Tu 179 junio by Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC)

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Plasencia: Cultivando la esperanza entre mujeres

on la celebración del Día de la HOAC finaliza también la campaña «Trabajo digno para una sociedad decente». Este ha sido el compromiso que ha alenasí lo tado el actuar de este movimiento de Acción Católica especializada y de sus militantes durante los dos últimos años, coincidiendo con el fin oficial de la Gran Recesión, que ha dejado a millones de trabajadores y trabajadoras en situación de pobreza laboral y de exclusión social. La desigualdad y la vulnerabilidad han seguido siendo inmunes al crecimiento económico. De ahí que la defensa de un trabajo a la altura de la dignidad humana, con salarios justos, en condiciones de seguridad y compatible con el descanso y el desarrollo personal, familiar y espiritual sea una prioridad para la HOAC.

Las líneas maestras de la política económica, los Presupuestos Generales del Estado, junto con la última reforma laboral, siguen promo-

Acto final de campaña en Málaga / Foto Fco. J. Yelamo (Yeli)

HOAC.es • Nº 179 • junio 2017 • III Época • 0,80€

Grego Contreras y Joaquín Sánchez, militantes de la HOAC

viendo un modelo económico que se sustenta en el empleo inestable, a tiempo parcial no voluntario, con horarios irregulares, con bajos salarios y derechos vemos menguantes. Seguimos lejos de una economía respetuosa con las personas y con el medio ambiente, al servicio del bien común; y de unos servicios y prestaciones públicos que atiendan las necesidades sociales.

La HOAC va a seguir apostando por acompañar la vida de las personas y colaborar con ellas a que se den las condiciones para que podamos vivir nuestra humanidad de manera plena. Colaborando a un cambio de mentalidad y en las instituciones para que estén mucho más al servicio de las necesidades de las personas, en particular de las empobrecidas. Y ayudando a construir experiencias alternativas en la forma de ser y de trabajar. ¿Te sumas?

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con Dios en la vida obrera

la calle

A quien madruga, Dios le ayuda

l lo sabe. Cada mañana suena su despertador a las 4:30, de lunes a sábado. A las 6:00 ya está descargando camiones y reponiendo bebidas en un gran supermercado. Su jornada acaba a las 12:30. Ahora trabaja menos horas y también cobra menos que hace unos años. Él se siente afortunado. Otros compañeros solo trabajan hora y media y su horario se lo comunican de un día para otro. ¡Qué tu Reino sea un hecho en los grandes almacenes! Esa es su plegaria. También su tarea. Y es que en su empresa, entre alimentos, electrodomésticos, ropa y artículos varios..., el derecho a ser persona se conculca silenciosa y legalmente. El trabajo humano se mercadea y el tiempo de vida de los trabajadores y sus familias vale menos que los productos que venden. ¡Qué contradiós! ¿Cómo leer el Evangelio sin ver entre las estanterías que diariamente repone tanta explotación y humillación? Él sabe que Dios no es ajeno, que ese sufrimiento no tiene la última palabra. Su equipo de HOAC es su apoyo. Cada domingo en la Eucaristía pronuncia, con la vida de sus compañeros y compañeras a flor de piel, anunciamos tu muerte, proclamamos tu resurrección, ven Señor Jesús. Esa es su esperanza. Esa es su certeza.

Teresa Jiménez Zamorano

Acampada en Vigo por los pobres y contra la pobreza Desde hace más de dos meses un grupo de personas sin trabajo y sin techo mantienen el ÿCampamento contra la pobrezaŸ, en la plaza del Rey, frente al Ayuntamiento de Vigo, para reivindicar soluciones a los desalojos y a la situación de las personas sin techo y del albergue municipal. uentan con el impulso y apoyo de movimientos sociales, organizaciones políticas y sindicales y ciudadanos a título personal. Paco, miembro de la plataforma de Movimientos Sociales y participante en este «Campamento contra la pobreza», con respecto al problema de los desahucios, dice que «las cifras oficiales de desalojados de viviendas en Vigo son desgarradoras y ni el Ayuntamiento ni la Xunta de Galicia, hasta el momento, han dado una solución. Lo único que hace el gobierno autonómico es dar un bono “alquiler” de 200 euros, a familias desalojadas judicialmente. Pero hay cientos de familias empobrecidas y con muy bajos ingresos que no pueden pagar una vivienda». Con respecto al albergue municipal, comenta que no cubre las necesidades para la demanda actual, y por lo tanto es necesario incrementar el número de plazas, así como habilitar un espacio de encuentro diurno, inexistente en la actualidad, donde las personas puedan asearse también por el día, por ejemplo. Así mismo, se ve la necesidad de acabar con el límite de permanencia de 10 días, ade-

más de mejorar los servicios y el cumplimiento de las normas de funcionamiento. «El alcalde dice que no hay ninguna persona durmiendo en la calle, pero lo cierto es que hay muchas que duermen en portales, en cajeros, entre cartones, en pisos patera, etc.», comenta. Están recogiendo firmas en mesas colocadas en la plaza donde se ha montado el campamento contra la pobreza en apoyo a la creación de un parque público de viviendas en alquiler social y la apertura de un centro de inclusión social. Debe ser una prioridad en Vigo que ninguna persona duerma en la calle. Han solicitado en varias ocasiones hablar con el alcalde y la delegada de Bienestar Social de la Xunta, sin que hasta el momento, hayan obtenido respuesta. Considera Paco que lo que están pidiendo «es justo y, por lo tanto, vamos a mantener el campamento hasta que seamos recibidos por los responsables públicos, se abra un diálogo sobre estos tres temas y sean atendidas nuestras justas reivindicaciones».

campaña adhesión

Comisión Diocesana de la HOAC de Vigo

IGLESIA POR EL TRABA JO DECENTE #MásITD

www.iglesiaporeltrabajodecente.org

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política en zapatillas

Contra la corrupción, ¡resucitemos! maginemos un grifo que está abierto todo el día y todos los días, que en lugar de agua echa euros a una velocidad de ciento setenta mil euros por minuto, lo que equivale a ¡¡¡noventa mil millones al año!!! Este es el fabuloso coste anual de la corrupción, según información de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia. Aunque la dimensión económica –dinero robado– es la que más aparece, el daño humano, social y moral causado es incalculable. Pensemos que los que vendían urbanizaciones a los fondos buitres y permanecían impasibles ante el desahucio de las familias más pobres eran los mismos que alimentaban este manantial de dinero robado.

cultura

Y otros, que aparecían con gesto solemne exigiéndonos a los trabajadores cobrar menos y trabajar más, se muestran como auténticos mafiosos en las conversaciones privadas que les han grabado.

Han destrozado la confianza. Las instituciones han perdido toda credibilidad. La riqueza aumenta y la pobreza también, aunque podría eliminarse con el dinero de la corrupción. Y no hay nada que permita creer que esto va a cambiar. Hay algo peor que la corrupción, la resignación que la sostiene. ¿En qué lugar de la vida nace la resignación? preguntaba el poeta antes de recordar que «los hombres mueren cuando no hay vergüenza». Eso es lo que está pasando: el ser humano, el hombre, es lo que está muriendo. Pero sabemos que la muerte no tiene la última palabra. ¡Resucitemos! A.A. Maestre

Una comunidad solidaria

n la actual situación del mundo obrero y del traba- gradación del sujeto del trabajo, que unió al mundo obrero jo hay tres realidades que suponen una grave de- en una comunidad caracterizada por una gran solidaridad. gradación de la dignidad de las personas: Hoy es imprescindible una nueva solidaridad, expresión 1ª. El desempleo, la precarización del empleo y las malas de una nueva mentalidad comunitaria. Es decir: condiciones en el empleo, suponen una de1) Que asumamos la solidaridad como la gradación de la persona como sujeto del Es imprescindible decisión firme de devolver al pobre lo que trabajo y el descarte de personas somele corresponde, que es una vida digna. una nueva tidas a la rentabilidad económica. 2) Que, por lo anterior, nos unamos en solidaridad, 2ª. Las crecientes desigualdades ecoel empeño constante por el trabajo dignómicas suponen una degradación del expresión de una no y los derechos sociales para todos. sentido humano de los bienes como desnueva mentalidad 3). Que, junto a la acción reivindicativa, tinados a todas las personas y la exclusión propongamos y promovamos iniciativas socomunitaria de personas y familias del acceso a los bienciales de trabajo digno. es necesarios para la vida. 4) Que vivamos los bienes no desde una perspectiva indivi3ª. El individualismo, que se fomenta, supone una degradualista sino en términos de comunidad y, por tanto, promodación de las personas que, muchas veces, viven en soledad las dos realidades anteriores. En lugar de un cuidado de las vamos iniciativas sociales para compartir los bienes. 5) Que valoremos como esencial acompañarnos y cuidarpersonas hay, frecuentemente, un profundo descuido ante nos mutuamente en la vida cotidiana, para que nadie viva lo que les ocurre. La situación que se expresa en esas tres realidades tiende en soledad sino que todos experimentemos el calor de la a hacerse crónica para muchas personas y familias. Y solo comunidad. Pero todo esto necesita, claro, formar personas que queratiene una respuesta humana, que las organizaciones obreras y el mundo del trabajo recuperemos la experiencia que mos vivir así. dio origen al movimiento obrero: una reacción ante la deFrancisco Porcar

Revista

#tantoxtanpoco

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la ventana del mes

Plasencia: cultivando la esperanza entre mujeres Algunas de las mujeres que habían participado en el ÿCampamento dignidadŸ de Plasencia se han constituido como grupo para abordar juntas sus problemas, buscar cómo ayudarse y plantear sus propias reivindicaciones. Son el grupo ÿEsperanzaŸ. as mujeres que formaban parte del «Campamento dignidad» de Plasencia, que buscaba «conseguir concienciar y visualizar a la sociedad las reivindicaciones de trabajo y vida digna», decidieron juntarse por su cuenta. Pertenecían a distintos ambientes, distintas ideologías y formas de pensar, pero todas con la misma inquietud. El encierro se dio por terminado, hubo que salir de la catedral después de casi un año. El campamento se trasladó a la Asociación de Vecinos del barrio de la Esperanza. Un barrio de las periferias de la ciudad, con un nivel socioeconómico bajo y una situación de paro muy alto, con personas muy humildes y sencillas. Allí comenzamos las reuniones. Las mujeres del barrio tomaron las riendas del grupo. Ofrecieron todo lo que tenían, prepararon el local, muy ilusionadas. Al principio, en torno a un café, hablaban de su situación, de sus problemas y los del barrio; se veían posibles soluciones, cosas a cambiar; surgieron clases de alfabetización, impartidas por una de las componentes del grupo;

Las mujeres que formaban parte del «Campamento dignidad» de Plasencia, que buscaba «conseguir concienciar y visualizar a la sociedad las reivindicaciones de trabajo y vida digna», decidieron juntarse por su cuenta

se hicieron sesiones de peluquería; aprendieron a preparar currículos para presentarlos en distintas empresas; a solucionar papeles; a solicitar la Renta Básica, se ayudó a evitar un desahucio. En definitiva, a estar atentas las unas de las otras.

Comenzaron citándose una vez al mes pero pronto, a medida que se daban cuenta de la importancia de profundizar en sus descubrimientos, pasaron a verse cada dos semanas. El «Campamento dignidad» se fue diluyendo, pero el grupo continuó. Por él han pasado

muchas mujeres, dependiendo en cada momento de las situaciones de cada una y de las acciones convocadas, manteniendo siempre el grupo abierto y flexible a la disponibilidad de sus integrantes. Siete personas participan con más asiduidad: Sonia, Es-

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peranza, Saluqui, Tina, Marife, más Marivi y Puri, militantes de la HOAC. Laura y Carmen, que ya se ha encontrado con el Padre, no participaban con la misma frecuencia por el cuidado de sus hijos y nietos. Todas son paradas de larga duración aunque, algunas trabajan esporádicamente en trabajo doméstico, de limpieza y cuidado de personas; la mayoría cobran la Renta Básica y a veces con problemas; reciben comida de donde pueden (Cáritas, Banco de Alimentos, comedor social….). Son madres y abuelas sufridoras. Con el paso del tiempo, sintieron la necesidad de formalizar los encuentros: poner un

Algunas ya habían participado de las Jornadas Pastoral Obrera, y celebraciones de la Eucaristía del 1º de mayo y 8 de marzo. Valoraban la entrega y dedicación, el compromiso dentro del mundo obrero y el testimonio como cristianas. «Nosotras queremos ser como vosotras, queremos ser de eso que vosotras sois… de la HOAC, hacer lo que vosotras hacéis», les decían. Los encuentros comienzan siempre con una lectura, el Evangelio, una poesía, una canción, unas palabras del Papa…, que ayudan a encauzar la reunión. Se ha abordado el propio grupo, el barrio (con materiales de la JOC), aspectos reflejados en

Grupo La Esperanza de Plasencia.

dad. Descubriendo pasos dados, avances personales y de grupo, asegurando compromisos concretos, acciones e implicaciones en la familia y

Todas valoran la pertenencia al grupo, porque a través de él han descubierto que sus vidas son importantes, les ha ayudado a afianzar valores como la solidaridad, la amistad, la entrega, la empatía...

horario, un orden del día y establecer una frecuencia semanal. Así en enero de 2015 comenzó otro periodo. Pidieron a las dos militantes de la HOAC que se encargaran de dinamizar las reuniones, sabían de su implicación.

artículos del ¡Tú!, Noticias Obreras o temas de los cuadernos de la HOAC, reflexiones de Pastoral Obrera… Ha habido revisiones de vida donde se han desnudado y contado sus vidas, han podido conocerse en profundi-

la sociedad. Participando así en los actos que organiza la HOAC, Pastoral Obrera y otras organizaciones sociales y políticas, conmemorando los días concretos del mundo obrero, vigilias… Todas valoran la pertenencia al grupo, porque a través de él han descubierto que sus vidas son importantes, les ha ayudado a afianzar valores como la solidaridad, la amistad, la entrega, la empatía, a tener una visión más amplia más allá de su barrio, a descubrir que la formación es importante para poder avanzar, a salir y estar abiertas a otras realidades, a empoderarse como las mujeres fuertes que son. Se sienten queridas y saben que forman parte del pro-

yecto de Dios. Hay que destacar su fidelidad y constancia, la ilusión con la que asisten y realizan cualquier actividad y que son capaces de descubrir a Cristo en el rostro y vida de los demás. Para las militantes de la HOAC, está suponiendo «una oración continua, para llegar al Padre, tocarle, porque a través de ellas hemos descubierto la pobreza material, el sufrimiento». Ahora, confiesan, «somos parte de sus vidas y ellas de las nuestras. Hemos vivido momentos muy duros, pero también de alabanza al Padre, hemos palpado como de una forma tan sencilla, estar al lado, acompañando esos momentos y procesos, ofreciendo lo que tenemos y lo que somos, nos ha servido para vivir en plenitud». La HOAC de Plasencia lo vive como una gracia, también un motivo para interrogarse y descubrir que el acercamiento al Padre parte de la opción por los más pobres. La organización diocesana vive con interés y cercanía el proceso del grupo, sintiéndole parte de la familia hoacista. HOAC de Plasencia

Grupo La Esperanza de Plasencia.

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¿quién es?

Pilar Gallego

En las entrevistas de este mes aparece nítido el compromido con las periferias y la pasión por vivir en coherencia con la fe de dos militantes de la HOAC.

«He aprendido a ver lo bueno que hay en cada persona» Grego Contreras recuerda con cariño su paso por la JOC. Vive en Santa Coloma de Gramanet, es bibliotecaria jubilada, tiene dos hijos y dos nietos. Está vinculada al Ateneo Popular de Julia Romera, participa en su parroquia y representa a la HOAC en la coordinadora de entidades cristianas de Barcelona.

¿Cómo fue tu acercamiento a la HOAC? Fue a través de Eladia y Ricardo, de Valencia, militantes de la HOAC, los conocí en la comunidad de Sant Miquel, cuando vivían en Singuerlin, me impactó su compromiso eclesial y su testimonio como pareja y padres. Gracias a una amiga me integré en un grupo de jóvenes de la comunidad de Sant Pere Claver, de los jesuitas de Clot, que organizaba excursiones, cinefórum y otras actividades. Fue un impacto escuchar al padre Torres, al poco tiempo nos iniciamos en la JOC. Háblanos del Ateneo... Pertenezco al Ateneo Popular Júlia Romera. Desde su inicio, ha tenido un papel importante en Santa Coloma en la defensa de la gente más

necesitada y ha sido muy reivindicativo. ¿Cómo es el trato al saber tu dimensión cristiana? En Santa Coloma se conoce la HOAC desde hace muchos años, ya que había sacerdotes y laicos Se sabe que es un movimiento de Iglesia comprometido con el movimiento obrero y social. Personalmente nunca he tenido ningún rechazo donde estoy. ¿Cuál es tu compromiso prioritario en estos momentos? El acompañamiento a familias en situaciones especiales, como la cárcel, la droga, aquellas que han quedado en la cuneta. Vivo de cerca situaciones de sufrimiento y exclusión social. ¿Cuál es tu relación actual con la parroquia? Voy a la Eucaristía dominical y a las celebraciones importantes, a los encuentros del arciprestazgo y tengo relación personal con las familias. ¿Qué es lo que más valoras de la HOAC? Dar el paso a la HOAC ha sido decisivo, por la formación, que siempre había valorado mucho, y por los propios militantes y la concreción del compromiso eclesial y social. He descubierto muchos valores y esa otra manera de ver el mundo, centrando la mirada en lo bueno que hay en cada persona. Ha sido fundamental para revisar la vida desde la fe.

«Si hay cien que luchan, hay cien motivos para la esperanza» Joaquín Sánchez es sacerdote en Murcia, capellán de la prisión, además de otros centros, y consiliario de la HOAC. Siempre en las periferias, en contra de los desahucios, con los refugiados en Grecia y ha participado en los encuentros entre el Vaticano y los movimientos populares.

¿Cuándo tuviste contacto con la HOAC? Conocía a algunos militantes de la HOAC, sentía admiración por su testimonio y compromiso. La HOAC era un referente de fe. El obispo me llamó para que fuera consiliario pero le dije que no, porque no la conocía tanto. Al final, acepté. La HOAC y sus militantes han redimensionado mi vida en todos los sentidos. La formación de la HOAC, ¿te ha ayudado a mantener tus compromisos? No solo a mantener los compromisos, que ya es importante, sino a profundizar y anclarlos en la mística y espiritualidad en un mundo donde las injusticias y su legitimación han sido considerables. La formación también ha tenido un papel importante en subrayar lo fundamental de nuestra fe, me ha ayudado a converger vida y fe. Es una formación que ayuda a descubrir el Evangelio y la Doctrina Social de la Iglesia, como fundamento y horizonte en nuestra misión evangelizadora. ¿Estamos dando los cristianos una respuesta coherente ante la desesperanza? Tengo que decir con mucho dolor que hay cristianos que contribuyen a esa desesperanza. Pero también los hay que mantienen sus compro-

misos y que son una luz y un referente. ¿Cómo mantienes la esperanza hoy día? Si hay cien personas que siguen luchando en la construcción de un mundo más humano y justo, hay cien motivos para la esperanza. Mi esperanza se mantiene en mi fe en el Dios de Jesús y en esa gran mística y espiritualidad que nace de la misión de ser «Buena Noticia para los pobres», de intentar aliviar el sufrimiento humano. El segundo pilar es el cariño de la gente, incluso de fuera de la Iglesia. Un tercer pilar ha sido el papa Francisco, un gran aire de libertad, defendiendo la Iglesia de los pobres y para los pobres y contribuyendo a construir un mundo de paz, justicia y fraternidad.

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la mirada justa

¿Por qué no nos comprometemos? otamos de vez en cuando. Y muchos pueden pensar que ya han cumplido con su deber de ciudadanos. Y todos los problemas y situaciones de la vida cotidiana, familiar, social y política, ya no les conciernen. Son para que los arreglen otros. Lo hacen por desinterés, o por no saber qué hacer, o por sentirse impotentes, o por estar solos, o por falta de tiempo. Así se quedan al margen de la convivencia social. Si nos dejamos llevar por estas actitudes, ¿no somos algo o muy irresponsables? ¿Una persona humana no debe ser capaz de contribuir más y mucho más? Y, sobre todo, ¿los cristianos y cristianas no deberíamos ser más coherentes por las exigencias del amor al prójimo? Una mirada justa y exigente nos la ofrece el papa Francisco a la gente de Acción Católica pero que es extensible a toda persona. Pide a los cristianos laicos y laicas que asuman su responsabilidad. ¿Cómo? Nos dice: «Ofrezcan su tiempo buscando cómo hacer que los otros crezcan, ofrezcan lo que hay en los bolsillos compartiendo con los que menos tienen, ofrezcan sacrificadamente el don de la vocación personal para embellecer y hacer crecer la casa común».

Estar «en el mundo político, empresarial, profesional… para servir mejor», estar «en las cárceles, los hospitales, en la calle, en la villa, las fábricas», estar «en este pueblo, en la parroquia, en la diócesis, en el país, en el barrio, en la familia, en el estudio y en el trabajo, en lo rural, en los ámbitos propios de la vida. En estos nuevos areópagos es donde se toman decisiones y se construye la cultura». Por eso, «hay que estar atentos y compartiendo las luchas y esperanzas de los hombres para mostrarles el camino de la salvación». No estar «lejos del pueblo», sino «en medio del pueblo». «Compartir la vida de la gente y aprender a descubrir por dónde van sus intereses y sus búsquedas, cuáles son sus anhelos y heridas más profundas; y qué es lo que necesitan de nosotros». Lógicamente, todo esto requiere ayuda, grupo, formación, oración… para crecer y avanzar. En fin, toda una llamada a descubrir que la persona que se entrega a hacer algo por los demás en la vida social es mejor y más auténtica persona. Gregorio Burgos

¿sabías que...?

n 2050, fecha en el que se espera que la población mundial alcance los 9.600 millones de habitantes, harán falta tres planetas para mantener el actual nivel de vida y consumo. l 52% de la tierra empleada para la agricultura se ha visto moderada o gravemente afectada por la degradación del suelo. ada minuto se pierden 23 hectáreas de tierra cultivable como consecuencia de la sequía y la desertificación. El 74% de los pobres se ven directamente afectados por la degradación de la tierra a nivel mundial. l pescado proporciona el 20% de las proteínas de origen animal a 3.000 millones de personas aproximadamente. Tan solo 10 especies representan en torno al 30% de la pesca de captura marina y 10 especies constituyen alrededor del 50% de la producción acuícola. ás del 80% de la alimentación humana se compone de plantas. Solo 5 cultivos de cereales proporcionan el 60% de la ingestión energética diaria. os bosques son el medio de vida de alrededor de 1.600 millones de personas, incluidas más de 2.000 culturas indígenas y en ellos habita más del 80% de las especies terrestres de animales, plantas e insectos. l 5 de junio, Día del Medio Ambiente, es buena ocasión para promover el uso sostenible de los ecosistemas, luchar contra la desertificación y frenar la degradación de las tierras y la pérdida de la diversidad biológica.

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evangelio en la calle

Amar y servir mar a Dios es tener la experiencia sublime y profunda de sentirse querido y agraciado sin mérito propio. Amar a Dios es dejarse amar por él: «Porque estoy persuadido de que ni la muerte, ni la vida, ni los ángeles, ni los principados, ni las cosas presentes ni las futuras, ni las potestades, ni la altura ni la profundidad, ni otra criatura alguna podrá separarnos del amor que Dios nos ha manifestado en Cristo Jesús, nuestro Señor» (Rm 8, 38-39). Entendido así, el amor se convierte en agradecimiento, acción de gracias, gozo, paz y compromiso. Es vivir un clima permanente de encuentro con Dios que se nos ofrece especialmente en los más débiles. Creer en el amor unifica nuestra vida de tal manera que todas nuestras actividades brotan de ese amor y no tenemos otro oficio más que el amor que expropia y transforma nuestra vida. Pero ese amor, ¿qué nos da y qué nos pide? (no como exigencia moral porque Dios no exige nada, solo da): servir. Veámoslo: «En esto hemos conocido el amor: en que él ha dado su vida por nosotros; y nosotros debemos dar también la vida por nuestros hermanos. Si alguno tiene bienes de este mundo, ve a su hermano en la necesidad y le cierra sus entrañas, ¿cómo puede estar en él el amor de Dios? Amémonos no de palabra ni de boquilla, sino con obras y de verdad» (1 Jn 3, 16-18). Servir consiste en la actitud vital de hacer siempre el bien. Esa actitud es necesario vivirla en este mundo tan mercantilizado e individualista dando gratis lo que hemos recibido gratuitamente (Mt 10, 8). Nuestros compromisos no son otra cosa nada más que vivir y contagiar la experiencia del amor en Cristo: camino, verdad y vida (Jn 14, 6). El cristiano es el servidor de los otros ante cualquiera de sus necesidades. Pero ¡ojo!, amar y servir gratuitamente es imposible para nuestras pobres fuerzas contaminadas de lo contrario. Por eso rezamos tan acertadamente al Señor Jesús: danos la gracia de amarte con todo nuestro corazón y de servirte con todas nuestras fuerzas.

Así va el mundo

PROTEJAMOS A LOS NIÑOS

DEL TRABAJO INFANTIL

ras décadas de concienciación y lucha, todavía hay cerca de 168 millones menores desempeñando un trabajo impropio para su edad, de los cuales, más de la mitad, 85 millones, desempeñan labores peligrosas. Esta lacra debería desaparecer de la faz de la tierra, como tarde en 2025, así lo exigen los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Un gran obstáculo son las guerras y las catástrofes naturales. Se calcula que hay 250 millones de niños y niñas en áreas afectadas por un conflicto armado y 70 millones afectados por catástrofes naturales. Separados de sus familias, son presa fácil para la trata, la esclavitud o el alistamiento en grupos combatientes. La OIT con ocasión del Día Mundial contra Trabajo Infantil, el 12 de junio, denuncia que sin paz y sin afrontar el cambio climático, los y las menores del mundo seguirán siendo vulnerables.

Antonio Hernández-Carrillo Regala libros, regala cultura. Accede al catálogo de Ediciones HOAC y compra online.

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179 • junio 2017

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