Tu 185 abril by Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC)

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Procesos sinodales en la Iglesia

HOAC.es • Nº 185 • abril 2018 • III Época • 0,80€

Alfredo Losada y Marta Oter, nuevos militantes de la HOAC

Foto | Fran Lorente (CCOO Madrid)

Pensiones decentes

as pensiones se han convertido en una preocupación de primer orden, como demuestran las recientes movilizaciones que demandan un amplio diálogo social y así lo político. Está en juego una vida buena para los mayores de hoy y de los del futuro. Pero también la solidaridad intergeneracional, la distribución equitativa de la riqueza creada, el propio pacto social y, sobre todo, la justicia del modelo social. Las últimas reformas, especialmente la del 2013, persiguen contener el gasto a costa de la cuantía de las pensiones, en un contexto de precarización del empleo que supone cotizaciones insuficientes. Se niega un principio fundamental expresado por san Juan Pablo II: «la realización

de los derechos del hombre del trabajo no puede estar condenada a constituir solamente un derivado de los sistemas económicos guiados por el criterio del máximo bevemos neficio» (Laborem exercens, 17). La HOAC defiende que los derechos sociales deben ser garantizados por sí mismos, independientemente del origen de los recursos necesarios para asegurar su ejercicio efectivo; no pueden depender exclusivamente del empleo y han de ser financiados también a través un sistema fiscal más justo, por lo que cree necesario, además, cambiar el modelo económico, empezando por unas relaciones laborales basadas en el trabajo digno, si lo que queremos es seguir creciendo como sociedad decente.

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con Dios en la vida obrera

Aurora en la noche

la calle

s huracán, fuerza arrebatadora, la fuerza del Espíritu. Su compromiso en su parroquia, en el equipo de pastoral obrera, en el grupo de mujeres... así nos lo muestra. Trabajadora que sigue echando horas en casas para ayudar a la economía familiar. Ella sabe de la soledad de las noches mientras su marido, al que adora, gastaba su vida en su trabajo amasando esperanzas y condiciones de empleo injustas. Su oración impetuosa la hizo movilizar a las mujeres de esos trabajadores cuando tuvieron que hacer frente a meses de impago y de promesas incumplidas. Ella no dudó en ser puente entre los huelguistas y su parroquia. Y también con la HOAC, con la que mantiene una relación de algo más que amiga. Una lucha que la convirtió, sin saberlo, en abrazo entrañable de la Iglesia al mundo obrero. Creyente y sencilla, como María, es pueblo y vive a Dios entre el pueblo. Ella que, si hace falta, por puro amor, te hace la corrección fraterna a bocajarro, especialmente cuando se cuestiona la reivindicación y la solidaridad obrera. Y su obispo lo sabe. Y es que experimentar el Evangelio en carne viva no te deja ser tibia ni hablar en voz baja. Al menos a ella. La Eucaristía, la comunidad, su familia... la impulsan a seguir siendo aurora entre tanta noche. Teresa Jiménez Zamorano

Mayo 2018. Día de la HOAC

Durante el mes de mayo se realiza esta jornada de celebración, festiva y reivindicativa para compartir con todos los amigos y amigas de la HOAC ¿Qué respuestas son necesarias ante la falta de trabajo decente?

Infórmate de las convocatorias diocesanas en www.hoac.es

La convivencia vence el miedo y los prejuicios Este artículo está escrito desde la cercanía, escucha y convivencia diaria con 19 jóvenes inmigrantes africanos acogidos en la comunidad de misioneros combonianos en Granada. asi 60 jóvenes inmigrantes africanos, recién llegados a las costas de Motril y Almería, fueron abandonados a su suerte a las puertas de la estación de autobuses de Granada. A lo largo de los días de convivencia hemos pasado de la asistencia a la promoción humana. La convivencia nos ha ido quitando muchos prejuicios y miedos que, en realidad, son resultado del desconocimiento, de la ignorancia y de ver al otro como distinto. Estos jóvenes africanos son tan parecidos a nosotros como lo son los jóvenes del barrio. El hambre y la muerte cotidianas les quitan la vida y la esperanza… Los jóvenes africanos, nos dicen, «vivimos entre muertes violentas todos los días desde que nacimos. En Mali, Nigeria, Chad y otros países del África del Oeste, como son Guinea Conakry, Costa de Marfil, Sierra Leona, cientos de miles de jóvenes no tenemos futuro ni oportunidades para prosperar». «Estamos desesperados y nuestra desesperanza está nutrida por los conflictos sociales que vivimos, cada día, la vida se nos hace insoportable. Esta situación no es de ayer, está enquistada desde hace muchos años y cada año va a peor. En nuestros países hay persecución y favoritismos interesados que nos privan de las pocas oportunidades que hay, repartiéndoselas siempre entre los mismos».

Por si fuera poco, hay que tener en cuenta las atrocidades del camino, para unos, 9 meses para otros, 11 meses desde que salieron de sus países. «En el desierto, atravesando Libia, nos encontramos con mafias de tuaregs. Nos tratan como esclavos, algunos fuimos vendidos a la gente rica por 20 o 30 euros. Millares de jóvenes son golpeados y quedan heridos violentamente por no tener el dinero que les piden y otros después de ser torturados pierden la vida». Después han de enfrentarse al Mediterráneo. Una avería en el motor o una ola demasiado grande son, frecuentemente, la muerte. «Avanzar, es morir. Volver atrás, es morir. Vayamos hacia adelante, hay que avanzar o morir», se decían. Estos jóvenes africanos han vivido «el doble» de su edad biológica…, «han nacido dos veces». Es un milagro el que estén vivos. Esta es la dura y cruel realidad que viven cientos de miles de jóvenes africanos inmigrantes. ¿Cómo no vas a hacer lo que esté en tu mano para perder el miedo, desechar los prejuicios que ensombrecen la solidaridad y así, poder dar la respuesta ciudadana que esté a tu alcance? Acércate con respeto, conoce, defiende y colabora solidariamente en la ayuda al inmigrante. Recibirás mucho más de lo que des. Te lo aseguro desde mi propia experiencia. P. Rafael Pérez | MCCJ

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política en zapatillas

La respuesta evamos una década de expolio de los pobres. Los ajustes, recortes, despidos, reformas laborales, fiscales, monetarias, protección de los que tienen y opresión de los que no tienen, con el silencio de la mayoría, ha desembocado en el enriquecimiento de los de siempre y el empobrecimiento de los de siempre, pero aumentando la distancia entre unos y otros, la desigualdad. En este tiempo se han oído voces y protestas de muchos colectivos, muchos movimientos, acciones nuevas y diversas que reclamaban un cambio en la orientación de las políticas de ajuste. La respuesta del gobierno ha sido nula. En alguna ocasión tendremos que preguntarnos qué ha pasado para que el interés de parte se haya puesto por encima del interés de las víctimas, y cuando

había posibilidad de cambiar gobiernos prevaleció la pureza ideológica y la supuesta posesión de la verdad, que reclamaba el apoyo de todos a «mi» causa, consiguiendo, en cambio, que permaneciera el que tanto dolor e injusticia estaba provocando.

Ha bastado que los pensionistas y jubilados de este país salgamos a la calle para que el inmutable mute

Esto parece que está cambiando. Ha bastado que los pensionistas y jubilados de este país salgamos a la calle para que el inmutable mute, Montoro ofrezca algunas migajas y Fátima deje de repetir sin sonrojarse que las pensiones han subido. La respuesta política, que no ha sido capaz de detener el dolor de tantas personas mayores empobrecidas, el aumento de suicidios y el crecimiento desmesurado del consumo de antidepresivos, ha empezado a moverse por miedo a perder un montón de votos en las próximas elecciones. Debería producirnos una profunda tristeza que dirigentes políticos ejerciten la moral y la ética en función de sus expectativas electorales, y no en respuesta al sufrimiento de las personas. A.A. Maestre

cultura

Una necesaria revolución cultural

uando el papa Francisco habla en Laudato si’ de nuestra vocación a cuidar la casa común (nuestro planeta) y la familia humana que la habitamos, plantea algo muy importante de lo que no acabamos de tomar conciencia: necesitamos una profunda «revolución cultural», un profundo cambio de mentalidad, que nos libere de la esclavitud de una orientación hacia la rentabilidad de la inmensa capacidad científica y tecnológica que hoy tenemos. Una capacidad que, de hecho, está controlada por los pocos que tienen más poder económico, lo que les da un inmenso poder sobre toda la humanidad. Desde los criterios de utilidad y rentabilidad, esa capacidad científica y técnica se ha orientado de tal forma que, en lugar de cuidar, destruye al convertirlo todo en objeto, como si se pudiera estrujar hasta el máximo. Destruye personas y destruye el planeta. Hemos llegado a creernos que todo lo que se puede hacer técnicamente y es rentable es, automáticamente, progreso, bueno. Y que es posible un crecimiento infinito. Olvidamos que nuestro mundo tiene límites. Es una gran mentira encubridora de la codicia. Una ceguera muy peligrosa.

La ciencia y la tecnología pueden ser un gran bien. Pero no lo son automáticamente. Depende de para qué y cómo las utilizamos. Lo bueno no viene automáticamente determinado por la ciencia y la técnica. Más bien por la búsqueda explícita de la justicia, la libertad responsable, la fraternidad universal, el cuidado mutuo y del planeta. Viene de respetar la sagrada dignidad de cada persona. Necesitamos situar en esa perspectiva las decisiones que tomamos. La orientación de la capacidad tecnológica al servicio del desarrollo integral de la familia humana (por tanto, primero de los pobres) y del cuidado del planeta es un camino de vida. La orientación hacia la rentabilidad (olvidando sus consecuencias para los pobres y para el planeta) es un camino de muerte. Necesitamos una clara conciencia de esto. Conciencia que tiene mucho que ver con nuestros estilos de vida: ¿qué deseamos personal y socialmente?, ¿tener más o que todos tengan lo suficiente?, ¿acumular o vivir con austeridad solidaria para que todos podamos vivir en un planeta habitable? Francisco Porcar

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la ventana del mes

Procesos sinodales en la Iglesia En numerosas diócesis se han puesto en marcha procesos sinodales para acoger la voz del pueblo de Dios, atender mejor las realidades históricas y abrir nuevos caminos y posibilidades de diálogo con el mundo, en consonancia con el empeño del papa Francisco. Una de estas experiencias es la de la diócesis de Coria-Cáceres. l anuncio de la alegría del Evangelio así como la incorporación de la cuestión ambiental al magisterio social de la Iglesia, es decir, Evangelii gaudium y Laudato si’, se han agregado como prioridad pastoral a la agenda de la Iglesia española. En Logroño, en Madrid…, se han puesto en marcha sínodos o procesos participativos para marcar las orientaciones pastorales. También en la diócesis de Coria-Cáceres, que cuenta con una mayor presencia de laicos, mujeres y hombres, en puestos de responsabilidad, como resultado del Sínodo celebrado durante tres años y medio, en el que han participado 325 grupos y cerca de 4.000 personas. Se han agrupado las áreas de trabajo en cuatro cuestiones claves (transmisión de la fe, pastoral social y caritativa, apostolado seglar y culto y espiritualidad) en las que se integran las delegaciones, algunas de nueva creación como la dedicada al Cuidado de la Creación o a la infancia. «El camino sinodal por sí mismo merece la pena, independientemente del resultado. El hecho de convocar a todo el pueblo de Dios, que se ha podido expresar y ha

«El hecho de convocar a todo el pueblo de Dios, que se ha podido expresar y ha visto retratadas sus propuestas, es una manera de hacer Iglesia que hay que cuidar» visto retratadas sus opiniones y propuestas, es una manera de hacer Iglesia que hay que cuidar», asegura el secretario del Sínodo, el sacerdote Jesús Moreno. Para Moreno, las claves que explican los buenos frutos están en «la implicación del obispo que ha estado animando las tareas constantemente; la organización de los trabajos para llegar a todos los ámbitos y permitir la par-

ticipación real, a partir de la experiencia de los consejos pastorales ya existentes y la realidad de los arciprestazgos; y la implicación personal para salvar las distancias y las diferencias en una diócesis de contrastes, urbana y rural, con realidades eclesiales muy fuertes en algunos casos y muy débiles en otros». Concluido el sínodo, cuya clausura coincidió con la Inmaculada, llega el tiempo de

poner en práctica sus disposiciones y orientaciones, pero también de llevar el mismo espíritu al día a día de la diócesis: «Ahora estamos intentando ver cómo mantener todo esto, hay grupos que quieren seguir reflexionando sobre su ser cristiano, su papel en el mundo y habrá que dotarles de herramientas», afirma Moreno. El Sínodo se ha pronunciado a favor de fomentar la

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corresponsabilidad laical, potenciando su vocación e implicación social, de reconocer no solo de palabra la importancia de las mujeres en la vida de la Iglesia y apostar por la atención a realidades como la infancia, las migraciones y el medio ambiente. De momento, cuatro mujeres están al frente de otras tantas delegaciones. La recién nombrada delegada de pastoral del Cuidado de la Creación, Merche Expósito, también es de la opinión de que «todo lo que suponga construir es importante». En el sínodo anterior, el celebrado en 1987, se pusieron en marcha los consejos pastorales. En este, «se ha dado un paso más al insistir en la participación de los laicos en el organigrama de la diócesis, pero también en el mundo, como cristianos responsables y comprometidos», comenta la delegada, que también es militante de la HOAC. La nueva delegación responde a las prioridades actuales de la Iglesia y del pontificado de Francisco. De hecho, es la primera diócesis que la ha puesto en marcha. «No me esperaba ser propuesta para esta delegación, venía trabajando en pastoral

Obrera, en pastoral Social, pero hablé con el obispo y acepté el reto, después de pensarlo y orarlo», afirma Expósito. Aunque el Sínodo había demandado simplificar el organigrama, el titular de la diócesis quería una delegación dedicada a este asunto, «para que fuera autónoma, para hacer y decir lo que considerara». Con la dificultad de crear algo desde cero, sin referencias en otras diócesis, Expósito ya está dando vueltas a la forma de llevar a cabo la tarea encargada. Tal y como ella lo entiende, la pastoral del Cuidado del Creación «es cómo una manta que envuelve al resto de las delegaciones, que requiere mucho contacto con las demás, que las acompaña y las apoya, que tiene que hacer de Pepito Grillo para que la dimensión medioambiental sea tenida en cuenta». La vertiente ecologista, en coherencia con la visión expresada por el propio papa Francisco, en realidad, opina Expósito, se asienta en tres patas: la relación con Dios, con el entorno y con la persona humana. Así que los objetivos que se ha propuesto son ayudar a tomar concien-

«No es tanto hacer muchas acciones o actividades, como colaborar con la diócesis, animar a reflexionar y a encontrar soluciones y entender la relación entre la persona humana y su entorno» cia de la responsabilidad de cuidar el planeta y con las generaciones futuras, incorporar el impacto en el medio ambiente de nuestras decisiones y dar gracias a Dios por el mundo tan maravilloso que nos ha entregado, lo que implica denunciar aquello que supone un daño. «No es tanto hacer muchas acciones o actividades, aunque estaremos atentos a los momentos clave, como la Jornada por el Cuidado de la Creación, como colaborar con la diócesis, animar a reflexionar y a encontrar soluciones y entender la relación entre la persona humana y su entorno», añade Expósito, para quien la ecología integral plasmada en la encíclica de Francisco está íntimamente relacionada con la persona humana, con una base antropológica muy profunda. «Cuidar la Creación también es cuidar a la persona, cui-

darse uno mismo, también espiritualmente, para poder cuidar a los demás», resume. Para ella, la realidad de la diócesis ofrece muchas oportunidades para desarrollar su labor al frente de la nueva delegación: «Extremadura es rural, todos los veranos padecemos graves incendios, ahora mismo hay un conflicto por la explotación de una mina de litio, así que hay una conciencia que hay cultivar y fomentar, sobre todo, con la ayuda de la Doctrina Social de la Iglesia», cuenta. Aunque Expósito reconoce sus «limitaciones» y sabiéndose «poca cosa», muestra su ilusión ante un «gran reto que con el tiempo se verá cómo lo hemos afrontado, si hemos abierto caminos que pueden ayudar a los demás o hay que introducir cambios». José Luis Palacios @jlpalas

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¿quién es?

Por Celia Naharro

Alfredo y Marta, de A Coruña y Guadalajara, respectivamente, están recién incorporados a la HOAC de las diócesis donde viven.

«Aprecio la profundidad de la formación» Hace poco más de dos meses en A Coruña dio el paso a la militancia de la HOAC un grupo de personas entre las que se encuentra Alfredo Losada, abogado de 42 años, casado y sin hijos, que ejerce su profesión en un despacho colaborativo y que se declara entusiasmado ante su nueva condición de militante hoacista.

Hace poco has dado el paso a la militancia, ¿qué te llevó a acercarte a la HOAC? Hace más de veinte años me di cuenta de la importancia del compromiso cristiano en la Iglesia y la sociedad y eso me llevó a conocer varias asociaciones laicales. En concreto, en la diócesis de Lugo, constituimos Arela, que se disolvió hace unos años. Tras un periodo de discernimiento, varios miembros de esta asociación comenzamos a formar parte de esta gran familia hoacista. En concreto, de la HOAC aprecio la profundidad en la formación para plantear la defensa de la persona a todos los niveles, y un compromiso activo radical en el mundo del trabajo, tan olvidado en muchos sectores de la Iglesia. ¿Qué significa para ti el equipo? Un grupo de amigos (en el sentido que denominaba Rovirosa, de personas que son capaces de dar la vida por el otro) que escuchan, que interpelan cuando algo chirría, defensores de una vida digna, y que, además del compromiso personal, buscan uno grupal significativo. ¿Dónde desarrollas tu compromiso militante? Temporalmente en la delegación de apostolado seglar de Lugo. En menor medida, colaboro en la parroquia donde

vivo (San Cristovo das viñas, de A Coruña) en la coordinación de catequesis con padres, y en un proyecto de Cáritas en la rectoral para acogida temporal de personas que salen del centro penitenciario. En cuanto al ámbito social, he colaborado en una iniciativa en el ámbito de la economía social y solidaria, Ítaca Software Libre, sobre todo a nivel profesional en materia de implantación de medidas de protección de datos personales. Asimismo, en el ámbito de las finanzas éticas, desde hace varios años soy socio de Fiare Banca Ética y miembro de la comisión de evaluación ético-social de Galiza Norte.

«El equipo de iniciación está siendo un regalo» Marta Oter García dejó su Burgos natal en el año 2004, y también su equipo de la HOAC, el equipo 4, para irse a trabajar como enfermera al Hospital Universitario de Guadalajara. Desde abril de 2016 forma parte de un equipo de iniciación en esta ciudad castellano-manchega que la ha adoptado y en el que ha descubierto la riqueza de pertenecer a la Iglesia.

¿Cómo llega la HOAC a tu vida? Un sacerdote de mi parroquia que pertenecía a la HOAC me invitó a participar en un vídeo que iban a realizar sobre personas en situación de paro y precariedad. Yo, en ese momento, estaba en paro y trabajaba cuando me salía alguna sustitución, sobre todo, en verano. Ese fue mi primer contacto con la HOAC y me gustó eso de unir la fe y la situación de inestabilidad y desasosiego que yo estaba viviendo. Ahí descubrí gente muy sencilla y cercana que se interesaba por mi situación de una manera sincera. Luego me invitaron a una presentación y de ahí salió un grupo de iniciación donde poco a poco nos fuimos conociendo y descubrí a personas con inquietudes similares a las mías. ¿Qué ha supuesto para ti llegar a otra ciudad y a un nuevo equipo? Está suponiendo dejar un ancla importante, porque el tiempo compartido es mucho, pero también doy gracias a Dios porque me pone hermanos cerca con los que caminar. En Guadalajara he descubierto la riqueza de pertenecer a la Iglesia y que, donde vas como creyente, encuentras hermanos. Y el equipo de iniciación está siendo un regalo, poco a poco vamos to-

mando conciencia como equipo y nos vamos afianzando. ¿Qué te parece el plan de iniciación? Una herramienta preciosa para ayudar a las personas a plantearse su ser creyente en el mundo de hoy, aquí y ahora, y una oportunidad para reflexionar junto a otros e ir avanzando en nuestra coherencia como creyentes en la sociedad actual. ¿Dónde milita Marta Oter? Actualmente he centrado mi compromiso en mi responsabilidad como responsable de Pastoral Obrera de la Delegación de Apostolado Seglar de la diócesis de Sigüenza-Guadalajara, desde donde intento transmitir la importancia de que nos planteemos nuestra dimensión social como creyentes y desde donde apostamos por sensibilizar a toda la diócesis en este sentido.

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la mirada justa

¿Qué pasa con los accidentes laborales? arecía que en los años de esta década se producían menos accidentes en el trabajo. Como había menos trabajadores empleados, había bajado el número de accidentes laborales. Pero en cuanto en estos últimos años se han ido creando más empleos, resulta que también ha ido aumentando la siniestralidad laboral. Se habla de un desmesurado repunte de los accidentes laborales. Mirando estadísticas oficiales, vemos que en el año 2016 se dieron 480.052 accidentes (de ellos, 476 mortales), pero en 2017 han sido 503.749 los trabajadores accidentados (de ellos, 484 mortales). ¿Qué está pasando? Se coincide en que la causa de esta mayor siniestralidad se debe principalmente a las condiciones de precariedad que predominan en el mercado laboral. En muchos sitios no se cumplen debidamente las medidas de prevención de riesgos laborales que marca la ley, quizás porque para algunos les resulta un gasto excesivo o innecesario. Por ello, la siniestralidad abunda más en las empresas de subcontratas. Influye mucho la sobrecarga de trabajo, el estrés, las largas jornadas, los bajos salarios, la poca información o formación de prevención…También hay quienes se sorprenden de la impunidad empresarial o del mutismo en medios de comunicación social en cuanto a este tema.

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En el mundo de los trabajadores siempre ha preocupado con inquietud este tema. Por eso se celebra el 28 de abril la Jornada Internacional por la Salud Laboral. La mirada justa cristiana insiste en que la persona y por tanto la persona del trabajador debe ser el aspecto más cuidado, valorado y promovido en la vida. Por ello, la Iglesia, en la que debe primar la mirada misericordiosa, manifiesta su preocupación por los accidentes y las enfermedades laborales, físicas y psíquicas. Ya en el año 2000, los obispos españoles, reunidos en asamblea plenaria, hicieron un llamamiento a todos para que, desde la Administración, las empresas, los sindicatos y los mismos trabajadores, se cumplan la leyes de prevención existentes y se pongan cada vez más medios para lograr las mejores condiciones laborales desde el propio contrato de trabajo hasta los aspectos de seguridad e higiene. Y piden que las comunidades cristianas se impliquen en esas situaciones y asuman las responsabilidades derivadas de la defensa y promoción de la vida, también en el campo de la seguridad y salud en el trabajo. Igualmente debemos acompañar y ayudar a las familias de los accidentados. Siguen siendo actuales estas recomendaciones. Gregorio Burgos

¿sabías que...?

n España, la pensión por jubilación y por viudedad más frecuente se sitúa entre los 600 y los 650 euros (1,1 millones de jubilación y 630.000 de viudedad). Unos 4,8 de los 9,4 millones de pensionistas existentes en España cobran solamente 700 euros. as mujeres pensionistas perciben casi 6.000 euros anuales menos que los hombres al año (5.896,1 euros anuales). Las mujeres representan el 73% de quienes perciben las pensiones más bajas de nuestro país, más de un millón y medio perciben pensiones por debajo de los 500 euros (el triple que los hombres). l año pasado 400.000 pensionistas abandonaron sus tratamientos médicos por el copago farmacéutico, que permite al Gobierno recaudar hasta 1.000 millones de euros. Cuatro de cada 10 pensiones han contribuido a sostener a sus familias durante la crisis. l propio Ejecutivo estima que a partir de 2019 se producirá una reducción de la cuantía de las nuevas pensiones de jubilación del 4% cada 10 años y de manera acumulativa. En una década se retrasará en casi 9 meses la edad de jubilación efectiva, siendo ya una de las más altas de la UE (con 64,1 años). l pasado año la Seguridad Social arrojó un desajuste de 18.800 millones. Hasta el 2012, la situación estaba razonablemente controlada. La reforma laboral impuesta ese año ha precarizado el empleo y los salarios, ha hecho que las cotizaciones sociales caigan a mínimos. e mantenerse la reforma de 2013, la relación media entre pensión y último salario (tasa de sustitución) caerá desde el 80% a menos del 50%. Quince millones de pensionistas recibirán la misma proporción de la renta nacional que los 9 millones actuales.

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evangelio en la calle

Así va el mundo

La mirada de Jesús a la creación a forma de situarse que tuvo Jesús de Nazaret ante la creación la podemos describir como tierna, educativa, itinerante, amistosa y transformadora. Vamos a presentarla desde estos puntos de vista a través de algunos textos del Evangelio con un pequeño comentario que fluye fácilmente. ¡Cuánta ternura y belleza se desprenden de estos dos textos!: «¿No se venden cinco pájaros por muy poco dinero? Y, sin embargo, Dios no se olvida ni de uno solo de ellos» (Lc. 12, 6) y éste otro: «Fijaos en las aves del cielo; ni siembran ni siegan ni recogen en graneros, y, sin embargo, vuestro Padre celestial las alimenta» (Mt. 6, 26). Nuestro Maestro enseña a sus discípulos a pensar y aprender de la madre naturaleza: «Levantad los ojos y mirad los campos, ya están listos para la siega» (Jn 4, 35). Y: «El reino de los cielos es como una semilla de mostaza que un hombre siembra en el campo. Es más pequeña que cualquier semilla, pero cuando crece es mayor que las hortalizas y se hace un árbol» (Mt. 13, 31). Mirada educativa. Jesucristo fue el profeta itinerante por excelencia. Anduvo continuamente por pueblos, ciudades, caminos...: «Caminaba por pueblos y aldeas predicando y anunciando el Reino de Dios» (Lc 8, 1). No es lo mismo mirar la creación desde la comodidad que hacerlo sin tener «donde reclinar la cabeza». La mirada itinerante te lleva a no instalarte y a ver en la creación algo que se construye desde el ajetreo. Él no aparece como un profeta apartado del mundo o enemigo de las cosas agradables, sino como amigo de la vida. Refiriéndose a sí mismo expresa: «Vino el Hijo del hombre, que come y bebe, y dicen que es un comilón y borracho» (Mt 11, 19). Y finalmente su mirada a la realidad fue la de un trabajador con todo lo que lleva el trabajo de transformación y colaboración con la creación: «¿No es éste el carpintero, el hijo de María?» (Mc 6, 3). Si miramos como Jesús miraba la creación, ¿mejoraría o cambiaría nuestra mirada en la familia, asociación, trabajo? Antonio Hernández-Carrillo

l 22 de abril estamos llamados a conmemorar el Día Internacional de la Madre Tierra, designado así en 2009 por la ONU, en reconocimiento de que la Tierra y sus ecosistemas son nuestro hogar y de la necesidad de cuidar la naturaleza y el planeta. La mayor amenaza actual, sin duda, es el llamado cambio climático provocado por la actividad del ser humano. El Movimiento Mundial Católico por el Clima, aprovechando que este año cae en domingo, llama a las comunidades cristianas a agradecer en la Eucaristía el don de la Creación y después a promover la reducción de la huella de carbono (reducir la emisión de gases de efecto invernadero) en las propias diócesis.

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185 • abril 2018

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