laHoja PARROQUIAL
SEGORBE-CASTELLÓN
17 Septiembre 2017
Jornada Diocesana INICIO DE CURSO La Diócesis celebra su Patrona en la Cueva Santa Un sacerdote diocesano atenderá a las Misioneras de la Caridad en Calcuta Carlos Mª Asensi “La escuela católica debe poner el Evangelio como centro de su proyecto educativo” www.obsegorbecastellon.es
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Diócesis Segorbe-Castellón
Palabra de Dios
«Si mi hermano me ofende, ¿cuántas veces le tengo que perdonar?» XXIV Domingo del tiempo ordinario (4ª Semana del Salterio)
1ª lectura: Si 27,33-28,9 Furor y cólera son odiosos; el pecador los posee. Del vengativo se vengará el Señor y llevará estrecha cuenta de sus culpas. Perdona la ofensa a tu prójimo, y se te perdonarán los pecados cuando lo pidas. ¿Cómo puede un hombre guardar rencor a otro y pedir la salud al Señor? No tiene compasión de su semejante, ¿y pide perdón de sus pecados?, si él, que es carne, conserva la ira, ¿quién expiará por sus pecados?. Piensa en tu fin, y cesa en tu enojo; en la muerte y corrupción,
Agenda SEPTIEMBRE
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MARTES 19. Jornada de formación para profesores de Religión y Catequistas (Del. de Enseñanza y Catequesis) JUEVES 21. Encuentro Oratorio de Niños en la Concatedral (Del. de Catequesis) VIERNES 22. 10:30 h. Misa con ofrenda floral a la Virgen de la Merced en el Centro Penitenciario Castellón II. 19:30 h. Confirmaciones en la parroquia de la Sda.Familia de Castellón. SÁBADO 23. Convivencia para chicas fin de semana en el Mater Dei Encuentro Interdiocesano de Misiones en Cullera. 18:00 h. Confirmaciones en la parroquia de San Miguel Arcángel en Alcúdia de Veo Hasta el domingo, retiro de Sanación con el P. Daría Betancourt (Cdad. Siervos de Cristo Vivo)
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DOMINGO 24. XXV DEL T.O. NTRA. SRA. DE LA MERCED 10:30 h. Misa de la Merced presidida por el Obispo en el Centro Penitenciario Castellón I.
y guarda los mandamientos. Recuerda los mandamientos, y no te enojes con tu prójimo; la alianza del Señor, y perdona el error. Salmo: Sal 102 R. El Señor es compasivo y misericordioso, lento a la ira y rico en clemencia. 2ª lectura: Rom 14,7-9 Hermanos: Ninguno de nosotros vive para sí mismo y ninguno muere para sí mismo. Si vivimos, vivimos para el Señor; si morimos, morimos para el Señor; en la vida y en la muerte somos del Señor. Para esto murió y resucitó Cristo: para ser Señor de vivos y muertos. Evangelio: Mt 18,21-35 En aquel tiempo, se adelantó Pedro y preguntó a Jesús: -«Señor, si mi hermano me ofende, ¿cuántas veces le tengo que perdonar? ¿Hasta siete veces?». Jesús le contesta: -«No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete. Y a propósito de esto, el reino
de los cielos se parece a un rey que quiso ajustar las cuentas con sus empleados. Al empezar a ajustarlas, le presentaron uno que debla diez mil talentos. Como no tenía con qué pagar, el señor mandó que lo vendieran a él con su mujer y sus hijos y todas sus posesiones, y que pagara así. El empleado, arrojándose a sus pies, le suplicaba diciendo: “Ten paciencia conmigo, y te lo pagaré todo.” El señor tuvo lástima de aquel empleado y lo dejó marchar, perdonándole la deuda. Pero, al salir, el empleado aquel encontró a uno de sus compañeros que le debla cien denarios y, agarrándolo, lo estrangulaba, diciendo: “Págame lo que me debes.” El compañero, arrojándose a sus pies, le rogaba, diciendo: “Ten paciencia conmigo, y te lo pagaré.” Pero él se negó y fue y lo metió en la cárcel hasta que pagara lo que debía. Sus compañeros, al ver lo ocurrido, quedaron consternados y fueron a contarle a su señor todo lo sucedido. Entonces el señor lo llamó y le dijo: “¡Siervo malvado! Toda aquella deuda te la perdoné porque me lo pediste. ¿No debías tú también tener compasión de tu compañero, como yo tuve compasión de ti?” Y el señor, indignado, lo entregó a los verdugos hasta que pagara toda la deuda. Lo mismo hará con vosotros mi Padre del cielo, si cada cual no perdona de corazón a su hermano.»
El foco Mons. Casimiro López
Llorente Obispo de Segorbe-Castellón
Queridos diocesanos: Con la alegría y la certeza de sabernos amados por Dios, acompañados por el Señor resucitado y alentados por el Espíritu Santo acabamos de comenzar un nuevo curso pastoral. Como Iglesia diocesana queremos seguir trabajando juntos “por una parroquia evangelizada y evangelizadora”, como reza nuestro Plan Pastoral. Este año nos centramos en su tercer objetivo; y, en concreto, en la Liturgia y la Iniciación cristiana, de la que ya traté algo en la última carta. Fijémonos hoy en la primera. El centro de la Liturgia es la Eucaristía en la que actúa Cristo mismo a través de su Iglesia y actualiza el misterio pascual, su muerte redentora y su resurrección vivificadora. También forman parte de la Liturgia los otros sacramentos, la Liturgia de las horas, las bendiciones, etc. Con palabras sencillas podemos decir que la Liturgia es la celebración comunitaria de la fe, en la que los creyentes, unidos a toda la Iglesia, nos encontramos con Dios que viene a nuestro encuentro en Cristo Jesús. En la Liturgia, Dios mismo se hace presente entre nosotros, nos habla a cada uno, aquí y ahora, y espera nuestra respuesta. En la Liturgia, Dios mismo renueva y prolonga los maravillosos acontecimientos de nuestra salvación. No se trata de un mero recuerdo de hechos del pasado ni de simples ritos vacíos. Al con-
La Liturgia como celebración de la fe
trario: la Liturgia actualiza dichos hechos salvadores, los hace de nuevo presentes y eficaces, reaviva las gracias que lograron para nosotros cuando acontecieron. Los gestos y acciones simbólicas, los signos y las palabras de la Liturgia evocan, reviven y actualizan para nosotros por la acción del Espíritu Santo los acontecimientos, palabras y acciones centrales de la vida de Jesús. El Concilio Vaticano II destacó claramente que, en la Liturgia, el primado corresponde a Dios, y no a nosotros. Dios es lo primero de todo. Dios es quien habla y actúa en favor nuestro. Él es quien nos une y reúne como asamblea. Él hace de nosotros un pueblo, una comunidad. El criterio fundamental de toda celebración debe ser, pues, la orientación de todos a Dios, ponerse en su presencia y a la escucha, dejar que Él hable y actúe, para poder así participar de su obra salvadora, de sus acciones en la historia de la salvación, que culmina en la muerte y resurrección de Jesucristo. Jesús de Nazaret, crucificado y resucitado, es el único que salva al hombre y al mundo. Y el misterio
de la muerte y resurrección de Cristo, que trae la salvación, se hace actual para cada uno de nosotros en la Liturgia, que es la acción de Cristo a través de la Iglesia. “La Liturgia es, por consiguiente, el lugar privilegiado del encuentro de los cristianos con Dios y con quien él envió, Jesucristo” (Juan Pablo II, Vicesimus quintus annus, n. 7). Por tanto, la primera exigencia para una buena celebración litúrgica es que sea oración, que sea ante todo escucha de Dios que nos habla y espera nuestra respuesta. Para asegurar la plena eficacia de la celebración “es necesario que los fieles accedan a la sagrada liturgia con recta disposición de ánimo, pongan su alma de acuerdo con su
ellas sus dones y gracias de salvación. El Concilio Vaticano II en la Constitución Sacrosanctum Concilium mostró mucho interés por la renovación de las celebraciones litúrgicas. Desde entonces, este documento ha sido punto de partida para enriquecer las celebraciones de la Iglesia. Nuestras celebraciones han mejorado en la forma y en el fondo, y los fieles participan de manera más activa. En muchas parroquias hay equipos de liturgia, de lectores y del canto que aportan vitalidad y sentido comunitario a la celebración. Se ha caminado mucho, pero aún queda camino por andar para promover y asimilar el verdadero espíritu, sentido y valor de las celebraciones de la fe y para favorecer la participación consciente, activa y fructuosa en la Liturgia. A veces, queremos hacer nosotros todo y dejamos poco espacio a que Dios haga en nosotros; otras veces nos quedamos en lo exterior. Muchos cristianos van más a oír y a cumplir que a celebrar, sin que se genere
“La Liturgia es el lugar privilegiado del encuentro de los cristianos con Dios y con quien Él envió, Jesucristo.” voz y cooperen con la gracia divina para no recibirla en vano” (SC n. 11). Hemos de intentar que exista una concordancia entre lo que decimos con los labios y lo que llevamos en el corazón. Nuestras celebraciones litúrgicas están llamadas a ser verdaderos encuentros con Dios, que nos comunica en
una verdadera participación ni un encuentro con el Misterio presente. Aprovechemos este año para mejorar en el verdadero espíritu, sentido y valor de la Liturgia y en la participación consciente, activa y fructuosa en la misma. Con mi afecto y bendición. 3
Punto de mira yer, 16 de septiembre, se celebró en el Mater Dei de Castellón la Jornada Diocesana de Inicio de Curso, que daba el pistoletazo de salida de este nuevo año escolar 2017-2018. Durante la Jornada, el cardenal arzobispo de Valencia, D. Antonio Cañizares, fue quien compartió con todos la ponencia sobre “La liturgia como celebración de la fe y la iniciación cristiana”.
propuestas para este curso son ofrecer formación sobre la Liturgia a todo el pueblo de Dios, formar a la comunidad en la práctica de la oración y establecer en las parroquias un horario de exposición al Santísimo, entre otras.
Partiendo del objetivo del Plan Diocesano de Pastoral que desde hace cuatro años SegorbeCastellón porta como lema “parroquia evangelizada y evangelizadora”, comienza un nuevo curso con un objetivo muy claro: la llamada por parte de la Iglesia a una conversión pastoral y misionera. Como el Obispo de la Diócesis, Mons. Casimiro López Llorente, comentaba en su carta de presentación, es tarea de todos trabajar sin descanso para “hacer de nuestras parroquias verdaderas comunidades evangelizadas y evangelizadoras, comunidades vivas desde el Señor y misioneras hacia adentro y hacia afuera”.
El Obispo apuntaba en su carta de presentación que “una de las mayores urgencias de nuestra Iglesia diocesana es contar con verdaderos cristianos”, ya que a raíz del cambio radical de la sociedad, se ha perdido la cultura, la tradición familiar y el ambiente social cristianos. La aparición del pluralismo, la descristianización y secularización de la sociedad, el proceso de alejamiento de los bautizados y el debilitamiento de la familia en su tarea educadora y transmisora de la fe son algunas de las causas que, según Mons. Casimiro López, cuestionan el segundo punto clave de esta Jornada de
Para ello el Obispo invita, así como el Papa emérito Benedicto XVI y el Papa Francisco, a todas las parroquias una conversión que nace de la “conversión personal y renovación espiritual” de sus miembros, de todos los fieles, basadas en el encuentro con Jesucristo. “Este encuentro o re-encuentro es el único capaz de devolvernos la alegría y de avivar nuestra condición de cristianos discípulos misioneros del Señor, recibida en nuestro bautismo”, explica el Obispo, y de esa forma generar comunidades de discípulos misioneros en “estado permanente de misión”. Pero este encuentro con Cristo necesita un ingrediente clave para poder darse: la Liturgia. San Juan Pablo II dejó escrito: “La Liturgia es el lugar privilegiado del encuentro de los cristianos con Dios y con quien él envió, Jesucristo”. Es, por tanto, una celebración en comunidad en la que los presentes se encuentran con Dios en la figura de Cristo, que habla y da luz en los acontecimientos de la historia de quien sabe escuchar. Y de este modo llegamos al centro de la Liturgia, que es la Eucaristía, un misterio de muerte y resurrección de Cristo, pero ante todo, un misterio de su Amor por toda la humanidad. Mons. Casimiro López, apunta que “Jesús de Nazaret, Señor y Cristo, crucificado y resucitado, es el único que salva al hombre y al mundo” y este misterio de salvación se hace patente para cada uno “en la acción de Cristo a través de la Iglesia en la Liturgia”. Por todo ello, algunas de las 4
Punto de mira el Cuerpo y la Sangre de Cristo para ser transformado por Él. El proceso de iniciación cristiana se verifica principalmente mediante dos funciones pastorales: la catequesis y la liturgia, asegura Mons. Casimiro López, tratándose no de una catequesis entendida como un requisito para acceder a los sacramentos, sino una nueva mentalidad que haga entender que la celebración de los sacramentos debe ser precedida y acompañada por la evangelización, la fe y la conversión. Por eso: formar a los fieles y a los catequistas sobre el verdadero sentido de la iniciación cristiana, implantarla como un proceso de crecimiento en la fe, cuidar en los niños bautizados el despertar religioso, favorecer la celebración del Sacramento del Bautismo en la Eucaristía dominical y recuperar la familia como ámbito de la iniciación
“Una de las mayores urgencias de nuestra Iglesia diocesana es contar con verdaderos cristianos” Inicio de Curso: la iniciación cristiana. Los Sacramentos del Bautismo, Comunión y Confirmación con “fuente y cima” de esta iniciación, promulga la Conferencia Episcopal Española. El Bautismo es el comienzo de la vida nueva como Hijo de Dios, la Confirmación es su afianzamiento, y la Eucaristía es la que alimenta a ese Hijo con
cristiana son algunas de las propuestas para el crecimiento y la maduración de la vida cristiana. “No se comienza a ser cristiano por una decisión ética o una gran idea, sino por el encuentro con un acontecimiento, con una Persona, que da un nuevo horizonte a la vida y, con ello, una orientación decisiva” (Benedicto XVI, Evangelii gaudium).
Jornada Diocesana de
Inicio de Curso
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El pulso de la Diócesis
El pulso de la Diócesis
Un sacerdote diocesano atenderá a
las Misioneras de la Caridad en Calcuta Un sacerdote diocesano será el capellán de las Misioneras de la Caridad en Calcuta. Mons. Casimiro López Llorente cede por un periodo de dos años a D. Álex Díaz, hasta ahora párroco de Bechí, a la archidiócesis de Calcuta para atender a las religiosas fundadas por Santa Teresa de Calcuta, sus pobres y sus voluntarios. Su labor será en eminentemente sacerdotal: “El objetivo es ayudar a los pobres, pero para eso primero es necesario atender espiritualmente a los que los sirven”, explica. D. Álex Díaz –en la foto junto a Enrique Martínez,
poradas junto a las Hermanas tanto en España como en la India.
misionero diocesano en Boston, la semana pasada en el Palacio episcopal de Castellón- explica que su relación con el carisma de la Madre Teresa viene de lejos: “De hecho mi vocación sacerdotal nace mien-
tras era voluntario con las hermanas; siempre he estado vinculado con ellas y ahora el Obispo me permite acrecentar esta relación durante este tiempo de colaboración”. Los últimos años ya había pasado tem-
Según D. Álex Díaz, la fuerza del carisma de la Madre Teresa reside en la sencillez con la que se busca y se vive el Evangelio: “Quieren vivir el pasaje de Mateo 25 en el que se sirve a los pobres, y para que la gente de cualquier credo comparta esta misión no hacen falta grandes discursos”. Les basta, asegura el sacerdote, vivir la presencia de Cristo en la Eucaristía y los pobres, y la alegría: “La fuerza del amor se expresa en la alegría”.
Mejoras en el Vida Ascendente centro de retiros abrirá dos grupos en Vila-real
del Seminario de Segorbe
en las comarcas del interior y zonas costeras alejadas de Castellón”.
Este mes de septiembre se concluirán las mejoras en el Seminario de Segorbe que permitirán acoger en óptimas condiciones grupos para retiros y encuentros espirituales. La intervención hará más confortable el edificio tanto para el uso del Colegio como para la zona residencial de hospedería. Carlos Calduch, director-gerente del complejo, asegura que el objetivo es “ayudar a quien quiera reunirse y trabajar a gusto en este espacio necesario 6
Las instalaciones renovadas son de fontanería, electricidad y calefacción, dotando de una mayor eficiencia y confortabilidad al edificio. También se está instalando una red Wi-Fi. Una vez inaugurado se mejorarán notablemente las prestaciones del edificio que alberga cada vez más número de ocupantes. “Lo que buscamos es que la Diócesis tenga un lugar tranquilo en el que se puedan hacer ejercicios espirituales, estar en comunidad con tranquilidad y bien atendidos”, declara Calduch.
La Junta Diocesana de Vida Ascendente ha mantenido su primera reunión de curso este martes en el Palacio episcopal de Castellón. Paquita León, presidenta desde este año, ha explicado que próximamente se abrirán dos grupos en Vila-real. Este movimiento “ofrece espiritualidad, amistad, comprensión y unidad, pero sobretodo la convicción que la gente mayor podemos seguir dando”, explica la responsable diocesana. Los grupos, presentes en numerosas parroquias de la Diócesis, se reúnen quincenalmente para trabajar diversos temas de formación. Este curso será la Eucaristía. También se organizan retiros y convivencias, y la celebración de las Bodas de Oro para los matrimo-
nios que cumplen 50 años, en la que el Obispo preside una Eucaristía en mayo. Paquita León ha declarado que durante el curso la Junta visitará los grupos de la Diócesis para que se sientan acompañados y unidos a la iglesia local. Precisamente, en este año en que el objetivo pastoral será la iniciación cristiana, la presidenta de Vida Ascendente reivindica el papel de los abuelos: “Es nuestra ilusión, e incluso diría nuestra obligación, iniciar los nietos en la fe que vivimos, porque esa fe y confianza plena en Dios es lo que nos da la fuerza para seguir el camino”.
La Diócesis celebra su Patrona en la La Diócesis de SegorbeCastellón celebró su Patrona, la Virgen de la Cueva Santa, el pasado lunes 11 con una Eucaristía presidida por el Obispo a la que asistieron fieles de diversas poblaciones y los seminaristas diocesanos del Mater Dei y Redemptoris Mater. Mons. Casimiro López Llorente expuso ante los asistentes la oración que él presenta a la Patrona en este inicio de curso: “Que seamos verdaderos cristianos y que su Hijo sea conocido por todos”. A imagen de María, el Obispo invitó a escuchar la Palabra de Dios antes
Cueva Santa
de salir a la misión, a fiarse de Dios –“a menudo nosotros solo vemos la oscuridad y dificultad, y no la luz y fuerza del Señor, para el que no hay nada imposible”-, a ponerse en camino sin miedo ni deteniéndose en “mezquindades o críticas corrosivas”, y a “trabajar unidos entorno a la Virgen para llevar a todos el encuentro con Cristo”. Mons. López Llorente también deseó que la Virgen María ayude los esposos y familias a vivir como cristianos, guíe los seminaristas en el discernimiento de su vocación, conceda a
los sacerdotes ser pastores según el corazón de Cristo, y que él mismo sepa guiar y alentar la iglesia diocesana. En la celebración participaron fieles de
El nuevo rector del Seminario Mater Dei jura su cargo
D. Juan Carlos Vizoso ha jurado esta mañana el cargo como nuevo rector del Seminario Diocesano Mater Dei. El acto se ha realizado en el primer claustro de profesores del Centro Superior de Estudios de Teología (CSET), que la semana que viene inicia el curso de los seminaristas y candidatos al diaconado permanente. Mons. Casimiro López Llorente ha deseado que el Se-
minario crezca en número y en calidad de la forma-
ción.Tras la profesión de fe, D. Juan Carlos Vizoso ha jurado fidelidad al magisterio de la Iglesia y al Obispo diocesano. Su cargo implica así mismo la dirección del CSET y del Colegio Diocesano Mater Dei. El nuevo rector es sacerdote desde 2008 y tiene la especialidad de Teología Bíblica.
comunidades del Palancia y de otras poblaciones como Alfondeguilla. El coro parroquial de Altura aportó la animación musical de la ceremonia.
Convivencias para jóvenes en el Mater Dei Este fin de semana han retomado las convivencias mensuales para chicos y chicas en el Seminario Mater Dei. Para los adolescentes de 6º de primaria a 1º de bachillerato es una posibilidad de conocer el Seminario Menor en una tónica vocacional. Para las chicas, que comenzarán el sábado que viene, la oferta es para compartir fe y amistad participando en diversas actividades. Los encuentros son desde el sábado a las 16h hasta el domingo a las 14, concluyendo con la misa dominical con la participación de los padres. Para información e inscripciones, escribir a seminariomenorsegorbecastellon@gmail.com o convivenciaschicas@gmail.com 7
Edita: Obispado de Segorbe-Castellón Coordinador: D. Yago Gallo Redacción: Guillem Farré (610 493 950) y Miriam Serrano (682 279 123) hpsegorbecastellon@hotmail.com / www.obsegorbecastellon.es C/Gobernador Bermúdez de Castro, 8. 12003. Castellón de la Plana Impresión y reparto: Grupo Zona · Pol. Ind. Ronda Sur, C/ Sierra de Irta · Castellón / Teléfono 964 210 339 · www.grupozona.es
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Carlos Mª Asensi, Delegado Diocesano de Catequesis
“La escuela católica debe poner el Evangelio como centro de su proyecto educativo” Este sábado ha tenido lugar la Jornada de Inicio de Curso en el Mater Dei, que se ha centrado en la iniciación cristiana como uno de los objetivos diocesanos de este curso. Carlos Asensi, Delegado de Catequesis, explica cómo formar verdaderos cristianos. ¿Qué tiene que cambiar en la iniciación cristiana para formar verdaderos cristianos? El despertar en la fe no se produce en la familia y cuando por primera vez los niños se acercan a la parroquia lo hacen más por un acontecimiento social que por un recorrido de fe. Por otro lado, la escuela, envuelta en el ambiente descristianizado y a menudo pagano, apenas logra que la fe de los alumnos resista ante los envites de la sociedad y las concepciones de vida imperantes. La catequesis infantil, la más numerosa en nuestra realidad parroquial, no es más que una corriente de aire freso o una suave brisa en medio de los calores del desierto. En este ambiente hay que ser valientes y cambiar el modelo sacramental que todavía impera en nuestras parroquias por un catecumenado bien organizado. Este recorrido requiere una gran implicación de la comunidad cristiana que acoge con alegría y una preparación profunda de los acompañantes, para que 8
El Papa
de cerca Papa Francisco
Un deber sagrado
con su testimonio de vida y fe sean referentes para el catecúmeno. ¿Cómo deben ser los catequistas que lleven a los niños al encuentro con Cristo? El catequista es un cristiano llamado por Dios a quien encomienda la tarea de evangelizar, por lo que ha de ser consciente de que el origen de su tarea de educador en la fe es la gracia y el amor de Dios. El catequista prolonga la misión de Jesús, el primer evangelizador. La tarea es tan importante que la comunión con la Iglesia, presente en el Obispo diocesano es fundamental. El catequista está inserto en una comunidad cristiana y se entronca en una tradición viva que le ha precedido y de la que él es solo un eslabón. Debe conocer el Catecismo de la Iglesia Católica; la metodología apropiada para transmitirla con alegría a los catecúmenos una vida coherente con la fe que profesa y una experiencia profunda de oración, centrada de manera especial en el sacramento de la Eucaristía.
¿Cuál es el papel de la familia, profesores y sacerdotes? La familia, Iglesia doméstica, debe ser donde se inicia a la oración y se viven los valores cristianos, donde el niño va mamando la fe, como el gran regalo que Dios le hace a través de sus padres. La escuela católica debe poner el Evangelio como centro de su proyecto educativo y ser referente en la formación de la persona. Los profesores de religión no solo son transmisores de unos conocimientos, sino que deben integrar la dimensión religiosa de la persona en el proceso educativo de sus alumnos con su coherencia de vida y testimonio de fe. Los sacerdotes y catequistas, despiertan y animan el encuentro personal con Jesucristo y acompañan al catecúmeno en la incorporación plena a la comunidad cristiana y la celebración de los Sacramentos. ¡Qué importante es esta coordinación entre familia, profesores, sacerdotes y catequistas, para que en cada uno de los espacios donde se mueve y crece la persona, pueda producirse en encuentro con Jesucristo!
A ustedes hermanos y hermanas, religiosos y laicos que en este y en los demás hogares reciben y cuidan con amor a estos niños que desde chicos ya han experimentado el sufrimiento y el dolor, a ustedes quisiera recordarles dos realidades que no deben faltar porque son parte de la identidad cristiana: el amor que sabe ver a Jesús presente en los más pequeños y débiles, y el deber sagrado de llevar a los niños a Jesús. En esta tarea, con sus gozos y sus penas, los encomiendo también a la protección de san José. Aprendan de él, que su ejemplo los inspire y los ayude en el cuidado amoroso de estos pequeños, que son el futuro de la sociedad colombiana, del mundo y de la Iglesia, para que como el mismo Jesús, ellos puedan crecer, robustecerse en sabiduría, en gracia, delante de Dios y de los demás (cf. Lc 2,52). Que Jesús y María, junto con san José, los acompañen y los protejan, los llenen de su ternura, su alegría y su fortaleza. Discurso en el Hogar San José durante la visita apostólica a Colombia, el 9 de septiembre