MARVIN HARRIS “EL PROCESO DE HOMINIZACIÓN» CAPITULO 2 LA EVOLUCIÓN ORGÁNICA Este capítulo trata de los principios básicos de la herencia y la evolución biológicas. Estos principios son esenciales para comprender cómo surgió nuestra especie y cómo adquirió su naturaleza humana distintiva. Sólo se tocarán los aspectos más básicos de los mecanismos de herencia y las fuerzas de la evolución. Reproducción, herencia y sexo Los organismos, como los coches, se desgastan, sufren accidentes y dejan de funcionar. La reproducción es un medio de asegurar la continuidad de cada “modelo” garantizando la preservación de los planos para hacerlo. Estos planos constituyen las instrucciones hereditarias de un organismo. Sin reproducción, tanto las instrucciones hereditarias como el propio organismo podrían extinguirse en un breve período de tiempo. La reproducción es, pues, el proceso por el que un organismo hace una copia de sí mismo y de sus planos o instrucciones hereditarias. Todos los organismos superiores (y también muchas formas simples de vida) se reproducen sólo después de transferir fragmentos de sus instrucciones hereditarias a otros organismos. Cuando la reproducción implica tales transferencias se la califica de sexual. ¿A qué obedece el sexo? La reproducción sexual es ventajosa porque permite a los organismos compartir pequeñas diferencias en sus instrucciones hereditarias y combinarlas en formas nuevas. En otras palabras, la reproducción sexual incrementa la variabilidad de las instrucciones hereditarias que se transmiten de generación en generación. Esta variabilidad incrementa a su vez la capacidad de sucesivas generaciones para resistir cambios ambientales adversos y aprovechar nuevas oportunidades ambientales beneficiosas. Las ventajas de la reproducción sexual se harán más claras cuando analicemos más adelante en este capítulo las fuerzas de la evolución. GENES Y CROMOSOMAS