Hoja Parroquial del 10 de agosto de 2014

hojaparroquial Nº 2.732

Semanario de la Diócesis de Segorbe-Castellón

10 de agosto de 2014

Un verano de…

Historia y Arte

Reportaje

Las imágenes más antiguas de la Diócesis de Segorbe-Castellón

Virgen con Niño

Cristo Salvador

San Juan de Penyagolosa

Madera dorada y policromada 103x36x30 cm Primera mitad del siglo XIV Convento de los Padres Carmelitas del Desierto de las Palmas Benicasim

Talla en madera policromada 112x27x28 cm Último cuarto del s. XIII – principios del s. XIV Ermita dels Sants Joans Albocàsser

Talla en madera policromada 111 cm Finales del siglo XIII – primer cuarto siglo XIV Santuario de Sant Joan de Penyagolosa. Vistabella

La calidad de la pieza estilizada y elegante da pie a pensar que una familia relevante la encargó a los talleres leridanos y que vino acompañando a los frailes militares que desde 1294 tomaron posesión del castillo de las Cuevas de Vinromà con todas sus pertenencias. La iconografía responde a una figura probablemente bendiciente con la mano derecha (los dedos índice y corazón fueron mutilados durante la guerra del 36).

El rey de Aragón, Jaume II, proyectó con los bienes templarios y hospitalarios crear una nueva orden propia bajo la regla del Císter y como filial de la de Calatrava: Santa María de Montesa. Es entonces que se levantaría un primer eremitorio de época medieval dedicado a San Juan Bautista. Obra de factura muy popular, similar al San Bartolomé de Villahermosa del Río, responde a un esquema románico italo-bizantino que influyó fuertemente en el siglo XIII.

De origen desconocido, la magnífica Maiestas Mariae del Desierto fue regalada por el general Ricardo Rada al padre Benedicto Pons en tras la Guerra Civil, para pasar más tarde a alguno de los conventos de la Orden como obra en depósito. Popularmente esta imagen es conocida como Nuestra Señora de la Alegría por las especiales y simpáticas facciones de su rostro sonriente.

2 // Hoja Parroquial

REDACCIÓN.

Imágenes que hablan.

Arte que evangeliza. La presencia cristiana en la Diócesis puede confirmar-

se ya desde el siglo IV a lo largo de la Via Augusta. Pero es con la re-cristianización después de la presencia musulmana que la construcción de tem-

plos y su decoración con imágenes confirman una fe ya consolidada. El arte de los siglos XIV y XV se convierte por tanto en el testigo más antiguo de las

comunidades católicas, y éstas son las tallas y esculturas que lo demuestran.

San Bartolomé

Virgen de Belén

Mare de Déu amb el Xiquet

Talla en madera policromada 73x20 cm Primer cuarto del siglo XIV Santuario de San Bartolomé.

Villahermosa del Río

Talla de madera dorada y policromada 107x43x24 cm Último tercio del s. XIV – principios del s. XV Iglesia parroquial de San Bartolomé.

Atzeneta del Maestrat

Piedra trabajada, dorada y policromada 72x19x17 cm S. XV Iglesia parroquial de San Bartolomé y San Jaime. Nules

Villahermosa fue villa que perteneció al último gobernador moro de Valencia, Zeit-Abu-Zeit, convertido al cristianismo y aliado de Jaime I. La ermita de San Bartolomé, donde se encuentra esta imagen y situada en un lugar de difícil acceso cercano a la población, ya existía en 1333, donde acudían los fieles a venerar al santo. Esta devoción pudo ser introducida por los repobladores venidos del norte, con arte sacro que repetía esquemas fosilizados pero válidos en el culto popular.

Esta imagen formaba parte de un grupo con San José y los Magos en adoración, tallas del siglo XVII que desaparecieron en 1936. Por ello popularmente su altar es conocido como “Altar de Betlem” y ella como Virgen de Belén, si bien no corresponde a la iconografía propia de este tipo de advocaciones. Anteriormente, podría haber estado en el retablo del altar mayor, ya que su torso no trabajado indica que se hizo con finalidad de presentarse de frente a los fieles.

En su origen debió ser una imagen de devoción para altares y retablos de capillas y presbiterios.

Como ésta, habían muchas otras en la geografía valenciana, aunque muchas se perdieron durante la Guerra Civil. La de Nules es una de las supervivientes. El rostro de la Virgen es de expresión amable y alegre. Con la mano izquierda sostiene al Xiquet, que está sentado y sonriente, de cara ancha y cabello rizado.

Hoja Parroquial // 3

Suplemento del B.O. del Obispado

hojaparroquial

Dep. Legal: CS 97-1960

Edita: Obispado de Segorbe-Castellón Director: Juan Manuel Gil Coordinador: Josep Miquel Francés Redacción: Guillem Farré.

Oficina de Prensa: Teléfono 964 222 819 / Fax: 964 722 018 / mcssegorbecastellon@planalfa.es / hpsegorbecastellon@hotmail.com / www.obsegorbecastellon.es Impresión y reparto: Gràfiques Color Imprés, s.l.u. Pol. Ind. Fadrell, nave 75. 12005 Castellón / Teléfono 964 255 100

Evangelii Gaudium

“Nuestro dolor y nuestra vergüenza por los pecados de algunos miembros de la Iglesia, y por los propios, no deben hacer olvidar cuántos cristianos dan la vida por amor (…) Agradezco el hermoso ejemplo que dan tantos cristianos que ofrecen su vida y su tiempo con alegría”.

Papa Francisco – Evangelii Gaudium, 76

El Evangelio del Domingo

“¡Ánimo, soy yo, no tengáis miedo!”

XIX Domingo del tiempo ordinario (3ª Semana del Salterio) subió al monte a solas Primera Lectura para orar. Llegada la 1Re 19,9ª.11-13ª. noche, estaba allí solo.

Mientras tanto, la barSalmo responsorial ca iba ya muy lejos de Sal 84.

R/. Muéstranos, Señor, tierra, sacudida por las tu misericordia y danos olas, porque el viento era contrario. De matu salvación. drugada se les acercó Jesús, andando sobre Segunda Lectura el agua. Los discípulos, Rom 9,1-5. viéndole andar sobre el agua, se asustaron y griEvangelio taron de miedo, penMt 14,22-33.

Después que la gente sando que era un fanse hubo saciado, Jesús tasma. Jesús les dijo en apremió a sus discípu- seguida: -«¡Ánimo, soy los a que subieran a la yo, no tengáis miedo!» barca y se le adelan- Pedro le contestó: -«Setaran a la otra orilla, ñor, si eres tú, mándaColorea el Evangelio de hoy mientras él despedía me ir hacia ti andando a la gente. Y, después sobre el agua.» Él le de despedir a la gente, dijo: -«Ven.» Pedro bajó

de la barca y echó a andar sobre el agua, acercándose a Jesús; pero, al sentir la fuerza del viento, le entró miedo, empezó a hundirse y gritó: -«Señor, sálvame.» En seguida Jesús extendió la mano, lo agarró y le dijo: -«¡Qué poca fe! ¿Por qué has dudado?»

En cuanto subieron a la barca, amainó el viento. Los de la barca se postraron ante él, diciendo: -«Realmente eres Hijo de Dios.» Palabra del Señor.

Próxima semana: Is 56,1.6-7 / Sal 66 / Rom 11,13-15.2932 / Mt 15,21-28