4
8
A
Ñ
O
S
S
I
R
V
I
E
N
D
O
A
L
O
S
M
Á
S
P
O
B
R
E
S
informativo de Hogar de Cristo
Rompiendo las fronteras de la exclusión
Edición - Marzo 2019
Proceso de Comunicaciones de Hogar de Cristo
-
Redacción y edición: Jéssica Maridueña
-
Diseño y Diagramación: Gabriela Chica
-
Fotos: Banco de imágenes HC
Mujeres de la comunidad, protagonistas del desarrollo local
La “hija de madre soltera” que trabajó por la dignidad -Rossana Cueva,Compañía de JesúsCuando hablamos de los procesos sociales en el Ecuador, vemos que muchas mujeres, con sus opciones de vida incidieron en la historia y el derecho que todos tenemos a participar en lo público. Una de las pioneras fue, María Luisa Gómez de la Torre, “una hija de madre soltera” que sufrió por eso una fuerte discriminación por la sociedad conservadora de su época. Por esto, su formación se dio en los colegios laicos abiertos por la Revolución Liberal pero reservados casi exclusivamente para hombres. En uno de ellos, el Mejía de Quito, llegaría a ejercer la docencia hasta que fue expulsada del magisterio, en el segundo gobierno de Velasco Ibarra, debido a su participación en distintas protestas sociales. No hay que olvidar que apenas tres años antes, durante la revolución conocida como “La Gloriosa” (mayo de 1944), María Luisa junto con sus amigas Dolores Cacuango y Nela Martínez, entraron al Palacio de Carondelet para destituir de Arroyo del Río y bloquear cualquier intento de los militares por restituirlo en el poder La expulsión de la vida docente no declinó el espíritu de esta luchadora que, además, fue la única mujer que participó en la fundación del Partido Socialista del Ecuador. Desde entonces, en diferentes espacios defendió los derechos de grupos excluidos como las mujeres y los índigenas. Por eso fundó en 1938 la Alianza Femenina Ecuatoriana y, junto con su amiga Dolores Cacuango, organizó las primeras escuelas comunitarias indígenas que fueron el semillero de la toma de conciencia de los líderes indígenas que tanto se destacaron en la segunda mitad del siglo XX.
Mujeres que inspiran “Mujer con rostro de alegría que convoca y congrega (...), ser maravilloso que cada dìa te alimentas del amor al prójimo y logras generar vida”. Mario Franco, Jefe de Talentos Humanos.
Si hay alguien que conoce bien a las mujeres de comunidad es nuestra gente de terreno, los colaboradores de los diferentes proyectos e iniciativas que han tenido la oportunidad de visitar, conocer y compartir sus historias de vida. Las mujeres de la comunidad envuelven con su sencillez, su don de entregarse aunque comida, dinero, trabajo y amor escaseen. ¿Es distinta la mujer de la comunidad, que otras mujeres? Reflexionando sobre las frases escritas por los colaboradores consultados y el conocimiento del terreno, yo diría que sí. Su realidad las flagela constantemente. Por sus condiciones de vulnerabilidad carecen de oportunidades, pero a pesar de todas las limitaciones cuando logran activarse, motivadas por el bienestar de su familia, saltan con temple los obstáculos. Parecen de una cepa especial. Por eso, en marzo, Mes de la Mujer, les rendimos tributo con una campaña impulsada desde el Proceso de Comunicaciones, como una forma de agradecer a las mujeres que forman parte de nuestra vida y de nuestro quehacer institucional. Algunos de nuestros compañeros participaron con su mirada y testimonios. Compartimos sus apuntes. Es importante destacar que en procesos de desarrollo comunitario
son ellas las que lideran la labor, la historia se repite no solo en Ecuador, sino a lo largo de la región. La figura de la mujer, en la familia y en la comunidad, tiene un rol activo, ellas con su capacidad de iniciativa dinamizan procesos orientados al bien común, tal como como reafirma Carlos Angulo desde el proyecto de Desarrollo Comunitario: “Son luchadoras por las cosas que las apasionan y motiva como la legalización de Monte Sinaí, no como un logro de ellas, sino para su familia y entorno. Personas que sacan tiempo para dar lo mejor de sí a la comunidad”
pesimistas pero ellas mismos encuentran una razón que las motive y siguen adelante”. Todos coincidimos en la alegría como denominador común. “Siempre están contentas, se adaptan a la forma de vida que les toca, pero no se conforman; luchan, salen adelante, se reinventan cada día para sobrevivir en su realidad” añade Olinda Maquilón del Programa Alberto Hurtado.
Algunas, como Denisse Avilés, Jefa del Proceso de Vivienda las visualizan con poderes especiales: “A veces he creído que son magas, porque frente a las diversas dificultades que pueden atravesar son tan recursivas que logran lo que se proponen. Luego reflexiono y digo: definitivamente son la creación de Dios y, como su Creador, nunca les deja perder la fe, las vuelve s o ñ a d o r a s , perspicaces, líderes, perseverantes, creativas, a veces
www.hogardecristo.org.ec