hojaparroquial Nº 2.682
Semanario de la Diócesis de Segorbe-Castellón
Arte y Fe (V)
Traver Calzada
Mare de perduts. Ell és el camí. 2012 Colección particular. Alquerías del Niño Perdido
25 de agosto de 2013
A y F (V)
Arte del Sentido y Misterio
Arte y fe “Me parece que su vinculación es total, porque trabajar con cualquier materia artística no deja de ser un acto de fe: intentas llegar a algo más allá de lo cotidiano, estás buscando algo que está bajo todas las cosas, una trascendencia, es intentar transfigurar por la pintura las cosas reales en algo inexplicable. Pero la relación más evidente es que soy cristiano. Mi forma de conseguir esa espiritualidad, de tantear ese misterio, es a través de la religión que he mamado y que me marca. Conozco la iconografía, la filosofía, las contradicciones que ha podido producir a través de la historia, y de alguna forma todo eso también soy yo. Sería falso si buscara la espiritualidad por medio de algo absolutamente extraño a mi cultura. Tengo que trabajar con los elementos que conozco, y es el cristianismo.”
Motivación de la obra religiosa “Tengo la necesidad de encontrar bajo las cosas cotidianas de la vida real un significado que me llene un poco más, que me reconcilie con la existencia de las cosas, que no pase por un sin sentido. Buscar el sentido es una forma en religión. Esto respecto a la obra en general. Cuando es una obra que te encargan para una iglesia, tienes que tener en cuenta la función litúrgica que tendrá. La tentación del artista es prescindir de esto, y pienso que actuar así es casi una falta de caridad, porque el lugar para el que estás pintando la obra concreta no 2 // Hoja Parroquial
es un museo ni una sala de exposiciones.” La inspiración “Surge de muchas maneras. A veces te hacen un encargo para pintar una Madre de Dios u otro tema religioso con el que hace cinco minutos ni siquiera lo pensabas, y te dices claro que sí, y empiezas a imaginar, a ver las posibilidades, acudes a la lectura, intentas comprender, meterte en el lugar y el paisaje. En el caso de los Discípulos de Emaús, tenía que ver cómo eran los trajes, documentarme sobre la distancia a la que está desde Jerusalén, de qué hablaban, cómo se sentían… se les aparece Cristo, ¡y no lo conocen! Esta ceguera, por ejemplo, es una de esas preguntas que pueden causar una cierta dificultad, y empiezas a hablar con el sacerdote. Por otra parte, los discípulos tenían que ser jóvenes, ni calavéricos ni demasiado serios, para transmitir la visión esperanzadora de que hay una fuerza viva bajo esta historia, de que hay la fe. Todo esto te va motivando, a veces no te deja dormir, empiezas a hacer líneas, modelos... Se crea un estado de excitación que al final coges el lápiz (que es la forma como un pintor empieza a trabajar) y aparece el cuadro. Incluso llega un momento que él ya tira de ti y no lo controlas. Pero al inicio es necesaria una emoción. De lo contrario el cuadro nace muerto.” La expresión “La tensión entre tradición y modernidad puede ser un problema en la expresión, pero también
Vicente Traver Calzada
Nace en Burriana en 1945, y realiza estudios de pintura, Artes de San Carlos en Valencia, y en la Escuela de San Fern exposiciones y se puede contemplar en museos de Nueva Yo En temática religiosa, han surgido de su mano el retrablo de Cabanes, el retablo mayor sobre la Decapitación de San J Basílica de la Virgen del Lledó, bustos en bronce del Carden para Segorbe… y otras obras también religiosas pero más pe o una serie de Cristos que combinan el hiper realismo con la siempre ha aparecido de una manera o otra el elemento relig
es un aliciente. Tienes que informarte de cómo era el vestuario, por ejemplo, y al mismo tiempo quieres hacer una obra de tu tiempo porque la vigencia de la religión hoy en día no se puede reducir a hechos de hace dos mil años. Si no tiene una repercusión en la vida actual del día a día, es una momia. Pienso en obras como Jesucristo Superstar. O el Jesús de Pasolini: por el tratamiento del lenguaje, de la fotografía, hay una forma de religiosidad, aunque por la personalidad del director era otra cosa.” Experiencia subjetiva y fe “Yo pienso que el artis-
ta, al fin y al cabo, siempre es religioso, incluso sin saberlo, porque tiene esa ingenuidad de querer encontrar en las cosas el misterio, un amor que hay en el fondo de todas las cosas. Y eso ya es religioso. Ahora bien, cuando se pinta para una capilla o un altar tienes que amoldarte al lugar donde estará. Lo mejor es humildad al enfrentarte a un tema religioso, ya que está por encima de tus posibilidades racionales. Al mismo tiempo tiene una carga humana, algo latente que necesitas expresar y que ve la posibilidad de salir en el tema que te han encargado.”
Retrato D Casimiro. Museo de Segorbe 2013
grabado y escultura en la Escuela Superior de Bellas nando en Madrid. Su obra ha participado en numerosas ork, Egipto, Granada o Valencia. o de los Discípulos de Emaús en la capilla de la comunión Juan Bautista en Alcalá de Xibert, romería de las cañas en la nal Tarancón, el retrato del Obispo Casimiro López Llorente ersonales, como una Piedad en alambre, la Anunciación, a abstracción. “Me doy cuenta que a lo largo de mi carera gioso”, concluye.
El lugar del arte cristiano “Cuando uno tiene necesidad de pintar estos temas, lo hace aunque te lo quedes en casa. Primero, uno pinta para uno mismo y por eso, si tienes una inquietud religiosa o una visión de la existencia tocada por el misterio de la trascendencia y la esperanza de una redención, lo sacas pintando. Si después puede estar en un lugar de culto, y lo has hecho con amor, con ganas de reconocer que hay algo por encima tuyo, y alguien va a rezar y siente parte de lo que has sentido, es comunicación pura a nivel espiritual.”
Discípulos de Emaús. 2011. Parroquia de San Juan Bautista de Cabanes
El retrato de Dios “Lo lógico sería dejar el pincel a parte y decir que no puedes tocar porque no sabes, y porque la idea que está ahí es tan enorme que todos los intentos de representar a Dios son infantiles. Cuando pintan a Dios con barba blanca sonríes, porque es un antropomorfismo, pero es lo que puede hacer un hombre. No puede representar a Dios fuera de su humanidad. Yo, si lo tendría que representar, acudiría a una imagen humana pero cargada de sabiduría, elegancia, serenidad, bondad.” Retablo de la Romería Temple y óleo sobre lienzo, 1992 Basílica del Lledó
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El Evangelio del Domingo
“Esforzaos en entrar por la puerta estrecha” Domingo XXI del Tiempo Ordinario (1ª Semana del Salterio) la puerta estrecha. Os digo que diciendo: “Señor, ábrenos”; y él plazas.” Pero él os replicará: “No sé Primera Lectura muchos intentarán entrar y no po- os replicará: “No sé quiénes sois.” quiénes sois. Alejaos de mí, malvaIs 66,18-21. drán. Cuando el amo de la casa se Entonces comenzaréis a decir. dos.” Entonces será el llanto y el levante y cierre la puerta, os que- “Hemos comido y bebido conti- rechinar de dientes, cuando veáis Salmo responsorial Sal 116. R/. Id al mundo entero y daréis fuera y llamaréis a la puerta, go, y tú has enseñado en nuestras a Abrahán, lsaac y Jacob y a todos los profetas en el reino de Dios, y proclamar el Evangelio. vosotros os veáis echados fuera. Y vendrán de oriente y occidente, Segunda Lectura del norte y del sur, y se sentarán a Heb 12,5-7.11-13. la mesa en el reino de Dios. Mirad: hay últimos que serán primeros, y Evangelio primeros que serán últimos.» PalaLc 13,22-30. En aquel tiempo, bra del Señor. Jesús, de camino hacia Jerusalén, recorría ciudades y aldeas enseñanPróxima semana: do. Uno le preguntó: -«Señor, ¿seJer 38,4-6.8-10 / Sal 39 / Heb rán pocos los que se salven?» Jesús 12,1-4 / Lc 12,49-53 les dijo: -«Esforzaos en entrar por
El Credo de los no creyentes. Habla el Papa emérito Benedicto por Juan
Con frecuencia se habla de las dudas de fe del creyente. Pero no son menos frecuentes ni acuciantes las dudas de fe del no creyente. La reflexión sobre el Credo dio origen en 1968 a uno de los más influyentes libros del gran teólogo Joseph Ratzinger: Introducción al cristianismo. El hoy Papa emérito escribía: “el creyente no vive sin problemática alguna, sino que siempre está amenazado por la caída en la nada. Pero los destinos del hombre y de todos los hombres, se entrelazan. Tampoco el no creyente vive dentro de una existencia cerrada en sí misma. Porque incluso a aquel que se comporta como positivista puro, a aquel que ha vencido la tentación de lo sobrenatural, y que ahora vive una conciencia di-
Manuel Gil
recta, siempre le acuciará la misteriosa inseguridad de si el positivismo siempre tiene la última palabra”. Y sigue: “El creyente solo puede realizar su fe en el océano de la impugnación y de lo problemático, el océano de la inseguridad que es el único lugar donde puede recibir su fe, pero no pensemos que el no creyente es el que, sin problema alguno, carece de fe. Como el creyente se esfuerza siempre por no tragar el agua salada de la duda que el océano continuamente le lleva a la boca, así el no creyente duda siempre de su incredulidad, de la totalidad real del mundo en la que él cree. Porque siempre acuciará la pregunta de si la fe no es lo real. De la misma manera que el creyente se siente continuamente
amenazado por la incredulidad, que es para él su más seria tentación, así también la fe es siempre tentación para el no creyente y una amenaza para su mundo, al parecer cerrado para siempre”. Concluye el gran teólogo Ratzinger, Papa emérito Benedicto XVI: “En una palabra, nadie puede sustraerse al dilema del ser humano. Quien quiera escapar de la incertidumbre de la fe, caerá en la incertidumbre de la incredulidad, que no puede negar de manera definitiva que la fe sea la verdad. Solo al rechazar la fe se da uno cuenta de que es irrechazable. La aparente tranquilidad del que dice que no le importa el problema de la fe es una pura evasión”.