hojaparroquial Nº 2.730
Semanario de la Diócesis de Segorbe-Castellón
27 de julio de 2014
Tiempo de vacaciones y de turismo
Queridos diocesanos: En estos meses de verano son muchos los que disfrutarán y disfrutaréis de unas merecidas vacaciones. Muchas son, en efecto, las personas en edad estudiantil y laboral y con salud que pueden disfrutar de descanso en estos días. Unos saldrán hacia los lugares de turismo, de playa o de montaña, y otros vendréis a hacer turismo entre nosotros. No faltarán quienes regresarán a sus pueblos para encontrarse con sus raíces, con su familia y con los amigos de siempre; nuestros pueblos se duplican o triplican en estos días. En este clima vacacional no olvidemos a quienes también no podrán gozar de vacaciones. Son aquellos que han de trabajar todo el año, los parados y sus familias, los enfermos, las familias con una economía de subsistencia, los pensionistas humildes...; son éstos tan sólo ejemplos de quienes no pueden experimentar esta división entre trabajo y vacación. En una cultura del
bienestar y del consuimposible a muchos mo, influenciada por esposos poder hablar la industria del ocio con sosiego y a los pay del pasatiempo, no dres poder dedicarse podemos dejarnos a sus hijos, dialogar llevar por el indivicon ellos y compartir dualismo egoísta y olsus preocupaciones y vidar a quienes viven ayudarles en su creciestas situaciones. miento. Lo propio de las Mons. Casimiro Los días de vacavacaciones es des- López Llorente * ción ofrecen también cansar, poder realizar más tiempo para otro tipo de actividad y poder compartir con el necesitado disponer de nuestro tiempo y más tiempo para dedicar sin estar atados por el horario a Dios y fortalecer nuestro laboral y por las prisas del día espíritu. No olvidemos que a día. Se puede simplemente en verano seguimos siendo matar el tiempo o emplear- cristianos. Dios no se toma lo bien, dejarlo pasar o, más vacaciones en su búsqueda bien, aprovecharlo y vivirlo amorosa del hombre. Las vade forma enriquecedora. Las caciones pueden ser tiempo vacaciones ofrecen sobre todo excepcional para dejarse hablar la posibilidad del descanso fí- por Dios y fortalecer la vida sico y psíquico; pero tenemos espiritual. El verano nos ofretambién mucho tiempo para ce una magnífica oportunidad la lectura reposada y formativa, para encontrarnos con Dios. para la reflexión sobre nosotros En la playa, en la montaña, mismos y nuestra vida, para la en la serranía, podemos desconvivencia y para el encuentro cubrir la presencia de Dios y con la familia, con los amigos alabarle por haberla hecho tan y con otras culturas. Durante hermosa. También en el ocio y el año, el horario laboral hace en la diversión podemos y de-
Un verano de…
bemos vivir nuestra condición de cristiano, sin ponerla entre paréntesis, sin avergonzarnos de serlo. También en verano, el domingo sigue siendo el día del Señor y tenemos tiempo para participar en la Eucaristía dominical y hacerlo en familia. En los desplazamientos hemos saber conducir y conducirnos con prudencia para no peligrar la propia vida y evitar riesgos a la vida de los demás. Y en el ocio debemos vivir con limpieza de corazón no dejándonos llevar por el derroche, el egoísmo y el disfrute a toda costa. No seamos egoístas y pensemos también en quienes no tienen vacaciones por razones laborales o económicas. La caridad con el necesitado tampoco toma vacaciones. Sed bienvenidos cuantos nos visitáis en estos meses de vacaciones y que tengáis una feliz y provechosa estancia entre nosotros. Con mi afecto y bendición,
(*) Obispo de Segorbe-Castellón
Voluntarios p.2 y 3