ORAR EN EL MUNDO OBRERO
3er Domingo del Tiempo Ordinario (21 enero 2018) Comisión Permanente HOAC
La conversión viene siempre provocada por el contacto con Cristo; éste, y no otro, es siempre el punto de partida… Y faltando la conversión, que es el contacto con Cristo, ha de tenderse necesariamente a que la religión se adapte a mi vivir, en vez de adaptar mi vivir a la religión (Rovirosa, OC, T.I. 365).
Ya no se puede decir que la religión debe recluirse en el ámbito privado y que está sólo para preparar las almas para el cielo. Sabemos que Dios quiere la felicidad de sus hijos también en esta tierra, aunque estén llamados a la plenitud eterna, porque Él creó todas las cosas para que las disfrutemos (1Tm 6,17), para que todos puedan disfrutarlas. De ahí que la conversión cristiana exija revisar especialmente todo lo que pertenece al orden social y a la obtención del bien común (EG 182). Una mirada a la vida Esther –tras participar en el Consejo General de la JOC– siente que su vida tiene sentido cuando se vive en servicio a los demás. Ella lo expresa diciendo: “soy revolución por el simple hecho de ser hija de Dios.” Hijo de Dios es también Daniel, repartidor de Delivero, que tiene que pagar 100 euros de fianza antes de empezar a trabajar, obligado a trabajar más horas de las contratadas, cobrando netos cinco euros por hora. Trabajando un 24 de diciembre, o el día de reyes dejando la comida, o desde las 6 de la mañana hasta las doce de la noche… “Queremos crear un empleo digno que no explote a los trabajadores, y con criterios sociales y de sostenibilidad” Esther y Daniel nos muestran la necesidad de escuchar llamadas en la vida para poder vivir nuestra dignidad de Hijos de Dios. Desde sus vidas, desde otras que conozcas, desde la tuya, ora: Señor, Tú me estás llamando y yo tengo miedo de decirte “sí” Me buscas y yo trato de esquivarte; insistes y guardo silencio; te acercas e intento soslayarte; quieres apoderarte de mí, y me resisto; y así no acabo de entender lo que deseas de mí. Tú esperas de mí una entrega sin reservas, llena de ilusión y generosidad. Y yo, a veces, es cierto, estoy dispuesto a realizarla en la medida de mis fuerzas sin hurtarte nada. Tu gracia me empuja por dentro y, en esos momentos, todo parece fácil. 1