C. Permanente HOAC
Orar en el mundo obrero
30ª semana T.O.
ORAR EN EL MUNDO OBRERO
30ª SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO (24 octubre 2010) Dios no es nada complicado; nosotros sí... no nos aclaramos ni siquiera con nosotros mismos. Los niños son sencillos y transparentes -hasta que los cohibimos o deformamos (escandalizamos)-. Lo peor es si somos fariseos, disfrazando nuestra realidad personal de limitación y negatividad. El modelo es el publicano, el pecador confeso ante sí mismo, ante Dios y ante los demás. Éste sí podrá cambiar su vida, “por la sola gracia de Dios”.
EXPERIENCIA Una noche, ya en la cama con una de mis hijas –con tan sólo cuatro años-, y después de leer un cuento sobre el universo, las estrellas… y rezar las dos juntas el Padre Nuestro, de pronto, me dice: “Mami: ¿tú crees en Dios, bueno, en Jesús?” “Sí”, le dije. “¿Y tú cómo lo sientes dentro de ti?” Tragué saliva al escucharla. Porque sentí que son ese tipo de preguntas tan naturales y directas que no quieres que nadie de las haga por miedo a no saber ni qué decir. Debió de ver mi rostro un poco perplejo, que sin darme tiempo a contestarle me dijo: “Bueno, mami, yo sé que Dios es muy grande, como el cielo. El cielo no lo puedo tocar pero lo veo, pero Dios, bueno Jesús, ¡es que tengo un lío!, ¿sabes?, no lo veo pero lo toco”. Me quedé con la boca abierta. “¡Ah!”, fue lo único que acerté a decir, “¿me lo puedes explicar?”, pregunté tímidamente. Sin vacilar me dijo: “Es que hay cosas que no se pueden explicar, como ésta, pero es como cuando yo te abrazo y te digo que te quiero, entonces hay veces que pienso que es como si abrazara a Dios, y es verdad, porque es tan fuerte tu abrazo que seguro también Jesús me está abrazando” (Esther Prados Megías, Proyección, 237-3010). Recuperemos la contemplación sencilla y maravillada ante el Misterio de la vida y del amor que es Dios. Se trata sólo de abrir los ojos sin gafa alguna, para ver, sí, las maravillas de Dios.
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