EL DON DE LA FRATERNIDAD
CUARESMA 2017
Cuaresma 2017
ORAR EN EL MUNDO OBRERO
C.P.
EL DON DE LA FRATERNIDAD
En el Mensaje del papa Francisco para esta Cuaresma se nos insiste en que poder acoger al otro como un don solo es posible si acogemos como don la Palabra que nos pone a la escucha de Dios. Prestar oído a la palabra de Dios es lo que nos lleva a amar a Dios y a no despreciar al prójimo. Por el contrario, cerrarnos a la Palabra, nos lleva a cerrarnos y despreciar, inevitablemente al hermano. Nos incapacita para reconocerle como tal. Cerrar el corazón al don de Dios que habla tiene como efecto cerrar el corazón al don del hermano. La Palabra es la fuerza viva capaz de suscitar la conversión de nuestro corazón y orientarnos nuevamente a Dios. Necesitamos este tiempo de Cuaresma, porque necesitamos mucho reconocer nuestro pecado –que nos cerramos a la Palabra y al hermano– y necesitamos renovar nuestro encuentro con Cristo vivo en su Palabra, en los sacramentos, y en los hermanos. Necesitamos, en un mundo deshumanizado cada vez más cerrado al sufrimiento del hermano, recuperar la capacidad de amar que nos humaniza, poniendo a Cristo en el centro de nuestra existencia.
Nuestra Cuaresma es un tiempo para dejarnos guiar por el Espíritu, verdadero animador de nuestra fe, y recuperar la experiencia de vivir amorosamente el don de la Gracia que nos humaniza; es un tiempo para caminar abriendo el oído a la Palabra que nos capacita para oír de corazón a las hermanas y hermanos que sufren. Es un tiempo para recomponer en el cálido abrazo de la fraternidad la vida destrozada por un individualismo y por una idolatría del dinero que expulsa al otro de nuestra vida, porque no deja sitio a Dios en ella.
Ser militante cristiano en el mundo obrero es acoger el don de la fraternidad, fruto del amor desmedido de Dios para con nosotros, como regalo y tarea que compromete nuestra existencia. Es hacer de nuestra vida obrera un espacio de encuentro y comunión, una ocasión permanente de reconocer a Cristo en el otro; de sentir el amor de Dios a través de la vida de los demás. Es descubrir el don que Dios pone en nuestras vidas por medio del trabajo humano para construir comunión. Y descubrir que ahí adquiere su sentido más profundo nuestra vida y nuestra misión. Pero, para andar ese camino hacia la fraternidad, necesitamos conversión. No nos gusta hablar de conversión. Casi instintivamente pensamos en algo triste, penoso, muy unido a la penitencia, la mortificación y el ascetismo. Un esfuerzo casi imposible para el que no nos sentimos ya con humor ni con fuerzas. Sin embargo, si nos detenemos ante el mensaje de Jesús, escuchamos, antes que nada, una llamada alentadora para cambiar nuestro corazón y aprender a vivir de una manera más humana, porque Dios está cerca y quiere sanar nuestra vida.
La conversión de la que habla Jesús no es algo forzado. Porque convertirse no es, antes que nada, intentar hacerlo todo mejor, sino saber dejarnos encontrar por ese Dios que nos quiere mejores y más humanos. No se trata solo de “hacerse buena persona”, sino de volver a aquel que es bueno con nosotros. La Cuaresma es tiempo y camino de regreso a casa. 2
C.P.
ORAR EN EL MUNDO OBRERO
Cuaresma 2017
Por eso, la conversión no es algo triste, sino el descubrimiento de la verdadera alegría. No es dejar de vivir, sino sentirnos más vivos que nunca. Descubrir hacia dónde hemos de vivir. Comenzar a intuir todo lo que significa vivir. Convertirse es algo gozoso. Es limpiar nuestra mente de egoísmos e intereses que empequeñecen nuestro vivir cotidiano. Liberar el corazón de angustias y complicaciones creadas por nuestro afán de poder y posesión. Liberarnos de objetos que no necesitamos y vivir para personas que nos necesitan.
La conversión es un proceso de cada día tendiendo a dejar de lado lo que nos aparta de Cristo, y reemplazarlo por lo que acerca a Cristo. Esta conversión es esencialmente vital… A esta vida de Cristo hemos de convertir (sin descanso ni tregua) nuestra miserable vida, en una conversión permanente, para que se realicen en nosotros las promesas (Rovirosa. Militantes, OC. T. V, pág. 381). Uno comienza a convertirse cuando descubre que lo importante no es preguntarse cómo puedo ganar más dinero, tener más, vivir mejor, tener menos problemas, vencer al otro, o tener más éxito, sino cómo puedo ser más humano. No cómo puedo llegar a conseguir algo, sino cómo puedo llegar a ser yo mismo. No hay existencia cristiana sin acoger el don de la conversión a la que continuamente nos invita la Palabra. También la conversión es un don.
Cuando escuchemos la llamada de Jesús: “Convertíos, porque está cerca el Reino de Dios”, pensemos que nunca es tarde para convertirnos, porque nunca es tarde para amar, nunca es tarde para ser más feliz, nunca es demasiado tarde para dejarse perdonar y renovar por Dios.
El perdón es el signo más visible del amor del Padre, que Jesús ha querido revelar a lo largo de toda su vida. No existe página del Evangelio que pueda ser sustraída a este imperativo del amor que llega hasta el perdón. Incluso en el último momento de su vida terrena, mientras estaba siendo crucificado, Jesús tiene palabras de perdón: «Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen» (Lc 23,34).
Nada de cuanto un pecador arrepentido coloca delante de la misericordia de Dios queda sin el abrazo de su perdón. Por este motivo, ninguno de nosotros puede poner condiciones a la misericordia; ella será siempre un acto de gratuidad del Padre celeste, un amor incondicionado e inmerecido. No podemos correr el riesgo de oponernos a la plena libertad del amor con el cual Dios entra en la vida de cada persona. Que sea este tiempo de Cuaresma un tiempo militante, un tiempo de escucha y conversión, un tiempo de humanidad, de fraternidad; de Gracia y Misericordia, de Perdón y Acogida, de Esperanza y de Luz. Que sea una Cuaresma en camino hacia la Pascua.
1
LA COMISIÓN PERMANENTE
Misericordia et mísera.
3
ORAR EN EL MUNDO OBRERO
1er Domingo de Cuaresma, ciclo (5abril de marzo de 2017) 3er Domingo de Pascua (19Ade de 2015)
DONDE ABUNDÓ EL PECADO, SOBREABUNDÓ LA GRACIA
“Recibo, efectivamente, como un don precioso… esta Cuaresma de la HOAC… En un mundo lleno de gritos, de cobardía, de odio, de tedio, la Cuaresma me invita a la penitencia, a la entrega generosa, a la locura de la Cruz, a aceptar las tinieblas de la vida de mi HOAC… La Cuaresma me habla de soledad, de ayuno, de desierto… es verdad que, al percibir como se desvanecen cosas que hasta ahora para mí tenían cierto prestigio, y al ver cómo personas, que me parecían enteras, flaquean… por satisfacer su vanidad, la invitación al desierto me seduce y me cautiva… Real y fuertemente, Señor, nos quieres Santos a los hoacistas…” (Rovirosa. “Cuaresma”. Militantes Obreros. Boletín 28).
La Misericordia y el Perdón de Dios son gratis. Son pura Gracia. Nos lo ha recordado el papa Francisco: «Por este motivo, ninguno de nosotros puede poner condiciones a la misericordia; ella será siempre un acto de gratuidad del Padre celeste, un amor incondicionado e inmerecido» (MeM). Por eso mismo no pueden abaratarse, rebajarse, ni un ápice. Por eso mismo es necesario para acogerla disponernos a reconocer nuestro pecado. Solo eso nos permite avanzar en un proyecto de humanización y amor desde el que poner nuestra vida al servicio de los demás. Comienza –este tiempo de Cuaresma– haciéndote consciente de las tentaciones cotidianas: las que resistes, y a las que sucumbes. Las que justificas en tu vida. No. No hemos llegado aún; estamos en marcha, nos queda camino. Lo emprendemos con el Señor. DISPONTE ORANDO DAME LA VUELTA
No; no he roto la última amarra. No; no he puesto las cartas boca arriba. No; no he vaciado de razones mi alforja. No; no me atrevo a salir con una sola prenda. No; no tengo todas mis acciones en tu banca. No; no he dado el paso que me libera.
No; no soy digno, pero… no renuncies a tu promesa.
¡Rompe mis argumentos y dame la vuelta!
4
C.P.
ORAR EN EL MUNDO OBRERO
Cuaresma 2017
HAZTE CONSCIENTE DE TUS TENTACIONES COTIDIANAS, LAS QUE DE VERDAD TE IMPIDEN AVANZAR Y TE ATAN. Hazlo con realismo, teniendo por delante de tu Proyecto de Vida, para revisarlo. Reconoce lo que aún está roto o dividido en tu humanidad.
ESCUCHA LA PALABRA Gen 2,7-9; 3,1-7: se les abrieron los ojos a los dos y se dieron cuenta de que estaban desnudos. Sal 50,3-4.5-6a.12-13.14.17: Misericordia, Señor, hemos pecado. Rm 5,12-19: Si creció el pecado, más abundante fue la gracia.
Mt 4,1-11: Jesús ayuna durante cuarenta días y es tentado. En aquel tiempo, Jesús fue llevado al desierto por el Espíritu para ser tentado por el diablo. Y después de ayunar cuarenta días con sus cuarenta noches, al fin sintió hambre. El tentador se le acercó y le dijo: –«Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en panes». Pero él le contestó, diciendo: –«Está escrito: "No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios"». Entonces el diablo lo lleva a la ciudad santa, lo pone en el alero del templo y le dice: –«Si eres Hijo de Dios, tírate abajo, porque está escrito: «Encargará a los ángeles que cuiden de ti, y te sostendrán en sus manos, para que tu pie no tropiece con las piedras". Jesús le dijo: –«También está escrito: "No tentarás al Señor, tu Dios"». Después el diablo lo lleva a una montaña altísima y, mostrándole los reinos del mundo y su gloria, le dijo: –«Todo esto te daré, si te postras y me adoras». Entonces le dijo Jesús: –«Vete, Satanás, porque está escrito: "Al Señor, tu Dios, adorarás y a él solo darás culto"». Entonces lo dejó el diablo, y se acercaron los ángeles y le servían. Palabra del Señor MEDITA Y CONTEMPLA
La primera y necesaria actitud de la Cuaresma es reconocer nuestro pecado, sentirnos pecadores, porque solo así podremos ponernos en actitud de conversión. La necesitamos. La necesito. Tengo que reconocer las tentaciones que me circundan. Y tengo que reconocer cuántas veces caigo en ellas, porque me dejo arrastrar, porque quiero dejarme arrastrar –es más cómodo- sin complicarme la vida. Me justifico: “yo no puedo hacerlo todo”, “también los otros lo hacen”, “son los otros… es la Iglesia”, en el fondo “esto no es importante”… 5
Cuaresma 2017
ORAR EN EL MUNDO OBRERO
C.P.
En el fondo, las tentaciones son momentos en que renovar nuestro seguimiento, nuestro ‘Sí’ cotidiano, al Señor. Cuantas veces nos dejamos arrastrar con facilidad por costumbres y modos de vivir que se van instalando en nuestra sociedad, vaciando de humanidad las experiencias más propias del ser humano. Nos instalamos en la cultura del descarte (en el consumo, en el usar y tirar) también en las relaciones humanas. Asistimos entre indignados y perplejos al espectáculo de la corrupción, o damos culto a modas y estilos de vida inhumanos. Y terminamos viéndolo como algo normal, aunque tengamos que sacrificar todo: el descanso, la amistad, la familia, el ser… En el fondo, disfrazada con distintos ropajes, la tentación es siempre la misma: Tener en vez de ser; aprovecharnos de Dios. Nuestra gran tentación de hoy es convertirlo todo en pan. Reducir el horizonte de nuestra vida a la satisfacción de nuestros deseos, obsesionados por un bienestar siempre mayor; encerrarnos en un falso bienestar que levanta barreras cada vez más inhumanas, para que los pobres no lleguen a nuestras puertas. ¡Tantas veces, actuamos al margen de Dios! Cuando rechazamos nuestra condición peregrina y trabajadora y nos instalamos, cuando nos erigimos en dueños absolutos de la vida, en jueces inmisericordes, y cuando huimos de nuestras responsabilidades. Necesitamos abrirnos a Dios. Necesitamos cultivar el Espíritu, conocer el amor, desarrollar la solidaridad con los que sufren, escuchar y abrirnos al Misterio último con esperanza. Párate un momento. Confronta tu vida. Vuelve a repasar tus tentaciones. Solo si te duelen podrás pedirle a Dios que te ayude a superarlas.
ORA ¡Oh Dios! que me diste libertad ante tus solicitaciones para contestar: ¡Sí! como la humilde esclava del Señor, y como Abraham, tu siervo, y como todos tus santos. O para contestar: ¡¡NO!! como Luzbel y sus ángeles, y todos los que moran en la gehena.
Oye mi súplica; acude en mi socorro, y acepta mi holocausto. Esta libertad, que es mía, bien mía, porque Tú me la diste, como diste Isaac a Abraham, la pongo en el altar del sacrificio para que arda en un gran fuego de amor, y su olor suave sea grato ante tu acatamiento.
6
Y reviste a tu siervo de tu Fortaleza, para que mi pecho no tenga más que un eco ante tu Solicitación, y responda siempre, siempre, siempre: ¡Sí! ¡Oh Dios! que has ilustrado mi mente para que comprendiera los principios y reglas generales de tu Religión. Concédeme que el pequeño detalle de cada día, de cada hora, de cada minuto, no esté nunca ofuscado por la pereza, con nombre de descanso; por la avaricia, con nombre de previsión; por la cobardía, con nombre de prudencia;
C.P.
ORAR EN EL MUNDO OBRERO
por la soberbia, con nombre de dignidad; por la envidia con nombre de emulación; y con segura lucidez vea pecado donde hay pecado; para huir lejos, lejos, a distancia inmensa.
Cuaresma 2017
¿A dónde iré? Me postraré ante tu tabernáculo, y allí seguiré clamando, para que tu fortaleza me proteja, y cuando llegue tu Solicitación responda siempre, siempre, siempre: ¡Sí!
ACTÚA
Dios me pide: • Reconocer mis tentaciones; es el primer paso para convertirme, • Aprender de Jesús a dejarme guiar por la Palabra en mi vida, y poder así acrecentar mi servicio de fraternidad y acompañamiento de la vida de los empobrecidos, y • Dejarme conducir por el Espíritu de Dios, responsabilizándome de lo que Dios ha puesto en mis manos. La mejor manera de iniciar este camino de conversión es concretar un plan y un compromiso para ir construyendo mi proyecto de vida sobre la experiencia de la Gracia. y ofrecer mi vida… Señor, Jesús, te ofrecemos todo el día…
7