré las Casas del rey y de la Reina y garantizaré la prosperidad de nuestro país. Construir será mi prioridad (…)”. (23). JACQ, Christian. “Imhotep. El inventor de la eternidad”. Traducción de Juan Camargo. Barcelona. Paneta Internacional. 2013. (1ª edición: octubre). Página 447. 89. La pirámide de Zoser se terminó en el 28 año de su reinado. Zoser reinó 29 años. “(…) Veintiocho años de reinado pesaban mucho sobre los hombros del faraón. Cuando su Gran Obra estaba casi acabada (…)”. Ibidem. Página 447. 90. La pirámide de Zoser se terminó en el 28 año de su reinado. Zoser reinó 29 años. “(…) Veintiocho años de reinado (…)”. Ibidem. Página 462. 92. Años de reinado de Zoser. “(…) Todos eran conscientes de que los veintinueve años de reinado serían inolvidables (…)”. (24). LUGAN, Bernard. “Los egipcios. De los orígenes hasta nuestros días”. Barcelona. Editorial Ariel. 2003. (1ª edición: mayo). Página 50. Capítulo II. El Egipto dinástico. El Imperio Antiguo (+-2700-2200 a. C.). “(…)Contrariamente a lo que se ha venido creyendo durante largo tiempo, la III Dinastía no empieza con Dyeser –nieto de Jasejemuy-, sino con &echerofes (o &ebka), quién habría reinado durante veintiún años. Go disponemos de demasiada documentación sobre esta dinastía, y eso es así hasta el punto de que, aunque conocemos a los tres primeros sucesores de Dyeser, no nos es posible describir sus reinados; lo mismo sucede con 25


los de &echerodes, Dyeser –su hermano pequeño y sucesor- y, el tercer soberano que le sucedieron, ni tan siquiera conocemos sus nombres con seguridad (…)”. (25). JACQ, Christian. “Imhotep. El inventor de la eternidad”. Traducción de Juan Camargo. Barcelona. Paneta Internacional. 2013. (1ª edición: octubre). Página 469. 93. El sucesor de Zoser = El rey Imhotep, hermano de Zoser. Sejemjet nuevo faraón tras Zoser. “(…) la víspera del funeral de Zoser, todo Egipto esperaba que la reina sometiera al gran consejo el nombre de su sucesor. Cuando convocó a Imhotep a palacio, nadie dudó de su elección. (…) / (Página 470) Zoser me ascendió al rango de maestro de obras, no estoy destinado a reinar. Quiero seguir siendo su servidor y su Hermano. (…) Y tú Imhotep, construirás la pirámide del próximo faraón (84) (…)”. Página 470. Cita (84). “(…) Sejemjet (…)”. (26). SITCHIN, Zecharia. “Viajes al pasado mítico. El regreso de los Anunnaki”. Barcelona. Ediciones Obelisco. 2010. (1ª edición: septiembre). Página 93. 5. Los OOP del Museo del Cairo. Estatua de Zoser en el Museo egipcio de El Cairo. “(…) en la sala 42, junto a una gran estatua en caliza de Zoser procedente de Saqqara (…)”. (27). BARCELÓ, Emmanuel. “Las pirámides de Egipto”. Colección Enigmas de la Historia. Madrid. Edimat Libros. 2002. Página 15 Capítulo I. Los papiros y las piedras. Primeros mitos y leyendas. Imhotep. “(…) Entre las obras más antiguas que tenemos noticia figuran los libros llamados de la “Sabiduría” que eran unas recopilaciones de preceptos y máximas morales, como la atribuida al primer ministro Imothep (2800 a.C.) hoy perdida (…)”.La Cerca. “Imhotep y la medicina del Antiguo Egipto”. Sábado 29 mayo, 2010. Sin paginar. “(…) Su padre era Kanefer, designado personalmente por el mismo faraón responsable de todas las construcciones del reino. Aprendería el oficio en el taller de su padre, tal vez en Menfis: primero tallista de vasijas de piedra dura, se convirtió luego en escultor y arquitecto, hasta alcanzar los más altos cargos del Estado, tanto religiosos como administrativos: sumo sacerdote de Heliópolis y visir de Zoser, en la base de una estatua egipcia erigida en honor de su faraón se lee que era “el primero después del rey” (…)”. 26


(28). www.wikipedia.org Página 1. “(…) Sumo sacerdote de Heliópolis, fue chaty del faraón Gecherjet Dyeser (Zoser), y diseñó la Pirámide escalonada de Saqqara, durante la dinastía III. El significado de la palabra Imhotep es «el que viene en paz» (2). (…)”. (2). MEJÍA RIVERA, Orlando. “Introducción crítica a la historia de la Medicina”. Universidad de Caldas, 1999; pág. 447. ISBN 958-8041-19-8. (29). LÓPEZ-MATEOS MORENO, José Manuel. “Imhotep, Imuthes, Asclepios, Esculapio, “Un dios en Egipto”. www.Imhotep.pdf Página 3. El saber en medicina. “(…) Es médico personal del faraón, con terapias o no de rejuvenecimiento. Él viene a aglutinar el conocimiento anatómico del ser humano y de las hierbas de la naturaleza para crear remedios a sus enfermedades. Es considerado como padre de la medicina, y es llamado Asclepios por los griegos y Esculapio por los propios romanos, que representan a los maestros y dioses médicos en las distintas culturas (…)”. (30). JACQ, Christian. “Imhotep. El inventor de la eternidad”. Traducción de Juan Camargo. Barcelona. Paneta Internacional. 2013. (1ª edición: octubre). Página 212. 43. Imhotep era médico. “(…) Formado en la Casa de Vida, Imhotep se había convertido en médico. Pero su primer oficio era hacedor de vasijas de piedra dura (…)”. (31). BARCELÓ, Emmanuel. “Las pirámides de Egipto”. Colección Enigmas de la Historia. Madrid. Edimat Libros. 2002. Página 44. Capítulo III. Magia y religión. Defensa contra la muerte. Imhotep. “(…) La ciencia secreta de las hierbas sagradas fue descubierta por el mismo Imhotep quién en su templo se la reveló al médico griego Thessalos, a la vez que le indicaba los momentos y los lugares más propicios para la recolección de esas plantas (…)”.DE GÉRIN RICARD, L. “Historia del Ocultismo”. Colección: La otra realidad. Barcelona. Luís de Caralt Editor. 1975. Página 32. Primera parte. La antigüedad. Capítulo primero. Egipto. Imhotep. “(…) Pero lleguemos al periodo griego cuyas prácticas medicinales conocemos mejor. Sabemos, por ejemplo, que se considera a los locos como posesos y se les encierra en el recinto del templo para que los dioses les liberen de sus demonios. La ciencia, antaño secreta, de las hierbas sagradas, es divulgada por el mismo Imhotep, quien en su templo la revela al médico griego Thesssatos, indicándole “los momentos y los lugares propicios para la recolección de las plantas”. Las enfermedades de los ojos se atribuían ya sea a la ira de Isis, ya sea a los dioses siderales

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ya que el sol actúa sobre el ojo derecho y la luna sobre el ojo izquierdo (…)”. (32). BRODRICK, M. & MORTON, A. A. “Diccionario de arqueología egipcia”. Coleción Enigmas de la Historia. Madrid. Edimat Libros. 2003. Página 81. Imhetep = Inmotep = Imuthes. “(…) Dios llamado por los griegos Imuthes y comparado con Asklepios. Es el primogénito de Ptah y su madre es Gut. Se le atribuyen poderes de exorcismo y curación. Un templo fue construido en su honor en el Serapeum y la villa de Abusir. Su culto floreció en la época saíta y griega. Las estatuas y relieves le representan como un joven llevando un casquete ajustado y a menudo con un rollo de papiro abierto sobre sus rodillas (…)”. (33). BARCELÓ, Emmanuel. “Las pirámides de Egipto”. Colección Enigmas de la Historia. Madrid. Edimat Libros. 2002. Página 44. Capítulo III. Magia y religión. Defensa contra la muerte. Imhotep. “(…)De igual manera lo hacía la oniromancia, es decir, la interpretación de los sueños que obtenían los enfermos en los templos de los dioses curadores y, sobre todo en el de Imhotep. Estos sueños debidamente controlados por el onirocrita, que sabía descubrir los sueños engañadores de las apariencias reales, suministraban a la vez indicaciones medicinales (…)”. (34). JACQ, Christian. “Imhotep. El inventor de la eternidad”. Traducción de Juan Camargo. Barcelona. Paneta Internacional. 2013. (1ª edición: octubre). Página 115. 23. Imposición de manos por parte de Imhotep. “(…) El joven le impuso durante mucho tiempo las manos (…)”. (35). www.biblioteca o Xov. 10/09/2014. Sin paginar. Imhotep. “(…) Muchas historias de la medicina designan al médico de la antigua Grecia Hipócrates (460 – 375 a. C.) como el padre de la medicina. Pero más de dos mil años antes de que naciera, un arquitecto y sacerdote egipcio, Imhotep, desarrolló tratamientos para docenas de enfermedades que abarcan la tuberculosis, los dolores de muelas o la artritis. De hecho, se cree que Imhotep, que vivió en Egipto en torno al año 2650 a.C., es el primer médico conocido de la historia. Imhotep, visir del faraón Zoser, documentó centenares de enfermedades y era un sanador tan diestro que miles de años después de su muerte se le seguía venerando como a un dios (…). 28


Se considera que sus tratados médicos, grabados en rollos de papiro, constituyen las primeras tentativas de diferenciar la superstición de las prácticas curativas sensatas desde el punto de vista médico, y que se transmitieron y copiaron de una generación a otra cuando murió. Ofrecía curación para cientos de enfermedades; por ejemplo, los egipcios creían que las heridas se podían tratar con miel, que el apio aliviaba el reumatismo y que el áloe calmaba las afecciones de la piel. Las investigaciones modernas han confirmado algunos tratamientos, entre ellos la recomendación de utilizar la acacia para aliviar los síntomas del resfriado (…)”. (36). www.wikipedia.org Página 1. Agradecimiento a Imhotep: Inscripción encontrada en el templo de Karnak. “(…) "Te saludo querida divinidad ¡Imhotep, hijo de Ptah! (...) Los hombres te aplauden y las mujeres te adoran. Todos exaltan tu bondad para que les cures (…) Te traen ofrendas y regalos. Te profieren alabanzas (...) Que ingieras cerveza con tus hermanos los viejos dioses, y alimenta luego a los espíritus rectos” (…)”. (37). JACQ, Christian. “Imhotep. El inventor de la eternidad”. Traducción de Juan Camargo. Barcelona. Paneta Internacional. 2013. (1ª edición: octubre). Página 32. 6. Imhotep estudió en la escuela de escribas. “(…) Al final de cada jornada de trabajo y durante sus periodos de descanso, Imhotep iba a la escuela de escribas (…)”. (38). JACQ, Christian. “Imhotep. El inventor de la eternidad”. Traducción de Juan Camargo. Barcelona. Paneta Internacional. 2013. (1ª edición: octubre). Página 41. 8. Imhotep = Jefe del taller real de fabricantes de vasijas. “(…) Imhotep, jefe del taller real de fabricantes de vasijas (…)”. (39). JACQ, Christian. “Imhotep. El inventor de la eternidad”. Traducción de Juan Camargo. Barcelona. Paneta Internacional. 2013. (1ª edición: octubre). Página 32. 6. Imhotep estudió en la escuela de escribas. “(…) Al final de cada jornada de trabajo y durante sus periodos de descanso, Imhotep iba a la escuela de escribas (…)”. (40). JACQ, Christian. “Imhotep. El inventor de la eternidad”. Traducción de Juan Camargo. Barcelona. Paneta Internacional. 2013. (1ª edición: octubre). Página 44. 8. Imhotep = Fombrado administrador en Fejen, 29


por Hezyre, constructor de la sepultura del padre de Zoser. “(…) administrador en Gejen (12) en el Alto Egipto. Antes de irte, te convertirás en maestro carpintero. El astillero de Menfis te enseñará a conocer la madera (…)”. Página 44. 8. Cita (12). Fejen = Hieracómpolis. “(…) Hieracómpolis (…)”. Ibidem. Página 50. 10. “(…) Imhotep se dirigió al astillero naval de Menfis. (…) Allí se construían todo tipo de barcos, desde la pesada barcaza de transporte hasta las embarcaciones rápidas que utilizaba la mensajería (...)”. Ibidem. Página 52. 10. Hezyre. “(…) El canciller Hezyre me ha ordenado convertirme en maestro carpintero (…)”. Ibidem. Página 67. 13. Inmotep = Maestro carpintero. “(…) maestro carpintero Imhotep, en este momento en que te destino al frente de la corporación de Gejen (…)”. Ibidem. Página 75. 15. “(…) El canciller Hezyre me ha puesto al frente de la corporación de Gejen (…)”. Ibidem. Página 83. 17. Fejen. “(…) Gejen, la ciudad legendaria del Alto Egipto donde había nacido la voluntad de reunir las Dos Tierras (…)”. Ibidem. Página 84. 17. Fejen. “(…) Gacida en los orígenes de la civilización faraónica, la corporación de Gejen estaba directamente vinculada al servicio del palacio real. Vastos almacenes abrigaban los productos de alimentación y los artesanales destinados a Menfis y, grandes talleres acumulaban las diversas clases de madera que utilizaban los carpinteros (…)”. (41). JACQ, Christian. “Imhotep. El inventor de la eternidad”. Traducción de Juan Camargo. Barcelona. Paneta Internacional. 2013. (1ª edición: octubre). Página 123. 25. Fombramiento de Imhotep por el faraón Zoser. “(…) Así pues, te he llamado a Menfis con el fin de que apliques tus métodos al conjunto de los servicios administrativos del reino. Eres así nombrado supervisor de todo el país y de lo que nos da el cielo, la tierra y el Gilo (…)”. (42). JACQ, Christian. “Imhotep. El inventor de la eternidad”. Traducción de Juan Camargo. Barcelona. Paneta Internacional. 2013. (1ª edición: octubre). Página 229. 46. IV año del reinado de Zoser. “(…) El cuarto año del reinado de Zoser. (…) El rey recibió a Imhotep a solas. (…) Tu nuevo título / (Página 230), “El que está bajo la cabeza del rey” (35), te confiere la responsabilidad de recaudar los impuestos relativos a la artesanía y ejercer funciones judiciales en ese ámbito. Forma a más

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escultores, carpinteros y fabricantes de vasijas y, elige a seres de élite. (…)”. (43). JACQ, Christian. “Imhotep. El inventor de la eternidad”. Traducción de Juan Camargo. Barcelona. Paneta Internacional. 2013. (1ª edición: octubre). Página 229. 46. IV año del reinado de Zoser. “(…)Del mismo modo, considero indispensable una regularización del curso del río gracias a una serie de pequeñas presas correctamente repartidas (36). (…) Ha llegado el momento de preparar mi morada de eternidad –le reveló el faraón-. Será erigida en el desierto, cerca de Menfis y, se compondrá de dos santuarios, el primero situado en oriente, el segundo en occidente. ¿Te crees capacitado para trazar sus planos y erigirlos? (…). Te he elegido a ti después de meditarlo mucho. Tu pertenencia a la cofradía del Ibis y tu iniciación en la Morada del oro hacen de ti un constructor. / (Página 231) saca a la luz tus cualidades ocultas, Imhotep, puesto que el espejo de la diosa Hator te ha permitido contemplar la armonía secreta del universo. (…) El santuario oriental se llamará “la región fresca de las divinidades” y el occidental “el temor de las Dos Tierras” (37). Los ritualistas que cumplan con la función de Anubis velarán por mi propiedad mortuoria y, la inauguraremos excavando galerías donde serán depositadas numerosas ofrendas (…)”.Página 230. Cita (35). “(…) Jerytep nisut (…)”. Página 230. Cita (36). “(…) Se conoce la del uadi Gaaui, al sur de Menfis (…)”. Página 231. Cita (37). “(…) Kebehet neteru y Geru Tauy (…)”. (44). JACQ, Christian. “Imhotep. El inventor de la eternidad”. Traducción de Juan Camargo. Barcelona. Paneta Internacional. 2013. (1ª edición: octubre). Página 232. 47. Imhotep construyó un canal de irrigación y varias presas. “(…) El rey acaba de confiarle al joven Imhotep la instalación / (Página 233) de una serie de canales de irrigación y la edificación de varias presas (…)”. Ibidem. Página 237.48. Imhotep construyó un canal de irrigación y varias presas. “(…) La primera presa pequeña construida al sur de la capital era un éxito y, el número de canales de irrigación se había doblado. (…)

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En la víspera, los miembros del gran consejo habían asistido a la inauguración de los santuarios de oriente y occidente, cuyos planos había trazado Imhotep inspirándose en los tratados de arquitectura de la Casa de Vida. El rey disponía así de los primeros elementos de su dominio de eternidad (…)”. Ibidem. Página 273. 55. “(…) En una roca, el propio Imhotep esculpió la figura del faraón Zoser golpeando a sus enemigos con el mazo blanco “el iluminador” (42), que transformaba las tinieblas en luz. De esa manera, el rey estaría presente para siempre en el corazón de las canteras y protegería a sus fieles (…)”. Página 273. Cita (42). “(…) Hedy (…)”. (45). JACQ, Christian. “Imhotep. El inventor de la eternidad”. Traducción de Juan Camargo. Barcelona. Paneta Internacional. 2013. (1ª edición: octubre). Página 304. 61. Fombramiento de maestro de obras del reino, por Zoser. “(…) te nombro maestro de obras (47) del reino –decretó faraón-. Juntos realizaremos el plano de los dioses (…)”. Página 304. Cita (47). “(…) Imy-r-kat, literalmente, “Aquel en boca del cual está la obra” y, que puede, por tanto, formular las órdenes precisas para edificarla (…)”. (46). JACQ, Christian. “Imhotep. El inventor de la eternidad”. Traducción de Juan Camargo. Barcelona. Paneta Internacional. 2013. (1ª edición: octubre). Página 305. 61. Localización de la cantera. “(…) esta vez con destino a las canteras de piedra del valle del Rohanu (48) (…)”. Página 305.Cita (48). “(…) El uadi Hammamat, a noventa kilómetros al este de la ciudad de Coptos (Kuft), en dirección al mar Rojo (…)”. Ibidem. Página 307. 61. Localización de la cantera. “(…) Y os ordena que volváis al uadi Hammamat con el fin de descubrir allí la piedra primigenia, en el origen de nuestros edificios sagrados (…)”. Ibidem. Página 309. 62. Localización de la cantera. “(…) la expedición dejó Menfis con destino a las canteras de piedra del uadi Hammamat (…) Imhotep no prestaría atención más que a la búsqueda de las piedras probablemente destinadas a la sepultura del monarca (…)”. (47). JACQ, Christian. “Imhotep. El inventor de la eternidad”. Traducción de Juan Camargo. Barcelona. Paneta Internacional. 2013. (1ª edición: octubre). Página 315. 63. Saqqara. “(…) Saqqara, donde descansaban las almas de los faraones de la primera dinastía (…)”.

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(48). SITCHIN, Zecharia. “Al principio de los tiempos. El quinto libro de Crónicas de la Tierra”. Colección: Crónicas de la Tierra. Barcelona. Ediciones Obelisco. 2013 (4ª edición: noviembre). Página 155. 6. Los arquitectos divinos. Zoser. “(…) Las pirámides egipcias que construyeron los faraones tuvieron su inicio con la que construyera el rey Zoser en Sakkara (al sur de Menfis) hacia el 2650 a.C. (Fig. 78). Elevándose en seis niveles y, dentro del rectangular recinto sagrado, estuvo recubierta en sus orígenes con piedras de caliza brillante, de las cuales solo quedan algunos rastros, dado que estas piedras, así como las de las pirámides que le siguieron, se las quitaron posteriormente otros constructores para hacer sus propios monumentos (…)”. (49). SITCHIN, Zecharia. “Manual de las Crónicas de la Tierra. Una guía completa de los siete libros de las Crónicas de la Tierra”. Barcelona. Ediciones Obelisco. 2011 (1ª edición: junio). Página 262. Zoser. “(…) Segundo faraón de la III Dinastía (en torno al 2650 a.C.) a quién los egiptólogos atribuyen la construcción de la primera pirámide de Egipto. El lugar, denominado Sakkara o Saqqarah, en la ribera occidental del &ilo, al sur de Giza, sigue dejando anonadados a los visitantes con su magnífico recinto de muros de piedra, aunque la pirámide en sí (una construcción en siete niveles que emula los zigurats sumerios construid con rocas sin desbastar, troncos y argamasa) se derrumbó (…)”. (50). SITCHIN, Zecharia. “Manual de las Crónicas de la Tierra. Una guía completa de los siete libros de las Crónicas de la Tierra”. Barcelona. Ediciones Obelisco. 2011 (1ª edición: junio). Página 218. Sakkara. “(…) (también Saqqarah = “El Lugar Cerrado/Oculto”): Emplazamiento, al sur de Giza, de una pirámide escalonada construid con piedras sin labrar, que se mantienen unidas mediante barro y madera. La pirámide, ya desmoronada, que se levanta en un recinto rodeado por un ingenioso muro de piedra columnado, se le tribuye a Zoser, el segundo faraón de la III Dinastía (en torno al 2650 a. C). Según los egiptólogos, la utilizaron los faraones de la IV Dinastía como modelos para las singulares pirámides de Giza (…)”.SITCHIN, Zecharia. “El código cósmico. El sexto libro de Crónicas de la Tierra”. Colección: Crónicas de la Tierra. Barcelona. Ediciones Obelisco. 2012 (4ª edición: marzo). Página 166. 9. Profecía: Escritos del pasado. Saqqarah = el lugar oculto. “(…) El nombre del

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emplazamiento de Saqqarah, en Egipto, “el lugar oculto” de los primitivos enterramientos y pirámides reales, proviene de la misma raíz (…)”. (51). JACQ, Christian. “Imhotep. El inventor de la eternidad”. Traducción de Juan Camargo. Barcelona. Paneta Internacional. 2013. (1ª edición: octubre). Página 315. 63. Escalera de piedra. “(…) Voy a contratar a cientos de artesanos para construir una gigantesca escalera de piedra (…)”.www.historiaymedicina. Imhotep. “(…) fue famoso no sólo como médico sino también como arquitecto, astrónomo y administrador. La célebre pirámide escalonada de Saqqara (cerca de Menphis) la primera de las pirámides construidas en el antiguo Egipto fue obra de Imhotep y el primer monumento en piedra construido por el hombre (…)”.BRODRICK, M. & MORTON, A. A. “Diccionario de arqueología egipcia”. Coleción Enigmas de la Historia. Madrid. Edimat Libros. 2003. Página 188. Zeser. Faraón para el que trabajó Imhotep. “(…) Tercer rey de la III dinastía. Reinó durante siete (¿) años. Los títulos de este rey aparecieron en una rúbrica del papiro de Turín y también se le menciona en una historia del papiro Westcar. Se cree que construyó la Pirámide escalonada de Sakara (…)”.JACQ, Christian. “El enigma de la piedra”. Barcelona. Plural. 2000. Página 153. 25. En compañía de los dioses. Las divinidades en jeroglíficos. “(…) Egipto estaba poblado de divinidades. Entrar en el ámbito de lo sagrado significa encontrar: DJESER Sagrado, espléndido magnífico El brazo armado que contiene un cetro equivale a tres sonidos DJ+ S+R = DJESER. Tal es el nombre del célebre faraón DYESER más conocido como DJOSER, el cual, con su arquitecto Imhotep, fue el constructor de la pirámide escalonada de Saqqara. Esta palabra. DJESER, significa también “apartar, aislar”, puesto que el mundo sagrado debe ser separado del mundo profano (…)”.SERVIER, Joan. (Director). “Diccionario Akal Crítico de Esoterismo A-H. (I)”. Traducción de Francisco Javier González García. Madrid. Ediciones Akal. 2006. Página 224. Arquitectura. Egipto faraónico. Imhotep “(…) El gran antepasado de los arquitectos egipcios, Imhotep, 34


creador de la arquitectura en piedra en época del rey Djeser (2620-2600 a. C.), fue un gran sacerdote de Heliópolis, destacado como espiritual del Egipto antiguo. Sabio e influyente, Imhotep, ejerció, sin duda, un papel muy destacado a inicios de la época faraónica y su caso se presenta como muy revelador de la naturaleza de aquellos individuos que llegaron a ser ilustres desarrollando esta importante función: Imhotep fue divinizado y, durante toda la historia faraónica, se le consideró como al inigualable antepasado mítico de los constructores (…)”. (52). SITCHIN, Zecharia. “Al principio de los tiempos. El quinto libro de Crónicas de la Tierra”. Colección: Crónicas de la Tierra. Barcelona. Ediciones Obelisco. 2013 (4ª edición: noviembre). Página 155. 6. Los arquitectos divinos. Zoser. “(…) Las pirámides egipcias que construyeron los faraones tuvieron su inicio con la que construyera el rey Zoser en Sakkara (al sur de Menfis) hacia el 2650 a.C., (Fig. 78). Elevándose en seis niveles y, dentro del rectangular recinto sagrado, estuvo recubierta en sus orígenes con piedras de caliza brillante, de las cuales solo quedan algunos rastros, dado que estas piedras, así como las de las pirámides que le siguieron, se las quitaron posteriormente otros constructores para hacer sus propios monumentos (…)”.JACQ, Christian. “Imhotep. El inventor de la eternidad”. Traducción de Juan Camargo. Barcelona. Paneta Internacional. 2013. (1ª edición: octubre). Página 320. 64. Fombramiento de Imhotep como canciller. “(…) Gombro canciller a Imhotep –declaró el rey-.Portará el sello, dirigirá el curso de la justicia, conservará los archivos y seguirá el guía de la élite (50). En su función de maestro de obras, construirá mi dominio de eternidad. Y su único material será la piedra. En el corazón de la Gran Obra se erigirá una escalera gigantesca que permitirá que el alma real suba al cielo. Se tratará de una pirámide escalonada, en otras palabras, del símbolo del amor creador y del carnal por donde circula la energía divina (51) (…)”. (53). MAX MÜLLER, F. “Mitología egipcia”. Colección Mitología e Historia. Barcelona. Edicomunicación S. A. 1996. (2ª edición). Página 15. Introducción. “(…) Guestro presente conocimiento de estado de la civilización egipcia próxima y anterior al 4000 a.C. es suficiente para demostrar que ya se habían realizado algunos desarrollos incluyendo los primeros pasos hacia la evolución del sistema jeroglífico de escritura; pero los burdos intentos artísticos de esa era, el entierro de sus muertos en 35


agujeros miserables o en grandes tinajas, sus construcciones de paja y ladrillos de barro y sus templos de mimbres y esterillas aún contrastan con el periodo de las Dinastías II y III, cuando la arquitectura y el arte egipcio dieron los primeros pasos hacia la perfección de la Era de las Pirámides, por lo que no vacilamos el colocar el desarrollo religioso de los egipcios del quinto milenio a nivel del paganismo africano. Los burdos grabados de esa época muestran que la mayoría sino todos, de los últimos dioses, con sus nombres, símbolos y tipos artísticos, existían entonces y habían sido por tanto transmitidos por antiguas tradiciones de los días ancestrales (…)”.BRODRICK, M. & MORTON, A. A. “Diccionario de arqueología egipcia”. Coleción Enigmas de la Historia. Madrid. Edimat Libros. 2003. Página 33. Arquitectos. “(…) Ya que la arquitectura era el arte principal de los egipcios y, siendo las demás artes más o menos accesorias o subsidiarias de ella, es lógico que todos los artistas los arquitectos hubiesen recibido los mayores honores. Los nombres de muchos de ellos se recogen en estelas en museos y tumbas. El oficio parece en algunos casos ser hereditario, en otros incluso un príncipe real que no desdeña convertirse en “director de todas las construcciones del Alto y Bajo Egipto”, título que otorgaba aparentemente grandes honores por parte del rey. A veces podía combinarse con el oficio sacerdotal, como en el caso de Bak-en-Khensu, primer profeta de Amón y arquitecto principal de Tebas durante el reinado de Seti I y Ramsés II cuya estatua sepulcral se conserva en Munich. El arquitecto más famoso cuyo nombre ha llegado a nosotros es Sen-mut, el favorito de Hatshepsut y, constructor de Dêr-elBahri (…)”. (54). JACQ, Christian. “Imhotep. El inventor de la eternidad”. Traducción de Juan Camargo. Barcelona. Paneta Internacional. 2013. (1ª edición: octubre). Página 320. 64. Cita (51). “(…) Estos son los otros significados de la palabra mer, “pirámide”. Hoy sabemos que la pirámide escalonada de Saqqara fue concebida como tal desde su origen. Hay que abandonar la antigua teoría que veía el monumento como un apilado sucesivo y azaroso de mastabas unas por encima de las otras, que el arquitecto hubiera ido modificando su proyecto para ganar altura. El gran vidente de Heliópolis no procedía mediante aproximaciones. Estaba edificando una obra de eternidad, no una construcción profana (…)”.

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(55). JACQ, Christian. “Imhotep. El inventor de la eternidad”. Traducción de Juan Camargo. Barcelona. Paneta Internacional. 2013. (1ª edición: octubre). Página 329. 66. Medidas del emplazamiento mortuorio de Saqqara. “(…) Quince hectáreas (…)”. (56). JACQ, Christian. “Imhotep. El inventor de la eternidad”. Traducción de Juan Camargo. Barcelona. Paneta Internacional. 2013. (1ª edición: octubre). Página 337. 67. La muralla del perímetro funerario de Saqqara. “(…) Bajo nuestros pies se levantará una muralla protectora que delimitará la zona donde construiré los monumentos que aseguren la regeneración de Faraón. Antes de nada, tendré que excavar una fosa profunda (52) con el fin de macar la edificación del dominio de Zoser. Esa meseta rocosa quedará transformada en unos gigantescos escalones (53) que llevarán a la entrada del reino del Ka (…)”. Página 337. Cita (52). “(…) De 25 metros de profundidad y 750 de longitud, se ha encontrado una parte (…)”. Página 337. Cita (53). “(…) Dichos escalones podían alcanzar veinte metros de longitud y dos de altura (…)”.JACQ, Christian. “Imhotep. El inventor de la eternidad”. Traducción de Juan Camargo. Barcelona. Paneta Internacional. 2013. (1ª edición: octubre). Página 350. 70. Recinto funerario de Saqqara. “(…) Cuando el gran recinto estuviera acabado alcanzaría una altura de una decena de metros y, doscientos once bastiones de una anchura media de tres metros le darían una cadencia. Tendría varias puertas herméticamente cerradas y una sola entrada eternamente abierta para el ka real (…)”. Ibidem. Página 371. 74. Recinto funerario de Saqqara. “(…) El inmenso muro del recinto que delimitaba y protegía el territorio sagrado de Zoser (61) estaba casi terminado. Desplegado sobre más de mil quinientos metros y con una altura que alcanzaba los diez, cada cuatro metros más o menos se repetían los bastiones en voladizo y, tenía catorce puertas de piedra herméticamente cerradas. Esas fortificaciones impedían a las fueras de la destrucción atentar contra la propiedad real (…)”.Página 371. Cita (61). “(…) Aproximadamente 544 por 277 metros, a saber, un cuadrado doble o “cuadrado largo” que, en geometría sagrada, forma el “rectángulo de la génesis”, en el que aparecían las formas primordiales de la vida (…)”. (57). JACQ, Christian. “Imhotep. El inventor de la eternidad”. Traducción de Juan Camargo. Barcelona. Paneta Internacional. 2013. (1ª edición: octubre). Página 326. 65. La ciudad de los artesanos en Saqqara. “(…) 37


Primero tendré que levantar una pequeña ciudad para albergar a los artesanos y a sus familias y depararles unas condiciones de vida agradables (…)”. Ibidem. Página 334. 67. La ciudad de los trabajadores de Saqqara. “(…) En un tiempo record, se había habilitado un puerto que comunicaba con las obras. (…) - Primero construiremos la ciudad destinada a acogeros –anunció el maestro de obras-. Una muralla garantizará su seguridad y cada casa dispondrá de una cocina, una despensa y horno de pan (…)”. (58). JACQ, Christian. “Imhotep. El inventor de la eternidad”. Traducción de Juan Camargo. Barcelona. Paneta Internacional. 2013. (1ª edición: octubre). Página 341. 68. Cantera de donde extrajeron la piedra para el recinto funerario de Zoser. “(…) bloques procedentes de la cantera de Tura (…)”. Página 341. Cita (55). “(…) Se estima que hicieron falta tres millones de bloques para construir el dominio de eternidad de Zoser (…)”. (59). JACQ, Christian. “Imhotep. El inventor de la eternidad”. Traducción de Juan Camargo. Barcelona. Paneta Internacional. 2013. (1ª edición: octubre). Página 342. 68. Medidas utilizadas por Imhotep. “(…) Imhotep dejó un croquis detallado que incluía cotas y medidas (56) que se correspondían con un trabajo preciso (…)”. Página 342. Cita (56). “(…) Imhotep utilizaba, sobre todo, el codo (53´3 cm), el palmo (7´47 cm); 1 codo = 7 palmos) y el dedo (1 palmo = 4 dedos) (…)”. (60). JACQ, Christian. “Imhotep. El inventor de la eternidad”. Traducción de Juan Camargo. Barcelona. Paneta Internacional. 2013. (1ª edición: octubre). Página 387. 77. Recinto funerario de Zoser. “(…) una pirámide de seis escalones que alcanzaba una altura de cerca de sesenta metros (66) y dominaba el emplazamiento de Saqqara (…)”. Página 387. Cita (66). “(…) Sobre una base de 121 por 109 metros. Las búsquedas recientes, especialmente las de R. Stadelmann, demuestran que la pirámide fue concebida de esa forma desde el principio y hecha de un tirón y, no en planos sucesivos (…)”. Ibidem. Página 394. 79. Medidas del peldaño gigante. “(…) Con el fin de asegurar la necesaria estabilidad del primer peldaño gigante (67) (…)”. Página 394. Cita (67). “(…) 120 codos de lado (62´9 m), 16 codos de alto (8´32 m) (…)”. Ibidem. Página 395. 79. Recinto funerario de Zoser en Saqqara. “(…) De la regla graduada del maestro de obras nacían todas las medidas y todos los trazados que concretaban 38


las escuadras, los niveles y las plomadas. Gracias al juego de tres palitos de madera de la misma largura (68) unidos por un cordel anudado en su extremo superior, se ajustaban rigurosamente las piedras. Durante noches enteras, Imhotep había reflexionado acerca de un problema capital no encontrado antes: con la acumulación de bloques sobre un gran número de hileras se corría el riesgo de ocasionar un desfase en las alturas (69), fisuras, asientos catastróficos y otros accidentes. Al no poder inspirarse en ejemplos anteriores, el gran vidente había apelado a las divinidades, a la ciencia de Thot y de Seshat, rogándoles que le ofrecieran soluciones. Primero, tallar las almohadillas, suprimir las asperezas y llenar los posibles huecos con arena, argamasa y residuos de piedra con el fin de obtener lechos irregulares; luego, montar unos grupos de bloques homogéneos y flexibles a la vez que se apoyarán unos sobre otros y absorbieran las inevitables deformaciones y, finalmente, inclinar con fuerza los lechos para torcer el efecto de masa hacia el interior del edificio (…)”. Página 395.Cita (68). “(…) De 8 a 20 cm (…)”. Página 395.Cita (69). “(…) Las indicaciones técnicas proceden de las búsquedas de J. Kérisel, J. Roseau, M. Baud y J. C. Goyon (La construcción pharaonique, París, 2004) (…)”. (61). JACQ, Christian. “Imhotep. El inventor de la eternidad”. Traducción de Juan Camargo. Barcelona. Paneta Internacional. 2013. (1ª edición: octubre). Página 411. 82. Recinto funerario de Zoser, en Saqqara. “(…) Para Imhotep había llegado el momento de revelarle al soberano la arquitectura de su palacio del otro mundo. En el fondo del pozo había una sepultura formada por grandes baldosas (71) de granito de Asuán que constituían la envoltura protectora de la sala de resurrección donde sería depositado el sarcófago del rey. Un tapón (72) de granito cerraría el acceso (…)”. Página 411. Cita (71). “(…) Esas baldosas miden 3 por 1´6 metros (…)”. Página 411. Cita (72). “(…) Ese monolito, de forma cilíndrica, tenía un metro de diámetro y pesaba 3´5 toneladas (…)”. Ibidem. Página 413. 82. Arquitectura funeraria de Zoser, en Saqqara. “(…) Zoser se recogió durante largo rato en su palacio del más allá. Imhotep contaba con que luego descubriera su segunda morada de eternidad, la del ka real, excavada bajo el macizo del 39


recinto sur (73), a doscientos metros de los aposentos subterráneos de la pirámide. Esa sepultura permanecería vacía, dedicada a lo invisible. Antes de eso, el maestro de obras le mostró al monarca la red de galerías subterráneas (74) talladas en el corazón de la roca, a treinta metros de profundidad. Cinco de entre ellas acogerían las momias de los miembros de la familia real, las demás abrigarían las cuarenta mil piezas de vajilla de piedra, apiladas del sueño al techo con una altura de un metro cincuenta. Algunas incluían los nombres de los reyes de la primera y de la segunda dinastía. Con la celebración de un eterno y fabuloso banquete, de alimentos inagotables, Zoser rendía homenaje a sus predecesores, invitados a las fiestas (…)”. Página 413. Cita (73). “(…) La sepultura de la “tumba sur” es de granito, como la de la pirámide, aunque un poco menor (1´6 metros de lado) y de forma cuadrada. Habitada únicamente por la presencia del ka, potencia inmaterial, no albergaba, pues sarcófago alguno. Se comunicaba con unas capillas decoradas con loza azul y, el maestro de obras hizo levantar en el segundo palacio del más allá tres estelas que representaban a Zoser dirigiéndose al templo y realizando la carrera ritual. La tumba sur está orientada hacia el “Bello Occidente”, uno de los paraísos de los justos; la de la pirámide, hacia el norte, residencia de las estrellas imperecederas (…)”. Página 413. Cita (74). “(…) Hay que destacar que varias de las galerías occidentales todavía están inexploradas (…)”. Ibidem. Página 426 y 427. 85. Recinto funerario de Zoser, en Saqqara. “(…) De seis metros de alto y tan solo uno de ancho el acceso al inmenso dominio de eternidad de Zoser era de una sorprendente estrechez. Lo guardaba una puerta de piedra siempre abierta. Cubierto por un techo sostenido por veinte columnas de piedra caliza pintadas de rojo, un largo camino de cincuenta y cuatro metros conducía al gran patio que había delante de la / (Página 427) pirámide. Unas hendiduras talladas en diagonal dejaban penetrar los rayos de luz que daban vida a las estatuas y a las mesas de ofrendas dispuestas en unas pequeñas capillas entre las columnas. Allí se reunían las potencias que aseguraban la coherencia del reino. Zoser avanzó lentamente hasta la sala de ocho columnas, con techo más bajo que el de la avenida. Esta evocaba las cuatro parejas primigenias, formadas por serpientes y ranas. Primeras criaturas en salir

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del océano de energías, en el alba de los tiempos, habían creado el mundo y seguían insuflándole el misterio del primer instante. En ese lugar apacible y protector, bañado por una suave luz, se experimentaba una sensación de seguridad. Sin embargo, no había más que salir del pasillo para toparse, en la esquina suroeste del gran patio, con un muro rematado por un friso de cobras rampantes. Protectoras de faraón, escupiendo fuego contra los enemigos, protegían la residencia de su Ka (…)”. Ibidem. Página 429. 85. Recinto funerario de Zoser, en Saqqara. “(…) Junto al límite oeste del conjunto monumental de Zoser había un profundo foso. El arquitecto había acondicionado unas terrazas que formaban enormes escalones. Estos conducían al dominio de la eternidad del faraón, que debería haber sido dominado por la pirámide escalonada si la guerra no hubiera interrumpido la Gran Obra. Un ibis sobrevoló a Zoser y a Imhotep, que avanzaban en dirección a una cripta cuya entrada había sido disimulada. El maestro de obras abrió paso y ambos penetraron en un largo corredor de veintidós metros que conducía a una cámara rectangular. Allí habían depositado las partes traseras de animales consagrados a Set: cerdos, antílopes, grandes felinos y siluros. Convertidos en seres inofensivos, ya no propagaban la destrucción. Un estuche cilíndrico contenía un gigantesco arpón de cedro, marrón oscuro, de dos metros sesenta de largo y provisto de una punta de quince centímetros. Su decoración, en bajo relieve, representaba a dos serpientes rampantes en posición de ataque (79) (…)”. Página 429.Cita (79). “(…) Para el descubrimiento y el estudio de este extraordinario objeto, véase K. Myysliwiec, en Mélanges Varga, Budapest, 2001, pp. 395410 (…)”. (62). JACQ, Christian. “Imhotep. El inventor de la eternidad”. Traducción de Juan Camargo. Barcelona. Paneta Internacional. 2013. (1ª edición: octubre). Página 444. 88. Recinto funerario de Zoser, en Saqqara. “(…) Visión del más allá, Saqqara era la transposición de todo Egipto. La tumba del norte era la del rey del Bajo Egipto, la del sur abrigaba el ka del rey del Alto Egipto. El patio sur, destinado a las ceremonias de la fiesta de regeneración, albergaba las capillas de las divinidades que sacralizaban todo el país. El patio norte representaba el campo de las ofrendas y los 41


territorios frondosos de los bienaventurados. Y la pirámide misma, región de luz celeste presente sobre la Tierra, le daba toda su eficacia a esa obra inalterable (…)”. (63). JACQ, Christian. “Imhotep. El inventor de la eternidad”. Traducción de Juan Camargo. Barcelona. Paneta Internacional. 2013. (1ª edición: octubre). Página 460. 91. Recinto funerario de Zoser, en Saqqara. “(…) Una a una, los escultores instalaban en Saqqara las estatuas (82) concebidas y creadas en la Morada del oro, que afirmaban la presencia del ka real. Imhotep había hecho inmortalizar a la familia reinante: Zoser en el trono en compañía de la reina y de sus dos hijas. (…) Luchando contra el agotamiento quería ver la Casa del Gorte y la Casa del Sur con su maestro de obras. Tres columnas en forma de papiro, de una suprema elegancia adornaban la fachada de la primera; fuera de su eje, su entrada se abría a un pasillo en zigzag que conducía a una capilla. Cuatro columnas acanaladas animaban la segunda, de una docena de metros de alto. Allí había otra entrada fuera de su eje y un pequeño santuario cruciforme. Estos dos edificios, ellos solos, simbolizaban la unión de las Dos Tierras, tan diferentes, las dos polaridades indisociables, sublimadas en la persona real (…)”. Página 460. 91. Cita (82). “(…) Al menos, unas sesenta (…)”. (64). JACQ, Christian. “Imhotep. El inventor de la eternidad”. Traducción de Juan Camargo. Barcelona. Paneta Internacional. 2013. (1ª edición: octubre). Página 467. 93. Recinto funerario de Zoser en Saqqara. “(…) Había dos hileras de capillas una frente a otra. Después de recorrer un corto pasaje en zigzag, se subía una escalera que llevaba a cada santuario, donde se abrigaba a la estatua de la divinidad encargada de proteger una de las provincias de Egipto y de vincularla con su modelo celeste. De este modo se unía todo Egipto, con el fin de alimentar el ka del faraón y de darle su plena potencia (…) Allí había erigido un estrado en el que se encontraban dos tronos respaldo contra respaldo, en el interior de un pabellón de columnillas espigadas. A él se accedía por dos escaleras, la primera reservada al rey del Alto Egipto, portador de la corona blanca; la segunda, al rey del Bajo Egipto, ataviado con la corona roja. El monarca, desdoblado, se convertía 42


en Uno al juntarse las dos coronas (…)”. Ibidem. Página 469. 93. Recinto funerario de Zoser, en Saqqara. “(…) El faraón, presente en su capilla bajo la forma de una estatua (83). Ataviado con una gran peluca y vestido con el largo abrigo blanco de la fiesta de regeneración, el brazo derecho doblado sobre el pecho, la mano izquierda dejada abierta sobre el muslo, el rostro austero del rey contemplaba el mundo exterior gracias a dos agujeros abiertos a la altura de su mirada (…)”. Página 469. Cita (83). “(…) El original se encuentra en el museo de El Cairo. Esta pequeña capilla (el sirdab) contiene actualmente una copia (…)”. (65). LÓPEZ-MATEOS MORENO, José Manuel. “Imhotep, Imuthes, Asclepios, Esculapio, “Un dios en Egipto”. www.Imhotep.pdf Página 2. El saber en arquitectura, geometría y matemáticas. “(…) Emplea la piedra labrada en la construcción, comenzando con Imhotep la “era de las pirámides”. Es conocedor de los números sagrados y plantea por primera vez la cuadratura del círculo en base al cono de revolución y a la imagen de la “montaña sagrada”. Conoce el número Pi = 3,1416 y el número Fi = 1,612, números que son desarrollados matemáticamente en muchos años posteriores en las escuelas griegas “pitagóricas”. También es conocedor del número 0, aunque no es aplicado en Egipto por ser un concepto mental, el contar la nada. Siempre existe algo, la unidad (…)”. (66). LÓPEZ-MATEOS MORENO, José Manuel. “Imhotep, Imuthes, Asclepios, Esculapio, “Un dios en Egipto”. www.Imhotep.pdf Página 3. El saber astrológico. “(…) Tiene conocimientos astrológicos o astronómicos de las tres estrellas de Sirio: “A”, “B” y “C”. La colocación de la pirámide de Saqqara y sus grados de inclinación respecto del Gorte de la Tierra, muestra solo una variación de 3º (…)”. (67). LÓPEZ-MATEOS MORENO, José Manuel. “Imhotep, Imuthes, Asclepios, Esculapio, “Un dios en Egipto”. www.Imhotep.pdf Página 3. Organización y conocimiento laboral, social y funerario. “(…) El hecho de construir el conjunto de Saqqara, con la magnitud de 1.500 metros de longitud y 11 metros de altura, obliga a Imhotep a organizar los gremios según oficios y a impartir las enseñanzas consiguientes, creando una especialización social: carpinteros, canteros, transportistas, etc (…)”. (68). SERVIER, Joan. (Director). “Diccionario Akal Crítico de Esoterismo A-H. (I)”. Traducción de Francisco Javier González García. Madrid. Ediciones Akal. 2006. Página 224. Arquitectura. Egipto faraónico. Imhotep “(…) El gran antepasado de los arquitectos egipcios, Imhotep, creador de la arquitectura en piedra en época del rey Djeser (2620-2600 a. C.), fue un gran sacerdote de Heliópolis, destacado como espiritual del Egipto antiguo. Sabio e influyente, Imhotep, ejerció, sin duda, un papel muy destacado a inicios de la época faraónica y su caso se presenta como 43


muy revelador de la naturaleza de aquellos individuos que llegaron a ser ilustres desarrollando esta importante función: Imhotep fue divinizado y, durante toda la historia faraónica, se le consideró como al inigualable antepasado mítico de los constructores (…)”.JACQ, Christian. “Imhotep. El inventor de la eternidad”. Traducción de Juan Camargo. Barcelona. Paneta Internacional. 2013. (1ª edición: octubre). Página 292. 58. Fombramiento de Imhotep, sumo sacerdote de Heliópolis. “(…) Le corresponde a Imhotep, al final de su iniciación para el cargo de sumo sacerdote de Heliópolis, ponerla en práctica (…)”.LÓPEZ-MATEOS MORENO, José Manuel. “Imhotep, Imuthes, Asclepios, Esculapio, “Un dios en Egipto”. www.Imhotep.pdf Página 3. El saber sacerdotal. “(…) Fue Sumo sacerdote de Heliopolis, la ciudad del sol, centro cultural cercano a Menfis y dedicado al dios “Ra”. Tenía conocimiento del libro de los muertos, basta con mirar su pirámide en Saqqara, con los grados de inclinación y su altura para que el dios “Ra” descienda por su vértice y recoja en el barco solar el cuerpo del faraón. Cuerpo que nunca fue encontrado en la pirámide, ni en Saqqara (…)”. (69). JACQ, Christian. “Imhotep. El inventor de la eternidad”. Traducción de Juan Camargo. Barcelona. Paneta Internacional. 2013. (1ª edición: octubre). Página 293. 59. Fombramiento de Imhotep, sumo sacerdote de Heliópolis. “(…) el faraón había elegido a Imhotep como nuevo sumo sacerdote de Heliópolis. (…) Zoser en persona fundó un nuevo santuario “el Sol de oro”, en presencia de la reina y de sus dos hijas. Unos escultores grabaron allí una representación de la Enéada, el conjunto de dioses encargado de dar forma al universo a cada instante (…)”. (70). JACQ, Christian. “Imhotep. El inventor de la eternidad”. Traducción de Juan Camargo. Barcelona. Paneta Internacional. 2013. (1ª edición: octubre). Página 415. 83. Cargos de Imhotep. “(…) canciller, maestro de obras y gran vidente, Imhotep había sido elevado a una nueva dignidad, completamente inédita: la de ¡Hermano del faraón! (75) (…)”. Página 415. Cita (75). “(…) Según el zócalo de la estatua que se encontraba en la capilla de entrada de la posesión de Zoser (…)”. Ibidem. Página 426. 85. Cargos de Imhotep. “(…) Los escultores del taller real de Menfis desvelaron una efigie de Imhotep. Grabados en el zócalo se encontraban los títulos que repasaban la carrera del maestro de obras (78). (…) Ya no eres mi servidor, Imhotep, sino mi Hermano. Y este territorio sagrado es obra tuya (…)”. 44


(71). MAX MÜLLER, F. “Mitología egipcia”. Colección Mitología e Historia. Barcelona. Edicomunicación S. A. 1996. (2ª edición). Página 173. Capítulo IX. Culto de animales y hombres. “(…) El principesco sabio I-m-hotep de la Dinastía IV se hizo tan famoso por sus enseñanzas que en los últimos periodos fue el patrón de todos los sabios, especialmente los médicos, de donde los griegos explicaron a “Imuthhes” como el Asclepio egipcio. Es representado como un sacerdote sentado con la cabeza afeitada, sosteniendo un libro sobre las rodillas. Su sangre real puede haber contribuido a esto (…)”. (72). MAX MÜLLER, F. “Mitología egipcia”. Colección Mitología e Historia. Barcelona. Edicomunicación S. A. 1996. (2ª edición). Página 8. Prefacio del autor. “(…) el Antiguo Imperio (Dinastías I a VI), alrededor del 3400 al 2500 a. C.; el Imperio Medio (Dinastías I a XIII), alrededor del 2200 al 1700 a. C; y el Guevo Imperio (Dinastías VIII a XVI), alrededor del 1600 al 525 a.C. (…)”. LUGAN, Bernard. “Los egipcios. De los orígenes hasta nuestros días”. Barcelona. Editorial Ariel. 2003. (1ª edición: mayo). Página 43. Capítulo II. El Egipto dinástico. Cronología. “(…) +- 2700- +-2200 a. C. = Imperio Antiguo (capital, Menfis). III Dinastía +-2700 - +-2620 a. C. IV Dinastía +-2620 – 2500 a. C. (…)”. (73). BRODRICK, M. & MORTON, A. A. “Diccionario de arqueología egipcia”. Coleción Enigmas de la Historia. Madrid. Edimat Libros. 2003. Página 81. Im-hetep. “(…) Octavo rey de la IV dinastía, hacia 3730 a. C., reinó durante nueve años (…)”. Fota mía: La cronología de Imhetep debe estar equivocada pues con esta cifra no puede pertenecer a la IV dinastía. (74). BRODRICK, M. & MORTON, A. A. “Diccionario de arqueología egipcia”. Coleción Enigmas de la Historia. Madrid. Edimat Libros. 2003. Página 157. Sekhet. Madre de Imhetep. “(…) Diosa, segunda en la tríada de Menfis, que se consideraba esposa de Ptah y madre de Gefer Tum y Imhe-tep / (Página 158). Se le representa con cabeza de leona, con el disco y el uraeus. Como las otras divinidades con cabeza de leona o de gato, representa el poder del Sol. Pero Sebhet debió representar su gran calor, ya que un texto de Filé dice de Isis que es “tan terrible como Sekhet”. En la leyenda de la destrucción de la humanidad fue Sekhet quién ayudó a destruir a los hombres (…)”. 45


(75). MAX MÜLLER, F. “Mitología egipcia”. Colección Mitología e Historia. Barcelona. Edicomunicación S. A. 1996. (2ª edición). Página 173. Capítulo IX. Culto de animales y hombres. “(…) El principesco sabio I-m-hotep de la Dinastía IV se hizo tan famoso por sus enseñanzas que en los últimos periodos fue el patrón de todos los sabios, especialmente los médicos, de donde los griegos explicaron a “Imuthhes” como el Asclepio egipcio. Es representado como un sacerdote sentado con la cabeza afeitada, sosteniendo un libro sobre las rodillas. Su sangre real puede haber contribuido a esto (…)”. (76). La Cerca. “Imhotep y la medicina del Antiguo Egipto”. Sábado 29 mayo, 2010. Sin paginar. “(…) Imhotep fue un célebre sabio arquitecto y seguramente también médico, visir del faraón Zoser de la III dinastía (2630-2611 a.C.), a quien dirigió la construcción de la famosa Pirámide Escalonada de Saqqarah en las cercanías de la antigua capital del Imperio Antiguo: Menphis. Adquirió especialmente importancia, hasta el extremo de que los egipcios lo consideraron como un semidiós de la medicina hasta finalmente convertirse en un auténtico dios entre los años 550 a.C. y 525 d.C. En su divinización completa le dieron por padre al dios Ptah de Menfis, el gran protector de los artistas y de los artesanos. De esta manera Imhotep se convirtió en el dios por excelencia de la medicina y de los médicos, y recibió culto particularmente en Menfis, siendo honrado con santuarios y estatuas, tales como las que todavía podemos observar en los museos del Cairo, Saqqarah, Louvre y Berlín: en esta iconografía el sabio Imhotep aparece con la cabeza rapada, como un sacerdote, y con rollo de papiro escrito entre sus manos (…). (77). www.biblioteca o Xov. 10/09/2014. Sin paginar. Imhotep. “(…) En los siglos posteriores a su muerte se rindió culto a Imhotep por los poderes de curación que se le atribuían y se incorporó finalmente al panteón de los dioses egipcios en el año 525 a.C. (…)”.SERVIER, Joan. (Director). “Diccionario Akal Crítico de Esoterismo A-H. (I)”. Traducción de Francisco Javier González García. Madrid. Ediciones Akal. 2006. Página 224. Arquitectura. Egipto faraónico. Imhotep “(…) El gran antepasado de los arquitectos egipcios, Imhotep, creador de la arquitectura en piedra en época del rey Djeser (2620-2600 a. C.), fue un gran sacerdote de Heliópolis, destacado como espiritual del Egipto antiguo. Sabio e influyente, Imhotep, ejerció, sin duda, un papel muy destacado a inicios de 46


la época faraónica y su caso se presenta como muy revelador de la naturaleza de aquellos individuos que llegaron a ser ilustres desarrollando esta importante función: Imhotep fue divinizado y, durante toda la historia faraónica, se le consideró como al inigualable antepasado mítico de los constructores (…)”. (78). www.wikipedia.org Página 1. Imhotep como dios. “(…) Durante siglos, los egipcios consideraron a Imhotep como el dios de la medicina y la sabiduría y se le representa sentado, como a los escribas, con un papiro desplegado sobre sus rodillas, tocado con un casquete. Ciertamente, en la época de Tolomeo fue elevado a rango de dios (6) (…)”.Cita (6). “(…) Juan Surós Batlló, Juan Surós Forns. Semiología médica y técnica exploratoria. Elsevier España, 2001; pág. 234. ISBG 84-458-1080-4 (…)”.www.historiaymedicina Imhotep. “(…) Durante el período de la última dinastía, cuando la capital de Egipto fue llevada a Sais, Imhotep fue honrado como dios, hijo de Ptah y de la diosa &ut o Sekhmet. Gumerosas curas milagrosas fueron atribuidas a Imhotep. Los griegos lo identificaban con Asclepio, su dios de la medicina y de las curaciones. Durante los Ptolomeos, se le construyó un pequeño templo en la isla de Philae, cerca de la actual Assuán (…)”. (79). LÓPEZ-MATEOS MORENO, José Manuel. “Imhotep, Imuthes, Asclepios, Esculapio, “Un dios en Egipto”. www.Imhotep.pdf Página 3. “(…) Es tan grande el saber de Imhotep, que las siguientes generaciones, se limitan a copiar los conceptos por él creados y desarrollados como maestro, sin llegar a superarlo, siendo deificado como dios, que “es lo que era”, por los propios egipcios en la XXVI dinastía (…)”. (80). JACQ, Christian. “Imhotep. El inventor de la eternidad”. Traducción de Juan Camargo. Barcelona. Paneta Internacional. 2013. (1ª edición: octubre). Página 321. 64. Leyenda sobre Imhotep = Hijo de Ptah, el patrón de los artesanos. “(…) Al final terminaré creyéndome la leyenda que los menfitas propalan acerca de ti. - ¿Y puedo saber qué dice? - Que no perteneces por completo a la especie humana, puesto que tu padre sería el dios Ptah, el patrón de los artesanos. - Ptah, el Tallador, el secreto de toda forma armoniosa, la fuerza creativa envuelta por un sudario blanco con el fin de preservar 47


mejor el fuego de la transmutación… La primera letra de su nombre es una piedra cúbica (…)”. (81). BRODRICK, M. & MORTON, A. A. “Diccionario de arqueología egipcia”. Coleción Enigmas de la Historia. Madrid. Edimat Libros. 2003. Página 81. Imhetep = Inmotep = Imuthes. “(…) Dios llamado por los griegos Imuthes y comparado con Asklepios. Es el primogénito de Ptah y su madre es Gut. Se le atribuyen poderes de exorcismo y curación. Un templo fue construido en su honor en el Serapeum y la villa de Abusir. Su culto floreció en la época saíta y griega. Las estatuas y relieves le representan como un joven llevando un casquete ajustado y a menudo con un rollo de papiro abierto sobre sus rodillas (…)”. (82). www. Imhotep “(…) La capilla de Saqqara -el Asklepion- fue lugar al que los lisiados y enfermos, en la Baja época, acudían en busca de curación. Muchos templos (dentro de otros complejos religiosos) le fueron consagrados: Karnak, Deir el-Bahari (aquí representado en compañía de su madre, de su esposa Renepet-neferet, y de diversas divinidades), Deir el-Medina e Isla de Filae (templo éste levantado por Ptolomeo V) (…)”.www.wikipedia.org Página 1. Imhotep como dios. “(…) Su culto principal estaba en Menfis. También fue venerado en Tebas, File y Deir el-Medina en la época ptolemaica junto a Hathor, Maat, y Amenhotep (hijo de Hapu), otro ingeniero deificado. Su prestigio era tan grande, que su fama llegó hasta los griegos, que lo conocían como Imutes y le asimilaron a su dios Asclepio, el Esculapio romano (7) (…)”.Cita (7). “(…) Manuel B. Cossío, José Pijoán, Jean Roger Rivière. Summa Artis, historia general del arte. Espasa-Calpe, 1931; pág. 69. Procedente de la Universidad de Michigan. Digitalizado el 25 de enero de 2007 (…)”. (83). www.historiaymedicina Imhotep. “(…) Durante el período de la última dinastía, cuando la capital de Egipto fue llevada a Sais, Imhotep fue honrado como dios, hijo de Ptah y de la diosa &ut o Sekhmet. 48


Gumerosas curas milagrosas fueron atribuidas a Imhotep. Los griegos lo identificaban con Asclepio, su dios de la medicina y de las curaciones. Durante los Ptolomeos, se le construyó un pequeño templo en la isla de Philae, cerca de la actual Assuán (…)”. (84). PONS MELLADO, Esther. “Ressenyes/Book reviews”. www.Pyrenae46-2Ressenyes.pdf En: CASTELLANO, Nuria; MASCORT, Maite; PIEDRAFITA, Concepció y VIVÓ, Jaume. (eds. científicos), Ex Aegypto lux et sapientia. Homenatge al profesor Josep Padró Parcerisa, Nova Studia Aegyptiaca IX, Barcelona, 2015, 599 p (fig., dibujos, fotografías b/n, tablas), ISBN: 978-84-475-4199-7. PYRENAE, vol. 46 núm. 2 (2015) ISSN: 0079-8215. EISSN: 2339-9171 (p.149-181). Página 154. Usebtis. “(…) Javier Uriach estudia en «Los sacerdotes wnr: breves apuntes a propósito de una estatuilla funeraria de época tardía» (pp. 559-567), un ushebti de Imhotep que alude al sacerdote wener o «el que abre la boca», y lo pone en relación con el sacerdote sem, el de más alto rango en Egipto; va acompañado de fotografías (...)”.JESÚS VALLEJO, Juan. “Breve historia del Antiguo Egipto”. Madrid. Nowtilus. 2010. (4ª edición: enero). Página 66. Capítulo III. En el país de los magos. Imhotep. “(…) De igual forma era magia para el pueblo los poderes que el gran sacerdote y constructor demostraba curando a los enfermos. Y es que la medicina obtuvo resultados espectaculares en el país del Gilo. De esta manera, no sólo los egipcios, sino también los griegos y los romanos recorrían grandes distancias para llegar a las afueras de Menfis donde los discípulos de Imhotep realizaban curas a los enfermos. En un edificio mitad templo y mitad sanatorio, consagrado al nombre de su constructor, la ciencia, la magia y la religión se daban la mano para salvar vidas humanas mezclándose las oraciones en memoria del gran arquitecto con las pócimas que los sacerdotes médicos daban a los presentes. El edificio sagrado en cuestión recibió el nombre de Asclepión, que le fue impuesto en tiempos de las dominación / (Página 67) griega. Le pusieron la denominación de su propio dios de la medicina, como si de esta forma usurparan para sí los asombrosos conocimientos de los que eran testigos. En ese lugar que, por desgracia, nunca se ha encontrado, se desarrolló la escuela de medicina más importante de la antigüedad, asombrosa e inexplicablemente basada en las enseñanzas de un solo hombre. Allí se emplearon sustancias como el azufre, el arsénico, el alumbre…, creando en total, más de setecientas fórmulas que eran 49


empleadas para la cura de diversas dolencias. Go es de extrañar, por tanto, que Imhotep fuera declarado dios de la medicina en el siglo VI a. C., y que pequeñas figurillas / (Página 68) suyas a modo de exvoto hayan sido encontradas en los más diversos lugares. Sobre su tumba nada se sabe y, sus restos jamás han sido hallados. Es más, ni tan siquiera existe una escueta mención sobre su muerte (…)”. (85). La Cerca. “Imhotep y la medicina del Antiguo Egipto”. Sábado 29 mayo, 2010. Sin paginar. “(…) Imhotep fue un célebre sabio arquitecto y seguramente también médico, visir del faraón Zoser de la III dinastía (2630-2611 a.C.), a quien dirigió la construcción de la famosa Pirámide Escalonada de Saqqarah en las cercanías de la antigua capital del Imperio Antiguo: Menphis. Adquirió especialmente importancia, hasta el extremo de que los egipcios lo consideraron como un semidiós de la medicina hasta finalmente convertirse en un auténtico dios entre los años 550 a.C. y 525 d.C. En su divinización completa le dieron por padre al dios Ptah de Menfis, el gran protector de los artistas y de los artesanos. De esta manera Imhotep se convirtió en el dios por excelencia de la medicina y de los médicos, y recibió culto particularmente en Menfis, siendo honrado con santuarios y estatuas, tales como las que todavía podemos observar en los museos del Cairo, Saqqarah, Louvre y Berlín: en esta iconografía el sabio Imhotep aparece con la cabeza rapada, como un sacerdote, y con rollo de papiro escrito entre sus manos (…)”. (86). La Cerca. “Imhotep y la medicina del Antiguo Egipto”. Sábado 29 mayo, 2010. “(…) Siglos después de la muerte de Imhotep muchos pacientes y peregrinos viajaban a sus santuarios (especialmente en Menfis, Philae y el Asklepieion de Saqqarah) para obtener la curación de sus enfermedades (…)”. (87). JESÚS VALLEJO, Juan. “Breve historia del Antiguo Egipto”. Madrid. Nowtilus. 2010. (4ª edición: enero). Página 66. Capítulo III. En el país de los magos. Imhotep. “(…) De igual forma era magia para el pueblo los poderes que el gran sacerdote y constructor demostraba curando a los enfermos. Y es que la medicina obtuvo resultados espectaculares en el país del Gilo. De esta manera, no sólo los egipcios, sino también los griegos y los romanos recorrían grandes distancias para llegar a las afueras de Menfis donde los discípulos de Imhotep realizaban 50


curas a los enfermos. En un edificio mitad templo y mitad sanatorio, consagrado al nombre de su constructor, la ciencia, la magia y la religión se daban la mano para salvar vidas humanas mezclándose las oraciones en memoria del gran arquitecto con las pócimas que los sacerdotes médicos daban a los presentes. El edificio sagrado en cuestión recibió el nombre de Asclepión, que le fue impuesto en tiempos de las dominación / (Página 67) griega (…)”. (88). JESÚS VALLEJO, Juan. “Breve historia del Antiguo Egipto”. Madrid. Nowtilus. 2010. (4ª edición: enero). Página 66. Capítulo III. En el país de los magos. Imhotep. “(…) Le pusieron la denominación de su propio dios de la medicina, como si de esta forma usurparan para sí los asombrosos conocimientos de los que eran testigos. En ese lugar que, por desgracia, nunca se ha encontrado, se desarrolló la escuela de medicina más importante de la antigüedad, asombrosa e inexplicablemente basada en las enseñanzas de un solo hombre. Allí se emplearon sustancias como el azufre, el arsénico, el alumbre…, creando en total, más de setecientas fórmulas que eran empleadas para la cura de diversas dolencias (…)”. (89). www.historiayarqueologia Sin paginar. “(…) Durante el período de la última dinastía, cuando la capital de Egipto fue llevada a Sais, Imhotep fue honrado como dios, hijo de Ptah y de la diosa Gut o Sekhmet. Gumerosas curas milagrosas fueron atribuidas a Imhotep. Los griegos lo identificaban con Asclepio, su dios de la medicina y de las curaciones. Durante los Ptolomeos, se le construyó un pequeño templo en la isla de Philae, cerca de la actual Assuán (…)”. (90). DIODORO SÍCULO. “Biblioteca histórica. Libros I-III”. Colección: Clásicos de Grecia y Roma. BT 8266. Madrid. Alianza Editorial. 2003. Página 34. Libro I. Cita (11). Cronología de la guerra de Troya. “(…) Historiador del siglo II a. c., que escribió en cuatro volúmenes sus Hostorias, que nos han llegado de manera fragmentada, se remontaban al 1148/1143 (guerra de Troya) hasta el 120/119 a. C. Escribió una cronología en la que se basó Diodoro (…)”. (91). CAYO JULIO HIGINO. “Fábulas. Astronomía”. Edición de Guadalupe Morcillo Expósito. Colección Clásicos Latinos Nº 82. Director Enrique montero Cartelle. Madrid. Akal/Clásica. 2008. Página 58. Fábulas. XIV. Argonautas convocados. Asclepio. “(…) 21. Asclepio, hijo 51


de Apolo y Coronis (…)”.CAYO JULIO HIGINO. “Fábulas. Astronomía”. Edición de Guadalupe Morcillo Expósito. Colección Clásicos Latinos Nº 82. Director Enrique montero Cartelle. Madrid. Akal/Clásica. 2008. Página 169. Fábulas. CCXXIV. Los mortales que fueron convertidos en inmortales. Asclepio. “(…) Asclepio, hijo de Apolo y Coronis (…)”.HIGINO. “Fábulas mitológicas”. Colección: Clásicos de Grecia y Roma. BT 8307. Madrid. Alianza editorial. 2009. Página 246. 251 Los que regresaron de los infiernos con permiso de las Parcas. “(…) Asclepio, hijo de Apolo y de Corónide (…)”.HIGINO. “Fábulas mitológicas”. Colección: Clásicos de Grecia y Roma. BT 8307. Madrid. Alianza editorial. 2009. Página 237. 224. Los mortales que se volvieron inmortales. “(…) Asclepio, hijo de Apolo y de Corónide (…)”. (92). APOLODORO. “Biblioteca mitológica”. Introducción de Julia García Moreno. Colección: Cásicos de Grecia y Roma. BT 8273. Madrid. Alianza Editorial. 2004 (1ª edición). Página 163. Libro III, 10. Asclepio. “(…) De Leucipo (…) Además de éstas engendró a Arsínoe, quién de su unión con Apolo engendró a Asclepio (105); no obstante algunos dicen que Asclepio no era hijo de Arsínoe, la hija de Leucipo, sino de Corónide, la hija de Flegias, de Tesalia. También afirman que Apolo se enamoró de ella y que de inmediato le hizo el amor; pero ella en contra del parecer de su padre eligió a Isquis, el hermano / (Página 164) de Cefeo y, se unió a él. Entonces Apolo maldijo al cuervo que le había dado la noticia y lo convirtió de blanco que era en negro y a Corónide la mató. Mientras estaba siendo incinerada, Apolo apartó a la criatura de la pira y se la llevó al centauro Quirón, quién lo crió a su lado y le enseñó el arte de la medicina y de la caza. Convertido en cirujano y llegado en el ejercicio de su arte a la cumbre, no sólo impedía que murieran algunos, sino que incluso lograba resucitar a los muertos: pues había obtenido de Atenea la sangre manada de las venas de la Górgona y, utilizaba la procedente de las venas de la parte izquierda para causar daño a los hombres y, de la parte derecha para sanarlos y, por este motivo solía resucitar a los muertos. Yo he hallado algunos de los que se dice que fueron resucitados por él: Capaneo y Licurgo, según afirma Estesícoro en la Erífile, Hipólito, según cuenta el redactor de las Gaupácticas; Tindáreo según asegura Paniasis; Himeneo, según relatan los Órficos; y Glauco, hijo de Minos, según dice Meleságoras. Pero Zeus, temeroso de que los hombres

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adquirieran de él el arte de sanar y se auxiliasen unos a otros, lo fulminó (109) (…)”. (93). GRUPO TEMPE. “Los dioses del Olimpo”. Colección: Clásicos de Grecia y Roma. BT 8208. Madrid. Alianza Editorial. 2005. (4ª reimpresión). Página 75. 3. Apolo. IV. Competencias. Apolo padre de Asclepio. “(…) Protege también la medicina (100) y es el padre del médico Asclepio (90) (…)”.HIGINO. “Fábulas mitológicas”. Colección: Clásicos de Grecia y Roma. BT 8307. Madrid. Alianza editorial. 2009. Página 231. 202. Corónide. “(…) Apolo dejó embarazada a corónide, hija de Flegias y, entregó su custodia a un cuervo, para que nadie pudiera violarla. Pero Isquis, hijo de Élato, se acostó con ella y, por esa razón, Júpiter lo mató con el rayo. Apolo golpeó mortalmente a Corónide, aunque estaba embarazada; sacó a Asclepio de su vientre y los crió (459); y al cuervo que había dejado de guardia, lo transformó de blanco en negro (...)”. Página 231. Cita (459). “(…) Se lo entregó después al Centauro Quirón: Ovidio, Met. II 543-547; Apolodoro, III 10, 3; Píndaro, Pit. III 14-81 (…)”. (94). “Diccionario de la mitología mundial”. Nº 231. Prólogo de Rafael Fontán Barreiro. Madrid. Edad. 1981. Página 84. Asclepios. “(…) Mitología griega. Dios de la medicina. Era hijo de Apolo y de Coronis. Gació después de muerta su madre por Apolo, en un rapto de locura de este. Se encargó de su educación el centauro Quirón, que lo inició en la medicina. Otorgaba la salud a los enfermos y también volvía a la vida a los muertos, lo que provocó el furor de Hades, que pidió a Zeus matase a Asclepios por detener los poderes de un dios, lo cual hizo Zeus por medio de un rayo (…)”.PÍNDARO. “Epinicios”. Edición de Pedro Bádenas de la Peña y Alberto Bernabé Pajares. Nº 67. Madrid. Akal/Clásica. 2002. Página 171. Pítica III. Asclepio. “(…) El mito que configura la primera parte de la oda es un extraordinario ejemplo de lírica narrativa con composición en anillo sobre la historia de Corónide, madre de Asclepio. Se comienza con un lamento por la desaparición del benéfico centauro Quirón, en cuyas enseñanzas se formó Asclepio. El tratamiento del mito de Corónide es el siguiente: esta muchacha, hija de Flegias, seducida por Apolo, fue infiel al dios, prefiriendo a un mortal, el arcadio Isquis, por lo que, en venganza, Ártemis la mató antes de haber alumbrado al hijo que llevaba de Apolo: Asclepio. A continuación se pasa a narrar la historia del 53


protector de la medicina: Apolo salva prodigiosamente a su hijo de las llamas de la pira funeraria de Corónide y lo confía al centauro Quirón, que habría de instruirlo en el arte de la medicina y la cirugía para alivio del sufrimiento humano (…)”.SERVIER, Joan. (Director). “Diccionario Akal Crítico de Esoterismo A-H. (I)”. Traducción de Francisco Javier González García. Madrid. Ediciones Akal. 2006. Página 238. Asclepio. “(…) La genealogía divina de Asclepio es evocada en un Himno Homérico a Asclepio, en Hesiodo (Eeas) y en Píndaro (III Pítica) fruto de la unión del dios Apolo y de la mortal Corónide, fue salvado, por su padre, de la hoguera en que debía perecer su madre, todavía embarazada, por haber compartido el lecho con un mortal después de su unión con el dios. Aprendió, junto a Quirón, “a curar las dolorosas enfermedades de los hombres” y ejerció su arte con desmesura, hasta tal punto que fue fulminado por Zeus debido a que, por afán de lucro, se había dedicado a resucitar muertos (cf. Esquilo, Agamenón, v. 1022-1024) (…)”. (95). www.wikipedia.org Sin paginar. Asclepio. “(…) Gacimiento [editar] Según cuenta la mitología, Asclepio era hijo de Apolo y de la mortal Coronis o Corónide. Antes de convertirse en dios fue un héroe deTesalia (la región más grande de la antigua Grecia, limítrofe con la antigua Macedonia, Epiro y el mar Egeo al este). Existen varias versiones sobre el lugar y las circunstancias de su nacimiento. La más conocida es la que ha llegado a través de las narraciones del poeta griego Píndaro (siglo VI a. C.), donde narra los amores de Apolo con Corónide, hija del rey de Tesalia llamado Flegias. La unión de los amantes tuvo lugar en las orillas de la laguna Beobea, cerca de Lacerea, en Grecia. Apolo bajo la forma de un cisne dejó embarazada a Corónide y regresó a Delfos, dejándola bajo la vigilancia de un cuervo blanco o corneja. En este tiempo Corónide tuvo relaciones con el mortal Isquis, hijo de Élato (gobernador de la región del monte Cilene y conquistador de la Fócida, antigua región del centro de Grecia). La corneja voló hasta Apolo y le advirtió de los amoríos de Corónide. Apolo maldijo al animal condenándolo a llevar en adelante el color negro en lugar del blanco y mató a Corónide y antes de que la pira funeraria la incinerase, sacó de su vientre la criatura, que sería el futuro dios Asclepio. En otras versiones se dice que Apolo pidió a su hermana Artemisa la ejecución de esta muerte.

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Otra versión de los hechos cuenta que el rey Flegias de Tesalia viajó al Peloponeso en compañía de su hija, para comprobar las riquezas que se guardaban en aquella región y planear su robo. Durante el viaje, Apolo sedujo a Corónide, que dio a luz en secreto al pie de una montaña llamada Mirtio, en tierras de Epidauro. Corónide dejó abandonado al niño que

fue

alimentado

por

una

de

las

cabras

del

rebaño

del

pastor Arestanas y cuidado por su perro. Cuando Arestanas se enteró quedó admirado al ver la aureola que rodeaba al niño y pensando que era cosa de dioses no se atrevió a tocarlo y dejó que el destino se ocupara de su suerte (…)”. (96). GRUPO TEMPE. “Los dioses del Olimpo”. Colección: Clásicos de Grecia y Roma. BT 8208. Madrid. Alianza Editorial. 2005. (4ª reimpresión). Página 73. 3. Apolo. Apolo enseña el arte de la medicina a Asclepio. “(…) 100. Apolo, dios bello y polifacético. (…) Febo es quién ha enseñado a los médicos el arte de retrasar la muerte. Calímaco, Himnos II, a Apolo 32-46 (…)”. Ibidem. Página 76. 3. Apolo. Febo = Apolo. “(…) 102. Dios flechador y vengador. (…) y Febo Apolo le escuchó y descendió de las cumbres del Olimpo (…) Homero, Ilíada I 39-52 (…)”. (97). “Diccionario de la mitología mundial”. Nº 231. Prólogo de Rafael Fontán Barreiro. Madrid. Edad. 1981. Página 84. Asclepios. “(…) Mitología griega. Dios de la medicina. Era hijo de Apolo y de Coronis. Gació después de muerta su madre por Apolo, en un rapto de locura de este. Se encargó de su educación el centauro Quirón, que lo inició en la medicina (…)”. “Diccionario de la mitología mundial”. Nº 231. Prólogo de Rafael Fontán Barreiro. Madrid. Edad. 1981. Página 309 y 310. Quirón. “(…) Mitología griega. Centauro, hijo de Cronos y de Filira. Temiendo / (Página 310) Cronos ser sorprendido por Rea, en sus amores con Filira, la 55


visitaba bajo la forma de caballo y, así engendró en ellas a Quirón, mitad hombre y mitad caballo. Vivía en las montañas, armado siempre de su arco y, llegó a ser, por sus conocimientos de las hierbas, el médico más notable de su tiempo. Enseñó el arte de la medicina a Asclepios, la astronomía a Heracles y, fue ayo y maestro de Aquiles. Enseñó a Dionisios los misterios del culto dionisiaco y, se le atribuye una retórica, que sirvió para la instrucción de Aquiles. Cuando Heracles luchó contra los centauros, éstos con el propósito de detener al héroe / (Página 311) llamaron a Quirón, que había sido maestro de este. Quirón fue herido por una flecha de Heracles, que estaba envenenada con la sangre de la Hidra de Lerna; a pesar de que trató de curarlo fue imposible y, Quirón murió. Los dioses le colocaron en el cielo entre los doce signos del zodiaco (…)”. (98). CAYO JULIO HIGINO. “Fábulas. Astronomía”. Edición de Guadalupe Morcillo Expósito. Colección Clásicos Latinos Nº 82. Director Enrique montero Cartelle. Madrid. Akal/Clásica. 2008. Página 133. Fábulas. CXXXVIII. Filira, convertida en Tilo. Quirón descubrió el arte de la medicina. “(…) 1. Mientras Saturno buscaba a Júpiter por la tierra, éste, convertido en caballo, yacía en Tracia con Fílira, hija del Océano, que tuvo de el al Centauro Quirón, del que se dice que descubrió el arte de la medicina (…)”. (99). “Diccionario de la mitología mundial”. Nº 231. Prólogo de Rafael Fontán Barreiro. Madrid. Edad. 1981. Página 84. Asclepios. “(…)Otorgaba la salud a los enfermos y también volvía a la vida a los muertos, lo que provocó el furor de Hades, que pidió a Zeus matase a Asclepios por detener los poderes de un dios, lo cual hizo Zeus por medio de un rayo (…)”. (100). APOLODORO. “Biblioteca mitológica”. Introducción de Julia García Moreno. Colección: Cásicos de Grecia y Roma. BT 8273. Madrid. Alianza Editorial. 2004 (1ª edición). Página 163. Libro III, 10. Asclepio. “(…) De Leucipo (…) Además de éstas engendró a Arsínoe, quién de su unión con Apolo engendró a Asclepio (105); no obstante algunos dicen que Asclepio no era hijo de Arsínoe, la hija de Leucipo, sino de Corónide, la hija de Flegias, de Tesalia. También afirman que Apolo se enamoró de ella y que de inmediato le hizo el amor; pero ella en contra del parecer de su padre eligió a Isquis, el hermano / (Página 164) de Cefeo y, se unió a él. Entonces Apolo maldijo al cuervo que le había dado la noticia y lo 56


convirtió de blanco que era en negro y a Corónide la mató. Mientras estaba siendo incinerada, Apolo apartó a la criatura de la pira y se la llevó al centauro Quirón, quién lo crió a su lado y le enseñó el arte de la medicina y de la caza. Convertido en cirujano y llegado en el ejercicio de su arte a la cumbre, no sólo impedía que murieran algunos, sino que incluso lograba resucitar a los muertos: pues había obtenido de Atenea la sangre manada de las venas de la Górgona y, utilizaba la procedente de las venas de la parte izquierda para causar daño a los hombres y, de la parte derecha para sanarlos y, por este motivo solía resucitar a los muertos. Yo he hallado algunos de los que se dice que fueron resucitados por él: Capaneo y Licurgo, según afirma Estesícoro en la Erífile, Hipólito, según cuenta el redactor de las Gaupácticas; Tindáreo según asegura Paniasis; Himeneo, según relatan los Órficos; y Glauco, hijo de Minos, según dice Meleságoras. Pero Zeus, temeroso de que los hombres adquirieran de él el arte de sanar y se auxiliasen unos a otros, lo fulminó (109) (…)”. (101). CAYO JULIO HIGINO. “Fábulas. Astronomía”. Edición de Guadalupe Morcillo Expósito. Colección Clásicos Latinos Nº 82. Director Enrique montero Cartelle. Madrid. Akal/Clásica. 2008. Página 184. Fábulas. CCLXXIV. Quién inventó qué. “(…) 9. El Centauro Quirón, hijo de Saturno, inventó el arte de la medicina quirúrgica a partir de hierbas (…)”. (102). CAYO JULIO HIGINO. “Fábulas. Astronomía”. Edición de Guadalupe Morcillo Expósito. Colección Clásicos Latinos Nº 82. Director Enrique montero Cartelle. Madrid. Akal/Clásica. 2008. Página 184. Fábulas. CCLXXIV. Quién inventó qué. “(…) Apolo, por su parte, / (Página 185) creó el arte de la medicina ocular. Por último, Asclepio, hijo de Apolo, la clínica (…)”. (103). HIGINO. “Fábulas mitológicas”. Colección: Clásicos de Grecia y Roma. BT 8307. Madrid. Alianza editorial. 2009. Página 263. 274. Quién descubrió qué. “(…) El Centaurto Quirón, hijo de Saturno, fue el primero en instituir la medicina quirúrgica con hierbas; Apolo el primero en hacer medicina ocular; y en tercer lugar, Asclepio, hijo de Apolo, en hallar la clínica (…)”.

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(104). SERVIER, Joan. (Director). “Diccionario Akal Crítico de Esoterismo A-H. (I)”. Traducción de Francisco Javier González García. Madrid. Ediciones Akal. 2006. Página 238. Asclepio. “(…) La figura y culto de Asclepio nunca dejaron de desarrollarse a lo largo de toda la Antigüedad grecorromana. En la Iliada, Asclepio es, simplemente un médico tesalio, “médico intachable” (cf. XI, 518), cuyos dos hijos Polidario y, sobre todo, Macaón cuidan de los aqueos heridos en el combate gracias a la cirugía y a los “polvos calmantes” que el centauro Quirón había enseñado a su padre (II, 729 ss, IV, 193 ss, etc.) (…)”. (105). PLUTARCO. “Obras morales y de costumbres”. Edición de Manuela García Valdés. Colección Clásicos griegos nº8. Madrid. Akal/Clásica. 1987. Página 345. Introducción a Sobre la música. “(…) La música en Grecia aparece unida al arte de curar: El centauro Quirón enseña a Aquiles el manejo de las armas y el arte de tocar la lira y, la tradición lo hace médico y maestro de Asclepio (…)”. (106). PÍNDARO. “Epinicios”. Edición de Pedro Bádenas de la Peña y Alberto Bernabé Pajares. Nº 67. Madrid. Akal/Clásica. 2002. Página 134. Pítica III. A Hierón de Siracusa. est. 2. 38-46. est. 3. 47-53. “(…) Así dijo y, llegándose de un solo paso arrebató al niño de las entrañas del cadáver, mientras la pira ardiente le dejaba paso diáfano. Llevóselo entonces y lo confió al centauro magnesio para que lo instruyera en sanar las muy penosas enfermedades de los hombres. Así pues, a cuantos a él se llegaban, enfermos de llagas naturales, bien heridos en sus miembros por el bronce blanquecino o, por el proyectil que de lejos alcanza, bien con el cuerpo traspasado por el fuego estival o el frío invernal, los sanaba tras librar a cada uno de sus diversos males. A unos los atendía con suaves salmodias, a otros, dándoles de beber lenitivos, o envolvía aquí o allá sus miembros con remedios curativos, a otros, en fin, ponía en pie con cirugía (…)”. Página 154. Peán. Cita (31). “(…) Peán es una divinidad relacionada con la medicina y vinculada a la figura de Apolo, protector de Cirene y los Batíadas (…)”. (107). GRUPO TEMPE. “Los dioses del Olimpo”. Colección: Clásicos de Grecia y Roma. BT 8208. Madrid. Alianza Editorial. 2005. (4ª reimpresión). Página 134. 5. Ártemis/Diana. Asclepio. “(…) 194. El templo de Diana en Aricia y sus cruentos sacrificios. 58


Dicen los de Aricia que Asclepio resucitó a Hipólito que había muerto por las maldiciones de Teseo; (…) Pausanias, Descripción de Grecia II 27, 4 (…)”. (108). GRUPO TEMPE. “Los dioses del Olimpo”. Colección: Clásicos de Grecia y Roma. BT 8208. Madrid. Alianza Editorial. 2005. (4ª reimpresión). Página 77. 3. Apolo. V. Actuaciones míticas. “(…) Zeus da muerte a Asclepio, por lo que Apolo se venga y tiene que sufrir castigo de nuevo (…)”. Ibidem. Página 79. 3. Apolo. Asclepio vengado por Apolo. “(…) 114. Apolo, castigado por vengar a Asclepio. Pero Zeus, temeroso de que los hombres adquirieran de él [Asclepio] el arte de sanar, lo fulminó; indignado por ello, Apolo dio muerte a los Cíclopes que le había provisto a Zeus del rayo. Zeus tenía la intención de arrojar a Apolo al Tártaro, pero ante las súplicas de Leto le ordenó estar al servicio de un hombre durante un año. Entonces Apolo se dirigió a Feras, a casa de Admeto, hijo de Feres y, mientras permanecía a su servicio, hizo que todas las vacas parieran gemelos. Apolodoro, Biblioteca III 10, 4 (…)”. (109). ERATÓSTENES & PARTENIO & ANTONINO LIBERAL & PALÉFATO & HERÁCLITO & ANÓNIMO VATICANO. “Mitógrafos griegos”. Edición de Manuel Sanz Morales. Colección Clásicos griegos. Nº 65. Director: Manuel García Teijeiro. Madrid. Akal/Clásica. 2001. Página 277. Heráclito. XXVI. Sobre Asclepio. “(…) Cuentan que fue fulminado por el rayo (45). Podría ser más creíble de la siguiente manera. Después de promover y elevar la medicina, murió abrasado por unas fiebres. De ahí que, por causa de esa grave calentura, digan que fue fulminado por el rayo (…)”. Página 277. Cita (45). “(…) Sobre este mito, cfr. Eratóstenes 6 (…)”. (110). PLINIO. “Historia Gatural”. Edición de Josefa Cantó, Isabel Gómez Santamaría, Susana González Marín y Eusebia Tarriño. Colección Letras universales nº 331. Madrid. Cátedra. 2007 (2ª edición). Página 565. Libro XXIX. Cita (5). “(…) Plinio se refiere a Esculapio (e Asclepio griego), que en Homero es todavía un mortal, discípulo del centauro Quirón, pero en la literatura posterior / (Página 566) aparece ya como hijo de Apolo, por tanto héroe o semidiós y, por último fue divinizado. Según algunos 59


autores, la necesidad religiosa de entrar en una relación personal con la divinidad curadora habría conducido hacia el siglo VI a. C., a la divinización de Asclepio (cfr. gul, 1969, pág. 89) (…)”. (111). GÓMEZ ESPELOSÍN, F. J. “Introducción a la Grecia Antigua”. Colección: Clásicos de Grecia y roma. BT 8209. Madrid. Alianza editorial. 2008. Página 217. 3. Época clásica. 3.2. Problemas fundamentales. 3.2.3. Crisis moral y revolución intelectual. “(…) Asclepio era la representación del dios bienhechor que se compadece de las miserias humanas y asiste y consuela a los hombres en sus tribulaciones y enfermedades (…)”. (112). ERATÓSTENES. “Mitología del firmamento”. Colección: Clásicos de Grecia y Roma. BT 8219. Madrid. Alianza Editorial. 2007. Página 43. 6. Ofiuco (12). “(…) Se encuentra de pie encima del Escorpión y, en sus manos sujeta una serpiente (13). Se dice que lo elevó al cielo el dios Asclepio (14), a quién el propio Zeus hizo subir también al firmamento en agradecimiento a Apolo. Asclepio practicaba la medicina con tal habilidad que resucitaba incluso a los muertos (el último / (Página 44) caso conocido fue el de Hipólito (15), el hijo de Teseo. Más los dioses soportaban esto con notable disgusto, ante el temor de que sus propios designios pudiesen quedar sin efecto por causa de la habilidad de Asclepio. También se cuenta que Zeus, encolerizado, fulminó con un rayo la casa de Asclepio, aunque luego, por deferencia a Apolo, lo elevó al firmamento (…)”. (113). ERATÓSTENES. “Mitología del firmamento”. Colección: Clásicos de Grecia y Roma. BT 8219. Madrid. Alianza Editorial. 2007. Página 43. Cita (12). “(…) Se localiza en el firmamento hacia el sur durante el mes de junio, a pesar de ser una constelación muy poco conocida. Despierta especial interés entre los astrónonos actuales porque en ella se halla la estrella de Barnard (la segunda más próxima al Sol y la que se mueve a mayor velocidad (…)”. (114). ERATÓSTENES & PARTENIO & ANTONINO LIBERAL & PALÉFATO & HERÁCLITO & ANÓNIMO VATICANO. “Mitógrafos griegos”. Edición de Manuel Sanz Morales. Colección Clásicos griegos. Nº 65. Director: Manuel García Teijeiro. Madrid. Akal/Clásica. 2001. Página 43. Eratóstenes de Cirene. Cita (20). Asclepio. “(…) Asclepio era 60


hijo de Apolo y dios de la medicina. El nombre de Ofiuco significa “el que tiene una serpiente”; es conocido también como Serpentario. La asociación de Asclepio con una serpiente se debe a la creencia antigua en el poder curativo de este animal (…)”. (115). ASIMOV, Isaac. “Guía de la Biblia Antiguo Testamento”. Traducción de Benito Gómez Ibáñez. Barcelona. Plaza & Janés Editores. 1992 (4ª edición). Página 161. 4. Fúmeros. “(…) La serpiente inmortal, que triunfa sobre la muerte, puede considerarse, pues, como aliada especial de la profesión médica, que si no por dominarla, se esfuerza por evitar la muerte. A Asclepio, dios griego de la medicina, se le sacrificaban serpientes (…)”. (116). GRAVES, Robert & PATAI, Raphael. “Los mitos hebreos”. Colección: Religión y mitología. H. 4103. Madrid. Alianza Editorial. 2009 (5ª reimpresión). Página 107. 14. Los nacimientos de Caín y Abel. Asclepios. “(…) entre los griegos, las mujeres estériles pasaron toda la noche acostadas en el suelo del templo de Asclepio con la esperanza de que el dios apareciera en forma de serpiente y las fecundara mientras dormían (…)”. (117). BUFFETAUT, Éric. “Fósiles y hombres. De la fascinación por los fósiles a la constitución de la paleontología: Una crónica de los principales descubrimientos que han llevado a conocer el gran pasado de la vida”. Biblioteca de divulgación científica. Barcelona. RBA Editores. 1991. Página 26. I. La época de las leyendas. Esculapio. “(…) En la isla griega de Cos (…) entre las tumbas de Asklepeion, célebre escuela de Medicina dedicada a Asclepio, hijo de Apolo y médico con poderes milagrosos (lo que le valió la muerte, al ser fulminado por un rayo que le lanzó Zeus, por haber resucitado a un muerto). Se cuenta que el mismo Hipócrates había estudiado en el Asklepion en el siglo V de nuestra era (…)”. (118). ERATÓSTENES & PARTENIO & ANTONINO LIBERAL & PALÉFATO & HERÁCLITO & ANÓNIMO VATICANO. “Mitógrafos griegos”. Edición de Manuel Sanz Morales. Colección Clásicos griegos. Nº 65. Director: Manuel García Teijeiro. Madrid. Akal/Clásica. 2001. Página 291. Anónimo Vaticano. II. Las siete maravillas. “(…) Algunos incluyen también el Asclepio de Epidauro (…)”.PAUSANIAS. 61


“Descripción de Grecia, Ática y Élide”. Colección: Clásicos de Grecia y Roma. BT 8225. Madrid. Alianza Editorial. 2000. Página 211. Libro V, 12. Asclepio de Epidauro. “(…) Cuando pregunté en Epidauro por qué no echaban sobre la estatua de Asclepio ni agua ni aceite, me dijeron los del santuario que tanto la estatua del dios como su trono estaban construidos sobre un pozo (…)”.PLATÓN. “Ión, Timeo, Critias”. Colección: Clásicos de Grecia y Roma. BT 8267. Madrid. Alianza Editorial. 2007 (1ª reimpresión). Página 29. Cita (2). Festivales de Asclepio en Epidauro. “(…) Pequeño estado situado en la península de las Argólide, en el nordeste del Peloponeso. Fue famoso por albergar el santuario de dios de la medicina Asclepio, hijo del dios Apolo y de la mortal Coronis. Zeus mató a este dios por haber resucitado un número considerado de personas ya que temía que desbaratara el orden del mundo. En el ámbito artístico se le representaba con una serpiente enrollada en un bastón, piñas, coronas de laurel y, a veces una cabra o un perro (…)”.PLINIO. “Historia Gatural”. Edición de Josefa Cantó, Isabel Gómez Santamaría, Susana González Marín y Eusebia Tarriño. Colección Letras universales nº 331. Madrid. Cátedra. 2007 (2ª edición). Página 565. Libro XXIX. Cita (5). “(…) El culto a Asclepio/Esculapio tuvo su centro principal en Epidauro, de donde se extendió a Atenas y más tarde a Roma. Celso (Promeio 2) también habla de Esculapio como pionero de la medicina y, de su divinización (…)”. (119). PLUTARCO. “Obras morales y de costumbres”. Edición de Manuela García Valdés. Colección Clásicos griegos nº8. Madrid. Akal/Clásica. 1987. Página 263. Sobre la desaparición de los oráculos. Cita (176). “(…) Este oráculo, como el de Asclepio en Epidauro, daba sus respuestas por medio de la oniromancia que exigía que el que hacía la consulta durmiese en el recinto y contase lo que había soñado (…)”. GÓMEZ ESPELOSÍN, F. J. “Introducción a la Grecia Antigua”. Colección: Clásicos de Grecia y roma. BT 8209. Madrid. Alianza editorial. 2008. Página 97. 2. El mundo de la Edad Arcaica. 2.1. Panorama general. “(…) Otro santuario importante era el de Epidauro, dedicado al dios médico Asclepio. A él acudían toda clase de enfermos en busca de una curación que se producía a través del sueño. Los sacerdotes lo interpretaban y prescribían los remedios adecuados si es que la curación completa no había tenido lugar. Epidauro no era exactamente un lugar de curación milagroso al estilo de Fátima o Lourdes, sino que hizo las veces 62


de un auténtico hospital y, de hecho fue allí donde las medicina griega dio sus primeros pasos como ciencia (…)”. (120). GRUPO TEMPE. “El reino de la noche en la Antigüedad”. Colección: Clásicos de Grecia y Roma. BT 8294. Madrid. Alianza Editorial. 2008. Página 113. 3. Lo que esconde la noche (I). Asclepio. “(…) El carácter divino del sueño se revela particularmente en la ceremonia de incubación, consistente en dormir en un santuario para ser instruido por el dios durante el sueño. En los santuarios de Asclepio, dios de la medicina, existía la práctica de dormir en el porche cercano a la piscina de propiedades curativas para que el dios indicase al enfermo en sueños el tratamiento para su curación (…)”. Ibidem. Página 122. 3. Lo que esconde la noche (I). Asclepio. “(…) 159. Los suplicantes de Asclepio esperan que les inspire la curación durante el sueño. Al bosque sagrado de Asclepio lo rodean mojones fronterizos por todas partes; ni mueren hombres, ni las mujeres dan a luz dentro del recinto. Al otro lado del templo estás el lugar donde los suplicantes del dios duermen. Dentro del recinto se alzan estelas. Sobre éstas están grabados nombres de hombres y mujeres curados por Asclepio y, además también la enfermedad que cada uno padeció y cómo se curó. Pausanias Descripción de Grecia II 27, 1-2 (…)”. Ibidem. Página 122. 3. Lo que esconde la noche (I). Asclepio. “(…) 160. Incubationes en los templos de Asclepio. Corifeo.- Elevaré mi clamor por el buen padre Asclepio, grande luz para los mortales. Carión-. Tan pronto como llegamos junto al dios conduciendo a aquel hombre entonces desgraciadísimo y ahora feliz y dichoso como ninguno, lo llevamos primero a una fuente de agua salada y lo bañamos. Luego entramos en el recinto del dios y, una vez consagrados sobre el altar las galletas y los presentes, nuestra ofrenda a la llama de Hefesto, acostamos a Pluto, como eras menester y, cada uno de nosotros se preparó un lecho de hojas. Mujer.- ¿Había más gente pidiéndole al dios? Carión.- Había otros muchos, aquejados de toda suerte de enfermedades. Y cuando el servidor del dios apagó las lámparas y nos dijo de parte de 63


aquel que nos acostáramos, advirtiéndonos que nos calláramos si se oía algún ruido, todos nos acostamos ordenadamente. Yo no podía dormir. Mujer.- ¿Y el dios no advenía a vosotros? Carión.- Se sentó al lado de Pluto y en primer lugar tocó su cabeza; luego cogió un paño limpio y le restregó los párpados / (Página 123). Panacea le echó un velo de púrpura sobre la cabeza y sobre el rostro entero; finalmente el dios silbó y, al punto un par de serpientes de tamaño extraordinario se lanzó hacia nosotros desde el templo. Ellas dos se desliaron suavemente bajo el velo púrpura y, para mí que se ponían a lamer los párpados de aquel. Y en menos que tú vacías die jarrillos de vino, señora Pluto se había levantado y veía. Y los que estaban acostados al lado de Pluto le felicitaban, como puedes imaginar y, estuvieron toda la noche en vela hasta que despuntó el día. Aristófanes, Pluto 640, 654-657, 659-662, 666-671, 696 y 729-745 (…)”.SERVIER, Joan. (Director). “Diccionario Akal Crítico de Esoterismo A-H. (I)”. Traducción de Francisco Javier González García. Madrid. Ediciones Akal. 2006. Página 238. Asclepio. “(…)El ritual exigía en primer lugar, la realización de abluciones. Todos los templos de Asclepio tenían una fuente cuyo uso, sin duda, hace referencia al valor oracular del agua y, también a su función purificadora, reforzada gracias a la abstinencia y a una preparación moral: “hay que ser puro cuando se entra en el templo perfumado de incienso y la pureza solo consiste en tener sentimientos píos”, estaba inscrito en la entrada del templo de Epidauro. El rito esencial, sin embargo, era la incubación, que ya se practicaba en Asiria y en Egipto. Los peregrinos después de haber sacrificado ofrendas dedicadas al dios y, llegado el caso, a las divinidades de su familia (a su padre Apolo, a su esposa Epíone, a sus hijas Higia, Panacea Yaso), generalmente un gallo, tal como lo testimonian las últimas palabras de Sócrates (Platón, Fedón 118a) y, tras haberle suplicado hasta “la hora de las lámparas sagradas” (Elio Arístides), se acostaban al amparo de un pórtico, el abaton (término que evoca un lugar prohibido), entre las serpientes, símbolos de Asclepio, que por allí circulaban libremente. Algunos, durante su sueño, eran visitados por el dios. Los testimonios que poseemos nos permiten clasificar estos sueños de acuerdo con tres géneros: terapéutico, prescriptivo o adivinatorio. En el primer caso, la operación divina, tal como ha sido soñada, cura al paciente; en 64


las estelas de Epidauro aparecen grabados agradecimientos al dios tras intervenciones de este tipo: la extracción de una punta de lanza que había quedado clavada en el cuerpo de un soldado, quién, “cuando se hizo de día, se despertó curado, con la punta de la lanza en la mano” (Edelstein, nº 12) o la recuperación de la visión en ocho casos de ceguera, curaciones instantáneas que aparecen cómicamente descritas en el Pluto de Aristófanes (vv. 619-647). Los sueños prescriptivos ya presentes en Epidauro se hicieron preponderantes en época romana; sustituyen a la curación inmediata por medio de una serie de órdenes que el paciente, al despertar, tiene que seguir para lograr su curación. (…) / (Página 239) Por último, la consulta a Asclepio también presentaba ocasionalmente, como consecuencia de la ascendencia apolínea del dios y quizá, también por su origen ctónico, una finalidad adivinatoria que rebasaba el campo médico (cf. Edelstein, nº 24). Los peregrinos que habían sido curados también tenían por costumbre, además de inscribir el milagro en las estelas, dar su agradecimiento al dios por medio de exvotos, algunos de ellos eran representaciones de la parte del cuerpo que había sido curada, como, por ejemplo, los ojos o las orejas, descubiertas sobre todo en Pérgamo y en Atenas (…)”. (121). GÓMEZ ESPELOSÍN, F. J. “Introducción a la Grecia Antigua”. Colección: Clásicos de Grecia y roma. BT 8209. Madrid. Alianza editorial. 2008. Página 217. 3. Época clásica. 3.2. Problemas fundamentales. 3.2.3. Crisis moral y revolución intelectual. “(…) Uno de los cultos que alcanzó mayor difusión fue el de Asclepio, considerado el dios de la medicina. En la propia Atenas se le dedicó un santuario al pie de la acrópolis sin embargo, su centro de culto más importante, Epidauro, se llenó de hermosas construcciones, como el teatro, el mejor, sin duda, de los que se han conservado (…)”.PAUSANIAS. “Descripción de Grecia, Ática y Élide”. Colección: Clásicos de Grecia y Roma. BT 8225. Madrid. Alianza Editorial. 2000. Página 96. Libro I, 21. Templo de Asclepio en Atenas. “(…) Avanzando hacia la Acrópolis de Atenas desde el teatro. (…) Merece la pena ver el santuario de Asclepio (274) por las estatuas del dios, las de sus hijos y también por sus pinturas. En él hay una fuente (275), junto a la cual dicen que el hijo de Posidón, Halirrotio, murió a manos de Ares por haber violado a su hija Alcipa y, que a causa de este asesinato se celebró por primera vez un juicio (276) (…)”. 65


(122). HERMES TRISMEGISTO. “Los 4 Libros herméticos. Síntesis de la filosofía esotérica greco-egipcia”. Barcelona. Ediciones Abraxas. 2003. Página 147. Libro segundo. Discurso de iniciación o Asclepios. Templo de Asclepios. “(…) Así, tu antepasado, oh Asclepios, el primer inventor de la medicina, tiene un templo en la montaña de Libia, a las orillas del río de los Cocodrilos, donde está acostado lo que en él pertenecía al mundo es decir su cuerpo; el resto, la mejor parte de él, o más bien él mismo, pues el principio del sentimiento y de la vida es el hombre entero, ha subido al cielo. Ahora él ayuda a los hombres en sus enfermedades, después de haberles enseñado el arte de curar (…)”. (123). PAUSANIAS. “Descripción de Grecia, Ática y Élide”. Colección: Clásicos de Grecia y Roma. BT 8225. Madrid. Alianza Editorial. 2000. Página 195. Libro V, 7. Santuario de Asclepio en Gortina (Arcadia). “(…) el Gortinio, que pasa cerca de Gortina, donde hay un santuario de Asclepio (…). Todos ellos vienen a verter sus aguas al Alfeo desde Arcadia (…)”. (124). PAUSANIAS. “Descripción de Grecia, Ática y Élide”. Colección: Clásicos de Grecia y Roma. BT 8225. Madrid. Alianza Editorial. 2000. Página 215. Libro V, 13. Templo de Asclepio en Pérgamo. “(…) Algo parecido sucede en Pérgamo, la que está sobre el río Caico, con los que hacen sacrificios a Télefo, en el sentido de que no les está permitido subir al templo de Asclepio si no se bañan antes (…)”. (125). PAUSANIAS. “Descripción de Grecia, Ática y Élide”. Colección: Clásicos de Grecia y Roma. BT 8225. Madrid. Alianza Editorial. 2000. Página 329. Libro VI, 21. Templo de Asclepio Deméneto, cercano a la sierra de Sauro. “(…) Pues bien, cerca de la sierra que tiene el nombre del bandido, hay un río que desciende hacia el sur hasta el Alfeo, justo enfrente del Erimanto. Este río marca el límite de Pisa con los arcadios y, se llama Diagón. Avanzando cuarenta estadios desde el desfiladero de Sauro se encuentra en templo de Asclepio llamado Deméneto debido al nombre de su fundador, también hoy en ruinas. Está construido en una parte alta, junto al Alfeo (…)”. (126). PAUSANIAS. “Descripción de Grecia, Ática y Élide”. Colección: Clásicos de Grecia y Roma. BT 8225. Madrid. Alianza Editorial. 2000.

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Página 342. Libro VI, 25. Templo de Asclepio en Cilene. “(…) En Cilene hay un santuario del dios Asclepio y otro de Afrodita (…)”. (127). POLIBIO. “Historia de Roma”. Edición de José María Candau Morón. Colección: Clásicos de Grecia y Roma. BT 8298. Madrid. Alianza Editorial. 2008. Página 63. Libro I, 18. Templo de Asclepio en Agrimento (Sicilia). “(…) junto al templo de Asclepio, situado frente a la ciudad (…)”. (128).www.wikipedia.org Sin paginar. “(…) Los santuarios más importantes fueron el de Epidauro, el de Tricca (para algunos autores el Asclepion más antiguo conocido), Lebén y Cos (…)”. Ibidem. “(…)Trica [editar] Algunos autores consideran al de Trica como el más antiguo de todos los santuarios. Lebén [editar] Manantial de aguas termales donde se construyó el más afamado de los santuarios de Asclepios en Creta (…)”. (129). www.wikipedia.org Sin paginar. “(…) Otros santuarios [editar]. Otros santuarios se hallan en Atenas, Delfos (culto durante el siglo V a. C.), Pérgamo, Esmirna, Cirene y Mesene (…)”. (130). LÓPEZ TRUJILLO, F. “Breve Historia de la mitología griega”. Madrid. Nowtilus. 2008. Página 26. Capítulo 1. Mitología y sociedad en la Grecia antigua. El juicio de Sócrates. Asclepios. “(…) hacia el 431 a, C., estalló entre los griegos la funesta guerra del Peloponeso. Tras sufrir durante treinta años una hemorragia permanente de sus varones adultos, Atenas fue derrotada y soportó el gobierno de los “Treinta tiranos” que le impusiera Esparta. Durante el transcurso de la larga contienda, dos pestes terribles se cebaron con la población ateniense entre los años 440 y 426 a. C. Por miles se contaban los muertos. Entre otras consecuencias la ciudad vio crecer el culto de Asclepio, el prestigioso sanador, cuyo santuario en Epidauro fue desde entonces destino de continuas peregrinaciones / (Página 27). El propio Sófocles, autor de obras teatrales memorables como Edipo Rey y Antígona, ofreció su casa hasta que se le construyera un altar y una residencia particular a la “serpiente sagrada”, que una solemne procesión de atenienses había traído desde el templo en Epidauro (…)”.www.wikipedia.org Sin paginar. “(…) Se desconoce el origen del culto en este lugar. Las instalaciones más antiguas del recinto datan del siglo VI a. C. Se sabe que en el siglo V a. C. la fama del santuario 67


sobrepasa los límites de la región de Epidauro, sobre todo después de la peste que azotó Atenas y cuando por este motivo se fundó en el 419 a. C. el Asclepeion al pie de la colina de la Acrópolis. El auge del culto está entre los años 370 y 250 a. C. En estos años Epidauro resulta ser un lugar de peregrinación que se llena de edificios suntuosos. En el curso del siglo II después de Cristo hay una gran expansión arquitectónica gracias a la generosidad del senador romano Antonino. Este desarrollo continuó vigente hasta el 426 en que el emperador Teodosio II lo mandó clausurar junto con los demás santuarios paganos (…)”.PAUSANIAS. “Descripción de Grecia, Ática y Élide”. Colección: Clásicos de Grecia y Roma. BT 8225. Madrid. Alianza Editorial. 2000. Página 96. Cita (274). “(…) El culto de Asclepio en Atenas se introdujo en la época de la guerra del Peloponeso. A este santuario se le conocía como el de “Asclepio en la ciudad” para distinguirlo de otro, más antiguo, que había en el Pireo (…)”. (131). SERVIER, Joan. (Director). “Diccionario Akal Crítico de Esoterismo A-H. (I)”. Traducción de Francisco Javier González García. Madrid. Ediciones Akal. 2006. Página 238. Asclepio. “(…) el culto de Asclepio se difundió, en torno al siglo IV a. C., por todo el mundo antiguo, se introdujo en Atenas en el 420, después de la Gran Peste (…)”. (132). PLINIO. “Historia Gatural”. Edición de Josefa Cantó, Isabel Gómez Santamaría, Susana González Marín y Eusebia Tarriño. Colección Letras universales nº 331. Madrid. Cátedra. 2007 (2ª edición). Página 567. Libro XXIX. Cita (11). “(…) El término deriva de kline, “lecho” y, es propiamente la medicina practicada “junto al lecho del enfermo” (similar al sentido original de la expresión “médico de cabecera”). En cuanto a la leyenda según la cual Hipócrates quemó el templo del que había obtenido sus conocimientos médicos para evitar de este modo tan expeditivo la competencia, debe de proceder de alguna fuente antihelénica, tal vez el propio Catón. Pero se trata solo de una leyenda. Las excavaciones de dicho templo –el Asklepion de Kos- han permitido comprobar que data de la primera mitad del siglo IV a. C., cuando ya Hipócrates había muerto. Cfr. Gil, 1969, pág. 356 (…)”. (133). “Diccionario de la mitología mundial”. Nº 231. Prólogo de Rafael Fontán Barreiro. Madrid. Edad. 1981. Página 84. Asclepios. “(…) La antigüedad le rindió ferviente culto y, los primeros templos se construyeron 68


en los bosques de las cimas de las montañas, por considerarse lugares más sanos (…)”. (134). PAUSANIAS. “Descripción de Grecia, Ática y Élide”. Colección: Clásicos de Grecia y Roma. BT 8225. Madrid. Alianza Editorial. 2000. Página 96. Cita (275). “(…) En todos los santuarios de Asclepio eran indispensables fuentes de agua clara, pues con esa agua se lavaban los enfermos antes de acceder al lugar en el que entraban en el sueño que les anunciaba la manera de curarse (…)”. (135). SERVIER, Joan. (Director). “Diccionario Akal Crítico de Esoterismo A-H. (I)”. Traducción de Francisco Javier González García. Madrid. Ediciones Akal. 2006. Página 238. Asclepio. “(…)De este modo, los primeros santuarios dedicados a Asclepio en Corinto y en Epidauro (más antiguos, probablemente, que el de Trica en Tesalia) fueron levantados en lugares que, inicialmente, habían estado consagrados a Apolo. Epidauro se convirtió en la “metrópoli” de Asclepio (Isilo, Peán, 54), el lugar hacia el que convergían peregrinos de toda Grecia y Asia Menor, tal como nos lo testimonian las inscripciones que celebran las curaciones (iamata) del dios nos menciona Pausanias (II) y que, en algunos casos, han llegado hasta nosotros (…)”. (136). “Diccionario de la mitología mundial”. Número 231. Prólogo de Rafael Fontán Barreiro. Madrid. Biblioteca Edaf. 2005. (6ª edición: septiembre). Página 195. Higea. “(…) Mitología griega. Hija de Eros y Pito y, esposa de Asclepios. Era la diosa de la salud y de la euforia. Se la representaba como a una joven con túnica y una copa en la mano (…)”. (137). “Diccionario de la mitología mundial”. Nº 231. Prólogo de Rafael Fontán Barreiro. Madrid. Edad. 1981. Página 84. Asclepios. “(…) Su esposa fue Epione, “la que camas” con la que tuvo varios hijos e hijas: Macaón, Poladire, Higina, Iaso, Panacea, etc. Se dice que participó en la expedición de los Argonautas, donde ayudó a curar las heridas de sus compañeros, resucitando también a algunos (…)”. (138). “Diccionario de la mitología mundial”. Número 231. Prólogo de Rafael Fontán Barreiro. Madrid. Biblioteca Edaf. 2005. (6ª edición: septiembre). Página 231. Macaón. “(…) Mitología griega. Médico legendario, hijo de Asclepios. Acudió al sitio de Troya con treinta naves. Entró en la ciudad oculto en el caballo de madera y, allí murió en combate 69


a manos de Eurípilo. Géstor llevó sus restos a Grecia, donde se le rindió culto como a un héroe (…)”. (139). SERVIER, Joan. (Director). “Diccionario Akal Crítico de Esoterismo A-H. (I)”. Traducción de Francisco Javier González García. Madrid. Ediciones Akal. 2006. Página 238. Asclepio. “(…) La figura y culto de Asclepio nunca dejaron de desarrollarse a lo largo de toda la Antigüedad grecorromana. En la Iliada, Asclepio es, simplemente un médico tesalio, “médico intachable” (cf. XI, 518), cuyos dos hijos Polidario y, sobre todo, Macaón cuidan de los aqueos heridos en el combate gracias a la cirugía y a los “polvos calmantes” que el centauro Quirón había enseñado a su padre (II, 729 ss, IV, 193 ss, etc.) (…)”. www.wikipedia.org Sin paginar. Familia de Asklepios. “(…) En la Ilíada ya se citan dos hijos de Asclepio: Podalirio y Macaón, ambos médicos, pretendientes de Helena y que participan en la Guerra de Troya. En leyendas posteriores se habla de su esposa Epione y de sus hijas Yaso (la curación, con santuario en Oropo), Higía (la salud, sin historia propia, sólo en el séquito de su padre), Panacea (la curación universal gracias a las plantas), Egle (brillo sanador) y Aceso (sanar) (…)”. (140). “Diccionario de la mitología mundial”. Número 231. Prólogo de Rafael Fontán Barreiro. Madrid. Biblioteca Edaf. 2005. (6ª edición: septiembre). Página 279. Panacea. “(…) Mitologia griega. Hija de Asclepios y Epiona. Significa “la que cura todo” (…)”. (141). DE SAMÓSATA, Luciano. “Diálogos de los dioses. Diálogos de los muertos. Diálogos marinos. Diálogos de las cortesanas”. Colección: Biblioteca temática. Clásicos de Grecia y Roma. BT 8280. Madrid. Alianza editorial. 2005 (1ª edición). Página 59. XIII. Zeus, Asclepio y Heracles. Cita (23). “(…) Dios curador, absorbido por Apolo y con el tiempo suplantado por Asclepio (…)”. 70


(142). SERVIER, Joan. (Director). “Diccionario Akal Crítico de Esoterismo A-H. (I)”. Traducción de Francisco Javier González García. Madrid. Ediciones Akal. 2006. Página 238. Asclepio. “(…) Asclepio, una vez inmortalizado, se convirtió en objeto de un culto cuyo origen se remonta al siglo VI a. C. En él se fue concentrando poco a poco, hasta alcanzar la exclusividad, la figura del dios curador, hasta entonces reservada esencialmente, a su padre (…)”. (143). JESÚS VALLEJO, Juan. “Breve historia del Antiguo Egipto”. Madrid. Nowtilus. 2010. (4ª edición: enero). Página 66. Capítulo III. En el país de los magos. Imhotep. “(…) Imhotep fuera declarado dios de la medicina en el siglo VI a. C. (…)”. (144). JESÚS VALLEJO, Juan. “Breve historia del Antiguo Egipto”. Madrid. Nowtilus. 2010. (4ª edición: enero). Página 66. Capítulo III. En el país de los magos. Imhotep. “(…) El edificio sagrado en cuestión recibió el nombre de Asclepión, que le fue impuesto en tiempos de las dominación / (Página 67) griega (…)”. (145). HERMES TRISMEGISTO. “Los 4 Libros herméticos. Síntesis de la filosofía esotérica greco-egipcia”. Barcelona. Ediciones Abraxas. 2003. Página 153. Libro tercero. Fragmentos del libro sagrado titulado “La virtud del mundo”. Asclepios, hijo de Imouthé. “(…)…Habiendo hablado así, Isis vierte primero a Horus el dulce brebaje de la inmortalidad que las almas reciben de los dioses y, comienza así el muy sagrado discurso (…) / (Página 154) “Oh Horus, maravilloso hijo mío, no era en la raza mortal donde esto podía producirse, pues esta no existía todavía, sino en el alma en afinidad con los misterios del cielo. Era Hermes, el pensamiento universal. Él vio las cosas en su conjunto y, habiendo visto, comprendió y, habiendo comprendido, tuvo el poder de manifestar y revelar. Lo que pensó, lo escribió; lo que escribió, lo escondió en gran parte, callándose con sabiduría y hablando al mismo tiempo, a fin de que toda la duración del mundo a venir, buscara estas cosas. Y así, habiendo ordenado a los dioses, sus hermanos, servirle de cortejo, subió a las estrellas. Pero tuvo por sucesor a Tat, su hijo y heredero de sus ciencias y, poco después a Asclepios (2), hijo de Imouthé, por los consejos de Pan y Hefaistos y, a todos aquellos a quienes la soberana providencia reservaba un 71


conocimiento exacto de las cosas del cielo (…)”. Página 154. Cita (2). “(…) se convierte en un apodo de Asclepios, que sería hijo de Pan y Hefaestobulé, diosa absolutamente desconocida. Pero en otro fragmento se lee [palabras en griego] indica que se trata del mismo Asclepios y no de dos homónimos. Podría ser entonces que Imouthé fuera el nombre de su madre, como lo cree Fabricius. ¿Go sería esta la forma griega de Mouth? Por otra parte, parece que se ha leído el nombre de Imotep sobre una estatuilla del Museo del Louvre. Al Asclepios egipcio sele representaba calvo, según Sinesio; (…) Pero entonces para que la frase tuviera sentido habría que cambiar y traducir: Asclepios, el Imouthés calvo y consejero de Hefaístos (…)”.HERMES TRISMEGISTO. “Los 4 Libros herméticos. Síntesis de la filosofía esotérica greco-egipcia”. Barcelona. Ediciones Abraxas. 2003. Página 174. Libro tercero. Fragmentos del libro sagrado titulado “La virtud del mundo”. “(…) –Oh hijo mío, el rey de las almas que han existido hasta aquí es tu padre Osiris; el rey de los cuerpos es el príncipe d cada nación, aquel que la gobierna. El rey de la sabiduría es el padre d todas las cosas; el iniciador es el Trismegisto Hermes; en la medicina preside Asclepios, hijo de Hefaistos; la fuerza y el poder se encuentran bajo el imperio de Osiris y, después de él, bajo el tuyo, hijo mío. La filosofía depende de Arnebaskenis: la poesía de Asclepios, hijo de Imuthé. En general, si reflexionas sobre ello reconocerás que hay muchos imperios y muchos reyes (…)”. (146). www.wikipedia.org Sin paginar. “(…) En el año 295 a. C. aparece en Roma el primer templo dedicado a Esculapio (nombre romano de Asclepio) (…)”. (147). SERVIER, Joan. (Director). “Diccionario Akal Crítico de Esoterismo A-H. (I)”. Traducción de Francisco Javier González García. Madrid. Ediciones Akal. 2006. Página 238. Asclepio. “(…) llegando hasta Roma (en la isla tiberina, en el 293); en el siglo II d. C., había 320 templos de Esculapio (…)”. (148). GRUPO TEMPE. “Los dioses del Olimpo”. Colección: Clásicos de Grecia y Roma. BT 8208. Madrid. Alianza Editorial. 2005. (4ª reimpresión). Página 67. 3. Apolo. Apolo y Corónide padres de Esculapio. “(…) 90. Apolo y Corónide, padres de Esculapio.

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Al haber dejado embarazada a Corónide, Apolo le puso como guardián un cuervo, para que nadie la forzara. Pero con ella nació Isquis. Apolo hirió a Corónide mientras estaba embarazada y la mató. Sacó a Esculapio del vientre de su madre y lo crió. Higino, Fábulas 202 (…)”. (149). PALAU, Marco Antonio. “Diana desenterrada. Antiguas memorias y breve recopilación de los más notables sucesos de la ciudad de Denia, desde su antiquísima fundación hasta el estado presente”. Alicante. Diputación Provincial. 1975. Página 37. Fundación de Ampurias. “(…) Pasados después desto 257 años que sería 330 antes de Cristo, al principio del imperio de Alexandro Magno y, 550 años después de la venida de los Phenices a España; vinieron desde Marsella donde habría ya 180 años que aportaran, huyendo de las crueldades de Harpago capitán del rey Ciro de Persia. Los griegos phosences de Jonia a las costas de España. Eran estos de Jonia región de la Asia Menor, poblada por Javán, hijo de Japhet y nieto de Goé. (…) En los términos de esta región estaba la ciudad de Phosea, de do salieron los griegos llamados phosences por su ciudad y, jonios por su región. Estos aportaron a Francia y, allí fundaron a Marsella y, en ella un templo de Diana efesia. De allí a algunos años pasaron de Marsella a España y, quedando parte de ellos en Ampurias, que es en la costa de Cataluña, no muy lejos de Girona, fundaron allí ne Ampurias. Como algunos han opinado, sino un arrabal, o lugarejo apegado a un lugar grande y antiguo que se llamaba Aluan, que después en tiempo de romanos (por las ferias que allí se hacían) se llamó Emporia y, agora Ampurias. En aquel lugarejo cerca de las mismas murallas de Aluan tuvieron ellos su habitación y, no fiándose mucho de los Españoles de Aluan, o Ampurias, se fortificaron de por sí levantando / (Página 38) entre ellos y los de Aluan una muralla con sus torres y foso (…)”. (150). GÓMEZ ESPELOSÍN, F. J. “Introducción a la Grecia Antigua”. Colección: Clásicos de Grecia y roma. BT 8209. Madrid. Alianza editorial. 2008. Página 65. 2. El mundo de la Edad Arcaica. 2.1. Panorama general. f) El lejano Occidente. “(…) Emporion fue fundada por los mismos focenses desde Massalia poco después del 600 (…)”.CHABÁS LLORENS, Roque. “Historia de la ciudad de Denia”. Alicante. Serie I. 73


Número 6. Tomo I. Tercera edición facsímil de la segunda edición, prolongada y anotada por F. Figueras Pacheco. Instituto de Estudios Alicantinos. Diputación Provincial de Alicante. 1972. Página 6. “(…) Massalia (Marsella) fue la colonia más importante, que fundaron los focenses, después de muchos años de continuas luchas con los ligures (2) comarcanos; en ella conservaron las leyes y usos de la Jonia, con la diferencia, de que sustituyeron a la democracia sin freno, con una aristocracia templada. Sucedía esto en tiempo de Tarquino Prisco; es decir, el año ciento cincuenta de Roma o sea, el 604 antes de J. C. (3). Treinta o cuarenta años después, (574 o 564 antes de la &atividad) tiempo que juzgan necesario los historiadores, para que fueran vencidos y pacificados los ligures, que de continuo estaban incomodando a los marselleses, según refiere Justino (4), estos mismos focenses y otros que le siguieron de la misma Grecia, pasaron a España y, en las costas del Mediterráneo fundaron a Ampurias, con el nombre de Emporion, (mercado) (…)”. Página 6. Cita (2). “(…) Cortés. Dic. geográf. hist. de la España Antigua. Tomo II art. Dianium (…)”. Página 6. Cita (3). “(…) Tito Livio. Lib. V, cap. XIX (…)”. Página 6. Cita (4). “(…) Lib. XLIII. cap. III (…)”. Página 6. Cita (5). “(…) “Entre el Júcar y Cartagena hay tres pequeñas ciudades de marselleses, no lejos del río: de estas es la más conocida la Hemeroscopea… es punto muy fortificado y a propósito para la piratería, visible desde muy lejos a los navegantes: es llamada Dianium, que es lo mismo que en griego Artemision”. Estrabón, lib. III. (Las particularidades e este texto se estudiarán en un apéndice) (…)”. (151). RUIZ- GALVEZ PRIEGO, María Luisa. “Prehistoria de España. Los orígenes”. Colección Biblioteca Iberoamericana. Madrid. Anaya. 1988. Página 96. 1. El panorama político europeo en el primer milenio a. C. Fundación de Ampurias: Poco después del 575 a.C. “(…) Sí está, sin embargo, documentada arqueológicamente la fundación de Massalia (Marsella) hacia el 600 a.C., por griegos procedentes de Focea en Turquía, quienes poco después (hacia el 575 a. C.) fundan Emporion (Ampurias, Gerona). Esta llegada de los griegos a comienzos del / (Página 98) siglo VI a.C., supone un cambio en las corrientes comerciales y provoca el desplazamiento de los focos de atracción económica hacia el Alto Guadalquivir y la costa del sureste en detrimento de Tartesos (…)”.

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(152). FERNÁNDEZ NIETO, F. J. Capítulo XXI. Los griegos en España. Publicado en: BLÁZQUEZ, J. M. & FERNÁNDEZ NIETO, J. & LOMAS, F.J. & PRESEDO, F. “Historia de España Antigua. Tomo I. Protohistoria”. Colección Historia, serie mayor. Madrid. Cátedra. 2012 (7ª edición). Página 560. El dominio masaliota. Esculapio-Asklepios. “(…) Las edificaciones civiles y religiosas de Ampurias que hoy conservamos datan, sin embargo de época helenística y romana republicana: destacan el ágora o plaza pública, que fue ligeramente desplazada y engrandecida en el siglo IV con los pórticos de la stoa y los templos de Serapis y Asclepio; en este último, que fue un simple edículo, estaba la magnífica estatua del dios, el Esculapio de Ampurias, ciertamente el mejor hallado en la península de la escultura griega helenística. (…) Más al norte de Ampurias, también en el golfo de Rosas, Rhode fue otra pequeña colonia masaliota, como recuerdan algunas de las fuentes, que hoy se halla todavía en curso de excavación (…)”. (153). MERCABA. “Arqueología del templo Asclepio de Ampurias”. “(…) -fue tetrástilo -contó con 4 puertas de entrada -con pódium (= ascenso con escaleras) -con estatua de 2,5 m. de Asclepio -con mármol de Paros (...)”. (154). Revista Arte e Historia. http://www.artehistoria.com/img/xLogoArteHistoriaJCyL02.jpg.pagespeed. ic.gSGwmc71W7.webp “(…) Esculapio de Ampurias. Autor: Autor Anónimo Fecha: Siglo III a. C. Museo: Museo Arqueológico de Barcelona Características: Estilo: Material: Mármol Copyright: (C) ARTEHISTORIA (…)”. (155). www.wikipedia.org Sin paginar. “(…) Sus atributos se representan con serpientes enrolladas en un bastón, piñas, coronas de laurel, una cabra o un perro. El más común es el de la serpiente, animal que, según los antiguos, vivía tanto sobre la tierra como en su interior. Asclepio tenía el don de la curación y conocía muy bien la vegetación y en particular las plantas medicinales (…)”.RUIZ DE ARBULO, Joaquín & VIVÓ, 75


David. “Serapis, Isis y los dioses acompañantes en Emporion: una nueva interpretación para el conjunto de esculturas aparecido en el supuesto Asklepion emporitano”. Revista d ´Arqueología de Ponent. Nº 18. 2008. Páginas 71-140. Página 95. ¿Serapis? “(…) Desestimada la identificación como Asklepios por la imposibilidad de que la serpiente estuviera enroscada en un bastón y porque la imagen no se “apoya” en un bastón sino que “sostiene” lo que consideramos un cetro, las posibilidades de interpretar la estatua se limitan a las otras cuatro divinidades patriarcales (Vätergottheiten): Zeus, Hades, Poseidón y Serapis (…)”. (156). RUIZ DE ARBULO, Joaquín & VIVÓ, David. “Serapis, Isis y los dioses acompañantes en Emporion: una nueva interpretación para el conjunto de esculturas aparecido en el supuesto Asklepion emporitano”. Revista d ´Arqueología de Ponent. Nº 18. 2008. Páginas 71-140. Página 71. “(…) Se presenta una nueva interpretación de una gran escultura compuesta en mármol considerada tradicionalmente un Asklepios como una imagen tardohelenística del dios alejandrino Serapis. Al mismo tiempo se estudian otras esculturas aparecidas junto a la misma en 1909 como imágenes de Isis, Apolo / Harpócrates y el Agathos Daimon. El conjunto de esculturas se relaciona con el epígrafe IRC III, 15 y prueba la presencia de un santuario egipcio en Emporion dedicado por el alejandrino &umas (…)”. (157). RUIZ DE ARBULO, Joaquín & VIVÓ, David. “Serapis, Isis y los dioses acompañantes en Emporion: una nueva interpretación para el conjunto de esculturas aparecido en el supuesto Asklepion emporitano”. Revista d ´Arqueología de Ponent. Nº 18. 2008. Páginas 71-140. Página 72. Página 74. “(…) Por nuestra parte, estudiamos en los años ochenta junto con Ricardo Mar las excavaciones realizadas en el santuario emporitano a partir de 1908, analizando sus fases y sus advocaciones (MAR y RUIZ DE ARBULO 1993). En 1987, la nueva restitución de G. Fabre, M. Mayer e I. Roda del epígrafe greco-latino con la ofrenda de Gumas, uno de cuyos fragmentos pudimos situar en una cisterna anexa al santuario (v. infra), nos hizo considerar la idea de un santuario mixto en el que los cultos curativos de Esculapio y Serapis funcionaran asociados en paralelo (RUIZ DE ARBULO 1996) (…)”. (158). RUIZ DE ARBULO, Joaquín & VIVÓ, David. “Serapis, Isis y los dioses acompañantes en Emporion: una nueva interpretación para el conjunto de esculturas aparecido en el supuesto Asklepion emporitano”. Revista d ´Arqueología de Ponent. Nº 18. 2008. Página 75. El santuario del siglo II a. C. “(…) La escultura procede del interior del santuario 76


situado en el extremo sudoeste de la Geápolis de Ampurias y más concretamente de la última gran reforma del mismo. Al construirse la nueva muralla de la &eápolis en los inicios del siglo II a C, un santuario precedente en posición suburbana cuyos orígenes pueden remontarse hasta el siglo V a C fue ritualmente terraplenado e integrado dentro de la ciudad, delimitándose un nuevo témenos provisto de un altar monumental, una gran cisterna transversal, un pórtico lateral, un probable gran templo desgraciadamente muy arrasado y dos templetes menores alineados (MAR y RUIZ DE ARBULO 1993, 171-183; SAGMARTÍ, CASTAGYER, TREMOLEDA 1990; RUIZ DE ARBULO 1995). El conjunto de esculturas que ahora describimos fue encontrado en 1909 en el interior de uno de estos templetes (denominado templo M por PUIG i CADAFALCH 1912) mientras que el torso apareció caído en el interior de la cisterna delantera. La cronología estratigráfica de las piezas oscila por lo tanto entre la fundación del nuevo santuario en el siglo II a C y el abandono final de la Geápolis en un proceso de declive urbano que se inició en época flavia pero que perduró hasta la Antigüedad tardía (v. infra) (…)”. (159). UROZ RODRÍGUEZ, Héctor. “Sobre la temprana aparición de los cultos de Isis, Serapis y Caelestis en Hispania”. Alicante. Lucentum XXIII-XXIV, 2004-2005. www.Lucentum_23_24_09.pdf Página 165. “(…) Los orígenes del paredro formado por la diosa Isis y el dios de nueva creación Serapis, se remontan a la maniobra político-religiosa perpetrada por la dinastía Lágida desde su implantación, a manos de Ptolomeo I Sóter, en la Alejandría helenística de finales del s. IV a.C, con la que se pretendía establecer una combinación del elemento griego con el egipcio que sirviera de soporte y fundamento al nuevo régimen (Alvar, 2002, 73; id., 2001, 58-60; Turcan, 2001, 80-83; Malaise, 2000, 1-19; Cumont, 1987, 69-70) (…)”. (160). UROZ RODRÍGUEZ, Héctor. “Sobre la temprana aparición de los cultos de Isis, Serapis y Caelestis en Hispania”. Alicante. Lucentum XXIII-XXIV, 2004-2005. www.Lucentum_23_24_09.pdf Página 165. “(…)En su versión grecorromana, la diosa nilótica, ahora mistérica, gozó del carácter multisincrético inherente a las diosas-madre (1). De ese modo, las competencias de los universales Isis y Serapis incluían las diversas esferas de la Gaturaleza: la tierra y el cosmos, la creación y la muerte, destacando su rol protector de la navegación y su carácter oracular y salutífero, que equiparaba, vía incubatio, los Serapieia a los santuarios de Asclepio (2) (…)”.Página 165. Cita (2). “(…) Alvar, 2001, 63-67; Turcan, 2001, 37, 88-89; Vinagre, 2000, 129-141; Clercy Leclant, 1994,666-667; Ferguson, 1989, 27; Cumont, 1987,80-81; Dunand, 1973, vol. 1,63-65, vol. III, 258-261; Stambaugh, 1972, 75-78; un reciente análisis del 77


funcionamiento de los serapeos en el mundo romano se encuentra en: Mar y Ruiz de Arbulo, 2001,314 ss (…)”. (161). UROZ RODRÍGUEZ, Héctor. “Sobre la temprana aparición de los cultos de Isis, Serapis y Caelestis en Hispania”. Alicante. Lucentum XXIII-XXIV, 2004-2005. www.Lucentum_23_24_09.pdf Página 166. “(…) El caso ampuritano requiere un extremo cuidado. El investigador puede, ante todo, aferrarse a dos hechos: que a Serapis (e Isis) se le construye un templo en las primeras décadas del s. I a. C, existiese o no otro anterior, y que su culto perduró al menos un siglo a nivel privado (…)”. (162). UROZ RODRÍGUEZ, Héctor. “Sobre la temprana aparición de los cultos de Isis, Serapis y Caelestis en Hispania”. Alicante. Lucentum XXIII-XXIV, 2004-2005. www.Lucentum_23_24_09.pdf Página 175. “(…) En relación a las divinidades nilóticas, si su entrada desde oriente tiene lugar en centros portuarios como Puteoli, &eapolis o Pompei ya en el s. II a.C, es perfectamente viable su temprana aparición en otros enclaves empóricos del Mediterráneo occidental tan relevantes como Carthago &ova y Ampurias. En la Geapolis ampuritana encontraríamos el nido de estos cultos orientales frente a la nueva ciudad republicana, cuyo germen había sido el praesidium del s. II a.C. (54) En un principio, por tanto, y teniendo en cuenta la hipótesis de Ruiz de Arbulo según la cual al otro lado de la puerta de la muralla se encontraría otro "símbolo oriental" (el gimnasio), estas divinidades pudieron actuar como vía alternativa de la población más helenizada. Sin embargo, estos cultos perdurarían hasta época altoimperial, como demuestra el grafito sobre Terra Sigillata, perdiendo así la zona su carácter marginal, en un contexto en el que ya se había producido la unificación de la ciudad grecoibérica con la republicana, dando lugar al municipio romano, lo que vendría constatado por la desaparición del gimnasio y la creación de un templo en su lugar, posiblemente de culto imperial. Así pues, finalmente, las divinidades nilóticas sí participarían de la romanización de la ahora Emporiae. Al mismo tiempo, tanto en Ampurias como en Cartagena, desde un principio, hubo cierta permisividad oficial, ya que de no ser así la presencia de templos sería difícilmente explicable. Una permisividad que evolucionaría en Carthago Gova hacia ciertos niveles de oficialidad, como demuestran las emisiones monetales. Por lo que refiere a los agentes introductores del culto en ambas ciudades, si exceptuamos el Marcus Brosius de Cartagena, los mecenas 78


dedicantes parecen tener un origen oriental. En este sentido, y sin dejar de lado el muy factible rol de los inmigrantes y/o comerciantes grecoitálicos, conviene resaltar las importantes relaciones comerciales de Carthago Gova con Délos, centro irradiador de la devoción a Isis y Serapis como se ha visto, y con el Mediterráneo oriental en general ya en / (Página 176) els. II a.C. (55). Por razones evidentes, esta última solución parece asimismo la más adecuada para Emporion, aun teniendo en cuenta el creciente tráfico marítimo de ésta con Campania en el s. II a.C. puesto de relieve en su momento por Ruiz de Arbulo (1993, 629-646; id., 1991,476, n. 73) (…)”. (163). ANDALAN. “Los brazos de Esculapio”. Cultura y Sociedad. 30 julio 2011. Página 2. “(…) Los templos de Esculapio tenían patios, alamedas y baños. El centro el templo estaba adornado con obras de arte. Al lado el abatón donde los peregrinos se retiraban para ser visitados por el dios en sueños. La terapéutica se basaba en la sugestión e interpretación de los sueños, curas físicas y climáticas, purificaciones y dietética. Según las inscripciones de los templos allí curaban la parálisis, la epilepsia, la ceguera, la hidropesía, las cefaleas, la esterilidad, las lombrices, la tuberculosis, la gota y se protegía la salud de la familia (…)”. (164). BLAVATSKY, H.P. “La doctrina secreta. Síntesis de la Ciencia, la Religión y la Filosofía”. Tomo IV, Síntesis de la Ciencia, la Religión y la Filosofía. Málaga. Editorial Sirio. 2000. Página 346. Antropogénesis de las estancias de Dzyan. Comentarios de las Doce Estancias y sus expresiones, siguiendo el orden de numeración de aquellas y de los slokas. Estancia IX. La evolución final del hombre. “(…) Mercurio y, Esculapio, o Asclepio, que son en realidad uno, son “demonios e hijos de demonios” y la varita y la serpiente del último, la “varita del Diablo” (…)”. (165). CAYO JULIO HIGINO. “Fábulas. Astronomía”. Edición de Guadalupe Morcillo Expósito. Colección Clásicos Latinos Nº 82. Director Enrique montero Cartelle. Madrid. Akal/Clásica. 2008. Página 292. Astronomía. 40. La Hidra. Esculapio. “(…) 2. Al igual que numerosos autores, Istros piensa que Coronis era hija de Flegias. De su unión con Apolo tuvo a Esculapio, después a Isquis, hijo de Élato, con el que había compartido lecho (…)”.

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(166). PLINIO. “Historia Gatural”. Edición de Josefa Cantó, Isabel Gómez Santamaría, Susana González Marín y Eusebia Tarriño. Colección Letras universales nº 331. Madrid. Cátedra. 2007 (2ª edición). Página 566. Libro XXIX. Cita (7). “(…) Según Celso (Proemio 3), los hijos de Esculapio, llamados Podalirio y Macaón, participaron en la guerra de Troya como médicos militares, ocupándose sobre todo de las heridas pero descuidando otro tipo de enfermedades (…)”. (167). BLAVATSKY, H.P. “La doctrina secreta. Síntesis de la Ciencia, la Religión y la Filosofía”. Tomo IV, Síntesis de la Ciencia, la Religión y la Filosofía. Málaga. Editorial Sirio. 2000. Página 43. Antropogénesis. Doce estancias del “Libro de Dzyan con comentarios. Comentarios de las Doce Estancias y sus expresiones, siguiendo el orden de numeración de aquellas y de las slokas. Estancia 1. Principios de la vida senciente. Cita (11). “(…) (The Great Pyramid., pag. 75). Esculapio, Serapis, Plutón, Esmun y Knepp, son todas las deidades con los atributos de la Serpiente, dice Dupuis. Todos son sanadores, dadores de la salud espiritual y física y de la iluminación. La corona formada de un áspid, el Thermuthis, pertenece a Isis, Diosa de la Vida y de la Curación (…)”. (168). BLAVATSKY, H.P. “La doctrina secreta. Síntesis de la Ciencia, la Religión y la Filosofía”. Tomo II, Síntesis de la Ciencia, la Religión y la Filosofía. Málaga. Editorial Sirio. 2000. Página 89. Sección V. Sobre la Deidad Oculta sus símbolos y signos. La gran mente. “(…) Aesculapius, llamado “Salvador de todo” (…)”. (169). CAYO JULIO HIGINO. “Fábulas. Astronomía”. Edición de Guadalupe Morcillo Expósito. Colección Clásicos Latinos Nº 82. Director Enrique montero Cartelle. Madrid. Akal/Clásica. 2008. Página 271. Astronomía. Quirón. Cita (217). “(…) Hijo de Crono y Fílira, célebre por su conocimiento de la virtud de las plantas, de la medicina (Cf. Fab. CClXXIV, 9) y de la adivinación; fue preceptor de Hércules, Esculapio y Aquiles. Los centauros eran seres de índole mixta, mitas hombre, mitad caballo. En el caso de Quirón se explica por haber tomado Crono la forma de caballo en su unión con Fílira para escapar de su esposa Rea (…)”. (170). CAYO JULIO HIGINO. “Fábulas. Astronomía”. Edición de Guadalupe Morcillo Expósito. Colección Clásicos Latinos Nº 82. Director Enrique montero Cartelle. Madrid. Akal/Clásica. 2008. Página 82. 80


Fábulas. XLIX. Esculapio. “(…) 1. Se dice que Esculapio, hijo de Apolo, devolvió la vida a Glauco (261), hijo de Minos, o a Hipólito. Por este motivo Júpiter lo mató con un rayo (262). 2. Apolo, como no podía hacer daño a Júpiter, mató a quienes habían forjado los rayos, esto es, los Cíclopes. Por este motivo, Apolo fue entregado como esclavo a Admeto, rey de Tesalia (…)”.HIGINO. “Fábulas mitológicas”. Colección: Clásicos de Grecia y Roma. BT 8307. Madrid. Alianza editorial. 2009. Página 57. 50. Admeto. Asclepio. “(…) Se dice que Esculapio, hijo de Apolo, resucitó a Glauco, hijo de Minos, o a Hipólito. Por eso Júpiter lo mató con un rayo (…)”.PLINIO. “Historia Gatural”. Edición de Josefa Cantó, Isabel Gómez Santamaría, Susana González Marín y Eusebia Tarriño. Colección Letras universales nº 331. Madrid. Cátedra. 2007 (2ª edición). Página 566. Libro XXIX. Cita (6). “(…) Tindáreo, rey de Esparta y esposo de Leda, comparte con Júpiter la paternidad de los Dioscuros y de Helena y Clitemnestra. Es más conocida la leyenda según la cual Esculapio fue fulminado por haber resucitado a Hipólito. En cualquier caso, fueron tantos los resucitados por Esculapio que Zeus, temiendo que el prodigioso médico desbaratase el orden del mundo, lo mayó con un rayo. Tras su muerte, Esculapio fue transformado en constelación (el Serpentario (…)”.CAYO JULIO HIGINO. “Fábulas. Astronomía”. Edición de Guadalupe Morcillo Expósito. Colección Clásicos Latinos Nº 82. Director Enrique montero Cartelle. Madrid. Akal/Clásica. 2008. Página 263. Astronomía. 14. Ofiuco. Esculapio. “(…) 5. Gumerosos astrólogos han admitido que era Esculapio a quién Júpiter, por consideración con Apolo, colocó en el cielo / (Página 264). En efecto, Esculapio, durante su estancia entre los mortales, superaba a todos en el arte de la medicina, hasta tal punto que no se conformaba con aliviar el dolor humano, sino que también resucitaba a los muertos. Se dice que el último al que resucitó fue a Hipólito, que había muerto por la perversidad de su madrastra y el desconocimiento de su padre, tal y como cuenta Eratóstenes. Algunos han dicho que entre sus obligaciones estaba resucitar a Glauco, hijo de Minos. Por este hecho, considerado como un delito, Júpiter incendió su casa con un rayo y, gracias a su talento y a la ayuda de su padre Apolo, lo colocó en el cielo sujetando una serpiente. Hay quienes dicen que el motivo de que aparezca con una serpiente es el siguiente: como estaba obligado a resucitar a Glauco y se encontraba encerrado en un lugar secreto, mientras pensaba como actuar, se dice que 81


una serpiente se deslizó hasta el bastón que sujetaba en la mano. Esculapio, perturbado, la mató golpeándola numerosas veces con el bastón mientras intentaba escapar. Después, dicen, acudió al mismo lugar otra serpiente con una hierba en su boca y la puso sobre su cabeza. Acto seguido, ambas serpientes huyeron de aquel lugar. Por esta razón, utilizando la misma hierba, Esculapio resucitó a Glauco. Así pues, se dice que la serpiente fue colocada bajo la tutela de Esculapio y, por tanto, en el cielo. Llevados por esta costumbre, sus sucesores han transmitido al resto de la humanidad que los médicos utilizan las serpientes (…)”. (171). www.wikipedia.org Sin paginar. “(…) En el año 295 a. C. aparece en Roma el primer templo dedicado a Esculapio (nombre romano de Asclepio) (…)”. (172). SERVIER, Joan. (Director). “Diccionario Akal Crítico de Esoterismo A-H. (I)”. Traducción de Francisco Javier González García. Madrid. Ediciones Akal. 2006. Página 238. Esculapio. “(…) llegando hasta Roma (en la isla tiberina, en el 293); en el siglo II d. C., había 320 templos de Esculapio (…)”.PLINIO. “Historia Gatural”. Edición de Josefa Cantó, Isabel Gómez Santamaría, Susana González Marín y Eusebia Tarriño. Colección Letras universales nº 331. Madrid. Cátedra. 2007 (2ª edición). Página 573. Libro XXIX. VIII. 16. “(…) Los antiguos no condenaban la medicina en sí, sino la profesión, rechazaban sobre todo que hubiera un negocio basado en la vida humana (44). Por esto, según dicen, el templo de Esculapio, incluso cuando este dios ya era aceptado, se construyó fuera de la ciudad y, en una segunda ocasión se hizo en una isla (45); y cuando expulsaron de Italia a los griegos, mucho después de la época de Catón, se hizo mención expresa de los médicos (…)”. Ibidem. Página 573. Cita (44). “(…) La frase es ambigua. Puede interpretarse también. “Rechazaban sobre todo que sus ganancias sirvieran de salario para vivir” (…)”. Página 573. Cita (45). “(…) El templo de Esculapio se hallaba en la isla Tiberina. Según algunos autores sólo existió un templo, por lo que el texto de Plinio que da a entender que hubo dos (utiliza el adverbio iterum) debe de haber sufrido alguna corrupción en la transmisión (…)”. (173). PLINIO. “Historia Gatural”. Edición de Josefa Cantó, Isabel Gómez Santamaría, Susana González Marín y Eusebia Tarriño. Colección Letras universales nº 331. Madrid. Cátedra. 2007 (2ª edición). Página 703. Libro 82


XXXI. Cita (65). “(…) Ciudad de Tesalia que no conviene confundir con la de Tracia del mismo nombre; en ella se veneraba a Esculapio, tal vez en relación con la fuente sanadora. En las inmediaciones existe en efecto una fuente, pero sin propiedades curativas (…)”. (174). BLAVATSKY, H. P. “Isis sin velo. Clave de los misterios de la ciencia y la teología antigua y moderna”. Tomo I. Málaga. Editorial Sirio.1988. Página 51. Ante el velo. Misterios. “(…) Hipócrates fue sacerdote de Asclepios y algunas de sus obras vieron fortuitamente la luz pública. Los asclepiadeos estaban iniciados en el culto de la serpiente de Esculapio, como las bacantes en el de Dionisio y, ambos ritos quedaron con el tiempo incorporados a los misterios de Eleusis (…)”. (175). “Descobreix una joia del Museu. Estàtua grega d´Asclepi. 15 de març de 2008. El retorn del déu”. EMPÚRIES. Museu d´Arqueologia de Catalunya. www.empuries-mac.pdf Sin paginar, “(…) Estàtua grega d´Asclepi (Segle II a. C.). Estàtua de marbre que representa una divinitat masculina amb barba i mantell, identificada tradicionalment amb Asklepios, déu grec de la Medicina. És més gran que el natural (2´20 m., altura) i fou esculpida en dues parts que encaixen pel tors: la part inferior, amb el mantell i les sandalies, és de marbre del Pentèlic (Atenes). La part superior, amb el bust nu, el cap i el brasn dret, estan fets amb marbre de l´illa de Paros, d´igual manera que l´avantbraç esquerre, fixat amb perns al cos. Procedeix d´un taller hel.henístic de la Mediterrània oriental i hauria arribat a Emporion a les darreries del segle II a. C. Les diverses parts es van trovar, a Empúries, l´any 1909, a la Terrassa superior dels santuaris, situats al sud de la Geàpolis de la ciutat grega, juntament amb altres restes escultòriques. Els trets biconogràfics i, sobretot, el fet que es trobessin fragments de la representación d´una serp, van fer que s´identifiqués amb el déu grec Asclepi, l´esculapi romà. També s´ha proposat que aquesta estàtua pugui representar una divinitat protectora de la ciutat (Agathos Daimon), o bé el déu alexandrí Serapis, el culte del qual s´ha documentat a Emporion. L´estàtua formaría part d´un temple ubicat en un área sacra de la ciutat relacionada amb el culte a divinitats protectores i sanadores (…)”. (176). BLAVATSKY, H.P. “La doctrina secreta. Síntesis de la Ciencia, la Religión y la Filosofía”. Tomo IV, Síntesis de la Ciencia, la Religión y la 83


Filosofía. Málaga. Editorial Sirio. 2000. Página 43. Antropogénesis. Doce estancias del “Libro de Dzyan con comentarios. Comentarios de las Doce Estancias y sus expresiones, siguiendo el orden de numeración de aquellas y de las slokas. Estancia 1. Principios de la vida senciente. Cita (11). “(…) (The Great Pyramid., pag. 75). Esculapio, Serapis, Plutón, Esmun y Knepp, son todas las deidades con los atributos de la Serpiente, dice Dupuis. Todos son sanadores, dadores de la salud espiritual y física y de la iluminación. La corona formada de un áspid, el Thermuthis, pertenece a Isis, Diosa de la Vida y de la Curación (…)”. (177). LÁZQUEZ, J. M. Capítulo XVIII. “La colonización cartaginesa en Ibiza”. Publicado en: BLÁZQUEZ, J. M. & FERNÁNDEZ NIETO, J. & LOMAS, F.J. & PRESEDO, F. “Historia de España Antigua. Tomo I. Protohistoria”. Colección Historia, serie mayor. Madrid. Cátedra. 2012 (7ª edición). Página 487. Santuario de Isla Plana. “(…) En Sidón el santuario dedicado a Eshmun del siglo V a. C., o de poco antes se encontraba junto al río Gahr el-Awali, tenía dos terrazas escalonadas que descendían hasta el río (…)”. (178). VERA ARANDA, Ángel Luís. “Breve Historia de las ciudades del mundo antiguo”. Madrid. Nowtilus. 2009. (1ª edición: noviembre). Página 170. 5 Cartago, de capital púnica a gran colonia romana. Cartago durante las guerras púnicas contra Roma. Eshmun = Asklepios. “(…) Aníbal fue el primer encargado de recuperar Cartago y su economía. Reorganizó las finanzas, impulsó nuevos cultivos, creí una flota comercial para incrementar el comercio… la ciudad creció, aparecieron nuevos barrios entre los que destacó el que el propio Aníbal creó en torno al templo del dios Eshmun (…)”. (179). PRESEDO, F. “Historia de España Antigua. Tomo I. Protohistoria”. Colección Historia, serie mayor. Madrid. Cátedra. 2012 (7ª edición). Página 520. Culto de Adonis. “(…) En Sidón era una especial deidad muy importante Eshmun, venerado también en Cartago Gova, que, por sus funciones y por su naturaleza, correspondía a Adonis (…)”. (180). PRESEDO, F. “Historia de España Antigua. Tomo I. Protohistoria”. Colección Historia, serie mayor. Madrid. Cátedra. 2012 (7ª edición). Página 518. El panteón cartaginés. “(…) El culto a Eshmun, además de en Cartago Gova, está atestiguado en un teoforo de Es Cuyram, 84


bajo la forma “El criado de Eshmun” (…)”.FERNÁNDEZ CASTRO, María Cruz. “Cartago e Hispania antes de las Guerras Púnicas”. Publicado en: LYNCH, John. “Historia de España. La Península Ibérica en época prerromana”. 2. Madrid. EL PAÍS. 2007. Página 251. Capítulo VII. Cartago e Hispania antes de las Guerras Púnicas. Colonias púnicas en Hispania. Ibiza. “(…) El culto de la diosa cartaginesa Tanit se instauró firmemente en varias cuevas naturales (tales como Cova d´Es Cuyram); a la vez que ofrendas votivas como las que se encontraron en Illa Plana y Puig des Molins reflejan también el fuerte atractivo religioso de las deidades cartaginesas (Eshmún o Baal Hammón) en la isla de Ibiza. Cartago no podía tener mejor puesto avanzado estratégico para apostar en él tropas, barcos o pertrechos en sus batallas contra los tiranos de Sicilia (…)”. (181). FERNÁNDEZ CASTRO, María Cruz. “Griegos primitivos”. Publicado en: LYNCH, John. “Historia de España. La Península Ibérica en época prerromana”. 2. Madrid. EL PAÍS. 2007. Página 232 y 233. Capítulo VII. Griegos primitivos. Foceos en Emporion. “(…) La elucidación del desarrollo urbano de Emporion y su influencia en la península Ibérica no deja de tener sus dificultades de índole arqueológica e histórica. Los problemas de interpretación van desde el largo debate en torno a la relación entre los colonizadores y la comunidad autóctona que vivía en la vecina ciudad / (Página 233) de Indica hasta los complejos aspectos del control comercial que Emporion ejercía en la península y en las islas Baleares, en el apogeo del periodo ibérico (siglos V y IV a. C.) (…)”. (182). FERNÁNDEZ CASTRO, María Cruz. “Las comunidades ibéricas y su aspecto griego clásico”. Publicado en. LYNCH, John. “Historia de España. La Península Ibérica en época prerromana”. 2. Madrid. EL PAÍS. 2007. Página 343.Capítulo X. Las comunidades ibéricas y su aspecto griego clásico. 2. El papel dominante en la ciudad griega de Emporion. “(…) Al finalizar el siglo V a. C., Emporion ya habría creado una red de intercambios con asentamientos locales (entre ellos uno situado junto a la puerta del sur), con muchos asentamientos de la costa ibérica (incluidos los del Languedoc) y, con la isla de Ibiza (…)”. (183). FERNÁNDEZ CASTRO, María Cruz. “Griegos primitivos”. Publicado en: LYNCH, John. “Historia de España. La Península Ibérica 85


en época prerromana”. 2. Madrid. EL PAÍS. 2007. Página 232 y 233. Capítulo VII. Griegos primitivos. Foceos en Emporion. “(…) La neapolis no fue autosuficiente hasta el siglo V a.C., momento en que tenía su propio comercio de vino y aceite de oliva que eran transportados en ánforas de fabricación local) y producía monedas que llevaban sus propios símbolos. A partir de entonces y, durante todo el siglo IV a. C., la colonia mantuvo una buena relación comercial con Atenas y sirvió de punto de distribución de la cerámica ática en las islas Baleares y en Levante (…)”. (184). FERNÁNDEZ CASTRO, María Cruz. “Griegos primitivos”. Publicado en: LYNCH, John. “Historia de España. La Península Ibérica en época prerromana”. 2. Madrid. EL PAÍS. 2007. Página 236. Capítulo VII. Griegos primitivos. Foceos en Emporion. Palaiapolis y neapolis. “(…) En el siglo IV a. C., se dotó a la ciudad de nueve defensas proyectadas de acuerdo con las técnicas militares más avanzadas (formaba parte de ellas una entrada disimulada en recodo chicane) y el templo fue renovado (y dedicado nuevamente a Asclepio) (…)”. (185). CASASNOVAS MARQUÉS, Luís. “Guías Gura-Sicoa para conocer su arqueología”. Fotografías de Antonio Casasnovas Anglada. Ciutadella. Ediciones Nura. / Editorial Sicoa. 1994. Página 51. Principales yacimientos arqueológicos. Sa Torre d´en Gaumés. “(…) En las excavaciones realizadas en 1974, dirigidas por el arqueólogo Guillermo Roselló Bordoy, se descubrió una estatuilla de bronce de unos 15 cm., de altura que representa a Imhotep, dios egipcio relacionado con la medicina. Esta efigie se guarda actualmente en el Museo de Menorca y constituye una prueba más de los intensos contactos culturales habidos en todo el Mediterráneo durante la época talayótica, en el primer milenio a. de C. (…)”. (186). FERNÁNDEZ MIRANDA, Manuel. “Taulas de Menorca”. Revista de Arqueología. Madrid. Año 2.- Número 4-Febrero 1981.- 250 ptas. Página 10 y 11. “(…) En 1974 Guillermo Rosselló-Bordoy y Lluis Plantalamor volvieron sobre el yacimiento y, al limpiar el recinto de la taula, se apercibieron de que una zona había quedado sin excavar, sin duda / (Página 11) debido a que unos bloques de buen tamaño imposibilitaron el trabajo a Flaquert. Tampoco habían sido excavados los bancos de las capillas interiores. En una de estas zonas, junto a una urna 86


de arenisca y algunas cerámicas talayóticas tardías, apareció una figurita hecha en bronce que representa a Imhotep sentado, con el papiro parcialmente desenrollado sobre las rodillas y sujeto con ambas manos. La pieza posee un tosco pivote bajo los pies, lo que es indicio seguro de su colocación en una peana de madera o bloque de piedra. Imhotep fue un sacerdote-visir del faraón Djeser, es decir III dinastía, que intervino en distintas obras oficiales y se ganó una reputación como médico y hombre de ciencia. En época saíta, siglos VII/VI a. C., fue populariza do y equiparado a Asklepios, siendo su culto relativamente habitual en ciudades del Oriente, lo que provocó una considerable producción de estatuillas con su imagen, similares a la encontrada en Menorca. La inscripción que aparece en el papiro de la hallada en Torre d´en Gaumés parece ser de época helenística y realizada por una persona que comete errores al copiar el jeroglífico. Puesto que a partir de la conquista de Egipto por Alejandro el comercio de piezas egipcias es frecuente en Occidente y ante la fecha propuesta por la epigrafía, no sería de extrañar que el Imhotep de Menorca deba datarse, al menos en el contexto de la hipótesis que estoy planteando y de acuerdo con los restantes materiales arqueológicos conocidos del yacimiento, a partir del último tercio del siglo IV a. de C (…)”.FERNÁNDEZ MIRANDA, Manuel. “La fase final de la prehistoria de Menorca y los primeros contactos de la isla con el mundo clásico”. Mahón. Revista de Menorca fundada en 1888. Publicación del Ateneo Científico, Literario y Artístico. Año LXVII-Séptima época. Primer semestre 1976. Página 16. “(…) Recientemente los trabajos de Rosselló Bordoy en Torre d’en Gaumés, continuando los que ya por los años cuarenta iniciara con empuje y buena voluntad Flaquer, han proporcionado nuevos elementos de juicio a los que nos vamos a referir brevemente, así como a la problemática que han levantado. Al limpiar el recinto de la taula de ese yacimiento Rosselló Bordoy ha encontrado la estatuilla representación de Imhotep que todos Vds. conocen y que ha sido valorada muy desigualmente ya por distintos especialistas. Imhotep fue, como Vds. saben probablemente, una especie de sacerdote—visir del faraón Zoser, es decir III Dinastía, que intervino en distintas obras oficiales, entre ellas, al parecer, en la construcción de la pirámide de Sakkara, y se ganó una reputación como médico y hombre de ciencia. En época saita, siglos VII/VI a. de J. C. fue popularizado y equiparado a Asklepios haciéndose su culto relativamente frecuente en 87


algunas ciudades del oriente y reproduciéndose con cierta frecuencia su imagen en estatuillas de distintos tamaños (…)”. (187). “Guía Menorca talayótica. La prehistoria de la isla”. Edición a cargo de Antoni Nicolau Martí. Texto: Elena Sintes Olives. Sant Lluís. Triangle Books. 2015. Página 55. El mundo de las creencias en la Menorca prehistórica. La centralización de las prácticas religiosas: los santuarios de taula del periodo postalayótico (550-123 a. n. e.). “(…) De procedencia egipcia es precisamente la estatuilla de bronce encontrada en el recinto de taula de Torre d´en Galmés. Representa al semidiós de la medicina Imhotep y, tradicionalmente, su aparición en Menorca se explicaba como el resultado de varios intercambios comerciales que la hicieron llegar de ·Egipto hasta este poblado. Pero según I. Riudavets (2011), la presencia a su lado de herramientas médicas, dos lancetas y una pila de piedra indican que la estatuilla no perdió su significado simbólico original. Una posible explicación sería que la figura llegara entre el equipaje de un médico egipcio. El médico debió de convivir el tiempo suficiente con la población local para que esta adaptara a su sistema de creencias las prácticas médico-religiosas vinculadas a Imhotep (…)”.RIUDAVETS GONZÁLEZ, Irene. “Una figureta de bronze d´Imhotep a Torre d´en Galmés (Menorca)”. Revista Nilus. Butlletí de la Societat Catalana d'Egiptologia. www.ArticleImhotepNilus.pdf Página 1. Una troballa singular. “(…) Corria l’any 1974 quan un grup d’arqueòlegs que excavaven al recinte de Taula del poblat talaiòtic menorquí de Torre d’en Galmés, en un racó de l’estructura, van dur a terme una troballa del tot singular: una figureta de bronze que va resultar ser la representació del déu egipci Imhotep. Juntament amb aquest, van aparèixer un petit grup d’objectes associats que constava de dues petites llancetes, també de bronze, i una urna quadrangular de pedra sorrenca. Aquest conjunt es va trobar in situ, tot i que lleugerament desplaçat, dins una estructura arquitectònica clarament reservada per al culte (…)”. (188). “Guía Menorca talayótica. La prehistoria de la isla”. Edición a cargo de Antoni Nicolau Martí. Texto: Elena Sintes Olives. Sant Lluís. Triangle Books. 2015. Página 213. Poblado talayótico de Torre d´en Galmés. El recinto de taula. “(…) Este recinto es uno de los mejor conservados de la isla, aunque la taula presenta el capitel caído y la piedra soporte rota. Fue excavado por J. Flaquer en 1942 y reexcavado en 88


1974 por G. Roselló. Los restos localizados son similares a los descritos por el conjunto de los recintos de taula, pero aquí destaca el hallazgo de una figura egipcia. Es una reproducción en bronce del semidiós Imhotep, que en vida fue el arquitecto de la pirámide escalonada de Saqqara y, siglos después de su muerte, fue deificado como patrón de la Medicina. Irene Riudavets (2013) destaca el hecho de que junto con la estatuilla aparecieran objetos relacionados con las prácticas médicas, como unas lancetas de bronce, que se interpretan como bisturís y, una pileta de piedra. Esta agrupación solo podría haberla hecho alguien que conocía el simbolismo de la estatuilla y el uso de los utensilios médicos, quizás un médico egipcio (…)”. (189). ARAMBURU-ZABALA HIGUERA, Javier. “Enigmas de la arqueología balear”. Colección Plural. Palma. Edicions Documenta Balear. 2007. Página 124. Capítulo 6. Mesas de gigantes. “(…) En Torre d´en Gaumés se localizó una figura de estilo egipcio de Imhotep, el arquitecto de la pirámide escalonada de Sakkara, que fue adorado como dios curador y cuyas figuras fueron muy populares en el mundo Mediterráneo. En esta taula también se encontró un casco típico corintio, de bronce, para una estatuilla (…)”.RIBOT, Tomàs. “Itinerario arqueológico por Menorca”. Guíes del Gall 4. Colaboradoras: Montserrat Alcaraz y Txus Larrión. Pollença (Mallorca). El Gall Editor. 2006. Página 41. Torre d´en Galmés. “(…) Durante las excavaciones de este recinto salieron a la luz un gran número de piezas, entre las que destacan un casco corintio y una bella figura de bronce de la época / (Página 42) talayótica que representa Imhotep, hijo de Ptah, un arquitecto egipcio divinizado y asimilado a un dios de la medicina que llegó posiblemente a través de las rutas comerciales. Esta figura se halla en el Museo de Maó (…)”. (190). BLÁZQUEZ, J. M. Capítulo XVIII. “La colonización cartaginesa en Ibiza”. Publicado en: BLÁZQUEZ, J. M. & FERNÁNDEZ NIETO, J. & LOMAS, F.J. & PRESEDO, F. “Historia de España Antigua. Tomo I. Protohistoria”. Colección Historia, serie mayor. Madrid. Cátedra. 2012 (7ª edición). Página 509. Historia y economía de Ibiza. “(…) En esta última isla se ha descubierto un bronce que representa a Imihotep, hijo de Ptab, obra del siglo VII a. C., o de comienzos del siguiente (…)”.

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(191). RIUDAVETS GONZÁLEZ, Irene. “Una figureta de bronze d´Imhotep a Torre d´en Galmés (Menorca)”. Revista Nilus. Butlletí de la Societat Catalana d'Egiptologia. www.ArticleImhotepNilus.pdf Página 3. Funció i descripció de la peça. “(…) Per les seves característiques estilístiques, s’ha proposat que la figureta va ser fabricada entre els segles VII i VI aC (Època Saita), cronologia que fa referència al moment de fabricació de l’estatueta a Egipte i que no té per què coincidir amb el moment de la seva arribada a Menorca, data que no podem especificar degut a que no es va realitzar cap tipus de datació del context arqueològic en el seu moment, però que probablement no es remuntaria a època tant antiga si tenim en compte l’interval d’ús dels recintes de Taula, especificat anteriorment. (…)”. (192). FERNÁNDEZ MIRANDA, Manuel. “Taulas de Menorca”. Revista de Arqueología. Madrid. Año 2.- Número 4-Febrero 1981.- 250 ptas. Página 10 y 11. “(…) En 1974 Guillermo Rosselló-Bordoy y Lluis Plantalamor volvieron sobre el yacimiento y, al limpiar el recinto de la taula, se apercibieron de que una zona había quedado sin excavar, sin duda / (Página 11) debido a que unos bloques de buen tamaño imposibilitaron el trabajo a Flaquert. Tampoco habían sido excavados los bancos de las capillas interiores. En una de estas zonas, junto a una urna de arenisca y algunas cerámicas talayóticas tardías, apareció una figurita hecha en bronce que representa a Imhotep sentado, con el papiro parcialmente desenrollado sobre las rodillas y sujeto con ambas manos. La pieza posee un tosco pivote bajo los pies, lo que es indicio seguro de su colocación en una peana de madera o bloque de piedra. Imhotep fue un sacerdote-visir del faraón Djeser, es decir III dinastía, que intervino en distintas obras oficiales y se ganó una reputación como médico y hombre de ciencia. En época saíta, siglos VII/VI a. C., fue popularizado y equiparado a Asklepios, siendo su culto relativamente habitual en ciudades del Oriente, lo que provocó una considerable producción de estatuillas con su imagen, similares a la encontrada en Menorca. La inscripción que aparece en el papiro de la hallada en Torre d´en Gaumés parece ser de época helenística y realizada por una persona que comete errores al copiar el jeroglífico. Puesto que a partir de la conquista de Egipto por Alejandro el comercio de piezas egipcias es frecuente en Occidente y ante la fecha propuesta por la 90


epigrafía, no sería de extrañar que el Imhotep de Menorca deba datarse, al menos en el contexto de la hipótesis que estoy planteando y de acuerdo con los restantes materiales arqueológicos conocidos del yacimiento, a partir del último tercio del siglo IV a. de C (…)”. (193). FERNÁNDEZ MIRANDA, Manuel. “La fase final de la prehistoria de Menorca y los primeros contactos de la isla con el mundo clásico”. Mahón. Revista de Menorca fundada en 1888. Publicación del Ateneo Científico, Literario y Artístico. Año LXVII-Séptima época. Primer semestre 1976. Página 16. “(…) Esta fecha resulta sin embargo demasiado alta para la inscripción que aparece en la figurilla menorquina, que a juicio de Montaner, que la ha estudiado y publicado, parece ser de época helenística y realizada por una persona que comete errores al escribir el jeroglífico. Basándonos en estas observaciones de carácter epigráfico nosotros propondríamos aquí a manera de hipótesis, una fecha relacionada o a partir de la conquista de Egipto por Alejandro, último tercio del siglo IV, lo que coincidiría perfectamente con la datación de Montaner y, lo que es más importante, con un fenómeno más generalizado como es el de la aparición de una serie de productos en Occidente de / (Página 17) factura al parecer griega pero íntimamente ligados al comercio cartaginés, que luego documentaremos por otros medios en la isla: la kylix de Medellín, estudiada por Almagro Gorbea entre otros, el pie de kráter de Abdera o los grafitos púnicos en las cerámicas halladas en el barco de la Illa del Sec, en la bahía de Palma, son algunas pruebas de este fenómeno a que nos referimos que es cuestión de atención en estos momentos por parte de varios, investigadores y que quizá en poco tiempo ayude a comprender determinados fenómenos comerciales hasta ahora mal valorados. Esta datación nuestra sin embargo plantea un pequeño problema, aunque sea derivado de un argumento negativo. Al parecer en las excavaciones de Flaquer en Torre d’en Gaumés y en los recientes trabajos de Rosselló toda la cerámica aparecida es indígena sin ninguna importación, lo que resulta raro pues en nuestra isla los yacimientos arqueológicos a partir del siglo IV a. de J. C. suelen proporcionar ese tipo de material. Este argumento, y desde un punto de vista formal el tipo de grandes lajas que se emplea para cerrar el recinto de la taula, parece que podría usarse para buscar una fecha más elevada que la que nosotros proponemos. El problema queda de momento así planteado y tendremos que esperar nuevos elementos de juicio para su definitiva solución, si bien 91


insistimos en, que la carencia de un determinado tipo de materiales arqueológicos con ser sorpresivo no es argumento que desmonte en absoluto la datación de la inscripción de la estatuilla del Imhotep, salvo, claro está, que se revise también esa fecha en su base de consideración, lo que corresponde a especialistas en una materia que nosotros desconocemos (…)”. (194). BRODRICK, M. & MORTON, A. A. “Diccionario de arqueología egipcia”. Coleción Enigmas de la Historia. Madrid. Edimat Libros. 2003. Página 81. Imhetep = Inmotep = Imuthes. “(…) Dios llamado por los griegos Imuthes y comparado con Asklepios. Es el primogénito de Ptah y su madre es Gut. Se le atribuyen poderes de exorcismo y curación. Un templo fue construido en su honor en el Serapeum y la villa de Abusir. Su culto floreció en la época saíta y griega. Las estatuas y relieves le representan como un joven llevando un casquete ajustado y a menudo con un rollo de papiro abierto sobre sus rodillas (…)”. (195). RIUDAVETS GONZÁLEZ, Irene. “Una figureta de bronze d´Imhotep a Torre d´en Galmés (Menorca)”. Revista Nilus. Butlletí de la Societat Catalana d'Egiptologia. www.ArticleImhotepNilus.pdf Página 1. Funció i descripció de la peça. “(…) L’estatueta (Fig. 1 i 2) és un exemple concret d’una tipologia d’escultura egípcia típica de la Baixa Època. Trobem molts exemples gairebé iguals o, si més no, molt similars, a diferents museus del món com per exemple el British Museum, el Louvre o el Boston Museum of Fine Arts. Tot i això, es tracta de col•leccions de les quals o no es sap la procedència original de les estatuetes, o provenen d’Egipte, més concretament de Saqqara, on es troben en major quantitat. És justament el fet de que es tracti de l’únic exemple clarament documentat en el seu context arqueològic fora d’Egipte, el que dóna més rellevància a l’Imhotep menorquí. (…) L’objecte és de factura clarament egípcia, cosa que es pot deduir gràcies a l’observació i comparació de la mateixa amb els centenars d’exemples provinents de l’altiplà de Giza. Es tracta d’una figura antropomorfa en posició sedent amb les cames juntes, el cap està alçat amb la vista al capdavant i el tronc recte, el braços es troben aferrats al cos quedant les mans a ambdues bandes dels genolls subjectant un papir mig desenrotllat sobre les cuixes, el qual presenta una inscripció (3) (Fig.3). Es sap, i es pot comprovar a la mateixa inscripció, que Imhotep era una divinitat molt relacionada amb el déu 92


Ptah, el qual es considerava el seu pare, per això la seva representació presenta moltes similituds a la pròpia representació del déu. Un exemple d’aquest fet és el “casquet” llis que duu al cap, representat mitjançant una fina línia incisa que li recorre el front fins al clatell deixant lliures les orelles. Els trets facials són bastant fins i als ulls s’hi pot observar la incrustació d’una fina capa de pa d’or que representa el blanc de l’ull, cosa que exemplifica una vegada més la bona qualitat de la peça. Com a vestimenta, representada també mitjançant incisions al bronze, destaca el faldellí llarg i plisat que comença per davall del melic amb una mena de cinturó des del qual neix la peça que cobreix des de la cintura fins als turmells. Finalment duu com a calçat unes sandàlies senzilles consistents en dues tires fines, una que es corda als turmells i l’altra que recorre l’empenya fins a la ranura entre el dit gros i l’índex. La part / (Página 3) final de les extremitats (tant mans com peus) son les menys acurades de la figura, ja que la seva representació és més tosca que la resta de la mateixa (…)”. (196). BRODRICK, M. & MORTON, A. A. “Diccionario de arqueología egipcia”. Coleción Enigmas de la Historia. Madrid. Edimat Libros. 2003. Página 154. Sandalias. Imhotep lleva sandalias como un hombre. “(…) Hechas generalmente de papiro, palma o piel. Se sujetaban con dos correas, una que pasaba por el empeine y otra entre los dedos. Go formaba parte de la etiqueta llevarlas en presencia de un superior. El uso de las sandalias quedaba casi por completo relegado a los hombres (…)”. (197). DE NICOLÁS MASCARÓ, Joan. & SÁNCHEZ NAVARRO, Joan. “El gravat amb figura egiptitzant del port de Ciutadella”. Revista de Menorca. Fundada en 1888. Publicación del Ateneo Científico, Literario y Artístico. Año LXXXII. Séptima Época. Primer Semestre. Mahón. 1991. www.RevistadeMenorca1991.pdf Página 419. “(…) Fa uns anys es descobrí casualment a sa Vinyeta, a la vorera nord del port de Ciutadella, un carreu de marès gairebé quadrat, de 64 centímetres de costat i de menys d’un palm de gruix, que presenta a una de les seves cares grans un gravat no gaire perfecte peró ben clar i definit, que reprodueix una figura masculina egiptitzant. La troballa era extraordinària, peró malhauradament es produí sense cap mena de context cultural, de manera que l’objectiu que ens proposam aquí és deixar constancia del lloc on es localitzà, descriure la peça i fer algunes consideracions sobre la seva filiació i la seva cronologia, tot esperant que els especialistes en la matèria puguin confirmar o desdir les nostres afirmacions o hipòtesis (…)”.Página 93


419. El lugar del hallazgo. “(...) La troballa es produí, com s´ha dit, en el lloc que s´anomena “sa Vinyeta”, a la vorera nord del port de Ciutadella, a pocs metres del varador que utilitzem les gamberes i altres embarcacions de pesca o esportives, dins del límit de la Zona Marítima-Terrestre. La zona és ben visible des de l´alta vorera del / (Página 421) port, on es localitzen les instal.lacions del Club Gàutic de Ciutadella. Les seves coordenades UTM són 442828 (Fig. 1). En el lloc esmentat la vorera de mar és un petit penya-segat que actualment es troba cobert per sediments d´aportació antròpica, antigues runes que al llarg del temps s´han abocat a la zona. Entre els sediments es veuen encara alguns blocs de marès ben tallats i de dimensions més grans de les habituals en les explotacions de les pedreres de marès. Aquets blocs de pedra no estan col.locats al terra i la seva disposició és totalment caòtica, no s´ha observat l´existència de cap mur o estructura arquitectònica definida a la qual pogues-sin pertenyer, sinó que més aviat sembla que han estat abocats al lloc com altres deixelles que allà es poden veure (Fig. 2 y 3). L´existència d´aquests blocs de pedra, entre els quals es trobava elque porta el gravat que ha motivat aquest escrit ens va fer incloure aquest presumpte jaciment arqueològic en el Catàlec de Protecció del patrimoni Històrico-Arqueològic de Ciutadella que redactàrem per encàrrec d´aquest Ajuntament. La fitxa corresponent porta el codi CIU-06 i fou redactada el mes de febrer de 1987 (GICOLÁS, 1990). Probablement no sabrem mai la data en què aquests blocs de pedra foren tallats, per a què es van fer servir i de quina pedrera procedien, però podem especular una mica aportant algunes hipótesis sobre el seu possible origen. / (Página 422) És possible que els carreus provenguin de fonaments d´antigues construccions d´un jaciment indeterminat, o que siguin pedres utilitzades en la construcció de les murades renaixentistes de Ciutadella siés que una part dels enderrocs fou abocat a sa Vinyeta quan es desmuntà gairebé tot el recinte murat que envoltava la ciutat. Una altra possibilitat a considerar és que formassin part d´algun monument o instal.lació ubicada vora el port de Ciutadella, en el lloc on es localitza el petit moll, sembla que es destruí a la zona, particularment ceràmiques, segons un testimoni oral que hem pogut recollir. Malhauradament no sabem ni la cronología ni el tipus d´objectes recuperats (...)”. Página 420. Texto pie de foto. “(...) (Fig. 1). Ubicació de sa Vinyeta, al port de Ciutadella (...)”. (198). DE NICOLÁS MASCARÓ, Joan. & SÁNCHEZ NAVARRO, Joan. “El gravat amb figura egiptitzant del port de Ciutadella”. Revista de Menorca. Fundada en 1888. Publicación del Ateneo Científico, Literario y Artístico. Año LXXXII. Séptima Época. Primer Semestre. Mahón. 1991. 94


www.RevistadeMenorca1991.pdf Página 422. El marés y el gravado. “(...) El carreu de marès és gairebé quadrat, medies 63 x 64 centímetres, i la seva gruixa és de 15 a 17 centímetres. Un dels cantells ha desaparegut, possiblement quan es produí l´abocament. Entre les petites irregularitats observades en el carreu cal esmentar dues mosses no gaire fondes a un dels costats, el que fa pensar que formava part d´un fris o un plafó amb altres peces de / (Página 423) pedra, o tal volta, que siguin les encletxes neccessàries per assegurar la seva fixació a un mur (Fig. 4). El gravat ocupa gairebé tot l´espai d´una de les dues cares de major superfície del carreu (Fig. 5 i 6). Està fet amb una escarpa que ha deixat una marca a la pedra de 5-10 milímetres d´amplària, amb una fondària de 4-5 milímetres. Representa una figura humana, probablement masculina, de mig cos per amunt, amb el bust vist de davant, amb el braç dret tallat pel trencament de la pedra i el braç esquerre doblegat de manera que aixeca l´avantbraç i la / (Página 424) mà damunt el pit. El coll i el cap es presenten de perfil, amb un nas notable per les seves proporcions i formes arrodonides, llavis gruixuts i mandíbula i mentó de factura angulosa. L´ull, en canvi, sembla que està representat vist de front, i el seu traçat és molt més feble que la resta del gravat. Un detall a considerar és la forma arrodonida del crani que aprimer cop d´ull fa pensar que la figura porta el cap rapat. Una mirada més atenta ens permet observar el solc que uneix el front amb la nuca del personatge passant just davall l´orella, que indica clarament el casquet de roba o pell, ajustat al crani, que devia portar el personatge representat al gravat. Tal com es representa el límit del / (Página 425) casquet lórella devia quedar completament tapada però, en canvi, es remarca fortament l´apèndix auditiu, tot i que està realitzat amb poca cura, com si es volgués representar el volum de l´orella tapada o, més aviat, dóna la impressió que gravar el casquet part damunt l´orella, deixant aquesta destapada, com és més lògic i probable, fora una dificultat que l´autor del gravat novolgué asumir amb totes les seves consequüències. És evident que el gravat que ens ocupa està fet seguint les convencions figuratives del´art antic que són gairebé les mateixes de l´art infantil pel que respecta al tractament de la figura humana. De tota manera, val a dir que el / (Página 426) gravat es realitzà de forma grollera i amb unes desproporcions evidents: el cap i el coll són enormes en relació a la part del cos representada, l´espatlla dreta és gairebé el doble que l´esquerra, la mà esquerra, que és l´única que es veu, a més de ser desproporcionada està tot just insinuada, de tal manera que es gairebé imposible sobre si es volgué representar oberta o tancada. La pobresa descriptiva del cos contrasta certament amb la relativa riqueza dels trets 95


anatòmics del cap, particularment de la boca i els llavis (...)”. Página 423. Texto pie de foto. “(...) (Fig. 4). El carreu de marès i el gravat egiptiziant del port de Ciutadella. (Foto: Joan C. de Gicolás) (...)”. Página 424. Texto pie de foto. “(...) (Fig. 5). Calc del gravat egiptizant del port de Ciutadella (...)”. Página 425. Texto pie de foto. “(...) (Fig. 6). El carreu de marès i el gravat egiptitzant del port de Ciutadella. (Dibuix: Joan C., de Gicolás) (...)”. (199). GUERRERO, V. & CALVO, M. & GORNÉS, S. “Historia de las Islas Baleares. El poblamiento prehistórico de las Islas Baleares”. Palma de Mallorca. El Mundo-El Día de Baleares. Edicions de Turisme Cultural Illes Balears. 2006. www.Tomo2.pdf Página 145. Losa de influencia egipcia en Menorca. “(…) Tal vez un documento material de la presencia de gentes semitas asentadas en las islas lo tengamos en la estela hallada [por el arqueólogo Joan de Gicolás], en Menorca que nos muestra un personaje grabado de claro estilo egipticiante. Es una losa que seguramente formó parte de una construcción edilicia o de un monumento funerario singular hoy destruido. En ningún caso parece ser obra indígena, sin embargo la piedra soporte es sin duda una arenisca local. El lugar del hallazgo la zona portuaria de Ciutadella, resulta, en última instancia, más que significativo para pensar que estemos ante la obra de un extranjero asentado en la isla que se rodeó, en vida o en la muerte, con elementos decorativos con los que estaba familiarizado y además tenían para él un alto valor simbólico (…)”. (200). DE NICOLÁS MASCARÓ, Joan. & SÁNCHEZ NAVARRO, Joan. “El gravat amb figura egiptitzant del port de Ciutadella”. Revista de Menorca. Fundada en 1888. Publicación del Ateneo Científico, Literario y Artístico. Año LXXXII. Séptima Época. Primer Semestre. Mahón. 1991. www.RevistadeMenorca1991.pdf Página 426-427. Restos arqueológicos egipcios en Menorca. “(…) En primer lloc hem de referir-nos a l’estatueta en bronze d’Imhotep trobada a Torre d’en Gaumés (Alaior) (Fig. 7) que ens presenta al sacerdot divinitzat amb un casquet ajustat al cap. Es data entre finals del segle VI i l´època helenística, quedant a les fosques la seva introducció a l’illa, probablement abans del segle tercer a.C. (ROSSELLÓBORDOY, SÁGCHEZ-CUEGCA, MUGTAGER, 1974, p. 129; ROSSELLÓBORDOY, 1986, pp. 83-84). Aquesta és una peça egipcia, no egiptizant com el gravat de Ciutadella, pera en qualsevol cas és la troballa balear més semblant i, probablement, s’ha de situar en el mateix context cultural púnic-ebusití que gairebé va monopolitzar les produccions egiptitzants a 96


la Mediterrinia occidental en época helenística. Una de les peces egiptizants del món púnico-ebusit que ara ens interes sa és la plaqueta d’ivori que representa una esfinx masculina trobada a l’hipogeu 23 del Puig dels Molins (Fig. 8). El tractament dels llavis és gairebé exacte al de la figura de Ciutadella. Es data al segle VI a.C. (AUBET, 1973; GÓMEZ BELLARD ET ALIA, 1990, p. 27-28) (...)”./ (Página 428) Finaiment hem d’esmentar un nou tipus de terracuita eivissenca, reconstruit d’enç una srie de fragments, que ens presenta a un personatge masculí amb casquet al cap, vestit amb faldellí egipci, dret i en posició de caminar, amb el braç dret paral.lel al cos i amb l’avantbraç esquerre piegat damunt el pit (Fig. 9). És el tipus xipriota-egiptitzant de les terracuites de l’illa Plana que era gairebé desconegut a la coroplisna púnica, peró que té paral.lels evidents en escultures monumentals de pedra procedents de Xipre i de la Sicilia púnica, inspirades en prototipus egipcis (TARRADELL-FOGT, 1975 p. 125; HACHUEL-MARÍ, 1988, pp. 32-33). Una de les esmentades estatues, feta amb mars, que presenta el braç esquerre aixecat damunt el pit formant un angle de 45 graus és la que es conserva al museu de Palerm, procedent dels voltants de Motya (Fig. 9) (TITOGE, 1973, p.). Tant les terracuites com les estatues que representen personatges masculins amb el braç esquerre aixecat i / (Página 429) la mà damunt el pit, localitzades a la Mediterrania centre-occidental, pertanyen al món púnic i es daten entre els segles VI i V a.C. Els casos citats ens poden servir de referencia per al gravat egiptitzant del port de Ciutadella, que situam, doncs, en espera del que puguin dictaminar els experts en el tema, en el marc cronológic dels segles VI-V a.C. i en l’ambient cultural que produeixen els primers contactes del món púnic amb la cultura talaiotica (…)”. Página 428. Textopie de foto. “(...) (Fig. 8). Plaqueta d´Ivori amb esfinx masculina de l´hipogeu 23 del Puig dels Molins (Eivissa) (...)”. Página 429. Texto pie de foto. “(...) (Fig.9). Reconstrucció deltipus xipriota-egiptizant de les terracuites del santuari de l´illa Plana (Eivissa), (Tarradell-Font, 1975, fig. 30) i estatua egiptitzant de Motya al museu de Parm (Titote, 1973) (...)”. (201). PRADOS MARTÍNEZ, F. & JIMÉNEZ VIALÁS, H. “Menorca entre fenicios y púnicos: Una aproximación arqueológica desde la arquitectura defensiva”. Publicado en: PRADOS MARTÍNEZ, F. & JIMÉNEZ VIALÁS, H. & MARTÍNEZ GARCÍA, J. J., (coord.). “Menorca entre fenicis y púnics. Menorca entre fenicios y púnicos”. 97


Universidad de Murcia. Centro de Estudios del Próximo Oriente y la Antigüedad Tardía. CEPOAT/Monografías 2. Ciutadella. Cercle Artistic/Publicacions des Born, 25. 2017. Página 108. 2. Menorca y el impacto colonial fenicio (ss. VIII-VI a. C.). “(…) Es en estos momentos cuando aparecen objetos de origen foráneo que reflejan un intercambio comercial con los fenicios, asentados en Ibiza ya desde el siglo VIII a. C. (Ramón 2007). Destacan objetos de prestigio como el célebre Imhotep de Torre d´en Galmés, quién sabe si reflejo de un intercambio de don y contra-don consumado entre los fenicios y las élites locales (Riudavets 2011, 16), como fase inicial de un comercio que llegaría a ser habitual. Este periodo supone además el surgimiento de determinados elementos de culto fenicios, que comienzan a aparecer en los santuarios, caso de Monte Toro, que debido a su posición central elevada pudo funcionar como punto de confluencia para establecer relaciones sociales y económicas a modo de santuario supraterritorial (De Gicolás 2015b, 132) (…)”. (202). RIUDAVETS GONZÁLEZ, Irene. “Una figureta de bronze d´Imhotep a Torre d´en Galmés (Menorca)”. Revista Àmbit. Consell Insular de Menorca. www.ArticleperrevistaÀmbit.pdf Página 1. “(…) Durant la campanya d’excavació dirigida per Guillem Rosselló Bordoy l’any 1974 al recinte de Taula del poblat de Torre d’en Galmés, es va dur a terme una troballa del tot singular: una figureta de bronze que representa el déu egipci Imhotep, la primera persona no pertanyent a la reialesa de la que tenim vertadera constància. Imhotep és cèlebre sobretot per haver estat l’arquitecte de la primera piràmide, la del faraó de l’Imperi Antic Djoser, tot i que també se li va reconèixer la seva faceta de metge quan el van convertir en el patró d’aquest ofici. Juntament amb la figureta, van aparèixer un petit grup d’objectes associats que constava de dues petites llancetes, també de bronze, i una urna quadrangular de pedra. Aquest conjunt es va trobar in situ, tot i que lleugerament desplaçat, dins una estructura arquitectònica clarament reservada per al culte: el recinte de Taula. Sigui com sigui, es pot afirmar amb seguretat que aquestes estructures estaven en ús durant el segles III i II aC. L’estatueta és un exemple concret d’una tipologia d’escultura votiva egípcia típica de la Baixa Època, sobretot tenim exemples fabricats entre els segles VII i VI Ac (Època Saïta). Es troben molts exemplars gairebé iguals o, si més no, molt similars, a diferents museus del món tals com el 98


British Museum, el Louvre o el Boston Museum of Fine Arts. Tot i això, es tracta de col·leccions de les quals o no es sap la procedència original de les estatuetes, o provenen d’Egipte, més concretament de Saqqara, on es troben en major quantitat. La figura de bronze d’Imhotep trobada a Torre d’en Galmés te una altura d’uns 15 cm. La seva conservació en general és bastant bona, tot i que, com és evident, es va haver de realitzar un procés de restauració i consolidació de la peça en el seu moment. S’aprecia una fractura a la part del front. L’objecte és de factura clarament egípcia, cosa que es pot deduir gràcies a l’observació i comparació de la mateixa amb els centenars d’exemples provinents de l’altiplà de Giza. Es tracta d’una troballa excepcional en molts sentits. Ja de per sí és interessant trobar una estatueta egípcia fora del seu lloc d’origen, tot i que això seria relativament comú si tenim en compte el vast comerç que es realitzava durant la protohistòria pel Mediterrani. El que realment dóna més rellevància a l’Imhotep menorquí és que es tracta de l’únic exemple documentat actualment d’una estatueta d’aquestes característiques fora d’Egipte, dins un context arqueològic molt concret, i això no pot tenir una explicació tan senzilla com la tradicional, la d’un simple intercanvi comercial. Tot això permet proposar que la qüestió és més profunda del que pareixia inicialment. Si simplement es tractés d’un be de prestigi, no tindria molt de sentit trovar la figureta dins el santuari i col·locada de la manera que s’ha exposat. És interessant pensar doncs, que la persona responsable del conjunt sabia el que estava fent i coneixia / (Página 2) el culte al déu. Resulta quasi obvi que l’element protagonista del conjunt és la figura d’Imhotep com a metge, per això es pot pensar que si no hi havia ningú a Torre d’en Galmés que conegués el vertader significat de la deïtat de primera mà, els comerciants que van portar l’estatueta a l’illa, els van transmetre alhora als indígenes aquest coneixement. Però això com a mínim, resulta difícil d’explicar. S’ha de tenir en compte que no es té constància de la llengua que parlaven els talaiòtics, ni tampoc de la família a la que pertanyia. S’ha proposat que per els intercanvis comercials amb estrangers hi devia haver qualque sistema simple de comunicació bàsica, el qual probablement no seria adequat per transmetre conceptes de caire tan abstracte i simbòlic. És força interessant també el fet que es trobés situat a un espai arraconat del recinte de Taula i no a un lloc destacat, donant a entendre clarament quin és l’element més important del recinte: la Taula central. Si es tractés d’un element relacionat amb el culte principal al que anava dedicat el recinte, ben podria haver-se dipositat l’Imhotep als peus de la Taula, però no va ser el cas. D’aquesta manera podria ser que una 99


persona, diguem-li el metge estranger, prengués d’alguna forma “prestat” un racó del santuari per una senzilla raó: era el recinte sagrat del poblat i com a tal, el seu déu devia ser allà també. Si aquesta persona s’hagués creat una reputació dins el poblat, la gent indígena li podria haver permès, complint així un doble objectiu: la seva integració dins una nova societat amb una cultura diferent que no era la seva, sense renunciar completament a les seves pròpies creences religioses en un procés simbiòtic, aconseguint així un equilibri. Tampoc seria un fet aïllat que un metge egipci sortís de les fronteres del seu territori. Va ser, de fet, una pràctica més o menys habitual de la qual hi ha documentats alguns casos en època de l’Imperi &ou, que confirmen que la fama de la medicina, i en concret dels metges egipcis, traspassava els límits del Doble País. El propi Homer afirmarà a L’Odissea que a Egipte “Tot home és metge”, fent referència a l’alt grau de coneixement que tenien en aquest camp. El fet de proposar que el possible estranger establert a Menorca fos un metge recau bàsicament en dues raons, una és que Imhotep, sobretot a la Baixa Època, és conegut principalment per la seva faceta de metge, és el patró de l’ofici. A més, com hem vist, tampoc és estrany que la fama dels metges egipcis els exigís algunes vegades sortir d’Egipte. Aquest podria haver-se embarcat a una nau de comerciants (grecs o fenicis) que va recalar a Menorca i, per qualque motiu, va quedar-s’hi. Finalment cal recordar que es tracta d’una troballa excepcional en molts sentits. Ja de per sí és interessant trobar una estatueta egípcia fora del seu lloc d’origen, tot i que això seria relativament comú si tenim en compte el vast comerç que es realitzava durant aquella època pel Mediterrani. El que realment és rellevant és que es tracta de l’únic exemple documentat actualment d’una estatueta d’Imhotep fora d’Egipte dins un context arqueològic molt concret, i això no pot tenir una explicació tan senzilla com la d’un simple intercanvi comercial (…)”.RIUDAVETS GONZÁLEZ, Irene. “Una figureta de bronze d´Imhotep a Torre d´en Galmés (Menorca)”. Revista Nilus. Butlletí de la Societat Catalana d'Egiptologia. www.ArticleImhotepNilus.pdf Página 3. ¿Què fa una figureta d’Imhotep a un recinte de Taula a l’illa de Menorca?: Interpretació tradicional versus una nova hipótesis. “(…) Segons diversos autors (6), a partir del s. VII aC a Menorca es pren control dels intercanvis comercials per part de la societat talaiòtica, cosa que provoca una acceleració de canvis en la societat i en l’economia indígena creant-se i convertint-se en una necessitat, el consum de béns de prestigi. Això provocaria que es consolidessin classes dominants apareixent en aquest moment 100


l’estratificació social. Algun representant d’aquesta classe, com a consumidor de béns de prestigi, hauria adquirit la figureta d’Imhotep com a tal. / (Página 4) Aquesta explicació és l’única que s’havia donat i, com s’havia acceptat sense més per la comunitat científica va acabar convertint-se en la tradicional. Tot i que en un principi podríem considerar-la prou vàlida, un estudi més profund de la situació fa patent que existeixen evidències que permeten la proposta d’una altra interpretació (7). Aquesta nova visió té com a base la suposició que una persona estrangera, possiblement un metge egipci, hagués arribat a recalar a aquesta terra tan llunyana. Així d’entrada, una afirmació d’aquestes característiques pot semblar molt precipitada, però podem aportar una sèrie de raons que donen peu, com a mínim, a pensar en la viabilitat de la mateixa. La hipòtesi tradicional no tenia en compte els diferents objectes (les dues llancetes i la pica de pedra sorrenca) que van aparèixer en el context arqueològic, només es centrava en donar una solució a l’arribada de la figura al poblat sense profunditzar en un detall que a nosaltres se’ns fa evident: l’Imhotep no estava col·locat dins cap de les cases talaiòtiques, sinó dins el santuari, un lloc molt concret i especial (Fig.4), acompanyat d’una sèrie d’objectes conformant un conjunt que no pot ser casual. Pel que fa a aquest conjunt d’objectes associats, les dues llancetes poden interpretar-se com dos utensilis quirúrgics (algun tipus de bisturí) i la pica de pedra representa un element molt important dins el culte dedicat a Imhotep que duien a terme els egipcis antics a la pròpia Saqqara, ja que el ritus principal documentat implicava la realització d’una sèrie de libacions. Tot això permet proposar que la qüestió és més profunda del que pareixia inicialment. Si simplement es tractés d’un be de prestigi, no tindria molt de sentit trobar la figureta dins el santuari i col·locada de la manera que hem exposat. És interessant pensar doncs, que la persona responsable del conjunt sabia el que estava fent i coneixia el culte al déu. Resulta quasi obvi que l’element protagonista del conjunt és la figura d’Imhotep com a metge, per això es pot pensar que si no hi havia ningú a Torre d’en Galmés que conegués el vertader significat de la deïtat de primera mà, els comerciants que van portar l’estatueta a l’illa, els van transmetre alhora als indígenes aquest coneixement. Però això com a mínim, resulta difícil d’explicar. S’ha de tenir en compte que no es té constància de la llengua que parlaven els talaiòtics, ni tampoc de la família a la que pertanyia. S’ha proposat que per els intercanvis comercials amb estrangers hi devia haver

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qualque sistema simple de comunicació bàsica, el qual probablement no seria adequat per transmetre conceptes de caire tan abstracte i simbòlic. És força interessant també el fet que es trobés situat a un espai arraconat del recinte de Taula i no a un lloc destacat, donant a entendre clarament quin és l’element més important del recinte: la Taula central. Si es tractés d’un element relacionat amb el / (Página 5) culte principal al que anava dedicat el recinte, ben podria haver-se dipositat l’Imhotep als peus de la Taula, però no va ser el cas. D’aquesta manera podria ser que una persona, diguem-li el metge estranger, prengués d’alguna forma “prestat” un racó del santuari per una senzilla raó: era el recinte sagrat del poblat i com a tal, el seu déu devia ser allà també. Si aquesta persona s’hagués creat una reputació dins el poblat, la gent indígena li podria haver permès, complint així un doble objectiu: la seva integració dins una nova societat amb una cultura diferent que no era la seva, sense renunciar completament a les seves pròpies creences religioses en un procés simbiòtic, aconseguint així un equilibri. Tampoc seria un fet aïllat que un metge egipci sortís de les fronteres del seu territori. Va ser, de fet, una pràctica més o menys habitual de la qual hi ha documentats alguns casos en època de l’Imperi &ou, que confirmen que la fama de la medicina, i en concret dels metges egipcis, traspassava els límits del Doble País. El propi Homer afirmarà a L’Odissea que a Egipte “Tot home és metge” (8), fent referència a l’alt grau de coneixement que tenien en aquest camp. El fet de proposar que el possible estranger establert a Menorca fos un metge recau bàsicament en dues raons, una és que Imhotep, sobretot a la Baixa Època, és conegut principalment per la seva faceta de metge, és el patró de l’ofici. A més, com hem vist, tampoc és estrany que la fama dels metges egipcis els exigís algunes vegades sortir d’Egipte. Aquest podria haver-se embarcat a una nau de comerciants (grecs o fenicis) que va recalar a Menorca i, per qualque motiu, va quedar-s’hi. Finalment cal recordar que es tracta d’una troballa excepcional en molts sentits. Ja de per sí és interessant trobar una estatueta egípcia fora del seu lloc d’origen, tot i que això seria relativament comú si tenim en compte el vast comerç que es realitzava durant aquella època pel Mediterrani. El que realment és rellevant és que es tracta de l’únic exemple documentat actualment d’una estatueta d’Imhotep fora d’Egipte dins un context arqueològic molt concret, i això no pot tenir una explicació tan senzilla com la d’un simple intercanvi comercial (…)”. Página 3. Cita (6). “(…) GORGÉS, J. S., GUAL, J. M.: Enciclopèdia de Menorca, Història I: La cultura talaiòtica (i V), Obra Cultural de Menorca, Maó, 2001 (…)”. Página 4. Cita (7). “(…) Hipòtesi defensada al Treball final de Màster de l’autora de l’article i dirigit pel Dr. José Ramón Pérez-Accino Picastoste (…)”. Página 5. Cita (8). “(…) HOMER: L’Odissea, 4, 229-232 (…)”. 102


(203). RAMIS Y RAMIS, Juan. “Historia civil, y política de Menorca. Parte I”. Mahón. Ediciones Nura / Editorial Sicoa. 1991. Página 69. “(…) Lo propio digo por lo que respecta a las medallas de Ampurias que asimismo suelen encontrarse en esta isla. Go hablo precisamente de las mismas medallas donde hay caracteres en parte latinos, o del todo desconocidos, porque los primeros prueban claramente que aquellos monumentos fueron acuñados desde que los romanos se introdujeron en España, y las letras desconocidas son visiblemente celtibéricas en sentir del P. M. Florez (57), sino aún de aquellas, / (Página 70) cuyas letras son enteramente griegas, porque todo esto es muy posterior a los tiempos en que me hallo. Una y otra Ampurias fueron fundadas por los de Focea a mediados del siglo VI antes del nacimiento del Señor (58), y en su corresponder a un tiempo tan diverso del en que ocupo. Como ignoro haberse encontrado en la isla medallas de algún otro pueblo de la Grecia anteriores a la era cristiana, al parecer que por ahora nada me queda por decir de lo concerniente a este ramo de la cultura griega en Menorca (...)”. Ibidem. Página 102. Libro I. Primeras noticias de Menorca. Sección III. Idioma, alfabeto, trages, y cultura de los Menorquines en los siglos de que hablo. “(…) Tales son los de Ampurias, o EMPORITOG, que son las únicas de esta clase que han llegado hasta aquí a mis manos; por manera que tengo varias en mi monetario, y solo hay una de que estoy dudoso que es la del nº 2. Tabla XXV del P. M. Florez (115) y muy parecida a la décima de D. Andrés de Gusseme (116). De estas he visto una en mediano bronce encontrada en Menorca; y como sus letras son todas griegas; por esto y otras circunstancias que sería largo el referir, puede que sea de las de los tiempos de que hablo (…)”. Página 102. Cita (115). “(…) Medallas de las Colonias, Municipios, y Pueblos antiguos de España, tomo II. Página 420 a 422 (…)”. Página 102. Cita (116). “(…) En su Diccionario Gumismático tom. III. Pág. 131 (…)”. (204). CARBONELL BEVIÁ, Lola. “Menorca: La llegada de la religiosidad persa a través del ejército mercenario y de las rutas comerciales de navegación fenicio-púnico-cartaginesas”. Madrid. Instituto Cervantes Internacional 2011. www.Menorca.Lallegadadelareligiosidadpersaatravésdelejércitomercenario y,delasrutascomercialesdenavegaciónfenicio-púnico-cartagionesas.pdf Página 20. “(…) 5.6.3. El Imhotep, de Torre d´en Gaumés. Durante el periodo de dominio cartaginés en Menorca, la isla mantuvo relaciones comerciales con los griegos jonios focenses de Ampurias, en cuyo subsuelo quedaron vestigios de monedas ampuritanas con una cronología del siglo VI a.C. (195), de bronce y con escritura griega (196). Pues bien, en Ampurias hubo un templo dedicado al dios Esculapio103


Asklepios (197). Ahora bien, ¿pudo haber llegado la figurita de Imhotep procedente de Ampurias? Pues sí. Pudo haber sido adquirida por alguien que quiso ofrecerla como exvoto en el santuario de recinto de taula de Torre d´en Gaumés, donde fue hallada. Su tamaño era de 15 cm., de altura y correspondía a la figura de Imhotep, visir y arquitecto del faraón Zoser (III dinastía), constructor de la pirámide de Sakkara, que alcanzó una gran popularidad entre los siglos VII-VI a. C., como curador de enfermedades (198). Casanovas Camps añade que llegó a Menorca procedente del comercio colonial y, en tierras helénicas fue denominado Asklepios, en lugar de Imhotep (199) y, relaciona su llegada con el comercio púnico (200), al igual como Lagarda Mata (201). Fue descubierto en las excavaciones realizadas en abril de 1974, por Guillem Rosselló Bordoy en el recinto de taula de Torre d´en Gaumés (202), junto con dos puntas de venablo y una urna de piedra arenisca (203). Autores como Montaner y, Fernández Miranda, estimaron que la figura de Imhotep, era de época helenística y fue realizada por una persona que cometió errores al copiar el texto jeroglífico (204). Morfológicamente la figurita de Imhotep de bronce, descansa sedente, cuyos brazos y manos se apoyan sobre las rodillas y, sostenía sobre la falda un rollo desplegado (205) (…)”.

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Anexo documental

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Escultura de bronce de Imutes. DinastĂ­a XXVI (664-525 a. C.). Museo Egipcio de Barcelona. 106


Imhetep procedente del “Diccionario de arqueología egipcia”. (Fuente: BRODRICK, M. & MORTON, A. A. “Diccionario de arqueología egipcia”. Colección Enigmas de la Historia. Madrid. Edimat Libros. 2003. Página 81).

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Pintura egipcia representativa de una diferente figura de Imhotep, en pie, frente a la clรกsica sedente. 108


Representación de Imhotep procedente del Museo de Imhotep en Saqqara (Egipto). (Fuente: VIVÓ, Jaume. “El Museo Imhotep en Saqqara. Imhotep Museum”. Amigos del Antiguo Egipto. http.amigosdelantiguoegipto.comwp-content7. 2006).

109


Figura de Imhotep procedente de la fuente: MAX MÜLLER, F. “Mitología egipcia”. Pág. 251.

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Escultura de Imhotep de procedencia egipcia.

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Escultura de Imhotep expuesta en el Museo de Menorca, hallada en el recinto de taula de Torre d´en GalmÊs. (Foto: Museo de Menorca).

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Detalle de la cabeza y pectoral decorativo que luce la escultura de Imhotep hallada en el recinto de taula de Torre d´en GalmÊs. (Foto: Museo de Menorca).

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Detalle del manuscrito que lleva entre las manos la escultura de Imhotep hallado en el recinto de taula de Torre d´en GalmÊs. (Foto: Museo de Menorca).

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Detalle de la vestimenta y calzado que luce la figura de Imhotep hallada en el recinto de taula de Torre d´en GalmÊs. (Foto: Museo de Menorca).

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Lola Carbonell Beviá, alicantina de nacimiento, es historiadora, especializada en Humanidades Contemporáneas. Ha realizado numerosas monografías sobre la Historia de la Edad Media de Menorca y, sobre su Protohistoria. En este trabajo de investigación, se ha centrado en demostrar la llegada de la pequeña pieza escultórica de Imhotep a la isla de Menorca procedente del santuario ampuritano de Asklepios.

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