Teosofía egipcia en menorca

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Teosofía egipcia en Menorca

Lola Carbonell Beviá 1


Teosofía egipcia en Menorca

Lola Carbonell Beviá

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Teosofía egipcia en Menorca

Índice

1. La historia egipcia de Menorca. 2. Grabados de embarcaciones egipcias, en Menorca. 2.1. Las embarcaciones de Es Tudons y Santa Anna, en Ciutadella. 3. Grabados de motivos gráficos egipcios, en Menorca. 4. Grabados de semillas en crecimiento, en Menorca. 5. Grabados de figuras itifálicas, en Menorca. 5.1. Dioses itifálicos. 5.2. Figuras fálicas. 5.3. Dioses fálicos japoneses. 5.4. Dioses fálicos griegos. 5.5. Dioses fálicos egipcios. 5.6. Itifálicos de Menorca. 6. Restos de fragmentos de huevos funerarios de avestruz. 7. Teosofía egipcia en Menorca. 7.1. Los barcos. 7.2. Las semillas. 7.3. Los árboles. 7.4. Amar. 7.5. El triángulo. 7.6. El huevo de la vida de ultratumba. 3


8. Conclusiones. 9. Citas bibliogrรกficas.

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Teosofía egipcia en Menorca Lola Carbonell Beviá

1. La historia egipcia de Menorca. Se tiene constancia de la llegada de egipcios a Menorca en la segunda mitad del segundo milenio a. C., con motivo de la colonización de nuevas tierras (1). Entre los años 1803 a. C., y 1792 a. C., Menorca pudo pertenecer a la provincia egipcia de Libia (2). Por lo tanto, en el año 1708 a. C., el representante militar del ejército egipcio, que se llamaba Oziris-Hércules egipcio, se presentó en las Baleares para dar muerte a Gerión, que había sublevado la provincia egipcia de Libia, siendo el objetivo de OzirisHércules volver a someter el territorio insular, al dominio egipcio (3). A partir del 1708 a. C., las Baleares volvieron a estar sometidas a la provincia egipcia de Libia, bajo el mando de Baleo (4). Concretamente, en dicho periodo, Menorca ya estaba habitada por una población “rústica y salvaje” (5). El segundo momento histórico en que Menorca fue poblada de egipcios fue en torno al año 1004 a. C., tras haber concluido una intensa sequía de 26 años de duración, que había producido la despoblación de la isla de Menorca (6). De dichos periodos de dominio o influencia egipcia sobre Menorca (7), quedaron prácticas antropológicas, como fueron, la utilización de ataúdes tauriformes procedentes de “La Punta” de Pollensa (Mallorca); del hipogeo nº 7 de Cales Coves de Menorca; y de la “Cova dels coloms”, cercana al barraco de Binigaus Vell, en Menorca (8). El hallazgo de una placa de piedra con un grabado de una figura egipticiante, en el puerto de Ciutadella, de Menorca (9), que se estima llegó a la isla procedente del comercio fenicio (10). Y la llegada a la Balear Menor de una pequeña escultura de bulto redondo, sedente, que representa la deidad Imhotep y, que Carbonell Beviá estima que llegó procedente del comercio foceo desde el santuario de Asklepios en Ampurias (11). 5


2. Grabados de embarcaciones egipcias, en Menorca. Alrededor de los inicios del III milenio a. C., existió un comercio marítimo de Egipto con Creta (12), siendo colonizadas en dicho periodo histórico las islas mayores del Mediterráneo occidental, como las Baleares (13). Fue entre el III y III milenio a. C., cuando existió un comercio del ámbar, producto que era intercambiado por cobre entre las poblaciones mediterráneas del Sureste (14), como Grecia (15), con las del Norte de Europa (16). Igualmente, en Egipto, se intercambiaba el estaño por ámbar (17), durante el periodo de la XII dinastía, que abarcó desde los años 2778 a. C., hasta el 2569 a. C. (18). El ámbar se utilizó para comerciar (19), durante más de un milenio (20). En el IV milenio a. C., el rey Meri-Ra emprendió expediciones para conquistar y viajar, pero no se tiene conocimiento de que fuese por mar (21). En el II milenio a. C., Egipto no solo tenía una marina que navegaba en el mar Rojo (22), sino que llegó hasta las Cícladas (23); mantuvo comercio con la isla de Chipre (24) y, Chipre con Menorca (25). Durante milenios, las travesías egipcias marítimas hacia Occidente se conocían por mapas que se trasmitían verbalmente y, que se pusieron por escrito en la época ptolemaica (26). La navegación egipcia fue muy anterior a la fenicia, cuyo dios de las aguas, Usus, enseñó a los hombres a navegar, utilizando un tronco vacío como embarcación (27). Los primeros barcos egipcios para la navegación en alta mar estaban construidos de madera de acacia, con mástiles de madera de abeto y, velas de fibra de papiro o lino (28).

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2.1. Las embarcaciones de Es Tudons y Santa Anna, en Ciutadella. En suelo menorquín aparecieron un grabado o inscultura de una embarcación; y una pintura de un segundo barco, que por sus características parecen ser egipcios. Fueron hallados en las cuevas de Es Tudons y, en la de Santa Anna. La primera de ellas ubicada en Es Tudons corresponde a una embarcación muy similar a la emblemática utilizada en Egipto por el barquero de los muertos (véase anexo documental). Según Guerrero Ayuso, dicha nave tiene su parecido con los cánones estilísticos de los barcos nubios de papiro aparejados con vela cuadra (29). La nave de Santa Anna, en Ciutadella de Menorca, según Guerrero Ayuso, sigue las características constructivas de los barcos de tallos para la navegación en alta mar (30). La emblemática de la pintura de Santa Anna, recuerda en una de sus partes, la de la barca solar con forma de doble serpiente (véase anexo documental), debido a que el dibujo de Santa Anna tiene la proa apuntada y, la popa semicircular. Dicho autor estima una cronología para dichas insculturas de embarcaciones del siglo VI a. C. (31). 3. Grabados de motivos gráficos egipcios, en Menorca. En el año 2009, Vicente Ibáñez Orts tuvo la deferencia de permitir el acceso a un material de su propiedad que no había sido publicado hasta dicho momento (32). Entre una diversidad de grabados, existen dos de ellos, que bien pudieron haber sido realizados por individuos egipcios que arribaron a la isla de Menorca. El grabado se halla en la cueva 6 Des Tudons (Ciutadella). En éste se aprecia un signo gráfico a modo de letra “A”, que para nada tiene que ver con dicho signo ortográfico español (33), sino con el jeroglífico egipcio cuyo significado equivale al sonido MER y, cuyo significado reside en la palabra “amar” (34). 7


4. Grabados de semillas en crecimiento, en Menorca. Se trata del grabado 1C de la cueva 3 Des Tudons (Ciutadella) (35), en el que se aprecian dos figuras romboidales de las que parte una línea recta. Parecen dos saquitos con un hilo atado, o bien dos semillas de las que parte el tramo que ha crecido. 5. Grabados de figuras itifálicas, en Menorca. Los grabados de figuras itifálicas en Menorca están relacionados con las rutas comerciales egipcias, griegas y norte-europeas. ¿Y por qué? Porque tan solo existen dioses fálicos o itifálicos entre las culturas egipcia, griega y japonesa. Se descarta la influencia japonesa en Menorca, por la situación geográfica dispar. Pero en cambio, bien fueron los egipcios o los griegos, -quienes sí que tenían dioses fálicos-, los que dejaron su impronta en Menorca. 5.1. Dioses itifálicos. Los dioses itifálicos fueron símbolos circunscritos a una cronología Neolítica (36) y Calcolítica, emblemas de fertilidad para el crecimiento de las plantas; o para la estimulación de la tierra (37). 5.2. Figuras fálicas. Desde las costas del mar Báltico hasta Finlandia , el norte de Rusia, se hallan un tipo de representaciones de figuras fálicas masculinas que sostienen arcos en sus manos y, cuya cronología se remonta al II milenio a. C. (38). 5.3. Dioses fálicos japoneses. Pertenecieron al Neolítico japonés y, más concretamente a la cultura Jômon, en la que fueron creadas en arcilla, pequeñas figurillas de dioses fálicos (39). 5.4. Dioses fálicos griegos. Fueron tres los dioses fálicos griegos que fueron venerados.

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El primero de ellos se llamaba Falo, simbolizaba la fuerza genital y, era venerado en las fiestas de Dionisos (40). El segundo fue Hermes itifálico (41), identificado como un dios compañero del hombre y, en posición itifálica (42). Representación emblemática que los griegos atenienses heredaron del culto religioso de los Pelasgos (43). Y que los griegos focenses de Ampurias adquirieron y plasmaron en una terracota que fue sepultada en la necrópolis Martí, cuya cronología data del siglo V a. C. (44). Y el tercero y último fue Priapo, uno de los hijos del dios Mercurio (45), venerado por los griegos por sus atributos procreadores (46). Para otros autores, no fue hijo de Mercurio, sino de Baco y Venus (47); Afrodita y Dionisos o, Afrodita y Zeus (48). A Priapo se le simbolizaba con un sexo de tamaño inusitado fruto de la leyenda de su nacimiento, en la que Hera, quiso vengarse de Afrodita haciendo nacer a Priapo con dicha deformidad genital, por lo que fue abandonado por su madre. Fue venerado como dios fertilizador de los campos, del cultivo de las viñas y de la fecundidad de los ganados (49). 5.5. Dioses fálicos egipcios. En Egipto hubieron cuatro divinidades itifálicas que fueron: Amón, Min-Amón o Amón-Amsu; Khem; Min y; Nehebka. El primero de ellos, Amón (50), también llamado Min-Amón o Amón-Amsu era el dios del nomo itifálico de Panópolis, el Apu del Antiguo Egipto o el moderno Akhmîn (51). Fueron halladas estatuas suyas en Coptos (52). El segundo de los dioses itifálicos fue Khem, la divinidad egipcia de los Misterios (53). Min, fue la deidad itifálica más conocida del Antiguo Egipto. Fue el dios del Alto Egipto al que se representaba con forma humana y con la mano izquierda sosteniendo su miembro viril (54). Representaba a la fertilidad (55) y, en su honor se celebraba la fiesta de la cosecha (56), durante el solsticio de verano, consistente en 9


colocar un alto mástil sobre el que se ubicaban los símbolos de Min, que consistían en el templo y los cuernos lunares de visión (57). La fiesta de Min era la de la siega, para la que los egipcios preparaban una procesión en la que participaba el rey, la reina y un toro blanco y, a cuya estatua del dios, se le practicaba a diario el culto divino (58). Min también era identificado con Horus (59) y con Osiris resucitado (60). El signo jeroglífico de Min es similar a un cascabel con un hilo anudado seguido de un doble círculo, emblema de divinidad (61). Min era una divinidad solar (62), por ello se le quemaba incienso para proteger a las gentes en el desierto (63). Y el soberano del desierto del oeste y, de la parte oriental del delta estaba asociado a Min (64). La antigüedad histórica de Min se remonta a tiempos sin una cronología exhaustiva, puesto que después de Min reinaron 350 reyes desconocidos (65). Por lo tanto, Min fue humano y posteriormente divinizado. Fue hijo de Usret “La Poderosa”, que residía en el quinto nomo del Delta (66); aunque otros autores estiman la procedencia asiática de Min (67); así como troglodítica (68). Min fue el primer hombre que reinó en Egipto (69), quién tuvo un hijo llamado Lino o Maneros (70). Como rey se ocupó de crear infraestructuras, mediante la construcción de un dique, que consiguió desecar el terreno para la construcción de la ciudad de Menfis (71). Pero, igualmente, con Min estaba relacionada la ciudad insular de Quemish, ubicada en el delta del Nilo (72). Una vez que Min fue divinizado, se le adjudicó una emblemática consistente en: Deidad fecundadora y de la tormenta (73); pluviogenésica portadora de un rayo en su mano (74); encarnado en un animal (75); itifálico, con un brazo levantado (76); el hacha “Doble Luna” de Min y, con unos cuernos curvos que aparecían en los templos de Min (77). 10


Cronológicamente, el culto a Min (78) estaba extendido en la V Dinastía (2500-2350 a. C.), del Imperio Antiguo (79). Al igual que en la XI Dinastía (80), (2137-1994 a.C.) del Imperio Medio (81). Y en el Imperio Nuevo con la XVIII Dinastía (1543-1292 a. C.) (82), en que Yuya, desempeñó el cargo de virrey de Tutmosis IV y, de Amenofis III (83). Yuy era señor de Akmin y, supervisor del ganado de Min (84), además de ser profeta del dios Min (85). Es decir, el culto a Min se mantuvo a lo largo de la vida de Yuya, entre 1453 a. C. y 1378 a. C. (86). Durante el reinado de Seti I perteneciente a la XIX Dinastía (1320-1200 a. C.), (87), existió el culto a un dios itifálico denominado Nehebkas, con emblemática de serpiente, con brazos y piernas (88). 5.6. Itifálicos de Menorca. En la isla de Menorca aparecieron dos insculturas de itifálicos muy esquematizados. Una de ellas se halla en la cueva 2 de Es Aljubs, perteneciente al término de Ses Arenes de Baix, en Ciutadella (89). Y la segunda está ubicada en la cueva 1 de Torre den Quart-Son Quart y en ella aparece una figura antropomorfa itifálica (90). La cronología de ambas se circunscribe entre los periodos Calcolítico y, Edad del Bronce. 6. Restos de fragmentos de huevos funerarios de avestruz. Procedente del comercio fenicio-púnico llegó a Menorca un huevo de avestruz, de carácter funerario. Se desconoce el lugar de procedencia donde fue hallado. Pero dos fragmentos de dicho huevo de avestruz se encuentran en el Museo de Menorca, ubicado en Mahón. Su descubridora fue la arqueóloga María del Pilar San Nicolás Pedraz, quién tras investigar en los fondos del museo, los encontró y publicó, en la década de los años setenta del siglo XX. El interés de los fragmentos de un único huevo de avestruz decorado, reside en que esta trabajado con relieves y, pinturas de fitomorfos, como corresponden a los existentes en la necrópolis ibicenca de Puig d´es Molins. Y su cronología está fechada entre los siglos VI-III a. C. (91). 11


7. Teosofía egipcia en Menorca. En los restos materiales de influencia egipcia que se han hallado en Menorca, existe una teosofía egipcia. Ello no significa obligatoriamente que todos los grabados que se han descrito tuviesen una procedencia directa egipcia, sino que pudieron ser de origen fenicio-púnico y, que llegaran a través de las rutas comerciales con Menorca. 7.1. Los barcos. La teosofía de las embarcaciones tiene que ver con la idea del viaje del finado al otro mundo y, con la resurrección. El viaje o travesía se corresponde con la vida terrenal, llena de alegrías y penas (92). Mientras que el barco se corresponde con el sarcófago y en él, reside el proceso de la resurrección (93). Un tiempo en el que es similar al trayecto en que el dios Sol recorre en la oscuridad la noche, igualmente navegando en un barco, donde el dios Sol o Ptah, se sitúa sobre una alfombrilla en la proa de la embarcación. La nave se mueve por remos que simbolizan la verdad y, son impulsados por dioses, almas de reyes y, otros muertos. Y la nave se dirige hacia el Occidente, el límite de la Tierra, donde entra en la total oscuridad (94). 7.2. Las semillas. La teoría de la resurrección por medio de las semillas fueron hechas realidad en la tumba de Horemheb, último rey de la XVIII Dinastía (1570-1320 a. C.), (95), lugar donde se encontraron los “semilleros de Osiris”, u objetos a modo de contenedores plantados de trigo (96). Igualmente fueron hallados en la tumba de Mahirpra, coetáneo del faraón Amenhotep II, perteneciente a la XVIII Dinastía (97), dos soportes de junco cubiertos por un pedazo de lino, sobre el que se había sembrado trigo en el momento del entierro, que había germinado con la oscuridad y con el calor de la tumba, pero se había secado ante la falta de luz. La teosofía de esta acción reside en la esencia del proceso de resurrección, que también se representó emblemáticamente en la 12


figura de Osiris (98), ya que dicho dios era el amo del mundo inferior y, el regente de los muertos, así como su figura fue comparada con el agua de la inundación de verano, que permite que los granos germinen otra vez (99). Es decir, Osiris era el inductor directo de la resurrección. 7.3. Los árboles. Los árboles representan en la vida de ultratumba egipcia, el renacimiento a una nueva vida, la inmortal, donde la entidad deífica se hallaba dentro del árbol y, el alma del muerto podía comer y beber del propio árbol-dios, asegurándose la continuidad de la vida (100). Cuando el hombre ha alcanzado el nivel del renacimiento en otra vida, asumiría el cuerpo de árbol del universo, adquiriendo las cualidades divinas hasta un grado sobrehumano (101). 7.4. Amar. El signo jeroglífico de “amar”, tenía un valor fundador, duradero y profundo. Su significado lo colocaba en paralelo con la acción del faraón empuñando la azada, cuyo significado reside en abrir la tierra y hacerla fecunda (102). 7.5. El triángulo. La simbología teosófica del triángulo reside en la vulva –para el triángulo simple- y, en el reloj de arena –para el doble triángulo-, emblemas de regeneración y, de surgimiento de la vida (103). 7.6. El huevo de la vida de ultratumba. La teosofía egipcia sobre el huevo de la vida de ultratumba se remonta a milenios, cuando todavía se creía en la personificación de los dioses. Egipto sufrió una gran inundación en torno al 10.970 a. C. (104). En dicho periodo reinaba Ptah “El Constructor”, quién ordenó la construcción de diques y represas para elevar la tierra de Egipto de las aguas (105).

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El primero de los grandes dioses fue Ptah quién reinó durante 9.000 años, de un periodo de entre 12.300 años (106) y, 13.870 años del conjunto de todos los dioses (107). Ptah gobernó durante la eras de Leo, Cáncer, Géminis y Tauro (108). Con Ptah, considerado el más anciano de los dioses, comenzó la teosofía del huevo de la resurrección, puesto que era denominado “Padre de los padres poderosos, padre de los inicios, el que creó el huevo del Sol y el huevo de la Luna” (109). Su nombre egipcio era representado jeroglíficamente como una serpiente enroscada, por ello en la emblemática funeraria, las barcas llevan una serpiente enroscada (110); es decir, en dicha simbología se estaba explicando que la barca, símbolo de resurrecció, era llevada a la otra vida por Ptah, el creador del huevo del Sol y de la Luna. La teosofía del huevo continuó con otro de los dioses, que fue Seb, -padre de Osiris-, nombrado como el “gran cacareador”, quién había dejado el huevo del que salieron la Tierra y, todas las cosas (111). Tras el periodo de reinado de los dioses, continuó otro tiempo que fue llamado de los “semidioses” y, cuya duración –para ciertos sacerdotes como Manetón-, fue de 3.650 años (112), abarcando una cronología de entre el 6.540 y 4.380 a. C. (113). Históricamente, la utilización de huevos de avestruz con carácter funerario se dio en la prehistoria sahariana y, se trasladó a Egipto, Fenicia, Mesopotamia y, Grecia. Por ello, la teosofía del huevo de la resurrección se asentó en Egipto desde los tiempos remotos del dios Ptah. El huevo del mundo fue un símbolo universal y sagrado de la cosmogonía, reverenciado por su misterio interno la representación del origen y el secreto del Ser (114). Del huevo del caos surgió posteriormente el universo, el Universo puesto por el dios del Tiempo y de la Tierra: Seb, “concebido a la hora del Gran Uno de la Fuerza Doble”. A Ra se le representaba en gestación del huevo del Universo (115). 14


La simbología funeraria egipcia reflejada en “El Libro de los muertos”, representaba al dios Ra en su huevo = el Sol, emprendiendo su marcha cuando los rayos del sol le daban impulso (116). Por ello, la religión y teosofía funeraria egipcia repetía el viaje mistérico del muerto en el huevo, con el que cruzaba el País del Misterio, puesto que el huevo representaba como matriz generadora, la vida en la inmortalidad y en la eternidad, símbolo de esperanza y de un segundo nacimiento, donde el alma purificada se encontraba en el interior del huevo y, tras su gestación a la inmortalidad, renacería de él una nueva vida sobre la Tierra (117). La teosofía egipcia del huevo de la regeneración de la vida de ultratumba, cuajó en la religión funeraria fenicia, absorbiendo el concepto teosófico y aplicándolo a los ritos sobre la muerte en los enterramientos fenicios (118). Por ello, llegó a la isla de Menorca los dos fragmentos de un único huevo de avestruz, decorado con figuras pintadas y grabadas fitomorfas, procedente de la necrópolis de Puig d´Es Molins, en Ibiza. 8. Conclusiones. En primer lugar, Menorca estuvo sometida como provincia de Libia, al dominio egipcio, durante el periodo comprendido entre 1.803 y 1.792 a. C. Y desde 1.708 a. C., hasta una fecha desconocida. En segundo lugar, Menorca estuvo poblada por emigrantes egipcios en el año 1.004 a. C. El comercio del ámbar existente por el Mediterráneo, entre finales del IV milenio a. C., y principios del III milenio a. C., entre los pre-helenos y egipcios, con el norte de Europa, introdujo a las islas Baleares y, concretamente a Menorca en dicho circuito. Las insculturas correspondientes a motivos englobados dentro de la teosofía egipcia, pudieron haberse realizado en alguno de estos periodos de dominación egipcia sobre Menorca, o de emigración a la isla. Mientras que la llegada de productos materiales como el huevo de avestruz funerario, se debió exclusivamente al comercio fenicio-púnico. 15


Los grabados de las embarcaciones de Es Tudons y Santa Anna, de Ciutadella; así como las semillas en crecimiento 1C de la cueva 3 Des Tudons tienen un carácter funerario egipcio, cuya teosofía se centra en mostrar la embarcación, como objeto utilizado, para la resurrección del individuo. Igualmente, las semillas en crecimiento indican la resurrección a una nueva vida tras la muerte. Por lo tanto, el individuo o individuos que realizaron los grabados, tuvieron que ser egipcios y, practicar la religión de su país, dando a conocer en el interior de las tres cuevas de Menorca, el viaje del ser humano a una nueva vida tras la muerte, bien porque fuesen utilizadas como santuario, o bien porque en ellas se hubiesen practicado enterramientos. El grabado del signo jeroglífico “amar” hallado en la cueva 6 Des Tudons, en el término de Ciutadella, fue realizado por un egipcio con el significado interpretativo de abrir la tierra y hacerla fecunda. Es decir, en este caso, estaba trasladando la orden de su faraón sobre el dominio y, colonización de la isla de Menorca. En cuanto a los dos grabados de figuras itifálicas halladas en la cueva 2 de Els Aljubs y, en la cueva 1 de Torre d´en Quart-Son Quart indican que sus autores pudieron ser pre-helenos o egipcios, dado que en las religiones griega y egipcia existieron divinidades itifálicas y, estaban relatando un hecho relativo a cualquiera de los dioses. Y por último, la influencia de la religión y teosofía funeraria egipcia dejó sentir su influencia en la religión fenicia, hecho por el cual, se mantuvieron las tradiciones fúnebres egipcias en tiempos posteriores, a lo largo del primer milenio a. C., quedando su impronta en objetos materiales como los huevos de avestruz, de carácter funerario, cargados de la milenaria religión de Ptah y Seb, que se mantuvo vigente desde tiempos remotos egipcios.

En Villajoyosa (Alicante). A 19 marzo, 2017.

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9. Citas bibliográficas.

(1). CARBONELL BEVIÁ, Lola. “Relaciones egipcio-menorquinas en el II milenio a. C.”. Alicante. Año 2015. www.relaciones egipciomenorquinas en el II milenio a. C. pdf Página 4. 1. La expansión territorial de los faraones de la XII dinastía egipcia. “(…) Egipto había salido fuera de sus fronteras durante el periodo comprendido entre 1990 y 1740 a. C., momento histórico en que reinaron los tres faraones denominados Sesostris (1), quienes tuvieron un ejército marítimo y terrestre (2). Las campañas de Sesostris o Senusert III, llegaron hasta la Europa escítica, Tracia y Asia (3), -Jonia, Focea, Éfeso, Sardes y Esmirna- (4). Se tiene constancia, que Sesostris I o Senusert I, llegó hasta Libia, para reprimir las incursiones sobre la frontera Oeste de Egipto (5). El último rey de la XII dinastía fue Amenemhat III, hijo de Sesostris III, quién concluyó la dinastía XII del Imperio Medio egipcio (6). En el año 1785 a. C., comenzó la XIII dinastía perteneciendo a ella un gran número de reyes (7). Y en 1700 a. C., Egipto fue gobernado por los hicsos, reyes pastores de Canán (8) (…)”. (2). CARBONELL BEVIÁ, Lola. “Relaciones egipcio-menorquinas en el II milenio a. C.”. Alicante. Año 2015. www.relaciones egipciomenorquinas en el II milenio a. C. pdf Página 5. 2. La llegada de Hércules egipcio y Hércules el Grande, a Menorca, en el II milenio a. C. “(…) La llegada de Hércules el Grande a Menorca tuvo lugar dentro de la XIII dinastía egipcia. En el año 1708 a. C., llegó Hércules el Grande, hijo de Hércules el Egipcio a las Baleares (9), -quién era denominado igualmente Oziris- (10). Ahora bien, la frontera occidental del delta de Egipto se hallaba en Libia y, Gerión procedía de Libia cuando invadió la península Ibérica y las Baleares (11). ¿Pudo ocurrir que Gerión provocara una insurrección de la provincia egipcia líbica, pasando posteriormente a ensanchar su territorio, con el fruto de las conquistas hispánicas en la península Ibérica y, las Baleares y, por ello se desplazó Oziris-Hércules Egipcio, desde Egipto a 17


Libia y, posteriormente a Hispania, incluidas las Baleares, siguiendo los pasos de Gerión y, sus hijos, para poner orden en la Libia? Pues bien, Oziris-Hércules Egipcio venció a Gerión en Tarifa (Cádiz) y lo mató, retornando Oziris-Hércules Egipcio a Egipto, habiendo dejado a los tres Geriones o hijos de Gerión, al mando de la gobernabilidad del territorio peninsular hispano, en el año 1770 a. C., (12). Binimelis afirmó en el siglo XVI, que Gerión conquistó las islas de Mallorca, Menorca e Ibiza “con los de Libia y las pobló” (13), es decir que las Baleares en tiempos de Gerión, pertenecieron a la provincia egipcia de Libia. Los tres hermanos Geriones, tuvieron un hermano llamado Tyfón que se hallaba en Egipto y, a quién sus hermanos, ordenaron el asesinato de Oziris-Hércules Egipcio, como aconteció (14). Oziris-Hércules Egipcio tuvo un hijo llamado “Hércules-Orión Libro de Egipto” o “Hércules el Grande”, que se dirigió a la península Ibérica para matar a los tres Geriones y, vengar a su padre (15). Hércules el Grande pasó por las islas Baleares en el año 1708 a. C. (16). Y dejó en las islas a su capitán Baleo, para el gobierno de las mismas (17) (…)”. (3). CARBONELL BEVIÁ, Lola. “Relaciones egipcio-menorquinas en el II milenio a. C.”. Alicante. Año 2015. www.relaciones egipciomenorquinas en el II milenio a. C. pdf Página 8. 6. Conclusiones. “(…) Desde tiempos de Sesostris I o Senusert I, la frontera occidental de la zona del delta de Egipto llegaba hasta Libia. Entre 1803 y 1792 a. C., el delegado egipcio en el gobierno de Libia fue Gerión, quién invadió las Baleares y, la península Ibérica, para anexionárselas a la provincia egipcia de Libia. En dicha época Menorca fue colonizada por Gerión y “gentes de Libia”. La situación inestable de la provincia egipcia de Libia no gustó al representante del ejército egipcio perteneciente a la XIII dinastía egipcia, quién marchó hacia la península Ibérica, atravesando las Baleares en el año 1770 a. C., para dar caza a Gerión y, someter el territorio peninsular hispano y las Baleares, al dominio egipcio. 18


El representante militar del ejército egipcio se llamaba OzirisHércules egipcio. Tras asesinar a Gerión, colocó en el gobierno del territorio peninsular y balear a los tres hijos de Gerión, llamados los tres Geriones. Pero ellos, organizaron un plan para asesinar a Oziris-Hércules egipcio, que fue ejecutado por un hermano de los Geriones, enviado a Egipto, llamado Tyfón. Los asesinatos no concluyeron. Hércules el Grande, fue hijo de Oziris-Hércules egipcio y tras percatarse del asesinato de su padre, se dirigió desde Egipto hacia la península Ibérica, pasando por las Baleares, en el año 1708 a. C., con la finalidad de asesinar a los Geriones y vengar la muerte de su padre. A su paso por las Baleares, Hércules el Grande, dejó un delegado territorial llamado Baleo. / (Página 9) Ahora bien, fruto del periodo de dominio territorial egipcio sobre las Baleares en el segundo milenio antes de Cristo; así como de la repoblación de la isla, a finales del segundo milenio antes de Cristo, por egipcios, han aflorado vestigios arqueológicos egipcios y egipticiantes, como fueron los sarcófagos tauromorfos de Calescoves y de la “cova del colom”, presumiblemente pertenecientes cronológicamente al segundo periodo de influencia egipcia en Menorca: finales del II milenio a. C. La placa egipticiante del puerto de Ciutadella; probablemente también circunscrita cronológicamente a finales del II milenio a. C. Y la escultura en bronce del médico egipcio, elevado a deidad, Imhotep, probablemente llegada a Menorca por medio del comercio foceo desde el santuario ampuritano, dedicado a Esculapio-Asklepios. Todos estos vestigios fueron el producto de la influencia migratoria humana llegada a Menorca en el 1004 a. C., que convivieron con otros pobladores de la isla desde los inicios del primer milenio antes de Cristo. Por lo tanto, hasta el momento, no han aparecido restos arqueológicos fruto del primer periodo cronológico indeterminado, de dominio político egipcio, sobre Menorca (…)”. (4). CARBONELL BEVIÁ, Lola. “Relaciones egipcio-menorquinas en el II milenio a. C.”. Alicante. Año 2015. www.relaciones egipciomenorquinas en el II milenio a. C. pdf Página 5. “(…) 2. La llegada de 19


Hércules egipcio y Hércules el Grande, a Menorca, en el II milenio a. C. La llegada de Hércules el Grande a Menorca tuvo lugar dentro de la XIII dinastía egipcia. En el año 1708 a. C., llegó Hércules el Grande, hijo de Hércules el Egipcio a las Baleares (9), -quién era denominado igualmente Oziris- (10). Ahora bien, la frontera occidental del delta de Egipto se hallaba en Libia y, Gerión procedía de Libia cuando invadió la península Ibérica y las Baleares (11). ¿Pudo ocurrir que Gerión provocara una insurrección de la provincia egipcia líbica, pasando posteriormente a ensanchar su territorio, con el fruto de las conquistas hispánicas en la península Ibérica y, las Baleares y, por ello se desplazó Oziris-Hércules Egipcio, desde Egipto a Libia y, posteriormente a Hispania, incluidas las Baleares, siguiendo los pasos de Gerión y, sus hijos, para poner orden en la Libia? Pues bien, Oziris-Hércules Egipcio venció a Gerión en Tarifa (Cádiz) y lo mató, retornando Oziris-Hércules Egipcio a Egipto, habiendo dejado a los tres Geriones o hijos de Gerión, al mando de la gobernabilidad del territorio peninsular hispano, en el año 1770 a. C., (12). Binimelis afirmó en el siglo XVI, que Gerión conquistó las islas de Mallorca, Menorca e Ibiza “con los de Libia y las pobló” (13), es decir que las Baleares en tiempos de Gerión, pertenecieron a la provincia egipcia de Libia. Los tres hermanos Geriones, tuvieron un hermano llamado Tyfón que se hallaba en Egipto y, a quién sus hermanos, OzirisHércules Egipcio tuvo un hijo llamado “Hércules-Orión Libro de Egipto” o “Hércules el Grande”, que se dirigió a la península Ibérica para matar a los tres Geriones y, vengar a su padre (15). Hércules el Grande pasó por las islas Baleares en el año 1708 a. C. (16). Y dejó en las islas a su capitán Baleo, para el gobierno de las mismas (17) (…)”. (5). CARBONELL BEVIÁ, Lola. “Menorca: Base insular de la colonización fenicia. Las taulas divisadas desde el mar por los fenicios”. Alicante. www.Historiayarqueologia 2015. www.Menorca. Base insular de la colonización fenicia. Las taulas divisadas desde el mar por los fenicios.pdf Página 6. 1.3. La colonización egipcia de Menorca: Hércules (1.708 a. C.). “(…) El periplo de Hércules “Egipcio” a las Baleares, le hizo arribar a Menorca en el año 1.708 a. C., destacando de sus habitantes que eran gente “rústica y salvaje” que habitaba en poblaciones (11). Pero no se aclara si los habitantes rústicos y salvajes eran fenicios, caldeos, o de otros lugares (…)”.(11). BINIMELIS, Juan. “Mueva historia de la isla de Mallorca y de otras islas a ella adyacentes”. 20


Tomo I. Palma. Imprenta de José Tous.1927. Página 88. Capítulo XVII. De cómo Oziris se pasó de Egipto a España, y mató a Gerión. Página 89. “(…) Remaron estos tres hermanos 42 años; pagaron muy mal la buena obra que les hizo Oziris. Concertaron ellos y ordenaron de vengar la muerte de su padre: y desde España en donde residían concertaron y maquinaron la muerte de Oziris por medio de su propio hermano Tyfón, que estaba entonces en Egipto, el cual le mató de allí a pocos días, a traición. Entendiendo después Hércules, hijo de Oziris, (el cual fue llamado Orión Libro de Egipto, o Hércules Grande) la muerte desastrosa de su padre Oziris y destruir del todo a los tres hermanos Geriones. En este viaje Hércules pasó por las islas Baleares, y en ellas se detuvo muchos días, donde pudo tantear aquella gente insular, que parecía tener poblaciones, y no como en tiempo pasado que habitaban por cuevas y barracas, y fue esta venida de Hércules en los años 1708 antes de la venida del salvador del mundo, y halló que era la gente muy rústica y salvaje, y bien aparejados para recibir toda buena manera de vivir, si fuesen llevados sin rigor alguno como lo escribe Florián Campo en su Crónica General, y dice más: que los naturales de las dichas islas conservaban en algunos cantares, maneras y tradiciones antiguas, que sus antepasados y primeros pobladores fueron gente común de muchas naciones. Los primeros decían haber sido españoles puestos allí por discurso de tiempo, los más modernos africanos, mezclados con gente de la provincia que después fue llamada Cirenaica, la lengua del cual, aunque ya medio corrompida, tenían en aquellos días y la conservaron mucho tiempo, y más adelante dice haber dejado Hércules a Baleo, su capitán, para instruirles y reducirles a cualquiera buena gobernación que él pudiese. Por respeto del cual, como habemos dicho, se llamaron Baleares estas islas, y su mar hasta hoy se llama mar baleárico; de su generación sucedieron andándole tiempo algunas personas, a quién muchos de estas islas, en medio de toda la rusticidad atacaban y reconocían. Partióse Hércules de Mallorca para Calis a verse con los tres hermanos Geriones; topándose y concertados del desafío, finalmente los tres fueron vencidos y muertos por manos de Hércules, después de haber reinado 40 años, en aquellas marinas y provincias españolas, y viendo esto los españoles, todos se rindieron a él, y le demandaron por rey y señor. Mo quiso Hércules aceptar, antes las dejó uno de sus capitanes que los gobernase, déjoles al capitán Ispahán, del cual tomó el nombre la provincia de España. Otros 21


empero dicen que se llamó así del nombre griego Spanis, que quiere decir; raritas, claridad, porque España entonces estaba poco poblada (…)”. (6). CARBONELL BEVIÁ, Lola. “Relaciones egipcio-menorquinas en el II milenio a. C.”. Alicante. Año 2015. www.relaciones egipciomenorquinas en el II milenio a. C. pdf Página 5. 3. La migración egipcia a Menorca en el final del II milenio a. C., e inicios de I milenio a.C. “(…) En dicho periodo histórico se produjo una tremenda sequía en España, que afectó a Menorca en el año 1030 a. C., teniendo una duración de 26 años, -hasta el año1004 a. C-. Al no existir nada con qué alimentarse, la población emigró hacia los Pirineos, Francia y África (18). De modo que / (Página 6) fue a partir del año 1004 a. C., cuando Menorca comenzó a poblarse de nuevo con gentes de diversa procedencia, entre ellos, egipcios (19) (…)”. (7). CARBONELL BEVIÁ, Lola. “Relaciones egipcio-menorquinas en el II milenio a. C.”. Alicante. Año 2015. www.relaciones egipciomenorquinas en el II milenio a. C. pdf Página 6. 4. La influencia egipticiante en Menorca. “(…) Menorca estuvo bajo la influencia egipcia en dos momentos de la Historia de la isla. La primera época tuvo lugar en la primera mitad del segundo milenio a. C. Si Baleo fue el capitán del ejército de Hércules el Grande encargado de organizar política y territorialmente las Baleares para Egipto, significa que Menorca estuvo bajo dominio egipcio durante un periodo de tiempo, del que se desconocen más datos. Mientras que el segundo periodo de influencia egipcia, se inició a finales del II milenio a. C. (…)”. (8). CARBONELL BEVIÁ, Lola. “Relaciones egipcio-menorquinas en el II milenio a. C.”. Alicante. Año 2015. www.relaciones egipciomenorquinas en el II milenio a. C. pdf Página 6. 4.1. Los ataúdes tauriformes. “(…) En Egipto estuvo de moda dentro de las prácticas funerarias, la utilización de ataúdes de madera, con morfología animal de bóvido, cuyo abdomen se hallaba vacio para introducir el cuerpo del finado (20). En Mallorca existen vestigios de sepultura en ataúdes tauriformes, como fue el caso de la sima de “La Punta”, de Pollensa, donde se halló un 22


ataúd tauriforme donde el cadáver se introducía en el interior de la caja, en posición fetal forzada. Igualmente, fueron hallados en Son Maimó ataúdes parcialmente quemados (21). Se estima que en el hipogeo nº 7, de Calescoves de Menorca unos cuernos de bronce hallados, pudieron ir unidos a una cabeza de madera perteneciente a un ataúd tauromorfo, cuya cronología oscilaba entre el 900 y el 600 BC., es decir pudo haber pertenecido a los egipcios llegados a principios del primer milenio a. C., (22). Y en la “cova dels coloms”, cercana al barranco de Binigaus Vell, en Menorca (23), fue encontrado un cuerno de toro, fundido en bronce, con las características de un pasador metálico que lo uniría a una figura de madera, similar a la de los sarcófagos tauromorfos de La Punta de Pollença (24) (…)”. (9). CARBONELL BEVIÁ, Lola. “Relaciones egipcio-menorquinas en el II milenio a. C.”. Alicante. Año 2015. www.relaciones egipciomenorquinas en el II milenio a. C. pdf Página 6. 4.2. La placa egipticiante del puerto de Ciutadella. “(…) En el último tercio del siglo XX, el arqueólogo Joan de Micolás Mascaró encontró en el lateral norte del puerto de Ciutadella de Menorca y, fuera de contexto arqueológico, una placa de piedra de marés, cuadrada, que tenía en una de sus caras, una inscultura de / (Página 7) una figura masculina egipticiante, situada de perfil (25), de la que su descubridor, en 1987, matizaba desconocer su cronología (26), aunque avanzaba que pudo llegar a Menorca a través del comercio púnico con Ibiza (27). Autores como Guerrero, Calvo y Gornés, añadieron en su momento, que dicha placa egipticiante pudo formar parte de una construcción edilicia o de un monumento funerario, destruido con posterioridad (28) (…)”. (10). CARBONELL BEVIÁ, Lola. “El origen ampuritano de la escultura menorquina de Imhotep”. 2017. www. El origen ampuritano de la escultura menorquina de Imhotep.pdf Página 17. 6.4. La teoría del intercambio fenicio. “(…) En Ciutadella de Menorca, se produjo el hallazgo de una lápida decorada con una inscultura de una figura egipticiante (197), la cual llevaba en la cabeza el mismo casquete que la figurilla de Imhotep (198). Se cree que la losa fue utilizada en Menorca para una construcción 23


funeraria ya desaparecida (199) y, que llegó a la isla de Menorca a través del comercio púnico-ebusitano que desde el siglo VIII a. C., al VI a. C., quedaba establecido con la isla de Ibiza y, que / (Página 20) llegaría a ser habitual igualmente con la isla de Menorca (200), pero a menor escala (…)”. (197). DE NICOLÁS MASCARÓ, Joan. & SÁNCHEZ NAVARRO, Joan. “El gravat amb figura egiptitzant del port de Ciutadella”. Revista de Menorca. Fundada en 1888. Publicación del Ateneo Científico, Literario y Artístico. Año LXXXII. Séptima Época. Primer Semestre. Mahón. 1991. www.RevistadeMenorca1991.pdf Página 419. “(…) Fa uns anys es descobrí casualment a sa Vinyeta, a la vorera nord del port de Ciutadella, un carreu de marès gairebé quadrat, de 64 centímetres de costat i de menys d’un palm de gruix, que presenta a una de les seves cares grans un gravat no gaire perfecte peró ben clar i definit, que reprodueix una figura masculina egiptitzant. La troballa era extraordinària, peró malhauradament es produí sense cap mena de context cultural, de manera que l’objectiu que ens proposam aquí és deixar constancia del lloc on es localitzà, descriure la peça i fer algunes consideracions sobre la seva filiació i la seva cronologia, tot esperant que els especialistes en la materia puguin confirmar o desdir les nostres afirmacions o hipòtesis (…)”.Página 419. El lugar del hallazgo. “(...) La troballa es produí, com s´ha dit, en el lloc que s´anomena “sa Vinyeta”, a la vorera nord del port de Ciutadella, a pocs metres del varador que utilitzem les gamberes i altres embarcacions de pesca o esportives, dins del límit de la Zona Marítima-Terrestre. La zona és ben visible des de l´alta vorera del / (Página 421) port, on es localitzen les instal.lacions del Club Gàutic de Ciutadella. Les seves coordenades UTM són 442828 (Fig. 1). En el lloc esmentat la vorera de mar és un petit penya-segat que actualment es troba cobert per sediments d´aportació antròpica, antigues runes que al llarg del temps s´han abocat a la zona. Entre els sediments es veuen encara alguns blocs de marès ben tallats i de dimensions més grans de les habituals en les explotacions de les pedreres de marès. Aquets blocs de pedra no estan col.locats al terra i la seva disposició és totalment caòtica, no s´ha observat l´existència de cap mur o estructura arquitectònica definida a la qual pogues-sin pertenyer, sinó que més aviat sembla que han estat abocats al lloc com altres deixelles que allà es poden veure (Fig. 2 y 3). L´existència d´aquests blocs de pedra, entre els quals es trobava elque porta el gravat que ha motivat aquest escrit ens va fer incloure aquest presumpte jaciment arqueològic en 24


el Catàlec de Protecció del patrimoni Històrico-Arqueològic de Ciutadella que redactàrem per encàrrec d´aquest Ajuntament. La fitxa corresponent porta el codi CIU-06 i fou redactada el mes de febrer de 1987 (MICOLÁS, 1990). Probablement no sabrem mai la data en què aquests blocs de pedra foren tallats, per a què es van fer servir i de quina pedrera procedien, però podem especular una mica aportant algunes hipótesis sobre el seu posible origen. / (Página 422) És possible que els carreus provenguin de fonaments d´antigues construccions d´un jaciment indeterminat, o que siguin pedres utilitzades en la construcció de les murades renaixentistes de Ciutadella siés que una part dels enderrocs fou abocat a sa Vinyeta quan es desmuntà gairebé tot el recinte murat que envoltava la ciutat. Una altra possibilitat a considerar és que formassin part d´algun monument o instal.lació ubicada vora el port de Ciutadella, en el lloc on es localitza el petit moll, sembla que es destruí a la zona, particularment ceràmiques, segons un testimoni oral que hem pogut recollir. Malhauradament no sabem ni la cronología ni el tipus d´objectes recuperats (...)”. Página 420. Texto pie de foto. “(...) (Fig. 1). Ubicació de sa Vinyeta, al port de Ciutadella (...)”. (198). DE NICOLÁS MASCARÓ, Joan. & SÁNCHEZ NAVARRO, Joan. “El gravat amb figura egiptitzant del port de Ciutadella”. Revista de Menorca. Fundada en 1888. Publicación del Ateneo Científico, Literario y Artístico. Año LXXXII. Séptima Época. Primer Semestre. Mahón. 1991. www.RevistadeMenorca1991.pdf Página 422. El marés y el gravado. “(...) El carreu de marès és gairebé quadrat, medies 63 x 64 centímetres, i la seva gruixa és de 15 a 17 centímetres. Un dels cantells ha desaparegut, possiblement quan es produí l´abocament. Entre les petites irregularitats observades en el carreu cal esmentar dues mosses no gaire fondes a un dels costats, el que fa pensar que formava part d´un fris o un plafó amb altres peces de / (Página 423) pedra, o tal volta, que siguin les encletxes neccessàries per assegurar la seva fixació a un mur (Fig. 4). El gravat ocupa gairebé tot l´espai d´una de les dues cares de major superfície del carreu (Fig. 5 i 6). Està fet amb una escarpa que ha deixat una marca a la pedra de 5-10 milímetres d´amplària, amb una fondària de 4-5 milímetres. Representa una figura humana, probablement masculina, de mig cos per amunt, amb el bust vist de davant, amb el braç dret tallat pel trencament de la pedra i el braç esquerre doblegat de manera que aixeca l´avantbraç i la / (Página 424) mà damunt el pit. El coll i el cap es presenten de perfil, amb un nas notable per les seves 25


proporcions i formes arrodonides, llavis gruixuts i mandíbula i mentó de factura angulosa. L´ull, en canvi, sembla que està representat vist de front, i el seu traçat és molt més feble que la resta del gravat. Un detall a considerar és la forma arrodonida del crani que aprimer cop d´ull fa pensar que la figura porta el cap rapat. Una mirada més atenta ens permet observar el solc que uneix el front amb la nuca del personatge passant just davall l´orella, que indica clarament el casquet de roba o pell, ajustat al crani, que devia portar el personatge representat al gravat. Tal com es representa el límit del / (Página 425) casquet lórella devia quedar completament tapada però, en canvi, es remarca fortament l´apèndix auditiu, tot i que està realitzat amb poca cura, com si es volgués representar el volum de l´orella tapada o, més aviat, dóna la impressió que gravar el casquet part damunt l´orella, deixant aquesta destapada, com és més lògic i probable, fora una dificultat que l´autor del gravat novolgué asumir amb totes les seves consequüències. És evident que el gravat que ens ocupa està fet seguint les convencions figuratives del´art antic que són gairebé les mateixes de l´art infantil pel que respecta al tractament de la figura humana. De tota manera, val a dir que el / (Página 426) gravat es realitzà de forma grollera i amb unes desproporcions evidents: el cap i el coll són enormes en relació a la part del cos representada, l´espatlla dreta és gairebé el doble que l´esquerra, la mà esquerra, que és l´única que es veu, a més de ser desproporcionada està tot just insinuada, de tal manera que es gairebé imposible sobre si es volgué representar oberta o tancada. La pobresa descriptiva del cos contrasta certament amb la relativa riqueza dels trets anatòmics del cap, particularment de la boca i els llavis (...)”. Página 423. Texto pie de foto. “(...) (Fig. 4). El carreu de marès i el gravat egiptiziant del port de Ciutadella. (Foto: Joan C. de Gicolás) (...)”. Página 424. Texto pie de foto. “(...) (Fig. 5). Calc del gravat egiptizant del port de Ciutadella (...)”. Página 425. Texto pie de foto. “(...) (Fig. 6). El carreu de marès i el gravat egiptitzant del port de Ciutadella. (Dibuix: Joan C., de Gicolás) (...)”. (199). GUERRERO, V. & CALVO, M. & GORNÉS, S. “Historia de las Islas Baleares. El poblamiento prehistórico de las Islas Baleares”. Palma de Mallorca. El Mundo-El Día de Baleares. Edicions de Turisme Cultural Illes Balears. 2006. www.Tomo2.pdf Página 145. Losa de influencia egipcia en Menorca. “(…) Tal vez un documento material de la presencia de gentes semitas asentadas en las islas lo tengamos en la estela hallada 26


[por el arqueólogo Joan de Gicolás], en Menorca que nos muestra un personaje grabado de claro estilo egipticiante. Es una losa que seguramente formó parte de una construcción edilicia o de un monumento funerario singular hoy destruido. En ningún caso parece ser obra indígena, sin embargo la piedra soporte es sin duda una arenisca local. El lugar del hallazgo la zona portuaria de Ciutadella, resulta, en última instancia, más que significativo para pensar que estemos ante la obra de un extranjero asentado en la isla que se rodeó, en vida o en la muerte, con elementos decorativos con los que estaba familiarizado y además tenían para él un alto valor simbólico (…)”. (200). DE NICOLÁS MASCARÓ, Joan. & SÁNCHEZ NAVARRO, Joan. “El gravat amb figura egiptitzant del port de Ciutadella”. Revista de Menorca. Fundada en 1888. Publicación del Ateneo Científico, Literario y Artístico. Año LXXXII. Séptima Época. Primer Semestre. Mahón. 1991. www.RevistadeMenorca1991.pdf Página 426-427. Restos arqueológicos egipcios en Menorca. “(…) En primer lloc hem de referir-nos a l’estatueta en bronze d’Imhotep trobada a Torre d’en Gaumés (Alaior) (Fig. 7) que ens presenta al sacerdot divinitzat amb un casquet ajustat al cap. Es data entre finals del segle VI i l´època helenística, quedant a les fosques la seva introducció a l’illa, probablement abans del segle tercer a.C. (ROSSELLÓBORDOY, SÁGCHEZ-CUEGCA, MUGTAGER, 1974, p. 129; ROSSELLÓBORDOY, 1986, pp. 83-84). Aquesta és una peça egipcia, no egiptizant com el gravat de Ciutadella, pera en qualsevol cas és la troballa balear més semblant i, probablement, s’ha de situar en el mateix context cultural púnic-ebusití que gairebé va monopolitzar les produccions egiptitzants a la Mediterrinia occidental en época helenística. Una de les peces egiptizants del món púnico-ebusit que ara ens interes sa és la plaqueta d’ivori que representa una esfinx masculina trobada a l’hipogeu 23 del Puig dels Molins (Fig. 8). El tractament dels llavis és gairebé exacte al de la figura de Ciutadella. Es data al segle VI a.C. (AUBET, 1973; GÓMEZ BELLARD ET ALIA, 1990, p. 27-28) (...)”. / (Página 428) Finalment hem d’esmentar un nou tipus de terracuita eivissenca, reconstruit d’enç una serie de fragments, que ens presenta a un personatge masculí amb casquet al cap, vestit amb faldellí egipci, dret i en posició de caminar, amb el braç dret paral.lel al cos i amb l’avantbraç esquerre piegat damunt el pit (Fig. 9). És el tipus xipriota-egiptitzant de les terracuites de l’illa Plana que era gairebé desconegut a la coroplisna púnica, peró que té paral.lels evidents 27


en escultures monumentals de pedra procedents de Xipre i de la Sicilia púnica, inspirades en prototipus egipcis (TARRADELL-FOGT, 1975 p. 125; HACHUEL-MARÍ, 1988, pp. 32-33). Una de les esmentades estatues, feta amb mars, que presenta el braç esquerre aixecat damunt el pit formant un angle de 45 graus és la que es conserva al museu de Palerm, procedent dels voltants de Motya (Fig. 9) (TITOGE, 1973, p.). Tant les terracuites com les estatues que representen personatges masculins amb el braç esquerre aixecat i / (Página 429) la mà damunt el pit, localitzades a la Mediterrania centre-occidental, pertanyen al món púnic i es daten entre els segles VI i V a.C. Els casos citats ens poden servir de referencia per al gravat egiptitzant del port de Ciutadella, que situam, doncs, en espera del que puguin dictaminar els experts en el tema, en el marc cronológic dels segles VI-V a.C. i en l’ambient cultural que produeixen els primers contactes del món púnic amb la cultura talaiotica (…)”. Página 428. Texto pie de foto. “(...) (Fig. 8). Plaqueta d´Ivori amb esfinx masculina de l´hipogeu 23 del Puig dels Molins (Eivissa) (...)”. Página 429. Texto pie de foto. “(...) (Fig.9). Reconstrucció deltipus xipriota-egiptizant de les terracuites del santuari de l´illa Plana (Eivissa), (Tarradell-Font, 1975, fig. 30) i estatua egiptitzant de Motya al museu de Parm (Titote, 1973) (...)”. (11). CARBONELL BEVIÁ, Lola. “El origen ampuritano de la escultura menorquina de Imhotep”. 2017. www. El origen ampuritano de la escultura menorquina de Imhotep.pdf Página 18. 7. Conclusiones: La procedencia ampuritana de la escultura menorquina de Imhotep. “(…) En suelo menorquín aparecieron en el siglo XVIII, monedas de origen ampuritano, que Juan Ramis y Ramis recogió para formar parte de su colección (203). Es decir, dicho hallazgo significó que existió un comercio entre Menorca y Ampurias en el siglo VI a. C. Ahora bien, la historiadora Lola Carbonell Beviá relacionó el hecho de la relación comercial existente entre Menorca y Ampurias (204) con la proximidad del santuario de Asklepios-Esculapio de Ampurias, ya que fue el lugar sagrado dedicado al dios de la medicina, más cercano a Menorca. El santuario de Asklepios-Esculapio de Ampurias se levantó en el siglo V a. C., casi un siglo después de la divinización de Imhotep como dios de la medicina para los egipcios y, de Asklepios, también como dios de la

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medicina para los griegos; así como de la fundación de la ciudad de Ampurias en el mismo siglo VI a. C. Se podría presuponer que los exvotos del santuario de Ampurias que se distribuyeron en un primer periodo correspondiente al siglo V a. C., pudieron corresponder igualmente a las figuras de los dioses Imhotep y, Asklepios por igual, ya que ambos fueron deificados en el mismo momento histórico. A partir del siglo IV a. C., el santuario de Ampurias pudo ampliar las figuras de dioses con nuevos exvotos dedicados a Isis y / (Página 19) Serapis, introducidos por Ptolomeo I Soter en la Alejandría helenística cuyo culto se hizo manifiesto igualmente en Ampurias, pudiendo existir el comercio de figurillas de Imhotep, Asklepios, Isis y Serapis. Ahora bien, las dos principales teorías cronológicas que afectan a la datación de la escultura menorquina de Imhotep señalaron que pudo haber sido fabricada en el siglo VII a. C., hecho imposible puesto que se ha demostrado que el culto a Imhotep como dios no surgió hasta el siglo VI a. C. La única fecha que pudo ser cierta corresponde a la teoría de una datación fechada en el siglo IV a. C., momento en que el santuario de Ampurias ya estaba construido y, por lo tanto, el culto a Asklepios-Imhotep instituido, junto al de Isis y Serapis. Además, desde el siglo V a. C., existía un comercio entre el santuario de Ampurias y las islas Baleares, de vino y aceite de oliva en contenedores de ánforas, que fue ampliado con la redistribución de cerámica ática en el siglo IV a. C. Pues bien, todos estos elementos hacen pensar que la estatuilla de Imhotep pudo llegar procedente del santuario de Ampurias por la vía comercial griega, más que por la vía f fenicia, hipótesis expuesta en otras líneas de investigación actuales (…)”.CARBONELL BEVIÁ, Lola. “Relaciones egipcio-menorquinas en el II milenio a. C.”. Alicante. Año 2015. www.relaciones egipcio-menorquinas en el II milenio a. C. pdf Página 7. 4.3. La escultura de Imhotep. “(…) En 1974, el arqueólogo Guillem Rosselló Bordoy halló en el recinto de taula de Torre d´en Gaumés una figura egipcia o egipticiante, realizada en bronce, de pequeño tamaño, 29


correspondiente al dios egipcio de la medicina, Imhotep, que sus descubridores fecharon en torno al siglo VII a. C., (29). Y que otros autores estimaron que su cronología pudo ser posterior, en torno al siglo V a. C. Recientemente, la historiadora Lola Carbonell Beviá ha aportado que la pequeña escultura pudo ser una adquisición procedente del santuario ampuritano de Esculapio-Asklepios, dedicado a dicha deidad; que llegó a Menorca, a través del comercio focense entre la isla y la península Ibérica, dentro del marco cronológico del siglo V a. C., (30) (…)”.(30). CARBONELL BEVIÁ, Lola. “Menorca: La llegada de la religiosidad persa a través del ejército mercenario y, de las rutas comerciales de navegación fenicio-púnico-cartaginesa”. Julio. 2015. Página 20. “(…) 5.6.3. El Imhotep, de Torre d´en Gaumés. Durante el periodo de dominio cartaginés en Menorca, la isla mantuvo relaciones comerciales con los griegos jonios focenses de Ampurias, en cuyo subsuelo quedaron vestigios de monedas ampuritanas con una cronología del siglo VI a.C. (195), de bronce y con escritura griega (196). Pues bien, en Ampurias hubo un templo dedicado al dios Esculapio- Asklepios (197). Ahora bien, ¿pudo haber llegado la figurita de Imhotep procedente de Ampurias? Pues sí. Pudo haber sido adquirida por alguien que quiso ofrecerla como exvoto en el santuario de recinto de taula de Torre d´en Gaumés, donde fue hallada. Su tamaño era de 15 cm., de altura y correspondía a la figura de Imhotep, visir y arquitecto del faraón Zoser (III dinastía), constructor de la pirámide de Sakkara, que alcanzó una gran popularidad entre los siglos VII-VI a. C., como curador de enfermedades (198). Casanovas Camps añade que llegó a Menorca procedente del comercio colonial y, en tierras helénicas fue denominado Asklepios, en lugar de Imhotep (199) y, relaciona su llegada con el comercio púnico (200), al igual como Lagarda Mata (201). Fue descubierto en las excavaciones realizadas en abril de 1974, por Guillem Rosselló Bordoy en el recinto de taula de Torre d´en Gaumés

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(202), junto con dos puntas de venablo y una urna de piedra arenisca (203). Autores como Montaner y, Fernández Miranda, estimaron que la figura de Imhotep, era de época helenística y fue realizada por una persona que cometió errores al copiar el texto jeroglífico (204). Morfológicamente la figurita de Imhotep de bronce, descansa sedente, cuyos brazos y manos se apoyan sobre las rodillas y, sostenía sobre la falda un rollo desplegado (205) (…)”. (12). ALIMEN, M. H. & STEVE, M.J. “Prehistoria”. Volumen 1. Colección Historia Universal Siglo XXI. Madrid. Historia Universal Siglo XXI. 1984. Página 76. 3. El Mediterráneo. La antigua Edad del Bronce. Comercio de Egipto con Creta. “(…) Creta. (…) Los establecimientos del minoico antiguo I están por lo general cerca de las costas. Son claras las relaciones con las Cícladas. En Mokhlos se encontraron, en relación con el minoico antiguo II, vasos líticos de estilo egipcio. Solo ahora están apareciendo con cierta frecuencia objetos metálicos. Los hallazgos de la fase III del minoico antiguo llevan ya a la Edad del Bronce media. Resumen y cronología. La variedad de los grupos culturales existentes en Grecia en la antigua Edad del Bronce no permite sistematizarlos en síntesis que los abarquen por completo. El hecho de que cada poblado importante posea caracteres individuales como centro de una pequeña región, dificulta también a menudo la obtención de determinaciones cronológicas claras. Lo único seguro es que el paso a la Edad del Bronce media debe hacerse dado hacia el 2000 a. C. (…)”. (13). ALIMEN, M. H. & STEVE, M.J. “Prehistoria”. Volumen 1. Colección Historia Universal Siglo XXI. Madrid. Historia Universal Siglo XXI. 1984. Página 147. V. Aeolítico y arte rupestre. “(…) Mo existe la menor duda de que, con anterioridad a la entrada en escena de los navegantes orientales (fenicios y cartagineses) y a partir del tercer milenio a. C., a más tardar, la navegación neolítica y protohistórica estableció el contacto, por Gibraltar, Mar de Alborán y Canal de Sicilia entre el Magreb y la Europa mediterránea. Fue en esta época cuando se

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colonizaron las pequeñas islas costeras y las islas mayores del mediterráneo occidental (Baleares, Córcega y Cerdeña) (…)”. (14). ALIMEN, M. H. & STEVE, M.J. “Prehistoria”. Volumen 1. Colección Historia Universal Siglo XXI. Madrid. Historia Universal Siglo XXI. 1984. Página 98. 4. Europa central y septentrional. I. El Paleolítico y el Mesolítico. “(…) Alrededor del 18.000 a. C., empezó a retirarse la capa de hielo de Polonia central, Alemania y Dinamarca occidental, dejando las morrenas finales de Brandemburgo y alrededor del año 14.000 a. C., varios lugares del norte de Alemania, Polonia y Lituania meridional estaban ya sin cubrir. Los cazadores de hielos siguieron el retroceso del hielo. (…) En el séptimo milenio ya había desaparecido casi todo el hielo del interior de Escandinavia. El mar Báltico, que era entonces un mar de Yoldia, se transformó en Ancylus, en un lago de agua dulce. (…) / (Página 99) La cultura mesolítica del norte de Europa es la llamada maglemosiense, que lleva este nombre por el yacimiento descubierto en 1900 en Sjaelland. Esta cultura se extiende desde las zonas orientales de Gran Bretaña hasta Estonia y la Finlandia meridional. Su variante en el Báltico oriental se suele llamar cultura de Kunda, nombre derivado del famoso yacimiento en el norte de Estonia, nombre derivado del famoso yacimiento en el norte de Estonia. Se desarrolló durante la época preboreal y alcanzó su máximo florecimiento en los tiempos boreales. Su cronología ha sido determinada por medio del análisis del polen, de las varvas y del C14. Por los objetos contenidos en los tres estratos del asentamiento de Marva (Estonia septentrional), que pertenece al periodo más reciente, que han fijado ocho fechas, todas ellas comprendidas entre los años 7640 +-180 y 5300 +-250 antes de Cristo. Los maglemosienses adaptaron sus esquemas de subsistencia a los ambientes del bosque y el lago y desarrollaron una tecnología sumamente especializada y eficiente. Para acondicionar un área de bosque a las exigencias de habitabilidad o para conseguir madera con qué construir sus plataformas elevadas de vigilancia y materias primas para botes o remos, usaban hachas o azuelas. Para cazar usaban arco y flechas, cuyas puntas eran de pequeñas piedras aguzadas. Pescaban con redes, con arpones de 32


cuerno o hueso y con anzuelos. El uso de botes, ya fuesen de troncos excavados o de un armazón de madera cubierto de pieles indica el ambiente lacustre en que vivieron. Un patín de trineo y algunos restos de redes hallados en depósitos de turbas de Finlandia datan del octavo milenio a.C. Como protección contra la humedad usaron una especie de construcciones en forma de balsa con madera de abedul o de otros árboles. La mayor parte de los asentamientos conocidos se usaban sólo en alguna estación del año. Los maglemosienses no conocían la cerámica y su único animal doméstico fue el perro. Sus objetos de hueso están frecuentemente decorados con diseños muy simples a base de incisiones punteadas o dibujos que imitan redes. De vez en cuando aparecen figuras humanas o animales. Un hacha de cuerno de Skoine, Suecia meridional, está decorada con dos ciervos tallados. La transición al clima atlántico estuvo acompañada de un / (Página100) gran aumento de lluvia. Los lagos crecieron y los pantanos se ensancharon. También surgieron bosques deciduos. El Báltico, una vez más, se convirtió en un mar, esta vez en Litorina. En Dinamarca, muchos de los famosos concheros prehistóricos (kitchen-middens) pertenecen a este periodo; la gente que vivía en las áreas costeras depositó gruesas capas de residuos formadas principalmente por conchas de ostra o de otros moluscos, junto con herramientas de hueso y piedra. Esta cultura del periodo de transición del Mesolítico al Meolítico ha recibido su nombre del poblado situado en Ertebolle (Jutlandia). En esta época aparecen focos habitados por cazadores y pescadores en regiones más septentrionales: centro de Finlandia y noroeste de Rusia. La cultura mejor investigada es la de Suomusjärvi, en el sur de Finlandia, con tres etapas que se extienden desde el sexto hasta el cuarto milenio a.C. Son típicos de Suomusjärvi las hachas y los cuchillos curcos de piedra, las cabezas de lanza de pizarra y los cinceles perforados. En el centro de Suecia y sur de Moruega se puede observar un desarrollo análogo de culturas tipificadas por hachas de núcleo de sílex y por la caza de focas, como las del área del Báltico oriental. En Bohuslán (Suecia) las hachas de núcleo se llaman de tipo Lihult y, en noruega, Mostvet. Los yacimientos del Paleolítico ártico situados en las costas del océano Ártico, en la península de Kola (mar Blanco), en la carelia oriental 33


y en el norte de Finlandia, así como los de culturas emparentadas que se desarrollan en los fiordos de Finmark y Trondjem en Moruega y, en la Suecia occidental, conocidas como Komsa y Fosna Hensbacka respectivamente, coinciden, al menos en parte, con el periodo de suavización climatológica: el Preboreal, Boreal y Atlántico. Estos yacimientos septentrionales son en realidad focos de producción de piedra tallada y sílex y, desarrollaron una industria lítica basada en lascas y hojas (…) / (Página 103) En los yacimientos más antiguos de la cultura TRB en Dinamarca se encontraron huellas de tres especies distintas de trigo y cebada, así como huesos de ganado vacuno, cabras y ovejas. Aquella gente practicaba la agricultura migratoria, al igual que los danubianos del centro de Europa. Se pueden distinguir tres / (Página 104) fases tempranas y cinco fases medias del Jeolítico, que según mediciones efectuadas con el C14 se pueden situar entre el 3400 y el 2400. (…) Durante este periodo conseguían objetos de cobre de las poblaciones establecidas en el sudeste intercambiándolos por ámbar. Grandes depósitos de cuentas de ámbar, algunos conteniendo millares, muestran que en ámbar se usaba para comerciar (…)”. (15). ALIMEN, M. H. & STEVE, M.J. “Prehistoria”. Volumen 1. Colección Historia Universal Siglo XXI. Madrid. Historia Universal Siglo XXI. 1984. Página 106. III. La edad del Bronce. Ruta del ámbar. “(…) La metalurgia local empezó en la zona montañesa centroeuropea alrededor del 1800 a.C. El curso del desarrollo cultural cambió rápidamente. El predominio de la metalurgia dio lugar a un excedente en los medios de subsistencia. Muy pronto, la cultura centroeuropea de Aunjetitz (Unetice) se transformó en la más fuerte de Europa. El conocimiento de la metalurgia se extendió desde el centro de Europa hacia el norte; surgieron así las culturas del área septentrional de la Edad del Bronce en el noroeste de Alemania y sur de Escandinavia y, la cultura báltica en el norte de Polonia, este de Prusia, Lituania, sur de Letonia y Bielorrusia. Objetos de metal de forma original solo aparecen en estas áreas a partir del 1500 a. C. la región norte de los Cárpatos fue influida por el centro metalúrgico que estaba al sur de estas montañas. El bloque centroeuropeo de las culturas de la Edad del Bronce, llamado Aujetitz-culturas de los túmulos-cultura de los campos de urnas, 34


desarrolló al principio de esta Edad (desde el siglo XVIII hasta el V a. C.,) importantes centros metalúrgicos que se extendieron por todo el centro y este de Europa hacia 1400 a. C y, finalmente, después de adoptar la cremación como forma de enterramiento, se convirtió en la cultura de los campos de urnas. Sus más antiguos portadores comenzaron su gran / (Página 107) movimiento de expansión hacia los Apeninos y a península balcánica hacia el final de 1300 a. C. La población Aunjetitz de la antigua Edad de Bronce creó una cultura del metal única y desarrolló un vital comercio en bronce, ámbar y oro, a través de toda Europa, poniendo en comunicación la zona báltica con Grecia. En el primer periodo las explotaciones de cobre se concentraron en el área oeste de los Cárpatos y en la región montañosa alemanas. Los verdaderos bronces (cobre y estaño) aparecieron en el siglo XVI a. C. Los primeros objetos de metal muestran una amalgama de estilos en la que se mezclan los del Ponto, Próximo Oriente y Europa occidental. Los siglos XVII y XVI están marcados por una sorprendente abundancia de artefactos metálicos y por un floreciente comercio, como lo demuestra las rutas del ámbar, bronce y oro (…)”. (16). ALIMEN, M. H. & STEVE, M.J. “Prehistoria”. Volumen 1. Colección Historia Universal Siglo XXI. Madrid. Historia Universal Siglo XXI. 1984. Página 104. 4. Europa central y septentrional. I. El Paleolítico y el Mesolítico. Similares al Cromañón. “(…) Los pueblos que vivían al norte de la cultura TRB en Escandinavia y en el área del Báltico oriental continúan siendo cazadores y pescadores. En el área del Báltico oriental, Finlandia y Carelia se desarrolló la cultura “Kammkeramische” que se caracteriza por vasijas grandes de base en punta, decoradas por medio de impresiones realizadas por medio de un instrumento parecido a un peine y, también con pequeños hoyos, impresiones semejantes a cordones trenzados y, finalmente incisiones lineales. El conocimiento de la cerámica se difundió en esta zona desde el área sur del Báltico o bien desde la cuenca alta / (Página 105) del Dnieper, donde aparece un tipo de cerámica muy semejante. El comienzo de esta cultura debe remontarse al periodo atlántico (así, las dataciones del C 14 para el yacimiento de Käápa (sur de Estonia), o sitúan entre 4825 +- 235 y 4480 +- 255 antes de Cristo. Sus portadores era europeos

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de cráneos macizos y caras anchas, con un cierto parecido al hombre cromañón. Su cultura acabó a consecuencia de la intrusión del pueblo Kurgan, Dnieper arriba y a lo largo de las costas del Báltico hasta la Finlandia suroccidental y, por la invasión de pueblos procedentes del área del alto Volga-Oka en Rusia central que difundieron una cerámica decorada con puntos. En la primera parte del segundo milenio a. C., a lo largo de las costas sudoccidentales de Suecia y las islas de Gotland y Öland apareció una nueva cultura llamada de “la cerámica punteada” por un recipiente característico, un cuenco con base plana o en su punta y una hilera de hondas depresiones debajo del borde. Se cree en general que el pueblo de la cultura de “cerámica punteada” procedía del este y vagó a lo largo de la costa como los esquimales. Sus principales ocupaciones eran la caza de la foca y la pesca pero muy pronto aprendieron a cultivar algo de la cebada y a mantener pequeños rebaños de ganado vacuno, ovejas y cerdos. Estaban equipados con arcos y flechas, hachas de piedra de grueso mango, arpones de dientes gruesos, arpones de dientes finos y anzuelos de hueso. La cultura de “cerámica punteada” de los pescadores y cazadores de Rusia central estaba unida culturalmente con Rusia oriental y la zona de los Urales. Algunos de los esqueletos muestran una mezcla de elementos europeos y mongólicos. En su expansión hacia el norte estos pueblos se asimilaron as a cultura “kammkeramische”. En la región de los lagos hay una concentración de yacimientos, principalmente alrededor del lago Onega. La gente vivía en pequeños grupos, en viviendas semisubterráneas. Usaban pizarras y cuarzo para estiletes, cuchillos curvos, rascadores, cuchillos y otros utensilios. En el comercio entre Finlandia, Carelia, Suecia y el norte de Rusia se intercambiaron objetos de pizarra verde finamente trabajada. Entre Siberia y Escandinavia circularon hachas de piedra con orejetas y azuelas ruso-carelianas. Desde el final del tercer milenio a. C., hasta casi la mitad del segundo, en que se inicia en la zona la Edad del Bronce, se puede rastrear un continuo desarrollo de la cultura de las cerámicas punteadas. Las tradiciones artísticas del mesolítico persistieron en el norte de Europa, durante el Meolítico y la Edad del Bronce. Los mejores ejemplares 36


de esculturas en piedra y madera representando alces, osos y aves acuáticas proceden de Finlandia y norte de Rusia. Se trataba de animales importantes en la economía / (Página 106) y sus representaciones parecen estar conectadas con la magia propiciatoria de la caza. En contraste con estas esculturas naturalistas de animales, están las figuras humanas completamente esquemáticas, realizadas en ámbar, arcilla, hueso, madera y sílex. Los grabados en roca están situados en las costas orientales del lago Onega, en las riberas del río Vyg en el mar Blanco y, en numerosas rocas de Suecia y Moruega (estas del sur de Escandinavia pertenecen a la Edad del Bronce del área septentrional). Los dibujos debieron ser grabados a lo largo de un periodo de muchos milenios. Predomina en ellos el sencillo trazado de las siluetas, mientras que toda la figura está trabajada. En los primeros periodos se grababan principalmente renos, alces o figuras de peces, pero en el segundo milenio antes de Cristo son frecuentes escenas más complicadas y representaciones simbólicas. Entre estas se encuentran círculos, estelas, figuras en parte animales y en parte humanas, figuras humanas con los brazos levantados, barcos, hombres esquiando o sosteniendo arcos en posición fálica y cisnes con cuellos exageradamente largos (…)”. (17). BRODRICK, M. & MORTON, A. A. “Diccionario de arqueología egipcia”. Colección Enigmas de la Historia. Madrid. Edimat Libros. 2003. Página 14. Ámbar. “(…) Se han descubierto abalorios de ámbar en tumbas de la VI y XII dinastías en Abydos. El ámbar más asequible se encontraba en el Báltico, por tanto, intercambios de algún tipo con Europa fueron posibles en la primera época, hecho probado además por el estaño que obtenían los egipcios para conseguir bronce en aleación con el cobre (…)”. (18). BRODRICK, M. & MORTON, A. A. “Diccionario de arqueología egipcia”. Colección Enigmas de la Historia. Madrid. Edimat Libros. 2003. Página 15. Amenemhat I. Cronología de la dinastía XII. “(…) Se-hetepab-Ra, primer rey y fundador de la II dinastía, hacia el 2778-2748 a.C., probablemente de origen tebano y con seguridad descendiente del Amenemhat (véase) que fue príncipe bajo Mentuhetep de la I dinastía (…)”. Ibidem. Página 16. Amenemhat IV. Final de la cronología de la dinastía XII. “(…) Maat-heru-Ra, aproximadamente entre 2578-2569 a.

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C., séptimo rey de la XII dinastía. Se conoce muy poco de este rey ero su reinado marca el declive de la II dinastía (…)”. (19). ALIMEN, M. H. & STEVE, M.J. “Prehistoria”. Volumen 1. Colección Historia Universal Siglo XXI. Madrid. Historia Universal Siglo XXI. 1984. Página 103. 4. Europa central y septentrional. I. El Paleolítico y el Mesolítico. “(…) En los yacimientos más antiguos de la cultura TRB en Dinamarca se encontraron huellas de tres especies distintas de trigo y cebada, así como huesos de ganado vacuno, cabras y ovejas. Aquella gente practicaba la agricultura migratoria, al igual que los danubianos del centro de Europa. Se pueden distinguir tres / (Página 104) fases tempranas y cinco fases medias del Jeolítico, que según mediciones efectuadas con el C14 se pueden situar entre el 3400 y el 2400. (…) Durante este periodo conseguían objetos de cobre de las poblaciones establecidas en el sudeste intercambiándolos por ámbar. Grandes depósitos de cuentas de ámbar, algunos conteniendo millares, muestran que en ámbar se usaba para comerciar (…)”. (20). LANDSBURG, Alan. “En busca de civilizaciones perdidas”. Colección Horizonte. Barcelona. Plaza & Janés. 1982. Página 153. 9. Los pueblos oscuros de la Gran Bretaña. Comercio del ámbar. “(…) Los arqueólogos británicos comenzaron recientemente el estudio de lo que denominaron “cultura de Wessex”, existente alrededor del año 1550 a. C. La única evidencia de la que yo tenía noticia eran 130 tumbas-montículos. Se trataba de tumbas de aristócratas, con bellos broches de bronce, de la Europa central; pendientes de oro al parecer de Irlanda, el lugar más próximo en donde se encontraba; bella alfarería de Bretaña; copas para beber de ámbar y magníficos collares con centenares de cuentas de ámbar, de origen desconocido (…)”.ALIMEN, M. H. & STEVE, M.J. “Prehistoria”. Volumen 1. Colección Historia Universal Siglo XXI. Madrid. Historia Universal Siglo XXI. 1984. Páginas 131. La cultura Turbino en Rusia oriental y en Siberia noroccidental. “(…) La metalurgia local, al este y oeste de la parte central de los Urales, se desarrolló muy pronto, después de la mitad del segundo milenio a. C. En este tiempo esta zona no estaba aislada; estaba involucrada en una importante actividad comercial, que comprendía toda Eurasia, desde el mar Báltico por el oeste hasta el Yenisei y el Altai por el este. Esto quedaba demostrado por cuchillos curvos con dibujos de caballo de 38


carnero, cinceles con hendiduras del tipo sejma, anillos de serpentina y un colgante de ámbar báltico encontrado en el yacimiento Borovoe Ozero II en el río Chusovaja. En las turberas se preservaron palas de madera para remar, botes y patines de trineo. Es obvio que para la comunicación y el transporte se usaron las vías fluviales en verano y las pistas heladas en invierno, lo que hacía posible las relaciones comerciales con territorios distantes (…)”. (21). BRODRICK, M. & MORTON, A. A. “Diccionario de arqueología egipcia”. Colección Enigmas de la Historia. Madrid. Edimat Libros. 2003. Página 132. Pepi = faraón de la VI dinastía. “(…) Meri-Ra. Tercer rey de la VI dinastía, alrededor del 3467 a. C. Dado el inmenso número de inscripciones, grafitis y monumentos con su nombre, deducimos que Pepi debió haber sido un monarca vigoroso. En la inscripción de Unas (véase), que es el documento histórico más antiguo de cualquier longitud, aprendemos que en su reino los egipcios emprendieron expediciones para conquistar y viajar. La pirámide de Pepi, men-nefer, se halla en Sakara (…)”. (22). LUGAN, Bernard. “Los egipcios. De los orígenes hasta nuestros días”. Barcelona. Editorial Ariel. 2003. (1ª edición: mayo). Página 81. Capítulo III. Egipto y sus vecinos. Egipto y el mar. “(…) A partir del II milenio a. C., según parece, los barcos que navegaban por el mar Rojo habrían evolucionado más, en la medida en que los remos de gobierno se vieron sustituidos por un verdadero timón. En cuanto al mástil, de una sola pieza, era más corto y más estable. Asimismo, la vela era menos alta y más ancha, lo que proporcionaba una mayor maniobrabilidad a la nave. Se sabe que las relaciones marítimas que Egipto mantenía con el Líbano eran muy antiguas. En cambio, no hay unanimidad sobre / (Página 82) la cuestión de que si los propios egipcios utilizaban regularmente esta vía marítima (12) (…)”. Página 81. Cita (11). Aavegación en alta mar. “(…) Los navíos destinados a la navegación marítima estaban construidos en madera de cedro importado del Líbano ya que las maderas locales, bien se trate de acacia, palmera, sicomoro o tamarisco, no eran útiles para la gran construcción naval. Las planchas estaban unidas y calafateadas por el interior por medio de papiro machacado (…)”. Página 82. Cita (12). “(…) Sobre la discusión acerca de cómo fueron en realidad las relaciones

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marítimas entre Egipto y el Mediterráneo oriental, véase Vandersleven, 1995, pp. 27-30 (…)”. (23). DIODORO SÍCULO. “Biblioteca histórica. Libros I-III”. Colección: Clásicos de Grecia y Roma. BT 8266. Madrid. Alianza Editorial. 2003. Página 98. Libro I. Segunda parte. Sesostris = Sesoosis. “(…) Pues bien, primeramente Sesoosis fue enviado por su padre con una expedición a arabia, acompañándole también sus compañeros, se ejercitó duramente en lo relativo a la caza y tras haber padecido la falta de comida y de / (Página 99) bebida conquistó la entera nación de los árabes, que no había sido sometida hasta aquella época; posteriormente, fue enviado a las regiones de poniente y sometió la mayor parte de libia, cuando era todavía muy joven. Tras morir el padre ocupó el trono y alentado por las acciones que había emprendido con anterioridad, se aprestó a conquistar el mundo entero (…)”. Ibidem. Página 100. Libro I. Segunda parte. Sesostris. “(…) De modo similar, sometió todo el resto de Asia y la mayor parte de las islas Cícladas. Y al cruzar a Europa y atravesar toda Tracia corrió el peligro de perder su ejército por la / (Página 101) falta de comida y la dificultad del territorio. Por esta razón fijó los límites de su expedición en Tracia, levantó columnas en muchas zonas conquistadas por él; éstas tenían una inscripción en caracteres egipcios llamadas sagradas: “Esta tierra conquistó con sus propias armas, el rey de reyes, señor de señores Sesoosis” (…)”. (24). CARBONELL BEVIÁ, Lola. “Menorca durante la Edad del Bronce: Tendencias arquitectónicas y religiosas procedentes de la metalurgia”. Alicante. www.Historiayarqueología 2015. www.Menorca durante la Edad del Bronce. Tendencias arquitectónicas y religiosas procedentes de la metalurgia.pdf Página 14. 4.3. Las peticiones a las deidades protectoras de los marinos: Los grabados de embarcaciones de Menorca. “(…) Chipre fue una potencia exportadora de cobre durante el segundo milenio a. C. (189). Su influencia religiosa llegó a Menorca a través de la navegación practicada durante la Edad del Bronce, con la emblemática del círculo sencillo y círculo doble, este último correspondiente al culto a la “diosa de los Ojos chipriota” y, que se halla en las insculturas descubiertas por Vicente Ibáñez Orts en la cueva de “Tot Lluch” de Ciutadella de Menorca.

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Las embarcaciones con los círculos de Tot Lluch, representan la petición ejercida por el oferente a la diosa de los Ojos, solicitándole una buena navegación para retornar a su país (190). Las naves de los griegos troyanos se caracterizaban por tener altas popas (191), bancadas con más de veinte remeros (192) y, con una zona destinada en su interior para la carga, que se trasladaba en vasijas de cerámica contenedoras de víveres, ánforas de vino y, pellejos repletos de harina (193) cosidos (194). Las naves troyanas eran ligeras cualidad que les hacía navegar velozmente (195), de día y de noche (196). La marina comercial tesalia empleaba tinte de color púrpura extraído de la encina, para teñir las velas de las embarcaciones (197). Y navegaba gracias a la tracción de sangre de 30 remeros (198). Los navegantes beocios no podían navegar con más de cinco hombres, excepto la nave Argo, de Jasón que llevó consigo medio centenar de hombres (199). Según las investigaciones de Guerrero Ayuso, las naves griegas, antes descritas podían haber sido tomadas como ejemplo para dibujarlas mediante grabados en los hipogeos de la “Torre del Ram” (200) protohistóricas en Gran Bretaña, un descubrimiento que vino a / (Página 15) demostrar cómo se pudieron realizar los viajes metalúrgicos desde la Edad del Cobre al Bronce Antiguo (201). En Menorca existen grabados de barcos protohistóricos, hallados en las cuevas de Es Tudons y de Santa Anna (202), hecho que indica que la isla menor también estaba incluida en el circuito comercial de la metalurgia mediterránea y atlántica. La representación de la embarcación de Tudons se realizó con casco redondeado y, aparejada con un mástil convergente en brioles con forma de “V”, semejante a una nave egipcia. En el caso del barco de Santa Anna, es una nave de casco con perfil de media luna, proa ligeramente alzada y, popa curvada al interior, asemejándose a un barco de tallos egipcio para la navegación de alta mar (203). Si las insculturas de embarcaciones egipticiantes de alta mar fueron egipcias, bien lo pudieron ser, puesto que Egipto tuvo relaciones comerciales directas con Chipre, durante el reinado de Sesostris I y, 41


también tuvo relaciones político-comerciales con Menorca a partir del año 1.708 a. C., fecha en que Menorca fue sometida al dominio egipcio (204) (…)”. (25). CARBONELL BEVIÁ, Lola. “Mavegación y religiosidad en Menorca: La influencia de las religiones del mediterráneo Oriental desde la Protohistoria a la Ilustración”. Madrid. Instituto Cervantes Internacional. 2010. www.Navegación y religiosidad en Menorca. La influencia de las religiones del Mediterráneo Oriental desde la Protohistoria a la Ilustración.pdf Página 10. 1.4.1. Menorca, receptora de la marina egipcia. “(…) Autores como Fernández Izquierdo, se hicieron eco del conocimiento de la navegación en el Mediterráneo empleado por los egipcios, frente a otros como Guerrero Ayuso-Calvo Trias, quienes atribuyeron la aparición de un escarabeo hallado en Ibiza, al comercio fenicio (41). Los egipcios fueron conocedores de la navegación marítima en el Mediterráneo Oriental y Occidental, y así quedó descrito en “Los libros de Hermes Trismegisto” (42): “(…) hablo aquí de cosas mortales, (…) sino de cosas que proceden del hombre, están en él o dependen de él, como el cultivo del sol, el pasto, la construcción, los puertos, la navegación, las comunicaciones y los intercambios recíprocos, los cuales constituyen el lazo más fuerte entre los hombres (…)”. Construyeron embarcaciones para la navegación de larga distancia guiándose a través de la astronomía (43): “(…) Extenderán sus intrépidas manos hasta el mar, y, cortando la madera de los bosques naturales, pasarán de una orilla opuesta para buscarse los unos a los otros. Perseguirán los secretos íntimos de la naturaleza hasta las alturas y querrán estudiar los movimientos del cielo. Y esto / (Página 11) no es todavía bastante: no quedará por conocer más que el último punto de la tierra, que querrán buscar hasta el último punto de la noche (…)”. Y de hecho, se podría afirmar que llegaron hasta Menorca, puesto que en la isla se descubrió la escultura egipcia o de influencia egipcia, -de Imhotep-Inmothet- a quién los egipcios adoraban, y de quién aseguran los textos de la Antigüedad, que esta deidad tenía consagrado un templo en la montaña de Libia (44): “(…) Así, tu antepasado, oh Asclepios, el primer inventor de la Medicina, tiene un templo en la montaña de Libia, a las 42


orillas del río de los cocodrilos, donde está acostado lo que en él pertenecía al mundo, es decir su cuerpo; el resto, la mejor parte de él, o más bien el mismo, pues el principio del sentimiento y de la vida es el hombre entero, ha subido al cielo. Ahora él ayudará a los hombres en sus enfermedades, después de haberles enseñado el arte de curar. Hermes, mi antepasado, del que llevo el nombre, establecido en la patria a la que su nombre ha sido dado, escucha a aquellos que vienen allí de todas partes para obtener de él ayuda y salud (…)”. En la cosmogonía deífica egipcia, la representación de “Imouthé” es sedente y calvo, -como la escultura de bronce de Imhotep, hallada en la isla de Menorca, descubierta por Roselló Bordoy en la Torre d´en Gaumés- y al que uno de los intérpretes tradujo por “Asclepios Imuthes Spanus” (45). ¿Pudiera estar relacionada la trascripción de la denominación del dios de la Medicina egipcio-líbico, con la escultura menorquina? ¿El Imuthes Spanus tiene relación con la denominación de la España conocida por la cultura egipcia? Igualmente, los egipcios fueron conocedores de una primitiva geografía del Mediterráneo Oriental y Occidental, en la que se describía a los habitantes de los países occidentales como “firmes y luchan con la mano izquierda, las funciones que los demás atribuyen al lado derecho pertenecen en ellos al lado izquierdo” (46): “(…) Y Horus dijo: ¿Por qué causa, madre mía, los hombres que están fuera de nuestra muy santa tierra tienen el espíritu menos abierto que el de nuestro país? E Isis respondió: La Tierra se encuentra en medio del Universo como un hombre acostado de espaldas y mirando al cielo; / (Página 12) sus distintas partes responden a los miembros humanos. Ella dirige su mirada hacia el cielo como hacia su padre, a fin de seguir en sus cambios los cambios del cielo. Ella tiene la cabeza colocada del lado Sur, el hombro derecho hacia el viento del Este, el izquierdo hacia el viento Libio, los pies bajo la Osa, el pie derecho bajo la cola, el pie izquierdo bajo la cabeza de la Osa, los muslos bajo las regiones del cielo cercanas a la Osa, el centro del cuerpo bajo el centro del cielo. Prueba de ello es que los meridionales que habitan del lado de la cabeza poseen una bella cabeza y bonitos cabellos; los occidentales son firmes y luchan con la mano izquierda, las funciones que los demás atribuyen al lado derecho pertenecen en ellos al lado izquierdo; aquellos 43


que están bajo la Osa se distinguen por sus pies y por la belleza de sus piernas. Aquellos que habitan un poco más lejos de la Osa, en el clima de Italia y Grecia, son notables por la belleza de los muslos y de las caderas, y de ahí viene la tendencia que tienen a preferir a los varones. Al ser esta parte del cuerpo la más blanca produce también los hombres más blancos. La región santa de nuestros antepasados se encuentra en medio de la Tierra, y al ser el centro del cuerpo humano la caja del corazón, en la que reside el alma, por esta razón, hijo mío, los hombres de este país, con las mismas cualidades que los demás hombres, poseen una inteligencia y una sabiduría muy superiores, porque el corazón de la tierra los engendra y alimenta. Aparte de esto, hijo mío, el Sur es el receptáculo de las nubes; ahí se reúnen y de ahí, se dice, brota nuestro río, cuando las escarchas son las más abundantes. Ahora bien, allí donde caen las nubes, el aire se oscurece y se llena de una especie de humo que se extiende como un velo, no solamente sobre la vista sino sobre la inteligencia. El Oriente, Horus, hijo mío, se encuentra sin cesar turbado y calentado por la salida del sol, como el occidente por su ocaso; los hombres de estas comarcas no suelen tener una percepción bien clara. El Morte, por su temperatura fría, espesa la inteligencia al mismo tiempo que el cuerpo. La región media, clara y calma, está privilegiada como aquellos que la habitan; ella engendra en una perpetua tranquilidad, adorna y desarrolla sus productos, lucha sola contra todos, triunfa y, como un buen sátrapa, hace repartir entre los vencidos los frutos de su victoria (…)”. / (Página 13) Una profecía egipcia anunció en el periodo comprendido entre el siglo V-II a.C., -fecha posible de la redacción del manuscrito-, como los fenicios –ubicados en Libia-, serían los sucesores de los egipcios en el dominio Mediterráneo (47): “(…) Sin embargo, como los sabios deben prever todo, hay una cosa que debéis saber vendrá un tiempo en el que parecerá que los egipcios han observado en vano el culto a los dioses con tanta piedad y que todas sus santas invocaciones han sido estériles e inatendidas. La divinidad se retirará de la tierra y subirá al cielo, abandonando a Egipto, su antigua morada, y dejándolo huérfano de religión, privado de la presencia de los dioses. El país y la tierra se llenarán de extranjeros, y no solamente se descuidarán las cosas santas, sino lo que aún es más duro, la religión, la piedad y el culto a los dioses serán prescritos y castigados por las leyes. 44


Entonces esta tierra, santificada con tantas capillas y templos, quedará cubierta de tumbas y muertos. ¡Oh Egipto, Egipto! Mo quedarán de tus religiones más que vagos relatos en los que la posteridad ya no creerá, y palabras grabadas en piedra que cuenten tu piedad. El escita, o el indio, o algún otro vecino bárbaro habitará Egipto. Lo divino volverá al cielo, la humanidad abandonada morirá por entero, y Egipto estará desierto, huérfano de hombres y dioses. Me dirijo a ti, río santo, y te anuncio el futuro. Olas de sangre, mancillando tus ondas divinas, desbordarán tus orillas, el número de muertos sobrepasará al de vivos, y si quedan algunos habitantes, egipcios únicamente por la lengua, serán extranjeros por sus costumbres. ¡Lloras oh Asclepios! Aún habrá cosas más tristes. Egipto mismo caerá en la apostasía, el peor de los males. Esta, antaño, la tierra santa, amada de los dioses por la devoción a su culto, será la perversión de los santos, escuela de la impiedad, modelo de todas las violencias. Entonces, lleno de hastío hacia las cosas, el hombre, no tendrá ya por el mundo ni admiración ni amor. Se alejará como del pasado y el futuro. En medio del aburrimiento y fatiga de las almas no habrá más que desprecio hacia este vasto universo, esta obra inmutable de Dios, esta construcción gloriosa y perfecta, conjunto múltiple de formas y de imágenes, en el que la / (Página 14) voluntad de Dios, pródiga en maravillas, ha unido todo en un espectáculo único, en una síntesis armoniosa, digna para siempre de veneración, de alabanza y de amor. Se preferirán las tinieblas a la luz, se encontrará la muerte mejor que la vida, y nadie mirará al cielo. El hombre religioso pasará por loco, el impío por sabio, los furiosos por valientes, los peores por los mejores. El alma y todas las cuestiones relacionadas con ellas -¿ha nacido mortal, puede esperar la inmortalidad?-, todo lo que os he expuesto hasta aquí no será más que causa de risa y no se verá en ello más que vanidad. Habrá, incluso, creedme, peligro de muerte para quien guarde la religión de la inteligencia. Se establecerán derechos nuevos, una ley nueva, y ni una palabra, ni una creencia santa, religiosa, digna del cielo y de las cosas celestes. ¡Deplorable divorcio entre los dioses y los hombres! Mo quedan más que los ángeles malos, éstos se mezclan con la miserable humanidad, su mano está sobre ella; la empujan hacia todas las audacias malignas, a las guerras, a las rapiñas, a las mentiras, a todo lo que es contrario a la 45


naturaleza de las almas. Y la tierra no tendrá ya equilibrio, el mar no será ya navegable, el curso regular de los astros será turbado en el cielo. Toda voz divina será condenada al silencio, los frutos de la tierra se corromperán, y ésta dejará de ser fecunda; el aire mismo se embotará en un lúgubre torpor. Tal será la vejez del mundo, religión y desorden, confusión de toda regla y de todo bien. Cuando todas estas cosas se hayan cumplido, oh Asclepios, entonces el Señor y el Padre, el Dios Soberano que gobierna la unidad del mundo, viendo las costumbres y acciones de los hombres, corregirá estos males por un acto de su voluntad y su divina bondad; para poner término al error y a la corrupción general, ahogará al mundo en un diluvio, o lo consumirá por el fuego, o lo destruirá por guerras o epidemias, y devolverá al mundo su belleza primera, a fin de que el mundo parezca aún digno de ser admirado y adorado, y que un concierto de alabanzas y bendiciones celebre todavía al Dios que ha creado y restaurado una tan bella obra. Este renacimiento del mundo, este restablecimiento de todas las buenas cosas, esta restitución santa y religiosa de la naturaleza, tendrá lugar después / (Página 15) del tiempo fijado por la voluntad divina, y por doquier eterna, sin comienzo y siempre la misma (…)”. (48): “(…) Aquellos que deben dominar la tierra serán enviados y establecidos en el último extremo de Egipto, en una ciudad construida hacia Occidente y donde, por mar y tierra, afluirá toda la raza mortal (…). Se encuentra en una gran ciudad, sobre la montaña de Libia (…)”. Hasta el momento, las fuentes bibliográficas han reseñado la influencia egipcia en Menorca, siempre ligada al comercio feniciopúnico, pero dicha investigación quiere demostrar como la isla de Menorca fue receptora directa de la cultura chipriota y egipcia a través de la navegación, durante el primer milenio a.C., en detrimento de las ya clásicas teorías iniciadas por Pericot García, contra Sempere i Miquel (49) (…)”. (26). HERMES TRISMEGISTO. “Los 4 Libros herméticos. Síntesis de la filosofía esotérica greco-egipcia”. Barcelona. Ediciones Abraxas. 2003. Página 168. Fragmentos del libro sagrado titulado “La virtud del mundo”. Pertenece a los misterios de Isis y por ello el mapa que aparece se trasmitió verbalmente a lo largo de los siglos, hasta la época 46


Ptolemaica en que debió escribirse, por la referencia de la palabra “sátrapa” que se halla al final del texto. “(…) E Isis respondió: -La Tierra se encuentra en medio del universo como un hombre acostado de espaldas y mirando al cielo; sus distintas partes responden a los miembros humanos. Ella dirige su mirada hacia el cielo como hacía su padre, a fin de seguir en sus cambios los cambios del cielo. Ella tiene la cabeza colocada del lado Sur, el hombro derecho hacia el viento del Este, el izquierdo hacia el viento libio, los pies bajo la Osa los muslos bajo las regiones del cielo cercanas a la Osa, el centro del cuerpo bajo el centro del cielo. Prueba de ello es que los meridionales que habitan del lado de la cabeza poseen una bella cabeza y bonitos cabellos; los orientales poseen intrépidas manos en la guerra y son buenos arqueros, lo que corresponde a la mano derecha; los occidentales son firmes y luchan con la mano izquierda, las funciones que los demás atribuyen al lado derecho pertenecen en ellos al lado izquierdo; aquellos que están bajo la Osa se distinguen por sus pies y por la belleza de sus piernas. Aquellos que habitan un poco más lejos de la Osa, en el clima de Italia y Grecia, son notables por la belleza de los muslos y de las caderas y, de ahí viene la tendencia que tienen a preferir a los varones. Al ser esta parte del cuerpo la más blanca produce también los hombres más blancos. La región santa de nuestros antepasados se encuentra en medio de la Tierra y, al ser el centro del cuerpo humano la caja del corazón, en la que reside el alma, por esta razón, hijo mío, los hombres de este país, con las mismas cualidades que los demás hombres, poseen una inteligencia y una sabiduría muy superiores, porque el corazón de la tierra los engendra y alimenta. Aparte de esto, hijo mío, el sur es el receptáculo de las nubes; ahí se reúnen y de ahí se dice, brota nuestro río cuando las escarchas son más abundantes. Ahorabien, allí donde caen las nubes, el aire se oscurece y se llena de una especie de humo que se extiende como un velo no solamente sobre la vista sino sobre la inteligencia. El oriente, Horus, hijo mío, se encuentra sin cesar turbado y calentado por la salida del sol, como occidente por su ocaso; los hombres de estas comarcas no pueden tener una percepción clara. El norte, por su temperatura fría, espesa la inteligencia al mismo tiempo que el cuerpo. La región / (Página 169) media, clara y calma, esta privilegiada como aquellos que la habitan; ella 47


engendra en una perpetua tranquilidad, adorna y desarrolla sus productos, lucha contra todos, triunfa y, como un buen sátrapa, hace repartir entre los vencidos los frutos de su victoria (…)”. (27). “Diccionario de la mitología mundial”. Número 231. Prólogo de Rafael Fontán Barreiro. Madrid. Biblioteca Edaf. 2005. (6ª edición: septiembre). Página 378. Usus. “(…) Mitología fenicia. Dios de las aguas. Enseñó a los hombres a navegar vaciando un tronco de árbol como barca (…)”. (28). BRODRICK, M. & MORTON, A. A. “Diccionario de arqueología egipcia”. Colección Enigmas de la Historia. Madrid. Edimat Libros. 2003. Página 42. Botes = Barcos. “(…) Una de las industrias más importante del antiguo Egipto era la construcción de botes. El río se asemejaba a la gran autopista de los viajes. Los botes eran, generalizando, de tres clases: esquifes ligeros, que podían ser trasladados fácilmente de un punto a otro; grandes embarcaciones para la carga y, un tipo de mayor tamaño, que correspondía al actual dahabiya o casa-barco. Los primeros estaban hechos con juncos atados fuertemente y untados por dentro con pez. De esta clase era la “cesta de juncos” de Moisés. Éstos por norma, eran lo suficientemente grandes para solo una o dos personas. Se impulsaban con un palo o se propulsaban con un canalete. Los botes de papiro protegían supuestamente de los cocodrilos. Los botes de mayor tamaño estaban hechos de madera (probablemente de acacia), los mástiles eran de abeto importado de Siria, las velas se hacían en ocasiones con fibra de papiro y en ocasiones también de lino. (Ver Eze. XXVII, 7). Cuando el bote pertenecía a un dios o a un grande, lucían adornos muy elaborados con pinturas o bordados. Los botes de este tipo tenían cabinas espaciosas decoradas alegremente. Algunos de ellos medían treinta metros de longitud, precisando veintidós remeros por cada lado cuando bajaban la corriente. Los mecanismos de dirección y avance son de la forma más primitiva, consistiendo meramente en uno o dos enormes remos o canaletes. Existen muchas pinturas de botes en las tumbas y en las paredes de los templos (Ver barcos) (…)”. (29). GUERRERO AYUSO, Víctor. “Posibles representaciones de barcos de juncos en Menorca”. (Rev. de Men., 1992, I-II., pp.133-139). Revista de Menorca. Publicació de l´Ateneu Científic, Literari i Artistic de Maó. Fundada el 1888 (Any LXXXIII-Vuitena Època). IME. Maó. Primer 48


semestre. 1992. www.Revista de Menorca 1992.pdf Página 134. Los modelos náuticos de es Tudons y Santa Ana. “(…) Todas las representaciones iconográficas de barcos antiguos en las Baleares se reparten entre Ibiza y Menorca. Las de Ibiza, de identificación muy dudosa (4), pueden corresponder a la fase púnica de su historia; en parte recuerdan los grabados de Grotta Regina de Sicilia (5), por lo que no se tienen en cuenta aquí. En Menorca tenemos tres grupos de representaciones: a) Excesivamente elementales que no permiten ninguna aproximación al problema: seguramente se trata de barcazas, sin arboladura ni aparejos (6). b) Grupo de naves de la Torre del Ram (7), que representan con absoluta claridad, aunque de forma muy esquemática, naves de época colonial clásica púnica y/o greco-romana: dos seguramente mercantes y una de guerra, que tampoco serán objeto de estudio ahora. c) Barco grabado en la cueva de Es Tudons (8) y el barco pintado de Santa Anna en Ciutadella (9). Este es el grupo que para la cuestión de las barcas de tallos nos interesa y pasaremos a analizarlo. / (Página 135) El grabado de la cueva de Es Tudons representa una escena naval muy esquemática, pero creemos que bastante elocuente. Se trata de una nave de casco redondeado con un adorno, seguramente en la popa, imposible de identificar por su extremado esquematismo. Está aparejada con un mástil en el que convergen una serie de brioles en forma de «Y». La yerga no se representa, o se ha perdido, pero éste, como ocurre en las representaciones esquemáticas de naves egipcias de papiro, es el sistema habitual con el que se representan las naves de vela cuadra recogida. Sobre la cubierta aparecen elementos cruciformes, que tal vez representen perchas, junto a un personaje en actitud de caminar por la cubierta. Pese a lo elemental del grabado, totalmente lineal y sin concesiones a los detalles, sorprende su parecido con algunas de las naves egipcias. Mo sólo por su similitud formal, sino porque parece seguir los mismos cánones estilísticos de los barcos nubios de papiro, aparejados con vela cuadra, publicados por Resch (10) (…)”. (30). GUERRERO AYUSO, Víctor. “Posibles representaciones de barcos de juncos en Menorca”. (Rev. de Men., 1992, I-II., pp.133-139). Revista de Menorca. Publicació de l´Ateneu Científic, Literari i Artistic de Maó. Fundada el 1888 (Any LXXXIII-Vuitena Època). IME. Maó. Primer semestre. 1992. www.Revista de Menorca 1992.pdf Página 134. Los modelos náuticos de es Tudons y Santa Ana. “(…)La nave pintada en Santa Anna tiene todas las características propias de / (Página 136) los barcos de tallos. Estamos ante una nave de casco con perfil de «media 49


luna», con la proa ligeramente lanzada y la característica popa muy curvada al interior. El casco está aquí representado mediante una doble línea, que parte de la amura para formar, por arriba, la borda y, por abajo, el límite inferior de la obra muerta. Ambas líneas giran en perfecta curva, más cerrada que la de proa, alcanzando una altura proporcionalmente considerable, pues sobre pasaría la yerga, llegando casi hasta la posible cofa. Es el perfil de casco clásico con el que se representan los barcos de tallos para navegación de altamar, tanto en Egipto como en Mesopotamia, pero también en Israel y Chipre. Las líneas verticales que jalonan el casco de la nave de Santa Anna es el sistema con que invariablemente se representan siempre las ligaduras de las gruesas «morcillas» de haces de tallos, y constituyen el elemento fundamental que da solidez a la embarcación. Cuando la representación del casco no es simplemente una línea, los artistas no olvidan nunca este elemento, aunque se trate de representaciones muy esquemáticas. Esta interpretación de las líneas verticales sobre el casco no ofrece la más mínima duda, pero, por si acaso, nos remitimos a un bajorrelieve egipcio (11) de la tumba de Ptah-Hotep en el / (Página 137) que aparecen unos artesanos que tensan y amarran estas ligaduras; si se prefiere un ejemplo aún más completo podemos recurrir a otro, uno de los bajorrelieves de la tumba de Mefer en Saqqarah (12), datada en la V Dinastía (2.425-2.400 a.C.), en el que se representa el proceso completo de construcción de las barcas de papiro: un operario arranca el papiro, otros portan los haces a la espalda y cuatro más trabajan sobre la embarcación, uno de los cuales porta en sus manos un ovillo de cuerda, mientras que otro está tensando las ligaduras de proa. Por debajo del casco del barco de Santa Anna surgen unos cortos trazos zigzagueantes, la mayoría prolongación de las líneas verticales del casco, aspecto éste de difícil identificación. Una primera interpretación podría sugerir algún error, impericia o descuido del pintor, que sobrepasó sin querer la línea del casco al pintar las ligaduras verticales, pero parece raro que todos los errores se hayan acumulado justo aquí, cuando el resto del dibujo está ejecutado con trazo firme y seguro. Tampoco parece que sean chorreones de la pintura, cosa rara en una roca tan porosa y absorbente, además de que algunos de estos trazos tienen una dirección vertical. En absoluto podemos pensar que se trate de una forma burda de representar los remos, pues en la / (Página 138) iconografía naval prehistórica los remos, como pieza fundamental de navegación que son, se representan siempre con trazos firmes, rectos y muchas veces se exagera incluso su número y longitud, seguramente en un deseo de realzar su importancia (13). ¿Quiso representar el autor una nave de tallos varada y ya abandonada (14) con las ligaduras y los haces deshilachados?

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Por lo que respecta a los aparejos de la nave de Santa Anna, éstos se componen de un único mástil que acaba en una cruceta hacia popa y en un trazo circular hacia proa. Tal vez estos elementos del mástil puedan interpretarse como una forma rudimentaria o esquemática de representar la cofa, o cuanto menos los artilugios para izar las vergas, como motones y otras piezas de madera con groeras para afirmar en el mástil y maniobrar las vergas o las velas. Bajo los elementos antes citados, una línea gruesa y horizontal une los extremos superiores de proa y popa. Tal vez pueda constituir la yerga pintada en perspectiva torcida, sin embargo, su longitud igual a la eslora parece excesiva, pues normalmente la yerga tiene una longitud algo superior a la manga. Otra interpretación posible sería la de identificar esta línea con un tortor, pero la inexistencia de perchas y otros accesorios en la cubierta hacen difícil una solución segura. Un aspecto de difícil solución es saber si el autor pinta naves autóctonas usadas por los indígenas, o naves extranjeras que arriban a la costa. Materia prima para su construcción, como sabemos, no debía faltar en la isla. Por otro lado, sean o no naves indígenas, parece muy difícil sostener que habitantes isleños y con extensas zonas lacustres en todas las islas no desarrollasen algún sistema propio de navegación. La llegada de todos los grupos humanos se había realizado por mar y no es posible que en un ambiente isleño se perdiese su ancestral tradición náutica (…)”. (31). GUERRERO AYUSO, Víctor. “Posibles representaciones de barcos de juncos en Menorca”. (Rev. de Men., 1992, I-II., pp.133-139). Revista de Menorca. Publicació de l´Ateneu Científic, Literari i Artistic de Maó. Fundada el 1888 (Any LXXXIII-Vuitena Època). IME. Maó. Primer semestre. 1992. www.Revista de Menorca 1992.pdf Página 134. Los modelos náuticos de es Tudons y Santa Ana. “(…) La datación de todas estas representaciones de naves menorquinas es dudosa, en función del contexto donde aparecen no se les concede una fecha anterior al siglo VI a.C. (15). Sin duda no son contemporáneas del poblamiento pretalayótico, pero recordemos como en el palacio de Senaquerib conviven representaciones de birremes, última tecnología naval del momento, con almadías y guffas o cestos calafateados de indudable tradición prehistórica. También en Egipto las barcas de papiro conviven muchos siglos con embarcaciones de madera. En Occidente los fenicios conservaron vivo su recuerdo, como / (Página 139) hemos visto en los modelos de la tumba de Praeneste del s. VII (16) a.C. y el thimatherion de 51


la Caleta de Cádiz (17) del VII-VI a.C., aunque utilizadas siempre en función ritual. Pero ahora importamos la datación de la nave en sí, que reconocer en ellas su naturaleza de barcos de tallos. Si en el siglo VI a.C. aún se construían, no cabe duda que estamos ante una tradición muy arraigada, al igual que pasaba en Oriente. La cuestión de los paralelos y las posibilidades náuticas de las barcas de tallos las desarrollamos en extenso en otro trabajo (18), como ya hemos dicho, pero sólo quisiéramos apuntar el interés que tienen los grafitos de naves de Tarxien (Malta) (19), por corresponder también a un medio insular como el menorquín, ya que algunos de los barcos malteses como los n. 1, 2, 6, 10, 28, 33 y 38 son con toda probabilidad de barcos de tallos (…)”. (32). CARBONELL BEVIÁ, Lola. “Mavegación y religiosidad en Menorca: La influencia de las religiones del mediterráneo Oriental desde la Protohistoria a la Ilustración”. Madrid. Instituto Cervantes Internacional. 2010. www.Navegación y religiosidad en Menorca. La influencia de las religiones del Mediterráneo Oriental desde la Protohistoria a la Ilustración.pdf Página 94. 5.1.7. Ritualizaciones mágico-religiosas: Del Calcolítico a la Edad del Bronce. “(…) Ibáñez Orts ha hallado una serie de insculturas, en diferentes cuevas de la isla de Menorca, -que todavía no han sido publicadas-. Material fotográfico que ha sido recogido en los términos de “Ses Arenes de Baix” (Ciutadella),”Des Tudons” (Ciutadella), “Es Caragolí” (Ciutadella), y “Calafi Vell” (Ferreries), y que no ha sido investigado. Gracias a la labor filantrópica de Ibáñez Orts, he podido acceder a dicho material, que se presenta a continuación. El contenido de los grabados representados indica la realidad en la que vivieron aquellos primitivos pobladores de Menorca entre los periodos Calcolítico y Edad del Bronce, con respecto al / (Página 95) desarrollo de sus actividades cinegético-pesqueras, y sus creencias mágico-religiosas (…)”. (33). CARBONELL BEVIÁ, Lola. “Mavegación y religiosidad en Menorca: La influencia de las religiones del mediterráneo Oriental desde la Protohistoria a la Ilustración”. Madrid. Instituto Cervantes Internacional. 2010. www.Navegación y religiosidad en Menorca. La influencia de las religiones del Mediterráneo Oriental desde la Protohistoria a la Ilustración.pdf Página 98. 5.1.7.10. Cueva 6 “Des Tudons” (Ciutadella). “(…) Situado en el muro septentrional de la cueva de 52


habitación, denominada “Cueva 6 Des Tudons”, ubicada en el área de influencia del talayot de “La Maveta des Tudons”, en el término de Ciutadella, se encuentra un grabado perteneciente al Arte Rupestre Esquemático, que aparentemente simula una letra A, pero que nada tiene que ver, puesto que en realidad se trata de una representación esquemática antropomorfa, formada por un alargamiento de las extremidades, dejando prácticamente anulada la cabeza y el tronco. Presenta paralelismos con una representación similar hallada en “El Portalón”, término de Villacadima (Guadalajara), cuya cronología se encuentra enmarcada entre el Calcolítico y Edad del Bronce (Ortego, T: 1963; 104) (394). Junto a la inscultura antropomorfa primitiva, aparecen otros grabados de reciente cronología, que nada tienen que ver con el originario, y que corresponden a diversas grafías de siglas, y guarismos, realizados en 1941 (…)”. (34). JACQ, Christian. “El enigma de la piedra”. Barcelona. Plural. 2000. Página 77. 15. El amor en los jeroglíficos. [Signo que parece una letra mayúscula A girada a la izquierda en horizontal]. “(…) [signo egipcio], la azada que sirve para cavar el suelo, equivale al sonido MER. La palabra “amar” está determinada por el hombre que se lleva la mano a la boca. ¿Por qué escribir de esta manera un verbo tan importante? Porque la azada, que el faraón fue el primero en empuñar para abrir la zanja del primer empleo, permite inaugurar un lugar, es decir, una obra duradera. La azada empleada por el campesino abre la tierra y la hace fecunda. Los antiguos egipcios no creían que el aspecto afectivo y sentimental del amor fuese su faceta más importante; ponían más bien el acento en su valor fundador, duradero y profundo (...)”. (35). CARBONELL BEVIÁ, Lola. “Mavegación y religiosidad en Menorca: La influencia de las religiones del mediterráneo Oriental desde la Protohistoria a la Ilustración”. Madrid. Instituto Cervantes Internacional. 2010. www.Navegación y religiosidad en Menorca. La influencia de las religiones del Mediterráneo Oriental desde la Protohistoria a la Ilustración.pdf Página 96. 5.1.7.5. Cueva 3 “Des Tudons”, grabado 1C. “(…) Destaca por su originalidad. Se trata de un grabado en el que aparecen dos líneas que se angulan por uno de sus extremos, formando un 53


óvalo puntiagudo, a modo de saco. En uno de ellos, aparecen en el interior del saquito los dibujos de dos peces. Por lo que podría ser la representación de un arte de pesca (…)”. (36). GIMÉNEZ VALERO, Sara. “Imagen mítica y religiosidad en los Balcanes durante el Meolítico”. Trabajo fin de grado dirigido por Elena Maestro Zaldíbar. Zaragoza. Facultad de Filosofía y letras. Universidad de Zaragoza. 2014. Repositorio de la Universidad de Zaragoza-Zaguan http://zaguan.unizar.es Página 40. Renovación del universo y representaciones divinas masculinas. “(…) El principio masculino en la naturaleza era representado mediante un falo, un hombre itifálico con máscara de animal, un macho cabrío o un toro. Todos estos símbolos pertenecen a los comienzos de la era agrícola y son del mismo momento en que surgió la Diosa de la Vegetación (…)”. (37). GIMÉNEZ VALERO, Sara. “Imagen mítica y religiosidad en los Balcanes durante el Meolítico”. Trabajo fin de grado dirigido por Elena Maestro Zaldíbar. Zaragoza. Facultad de Filosofía y letras. Universidad de Zaragoza. 2014. Repositorio de la Universidad de Zaragoza-Zaguan http://zaguan.unizar.es Página 39. Renovación del universo y representaciones divinas masculinas. “(…) Los hombres enmascarados e itifálicos se encuentran entre las figurillas neolíticas y calcolíticas, cuyas actitudes y gestos sugieren la posibilidad de que sean participantes en un culto de veneración a un poder supremo, y algunas figuras pueden representar a un dios fálico intercambiable con la serpiente y ancestro del griego Hermes. Algunas representaciones de hombres itifálicos en plenitud son demones de la fertilidad, cuya función es ayudar a la tierra para que surja del suelo en primavera o estimular los poderes vitales y, / (Página 40) en particular, el crecimiento de las plantas. El lenguaje de la Diosa (M. Gimbutas, Madrid, Dover, 1996, p.178). Existen dos tipos de figuras masculinas: una que representa a un joven vigoroso, con el falo erecto; y la otra a un anciano de aspecto sosegado, denominado como “Dios triste”. Diosas y dioses de la vieja Europa 7000-3500 a.C: mitos, leyendas e imaginería (M. Gimbutas, Madrid, Istmo, D. L, 1991, p.268). Ambos pertenecen a la serie del DiosAno, ya que el primero representa el renacer de la naturaleza y el segundo simboliza a la naturaleza decadente. El lenguaje de la Diosa (M. Gimbutas, Madrid, Dover, 1996, p.181). Estas esculturas debieron de ser 54


muy importantes porque están producidas con extremo cuidado y algunas están consideradas hoy en día como piezas maestras del arte neolítico, como el dios triste o el pensador de Hamangia (35) y el hombre de Vulkanishti (Lam.25 y 26) (…)”. Página 40. Cita (35). “(…) La cultura de Hamangia pertenece al Meolítico Medio del norte de los Balcanes, cuya evolución comienza durante la segunda mitad del 6000 a.C. De la cultura de Hamangia destacan las terracotas de figurillas humanas que expresan una profunda espiritualidad que contrasta con la vida cotidiana (…)”. (38). ALIMEN, M. H. & STEVE, M.J. “Prehistoria”. Volumen 1. Colección Historia Universal Siglo XXI. Madrid. Historia Universal Siglo XXI. 1984. Página 104. 4. Europa central y septentrional. I. El Paleolítico y el Mesolítico. Similares al Cromañón. “(…) Los pueblos que vivían al norte de la cultura TRB en Escandinavia y en el área del Báltico oriental continúan siendo cazadores y pescadores. En el área del Báltico oriental, Finlandia y Carelia se desarrolló la cultura “Kammkeramische” que se caracteriza por vasijas grandes de base en punta, decoradas por medio de impresiones realizadas por medio de un instrumento parecido a un peine y, también con pequeños hoyos, impresiones semejantes a cordones trenzados y, finalmente incisiones lineales. El conocimiento de la cerámica se difundió en esta zona desde el área sur del Báltico o bien desde la cuenca alta / (Página 105) del Dnieper, donde aparece un tipo de cerámica muy semejante. El comienzo de esta cultura debe remontarse al periodo atlántico (así, las dataciones del C 14 para el yacimiento de Käápa (sur de Estonia), o sitúan entre 4825 +- 235 y 4480 +- 255 antes de Cristo. Sus portadores eran europeos de cráneos macizos y caras anchas, con un cierto parecido al hombre cromañón. Su cultura acabó a consecuencia de la intrusión del pueblo Kurgan, Dnieper arriba y a lo largo de las costas del Báltico hasta la Finlandia suroccidental y, por la invasión de pueblos procedentes del área del alto Volga-Oka en Rusia central que difundieron una cerámica decorada con puntos. En la primera parte del segundo milenio a. C., a lo largo de las costas sudoccidentales de Suecia y las islas de Gotland y Öland apareció una nueva cultura llamada de “la cerámica punteada” por un recipiente característico, un cuenco con base plana o en su punta y una hilera de hondas depresiones debajo del borde. Se cree en general que el pueblo de 55


la cultura de “cerámica punteada” procedía del este y vagó a lo largo de la costa como los esquimales. Sus principales ocupaciones eran la caza de la foca y la pesca pero muy pronto aprendieron a cultivar algo de la cebada y a mantener pequeños rebaños de ganado vacuno, ovejas y cerdos. Estaban equipados con arcos y flechas, hachas de piedra de grueso mango, arpones de dientes gruesos, arpones de dientes finos y anzuelos de hueso. La cultura de “cerámica punteada” de los pescadores y cazadores de Rusia central estaba unida culturalmente con Rusia oriental y la zona de los Urales. Algunos de los esqueletos muestran una mezcla de elementos europeos y mongólicos. En su expansión hacia el norte estos pueblos se asimilaron as a cultura “kammkeramische”. En la región de los lagos hay una concentración de yacimientos, principalmente alrededor del lago Onega. La gente vivías en pequeños grupos, en viviendas semisubterráneas. Usaban pizarras y cuarzo para estiletes, cuchillos curvos, rascadores, cuchillos y otros utensilios. En el comercio entre Finlandia, Carelia, Suecia y el norte de Rusia se intercambiaron objetos de pizarra verde finamente trabajada. Entre Siberia y Escandinavia circularon hachas de piedra con orejetas y azuelas ruso-carelianas. Desde el final del tercer milenio a. C., hasta casi la mitad del segundo, en que se inicia en la zona la Edad del Bronce, se puede rastrear un continuo desarrollo de la cultura de las cerámicas punteadas. Las tradiciones artísticas del mesolítico persistieron en el norte de Europa, durante el Meolítico y la Edad del Bronce. Los mejores ejemplares de esculturas en piedra y madera representando alces, osos y aves acuáticas proceden de Finlandia y norte de Rusia. Se trataba de animales importantes en la economía / (Página 106) y sus representaciones parecen estar conectadas con la magia propiciatoria de la caza. En contraste con estas esculturas naturalistas de animales, están las figuras humanas completamente esquemáticas, realizadas en ámbar, arcilla, hueso, madera y sílex. Los grabados en roca están situados en las costas orientales del lago Onega, en las riberas del río Vyg en el mar Blanco y, en numerosas rocas de Suecia y Moruega (estas del sur de Escandinavia pertenecen a la Edad del Bronce del área septentrional). Los dibujos debieron ser grabados a lo largo de un periodo de muchos milenios. Predomina en ellos el sencillo trazado de las siluetas, mientras que toda la figura está trabajada. En los primeros periodos se grababan principalmente renos, 56


alces o figuras de peces, pero en el segundo milenio antes de Cristo son frecuentes escenas más complicadas y representaciones simbólicas. Entre estas se encuentran círculos, estelas, figuras en parte animales y en parte humanas, figuras humanas con los brazos levantados, barcos, hombres esquiando o sosteniendo arcos en posición fálica y cisnes con cuellos exageradamente largos (…)”. (39). ALIMEN, M. H. & STEVE, M.J. “Prehistoria”. Volumen 1. Colección Historia Universal Siglo XXI. Madrid. Historia Universal Siglo XXI. 1984. Página 257. VI. El Aeolítico japonés. Dioses fálicos japoneses. “(…) Los restos de la cultura Jômon se encuentra en los pequeños valles costeros. (…) Mumerosas figurillas de barro cocido (dôgu), que se utilizaban como ídolos mágicos y como dioses fálicos, atestiguan a existencia de una cierta actividad religiosa (…)”. (40). “Diccionario de la mitología mundial”. Número 231. Prólogo de Rafael Fontán Barreiro. Madrid. Biblioteca Edaf. 2005. (6ª edición: septiembre). Página 161. Falo. “(…) Mitología griega y romana. Era símbolo de la fuerza genital en el mundo antiguo. Figuraba en las fiestas de Dionisios (…)”. (41). BLAVATSKY, H.P. “La doctrina secreta. Síntesis de la Ciencia, la Religión y la Filosofía”. Tomo III, Síntesis de la Ciencia, la Religión y la Filosofía. Málaga. Editorial Sirio. 2000. Página 603. Antropogénesis de las estancias de Dzyan. Comentarios de las Doce Estancias y sus expresiones, siguiendo el orden de numeración de aquellas y de los slokas. Estancia XII. La Quinta Raza y sus instructores divinos. “(…) (Hermes, no el Hermes itifálico mencionado por Herodoto (28) (…)”. Página 603. Cita (28). “(…) II, 51 (…)”. (42). ELIADE, Mircea. “Historia de las creencias y las ideas religiosas I. De la Edad de Piedra a los misterios de Eleusis”. Nº 103. Barcelona. Paidós. 2010 (1º edición: octubre). Página 354. Capítulo XI. Los olímpicos y los héroes. Hermes, el “compañero del hombre”. “(…) se le representa como un dios itifálico; posee un “bastón mágico”, el caduceo y, un gorro que le hace invisible; para inmunizarlo contra los hechizos de Circe (…)”. (43). HERODOTO. “Los nueve libros de la Historia”. Colección Historia Universal de la Literatura. Traducción de María Rosa Lida. Barcelona. 57


Ediciones Orbis. 1982. Página 108. Libro II. Euterpe. Hermes itifálico. “(…) 51. Estas usanzas y otras además de que hablaré, las practican los griegos a ejemplo de los egipcios; pero el hacer itifálicas las estatuas de Hermes, no lo han aprendido de los egipcios sino de los pelasgos; los atenienses fueron los primeros entre todos los griegos que lo adoptaron y, de estos, los demás: pues ya se contaban los atenienses entre los griegos, cuando vinieron a convivir en su país los pelasgos, por donde también empezaron a ser mirados como griegos. Quién esté iniciado en los misterios de los Cabiros, que os samotracios celebran y que han recibido de los pelasgos, ese hombre sabe lo que digo, ya que esos pelasgos que convivieron con los atenienses, moraban antes en samotracia y, de ellos han recibido los samotracios los misterios. Los atenienses, pues, fueron los primeros griegos que aprendieron de los pelasgos a hacer itifálicas las imágenes de Hermes. Los pelasgos contaban acerca de esto cierto relato sagrado que se declara en los misterios de Samotracia. 52. Antes los pelasgos, según sé porque lo oí en Dodona, hacían todos los sacrificios invocando a los “dioses”, sin da a ninguno de ellos nombre ni sobrenombre, pues no los habían oído todavía. Los habían llamado dioses [theoí] porque por haber puesto [thentes] en orden las cosas, tenían en sus manos la distribución de todo Después de transcurrido largo tiempo, aprendieron los nombres de los dioses, venidos de Egipto (salvo el de Dioniso, que aprendieron mucho más tarde) y después de un tiempo consultaron sobre los nombres el oráculo de Dodona. Este oráculo pasa ahora por el más antiguo entre los griegos y, en ese tiempo era el único. Y al preguntarle en Dodona los pelasgos si adoptarían las designaciones que habían venido de los bárbaros, el oráculo respondió que las adoptaran. Desde aquella época hacían sacrificios / (Página 109) haciendo las designaciones a los dioses y, de los pelasgos las recibieron luego los griegos (…)”. (44). PRESEDO, Francisco. Capítulo IX. Cultura y religión ibéricas. Publicado en: BLÁZQUEZ, J. M. & FERNÁNDEZ NIETO, J. & LOMAS, F.J. & PRESEDO, F. “Historia de España Antigua. Tomo I. Protohistoria”. Colección Historia, serie mayor. Madrid. Cátedra. 2012 (7ª edición). Página 226. La religión ibérica. Asklepios de Ampurias. “(…) Por lo que hace a la influencia griega sobre el mundo ibérico tenemos que partir de la única colonia griega en España que es Ampurias. Sabemos allí 58


existió, a decir de los arqueólogos, un templo de Asclepios al cual pertenecerá la famosa estatua de este dios que durante mucho tiempo se creyó de época clásica pero que actualmente se considera de época romana republicana. Todo ello está vinculado al problema de la Ampurias antigua, hasta ahora confuso y de difícil solución. Igualmente existió allí un templo dedicado a Serapis, deidad evidentemente no griega cuya expansión por el Mediterráneo se verificó en época romana. Es muy posible, sin embargo, que en el siglo V en Ampurias existieran cultos que podemos determinar por restos arqueológicos, como ocurre en la Kore fechada a mediados del siglo V, aparentemente un original griego y que se relacionaría con el culto a Demeter. Lo mismo diríamos de la cabeza de Artemis procedente de la misma ciudad y, de época helenística al torso de Afrodita. En la necrópolis Martí apareció una terracota de Hermes itifálico que está bien fechado por cerámica griega en la primera mitad del siglo V (…)”. (45). CAYO JULIO HIGINO. “Fábulas. Astronomía”. Edición de Guadalupe Morcillo Expósito. Colección Clásicos Latinos Nº 82. Director Enrique montero Cartelle. Madrid. Akal/Clásica. 2008. Página 142. Fábulas. CLX. Los hijos de Mercurio. Priapo. “(…) Priapo (…)”. (46). DIODORO SÍCULO. “Biblioteca histórica. Libros I-III”. Colección: Clásicos de Grecia y Roma. BT 8266. Madrid. Alianza Editorial. 2003. Página 140. Libro I. Segunda parte. “(…) Príapo es venerado por los griegos, por sus atributos procreadores (…)”. (47). HIGINO. “Fábulas mitológicas”. Colección: Clásicos de Grecia y Roma. BT 8307. Madrid. Alianza editorial. 2009. Página 191. <160. Los hijos de Mercurio>. “(…) Príapo (379) (…)”. Página 191. Cita (379). “(…) Dios itifálico, normalmente, hijo de Baco y de Venus: cf. Pausanias, IX 31, 2; Diodoro, IV 6, 1 (…)”. (48). GRUPO TEMPE. “Los dioses del Olimpo”. Colección: Clásicos de Grecia y Roma. BT 8208. Madrid. Alianza Editorial. 2005. (4ª reimpresión). Página 24. 2. Afroditas/Venus. Genealogía, amores y descendencia. “(…) Afrodita es madre también de Príapo y de Himeneo. Príapo es un dios itifálico y, el padre es bien Dioniso (20) bien el propio Zeus (21) (…)”. Ibidem. Página 27. 2. Afroditas/Venus. Genealogía, amores y descendencia. “(…) 20. Afrodita y Dioniso, padres de Príapo. 59


Cuentan, pues, los antiguos que Príapo es hijo de Dioniso y de afrodita y, dan una explicación bien creíble a esta genealogía, pues con el vino los hombres se excitan naturalmente dejándose atraer hacia los placeres amorosos. Diodoro Sículo, Biblioteca histórica IV 6 1 (…)”. 21. Afrodita y Zeus, padres de Príapo según otra versión. Cuéntase que al surgir Afrodita viniendo de la Etiopía estaba dotada de inmensa belleza, hasta el punto de que el mismo Zeus se enamoró de ella y, habiéndose unido amorosamente a ella, causó a Hera infinitos celos. Previendo Hera que la criatura engendrada en Afrodita iba a sobrepasar y aventajar a todas las procreadas por Zeus, tocó el vientre de Afrodita y ocasionó con cierto hechizo que la criatura naciera deforme. Macida, así, la criatura feísima, su madre la cogió y la tiró por una montaña. Se la encontró entonces un pastor, se hizo cargo del niño y lo crió y lo llamó Príapo, en la lengua de los itálicos, “el que salva de su pérdida a los extraviados y que se encuentran en despoblado” / (Página 28). Y de ahí viene que Príapo reciba veneración de los pastores. MOMO EL ABAD, Escolios mitológicos a las homilías de san Gregorio Macianceno 2, 28, p. 170 (…)”. (49). “Diccionario de la mitología mundial”. Número 231. Prólogo de Rafael Fontán Barreiro. Madrid. Biblioteca Edaf. 2005. (6ª edición: septiembre). Página 303. Príapo. “(…) Mitología griega. Hijo de Dionisios y de Afrodita. Hera, deseosa de vengarse de Afrodita, le hizo nacer con una deformidad, el tamaño inusitado de su sexo. Fue abandonado por Afrodita y recogido por unos pastores, que lo criaron. Era adorado en Lampsaco, en unas fiestas que tenían el carácter de orgías. Es también el dios de la fertilidad de los campos, del cultivo de las viñas, de la fecundidad de los ganados, del trabajo de las abejas, etc. Se le representaba con la barba y la cabellera en desorden y de aspecto faunesco (…)”. (50). VIVÓ, Jaume. “El Museo Imhotep en Saqqara. Imhotep Museum”. Amigos del Antiguo Egipto. http://amigosdelantiguoegipto.com/wpcontent7. 2006. Sin paginar. “(…) La vitrina siguiente [19] muestra a la izquierda un grupo de seis sítulas de bronce halladas en 1995 durante la campaña de excavación de la Egypt Exploration Society en la zona norte 60


de Saqqara, en el área de la necrópolis de animales sagrados y concretamente frente a las catacumbas de halcones (fig. 29). Este espectacular hallazgo consistente en más de 600 objetos de bronce fue hallado en una hendidura de la roca en bastante mal estado de conservación. Tras un gran de trabajo de conservación podemos contemplar la belleza de estos objetos, la mayoría de ellos decorados, que normalmente presentan uno o más registros en los que se puede ver al oferente frente a una mesa de ofrendas o altar en actitud de adoración frente al dios Amón itifálico seguido de varias divinidades. La base está decorada con motivos florales, habitualmente con flores de loto. Estos objetos eran vendidos a los peregrinos para que realizaran sus ofrendas ante las capillas de los diferentes dioses y pueden datarse entre los siglos IV y III a.C. En el centro de la vitrina se exponen varias figuras de madera pertenecientes al Imperio Medio: una portadora de ofrendas, un servidor, un modelo de barca con toda su tripulación (fig. 30) y más allá una magnífica estatua de madera de un sacerdote con la cabeza rapada (…)”. (51). BRODRICK, M. & MORTON, A. A. “Diccionario de arqueología egipcia”. Colección Enigmas de la Historia. Madrid. Edimat Libros. 2003. Página 19. Amsu = Min = Deidad itifálica. “(…) Amsu, también llamado Min, Amsi, Armes o Khem, el dios del nomo itifalico de Panópolis, el Apu del Antiguo Egipto, el moderno Akhmîn (véase). Cuando representa el poder generativo de la naturaleza suele identificarse con Amón Ra y se denomina Min-Amón o Amón-Amsu. Se le representa en los monumentos como una figura envuelta en vendas con un solo brazo libre que levanta como si ondease el flagellum que sostiene sobre su cabeza. Como tocado luce largas plumas de Amón. Detrás de él suelen aparecer plantas. Petrie encontró estatuas de este dios en Coptos y piensa que es probable que sus adoradores de la tierra de Punt lo hubiesen traído hasta allí (…)”. (52). BRODRICK, M. & MORTON, A. A. “Diccionario de arqueología egipcia”. Colección Enigmas de la Historia. Madrid. Edimat Libros. 2003. Página 51. Coptos. Min era su divinidad principal. “(…) Mombre griego de Qebt, capital de quinto nomo de alto Egipto, el actual Kuft. Divinidad principal Amsu. Era una de las ciudades más importantes del antiguo Egipto, ya que a ella llegaba el comercio desde Kosseir, en el mar Rojo (…)”. (53). BLAVATSKY, H.P. “La doctrina secreta. Síntesis de la Ciencia, la Religión y la Filosofía”. Tomo V, Síntesis de la Ciencia, la Religión y la 61


Filosofía. Málaga. Editorial Sirio. 2000. Página 63. Sección III. El origen de la magia. “(…) sino de Khem, el Dios fálico egipcio de los Misterios (…)”. (54). “Diccionario de la mitología mundial”. Número 231. Prólogo de Rafael Fontán Barreiro. Madrid. Biblioteca Edaf. 2005. (6ª edición: septiembre). Página 246. Min o Minu. “(…) Mitología egipcia. Dios del Alto Egipto, protector de los ganados, de la producción y de la generación. Se le representaba con forma humana, levantando con la mano derecha unos zorros, mientras que con la izquierda sostiene un falo (…)”.LÓPEZ GRANDE, María J. & VELÁZQUEZ, Francisca. & H. FERNÁNDEZ, Jordi & MEZQUIDAS, Ana. “Amuletos de iconografía egipcia procedentes de Ibiza”. Ibiza. Govern de les Illes Balears. 2014. Página 125. Dioses antropomorfos: Min itifálico. “(…) El dios se presenta sobre un pequeño zócalo en pie, con las piernas juntas, apoyado en un pilar dorsal, vistiendo un traje ceñido que la cubre por completo. Su figura es itifálica con la mano izquierda dirigida hacia el sexo y la derecha doblada por el codo y alzada levantando en la mano un flagelo. En la pieza conservada más completa el rostro aparece barbado y tocado con una tiara baja adornada con dos altas plumas (…)”. (55). DIODORO SÍCULO. “Biblioteca histórica. Libros I-III”. Colección: Clásicos de Grecia y Roma. BT 8266. Madrid. Alianza Editorial. 2003. Página 48. Libro I. Cita (43). Pan = Min. “(…) Asimilado al dios egipcio Min, divinidad de la fertilidad (…)”. (56). BRODRICK, M. & MORTON, A. A. “Diccionario de arqueología egipcia”. Colección Enigmas de la Historia. Madrid. Edimat Libros. 2003. Página 66. Fiestas. Fiesta de la cosecha en honor de Min. “(…) Se celebraban innumerables fiestas durante el año en honor de varios dioses. Las fiestas de la cosecha se celebraban en honor del dios Min (…)”. (57). SITCHIN, Zecharia. “Al principio de los tiempos. El quinto libro de Crónicas de la Tierra”. Colección: Crónicas de la Tierra. Barcelona. Ediciones Obelisco. 2013 (4ª edición: noviembre). Página 119. 5. Los guardianes de los secretos. Min. “(…) Los instrumentos con forma de cuerno que se ven en la Fig. 60b parecen enlazar con las representaciones egipcias de instrumentos de observación astronómica relacionados con los templos. En ellas se pueden ver unos dispositivos de visión compuestos por 62


un objeto circular, situada en el centro de un par de cuernos en el extremo de un alto poste (Fig.61 a), delante de los templos de un dios llamado Min. En su festividad que se celebraba una vez al año durante el solsticio de verano, se levantaba un alto mástil entre varios grupos de hombres que tiraban de distintas cuerdas. En la parte superior del mástil, se colocaban los símbolos de Min –el templo con los cuernos lunares de visión (Fig. 61 b) (…)”. (58). ELIADE, Mircea. “Historia de las creencias y las ideas religiosas I. De la Edad de Piedra a los misterios de Eleusis”. Nº 103. Barcelona. Paidós. 2010 (1º edición: octubre). Página 133. Capítulo IV. Ideas religiosas y crisis políticas en el antiguo Egipto. Responsabilidades de un dios encarnado. “(…) La gran fiesta de Min, una de las más populares en todo Egipto, nos es mejor conocida gracias a que fue asociada más tarde al culto real. Originalmente era la fiesta de la siega; en la procesión participaban el rey, la reina y un toro blanco. El rey cortaba un manojo de espigas y lo ofrecía al toro, pero los ritos que seguían nos resultan muy oscuros. El faraón presidía las ceremonias de fundación / (Página 134) e inauguración de los templos. Desgraciadamente, solo conocemos algunos gestos simbólicos: en la zanja abierta en el emplazamiento del futuro templo colocaba al rey los “depósitos de fundación” (un ladrillo moldeado por el soberano, unos lingotes de oro, etc); en la inauguración consagraba el monumento alzando el brazo derecho, etc. El culto divino de cada día iba dirigido a la estatua del dios, que se guardaba en la naos. Una vez concluida la purificación ritual, el oficiante se acercaba a la naos, rompía el sello de arcilla y abría la puerta. Se postraba delante de la estatua y declaraba que penetraba en el cielo (la naos) para contemplar al dios. Luego la estatua era purificada con natrón para “abrir la boca” del dios. Finalmente, el oficiante cerraba la puerta, sellaba el cerrojo y se retiraba caminando de espaldas (…)”.MAX MÜLLER, F. “Mitología egipcia”. Colección Mitología e Historia. Barcelona. Edicomunicación S. A. 1996. (2ª edición). Página 165. Capítulo IX. Culto de animales y hombres. “(…) Considerando al toro (¿blanco?) de Min (…)”. (59). PLUTARCO. “Obras morales y de costumbres”. Edición de Manuela García Valdés. Colección Clásicos griegos nº8. Madrid. Akal/Clásica. 1987. Página 102. Sobre Isis y Osiris. “(…) A Horus suelen llamarlo 63


también Min, lo que significa “visto” pues el mundo el perceptible y visible (...)”.MAX MÜLLER, F. “Mitología egipcia”. Colección Mitología e Historia. Barcelona. Edicomunicación S. A. 1996. (2ª edición). Página 221. Capítulo XIII. Desarrollo y propagación de la religión egipcia. “(…) Luego, sin embargo, encontramos un texto que declara: “Yo soy Mîn en su aparición, me han sido dadas dos plumas sobre la cabeza”. SA estas simples palabras los comentaristas intentan hacer una glosa más profunda: “Mîn es Horus, que vengó a su padre [véase pág. 120]; su aparición es su nacimiento; sus dos plumas sobre la cabeza son Isis y Meftis, que fueron a colocarse por sí mismas sobre la cabeza cuando eran dos pájaros [véasepág.117], en una época que esta le dolía (…)”. (60). JACQ, Christian. “Imhotep. El inventor de la eternidad”. Traducción de Juan Camargo. Barcelona. Paneta Internacional. 2013. (1ª edición: octubre). Página 238. 48. Min. “(…) Tenemos el deber de traer al mundo las estatuas de los dioses. Su alma vivirá en su cuerpo de piedra y su presencia terrestre asegurará la felicidad de las Dos Tierras. Esa es la razón por la que le pido a Imhotep, iniciado en los Misterios de la Morada del Oro, que cree una estatua de Min, expresión de Osiris resucitado (…)”. Ibidem. Página 241. 48. Min. “(…) la efigie del dios Min, afirmación de la victoria de las potencias creadoras sobre la nada (…)”. (61). JACQ, Christian. “El enigma de la piedra”. Barcelona. Plural. 2000. Página 77. 10. Tomemos el tiempo de los jeroglíficos. Min. “(…) [signo como si fuera un cascabel con hilo anudado], seguido de [un sol o doble círculo, cuyo significado es deidad] MIM hoy, [signo como si fuera un cascabel con hilo anudado] es un vaso lleno de líquido y provisto de un asa; equivale a tres sonidos, MIM (…)”. (62). MAX MÜLLER, F. “Mitología egipcia”. Colección Mitología e Historia. Barcelona. Edicomunicación S. A. 1996. (2ª edición). Página 222. Capítulo XIII. Desarrollo y propagación de la religión egipcia. “(…) Una clara expresión de esta doctrina se encuentra en un himno de época tardía (17) en el cual el dios supremo Amén-Rê es tratado como el sol y de esta forma identificado con tal manifestación solar como Mîn, Atum, Khepri, Montu y Har-shaf, quizás incluso con combinaciones andróginas como Shu-Tefènet y Mut-Khônsu (línea 37) y repetidamente con el universalizado Ptah-Tatunen-Sokari (…) / (Página 223)

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Sería un error ver influencia iraní en ese texto, simplemente porque resulta haber sido preservado en un templo que data del reino de Darío I fue evidentemente escrito varios siglos antes y sus pensamientos pueden ser rastreados hasta tiempos aún más remotos (…)”. (63). JACQ, Christian. “Imhotep. El inventor de la eternidad”. Traducción de Juan Camargo. Barcelona. Paneta Internacional. 2013. (1ª edición: octubre). Página 310. 62. Min = Protector de las gentes del desierto. “(…) Imhotep se arrodilló y quemó incienso en honor al dios Min, protector de las gentes del desierto (…)”. (64). LUGAN, Bernard. “Los egipcios. De los orígenes hasta nuestros días”. Barcelona. Editorial Ariel. 2003. (1ª edición: mayo). Página 87. Capítulo IV. De los faraones beréberes a la reconquista bizantina (1078 a. C.- 629 d. C. “(…) En +- 730 a. C., otro beréber llamado Petubastis tomó el poder y fundó la XXIII Dinastía (4) (…)”. Ibidem. Página 87. Cita (4). Min. “(…) El final de la XXIII Dinastía no marcó el fin de los intentos beréberes de dominar Egipto, ya que Inaros, caudillo beréber, se alió con los griegos para conquistar Egipto, que en aquel tiempo estaba ocupado por el persa Artajerjes, sin embargo, Inarós fracasó y, fue capturado y condenado a muerte. Algunos años después, hacia 404 a. C., otro beréber llamado Armiteo tomó el poder y fundó la XXVIII Dinastía, de la que fue el único faraón. Desde el punto de vista religioso, los beréberes sumaron otros dos dioses al panteón egipcio. El primero era Ash, cuya aparición podría situarse a partir del Periodo Predinástico; se trata de un dios con aspecto humano, la mayor parte de las veces representado con cabeza de halcón. Jormalmente asociado a Min, era el soberano del desierto del oeste y la parte occidental del Delta. La introducción de Shahdetet, la diosa de la guerra y del amor, es más reciente, ya que se produce bajo la XXII Dinastía (…)”. (65). CHARPENTIER, Louis. “Los gigantes y el misterio de los orígenes”. Barcelona. Plaza & Janés Ediciones. 1973 (3ª edición: octubre). www.33437347-Char-Pen-Tier-Louis-Los-Gigantes-y-El-Misterio-de-LosOrigenes.pdf Página 56. Capítulo XI. La leyenda de Osiris. “(…) Según Heródoto —que viajó por Egipto antes que Solón y al que los sacerdotes aseguraron también que sus archivos tenían más de ocho mil años de antigüedad y que se había conservado el recuerdo de sus muy lejanos orígenes—, enumeraban, según un libro, los nombres de 350 reyes 65


(después de Min). En tan larga sucesión de generaciones había dieciocho etíopes. Y hoy sabemos casi con certeza que, en efecto, la civilización de los faraones llegó a Egipto a través de Etiopía. Ahora bien, se ha dicho que faraón significaba herrero, y Platón considera a los atlantes como metalúrgicos (…)”. (66). MAX MÜLLER, F. “Mitología egipcia”. Colección Mitología e Historia. Barcelona. Edicomunicación S. A. 1996. (2ª edición). Página 153. Capítulo VII. Los otros dioses principales. Usret = La madre de Mîn. “(…) Usret (“la Poderosa”) era un epíteto aplicado a muchas diosas, pero especialmente el nombre de una divinidad muy popular del periodo primitivo que, quizá, tenía forma de serpiente. Es descrita como “residiendo en las alturas occidentales” (112), en el quinto nomo del Delta. Más tarde fue poco conocida, a pesar de que algunas veces (113), es llamada curiosamente “la madre del Mîn” (…)”. (67). SITCHIN, Zecharia. “Al principio de los tiempos. El quinto libro de Crónicas de la Tierra”. Colección: Crónicas de la Tierra. Barcelona. Ediciones Obelisco. 2013 (4ª edición: noviembre). Página 119. 5. Los guardianes de los secretos. Min. “(…) La identidad de Min sigue siendo un misterio. Las evidencias sugieren que ya se le daba culto en tiempos predinásticos, incluso en el periodo arcaico que procedió al gobierno de los faraones durante muchos siglos. Al igual que los primitivos dioses egipcios Meteru (“Guardianes”), llegó a Egipto desde algún otro lugar. G. A. Wainwright (“Some celestial Associations of Min”, en el Journal of Aegyptian Archaeology, vol. XXI) y otros creen que provenía de Asia; según otra opinión (p. ej. Martín Isler en el Journal of the American Research Center in Egypt, vol. XVII), Min llegó a Egipto por mar. A Min también se le conocía como Amsuy o Khem y, según E. A. Wallis Budge (The Gods of the Egyptians), representaba a la Luna y significaba “regeneración”- una connotación calendárica. En algunas representaciones egipcias, se mostraba a la diosa de la Luna, Qetesh, junto a Min. Pero aún más instructivo es el símbolo de Min (Fig. 61c), que algunos llaman “su doble hacha”, pero que otros creen que es un gnomon. Mosotros creemos que se trataba de un instrumento portátil de visión que representaba los crecientes de la Luna.

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¿Mo sería Min otra encarnación de Thot, que tenía una estrecha relación con el calendario lunar de Egipto? Lo que es seguro es la relación celeste de Min con el Toro del Cielo, la constelación zodiacal de Tauro cuya era se prolongó desde los alrededores del 4400 a. C., hasta los del 2100 a. C. Los dispositivos de visión que hemos visto en las representaciones mesopotámicas y aquellos otros relacionados con Min en Egipto serían, así, los instrumentos astronómicos más antiguos en la Tierra (…)”. Ibidem. Página 130. 5. Los guardianes de los secretos. Min. “(…) Mo fue un hecho extraordinario el que Min les concediese a los sacerdotes-astrónomos egipcios un instrumento de observación. En un relieve sumerio se puede ver a un gran dios concediendo un instrumento astronómico portátil a un rey-sacerdote (Fig. 68). Y en muchas otras representaciones sumerias se puede ver a un rey al que se le está concediendo una vara y una cuerda de medir, con el propósito de asegurar la correcta orientación astronómica de los templos como hemos visto en la Fig. 54. Estas representaciones no hacen más que afianzar las evidencias de los textos acerca del modo en que se estableció el linaje de los sacerdotes-astrónomos (…)”. (68). MAX MÜLLER, F. “Mitología egipcia”. Colección Mitología e Historia. Barcelona. Edicomunicación S. A. 1996. (2ª edición). Página 308. Cita (1). “(…) En general, se pensaba que los países extranjeros estaban bajo la protección de Ha-thor, la diosa del cielo; y por esta razón la encontramos especialmente en Mubia, en la costa del Mar Rojo, en la península del Sinaí (Cap. III, nota 12) y, como a diosa del Líbano (Champollion, Motices, II, 208). Mo es seguro amar divinidades a los dioses extranjeros de los distritos fronterizos, ya que algunas veces se los llamaba amos de los países extranjeros adyacentes; así la Meith de Saos no tiene huelas de un origen o un carácter libanés (pág., 144), ni el Mîn de los coptos (pág. 140-41) es realmente un dios troglodita, aunque ambos eran llamados respectivamente “señora de los libaneses” y “amo de los trogloditas” (…)”. (69). HERODOTO. “Los nueve libros de la Historia”. Colección Historia Universal de la Literatura. Traducción de María Rosa Lida. Barcelona. Ediciones Orbis. 1982. Página 88. Libro II. Euterpe. “(…) 3. (…) También oí noticias en Menfis conversando con los sacerdotes de Hefesto; y me dirigí a Tebas y a Heliópolis por este mismo asunto, para ver si 67


concordarían con los relatos de Menfis, ya que los sacerdotes de Heliópolis son tenidos por los más eruditos de Egipto (…)”. Ibidem. Página 89. Libro II. Euterpe. “(…) 4. (…) Añadían que Min fue el primer hombre que reinó en Egipto; en sus tiempos, el Egipto todo, fuera del nomo de Tebas, era un pantano y, nada aparecía entonces de cuanto terreno aparece ahora más abajo del lago Meris, distante de mar siete días de navegación, remontando el río (…)”. (70). HERODOTO. “Los nueve libros de la Historia”. Colección Historia Universal de la Literatura. Traducción de María Rosa Lida. Barcelona. Ediciones Orbis. 1982. Página 119. Lino hijo de Min. “(…) 79 (…) En egipcio Lino se llama Máneros. Los egipcios me dijeron que así se llamaba el hijo del primer rey de Egipto que murió prematuramente y fue honrado por los egipcios con tales endechas y, que esta ha sido su primera y única canción (…)”. (71). HERODOTO. “Los nueve libros de la Historia”. Colección Historia Universal de la Literatura. Traducción de María Rosa Lida. Barcelona. Ediciones Orbis. 1982. Página 123. Min. “(…) 99. Hasta aquí todo cuanto he dicho es mi observación, mi opinión y mi investigación; en adelante voy a contar los relatos egipcios tal como los oí, aunque también les agregaré algo de mi observación. Min, el primero que reinó en Egipto, decían los sacerdotes, protegió con un dique a Menfis; porque el río corría todo hacia la montaña arenosa, en dirección a Libia y, Min formó con terraplenes el recodo que se encuentra a Mediodía, a unos cien estadios más arriba de Menfis, dejó en seco el antiguo cauce y derivó el río por medio de canales para que corriese a igual distancia de las dos montañas. (…) Cuando este Min, que fue el primer rey, logró secar el terreno de donde había desviado el Milo, fundó en él la ciudad que ahora se llama Menfis (Menfis se encuentra realmente en la parte estrecha de Egipto) y por fuera mandó excavar un lago derivado del rio por el Morte y el / (Página 124) Occidente (ya que por el Oriente la limita el mismo Milo); y edificó en la ciudad el famoso santuario de Hefesto, que es grande y muy digno de memoria. 100. Después de Min, enumeraban los sacerdotes según un libro trescientos treinta nombres de otros reyes. En tantas generaciones 68


dieciocho eran etíopes, una sola mujer, nativa y, los demás eran varones egipcios (…)”. (72). PLUTARCO. “Obras morales y de costumbres”. Edición de Manuela García Valdés. Colección Clásicos griegos nº8. Madrid. Akal/Clásica. 1987. Página 59. Sobre Isis y Osiris. Cita (69). “(…) Quemis, “ciudad de Min”. Parece situarse a una isla situada en el delta del Jilo. Min por su carácter itifálico era identificado con Pan. Cf. Heródoto, 2, 91 y 156, y Diodoro de Sicilia 1, 18, 2 (…)”. (73). ELIADE, Mircea. “Tratado de la Historia de las Religiones. Morfología y Dialéctica de lo sagrado”. Barcelona. Círculo de Lectores. 1990. Página 117. II. El cielo: Dioses uránicos, ritos y símbolos celestes. “(…) Entre los dioses de esta segunda clase –“fecundadores”, pero también “dioses de la tormenta”- podemos citar a Zeus, a Min y al dios hitita, pero también a Parjanya, Indra, Rudra, Haddad, Ga´alo, Júpiter Dolichenus y Thôrr; en una palabra: los llamados dioses de la tormenta (…)”. Ibidem. Página 124. II. El cielo: Dioses uránicos, ritos y símbolos celestes. “(…) Lo que ante todo se venera en Min, Ba´al, Hadad, Teshup y otros dioses taurinos del rayo, esposos de la gran diosa, no es su carácter celeste, sino sus posibilidades fecundadoras. Su sacralidad deriva de la hierogamia con la gran madre agraria. Su estructura celeste se valora por su función genésica (…)”. (74). ELIADE, Mircea. “Tratado de la Historia de las Religiones. Morfología y Dialéctica de lo sagrado”. Barcelona. Círculo de Lectores. 1990. Página 124. II. El cielo: Dioses uránicos, ritos y símbolos celestes. “(…) El dios Min, prototipo del dios egipcio Ammón, era también calificado de “toro de su madre” y “gran toro (Ka wr). El rayo era uno de los atributos y su función pluviogenésica aparece clara en su epíteto de “el que rasga la nube de lluvia”. Min no era una unidad autóctona, los egipcios sabían que procedía, como su pareja la vaca Hathort, del país de Pwnt, es decir, del océano Índico (…)”.“Una aportación de nuestros lectores. Problemática de las primeras dinastías. Consideraciones sobre las primeras dinastías”. Revista de Arqueología. Año 2.-Número 5-Marzo 1981-250 pts. Página 26. Min en la paleta del Ashmulean Museum de Oxford. “(…) Siguiendo un orden cronológico debemos situar después de esta “Paleta de las Ciudades” la famosa cabeza de maza periforme del Ashmulean Museum de Oxford. Los relieves contenidos en esta maza de 69


carácter votivo encontrada entre las ruinas de un templo de Jekhen, se encuentran divididos en registros fragmentarios en parte. El primero de ellos situado en la parte superior de la maza lo compone un desfile de pértigas que soportan en lo alto los tótenes o enseñas de diversas ciudades-estado del Alto Egipto entre las que se encuentran el monte Djuef, el animal Seth del antiguo reino de Mubet, el rayo (¿) de Min, el halcón Horus de Mekhen y el chacal Khen-tamentiu (¿) de Abudu. De lo alto de estas pértigas donde se acomodan estos tótenes, cuelgan, ahorcadas avefrías y arcps (…)”. (75). MAX MÜLLER, F. “Mitología egipcia”. Colección Mitología e Historia. Barcelona. Edicomunicación S. A. 1996. (2ª edición). Página 162. Capítulo IX. Culto de animales y hombres. “(…) Podemos ver esto con especial claridad en ejemplos donde el dios, a pesar de que se afirme su encarnación en un animal, nunca es representado realmente de esa forma, como es el caso de Ptah, Osiris, Rê, Mîn, etc; ocupando como veremos, los últimos egipcios ya no comprendían la conexión entre el dios solarizado Montu y su original forma de toro, el Buchis, pero trataban por analogía con el Apis, etc., explicar a este último como una corporalización de otras y más obvias divinidades celestiales (…)”. (76). MAX MÜLLER, F. “Mitología egipcia”. Colección Mitología e Historia. Barcelona. Edicomunicación S. A. 1996. (2ª edición). Página 132. Capítulo VII. Los otros dioses principales. Amón itifálico = Min itifálico. “(…) Amón (…) Mumerosas pinturas nos muestran que sus primeras estatuas, exactamente imitadas de las de Mîn, eran de azul oscuro e itifálicas, con un brazo levantado y con la misma capilla y árbol (o árboles) detrás; su mismo nombre muestra que era una disimilación de este último y antiguo dios (3) (…)”. Página 299. Cita (5). “(…) W. Spiegelberg, en AZ, XLIX, 127 (1911) (…)”. (77). SITCHIN, Zecharia. “Al principio de los tiempos. El quinto libro de Crónicas de la Tierra”. Colección: Crónicas de la Tierra. Barcelona. Ediciones Obelisco. 2013 (4ª edición: noviembre). Página 286. 11. Exiliados en una tierra cambiante. Min. “(…) En estos petroglifos también hay representaciones de dispositivos astronómicos de observación, uno de ellos en manos de una persona (¿un sacerdote?), como solía verse en el Oriente Próximo de la antigüedad y, el otro

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parecido a unos cuernos curvos, como los instrumentos que se pusieron en Egipto, en los templos de Min (véase Fig. 61) (…). Bastante más al norte, en Colombia, más cerca de Mesoamérica, a orillas del río Magdalena, los petroglifos dan cuenta de encuentros / (Página 287) entre hititas y egipcios, por verse allí (Fig. 147) jeroglíficos hititas (como los que representarían los términos “dios” y “rey”) junto a gran variedad de símbolos egipcios: cartuchos (marcos largos y redondeados que se utilizaban para inscribir dentro el nombre del rey), el jeroglífico de “esplendor” (un círculo con un punto en el centro como el Sol con rayos dorados que descienden), el hacha de “doble Luna” de Min (…)”. Ibidem. Página 302. 11. Exiliados en una tierra cambiante. Min. “(…) (Un artista babilónico, al representar el encuentro entre los dos hermanos, mostró a Mergal con su arma identificativa y, a Marduk, con casco, de pie encima de su zigurat, sosteniendo un instrumento –Fig. 153que se parece mucho a los instrumentos de observación que se empleaban en los tempos de Min, en Egipto (…)”. (78). ELIADE, Mircea. “Tratado de la Historia de las Religiones. Morfología y Dialéctica de lo sagrado”. Barcelona. Círculo de Lectores. 1990. Página 181. III. El sol y los cultos solares. Cultos solares egipcios. “(…) La religión egipcia ha estado dominada por el culto solar que las demás. Ya en la época antigua, el dios solar había absorbido a otras divinidades, tales como Atum, Horus y el escarabajo Khipri. A partir de la quinta dinastía, este fenómeno se generaliza: son muchas las divinidades que se funden con el sol, dando origen así a las figuras solarizadas de Chnum-Rê, Min-Rê, Amon-Rê, etc. Mo vamos a tomar posesión aquí entre las dos hipótesis rivales de Kees y de Sethe acerca de los orígenes históricos de la doctrina solar. Como quiera que sea, es indiscutible que el apogeo de esta doctrina se sitúa en los años de la quinta dinastía y que debió su éxito al auge adquirido por la noción de soberanía y el esfuerzo de los sacerdotes de Hierópolis (…)”. (79). LUGAN, Bernard. “Los egipcios. De los orígenes hasta nuestros días”. Barcelona. Editorial Ariel. 2003. (1ª edición: mayo). Página 43. Capítulo II. El Egipto dinástico. Cronología. “(…) +-3200-2700 a. C. = Periodo arcaico o tinita (capital Tinis) o Magada III. 71


I Dinastía +-3200- +-2890 a. C. II Dinastía +-2890 - +-2700 a. C. +- 2700- +-2200 a. C. = Imperio Antiguo (capital, Menfis). III Dinastía +-270 - +-2620 a. C. IV Dinastía +-2620 – 2500 a. C. V Dinastía +-2500 - +-2350 a. C. VI Dinastía +-2350 - +-2200 a. C. (…)”. (80). GUERRA SANTOS, Antonio. “Thutmosis III constructor imperial”. Revista de Arqueología. Año 2.- Número 4-febrero 1981-250 pts. Página 35. “(…) Deir el Bahari. (…) aquí construyó su templo el rey Mentuhotep III de la dinastía XI y, a su lado el de la gran reina; entre ambos está el que mandó construir Thutmosis III y que fue descubierto en 1962. (…) En el templo solar, a la derecha de la tercera terraza, una de sus dependencias es una capilla consagrada a Amón-Min (también representado en los relieves pintados como Amón-Ra); ante él rinden honores Thutmosis II, Thutmosis III y la reina; este dios es originario de Coptos, al norte de Tebas y, se encuentra frecuentemente representado en casi todos los monumentos tebanos (…)”. Ibidem. Página 36. “(…) Medinet-Habu. (…) Medinet habu comprende dos grupos de edificios, el principal es el templo de Ramsés III (y, a unos 40 metros al sur, junto a la entrada del amurallamiento circundante edificado por el mismo Ramsés, el templo de los Thutmosis. Este último fue comenzado por Amenofis I y terminado por Thutmosis III y, en el interín cada uno de los reyes de la XVIII dinastía levantaron lo que hoy es conocido como el Pequeño Templo (…) A la derecha de esta, una naos de granito rosa, sin inscripción e inacabada; los dioses adorados son Amón y Min. Esta naos, es de una época posterior, sembenítica y, fue introducida más tarde; para ello fue necesario practicar una brecha en el muro del fondo (…)”. (81). LUGAN, Bernard. “Los egipcios. De los orígenes hasta nuestros días”. Barcelona. Editorial Ariel. 2003. (1ª edición: mayo). Página 43. 72


Capítulo II. El Egipto dinástico. Cronología. “(…) Inicio de la XI Dinastía +- 2137 a. C. +-2064 o 2033 - +-1800 a. C. = Imperio Medio (capital, Tebas). Fin de la XI Dinastía +- 1994 a. C. (…)”. (82). LUGAN, Bernard. “Los egipcios. De los orígenes hasta nuestros días”. Barcelona. Editorial Ariel. 2003. (1ª edición: mayo). Página 43. Capítulo II. El Egipto dinástico. Cronología. “(…) +-1543 - +-1078 a. C. = Imperio Muevo. XVIII Dinastía +- 1543- +-1292 a.C. (…)”. (83). OSMAN, Ahmed. “Extranjero en el Valle de los Reyes”. Traducción de Francisco Martín. Barcelona. Editorial Planeta. 1988. Página 68. Capítulo 6. La época de Yuya. Cronología de Yuya en la que se realizaba culto a Min. “(…) Yo opino que Tutmosis IV (c. 1413-1405 a. J. C.) fue el faraón que nombró virrey a Yuya (…)”. Ibidem. Página 69. Capítulo 6. La época de Yuya. Cronología de Yuya en la que se realizaba culto a Min. “(…) Yuya que se había casado con una egipcia llamada Tuya, posiblemente de sangre real (véase también el libro segundo, capítulo 3), continuó en el cargo de virrey al morir Tutmosis IV, a quién sucedió su hijo Amenofis III (c. 1405-1367 a. J.C) (…)”. (84). OSMAN, Ahmed. “Extranjero en el Valle de los Reyes”. Traducción de Francisco Martín. Barcelona. Editorial Planeta. 1988. Página 148. Capítulo 12. El doble. Cronología de Yuya en la que se realizaba culto a Min. “(…) la ciudad de Akhmin, en donde Yuya era profeta de Min y superintendente del ganado de aquel dios (…)”. (85). OSMAN, Ahmed. “Extranjero en el Valle de los Reyes”. Traducción de Francisco Martín. Barcelona. Editorial Planeta. 1988. Página 29. Capitulo 1. La tumba de Yuya. Culto a Min. “(…) Yuya contaba con una impresionante lista de títulos, además del de “santo padre del señor de las Dos Tierras”: (…) - Supervisor del ganado de Min, señor de Akmin. (…) / (Página 30) - Profeta del dios Min (…)”. (86). OSMAN, Ahmed. “Extranjero en el Valle de los Reyes”. Traducción de Francisco Martín. Barcelona. Editorial Planeta. 1988. Página 70. 73


Capítulo 6. La época de Yuya. Cronología de Amenofis III en la que se realizaba culto a Min. “(…) Amenofis III. 38 o 39 años de reinado. Fecha hipotética 1405-1367 a. C. (…)”. Ibidem. Página 71. Capítulo 6. La época de Yuya. Cronología de Yuya en la que se realizaba culto a Min. “(…) Otra prueba de que Yuya vivió durante esta época y, murió durante el reinado de su yerno, son los objetos hallados en su tumba en los que figura el nombre de Amenofis III –el joyero, el arca y el jarrón de alabastro- y la ausencia de regalos de Eknatón, el soberano que le sucedió (…)”. Ibidem. Página 73. Capítulo 6. La época de Yuya. Cronología de Yuya en la que se realizaba culto a Min. “(…) Esto más la prueba de los escarabajos, sugiere que la muerte de Yuya no debió producirse antes del año 12 o 13 (1393/2 o 1392/1 a. C.) del reinado de Amenofis (…)”. Ibidem. Página 74. Capítulo 6. La época de Yuya. Cronología de Yuya en la que se realizaba culto a Min. “(…) Por el contrario, Christiane DesrochesMoblecourt, ex conservadora del departamento egipcio del Museo del Louvre, sin dar tampoco justificación, asegura en su libro Tutankhamen que Yuya murió el año 31 (1374 o 1373 a. J.C.) del reinado de Amenofis III (…)”. Ibidem. Página 75. Capítulo 6. La época de Yuya. Cronología de Yuya en la que se realizaba culto a Min. “(…) Podemos concluir: - que Yuya murió entre 1393-1392 y 13798-1378 a. J. C. - que nació entre 1453-1452 y 1439-1438 a. J.C. (…)”. Ibidem. Página 134. Capítulo 12. El doble. Cronología de Yuya en la que se realizaba culto a Min. “(…) Yuya debió de nacer entre 1453-1452 y 1439-1438 a. J. C., y morir aproximadamente entre 1393-1392 y 13791378 (…)”. (87). ROMER, John. “Los últimos secretos del valle de los Reyes. Una singular aventura arqueológica”. Barcelona. Planeta. 1981. Página 32. XIX. Dinastía: 1320-1200 a. C. “(…) Rey. Años de reinado. Múmero moderno de la tumba en el valle. Ramsés I.

2.

16.

Seti I.

14.

17.

Ramsés II. 67.

7.

Menerptah. 13.

8. 74


Amenmesse. 5.

10.

Seti II.

6.

15.

Siptah.

9.

47 (…)”.

(88). BRODRICK, M. & MORTON, A. A. “Diccionario de arqueología egipcia”. Colección Enigmas de la Historia. Madrid. Edimat Libros. 2003. Página 160. Serpientes. Min = Aehebka itifálico. “(…) Eran enemigas del dios sol, oponiéndose a su avance en el viaje por el mundo subterráneo durante las doce horas nocturnas y, como tales, Bes y Tas-urt son sus adversarios, que a menudo aparecen estrangulándolas. En la tumba de Seti I en Tebas se representan muchas escenas con serpientes. En una de ellas, el dios itifálico Jehebkas, en forma de serpiente con brazos y piernas, se opone al progreso del barco solar en el que Horus está de pie sobre una serpiente alada (…)”. (89). CARBONELL BEVIÁ, Lola. “Mavegación y religiosidad en Menorca: La influencia de las religiones del mediterráneo Oriental desde la Protohistoria a la Ilustración”. Madrid. Instituto Cervantes Internacional. 2010. www.Navegación y religiosidad en Menorca. La influencia de las religiones del Mediterráneo Oriental desde la Protohistoria a la Ilustración.pdf Página 95. 5.1.7.2. Cueva 2 de Es Aljubs, término de Ses Arenes de Baix (Ciutadella). “(…) En el interior de la cueva 2 de “Es Aljubs”, en el término de Ses Arenes de Baix (Ciutadella), se hallan dos insculturas ubicadas parietalmente en dirección Morte, pertenecientes al Arte Esquemático, con una cronología inscrita entre los periodos Calcolítico y Edad del Bronce. Se trata de un conjunto de dos grabados situados paralelamente, siendo el primero de ellos, de mayor tamaño que el segundo. / (Página 96) La primera de ellas, se trata de una figura antropomorfa muy esquematizada, ictifálica, y dibujada en escorzo, siendo el cuerpo formado por un triángulo, y los brazos –en cruz- lo que da movimiento a la figura. Junto a ella, unos trazos rectilíneos, de pequeño tamaño, conforman una figura antropomorfa en “Y”, que es portadora de una lanza en el brazo izquierdo (…)”.

75


(90). CARBONELL BEVIÁ, Lola. “Mavegación y religiosidad en Menorca: La influencia de las religiones del mediterráneo Oriental desde la Protohistoria a la Ilustración”. Madrid. Instituto Cervantes Internacional. 2010. www.Navegación y religiosidad en Menorca. La influencia de las religiones del Mediterráneo Oriental desde la Protohistoria a la Ilustración.pdf Página 99. 5.1.7.11.1. Representaciones cinegéticas. “(…) La “cueva 1 Torre den Quart-Son Quart” pudo haber sido un santuario cinegético de ritualización, en el que aparecen tres representaciones antropomorfas en actitud cinegética. La de mayor tamaño, y mayor importancia porque ratifica el uso de la honda en la Protohistoria, es la de un cazador en posición de lanzamiento, con la pierna izquierda flexionada por la rodilla y apoyándose con el pie izquierdo en el suelo; mientras que tiene la pierna derecha arrodillada. La figura antropomorfa aparece representada con los brazos en cruz, sosteniendo una honda en movimiento. Junto a la figura del cazador, hay un arco cargado con una flecha y apoyado en el suelo. Es la representación más antigua de Menorca en la que aparece el uso de la honda, por lo tanto su / (Página 100) importancia radica en que desde la Protohistoria –Calcolítico, Edad del Bronce-, los habitantes autóctonos de la isla ya utilizaban la honda para las funciones cinegéticas, y que siglos más tarde continuaron empleando para el pastoreo, y acciones bélicas. La segunda de las figuras antropomorfas, también aparece representada en movimiento y en escorzo, por la línea transversal que cruza el torso y le da movimiento mediante el dibujo de dos triángulos contrapuestos. En la mano izquierda sostiene una lanza, y en la derecha podría ser un cuchillo o material cortante de pequeño tamaño y vertical. La disposición de dos líneas rectilíneas de diferente longitud es lo que le da movimiento a la figura. La tercera de las figuras antropomorfas forma un conjunto de dos ideogramas, en el que aparece su representación –muy esquematizada por dos únicos trazos verticales- junto a una doble flecha. Junto a la representación de figuras antropomorfas, existen grabados referentes a otro tipo de antropomorfos –cruciformes, de brazos curvos, y ancoriformes-.

76


Solamente aparece una representación zoomorfa pectiniforme, en la que están perfectamente delimitados los trazos que hacen referencia a las patas, el rabo, y los cuernos. Y junto a ella, una lanza. Existe un único grabado que parece simular un plano compuesto de cuatro lados, cortado en su interior en varios puntos por trazos rectilíneos. Junto a uno de los laterales del cuadrilátero, aparece una figura antropomorfa ictifálica, en posición de escorzo, que sostiene dos lanzas o soportes rectilíneos de los brazos, apoyándose de forma inclinada sobre las piernas. Junto a ella, aparecen otros trazos que parecen simular flechas y lanzas. Podría ser la representación planimétrica de un cercado de caza (…)”. (91). CARBONELL BEVIÁ, Lola. “La participación de los honderos baleares en las Guerras Púnicas: Sicilia, Libia y, Anibálica”. 2017. www.La participación de los honderos baleares en las Guerras Púnicas_Sicilia, Libia y, Anibálica..pdf Página 40. 5.8. Las cáscaras de huevo procedentes del Museo de Mahón. “(…) María del Pilar San Micolás Pedraz descubrió en los fondos del Museo de Menorca, en Mahón, dos fragmentos de cáscaras de huevo de avestruz, procedentes de Ibiza, decorados con relieves de tallos y de hojas (317). Los fragmentos corresponden a un huevo de avestruz, procedente de la necrópolis de Puig d´es Molins (318), cuya cronología se circunscribe a los siglos VI-III a. C. (319) y, su excepcionalidad reside en los grabados que tiene (320). Este hallazgo, aunque no aportó el lugar de procedencia donde apareció, se podría presuponer que pudo haber sido un hondero balear mercenario vuelto de las Guerras Púnicas, que tras conocer la simbología religiosa cartaginesa, adquirió un huevo de avestruz para su propio enterramiento (…)”. (92). JACQ, Christian. “El enigma de la piedra”. Barcelona. Plural. 2000. Página 200. 35. Jeroglíficos para la eternidad. Morir es amarrarse a un poste. El viaje de la navegación al otro mundo. “(…) MEMI significa “abordar, fijar al poste de amarre, ser fijo duradero”. Este término náutico significa que la navegación se ha desarrollado bien y que la nave ha sido correctamente amarrada. El término se utiliza para la idea de “morir”, puesto que la buena muerte tiene lugar después de la travesía de la existencia, viaje que implica 77


alegrías y penas, pero que puede encontrar un punto final, un poste sólido al que el buen navegante amarrará su embarcación (…)”.MAX MÜLLER, F. “Mitología egipcia”. Colección Mitología e Historia. Barcelona. Edicomunicación S. A. 1996. (2ª edición). Página 177. Capítulo X. La vida después de la muerte. Teosofía de los barcos de los grabados de Menorca. “(…) Era entonces admitido el dominio de Osiris, el cual es descrito como situado en el cielo o en un agujero profundo (tephet) bajo la tierra, o entre el cielo y la tierra; de acuerdo a la teoría primitiva, asciende y desciende entre las estrellas (página 100) que conforman los “campos divinos”. En los textos más antiguos el transporte a esta tierra es por lo general descrito como una navegación por las oscuras aguas que provienen del dominio de Khnûm (el mundo inferior), es decir el Jilo subterráneo y los abismos (pág. 91); este último, sin embargo, conduce al gran océano terrenal y su continuación en el cielo, que de igual forma recibe la descripción de ser el camino a Osiris (pág. 98). En cuanto al extraño barquero “que mira hacia atrás, cuyo rostro está hacia atrás”, véase pág. 60 (…)”. (93). JACQ, Christian. “El enigma de la piedra”. Barcelona. Plural. 2000. Página 201. 35. Jeroglíficos para la eternidad. Morir es amarrarse a un poste. Barca = Resurrección. “(…) Egipto precisa de este modo que el sarcófago no es el lugar de la muerte y la aniquilación sino, por el contrario, el medio regenerador (comparado a una barca) donde tiene lugar el proceso de la resurrección (…)”. Ibidem. Página 187. 132. El jeroglífico viajero. ¡Ah, los bellos viajes! Embarcación. “(…) Los egipcios viajaban mucho, utilizaban esa magnífica autopista (ya con peajes) que es el Milo. Así pues. Mo hay que sorprenderse de que los dos términos más frecuentes para “viajar” pertenezcan al lenguaje de los navegantes. (…) Otros muchos términos para “viajar” utilizan el barco y las piernas humanas en movimiento (…)”. (94). MAX MÜLLER, F. “Mitología egipcia”. Colección Mitología e Historia. Barcelona. Edicomunicación S. A. 1996. (2ª edición). Página 27. Capítulo II. El culto del Sol. Teología funeraria utilizada en los grabados náuticos de Menorca hallados en una tumba de pasadizo. “(…) La idea más popular, sin embargo, es la de una nave (que quizá ha reemplazado una primera doble almadía) (4), el sol navega sobre el cielo, 78


concebido como un río o lago azul, que es una continuación del mar y del Jilo. En la proa de esta nave solar encontramos con frecuencia un curioso detalle algunas veces presentado como una alfombra o esterilla (5) sobre la cual el dios se asienta, duplicando / (Página 28) así una segunda figura de sí mismo en la cabina. Este detalle aún espera explicación. La deidad puede ser el único ocupante de la barca, que se mueve por sí misma o impulsada por la verdad por medio de remos; o puede ser acompañada por muchos dioses prominentes, especialmente los nueve dioses del conjunto heliopolitano y las personificaciones de la sabiduría, etc. En el último caso, la gran nave, que un texto (6) describe con setecientos setenta codos de longitud, impulsada por los remos de numerosos dioses, almas de reyes y otros muertos (especialmente prominentes), los “seguidores de Horus”, o “de Rê” (7), es decir de los dioses que pertenecen a la nave del sol. El Libro de los Portales (8) revierte en la antigua idea explicando que esas “estrellas nunca desvanecientes” (es decir las almas elegidas) se convierten en los remeros del sol durante el día. Entonces el sol puede descansar en la cabina como un disco en el que el dios mismo puede ser entronado o, como el áspid uraeus, el símbolo del fuego; en la última forma puede también enroscarse alrededor de la proa, cabina o cualquier otra parte del navío. Es un ejemplo, una doble áspid forma en realidad la barca que transporta las estrellas del sol, es decir el símbolo de su camino diario (véase más adelante la doble naturaleza del áspid). Una idea extremadamente antigua, que aparece, por ejemplo, en tiempos tan primitivos como los de la famosa tableta de marfil del rey Menes, es la mezcla de la forma humana del sol con su forma de halcón, en tanto que el pájaro solar navega en la cabina del enorme navío como si no tuviera alas. / (Página 29) En su diario camino el navío del sol tiene aventuras y adversarios que aparentemente simbolizan nubes y eclipses; y sus peligros se incrementaron aún más durante la noche, cuando pasa el borde de las montañas occidentales, el límite de la tierra y, entra en la hostil oscuridad. En la mañana, sin embargo, siempre emerge victorioso sobre las montañas orientales; el sol mismo y sus barcos remeros y soldados han dispersado a todos sus oponentes, navegando exitosamente a través del curso subterráneo del Milo o cruzando el abismal océano en el cual el sol se sumerge al atardecer (9). Durante la noche (o parte de ella) el dios-sol ilumina las regiones de los muertos, que por un tiempo despiertan de su 79


sueño cuando los rayos brillan sobre ellos y, de quienes algunas veces se cree que remolcan la nave del sol a través de las bajas aguas inertes o sin viento a través de partes especialmente dificultosas de están (10), o quienes la asisten contra sus enemigos. A la noche del sol puede también descansar de su especial estadía en el otro mundo, en “la isla de las llamas” (11), donde el fiero elemento tiene su propio centro. Para hablar con más exactitud, el dios sol tiene dos naves diferentes: una –la Me´enzet- para el día y, la otra; algunas veces él entra en la “nave del anochecer” en la tarde. Esta distinción no es más difícil de comprender que las últimas diferenciaciones del sol en sus tres distintas personalidades durante el tiempo diurno, cuando es llamado Horus (o harakhti, “Horus del Horizonte”) en la mañana, Rê (su nombre común) al medio día y, Atum(u) hacia el atardecer (…)”. (95). ROMER, John. “Los últimos secretos del valle de los Reyes. Una singular aventura arqueológica”. Barcelona. Planeta. 1981. Página 31. XVIII Dinastía: 1570-1320 a. C. Horemheb. Último rey de la dinastía XVIII. “(…) Horemheb. 28 años de reinado. Múmero moderno de la tumba en el valle: 57 (…)”.ROMER, John. “Los últimos secretos del valle de los Reyes. Una singular aventura arqueológica”. Barcelona. Planeta. 1981. Página 31. XVIII Dinastía: 1530-1320 a. C. “(…) Rey. Años de reinado. Múmero moderno de la tumba en el valle. Amosis.

24.

Mo se conoce.

Amenhotep I.

30.

Mo se conoce.

Tuthmosis I.

13.

38. ¿Hecha por su hijo?

Tuthmosis II.

8.

Mo se conoce.

Hatshepsut.

21.

20.

Tuthmosis III.

54.

34.

Amenhotep II.

25.

35.

Akhenaton.

17.

Enterrado fuera de Tebas.

Semenkara.

3.

55.

80


Tutankhamen.

9.

62.

Ay.

4.

23.

Horemheb.

28.

57 (…)”.

(96). ROMER, John. “Los últimos secretos del valle de los Reyes. Una singular aventura arqueológica”. Barcelona. Planeta. 1981. Página 242. Semilleros tumba de Horemheb. “(…) En otras tumbas reales se encuentran a veces representaciones de esta figura de Osiris que ocupan la misma posición y, es posible que esos verdes intensos de la tumba de Horemheb acompañaran a los “semilleros de Osiris”, donde se plantaba el trigo y de los que se encontró también un buen ejemplo en la tumba (…)”. (97). ROMER, John. “Los últimos secretos del valle de los Reyes. Una singular aventura arqueológica”. Barcelona. Planeta. 1981. Página 186. Mahirpra = Coetáneo de Amenhotep II. “(…) Mahirpra (“el León sobre los campos de batalla”). Era un compañero de armas del rey, tal vez un pariente o un amigo íntimo (…)”. (98). ROMER, John. “Los últimos secretos del valle de los Reyes. Una singular aventura arqueológica”. Barcelona. Planeta. 1981. Página 187. Trigo germinado. Tumba de Mahirpra, coetáneo de Amenhotep II (XVIII Dinastía). Grabado realizado en una de las cuevas de Menorca. “(…) Al lado de los ataúdes había dos soportes de junco y, en uno de ellos, sobre un trozo de lino, habían sembrado un poco de trigo en el momento del entierro. En la oscuridad y el calor de la tumba cerrada, el trigo germinó, pero murió poco antes por falta de luz. Era la esencia del misterio de Osiris, el trigo que germina, llevado a la oscuridad en la tumba, una parte del mágico proceso de resurrección. Loret ya había encontrado otros semilleros en las dos tumbas descubiertas el año anterior, pero en esta ocasión tenían la forma de una figura de Osiris, con una tiara en la cabeza y, con los brazos cruzados sobre el pecho (…)”. Ibidem. Página 197. Redes de la tumba de Mahirpra, coetáneo de Amenhotep II (XVIII Dinastía). “(…) junto al sepulcro de Mahirpra, una caja pintada de amarillo, con sus títulos de guerrero escritos en ella. Dentro de la caja había dos redes de cuero que, pasadas entre las piernas y atadas a la cintura, Mahirpra se ponía para luchar. Se trataba de un descubrimiento pequeño pero interesante y, estaban en muy buenas condiciones, pues el cuero se conservaba suave y flexible. Esas mallas de 81


lucha se conocían ya por las pinturas, pero no se había encontrado ninguna hasta entonces. Estaban admirablemente hechas. Eran dos pieles de gacela cortadas en tiras finas, de las que se habían sacado algunas para formar una red y, llevaban un reborde de cuero fuerte. Su elasticidad hacía que pudieran / (Página 198) adaptarse perfectamente al cuerpo de Mahirpra (…)”. (99). MAX MÜLLER, F. “Mitología egipcia”. Colección Mitología e Historia. Barcelona. Edicomunicación S. A. 1996. (2ª edición). Página 97. Capítulo V. El ciclo osiriano. Grabado de semillas de Menorca. “(…) Poniendo el mayor énfasis en la muerte de Osiris, éste se convierte en amo del mundo inferior, el regente de los muertos. Mo importa si no es tratado como un dios de la tierra (7), ya que simboliza en una forma bastante análoga lo que el dios asiático de las plantas y las fuentes, TammuzAdonis, tipifica (8) por la nueva vida de la vegetación que surge del suelo. Osiris puede también ser comparado o identificado con el agua de la inundación de verano, pues permite que los granos germinen otra vez y, ambas ideas se combinan en una pintura (Fig. 85) que muestra como el dios Milo despierta a la vida el alma (es decir, la manifestación) del “Fénix-Osiris” en las nuevas pantas (…)”. (100). ELIADE, Mircea. “Tratado de la Historia de las Religiones. Morfología y Dialéctica de lo sagrado”. Barcelona. Círculo de Lectores. 1990. Página 346. VIII. La vegetación. Símbolos y ritos de renovación. Gran diosa-árbol de la vida. “(…) Esta asociación gran diosa-árbol de la vida era conocida también en Egipto. Un relieve representa a Hathor, en un árbol celeste (sin duda el árbol de la inmortalidad), dando de beber y de comer al alma de muerto, es decir, asegurándole la continuidad de la vida, la supervivencia. Debemos relacionar esta representación con la serie iconográfica que representa las manos cargadas de dones o el busto de la diosa, emergiendo de un árbol y dando de beber al alma del difunto. Hay otra serie paralela a esta: la de la diosa del destino, sentada en las ramas bajas de un árbol enorme que simboliza el cielo y, en cuyos ramos están inscritos los nombres de los faraones y su destino. Este motivo vuelve a aparecer en las creencias populares altaicas; al pie del árbol de la vida, que tiene siete ramas, está la “diosa de las edades” (…)”.

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(101). HALL, Manly P. “Las enseñanzas secretas de todos los tiempos”. Madrid. Ediciones Martínez Roca. 2011. (2ª edición: julio). Página 343. Árboles = Hombres árboles. “(…) El árbol también se acepta como símbolo del microcosmos es decir, del hombre. Según la doctrina esotérica el hombre existe primero como posibilidad dentro del cuerpo del árbol del universo y después florece como manifestación objetiva en sus ramas. (…) La veneración del hombre por los arboles como símbolos de las cualidades abstractas de la sabiduría y la integridad también lo llevó a llamar “árboles” a las personas que poseían aquellas cualidades divinas hasta un grado aparentemente sobrehumano. Por consiguiente, llamaron “árboles” u “hombres arboles” a los filósofos y los sacerdotes muy preclaros, como los druidas –cuyo nombre significa, según una versión, “los hombres de los robles” o los iniciados de determinados Misterios sirios, a los que llamaban “cedros” (…)”. (102). JACQ, Christian. “El enigma de la piedra”. Barcelona. Plural. 2000. Página 77. 15. El amor en los jeroglíficos. [Signo que parece una letra mayúscula A girada a la izquierda en horizontal]. “(…) [signo egipcio], la azada que sirve para cavar el suelo, equivale al sonido MER. La palabra “amar” está determinada por el hombre que se lleva la mano a la boca. ¿Por qué escribir de esta manera un verbo tan importante? Porque la azada, que el faraón fue el primero en empuñar para abrir la zanja del primer empleo, permite inaugurar un lugar, es decir, una obra duradera. La azada empleada por el campesino abre la tierra y la hace fecunda. Los antiguos egipcios no creían que el aspecto afectivo y sentimental del amor fuese su faceta más importante; ponían más bien el acento en su valor fundador, duradero y profundo (...)”. (103). GIMÉNEZ VALERO, Sara. “Imagen mítica y religiosidad en los Balcanes durante el Meolítico”. Trabajo fin de grado dirigido por Elena Maestro Zaldíbar. Zaragoza. Facultad de Filosofía y letras. Universidad de Zaragoza. 2014. Repositorio de la Universidad de Zaragoza-Zaguan http://zaguan.unizar.es Página 26. Símbolos relacionados con el agua y el origen de la vida. “(…) Una variante del triangulo es el triangulo doble, conformando figuras con forma de reloj de arena, como las

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representaciones pictóricas parietales de la cueva Magurata, en el Moroeste de Bulgaria (Lam.13). Este signo de triangulo doble seguramente se origino en el Paleolítico a partir del símbolo triangular de la vulva y que, ya con forma de reloj de arena antropomorfo, se manifiesta a mediados del VII milenio a. C en cerámicas del Meolítico temprano y continua esta tradición en la Edad del Bronce y del Hierro. El lenguaje de la Diosa (M. Gimbutas, Madrid, Dover, 1996, pp.242-243) (…)”. Ibidem. Página 31. “(…) Por su parte, el triangulo, que representa la vulva, y el reloj de arena, también son símbolos de regeneración, además de signos que propician el origen o surgimiento de la vida, ya que es el elemento a partir del cual se origina una nueva creación (…)”. (104). SITCHIN, Zerachia. “Hubo gigantes en la Tierra. Dioses, semidioses y ancestros humanos: la evidencia de un ADM extraterrestre”. Colección Crónicas de la Tierra. Barcelona. Ediciones Obelisco. 2010 (1ª edición: mayo). Página 31. 2. En los días anteriores al diluvio. “(…) Como las piezas de un rompecabezas, todos estos hechos vienen a apuntar en la dirección de que los egipcios nos hablan de un Diluvio, de una Gran Inundación, que tuvo lugar en torno al 10. 970 a. C. (…)”. (105). SITCHIN, Zecharia. “Encuentros divinos. Guía sobre visiones, ángeles y demás emisarios. La experiencia humana cumbre”. Colección: Crónicas de la Tierra. Barcelona. Ediciones Obelisco. 2006 (1ª edición: octubre). Página 124. 6. Las puertas del cielo. Origen de Egipto. “(…) En la segunda región de la civilización, en la era del Río Milo, la Realeza comenzó hacia el 3100 a.C.; es decir, la realeza humana, dado que las tradiciones egipcias sostenían que, mucho antes de esto, Egipto estuvo gobernado por dioses y semidioses. Según el sacerdote egipcio Manetón, que plasmó por escrito la historia de Egipto cuando llegó Alejandro Magno, los “Dioses del Cielo” llegaron a la Tierra en tiempos inmemoriales procedentes del Disco Celestial (Fig. 33). Tras una gran inundación que anego Egipto, “un / (página 125) gran dios, que había llegado a la Tierra en los tiempos más primitivos, elevó la tierra desde debajo de las aguas mediante represas, diques y obras para recobrar tierras a las aguas. Su nombre era Ptah, “El Constructor” y, era un gran científico que anteriormente, había tenido mucho que ver con la creación del hombre. Se le solía representar con un 84


báculo graduado, muy parecido a las varas de agrimensor de nuestros días (Fig. 34a). Con el tiempo, Path le pasó el gobierno de Egipto a su hijo primogénito, Ra (“El brillante” –Fig. 34b), que sería el jefe del panteón de dioses egipcios durante todo el tiempo que perduró esta civilización. El término egipcio con el cual se identificaba a los dioses era MTR (“Guardián, Vigilante”) y, se creía que estos había llegado a Egipto desde Ta-Ur, el “País Lejano/extranjero”. En obras anteriores, identificamos ya a esa tierra como Sumer (más correctamente, Shumer, “País de los Guardianes”) (…)”. (106). SITCHIN, Zecharia. “Al principio de los tiempos. El quinto libro de Crónicas de la Tierra”. Colección: Crónicas de la Tierra. Barcelona. Ediciones Obelisco. 2013 (4ª edición: noviembre). Página 296. 11. Exiliados en una tierra cambiante. Cronología de los dioses y semidioses egipcios. “(…) Corroborando las leyendas y los relatos de los dioses provenientes de otras fuentes, la lista de Manetón dice que los siete grandes dioses –Ptah, Ra, Shu, Geb, Osiris, Set y Horus- reinaron un total de 12.300 años. Después comenzó una segunda dinastía divina, encabezada por Thot; duró 1570 años. Vino enseguida por treinta semidioses, que reinaron 3.650 años. Más tarde, hubo un tiempo caótico, un periodo de 350 años durante los cuales Egipto se vio sumido en la división y en el desorden. T después, un hombre llamado Mên estableció la primera dinastía faraónica. Los expertos sostienen que esto sucedió hacia el 3100 a. C. (…) / (Página 297) El reinado de Thot y de su dinastía de semidioses, que finalizó hacia el 3450 a. C., vino seguido en Egipto, según Manetón, por un periodo caótico que duró 350 años, con posterioridad al cual comenzó el gobierno dinástico de los faraones sometidos a Ra. En algunos segmentos del capítulo 175 del Libro de los Muertos (conocido como el Papiro de Ani) se registra una agria disputa entre el reaparecido Ra y Thot. “Oh, Thot, ¿qué es lo que ha ocurrido?”, exigía saber Ra. Los dioses, decía, “han formado un alboroto, se han dado a las peleas, han llevado a cabo malas acciones, han fomentado la rebelión”. Y debieron de menospreciar a Ra/Marduk en el transcurso de la rebelión: “Han convertido en pequeño lo grande” (…)”.

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(107). SITCHIN, Zerachia. “Hubo gigantes en la Tierra. Dioses, semidioses y ancestros humanos: la evidencia de un ADM extraterrestre”. Colección Crónicas de la Tierra. Barcelona. Ediciones Obelisco. 2010 (1ª edición: mayo). Página 28. 2. En los días anteriores al diluvio. “(…) Por lo que resulta más significativo de la Lista de faraones de Manetón y de sus dinastías es que su lista comienza con dioses y, no con faraones. ¡Los dioses y los semidioses reinaron en Egipto, según Manetón, antes que los faraones humanos! Sus nombres, su orden y las duraciones de sus reinados (cifras “fabulosas”, “fantásticas”, dicen los expertos) comenzaban con una dinastía divina encabezada por el dios Ptah, el Dios Creador del antiguo Egipto: Ptah

reinó

9.000 años

Ra

reinó

1.000 años

Shu

reinó

700 años

Geb

reinó

500 años

Osiris

reinó

450 años

Set

reinó

350 años

Horus

reinó

300 años

Al igual que su padre Ptah, Ra era un dios “del Cielo y la Tierra” que había llegado en tiempos antiguos desde el “Planeta de los Millones de Años” en una Barca Celeste llamada Ben-ben (que significa “Pájaro Piramidión); se conserva en el sanctasantorum de un santuario de la ciudad sagrada de Anu (la bíblica On, más conocida por su posterior nombre griego, Heliópolis). Aunque disfrutaría de una longevidad desmesurada y jugaría un papel importante en los asuntos egipcios durante milenios, el reinado de Ra como sucesor de Ptah se interrumpió abruptamente al cabo de solo mil años. El motivo de ello, como veremos, sería sumamente significativo en nuestra búsqueda. Manetón decía que la primera dinastía divina fue seguida por otra, encabezada por el dios Thot (otro hijo de Ptah, aunque hermanastro de 86


Ra). Su reinado se prolongó durante 1.570 años. En total, según Manetón, los dioses gobernaron durante 13.870 años (…)”. (108). SITCHIN, Zecharia. “El duodécimo planeta. El primer libro de Crónicas de la Tierra”. Colección: Crónicas de la Tierra. Barcelona. Ediciones Obelisco. 2013 (9ª edición: febrero). Página 408. 14. Cuando los dioses huyeron de la tierra. Cronología de las eras astrológicas. “(…) 60 a. C. a 2100 d.C.- Era de Piscis. 2200 a. C. a 60 a.C. – Era de Aries. 4380 a. C. a 2220 a.C. – Era de Tauro. 6540 a. C. a 4380 a. C.- Era de Géminis. 8700 a. C. a 6540 a.C. – Era de Cáncer. 10.860 a. C. a 8700 a. C. – Era de Leo (…)”. (109). BRODRICK, M. & MORTON, A. A. “Diccionario de arqueología egipcia”. Colección Enigmas de la Historia. Madrid. Edimat Libros. 2003. Página 140. Ptah. “(…) En Menfis, Ptah era considerado el más anciano de los dioses. Recibía el nombre de “padre de los padres poderosos, padre de los inicios, el que creó el huevo del Sol y el huevo de la Luna”, “el creador de su propia imagen”. (…) Su nombre significa “arquitecto, fabricante, constructor”. Una leyenda le asocia con Khenemu en el trabajo de creación a las órdenes de Thot. Se dice que estableció justicia eterna sobre la tierra (…)”. (110). SITCHIN, Zerachia. “Hubo gigantes en la Tierra. Dioses, semidioses y ancestros humanos: la evidencia de un ADM extraterrestre”. Colección Crónicas de la Tierra. Barcelona. Ediciones Obelisco. 2010 (1ª edición: mayo). Página 158. 8. Un siervo a la medida. “(…) El jeroglífico de Ptah su nombre egipcio era una serpiente enroscada (…)”. (111). BRODRICK, M. & MORTON, A. A. “Diccionario de arqueología egipcia”. Colección Enigmas de la Historia. Madrid. Edimat Libros. 2003. Página 155. Seb o Qeb = Padre de Osiris. “(…) La tierra personificada como dios. Era hijo de Shu, esposo de Mut, el cielo y, padre de Osiris, Set, Isis y Mephthys. Su símbolo es el ganso y se le representa con forma humana y esta ave sobre la cabeza. Recibe el nombre de “el gran cacareador” y algunos creyeron que había / (Página 156) dejado el huevo 87


del que salieron la tierra y todas las cosas. En los textos de las últimas épocas “la espada de Seb” era un nombre común para referirse a la tierra (…)”. (112). SITCHIN, Zerachia. “Hubo gigantes en la Tierra. Dioses, semidioses y ancestros humanos: la evidencia de un ADM extraterrestre”. Colección Crónicas de la Tierra. Barcelona. Ediciones Obelisco. 2010 (1ª edición: mayo). Página 28. 2. En los días anteriores al diluvio. “(…) Tras ellos, vendría una dinastía de semidioses que reinarían durante un total de 3.650 años más. En resumen, según Manetón, los dioses y los semidioses reinaron durante un total de 17. 520 años. Luego, tras un caótico periodo intermedio que duró 350 años, en el que no hubo nadie que reinara en la totalidad de las tierras de Egipto (es decir, tanto en el / (Página 29) Alto como en el Bajo Egipto), Men iniciaría la primera dinastía humana de faraones y gobernaría un Egipto unificado (…). Petrie identificó tumbas / (Página 30) en las que aparecían los nombres de todos los faraones de la I Dinastía y, en su obra maestra, The Rotal Tombs of The First Dynasty (“Las tumbas reales de la I Dinastía” 1900-1901) reconoció que los hallazgos confirmaban la Lista de Manetón. Además, encontró tumbas con nombres de reyes predinásticos, a los que encuadró como “Dinastía 0”. Egiptólogos posteriores los han identificado como reyes del periodo Caótico, del que se habla en las listas de Manetón, con lo cual quedaba corroborada también esa parte de las listas. Pero lo importante del hecho de que todos esos datos hayan sido corroborados va más allá del tema de las dinastías divina y semidivina de tiempos prefaraónicos, por cuanto arroja luz de un modo sumamente significativo sobre el tema del Diluvio y de los tiempos antediluvianos. Dado que actualmente se sabe con certeza que el gobierno faraónico comenzó en Egipto en torno al 3.100 a. C., la línea temporal de Manetyçon nos llevaría hasta el año 20.970 a. C., (12.300 + 1.570 + 3. 650 + 350 + 3.100 = 20. 970). Los datos climáticos y otros datos que presenté en mis libros El 12º planeta y El génesis revisado nos llevaban a la conclusión de que el Diluvio tuvo lugar hace unos 13.000 años, en torno al 10. 970 a.C. Pues bien, la diferencia resultante de 10.000 años (20. 970 – 10. 970) coincide exactamente con la duración del reinado de Path (9.000 años) y del reinado, abruptamente interrumpido, de Ra (1.000 años). Se 88


trataría, así pues, de un sincronismo significativo, que vincularía la línea temporal de Manetón con el diluvio. Sugiere que Ptah reinó antes del Diluvio y, que el reinando de Ra se interrumpió bruscamente a causa del Diluvio. Confirmaría la realidad del diluvio y de su datación, por una parte y, la veracidad de los datos divinos y semidivinos de Manetón por la otra (…)”. (113). SITCHIN, Zecharia. “Al principio de los tiempos. El quinto libro de Crónicas de la Tierra”. Colección: Crónicas de la Tierra. Barcelona. Ediciones Obelisco. 2013 (4ª edición: noviembre). Página 187.7. Un Stonhenge junto al Éufrates. “(…) entre el 6540 y 4380 a. C. Según la cronología egipcia transmitida por sus sacerdotes y de la que da cuenta Manetón, aquella fue la época durante la cual gobernaban los semidioses en Egipto (…)”. (114). BLAVATSKY, H.P. “La doctrina secreta. Síntesis de la Ciencia, la Religión y la Filosofía”. Tomo II, Simbolismo Arcaico Universal. Málaga. Editorial Sirio. 2000. Página 99. Sección VI. El Huevo del Mundo. “(…) ¿De dónde procede este símbolo universal? El huevo fue añadido como signo sagrado a la Cosmogonía de todos los pueblos de la tierra y, fue reverenciado tanto por su forma como por su misterio interno. Desde los primeros conceptos mentales del hombre, se reconocía qué era lo que representaba más propiamente el origen y el secreto del Ser. El desarrollo gradual del germen imperceptible encerrado en la cáscara; el trabajo interno, sin ninguna intervención o fuerza externa notoria, que de un nada latente producía un algo activo, sin necesitar para ello más que el calor; y el que, habiéndose desenvuelto gradualmente una criatura viva concreta, rompía su cáscara apareciendo a los sentidos externos de todos, cómo un ser por sí mismo generado y por sí mismo creado; todo esto tiene que haber sido desde el principio un milagro permanente (…)”. (115). BLAVATSKY, H.P. “La doctrina secreta. Síntesis de la Ciencia, la Religión y la Filosofía”. Tomo II, Simbolismo Arcaico Universal. Málaga. Editorial Sirio. 2000. Página 99 y 100. Sección VI. El Huevo del Mundo. “(…) En el principio, la “Causa Primera” no tenía nombre. / (Página 100) Más tarde la fantasía de los pensadores la figuró como un ave, siempre invisible y misteriosa, que hizo un Huevo en el Caos, cuyo Huevo se convirtió en el Universo. De aquí que Brahma fuese llamado Kâlahansa, “el Cisne en [el Espacio y en] el Tiempo”. Convirtiéndose Brahma en el 89


“Cisne de la Eternidad”, pone al principio de cada Mahâmanvatara un Huevo de Oro, que simboliza el gran Círculo, que a su vez es el símbolo del Universo y sus cuerpos esféricos. La segunda razón, para haber sido elegido el Huevo como representación simbólica del Universo y, de nuestra Tierra, fue su forma. Era un Círculo y una Esfera; y la figura oviforme de nuestro Globo debió haber sido conocida desde el principio de la simbología, puesto que fue adoptado el Huevo tan universalmente. La primera manifestación del Kosmos en forma de un huevo, era la creencia más difundida de la antigüedad. Como muestra Bryant, era un símbolo adoptado entre los griegos, los sirios, los persas y los egipcios. En el Ritual egipcio, Seb el Dios del Tiempo y de la Tierra, se dice que puso un Huevo, o el Universo, “un huevo concebido a la hora del Gran Uno de la Fuerza Doble”. Ra es representado, lo mismo que Brahma, en gestación en el Huevo del Universo. El Difunto “resplandece en el Huevo del País de los Misterios”. Pues este es “el Huevo al que se le da la Vida entre los Dioses”. “Es el Huevo de la gran Gallina clueca, el Huevo de Seb, que sale de él como un halcón” (…)”. (116). BLAVATSKY, H.P. “La doctrina secreta. Síntesis de la Ciencia, la Religión y la Filosofía”. Tomo II, Simbolismo Arcaico Universal. Málaga. Editorial Sirio. 2000. Página 101. Sección VI. El Huevo del Mundo. “(…) Tanto en Grecia como en la India, el primer Ser masculino visible, que reunía en sí mismo la naturaleza / (Página 102) de los dos sexos, habitó en el Huevo y salió de él. Este “Primogénito del Mundo” fue, según algunos griegos, Dyonisus; el Dios que salió del Huevo del Mundo y, del que se derivan los Mortales y los Inmortales. El Dios Ra, en el Libro de los Muertos, es representado radiante en su Huevo [el Sol] y, emprende su marcha tan pronto como el dios Shu [la Energía Solar], le despierta y le da impulso. “Él está en el Huevo Solar, el Huevo al que se le da Vida entre los Dioses”. El Dios Solar exclama: “Yo soy el Alma Creadora del Abismo Celestial. Iadie ve mi Iido, nadie puede romper mi Huevo; yo soy el señor” (…)”. (117). BLAVATSKY, H.P. “La doctrina secreta. Síntesis de la Ciencia, la Religión y la Filosofía”. Tomo II, Simbolismo Arcaico Universal. Málaga. Editorial Sirio. 2000. Página 109 110. Sección VI. El Huevo del Mundo. Significados simbólicos del Huevo. “(…) En el Libro de los Muertos, como se ha mostrado, se menciona a menudo el Huevo. Ra, el Poderoso / (Página 110) permanece en su Huevo, durante la lucha entre los “Hijos de 90


la Rebelión” y Shu, la Energía Solar y el Dragón de las Tinieblas. El Difunto resplandece en su Huevo cuando cruza el País del Misterio. Él es el Huevo de Seb. El Huevo era el símbolo de la Vida en la Inmortalidad y en la Eternidad; y también el signo de la matriz generadora; mientras que la Tau, que estaba asociada con él, era sólo el símbolo de la vida y del nacimiento en la generación. El Huevo del Mundo estaba colocado en Khum, con la “caída” de la humanidad en la generación y el falicismo, en Ammón, el Dios creador. Cuando Ptah, el “Dios Flamígero”, lleva el huevo del Mundo en la mano, entonces el simbolismo viene a ser por completo terrestre y concreto en su significación. En conjunto con el Halcón, símbolo de Osiris-Sol, el símbolo es doble y, se refiere a ambas Vidas: la mortal y la inmortal. Los grabados de un papiro en el AQedipus Egyptiacus de Kircher, muestran un huevo flotando sobre la momia. Este es el símbolo de la esperanza y, la promesa de un Segundo Jacimiento para el muerto Osirificado; su Alma, después de la debida purificación en el Amenti, tendrá su gestación en este Huevo de la Inmortalidad, para renacer de él en una nueva vida sobre la tierra. Pues este huevo, en la Doctrina Esotérica, es el devachán, la mansión de la Dicha; el escarabajo Alado siendo también otro símbolo de lo mismo. El Globo Alado no es sino una forma del Huevo y, tiene el mismo significado que el Escarabajo, el Khopiru –de la raíz khopru, venir a ser, renacer, - el cual se relaciona con el renacimiento del hombre y con su regeneración espiritual (…)”. (118). CARBONELL BEVIÁ, Lola. “La participación de los honderos baleares en las Guerras Púnicas: Sicilia, Libia y, Anibálica”. 2017. www.La participación de los honderos baleares en las Guerras Púnicas_Sicilia, Libia y, Anibálica..pdf Página 25. 3.9. La muerte: El huevo de la vida en la inmortalidad y en la eternidad, esperanza y promesa de un segundo nacimiento. Costumbres funerarias cartaginesas. 3.9.2. “(…) Y teosóficamente, el huevo de avestruz fue el símbolo del “huevo del mundo” representando el origen y el secreto del ser (198) y, símbolo del “Universo”, la primera manifestación del cosmos (199); el alma creadora del abismo celestial (200). La teosofía del huevo surgió de Egipto y fue absorbida por Fenicia. Su significado residía en que “el difunto resplandecía en su huevo cuando cruzaba el país del misterio. El huevo era el símbolo de la vida en la inmortalidad y en la eternidad, esperanza y promesa de un segundo nacimiento, donde el alma del difunto se gestará en el huevo de la inmortalidad para renacer de él a una nueva vida sobre la tierra” (201) (…)”.

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Anexo documental

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Embarcaciones

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Otros sĂ­mbolos

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Dios Min

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Grabados aparecidos en Menorca

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Embarcación de tallos representada en Santa Ana (Ciutadella). (Fuente: GUERRERO AYUSO, Víctor. “Posibles representaciones de barcos de juncos en Menorca”. (Rev. de Men., 1992, I-II., pp.133-139). Revista de Menorca. Publicació de l´Ateneu Científic, Literari i Artistic de Maó. Fundada el 1888 (Any LXXXIII-Vuitena Època). IME. Maó. Primer semestre. 1992. www.Revista de Menorca 1992.pdf Página 136).

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Embarcación representada en Menorca en la cueva des Tudons, similar a las egipcias. (Fuente: GUERRERO AYUSO, Víctor. “Posibles representaciones de barcos de juncos en Menorca”. (Rev. de Men., 1992, I-II., pp.133-139). Revista de Menorca. Publicació de l´Ateneu Científic, Literari i Artistic de Maó. Fundada el 1888 (Any LXXXIII-Vuitena Època). IME. Maó. Primer semestre. 1992. www.Revista de Menorca 1992.pdf Página 134).

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Grabado 1c. Cueva 3 des Tudons (Menorca). (Fuente: Vicente Ibáñez Orts).

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Grabado de la cueva 6 des Tudons (Menorca). (Fuente: Vicente Ibáñez Orts).

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Lola Carbonell Beviá, alicantina de nacimiento, es historiadora, especializada en Humanidades Contemporáneas. Ha realizado numerosas monografías sobre la Historia de la Edad Media de Menorca y, sobre su Protohistoria. En este trabajo de investigación, se ha centrado en demostrar la influencia de la teosofía egipcia en Menorca, que quedó impregnada en distintos grabados aparecidos en la isla. 118


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