Monte Sinaí: La herencia de los vulnerados
Estudio sobre vulnerabilidades en la población de Monte Sinaí, Guayaquil
Monte Sinaí: La herencia de los vulnerados
Los nadies Sueñan las pulgas con comprarse un perro y sueñan los nadies con salir de pobres, que algún mágico día llueva de pronto la buena suerte, que llueva a cántaros la buena suerte; pero la buena suerte no llueve ayer, ni hoy, ni mañana, ni nunca, ni en lloviznita cae del cielo la buena suerte, por mucho que los nadies la llamen y aunque les pique la mano izquierda, o se levanten con el pie derecho, o empiecen el año cambiando de escoba. Los nadies: los hijos de nadie, los dueños de nada. Los nadies: los ningunos, los ninguneados, corriendo la liebre, muriendo la vida, jodidos, rejodidos: Que no son, aunque sean. Que no hablan idiomas, sino dialectos. Que no profesan religiones, sino supersticiones. Que no hacen arte, sino artesanía. Que no practican cultura, sino folklore. Que no son seres humanos, sino recursos humanos. Que no tienen cara, sino brazos. Que no tienen nombre, sino número. Que no figuran en la historia universal, sino en la crónica roja de la prensa local. Los nadies, que cuestan menos que la bala que los mata. Eduardo Galeano
Estudio sobre vulnerabilidades en la población de Monte Sinaí, Guayaquil
Autores A.Julián Hernández Cotrina Javiera Amparo Provis Ramírez Editor Luis Távara Análisis estadístico A. Julián Hernández Cotrina Hugo Aparicio Molina Javiera Amparo Provis Ramírez Georeferenciación y procesado de mapas A. Julián Hernández Cotrina Análisis de Riesgos Naturales A. Julián Hernández Cotrina Soporte estadístico y programación César Cuenca Diseño y Diagramación Daniel Saltos Bonilla Foto de portada Daniel Saltos Bonilla Banco de Fotos Comunicaciones HdC Sugerencias Anita Mariño Jaime Jaramillo Jéssica Se autorizaMaridueña la reproducción total o parcial de esta obra por cualquien medio o procedimiento citando siempre la fuente Carmen Barredo
Contenido Agradecimientos Prólogo 1. Introducción 2. Antecedentes 2.3 Localización 3. Metodología aplicada 4. Dimensión Económica 4.1 Situación laboral 4.1.1 Trabajadores por hogar 4.1.2 Distribución zonal del trabajo 4.1.3 Distribución del lugar de trabajo y actividades comerciales según áreas 4.2 Relación nivel educativo - trabajo 4.3 Relación nivel educativo - Ingresos 4.4 Ingresos y Egresos Totales familiares 4.4.1 Distribución de los Ingresos - Egresos por zonas 4.4.2 Ingresos según ocupación 4.5 Distribución per cápita de la renta 4.6 Capacidad de Pago 4.6.1 Capacidad de pago según trabajo 4.6.2 Capacidad de pago de las personas que sí trabajan 4.6.3 Capacidad de pago en relación a si recibe o no el bono solidario 5. Dimensión social 5.1 Estado civil 5.1.1 Estado civil en relación a la edad 5.1.2 Comparación de variables según estado civil 5.2 Hogar 5.2.1 Tipo de la vivienda 5.2.2 Estado de la vivienda 5.2.3 Estado vivienda - Ingreso Total familiar 5.2.4 Estado de la vivienda según personas por familia 6. Educación 6.1 Relación edad-nivel educativo 7. Salud 8. Pobreza 8.1 Estado civil – Pobreza 8.2 Nivel educativo - pobreza 8.3 Tipo de vivienda - Pobreza 8.4 Estado de la vivienda - Pobreza 8.5 Integrantes familiares - Pobreza 8.6 Trabajo – Pobreza
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9 12 14 16 16 18 20 22 23 23 25 27 29 32 33 37 39 39 43 43 46 50 50 51 53 54 54 55 55 56 62 62 68 72 74 74 75 76 76 76
8.7 Ingresos y egresos totales familiares – pobreza 8.8 Número de comidas al día – pobreza 8.9 Bono solidario - Pobreza 8.10 Número de enfermos por Hogar – Pobreza 9. Vulnerabilidades Territoriales 9.1 Riesgos Hidrológicos 9.2 Deslizamientos de ladera 9.3 Mitigación 10. Contexto Regional 10.1 Legislación laboral según regiones 10.2 Educación – Trabajo Infantil 11. Propuestas para la Vida Plena 11.1 Hacia nuevos avances educacionales 11.2 Hacia la optimización de las ayudas sociales 11.3 Hacia una mejora Laboral y sindical 11.4 Por y para las comunidades; Organizaciones Barriales 11.5 Políticas de Vivienda Social 11.5.1 Aspectos climáticos a considerar en los planes de habitabilidad 11.6 Inclusión de la perspectiva de género en el análisis 12. Conclusiones 13. Referencias 14. Anexos 15. Siglas utilizadas
77 78 78 80 84 86 87 89 92 95 97 104 106 107 109 110 112 115 115 122 126 131 142
Anexos Anexo 1 Capacidad de pago de acuerdo a ingresos y egresos Anexo 2 Distribución del Bono de Desarrollo Humano en dólares Anexo 3 Trabajadores de acuerdo a oficio e ingreso mensual Anexo 4 Distribución de las viviendas según su estado Anexo 5 Población pobre según número de comidas diarias Anexo 6 Distribución del bono solidario de la población pobre Anexo 7 Número de enfermos por hogar en la población pobre Anexo 8 Hogares con un enfermo o más en el Hogar en relación a los ingresos familiares Anexo 9 Calle inundada en el valle por erosión antrópica Anexo 10 Desagüe inundado por subida del río
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Índice de mapas, gráficos y tablas
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Mapas Mapa 1 Área de estudio: Sector nor-occidental de la ciudad de Guayaquil, en el margen oeste del Canal de Cedegé Mapa 2 Distribución de las socias que SI y No trabajan dentro ya del área de estudio Mapa 3 Flujos poblacionales según destino laboral Mapa 4 Ingresos totales familiares por cantidades Mapa 5 Egresos totales familiares por cantidades Mapa 6 Capacidad de pago de las socias según sea positiva o negativa Mapa 7 Capacidad de pago de las personas desempleadas Mapa 8 Capacidad de pago de las personas que sí trabajan Mapa 9 Capacidad de pago de la población que recibe el bono solidario Mapa 10 Estado de la vivienda de los Hogares que reciben el Bono Solidario Mapa 11 Mapa de la distribución de pobreza de las distintas cooperativas de Monte Sinaí y aledaños Mapa 12 Número de comidas diarias de las familias que reciben el Bono de Desarrollo Humano Mapa 13 Niveles de Riesgos Hidrológicos en Monte Sinaí Mapa 14 Riesgos hidrológicos por deslizamiento de ladera, ambos por ruptura de talud por la mano del hombre Mapa 15 Plan estratégico de la M. I. Municipalidad de Guayaquil hasta el 2016 junto a la acción programada en el Área de Reserva de Seguridad por parte del MIDUVI con los reasentamientos Mapa 16 Distribución del Bono Solidario a nivel mensual en las familias Mapa 17 Comités barriales que conforman el COCOGE en Monte Sinaí
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Gráficos Gráfico 1 Porcentaje de Socias que trabajan Gráfico 2 Porcentaje de trabajadores por Hogar Gráfico 3 Relación del nivel educativo de las socias y el porcentaje de empleo Gráfico 4 Relación de ingresos según el nivel educativo de la población Gráfico 5 Porcentaje de familias según rangos de ingresos/egresos totales Gráfico 6 Ingresos según actividad Gráfico 7 Distribución porcentual de las actividades de las socias Gráfico 8 Distribución de ingresos mensuales per cápita Gráfico 9 Capacidad de pago de las socias a nivel mensual Gráfico 10 Relación del trabajo con la capacidad de pago mensual Gráfica 11 Conjunto poblacional de las socias según estado civil Gráfica 12 Relación estado civil y edad
22 22 28 30 32 37 38 39 40 43 50 51
Gráfico 13 Porcentaje de viviendas por tipología Gráfica 14 Estado de la vivienda según tipología Gráfico 15 Relación del estado de la vivienda con el ingreso mensual familiar Gráfico 16 Relación nivel educativo según grupos de edad Gráfico 17 Problemas de salud por año Gráfico 18 Distribución de la población según pobreza Gráfico 19 América Latina (18 países): Desconfianza en los sindicatos y percepción de conflicto entre empresarios y trabajadores, por tipo de ocupación, 1996-2009 Gráfico 20 América Latina (14 países): Condición de Actividad más frecuente de mujeres y hombres en el tramo de edad de 15 a 19 años, totales nacionales Gráfico 21 Mujeres que han vivido la violencia de género en sus relaciones de pareja, ex parejas y por otras personas en la provincia del Guayas Gráfico 22 Mujeres que han sufrido violencia de género y no se han separado a nivel Nacional
54 55 56 63 69 72 96 99 117 118
Tablas Tabla 1 Relación del trabajo con los años de estudio Tabla 2 Distribución porcentual por grupo de edad de las socias Tabla 3 Comparativa de variables en datos promedio según estado civil Tabla 4 Estado de la vivienda según miembros en la familia Tabla 5 Nivel Educativo de las Socias Tabla 6 Título Nivel de estudio de los profesores Tabla 7 Cumplimiento de los parámetros educativos Tabla 8 Relación del estado civil de la población femenina con la pobreza Tabla 9 Relación del nivel educativo con la pobreza Tabla 10 Relación de la tipología de vivienda con pobreza Tabla 11 Relación del número de integrantes de familia y trabajo con pobreza Tabla 12 Relación de ingresos, egresos familiares, número de comidas al día y edad con la pobreza Tabla 13 Enfermos y enfermos graves entre la población en situación de pobreza Tabla 14 Comparación de variables por regiones Tabla 15 Ocupación infantil en los menores de 18 años
27 52 52 57 62 64 65 74 75 75 77 77 80 94 98
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Agradecimientos Porque los sueños se agradecen…
Cuando nuestros amigos del BID y del MIDUVI se acercaron a nuestras oficinas hace poco menos de un año, con una propuesta interesantísima, sentimos que se abría un horizonte. ¿Podrían ayudarnos ustedes, Hogar de Cristo, a entender un poco más la problemática de la gente de los asentamientos humanos de Monte Sinaí, en Guayaquil? Y claro, cómo resistirse a esa invitación… pues se trataba de partir de la experiencia de tantos años en la zona, realizando ahora una investigación que se articulase a este conocimiento previo y poniéndolo todo a disposición no sólo de ellos y nosotros, sino también de las autoridades y la comunidad en general. Manos a la obra, iniciamos la tarea conscientes también de la dimensión política de lo que íbamos a hacer, ya que ni las investigaciones son neutras ni el conocimiento es aséptico, pues todo investigador parte desde una opción ética y una visión del mundo. Más aun, luego de haber vivido involuntarios encontronazos con personas e instituciones muy cercanas y queridas, sentimos que era necesario dejar hablar a las cifras y estadísticas y contribuir así al debate sobre esta cuestión pública. Los siempre cercanos compañeros de MISEREOR (aunque estén en Alemania) nos dieron mucho ánimo y luces para emprender la tarea, articulándola al trabajo con organizaciones de base que venimos realizando desde hace algunos años en Monte Sinaí. Por su parte, las compañeras y compañeros del COCOGE (Comité de Coordinación y Gestión) que reúne a los Comités de esta zona, nos ayudaron a entender la información que íbamos obteniendo y a comprender mejor las partes y el todo. Gracias, muchas gracias a todos ellos así como a nuestro equipo de Gestión del Conocimiento, autor de esta investigación, que con tanta dedicación asumió el reto. A Ana Infante, Gino Mera, Kathya Lara y Guillermo Argüello de la Dirección de Medio Ambiente; Dirección de Urbanismo, Avalúos y Registro; de la Coordinación de la Mesa Cantonal de Concertación de Discapacidad de la Dirección de Acción Social y Educación y de la Dirección de Ordenamiento e Infraestructuras Territoriales, del Muy Ilustre Municipio de Guayaquil. Las gracias a Cristóbal Cruz Cisneros, Patricia Ramírez, y Ronald Castro, de la Coordinación Regional del Guayas del MIDUVI. Y ciertamente, a Ana María Arcos y Enrique Mora, del Instituto de Planificación Urbana y Regional, IPUR. Asimismo, agradecemos a todos los trabajadores de los procesos que se empeñan diariamente desde el Hogar de Cristo en mejorar las condiciones de vida de los más vulnerados, aportando alternativas para que las acciones de esta organización estén siempre y de la mejor manera posible, dirigidas a ellos.
Luis Távara M. Director Social
Eduardo Vega, SJ Director General
Bethsaida Hidalgo V. Directora Financiera
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Prólogo
H
ace años se publicó un libro sobre los pueblos jóvenes de Lima y este libro se tituló: DE INVASORES A INVADIDOS”. Reflejaba una realidad muy cierta. La realidad de lo que en Guayaquil se han llamado “invasiones”; en otros lugares se las denominó “recuperaciones”, “tomas”. Todos querían decir lo mismo: romper la institucionalidad y ocupar un espacio de tierra, lodo, manglar, cerro o quebrada, para vivir. Mejor dicho, para sobrevivir. Porque lo decía Mons. Pedro Casaldáliga, obispo emérito de San Felix de Araguaia, en Brasil: “en América Latina es fácil nacer y fácil morir. Lo difícil es vivir”. Una realidad vivida, sufrida, pensada, soñada, con pesadillas incluidas, durante muchos años, cerca de cuarenta, no puede quedar en simples recuerdos y narraciones para sensibilizar y tratar de ablandar corazones endurecidos de tan estar acostumbrados a ver de cerca o de lejos, la miseria. Se trata de “contribuir al diseño de políticas públicas”. Es decir, transformar la realidad antes de que ésta nos transforme. Alguien, no me atrevo a decir quién, dijo alguna vez que “del hambre sólo tienen derecho a hablar los que la padecen”. Por eso, los más pobres casi nunca hablan y cuando hablan no se les escucha, porque, se suele decir, “son resentidos sociales”. Quienes forman parte de lo que todos conocen como “Hogar de Cristo”, han producido muchas casas, han dado techo a muchos que nunca pensaron tenerlo y siempre lo soñaron; han producido muchos boletines, reuniones, textos, informes. Pero siempre se pensaba que era “la labor del Tio PACO, del Hermano Roberto Costa, de un grupo de buenas personas que se ocupaban de los más pobres de los pobres”. Por eso pasaron, de ser “fomentadores de invasiones”, a motivo de estudio. Pero “eran demasiado informales”. Como sus casas.
Pero llegó el momento de poner toda la experiencia y toda la realidad en palabras de los bien pensantes. Daría la impresión de que la realidad de las zonas marginales, periféricas, suburbanas, o como queramos llamarlas, no es tal realidad para muchos si no está marcada por las estadísticas, los cuadros, los porcentajes. Suelen decir: “ahora sí lo entiendo. Así, puesto en porcentajes, lo tengo más claro”. Por eso, HdC se metió en camisa de once varas. Se propuso reflexionar y sacar a la luz los datos de pobreza, vivienda, trabajo, sueldos, educación, capacitación, género, de los “sectores vulnerados de la zona de Monte Sinaí”. Nunca entendí la palabra “vulnerable” aplicada a los vulnerados. El pobre no es vulnerable, es vulnerado. Le vulnera el clima, las inundaciones, los incendios, el chofer del tanquero, el traficante de tierras, el macho animado por el alcohol, el asaltante, la administración local, provincial, nacional, pública o privada. Eso es de todos los días, salga en el periódico o la TV o no. El “vulnerable” es el rico, el acomodado, el seguro. Porque la palabra “vulnerable” es un potencial que puede suceder o no, pero que está en posibilidad. Las personas de las que se habla en el presente estudio están siendo vulneradas permanentemente y quieren dejar de serlo. Leí el documento y tuve la tentación de leerlo como lo hago con las memorias de titulación de mis alumnos universitarios. Hasta tomé la pluma de color rojo para ir haciendo correcciones, poniendo tildes, puntos, comas, corrigiendo giros y precisiones estadísticas. Pero… dejé la pluma y fui leyendo, viendo cuadros estadísticos, mapas georreferenciados, relaciones de la feminización de la pobreza y el trabajo y los años de escolaridad. Y veía que se hablaba de si con 70 dólares “per cápita” ya se era pobre y con menos, se era indigente. No era una tesis de grado.
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Era poner en números y cuadros una verdadera tragedia nacional. Sentí el trabajo como una bofetada en la cara de muchos que me decían: “toma y lee”, como a San Agustín. Y mira a ver si pueden leer entre líneas y conviértanlo en POLÍTICAS PÚBLICAS. Es decir, en planes para que esto se acabe y no se repita nunca más. Y me resonó el clamor de Juan Pablo II en el Guasmo hace ya 27 años: “no dormir mientras haya alguien sin casa…” Bueno, ahora está puesta la realidad en palabras, cuadros estadísticos, citas bibliográficas, indicadores, correlaciones, etc. Un trabajo de pensar y poner en palabras lo que ha sido y es carne de la carne de un grupo de personas; vida de la vida de muchas personas; sueños y anhelos de muchas mujeres que no han tenido el “recato” de poner sus vidas a la intemperie. Animo al lector/a a que lea; animo al político/a a que defina qué va a hacer con esta realidad ¿caminar y escalar sobre ella?. El año 79, en lo que hoy es cantón La Libertad en la provincia de Santa Elena, un político amigo gritó en un mitin: “el que no llora, no mama”. Al terminar el mitin se le acercó una persona sencilla de uno de los barrios de La Libertad y le dijo: “Licenciado, secos tengo los ojos de llorar”, y añadió golpeándose la espalda: “alguuuunos treparon por mis espaldas y solo me dejaron la huella de sus zapatos”. Esta realidad descrita y analizada es la expresión de muchas lágrimas y muchas espaldas pisadas. Solo pido a quien lea este trabajo, que se acerque con mucho respeto, con mucho cariño, como la madre que se acerca a la cuna de su hijo que duerme. Y si no tiene respeto ni cariño, que se acerque con miedo, por si despierta el “león que está dormido”.
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Introducción
1. Introducción Cuando iniciamos este trabajo confiábamos mucho en nuestra experiencia. Más de cuarenta años de presencia en el mundo de los pobres, pensábamos, es mucho tiempo y es harto lo aprendido. En particular, algunos creíamos que trabajar en el tan mentado sector de Monte Sinaí y llevar a cabo una investigación social con rigor académico, nos pondría poco menos que en el umbral del conocimiento especializado, en un área que conocemos como pocos. Sin embargo y a medida en que avanzaba el análisis de los datos que la investigación iba arrojando, comenzamos a sentir que toda esa delicada trama de relaciones demandaba de nosotros un nuevo y distinto esfuerzo para entender la realidad de los pobres de hoy en este Guayaquil de mega – contrastes, donde los cambios en los escenarios superan cualquier razonamiento lógico y desbaratan hasta las planificaciones más flexibles. Si Eduardo Galeano hubiese conocido Monte Sinaí, le habría dedicado el poema “Los Nadies”. Este gigantesco sector, que cuenta con una población equivalente a la de la ciudad de Cuenca, no existe oficialmente para la ciudad de Guayaquil pues esta ha trazado recientemente sus límites dejando fuera a unas 274.000 personas.1 En Monte Sinaí la pobreza es la herencia que se reproduce entre sus habitantes, extremamente vulnerados ante las muchas variables que afectan la vida de los seres humanos. Definitivamente, la mayoría de las dificultades que surgieron durante este esfuerzo no se resolvieron desde las teorías sobre el desarrollo, grandes o pequeñas, y mucho menos desde la lógica. Más bien, la clave para resolverlas se encuentra en el cambio de nuestra mirada, en atreverse a pensar lo impensado y desafiar los paradigmas que orientan nuestras acciones y reflexiones, así como en probar distintos métodos de observación ya que, al final de cuentas, la realidad es lo que estos nos permiten percibir.
Desde esta perspectiva, la articulación de elementos aparentemente tan disímiles como la espiritualidad y el pensamiento lógico, o las finanzas y la belleza cuando estamos rodeados de extrema pobreza, o el amor y lo estratégico, deviene en un intento indispensable para cualquier acción que emprendamos pues esta perspectiva holística resulta ser la manera más humana de abordar la complejidad de las situaciones que vivimos y acercarnos a una mejor comprensión de las distintas situaciones. Hoy en día, las organizaciones procuramos mayor eficiencia en el servicio a los más pobres y está bien. El Estado y los gobiernos locales exigen también mayor eficiencia y está muy bien. En ese esfuerzo, todos sabemos de nuestros aciertos y desaciertos, de las fortalezas y debilidades tanto de nuestras acciones como de nuestras ideologías o planteamientos políticos. Por eso sentimos que hoy, en que vivimos un difícil cambio de época en el mundo y en nuestro país, se presenta una estupenda oportunidad para hacer juntos la nación que queremos, impulsando el diálogo y superando de lado y lado ciertas estructuras rígidas de pensamiento que tal vez en algún momento contribuyeron a que ciertos actores sociales se alejasen entre sí, siendo que era mucho más lo que los unía que lo que los separaba: la búsqueda de una Vida Plena para todos y todas o, según otros, el Buen Vivir o el Vivir Bien de la ética aristotélica, renunciando de antemano a cualquier prebenda o búsqueda del provecho propio. Para todas aquellas personas e instituciones en cuyos corazones arde la causa de los pobres va entonces dedicada la presente investigación, con la que también pretendemos ofrecer argumentos que contribuyan al diseño de medidas y políticas nacionales y locales dirigidas a sectores como el que hemos estudiado. Esta iniciativa, alentada por el Banco Interamericano de Desarrollo, da continuidad al trabajo que Denisse Avilés y Jaime Jaramillo realizaron desde el Hogar de Cristo con la Caracterización socioeconómica de 2650 familias que serán reasentadas del
1. Referencia ofrecida por el Ministro de Desarrollo Urbano y Vivienda Ing. Pedro Jaramillo en el enlace sabatino presidencial del día 28 de Julio del 2012.
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Área de Reserva de Seguridad del Noroeste de Guayaquil, información sumamente valiosa para cualquier plan de desarrollo que quiera ejecutarse en esta zona, posiblemente la más vulnerada de Guayaquil: el Área Reservada de Seguridad origen del Decreto Nro. 607, del 28 de diciembre de 2010, ubicada en el sector de la Perimetral Noroeste de la ciudad. Es de reseñar que los meses pasados han sido testigos de un arduo trabajo de investigación llevado a cabo con la participación de distintas instituciones y colaboradores, que con toda rigurosidad han analizado la información obtenida y propuesto algunas ideas que, traducidas en planes y políticas, bien podrían llenar de color la vida de tantos niños y mujeres en situación de pobreza en Guayaquil. Ellos poseen un patrimonio cultural profundamente rico y diverso, que con un poco de acompañamiento son capaces de traspasar la opaca frontera de la pobreza, acercándonos a una propuesta de mayor equidad y Vida Plena en todos sus ámbitos y valores. La inestabilidad de las condiciones del hábitat en dicho territorio, desde que los traficantes de tierra comenzaron a operar con la complicidad o el silencio de ciertas fuerzas políticas, potencia la situación de vulnerabilidad en que se encuentra, agravando las debilidades y aumentando la lista de necesidades del sector de Monte Sinaí. Podemos encontrar estos mismos problemas a lo largo y ancho de América Latina; carencia de recursos, desconfianza de los moradores ante los habitantes nuevos, discriminación hacia residentes de procedencia y hábitos rurales, ausencia de esfuerzos propios para afrontar los problemas existentes, exigir sus derechos y asumir sus deberes como ciudadanos, irregularidades como la obtención de lotes que implican la aceptación de una dinámica habitacional al margen de la ley, son hechos que propician la aparición de nuevos casos de corrupción2, y que se hallan de forma elocuente en el área que trabajamos.
2. H.Right. (2011). 3. Goldsmith, E. & Hildyard, N. 1984.
Otros artículos citan el problema de la reubicación de viviendas3, demostrando que desde el momento en que ocurren los reasentamientos, aproximadamente un tercio de la población afectada directa o indirectamente se encontrará en serias encrucijadas dentro de los 10 primeros años, aumentando su vulnerabilidad socioeconómica (seguridad, violencia, salud, etc,), en tanto que los otros dos tercios de la población afectada no ostentará mejor situación habitacional. Nos proponemos entonces, ofrecer puntos de vista más amplios acerca de la realidad del sector, de modo que quienes tienen responsabilidades en la toma de decisiones puedan contar con mayores elementos para su comprensión,
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Antecedentes
2. Antecedentes La experiencia en terreno de Hogar de Cristo –HdC– a lo largo de los 41 años de labor social, ha permitido el desarrollo de herramientas y estrategias de intervención que, como todo conocimiento, debe ser transmitido a todos aquellos que quieran dar curso a iniciativas de trabajo comunitario para mejorar las condiciones de vida de la población en situación de pobreza, vulnerabilidad y exclusión. Actualmente contamos con una sólida y exclusiva base de datos sobre la realidad social de los sectores más vulnerados de la Perimetral Noroeste de Guayaquil; información que sin duda, bien administrada, podría constituirse como fuente para la elaboración de una serie de propuestas para abordar adecuadamente la situación de pobreza de este sector. El presente trabajo, lejos de seguir una línea netamente descriptiva, busca contribuir a contextualizar de mejor manera la realidad social de uno de los sectores más vulnerados de Guayaquil; y así también poder contribuir al diseño de políticas públicas cuya pertinencia permita mejorar la calidad de vida de miles de familias. Aspecto en el que, dicho sea de paso, se ha trabajado mucho de forma descriptiva y no tanto propositiva.
2.1 Localización Nos serviremos del acervo de Hogar de Cristo en cuanto a conocimientos, experiencias y datos recabados, centrándonos en el sector noroeste de Guayaquil. A partir de aquí se matizan las necesidades y en consecuencia quedaran señaladas las principales vulnerabilidades del sector de Monte Sinaí y alrededores, incluyendo los casos acogidos en el Área de Reserva de Seguridad4 (véase el mapa 15). La presente Investigación se centrará en áreas de alta vulnerabilidad, particularmente en las invasiones que nacen a partir del canal de Cedegé hacia el oeste, cooperativas de Monte Sinaí y otras aledañas como BalerioEstacio, Sergio Toral I, II y III, La Carolina, Reinaldo Quiñonez, Trinidad de Dios, Francisco
4. Dto.Nro.607. 28 de Diciembre de 2010. 5. Datos del Sector Norte de Guayaquil. Área en el que se basará el estudio, incluyendo el Área Reservada de Seguridad.
Urrutia Santillán, Voluntad de Dios, Regalo de Dios, la Victoria, y otros del sector noroccidental de Guayaquil. Se acoge además el Área de Reserva de Seguridad establecida por el gobierno.
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Datos recabados por Hogar de Cristo en Guayaquil
Datos recabados en Guayaquil
Isla Trinitaria
Mapa 1: Datos de socias que han sido recabados por Hogar de Cristo en la ciudad de Guayauqil. Fuente EE.PP.
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Metodología Aplicada
3. Metodología aplicada El análisis se fundamenta en componentes cualitativos y cuantitativos, dispuestos de la siguiente manera: formulaciones locales, provinciales, nacionales y continentales, de las zonas más vulneradas. La línea cuantitativa se refiere a la base de datos y análisis estadísticos, además de informes y artículos previos que se ocupan de la zona de estudio. Por ello existen:
Una vez dado este primer paso se vincula la serie de datos a un software de Sistema de Información Geográfica para el análisis de las distribuciones espaciales según variables. Esto se hace posible al disponerse de toda la información georeferenciada en la base de datos de HdC.
Tal como iremos viendo a continuación, el propósito de la presente investigación no es el de mostrar las diferencias que existen entre cooperativas o sectores Consideraciones cualitativas: Reconocimiento a partir de las administraciones competentes referente al en cuanto a vulnerabilidades se refiere, sino que se busca demostrar, visualizar y territorio en el que nos vamos a centrar, cartografiando cierta información relativa acentuar las vulnerabilidades presentes en el conjunto. a las vulnerabilidades. Entrevistas a informantes claves, tales como líderes sociales, funcionarios públicos de instituciones como la administración local y estatal, centros de salud y entidades educacionales, habitantes antiguos y miembros de organizaciones barriales. Revisión de datos secundarios, Reportes, decretos e implicaciones políticas de importancia. Artículos y publicaciones existentes que repercuten directamente en la población a estudiar, principalmente de HdC, MIDUVI6, UCSG7, Municipio de Guayaquil e INEC8. En cuanto a las consideraciones cuantitativas, se trabaja sobre la base de datos de HdC para realizar unos primeros análisis de las variables a partir de regresiones, frecuencias y estudios porcentuales. La muestra total es de 8.012 socias, que con sus respectivos familiares (26.807 personas) forman parte de un universo superior a 150.000 habitantes, del que se analizan las distintas variables socioeconómicas y habitacionales. A pesar de ello, hay que tener en cuenta que algunas de las variables analizadas no aplican para la totalidad de las socias, pues algunas se eximen del análisis por carecer de datos en esa variable específica. Las cifras trabajadas corresponden casi exclusivamente al periodo de 2007-2012, siendo mayoritarios los datos de los últimos años del lustro. El 77,1% de ellos han sido capturados durante los 3 últimos años, desde el 2008 hasta diciembre de 2011.
6. Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda. 7. Universidad Católica de Santiago de Guayaquil. 8. Instituto Nacional de Estadística del Ecuador. 9. La documentación de la base de datos sigue dos pasos; es verificada por los asistentes de ventas de viviendas de Hogar de Cristo, previa entrevista personal de las socias.
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Dimensión Económica
4. Dimensión económica 4.1 Situación laboral En cuanto a la situación laboral por sexos, se utilizan estudios previos de zonas colindantes a la analizada10. Llama la atención una gran divergencia entre el trabajo remunerado femenino y el masculino, llegando la mujer a un 64% que no tiene trabajo remunerado, frente al 36% masculino, prevaleciendo así los estereotipos de género tradicionales. El resultado va ligado a la población en edad de trabajar, a socias de HdC potencialmente activas11, con lo que se dibuja un porcentaje de desempleo duramente pernicioso. La aparición de fuertes políticas de género y la apertura de oportunidades a dicho sector potenciarían la mejora integral del conjunto como premisa de partida para lograr la autosuficiencia e independencia necesarias, incidiendo en su incorporación al trabajo y en la reducción de la fecundidad, entre otros factores. Retrasar la maternidad temprana, evita lo que se conoce como “sucesión intergeneracional de la pobreza”12.
ligera inclinación de las personas que trabajan por sobre las que no tienen acceso al mundo laboral, con 54% y 46% respectivamente, gráfico 1.
La situación laboral del conjunto de las personas del estudio muestra una
Nuevos horizontes y paradigmas se abren al ritmo que se dan los crudos
Es necesario prestar especial atención al elevado nivel de desempleo general, asumiendo la diferencia entre géneros como un agravante lejos de desaparecer. Vale la pena resaltar que existe un 48% de personas y/o familias con tan solo un trabajador, gráfica 2, siendo además la representación, como vemos, casi exclusivamente femenina. Sabiendo que el total de socias que trabaja es de 4.288, brota un resultado en contra de todo pronóstico, donde la mayoría de las familias registradas en nuestra base de datos - un 89,6%-, dependen del trabajo de la mujer, apareciendo así el papel femenino como la principal entrada familiar.
Cifra de trabajadores por hogar 0 personas 50% 40%
Trabajan
30%
54%
5
46% Gráfico 1: Porcentaje de socias que trabajan. Fuente: Elaboración Propia.
Si trabajan SI
No trabajan No
48% 1
20% 16% 10% 0,1% 0% 0,5%
3,2% 32,3%
4
2
3 personas
Número de trabajadores por hogar 10. SIGVOL (2005). & HdC. Avilés, D. & Jaramillo, J. (2011). 11. 7.838 del total de la población se encuentran entre los 18 y los 65 años de edad. 12. Oporto, M. (2010). 13. Rodríguez, C,I. (2006).
Gráfico 2: Número de familias según miembros que trabajan dentro de cada una. Fuente: Elaboración propia.
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problemas de la pobreza y las distintas vulnerabilidades. Por ejemplo, del porcentaje de empleos sería interesante recabar en un análisis las actividades informales que se dan en la zona, de modo que si existiesen facilidades de acercamiento entre las administraciones y los sectores poblacionales, podrían crearse flujos de desarrollo13, que permitan la generación de circuitos económicos solidarios. Esto podría darse a partir de distintas estrategias que, sin caer en el asistencialismo, identifiquen claramente la amplia gama de actividades económicas de la población, articulando sinergias que permitan la creación de una red productores, comerciantes, oferentes de servicios y consumidores que dependan cada vez menos de los circuitos económicos impuestos por el sistema14. En el esfuerzo para regular el trabajo y algunos abusos, los grupos sociales dominantes perciben la lucha por los derechos como una traba al crecimiento económico, falacia que cae por su propio peso, ya que cuando observamos aquellas regiones que han logrado los más altos niveles de desarrollo, vemos que lo han hecho desde el patrón de la protección a los derechos humanos. 4.1.1 Trabajadores por hogar En relación a la cifra de trabajadores por hogar, es elocuente el predominio de un trabajador por núcleo familiar, en el 48% del total. Concluyente es el porcentaje de familias en los que ningún miembro trabaja, un 16% del total. El 32% de los hogares tienen 3 trabajadores por núcleo familiar. Gráfico 2.
14. Coraggio, J.L. (2009) & Tiriba, L. (2009).
Estos datos son el preámbulo de lo que posteriormente veremos en relación a los ingresos familiares y la población según las líneas de pobreza y extrema pobreza, donde existen ingresos totales muy por debajo de las líneas del salario mínimo. 4.1.2 Distribución zonal del trabajo En cuanto a los lugares de trabajo, se dibuja una preocupante tasa de desempleo a nivel general como ya se vio en la gráfica anterior, acentuándose en sectores de Sergio Toral I, -mapa 2-. Esto no significa que en los demás lugares la situación se encuentre normalizada, pues existe alrededor del 50% de población no trabajadora, como una muestra de la difícil realidad laboral, casi exclusivamente femenina en el presente estudio.
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Distribución de las socias empleadas y desempleadas
Socias empleadas y desempleadas No trabaja 46% Sí trabaja 54% Canal Asentamientos precarios Guayaquil Coop. Munic.
Dto. Nro.
Kilómetros
Mapa 2: : Distribución del trabajo de las socias de las que SI y No trabajan dentro ya del área de estudio, Canal de Cedegé en el margen Este(derecho) del Mapa. Sector occidental del canal Cedegé. Incluida la información de parte de los hogares que existiesen en el Área de Reserva de Seguridad. Fuente EEPP.
Monte Sinaí: La herencia de los vulnerados
Lo que agrava la situación es la presencia de una importante población eminentemente joven desempleada15, pues ella podría constituir un relevante motor de cambio en la zona, lamentablemente desaprovechada. La ventaja adicional que esta población podría suponer, en el caso de diseñarse políticas que la integren a la vida económica, sería una facilidad para el cambio de ciertos patrones culturales de gran presencia en la zona. Estos datos son el preámbulo de lo que posteriormente veremos en relación a los ingresos familiares y a la población clasificada según líneas de pobreza y extrema pobreza, donde existen ingresos totales muy por debajo de la línea del salario mínimo. 4.1.3 Distribución del lugar de trabajo y actividades comerciales según áreas Los flujos laborales son muy dispares, y la masa laboral de Monte Sinaí acude a trabajar incluso a sectores lejanos como el Guasmo y otras zonas del sur de Guayaquil, véase Mapa 3. Al respecto cabría comentar el esfuerzo que requiere el desplazamiento, transporte y tiempo para llegar al lugar de trabajo. Normalmente el tiempo empleado para ello va de 30 minutos a 2 horas16.La red vial diseñada para movilizar este importante conjunto poblacional es muy deficitaria en los sectores internos y en las cooperativas que tratamos. Aunque la red de servicio de buses articula gran parte de los sectores, con una regularidad variable, el sistema se considera deficitario. Encontramos la Avda. Casuarina que es la vía principal, y que se halla permanentemente en mal estado a causa de los deficientes materiales utilizados en su construcción, los mismos que son rápidamente afectados por las lluvias y el mal drenaje de las vías colindantes sin asfaltar, que traen material suelto y sedimentos por efecto de la gravedad. Es conocido el arreglo periódico de las vías que tratamos, pero también es conocida la corta durabilidad de las mismas. En este caso cabría preguntarnos si el gasto que finalmente va a parar a empresas constructoras dede forma periódica, podría dar lugar más bien
15. HdC. Avilés, D., & Jaramillo, J. (2011). 16. Viteri, C. F. (2011).
Mapa 3: Flujos poblacionales según destino laboral. Fuente: (Viteri, C. F., 2011)
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a un verdadero desarrollo de las vías a largo plazo, ajustándonos a presupuestos más elevados pero otorgándole mayor durabilidad. Se observa que alrededor del 78% de la población que reside en los sectores utiliza desplazamiento público, mientras los demás lo hacen en bicicleta, tricimoto o caminando17. Se suma a lo anterior el excesivo hacinamiento de personas durante las horas punta.
parcialmente recogidos en un pequeño sector por la empresa responsable, y la mayoría de estos son objeto de un trato inadecuado por parte de los moradores mediante quema, incorporación de sustancias inorgánicas al suelo y abandonados en los cursos de agua, perjudicando además de la salud, el medio ambiente en muchos casos de manera irreversible.
Teniendo en cuenta el elevado crecimiento urbano ilegal de la zona, observamos una carencia de involucración bastante notoria por parte de la administración en el territorio en cuanto a medidas de implementación de servicios básicos18. Las familias del área de estudio son abastecidas de agua mediante camiones cisternas, “tanqueros”, que ofrecen agua de dudosa calidad y a precios que por lo menos quintuplican los de la red pública de agua potable en la ciudad de Guayaquil. A su vez, esta gigantesca área no cuenta con alcantarillado ni red eléctrica pública, ni recolección de basura, ni servicio de telefonía fija. Los servicios eléctricos que unos pocos sectores reciben son frecuentemente interrumpidos y el voltaje es sumamente variable, ocasionando constantes daños en los equipos electrodomésticos, afectando la economía familiar y obligando a quienes realizan las pocas actividades económicas existentes en el sector, a incurrir en ingentes gastos para solucionar los desperfectos ocasionados en sus equipos eléctricos, situación que encarece los costos de operación.
El flujo comercial interno no tiene relación directa con los lugares de trabajo, tratado en C. F. Viteri19, indicándonos que los intercambios comerciales se desarrollan esencialmente en los sectores de residencia, pues según R. E. Rada20 el 58% de las familias de Monte Sinaí compran sus alimentos en tiendas del barrio, el 37% en el mercado, y el 5% restante en supermercados. Esto sin duda es un dato relevante al ver la vinculación de la sociedad con su propio espacio y actividades. En adición a esto, sabemos incluso que los precios en las tiendas de estos sectores son más elevados que en otros lugares de la ciudad, por lo que caben procesos de mejora en cuanto a nuevos productos, distribuidores, asesoramiento, redes que agilicen la actividades, asociacionismo, etc.
La carencia en la red de telefonía en los hogares impide canales comunicativos básicos en caso de emergencia, además de encarecerlos, pues se prima el uso de la telefonía móvil. El manejo de las excretas a través de letrinas artesanales es contamina las aguas subterráneas, afectando la salud de los consumidores de los escasos pozos artesianos que existen en la zona. Los desechos sólidos son
Sería adecuado diseñar políticas más pragmáticas y funcionales orientadas al pequeño comercio21, que favorezcan de manera integral la estructura y el funcionamiento comercial de la zona. Vemos cmo la pequeña empresa se convierte en un potencial para ejecutar acciones ligadas a la economía solidaria participativa, pues “es precisamente en las formas de producción y de intercambio mercantilsimple donde se expresa la posibilidad de que los sectores de la economía popular puedan incursionar en la economía como estrategia de mercado”22.
17. Huerta, F. X. (2008). 18. Viales, alcantarillado, servicio de aguas potables, electricidad (que aunque existe en un elevado porcentaje, suele ser irregular), salud, y educación (por calidad más que por cantidad como veremos). 19. Viteri, C.F. (2011). Caracterización del Potencial de Implementación de Equipamiento Urbano para Proyectos Productivos en Monte Sinaí. Revista de Arquitectura Universidad Católica Santiago de Guayaquil. Pp 125-138 20. Rada, R. E, (2011): Las Soluciones habitacionales y las características socio económicas y físico espaciales de las familias de menores ingresos: Monte Sinaí, Guayaquil. Habitabilidad básica para todos, una necesidad urgente. Pp. 33-46. 21. Núñez, S.O (1995). 22. Tiriba, L. (2009).
Monte Sinaí: La herencia de los vulnerados
4.2 Relación nivel educativo- trabajo Cuando vinculamos aspectos de la dimensión económica y social, trabajo y educación en este caso, se advierten ciertas tendencias de empleo según años de instrucción. Esta relación queda representada en la tabla 1, donde se deduce
además el nivel de deserción escolar. Obsérvese la elevada cifra de desempleo gradual entre la población con menores años de enseñanza. Un 77,3% de las socias de entre 0 y 5 años de estudios no trabajan, mientras las personas con más de 13 años de estudios se encuentran solamente en un 31% desempleadas.
Relación de trabajo con nivel educativo
Tabla 1: Porcentaje de trabajadoras y no trabajadoras por nivel educativo respecto al total de las socias. En el grupo de 0 a 5 años de estudio ubicamos; Analfabetas, sólo firma, sólo lee y escribe, ciclo básico sin terminar y “artesanal” práctico (25). Grupo de 6 a 9 años de estudio tenemos, ciclo básico y primaria. El grupo de 10 a 12 años de estudio se encuentra la secundaria sin terminar, secundaria y bachiller. Grupo de 13 años y más; estudios superiores. * Cifra total de la que se poseen datos para la variable educación. Fuente: EE. PP.
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Los grupos educativos que hemos encontrado con menor índice de empleo son aquellos a los que denominamos “artesanal” práctico y analfabetos (gráfica 3), con el 88% y 73% respectivamente, tal como se viese en el anterior informe presentado por el SIGVOL en 2005. En el gráfico se observa cómo la línea de trabajo -la línea azul-, está por encima de la línea de desempleo –línea roja- en
casi todos los niveles educativos, a excepción de los dos citados anteriormente. En cuanto a los grupos de mayor formación como educación superior y bachillerato, la diferencia es menos significativa aunque igualmente relevante; el 66% de ellas se encuentra empleada, frente al 34% que no tiene empleo.
Relación del nivel educativo de las socias y el porcentaje de empleo
Gráfico 3: Porcentajes de trabajadores y no trabajadores, respecto al total de socias por niveles educativos. Los dos valores de las líneas según tipo de empleo suman el 100% -”artesanal” práctico; 88% No trabaja, 12% Sí Trabaja-. Fuente EE. PP.
Monte Sinaí: La herencia de los vulnerados
En estudios realizados anteriormente en sectores aledaños a Monte Sinaí 23 se observa un alto porcentaje de analfabetismo en mayores de 15 años, los mismos que representan el 7% de la población, así como un 4% de analfabetismo en los menores de 15 años en edad escolar. En los años previos a esta investigación se ha experimentado un notorio incremento en los años de escolaridad, aunque sigue existiendo un déficit educativo considerable, el mismo que lamentablemente contribuye a potenciar ciertos problemas, pues se evidencia cómo las desventajas educacionales acaban reduciendo las oportunidades laborales, ya de por sí escasas y mal remuneradas. En el mismo estudio del SIGVOL se determinó que el 82% de los niños entre 6 y 11 años en el sector estudiado estaban escolarizados, en comparación al 90% en la Ciudad de Guayaquil. El 68,1% de la población que se estudió no asistía a ningún centro educativo, 69% de ellos por motivos económicos. Adicional a esto, según observaciones en terreno y entrevistas con coordinadores de asociaciones barriales, otra de las preocupaciones es la calidad educativa. En los sectores existe gran voluntad por avanzar en la labor educacional y cultural, aunque la cobertura educativa para paliar las desigualdades existentes es una tarea aun pendiente, quedando mucho por hacer al respecto. Las mejoras educativas a realizarse en los sectores vulnerados supondrán un fuerte potencial para el desarrollo en distintos ámbitos; sanitario, sexual, nutricional, económico, así como un incremento de las capacidades a la hora de afrontar nuevas e inciertas decisiones, tal como patrones básicos de diálogo y convivencia en seguridad intrafamiliar y comunitaria24. A ello se suma que el porcentaje de población joven en el sector estudiado reviste una importancia notoria, ya que como vimos en el estudio del SIGVOL la población menor de 18 años suponía un 50,5% de la población total. Esto significa que asumiendo el tiempo que ha transcurrido desde dicha investigación, existe una considerable población joven a la que brindar mejores oportunidades educativas, garantizándole el acceso a éste derecho básico. Aunque es cierto que en los últimos años las Administraciones han desplegado importantes esfuerzos a favor de la educación, éstos son aún
23. SIGVOL. (2005). 24. Amtmann, C. A. 2005, & Thompson, S. C. (2010).
insuficientes y no deben cesar, pues se trata de uno de los derechos que conforman la columna vertebral del desarrollo social. En cuanto a la deserción escolar, seguimos observando que aunque en rigor hayan aumentado los valores de personas con secundaria en los grupos de edad más jóvenes -gráfica 16-, sigue existiendo una alta población -43%- de personas que solo tienen primaria. De manera general el grupo predominante en todos los intervalos de edad es el de estudios primarios, que representa alrededor del 50% de las personas del análisis. La educación secundaria es mucho más frecuente conforme más joven es la población, dándose la relación inversa con el analfabetismo y el nivel “artesanal” práctico. El analfabetismo entre los menores de 20 años, llega tan solo al 1%, comparado con el 15% del grupo de 51 años y más. Estos datos demuestran una vez más que la educación ha experimentado mejoras, pero sin duda necesita tener un impacto más notorio en los sectores vulnerados; como resultado de ello se comprueba que el analfabetismo ha disminuido entre las nuevas generaciones, aunque no se encuentra erradicado como sería deseable. Al observar la relación entre el nivel de instrucción y la tasa de desempleo que se han analizado, es posible comprender, con mejores elementos de juicio, cómo dichos aspectos son aprovechados por ciertos empleadores inescrupulosos para cometer irregularidades salariales y precarizar los empleos, pues la población con bajos niveles educativos resulta ser la más vulnerada a la hora de exponerse a “contratos laborales”. Todo lo anterior corrobora una vez más que la educación es un factor clave para acceder a mejores opciones de trabajo, y que su escasa presencia acentúa además la vulnerabilidad en el grupo femenino. 4.3 Relación nivel educativo-Ingresos. Del mismo modo que se encuentra en el análisis por edades y nivel de instrucción de la muestra, el grupo educativo con menores ingresos se configura principalmente por socias con formación “artesanal” práctica, seguida de las que
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Relación de ingresos según el nivel educativo de la población
Gráfico 4: Relación de ingresos según el nivel educativo de la población. Fuente: EE.PP.
cuentan con educación primaria y la población analfabeta. Este último grupo se encuentra precisamente entre los $0 y los $65 de ingresos mensuales, situación que lo ubica en la extrema pobreza. Gráfico 4. Así mismo, vemos como a mayor nivel de estudios se incrementan los ingresos. Sólo el 2% de la población estudiada tiene ingresos superiores a los $600 mensuales; de estos el 47% son personas con más de 10 años de estudio, secundaria, educación superior, bachillerato e incluso secundaria sin terminar, y
el 53% de este mismo grupo está conformado por socias con estudios primarios. Entre las personas cuyo ingreso es $0, encontramos personas con formación “artesanal” práctica y en menor medida con educación primaria, así como ausencia de aquellas que cuentan con más de 10 años de instrucción. En los rangos de menores ingresos atisbamos un aumento en el porcentaje de personas con educación primaria. Obviamente, los grupos educativos de mayor cualificación no tienen presencia en este rango.
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4.4 Ingresos y Egresos Totales familiares Las variables de Ingresos y Egresos se analizarán en conjunto para facilitar la lectura comparativa y percibir las diferencias entre ambas.
el mismo porcentaje de familias (16%) con 0 miembros que trabajan, e ingresos $0. Obsérvese la gráfica 2 donde se apreciaba la cifra de familias con 0 trabajadores.
La mayoría de las socias, el 53%, posee ingresos de entre $ 141 y $ 340, y únicamente el 25% del total de las socias recibe más de $ 341. Así mismo observamos que el 16% ingresa $0, situación que otorga una profunda gravedad al estado socioeconómico de las familias de los sectores estudiados.
Por otro lado en cuanto a la diferencia de ingresos y egresos, observamos que el porcentaje de socias que gastan entre $ 141 y $ 340, un 55%, es similar al 53% de socias que poseen el mismo rango de ingresos.
En alusión a este último dato, se despeja una evidente coincidencia, pues existe
La diferencia principal es la cantidad de socias que gastan entre $1 y $ 240, un 70% de la muestra. Lo que nos llama la atención en esta población es que
Porcentajes de familias según rangos de ingresos/egresos totales
Gráfico 5: Distribución porcentual de los ingresos y egresos totales familiares en dólares $. Fuente: EE. PP.
Monte Sinaí: La herencia de los vulnerados
sus gastos superan a sus ingresos, diferencia que podemos apreciar en el gráfico 5 a través de la línea roja; la explicación a esta diferencia podría encontrarse al examinar el precio de la canasta básica familiar, que es superior a los ingresos de este sector de la población, para cuya obtención las familias incurren en arraigadas prácticas de endeudamiento. Así mismo, a partir de los $ 340 de ingresos vemos cómo hay más familias cuyas entradas superan a los egresos, -invirtiéndose la perniciosa tendencia anterior- lo que supone una cierta posibilidad de ahorro o simplemente un ligero balance positivo en estos rangos. Algunas socias, cuando se acercan a las oficinas del Hogar de Cristo, intentan mostrar una capacidad de pago superior a la que realmente tienen. A pesar que los datos entregados por ellas son sistemáticamente contrastados en terreno por el equipo de asistentes sociales de HdC, estos datos pueden tener cierto sesgo en lo referente a la capacidad de pago. De admitir esta posibilidad, habría que admitir también que la situación de pobreza de las socias es más grave de lo que se muestra. En otros estudios25 se dice que el 85%de la población estudiada se encuentra imposibilitada de lograr ahorros lo cual implica, junto a lo que mostramos en la gráfica 10, que a la hora de diseñar políticas y planes habitacionales donde participan las constructoras privadas, ha de actuarse con sumo cuidado y delicada supervisión por parte de los Gobiernos local y nacional, considerando que el ahorro y la capacidad de pago de estos sectores son extremamente bajos. 4.4.1 Distribución de los Ingresos-Egresos por zonas La situación de los ingresos totales familiares en las zonas es por lo general precaria, pues alrededor del 62% de la población de la muestra no alcanza a los $292 mensuales, que es lo que actualmente se acepta como salario mínimo.
Los bajos salarios representan el grosso de la zona de estudio al distribuirse uniformemente en el territorio analizado, lo cual invita a enfatizar el problema de la capacidad económica de pago. Esta población se revestirá de una vulnerabilidad aún mayor en las áreas cooperativas de Sergio Toral I-II y III, Voluntad de Dios y Regalo de Dios, sectores que como se seguirá viendo, protagonizan los más altos índices de vulnerabilidad del estudio. Mapa 4. Por lo general se aprecian gastos familiares mínimos, con lo que a simple vista podría concluirse que los gastos se emplean principalmente en necesidades básicas, dejando poco o nulo margen para generar ahorros o para que las familias puedan realizar actividades lúdicas26. Un ejemplo de ello es la realidad que se aprecia en los sectores de Sergio Toral I y Regalo de Dios donde se observa un gasto general ínfimo, el mismo que coincide totalmente con los bajos ingresos que las personas suelen percibir en dichas cooperativas. Mapa 5. Es importante reiterar que el propósito del presente documento no es comparar las diferencias que existen entre los distintos sectores de Monte Sinaí, sino presentar su alta vulnerabilidad y las diversas manifestaciones que ésta contiene, facilitando así una visión global de la zona. Pues es la visión del territorio en su conjunto la que debe guiar la intervención de las Administraciones a través de distintas políticas estatales, regionales o locales, al tiempo que se incluyan estos territorios de modo urgente en ciertos Planes Estratégicos claves para el desarrollo que, incomprensiblemente, no han definido a estas periferias como parte integrante de la ciudad. En realidad esta política de marginación afecta no sólo a los amplísimos sectores que han quedado fuera de ciertos planes oficiales, sino también a la metrópoli en sí misma, ya que desde una mirada holística es impensable evadir los problemas de la periferia sin terminar afectando a los centros de desarrollo en su conjunto.
25. Rada. R.E. (2011). 26. Las consideraciones de las y los coordinadores de los comités barriales dictan que las mayores necesidades que ellos tienen son la inseguridad legal del terreno, la ausencia de servicios básicos, inseguridad y problemas de pago que brinden otras oportunidades que la supervivencia.
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Dimensi贸n Econ贸mica
Ingresos totales familiares
Ingreso en d贸lares $ 0 - 105 $ 106 - 192 $ 293 - 405 $ 406 - 615 $616 - 1460
Canal Asentamientos precarios
Dto. Nro.
Guayaquil Coop. Munic.
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Mapa 4: Ingresos totales familiares por cantidades. Fuente: EE.PP.
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Egresos totales Familiares
Egresos totales $0 - $69 $70 - $174 $175 - $292 $293 - $1026 mĂĄs de $1027 Canal Asentamientos precarios
Dto. Nro.
Guayaquil Coop. Munic.
KilĂłmetros Mapa 5: Egresos mensuales familiares totales
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Ingresos según actividad
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Gráfico 6: Salario promedio de las socias según empleos que se desarrollan. Fuente: EE.PP.
4.4.2 Ingresos según ocupación En cuanto a los ingresos según ocupación, rápidamente observamos los empleos que proporcionan mayores aportes familiares, tales como los de chofer, comerciante formal y profesional independiente, coincidiendo éstos según informes previos con población en su mayoría masculina27, -gráfico 6-.
27. SIGVOL. (2005). 28. HdC. Avilés, D. & Jaramillo, J. (2011), & SIGVOL (2005).
Entre las actividades peor remuneradas se encuentran el comercio informal y el empleo doméstico puertas afuera, siendo en su mayoría mujeres. En el caso femenino, entre ambas ocupaciones mencionadas tenemos el 55% de la población trabajadora -gráfico 7-, lo que nos lleva a concluir que los empleos más frecuentes en el área son aquellos que logran menores salarios, gráfico 6. Confirmamos esto último con investigaciones previas en el terreno que establecen tendencias similares28.
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El empleo doméstico puertas afuera -27% de la población trabajadora- se encuentra por debajo de los ingresos del salario mínimo fijado en $29229. Es necesario resaltar aquí que el promedio de ingresos según ocupación no supera los $415 si se toman en consideración los empleos mejor remunerados, aunque con ellos ni siquiera podría llegarse a cubrir el costo de la canasta básica para una familia nuclear promedio. Anexo 3.
los empleos tienden a ser irregulares e integran un círculo vicioso de perjuicios que desarrollan importantes flujos al margen de la legalidad, por carecer de impuestos ni registro alguno, con ausencia de representación legal frente a la Administración local y estatal, y terminando por excluir a la ciudadanía de la atención necesaria en cuanto a salud, seguridad, etc.
Porcentaje de las actividades laborales de las socias
En general se aprecia que los sueldos medios, incluso los que se consideran mejor remunerados como el de chofer, suelen ser ligeramente superiores al sueldo mínimo. Sin embargo asumiendo el sueldo mínimo establecido para el año 2012, la mayoría de los casos se encuentran por debajo de este, es decir, un dramático 62,6% de la población estudiada recibe un salario por debajo del mínimo fijado. Asumiendo un margen de error por el desfase con el IPC, este es un dato que no deja de ser extremamente preocupante. Los dos puestos de trabajo más presentes en el análisis son; empleada doméstica puertas afuera y comerciante informal; ambos ingresan $290,6 y $336,5 de salario promedio respectivamente, seguido de la empleada, con $340,6 y lavandera, $244,5. Entre los cuatro grupos suman el 82% de la población del análisis, lo que vuelve a evidenciar que las familias dependen de trabajos muy mal remunerados. Hay que recordar que de éste salario depende la familia por completo en la mayoría de los casos, lo que se expresa en el análisis del gráfico 2, donde se observa que casi el 50% de las familias cuentan con tan solo un trabajador. Mayoritariamente
29. Ministerio de Relaciones Laborales.
% de trabajadores Gráfico 7: Distribución porcentual de las actividades de las socia que sí trabajan. Fuente: EE.PP.
Monte Sinaí: La herencia de los vulnerados
4.5 Distribución per cápita de la renta El ingreso per cápita principal, que se encuentra entre $0 y los $120, suma el 85% de las familias estudiadas. Dentro de éste porcentaje, el grupo mayoritario se encuentra entre los 40 y los 80 dólares, agrupando al 37% de las socias. Gráfico 8. El segundo grupo mayoritario que muestra resultados altamente preocupantes es el casi 30% de la población que ingresa menos de $40 per cápita.
Distribución de ingresos mensuales percápita $
Éste último dato es profundamente interesante si lo relacionamos con el número de trabajadores por familia, arrojando que en casi el 50% de los casos solo trabaja una persona en el hogar. Este hecho irá íntimamente ligado a la existencia o no de niños y ancianos por hogar. Según el informe anterior del SIGVOL, existía un 51% de población con edades entre 1 y 18 años, lo que inicialmente demuestra que existe una gran cifra de menores por hogar. También es cierto que mientras en Ecuador el promedio de familias es de 3,8 miembros por Hogar, en el área de estudio el promedio es de 3,3 personas, lo que expresa que en la zona las familias son menos extensas. 4.6 Capacidad de Pago Pasemos ahora a revisar algunos resultados que sin duda son altamente representativos de la capacidad de las personas que habitan el sector estudiado, sea al momento de participar en planes habitacionales, o cuando se trate de incursionar en nuevas actividades económicas personales o en beneficio de la familia, que aumenten sus ingresos. El gráfico 9 arroja un resultado muy significativo, donde el grosso de la población (82%) no podría pagar en ningún caso más de $ 49 mensuales. Anexo 1. Este resultado se extrae de la diferencia entre ingresos y egresos declarados por las familias; esta cifra es relativa, puesto que no contempla gastos de emergencias o eventualidades del día a día.
Gráfico 8: Porcentajes de distribución de ingresos per cápita. Fuente: EE.PP.
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Capacidad de pago de las socias a nivel mensual.
Gráfico 9: Distribución de frecuencias de la capacidad de pago mensual de Las socias. Fuente: EE.PP.
Dada la difícil situación que acabamos de presentar, es necesario que el otorgamiento de créditos sea un proceso responsable que tome en cuenta los distintos rasgos de vulnerabilidad de las familias del sector, a fin de evitar un sobreendeudamiento en esta población que lamentablemente se caracteriza por una capacidad de pago tan irregular. Así también las diferentes Administraciones deben de considerar esta real capacidad de pago de las familias a la hora de impulsar planes habitaciones, pues ellas precisan de subsidios para poder acceder a la vivienda.
30. Stloukal, L. (2001).
Cuanto más se involucre a la sociedad civil a través de sus organizaciones barriales en el espacio en que viven, mayores serán los niveles de conciencia y responsabilidad de los mismos. Incluso los grupos poblacionales más desafiantes suelen vincularse con aquellas organizaciones que perciben como más comprometidas e inmersas en el proceso de desarrollo del hábitat ocupado, potenciándose de esta manera las capacidades locales, pues las personas participantes adquieren responsabilidades que otorgan un auténtico valor añadido al proceso de apropiación y compromiso con el nuevo hábitat30.
Monte Sinaí: La herencia de los vulnerados
Es de conocimiento público el muy escaso interés de los habitantes del Área de Seguridad por reubicarse en los nuevos proyectos habitacionales. La llegada de estos grupos a los sectores que hoy terminan de desalojarse supuso una historia de esfuerzos y privaciones para conseguir sus lotes y edificar sus viviendas, que generaron en la población una fuerte identidad con el espacio que habitaban y que muchos, aún habitan. Es por ello que las acciones dirigidas a lograr que estos habitantes con tan baja capacidad de pago se interesen por ocupar los nuevos espacios, deben ser el fruto, en primerísimo lugar, de estrategias participativas que logren el involucramiento de la población afectada en las nuevas propuestas, con la finalidad de que ella misma oriente de modo consciente, voluntario y sostenido su deseo de cancelar las cuotas que requiere la adquisición su nueva vivienda. Puesto que esta tarea concentrará los esfuerzos económicos de la población, restándole en lo sucesivo capacidad de ahorro, es necesario diseñar acciones que permitan la ampliación de las fronteras económicas de esta población, mediante estrategias que hagan posible la construcción de circuitos económicos solidarios a partir de la potenciación de las capacidades locales y del nuevo territorio. Todo este esfuerzo constituirá la otra cara de la reubicación y del difícil proceso de reasentamiento, con lo que la idea de desarrollo y progreso barrial pasarán a primer plano, mientras el desarraigo y la desconfianza se irán eclipsando. En cuanto a la distribución de la capacidad de pago según sectores, hemos visto que éste problema se extrema una vez que llegamos a ciertas cooperativas como Sergio Toral, Ciudad de Dios o Regalo de Dios, mapa 6. Aunque la vulnerabilidad es del conjunto, sería interesante estudiar los motivos por los que este problema es más grave en unas cooperativas que en otras. El análisis de los efectos y consecuencias de las no tan pretéritas ventas ilegales de lotes por parte de los traficantes de tierra, puede esclarecer esta situación, ayudándonos a comprender la influencia que aún mantienen estos traficantes y sus grupos en el territorio en relación a los pagos y los distintos tipos de dominio que todavía ejercen.
31. Pozo. R. (2011).
Existen artículos y publicaciones que tratan la temática de las ventas informales de terrenos31, donde se muestra la estructura jerarquizada de los cobros a través de los “secretarios”. Es conocida la dificultad para afrontar esta cancelación y exigencias por parte de la población que decidió comprar un lote en las pasadas invasiones, si bien es cierto, los precios llegaban a ser más tolerables que algunos de los que se aceptan actualmente desde la plena legalidad. Las consecuencias que hoy se leen en el terreno son motivos más que suficientes para ayudarnos a comprender una vez más que la irregularidad y la permisividad por parte de los organismos e instituciones competentes, no hace más que agravar la situación.
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Capacidad de pago de las socias
Capacidad de Pago $-810 - $0 $0,1 - $25 $25,1 - $50 $50,1 - $75 >$75
Canal Asentamientos precarios
Dto. Nro.
Guayaquil Coop. Munic.
Kil贸metros
Mapa 6: Capacidad de pago de las socias seg煤n sea positiva o negativa. Fuente: EE.PP.
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4.6.1 Capacidad de pago según trabajo Analizando los resultados de la investigación se concluye que el problema referente a la capacidad de pago radica en el acceso al empleo. Así tenemos que de los que tienen capacidad de pago superior o igual a $ 74 –Gráfica 10-, se encuentran en su mayoría empleados (89%), mientras que en el grupo con capacidad de pago de $0 solo trabaja el 13,8%. Existe pues una relación inversa fácilmente perceptible entre carencia de trabajo y capacidad de pago.
elocuente un equilibrio positivo, casi total, de la capacidad de pago, aunque aún así existen situaciones puntuales donde esta es todavía negativa. Mapa 8. Al igual que lo que ocurre con el bono solidario -véase anexo 2-, no se aprecian diferencias zonales palpables, aunque sí se muestra que la capacidad de pago superior a $30 representa tan solo el 29%.
En relación a las socias que participan en programas con HdC, se evidencia que el peso familiar recae casi exclusivamente sobre la mujer, afectando así su % de población capacidad de pago. Esto hace necesario pensar el desarrollo socioeconómico 100% enfatizando el rol que cumple la mujer dentro del mismo, contrastándolo con las actuales dificultades del área de estudio y la carencia de programas efectivos, de modo que sea posible potenciar las oportunidades de las mujeres y hacer posible que ellas logren un mayor control sobre las condiciones que afectan sus vidas, sin 80% dejar de recordar que la no resolución de esta problemática puede convertirla en cíclica. La relación entre capacidad de pago y desempleo aparece muy clara en los mapas 7 y 8. En cuanto al grupo de mujeres desempleadas, la mayor densidad de esta población se encuentra en Sergio Toral I y, en segundo lugar, en las cooperativas Regalo de Dios y Voluntad de Dios. En trabajos elaborados recientemente32, se observan ingresos promedio de $288, superiores a la renta básica del periodo en el que se hizo el estudio. En el presente análisis y tomando en cuenta que el Índice de precios al consumidor IPC nos muestra un incremento de los precios del orden de un 8%, vemos cómo la situación se agrava, pues el ingreso promedio en nuestra investigación se encuentra en $248, casi $40 por debajo de los datos encontrados en el análisis citado. 4.6.2 Capacidad de pago de las personas que sí trabajan.
Relación del trabajo con la capacidad de pago mensual
60%
40%
20%
0%
En cuanto a la capacidad de pago de aquellos que trabajan, se aprecia de forma Gráfica 10: Porcentaje de socias que trabajan o no dentro de los distintos rangos de la capacidad de pago. 32. Rada, R. E. (2011).
43
44
Dimensi贸n Econ贸mica
Capacidad de pago de personas que no trabajan
No trabaja - Capacidad de Pago $-138 - $0 $0,1 - $25 $25,1 - $75 $75,1 - $289
Canal Asentamientos precarios
Dto. Nro.
Guayaquil Coop. Munic.
Kil贸metros
Mapa 7: Capacidad de pago de las personas desempleadas . Fuente: EE.PP.
Monte Sinaí: La herencia de los vulnerados
Capacidad de pago de personas que sí trabajan
Capacidad de Pago - Si trabaja <$0 $0 - $13 $14 - 35 $36 - $64 >$64 Canal
Dto. Nro.
Asentamientos precarios Guayaquil Coop. Munic.
Kilómetros Mapa 8: Capacidad de pago de la población que sí trabaja. Fuente: EE.PP.
45
46
Dimensión Económica
4.6.3 Capacidad de pago en relación a la recepción del bono solidario Si bien existe una gran cantidad de pobladores con capacidad de pago negativa, se da un notorio equilibrio en las diferencias zonales, vinculándose con un ligero aumento de la capacidad de pago por parte de los que reciben el bono, véase el mapa 9. A pesar de ello siguen existiendo situaciones puntuales con un gran déficit en la capacidad de Pago.
Un dato representativo queda expresado en el Área de Reserva de Seguridad, donde existen personas con capacidades de pago no muy elevadas pero sí positivas. Vemos tras compararse la capacidad de pago con estas distintas variables – bono solidario y si trabaja o no-, cómo van íntimamente ligadas, suponiendo el bono solidario una ayuda importante aunque con menor incidencia que la primera.
Monte Sina铆: La herencia de los vulnerados
Capacidad de pago de la poblaci贸n que recibe el Bono Solidario
Capacidad de Pago - Bono Solidario <$0 $0,1 - $25 $25,1 - $50
Dto. Nro.
$50,1 - $75 >$75,1 Canal Asentamientos precarios Guayaquil Coop. Munic.
Kil贸metros Mapa 9: Capacidad de pago mensual de la poblaci贸n que recibe el bono solidario. Fuente: EE.PP.
47
Monte SinaĂ: La herencia de los vulnerados
50
Dimensión Social
5. Dimensión Social En el siguiente apartado se presentan los resultados del análisis social, recogiendo para su estudio los aspectos territoriales, estado civil, hogar, número de comidas diarias, bono solidario, educación, salud y pobreza. La variable edad será estudiada en relación a los aspectos mencionados, aunque se desestimará la pirámide poblacional por edad, debido a que en investigaciones previas y a partir de distintas muestras se ha ofrecido una idea general de la estructura etaria del sector33. En este sentido se estima que existe una estructura de forma piramidal con cierta disminución en la base, lo que revela la presencia de menor población joven. El grosso poblacional se encuentra en el conjunto menor de los 45 años, lo que reflejaría una esperanza de vida muy reducida. Los sectores estudiados son receptores de una importante población inmigrante, poseedora de una identidad cultural particular con características que podrían hacer de algunos grupos entidades sumamente reservadas y con cierta tendencia a desarrollar escaso contacto grupal. Estas características generan, en el proceso de acercamiento con la población residente, ciertos espacios culturales de carácter plural pero muchas veces independientes entre sí, lo que podría constituir una debilidad al momento de configurar las dinámicas al interior del territorio, tomando en cuenta que la cultura es la matriz sobre la que se construye el desarrollo. Principalmente, la procedencia de la población es de las provincias del Guayas, Manabí y los Ríos.
23% del total que está separada, y en menor medida encontramos a solteras y viudas. En la gráfica se confirma que las tendencias continúan siendo similares a los resultados de la investigación mencionada.
Conjunto poblacional de las socias según estado civil
Casadas 3500 3000 2500 2424 2000 1500
Viudas
Divorciadas
1000
165
500 0
73
327
Unidas
3224
1798
Separadas
5.1 Estado civil En relación a la condición civil de las socias, es posible apreciar en la gráfica 11 que hay una gran presencia de personas comprometidas, formal o informalmente. Existe un predominio de las uniones informales, con un 40% del total analizado, aunque de forma menos representativa que en los anteriores análisis34, donde éstos casi llegaban al 52%. A este grupo mayoritario le sigue la población casada con un 30% del total de la muestra estudiada. Luego, es posible observar a un
33. SIGVOL;(2005). & HdC. Avilés, D., & Jaramillo, J. (2011). 34. -HdC. Avilés, D., & Jaramillo, J. (2011).
Estado Civil
Solteras
Gráfica 11: Conjunto poblacional de las socias según estado civil. Fuente: EE.PP.
Monte Sinaí: La herencia de los vulnerados
5.1.1 Estado civil en relación a la edad En una revisión global del estado civil de las socias, vemos cómo conforme aumenta la edad se van equilibrando los distintos grupos –casadas, separadas, unidas y viudas-. De esta manera, es posible encontrar patrones culturales tradicionales en estos resultados, ya que el número de personas casadas aumenta de forma casi gradual conforme aumenta la edad, ocurriendo lo contrario con las uniones libres, donde entre las personas menores de 30 años constituyen más del 50% (70% entre las menores de 20 años); en cambio entre las personas de más de 40 años la presencia de este tipo de uniones va disminuyendo considerablemente con cifras alrededor del 20% del total de estos grupos, como puede verse en la gráfica 12.
En las edades comprendidas entre los 31 y los 40 años, casi quedan equiparadas las mujeres unidas y las casadas, siendo ligeramente superior el número de uniones. Es en este grupo donde al parecer se produce la inversión de las tendencias entre casamientos y uniones, es decir, población que naciese en torno a los años 1970 - 1980, siendo además el grupo más numeroso de la población estudiada con un 35,6% de representación total –tabla 2-. La cifra de divorciadas y separadas es mayoritaria en edades superiores a los 41 años; entre 41 y 50 años, concretamente, suponen entre ambas un 31%, siendo el 30% de éste separadas, un porcentaje altamente representativo si lo ligamos al hecho de que en el grupo predominante las uniones alcanzaban un 40%.
Relación estado civil y edad
Gráfica 12: Situación civil en el que se encuentran las socias según grupo de edad. Fuente: EE.PP.
51
52
Distribución porcentual por grupo de edad de las socias
Dimensión Social
Edad
Porcentajes
<20
1,27%
De 21 a 30
32,48%
De 31 a 40
35,60%
De 41 a 50
18,42%
De 51 a más
12,23%
Como reflejo de la tendencia cultural tradicional que existe entre las mujeres de Monte Sinaí, frente al matrimonio y las uniones de pareja, tenemos que el conjunto de solteras en toda la serie de datos es minoritario, a diferencia de la realidad nacional donde el total de personas solteras es del 36,5%35. En la tabla 3 se muestra una relación de variables según los distintos estados civiles, arrojando algunos datos muy esclarecedores. Así se tiene por ejemplo que las mujeres unidas y separadas/divorciadas acogen los mayores valores en ingresos, comidas diarias por hogar, así como una mayor capacidad de pago. Tendremos también que quienes menor edad e índice de trabajo revelan, son las personas en unión y especialmente las casadas con un 25,5% de ocupación. Las
Tabla 2: Porcentaje según grupos de edad de la población del análisis -8012 socias-. Fuente: EE.PP.
que mayor tasa de trabajadores tienen son las separadas/divorciadas, y solteras con un 92% y 93% de ocupadas respectivamente. Las rentas per cápita más altas se observan en el caso de las solteras, mientras que la capacidad de pago más elevada la recogen las personas en unión. Curioso y desalentador es el dato en cuanto a ingresos y egresos de las mujeres casadas, donde se señala que tanto los datos de egresos como de ingresos son los más bajos de entre los distintos estados civiles. En cuanto al bono solidario, los grupos que en promedio lo reciben en mayor cantidad son en primer lugar las viudas, y las separadas/divorciadas en segundo lugar.
Comparativa de variables en datos promedio según estado civil
Tabla 3: Comparativa de variables en datos promedios de variables según estado civil. Fuente: EE.PP. 35. Censo de Población y Vivienda 2010. INEC.
Monte Sinaí: La herencia de los vulnerados
5.1.2 Comparación de variables según estado civil. Los factores más concluyentes vienen de la mano del grupo de casadas, en donde encontramos los menores valores en variables como egresos totales, ingresos totales, número de comidas diarias, bono solidario, y desempleo, como puede apreciarse en la tabla 3. Todos estos aspectos esclarecedores se agravan cuando vemos que en la muestra suponen casi el 30% del total. Dentro del grupo de las mujeres casadas el ingreso per cápita promedio es de $46, lo que le sitúa como un estado civil propenso a incluirse en situación de pobreza, como veremos más adelante.
A partir de lo hasta aquí expuesto, se puede observar cómo los grupos con mayor independencia y mayor acceso al trabajo y educación son los grupos poblacionales menos expuestos a la vulnerabilidad económica, que en el presente estudio encontramos muy asociado a las unidas e incluso separadas/divorciadas. Lamentablemente, una situación muy diferente a la que muestra la población casada, que además de tener menor independencia económica y acceso al trabajo tiene mayores carencias y recibe una menor ayuda estatal.
La mayor cantidad de ingresos y egresos totales corresponde en primer lugar a las unidas, seguidas de las separadas/divorciadas. Ambos grupos son los que mayor cifra de comidas al día registran. Las separadas además cuentan con uno de los mayores promedios de ingresos por bono solidario junto a las viudas. Además, las separadas / divorciadas trabajan en un 92% mientras que entre las unidas solo lo hace el 47%. Pero la mayor distribución de ingresos considerando el número de miembros por familia, tiene lugar entre las solteras, seguida de las unidas, y de las divorciadas/separadas, lo que apunta a que dentro de los distintos estados civiles, la mayor solvencia económica corresponde a las solteras. Esto se explica con mayor claridad cuando observamos que el grupo que trabaja en mayor porcentaje es precisamente el de las solteras, que junto a las separadas/ divorciadas configuran los dos grupos dominantes en cuanto a empleo. Ahora bien, sería interesante estudiar las condiciones en las que lo hacen, considerando que según cifras del censo de Población y Vivienda del 2010 casi la totalidad de mujeres del 20% más pobre y que además poseen escaso nivel educativo, trabajan en sectores de baja productividad o en empleos informales, que a pesar de contar a veces con ingresos “elevados”, sufren inestabilidad laboral, limitada o nula seguridad social y ausencia de cualquier tipo de contrato regular. Pero sin duda el grupo que resulta más preocupante es el conformado por aquel porcentaje restante, que nos revela un grupo humano sin pareja, sin empleo y con hijos, que lo caracteriza sin duda como un sector altamente vulnerado. Según edades, los grupos de menor edad promedio36 son las casadas y las unidas, siendo las de mayor edad las separadas/divorciadas como ya vimos anteriormente. 36. Teniendo en cuenta otras medidas aritméticas como la mediana y la moda, comprobamos que el resultado que más se acercaba a la realidad en este caso era el de la media aritmética.
53
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Dimensión Social
5.2 Hogar
Porcentaje de viviendas por tipología
5.2.1 Tipo de la vivienda El tipo de vivienda más numerosa es el de caña guadua, del mismo tipo de casas que entrega el Hogar de Cristo. En análisis anteriores llevados a cabo en el área de acción de la Perimetral Nor-Oeste de Guayaquil, se estimaba la cantidad de viviendas de caña en un 66%, mientras que actualmente se cifra un 47,5%37. Cabe destacar que la mayoría de las personas, alrededor de un 60%, habita en casas de caña, covachas y media agua -gráfica 13-, mientras que la casa o villa representa casi el 29% de los hogares estudiados, constituyendo además este tipo de vivienda el que en su mayoría se encuentra en buen estado. Gráfico 14.
37. HdC. Avilés, D. & Jaramillo, J. (2011).
Gráfico 13: Tipología de la vivienda de la población estudiada en datos porcentuales. Fuente: EE. PP.
Monte Sinaí: La herencia de los vulnerados
5.2.2 Estado de la vivienda Como acabamos de afirmar, los hogares en mejor estado son las casas o villas y los cuartos o departamentos, -gráfica 14-. En el otro extremo tenemos las viviendas cuya mayor representación se encuentra en estado malo y pésimo, tales como las covachas, chozas o ranchos. En cuanto a las viviendas en estado regular, están la casa mixta o media agua, junto a la casa de caña. Estado de vivienda según tipología
sector; como son los Planes Estratégicos o planes habitacionales de Mucho Lote, Socio Vivienda, o Ciudad Victoria, debe realizarse desde una visión integral del hábitat, diseñando proyectos en conjunto con otras organizaciones u entidades constructoras privadas, que hayan asumido con responsabilidad su compromiso en este sector y procedan con conocimiento, respeto y acervo moral en el área, con relación a la población con la que se va a trabajar. Como puede apreciarse en el gráfico contiguo, la durabilidad y el estado de la vivienda están íntimamente regidos por la calidad de los materiales que se emplean en su construcción, así como las técnicas y modos en los que estos se utilizan. La caña es conocida en el Oriente Asiático como “acero vegetal” y curada puede ofrecer tan buenos servicios como la mejor de las maderas. Así como no es posible, económicamente, atender a las necesidades específicas de cada familia en cuanto a la construcción de vivienda se refiere, desde la ética social tampoco es aceptable proporcionar viviendas con espacios y necesidades muy reducidas, con escasas posibilidades de progresión, dando origen además a conjuntos homogéneos cerrados que cuentan con todas las condiciones para detonar algunas graves e irreversibles consecuencias38. Por el contrario, se trata de ofrecer suficientes posibilidades de libertad y flexibilidad para el desarrollo de la vivienda, de modo que las mismas familias se empoderen de su propio espacio y sean partícipes de la evolución física y simbólica de su hogar.
Gráfica 14: Estado de la vivienda según tipología. Fuente: EE. PP.
Teniendo en cuenta que la vivienda con mayor representación es la casa de caña, toda mejora que se realice utilizando materiales tradicionales que optimicen las capacidades estructurales y funcionales, será sumamente importante para las mejoras habitacionales de este grosso poblacional. No obstante, las mejoras como venimos apuntando deben ser integrales, con lo que toda medida a adoptar en el
38. Rodríguez, C. I. (2006).
5.2.3 Estado vivienda-Ingreso Total familiar Vinculando aspectos económicos con los sociales, se cruzarán ahora los ingresos totales familiares y el estado de la vivienda; para ello se brinda el gráfico 15, que liga dos aspectos representativos que introducirán al problema de la vivienda y el déficit habitacional.
55
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Dimensión Social
Relación del estado de la vivienda con el ingreso mensual familiar A primera vista se estima que existe una relación directa entre los ingresos familiares y el estado de la vivienda, aumentando la calidad de la misma conforme crecen los ingresos familiares. Otra relación palpable es la disminución de aquellas en estado pésimo conforme aumentan los ingresos familiares. Poco representativa es la relación a establecer con las casas en estado regular, más numerosas dentro del rango de ingresos de $140 a $340. En éste grupo de vivienda, las casas en mal estado de igual manera descienden conforme aumentan los ingresos, aunque no de manera tan significativa como la que se encuentra en estado pésimo.
60
50
40
30
5.2.4 Estado de la vivienda según personas por familia. Existe un ligero aumento de las viviendas en mal y pésimo estado, conforme incrementa el núcleo familiar. El grupo mayoritario en el análisis general según la situación de habitabilidad es el de buen estado, con el 31%, mientras que con familias superiores a 3 personas el estado regular muestra una mayor representación. A pesar de ello, este hecho no parece causar cambios significativos según incrementa el número de integrantes por hogar, en contra de lo que se pudiese augurar.
20
10
0
Gráfico 15: Porcentaje de viviendas según su estado dentro de cada rango de ingresos mensuales. Fuente EE.PP.
Monte Sinaí: La herencia de los vulnerados
Estado de la vivienda según miembros en la familia
Tabla 4: Estado de la vivienda en porcentajes según miembros familiares. Fuente EE.PP.
En cuanto a la distribución zonal de las viviendas según su estado en familias mayores de tres y cinco integrantes, no se aprecia una relación directa relevante, sin que parezca ser la causa principal del mal estado de la vivienda. Aún así, se observan los agravantes ya conocidos en Sergio Toral I y II, donde encontramos un mayor porcentaje de viviendas en estado pésimo. Mapa 10. Podrían existir no obstante otras causas más vinculadas al terreno, vulnerabilidades naturales como ya veremos, tales como cercanía a cauces o quebradas, laderas con suelos inestables, terrenos pantanosos, canales deficitarios o en mal estado, etc. Los factores intrínsecos al terreno serán decisivos para el estado de la vivienda. Existe un alto cuestionamiento respecto a la calidad de la vivienda de caña guadua. Se suele dar un rechazo cualitativo genérico al hablar de este tipo de hogares de madera y caña, a pesar de que existen diversas variedades de viviendas construidas con estos materiales que nada tienen que envidiar a otro tipo de hogares construidos con materiales “nobles”. Se han realizado diversos trabajos y proyectos sobre dicha cuestión, así como nuevas alternativas de construcción utilizando materiales reciclables que distan mucho de ser una vivienda indigna, y que se vinculan además con nuevas actividades productivas. La aparición de posibilidades y propuestas integradoras de viviendas de caña de alta viabilidad ya existen, aunque lamentablemente subsiste una falta de aceptación por parte de ciertas organizaciones y Administraciones ligadas al espacio que tratamos.39 39. Ramos, G. J., Peña, R. I. & Rodríguez, J. P. R. (2010). 40. Plan Nacional del Buen Vivir, Capítulo 7. Objetivo 3, Política 3.6.
Paradójicamente el Plan Nacional de Desarrollo, más conocido como Plan Nacional para el Buen Vivir, dispone políticas nacionales sobre la vivienda que al parecer han sido ignoradas en estos últimos años por importantes personas encargadas de la toma de decisiones. En efecto, el Plan dispone la promoción de “programas públicos de vivienda adecuados a las condiciones climáticas, ambientales y culturales”, “que privilegien sistemas, materiales y tecnologías ecológicas e interculturales”, fortaleciendo “las capacidades locales para la producción de materiales de construcción y de vivienda, promoviendo encadenamientos productivos que beneficien a los territorios y las comunidades”, así como “la recuperación de técnicas ancestrales de construcción”40. Lamentablemente, la gran mayoría de planes habitacionales llevados a cabo se encuentran bastante lejos de haber respondido a estas orientaciones.
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Dimensión Social
Estado de la vivienda de los hogares con cinco o más familiares
Estado de la vivienda de los hogares con cinco o más familiares
Dto. Nro.
Bueno Malo Pésimo Regular Canal Asentamientos precarios Guayaquil Coop. Munic.
Kilómetros Mapa 10: Estado de la vivienda de los hogares con cinco o más familiares. Fuente: EE.PP.
Monte Sinaí: La herencia de los vulnerados
Si estas sabias políticas hubieran sido implementadas en el litoral, tendríamos ahora miles de estupendas viviendas alternativas, construidas con la participación de la población beneficiaria en un sólido movimiento de capacitación y apropiación de propuestas de desarrollo territorial. Su producción se realizaría a través de tecnologías ancestrales y elaboradas con materiales tradicionales o hechas a partir de ellos, en procesos productivos ágiles y eficientes, altamente seguras y sustentables, que habrían contribuido además a generar interesantes circuitos económicos solidarios entre productores de caña, de adobes, ladrillos, etc. fortaleciendo un modelo de “desarrollo” que realmente apuntase al Buen Vivir. La casa de caña se inscribe plenamente en las orientaciones de este importante Plan nacional, siempre que trabajemos permanente por su mejora, así como por la vivienda “progresiva” en segunda instancia, que amplía, mejora y renueva el hogar de caña. La tarea es adecuar el hábitat y la vivienda a los tiempos y nuevas necesidades familiares, propósito que actualmente persigue el desarrollo de la vivienda de HdC. En respuesta a quienes no ven en la vivienda de madera y caña una vivienda digna, queda demostrado que no sólo es factible sino fácil y más económico construir una estructura de madera y caña de gran calidad y durabilidad, desarrollando modelos que respondan a las necesidades familiares como puede ser el crecimiento del núcleo interno familiar, con lo que cabría una mejora estructural del hogar41. Las políticas de participación y asociación, así como la economía popular y solidaria son herramientas a nuestro alcance, aunque no siempre les damos el valor que se merecen, procediendo incluso a sacrificarlas en nombre de la eficacia o de alguna situación coyuntural. Por ello el compromiso ético y social es la condición sine qua non que nos llevará a promover diferentes vías que tejan los nuevos componentes de las distintas estructuras sociales, económicas y habitacionales. Así mismo, es necesaria una adecuación e implantación del seguimiento y soporte institucional, de modo que existan capacitaciones y herramientas con las que trabajar para conseguir la Vida Plena que buscamos.
41. Base de datos de Hogar de Cristo -BDHC. (2009), (Ortega, E. A., et ál. (2003), & (Salas, S. J. -2000, 2005 & sin fecha)- http://www.cuhab-upm.es/.
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Monte SinaĂ: La herencia de los vulnerados
62
Educación
6. Educación
6.1 Relación edad-nivel educativo
El nivel educativo del total de las socias está altamente representado por el grupo que tiene primaria; el 52% de las socias de la muestra tienen dicho nivel educativo. Tabla 5. A continuación del grupo con primaria, el segundo en representatividad es el de secundaria, con un 21% del total, que como veremos se concentra principalmente en la población más joven, seguido con un 11,3% de “artesanal” práctico, actividad ligada a los grupos de mayores edades según nos muestran los resultados de la tabla 5. El grupo con educación superior representa el 1,7%, con una baja representatividad en el área de estudio en general.
Nivel Educativo de las Socias Educación
% Socias
Lee y escribe
0,5 %
Sólo firma
1,1 %
Analfabeta
3,8 %
Artesanal práctico
11,3 %
Primaria sin terminar
0,7 %
Ciclo básico
2,8 %
Primaria
51,9 %
Secundaria sin terminar
2,3 %
Secundaria
20,7 %
Bachiller
3,2 %
Superior
1,7 %
Tabla 5: Porcentaje de socias según nivel educativo. EE. PP.
El grupo mayoritario como vimos es el de primaria, siendo incluso superior el porcentaje dentro de los grupos de edad mayores de 31 años principalmente. Gráfico 16. Lo mismo sucede con el grupo “artesanal” práctico y el de analfabetas, dándose una relación directa conforme aumenta la edad. La mayoría de socias que cuentan con estudios secundarios se encuentran en los grupos de menor edad, disminuyendo el porcentaje a medida que aumentan la edad de los grupos. La educación superior tiene lugar en las socias entre los 21 y 40 años principalmente, no siendo muy representativa en el total de la muestra como se ha dicho. La expectativa de contar con un aumento del nivel educativo es un hecho relevante en las socias con edades más tempranas. A pesar de ello, como sabemos, existe en el sector una grave carencia general de escuelas, llegándose incluso a tener una cifra de 66 alumnos por clase principalmente en los primeros años de educación42. Este hecho se suele repetir en las escuelas estudiadas de la zona, aunque en otros casos existen 14-15 alumnos por profesor y aula, siendo muy inferior al máximo establecido legalmente de 35 alumnos por clase. A ello sumamos que la cualificación profesional general de los maestros en las escuelas del sector estudiadas es inadecuada en su mayoría, con tan solo un 16,7% de los profesores en posesión de título de licenciado en ciencias de la educación. Tabla 6. La pedagogía y la cualificación profesional de los formadores son factores clave para la calidad educativa, pues como se ha demostrado en años pasados en la ciudad de Guayaquil, el deseo de acceder a estudios superiores era alto. No obstante, este deseo se ve frustrado en muchos casos por la carencia de las aptitudes y condiciones necesarias para lograr dicho acceso, debido a distintos motivos que tienen su causa en la inequidad de derechos con respecto a otros pobladores de Guayaquil. Actualmente vivimos situaciones de cambio en el ambiente educativo nacional, cambios que podrían y deben suponer una epopeya en la historia del desarrollo
42. Datos del Proceso de Educación –Hogar de Cristo. Erradicación del trabajo infantil. Proyecto Telefónica.
Relación Nivel Educativo y Edad
Monte Sinaí: La herencia de los vulnerados
60 50 40 30 20 10 0
Gráfico 16: Niveles educativos por grupos de edad. Fuente: EE. PP.
educativo del país; se trata sin duda de un momento privilegiado para dar soluciones a los problemas de exclusión y calidad educativa, erradicación del trabajo infantil, y recomposición física de escuelas -Tabla 7-. Desarrollar la teoría y las políticas promovidas por el Contrato Social por la Educación debe ser una prioridad, como también dar plena cobertura y continuidad a la misma, prestándole atención al problema perpetuado de la marginación femenina, que ya fuese una de las premisas de los “Objetivos de Desarrollo del Milenio” y parte de la doctrina del Buen Vivir.
No dejar excluidos de la educación a los menores de edad ha de ser una prioridad. Esto es una compleja tarea si observamos la pobre cobertura cualitativa y cuantitativa existente hasta el momento en la zona. De no buscar y priorizar una solución a este problema que violenta los derechos de los menores, además de proporcionarles un deficiente legado educativo cerraremos puertas a los más jóvenes, esperanza y futuro de nuestro país. De no actuar estaremos brindando a las nuevas generaciones un futuro aún más incierto, pues no debemos olvidar que los mayores problemas de la infancia, aún por erradicar, son el trabajo infantil y la violencia43, ambas problemáticas vinculadas directamente con la educación.
43. Oporto, M. (2010), Ramos, E. & Consultoría sobre; La Calidad de la Educación en el Proyecto “Erradicación del Trabajo Infantil Peligroso”, Ejecutado por Fundación Telefónica y Corporación Hogar de Cristo.
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Educación
La desvinculación temprana de la educación y el acercamiento a nuevas vías tan fáciles como peligrosas, dan lugar a consecuencias que todos conocemos. “Si garantizamos poder ejercer los derechos sexuales, donde la educación de la mujer es fundamental (…), si garantizamos cobertura total del jardín de infantes (…), si vamos incluyendo con aprendizaje a los adolescentes en la escuela secundaria, (…) empiezan a cumplirse una serie de comportamientos donde la sociedad va a ser más justa. A esto hay que acompañarlo con una lucha contra la estigmatización de los jóvenes. No se puede repetir todos los días que son malos, delincuentes y violentos. Hay que darles idea de futuro, convencerlos que la historia no se terminó, que la debemos seguir construyendo y que es posible el futuro.”44 Por todo ello debemos ser portadores de una propuesta esperanzadora, evitando la continuidad de ciertas tendencias, facilitando a los más jóvenes el acceso al saber, a los cuestionamientos, a evitar la alienación y las debatir el pensamiento hegemónico a trabajar en equipo y responsabilizarse de sus propias vidas en la búsqueda del bien común. “Una educación que posibilite al hombre para la discusión valiente de su problemática, de su inserción en ésta problemática, que lo advierta de los peligros de su tiempo para que, consciente de ellos, gane la fuerza y el valor para luchar, en lugar de ser arrastrado a su perdición de su propio ‘yo’, sometido a las prescripciones ajenas. Educación que lo coloque en diálogo constante con el otro, que lo predisponga a constantes revisiones, a análisis críticos de sus ‘descubrimientos’, a una cierta rebeldía, en el sentido más humano de la expresión; que lo identifique, en fin, con métodos y procesos científicos”45. Los parámetros entregados por la legislación educativa47 que han de instaurarse desde cada escuela, configuran las premisas mínimas para garantizar una mejora de las funciones educativas y pedagógicas, Tabla 7. Aquí se muestran los valores porcentuales del total de los colegios con los que trabaja HdC en relación al
44. Ibídem. 45. Freire, P. 2010. La educación como práctica de la libertad. Buenos Aires, Siglo Veintiuno editores. P. 84. 46. Datos del Proceso de Educación –Proyecto Telefónica. Erradicación del trabajo infantil- Hogar de Cristo. 47. Ley Orgánica de Educación Intercultural, LOEI; Marzo (2011). 48. Ramos, E. (sin fecha). & Oporto, M. (2010).
cumplimiento de dichos parámetros. El único que cumple la disposición al 100% es el referente a la posesión de hojas de vida o curriculum vitae de los docentes en los centros. La aplicación de los códigos de convivencia y valores se encuentran en el otro extremo, con un 0% de cumplimiento para el año 2011, lo que imposibilita dramáticamente la educación de la población en valores. En cuanto a la aplicación de metodología educativa personal y metodología institucional, el propósito está igualmente lejos de ser atendido, pues tan sólo un 14% de las escuelas aplica las metodologías mencionadas, al igual que el test metodológico. Ambas hacen referencia a la preparación didáctica-pedagógica del profesorado, reflejando las estrategias de enseñanza según los diferentes casos. La carencia en el cumplimiento de las metodologías y estrategias, así como de los códigos de convivencia y de valores, obstaculizan el desempeño pedagógico afectando gravemente el desarrollo educativo positivo de nuestros jóvenes y niños48.
Nivel de estudio de los profesores Licencia Enseñanza
Porcentaje
Licenciado en Ciencias de la Educación
16,7 %
Bachillerato en Ciencias de la Educación
28,6 %
Bachillerato en Ciencias
38,1 %
Otros
16,7 %
Tabla 6: Estudios de los profesores que ejercen actualmente en las escuelas con las que trabaja Hogar de Cristo en la zona estudiada46.
Monte Sinaí: La herencia de los vulnerados
Cumplimiento de los parámetros educativos
Tabla 7: Porcentaje de cumplimiento de los distintos parámetros educativos a seguir según la legislación vigente49.
De los menores de 18 años en el cantón de Guayaquil, el 54% de ellos están ocupados y no estudian, mientras que quienes forman parte del 46% restante son propensos a realizar ambas cosas al mismo tiempo50. Además de reflejarse con
ello la elevada cifra de trabajo infantil, en éste tipo de casos la mitad de esta población vulnerada se expone a estar fuera de las escuelas51.
49. Datos del Proceso de Educación –Proyecto Telefónica. Erradicación del trabajo infantil- Hogar de Cristo. & Censo de población y vivienda 2010. INEC. Febrero (2011). 50. Ibídem 51. Oporto, M. (2010).
65
68
Salud
7. Salud Los principales problemas de Salud según los trabajos realizados en el sector, son consecuencia inmediata de la mala calidad de agua, de la carencia de alimentos, la mala calidad de los mismos y de los hábitos y posibilidades de higiene. El principal detonante por tanto de las enfermedades es la muy escasa presencia de acciones de prevención, tanto por parte de los moradores como de las Administraciones, razón por la que uno de los esfuerzos de nuestra organización va en esa línea, situándola al mismo nivel de importancia que la línea de tratamiento de los pacientes. Hogar de Cristo cuenta con 5 Sub Centros de salud en el área del estudio. De acuerdo a las estadísticas elaboradas en dichos centros podemos observar que en el 2011, la mayoría de los pacientes llegaron a través de la consulta (79%) y un 16% llegó en situación de emergencia. La enfermedad más frecuente es a las vías respiratorias (65%) y los miembros de la familia que más se enferman son los niños, los mismos que conforman el 80% de los pacientes que atendemos, Aunque no contamos con estadísticas recientes con respecto a la tuberculosis en el sector, valga mencionar que el 60% de los casos de TB que hay en el país se encuentran en la provincia del Guayas por lo que, dadas las características sociales de esta enfermedad, el porcentaje de personas con TB en el sector que atendemos debe ser de los más altos de la ciudad. En el último seguimiento (2011) que se dio desde el proceso de Salud de HdC a las niñas y niños de las escuelas que apoyamos, nos cercioramos de una importante disminución de los casos de anemia, gráfica 17, logro que se ha obtenido principalmente por la distribución masiva de leche y otros productos de soya que HdC produce y entrega a las niñas y niños de dichas escuelas. El consumo de estos productos de soya ha sido acompañado por campañas de desparasitación, suplementos vitamínicos, así como educación en nutrición y seguridad alimentaria, dirigidas a los apoderados de los niños, al profesorado y a los estudiantes. Desde hace 4 años, un equipo de enfermeras voluntarias internacionales coordina con HdC una visita anual a estos sectores, realizando distintos análisis a niñas y niños y comparando los resultados entre los grupos que reciben los productos de soya
52. Reporte de la Universidad Brigham Young, Salt Lake City (Mayo 2012).
y los que no la reciben. El año 2009 se reportó un 41% de casos de anemia en las escuelas donde colaboramos. El año 2010 luego de aplicar las estrategias mencionadas esta cifra se redujo al 33%, y al 31% en el 2011. Además, la diferencia en talla, peso y rendimiento escolar entre los estudiantes que participan del programa de Salud de HdC y los que no participan es notable52. Situación fácilmente entendible pues a través de entrevistas realizadas a madres y padres de familia por este equipo de enfermeras, se pudo concluir que la dieta familiar es muy pobre en consumo de calcio ya que en ninguna de las comidas aparecían mencionados la leche, queso o lácteos en general. Esto nos lleva a plantear en nuestro programa de seguridad alimentaria la necesidad de enriquecer nuestros productos de soya con vitaminas, sobre todo calcio, a fin de contribuir a resolver los problemas de anemia del grupo estudiado.
Porcentaje de problemas de salud anual
Monte Sinaí: La herencia de los vulnerados
Gráfico 17: Comparación anual de problemas de salud en las escuelas de los sectores de Monte Sinaí. Fuente: Rosales, V. Proceso de Salud Hogar de Cristo.
Otros problemas de suma importancia son las caries, que afectan al 40% de las niñas y niños estudiados, y los niños con niveles bajos de hemoglobina, un 32%53, seguidos de problemas de visión en un 4,7%, y piojos en un 2,4%. El bajo peso afecta al 35%, mientras que el sobrepeso supone el 19%. El Índice de Masa Corporal –IMCes bajo en un 9% de los casos, moderado en un 3% y severo en un 1%. Los programas de salud en el área debieran ser una prioridad, ya que la mayoría de centros y sub-centros de salud existentes en la zona además de poca cobertura no cuentan con suficientes equipos e instrumentos, como tampoco de suficientes profesionales para acoger los problemas que diariamente se dan en el área. Como referencia, diremos que sólo en la ciudad de Guayaquil el Estado no logra atender a 2.000 pacientes diarios, sea por problemas de infraestructura o por falta de personal médico. Existen muchas entidades privadas dedicadas a la salud que 53. Hemoglobina 7-11. – Bajo-.
podrían ser apoyadas con un seguimiento cercano por parte de las autoridades sanitarias, con el fin de lograr una mejor atención al público a través de una mayor profesionalización y mejora de sus infraestructuras. La alta densidad demográfica del área es bien conocida y el hospital más cercano (Hospital Universitario) se encuentra a 8,7 km de distancia de Monte Sinaí, en la avenida Perimetral norte, al que se puede llegar bajando por la Avda. Casuarina en la salida principal de esta zona, recorrido que puede hacerse en unos 25-35 minutos, dependiendo de las circunstancias, horas punta, período lluvioso, etc. En caso de urgencias por tanto, la cobertura del servicio de salud es muy limitada, lo que hace imprescindible la existencia de un centro de salud operativo en la zona con un área de cirugía y distintas especialidades.
69
Pobreza
8. Pobreza Las publicaciones trimestrales que viene realizando la Dirección de Estadística Económica del Banco Central del Ecuador (BCE, 2011), ofrecen datos importantes para observar las líneas de pobreza54. La base metodológica de la que se parte relaciona el Índice de Precios del Consumidor (IPC) con la renta per cápita, a partir de encuestas de una muestra poblacional e indicadores de pobreza relacionados con el mercado laboral, marcados por distintos organismos de diverso carácter. En estas publicaciones se dispone la línea de pobreza para valores inferiores a los $70,26 de ingreso per cápita mensual en marzo de 2011 y pobreza extrema para valores inferiores a los $40,19 en junio de 2011, en relación al consumo. De esta manera, una familia de cinco miembros que tuviese como único sustento al jefe de hogar trabajando con un ingreso de $300 mensuales, se encontraría en el umbral de pobreza ya que a cada miembro le corresponderían $60 mensuales, diez dólares por debajo del límite.
causas,55 número de hijos, precariedad laboral, falta de alimentación conjunta, calidad de los alimentos que se ingieren, calidad educativa, higiene del hogar y personal, estado de la vivienda, etc. En el presente apartado se resalta a la población según pobreza, donde de nuevo queda patente el caso de la cooperativa Sergio Toral, aunque no debemos perder de vista el hecho de que se trata de una pobreza a nivel general en todo este territorio que, como vimos, cuenta con una población equivalente a la de Cuenca. Mapa 11.
Distribución de población según línea de pobreza (Junio 2011)
Ante esta disposición, la base de datos de la que partimos arroja los resultados que se facilitan en la gráfica 18, sobre distribución total de pobreza y pobreza extrema del total de la muestra. Asumiendo la cifra de $70,26 como límite para el umbral de la pobreza, un 54% de la población se encuentra en situación de pobreza y extrema pobreza, en un 29% los primeros y un 25% los segundos. Se entiende por pobreza aquella situación donde las necesidades fundamentales no están satisfechas, y por pobreza extrema nos referimos a aquella situación donde no se alcanzan los valores mínimos para satisfacer las necesidades fundamentales. Esta metodología para determinar los umbrales de la pobreza presenta sin embargo algunos flancos débiles y deja mucho lugar a discusiones, pues si la asumimos no podemos garantizar que aquella población que tenga una renta per cápita de $71 no se encuentre viviendo realmente bajo condiciones de pobreza; de hecho, distintos estudios y percepciones en terreno de la población analizada, nos ofrecen una noción diferente por diversas
Porcentaje de población
72
100% 90% 80% 70% 60% 50% 40% 30% 20% 10% 0%
Población no pobre 46%
Pobreza 29%
Pobreza extrema 25%
Ingreso per cápita
Gráfico 18: Distribución de la población según línea de pobreza y pobreza extrema. Fuente: EE. PP.
54. Cálculo a partir de la línea de pobreza según el Índice de Precios al Consumidor (IPC) 2010-2011, en relación al ingreso total per-cápita, plasmando la línea de pobreza por consumo, donde los individuos cuyo ingreso total per cápita sea menor a la línea de pobreza por consumo se considerarán pobres. Igualmente se realizaría para la línea de extrema pobreza. Finalmente calculamos la proporción de pobres e indigentes. Comisión de homologación conformada por: Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC), Sistema Integrado de Indicadores Sociales del Ecuador (SIISE), Encuesta Nacional de Empleo, Desempleo y Subempleo (ENEMDU), Secretaría Nacional de Planificación y Desarrollo del Ecuador (SENPLADES) y el Centro de Investigaciones del Milenio (CISMIL). 55. Un ejemplo de ello es la inexistencia de seguro social de la inmensa mayoría de la muestra, lo que supone gastos adicionales en cualquier gasto relativo a la salud.
Distribución de población según línea de pobreza en las distintas cooperativas de Monte Sinaí y aledaños
Monte Sinaí: La herencia de los vulnerados
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Dto. Nro. Niveles de pobreza Capacidad de Pago - Si trabaja Extrema Pobreza. $0 a $40,19 Extrema Pobreza. $40,2 apobreza. $70,26 Ingresos de $0 a $40,19 Límite de pobreza. $70,27 a $150 Pobreza. Ingresos de $40,2 a $70,26 No Pobreza. $151 a $930
Límite de pobreza. Ingresos de $70,27 a $150 Canal No pobreza. Ingresos de $151 a $930 Asentamientos precarios Guayaquil Coop. Municipal Canal Asentamientos precarios Guayaquil Coop. Munic.
Kilómetros Mapa 11: Mapa de la distribución de pobreza de las distintas cooperativas de Monte Sinaí y aledaños. Fuente: EE. PP
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Pobreza
Relación del estado civil de la población femenina con la pobreza Existen distintas catalogaciones de pobreza, según la metodología que utilicemos, con lo que hay que estudiar minuciosamente la metodología empleada antes de adentrarnos en el análisis. Como ejemplo cabe citar que el RIMISP56 muestra diferencias significativas con SENPLADES57 en la presentación de distintos territorios catalogados según las necesidades básicas insatisfechas. En adición a lo anterior, una investigación de la Universidad Católica de Guayaquil, conducida por Rada, R.E. (2011), identifica un 98% de pobreza en Monte Sinaí, y un 73% de extrema pobreza. No hemos de desestimar estos distintos y reveladores datos. La discusión sobre metodologías de medición de la pobreza dispone de una muy amplia investigación pero el problema principal que nos atañe es el de buscar soluciones y acciones mediante políticas públicas. Existen autores58 que sugieren estrategias para generar satisfactores endógenos y promover así el desarrollo interno dentro de los sectores más inestables. No estaría de más recordar que las medidas a proponerse han de conocer la práctica antes de postularse como acciones para el desarrollo, lo cual hace aun más necesario el diálogo entre las instituciones del Estado presentes en la zona, y aquellas de la sociedad civil.
8.1 Estado civil – Pobreza En el presente análisis nos ceñiremos a la población femenina según su estado civil. En dicha relación podemos observar cómo el porcentaje de pobreza es bastante superior entre las personas casadas, tabla 8. Por otra parte la pobreza disminuye cuando existen condiciones de unión, de separación o de soltería, donde el porcentaje de pobreza en el caso de éste último grupo llega a ser del 2,9%, por lo que cabe discernir que en las situaciones de mayor independencia disminuye notoriamente la pobreza.
56. RIMISP. Centro Latinoamericano para el Desarrollo Rural (2010). 57. Secretaría Nacional de Planificación y Desarrollo. 58. Neef. M. et al. (1986). 59. CEPAL (2011).
Variable
Sexo
Estado Civil
Femenino Casada
Unida
Separada/Divorciada
Soltera
Viuda
POBREZA
97%*
41%*
34%**
21%**
3%**
1%
GENERAL
95,90%
30%
40%
25%
4%
1%
Tabla 8: Resultados porcentuales dentro de la población femenina. Comparación de variables entre pobreza y resultados generales en medias aritméticas. Comparación por sexo y estado civil entre la población pobre y el resultado general. * Aspecto o variables que se ven más afectadas con la pobreza en relación al resultado general. ** Variables que tienen una relación inversa a la pobreza, disminuyendo su porcentaje entre la población pobre.
8. 2 Nivel educativo-pobreza Los únicos grupos educativos que aumentan su presencia entre la población pobre con respecto a los datos generales son aquellos cuyas socias tienen una formación “artesanal” práctica (quienes han aprendido algún oficio por estar vinculado a este, o por transferencia generacional), y las que son analfabetas, con un 19% y 6% respectivamente, tabla 9. Entre los demás grupos educativos, siguen dándose altos porcentajes de primaria y secundaria simultáneamente, a la par que los resultados generales. Otro importante aspecto a considerar es que de acuerdo a las estadísticas internacionales y a nivel latinoamericano, hay una relación clara entre el nivel de estudio y la fecundidad, siendo ésta mucho mayor en mujeres con menos estudios. En países como Ecuador esta cifra se refleja en una diferencia de 3 hijos entre las mujeres que poseen educación y las que no la poseen59, siendo este uno de los obstáculos para que la mujer pueda desarrollarse laboralmente y obtener así mayor independencia económica.
Monte Sinaí: La herencia de los vulnerados
Relación del nivel educativo con la pobreza Nivel Educativo Variable
Analfabeta
Artesanal Solo Lee y práctica firma Escribe
Primaria Sin terminar
Primaria
Secundaria sin Secundaria Terminar
Bachiller Superior
POBREZA
6%*
19%*
1%
1%
0,7%
51,5%
2%
15,3%*
3%
2%
GENERAL
3,8%
11%
1%
1%
1%
52%
2%
21%
3%
2%
Tabla 9: Relación nivel educativo con la población pobre y la población general. * Aspectos o variables que se ven más afectadas con la pobreza en relación al resultado general. ** Variables que se aprecia tienen relación inversa a la pobreza, disminuyendo su porcentaje entre la población pobre. Recuérdese que algunas variables no suman el cien por ciento. Ver metodología.
Relación del nivel educativo con la pobreza
8.3 Tipo de vivienda-Pobreza
Tipo de vivienda
Según la caracterización de la vivienda por tipos, es la choza la que más aumenta su presencia con respecto al dato general, tabla 10, apareciendo como una de las viviendas más vinculadas a la población pobre.
Variable
Media Agua
Casa de Caña
Casa o Villa
Mixta
Departamento
Choza
POBREZA
3,8%
35,6%**
17%**
1,9%**
2,2%**
0,6%*
GENERAL
3,8
47,50%
28,5%
2,9%
5,3%
0,5%
Tabla 10: Relación del tipo de vivienda con respecto a la población pobre y la población general. * Aspectos o variables que se ven más afectadas con la pobreza en relación resultado general. ** Variables que tienen relación inversa a la pobreza, disminuyendo su porcentaje entre la población pobre. Recuérdese que algunas variables no suman el cien por ciento, ver metodología. Fuente: EE.PP
75
76
Pobreza
8.4 Estado de la vivienda-Pobreza El estado de la vivienda en relación a la pobreza tiene distintas representaciones de acuerdo a las diferentes zonas de Monte Sinaí, siendo que existe una relación directa entre las zonas de mayor pobreza y las que tienen el peor estado de la vivienda. Así vemos como existe un mayor número de viviendas en estado pésimo, malo y regular en las cooperativas de Sergio Toral I y Regalo de Dios, que son las que tienen mayor densidad de pobreza, lo cual queda reflejado en el mapa del anexo 4. Aunque también es posible encontrar cooperativas como Voluntad de Dios, donde existe gran cantidad de extrema pobreza pero sin muchas viviendas en mal estado, debido a que se trata de un asentamiento más joven en el que las viviendas han sido construidas no hace mucho tiempo. 8.5 Integrantes familiares - Pobreza Así como no existe una estrecha relación entre el estado de la vivienda y el número de integrantes que habitan en ella, tabla 4, sí es posible apreciar un mayor porcentaje de pobreza dentro de los hogares con cinco o más integrantes, tabla 11. Esto podría asociarse a aquellas familias que cuentan con miembros incapacitados para trabajar, ya sea por la edad u otros motivos, pues en la mayoría de los casos nadie trabaja o tan solo una persona de la familia lo hace, lo que aumenta las posibilidades de caer en situaciones de pobreza. 8.6 Trabajo – Pobreza Dentro de la población pobre existe un mayor porcentaje de empleadas domésticas puertas afuera, tabla 11. Recordemos que estas empleadas son quienes reciben un ingreso mensual de $290 como promedio, mientras que en este segmento de la población existe una disminución de los comerciantes informales con ingresos medios de $330 con respecto al porcentaje general. Entre ambos representan el 55% del total de los empleos. En ello se muestra que los trabajos que generan mayores ingresos disminuyen dentro de la población pobre, mientras que se incrementan los puestos de trabajo de quienes tienen los ingresos más bajos, como el de empleada doméstica puertas afuera. Este hecho tiene su
60. Ibídem.
correlato en la realidad latinoamericana, donde un 82% de las mujeres más pobres trabaja en condiciones informales o de baja productividad, con mayor inseguridad, inestabilidad, limitada cobertura de seguridad social y ausencia de contrato de trabajo60. Además de ello es reseñable citar la cifra de trabajadores dentro de la población pobre, donde se advierte una disminución de los trabajos de aquellos que están dentro de los límites de la pobreza -37,6%- con respecto al dato general, donde trabaja casi el 55%. Además, dentro de la población pobre trabajadora tenemos un 88% de socias que subsisten con menos de $293 mensuales, encontrando en este grupo población pobre que trabaja en situaciones de clara irregularidad y/o en posiciones laborales deplorables.
Monte Sinaí: La herencia de los vulnerados
Relación del número de integrantes de familia y trabajo con pobreza
Variable
Número integrantes familiares
Trabajo Sí Trabaja
Mayor o igual a3
Mayor o igual 5
POBREZA
68,5%
30,8%* 37,6%*
GENERAL
69,5%
22,7%
Empleada Doméstica Puertas Afuera
Comerciante Informal
30,5%*
25,6%**
27%
28%
54%
Tabla 11: Cantidad porcentual de familias según integrantes dentro de la población pobre y la población general, población que trabaja según sea pobre o no, y puestos de trabajos más numerosos dentro de esta población en pobreza. * Aspectos o variables que se ven más afectados con la pobreza en relación al resultado general. Recuérdese que algunas variables no suman el cien por ciento. Ver metodología.
8.7 Ingresos y egresos totales familiares – pobreza Aquí se dimensiona la importancia de la capacidad de gasto en relación a los ingresos e incluso la posibilidad de ahorro de la población pobre. La diferencia entre gastos e ingresos es mínima como vemos en la tabla 12. Los ingresos totales
familiares promedio de la población más vulnerada, suponen aproximadamente la mitad del salario mínimo establecido actualmente para una sola persona, mientras que aquí tratamos con el conjunto familiar.
Relación de ingresos, egresos familiares, número de comidas al día y edad con la pobreza. Variable
Egreso Total Familiar
Ingreso Total Familiar
N° Comidas al día
Edad
POBREZA
110,6*
155,4*
2,1*
40,98
GENERAL
152,92
245,54
2,5
35,8
Tabla 12: Resultados promedio según ingresos y egresos totales familiares, comidas al día y edad de la población pobre. Comparación de variables. * * Aspectos o variables que se ven más afectados con la pobreza en relación al resultado general**Variables que tienen relación inversa a la pobreza, disminuyendo su porcentaje entre la población pobre.
77
78
Pobreza
8.8 Número de comidas al día – pobreza Al mismo tiempo que los ingresos, el número de comidas al día se ve también reducido, afectando a un elevado porcentaje de familias de cinco o más personas como podemos ver en la tabla 12, con lo que la problemática se multiplica de forma muy significativa, ampliándose además la pobreza hacia los niños y adultos mayores que se encuentran en el núcleo familiar y que lógicamente no cuentan con ningún tipo de pensión. Otra relación que mostramos es la referente al número de comidas diarias ligada a la pobreza, donde vemos efectivamente que su distribución por zonas dibuja una relación muy clarificadora, pues existen grandes diferencias zonales en las mismas cooperativas ya citadas en otras caracterizaciones territoriales. Lo cual hace posible observar a una mayor población de personas que no supera más de una comida al día, principalmente en Sergio Toral I y II –anexo 5-. 8.9 Bono solidario - Pobreza No hemos podido observar que exista una relación directa entre los distintos niveles de pobreza y la distribución-recepción de bonos solidarios, en este caso el Bono de Desarrollo Humano –Anexo 6-. Lo que existe es más bien una cierta uniformidad en la distribución de los bonos el dichos territorios, sin importar mucho las diferencias de pobreza que de hecho se dan, según nuestro análisis, en las cooperativas. Por ejemplo, hay una mayor pobreza en Sergio Toral I y II, Voluntad de Dios y Regalo de Dios, pero en otras cooperativas que no tienen esos índices de pobreza el bono es repartido por igual, aunque hay que subrayar que también se trata de sectores pobres. La cuantía de los bonos es ligeramente superior en promedio en los sectores de Sergio Toral I y II, Voluntad de Dios y Ciudad de Israel. La cuantía promedio del bono solidario entre quienes lo reciben es de $27 mensuales. Esta cuantía, distribuida entre la población pobre en general, es de $8,9, cifra ligeramente baja si la comparamos con la relación que se dio entre
pobreza y estado civil, por ejemplo, con lo que podría deducirse que la actual orientación de la ayuda social que el bono representa guarda más relación con el estado civil de la población que con su nivel de pobreza. En cuanto al número de comidas diarias de las familias que reciben el bono solidario, se distingue una casi totalidad de familias que reciben tres comidas al día, con lo que deducimos que uno de los principales efectos del bono, ha sido sin duda una mayor frecuencia en la alimentación de la población. En este sentido, el bono ha sido eficaz. Véase Mapa 12.
Monte Sinaí: La herencia de los vulnerados
Número de comidas diarias de las familias que reciben Bono Solidario
Número de comidas diarias de los hogares que reciben el Bono Solidario 0 1 2 3 Canal
Dto. Nro.
Asentamientos precarios Guayaquil Coop. Municipales
Kilómetros Mapa 12: Mapa de la distribución de comidas diarias en Los Hogares que reciben el Nono de Desarrollo Humano.
79
80
Pobreza
Muchos de los críticos del bono aducen que éste abulta el gasto social, que se trata de una gigantesca inversión digna de mejores causas como apuntar por ejemplo a soluciones estructurales; también se dice que no está orientado a la producción sino al consumo, que genera dependencias por parte de quienes lo reciben hacia el Estado, etc. Es posible que estas críticas no sean del todo infundadas, pero lo que no toman en consideración es que ningún plan de desarrollo puede salir adelante si no atendemos, como acabamos de ver, las urgencias más elementales de la población sin dejar heridos ni rezagados en el camino, pues sin una adecuada alimentación, ni siquiera es posible pensar en el éxito de cualquier plan educativo. Por ello, las orientaciones que ofrecen los Objetivos de Desarrollo del Milenio y el Plan Nacional del Buen Vivir, recogen valores esenciales para la convivencia y desarrollo real que deben verse no sólo como el planteamiento político de un determinado partido, sino también como el aliento a un proceso de cambio que sin duda se acabará dando, y que más temprano que tarde deben disminuir ciertas relaciones de dependencia creadas con el sector más pobre de la población, dando cabida a transformaciones estructurales, que traigan como efecto una mayor justicia social. 8.10 Número de enfermos por Hogar – Pobreza La población pobre tiene un elevado porcentaje de afecciones de salud, tabla 13, lo cual nos pone en la pista de numerosas investigaciones que relacionan la salud con los fenómenos de exclusión social. De hecho, el empeoramiento de las desigualdades generadoras de exclusión incide siempre en el empeoramiento de los indicadores de salud. La pobreza tiene un incuestionable papel en el perfil de la enfermedad y muerte, en la utilización de los servicios de salud, en la calidad e impacto de los mismos, en la percepción de los riesgos,61 etc. Vemos que de los enfermos totales
61. RIMISP. Centro Latinoamericano para el Desarrollo Rural (2010). 62. Secretaría Nacional de Planificación y Desarrollo.
del análisis más del 60% son pobres62. Dentro de estos enfermos, los enfermos graves pobres representan un porcentaje mayor, superior al 72% respecto al total de los enfermos graves del nuestro análisis. Sin duda existe una gran correlación entre pobreza y enfermedades. Sería un enfoque interesante y necesario, realizar un análisis de la evolución de ciertas enfermedades en nuestro medio, impactos, causas y consecuencias en relación a la pobreza. En cuanto a las distribuciones por zonas, es reseñable la homogeneidad de los datos en la casi totalidad de cooperativas estudiadas, coincidiendo la presencia de enfermos con la pobreza en las Cooperativas de Sergio Toral I y II. Así mismo también podemos apreciar una gran densidad de enfermedades en el Este de Monte Sinaí, y Trinidad de Dios. Anexos 7 y 8.
Enfermos y enfermos graves entre la población en situación de pobreza
Enfermos
%
Enfermos
%
graves Población en situación de pobreza
1005
60,4
34
72,3
Población general
660
39,6
13
27,7
Total
1665
100
47
100
Tabla 13: Enfermos totales y enfermos graves de la población dentro de los parámetros de pobreza y del total de la muestra. Fuente: EE.PP.
81
Monte SinaĂ: La herencia de los vulnerados
84
Vulnerabilidades Territoriales
9. Vulnerabilidades Territoriales Debido principalmente a la presencia de estaciones lluviosas y a la elevada ocupación humana, tenemos una serie de riesgos potenciales en relación a la altimetría y a la capacidad de drenaje del terreno. Hemos de recordar que no muchos años atrás, el área era una vasta superficie arbolada de bosque seco de gran riqueza ecológica, que hacía de ella un pequeño pulmón para la metrópoli. Actualmente se dibujan una suerte de pequeños cerros y valles, dominados en ocasiones por rellenos artificiales que hacen del suelo una superficie altamente vulnerable a la contaminación y la disminución del espacio para vegetación. Desde una visión geomorfológica, existen numerosos suelos sueltos fácilmente erosionables. En cuanto a los mapas sísmicos, geológicos, geomorfológicos e hidrológicos, no encontramos referencias de estudios de riesgos potenciales en el área en cuestión,63 la misma que tampoco aparece cartografiada en los mapas oficiales, aunque sí hemos podido encontrar otros documentos muy bien especificados pero que excluyen el área de Monte Sinaí y alrededores. En la presente investigación de vulnerabilidades enfocaremos el riesgo natural que más se ha venido dando en los sectores, a saber, el riesgo por inundaciones y desbordamiento, y en segunda estancia los deslizamientos de taludes de río o laderas de un área aproximada de 1,15 km² en la cooperativa de Monte Sinaí. Revisaremos problemas específicos de avenidas y riesgos hidrológicos en el tramo de un afluente que desemboca en un pequeño río, al que llamaremos “Monte Sinaí”, río que cruza este territorio en dirección Sur-Norte. Aquí se contemplan anualmente notables crecidas, daños importantes y desastres, sin considerar los acontecimientos extremos del Fenómeno del Niño. Con la llegada de éste, el desastre puede convertirse en catástrofe, lo cual es posible con el simple hecho de que los acontecimientos sean más extremos de lo normal. Estas crecidas afectan a la población que reside fundamentalmente en viviendas dentro de las zonas planas de Monte Sinaí, cerca de los cauces o terrazas aluviales del río. Por ello, todas aquellas viviendas de escasa estructura y muy frecuentemente casas en mal estado, construidas con materiales inadecuados, serán extremamente vulnerables. Mapa 13.
63. Mapas de riesgos la Dirección de Ordenamiento e Infraestructura Territorial. DOIT. Diciembre (2011).
Monte Sinaí: La herencia de los vulnerados
Niveles de Riesgos Hidrológicos en Monte Sinaí
Dto. Nro.
Áreas de acción en las distintas administraciones en el área de estudio Puentes Arroyo Riesgos naturales - Antrópicos Riesgo alto Riesgo medio Riesgo medio-alto Canal Asentamientos precarios Guayaquil Coop. Munic.
Kilómetros Mapa13: Niveles de Riesgos Hidrológicos en Monte Sinaí. Fuente: EE. PP
85
86
Vulnerabilidades Territoriales
Sin duda lo que se observa en terreno es la gran coincidencia entre los sectores de mayor pobreza y los espacios más expuestos a los riesgos naturales; a mayor pobreza, mayor número de asentamientos irregulares cercanos a cauces y zonas topográficas de baja altitud. La geomorfología indica la existencia de una alta susceptibilidad en las zonas bajas y laderas donde se hacinarán lodos, materiales sueltos del terreno yermo y basuras –en estaciones secas principalmente-, hecho que potenciará la destrucción que ocasionan las avenidas de todo lo que encuentren a su paso, en una masa de agua mezclada con diversos materiales, desastre que se agrava cuando las avenidas coinciden además con las subidas de los niveles freáticos.64 9.1 Riesgos Hidrológicos Dentro de los riesgos provenientes de los flujos superficiales, la peligrosidad se ha estimado según: • El comportamiento del medio; - Velocidad alta con caudales estimativos de hasta 90 m³/seg según los pocos e imprecisos registros que se tienen en la zona, estimando el lapso de tiempo de crecida tras la lluvia según la capacidad de drenaje del terreno. Las subidas de los caudales se reflejan con rapidez, pues al existir poca vegetación –entre otros factores- y estar el subsuelo colmado, el flujo superficial aumenta con rapidez casi a la par que las lluvias se dan65. - Materiales involucrados: principalmente rocas de unos 20-35 cm de diámetro máximo66, así como por lo general, gran cantidad de material limo-arcilloso. • Consecuencias; - Capacidad destructiva: media-alta, más por la cantidad de flujo que por la misma pendiente; por la carencia de infraestructura eficiente y por la construcción de viviendas no adaptadas a las condiciones del territorio. También existen en la
zona suelos sueltos producto del relleno, suelos poco afianzados a la roca madre y por tanto altamente erosionables. Las zonas de peligrosidad alta se inundan fácilmente y aunque la infiltración del agua suele ser alta en las zonas de relleno, las características del terreno con los poros presumiblemente llenos de agua, añadida a las subidas del nivel freático y los cúmulos de basuras y cieno en los márgenes del río, facilitan el desbordamiento del mismo. Es aquí cuando entra en juego la capacidad filtradora de la extensa, pero demasiado cercana al nivel freático, llanura de inundación. Por ello, en muchas ocasiones las calles y las casas bajas quedan cubiertas bajo una capa de agua tal y como se muestra en el Anexo 9 y fotografía página 87. A partir de observaciones en el terreno contrastadas con apreciaciones del INAMHI se obtienen caudales promedio estimados de los ríos-arroyos, que van de los 2-10 m³ en las estaciones secas, llegando a superar los 75 m³ en las estaciones lluviosas, sin contar con los casos extremos de los acontecimientos de El Niño. Se deduce que el nivel freático sufre una recarga principalmente y de manera genérica en los meses de Enero a Mayo-Junio. Luego de terminar la estación lluviosa, los acuíferos continúan llenos, y se rigen por la estructura del suelo, por la elevada evaporación y la transpiración de las plantas y los propios poros del suelo. Los demás meses, especialmente de Junio a Octubre, el nivel freático y por ende las aguas subterráneas alimentarán los ríos de la zona67. Los principales detonadores de los riesgos en los puentes además la altitud, son los puentes con tubos de diámetros insuficientes no superiores a los 120 cm, especialmente el puente 2 en el –mapa 13–, donde los desagües son ínfimos en relación a los caudales que se recogen periódicamente –Anexo 10-. El hecho de que tan sólo exista una vía de salida provoca que se tapone el escape con el material arrastrado por el agua, con el agravante del arrastre de la basura, extendiéndose el agua por la llanura de inundación, anegando calles enteras y agravando mucho la situación -Fotografía página 84-.
64. Crecidas del nivel del agua subterránea que coincide con la estación lluviosa Enero-Mayo, llegando a la superficie fácilmente en muchos puntos y potenciando los ya elevados flujos superficiales. INAMHI (2012): Instituto Nacional de Meteorología e hidrología del Ecuador http://www.inamhi.gov.ec. 65. Observaciones sobre terreno. 66. Territorial. DOIT. Diciembre (2011). 67. En los meses secos existe recarga del subsuelo a los ríos.
Monte Sinaí: La herencia de los vulnerados
9.2 Deslizamientos de ladera Un dato relevante que merece nuestra atención es el riesgo de deslizamiento de las laderas por acción antrópica, situación que se produce principalmente en aquellos espacios donde se han convertido en taludes lo que antes fuesen pendientes, con la finalidad de ganar espacios lo más planos posible para construir nuevas casas de mejor calidad -gráfico 15-. Esta intervención humana trae como consecuencia el desnudamiento del suelo, lo que en tiempo de lluvias permite el libre drenaje de los materiales sueltos generando una masa que aguas abajo se convierte en una amenaza. Además, la sujeción de los taludes es inexistente, por lo que se estipulan como zona de alto riesgo las áreas que se encuentran cercanas a taludes con hasta 80°de inclinación. Mapa 14. Las personas afectadas por los riesgos hidrológicos –inundaciones y avenidasy los riesgos de deslizamiento de ladera según nuestra investigación son 6.585, solamente en la cooperativa de Monte Sinaí. Como podemos apreciar, la gravedad de la situación es de extrema importancia, pues apenas estamos tratando de una de las cooperativas de la zona estudiada.
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Vulnerabilidades Territoriales
Riesgos hidrol贸gicos por deslizamiento de ladera
Deslizamientos de ladera
Dto. Nro.
Riesgo Alto Riesgo Medio Arroyo Canal Asentamientos precarios Guayaquil Coop. Munic.
Kil贸metros Mapa14: Riesgos hidrol贸gicos por deslizamiento de ladera, ambos por ruptura de talud por la mano del hombre. Fuente EE.PP.
Monte Sinaí: La herencia de los vulnerados
9.3 Mitigación La manera de mitigar el riesgo, es a través de la pérdida del daño esperado. A partir de aquí se analiza entre las distintas vías la mejor alternativa de acuerdo a la zona de incidencia. Para ello la forma práctica y deseable sería o bien canalizar el flujo con mayor eficiencia y con una mejor infraestructura, o reubicar a la población en parcelas desocupadas fuera de la llanura de inundación pero dentro de las áreas seguras de la cooperativa, con el fin de minimizar los problemas que toda reubicación trae consigo. Se ha estimado en 1,5 m la altura del caudal medio como altura que anualmente es fácilmente alcanzable, y en 2,5 m de altitud con respecto al nivel medio para evaluar el umbral en casos de subidas, con un periodo de retorno de casos extremos68 no mayor de 5-7 años.
representen un riesgo para la población y donde no tengan repercusión directa sobre la misma –higiene, cúmulos en zonas cercanas a cauces que después sirvan para otros usos, etc. La probabilidad de ocurrencia en la zona es anual, a lo largo de toda estación lluviosa, y la probabilidad de que ocurra una catástrofe tiene lugar entre los 2-7 años, cuando se presenta los casos extremos de El Niño69. Por ello es preciso actuar coordinadamente tanto para la prevención como para las consecuencias a abordar, pues la población afectada directa o indirectamente por estos riesgos es muy numerosa.
La decisión planteada en ambos casos de riesgos -hidrológico y deslizamientosserá la antiexposición, lo cual necesariamente debe suponer la reubicación cercana tal como hemos mencionado anteriormente. Otro tipo de medidas que requieran de gran infraestructura son inviables hasta el momento, pues al no encontrarse legalizados los terrenos de las viviendas del sector, las distintas administraciones argumentan no poder actuar en ese contexto de “ilegalidad”, con lo cual justifican su no involucramiento y la ausencia de Planes Estratégicos para la zona -al menos hasta el 2016-. El peligro es inminente pues las lluvias extremas que se dan periódicamente en la región son inevitables. Esperemos que los planes de mejora de las infraestructuras sean oportunos y estén cerca de ejecutarse. Dado que el problema también es intrínseco a la población, pues en ella existe gran desconocimiento de los riesgos y muy escasa cultura de prevención, es fundamental llevar a cabo procesos de capacitación que contemplen situaciones de evacuación y preparación en caso de avenidas, pues aquí nos enfrentamos con un riesgo que efectivamente sí se puede prever. La intención es que la población pueda marcharse a otros lugares seguros con suficiente antelación. Debe programarse entonces una fuerte concienciación a través de estrategias de comunicación masiva, grupal, personal y asertiva sobre los beneficios de unificar los lugares donde depositar los desechos, en puntos que por su cercanía no
68. Periodo estimado entre un suceso extremo y el siguiente. 69. National Oceanic Atmospheric Administration http://www.cdc.noaa.gov/ENSO/enso.description.html
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Contexto Regional
10. Contexto Regional Como ya hemos citado anteriormente, la definición de los límites de pobreza dista mucho de unos a otros autores, por ejemplo según informa CEPAL (2009) el 39,8% de la población ecuatoriana vive bajo el umbral de pobreza, y un 14,2% en condiciones de pobreza extrema. Observamos un decrecimiento leve en la pobreza que seguiría disminuyendo en los siguientes años, pero se piensa que debido a la progresiva alza de precios de los alimentos la indigencia crezca significativamente. A nivel cantonal y de acuerdo al área estudiada, las cifras son preocupantemente altas en comparación con los datos latinoamericanos, llegando casi al 80% si agrupamos pobreza e indigencia.
Las brechas sociales continúan siendo parte importante en la dinámica de la región. Por un lado existen tendencias estructurales que refuerzan dichas brechas, pero también se observan avances recientes hacia una mayor igualdad y bienestar debido a superiores ingresos laborales y por aumento de las transferencias públicas hacia los sectores más vulnerados. Sin embargo la brecha productiva se mantiene rígida, existiendo poca movilidad desde los sectores de baja productividad, tales como los grupos socioeconómicos de mujeres con menos recursos, sector donde los ingresos no se han incrementado y que es principalmente el grupo al que nos referimos en esta investigación.
A nivel nacional este porcentaje es mayor en zonas rurales, donde la pobreza se sitúa de manera general en el 50,2%; un 40,3% en la Costa, 33,7% en la Sierra y un 58,7% en la Amazonía. En las zonas rurales y periurbanas de la Costa y la Amazonía la pobreza evoluciona negativamente70. En Lanjouw (2000) se propone que “los pobres de la costa son invisibilizados por las estadísticas”, pues estas no alcanzan a reflejar la pobreza real. Es en la costa donde existe el mayor número de pobres rurales y donde se evidencia mayor desigualdad, precisamente donde se encuentra nuestra zona de estudio.
Se observa también una reducción en la fecundidad, en concordancia con los datos a nivel nacional y local del número de personas en el grupo familiar. Sin embargo y aunque experimente una ligera disminución, continúa siendo un agravante el nivel socioeconómico y educativo de la mujer, profundizándose las diferencias entre los distintos niveles sociales. Además, a pesar que ha existido un aumento progresivo de la incorporación de la mujer al mercado de trabajo, éste proceso se ha caracterizado por una cruda estratificación donde la brecha entre las de más y menos recursos y el acceso al mundo del trabajo, se amplía.
Aunque existen propuestas y acciones públicas para reducir la pobreza en Ecuador71, éstas podrían ser más explícitas y específicas de modo que puedan ayudar más eficientemente con alguna orientación a la hora de enfocar los distintos tipos de políticas, teniendo como referencia distintos instrumentos y el respaldo legislativo vigente hasta el momento en el territorio.
De otra parte, no se ha logrado asegurar un real apoyo a la crianza y cuidado infantil en los sectores más vulnerados, lo que obstaculiza la participación laboral y acrecienta el nivel de desempleo femenino en los sectores de menores ingresos, tendiendo a ser mayor entre las que viven en hogares con hijos pequeños. En Monte Sinaí, se observa que el desempleo disminuye en función a los años de estudio de la mujer. También continúan incrementándose las jefaturas de hogar femeninas a nivel general. Así mismo, persisten los problemas de funcionamiento del mercado de trabajo en un contexto de insuficiente creación de puestos de trabajo para la mujer, inequidad en los salarios y una débil red de cuidado infantil, generando una percepción de malestar e inseguridad en la población ocupada en trabajos informales, con una gran falta de oportunidades, de incumplimiento
Cuando analizamos la realidad Latinoamericana vemos que la pobreza ha experimentado una reducción importante, y en el caso de Ecuador se observa asimismo una disminución progresiva a lo largo de las últimas mediciones, lo cual podría explicarse por el hecho que en la región a partir de 1990 se registra un mayor gasto en protección social, según indica la CEPAL72, acentuándose en los últimos años.
70. CEPAL (2009). 71. Chiriboga, M., & Wallis, B., RIMISP (2010). 72. CEPAL, (2011).
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y vulnerabilidad laboral por carencia de garantías en cuanto a seguridad social, hecho potenciado por los bajos niveles de afiliación sindical73.
la condición socioeconómica determina el lugar de residencia, y ésta a su vez las posibilidades de acceso a bienes que garanticen el bienestar.
Las cifras del 2010 indican que la desigualdad no sufrió incrementos importantes en los países de la región. Ecuador es uno de ellos, debido principalmente a cambios distributivos de los ingresos no laborales, especialmente el de las transferencias públicas diseñadas por la política social74. Entre estos surge el Bono de Desarrollo Humano, concebido como un programa de transferencias económicas condicionadas que busca promover la formación de “capital humano” entre las familias pobres. Se aprecia un impacto diferenciado en el desarrollo de este programa a nivel urbano y rural, un efecto positivo de la matrícula escolar sólo en zonas urbanas y un impacto levemente inferior en la disminución de horas de trabajo semanal para niños de zonas rurales y urbanas75. Su influencia en los ingresos de las familias puede ser apreciada en nuestra población de estudio, aunque también observamos que se genera en ellas una alta dependencia. En este sentido se hace necesario impulsar políticas públicas que realmente incidan en la superación de la pobreza con mayor potencia y permanencia que un programa de transferencias condicionadas. Hay quienes piensan que “Ecuador sigue sin disponer de un marco institucional adecuado para enfrentar los temas de pobreza y si bien hoy en día el gobierno despliega muchas y muy ricas iniciativas, no deja de haber preocupación sobre si ellas generan sinergias positivas y se constituye una sinergia articulada”76 .
Se propone que para cumplir los ODM el país debiera impulsar una agresiva política re-distributiva, ya que presenta elevados niveles de concentración del ingreso y de la riqueza.
Parte de los Objetivos de Desarrollo del Milenio tienen que ver con la vivienda y los servicios básicos (red de alcantarillado, nivel de hacinamiento, etc.). Guayaquil presenta valores menos críticos que otros cantones, aunque aun así se observan diferencias radicales cuando nos detenemos en las cifras de Monte Sinaí con relación a la disponibilidad de servicios para la vivienda, donde el grosso de la población simplemente no está incluida. -Tabla 14-. Así vemos que ni en América Latina ni en el Ecuador es indiferente nacer o vivir en cualquier lugar, puesto que
73. Ibídem. 74. Ibídem. 75. RIMISP, Pobreza y desigualdad. Informe Latinoamericano (2011). 76. Chiriboga, M., & Wallis, B., RIMISP (2010).
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Comparación de variables por regiones.
Tabla 14: Comparación por regiones de distintos indicadores de pobreza y vulnerabilidad a nivel latinoamericano, nacional, cantonal y por área de interés. Fuente: EE.PP. países: Argentina, Bolivia, Brasi, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, * 17Paraguay, Perú, Rep. Dominicana, Uruguay, Venezuela Argentina ** Sin *** http://www.siise.gob.ec:888/Indicador/ **** http://www.inec.gob.ec ***** Calculado a partir de la línea de la pobreza y pobreza extrema para Ecuador de marzo y junio del 2011, respectivamente
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Según datos del RIMISP77 (2011) actualmente el 10% de la población latinoamericana vive en municipios que han experimentado cambios positivos en cuanto al ingreso o al consumo per cápita, cifras que muestran que el crecimiento con reducción de pobreza y mejoramiento de la distribución del ingreso es posible en la región. Las dinámicas de crecimiento con reducción de la pobreza están presentes en el 32% de los municipios y las dinámicas de crecimiento con reducción de la desigualdad son menos frecuentes en un 13% de los municipios. A pesar del crecimiento de los países en Latinoamérica, y a pesar de un aumento en los ingresos per cápita, la desigualdad continúa siendo un desafío fundamental. De acuerdo al informe del RIMISP 2011, América Latina posee el título de ser la región más inequitativa del mundo, más aún que África o parte de Asia donde la pobreza como sabemos es cruda y dramática. En este escenario, el desafío está en asegurar equidad en la distribución del ingreso, lo que al parecer resulta más complejo que la reducción de la pobreza. Esta desigualdad puede observarse por ejemplo en la tasa de analfabetismo y el nivel de escolaridad de la población de Monte Sinaí en comparación con las cifras nacionales y cantonales, donde se observa una clara desventaja y un rezago territorial importante en todos los niveles del análisis. Se evidencia de esta forma que la población de Monte Sinaí se encuentra en una situación de pobreza profunda y precariedad territorial, desigualdad en la satisfacción de las necesidades básicas y acceso a recursos, altamente segregada y marginada de los niveles de desarrollo social que experimenta el país y los avances del continente, encarnando el lado más desigual y excluido de la realidad Latinoamericana. 10.1 Legislación laboral según regiones En cuanto a los aspectos laborales tratados, podemos observar una estrecha relación con el mapa sudamericano, existiendo aún un alto escepticismo y miedo a la afiliación sindical, mucha y diversa irregularidad y patrones laborales que piden reformas urgentes78. Este hecho se da de manera palpable en la sociedad de América Latina así como en Ecuador y Guayaquil. Bajo el pretexto del miedo a la pérdida de empleo y entrar en una situación crítica para mantener a la
77. RIMISP, Pobreza y desigualdad. Informe Latinoamericano (2011). 78. CEPAL. (2011). 79. Pozo, R. (2011).
familia, se apoyan muchas creencias que aún siguen funcionando, por ejemplo, es bien conocida la presión que los-as jefes-as de familia tienen al recaer sobre ellos la carga económica. Esta carencia de información sobre derechos básicos y legislación laboral acentuará la desigualdad y el malestar del grosso poblacional, y hace posible la entrada de quienes puedan dañar y alienar a la población en el desarrollo integral de la ciudadanía acentuando diferencias sociales, sea que se trate de traficantes de tierras o empresarios que permiten la ilegalidad y trabajan desde ella. Todo ello a pesar del aprendizaje histórico y el control documentado que existe sobre cómo funciona la relación entre los habitantes y los traficantes de tierra, en nuestro caso particular de la Perimetral Noroeste de Guayaquil79. Es posible percibir que en ciertos sectores sociales aún existen temores ante organizaciones orientadas a la defensa de los derechos de los trabajadores. El mayor rechazo a la organización sindical a nivel de Latino América y el Caribe existe desde la clase alta, que se encuentra en posiciones decisivas de la jerarquía de toda entidad económica, gráfico 19, aspecto que dificulta el progreso respecto a esta materia.
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América Latina (18 países): Desconfianza en los sindicatos y percepción de conflicto entre empresarios y trabajadores, por tipo de ocupación, 1996-2009.
Gráfico 19: Nivel de desconfianza según el tipo de ocupación ante las organizaciones y los sindicatos. Fuente: Panorama Social de América Latina. Cepal (2011). Documento informativo. P-18.
Para tratar la pobreza debemos ser propositivos y conscientes de las distintas dificultades, pues las posibilidades de lograr nuestros planes y estrategias serán distintas según los espacios de actuación; podrían ser medidas estructurales o bien algunos cambios en la implantación de ciertas políticas, dependiendo de las dificultades que los territorios presenten. Sigue siendo relevante la desigualdad en las etapas formativas de los individuos y en la transición a la vida adulta a todas las escalas. Las principales preocupaciones a nivel regional se centran entre otros aspectos, en la segmentación laboral y los vacíos de la protección social, así como en la heterogeneidad estructural dentro del sector productivo, y la reproducción de las brechas sociales dentro del mismo. Lo que se pretende con el presente proyecto es precisamente ubicar todas las vulnerabilidades bajo una perspectiva integral, para desarrollar desde la realidad territorial que conocemos perspectivas 80. CEPAL, (2011).
más certeras sobre las necesidades y la realidad del territorio, ligándola al Plan Nacional del Buen Vivir y a los Objetivos de Desarrollo del Milenio. La afiliación a la seguridad social es un pilar importante que ha llevado a un paulatino pero lento y no muy relevante incremento de las prestaciones de salud a nivel de América Latina y el Caribe. Actualmente el porcentaje de afiliación a la seguridad social de las familias en la región es del 53,2% acercándose a los valores de 1990 del 52%. La población que no contribuye a la protección social representa aproximadamente al 12% de los hogares, es decir el 0.25% del PIB de Latinoamérica80. Estos riesgos parecen indicar una vulnerabilidad importante de la población en este aspecto, con un riesgo especial en los hogares más pobres, indicando que el progreso de la seguridad social marcha lentamente.
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Un aspecto relevante debe ser el esfuerzo de los Estados por no condicionar la búsqueda del bienestar según la posición de las personas en el mercado laboral, lo que implica una mayor igualdad laboral81. Por ejemplo, el ahínco por la erradicación de la pobreza y la búsqueda del incremento de la clase media, ha sido un referente de crecimiento económico en muchos países de la región escandinava, donde las políticas sociales han demostrado que pueden adaptarse a cualquier periodo socioeconómico82. 10.2 Educación – Trabajo Infantil Tal como indicase Willis Harman; “Lo ideal de un sistema educativo sería que, además de estudiar, pudiésemos aprender”. Si bien es cierto esta afirmación es una de las metas del Contrato Social por la Educación en el Ecuador, que está en un difícil proceso de cambio y regeneración, aún se observan métodos tradicionales y a veces arcaicos de pedagogía educativa que tienen como punto de partida la subordinación de los educandos (que “no saben”) hacia los educadores (que “saben”). De los que todo lo ignoran hacia los que tienen el monopolio del saber y que, para ayudar a los que no saben, utilizan métodos orientados a la manipulación de las conductas de los estudiantes para que éstos, como simples receptores, retengan las respuestas adecuadas al paquete de preguntas y contenidos pre – definidos por los que “saben”. En estas prácticas educativas encontramos motivaciones ajenas a los estudiantes, prácticas de repetición y memorización, predominio del método de ensayo-error, enseñanza y evaluación sometidas al premio-castigo y, sobre todo, dependencia casi absoluta del estudiante respecto del estímulo externo83. Por el contrario, se trata más bien de repensar la relación entre el educador y el educando, de valorar el rol mediador del primero y conceder al segundo un rol protagónico en el proceso de aprendizaje. Se trata de ayudar a los alumnos a recuperar sus saberes previos y desde allí investigar, de modo que más que indagar en el “qué” puedan focalizarse en el “cómo”84. “El docente debe engendrar en sus alumnos las ganas de saber, a través de la interrogación, la duda y el escepticismo,
provocando una incomodidad productiva, reemplazando las certezas inarticuladas por las articuladas”85 dejando paso a la argumentación, la discrepancia, la discusión y en definitiva configurar un aprendizaje en el que podamos hacer que los seres humanos volvamos a tener convicciones y no solamente opiniones, creándonos y descubriéndonos simultáneamente. La reforma educativa que el ministerio de Educación viene aplicando en Guayaquil ha llevado los últimos meses a controversias entre la población y la Administración. Es profundamente complejo cambiar patrones tradicionales en cuestión educacional, y por ello en un contexto de revolución ciudadana en la educación es necesario que en medio de todos los cambios estemos atentos a precautelar el derecho a la educación de los menores sin dejar fuera a nadie, sea que residan en el área de seguridad o que hayan estado matriculados en escuelas que deben cerrar por no haber conseguido la aprobación del ministerio para funcionar, pues dicha exclusión profundizará la vulnerabilidad de la población en general. Los datos actuales en materia de trabajo infantil reflejan una difícil situación en el continente latinoamericano, llegando al 32% de los menores trabajadores entre los 10 y los 14 años en algunos países como Guatemala, mientras que en Ecuador los niños que trabajan son el 15%, y las niñas el 11%86. Estas cifras se agravan conforme observamos las zonas rurales o áreas marginales metropolitanas, como es el caso de Monte Sinaí. En la tabla 15 aún se verán camuflados muchos datos por tratarse del conjunto de Guayaquil, y no con la referencia a Monte Sinaí y alrededores. Los menores entre siete y once años de estudios son los que mayor representación tienen en el trabajo infantil, intervalo primordial en el que deben enfocarse las políticas de erradicación del trabajo infantil, estimulación educativa y de continuidad. Las políticas de prevención dirigidas a edades tempranas ahorrarían la necesidad de tener que actuar para solventar problemas más complejos a edades más avanzadas.
81. Íbidem. 82. Navarro, V., (2010). 83. Terán, R. Ponencia en la UASB, (2002). 84. Zambrano, M, O. Cevallos, T. F. Bermeo, F. E. et al. (2007). 85. Gilda Macías Pp 52-58 en: Zambrano, M, O., Cevallos, T. F., Bermeo, F. E., et al.(2007). 86. CEPAL & UNICEF, (2009).
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Ocupación infantil en los menores de 18 años.
Tabla 15: Casos de trabajo infantil según los años de estudios en cifras absolutas y porcentajes, comparativa entre Ecuador y el Cantón de Guayaquil. Fuente: Censo de Población y Vivienda 2010. Instituto Nacional de Estadísticas y Censos. INEC.
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El trabajo infantil posee marcadamente un sesgo de género. Los varones trabajan más fuera de casa, exponiéndose a los riesgos de la calle y les cuesta más compatibilizar trabajo y estudios. Las niñas trabajan principalmente en labores domésticas no remuneradas, y pueden compatibilizar el mundo escolar y el laboral, iniciando la reproducción de los estereotipos de género, lo que limita sus alternativas ocupacionales y las expone a la sobreexplotación, el maltrato y abuso.
Como observamos en el Gráfico 20 vemos que en el Ecuador, entre la población de 15 a 19 años, asiste a los centros educativos un mayor número de mujeres que de hombres. En el caso de la población económicamente activa, se observa un amplio porcentaje de adolescentes varones por sobre las mujeres, a diferencia de lo ocurrido con los quehaceres domésticos, donde la participación de ellas es ampliamente difundida87.
América Latina (14 países): Condición de Actividad más frecuente de mujeres y hombres en el tramo de edad de 15 a 19 años, totales nacionales.
Gráfico 20: Porcentaje de actividades más frecuentes en hombres y mujeres de 15 a 19 años en 14 países de América Latina. Fuente: Trabajo Infantil en América Latina y el Caribe: su cara invisible. Boletín DESAFÍOS nº8. Cepal y Unicef (2009).
87. Ibídem.
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A pesar de que los avances internacionales en esta materia revelan una mayor permanencia de niñas que de niños en las escuelas, se observa una desventaja al participar ellas mayormente en actividades de trabajo no remunerado, hecho que obedece a la clásica división sexual del trabajo. De hecho, se las prepara desde pequeñas para realizar gratuitamente los cuidados del hogar; por ejemplo, en el país las niñas de 7 a 14 años trabajan casi 4 horas más que los niños en quehaceres domésticos no remunerados, brecha que va intensificándose en los siguientes tramos de edad y que permanece constante a lo largo de las generaciones, como puede observarse entre los casos de trabajo no remunerado en Monte Sinaí. En todos los países de América Latina predomina el trabajo gratuito de mujeres y niñas, duplicándose inclusive durante los primeros años al realizado por los niños. A pesar de haber avanzado en cuanto a retención y fomento escolar de la población femenina, este hecho no ha estado acompañado de un cambio cultural que elimine los desiguales roles de género tradicionales, ya que dentro del mundo laboral la fuerza de trabajo femenina sigue siendo perjudicada por la brecha salarial, menores cargos directivos y las ocupaciones principalmente dedicadas a los servicios, el cuidado y la educación, constituyéndose en una población altamente vulnerada. Que la calidad educativa en los sectores donde trabajamos sea un problema, o que existan desatendidos miles de jóvenes en los sectores que tratamos, nos da cuenta del desacertado manejo que el sector ha vivido durante décadas, así como de una desatinada actitud de resignación por parte de las instituciones, aunque confiamos en que esto pueda cambiar con las nuevas propuestas que hoy se están tratando de implementar en esta materia.
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Propuestas para la Vida Plena
11. Propuestas para la Vida Plena El populoso territorio objeto del presente análisis, ha quedado en repetidas ocasiones al margen de cualquier planeamiento a corto, mediano o largo plazo por parte de las Administraciones. Los Planes Estratégicos del Municipio, hasta el año 2016, contemplan únicamente hasta el límite de la cooperativa Sergio Toral I -Mapa 15-, resultando todas las demás cooperativas del estudio fuera de sus planes. Por parte del gobierno central, se plantea la gestión del área de Reserva de Seguridad como responsabilidad de los ministerios competentes luego del Decreto N° 607 del 28 de Diciembre de 2010. Entre los planes habitacionales privados o semiprivados cerca del área de estudio existen tres propuestas habitacionales: Ciudad Victoria para 3.000 personas, Socio Vivienda para 17.000, ambos impulsados por el Gobierno Nacional, y Mucho Lote 2 donde la ejecución principal estará en manos del municipio y la ejecución urbanística y por ende los promotores, vendrán de manos privadas. Este último plan se encuentra más retirado, al Norte de la ciudad. Podríamos estimar que la extensión de Guayaquil es de unas 19.500 hectáreas88, a las que habría que añadir las 9.232 Has establecidas del Área de Reserva de Seguridad, lo cual nos daría un total de 28.732 Has. Del total de la superficie de Guayaquil, unas 11.700 Has son formales, lo que supondría un 41% del territorio total, siendo el 59% restante ocupación informal.
88. Arroyo, A. I, (2011) en colaboración con Huerta, F. en marzo del (2011).
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Plan estratégico de la M. I. Municipalidad de Guayaquil hasta el 2016
Áreas de acción en las distintas administraciones en el área de estudio Arroyo Plan estratégico del Municipio 2016 Canal Asentamientos precarios Guayaquil Coop. Munic.
kilómetros Mapa 15: Plan estratégico de la M. I. Municipalidad de Guayaquil hasta el 2016 junto a la acción programada en el Área de Reserva de Seguridad por parte del MIDUVI con los reasentamientos.
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Propuestas para la Vida Plena
Que existan territorios fuera de toda preocupación institucional es un signo de debilidad estructural en todo territorio. Por ello es necesario el trabajo conjunto de las distintas administraciones y de éstas con la sociedad civil, manejando las diferencias políticas de tal manera que no incidan en un mayor retraso y marginación de quienes ocupan de manera informal dichos territorios, alejándonos de ciertas posiciones fundamentalistas y sectarias y aprovechando los distintos saberes disponibles, como los que en el presente trabajo se exponen, de modo que podamos dinamizar nuevas políticas y enfoques de desarrollo que contemplen la integralidad del ser humano, pues “el auténtico desarrollo del hombre concierne de manera unitaria a la totalidad de la persona en todas sus dimensiones”89. Los seres humanos somos la finalidad del desarrollo, no las cosas que hagamos. Estas son los medios que nos llevan al fin y no al revés. Perder esta simple perspectiva nos conducirá una y otra vez a repetir los errores del pasado y a continuar reproduciendo las “décadas perdidas” que hemos tenido en el Ecuador y América Latina. Lo que importa en cualquier esfuerzo de desarrollo son las personas, las familias o las comunidades, sea cual fuere la metodología que adoptemos en nuestro proyecto, pero siempre con el ser humano al centro de nuestra línea de mira. De esta manera, los objetivos de nuestros proyectos jamás deberían consistir en propuestas para producir más de algo, o para hacer más de tales cosas, sino en objetivos que nos indiquen cómo las personas a las que se dirigen nuestros proyectos van a ampliar sus oportunidades y capacidades, y a ver restituidos sus derechos. Así será posible impulsar a los sectores de mayor vulnerabilidad, principalmente con acento en derechos educativos, laborales y de género, mejoras que sin duda nos llevarían a un desarrollo real y podrían constituirse en un buen piloto que pueda iluminar futuras actuaciones en otros espacios90. La cuestión clave para cualquier territorio se resolverá en la medida en que encontremos las respuestas adecuadas a preguntas como ¿Qué es lo que la gente espera para tener una vida plena? ¿Cuál es la prioridad para el desarrollo desde el punto de vista de la gente y desde la perspectiva de los técnicos? ¿Consiste el desarrollo en la mejora de espacios dinamizadores de sectores específicos, como
la industria, el turismo, la imagen, etc? ¿O bien algo más allá mediante políticas que, centrándose en las personas, busquen la equidad, la mejora estructural en educación -cualitativa y cuantitativa- derechos laborales y género?91 ¿Buscamos un desarrollo que integre distintas dimensiones –habitacionales, sociales, económicas, culturales, etc.- o un desarrollo independiente de estas dimensiones, a la espera de que existan contagios positivos? La desigualdad será siempre el principal obstáculo para conseguir un desarrollo que integre los distintos niveles; social, económico, alimenticio, de seguridad e higiene, y potenciará además una excesiva explotación natural del territorio. Las vulnerabilidades ocasionadas, producto de esta desigualdad, han incentivado en algunos casos la atención de la administración y de algunas organizaciones, aunque lamentablemente muchas veces se ha tratado de soluciones superficiales pensadas al corto plazo. 11.1 Hacia nuevos avances educacionales La educación como apuntamos anteriormente, aún tiene grandes precariedades en cuestión de calidad educativa y cobertura, lo cual puede apreciarse fácilmente cuando vemos que tan solo un 16% de las escuelas de la zona disponen de profesionales con la necesaria formación pedagógica. En la búsqueda de la mejora estructural educativa, vemos lo difícil que es realizar una adecuada gestión en las condiciones de precariedad existentes. Es sin duda uno de los problemas más delicados, pues en el caso de incumplimiento de las escuelas con los propósitos de mejora establecidos por la ley educativa vigente92 pueden darse escenarios con distintas consecuencias: - El cese de la labor de la escuela, - La creación de nuevas escuelas93, - La reforma de las ya existentes. Lo que ciertamente nunca debe considerarse es la posibilidad de desvinculación del joven con la educación, pues ella es la condición de posibilidad para el desarrollo de nuestro país.
89. Caritas in Veritate, Encíclica. N°11. 90. Salvia, A. (2007). 91. Coraggio, J.L. (2004). 92. Ley Orgánica de Educación del Ecuador del 28 de Febrero de 2010 93. Incondicional es que se ejecuten nuevas escuelas o ampliación y habilitamiento de las ya existentes para sufragar la cobertura en el caso en que se llegase a dar el cese de escuelas.
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11.2 Hacia la optimización de las ayudas sociales Las políticas de desarrollo en el área muestran una serie de debilidades, según lo tratado al principio del capítulo. No obstante, distintas organizaciones han conseguido una incidencia parcial a través de programas y proyectos temporales, focalizándose en distintas acciones por periodos de distinta duración. Las ayudas sociales a través de la cooperación internacional tienen dificultades para dar continuidad a los programas que inician y, si el trabajo no ha sido bien enfocado puede crear ciertas dependencias – parecidas a las ocasionadas por ciertas acciones de las administraciones – que en el caso de crisis internacionales como la que tenemos actualmente podrían causar serias dificultades. Algunos programas y proyectos de corta y mediana duración han dado buenos resultados y causarían un impacto aún más positivo si tuviesen una mayor duración. No obstante y como venimos apuntando, es conveniente que las medidas de larga duración sean promovidas por las administraciones local y nacional. Con relación a los bonos sociales para el desarrollo humano y vivienda, la ayuda actualmente es sin duda necesaria, aunque tampoco debemos crear dependencias a largo plazo, dando una formación oportuna en cómo y de qué manera orientar la ampliación de capacidades, oportunidades y derechos de las personas, de las familias y comunidades, creando circuitos económicos solidarios que apunten a optimizar el desarrollo y consolidación de nuevas iniciativas micro empresariales, que a su vez puedan generar nuevas formas de cohesión social. Algunas organizaciones contamos con una sólida experiencia y personal capacitado en el campo de la Economía Popular y Solidaria, y sería ideal llevar a cabo acciones conjuntas bien articuladas con las administraciones. Y en el caso que se volviesen a otorgar masivamente créditos para vivienda, es imprescindible hacerlo esta vez desde el marco de referencia que ofrece el Plan Nacional del Buen Vivir, tal como vimos en el punto 5.2.4. Al 22 de diciembre de 2011, las socias de HdC que recibían el bono solidario en el área de estudio, aparecen representadas en la Mapa 16. El reparto parece a primera vista equitativo a nivel zonal. El bono solidario ha sido algo recurrente en 94. Conjunto de enfermos leves, moderados y graves en la familia. Foto: Socias en talleres HdC para el mejoramiento de sus viviendas.
cuestiones como la cantidad de comidas diarias, donde las familias con este bono suelen tener tres comidas al día en un 98% de los casos, según nuestra base de datos, pero en el caso de las familias con más de un enfermo en el hogar no se observa la misma linealidad, pues tan sólo un 23%94 de los hogares que reciben el bono de Desarrollo Humano tienen algún enfermo en el hogar.
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Distribuciรณn del Bono Solidario a nivel mensual en las familias
Valor del Bono Solidario De $13 a $34 Mรกs de $34,1 Canal Asentamientos precarios
Dto. Nro.
Guayaquil Coop. Munic.
Kilรณmetros Mapa 16: Distribuciรณn del Bono Solidario de las distintas familias en el รกrea de estudio. Fuente EE.PP.
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El esfuerzo y el compromiso de algún tipo, social, familiar, o personal debe ser una premisa en la planeación de las ayudas y soportes, pues se observa un mayor crecimiento y cumplimiento de los objetivos de desarrollo conforme aumenta¬¬¬¬n el compromiso y los aportes de las personas que reciben las ayudas. Entiéndase por aporte el compromiso de cualquier tipo, ya sea en pagos cuando demuestren capacidades, colaboraciones vecinales como las mingas, o participando activamente en las propuestas de formación y capacitación enfocadas al desarrollo social, económico, etc. Como se ha venido indicando, en toda mejora democrática la participación ciudadana y el empoderamiento de los habitantes deben formar parte importante de los planes y proyectos, debiendo ser incorporados en los planes de emprendimiento de cualquier obra social, sea esta pública o privada.
actores. (…). Estos análisis han cobrado fuerza en el contexto de una globalización que ejerce cada vez mayor presión sobre la competitividad sistémica de los países y obliga a hacer ajustes en la institucionalidad laboral.”95.
Entre la población tratada subsiste un alto nivel de precariedad laboral, tanto por el salario como por la legalidad de los puestos, sin hablar de los horarios, que en los casos encontrados suelen soportar jornadas superiores a las diez horas diarias con tan solo un día de descanso semanal, pudiendo no ser ninguno. Se trata de situaciones en las que existe un fuerte nivel de dependencia por parte del trabajador y que, a pesar de todo lo avanzado en el país en materia laboral, aun no tienen ningún tipo de control. A ello se suma que las posibilidades reales con que trabajador cuenta para expresarse y tener éxito en sus reclamos, son mínimas.
La profundización de las actuales políticas laborales de restitución de los derechos de los trabajadores debe continuar con la mirada puesta en el bien común, restableciendo el equilibrio y apuntando a la satisfacción de las necesidades humanas fundamentales del grosso poblacional, y no del enriquecimiento y reforzamiento del poder económico de quienes ya tienen poder de sobra, a todos los niveles. Ventajosamente y a pesar de los problemas, existe un creciente germen de confianza en la mejora de los mecanismos de protección de los trabajadores. La organización sindical debe experimentar una profunda renovación y asumir el reto de enfrentar los problemas que van surgiendo en esta nueva sociedad, superando aquellas formas de actuación que los convirtieron en apéndices de ciertos intereses políticos, muchas veces ajenos a los intereses de los trabajadores. Es lamentable constatar que aún hoy se mira con recelo la existencia de algo tan básico como la asistencia legal, teórica y asistencial del trabajador. En otros lugares del mundo y no muy lejos de la frontera, estos derechos suponen una premisa básica. Desde el punto de vista del neo liberalismo, el mercado laboral debe auto regularse y a esto llaman desarrollo económico positivo, aunque sin analizar las consecuencias sociales de esta propuesta y escondiendo o maquillando los lamentables resultados que ha originado en el caso de nuestro país.
Los tres pilares de la institucionalidad laboral –las regulaciones de las relaciones individuales y colectivas del trabajo, la protección contra el desempleo y las políticas activas del mercado laboral– deben fortalecerse bajo el enfoque del desarrollo social y económico del conjunto. La discusión viene desde dos posturas bien distintas: “La primera considera que la institucionalidad debería basarse exclusivamente en mecanismos de mercado y que la aplicación de otros instrumentos distorsiona el funcionamiento del mercado de trabajo, reduciendo su eficiencia y, por consiguiente, su desempeño en términos de equidad. Los partidarios de una segunda postura, (…), subrayan que para que este desempeño sea justo y sostenible es necesario introducir mecanismos que protejan a los trabajadores en un mercado caracterizado por una desigualdad estructural entre
Dentro del sistema actual existe el concepto de “flexiguridad”, originario de varios países europeos, de los que Dinamarca es el principal exponente. Consiste en la combinación de mercados de trabajo flexibles, elevados niveles de protección contra el desempleo y políticas activas hacia el mercado de trabajo, orientadas a facilitar una reinserción laboral eficiente y en condiciones favorables para el trabajador. A esto se suma una estrategia de crecimiento económico que cuenta con una fuerza laboral cada vez más calificada, por lo que incorpora un componente de capacitación permanente96. La aplicación de este concepto en el territorio ecuatoriano evidentemente no sería fácil, por distintas cuestiones culturales y financieras, aunque hemos de admitir que ningún proyecto de mejora sustancial se ha dado a corto plazo.
11.3 Hacia una mejora laboral y sindical
95. Weller, J. (2009). 96. Tokman, V, E. (2009)&Weller, J. (2009).
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Toda mejora en legislación laboral con una visión de desarrollo humano sin excluir en ningún caso al trabajador, será otro paso para alimentar el optimismo en la sociedad. Sería definitivamente una señal de esperanza si aprovechamos los avances en materia de reforma legislativa en nuestro país, asumiendo una necesaria y nueva visión en este tema. 11.4 Por y para las comunidades: Organizaciones Barriales En trabajos previos llevados a cabo en espacios colindantes a las áreas de estudio97, se definieron porcentajes mayores al 95% de ausencia de participación de la población en organizaciones barriales. Esta situación viene cambiando aceleradamente desde la caída de los “dirigentes” de la Perimetral Norte, acusados y procesados por algunos delitos como el de tráfico de tierras. Dichos personajes reivindicaban para sí la potestad de organizar y controlar a las organizaciones de base y ningún líder ni organización podía surgir sin su consentimiento. Gracias a la pérdida parcial de su poder, ocasionada por los hechos mencionados y por haber quedado expuestos a la opinión pública sus tejes y manejes, hoy se dispone de una mejorada estructura de organizaciones barriales. En los últimos tiempos y con mira a la repartición de tareas y el empoderamiento en distintas funciones de participación ciudadana, se han gestado distintos comités zonales, como ejemplo de OBC´s –Organizaciones de Base Comunitaria-, con la intención de invitar en el futuro a otros conjuntos vecinos donde actualmente no existe dicha participación. Es así como en los últimos años (2011-2012) se ha configurado una amplia coordinación que planifica tareas y actividades de mejoras básicas, atendiendo a las prioridades señaladas por los pobladores y pobladoras. Una de las metas que se persigue es la creación de nuevos nodos de confianza y trabajo conjunto, que se traducen en el trabajo cooperativo, mingas a partir de intereses comunes, etc. Para coordinar la acción de los distintos comités en el área de nuestro estudio se ha configurado el COCOGE –“Comité de Coordinación y Gestión Monte Sinaí, Esperanza por el Buen Vivir”-, apoyado por el “Proyecto Misión” de HdC. Este organismo de coordinación está conformado por una dirección, secretarías, comisiones por necesidades y vulnerabilidades y tesorería, con apertura para que
97. SIGVOL., (2005). 98. Datos del equipo del “Proyecto Misión” -HdC-. 99. Viteri, C. F. (2011).
todos los vecinos puedan participar con su opinión sobre las opciones de mejoras para los distintos barrios y sectores de la zona. En la actualidad se cuenta en el área citada con 13 comités que configuran el COCOGE, dentro de cada cual existe una organización interna. Se expone un plano orientativo de los distintos comités configurados hasta el momento. Mapa 17. Dichos comités son: 9 de Octubre, Nueva generación en Cristo, San Felipe Neri, Nuevos Horizontes, Buen Vivir, Indígenas, Profesores, Guayacanes, Ayuda Social, 6 Febrero-Esfuerzo Propio, Acción participativa, 24 de Mayo y Nueva Esperanza. Los comités con los que se trabaja desde HdC se focalizan principalmente en Monte Sinaí, conociendo de la existencia de otros comités independientes y otras organizaciones en cooperativas vecinas de Sergio Toral y otras áreas colindantes98. De esta manera se va configurando el nexo entre la población y las Administraciones e instituciones, potenciando además los nodos internos entre comunidades, que en un principio experimentaban lo organizativo con fuerte escepticismo y muy poca organización. En los últimos meses y de modo gradual viene ocurriendo un cambio elocuente que nos lleva a vislumbrar un futuro alentador. Existe un interés creciente por hacerse valer a través de los grupos o comités configurados, por el bien de las personas, las familias y el desarrollo comunitario. La esperanza que surge con la creación de los nodos entre todos ellos, es la de poder ejercer su ciudadanía, ser escuchados y convertirse en actores sociales con capacidad de propuesta, así como configurar una entidad plural que respeta y pide ser respetada para no ser una sola voz, sino un conjunto significativo de voces con planteamientos concretos para el desarrollo humano del territorio que habitan. Hoy es más que nunca necesario potenciar, desde las distintas organizaciones y administraciones involucradas en estos espacios, las capacidades locales que van haciendo posible este esfuerzo colectivo y contribuir a impulsar las actividades grupales que los mismos pobladores vienen diseñando para la “satisfacción sostenible de las necesidades básicas”99.
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Comités barriales que conforman el COCOGE - Monte Sinaí
Comités Barriales que conforman el COCOGE
Dto. Nro. Comités Barriales Asentamientos Precarios
Kilómetros Mapa 17: Comités barriales en la cooperativa de Monte Sinaí. Fuente EE.PP.
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11.5 Políticas de Vivienda Social. Tanto en el escenario continental, nacional, como local, sigue sin existir una conciencia plena de integración y de desarrollo social habitacional100. La cabida para nuevas iniciativas de vivienda social son escasas, y las que se dan no dejan de recurrir a propuestas tipo gueto. La esperanza es que se comiencen a contemplar acciones de integración social y desarrollo conjunto, que es sin duda el mejor signo de desarrollo de un país e incluso un impulso socioeconómico digno de los tiempos venideros. Uno de los problemas fundamentales que enfrenta Guayaquil, es que el 50% de la población, aproximadamente 1.166.883 habitantes101, carece de red de alcantarillado, detonándose diversos problemas de salud pública, de degradación del medio ambiente e incluso de empeoramiento de las pocas infraestructuras existentes, así como una afectación a las vías de acceso que existen por la construcción de las respectivas canalizaciones. Adicional a esto queda pendiente la reubicación de las 3.630 familias que fueron censadas dentro de las 9.232 hectáreas del Área Reservada de Seguridad decretada como tal el pasado 28 de Diciembre de 2010. Dicha reubicación debe hacerse de la mejor manera tomando en consideración la vulnerabilidad de la población que se maneja, y teniendo en cuenta algunas experiencias en ciudades tales como Ciudad de México, o zonas periféricas de Santiago de Chile, etc., donde se promovió un cierto encerramiento de la población que dio origen a nuevos guetos. Para lograr esta reubicación es imprescindible el conocimiento en terreno. Las acciones previstas deben llevarse a cabo en conjunto con la misma población, conociéndola, considerándola e invitándola a participar, así como con organizaciones de gran acervo involucradas en la zona. Al respecto cabe mencionar el esfuerzo de HdC en seguir las líneas del Contrato Social por la Vivienda, empeño que sigue adelante como premisa del desarrollo habitacional y social de los sectores que tratamos y como búsqueda del ejercicio del derecho a la Vivienda, a la Ciudad
100. Rodríguez, C. I. (2006), CEPAL 2011, y observaciones evidentes en terreno. 101. Arroyo, A. I. (2011). 102. Plan Nacional de Desarrollo de la Secretaría Nacional de Planificación y Desarrollo. 103. Rodríguez, C.I, (2006).
y al Hábitat. Es de esta manera como se trabaja para proveer de unas 12.000 viviendas anuales a nivel nacional, con el fin de reducir el déficit habitacional de 900.000 viviendas que se requieren en el territorio del Ecuador102. La investigación sobre la mejora de vivienda social y el perfeccionamiento de las políticas públicas, son entre otros los ejes actuales de nuestra organización como actor dentro del Contrato Social por la Vivienda, luchando contra el 22% de hacinamiento urbano y trabajando actualmente por la mejora constante de la vivienda progresiva y el hogar digno, en beneficio de la población en extrema pobreza, vulnerabilidad y exclusión. No obstante, la misión de HdC no se limita a la vivienda, sino que además de otros programas apoya la organización barrial como eje de acción local, el trabajo comunitario y la promoción del espacio natural, defendiendo las áreas verdes y el cuidado por el medio tal y como se refleja en el Contrato Social por la Vivienda. Priorizamos así la posibilidad del diálogo, la concertación y el trabajo conjunto para enfrentar el problema de la vivienda. Desde el comienzo del milenio se ha incrementado notablemente en Guayaquil la producción de conjuntos habitacionales, formal y conceptualmente cerrados, compuestos por viviendas de cuestionable tamaño. Las nuevas condiciones espacio-temporales se combinan así conformando nuevas unidades de hábitats cerrados, herméticos, donde se garantiza la seguridad del status quo combatiendo los efectos negativos de la globalización de manera muy puntual, acentuando la disgregación y la diferenciación socio-espacial. Esto deja vislumbrar la consecución de productos de corte nítidamente fordista, fortaleciendo el discurso global del estilo de vida de la élite, orientándose a soluciones tipo encerramiento, pero produciendo al mismo tiempo algunos modelos de viviendas sociales donde, aunque no son cerrados, no han considerado suficientemente el tamaño y las necesidades del núcleo familiar; a lo que se suman deficiencias en las calidades del material, diseño, terminaciones, etc. que hacen que algunas experiencias de vivienda social del s. XXI sean claramente precarias desde distintos puntos de vista103.
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Por tanto, desde nuestra perspectiva, la necesidad de cruzar los elementos cerrados y dispersos en un nuevo espacio integrador debe ser una prioridad, buscando de esta manera un desarrollo transversal de la sociedad para llegar a una integración social y un desarrollo urbano y habitacional sostenible, evadiendo problemas que hoy podían recrudecer precisamente a partir de los espacios cerrados, de la dispersión espacial y/o el alejamiento. La continuidad y conectividad físico-espacial de aquello que entendemos como espacio público se ha roto y éste se ha orientado a la sub-utilización de enormes espacios colectivos, y a la disminución del espacio público. Estos amplios espacios inutilizados se emplean como áreas de tránsito, en detrimento de otras funciones y cualidades, cuando podrían ser un nexo social y de desarrollo común.
la subsistencia de espacios comunes, da origen a las graves desigualdades citadas. Por ello es necesario retomar el espacio público como tal, donde “para lograr vivir en él en armonía, se requiere de una voluntad del grupo y de un buen diseño que propicie además una relación social duradera. De no ser así se convierten, aparecen espacios de conflicto y resultan peligrosos. De ahí que han de someterse a reglas más estrictas (...) los grupos que demuestren carecer de recursos para atender por sí solos estos servicios -recolección de basuras, luminarias, seguridad, protección civil, bacheo (…)-, han de someterse ayudas especiales (…). Para evitar que se sigan teniendo los niveles de deterioro a los que se había llegado en estos conjuntos, pueden pedir apoyo a la administración pública local y organizarse para ello”105.
Uno de los principales problemas del desarrollo urbano es la configuración de guetos y aquellos tipos de morfología urbana cerrada, de arquitectura socialmente hermética, que a la larga van generando una especie de autogobierno de la comunidad o del grupo social homogeneizado que reside en dichos espacios, propiciando grandes demandas de seguridad, servicios básicos, higiene, etc., e incluso endeudamientos104 cuando no existe la suficiente capacidad de pago. Nos referimos a la existencia de problemas siempre que los distintos puntos de vista entre los habitantes llegan a polarizarse y hacer énfasis en la diferencias de manera muy visible entre distintos grupos sociales, problemas tales como la delincuencia, la desigualdad, la dependencia, la educación, la insalubridad, etc. Cuando tratamos temas como la capacidad de pago, reubicación o cambios bruscos de ubicación de la vivienda, hay que tomar en consideración que si estas situaciones se producen en un contexto de población advenediza y cierto escepticismo y desinformación entre la población, entonces pueden llegar a detonarse problemas que hemos de evitar.
Como referencia, este ideario se llevó a la reforma de Ley de Propiedad para el Distrito Federal de México, “una idea entre romántica y cínica” que nos lleva a realizar cuestionamientos tales como: ¿Es esto un modo sutil de ubicar en contenedores herméticos a “seres humanos residuales” en el perímetro cercano de grandes conurbaciones106? ¿No se generan involuntariamente culturas segregacionistas y medidas de seguridad extraordinarias107? ¿No supone un claro aliciente para el distanciamiento social cuando se demuestra que las civilizaciones más prósperas en el aspecto social y por ende económico, se han desarrollado más bien con la teoría del acercamiento social? La mejora de los espacios públicos como tales, la implicación de la población en dichos espacios y el desarrollo del conjunto urbano de forma equiparada, permite observar además un acercamiento de la confianza entre sectores, que puede traducirse por ejemplo en un servicio doméstico de mayor confianza entre ambas partes, así como una mayor idea de progreso común, mayor cercanía de la población, apropiación conjunta del espacio público y un sinfín de otros efectos de beneficio colectivo. Por tanto, resulta claro que una homogeneización de la estructura social que incluya la vivienda social, es un fuerte vector de desarrollo humano que puede contribuir a potenciar el capital cultural108.
El ideario de los últimos tiempos, observable principalmente en la última década de proliferación de mega conjuntos fundamentados en la sutileza de privatizar espacios semipúblicos, con lo que dicho sea de paso no se permite
104. Rodríguez, C. I. (2006). 105. Chávez, E. (2005). 106. Se entiende por Conurbación, al conjunto de núcleos urbanos independientes entre sí en un principio y contiguos, que al crecer y expandirse acaban formando una unidad funcional. 107. Rodríguez, C. I. (2006). 108. Bourdieu, P. (2000).
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Uno de los cuestionamientos que aparecen es sobre el papel protagonista de las empresas constructoras en las nuevas tendencias urbanas. La implicación de la Administración, principalmente el Estado como copartícipe de las nuevas iniciativas urbanas, con el previo conocimiento de las vulnerabilidades de los sectores en los que influirá, no sólo es algo práctico, sino imprescindible. Aquellas entidades que defiendan modelos que no contemplen un desarrollo integral de la sociedad, en este caso de Guayaquil, no debieran ser consideradas en los planes de desarrollo, pues marginalizan premisas básicas para el mismo, lo cual a medio y largo plazo resulta siendo contraproducente. Por el contrario, si por el lado de dichas entidades surgieran propuestas que coincidan con los lineamientos políticos trazados en el Plan Nacional del Buen Vivir, entonces es el momento de llevar a cabo una acción de concertación que reúna a los actores sociales involucrados, considerando la participación de los propios pobladores como condición sine qua non para un diálogo constructivo que les permita expresar sus propios planteamientos, y convertirse en creadores de su espacio físico, y a los responsables técnicos y políticos recoger dichos puntos de vista y concretarlos en propuestas viables. Satisfacer las necesidades habitacionales es un concepto que queremos reforzar y pragmatizar, en consonancia con los postulados del Plan Nacional del Buen Vivir. Por ello, nada mejor que estimular los programas públicos por una vivienda social digna y apropiada, cultural y geográficamente, que acerque entre sí a los miembros de los conjuntos habitacionales, donde todos puedan acceder a los servicios básicos y cubrir las necesidades de protección de las personas, seguridad y mejorar la calidad de vida. Otra de las metas importantes que se trata en el Buen Vivir y que debemos tener presente en estos planes es el conseguir una educación de calidad, así como programas de implementación de saneamiento básico en los territorios más necesitados del país, como el objeto de la presente investigación. Debemos rescatar los mecanismos de intervención para una Vida Plena respetando las tres dimensiones o premisas siguientes: una dimensión ética para trabajar de acuerdo a los derechos humanos; una dimensión procesal, que facilite el diálogo entre actores sociales y políticos para traducir y transformar los
acuerdos alcanzados en instrumentos normativos y así plasmarlos en políticas públicas; y una dimensión social, con acciones concretas en aquellas áreas donde la población se encuentra más desprotegida y por ende con mayor vulnerabilidad. Es dentro de éstas tres dimensiones desde donde pretendemos actuar y trabajar desde HdC como aporte para la Vida Plena. Sería por ello muy interesante impulsar acciones conjuntas con las Administraciones y otras organizaciones, a fin de definir lineamientos que permitan el trabajo simultáneo y eviten el trabajo unilateral. Por otro lado, analizando el Plan Nacional del Buen Vivir resaltamos una serie de propuestas que podrían contribuir a diseñar un escenario sumamente deseable para el territorio en cuestión: la oportunidad y el deber de recuperar técnicas ancestrales de construcción de vivienda, muy adecuadas a las condiciones climáticas, ambientales y culturales, garantizando además la tenencia segura y el acceso a infraestructura comunitaria con espacios públicos de calidad. Como parte de este mismo Plan se debe fortalecer la gestión y organización social de base como complemento y soporte a los planes de vivienda, e implementar estándares intersectoriales para una correcta configuración del hábitat que potencie sistemas, materiales y tecnologías ecológicas e interculturales. El fortalecimiento de las capacidades y las oportunidades locales a distintas escalas para la producción de materiales de construcción, que liguen distintos territorios y sectores productivos, permitirá dinamizar el espacio con la creación de circuitos económicos solidarios. Si esas acciones van precedidas y acompañadas por serios esfuerzos de capacitación y en el ámbito educativo, crecerán notablemente la identidad con el territorio, con la cultura y con la persona misma. La educación y la capacitación contribuirán significativamente a generar alternativas sustentables de construcción de viviendas, en consonancia con clima y el ahorro energético desde el primer hasta el último proceso y posterior uso de la vivienda, gracias a la ya mencionada y necesaria recuperación de técnicas ancestrales de construcción. Dicho sea de paso, esto no tiene nada de lírica ni utopía pues estamos hablando de técnicas altamente eficientes, menos costosas y más sustentables que las convencionales en la medida en que se generen y conecten entre sí, circuitos
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económicos solidarios entre los productores y consumidores de los materiales de construcción que estas viviendas requieren. Además, se trata de técnicas fácilmente replicables y que permiten involucrar a las familias en su ejecución sin poner en riesgo el proceso constructivo. De otro lado y en cuestiones de propiedad, se trata también de seguir trabajando por mejoras en la normativa de inquilinato, lo cual aliviaría situación de muchas familias, tanto por la irregularidad en la que se encuentran los habitantes de la zona de Monte Sinaí, como por las condiciones mismas de los servicios y la atención a las peticiones de las comunidades. Es fundamental aplicar al respecto una regulación y control tal y como se marca en el Plan Nacional del Buen Vivir. De igual manera, es importante ampliar la cobertura de la red de aguas aptas para el consumo así como para aguas residuales, buscando la construcción del sistema de alcantarillado inexistente en la totalidad de la zona, así como el manejo adecuado y eliminación de residuos. Así mismo, se trata de seguir avanzando por el cumplimiento y monitoreo de las normas de calidad ambiental, actualmente con muy poca o nula presencia en la zona. Ligado a ello cabe implementar mecanismos de evaluación de impacto social y ambiental, lo cual puede hacerse a partir de la misma administración o sirviéndonos de nexos entre organizaciones y administraciones con gran presencia en la zona y que trabajan por un desarrollo justo e integral. 11.5.1 Aspectos climáticos a considerar en los planes de habitabilidad: Para formular el marco conceptual de Vivienda Social, hemos de contextualizarnos dentro de la región climática correspondiente, en este caso en la región del Guayas y dentro de la clasificación de Köppen bajo un clima tropical húmedo y seco (As´)109 . En el sector de influencia de Monte Sinaí, el factor deforestación, así como los cambios bruscos de los usos del suelo, y el exceso de ocupación del espacio hasta los límites de las laderas y cauces de agua son problemas adicionales a tener en cuenta para la caracterización de problemas del área, ya que no se trata de casos puntuales, sino que existen grandes extensiones en las que se manifiestan algunos de estos problemas. Tal es el caso de las inundaciones y zonas pantanosas, bien
109. Nomenclatura formulada por Köppen para designar las regiones climáticas. 110. Correa, C. F. (2010).
porque el nivel freático sube, o porque el terreno no es capaz de filtrar el flujo de la precipitación en la época húmeda; bien por la cantidad de arcillas, estructura, o material en definitiva. Todo lo cual origina una serie de problemas en cadena que acaban afectando la comunicación de los pobladores, la higiene doméstica, con una mayor atracción al mosquito de dengue, etc. Y todo ello, dentro de la ciudad financiera más importante del Ecuador. Los aspectos climáticos, de vegetación, acercamiento a las masas de aire oceánicas, los vientos en general y los fenómenos climáticos periódicos como El Niño, son aspectos que previamente se han considerado para la caracterización de la Vivienda Social en el territorio del Ecuador110. 11.6 Inclusión de la perspectiva de género La feminización de la pobreza es un hecho, observándose que las mujeres no acceden en iguales condiciones que los hombres a los recursos materiales y tampoco participan de los espacios de toma de decisiones, lo que las expone a estar en mayor riesgo de pobreza y exclusión. Dicha situación se observa también en el presente estudio, pues queda establecido que existe mayor desempleo femenino que masculino y además resultan sorprendentes los bajos ingresos y situación de pobreza que viven las mujeres casadas o convivientes. Combatir esta desigualdad en beneficio del desarrollo no sólo de la mujer pobre - sino de toda la sociedad - es condición necesaria para avanzar en materia de derechos y justicia social. Se propone por tanto facilitar y promover la educación de niñas y jóvenes, así como la formación y capacitación de mujeres jefas de hogar, en diversas modalidades, con el fin de consolidar la real incorporación femenina al mercado laboral, ampliando las opciones ocupacionales típicas y asegurando condiciones laborales dignas y decentes. En este sentido se hace imprescindible generar espacios de cuidado y resguardo de la población infantil y protección a la maternidad, fomento de la corresponsabilidad en la crianza, así como flexibilidad horaria para realizar dichas actividades de instrucción.
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Desde este enfoque, se hace relevante avanzar y exigir equidad en las remuneraciones recibidas por hombres y mujeres, pues la desigualdad y discriminación experimentada por los grupos más desfavorecidos acrecienta la inequidad de género. Asimismo, es relevante mencionar que los empleos asalariados que desempeñan las mujeres repiten los estereotipos de género tradicionales, cargos ubicados en posiciones de subordinación, con menos autoridad y menos paga que consolidan las barreras invisibles que impiden el acceso a puestos de poder111, conservando la rígida estructura patriarcal. En este sentido, el fomento de emprendimientos que permitan independencia económica y acerquen el desarrollo de iniciativas productivas innovadoras a las responsabilidades de la mujer, también es una herramienta significativa para el bienestar familiar. Es posible apreciar diferencias favorables en el ingreso de las familias donde la mujer trabaja remuneradamente, en relación a aquellas donde no lo hace. El Hogar de Cristo implementa un plan de Economía Solidaria para iniciativas de negocio que fomenta la asociatividad y la organización entre vecinas, elementos que amplían las redes de apoyo y promueven el trabajo colectivo, evitando el retraimiento e incomunicación entre las dueñas de casa. Se propone que exista mayor capacitación en temas de finanzas y actividades poco convencionales, y que los programas de crédito no se orienten solamente en función de la capacidad de pago de las socias, sino que también consideren la incorporación de planes de negocios y se promuevan proyecciones de crecimiento112 . Estas perspectivas también son consideradas por el Plan del Buen Vivir113, donde se incorporan mecanismos y programas para erradicar la discriminación ocupacional y las brechas salariales y de ingresos, con una fuerte perspectiva en el empoderamiento de la mujer sobre sus derechos. Es de suma importancia instalar a nivel cultural la perspectiva de la autonomía femenina en la toma de decisiones y en materia económica, sensibilizando a
111. Zea, M. (2010). 112. Bastías, M. & Valenzuela, M. (2006). 113. Zea, M. (2010). 114. Encuesta nacional de relaciones familiares y violencia de género contra las mujeres. Inec (2011).
nuestra sociedad sobre los graves peligros del machismo aún incrustado en nuestras sociedades, que impide y perjudica el desarrollo integral de una parte esencial de sus miembros. La discriminación laboral y la condición de desigualdad en la que encontramos al grupo femenino que estudiamos, no sólo impide el ejercicio de sus derechos fundamentales dificultando la superación de la pobreza en la que se encuentran la mayoría de ellas, sino que además, condiciona el desarrollo social y cultural de la totalidad de la población. Por las razones aquí expuestas, es fundamental actuar apoyando y fortaleciendo sus capacidades, sin desconocer que es necesario también avanzar en la denuncia y erradicación de todo tipo de violencia hacia la mujer, sea esta simbólica, física, patrimonial, sexual, psicológica, etc. La violencia de género en el país se ha visto como un problema recurrente entre la población, lo que ha conducido a la creación de una serie de políticas y aparatos institucionales de protección de la población femenina, como las Comisarías de la Mujer y la Familia, y lo que gracias a un decreto el año 2007 inició el “Plan Nacional de erradicación de la violencia de género”114. En la I Encuesta sobre Relaciones familiares y Violencia de género realizada en el país el año 2011, se observó una presencia preocupante de violencia hacia la mujer, que es reportada por mucho más de la mitad de la población estudiada, es decir, 6 de cada 10 mujeres en Ecuador ha sufrido algún tipo de violencia de género. En la provincia del Guayas las agresiones físicas al interior de las relaciones de pareja se observa en casi el 90% de las personas que afirmaron haber vivido situaciones de violencia, en una amplia mayoría en manos de su pareja o ex parejas –gráfica 21-. De estos casos, podemos decir que los bajos niveles educativos, así como el analfabetismo inciden en una mayor presencia de agresiones, aún así la violencia es experimentada por mujeres con distinto nivel de formación.
Monte Sinaí: La herencia de los vulnerados
Mujeres que han sufrido violencia en la provincia del Guayas
fisica
89%
psicológica
75%
sexual patrimonial
11% 25%
55% 35%
mujeres que han vivido violencia por parte de la pareja o expareja
46%
mujeres que han vivido violencia por otra persona
65%
Gráfica 21: Mujeres que han vivido la violencia de género en sus relaciones de pareja, ex parejas y por otras personas en la provincia del Guayas. Fuente: Encuestas Nacional de relaciones familiares y violencia de género contra las mujeres. INEC (2011).
* Violencia de género en su más dramática faceta: femicidio.
117
118
Propuestas para la Vida Plena
Las mujeres que han sido víctimas de agresiones por motivos de género, lo han sido principalmente por parte de parejas o ex parejas como ya se mencionó. En la mayoría de estos casos, ellas no se distancian de los agresores por fuertes razones
de dependencia económica y emocional, influyendo además el hecho de que en la estructura patriarcal donde se desenvuelven no es bien vista la independencia femenina e incluso es castigada socialmente – gráfica 22-.
Mujeres que han sufrido violencia de género y no se han separado - Ecuador
10% Sí No
90% Gráfica 22: Mujeres que han sufrido violencia de género y no se han separado a nivel Nacional. Fuente: Encuesta Nacional de Relaciones familiares y Violencia de Género contra las mujeres. Inec (2011).
Estas situaciones de dependencia son las expuestas por las mujeres que residen en la “Casa de Acogida Hogar de Nazaret”, la única institución en la Perimetral noroeste y en todo el litoral ecuatoriano, que HdC ha dispuesto para acoger a mujeres que se han atrevido a denunciar agresiones y maltratos, en donde en muchos casos peligra la vida. El promedio de residencia mensual es de 14 familias. Las mujeres son acompañadas a través de terapias psicológicas y reinserción laboral, por profesionales y educadoras en sus procesos de protección y restitución de derechos. Además existe un promedio mensual 37 niños y niñas que siguen terapias psicológicas y asisten a un programa educativo en las escuelas de la zona.
En relación a las vulnerabilidades presentadas en el sector de Monte Sinaí, este proyecto, en conjunto con los esfuerzos que hacen miembros de los equipos Misión y Pastoral de HdC115, conforman un importante nexo para impulsar las iniciativas que es necesario desarrollar y/o fortalecer en conjunto con la comunidad para avanzar en materia de equidad y erradicación de todo tipo de violencia y discriminación hacia la mujer, pues indudablemente ejerce un papel imprescindible y primordial en la base del desarrollo social y familiar.
115. Experiencias de Casa de Acogida “Hogar de Nazaret”, Proyecto comunitario Misión y proyecto Pastoral en Monte Sinaí de HdC.
119
Monte SinaĂ: La herencia de los vulnerados
122
Conclusiones
12. Conclusiones El nivel de pobreza, sea cual sea la metodología empleada para determinarla, es un problema grave experimentado por la población de Monte Sinaí. La cifra de personas pobres en la zona supera la mitad del total de acuerdo a estimaciones del ingreso per cápita de $70,2 en relación al IPC anual. Sólo con estas cifras es fácilmente perceptible que las características de vida en los territorios estudiados distan mucho de satisfacer las condiciones de habitabilidad básica necesarias para el desarrollo de asentamientos humanos, constituyéndose como asentamientos precarios. En éstos, no sólo se carece de vivienda duradera que proteja de condiciones climáticas adversas, sino también de espacio vital suficiente, acceso fácil a agua potable, acceso a saneamiento adecuado – letrina privada o pública – y tenencia segura de la tierra para evitar desalojos forzados116. Toda percepción sobre el umbral de la pobreza a partir de la cifra de $70 no deja de ser sumamente limitada, pues la metodología para medirla obedece a patrones básicamente económicos, sin mencionar cuestiones educacionales, influencias zonales, personales y/o políticas, etc. De hecho, sería muy atrevido asegurar que las personas que reciben una renta per cápita orientativa de $71 o incluso $90, no sean pobres o no se encuentren en situación de gran vulnerabilidad, dadas las distintas variables internas y/o externas, que entran en juego. Del mismo modo debemos ponernos en condiciones de diseñar a partir de lo aprendido hasta ahora, distintas prácticas y políticas para atajar la pobreza mediante un trabajo articulado entre las distintas organizaciones y Administraciones. La inestabilidad de estos territorios surge por el crecimiento incontrolado desde su origen; invasiones donde los residentes pagan por el terreno, pero no son legalmente propietarios de lo que han comprado y pueden ser desalojados, tal como sucedió en la llamada “Zona de Seguridad” de la Perimetral Norte de Guayaquil. La actividad de ventas irregulares por parte de los traficantes de tierras ha tenido un nulo seguimiento hasta la llegada del Decreto 607, del 28 de Diciembre del 2010, pero el crecimiento urbano informal y descontrolado acusa la real demanda de vivienda social en la ciudad y las periferias, mientras simultáneamente conlleva segregación socio-espacial. Aunque al mismo tiempo hay que reconocer que se
116. Rada, R. (2011). 117. Pozo, R. (2011).
trata de una situación que permitió satisfacer las necesidades de tierra y vivienda “propia” a costos accesibles y prorrateados en efectivo, donde una gran masa poblacional ha sido motivada con el argumento de que algún día, con el crecimiento urbano, estos territorios serán legalizados y dotados de servicios e infraestructura. Como hemos visto, esta población en su mayoría es migrante de otras provincias y cantones cercanos, como resultado de las condiciones que afligen a estos grupos en sus lugares de origen. Actualmente el Gobierno dispone una importante fase de legalización de lotes en algunas cooperativas, sea deteniendo su venta o prohibiendo la construcción de viviendas y elaborando proyectos de vivienda social para reubicar a un buen grupo de los habitantes estafados117. No obstante, es de la mayor importancia prestar atención a la pésima situación en que aún se encuentran muchas de las personas pendientes de ser reubicadas, cuestión profundamente delicada que pide ser solucionada de forma urgente. Cuando observamos las condiciones educacionales de la población, nos topamos que la mitad de la amplia muestra estudiada sólo posee primaria, seguida de secundaria, más común entre la población más joven. En tercer lugar y en menor proporción se encuentran las personas con formación “artesanal práctica”. La población analfabeta, o la que sólo firma, lee y escribe, así como la “artesanal práctica”, supone el 17%. Así mismo, tan sólo el 16% del profesorado de esta amplia zona se encuentra capacitado para tal labor. Se revela de esta manera la enorme brecha existente y la importancia de la educación, ya que casi la mayoría de las personas que poseen menos de cinco años de estudios se encuentran desempleadas y por el contrario, quienes cuentan con más de 13 años de escolaridad están ocupadas en su mayoría. En relación a los ingresos, se ha comprobado también que la relación es directamente proporcional a los años de estudio, mientras que el número de hijos y la violencia de género aumentan de manera inversa al nivel de instrucción. Tanto la escolarización como las actividades de formación han aumentado positivamente en los últimos años. A pesar de esto, las condiciones en que se desarrolla la formación académica, es cuestionable tanto desde el punto de vista
Monte Sinaí: La herencia de los vulnerados
de la calidad académica de los docentes y la carencia de especialización de los mismos, como de la sobrepoblación de alumnos y alumnas por aula. También es relevante asegurar la permanencia y continuidad de los estudiantes, garantizando esta herramienta de desarrollo individual, aprendizaje social y motor de cambio en situaciones de pobreza, atendiendo temáticas como la desnutrición y el trabajo infantil. Más de la mitad de la población trabaja, aunque las ocupaciones más representativas son empleos informales como labores domésticas o comercio callejero, con remuneraciones e ingresos inferiores al salario mínimo. El resto de la población estudiada no trabaja a cambio de una remuneración, viéndose muy limitada su autonomía en la toma de decisiones y quedando en una posición de dependencia económica, abriéndose así la puerta a los problemas de pobreza, subordinación y violencia de género en sus distintas manifestaciones. En su gran mayoría, las personas estudiadas se encuentran en alguna relación de compromiso, ya sea casadas o unidas, manteniéndose los patrones y estereotipos de género más tradicionales, donde una minoría de ellas se mantiene soltera o se divorcia. Esta situación de compromiso influencia sus condiciones de vida, diferenciándose de acuerdo al estado civil en que se encuentren. Los mayores ingresos, mayor número de comidas diarias y mayor capacidad de pago se concentran en las mujeres solteras, las unidas y las separadas. Las casadas reportan menores ingresos y egresos, menor número de comidas diarias, reciben menos el bono solidario y están en mayor medida desempleadas que el resto, viéndose seriamente entorpecida su independencia económica y acceso al trabajo. Por todo ello resulta transcendental insistir en promover la educación, cualificación y programas que favorezcan la inserción laboral de la mujer, para lo cual es menester apoyarlas en la crianza de sus niñas y niños mediante una adecuada oferta de salas cuna y jardines infantiles públicos, y el fomento de espacios innovadores de comercio, servicios y producción desde una perspectiva de economía solidaria a escala local que permita generar equidad entre los ingresos de los hombres y de las mujeres. Se trata, en definitiva, de hacer realidad la Vida
118. Plan Nacional del Buen Vivir (2009-2013).
Plena, el Vivir Bien, el Buen Vivir o como queramos llamarlo, pero en la práctica, lo cual implica “tener tiempo libre para la emancipación, libertades, oportunidades, capacidades y potencialidades reales de los individuos”118 . Se observa una situación de vulnerabilidad y precariedad generalizada, pero ésta se intensifica cuando las distintas variables y factores se cruzan entre sí. Por ejemplo, la presencia de un miembro de la familia enfermo – consecuencia de la mala alimentación e higiene, anemia y caries – agudiza estas situaciones, las mismas que se potencian al extremo por la falta de instituciones de salud y de herramientas y especialistas que puedan atender todo tipo de casos. Crece también cuando no hay trabajadores en la familia, mientras el número de integrantes es superior a 5 o el nivel de estudio del jefe de hogar es bajo, con lo que disminuye considerablemente el número de comidas al día, afectando principalmente a la población infantil y anciana. Si esto ya es de por sí terrible, hay que subrayar que en las cooperativas Sergio Toral I y II, Voluntad de Dios y Regalo de Dios, se viven realidades aun más crudas con mayores índices de desempleo y menos capacidad de pago, donde el bono solidario representa una ayuda significativa que debe continuar, por mucho que debamos impulsar otro tipo de medidas como las ya mencionadas para mejorar los ingresos y así manejar las posibles dependencias de las ayudas sociales. La capacidad de pago para afrontar los gastos que demanda la adquisición de una vivienda tiene una tendencia negativa, muy en contra de todo plan urbanístico privado existente en la actualidad. Hemos visto que la capacidad de ahorro de las personas con mayores ingresos es superior a la de las personas con menores ingresos, precisamente ésta última la población más numerosa y de mayor vulnerabilidad. Así mismo, existe una población más o menos pareja de personas con capacidad de pago negativa o superior a los $80, lo que hace que las campañas de las promotoras privadas no tengan mucho éxito. Todo problema derivado de un endeudamiento colectivo es sin duda consecuencia de una irresponsabilidad institucional. La capacidad de pago se hace más notoria entre aquellas personas que reciben algún tipo de ayuda externa y de las personas que se encuentran ocupadas.
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Conclusiones
La situación de la vivienda de los sectores va de regular a pésimo y se caracteriza por requerir de mayor cuidado y mantención, empeorando en la medida que se incrementa el núcleo familiar. Las evaluaciones positivas de las viviendas aumentan en relación a los ingresos de la familia. Frente a la real situación de la gran mayoría de la población estudiada, el trabajo que realiza Hogar de Cristo en la entrega de viviendas a bajo costo y rápido armado se presenta como una oportunidad de avanzar y progresar en las condiciones de vida de la población estudiada. HdC, luego de nuevas alternativas y experiencias ha realizado interesantes mejoras y ha incorporado a su oferta nuevos modelos de casa con mejor estructura, mayor durabilidad, como por ejemplo la “vivienda progresiva”. La ausencia de medidas de control ante riesgos en la zona es elocuente. Los diversos mapas oficiales de riesgos hidrológicos, laderas, tectónicos, deforestación, etc., no contemplan la zona de los sectores colindantes a Monte Sinaí, asunto altamente preocupante cuando conocemos los flujos de la población, la creciente densidad demográfica de la zona, la deforestación, ocupación de laderas, márgenes de ríos sin tener en cuenta la llanura de inundación, etc. No existe ningún tipo de información acerca de cómo movilizar rápidamente a la población o reaccionar en caso de alertas, aun conociendo los periodos de retorno y las subidas de los niveles de los ríos hasta tres metros por encima del nivel del caudal medio. Estos sucesos se darán sin duda, y tendrán una periodicidad u otra, pero se darán, con lo que tenemos la oportunidad de dar solución a este tipo de problemas. Finalmente, se han producido mejoras notorias en el nivel organizacional de los sectores y en el entorno barrial, donde hoy podemos encontrar nuevas organizaciones comunitarias bien organizadas y trabajos de mejora como la instalación de dispensarios de salud, proyectos de purificación del agua, huertos familiares, entrega de alimentos que buscan la seguridad alimentaria119 y otras mejoras que trabajan desde la prevención120. Ciertamente, se trata de avances lentos pero decisivos en la lucha contra la segregación social y la pobreza extrema, y que van configurando el inicio de un proceso de transformación que urge impulsar y exigir tanto a la Administración local como nacional.
119. Leche de Soya, Concepto Azul y Filtros de Arcilla de Hogar de Cristo. 120. Proceso de Salud de Hogar de Cristo basado en la prevención ante el tratamiento.
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Monte MonteSinaĂ: SinaĂ:LaLaherencia herenciadedelos losvulnerados vulnerados
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Anexo 1
Capacidad de pago de acuerdo a ingresos y egresos
Capacidad de Pago Dólares % Menos de -151 0% -150,9 a -126 0% -125,9 a -101 0% -100,9 a -76 0% -75,9 a -51 0% -50,9 a -26 0,3% -25,9 a 0 3,6% 0 15,7% 0 a 24 28,8% 24,1 a 49 33,2% 49,1 a 74 11,4% 74,1 a 99 4,2% 99,1 a 124 1,7% 124,1 a 149 0,6% 149,1 a 174 0,3% 174,1 a 199 0,1% Más de 199,1 0,1% Total 100% Promedio $ 28,4
Anexo 1: Capacidad de pago, asumida como el 30% del excedente entre ingresos y egresos, cantidad emulada para autoabastecer con las necesidades básicas a una familia.
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Anexo 2
Distribución del Bono de desarrollo Humano en Dólares Dto. Nro.
Bono Solidario De $13 a $34 De $34,1 a $100 Más de $100 Canal Asentamientos Precarios Guayaquil Coop. Municipal
Kilómetros
Anexo 2: Reparto espacial del bono solidario; Bono de Desarrollo Humano en dólares $.
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Anexo 3
Trabajadores de acuerdo a oficio e ingreso mensual Lugar de Trabajo
Total de personas
Agricultor Albañil Artesano/a Chofer Comerciante formal Comerciante informal
7 15 208 10 220 1196
Promedio de ingresos mensuales $226,4 $294,6 $329,9 $414,8 $360,9 $336,5
Empleada doméstica puertas adentro
10
$238,2
1156
$290,6
669 3 481 1 238 1 18 25 1 20 4279
$340,6 $211,3 $244,5 $260 $339,7 $329 $411,5 $311,6 $300 $321,5 $308,98
Empleada doméstica puertas afuera Empleado Estibador Lavandera Mecánico Obrero Pescador Profesional independiente Quehaceres domésticos Reciclador Seguridad TOTAL TRABAJADORES
Anexo 3: Cantidad de trabajadores según oficio en relación con el salario.
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Distribución de las viviendas según su estado
Anexo 4
Estado de las viviendas Bueno Malo Pésimo Regular
Dto. Nro.
Canal Asentamientos precarios Guayaquil Coop. Munic.
Kilómetros
Anexo 4: Estado de la vivienda de los hogares de la población bajo la línea de pobreza. A partir de estimaciones de INEC, SIISE, SENPLADES y CISMIL son aquellas rentas per cápita superiores a $70,26.
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Anexo 5
Población pobre según número de comidas diarias
Número de comidas diarias 0 1 2 3
Dto. Nro.
Canal Asentamientos precarios Guayaquil Coop. Munic.
Kilómetros
Anexo 5: Número de comidas diarias símbolo purpura gradual de las familias pobres según estimaciones de INEC, SIISE, SENPLADES y CISMIL son aquellas rentas per cápita superiores a $70,26.
Distribución del bono solidario de la población pobre
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Anexo 6
Monto del Bono Solidario $0 a $15 $16 a $30 $30,1 a $35 $0= 2968 familias de 4549 pobres
Arroyo
Dto. Nro.
Canal Asentamientos precarios Guayaquil Coop. Munic.
Kilómetros
Anexo 6: Distribución del bono solidario en dólares $ de la población que se encuentra bajo la línea de la pobreza.
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Anexo 7
Número de enfermos por hogar en la población pobre
Número de enfermos 1 2 3 o más Canal Asentamientos precarios Guayaquil
Dto. Nro.
Coop. Munic.
Kilómetros
Anexo 7: Relación de número de enfermos por hogar de los pobres, que según estimaciones de INEC, SIISE, SENPLADES y CISMIL son aquellas rentas per cápita superiores a $70,26.
Monte Sinaí: La herencia de los vulnerados
Hogares con un enfermo o más en el hogar en relación a los ingresos familiares
Anexo 8: Ingresos familiares de los hogares con un enfermo o más.
Anexo 8
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Anexo 9
Calle inundada en el valle por erosi贸n antr贸pica
Anexo 9: Calle inundada en el valle, con el ejemplo de la erosi贸n antr贸pica de ladera de fondo. Fuente: Banco de Fotos Comunicaciones HdC.
Monte Sinaí: La herencia de los vulnerados
Desagüe inundado por subida del río
Anexo 10: Desagüe inundado y colapsado por efecto de lluvias y poca capacidad filtradora del agua al estar el nivel freático rebosando. Fuente: Banco de Fotos Comunicaciones HdC.
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Anexo 10
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Índice de siglas utilizadas en la investigación (Por orden de aparición) HdC: Hogar de Cristo. MISEREOR: Obra episcopal de la Iglesia católica alemana para la cooperación al desarrollo. MIDUVI: Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda. BID: Banco Interamericano de Desarrollo. IPUR: Instituto de Planificación Urbana y Regional. UCSG: Universidad Católica de Santiago de Guayaquil. Ibidem: En notas, citas o manuscristos, en el mismo lugar. INEC: Instituto Nacional de Estadística y Censos. SIGVOL: Servicio Ignaciano de Voluntariado. EEPP: Elaboración propia. IPC: Índice de precios al consumidor. BDHC: Base de datos del Hogar de Cristo. IMC: Índice de Masa corporal. BCE: Banco central del Ecuador. RIMISP: Centro Latinoamericano para el desarrollo rural. SENPLADES: Secretaría Nacional de Planificación y Desarrollo. INAMHI: Instituto Nacional de Meteorología e hidrología del Ecuador. CEPAL: Comisión económica para América Latina y el Caribe. ODM: Objetivos de Desarrollo del Milenio. PIB: Producto interno Bruto. OBC`s: Organizaciones de base comunitaria. COCOGE: Comité de coordinación general- Monte Sinaí, Esperanza por el Buen Vivir. AS`: Nomenclatura formulada por Köppen para designar las regiones climáticas.
Estudio sobre vulnerabilidades en la población de Monte Sinaí, Guayaquil
Esta investigación analiza las características de vida en el territorio de Monte Sinaí. Circunstancias que distan mucho de satisfacer las condiciones de habitabilidad básica necesarias para el desarrollo humano, constituyéndolos como asentamientos precarios. Las personas que allí viven carecen de una vivienda digna y duradera que las proteja de condiciones climáticas adversas, no cuentan con espacio vital suficiente, acceso a agua potable, a red de alcantarillado y difícilmente gozan de una tenencia segura del terreno para evitar los desalojos forzados en el sistema de tráfico de tierras. Tampoco poseen ingresos suficientes para cubrir la canasta básica familiar, su nivel de instrucción es deficiente y por ende sus empleos sólo pueden ser informales –cuando cuentan con un empleo remunerado-, están malnutridos, sufren violencia de género y son potenciales víctimas de riesgos hidrológicos en el sector en donde viven. Son los ninguneados de Galeano. De esta manera se evidencian las vulnerabilidades de las que forman parte y la inestabilidad sobre la que diseñan sus vidas. Son además el reflejo de la indiferencia y el olvido con el que muchos han actuado -o han dejado de actuar- invisibilizando y marginando esta realidad. Actitud que como Corporación Hogar de Cristo Ecuador, cuestionamos y frente a la que proponemos nuevas miradas y prácticas para atajar la pobreza, mediante el trabajo con las comunidades, articulado y apoyado por las distintas organizaciones y Administraciones. Puesto que la zona de Monte Sinaí representa también la esperanza, la necesidad de trabajar un verdadero desarrollo, que permita diversas oportunidades para sus habitantes y respete su identidad, con justicia social y sustentabilidad habitacional, garantizando el ideal de Vida Plena para todas y todos. Consideramos que la publicación del presente trabajo es un aporte al desarrollo de estos territorios, en el esfuerzo por alcanzar una sociedad más justa, equitativa e incluyente. Invitamos a quien nos lea a responsabilizarse también con esta labor y a detener en conjunto la herencia de vulnerabilidad.