Conocer la historia de Extremadura a través de los escenarios en que tuvo lugar, o disfrutar de la esencia del arte a través de sus obras originales, es todo un lujo que no tiene precio. Extremadura es un museo abierto que aguarda en sí innumerables tesoros, un enriquecedor paseo por el tiempo que nos traslada a la magia de los mundos romanos, islámicos y cristianos, o al encanto de los cascos históricos medievales y renacentistas, detenidos en el tiempo y todavía llenos de vida. Extremadura es la esencia de todo patrimonio histórico artístico, que sólo podemos percibir por nuestros propios sentidos.