PRODUCCIÓN SOCIAL DEL HÁBITAT RÍO TEAONE
Río Teaone - PSH
Eduardo Vega, S.J.
Último trimestre de 2008. En el camino de servicio a los más pobres que se ha venido transitando, la mirada social de Viviendas del Hogar de Cristo va incorporando nuevos elementos de análisis y comprensión. Nuestra presencia en las comunidades es entendida ahora como el trabajo por el Desarrollo Integral de la persona, la familia y la comunidad. Visión novedosa y desafiante en ese momento, y hacia allá se enfocaron todos los esfuerzos. Algunos meses antes, a través de una organización aliada, Asociación Medicus Mundi de la Comunidad Valencia Castellón, se había presentado una propuesta de apoyo económico a la Generalitat Valenciana para la implementación de un Proyecto concebido como “Desarrollo Integral de 200 familias afrodescendientes muy empobrecidas que habitan en la Comunidad Río Teaone de Esmeraldas”.
…buscamos sectores como la ‘Primavera’ del valle ‘San Rafael’ pero dentro de todos los sectores encontramos el sector del ‘Rio Teaone’ que es un barrio del valle de ‘San Rafael’ donde se concentraba toda la etnia de Esmeraldas, todas las costumbres existentes, la idiosincrasia de la gente, las razas mezcladas de San Rafael es un sector muy vulnerable.
María del Carmen Méndez Caicedo, 21 años en Hogar de Cristo (Esmeraldas)
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Cinco componentes se abordaban en la propuesta: Mejoramiento de la habitabilidad a través de la construcción de una vivienda digna, programa de microcrédito para asegurar o mejorar los ingresos de las mujeres, atención básica en salud, apoyo escolar para niños y niñas, y, finalmente, capacitación. Hablamos de 200 familias y todas las acciones están orientadas a mujeres y sus hijos. Este enfoque tiene una particularidad muy especial que se ha ido constatando y experimentando en el trabajo a lo largo del tiempo: incrementar los ingresos, la valoración y la capacidad de la mujer es mejorar las condiciones de vida de toda la familia. No puede afirmarse lo mismo de los hombres y, por eso, durante mucho tiempo se hizo hincapié en una expresión que puede parecer hasta ofensiva, pero con una gran carga de verdad: “discriminación positiva”. Miremos, entonces, rápidamente cada uno de los componentes postulados en este Proyecto, empezando por el que podría nuclear o conjuntar a los demás: Vivienda y Hábitat. Además de la preferencia por las mujeres, dada su incidencia para mejorar el entorno y la vida de los suyos, la selección apuntaba a aquellas que no tenían ni la capacidad ni la posibilidad de postularse para un programa de vivienda, bien sea gubernamental o de índole privada. Por otra parte, veníamos explorando nuevos prototipos de vivienda que fueran ya definitivos y
asequibles para familias con muy escasos ingresos, y se propuso la casa de estructura metálica con paredes de bloques para un área de 36 metros cuadrados. Después de múltiples reuniones, análisis y evaluaciones, las familias seleccionadas decidieron un modelo diferente, más amplio y acorde a sus posibilidades de ingresos. Las socias de vivienda escogieron, entonces, viviendas de dos pisos que consistían en una planta baja construida a base de ladrillo y cemento y la planta alta de caña con divisiones y balcón e instalaciones sanitarias. Se optó por entregar esta vivienda ya que las socias preferían tener una vivienda con divisiones que les permitiera tener más privacidad a los miembros de la familia y, al mismo tiempo, tener un espacio de integración para todos. La vivienda que fue propuesta en un principio no tenía instalaciones sanitarias mientras que las que finalmente se entregaron si poseían las mismas. Debido a que las familias no tenían los recursos suficientes para poder pagar las cuotas mensuales de las viviendas propuestas en un principio, ellas se sintieron más beneficiadas al ver que ellos sólo tenían que pagar por la vivienda de caña, pero sin embargo recibían mucho más que eso. Todos estos cambios en la vivienda han permitido que las familias vivan de una manera más digna, sin hacinamientos e insalubridades.
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Experiencia de trabajo con las comunidades, donde las familias, especialmente las mujeres, asumen un papel protagónico en la búsqueda y la realización de soluciones reales a sus sentidas necesidades. Ya Viviendas del Hogar de Cristo tenía acumulado en su saber institucional la dinámica de la autoconstrucción, y, aunque no se hablara de ello, unas pinceladas iniciales e incipientes de lo que después se propondría
como Producción Social del Hábitat. Por otra parte, también se vislumbraba que la inyección de recursos foráneos más el trabajo en y de las comunidades hicieran posible la generación de procesos de desarrollo al interior de las mismas. ¿Antesala de lo que en estos últimos años venimos aprendiendo e incorporando en nuestra visión sobre la Construcción Social del Territorio?
El proceso se lo hizo trabajando con las mujeres, haciendo reuniones previas con ellas y consiguiendo que se responsabilizaran en la construcción de sus casas, la mayoría de ellas, por no decir todas, trabajaron apoyando la construcción en el área que fue de manejo de cemento. Hubo un albañil que dirigió la tarea pero ellas ayudaron en la movilización de material, la elaboración de mezcla, la colocación de algunos insumos. Una de las cosas que se implementó fue apoyar a la comunidad con la generación de recursos económicos, entonces la mayoría de trabajadores que se contrató para cada casa fueron de la comunidad, el albañil jefe también fue parte de la comunidad. En predicción a los recursos que se inyectaron, hubo flujos de capitales que apoyaronn a las familias de la comunidad.
Esperanza Rocío García Vacas, responsable del equipo de Viviendas del Hogar de Cristo en Esmeraldas (2008) 7
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Otro de los componentes, el microcrédito, fue lo primero que avanzó en el proyecto. Las “socias”1 demostraron un gran interés en participar y recibir las capacitaciones. El proyecto se dio a conocer en la comunidad, por lo que inclusive personas no pertenecientes al proyecto fueron incorporadas ya que también querían participar en las capacitaciones. Según la dinámica seguida, adaptación propia de la propuesta de Muhammad Yunus y el Banco de los pobres de Bangladesh, hicimos todo un trabajo de invitación y motivación a las mujeres que podrían vincularse. Un grupo de 165 mujeres se integraron en la conformación de 9 bancos comunales, teniendo como referencia la cercanía de vivienda y asumiendo garantía solidaria para los créditos.
Este proyecto para mí fue una experiencia muy noble, porque fue donde yo descubrí que con lo poco que tengo y con lo poco que te ayudan, puedes hacer mucho; hubo muchas personas que con los créditos que hacían en lo que era la Banca Comunal pudieron salir adelante.
Karen Lucciola Márquez Valencia, Promotora Social 1 Término solicitado años atrás por las mismas mujeres participantes de Banca Comunal, pues ellas no querían sentirse como “usuarias” o “beneficiarias”, sino como parte de un proceso.
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Conforme estaba previsto, se da inicio entonces a otro de los componentes que eran los talleres de capacitación, 21 de los cuales 16 fueron relacionadas a temas de desarrollo humano y 5 a temas de formación técnica, específicamente en artesanías, panadería y pastelería.
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Talleres de Capacitación
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Temas de Desarrollo Humano
16
Temas de Desarrollo Humano
El servicio de salud fue el área en la cual se tuvo más dificultades ya que las socias no le daban la importancia debida. En diferentes ocasiones se las motivó a realizarse el chequeo médico, y a pesar de contar con los doctores en las brigadas médicas, fueron renuentes a dedicar un tiempo para ello o a esperar por su turno. El doctor contratado para trabajar en el dispensario médico en sus primeros meses tuvo que trabajar en las oficinas de la Corporación en Esmeraldas, en donde dos veces a la semana realizaba las brigadas médicas en la comunidad Río Teaone, en compañía de personal médico del Ministerio Salud.
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Estaba contemplado también la construcción de un Centro de Salud, según un modelo de estructura metálica, esbozado y calculado por el Ing. Jairo Camargo, en ese momento miembro de la Asamblea de Hogar de Cristo, que fue terminado a finales de 2009 y se entregó a la comunidad. En la actualidad funciona allí el servicio de Malaria para toda la comunidad.
Y el último componente, apoyo escolar. 450 mochilas, con cuadernos, colores, lápices y otros elementos de estudio, fueron entregadas a 235 hijos o hijas de socias de Banca Comunal y Vivienda, y a 215 niños y niñas de dos escuelas de la comunidad Río Teaone.
Oportunidad única de contribuir en el mejoramiento de las condiciones de vida de un grupo de familias de la capital de la Provincia Verde, pero también aprendizajes y saberes acumulados para nosotros que nos han permitido hoy tener una visión amplia y crítica de nuestro quehacer social.
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