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Economía centrada en las personas
Carmen Nicanor y Marisa Martín, militantes de la HOAC HOAC.es • Nº 173 • noviembre 2016 • III Época • 0,80€
Amor social para salvar el planeta
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a humanidad actual consume, al año, el equivalente a las existencias de un planeta y medio. ¡Estamos gastando lo necesario para la supervivencia de las así lo generaciones futuras! «Nunca hemos maltratado y lastimado nuestra casa común como en los últimos dos siglos», nos dice el papa Francisco en Laudato si’, 53. Hasta el punto de que la viabilidad de la vida está en entredicho. Para salir de esta encrucijada hace falta «una aproximación integral para combatir la pobreza, para devolver la dignidad a los excluidos y simultáneamente para cuidar la naturaleza» (LS, 139), de la que, después de todo, somos parte. Debemos dejar de pensar solo en «el criterio utilitarista de eficiencia y productividad para el beneficio personal» (LS, 159) y abrazar la lógica del «amor social», como «clave de un auténtico
desarrollo». Es lo que nos puede mover a adoptar estilos de vida responsables, pero también «a pensar en vemos grandes estrategias que detengan eficazmente la degradación ambiental y alienten una cultura del cuidado que impregne toda la sociedad». (LS, 231). También el trabajo ha de recuperar su sentido originario. Si el ser humano es «capaz de ser por sí mismo agente responsable de su mejora material, de su progreso moral y de su desarrollo espiritual», entonces «el trabajo debería ser el ámbito de este múltiple desarrollo personal (LS ,127). Antes de que sea demasiado tarde, debemos tomar conciencia del reto al que nos enfrentamos y comenzar ahora mismo a cambiar nuestros comportamientos personales y las prioridades sociales.
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con Dios en la vida obrera
Magdalena
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ué coincidencias, hasta en el nombre! Ella es una mujer sencilla y trabajadora... Elegida por Dios del pueblo para enviarla a anunciar el Evangelio al pueblo, a las familias obreras de su barrio. Es una verdadera discípula de Jesús. Enamorada hasta las trancas de Él desde que lo conoció. Siempre al lado de la cruz de los cristos de su pequeño mundo. Toda su vida y la de los que la rodean se ha transformado. Muchos, al principio, no la entendían pero... ¿cómo oponerse a la ternura y a la entrega desinteresada? Y es que ella ve a Cristo en todos y en todo. Su vida es oración. Y su oración es vida comprometida por el Reino de Dios y su Justicia. Sin descanso, porque no hay tregua para los pobres. En su parroquia vive su fe, la celebra y alimenta. Es de esas militantes de la HOAC que nunca han estado en la HOAC. Una simpatizante de las que construyen Iglesia en las periferias del mundo obrero. ¡Qué coincidencias, hasta en el nombre!
Teresa Jiménez Zamorano
la calle
El comercio justo necesita consumidores responsables
El consumo justo representa un camino para promover una economía alternativa, donde los valores humanos cuentan más que los valores bursátiles. Aunque la facturación de este sector ha aumentado en nuestro país, todavía queda muy lejos de la media europea. l adquirir un producto no solo pretendemos cubrir una necesidad, real o inducida, sino que también buscamos distinguirnos de los demás o equiparar nuestro estatus social con nuestros semejantes. Es la razón por la que ir de compras se ha convertido en una terapia muy utilizada o cambiar de móvil mucho antes de agotar su vida útil se antoja algo urgente. Este impulso psicológico, transformado en demanda dentro del mercado, es el motor de la economía actual. Así lo dice Douglas Booth: «El consumidor de novedades que busca elevar su estatus y el empresario que aspira al monopolio se fusionan para convertirse en el puntal del crecimiento económico a largo plazo». Es por ello que si queremos cambiar de modelo económico y de paso evitar el colapso ambiental y la deshumanización del mundo, tenemos que cambiar nuestras pautas de consumo: conteniendo nuestros deseos y cambiando de hábitos. El consumo justo, es una herramienta más, entre otras muchas, para propiciar el cambio necesario. Surgió hace 30 años en España, con la apertura de dos tiendas en Córdoba y en San Sebastián, «de la necesidad de buscar alternativas a este sistema económico y comer-
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cial que margina a gran parte de la población, generando pobreza y aumento de las desigualdades», según el último informe de la Coordinadora Estatal de Comercio Justo. Hoy en día existen 78 tiendas y 29 organizaciones, un gran número de inspiración cristiana, que forman parte de la Coordinadora, que aglutina a 150 personas trabajadoras y más de 2.300 voluntarias, la abrumadora mayoría mujeres. Más de la mitad (el 55,8%) de los productos de comercio justo consumidos en España cuentan con un certificado emitido por empresas convencionales, mientras que el resto han sido importados por los miembros de la coordinadora, que importan artículos como el café de Nicaragua, el azúcar de Ecuador, el cacao de República Dominicana, los textiles de India o el arroz de Tailandia, procedentes de más de 120 organizaciones de más de 130 países. Pero a pesar de los avances, el gasto en este tipo de productos es todavía muy bajo en nuestro país, apenas 75 céntimos por persona al año cuando la media europea se sitúa en algo más de 12 euros. El comercio justo necesita más consumidores responsables dispuestos a demostrar que es posible otra economía y empeñados en mejorar la vida y el entorno de cada vez más trabajadores. José Luis Palacios @jlpalas
Web de la campaña de la HOAC de Andalucía
La HOAC de Andalucía ha puesto en marcha una página web como soporte a la campaña «Trabajo Digno, Sociedad Decente», con la participan sus organizaciones diocesanas. Se trata de un instrumento de coordinación entre las diócesis andaluzas y de difusión de sus planteamientos y reflexiones, en el marco de la campaña impulsada por la HOAC general. Ya se puede encontrar en esta página web el manifiesto a favor del trabajo digno así como una reflexión sobre la espiritualidad necesaria para mantener y extender este compromiso. www.trabajodignosociedadecente.es
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política en zapatillas
Para hallar respuestas, cambiar el corazón obrecoge que, al empezar los juicios del caso Gürtel y las tarjetas de Bankia, el PSOE se haya suicidado manipulando sus propios estatutos para eliminar a su ejecutiva y posibilitar la continuidad del gobierno del PP, principal sospechoso de la corrupción y las políticas antisociales. Sobrecoge que casi ninguna de las personas implicadas en los casos de corrupción que se juzgan haya admitido su culpa reconociendo que, con independencia del fallo judicial, apropiarse de una brutalidad de millones y no declararlo al fisco, mientras millones de personas caen en la pobreza y la exclusión, es inmoral y debe ser penalizado. Máxime cuando los autores son dirigentes políticos y empresariales que han decidido recortes para los pobres y defendido «trabajar más y cobrar menos».
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Sobrecoge que la banca, rescatada con nuestro dinero y empobrecimiento, anuncie 7 mil nuevos despidos sin ruborizarse y sin ruborizar a casi nadie
Sobrecoge que medios de comunicación ideológicamente distantes, al menos en apariencia, hayan coincidido en la defensa del apoyo al gobierno del PP y en el ataque a los que se oponían. Que los beatos tomen nota.
Sobrecoge el cainismo de la izquierda, propio de la vieja política… ¡y de la nueva!, que deja al pueblo sin poder. Sobrecoge que, mientras todo esto ocurre, la marina italiana haya rescatado del mar a 11 mil inmigrantes en 48 horas ante el silencio general. Nuestro gobierno calla, se comprometió a recibir a 19.219 y ha recibido a 18. Pocos levantan la voz. Sobrecoge que la banca, rescatada con nuestro dinero y empobrecimiento, anuncie 7 mil nuevos despidos sin ruborizarse y sin ruborizar a casi nadie. La Bolsa subirá. ¿Qué hacer? Según el papa Francisco, «Dios quiere cambiar el mundo cambiando nuestro corazón, y eso no puede hacerlo sin nosotros». Los no creyentes pueden leer: «Si quieres cambiar la política, tu partido, tu resultado electoral… cambia tu corazón, no tu líder». A.A. Maestre
cultura
El egoísmo y el miedo que levantan barreras
n 1816 el Parlamento de Inglaterra estudió una petición consistente en limitar la jornada de trabajo en la industria textil para los menores de 18 años ¡a doce horas! y en prohibir el trabajo de los menores de 10 años. No se aprobó. Los empresarios afirmaban que las muchas horas de trabajo son buenas para los niños, educan su «carácter», los hace «laboriosos». Si se limita el trabajo de los niños, decían, «no podremos competir y será la ruina del país». Su egoísmo (ganar siempre más) y su miedo (a perder algo de sus muchas ganancias), les cegaban y les hacían decir y cometer atrocidades. El egoísmo y el miedo levantan barreras de inhumanidad. Hoy, doscientos años después, en nuestros países ricos, el egoísmo y el miedo que nacen de la idolatría del dinero, levantan barreras y muros de intolerancia y de rechazo a los otros. Algunos dirigentes y grupos defienden auténticas barbaridades y promueven comportamientos carentes de
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toda humanidad, enmascarando con sus discursos y prácticas la codicia de unos pocos. Donald Trump en Estados Unidos, nacionalismos excluyentes en Europa, grupos de extrema derecha que alientan la xenofobia, el rechazo de los «extranjeros» (pobres), la mezquina y vergonzosa política de blindaje de fronteras y rechazo de los refugiados… Pero lo peor es el respaldo o la indiferencia que estas posturas encuentran en sectores no pequeños de la sociedad. Sin ello apenas serían nada. La inseguridad permanente en que las políticas de la codicia sin límites han situado a tantas personas y familias, fabrican miedo y corroen nuestra humanidad. El egoísmo y el miedo que nos encierran en nosotros mismos y levantan barreras de inhumanidad solo tienen un remedio: la conciencia de la fraternidad. Francisco Porcar
Revista
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Una mirada cristiana del trabajo humano y del bien común Envía SUSCRIPCIÓN al 629 862 283 También disponible en www.edicioneshoac.es Suscripción por 0,15 € al día
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la ventana del mes
La apuesta por una economía centrada en la persona La ya tradicional memoria de Empleo de Cáritas, este año llevaba un nuevo título: ÿEconomía y PersonaŸ. No es casualidad, sino que responde a la voluntad de abordar el reto económico, ético y estructural que supone cambiar las lógicas dominantes por otras donde la persona esté en el centro de la economía. s cada vez más apremiante poner la economía al servicio del desarrollo personal, social y ambiental del ser humano. Por eso, Cáritas defiende una óptica de la economía solidaria que permita articular un modelo vinculado a los derechos humanos, que priorice el cuidado y respeto de la Creación y el uso sostenible de sus recursos, además de defender un consumo responsable y transformador. Poner en el centro a la persona significa no dejar de mirar a las casi 4,8 millones de personas sin empleo y, de manera especial, a los 2,8 millones que llevan más de un año en esta situación. Situar en el centro de nuestras acciones a los grupos sociales que no experimentan mejoría en el acceso a este derecho, como son los jóvenes de entre 16 y 24 años, que sufren un incremento importante de la tasa de paro, o los trabajadores de 50 a 59 años, entre los que sigue subiendo el desempleo de larga duración. Este contexto nos plantea multitud de retos ya que a pesar de que el desempleo ha venido reduciéndose según los datos oficiales recogidos en la Encuesta de Población Activa, sigue existiendo una importante parte de la pobla-
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SOLEMCCOR Córdoba. empresa de inserción para el acceso al empleo de personas en situación o riesgo de exclusión social
Poner en el centro a la persona significa no dejar de mirar a las casi 4,8 millones de personas sin empleo y, de manera especial, a los 2,8 millones que llevan más de un año en esta situación ción que se mantiene al margen de la recuperación económica y del empleo: más de 700.000 hogares se encuentran sin ingresos y más 1,5 millones de hogares tienen a todos sus activos en paro. El volumen de personas que sufren una gran vulnerabilidad por la falta de empleo es todavía ingente. El enquistamiento que se produce en la situación labo-
ral de millones de personas en edad laboral que no consiguen romper la espiral del desempleo y la precariedad laboral, ni siquiera ante un eventual cambio de ciclo económico, evidencia lo que Cáritas viene señalando un año tras otro: el problema no está en la crisis, sino en el modelo. Nuestro modelo socioeconómico es frágil, como también lo es nuestro mercado labo-
ral, incapaz de reducir la tasa de desempleo por debajo del 8% o de generar empleo con alto valor añadido. El resultado lleva a una generación de empleo precario, incapaz de garantizar las condiciones adecuadas para un vida digna, junto a un modelo de protección social débil. Nuestra sociedad es cada vez más desigual: La desigualdad se ha incrementado
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a lo largo de los últimos años, situándonos a la cabeza de Europa –solo detrás de Rumanía–, y con unas importantes diferencias a nivel territorial, tanto en términos económicos como en el acceso a recursos, y garantía de derechos. Pero además, el nuevo punto de partida es peor: la crisis ha empeorado las condiciones de vida de muchas personas. Es este uno de los retos principales a los que nos enfrentamos, como sociedad y como Cáritas. Un reto que sin duda alguna nos invita a apostar por otras lógicas, y a repensar nuestra acción desde parámetros culturales, sociales y económicos distintos. Y es aquí donde tenemos que seguir trabajando. En este sentido, el Programa de Empleo de Cáritas pone al servicio de las personas, especialmente aquellas en situación de exclusión social
Urge proponer, desde modelos diferentes, respuestas integradoras a todas aquellas personas a quienes el sistema arroja a las periferias herramientas que les permitan mejorar sus condiciones a la hora de encontrar y mantener un empleo, desde un acompañamiento integral para un proceso de reapropiación y transformación de su realidad. En este itinerario de inserción sociolaboral, juega también un papel muy importante el impulso a las iniciativas de Economía Social, como una herramienta que favorece la creación de empleo social. Las personas que participan en las acciones de empleo y formación de Cáritas son, sobre todo, mujeres (63% del total, frente al 37% de hombres). La procedencia
Algunas iniciativas significativas SOLEMCCOR SLU (Solidaridad y Empleo, Cáritas en Córdoba) es una empresa de inserción para el acceso al empleo de personas en situación o riesgo de exclusión social mediante el desarrollo de un proyecto personal de integración combinando formación, empleo, acompañamiento social. Desarrolla varias líneas de negocio: recogida de papel y cartón, Restaurante Escuela Tabgha, recogida y reciclaje de ropa, recogida de aceite usado. Cáritas de Segorbe-Castellón está promoviendo la responsabilidad social de los empleadores y empleadoras a través de un protocolo de
española ha aumentado significativamente desde 2010 (53% frente a un 47% de origen extranjero, de los que el 81% es extracomunitario). Las personas mayores de 45 años representan el 30% de las acompañadas. El 49% de quienes han participado en los servicios de empleo de Cáritas solo cuentan con estudios básicos y solo el 25% ha alcanzado estudios secundarios. El acompañamiento a personas en proceso de inserción en los programas de empleo en 2015 y el mayor impulso en las acciones de intermediación y los procesos de acompañamiento en profundidad permitió llegar a
una tasa de inserción del 21%, por encima de la media de los últimos nueve años, con 15.348 personas que consiguieron empleo. Hay algunas iniciativas ya en marcha que nos muestran que es posible desarrollar experiencias significativas en el ámbito del empleo a través del apoyo a fórmulas de economía solidaria. Urge proponer, desde modelos diferentes, respuestas integradoras a todas aquellas personas a quienes el sistema arroja a las periferias. Y frente al reto, el rescate y la construcción colectiva de la propuesta. Equipo de Economía Solidaria Cáritas Española
gestión en las ofertas de empleo, contribuyendo a dignificar el trabajo de empleado y empleada del hogar. Con ello se ha conseguido un incremento del número de empleadores que incorporan criterios de responsabilidad en su oferta, además de un notable incremento de las ofertas de empleo
SOLEMCCOR Córdoba. Escuela Tabgha
Tienda de ECOSOL en Girona.
Diploma Cáritas Segorbe Castellón.
ECOSOL «Economía Solidaria», es la empresa de inserción de Cáritas Diocesana de Girona para facilitar la inserción laboral de personas que se encuentran en situación de vulnerabilidad social y laboral. Cuenta con cuatro líneas de actividad económica: Bicicletas, Servicios de mantenimiento integral de edificios, Logística-Gestión de Centros de Distribución de Alimentos (CDA).
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¿quién es?
Yolanda Cañada
@ycanyada
En noviembre se celebra el Día contra la Violencia de Género. Por eso, en esta ocasión hemos entrevistado a dos grandes mujeres de la HOAC para que nos cuenten su experiencia a favor de la igualdad.
«La Iglesia debe estar «El machismo prende al lado de las a veces en nosotros víctimas de genéro» sin darnos cuenta» Mª Luisa Martin, Aguadulce (Almería) 68 años, militante de la HOAC desde 1995, monitora ocupacional jubilada, voluntaria en Noesso. «Conocí la HOAC como el que descubre la perla escondida de la que habla el Evangelio, era lo que llevaba tiempo buscando, a mi vida le faltaba compromiso, encarnación, acción transformadora». –El reparto de las tareas de desigual por razones de género, ¿qué plantea la HOAC? Como militante cristiana, ver cómo pisotean los derechos de una persona vulnerable me rebela. Una mujer inmigrante a la que le habíamos ayudado con la renovación de papeles vino a Cáritas llorando desconsoladamente. El policía que la atendió le faltó al respeto, por ser mujer e inmigrante. No pudo renovar el permiso de trabajo. Fuimos a pedir explicaciones al Comisario Jefe, el funcionario tuvo que recibirla, aceptó los papeles y le pidió disculpas. –¿Dónde concretas tu compromiso? Soy voluntaria en NOESSO, una asociación para la rehabilitación de drogodependientes, desde hace cinco años soy la presidenta, colaboro con menores con problemas de conducta, acompañándoles, interesándome por sus tratamientos, dando mucho cariño. A veces doy talleres de trabajos manuales. También animo a los trabajadores que tenemos, intento ser cercana, una compañera más. –¿Cómo explicarías a una clase de primaria qué es la coeducación? Les diría, que lo más importante en la vida es ser persona independientemente de ser niño o niña, que tenemos un valor incalculable y somos iguales a los ojos de Dios, y si
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somos iguales, no hay nadie que sea superior. –En noviembre celebramos el Día Internacional contra la Violencia de Género, ¿cómo crees que debería situarse la Iglesia ante esta realidad de pecado? La Iglesia siempre debe situarse al lado de los más débiles, los más vulnerables, los que más sufren, en este caso las víctimas de la violencia de género, no solo acompañándolas, que también hay que hacerlo, sino denunciando públicamente las estructuras injustas de desigualdad y pecado que dan lugar a estos comportamientos. –¿Te sientes acompañada por la Iglesia en la defensa de la dignidad de las mujeres trabajadoras? Mientras haya una sola trabajadora que sufra maltrato, desigualdad o discriminación por el hecho de ser mujer me siento enviada a seguir luchando porque se le haga justicia y recupere su dignidad.
Mª del Carmen Nicanor, de Villaverde de la Abadía (diócesis de Astorga), pedagoga en el instituto Cacabelos. Militante hace 30 años. «La HOAC ha cualificado mi vida, yo sería otra persona si no hubiera conocido a mis compañeras y hermanos: ¡Elena, Jesús, Ricardo, os quiero!».
–¿Cómo se puede avanzar en igualdad? En la Jornada por el Trabajo Decente de Bembibre reivindicamos que la dignidad de la persona debe estar por encima de todo. Necesitamos caer en la cuenta de cómo «respiramos» la ideología dominante. La infravaloración de la acción de las mujeres, el maltrato y la violencia están presentes en pequeñas acciones y elecciones diarias. –¿Dónde concretas tu compromiso? Pertenezco al consejo escolar de mi instituto, trabajo con alumnado de etnia gitana, me hacen replantearme continuamente mi forma de trabajar. También soy responsable de Compromiso de la HOAC de Astorga. –¿Cómo introduces la lucha contra la desigualdad en tu trabajo? A través de las expectativas de futuro del alumnado, influidas desgraciadamente por el machismo. Esas imágenes determinan sus posibilidades de realizarse, especialmente en las chicas gitanas que abandonan el sistema escolar para casarse, a menudo pensando que es una elección libre. –¿Tu compromiso actual? El acompañamiento, cuando lo necesitan, a familias migrantes con trámties, en las periferias del trabajo (barrenderos, limpiadoras, precarios...).
–¿Cómo trabajáis en el sector de «Familia obrera y educación»? Han surgido dos grupos, uno formado por víctimas de violencia de género, y otro por mujeres inmigrantes, separadas, con hijos a cargo, en paro… Con Cáritas asesoramos en aspectos legales y potenciamos el apoyo mutuo. –¿Que puede hacer la Iglesia contra la violencia de género? Rechazarla con valentía, mirar y sembrar hacia fuera, pero sobre, echar una mirada profunda hacia su interior y reivindicar el papel de la mujer en la Iglesia de una manera más firme y clara. Solo así será creíble su mensaje. –¿Cómo se defiende la dignidad de las mujeres trabajadoras? También la militancia cristiana organizada debe permanecer atenta a nuestra forma de vivir la cotidianidad, el machismo dominante a veces prende en nuestras elecciones sin que seamos conscientes.
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la mirada justa
Digamos ¡NO! a la violencia contra las mujeres
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esde 1999, en el Estado español, 1.083 mujeres han muerto asesinadas por su pareja o expareja. En el mundo, según estima Naciones Unidas, mueren 65.000 mujeres cada año. Según la Organización Mundial de la Salud el 35% de las mujeres en el mundo han sufrido violencia o abusos en algún momento de su vida. Naciones Unidas define como violencia contra la mujer «todo acto de violencia de género que resulte, o pueda tener como resultado un daño físico, sexual o psicológico para la mujer, inclusive las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la privada». La violencia contra la mujer es una triste situación que sufren muchas mujeres y familias a diario en nuestros pueblos y comunidades. Como recuerda el papa Francisco, «en nuestro entorno podemos reconocer algunas debilidades que todavía deben ser sanadas por el Evangelio: el machismo, el alcoholismo, la violencia doméstica…» (EG 69). En palabras de los obispos latinoamericanos y del Caribe reunidos en Aparecida en 2007: «Urge escuchar el clamor, tantas veces silenciado, de mujeres que son sometidas a muchas formas de exclusión y violencia en todas sus formas y en todas las etapas de sus vidas». Cualquier agresión contra la mujer debe ser condenada sin reticencias ni paliativos. Es una violación de los derechos humanos. Deben preocuparnos especialmente mujeres pertenecientes a minorías, mujeres indígenas, refu-
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¿sabías que...?
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i la humanidad tuviera que apañarse con los víveres y materias primas disponibles para cada año, no llegaría al octavo mes. Si lo hace es porque está utilizando los recursos disponibles para el futuro, consumiendo lo que debería servir para mantener a las generaciones futuras. l pasado 8 de agosto se habrían acabado las existencias naturales para todo el año, según las estimaciones de Global Footprint Network (red mundial para la huella ecológica). sta ONG se dedica a calcular la cantidad de tierra y océanos necesarios para aportar los recursos que una persona requiere, desde comida, cobijo y transporte, para vivir durante un año. l ritmo de consumo y el daño al ecosistema de la humanidad es superior al que necesita la naturaleza para poder regenerarse. esde la década de los años 70 del siglo XX, los seres humanos viven muy por encima de los recursos disponibles. os gases de efecto invernadero se emiten más rápido de lo que pueden ser absorbidos por bosques y océanos. Cada vez más cantidades de agua se vuelven no potables y la desertificación avanza con el perjuicio que supone para las tierras de cultivo. ara mantener los hábitos de consumo actuales haría falta más de un planeta y medio.
E E E giadas, migrantes, indigentes, recluidas en instituciones o detenidas, las niñas, mujeres con discapacidades, ancianas y las mujeres en situaciones de conflicto armado. Como dice el Documento de la Conferencia Episcopal Española «Iglesia Servidora de los Pobres»: «Nos duele sobremanera la violencia doméstica, que tiene a las mujeres como principales víctimas. Resulta necesario incrementar medidas de prevención y de protección legal pero, sobre todo, fomentar una mejor educación y cultura de la vida que lleve a reconocer y respetar la igual dignidad de la mujer» (nº 7). Solo lograremos acabar con la violencia machista si de verdad cambiamos nuestra mentalidad. Prevenir el maltrato, acoger, proteger a la víctima, denunciar esta grave realidad, movilizarnos, es el camino para poner fin al sufrimiento de tantas mujeres y alcanzar una sociedad más decente. Maite Valdivieso
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evangelio en la calle
Así va el mundo
Así, setenta años «No se enciende la lámpara para taparla con una vasija de barro» (Mt 5,15).
a HOAC (año 1946) no podía ser para recluirla en los escondites de las sacristías o en las cúpulas de los templos, ni para encerrarla en los espacios sagrados. Tampoco podía ser un aire tan, tan puro que rehuyera toda contaminación humana como si la confrontación con el mundo perjudicara sus intereses. Ni podía encaramarse en los muchos enredos de unas retorcidas oraciones pendientes de las nubes del cielo. No. Es que aquellos rezos no recogían las situaciones sufrientes de tantos y tantos obreros. Este proyecto, con ya setenta años de vida, era imposible que se aposentara en los torreones amurallados de los bienpensantes del orden en medio de tanto desorden. Mucho menos era imaginable que este patrimonio de los pobres se lo apropiaran otros para realizar sus beneficencias. Por el contrario, «la lámpara se pone sobre el candelero para que alumbre a todos los que están en la casa» (Mt 5,15). Entonces y solo entonces, cuando el Evangelio baja a la calle, al obrero y al bullicio de la gente es cuando es lo que debe ser: luz. El Evangelio empieza a cumplir su misión en el mismo momento que toma posesión de lo que le pertenece por naturaleza: la intemperie de la vida. El mensaje entrelazado entre la vida y la muerte, la palabra derramada a lo ancho y a lo largo de las relaciones sociales y obreras, el militante bajado a las arenas movedizas del trabajo y de la lucha… era y es la HOAC. «Señor, que me sienta capaz de luchar. Que pueda, en cualquier tiempo, coger el látigo y arrojar a los mercaderes del templo. Porque tu templo no es solo la Iglesia. ¿No se lo dijiste a la samaritana? Tu templo son las fábricas, los despachos, los talleres –el lugar desde donde rezamos–. Y hay hombres que han convertido la casa de Dios en cueva de ladrones. Que me sienta capaz de vencerlos» (G. Rovirosa: Obras Completas V pág. 479). ¡Gracias, Señor, por lo que han dado de sí esos setenta años; que den mucho, mucho más! Antonio Hernández-Carrillo
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as mujeres en Arabia Saudí no pueden trabajar, estudiar, abrir una cuenta bancaria o recurrir a la justicia, sin el permiso de un familiar. Si salen a la calle deben ir acompañadas por un hombre guardián. Contra esta situación, se han rebelado 14.000 mujeres saudís que han firmado una carta contra el sistema de tutela masculina dirigida al rey Salmán y difundida a través de Twitter con las etiquetas #FreeThem (libérenlas), #StopEnslavingSaudiWomen (dejen de esclavizar a las mujeres sauditas), #IAmMyOwnGuardian (soy mi propia tutora) y #TogetherToEndMaleGuardianship (juntas para poner fin a la tutela masculina). Esta campaña recuerda la promovida para permitir a las mujeres conducir. Si bien, no se logró un cambio de las leyes, aumentó la permisividad administrativa y social en estos casos.
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