Cestodos en Equinos

Page 1

Cestodos en equinos

De todos los tipos de parásitos internos que infestan a los caballos, el único que fue considerado de muy poca importancia fueron las tenias, un inocente espectador intestinal. Los parasitólogos sabían que los caballos así como muchos mamíferos albergan algunas especies de céstodos. Sin embargo, los pararasitólogos sintieron que las tenias no eran tan comunes y ocasionaban pequeños daños en los caballos. Como resultado había pocos medios químicos para dirigirse a las infestaciones por tenias; la inmensa mayoría de las drogas disponibles incluyendo la ivermectina y moxidectina, fueron desarrolladas para tratar nematodos que fueron considerados la amenaza real para la salud de los caballos. Sin embargo recientes investigaciones nos han dado noticias sorprendentes. No sólo las tenias son más comunes en los intestinos de los caballos de lo que se sospechaba, sino que son responsables de serios problemas en su salud. Los céstodos son característicos por su cuerpo plano y segmentado a intervalos regulares, como una cinta de medir. Cada cuerpo segmentado (denominado proglótido) es una unidad separada. Un solo proglótido o varios unidos pueden desprenderse del cuerpo del gusano sin matarlo y sus restos atacan las paredes intestinales del caballo. Debido a que los proglótidos se desintegran en el intestino grueso, es raro ver proglótidos intactos en las heces de los caballos. Este hecho hizo pensar por muchos años que la infestación por céstodos en los caballos no eran comunes. La parte de la boca de los céstodos es continua a un scolex, la cual tiene 4 ventosas habilitadas para atacar muy ferozmente la pared intestinal de los caballos. Bajo estas ventosas hay pliegues. Ellos no tiene un sistema digestivo como el de nosotros, cada proglótido absorbe los nutrientes a través de la piel. Todos los céstodos son hermafroditas, esto significa que cada gusano posee los dos órganos reproductores (tanto de hembra como de macho). Los huevecillos de los céstodos a diferencia de la mayoría de los parásitos vienen en paquetes que se separan del parásito cuando ha madurado, entonces los llevan fuera del caballo por medio de las heces. Todos los céstodos tienen ciclos de vida indirectos, esto significa que deben desarrollarse inicialmente dentro de un animal diferente antes de poder ser transmitido a su hospedero final. El primer animal en este ciclo se conoce como hospedero intermediario. Aparentemente, los cambios biológicos que ocurren en el hospedero intermediario hacen que el parásito sea capaz de infectar al hospedero final. Los hospederos intermediarios para los parásitos de los caballos son los ácaros, los cuales existen como forma de vida libre en las pasturas y seguido pueden encontrarse grandes cantidades de ellos. El ácaro del suelo (ácaro Oribatid) son más comunes en pasturas permanentes que en las cultivadas o las que recientemente fueron cultivadas. Los ácaros aparentemente tragan los huevecillos de los céstodos cuando se alimentan de la materia orgánica de las heces de los equinos, entonces los huevecillos se incuban y se desarrollan dentro del cuerpo del ácaro oribatid y se convierte en cisticerco. Los caballos obtienen los cisticercos cuando al momento de pastar ingieren ácaros, y ya dentro del caballo terminan de madurar. Especies de Cestodos Son tres las especies conocidas de céstodos en América Latina de que infectan a los caballos, cada uno delimita un apequeña área del intestino del equino. Anoplocephala perfoliata, es uno de los céstodos más comunes de los equinos, se encuentra comúnmente en la unión del intestino delgado y grueso. Tiene un longitud aproximada de 1 pulgada y puede acumularse en grandes cantidades. Paranoplocephala mamillana es el más pequeño de los céstodos, tiene media pulgada de largo y habita en el intestino delgado y estómago. Anoplocephala magna es el más grande de los tres, también se encuentra en el intestino delgado y estómago de los caballos infectados. Puede llegar a medir de 4-30 pulgadas de largo. La infestación por céstodos fue la primera descrita en Norte América durante finales de 1800. Curiosamente A. magna fue la más comúnmente descrita en esa época, sin embargo esta especie no es común hoy en día. Al contrario, A. perfoliata era rara encontrarla siglos atrás, pero ahora es la especie más prevalente mundialmente. La examinación de las heces es excelente para detectar ascáridos y estróngilos , pero frecuentemente no revela la presencia de huevecillos o segmentos de céstodos. Entonces es difícil para el veterinario probar que el caballos está infestado por céstodos.


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.