ORAR EN EL MUNDO OBRERO
3er Domingo del tiempo ordinario (22 enero 2017) Comisión Permanente HOAC
La seguridad solo puede darla el que es todopoderoso. Todo riesgo se elimina cuando se descansa en Él. Los de la HOAC hemos aprendido, a base de encuestas, que no hay otra seguridad que la fidelidad a Cristo y a su Iglesia; que toda seguridad que se busca en el pacto con la injusticia y con la mentira presupone el riesgo máximo de convertirse en "pecado contra el Espíritu Santo” (Rovirosa, OC, T.V. 222).
Prefiero una Iglesia accidentada, herida y manchada por salir a la calle, antes que una Iglesia enferma por el encierro y la comodidad de aferrarse a las propias seguridades… Si algo debe inquietarnos santamente y preocupar nuestra conciencia, es que tantos hermanos nuestros vivan sin la fuerza, la luz y el consuelo de la amistad con Jesucristo, sin una comunidad de fe que los contenga, sin un horizonte de sentido y de vida. (EG 49). Miremos la realidad, conflictiva
Líbranos Señor, de ser pecado contra tu Espíritu; líbranos de buscar otras seguridades, de encerrarnos en nuestras comodidades, y sácanos a la calle, a la vida, a la luz, para que veamos la realidad conflictiva en la que se desenvuelve la existencia de tantas hermanas y hermanos del mundo obrero. Que en esa realidad sepamos encontrarte, te escuchemos y, convertidos, te sigamos. "No te puedes plantear tener un hijo con un empleo precario en una ETT", reconoce una trabajadora de un contact center que tiene 35 años. Encadena contratos de cuatro meses y su renovación depende de la voluntad de la empresa. Lorena, que da clases de inglés en varios colegios, lo suscribe: "Si un mes gano 300 euros y otro 1.200; o si me despides en junio para volverme a contratar en septiembre no tengo estabilidad económica. Mi trabajo me impide tener aspiraciones de futuro". "Hay que contar con la ayuda de la familia, si no es imposible", dice Vicky. "La vivienda es clave. Para muchos jóvenes ha sido complicado alquilar un piso y más comprarlo y eso ha retrasado sus decisiones de convivencia", confirma Elisa. "Ninguna entidad bancaria nos da una hipoteca porque mi pareja no trabaja y yo estoy trabajando por una ETT y en estos casos los bancos te cierran la puerta", nos cuenta Ana. “Isabel tiene 60 años y ha trabajado en el sector del telemarketing a tiempo parcial: "En los 20 años que llevo trabajando no he tenido posibilidad de ampliar horario y sé que eso tendrá repercusión en la pensión". “Llevo 13 años en la empresa, sin la categoría reconocida, sin derechos consolidados. Solo cobro los días trabajados. Me enteré por un SMS de la Seguridad Social de que me habían dado de baja. No se molestan en comunicarnos que se ha acabado el contrato. Para ellos somos números, no se dan cuenta de que somos personas”. 1
3er Domingo del Tiempo Ordinario
ORAR EN EL MUNDO OBRERO
C.P.
Escuchamos la Palabra del Señor Mateo 4, 12-23
Al enterarse Jesús de que habían arrestado a Juan se retiró a Galilea. Dejando Nazaret se estableció en Cafarnaún, junto al mar, en el territorio de Zabulón y Neftalí, para que se cumpliera lo dicho por medio del profeta Isaías: «Tierra de Zabulón y tierra de Neftalí, camino del mar, al otro lado del Jordán, Galilea de los gentiles. El pueblo que habitaba en tinieblas vio una luz grande; a los que habitaban en tierra y sombras de muerte, una luz les brilló». Desde entonces comenzó Jesús a predicar diciendo: «Convertíos, porque está cerca el reino de los cielos». Paseando junto al mar de Galilea vio a dos hermanos, a Simón, llamado Pedro, y a Andrés, que estaban echando la red en el mar, pues eran pescadores. Les dijo: «Venid en pos de mí y os haré pescadores de hombres». Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron. Y pasando adelante vio a otros dos hermanos, a Santiago, hijo de Zebedeo, y a Juan, su hermano, que estaban en la barca repasando las redes con Zebedeo, su padre, y los llamó. Inmediatamente dejaron la barca y a su padre y lo siguieron. Jesús recorría toda Galilea enseñando en sus sinagogas, proclamando el evangelio del reino y curando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo. Palabra del Señor Para vivir la Palabra, acógela, hazla tuya
El anuncio del Reino se inicia a raíz de un conflicto, en una situación conflictiva. Muchos hubieran optado, a raíz del encarcelamiento de Juan, por esperar mejores tiempos, otras condiciones. Para Jesús, en cambio, es signo y llamada para dar comienzo a su misión. Un comienzo conflictivo, que nace con renuncias: al grupo de Juan, a su tierra y su familia, a sus proyectos. Una misión que le encamina a Galilea, una región periférica, despreciada, contaminada de paganismo. ¡Cuántas similitudes con el mundo obrero! 2
C.P.
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3er Domingo del Tiempo Ordinario
Convertíos porque está cerca el reino de los cielos. Para acoger el Reino de Dios es necesaria la conversión, un giro radical en la orientación de la propia vida que pasa por el reconocimiento de que Jesús es el Mesías, y se concreta en el seguimiento. La llamada de Jesús a la conversión es una llamada alentadora para cambiar nuestro corazón y aprender a vivir de una manera más humana, porque Dios está cerca y quiere poner nueva vida en nuestra vida. No se trata solo de ser buenas personas, sino de volvernos a Aquel que es bueno con nosotros. El seguimiento nos encamina al país de Zabulón, al encuentro de quienes habitan en tierra y sombras de muerte, a las periferias donde, ayer y hoy, ha de resonar la Buena Noticia. Si no estamos en el lugar del conflicto, acompañando la vida de las personas o, al menos, mirando a las periferias, lo normal es que ni veamos ni escuchemos, y terminemos por creer que no hay Buena Noticia que anunciar. Llegaremos a pensar que es normal lo inmoral. La Palabra, si la acogemos, nos saca de nuestra cómoda ceguera. Quizá después de que resuene esta Palabra de Dios en ti, puedes orarla dándote una vuelta por los lugares de conflicto de tu pueblo, de tu ciudad. Hacer un paseo orante por esos lugares –que seguramente ya conoces– con los sentidos abiertos, y descubrir la vida que atesoran como lugar –conflictivo– de encuentro con Dios, como lugar de oración. Pasea por la precariedad, pero no como turista. Y, en esa periferia conflictiva de la vida, deja que resuene de nuevo la Buena Noticia de conversión y de vida del Reino, para escuchar y acoger los mensajes de vida que hoy siguen resonando en el mundo obrero. Renueva ahí tu deseo del Reino. Jesús recorría toda Galilea y hoy también nosotros hemos de andar esos caminos de Dios que nos conducen en la vida del mundo obrero al encuentro de la justicia y de la fraternidad, ayudando a sanar toda dolencia y enfermedad de nuestro mundo, aunque eso resulte conflictivo. En medio de las vidas precarias, anunciemos la Vida que Dios nos trae. En medio del conflicto de la propia existencia, cada cual somos llamados a conversión, a la conversión concreta que necesita nuestra vida. A la luz de esta Palabra, frente a tu proyecto de vida, concreta qué caminos de conversión necesitas recorrer este año. ¿Qué caminos has de recorrer para acompañar las vidas precarias de tu entorno más cercano?
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3er Domingo del Tiempo Ordinario
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C.P.
Termino este encuentro con el Señor, orando
Epifanía del compromiso
Es la hora de la epifanía del compromiso, cambiar el corazón para cambiarnos la mente, que la prudencia, edificada de miedos, es cobardía, que el compromiso arriesga.
Cuando se hace costumbre la ceguera porque se cree todo perdido, solo devuelve la esperanza un acto de amor.
Cuando hay un abalorio de promesas incumplidas, emerge el desencanto, pesadumbre por los derechos arrebatados y un triste conformismo. Es hora de comprometernos con los pobres que están ahítos de soledad, y ser el brazo donde se apoyen sus miserias.
Porque hay que fabricar andamios para reconstruir el mundo ante tanto desorden, y acompañar el éxodo del prójimo que lleva la expresión muda del llanto.
Presen Pérez
Cuando, con tintes de orgullo, la vanidad cabalga por el vértigo de la imagen y la codicia enferma el sentimiento, es el momento para desbancar a los necios, que se jactan de vulgares aplausos con los que aumentan su soberbia.
Señor, Jesús, …
Cuando la tierra enmudece y no se hace surco, y no hay aura de liquen al norte de la mirada son llamadas de alerta que desfilan ante la intimidad de un pálpito.
Cuando la descarnada tibieza le hace burla a nuestra propia espera, es urgente tomar las riendas para escribir la vida aunque se haga de noche, y evitar que la pasividad nos destruya.
Concédenos pensar como Tú, trabajar contigo, y vivir en Ti.
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María, Madre de los pobres, Ruega por nosotros.