4ª Semana de Pascua

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Orar en el mundo obrero

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ORAR EN EL MUNDO OBRERO 4ª SEMANA DE PASCUA (15 mayo 2011) Jesús es el único verdadero y buen Pastor, porque no se apacentaba a sí mismo y no hizo otra cosa que dar vida a raudales, dar su Vida.

VER La Asociación Sin Papeles de Madrid (Utopía, marzo 2011) “Funcionamos en grupos de trabajo sobre algunos temas que nos preocupan especialmente: la continua invención de trabas burocráticas y administrativas, inverosímiles para normalizar nuestra residencia; las redadas indiscriminadas para cazar y amedrentar a personas sin y con papeles; la existencia de centros de internamiento para extranjeros y los abusos que allí se cometen; conseguir y mantener trabajos dignos; la criminalización y estigmatización de los inmigrantes. De esta forma, nos repartimos en diferentes comisiones que hacen posible el funcionamiento de la asociación. Entre otras cosas, tenemos una asesoría legal, talleres de autoformación, clases de castellano, un grupo que organiza encuentros deportivos y hasta un grupo de teatro… También organizamos batallas concretas para conseguir que la situación mejore y convivir en condiciones más justas (acciones públicas, informes, denuncias, aparición en los medios de comunicación… En todas ellas salimos a la calle juntos con un mismo mensaje expresado de diferentes formas que pueden ser también una voz, un grito, una denuncia, una manifestación, un baile, una obra de teatro, un partido de fútbol…”.

Los pobres se evangelizan, se solidarizan, incluso asumen protagonismo políticos. En la oración de Jesús Pastor, bajemos a su encuentro entre los empobrecidos que luchan por su dignidad. ¿Cómo nos acercamos y nos implicamos en sus dinámicas de reivindicación y promoción, en el mundo obrero…?

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ORACIÓN-POEMA (Fl. Ulibarri, Conocer, gustar y vivir la Palabra, ciclo C, VD, 181-182)

EL SEÑOR ES MI PASTOR El Señor es mi pastor, nada me falta.

Cada mañana me unge con perfume; y me permite brindar, cada anochecer, con la copa rebosante de paz.

En verdes prados me apacienta, me conduce hacia fuentes de descanso y repara mis fuerzas.

El Señor es mi pastor. Él busca a las que están perdidas, sana a las enfermas, enseña a las erradas, cura a las heridas, carga con las cansadas, alimenta a las hambrientas, mima a las preñadas y da vida a todas.

Conoce mis proyectos e ilusiones, me guía por caminos de justicia, me enseña los tesoros de la vida y silba canciones de alegría, por el honor de su nombre.

Aunque pase por cañadas oscuras no tengo miedo a nada, pues él está junto a mí protegiéndome de trampas y enemigos.

Su vara y su cayado me dan seguridad.

¡El Señor es el único líder que no avasalla! Él hace honor a su nombre dando a nuestra vida dignidad y talla.

Nada temo a los profetas de calamidades, ni a la tiranía de los poderosos, ni al susurro de los mediocres, ¡porque Tú vas conmigo!

Aunque mis trabajos sean duros y urgentes no me agobio ni pierdo la paz, pues su compañía procura serenidad a mi obrar, plenifica mis anhelos y mi ser, y hace inútil todo febril activismo.

Has preparado un banquete de amor fraterno para celebrar mi caminar por el mundo.

En él me revelas quiénes son tus preferidos y cuáles han de ser mis sendas del futuro.

Cada día, con gracia renovada, pronuncia mi nombre con ternura y me llama junto a él.

¡Gracias al Señor que me crea, sostiene y guía con su presencia cargada de vida!

PALABRA DE DIOS Juan 10, 1-10 Sí, os lo aseguro: el que no entra por la puerta en el aprisco de las ovejas, sino saltando por otro lado, ese es un ladrón y un bandido. Pastor de las ovejas es el que entra por la puerta, a ese le abre el guarda y las ovejas escuchan su voz.

Llama a las suyas por su nombre y las saca fuera; cuando las saca todas, va delante, y las ovejas lo siguen porque conocen su voz. A un extraño no lo seguirían, huirían de él, porque no conocen la voz de los extraños.

Jesús les puso esta semejanza, pero ellos no entendieron a qué se refería; por eso añadió: - Pues sí, os lo aseguro, yo soy la puerta de las ovejas. Todos los que han venido antes de mí eran ladrones y bandidos, pero las ovejas no les

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hicieron caso. Yo soy la puerta: el que entre por mí estará seguro, podrá entrar y salir y encontrará pastos.

El ladrón no viene más que para robar, matar y perder. Yo he venido para que vivan y estén llenos de vida: yo soy el buen pastor.

PARA ENTENDER LA PALABRA Jesús se presenta como el verdadero líder, el buen pastor, en contraste con los líderes judíos, los fariseos. Estos oprimían al pueblo con leyes y cargas deshumanizadoras y dejaban tirados a su suerte a los oprimidos y excluidos de la sociedad (como el ciego de nacimiento del texto inmediato anterior de Juan).

Jesús es el buen pastor, que -

conoce a las ovejas,

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vive en comunicación con ellas: las llama y ellas le escuchan y conocen su voz,

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las saca fuera del redil y las guía yendo delante de ellas,

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las da alimento, pastos de vida y vida en plenitud.

Jesús establece una comunicación interpersonal con cada una de las personas, llama por su nombre a cada una de las ovejas y ellas le escuchan y le responden a través del seguimiento.

No es, por tanto, un rebaño masificado o despersonalizado (como sugiere la imagen del rebaño). Cada seguidor de Jesús tiene su originalidad personal y opta libre y sabiamente por Él, recusando a otros presuntos pastores que, son en realidad asalariados o ladrones.

Porque el “buen pastor” no es un asalariado de dinero, imagen, poder, carrerismo…, que utiliza a las ovejas para su propio beneficio. Jesús se despoja de todos esas pretensiones (que se le ofrecen en las Tentaciones en el Desierto) y opta por la pobreza, la humildad, el servicio, la entrega de la vida. No vive para sí mismo sino para las ovejas: su misión radica en que las ovejas vivan y estén llenas de vida.

Jesús es “pastor” que conduce a la vida siendo “cordero” (pascual) sacrificado: el Cordero que está ante el trono será su pastor y los conducirá a fuentes de agua viva (Apocalipsis 7, 17).

Hagamos oración de intimidad –no intimista-: intimidad con Jesús a la vez que intimidad con las personas. Lo que más necesitamos es la comunicación de amor, del cariño personalizado de los demás, cuya fuente es Dios. Despertemos los mejores sentimientos dormidos en nuestro corazón… porque la vida es movida por los sentimientos más profundos y auténticos; y su evaluación es positiva en la medida que tiene el sabor de lo mejor de nosotros mismos, de los demás y, por supuesto, de Dios.

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ACTUALIZACIÓN DE LA PALABRA Jesús es pastor y puerta: Pastor libre y liberador. Acompaña a sus seguidores en su libertad de vivir y de comprometerse con la vida de los demás. La relación que establece con ellos no es de tipo jurídico, ritual o doctrinal, y mucho menos de criado a señor. Es una relación vital.

Puerta… “Como puerta, Jesús es, por una parte, la apertura a la vida, a la plenitud, a la libertad, a lo positivo; por otra, el cierre a toda opresión, maldad y corrientes de muerte” (Fl. Ulibarri, o.c., 179).

LA MURALLA (N. Guillén) Para hacer esta muralla tráiganme todas las manos, los negros sus manos negras, los blancos sus blancas manos.

Alcemos esta muralla juntando todas las manos, los negros sus manos negras, los blancos sus blancas manos.

Una muralla que vaya desde la playa hasta el monte, desde el monte hasta la playa, allá sobre el horizonte.

Tun, tun. ¿Quién es? Una rosa y un clavel.

Abre la muralla.

Tun, tun. ¿Quién es? El sable del coronel.

Cierra la muralla.

Tun, tun. ¿Quién es? La paloma y el laurel.

Abre la muralla.

Tun, tun. ¿Quién es? El gusano y el ciempiés.

Cierra la muralla.

Tun, tun. ¿Quién es?

Al corazón del amigo, abre la muralla.

Al veneno y al puñal, cierra la muralla.

Al mirto y a la yerbabuena, abre la muralla.

Al diente de la serpiente, cierra la muralla.

Al corazón del amigo, abre la muralla.

Al ruiseñor en la flor… ¡Abre la muralla!

Jesús establece una comunicación personal con cada uno de nosotros. Es una relación de amistad íntima e ininterrumpida porque, como el amigo más entrañable, está en nosotros, con nosotros. Con Él compartimos nuestros anhelos, nuestras carencias y contradicciones, nuestros miedos, nuestros secretos.

Esta comunicación la necesitamos también vitalmente mantener con las personas a quienes queremos o con las que compartimos la vida (la comunión de vida). Una relación interpersonal que va unida a la intimidad de amor con Jesús y es una manifestación de la misma.

Como reza Proyecto Hombre: Estamos aquí porque no hay ningún refugio donde escondernos de nosotros mismos.

Mientras una persona no se confronta en los ojos y en el corazón de los demás, escapa.

Mientras no revela sus secretos,

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no se libera de ellos.

Aquí una persona puede conocerse claramente a sí misma, no como el gigante de sus sueños o el enano de sus miedos, sino como una persona, parte de un todo, con su aportación a los demás.

Sobre esta base podremos enraizarnos y crecer, no solos como en la muerte, sino vivos para nosotros mismos y para los demás.

Solamente nos conocemos a nosotros mismos dándonos a conocer y recibiendo la comunicación de los demás. En el otro nos vemos reflejados y ellos nos devuelven la imagen real de nosotros mismos. Se trata de una intercomunicación en el amor responsable, de una verdadera comunión.

La intimidad de amor con Jesús, con el Padre y el Espíritu es la experiencia fundante de toda verdadera comunicación y comunión de amor. Puede alcanzar una intensidad y calidad mayor que cualquier amor o enamoramiento humano. Dios nos tiene enlazados con Él en alianza de amor.

Mira, en mis palmas te llevo tatuada (Isaías 49, 16).

Al que salga vencedor le daré maná escondido y le daré también un guijarro blanco; el guijarro lleva escrito un nombre nuevo que solo sabe el que lo recibe (Apocalipsis 2,17).

Hacemos el camino de vida y de misión en la Iglesia y en la sociedad acompañados por Jesús. Con Él salimos del redil de la Iglesia, de la comunidad, a recorrer las sendas del valle o la montaña de esta humanidad complicada, maleada, conflictiva…, también esperanzada y creativa. Con Jesús recorremos la vida realizándonos a nosotros mismos no asépticamente, al margen de la vida real de la gente y especialmente de los empobrecidos y desestructurados, sino orientando y tirando con Jesús y como Jesús de tantas personas des-caminadas a veces por sendas de espinos y zarzas lacerantes (como la oveja descarriada de Lc 15, 4-7).

Jesús puerta, por la que entran y salen las ovejas para encontrar pastos: -

entramos con Él y permanecemos con Él en la comunidad, donde Él nos cuida y nos cuidamos unos a otros, reponemos fuerzas, nos alimentamos sobre todo de amor del Padre y de los hermanos, de la eucaristía;

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salimos con Él al encuentro de las personas que necesitan también de vida saludable, de libertad verdadera en el clima cálido del amor y la comunión.

Jesús se dedica a promover la vida humana en todas sus dimensiones: las más básicas (alimentación, salud física…), las sociales y culturales (igualdad, integración, participación…), las espirituales y trascendentes de comunión personal y comunitaria con Dios.

La gloria de Dios es que el hombre viva, pero la vida del hombre es la visión de Dios (Ireneo de Lyon).

Los antiguos cristianos decían: 'Gloria Dei, vivens homo', (la gloria de Dios es el hombre que viva). Nosotros podríamos concretar esto diciendo: 'Gloria Dei, vivens pauper'. (La gloria de Dios es el pobre que viva). Creemos que desde la trascendencia del evangelio podemos juzgar en qué consiste en verdad la vida de los pobres; y creemos también que poniéndose del lado del pobre e intentando darle vida sabremos en qué consiste, la eterna verdad del evangelio (O. Romero, Discurso Universidad de Lovaina, 2 febrero 1980).

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Para alegrarse con el pobre y promover su gloria, su vida digna y feliz, es necesario hacerse pobre, ser pobre y humilde, que es lo mismo que ser realmente libre para hablar y servir a los empobrecidos hasta dar la vida. Hagamos, así, oración, buscando la gracia de un corazón pobre, humilde y servidor.

Pastores en la Iglesia “… todo ministerio eclesial es siempre respuesta a una llamada de Dios, nunca fruto de un proyecto propio y de una ambición propia, sino conformación de la propia voluntad con la del Padre que está en los cielos, como Cristo en el Getsemaní (cf. Lc 22,42)… … No es la lógica del dominio, del poder según criterios humanos, sino la lógica de inclinarse a lavar los pies, la lógica del servicio, la lógica de la cruz, lo que está en la base de todo ejercicio de la autoridad” (Benedicto XVI, Homilía en el Consistorio, 20/11/10 Ecclesia 3.547) “… ponerse al servicio de las personas a la manera de Cristo. Sólo entonces permiten a Dios entablar con estas personas una relación de amistad y engendrarlas a la vida… una actividad no es „pastoral‟ porque venga de un mandato recibido de la autoridad o de un poder unido a una „función‟. Es la gracia y la calidad de las relaciones vividas en el interior de los mandatos y las funciones”.

“Cristo y su manera tan personal de entrar en relación con unos y otros, totalmente verdadero con él mismo, construye la verdad a su alrededor comunicando la vida: libera, restaura, traza un camino de humanidad que interroga e interpela…” (Ph. Bacq, Sinite 10-09).

Pastores en la sociedad “Si bien se mira, el problema no es solo económico, sino sobre todo cultural, como lo confirman de especial manera la crisis democrática, la dificultad de valorizar plenamente el papel de la mujer, el cansancio de tantos adultos a la hora de concebirse y de situarse como educadores…” “… reitero el llamamiento para que surja una nueva generación de católicos, de personas interiormente renovadas que se comprometan en la actividad política… Para la Iglesia en Italia… se trata de entregarse a la formación de conciencias cristianas maduras, es decir, ajenas al egoísmo, a la codicia de los bienes y al afán de hacer carrera y, por el contrario, coherentes con la fe que profesan, conocedoras de las dinámicas culturales y sociales de nuestro tiempo y capaces de asumir responsabilidades públicas con competencia profesional y con espíritu de servicio. El compromiso sociopolítico, con los recursos espirituales y las actitudes que requiere, sigue siendo una vocación elevada, a la que la Iglesia invita a responder con humildad y determinación”.

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(Benedicto XVI, Mensaje a la 46ª Semana Social de los Católicos Italianos, 14/17-102010, Ecclesia 3.565-2011).

Líderes políticos y sociales, pastores de la Iglesia que sean verdaderos servidores del pueblo y de las comunidades desde la cercanía a todos –especialmente a los más débiles y oprimidos-, la escucha y el diálogo, la disponibilidad a buscar respuestas reales a las necesidades, la información y comunicación sinceras… Hagamos oración, viendo cómo ejercemos nosotros nuestra porción de “autoridad” en la sociedad y en la Iglesia, y cómo reclamamos líderes y pastores servidores.

La ONU y Obama reconocen a Oscar Romero “... la decisión tomada en la A. G. de las Naciones Unidas en noviembre del año pasado, al proclamar el 24 de marzo, a partir de este año, como Día Internacional del Derecho a la Verdad en relación con Violaciones Graves de los Derechos Humanos y de la Dignidad de las Víctimas.

En la larga lista de razones que sustentan esta resolución, tenemos la que reza así: “Reconociendo también los valores de Monseñor Romero y su dedicación al servicio de la humanidad, en el contexto de conflictos armados, como humanista consagrado a la defensa de los derechos humanos, la protección de vidas humanas y la promoción de la dignidad del ser humano, sus llamamientos constantes al diálogo y su oposición a toda forma de violencia para evitar el enfrentamiento armado, que en definitiva le costaron la vida el 24 de marzo de 1980” (VN 2.750-2011).

“En la tarde del día 22, el mandatario norteamericano (Obama) encendió una vela ante la tumba del arzobispo Óscar Arnulfo Romero, en vísperas del 31º aniversario de su asesinato. Un gesto cargado de simbolismo: según EEUU, porque da cuenta de la importancia que el presidente concede a la defensa de los derechos humanos; a juicio de otros muchos observadores, porque el líder del país más poderoso del planeta rendía homenaje a la víctima de un Gobierno apoyado entonces por las autoridades del suyo” (VN 2.7472011).

Guillermo Rovirosa (Gremi, OC III, 192) “Cuando alguien se refiere a la Iglesia histórica con el deseo de afinarla y desear una mejor semejanza a la Iglesia eterna, se levantan enseguida voces de todas partes con gritos e imprecaciones acusando de enemigos de Cristo y de su iglesia a los que anhelan la Iglesia eterna y quieren purificar la Iglesia histórica”.

SALMO 22 El Señor es mi pastor: nada me falta: en verdes praderas me hace recostar;

por el honor de su nombre.

Aunque camine por cañadas oscuras, nada temo, porque tú vas conmigo; tu vara y tu cayado me sosiegan.

Me pones delante una mesa

me conduce hacia fuentes tranquilas y repara mis fuerzas, me guía por el justo sendero

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enfrente de mis enemigos.

Me unges la cabeza con perfume y mi copa rebosa.

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Tu bondad y tu misericordia me acompañan todos los días de mi vida; y habitaré en la casa del Señor por años sin término.

Comentario (L. Boff, “El Señor es mi pastor”, ST 2005, 167-168) Por ser humano, este salmo, gracias a la fe y a la confianza, se ha vuelto también divino. Dos metáforas: el pastor y el hospedero. Dos peligros: el valle de la sombra de la muerte y la persecución. Dos promesas: Yo estoy contigo y habitarás en la Casa del Señor por días sin fin.

He aquí el consuelo divino para el desamparo humano. Este mensaje… encierra fuerza suficiente para envolvernos, reanimar nuestra esperanza e introducirnos en un espacio en el que no necesitamos ya tener miedo, porque Él nos garantiza que nada nos ha de faltar, que ´Él viene con nosotros` y que, al final de nuestra historia, todo será perfecto, porque habitaremos con Él en su Casa para siempre.

Si Dios está con nosotros ¿quién contra nosotros? Ni el miedo ni la persecución ni la sombra de la muerte lograrán apartarnos de su benevolencia y de su gracia, porque vamos seguros en la palma de su mano”.

DANOS TU PAZ (P. Casaldaliga) Danos, Señor, aquella Paz extraña que brota en plena lucha como una flor de fuego; que rompe en plena noche como un canto escondido; que llega en plena muerte como el beso esperado.

Aquella Paz del pobre Que ya ha vencido el miedo.

Aquella Paz del libre que se aferra a la vida.

La Paz que se comparte en igualdad como el agua y la Hostia.

Danos la Paz de los que andan siempre, desnudos de ventajas, vestidos por el viento de una esperanza núbil.

“Me recibo continuamente de tus manos.

Esa es mi verdad y mi alegría.

Tus ojos me miran constantemente y yo vivo de tu mirada”.

(Romano Guardini)

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