Suplemento Día del Seminario
La vida del Seminario: “Ellos dejaron las redes y le siguieron al instante” MIGUEL ABRIL. RECTOR DEL SEMINARIO MATER DEI.
Al mostrar la vida y la entrega de los jóvenes que, en nuestros seminarios, por Jesús y para el servicio del pueblo de Dios, caminan hacia el sacerdocio, la Iglesia nos ofrece un hermoso testimonio de esperanza. Ciertamente, “ellos dejaron las redes y le siguieron al instante”. Conviene recordar, por si se olvida, que el objetivo del seminario es acompañar en el discernimiento y la formación de los que están llamados a ser sacerdotes de Jesucristo. El fin es alcanzar el sacerdocio acogido como un don del Señor, acompañando en la formación y maduración humana, intelectual, espiritual, pastoral y comunitaria. Para ello, nuestra diócesis de Segorbe-Castellón cuenta con dos seminarios mayores: el seminario Mater Dei y el seminario Redemptoris Ma-
Iglesia mayor del Seminario Mater Dei
ter. Son unas comunidades vivas, que se deben renovar constantemente, con la incorporación de nuevos candidatos, y que se encuentran abiertas para servir a la Iglesia y a la sociedad. Tras la ordenación de 5 sacerdotes durante el 2010, el pasado 8 de enero se ordenaron también 2 diáconos del seminario Mater Dei, junto a 4 nuevos diáconos del seminario Redemptoris Mater. Dios mediante, los 6 diáconos recibirán en los próximos
Testimonio de David Escoín
- ¿Cómo sentiste la llamada al sacerdocio? - Sentí la llamada al sacerdocio por medio de la práctica cristiana, la escucha, la meditación y la contemplación de la Palabra de Dios. Esto fue lo que despertó en mí la decisión de decir sí al Señor. - ¿Por qué quieres ser sacerdote? - Me gustaría poder ofrecer mis manos humildes en la ardua tarea de la evangelización del corazón del mundo. Entregarme como Cristo se entregó por el mundo, y de manera especial por la gente que necesite de Dios. - ¿Qué te aporta la vida
del seminario (personal, cristiana, comunitaria, vocacionalmente)? - La vida del seminario me aporta una formación tanto personal como espiritual. En nuestra comunidad crecemos vocacionalmente gracias a los profesores y los formadores que disponemos. Personalmente vivo con ilusión mi vida como seminarista, a pesar de las adversidades que puedan representar hoy en día vivir este gran don que de Dios nos concede. Para mí el mejor momento del día del seminario es la Eucaristía, momento de encuentro y oración con Jesucristo.
meses la ordenación sacerdotal. Estos son los frutos más recientes de nuestros seminarios, por los que damos gracias y gloria al Señor. En la actualidad, el seminario Mater Dei lo constituimos una comunidad de 4 seminaristas, 2 ya diáconos, y el rector, con el apoyo del director espiritual. Los seminaristas comparten juntos las clases cíclicas de filosofía, con 5 alumnos, y de teología con 12 alumnos en el CSET (Centro Superior de Estudios Teológicos).
También compartimos la Eucaristía los miércoles, que nos visita el Sr. Obispo. Asimismo, viene siendo habitual el poder practicar deporte, como el fútbol sala. En mayo de 2010 con el Sr. Obispo y algunos sacerdotes diocesanos, también un religioso carmelita, compartimos una peregrinación a Ars, con motivo del año sacerdotal. Fue una experiencia muy hermosa y muy sacerdotalfraternal. Celebramos el pasado 9 de febrero, la acogida y la oración del vía crucis ante la cruz y el icono de la Virgen de la JMJ que visitaron el seminario y colegio Mater Dei. Y ahora, al finalizar el curso, nos disponemos a participar todos en la JMJ en Madrid, y junto al Santo Padre y la multitud de jóvenes, ser testigos de un encuentro con Jesucristo vivo y resucitado, que sigue llamando a muchos jóvenes a seguirlo.
Testimonio de Alipio Bibang
- ¿Cómo sentiste la llamada al sacerdocio? - Normalmente, solo se siente la conciencia de que la vocación sacerdotal es insinuada en el fondo del corazón y pide ser tomada en consideración. La llamada viene de un Dios que habla al corazón a través de su Hijo Jesucristo. Si Jesús te llama a seguiirlo por el camino del sacerdocio, tú te das cuenta, entonces, de que tu corazón tiene necesidad de algo más y no basta el amor de una mujer, de una familia. Poco a poco nace en ti el deseo de consagrar a Él la vida para hacer de todo el mundo tu familia. - ¿Por qué quieres ser sacerdote? - Siento que es la mejor manera de ser feliz. Porque satisface mis deseos más profundos de
felicidad en este mundo material. Y porque quiero ser instrumento por el que el hombre se reconcilia con Dios. Y ser Santo como Él es Santo. - ¿Qué te aporta la vida del seminario (personal, cristiana, comunitaria, vocacionalmente)? - Desde que uno se da cuenta de ser llamado al sacerdocio, se ve en la necesidad de una formación integral que busca una personalidad equilibrada y madura con la conveniente formación espiritual y pastoral. El seminario, como comunidad y camino, ha procurado siempre el cuidado de mi vocación en su total apoyo, necesario para llevar a cabo este proceso de formación. Y en este agradezco al Seminario por su caridad obrada en Cristo.
Hoja Parroquial de la Diócesis de Segorbe-Castellón // 1