POR UNA NAVIDAD JUSTA
Es fácil pensar que el título de estas líneas hace referencia a la solidaridad con los más necesitados en fechas especialmente señaladas como son las de la Navidad. La solidaridad, que nace de la caridad, ha de estar presente siempre en la vida del cristiano y en la de todos los hombres y mujeres de buen corazón, según las posibilidades de cada uno. Pero yo, ahora, aun advirtiendo de esta dimensión de la justicia que debe presidir especialmente en estas fechas, me refiero a otro aspecto de la justicia navideña. La Navidad, en los pueblos del oriente y del occidente cristiano, es la celebración del nacimiento de Jesucristo, verdadero Dios y verdadero hombre, que, por su amor infinito, se encarnó en las purísimas entrañas de la Santísima Virgen María, y nació hecho en todo semejante al hombre menos en el pecado. Esto es lo que los cristianos debemos celebrar ostensiblemente, porque da sentido a nuestra vida, constituye una riqueza indiscutible de los pueblos