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Rumbo
a los informativo de Hogar de Cristo
años
Rompiendo las fronteras de la exclusión
Edición - Marzo2021
l a i c pe
Es
AÑO IGNACIANO
Proceso de Comunicaciones de Hogar de Cristo
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Redacción y edición: Jéssica Maridueña
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Diseño y Diagramación: Gabriela Chica
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Fotos: Banco de imágenes HC
Hacia la conversión personal, comunitaria institucional para la transformación
“Nuestra vida es la Misión. La Misión es nuestra vida” Superior General Arturo Sosa
“El año 1521, cuando Ignacio convalecía en su casa familiar de Loyola, tras la herida que había dañado su pierna durante la batalla de Pamplona, Dios obró en él la conversión que le puso en camino hacia Manresa. La Compañía universal, unida a sus amigos y a toda la Iglesia, quiere recordar aquel momento privilegiado en que el Espíritu Santo condujo a Ignacio de Loyola en su decisión de seguir a Cristo y el significado profundo de esta peregrinación (…)” Así arranca el llamado del Superior General de la Compañía de Jesús, Arturo Sosa para conmemorar el Año Ignaciano que se abre el 20 de mayo del 2021 (fecha de la herida de Pamplona-España) y concluye el 31de julio de 2022. La máxima autoridad jesuita nos convoca a permitir que el Señor obre en nuestra conversión, inspirados en la experiencia personal de Ignacio. Para los colaboradores de Hogar de Cristo, el camino a esa conversión empezó antes del conteo oficial (enero 2021 fecha en que se iniciaron los preparativos para el Año Ignaciano), nuestra fase preparatoria no oficial, arrancó durante el confinamiento, cuando en medio de la cuarentena como resultado de la Covid19, el Padre Eduardo Vega, S.J compartió algunos textos el 23 de marzo de 2020: Preferencias Apostólicas, Caminar junto a los Excluidos, Diosidencias, fueron algunos de los documentos que esculpieron el camino, no solo a nuestra preparación, sino a la forma de trabajar con los excluidos. Sin saberlo, nos adentrarnos a ese trabajo de conversión y al mismo tiempo se gestaba la nueva forma de trabajar en el territorio. Diosidencia.
“Descubrimos que cuando más distanciados estuvimos, es cuando más nos unimos; las lecturas y los talleres cobraron mas fuerza, porque comenzamos a hacer práctica la presencia en el territorio. Los primeros días de abril que decidimos retornar al territorio para contribuir en la entrega de raciones alimenticias, fuimos descubriendo junto a la comunidad que el Espiritu Santo nos movia de diferente maneras y los desafíos que se miraban como grandes montañas se fueron allanando a través de los espacios de discernimiento liderados por el Padre Eduardo, quien nos compartía palabras que iban iluminando el camino”.
agradecerles por todo lo que cada uno ha puesto para llegar a las personas con un amor solidario que es súmamente grande”.
“El año ignaciano 2021- 2022 se convierte así en ocasión privilegiada para escuchar el grito de los pobres, de los excluidos, a quienes su dignidad ha sido irrespetada, en los diversos contextos sociales y culturales en los que vivimos y trabajamos. Una escucha que moverá nuestros corazones y podrá impulsarnos a una mayor cercanía a los pobres, a caminar con ellos en busca de la justicia y la reconciliación”.
Mónica Martínez Y la inspiración continuó…después de nuestro líder espirtual y nuestras socias, llegó el Padre Provincial, Gustavo Calderón S.J., cuando en una visita nos alentó a abrir nuestros corazones en octubre de 2020, acercándose desde lo humano a nuestra historia. “Es una obra que, en medio de la pandemia ha hecho un gran esfuerzo para acompañar y cuidar, eso hay que agradecer y celebrar, porque eso nos hace sentir una familia, la familia Ignaciana del Ecuador. En medio del dolor que estamos viviendo, la pandemia ha ido sacando muchas cosas como el hecho de estar cercano al dolor y las necesidades de las otras personas. Hogar de Cristo junto con otras obras hermanas (Asia, Fe y Alegría, Fasmad) se alineron hacia mismo objetivo. Estoy para animarlos en la Mision,
Extracto de la carta del Superior General, Arturo Sosa La pandemia se convirtió en nuestra bala de cañón que arrasó con todo y la posibilidad de ayudar y despojarnos del yo para mirar hacia ellos, se convirtió en nuestro particular Manresa.
“Ver nuevas todas las cosas en Cristo”
“¿Qué nueva vida es esta que ahora comenzamos? ¿Todas las cosas te parecen nuevas? ” (Manresa)
Y en el minuto cero de la preparación oficial… Hay dos momentos que alimentan el ejercicio y contribuyen al objetivo. La reflexión espiritual se trabajó en una primera etapa de la mano de los jesuitas Marcos Amat, S.J. y Raúl Veliz, S.J. que, entre enero y febrero visitaron nuestra obra, la práctica motivó a los escolares y a los colaboradores Ignacianos participantes.
“Como jesuitas nos quedamos sorprendidos de la generosidad en el compartir, nos sentimos identificado con las vivencias expresadas. La vida no es fácil, ni placentera, es desafiante y cada día nos exige sacar el tesoro escondido que llevamos por dentro. Nos quedamos con el compromiso de seguir formándonos para acoger y acompañar los relatos de vida donde encontramos a Dios, trabajando silenciosamente en lo sagrado de lo humano. Ante el miedo al contagio, la incertidumbre de la presencia del otro nos quedamos con lo bello del encuentro, el regalo los relatos de compromiso, fraternidad, para seguir trabajando por una vida digna de ser vivida”,
Con este espacio apoyado por los Directores de la institición, se marcó el arranque de nuestra agenda 2021, en concordancia al trabajo que viene motivando el Superior General y la Provincia ecuatoriana dentro del acondicionamiento de cara al inicio del Año Ignaciano. Internamente, el Padre Eduardo asumió el liderazgo nuevamente delegando a un responsable del equipo y proponiendo formas de integrar la metodología propuesta en nuestra cotidianidad. Así fue como se gestó la frase “Cambia tu vida, encuéntrate con tu hermano” que se trabajó en el marco del Miércoles de Ceniza como inicio de la Semana Santa. La labor se realizó en grupos a nivel presencial y por zoom con las oficinas del territorio, el discernimiento llegó de la mano de dos películas dirigidas hacia este enfoque. Sobre el tema Alejandra Lozano, gestora del territorio, describe cómo los protagonistas estaban solos y hallaron consuelo el uno con el otro, aterriza en la comunidad esta experiencia: “Sentí que las personas pueden encontrar consuelo en mí o tal vez yo en ellos; ambos aprendemos del otro”.
Marcos Amat, S.J.
Crecer desde nuestras inseguridades y vulnerabilidades Por Marcos Amat Aviles, S.J. y Raúl Veliz, S.J Con la invitación del P. Provincial para celebrar el año ignaciano se vio la oportunidad de estructurar pequeños encuentros con los colaboradores: presenciales como sincrónicos (oficinas fuera de la ciudad de Guayaquil), se trabajó por medio de la metodología de la pedagogía ignaciana donde se privilegió la reflexión personal y la conversación espiritual entre compañeros. Los colaboradores ignacianos en su gran mayoría se encuentran afectados emocionalmente por las consecuencias de la pandemia (inseguridad, incertidumbre, estrés, angustia, depresión) pero reconocen que la institución ha sido un gran aporte por la
estabilidad laboral. Se sienten agradecidos con Dios por poder ayudar con su trabajo a los más necesitados, la gran mayoría valoran la solidaridad emergente en Monte Sinaí y las otras provincias, pues se convirtió en bálsamo para atravesar la crisis. El amor familiar no solo es el soporte emocional sino también la razón existencial de seguir luchando la vida de manera digna. Con esfuerzo, paciencia y mucho amor se pude superar los momentos difíciles y complejos.
Aprendizajes • Los aprendizajes relevantes de mencionar es la oportunidad de encontrarnos desde las fragilidades y vulnerabilidades agudizadas por la pandemia. Los encuentros no fueron solo para dar o recibir información, sino que cada uno pueda compartir lo que lleva dentro: su historia de vida, motivos y razones de estar en la institución, vivencias satisfactorias, reconocimiento de transformaciones personales. Lo relevante de estos espacios fue la acogida de los compañeros de los miedos, inseguridades, heridas que cada uno llevaba y que con temor y temblor pudieron verbalizarlas. • La conversación desde el lado humano e íntimo de cada historia fue muy valiosa y valorada en todos los encuentros, pues acogieron con agrado la invitación de hacer un pare en el camino y preguntarse ¿cómo estoy vitalmente? Por la gracia de Dios surgió la propia verdad: lo hermoso de lo humano siempre está acompañado de fragilidades, incertidumbres, inseguridades, preguntas que revelan que no tenemos la vida asegurada pues se trata de un soplo de vida que se puede ir en cualquier momento. • Si bien el COVID-19 representó sufrimiento, dolor, muerte reconocieron que Dios siempre está sosteniendo y acogiendo desde su presencia discreta que se ha evidenciado con mayor claridad.
“El encuentro me pareció una experiencia bonita, motivadora, deberíamos encontrar el espacio para poderlos repetir; creo que es importante conocer a las personas con las que trabajamos en la cotidianidad. El espacio de hoy me sirvió para interiorizar cosas que he dejado de hacer. Me movió”. “Es necesario y vital seguir estos encuentros donde puedan conversar desde lo sagrado, frágil y secreto de la vida. Encontrarse para dialogar sobre el paso de Dios en la vida, las luchas diarias y las pequeñas victorias aportan a la fe y confianza de los colaboradores para seguir guerreando la pandemia”. Marcos Fechas Especiales
2021 2022
20 Mayo
Inicio del Año Ignaciano/herida de Pamplona
12 Marzo
IV Centenario de la Canonización de San Ignacio
31 Julio
Clausura del Año Ignaciano