Orientaciones Universitarias 56

Orientaciones Universitarias Orientaciones Universitarias 5 6

Orientaciones Universitarias

Bogotá

Orientaciones Universitarias

Publicación periódica de la Rectoría de la Pontificia Universidad Javeriana

www.javeriana.edu.co/archivo-historico/orientaciones

Nº 56

AÑO 2020

Director

Jorge Humberto Peláez PiedraHita, S.J. Rector Pontificia Universidad Javeriana

Compilación y Jairo Humberto CifuenteS madrid

Coordinación editorial Secretario General

CarloS Julio CuartaS CHaCón

Asesor del Secretario General

Preprensa e impresión

Bogotá, D.C., marzo de 2023

Mensaje del Gran Canciller de la Universidad y Superior General de la Compañía de Jesús

PRESENTACIÓN

Definitivamente el año 2020 marcó un punto de quiebre en la historia reciente de la Humanidad. La pandemia que de manera abrupta hizo su aparición en el mundo durante el primer trimestre, que rápidamente se esparció por distintos lugares del planeta y nos obligó al confinamiento por unos cuantos meses, no solo nos enfrentó a tremendas realidades de inequidad y previsión, a momentos dramáticos frente a la enfermedad y muerte de familiares y amigos, sino que también impulsó cambios importantes para la vida, tanto de las personas como de las instituciones.

Al comenzar ese inolvidable año, en la Javeriana nos estábamos preparando para conmemorar el 90º aniversario del restablecimiento de la Universidad, así como otras efemérides importantes en el desarrollo institucional, entre ellas el cincuentenario del célebre programa de extensión abierto en Cali, que sería la semilla de la Seccional que se establecería en esa ciudad y hoy sobresale en el mundo universitario del suroccidente colombiano.

Nada fácil fue ‘ponernos en modo remoto’ de la noche a la mañana para dar continuidad a nuestras labores. Gracias a la infraestructura tecnológica que la Javeriana había creado de tiempo atrás, y también al compromiso de todos los miembros de la Comunidad Educativa Javeriana, pudimos seguir adelante de manera no presencial.

Por esta razón, decidimos recoger en la edición No. 56 de Orientaciones Universitarias una selección de textos que dan cuenta de lo sucedido en 2020, de ese camino novedoso que recorrimos en medio de gran incertidumbre, de sus lecciones y los aprendizajes obtenidos. Superadas las angustias vividas entonces, la perspectiva de análisis es diferente.

En capítulo separado, el lector encontrará dos intervenciones magistrales del Papa Francisco relacionadas con la situación que se vivió, y otras cuatro referidas a un tema de particular interés para nosotros, pues fue en 2020 que se lanzó el Pacto Educativo Global y la Javeriana entró a participar en el desarrollo de esta gran iniciativa.

En un último aparte, que hemos titulado IN MEMORIAM, rendimos homenaje a ese grupo numeroso de javerianos que murieron en ese año, la mayoría como consecuencia del COVID 19. Se trata de diecisiete hombres que sobresalieron en la historia de nuestra Universidad.

De esta forma, en el número 56 de la colección Orientaciones Universitarias, páginas que sirven de testimonio de los que fueron, sin lugar a dudas, días excepcionales, podremos repasar un momento sin antecedentes en la vida de la Javeriana y al mismo tiempo reconocer la maravillosa labor de Profesores y Empleados Administrativos, que fue debidamente correspondida por nuestros Estudiantes.

Jorge Humberto Peláez Piedrahita, S.J. Rector

90º ANIVERSARIO DEL RESTABLECIMIENTO DE LA UNIVERSIDAD

"EFEMÉRIDES JAVERIANAS DE 2020"*

Jorge Humberto Peláez Piedrahita, S.J.*

Todo aniversario nos ofrece la oportunidad de recordar de manera especial un acontecimiento que, sin duda alguna, dejó huella perdurable en la vida de una persona o una familia, de una institución o un país.

Gracias a los documentos que se conservan en archivos, podemos ayudar a la memoria de hombres y mujeres, que siempre es limitada y frágil, y volver con mayor certeza y detalle sobre los hechos del ayer, los personajes y sus circunstancias; así, podemos juzgar con más ponderación sus efectos y, además, apreciar los cambios que han tenido lugar en los años transcurridos desde entonces. De esta forma, su conmemoración nos permite también contar con una mejor perspectiva para proyectarnos hacia el futuro

que es hacia donde se dirigen nuestros pasos.

En la Javeriana, el calendario de este año, el 2020, trae una serie de efemérides que nos obligan a detener la marcha ordinaria de las cosas porque es necesario celebrar, expresando nuestro regocijo y gratitud, así como también renovando el compromiso institucional con la creación de un mundo mejor.

Hace 90 años, los Jesuitas de la Provincia Colombiana tomaron la decisión de restablecer en la ciudad capital los estudios universitarios que habían estado a su cargo en tiempos coloniales, y que se suspendieron en 1767 debido a la expulsión de la Compañía de los dominios españoles. Sin embargo, no se trataba de hacer de nuevo lo que tiempo atrás se había hecho. Su opción era innovadora: abrir un programa doble, de Economía y

Derecho, aprovechando los recursos del Colegio de San Bartolomé. Así quedó consignado en el acta que suscribieron los padres Jesús María Fernández, Provincial; su Secretario, Félix Restrepo; el Rector del Colegio, Jesús Salvador Restrepo, y los otros cinco sacerdotes que asistieron a la memorable reunión del 1º de octubre de 1930. Tal fue el punto de partida de la época contemporánea de la Universidad Javeriana.

Para conmemorar dos décadas de labores, se realizó en 1950 el Primer Congreso Universitario Javeriano, evento de gran trascendencia, como quiera que, “mirando hacia el porvenir”, se trazaron los primeros bosquejos de una nueva etapa en la vida institucional, porque se veía conveniente la ampliación de su oferta educativa. Fue así como nacieron Arquitectura, Ingeniería Civil y Odontología, tres nuevas unidades que entraron a formar parte de las llamadas Facultades Civiles, que junto a las Facultades Femeninas y las Facultades Eclesiásticas completarían el mundo javeriano de entonces.

Un tercer hito de nuestra historia ocurrió en 1970, cuando la Universidad abrió un programa de extensión en la capital del Valle, que sería el germen de lo que hoy es la Seccional de Cali, un polo de desarrollo académico en el suroccidente colombiano, que se fortaleció en estos cincuenta años y evidencia la preocupación que siempre hemos tenido por las regiones del país.

Pues bien, estas son las efemérides javerianas que conmemoraremos en 2020, destacando la labor de muchos hombres y mujeres, de

sucesivas generaciones, que soñaron con una Universidad al servicio del país, comprometida con “la instauración de una sociedad más civilizada, más culta y más justa”.

Como sucede en una carrera de relevos, en el desarrollo histórico de la Javeriana se pueden identificar los pasos de sus profesores y estudiantes, de sus empleados administrativos y los directivos, entre estos muchos decanos y quince rectores, así como también la labor cumplida de tan diversa manera por sus egresados. Todos ellos forjaron estas realidades que conforman lo que en la actualidad es la Javeriana, institución respetada y reconocida por su identidad.

El mundo es muy distinto de aquel que vio renacer la Javeriana en 1930. Lo mismo podemos decir del país. En cuanto a la Universidad, ¡qué gran transformación! Qué diferencia entre la Javeriana colonial y la de los años del restablecimiento en la sede del centro de Bogotá; y entre ésta y la de ahora, en este campus impresionante de la calle 40 y en el de la Seccional en Cali, con una presencia en tantos otros lugares del país y del extranjero. Sin embargo, algo no ha cambiado ni cambiará: los principios que enmarcan nuestra labor, fundados en la tradición educativa de los jesuitas.

Celebremos, entonces, con la mirada puesta en el porvenir, sin olvidar en ningún momento que debemos honrar ese legado y llevarlo adelante, teniendo presente que también nosotros seremos otro eslabón de una sólida y brillante cadena.

CONCIERTO FANTASTIQUE – LA MÚSICA SIN FRONTERAS

Jorge Humberto Peláez Piedrahita, S.J.*

Estamos reunidos hoy en el Teatro Cafam de Bellas Artes para disfrutar del concierto “Fantastique – La Música sin fronteras”, que ha sido programado como acto inaugural de la conmemoración de los 90 años del restablecimiento de la Universidad Javeriana. Se trata de una importante efeméride que tendremos presente a lo largo de este año 2020, de manera particular el 1º octubre, fecha en que se firmó, en 1930, el acta que recogió la decisión de reabrir en Bogotá los estudios universitarios que los jesuitas habían tenido en esta capital durante la época colonial.

En el marco de esta celebración, nuestra Universidad y Rencontres Musicales de Saint Ulrich se propusieron realizar un intercambio musical y cultural con profesores,

artistas y más de 200 niños y jóvenes, tanto de Colombia como de Francia, el cual ha tenido lugar en los días previos a este concierto. De esta forma, 70 niños y jóvenes franceses de diversos credos y edades, establecieron en el campus de la Javeriana lo que bien podemos llamar un campamento musical, en una experiencia de inmersión cultural única, llevada a cabo en unión con la Orquesta Sinfónica Javeriana y el Coro de la Facultad de Artes.

A estos artistas franceses y a quienes los han acompañado en su viaje a nuestro país, presento un cordial saludo y también el reconocimiento de la Javeriana por haber acogido esta iniciativa. Mil gracias, Señor Embajador, por el apoyo de Francia para hacer realidad este concierto; también expresamos nuestra gratitud a la ciudad de Metz y todas las entidades vinculadas al proyecto.

* Palabras del Rector de la Universidad en el Teatro Colón, 29 de febrero de 2020.

Debo anotar que en la Javeriana la Francofonía se ha hecho a un lugar destacado. Nuestro interés, más allá de procurar una profunda reflexión sobre esta categoría, se ha traducido en acciones de cooperación y alianzas institucionales que dan cuenta de su impacto cultural y social en nuestras prácticas cotidianas. Es así como desde el año 2017, la Universidad Javeriana hace parte la Agencia Universitaria de la Francofonía (AUF), una red de gran importancia en lo que se refiere a la educación superior y la investigación, la cual abre posibilidades de integración y participación a nuestra comunidad educativa en un ambiente académico y cultural diverso. Por otro parte, desde el Departamento de Lenguas se han abierto espacios como la Celebración del día de las francofonías, que desde 2018 es liderado por la Licenciatura en Lenguas Modernas y el área de francés. De la misma manera, la articulación con las embajadas representantes de la francofonía institucional ha permitido la realización de actividades culturales y académicas en la Javeriana. El objetivo de estas actividades y eventos consiste en ampliar y diversificar la mirada sobre la lengua francesa, en relación con la diversidad lingüística, cultural, intelectual y epistémica de una comunidad amplia y heterogénea. Así, propiciamos espacios de encuentro que integren lo que han resignificado aquellas voluntades comunes, que se reconocen en la realidad francófona.

De manera especial agradezco a la Caja de Compensación Familiar - Cafam y su programa “Tocar y

Luchar”, vinculados especialmente a esta iniciativa. Nuestro reconocimiento se extiende también a la Facultad de Artes y al Centro de Gestión Cultural de la Universidad, lo mismo que al Padre Sarasa, Vicerrector del Medio Universitario, por su entusiasta dedicación para hacer realidad este evento.

Cabe destacar que es la primera vez que un centro de Educación Superior de nuestro país emprende un proyecto de esta magnitud, con un objetivo social y cultural que nos permite fomentar, no solo el diálogo y el intercambio de saberes a nivel internacional, sino la formación artística abordada desde diferentes perspectivas, en un lenguaje común, que es la música. Esta experiencia tendrá continuidad el año entrante, en la ciudad de Metz, cuando serán nuestros artistas los que se desplacen hacia Francia.

Señoras y señores: Esta noche tendremos el privilegio de escuchar dos composiciones de Héctor Berlioz, el célebre alumno pelirrojo del Conservatorio de París, que murió en esta ciudad, en 1869, “una de las personalidades más brillantes y con mayor visión de futuro de principios del siglo XIX”, a juicio del crítico musical Eckhardt van den Hoogen.

La primera obra será la Sinfonía Fantástica, concluida en 1830, en formato de ópera instrumental en cinco actos, que lleva por subtítulo “Episodios de la vida de un artista”, que, como lo hace notar Van den Hoogen, “contiene elementos autobiográficos de un amor no correspondido… una pesadilla en

CONCIERTO FANTASTIQUE – LA MÚSICA SIN FRONTERAS

la cual la amada es asesinada y el amante, ajusticiado”. A diferencia del trágico desenlace del héroe de la Sinfonía, Berlioz “llegó incluso a casarse con su adorada, aunque su matrimonio terminó en un tedio extraordinario”. La otra obra de Berlioz que escucharemos y que hoy se estrena en Colombia, se titula Lélio, ou Le retour a la vie, compuesta en 1831 y considerada como continuación de su Sinfonía Fantástica. También autobiográfica, nos habla de ‘la vuelta a la vida’ de un Berlioz que finalmente logra superar una depresión profunda ocasionada por una tragedia amorosa.

Con este concierto se busca crear un puente entre épocas diferentes, con la inspiración y la creatividad, los sentimientos de personas concretas, que hoy nos permiten acercarnos a la obra de Berlioz de una manera didáctica, reconociendo por medio de los estímulos audiovisuales, escénicos y musicales, la intensidad de las pasiones que inspiraron a este reconocido compositor. El montaje artístico contará con una secuencia escrita para narrador, coro y orquesta, con adaptación inédita de textos en español y diseño escénico, realizado originalmente por la Pontificia Universidad Javeriana.

Resulta especialmente significativo que sea Héctor Berlioz el compositor que hoy llega a este escenario y que con su música iniciemos esta noche la celebración de los 90 años del restablecimiento de la Javeriana. Él es “la encarnación de un artista romántico: obsesivo, apasionado (y apasionadamente enamorado), lleno de las ideas más fantásticas –las

mismas que supo plasmar tanto en el aspecto musical como en el literario–“, así lo recalca Van den Hoogen, quien hace notar que “sus composiciones se cuentan entre los logros más revolucionarios del romanticismo en general”.

La Javeriana, queridos amigos, renació hace nueve décadas como una idea fantástica que movió, primero, a un grupo de jesuitas encabezados por Jesús María Fernández, el Provincial de entonces; y de manera particular, a Félix Restrepo, su secretario, quien consagraría dieciocho años de su vida a echar los cimientos sobre los cuales se levantó de nuevo la Universidad; esa idea fantástica fue acogida también por un grupo de laicos extraordinarios como Esteban Jaramillo y Francisco de Paula Pérez. Todos ellos, apasionadamente comprometidos con esta causa, dieron vida a una obra ‘revolucionaria’ en su momento: un doble programa, de Economía y Derecho, ofrecido por una institución privada y católica, dirigida por los Padres de la Compañía. Tal fue el punto de partida que ahora conmemoramos jubilosamente.

Hoy, esa idea fantástica de 1930, se mantiene en pie, con renovada vigencia, en unas circunstancias bien distintas y con recursos extraordinarios. Ahora, somos nosotros quienes le damos vida y la hacemos realidad de muy diversa manera, siempre revolucionaria, porque lo que pretendemos es transformar la sociedad. Es la misma obra, en la que patriotismo, cultura y evangelio se unen a ciencia y tecnología para que la ESPERANZA se renueve cada

día, y la JUSTICIA, sí, la justicia haga posible la igualdad y asegure una vida digna para todos los seres humanos.

Con nuestra mirada puesta en el porvenir, agradezco su presencia y les doy a la bienvenida a este acto inaugural de la celebración de los 90 años de la Pontificia Universidad Javeriana.

DÍA DE LA UNIVERSIDAD

La pandemia ha sido una exigente prueba de esfuerzo para todas las organizaciones, pues nos ha obligado a movernos en escenarios desconocidos. Sobrevivirán a la crisis las instituciones que tengan un sólido gobierno corporativo, infraestructura tecnológica, flujo de caja y capacidad de adaptación.

Este año la Javeriana está cumpliendo 90 años de su Restablecimiento. En medio de la furiosa tempestad causada por el Covid-19, la Javeriana navega con seguridad, y ha sabido tomar las medidas adecuadas para proteger a su tripulación de profesores, estudiantes y empleados

* Palabras del Rector en el Día de la Universidad, 1º de octubre de 2020. Texto publicado en Hoy en la Javeriana

N° 1.362, octubre de 2020, y, com algunos ajustes, en Revista Javeriana

N° 868, 2020 (Editorial).

administrativos garantizando estabilidad laboral, continuidad de los procesos formativos, financiación, acompañamiento; y no ha interrumpido sus actividades de docencia, investigación y extensión.

¿Cómo llega la Javeriana a la madurez de los 90 años en un contexto tan difícil? Es una Universidad con una institucionalidad muy fuerte, cuyos cimientos son la espiritualidad y la pedagogía de los jesuitas. La Javeriana goza de gran credibilidad. La sociedad sabe que la Universidad está por encima de las turbulencias políticas y de los fundamentalismos ideológicos. Es casa de la sabiduría donde son bienvenidos todos los debates, en un clima de respeto y pluralismo.

En la madurez de sus 90 años, la Javeriana se caracteriza por la fidelidad creadora. Fidelidad a su

Jorge Humberto Peláez Piedrahita, S.J.*

carisma fundacional, a la búsqueda incansable de la verdad, la defensa de los derechos humanos y los valores democráticos. La fidelidad a una identidad y a una historia que nos enorgullecen, no nos ancla en el pasado. Prueba de ellos son los más de 80 nuevos programas de Maestrías y Doctorados creados en los últimos años, que nos sitúan en las fronteras de la revolución digital, los últimos adelantos en salud y los temas ambientales, entre otros.

En un ambiente enrarecido por la polarización política, la Javeriana ha dado muestras de su compromiso total con la reconciliación y la paz. Somos un referente nacional e internacional.

A la pregunta ¿Dónde está la Javeriana cuando cumple 90 años de su Restablecimiento?, responden dos instituciones del más alto nivel. El Ministerio de Educación Nacional le ha otorgado la Acreditación Institucional Multicampus por 10 años, que es el máximo reconocimiento a la calidad. Y según The Times Higher Education Ranking, del Reino Unido, la Javeriana ocupa, por 5° año consecutivo, el primer lugar entre las Universidades colombianas; en particular, se destaca la calidad de sus investigaciones publicadas en las mejores revistas científicas y las numerosas citaciones que hacen de ellas investigadores de otros países. ¿Dónde está la Javeriana en sus 90 años? Llena de vitalidad, fiel a su carisma original y explorando nuevos caminos para la transformación del país.

¿Hacia dónde va la Javeriana? Esta pandemia nos deja lecciones

muy profundas que debemos incorporar a nuestro modelo de planeación.

La tarea más importante es la formación de buenos ciudadanos que antepongan el bien común a los intereses particulares, honestos, que luchen por la superación de las crueles inequidades que la pandemia ha agudizado, con una mente abierta para aceptar las diferencias y superar el lenguaje venenoso de la intolerancia.

Los jóvenes están pidiendo a gritos una profunda transformación del sistema educativo. Necesitan una caja de herramientas diferente, que les permita realizarse en un mundo cambiante en el que están desapareciendo oficios y profesiones tradicionales y se abren horizontes insospechados. Por eso la Javeriana ha asumido el reto fascinante de la innovación educativa. ¿Cómo lo estamos haciendo? Mediante la creación de nuevos programas, el desarrollo de las competencias para innovar y emprender, un novedoso abanico de cursos cortos que ofrezcan certificaciones de alta calidad que capaciten para el mundo del trabajo. Apoyándonos en la experiencia acumulada en estas nueve décadas de trabajo educativo, la Javeriana está rompiendo paradigmas. No estamos simplemente en una época de cambios; estamos en un cambio de época.

La revolución digital irrumpió bruscamente en la vida de los individuos y de las instituciones. Hemos aprendido a comunicarnos, satisfacer nuestras necesidades básicas,

trabajar y enseñar haciendo uso de la tecnología. La revolución digital llegó para quedarse. Como Universidad, queremos estar en la vanguardia de la revolución digital. El asunto no se resuelve adquiriendo equipos y desarrollando infraestructura. Hemos logrado avances muy significativos en ciencia de datos, inteligencia artificial, ciberseguridad, internet de las cosas. Fieles a nuestro carisma fundacional, queremos que este vigoroso desarrollo tecnológico esté impregnado de valores éticos y humanismo. Si no lo hacemos de esta manera, estaremos engendrando unos monstruos que devorarán las libertades e invadirán la privacidad.

En la madurez de sus 90 años, las Universidad Javeriana está profundamente comprometida con los dolores y esperanzas de nuestro país. Con renovado vigor, seguimos formando a las nuevas generaciones y aportando conocimiento, siempre en tono de esperanza.

Esta fiesta de cumpleaños es un alto en el camino para dar gracias a Dios, quien ha acompañado a la comunidad javeriana en su discernimiento para mejor amar y servir. Hoy rendimos homenaje a todas aquellas personas que, a lo largo de nueve décadas, dedicaron todas sus energías a la formación de los jóvenes. Y ratificamos nuestro compromiso con los ideales expresados en la Misión de la Universidad.

DÍA DE LA UNIVERSIDAD

Queridos amigos,

En la conmemoración de los 90 años del restablecimiento de la Universidad fundada por la Compañía de Jesús en la capital colombiana, deseo, como Gran Canciller, hacerles llegar mis congratulaciones, lo mismo que mis votos para que en los días por venir, Ustedes puedan continuar fortaleciendo y ampliando el ámbito de trabajo de esta maravillosa obra de servicio a la Humanidad.

Destaco en primer lugar la labor conjunta de tantos laicos y jesuitas, muchos hombres y mujeres que a lo largo de estas nueve décadas han unido sus esfuerzos en torno a los objetivos de la institución y han hecho realidad los ya centenarios ideales educativos que la Compañía

ha promovido en tantos países del mundo y que responden al magis ignaciano. En efecto, en el cuerpo profesoral de esa primera promoción, que en la década de los años 30 hizo sus estudios en Ciencias Económicas y Jurídicas, se reunieron figuras sobresalientes en el mundo académico colombiano, tanto por su competencia profesional como por sus condiciones personales, a quienes debemos los sólidos cimientos primigenios de la Javeriana. De esta forma, el país vio renacer la antigua y respetada Universidad y Academia de los tiempos coloniales, que había interrumpido su labor en 1767.

Poco a poco, la Universidad fue creciendo y también, se fue consolidando, diversificó su oferta académica, al mismo tiempo que incursionó con decisión en el mundo de la investigación y las actividades de consultoría y extensión. Por otra

MENSAJE DEL GRAN CANCILLER DE LA UNIVERSIDAD Y SUPERIOR GENERAL DE LA COMPAÑÍA DE JESÚS

Arturo Sosa, S.J.*

* Videomensaje transmitido el 1° de octubre de 2020.

parte, además de llegar a distintas regiones del país con la presencia de sus egresados, también lo hizo llevando los programas educativos fuera de su campus en Bogotá. Fue así como se originó lo que hoy es esa pujante Seccional de la Universidad en Cali, que tanto impacto ha tenido en el suroccidente colombiano. Todo esto merece nuestro aplauso y elogio.

Ahora bien, la conmemoración de esta efeméride ha tenido lugar en medio de una circunstancia verdaderamente excepcional en razón de la pandemia que en los últimos meses ha debido enfrentar el mundo entero, y que ha puesto en el centro de nuestras preocupaciones la consideración especial de los enfermos y de los más necesitados en la sociedad que siempre terminan siendo quienes corren mayores peligros. En este contexto, deseo expresarle a la Universidad, en especial al personal vinculado con las áreas de salud y el Hospital Universitario San Ignacio, mi especial reconocimiento por ese ingente trabajo desarrollado en el pasado reciente para adaptar la Universidad a las condiciones de aislamiento social y de confinamiento, con medidas extraordinarias de higiene y seguridad. Lo que ha hecho la Javeriana, apoyada en los recursos que hoy nos ofrece la tecnología, ha sido verdaderamente ejemplar: no ha interrumpido su quehacer y ha puesto todo su celo para que se mantenga la cura personalis que siempre la ha caracterizado.

Colombia, ese país bendecido con grandes riquezas naturales y un pueblo que ha demostrado en muchas ocasiones ser capaz de superar grandes desafíos, sigue adelante

en una larga lucha por la justicia y la reconciliación, sin desfallecer en su anhelo de superar los días de violencia. A todos les hago llegar mi solidaridad y voz de aliento para que conserven la esperanza en medio de las dificultades que no son pocas y en buena medida se deben a las divisiones que surgen por el predominio de intereses particulares sobre el bien común. Igualmente, los invito a invito a consolidar nuestras acciones para convertirnos cada vez más en fuente de vida reconciliada.

Ustedes, queridos Javerianos, pueden sentirse satisfechos y orgullosos del notable desarrollo alcanzado por la Universidad en el periodo contemporáneo de su historia, avalado no solo por la acreditación institucional, reiterada recientemente por el Gobierno colombiano, y su destacada posición en los diferentes rankings de las instituciones de Educación Superior, sino también por el prestigio y el respeto con que cuenta a nivel nacional e internacional. Esta situación, que tanto nos complace, si bien nos permite ver esperanzados el futuro, nos obliga a redoblar el compromiso con la excelencia, de tal forma que nuestro quehacer tenga mayor eficacia en la transformación del país.

¡Felicitaciones! Reciban desde la Curia General en Roma, la expresión de nuestra gratitud por su labor y que con la ayuda de Dios sigan adelante construyendo, con innovación y creatividad, esa “sociedad más civilizada, más culta y más justa, inspirada por los valores del Evangelio”, que por disposición estatutaria constituye el norte de los sueños y proyectos institucionales.

CELEBRACIÓN EUCARÍSTICA EN EL DÍA DE LA UNIVERSIDAD

Jorge Humberto Peláez Piedrahita, S.J.*

Introducción

• Este día tiene una particular significación en la historia de la Javeriana. El 1 de octubre de 1930, hoy hace 90 años, se reunieron en la Rectoría del Colegio Mayor de San Bartolomé, el P. Jesús María Fernández, Provincial, el P. Félix Restrepo, Secretario del Provincial, y otros destacados jesuitas que formaban la Consulta de Provincia, con el objetivo de firmar el Acta de Restablecimiento de la Universidad.

• La firma de este documento es el comienzo del 2° capítulo de la historia de la Javeriana. El primer capítulo se inició el año 1623 y terminó bruscamente en 1767 por causa de la brutal persecución que sufrieron los jesuitas.

* Introducción y Homilía del Rector de la Universidad, 1º de octubre de 2020.

• Gracias al esfuerzo y al compromiso de muchas generaciones de laicos y jesuitas, la Javeriana alcanza la plenitud de los 90 años llena de vitalidad, observando atentamente los signos de los tiempos, formando ciudadanos honestos y construyendo tejido social.

• Para celebrar esta emotiva fiesta de familia, habíamos programado diversos eventos a lo largo de todo el 2020. Pero el coronavirus nos obligó a encerrarnos y tuvimos que elaborar una agenda virtual.

• En esta Universidad, fundada y regentada por los jesuitas, el evento más importante es la celebración de esta eucaristía:

° En ella damos gracias a Dios porque nos ha bendecido en este viaje a través de la turbulenta historia de nuestro país.

° Hoy recordamos con amor y agradecimiento a los innumerables laicos y jesuitas que dedicaron sus vidas a este hermoso proyecto.

° Pedimos al Espíritu Santo que nos conceda sus dones para que la Javeriana permanezca fiel a su carisma original, siga siendo casa de la sabiduría y faro que irradie esperanza.

Homilía

• En el mundo de los negocios, se valora mucho la marca de una organización. La palabra marca hace referencia al prestigio de que goza, la calidad de sus productos y servicios, la delicada atención a sus clientes, el buen trato a sus empleados y proveedores. El reconocimiento de una marca es un largo encadenamiento de hechos positivos a través del tiempo.

• El reconocimiento de la marca o buena reputación de una organización es su activo más valioso, pero terriblemente frágil. Un escándalo, una decisión equivocada, un rumor venenoso que circula por las redes sociales destruyen en pocos días lo que pacientemente se fue tejiendo en muchos años.

• Durante estos 90 años, la Javeriana se ha ganado el reconocimiento y el respeto de la sociedad colombiana, y su buen nombre va más allá de las fronteras patrias. ¿Qué es lo que la gente más valora de la Javeriana? No es solamente la alta calidad de sus profesores ni la imponente y moderna infraestructura, ni la sofisticación de sus

laboratorios. Todo eso es verdad. Pero, por encima de todo, la gente valora y reconoce la formación que ofrece la Universidad.

• Los invito a detenernos un poco en esta expresión: ¿Qué quiere expresar la gente cuando pondera y valora la formación que ofrece la Javeriana? En nuestro lenguaje javeriano hablamos de formación integral:

° La Javeriana es casa de la sabiduría en la que se estimula la curiosidad, todas las preguntas son bienvenidas, en ella se construye conjuntamente el conocimiento.

° La Javeriana es ágora en la que se discuten los problemas de la sociedad sin fundamentalismos ideológicos y sin pasiones partidistas; en esta ágora se buscan soluciones interdisciplinarias.

° La Javeriana es lugar de encuentro en el que convergen las diversas culturas, mentalidades y tendencias buscando siempre unos consensos básicos para construir, entre todos, el proyecto de una Colombia incluyente, reconciliada y tolerante.

• Esta casa de la sabiduría, esta ágora y este lugar de encuentro tienen, como referente último, la Buena Nueva de la salvación anunciada por Jesús; el mensaje de optimismo y esperanza que anima a la Javeriana se nutre de nuestra confianza total en el Señor resucitado, triunfador de la muerte. Esta visión trascendente y esperanzadora del ser humano y de la historia, inspira la rica

CELEBRACIÓN EUCARÍSTICA EN EL DÍA DE LA UNIVERSIDAD

oferta de experiencias de vida interior para que los miembros de nuestra comunidad educativa puedan avanzar en la búsqueda de sentido.

• Esta antropología, inspirada en la persona y en el mensaje de Jesucristo, nos motiva a trabajar en la formación de mujeres y hombres autónomos, críticos, solidarios, comprometidos políticamente, respetuosos de los derechos humanos, administradores responsables de la casa común.

• Los textos bíblicos que hemos escogido para esta eucaristía nos ayudan a comprender mejor la fiesta que estamos celebrando, cuyo significado va mucho más allá de lo simplemente social.

• Nos dice el libro del Éxodo: “He aquí que yo voy a enviar un ángel delante de ti, para que te guarde en el camino y te conduzca al lugar que te tengo preparado”:

° En esos 90 años de servicio a la sociedad hemos sentido la presencia del ángel del Señor que ha guiado a la Universidad, la ha ayudado a superar grandes obstáculos y la ha aconsejado para tomar las decisiones prudentes.

° Durante estos largos y duros meses de la pandemia, la Universidad ha podido conservar los puestos de trabajo de sus profesores y empleados, ha continuado prestando sus servicios educativos sin disminuir la calidad. La Universidad ha apoyado a los padres de familia para que sus hijos no abando-

nen los estudios por razones económicas.

° Como creyentes, hemos sentido la presencia amorosa de Dios, que es ese ángel de que nos habla el libro del Éxodo.

• El Salmo 23 expresa, a través de la imagen del buen pastor, la providencia amorosa de Dios que cuida de cada uno de nosotros. Cuando hacemos un alto en el camino y miramos hacia atrás, reconocemos que en estos 90 años hemos tenido experiencias maravillosas, como también etapas muy difíciles. Como lo dice el salmista “hemos caminado por cañadas oscuras”, pero siempre pudimos salir adelante “porque tu vara y tu cayado nos protegen”. Hemos convertido la crisis de la pandemia en una formidable oportunidad de innovación educativa. Con una profunda confianza en la ayuda de Dios y con una energía incontenible, la Javeriana está llevando a cabo transformaciones que tendrán un gran impacto.

• Finalmente, la parábola del sembrador es un mensaje que nos motiva en nuestro quehacer como educadores:

° En la vida cotidiana vamos sembrando en las mentes y corazones de nuestros alumnos semillas de curiosidad, preguntas, experiencias, valores, conocimientos, actitudes ante la vida.

° ¿Qué futuro tienen esas semillas? Eso depende de muchos

factores. Son variables que no podemos controlar.

° La educación es una hermosa profesión cuyos resultados no pueden ser medidos por unos indicadores de corto plazo.

° Lo más importante es que nuestros egresados sean buenas personas y buenos ciudadanos. Esto justifica todos nuestros esfuerzos y da sentido a nuestras vidas.

• Estamos de fiesta. La Universidad está celebrando los 90 de su Restablecimiento:

° Demos gracias a Dios por el camino recorrido, y por la prontitud y eficiencia con que hemos podido responder a los enormes desafíos del coronavirus.

° Recordemos agradecidos a todos aquellos que han sido constructores de nuestra historia.

° Profundamente identificados con nuestro carisma fundacional, miremos hacia el futuro con esperanza, de manera disruptiva y con una firme decisión de seguir trabajando por la reconciliación y la paz.

• La Universidad Javeriana no es una simple expedidora de unos títulos que son muy bien recibidos por el mercado. La Javeriana no es una simple certificadora de competencias. La Javeriana es mucho más que eso: somos casa de la sabiduría, ágora abierta a los debates y lugar de encuentro de toda la diversidad de nuestro país.

• ¿De dónde se nutre este espíritu javeriano? En último término, su fuente de inspiración es Jesucristo resucitado: su mensaje, los valores que propuso y el camino que nos señaló. Esta fe en Jesucristo resucitado, Señor de la vida, inspira una particular comprensión de la existencia humana y de la historia, y se concreta en una propuesta pedagógica abierta al pluralismo, en diálogo con las ciencias, sensible a los gritos de los pobres y a los clamores de la tierra. Por eso la Javeriana es un lugar privilegiado para el diálogo entre filósofos, teólogos, humanistas, científicos y artistas.

• Estamos de fiesta. Celebremos. Es maravilloso hacer parte de este hermoso proyecto educativo.

"IMAGINAR EL FUTURO DE LA UNIVERSIDAD"

Para este conversatorio en la celebración de los 90 años del restablecimiento de la Universidad Javeriana, juzgué necesario mirar hacia el pasado y el presente, con inmensa gratitud para con Dios y para con todos los que han hecho posible esta realidad, pero también imaginar creativamente el futuro.

La imaginación es la capacidad de combinar imágenes y aun pensamientos y deseos. Aunque a veces esa combinación tiene una cierta coherencia, ella, sin embargo, es libre de toda lógica. “La loca de la casa” la llamaba Teresa de Ávila. Y por eso también es creativa, como acontece en muchas obras de arte: pensemos por ejemplo en Salvador Dalí o en Pablo Picasso. La imagina-

ción, sin embargo, no consiste en la previsión o anticipación del futuro. ¡Cuántas mentiras imaginarias nos han transmitido los falsos profetas! Al comienzo de cada año aparecen las previsiones de los adivinos, videntes, o iluminados profetizando con su imaginación acontecimientos que nunca sucederán.

No obstante, la imaginación ha sido en casos muy notables la creadora de realidades que en su momento se tuvieron por fantasías. Pensemos, por ejemplo, en Leonardo da Vinci y sus anticipaciones de muchos desarrollos posteriores como el helicóptero, el automóvil o la bicicleta. Pensemos en Julio Verne y en sus novelas “De la tierra a la luna”, (con sus naves espaciales), o en el submarino de “Veinte mil leguas de viaje submarino”, o en “La isla misteriosa” (y el ascensor).

Pensemos en las obras contempo-

Gerardo Remolina Vargas, S.J.*

* Exrector de la Universidad. Introducción al conversatorio realizado el 1º de octubre de 2020.

ráneas de ciencia ficción como “El gran hermano” de George Orwell (y la hoy omnipresencia vigilante), o como” Yo robot” de Isaac Asimov, (y la robótica contemporánea), o como “Un mundo feliz” de Aldous Huxley (y los avances de control genético actuales).

Hace 90 años, creo que ninguno de los que firmaron el Acta del restablecimiento de la Universidad Javeriana “imaginó” su futuro. En 1952 conocí el primero y único de los edificios de la universidad en la sede actual: el edificio central, hoy Emilio Arango. Allí funcionaban, cada una en un piso, todas las Facultades de la universidad. ¿Imaginaron los javerianos de ese tiempo lo que sería la universidad de hoy, 70 años después? ¿Cómo sería su academia, el estilo de su educación, su planta física, su tecnología, su prestigio y proyección internacional, etc. etc.?

¡Ciertamente, que no! El futuro se va construyendo paso a paso, como dice el poeta Antonio Machado: “Caminante, no hay camino; se hace camino al andar; Caminante no hay camino, sino estelas en la mar.

En este conversatorio, al qué se nos ha invitado hoy, para ver cómo se está construyendo la universidad, creo que es también pertinente imaginar su futuro. Ver “las estelas en la mar”. Echar a volar nuestros pensamientos y deseos. Como concluyó el poeta “Yo amo los mundos sutiles/ Ingrávidos y gentiles/ Como pompas de jabón/ Me gusta verlos pintarse/ De sol y grana, y volar/ Bajo el cielo azul, temblar/ y súbitamente, quebrarse”. Pero los sueños, como las estelas en la mar, pueden quizás marcar el rumbo, a la manera de las novelas y obras de ciencia ficción que hemos recordado. ¡Feliz Aniversario!

LA VOZ DEL RECTOR DE LA UNIVERSIDAD

DISCURSO PRÓRROGA DEL PERIODO RECTORAL ENERO 2020 – ENERO 2023

Agradezco la presencia de todos ustedes en este acto académico. El Superior General de los Jesuitas y Gran Canciller, P. Arturo Sosa, ha decidido prorrogar, por tres años más, mi servicio como Rector de la Universidad. Se trata de un proceso complejo que empieza con amplia consulta a la comunidad universitaria, realizada por el P. Provincial, quien es también Vice Gran Canciller; luego delibera el Consejo de Regentes, donde se analiza toda la información recogida durante la consulta; el Provincial, que es el presidente del Consejo de Regentes, escribe una carta al P. General donde se recapitulan los comentarios hechos y cuáles son los nombres que cuentan con mayor acogida por parte de la comunidad y del Consejo

* Texto del Rector de la Universidad, preparado para el acto que no pudo realizarse debido al confinamiento, 30 de marzo de 2020.

de Regentes. El P. General hace la designación de Rector, la cual, antes de ser hecha pública, debe tener la aprobación de la Congregación para la Educación Católica. Agradezco el voto de confianza expresado por todas aquellas personas que intervinieron en este proceso. Seguiré trabajando con renovado entusiasmo.

Esta ceremonia en la que nos encontramos es el comienzo de una agenda de celebraciones muy importantes: Son los 90 años del restablecimiento de la Universidad Javeriana; son los 50 años de la fundación de la Javeriana Seccional Cali; son los 70 años de las Facultades de Arquitectura, Odontología e Ingeniería, que hoy nos acoge en sus nuevas instalaciones.

El buen gobierno universitario es la consecuencia natural de sólidos equipos de trabajo que se sienten

Jorge Humberto Peláez Piedrahita, S.J.*

identificados con un propósito común y unen esfuerzos. Este propósito común lo constituye la Misión de la Universidad y se expresa en una Planeación muy focalizada. En el mundo universitario no hay espacio para las vanidades personales. La comunidad académica es la gran protagonista de los avances de la Universidad que, a través de un debate inteligente y una rigurosa metodología, va definiendo políticas y tomando decisiones.

Teniendo muy claro el protagonismo central de la comunidad universitaria, presente aquí esta noche, mi intervención tendrá dos partes: en primer lugar, me referiré a la invitación que hace seis años hice a la comunidad javeriana, la cual será complementada por un video; en segundo lugar, y de manera muy breve, compartiré con ustedes unas líneas programáticas para ser desarrolladas en los próximos tres años.

En este momento quiero traer a la memoria institucional un símbolo que utilicé en la Jornada de Reflexión del año 2015, en la que construimos colaborativamente el modelo de Planeación de la Universidad. En ese momento, describí la Javeriana como un poderoso trasatlántico, atendido por una tripulación altamente calificada, capaz de navegar en medio del agitado oleaje de la situación socio-económica del país y de los vientos huracanados que golpean a la educación superior, con la misión de llevar a puerto seguro a los 23.000 estudiantes que han confiado en nuestro modelo educativo.

En mi presentación iré revisando, junto a ustedes, la bitácora, es decir,

las notas de viaje más significativas de estos seis años. ¿Qué está escrito allí? En esta bitácora quedaron consignados cuatro grandes compromisos: con la identidad, con la calidad, con la reconciliación y la paz y con un modo de gestión.

En primer lugar, hablemos de la identidad, algo absolutamente central en la vida de la Javeriana. Cada universidad debe tener presentes sus raíces, su inspiración original, su ADN. Ahora bien, es necesario pasar de las declaraciones de principios y valores para llegar a la formulación de una Misión en la que expresemos quiénes somos, qué hacemos, para qué lo hacemos y cómo lo hacemos. La Misión debe ser el referente fundamental del buen gobierno universitario. Si no hay claridad sobre ella, estaremos dando bandazos y tomando decisiones desarticuladas, simplemente interesados en subir en los rankings. Pero así no se debe gobernar una universidad.

Esta Misión debe concretarse en metas, proyectos, tiempos y presupuesto. Hay que pasar de la declaración de los principios y valores a las acciones. Nuestro modelo de Planeación se ha caracterizado por ser altamente participativo; allí concretamos los rasgos diferenciadores de la Javeriana en el contexto de la educación superior del país, y fijamos las prioridades estratégicas para no caer en la dispersión de los recursos.

Este potente trasatlántico que es la Universidad Javeriana tiene una Carta de Navegación que es su

DISCURSO PRÓRROGA DEL PERIODO RECTORAL ENERO 2020 – ENERO 2023

Identidad, expresada en la Misión y convertida en agenda a través de su Planeación.

Esta identidad de la Universidad, que constituye su Carta de Navegación, debe ser comunicada a los diversos estamentos que forman su comunidad. Se trata de un reto descomunal. ¿Cómo transmitir nuestra propuesta educativa de tal manera que enamore y apasione a profesores, estudiantes y empleados?

Una herramienta muy exitosa ha sido el programa Cardoner, de 180 horas de duración y con metodologías muy participativas, ofrecido a profesores y personal administrativo. Cardoner nos ha permitido expresar, en un lenguaje universitario, secular e incluyente, las raíces de nuestra espiritualidad y los ideales que nos motivan. Este programa goza de gran aceptación; hasta el momento han participado 632 miembros de nuestra comunidad.

Un segundo escenario de fortalecimiento de la Identidad Javeriana han sido las Jornadas de Reflexión Cada año, en el mes de agosto, dedicamos 3 días a reflexionar sobre los grandes asuntos que interrogan nuestro ser como Universidad. Son tres días durante los cuales, entre 200 y 220 miembros de la comunidad universitaria, profundizamos en temas como el modelo de planeación, qué entendemos por reconciliación y paz, cuál es nuestra comprensión sobre el desarrollo sostenible, cuáles son los grandes cambios que se están produciendo en el sector educativo, etc. Estas Jornadas tienen un trabajo previo de preparación de un

semestre; ellas nos han permitido lograr consensos sobre asuntos vitales, hablar el mismo lenguaje y fortalecer el tejido social.

Otro escenario de fortalecimiento de la identidad javeriana es el Centro de Enseñanza, Aprendizaje y Evaluación (CAE + E), donde ayudamos a que los profesores consoliden su formación como maestros, se familiaricen con el modelo pedagógico de los jesuitas madurado a lo largo de los siglos, aprendan a utilizar las inmensas posibilidades que les ofrece la virtualidad e introduzcan innovaciones en su modo de dictar las clases.

Desde el 2016, la Universidad viene desarrollando un rico abanico de actividades alrededor de la Encíclica del Papa Francisco sobre el Cuidado de la Casa Común. Esto ha permitido una apropiación, cada vez mayor, del concepto de la ecología integral, que ya hace parte de las conversaciones de nuestros académicos y de los debates sobre modelos económicos, desarrollo de infraestructura, salud, etc. Igualmente, la Encíclica Laudato Si’ ha inspirado el manejo diario del campus (reciclaje, uso de los plásticos, consumo de agua y energía, etc.). Queremos que la ecología integral haga parte de nuestra Identidad Javeriana.

Los Ejercicios Espirituales constituyen uno de los legados más ricos de Ignacio de Loyola al crecimiento espiritual de la humanidad. A lo largo de todo el año la Universidad ofrece estos espacios de interiorización a profesores, estudiantes y empleados.

Como han podido ver, la identidad se expresa a través de una Misión, la cual se despliega en una Planeación. Esta identidad se comunica de muchas maneras a los miembros de la comunidad universitaria.

¿Qué más podemos hacer para que esa Identidad impregne la vida diaria de los estudiantes? Los dos grandes escenarios que tienen los estudiantes para la apropiación de la Identidad Javeriana son el aula de clase y la amplia variedad de experiencias formativas que encuentran en la Universidad.

Todos los estudiantes de pregrado deben tomar créditos de humanidades, ética y teología. Para ello, pueden escoger entre un variado menú de cursos. Igualmente son invitados a vincularse a experiencias formativas de muy diversos estilos: grupos estudiantiles, actividades culturales y deportivas, grupos de pastoral, voluntariados, Misión País Colombia, acompañamiento de comunidades marginadas, Ejercicios Espirituales, etc. Por muchos caminos y a través de experiencias muy diversas, van interiorizando el ADN de la cultura y los valores javerianos.

De manera amplia y detallada, me he referido al primer compromiso que quedó consignado en esa bitácora que empezamos a escribir, entre todos, hace seis años. Los demás compromisos los describiré de manera esquemática para no hacer muy larga esta intervención. Ahora paso a explicar cómo ha sido implementado el compromiso con la calidad.

Conviene recordar que la Javeriana fue la primera Universidad privada que obtuvo la acreditación institucional de alta calidad. Desde entonces hemos asumido, con profunda convicción, esta cultura del aseguramiento de la calidad. Al día de hoy, el 79% de nuestros programas acreditables han obtenido la acreditación de alta calidad. Eso significa un enorme esfuerzo. Y estamos a la espera del resultado del proceso de Reacreditación Institucional Multicampus.

Otra forma de expresar nuestro compromiso con la calidad es el apoyo generoso que hemos dado al Ministerio de Educación Nacional en la redacción de documentos, acuerdos y decretos y en la construcción de políticas públicas.

Otra forma de expresar nuestro compromiso con la calidad de la educación son las cuantiosas inversiones que hemos hecho para la vinculación de profesores con título de doctor, y los dineros invertidos en infraestructura y tecnología. La calidad cuesta. Como está consignado en nuestra bitácora de viaje, durante estos años hemos hecho inversiones por 487.755 millones.

¿Cómo ha sido posible esto? Es la sumatoria de varios factores. Reconocemos el apoyo generoso del Gobierno Nacional a través de FINDETER, que nos ha concedido préstamos con unas tasas de interés muy bajas. El otro factor clave ha sido el manejo muy cuidadoso de los recursos de la Universidad. En este momento quiero hacer un público reconocimiento a la gestión realizada

por Catalina Martínez de Rozo, Vicerrectora Administrativa, y Johanna Bolívar, Directora Financiera. Con gran profesionalismo han manejado los recursos de la Universidad y han contado con la colaboración de todas las dependencias para el control del gasto. Igualmente, quiero reconocer la seriedad y eficiencia con la que ha sido manejado la mesa de dinero de la Universidad, donde se manejan nuestras inversiones; al frente de ella están Javier Mauricio Guzmán y Olga Patricia Alejo Baquero. Varias organizaciones nacionales e internacionales han querido conocer el modelo de inversiones que tiene la Universidad y han invitado a nuestros funcionarios para que compartan sus experiencias. El manejo responsable de la caja de la Universidad ha permitido realizar cuantiosas inversiones sin comprometer la sostenibilidad de la Universidad. Al mismo tiempo que hemos mejorado la infraestructura, hemos podido fortalecer el endowment.

Un tercer compromiso consignado en la bitácora de navegación es con la reconciliación y la paz. Este desafío ha movilizado a la Universidad de manera muy significativa. Doce Facultades están ofreciendo asignaturas relacionadas con la reconciliación y la paz, están realizando proyectos de investigación, trabajos de grado, están acompañando a comunidades víctimas del conflicto, son miembros muy activos en redes nacionales e internacionales y han participado en la formulación de políticas públicas. Estos aportes de la Universidad son altamente apreciados. Los diversos actores sociales saben que a la Universidad no la

mueven intereses electorales ni estamos atrapados por la polarización del país. Estamos haciendo muchas cosas por la reconciliación y la paz sin protagonismos mediáticos.

En mi discurso del 28 de febrero de 2014, expresé el compromiso de apoyar una ingeniería radical de los procesos académicos. Dije en esa ocasión: “Tenemos que avanzar hacia unos procesos académicos eficientes, que nos permitan tomar decisiones acertadas y rápidas en un mundo cambiante y competitivo. Para eso necesitamos construir los túneles y viaductos de la academia. Es una tarea que considero urgente”, y le asigné esa tarea al ingeniero Luis David Prieto, quien pocos días antes había sido nombrado Vicerrector Académico, pero que todavía no se había posesionado. Pues bien, los túneles y viaductos de la academia han sido construidos. Las 4G académicas están funcionado. En estos últimos años, la oferta de nuevos programas de pregrado y posgrado ha aumentado en un 38%, pasando de 172 a 238 programas. Estos programas que han sido creados tienen las siguientes características: interdisciplinariedad, innovación, internacionalización, espíritu emprendedor, rasgos distintivos de nuestra identidad y el cuidado de la Casa Común. Así estamos respondiendo a las necesidades cambiantes del país, que quiere insertarse en la cuarta revolución industrial, que es la revolución digital.

A través de estos comentarios he querido revisar con ustedes estas notas de viaje o bitácora en la que han sido consignados los compromisos y

DISCURSO PRÓRROGA DEL PERIODO RECTORAL ENERO 2020 – ENERO 2023

propósitos de la Universidad durante estos años. La mayoría de los aquí presentes son compañeros de viaje, hacemos parte de esta tripulación que ha asumido el reto de llevar este trasatlántico hacia las aguas más serenas de una Colombia sostenible, incluyente, democrática, solidaria y respetuosa de la dignidad humana.

Hasta aquí hemos revisado las notas de viaje más significativas o bitácora de la navegación que hemos realizado en estos seis años. Gracias al trabajo comprometido y altamente profesional de esta tripulación, la Javeriana ha tenido avances muy significativos.

Surge, entonces, una pregunta: ¿Cuál será la carta de navegación para los próximos tres años? Esta carta de navegación, inspirada en la Misión, deberá responder a las principales demandas que nos hace el país.

Después de conversar ampliamente con diversos miembros de la comunidad universitaria, he llegado a una primera formulación, que deberá ser sometida a un debate más riguroso:

Colombia nos pide: formar ciudadanos integrales,que estén en la vanguardia de la revolución digital con ética y humanismo; con capacidad de innovar y emprender; administradores responsables de la Casa Común.

La formación de ciudadanos integrales es sumamente exigente y

reviste carácter de urgencia. A través de creativas estrategias pedagógicas hay que continuar desarrollando las competencias ciudadanas, que se iniciaron en la familia, para vivir en una sociedad pluralista, tolerante, en la que las diferencias se resuelvan por las vías de la democracia, y el bien común esté por encima de los intereses particulares. Tenemos que desterrar de las ciudades y los campos de Colombia la intolerancia, la agresividad, la exclusión social, la corrupción y el espejismo de la riqueza fácil.

En las conversaciones con los estudiantes se han puesto en evidencia sus sueños y también sus frustraciones, su sensibilidad ante las injusticias y la destrucción del medio ambiente, así como su profunda soledad y la incomunicación en que viven a pesar de estar híper-conectados con las redes sociales. Durante los próximos años reforzaremos el acompañamiento de nuestros jóvenes. Ésta ha sido una característica muy notable del modelo educativo de los jesuitas y que en la Javeriana se concreta en lo que llamamos el Medio Universitario.

El país nos pide formar profesionales que estén en la vanguardia de la revolución digital, que ha traído cambios muy profundos en la forma de relacionarnos los seres humanos. La revolución digital significa un cambio de época y no, simplemente, una época de cambios. La Universidad Javeriana está respondiendo a este desafío con una transformación muy profunda de su oferta académica creando nuevos programas en Ciencias de los Datos, Inteligencia

DISCURSO PRÓRROGA DEL PERIODO RECTORAL ENERO 2020 – ENERO 2023

Artificial, Analítica de Negocios, Ciber-seguridad, etc. Estamos en la vanguardia.

Pero no podemos quedarnos en lo puramente tecnológico. Somos conscientes de las grandes posibilidades que ofrece la revolución digital, así como de las grandes amenazas que entraña para los derechos humanos fundamentales. Los gigantes tecnológicos tienen acceso a la información personal de millones y millones de usuarios. La privacidad es una ilusión. La confidencialidad no existe. Estamos totalmente desnudos y desprotegidos ante las grandes corporaciones que son las dueñas de las bases de datos. ¿Cómo responder a esta realidad? Tenemos que formar ingenieros y tecnólogos altamente cualificados, con un profundo sentido de la ética y del humanismo, que pongan ese enorme potencial de la revolución digital al servicio de la humanidad, evitando manipulaciones comerciales e ideológicas.

¿Qué más le pide el país a la Javeriana? Formar para la innovación y el emprendimiento. Los oficios y profesiones se están transformando. Desaparecen unos escenarios y surgen nuevas oportunidades. La Universidad Javeriana ha creado un eco-sistema de innovación y emprendimiento. Para ello, hemos diseñado nuevas asignaturas y programas. También hemos creado nuevas dependencias que apuntan a este propósito, por ejemplo, Design Factory, con apoyo de los finlandeses líderes en la materia, para buscar soluciones a los problemas de diversa índole que enfrentan las

empresas; el Centro Javeriano de Emprendimiento, donde acompañamos a los estudiantes en la construcción de un modelo de negocio en sus diversas etapas; el Centro Javeriano de Competitividad Empresarial; y la Dirección de Innovación para la Transferencia Tecnológica.

A través de estas dependencias y utilizando metodologías que han mostrado su eficacia en otros países, estamos contribuyendo a la formación de profesionales con perfil diferente, capaces de transformar los procesos sociales y económicos del país a través de la innovación y el emprendimiento.

¿Qué más le pide el país a la Javeriana? El cuidado de la Casa Común. Con consternación observamos la destrucción de nuestro país y del planeta por la minería irresponsable, la contaminación de las fuentes hídricas, la destrucción de los bosques por la tala irracional y los incendios.

Ante estos hechos, abundan las manifestaciones de preocupación, pero escasean las acciones que tengan impacto.

Desde su aparición en el 2016, la Javeriana ha tomado muy en serio la Encíclica del papa Francisco sobre el Cuidado de la Casa Común. El potente mensaje sobre la ecología integral, la mirada conjunta de lo ambiental y lo social, su llamado a revisar los hábitos de consumo y el modelo económico extractivista y depredador, están transformando nuestros currículos y están presentes en las conversaciones académicas.

En su Encíclica el Papa hace una motivadora propuesta para cultivar una espiritualidad ecológica, que implica, en primer lugar, gratitud, es decir, un reconocimiento del mundo como un don recibido del amor de Dios; también implica la amorosa conciencia de no estar desconectados de las demás criaturas, de formar con los demás seres del universo una hermosa comunión universal. La espiritualidad ecológica es también el reconocimiento de que Dios ha creado el mundo inscribiendo en él un orden y un dinamismo que el ser humano no tiene derecho a ignorar. Creemos que nuestros jóvenes son muy sensibles a esta propuesta del Papa Francisco para abrirse a

una espiritualidad ecológica. Esta veta debe ser trabajada por el Centro de Pastoral.

Javerianas y javerianos, amigas y amigos: esta es la Carta de Navegación que propongo a la Universidad para los próximos tres años, en total sintonía con nuestra Misión y con la Planeación 2016-2021, esta es la invitación que les hago hoy, con el fin de que sea discutida y ajustada por la comunidad universitaria. La Javeriana se construye en un diálogo que conduce a consensos.

CEREMONIA

VIRTUAL DE GRADOS 2020-01

Jorge Humberto Peláez Piedrahita, S.J.*

Queridas Javerianas y Javerianos:

Hoy deberíamos estar graduándolos a ustedes de manera presencial, con alfombra roja y con todo el protocolo, pero la cuarentena no lo ha permitido. Pero la virtualidad no impide reflexionar sobre la honda significación de su graduación.

Como punto de partida de esta sencilla reflexión, quiero tomar una imagen del mundo deportivo. Nos sentimos felices cuando nuestros ciclistas, tenistas, futbolistas y atletas ganan medallas y trofeos en la escena internacional y ponen muy en alto el nombre de Colombia.

Estos deportistas exitosos no alcanzan esos trofeos por un esfuerzo solitario. Su triunfo es el resultado

de un esfuerzo colectivo: En primer lugar, de los deportistas; igualmente, de sus entrenadores, co-equiperos, patrocinadores y familiares. Todos ellos han compartido esfuerzos y sacrificios, largas horas de entrenamiento y preparación física, expectativas, tensiones e incertidumbre cuando hacen las pruebas anti-doping después de un asado dominical.

De igual manera, detrás de estos 351 javerianos triunfadores (212 de pregrado y 139 de posgrado), hay miles de personas que los han acompañado y que nos sentimos felices por la meta alcanzada. Felicitaciones para todos.

Además de felicitarlos y de celebrar junto a ustedes y sus familias este triunfo, como Rector de su Alma Mater quiero invitarlos a reflexionar sobre algo que estamos

* Palabras del Rector de la Universidad, 15 de mayo de 2020.

viviendo intensamente a lo largo de estas semanas: la revolución digital. Bruscamente, tuvimos que subirnos a un tren en marcha. El tele-trabajo y la tele-educación no fueron una opción sino una necesidad. Más adelante habrá tiempo para analizar los aciertos y errores que hemos tenido como Universidad y como sociedad en esta transición súbita y sin calentamiento previo. Lo que quiero subrayar es que la revolución digital llegó para quedarse. A partir de esta cuarentena, nuestro modo de vida ha cambiado sustancialmente.

La transformación digital no es un cambio más dentro de una larga historia de inventos realizados por la humanidad. Estamos ante un cambio de época. El desarrollo de las herramientas digitales ha revolucionado todos los campos de la actividad humana: la información, los negocios, las interacciones sociales, la investigación, los viajes, la consecución de una pareja, etc.

Como muchos de ustedes son nativos digitales, es probable que no perciban la magnitud de los cambios. Desde muy pequeños se familiarizaron con el uso de estos dispositivos y no entienden cómo el mundo pudo funcionar, durante muchos siglos, sin los teléfonos celulares y sin internet.

En este día de su graduación, quiero invitarlos a profundizar en el significado de la revolución digital, yendo más allá de las apps que tenemos en nuestros celulares y de las experiencias vividas en el uso de BlackBoard, Teams, Collaborate, etc. La tecnología digital es una

formidable herramienta capaz de transformar y también de destruir profundos valores éticos y humanos. El enorme poder que otorga la inteligencia artificial y la posibilidad de utilizar esta incalculable cantidad de datos, nos hace infinitamente vulnerables como seres humanos. La privacidad no existe. Los gigantes tecnológicos conocen nuestros recursos económicos, las condiciones de salud, la comida que compramos por Rappi, las compras que hacemos por Amazon, las series de Netflix que nos gustan, las páginas web que visitamos. Estamos absolutamente desnudos y desprotegidos ante los dueños de la información. Somos terriblemente vulnerables y manipulables.

Por eso quiero invitarlos a ser usuarios críticos de la revolución digital. Superen el estado hipnótico en el que entran cuando están frente a sus pantallas, y piensen en los enormes desafíos éticos que entraña la revolución digital. Debemos utilizarla en sus infinitas posibilidades, conservando siempre un agudo sentido crítico y sensibles a los valores éticos que están en juego, particularmente la confidencialidad y la privacidad de los datos.

Javerianas y javerianos que se están graduando en esta ocasión. La comunidad javeriana está de fiesta. Recuerden que “javeriano ayuda a javeriano”. Lleven en sus mentes y corazones los valores javerianos de la excelencia, el sentido ético y el compromiso social.

¡Felicitaciones y muchas gracias!

"UN TIMONAZO PENDIENTE"

Hace cinco años, el 24 de mayo de 2015, el Papa Francisco se dirigió a los habitantes del planeta, con el propósito de “entrar en diálogo con todos acerca de nuestra casa común”. Fue así como hizo pública su Carta Encíclica Laudato Si’, una juiciosa reflexión en torno al “deterioro ambiental global” (n.3) y la urgencia de afianzar “una verdadera cultura del cuidado del ambiente” (n. 229).

Al recodar el quinto aniversario de la promulgación de este extraordinario documento pontificio, la Universidad desea subrayar la vigencia y hacer eco del “llamado” que hizo el Santo Padre, con el fin de “unir a toda la familia humana en la búsqueda de un desarrollo sostenible e

integral, pues sabemos que las cosas pueden cambiar” (n. 13).

En este contexto, hoy queremos invitar a la sociedad en general, en particular a los universitarios y académicos, así como a los dirigentes en el mundo de la economía, la industria y la política, a repasar este texto de Francisco, profundizar en sus planteamientos, para actuar más decididamente en orden a corregir el rumbo en nuestras relaciones con el medio ambiente, dando el ‘timonazo’ que está pendiente “para salir de la espiral de autodestrucción en la que nos estamos sumergiendo” (n. 163).

Entre los puntos centrales expuestos por Francisco, sobresale una afirmación categórica, central en la Encíclica, que surge al analizar “las razones por las cuales un lugar se contamina”, las cuales están indudablemente asociadas “al

Jorge Humberto Peláez Piedrahita, S.J.*

* Columna del Rector de la Universidad, publicada en El Tiempo, 16 de mayo de 2020.

funcionamiento de la sociedad, de su comportamiento, de sus maneras de entender la realidad”, y que, por lo tanto, hacen que no se pueda “encontrar una respuesta específica e independiente para cada parte del problema”. Dice el Santo Padre: “no hay dos crisis separadas, una ambiental y otra social, sino una sola y compleja crisis socio-ambiental”. Este reconocimiento implica que para encontrar soluciones, “para combatir la pobreza, para devolver la dignidad a los excluidos y simultáneamente para cuidar la naturaleza”, –hoy debemos añadir, para enfrentar exitosamente el desafío del coronavirus–, se debe realizar “una aproximación integral”, considerando las interacciones de los sistemas naturales entre sí y con los sistemas sociales” (n. 139).

Una de las medidas que no depende de grandes decisiones, consiste en la modificación de nuestros hábitos y estilo de vida, que en general llevan la impronta de ese “consumismo obsesivo que es el reflejo subjetivo del paradigma tecnoeconómico” (n. 203). Sometidos a los dictámenes de una tecnología deslumbrante y avasalladora, y regidos por el interés económico como criterio dominante y excluyente, la comunidad humana se enfrenta a un punto de no retorno. Francisco indica que “las raíces más profundas de los actuales desajustes, tienen que ver con la orientación, los fines, el sentido y el contexto social del crecimiento tecnológico y económico” (n. 109).

A su juicio, “la idea de un crecimiento infinito o ilimitado, que ha entusiasmado tanto a economistas, financistas y tecnólogos… supone la

mentira de la disponibilidad infinita de los bienes de planeta, que lleva a estrujarlo hasta el límite y más allá del límite” (n 106).

Nuestro mensaje en este aniversario de la Laudato Si’, busca aumentar la conciencia eficaz sobre el deterioro del medio ambiente, que haya consecuencias prácticas, no solo en el ámbito personal, sino también en el de la comunidad humana en todos sus niveles. Que los hechos, más que las palabras, expresen la determinación de la familia y las instituciones, de los países y las organizaciones internacionales, en relación con el cuidado de la casa común.

Se podría decir que nuestra propuesta queda resumida en cinco palabras: vivir en clave de cuidado. Si aceptamos que no es posible cuidar sin obrar, es fundamental llevar la reflexión y el estudio, la preocupación recogida en discursos y documentos, al plano de las acciones; y forzar el cambio de rumbo. Solo así nuestro destino no será el de un planeta agotado en medio de la concentración creciente de la riqueza y los recursos tecnológicos, que una vez más ha quedado en evidencia con la pandemia de estos tiempos. Francisco nos lo recordó: “no habrá una nueva relación con la naturaleza sin un nuevo ser humano. No hay ecología sin una adecuada antropología” (n. 118).

Para hacerlo, es necesario volver por los fueros de la sobriedad y la humildad, que “no han gozado de una valoración positiva en el último siglo” (n. 224). Se trata de forjar y

fortalecer “una actitud del corazón”, que haga posible ese “estar presente plenamente ante cada ser humano y ante cada creatura… un camino para superar la ansiedad enfermiza que nos vuelve superficiales, agresivos y consumistas desenfrenados” (n. 226).

No olvidemos, entonces, como magistralmente lo señala Francisco, que “no todo está perdido, porque los seres humanos, capaces de degradarse hasta el extremo, también pueden sobreponerse, volver a optar por el bien y regenerarse, más allá

de todos los condicionamientos mentales y sociales que les impongan” (n. 205).

Al celebrar con gratitud y complacencia el quinto aniversario de la promulgación de la Carta Encíclica Laudato Si’ , renovamos nuestro decidido compromiso con el cuidado de la casa común, animados de genuina esperanza. De nosotros depende que ese diálogo que desde hace cinco años ha promovido Francisco, de frutos abundantes que ayuden transformar la realidad socio-ambiental del mundo.

"UN TIMONAZO PENDIENTE"

SALUD, PROBLEMAS ESTRUCTURALES Y EFECTOS MULTIPLICADORES DE LA CRISIS

Jorge Humberto Peláez Piedrahita, S.J.*

Me complace dirigirme a ustedes en este día para inaugurar el primero de los FOROS JAVERIANOS SOBRE LA COYUNTURA Y EL FUTURO DE COLOMBIA, que nos hemos propuesto realizar con el fin de contribuir, con mayor eficacia, en la exploración de propuestas asociadas a la reflexión que de tiempo atrás vienen desarrollando nuestros estudiantes y profesores.

Tal como lo hemos indicado en el documento marco que se preparó para estos FOROS, nuestro aporte se hará “desde la naturaleza universitaria, es decir, como comunidad educativa dedicada al análisis científico, a la reflexión académica y al diálogo objetivo, plural y respetuoso, con perspectiva multi e interdisciplina-

ria, crítica e innovadora, en un país de regiones y diverso, que concibe, desde la esperanza, una sociedad colombiana en paz, justa, sostenible, solidaria y respetuosa de la dignidad humana”. Tenemos absoluta claridad, y esto deseo subrayarlo, “que no se obrará desde opciones políticas partidistas, o como ONG, o como agencia estatal o como grupos de activistas”. En este sentido, nos hemos de guiar solamente por el interés general y el bien común de la sociedad colombiana porque solo así es posible crear y mantener fortalecida la unión de voluntades alrededor de estrategias que permitan dar respuesta eficaz a los graves problemas del país.

Vivimos una época verdaderamente excepcional que, por una parte, se debe a la aparición de una pandemia que nos ha obligado a cambiar abruptamente nuestro

* Palabras del Rector de la Universidad en la inauguración del Foro Javeriano sobre este tema, 18 de junio de 2020.

modo de vida, especialmente en lo relativo a la interacción personal en espacios y lugares públicos. Por otra parte, antes del confinamiento, hace más de tres meses, nos encontrábamos en medio de marchas y protestas en las calles, con participación de estudiantes universitarios, que habían afectado seriamente la vida cotidiana en las capitales del país, en las cuales se apreciaba gran diversidad de agendas y propuestas, no todas bien estructuradas, que incluso llegaban a ser contradictorias entre sí. Las convocatorias, apoyadas en redes sociales, encontraron acogida, en un país dividido y polarizado. Nadie puede desconocer el malestar social que se notaba. Lamentablemente, a pesar del pacifismo pregonado, el orden público se alteró de manera significativa, especialmente debido al vandalismo y la violencia de algunos de los manifestantes.

Todos sabemos que en Colombia enfrentamos grandes problemas que durante muchos años no han tenido una respuesta adecuada; que por lo tanto, “la instauración de una sociedad más civilizada, más culta y más justa” que nos hemos propuesto en la Javeriana desde hace varias décadas, conserva toda su vigencia porque millones de compatriotas hoy en día no pueden tener una vida digna; porque, además, se ven obligados a soportar la violencia asociada a los cultivos ilícitos, el narcotráfico y los grupos armados al margen de la ley. Por otra parte, no podemos olvidar otro aspecto de esta realidad: el grave deterioro causado al medio ambiente en tantos lugares de la geografía nacional. Ahora

bien, nosotros hacemos la lectura de estas problemáticas en clave de ESPERANZA y por esta razón, lo que vemos son grandes retos.

Hemos escogido como tema para el primero de la serie de foros que hemos previsto realizar, “Salud, problemas estructurales y efectos multiplicadores de la crisis”, el cual desarrollaremos en cuatro sesiones, cada una con una temática definida con base en un conjunto de preguntas. En la primera hablaremos sobre “salud mental, pandemia y respuestas sociales”; y en la segunda, sobre “cuarentena, libertades, desigualdades y medios de vida”. Las otras dos sesiones las dedicaremos a “las condiciones laborales de los trabajadores de la salud”, y a “las respuestas del sistema y las necesidades de salud: los retos del futuro, las implicaciones del uso de tecnologías emergentes y la educación de las nuevas generaciones”. Como puede verse, los asuntos que trataremos revisten la mayor relevancia y son de palpitante actualidad.

No podía ser otro el primer tema de estos Foros Javerianos: la SALUD, que, de un momento a otro, se convirtió en el asunto prioritario, no de una población en particular o un país, como tal vez había sucedido en otros tiempos, sino de toda la Humanidad. Parece que ahora hemos tomado conciencia del bien que significa tener salud, no estar enfermo; un bien que, por lo general, se da por sentado y no se estima suficientemente en todo su valor; pero que, en el momento de perderse, –como cuando hay corte intempestivo de agua o del suminis-

SALUD, PROBLEMAS ESTRUCTURALES Y EFECTOS MULTIPLICADORES...

tro de energía eléctrica–, es causa de las mayores angustias para una persona y su familia.

Agradezco a los panelistas que aceptaron nuestra invitación para participar en este primer ejercicio académico; lo mismo que al Comité General de los Foros Javerianos y el Comité Coordinador de este primer foro, que se han encargado de crear la metodología que nos conducirá a

“la construcción de una propuesta de agenda para enfrentar retos en el futuro de la salud, desde la perspectiva de la comunidad Javeriana”, para lo cual tendremos un espacio específico en la sesión final.

Los animo entonces a participar activamente en este FORO y sobre todo a continuar sembrando esperanza en una sociedad que tiene confianza en nosotros.

Hace dos meses inauguramos el primero de los FOROS JAVERIANOS SOBRE LA COYUNTURA Y EL FUTURO DE COLOMBIA, en el cual nos referimos al asunto de mayor preocupación en este año de pandemia, la SALUD, enfocándonos sobre los “problemas estructurales” y los “efectos multiplicadores de la crisis”. Pocas semanas después, realizamos el segundo foro y el tema en esa ocasión fue la ECONOMÍA, otro aspecto que a todos nos preocupa en esta coyuntura. Fue así como analizamos el modelo de desarrollo económico en Colombia, teniendo como referencia “la búsqueda por la justicia y la equidad”, y fijando nuestra mirada en tres aspectos fundamentales: 1) la crisis ambiental, 2) las relaciones estado/mercado; y 3)

las alternativas viables al modelo de desarrollo económico de Colombia”.

Estos son los antecedentes del tercero de los Foros, que inauguramos esta tarde, y en el que trataremos sobre la EDUCACIÓN, otro pilar del desarrollo del país, que también se ha visto afectado por las medidas tomadas para tratar de controlar la propagación del coronavirus. Expreso mis agradecimientos, tanto a los panelistas que nos acompañarán en el desarrollo del foro, como a los organizadores.

En esta oportunidad, nuestro objetivo consiste en explorar “propuestas y prospectivas” en relación con las inequidades que se presentan ● ENTRE educación pública y privada; ● ENTRE territorios rurales y territorios urbanos; lo mismo que ● AQUELLAS QUE SON debidas al género, o ● QUE SURGEN POR

* Palabras del Rector de la Universidad en la inauguración del Foro Javeriano sobre este tema, 12 de agosto de 2020.

EDUCAR ¿PARA QUÉ? DE CARA A LAS INEQUIDADES EDUCATIVAS EN COLOMBIA

Jorge Humberto Peláez Piedrahita, S.J.*

brechas digitales; todas ellas de gran trascendencia y actualidad. La idea es “avanzar más allá de los diagnósticos y promover un espacio de debate y construcción colectiva”.

Además de este primer “horizonte de comprensión”, hemos definido otro, con este planteamiento: “Educación ¿para qué?”. Las respuestas deben girar en torno a tres finalidades: “● PARA actuar frente a las inequidades discutidas; ● PARA la formación de nuevas ciudadanías; ● PARA la creación de un mundo sostenible y habitable; y ● PARA liderar alternativas educativas en el país, a partir de los aportes particulares que la tradición de nuestra Universidad y su Proyecto Educativo pueden hacer ante las problemáticas destacadas”.

De esta forma, damos continuidad al ejercicio de “exploración de propuestas asociadas a la reflexión que de tiempo atrás vienen desarrollando nuestros estudiantes y profesores”, propósito de los FO-

ROS JAVERIANOS. Se trata de una contribución que queremos hacer al país, como la institución universitaria que somos, guiados por el interés general y el bien común de la sociedad colombiana, buscando la unión de los ciudadanos en torno a la solución de los graves problemas de la nación, algunos crónicos, otros de origen reciente o agravados por la crisis sanitaria y económica de este año.

Me complace registrar la participación de todos Ustedes en este tercer foro. Vivimos un momento crítico de nuestra historia, en un ambiente que se torna más complejo por las circunstancias políticas del país. Quisiera reiterarles hoy que, en medio de las dificultades y las limitaciones de la hora presente, la opción de la Javeriana es seguir adelante, con nuestra mirada puesta en el porvenir, construyendo en un esfuerzo colectivo, propuestas que renueven la esperanza de los colombianos.

IV ENCUENTRO JAVERIANO DE ARTE Y CREATIVIDAD

Cuando hicimos las primeras tres versiones del Encuentro Javeriano de Arte y Creatividad no nos hubiéramos podido imaginar que esta cuarta edición nos iba a sorprender en medio de una pandemia que nos obliga a guardar distancias, a esconder nuestros rostros y a permanecer en nuestras casas. Esto puede parecer precisamente lo contrario de lo que implica la palabra “Encuentro”: términos como cuarentena estricta, aislamiento obligatorio y distanciamiento social se han vuelto imperativos que difícilmente podríamos aceptar en otras condiciones, pero que hoy se ven como puros mecanismos de supervivencia.

Y, sin embargo, hemos decidido hacer el Encuentro. No solamente

por respeto a un evento que a sus seis años ya empieza a ser tradición entre nosotros, o porque hayamos desarrollado un gusto particular por las pantallas y las transmisiones en línea. Lo hacemos porque este es precisamente el momento en que más necesitamos encontrarnos desde la sensibilidad. Ante la lejanía de otros cuerpos y el aumento de las mediaciones tecnológicas, nos hace cada vez más falta la experiencia directa, el contacto, la impronta que deja la realidad en nuestros sentidos y que nos hace humanos. Y solo el arte y las expresiones creativas pueden devolvernos al menos un atisbo de esa vivencia. Eso es lo que nos propone esta fiesta: reconocernos como comunidad que crea, que imagina y que genera conocimiento también desde lo estético y lo simbólico.

No es poco lo que la Universidad Javeriana tiene para mostrar en ac-

Jorge Humberto Peláez Piedrahita, S.J.*

* Palabras del Rector de la Universidad en la inauguración, 7 de septiembre de 2020.

tividades académicas relacionadas con el arte y la creatividad. En los últimos años se han venido fortaleciendo los esfuerzos articulados de diferentes departamentos y programas académicos con unidades como el Centro Ático, El Centro de Gestión Cultural, el Centro Javeriano de Emprendimiento, Design Factory y la Asistencia para Creación Artística de la Vicerrectoría de Investigación. Esta red, que hace parte del Ecosistema de Innovación y Emprendimiento, nos ha permitido hacer cada vez más visible el papel de la Universidad como institución pionera en la creación académica, la reflexión sobre las prácticas creativas y la transferencia de los resultados de creación a la sociedad. Por esta razón la Javeriana fue invitada a ejercer la secretaría técnica del foco de Industrias Creativas y Culturales de la Misión de Sabios 2019, un ejercicio cuyos resultados podremos conocer en el marco de este Encuentro, en el conversatorio sobre el libro “Arte, cultura y conocimiento”, que contiene las propuestas y recomendaciones entregadas por este foco al gobierno nacional.

Dentro de esas recomendaciones, ocupa un lugar especial el fomento a la investigación-creación: una forma de generación de conocimiento cuya aparición en nuestras universidades es relativamente reciente, pero que ya lleva varias décadas siendo debatida e implementada en diferentes disciplinas creativas. Hoy en día, la investigación-creación es valorada en los procesos de acreditación de programas y cuenta con instrumentos para su fomento, tanto en el marco del Sistema Nacional de

Ciencia, Tecnología e Innovación, como en las políticas de varias universidades que han seguido los pasos de la Javeriana.

Más allá de su institucionalización, la investigación-creación es una oportunidad para integrar diferentes miradas en la producción y uso del saber. Consiste en el proceso estructurado por el cual se genera conocimiento transferible, a través de la creación de obras, objetos, eventos o productos con valor estético. Aunque se trata de una actividad que proviene de campos, como el diseño, las artes visuales o la música, tiene un gran potencial para contribuir a cualquier área de la ciencia, especialmente en procesos de innovación o transferencia, pues cualquier forma de aplicación del conocimiento requiere de una apropiación desde lo sensible. El mejor ejemplo de ello es la parafernalia de la virtualidad que hoy, en medio de la pandemia, nos permite mantener el contacto y que, en medio de toda su sofisticación técnica, no sería comprensible ni manejable si no incluyera una gran dosis de proporciones, de colores y formas, de estética y de diseño. La investigación-creación, entonces, nos ofrece un puente entre las soluciones y respuestas que nos da la ciencia y los sentidos, las sensibilidades y las preguntas que nos plantea el arte. Un puente muy necesario porque nos brinda herramientas para volver a humanizar la técnica.

Pero el papel de la investigacióncreación va mucho más allá de esta mediación. Por eso en este Encuentro vamos a poder abordarla desde

IV ENCUENTRO JAVERIANO DE ARTE Y CREATIVIDAD

diversos escenarios. En primer lugar, tendremos tres paneles con expertos: uno dedicado al lugar de la investigación-creación en el Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación, otro dedicado a las relaciones entre arte y ciencia, y uno más que se concentrará en el papel que la investigación-creación puede jugar en la recuperación de las industrias creativas y culturales después de la pandemia.

En segundo lugar, tendremos tres conversatorios con las propuestas que se presentaron a la convocatoria de resultados de creación: el primero girará en torno a la creación experimental. El segundo abordará la creación en relación con la identidad, la cultura y la sociedad. Y el tercero se dedicará a explorar el papel de los medios y la tecnología en las prácticas creativas. Durante estos días, además, estarán circulando por las redes de la Universidad las piezas ganadoras de la convocatoria “Historias en cuarentena”, que cuentan las diferentes formas en que nuestra comunidad ha sobrellevado estos días de encierro. Igualmente, a través de diferentes canales podremos acceder a una serie de videos que dan

cuenta de los mejores resultados de proyectos de investigación-creación de nuestros profesores y estudiantes. Por último, en el transcurso de la próxima semana tendremos la segunda versión del Encuentro Internacional de Industrias Creativas y Culturales CultMarts, un espacio en el que se analizará la crisis de la economía creativa y se propondrán alternativas de solución.

Todas estas actividades nos ayudan a confirmar el liderazgo que la Universidad ha asumido desde hace varios años en el fomento a la creación artística, la conceptualización e institucionalización de la investigación-creación y el fortalecimiento de las industrias creativas y culturales. En un momento en que este sector atraviesa una de las peores crisis de su historia, es vital que ese liderazgo se mantenga y que como comunidad académica participemos activamente en la construcción de soluciones. Por eso los invito a asistir a las actividades del Encuentro y aportar sus reflexiones. Pero sobre todo los invito a disfrutar de las historias, los proyectos y las diferentes creaciones que podremos compartir este par de semanas.

Nos hemos reunido para recordar un hecho significativo, que tuvo lugar hace ya 25 años y desencadenó una dinámica universitaria que hoy podemos apreciar con inmensa satisfacción y complacencia: la Semana por la paz en la Javeriana, que anualmente hemos convocado desde 1995. Por esos días, el país empezaba a transitar por los senderos definidos en la Constitución Política que había sido aprobada cuatro años antes, en 1991. Ciertamente, la nueva Carta, como mensaje de paz, fundamentado en los Derechos Humanos, fue la respuesta de la nación a los actos de violencia y terrorismo que dejaron honda huella en esos años.

Fue todo un acierto que nuestra Universidad empezara a realizar

un conjunto de actividades relacionadas con la Semana por la paz que, a nivel nacional, venía siendo convocada desde 1987. Debemos recordar que este evento, desde su origen, se ha programado en torno al Día colombiano de los Derechos Humanos, celebrado cada año el 9 de septiembre, fiesta de Pedro Claver, el santo jesuita javeriano, que consagró su vida al cuidado de los esclavos africanos y se convirtió en una figura emblemática del Humanitarismo. De esta forma, la paz y los Derechos Humanos quedaron estrechamente vinculados en un país que tiene grandes desafíos al respecto.

Ahora bien, el compromiso de la Javeriana con la paz, que se refleja en análisis y discursos, en símbolos y campañas promocionales, lo mismo que en hechos y acciones concretas, está dirigido a buscar la

* Palabras del Rector de la Universidad en el acto conmemorativo, 11 de septiembre de 2020.

25º ANIVERSARIO DE LA SEMANA POR LA PAZ EN LA JAVERIANA

Jorge Humberto Peláez Piedrahita, S.J.*

reconciliación en un país en el que sus habitantes se hallan divididos profundamente ● por la descomunal desigualdad que tienen los ciudadanos en cuanto a recursos y oportunidades para su desarrollo personal; ● por el abandono del Estado a que han sido condenadas extensas regiones de Colombia, donde fuerzas al margen de la ley asumen el control del territorio; y también ● por los odios y amores que la actividad política ha venido cultivando en el corazón de muchos compatriotas. Esa reconciliación, que precede a la convivencia y la paz, no se podrá dar sin una educación que transforme el corazón de los ciudadanos, que los comprometa con un cambio social y cultural.

Es oportuno que recordemos hoy lo que nos señala el objetivo central de la Universidad, el marco de referencia de nuestro quehacer: nosotros, en la Javeriana, buscamos “la instauración de una sociedad más civilizada, más culta y más justa, inspirada por los valores que proclama el Evangelio”. Vale la pena detenernos un poco en este importante planteamiento.

¿Qué significa que una sociedad sea más civilizada? Que renuncie definitivamente a la barbarie y a la violencia para resolver sus desacuerdos, al mismo tiempo que fortalezca sus instituciones y logre un consenso mínimo alrededor de la idea de Estado de Derecho, de tal forma que, en medio de las diferencias, la convivencia sea posible.

¿Qué significa que una sociedad sea más culta? Que los hombres y

mujeres vean en sus conciudadanos, no enemigos sino pares, les reconozcan y respetan sus derechos, valoren la diversidad de pensamiento y opiniones, guiándose por la verdad y la rectitud, y promoviendo la ética del cuidado en las relaciones entre las personas y en las de estas con la naturaleza, con ‘la casa común’.

¿Qué significa que una sociedad sea más justa? Que luche eficazmente y con perseverancia en favor de la equidad y la igualdad de oportunidades, combatiendo con decisión los privilegios, la corrupción y la impunidad.

Este norte que nos hemos fijado institucionalmente, que moldea nuestra identidad y el medio universitario que cada uno de nosotros contribuye a formar, cobra especial relevancia en la Semana por la paz de la Javeriana, porque se trata, precisamente, del espacio que abrimos para que, con el concurso de todos los saberes, revisemos cómo vamos frente a los diversos desafíos que tenemos en nuestro país, cuáles son los caminos y las salidas.

Cabe recordar que esta semana se iniciaron los Foros Javerianos sobre la paz, que nos ayudarán a identificar las formas más pertinentes de proceder al respecto como Universidad, para lo cual revisaremos cómo va la implementación de los acuerdos, qué ha ocurrido en cuanto a la educación para la paz, y cómo influyen el arte, la emoción y la espiritualidad en la reconciliación y la construcción de una sociedad en paz.

Quisiera, antes de terminar esta intervención, expresar mi reconocimiento a todas las personas responsables del Programa Cultura para la Paz, que está a cargo del Centro para el Fomento de la Identidad y la Construcción de Comunidad, de la Vicerrectoría del Medio Universitario. Desde su conformación, en 1995, este Programa ha venido explorando diversas formas de intervención, y en los últimos diez años ha puesto su foco de atención en el ambiente universitario, con perspectiva de país. Gracias a su gestión, se mantiene un puente entre la Universidad

y las instituciones, organizaciones sociales y gubernamentales que impulsan la realización de la Semana por la Paz.

Apreciados amigos: los últimos meses han sido especialmente difíciles para todos nosotros. No solo la pandemia, sino la escalada reciente de hechos violentos, nos han afectado profundamente. En este contexto, debemos renovar nuestro ánimo para llevar adelante y hacer evidente en el quehacer diario, nuestro compromiso indeclinable con la reconciliación y con la paz.

ANIVERSARIO DE LA SEMANA POR LA PAZ EN LA JAVERIANA

HACKATHON LAUDATO SI’

Me siento muy complacido de dirigirme a Ustedes, los estudiantes universitarios de diversos países que han aceptado participar durante tres días en la Hackathon Laudato Si’, organizada por la Pontificia Universidad Javeriana, de Colombia, con la colaboración de la Universidad Católica de Salta, de Argentina; la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, de Chile; la Universidad Loyola Andalucía, de España; y la Universidad Iberoamericana de Ciudad de México. Presento un cordial saludo a todos los asistentes a este acto de inauguración, en especial a los señores rectores de la Universidades del extranjero que se han unido en esta iniciativa, lo mismo que al Rector de nuestra Seccional en Cali.

* Palabras del Rector de la Universidad en la sesión inaugural de este evento, 22 de septiembre de 2020.

En la expresión Hackathon Laudato Si’ se conjugan dos ideas-referentes que, en los últimos tiempos, han cobrado especial relevancia en el mundo. Por una parte, tenemos Laudato Si’, palabras en italiano, tomadas del famoso cántico de San Francisco de Asís, que se traducen como ‘alabado seas’, y que corresponden al nombre abreviado de la célebre Encíclica del Papa Francisco sobre el cuidado de la ‘casa común’, promulgada en 2015. Por otra parte, aparece el término hackathon, acuñado hace unas dos décadas con base en dos vocablos, el primero asociado con uno de los grandes protagonistas de la tecnología, que se destaca por su habilidad, el hacker; y el otro, con una memorable prueba deportiva de resistencia, la maratón. De esta forma, al hablar hoy en día de una hackathon, aludimos a una carrera entre atletas del mundo digital, que viven una

Jorge Humberto Peláez Piedrahita, S.J.*

experiencia colectiva a partir del encuentro intensivo, –en un plazo limitado y por lo general muy corto, dos o tres días–, en el que deben hallar, de manera creativa y gozosa, soluciones a problemas concretos.

Sobre la importancia del TEMA que nos convoca, la Laudato Si’ y el cuidado de la ‘casa común’, nos basta echar una mirada a las noticias recientes que por doquier reflejan esa profunda crisis socioambiental que afecta desde hace décadas a la Humanidad, pues como bien lo señala Francisco, “no hay dos crisis separadas, una ambiental y otra social, sino una sola y compleja crisis socio-ambiental”. Cada vez es más urgente encontrar “soluciones integrales”, –debemos subrayar el adjetivo, integrales–, que, como también lo advierte el Papa, “consideren las interacciones de los sistemas naturales entre sí y con los sistemas sociales”. No podemos olvidar una verdad de a puño: “todo está relacionado con todo lo demás”, planteamiento que es considerado como la primera ley de la ecología.

En efecto, el equilibrio del mundo, la armonía en el planeta, depende de todos sus habitantes y, por lo tanto, de todos sus países. La globalización, ese fenómeno irrefrenable de tiempos recientes, ha quedado una vez más en evidencia, con la pandemia. Somos una sola comunidad humana, a bordo de una nave extraordinaria, que es frágil y tiene límites. En este contexto, carece de sensatez pensar que unos pocos privilegiados podrán estar a salvo de la catástrofe que puede sobrevenir

si no se hacen cambios radicales en la manera como vivimos. Así lo advirtieron el pasado domingo, en artículos de prensa, tanto el ecólogo mexicano Rodrigo Medellín como el corresponsal y profesor universitario español Antonio Albiñana.

Cabe recordar que aquí, en Colombia, nuestra Universidad ha venido desarrollando desde 2016 el Simposio Javeriano sobre la Laudato Si’, con el cual hemos querido profundizar en el conocimiento del texto de la Encíclica y procurar su divulgación, así como también analizar sus planteamientos y promover el debate al respecto. Este compromiso con la cuestión socio-ambiental, que hemos asumido en diversos frentes del quehacer universitario, sirve también para enmarcar la Hackathon que hoy inauguramos. Debemos tener presente que, en nuestro caso, esta actividad tiene también un propósito educativo, dado que se basa en un trabajo colaborativo entre pares que deben aprovechar sus habilidades y experiencias particulares para buscar soluciones a problemas determinados. Puede decirse que es todo un “dispositivo pedagógico”, que promueve el aprendizaje y la motivación de quienes participan.

Agradezco a los miembros del Comité Directivo y del Comité Operativo de esta Hackathon toda la labor que han desarrollado para hacer posible esta actividad. A los participantes deseo muchos éxitos; y que este encuentro, que por las circunstancias excepcionales que todos conocemos, se desarrollará de manera virtual, sirva también para enviar un mensaje de urgencia

a los universitarios y al mundo académico en general. Es esencial que prestemos mayor atención a la crisis socio-ambiental que con tanto acierto, hace ya cinco años,

HACKATHON LAUDATO SI’

el Papa Francisco puso de nuevo, con renovado acento, en la agenda de todas las naciones. ¡Es hora de actuar! ¡No hay tiempo que perder!

En esta tarde nos reunimos para inaugurar el Foro Javeriano sobre Paz, que hace parte de ese ejercicio con el cual nos hemos propuesto hacer una contribución específica al país, como la institución universitaria que somos, guiados por el interés general y el bien común de la sociedad. Este ha sido el espíritu de los FOROS JAVERIANOS SOBRE LA COYUNTURA Y EL FUTURO DE COLOMBIA, que hemos venido realizando en los últimos meses, dando continuidad “a la reflexión que de tiempo atrás venían desarrollando nuestros estudiantes y profesores”. Ciertamente, tenemos que seguir trabajando unidos para encontrar solución a los graves problemas de la nación. Todos sabemos que algunos son crónicos, para nada

nuevos; otros, por el contrario, son de origen reciente o se han agudizado por la crisis sanitaria y económica del presente año.

Permítanme repasar en forma muy breve cuáles han sido los temas de los tres foros anteriores. En el primero, realizado el pasado mes de junio, nos referimos al asunto de mayor preocupación en 2020, la SALUD, enfocándonos sobre los “problemas estructurales” y los “efectos multiplicadores de la crisis”. Pocas semanas después, realizamos el segundo foro y el tema en esa ocasión fue la ECONOMÍA, otro aspecto que a todos nos preocupa en esta coyuntura. Fue así como analizamos el modelo de desarrollo económico en Colombia, teniendo como referencia “la búsqueda por la justicia y la equidad”. En el tercero de los foros, tratamos sobre la EDUCACIÓN, otro pilar del desarrollo del

* Palabras del Rector de la Universidad en la inauguración del Foro Javeriano sobre Paz, 28 de septiembre de 2020.

LA PAZ

Jorge Humberto Peláez Piedrahita, S.J.*

país, que también se ha visto afectado por las medidas tomadas para tratar de controlar la propagación del coronavirus.

El tema escogido para el cuarto Foro es la PAZ, asunto de especial importancia para Colombia. Precisamente, en este mes hemos realizado la 33ª Semana por la Paz, que lamentablemente ha tenido lugar en medio de una nueva escalada de violencia en diversos escenarios del país. No ha sido nada fácil avanzar en el proceso de reconciliación que, luego de muchos años de diálogos y negociación, se inició cuando se firmaron, en noviembre de 2016, los acuerdos entre el Gobierno Nacional y uno de los más conocidos grupos guerrilleros. Ese momento marcó un quiebre en el curso de nuestra historia como quiera que se puso fin a ese conflicto armado y la violencia que asoló tantas regiones. Sin embargo, la divisi ón de los colombianos frente a esas decisiones y el desarrollo de lo acordado, ha impedido que avancemos a buen paso en la reconciliación nacional, que es el presupuesto de la paz. No nos podemos llamar a engaños: ¡sin reconciliación, no habrá paz! ¡Si no cede el odio y el afán de venganza, no será posible que llegue la paz!

Ahora bien, debemos tener presente que el camino hacia la paz se ve interferido por otros actores de la vida nacional que son artífices de violencia; y que también es necesario prestar atención a esos otros focos de perturbación. Para enfrentar la violencia con éxito hay que proceder como ante los incendios forestales: el fuego se debe atacar, simultánea-

mente, en todos sus frentes, incluso en aquellos donde se pensaba que ya había sido extinguido.

En este contexto, hemos convocado el nuevo foro, que desarrollaremos en tres sesiones, ● la primera, dedicada al Cumplimiento de Acuerdos de Paz; se trata de analizar el estado actual de la implementación de dichos acuerdos, desde dos miradas: los actores de los territorios y las comisiones de seguimiento y verificadoras de los acuerdos. ● En una segunda sesión haremos referencia a la Educación para la paz. Abordaremos entonces la importancia que tiene la educación para la paz en la coyuntura actual del país y frente al incremento de la violencia. ● En la tercera sesión hablaremos sobre Arte, emociones y espiritualidad para la paz. De esta forma, podremos explorar el lugar y la influencia que estos tres factores tienen en los procesos de construcción para la paz.

Para terminar, quisiera reiterar nuestro llamado a que las diferencias y los desacuerdos, que siempre se presentarán en todo tipo de circunstancias, siempre se resuelvan sin violencia; es así como se construye realmente la paz. Expreso nuestra gratitud, tanto los organizadores como a los panelistas que nos acompañarán en el desarrollo de este, que es el cuarto de los FOROS JAVERIANOS SOBRE LA COYUNTURA Y EL FUTURO DE COLOMBIA. Hago votos porque estos esfuerzos que realizamos en el ámbito académico, se traduzcan finalmente en acciones que favorezcan la reconciliación nacional.

Como lo hemos hecho cada año, nos hemos reunido en este acto para proclamar a los estudiantes que han merecido recibir la Cruz San Pedro Claver. Esta Distinción Universitaria tiene un especial significado para todos nosotros, no solo por el nombre que lleva, el de ese misionero y santo jesuita del siglo XVII, que fue el gran defensor de los Derechos Humanos, sino también por las personas a quienes se puede otorgar, según lo establecido en el Reglamento de Emblemas, Símbolos y Distinciones de la Universidad. En efecto, la Cruz San Pedro Claver, que en 2020 hemos entregado a 34 estudiantes, se concede a quienes “a lo largo de su Carrera han sobresalido en el desempeño de sus deberes por sus calidades humanas y su compromiso eficaz con los ideales

javerianos expresados en el Proyecto Educativo”.

Permítanme hacer una breve reflexión sobre las condiciones que hemos reconocido en Ustedes, los estudiantes que han sido galardonados, que hoy nos hacen sentir profundamente satisfechos y orgullosos a nosotros en la Javeriana, lo mismo que a sus familiares y amigos.

En primer lugar, debemos hacer referencia al “desempeño de sus deberes”, que es el indicador señalado en el Reglamento para evaluar si alguien merece recibir la Cruz San Pedro Claver. Hablar de deberes, queridos amigos, es hablar de responsabilidad. Ciertamente, entre los atributos que más se pueden valorar en una persona que hace parte de una organización o de un equipo de trabajo, se encuentra el de ser responsable. Siempre resulta muy

* Palabras del Rector de la Universidad en este acto, 21 de octubre de 2020.

PROCLAMACIÓN DE LOS ESTUDIANTES DISTINGUIDOS CON LA CRUZ SAN PEDRO CLAVER

Jorge Humberto Peláez Piedrahita, S.J.*

grato tener a nuestro lado a un individuo al que no hay que recordarle sus tareas, ni que nos cause alguna preocupación por su dedicación o la calidad de su labor. Por el contrario, no tener dudas acerca de su responsabilidad, lo que nos genera es confianza y tranquilidad.

Ahora bien, a partir de lo indicado en el Reglamento, nos queda claro que Ustedes “han sobresalido en el desempeño de sus deberes”, y así lo han logrado, en primer lugar, “por sus calidades humanas”. Todos sabemos que en el mundo que vivimos, tan duramente golpeado este año por la pandemia, se necesita con urgencia que haya más humanidad, que sus habitantes sean cada vez más humanos, que no sólo sean sensibles ante las necesidades y el sufrimiento de quienes están a su lado o simplemente pasan, sino que actúen para aliviar su situación y ojalá cambiarla de manera radical.

Este fue el ejemplo magistral de Pedro Claver, el estudiante del Colegio de la Compañía de Jesús en Santafé, –que sería poco después Universidad Javeriana–, un hombre que en Cartagena, a partir de 1615 y durante 40 años, se dedicó con especial celo al cuidado de los esclavos negros que llegaban como mercancía a ese puerto del Caribe. Ante su testimonio, cabe decir “¡Eso es maravillosamente humano!”, frase del Papa Francisco en su reciente Encíclica “Fratelli Tutti, sobre la fraternidad y la amistad social”. El Santo Padre formula esta exclamación cuando se refiere al “valor de la solidaridad”. Dice él que “si alguien tiene agua de sobra, y sin embargo

la cuida pensando en la humanidad, es porque ha logrado una altura moral que le permite trascenderse a sí mismo y a su grupo de pertenencia”. De esto trata, precisamente, “la calidad humana” mencionada en las normas que regulan la Cruz San Pedro Claver: es esa “altura moral” que alcanza un hombre o una mujer cuando “piensa en la humanidad” y sale de su mundo personal para fijar su centro en el otro, logrando “trascenderse a sí mismo y a su grupo de pertenencia”, tal como lo señala Francisco (n. 117). Esta es la forma de establecer “un rumbo realmente humano”, que es el que echa de menos el Santo Padre, según lo expresa en el primer capítulo de su Encíclica, sin dejar de reconocer “los avances positivos en la ciencia, en la tecnología, la medicina, la industria y el bienestar, sobre todo en los países desarrollados” (n. 29).

En este contexto, vale la pena recordar que la Universidad es un extraordinario espacio para pensar en el porvenir y también para empezar a crearlo, fijando los cimientos que hagan posible un mundo mejor. Aquí nos enfrentamos a las fronteras siempre novedosas del conocimiento que dan forma a multitud de disciplinas y profesiones, y que congregan en torno suyo a hombres y mujeres que investigan y enseñan, que estudian y aprenden, para servir a la sociedad. Sin embargo, siempre existe el riesgo de quedar atrapados en el ámbito fascinante y, por supuesto, necesario, de las teorías y el discurso, de la discusión académica; ignorando las necesidades apremiantes y el sufrimiento de tantas personas que han sido

PROCLAMACIÓN DE

ESTUDIANTES

marginadas del progreso, que viven en condiciones infrahumanas, y que muchas veces ignoramos a pesar de estar tan cerca de nosotros.

Ustedes, queridos estudiantes que han recibido la Cruz San Pedro Claver, nos recuerdan que sí es posible hacer confluir, dentro de criterios de excelencia, la actividad académica y la proyección social, logrando al mismo tiempo su rigurosa formación universitaria y el cambio real en la vida de comunidades concretas, ubicadas en distintos lugares de la geografía nacional, donde, gracias a su admirable labor, muchos hom-

bres y mujeres han podido sonreír de nuevo, confiar una vez más en la humanidad y renovar su esperanza.

Al reconocimiento y las congratulaciones de la Universidad, expresado en esa condecoración que lleva la impronta de la cruz, se une nuestra gratitud. Su responsabilidad, marcada por una honda calidad humana, y su compromiso eficaz con los ideales javerianos, expresados en nuestro Proyecto Educativo, han logrado traducirse en hechos que hoy hablan en su nombre y harán perdurables sus huellas, como lo fueron las de san Pedro Claver.

LOS

DISTINGUIDOS CON LA CRUZ SAN PEDRO

PROCLAMACIÓN DE PROFESORES TITULARES

Nos hemos reunido esta tarde con el propósito de proclamar los nuevos Profesores Titulares de la Universidad, un selecto grupo de hombres y mujeres que desarrollan su labor académica en siete de nuestras facultades y que han cumplido con los requisitos establecidos en el Reglamento del Profesorado para el ascenso a esta categoría del Escalafón. A todos Ustedes hacemos llegar nuestras efusivas felicitaciones. Este es uno de esos momentos de la vida que nos llena de honda satisfacción porque se trata de un logro personal que implica esfuerzo y consagración, lo mismo que perseverancia para mantenerse durante años, con un nivel de excelencia, al frente de un quehacer que es neurálgico en todo centro de Educación Superior.

No hemos podido realizar este acto de manera presencial, como lo veníamos haciendo en los últimos años, por las medidas de aislamiento y, en muchos casos, de confinamiento, que debemos atender en esta época de pandemia. Varios meses han transcurrido ya desde que fuimos sorprendidos con la amenaza del contagio del coronavirus, que a todos, sin excepción, nos obligó a cambiar de manera radical el curso de nuestra vida cotidiana, afectando también el desarrollo normal de las actividades universitarias y el encuentro diario en el campus de la Javeriana. Sin embargo, en poco tiempo y gracias especialmente a la disponibilidad y el ingenio de nuestros profesores, fue posible hacer los ajustes necesarios para dar el salto a una labor en forma remota, apoyada por los recursos tecnológicos. Gracias a las pantallas de los computadores y otros dispositivos

Jorge Humberto Peláez Piedrahita, S.J.*

* Palabras del Rector de la Universidad en este acto, 19 de noviembre de 2020.

electrónicos, que nos permiten, aun en la distancia y con algunas limitaciones, comunicarnos cara a cara, hemos podido mantener esa relación profundamente humana que hace parte de la identidad de nuestra Universidad.

Sea esta la oportunidad para expresar de nuevo el reconocimiento de la Javeriana a todos sus profesores, también a sus estudiantes, lo mismo que al personal administrativo, por este extraordinario logro: la Universidad no se detuvo, continuó adelante, y en medio de nuevas circunstancias, ha podido seguir ayudando a transformar la sociedad, construyendo los sueños de un mejor país y haciéndolos realidad.

Permítanme que, de manera breve, comparta con Ustedes algunas consideraciones sobre el quehacer de un profesor universitario. A lo largo de la vida, todos hemos sido alumnos, hemos asistido a clases en un aula, lugar a donde acude regularmente un hombre o una mujer con el propósito de enseñar lo que sabe, de compartir con nosotros sus preguntas, sus inquietudes, en fin, su pasión por el saber. De esta forma, los profesores no solo nos guían por determinadas áreas del conocimiento, sino que también nos motivan e interpelan, nos animan y entusiasman para aprender y ampliar nuestro propio horizonte, tener curiosidad, capacidad crítica y analítica, y, en ocasiones, para querer seguir sus pasos. Ciertamente, los profesores, –y Ustedes, los Profesores Titulares, lo saben muy bien–, terminan siendo un referente importante para sus alumnos,

por lo que saben y lo que son, por su competencia y rigurosidad, por su exigencia y, sobre todo, por su conducta; en síntesis, se convierten en un modelo que ellos no dejan de evaluar y juzgar. Es así como un profesor puede ganarse el respeto y la confianza de sus alumnos, lo mismo que una admiración y afecto perdurables.

Pasado el tiempo, olvidamos a muchos de nuestros profesores, sus nombres y sus rostros; pero no los de unos pocos que quedarán grabados claramente en la memoria. ¿Quiénes alcanzan este privilegio? Aquellos que sobresalieron por el dominio de la materia, por su habilidad como pedagogos y también por su consagración y el talante humano. En ellos se hace evidente su amor al estudio y la investigación, su vocación académica. Estos profesores, que algunos llaman ‘maestros’, son lo que hacen posible que la docencia se convierta verdaderamente en educación, que la enseñanza se traduzca en aprendizaje y que la investigación mueva las fronteras del conocimiento. Ir a una de sus clases resulta ser siempre un momento grato y transformador, que toca nuestras fibras y nos invita a ser mejores personas.

En situaciones de crisis como la que hemos vivido en este año, los profesores tienen una responsabilidad mayor porque, más allá del cabal cumplimiento de las funciones que les corresponden, deben hacer lo posible para que sus alumnos no pierdan su ánimo en medio de la incertidumbre y se interesen en el estudio a pesar de la ausencia del encuentro personal en el campus y la

PROCLAMACIÓN DE PROFESORES TITULARES

monotonía que causa permanecer en el lugar de residencia. Como bien lo señala el Premio Nobel de Literatura 1986, Wole Soyinka, profesor universitario nacido en África y radicado en California, “nada podrá reemplazar el contacto humano entre quien aprende y quien enseña”. Ciertamente la reunión presencial ofrece condiciones para la interacción, que quedan restringidas en una clase que se realiza en forma remota. Sin embargo, el profesor que no pierde de vista la dimensión humana de su labor, puede encontrar novedosas estrategias para asegurar el cuidado personal que requiere cada uno de sus alumnos, para lograr que puedan mantener la atención y realizar sus trabajos, y sobre todo para que

puedan seguir mirando hacia el futuro con ilusión y esperanza.

Ustedes, queridos Profesores que hoy alcanzan el nivel superior en el Cuerpo Profesoral de la Javeriana, conocen bien estos ideales y se han esforzado por hacerlos realidad en sus propias vidas. La Universidad aprecia su labor y se siente orgullosa de lo que hacen.

Al reiterarles nuestras felicitaciones y el reconocimiento institucional, hacemos votos por su salud y bienestar, y la de sus familias, sabiendo que continuarán por el camino de excelencia que los ha traído hasta este lugar de privilegio en el mundo académico.

PACTO EDUCATIVO GLOBAL

El Covid-19 nos ha recordado lo frágiles que somos. Ha puesto de rodillas la prepotencia de políticos, empresarios y científicos. Y han quedado al desnudo las crueles inequidades de la sociedad y la magnitud de la crisis socio ambiental.

Las duras experiencias que estamos viviendo confirman la importancia de este Pacto Educativo Global. El paradigma tecnocrático, agudamente analizado en la Encíclica Laudato Si’, fracasó estruendosamente.

Es necesario, entonces, un cambio radical a través de un camino educativo que haga madurar una nueva solidaridad universal y una sociedad más acogedora.

Santo Padre: con el Pacto Educativo Global usted nos invita a ser audaces; a romper paradigmas que ya están agotados; a buscar una cultura integral, participativa y multifacética; a mostrar horizontes de esperanza. Así lo asumimos con entusiasmo y nos comprometemos con él.

La Encíclica Laudato Si’ está generando dinámicas transformadoras en los claustros universitarios, y en el mundo de la política, la economía y la cultura. Laudato Si’ nos ayuda a superar las lecturas fragmentadas de muchos científicos sociales, y hemos aprendido a trabajar interdisciplinariamente en la búsqueda de soluciones a la grave crisis socioambiental que nos agobia.

* Texto del videomensaje del Rector de la Universidad, 14 de octubre de 2020.

Las Facultades de Economía de nuestras Universidades tienen la grave obligación de proponer un mo-

Jorge Humberto Peláez Piedrahita, S.J.*

delo de desarrollo sostenible, porque el actual ha llevado al saqueo de la creación. Esta visión de la ecología integral debe ser transversal en los currículos. Es importante que nuestros estudiantes comprendan que todo está conectado con todo.

La Encíclica Laudato Si’ nos ofrece elementos muy ricos para la formación ética en la Universidad. Igualmente, para el uso responsable de la ciencia y la tecnología al servicio de la dignidad humana. Allí están trazados los rasgos de una ética del cuidado: cuidado de uno mismo, cuidado del otro, cuidado de la casa común.

La Encíclica nos orienta en cuanto a las prácticas que deben realizar los estudiantes durante su proceso de formación. Estas prácticas deben ponerlos en contacto con los dolores y gritos de los pobres y de la tierra.

Gracias, Papa Francisco, por invitarnos a participar en este Pacto Educativo Global. La Pontificia Universidad Javeriana asumirá, como ya lo hemos venido haciendo desde hace cinco años, el camino de la Ecología Integral.

"EL PAPA FRANCISCO INVITA A FIRMAR EL PACTO EDUCATIVO GLOBAL"

Jorge Humberto Peláez Piedrahita, S.J.*

Este 15 de octubre, en un acto académico en la Pontificia Universidad Lateranense, de Roma, el Papa Francisco invitó a firmar el Pacto Educativo Global. En sus palabras de motivación, el Papa se refiere a los efectos devastadores del Covid-19 y afirma: “Las medidas sanitarias necesarias serán insuficientes si no van acompañadas de un nuevo modelo cultural. Esta situación ha hecho incrementar la conciencia de que se debe realizar un cambio en el modelo de desarrollo (…) Educar es siempre un acto de esperanza que invita la coparticipación y a la transformación de la lógica estéril y paralizante de la indiferencia (…) y mostrar nuevos horizontes, en los que la hospitalidad, la solidaridad intergeneracional y el valor de

la trascendencia construyan una nueva cultura”.

Este llamado a firmar el Pacto está dirigido a todas las instituciones educativas, católicas y no católicas. Y también lo hace extensivo a otros colectivos: “Hacemos un llamamiento de manera particular a los hombres y mujeres de cultura, de ciencia y de deporte, a los artistas, a los operadores de los medios de comunicación, en todas partes del mundo, para que ellos también firmen este pacto y, con su testimonio y su trabajo, se hagan promotores de los valores del cuidado, la paz, la justicia, la bondad, la belleza, la acogida del otro y la fraternidad”.

Para que este Pacto Educativo Global conduzca a acciones concretas, la Congregación para la Educación Católica, que es el organismo de la Curia Romana para promover

* Mensaje del Rector de la Universidad, 15 de octubre de 2020.

el apostolado educativo de la Iglesia, ha establecido cuatro ejes temáticos: Dignidad humana; educación para la paz; ecología integral; solidaridad y desarrollo. Y ha pedido a cuatro Universidades católicas del mundo que lideren estas acciones. Las Universidades invitadas a participar son: Sacro Cuore (Italia), Notre Dame (Estados Unidos) Universidad Católica de Australia (Australia) y Pontificia Universidad Javeriana (Colombia). La Javeriana liderará la reflexión sobre la Ecología Integral, gracias al trabajo que viene haciendo desde hace cinco años profundizando en la Encíclica del Papa Francisco sobre el cuidado de la casa común. Esta reflexión sobre la ecología integral ha transformado los currículos de la Universidad, ha inspirado trabajos de grado, proyectos de investigación y programas de

posgrado. La creación del Instituto Javeriano del Agua ha sido una de las realizaciones más prometedoras.

Después de la presentación del video del Papa, expresaron sus voces de apoyo diversas autoridades internacionales; y fueron invitados a participar, con un video de tres minutos, los Rectores de las cuatro Universidades escogidas para prestar este servicio. En sus palabras de agradecimiento al Santo Padre, el Rector de la Javeriana, Jorge Humberto Peláez S.J. dijo: “Santo Padre: con el Pacto Educativo Global usted nos invita a ser audaces; a romper paradigmas que ya están agotados; a buscar una cultura integral, participativa y multifacética; a mostrar horizontes de esperanza. Así lo asumimos con entusiasmo y nos comprometemos con él”.

LA VOZ DEL PAPA LA PANDEMIA PACTO EDUCATIVO GLOBAL

LA PANDEMIA

MOMENTO EXTRAORDINARIO DE ORACIÓN EN TIEMPOS DE EPIDEMIA

Papa Francisco*

«Al atardecer» (Mc 4,35). Así comienza el Evangelio que hemos escuchado. Desde hace algunas semanas parece que todo se ha oscurecido. Densas tinieblas han cubierto nuestras plazas, calles y ciudades; se fueron adueñando de nuestras vidas llenando todo de un silencio que ensordece y un vacío desolador que paraliza todo a su paso: se palpita en el aire, se siente en los gestos, lo dicen las miradas. Nos encontramos asustados y perdidos. Al igual que a los discípulos del Evangelio, nos sorprendió una tormenta inesperada y furiosa. Nos dimos cuenta de que estábamos en la misma barca, todos frágiles y desorientados; pero, al mismo

* Homilia del Santo Padre, 27 de marzo de 2020. https://www.vatican.va/ content/francesco/es/homilies/2020/ documents/papa-francesco_20200327_ omelia-epidemia.html

tiempo, importantes y necesarios, todos llamados a remar juntos, todos necesitados de confortarnos mutuamente. En esta barca, estamos todos. Como esos discípulos, que hablan con una única voz y con angustia dicen: “perecemos” (cf. v. 38), también nosotros descubrimos que no podemos seguir cada uno por nuestra cuenta, sino sólo juntos.

Es fácil identificarnos con esta historia, lo difícil es entender la actitud de Jesús. Mientras los discípulos, lógicamente, estaban alarmados y desesperados, Él permanecía en popa, en la parte de la barca que primero se hunde. Y, ¿qué hace? A pesar del ajetreo y el bullicio, dormía tranquilo, confiado en el Padre –es la única vez en el Evangelio que Jesús aparece durmiendo–. Después de que lo despertaran y que calmara el viento y las aguas, se dirigió a los discípulos con un tono de reproche:

«¿Por qué tenéis miedo? ¿Aún no tenéis fe?» (v. 40).

Tratemos de entenderlo. ¿En qué consiste la falta de fe de los discípulos que se contrapone a la confianza de Jesús? Ellos no habían dejado de creer en Él; de hecho, lo invocaron. Pero veamos cómo lo invocan: «Maestro, ¿no te importa que perezcamos?»

(v. 38). No te importa: pensaron que Jesús se desinteresaba de ellos, que no les prestaba atención. Entre nosotros, en nuestras familias, lo que más duele es cuando escuchamos decir: “¿Es que no te importo?”. Es una frase que lastima y desata tormentas en el corazón. También habrá sacudido a Jesús, porque a Él le importamos más que a nadie. De hecho, una vez invocado, salva a sus discípulos desconfiados.

La tempestad desenmascara nuestra vulnerabilidad y deja al descubierto esas falsas y superfluas seguridades con las que habíamos construido nuestras agendas, nuestros proyectos, rutinas y prioridades. Nos muestra cómo habíamos dejado dormido y abandonado lo que alimenta, sostiene y da fuerza a nuestra vida y a nuestra comunidad. La tempestad pone al descubierto todos los intentos de encajonar y olvidar lo que nutrió el alma de nuestros pueblos; todas esas tentativas de anestesiar con aparentes rutinas “salvadoras”, incapaces de apelar a nuestras raíces y evocar la memoria de nuestros ancianos, privándonos así de la inmunidad necesaria para hacerle frente a la adversidad.

Con la tempestad, se cayó el maquillaje de esos estereotipos con

los que disfrazábamos nuestros egos siempre pretenciosos de querer aparentar; y dejó al descubierto, una vez más, esa (bendita) pertenencia común de la que no podemos ni queremos evadirnos; esa pertenencia de hermanos.

«¿Por qué tenéis miedo? ¿Aún no tenéis fe?». Señor, esta tarde tu Palabra nos interpela, se dirige a todos. En nuestro mundo, que Tú amas más que nosotros, hemos avanzado rápidamente, sintiéndonos fuertes y capaces de todo. Codiciosos de ganancias, nos hemos dejado absorber por lo material y trastornar por la prisa. No nos hemos detenido ante tus llamadas, no nos hemos despertado ante guerras e injusticias del mundo, no hemos escuchado el grito de los pobres y de nuestro planeta gravemente enfermo. Hemos continuado imperturbables, pensando en mantenernos siempre sanos en un mundo enfermo. Ahora, mientras estamos en mares agitados, te suplicamos: “Despierta, Señor”.

«¿Por qué tenéis miedo? ¿Aún no tenéis fe?». Señor, nos diriges una llamada, una llamada a la fe. Que no es tanto creer que Tú existes, sino ir hacia ti y confiar en ti. En esta Cuaresma resuena tu llamada urgente: “Convertíos”, «volved a mí de todo corazón» (Jl 2,12). Nos llamas a tomar este tiempo de prueba como un momento de elección. No es el momento de tu juicio, sino de nuestro juicio: el tiempo para elegir entre lo que cuenta verdaderamente y lo que pasa, para separar lo que es necesario de lo que no lo es. Es el tiempo de restablecer el rumbo de la vida hacia ti, Señor, y hacia los

LA PANDEMIA MOMENTO EXTRAORDINARIO DE ORACIÓN EN TIEMPOS DE EPIDEMIA

demás. Y podemos mirar a tantos compañeros de viaje que son ejemplares, pues, ante el miedo, han reaccionado dando la propia vida. Es la fuerza operante del Espíritu derramada y plasmada en valientes y generosas entregas. Es la vida del Espíritu capaz de rescatar, valorar y mostrar cómo nuestras vidas están tejidas y sostenidas por personas comunes –corrientemente olvidadas– que no aparecen en portadas de diarios y de revistas, ni en las grandes pasarelas del último show pero, sin lugar a dudas, están escribiendo hoy los acontecimientos decisivos de nuestra historia: médicos, enfermeros y enfermeras, encargados de reponer los productos en los supermercados, limpiadoras, cuidadoras, transportistas, fuerzas de seguridad, voluntarios, sacerdotes, religiosas y tantos pero tantos otros que comprendieron que nadie se salva solo. Frente al sufrimiento, donde se mide el verdadero desarrollo de nuestros pueblos, descubrimos y experimentamos la oración sacerdotal de Jesús: «Que todos sean uno» (Jn 17,21). Cuánta gente cada día demuestra paciencia e infunde esperanza, cuidándose de no sembrar pánico sino corresponsabilidad. Cuántos padres, madres, abuelos y abuelas, docentes muestran a nuestros niños, con gestos pequeños y cotidianos, cómo enfrentar y transitar una crisis readaptando rutinas, levantando miradas e impulsando la oración. Cuántas personas rezan, ofrecen e interceden por el bien de todos. La oración y el servicio silencioso son nuestras armas vencedoras.

«¿Por qué tenéis miedo? ¿Aún no tenéis fe?». El comienzo de la fe es

saber que necesitamos la salvación. No somos autosuficientes; solos nos hundimos. Necesitamos al Señor como los antiguos marineros las estrellas. Invitemos a Jesús a la barca de nuestra vida. Entreguémosle nuestros temores, para que los venza. Al igual que los discípulos, experimentaremos que, con Él a bordo, no se naufraga. Porque esta es la fuerza de Dios: convertir en algo bueno todo lo que nos sucede, incluso lo malo. Él trae serenidad en nuestras tormentas, porque con Dios la vida nunca muere.

El Señor nos interpela y, en medio de nuestra tormenta, nos invita a despertar y a activar esa solidaridad y esperanza capaz de dar solidez, contención y sentido a estas horas donde todo parece naufragar. El Señor se despierta para despertar y avivar nuestra fe pascual. Tenemos un ancla: en su Cruz hemos sido salvados. Tenemos un timón: en su Cruz hemos sido rescatados. Tenemos una esperanza: en su Cruz hemos sido sanados y abrazados para que nadie ni nada nos separe de su amor redentor. En medio del aislamiento donde estamos sufriendo la falta de los afectos y de los encuentros, experimentando la carencia de tantas cosas, escuchemos una vez más el anuncio que nos salva: ha resucitado y vive a nuestro lado. El Señor nos interpela desde su Cruz a reencontrar la vida que nos espera, a mirar a aquellos que nos reclaman, a potenciar, reconocer e incentivar la gracia que nos habita. No apaguemos la llama humeante (cf. Is 42,3), que nunca enferma, y dejemos que reavive la esperanza.

Abrazar su Cruz es animarse a abrazar todas las contrariedades del tiempo presente, abandonando por un instante nuestro afán de omnipotencia y posesión para darle espacio a la creatividad que sólo el Espíritu es capaz de suscitar. Es animarse a motivar espacios donde todos puedan sentirse convocados y permitir nuevas formas de hospitalidad, de fraternidad y de solidaridad. En su Cruz hemos sido salvados para hospedar la esperanza y dejar que sea ella quien fortalezca y sostenga todas las medidas y caminos posibles que nos ayuden a cuidarnos y a cuidar. Abrazar al Señor para abrazar la esperanza. Esta es la fuerza de la fe, que libera del miedo y da esperanza.

«¿Por qué tenéis miedo? ¿Aún no tenéis fe?». Queridos hermanos y hermanas: Desde este lugar, que narra la fe pétrea de Pedro, esta tarde me gustaría confiarlos a todos al Señor, a través de la intercesión de la Virgen, salud de su pueblo, estrella del mar tempestuoso. Desde esta columnata que abraza a Roma y al mundo, descienda sobre vosotros, como un abrazo consolador, la bendición de Dios. Señor, bendice al mundo, da salud a los cuerpos y consuela los corazones. Nos pides que no sintamos temor. Pero nuestra fe es débil y tenemos miedo. Mas tú, Señor, no nos abandones a merced de la tormenta. Repites de nuevo: «No tengáis miedo» (Mt 28,5). Y nosotros, junto con Pedro, “descargamos en ti todo nuestro agobio, porque Tú nos cuidas” (cf. 1 P 5,7).

LA PANDEMIA

Queridos hermanos y hermanas: ¡Feliz Pascua!

Hoy resuena en todo el mundo el anuncio de la Iglesia: “¡Jesucristo ha resucitado! ¡Verdaderamente ha resucitado!”.

Esta Buena Noticia se ha encendido como una llama nueva en la noche, en la noche de un mundo que enfrentaba ya desafíos cruciales y que ahora se encuentra abrumado por la pandemia, que somete a nuestra gran familia humana a una dura prueba. En esta noche resuena la voz de la Iglesia: «¡Resucitó de veras mi amor y mi esperanza!» (Secuencia pascual).

* Palabras del Santo Padre, 12 de abril de 2020. https://www.vatican.va/content/ francesco/es/messages/urbi/documents/papa-francesco_20200412_urbi-et-orbi-pasqua.html

Es otro “contagio”, que se transmite de corazón a corazón, porque todo corazón humano espera esta Buena Noticia. Es el contagio de la esperanza: «¡Resucitó de veras mi amor y mi esperanza!». No se trata de una fórmula mágica que hace desaparecer los problemas. No, no es eso la resurrección de Cristo, sino la victoria del amor sobre la raíz del mal, una victoria que no “pasa por encima” del sufrimiento y la muerte, sino que los traspasa, abriendo un camino en el abismo, transformando el mal en bien, signo distintivo del poder de Dios.

El Resucitado no es otro que el Crucificado. Lleva en su cuerpo glorioso las llagas indelebles, heridas que se convierten en lumbreras de esperanza. A Él dirigimos nuestra mirada para que sane las heridas de la humanidad desolada.

MENSAJE URBI ET ORBI PASCUA 2020

Papa Francisco*

Hoy pienso sobre todo en los que han sido afectados directamente por el coronavirus: los enfermos, los que han fallecido y las familias que lloran por la muerte de sus seres queridos, y que en algunos casos ni siquiera han podido darles el último adiós. Que el Señor de la vida acoja consigo en su reino a los difuntos, y dé consuelo y esperanza a quienes aún están atravesando la prueba, especialmente a los ancianos y a las personas que están solas. Que conceda su consolación y las gracias necesarias a quienes se encuentran en condiciones de particular vulnerabilidad, como también a quienes trabajan en los centros de salud, o viven en los cuarteles y en las cárceles. Para muchos es una Pascua de soledad, vivida en medio de los numerosos lutos y dificultades que está provocando la pandemia, desde los sufrimientos físicos hasta los problemas económicos.

Esta enfermedad no sólo nos está privando de los afectos, sino también de la posibilidad de recurrir en persona al consuelo que brota de los sacramentos, especialmente de la Eucaristía y la Reconciliación. En muchos países no ha sido posible acercarse a ellos, pero el Señor no nos dejó solos. Permaneciendo unidos en la oración, estamos seguros de que Él nos cubre con su mano (cf. Sal 138,5), repitiéndonos con fuerza: No temas, «he resucitado y aún estoy contigo» (Antífona de ingreso de la Misa del día de Pascua, Misal Romano).

Que Jesús, nuestra Pascua, conceda fortaleza y esperanza a los médicos y a los enfermeros, que en

todas partes ofrecen un testimonio de cuidado y amor al prójimo hasta la extenuación de sus fuerzas y, no pocas veces, hasta el sacrificio de su propia salud. A ellos, como también a quienes trabajan asiduamente para garantizar los servicios esenciales necesarios para la convivencia civil, a las fuerzas del orden y a los militares, que en muchos países han contribuido a mitigar las dificultades y sufrimientos de la población, se dirige nuestro recuerdo afectuoso y nuestra gratitud.

En estas semanas, la vida de millones de personas cambió repentinamente. Para muchos, permanecer en casa ha sido una ocasión para reflexionar, para detener el frenético ritmo de vida, para estar con los seres queridos y disfrutar de su compañía. Pero también es para muchos un tiempo de preocupación por el futuro que se presenta incierto, por el trabajo que corre el riesgo de perderse y por las demás consecuencias que la crisis actual trae consigo. Animo a quienes tienen responsabilidades políticas a trabajar activamente en favor del bien común de los ciudadanos, proporcionando los medios e instrumentos necesarios para permitir que todos puedan tener una vida digna y favorecer, cuando las circunstancias lo permitan, la reanudación de las habituales actividades cotidianas.

Este no es el tiempo de la indiferencia, porque el mundo entero está sufriendo y tiene que estar unido para afrontar la pandemia. Que Jesús resucitado conceda esperanza a todos los pobres, a quienes viven en las periferias, a los prófugos y a los

que no tienen un hogar. Que estos hermanos y hermanas más débiles, que habitan en las ciudades y periferias de cada rincón del mundo, no se sientan solos. Procuremos que no les falten los bienes de primera necesidad, más difíciles de conseguir ahora cuando muchos negocios están cerrados, como tampoco los medicamentos y, sobre todo, la posibilidad de una adecuada asistencia sanitaria. Considerando las circunstancias, se relajen además las sanciones internacionales de los países afectados, que les impiden ofrecer a los propios ciudadanos una ayuda adecuada, y se afronten –por parte de todos los Países– las grandes necesidades del momento, reduciendo, o incluso condonando, la deuda que pesa en los presupuestos de aquellos más pobres.

Este no es el tiempo del egoísmo, porque el desafío que enfrentamos nos une a todos y no hace acepción de personas. Entre las numerosas zonas afectadas por el coronavirus, pienso especialmente en Europa. Después de la Segunda Guerra Mundial, este continente pudo resurgir gracias a un auténtico espíritu de solidaridad que le permitió superar las rivalidades del pasado. Es muy urgente, sobre todo en las circunstancias actuales, que esas rivalidades no recobren fuerza, sino que todos se reconozcan parte de una única familia y se sostengan mutuamente. Hoy, la Unión Europea se encuentra frente a un desafío histórico, del que dependerá no sólo su futuro, sino el del mundo entero. Que no pierda la ocasión para demostrar, una vez más, la solidaridad, incluso recurriendo a soluciones innovadoras.

Es la única alternativa al egoísmo de los intereses particulares y a la tentación de volver al pasado, con el riesgo de poner a dura prueba la convivencia pacífica y el desarrollo de las próximas generaciones.

Este no es tiempo de la división. Que Cristo, nuestra paz, ilumine a quienes tienen responsabilidades en los conflictos, para que tengan la valentía de adherir al llamamiento por un alto el fuego global e inmediato en todos los rincones del mundo. No es este el momento para seguir fabricando y vendiendo armas, gastando elevadas sumas de dinero que podrían usarse para cuidar personas y salvar vidas. Que sea en cambio el tiempo para poner fin a la larga guerra que ha ensangrentado a la amada Siria, al conflicto en Yemen y a las tensiones en Irak, como también en el Líbano. Que este sea el tiempo en el que los israelíes y los palestinos reanuden el diálogo, y que encuentren una solución estable y duradera que les permita a ambos vivir en paz. Que acaben los sufrimientos de la población que vive en las regiones orientales de Ucrania. Que se terminen los ataques terroristas perpetrados contra tantas personas inocentes en varios países de África.

Este no es tiempo del olvido. Que la crisis que estamos afrontando no nos haga dejar de lado a tantas otras situaciones de emergencia que llevan consigo el sufrimiento de muchas personas. Que el Señor de la vida se muestre cercano a las poblaciones de Asia y África que están atravesando graves crisis humanitarias, como en la Región de Cabo Delgado, en el

LA PANDEMIA MENSAJE URBI ET ORBI PASCUA 2020

norte de Mozambique. Que reconforte el corazón de tantas personas refugiadas y desplazadas a causa de guerras, sequías y carestías. Que proteja a los numerosos migrantes y refugiados –muchos de ellos son niños–, que viven en condiciones insoportables, especialmente en Libia y en la frontera entre Grecia y Turquía. Y no quiero olvidar la isla de Lesbos. Que permita alcanzar soluciones prácticas e inmediatas en Venezuela, orientadas a facilitar la ayuda internacional a la población que sufre a causa de la grave coyuntura política, socioeconómica y sanitaria.

Queridos hermanos y hermanas:

Las palabras que realmente queremos escuchar en este tiempo no son indiferencia, egoísmo, división y olvido. ¡Queremos suprimirlas para siempre! Esas palabras pareciera que prevalecen cuando en nosotros triunfa el miedo y la muerte; es decir, cuando no dejamos que sea el Señor Jesús quien triunfe en nuestro corazón y en nuestra vida. Que Él, que ya venció la muerte abriéndonos el camino de la salvación eterna, disipe las tinieblas de nuestra pobre humanidad y nos introduzca en su día glorioso que no conoce ocaso.

Con estas reflexiones, os deseo a todos una feliz Pascua.

Queridos amigos:

Me es grato saludarlos con ocasión del Seminario promovido por la Pontificia Academia de Ciencias Sociales sobre “Educación: el Pacto Mundial”. Me alegra que reflexionen sobre este tema, porque hoy es necesario unir esfuerzos para alcanzar una alianza educativa amplia con vistas a formar personas maduras, capaces de reconstruir, reconstruir el tejido relacional y crear una humanidad más fraterna (cf. Discurso al Cuerpo Diplomático, 9 enero 2020).

* Discurso del Santo Padre a los participantes en el Seminario organizado por la Pontificia Academia de Ciencias Sociales, 7 de febrero de 2020. https:// www.vatican.va/content/francesco/es/ speeches/2020/february/documents/ papa-francesco_20200207_educationglobalcompact.html

La educación integral y de calidad, y los patrones de graduación siguen siendo un desafío mundial. A pesar de los objetivos y metas formulados por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y otros organismos (cf. Objetivo 4), y de los importantes esfuerzos realizados por algunos países, la educación sigue siendo desigual entre la población mundial. La pobreza, la discriminación, el cambio climático, la globalización de la indiferencia, las cosificaciones del ser humano marchitan el florecimiento de millones de criaturas. De hecho, representan para muchos un muro casi infranqueable que impide lograr los objetivos y las metas de desarrollo sostenible y garantizado que se han propuesto los pueblos.

La educación básica hoy es un ideal normativo en el mundo entero. Los datos empíricos que ustedes,

PACTO EDUCATIVO GLOBAL

EDUCACIÓN: EL PACTO MUNDIAL

Papa Francisco*

señores académicos, comparten, indican que se ha progresado en la participación de los niños y niñas en la educación. La matriculación de los jóvenes en la educación primaria es hoy casi universal y se evidencia que la brecha de género se ha reducido. Este es un logro loable. Sin embargo, cada generación debería reconsiderar cómo transmitir sus saberes y sus valores a la siguiente, ya que es a través de la educación que el ser humano alcanza su máximo potencial y se convierte en un ser consciente, libre y responsable. Pensar en la educación es pensar en las generaciones futuras y en el futuro de la humanidad; por lo tanto, es algo que está profundamente arraigado en la esperanza y requiere generosidad y valentía.

Educar no es solamente trasmitir conceptos, esta sería una herencia de la ilustración que hay que superar, o sea no sólo transmitir conceptos, sino que es una labor que exige que todos los responsables de la misma –familia, escuela e instituciones sociales, culturales, religiosas…– se impliquen en ella de forma solidaria. En este sentido, en algunos países se habla de que está roto el pacto educativo porque falta esta concurrencia social en la educación. Para educar hay que buscar integrar el lenguaje de la cabeza con el lenguaje del corazón y el lenguaje de las manos. Que un educando piense lo que siente y lo que hace, sienta lo que piensa y lo que hace, haga lo que siente y lo que piensa. Integración total. Al fomentar el aprendizaje de la cabeza, del corazón y de las manos, la educación intelectual y socioemocional, la trans-

misión de los valores y las virtudes individuales y sociales, la enseñanza de una ciudadanía comprometida y solidaria con la justicia, y al impartir las habilidades y el conocimiento que forman a los jóvenes para el mundo del trabajo y la sociedad, las familias, las escuelas y las instituciones se convierten en vehículos esenciales para el empoderamiento de la próxima generación. Entonces sí, no se habla ya de un pacto educativo roto. El pacto es este.

Hoy está en crisis, está roto lo que he llamado el “pacto educativo”; el pacto educativo que se da entre la familia, la escuela, la patria y el mundo, la cultura y las culturas. Está roto, y muy roto; y no se puede pegar o recomponer. No se puede zurcir, sino a través de un renovado esfuerzo de generosidad y acuerdo universal. El pacto educativo roto significa que sea la sociedad, sea la familia, sean las distintas instituciones que están llamadas a educar delegan la decisiva tarea educacional a otros, evadiendo así la responsabilidad las diversas instituciones básicas y los mismos estados que hayan claudicado de este pacto educativo.

Hoy estamos llamados, de alguna manera, a renovar y reintegrar el esfuerzo de todos –personas e instituciones– por la educación, para rehacer un nuevo pacto educativo, porque solamente así podrá cambiar la educación. Y, para eso, hay que integrar los saberes, la cultura, el deporte, la ciencia, el esparcimiento y la recreación; para esto, hay que tender puentes de conexión, saltar; me permiten la palabra: saltar el “chiquitaje”, que nos encierra en

nuestro pequeño mundo, y salir al mar abierto global respetando todas las tradiciones. Las nuevas generaciones deben comprender con claridad su propia tradición y cultura. Eso no se negocia, es innegociable, en relación con las demás, de modo que desarrollen la propia auto-comprensión afrontando y asumiendo la diversidad y los cambios culturales. Se podrá así promover una cultura del diálogo, una cultura del encuentro y de una mutua comprensión, de modo pacífico, respetuoso y tolerante. Una educación que capacita para identificar y fomentar los verdaderos valores humanos dentro de una perspectiva intercultural e interreligiosa.

La familia necesita ser valorada en el nuevo pacto educativo, puesto que su responsabilidad ya comienza en el vientre materno, en el momento del nacimiento. Pero las madres, los padres –los abuelos– y la familia en su conjunto, en su rol educativo primario, necesitan ayuda para comprender, en el nuevo contexto global, la importancia de esta temprana etapa de la vida, y estar preparados para actuar en consecuencia. Una de las formas fundamentales de mejorar la calidad de la educación a nivel escolar es conseguir una mayor participación de las familias y las comunidades locales en los proyectos educativos. Y estas son parte de esa educación integral, puntual y universal.

Deseo, en este momento, rendir también homenaje a los docentes –los siempre mal pagados–, porque ante el desafío de la educación siguen adelante con valentía y tesón. Ellos

son “artesanos” de las futuras generaciones. Con su saber, paciencia y dedicación van transmitiendo un modo de ser que se transforma en riqueza, no material, sino inmaterial, se va creando al hombre y mujer del mañana. Esto es una gran responsabilidad. Por lo tanto, en el nuevo pacto educativo, la función de los docentes, como agentes de la educación, debe reconocerse y respaldarse con todos los medios posibles. Si nuestro objetivo es brindar a cada individuo y a cada comunidad el nivel de conocimientos necesario para tener su propia autonomía y ser capaces de cooperar con los demás, es importante apuntar a la formación de los educadores con los más altos estándares cualitativos, en todos los niveles académicos. Para respaldar y promover este proceso, es necesario que tengan a disposición los recursos nacionales, internacionales y privados adecuados de manera que, en todo el mundo, puedan cumplir sus tareas de manera efectiva.

En este Seminario sobre “Educación: El Pacto Mundial”, ustedes, académicos de varias de las universidades más respetadas del mundo, han identificado nuevas palancas para hacer que la educación sea más humana y equitativa, más satisfactoria, y más relevante para las necesidades dispares de las economías y sociedades del siglo XXI. Ustedes han examinado, entre otras cosas, la nueva ciencia de la mente, el cerebro y la educación, la promesa de la tecnología de llegar a niños que actualmente no tienen oportunidades de aprendizaje, y el tema importantísimo de la educación de jóvenes refugiados e inmigrantes

PACTO EDUCATIVO GLOBAL “EDUCACIÓN: EL PACTO MUNDIAL”

alrededor del mundo. Ustedes han abordado los efectos de la creciente desigualdad y el cambio climático en la educación, así como las herramientas para revertir los efectos de ambos y afianzar las bases para una sociedad más humana, más sana, más equitativa y feliz.

Y hablé de los tres lenguajes: de la mente, del corazón, de las manos. Y hablando de las raíces, de los valores, podemos hablar de verdad, de bondad, de creatividad, pero no quiero terminar estas palabras sin hablar de la belleza. No se puede

educar sin inducir a la belleza, sin inducir del corazón la belleza. Forzando un poco el discurso, me atrevería a decir, que una educación no es exitosa si no sabe crear poetas. El camino de la belleza es un desafío que se debe abordar.

Los animo en esta tarea tan importante y apasionante que tienen: colaborar en la educación de las futuras generaciones. No es algo del mañana, sino del hoy. Adelante, que Dios los bendiga. Rezo por ustedes y ustedes háganlo por mí.

PACTO EDUCATIVO GLOBAL

ASAMBLEA PLENARIA DE LA CONGREGACIÓN PARA LA EDUCACIÓN CATÓLICA (DE LOS INSTITUTOS DE ESTUDIOS)

Señores Cardenales, queridos hermanos en el episcopado y en el sacerdocio, queridos hermanos y hermanas:

Agradezco al cardenal Versaldi las amables palabras de presentación y os saludo cordialmente a todos. Vuestra reunión en Asamblea Plenaria os ha brindado estos días la oportunidad de releer el denso trabajo realizado en los últimos tres años y de delinear los esfuerzos futuros con corazón abierto y con esperanza. El campo de competencia del Dicasterio os compromete a calaros en el fascinante mundo de la educación,

* Discurso del Santo Padre a los participantes en la Asamblea, 20 de febrero de 2020. https://www.vatican.va/ content/francesco/es/speeches/2020/ february/documents/papa-francesco_20200220_congregaz-educaz-cattolica.html

que nunca es una acción repetitiva, sino el arte del crecimiento, de la maduración, y por esta razón nunca igual a sí mismo.

La educación es una realidad dinámica, es un movimiento que saca a la luz a las personas. Se trata de un tipo de movimiento peculiar, con características que lo convierten en un dinamismo de crecimiento, orientado al pleno desarrollo de la persona en su dimensión individual y social. Me gustaría detenerme en algunos de sus rasgos típicos.

Una propiedad de la educación es la de ser un movimiento ecológico. Es una de sus fuerzas motrices hacia el objetivo formativo completo. La educación que tiene en el centro a la persona en su realidad integral tiene como finalidad llevarla al conocimiento de sí misma, de la casa común en la que vive, y sobre todo al des-

Papa Francisco*

cubrimiento de la fraternidad como relación que produce la composición multicultural de la humanidad, fuente de enriquecimiento mutuo.

Este movimiento educativo, como escribí en la Encíclica Laudato Si’, contribuye a la recuperación de «los distintos niveles de equilibrio ecológico: el interno con uno mismo, el solidario con los demás, el natural con todos los seres vivos, el espiritual con Dios». Esto requiere, por supuesto, educadores «capaces de replantear los itinerarios pedagógicos de una ética ecológica, de manera que ayuden efectivamente a crecer en la solidaridad, la responsabilidad y el cuidado basado en la compasión» (n. 210).

En cuanto al método, la educación es un movimiento inclusivo. Una inclusión que va hacia todos los excluidos: por la pobreza, por la vulnerabilidad debida a guerras, hambrunas y desastres naturales, por la selectividad social, por las dificultades familiares y existenciales. Una inclusión que se concretiza en acciones educativas a favor de los refugiados, de las víctimas de la trata de seres humanos, de los migrantes, sin distinción alguna de sexo, religión o etnia. La inclusión no es un invento moderno, sino una parte integral del mensaje salvífico cristiano. Hoy es necesario acelerar este movimiento inclusivo de la educación para poner coto a la cultura del descarte, cuyo origen es el rechazo de la fraternidad como elemento constitutivo de la humanidad.

Otra característica de la educación es la de ser un movimiento

pacificador, portador de paz. Es armonioso –hablaré luego, pero están conectados– un movimiento pacificador, portador de paz. Lo testimonian los mismos jóvenes, que con su compromiso y su sed de verdad «nos recuerdan constantemente que la esperanza no es una utopía y la paz es un bien siempre posible» (Discurso a los miembros del Cuerpo Diplomático acreditado ante la Santa Sede, 9 de enero de 2020). El movimiento educativo, constructor de paz es una fuerza que hay que alimentar contra la “egolatría” que genera la no paz, las rupturas entre generaciones, entre pueblos, entre culturas, entre poblaciones ricas y pobres, entre masculino y femenino, entre economía y ética, entre humanidad y medio ambiente (cf. Congregación para la Educación Católica, Pacto Educativo Mundial. Instrumentum laboris, 2020). Estas fracturas y contraposiciones, que enferman las relaciones, esconden un miedo a la diversidad y a la diferencia. Por eso, la educación está llamada con su fuerza pacificadora a formar personas capaces de comprender que la diversidad no obstaculiza la unidad, sino que es indispensable para la riqueza de la propia identidad y de la de todos.

Otro elemento típico de la educación es el de ser un movimiento de equipo. Nunca es la acción de una sola persona o institución. La Declaración conciliar Gravissimum educationis afirma que la escuela «constituye como un centro de cuya laboriosidad y de cuyos beneficios deben participar a un tiempo las familias, los maestros, las diversas asociaciones que promueven la vida

cultural, cívica y religiosa, la sociedad civil y toda la comunidad humana»

(n. 5). Por su parte, la Constitución Apostólica Ex corde Ecclesiae,que este año celebra el trigésimo aniversario de su promulgación, afirma que «la Universidad Católica persigue sus propios objetivos también mediante el esfuerzo por formar una comunidad auténticamente humana, animada por el espíritu de Cristo» (n. 21). Pero toda universidad está llamada a ser una «comunidad de estudio, de investigación y de formación»

(Constitución Apostólica Veritatis gaudium art. 11 § 1).

Este movimiento de equipo ha estado en crisis desde hace tiempo por varias razones. Por eso, sentí la necesidad de promover el próximo 14 de mayo el día del pacto educativo global confiando la organización a la Congregación para la Educación Católica. Es un llamamiento a todos aquellos que tienen responsabilidades políticas, administrativas, religiosas y educativas para reconstruir la “aldea de la educación”. El objetivo de estar juntos no es desarrollar programas, sino encontrar el paso común «para reavivar el compromiso por y con las jóvenes generaciones, renovando la pasión por una educación más abierta e incluyente, capaz de la escucha paciente, del diálogo constructivo y de la mutua comprensión». El pacto educativo no debe ser un simple ordenamiento, no debe ser un “recocido” de los positivismos que hemos recibido de una educación ilustrada. Debe ser revolucionario.

«Hoy más que nunca, es necesario unir los esfuerzos por una alianza

educativa amplia para formar personas maduras, capaces de superar fragmentaciones y contraposiciones y reconstruir el tejido de las relaciones por una humanidad más fraterna». Para lograr estos objetivos se necesita valentía: «La valentía de colocar a la persona en el centro [...]. La valentía de invertir las mejores energías [...] La valentía de formar personas disponibles que se pongan al servicio de la comunidad» (Mensaje para el lanzamiento del Pacto Educativo, 12 de septiembre de 2019). La valentía de pagar bien a los educadores.

También veo en la constitución de un pacto educativo global la facilitación del crecimiento de una alianza interdisciplinaria y transdisciplinaria, que la reciente Constitución Apostólica Veritatis gaudium indicaba para los estudios eclesiásticos, como «el principio vital e intelectual de la unidad del saber en la diversidad y en el respeto de sus expresiones múltiples, conexas y convergentes [...] también en relación con el panorama actual fragmentado y no pocas veces desintegrado, de los estudios universitarios y con el pluralismo ambiguo, conflictivo o relativista de las convicciones y de las opciones culturales» (Proemio, 4 c).

En este amplio horizonte de formación os deseo que continuéis con provecho en la realización del programa para los próximos años, en particular en la elaboración de un Directorio, en la constitución de un Observatorio Mundial, así como en la cualificación y actualización de los estudios eclesiásticos y en

PACTO EDUCATIVO GLOBAL ASAMBLEA PLENARIA DE LA CONGREGACIÓN PARA...

una mayor solicitud por la pastoral universitaria como instrumento de la nueva evangelización. Todos estos son esfuerzos que pueden contribuir eficazmente a consolidar el pacto, en el sentido que nos enseña la Palabra de Dios: «El pacto entre Dios y los hombres, el pacto entre las generaciones, el pacto entre los pueblos y las culturas, el pacto ―en la escuela― entre los maestros y los alumnos, el pacto entre el hombre, los animales, las plantas e incluso las realidades inanimadas que hacen que nuestra casa común sea hermosa y variopinta. ¡Todo está re-

lacionado con todo, todo está creado para ser un icono vivo de Dios que es Trinidad de Amor!» (Discurso a la Comunidad Académica del Instituto Universitario Sofía de Loppiano, 14 de noviembre de 2019).

Queridos hermanos y hermanas, os doy las gracias por el trabajo que hacéis con dedicación cada día. Invoco sobre vosotros los dones del Espíritu Santo para que os dé fortaleza en vuestro delicado ministerio en favor de la educación. Y os pido, por favor, que recéis por mí.

PACTO EDUCATIVO GLOBAL

GLOBAL COMPACT ON EDUCATION. TOGETHER TO LOOK BEYOND

Papa Francisco*

Queridos hermanos y hermanas:

Cuando los invité a iniciar este camino de preparación, participación y planificación de un pacto educativo global, no imaginábamos la situación en la que se desarrollaría: el Covid ha acelerado y amplificado muchas de las urgencias y emergencias que habíamos constatado, y ha manifestado muchas otras. A las dificultades sanitarias se sumaron después las económicas y sociales. Los sistemas educativos de todo el mundo han sufrido la pandemia tanto a nivel escolar como académico.

* Texto del Videomensaje del Santo Padre con ocasión del Encuentro promovido y organizado por la Congregación para la Educación Católica, 15 de octubre de 2020. https://www.vatican. va/content/francesco/es/messages/ pont-messages/2020/documents/ papa-francesco_20201015_videomessaggio-global-compact.html

En todas partes se ha intentado activar una respuesta rápida a través de plataformas educativas informatizadas, que han mostrado no sólo una marcada disparidad en las oportunidades educativas y tecnológicas, sino también, debido al confinamiento y muchas otras deficiencias existentes, muchos niños y adolescentes se han quedado atrás en el proceso natural de desarrollo pedagógico. Según algunos datos recientes de organismos internacionales, se habla de una “catástrofe educativa” –es un poco fuerte, pero se habla de una “catástrofe educativa”–, ante los aproximadamente diez millones de niños que podrían verse obligados a abandonar la escuela a causa de la crisis económica generada por el coronavirus, aumentando una brecha educativa ya alarmante –con más de 250 millones de niños en edad escolar excluidos de cualquier actividad educativa–.

Ante esta dramática realidad, sabemos que las medidas sanitarias necesarias serán insuficientes si no van acompañadas de un nuevo modelo cultural. Esta situación ha hecho incrementar la conciencia de que se debe realizar un cambio en el modelo de desarrollo. Para que respete y proteja la dignidad de la persona humana, debe partir de las oportunidades que la interdependencia mundial ofrece a la comunidad y a los pueblos, cuidando nuestra casa común y protegiendo la paz. La crisis que atravesamos es una crisis global, que no se puede reducir ni limitar a un único ámbito o sector. Es general. El Covid ha hecho posible reconocer de forma global que lo que está en crisis es nuestro modo de entender la realidad y de relacionarnos.

En este contexto, vemos que no son suficientes las recetas simplistas o los vanos optimismos. Conocemos el poder transformador de la educación: educar es apostar y dar al presente la esperanza que rompe los determinismos y fatalismos con los que el egoísmo de los fuertes, el conformismo de los débiles y la ideología de los utópicos quieren imponerse tantas veces como el único camino posible.1

Educar es siempre un acto de esperanza que invita a la coparticipación y a la transformación de la lógica estéril y paralizante de la indiferencia en otra lógica distinta, capaz de acoger nuestra pertenencia común.

Si los espacios educativos hoy se ajustan a la lógica de la sustitución y de la repetición; y son incapaces de generar y mostrar nuevos horizontes, en los que la hospitalidad, la solidaridad intergeneracional y el valor de la trascendencia construyan una nueva cultura, ¿no estaremos faltando a la cita con este momento histórico?

También somos conscientes de que un camino de vida necesita una esperanza basada en la solidaridad, y que cualquier cambio requiere un itinerario educativo, para construir nuevos paradigmas capaces de responder a los desafíos y emergencias del mundo contemporáneo, para comprender y encontrar soluciones a las exigencias de cada generación y hacer florecer la humanidad de hoy y de mañana.

Creemos que la educación es una de las formas más efectivas de humanizar el mundo y la historia. La educación es ante todo una cuestión de amor y responsabilidad que se transmite en el tiempo de generación en generación.

Por tanto, la educación se propone como el antídoto natural de la cultura individualista, que a veces degenera en un verdadero culto al yo y en la primacía de la indiferencia. Nuestro futuro no puede ser la división, el empobrecimiento de las facultades de pensamiento e imaginación, de escucha, de diálogo y de comprensión mutua. Nuestro futuro no puede ser este.

Hoy es necesario un nuevo periodo de compromiso educativo, que involucre a todos los componentes

1 Cf. M. de Certeau, Lo straniero o l’unione nella differenza, Vita e Pensiero, Milán 2010, 30.

de la sociedad. Escuchemos el grito de las nuevas generaciones, que manifiesta la necesidad y, al mismo tiempo, la oportunidad estimulante de un renovado camino educativo, que no mire para otro lado, favoreciendo graves injusticias sociales, violaciones de derechos, grandes pobrezas y exclusiones humanas.

Se trata de un itinerario integral, en el que se salga al encuentro de aquellas situaciones de soledad y desconfianza hacia el futuro que generan depresión, adicciones, agresiones, odio verbal, fenómenos de intimidación y acoso entre los jóvenes. Un camino compartido, en el que no se permanezca indiferentes ante el flagelo de la violencia y el maltrato de menores, el fenómeno de las niñas esposas y de los niños soldados, la tragedia de los menores vendidos y esclavizados. A esto se suma el dolor por el “sufrimiento” de nuestro planeta, provocado por una explotación sin inteligencia y sin corazón, que ha generado una grave crisis medioambiental y climática.

En la historia hay momentos en los que es necesario tomar decisiones fundamentales, que no sólo dan una impronta a nuestra forma de vida, sino sobre todo una determinada posición ante posibles escenarios futuros. En la actual situación de crisis sanitaria –llena de desánimo y desconcierto–, consideramos que es el momento de firmar un pacto educativo global para y con las generaciones más jóvenes, que involucre en la formación de personas maduras a las familias, comunidades, escuelas y universidades, instituciones, religiones, gobernantes, a toda la humanidad.

Hoy se requiere la parresia necesaria para ir más allá de visiones extrínsecas de los procesos educativos, para superar las excesivas simplificaciones aplanadas sobre la utilidad, sobre el resultado –estandarizado–, sobre la funcionalidad y la burocracia que confunden educación con instrucción y terminan destruyendo nuestras culturas; más bien se nos pide que busquemos una cultura integral, participativa y multifacética. Necesitamos valentía para generar procesos que asuman conscientemente la fragmentación existente y los contrastes que de hecho llevamos con nosotros; la audacia para recrear el tejido de las relaciones a favor de una humanidad capaz de hablar el lenguaje de la fraternidad. El valor de nuestras prácticas educativas no se medirá simplemente por haber superado pruebas estandarizadas, sino por la capacidad de incidir en el corazón de una sociedad y dar nacimiento a una nueva cultura. Un mundo diferente es posible y requiere que aprendamos a construirlo, y esto involucra a toda nuestra humanidad, tanto personal como comunitaria.

Hacemos un llamamiento de manera particular a los hombres y las mujeres de cultura, de ciencia y de deporte, a los artistas, a los operadores de los medios de comunicación, en todas partes del mundo, para que ellos también firmen este pacto y, con su testimonio y su trabajo, se hagan promotores de los valores del cuidado, la paz, la justicia, la bondad, la belleza, la acogida del otro y la fraternidad. «No tenemos que esperar todo de los que nos gobiernan, sería infantil. Gozamos de un

espacio de corresponsabilidad capaz de iniciar y generar nuevos procesos y transformaciones. Seamos parte activa en la rehabilitación y el auxilio de las sociedades heridas. Hoy estamos ante la gran oportunidad de manifestar nuestra esencia fraterna, de ser otros buenos samaritanos que carguen sobre sí el dolor de los fracasos, en vez de acentuar odios y resentimientos» (Carta enc. Fratelli tutti, 77). Un proceso plural y multifacético capaz de involucrarnos a todos en respuestas significativas, donde la diversidad y los enfoques se puedan armonizar en la búsqueda del bien común. Capacidad para crear una armonía: esto es lo que necesitamos hoy.

Por estos motivos nos comprometemos personal y conjuntamente a:

Poner en el centro de todo proceso educativo formal e informal a la persona, su valor, su dignidad, para hacer sobresalir su propia especificidad, su belleza, su singularidad y, al mismo tiempo, su capacidad de relacionarse con los demás y con la realidad que la rodea, rechazando esos estilos de vida que favorecen la difusión de la cultura del descarte.

Segundo: Escuchar la voz de los niños, adolescentes y jóvenes a quienes transmitimos valores y conocimientos, para construir juntos un futuro de justicia y de paz, una vida digna para cada persona.

Tercero: Fomentar la plena participación de las niñas y de las jóvenes en la educación.

Cuarto: Tener a la familia como primera e indispensable educadora.

Quinto: Educar y educarnos para acoger, abriéndonos a los más vulnerables y marginados.

Sexto: Comprometernos a estudiar para encontrar otras formas de entender la economía, la política, el crecimiento y el progreso, para que estén verdaderamente al servicio del hombre y de toda la familia humana en la perspectiva de una ecología integral.

Séptimo: Salvaguardar y cultivar nuestra casa común, protegiéndola de la explotación de sus recursos, adoptando estilos de vida más sobrios y buscando el aprovechamiento integral de las energías renovables y respetuosas del entorno humano y natural, siguiendo los principios de subsidiariedad y solidaridad y de la economía circular.

Queridos hermanos y hermanas: En definitiva, queremos comprometernos con valentía para dar vida, en nuestros países de origen, a un proyecto educativo, invirtiendo nuestras mejores energías e iniciando procesos creativos y transformadores en colaboración con la sociedad civil. En este proceso, un punto de referencia es la doctrina social que, inspirada en las enseñanzas de la Revelación y el humanismo cristiano, se ofrece como base sólida y fuente viva para encontrar los caminos a seguir en la actual situación de emergencia.

Tal inversión formativa, basada en una red de relaciones humanas y abiertas, debe garantizar el acceso de todos a una educación de calidad, a la altura de la dignidad de la persona humana y de su vo-

cación a la fraternidad. Es hora de mirar hacia adelante con valentía y esperanza. Que nos sostenga, por tanto, la convicción de que en la educación se encuentra la semilla de la esperanza: una esperanza de paz y de justicia. Una esperanza de belleza, de bondad; una esperanza de armonía social.

Recordemos, hermanos y hermanas, que las grandes transformaciones no se construyen en el

escritorio. Hay una “arquitectura” de la paz en la que intervienen las diversas instituciones y personas de una sociedad, cada una según su propia competencia, pero sin excluir a nadie (cf. ibíd., 231). Así tenemos que seguir: todos juntos, cada uno como es, pero siempre mirando juntos hacia adelante, hacia esta construcción de una civilización de la armonía, de la unidad, donde no haya lugar para esta virulenta pandemia de la cultura del descarte.

PACTO EDUCATIVO GLOBAL “GLOBAL COMPACT ON EDUCATION. TOGETHER...

Señoras y señores:

La educación es siempre un acto de esperanza que, desde el presente, mira al futuro. No existe la educación estática. La reunión de hoy en la Casina Pío IV es un acto de esperanza y solidaridad generacional, de esperanza y solidaridad intergeneracional. Los jóvenes líderes y los educadores globales se están reuniendo desde todas partes del mundo para promover un nuevo tipo de educación, que permita superar la actual globalización de la indiferencia y la cultura del descarte. Dos grandes males de nuestra cultura, la indiferencia y el descarte.

* Discurso del Santo Padre para el lanzamiento de estas iniciativas, 16 de diciembre de 2020. https://www.vatican. va/content/francesco/es/messages/ pont-messages/2020/documents/ papa-francesco_20201216_videomessaggio-pattoeducativo.html

Este ha sido un año extraordinario de sufrimiento por la pandemia de Covid-19; un año de aislamiento obligado y exclusión, de angustia y crisis espirituales y de no pocas muertes, y de una crisis educativa sin precedentes. Más de mil millones de niños han enfrentado interrupciones en su educación. Cientos de millones de niños se han quedado atrás en las oportunidades de desarrollo social y cognitivo. Y en muchos lugares, las crisis biológica, psíquica y económica han empeorado mucho por las crisis políticas y sociales aparejadas.

Ustedes se han reunido hoy en un acto de esperanza; un acto de esperanza para que los impulsos de odio, divisiones e ignorancia puedan y sean superados a través de una nueva buena onda, digamos así, una nueva buena onda de oportunidades educativas basadas

PACTO EDUCATIVO GLOBAL MISIÓN 4.7 Y EL PACTO EDUCATIVO

Papa Francisco*

en la justicia social y en el amor mutuo, un nuevo pacto global para la educación lanzado ya en octubre con alguno de los presentes. Ante todo, les agradezco por reunirse hoy para hacer crecer nuestras esperanzas y planes compartidos en una nueva educación que fomente la trascendencia de la persona humana, el desarrollo humano integral y sostenible, el dialogo intercultural y religioso, la salvaguardia del planeta, los encuentros por la paz y la apertura a Dios.

Las Naciones Unidas ofrecen una oportunidad única para que los gobiernos y la sociedad civil del mundo se unan tanto en la esperanza como en la acción por una nueva educación. Cito con gusto el mensaje de reconocimiento de san Pablo VI a las Naciones Unidas, dice así: «Vosotros habéis cumplido, señores, y estáis cumpliendo una gran obra: Enseñar a los hombres la paz. Las Naciones Unidas son la gran escuela donde se recibe esta educación». La Constitución de la UNESCO, adoptada en 1945 al final de la tragedia de la Segunda Guerra Mundial, reconoció que «puesto que las guerras nacen en la mente de los hombres, es en la mente de los hombres donde deben erigirse los baluartes de la paz». Hace setenta y cinco años que los fundadores de la UNESCO pidieron «asegurar a todos el pleno e igual acceso a la educación, la posibilidad de investigar libremente la verdad objetiva y el libre intercambio de ideas y conocimientos... a fin de que los pueblos se comprendan mejor entre sí y adquieran un conocimiento más preciso y verdadero de sus respectivas vidas» (Preámbulo).

En nuestro tiempo, en el que el pacto educativo mundial se ha quebrado, veo con satisfacción que los gobiernos se han comprometido nuevamente a poner en práctica estas ideas mediante la adopción de la Agenda 2030 y de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, en sinergia con el pacto global sobre la educación.

En el corazón de los Objetivos de Desarrollo Sostenible está el reconocimiento de que la educación de calidad para todos es una base necesaria para proteger nuestro hogar común y fomentar la fraternidad humana. Tal como el pacto global para la educación, así también fundamentalmente, el ODS 4 compromete a todos los gobiernos a “garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad, como asimismo promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida, y esto para todos”.

El pacto global para la educación y la misión 4.7 trabajarán juntos por la civilización del amor, la belleza y la unidad. Permítanme decirles que espero que ustedes sean los poetas de una nueva belleza humana, una nueva belleza fraterna y amigable, como de la salvaguardia de la tierra que pisamos. No se olviden de los ancianos y de los abuelos portadores de los valores humanos más decisivos. Gracias por lo que hacen y, por favor, no se olviden de rezar por mí.

IN MEMORIAM

Adolfo Nicolás Pachón, S.J.

Fernando Londoño Bernal, S.J.

Gabriel Ortega Lafaurie

Nelson Contreras Caballero

Pedro Otoya Gerdts

Guillermo Núñez Vergara

Javier Pinilla Pinilla

Alfonso Álvarez Forero

Marco Tulio González Arbeláez, S.J.

Álvaro Jiménez Cadena, S.J.

Rodolfo Eduardo de Roux Guerrero, S.J.

Alfonso Llano Escobar, S.J.

Luis Carlos Herrera Molina, S.J.

Guillermo Hernández Téllez, S.J.

Jorge Uribe Ramón, S.J.

Leonardo Ramírez Uribe, S.J.

Carlos Alberto Cardona Forero, S.J.

Fernando Londoño Bernal, S.J.

A los 95 años de edad, 80 de Compañía y 65 de Ordenación Sacerdotal, el 11 de mayo falleció en Medellín. Fue Provincial de la Compañía de Jesús en Colombia y, por lo tanto, ViceGran Canciller de nuestra Universidad, de 1969 a 1974. Años después, sería Vicerrector del Medio Universitario en Bogotá. Nacido en La Ceja (Antioquia) el 30 de noviembre de 1924, ingresó a la Compañía de Jesús en Santa Rosa de Viterbo el 1º de diciembre de 1939. Recibió su ordenación sacerdotal en Bogotá, el 3 de diciembre de 1954.

Nelson Contreras Caballero

Odontólogo graduado en la Javeriana en 1967, vinculado como Profesor de la Facultad de Odontología en 1971, fue Jefe de la Unidad de Investigación Tecnológica educativa y Relaciones Inter-Facultades, y años después, Decano Académico, cargo que ocupó entre 1994 y 2002. Director del Centro de Investigaciones Odontológicas, del cual fue gestor, dirigió la Maestría y la Especialización en Administración en Salud, en la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la Universidad. Nacido en un pueblo cercano a Cucunubá, Cundinamarca, el 11 de mayo de 1941, falleció el 30 de julio.

Guillermo Núñez Vergara Nacido en Bogotá, el 9 de julio de 1940, falleció el 14 de septiembre. Doctor en Ciencias Económicas, 1967, y Doctor en Ciencias Jurídicas, 1967, Promoción 1963 en la Facultad de Ciencias Jurídicas, fue Profesor de la Universidad y Director Financiero durante los rectorados de los Padres Fernando Barón, S.J. y Alfonso Borrero, S.J.; ocupó este cargo hasta noviembre de 1975. También fue Presidente de la Unión Javeriana.

Adolfo

Nicolás Pachón, S.J.

Anterior Prepósito General de la Compañía de Jesús, falleció el 20 de mayo en Tokio, Japón, a los 84 años de edad, 67 de Compañía y 53 de Ordenación sacerdotal. Nacido en Villamuriel de Cerrato, Palencia, España, el 29 de abril de 1936, ingresó a la Compañía de Jesús en 1953. En 1961 se trasladó a Japón. Elegido Prepósito General en 2008, luego de la renuncia del P. Peter-Hans Kolvenbach, S.J, vino a la Javeriana el 12 de agosto de 2013.

Gabriel Ortega Lafaurie

Médico graduado en la Facultad de Medicina en 1954, falleció el 23 de agosto, a los 94 años de edad. Director del Departamento de Patología y Profesor de la Facultad de Odontología, se le otorgaron las distinciones de Profesor Titular y Profesor Distinguido (1989). Fue Decano del Medio Universitario de la Facultad de Medicina y también estuvo en calidad de encargado como su Decano Académico; ocupó igualmente los cargos de Secretario General de la Universidad y de Secretario del Consejo de Regentes. Había nacido en Bogotá el 16 de junio de 1926.

Pedro Otoya Gerdts

Ingeniero Industrial, 1990, falleció en Bucaramanga 15 de agosto, a la edad de 57 años. Radicado en Cartagena, su ciudad natal, fue miembro de la junta directiva de Editora Del Mar S. A., periódico El Universal. Comprometido con el desarrollo digital del país, fue su bandera la búsqueda de la digitalización a través de la implementación de la factura electrónica. Consultor e interventor del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para Tecnología de Información y Telecomunicaciones, fue Profesor en la Universidad Javeriana y en la Universidad de Cartagena.

Alfonso Álvarez Forero

Fallecido el 18 de octubre, fue profesor destacado de la Facultad de Artes hasta hace un par de años y figura clave en la creación del taller de grabado del Departamento de Artes Visuales. Durante dos décadas acompañó la formación de un gran número de estudiantes del Área de Dibujo y del Énfasis Gráfico. De de su obra artística, la Javeriana conserva el óleo sobre tabla que pintó con la imagen de San Francisco Javier y que se guarda en el despacho del Vicerrector del Medio Universitario.

Javier Pinilla Pinilla

Catedrático de Derecho Constitucional, nacido en Barrancabermeja el 11 de abril de 1943, falleció en Bogotá el 23 de octubre. Bachiller del Colegio San Pedro Claver, de Bucaramanga, en 1960, estudió en la Facultad de Ciencias Jurídicas de nuestra Universidad, donde recibió su título profesional el 6 de agosto de 1969, Promoción 1965, que fue la de Luis Carlos Galán Sarmiento.

Marco Tulio González Arbeláez, S.J.

Álvaro Jiménez Cadena, S.J. Profesor de Ciencias Religiosas y Psicología, fue Decano de la Facultad de Filosofía y Letras, Decano Académico de la Facultad de Filosofía, Decano fundador de la Facultad de Psicología, Director del Sector de Asesoría Psicológica y Vicerrector Encargado del Medio Universitario, lo mismo que primer Vicerrector de la Seccional de la Universidad en Cali. Falleció el 30 de noviembre, a los 94 años, 79 de ellos en la Compañía de Jesús y 64 de sacerdocio.

Alfonso Llano Escobar, S.J.

Profesor Titular en la Facultad de Filosofía y Letras (1980), fue Director del Departamento de Ciencias Religiosas y Decano del Medio Universitario de la Facultad de Medicina. Posteriormente se desempeñó como Director del Instituto de Bioética y del Programa de Especialización en esa materia. Reconocido columnista de El Tiempo, recogió sus escritos en varias publicaciones. Nacido en Medellín, el 21 de agosto de 1925, falleció en Bogotá el 2 de diciembre, a los 95 años, 79 de ellos en la Compañía de Jesús y 64 de sacerdocio.

Vicerrector encargado de la Universidad, asumió en 1983, durante unos meses, las funciones de Rector (periodo de Jorge Hoyos, S.J.). Decano Académico de la Facultad de Psicología y Director de la Maestría de Psicología Comunitaria, fue también Director de la Biblioteca General de la Universidad. Nacido el 10 de septiembre de 1934, falleció el 22 de noviembre, a los 86 años, 70 de ellos en la Compañía de Jesús y 55 de sacerdocio.

Rodolfo Eduardo de Roux Guerrero, S.J.

Profesor Titular (1980), Profesor Distinguido (1987) y Profesor Emérito (2011) de la Facultad de Teología, fue Vicerrector de las Facultades Eclesiásticas, Decano de la Facultad de Filosofía y Letras, Decano de la Facultad de Filosofía, y Decano Académico de la Facultad de Teología. Miembro correspondiente de la Academia Colombiana de la Lengua, con una destacad obra poética, a él se debe la letra del Himno de la Universidad Javeriana. Falleció el 3 de diciembre en Bogotá, a los 95 años, 75 de ellos en la Compañía de Jesús y 65 de sacerdocio.

Guillermo

Hernández Téllez, S.J. Psicólogo, se destacó por su labor en pastoral y consejería familiar, las cuales fortaleció notablemente en la Universidad Javeriana durante los últimos lustros. Falleció el 30 de noviembre, a los 84 años, 69 de ellos en la Compañía de Jesús y 54 de sacerdocio.

Leonardo Ramírez Uribe, S.J.

Vinculado por muchos años a la Iglesia de San Ignacio, en Bogotá, la mayor parte de su vida la dedicó al apostolado en diversas cárceles de Bogotá. Falleció el 29 de noviembre, a los 90 años, 75 de ellos en la Compañía de Jesús y 60 de sacerdocio.

Luis Carlos Herrera Molina, S.J.

Fue Decano del Medio Universitario de la Facultad de Comunicación Social y durante casi cuatro décadas estuvo vinculado a la Universidad como profesor de Literatura. Fue codirector y jefe de redacción de Revista Javeriana. Nacido el 6 de septiembre de 1926 en Gigante, Huila, falleció el 11 de noviembre, a los 94 años, 76 de ellos en la Compañía de Jesús y 61 de sacerdocio.

Jorge Uribe Ramón, S.J. Comunicador Social, por muchos años fue colaborador destacado de la publicación Hoy en la Javeriana. Falleció el 25 de noviembre, a los 81 años, 64 de ellos en la Compañía de Jesús y 49 de sacerdocio.

Carlos Alberto Cardona Forero, S.J.

Contador javeriano, especializado en educación, se desempeñaba como Director de Pastoral en la Seccional de la Universidad en Cali. Falleció en esa ciudad, el 20 de noviembre, a los 54 años, 26 de ellos en la Compañía de Jesús y 14 de sacerdocio.

COLECCIÓN ORIENTACIONES UNIVERSITARIAS

1 - octubre de 1989 Posesión del nuevo Rector

2 - 1989 Tres discursos del Padre General

3 - enero de 1990 Planeación Universitaria

4 - febrero de 1990 Visita del Gran Canciller a la Universidad

5 - junio de 1990 Bogotá. La Universidad en cifras.

6 - agosto de 1990 Seccional Cali. Estadísticas generales.

7 - noviembre de 1990 Constitución Apostólica Ex Corde Ecclesiae

8 - septiembre de 1991 La Universidad Jesuítica

9 - agosto de 1993 Los Profesores

10 - agosto de 1995 La Investigación en la Universidad

11 - febrero de 1995 Educación Jesuítica - Pedagogía Ignaciana

12 - agosto de 1995 Educación Jesuítica - América Latina

13 - noviembre de 1995 Los Profesores

14 - marzo de 1996 Congregación General 34 - La Seccional Cali - Posesión de Rector y Vicerrectores

15 - marzo de 1996 Proyecto Javeriana 98

16 - agosto de 1997 Discursos y Ponencias

17 - enero de 1998 Intervenciones del nuevo Vice-Gran Canciller

de 1998

COLECCIÓN ORIENTACIONES UNIVERSITARIAS

32 - noviembre de 2001 Inspiración y funciones de las universidades de la Compañía de Jesús

33 - abril de 2002 Reflexiones acerca del papel del Vicerrector Académico y de los Decanos

34 - enero de 2003 Ética y formación universitaria

35 - marzo de 2004 Bioética y Universidad

36 - enero de 2005 Los Antiguos Alumnos y sus asociaciones

37 - marzo de 2005 Globalización, mundialización y verdad como valores

38 - marzo de 2007 V Centenario del Natalicio de San Francisco Javier, Patrono de la Universidad

39 - agosto de 2007 Verdad, justicia y reparación

40 - septiembre de 2007 Homenaje al P. Pedro Arrupe, S.J., en el centenario de su natalicio

41 - septiembre de 2008 Actos de Posesión - Rector de la Universidad, 2007 - Vicerrector Académico de la Sede Central, 2008

42 - junio de 2009 Homenaje a Alfonso Borrero Cabal, S.J.

43 - junio de 2010 La interdisciplinariedad en la Universidad

44 - diciembre de 2011 Identidad de la Institución Universitaria

45 - enero de 2014 Discursos y textos 2012-2013

46 - agosto de 2014 Discursos

47 - agosto de 2014 Homenaje a Luis Carlos Galán Sarmiento

47 - agosto de 2014 Suplemento, Homenaje a Luis Carlos Galán Sarmiento

48 - agosto de 2015 Documentos

49 - noviembre de 2015 85 Años del Restablecmiento de la Universidad

50 - agosto de 2016 Homenaje al P. Félix Restrepo, S.J. en el 50º aniversario de su muerte

51 - julio de 2017 Poder - Servicio - Democracia

52 - julio de 2017 Homenaje al P. Manuel Briceño Jáuregui, S.J. en el centenario de su natalicio

52 - enero de 2018 Suplemento, Homenaje al P. Manuel Briceño Jáuregui, S.J. en el centenario de su natalicio

53 - agosto de 2018 Los Profesores y la Universidad

54 - julio de 2019 Rasgos de Identidad

55 - diciembre de 2020 Innovación educativa y pertinencia social de la oferta educativa de la Universidad

56 - marzo de 2023 AÑO 2020