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Orar en el mundo obrero
19º domingo T.O.
ORAR EN EL MUNDO OBRERO 19ª SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO (7 agosto 2011) Nos resistimos a entrar en la espesura del mar del mundo, pero Jesús nos obliga, como a los discípulos. La debilidad y el miedo son superados por el mismo Jesús, que nos acompaña, habla y actúa en nosotros.
VER Desafiliados (J. Estefanía, El País, 20/6/11) La Memoria del Consejo Económico Social (CES) correspondiente a 2010, recién publicada, proporciona abundante información para cuantificar esta última categoría. Reproduzcamos tres de las tendencias que analiza: - El porcentaje de población en riesgo de pobreza es del 23,4%, casi la cuarta parte del total, con el aumento más importante en un solo año (un 1,3%), el último, desde que existen registros relativos a esta magnitud. El incremento de la pobreza produce en paralelo un aumento de la desigualdad, bastante pronunciado desde 2008. No en vano la renta de la población con mayores ingresos en España fue seis veces superior a la de la población con ingresos más bajos, mientras que en la UE esa diferencia se reduce a 4,9. - La protección por desempleo alcanzó a poco más de tres millones de personas, habiendo entonces más de un millón de desempleados que no recibió ninguna prestación. Por tanto, la tasa de cobertura retrocedió desde el 80% registrado en diciembre de 2009 al 77,4% un año después. El seguro de paro, que ha sido la vertiente de la protección social que mayor esfuerzo ha desplegado para amortiguar la pérdida de rentas que acarrea el paro, “ha comenzado a dar señales de no ser suficiente para alcanzar a todas las situaciones, con un protagonismo cada vez mayor de la vertiente asistencial”.
TESTIMONIO (J. Pierre Schumacher, monje superviviente de la matanza de los trapenses de Tibhrine; VN 2756-2011) - ¿Tiene sentido el martirio hoy?- Martirio quiere decir testimonio. Nuestro mundo es más sensible al testimonio de vida que a las palabras. Una vida consagrada al servicio del otro según el espíritu del Evangelio o la entrega de uno mismo hasta el ofrecimiento de la propia vida por el Evangelio habla siempre mucho al corazón y al espíritu de los hombres de nuestro tiempo. - ¿Cómo se afronta esa posibilidad de entregar la vida por el Evangelio? Ninguno de mis hermanos deseaba morir mártir. En cada uno de ellos se libró una batalla
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interna para vencer el miedo natural de ser víctima de una agresión violenta o de ser tomado como rehén por los islamistas. Esta victoria, después del debate interno, no es fruto del carácter heroico de la persona, sino que surge de una fidelidad a la gracia de su vocación monástica y de su vocación de estar presente, en nombre del Señor, al lado de nuestros hermanos del islam. Nosotros los consideramos mártires de la caridad en el sentido de por lo que han muerto, no porque ellos hubieran escogido el martirio por sí mismos, sino porque han muerto a causa de su decisión de quedarse, tanto para lo malo como para lo bueno, con sus hermanos musulmanes y con todo el pueblo argelino. Su fidelidad a esta decisión fue la causa de su secuestro y de su muerte. El conflicto social lo padecen realmente los empobrecidos de la sociedad, del mundo obrero. Y es ahí donde hemos de entrar practicando la justicia y la solidaridad hasta el final. Parece que nos está costando –PE, QAC y sectores-. Lo mismo hicieron los monjes de Tibrhine, en su vecindad musulmana acosada por el terror.
Poema-oración (Carmen Conde) DIOS Y EL MAR Como nadando, abandonada al agua gruesa del mar. O mejor que si nada: flotante en ondas firmes, en ondas fuertes, en la inmensa ola azul que se juntara con otra inmensa ola azul. Hasta los cielos. Así, en tu mano. Igual que en el mar, en la mano tuya: abierta, infinita mano ilimitada, que sostiene mi cuerpo sin tensión… Tú, el mar. El mar, Tú.
La ola, tu mano; la mano, tu ola. Abandonándome a las dos, ciega y sorda y vuestra. Con fe. ¡No hay peligro de ahogarse, ni de morir sin alegría de que la muerte no sea bellísima liberación hacia Ti! El misterio de la confianza reside en nadar, en flotar, en abandonarse plenamente a Ti, sola y eternamente a Ti. Al mar.
PALABRA DE DIOS Mateo 14, 22-33 En seguida obligó a los discípulos a que se embarcaran y se le adelantaran a la otra orilla, mientras él despedía a la gente. Después de despedirla subió al monte para orar a solas. Al anochecer seguía allí solo. Mientras tanto la barca iba ya muy lejos de tierra, maltratada por las olas, porque llevaba viento contrario. De madrugada se les acercó Jesús andando por el lago. Los discípulos, viéndolo andar por el lago, se asustaron diciendo que era un fantasma, y daban gritos de miedo.
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Jesús les habló enseguida: “¡Ánimo, soy yo, no tengáis miedo!” Pedro le contestó: “Señor, si eres tú, mándame acercarme a ti andando sobre el agua”. Él le dijo: “Ven”. Pedro bajó de la barca y echó a andar sobre el agua acercándose a Jesús; pero al sentir la fuerza del viento le entró miedo, empezó a hundirse y gritó: “¡Sálvame, Señor!” Pero Jesús extendió en seguida la mano, lo agarró y le dijo: “¡Qué poca fe! ¿Por qué has dudado?” En cuanto se subieron a la barca amainó el viento. Los de la barca se postraron ante él diciendo: “Realmente eres Hijo de Dios”.
PARA ENTENDER EL TEXTO Mateo presenta a Jesús orando solamente en dos momentos, en dos situaciones de prueba: en este texto, la prueba la padece la Iglesia; el otro momento es el de la angustia de Jesús en Getsemaní (26,36-44). Lo único que garantiza la fidelidad en la prueba es la oración, nuestra oración, pero, indefectiblemente, la oración de Jesús. De alguna manera, en este texto, aunque muy imperfectamente, movidos por el miedo, los discípulos y Pedro invocan, gritando, la intervención de Dios. En la versión de Marcos se dice que los discípulos estaban ciegos y no habían entendido lo de los panes (Mc 6,52). Los discípulos consideran imposible el proyecto de Jesús – expresado en la multiplicación de los panes y los peces- de la mesa universal compartida con los pobres. Se sienten impotentes ante el sistema social y cultural vigente. Es una verdadera falta de fe, no tanto en Jesús, como en el evangelio -¡Qué poca fe!-. Los discípulos son obligados por el mismo Jesús a subir a la barca y surcar el mar, mientras Él se retira a orar. Realmente no quieren entrar en el mar. Les domina el miedo al poder del mar, del mundo, un miedo que les amenaza y les zarandea. A medida que avanzan más adentro en el mar se sienten más aterrados. Ven a Jesús en la niebla, pero no puede ser real, será más bien un fantasma. Se sienten irremediablemente perdidos. Sin embargo, Jesús no les había dejado solos en ningún momento. Los acompañaba en su oración. Y, acogiendo los gritos angustiados de los discípulos, se les presenta caminando en medio del mar, diciéndoles: Soy yo, no tengáis miedo. Pedro, primero entre los apóstoles y actuando en nombre de ellos, fiado de la Palabra de Jesús, se lanza a su encuentro en medio del mar. Pero, de nuevo el miedo y la desconfianza. Y de nuevo, ante el grito angustiado de Pedro, ¡Sálvame, Señor!, Jesús le coge de la mano y lo levanta. Hay que saltar de la barca y sumergirse en el mar. La Iglesia, los cristianos, hemos de encarnarnos en el mundo, hemos de “mojarnos” a fondo. Pero diciendo a Jesús, como Pedro: Señor, mándame ir a ti en medio del mar. Jesús acompaña siempre a su Iglesia: Mirad, yo estoy con vosotros cada día hasta el fin del mundo (Mt 28,28). Solamente cuando Jesús está ya en la barca con sus discípulos, amaina el viento. La Iglesia ha de ser una comunidad abierta y actuando en la intemperie del mundo o en el olea-
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je inestable del mar. Pero, necesita también vitalmente reunirse, compartir, celebrar comunitariamente con Jesucristo Resucitado. La confesión final, realmente eres Hijo de Dios, no es fruto de una teoría doctrinal sino de la experiencia liberadora de Jesús que supera toda impotencia y capacidad humanas. La cuestión radical y última es la fe, la convicción y la experiencia de la presencia liberadora de Jesús en su Iglesia, en la HOAC, en cada uno de nosotros. Es la experiencia de que es realmente Jesús el que camina sobre las aguas y nos invita a ir a Él andando también sobre el agua, en medio del mundo, para realizar su misión evangelizadora. Oremos el QAC, la acción evangelizadora de la HOAC diocesana y general, volcada en las víctimas del mundo obrero. Miremos con Jesús a los inmigrantes, los jóvenes, las mujeres, los precarios y parados. Queremos conocer su realidad, hacernos cargos-cargas y encargarnos de ella y de ellos, a través de la encarnación, la comunicación, la acogida, la integración en la vida y misión de la HOAC, la participación en el Sector… Oremos: ¿cuáles son las verdaderas dificultades para definir nuestro PE y participar en el QAC? Damos gracias a Jesús y le decimos: Realmente eres Hijo de Dios.
ACTUALIZACIÓN DE LA PALABRA La búsqueda de Dios se vive muchas veces en la inseguridad, la oscuridad y el riesgo. Lo importante es clamar a Dios, a Jesús, como los discípulos y Pedro, saber levantar nuestras manos, no solo suplicando, sino entregándonos confiadamente a Él. “Mateo nos ha descrito la verdadera fe. Caminar sobre agua y no sobre tierra firme. Apoyar nuestra existencia en Dios y no en nuestras propias razones, argumentos o seguridad” (Fl. Ulibarri, Conocer gustar y vivir la Palabra, A, VD, 328). Lo fundamental es poner de verdad nuestra vida en las manos de Dios, de Jesús. Entonces recibiremos paz, calma, fortaleza, gozo, libertad. Dios es una mano tendida a quienes le tendemos nuestras manos. La fe es un caminar sobre las aguas, asidos de la mano de Jesús, el único que nos salva del hundimiento. La Modernidad ha destacado por la apoteosis del poder omnímodo de la capacidad y voluntad humanas. Algunos rasgos de esa hybris humana son la idolización del individuo y de su libertad, la autosuficiencia y omnipotencia de la razón y la tecnociencia, la confianza indubitable en el poder eficaz de ideologías sociales y políticas… Frente a esta sociedad se presenta una Iglesia centrada y encerrada en sí misma, poseedora absoluta de la verdad y maestra del mundo, en competición con la Modernidad (y
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Posmodernidad), a la que tilda de negadora Dios, materialista, enferma de relativismo ético… ¿Cómo hacer la travesía evangelizadora por el mar agitado de esta cultura? Jesús nunca disfrazó ni ocultó su proyecto evangélico de promoción de la libertad de toda la persona y de todas las personas, de justicia y de solidaridad. Proclamó la pobreza y el compromiso (hasta la persecución) por la justicia -que abren y cierran las bienaventuranzas según Mateo-, y el amor de entrega hasta la muerte, como los elementos fundamentales de su proyecto evangelizador. Jesús sí es intolerante contra la explotación y discriminación de los empobrecidos y pecadores. Es en este sentido que alerta de la grave situación de negatividad y autodeshumanización que amenaza a los ricos y poderosos. También es intolerante contra la intolerancia excluyente, impositiva y violenta que quieren practicar los discípulos (Mc 9, 3841; Lc 9, 54-55).
Fe y amor de gratuidad en la prueba “¿Hemos intentado alguna vez amar a Dios cuando no nos empujaba una ola de entusiasmo sentimental, cuando uno no puede confundirse con Dios ni confundir con Dios el propio empuje vital, cuando parece que uno va a morir de ese amor, cuando ese amor parece como la muerte y la absoluta negación, cuando parece que se grita en el vacío y en lo totalmente inaudito, como un salto terrible hacia lo sin fondo, cuando todo parece convertirse en inasible y aparentemente absurdo? ¿Hemos cumplido un deber alguna vez, cuando aparentemente solo se podía cumplir con el sentimiento abrasador de negarse y aniquilarse a sí mismo, cuando aparentemente solo se podía cumplir haciendo una tontería que nadie le agradece a uno? ¿Hemos sido alguna vez buenos para con un hombre cuando no respondía ningún eco de agradecimiento ni de comprensión, y sin que fuéramos recompensados tampoco con el sentimiento de haber sido ´desinteresados`, decentes, etc.” (K. Rahner, Escritos de Teología III, Cristiandad, 98).
Etty Hillesum “Quiero, en primer lugar, estar presente en medio de los conflictos y entre los que sufren… Esta intuición no cesa de brotar en mí y de caldearme el corazón, incluso en los momentos más difíciles de vivir: ¡a pesar de todo, la vida es muy bella… Dame una sola línea de poesía por día, Dios mío; y si alguna vez no puedo escribirla, por no tener ni papel, ni luz, la recitaré muy suavemente por la noche, con los ojos levantados hacia tu inmenso cielo”. “Y lo más extraño es que no me siento en sus garras… me siento únicamente en los brazos de Dios… Quizás puedan quebrarme físicamente, pero eso es todo”. “Nunca está uno en las garras de nadie mientras está en tus brazos”.
Así paraliza un desalojo Barcelona (Guillem Martínez, El País, 16/06/2011) “Para parar un desahucio se dan cita en la portería del bloque cientos de personas. Son vecinos, familiares o gente que se ve por primera vez. Cuando llega la comisión judicial, le explican que no se va a realizar el desahucio. Lo hacen sin chulería, invocando el derecho a la vivienda. La comisión -comúnmente, un procurador del banco, un agente judicial, un
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cerrajero, policía en diversas proporciones-, después de comprobar que, en efecto, no se puede realizar el desahucio, lee lo que tiene que leer. Un portavoz de los concentrados lee, a su vez, los textos legales en los que se apoyan para su acción: el artículo 25 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, el artículo 11 del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, y el artículo 47 de la Constitución. … La comisión volverá. Pero se ha producido un momento mágico de poder ciudadano frente a una problemática abandonada por la ley y la política. Hay personas llorando, abrazadas. Todo el mundo sonríe y grita: "¡Sí se puede!". Las convocatorias para paralizar desahucios parten de la web de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca. La Plataforma es una asociación de ciudadanos fundada en 2009 en Barcelona por afectados y por activistas del derecho a la vivienda. En cuanto notifican una convocatoria, multitud de ciudadanos la retuitean. El día indicado, en la dirección indicada, hay suficientes personas como para impedir pacíficamente el desahucio de una familia. Se reúnen en asamblea cada 15 días. Su eje es la denuncia del carácter exótico en Europa de la Ley Hipotecaria española, que posibilita que en un 99% de los casos de desahucio, el banco acabe adquiriendo la vivienda por el 50% de su tasación, de manera que las familias desahuciadas quedan de por vida endeudadas con el banco que les arrebata la casa y excluidas económicamente”.
Egoísmo espiritual (G. Rovirosa, Bol. 98-1953; OC , 506) “Al advenimiento del régimen económico liberal-capitalista… pudo darse el caso de que el egoísmo y la codicia vinieran frenados por el Sermón del Monte, o bien (mal) que el Sermón del Monte viniera frenado por al codicia y el egoísmo. … En términos generales, la influencia del catolicismo en la economía ha sido nula, ya que esta viene guiada fundamentalmente por la codicia y el egoísmo. Y así el mundo está como está. En cambio, la influencia de la economía liberal capitalista ya no podemos decir que ha sido nula. Lo sucio ha manchado lo limpio. … Insensiblemente, así se ha ido haciendo poco a poco, al mismo tiempo que se abandona prácticamente el Mandamiento Nuevo de Cristo, identificando la sublime Caridad con la tantas veces humillante limosna… … El Sermón del Monte sigue siendo lo único serio que se ha dicho en el mundo, y al que tiene que referirse lo que se quiera que tenga alguna forma de seriedad”.
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SALMO 55 Piedad, Dios mío, que me atacan y me acosan resollando todo el día; resuellan mis enemigos todo el día; cuántos me atacan y se alzan contra mí. Cuando siento miedo, confío en ti. Me glorío de la promesa de Dios, en Dios confío y no temo, ¿qué podrá hacerme un mortal? Continuamente me hieren sus palabras y piensan solo en mi daño, se ponen a espiarme, acechan mis pasos, me están aguardando. Resérvalos para el desastre, oh Dios, derriba con ira a los pueblos. Anota en tu libro mi vida errante, recoge mis lágrimas en tu odre. Que retrocedan mis enemigos cuando te invoco, y así sabré que eres mi Dios. Me glorío de la promesa de Dios, me glorío de la promesa del Señor, en Dios confío y no temo, ¿qué podrá hacerme un hombre? Te debo, Dios mío, los votos que hice, los cumpliré con acción de gracias, porque libraste mi vida de la muerte, mies pies de la caída; para que camine en presencia de Dios, en la luz de los que viven.
COMENTARIO (Shökel-Carniti) El estribillo repite tres elementos: promesa de Dios, confianza en Dios, superación del temor. ¿Qué podrá hacerme un mortal? El inocente tiene dos salidas: ser vencido por la violencia o dar paso al odio. El orante busca otra vía: orar y confiar en Dios. La oración brota del temor ante la amenaza de ser arrollado por la violencia muy intensa de un número elevado de enemigos, que están ávidos, atacan, acosan. Pero al miedo se enfrenta la confianza en la promesa de Dios. Confiaré y no temeré (Is 12,1). La confianza es un modo implícito de alabanza: ¿Quién eres tú para temer a un mortal, a un hombre que será como hierba? (Is 51,12). Maldito quien confía en un hombre y busca apoyo en la carne (Jr 17,5). Andanzas y lágrimas son el resumen de la vida del orante. ¿Cifra también de la vida de toda persona? Las fuerzas, gastadas en caminar sin rumbo, los ojos en llorar. ¿Conducen las andanzas a alguna parte? ¿Para qué sirven las lágrimas? Desahogo del alma, solidaridad del cuerpo con la pena del espíritu, jugo vital sacrificado; como libación involuntaria que cae a tierra. He aquí que Dios va a registrar todas las andanzas en un libro suyo, convirtiéndolas en trayectoria vital con sentido (como las etapas del desierto según Nm 33). Va a recoger y almacenar todas las lágrimas como algo valioso que hace suyo. Las
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vanas andanzas de la humanidad, el océano de lágrimas de la humanidad, para Dios no se pierden. Porque Cristo peregrinó con nosotros y oró con gemidos y lágrimas; porque mezcló sus lágrimas a las nuestras, como una esencia que diluye su aroma en una masa de agua. Caminar en presencia de Dios es la alternativa al vagabundeo de las andanzas. A la luz de la vida: luz del sol y fuente de esa luz. Tu luz nos hace ver la luz (salmo 36, 10). Si Dios está a favor nuestro, ¿quién podrá estar en contra? (Rm 8, 31). Alabo la Palabra, que se ha hecho hombre, carne débil. En él se apoya mi confianza, a pesar de la carne ajena que me ataca, de la carne propia que me insidia y desanima. Por su resurrección sé que está conmigo, puedo caminar aquí en su presencia, a su luz, y esperar la victoria definitiva de la vida sobre la muerte.
Oración-Poema (B. González Buelta) TE HAS HECHO EN NUESTRA CARNE Te has hecho en nuestra carne pavor,
del miedo, del golpe, del cerco, del foso, y en medio del susto fantasmal de tu ser luminoso, entre el oleaje de nuestra noche rota, nos susurras con voz entrecortada de amigo: “Soy yo, no temas. Camina sobre el agua”.
llaga condena y sepultura. Desde dentro del pecado, confundido con él y maldito, nos sorprendes ahora, surgiendo de repente por el mismo centro
-------------------------------------------------------Todo pasa y todo queda; pero lo nuestro es pasar, pasar haciendo caminos, caminos sobre la mar.
uno, sin sombra y sin sueño, un solitario que avanza sin camino y sin espejo? Anoche soné que oía a Dios, gritándome: ¡Alerta! Luego era Dios quien dormía, y yo gritaba: ¡Despierta!
Morir... ¿Caer como gota de mar en el mar inmenso? ¿O ser lo que nunca ha sido:
(A. Machado, Proverbios y Cantares)
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