La Hoja PARROQUIAL
14 de junio de 2020
SEGORBE·CASTELLÓN
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Dos nuevos sacerdotes para la Iglesia de Segorbe-Castellón La Concatedral de Santa María de Castellón acogerá, el próximo 20 de junio (a las 12 horas), la ordenación de dos nuevos sacerdotes. El Obispo, D. Casimiro López Llorente, presidirá la celebración a la que acudirán familiares y amigos, además de sacerdotes desde todos los puntos de la diócesis para acompañar a los diáconos en su paso definitivo hacia el sacerdocio. (Continúa en la página 2)
La noticia de la semana:
Entrevista a: Francisco Javier Bescos, Rector de la Basílica del Sagrado Corazón en el Cerro de los Ángeles (Getafe)
@segorbecastello
Diócesis Segorbe-Castellón
www.obsegorbecastellón.es
Las residencias de mayores reciben las primeras visitas de familiares después del confinamiento
Punto de mira (Viene de portada)
Será una celebración cargada de emotividad en la que, con la gracia del Espíritu Santo, César Igual Coll y Jon Solozábal Iglesias, recibirán el sacramento del Orden, consagrándose al ministerio del servicio a la Iglesia y a Dios, y servirán al Pueblo de Dios como colaboradores del Obispo. Fueron ordenados diáconos el 7 de diciembre del año pasado, y desde entonces llevan realizando tareas pastorales en diferentes parroquias de la diócesis. Han sido, pues, siete meses de preparación, con el drama de la pandemia del coronavirus por medio, en los que según afirma César Igual “la acción como diáconos se ha visto muy restringida, por lo que yo decidí desarrollarla mediante la atención telefónica a todos cuantos pude, sintiéndome muy gratificado por esta acción”.
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CÉSAR IGUAL COLL: “Estoy convencido de la vocación, y afirmo que estoy deseoso de seguirla” César tiene 56 años, nacido en Valencia, en una familia con varios referentes de personas consagradas. Cuenta que tras un periodo alejado de la Iglesia y con una vida muy activa, trabajando en su profesión de Ingeniero de Caminos, inició sus estudios en el Instituto Superior de Estudios Teológicos Mater Dei, entrando en el Seminario en el año 2002. Por motivos personales se suspendió el camino hacia el sacerdocio, hasta que en el 2017, “nuestro Obispo, D. Casimiro, me animó en mi deseo de ser sacerdote si ésta era mi vocación, pues en el seguimiento
de la vocación está la plenitud de la felicidad y del sentido de la vida”. Así, en septiembre de 2018 se reincorporó al Seminario Mater Dei y, “como ya tenía terminados mis estudios de Filosofía y Teología, proseguí los estudios de Derecho Canónico suspendidos en 2007, viviendo en la parroquia de Benicàssim, donde he realizado mi pastoral”. Sobre la vocación a la que el Señor le llama, “en 1997, en un proceso de interiorización y conversión, comprendí que cuando tenía 13 ó 14 años había recibido la vocación al sacerdocio, que entonces no atendí”. Y todo desde entonces, “incluso la suspensión en 2007 del camino al sacerdocio, me ha confirmado la vocación sacerdotal, particularmente como sacerdote diocesano”. “Estoy convencido de la vocación divina, y si hace algunos años decía que no me atrevía a no seguirla, ahora afirmo que estoy deseoso de seguirla”, afirma con entusiasmo y alegría. Estos últimos meses ha estado leyendo mucho sobre el sacerdocio, “particularmente los escritos de Benedicto XVI -que trata ampliamente al Santo Cura de Ars-, y lo que espero es simplemente ser un buen sacerdote, conforme a la identidad sacerdotal propia y la acción in persona Christi”.
JON SOLOZÁBAL IGLESIAS: “En la llamada al sacerdocio reconozco la forma que Dios ha dispuesto para que yo pueda amar” Jon tiene 29 años y es de Elorrio (Vizcaya), nacido en el seno de una familia cristiana. Cuenta que la primera vez que sintió la llamada fue durante la Jorna-
da Mundial de la Juventud de Sydney, en 2008, con Benedicto XVI: “en aquella época me encontraba en una situación de crisis existencial, tenía 17 años y no entendía mi vida. Estaba en rebeldía conmigo mismo, con mi historia, no aceptaba a mi familia, y había fracasado en todo”. Abandonó los estudios y estaba trabajando, “y aunque seguía en la Iglesia y tenía mi comunidad, llevaba una vida pagana”. Gracias a esa peregrinación, “vi que Dios me llamaba a cambiar de vida, concretamente fue en el encuentro vocacional al final de la peregrinación, con los iniciadores del Camino Neocatecumenal, en el que el Señor tocó mi corazón por el anuncio del kerygma con una catequesis sobre Zaqueo, en la que yo me vi muy reflejado en la pobreza de este recaudador de impuestos”. Cuando se pidieron vocaciones para el presbiterado se levantó, “mejor dicho: el Señor me levantó, porque yo estaba totalmente incapacitado para levantarme, y un año después entré en el Seminario Redemptoris Mater de Segorbe-Castellón”. Esa llamada se ha ido confirmando “gracias a la ayuda y el discernimiento de la Iglesia durante más de 10 años de formación”. Durante todos estos años el Señor le ha regalado “el poder conocerme a mí mismo, mi pobreza profunda, y a partir de aquí, poco a poco, el Señor me ha regalado ir aceptándome y amarme como soy”. La relación con los compañeros y la obediencia a los formadores, “me han ayudado a salir de mí mismo”. También la vida de oración “me ha ayudado a vivir de cara a Jesucristo y a sentirme amado por Él en mis pecados”. “Durante estos años también he podido reconciliarme con mi familia, recuperando la relación que estaba dañada por el pecado”, añade. “En definitiva – concluye - el Seminario me ha hecho persona, me ha devuelto la dignidad que yo había perdido”.
El foco Mons. Casimiro López Llorente Obispo de Segorbe-Castellón
Sacerdotes según el Corazón de Cristo
Queridos diocesanos: En el centro del Corpus Christi, que celebramos este domingo, está la Eucaristía, que “contiene todo el bien espiritual de la Iglesia, es decir, Cristo mismo, nuestra Pascua y Pan de Vida” (PO 5). La Eucaristía es vital para la Iglesia; es la fuente de la que nos nutrimos y la cima a la que caminamos para vivir el día a día de modo que el amor de Dios, ofrecido en Cristo, llegue a todos. Sin la Eucaristía no hay Iglesia; y sin la Iglesia y sin sacerdotes no hay Eucaristía. Por ello hemos de dar gracias a Dios por el don de dos nuevos sacerdotes, “porque eterna es su misericordia”. Dios, que es eternamente fiel, ha prometido que no faltarán pastores a su Iglesia: “Os daré pastores según mi corazón” (Jr 3,15). Y el ‘corazón’ de Dios se nos ha revelado plenamente en el Corazón de Cristo, el Buen Pastor; un
Pastor, abnegado hasta el agotamiento, que cuida a sus ovejas, que las conoce por su nombre, que busca a la extraviada, que cura a la herida, que carga sobre sus hombros a la extenuada y que en su sacrificio pascual, en obediencia al Padre y por amor a los hombres, da la vida por sus ovejas. El Buen Pastor llama a los sacerdotes para apacentar a sus ovejas, cuidarlas, darles buenos pastos, llevarlas a fuentes de aguas limpias y no a aguas turbias y ponzoñosas, curar-
“El sacerdote según el Corazón de Cristo es aquel que habita entre el Señor a quien ha consagrado la vida y el pueblo al que ha sido llamado a servir” Corazón que sigue hoy teniendo compasión de las muchedumbres y dándoles el pan de la verdad, del amor y de la vida (cf. Mc 6, 30 ss.), y desea palpitar en los corazones de los sacerdotes para que sean pastores en su nombre y persona (cf. PDV 82). “Yo soy el Buen Pastor” (Jn 10, 11). Jesús es el Buen
les sus heridas, estar a su lado y acompañarlas. En nuestro contexto cultural, donde muchos viven al margen de la fe, la urgencia pastoral consiste en mostrar a los hombres la belleza del rostro de Dios manifestado en Cristo Jesús (cf. Rm 8,39) y facilitar el encuentro salvador con Dios, abriendo nuevos caminos de acceso a Él.
Los sacerdotes hemos sido elegidos, ungidos y enviados para ser pastores y guías del Pueblo de Dios en nombre y representación del buen Pastor. No podemos olvidar nunca esta referencia fundamental. En consecuencia, hemos de ser transparencia cabal de Jesús. Para ello es necesario que el sacerdote se penetre del estilo y de los sentimientos de Jesús, que se deje configurar por el Corazón del buen Pastor. Entre otras, el Corazón de Jesús es agradecido: da gracias al Padre porque ha revelado los misterios del Reino a los sencillos (cf. Mt 11,25). El sacerdote ha de vivir desde la gratitud a Dios por tantos dones recibidos, por la vocación y el ministerio recibidos, y por el pueblo que le ha sido encomendado. La acción de gracias por excelencia es la “eucaristía” diaria y su adoración, en la que el sacerdote es asimilado al Corazón de Cristo, que lo vincula al sacrificio de amor del Señor por su pueblo. El Corazón de Jesús es un corazón misericordioso. Jesús pasa curando y haciendo el bien a todos aquellos que son prisioneros del mal; desciende a los abismos de la debilidad humana y del pecado, para revelar el Corazón misericordioso del Padre. El sacerdote es en primer lugar el ministro de la misericordia y de la reconciliación. Necesitamos sacerdotes con actitud misericordiosa, capaces de acoger, escuchar, acompañar a los herma-
nos, de modo particular en el Sacramento de la Reconciliación. El Corazón de Jesús siente profunda compasión ante las multitudes exhaustas y oprimidas, ante el dolor y el sufrimiento de la enfermedad, la marginación o cualquier forma de pobreza material y espiritual. Él, el buen Samaritano, se detiene delante de la carne herida de los hermanos, la sana y la restablece, convirtiéndose en manifestación viviente del amor de Dios Padre. A los sacerdotes se les pide el mismo corazón compasivo, que se expresa en la cercanía, en la participación en los sufrimientos y trabajos de la gente, en la capacidad de reavivar la esperanza, en el cuidado de las heridas del Pueblo, especialmente a través de la mediación de la gracia sacramental. Contemplando su Corazón, vemos que Jesús vive la propia misión desde el Padre Celeste y desde el pueblo. Sus jornadas se alimentan de su relación con Dios y de su entrega amorosa a los hermanos. La caridad de sus gestos nunca está separada del silencio y de la oración, del cultivo de su íntimo diálogo con Dios Padre. El sacerdote según el Corazón de Cristo es aquel que “habita” entre el Señor a quien ha consagrado la vida y el pueblo al que ha sido llamado a servir. Cercana la fiesta del sagrado Corazón de Jesús, Jornada de oración por la santificación de los sacerdotes, pidamos para que sean pastores según su Corazón. Con mi afecto y bendición.
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El pulso de la Diócesis Reunión de Cáritas Comunitat Valenciana y Cáritas Murcia Los representantes de Cáritas Comunitat Valenciana y de Cáritas Cartagena-Murcia mantuvieron la semana pasada una reunión telemática para compartir diferentes aspectos de su trabajo durante y después de la Covid-19. Analizaron la vuelta a la normalidad, que será para muchas personas un regreso a una situación económica y social aún más complicada de la que tenían con anterioridad a la crisis sanitaria.
Las Cáritas de Segorbe-Castellón, Orihuela-Alicante, Valencia y Cartagena-Murcia, que abarcan un territorio de casi seis millones y medio de habitantes, han mantenido sus programas de atención a las personas en situación de mayor vulnerabilidad a lo largo de toda la pandemia, y ven con preocupación la realidad de desempleo, de la precariedad laboral y de las dificultades económicas que van a padecer miles de personas, especialmente aquellas que ya formaban parte de lo que,
con la Fundación FOESSA denominamos “sociedad insegura”. Al mismo tiempo, los responsables de las cuatro entidades han mostrado su agradecimiento a la sociedad, ya que a lo lar-
go de estos meses han sido muchos los ofrecimientos de personas particulares y de empresas para apoyar su trabajo, con propuestas de colaboración voluntaria o de donaciones económicas o en especie.
El Obispo se reúne con los seminaristas tras el confinamiento
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La semana pasada, el Obispo, D. Casimiro López Llorente, se reunió por primera vez después del confinamiento con algunos seminaristas de los Seminarios Diocesanos Mayor y Menor Mater Dei, de los que ha estado pendiente en todo momento. Cabe recordar que cinco de los jóvenes del seminario mayor y cinco del menor han estado viviendo juntos en el seminario
durante todas estas semanas de confinamiento, combinando la formación humana e intelectual con la espiritual.
D. Casimiro celebró la Eucaristía junto a ellos y los rectores, Juan Carlos Vizoso y José Antonio Morales, en la que
agradeció a Dios que los seminaristas hubieran vivido el periodo de confinamiento como una bendición, ya que en ellos se ha dado un verdadero crecimiento humano, en la fe, en comunidad, ya que han compartido tiempo, ratos de deporte y de servicio en el seminario, y también un crecimiento académico, pues han podido mantener y aprovechar las rutinas de estudio.
Fiesta del Cristo sin procesión, pero con un gesto histórico en Figueroles A lo largo de la semana, la novena se celebró en la ermita y no en la iglesia, con la asistencia reducida de fieles y con retransmisión por Youtube. El lunes, la solemne eucaristía estuvo presidida por el párroco, Juan Vicente Vaquerizo, al que acompañaron sacerdotes del arciprestazgo. El 1 de junio, los figueroleros vivieron su día grande en honor al Santísimo Cristo del Calvario pero de una forma muy diferente y especial. Pese a pasar a la
fase 2 en la desescalada, las medidas de seguridad y el distanciamiento social obligaron a reducir al mínimo el número de participantes en los actos religiosos.
Por la noche, la solemne procesión fue reemplazada por un entrañable acto en el ermitorio, donde se cantaron los gozos y las llagas, y el párroco realizó una ora-
ción y bendijo a todo el pueblo con la imagen del Cristo en la explanada del Calvario. Mientras tanto las campanas de la iglesia parroquial volteaban anunciando la solemnidad de la fiesta. Un hecho histórico puesto que esta imagen del Cristo sólo había salido de la ermita hace algunos años con motivo del aniversario de su devoción. Con esta edición se cumplen 386 años de la devoción de los figueroleros hacia su Cristo del Calvario.
El pulso de la Diócesis Maestros y Profesores de 10 La suspensión de las clases presenciales a mediados de marzo como medida de prevención fue un trastorno fuerte para los alumnos y sus familias. A medida que ha pasado el tiempo y que la desescalada va avanzando, cada vez queda más de manifiesto la labor que han realizado los docentes. A final de un curso tan especial, maestros y profesores se merecen un 10. Los primeros días no fue fácil adaptarse a una nueva realidad: “Fue una situación que nos llegó de forma repentina, a la que tuvimos que adaptarnos rápidamente y dar una respuesta eficaz a situaciones muy complicadas”, reconoce Consuelo Moreno, directora del colegio
diocesano Obispo Pont, en Vila-real. Al final, todo se fue encarrilando. “La docencia no sería presencial, pero ha seguido y los profesores se han volcado”, asegura Vicent Mechó, director pedagógico del colegio diocesano Mater Dei. La creación de grupos reducidos de trabajo o las tutorías fueron recursos muy útiles, como explica Carolina Estal, profesora del Seminario de Segorbe. Un factor esencial durante estos meses ha
sido el acompañamiento. Abelardo Arteaga, profesor de religión en el IES La Plana de Castellón, comparte que los alumnos le preguntaban las mismas dudas que tenía él, “pero tienes que dar la cara, e intentar consolarlos y darles ánimo”. También el contacto con las familias: “una relación más cercana”, “conocer sus preocupaciones y necesidades”… compartían recientemente los docentes de La Milagrosa en un claustro.
La respuesta de alumnos y familias ha sido de agradecimiento y reconocimiento. Álvaro Monferrer, profesor de religión en secundaria, asegura que ha crecido la complicidad con el profesor. María Lidón Segura, maestra de religión en infantil y primaria, explica que hasta alumnos de valores le decían que habían realizado las tareas de la asignatura y que les ayudaba en la situación que vivían. El claustro del Mater Dei se emocionó cuando una profesora leyó una carta de reconocimiento de una alumna. Y una maestra de la Milagrosa confesaba: “Para mi, ese contacto con los padres y los alumnos es bonito y necesario. Me hace sentir que mi labor es importante y me aporta mucho”.
Manos Unidas sigue trabajando para paliar los efectos de la pandemia entre los más desfavorecidos del planeta cativos, llevada por el misionero camerunés Marcel Bikongnyuy.
La delegación de Manos Unidas Castellón ha permanecido cerrada durante el periodo de confinamiento, no así las voluntarias, que desde sus hogares han seguido manteniendo contacto telefónico y trabajando según permitían las circunstancias. Algunas de las actividades previstas durante este tiempo se han tenido que anular, como es el caso de la Asamblea Nacional de delegadas y la Asamblea Diocesana. Precisamente, la
presidenta-delegada, Amparo Faulí, hace ahora un año que asumió el cargo. No obstante, hasta mediados de marzo se pudieron
realizar varias Cenas del Hambre, y también las colectas del segundo domingo de febrero, así como la campaña en medios de comunicación y centros edu-
La ONG católica está aportando ayuda de emergencia para paliar las necesidades más básicas, como productos de higiene y alimentos. La delegación en Castellón permanecerá abierta en horario de lunes a viernes, de 10 a 13,30 h., y la cuenta de emergencia que se ha abierto para hacer frente a las consecuencias del coronavirus es: ES42 0049 6791 7420 1600 0102
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La noticia de la semana Las residencias de mayores vinculadas a la Iglesia reciben las primeras visitas de familiares después de un confinamiento sin casos de covid-19 bíteros mayores pudieran salir a pasear. Siguiendo las necesarias medias de prudencia, ahora también se reciben visitas y se retoman los servicios a sacerdotes externos, declara su director, Joaquín Esteve.
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Todos a salvo. Los más de 200 mayores que viven en las cinco residencias vinculadas con la Iglesia no han lamentado ninguna infección de coronavirus gracias a la prontitud de reacción de las instituciones, más de una incluso antes de la declaración del estado de alarma. Con la entrada en la fase 2, se permiten de nuevo
las visitas de familiares, y estos días están adaptando los protocolos para que se dé el reencuentro. Ancianos y familias lo esperan con ilusión; el personal, con prudencia y responsabilidad. Desde el 1 de junio la casa sacerdotal Familia de Nazaret volvió a permitir que los siete pres-
En la residencia de Cáritas en Burriana, los preparativos para acoger las visitas fueron accidentados: se habían dispuesto dos pérgolas en el jardín pero la tormenta del jueves 4 las echó a perder. De todos modos el lunes pasado, 8 de junio, se abrieron las puertas a los familiares. Nules y Onda cuentan con dos residencias vinculadas a las parroquias: Mons. Fernando Ferris y Virgen de la Soledad. En la primera, Vita Villa, go-
residentes en la capilla, y desde el miércoles 3 de junio se reciben visitas. En la Virgen de la Soledad de Nules, cuando se entró en la fase 2 la junta directiva decidió prepararse para reencontrarse presencialmente desde el jueves 4 de junio. En Castellón, la residencia Mare de Déu del Lledó de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados han previsto un acceso y espacio específicos para las visitas a partir del lunes 8 de junio: se entra por donde está instalado el tradicional belén, y se han acondicionado 3 o 4
Ancianos y familias esperan visitas con ilusión; el personal, con prudencia y responsabilidad bernante del centro, explica que para Pentecostés, el 31 de mayo, ya se volvió a celebrar la Misa para los
salas para los reencuentros, ha explicado la madre Lucía, superiora de la comunidad.
Entrevista «La fe es algo en lo que tenemos que implicarnos con ilusión, esperanza y alegría»
Francisco Javier Bescos Rector de la Basílica del Sagrado Corazón en el Cerro de los Ángeles (Getafe)
El año pasado se cumplían 100 años de la consagración de España al Sagrado Corazón. La diocesis de Segorbe-Castellón participó activamente con diversas iniciativas, siendo las más destacadas una peregrinación diocesana al Cerro de los Ángeles, en Getafe, y la consagración de la Diócesis en una concurrida Eucaristía presidida por el Obispo, D. Casimiro López Llorente. Un año después y con la experiencia dolorosa de la pandemia del coronavirus, ¿qué sigue diciendo el Sagrado Corazón a nuestra sociedad herida? Nos responde el rector de la basílica, el sacerdote Francisco Javier Bescos.
¿Qué frutos han quedado del centenario de la Consagración de España al Sagrado Corazón? Han sido muy variados y muy ricos. Ha participado gente de todo el país que han vivido el año jubilar como un tiempo de gracia, renovando la devoción y la pertenencia de España al Sagrado Corazón. Tantas confesiones, tantas peregrinaciones, tantos voluntarios… El santuario se ha visto renovado, nuestro obispo ha destinado más sacerdotes al servicio, y como uno de los frutos más visibles se ha inaugurado la adoración perpetua manteniendo viva esa consagración de España al Sagrado Corazón. Los frutos los sabrá el Señor y los veremos en el cielo, pero por lo que hemos podido constatar aquí, ha sido maravilloso y ha valido la pena ¿Cómo presentar la devoción al Sagrado Corazón en un contexto de dolor y miedo como el que ha provocado la pandemia del covid-19? Precisamente la devoción al Sagrado Corazón es la respuesta que necesitamos ante los momentos de dolor y sufrimiento; cuando tantas cosas que parecían intocables fallan, no queda más remedio que recurrir a quien no nos va a fallar. Muchas personas se han apoyado en el Corazón de Jesús, no solo para descubrir que Dios existe, sino para experimentar que nos quiere, que nos conoce, que se preocupa por nosotros, y que tiene un corazón que es humano, que ha experimentado el dolor y el sufrimiento, que sabe lo que es y nos ayuda a vivirlo con esperanza y fortaleza, sin encerrarnos en nosotros mismo, sino al contrario, mirando a los que tenemos alrededor. ¿Cómo retoma la actividad pastoral en el santuario del Cerro de los Ángeles? Aquí estamos en pleno centro de la pandemia, con municipios en los que han fallecido muchas personas. Pero poco a poco hemos podido abrir las Misas al público, y precisamente el primer viernes del mes de junio se retomó la adoración perpetua. Como la basílica es muy grande es fácil que pueda venir todo el que quiera respetando las medidas de seguridad. Tenemos ilusión de retomar el ritmo y las personas cada vez participan más. ¿Qué orientaciones daría para celebrar este año la solemnidad del Sagrado Corazón? Nosotros recomendaríamos, sobre todo, que se prepare con ilusión, con tiempo y con el corazón. Si algo nos enseña el Sagrado Corazón es que la fe no puede ser una rutina, una costumbre o algo que hacemos por cumplir; la fe es algo en lo que tenemos que implicarnos con ilusión, esperanza, alegría. Y durante este mes de junio podemos contemplar los sentimientos del Corazón de Cristo para hacernos semejantes a Él, y cuando llegue el día poder decirle con alegría: ”Señor, soy tuyo. Gracias por este don”.
#RELIESMAS PERIODO DE INSCRIPCIÓN A LA CLASE DE RELIGIÓN 8 DE JUNIO, INFANTIL Y PRIMARIA 17 DE JUNIO, SECUNDARIA Y BACHILLERATO
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Edita: Obispado de Segorbe-Castellón Coordinador: Héctor Gozalbo Redacción: Guillem Farré (610 493 950) · Juan Gozalbo (682 27 91 23) medios@obsegorbecastellon.org / www.obsegorbecastellon.es C/Gobernador Bermúdez de Castro, 8. 12003. Castellón de la Plana Impresión y reparto: Grupo Zona · Pol. Ind. Ronda Sur, C/ Sierra de Irta · Castellón / Teléfono 964 210 339 · www.grupozona.es
«Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo» Solemnidad del Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo (3ª Semana del Salterio)
Suplemento del B.O. del Obispado Dep. Legal: CS 971960 Nº 3028
El Papa
de cerca
1ª LECTURA Dt 8, 2-3. l4b-l6a Papa Francisco
Moisés habló al pueblo, diciendo:
Haz mi corazón semejante al tuyo
«Recuerda todo el camino que el Señor, tu Dios, te ha hecho recorrer estos cuarenta años por el desierto; para afligirte, para probarte y conocer lo que hay en tu corazón: si guardas sus preceptos o no. Él te afligió, haciéndote pasar hambre, y después te alimentó con el maná, que tú no conocías ni conocieron tus padres, para hacerte reconocer que no solo de pan vive el hombre, sino que vive de todo cuanto sale de la boca de Dios.
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No olvides al Señor, tu Dios, que te sacó de la tierra de Egipto, de la casa de esclavitud, que te hizo recorrer aquel desierto inmenso y terrible, con serpientes abrasadoras y alacranes, un sequedal sin una gota de agua, que sacó agua para ti de una roca de pedernal; que te alimentó en el desierto con un maná que no conocían tus padres». SALMO Sal 147, 12-13. 14-15. 19-20 R. Glorifica al Señor, Jerusalén. Glorifica al Señor, Jerusalén; alaba a tu Dios, Sión. Que ha reforzado los cerrojos de tus puertas, y ha
bendecido a tus hijos dentro de ti. R. Ha puesto paz en tus fronteras, te sacia con flor de harina. Él envía su mensaje a la tierra, y su palabra corre veloz. R. Anuncia su palabra a Jacob, sus decretos y mandatos a Israel; con ninguna nación obró así, ni les dio a conocer sus mandatos. R. 2ª LECTURA I Cor 10, 16-17 Hermanos: El cáliz de la bendición que bendecimos, ¿no es comunión con la sangre de Cristo? Y el pan que partimos, ¿no es comunión del cuerpo de Cristo? Porque el pan es uno, nosotros, siendo muchos, formamos un solo cuerpo, pues todos comemos del mismo pan. EVANGELIO Jn 6, 51-58 En aquel tiempo, dijo Jesús a los judíos:
«Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo; el que coma de este pan vivirá para siempre. Y el pan que yo daré es mi carne para la vida del mundo». Disputaban los judíos entre sí: «¿Cómo puede este darnos a comer su carne?». Entonces Jesús les dijo: «En verdad, en verdad os digo: si no coméis la carne del Hijo del hombre y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día. Mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre habita en mí y yo en él. Como el Padre que vive me ha enviado, y yo vivo por el Padre, así, del mismo modo, el que me come vivirá por mi. Este es el pan que ha bajado del cielo: no como el de vuestros padres, que lo comieron y murieron; el que come este pan vivirá para siempre».
El mes de junio está dedicado de manera especial al Sagrado Corazón de Cristo, una devoción que une a los grandes maestros espirituales y a la gente sencilla del pueblo de Dios. En efecto, el Corazón humano y divino de Jesús es la fuente de donde siempre podemos obtener misericordia, perdón y ternura de Dios. Podemos hacer esto reflexionando sobre un pasaje del Evangelio, sintiendo que en el centro de cada gesto, de cada palabra de Jesús, en el centro está el amor, el amor del Padre que ha enviado a su Hijo, el amor del Espíritu Santo que está dentro de nosotros. Y podemos hacerlo adorando la Eucaristía, donde este amor está presente en el Sacramento. De este modo, nuestro corazón también, poco a poco, se volverá más paciente, más generoso, más misericordioso, imitando el Corazón de Jesús. Hay una antigua oración —la aprendí de mi abuela— que decía: “Jesús, haz que mi corazón se parezca al tuyo”. Es una hermosa oración. “Haz mi corazón semejante al tuyo”. Una hermosa oración, pequeña, para rezar este mes. ¿La decimos juntos ahora? “Jesús, que mi corazón se parezca al tuyo”. Otra vez: “Jesús, que mi corazón se parezca al tuyo”. Ángelus del 7 de junio del 2020